Martínez Celdrán, Eugenio (2000) - Introducción A La Fonología Funcional. en M. Alvar, Introd. Ling-Esp
Martínez Celdrán, Eugenio (2000) - Introducción A La Fonología Funcional. en M. Alvar, Introd. Ling-Esp
Martínez Celdrán, Eugenio (2000) - Introducción A La Fonología Funcional. en M. Alvar, Introd. Ling-Esp
1 L. Hjelmslev (1939) deca que el objetivo del lingista es postular, para cada hecho particular, una
razn funcional (p. 109). Este objetivo es el de la lingstica llamada funcional que surgi en Europa en
la dcada de 1920 y que se centr en el llamado Crculo Lingstico de Praga, cuyos principales
animadores fueron entre otros: N.S. Trubetzkoy, R. Jakobson, A. Martinet, etc. En esta lnea se sita este
captulo de fonologa espaola.
2 A. Martinet (1965) es el que ha expuesto de forma ms clara esta doble perspectiva del lenguaje: una
primera articulacin compuesta por signos mnimos, denominados monemas (o morfemas), y una segunda
2
5.1.2. Las unidades fonolgicas
3
pueden oponerse aquellas unidades que aparezcan en contextos diferentes. El contexto
est determinado por la slaba que constituye el sintagma fnico mnimo3. En saco
existen dos slabas: CsVa+CkVo. Pero la slaba en general no se limita al ncleo (V) y al
margen (C). Las siguientes slabas ofrecen estructuras distintas: las (CVC), plan
(CLVC), piano (CSV-), griego (CLSV-), clusula (CLVS-), etc. (donde C=consonante,
L=lquida, S=semivocal, V=vocal); se puede observar que en L slo conmutan /l/ y /|/:
abres/hables; en S slo conmutan /j/ y /w/: ingenio/ingenuo4. En cambio en V conmutan
cinco unidades: /p_so/ : /i, e, a, o, u/. Y en C conmutan diecinueve: /ca_a/: /p, t, k, c, b,
d, J, g, f, s, T, x, m, n, , l, , r, |/5. Las unidades de L se considera que no tienen
diferencias con las equivalentes que aparecen en C, porque no existen diferencias
fonticas notables entre ellas. Por el contrario, las unidades de S: /j/ y /w/, s presentan
diferencias fonticas considerables con las vocales respectivas /i/ y /u/. Lo cual aconseja
mantenerlas separadas.
Ha llegado el momento de dar un nombre a la unidad fonolgica, definirla y
caracterizarla de modo conveniente. Se denomina fonema a cada uno de los segmentos
que la conmutacin permite aislar y que se muestra en oposicin con otros de su mismo
subsistema o paradigma. Por tanto, se define como la unidad mnima segmentable de la
segunda articulacin que cumple una funcin distintiva. Sirve para distinguir un
significante de otro prximo, de ah que la conmutacin se efecte mediante parejas
mnimas del tipo saco/sapo, saco/seco, etc. Saco se opone a poco por dos fonemas, por
tanto ya no es una pareja mnima, como tampoco lo seran saco/supe o saco/tejo...
4
Hemos afirmado que el fonema era una unidad mnima segmentable; esto
significa que, como segmento aislado de la cadena fnica, forma una unidad en s
mismo, pero el anlisis no puede detenerse ah, pues el segmento est compuesto de un
conjunto de rasgos distintivos (o pertinentes). R. Jakobson (1976:430) afirmaba que el
fonema no es otra cosa que un haz de elementos diferenciales constantes. Cul es la
diferencia entre la /k/ de saco y la /p/ de sapo? La diferencia consiste en el rasgo [velar]
de la primera frente al [labial] de la segunda. [Velar] y [labial] son esos elementos
diferenciales de los que hablaba Jakobson y que la tradicin ha acabado llamndolos
rasgos distintivos. En la definicin de Jakobson existen los dos conceptos claves que
conviene delimitar: a) diferencial y b) constante. Existen muchos rasgos en la
descripcin de un sonido cualquiera; el fonema tendr que quedarse slo con aquellos
que sean diferenciales; es decir, con aquellos que de forma exclusiva sirvan para
oponerlo a los dems fonemas de su subsistema. Por otra parte, esos rasgos sern
constantes, lo cual significa que siempre identificarn a ese fonema y que no podrn
variar por ninguna circunstancia. Hay rasgos que son constantes pero no diferenciales.
Una nasal como /m/ es siempre [sonora]. Este es un rasgo constante pero no diferencial,
pues lo que diferencia a /m/ de /p/, por ej., es su nasalidad y lo que la diferencia de /n/ o
// es su punto de articulacin [labial]; por tanto, su sonoridad no es diferencial y no
debe entrar en la caracterizacin del fonema. En cambio, s deben entrar en el haz su
labialidad y su nasalidad, porque ambas son diferenciales y constantes. El fonema /s/ de
saco que se opone tanto a la /t/ de taco como a la /b/ de Baco es [sordo]; pero este rasgo
no es constante pues en mismo se convierte en [sonoro] por preceder a una consonante
sonora. Es decir, /s/ puede tener una realizacin sorda en unos contextos y sonora en
otros; por tanto, esos rasgos no pueden entrar a formar parte de los rasgos distintivos del
fonema, que han de ser constantes.
Los rasgos diferenciales y constantes se denominan distintivos. Existe una forma
objetiva de determinar la distintividad y es mediante la probabilidad. La teora de
informacin ya midi la distintividad y redundancia a travs de la probabilidad.
Pr(A)=n/N: la probabilidad de un suceso A es igual al cociente de elementos favorables
(n) y el nmero total de dichos elementos (N).
-Qu probabilidad existe de que una nasal sea sonora en el sistema fonolgico espaol?
-Cuntas nasales hay? Tres
-Cules son sonoras? Todas. Entonces, Pr(sonora)=3/3=1.
5
Cuando la probabilidad es igual a uno, entonces el elemento o rasgo es
redundante. Qu probabilidad existe de que una nasal sea labial? Nasales son tres y
labiales slo una, entonces Pr(labial)=1/3=0,3. Cuando la probabilidad es mayor que
cero y menor que uno, entonces el elemento o rasgo es pertinente o distintivo. Cero
indica la imposibilidad y uno la certeza. Cualquier rasgo distintivo ha de poder ser
elegido libremente frente a otro u otros en el juego de las oposiciones de fonemas; por
tanto, no puede tener ni probabilidad cero, ni uno. La probabilidad de que una nasal sea
sorda en espaol es cero: no existen6.
Cuando un fonema, como /s/, posee variantes como [s] y [s3]; es decir, sorda y
sonora, a esas variantes se les suele denominar alfonos. El estudio del sistema debe
delimitar perfectamente lo que es la unidad distintiva: el fonema, de lo que son las
variantes de realizacin: el o los alfonos. De modo que uno de los objetivos del estudio
fonolgico es establecer cuadros de fonemas que manifiesten de forma rigurosa el
entramado de rasgos distintivos que caracterizan a los fonemas y que rechacen cualquier
rasgo redundante. Y, por otra parte, tambin se deben proporcionar cuadros de alfonos
caracterizados por todos los rasgos fnicos, sin atender ahora a si son distintivos o
redundantes; sta es una distincin que atae slo a la fonologa, no a la fontica, una de
cuyas misiones es la descripcin de los alfonos.
6
sistema espaol es la nica africada que existe, si encontramos un medio de alinearla
con una serie de fonemas, habremos obtenido una solucin econmica y, por tanto, la
mejor9. En muchas lenguas las africadas se comportan como las oclusivas y pueden ser
alineadas con ellas sin forzar la descripcin del sistema; lo cual nos permite eliminar de
la descripcin un rasgo antieconmico que slo le afecta a ella.
5.2.1. Presentacin
Jakobson y Halle (1956:24) apoyan esta afirmacin cuando dicen expresamente: hallamos la solucin
ms econmica y, por tanto, la mejor.
7
5.2.2. Vocales
anteriores
altas
posteriores
medias
u
e
baja
5.2.3. Semivocales
El argumento mayor para considerarlas fonemas, es el de su conmutacin entre
ellas o por cero en la posicin prenuclear o postnuclear: nieve/nueve, quieto/cueto,
coito/coto, pauta/pata, etc..
Clasificacin:
10
anterior
posterior
8
La posterior posee un solo alfono: [w]. En cambio, la anterior tiene un alfono
semivoclico [j] y otro consonntico [J] cuando sigue otra vocal: rey[ej], pero
reyes["reJes]. Est claro que los alfonos [j] y [w] pueden representar a dos fonemas
diferentes: vocales o semivocales, lo cual no implica ningn problema puesto que el
contexto y la alternancia determinan cundo se trata de un fonema u otro11. Si [j] alterna
con [i]: si vienes/si eres, entonces el fonema es /i/. Si alterna con la consonante:
rey/reyes entonces se trata de /j/. Si no existe alternancia posible, entonces es semivocal
siempre. Creemos que no existe alternancia, por ejemplo, en palabras como: fiero,
fuego, causa, peine...En el habla ordinaria es imposible que el diptongo se destruya.
Consideramos que es absolutamente artificial la pronunciacin con hiato de palabras
como esas; sencillamente no sera pronunciacin espaola12.
5.2.4. Consonantes
1. Cada fonema del cuadro estar caracterizado de forma exclusiva por rasgos
constantes que cumplan una funcin distintiva.
A) El primer criterio exige analizar los alfonos de cada fonema para desechar
los rasgos variantes y quedarnos slo con los invariantes y distintivos:
11
9
a) /b, d, g/: es bien sabido que estos fonemas poseen dos alfonos en distribucin
complementaria: uno es oclusivo [b, d, g] y otro aproximante [B, D, V ]. Esto implica que
el rasgo [oclusivo] no es constante y, por tanto, no puede caracterizar a estos fonemas13.
b) /T, s/: los fonetistas14 describen dos variantes en distribucin complementaria
de estos fonemas: [T, s] sordos y [T3, s3] sonoros. Lo cual implica que el rasgo
sordo/sonoro no sea pertinente, puesto que no es constante.
c) La neutralizacin de p/b, t/d y k/g tambin pone reservas a la oposicin
sordo/sonoro para estas parejas15. Se sabe que dejan de oponerse en el margen silbico
posterior; es decir, en la posicin implosiva de la slaba, donde slo suelen presentarse
las sonoras, lo cual conlleva el cambio de sentido de la marca, pues sordo est marcado
negativamente y sonoro positivamente. Se dice que un rasgo (o fonema que lo posee)
est marcado positivamente cuando es ms particular y exclusivo y que est marcado
negativamente (o que es neutro) cuando es ms general e inclusivo. Adems, el positivo
est caracterizado por la presencia de algo de lo que carece el negativo. En el caso de los
rasgos sordo/sonoro, se considera que sonoro es positivo porque consiste en las
vibraciones de las cuerdas vocales, mientras que el sordo es simplemente la negacin de
dichas vibraciones. Por el contrario, el rasgo tenso implica una mayor rigidez de las
articulaciones de los sonidos, en tanto que el rasgo laxo carece de esa rigidez, lo cual
hace que sea el negativo o neutro de la oposicin. En el caso de la neutralizacin de p/b,
t/d y k/g, resulta que en alemn, por ej., predominan en final absoluto [p, t, k]; es decir,
estos son los ms generales e inclusivos; entonces, lo que predomina es el rasgo sordo,
que es negativo; pero, si la neutralizacin es a favor de [B, D, V], como suelen decir los
fonetistas16 para el espaol, entonces si consideramos que se oponen por sordo/sonoro el
positivo sera el neutro, lo cual es un contrasentido, pues el neutro ha de ser siempre
negativo. Por tanto, tenemos que cambiar esta pareja por la otra concomitante17:
13
10
tenso/laxo, para que el ms general e inclusivo, el laxo, sea el que funcione en la
oposicin.
1. p, t, k
2. b, d, g
3. f, T, x
p-b/f;
t-d/T;
k-g/x.
18
11
1. p, t, k
tensas
2. b, d, g
laxas
> suaves
3. f, T, x
ruidosas
Todas ellas son [obstruyentes] frente a las nasales, laterales y vibrantes que son
[sonantes]. A estos nueve fonemas, que forman un grupo muy especial, hay que aadir
tres ms que los colocaremos en el cuadro junto a los dems, pero que carecen de la
trabazn interna que muestran los nueve primeros: /c, J, s/.
Esos nueve mantienen un conjunto de relaciones que se ha llamado haz de
correlaciones. Se dice que existe una correlacin cuando las oposiciones son bilaterales,
proporcionales y privativas. Esa correlacin es perfecta cuando, adems, son
neutralizables.
p/b: t/d: k/g constituyen una correlacin. Son bilaterales porque cada una de esas
parejas tiene una base de comparacin (esto es, un conjunto de rasgos distintivos) nica
en el sistema; es decir, no la posee ningn otro fonema del sistema; por ej. p/b es
[obstruyente, suave, labial]. No existen otros fonemas que posean exactamente esos
mismos rasgos: /m/ es sonante; /f/ es ruidosa; /t/ o /d/ no son labiales, etc.
Son proporcionales, pues todas ellas se oponen entre s por tensa/laxa. La
proporcionalidad se puede indicar diciendo: /p/ es a /b/, como /t/ es a /d/, como /k/ es a
/g/.
Son privativas ya que tenso/laxo se oponen por algo positivo: la tensin; esto es,
la mayor energa y duracin de esos sonidos, frente a algo negativo: la ausencia de
tensin o relajacin; o sea, la menor energa y duracin de esos sonidos: en definitiva, la
ausencia de la fuerza suplementaria, que poseen /p, t, k/, en la articulacin de /b, d, g/.
Adems se neutralizan en la posicin implosiva; es decir, dejan de oponerse
dando como resultado tres archifonemas compuestos por los rasgos que comparte cada
pareja neutralizada:
/B/ (p-b): [obstruyente, suave, labial]
/D/ (t-d): [obstruyente, suave, dentoalveolar]
/G/ (k-g): [obstruyente, suave, velar]
justifica nuestra eleccin. Adems, el mismo DRAE (1992) define ruidoso diciendo: que causa mucho
ruido.
12
/B, D, G/ vuelven a repetir la correlacin con los fonemas /f, T19, x/,
respectivamente, pero sin la neutralizacin, con lo cual se articula un haz de
correlaciones, que podemos representar con una figura geomtrica como la siguiente:
p
g
T
B) El segundo criterio hay que aplicarlo en varias ocasiones para eliminar rasgos que
caracterizan a un solo fonema:
19
En los dialectos que no poseen este fonema, /s/ ocupa su lugar en el haz de correlaciones.
13
a) [labiodental], slo existe /f/ como tal, que se opone a los dems, que son
tambin labiales, por otros rasgos: ruidoso, obstruyente. Es antieconmico seguir
mantenindolo. /f/ comparte con /p, b, m/ que los labios participan en su articulacin;
por tanto, se puede clasificar con ellas como [labial].
b) [interdental], slo existe /T/, que tiene otras diferencias con los dems de
forma equivalente a /f/. Puede ser clasificado como dentoalveolar como sus ms
prximos: /t, d, n, l/, todos ellos pertenecen a un mismo punto de articulacin desde un
punto de vista fonolgico. /s/ es fonticamente alveolar, pero su apicalidad le
proporciona un carcter acstico denso igual que a las prepalatales /c, J/, por lo que no
es descabellado clasificarla con ellas. Es cierto que en estos casos la denominacin de
los rasgos no coincide plenamente con la realizacin articulatoria de cada uno de los
sonidos por los que se exteriorizan los fonemas, pero fonolgicamente se ha de atender
ms al comportamiento estructural de los fonemas que a su estricta articulacin;
adems, se podra decir que s hay una coincidencia acstica. Un cuadro de alfonos
complementar la clasificacin fonolgica y cada elemento, sea fonema o alfono,
quedar en su sitio. Lo que no es admisible es la mezcla de ambas cosas proporcionando
un cuadro fontico de fonemas. El cuadro de fonemas ha de ser completamente
fonolgico; es decir, nica y exclusivamente con rasgos distintivos.
c) [africado], slo existe /c/ como africada fonticamente hablando. Pero una
africada divide su duracin entre el silencio y la fricacin; por tanto, no posee nunca
tanto ruido como una fricativa. Puede ser clasificada como [suave] sin ningn problema.
Obstruyentes
suaves
tensas
laxas
ruidosas
labial
p
b
f
Sonantes
nasales
laterales
labial
m
vibrantes
tensa
laxa
r
|
dentalveol
t
d
T
dentalveol
n
l
palatal
c
J
s
palatal
velar
k
g
x
14
Representacin arbrea
obstruyentes
suaves
tensas
sonantes
ruidosas
nasales
laterales
laxas
lb dt pt vl lb dt pt vl lb dt pt vl
p t c k b d J g f T s x
lb
m
dt
n
pt
dt
pt
vibrantes
tensas
laxas
20
15
Frente al subsistema anterior, podemos obtener otro que incluya los
archifonemas, ya que stos aparecen principalmente en el margen posterior de la slaba.
Los fonemas que no pueden manifestarse en esta posicin tienen distribucin defectiva.
Subsistema fonolgico de final de slaba: posicin implosiva:
consonantes
obstruyentes
suaves
lb
sonantes
ruidosas
dt
vl
dt
pl
B D
nasal
lateral
vibrante
Obsrvese que son posibles las oposiciones entre archifonemas o de stos con
los fonemas que pueden presentarse en esa posicin silbica: acto/apto/harto/alto o
corte/coste, etc. Si la slaba es final de palabra an se reduce ms el inventario, puesto
que las obstruyentes suaves no suelen aparecer en esa posicin21.
5.2.5. Archifonemas, fonemas y alfonos del sistema consonntico espaol
CONSONANTES
Obstruyentes:
archifonemas
fonemas
alfonos
21
G22
t
B
k
D k
La nica que puede aparecer es /-d/, aunque existe la posibilidad de que /-d/ al final de palabra posea
un alfono cero, ya que en la mayor parte de dialectos actuales ese fonema final de palabra no tiene
ninguna realizacin fnica, ej. verdad [be|"Da], pero fonolgicamente /beR"dad/; a pesar de ello, vuelve a
aparecer cuando se coloca en plural verdades o se aade un sufijo verdadero. Por otra parte, en grandes
zonas castellanas, en esa misma posicin, se sustituye por /T/. No consideramos, en esta ocasin, que haya
neutralizacin, sino una mera sustitucin.
16
fonemas
alfonos
tS
T23
dj
T3 s
x
s324 x
Sonantes:
archifonema
alfonos
m n n1 n n N N
fonemas
archifonema
fonemas
alfonos
l1
25
l
22
17
Los esquemas anteriores indican que los archifonemas poseen todos los alfonos
que hemos colocado al final de las ramas del rbol y los fonemas slo poseen aquellos
que conectan con ellos directamente. En las nasales, est claro que muchos de los
alfonos son exclusivos del archifonema no de los fonemas de forma individual, ya que
todos esos alfonos aparecen en la posicin implosiva por la ley fontica que indica que
toda nasal se asimila al punto de articulacin de la consonante siguiente.
CUADRO DE ALFONOS27
labiodent
(inter)dent alveol.
fricativa
T3
aproximante
palatal
k
s
africada
lateral
x (X)
tS
nasal
velar(uvul.)
dj
n1
(n)
l1
(l2)
|\r
vibrant.S/M
Las situadas a la izquierda, segn vemos el cuadro, son sordas y tensas; las de la derecha,
sonoras y laxas, a excepcin de r que es sonora y tensa..
VOCALES
fonemas
alfonos
Y SEMIVOCALES
i i) j e
e) a
a) o
o) u u) w j
w
J
5.2.6 Prosodia
27
Se encontrar una descripcin fontica detallada de todos los alfonos en E. Martnez Celdrn, 1996a.,
pp 42 y ss.
18
El acento cubre toda la slaba de la palabra ponindola de relieve frente a sus
vecinas. Tiene un carcter sintagmtico, no paradigmtico, puesto que el oyente lo que
hace es contrastar esquemas silbicos dentro de la palabra o sintagma:
28
19
REFERENCIAS BIBLIOGRFICAS
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CANELLADA, M. J.
KUHLMANN
MADSEN,
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GILI GAYA, S. Elementos de fontica general, Madrid, Gredos, 1975.
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Madrid, Gredos, 1972.
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Obras selectas, I, Madrid, Gredos, 1988, pp. 391-445).
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MARTINET,