Cine Vasco
Cine Vasco
Cine Vasco
cuadernos de seccin
CINEMATOGRAFIA
INDICE
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INTRODUCCION ....................................................................
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V.2.13.
V.2.14.
V.2.15.
V.2.16.
V.2.17.
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253
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256
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263
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291
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315
317
320
APENDICES ...........................................................................
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341
345
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354
355
PROLOGO
La aventura del arte ha sido, como toda actividad creativa humana, un
ejercicio apasionante de inteligencia y sensibilidad.
El hombre, no slo en su calidad de persona individual sino tambin,
como pueblo, ha sabido plasmar a travs de la trasparencia del universo
artstico, su peculiar idiosincrasia. Aquello, especfico, que sin separarlo
de los otros pueblos del planeta, los distingue de ellos.
Cada golpe de cincel, trazo de paleta, modulacin de voz o gesto,
encuadre pictrico o cinematogrfico, lleva, dentro de s, una carga que,
sobrepasando el nivel de lectura inmediata, nos hace descubrir el alma
oculta y profunda de un pueblo.
Este descubrimiento del ritmo interno, palpitante, est presente desde
que el hombre primitivo, retratando la sombra de su mano, dej sus seas
de identidad en la oscuridad de las cavernas y se prolonga, sin interrupcin, hasta el ms moderno y sofisticado holograma. As, la historia de
los pueblos est escrita en esos pequeos y misteriosos signos, con mayor
claridad y precisin que lo sera en sesudos manuales de historia.
Recorriendo el amplio espectro de las artes, depositarias privilegiadas
de las vivencias populares, nos, encontramos con la ms joven de ellas: El
cinematgrafo.
Su nacimiento coincide con el siglo y ha sabido recoger en su esencia
misma, los logros ms determinantes de las disciplinas que le precedieron,
fuertes, todas ellas, de la experiencia prctica y analtica de muchos siglos.
La pintura, desde los albores mismos de la expresin comunicativa
inteligente, haba descubierto las leyes bsicas de la percepcin, las relaciones de perspectiva, la accin de la luz en la modulacin de colores y
sombras. La msica, desvelando la posible transformacin de la textura
sonora presente en el universo, a travs de sus elementos meldicos y rtmicos. La danza, manifestacin de la comunicacin a travs del lenguaje
rtmico, coreogrfico y gestual. El teatro, con su experiencia del espacio
que se enmarca y la utilizacin del tempo dramtico. La novelstica o la
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potica, finalmente, puntos de partida de la estructuracin narrativa o significante, basadas en la sucesin progresiva de las escenas o en la compleja relacin de sensaciones.
Siendo el cine un arte sinttico, no ha desdeado ningn elemento de la
mltiple herencia y dejando ver, entre sus entresijos, la inequvoca experiencia de sus predecesores, construye una obra particular y especfica,
imposible de ser identificada con sus padres o antepasados.
Individualmente consideradas, cada una de estas artes que forman la
maraa cinematogfica, han ido encontrando en nuestro pueblo, a travs
del trabajo ininterrumpido e interrelacionado, de tericos y prcticos, lo
especficamente vasco de ellas. Han descubierto las claves expresivas y
estructurales que su propia indiosincrasia de pueblo les impona y que les
llegaba, tan imperceptible como seguramente, a travs del ritmo de las
estaciones, la sonoridad. de la lengua, los gestos de vida, amor y muerte,
mil veces repetidos por la conciencia popular.
El discernimiento de las claves del tempo vasco ser tanto ms sencillo, cuanto que la materia analizada contenga en su tcnica o historia
menos elementos de influencia no autctona.
As, artes como la msica, pintura, escultura, narrativa literaria etc...
son artes universales. A pesar de lo cual la personalidad vasca ha sabido
imponer un estilo, una manera de ver y sentir el mundo a partir de unas
tcnicas insoslayables, que no pueden ser identificadas, exclusivamente,
con lo vasco.
Existen sin embargo algunas artes en las que, por su especfico carcter aislado y autctono, tanto los temas, como la forma o la tcnica, han
surgido en el mismo pueblo que las practica, sin apenas influencia fornea. Son las artes derivadas de la expresin oral o gestual ms autntica.
Trasmitidas intuitivamente por contacto o magisterio popular, al encontrarse en estado casi puro, nos permiten discernir, ms fcilmente, las
caractersticas menos contaminadas.
Estas artes, en estrecha relacin con el ritmo de la palabra y los sonidos
originarios, son las derivadas de la msica y danza comunitarias y las surgidas de la literatura oral.
Nuestro cine, considerado como el arte ms contaminado, en el sentido expuesto precedentemente, no ha logrado todava determinar aquello
que especficamente lo defina como vasco. Varias son las razones de ello
y varias son las responsabilidades que nos incumben en esta tardanza histrica.
La primera de las causas que definen nuestra pobreza significante es la
escasez de pelculas vascas. Euskadi, al no haber sido meca o centro
industrial de cine, no ha podido, nunca, desarrollar una produccin
abundante. No lo hizo en los albores del cinematgrafo y aunque
comienza en nuestros das una tmida recuperacin, no se puede olvidar
20
PROLOGO
que tuvo que atravesar el estril desierto de 40 aos de postguerra. No pretendo decir que la cantidad sea seal o indicio de calidad, pero s que, al
ampliarse el espectro de obras, gneros o estilos, hubiera sido ms fcil
encontrar puntos comunes o lneas conductoras.
Cinematografias que cuentan entre sus creadores a nombres con una
trayectoria tan honesta como Kurosawa, Mizoguchi, Ozu, en Japn;
Lang, Murnau, Wenders, Schlondorff, Von Trotta en Alemania; Visconti, Antonioni, Olmi, Taviani, Fellini en Italia; Truffaut, Resnais,
Godard, Tavernier en Francia, pueden reclamarse, respetando siempre
las caractersticas individuales de cada autor, de un comn denominador
que responde a la realidad y a la personalidad de sus bagajes culturales.
Toda esta lista de nombres o cualquier otra que, con el mismo derecho, se pudiera enumerar, no son ms que las puntas de iceberg, los
momentos privilegiados, que ocultan a cientos o miles de autores desconocidos que forman la base necesaria e imprescindible a partir de la cual
pudiera surgir el genio.
Las realizaciones vascas en los albores del cine, llenas para nosotros,
de un encanto ingenuo y cautivador, son escasas y con un evidente retraso, en lo que a tcnica y esttica se refiere; con respecto al camino que el
cine universal segua en aquellas mismas fechas.
La obra cumbre de Vctor y Mauro Azcona, El Mayorazgo de Basterretxe, est considerada como el primer jaln importante de nuestra cinematografa. Fue producida en 1928. Era el ao de La pasin de Juana de
Arco de Dreyer, de Y el mundo marcha de King Vidor, y de El viento de
Sjstrm. Atrs quedaban obras importantes de Griffith, Clair, Stiller,
Chaplin, Einsestein, Dovjenko, Pudovkin, Murnau, Lang...
Insisto en que mi deseo no es humillar, ni exponer ideas derrotistas.
La modestia es una hermosa cualidad cuando se basa en la realidad objetiva y no esteriliza el esfuerzo para ir adelante en los logros.
Los 40 aos de silencio rompieron todo posible desarrollo de nuestra
cinematografa, produciendo el masivo silencio o exilio de toda aquella
persona que hubiera podido asentar las bases de un cine nacional. Fueron, sin embargo, fuera de nuestras fronteras, aos particularmente fructferos y absolutamente determinantes para que se afincara la nocin de
cine nacional.
Nombres como De Sica, Rohmer, Buuel, Bergman, Jancso, Oshima, Glauber Rocha, Angelopoulos, Penn y un largo etctera, sin renegar
de la herencia de sus antepasados supieron reafirmar, a veces a partir de
un revolucionario cambio en las opciones temticas o estticas, las comunes caractersticas de las cinematografas o de los pueblos que representaban.
La poca contempornea viene sealada por un feliz resurgimiento no
slo en cuanto a la cantidad sino en cuanto a la calidad. Las importantes
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subvenciones del Gobierno vasco, unido a la nueva poltica cinematogrfica del Gobierno espaol y a la aparicin de la Televisin Vasca, ha
supuesto que la produccin aislada, de uno o dos largometrajes por quinquenio, invierta sus trminos convirtindose en una media de cinco largometrajes por ao y una quincena de cortos.
Simultneamente, la introduccin de nuevas tcnicas de grabacin
magntica, que abaratan la produccin, ha producido la accesin al lenguaje audiovisual de un amplio espectro, no dira yo tanto de creadores,
en el sentido ms profundo del trmino, pero s, al menos, de manipuladores de imgenes y sonidos que llegarn, sin duda, a la profesionalidad
y rigor que la creacin exije.
Si bien la produccin se ha acrecentado, no por eso ha adquirido la
envergadura necesaria para su consolidacin, no slo como industria y
tradicin, sino tambin como depositaria de caractersticas comunes.
Faltan una serie de caminos por recorrer que implican compromisos
personales de los realizadores.
As pasamos al anlisis de la segunda de las causas que determinan la
indefinicin y la falta de personalidad del cine vasco: su sentido de la imitacin.
Hoy en da, en lneas generales, los cineastas euskaldunes somos depositarios de una forma de lenguaje acuada fuera de nuestra mentalidad,
que nos determina y dirige inexorablemente a imitar nuestra forma de
narrar, de describir nuestros personajes y situaciones, segn los modelos
marcados en las cinematografas de otros pases y, principalmente, segn
los esquemas acuados por la rica tradicin norteamericana.
Contamos nuestras historias como lo hacen ellos, con el tipo de encuadres que ellos emplean, con sus estructuras narrativas, su ritmo, su peculiar relacin entre la imagen y el sonido.
El resultado es un producto estimable, cuando se sabe imitar correctamente, y ciertamente digno, pero que no aporta ninguna originalidad en
este sentido.
Todos sabemos que el cine tiene un componente econmico fundamental y unas exigencias tcnicas e industriales e incluso narrativas insoslayables que limitan considerablemente las posibilidades de riesgo.
En el ao 85, raro es el filme de largometraje que no ronda los 100
millones de pesetas de presupuesto. Para un nuevo realizador o para un
realizador an no definitivamente consagrado, inventar caminos nuevos
es un riesgo econmico de tal envergadura que puede dar al traste con
toda una carrera. Ninguna cinematografa, no obstante, ha obtenido sus
logros, sin esfuerzo, ni riesgo. Riesgos de diversos tipos: econmicos,
polticos, sociales, etc... pero que, superados, han sabido afirmar un estilo. Nadie apostaba ganador a la pareja Gregg Toland/Orson Welles cuando
renovaron el lenguaje cinematogrfico en Ciudadano Kane, ni a los Vis22
PROLOGO
24
INTRODUCCION
1. Pretensiones
La proliferacin de libros, folletos y artculos de tipo histrico que un
tema tan limitado como el del cine vasco est originando en los ltimos aos,
puede ser motivo de sorpresa para algunos. Lo cierto es que las lagunas de
conocimiento existentes sobre la relacin que los vascos (individuos, grupos,
instituciones, colectividad) han mantenido con el cine a travs del tiempo,
eran -y siguen siendo- considerables. El presente libro pretende contribuir
a llenar varias de esas lagunas. Como es lgico la produccin cinematogrfica propia es el centro de atencin preferente y a ella se dedica el mayor
nmero de pginas. De su estudio quizs puedan desprenderse algunas reflexiones vlidas para el desarrollo del nuevo cine vasco.
Como objetivo bsico se plantea tambin la presentacin de un cmulo
de informacin que facilite a la Filmoteca, Vasca -entidad menesterosa
creada en 1978- la urgente e incomprendida labor de recuperacin de la
memoria audiovisual de Euskadi.
El lmite cronolgico establecido ha sido el ao 1984, inclusive, por lo
que no se hace mencin de las ltimas producciones (1).
2. Fuentes
Sobre las fuentes utilizadas hay que decir que en algunos casos el visionado de los films a los que se hace referencia a lo largo del libro, no ha sido
posible, bien por insalvables dificultades de acceso, bien por extravo o destruccin de las copias existentes.
La consulta de archivos y hemerotecas se ha hecho a partir de fechas
aproximativas, previamente conocidas, an cuando los diarios bilbanos
Euzkadi y El Liberal se han espigado sistemticamente entre 1920 y 1937: lo
ms destacada de los inicios de la produccin vasca se centr en Bilbao en
esa poca.
Los testimonios verbales sobre la etapa del cine mudo son muy escasos y
no siempre ha sido factible la obtencin de grabaciones magnetofnicas.
Para pocas posteriores el testimonio oral ha sido una fuente de informacin
considerable.
(1) Precisin cronolgica a hacer constar es tambin que las fechas que entre parntesis,
se yuxtaponen a los ttulos de pelculas, se refieren al ao de estreno. No en todos los casos ha
sido posible diferenciar las fechas de produccin y de estreno, por lo que estos datos han de
acogerse con cierta precaucin.
25
3. Definiciones
26
INTRODUCCION
27
30
I. ANTECEDENTES
31
Mediante efectos de luz, interferencias y lentes mltiples, la linterna mgica obtena la sensacin
de movimiento.
32
I. ANTECEDENTES
En 1896 la madrilea Empresa de Festejos Pblicos envi esta hoja publicitaria al Ayuntamiento de Pamplona ofreciendo sus servicios para las fiestas de San Fermn. La linterna mgica y las sombras impalpables figuraban en su repertorio.
La linterna mgica, precedente directo de los actuales aparatos de proyeccin, debi ser conocida en el Pas Vasco ya en el siglo XVIII, pero la primera noticia que de ella se tiene es de diciembre de 1806 y procede tambin
33
Placa de cristal coloreada para linterna mgica que perteneci a Carlos San Gregorio
I. ANTECEDENTES
Linterna mgica elctrica utilizada por San Gregorio. Este modelo permita la proyeccin de bandas de
celuloide perforadas.
En diciembre del mismo ao se anunciaba, tambin en Bilbao, un Saln Recreativo en Iturribide, en el que la linterna mgica coexista con el
fongrafo y el panorama. Novedad con preciosos cuadros cmicos, de
movimiento y paisajes, deca la nota de prensa (15).
La linterna mgica no fue slo utilizada como espectculo pblico.
Tambin tuvo su lugar en la publicidad y en la diversin domstica. Lleg
incluso a tener una cierta acogida en crculos restringidos de carcter artstico. De la fascinacin que lleg a alcanzar este artilugio es reflejo la abundante utilizacin del ttulo Linterna Mgica en la prensa del siglo XIX,
en todo el mundo (16). Todava en los aos treinta de este siglo, Teodosio
de Mendive titulaba Linterna Mgica su seccin diaria en El Liberal de
Bilbao (17).
Del uso publicitario de la linterna mgica son muestra las proyecciones
que realizaba en 1885 Carlos San Gregorio en la bilbana calle Correo, para
promocin de su bazar Ville de Paris. La proyeccin se realizaba desde
el interior de un primer piso, sobre una pantalla colocada en la ventana.
Junto con los mensajes publicitarios, se dejaban ver imgenes coloreadas
que narraban historias cmicas o simplemente mostraban paisajes exticos
o monumentos. Parece incluso que lleg a organizar sesiones infantiles.
Tanto el proyector como las placas de vidrio pintadas a mano, fueron
adquiridas por San Gregorio en Paris a un tal seor Lapirre (18).
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La casa Path puso en circulacin pelculas didcticas para linterna mgica. El fragmento de Patheorama sobre el cultivo de
trigo que muestra la foto, perteneci a Carlos San Gregorio.
Bien avanzado el nuevo siglo todava se recurra a este sistema publicitario. En 1907, el Caf Olimpia de Bilbao, buscaba la atraccin de la clientela con la proyeccin de imgenes sobre una pantalla colocada en su tejado
(21).
Otro tipo de uso fue el que dio a la linterna mgica la sociedad gastronmico-cultural, Kurding Club. Fundada en 1886, esta entidad tuvo gran incidencia en el Bilbao artstico de comienzos de siglo y cont entre sus miembros a gente como Francisco Iturrino, Adolfo Guiard, Ignacio Zuoloaga,
Anselmo Guinea, Manuel Losada, Daro de Regoyos o Juan Carlos de
Gortzar. Lo mismo se organizaban en lla carreras ciclistas y banquetes,
que exposiciones artsticas, representaciones de teatro o recitales de piano.
Tambin hubo sitio all para la linterna mgica, las sombras chinescas y el
kinetoscopio (22).
36
I. ANTECEDENTES
En agosto de 1867 lleg a Bilbao, Inocencio Lpez con el Gran Panorama o Ciclorama Universal de Don Antonio Rossy, despus de pasar por
Madrid y Valladolid. Formaba parte de su programa el Gran viaje a Amrica del Norte, con paisajes de Nueva York, Washington, Baltimore, etc.,
y la Guerra de Italia de 1859, con las batallas de Magenta y Solferino
(29). En el programa de mano se indicaba que el panorama estaba iluminado con ms de cien luces de gas, detalle que llam la atencin de Lee
Fontanella, llevndole a pensar que dicho panorama deba aproximarse
mucho a diorama (30).
I. ANTECEDENTES
39
I. ANTECEDENTES
NOTAS - CAPITULO I
(1) Felix Fans. El cinema: espectacle popular del segle XX, LAvenc, N. 11, diciembre, 1978.
(2) Romn Gubern, Historia del Cine, Barcelona. Ed. Danae, 1973, vol. I,p. 24.
(3) Julio Caro Baroja, Euskadi entre la lucha y la paz, El Pas (Suplemento Semanal),
13 de mayo de 1979.
(4) En coloquio abierto tras proyecciones de cine vasco dentro del Festival Internacional
de Cine de San Sebastin de 1976 (Teatro Principal).
(5) Lee Fontanella, La historia de la fotografa en Espuria desde sus orgenes hasta 1900,
Madrid, Espasa Calpe, 1982. Sobre la fotografa en Vitoria el mismo ao se publica: Juan
Vidal y otros. Alava ayer, Fotografas de la sociedad alavesa. Siglo XIX, Vitoria, Caja de Ahorros Provincial de Alava, 1982. Con anterioridad slo dos artculos aportaban alguna luz sobre
el tema: Tiburcio de Okabio, Ay Nemesio, ay Nemesio, hzme una foto al magnesio, en Pregn, N. 66. 1960 Pamplona, y Francisco Lopez Aln, Curiosidades donostiarras. La fotografa, Euskal Erria, 1903, XLVIII, pp. 348-351.
(6) Ibidem.
(7) Las sombras chinescas son una diversin que consiste en proyectar por detrs de una
pantalla, figuras recortadas semi-mviles. La linterna mgica es una caja con una fuente luminosa que mediante un sistema de lentes amplifica sobre un lienzo, o pared, figuras pintadas en
tiras de vidrio (a partir de 1840 se utilizaron tambin imgenes fotogrficas).
(8) Vicente Galbete, Disquisicin joco-seria sobre atracciones de feria, Pregn, N. 12,
1947, Pamplona.
(9) Ibidem.
(10) C.W. Ceram, Arqueologia del cine, pp. 34-36, Ed. Destino, Barcelona, 1965.
(11) Alberto Lpez Echevarrieta, Cine vasco: realidad o ficcin?, p. 14, Ed. Mensajero,
Bilbao, 1982.
(12) Jos Joaqun Arazuri, Historia de los Sanfermines, T.I., p. 103, J.J. Arazuri, Pamplona, 1983. Ver tambin Tiburcio de Okabio, Irueras, Diario de Navarra, 22 de octubre
de 1950.
(13) El Noticiero Bilbano, 22 de agosto de 1896.
(14) El Noticiero Bilbano, 26 de agosto de 1896.
(15) El Noticiero Bilbano, 5 de diciembre de 1896.
(16) Lee Fontanella, op. cit., p. 16.
(17) Anacleto Daz de Mendibil escribi en 1841 un folleto titulado Linterna mgica o
sea, revista de los partidos polticos en Bilbao.
(18) A. Lpez Echevarrieta, op. cit. pp. 15-17.
(19) Ibidem.
(20) La Gazette Illustre de Biarritz, Saint-Jean-de-Luz et des Pyrnes, 4 de agosto de
1896.
(21) Julin del Valle, Teleobjetivo discreto, Bilbao, 1969, p. 89.
(22) Manuel Llano Gorostiza, Losada, Espasa Calpe, Bilbao 1975, p. 54.
41
(23) Manuel Llano Gorostiza, Losada, precursor del cine desde el Kurding Club, Mikeldi, 5 de octubre de 1965.
(24) Introduccin de Manuel Basas a Juan Carlos de Gortzar, Bilbao a mediados del
siglo XIX, Bilbao, El Cofre Bilbano, 1966, pp. 30-31.
(25) M. Llano Gorostiza, Losada, Espasa Calpe, Bilbao, 1975, pp. 58-62. El precedente
de estas actividades del Kurding Club puede encontrarse en las similares que en el ambiente
bohemio del Chateau Noir de Montmartre se realizaron a partir de 1880 (Historia Universal
del Cine, Vol. 1, Planeta, Madrid, 1982, p. 27)
(26) Alvaro del Valle de Lersundi, San Sebastin y la segunda poca de la Real Sociedad
Vascongada de Amigos del Pas, en Curso breve sobre la vida y milagros de una ciudad, San
Sebastin, 1965, p. 35.
(27) A. Lpez Echevarrieta, op.cit., p. 15.
(28) El Noticiero Bilbano, 5 de diciembre de 1896.
(29) A. Lpez Echevarrieta, op. cit., pp. 13-14
(30) Comunicacin personal del autor (verano 1982).
(31) La Unin Vascongada, 8 de julio de 1895.
(32) Jos S. de Ocaa y Elio, Calidoscpio barraquero, Pregn, N. 12, 1947.
(33) Archivo Municipal de San Sebastin, Seccin A, Neg. 15, Serie IV, Libro 5, Exp. 4.
(34) Archivo Municipal de San Sebastin, Seccin A, Neg. 15, Libro 6, Exp. 5.
(35) Nota de Jos Mara Ferrer (sin referencia precisa).
42
Sala de kinetoscopios en Nueva York (1894). Los aparatos se ponan en funcionamiento despus de introducir una moneda a travs de una ranura.
45
II.2. CINEMATOGRAFO.
Pero la llegada a estas tierras del cine propiamente hablando, es decir,
entendiendo como tal, la proyeccin de unas imgenes en movimiento aparente sobre una pantalla, no se producira hasta el ao siguiente. En
diciembre de 1895 los hermanos Lumire, realizaron la primera demostracin pblica del cinematgrafo en el Saln Indien del Grand-Caf de Paris,
ante el asombro de los asistentes. Era el punto de arranque de lo que se
convertira en un gran espectculo y una gran industria.
Segn cuenta Carlos Fernndez Cuenca, Promio, el enviado de los
Lumire a Espaa, tras presentar el cinematgrafo en Madrid el 15 de
mayo de 1896, hizo lo propio en San Sebastin el 24 de junio (2). Otro historiador del cine espaol, Fernando Mndez-Leite Von Hafe se limita a
decir por su parte que Promio sali de Madrid rumbo a San Sebastin el 24
46
El 6 de agosto de 1896 el cinematgrafo llega a San Sebastin organizndose sesiones hasta las 11,30 de la noche (8). Tal y como apostilla el historiador Luis Murugarren, se celebraba ese da la Transfiguracin de Cristo
en el Tabor (9). Al da siguiente poda leerse en La Voz de Guipzcoa este
comentario:
La gran novedad de este verano es el cinematgrafo, instalado en la
Alameda (frente al quiosco del Boulevard). El prodigioso invento ha de llamar poderosamente la atencin al pblico que llenar todos los das el local
donde se ha instalado el aparato.
Ayer, en una sesin de invitacin, se inauguraron las exhibiciones de
las fotografas animadas. Todos los asistentes esperaban con impaciencia la
aparicin de las fotografas animadas y prorrumpieron en aplausos cuando
contemplaron la realidad recogida por la fotografa y trasladada al lienzo
donde se reflejan las vistas.
48
El Teatro Circo de Vitoria fue inaugurado en 1896 y destrudo por un incendio en 1926
(Archivo Municipal de Vitoria).
Lo mas sensible es que el pblico de las localidades altas aplauda a rabiar indecencias de tal naturaleza dado con sto muy mala idea de la cultura
de este pueblo.
Como de una u otra clase van repitindose estos hechos creemos llegado el caso de llamar la atencin del Sr. Gobernador para que imponga, el correctivo o multa a que le den derecho las leyes(...) (19).
Una vez realizada la presentacin del invento de la fotografa animada
en tamao natural, los exhibidores comenzaron a proliferar. En San Sebastin, por ejemplo, un conocido vecino de la localidad anunciaba en agosto de
1897 su cinematgrafo Lumire y durante el verano de 1899 llegaron a instalarse tres locales provisionales, dos de los cuales hacan gala de la condicin
artstica de su espectculo denominndose respectivamente, Saln Murillo
y Saln Goya. Con la adquisicin del billete de entrada el Saln Murillo
ofreca adems de la sesin de cinematgrafo y fongrafo, la posibilidad de
participar en la subasta de un cuadro (20).
52
53
tardes un cinematgrafo en el Caf Anglais de Biarritz, con gran xito de pblico. La prensa dijo al respecto:
Se divierte uno mucho con las diversas escenas representadas. Slo hay
una cosa que lamentar, y es que al no poder obtenerse la obscuridad de forma tan completa como en un apartamento, el juego de luces contrara ligeramente el efecto producido y exagera el efecto de la trepidacin (...) (23).
Esta limitacin no impidi que la frmula se extendiese, puesto que en
1913, segn cuenta el periodista Alfredo Laffitte, casi todos los cafs de San
Sebastin exhiban cine a diario (24). Todava en el San Sebastin de 1919
se proyectaba cine en sesiones diarias de tarde y noche en las cafs Rhin,
Marina y Norte (25). Tambin en Vitoria se realizaron proyecciones en la
segunda dcada del siglo en el Caf Suizo con sesin vermut a las seis y
doble especial a las nueve (26).
Interior del Caf del Rhin de San Sebastin. En la pared del fondo se extenda
un lienzo para las sesiones de cine.
Las terrazas de los cafs podan ser igualmente espacios adecuados para
la exhibicin. En 1902 el Caf Kutz de San Sebastin (avenida de la Libertad, esquina paseo de los Fueros), solicita permiso al Ayuntamiento para
proyectar cine al aire libre. Los ediles dieron su consentimiento por ser un
espectculo gratuito y del agrado del pblico, que constituye una de sus
diversiones favoritas y responde a la cultura de la poblacin (...) (27).
54
La tradicin del cine al aire libre se mantuvo en Pamplona hasta 1958. La foto fue tomada
ese ao en la Plaza San Francisco.
55
56
Sanchis por su parte, todava acuda a las ferias de San Sebastin en 1919
alternando las proyecciones con variets (36).
Tambin en las ferias de San Sebastin se di a conocer en 1910 el
Metropolitan Cinematour Exprs, autntico vagn de ferrocarril aparentemente en marcha, desde cuyo interior el pblico efecta viajes de ilusin. El vagn tena una capacidad para 86 personas y una sala de espera
o estacin dispuesta para 200 personas (37). Este dispositivo debi ser algo
similar al Ferrocarril del Placer presentado por George H. Hale en los
Estados Unidos en 1905 (38).
Bilbao conoci el mismo espectculo en 1918. Julin del Valle explicaba
su funcionamiento en el libro Teleobjetivo discreto: Una pantalla gigante
sobre la que se proyectaba por la parte zaguera pelcula tomada desde una
locomotora. Duraba no ms de quince minutos, y recuerdo el paso por los
tneles, curvas, paisaje de abetos nevados y montaas rocosas as como la
estacin de salida y llegada construda de madera. Un detalle que no olvidar; el reloj de la estacin siempre estaba en la misma hora (39).
Cuando los propietarios de los cines ambulantes decidieron establecerse
de modo permanente en las ciudades (entre 1905 y 1907 se instalaron cuatro
locales fijos en San Sebastin), tuvieron problemas por no querer desprenderse de aparatos acsticos de reclamo como los orquestfonos o los timbres.
En ocasiones esto dio lugar a pintorescas trifulcas como la ocurrida en
San Sebastin en 1907. A travs de los documentos del Archivo Municipal
puede seguirse con detalle lo ocurrido (40).
Ledo el informe enviado por la Comisin de Gobernacin, el Ayuntamiento de la ciudad prohibi, fuera de la poca de ferias, tocar organillos,
rganos-orquesta, timbres de llamada, campanas y en general toda clase de
instrumentos, tanto en la puerta de los cinematgrafos como en los dems
teatros de la ciudad.
En el informe enviado por la Comisin se sealaba que dichos instrumentos de llamada instalados en los cinematgrafos, suponan grave perjuicio de la tranquilidad y del reposo de los pacficos ciudadanos que tienen
la desgracia de encontrarse en un vecindario semejante (...). Adems,
atrados por la msica, se renen al anochecer, en los alrededores de los
espectculos cinematogrficos una porcin de gente maleante, provocativa
y desconocedora del principio de autoridad, que se entrega al baile ocupando la va pblica, interceptando el paso y perjudicando la tranquilidad
de los vecinos, quienes se ven doblemente molestados.
Rocamora que tal y como se ha dicho ms arriba, haba instalado en
1905, de modo permanente, su cinematgrafo Cosmopolita en la calle
Fuenterraba n 32, pidi la revocacin del acuerdo municipal puesto que
el nunca haba tocado ms tarde de las diez, aunque tena permiso hasta las
once, y adems, cuando se ha dado el caso que un vecino de la calle le ha
58
avisado que haba algn enfermo en ella, se ha suspendido su funcionamiento por espacio de diez o doce das, hasta que un nuevo aviso le ha
hecho saber que estaba completamente restablecido.
Vino a continuacin un trasiego de pliegos de firmas de vecinos a los
que el orquestfono molestaba y de aqullos a los que no molestaba. Y
Rocamora insista: no es razn la delicadeza de odos de una docena de
ciudadanos para privar a otros ciudadanos de sus medios de vida honorabilsimos, legales, reconocidos siempre por la ley.
El asunto se llev al pleno municipal y el concejal Camio sali en
defensa de Rocamora: (...) si porque a unos les moleste es preciso atender
su queja, debe hacer presente que tambin a l le molestan las mquinas de
humos de las fbricas de la luz elctrica que tiene enfrente de su casa y el
humo que echa la chimenea y las campanas de la iglesia que tocan a las cinco
de la maana, pero que no le queda ms remedio que aguantarse (...).
Puesto el tema a votacin, se decidi por mayora aplastante ratificar la
prohibicin fuera de la poca de ferias.
Algo similar ocurri con el timbre de llamada del cine Vega de Bilbao.
Las molestias que ocasionaba su sonido hicieron que las monjas de la Merced elevaran una protesta al Ayuntamiento. Como rplica, el propietario
del cine, concejal de la minora republicana, present una mocin solicitando la imposicin de un gravamen municipal al toque de campanas de las
iglesias (41).
59
Combate de boxeo en el Teatro Trueba de San Sebastin segn dibujo de Eduardo Lagarde)
(La Voz de Guipzcoa, 4 de diciembre de 1927).
(...) Entonces el cine era un entrems chocante, pero sin gran importancia. Mayor importancia tenan los nmeros que seguan a las pelculas.
La mueca elctrica, mariposas de colores, efectos de espejos y las primeras canzonetistas: La Bella Lul, Paquita Escribano, Pastora Imperio; ms
tarde La Goya (...) (44).
El cine tambin poda ser compatible con los combates de boxeo o de
lucha libre. En el Teatro Victoria Eugenia, actual Palacio del Festival de
Cine, se enfrentaron un da de 1919 los luchadores Javier Ochoa, campen de Espaa (110 kilos de peso) y R. Michaud, campen de Francia
(180 Kg), pasndose seguidamente la pelcula Flor de Aldea (45). En el
mismo escenario se anunciaba en 1924 un espectculo compuesto por combates de boxeo y pelculas de idntico tema (46).
Todava en 1930 poda verse en el Teatro Trueba de San Sebastin un
programa en el que el cine se alternaba con canto, baile, lucha grecorromana y nmeros de circo (47).
El nuevo Palacio Bellas Artes de San Sebastin se inaugur en 1914. Este local dej de
dar sesiones de cine en 1982.
64
66
como el cine no era nada buena pues conduca a la parlisis del raciocinio
y la irracionalidad del pensamiento. Pero donde ms estragos causa y ha
de causar el cine es en la voluntad, pues la sensualidad, la pasin brutal,
la vehemencia amorosa o irritada reinan en la pelcula.
Ms adelante R observaba que el pueblo es bruto siempre y pide lo
que halaga sus instintos brutales; y cuando el pueblo bruto clama y ruge, los
espirituales y decentes se callan . Finalmente abogaba por un fuerte endurecimiento de la legislacin censora de 1913.
Claro que semejante discurso no era tan slo el fruto de la mente calenturienta de un sacerdote integrista o de la lnea editorial de un peridico
ms o menos reaccionario. Exista previamente, un caldo de cultivo que
haca lgica la difusin de este tipo de diatribas. Algunos datos aislados
pueden servir para corroborarlo.
Ya en 1807, en Pamplona, se anunciaba un Espectculo Pintoresco y
Mecnico (se trataba probablemente de una variante del panorama), indicndose que todo es muy decente y muy honesto en este espectculo, por
lo que los Seores Eclesisticos puede asistir a l, y los Preceptores llevar
consigo a sus discpulos sin el menor temor (64).
El tremendo poder de la Iglesia y el clima de rigorismo moral que hasta
tiempos recientes ha caracterizado a Pamplona puede quedar reflejado a
travs de algunos sucesos no por extracinematogrficos menos significativos. En 1915 mientras se representaba en el Teatro Gayarre el sainete
Ruido de campanas, algunos espectadores arrojaron piedras a los actores
por considerar anticlerical la obra. En 1929 la actuacin en el Coliseo Olimpia de la compaa de variets de Josefina Baker con Pompoff y Teddy,
y Custodia Romero, La Venus de Bronce, origin una funcin litrgica
de desagravio (65).
Resulta tambin significativo que un peridico como La Tradicin
Navarra, publicara el 7 de julio de 1897 -el cinematgrafo ya se haba presentado en Pamplona-, un editorial en la que se clamaba al cielo porque
nuestro pueblo se ha liberalizado (...) ha entrado de lleno, con entusiasmo
que aterra, en los caminos de la mentida libertad que esclaviza, del progreso que nos hace caminar hacia atrs, de la ilustracin que embrutece.
El texto se cerraba implorando a San Fermn para que Navarra vuelva al
camino de la Santa Intransigencia que la hizo grande.
Pero no se trata de endilgar a Pamplona el monopolio de la reaccin. El
clima moral deba ser muy similar al de Vitoria. Ya ha quedado sealado
como El Diario de Alava sac a relucir el calificativo de pornogrfico con
la llegada del cine en 1896.
Las advertencias municipales sobre el carcter saludable de las pelculas
que programaba durante las fiestas de la Virgen Blanca tampoco faltaron.
El programa de mano de 1915 anunciaba la proyeccin de variadas y
morales pelculas (66)
67
Pero el record del celo protector fue batido por un Gobernador Civil de
Alava. En 1924, durante la Dictadura de Primo de Rivera, el Gobernador
decidi, por cuenta propia, prohibir la asistencia al cine en la provincia a los
menores de 15 aos que no fueran acompaados de sus familiares. Las disposiciones vigentes en el Estado establecan esa prohibicin slo para los
menores de 10 aos, en sesiones nocturnas. La protesta de los empresarios
de cine vitorianos no sirvi de nada (67).
El visto bueno de la censura poda tener un uso publicitario (La Gaceta del Norte, 7 de noviembre
de 1929).
ducan otras (76). En esa misma lnea de actuacin se mantuvo la programacin del Novedades hasta su reciente cierre.
Con una intencin similar, en las proximidades de la guerra civil, Jos
Antonio Aguirre intent la compra del cine Buenos Aires de Bilbao, con la
ayuda de unos amigos miembros como l de la Agrupacin Vasca de
Accin Social Cristiana (A.V.A.S.C.). El proyecto fracas con la llegada de
la guerra y Jos Antonio Aguirre, elegido poco despus primer lehendakari
de Euskadi, perdi el capital que haba adelantado de su bolsillo (77).
Respecto a la actitud de la jerarqua eclesistica frente al cine, resulta
interesante la extensa carta pastoral que Mateo Mgica, obispo de la Dicesis de Vitoria, dio a conocer en 1935. Antes de exhortar a los catlicos
pudientes a oponer a los cinematgrafos y espectculos inmorales, cinematgrafos y espectculos honestos, el obispo lanz frases de este calibre:
Esa invencin de suyo no es mala, pero la depravacin de los hombres
la ha convertido en malsima, extraordinariamente mala y psima (...).
Si San Gregorio Nacianceno viviera dira que el cine es escuela de toda
fealdad y lascivia; Tertuliano dira que es teatro donde tiene el demonio su
ocupacin y su negocio y San Ambrosio lo llamara coro de iniquidades
(...) (78).
Problemas de censura poltica existieron tambin con la escasa produccin vasca anterior a la guerra civil. As el Gobernador Civil de Vizcaya
prohibi en 1928 a los hermanos Azcona usar la ikurria en una escena de
El Mayorazgo de Basterretxe. Ya en tiempos de la Repblica, la censura
hizo retrasar en varios das el estreno de Euzkadi, film nacionalista de Teodoro Ernandorena realizado en 1933. Hay que reconocer, sin embargo, que
la realizacin de esta pelcula habra sido impensable durante la dictadura
primoriverista. De estos dos casos se habla con ms detenimiento en el
siguiente captulo.
II.7. CINE Y ESTRATIFICACION SOCIAL
Aun siendo el cine un espectculo fundamentalmente popular, no
puede afirmarse en trminos absolutos que las capas sociales altas le volvieran la espalda.
El sesudo jesuita R ya adverta en 1915 que todo el mundo padece
una fiebre altsima de cine (...) Nios y grandes, hombres y mujeres, pueblo y aristocracia, ignorantes y sabios, todos sin excepcin se han lanzado
sedientos a la luz del cinematgrafo (83). En esto coincida el cronista de
El reinado de la peli en 1918 al decir que todas las clases sociales estaban
tocadas por un enfermedad que era la aficin al cine (84).
De hecho ya desde los primeros tiempos del cine, toda cabeza regia que
se preciara mostr un gran inters por el nuevo invento. Era algo absolutamente lgico puesto que las cmaras de cine siguieron sin desmayo todos
los movimientos de las monarquas europeas.
En San Sebastin la familia real visit en varias ocasiones las salas de
Rocamora durante la primera dcada de siglo (85). En julio de 1906 los
reyes, infantes y squito asistieron a una proyeccin durante casi dos horas
y media en el Cosmopolita. Este fue el programa que motiv tan ilustre
atencin: Aventuras de Don Quijote, Pulgarcito, La leyenda de la novia,
Un seor que sigue a dos mujeres, Madame Pompon, Historia de un crimen,
Maniqu en los retretes, Baile de puales, Revista de tropas movilizadas,
Ladrn en globo aeronauta, Como se pasa matute, Clowns y policas,
Hallazgo sospechoso, Travesuras infantiles eludidas, Los perros contrabandista, Viaje de S. M. el Rey a Pars acompaado de Loubet. Segn la prensa, la Reina Victoria no ces de reir mientras permaneci en el saln aunque es de suponer se mostrara algo ms contenida durante la proyeccin de
Revista de tropas movilizadas y Viaje de S. M. el Rey a Pars. Al terminar la
sesin el Rey pidi que se le entregaran algunas de las pelculas (86).
La estratificacin social tena su reflejo en la propia estructura de las
salas de cine. En realidad stas calcaban el modelo arquitectnico de las
salas de teatro. Cada uno saba cul era su lugar. Palcos, preferencia y
butacas para unos, galera, anfiteatro y paraso para los otros. En 1918 por
ejemplo, la galera costaba en San Sebastin, aproximadamente, un tercio
del precio de la butaca (87). Los accesos a las diferentes localidades tam71
El momento en que los grandes acorazados se hunden al ser alcanzados por el torpedo de los submarinos y el ruido del agua al ingurgitarlos est
logrado con una realidad que el pblico acepta, sin detenerse a explicrselo
por la emocin del momento.
Lo mismo hemos de decir del disparo de los grandes caones y sobre
todo del desafo a sable entre el Cosaco y el Prncipe. Esta ltima escena es
de una emocin progresiva. El chocar de los aceros, percibido clarsimamente adquiere tal fuerza de verdad, que las figuras parecen salirse del
lienzo para adquirir relieve y vida corprea (104).
La Voz de Guipzcoa completaba la informacin sealando que la
orquesta interpret la msica de un conocido compositor cataln, hecha
especialmente para el film, siendo muy aplaudida (105).
Un sistema similar debi ser utilizado en 1928 para la reposicin de El
gran desfile en el nuevo Bellas Artes de San Sebastin. La extraordinaria
pelcula de King Vidor llevaba el aditamiento de mquinas especiales de
producir ruidos, manejadas por directores extranjeros (106). La prensa no
dej de reconocer que con esos ruidos caractersticos resulta mucho ms
entretenida y emocionante que la primera vez (107).
De todas maneras hay que decir que lo que propiamente se considera
sonido cinematogrfico tiene su origen en la misma protohistoria del cine,
es decir a finales del siglo XIX. Como qued dicho al hablar de la presentacin del kinetoscopio de Edison en San Sebastin, la danza serpentina de
Mlle. Fuller estaba sincronizada con la msica de un fongrafo.
74
El sistema Fonofilm se presenta en San Sebastin (La Voz de Guipzcoa, 15 de diciembre de 1927)
76
La Caja public dos catlogos con los ttulos de las pelculas disponibles, clasificadas como Instructivas, Vulgarizacin cientfica, Cmicas, Geogrficas, Dibujos animados (Gato Felix) y Cmicas infantiles (130).
En el reglamento publicado para el empleo del material se especificaba
que las proyecciones se darn una vez por semana en cada escuela, y en
cada sesin se proyectarn dos pelculas de quince minutos de duracin
cada una (131). La caja se reservaba el derecho de proyectar pelculas
relacionadas con el ahorro o la economa domstica (132).
La sesin inaugural se hizo el 29 de noviembre de 1928 en el Teatro
Principal. Al igual que ocurre con las experiencias vizcanas del cine
escuela y Ctedra Ambulante, se desconoce cuanto tiempo dur.
Otro proyecto de la Caja de Ahorros Municipal de San Sebastin, surgido igualmente en 1928, fue el de introducir en las escuelas un mtodo
audiovisual para el estudio de idiomas extranjeros. Era un mtodo denominado Roston o de la naturaleza, en el que se combinaban los discos y
el cine (133). Se ignora si lleg a materializarse.
Las experiencias de cine didctico reseadas tuvieron como malogrado
precedente la linterna mgica de Carlos San Gregorio y son probablemente
las primeras actividades de este tipo realizadas en Espaa.
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81
(21) Alvaro del Valle de Lersundi, San Sebastin y la segunda poca de la Real Sociedad
Vascongada de Amigos del Pas, en Curso breve sobre la vida y milagros de una ciudad, San
Sebastin, 1965, p. 35-36.
(22) Acta de la Junta de Gobierno de la Sociedad Vascongada de Amigos del Pas, 19 de
noviembre de 1900.
(23) La Gazzette Illustre de Biarritz, Saint-Jean-de-Luz et des Pyrnes, 18 de septiembre de 1896.
(24) A. Laffite, Cinematografomana, El Pueblo Vasco, San Sebastin, 20 de octubre
de 1913.
(25) Gua de San Sebastin 1919-1920, Sindicato de Iniciativa y Propaganda, San Sebastin, 1919.
(26) Venancio del Val, Primeros tiempos del cine en Vitoria, Cine Crtica, diciembre de
1970, Vitoria, p. 16.
(27) Archivo Municipal de San Sebastin, Seccin A, Neg. 15, Serie IV, Libro V, Exp. 2.
(28) Archivo Municipal de Bilbao, 1916, 5a, 367-33.
(29) Venancio del Val, op. cit., p. 16.
(30) Jos Joaqun Arazuri, Historia de los Sanfermines, T.I., J.J. Arazuri, Pamplona,
1983, p. 105.
(31) Cosas de ayer. Las antiguas ferias y la implantacin del cine, El Pueblo Vasco, San
Sebastin, 1 de agosto de 1928.
(32) C. Fernndez Cuenca, op. cit., p. 18.
(33) V. del Val, op. cit., p. 16; Esteban Calle Iturrino, Historia del cine en Bilbao, Bilbao en fiestas, Bilbao, 1967, p. 117; Jokintxo Illundain, Cinematgrafo, Pregn, julio de
1946.
(34) Jos S. de Ocaa, Calidoscopio barraquero, Pregn, julio de 1947.
(35) Archivo Municipal de San Sebastin, Seccin B 1, Neg. 2, Libro 5, Exp. 1; Novedades, 25 de septiembre de 1910; A. Lpez Echevarrieta, El cine en Vizcaya, Temas Vizcainos,
n 35, Caja de Ahorros Vizcana, Bilbao, 1977, p. 10; J. Illundain, op. cit.
(36) El Pueblo Vasco, San Sebastin, 15 de septiembre de 1919.
(37) Archivo Municipal de San Sebastin, Seccin A, Neg. 15, Libro 7, Exp. 5.
(38) Esteve Rimbau, Hollywood en silencio (I), Dirigido por..., n 100, enero, 1983, p.
40.
(39) Julin del Valle, Teleobjetivo discreto, J. del Valle, Bilbao, 1969, p. 105.
(40) Archivo Municipal de San Sebastin, seccin BI, Neg. 2, Libro 5, Exp. 1.
(41) Esteban Calle Iturrino, Historia del cine en Bilbao, Bilbao en fiestas, Bilbao, 1967,
p. 121.
(42) A. Lpez Echevarrieta, Cine vasco: realidad o ficcin? Mensajero, Bilbao, 1982, p.
231 y ss. Sobre el Olimpia vese tambin: El Pueblo Vasco, Bilbao, 20 de enero de 1923 y
El Liberal, 8 de octubre de 1926.
(43) El Anunciador Vitoriano, 3 y 4 de noviembre de 1896. C. Fernndez Cuenca
seala (op. cit., p. 28), que en Madrid el cine fue suplemento de programas de gnero chico en
los teatros, Romea (desde el 30 de octubre de 1896), Apolo y de la Zarzuela.
(44) El Pueblo Vasco, San Sebastin, 1 de agosto de 1928.
(45) Nota de Jos Mara Ferrer (sin referencia precisa).
(46) El Pueblo Vasco, San Sebastin 15 de julio de 1924.
(47) La Voz de Guipzcoa, 27 de julio de 1930.
(48) El Pueblo Vasco, San Sebastin, 26 de agosto de 1912.
(49) A. Laffitte, Notas de la vida donostiarra, El Pueblo Vasco, San Sebastin, 27 de
mayo de 1913.
(50) A. Laffitte, Notas de la vida donostiarra, El Pueblo Vasco, San Sebastin, 20 de
octubre de 1913.
(51) A. Laffitte, Notas de la vida donostiarra, El Pueblo Vasco, San Sebastin, 10 de
noviembre de 1913.
(52) La Voz de Guipzcoa, 30 de septiembre de 1914.
(53) El reinado de la peli, La Voz de Guipzcoa, 14 de mayo y 16 de junio de 1918.
(54) A. Laffitte, Notas de la vida donostiarra, El Pueblo Vasco, San Sebastin, 29 de
noviembre de 1927.
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III. LA PRODUCCION
III. LA PRODUCCION
buidora Magna Films, de la que fue director gerente el pionero del cine barcelons Ricardo de Baos. Segn el historiador Juan Francisco de Lasa,
por causas desconocidas la empresa no lleg a ponerse en funcionamiento
(9).
En 1918 se intenta realizar en Vitoria una pelcula de ficcin. Grfica Espaola fue la firma productora y el pintor Isaac Dez hizo las veces de director, guionista y principal actor en el proyecto de film costumbrista que deba
llevar por ttulo Josetxu (10). Isaac Dez tuvo como operador a un cataln
llamado Marcos y consigui movilizar a varios aficionados vitorianos para
que actuaran como intrpretes. Entres stos estaban Manolo Snchez,
Asuncin Muoz, Tefilo Mingueza -fotgrafo que en los aos treinta experimenta con el cine en relieve-, Saturnino Urbina y Obdulio Lpez de
Uralde. El msico Enrique Aramburu lleg incluso a escribir para el film
una rapsodia sobre temas vascos. El rodaje se hizo en Vitoria, en la calle
Dato (Caf Universal), en los palacios Bendaa y Agust, en Armentia y en
otros lugares de las cercanas de la ciudad. Al parecer la cita no lleg a concluirse por dificultades econmicas y no se conserva de ella ni un triste fotograma (11).
III.1.2. Eusko Ikusgayak, primer cine etnogrfico
Las posibilidades del cine en la investigacin y conservacin del folklore
fueron percibidas con bastante prontitud. La Seccin de Arte del Congreso
de Estudios Vascos celebrado en Oate en 1918 propuso a la Sociedad de
Estudios Vascos (institucin surgida de ese mismo Congreso), la impresin
de cintas cinematogrficas en las que se consignen los bailes existentes en
varias regiones del Pas, por el inters que ofrece su estudio y conservacin (12).
La misma idea fue formulada en otras ocasiones por la Junta Permanente de la Sociedad de Estudios Vascos, refirindose a las danzas y otros
aspectos etnogrficos, hasta que Manuel de Inchausti -filipino de ancestros vascos que retorna al pas de origen- se hace eco de ella, realizando
la serie de films que llam Eusko Ikusgayak (13). Entre 1923 y una fecha
avanzada de esa misma dcada (quizs 1928), Inchausti recorri la geografa vasca con un cmara alemana de 35 mm realizando un nmero indeterminado de pelculas sobre danzas, costumbres y deportes vascos. En esta
tarea cont con el asesoramiento del P. Donostia, Angel de Apraiz y otros
miembros de la Sociedad de Estudios Vascos. Por cesin gratuita, las pelculas pasaron a engrosar los archivos de la Sociedad (14).
Ocho son las cintas que se conservan. Los ttulos de crdito e interttulos figuran en euskera, castellano y francs, primando al euskera en el
tamao de los tipos:
-EUSKO DANTZAK. Bailes vascos. Dances basques. 1, (1923).
-EUSKO DANTZAK. Bailes vascos. Dances basques. 2.
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-EUSKALERIAREN
EKANDUAK. Usos y costumbres. Moeurs du
Pays.
-EUSKALERIAREN
EKANDUAK. Usos y costumbres. Moeurs du
Pays ( 1924).
-EUSKALERIKO
NEKAZARITZA ETA ABELGORIEN
ERAKUSKETA. Exposicin de Ganadera y Horticultura en San Sebastin. Exposition de Btail et dAgriculture a Saint Sebastien (17-23 de septiembre de
1923).
- Sin ttulo (danzas vascas).
Por lo que se conoce, estas pelculas se proyectaban en sesiones privadas de la Sociedad de Estudios Vascos aunque algunas de ellas se vieron
tambin en el Centro de Estudios Histricos de Madrid hacia 1927, y en la
Sala de Fiestas del Gran Casino de San Sebastin (hoy Ayuntamiento) dentro de la Semana Vasca celebrada en 1928 (15). Tambin se sabe que Angel
de Apraiz utiliz estos cortos para documentar una conferencia propia, en
el V Congreso de Estudios Vascos de Vergara, en 1930 (16).
La tosquedad cinematogrfica de las pelculas de Inchausti no puede
hacer perder de vista su valor documental -reconocido por el prestigioso
folklorista Juan Antonio Urbeltz (17)- y su condicin de ser las primeras
realizadas en Espaa con una clara voluntad etnogrfica.
88
III. LA PRODUCCION
Otros aspectos de la vida vasca merecieron igualmente la atencin cinematogrfica de Inchausti: Procesin del Corpus de San Sebastin (1928
probablemente), Carnaval de Lasarte de 1931 (desaparecida), etc. Tambin realiz numerosos cortos de tipo turstico (16 mm) en sus viajes por el
sur de Asia en torno a 1930.
III.1.3. Bilbao cinematogrfico
III.1.3.1. Hispania film
III.1.3.1.1. Lujurioso punto de partida
1923, ao en el que inicia la serie Eusko Ikusgayak es tambin el ao en
el que se crea la Academia Cinematogrfica Hispania Film en Bilbao. En
este centro, instalado de un destartalado chal del barrio de Iralabarri, llamado Villa Portugalete, se simultanearn las lecciones de interpretacin
con la produccin de films, convirtindose en jaln importante de la historia de este primitivo cine vasco. De l saldrn los primeros films de ficcin
conocidos.
Esta academia fue fundada por Enrique Santos, un valenciano barroco
y sorprendente -son trminos utilizados por Fernando Vizcano Casas-,
que aseguraba haber dirigido en Italia la superproduccin Quo Vadis?;
pero que de hecho, lo mximo que haba conseguido realizar eran algunos
89
folletones como El martirio de vivir o Los mrtires del arroyo (18). Sino
barroca, su actuacin en Bilbao result cuando menos sorprendente. Segn
cuenta Alberto Echevarrieta, Enrique Santos fue a parar a la crcel tras un
intento -parcialmente logrado- de dejar sin honra y sin ahorros a las candidatas al estrellato bilbano. Por lo visto su actividad en Barcelona haba
tenido similares caractersticas y la polica segua su pista (19).
El encarcelamiento del director interrumpi el funcionamiento del centro, pero buena parte de los alumnos decidieron proseguir por su cuenta y
riesgo. Alejandro Olavarra, relojero de la calle San Francisco, era al parecer quien ms saberes cinematogrficos acaparaba, pues pas a convertirse
en profesor de la flamante Academia Cinematogrfica Hispania Film.
Aureliano Gonzlez, dueo de varios establecimientos de fotografa, que
en su ferviente veneracin por Shakespeare utilizaba el seudnimo Shylock, apoy la iniciativa con su dinero y sus conocimientos fotogrficos
(20).
III.1.3.1.2. Tiros y lgrimas
Ese mismo ao de 1923 se puso en marcha la produccin de Un drama
en Bilbao, primera pelcula de ficcin de que se tiene constancia. Alejandro
Olavarra fue su principal impulsor, trabajando como operador y director.
Con el capital proporcionado fundamentalmente por Aureliano Gonzlez,
se comenz por adquirir en Pars dos tomavistas. La compra de una estampadora para positivar los negativos escapaba a los posibilidades presupuestarias y fue el propio Olavarra quien la construy mediante dos rodillos
dentados y un cajn de embalar forrado con papel negro. El revelado se
realizara en la baera de un lavabo habilitado como laboratorio. Pudo
tambin acondicionarse un plat sustituyendo el tejado de Villa Portugalete por una gran cristalera. Los actores seran los alumnos de la Academia,
Apolonio Hernndez, Jos Tejada y Antonio Velasco, participando tambin los hijos de Aureliano Gonzlez, Nieves y Felix (21).
De los 236 metros que se conservan de Un drama en Bilbao -la pelcula
era, al parecer, un mediometraje (22)- se puede extraer el siguiente argumento: Ricardo, joven adinerado, recibe en una taberna una nota de manos
de la que adems de camarera del establecimiento es su novia. En la nota
se le informa que su madre agoniza en el balneario en el que se halla internada. Ricardo llama a su chfer y parte en automvil en busca de su madre.
En la carretera de Castrejana dos individuos enmascarados les salen al
paso, pistola en mano. Uno de ellos se descubre la cara intencionadamente
y Ricardo le reconoce como Malaentraa. Este dispara sobre Ricardo
mientras su cmplice golpe al chofer dejndole inconsciente. Cuando reco-bra el conocimiento conduce a Ricardo a un hospital y denuncia a Malaentraa que es detenido por la polica. Su cmplice, acorralado en el desaparecido puente giratorio del perrochico, se lanza al ro, ahogndose. La
novia de Ricardo acude angustiada al hospital donde no puede sino asistir
a su muerte.
90
III. LA PRODUCCION
92
III. LA PRODUCCION
Lolita la hurfana debi tener, por parte del pblico, una mejor acogida
que Un drama en Bilbao, aunque dist mucho de ser un xito. Este relativo
fracaso hizo que Alejandro Olavarra abandonara Hispania Film (28),
abriendo por su cuenta una nueva Academia Cinematogrfica en Bilbao.
Cartel de Edurne, modista bilbana. Lleva adheridos los programas de mano de los estrenos en Bermeo y
Guernica. En la fotografa Gil del Espinar, guionista, director y protagonista de la pelcula. aparece tocado
con boina.
III. LA PRODUCCION
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III. LA PRODUCCION
La proyeccin era acompaada por un cuarteto o una orquesta interpretando composiciones vascas. As fue al menos en San Sebastin (Teatro
Principal) y Vitoria (Teatro Circo) (36).
Se completaba el programa con la proyeccin de una revista de actualidades. En el programa de mano de San Sebastin, se habla de Actualidades Hispania, lo que sin duda viene a indicar que los reportajes estaban
hechos por la propia casa. La programacin de estas actualidades en San
Sebastin, se hizo en dos bloques diferenciados. Un da se ofreci revista
deportiva y de costumbres vascongadas, conteniendo la vuelta ciclista al
Pas Vasco, bailes regionales, vistas de Guernica: Casa de Juntas, rbol viejo, prueba de bueyes; interesante partido de tenis en Jolaseta, etc.. Al da
siguiente: cincuentenario del levantamiento del sitio de Bilbao y viaje a
Vizcaya del presidente del Directorio Militar, entrega de una bandera al
regimiento de Garellano por la Condesa de Zubira a la que asisti el General Primo de Rivera y el Arzobispo de Burgos-Cardenal Benlloch, Jura de
la Bandera, partidos de foot-ball entre los equipos Madrid-Athletic de Bilbao, etc. (37). Se podra pensar que de este modo se intentaba dar satisfaccin a dos ideologas polticas contrapuestas.
De la pelcula slo quedan los descartes, el guin y una cuantas fotografas. Una de las copias del film -quizs la nica que se hizo- fue enviada
por el propio Gil del Espinar a una casa de dulces donde se troce en fotogramas para acompaar a los caramelos como reclamo de venta. Gil del
Espinar -segn cuenta su nieto Daniel Gil-, estaba en el convencimiento
de que lo que enviaba a la fbrica de caramelos eran los descartes. El guin
se conserva completo y como tan slo sufri pequeas variaciones al ser
convertido en imgenes -eso asegur al menos su autor (38)-, puede servir para seguir la lnea argumental del film y calibrar lo que ste fue en realidad.
El argumento de Edurne, modista bilbana mostraba como Jos Mendizabal, obrero metalrgico, cae gravemente enfermo dejando en la miseria
a su mujer Marta y a sus dos hijos, Josechu y Edurne. Marta encuentra trabajo como nodriza en la Villa Aldasoro de San Sebastin y deja a sus dos
hijos al cuidado de una amiga que habita en un casero. Transcurridos los
aos la familia vuelve a reunirse. Josechu est empleado en la misma
fbrica en la que trabaj su padre, mientras Edurne hace labores de
modista en casa, junto a su anciana madre. Don Bruno Amzaga propietario de la casa en la que viven, atrado por los encantos de Edurne (es decir
posedo por las ms viles incontinencias del instinto), intenta abusar de
ella en un terreno solitario; pero en ese momento aparece Alberto Aldasoro, estudiante de Ingeniera de Minas, salvndola del peligro. Josechu desconfa de los sentimientos de Alberto hacia su hermana por pertenecer a
diferente clase social y se opone a sus relaciones. Sobreviene la crisis econmica y Josechu se queda sin trabajo, momento que aprovecha Don Bruno
para intentar vengarse consiguiendo una orden de deshaucio. Josechu consigue sin embargo impedir la revancha de Don Bruno al encontrar trabajo
97
98
III. LA PRODUCCION
en una mina de Gallarta, el mismo lugar en el que Alberto, una vez conseguido el ttulo, se ha empleado como ingeniero. Finalmente Josechu descubre que Alberto es el hijo de quien dio trabajo a su madre en San Sebastin
y dar su aprobacin al matrimonio de su hermana.
An cuando sea imposible precisar la altura artstica del film, cabe
suponer que sta no debi ser muy alta por cuanto sus autores no la estrenaron ni en Madrid ni en Barcelona. Las opiniones de los historiadores Fernando Mndez-Leite y Juan Antonio Cabero no son por otra parte positivas (39). Mndez-Leite dijo de ella: No puede evitarse que el trabajo de
Gil del Espinar sea ingenuo en todos sus aspectos tcnicos y artsticos; ms
propio, naturalmente, de un aficionado que de un profesional (40).
Del guin, descartes y fotografa conservadas cabe concluir que Edurne, modista bilbana fue un melodrama sensiblero con final feliz (41), que
tuvo el mrito de tomar como referencia al mundo urbano e industrializado
y de reflejar, aunque slo de una manera distorsionada y reaccionaria, algunos problemas sociales como el paro, el deshaucio, la dureza de la vida
obrera, etc. El tierno amor interclasista entre el ingeniero Aldasoro y la
plebeya Edurne era el eje de la historia. Fundamentalmente, por encima
del relato de penurias y amor se trataba de componer un cntico a la
pujanza industrial y al trabajo. Tal como se indicaba en el programa de
mano del estreno en Bilbao, se quera oponer al tpico del torero, la
manola barbiana y la pualada trapera, la cara ms decente de la actividad en centros fabriles y mineros. Claro que tampoco se dej de lado el
mundo del casero, fibra sensible y emblemtica que una pelcula deseosa
de satisfacer a todo el mundo -tal y como pareca ocurrir con la revista de
actualidades-, no poda olvidar. Hispania Film se haba hecho eco del
artculo que Jos Mara Salaverra haba publicado en El Pueblo Vasco de
Bilbao, clamando por un cine que reflejara una imagen de Espaa, distanciada de la castauela y la pandereta (42). Algunos prrafos de ese artculo
se transcribieron directamente en el programa de mano del da del estreno
en Bilbao.
El color local como reclamo fue utilizado de manera insistente por la
publicidad, subrayando que en el film se recogan paisajes y monumentos de
Bilbao, Baracaldo, Portugalete, San Sebastin, Pasajes, etc. No se dud
incluso en incurrir en ciertas falsedades, afirmando en Vitoria que la protagonista (Nieves Gonzlez) era alavesa, y en San Sebastin que la pelcula
estaba interpretada por jvenes donostiarras (43).
III.1.3.1.5. Ultimos coletazos
El xito de Edurne... hizo pensar que era posible la existencia en Bilbao
de una productora de cine. El objetivo era conseguir 100.000 pesetas para
empezar a trabajar de modo ms profesional. Pero nadie quiso introducirse
en este tipo de negocios. La gestin llevada a cabo en la Junta de Cultura
Vasca de la Diputacin de Vizcaya dio el mismo resultado (44).
99
Gil del Espinar decidi abandonar sus sueos de llevar al cine la novela
Amaya y los vascos del siglo VIII de Navarro Villoslada y de ver en el Pas
Vasco una industria cinematogrfica consolidada (45). Alejado del cine
funda en 1925 la Agencia de Prensa Grfica de su nombre (46).
Segn explica Lpez Echevarrieta, Aureliano Gnzalez y sus hijos,
decidieron en 1925 liquidar el material cinematogrfico de Hispania Film;
pero como disponan todava de varios cientos de metros de celuloide virgen pensaron, como improvisado divertimiento, realizar un corto cmico
que se titulara Atanasio en busca de novia. A partir de un trivial argumento
(Atanasio est enamorado y Malaentraa, el padre de la chica, quiere evitar el romance crendole complicaciones mediante sus artes brujeriles) se
organiza un clsico slapstick, con golpes, cadas, trompicones y merengues
convertidos en proyectiles. La pelcula cuya nica copia fue consumida por
el fuego, se estren en el Gayarre de Bilbao (47).
Mndez-Leite en su Historia del cine espaol atribuye Atanasio en busca
de novia a un desconocido Benjamn Nez. En su opinin fue una pelcula barata y excesivamente circunstancial, capricho de una afari-merienda, que slo fue exhibida ante un grupo de amigos. El mismo historiador
atribuye tambin a Benjamn Nez, Mefistfeles en el Infierno, pelcula
que al parecer comenz a realizarse en Bilbao igualmente en 1925, quedando inacabada (48).
La afirmacin de que Hispania Film se deshace de su material cinematogrfico puede ser puesta en duda, puesto que al ao siguiente la prensa
recoga la siguiente noticia: La cinematografa local realiza un nuevo
100
III. LA PRODUCCION
101
gorra. creado con anterioridad al film. Se trataba de un caricato costumbrista al estilo de Txomin de Regato o Pella Kirten. A l deba pertenecer
el guin de la pelcula (52). El estreno se efectu en el Olimpia de Bilbao
el 19 de febrero de 1925, mantenindose tres das en cartel.
La parquedad de la prensa respecto a esta pelcula -de la que no se ha
localizado copia alguna-, es absoluta. En opinin de Mndez-Leite, careca de inters alguno (53).
III.1.4.Escarceos
donostiarras
102
III. LA PRODUCCION
III. LA PRODUCCION
la que reza con devocin y constancia para alcanzar su objetivo. En un arrebato coge la imagen del Santo apoyndose en la barandilla que bordea la
casa. Por descuido la imagen cae a la calle yendo a golpear la cabeza de un
jven y apuesto paseante. La causante del infortunio acude rpidamente
en socorro y el romance no tarda en dar comienzo.
La vinculacin de Kardec con la pelcula queda testimoniada a travs de
un corto fragmento de celuloide que contiene el siguiente texto: El seor
Kardec, director fundador de la Academia Teatral y Cinematogrfica de
San Sebastin minutos antes de comenzar la pelcula EL MILAGRO DE
SAN ANTONIO. Fuera de sto nada sabemos sobre su persona y su actividad. Existe tan slo una pista: un mes antes de anunciarse la inauguracin
de su Academia, la prensa bilbana informaba que en la novillada que iba a
celebrarse en la plaza de toros de las Ventas de Bilbao, el clebre hipnotizador Dr. Cardec (doble c) hara el intento de hipnotizar al sexto novillo (62).
Los hermanos Azcona y su Citroen cucaracha frente al estudio de Baracaldo: Ins, Consuelo, Vctor
(de pie), Mauro (al volante) y Enrique.
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III. LA PRODUCCION
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III. LA PRODUCCION
vio Cosmtico para llegar puntual a su boda con Mirinda Cocote. Tras una
agitada noche de despedida de soltero, Octavio se despierta ms tarde de
los previsto. Despus de afeitarse con la hoja Fenix y de arreglarse las botas
en la zapatera elctrica Landis, le cae encima un bote de pintura Muuzuri, una pintura tan resistente que slo con los servicios de tintorera La
Higinica podr eliminarse. Finalmente entra en el Bazar Ville de Pars
donde entre otras muchas cosas compra los anillos de boda.
III. LA PRODUCCION
El recelo con que se miraba al mundo del cine hizo difcil conseguir
intrpretes femeninas en Baracaldo. Para los papeles de prostituta hubo
que recurrir a autnticas profesionales ya que las actrices se negaron en
redondo.
Segn cuenta Vctor Azcona, existieron tambin problemas de censura
gubernativa. El Gobernador Civil de Vizcaya, despus de leer el guin,
prohibi expresamente a los Azcona utilizar una ikurria en la danza folklrica que abra el film. En otra ocasin, extras y actores se encontraron
en la necesidad de cruzar Bilbao para acudir al lugar de rodaje. Al da
siguiente vieron con asombro que a travs de la prensa el Gobernador
prohiba circular por la calle a grupos vestidos con traje folklrico sin obtener previamente autorizacin.
Los intrpretes eran en su mayor parte de Baracaldo y alrededores. A
excepcin de dos o tres que haban trabajado en teatros de poca monta, su
formacin se hizo ntegramente en los Estudios Azcona en seis u ocho
meses. Mauro haba ledo libros y revistas de cine francesas y eso, segn
cuenta Vctor, di un tono francs a la interpretacin, perceptible en la
lenta gesticulacin de los actores. Estos fueron los intrpretes: Margarita
112
III. LA PRODUCCION
113
Arregui (seudnimo de Ester Souto), Eduardo Morata, Orlando Villafranca (seudnimo de Francisco Veintemillas), Julin Salamanca, Vctor
Barguilla, Rosario Nogus, Faustino Bilbao, Jos Fras, Elvirita Castro y
Jess Yoldi.
El compositor Jos Mara Franco arregl algunos fragmentos de obras
de Jess Guridi para la pelcula. La nica partitura existente desapareci
hace poco tiempo.
Tras un pase privado en Baracaldo y Bilbao El Mayorazgo... se estren
el 19 de diciembre de 1928 en el Teatro Prncipe de San Sebastin, acompaado del cortometraje De Bilbao al Abra en fiestas, tambin realizado por
los Azcona. Estuvo un da en cartel. En Bilbao se estren el 24 de enero de
1929 en el Saln Olimpia alcanzando cuatro das de exhibicin.
La publicidad se alej del tono grandilocuente y sensacionalista, usual
en el lanzamiento de los films. En un programa de mano se lea: No es una
superproduccin, ni una joya cinematogrfica. Simplemente es una pelcula nacional que usted ver con agrado (72). En el cartel que anunciaba
el estreno se remarcaba la condicin local de la pelcula como valor de cambio: El mayor acontecimiento cinematogrfico regional. Pelcula nacional. Ambiente vasco. Artistas vascos, Paisajes vascos. Produccin vasca.
Todo es vasco en esta pelcula (...) (73).
Las reseas periodsticas por lo general no pasaron de meras gacetillas
laudatorias, pero hubo excepeciones. As El Liberal public una crtica firmada por un tal B.N. (Benjamn Nuez acaso?) que no dudaramos en
hacer nuestra:
Lo ms enconmiable de todo en esta cinta es la modestia con que se
nos presenta. Ya estamos un poco estragados de ver como se nos anuncian
las por lo general desdichadas producciones nacionales y esta pelcula
sumando un conjunto de aptitudes en esbozo y un consdierable caudal de
buena voluntad bien orientada, no aspira ms que a lo logrado: a ser vista
con simpata por cuanto supone de iniciacin.
El argumento con un poco de noticiario y otro poco de zarzuela, peca
de inocente, sobre todo en sus emociones contra reloj, muy a lo americano.
La direccin es algo superior a lo que estamos acostumbrados en el
mercado nacional. El joven Azcona revela una intuicin prometedora.
El cuadro interpretativo, poco entrenado, se desenvuelve bastante
bien, aunque en general no resiste airosamente el primer trmino.
La autoridad del Sr. Larrea en estos asuntos nos garantiza la veracidad
de tipos y ambiente, que dicho sea de paso son los suficientemente sugestivos para enmarcar una accin interesante.
Eludimos comentar la belleza, nueva en la pantalla, del paisaje vasco.
114
III. LA PRODUCCION
115
El pblico que llenaba por completo el Olimpia asisti muy complacido a esta primera produccin de Azcona y elogi su valor artstico (75).
La ambicin de los Azcona se cifraba en el estreno del film en Madrid.
La implantacin del sonoro en la principales salas madrileas releg a las
cintas mudas a locales de segunda categora. En estas condiciones Mauro
Azcona decidi no proyectarla.
La pelcula se exhibi en los principales pueblos de Vizcaya y Guipzcoa y curiosamente se lleg a ver tambin en numerosos pueblos de Burgos.
Durante el verano de 1930, Vctor Azcona y el operador el cine Buenos
Aires de Bilbao recorrieron esta provincia utilizando bicicletas con remolque como medio de transporte. A la antigua usanza, Vctor explicaba la
pelcula ante un pblico en gran parte analfabeto, siendo muy aplaudido.
La pelcula haba costado entre 30 y 40.000 pesetas, que era lo que
haba quedado del prstamo obtenido a cuenta de la finca de la madre de
los Azcona, despus de instalar los estudios y adquirir el material necesario
para el rodaje. El xito de pblico fue al parecer grande all donde fue exhibida, pero no lleg a ser amortizada. Los ingresos sumaron unas 20.000
pesetas. La casa hipotecada no pudo recuperarse.
III.1.5.4. La llegada del sonoro
Despus de El Mayorazgo de Basterretxe los Azcona realizaron en 1930
El rival de Manoln (76). De este cortometraje han aparecido recientemente algunos fragmentos dispersos y es mejor esperar a su reconstruccin
para hablar de l. Segn Vctor Azcona la pelcula mostraba una persecucin con saltos y trompazos, originada por un conflicto de celos. Esto se
corresponde con uno de los interttulos localizados: De cmo dos hombres
enamorados de la misma mujer casi no caben en el mismo jardn.
La irrupcin del cine sonoro supuso un golpe de muerte para los Estudios Azcona. La produccin de pelculas mudas era una va sin salida. La
imposibilidad de estrenar en Madrid El Mayorazgo... de una manera digna, lo puso de manifiesto. Hubo un intento de acondicionar los estudios a
la nueva situacin tecnolgica, pero no pudo obtenerse ayuda financiera. El
nuevo guin que haban preparado los Azcona, Ante todo mujer (un vodevil con algo de baile segn Vctor), jams se llevara a la pantalla. Lo
mismo ocurri con la idea de adaptar Zalacan el aventurero, la novela de
Po Baroja.
Durante un tiempo Vctor y Mauro se dedicaron a la confeccin de subttulos en castellano para las pelculas sonoras americanas. Vctor y su hermano Enrique se dedicaron tambin a realizar placas publicitarias que se
proyectaban en los cines al cambio de rollo. Vctor terminara por dejar
definitivamente el mundo del cine hacindose cargo del establecimiento de
droguera que su madre tena en Baracaldo, fundando ms tarde una sociedad vegetariana.
116
III. LA PRODUCCION
Mauro Azcona prosigui su actividad cinematogrfica en Madrid, realizando para Cifesa el cortometraje El veneno del cine (1935). Por esas mismas
fechas, segn Vctor Azcona, realiza para la Caja de Ahorros Municipal de
Bilbao Entidades benficas espaolas corto que publicita algunas actividades
de la entidad. Ya durante la guerra civil realiza diversos films de propaganda
al servicio de la Repblica, entre los que quizs pueda destacarse Frente a
frente (1937). Acabada la guerra, colabor en la realizacin de varios films
en relieve producidos por los Estudios Mosfilm de Mosc (77).
III.1.6. Cine amateur
Si bien es cierto que la condicin amateur es notoria en la mayor parte
del cine producido en el Pas Vasco en las dcadas que abarca este captulo,
hay unas cuantas pelculas que se ajustan ms plenamente a las caractersticas del cine aficionado. En esta lnea no puede dejar de mencionarse la esmerada labor de Ricardo Bastida. Utilizando como intrpretes a los miembros de su familia, este eclctico arquitecto bilbano realiz hacia 1928 varios
cortometrajes de ficcin en 16 mm, que adems de poner de manifiesto una
intencin moralizante y un espritu conservador, expresan un notable aliento potico. Estos son algunos de los ttulos realizados con el rtulo de crdito
Films Bastida Comp. Limd.: Gente de mar, Las albarcas de Jos Mari, El
doctor Patatof, Mara Victoria la aldeanita, Una excelente ama de cra.
Ninguna de estas pelculas se proyect al parecer fuera del crculo familiar.
117
III. LA PRODUCCION
kera (80). Suponiendo que Alma vasca era el film francs de ficcin,
rodado en Fuenterraba, que con el mismo ttulo se estren en Bilbao en
1924, se tratara, evindentemente de una banda sonora aadida con posterioridad (81). Sin embargo, parece ms verosmil pensar que la distribucin
de Au Pays des Basques se hizo en Espaa bajo el ttulo de Alma vasca.
120
III. LA PRODUCCION
121
III. LA PRODUCCION
Poco despus se volvi a requerir el servicio de los operadores de CineFoto para filmar la visita de una comisin de observadores polticos catalanes. Tras el visionado de estas ltimas imgenes fue cuando surgi, segn
relata Francisco de Solano, un proyecto ms elaborado para la realizacin
del film (86).
La pelcula, una vez concluda, daba en primer lugar una visin del paisaje, la historia, los deportes rurales, las danzas (alarde de 2.200 espatadantzaris en la conmemoracin del da de San Ignacio en el campo de San
Mams, mutildantza del Baztn, etc.) el bertsolarismo, las romeras, la
vida en el casero y la cultura (museos, instituciones culturales, monumentos, grandes personajes). Despus vena la parte ms directamente poltica
con el ya mencionado Aberri Eguna de San Sebastin (ocupando una parte
considerable del metraje); la visita de los catalanes a la Casa de Juntas de
Guernica, la tumba de Sabino Arana en Sukarrieta, el monumento de
Amayur, etc.; vistas de las crceles de Larrnaga y Ondarreta; y concentracin de mendigoizales en Elgoibar (87). A sugerencia de Jos Antonio
Aguirre se incluy un apndice dedicado al Estatuto en el que apareca el
mitin celebrado en Estella (88).
El montaje se hizo en el cine Zintzotasuna de Hernani colaborando
Juan de Aldazbal, Zalda, el sacerdote Mendikute y Ernandorena. Luego, la pelcula fue enviada a Lecaroz donde los padres Hilario Olazarn y
Donostia estudiaron la adaptacin musical (89). Para reducir gastos, la
sonorizacin se hizo en un estudio de Barcelona y all slo tuvieron que
desplazarse los txistularis hermanos Landaluce y un tiple del Schola Cantorum de Pasajes. Para el resto de la msica colaboraron el Orfe Catal a las
rdenes de Gelasio Aramburu, la Banda Municipal de Barcelona, el sexteto Villalta y el organista Alberdi (90). Bernardo Estorns Lasa realiz los
textos del recitado y el dibujante Juan Zabalo, Txiki, colabor con algn
trabajo de animacin. La Agrupacin de Estudiantes Vascos de Barcelona
-entre los que estaba Juan de Aldazbal-, particip intensamente en la
elaboracin del film (91).
Aunque la pelcula contaba con el patrocinio nominal del Gipuzko
Buru Batzar, la financiacin sali ntegra de los bolsillos de Ernandorena,
quien hubo adems de soportar la inquisitiva visita de varios miembros de
su partido que pensaban que el film se estaba realizando con los fondos de
la organizacin. Con la recaudacin de taquilla pudieron pagarse los servicios de Cine-Foto, pero no lleg a cubrir los gastos restantes. Tan slo despus del probado xito del film -cuenta en tono de queja el propio Ernandorena-, el partido le hizo entrega de la cantidad simblica de 2.000
pesetas.
La pelcula se proyect por primera vez en Barcelona, el 16 de diciembre de 1933 ante la prensa y las autoridades catalanas. La concesin del
visto bueno del censor del Gobierno de la Repblica supuso un retraso de
varios das para el estreno oficial (92). Este se hizo en el Gran Kursaal de
123
San Sebastin el da 22 del mismo mes. Despus se pas en Bilbao, Pamplona, Vitoria y varias poblaciones menores, sobre todo de Guipzcoa y
Vizcaya (93).
El largometraje Euzkadi parece que despert un cierto inters por el
reportaje poltico en la rbita del Partido Nacionalista Vasco. Durante
abril y mayo de 1934 la proyeccin de Euzkadi se complement con los
siguientes cortometrajes: Aberri Eguna de Bilbao (ya comentado), Entrega
del Estatuto en Madrid al presidente de la Repblica (noviembre o diciembre de 1933 annimo), Aberri Eguna en Gasteiz (realizado por Madinabeitia en 1934 bajo patrocinio del Araba Buru Batzar), y Descubrimiento de
la lpida dedicada a Sabino Arana en Barcelona (annimo) (94). De todos
ellos slo se conserva copia de Aberri Eguna en Gasteiz cuyo ttulo autntico es 1934ko Aberri Eguna Gasteizen, pelcula realizada en 16 mm por
Vctor Madinabeitia que plasma diversos aspectos de los actos de afirmacin nacionalista celebrados en Vitoria.
Euzkadi, el largometraje documental cuyo motor de gestacin haba
sido Teodoro Ernandorena, result un film claramente propagandista, fiel
exponente de la ideologa aranista. Si bien Sabino Arana no lleg a escribir nada sobre cine, si lo hizo sobre teatro, y sus escritos en este punto giraron en torno a la utilizacin poltica del medio (95). Por otra parte, la exaltacin mtica de la historia del pas y el ruralismo manifiesto caen igualmente dentro de las coordenadas del pensamiento del fundador del nacionalismo vasco.
La prensa afn al Partido Nacionalista Vasco se volc en apoyo de la
pelcula. Los comentarios de prensa fueron unnimemente positivos y ajenos a todo planteamiento crtico. Tan slo la crnica annima publicada en
el diario nacionalista La Voz de Navarra, manifest alguna reticencia dentro de un tono general elogioso:
(...) Con el indiscutible acierto que la pelcula supone, no ha logrado
recoger con toda la fuerza de la emocin el anhelo de libertad patria alimentado por tantos miles de corazones, los enstusiasmos derrochados en
momentos histricos, la alegra de las almas hermanadas ms que nunca en
momentos de persecucin, y lo que es mucho ms bello el trabajo continuado y annimo, la cooperacin cotidiana de todos a la causa comn y la
organizacin admirable que todo ello supone, aparte de otros muchos episodios de las actuaciones del nacionalimso, de tanta belleza y fuerza emotiva como la excursin realizada al Aralar, o de tan admirable logro como
las representaciones teatrales y otras manifestaciones artsticas (...) (96).
Poco tiempo despus de concludo el film, Ernandorena dej el cargo
de presidente del Gipuzko Buru Batzar que vena desempeando desde
noviembre del 33 y prosigui su labor vasquista en el fomento de la pelota
y el bertsolarismo (97).
124
III. LA PRODUCCION
La empresa Meyler Films produjo en 1934 Aves sin rumbo y El desaparecido, siendo director y guionista el barcelons Antonio Graciani (98).
Aves sin rumbo era una comedia musical que pretenda alcanzar el xito de
Boliche (pelcula dirigida en 1933 por Francisco Elas en la que Graciani
colabor como guionista), volviendo a utilizar al popularsimo tro argentino Irusta-Fugazot-Demare; pero tan slo logr una modesta acogida. El
desaparecido fue un film de intriga y misterio basado en un caso de amnesia
producido durante la guerra de Marruecos (99). Los equipos tcnico y artstico de ambos films estaban formados por gente fornea (100).
Lapeyra Films fue una productora creada por el bilbano Mariano
Lapeyra, de cuya biografa slo se conoce su pertenencia a la Asociacin de
Artistas Vascos desde 1910 (101). Su primer y nico film, Amor en maniobras, fue dirigido por l mismo en 1935. Se trataba de una comedia cuarte125
III. LA PRODUCCION
nal, Path Journal, Noticiario Fox y Universal News, terminando por instalar un laboratorio del que saldran los Reportajes Mezquiriz (104).
Por la prensa parece que los mencionados reportajes se filmaron entre
el 29 de abril y el 20 de octubre de 1935, aunque Mezquiriz cree recordar
que se realizaron a lo largo de varios aos, entre 1926 y 1935. Siguiendo a
El Noticiero Bilbano estos fueron los reportajes realizados: Regatas; Partido de liga entre el Athletic de Bilbao y el Athletic de Madrid (jugado el
da anterior); La flota mejicana en construccin; El dos de mayo; La vuelta
ciclista a Espaa (etapa Santander-Bilbao); Ingenieros Industriales de Bilbao terminan la carrera; Salida para Mjico del aviador Pombo; La comunin a los enfermos del Santo Hospital Civil de Bilbao; Partido de foot-ball
Athletic-Betis (jugado el da anterior); Violento incendio en Valmaseda;
Concurso avcola en Guecho; Un recuerdo de Pombo; Final del campeonato de hockey entre el Athletic y el Zugatzarte; Pruebas de bueyes en
Erandio; Una visita al Parque de Bilbao; El famoso castillo de San Francisco Javier; La procesin del Corpus de Bilbao; Las fiestas de San Fermn
(celebradas el da anterior); Conduccin del cadver del corredor vizcano
Cepeda en Sopuerta; Vuelta ciclista al Pas Vasco (reportaje completo con
127
las cinco etapas de la vuelta); Travesa del Abra a nado; Regatas de balandros (celebradas el da anterior); Gigantes y cabezudos por Bilbao; Tourist
Trophy International (carrera automovilstica celebrada el da anterior en
el circuito de la Avenida de Sabino Arana); Carrera automovilstica de San
Sebastin (celebrada el da anterior); Becerrada benfica del jueves en Bilbao con la actuacin de Belmonte; Concurso de trompa organizado por
Excelsior (celebrado el da anterior); Fiesta del nio en la Plaza de Toros
(105).
Los ingresos de taquilla del cine Bilbao Actualidades, que tambin ofreca los lunes un programa similar al del Trueba, debieron verse afectados
por las cintas de Mezquiriz. La creacin de su propio Reportaje local
parece indicarlo al menos. Su continuidad fue an menor que la de los Reportajes Mezquiriz (del 11 de agosto al 27 de octubre de 1935). La prensa
no explicita el contenido de estos reportajes.
En 1936 Mezquiriz intervino en la realizacin de Begoita. Segn sus
propias palabras era un cortometraje de ficcin interpretado por nios,
hecho en colaboracin con Jos Luis Sertucha. La prensa precisa que era
una pelcula en dos partes impresionada en Bilbao por los nios de la
agrupacin infantil Bat (106). La agrupacin Bat era una compaa de teatro formada por nios que debi tener gran xito por esos aos en Madrid
y Bilbao, y cuya mxima estrella era la genial e incomparable Begoita
Ore (107). La pelcula se proyect dos das en el Trueba y uno en el Gayarre, junto con otras pelculas y la actuacin en vivo de la agrupacin Bat.
Durante la guerra civil Mezquiriz, posicionado en el bando rebelde,
recorri numerosos frentes cmara en mano. Aparte de obtener gran cantidad de material para archivo (primeros desfiles de la victoria de Valencia
y Madrid; exhumacin de los restos de Jos Antonio Primo de Rivera en
Alicante, etc.), realiz el documental Banderas victoriosas en Bilbao. El
importante papel cinematogrfico que Mezquiriz se atribuye durante el
conflicto blico, corroborado al menos a travs de un artculo de Gmez
Tello en la revista falangista Primer Plano (108), no tuvo, curiosamente,
eco alguno en el voluminoso trabajo que Carlos Fernndez Cuenca public
sobre el cine en la guerra civil espaola; no dignndose siquiera a mencionar su nombre (109).
III. LA PRODUCCION
FIGURA 4
Documental realizado por Mingueza para experimentar su sistema de cine en relieve. Al fondo
la desaparecida Plaza de Abastos de Vitoria.
III. LA PRODUCCION
Sinfona vasca tiene fuerza y brillo en sus imgenes, poniendo de manifiesto en la planificacin la impronta del cine sovitico. El director Trotz
Tichahuer era sin duda el alemn Adolf Trotz que con anterioridad haba
dirigido en Espaa varias pelculas (115). An desconociendo la domiciliacin social y actividades de Producciones Hispnicas, se sabe que el productor fue el vizcano Jos Luis Duro, quien exiliado tras la guerra civil continu desarrollando este tipo de actividades en Francia e Italia (116). De confirmarse la participacin en el guin del bilbano Manuel de la Sota (autor
de obras teatrales y de varios guiones cinematogrficos), la hiptesis de la
filiacin nacionalista del film tendra una mayor apoyatura (117). La
msica fue compuesta por el navarro Jess Garca Leoz, siendo interpretada por los coros del Hogar Vasco y la Orquesta Sinfnica de Madrid
(118).
Fotograma de Entierro del benemrito sacerdote J. M. Korta... documental producido por la Seccin de Propaganda del Gobierno de Euzkadi.
132
III. LA PRODUCCION
El Gobierno Vasco tuvo tambin algo que ver en la elaboracin del cortometraje Guernika (escrito con error alfabtico tal como figura en los ttulos de crdito), aunque no se conozca con exactitud cual fue su participacin. Este film fue realizado en 1937 desde una perspectiva abiertamente
nacionalista. Muestra un pas buclico que de pronto se ve envuelto como
vctima en un conflicto blico, centrndose sobre todo en el exilio de los
nios vascos. En l se contienen algunas de las ms bellas y patticas imgenes existentes sobre la guerra civil espaola. No por casualidad los documentalistas recurren a llas cuando trabajan sobre la guerra civil: Morir en
Madrid (Frederic Rosif, 1962), Los hijos de Gernika (Segundo Cazalis,
1968), Euskadi hors dEtat (Arthur Mac Caig, 1983)...
cula con la orden telegrfica de ser enviadas a la casa alemana Agfa para el
revelado y la obtencin de copias, puesto que estas operaciones de laboratorio estaban includas en la compra del material virgen. Una bobina que
contena imgenes filmadas en Guernica dos das despus del bombardeo,
fue sustituda por otra conteniendo vistas de Italia. El material que faltaba
era la prueba irrefutable de que Guernica haba sido arrasada por aviones
extranjeros. En l se vean los efectos del bombardeo sobre la plaza del
mercado: los hoyos creados por las explosiones, caballos hechos trizas por
la metralla, un convento destrudo y cuatro religiosas que contemplaban
con aire de dolor a nuestros soldados que retiraban de los escombros a sus
hermanas; y nuestros soldados, agotados, intentando salvar todava a
alguno entre los restos de la villa mrtir. Por fortuna entre las otras bobinas exista una con imgenes tomadas en Guernica, el mismo da, por el
mismo operador, que se incluyeron tambin en el film (125).
III LA PRODUCCION
mocionada por el P.C.E. - P.S.U.C.) (127). Este ltimo dato puede desmentirse puesto que se conserva un contrato por el que Sobrevilla vende la pelcula a finales de 1937 al Gobierno Vasco, quien se encargar desde esa
fecha de su distribucin (128).
La pelcula se sonoriz en Pars y se realizaron dos versiones una en castellano y otra en francs, titulada esta ltima Au secours des enfants dEuzkadi (Pays Basque). La pelcula, segn cuenta la familia de Sobrevila, fue
exhibida en Pars, Londres, Barcelona y algunos pases latinoamericanos
(129). La Metro Goldwyn Mayer lleg a adquirir los derechos de exhibicin
en Estados Unidos, pero ignoramos si lleg a estrenarse (130).
Sobrevila, segn relata su cuada Enriqueta Guisasola, recibi en Pars
la noticia de la condena a muerte que los tribunales franquistas haban
decretado sobre su persona, por participar en la realizacin del film. La
misma razn, aade, le llev a ser expulsado ms tarde del territorio francs.
Parte de las bobinas de celuloide que sirvieron para realizar Guernika
fueron probablemente las que desaparecieron de la Delegacin del
Gobierno Vasco de Pars tras la ocupacin alemana. El Gobierno Vasco,
segn cuenta el ex-lehendakari Jess Mara de Leizaola, slo pudo conservar unas cuantas pelculas que llegaron a la Delegacin Vasca de Londres
(131).
135
III. LA PRODUCCION
revista Primer Plano, rgano oficioso del Departamento Oficial de Cinematografa, publicaba la siguiente norma de censura: Todas las pelculas
debern estar dialogadas en castellano, prescindindose, en absoluto, de
los dialectos. En todo caso se admitir una pronunciacin dialectal en los
personajes simplemente episdicos (137). Esta prohibicin lingstica fue
aplicada selectivamente sin que afectara a los acentos madrileos y andaluz, elementos inseparables del prolfico gnero de la espaolada.
Comenta Romn Gubern que este hecho no era atribuible a la casualidad
pues el acento madrileo castizo, es una sublimacin populista y demaggica de la capital, corazn del Estado centralista. Tampoco el acento andaluz poda ser reprimido pues era el mismo de la oligarqua agraria y latifundista fiel al franquismo. De este modo la prohibicin afectaba especficamente a Catalua y Pas Vasco, smbolos de la resistencia desde la guerra
civil, y de modo ms accesorio a Galicia (138).
empresarios mejicanos de origen vasco, pero en el ltimo instante el proyecto se vino abajo (140). De llevarse a cabo, es bien probable que el panorama del cine vasco hubiera cambiado sustancialmente.
138
III. LA PRODUCCION
Aficionados al cine en los aos 50. De pie: Juan Ignacio de Blas (1 por
la izq.) y Javier Aguirre (4 por la izq.). En cuclillas: Alfredo Landa (1)
y Rafael Ruiz Balerdi (3).
139
III. LA PRODUCCION
141
pio Juan Ignacio de Blas. Entre estos films pueden destacarse San Sebastin
(1958), documental turstico subvencionado por el Ayuntamiento de San
Sebastin, Jorge, pequeo bombero (1960), cuento infantil parcialmente
fallido y El pastor vasco (1960), documental etnogrfico. Su mayor xito
fue Mingote rodado en parte en San Sebastin (148).
Tambin entre dos aguas Antonio Eceiza y Elas Querejeta fundan en
1961 Laponia Films, contando con la plantilla de jugadores de la Real
Sociedad de Ftbol como socios capitalistas. Realizan as A travs de San
Sebastin (1961), cortometraje documental que en tono de crtica existencial propona un recorrido por la ciudad donostiarra a partir de los cuatro
elementos presocrticos: agua, aire, tierra y fuego. Luis de Pablo compuso
para el film una partitura de msica concreta. Era el primer trabajo cinematogrfico del msico bilbano.
La vinculacin a efectos jurdicos de Laponia Films con la productora
madrilea UNINCI fue la causa de su prematura desaparicin. La intervencin de dicha empresa en la produccin de Viridiana -pelcula de Luis
Buuel cuya exhibicin fue prohibida an cuando haba sido premiada en
Cannes con la Palma de Oro- trajo como consecuencia un decreto oficial
de clausura, que de rebote alcanz a Laponia Films.
III. LA PRODUCCION
pared izquierda del frontn, aunque exista todava una explicacin ulterior, situada en un terreno ms especulativo: por corresponderse con el rectngulo imaginario en el que se inscribe la mirada humana, el scope sera el
formato ms intimista.
Tras Pelotari vino Alquzar (1965), cortometraje rodado en un pequeo
pueblo de las estribaciones del Pirineo de Huesca que intentaba romper con
el documental turstico al uso, atento slo al artificioso brillo de las playas
de moda. Eran los tiempos del boom turstico. Segn cuenta Larruquert
Alquzar, fue un documental que pretendi ser turstico y sali religioso.
III.4.2.2. Ama Lur, piedra angular.
Fue en el transcurso de la filmacin de Pelotari cuando Basterretxea y
Larruquert concibieron la idea de realizar Ama lur (Tierra Madre). Haba
que dar a conocer el pas a sus propios habitantes. Si el aparato franquista
ocultaba o negaba los rasgos bsicos de la identidad vasca, el cine poda ser
un medio de resistencia y de lucha contra la desinformacin y la manipulacin cultural. Tras dos aos de rodaje a lo largo y ancho del pas y despus
de superar incontables problemas de produccin y de censura, la presentacin de Ama Lur en el Festival de Cine de San Sebastin de 1968 revisti
caracteres de autntico acontecimiento.
143
III. LA PRODUCCION
Ama Lur.
Los particulares recelos que la censura mostr para con el film, se vieron sin duda estimulados por el modo en que fue costeado. Con Jos Luis
Echegaray como cabeza financiera, se constituy una sociedad annima
denominada Distribuidora Cinematogrfica Ama Lur, que con una aportacin inicial de 300.000 pesetas y bajo el lema pelcula del pueblo, hecha
por el pueblo, abri una suscripcin popular emitiendo acciones por valor
de 100 pesetas cada una. El nmero de socios fue aproximadamente de
2.200. De este modo se logr acumular un capital prximo a los cinco millones de pesetas, cifra que no se alej mucho del costo real del film (154). Sin
ser conscientes de ello, los miembros de la Distribuidora Ama Lur S.A.
haban seguido los pasos de Jean Renoir en la produccin de La Marsellesa
(1937).
No se vislumbraron sin embargo condiciones para un trabajo cinematogrfico continuado y Frontera Films interrumpi su actividad. La prematura muerte de Jos Luis Echegaray, principal impulsor del film en el
aspecto econmico-administrativo, fue segn cuenta Basterretxea, uno de
los factores que les llev a tomar esta decisin:
Al principio no nos planteamos un cine vasco. Esto surgi al ver que el
pas era capaz de estructurar la economa que hizo posible Ama Lur. Y
entonces se pens que no haba que detenerse ah, sino hacer un fondo eco147
nmico para una serie de posteriores pelculas realizadas por cineastas vascos. Lo que pasa es que los que hacen las cosas son muy pocos. Y una de
estas personas, que era el motor del proyecto, Jos Luis Echegaray, muri.
Al morir l, creo que se apag un poco esa pasin, todas aquellas intenciones; y despus, el rgimen que hemos vivido tampoco ha ayudado en nada
para poder aunar voluntades a este respecto (156).
Qued evidenciado de todos modos que la realizacin de pelculas consistentes era posible en Euskadi aunque fuera a costa de considerables
sudores y escalofros. La carencia de memoria histrica sobre lo realizado
en dcadas anteriores, hizo adems que se considerara a Ama Lur como
punto de partida del cine vasco. Las primeras reflexiones escritas sobre lo
que deba ser cine vasco, parten de este film (157).
III.4.3. Los hijos de Gernika o el imposible cine militante
Si la censura franquista vea con malos ojos cualquier manifestacin
cinematogrfica con atisbos regionalistas, qu no decir del cine militante.
El frreo control del aparato represivo de la Dictadura hizo imposible la
existencia de este tipo de cine en el Pas Vasco. Los hijos de Gernika
(1968), fue la nica excepcin. Este cortometraje (duracin prxima a los
30 minutos), se realiz a impulsos de algunos miembros de Eusko Gaztedi
(rama juvenil del PNV) de Venezuela, entre los que estaban Alberto Elsegui, Jokin Inza y Xabier Leizaola. El productor Jos Agustn Catal, pro-
148
III. LA PRODUCCION
III.4.4. Substandard
III.4.4.1. Gotzon Elorza y la defensa del euskera
Una experiencia singular aunque estticamente muy elemental fue la
llevada a cabo por Gotzon Elorza al realizar a comienzos de la dcada de
los 60 -entre 1960 y 1964 aproximadamente-, cuatro documentales de
cortometraje en euskera vizcano, rodados en 16 mm.
Trabajando como delineante en Pars, Gotzon Elorza tom conciencia
de lo necesario que era el uso de los medios audiovisuales si se quera evitar
la desaparicin del euskera. Los artculos de Le Monde sobre lenguas
minorizadas -segn recuerda el propio Elorza- le hicieron darse cuenta
de ello (158).
Esta motivacin, unida a la tristeza que le produca ver -sigue contando Elorza- la falta de conocimiento que de su propio pas tenan los
emigrantes vasco-franceses, le condujo a poner su granito de arena realizando hacia 1960 Ereagatik Matxitxakora, recorrido semiturstico por la
costa vizcana con la voz en off del propio Elorza.
A continuacin vino Aberria, idlica visin del Pas Vasco rural (canto
a la vida en el casero) que al igual que Sor Lekua (1956) del general Madr
se presentaba como un trayecto que iba desde la infancia a la vejez (159).
Erburua: Gernika se situ a medio camino entre el paseo turstico y la
defensa de los Fueros, y Avignon fue un documental sobre la ciudad occita149
III. LA PRODUCCION
III. LA PRODUCCION
Reunin de cineastas vascos durante el Festival de San Sebastin de 1977. De ella surgira la Asociacin de Cineastas Vascos. Rebolledo, Merikaetxebarria, Sistiaga, Nez, Balerdi. Detrs Isasa y Larrandia.
153
se analizaron sus problemas infraestructurales. Como aportacin ms sustancial habra que sealar, quizs, su incidencia en la sensibilizacin
pblica sobre la necesidad de contar con unos medios audiovisuales propios. La heterogeneidad de sus miembros -los problemas del superochista
eran ciertamente diferentes de los de Elas Querejeta- y la extrema conflictividad poltica, hicieron que la Asociacin dejara de funcionar en 1978.
Pese a toda esta relativa ebullicin, las notas definitorias del cine vasco
de este periodo, con una produccin ceida fundamentalmente al cortometraje, seguirn siendo el voluntarismo, la autofinanciacin, la carencia
de infraestructura y la ausencia de planteamientos industriales que posibilitaran un trabajo continuado. El patrocinio de algunas instituciones financieras y culturales tambin dar origen a unos cuantos films, an cuando
stos, en general, no se vern sometidos a la prueba de fuego de la exhibicin comercial.
III.5.1. Flor de un da
III.5.1.1. Ikastor films
Poco despus del estreno de Ama Lur se crea en San Sebastin la firma
Ikastor Films, formada por los jvenes aficionados Jess Almendros, Jos
Luis Arza y Ramn Saldas. Con anterioridad haban realizado algunos
cortometrajes en 8 mm (165), e incluso, en 1965, llegaron a presentar a la
Diputacin de Guipzcoa -con la colaboracin de Eugenio del Ro y del
154
III. LA PRODUCCION
155
156
III. LA PRODUCCION
ere erera baleibu icik subua aruaren.. tuvo su punto de partida en un cortometraje figurativo que con el mismo ttulo fue presentado por Sistiaga en el Certamen Internacional de
Bilbao en 1968.
157
Las dimensiones de esta obra -35 mm, proyeccin en scope, 75 minutos de duracin- ofrecen al espectador la posibilidad de sumergirse en un
universo exclusivamente visual (aunque si el film es mudo es por la deliberada intencin de subrayar lo musical en las mismas imgenes) al encuentro
entre lo plstico-esttico y lo dinmico, por la espontnea inventiva del
autor en confrontacin con sus materiales.
158
III. LA PRODUCCION
III. LA PRODUCCION
III.5.2.2. Emergencia P. C.
En 1970, despus de haber realizado en Vitoria varios films en super-8,
Iigo Silva funda en Pamplona la modesta productora de cortometrajes
Emergencia P.C. Con este sello Silva filma en 16 mm los documentales
Tab (1970) y Sanfermines (1971).
Pero hasta finales de la dcada Emergencia no consigue alcanzar un
cierto ritmo y solidez en la produccin de cortos. En 1978 produce E l
poblado de Santa Luca de Mariano Royo, Irrintzi de Mirentxu Loyarte y
Teatro en la calle de Tote Trenas. En 1979: El azote de las carnes de Juan
Mion y Barregarriaren dantza de Montxo Armendriz. En 1980: Oinkudak
denboran I de Imanol Mndez, Ikusmena de Montxo Armendriz y
Orreaga de Iigo Silva y Ernesto Santolaya.
De estos cortos destaca con fuerza propia Irrintzi. Partiendo de la obra
teatral que con el mismo ttulo escribi y puso en escena Luis Iturri, Mirentxu Loyarte levant un bello quejo contra la represin que sufra el Pas
161
III. LA PRODUCCION
III. LA PRODUCCION
III. LA PRODUCCION
conscientes de la imposibilidad de competir, en base a criterios de actualidad, con la prensa y la televisin, y nos inclinamos por unos cortos monogrficos que tuvieran, hasta cierto punto, una permanente actualidad. No
se trataba de hacer un cine documental sobre el romnico del Baztn o las
minas abandonadas de las Encartaciones. Queramos encarar una realidad circundante, viva y tratarla a fondo (...) Nuestra meta no es incidir
desde perspectivas de militancia poltica, sino aportar nuestro trabajo cinematogrfico en la tarea de rescate de la identidad nacional (...).
El segundo objetivo era sentar las bases de una posible infraestructura
del futuro cine vasco. Hasta ahora han habido pelculas vascas, pero no
estaban enmarcadas en un plan amplio; en un intento colectivo. A partir de
nuestro trabajo lo que queremos es propiciar el aprendizaje de una serie de
gente que ser la que haga pelculas dentro de un tiempo y alcanzar una
doble diana, evitando fugas de cerebros -los que tenan que aprender cine
iban a Madrid o donde fuese, y volvan, si lo hacan, cineastas, pero difcilmente cineastas vascos-, y dejando la puerta abierta para el regreso de
todos los que por motivos profesionales tuvieron que dejar el pas.
Como objetivo residual, pero no intrascendente, est la aportacin
documenta1 que los Ikuska puedan significar para la memoria colectiva de
Euskadi (...) (175).
Rodaje del Ikuska n 5. Tras la cmara Xabier Aguirresarobe. En segundo plano Koldo Izaguirre y Antxon Eceiza (primero y ltimo por la izq. respectivamente).
167
168
III. LA PRODUCCION
- Ikuska 6 (La situacin del euskera en Navarra). Director: Juan Bautista Berasategui. 1980.
- Ikuska 7 (Entrevista homenaje a Jos Miguel Barandiarn). Colectivo. 1980.
- Ikuska 8 (La emigracin del campo a la ciudad en Alava). Director:
Koldo Larraaga. 1980.
- Ikuska 9 (Pintores y escultores vascos). Director: Jos Julin Baquedano. 1980. (176).
En 1980 Bertan Filmeak produjo tambin tres cortometrajes sobre
temas deportivos financiados por el jugador de ftbol Jos Antonio Iribar:
Euskara eta futbola, Euskura eta mendia, Euskura eta arrauna. La direccin
de estos cortos corri a cargo de Koldo Izaguirre y Antxn Eceiza.
III.5.3. A salto de mata.
Fuera de los intentos de produccin continuada reseados, las pelculas
que se realizan con medios profesionales o semiprofesionales son fruto de
esfuerzos aislados y espordicos. Junto a un apreciable nmero de cortometrajes surgieron algunos films de ms de 60 minutos de duracin. De
estos largometrajes rodados en 16 35 mm damos noticia a continuacin.
169
III.5.3.1. Largometrajes.
Rescatando del olvido la marca Frontera Films, el msico y fotgrafo
iruns Jos Mara Zabala realiza Axut (1976). Frailes, brujas, ejecutivos,
militares, torturadores y violonchelistas fueron algunos de los personajes
que se dieron cita en esta sugestiva y carnavalesca farsa surrealista que aluda con bastante nitidez a determinados aspectos de la realidad vasca. Tras
superar las trabas puestas por la administracin para la concesin del permiso de exhibicin, la pelcula result un rotundo fracaso comercial, proyectndose durante muy pocos das en San Sebastin y Pamplona.
Despus de realizar algunos trabajos para la televisin francesa, Pedro
Sota dirige y autofinancia Nortasuna (1978), documental rodado en 16 mm
sobre la obra de Remigio Mendiburu que es en parte una reflexin sobre las
relaciones arte-naturaleza. Por momentos la cmara no se limita a describir
sino que pasa a interpretar subjetivamene la obra del escultor.
Jon Zabaleta reflej en este dibujo el clima de ilusin que envolvi al cine vasco (Egin, 17 septiembre 197X).
III. LA PRODUCCION
172
III. LA PRODUCCION
forma sucinta ya que slo sobre San Sebastin cabra hacer otro gran documental. Como remate de la pelcula va el testimonio del momento de izarse
la IKURRIA por primera vez en la plaza de la Constitucin, despus de
haber estado prohibida durante tantos aos, y unos planos finales (177).
Como asesores tomaron parte en Gipuzkoa destacados historiadores y
etnlogos locales. Julio Caro Baroja fue el autor del guin literario. Pese al
espritu cientfico y a la confesada voluntad didctica, la pelcula no careci
de efusiones lricas de clara estirpe barojiana. Po Caro fue elocuente en
este sentido: A veces la imagen me poda, me emocionaba y me dej llevar
por esa emocin (178).
Quede claro de todos modos que el cine etnogrfico de Po Caro no responde a meras motivaciones nostlgicas: Estamos viviendo la transformacin de una sociedad agrcola en una industrial. Es la muerte de una sociedad y hay que recuperar lo poco que tenemos a mano de nuestra historia
(179). En Gipuzkoa ese concepto de recuperacin de elementos positivos del pasado, le llev incluso a la reconstruccin de costumbres y tcnicas
desaparecidas.
Al igual que Balanzatxoa, Gipuzkoa slo fue exhibida en las delegaciones de la Caja y en semanas y actos culturales. No fue este el caso de El Proceso de Burgos (1979) largometraje documental de Imanol Uribe que tras
una accidentada carrera comercial se convirti en el primer film autnticamente rentable del cine vasco.
Despus de pasar por la Escuela Oficial de Cinematografa, Imanol
Uribe realiz los cortometrajes Off (1976) y Ez, (1977), producidos ambos
desde Madrid. Con Ez incisivo alegato contra la central nuclear de Lemniz, Uribe se dio a conocer en Euskadi; pero su afirmacin como cineasta
vasco no llegara hasta El Proceso de Burgos.
El Proceso de Burgos surgi como coproduccin entre Irrintzi Zinema
-productora constituda en Pamplona, por Iigo Silva- y la empresa
madrilea Cobra Films. Aadiendo algunos materiales de archivo a las
entrevistas realizadas a los encartados -acusados y abogados defensoresen el histrico Consejo de Guerra del ao 70, Uribe elabor un documento
indispensable para conocer la realidad del fenmeno ETA en aquellos
aos, y ms particularmente el desarrollo y antecedentes -no tanto los
consecuentes- de aquel trascendente acontecimiento poltico. La falta de
control sobre algunos elementos significantes, como el relativo a la contextualizacin histrica de los hechos, hizo que la pelcula adquiriera un sesgo
poltico no deseado por Uribe (180). De cualquier modo el inters humano,
histrico y poltico de este film es indiscutible.
El film lleg en un momento de fuerte convulsin poltica y la Administracin UCD ejerci presiones para que El Proceso de Burgos no fuera
exhibido en el Festival Internacional de Cine de San Sebastin. Tras fracasar en este intento de torpedeo, se pusieron trabas para la concesin de la
licencia de exhibicin y finalmente recurrieron a subterfugios legalistas
173
III. LA PRODUCCION
no. Creemos que Pamplona es uno de los sitios que con ms fuerza se vive
la fiesta como ruptura total de la cotidianidad y esa realidad hemos querido
reflejarla en el documental sin que para ello haya existido previamente un
guin. Se han filmado los actos oficiales, se ha entrevistado tambin a personas significantes como Mario Gaviria o Julio Caro Baroja, pero se ha tratado sobre todo de seguir los pasos y pulsar la opinin de la gente que en
esos ocho das vive la fiesa a tope (181).
175
Al igual que Cuarzo, la Cooperativa Lankor, formada en 1977 por Fernando Larruquert, Javier Aguirresarobe y Jos Angel Rebolledo no tuvo
mayor continuidad. Su nico largometraje fue Euskal Herri-Musika
(1980), pelcula promovida y financiada por el Banco de Vizcaya, pensada
como primera entrega de un proyecto -no realizado- de seis documentales sobre la cultura vasca. Bajo la direccin de Fernando Larruquert Euskal
Herri-Musika se convirti en un verdadero tratado sobre la msica popular
tradicional. Como en Ama Lur la preocupacin de vincular el lenguaje
cinematogrfico a la literatura popular estuvo presente. Segn expres
Larruquert: Hay una bsqueda profunda de lenguaje propio, mediante las
kopla zaharrak, construcciones euskricas y contnuas referencias, muy
pequeas y humildes. Se podra decir que no hay en toda la pelcula una
sola secuencia que no tenga su explicacin y su razn de ser (182).
La opinin de Jorge Oteiza sobre el film fue elocuentemente positiva.
Su transcripcin vale la pena:
Euskal Herri-Musika es una magistral realizacin cinematogrfica
que nos acerca, nos explica, nuestra naturaleza, nuestro entorno natural
como partitura de inspiracin visual para nuestras canciones, en integra176
III. LA PRODUCCION
cin esttica con nuestra vida, nuestros oficios, nuestros juegos, nuestros
sentimientos y tradiciones.
Un poema religioso, totmico, de imgenes en sabio pacto circulatorio
de melodas y silencios. Como cine, la propia estructura narrativa se comporta como cancin, imgenes, luz, movimiento, la cmara canta en euskera, no hay centros, no hay acentos, todos lo son, y todo se descentra, todo
como un ro, cambia de velocidad y se inmoviliza y silencia, flotante la imagen, la luz movediza, nuestra luz cncava, otoal, receptiva, se enciende y
se oscurece (...) (183).
Sin embargo el estreno ms esperado del ao 1980 fue Sabino Arana de
Pedro Sota. Alternando secuencias de ficcin y documentos fotogrficos y
cinematogrficos, Sota -con la colaboracin de Jos Julin Bakedano en
el guin -ensay una aproximacin histrico-potica a la figura del fundador del nacionalismo vasco, que estuvo bien lejos de cuajar. Haba en el
film una bienintencionada voluntad de apartarse de los trillados caminos
del cine de consumo, pero las limitaciones -en gran parte de origen econmico- fueron excesivas. La condicin amateur de los actores fue acaso su
mayor lastre. Se echaban en falta, por otra parte, los matices y las contradicciones que en la realidad ofreci el personaje biografiado.
Tampoco Luis Corts estuvo a la altura de las circunstancias con Ni se
lo llev el viento ni puetera falta que haca (1980). Esta vulgar e intrascendente astracanada termin por decepcionar hasta a los que recordaban la
aparente calidad formal de Marian.
177
II.5.3.2. Cortometrajes.
La produccin del cortometraje en Euskadi se enfrentar adems de a
las carencias propias de infraestructura profesional y tecnolgica, a la prctica imposibilidad de amortizacin en un mercado estatal viciado como consecuencia de la obligatoria exhibicin durante 35 aos del NO-DO o noticiario oficial. Aunque esta obligatoriedad desapareciera en 1976 y se pusieran en marcha nuevas normativas de proteccin, la situacin apenas experiment cambio alguno.
Como ya se dijo ms arriba los nicos intentos de produccin continuada de cortometrajes fueron protagonizados por Araba Films, Emergencia, Lan Zinema, Bertan Filmeak y Ornis Films. Existirn sin embargo
otras experiencias -an ms aisladas y marginales- que merecen ser reseadas.
Diplomado en la Escuela Oficial de Cinematografa de Madrid, J.A.
Rebolledo trabaj como ayudante de direccin en varios largometrajes y
178
III. LA PRODUCCION
179
continuacin vendra el nmero 3 de la serie Ikuska (1979) sobre el desaguisado urbanstico de Bilbao y Bizkaiko Lege Zarra (1980), documental
sobre los fueros vizcanos financiado por el Banco de Vizcaya.
Trabajando siempre en 16 mm Aurelio Garrote y Juan Bernardo
Heinink realizaron varios cortos de cierta entidad. Teniendo como referencia el problema de la legalizacin de la ikurria, Heinink dirige Ikurriaz
filmea (1977). El mismo ao Garrote realiza Mamutxen jokoa, fotomontaje
que pretenda desenmascarar la ideologa represiva del orden establecido.
En 1978 realizan conjuntamente Udazkena Busturialdean?, documental
ecologista que denunciaba el peligro de devastacin de la ra de Guernica.
Francisco Avizanda, autor de algunos notables films en super-8 a los
que se hace referencia en el siguiente apartado, tambin realiz algunas
experiencias con medios profesionales. Destacan especialmente Las hojas
secas (1979) y Programa nocturno (1980), cortometrajes de ficcin con
transfondo poltico, rodados en 35 mm.
Ttulos aislados merecedores igualmente de una consideracin fueron
los siguientes films: Mensaje a Margarita (1978) de Jos Mara Zabala,
Ekialdeko izarra (1978) de Juan Bautista Berasategui, Agur, agur (1978) de
Ass Uribarri, Antxoetan (1979) de Mikel Aldalur y Rads (1980) de Ricardo
L. Arroyabe.
III.5.5. Superochistas en accin
El movimiento del cine en super-8 comienza a tomar cuerpo en los aos
sesenta, para afianzarse en la dcada siguiente. Parece de todos modos atendiendo a la fragmentaria informacin disponible- que pocos realizadores consiguen realizar un trabajo continuado y de cierta calidad.
En Guipzcoa el super-8 fue impulsado por los certmenes de Rentera,
Irn, San Sebastin y Cestona. En una lnea experimental destacan algunos
trabajos de Juan Jos Franco, Kepa Portugal y Mikel Insausti (186). Dentro de una ficcin ms clsica se sitan las pelculas de Felipe Gurruchaga, Juan Mara Camino y Mara Teresa Porqu. En el documental hay que
mencionar a Mara Jess Fonbellida, quien, sin mayores pretensiones, ha
podido filmar, desde 1976, un buen nmero de cortos sobre artesanas en
extincin. Tambin son de resaltar los films sobre la naturaleza de Miguel
Angel Quintana, Martn Garca y Angel Lerma.
Como intento asociativo destaca el llevado a cabo en el Cine Club de
Azpeitia. Utilizando el supervit de taquilla, el Cine Club coste desde
1978 diverso material para la realizacin de cortometrajes. Agustn y Javier
Arenas tuvieron as oportunidad de dar a conocer su vena humorstica.
Pero es sin duda Juan Miguel Gutirrez -autor del ya mencionado largometraje Balunzutxoa- quien ha conseguido materializar una ms prolongada, personal y coherente filmografa. Puestos a resaltar alguna de sus
180
III. LA PRODUCCION
III. LA PRODUCCION
cisco Avizanda hace un buen uso del super-8 filmando las movilizaciones
populares y las acciones represivas que tuvieron lugar en Pamplona en
etapa postfranquista. Adems de los cortometrajes Irua, 13 de mayo de
1977 (1977) y Semana pro-amnistia (1977), realiz en colaboracin con
Patxi Chocarro el largometraje Resumen de noticias (1978) (188). Como
especialista en cine de montaa hay que citar el nombre de Javier
Garreta y dentro del cine de ficcin el de Luis Corts con sus largometrajes
Un tal Luis Costa (1973) y Clown (1976).
En Tudela, Sixto Yragui y Alfonso Verdoy animan al panorama cinematogrfico local organizando en 1978 la Muestra de Cine Amateur. Agrupando a ms de veinte aficionados consiguen realizar varios films. Descuella entre ellos el largometraje de ficcin Monlogos (1980), dirigido por
Sixto Yragui.
En el Pas Vasco-francs poca cosa a resear fuera de algunos documentales de Michel Lapeyre o de Pierre Bestiou, miembro este ltimo de la
Asociacin de Cineastas Vascos. La actividad audiovisual ms importante
llevada a cabo en Iparralde fue sin duda la realizada por Maite Barnetche
para la televisin; pero de esto se hablar en el captulo VIII.
La fuga de Segovia fue producida por Frontera Films y era una adaptacin de Operacin Poncho, relato de Angel Amigo sobre la organizacin y
desarrollo de la fuga de presos polticos -de ETA en su mayora- de la
184
III. LA PRODUCCION
Antonio Resines. Victoria Bilbao y Enrique San Francisco en Siete Calles de Juan Ortuoste y Javier Rebollo.
185
III. LA PRODUCCION
Pese a los escasos medios materiales con que pudo contarse, en relacin
con las grandes producciones del cine de montaa, el resultado fue satisfactorio convirtindose en la pelcula vasca ms notable del gnero (189). Las
dos expediciones que se recogen en Agur Everest se rodaron con equipos
bien diferenciados. Si la primera fue filmada en 35 mm por Larruquert y
Angel Lerma, la segunda -ms pobre cinematogrficamente- fue una filmacin realizada en 16 mm por Lorente, Martn Zabaleta y otros miembros
de la expedicin de 1980.
Siguiendo la frmula utilizada en La fuga de Segovia (introduccin de
actores y tcnicos vascos garantizando un nivel de profesionalidad), Frontera Films present en 1983 La conquista de Albania. Con este film de elevado costo, dirigido por el madrileo Alfonso Ungra, comenzara a regir
el ya mencionado convenio proteccionista negociado entre los productores
vascos y la Consejera de Cultura del Gobierno Vasco.
Chema Muoz. Klara Badiola y Xabier Elorriaga en La conquista de Albania de Alfonso Ungria
La conquista de Albania parti de un guin escrito por Arantxa UrretaVizcaya en colaboracin con Angel Amigo y Alfonso Ungra que evocaba
un olvidado y mtico captulo de la historia vasca: la invasin y conquista de
Albania por un pequeo ejrcito navarro en el siglo XIV. Como en Agur
Everest, se soslayaron las posibilidades epopyicas del tema y el film se con187
La pelcula no fue estrenada comercialmente, confirmndose los temores de Mac Caig al presentarla en el Festival Internacional de Cine de San
Sebastin en 1983: Creo que la gente de aqu funciona mucho atendiendo
a sus propias simpatas polticas y, en la medida en que mi pelcula no se
identifica con ninguna de las fuerzas polticas existentes, creo que no va a
gustara nadie (191).
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III. LA PRODUCCION
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III. LA PRODUCCION
En este su primer largometraje, Armendriz se mostr como un realizador de extraordinario tacto. Inspirndose en la biografa real de un habitante de la Sierra de Urbasa que luch por mantener su nada convencional
modo de vida como cazador furtivo y carbonero artesanal, elabor un canto
a la libertad humana que sin duda por su sencillez, lirismo y autenticidad,
cal hondo en los espectadores. Para muchos Tasio es lo mejor que hasta el
momento ha dado de s el cine vasco.
Con Erreporteroak, pelcula de proporciones artsticas y presupuestarias mucho ms modestas, mayoritariamente rodada en euskera, se cierra
la relacin de largometrajes presentados en 1984. Planteada como confrontacin dialctica entre dos jvenes reporteros de televisin que viven los
sucesos ocurridos durante 1980 y 1981 (muertes de Ryan y Arregui, e
intento de golpe de Estado), la pelcula tiene un notable inters informativo. El rigor con que se plantean algunos aspectos de la lucha poltica y de
la vida cotidiana en Euskadi, sirvi para aliviar un tanto el amateurismo de
la realizacin y de la interpretacin.
III.6.2. Cortometrajes.
El descenso en la produccin de cortometrajes que se deja notar a
comienzos de la dcada resulta difcilmente explicable puesto que si bien
las condiciones de distribucin y exhibicin seguirn siendo tan penosas
191
como antes, era de esperar que las subvenciones del Gobierno Vasco contribuyeran a aumentar el nmero de pelculas. La reactivacin no se apreciar hasta 1985.
Con un ritmo de produccin an ms bajo que en los aos iniciales Bertan Filmeak sigui adelante con la serie Ikuska. A partir del n 10 el apoyo
econmico de la Fundacin Orbegozo fue sustituido por el de la empresa
Cegasa, prolongndose el de Caja Laboral Popular hasta el n 15. Con la
ayuda del Gobierno Vasco pudo llegarse en 1984 al Ikuska 20, con el que se
dio por concluda la serie. Sealamos a continuacin los Ikuska producidos
entre 1981 y 1984:
- Ikuska 10 (El mundo rural frente al mundo urbano). Director: Iaki
Eizmendi. 1981.
- Ikuska 11 (La Ribera de Navarra). Director: Montxo Armendriz.
1981.
- Ikuska 12 (La mujer). Directora: Mirentxu Loyarte. 1981.
- Ikuska 13 (La nueva cancin vasca) Director: Imanol Uribe. 1982.
- Ikuska 24 (El pastoreo en Euskadi Norte). Director Antxn Eceiza.
1982.
- Ikuska 15 (Los problemas del aprendizaje del euskera). Director:
Juan Miguel Gutirrez. 1982.
- Ikuska 16 (San Juan de Luz, puerto pesquero). Director: Antxn
Eceiza, 1983.
- Ikuska 17 (La gesta de los bous vascos en la guerra civil) Director:
Pedro Sota. 1983.
- Ikuska 18 (La tcnica del bertsolari) Director: Antxn Eceiza. 1984.
- Ikuska 19 (El euskera vehculo de cultura). Director: Pedro Sota.
1984.
- Ikuska 20 (Historia de la serie Ikuska). Director: Antxn Eceiza.
1984.
En trminos generales puede decirse que la serie Ikuska adems de
aproximarse con rigor analtico a diversos problemas sociales y culturales
de Euskadi, posibilit a unos cuantos aficionados la toma de contacto con
las exigencias del formato profesional.
En 1981 Emergencia P.C. se transforma en Ikusager Bideo Zinema
establecindose en Vitoria. Ikusager se dedicar primordialmente a la produccin de video cultural, industrial y publicitario, sin abandonar del todo
el cortometraje: Amantis (1982) de Marta Batlle, Oinkadak denboran II
(1982) de Iigo Silva y Kubo batentzako maskaraak (1984) de Gerardo
Armesto.
Si Araba Films apenas da seales de vida -Solo (1983) de Iaki Nez
fue su nico cortometraje en este periodo-, Lan Zinema ralentiza su pro192
III. LA PRODUCCION
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el acontecimiento tuvo carcter explosivo y hubo quien crey que las piedras venerables iban
a resquebrajarse (J.M. Garca Escudero, Cine espaol, Ed. Rialp, Madrid, 1962, p. 194).
(17) Urbeltz publicar en breve un artculo sobre el tema.
(18) F. Vizcano Casas, Diccionario del cine espaol (1896-1968), Ed. Nacional, Madrid,
1970. J. Antonio Cabero, Historia de la cinematografa espaola Grficas Cinema, Madrid,
1948, pp. 206, 218.
(19) A. Lpez Echevarrieta, Cine vasco: realidad o ficcin?, Mensajero, Bilbao, 1982, p.
51 y S S.
(20) Ibidem.
(21) Ibidem y T. Gil del Espinar, Bilbao cinematogrfico, La Gaceta del Norte, 12 de
enero de 1924.
(22) La pelcula constaba segn la prensa de cuatro partes (El Pueblo Vasco, Bilbao,
5 de enero de 1924), y cada. parte vena a durar unos diez minutos.
(23) La Voz de Guipzcoa, 30 de julio de 1922.
(24) A. Lpez Echevarrieta, op. cit., p. 59.
(25) El 16 de enero en el Gayarre y el 12 de agosto en el Olimpia.
(26) T. Gil del Espinar, Bilbao cinematogrfico, La Gaceta del Norte, 12 de enero de
1924.
(27) A. Lpez Echevarrieta, op. cit., p. 64.
(28) Ibidem.
(29) En realidad se llamaba Telesforo Gil Garca. Haba nacido en Espinar (Segovia) en
1896. En 1911 gana unas oposiciones al cuerpo de Correos siendo destinado sucesivamente a
San Sebastin, Zumrraga, Vergara y finalmente en 1919 a Bilbao, donde reside veinte aos seguidos (A. Lpez Echevarrieta, As naci el cine vasco, La Hoja de Lunes, Bilbao, 17 de julio
de 1978). Muri en Madrid en 1977.
(30) En escritura privada firmada el 15 de febrero de 1924 Telesforo y Aureliano Gonzlez
figuran como director artstico y operador fotgrafo respectivamente. En documentos posteriores A. Gonzlez aparece como director gerente y sus hijos Flix y Nieves como operadores.
(31) El Pueblo Vasco, Bilbao, 30 de marzo y 23 de abril de 1924; La Gaceta del Norte,
11 de mayo de 1924. Estos y otros reportajes se dieron al ao siguiente como Actualidades Hispania acompaando a su largometraje Edurne, modista bilbana.
(32) F. Torquemada, Cmo se hizo lapelcula Edurne?. Bilbao, abril de 1925. Texto parcialmente publicado en A. Lpez Echevarrieta, op. cit., p. 65 y SS. Se reproduce ntegramente
en Apndice 1.
(33) Archivo Diputacin de Vizcaya, Seccin Cultura, 1924, Expediente 3.
(34) Desde otra perspectiva Dziga Vertov teorizaba sobre la filmacin de las gentes con
cmara escondida a finales de 1923 y comienzos de 1924, realizando con este procedimiento la
serie La vida de imprevisto en 1924 (Dziga Vertov, El cine ojo, Ed. Fundamentos, Madrid
1973).
(35) Algunos datos sobre la pelcula vasca Edurne La Gran Enciclopedia Vasca, Bilbao, 1974, Vol, I, p. 462. El ttulo original de este texto annimo es Algunos datos de la pelcula vasca Edurne hecha por aficionados y seguramente fue escrito por F. Torquemada y supervisado por T. Gil del Espinar.
(36) En el programa de mano del Teatro Circo de Vitoria se indicaba la msica a interpretar por el cuarteto dirigido por E. Aramburu: Basconia, de Pea y Goi; Astu kontuak, de Goizueta; Pilu-Arag (zortzikos), de Juan Aramburu; Artzai gastearen oiuak del P. Donostia; Nobleza obliga (rapsodia vasco-navarra), de Broca y Celedn de M. San Miguel.
(37) Programa de mano del Teatro Principal, das 3 y 4 de abril de 1925.
(38) Carta de T. Gil dirigida a Pascual Cebollada publicada en La Gran Enciclopedia Vasca, Bilbao, 1974, Vol. I, p.462.
(39) F. Mndez-Leite, op. cit., p. 216; Juan Antonio Cabero, Historia de la cinematografa
espaola (1896-1949), Madrid, 1949.
(40) F. Mndez-Leite, op. cit. p. 216.
(41) Romn Gubern considera que el melodrama con final feliz debera ser calificado en
rigor de comedia melodramtica (Mensajes icnicos en la cultura de masas, Ed. Lumen, Barcelona 1974, p. 286).
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III. LA PRODUCCION
(42) Jos Mara Salaverra, Espaa en el cine, El Pueblo Vasco, Bilbao, 29 de enero de
1924.
(43) Programas de mano.
(44) Algunos datos sobre la pelcula vasca Edurne, La Gran Enciclopedia Vasca, Bilbao, Vol. I, p. 466.
(45) Segn Torquemada (op. cit.), Telesforo Gil del Espinar estaba convencido de que
una industria cinematogrfica instalada en el Pas Vasco sera muy beneficiosa para el comercio
y la industria de la regin, mxime si las pelculas se editaban siempre con la vista puesta en el
arte.
(46) Algunos datos .... op. cit., p. 466.
(47) A. Lpez Echevarrieta, op. cit., Vol. I. pp. 139 y 142.
(48) F. Mndez-Leite, op. cit., Vol. I., pp. 330 y 241.
(49) Euzkadi, 24 de septiembre de 1926.
(50) El Pueblo Vasco, Bilbao, 8 de marzo de 1924.
(51) F. Mndez-Leite en su Historia del cine espaol (op. cit., Vol. I. p. 202) atribuye el
film a un tal J. Echevarra. Se trata sin duda de un error puesto que seala que este Echevarra
era relojero de profesin y realizador de Un drama en Bilbao, cuando se sabe positivamente que
su autor fue A. Olavarra. Lpez Echevarrieta por su parte no duda en afirmar que fue Olavarra el autor de Martinchu Perrugorra.. (op. cit. p. 64)
(52) El Liberal, 27 de enero y 19 de febrero de 1925. La Gaceta del Norte, 27 de
enero de 1925.
(53) F. Mndez-Leite, 45 aos de cinema espaol, Ed. Bailly-Bailliere, Madrid, 1941, p.
45.
(54) El Pueblo Vasco, San Sebastin, 19 de marzo de 1924. En La Voz de Guipzcoa
(16 de marzo de 1924) se indicaba que varias distinguidas damas de San Sebastin abran una
suscripcin encaminada a la adquisicin de una copia de la pelcula para luego envirsela a la
reina en un lujoso estuche. Pedan para ello la colaboracin de todas las seoras de la ciudad.
En los archivos de NO-DO se conserva un documental de este acto que probablemente es la
mencionada copia.
(55) La Voz de Guipzcoa, 22 de octubre de 1924.
(56) La Voz de Guipzcoa, 20 y 27 de junio de 1925. De La becerrada de Euskal Billera
se conserva una copia.
(57) Gua oficial de San Sebastin y de la provincia de Guipzcoa (1925-1926), Ed. Sindicato de Iniciativa y Propaganda, San Sebastin.
(58) La Voz de Guipzcoa, 22 de octubre de 1924. Jos Mara Martiarena naci en
Zumaya en 1897 y muri en 1930. Miguel Coll, septuagenario fotgrafo donostiarra, recuerda
haber visto proyecciones de cine en el escaparate del establecimiento de Martiarena situado en
la calle Hernani, n 6.
(59) La Voz de Guipzcoa, 27 de agosto de 1924. Segn El Pueblo Vasco de Bilbao
(11 de abril de 1925), Rino Lupo tras formar un grupo de artistas en Zaragoza realiz con
una empresa italiana un film de tema aragons. En el mismo peridico (2 de enero de 1926),
Rino Lupo publica un artculo sobre los problemas del cine en Espaa.
(60) La Voz de Guipzcoa, 24 de marzo y 5 de abril de 1925.
(61) Nemesio Etxaniz, Zorioneko kaskarrekoa, Eusko Gogoa, 1956, Bayona.
(62) La Gaceta del Norte, 8 de marzo de 1925.
(63) La Voz de Guipzcoa, 11, 12, y 13 de julio de 1928. En fechas algo ms avanzadas,
dos empleados de la empresa Miramar, Jos Miguel Zubillaga y Salvador Llorente, trabajaron
eventualmente como operadores para Noticiario Fox, casa que tena en Barcelona su centro
de operaciones en Espaa. En uno de esos noticiarios se incluyeron imgenes de una exhibicin del aizkolari Keixeta en Deva. (Datos obtenidos de una entrevista con Jos Miguel Zubillaga).
(64) Mauro y Vctor Azcona nacieron en Fitero (Navarra) en 1903 y 1907 respectivamente. Hijos de un fotgrafo de Haro (Logroo) llegaron a Bilbao a los pocos aos de nacer.
Mauro se interes por la telegrafa pero no lleg a terminar los estudios; tambin pas por la
Escuela de Artes y Oficios, sintindose atrado -al igual que Vctor y Enrique, el tercer hermane por la pintura. La informacin precedente y la que sigue a continuacin ha sido obte-
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nida bsicamente, en conversin con Vctor Azcona (11 de octubre de 1983 y 2 de marzo de
1984).
(65) Tanto Vctor como Mauro eran esperantistas.
(66) Esta pelcula se exhibi en Bilbao el 20 de julio de 1927 Euzkadi, 16 de julio de
1927).
(67) F. Mndez-Leite, Historia del cine espaol, Vol. I., p. 551, Rialp, Madrid, 1965.
(68) El jesuita Pierre Lhande (Bayona, 1877.Tardets, 1957), tiene en su haber una amplia
bibliografa de libros y artculo sobre temas vascos. La novela Mirentxu fue publicada originalmente en francs en 1914 y traducida al castellano en 1917.
(69) Boletn de la Sociedad de Estudios Vascos, 1924, n 23, p. 26.
(70) Enciclopedia General Ilustrada del Pas Vasco, Diccionario Enciclopdico, Ed.
Auamendi, San Sebastin, 1974. La escritora Stella Sylvia intent sin conseguirlo, llevar al
cine la novela de Pierre Lhande en 1927. Con esta finalidad mantuvo contactos con Toribio
Alzaga, director de la Escuela de la Lengua y Declamacin Eskaras (Actas de la Lengua y
Declamacin Eskaras, T. II, pp. 209-216).
(71) A. Lpez Echevarrieta, El cine en Vizcaya, Temas Vizcanos, Caja de Ahorros de
Vizcaya, n 35, p. 40, Bilbao 1977. El diferente tamao de los textos se corresponde con los
programas de mano.
(72) A. Lpez Echevarrieta, op. cit., p. 40.
(73) La Voz de Espaa, 10 de febrero de 1980.
(74) El Liberal, 25 de enero de 1929.
(75) El Pueblo Vasco, 25 de enero de 1929.
(76) F. Mndez-Leite, op. cit. p. 533.
(77) A. Lpez Echevarrieta, Cine vasco: realidad o ficcin?, Mensajero, Bilbao, pp.
152-156. Lpez Echevarrieta aporta copiosa aunque poco precisa informacin sobre la agitada
biografa de Mauro Azcona en esta poca. Este autor atribuye el corto La novia de Juan
Simn, primer film sonoro de dibujos animados realizado en Espaa, a Mauro Azcona. El
investigador Manuel Rotellar sin embargo, en su filmografa sobre el cine animado espaol
(Dibujo animado espaol, Festival Internacional de Cine de San Sebastin, 1981, p.68) seala
como autores a Menda y J. Martnez Romano. Quizs Mauro Azcona solap, con el seudnimo Menda, su participacin en este film realizado en Madrid en 1933. Durante la guerra
civil Mauro Azcona realiz, segn Lpez Echevarrieta, los siguientes films: El manejo de la
ametralladora, Frente a Frente, Madrid vive la guerra, Cuando Lster lleg; La Cruz Roja espaola, Entierro del Dr. Pichardo, embajador de Cuba en Madrid (trozos para archivo); La cosecha, Aragn, Toma de Teruel, Novena Brigada en la Undcima Divisin. Tras la guerra civil
pudo permanecer en Espaa por ignorarse su actividad a lo largo de ella, pero se le impidi
trabajar en la industria cinematogrfica madrilea. En 1951 se traslad a Montevideo donde
present una exposicin de paisajes postimpresionistas, para despus instalarse en Mosc
donde trabaj en los Estudios Mosfilm. En Cuba permaneci algn tiempo realizando experiencias de pantalla transparente (?). Vuelve otra vez a Mosc donde impartir clases de castellano en el Instituto de Idiomas Extranjeros. Ya jubilado, muere en esa ciudad en 1982.
(78) Ch. Bosseno, Filmographie: longs metrages franais traitant ou abordant des thmes
ruraux et paysans, Cinem Actin, n 16.
(79) P. Donostia, Vasquismo en Pars, Easo, 11 de septiembre de 1931 (Obras Completas del Padre Donostia, T.III, La Gran Enciclopedia Vasca, Bilbao, 1983).
( 8 0 ) Irn Republicano, 25 de febrero de 1933.
(81) Euzkadi, 12 de febrero de 1924.
(82) Entrevista con Teodoro Ernandorena (febrero en 1983). Ernandorena, odontlogo
de profesin, naci en Cizrquil (Guipzcoa) en 1898.
(83) El cortometraje sobre el Aberri Eguna de Bilbao se proyect como complemento de
Euzkadi en mayo de 1934. En l se recoga la manifestacin de 60.000 personas ante Sabin
Etxia donde se hallaban congregadas nuestras autoridades, en nombre de las cuales, lee unas
cuartillas el entonces presidente del Euzkadi Buru Batzar Don Luis Arana y Goiri (El Da,
8 de mayo de 1934). Un fragmento de este film se conserva en la actualidad.
(84) F. de S., Cmo se hizo la pelcula Euzkadi, Euzkadi, 3 de enero de 1934.
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III. LA PRODUCCION
(85) F. de S., El patriotismo vasco en el film sonoro Euzkadi, Euzkadi, 24 de diciembre de 1933, y F. de S. Cmo se hizo la pelcula Euzkadi, Euzkadi, 3 de enero de 1934.
(86) F. de S., Cmo se hizo la pelcula Euzkadi, Euzkadi, 24 de diciembre de 1934.
(87) El Da, 6, 13, 15, 20, 21 de diciembre de 1933,; Euzkadi, 23, 24 y 28 de diciembre de 1933.
(88) F. de S., Cmo se hizo la pelcula Euzkadi, Euzkadi, 3 de enero de 1934.
(89) Ibidem.
(90) Ibidem y Euzkadi, 26 de diciembre de 1933.
(91) Ibidem
(92) El Da, 17, 19 y 20 de diciembre de 1933.
(93) Cuando menos se proyect en los siguientes pueblos: Hernani, Tolosa, Ordizia, Bermeo, Eibar, Mondragn, Azcoitia, Rentera, Vergara, Basauri, Lequeitio, Erandio, Bekua,
Guernica, Zalla e Irn.
(94) Este ltimo cortometraje recoga el viaje de Euzko Abesbatza a Catalua: Triunfal
recibimiento a la gran masa coral. Desfile de la manifestacin ante la Generalitat. Discursos
de bienvenida de Companys y Pi y Sunyer, y por ltimo, homenaje a Sabino Arana al perpetuar su nombre en la ms bella va catalana (El Da, 6 de mayo de 1934).
(95) Sabino Arana, De fuera vendr... (Estudio histrico-crtico de Jos Luis Granja),
Ed. Haramburu. San Sebastin, p. 198 y SS.
(96) La pelcula Euzkadi, La Voz de Navarra, 1 de marzo de 1934.
(97) En el terreno cinematogrfico Ernandorena protagoniz un ltimo captulo de inters. Hacia 1950, un enviado de Robert Bresson informaba a Ernandorena que el gran realizador francs tena idea de hacer un film sobre San Ignacio de Loyola y quera localizar en el Pas
Vasco un actor no profesional como protagonista Ernandorena acompa al enviado de Bresson por ferias y mercados hasta que ste lleg a la conclusin de que el actor ideal era su propio
gua. Bresson hizo varias pruebas a Ernandorena en Pars, y aunque al parecer estaba satisfecho con la eleccin, la pelcula no lleg a realizarse por motivos econmicos y por el desagrado
que al director le produjo el guin que Graham Greene haba preparado.
Tampoco puede olvidarse que en 1953 Ernandorena estimul al aficionado M. Madr para
realizar Sor Lekua, largometraje documental rodado en las siete provincias vascas.
Informacin complementaria sobre el film Euzkadi puede encontrarse en J.J. Baquedano,
Euzkadi, Garaia, n 8, 21-28 de octubre de 1976; J.M. Unsain, Euzkadi, una pelcula de
Teodoro Hernandorena, Deia, 19 de septiembre de 1983, y S. Zunzunegui, Euzkadi, un
film de Teodoro Ernandorena, Certamen Internacional del Cine Documental y Cortometraje,
Caja de Ahorros Vizcana, Bilbao, Noviembre, 1983.
(98) Antonio Graciani Prez provena del negocio de la distribucin. En 1937 dirigi El
suspiro del moro.
(99) Romn Gubern, El cine sonoro en la II Repblica (1929-1936), Lumen, Barcelona,
1977.
(100) En el libro de Caparrs de Lera, El cine republicano espaol (1931-1939) (Dopesa,
Barcelona, 1977) figuran las fichas tcnica y artstica de ambos films.
(101) K.M. de Barao-J. Gonzlez de Durana, Cmo surge la Asociacin de Artistas Vascos, Muga, n 22, ao IV, p. 83.
(102) M. Rotellar, Cine espaol de la Repblica, Festival Internacional de Cine de San
Sebastin, 1977, p. 170 y SS.
(103) El Pueblo Vasco, Bilbao, 11 de julio de 1936. Se indicaba tambin que los exteriores estaban rodados en Aragn. La ficha tcnica y artstica aparece en el libro de J.M.
Caparrs de Lera antes citado.
(104) Entrevista con Miguel Mezquiriz, 26 de mayo de 1983.
(105) Un brillante antecedente de inmediatez periodstica fue el que hacia 1912 se ofreci
en Pamplona de la mano de un equipo de operadores madrileos dirigido por Enrique Blanco:
los encierros de la maana se proyectaban por la noche en una barraca, tras realizar la labor
de revelado y tiraje de positivos en un laboratorio provisional, instalado en la calle de la Estafeta (Juan Antonio Cabero, Historia de la cinematografa espaola (1896-1949), Grficas Cinema. Madrid 1949).
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Otra productora de este tipo fue Prociesa, empresa fundada en Bilbao hacia 1971 que tuvo
muy corta existencia. Dos largos industriales figuran en su haber: Ra de Bilbao, forja de Vizcaya y Grupo Echevarria.
(173) Al ao siguiente de la creacin de la distribuidora Araba Films surgi en Pamplona
Irudi Films. Ambas, distribuidoras se proponan poner en circulacin las producciones vascas
realizadas en formato standard junto con pelculas de Arte y Ensayo. Irudi Films, tras una conflictiva andadura, termin por disolverse en 1981 aunque su principal promotor, Javier Arlabn, sigue en activo.
(174) Deia, 17 de mayo de 1978.
(175) J.P. B. La serie Ikuska, una necesaria primera piedra, Egin, 4 de octubre de 1979.
(176) Eceiza realiz en 1978 el cortometraje Erreferenduma sobre el referendum constitucional, para ver como reaccionaban los promotores de la serie Ikuska. Si la lnea poltica esbozada en este nmero cero se hubiera aceptado, la serie habra tenido un carcter muy diferente.
(177) Folleto de presentacin del film publicado por la Caja de Ahorros Municipal de San
Sebastin.
(178) Entrevista con Po Caro, Unidad, 8 de junio de 1979.
(179) Entrevista con Po Caro, Mikeldi, n 5, Festival Internacional de Cine Documental y de Cortometraje de Bilbao, 1981.
(180) Al ser estrenado el film en Madrid, Imanol Uribe dio la siguiente explicacin: Quise hacer una introduccin histrica al tema, y de los implicados en el proceso el que ms se haba
dedicado a la historia de Euskadi era Francisco Letamenda. No calibr las connotaciones polticas que conllevara la intervencin de Letamenda por su significacin en Herri Batasuna (..)
(Entrevista Imanol Uribe-Matas Antoln, en Cinema 2.002, n 61-62, Abril-Marzo 1980).
Sobre otras derivaciones polticas del film puede verse: R.P. Travelling, El Proceso de Burgos,
Deia, 15 de setiembre, 1979; J. Prez Perucha-J.V.G. Santa Mara, Entrevista con I. Uribe,
Contracampo, n 9, febrero 1980; S. Zunzunegui, Documento, memoria, Ibidem; X. Lete El
Proceso de Burgos, Muga, n 4, Marzo, 1980.
(181) Egin, 21 de setiembre de 1981.
(182) Entrevista con F. Larruquert, Deia, 17 de agosto de 1978.
(183) J. Oteiza, Un documento etnogrfico revelador..., Deia, 31 de enero de 1980.
(184) La pelcula proyectada en 1975 era en realidad un copin de trabajo sin montaje definitivo y sin banda de sonido. En 1976, tras acoplar a la misma cinta una msica de acompaamiento la pelcula pas a titularse Oldarren zurrumurruak. En 1983, finalmente, se realiz una
versin ms elaborada con la colaboracin de Heiga Filmeak.
(185) En 1977 la Caja de Ahorros Vizcana patrocin, en colaboracin con la Asociacin
de Amigos del Casero una serie de cortometrajes sobre experiencias cooperativistas agrarias
desarrolladas en Castillo Elejabeitia, Oscoz, Iraizoz y Tudela.
(184) Nere Herria (1969) de Franco, Teenager (1978) de Portugal y La toma de la ermita y
otros episodios de la guerra santa (1977) de Insausti, son acaso los ttulos ms interesantes.
(187) No era sta, sin embargo, la primera vez que se prestaba atencin a la didctica de la
imagen cinematogrfica. La primera iniciativa de hacer del cine materia de estudio escolar fue
al parecer la del padre Ignacio Chapa en el Colegio de los Marianistas de Vitoria. Esta experiencia que dur de 1956 a 1963 fue prolongada durante algn tiempo en el mismo colegio por Jos
Ignacio Vegas Luego vendran las actividades de Koldo Larraaga en la ikastola Olabide
(1976-1983) y de Manuel Marcos y Jos Luis Vicario en el colegio pblico Severo Ochoa de Vitoria (desde 1975). Estos ltimos organizaron adems una Semana Escolar de Cine abierta a todos
los centros de la ciudad (Koldo Larraaga, El cine en Alava, Alava en sus manos, fascculo n
34, Caja Provincial de Alava, Vitoria, 1984).
La preocupacin por el cine en la infancia no se dio slo en Vitoria. A este respecto pueden
desgranarse los siguientes datos. El Cine Club San Sebastin organizo en 1958 un Curso Monogrfico de Cine para Nios. El Festival Internacional de Cine de San Sebastin realizo en varias
ediciones (1958, 1960 y 1961 cuando menos) jornadas y ciclos sobre cine infantil. En 1965 se hizo
en Bilbao un Cursillo de Monitores de Cine Infantil. El mismo ao se celebro en Llodio la I Semana Infantil de Iniciacin Cinematogrfica organizada por la Seccin de Cine Infantil del que
surgi un Centro Piloto Comarcal de Cine Infantil. En Irn se celebr en 1973 un Festival de
205
Cine para Nios. En 1977 se celebr en Tafalla un Festival Internacional de Cine Infantil. La
Asociacin de Cineastas Vascos organiz en 1979 en San Sebastin un Festival de Cine Infantil
de Euskadi en el que destac el film Txoria presentado por la ikastola Salbatore Mitxelena. Tambin en 1979 se celebraron en Bilbao unas Jornadas de Cine Infantil. Los datos relativos a los
aos 80 haran an ms prolija esta relacin.
(188) Los cineastas amateurs llegaron hasta donde los profesionales del cine vasco o los
cmaras de televisin no quisieron o no pudieron llegar. Hay que destacar las filmaciones de
movilizaciones y acontecimientos polticos y culturales que tuvieron lugar durante la transicin,
realizadas por Arturo Delgado -a finales de los aos 50 filmaba ya competiciones de deporte
rural-, Iaki Akordarrementeria, Maite Berradre, Koldo Larraaga, Jos Mara Clavel, Juan
Jos Franco, Miguel Angel Quintana, Jos Ramn Muro, Gabriel Camia, Jos Mara Torrabadella y Javier Morrs, sin olvidar los documentos obtenidos por colectivos surgidos del Taller
de Cine de la Universidad Autnoma de Bilbao o del Cine Club Universitario de Bilbao.
(189) La gran aficin al montaismo que tradicionalmente ha existido en el Pas Vasco no
se ha visto correspondida en el terreno de la produccin de pelculas. Javier Garreta, Jess Mara Rodrguez, Pedro Luis Ormazabal, David Hernndez-director del Certamen Internacional de Cine de Montaa de San Sebastin-y Angel Lerma son los nicos aficionados que en 16
mm o en super-8 han cultivado el cine de montaa con una cierta asiduidad.
(190) Sobre los paralelismos de La conquista de Albania con la situacin actual de Euskadi
puede verse Lluis Miarro, La conquista de Albania, Dirigido por..., n 112, Febrero, 1984,
p. 69.
(191) Entrevista con Mac Cuig, Festival. 23 de septiembre de 1983.
206
Cineclubs, festivales y certmenes han sido -el menos parcialmentefocos de cultura cinematogrfica que han posibilitado el conocimiento de
pelculas y cinematografas que de otro modo, por barreras de comercio o de
censura, no habran llegado al Pas Vasco. Tampoco habra que subestimar
el papel de los cineclubs, los festivales y los concursos en el fomento de inquietudes creativas y en la promocin -todo lo relativa que se quiera- del
cine realizado en Euskadi.
IV.1. CINECLUBS
En 1928 surgi en Madrid el Cineclub Espaol como seccin o rama de
la prestigiosa revista de vanguardia La Gaceta Literaria. Este cineclub fundado por Ernesto Gimnez Caballero, Luis Buuel y Csar Mara Arconada, se dirigi a un pblico minoritario e intelectual programando ciclos
como los dedicados al cine de vanguardia o a las cinematografas china y sovitica (1). Tuvo gran incidencia sobre directores, crticos, escritores y artistas en general, y adems se convirti en grmen de nuevos cineclubs, pues
en su rbita se crearon delegaciones o sucursales en diversas capitales de
provincia. San Sebastin, Bilbao y Vitoria -por este orden- tuvieron su cineclub a comienzos de 1929 (2).
Segn La Gaceta Literaria frente al pblico deportivo y aristocrtico
que acudi a la inauguracin del cineclub de Bilbao, el de San Sebastin era
de tono medio, distinguido y culto (3). Ms castica result la crnica de
Vitoria: La inauguracin del Cineclub reuni a cien locales, comerciantes
de esta plaza en su mayora (...) Quizs sea el comercio lo nico joven de
esta capital gris y quieta, que sigue aceptando como valor la seriedad, sea
sta la del hroe de Apuleyo. Angel Mendi, secretario, fue altavoz del saludo de Gec, que se oy, no se entendi y se aplaudi. Basta la educacin a
los fieles de Mercurio (...) (4).
207
El cortejo fnebre de Entreacto, pelcula de Ren Clair que pudo verse en los cineclubs vascos de
La Gaceta Literaria.
An cuando al parecer los ciclos de cine programados en Madrid pasaban luego a circular en las distintas delegaciones provinciales, no en todos
los casos se limitaron stas a jugar el papel de meras correas de transmisin.
Cierta independencia de criterio mostr al menos el Ateneo Guipuzcoano entidad que acoga y organizaba el cineclub en San Sebastin- proyectando
films no previstos por La Gaceta Literaria (5).
Sin poder afirmar que el Cineclub alcanzara en la capitales vascas mencionadas, los tres aos de existencia que tuvo en Madrid, sealemos que en
septiembre de 1930 el Ateneo Guipuzcoano continuaba su actividad cinematogrfica programando Un perro andaluz de Luis Buuel y Esencia de verbena
de Gimnez Caballero, dentro de los actos que se celebraron en San Sebastin con motivo de la Exposicin de Arquitectura y Pintura Moderna.
Segn recogi la prensa donostiarra la sala del Ateneo Guipuzcoano se
llen aquel da por completo y la freudiana pelcula de Buuel gust ms
que la de Gimnez Caballero (6). Para Luis Robles, comentarista de arte de
El Pueblo Vasco de San Sebastin, Un perro andaluz era una obra audaz en
cuanto a la realizacin, pero el pensamiento que la inspira es oscuro, subversivo, nrdico. Es una pelcula que quizs triunfe en Alemania, en Rusia, lejos de los gustos claros y sin complicaciones ideolgicas de los pueblos latinos (7).
El modelo de cineclub elitista e intelectual patrocinado por La Gaceta
Literaria dejar paso durante la II Repblica a un cineclub ligado a la activi208
el pretexto de los desnudos presentes el Les chambres de lexistence, documental de arte de Jean Gremillon (9).
Siguiendo igualmente los pasos del Cineclub Zaragoza, en 1951 se cre
el Cineclub Pamplona, al parecer uno de los ms importantes de provincias en aquella poca (10). Tambin en 1951 surge el Cineclub de San Sebastin, programando pelculas en versin original con subttulos en castellano. Estos dos cineclubs se asociaron a los de Vitoria y Logroo en un intento de mejorar su repertorio (11). Por estas fechas debi crearse en Bilbao
un cineclub que al igual que el de San Sebastin tuvo corta vida (12).
Coincidiendo con el auge del cineclubismo en Espaa, es en la segunda
mitad de los 50 cuando se crean bajo la tutela eclesistica una serie de cineclubs estables que logran prolongar su actividad durante bastantes aos.
En Vitoria resurge en 1955 el antiguo cineclub con el nombre Cine Forum Vitoria. Una de sus iniciativas fue la creacin de una Academia de Cine
210
pelculas y conferencias que fue su precedente directo. El Cineclub intervino tambin en 1956 en la organizacin de un Curso de Estudios Cinematogrficos que morira en su tercera edicin. En estas semanas y cursos impartieron lecciones los ms destacados realizadores y crticos espaoles del momento (16). Entre los alumnos se encontraban Antonio Eceiza, Elas Querejeta, Vctor Erice, Javier Aguirre y Antonio Mercero. Precisamente
Aguirre y Eceiza seran durante un tiempo activos colaboradores del Cine
Club San Sebastin, institucin que desaparecera en 1962 tras desarrollar
una intensa labor (17).
En 1956 se cre tambin en San Sebastin el Cine Club Guipzcoa acogido a la Obra Sindical Educacin y Descanso- que al parecer tuvo escasa incidencia. Lo mismo debi ocurrir con el Cine Club Cantbrico del que
tomaron parte Eceiza y Querejeta tras abandonar el Cine Club San Sebastin. Luego vendran -en los aos 60- los cineclubs, Loyola, Barandiarn
y Universitario. Ya en los aos 70 el Kresala-todava en activo-y el Ibaeta.
Sin abandonar Guipzcoa hay que destacar la actividad de los cineclubs
de Irn, Rentera, Cestona y Tolosa. Los tres primeros dieron origen, en sus
respectivas localidades, a sendos concursos de cine amateur. En el Cine
Club de Irn -creado en 1959-, tomaron parte activa Oteiza, Basterretxea
y Larruquert. Ya en los aos 70, tal y como ocurre en Vizcaya, se da en la
212
provincia una autntica floracin de cineclubs. Ninguna poblacin de mediana importancia carecer de un centro de este tipo. La Federacin Guipzcoana de Cine Clubs contaba en 1978 con 26 entidades asociadas.
En Pamplona se funda el ao 57 el Cine Club Lux con el patrocinio del
Centro Mariano-Luises, dependiente de la Compaa de Jess. Durante
muchos aos este cineclub -vivo en la actualidad- fue la columna vertebral de la aficin cinematogrfica en Navarra. Adems de las sesiones habituales de cineclub, el Lux puso en marcha en 1957 una Semana de Cine proyectando pelculas premiadas en diversos festivales internacionales. Los
Cursos de Formacin Cinematogrfica fueron -y son- tambin parte de su
trabajo de animacin cultural al igual que la celebracin de cursillos, conferencias y forums en distintas localidades de la provincia (18).
Manifestando una cierta voluntad de ruptura con la rutina y la ortodoxia
que al parecer se haban apoderado del Cine Club Lux, en los aos 70 se cre
en Pamplona el Cine Club 20, que al igual que el Universitario, el Lumire
y el Oberena, tendra escasa continuidad.
El Foto Cine Club Basque de Bayona fundado en 1957 fue el primer cineclub de Euskadi Norte. Tras su desaparicin en 1973 se crearon, tambin en
Bayona, el Zine-Zup y el Cine Club Cabarrs.
Con los datos disponibles no parece excesivamente aventurado afirmar
que, en trminos generales, durante las ltimas etapas del franquismo, los
213
cineclubs del Pas Vasco continental aprovecharon y ahondaron los resquicios de permisividad del rgimen, programando films que de otro modo no
habran llegado a las pantallas. Estos centros se convirtieron adems en foro
de debate de cuestiones no exclusivamente cinematogrficas. Las debilidades cineflicas e ideolgicas no impidieron que, salvo excepciones, los cineclubs jugaran un papel cultural y polticamente progresista.
Con las transformaciones de los ltimos aos el cineclubismo entra en
crisis. La prdida de su condicin de catacumba antitotalitaria con la posibilidad de creacin de asociaciones democrticas y la desaparicin o flexibilizacin de la censura administrativa, tuvo que ver en ello. A sto habra que
aadir la mejora de las programaciones cinematogrficas en televisin, la
extensin del video y la proliferacin de multicines. En 1984 los cineclubs
censados en Euskadi Sur se repartan del siguiente modo: 5 en Alava, 13 en
Navarra, 22 en Vizcaya y 24 en Guipzcoa.
214
As Vio Juan Carlos Eguillor la historia del Festival de Cine de San Sebastin (Festival, 15 septiembre 1977)
216
res y directores extranjeros podan contarse con los dedos de una mano. Luis
Mariano, en aquellos das en la cumbre del xito internacional, fue la mxima atraccin. Miguel Vidaurre, crtico de cine y cronista de la vida frvola
donostiarra, resumi as lo que fue aquel primer certamen: En las pelculas
haba de todo. Pero lo ms importante era lucir trajes de gala, bailar luego
en el Commodore (Real Club Natico) a los sones de las orquestas Gadoa,
Torrogrosa e Iceta (...). Se daban pasacalles por la ciudad y haba verbenas
populares. Sala la tamborrada infantil de Euskal Billera y se celebraban corridas de toros para que los extranjeros conocieran la fiesta (19).
Al ao siguiente el Sindicato Nacional del Espectculo y el Ministerio de
Informacin y Turismo se hicieron cargo del Festival, desapareciendo el comit compuesto por comerciantes, que haba organizado la primera edicin.
Por otra parte, beneficindose del reconocimiento internacional del rgimen de Franco, el certamen consigue, tras superar una serie de dificultades,
que la FIAP (Federacin Internacional de Productores) le otorgue en 1957
la categora de festival competitivo, equiparndolo en rango a Cannes, Berln y Venecia. Ese mismo ao -tras una etapa en la que la direccin no fue
desempeada por ninguna persona concreta -se nombra director a Antonio de Zulueta, quien consigue en 1958 el primer festival de relumbrn con
la presencia de Alfred Hitchcock, King Vidor, Karel Zeman, Anthony
Mann, Jean Marais y Kirk Douglas.
Zulueta deja el cargo una vez clausurado el Festival de 1960 y tras una
etapa dirigida por Francisco Ferrer (1961-62) se dio paso a un direccin colegiada que slo dur un ao. Se llega as, con irregular trayectoria tanto en lo
relativo a las celebridades asistentes como en lo tocante a la calidad de las pelculas -irregularidad que es una caracterstica de toda la historia del certamen-, a la gestin de Carlos Fernndez Cuenca. Bajo su direccin se consiguen, segn Miguel Vidaurre, ediciones brillantes aunque por lo general
las pelculas seleccionadas tendan a una ambigedd temtica en la que no
podan rozarse para nada los principios fundamentales (20). La solidez de
estos principios fundamentales se vio afectada en 1960 con la presencia de
una delegacin sovitica encabezada por Nicolas Tcherkassov y Gregori Kozintsev. Esta flagrante claudicacin fue contestada con la quema de la
bandera de la hoz y el martillo que hondeaba el Palacio del Festival (21).
En 1967 llega a la direccin Miguel de Echarri quien para entonces ya se
haba convertido en cabeza rectora de una productora madrilea. Echarri
haba intervenido activamente en casi todas las ediciones anteriores del certamen y conoca bien sus entresijos. Organizando nuevos ciclos y proyectando en el Astoria las pelculas de concurso, conseguira -siempre segn la
opinin de Miguel Vidaurre- popularizar el Festival: Hasta entonces el
pueblo donostiarra no terminaba de entrar en el Festival por considerar que
era algo exclusivo de un determinado sector de pblico (22).
Abierto el periodo de transicin poltica, Echarri dej el Festival en manos de Luis Gasca en 1977, consiguindose -a pesar del boicot de la multi217
218
nacional United Artists- una edicin que voces de reconocido prestigio han
considerado como la mejor en la historia del certamen (23).
Por un cmulo de complejas circunstancias socio-polticas el camino de
la democratizacin no se pudo recorrer sin consecuencias traumticas. Entre barricadas, botes de humo, planteamientos populistas, crticas ms o menos desproporcionadas, zancadillas del Ministerio de Cultura (24) y boicot
de las multinacionales norteamericanas, el Festival lleg a 1980, ao en que
la FIAP dej de reconocer su categora de certamen competitivo. Intentando poner orden el caos de este periodo (1979-1980) estuvieron entre otros,
Rafael Modrego, Nstor Basterretxea, Mariano Larrandia, Luis Calparsoro, Julio Caro Baroja y Jos Angel Herrero-Velarde (25).
La consecucin de un relativo equilibrio organizativo tampoco sirvi
para que las ltimas ediciones dirigidas por Luis Gasca (1981-1983) y por
Carlos Gortari (1984) perdieran el tono gris de las precedentes. Entre los
aciertos de estos ltimos aos merece destacarse la creacin de una seccin
paralela de video en 1982.
De un modo inesperado llega en 1985 la recuperacin de la categora
perdida. Con una direccin colegiada (Leopoldo Arsuaga, Jos Angel Herrero-Velarde, Mariano Larrandia y Rafael Trecu) y el asesoramiento del
crtico Diego Galn, el Festival intenta redefinir sus objetivos y hacer frente
a los problemas econmicos -exiguo presupuesto en comparacin con los
festivales de idntica categora nominal-y organizativos.
En un balance prematuro -an queda por hacer una autntica historia
de este Festival- puede decirse que durante la dictadura, el Festival de San
Sebastin, fue, por el lado negativo, un escaparate a travs del cual el Rgimen pudo presentar ante el mundo una imagen ms o menos risuea y culta.
El Festival fue adems un verdadero feudo de las multinacionales gracias a
los beneficios fiscales que sus films obtenan despus de ser presentados en
San Sebastin. En el lado negativo de la balanza cuenta tambin el desinters que sus rectores mostraron respecto al desarrollo de un cine vasco. Oteiza intent denunciar este hecho en 1965, pero su voz fue silenciada (ver
V.2.12).
Tambin existieron aspectos positivos. Adems de la promocin turstica de la ciudad -objetivo legtimo, ampliamente cubierto-, el Festival proporcion a los ciudadanos donostiarras y a los crticos y cinfilos de toda Espaa una ocasin para ver, sin tener que traspasar las fronteras, una serie de
pelculas que por motivos de censura administrativa o econmica no habran
llegado a los circuitos comerciales. Aunque estrecha, era una ventana abierta al exterior por la que penetraron aires que de algn modo contribuyeron
a elevar la cultura cinematogrfica de la ciudad e incluso crearon un caldo de
cultivo que indirectamente impuls la actividad creativa. La presencia en las
calles donostiarras de Rene Clair, Abel Gante, King Vidor, Von Sternberg,
Fritz Lang, Howard Hawks, Alfred Hitchcock, Orson Welles, Federico Fellini, Jean-Luc Godard, Vittorio Gassman o Richard Burton -por citar slo
219
220
Cultura Hispnica, el Certamen Internacional de Cine Documental Iberoamericano, Luso y Filipino, evento muy en consonancia, como su propio nombre indica, con la mitologa fascio-imperialista entonces en boga, pero que
acabar siendo, al correr el tiempo, lugar de encuentro de los cortometrajistas espaoles y escaparate de combativos movimientos documentalistas internacionales (27).
El primer artculo del Reglamento del Certamen publicado en 1959 era
toda una declaracin de intenciones: Se propone el Instituto Vascongado
de Cultura Hispnica con la celebracin del Certamen, avivar el amor, la
cordialidad y la comprensin mutua entre los pueblos Ibero-Americanos y
dar a conocer sus costumbres, arte, msica, folklore, paisaje, etc., a travs
de la fuerza expresiva del cine documental (28). Quedaba subrayada as su
disposicin a privilegiar el concepto de Hispanidad an cuando la participacin de pases extranjeros no se ceira a dicha rea geogrfica, ni siquiera
en su primera edicin (29). El fundador del certamen fue Pedro de Ybarra,
Barn de Gell y presidente del Instituto Vascongado de Cultura Hispnica.
Hasta comienzos de los aos 70, el certamen present un cierto afn mimtico respecto al Festival de San Sebastin en lo que se refera a ceremonias, recepciones y aparato ornamental. Fue lo que en el folleto sobre la historia del Certamen de Bilbao -elaborado por su propia oficina de prensase donomin sndrome de San Sebastin (30).
Segn el escritor bilbano Luciano Rincn, las pelculas que podan verse en las primeras ediciones el certamen eran, salvo excepciones, una rutinaria exhibicin de documentales sobre las actividades ms diversas. Documentales como la cra de animales domsticos o exticos, el regado de las
222
223
225
Programa de mano-cartel de los Encuentros de Cine Amateur de Cestona diseado por Jos Luis Zumeta.
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NOTAS - CAPITULO IV
(1) C. y D. Prez Merinero, En pos del cinema, Anagrama, Barcelona, 1974, p. 13-16.
(2) Jos Mgica y Daz de Aguirreche fueron los promotores del cineclub de San Sebastin. La organizacin del de Bilbao corri a cargo de Manuel de la Sota, Justo Somonte y Jacinto
Miquelarena. La Junta Directiva del cineclub de Vitoria la compusieron Toms Alfaro (presidente), Julin Echenique, Angel Mendi, Jos Mara Sez de San Pedro, Obdulio L. de Uralde,
Francisco Aguirre, Francisco Uribarri, Ignacio Gutirrez Murua y Luis Apraiz.
(3) El cineclub en Espaa, La Gaceta Literaria, 15 de febrero de 1929, n 52.
(4) M. de L., El Cineclub en Vitoria, La Gaceta Literaria 1 de abril de 1929, n 55.
(5) Esto ocurri por ejemplo con La croisire noire y De Londres a El Cabo en aeroplano,
documentales de viajes, proyectados el 26 de febrero y el 23 de marzo de 1929 respectivamente.
(6) La Voz de Guipzcoa, 10 de septiembre de 1930; El Pueblo Vasco, 11 de septiembre de 1930.
(7) Luis Robles, Da de vanguardismo, El Pueblo Vasco, San Sebastin, 11 de septiembre de 1930.
(8) Cineclub Proletario, El Liberal, Bilbao, 11 de enero de 1934.
(9) K. Larratiaga, El cine en Alava, Alava en sus manos, Fascculo 34, Caja Provincial
de Alava, Vitoria, 1983, p. 284.
(10) J.L. Hernndez-E.A. Ruiz, Historia de los cineclubs en Espuria, Ministerio de Cultura, Madrid, 1978, p.42.
(11) Cineclub en San Sebastin, La Voz de Espaa, 9 de diciembre de 1951.
(12) Hernndez-Ruiz, op. cit. p. 38 y 53.
(13) K. Larraaga, op. cit., p. 284.
(14) Cine Crtica, n 266, enero-marzo 1971.
(15) Hernndez-Ruiz, op. cit., p. 65-66.
Pocos meses antes de la reunin de Bilbao se celebr en San Sebastin una asamblea de cineclubs espaoles convocada por la Jefatura Nacional del SEU de la que sali un anteproyecto de
estatuto para la creacin de la Federacin de Cineclubs. La asamblea sirvi tambin para pedir
a la Administracin el reconocimiento legal de los cineclubs con una reglamentacin oficial, facilidades administrativas y censura especial. Algunas de estas reivindicaciones seran atendidas
en 1957 (Ibidem, pp. 65,68 y 99).
(16) Berlanga, Bardem, Garca Escudero, Fernndez Cuenca, Mauricio de Begoa, Landburu, Pascual Cebollada, Florentino Soria, etc.
(17) En el boletn informativo del Cine Club San Sebastin colaboraron adems de Aguirre y Eceiza, Julin Alonso Ibarrola, Jos Ramn Recalde, Francisco Echevarra, Carlos Rivera, Jos Graena, Santiago San Miguel, Manuel Agud Querol, Luis Larraaga Bilbao y Angel
Charola entre otros.
(18) El Cine Club Lux, una institucin..., Memoria Cineclub Lux, 1982-1983.
(19) M. Vidaurre, Recuerdo pura un festival de cine.., La Voz de Espaa, 11 de septiembre de 1977.
(20) Ibidem.
(21) En lo ertico los principios fundamentales se tambalearon con el pecho femenino
que pudo vislumbrarse en el film Can adolescente de Roman Chalbaud.
(22) M. Vidaurre, art. cit.
227
(23) R. Gubern, A dnde van los festivales de cine?, Fotogramas, octubre 1981; M. Antoln, Donosti-77: canto de libertad, Cinema 2002, noviembre, 1977.
(24) El rumor de que el Festival iba a ser trasladado a una ciudad espaola no aquejada de
sirimiri, surgi ya durante las primeras ediciones del Festival. Ser ste un fantasma que no deja
de agitarse peridicamente hasta el presente. En 1979 lleg a tomar cuerpo real. Carlos Gortari,
exdirector General de Cinematografa afirm en la revista Festival (21-9-1982): El Ministerio de Cultura estaba en contra de este Festival porque evidentemente UCD tena inters en
Palma de Mallorca. Consideraba que Mallorca era zona de influencia poltica suya y era algo
que se poda potenciar.
(25) El crtico e historiador Julio Prez Perucha dio su particular visin de los hechos ocurridos en los aos, 77, 78 y 79 en San Sebastin 1979, la eterna transicin (Contracampo, n 8,
Enero, 1980).
(26) Otros personajes que llegaron a la ciudad entre 1953 y 1984 fueron: Gloria Swanson,
Ava Gardner, Roman Polanski, Kirk Douglas, Anthony Mann, Karel Zeman, Anouk Aime,
Marco Ferreri, Francois Truffaut, Anita Ekberg, Michel Anderson, Dolores del Ro, Rouben
Mamoulian, Peter Sellers, Damiano Damiani, Dino Risi, Arthur Penn, Leslie Caron, Alberto
Sordi, Marcel Hanoun, Alberto Lattuada, Audrey Hepburn, Debora Kerr, Nicolas Tcherkasov, Nicholas Ray, Mario Moreno, Jean Negulesco, Kim Novak, Eleanor Parker, Virna Lisi,
Sidney Poitier, Ernst Borgine, Peter Finch, Mnica Vitti, Franco Zefirelli, Ronda Fleming,
Francis Ford Coppola, Robert Bresson, Hans-Jurgen Syberberg, Sam Peckimpah, Britt Ecklund, Robert Altman, Leopoldo Torre-Nilson, Trevor Howard, Elizabeth Taylor, Andrzej
Wajda, Zoltan Fabri, Sofa Loren, Wolfgang Petersen, Gina Lollobrigida, Volker Schlndorff,
Steven Spielberg, Hanna Scygulla, Joris Ivens, Gillo Pontecorvo, Marco Bellochio, Luis Buuel, Sydney Pollack, Bernardo Bertolucci, David Hemmings, Carlos Saura, Daniel Schmid,
Agnes Varda, Jerzy Skolimowsky, Luigi Comencini, Marta Meszaros, Liliana Cavani, May
Zetterling, Krzystof Zanussi, Francesco Rossi, Miguel Littin, Dusan Makavejev, Francesca
Bertini, Paolo y Vittorio Taviani, Jerzy Kawalerowicz, Frederic Rossif, Dennis Hopper, Anthony Quinn, Costa-Gavras, Joan Fontaine, Sam Fuller, Helmut Berger, Jeremy Irons, John
Travolta, Zsa Zsa Gabor.
(27) J. Prez Perucha, La crisis de los festivales de cine, Contracampo, n 6, octubre-noviembre, 1979.
(28) Miqueldi, 6 de octubre de 1959.
(29) En 1967 el Certamen pas a llamarse Certamen Internacional de Cine Documental.
(30) 25 aos de historia, Certamen Internacional de Cine Documental y Cortometraje de
Bilbao, 1983, pp. 6-7.
(31) L. Rincn, Variaciones sobre un tema cinematogrfico, Mikeldi, n 1, 1983.
(32) Fernando Lara, Cortos en Bilbao: La ausencia de criterios, Triunfo, 8 de diciembre
de 1973, n 584.
(33) Al igual que la muestra de Cestona, la de Lequeitio se consagra exclusivamente a los
films realizados en euskera.
228
Adolfo Salazar (3). El pjaro azul, revista literaria que comenz a publicarse en Vitoria en 1928, dedic mayor atencin al cine aunque desde una ptica un tanto frvola.
Existieron tambin en el Pas Vasco revistas enteramente consagradas al
cine como Pro-Dis-Co que se public en Bilbao en 1923 1927 (4). De esta
revista -al igual que ocurre con las que se citan a continuacin- no se conserva ningn ejemplar en las bibliotecas pblicas vascas. Pro-Dis-Co era al
parecer una empresa distribuidora de Bilbao, por lo que es de suponer que
se tratara de una revista informativo-publicitaria.
En 1928 se public Cinematografa bilbana. La prensa dio noticia de la
aparicin del primer nmero dirigido por el periodista Mariano de Castro:
Una verdadera revista que abarca cuanto pueda guardar relacin con su finalidad. En ella se describe todo lo que afecta al cinematgrafo desde las primeras salas de proyeccinque tuvo nuestra villa hasta los actuales palacios
donde se cultiva el cine y se alude ampliamente con multitud de datos a las
casas productoras de pelculas, alquiladores, representantes, proyeccionistas, sin olvidar a los que con evidente entusiasmo y generosidad se afanaron
en la preponderancia cinematogrfica de Vizcaya. Esta revista fue editada
por Echeguren y Zulaica (5).
En 1929, sali a la calle El Norte Cinematogrfico, revista que segn la
bibliografa de M.R. Aragn se edit en Bilbao y tena carcter publicitario
(6).
Todava en 1943, se public en Bilbao, Imagen, revista que M.R. Aragn clasific como de tipo informativo y de periodicidad mensual, precisando que fue dirigida por I. Ruiz Delgado y Santiago de Anta (7).
V.1.2. Sabino A. Micn
De hecho la autntica aportacin vasca a la literatura cinematogrfica especializada hay que buscarla en Madrid y Barcelona. La fuga de cerebros
no afect slo a la produccin cinematogrfica.
En Madrid fue donde el bilbano Sabino A. Micn realiz lo ms importante de su labor como miembro destacado de la primera generacin de crticos espaoles surgida en los aos 20 (8). Micn trabaj durante muchos
aos en los diarios madrileos El Imparcial y Ahora, hacindose cargo de su
plana cinematogrfica. Colabor tambin en El Pueblo Vasco de Bilbao
donde public en 1925 la serie Cmo se maneja una cmara, adems de diversos artculos. Igualmente trabaj para revistas especializadas como Fotogramas, La Pantalla y ms tarde para Primera Plana. En 1929 public el libro de divulgacin cinematogrfica Cmo se hacen las pelculas? Teoras
sobre la impresin, que reedita, con alguna ampliacin, en 1941, bajo el ttulo
Manual del cinemista. Micn fue autor tambin de un Diccionario del cinema que no lleg a publicarse (9).
230
Sabino A. Micn
En 1944, ocho aos antes de la creacin de la Filmoteca Nacional de Espaa, Micn hizo un llamamiento para la creaccin de un Museo-Archivo
del Cinema (10). Lgico proceder en un hombre que ya hacia 1926 pensaba
que el cine era el arte que mejor simboliza el siglo (11).
De la actividad de Micn como director de cine se habla en el captulo siguiente.
V.1.3. Manuel Villegas Lpez
Considerado por diversos autores como el primer gran estudioso y ensayista cinematogrfico que ha tenido Espaa, el donostiarra Manuel Villegas
Lpez es sin duda figura seera entre las que se mencionan en este captulo.
Aunque desde muy jven qued avecindado en la provincia de Madrid, este
miembro de la generacin de la Repblica dio testimonio de su origen utilizando seudnimos literarios como Manuel San Sebastin o Fernando de
Guipzcoa.
En 1957 comienza en La Pantufla una labor crtica que proseguira en publicaciones madrileas y barcelonesas como Popular Films, Films Selectos y
231
ta de Villegas Lpez tiene dos vectores complementarios. De una parte el libro de estudio-ensayo propiamente dicho, con tres obras fundamentales:
Arte de masas (1936), Arte, cine y sociedad (1959) y El cine en la sociedad de
masas (1966). De otra, el grupo formado por obras biogrficas, anlisis crticos y comentarios al acontecer cinematogrfico: Charles Chaplin, el genio
del cine (1943), Los grandes nombres del cine (1966) y El nuevo cine espaol
(1967) (14).
Fernando Lara y Diego Galn por su parte, vieron dos caractersticas definitorias en la obra del ensayista: Un planteamiento del cine como algo no
cerrado en s mismo, autnomo y suficiente sino en conexin con una sociedad y ms exactamente una sociedad de masas, al que vendra a sumarse una
abierta disposicin para recibir autores y corrientes nuevas, que choca con
la cerrazn mental de la mayora de los crticos de su generacin (15).
De la ingente obra de Villegas Lpez entresacamos a continuacin un prrafo que aunque originalmente haca referencia al cine espaol, tiene indudable inters aplicado al cine de las pequeas nacionalidades:
La antinomia nacionalismo-universalismo es la trampa ms fcil para
cualquier arte o cultura, de cualquier pas que pretenda una personalidad
genuina (...). Es preciso injertar, de manera viva, todo lo actual y universal,
en la vieja rama de lo tradicional y nacional, para producir una nueva especie, olvidada de sus orgenes (16).
V.1.4.
V.1.6. El Grupo de San Sebastin y aledaos: J.L. Egea, A. Eceiza, V. Erice, S. San Miguel, P. Olea, J. Aguirre, I. Zulueta.
El ao 61 se crea en Madrid Nuestro Cine, revista que junto con Film
Ideal tendra una notable influencia en los medios cinematogrficos durante
los aos sesenta.
En palabras de Ivn Tubau, Nuestro Cine fue en su primera etapa (19611965) una publicacin situada en el mbito de la crtica marxista generada
por la influencia de Cinema Nuevo, revista milanesa dirigida por el terico
Guido Aristarco (20).
Elas Querejeta y Vctor Erice durante la rueda de prensa que sigui a la presentacin de
El espritu de la colmena en el Festival de San Sebastin de 1973.
234
Formando parte del equipo clave del primer periodo de la revista, estaba
el llamado grupo de San Sebastin, denominacin que responda al lugar
de origen de sus componentes: Jos Luis Egea, Antonio Eceiza - se incorpor despus de pasar por Film Ideal y Cinema Universitario-, Vctor
Erice y Santiago San Miguel. Ms tarde, al final de la mencionada etapa, se
incorpor tambin el bilbano Pedro Olea. Todos ellos fueron abandonando
la revista por razones que iban desde la insercin en la industria cinematogrfica hasta el abierto desacuerdo con la poltica de promocin del Nuevo
Cine Espaol que adopt la publicacin (21).
Romn Gubern, colaborador asimismo de Nuestro Cine, considera como
crticos ms sealados de la revista a Jos Luis Egea y a Vctor Erice. De
Egea destaca su condicin de avanzadilla ms politizada y materialista. Sobre la labor crtica de Erice, Gubern seal: Me admiraba y me sigue admirando todava su agudsima inteligencia (22).
Otro miembro de la misma generacin, aunque ajeno al grupo, fue Javier Aguirre. Segn relata el mismo, escriba crticas de cine desde los 13
aos, publicando la primera a los 15, en una revista tirada a multicopista que
se editaba en Barcelona. Poco despus comenz a colaborar en El Diario
Vasco, Primer Plano, Otro Cine, Radio Cinema y Film Ideal, todo ello antes
de los veinte aos. Ya en Madrid dirigi la revista El Cine que editaba el
SEU y ms tarde publica el libro Anti-Cine (1972), comentario a la serie de
cortometrajes experimentales que con el mismo ttulo realiz entre 1971 y
1972.
Tampoco puede pasarse por alto la incursin crtica de Ivn Zulueta en
Griffith, publicacin creada en 1965 a partir de una escisin de Film ideal.
De todo este conjunto de firmas, slo la de Eceiza sigue en activo, ofreciendo de cuando en cuando sus reflexiones sobre los problemas del cine
vasco (23).
V.1.6. Luis Gasca
Luis Gasca, pionero de los estudios sobre el cmic en Espaa, tuvo ocasin de mostrar su inters por el cine tanto en su faceta de escritor como de
editor. Sobre las conexiones del cine con el cmic hizo pblicos tres documentados trabajos: Los cmics en la pantalla (1965), Imagen y Ciencia-Ficcin (1966) y Lexicn della fastascienza nel cinema (1972). Con tema especficamente cinematogrfico: Historia de 12 festivales (1965) -en colaboracin con Jos Mara Ferrer-, y Cine y ciencia ficcin (1969).
Gasca colabor tambin en revistas y diarios como Fotogramas, Film
Ideal, Terror Fantastic, La Voz de Espaa, Unidad y El Correo Espaol,
aunque en el terreno de las publicaciones peridicas destac sobre todo su
esfuerzo por editar desde San Sebastin, Cuto, primer fanzine espaol del
cmic, que ocasionalmente prest atencin a cuestiones cinematogrficas.
235
Su actividad en el mundo editorial ha dado tambin origen a obras enciclopdicas como Las estrellas. Historia del cine en sus mitos (1980) y El erotismo en el cine (1983).
V.2. DILETANTES DE PESO
Como ya se ha indicado ms arriba la formacin bsicamente literaria de
muchos intelectuales les llev a adoptar una actitud cargada de prejuicios
respecto al hecho cinematogrfico. Salvo notorias excepciones esto se tradujo en todo el mundo, y sobre todo en las dos o tres primeras dcadas de existencia del nuevo medio de expresin, en actitudes de indiferencia, menosprecio o ambigua aceptacin.
La intelectualidad vasca no tuvo como se ha dicho alguna vez una postura monolticamente negativa ante el cine en los primeros tiempos. Incluso
aquellos que se mostraron ms recalcitrantes con el nuevo medio (Unamuno, Ramiro de Maeztu, Ricardo Baroja) no dejaron de ofrecer contradicciones y trayectorias en zig-zag.
La dificultad en ofrecer una visin global de la idea que respecto al cine
tenan las plumas ilustres de este pas, tropieza, sobre todo, con la dispersin de sus trabajos para revistas y peridicos, que es donde fundamentalemente se encuentran sus opiniones al respecto. Slo de aquellos autores que
han gozado del privilegio de tener publicadas sus obras completas (concedido tan solo a Po Baroja y Unamuno) se puede tener una idea mas acabada.
236
Ricardo Baroja en el papel del Doctor Kamus en El sexto sentido de Nemesio M. Sobrevila.
238
Pero su reflexin ms extensa sobre el tema qued expuesta en la divertida, y jugosa conferencia que pronunci en 1929, primero en Madrid, luego
en Bilbao, al presentar Zalacain el aventurero, la pelcula de Francisco Camacho en la que interpretaba el papel del lugarteniente del guerrillero carlista Cura Santa Cruz. Para Don Po, en ese momento histrico el mundo literario y artstico estaba dividido en cinematfilos y cinematfobos,
pero l no se consideraba ni lo uno, ni lo otro: En esto, como en muchas
otras cosas, me siento un poco murcilago, a veces pjaro, aveces ratn. Su
idea del cine qued matizada: El cinematgrafo me parece en parte bien;
tiene algo rpido, dinmico, de aire nuevo, sin tradicin, un poco brbaro,
que me gusta, pero est casi siempre mezclado con una retrica insoportable
e inspirado en una moral de la adoracin al dinero y al lujo para mi gusto repulsiva (...). Sus directores, sus inspiradores, tienen todava en el cerebro
los mismos lugares comunes que la mayora de la gente que se dedica a cualquier labor literaria (...).
En la ltima parte de su disertacin, Baroja arremeti contra los tpicos
que nutran al cine espaol: Para muchos toda pelcula en la que no aparezca la Giralda o la Alhambra no es espaola. No sabemos porqu las palmeras han de ser ms espaolas, aunque en Espaa haya pocas y stas sean un
tanto ridculas, y no han de ser espaoles los castaos, el nogal o el roble.
Y ya concluyendo: Si uno contribuye a hacer un film, un film vasco, contribuye a hacer una cosa espaola y, por lo tanto europea, buena o mala, que
en ello est el quid (...) (37).
240
bordinacin al gramfono o a la radio. Casi todos los relatos orientales y bblicos estn compuestos a base de una conciencia mgica de los nmeros:
Apliquemos al cine esta tcnica como primera base para que el cine sea una
linterna mgica; una mquina de descifrar cbalas.
La musicalidad -sigue diciendo en el citado artculo- debe ser consustancial al cine y debe alcanzarse por medios numerales tal y como hicieron
algunos maestros de la pintura renacentista. Hace falta una teora de las proporciones cinematogrficas.
El cinematgrafo debe huir de lo cotidiano y ser la Cmara del Estupor,
el museo Grevin en accin, las figuras de cera en libertad, logrando lunares,
odiseas, la linterna mgica por excelencia (...). Un cine con paisajes del Bosco. Un cine con objetos animados de Andersen en una transfiguracin de lo
domstico. Un cine con imaginaciones de Edgar Poe. Un cine que sea siempre riesgo, aventura, odisea, transfiguracin, prodigio, maravilla (...).
Poco tiempo despus de la aparicin de este artculo, Snchez Mazas public -tambin en ABC- otro no menos visionario, imaginando un cine total en el que la pantalla plana se sustitua por la superficie convexa del interior de una cpula, donde, adems de la vista y del odo, gozaba tambin el
sentido del olfato (55).
La evolucin del espectculo cinematogrfico no debi satisfacer mucho
a Snchez Mazas puesto que en 1950 manifest en Arriba que el cine es parte de una vasta organizacin, en gran parte judeomasnica (...) arte barato,
sin races, continuamente efmero y superficial, y cuando no grosero por el
contenido, siempre ingrato e innoble por la expresin tcnica, mecanizada y
agria, que est llenando el mundo, adems, de sordos y cegatos (56).
V.2.8. Luis Araquistain
El inters de Luis Araquistain por los temas culturales le condujo a abordar desde la prensa diversas cuestiones cinematogrficas.
En 1925 publicaba en El Sol un artculo en dos partes bajo el ttulo Las
pelculas yanquis (57). Para Araquistain el cine es ms una industria que un
arte: El mal de origen del cinematgrafo es el enorme capital comprometido en su industria. El mucho oro corrompe el arte, lo asfixia con su cargada
atmsfera de utilitarismo. El arte no puede volar con alas metlicas, por preciosa que sea la substancia de que estn hechas. El cine ha de vivir de grandes pblicos y esto le lleva a halagar sus gustos y sentimientos ponindose a
su nivel en vez de exigirle un esfuerzo ascensional.
El cine norteamericano -sigue diciendo- con su dominio absoluto del
mercado mundial, impone as el melodrama vulgar y la comedia grosera, degradando el gusto general con el agravante de que el teatro y la novela tambin se ven afectados negativamente al supeditar la palabra a la accin y la
vida ntima al inters externo. Se tratara de ennoblecer al cinematgrafo.
244
Cosa difcil pues las buenas pelculas cuentan con menos, pblico. La tirana
del arte yanqui era algo imprevisible, pero como todas las tiranas habr
que combatirla.
En 1926 Araquistain sale al paso de la indignacin que en Espaa haba
causado una pelcula norteamericana protagonizada por Douglas Fairbanks
y Mary Pickford (problablemente se trataba de Don Q hijo del Zorro de Donald Crisp) donde se quiso ver una intencin vejatoria camuflada de pintoresquismo (58). Araquistain opt por quitar hierro al asunto: Todos los
pueblos se forman unos de los otros una idea fantstica, con elementos tomados de la leyenda o de la historia (...). Y si sobre la Espaa real ni los mismos espaoles logramos ponernos de acuerdo qu raro que los extraos
nos vean distintos de lo que unos y otros creemos ser?. Adems -sigue diciendo-, llevar al cine una Espaa diferente de la de la pandereta sera industrialmente, de momento, un negocio ruinoso. Araquistain terminaba pidiendo humor para enfrentarse al tpico: Los pueblos y los hombres fuertes o inteligentes no temen ser deformados en la opinin ajena, incluso cuando se inspira en la malevolencia. La caricatura les hace sonreir. El juicio sincero, por duro que sea les hace meditar, y si lo consideran equivocado, se limitan a rectificarlo cuando vale la pena.
Con el tiempo las ideas de Araquistain sobre el cine y su influencia en el
teatro y la novela fue hacindose ms positiva, respecto ala opinin expresada en el citado artculo de 1929. En el elogioso comentario sobre la pelcula
Al Hollywood madrileo que public en 1929, se manifest en estos trminos: El cinematgrafo trae elementos de fantasa, de movimiento y de plasticidad que hacen fascinante la ficcin artstica de la pantalla y cuya ausencia
haba despojado de todo inters a la ficcin novelada o escnica (59).
V.2.9. Primeros escritores nacionalistas: J. de Eizaguirre, J. de Arteche, J. de Ariztimuo, F. de Solano, J. Mocoroa, A. Urrestarazu.
La intelectualidad nacionalista fuertemente polarizada hacia la cultura
tradicional fue menos sensible ante fenmenos de nuevo cuo como el cinematgrafo.
Los primeros escritos de autores nacionalistas que han podido localizarse pertenecen al ao 33. El estreno del largometraje documental Euzkadi
suscit en la prensa diversos comentarios.
Jos de Eizaguirre centr su atencin en los aspectos musicales de la pelcula de Teodoro Ernandorena, haciendo finalmente un llamamiento a los
artistas para prolongar esa va propagandstica (60). Jos de Arteche por su
parte hizo encendido elogio del film resaltando el esfuerzo y la ilusin desplegada (61).
Jos de Ariztimuo public bajo su habitual seudnimo, Aitzol, un artculo que haca referencia a la necesidad de utilizar los recursos de la tcnica
245
Un ao despus Lpez Becerra ofreci un humorstico anecdotario sobre los cines y teatros de Bilbao en uno de los captulos de su libro Ha llegado
en Sr. Lpez.
Tambin desde una perspectiva humorstica el escritor costumbrista
Jos Mara Iribarren toc temas cinematogrficos en diversos libros, folletos y artculos. Puede destacarse quizs el apunte que hizo en 1933 sobre lo
que era el cine en Tudela como medio de diversin y relacin social: A las
seis salen las criadas de la sesin infantil y dan vueltas y vueltas por la Carrera. A las siete entra la gente bien a la matine. A entusiasmarse con el
triunfo del bueno. A ver en la pelcula de actualidades los eternos baistas,
los saltadores de esquis, el general Gourard clavando medallas en el esternn de soldados galos a los acorde turbios de la Marsellesa, a reirse apenas
empieza la llamada pelcula de risa. Y ms que nada a verse unos a otros,
siempre los mismos, en el mismo sitio, una vez por semana, durante nueve
meses (68).
Tampoco el prolfico Alvaro de la Iglesia quiso ignorar al cine. En La gallina de los huevos de oro (1951), por ejemplo, parodi con amable cinismo
diversos aspectos de la cinematografa mundial y espaola.
V.2.11. Juan Larrea
Si bien el escritor bilbano Juan Larrea se consideraba as mismo ajeno a
todo lo concerniente al cine (69), lo cierto es que a lo largo de su vida no dej
de mantener ciertos contactos con el medio.
De entrada no puede dejarse en el olvido que la celebrrima escena del
ojo seccionado por una navaja mientras la luna es atravesada por una nube,
con que se inicia Un perro andaluz (1929) de Luis Buuel, quizs pudo estar
inspirada en el poema Evasin escrito por Juan Larrea en 1919. Es cierto, de
todos modos, que las diferencias entre el poema y la secuencia del film son
considerables y que adems, despus de Larrea, el tema fue utilizados por
poetas como Hinojosa, Lorca, Mallo, Dal y Espinosa (70).
Los contactos con la obra de Buuel no terminaron ah. Larrea asisti en
su da al estreno de Un perro andaluz y aos ms tarde, en 1944, se refera al
al film en un ensayo sobre el surrealismo considerando que traduca simblicamente los postulados esenciales de ese movimiento artstico (71). En un
texto de 1980 Larrea explicit ms sus ideas sobre Un perro andaluz y el cine
surrealista: Dicho film haba intentado abrir horizontes independientes de
tiempo y de espacio que seguan sin aprovecharse. La creacin cinematogrfica haba hecho caso omiso de las representaciones onricas que le eran inherentes, para prestar el uso de la pantalla a un realismo convencional y de
fines comerciales (72).
En 1948 Larrea realiz en colaboracin con Buuel un guin surrealista
titulado Ilegible, hijo de flauta partiendo de una novela que haba dejado in247
conclusa en 1927-28. Dificultades de ndole econmica impidieron la materializacin del proyecto y aunque Buuel y Larrea lo retornaron en otras dos
ocasiones, no se consigui llevar a cabo. Larrea explic en la revista mejicana Vuelta, con todo gnero de detalles, la gnesis y desarrollo de este guin,
llegando a sealar que en el fondo este fracaso le satisfizo, ya que despus de
ver La Va Lctea de Buuel -pelcula que segn su entender estaba influda por alguna de sus ideas-, se percat de que los respectivos conceptos a
cerca del sentido potico de la vida no eran dispares sino opuestos (73).
Aun cuando Ilegible, hijo de flauta no sea un guin completo y utilizable
sin ms para rodar una pelcula, expertos en la obra larreana como Agustn
Snchez Vidal y David Bary, han resaltado su gran valor como documento
artstico. Snchez Vidal particularmente, considera que Ilegible, hijo de
flauta es una importantsima pieza dentro del surrealismo, fruto maduro
derivado de el mediante la suma de los talentos de Luis Buuel y Juan Larrea y resumen de los temas menos caedizos de las vanguardias filtrados por
la decisiva experiencia de la ltima guerra civil espaola (...). Hasta cierto
punto Ilegible hijo de flauta es La edad de oro de la Libertad, es decir el canto
a la libertad surrealista as como La edad de oro lo era del amor fou (...). Extraordinariamente compleja es la simbologa sobre la que se cimenta Ilegible
habida cuenta de que superpone el rico y entrenado subconsciente de Buuel y la alambicada lectura mitopotica de Larrea (74).
Entre 1947 y 1949, en Mjico, Larrea ayud a Buuel a componer un argumento comercial que no tuvo mejor suerte y colabor en parqusima
medida en la elaboracin de algunas escenas de Los olvidados (75).
248
to en 1963 para San Juan de Luz, includa la creacin de una Escuela Regional de Cine, mientras que la Universidad Infantil Piloto concebida para Elorrio (1964), tendra muy presente al cine puesto que uno de sus objetivos
fundamentales era despertar la sensibilidad esttica del nio al mundo actual de la imagen audiovisual (82). Como es bien sabido ninguno de estos
proyectos se llev a efecto.
En 1965 Oteiza envi al diario donostiarra Unidad un artculo titulado
Qu es y qu no es Universidad en Guipzcoa (Universidad y cine) que slo
vera luz a travs del libro Ejercicios espirituales en un tnel (1983). Entre
otras protestas y reclamaciones escriba all:
Esta historia sin historia de nuestro Festival Internacional de Cine no
nos ha servido ni para proporcionar a San Sebastin una cinemateca regional. Ni un proyector de 16 milmetros para un Cine Club. Ni un taller de filmacin. Y tendramos que disponer ya de una Escuela regional de cine (y
varias se tendran que haber permitido organizar en Espaa). Los sistemas
de educacin, las tcnicas de difusin cultural, que parcialmente se van renovando en el mundo desde la investigacin artstica y cinematogrfica, tendran que haber tenido ya su Laboratorio piloto para Espaa (que ya propusimos hace aos nosotros) en nuestra ciudad y hoy sabramos qu es un Festival Internacional de Cine (83).
Los escritos de Oteiza se hallan repletos de referencias a los medios audiovisuales, pero no llegan a constituir un cuerpo homogneo y consistente.
En espera de su anunciado ensayo Esttica de Acten (de cine y otras dificultades) podemos intentar una aproximacin, ms bien deductiva, a sus ideas
sobre el cine vasco.
Oteiza acepta de entrada que toda obra artstica realizada por un vasco
debe considerarse vasca, pero inmediatamente subraya la insuficiencia de
este planteamiento (84). En un texto fechado en 1976 no dud en sealar
que para que el cine fuera vasco en profundidad era necesario un tratamiento esttico particular (85). De los escritos de Oteiza no especficamente cinematogrficos puede desprenderse que la indagacin esttica por l propuesta ha de contar -sin salirse de los cauces del arte contemporneo- con una
slida apoyatura estructural en determinados componentes del presente o
del pasado cultural vasco como pueden ser el propio euskera, el bertsolarismo o el arte prehistrico.
Cerrando este apartado dedicado a Oteiza transcribimos un prrafo de
su clebre libro Quosque tandem!:
El cine sobre todas las artes (Ah, cineclub de Irn). En el cine se oculta
el hombre, como nos ocultamos de nios en un agujero en la playa. No hay
dilogo posible con el hombre actual que busca escapar de su dura realidad.
Si le esperamos en la estatua, l no viene. Si estamos en la novela, tampoco
entra. Pero el hombre que escapa, entra en un cine. Es preciso pues esperar
a este hombre que huye y que hay que ayudar, all dentro del cine, de la narracin cinematogrfica (86).
251
Tom Mix uno de los ms populares hroes del primer tiempo del cine del Oeste
Koldo Mitxelena
256
257
NOTAS CAPITULO V
(1) J. Dudley Andrew, Las principales teoras cinematogrficas, Gustavo Gili, Barcelona,
1978, p.23.
(2) Jean Mitry, Historia del cine experimental, Fernando Torres Editor, Valencia, 1974,
p.7.
(3) A. Salazar, Hay un arte cinematogrfico posible? Hermes n 9-10, septiembre-octubre, 1917.
(4) Segn Jon Bilbao Pro-Dis-Co se public en 1923 (Cinematografa, Diccionario de Bibliografa Vasca, T. II, Enciclopedia General Ilustrada del Pas Vasco, Auamendi, Bilbao,
1970). Para Manuel Basas Pro-Dis-Co comenz a salir en 1927 (Catlogo para una hemeroteca
de Vizcaya, Real Sociedad Vascongada de Amigos del Pas, Ao XVII, San Sebastin, 1962).
(5) La Tarde, 9 de enero de 1928.
(6) M.R. Aragn, Bibliografa cinematogrfica espaola, Direccin General de Archivos
y Bibliotecas, Madrid, 1956.
(7) Ibidem.
(8) J.M. Caparrs de Lera, El cine espaol bajo el rgimen de Franco (1936-1975), Publicacins y Edicins de la Universitat de Barcelona, 1983, p. 129.
(9) M.R. Aragn op.cit.
(10) S.A. Micn, El museo del cinema, Primer Plano, 12 de noviembre de 1944, ao V,
n 213. En este artculo Micn da noticia del Festival Revisionista del Cinema que l mismo
organiz en 1933 con el objeto de mostrar la evolucin del cine a partir de una seleccin de pelculas.
(11) J.A. Cabero, op.cit; p. 314
(12) El documental Madrid, sobre la defensa de la capital, fue montado por M. Villegas
(R. Gubern, El cine espaol en el exilio, Lumen, Barcelona, 1976, p. 69).
(13) Ibidem.
(14) N. Alcocer, Don Manuel Villegas Lpez, el mejor, Resea, n 129, noviembre-diciembre de 1980.
(15) Fernando Lara-Diego Galn, Villegas Lpez, la nueva cultura, Triunfo, 13 de
abril de 1974.
Ordenada cronolgicamente esta sera la bibliografa de Villegas Lpez: El espectador de sombras (1935), Arte de masas (1936), Hoy, en el cinema espaol. Posibilidades, problemas soluciones (1938), El cine. Magia y aventura del sptimo arte (1940), Vida de Sutter (1941), El film documental (1942), Charles Chaplin, el genio del cine (1943), Cine de medio siglo (crnica y crtica)
(1946), Cine francs (1947), Cinema. Tcnica y esttica del arte nuevo (1954), Arte, cine y sociedad (1959), El Greco (1962), Homenaje a Orson Wells (1965), Viaje de estudios (1965). El cine
en la sociedad de masas (1966), El nuevo cine espaol (1967), Arte espao1 (1969), Los grandes
nombres del cine (1973), La nueva cultura (1981) En 1948 escribi un Diccionario Universal del
Cine que ha quedado indito.
(16) M. Villegas Lpez, El nuevo cine espaol, Festival Internacional de Cine de S.S..
1967, pp. 24-25.
259
(17) A. Garmendia fue uno de los fundadores del Cine Club Fas de Bilbao y director de la
coleccin de libros de cine editados por el Mensajero del Corazn de Jess. Public los siguientes libros: Guiando las lecturas y los espectculos (Bilbao, 1948), Educacin cinematogrfica
(1959), Esttica y tica del cine y Enquiridin cinematogrfico.
(18) En la bibliografa de autores vascos de Elas Amzaga se da noticia de algunos de sus
artculos (E. Amzaga, Autores vascos T.I., Ed. Gorka, Bilbao, 1985).
(19) Dos boinas, Claridades, 17 de enero de 1954.
(20) I. Tubau, Crtica cinematogrfica espaola (Bazin contra Aristarco: la gran controversia de los aos sesenta), Ed. Universitat de Barcelona, 1983, p. 40.
(21) Ibidem, pp. 40-43.
(22) Ibidem, P. 203.
(23) Artculos de A. Eceiza sobre cine vasco: Bases para la creacin del cine vasco
(Egin, 22 de octubre de 1978), Hacia un cine vasco (Festival, 14 de septiembre de 1978, n
6), Arratsaldeon denori (Buenas tardes a todos) (Eg in, 10 de junio de 1984), Funciones y difunciones de nuestros festivales de cine (Ere , l-8 de febrero de 1980, n 20), Recordando el cine
cubano (Mikeldi, 5 de diciembre de 1979).
(24) M. Unamuno, La regeneracin del teatro espaol, en Obras Completas, Afrodisio
Aguado, Madrid, 1958, T.III, P: 345.
(25) Rafael Utrera, Modernismo y 98 frente a Cinematgrafo, Universidad de Sevilla,
1981, p. 124
(26) M. Unamuno, La literatura y el cine, en En torno a las artes, A. Espasa Calpe, Col.
Austral, Madrid, 1976.
(27) R. Utrera, op. cit.
(28) Ibidem, P. 16.
(29) Ibidem, p. 128.
(30) M. Unamuno, La mosca bicentenaria, en Obras Completas, Ed. Escelicer, T. XVI,
p. 145 (R. Utrera, op. cit., p. 127).
(31) M. Unamuno, Cruce de miradas, Ahora, 21 de diciembre de 1934, (R. Utrera, op.
cit., p. 121).
(32) H.M. Geduld, Los escritores frente al cine, Ed. Fundamentos 1981. p. 12.
(33) 30 de abril; 4, 14, 21, 28 de mayo; 4, 11, 18, 25 de junio; 2 de julio.
(34) Al Hollywood madrileo, La Pantalla, 9 de diciembre 1927, n 4.
(35) J.M. Garca Escudero, Cine espaol, Ed. Rialp., Madrid 1962, pp. 121-122.
(36) Nuestros novelistas y el cine, en La Gaceta Literaria, n 29, 1927.
(37) El texto de la conferencia se recogi en La Gaceta Literaria (1 de marzo de 1929),
en El Liberal de Bilbao (28 de febrero de 1929) y al final del libro El nocturno del hermano
Beltrn (1929). Tanto esta conferencia como el texto anterior figuran ntegros en el libro de Carlos y David Prez Merinero, En pos del cinema (Anagrama, Barcelona 1974).
(38) R. Utrera, op.cit., pp. 75-80.
(39) Ibidem, P. 57.
(40) R. de Maeztu, En las barracas, El Pueblo Vasco, San Sebastin 13 de septiembre
de 1904.
(41) R. de Maeztu, Elproblema del cine, Nuevo Mundo, 15 de mayo de 1913.
(42) R. de Maeztu, El cine inmoral, Diario de Navarra, 25 de abril de 1935.
(43) R. Utrera, op. cit, p.15.
(44) E. Amzaga Los vascos que escribieron en castellano, Bilbao, 1977. Vol. I, p. 303.
(45) M. Bueno, La Meca del Cine. Hollywood, ABC, 12 de junio de 1929.
(46) M Bueno, El cine espaol y los otros... ABC 18 de mayo 1930.
(47) M. Bueno, El cine, es un arte menor?, ABC, 4 de abril de 1934.
(48) M. Bueno, El Cine nacional, ABC, 27 de julio de 1932.
(49) M. Bueno, El Cine y la mujer, ABC, 22 de julio de 1933.
(50) J.M. Salaverra, Cinematgrafo, folletn y libros de caballera, El Pueblo Vasco de
Bilbao, 15 de abril de 1919.
(51) La Gaceta Literaria, n 43, 4 de octubre de 1928.
(52) J.M. Salaverra, Perspectivas cinematogrficas, El Pueblo Vasco, Bilbao, 19 de
septiembre de 1929.
260
(53) J.M. Salaverra, Espaa en el cine, El Pueblo Vasco, Bilbao, 29 de enero de 1924.
(54) R. Snchez Mazas, El Cinematgrafo. Linterna mgica. Notas dispersas, ABC, 3
de abril de 1929.
(55) R. Snchez Mazas, Una sesin en el Urania Super-Cinema, ABC, 10 de abril de
1929.
(56) J.M. Garca Escudero, op. cit., p, 177.
(57) El Sol, 12 y 18 de septiembre de 1925.
(58) L. Araquistain, Una pelcula difamatoria?. El Sol, 26 de abril de 1926.
(59) L. Araquistain, Una pelcula espaola, Popular Film, 1929. Sobre las relaciones del
cine y el teatro Araquistain escribi La cinematografa espaola, El Sol, 8 de abril de 1926.
(60) J. de Eizaguirre, Euzkadi en cine, El Da, 27 de diciembre y Euzkadi, 28 de diciembre de 1933.
(61) J. de Arteche, La ilusin de Gipuzko-Buru-Batzar, Euzkadi, 5 de diciembre de
1933. En 1969 Arteche salud tambin el estreno de Ama Lur (Ama Lur, Zeruko Argia, 4 de
agosto de 1968).
(62) J. Aitzol, La pelcula Euzkadi, en Euzkadi, 29 de diciembre de 1933 (tambin El
Da public este artculo en idntica fecha). El entusiasmo de Aitzol por el rgimen nazi tena unos lmites bastante precisos. Ver al respecto A. Elorza, Ideologas del nacionalismo vasco, L. Haramburu, San Sebastin, 1978, pp. 311-315.
(63) F. de S., La pelcula Euzkadi. Comentarios, ideas, iniciativas, Euzkadi, 30 de diciembre de 1933.
(64) F. de S., Del renacimiento vasco. Euzkel Ikuskin, Euzkadi, 18 de enero de 1934.
(65) S. Arana, De fuera vendr... (notas, apndices y estudio histrico-crtico de J. L.
Granja), Haramburu, 1982, San Sebastin, p. 235.
(66) A. Urrestarazu, Euskal-gogo-lantze edo euskal-kultura, Euskal Batzar Orokorra.
Congreso Mundial Vasco, 25 aniversario, Gobierno Vasco, 1981, p. 334.
(67) Desperdicio y Asterisco, De compras con mi mujer, Bilbao 1927.
(68) J.M. Iribarren, Navarreras. Ed. Gmez, Pamplona, 1956, p. 61. Sobre el cine en Tudela, Iribarren escribi tambin en Estampas tudelanas (Ed. Aranzadi, Pamplona 1971).
(69) F. Aranda, Luis Buuel, biografa crtica, Lumen, Barcelona, p. 197.
(70) Ver al respecto, F. Aranda, op. cit. p. 102 y J. Larrea, Considerando a Vallejo frente
a las penurias y calamidades de la crtica. I, Aula Vallejo, Universidad Nacional de Crdoba,
1967, pp. 320-322.
(71) J. Larrea, El surrealismo entre viejo y nuevo mundo, Cuadernos Americanos,
mayo-octubre 1944 (recogido en J. Larrea, Apogeo y mito, Ed. Nueva Imagen, Mjico, 1983,
p. 148).
(72) J. Larrea, Ilegible, hijo de flauta. Complementos circunstanciales, Vuelta, febrero
de 1980, Mjico.
(73) El guin tal y como qued en 1957 con los aadidos de J. Larrea y su hija Luciane se
public parcialmente en el citado nmero de Vuelta, completndose en el siguiente nmero.
(74) L. Buuel, Obra literaria (Introduccin y notas de A. Snchez Vidal), El Heraldo de
Aragn, Zaragoza, 1982, pp. 286-91. En este libro se publica la versin del guin de 1947. Sobre
Ilegible hijo de flauta, ver tambin D. Bary, Nuevos estudios sobre Huidobro y Larrea (Pre- Textos, Valencia, 1984), L. Buuel, Mi ltimo suspiro (Plaza&Jans, Barcelona, 1982, p. 194) y A.
Snchez Vidal, Luis Buuel (Ed. J.C., Madrid, 1984, p, 316).
(75) J. Larrea, Ilegible hijo de flauta. Complementos circunstanciales, Vuelta, febrero
de 1980. El guin comercial era Mi hurfano jefe (A. Snchez Vidal, Luis Buuel, Ed. J.C. Madrid 1984, p.122).
(76) J. Oteiza, Ejercicios espirituales en un tnel, Hrdago, San Sebastin, 1984, p. 24.
(77) J. de Arteche, Nuestra pelcula, La Voz de Espaa, 25 de septiembre de 1955.
(78) J. Oteiza, op. cit. p. 126. Oteiza alude a la fallida gestacin de Acten en Ejercicios
espirituales en el tnel, p. 141, y en el libro de Miguel Pelay Orozco, Oteiza (Ed. La Gran Enciclopedia Vasca, 1978, p. 502). Grau dio su versin al respecto en Nuestro Cine (n 73, mayo
de 1968, p. 14).
(79) J. Oteiza, op. cit., p. 127.
(80) M. Pelay Orozco, Oteiza, Ed. La Gran Enciclopedia Vasca, 1978, pp. 590-591.
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262
La inexistencia de una industria del cine en el Pas Vasco, hizo que los talentos artsticos o tcnicos interesados en el sptimo arte, buscaran acomodo en otras tierras. A consecuencia de ello, la modesta aportacin vasca al
cine mundial ha de rastrearse -hasta tiempos recientes cuando menosfuera de los lmites de la geografa de Euskadi. Como es lgico las cinematografas ms receptivas fueron la espaola y la francesa.
VI. 1. PRODUCTORES
An cuando quedan por clarificar muchas cuestiones relativas a la actividad de los vascos en el terreno de la produccin fuera de Euskadi, hay algunos nombres que pueden ser mencionados.
Edouard Harispuru desarroll una dilatada actividad en el cine francs
tanto en el sector de la produccin como de la distribucin y la exhibicin.
Entre 1919 y 1956 particip desde diversos puestos directivos en la produccin de cerca de un millar de pelculas.
Otro vasco-francs, el actor Clement Duhour, tambin prob suerte en
la produccin francesa posibilitando la realizacin de tres gigantescos frescos histricos de Sacha Guitry: Si Versadles metait cont (1954), Napolen
(1955) y Si Paris metait cont (1956).
El navarro Miguel Machinandiarena tuvo al parecer un destacado papel
en la produccin argentina de los aos 40 con la fundacin de los Estudios
San Miguel (1).
Dentro del cine espaol de posguerra habra que tener presente la actividad de Miguel Mezquiriz y de Francisco Ariza fundador con Ignacio Iquino
de la productora barcelonesa Emisora Films.
Pero el ms destacado productor que ha dado el Pas Vasco es sin duda
Elas Querejeta. Desde 1963 la fbrica Querejeta no ha dejado de lanzar
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obras de notoria calidad cinematogrfica. Entre sus producciones se incluyen adems de la mayor parte de las filmografas de Carlos Saura y Jaime
Chvarri, las obras maestras de Vctor Erice, El espritu de la colmena
(1973) y El Sur (1983).
VI. 2. DIRECTORES
El bayons Henry Rousell fue un realizador de prestigio dentro del cine
mudo francs. En LAme de bronce (1918), film muy elogiado en su da por
Louis Delluc, tuvo el acierto de situar la accin en un mbito olvidado por el
cine francs de la poca como era el mundo del trabajo industrial. Rousell
tuvo luego un xito comercial con Violetas imperiales (1923) con Raquel Meller como protagonista. El resto de su obra, a excepcin de la disparatada comedia Arlette et ses papas (1939) -su penltimo film-, no parece ofrecer
inters (2).
Harry dAbbadie dArrast es con certeza el ms importante director de
cine de estirpe vasco-francesa. Incomprensiblemente, pese al indudable valor de sus pelculas, no se ha publicado todava ningn estudio acabado sobre su vida y su obra (3). Hijo del aristcrata y conocido vascfilo Antoine
DAbbadie, Harry dAbaddie dArrast, se introdujo en Hollywood gracias
a su amistad con el realizador norteamericano George Fitzmaurice. Despus de trabajar como ayudante de direccin en Una mujer de Paris (1923) y
La quimera del oro (1925) de Charles Chaplin, dirigi para la Paramount en-
265
tre 1927 y 1933 unas cuantas comedias en la lnea de Ernst Lubitsch, que
Fritz Lang no dud en situar entre las ms deliciosas pelculas de toda la
historia del cine. Tras abandonar los Estados Unidos -al parecer por sus
fricciones con los productores-, realiza en Espaa La traviesa molinera
(1935), pelcula de la que no se conserva ni negativo ni copia alguna. Charles
Chaplin, respondiendo a una encuesta realizada en Nueva York sobre las
mejores pelculas de la historia del cine, dio un solo ttulo: La traviesa molinera (4).
Otro director injustamente olvidado es Nemesio Manuel Sobrevila. Este
polifactico arquitecto bilbano realiz en Madrid dos largometrajes que se
cuentan entre los escasos films espaoles de los aos veinte que pueden ponerse en conexin con el cine experimental que se haca en Europa. El sexto
sentido (1926) vino a ser una caricaturizacin de la ingenua visin que algunos tericos de la vanguardia cinematogrfica tenan respecto a las posibilidades de la cmara en la captacin de la realidad. Con Lo ms espaol o Al
Hollywood madrileo (1928) Sobrevila quiso -al parecer- sugerir algunas
vas de desarrollo para el cine espaol, mofndose al mismo tiempo del uso
que ese cine hacia del costumbrismo. Ninguna de las dos pelculas pudieron
exhibirse comercialmente an cuando se proyectaron en sesiones privadas
que dieron lugar a intensos debates entre los profesionales (5).
El tambin bilbano Sabino A. Micn fue adems de crtico de cine y
promotor destacado del Congreso Hispanoamericano de Cinematografa
celebrado en Madrid en 1931, director de varios largometrajes entre 1921 y
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Lola Gaos en Dios bendiga cada rincn de esta casa de Chumy Chmez
En una lnea ms ortodoxa Pedro Olea lleva realizados diez largometrajes, la mayora de los cuales presentan una notable dignidad formal. Comenz trabajando para TVE mediados los sesenta -La ra de Bilbao (1966) y
Diez melodas vascas (1971), prueban que su apego a los temas locales no es
cosa de ayer- y tuvo su primer acierto cinematogrfico con El bosque del
lobo (1969). Luego vendran Tormento (1974), su obra ms aplaudida y
Akelarre (1984), pelcula que marca su incorporacin al cine vasco. Tal
como sealan Angel Prez Gmez y Jos Martnez Montalbn, el cine de
Olea flucta entre el realismo crtico y el fantstico y tiene como temtica
ms recurrente la opresin del individuo por fuerzas sociales que le impiden
vivir en libertad (9).
Jos Mara Gonzlez Castrillo, alias Chumy Chmez, tambin mostr su
inters por los medios audiovisuales trabajando como guionista y realizador
del cine y televisin. Adems de varios cortometrajes realizados en torno a
1970 Chumy Chmez ha dirigido dos largos que cabe situar en la onda sarcstica de su humorismo grfico. Dios bendiga cada rincn de esta casa
(1977), ha sido hasta el momento su mayor xito.
Figura destacada del cine francs es la biarrota Yannick Bellon. Su talento creador se manifest ya a finales de los aos cuarenta, con el documental
de cortometraje Goemons. A ste siguieron otros cortos de gran valor, pero
es en los aos 70, cuando comienza a ser conocida por un pblico ms amplio, gracias a sus largometrajes de ficcin adscritos con frecuencia a la defensa de las tesis feministas. Este es el caso, por ejemplo, de La femme de
Jean (1973) y de Lamour viol (10).
274
VI.3. ACTORES
La nmina de actores nacidos en el Pas Vasco que han aportado su talento artstico a las diferentes cinematografas resulta bastante extensa.
Aqu se pretende tan solo dar una pequea resea de los ms destacados.
An cuando los datos disponibles sobre la biografa de Fernand Guillaume no son muy explcitos, parece que su nacimiento en Bayona fue un hecho
meramente casual. Este clebre actor y director del cine cmico italiano de
los aos 10, conocido como Polidor o Tontolini y considerado como precedente directo del humorismo de Ren Clair y de Toto, era miembro de una
renombrada familia de artistas de circo franco-italiana. En 1920 Gillaume
abandon el cine para retornar diez aos despus como actor secundario.
Fellini cont con l para interpretar pequeos papeles en Las noches de Cabiria (1957), La dolce vita (1959) y en Bocaccio 70 (1962). Tambin Pasolini
se sirvi de Guillaume para hacer Accatone (1961).
Un actor de carcter, nacido en Motrico y forjado en la aventura americana, fue Juan de Landa. Comenz su carrera cinematogrfica en los Estados Unidos, tomando parte en las producciones en castellano que all se realizaron en los aos 30. Su popularidad comenz con El presidio (1931). La
versin original en ingls de este film tuvo como protagonista al gran Wallace Beery quien realiz una actuacin que en las versiones rodadas en otros
idiomas slo Juan de Landa pudo emular (11). En 1933 reanud su carre275
Conchita Montenegro.
276
ra en Espaa para marchar a Italia en 1939 donde desarroll la parte ms importante de su carrera. Particularmente notable fue su intervencin como
uno de los principales actores de Ossesione (1942) de Luchino Visconti, el
que ha sido considerado por algunos historiadores como el primer gran film
del neorrealismo. A partir de 1947 Juan de Landa trabaj alternativamente
en los cines italiano y espaol.
Conchita Montenegro fue tambin una actriz con carrera y prestigio internacional. Su xito como protagonista en el film francs Le femme et le
pantin (1929) de Jacques Baroncelli le permite trasladarse a Hollywood donde despus de intervenir en algunas producciones en castellano de la Metro
Goldwyn Mayer, interpreta un buen nmero de pelculas rodadas en ingls
como Prohibido (1931) de W.S. Van Dyke o Receta para la felicidad (1934)
de David Butler. En la segunda mitad de los aos 30 trabaja en Francia a las
ordenes de Robert Siodmack (La vie parisienne, 1936) y de Jacques Becker
(LOr du Cristobal, 1939) dando por concluida su carrera mediados los aos
40 despus de actuar en varios films italianos y espaoles. Segn la opinin
de Emilio Sanz de Soto no se puede decir que Conchita Montenegro fuera
una gran actriz, pero su singular personalidad se nos apareci siempre con
ese halo de elegancia, en ese brillo potico, que a la hora del recuerdo, comprobamos que irradiaron contadsimas estrellas del cine (12).
Al igual que ocurriera con Ferdinand Gillaume, los nexos vasco-franceses de Martine Carol no parece que fueran muy slidos: La que luego sera
encarnacin de la esttica femenina francesa de los aos 50 se instal desde
muy joven en Paris. Sin ser una actriz de extraordinaria vala -su populari-
277
dad fue sobre todo una resultante del Star-system de la poca-sus interpretaciones rayaron a gran altura en Lola Montes (1955) de Max Ophuls y en Vanina Vanini (1961) de Roberto Rossellini (13).
Tampoco Luis Mariano fue un gran actor de cine, pero su condicin de
dolo de masas le convierte en figura de obligada referencia. Luis Mariano
se convirti en galn del cine francs una vez alcanzada la popularidad como
rey de la opereta en la segunda mitad de los aos cuarenta. Buena parte
de las cerca de veinte pelculas protagonizadas por l, son adaptaciones de
las operetas que previamente haba hecho triunfar en el Teatro Chatelet de
Paris y que en su mayora estaban compuestas por el msico vasco-francs
Francis Lpez. A travs de estas pelculas -frecuentemente realizadas en
coproducin hispano-francesa-, Mariano alcanzar la popularidad en Espaa en los aos 50. An cuando la andaluzada fue la temtica predominante en estos films (El sueo de Andaluca -primero de sus xitos cinematogrficos-, La Bella de Cdiz, Las aventuras del Barbero de Sevilla, etc.),
Mariano tuvo ocasin de calarse la boina vasca en Fandango (1948) y El cantor de Mxico (1956). Precisamente su primera aparicin en las pantallas fue
en calidad de annimo componente de la coral Eresoinka en el film Ramuntcho (1937) de Ren Barberis.
En el caso de Alfredo Landa la popularidad result compatible con el talento interpretativo. Landa tuvo la oportunidad de poner a prueba sus dotes
de actor participando en ms de 40 comedias que el T.E.U., grupo de teatro
independiente de San Sebastin, puso en escena en los aos 50 (14). Su carrera cinematogrfica comenz en 1962 en Madrid, convirtindose en pocos
278
aos en uno de los actores ms taquilleros del cine espaol. Desgraciadamente, hasta el giro cualitativo de El puente (1976) de Juan Antonio Bardem, la prctica totalidad de las numerosas pelculas en las que tom parte,
pertenecieronn al subgnero cinematogrfico que se denomin comedia de
consumo. No desears al vecino del quinto (1970) fue comercialmente hablando la ms exitosa de sus pelculas. A partir de El puente, Landa comenz a ser algo ms que el actor representativo -supuestamente representativo- del espaol medio y de sus represiones erticas. Su talento dramtico
se vio confirmado en varias pelculas dirigidas por Jos Luis Garci, alcanzando su cnit -premio en Cannes incluido- en Los santos inocentes (1984) de
Mario Camus.
La lista de los actores nacidos en el Pas Vasco que trabajaron y/o trabajan para el cine espaol o francs quedar ms completa con los siguientes
actores: Henry Rousell, Ricardo Puga, Carmen Larrabeiti, Mariana Larrabeiti, Clement Duhour, Michel Etcheverry, Blanca de Silos, Ral Cancio,
Concha Catal, Joaqun Roa, Blanca Suarez, Camino Garrig, Toms
Blanco, Pierre Richard, Pedro Osinaga, Paula Martel, Francisco Javier
Martn Blaki, Fernando Cebrin, Jess Aristu, Mary Begoa, Sergio
Mendizbal, Ramn Repraz, Robert Etcheverry, Flix Rotaeta, Patxi Andin, Iaki Miramn, Imanol Arias, Jos Manuel Gorospe, Xabier Elorriaga, Elene Lizarralde, Iaki Aierra, Patxi Bisquert (15).
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Los Bocheros con Esther Williams y John Cerol durante el rodaje de Fiesta (1947) de Richard
Thorpe. En esta produccin Metro Goldwyn Mayer, Los Bocheros cantaban en euskera y mantenan un corto dilogo.
VI.4. GUIONISTAS
Sin demasiada fortuna el crtico y terico del cine Manuel Villegas Lpez
trabaj como guionista y argumentista tanto en Argentina como en Espaa
entre 1943 y 1971. Al final de su vida Villegas Lpez manifest su insatisfacin por la labor desarrollada en este campo: Hubiese querido hacer unos
guiones que se respetasen durante el rodaje. Todo lo contrario de lo que me
ha sucedido (16).
Tambin en los aos 40 debutaron como guionistas Antonio Abad
Ojuel, Jos Luis Azcrraga -su guin Botn de Ancla conoci tres versiones cinematogrficas-y Rafael Garca Serrano, pero ninguno de los tres alcanz el xito de Jess Mara de Arozamena. Los guiones de Arozamena
dieron origen a pelculas de amplia aceptacin popular. Su xito ms sonado
fue El ltimo cupl (1957) escrito en colaboracin con Antonio Mas-Guindal. Desde entonces escribi numerosos guiones algunos de los cuales ofrecieron pintorescas pinceladas vascas: Carmen de Ronda (1959) y La reina de
Chantecler (1963).
Dando un salto generacional -cualitativamente positivo en trminos
generales- tenemos los nombres de Elas Querejeta, Antonio Eceiza, Santiago San Miguel, Gonzalo Goikoetxea -colaborador asiduo de Eloy de la
Iglesia- y Chumy Chmez.
280
Carlos Pahissa (1 por la izq.) y Florin Rey (con sombrero) recorrieron a lomos de burro la provincia de Salamanca para elegir los exteriores de El lazarillo de Tormes (1925).
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VI.6. MUSICOS
La aportacin a la msica de cine es particularmente notable. Buena parte de los mejores msicos de este pas han escrito partituras cinematogrficas.
En los aos 30 el navarro Fernando Remacha, compuso msica ilustrativa para tres pelculas de Filmfono: La hija de Juan Simn (1935), Don
Quintn el Amargao (1935) y Quin me quiere a m? (1936). En esta ltima
colabor el tambin msico Juan Tellera.
Ms extensa fue la actividad de Jess Garca Leoz. Entre 1936 y 1952, escribi la msica de casi un centenar de pelculas. Destaquemos algunos ttulos: Sinfona vasca, Abel Snchez, Botn de ancla, Surcos, Esa pareja feliz,
Bienvenido Mister Marshall, El abanderado, Las inquietudes de Shanti Anda, Ronda espaola.
El maestro Pablo Sorozbal puso msica a tres pelculas: Jai-Alai (1940).
Marcelino pan y vino (1954) y Mara matrcula de Bilbao (1954). Segn Fer-
282
Jess Guridi.
Carmelo Bernaola.
284
Con Luis de Pablo lleg nueva savia musical al cine espaol. Tras realizar
a finales de los 50 varios trabajos para el cine industrial, realiza en 1961, dos
experiencias inditas en Espaa, componiendo msica electrnica para Espacio-2 de Javier Aguirre y msica concreta para A travs de San Sebastin
de Antonio Eceiza y Elas Querejeta. A partir de entonces escribe abundante msica de cine para las producciones de Querejeta. Su firma se halla presente en buena parte de la obra de Antonio Saura y de Antonio Eceiza.
Otros ttulos: La busca, Espaa inslita, Habla mudita, A un Dios desconocido, Los desafos, El espritu de la colmena (19).
Carmelo Bernaola es otro compositor que tiene en su haber una brillante
contribucin al cine espaol. Desde Dilogos de paz (1963) de Font Espina,
son ms de 100 las bandas musicales realizadas por l. A ttulos como Juguetes rotos, Nueve cartas a Berta, Urtain el rey de la selva o as, o Si volvemos a
vernos, han de sumarse la mayor parte de las pelculas realizadas por Pedro
Olea (20). En 1983 Bernaola escribi una partitura para Y el mundo marcha
(1928), la obra maestra de King Vidor (21).
286
-El mundo sigue, novela de Juan Antonio de Zunzunegui; El mundo sigue (Fernado Fernn-Gmez, 1963) (27).
-Dos hombres y... en medio dos mujeres, novela de Juan Antonio de
Zunzunegui: Dos hombres y... en medio dos mujeres (Rafael Gil, 1977) (28).
-Con el viento solano novela de Ignacio Aldecoa: Con el viento solano
(Mario Camus, 1965).
-Los pjaros de Baden Baden novela de Ignacio Aldecoa: Los pjaros
de Baden Baden (Mario Camus, 1973) (29).
-El otro rbol de Guernica novela de Luis de Castresana: El otro rbol
de Guernica (Pedro Lazaga, 1968) (30).
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NOTAS CAPITULO VI
(1) Koldo Larraaga, Cinematografa, en Enciclopedia General Ilustrada del Pas Vasco, Diccionario, T. VII, Ed. Auamendi, San Sebastin, 1977.
(2) G. Sadoul, Histoire general du cinma Vol. VII, Denol, Paris, 1973, p.486-488; Jean
Mitry, Histoire du cinema, Vol. II, Ed. Universitaires, Paris, 1969, p. 253; Henri Frescourt, La
foi et les montagnes ou le Septime art au pass, Paul Montel, Paris, 1959, pp. 335-338; Jean Toulard, Dictionaire du cinema, Robert Lafont, Paris, 1982.
(3) Jos Luis Borau piensa publicar un libro al respecto.
(4) E. Sanz de Soto, Los recuerdos de La traviesa molinera en Triunfo, n 632, 9 de noviembre 1979; DArrast, en Cine espaol, n 8, Octubre 1933, p. 2; E.S. de S., Deux oublis
du cinema espagnol, en Cahiers du cinema, n 205, Octubre 1968, p. 19.
La traviesa molinera era una adaptacin de El sombrero de tres picos relato de Pedro Antonio Alarcn, que se situaba en Andaluca y tena por protagonista a la molinera navarra Frasquita. A propsito de este film Federico Garca Lorca seal: Es tan exquisita y bella esta pelcula.. que no parece espaola (E. Sanz de Soto, Los recuerdos de la traviesa molinera en
Triunfo n 632, 9 de noviembre de 1979).
(5) J.M. Unsain, N.M. Sobrevila o las tribulaciones de un peliculero bilbano, Deia (suplemento dominical), n 257, 29 de mayo de 1983; J.M. Unsain, Los vascos y el cine experimental, en Sociedad de Estudios Vascos. Cuadernos de Seccin. Artes Plsticas y Monumentales,
n2, San Sebastin, 1983.
(6) E. Bonet-M. Palacio Prctica flmica y vanguardia artstica en Espuria (1925-1981),
Universidad Complutense, Madrid, 1981, p. 12.
(7) Antonio Martnez Menchn, El Anti-cine de Javier Aguirre Triunfo n 608, 25 de
mayo de 1975.
(8) E. Bonet-M. Palacio, op.cit., p. 47.
(9) A. Prez Gmez-J.L. Martnez, Cine espaol 1951-1978. Diccionario de directores,
Mensajero, Bilbao, 1978.
(10) Completando la relacin de realizadores de origen vasco sealaremos los nombres de
Juan Xiol, Jos Mara Zabalza, y Jess Yage. como cineastas que pusieron su principal objetivo en la comercialidad del producto.
Como autores de un nico largometraje estn: Federico Dean (El Cristo de la Vega, 1925),
Raul Cancio (Tres ladrones en casa, 1948), Rafael Garca Serrano (Los ojos perdidos 1966), Aitor Goiricelaya (Caperucita y roja, 1977), Ramn Saldas (El camino dorado, 1979), Iigo Botas (Best-seller, 1982) y Jos Antonio Zorrilla (El arreglo, 1983). Este ltimo film fue muy bien
recibido por la crtica.
Entre aqullos que con mayor o menor continuidad han centrado su actividad en el cortometraje, estn Luis Torreblanca, Joaqun Hualde, Santiago San Miguel, Jos Luis Egea, Juan Ignacio de Blas, Miguel Angel Olea, Jess Almendros, Jos Luis Arza, Alberto Schommer, Juan
Carlos Eguillor, Jos Alcalde y Ass Uribarri.
(11) Cine espaol 1896-1983, Ministerio de Cultura, Madrid, 1984, p. 55.
(12) Ibidem, p. 65.
(13) P.B., Martine Carol, en Cahiers du Cinema, n 190, Mayo, 1967.
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(14) En San Sebastin fue tambin donde por primera vez Landa se puso delante de una
cmara de cine. Javier Aguirre le dio un pequeo papel en Declive (1958) cortometraje rodado
en 8mm.
(15) Entre aqullos que han tenido intervenciones ms o menos espordicas como actores
hay que dedicar un recuerdo a Ricardo Baroja, Po Baroja, Ramiro Arrue, Estanislao Mara de
Aguirre, Pedro Basauri Pedrucho, Agustn Godoy, Mari del Carmen, Juan Olaguibel, Andr Dassary, Luis Oar, Gregorio Beorlogui, Guillermo Gorostiza, Jacinto Quincoces, Chino
Bengoa, Jos Manuel Ibar Urtain , Jon Belar, Julin Ugarte, Rogelio Ibez, Jos Mara Iigo, Fernando Telletxea Fama, Luis Iriondo La Ochoa, Javier Gurrutxaga, Juan Carlos
Eguillor, Vicente Ameztoy. Tambin los conjuntos musicales Los Bocheros y Los Xey figuraron en varias pelculas.
(16) F. Lara-D. Galn, Villegas Lpez y la nueva cultura, en Triunfo, 13 de abril de
1979.
(17) F. Vizcano Casas, Diccionario del cine espaol 1896-1968, Ed. Nacional, Madrid,
1970.
(18) J.M. Arozamena, Jess Guridi, Ed. Nacional, Madrid, 1967, pp. 388-389.
(19) J.L. Garca del Busto, Luis de Pablo, Espasa y Calpe, Madrid, 1979.
(20) Antonio Iglesias, Bernaola, Espasa y Calpe, Madrid, 1982 pp. 148-149.
(21) Otros msicos vascos que trabajaron para el cine fueron Enrique Aramburu, Jos
Mara Franco, Jos Azarola, Timoteo Urrengoechea, Rafael Leoz, Ruiz de Azagra, Antonio
Areta, Mximo Baratas, Ramn Mendizabal, Jos Luis Santisteban, Urdaneta, Vctor Zubizarreta y Ramn Usandizaga.
(22) Con el apoyo del Gobierno Vasco la productora donostiarra Irati Filmak ha comenzado el rodaje de tres largometrajes para Euskal Telebista que adaptan novelas de la moderna literatura en euskera: Amaseigarren aidanez de Andu Lertxundi, Ehun metro de Ramn Saizarbitoria y Zergaitik Pampox? de Arantxa Urretavizcaya.
(23) J.M. Unsain, Los vascos y el cine experimental, en Eusko Ikaskuntza. Sociedad de
Estudios Vascos. Cuadernos de seccin. Artes Plsticas y Monumentales. N 2, San Sebastin,
1983.
(24) Po Caro trabaj para el segundo canal de TVE entre 1966 y 1969. Adems de un buen
nmero de documentales realiz los medio-metrajes, El Pas Vasco de Po Baroja (1967) visualizacin de algunos fragmentos de novelas de Po Baroja (Las inquietudes de Shanti Anda, Paradox rey, Zalacan el aventurero y La leyenda de Jaun de Alzate) y La sima (1968) adaptacin
de uno de los relatos de Vidas sombras. Los problemas de censura que se le presentaron a Po
Caro al intentar adaptar Maritxu -otra narracin de Vidas sombras- le llevaron a alejarse de
TVE hasta la puesta en marcha de la coproduccin El mayorazgo de Labraz (1984).
(25) Las adaptaciones de la obra de Unamuno para TVE fueron las siguientes: Fedra
(1964), Niebla (Fernando Mndez-Leite, 1976), Abel Snchez (Pedro Amalio Lpez, 1977),
Nada menos que todo un hombre (Francisco Montoliu, 1978), La difunta (Francisco Montoliu,
1980), Fedra (Mercedes Villaret, 1981), Soledad (Mercedes Villaret, 1981).
(26) Nemesio Sobrevila comenz a adaptar la pieza para Filmfono, pero Luis Buuel-en
aquel momento jefe de produccin de la casa- le apart de la direccin por la lentitud con que
se estaba desarrollando el rodaje. La pelcula fue concluda por Jos Luis Sanz de Heredia en
colaboracin con el propio Buuel.
(27) La versin de Fernando Fernn-Gmez, pese haber sido masacrada por todo tipo de
censuras se mantiene como testimonio de la vida espaola de finales de los aos 50.
(28) La adaptacin de Rafael Gil, inclua un destape (a cargo de Nadiuska) que por supuesto no estaba en la novela.
(29) Basndose en un cuento de Aldecoa, Enma Cohen realiz el cortometraje Quiero
dormir en paz (1977).
(30) Miguel Lluch adapt para TVE El otro rbol de Guernica en 1977. Otros escritores
vascos con obras adaptadas en TVE, son Elas Amzaga (Sonata fnebre, 1976; Van Gogh y el
ms all, 1977) y Jos Mara Bellido (Milagro en Londres, 1981).
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una fuente de gozo. Ver a Mata Hari en las fiestas de Oyarzun (La reina de
Chantecler) o a Vicente Parra jugando cesta punta en compaa de Chino
Bengoa (Cancha vasca) no deja de ser divertido (7). Algo ms difcil resulta, sin embargo, reirse oyendo a Paco Morn -gran actor por otra parteforzar el castellano para simular acento vasco en El emigrado.
La vena seudofolklrica tuvo en La reina de Chantecler (1963) su ltimo
destello. La presencia reiterada de una esttica de Coros y Danzas totalmente desvinculada de la realidad fue posiblemente la razn de que el pblico se
desinteresara de este tipo de cine. Tras la muerte de Franco, los vascos comenzaron a aparecer en pantalla con un radical cambio de imagen. Los presos polticos, las acciones de ETA y la plaga de la drogadicin, desplazaron
las risueas andanzas del buen salvaje de Loti.
El primer film que se aproxim a la enrarecida y nada lrica realidad vasca fue -dejando al margen la produccin vasca- Un hombre en la ventana
(1971), cortometraje producido por Granada TV en el que se reconstruy el
intento de autoinmolacin de Joseba Elsegui ante el General Franco. Pelculas que de modo ms o menos tangencial homenajearon a los presos y militantes vascos, fueron :El puente (1977) de Juan Antonio Barden, Expediente (1977) de Manuel Coronado, El afiche rojo (1978) de Frank Cassenti,
Siete das de enero (1978) de Juan Antonio Bardem y Carne apaleada (1978)
de Javier Aguirre.
Sobre el atentado contra Carrero Blanco, Jos Luis Madrid hizo un
oportunista y mediocre Comando Txikia (1977). Ms riguroso aunque bas295
San Sebastin es la ciudad vasca que ms veces se ha utilizado como escenario cinematogrfico. Salvo alguna excepcin La Bella Easo ha sido slo un amable y blando decorado Este fue
tambin el caso de Pierna creciente, falda menguante (1970) de Javier Aguirre.
Una referencia a las presas polticas vascas se inclua en Carne apaleada (1978)
de Javier Aguirre.
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tante decepcionante fue el tratamiento que dio al mismo tema Gillo Pontecorvo en Operacin ogro (1980).
Las alusiones puntuales a la problemtica vasca que Eloy de la Iglesia vena efectuando en algunas de sus pelculas se convirtieron en El pico (1982)
en abordaje directo. Al nuevo paisaje vasco se incorporaron as la droga y la
corrupcin de los cuerpos policiales.
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Una nueva galera de tipos vascos comienza a surgir. El temible camionero -exmiembro de ETA- del reaccionario y oportunista Goma-2 (1984)
de Jos Antonio de la Loma o el tozudo dinamitero de Tiempo de revancha
(1982) de Adolfo Aristarain, son algunos ejemplares.
Si bien el cine no ha cado en la descarada manipulacin realizada por
otros medios de comunicacin -la televisin en primer lugar-poniendo en
circulacin una siniestra y unilateral imagen de la sociedad vasca, tampoco
puede decirse que haya contribuido a clarificar sus graves problemas. Entre
los ms serios intentos de acercarse racionalmente a la realidad vasca actual
hay que destacar Euskadi hors dEtat (1983) pelcula de Arthur Mac Caig en
cuya produccin colabor la productora donostiarra Frontera Films.
VII.2. CARMEN Y JOSE LIZARRABENGOA
Como es bien sabido Carmen la novela escrita por Prosper Merime en
1845 tiene como uno de sus principales protagonistas a Jos Lizarrabengoa,
joven nacido en Elizondo que tras matar a un contrincante en una pelea de
makillas se traslada atierras andaluzas donde no tiene inconveniente en presentarse al mismo tiempo como vasco y como navarro fino. Planteado as el
contencioso Navarra-Euskadi, la manipulacin -consciente o inconsciente- no poda dejar de brotar en algunas de las adaptaciones que, en nmero
aproximado a la treintena, se realizaron de la novela (8).
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La versin de Florin Rey, Carmen la de Triana (1938), rodada en la Alemania hitleriana, es posiblemente la que en este aspecto presente mayor grado de desfachatez. Jos Lizarrabengoa se transforma en el brigada Jos Navarro y mantiene este dilogo con un oficial de superior rango:
-Se presenta el brigada Jos Navarro del regimiento de Vitoria.
-Vasco?
-No, navarro!... de Elizondo!
Entre las versiones que no pretendieron enmendarle la plana a Merime
en esta cuestin, cabe citar, Carmen la de Ronda (1959) produccin hispanomejicana dirigida por Tulio Demicheli sobre dilogos de Jess Mara de
Arozamena.
El propsito de Prosper Merime -escritor y viajero romntico- al introducir el tema vasco, se presta a especulaciones de diverso tipo. Sumando
los pintoresquismos vasco y gitano-andaluz se busc probablemente un reforzamiento de la imagen extica que se pretenda dar de Espaa. Tambin
puede pensarse que contraponiendo la personalidad y el carcter andaluz al
vasco, se quiso obtener, adems de un mayor juego literario, una cierta
aproximacin a la multiforme realidad cultural espaola.
Este esquema de oposicin de caracteres se dio -con ribetes cmicamente racistas- en Torbellino (1941), produccin CIFESA, dirigida por
Luis Marquina. En la confrontacin que se origina entre Carmen, una anda300
luza de salero desbordante y Don Segundo, un vasco triste, aburrido y sesudo, ste, adems de sucumbir al embrujo ca de la antagonista, no tendr
ms remedio que reconocer su pobreza de espritu y ponerse a cantar flamenco, tocado de sombrero de ala ancha.
VII.3. HISTORIAS
Pese a que las pelculas que tratan de los tiempos histricos anteriores a
la ltima guerra civil, no son muy abundantes, resulta posible trazar -con
lagunas ostensibles- una lnea cronolgica.
El nebuloso periodo de las luchas sostenidas por vascones y visigodos,
evocado en la novela histrica de Navarro Villoslada, Amaya o los vascos del
siglo VIII tuvo en 1952 una versin de Luis Marquina muy generosa en cartn piedra (9). El tema de la cristianizacin de los vascos y de su seudohistrica
alianza con el godo invasor para enfrentarse al moro, enemigo comn, responda bien a las exigencias del nacional-catolicismo espaol. La intencio301
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El caballero vizcano doblegado por la espada de Don Quijote. Escena de Don Quijote de la
Mancha (1947) de Rafael Gil.
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Zalacan el aventurero (1954) de Juan de Ordua. Las aventuras de Zalacan se desarrollaban en el marco de la ltima guerra carlista.
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La biografa del criminal Juan Daz de Garayo, Sacamantecas, fue llevada al cine en Cuerda de presos (1956) de Pedro Lazaga adaptando la novela homnima de Toms Salvador. El mismo personaje dio origen al largometraje amateur El Sacamantecas (1979) de Jess Mara del Val y Juan Carlos
Ruiz de Gordoa.
Lope de Aguirre, aventurero que ha hecho correr polmicos ros de tinta
a travs del tiempo, acrecent su celebridad con la fascinante, pero biogrficamente infiel pelcula de Werner Herzog, Aguirre, la clera de Dios (1972).
Jorge Oteiza fue contundente al dar su opinin: Para desmitificar el demencial racismo germnico, poda el cineasta alemn haber utilizado la figura de su padre. Oteiza aadi a continuacin: Pero nosotros tenemos la
culpa por carecer de un cine con el que poder admirar o condenar a nuestros
hombres en la historia (16).
por TVE en 1981. Tampoco Juana de Navarra tuvo mejor suerte, pues en el
film flamenco De leeuw van Vlaanderen (1982) se le convirti en protagonista de todo tipo de iniquidades.
San Ignacio de Loyola hubo de esperar a los aos 40 para subir a los altares del cine espaol. El personaje se ajustaba bien al mito franquista del
monje-soldado y se hizo acreedor de una produccin de elevado costo y mayor aburrimiento. El Capitn de Loyola (1948) fue dirigida por Jos Daz
Morales sobre un guin en el que colabor Jos Mara Pemn (18).
Catalina de Erauso, personaje cinematogrfico donde los haya, sufri
una violenta transformacin fsica en La monja alfrez (1944) de Emilio Gmez Muriel: la seductora presencia de Mara Flix poco tena que ver con la
hosca fisonoma de la figura histrica real. Para el crtico Emilio Garca Riera, esta produccin mejicana no pas de ser un malo e irrisorio baile de disfraces (19).
La intervencin del revolucionario Javier Mina en la guerra de la independencia de Mjico dio lugar a la floja coproduccin cubano-mejicana
Mina, viento de libertad (1977) de Antxn Eceiza.
Algunos aspectos de la vida de Sabino Arana quedaron plasmados en la
fallida pelcula Sabino Arana (1980) de Pedro Sota. Mayor fortuna tuvo Dolores Ibarruri con el documental Dolores (1981) realizado por Jos Luis Garca Snchez y Andrs Linares.
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La vida del tenor roncals Julin Gayarre fue sometida a dos transformaciones flmicas de tono menor: El canto del ruiseor (1933) de Carlos San
Martn y Gayarre (1959) de Domingo Viladomat. Tambin Pablo Sarasate
tuvo su correspondiente biografa en celuloide: Sarasate (1941) de Richard
Busch.
Los deportistas tampoco se quedaron al margen. Algunos retazos de la
vidas de Paulino Uzcudun y de Guillermo Gorostiza se recogieron en Juguetes rotos (1966) de Manuel Summers (20). El mismo realizador tambin se
mostr interesado por otro dolo de multitudes: Urtain, el rey de la selva o
as (1969).
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(14) Tambin con el ttulo Gernica la casa francesa Natura Film realiz un documental sobre el Congreso de Estudios Vascos de 1922. En El verano de Picasso (1969) de Robert Sallin se
hace alusin al bombardeo.
(15) En 1939 se pens rodar en Hollywood Carg of inocents una pelcula sobre la evacuacin de Bilbao que contara con el asesoramiento de Luis Buuel. El proyecto qued suspendido con la prohibicin del gobierno estadounidense de realizar pelculas sobre la guerra civil espaola (Luis Buuel, Mi ltimo suspiro, Plaza y Jans, Barcelona, 1982, pp. 173-74).
(16) M. Pelay Orozco, Oteiza, Ed. La Gran Enciclopedia Vasca, Bilbao, 1978, pp. 401.
Otra frase oteiciana en la misma lnea: Si nuestra historia no es reimaginada y contada artsticamente por nuestros creadores, seguiremos siendo los grandes ignorantes de nuestra propia
historia (Ibidem).
(17) Otros ttulos con presencia de reyes navarros: Henry King of Navarra (1924) de Maurice Elvey, Le vert galant (1925) de Ren Leprince, Rey sin reino (1926), La Regina di Navarra
(1941) de Carmine Gallone, La Reine Murgot (1955) de Jean Dreville y El valle de las espadas
(1962) de Javier Seto.
(18) Abel Gante, Robert Bresson y Nemesio Sobrevila, tambin se vieron atrados por la
figura de San Ignacio, pero sus proyectos nunca fueron filmados.
En 1951 Ral Alfonso Boix comenz el rodaje de El cruzado de Oriente basada en la vida de
San Francisco Javier; por dificultades econmicas de la productora, no lleg a terminarse. En
Sangre en el Japn (1953) de Tomu Ikeda se representa al martirio de San Martn de la Ascensin.
(19) E. Garca Riera, Historia documental del cine mexicano, vol. III, Ed. Era, Mxico,
1970, p. 218.
(20) En Juguetes rotos la censura practic ms de treinta y siete cortes. La entrevista con
Guillermo Gorostiza -entonces recluido en un asilo de Bilbao fue la ms perjudicada. No
pudo saberse as, que ni la Real Federacin espaola de Ftbol, ni la Delegacin Nacional de
Deportes haban respondido a las cartas de peticin de ayuda material del que antao fuera famoso jugador de la seleccin espaola (Romn Gubern, La censura, funcin poltica y ordenamiento jurdico bajo elfranquismo, Pennsula, Barcelona, 1981, p. 214).
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El ncleo de la programacin de este centro regional es el espacio estrictamente informativo Telenorte, donde hasta tiempos relativamente prximos al busto parlante predomin sobre la imgenes vivas de los acontecimientos. De este modo buen nmero de importantes sucesos polticos y culturales no dejaron tras s rastro audiovisual alguno. Al margen del informativo Telenorte el centro de Bilbao, ha realizado espacios notables como Al
fondo el hombre de Carlos Bacigalupe y Jos Mara Iriondo o Saski naski de
Antxn Urrosolo.
La puesta en marcha el ltimo da del ao 82 de un canal autnomo de
televisin, Euskal Telebista, fue un acontecimiento de enorme trascendencia cultural. Sin entrar a desmenuzar sus logros y despropsitos, dejemos
constancia, tan solo, de que, en buena medida, el futuro del cine vasco queda en sus manos.
VIII.2. VIDEO
Al dar comienzo la dcada de los 80 empiezan a surgir en Euskadi empresas como Taller de Imagen en Algorta, Video-Studio en San Sebastin o
Ikusager Bideo Zinema en Vitoria, ofreciendo todo tipo de servicios videogrficos (1). Ikusager, firma creada en 1981, lleva producida una considerable cantidad de programas de video de carcter cultural, artstico, industrial
y publicitario.
(1) La relacin de talleres de video existentes en Euskadi queda ms completa citando a
RCT de Pamplona, Videoscop de San Sebastin, y KNC, ITESA y Video Bat de Bilbao.
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Pero el video como medio de expresin y comunicacin recibira un fuerte impulso con la creacin en 1982 del Festival de Video de San Sebastin organizado por Guadalupe Echevarra como actividad paralela y dependiente
del Festival Internacional del Cine de San Sebastin. Tampoco puede olvidarse en este sentido el positivo papel jugado por la seccin de audiovisuales
de la Facultad de Bellas Artes de Bilbao.
Dentro del video didctico ha de consignarse la actividad del Gobierno
Vasco en la produccin de programas destinados a la ayuda en el aprendizaje del euskera, iniciada en 1983.
Experiencia interesante en el terreno de la difusin cultural ha sido la
emprendida por el Instituto Prncipe de Viana de la Diputacin de Navarra
con la apertura en 1984 de un centro de prstamo de material audiovisual
-cine y video- para apoyo de las actividades organizadas por centros escolares y asociaciones culturales de Navarra.
Como individualidades creadoras en el campo del video-arte destacamos
los nombres de Ramn de Vargas, Juan Carlos Eguillor, Esther Ferrer, Jos
Mara Zabala, Concha Elorza, Iigo Salaberria, Jos Ordorika, as como el
colectivo Illargi. En una lnea ms documental se sitan los trabajos de Begoa Gorospe, Gorka Sistiaga, Gerardo Armesto o Kristine Etxaluz.
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La mxima cota cualitativa fue sin duda la alcanzada por el gran fotgrafo Alberto Schommer con su trabajo para la exposicin Doscientos aos de
historia que organizada por el Gobierno Vasco recorri las tres capitales de
la Comunidad Autnoma en 1982. En cuatro bloques de diapositivas y poniendo en juego una rica gama de recursos plsticos, Schommer construy
-sobre guin de Manuel Montero- una esplndida sntesis de la historia
de Euskadi desde la primera guerra carlista hasta la ltima posguerra.
Tambin en 1982 se present Agua montaje del colectivo bilbano Poetas por su pueblo.
Dos nuevos montajes llegaron en 1984. En Orreaga la vaporosa fotografa de Sigfrido Koch se puso al servicio de una idealizada visin del Pas Vasco, mientras que en 1872-1876 Jos Mara Tuduri reconstruy de forma
muy documentada y sugerente la ltima guerra carlista.
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APENDICE
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1. F. TORQUEMADA: COMO SE HIZO LA PELICULA EDURNE? (*)
Una apuesta original
En la Invicta Villa de Bilbao, en el ao 1924, una cruda maana de invierno que
llova torrencialmente, huyendo de las inclemencias del tiempo, me refugi, segn
costumbre ma, en la biblioteca de la sociedad El Sitio dependencia que reune para
m las mayores comodidades y atractivos.
Penetr en el suntuoso saln, y me acerqu a las mesas donde se alineaban en dos
filas interminables las mejores revistas y publicaciones del mundo. Entre ellas me llam la atencin, por su portada, una revista nueva en nuestra biblioteca, y desconocida para m. Tom el libro y pas al saloncito interior, donde otros consocios trataban
de saciar su sed infinita de sabidura. All ocup un confortable silln, y oje Cine
Mundial, que tal era la revista que haba tomado. Haba en sus pginas reclamo de
pelculas sensacionales, temas deportivos, infinidad de anuncios, y en preciosas fotografas, una verdadera exposicin de chicas guapas. Not que todo ello no era ms
que una admirable propaganda de la cinematografa yanqui, que por su importancia
constituye all la tercera industria del gigante pas.
Llevaba yo un buen rato entretenido con Cine Mundial, y no haba reparado en
el compaero que tena a mi lado. Era mi amigo Gil del Espinar, que embebido, a su
vez, en la lectura de un bello tomo, tampoco haba advertido mi presencia.
Le salud, y mostrndole la revista que yo lea le pregunt:
Has visto esto?
-S, -contest- yo ped a la Sociedad la suscripcin de esa revista. Es la ms
autorizada en materia de cine.
En aquel momento apareci en el saln nuestro inseparable Leandro Echemenda. Esto nos caus una verdadera sorpresa, ya que en muy raras ocasiones se vea a
Echemenda en la biblioteca de la Sociedad. Era esta seguramente la dependencia de
El Sitio que menos frecuentaba Leandro, ya que si apareca por all alguna vez, era
precisamente a buscar amigos para completar alguna partida de chamelo o de poker,
pasatiempos a los que Echemenda era muy aficionado.
El recin llegado, nos salud con un ademn, para no interrumpir con su palabra
la atencin de los respetables seores que en aquel lugar se hallaban entregados al estudio. Despus, colocndose entre nosotros, e inclinndose cuanto pudo, nos dijo
muy bajito, con voz apenas perceptible:
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impotente y enmudece. El alma apela entonces a la Mmica, que con sus gestos es el
mejor y ms antiguo medio de expresin, el que entienden todas las razas y todos los
pueblos; el lenguaje del cinematgrafo. S, la Mmica pertenece al Cinema porque en
el teatro, a partir de la tercera o cuarta fila de butaca, no se distingue el gesto del actor
mientras que en la pantalla, el gesto del artista llevado a los primeros trminos, se
aprecia con toda claridad desde la ms remota localidad del paraso.
-Pero qu es eso de la Mmica? -pregunt Echemenda un tanto contrariado.
-La Mmica -explic Gil- es el lenguaje del alma: la que nos habla con sinceridad de los ms caros afectos del corazn humano. El Amor, el Placer, y el Dolor, hallan siempre en la Mmica su peculiar medio de expresin.
Adems -sigui diciendo Gil- hay otro motivo por el que el Cinematgrafo es
superior al teatro, y es que ste, tiene un escenario muy reducido, restringidos por
tanto los movimientos, y los cuadros escasos; en cambio el Cinematgrafo tiene por
escenario la Naturaleza misma.
-Pues yo te digo a t -opuso Echemenda- que el Cinematgrafo es un espectculo propio de chicos, donde el Arte, que es razn suprema en el Teatro, queda relegado en el Cinematgrafo a un segundo lugar.
-No s por qu -repuso Gil- ha de quedar el Arte en el Cinematgrafo relegado a un segundo lugar. Si has visto t alguna pelcula en la que eso sucede, tambin
es cierto que en bastantes obras de teatro ocurre lo propio. Y en cuanto a tu afirmacin de que el Cinematgrafo es cosa de chicos, no deja de ser eso desgraciadamente
una creencia bastante arraigada en nuestro pas. Mientras los espaoles seguimos tomando a chacota el Cinematgrafo, otros pases ms avisados, que opinan de distinta
manera, hacen de la cinematografa una industria pujante y brillantsima, y un instrumento poderoso de educacin y propaganda que manejan hbilmente con miras a sus
intereses nacionales. Quin pone en duda el hecho probadsimo de que una casa
productora de pelculas en un pas cualquiera beneficia enormemente las dems industrias del territorio a la vez que fomenta el turismo? Yo estoy convencido de que
una industria cinematogrfica instalada en el pas vasco, sera muy beneficiosa para
el comercio e industrias de la regin, mxime si las pelculas se editaran siempre con
la vista puesta en el Arte.
Al llegar aqu, intervine yo en la discusin que hasta ahora haba escuchado silenciosamente.
-Eso que acabas de decir -interrump- lo he oido repetidas veces, y siendo
as. cmo no se hace nada? por qu nadie lo intenta?
-No s -contest Gil- pero en este pas tan emprendedor, en esta tierra de
tcnicos y trabajadores, no hay razn alguna para que no se haga algo.
-Y ese fotgrafo del que hablaste ayer qu pretenda?
-Se trataba del fotgrafo Shylock de la calle del Correo. Dicho seor me propuso hace unos das la edicin de una pelcula entre ambos. El se encargaba de la fotografa y comprara los aparatos. A mi cargo correra la empresa, pero no hallamos
ambiente. Fracasaron cuantas gestiones hicimos. Todos vean el proyecto descabellado.
-Cuando yo digo que tu ests mal -interrumpi Echemenda entre risotadasY serais capaces de intentar siquiera una empresa semejante? Porque ese negocio,
no s si sabrs, ofrece ciertas dificultades de orden tcnico y econmico, para vosotros, insuperables.
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-Hombre -contesta Gil- No habamos pensado hacer la competencia a la Paramount. No se trataba ms que de un ensayo, de marcar una ruta a los que estuviesen en condiciones econmicas de seguirla.
-Y qu capital se precisa para esa industria? -pregunt nuevamente.
-La cinematografa -dijo Gil- es un negocio de altos vuelos, que requiere fabulosos capitales para su explotacin y desarrollo. Si bien, las utilidades que proporciona guardan tambin relacin con el capital empleado. Pero nada ms lejos de
nuestro nimo que meternos de lleno en la industria. Conscientes de nuestra penuria,
nuestro plan era bien modesto. Yo haba calculado en 15.000 pesetas el gasto de una
pelcula de seis o siete partes, suficientes para que su asunto nos permitiera la exposicin objetiva de las principales fbricas, edificios, panoramas y costumbres del pas
vasco. Encontrar esas pesetas era para m la dificultad mayor. Lo dems no me apuraba.
-Pues yo te aseguro -interrumpi Echemanda- que encontrar 15.000 pesetas
en Bilbao, no ofrece tantas dificultades. Lo serio es lo otro: hacer la pelcula, los artistas, la fotografa..
-En cuanto a la fotografa expuso Gil- tengo bastante confianza en el fotgrafo Shylock y en su hijo Lixfe Gon-Ber (1), que es un excelente operador. Lo que
aqu hace falta, repito, es el dinero. De lo dems respondo con la cabeza de que saldramos airosamente.
-Pues yo te apuesto lo que quieras -aadi Echemenda- a que si te dan
15.000 pesetas para hacer una pelcula, te estrellas.
-Eso es discutir tontamente -repuso Gil-. Apustate algo, proporciona esas
pesetas y vers.
-Hube de terciar de nuevo en el debate; esta vez al lado de Echemenda, pues
consideraba que si, como deca Gil, no haba ms dificultad que el dinero, encontrarlo en un Bilbao, no lo vea yo una empresa dificultosa, e hice al amigo Gil algunas
consideraciones:
Claro est, que tres mil duros no se dan al primero que llega; pero si el fotgrafo
Shylock est decidido a comprar los aparatos, que de seguro han de costar cerca de
10.000 pesetas, con la garanta de esos aparatos, y si podemos reunir entre nosotros
algn dinero para poner el asunto en marcha? ser sumamente fcil obtener despus
algn crdito. No creas t -le dije a Gil- que todos los industriales y comerciantes
trabajan con dinero contante y sonante. En infinidad de comercios, la mayor parte
de las existencias, no pertenecen al comerciante, sino al crdito, y muchas fbricas
trabajan nicamente por la confianza que inspiran sus empresas industriales.
Por tanto -segu diciendo- si tienes confianza en el xito del negocio, aconseja
al fotgrafo Shylock que compre los aparatos, acto seguido, reunimos entre todos algn dinero y empezamos a trabajar; despus gestionamos de cualquier banco la concesin de un crdito.
-Pues ni una palabra ms -dijo Gil- hemos de hacer algo.
Y dirigindose a Echemenda le pregunt:
-Cul va a ser nuestra apuesta?
(1) Tras de estos seudnimos se ocultan unos apellidos espaoles y castizos. En esta empresa no han intervenido extranjeros (Nota de F. Torquemada).
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-Una merienda para los tres a base de angulas, en casa de Luciano Hace?
-Aceptado -contest Gil.
-Pero oye, -se le ocurri a Echemendia- una pelcula mal hecha que no se
proyecte, tambin me comprometera yo a hacerla. Tiene que ser una pelcula que se
sostenga por lo menos tres das consecutivos en el programa de alguno de los principales teatros de Bilbao: Coliseo, Olimpia o Trueba.
-Conforme -contest Gil tendindole su diestra
Y los dos amigos estrecharon sus manos sellando la apuesta.
Ahora viene aqu, eso de FIN DE LA PRIMERA PARTE DE LA PRIMERA
JORNADA.
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A m no me deja mi padre -deca uno. -Yo crea que no haba que trabajar
en la calle -aada la otra. -Total, que antes de empezar, se cans la mayora, entre los que se encontraban los muchachos y seoritas que estudiaron y ensayaron los
principales papeles de la obra.
Como fcilmente puede comprenderse, con la huda de los artistas, se nos present a nosotros el primer problema. Qu hacer? Buscar otros para que al cabo de un
mes hicieran la misma faena?
El estudio-chalet rentaba 250 pesetas mensuales; no haba tiempo que perder.
Gil, que es hombre decidido, salv la situacin de una manera radical. Requiri a las
hijas de Shylock que interpretaran los dos principales papeles femeninos de la obra.
A Nieves, que es la mayor, le confi el papel de Edurne, y a Teresa que le consideraba ms sensible, el de Marta. Hizo lo propio con Flix Gon-Ber, el operador, a
quien dio el papel de Alberto, reservndose para s la interpretacin de dos personajes de primera lnea: Mendizabal y Josechu.
Aquel mismo da, ayudados por un puado de muchachos que haban permanecido fieles en sus puestos, se impresionaron varios centenares de metros de pelcula.
Cuando iban sucedindose las escenas quedndose grabadas en el celuloide, le o
decir a Gil entusiasmado:
-Me parece que no hemos perdido nada en el cambio de artistas. Teresa y Nieves reunen excepcionales dotes para el arte mudo. Me gusta especialemente el trabajo de Teresa, que posee una sensibilidad artstica insuperable. Cuando lla quiere,
con la mayor facilidad, hace asomar a sus bellos ojos abundantes lgrimas.
Al da siguiente, fieles al plan que nos habamos trazado, nos presentamos en el
banco Espaol del Ro de la Plata con el propsito de entrevistarnos con el director
del referido establecimiento bancario. Ibamos, como supondrn los lectores, a pedir
dinero. Necesitbamos 10.000 pesetas para acabar la pelcula que habamos empezado e bamos por llas.
Consideraba yo que los aparatos que poseamos, cuyo valor se aproximaba a las
10.000 pesetas, podan constituir slida garanta. Adems calculbamos en unas
25.000 pesetas los ingresos que proporcionara la pelcula en los dos primeros aos
de explotacin. No concedan crditos a los contratistas de obras con la garanta de
la edificacin? Pues yo crea que nosotros nos hallbamos en el mismo caso.
Pero si, si; me equivoqu de medio a medio. Aquel da, ante los ojos de mis amigos deb sentar plaza de excelente financiero.
Don Julio Carabias, director del Banco, que adems de financiero inteligente es
tambin caballero intachable, nos recibi con amabilidad exquisita, dispensndonos
las mayores atenciones.
Con pocas palabras le expuse yo el objeto de nuestra visita.
-Las operaciones que puede realizar un banco -nos dijo D. Julio- estn determinadas por sus estatutos, y la que ustedes proponen no es propia de este establecimiento. Los bancos constitudos en Espaa no emprenden esos negocios. Vean ustedes las Cajas de Ahorros..., pero tampoco. Para que los aparatos de que hablan puedan servirles de garanta, tendrn que depositarlos all, y entonces Cmo trabajaran
ustedes sin ellos? A ustedes lo que les conviene es buscar un socio capitalista, entenderse directamente con los particulares; es lo mejor.
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vo, pero esto no corre tanta prisa. La impresin del negativo es aventurado suspenderla una vez comenzada, porque pueden ausentarse los artistas, o enfermar alguno
de llos, y entonces habra que rehacer todas las escenas en que el inutilizado o ausente hubiera tomado parte.
-Pues manos a la obra. Esto hay que tomarlo con calor.
Aprovechando el buen tiempo, aquella maana, salieron Gil y Lixfe con los aparatos para tomar los exteriores de las minas de Gallarta, Ortuella y Somorrostro.
Sabido es, que en la confeccin de las pelculas editadas por las grandes empresas
extranjeras, intervienen verdaderos ejrcitos de tcnicos y trabajadores:
De una parte el autor, que slo atiende a la creacin de la obra. La adaptacin y
continuidad la hacen un cuerpo de escritores especialistas al servicio de la empresa.
Los fotgrafos, slo atienden a la impresin de la pelcula. El revelado, tiraje de positivos, rtulos y dems trabajos de laboratorio, corren a cargo de otras personas. El
director de la puesta en escena se ve rodeado de infinidad de servidores, como decoradores, mecnicos, electricistas, escengrafos, arquitectos etc. Todos tienen un trabajo determinado, cuya especialidad dominan. Aqu en Bilbao, al confeccionar la
pelcula Edurne, la mayor parte de todos esos trabajos, han venido a recaer sobre una
o dos personas solamente. Hacemos esta observacin, porque sabemos que el pblico para juzgar esta obra, que es fruto de titnicos trabajos y esfuerzos inauditos, la
comparar con las producciones que vienen del extranjero, donde la abundancia y
colaboraciones mltiples, facilitan enormemente el allanamiento de todos los obstculos.
Hemos visto al amigo Gil escribiendo el escenario, preparar la continuidad de
las escenas, hacer los ttulos, entrenara los artistas, etc. y ahora, dirigiendo la puesta
en escena, subir empinadas cuestas bajo un sol trrido, escalar la cumbre de los montes o descender al abismo de los pozos de las minas...
Y esto no era todo. Nuestro amigo no es un capitalista que viviese de sus rentas,
sino que para vivir tena que trabajar. atender a su empleo. Gil es empleado de Correos, y nadie ignora que son los de Correos los empleados del estado que ms trabajan. Para llos no existen las cinco horas que limitan la jornada de trabajo de los funcionarios en general, jornada que se convierte para los de Comunicaciones en ocho y
a veces ms horas de labor, incluso los domingos.
As es como al final de las dursimas jornadas de impresin de exteriores, llevadas a cabo bajo un sol abrasador, cuando sus compaeros de excursin se entregaban
rendidos al descanso, Gil entraba a trabajar en Correos a las nueve de la noche, y dejaba el servicio postal a las nueve de la maana, hora en que empezaba de nuevo su
tarea cinematogrfica. Nadie saba cuando descansaba, pero siempre se le vea animoso, de buen humor y con ganas de trabajar. Esa resistencia inaudita solo poda ser
consecuencia de una salud a toda prueba, de una sangre pursima que recorriese sus
venas..
Estamos en el siglo de los deportes, de los campeones. Somos fervientes admiradores de la resistencia fsica, de los records. Pues bien, siquiera por lo que tiene de
atltico, no puede pasar desapercibida esa proeza, que como tal puede codearse dignamente con las hazaas de los atletas griegos que inmortalizara Pndaro en sus gloriosos poemas.
Pero aqu no se trata solamente del trabajo material. La ruda labor intelectual era
muy superior a ste. Adems los obstculos imprevistos, las contrariedades sin cuen-
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-Me ha gustado -contesto-. Si desea conocer mi opinin, le dir que esta clase
de pelculas, son las que debiramos cultivar con preferencia. Este film descubre
ante los ojos de los espectadorres los ms variados aspectos y costumbres de un pas
prspero y galvanizado por industrias portentosas de cuya existencia no sospechan siquiera..
Como es natural, no hubo all nadie que pudiera subrayar el entusiasmo de los espectadores con estas palabras: Y eso que no habis visto nada de Altos Hornos!.
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El cine, pues, es un instrumento que la sociedad debe utilizar. Por ello, la sociedad vasca tiene el derecho y el deber, de cara a una conciencia popular, la suya y la
de todos los pueblos del mundo, de utilizar ese medio audiovisual.
El ojo fotogrfico de las cmaras debe recoger el ser del paisaje de la tierra vasca;
nuestra msica, nuestros temas, la mentalidad de nuestras gentes, nuestras costumbres, nuestros artistas, etc... deben estar adheridos a las pelculas que con el sustantivo de vascas se rueden en el mundo.
No podemos hablar de la evolucin del lenguaje cinematogrfico vasco, ni de un
neorrealismo vasco, ni de ciberntica de tal o cual director, ni de tantos logros de la
cinematografa de otros pases, culturas y pueblos, puesto que el nuestro est en los
balbuceos de su propia cinematografa.
Sabemos que el cine es un arte caro. Ello precisamente porque es un arte utilitario, de masas, y como tal se debe plantear. Y esta caresta ha podido ser una de las
razones por las que no exista conciencia para realizar cine vasco?
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sobre lo que se deseaba hacer. Consider que el problema econmico haba que
abordarlo de otro modo.
-Cmo se orient el nuevo planteamiento...?
-Habl de todo ello con mi buen amigo Andoni Esparza.
Tenamos el hecho de que contbamos con unos artistas dispuestos a trabajar en
algo tan importante como era el realizar una pelcula vasca con garanta artstica, y
por otra parte la importancia social del cinematgrafo.
Qu hacer?.. Propusimos el siguiente planteamiento: Que nosotros financiramos la pelcula que ellos deban de realizar; por parte del equipo financiero no se pona ninguna limitacin a la concepcin de los artistas.
-Creo entender, pues, que incluso se pagaba el trabajo de todos los que trabajasen
en la pelcula.
-Efectivamente. Para que una cosa salga bien es preciso hacer bien las cosas desde el principio.
-Aceptada la idea por ambas partes, cules fueron los siguientes pasos...
-Nos reunimos en Elorrio, Andoni Esparza, don Cstor Uriarte, Iaki Hendaya
y yo. De aquella reunin se lleg a los siguientes acuerdos:
1) Constituir la sociedad Distribuidora Cinematogrfica Ama Lur S.A.
2) Que esa sociedad fuera totalmente popular por lo que se emitiran acciones por
valor de 100 ptas. cada una.
3) Que el lema de la pelcula sera: Pelcula del pueblo hecha por el pueblo.
All se hizo la aportacin inicial para la sociedad con un total de 302.000 ptas., y
era el momento de echar a andar.
-La manivela dio la primera vuelta y ustedes iniciaron el captulo de financiacin..
-Efectivamente. La pelcula est terminada desde el mes de septiembre de 1967.
A los socios, desde su fundacin, se les ha enviado una informacin peridica y completa de la marcha de la sociedad y creo que podemos estar satisfechos de lo realizado.
-Sr. Echegaray, me podra facilitar algunas cifras de Distribuidora Cinematogrfica Ama Lur S.A.?...
-Siento mucho no tener en mi despacho el total de cifras (nos encontrbamos en
su oficina profesional), pero de las ltimas contabilizadas hasta la fecha son las siguientes:
Nmero de socios: 2.200.
Aportaciones de capital: 4.900.000 pesetas.
Costo de la pelcula: Rebasa los 5.000.000 (desde su comienzo se ha encarecido en 2
millones).
Gastos de promocin: 500.000 ptas.
-Una vez que la pelcula cumpla todos los trmites de censura y requisitos oficiales, se ha pensado en su comercializacin?
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hibir. Por otra parte, los socios no tenan ni idea de lo que estaba pasando pues no
quisieron informarles de ello. El CCU dej de ser un cine club.
Arrantzale qued en manos de la directiva del CCU, quienes grabaron una nueva
banda sonora y la sustituyeron por la anterior.
Hasta entonces, la directiva del CCU se compona de un grupo de intelectuales
de izquierda de diferentes tendencias, desde abertzales hasta eurocomunistas, pero
tras la muerte de Franco, las posturas ideolgicas comenzaron a distanciarse. Los del
PCE encontraron mejores perspectivas en la Asociacin El Desvn y su correspondiente cine club, donde pronto destacara una vanguarida de militantes de LCRLKI, mientras que en el CCU predomin la tendencia MCE-EMK. La nueva banda
sonora de Arrantzale con msica de Oskorri, provoc la ira de muchos arrantzales filmados en la pelcula ya que entonces, los nacionalistas tenan al EMK y a Oskorri por
espaolistas.
El CCU alquil un local en la calle Villaras. Yo, slo particip en una de las
asambleas all convocadas. Haba mucha gente nueva en la organizacin. Se cre
Aresti Taldea, una sociedad cultural del EMK donde el CCU se vera inmerso. Yo
no estaba ni a favor ni en contra de aquello, excepto por el hecho de que los
socios del cine club no tenan conocimiento de nada de lo que estaba ocurriendo. Lo
nico que saban era que las cuotas suban, que en las sesiones de abono daban pelculas mediocres mientras que las buenas se proyectaban en sesiones especiales, fuera
de abono y ms caras. Un da nos proyectaron un corto del santanderino Paulino
Viota que estaba bloqueado en el laboratorio por falta de pago. La mayora de los organizadores nos negamos a que el CCU corriera con los gastos. No s si al final el
CCU pag, pero lo cierto es que se pretendi que extendiera sus actividades de produccin fuera de Euskadi siguiendo la poltica del EMK de entonces.
Por otra parte, el asunto Arrantzale no me gust nada. Merikaetxebarria estaba
muy disgustado y yo, tambin. As que me desped. Lo ltimo que hice en el CCU
fue participar en la programacin de unas sesiones de cine para nios en Navidad del
75. Hatari, Fort Apache, Los vikingos, King Kong, etc... no gustaron a los cros. Fue
un fracaso inexplicable.
En enero de 1976 se nos ocurri organizar un nuevo cine club en la Facultad de
Sarriko. Sin pensarlo dos veces, Rafa Ura, Alfonso Vallejo, Imanol Malaxetxeberria y yo, alquilamos una copia en 16 mm de El soador rebelde, de Jack Cardiff y John
Ford, y fundamos el Cine Club Sarriko. Con la aportacin voluntaria de los asistentes
y entrada libre, hicimos dos sesiones todos los martes hasta fin de curso. El cine club
fue un xito y se convirti en la actividad cultural ms importante de la Universidad,
en clara competencia con el Cine Club que llamado Universitario ya no tena nada
que ver con la Universiddad.
El CCU sigui con sus sesiones en Santiago Apstol hasta que comenzaron a ponernos la zancadilla, programando las mismas pelculas un da antes que nosotros y
cosas parecidas. Esto no fue bien visto por los militantes del EMK de Sarriko con los
que nosotros simpatizbamos y llamaron al orden a los miembros del EMK en el
CCU.
Pero, para entonces, ya se haba producido una nueva crisis en el CCU-Aresti
Taldea. Parte de la directiva del CCU promovi una actuacin de Oskorri y como
contestacin, otra parte de la directiva organiz una de Mikel Laboa. Se produjo la
ruptura, el EMK abandon el CCU y una indefinida corriente abertzale que mas tarde declarara simpatas por ETA, se qued con el cine club.
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-Pamplona (1942).
-Pamplona ciudad universitaria (1960), NO-DO
-Pamplona. San Fermn (1946), NO-DO
-Pars-Pyrenes-Cote Basque (1959), Francois Villiers
-Pasajes 3 (1961), Javier Aguirre
-Pastorales (1980), Pascal Kane
-Pays Basque (1956)
-Le Pays Basque, Otar Iosseliani
-Peregrinacin a Compostela, (1965), NO-DO
-Los pescadores de Guetaria (1960), L.E. Torn
-La pintura de Martnez Ortiz (1976), J. G. Tharrats
-Pintura espaola (1964), Luis Torreblanca
-Playas del Norte de Espaa (1941), Arturo Ruiz Castillo
-Playas vacas (1965?), Jess Franco
-Por el camino de la jota, Francisco Centol
-Por los viejos caminos (1963), Ministerio de la Vivienda
-Por tierras del Norte (1945), NO-DO
-Porque perdimos la guerra (1978), F. Galindo-D. Santilln
-El Presidente de la Repblica en Oate, Noticiario Fox Movietone
-Recuerdo de Ignacio Aldecoa 1927-1969, (1969), Jess Fernndez Santos.
-Quand le pass commande
-Regatas del Cantbrico, Joaqun Hualde, NO-DO
-Reportaje cinematogrfico de la vida vitoriana (1924)
-Retazos de Espaa (1977?), Juan Lagar
-Retour aux Pyrenes
-La reverencia (1969), Fernando Montejano
-Ruinas y castillos (1954), NO-DO
-Ruta del Gtico (1971), NO-DO
-Saint-Jean de Luz (1956)
-San Fermn (1951), NO-DO
-San Fermn (1962), Jos Luis Font
-San Fermn (1962), Robert Destanque
-San Sebastin (1941), A. Prez Camarero
-San Sebastin, novia de Espaa (1961), Salvador Ferrer
-San Sebastin, perla del ocano (1941), Espaa Artstica e Industrial
-San Sebastin y tierra vasca de Guipzcoa, Junta Provincial de Turismo de Guipzcoa
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(*) En 1984 la Consejera de Cultura del Gobierno Vasco realiz una elaborada encuesta sobre
el comportamiento cultural en la Comunidad Autnoma Vasca. Sus resultados se recogieron en
el informe -todava indito- titulado Hbitos culturales de la Comunidad Autnoma de Euskadi. Los datos que aqu se reproducen forman parte de dicho informe.
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