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Fromm Contra Freud

Este documento resume la historia del pensamiento de Erich Fromm y su trayectoria desde el psicoanálisis hacia un enfoque más amplio. Fromm se inició en el psicoanálisis en Berlín bajo la tutela de Hans Sachs. Más tarde, se distanció del enfoque dogmático del instituto psicoanalítico de Berlín y se interesó por las ideas de Marx y la aplicación del psicoanálisis a problemas culturales y sociales. Esto lo llevó a alejarse del psicoanálisis ortodoxo

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Fromm Contra Freud

Este documento resume la historia del pensamiento de Erich Fromm y su trayectoria desde el psicoanálisis hacia un enfoque más amplio. Fromm se inició en el psicoanálisis en Berlín bajo la tutela de Hans Sachs. Más tarde, se distanció del enfoque dogmático del instituto psicoanalítico de Berlín y se interesó por las ideas de Marx y la aplicación del psicoanálisis a problemas culturales y sociales. Esto lo llevó a alejarse del psicoanálisis ortodoxo

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EL BASILISCO, nmero 10, mayo-octubre 1980, www.fgbueno.

es

HISTORIA DEL PENSAMIENTO

EN LA MUERTE DE
ERICH FROMM
GUILLERMO RENDUELES OLMEDO
Oviedo

El nacimiento Psicoanaltico
a llegada al psicoanlisis de E. Fromm va
a venir marcada por un doble sino: la P
es su no relacin directa con Freud en
un tiempo y en una institucin en la que
la mayora de los psicoanalistas haban
recibido su iniciacin del maestro vienes.
La 2* es su slida formacin anterior:

Viena, lugar de peregrinaje habitual de todos los psicoanalistas, sino Berln.


El Instituto Psicoanaltico de Berln era, en aquel
tiempo, el primer lugar donde el psicoanlisis se enseaba de una forma pautada mediante la prctica en una
Policlnica Psicoanaltica y un Instituto Terico donde se
realizaba un anlisis didctico que servira de modelo
hasta nuestros das para la iniciacin a la prctica psicoanaltica y, en este sentido, el grupo alemn se adelant
en ms de 10 aos al vienes, donde hasta 1928 no existi un instituto, y donde todo giraba en torno a Freud.

Fromm se inicia al anlisis tras haber estudiado psicologa clsica en Heidelberg, y con unas bases importantes
en la clnica psiquitrica orgnica tras haber asistido, en
el hospital de Konigsberg, a las investigaciones de Kurt
Goldstein sobre enfermos que haba sufrido traumatismos craneales en la primera guerra mundial y que es, en
ese momento, el principal terico de la psicologa de la
forma y un crtico importante de las teoras freudianas:
el concepto de Edipo carece de sentido pues se trata de
un concepto del hombre adulto que no podr ser formulado ms que actualmente lo que aparece como inconsciente no es ms que la entrada de una antigua
forma de excitacin del organismo en una reaccin actual
cuando la situacin se presta, y por tanto no hay necesidad de evocar el inconsciente reprimido por defensas
para dar cuenta de la irrupcin en el comportamiento
actual de fenmenos que nunca han sido conscientes.

El Instituto berlins haba sido creado gracias al


impulso terico de K. Abraham y al dinero de Max
Eitingon, mdico ruso que se analiz con Freud durante
paseos nocturnos por Viena, y de Antn Von Freund,
acaudalado cervecero hngaro tambin paciente y amigo
de Freud. El grupo inicial, junto a Abraham, esta constituido por Sach, F. Alexander y Sandor Rado, y la influencia metodolgica de Abraham, gran clnico (haba
trabajado con Bleuler y Jung en la clnica Burghzli de
Zurich, sin duda la mejor de su poca) poco dado a las
especulaciones y para quien el psicoanlisis aporta la
prueba del reino de la causalidad en el dominio psquico,
anteriormente concebido como el campo de lo arbitrario, atrajo a personalidades como Glover, H. Deutsch,
Klein y Reich, que tendran como rasgo el enfoque ordenado, metdico y quirrgico del inconsciente.

Esta crtica tiene una especie de efecto rebote en


Erich Fromm y en su primera mujer, Friedda Fromm
Reichmanm, que era a la sazn primer ayudante de
Goldstein, llevndolos a abandonar toda actividad clnica
clsica y dedicndose, entre 1920-1930, plenamente a la
formacin prctica psicoanalista, escogiendo para ello no

El anlisis de Fromm estuvo confiado a Hans Sachs,


uno de los que los historiadores del psicoanlisis llaman
los apstoles, por la llamada de atencin que sobre su
lealtad formula el propio Freud en 1924: Muchas veces
se ha citado la secesin de antiguos discpulos contra m
como seal de mi intolerancia. Para responder basta con

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sealar que, en contraste con quienes me han abandonado como Jung, Adler, Stekel y unos pocos ms, existen muchos hombres como Abraham, Ferenczi, Rank,
Jones, Sachs, Reich y otros que han trabajado conmigo
durante 15 aos en leal colaboracin y en la mayora de
los casos en amistad ininterrumpida.
H. Sachs, que fue el prototipo de la vida intelectual
juda vienesa, haba estado insatisfecho de su vida de
abogado y haba formado parte del crculo de Freud durante nueve aos, cuando en 1919, despus de un ataque
de tuberculosis, abandon el derecho totalmente y decidi ejercer como analista profano (no mdico). Como l
mismo escribe: haba encontrado, al leer la interpretacin de los sueos, la nica cosa por la que vala la pena
vivir para m; muchos aos despus (1919) descubr que
tambin era la nica cosa gracias a la cual podra vivir.
Freud haba llegado a sentir enorme inters personal
por Sachs que fue designado junto con Rank, Ferenczi,
Abraham y Jones para formar parte de un comit secreto
fundado por Freud antes de la primera Gue'rra Mundial,
ya que le preocupaba extraordinariamente el futuro de
su obra estaba tan inquieto por lo que el populacho
humano hara de l, cuando yo hubiera desaparecido.
El comit se reuni por primera vez como grupo a
finales de la primavera de 1913: El 25 de mayo de

1.913, Freud celeBro el acontecimiento regalndonos a


cada uno de nosotros una antigua talla griega, que despus mandamos engastar en un anillo.
Sachs, que careca de experiencia clnica y que como
profeta ms que cientfico que era, consideraba el
psicoanlisis como una religin revelada, lleg a ser uno
de los primeros que se dedicaron primordialmente a analizar a futuros psicoanalistas. As escribi: las religiones
siempre han exigido un perodo de prueba, un noviciado, a aquellos de sus adictos que deseaban entregar su
vida entera al servicio de lo sobrehumano... Puede verse
que el anlisis necesita algo correspondiente al noviciado
' d e la Iglesia.
Finalmente, tres aspectos importantes de Sachs
influiran sobre Fromm: el primero, lo informal de la relacin didctica en la que, por ejemplo, Sachs acostumbraba a llevarse de vacaciones a una caravana de aprendices (que tambin llevaban a sus pacientes); lo segundo
era el inters de Sachs por la aplicacin del psicoanlisis
a los problemas culturales (escribi estudios literarios,
una obra sobre Calgula y fund con Rank la revista
Imago especializada en los aspectos no mdicos del psicoanlisis, y de la que Fromm sera colaborador; en tercer lugar, Sachs fue siempre un hijo en su relacin con
Freud, y Fromm recuerda de su psicoanlisis personal
que el sof estaba colocado de tal modo, que el analizado se encontraba frente a un busto de Freud colocado
sobre un pedestal de madera.

La evolucin de Fromm
Todo pareca destinado para que Fromm continuase
la labor metdica de su maestro, y sus primeras publicaciones en Imago y en la Revista Internacional de Psicoanlisis con contenidos religioso-culturales, son dogmticamente freudianos y de una originalidad muy escasa: Die Entwig und des Chisteng Dogmas, Studie zur
Scial Psichologischen Funktion der Religin, Der Staat
ais Enrichen. Sin embargo un primer motivo de ruptura
con el instituto se va a producir con motivo de la admiracin del matrimonio Fromm por Groddeck, habitualmente despreciado por todos los psicoanalistas de su medio. El entusiasmo de Groddeck por curar, la primaca
de algunas formulaciones respecto al propio Freud (ei
trmino das es, el ello), las primeras formulaciones
sobre el substrato inconsciente de laS enfermedades somticas (lo que posteriormente sera la medicina somtica) y la ampliacin de la nocin de le que precis una
correccin del propio Freud, cautivaron a Fromm y a su
esposa que fueron distancindose de las relaciones interpersonales exclusivistas del instituto.
En segundo lugar la influencia del joven Marx va a
ir penetrando lentamente en los trabajos de anlisis cultural, y as en el siguiente artculo en Imago (n 18),
Politik und Psicoanal y Zur Psicologie der Vabre
dreams, en la Revista Internacional de Psicoanlisis, hay
ya una Ampliacin de campo, en el sentido de prolongar
la mxima freudiana La historia de la civilizacin humana es la historia de la represin hacia el propsito de
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encontrar la historia subterrnea y prohibida de la civilizacin constituida como en la historia clnica individual,
por el regreso de lo que ha sido rechazado o prohibido.
El final de esa ruta de diez aos, en que ha sido ms
que discpulo fiel, compaero de viaje de los crculos
psicoanalticos, lo constituye un prlogo a los Manuscritos Econmico-Filosficos de 1914 de Marx, que aparece
en varias ediciones seguido de una mitificada biografa
del propio Marx, y que le lleva a integrarse al Instituto
de Investigaciones Sociales de Francfort.
El mismo Fromm da cuenta de su trayectoria intelectual, de su necesidad de romper con el campo freudiano para ampliar su perspectiva: Tal vez sorprenda a muchos lectores, encontrar a un psicoanahsta tratando
problemas de Etica, y en particular asumiendo la postura
de que la psicologa no solamente debe desbancar juicios
ticos falsos, sino que adems de eso puede ser la base
para la elaboracin de normas vlidas y objetivas de conducta. La contradiccin con Freud es evidente y todo el
libro (Etica y Psicoanhsis) es un ejercicio de estilo para
no nombrar al profesor, esta tendencia est en contraste con la que prevalece en la Psicologa Moderna, la
cual enfatiza ms la Adaptacin que la Bondad, y es partidaria del relativismo tico.
Todo el edificio psicoanaltico se tambalea con esta
introduccin tica de Fromm: la Neurosis misma es, en
ltimo anlisis, sntoma de un fracaso moral (aunque la
adaptacin no es en modo alguno un sntoma de triunfo
moral). Un sntoma neurtico es en muchos casos, la
expresin especfica de un conflicto moral y el xito del
esfuerzo teraputico depende de la comprensin de la
solucin del problema moral de la persona... Considerar los valores solamente como tantas otras racionalizaciones de los deseos irracionales inconscientes aunque tambin puede ser eso reduce la personalidad. El
itinerario en el que se aparta Fromm del objeto de estudio analtico lo inconsciente y se abre a las relaciones ms clsicas en psicologa el divorcio entre ETICA
y Psicologa es relativamente reciente, los grandes pensadores de la Etica Humanstica fueron filsofos y psiclogos que creyeron que la comprensin de la naturaleza
del hombre y la comprensin de valores y normas para
su vida son interdependientes. Al final de este periplo,
Fromm afirma: La Psicologa no puede divorciarse de la
filosofa y de la tica, ni de la sociologa ni la economa.
La ruptura con el Psicoanlisis es ya evidente: al
presuponer que en Freud no hay ya implcita o explcita
una tica, una sociologa y una economa, llevan a
Fromm, que no es un filsofo, a buscarlas de una forma
un tanto precipitada que le hace incluso abandonar la
psicologa, y nicamente la influencia de Adorno y
Horhkheimer le hace volver a la psicologa verdadero taln de Aquiles del materialismo dialctico. La
problemtica central que el joven Marx incita en Fromm
es la tan vaporosa de la alienacin y la crtica, de lo que
l llama, el economicismo. Segn este punto de vista,
los intereses econmicos subjetivos, son causa de los fenmenos culturales... tal nocin pseudomarxista llega a
explicar el protestantismo como una mera respuesta a
ciertas necesidades econmicas de la burguesa. En ese
sentido el nazismo y la emigracin a EE. UU. van a matiEL BASILISCO

zar an ms su humanismo marxista, el primer error


de Marx sera la subestimacin de las pasiones humanas,
no reconocer que la naturaleza humana tiene sus necesidades y sus leyes propias que a veces lleva al hombre a
la irracionalidad, al miedo a la libertad, al ansia de poder
y a la destructividad.
Si el joven Marx es acogido con tantas reservas, el
resto de la formacin filosfica de Fromm es un autntico cajn de sastre en el que cualquier intento, no ya de
buscar coherencia sino de ordenar para un resumen, es
poco menos que imposible, pues en l se encuentran
continuas citas que van desde el pensamiento oriental de
LAO-TSE, a Platn, Scrates y Sfocles, del budismo
Zen (sobre el que pubhca varios libros con el buda vivo)
hasta los primitivos americanos Frenkdin y Lincoln. Un
simple intento de buscar fuentes en dos libros de la poca Etica y Psicoanlisis o Psicoanlisis de la Sociedad
Contempornea nos lo ilustra: en el prlogo de la
primera aparece una larga cita del Protgoras de Platn,
que va seguida de otras seis del mismo autor, y a continuacin se encuentran por orden de aparicin los siguientes autores: Sfocles, Scrates, E. Kant Sartre,
Goethe, Hphusei, Issacc Meier, etc. En la segunda, slo
el prlogo, aparecen Miqueas, Sneca, Rumi, Emerson.
La emigracin a EE. UU. lleva a Fromm al instituto
psicoanaltico de Washington, donde la influencia de
Sullivan, para quien la labor del psiquiatra es el estudio
de las relaciones interpersonales haba llevado a Mead,
Kardiner y Benedict al estudio antropolgico y a la formulacin de los Culturel Patterns, que son ampliamente
criticados por Fromm, el cual se erige en lder del grupo
analizando a varios de sus miembros: con igual claridad
rechazo aquellas teoras sociolgicas que tienden a eliminar de modo especfico los problemas psicolgicos de la
Sociologa (como Durkheim), como aquellas escuelas
que pretenden que la naturaleza humana no posee un dinamismo propio, y que los cambios psicolgicos se deben entender como trminos de desarrollo de nuevos
hbitos, como adaptaciones a nuevas formas culturales,
reduciendo lo psicolgico a meras sombras de las formas
sociales. '
Frente a todo ello, Fromm va a imponer en el Instituto Psicoanaltico de Washington, una metodologa de
anlisis caracterstica ya de lo que se llamair desde l,
culturalismo psicoanaltico, en el que la nocin central
ser la de Adaptacin Esttica y Dinmica a los hechos
sociales, hbrido de psicoanlisis, sociologa y economa,
que de forma tan rupestre ha ido construyendo Fromm
en estos aos.

Fromm contra Freud


En Psicoanlisis de la sociedad contempornea va
a remarcar Fromm desde el principio, el lugar de la
ruptura con Freud: Creemos que el hombre es primariamente un ser social y no como lo supone Freud, autosuficiente, y slo en segundo lugar necesitado de mantener relaciones con los dems con el fin de satisfacer sus
exigencias instintivas. En ese sentido, creemos, que la
Psicologa individual es esencialmente psicologa social...
.

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El problema central de la psicologa es la de la especial


forma de conexin del individuo con el mundo y no el
de la satisfaccin o frustracin de determinados deseos
instintivos.
El esquema instintivo Freudiano es igualmente atacado por Fromm: En esta polaridad est el meollo de la
hiptesis de Freud sobre la existencia de un instinto de
vida y otro de muerte. Paxa m, los impulsos de avance y
retroceso no tienen la misma fuerza dialgicamente determinada, sino que, normalmente el instinto vital de
avance es el ms fuerte y aumenta su fuerza relativa a
medida que se desarrolla.
Igualmente las fases de desarrollo libidinal, la teora
del carcter, las fijaciones sexuales y prcticamente todo
el edificio psicoanaltico, son radicalmente negados por
Fromm, en esta larga cita:
Freud y sobre la base de sus escritos, Abraham,
Jones y otros ha supuesto que el nio experimenta
placer en las llamadas zonas ergenas (boca y ano) en
conexin con los procesos de alimentacin y defecacin
y que debido a una excitacin excesiva, a frustracin o a
una sensibilidad constitucionalmente intensificada, tales
zonas ergenas retienen su carcter libidinal en aos posteriores, cuando en el curso del desarrollo normal, la
zona genital, debera haber adquirido una importancia
psquica superior.
Se supone entonces, que esta fijacin a niveles pregenitales, conduce a sublimaciones y a formaciones reactivas, que se transforman en elementos de la estructura
del carcter. As por ejemplo determinada persona
puede poseer una tendencia a ahorrar dinero o a guardar
otros objetos porque ha sublimado el deseo inconsciente
de retener la evacuacin. O bien es posible que espere
poder lograrlo todo de otras personas y no por medio de
sus propios esfuerzos porque est impulsada por un deseo inconsciente de ser alimentada, deseo que sublima
en el de recibir ayuda, reconocimiento, etc.
Las observaciones de Freud son de gran importancia, pero este autor no supo darles una explicacin correcta. Observ con exactitud la naturaleza pasional e
irracional de estos rasgos de los caracteres anal y oral...
concibi la relacin causal entre las zonas ergenas y los
rasgos del carcter, exactamente al revs de lo que ello
es en realidad. El deseo de recibir pasivamente todo lo
que se quiere obtener de una fuente exterior a la persona, se desarrolla en el carcter del nio como una
reaccin de sus experiencias con los dems. Si a travs
de tales experiencias el miedo llega a debilitar el sentimiento de su propia fuerza, se paraliza su iniciativa, si se
desarrolla cierta hostilidad y luego la reprime, si al mismo tiempo su padre y su madre le ofrecen cario y cuidado pero con la condicin de someterse, toda esa constelacin de circunstancias lo conduce a una actitud de
abandono del dominio activo, dirigiendo todas sus energas hacia fuentes exteriores, de las que espera debera
originarse oportunamente el cumplimiento de todos sus
deseos y el hecho de que con frecuencia tales personas
experimenten sueos o fantasas en los cuales se ven alimentados o cuidados, tiene su origen en que la boca se
presta ms que ningn, rgano a la expresin de una acti44

tud receptiva de esta naturaleza. Pero la sensacin oral,


no es causa de la misma sino que por el contrario es la
expresin de una actitud al Mundo manifestada mediante
el lenguaje del cuerpo y lo mismo ocurre para la personalidad anal.
El concepto Freudiano de Placer y su teora sexual,
son igualmente contestadas por Fromm: La de Freud es
una psicologa de la escasez, mientras que los actos libres
o espontneos son siempre actos de la abundancia.
En el sistema freudiano el placer es la satisfaccin
que resulta de la eliminacin de una tensin dolorosa.
Los fenmenos de abundancia amor, ternura no desempean ninguna funcin dentro de su sistema. o
slo limit tales fenmenos, sino que tambin logr una
compresin limitada de hecho al que dedic tanta atencin: la sexualidad. En plena conformidad con su definicin del placer, Freud vio en ella solamente el elemento
de la conclusin fisiolgica, y en la satisfaccin sexual, el
olvido de la tensin dolorosa. El impulso sexual, como
fenmeno de abundancia y del placer sexual como goce
espontneo cuya esencia no reside en la eliminacin de
una tensin dolorosa no hallaron lugar alguno en su
psicologa.
La sociologizacin y el destrozo de los conceptos freudianos finaliza en Fromm con la refoirmulacin del Edipo, la neurosis y la sublimacin:
la reaccin natural del nio a la presin de la autoridad
de los padres es la rebelin la cual es la esencia del
Complejo de Edipo. Freud pens, que el nio debido a
su deseo sexual hacia la madre, se transforma en el rival
de su padre y que el desarrollo neurtico consiste en el
fracaso de poder contrarrestar de manera satisfactoria, la
ansiedad arraigada en esa rivalidad.
Al sealar el conflicto entre el nio y la autoridad
paterna y el fracaso del nio en resolver de modo satisfactorio este conflicto, Freud toc la raz de la neurosis.
Sin embargo en mi opinin, este conflicto no se suscita de modo primordial por la rivalidad sexual, sino que
resulta de la reaccin del nio frente a la presin, a la
autoridad paterna, que en s misma es una parte intrnseca de la Sociedad patriarcal. En tanto que en la autoridad social y paterna tienden a quebrantar su voluntad,
espontaneidad e independencia, el nio, al no haber nacido para ser quebrantado, lucha contra la autoridad. La
lucha por la libertad es para algunos nios ms victoriosa
que para otros; las cicatrices dejadas en el nio por su
derrota en su lucha contra la autoridad irracional, se
encuentra en la base de todas las neurosis.
Tras esta modificacin del Edipo y la Teora General de la Neurosis, Fromm va a intervenir en la explicacin freudiana de la producciones espirituales humanas, como producto de transformacin del impulso
sexual que se aleja de su fin inmediato. Como es sabido,
Freud exphca con este mecanismo desde las producciones ms altas del arte Miguel ngel, Goethe, SchiUer hasta los xtasis religiosos, sentimientos ocenicos,
que son en realidad regresiones al narcisismo primario.
Contra este mecanismo psquico, se va a levantar
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con especial indignacin Fromm. Freud sobre la base


de su orientacin instintiva y tambin de una profunda
conviccin de la maldad de la naturaleza humana se senta dispuesto a interpretar todos los motivos ideales del
hombre como originados en algo vil. Un ejemplo adecuado lo proporciona su explicacin del sentimiento de
justicia, como resultado de la envidia original que el nio experimenta a todos los que tienen ms que l.
Como hemos sealado anteriormente, creemos que
ideales como los de libertad y verdad, representan tendencias genuinas y que todo anlisis que no tenga en
cuenta estos impulsos como factores dinmicos, se halla
destinado al fracaso. Estos ideales no poseen ningn
carcter metafsico, sino que se hallan arraigados en las
condiciones de la vida humana y pueden ser analizados
como tales.

o^jo Goeo
Aor

En un prrafo dice: Es tarea de la psicologa, en


tanto ciencia emprica, la de estudiar la motivacin por
los ideales, as como los problemas morales con ella relacionados, liberando por este medio nuestro pensamiento
de todos los elementos no empricos y metafsicos, que
oscurezcan tales cuestiones.

La revancha freudiana:
Marcuse contra Fromm
La crtica de Marcuse a Fromm es una defensa de la
potencialidad crtica que poseen los conceptos freudianos. Esta crtica, si bien aparece dispersa a lo largo de
toda su obra, se formaliza en crticas nominales a Fromm
en el ltimo captulo de Eros y Civilizacin.
En ella se contestan a todos los argumentos culturalistas, pero el ms popular de la Escuela, Erich Fromm,
es quien recibe la crtica ms rigurosa, la cual se inicia
con una puesta en su lugar con un contestar al qu
aportan a los conceptos freudianos las teoras interpersonales de Sullivan?... Puede servir como punto de partida
para ejemplificar la declinacin de la teora en las Escuelas Revisionistas. En Fromm aparece una elaboracin
de lo obvio, de la sabidura popular, luego la adicin de
conceptos sociolgicos, los cuales aparecen en Freud y
son desarrollados en funcin de los conceptos bsicos,
mientras que en los revisionistas brotan como incomprensibles factores externos. En otro pasaje el mejoramiento revisionista a la parcialidad de Freud, es una confusa eliminacin de su concepcin terica fundamental.
Esta teora fundamental es la que va a defender punto por punto, de los revisionistas, H. Marcuse. El rechazo revisionista del instinto de muerte, es acompaado
de un argumento que en realidad parece sealar las implicaciones reaccionarias de la teora freudiana. Segn
ellos El Taaros, paraliza cualquier esfuerzo por investigar en las condiciones culturales especficas, las razones
que provocan la destructibilidad. Paralizan tambin los
esfuerzos por cambiar cualquiera de estas condiciones. SI
el hombre es inherentemente destructivo y por consecuencia infeliz, para qu luchar por un futuro mejor?.
El argumento revisionista, minimiza el grado en el que la
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teora freudiana, los impulsos son modificables, estn sujetos a las vicisitudes de la Historia. La realizacin de un
futuro mejor, implica tanto, un cambio en lo instintivo
como en las estructuras culturales. Su paralizacin no
viene del conocimiento por parte de Freud de estas
implicaciones, sino por la espiritualizacin neofreudiana
que cubre el agujero que separa el presente del futuro.
A la deserotizacin del psicoanlisis que hace
Fromm, dirige duros ataques Marcuse. Comprese El
SERMN de Fromm sobre el amor con las observaciones de Freud no hay lugar en la vida dentro de la
civilizacin actual para el amor simple y natural entre
dos seres humanos. Para Freud, en nuestra cultura el
amor es practicado como una sexualidad inhibida. Pero
para los revisionistas, el amor, la felicidad y la salud
emergen en gran armona; la civilizacin no ha provocado entre ellos ningn tipo de conflictos, que la persona
madura no pueda resolver sin mayores prejuicios.
Tampoco en el problema de las neurosis, en las que
evidentemente la Escuela Culturalista aventaja a Marcuse
en conocimientos prcticos, por ser casi todos sus miembros grandes clnicos, pueden evitar una crtica a fondo.
La neurosis aparece tambin por esta devaluacin de los
instintos, como un problema moral y se hace al individuo responsable del fracaso de su realizacin personal.
La falta de armona entre la Sociedad y el individuo se
cita y es abandonada... De acuerdo con Fromm, el
impacto negativo de la Sociedad sobre el individuo, es
ms serio que en Horney, pero esto es slo un pretexto
para practicar el amor productivo y el pensamiento pro45

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ductivo. Y mientras el dato clnico de la neurosis, llega a


ser el ltimo anlisis UN SNTOMA DE FRACAS
MORAL, la cura psicoanaltica del espritu, se convierte
en educacin de acuerdo con una actitud religiosa.
En la reconversin cultural del Edipo por Fromm,
ve Marcuse una separacin absoluta, ya en definitiva del
freudismo, la inversin de la direccin interior de la
teora freudiana. En ningn lado llega esto a ser tan claro
como en la nueva interpretacin de Fromm del Complejo de Edipo, que trata de trasladarlo de la esfera del
sexo, al de las relaciones interpersonales. La clave de este intento, es que la esencia del deseo incestuoso, no es
el impulso sexual, sino el deseo de permanecer protegido y seguro.
Dice Fromm: El feto vive con y de la madre, y el
acto del nacimiento, es slo un paso en la direccin de la
libertad y la independencia. Es verdad contesta Marc u s e ^ pero la libertad y la independencia que deben
ser generadas, estn en todo caso infectadas por la necesidad, la resignacin y el dolor.

La interpretacin ideolgica de Fromm del Complejo de Edipo, implica la aceptacin de la infelicidad en la


libertad, de su separacin de la satisfaccin y la seguridad. La teora de Freud, irnplica que el deseo edipiano es
eterna protesta infantil contra esa sepacin. Una protesta
dirigida no contra la libertad sino contra la libertad doloroso-represiva. Y a la inversa, el deseo edipiano, es el
eterno deseo infantil por el arquetipo de la libertad: la,
liberacin de la necesidad. Y por tanto el instinto sexual
es el portador ideolgico de este arquetipo de la
libertad, el deseo edipiano es esencialmente, impulso
sexual. Su objeto natural no es simplemente la madre,
en cuanto que madre, sino la madre en cuanto mujer; el
principio femenino de la gratificacin. La exposicin cultural del Edipo, le parece entonces a Marcuse, una forma
defensiva de la Sociedad, ante un instinto liberador y su
conversin en un problema esencialmente educacional.
Como tal, puede ser tratado sin exponer las razones
instintivas peligrosas para la Sociedad.
La necesidad que nosotros reflejbamos en la obra
de Fromm, de llegar a la Etica y a la Religin, son vistas
por Marcuse como falsas necesidades no nacidas de un
pensamiento dialctico, sino como escapadas, como salidas por la va falsa de una contradiccin, que en lugar de
resolverse dialcticamente en una sntesis se ha diluido.
Al respecto escribe Marcuse: El escape desde el Psicoanlisis hasta la Etica y la Religin internalizadas, es la
consecuencia de la revisin de la teora psicoanaltica. Si
la herida en la existencia humana, no opera en la constitucin biolgica del hombre, y si no es provocada y
mantenida por la misma estructura de la civilizacin, la
profunda dirnensin es sacada de debajo del psicoanlisis
y los conflictos (ontognicos y filogenticos) entre las
fuerzas pre y supraindividuales, apareciendo como un
problema entre la conducta racional e irracional, moral e
inmoral de los individuos conscientes.
La acusacin final de Marcuse a la Psicologa Culturalista que sintetizan las anteriores, es la de haber sufrido
en realidad una regresin a la psicologa pre-freudiana, a
46

la psicologa consciente, lo que es ms, en el proceso de


algunos de los ms decisivos conceptos de Freud (la relacin del id y del ego, la funcin del inconsciente, el
alcance de la sexualidad, fueron redefinidos de tal manera, que sus explosivas connotaciones quedaron completamente eliminadas.
La profunda dimensin del conflicto entre individuo y su Sociedad, entre la estructura instintiva y el.
campo de la conciencia, fue allanada. El psicoanlisis, fue
neorientado hacia la tradicional psicologa consciente, de
textura prefreudiana.
Segn Marcuse, adems esta orientacin ha sido
falsa siempre que se ha intentado, cualquiera que sea la
motivacin que se utilice. As Reich, que en el aspecto
ideolgico y personal, tiene tantas afinidades con Marcuse, es juzgado en su intento de modificar a Freud, muy
duramente: La Hberacin sexual que llega a ser para
Reich una panacea para los males individuales y sociales... y el que el progreso en la liberacin aparece como
una mera liberacin de la sexualidad... prevalece un restante primitivismo, que anticipa las salvajes y fantsticas
ocurrencias de los ltimos aos de Reich.
De esta forma, vamos a llegar por el anlisis de los
mejores clnicos del freudismo a los que Marcuse considera el trastorno de bas, del que parten todos los
errores revisionistas y que van a radicar precisamente en
la clnica. Freud se daba perfecta cuenta de la discrepancia entre teora psicoanaltica y prctica psicoanaltica,
reconociendo que en ltimo trmino, la enfermedad del
individuo, es en ltima instancia provocada y sostenida
por la enfermedad de la civilizacin. La TERAPIA PSICOANALTICA aspira a curar a ese individuo para que
pueda seguir funcionando como parte de esta civilizacin
sin someterse a ella al mismo tiempo. La aceptacin del
principio de reahdad, con la que termina la terapia psicoanaltica, significa para elindividuo la aceptacin de la
realimentacin civilizada de sus necesidades instintivas,
de modo especial en el terreno de la sexualidad.
En la teora de Freud la civilizacin aparece como
establecida, en contradiccin con los instintos primarios
y con el principio del placer. Pero el ltimo sobreviene
en el id y el ego civilizado debe de pelear contra su propio pasado. La diferenciacin entre salud y neurosis
consiste- solamente en el grado y la efectividad de la renunciacin, pues tanto la neurosis como la psicosis, son
una expresin del id contra el mundo externo.
Frente a esta contradiccin creadora y productiva de
Freud, los revisionistas van a intentar no superar los dos
trminos antagnicos teora-prctica, sino rodear la
contradiccin.
Una crtica como la que Marcuse hace de los culturalistas, no poda, dada la enorme cota de popularidad
que alcanz, ser pasada sin respuesta por los integrantes
de dicha Escuela, sin riesgo de ser quebrados en cuanto
tal Escuela, y as la publicacin de Eros y Civilizacin,
trajo consigo una serie de artculos defensivos por parte
de Fromm, en cuanto idelogo de los culturalistas, y
hombre sobre e l ^ u e apuntaban la mayora de argumenEL BASILISCO

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tos crticos, ya que Horney o Thompson podan refugiarse detrs de su trabajo clnico.
Es as como tras los enfrentamientos en el Congreso
de la Unesco sobre el Centenario de Marx y las polmicas en Yugoslavia, entre estos dos pensadores sobre humanismo publica Fromm en 1969 un artculo titulado
Implicaciones Humanas del Izquierdismo Instintivista.
El subttulo del artculo revela la intencionalidad del
mismo Una respuesta a Marcuse.
Lo primero que Fromm intenta en su defensa es
individualizarse de la Escuela a la que pertenece y en ese
sentido hace una crtica al estilo Marcusiano, que le mete
en una especie de cajn de sastre o Escuela Arquetpica.
El mtodo de Marcuse que incluye a diferentes autores
revisionistas en la misma categora... A travs de esta
amalgama Marcuse llega al deplorable resultado de citar
a Horney y Sullivan, todas las veces que no puede citar
extractos de mis escritos para fundamentar sus argumentos.
Esta independencia de Fromm con relacin de la Escuela Culturalista es real y est sistematizada por el propio Fromm, en su libro La sociedad Sana en que sintetiza todas sus diferencias con Sullivan y Horney. Sin embargo esta generalizacin marcusiana en el sentido de
integrarlo en el cuadro referencial de los culturalistas, si

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puede calificarse de reductiva, est refrendada por


historiadores del psicoanlisis como Clara Thompson,
que tambin incluye a Fromm en los pilares de la EsCuela Culturalista.
Tras esta defensa formal, va a comenzar Fromm por
una reconsideracin de su postura frente a Freud, ante la
nueva formulacin que de l hace Marcuse. La primera
discusin que plantea es sobre la capacidad crtica del
freudismo y en esto quizs, si existe una variacin con
relacin a sus posturas anteriores. Afirma Fromm:
Freud era un crtico de la Sociedad, pero su crtica no
era de la Sociedad capitalista contempornea, sino de la
civilizacin en tanto tal. El progreso freudiano con esta
hiptesis, va a ser lo que concluir Fromm en su anlisis,
conducir no al progreso humano sino al nihilismo.
En la valoracin de Freud va a introducir seguidamente Fromm, para demostrar su reaccionarismo, los
precedentes freudianos. Por esquematizar de alguna
forma las tres fuentes que conducen a Freud, seran las
especulaciones antropolgicas del siglo XIX, Darwin y
los economicistas clsicos de igual siglo. Su concepto del
hombre (se refiere a Freud) se basa en especulaciones
antropolgicas del siglo XIX que suponen al hombre natural tal cual sale del molde de la civilizacin, a tal punto
que se presenta al capitalismo como la forma de la
Sociedad que responde a las necesidades de la naturaleza

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humana. Dicha naturaleza es competitiva, agresiva,


egosta... En el terreno de la Biologa, es lo que demos-j
traba Darwin con el concepto de supervivencia del ms
apto, y en el campo de la Economa, es lo que demostraban los economistas. En su psicologa Freud expresa la
misma confesin con su pregunta homo homini lupus
quin tendr valor de discutir esto ante todas las pruebas que encontramos en la misma vida y en la propia
Historia?.
Tras esto Fromm va a devolver a Freud un adjetivo
usado por Marcuse en su crtica de la cultura del siglo
XX: el de unilateral. Es esto una teora radical (la de
Freud), una crtica radical de la Sociedad alienada.-" Slo
en un punto formula Freud una crtica especfica de la
Sociedad contempornea, la que se refiere a la moral
sexual excesivamente estricta, que tuvo como consecuencias la aparicin de un montn de neurosis muy superior
al necesario. Esta crtica no se preocupa en absoluto de
la estructura socioeconmica de la Sociedad sino nicamente por su moral sexual, con lo que participa de la
misma .actitud tolerante que encontramos en la Educacin, la Criminologa y la Psiquiatra modernas.
Tras este repaso por los condicionamientos ideolgicos de Freud, su siguiente anlisis el de Fromm se
refiere a la teora instintiva, que desde la primera pgina
de este .trabajo hemos considerado piedra angular de la
teora y caballo de batalla fundamental para este esquema EROS-TANATOS y a su defensa marcusiana dirige
Fromm su crtica, que de modo curioso se dirige ms a
sus influencias que a sus contenidos.
La segunda premisa de Marcuse, es la hiptesis de
que la teora freudiana de los instintos, es una teora
radical porque es materialista y va a la raz de las cosas.
El hecho de que Marcuse cometa el error de llamar radical a una teora procedente del mismo espritu que el
materialismo burgus del siglo XIX me deja estupefacto.
Como pueden comprobarlo los que han ledo la biografa
escrita por Jones, Freud estuvo profundamente influido '
por los fisilogos materialistas, Brucke, Du Bois, Reymod y otros. Segn ellos todos los fenmenos humanos
clave son de carcter fsico-qumico y eso sobre esta base, sobre la que se halla constituida la teora freudiana de
la libido. Este tipo de materialismo, haba sido superado
por el materialismo histrico de Marx, para quien la
personalidad total en sus relaciones con la Naturaleza y
con los dems miembros de la Sociedad, constituye el
punto central a partir del cual se explican las transformaciones sociales e histricas. Por as decirlo, mientras
los precusores de Freud son la reaccin, yo viene a
decir Fromm he bebido en las aguas del ms puro
pensamiento de Marx.
Tras estos antecedentes dice Fromm no es de
extraar que el freudismo tenga una especie de Sociedad Ideal muy parecida a la que Huxley describe en Un
mundo Feliz y que parcialmente se cumplen en la
Sociedad actual. El principio que impone que el amor se
identifique con el deseo sexual y el concepto segn el
cual la emancipacin del hombre, reside en la satisfaccin total y no reprimida de su deseo sexual, son de hecho ingredientes del cimiento que asegura la cohesin de
los hombres en la fase actual del capitalismo.
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Al principio de siglo, la ideologa de Freud es reformista. Concebida en la actualidad como una teora radical sera no haber extrado ninguna enseanza de la
Sociedad en el curso de los ltimos 30 aos.
Tras estos prolegmenos crticos al modelo freudiano en el que se basa Marcuse, pasa Fromm a revisar de
forma crtica, a donde le conduce su purismo freudian y
a defenderse de la acusacin de regresin a la poca
consciente prefreudiana. Mi propio trabajo (el de Sullivan y en gran parte de Horney), est centrado en el conflicto entre el inconsciente y sus inclinaciones conscientes. Si se supone que existe identidad entre el inconsciente y las tendencias sexuales, se podra ser tan ciego
como para admitir que toda teora, que no conciba el
instinto sexual como la nica fuerza directriz, no tiene
en cuenta el inconsciente.
Igualmente imputa Fromm ignorancia e incomprensin a Marcuse al silenciar uno de sus conceptos claves.
Marcuse no se refiere a uno de los conceptos claves de
mis escritos desde 1.952 hasta la fecha, el concepto de
CARCTER SOCIAL... cuya funcin es modelar y
analizar la energa humana en el interior de una Sociedad
dada, con vistas a mantener el funcionamiento de dicha
Sociedad.
Creemos que con este argumento Fromm lo que
quera era acercarse a la desublimacin represiva marcusiana y marcar al mismo tiempo que las diferencias, los
puntos de coincidencia o ms an de influencia del
propio Fromm sobre Marcuse.
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La ltima grave diferencia que los separa, son las


consecuencias sociolgicas, o al menos el papel crtico
que las tesis de cada uno representan para nuestra Sociedad. Ms importante sin embargo es el argumento central de Marcuse que consiste en decir que hablar de
amor, de fuerza interior, de integridad, etc.. es hablar a
nivel ideolgico. Slo el instinto sexual sera el sustrato
de realidad que subyace a la estructura ideolgica del
amor. Esto naturalmente, va a interesar a Fromm, no
slo en un terreno terico, sino fundamentalmente en el
terreno prctico. Segn las tesis marcusianas curar a un
hombre, es decir convertirlo en un hombre ntegro y
capaz de ser feliz, es conducirlo al martirio o a la locura... pongo permanente el nfasis sobre el hecho de que
la felicidad, el amor, tal como los define, no son las mismas virtudes que lo que hoy se llama felicidad y amor en
la sociedad alienada. Pero hay un largo trecho ente sto
y la afirmacin de que slo un mrtir o un psicpata
pueden conocer la integridad. En este prrafo creemos
s da una respuesta correcta Fromm, al hacer ver un vicio
habitual, en la crtica marcusiana: la traslacin de un
significante, desde una estructura completa (en este sentido la obra de Fromm. lo es) a su significado en otra
estructura, el lenguaje coloquial. Es as entonces que trminos como amor, fehcidad, etc., cambian radicalmente
de significado.

estudio es siempre concreto: el individuo o la Sociedad,


pero ambos de carne y hueso y adems con un voluntarismo transformador y de ah su mtodo de anlisis. El
nuevo Psicoanlisis o Psicoanlisis Humanista, debe estar
libre de todo concepto no emprico al que califican
de irreal o metafsico libre tambin de cualquier otro
carcter utpico que implique conclusiones poco prcticas. Esto mismo creo, expres en una especie de balance, Fromm, en un artculo del Marcuse Polmico con
el que deseamos terminar este apartado: pienso como
Marcuse, que la Sociedad capitalista contempornea, es
una Sociedad alienante. Por consiguiente una sociedad
en la que los objetivos humanistas de la vida, la felicidad
y la individualidad se realizan muy raras veces.

Es por esto por lo que Fromm ve en la misma base


del marcusianismo el nihilismo, y en ese sentido va a intentar l tambin reducir la teora marcusiana. Para
Marcuse, quien quiera que estudie las condiciones requeridas para la felicidad y el amor traiciona el pensamiento radical. Todo aquel que intente ayudarse asimismo y de ayudar a los dems a realizar en cierta medida estos objetivos, si no es un mrtir o un imbcil, es
un compaero del Pastor Priestley. En otro prrafo intenta igualar este nihilismo con la actitud acrtica y conformista, en cuanto que la teora marcusiana, al interpretar la Sociedad actual como estructurada tan rgidamente, que es incambiable, .abandona la prdica marxista.
Lo importante no es interpretar el mundo, sino cambiarle y escribe Fromm: Puesto que toda mejora de la
condicin humana depender de modificaciones simultneas en las esferas de la Economa, la Poltica y la Caracteriologa Humana, una teora que adopta una postura
nihilista hacia el hombre, no podr ser una teora radical.

Pero estoy en absoluto desacuerdo con l, cuando


pretende que en consecuencia dichas cualidades no existen en nadie, que el anlisis de su naturaleza y de las
condiciones de su desarrollo, es ideolgico y que estimular su prctica es predicar la adaptacin.

Quedan pues, creemos, cerrados as los pensamientos


de ambos en sus coincidencias y contradicciones perfectamente articulados. Sintetizndolos: Mientras Marcuse
investiga un objeto de estudio no prctico sino terico,
un cuerpo de doctrina pura y muy bien construida, le va
a servir de medio de investigacin para un anlisis ms
correcto y lo ms que tendr que realizar es actualizar o
rejuvenecer por as decirlo, algn mecanismo freudiaae;
para describir la Sociedad actual e interpretarla de forma
crtica. Sus ataques al revisionismo lo sern por deteriorar un mtodo de anlisis al disminuir sus posibilidades
de uso crtico.
Frente a este teoricismo marcusiano, que renuncia a
dar soluciones tanto en el terreno mdico-analtico,
como en el sociolgico, los culturalistas y de modo especial Fromm, tienen urgencia de actuar. Su objetivo de
EL BASILISCO

La muerte de Fromm se produce tras esta serie de


muertes simblicas en el sentido de ir siendo excluido
d^ Instituciones hasta quedarse durante la dcada del
1970-80 prcticamente sin lugar terico. Su trayecto
ideolgico es en ese sentido ejemplar, contra los intentos colectivistas de amalgamar teoras: excluido de la
prctica psicoanaltica ortodoxa (la asociacin internacional de psicoanlisis envi a Drover al Chesnut Lodge
Hospital para descalificar a Fromm respecto a las psicoterpicas psicoanalticas). Quedan igualmente fuera de la
antropologa psicoanaltica confiada a la autoridad de
Roheim que con su rgido reduccionismo psicologista
desprecia cualquier explicacin socio-econmica (las tribus australianas que viven al borde de la muerte por
hambre y en cambio son felices y sin miedo a nada son
explicados nicamente por la seguridad que reciben de
su madre en los estudios de este autor.
Despachado por la escolstica sovitica con una breve condena de rigor (S.L Rubinstein a la sazn presidente de la Academia de Ciencias de la URSS sintetiza
as el pensamiento de Fromm: el tomimismo intenta
aumentar el caudal de sus ideas psicolgicas unindose al
freudismo), su bsqueda de espacio terico quedaba
reducido al humanismo radical del que igualmente fue
apartado por la crtica marcusiana que hemos recogido y
falto de atractivo para la pequea fraccin del marxismo
occidental interesado por el psicoanlisis que orienta sus
opciones en Politzer y Althusser por las reformulaciones
guestlticas o lacanianas del psicoanlisis. Los ltimos
aos de Fromm han sido la constatacin de una falta de
resonancia de la que la muerte fsica ha sido el final.
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Y seris como dioses: Edi. Paidos. B.A., 1.966.


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