Articulo Sobre Duch Propuesta
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Articulo Sobre Duch Propuesta
RESUMEN
Este artculo refiere al pensamiento de
Llus Duch (Barcelona, 1936), monje de
la abada de Montserrat y profesor de
Antropologa de la Universidad de Barcelona, cuya amplia y nutrida produccin intelectual, comprometida con los
mbitos fundamentales de la vida cotidiana, reflexiona sobre la concepcin
de familia, educacin, ciudad y religin.
Su notable obra Antropologa de la vida
cotidiana, comprende siete volmenes
con una tesis central: familia, sociedad,
educacin y religin son estructuras de
acogida cuyas transmisiones tienen la
virtud de instaurar praxis para dominar
la contingencia. Duch sostiene que el
momento presente esta caracterizado
por la crisis de las estructuras de acogida, lo que implica el deterioro de los
procesos de transmisin, la falta de testimonio y la incapacidad de empalabramiento.
Palabras clave: Estructuras de acogida, Empalabramiento, Transmisiones,
Teodiceas Prcticas, Testimonio.
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Raymi Castellanos
[email protected]
Universidad de Carabobo,
Facultad de Ciencias de la
Salud.
Escuela de Bioanlisis
Licenciada en Bioanlisis
mencin honorfica Cum
Laude. Magister en Educacin, mencin Planificacin
Curricular. Candidata a Doctor
en Educacin.
Profesora
Asociado adscrita al Departamento de Ciencias Bsicas de
la Escuela de Bioanlisis de la
FCS-UC.
ARTCULO
LA EDUCACIN COMO
ESTRUCTURA DE ACOGIDA:
SU CRISIS Y SU FUNCIN.
REFLEXIONES EN TORNO AL
PENSAMIENTO DE LLUS DUCH
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es posible expresar algo definitivo, concluyente e irrefutable. La contingencia encierra al conjunto de interrogantes que no pueden responderse tcnicamente y se resisten a cualquier tipo de ilustracin, cuestionamientos inaccesibles a racionalizacin y explicaciones convincentes y
definitivas. Por eso se ha relacionado la contingencia con todo lo que no
se puede dominar, aquello que no tiene referencias claras, lo imprevisto,
lo imprevisible y lo impredecible.
Para Duch y Mlich (2005), la contingencia puede ser considerada
como el estado natural determinante de la presencia del ser humano en
el mundo pues las cosas y los acontecimientos realmente importantes
jams acostumbran a ser enteramente explicables a partir de sus causas,
por lo tanto cuando nos hemos encontrado situados en un horizonte
contradictorio, no solucionable en una sola direccin e incapacitados
para poder articular la situacin con un lenguaje racional, estamos en
presencia de nuestra humanidad como seres fundamentalmente contingentes. Solventar estas situaciones requiere una praxis de dominacin,
siempre provisional, de la contingencia que se logra a travs de las teodiceas prcticas trasmitidas por las estructuras de acogida.
En cuanto al concepto de teodiceas prcticas, desde una de sus primeras obras como es La educacin y la crisis de la modernidad, Duch
(1997) las define como el conjunto de representaciones, actitudes y sentimientos que el ser humano ejerce en su vida cotidiana para superar
los callejones sin salida adonde, con gran frecuencia, le conducen los
azarosos caminos de su vida. Estas teodiceas no pueden ser activadas
as como se activa lo instintivo en los animales; por el contrario ellas
requieren la accin de un lenguaje adquirido mediante el proceso de
transmisin que se da en el seno de las estructuras de acogida posibilitando el empalabramiento al cual se hace referencia en lneas anteriores
y detallaremos ms adelante. Una vez adquiridas y puestas en prctica,
las teodiceas prcticas permiten al hombre lanzarse a la bsqueda del
sentido en su paso por el mundo, entendiendo este sentido no como
un a priori establecido, sino un a posteriori producto de un permanente
alejamiento del caos.
Por tal motivo, histricamente las estructuras de acogida han sido
los mbitos privilegiados donde se han efectuado las transmisiones que
son imprescindibles para la edificacin del ser humano, en palabras de
Duch (2002): las estructuras de acogida han sido determinantes para
el desarrollo orgnico del hombre en todas las etapas que ha recorrido
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Por su parte Franz Kafka (citado por Duch y Mlich, 2009) en las primeras dcadas del siglo XX, tambin sealiz la crisis mortal de la cultura
europea y sus procesos de institucionalizacin, decretando la demolicin de las tradicionales articulaciones lingsticas o trasmisiones instituidas por las estructuras de acogida que, desde el siglo XVII, fueron
el marco donde se desarroll la vida cotidiana en el occidente. Por su
parte, a finales del siglo XX, Milan Kundera (citado por Duch y Mlich, op
cit) haciendo eco de una idea que puso en circulacin Max Weber inmediatamente despus de finalizar la Primera Guerra Mundial, escribi
sobre la desdivinizacin (Entgtterung) del mundo, refiriendo un desencantamiento del mundo (Entzauberung der Welt) que afecta muy directamente al lenguaje que el ser humano tiene y usa para empalabrar la
realidad.
Siguiendo este contexto, para Duch y Mlich (op cit) en el momento
presente, como un largo proceso iniciado a finales del siglo XIX, nos
encontramos ante una crisis de nuestra sociedad experimentada por
todos los sistemas sociales actores en la plasmacin del convivir cotidiano como son la educacin, la familia, la poltica, la religin, los
modelos econmicos y los medios de comunicacin. Respecto a la educacin, de todo lo expuesto se deduce que para llevar a cabo proyectos
educativos de carcter humanizador y constructivo es necesario conocer
el estado de la educacin en cuanto a su fragilizacin como estructura de
acogida, particularmente los signos determinantes para los procesos de
transmisin y para el ejercicio de educar.
Respecto a esta fragilizacin, el trmino hace referencia al debilitamiento y deterioro de la educacin como estructura de acogida fundamentalmente a consecuencia de los intentos por controlarla y predecirla
mediante artilugios y polticas, tal como lo plantea Taleb (2013). Segn
este escritor, se ha fragilizado la economa, la salud, la poltica, la educacin y casi todos los sistemas de nuestra vida por la tendencia de sobrevalorar el alcance del conocimiento cientfico, el cual genera la ilusin de
poder acceder siempre a las razones de las cosas y hace nuestra cultura
occidental cada vez ms ciega a lo desconocido, impenetrable y misterioso, a lo que Duch concibe como la contingencia.
As, se ha querido controlar la educacin enmarcndola en la necesidad del orden o de la uniformidad artificial de lo fijo y constante, siendo
comprendida a travs del lenguaje de lo eficiente y til, todo lo cual es
concebido por Hanah Arendt (citada por Brcena y Mlich, 2000) como
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junto de la existencia humana que ha tenido lugar a partir de la separacin cartesiana entre res extensa y res pensamiento. Segn esta ruptura
ontolgica, el entendimiento debe quedarse en su mbito propio de la
razn para no equivocarse y ver con evidencia lo verdadero y falso, de
no ser as el conocimiento estara cometiendo el gran error de dejarse
arrastrar por la voluntad y los sentidos dirigindose a lugares donde no
se puede entender. En otras palabras, la mejor eleccin para el conocimiento debe ser la razn quedando el conocimiento sensible y la sabidura de las vivencias desvalorizados frente a la primaca de aquella.
En oposicin, Duch y Mlich (op cit) advierten que si las transmisiones
marginan la sabidura en pro de la ciencia, no slo son insuficientes sino
se hacen antropolgicamente muy peligrosas por su carga deshumanizadora, por su incapacidad de constituirse en teodiceas para empalabrar
la realidad. Tambin para Arendt (1993) es una evidencia que vivimos
en un universo donde la razn instrumental o la lgica instrumental,
como matematizacin de la existencia humana, lo invade todo siendo un
verdadero lenguaje absoluto que establece una determinada forma de
vida y que nicamente admite relaciones de tipo fabricacin. Segn la
escritora, la exportacin de la fabricacin a todos los mbitos de la vida
humana pareciera ser uno de los dramas de la postmodernidad hipertecnolgica, que convierte aquello que produce utilidad y provecho en
lo principal y lo que tiene sentido.
Para Duch (2002), la escuela y la universidad de nuestra sociedad se
limitan a ofrecer explicaciones cientficas, lo cual es sumamente importante pero no es suficiente. Segn este autor el docente, para llevar a
cabo completamente la misin que tiene encomendada, no solo debe
transmitir ciencia sino tambin debe ser y donar testimonio, vale decir
que debe testimoniar con su propia vida y ante los ojos de sus alumnos
la sabidura como arte de la vida, capacidad que se adquiere viviendo o,
mejor dicho an, conviviendo en el trayecto biogrfico. En este punto
entra en juego de manera muy categrica un hecho fundamental para la
comprensin de la educacin como estructura de acogida: la efectividad
sapiencial de una transmisin vehiculizada por una lengua se basa enteramente en la confianza que merecen los transmisores que actan en las
estructuras de acogida.
Ac se podra observar cmo las transmisiones en la educacin como
estructura de acogida podran estar catalogndose en dos mbitos, las
que pueden ser transmitidas por el lenguaje lgico-racional y aquellas
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mostradas slo a travs del testimonio docente, resaltando la importancia de una coherencia y una complementariedad entre ambas para
evitar que contine la gravsima ruptura de confianza que se tiene en
la educacin, fundamentada en el hecho de que los guas en el mbito
educativo podran estar ofreciendo un contra-testimonio, una flagrante
contradiccin entre lo que dicen y lo que realmente hacen y muestran.
Por lo tanto, el gran desafo para todos los que hoy tienen la misin de
transmitir algo, particularmente y en especial los educadores, consiste
en el hecho de si sern capaces de articular y conjugar armoniosa e inseparablemente lenguajes de ciencia y sabidura, lo cual en la prctica significa plantearse la cuestin de si osarn ser testimonios de educadores
en medio de su vida cotidiana.
Recuperando la confianza en la educacin: reencuentro entre decir
y hacer
En ningn caso el discurso de Duch (2006) ha pretendido hacer un alegato contra las ciencias experimentales y su nexo con la educacin, aludiendo el mismo autor que en la actualidad paradjicamente algunos de
los investigadores ms interesados por cuestiones humansticas, metafsicas y espirituales proceden del mbito de las matemticas y de la fsica
terica. Su posicin categrica es que lo fundamental en educacin es
hacerse cargo del ser humano, partiendo de la base de no saber lo que
esencialmente es, pero convencidos que a travs de la calidad de sus
relaciones consigo mismo, con los otros, con la naturaleza y la trascendencia, podemos intuir lo que va siendo en cada aqu y ahora.
Por tanto, en los albores del siglo XXI, se necesita urgentemente redefinir y contextualizar la relacionalidad humana, porque, en el fondo, la
calidad del ser humano en concreto y tambin la de los sistemas sociales
dependen de la calidad de las relaciones que hombres y mujeres mantienen a nivel individual y colectivo. Particularmente es necesario de
repensar muy a fondo la problemtica en torno a la educacin o, si se
quiere expresar de otro modo, es ineludible replantearse la cuestin de
los contenidos y las formas que deberan tener las transmisiones que
llevan a cabo los sistemas educativos como estructuras de acogida.
Por experiencia se conoce lo complicado de lograr grandes cambios en
los sistemas educativos, resultando difcil intervenir a nivel institucional,
en la elaboracin de planes de estudios, en la formacin de docentes, en
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