Mario Caponnetto - La Técnica, Imitación de La Naturaleza
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La tcnica, imitacin
de la naturaleza
Mario Caponnetto
- 2010 -
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Centro Pieper
1.- INTRODUCCIN
1.1.- OBJETO DEL PRESENTE TRABAJO
Nos proponemos, en el presente trabajo, formular algunas muy breves reflexiones
acerca de la tcnica entendida como imitacin de la naturaleza con el propsito de
aportar a la comprensin crtica del fenmeno contemporneo de la tecnociencia una
nueva categora de anlisis. Estimamos que esta categora, por sus ricas y vastas
implicancias, es capaz de alumbrar el mencionado fenmeno de la tecnociencia, tanto
en lo que se refiere a su realidad histrica cuanto a su problemtica epistemolgica y
tica.
1.2.- TCNICA Y TECNOCIENCIA
A los fines del presente trabajo tomamos el trmino tcnica en su acepcin clsica, en el
sentido de tekn () o arte (ars), esto es, el hbito de la razn prctica mediante el
cual el hombre efecta todas sus realizaciones productivas, de acuerdo con la clsica
definicin de Aristteles: hbito productivo acompaado de razn verdadera1. O, tambin,
segn el axioma escolstico, la recta ratio factibilium. A su vez, la palabra tecnociencia la
empleamos conforme viene siendo ella usada en numerosos autores actuales para
referirse a la singular situacin de la tcnica contempornea la que ha alcanzado un
grado tal de predominio que ha terminado no slo por fundirse y confundirse con la
ciencia sino que ha absorbido en s a la misma razn cientfica constituyndose en una
mediacin que afecta a la razn en su forma de acceso al mundo2. De acuerdo con Hctor
Jorge Padrn recalcamos la doble realidad epistemolgica e histrica del fenmeno de
la tecnociencia:
"Lo primero que conviene advertir en este punto es que la realidad de la tecnociencia
es epistemolgica e histrica [...] Este hecho histrico no contradice la posibilidad formal
de distinguir entre ciencia y tecnologa. Esto es siempre viable. [...] Ms all de la
posibilidad de afinar la distincin formal entre ciencia y tecnologa, lo que hay que
explicar hoy es la aparicin y la estructura de este nuevo compacto denominado
tecnociencia a fin de esclarecer, en parte, la configuracin de algunas cuestiones ticas
contemporneas. Ya que en la realidad actual de la tecnociencia no slo hay relacin
entre ciencia y tecnologa sino, adems, interaccin profunda y solidaria"3.
2.- EL PARADIGMA TCNICO EN LA FILOSOFA DE
NATURAM
A los efectos de facilitar nuestro anlisis del tema propuesto vamos a partir, para una
cabal comprensin de lo que hemos dado en llamar el paradigma tcnico de la
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S. THOMAE AQUINATIS, In Libros Physicorum Aristotelis Expositio, II, lecc. 13, n. 3 et 4, Index
Thomisticus a cargo de ROBERTO BUSA, S.J., en CD ROM.
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comentario de la Poltica la necesidad de que las operaciones del arte imiten a las de la
naturaleza se expresa mediante una oracin consecutiva, encabezada por unde, cuya
oracin antecedente afirma que el principio de las cosas hechas por el arte es el
intelecto humano el cual "segn una cierta semejanza, se deriva del intelecto divino"
(secundum similitudinem quamdam derivatur ab intellectu divino...). Ms abajo el texto
se hace an ms claro con el ejemplo del discpulo quien debe operar a semejanza (ad
similitudinem) del maestro. Y an ms, al regresar, tras el ejemplo, a la accin del
intelecto humano se afirma claramente de l, en la conclusin, "a fin de que opere de
manera similar" (ut similiter operetur). Lo mismo hallamos en el pasaje del comentario
de la Fsica encabezado por el adverbio similiter, (similarmente, de modo similar)
adverbio que vuelve a aparecer algunas lneas ms abajo: "y similarmente, si las [cosas]
que son hechas por la naturaleza..." (Et similiter si ea quae fiunt a natura...).
Queda claro, pues, que en la intencin de Santo Toms la imitatio en el plano operativo
es una consecuencia de una similitudo en el plano entitativo. Pero la palabra similitudo
posee un significado de excepcional riqueza en el vocabulario tomista dado que ella se
vincula con la condicin fundamental creatural de todos los entes que no son el ser
sino que lo poseen por una participacin en el ser de Dios. La participacin es una
asimilacin en el ser (asimilatio in esse). En el orden de la causalidad predicamental la
asimilatio se hace por la forma, que es acto. En el orden de la causalidad trascendental
se hace por el esse que es la mxima actualidad de todo ente; y el esse es lo participado
que al ser recibido por la esencia como sujeto recipiente resulta, as, limitado y coartado
por ella. Quiere decir que cada cosa participa el esse tanto cuanto su naturaleza lo
consiente. Esto seala la distancia y la diferencia pues la medida de la asimilatio
determinada la medida de la similitudo6. Por el esse la creatura se asimila al Creador,
pero al tener su ser coartado por la esencia la creatura no se identifica con el Creador
sino que es una similitudo suya. Cada forma es una similitudo y, por ello, una imitatio de
la Divina Esencia. La similitudo es formal, ejemplar y ontolgica. Concluimos, pues, que
la imitatio naturae en el operar del intelecto humano es el modo propio de operar de un
intelecto que, en su mxima radicalidad ontolgica, es imago y similitudo del Intelecto
Divino. Como veremos, enseguida, esto otorga a la mimesis un sentido mucho ms
amplio que el que le asigna Aristteles.
Otra palabra que queremos destacar es la empleada en el texto del comentario de los
Polticos, a saber, consideracin, contemplacin (inspectio): "el intelecto humano [...] tiene
necesariamente, en aquellas [cosas] que hace, ser instruido por la consideracin [o
contemplacin] de aquellas [cosas] que son hechas por la naturaleza" (intellectus
humanus [...] necesse habet in his quae facit informari ex inspectione eorum quae sunt
naturaliter facta...). Antes, al referirse a la actitud del discpulo frente al maestro, utiliz
el verbo latino attendere (prestar atencin, atender): "prestase atencin a la obra de
aquel [maestro]" (ad opus illius attendere...). Ambos vocablos evocan el hecho de una
mirada atenta, de una inspeccin cuidadosa, de una observacin detenida y meditada;
en el fondo, hacen referencia a una actitud contemplativa con todas las consecuencias
que se derivan de esto y que veremos a continuacin.
3.- COMENTARIO DE LOS TEXTOS
"Deus autem es perfectissimum agens. Suam igitur similitudinem in rebus creatis ad Deum pertinebat
inducere perfectissime, quantum naturae creatae convenit" (Summa Conta Gentes, II, 45). Es claro, pues,
que cada cosa participa de la semejanza de Dios en cuanto su naturaleza o esencia lo consiente.
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En lo referente a este punto, cf. JORGE MARTNEZ BARRERA, "Ars imitatur naturam" y la mejor
forma de gobierno segn Santo Toms, en Acta Philosophica, volumen 4 (1995), fasc. 2, pags. 333-338.
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Pero el acto de creacin es un acto de inteleccin y de conocimiento: las cosas son porque
Dios las conoce, ensea San Agustn y reitera Santo Toms. Por tanto, el Acto Cognitivo
de Dios -que es uno y lo mismo con el Acto de Amor de Su Voluntad- es lo que da el
ser a las cosas y las mantiene en el ser. La analoga ms prxima del acto tcnico del
hombre no es, pues, un hacer, en el sentido de una mera operatividad exterior, sino un
concebir, un proyectar previos a todo acto factivo o productivo. Henos aqu en un punto
de importancia extraordinaria: la primaca de la actividad teortica an en el orden de
las realizaciones prcticas. Esta actividad teortica resulta, en consecuencia, el
fundamento ltimo, verdaderamente slido y firme, de las realizaciones del intelecto
prctico y, en consecuencia, de las acciones tcnicas. Todo intento de reducir la tcnica
a un mero hacer operativo sin fundamento teortico implica, como veremos, una
amputacin de la propia tcnica, en tanto es ella una mediacin antropolgica bsica
frente a la naturaleza, en la misma medida en que implica una mutilacin del propio
hombre.
3.3.- IMITATIO, INSPECTIO, CONTEMPLATIO Y LECTIO EN EL QUEHACER PRODUCTIVO
Siguiendo con el anlisis del texto correspondiente al comentario de los Polticos,
avancemos, ahora, hacia otro aspecto del acto productivo, a saber, el que se deduce del
ejemplo del discpulo y su maestro. Santo Toms es claro: todo discpulo que recibe el
arte de las manos de un maestro debe mirar la obra del maestro, posar en ella su
atencin ms detenida a fin de que cuando el discpulo obre lo haga a semejanza del
maestro. Actitud dcil de discpulo es, pues, segn Santo Toms, la que el hombre ha
de asumir frente a la naturaleza -obra de Dios, recordmoslo. Por tanto, si la imitatio
naturae tiene, como vimos, su fundamento ontolgico en la similitudo del hombre
respecto de Dios, ahora vemos que esta imitatio no se consuma sino en una atenta
mirada (inspectio) a las obras de la naturaleza, una naturaleza que se ofrece al hombre
como un modelo de accin (exemplar operandi). Mirada detenida, amorosa y amante que
nos lleva a la verdadera contemplacin (contemplatio). Es contemplando a la naturaleza
creada como el hombre se hace homo tecnicus. Sin esta contemplacin, activa y tensa,
pero, a la vez, receptiva y callada, la accin tcnico-productiva cae, parafraseando a
San Agustn, en la regin de la desemejanza. Se deshumaniza. Nos vamos aproximando al
drama de la tecnociencia contempornea.
Pero estimamos incompleta nuestra interpretacin si, llegados a este punto, no
avanzamos hacia otro aspecto que se sigue de todo lo dicho. Esta actitud contemplativa
de la naturaleza nos conduce, de la mano, al gran tema de la lectio. Consumar esa
mirada comprensiva de la naturaleza exige, por necesidad, el ejercicio de la lectio, de la
lectura intensa y demorada, silente y trmula de la naturaleza. Implica, por
consiguiente, un oir, un prestar atento odo a la voz de esta naturaleza que nos habla.
Pero como esta naturaleza es obra de Dios es, en definitiva, hacia a El al que debemos
inclinar nuestro odo por lo cual la lectio naturae se hace, por lo mismo, lectio divina:
habla, Seor, que tu siervo escucha.
3.4. - LA UNIDAD DE LA RAZN PRCTICA
Los textos que hemos seleccionado son, a nuestro juicio, complementarios en el sentido
que cada uno dice algo diverso respecto de un mismo tema. As el correspondiente al
comentario de los Polticos (en el que, segn vimos, la nocin aristotlica de mimesis
recibe su ms acabada reformulacin) ilumina el pasaje del In Physicorum. Es en ste,
por su parte, donde Santo Toms glosa, en su lugar propio, el axioma aristotlico "el
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Para Santo Toms hay otro fundamento de unidad que se extiende a todas las ciencias y artes humanas,
las especulativas y las prcticas, esto es, la unidad del fin de todas ellas que no es otro que la perfeccin
del hombre. As escribe en su comentario de la Metafsica de Aristteles: "Todas las ciencias y las artes
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se ordenan a una cosa, a saber, a la perfeccin del hombre que es su bienaventuranza. Por lo que es
necesario que una de ellas sea rectora de todas las otras, la que reivindica, con propiedad, el nombre de
Sabidura pues lo propio del sabio es ordenar a otros" (In Metaphysicorum, prlogo). Advirtase que el
primado de la Sabidura reside en que es ella la nica que puede conducir a todas las otras al fin comn
que es la bienaventuranza humana. Si ceimos esta enseanza de Santo Toms al caso concreto de las
ciencias prcticas, se ve con claridad que corresponde a la Etica en tanto es ella una sabidura, no
simpliciter sino secundum quid, ejercer la rectora en el mbito de estas ciencias.
9
Cf. S. THOMAE AQUINATIS, Summa Theologiae, I, q 93, a 9, corpus.
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