Collins Randall Cadenas de Rituales de Interaccion - Capitulos.1.y.2 PDF
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Cadenas de rituales
de interaccin
ANTHROPOS
Ciencia~
Sociales: 64)
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cupb. "a..kuler 01"'. in d pnmi ... praio por acnro de b ediloria1.
CAPITuLO 1
LA TEOIA DE LOS RITUALES
DE INTERACCIN, PROGRAMA
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los predicadores a las campaas publicitarias, y cuyos ecos resuenan por doquier. desde la cultura de masas hasta los gastadores de
las vanguardias mooemistas e hipenllodemistas del mundillo artstico e intelectual. No sera propio quc como socilogos asumiramos los prejuicios populares (aunque se es exactamente el camino
del xito como autor); al contrario. debemos verlos en perspectiva
sociolgica e indagar qu circunslancias sociales instauraron la
hegemonIa de esa creencia moral y esas categoras sociales en un
momento histrico dado. El desafo. dicho en trminos goffmanianos, consiste en descubrirlos origenes sociales del culto al individuo.
Sentado esto, puedo convcnir en que, bajo las condiciones socirues contemporneas. es muy probable que tooos los individuos
sean nicos; pero no a causa de una esencia individual inmutable:
para la TRI, los individuos son singulares en la misma medida en
que su trnsito a travs de cadenas de interaccin, y de la sucesin
de stas a lo largo del tiempo. difieren de las de otros. Al reificar la
individualidad advocamos una ideologa -una versin secular de
la doctrina cristiana del alma eterna-que renuncia a la posibilidad
de explicar c6mo las sucesivas cadenas de encuentros modelan individualidades nicas.
El individuo, dicho radicalmente, es una eRI. El actor individual es el precipitado de sus situaciones de interaccin previas, al
tiempo que un ingrediente de nuevas situaciones posteriores; un
ingrediente, no un determinante, ya que toda situacin es una propiedad emergente, no la mera consecuencia del individuo o individuos que panicipan en elJa (aunque tambin lo es, en pane). Las
situaciones lienen sus propias leyes y procesos, que son el objeto de
estudio de la TRI.
Goffman sentenci: 'no los ho mbres y sus querencias, sino las
querencias y sus hombres'. En un lenguaje neutro en cuanto al gnero: no los individuos y sus interacciones, sino las interacciones y
sus individuos; no las personas y sus pasiones. si no las pasiones
y sus personas. Antes que 'tooo Pepe tiene su momento de gloria'
seria mscoITCCto 'cada momento de gloria tiene su Pepe'. Los incidentes, por fugaces que sean. conforman a quienes les ocurren; los
encuentros hacen a quienes se encuentran. Los depones hacen a
los grandes atletas y la polftica conviene a algunos polticos en Uderes carismticos, aunque todo el peso de prcticas como la redaccin de noticias, la confeccin de anales. la concesi6n de galardones y la publicidad hiperblica contribuyen a hacer ininteligible
cmo ocurre asf. Ver las realidades de la vida ordinaria sociolgicamente requiere un salto geslltico. una inversin de perspectivas.
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Noes fcil rompcroon marcos convcncionales tan hondamente arraigados; pero cuanto ms rigurosamente pensemos todo a travs de
la sociologfa de la situacin, ms comprenderemos porqu nos comportamos como lo hacemos.
Pasemos a una fuente de confusin ms sutil. Postulo la primaca de la estructura sobre la accin a nivel micro? Es omnipotente
la estructura de la interaccin; anula la posibilidad dc una agencia
activa? En absoluto. La retrica del dilema agencia-estructura es
un cenagal conceptual donde se e nmar,man muchas distinciones y
modalidades retricas de distinta fuerza; para empezar. confunde
la distincin micro-macro -que abarca el aqu-y-ahora local y las
interconexiones entre las situaciones locales en un mbito espaciotemporal rnayor- con la distincin entre lo activo y lo que no lo es,
distincin sta que nos lleva a inquirir sobre la energia y la accin,
que son siempre procesos locales en que seres humanos reales hacen aJgo en una situacin. Es cieno que una accin loca1 puede
incidir en otra, que una situacin puede influir sobre otras muy
distantes. En qu medida se d esa transmisin corresponde a lo
que denomino macro-patrones. Referi~ coloquialmente a los actos de una masa de inversores como el origen de un pnico burstil
o al derrumbe del aparato logfstico de un ejrcito como desencadenante de una crisis revolucionaria es algo aceptable, pero bien entendido que es una formulacin taquigrfica de las realidades observables (es decir; de lo que un socilogo 'micro' obselVana in situ).
Ese modo de hablar hace que, engaados por el tropo, nos parezca
que existe agencia a nivel macro, lo que no es exacto: la agencia,
caso de que usemos el trmino, es siempre micro; la estructura la
concatena en macro.
Los trminos micro y agencia pueden situarse en el mismo polo,
pero no son idnticos. Existe estnlctura a todos los niveles. Las microsituaciones son estructuras, o 10 que es igual, relaciones entre
panes. En los encuentros locales -microsituaciones- hay siempre agencia y estructura. El error que debemos evitar es identificar
la agencia con el individuo, incluso en el nivcl micro. Creo que adelantaremos mucho ms si no reificamos al individuo, si lo vemos
como un flujo temporal que las situaciones dinamizan. La agencia
-que prefiero describir como la energfa que anima los cuerpos
hwnanos y sus emociones y como la intensidad y el foco de la con
ciencia humana- brota de las interacciones, de situaciones locales
y cara-a-cara, o precipita de cadenas de situaciones. S, a veces los
individuos humanos tambin actan estando solos, aunque por lo
general eso ocurre porque sus mentes y sus cuerpos estn cargados
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con los efectos de encuentros situados anteriores; sus acciones solitarillS son sociales en tanto en cuanto provienen de y se orientan a
la comunicacin con otras personas; lo que las sita es su ubicacin
en una CRI particular.
Me gusta poco la tenninologa de la agencia y la estructura. Para
cartografiar el continuo situacio nal que va de lo local a lo nter-local
nos basta con lo micro y lo macro. Los aspectos energi7.antes y relacionales de la interaccin estn, con todo, estrechamente ligados.
Quiz una buena fnnula pUL'tla scr sta: la estructura loca! de interaccin genera y conforma la eneryf.a de la situacin. Esa energa
puede dejar trazas que se transmiten a olras situaciones por medio
de las resonancias emocionales de los cuerpos individuales, que se
difuminan con el tiempo, pero que pueden durar lo bastante para
cargar un encuentro ulterior; engendrando asf sucesivas cadenas de
efectos. De~mos observar esta realidad desde otro ngulo. Dedicar mi atencin terica no a la agencia. sino a las emociones y la
energa emocional, cuya intensidad calienta o enfria la caldera de
los Rl; no har hincapi en la estructura -ni, por el contrario, la
reducir a mero teln de fondo de la agencia-, sino que m e concentrar en mostrar cmo funcionan los RI,
Tennino{og(as eu conflicto
Mi segunda acJar.lcin obcdl!(:e a que podlia parecer desmesurada la pretensin de basaren, y hacer girar sobre el tnnino 'ritual'
toda una teolia general de 10 m icro-socinl, Algunos socilogos. notoriamente ;:mile Durkheim y su seguidor ms creativo en el rea
de la microsociologfa, Erving Goffman, usaron el tnnino fundamentalmente- en el mismo sentido que yo subrayo: un ritual es un
mecanismo que enfoca una emocin y una atencin conjuntas, generando una realidad temporalmente compartida. No obstante, no
hesidodel tooo fiel a esta tradicin terica, pues, por ejemplo. Coliman escribi en otra era intelectual y sus alianzas tericas fueron
diferentes a las mfas; por ello habr de defender mi propia acepcin
y evidenciar su utilidad en el abordaje de nuestros problemas.
Una dificultad mayor deriva de que 'ritual' sea una voz del lenguaje coloquiaJ, con un sentido mucho ms restringido (sinnimo
de fOlmalidad o ceremonia)l del que tiene en la familia de leorias
1, Ml\.s <koorirntlldor an es $U uSO ro ;cntido pe)'ura!im para ~lInllkar una irref1rxh'll accin mecnica <) una absurda Iljacincon alguna ronna de mistiflcadn.
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sociolgicas neo-durkheimianas, La confusin aumenta porque existe todo un cuerpo de investigacin anlropolgica cuya especialidad
es el ritual, y una subespeciaHdad de 'estudios rituales' dentro del
campo del estudio de las religiones; y todos esos usos tienden a solaparse oscuramente. unas veces con la tradicin durkheimiana y
otras con el sentido limitado que tiene en el uso popular, Uno de mis
prolegmenos debe tratar de aclarar esas imbricaciones y diferencias de connotacin terica,
Para situamos, veamos la principaJ divergencia que existe entre
las variantes antropolgica y microsociolgica, sin olvidar la heterogeneidad de ambas, los antroplogos tienden a vc:J'el ritual como
parte de la estruCfUra de una sociedad. como el aparato fonnal que
mantiene su orden o que expresa su cultura y sus valores. o sea,
exactamente lo opuesto al enfoque microsociolgico; en contraste
con la fluidez de las eRI, conciben el ritual como puerta hacia algo
ms grande, superior y fundamentalmente esttico, como mero reflejo de la macroestructura y no como fonna primordial de la accin microsituada. Un vetusto motivo antropolgico suena asf: el
ritual, que acontece en el tiempo, revela lo atemporal; lo local manifiesta la totalidad, A finales del siglo XX los diversos movimientos
tericos que segufan ese enfoque se denominaban esuuctura1ismo,
antropologfa simblica o semitica y estudio de los cdigos culturales, En general, los estudios sobre las religiones usan tambin el
tnnino 'ritual' en un sentido ms prximo al de 'puerta-hada-lotranscendental' de la anlropologfa cultural que al de 'manantial local de accin' de la microsociologfa. Para el enfoque microsociolgico, la situacin es el punto d e partida explicativo; el enfoque
esUUcturalistalculturalista parte del extremo opuesto, de una macroestructura omniabarcante de normas y significados, La microsociologa encara el reto de mostrar cmo su punto de partida puede
explicar que lo que frecuentemente parece ser una cultura omnmoda e inmutable sea en realidad un flujo, situacionalmente generado, de nonnas y seDlidos imputados,
2, Existe CIfra acepci n, proo,'eJlIente del campo de la eto1.ofa animal, que: la psJco.
logia del desarrollo infantil ha empleado .. '..:ces, Aqt 'rifUall..z",;i6n significa gestos
comunicativos.Mcviados que opcnm corno '.,fIaks' para otro organismo en cl proceso usual de accin, difc:J'l'nda de los 'smbolos', que son com'enc:iones que refieren.
significados compartidos ("f", TomasclJo J 9'*. 87). En ese sentido, una 'ritualizacin'
es s1.ouna abreviatllnl utili1ada en la coordinaci n de la accin prOCtlca. noUna fuente de intersubjetividad simblica, A pesar de qlH!n;\.a lenninologa mso menos in\ief>.
le el uso que tiene en la I""rfa sociolgica de lo$ Rl, en el capltWo 2 \"ereIllO$ cmo lo$
tTabajosde TomuclJo y otros in\'dtig.tdorcs d e elite mbito corroboran, de hecho, parles importante de la llU.
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lectiva. Los antroplogos de campo, a menudo ..ficionados (misioneros, mdicos, viajeros), se centraron en registrar prcticas rituales curiosas que pudieran luego ser interpretadas como \'e5tigios de
un periodo remoto de la historia humana.
Los movimientos intelectuales se despliegan generalmente como
un largo frente de investigd(ll"e$ que iICOfTlete un nuevo cuerpo de
materiales de estudio; las ideas oon que analizan SUli recin descubiertos datos, sus herramientas intelectuales se parecen mucho entre si porque se las formula reoombinando ideas de los antecesores.
Como expuse en otro lugar (CoIUns 1998), cada generacin de filsofos opera denu-ode las alineaciones de las facciones intelectuales
existentes, loque limita los movimientos factibles para recombinar,
negar o abstraer las ideas vigentes; es prctica propia del culto a los
inteloctuall.':$, del que somos miembros practicantes, ele\"ar unos
pocos nombres como autores canniCOll y tratarlos como si hublemn sido los nicos descubridores -<ostumbre inocua, de oml pal'
te, mientras la tomemos s6kI como una conveniente simplificacin
sinptica. Al tiempo que la antropologa y la sociologa ganaban
reconocimiento como disciplinas, Sil abordaje del ritual se orient
ms hacia la concepcin de una teoria de cmo opera la sociedad.
Los antroplogos de campo se Uflieron al movimiento para entender Las creencias ~n espe<:iallas que desde parmetros modernos
parecan irracIonales- fundndolas en la pnictica ritual: asl. por
ejemplo. en 1909 Van Gennep reuni un material ingente bajo el
esquema de los ritos de paso de un estatus social a otro.
La formulacin de Ourkhcim es d epllOme de los logros intdcctuall.':$ de los pioneros de los estudios clsicos, los historiadores de
la antigedad y las religiones y los antroplogos de campo. Dlwkheim , un discfpulo de FOU!ltel de Coulanges, lider una escuela de
sintetizadores ycom parativistas (l.vkes 1973, Foumier 1994, Alexander 1982). Su$ protegidos _ Herui Hubert, Mareel Mauss, elC.crearon el programa 'durkheimiano', basado en la interpretacin de
\0$ rituales I!'n relacin con las estructuras sociales que $OStl!'nfan,
como en el caso de los anlisis comparativos del sacriflcio (Hubert
y Mauss ]899.'1968) y la OI"OCin (Mauss 190911968). lAs {orma$
ekn~"taks t fu vida religio.w de l>llRheim ( 19 12) fue la declaracin general de principiOli de ese rnoovirrtiento y todavfa hoy es la
fuente que mejor sintetiza los logros de aquellos in\"eStigadores.
Por qu~ merece ese movimiento Uamarse ritualismo subrogniI\U? La racionalidad - y ms en general la creencia- es la superficie de la conciencia humana, su experiencia primaria -y nmmalmente de un modo tan idea1izado como los bellos milOS sobre los
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afirma explkitamente que las pnkIicas rituales constituyen tambien las creencias morale. La lgica del argumento y el peso de la
evidencia 50n tambib1 aqu comparatiV05: las moralidades varfan
con aJ"TegIo a la orgarnzac)6n de los grupos; mudanzas en la estructura grupal traslOman su moral. Nietzsche expres lo mismo, de
manera tremendamente pol~mca, al contrapone!" lo que Uam 'momi de escla_ cristiana' con la moral heroiro-aristocrtica de los
griegos antiguos. Es un hecho que de Jos diferentes tipos de prcticas rituales documentados en grupos d~ yak> Iaro de ~pocas
histricas distintas ha emergido un extenso pon.or.lma de lllOnlIidades diversas. Durkhcim aprendi de su maestro, FU$l~ , que la participacin ritual demarca las lindes grupales y, por ende, 105 confiO("S de la obligacin moral; Mauss, su disdpulo, mostr despu&
que mediante rituales podfan desarrolIaru momenu'ine05 intercambios a travs de esas rronteras (l~gr: , prcticas como el intercambio
ceremonial de dones) y erigir asf estructuras mayores. Nada ms
propio que aplicar <"se ceremonial de intercambio de regalOli a la
sociedad de la Grecia hommca. como luego se hizo (Finley 1917).
Fustel y MaUS5 IllO$ttamn que la mecnica del ritual no es esttica,
sino dinmica, y tamb~n conflictiva : la admisin de nuevos pu1idpantes a una celebracin ritual puede establecer nUC\-as conexiones
sociales, y quienes son ritualmente excluidos de las estructuras &fU pales pueden tambin rebelarse y luchar hasta lograr ser adntidos
como miembros, como CJlpuso Fuste! en su bosquejo de la historia
de la panicipacin ritual en las coaliciones polfticas de las ciudades- Estado antiguas. lo ..senda! de todo esto es que el anlisis de
Durkheim ptopo!dona tanto una sociologfa del conocimiento como
una socKlk>ga de la moral, y que b ta nos!kva a una sodologta de
las emociotle$ capaz de explicar pasiones como la rectitud, la indignacin moral y el ansia de justicia vindicativa; IlO5l1eva a una sociologia que comprender.!. tanto la ira como el amor.
Muchos investigadores han continuado y ampliado la uadid n
durkheimiana hasta nucstros das: Uoyd Wamer (1959), Kai Emson (1966), Mary Douglas (t 966, 1973), Bas Bcmst,.. (1971-1975),
Albert Berg...sen (1984, 1999), Thomas Scheff (1990), elC. Los principios afianzados por las generaciones pioneras de estudiosos de
105 rituales constituyen logros perdurablC$ de nuestro acen'O de
oonocimiem.o sociol6gko, piedras sillares sobre las que su posteridad ha edificado teorias mh complejas.
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Ritualismo {imcWlfalista
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emn conscientemente sistemticos; su meta em una teona general del funcionamiento de las sociedades; su prioridad, tejer una
teora sistemtica de la interconexin entre las estructuras, previa a
una teora del cambio estructural -dado que sta slo podra construirse cientfficamente sobre la base de aqulla .~
El programa rnndonalista era ms fcil de aplicar en sociedades tribaJes aisladas y autocontenidas --o que, al menos, parecan
serlo----; su imagen directriz era un conjunto de estructuras que operaban juntas como una unidad y por dio se diferenciaban de otros
unidades operativas situadas ms all de sus confines. Crticos posteriores atacaron asimismo esta premisa argwnentando que los funcionalistas cstaban prendados en exceso de la metfora de la sociedad como organismo autorreproducthu, o, segUn un alegato ruternativo, habran modelado las sociedades tribales en consonancia
con la ideologa que considera a l estado-nacin occidental como
una identidad autosostcnida. (TIempo despus se argira que tambin las tribus tienen historia, que cambian con el tiempo y que en
gran medida las constituyen sus 'relaciones exteriores' comerciales
y de prestigio cultural, su geopolftica militar y sus alianzas de parentesco; vid. Chase-Dunn y Hall 1997.) La aplicacin geneml del
programa funcionalista lo transform en un programa que abarcaba toda ciencia sociolgica y servfa tambin para estudiar sociedades modernas complejas -al cabo del tiempo, sera su misma prominencia lo que ms propiciase q ue sus Insuficiencias se discutieran con tal amplitud. Asumieron entonces su liderazgo Talcott
las
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que cubre a todos los miembros de una sociedad -yen otro lugar
(Collins 1975) he defendido que la mecnica durkheimiana proporciona, adems, un elemento crucial para desarrollar una teora del
conflicto, algo que, en el nivel macro, es viItualmente lo opuesto al
funcionalismo.
Una critica que a menudo recibe el anlisis del ritual es que generaliza demasiado: si los rituales son omnipresentes, si todo es ri
tual, qu no lo es? En tal caso, el concepto noservirfa paro discriminar entre sucesos divcrros. La critica es ms pertinente cuando se
rcl1ere al ritual entendido como algo funcional paro el equilibrio
social, algo que acta como una vlvula que evacua la presin de los
antagonismos o que exalta los vaJores compartidos. operando en
ambos casos en pro de la preservacin o restauracin del orden social: habrfa rituales siempre, lo mismo cuando todova bien que cuando todo va mal. El anlisis del rirua\ parece ejemplificar. a nivel mi
ero. el sesgo conservador del funcionalismo: todo se interpreta como
parte de una tendencia de la sociedad a producir automticamente
integracin social. Pero aqu el problema es el funcionalismo. no el
anlisis dc:l ritual: saquemos los rituales del contexto funcionalista y
seguiremos teniendo un claro modelo de los ingredientes que entran
en la facturn de un ritual. de cules son sus consecuencias y de cmo
la fuerza de esos ingredientes -que son variables- determina exactamente cunta solidaridad se genera. Los rituales pueden fracasar.
o tener xito. con diversos niveles de intensidad, y se puede predecir
y contrastar lo que resulte de esas condiciones variables. Este anlisis del ritual no es tautolgico.
En cuanto a mi propia versin de la leorla del ritual. confieso
ser uno de los peores pecadores: propongo que veamos rituales casi
en todas partes. Con esto no queda todo reducido a una vaguedad
que no explica nada interesante; al contrario. ofrece una teora de
vasta aplicacin capaz de mostrar cunta solidaridad y compromiso con sfmbolos compartidos. y otros aspectos de la accin humana, se producir.1n en una gran variedad de siluaciones, Tambin se
la podrla fonnular -si ello contribuyese a mitigar los prejuicios
contrarios a la teolia del ritual- en tnninos (que ms adelante
explicar) de las causas y consecuencias de las variaciones en el
foco de alencin comn y la consonancia emocional, Afinnar que
esta teora es de aplicacin universal y que no por ello es ms vacua
que, por ejemplo, la Ley de Boyle, que relaciona volumen, temperatura y presin, y que se aplica de manera til en una inmensa variedad de situaciones.
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'- tomIoiho Durkheim (J9 t ll J9r!) lnati>l> rit.,. do <luekt. poro .... tntm6n "'"
evidenciarque .... dudoeraOOljplori(> PO'" el crupO, M~: YC<lnUOIQII'I' b
............ dot......,., .... el hmeraI, ~ .. I>uoom Wlactl>OCOM nepti.... m ulla ... un
tipo do< rf~ .. ",*",om.
d n>ani>m<> _ Jec:t... la Intqrw:in
~ do Raddlffe._
(l9Zll lo. <mOCi<'><, c>>k<:tiva lnlclWo.)l<>f la """" '1""
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loo 1ndMd..... al lfUPO YlfttIOunt .... fucru.s.
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Por 1aII.... las ocaslnnrs do ~ ad.poo del .,..o... monI Y
oued.a ....
,..,.... El ooquI donde la> rqW ~ olnn .... funcioo ooxIaL . Un flujo conotanK do< aquieoDmcias.., dMmina por tnd.a lo. o<><.iedad )l<>f medio do aa. oboen....
a.o....,u.daI pornblipcloneo Y elptoCIaom.~ Ioo~ ... ~
dooontinuot)aI individuo_debo """""'-dnc~,c <<no pcn.ono ~
\lo Y ..... firmar la calidad sacra do loo _
Geotoo _ ~ no. pat'Kftl '"""""'"
acu<> onn, do hedo>. La. _
... limas del mundn. (G<IIbnan 19W1967: 'JO).
Ea,,, .-..
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misteriosa y remota, 5iJlQ que encama las demandas de sociabilidad del aqul-y-ahora. ' La propia situacin tiene sus requisitos: no
arranca si los actores no realizan oon propiedad el trabajo de actuana. Asl se defi ne la realidad soeial misma. Las instituciones 50ciales en que la gente cnoe participar, su ubicacin en ellu, los pape.
lf..'5 que se representan, ninguna de estas cosas existe en si misma;
slo al ser actuadas devienen reales. Goffman es un oonstructivista
social -si bien piensa que los individuos tienen poco o ning6n
margen de accin respecto a lo que conSlrnyen: la propia situacin
e:<presa las demandas que ellos se sienten impelidos a sat isfacer:
MM conocida es su idea de que el ser(~lf) de 1000 individuo se
acta o oonslrnye en la situacin; aqu se trata de nuevo de la consIrnccin de ese ser bajo constric<:in soeial, u na constriccin que es
ms palpable por pl"Q'Venir de la posicin que uno ocupa respectO a
0lr0!I : una \'eZ que un actor asume la linea de ser que procede que
adopte (y la situacin de que se trata) se ve f<H7.ado a ser consistente
con ella. El rtteptor o la audiencia de e5aS construcciones tambitn
estn ronsU"dlidos y bajo una presin innegable para que sigan el
juego que el actor plantea, se dejen llevar por el espitu de la representacin y ob-~en y disculpen los lapsus que puedan amenazar la
definicin de qui~nes !iOn y de ~ actan conjuntamen te. Este all1~ls es funcionalista - parte de unas necesidades funcionales e intenta reve!arc6mo se satisfacen-, pero al operar a un nivel de micnxletalle sin precedentes en su poca Golfman ayud a !moquear
el camino que lleva a inquirir cmo sienten exadameme los panicipantes esa presin hacia la ronfonnidad ritual , y lo hiw de un modo
que hoy f)()!l pennite tI"ilrulmutar su funclonalismo micro en un
mecanismo de micro-produccifl de !iOlidaridades y realidades.
GoIfman define as ritual: . Uso elt6mino 'ritual' porque esa actividad, porinfonnal o secular que sea, ~nta para el mdi\idllO un
modo en que debt: dclincary atender a las implicaciones simblicas
de sus actos cuando est en la inmediata presencia de un objeto de
especial valorpara~I ~(Goffman 195611965: 57). Esta fnnuJaesanIoga a la que Durkheim propuso en su anlis.is del ritual religioso;
.. Lo.ac.pdnqur ......... .,.,.,-.. el ....11do """ ."""Iedad" lleno: en la TItl .. la mM
anlicuado. Lo. "",,;edad .... es una .b.tncddn Irjana.: oicniflca lo que """....... dd
~ xx una ma"""" de du< >ka kabro querido decir.t ....... ndo. 1jII<'" hija .11... .
enl .... en ooc:\odad .....",,, .... .uJir dd dr=lo <IomntIm ""'" participar en ""''''''"
.,.. """iaIa mundanu Lo. TItl ,.......u,....... aoepcln <lo .... _Iido ~Ir\,.;doo . la
"buena 0<JCkdad.1a.-", riluall ... de l(Jo<b ~~ .
lido .. oimibr
'" """ lleno: en el siuIcn'e epi&nma <lo H..", D.ovId n..o.-e.u: .En mi t _ "'.... UU
.illa.; """ ""'" 1. ooIrdood. ,. """,la """'pootIlo. , .... .-.. la "",,!<dad .
a ....
34
mal"'" ..
fC<lOf>OCe~. ocguInC18 SUS opiniones 00 porque la. ju~ AaDOf f<>nnam(>ll de, .,... prnon.a hooy
i~nr" U/\H cicl1a lndolc de <:nergla ff:liao que a\"8$O.a n...,.;rra
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sociolgica general
E.l modelo de Durkheim aborda las cuestiones ccntra1es de la teoria social y sus implicaciones impregnan por completo la microsociologfa contempornea. Planteada la cuestin bsica 'qu man ......
De unida a la sociedad?' su respuesta es cJ mecanismo, dc intensidad
variable, de Jos tituales sociales: la cohesin de una sociedad tiene el
mismo calibre que Jo. efectividad con que se ejecutan sus EituaJes y
subsiste cllapsode ticmpo que sus ef..."'Ctosestn frescos en las mentes
de la gente y I"Cverberan en sus emociones. La cohesin de la sociedad varia de unos momentos a otros; pero la 'sociedad' que as se
conse"'n unida no es una unidad abstracta de un sistema social sino
justamente esos grupos de gente reunidos en lugares concretos que
sienlcn solidaridad recproca por efecto de su participacin litual y
afuma qu~ Ourkh.,olm se limila ,;olam~nle a repetir 10li a'l!umemOlttadidonales sobre
los e(CCtOl5 homogrnl.adon:s y bestialiUlnles del uiunfo eJe la turba IoObre la superior
racionalidad individual. Gr,tn parte de la moderna sociologa del comJXN'Tami~nto 00.
lectivo y de 1015 fOO\imientouociaka --<OfTIO nu Mylh o(,lIe Madding Cro....d (1991) de
MePhaU-emplea """ modelo como tmli"" dc commste ",me al que: aponan <"'idcnda de que norm.almcme los indhiduos "" S4! unen a Una multitud en IoOlitMosino en
pequc/los mldeos de amigo que S4! brindan respaldo mutuo. En COIltra de <"Ita crflica
""<"l.
.al"" ....
'1""'"
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del simbolismo cargado cmotivamente en los rituales. Toda la poblacin de Francia. los Estados Unidos o cualquier airo lugar que se
considere consiste en vesculas de solidaridad con grados di\'ers05 de
intensidad. Toda una poblacin pucdeserarrastrada ocasionalmente
por una ave nida de solidaridad nacional. pero se trata de un suceso
bastante singular y de base ritual muy particular.
El modelo de Durkheim es, por tanto, enternmentc compatible
con el anlisis de la estratificacin y el conflicto grupal; de hecho.
aporta mecanismos clave para explicar su funcionamiento. Reformulemos la pregunta asf: qu mantiene unida a la sociedad como
un patrn de grupos estratificados en conflicto? La respuesta sencilla es que los rituales sociales. cuya operacin crea o renueva la solidaridad interna deesos grupos; en los siguientes capltulos elaborar
una versin ms compleja de esta respuesta. Un factor de complejidad es que algunos grupos disp:men de ms recursos para realizar
rituales que otros: esos grupos privilegiados se hacen as con smbolos ms impactantes. que infunden ms energfa emocional a sus
miembros. y poseen una mayor solidaridad interna de la que pueden servirse para tiranizar a los que tienen menos. HJando fino en el
anlisis de los procesos de estratificacin y escrutando el interior del
propio grupo congregado en tomo a su participacin ritual ohscrva
remosa individuos privik-giados respecto aotros por su mayorproxi
midad al centro del ritual. Para decirlo en f.MlC8S palabras. los ritua
les tienen un doble efectoestratificador. discriminan entre incluidos
y excluidos de l y, dentro del ritual, enrre lideres y seguidores; deahI
que sean los mecanismos cla\'e. y podrtamos decir que las armas
decisivas, en los procesos de conflicto y dominacin.
Como bien arguy Ourkheim, la dimensin utilitaria o econmica de la vida social no es su fundamento , pues sta precisa de la
existencia previa de alguna solidaridad precontl11ctual; los rituales
ponen las bases de una situacin de confian7.a social y aportan los
significados simblicos compartidos imprescindibles para que pueda celebrarse el intercambio econmico. Mi ~mento referido al
conflicto social es anlogo a ste: el conflicto no es la condicin
primordial de la vida social-la guerra hobbesiana de todos COnll11
todos-; analfticamente, deriva de la solidaridad social porque, realmente, no es posible que un conflicto se active sin el mecanismo del
ritual social. que engendra las energfas y alianzas de los partidarios
de uno u otro bando, asf como las annas ms efectivas de dominacin del otro. Esos patrones de rituales sociales confonnan tambin
los objetivos dcl conflicto. aqueUo por que la gente pelea. El estallido de un conflicto, el incidente que desencadena la lucha abierta,
64
"
palJ\'oI> ..,.,.,,-01. En obnoo PlO'--" Bounlitu >dopo _ ioo>co m"""",,,,1oIoIt:1cao \o,..... do ColIman y Ioo~, """"~ """ la \6cI<:ad< loo 'fri<' ic:o'y ""f
""" la""""",un.,-.....lACtO< _..- __ al marcm d< loo ........ ~ l'Ho loo
oI<ctoo ~ ..,"""" ~ atructunol.........,. Paro IIounl ..... cuando loo 11>';.>du.oo
IA""t..... U..<:Iuldo ........ deI ~i<.,,;J. Boo,nllcu l\I'9t) rqrodu.
O<n .;.mn ..... d'Icao:la d mioroo ' ipOd<nodm ...,;,. .... ""lfIo:odo> .. '<:arI'4"'do: pO<In-'
--<lo ahI qu< 1o.11d< d< 'vioIo<n<:1a oImb&a'. pon ... In)'u SU carict<rdo ~
pIQo de nuo:ro-domina<>r>-; "" otra ~ ' ....... ir.ololsic:o u.. ..... al miomo bocho
""'<w>
66
70
CAPTuLO 2
El nucJ.:o de un ritual de inter.\CCil\ es el proceso en que Jos participantes desam::>lJan un furo de at<.--ncin comun y sus mcro-riunos
~ y emociones entrom en oonsonancia recproca. Esle capfmlo describe minuciosamenteesc ~ sin:i6xlose de un modelo grf>eode $U evolucin en d tiempo: un sutill1ujode ~ gest.ildos en un instante y que se disipan en lapsas de minmos, horas odias.
Lo$ ri tuales se oonstru)'ffi a partir de oombinaciones de ingredientes
que aJcanzan variados grados de intensidad y resultan en distintos
montos de ~ simbolisl"no y cnergCa emocional (EE) indi'1dual. El modelo llO6 permite e:<aminar en detalJe todas las partes del
proceso y \'a"qut\ariaclones ycontingeocias pueden 0CUJTr1.-n ellas )'
cmo inciden en sus rusultados: hay muchas clases diferentes de conciencia ookctiva o intenuh;etivdad - tip:'llS di\~ de mem Nesfa
grupal. Simbolismo y tonalidad emociOnal de la experiencia. Al final
propondr una !eOlia explicativa de 00m0 las variaciones de Jos RI
generan la incalcul:lble dh~idad de L, vida social humana.
Las aportacionesemplricas de la m icrosociologla actual, en ~
(icular de los estudios de la con\'ersacln \ "C:Tbal)' de la sociologa de
las emociones, sirven panl reforzar en algunos puntOS el modelo
terico. Para ilustrar la utilidad del anlisis terico me vald~ de
~strOS en vkku de in teraccin natural humana: anali~ una
pclicula documental que " :trata a Los bomberus y los trnn.seInte:s en
lascallesde Nueva Yort el ll de septiembre de 2001 , material brulO
que mllCStra \1vidamente cmo ciertas cond iciones de RI producen
efectos mernmente momentneos mientra.'l que los de 0I:n\S resultan mM durnderos_
"
EE indIYickIIl
s/rntIoII lit IO"
~W
73
74
76
fragmentadas en relacin con el conjunto del grupo-- como la ausencia de una emocin inicial compartida que pudiera ser intensifi
cada y transmutada en una sensacin de participacin colectiva.
Lo.s conversaciones superficiales, mcilantes o de baja intensidad
abundan, en obvio contraste con las intercsantL"S, Nuestro modo
habitual de atribucin causal nos hace tamal' a las conversaciones
por indicadores de las personalidades con que tratamos, cuando
son productos situacionales que, como veremos ms adelante, se
explican por el grado de acoplamiento que se da entre los acervos
de smbolos significativos utili1.lldos en la pltica y por el nivel de
sinergia que las EE de los participantes alcanzan en la situacin
conversacional.
Las divergencias entre distintas celebraciones de Nochevieja
muestran ntidamente el contraste entre RI logrados y fallidos: unas
alcanzan un momento cumbre de genuino entusiasmo al sonar la
medianoche (en este aspecto, esas celebraciones combinan fonnas
tradicionales e interacciones naturales espontneas) mientras que
airas se limitan a bias y convencionales felicitaciones por el nuevo
afio. Dnde radica la diferencia? Segn mis observaciones, los festejos que funcionan son aquellos en que, una hora o dos antes de
medianoche, la gente reunida se tmnsfonna en una masa ruidosa
--<:00 los usuales silbatos, carracas y quiz tambin petardos-- que,
sobre lodo, arma bulla en direccin a otros, apuntando a uno u
otro, mejor en su misma cara. As comienza la dh'crsin; la gente
empie1.ll a trompetcarsc y a lanzarse serpentinas recfprocamente y
a menudo traspasa las ballocras del conocimiento previo involucran
do a desconocidos en su interaccin. Ntese que esta a1ga1..ara caJ"eee de todoconlenido cognitivo; se asemeja mucho al componamienlo de los ninos pequefios cuando correlean a su aire dirigindose
ruidos unos a otros. En el conlexto de los ft!stejos de Ao NUL'\'O no
se juzga hostil o transgresor, sino signo amistoso, el inumpir estruendosarnente en el espacio personal de otro persona, Incluso
corporalmente --------de manera moderada y ldica, mediante el lanzamiento de serpentinas o confeti. Esta mutua consonancia en la produccin del fragor alcan7.ll un crescelldo atronador cuando todo el
mundo converge en la cuenta atrs de los ltimos segundos antes
de las 12. Alllegarsc al anticipado punto focal, se produce IIna explosin de gestos de solidaridad: la gente se besa y se abraza, inclu
so absolutos desconocidos. Comprese con la fk-sla m s circunspecta: los invitados sostienen plticas nonnales hechas de frases
inteligibles, lo que los disgrega en esferas disjuntas de mentalidad
semejante y les impide construir una inten.-ubjetividad ms amplia
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78
Los rituales for/.ados no crean, sino que minan la EE, La experie ncia de atravesar muchos de ellos tiende a fraguar ind ividuos
con aversin a L'SC tipo de situacin ritual e incluso personalidadl'S
anti-sociales en apariencia. Pero lo que distingue a los rilUales foro
...aJos de los bienlogrados es precisamente su fa lta de nmuralidad y
el exceso de intencionalidad de su foco de a tencin comn y su
consonancia emocional; de ah! que los participantes, en lugar de
sentirse dinamizados por estos, hayan de apclI1ru su propia energa
par.! dar la impresin de sentirse galvani7..ados. Es de suponer que
estos individuos que los rituales forLados apagan participarn tambin, por lo general, en otros tipos, ms efectivos, de interaccin
ritual , y que ser n L'S tos los que les procuren su EE positiva. Es esta
d iferencia entre los rituales fOI7.ados (y otros tipos de rituales falli
dos) y los rituales bordados 10 que hace que las CRl se orienten
hacia stos y den la popa a aqullos.
Es imprescindible la pn'seucia corporal?
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""'~
En primer lugar, pueden
celebrarse por telfono rituales formales como una boda o un funeral ? La idea misma resulla indt>corosa JI parece improbable que se haya siquiera inte ntado. excepto
en cireurulandru; excepcionales. De qu adolecemn? De falta de
retroalimentacin. de no ver a los dems presentes JI que nos vieran, \o que seguramente mcnnaria la sensacin de que se rindcnlas
honras debidas. Sin presencia corporal no es fcil expresar que se
participadel grupo Yreafinnar la propia identidad como miembro.
Sobre todo. faltarian 105 micro-detallesexpcrieociales: el semido de
un sepelio. por ejemplo, se desvir1a ante la ausencia de signos vi
suales inmediatos de 00'05 partici pantes - la incomodidad de sus
posturas corporales. SU$ rostros des.encajados JI todos esos contagiOSO$ comportamientos emocionales que nos arrru;tran a lo ms
hondo de la pena comn y hacen q\le las lgrimas asomen a los
o;os. En cienos tipos de ocasiones rituales --eo;pecialmcnte en las
celebr.lciones conmemorati\lOls que festejan a un individuo- algu
nas personas pueden hacer llegar su felicitacin por telfono -y
tsta. CQ{l los meilios ad~'Cuados, puede incluso 5eI" audible pal1l tOdos los reuni~ pero esle acto es un segmenlO relalivamente pequcilo de la interaccin JI no puede esperal'5e que transmita sino
una sensacin de participacin defecti\-a: parecerla muy impropio
en el caso de una boda o un entierro, donde el papel del grupo es
acompaar en. JI SCT testigo del aclO. o crear una respuesta colectiva
a tI. A modo de experimento, se podria aparejar un ritual equivalen
te a un congreso profesional , pero en el que la comurcacin entre
los participantes fuese exdus\-amente telemtica. Creo que ese ri
tual congresual resultaria insalisfactorio para lodos; el molivo, que
los mensajes ,"males deliberados son solamente una parte pequei\a de lo que origina sentimientos de panicipadn.
80
81
F!GlJfIA 2.2. Celebrando 111 W:IorIa ril8cl"lUlte pi! -.o contecto <XHooaI
ritual. Tmp8$ estadouniderlses y 110. itic:as en AlBmania
(abril da 1945). COrtesla da Getty lmages
cuando uno ha sido testigo de un encuentro deportivQ, unas elecciones polticas o alglin otro electrizante acontecimiento pblico querr
companir su agitacin COn algu.ien; y si :;ta cs lo bastante intensa no
le bastan\ con u-;msrnitir la novedad (~;uia5 ,..-ces) COn las ms , .... hementes palabras: en instantes culminantes de victoria, o de suspense
seguido de un t<xito decisivo. el espectador enardecido ansia tocar.
abrazar o besar a alguien. La TRI sugiere a1glin ponnenorcontrastable empflicamente: la gnttifJCaCin obtenida del RJ deberla llegar al
m.~mocuando se comenta exaltadamente con alguien tambit<n exaltado por el mismo s' ottw; porel contrario, el entusiasmo del espectador por la dramtica experiencia que ha llivido disminuir en la medida en que la pen;ona a la que inl enta oornunicar su ardorlit muC5tre menos entusiasta, pasiva o indiferente.
El mismo patrn lit aprecia en celebraciones do..xxti-."3.S y en otrns
celebraciones de victoria -como en las famosas fotos de gente bcsn<b;e Y abr.undose en la calLe tras el anuncio de la victoria en la Segunda Guerra MlIJ1dial. El festejo de un triunrodcporti\"o es un sueeso
de intensidad predecible --<.'1cakndario de competicin desemboca
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,"""'vilo
"' ..... Todoo """" """ronco"",,," no obooan.c . ....riado..... <1< una ....1..... !Ota bbi<a:
la ... blta ""'peln d. ~ en"""",""", I-'<l <1< la .. ~ I"'t",1 a'M el
......., <1< <""'ac'''~'
po"""";' Y.. tOcnclo lo rI'I"oOCItln ~
!loa pr<>pop<;oo "",k _."" ...... Iidad. b.-.w: en 'omo a un minulOd< .. I,acin m>.l_
""" cwt.n<\Q no n.v.. al ouri ....... '" do ooIKlaridad ritu,I~ . UDOO 10 .... iN.LI(J> <n
lao ~_ ~_ Gn.bedon<t. "" "..tIo:u1a y ,'kIto ...,.poctM. ......... <1< la
<d<Inci6ndd'-' do Iot,.", .... osd< J!oto:< /d ....... 1961 (40squ'" <1< ..... -)
Yd< Mari. MdMin: en 111')8 (9 mi"",,," do< apbusooo) opano" elo,... <:>icI<n<ia: <n el
pri m<T ~dcon,,,,,,o O>r>OnI~icnapm""""",,,,u.oo; ,,,,tI ..... ndo,
"' ,,"" ........ do: .bt-uoooon ... rorro""""..,. d. oquipO ycon at...,.... """" p<n<>naL
84
del j uego en los que la multitud colls uuye un sentimiento de anticipacin de lo que va a s uet.'(]et y un entusiasmo compartido.
Las competicio nes depot1ivas son tituales ideados para pnxlucir situaciones de tensin dmmticn y una victotia final : las reglas
relativas a la consecucin de tantos y a cmo s y cmo no est
permitido ganar posicin de tiro, o impedir que el contmrio la alca nce, han sido elaboradas y reformadas dum nte dcadas pam 'mejorar el juego' - par... gencrar momentos de emocin colecti va. Es
consistente con esto que los emblemas deportivos se conviertan en
objetos sagrados, venemdos y tratados con -espeto. Los deportistas
fam osos son objctos sacros, y lo son del mismo modo que cllfder
polftico, elcvado a emblema de la multitud de la que era centro de
atencin, en la descripcin de Durkhcim (l9 J 2/ 1965: 243-244) que
cit en el captulo anterior. la finalidad c.'Cpresa del juego --obtener
el triunfo por medio del supctiOI" ejercicio dc habilidades atlticas,
y ~petando las reglas de la compctici6n- es su contenido supctlcial. Lo que motiva a la gente a ir al estadio es, ptimordialmente, la
e,'(periencia de asisti r a un Iitual de gran xito, xito que es conse-
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cuencia de haber sido disel\ado para que todos los ingredientes rituales estn pl'C$entes en alto grado y, en espec ial , para que se produtta una intensa emocin en u n recintOo do~ la internccin corpornl de una IDuhitud que sigue expectante el desarrollOo del juegOo
puede amplificarla. De!de que a mediados del siglo XIX apareciese
una masa entic; suficientemente grande de espectadores, libres de
las ataduras del trabajo yel hogar. el tiempo de ociOode las 1l00dedades modernas ha estado dominado por este tipo de rituales.inventados y Ji!ld\ados para suministrar a ese pUblico momentos de soli daridad ritual que anteriomlet1te habrfan pI"'OVistOo la religin, la gueITa 00 las ceremonia! politicas.
A los deportes no se les recon oce un estatus similar al de Ootros
rituale$ fOonnales; se los suele considerar 0 ::1 010 actividades llidicas.
la otra orilla de la ribera seria de la vida. Y, no ob$tante. son muy
efOCli~'OS en lOo referente a ruililar a sus asistentes momentos exaltado.!;. de """"rienda ritual y muchas ~ los prefieren a k>:S
ri tuales religiosos (comOo resulta evidente los domi ngos en que sus
respoe'CtiVO!l honuic.>s coinciden ). Los en~nlrOS depOrtivQ!! S<;In rituales naturnJesen tantOoen cuanlOo recaban de manera 00 mencionada 00 incons ente los ingredientes neeesmo. para el t xito del
ritual ; y asimismo son rituales programados, predecibles e ingenia
doc<; (generadores, mediante tecllOlogias rituales, de lo que podrfa
considerarse una experiencia ritual a rtificial ) ""paces de cOongrrgar
un o::llectivo sinOotra fuente de coherencia ni ms meta que el deseo
de experimentar momentos de mxima emocin ritual.
Este mrtanismo <>pela igualmente en el caso de Oo\n)S tipos de
espectculOo. Asistir a un concierto en poco aventaja a escuchar discos, en loque a cal idad muslcal se ",r>en>; generalmente. la del disco
es mayor. Es la vi\'t'ocia de.'ler pane de una multitud focalizada lo
que confiere SU atrncti\'O a un conjuntOo popular, y ms an si el grupo
posee ya el estatus de objetOo sagrado --ew es k> que propot'Ciorla a su
grey la c:special emocin que le embarga por C$tar cerca de SU$ componentes, aunque sea a decenas de metros en un macroconciertOo. La
expetiencia central dt' un cQndeno pop es la del estado anlmiro de
los dems asistentes; es un ejemplQ cannico de intensif1rnc in CfTI()cion.aI por retroalimenUICIl corpor.1I en todas sus modalidades Puede
decirse k> mi~mo de Io:s conc0ertQ5 de mUsita clsica, allJlQUl' su talante sea ms sosegado, en armonla con su difen:nte atmsfera y
ambicnte-de-cw.e.llunbin aqu es la experiencia de asistir a un acontecimientOo especial ~ sordo munnulJo de atencin cuando la 0(.
questa se dispone a comcn7.ar. las miradas de todos puestas en los
intrlJretes-lo que hace de una noche en la 6pern (> la sala de O)JI-
so
Las cerem onias religiosas, como c ualquier otra experiencia ritual colectiva , varian en intensidad. Los medios de comu nicacin
audiovisual pueden proporcionar algo de esa sensacin de atencin y
emocin comp..1.nidas que inspira sentimientos de atraccin, membrcsa y respeto. pero los efectos ms vividos son monopolio de las
concentraciones (isicas. Las experiencias de conversin --convcrtirse en 'cris tiano re nacido' o compl"Ometcl"sc dc alguna otnl manera a llevar una vida religio5.1. devo ta- ocurren principalmente durante las grandes reuniones evanglicas (Johnson 197 1). La presencia personal e n la multitud, elevada colectivamente a una enardecida
emocin companida. confiere el mpetu pre:-iso para re:-onfigurar
la propia identidad. La vertiente posterior de la conversin religiosa
conllrnm tambi n la pauta: una fraccin considerable de los 'cristianos renacidos' abandonan la panicipacin religiosa al cabo de
menos dc un afio; y son muchos los que han 'renacido' varias veces
(Bromley 1988, Richaruson 1978). Las concentraciones religiosas
grandes e intensas suscita n tales emociones y cambios en adscripciones y mcmb rcsfas: c uando sc re toma a una rutina dc scrvicios
religiosos ms reducidos y colectivamente menos emotivos, y uno
88
89
ignominia $Oclal- '1"" estigma ti:ea al bebedor $(Ilitario. Esa desaprObacin se raclonaliU! tomarwlo tal prctica como indicador de alcoholismo; no OOslame. tiene ms
scmido ime"""tarla CQffiO "",r.tTllOcin de una .,,,,anda ritual. Puede muy bien ocurrir que se beba mis "" gNlX' que cuando oc: e.l1i $(110. pero. gencrairrlcnl e. beberl.'Il
a.>mp'lI\la es algo QUe. a trn,'6 dcl ""Iode la solidaridad. multa bien \~Kl 0. M05~ en
el capitulo 8 que un m..canlsmo simi13r h~ contribuido a deslegltimar d :ociO de fumar
en la, postrimeriasde1 siglo XX.
d~
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de consonancia CQlecti\'a ---si La velocidad de respuesta pasa de minu tos a ,egundos. por ejemplo: pero incluso en tal caso es dudoso
que puedan acumularse sentimientos de solidaridad fuenes o que
un sfmbolo pueda cargarse de sign ifieaein coI~ti,'a.
Mi principal hiptesis apunta en sentido contrariQ: La tendencia
a prcseindir de las fnnulas cerernQniaks en el correo dectrnico
-los saludos. el d irigirse al destinatario po:r su IlOmbre.los votosde
despedida- Im pliCo'"! una menor solidaridad. El COm:(> dect"'mico
acaba u~ndose pano comunicaciones mera mente utilitarias y en
relaciones de inlCnsidad inferior. precisamente porque arrumba los
aspectos rituales.
La J'e\Itllucin eltttl'nica que a.rranc6 de la computerizaeiOn
mash'a de los ai\os ochenta ido!a r. sin duda. ne\'(l$ medios de telecomunicacin. A pesar de ello. la TRI mantiene la hiptesis de que
la comunicacin cara-a-cara no dC$apa~ en el futuro. ni la gente
nnhelaro sustituir la presencia corporal por la CQmuniclCin elec_
trnica. La gente tvrlava preferir celebrur fiestas con sus amigos y
pequeruu veladas con sus Int imos: k>I; espectculos y los depones
continuaron siendo ms gmti (cantes en vivo : las concentraciones
pollticru; S/.-guirn generando ms en tusiasrnQ que su retran$m i~in.
Y eI 5CIltimiento de sacralidad SUp1"CrnQ con-espon-d.cr a aquellas
ocasione" a las q u (' la gen t(' an~ je asistir en cuerpo y alma: a 1m;
boxIas, los e ntien'OS y las ms ahas expc:licncias rcligiO<Sa!l se asistir
en pet'SOnli y cuando no ~ as! 1(1 exper;cnc;(I vi,~da resultar ;nfeno.._
Lo mismo con re<ipecto a la transmisifl cuhunU_ La ensd'ianza
pOI" televisin,}'a usada en prOgI"".lmas de instruco;in masiva. sicmpre ~ltar emQtivamente inferior al contaclQ docente-discente
en el mismo aula. induso $i se reduce a un bll-... e reconocimiento
mutuo d(' si se est o no prestando a tencin y al reciproco ajuste
anmico enln el ponen te y su aud iencia. Por ~ntico motivo es
improbable que la oompra electrnica. a ~r de su comodidad.
haga desaparecer las tiendas o 1Q5 celllros comerciales. La experiencia misma de entrar en u n comcrcio es una escenificacin.
multiplicada pOr el munnullode la gente(Rlt7.er 1999. MilIer 1998).
Ir de comprns a Jos estabJ.x:imicIltos que ofertan los surtidos mej<;>res y ms variados combina elemenlQS del espectculo. el museo y
8. No 0610 .......
..di..,,,,,, _
No
....... 1< _l<. 1'<>< r-qlo.,.....,.J. eo ndr. .:iifldl ;mpat1i,,,,,,, ctao.. cuanlo m M _
.".,..,.Ia r;oncurt"<rIcla Y loto po<quoO. ~Ia lmpotibl<- c:o!i/nl-Iat "'clot... do ....
<SIudian"", que ocupoon loo ban<:oJd<1 '<><>do.
91
la experiencia de una accin de masas y es parte esencial del 'luminoso rutilar' y el 'frenes( de la vida urbana. Comprar algo puede
interpretarse como el acto de pagar la entmda a esa experiencia, no
menos que como pago por el valor utilitario del objeto adquirido.
Paro algunas personas, en momentos concretos, ir de compras es
meramente un acto utilitario, pero su componente de ritual social
es una parte importante de su cautivador encanto.
No digo que no vaya a producirse un enorme allmenlO de la
utilizacin de medios de tek'Comunicacin, ni que las crasas presiones de carcter econmico y prctico no puedan desplazar grnndemente a los contactos cal'a-a-cam, que son inhcrentemente ms
arduos y costosos. 1..0 que la TRI predice en este caso es que cuantas
ms actividades sociales humanas se efecten por medios telemticos, a bajos niveles de intensidad ritual, menos solidaridad y menos
respeto por los objetos simblicos compartidos inducirn en la gente y menos entusiasta ser su motivacin personal. en forma de EE.
Con una particular salvedad: quiz los futuros medios electrnicos
se disci\cn precisamente par.! incidir sobre los aspt."CtOS de la Asialogia humana que hacen funcionar los rimaJes.
Los RI generan altos niveles de atencin focalizada y de consonancia emocional; es concebible que los futuros instrumentos de
comunicacin intenten tmnsmitir de un sistema nervioso a otro
justamente las seales que ms potencian nuestras experiencias
compartidas. Esos chismes podrian ser peligrosos: si los RI de mayor intensidad son los insta ntes supremos de la vida humana, unos
apamtos capaces de emitir tales seales ~'Ultarian tremendamente atrayentes. sobre todo si pudieran intensificaranificialmenteesas
experiencias al mximo nivel y a voluntad. Un equipo capaz de pl~
ducir sublimes experiencias de RI bien podra crear una forma cxtrema de adiccin. Imaginemos otra contingencia: si los aparalos
no estuviesen bajo exclusivo control del receptor, si un agente c-'l:terno pudiem manipularlos, serian potentfsimos dispositivos de control social. En tanto que posibles implicaciones de una TRI ms
desarrollada, merece la pena pararse a pensar en estas posibilidades, acaso muy lejanas an. Los avances de la microsociologfa vislumbran peligros futuros frent e a los cuales nut'Stra comprensin
terica es nut-stro mejor centinela.
El fin principal de todas eslas comparaciones es moslrar el efeclo de la presencia corpoml en la intensidad de los RI. La presencia
corprea facilita que los humanos copresentes capten sus respectivas sei'iales y cxpresiones corpomles; que compartan igual ritmo y
se abismen en movimientos y emociones recfprocos: que signifi.
92
r ..
.\1 i:
J ames: {Eh , : vamos a ver, \-amoos a
\"eI"
1<rial <'lima ~ r-.I. mil loo ....too ~xp<ri .......lakt o:uando ,.. ~ do
_;Jo ... _
.... ndo ,_. b. .ud~ ~ ycwmdod '"""" .. nu.-.->
( ~...,th.ol)' Moo. t970: r.o.int t992, 2(lOO: v...... y FI)'" t9l\6, Duoh " i. t911'/),
"
interrumpe con un acto de habla diferente (sugiriendo qu deberlan hacer a continuacin), en respuesta al cual Carol intemJmpe
su risa tajantemente (signo de admiracin).
La risa ilumina el fac tor de consonancia. tanto rftmica como
colectiva. del ritual micro-inleracciona l'o y. al tiempo, revela u n
motivo ca pital de la alraccin que la gente siente por los RI de
elevada intensidad: quiz los mayores placeres humanos provengan de abismarse plena. corporalmente en in teracciones sociales
muy sincronizadas (McClel1and 1985). Po r eso es tan placentero
rcfn;e -de o tro modo. una mera disru pcin incontrolable del
ritmo respiratorio-- a la par. Esa risa ejemplifica el patron general de toda efervescencia colectiva y explica por qu las personas
se sienten a lrafdas por los RI ms inlensos y porqu stos genera n sentimientos de sol ida ridad. Los smbolos que representan
esas interacciones son reco rda torios de interacciones grupales
que los miembros del grupo gustarlan de repelir en fu turos encuentros, yque , adems, tienen para ellos hondas connotaciones
de placer. lo que favorece que se los consagre como objetos venerados a cuya defensa se obligan .
Los /limos conversacionales. medio de consonarlcia nlmica
95
96
no se s iguen sie mpre y que las interacciones se malognm de maneras muy concretas cuando se infringen unas paniculares pamas. l )
Las reglas esenciales del tumo de palabra son stas: no se habla
a la vez; cuando una pc~na concluye su tumo, habla alTa. Su rigor
no se aprecia plenamente hasta que no se constata la precisa coord inacin de tempos con q ue esto se ejecuta: en una conversacin
que discurre sin problemas el lapso que lranscurre entre el silencio
de fin de tanda de una peP.iOna y la toma de palabra de la siguiente
dura uOIma lmente menos de una dcima de segundo; otro! JXlSibilidad es que se pnxfuzcan bn.!vsimos solapamientos de las tu mos
(ms o menos de una dcima de segundo de duracin tambin).
Consideremos el siguiente ejemplo (tomado de Heritage 1984: 236):
E: '" Oh, d~fo, qu almuerzo 11111 grato. Tena que haber:te llamado lI:tIIl
[tec::s pero me:] e:[encan:l. Ha sido scncUJ.:uncnte Jc:Ii:cio{:so.l
M: [( (f) ) O h::: ] [()
[Burn:>]
Me
a1~{gr
que] (\init5a;)]
E:
[y tUli a:}1II i g a s ] son tan encantado:ras _
M: .. Oh:::r:yalocre:o]
E:
[ y C5a PJa:t , no es un bclle:[:zn?]
M:
[a qu)e es bonita?
(.)
(.l
me dn MIE:DO._
Dos mujeres, que acaban de salir de un almuerzo festivo, charlan
entusislicamente. Leer la trascrix:in varias veces en \'O"l.alla ayuda
a captar el ritmo. La cursiva (Oh, cario, qu almuerl.O tal! grato.
Tenfa que habc: rtc Uamado a:antcc:s) indiC3 nfasis; los dos puntos
(:), que la sflaba se alarga; los parntesis \'acfos () o que contienen un
sonido ininteligi ble <O seflaJan que la voz del sujeto es demasiado
tenue o inarticulada; los parntesis que conuenen una palabra (vinieras) indican que la voz se difumina, cosa que ocurre usualmente cuando alguien empieza a hablar al mismo tiempo q ue Olro.
13. E.<a< 'nodas' Ion slo la mili ...... que el ob.o.r.'3dor liene de cancleriur esa.
rquIaridadr:!!. s"a t=ncO aswnirque existe un ~in cultural al que los aclorn se
remiten panl ",ha cmo hablar. Al CQlllrano. creo que el mecanismo de coordinacin
\mlca est1daooen la propia naturaJez.a hunWUI (y posib .... lfl"nte, de bl:<.:ho, en la de
muchos 0Il'\)S animales) y que a lu ilCl.:loncs que lo
se w skme un;~
menleCQ.no actOS de rulMIU"a de la solidaridad. s..cksl!l al. cKpusicroll OUI arumcntOOl
al modo de los eslructuralista6 de la escuda de bsqucda-de<6digos. quizti porque 5C
dlriglan a la audicnda ~mica que les cm nw llC:!Iible, la lingbtica antropolgica.
,w.......,.
97
98
Podtmos caracterizar a las que siguen este patrn comoO')IIVet'S!Ialta solidaridad: las plticas cordiales y las controversias
enlre amigos, por ejemplo, Pero la solidaridad es una variable: no
todas las conversacol\eli son de ~ lipoyesjuslame nte su variabilidad Ioque, de hecho, quc,..,mosexplicar. Unas ime,1lCdones ~ne_
ran m! solidarid:.d que otrn5 y e!Oocas}Qna diferencias en el campo de los C!lcuentros sociales que COIlsti tu'J'!'fl !a vida reaL t u 'reglas' de tumo de paJ:.bro. pueden infringirse de dos maneras: dos (o
ms) personas no abdican de su t umo y hablan a la vez, o bien la
sucesin fal la porque al cesar una de hablar la otra no prosigue de
inmediato. No es necesario que el silencio sea muy largo para que
indique un menoscabo de la solidaridad: lo que coloquialmente se
llama 'un silencio embara7A)SO' suele durar del orden de .segundo y
medio. o menos. L'l p,,,ut,, bsica de una con\"Crs.'lcill con un nvd
de solidaridad nonn.'Il es que los turnos se sucedan COOI"dilladan1Cllte
a tempos de dOCimas de S<.'glmdo: un silencio de medio segundo
supone ya un relr.ISO de varios tie mpo::>!; y pausas ms dilatadas se
pemben ~ubjetivamente como inmensos "bismo:s.
Como ejemplo de ese tipo de fracaso, e n lo que a te;...... soIidari
dad se. refiere , consideremos el siguiente ( Heritage 1984: 248):
co~ de
( 1.0)
A: ,SI o nu?
(1 ,5)
A: {Eh?
B: No.
''''mos
~W .
((p;1usa))
A:
t~....,
S IL! da,O$.
A:
15. ""'00 q.,.npIoo i!uolnn la .... <Ir Sirrllr>t! <Ir <U< <1 oon/IklO .. eomt,;m una
~.".. de _bilidad. o dir.. "OO><iIo de la oboolu ... "'''''''''' de Iuot oocilot.o. """ su"""'"
C<lftOI)N""'"
P""""'' '
100
'*""-..,.,...
t.-,,-..s
"""iI.' """"...
101
1""
102
,=
111. Dudhdm ......... ~I ""'I.o "" ... modU.I. <Id 01.,....10 ko.:ir"' ", .. u,iIi .. ,,~
rndorpolhlko. Se ,..".." la. panicular aclil"" del loomI>o-. que ... di"", lo mulll
tud. <ti el calO de.,.... hoyo Iugrado enl ...... "" curnurUaod6n ron d1a. Su .ni><> p<.lII<'<
de
.Io:n"' ......
.bri""".,....,.
de''''''''''''
,'UCh"" """"',......
."""modo,
103
ga. David Gibson (1999, 2001) apona un modelo ms preciso basado en el anlisis de numerosas secuencias de tumo de palabra en
reunio nes de geslOres de grandes compafas. Gibson descubri que
hay un reducido rcpcnorio cannico de modos de transferir el tur
no de intervencin de una persona a otra y que otras secuencias
posibles de cambio de luma son extremadamenle infrecuentes e
incluso pueden desatar reacciones punitivas. En la secuencia ms
usual una persona habla y a ira responde (en la representacin de
Gibson, AB:BA, A habla a 8 y luego 8 habla a A). Si este modo se
prolonga, deviene una suerte de ping-pong conversacional en el que
dos personas monopolizan la conversacin y reducen al resto a la
condicin de meros espectadores. La ini lacin que a estos les pro.... oca su papcl --sin manera de meter baza una \'ez los otros dos se
han enfrascado en su coloquio- pcnnite apreciar la fuer-m de la
situacin. Otra pauta tfpica consiste en que quien habla se dirija a
todo el grupo (o deje caer en el aire una obsef\'3ci n). Gibson lo
cifm asf: AO:XA, paro. indicar que nonnalmente el siguiente tumo
lo asume a lguien perteneciente al grupo y que replica directamente
a A. Incluso si se produce URa intemlpcin (y en lugar de AB:BA
ocurre AB:XA, siendo X alguien a quien ni B ni A se hablan dirigido), lo normal es que este entrometido se inmiscuya en la conversa
AUn :
lrlrlrb
AUD:XXXXXXXX\....'(XXXXXXX>..'"'OOiXXXXXJ(J{~,~-~-->:hxhXllXll (8.s)
AUD:
[I::H WoRBBlJBHIlIlll8BIlBIl BBBBBBBBBBBBbblrb-b (2.9)
MOD:
Is.:M<lor 8cntscn _
lOS
Esta ovacin, tras 1m comienzo ralo, cre'ce con fuerza y se manticue dunmte una unidad rtmica tfpiea en el caso de un aplauso,
unos 8 segundos (ovaciones ms entusiastas aadcn a la primera
una o ms unidades adicionaJes de 8 segundos), Hacia la mitad del
segmento de aplauso hay un conato fallido de incitar un abucheo;
un nuevo intento logra elevar un sonoro abucheo ya hacia el finaJ
del intervalo de aplauso e incluso [o sobrepuja juslO en el instante
e n quc el moderador intcnta dcvo[ver la palabra a los participantes
en el debate, por cuyo ef'l.:cto, y pese a su xito en ese momento, el
abucheo decae rpidamente; el aplauso se apaga algo ms despado, como muestran las cifros entre parntesis: el abucheo dura 2,9
segundos, 8,5 segundos los aplausos,
Los procesos de coordinacin ttmica son casi siempre inconscientes, El xito o el fracaso de un ritual natural se siente ms que se
piensa, por lo mcnos inicialmente, sin perjuicio, por supuesto, de
que las peniOnas reflexivas pueden hacerlo objeto de interpretacin
verbal comentndolo consigo mismas o con otras: el contcnido de
estas cOll\'ersacioncs est constituido por un cielto rcpenorio de
sfmoolos culturales -luego veremos de dnde proviene la signiAcadn de eslOs smoolos y cmo se propaga de una CRI a otra. La
posesin de un patrimouio de sfmbolos compa.itidos es uno de los
ingredientes indispensables para que un RJ logre consumar su acumulacin de efervescencia colectiva (al igual quc su carcndaooadyu\'a a su fracaso), Lo que aqu examinamos, diseccionndolo analflicamente, es el micro-mecanismo quc engendro la solidaridad situadonal, es decir, lo que carga un repertorio de smbolos verbales con
una significacin social duradera o 10 disueh'e en la insignificancia,
Evidcllcia experim clltal y micro-observacional dc la coordinacin
rftmico. y la CO'lsollancia cmociOllal
107
aun sin foco comn, genera ms interuccin tcita que un grupo poco
numeroso, y eso instila la sensacin de sumergirse en una atmsfera
de sociabilidad. No existen una interuccin ni Wl foco de atencin
explfcitosen tales lugares y. sin embargo. JlOS(.'Cn ciena rorma de atnJ.ccin social que invita a acudir. Formar parte de una muchedumbre
proporciona de algn mooo la sensacin de estar 'donde se CUt:cen
las cosas', incluso aunque personalmente 0 0 se participe en accin
concreta alguna; la seduccin de 'las briUamcs luces de la ciudad' no
reside tanto en la ilwninadn visible como en la excitacin de fondo
que suscita el zambullirse en una multitud de cuerpos humanos.!O
Como observa Dmkheim. el primer paso conducente a la acumulacin de 'electricidad' de la efervescencia colectiva es la densificacin
de una poblacin de cuerpos disper.;.a. No obstante. la ausencia de
sfmholos que pudieran identificar posterionnente a quien all estuvo
y que al "ocrlos en una nueva ocasin logrnran rc-suscitar aquel sentido de membresa, tiene por efecto que apenas pueda surgir de aqu
algn sentido de solidaridad con un g'Upo identificable y nada que
pueda hacer durar algn sentido de identificacin.
Las masas que actuando como audiencias adquieren un foco de
atencin comn pueden alcanzar un nivel de intensidad algo mayor. En estos casos. el momentneo sentimiento de solidaridad puede llegar a ser muy fuerte, siempre y cuando la multitud participe
activamente en la accin colectiva -aplaudiendo, vitoreando. abucheando, etc. Como ya vimos. esos sucesos transitoriamente companidos implican una considerable coordinacin micro-temp:nal,
un requisito de la consonancia colectiva dueo de una tremenda
potencia de demarcacin que se hace intensamente tangible cuando los lmites que marca son conculcados: pinsese en lo embarazoso que resulta aplaudir intempestivamente o arrancarse a abuchear
cuando nadie ms se suma. La sensacin de identidad y solidaridad
colectivas se refuel7.a en la medida en que la muchedumbre pasa de
una obscn'acin pasiva a la participacin activa. Esta experiencia
no se reduce a responder a lo que hagan otros miembros de la multitud (y de quienes estn sobre el escenario, el terreno de juego o el
podio); tambin comporta. influir sobre los otros: cuanto ms se
20. Esla oua comparacin puede ayudar a &claror el ml!CaJ1i .......: una O\a de
cuerpos humanOli and.mdo por la calle es moderndamcme cxcitame, mieotras que: una
multitud de aUlOm'.i1es eOla autopista slo es un embotellamiento de lrfu:o. Amboo
""" caMI:!i de uta ..... no enfocada., pero la de los autolTlO\iUstas Can'C<' incluso de la
tran.wccin mnima que Oc"",, ~'TIlre los cuerpos de 1"" ,andantes. Katz (199'9) ha
mosirado que los oonductOIYS se siemen JJ)l\s fms .... dos pn:cisamente en los momen
tos en que la auso::nda de reuualimentadll mutua se hace ms palpllbk.
115
abandona uno a la consonancia mutua ms inlCnsamente se panicipa de ella_l'EI placer de una actuacin se crea en gran medida en
los momentos en que se tiene oportunidad de aplaudir; por eso una
ovacin no es una mera respuesta pasiva_ (Mirado desde el lado de
la audiencia, el intrprete o el orador poUtico son instrumentos utilizados por el pblico para promO\'cr su propia sens.1.cin de accin
colectiva.) Thles efectos quedan ms que patentes en las experiencias colectivas en que una multitud se entrega a una actividad fre..
ntica, y en especial a actos destructivos o violentos. De ahf que
tomar parte en un disturbio tnico (Horowitz 2001) no sea slo un
modo de exteriori7.ar una identidad tnica preexistente, sino toda\'fa ms un modo de reforLarla, de re-crearla o incluso de crearla.
Cuanto mayor sea la consonancia emocional mayores sern sus efectos identitarios y solidarios; y la consonancia logro niveles de intensidad ms allos mediante la actividad que medianle pasividad.11
Las masas foca1i:t...adas adquieren frecuentemente sfmbolos aptos
pam prolongar la sensacin nacida de la experiencia: habitualmente
se adopta como tal lo que quiera que centrase conscientemente la
atencin de la audiencia. Paro los forofos deportivos es su equipo
(encapsulado, u~'Ualmente, ~n emblemas sintticos); para los adeptos del entretenimiento son sus intrpretcs-o quiz la m!'.ica, obra,
serie o pclfcula misma-Io que llega a consagrru-se como objeto sagrado durkhcimiano. No obstante, a largo plazo la solidaridad de las
masas foca1i7.adas resuha bastante dbil: sus smbolos, por ms cargados que resulten en momentos de multitudinaria efervescencia
cok-ctiva, no son capaces de conjurar de nuC\'O el mismo gentfo, que,
en conjunto, no es, para la mayoria de sus participantes, sino una
masa annima.I J No hay modo de que los miembros de aquella muchedumbre se reconozcan o identifiquen entre sf, sal\fO por ntcree-
1''''''''
23.
~ multiludr$ se compono:n
cunocidos. pero oto!! MlbruJlO'l !lOO anni fl1005 unos respeclO de otros.
11 6
sin de aquello que aplauden. A quienes por azar se encuentran juntos en un estadio deponivo en un momento apotesico, pasado el
instante de delirio no les une un lazo muy fuene que digamos. Quiz
compartan cien os smbolos colectivos -tal vez luzcan el mismo
emblema-, pero su solidaridad es asaz cspt.'Cfica de esa sola situacin y queda restringida a aquella" ocasiones en que vucken a participaren un C'o'cnto deponivo o un espacio de conversacin que giren
justamente en tomo a esos smbolos, Todos estos casos ejemplifican
identidades colectivas secundarias, grupos cuyos miembros no se
conocen personalmente entre s. Bcnedict Andcrson ( 199 1) los bautiz con el clebre apelativo de 'comunidades imaginarias'. que no es
del todo exacto: lo que imaginan -aquello de lo que disponen de
una imagen-- es el smbolo que centra su atencin; la 'comunidad'
es una experiencia episdica y voltil que sale a la luz solamente en
momentos de elevada intensidad ritual.
Las muchedumbres focali7.adas desalTollan procesos de efervescencia colectiva en los lapsos en que son espe<:ladoras activas,
ms bien que en los que se conducen de manera rnerJ.rnenlc pasiva, pero como sus sentimientos de solidaridad perdurJ.n mediante
smbolos que les vienen dados desde fuera no tienen muchas ocasiones de utilizarlos en sus propias vidas como ingredientes para
construir RI igualmente apasionames; son smbolos recibidos de
forma pasiva que deben esperar para su repostaje a la pr6.tima
celebracin de un conderto. un encuentro o un m itin -o, en el
mejor de los casos, se los puede recircularen li tuales conversacionales (de segundo orden). un meta-ritual reflexivo que refiere a los
rituales primarios.
En contraste con las situaciones en que son masas annimas
quienes cargan de emocin los smbolos. existe n otras en que se les
infunden una mcmbrcsa de grupo cspt.'CFica. En cl ni"el de los
encuentros individualizados, los RI que crean un nivel de intersubjetividad temporal tan atractivo que se desea repetirlos generan, y
actan, lazos personales. Ya seal que el empleo vocativo del nombre de pila es un ritual que afirma cl carcter individual de la relacin. Uamar a alguien por ese nombre en el transcurso de un encuentro es algo ms que mostrar que uno lo sabe; habitualmente,
esos rituales de apelacin personal se repi ten en casi todos los encuentros sucesivos, y ms de una \'cz en t..-se caso, pese a que a esas
alturas es ms que obvio que se 10 conoce. Lo que se comunica es
que se piensa en esa persona como indhi duo ---con su biografa, su
previa historia de relaciones, o sea, su CRI- y que como tal se le
trata en la actual situacin. El ri tual de apelacin personal-al menos
11 7
una mayor identificacin personal con esos smbolos, Para un accidental moderno nada es ms intensamente personal que su nomo
bre propio. Sin embargo, como muestra la comparaci n entre sociedades, no hay nada intrinseco o natural en el hecho de identificarse uno mismo como un individuo nico, o en que asi 10 hagan
otros. Lo que sa.<tiene esas identidades. tanto en lo que incumbe a
nuestro s mismo como al de los dems. es el constante flujo de
rituales de apelacin por el nombre propio.
Los rituales conversacionales cotidianos que consisten en narra
tivas personaJes contribuyen en un grado similar a la perduracin de
las identidades de membresfa personales. Esas charlas suele \'Cr.iaJ"
sobre qu le ha ocupado a uno en el dfa de hoyo hacer relacin de
pasadas experiencias. Gron parte del toma y daca de las relaciones
amistosas descansa en la buena disposicin recproca para actuar
como oyentes comprensh'OS de esos relatos, asi como paro, llegado el
momento, saJira escena y ofrecer algunos sucedidos propios. POOrla
mos denominar a estas prcticas 'cin:ulacin de capital cultural par24. Debo ~ta info rTl1llCln. rruto de obsen'OCloncs y entre\istas realizada. rn Toga
y MaJ~v.i a finaks de Jos atlos nO\=ta. a Dana Redstone y Kirsten Smith. M~Wi$ (19381
1965) ofTttC' un gran muestr:uio de \"ll5taS eompan.clon o cnlrc numcro5a.'l MJCicdado.
118
120
25. en
pu~ntes
lmponante de los enlacespue nte porque ~fue"'.lI1a repuu><:i6 n, recurso <ti<' ~ !Ief"
todada ms imponante que ta ;n(orm3Cin ....casa cuando de lo que.., trolla es de
forjaruna coalicin.
26. Una ter<:na manera en que tos sIm bo!"" pueden hllc~quecin:ul e)' ~rdun: la
!ioens.acIll de membresfa nrpaJ r:s n:cin:utmdo en com-cn.acione.. imeriores que oonronnan el pcrwunientode la mente indi,idual. Tale< ~lmbolos son deri,ac~dc lo!
otros dos tipO$, de cuya interiorizaci6n ""cen."J ..1di:l.logo inlcrior puroen luego modificarlos "J dnarrollarlos. A~ las CQmplejidades de <!Sle lema en et capitulo 5.
121
122
Un suceso singuJar nos pennite observar con nitidez el contraste entre lazos de memhl"esfa personales y sfmbolos impersonales de
masas annimas: la destruccin de las torres del World lrade Center en Jos atentados del 11 de septiembre de 2001. Este ejemplo
re\fCla tambin la dinmica y la cualidad emergente de los smbolos, los subsecuentes estratos por los que se los puede circular y los
usos a que pueden servir una vez creados. Mi anlisis se basa en 9/
I J, un documental montado a partir de imgenes grabadas de los
bomberos y de la gente que estaba en las calles prximas al World
lrade Center en los momentos inmediatos al a tentado (Naudcl y
Naudct 2002).
Aplicando la TRI resulta evidente que fueron los bomberos, y no
las torres mismas, quienes dc\'nieron smbolo de solidaridad grupal de las masas annimas que estaban en los edificios y sus aledaos, mientms que para los bomberos fueron las tOITCS las que se
con\lirtieron en sfmbolos. Veamos cmo ocuni.
El vfdeo muestra a los lfandantes en Jos momentos posteriores
al choque del primer avin con las torres y durante el desplome de
stas. Una masa sin un foco de atencin comn muta en multitud
focali7.ada. o en un conjunto de ellas; y no muy densas: los planos
muestran a la gente arracimada en grupos de unas diez o veinte
personas. El humo atrae su atencin; todos miran en la misma
direccin, profieren exclamaciones y se acercan ms unos a otros.
inicialmente, expresan estados de nimo de asombro, sorpresa y
una creciente sensacin de conmocin. Dejando apane su foco de
atencin campan ido, los transentes apenas interactan o conversan. De la ausencia de signos \'i.nculares goffmanianos se infiere que la multitud se compone de extraos, reunidos nicamente
por el acontecimiento que companen. Al principio son espectadores pash'os; luego, cuando la primera torre cae y sus escombros
vuelan por el aire, huyen; su accin dispersa todavfa ms la masa
y vemos por todas parles a personas corriendo cuunlO pueden.
Muchos de los que estabun ms cerca de las torres, o que acababan de salir de ellas, parecen anonadados.
123
FIGURA 2.6. Gente huyendo del rea del WOtld Trade Cerner
al desplomarse la primera lorre (11 de septiembre de 2001).
APNrlOtId Wlde Photos, Paul Hawthome
gn bombero con clara expresin de miedo, pero tampoco de 'valor' -en tanto que emocin especial-; aquf no hay ms que una
interpretacin de su conducta una vez transcurridos los hechos _
Los bomberos siguen el protocolo normal en su trabajo; y es gracias a eso que pennanecen impvidos, pues les facilita algo en que
ocuparse -algo que no sea huir- y que ejecutan colectivamente_
Tampoco tienen la sensacin que ocurra nada anormalmente peligroso, por lo menos al principio; entindase, que el incendio se
localice en el septuagsimo piso de un edificio cuyos ascensores
no funcionan supone una dificultad panicular; pues han de llegar
hasta l subiendo por las escaleras, pero, por lo dems, se trata de
su labor de cada dia: llegar hasta el fuego y apagarlo, En el puesto
de mando (donde se encuentran la mayora de los bomberos que
aparecen en el vdeo) no hay el menor signo de que alguien crea
que hay peligro de que el edificio se demlmbe, ya que el incendio
afecta a plantas muy altas, Incluso cuando las luces se apagan, se
cona la electricidad , empiezan a caer cascotes y los jefes ordenan
a sus ho mbres que evacuen el edificio, siguen actuando con calma
y localizan las salidas sin atropellarse y sin caer en el pnico,
Podria uducirse que los bomberos estn entrenados y son expertos en esa clase de tarea ---apagar incendios en rascacielos-; en algunos casos puede haber riesgo de que un inmueble colapse, pero sa
parece ser una contingencia remota que no merece mayor consideracin, Es de suponer que pane de su preparacin sm'C para prevenir
que se quemen o se asfLxien. que es el peligro normal en su trabajo;
pero, en sr mismo, el gran tamao de los edificios del World 'frade
Ccnter; no supone ninguna diferencia para su experiencia subjetiva.
Hay que subrayar que el 'adiestramiento' por s solo no garantiza que,
en situaciones de alta presin, se produzca la actuacin esperada:
existe una considerable evidencia de que la instruccin militar y policia! no impide que un alto porcentaje de soldados se queden petrificados cuando estalla el combate o que los agentes de polica pierdan
los nelVios y empiecen a disparar como locos y sin dar una (Kccgan
1977; Collins, en preparacin).
El 'entrenamiento' no f,.'S slo cuestin de aprendi7.ajc; cs, sobre
todo, el establecimiento de una identidad con un grupo que pone en
prctica sus competencias colectivamente. Sostener una identidad
colecti\'U es una actividad continua, una CRI; y eso es lo que \'Cmos
en las imgenes de los bomberos en el vdco. El 'valor' que los profanos k'S atribuyen es una variante de la 'excelencia ordinaria' (mumlanity ofexcellence) de Chambliss (1989) - la sensacin que los miembros de una ocupacin de lite tienen de que, si slo concentran con"
125
FIGURA 2.7. BombefO ele la dudad ele Nueva yon.: en proceso ele devenir
sfmbolo de herolsmo (14 de septiembre ele 20(1 ). APmorld
F _ 2.8. Ola 2 o;Ie noviembre o;Ie 2001. Bomberos o;Ie Nueva York
!oleaje M con la poIia lIf1 .., intento o;Ie accede< al solar
del WTC. la. bOlllt..... 06 'lisien IM1iIoome OXlilopleto buscando
00 ele:to sil imlco --las labonIII de lIIIYamemo de d(as
lIIlIeIionIs se hablan rea/Izado lIf1 traje de Iaena
hui es de bsqueda se erv;uenlnm con multitudes alineadas en las aceras que los vitorean agitando banderas nacionales. ~ $011 las imgenes a las que Jos medios de comunicacin de masas otorgan mxima difusin, y que acabaron siendo adoptadas como s(mbokJ de alcance nacional . En el vfdoo. los bombelos dicen que no se sienten
hll oes -pues ni hicieron. ni lograron nada; intentaron llevar a cabo
$U trnbajo pero, de he..:ho, fracasan;m. Dentro, en su e.<:p::liencia su!>jetiva, eUos no son sus propios s(mbo!os; lo que s( perciben como un
srmbolo es algo ttlerno a ellos, las tom::s denuidas."
29. [)"od< _
p<np<eti,.... ... i<;JO"1ft <Id WorId tndr Ceno.,.. 01 <ni> un oImbolo.
Pan loo ' <rr"OrioI. Iiu _
...... &in duda un oImbok> det perfil urbant> do N .......
York l' ron.t I'en" ,w>o. simboll ,aban.t poderfi ....... uo y mililarp-.bol do Eotadoo
Unidoo -lo"",,) e.idt, .. 1oo que una ponp<eth.. .. toma ~ hootil po.>k 1" u una drfI
nldn "'" ~Iano do loo
de .. na idm,;dad pupaI que loo po
miembro. de
_ ..... po. u...n.1o .'....I6o'...nbih1 que: Ioo<bfooo drll'en....., n...... 11<, ' m . _
un oImbolo mi.l)" .. tendido do la ooIIduidad ..udounl<lense 1rOS.t 11 -5. ni tampoco
loo l.. , ........ _jeroo """ Iuchan>n ron .... 0<CII<SI1"1Idora ~ m"""""" ..;\andI) OU"O
"""",,,o. En Iln3W'Odo<OtQO<2O(III owP6 un po ........ de ronwutcin de atalUJsPmblicocomo 01 que h1rode loo bomboroo embletn&o de lo oodaridad yol ronje de loo
p.,.,.". Unidoo.
01""""""
130
"'"'*
<*10 d
131
c.osa.r -
133
SUS juiciOS' (judgenU!lua dopeS). Si con CSto $e quiere decir que los
individu05 r>O l'3n de aqu para all simplemente a impulsos de sus
reg1as cultW'llles compartidas, nada hay que objetar; pero si se interpreta en el sentido de que las persooas son conscientes de las
fuenteS de su conducta, y hasta de sus pensamienlOS y emociones,
entonces caben pocas dw:l.u de que sea inoorrecto, En el COlidiano
discurrir de nuestra lida fundamos nuestras actuaciones en la atraCcin o repulsin emocional que nos hacen sentir cienos pensamientos y situaciones; rMa \'eZ reflexionamos sobre ello y, cuando lo hacemos, nuestras conc:lusiOl1C$ suden $er muy inexactas.
La accin social tiene un inrnel1llO componente Inconsciente,
que lo es, precisamente, porque al centrnr nuestra atencin en un
objeto de accin colecti\'a, o en los simbolosdem'Ud05 de ~l, eJ proceso social con el que, al obrar as. entnunos en consonancia queda
fuera de nUdltTO campo de atencin, Porde.soontado, hay ocasiones
singulares en que podemos pasar al'nw,xIo observador' y hact-r obje
to de atencin a la misma accin social en que antes estuvimos
irreflexil'amente lncardinado$, pero eso nO<\ coloca en una situadn diferente--,la de un observador de-s.egundo-orden- en la que
}'a r>O somos aaOI'C$,J\ la accin en $1 limita la reflexividad e induce
a creer en los sfmbolos y los objetos simblicamente enmarcados
que, en ese instante, ocupan nuestra atencin.
Paru concluir, \'a/llO$ con algunas reglas para de:oenmarw\ar dmbolos, la inwsgacin sociolgica OJX"ra mejor cundo puede partir
de los Rl Y observar cmo la intensidad y el foco de la interaccin
engendr.m simbolos de Jos que se echar mano en int.ernCcOfles sucesil'l\S; pero en ocasiones confrontamos sfmbolos ya COlJSOdadoIi.
Cmo abon:lamots la intCfl1l'Clacl6n de su semido social?
Para empezar. estimemos la intensidad simblica del objeto,
Recibe un trato de respeto, como u n objeto sacro o un mbito aparte
de la "ida corriente? Se k consagra una zona espacial separada.
una ubicacin ffsica panicular a la que hay que a proximarse siempre con miramiento? Hay especificaciones especiales relativas a
l l. Eol" .., y* no _1ICl,~.........,....., (lI)'a> pau .... do _
oodfII ....
o..han cor.dent<menl< petUpOibleo ........ J>OOIO>< la. .... ""'" "'-, ...ando cor.denoe.
mrnc.. A1mnm..lirmpo.y ... tant<>_OCIo~c,aeda
moa IUrn.dooIfocodo .... orurdoftiwldo_ln~ I'odri>m<-.. claro, """"""
00'11 ~"'-":totionaI ). ~. una """"*'1:10 dooI pmoamcnlo. un~
do la lIoC.'Ihldood - . do WIO _
.", .. 'modo ... ~ 1n,.J.Ctuol', .... En
lUIDO, ~n..p. _inodoctuol Y ~ ~ do cuaIqui.,...
_ un _ humano pu<da boa<; 1""'>'" p<>domooo
... _ - l a _ y
... ~ _ _ oimuI"'-rnmte.
can<t<ri_M Iuo ru.d<o d<
oboct\...,;oo <UnO pooiciooa. dentro do ....dos ><>cioleo en Fuehr. ( 200 t ~
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cionaJes inmediatos de quienes las poseen, conformando o reforzando los ecos emocionales que sus almas dL'Spiertan en ellos. En
general, es de esperar que la existencia de un discurso publico de
carcterexahado --en la contro\'ersia poltica a favory en contra de
las rumas- intensifique la divisin entre las facciones: la oposicin
externa fomentar un sentimiento de mcmbresa todava ms fuerte en el interior del culto a las armas, quizs conviniendo a algunos
cazadores a la antigua en partidarios ms intensamente ritualistas
de las armas como emblemas simblicos.J.5
Por Ultimo, hay un tercer nivel de circuJacin de smbolos; el
uso individual privado y solitario. Algo de esa circulacin es observable en forma de accin ritualista, siempre que se trate de manipular un objeto fsico: mucha gente dedica tiempo a empuar sus armas, desmontarlas, limpiarlas y montarlas de nuevo, a mirarlas y
admirarlas. Muchos de los individuos ms intensamente aficionados a las armas dedican buena parte de sus ocios a rellenar municin; en las ferias de annas las herramientas y repuestos necesarios
par.! recargar vainas vacfas con explosivo y bala ocupan una extensa superficie. Esta prctica no est desprovista de sentido utilitario,
ya que recargar uno mismo los proyectiles es ms barato que comprarlos nuC\'os, pero las muchas horas que los devotos de las armas
dedican a recargar municin sugiere que se trala de una afilmacin
ritualista de su membresa -algo parecido a la oracin privada que
el miembro de un culto religioso pronuncia en contacto directo con
alg(an objeto sagrndo, como las cuentas de un rosario, por ejemplo.
En el nivel ms ntimo de circulacin simblica intcntarfamos
dL'SCUbrir quin piensa en armas y por medio de convcr.;aciones
cotidian:urlcnte -al margen de las Ntinas del propio culto- contrn otros 5eres huma
nos: contra o por parte de criminales, contra fan[iares o conocidos (wxidental o In
tencionadamerne). "ca,..... de una dJscu~1n i,,,,:unda orlel agr;>'.. miemo de algiln otro
conflicto. etc. No cabe duda de que estos usos de armas deJ;\'idareat' son mucho
ms caticos que los ordenados rituales del culto a la.. antllU. Podrla ocurrir que los
diferentes wt..:lmbito. de USO tu,;cmn poco que . f f en!", ~f.
35. AsI fue como. en los EsI:lOOs Unidos de finalc:. del 5ig!o XIX Y comien ZOi del
liigto xx. d movimiento por la temperancia (prohibicin del alcohol) robu.ted kas
identidades wcialeli d e ambas partes y la frontera que las "'JXU'3ba. Segn d anlisis
de Gusfidd (1%3). el movimiento pruhibicionista fue una o fensiva dirigidaconll'3 el
bar como lugar de: reunin ritual de: los ''aro'''''' inmigrantes. en panicular por pane de
bl:rnco5 proU::;\JUIteo> de origm anglosljo . o l>Of\"urop:G (lI'.4S P), Nr.Uc:s aUlctonos y
mujero de el""" alta y ~a . I..o imposicin de la prohibicin fomenl a'U ,""z un
oontn""Kl'VinlicnIO an mayor en el que I.rt!; {""I.... .,!mCM'" con,iltieron en .,mblema
de 1... penonas deUbel'3d:ur",m., modernas. juvenil"" y Uberadas sexualmen le. En ..".
sumen, Jo. man:ado",s ~imb61 icos atra';r:san un desarroUo hislrico que ~tlI COI'1fOl'
mado tan to po~ SI.I.'j pankipanu:s como pOf' SUli wnfIk1OS.
139
140
INDICE
Prefacio
Agradecimientos ............................. ............................................ .
VII
"
PAII:TE I'lUMERA
MICROSOCIOLOOlA RADICAL
"11
de la teorfa de Jo.;
interaccin .....................
La me.-anc:1.a de ],os ritual"" de interaccin p;ora la teoI1It
MXI<gica general.. ...........................................
54
63
1,1 .e'u, b ,""ra,ifica"i,;" ,,,,,ial l' fum"r ,,'" Lr,', fenmeno 00-i,les
muy ,f<'rente,. res~ .1 lu ,'uJI d "..-i<,>I"I:' 1 It",d,1I C"lIim ,os[iene
'1"" ,,<> "iltI ,,L." sin" 1" m.WM'.\ de I,,~ .l\pCC"" de nue1M"> "iUd'
'" "H'n,," i",)'u1..",,, p"r unJ lucua c(lnni,,: 1,,, rifU.,1~5 de
imeLle-'''' C,dm,, de rJllt .. h'l d" "u,',-,."",,,, e, u,,,, ~r~n obra
d"
",(i"lo~ic-" que mt'm., c!e",rnoll"r un,\ mi"n",,,.inl,,~f,,
r.,,[i, ,j'. \ flrm" que !t" ri tu"lc, dic.,e,'. ,,,1.-"';\,, d~ er,OI >;",1,,)1<),
,k 1',n"""",,i., ~nl p.ll > ;" lunden ~"cr~j" "",,"c'i, ,,,al en 'u. part icip.ll L10S,
mL"IU'.1> <ju,I,,, r;tuale, blli,h" 1" tI,.{'n;lI'- T"J", flu;mo, de un.l
,"u.,.:;"". ot ... \ J{r.ldos 1'''''1." ;mer.,"";,,,,," '1"" [H)' "in'cen m.l\'i>r
he",f;,-;" """ >ei"n,,1. ,\.\01" nm"!n' ,-.'pi',11 ,i ,,,h,;1
I h,,~ el l'rop,,,
l'cn'.lmie",,, s,' e"pli"" wrn<> i II"-r;\H"I,,,-i,-.., de convc""olles
hahid" en el cursod~ IJ, ,i{u"c;"n,,, \' d~ "h, 'lue el scr indi,idu.lI
[C',uh,> {oul,' eOn!i[luJn1l'nte C,,,,,{ru;d,, d~ l\lcr~ .,len",,_
1,.1 pri",n.l p.n,' de C",I",,,, , >'<Ir",I,; d,- ",aM"" se lusa
en 1,,, ~n,;li,i> disien, d,- Durkh"im, \k~d, Gulfmdn,' en
b ;"vc"i;;.,.:i"" mier",,,,:i,,I,;;;ie,' ,obre ,'on" .. ,,~e;on<s. r;, ",os
,-mp"",I,> . emociones ~' cre.lti, idad i m,k'~,u,1. 1.., \c:ulld, p.ne
di,,,,,,,' b.l",l 'lue pumo las c.,J~nJ> .tl ruu.'Ic, dc i",~r.ccio"
"",ti """"n .,([;viJ"k~ ~'''''{> d '""", IUmor ,> b t'''''~lific~cin 50C;.,1.
1',\1' e""'l'l. J",crihe 1", ri, u.,le, de i ro{",."~ci,,n cro qu~ consiste
cu.11'1,,;er ,iro de rdac;n 'e~u.,I-dc-,J, {""ur,,' <1" lo [11~nU p.'\5""d,,
1'<>,. la ",",,,,,.h,,(,;,,,, ,,\_"O l.l l11"O'U{UC"'" .11 ,iemp" que ohord.'
", II.lIIJr.,lcz:\ e"",ci()"ol \' ,i",h,;li~.1_ I',,,~ lih", "" ,lo concem;r.
~ I',i,-,;I"~,,,, ,,,,,i,ilo);<>$ y ~"""I'''h.~",. ,in" ,.1",hin ,,1m ;m,res.1e1os
,'" c,""p'" t.ln d,,'erso, ~"n,,-' l., ,""",Ii.!.,,1 h",,,.\n.,.I,,, e",u'ios
rdi;i"""" I.,tcori" de l., li{orJtur.,_
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K\r>.! /Al.i CULLl:-.lS e' p" >fe),.r .1" ~"" ",I,,~ia en l. U ni'-cr,id.,d
,k [\-""",1 "an;.,. b .Hllnr de ""ce lilir",> "mr,' 1,,, 'IOC d,'\,~~a
.\'" ,,,I"g/:~ <f,' la. fil",Q(i.1>, en" leon.., gl<,I,.,1 del (,ml",.
III"I", 1"''' (200;1.
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