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The Relationship between Managerial Skills and

Managerial Effectiveness in a Managerial Simulation Game

Anlisis taxonmico de la literatura: herramientas


metodolgicas para la gestin y creacin de valor en la empresa
MARA DE LOURDES EGUREN MART & JOS MARA CASTN FARRERO

Marketing

Entendiendo la evaluacin de la espera desde la psicologa


del consumidor: efectos de las expectativas y los llenadores de tiempo

JORGE ANDRS ALVARADO VALENCIA & MARA CAROLINA TRESPALACIOS LEAL


Atributos relevantes de la calidad en el servicio y su influencia en
el comportamiento postcompra. El caso de las hamburgueseras en Espaa
JOS SERAFN CLEMENTE-RICOLFE

Anlisis del estudio de las relaciones causales en el marketing


LIZBETH SALGADO BELTRN & JOEL ENRIQUE ESPEJEL BLANCO

Finanzas

Efectos de la educacin en el nivel de las contribuciones


a los planes privados de pensiones de las familias en Espaa
JOS SNCHEZ-CAMPILLO, DOLORES MORENO-HERRERO
& JOS ANTONIO RODRGUEZ MARTN

Medicin del riesgo de suscripcin


mediante modelos internos en Solvencia II
AITOR BARAANO ABASOLO , J. IAKI DE LA PEA ESTEBAN & ASIER
GARAYETA BAJO

Educacin y Empleo

Industrial Ph.D. Programs for the Strengthening of


the Industrys Production of Innovation in Colombia
JORGE CELIS & ORLANDO ACOSTA

Diseo y prueba de un cuestionario sobre la importancia


percibida de las condiciones de trabajo en Mxico
PORFIRIO TAMAYO-CONTRERAS, MARTHA L. GUEVARA-SANGINS
& EMILIO SNCHEZ SANTA-BRBARA

ISSN 0121-5051

E-ISSN 2248-6968

Octubre-diciembre de 2016, vol. 26 nm. 62. Valor $25.000.

REVISTA DE CIENCIAS ADMINISTR ATIVAS Y SOCIALES

JUAN R. GALLEGO-BONO

INNOVAR

Fragmentacin de las redes de innovacin y


dinmica de los sistemas territoriales de produccin
y de innovacin en sectores tradicionales

Vol. 26 nm. 62

INNOVAR

PETR SMUTNY, JAKUB PROCHAZKA & MARTIN VACULIK

INNOVAR

2016

Estrategia y Organizaciones

REVISTA DE CIENCIAS ADMINISTRATIVAS Y SOCIALES


S O C I A L A N D M A N A G E M E N T S C I E N C E S J O U R N A L

ESCUEL A DE ADMINISTRACIN Y CONTADURA PBLICA


UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA

Contenido

RE V IS TA

INNOVAR

JOURNAL

REVISTA DE CIENCIAS ADMINISTRATIVAS Y SOCIALES Vol. 26 Nm. 62 Octubre-diciembre de 2016 issn 0121-5051 e-issn 2248-6968
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA

Ignacio Mantilla Prada


Rector general/Chancellor
FACULTAD DE CIENCIAS ECONMICAS

Edgar Osvaldo Bejarano Barrera

Editorial

Estrategia y Organizaciones

Decano/Dean
ESCUELA DE ADMINISTRACIN
Y CONTADURA PBLICA

11

Liliana Chicaza Becerra

PETR SMUTNY, JAKUB PROCHAZKA & MARTIN VACULIK

Director/Head of the School


MAESTRA EN ADMINISTRACIN

23

Luis Alejandro Rodrguez Ramrez

Coordinador acadmico/Academic Coordinator

Zuray Andrea Melgarejo Molina

41

INNOVAR

Anlisis taxonmico de la literatura: herramientas metodolgicas


para la gestin y creacin de valor en la empresa
MARA DE LOURDES EGUREN MART & JOS MARA CASTN FARRERO

REVISTA DE CIENCIAS ADMINISTRATIVAS Y SOCIALES

Dr. Mauricio Gmez Villegas

Fragmentacin de las redes de innovacin y dinmica de los sistemas


territoriales de produccin y de innovacin en sectores tradicionales
JUAN R. GALLEGO-BONO

MAESTRA EN CONTABILIDAD Y FINANZAS


Coordinadora acadmica/Academic Coordinator

The Relationship between Managerial Skills and Managerial


Effectiveness in a Managerial Simulation Game

Director y editor general/Editor in Chief

Marketing

PROCESO EDITORIAL
/EDITING PROCESS

57

Editor asociado/Associate Editor


Juan David Ardila ([email protected])
Coordinadora editorial/Editorial Coordinator
Deisy Carolina Gutirrez Rozo ([email protected])
Asistente editorial/ Editorial Assistant
Deisy Janeth Osorio Gmez ([email protected])
Correccin de estilo/Copyediting and Proofreading
Edwin Algarra Surez ([email protected])
Leonardo A. Paipilla Pardo ([email protected])
Traducciones/Translations
Leonardo A. Paipilla Pardo ([email protected])
Mateo Cardona ([email protected])
Roanita Dalpiaz ([email protected])
Diagramacin y diseo/Typesetting and Design
Proceditor Ltda. ([email protected])
Ilustraciones/Illustrations
Ivn Benavides Carmona ([email protected])
Impresin y acabados/Printing and Final Art
Proceditor Ltda. ([email protected])

Entendiendo la evaluacin de la espera desde la psicologa del


consumidor: efectos de las expectativas y los llenadores de tiempo
JORGE ANDRS ALVARADO VALENCIA & MARA CAROLINA TRESPALACIOS LEAL

69

Atributos relevantes de la calidad en el servicio y su influencia en el


comportamiento postcompra. El caso de las hamburgueseras en Espaa
JOS SERAFN CLEMENTE-RICOLFE

79

Anlisis del estudio de las relaciones causales en el marketing


LIZBETH SALGADO BELTRN & JOEL ENRIQUE ESPEJEL BLANCO

Finanzas
95

Efectos de la educacin en el nivel de las contribuciones a los


planes privados de pensiones de las familias en Espaa
JOS SNCHEZ-CAMPILLO, DOLORES MORENO-HERRERO
& JOS ANTONIO RODRGUEZ MARTN

113

Medicin del riesgo de suscripcin mediante modelos internos en Solvencia II


AITOR BARAANO ABASOLO, J. IAKI DE LA PEA ESTEBAN & ASIER GARAYETA BAJO

Educacin y Empleo
129

Industrial Ph.D. Programs for the Strengthening of the


Industrys Production of Innovation in Colombia
JORGE CELIS & ORLANDO ACOSTA

147
Innovar Vol. 26 nm. 62 incluye en su portada la obra
de Rember Yahuarcani. Jsgna. Tintes naturales sobre llanchama
(corteza de rbol). 54 x 74 cm. Creada en el 2004
([email protected])

Diseo y prueba de un cuestionario sobre la importancia


percibida de las condiciones de trabajo en Mxico
PORFIRIO TAMAYO-CONTRERAS, MARTHA L. GUEVARA-SANGINS
& EMILIO SNCHEZ SANTA-BRBARA

SUSCRIPCIONES Y CANJE INTERNACIONAL:

161

ndice de nmeros y artculos publicados en 2016

Por favor comunquese con la Coordinacin de INNOVAR


al correo electrnico: [email protected]
Pgina web: www.innovar.unal.edu.co
Telfono (57) (1) 3165000 ext. 12308, 12367.

163

Informacin Editorial

NNOVA
NOVAR

DIRECCIN INNOVAR

Director y editor general/Editor in Chief: Dr. Mauricio Gmez Villegas


COMIT EDITORIAL/EDITORIAL COMMITTEE

COMIT CIENTFICO/SCIENTIFIC COMMITTEE

Dr. Mauricio Gmez Villegas, Escuela de Administracin y Contadura Pblica,


Universidad Nacional de Colombia, sede Bogot
Dr. Francisco Rodrguez Vargas, Universidad Pars VIII, Francia
Dr. scar Castellanos, Facultad de Ingeniera,
Universidad Nacional de Colombia, sede Bogot
Dra. Liliana Chicaza, Escuela de Administracin y Contadura Pblica,
Universidad Nacional de Colombia, sede Bogot
Dr. Jorge Hernando Molano, Escuela de Administracin y Contadura Pblica,
Universidad Nacional de Colombia, sede Bogot
Dr. Ernesto Sierra, Universidad Libre, Bogot
Dr. Carlos Alberto Rodrguez Romero, Escuela de Administracin y Contadura
Pblica, Universidad Nacional de Colombia, sede Bogot
Dr. Eduardo Senz Rovner, Escuela de Administracin y Contadura Pblica,
Universidad Nacional de Colombia, sede Bogot
Dr. Carlo Tognato, The University of Adelaide, Australia
Dr. Carlos Eduardo Maldonado, Universidad del Rosario, Bogot
Dr. Roberto Gutirrez Poveda, Universidad de los Andes, Bogot
Dr. William Rojas Rojas, Universidad del Valle, Cali
Dr. Carlos Hernn Gonzlez, Universidad del Valle, Cali
Dr. Ins Garca Fronti, Universidad de Buenos Aires, Argentina
Dr. Diego Armando Marn Idrraga, Universidad Jorge Tadeo Lozano, Bogot
Dr. Diego Ren Gonzales Miranda, Universidad EAFIT, Medelln

Dr. J. David Cabedo Semper, Universitat Jaume I de Castelln, Espaa


Dra. Amparo Cervera Taulet, Universidad de Valencia, Espaa
Dr. Sebastin Donoso, Universidad de Talca, Chile
Dra. Irene Gil Saura, Universidad de Valencia, Espaa
Dr. Javier Snchez, Universitat Jaume I de Castelln, Espaa
Dr. Eduardo Torres Moraga, Universidad de Chile, Chile
Dr. Gregorio Martn de Castro, Universidad Complutense de Madrid, Espaa
Dr. Joaqun Alegre Vidal, Universidad de Valencia, Espaa
Dra. Teresa Garca Merino, Universidad de Valladolid, Espaa
Dra. Ma. Valle Santos lvarez, Universidad de Valladolid, Espaa
Dra. Mnica Gmez Surez, Universidad Autnoma de Madrid, Espaa
Dr. Jos Humberto Ablanedo Rosas, University of Texas at El Paso, USA
Dr. Lorenzo Revuelto Taboada, Universidad de Valencia, Espaa
Dr. Jos Solana Ibez, Universidad de Murcia, Espaa
Dr. Jos Enrique Devesa Carpio, Universidad de Valencia, Espaa
Dr. Javier de Len Ledesma, Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Espaa

EDITORES CIENTFICOS /SCIENTIFIC EDITORS

ESTRATEGIA Y ORGANIZACIONES

ECONOMA Y ORGANIZACIONES

Ali Smida, Universidad Paris 13, Francia


Jos Ernesto Amors, Universidad del Desarrollo, Chile
Jos Gabriel Aguilar Barcel, Universidad Autnoma de Baja California, Mxico
Luis M. Silva Domingo, Universidad ORT, Uruguay
Vctor Ral Lpez, Universidad de Castilla La Mancha, Espaa
Ricardo Gouveia Rodrigues, University of Beira Interior, Portugal
Pablo Rodrigo Ramrez, Universidad Adolfo Ibez, Chile
Luis Arturo Rivas Tovar, Instituto Politcnico Nacional, Mxico
Gregorio Caldern, Universidad Nacional de Colombia
(Sede Manizales), Colombia
Francisco Lpez Gallego, Universidad EAFIT, Colombia

Arturo Vsquez Prraga, University of Texas- Pan American,


Estados Unidos de Amrica
Francisco Jos Delgado Rivero, Universidad de Oviedo, Espaa

CONTABILIDAD Y FINANZAS
Crawford Spence, United Arab Emirates University, Emiratos rabes
Javier de Len Ledesma, Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Espaa
Jos Juan Dniz Mayor, Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Espaa
Mara Concepcin Verona, Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Espaa
Miguel ngel Martnez Sedano, Universidad del Pas Vasco, Espaa
Ramn Alfonso Ramos, Universidad de Santiago de Chile, Chile
Mary A. Vera, Universidad Nacional de Colombia, Colombia
Marysela Coromoto Morillo Moreno, Universidad de Los Andes, Venezuela

GESTIN DE OPERACIONES
Gabriel Aramouni, Universidad de San Andrs, Argentina
Manuel Francisco Surez Barraza, Tecnolgico de Monterrey, Mxico

GESTIN DEL TALENTO HUMANO


Lorenzo Revuelto Taboada, Universidad de Valencia, Espaa

MARKETING
Amparo Cervera Taulet, Universidad de Valencia, Espaa
Ana Isabel Jimnez Zarco, Universidad Oberta de Catalunya, Espaa
Hernn Talledo Flores, Universidad San Ignacio de Loyola, Per
Joaqun Snchez Herrera, Universidad Complutense de Madrid, Espaa
Mara del Pilar Martnez Ruiz, Universidad de Castilla La Mancha, Espaa
Sergio Olavarrieta, Universidad de Chile, Chile
Sergio Moreno Gil, Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Espaa
Hctor Augusto Rodrguez Orejuela, Universidad del Valle, Colombia
Don Sexton, Columbia Business School, Estados Unidos de Amrica

COLABORADORES EN ESTE NMERO/CONTRIBUTING AUTHORS FOR THIS ISSUE:

Petr Smutny Jakub Prochazka Martin Vaculik Juan R. Gallego-Bono Mara de Lourdes Eguren Mart Jos Mara Castn Farrero
Jorge Andrs Alvarado Valencia Mara Carolina Trespalacios Leal Jos Serafn Clemente-Ricolfe Lizbeth Salgado Beltrn
Joel Enrique Espejel Blanco Jos Snchez-Campillo Dolores Moreno-Herrero Jos Antonio Rodrguez Martn Aitor Baraano Abasolo
J. Iaki De La Pea Esteban Asier Garayeta Bajo Jorge Celis Orlando Acosta Porfirio Tamayo-Contreras Martha L.
Guevara-Sangins Emilio Snchez Santa-Brbara.
Resumida, indexada o referenciada /Summarized, indexed or referenced: Sociological Abstracts (CSA) - USA Public Affairs Information Service (PAIS)
- USA Thomson Gale. Informe Acadmico (Texto completo/Full text) - Mxico Citas Latinoamericanas en Ciencias Sociales y Humanidades (CLASE)
- Mxico Sistema Regional de Informacin en Lnea para Revistas Cientficas de Amrica Latina, el Caribe, Espaa y Portugal (Latindex) - Mxico
Redalyc - Mxico SciELO Colombia - Colombia Directorio Ulrichs - USA ndice Nacional de Publicaciones Seriadas Cientficas y Tecnolgicas
Colombianas (Publindex - Mxima categora A1) - Colombia Scopus (Elsevier B.V.) - USA Web of Science SciELO Citation Index JSTOR.
El contenido de los artculos y reseas publicadas es responsabilidad de los autores y no refleja el punto de vista u opinin de la Escuela de Administracin
y Contadura Pblica de la Facultad de Ciencias Econmicas o de la Universidad Nacional de Colombia. /The contents of all published articles and reviews
are the authors responsibility and do not reflect whatsoever the point of view or opinion of the School of Management and Public Accounting of the Faculty
of Economic Sciences or of the National University of Colombia.
El material de esta revista puede ser reproducido o citado con carcter acadmico, citando la fuente. /All published contents can be quote or reproduce for
academic purposes, acknowledging the source.
Esta obra est bajo una Licencia Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 3.0 Unported.

DOI: 10.15446/innovar.v26n62.59380
ENLACE DOI: http://dx.doi.org/10.15446/innovar.v26n62.59380

ste nmero de INNOVAR ve la luz pblica en un contexto social y poltico determinante para Colombia
y, quizs, para Latinoamrica. El acuerdo de paz entre el Gobierno de Colombia y la guerrilla autodenominada Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejrcito
del Pueblo (FARC-EP), que fue conseguido luego de cuatro
aos de negociaciones, ser sujeto a plebiscito en los primeros das de octubre de 2016. El conflicto armado colombiano, que puede datar de hace ms de 50 aos, ha
encontrado una solucin pacfica (Vargas, 2013), que sera
democrticamente legitimada. Este acuerdo trascendental
y el proceso poltico que significa su refrendacin nos convocan a reflexionar sobre un tema de gran importancia,
no solo en el plano sociopoltico, sino organizacional: el
conflicto.
Las visiones dominantes en economa, en ciencias de gestin, en contabilidad y en finanzas tienen una aproximacin extremadamente simplificada y reduccionista de las
organizaciones. Estas idealmente reducen las formas organizacionales a la empresa capitalista prototpica. La empresa, por su parte, ha sido por aos concebida como una
funcin de produccin (Mankiw, 2012), como una ficcin
legal (Jensen y Mecking, 1976) o ha sido simplemente asimilada con el inversor-propietario. Desde esta perspectiva,
la empresa es un espacio de interaccin en el que los individuos se coordinan por el autointers. Cuando se presentan intereses econmicos en conflicto, el mecanismo de
mercado, la competencia y la racionalidad maximizadora
operarn disciplinando la accin de los agentes, dirigindolos hacia la eficiencia. De esta manera, el conflicto es
visto como una patologa, un estado de la naturaleza extrao y que no guarda relacin directa con el equilibrio y el
metaobjetivo de la maximizacin.
Solamente a partir de visiones contemporneas, como la
teora de la firma (Coase, 1937; 1990), la teora de la organizacin (Simon y March, 1961; Perrow, 1998 ) y la tmida
entrada de las ciencias sociales, particularmente gracias a
los estudios organizacionales (Clegg y Hardy, 1996), se estn generando otras miradas ms complejas de la empresa
y se est ampliando el horizonte analtico y comprensivo
hacia las organizaciones. All, el conflicto es visto como
consustancial a las relaciones e interacciones humanas en

Editorial

contextos sociales complejos. El conflicto, por tanto, no es


visto como una situacin anormal o destructiva. La labor
de la gestin y del conocimiento organizacional implica entonces la bsqueda de caminos de coordinacin, de construccin del consenso y del consentimiento, para gestionar
los conflictos y para garantizar que las organizaciones satisfagan las necesidades sociales para las que son creadas.
De esta manera, ests visiones, que aunque alternativas
no siempre son heterodoxas, aportan elementos importantes para comprender la naturaleza y los contextos de los
mltiples conflictos sociales en que vivimos. Puede aportar en algo el conocimiento en gestin y organizaciones a
la bsqueda de la paz? Para ello conviene recordar lo que
seal el pensador e intelectual colombiano Estanislao Zuleta sobre este asunto:
La erradicacin de los conflictos y su disolucin en una clida convivencia no es una meta alcanzable, ni deseable,
ni en la vida personal en el amor y la amistad, ni en
la vida colectiva. Es preciso, por el contrario, construir un
espacio social y legal en el cual los conflictos puedan manifestarse y desarrollarse, sin que la oposicin al otro conduzca a la supresin del otro, matndolo, reducindolo a
la impotencia o silencindolo (Zuleta, 1998, p. 72).

Quizs los acuerdos de paz alcanzados lleven a formas alternativas de enfrentar los conflictos de la sociedad colombiana civilizadas y democrticas, distintas a la va armada
y a la guerra. Convocamos a los acadmicos e investigadores en el campo de gestin, para que aporten en la comprensin y en la construccin de vas alternativas para
reconocer, tratar y superar los conflictos organizacionales,
lo que sin duda redundar en una mejor vida para toda la
sociedad.
El presente nmero de INNOVAR consta de cuatro de nuestras tradicionales secciones: Estrategia y Organizaciones;
Marketing; Finanzas y, finalmente, Educacin y Empleo. Estas secciones recogen colaboraciones y trabajos de
autores de Repblica Checa, Espaa, Mxico y Colombia
En la seccin de Estrategia y Organizaciones presentamos tres trabajos de investigacin.

RE V. I N N OVA R VOL . 2 6, N M . 6 2, OC TU BR E-D IC I E M B R E DE 2 016

Editorial

Los profesores Petr Smutny, Jakub Prochazka y Martin Vaculik, de la Universidad de Masaryk, en Brno, Repblica
Checa, aportan la investigacin titulada The Relationship
between Managerial Skills and Managerial Effectiveness in
a Managerial Simulation Game.Este trabajo estudia las
relaciones entre las habilidades gerenciales y la eficacia de
la gestin. Por medio de un juego de simulacin, se realiza
la evaluacin de la eficacia gerencial de 96 altos directivos y 1.746 subordinados. Se plantea que el desempeo
del grupo (las ganancias), puede analizarse por medio de
las habilidades motivacionales. Por su parte, la efectividad
percibida se relaciona con las capacidades organizacionales y motivacionales. Las capacidades de comunicacin y
cooperacin impulsan el liderazgo. Finalmente, las habilidades de supervisin y evaluacin son un indicador del
liderazgo. Se concluye que las habilidades gerenciales relativas a la motivacin y a la organizacin son determinantes
en la eficacia de la gestin.

nes de integracin y fragmentacin en los sistemas de los


sectores estudiados.

Desde Espaa, el profesor Juan Ramn Gallego, perteneciente a la Universidad de Valencia, participa en este
nmero con el artculo Fragmentacin de las redes de innovacin y dinmica de los sistemas territoriales de produccin y de innovacin en sectores tradicionales. Este
trabajo se inscribe en la relacin dialctica entre integracin/fragmentacin relativa a entramados de actores
diversos en la conformacin de los sistemas territoriales
de produccin e innovacin. El trabajo desarrolla un marco terico desde el enfoque evolucionista, del actor-red y
un enfoque poltico de las comunidades de prctica, para
abordar la relacin y las interacciones entre los actores
de los sistemas territoriales de produccin e innovacin.
Con el marco terico desarrollado, se estudia el proceso
de conformacin y evolucin de dos de los sistemas territoriales de produccin e innovacin ms importantes de
la comunidad valenciana en Espaa: el sector citrcola y
el cermico. La investigacin se llev a cabo en los perodos 2002-2004 y 2007-2013, realizando cerca de 150
entrevistas a profundidad, con agentes del sector de ctricos. Por su parte, en el sector cermico, la investigacin se
realiz entre 1995-1997 y 2007-2013, con cerca de 100
actores entrevistados. Los resultados muestran las relacio-

En la seccin de Marketing, se recogen tres artculos producto de investigacin.

Finalmente, en la seccin de Estrategia y Organizaciones,


publicamos la colaboracin de los profesores espaoles
Mara de Lourdes Eguren, de la Universidad Pompeu Fabra, y Jos Mara Castn, de la Universidad de Barcelona,
titulado Anlisis taxonmico de la literatura: Herramientas metodolgicas para la gestin y creacin de valor en
la empresa. Este trabajo busca realizar un anlisis taxonmico, de naturaleza exploratoria, sobre la literatura y los
modelos de creacin de valor existentes. Realiza un mtrica descriptiva que permite catalogar y valorar las diversas
fuentes tericas, para la construccin de futuras metodologas para la gestin del valor. El artculo tambin realiza
un anlisis cuantitativo, a partir de las bases de indexacin
de las revistas en que estn publicados los trabajos, sobre
las variables que se estudian en la gestin del valor y sus
posibles interrelaciones, desde un enfoque sistmico.

Entendiendo la evaluacin de la espera desde la psicologa


del consumidor: Efectos de las expectativas y los llenadores
de tiempo es el ttulo del artculo de los profesores Jorge
Andrs Alvarado, de la Pontificia Universidad Javeriana,
Colombia, y Mara Carolina Trespalacios, vinculada al Banco de la Repblica, Colombia. Esta investigacin busca
contribuir al campo de la psicologa de la satisfaccin en
los procesos de espera, mediante un estudio en un entorno
real, que busc detectar si la heurstica de anclaje y ajuste
constituye una buena explicacin de las relaciones entre
la percepcin y la expectativa del tiempo de espera. Asimismo, el trabajo busc probar en el terreno el efecto de
dos llenadores de tiempo (pasatiempos y mens de informacin del servicio), que buscan modificar la percepcin
del tiempo de espera. Metodolgicamente se desarrollaron
dos experimentos en una cafetera universitaria en Bogot. Se confirma que la heurstica del anclaje es fuerte en
la expectativa del tiempo de espera de los usuarios. Con
base en las conclusiones de la investigacin, los autores
sugieren que las empresas que operan en ambientes de
autoservicio consideren medidas alternativas en el diseo

R E V. I N N OVA R VO L . 2 6 , N M . 6 2 , O CT UB R E - DI CI E M B R E DE 2016

de sus ambientes de servicio, basadas en la generacin de


expectativas ms prximas a la satisfaccin del usuario.
El profesor Jos Serafn Clemente-Ricolfe, de la Universidad Politcnica de Valencia, Espaa, participa en este
nmero con la investigacin Atributos relevantes de la calidad en el servicio y su influencia en el comportamiento
postcompra: El caso de las hamburgueseras en Espaa. El
trabajo se plante el objetivo de explorar los atributos relevantes de la calidad del servicio de las hamburgueseras
en Valencia (Espaa). Se pretenda identificar la variable
mas influyente en el comportamiento postcompra, distinguiendo aquellos consumidores que valoran la informacin
nutricional, de aquellos que no la valoran. Con los resultados observados, se encuentra que los atributos en la evaluacin de calidad, agrupados en cuatro dimensiones son:
producto, aspectos fsicos, empleados y rapidez. De ellos,
la dimensin producto se constituye el nico factor con
influencia estadsticamente significativa en la calidad del
servicio. Finalmente, se confirma que la calidad en el servicio es un factor importante para predecir el comportamiento postcompra de los consumidores.
Desde Mxico, los profesores Lizbeth Salgado Beltrn y
Joel Enrique Espejel, de la Universidad de Sonora, aportan
el artculo titulado Anlisis del estudio de las relaciones
causales en el marketing. En el contexto de surgimiento de
diferentes tcnicas estadsticas para el estudio de las relaciones de causalidad en el marketing y en la medicin de
la satisfaccin del cliente, este trabajo tiene el objetivo de
exponer y contrastar los modelos de ecuaciones estructurales y la tcnica de mnimos cuadrados parciales, mediante un estudio de caso para cada tcnica. Se concluye que
ambas tcnicas persiguen objetivos diferentes, por lo que
no debieran ser tratadas de manera excluyente, sino complementaria. Se recalca que los intereses de investigacin y
los objetivos de los estudios concretos deberan ser la gua
en la seleccin de la tcnica que prevalezca.
En la seccin de Finanzas, se publican dos trabajos resultado de investigacin.
Desde la Universidad de Granada, en Espaa, los profesores Jos Snchez-Campillo, Dolores Moreno-Herrero y

Jos Antonio Rodrguez contribuyen a este nmero con el


trabajo titulado Efectos de la educacin en el nivel de las
contribuciones a los planes privados de pensiones de las
familias en Espaa. Esta investigacin aborda los efectos
del nivel de educacin en el comportamiento financiero
de las familias en Espaa, particularmente en cuanto a los
planes privados de pensiones. Retomando datos de la Encuesta Financiera de las Familias del Banco de Espaa en
2005, la investigacin utiliza modelos Logit para analizar
las tendencias y realizar estimaciones de la propensin a
la suscripcin de planes privados de pensiones. La investigacin muestra que son los hbitos financieros la variable
que ms influye en la suscripcin de planes de pensiones.
No obstante, se identifica que el valor total patrimonial en
el plan de pensiones es mayor, cuanto ms elevado es el
nivel educativo de la cabeza de familia.
Los profesores Aitor Baraano, Iaki de La Pea y Asier
Garayeta, de la Universidad del Pas Vasco, Espaa, contribuyen a la seccin de finanzas con el trabajo Medicin
del riesgo de suscripcin mediante modelos internos en Solvencia II. Esta investigacin se enmarca en el contexto de
la normativa europea sobre solvencia de las entidades aseguradoras, conocida como Solvencia II. El trabajo aporta
un procedimiento para calcular el riesgo de suscripcin de
conformidad con esta normativa. Se utilizan datos de una
cartera con riesgo mltiple y se aplica una simulacin de
Montecarlo. El documento concluye que el capital necesario para soportar el riesgo de suscripcin, segn la normativa de Solvencia II, depende de la cartera en que se base.
El modelo propuesto mide de manera adecuada el riesgo.
Finalmente, este nmero 62 de INNOVAR trae dos artculos en la seccin de Educacin y Empleo.
Los profesores de la Universidad Nacional de Colombia Jorge Celis y Orlando Acosta son los autores del trabajo titulado Industrial Ph.D. Programs for the Strengthening of the
Industry's Production of Innovation in Colombia. Esta investigacin inicia con dos preguntas: mejoran los programas doctorales en industria el desempeo y la innovacin
en los pases desarrollados? Y contribuiran estos programas doctorales en industria al impulso del crecimiento econmico en un pas en desarrollo como Colombia? El trabajo

RE V. I N N OVA R VOL . 2 6, N M . 6 2, OC TU BR E-D IC I E M B R E DE 2 016

Editorial

emplea una metodologa comparativa y analtica en educacin internacional. Los autores encuentran una relacin
importante entre los programas doctorales en industria y
el desarrollo econmico. Concluyen que, en Colombia, la
cooperacin entre las universidades y el sector industrial,
para el desarrollo de programas de doctorado, es relativamente dbil y que requiere de polticas y acciones concretas para su mejoramiento. Asimismo, los autores presentan
argumentos para desarrollar la tercera misin acadmica
de las universidades, a travs de la implementacin de programas de doctorado en industria como mecanismo para
el fortalecimiento del proceso de innovacin y para el crecimiento econmico para el pas.
Fruto de una colaboracin internacional entre los profesores Porfirio Tamayo y Martha Guevara-Sangins, ambos de
la Universidad de Guanajuato, Mxico, y Emilio Snchez
Santa-Brbara, profesor de la Universidad de Granada, Espaa, publicamos en este nmero la investigacin titulada
Diseo y prueba de un cuestionario sobre la importancia
percibida de las condiciones de trabajo en Mxico. Este trabajo busc identificar la importancia que los trabajadores entregan a los aspectos laborales (agrupados en cinco
factores: ambiente laboral, comunicacin, motivacin,
condiciones de trabajo y legalidad administrativa), as
como identificar la relacin de tales aspectos con la intencin de abandono de la organizacin. Para ello, en la
investigacin se desarroll un instrumento (cuestionario)
que fue aplicado a una muestra de 447 trabajadores de
empresas mexicanas del sector de calzado en Guanajuato, Mxico. Los resultados del cuestionario fueron proce-

sados e interpretados desarrollando un anlisis factorial,


con el mtodo de extraccin de componentes principales.
El trabajo concluye que es adecuado abordar el estudio del
abandono del trabajo desde un enfoque integral y de mltiples variables.

Referencias bibliogrficas
Clegg, S. R., & Hardy, C. (1996). Introduction. Organizations, Organization and Organizing. En S. Clegg, C. Hardy & W. Nord (Eds.), Organization Studies. London: SAGE.
Coase, R. (1937). The nature of the firm. Economica, 4(16), 386-405.
Coase, R. (1990). Accounting and the theory of the firm. Journal of Accounting and Economics, 12, 3-13.
Jensen, M., & Meckling, W. (1976). Theory of the firm: Managerial behavior, agency costs and ownership structure. Journal of Financial
Economics, 3(4), 305-360.
Mankiw, N. G. (2012). Principios de economa. Mxico: Cengage Learning.
Perrow, Ch. (1998). Sociologa de la organizacin. Espana: McGraw-Hill.
Simon, H., & March, J. (1961). Teora de la organizacin. Barcelona:
Editorial Ariel.
Vargas, A. (Ed). (2013). Dilogos de la Habana: miradas mltiples desde
la Universidad. Bogot: Universidad Nacional de Colombia.
Zuleta, E. (1998). Elogio de la dificultad y otros ensayos. Bogot: Hombre Nuevo.

MAURICIO GMEZ VILLEGAS, Ph.D.


Director y Editor General - INNOVAR
Profesor Asociado
Escuela de Administracin y Contadura Pblica
Facultad de Ciencias Econmicas
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA

R E V. I N N OVA R VO L . 2 6 , N M . 6 2 , O CT UB R E - DI CI E M B R E DE 2016

DOI: 10.15446/innovar.v26n62.59380
ENLACE DOI: http://dx.doi.org/10.15446/innovar.v26n62.59380

his issue of INNOVAR sees the light in a decisive


social and political context for Colombia and perhaps Latin America. The peace agreement between
the Government of Colombia and the self-styled guerrilla
named Revolutionary Armed Forces of Colombia-Peoples
Army (FARC-EP), achieved after four years of negotiations,
will be subject to a plebiscite in early October 2016. The
Colombian armed conflict, which can be traced back to
more than 50 years, has found a peaceful solution (Vargas,
2013), that could democratically be legitimized. This milestone agreement and the political process that involves its
countersignature, bring us to reflect on a major issue not
only in the socio-political level but on the organizational
dimension: conflict.
The prevailing insights in Economics, Management Sciences, Accounting and Finance have an extremely simplified
and reductionist approach of organizations. These ideally
reduce the different organizational forms just to the prototypical capitalist enterprise. The enterprise, meanwhile,
has long been conceived as a production function (Mankiw,
2012), as a legal fiction (Jensen & Mecking, 1976) or simply assimilated as the investor-owner. From this point of
view, it is an interaction space in which individuals are organized by self-interest. When economic interests are in
conflict the mechanism of market, competition and maximizing rationality will operate by disciplining the actions
of agents and directing them toward efficiency. Therefore,
conflict is seen as a pathology, a state of strange nature
which is not directly related to the balance and the objective of maximization.
Only from contemporary views, as the Theory of the Firm
(Coase, 1937; 1990), the Theory of Organization (Simon &
March, 1961; Perrow, 1998) and the timid entry of the Social
Sciences, particularly due to organizational studies (Clegg
& Hardy, 1996), more complex views of the enterprise are
coming on the stage, expanding the comprehensive and
analytical horizon toward organizations. At that point,
conflict is seen as inherent to human relations and interactions in complex social contexts. Therefore, conflict is not
seen as an irregular or destructive situation. The work of
Management and organizational knowledge then involves
finding unifying paths that build consensus and consent,

Editorial

in order to manage conflicts and ensure that organizations meet the social needs for which they were created.
In such a way, these views, though alternative, are not always heterodox, and provide important insights into the
nature and context of the multiple social conflicts we live
in. Could knowledge in Management and organizations
contribute to the pursuit of peace? To answer this, it is appropriate to remember the words by Colombian thinker
and intellectual Estanislao Zuleta on this subject:
Suppression of conflict and its dissolution among people
living together is neither attainable nor desirable, not in
personal lifelove and friendshipnor in community. On
the contrary, it is necessary to construct a social and legal
space where conflicts could manifest themselves and develop, without letting that the opposition to other leads
to his suppression, destroying him, reducing him to impotence or silencing him. (Zuleta, 1998, p. 72).

Perhaps, the obtained peace agreements do not involve


but a transit to alternative, civilized and democratic ways
for dealing with the conflicts of Colombian society, rather
than armed struggle and war. In this sense, we call upon
academics and researchers in the field of Management to
contribute in understanding and building alternative pathways to recognize, treat and overcome organizational conflicts, what will undoubtedly result in a better life for whole
the society.
The current issue of INNOVAR is made up of four of our
traditional sections: Strategy and Organizations, Marketing, Finance and Education and Employment. These
gather contributions and works of authors from Czech Republic, Spain, Mexico and Colombia.
In the section Strategy and Organizations we introduce
three research studies.
Professors Petr Smutny, Jakub Prochazka and Martin Vaculik, of the Masaryk University, in Brno, Czech Republic,
present the research The Relationship between Managerial
Skills and Managerial Effectiveness in a Managerial Simulation Game. This work studies the relationship between
managerial skills and managerial effectiveness. By means

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Editorial

of a simulation game the managerial effectiveness of 96


managers and 1,746 subordinates is evaluated. It is stated
that group performance (profits) can be analyzed through
motivational skills, while perceived effectiveness is related
to both organizational and motivational skills. In the same
way, communication skills and cooperativeness boost leadership. Finally, supervisory and evaluation skills are a predictor for leadership. It is concluded from the results that
managerial skills related to motivation and the organization are key for management effectiveness.
From Spain, Professor Juan Ramn Gallego of the University of Valencia, participates in this issue with the paper
Breakup of Innovation Networks and the Dynamics of Territorial Production and Innovation Systems in Traditional
Sectors. This work is part of the dialectical relationship between integration/fragmentation of networks made up
by various actors shaping territorial production and innovation systems. The paper develops a theoretical framework, from the actor-network evolutionary approach and a
political approach for communities of practice, in order to
address the relationship and interactions between the individuals of territorial production and innovation systems.
Once the theoretical framework is developed, the process
of creation and evolution of two of the most important
territorial production and innovation systems of the Valencian community in Spain is studied: citrus and ceramic
sectors. The research was conducted in 2002-2004 and
2007-2013, conducting about 150 in-depth interviews
with agents of the citrus sector. While in the ceramic industry, research was carried out between 1995-1997 and
2007-2013 with about 100 interviewees. Results show the
relationships of integration and fragmentation in the systems of both of the studied sectors.
Closing this section, we publish a collaboration by Spanish
Professors Mara de Lourdes Eguren, from Pompeu Frabra
University, and Jos Mara Castn from the University of
Barcelona, under the title Taxonomic Analysis of Literature: Methodological Tools for Value Creation and Management in a Business. This work seeks to make a taxonomic
analysis, exploratory in nature, of the literature and the
existing models on value creation. A descriptive metric
8

that allows to catalog and evaluate the various theoretical


sources for the construction of future methodologies for
value management is performed. The study also makes a
quantitative analysis of the databases indexing those journals that publish works on the variables studied in value
management and their possible interrelationships from a
systemic approach.
The section for Marketing incorporates three research
papers.
Understanding the Evaluation of Waiting Time from Consumer Psychology: Effects of Expectations and Time Fillers,
is the title of the article by Professors Jorge Andrs Alvarado of the Pontifical Javeriana University in Colombia, and
Mara Carolina Trespalacios of the Colombian Central Bank.
This research aims to contribute to the field of psychology
at satisfaction waiting time processes, through a study in
a real environment which sought to detect whether the anchoring and adjustment heuristics constitutes good explanation of the relationship between the perception and the
expectation of waiting time. The paper also sought to test
the effect of two time-fillers (pastimes and service information menus), seeking to modify the perceived waiting time.
Methodologically two experiments were developed in a
cafeteria at a university in Bogota. It is confirmed that the
anchoring heuristic is strong in the expectation of waiting
time for users. Based on the research findings, the authors
suggest that companies operating in self-service environments should consider alternative measures in the design
of their service environments based on generating expectations closer to users satisfaction.
Professor Jos Serafn Clemente-Ricolfe of the Valencia
Polytechnic University in Spain, contributes to this current
issue with the paper Important Attributes of Service Quality and their Influence on Post-purchase Behavior. The Case
of Burger Restaurants in Spain. This work was aimed at exploring the relevant attributes of service quality at burger
restaurants in Valencia (Spain). It also intended to identify
the most influential variable in the post-purchase behavior
of consumers, distinguishing those who value nutritional
information disclosure from those who do not. With the
observed results, it is found that the attributes in the eval-

R E V. I N N OVA R VO L . 2 6 , N M . 6 2 , O CT UB R E - DI CI E M B R E DE 2016

uation of quality can be grouped in four dimensions: product, physical appearance, staff and speed. Out of these,
product is the only variable with a statistically significant
influence on service quality. To conclude, it is confirmed
that service quality is important to predict post-purchase
consumer behavior.
From Mexico, Professors Lizbeth Salgado Beltrn and Joel
Enrique Espejel, from the University of Sonora, present the
paper Analysis of the Study of Causal Relationships in Marketing. In a context where different statistical techniques
for the study of causal relationships in marketing and in
measuring customer satisfaction arise, this paper aims to
expose and contrast the structural equation modeling and
the partial least squares technique through a case study
for each of these. It is concluded that both techniques
have different objectives, so should not be treated in an
exclusive manner but complementary. It stresses that research interests and the objectives of specific studies on
this subject should be the guide in the selection of the prevailing technique.
In the section Finance, two research works are included.
From the University of Granada, Spain, Professors Jos
Snchez-Campillo, Dolores Moreno-Herrero and Jos Antonio Rodrguez, add to this issue the paper Effect of Education on the Level of Contributions to Private Pension
Schemes of Families in Spain. This research addresses the
effects of the level of education in the financial behavior of
households in Spain, particularly regarding private pension
plans schemes. Taking financial data from the Survey of
Household Finances from the Bank of Spain for 2005, this
research uses Logit models to analyze trends and estimate
the propensity for subscription to private pension plans.
Results show that financial habits are the most influential
variable in underwriting pension plans. However, it is identified that the total equity in the pension plan is bigger
when the education level of the household head is higher.
Professors Aitor Baraano, Iaki de La Pea and Asier Garayeta of the University of the Basque Country, in Spain,
add to this section the paper entitled Measuring Underwriting Risk through Internal Models in Solvency II. This

study is framed in the context of European regulations on


solvency for insurance companies, known as Solvency II.
The research provides a method for calculating the underwriting risk in accordance with such regulations. Data of a
multi-risk portfolio is applied a Monte Carlo simulation for
analysis. The paper concludes that the needed capital to
support underwriting risk, according to regulations of Solvency II, depends on the portfolio it is based on. Thus, the
proposed model adequately measures risk.
Finally, issue 62 of INNOVAR Journal introduces two papers in the section Education and Employment.
Professors Jorge Celis and Orlando Acosta from the National University of Colombia, author the paper Industrial
Ph.D. Programs for the Strengthening of the Industry's Production of Innovation in Colombia. This study begins asking two questions: Do Industrial Ph.D. Programs improve
economic performance and innovation in developed countries? And, will this programs contribute to boosting economic growth in a developing country such as Colombia?
This research adopts a comparative and analytical methodology in international education. The authors found a
significant relationship between Ph.D. level programs in
industry and economic development. They also conclude
that in Colombia the cooperation between universities and
industry for the development of doctoral programs is relatively weak and requires specific policies and actions for
improvement. Additionally, they present arguments to develop the third academic mission of universities, through
the implementation of doctoral programs in industry as a
mechanism for strengthening the process of innovation
and economic growth for the country.
Result of an international collaboration by Professors
Porfirio Tamayo and Martha Guevara-Sangins, from the
University of Guanajuato in Mexico, and Professor Emilio
Snchez Santa-Brbara, from The University of Granada in
Spain, we include in this issue the research entitled Design and Testing of a Questionnaire on the Perceived Importance of Working Conditions in Mexico. This study sought
to identify the importance that workers give to labor issues
(grouped in five factors: work environment, communication, motivation, working conditions and administra-

RE V. I N N OVA R VOL . 2 6, N M . 6 2, OC TU BR E-D IC I E M B R E DE 2 016

Editorial

tive legality) and identify the relationship of these aspects


with the intention of leaving the organization. To do this,
the research developed an instrument (questionnaire) applied to a sample of 447 workers of Mexican companies
within the footwear sector in Guanajuato, Mexico. The results for the questionnaire were processed and interpreted
by developing factorial analysis with the method of principal components analysis. The paper concludes that it is appropriate to address job abandonment from an integrated
approach and multiple variables.

Jensen, M., & Meckling, W. (1976). Theory of the firm: Managerial behavior, agency costs and ownership structure. Journal of Financial
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Mankiw, N. G. (2012). Principios de economa. Mxico: Cengage
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Perrow, Ch. (1998). Sociologa de la organizacin. Espana: McGraw-Hill.
Simon, H., & March, J. (1961). Teora de la organizacin. Barcelona: Ariel.
Vargas, A. (Ed). (2013). Dilogos de la Habana: miradas mltiples desde
la Universidad. Bogot: Universidad Nacional de Colombia.
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Coase, R. (1937). The nature of the firm. Economica, 4(16), 386-405.
Coase, R. (1990). Accounting and the theory of the firm. Journal of Accounting and Economics, 12, 3-13.

10

MAURICIO GMEZ VILLEGAS, Ph.D.


General Director and Editor - INNOVAR
Full-time and Associate Professor
School of Management and Public Accounting
Faculty of Economic Sciences
National University of Colombia, Bogot

R E V. I N N OVA R VO L . 2 6 , N M . 6 2 , O CT UB R E - DI CI E M B R E DE 2016

Estrategia y Organizaciones

RE V IS TA

INNOVAR

JOURNAL

The Relationship between


Managerial Skills and
Managerial Effectiveness in
a Managerial Simulation Game1

RELACIN ENTRE LAS HABILIDADES GERENCIALES Y LA EFICACIA EN


LA GESTIN EN UN JUEGO DE SIMULACIN GERENCIAL
RESUMEN: Este estudio explora la relacin entre las capacidades gerenciales y la eficacia en la gestin, siendo esta ltima evaluada a travs de
cuatro mtodos diferentes. Con este fin, se realiz la evaluacin de 96
altos directivos de empresas ficticias por parte de un grupo de 1.746 subordinados involucrados durante un periodo de tres meses en un juego de
simulacin gerencial. Todos los participantes eran estudiantes universitarios. Los resultados muestran que los diferentes indicadores de eficacia
dan cuenta de distintos conjuntos de predictores de habilidades gerenciales: el desempeo del grupo (ganancias para la organizacin) puede
ser analizado a partir de las habilidades motivacionales; la efectividad
percibida (evaluacin por parte de los subordinados) se encuentra relacionada con las capacidades organizacionales y motivacionales; a su vez,
las capacidades organizacionales, las habilidades de comunicacin y de
cooperacin, conducen al surgimiento de liderazgo (evaluada por los subordinados); por su parte, las capacidades de evaluacin y supervisin
son el nico indicador de la auto-eficacia del liderazgo (autoevaluacin
del gerente). De acuerdo con los resultados, se puede llegar a recomendar
dar mayor importancia a las habilidades motivacionales del gerente para
efectos de mejorar el desempeo del equipo, as como a las capacidades
de la organizacin para reforzar el rol de gerente.

Petr Smutny

Ph.D. in Corporate Economy and Management


Masaryk University
Brno, Czech Republic
e-mail: [email protected]
ORCID link: http://orcid.org/0000-0002-2758-067X

Jakub Prochazka

PALABRAS CLAVE: capacidades gerenciales, eficacia en la gestin, surgimiento del liderazgo, desempeo de grupo, juego de simulacin gerencial.

Ph.D. in Social Psychology


Masaryk University
Brno, Czech Republic
e-mail: [email protected]
ORCID link: http://orcid.org/0000-0002-6386-1401

RELAO ENTRE AS HABILIDADES GERENCIAIS E A EFICCIA NA GESTO NUM JOGO DE SIMULAO GERENCIAL
RESUMO: Este estudo explora a relao entre as capacidades gerenciais
e a eficcia na gesto, sendo esta ltima avaliada por meio de quatro mtodos diferentes. Com esse objetivo, realizou-se a avaliao de 96 altos
diretores de empresas fictcias por parte de um grupo de 1.746 subordinados envolvidos durante um perodo de trs meses num jogo de simulao gerencial. Todos os participantes eram estudantes universitrios. Os
resultados mostram que os diferentes indicadores de eficcia do conta
de diferentes conjuntos de preditores de habilidades gerenciais: o desempenho do grupo (lucro para a organizao) pode ser analisado a partir das
habilidades motivacionais; a efetividade percebida (avaliao por parte
dos subordinados) se encontra relacionada com as capacidades organizacionais e motivacionais; as capacidades organizacionais, as habilidades de
comunicao e de cooperao, por sua vez, conduzem ao surgimento de
liderana (avaliada pelos subordinados); as capacidades de avaliao e
superviso so o nico indicador de autoeficcia da liderana (autoavaliao do gerente). De acordo com os resultados, pode-se recomendar dar
maior importncia s habilidades motivacionais do gerente para efeitos de
melhoria do desempenho da equipe, bem como s capacidades da organizao para reforar o papel do gerente.
PALAVRAS-CHAVE: capacidades gerenciais, eficcia na gesto, surgimento da liderana, desempenho de grupo, jogo de simulao gerencial.
LES RAPPORTS ENTRE LES COMPTENCES MANAGRIALES ET LEFFICACIT DANS LA GESTION DANS UN JEU DE SIMULATION DE GESTION
RSUM :Cette tude explore la relation entre les comptences de gestion et lefficacit de la gestion. Celle-ci a t value en utilisant quatre
mthodes diffrentes. cette fin, un groupe de 1.746 subordonns, impliqus sur une priode de trois mois dans un jeu de simulation de gestion,
a men lvaluation de 96 cadres suprieurs de socits fictives. Tous les
participants taient des tudiants. Les rsultats montrent que les diffrents indicateurs de performance ralisent diffrents ensembles de facteurs prdictifs de comptences managriales : la performance du groupe
(des bnfices pour lorganisation) peut tre analyse partir des comptences de motivation ; lefficacit perue (valuation par des subordonns)
est lie aux comptences organisationnelles et de motivation ; leur tour,
les comptences organisationnelles, les comptences de communication
et de coopration conduisent lmergence dun leadership (valu par
les subordonns) ; dautre part, les comptences dvaluation et de surveillance sont le seul indicateur de lauto-efficacit du leadership (auto-valuation du manager). Selon les rsultats, on peut recommander daccorder
une importance plus grande aux comptences de motivation du manager
dans le but damliorer la performance et les capacits de lorganisation de
lquipe, pour renforcer le rle du manager.

Martin Vaculik

Ph.D. in Social Psychology; Habilitation in Social and Work Psychology


Masaryk University
Brno, Czech Republic
e-mail: [email protected]
ORCID link: http://orcid.org/0000-0001-8901-5855

ABSTRACT: The study explores the relationship between managerial skills and managerial effectiveness, measuring managerial effectiveness by four different methods. Evaluation of 96 top managers of fictitious companies by a group of 1,746 subordinates took place after three months of
intensive cooperation during a managerial simulation game. All respondents were college students.
Results show that different managerial effectiveness indicators have different sets of managerial
skills predictors: Group performance (profit of company) is predicted by motivational skills; perceived effectiveness (evaluation by subordinates) is predicted by organizational skills and by motivational skills; organizational skills, communicational skills, and cooperativeness predict leadership
emergence (assessed by subordinates); and evaluation and supervisory skills are the only predictor
for leadership self-efficacy (self-evaluation of the manager). According to the results it is possible to
recommend focusing especially on managers motivational skills in order to enhance team performance and on organizational skills for reinforcing managers position.
KEYWORDS: Managerial skills, managerial effectiveness, leadership emergence, group performance, managerial simulation game.

MOTS-CL : comptences en gestion, gestion efficace, mergence du leadership, performance du groupe, jeu de simulation managriale.

CORRESPONDENCIA:

Jakub Prochazka. Lipova 41a, 602 00. Brno,

Czech Republic.
CITACIN: Smutny, P., Prochazka, J., & Vaculik, M. (2016). The Relationship

between Managerial Skills and Managerial Effectiveness in a Managerial Simulation Game. Innovar, 26(62), 11-22. doi: 10.15446/innovar.
v26n62.59385.
ENLACE DOI: http://dx.doi.org/10.15446/innovar.v26n62.59385.
CLASIFICACIN JEL: M12, M50, O15.
RECIBIDO: Enero 2014, APROBADO: Julio 2015.

This paper is part of the research Effective leadership: An integrative approach. The
research has been funded by Czech Science Foundation (P403/12/0249).

11

Estrategia y Organizaciones
Introduction
Companies invest heavily in searching for the right people
to fill managerial positions and in subsequent development
of managers since they influence business results (Vaculk,
2010). For example, Joyce, Nohria and Roberson (2003), reported that CEOs account for about 14% of the variance in
firm performance. Individual characteristics of a manager
such as gender, skills and abilities and personality traits,
predict future firm, team or leader effectiveness (DeRue,
Nahrgang, Wellman & Humphrey, 2011). Prospective employers try to hire new effective managers and develop
their current managers to be more effective. Competence
models used in recruitment contain sets of these possible
predictors determining managerial success/effectiveness
(Brownell, 2008). Many studies describe the relation between managerial competencies or managerial skills and
managerial/leader effectiveness. These studies usually
focus on a set of skills and one type of managerial/leader
effectiveness indicator (Analoui, 1999; Analoui, Ahmed &
Kakabadse, 2010; Nwokah & Ahiauzu, 2008). Feng-Jing
and Avery (2008) consider the use of only one type of effectiveness indicator as inadequate and insufficient, they
recommend the use of both financial (e.g. profits) and nonfinancial measurements (e.g. assessment by employees) of
effectiveness to enhance the validity of research. A complex model, which includes a full set of managerial skills
and various indicators of effectiveness, can completely describe the connection between these skills and managerial
effectiveness. Therefore, the present study uses a model of
five managerial skills and four frequently used managerial
effectiveness indicators in a standardized environment of
a managerial simulation game and searches for connections between them. The goal of this research is to identify
important skills for the meaningful selection and development of an effective future manager.
Some studies about managerial skills and managerial effectiveness use different terms than managerial skills and
managerial effectiveness. Managerial skills are sometimes
included as a part of managerial competencies (Abraham,
Karns, Shaw, & Mena, 2001; Bradford, 1983; Heffner & Flood,
2000; Levenson, Van der Stede & Cohen, 2006; Pickett,
1998; Tett, Guterman, Bleier & Murphy, 2000; ZhongMing, 2003) or are considered as a part of leader or leadership competencies (Botha & Claassens, 2010; Emiliani,
2003; Hollenbeck, McCall & Silzer, 2006). Some authors
use the specific terms managerial effectiveness or managerial performance (Abraham et al., 2001; Analoui, 1999;
Analoui et al., 2010; Cavazotte, Moreno & Hickmann,
2012; Tsui & Ohlott, 1988). Others use the less specific
terms leader or leadership effectiveness even if they have
managers as the participants in their studies (Anderson,
12

Krajewski, Goffin & Jackson, 2008; Bruno & Lay, 2008).


For this study we use uniform terms managerial skills
and managerial effectiveness because of comprehensibility of the text. Our study is about leaders who hold a
formal managerial position and we focus on their skills and
not on the other parts of managerial/leader competencies (i.e. knowledge, attitudes and other characteristics;
see below).

Managerial Effectiveness Indicators


Managerial effectiveness can be described from various
perspectives. A manager is effective if (a) the group he/
she manages is effective (Elenkov, 2002; Rice & Chemers,
1973; Riggio, Riggio, Salinas & Cole, 2003; called group
performance or managerial performance); (b) other people
consider the manager to be effective (Anderson et al.,
2008; Foti & Hauenstein, 2007; Ng, Ang & Chan, 2008;
Riggio et al., 2003 often called perceived effectiveness
or perceived managerial/leader effectiveness); (c) the manager assess him/herself as effective manager/leader (Ng
et al., 2008 called leadership self-efficacy); and if (d) the
manager sets a good example of behavior and can convince people that he/she is a competent leader (referred
to as leadership emergence).
Feng-Jing and Avery (2008) differentiate between financial (e.g. group performance) and nonfinancial measurement of effectiveness (e.g. perceived effectiveness).
Additionally, Eagly, Karau and Mighijany (1995) state that
the most common methods for evaluating leader effectiveness are subjective evaluation of leaders performance
(by superiors, subordinates, peers or him/herself), subordinates subjective evaluation of their satisfaction with a
leader, and measuring group and corporate productivity.
Productivity or group performance is an objective criterion.
A manager in charge of a more productive group typically
appears more effective because his/her group is more effective. However, evaluating managerial effectiveness by
group performance is risky since multiple variables affect
group performance, not only the leader (Eagly et al., 1995).
Even groups with ineffective managers can achieve excellent group performance, for example, thanks to the unique
knowledge or skills of one of its members or the legacy of
a previous manager.
In comparison with group performance, subjective evaluation of a manager by subordinates, superiors, or independent assessors puts more emphasis on managers
personality. Subjective evaluation also takes into account
behavior, which affects both present and future group performance. However, biased observation by the assessor, for

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RE V I S TA

INNOVAR

JOURNAL

example, due to previous experience, prejudice or affection/antipathy to managers personality, may distort the
perception of his/her effectiveness (Eagly et al., 1995).
Halo effect, central tendency and social desirability may
influence perceived effectiveness (Bass & Avolio, 1989).
The term leadership efficacy or leadership self-efficacy relates to self-evaluation by a person in the role of leader.
Managers are expected to fulfill the leadership role and to
lead their teams. Murphy (1992) and Hoyt, Murphy, Halverson and Watson (2003) describe leadership self-efficacy
as trust in ones ability to lead. Ng et al. (2008) see selfefficacy as ones own perceived capabilities to effectively
accomplish the role of leader. Such self-evaluation may become distorted due to insufficient detachment, attributed
mistakes or a limited facility to observe the influence of
ones behavior towards subordinates. Another drawback
of leadership self-efficacy compared to perceived effectiveness is that the manager is the only assessor of him/
herself. Despite these limitations, leadership (self)-efficacy
positively correlates with perceived effectiveness (Hoyt et
al., 2003). The research of Ng et al., (2008) looked into

effectiveness of military leaders based on leader evaluation by superiors, and revealed a weak positive correlation between leadership (self-)efficacy and perceived
effectiveness (r = 0.27, p < 0.01). The correlation between
leadership (self-)efficacy and group performance remains
unconfirmed (Hoyt et al., 2003).
The effectiveness of managers also depends on whether
their subordinates/colleagues consider them to be leaders.
If the position of manager is only formal, then subordinates
have to obey, but their manager is not a leader for them,
only a person with formal authority. If subordinates perceive their manager as a leader with genuine authority,
then they tend to follow him/her. In this way, the evaluation of managers is in fact the evaluation of their ability to
fulfill the leadership role. Perceiving a person as a leader
relates to the concept of leadership emergence. Hogan,
Curphy and Hogan (1994) describe emergent leadership
in situations where a group perceives an individual as a
leader, even though the group has limited information
about that individuals performance. Other studies link
leadership emergence with evaluating the influence of a

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Estrategia y Organizaciones
group member on the group (Foti & Hauenstein, 2007)
or with choosing somebody as a leader (Garland & Beard,
1979; Rice & Chemers, 1973; Riggio et al., 2003).
Of these four managerial effectiveness indicators, group
performance is the most objective, perceived effectiveness
focuses primarily on external behavior, while leadership
self-efficacy also takes into account implicit intentions and
consequences of managers behavior, which are not easily
observable. In comparison with the other indicators, the
use of leadership emergence as an indicator of managerial effectiveness poses the greatest number of problems.
However, we contend that this specific indicator offers an
important view of leadership and enriches the view of effectiveness, not just in terms of economic performance but
in other dimensions as well.

work positions and organizations. In the 1980s (Dulewicz, 1989), as well more recently, a prevalence of generic
models has arisen, which, apart from better adaptability,
bring further advantages (Hollenbeck et al., 2006; Mansfield, 1996). Conducting comparative research of studies
into the criteria of managerial effectiveness, Hamlin (2004)
supported the view that universalistic models are more
consistent with the facts than contingent models.

Managerial skills are a subset of managerial competencies.


The structure and level of individual competencies influence activities in a company and its overall corporate culture. Competencies on an individual level also influence
the effectiveness of the entire organization (Cardy & Selvarajan, 2006). For example, Hogan and Kaiser (2005) list
managerial competencies as one of five components influencing organizational effectiveness.

Managerial skills, a part of managerial competency models,


are only sometimes linked with the managerial, leader or
group effectiveness (Analoui, 1999; Waters, 1980). There
is still a lack of studies, which confirm the relation between
specific skills and several different effectiveness indicators.
Avolio and Waldman (1989) showed a correlation between
the perceived importance of four managerial skills (planning/controlling, human relations, subsystem representation, and communication) and the level of the manager
in the organizational hierarchy. However, the level in the
organizational hierarchy is not an ideal indicator of managerial effectiveness because it can be a consequence
of various situational factors. Analoui, Labbaf and Noorbakhsh (2000) reveal three sets of skills which are related
to managerial effectiveness, including people-related skills
(i.e. motivation, counseling subordinates), task-related skills
(i.e. planning, analysis of the organization) and analytical
and self-related skills (i.e. managing change, developing
own potential). However, they did not link their set of skills
to concrete managerial effectiveness indicators. The relation between particular skill and an effectiveness indicator
can be different if we use different indicator. For example,
Riggio et al. (2003) confirmed that people with a higher
level of communication skills are assessed as better leaders
yet the same communication skills do not predict group
productivity. Even though these authors studied two different indicators of effectiveness, they focused on just one
managerial skill.

Competence models usually encompass the total of what


people can do and what they know (Antonacopoulou &
Fitzgerald, 1996). Individual models include various abilities, skills, knowledge, personality features, attitudes and
other characteristics individually tailored or necessary for
a specific position (Abraham et al., 2001; Agut, Grau &
Peiro, 2003; Chong, 2008; Cizel, Anafarta & Sarvan, 2007;
Drucker, 2005; Goleman, 2000; Hamlin, 2004; Harison &
Boonstra, 2009; Hogan & Kaiser, 2005; Man, Lau & Chan,
2002; Mumford et al., 2000; Patanakul & Milosevic, 2008;
Riggio & Lee, 2007). While some positions or factors require their own exclusive models, there is another group of
generic models, which are transferable between individual

This study involves verifying the predictive ability of the


set of typical managerial skills from a generic competence
model (Table 1). Smutny, Prochazka and Vaculik (2014) derived the model used in this study from Mintzbergs (1975)
managerial roles by a job focus method (Russ-Eft, 1995).
They verified the model validity using a comparison with
employer requirements for managerial candidates. The
model covers a similar range of managerial skills as does
the model used by Analoui et al. (2000). It is used for managerial skill development of business students during a
managerial simulation game (Smutny et al. 2013). We use a
managerial simulation game in this study as a standardized
research environment that is why we use this model as well.

The four managerial effectiveness indicators described


here are not independent. Positive changes in employee
evaluations lead to positive changes in group performance
(Feng-Jing & Avery, 2008). However, each of these indicators offers a specific view of effectiveness (DeRue et al.,
2011; Yukl, 2008). Combining a variety of perspectives
may be an ideal way to evaluate managerial effectiveness
as the combination of indicators helps to avoid erroneous
generalizations (Lord, Devader & Alliger, 1986).

Relationship between Managerial Skills


and Managerial Effectiveness

14

R E V. I N N OVA R VO L . 2 6 , N M . 6 2 , O CT UB R E - DI CI E M B R E DE 2016

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Design

TABLE 1. Observed Managerial Skills


Managerial Skills

Definition

Communication skills

The ability to consciously and harmonically


communicate, that is to speak as clearly and
comprehensibly as possible, to attentively
listen to others, be able to differentiate the
substantial from the marginal, be open to
needs of others and careful to understand
non-verbal signals.

Cooperativeness

The ability to take an active and responsible


part in group work processes, that is to share
their knowledge, be open to others and respect their ideas and opinions, keep to the
agreed rules of the game and always keep
the common goal in mind.

Motivational skills

The ability to energize and bring in line behavior of colleagues and subordinates as desired, that is to influence the activity of an
individual by appealing to their hierarchy of
values, attitudes, abilities, knowledge and
skills.

Evaluation and supervisory skills

The ability to objectively and systematically


justify and evaluate results of their own work
as well as the results of others by using appropriate criteria and standards of values
and assess their significance and to be able
to systematically conclude the results.

Organizational skills

The ability to schedule results, organize ones


work and that of others in order to ensure the
optimal course of work process and to take
an adequate share of responsibility.

Source: Smutny et al. (2014).

Method
Research Question and Hypothesis
The objective of this study is to find which individual managerial skills (defined in Table 1) are predictors of managerial effectiveness. This study explores the following
question: Does the level of managerial skills relate to managerial effectiveness indicators?
Our assumption is that a managerial skill is a skill which
managers use in their work and that allows them to do
their job more effectively (Cardy & Selvarajan, 2006).
Studies by Analoui et al. (2000), Riggio et al. (2003), and
Avolio and Waldman (1989) provide a partial support for
the existence of relationships between the most commonly
used managerial skills and some indicator of effectivity.
We test the hypothesis that the levels of communication
skills, motivational skills, organizational skills, evaluation
and supervisory skills and cooperativeness of a manager
relate to group performance, perceived effectiveness, leadership emergence and leadership self-efficacy.

We used a managerial simulation game (see below) to


collect data about 96 managers (CEOs) of fictitious companies. In a survey to 1,746 subordinates (on average 18
subordinates per manager) they evaluated skills of their
managers following three months of intensive cooperation.
We compared the survey results with data on performance
of 96 fictitious companies run by those evaluated managers. Data were collected as part of university courses.
All respondents were undergraduates at two Czech universities specializing in Business and Economics.
Subordinates anonymously filled in an electronically administrated questionnaire containing 66 items describing
behavior of a manager during the game and 5 items relating to the respondents role in the game. The questionnaires were administered prior to announcing the games
outcome. For completing the questionnaire, all respondents were rewarded with fictitious money, which could
have increased the students chances of successful evaluation in respective university courses.

Managerial Simulation Game


The managerial simulation game used was created at Masaryk University in Brno, Czech Republic, as a part of a
Management course used for the development of managerial skills (Smutny et al., 2013). A group of approximately 20
students manages a fictitious car manufacturer, aiming to
maximize the companys accumulated profit during seven
gaming rounds. Students learn the rules of the game in introductory seminars and, in a selection procedure, choose
the CEO (manager, the subject of the research). Then, the
group chooses the manager from 3-5 candidates volunteers who take part in the selection procedure, which takes
a week to prepare. The manager appoints top management, makes decisions dividing the company into departments, and assigns other management members to them.
During the game managers can, respecting the games
rules, release any member of their team and at the same
time headhunt employees from another company and recruit them. For their work, players receive remuneration in
form of fictitious money and the sum they receive determines their final mark at the semesters end. The manager
has the final say when classifying employee pay scales and
assigning financial evaluations and bonuses to individuals.
A successful company on the market can generate larger
funds and its employees have a better chance of getting
a better mark. The managers executive powers are extensive, though he/she can also delegate them.

RE V. I N N OVA R VOL . 2 6, N M . 6 2, OC TU BR E-D IC I E M B R E DE 2 016

15

Estrategia y Organizaciones
Several fictitious carmakers are always operating on a
single separate market. Each market has its own fictitious
clients who are uninfluenced by the situation in other
markets. At the beginning of the game the position of all
car-making companies is identical. The market computer
simulation model takes individual decisions of the carmakers management into account and then determines
the overall demand for cars and the market share of individual carmakers accordingly. During the game, students
have a number of options for enhancing their companys
performance. They decide how many cars to produce in
each round, set production costs, invest in research, add
accessories to the standard equipment of a car, run advertising campaigns, and negotiate credit with banks. In every
round, each carmaker must complete financial statements,
analyze the results of other companies, and pay out salaries. The entire workload is insurmountable for one person,
or even for a small group. A successful company will involve
all, or virtually all of the students in its tasks and functions.
However, with respect to the managers executive power
and the need to coordinate a medium-sized company, the
manager plays a key role in a companys success.
Fripp (1997) points out the potential of simulation games
for research and Dorfman (2007) reports on their application. In comparison with reality, simulation games produce a standardized environment. At the beginning of the
managerial simulation game all companies external and
internal conditions for running their businesses are equal.
They have the same market share, use the same production technologies, and have production factors at the same
price, as well as equal access to information. The number
of employees and their qualifications are more or less the
same. The influence of potential intervening variables is
weak, due to the standardized conditions that make the
environment suitable for research into effectiveness in the
area of management. This weak level of influence enables
quantitative comparison of the objective performances of
a large number of companies provided that all the companies under scrutiny have the same goal and equal potential to achieve this goal. The managerial game faithfully
simulates the environment of the real economy (Smutny,
2007). This fact will allow the results of the research to be
transferrable into a real economic environment. However,
the results of the research in the environment of simulation game should be interpreted with the awareness of the
specific sample (i.e. students) and artificial conditions (i.e.
the simulation). Even though the internal validity of the research is high, the external validity is a topic for discussion.

16

Sample
All 1,746 subordinates were undergraduates (Mage = 21.16;
SDage = 1.39) at the Faculty of Economics and Administration of Masaryk University in Brno (700 respondents) and
the University of Economics in Prague (1,046 respondents).
Their participation in the managerial simulation game was
part of their curriculum. In the managerial simulation game
students are the employees of 96 fictitious companies. A
total of 1,937 students had the chance to evaluate their
manager. The return rate of questionnaires was 91.12%.
The results of a pretest show that students need more than
four minutes just to read the questions without considering the answers. We rejected 17 out of 1,765 completed
questionnaires as the students filled them in less than four
minutes. We assume that the 17 eliminated students completed the questionnaire at random with only the aim of
getting financial reward for its submission. We rejected
two questionnaires as these students indicated that they
did not attend the classes so they could not assess their
manager accurately.
All managers (Mage = 21.74; SDage = 2.3) evaluated in the
game were also undergraduates at the above universities (38 managers in Brno, 58 managers in Prague). In the
managerial simulation game they became CEOs of 96 fictitious companies. Most of the managers were men (79%).

Variables
Managerial Skills
Five managerial skills were measured in the current study:
organizational skills, motivational skills, communication
skills, evaluation and supervisory skills and cooperativeness. Out of the total of 66 items on the questionnaire 24
relate to these skills. The items wording reflects partial
components of the described skills (see Table 1). For each
of the items, a respondent can choose whether the item
completely characterizes, partially characterizes or does
not characterize the managers behavior during the game
(responses are encoded 2; 1; 0). We chose the 3-point scale
since respondents were assessing past observed behavior.
By using a longer scale the results could be more biased
by the feelings of respondents. A cognitive interview with
two people provided verification of the comprehensibility
of the items and sufficiency of the three provided items.
To ensure content validity, the items were derived from
the competence model that underpins this study. Correspondence of the items with the model was assessed and

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verified by two specialists in the area of management and


managerial skills.
The number of items varies for different skills as every
single skill requires a specific description. All items relating
to one skill form one subscale of the questionnaire. Based
on a reliability analysis we removed one item that did not
contribute to the quality of individual subscales (item from
Communication skills subscale).
We averaged the skills evaluation by many subordinates
as an evaluation by less than 6 subordinates has a low
reliability (Conway & Huffcutt, 1997). For example, the
interaction of subordinates personality characteristics
with managers personality characteristics may influence
the individual perception of managerial skills (Spillane &
Spillane, 1998). Each managerial skill tallies with one interval variable equal to the average of the subordinates
evaluation in items describing a particular managerial skill.
The value of each variable can range from 0 to 2. Table 2
shows the number of items in individual subscales as well
as Cronbachs and descriptive statistics for all variables.
The authors are ready to send the full version of the questionnaire upon request.

Leadership Emergence and Perceived Effectiveness


Five items, split into two subscales, examine the perceived
effectiveness of managers and their leadership qualities.
The first subscale (Leadership emergence, 3 items) includes items concerning how subordinates perceive their
manager as an emergent leader. We formulated the items
in the subscale of leadership emergence so that they reflected the transition of a schoolmate into a leader from
three different perspectives: i) the way he/she holds his/
her role in the game, which is by definition the role of a
leader; ii) whether his/her subordinates perceive him/her
as a leader in the course of the game; iii) whether his/
her subordinates perceive him/her as a person who could
be a leader elsewhere and under different circumstances
(mainly according to their experience from the game).
The second subscale (Perceived effectiveness, 2 items) includes items evaluating the managers influence on the
fictitious companys effectiveness in the course of the
managerial simulation game. The subscale assesses effectiveness from two perspectives: i) whether the scheduled
activity of the unit under managers guidance is effective;
ii) whether the result of the activity is effective.
Each of the items in the leadership emergence and perceived effectiveness subscales are formulated to reflect
one of the seven mentioned perspectives. A three-member
expert group verified that the items tap into the presented

aspects of both leadership emergence and perceived effectiveness (content validity). Evidence of construct validity of
these subscales is presented below in the results section.
Positive relationships with group performance and leadership self-efficacy supports convergent validity of the subscales. For each of the above items the respondent can
choose whether the item completely characterizes, partially characterizes or does not characterize their perception of a manager during the managerial simulation game
(responses are encoded 2; 1; 0). Cronbachs alpha, expressing the internal consistency of the scale, exceeds the
minimum value required = 0.7 for both subscales (Table 2).
Each subscale tallies with one interval variable. Its value
for each manager corresponds with the average evaluation
by all his/her subordinates in items falling into the appropriate subscale. Each variable may range from 0 to 2.

Leadership Self-efficacy
Managers themselves used the same items for their selfevaluation that subordinates used for their managers.
The creation of the leadership self-efficacy variable is
similar to that of the perceived effectiveness and leadership emergence variable and is based on a managers selfevaluation. Using the five above mentioned items (used
for measuring of perceived effectiveness and leadership
emergence), the managers evaluate the effectiveness of
the unit under their management, the resulting effectiveness of the unit and their emergence as the leaders. Leadership self-efficacy scale tallies with an interval variable
of the same name, calculated as the average value of the
managers responses. The variable can range from 0 to 2.

Group Performance
The companys profitability under the CEOs management
throughout the managerial simulation game determines
group performance. All fictitious companies have equal
conditions at the beginning of the game. Their profitability during the seven rounds is an effective indicator
of performance. During the game, the companies operate
on different markets, with conditions evolving differently
due to the interaction and competition among the companies. Thus, evaluating the companys profitability relatively
with respect to the average profitability in that particular
market is essential. The interval variable of group performance thus reflects the cumulated profit of a company
during the game divided by the average cumulative profit
on a particular market. Of the 96 fictitious companies 24
operated on a market formed by six companies and 72 on
a market formed by eight companies.

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17

Estrategia y Organizaciones
Results
Individual variables describing managerial effectiveness
are not independent and exhibit a statistically significant
positive correlation. For correlations between variables see
Table 2, which also presents descriptive statistics of all
variables.
Considering the number of managers and only five potential predictors, we chose the regression analysis as the
best statistical method to verify the hypothesis. This study
was looking separately for predictors of all four mentioned
managerial effectiveness indicators. Tables 3-6 present results of linear regression analyses (OLS estimation) with 5
independent variables (managerial skills) and one dependent variable (one of the effectiveness indicators).
The only significant predictor for group performance is
motivational skills (Table 3). It is a moderately strong predictor but the whole model is relatively weak because it
explains only 15% of group performance variance.
The perceived effectiveness model is stronger (explains
57% of perceived effectiveness variance) than the model
with group performance. It consists of two moderately

strong managerial skills predictors organizational skills


and motivational skills (Table 4).
Among managerial effectiveness indicators, leadership
emergence has most managerial skills predictors two
moderately strong (communication skills, organizational
skills) and one weak (cooperativeness). The model explains
88% of leadership emergence variance (Table 5).
Among managerial effectiveness indicators, leadership
emergence has most managerial skills predictors two
moderately strong (communication skills, organizational
skills) and one weak (cooperativeness). The model explains
88% of leadership emergence variance (Table 5).
Evaluation and supervisory skills are the only significant
predictor for leadership self-efficacy. The model explains
19% of leadership self-efficacy variance (Table 6).
We found only a partial support for our hypothesis that
the levels of communication skills, motivational skills, organizational skills, evaluation and supervisory skills and cooperativeness of a manager relate to group performance,
perceived effectiveness, leadership emergence and leadership self-efficacy. Each of the five managerial skills predicts
at least one of the managerial effectiveness indicators.

TABLE 2. Descriptive Statistics, Number of Items in Subscales and Correlation Matrix


M

SD

NI

CS

CS: Communication skills1

1.59

0.18

(0.84)

MS: Motivational skills1

1.39

0.25

0.64**

(0.88)

1.32

0.30

0.67**

0.74**

(0.86)

OS: Organizational skills

MS

OS

CO

ES

CO: Cooperativeness

1.18

0.21

0.49**

0.77**

0.64**

(0.77)

ES: Evaluation and sup. skills1

1.55

0.25

0.67**

0.84**

0.76**

0.67**

(0.86)

GP: Group performance

GP

PLE

LEM

1.00

0.60

0.10

0.33**

0.28**

0.21*

0.28**

PLE: Perceived effectiveness

1.44

0.38

0.53**

0.67**

0.82**

0.53**

0.65**

0.60**

(0.97)

LEM: Leadership emergence

1.44

0.37

0.85**

0.78**

0.84**

0.69**

0.80**

0.27**

0.75**

(0.93)

LSE: Leadership self-efficacy2

1.54

0.48

0.24*

0.27**

0.37**

0.17

0.37**

0.40**

0.47**

0.38**

LSE

(0.76)

Note: N = 96; N = 95; NI means number of items in subscale; values of Cronbachs alpha are shown in parenthesis; Pearsons r was used for correlations; *p < 0.05; **p < 0.01.
Source: Own elaboration.
1

TABLE 3. Managerial Skills as Predictors of Group Performance


Predictor
Constant
Communication skills
Motivational skills
Organizational skills
Cooperativeness
Evaluation and sup. skills
Note: R2 = 0.15; N = 96; *p <0.05.
Source: Own elaboration.

18

TABLE 4. Managerial Skills as Predictors of Perceived

Effectiveness

SE

0.67

0.58

-0.88

0.48

-0.26

1.7

0.54

0.42*

0.40

0.35

0.19

-0.45

0.46

-0.15

0.16

0.50

0.06

SE

-0.06

0.25

0.01

0.21

Motivational skills

0.49

0.23

0.32*

Organizational skills

0.63

0.15

0.49**

Cooperativeness

-0.13

0.20

-0.07

Evaluation and sup. skills

0.09

0.21

0.06

Predictor
Constant
Communication skills

0.00

Note: R = 0.57; N = 96; *p < 0.05; **p < 0.01.


Source: Own elaboration.
2

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However, various indicators of managerial effectiveness


have various managerial skills predictors.
TABLE 5. Managerial Skills as Predictors of Leadership

Emergence

SE

Constant

-1.19

0.13

Communication skills

0.92

0.11

0.46**

Motivational skills

0.10

0.12

0.06

Organizational skills

0.93

0.08

0.32**

Cooperativeness

0.25

0.10

0.15*

Evaluation and sup. skills

0.14

0.11

0.10

Predictor

Note: R = 0.88; N = 96; *p < 0.05; **p < 0.01.


2

Source: Own elaboration.

TABLE 6. Managerial Skills as Predictors of Leadership

Self-efficacy

SE

Constant

0.82

0.13

Communication skills

-0.23

0.36

-0.09

Motivational skills

-0.18

0.40

-0.09

Organizational skills

0.49

0.26

0.31

Cooperativeness

-0.41

0.34

-0.18

Evaluation and sup. skills

0.76

0.37

0.40*

Predictor

Note: R2 = 0.19; N = 96; *p < 0.05; **p < 0.01.


Source: Own elaboration.

Conclusions
This study looks into how five managerial skills predict four
different indicators of managerial effectiveness. Data analysis does not confirm the hypothesis that all mentioned
managerial skills are predictors for all effectiveness indicators. These indicators relate to managerial skills though
every indicator is predicted by a different set of managerial skills. It is possible to predict group performance by
knowing the level of managers motivational skills. This
means that motivational skills are the only ones (among
five skills investigated in this study) that significantly predict profitability of a particular company. By using their
motivational skills, managers give a reason to their subordinates to work hard for the company.
Managerial skills are what subordinates could notice when
assessing their manager besides the profits, market share
or manager personality characteristics. The skills form an
image through which the team perceives the manager,
and if the image is positive the manager is also perceived
positively as an effective manager or as a leader. The
skills that predict perceived managerial effectiveness are

organizational skills and motivation skills. A manager who


is perceived as an effective leader is able to organize work
well, take responsibility and energize people. The skills related directly to treatment of people (i.e. cooperation and
communication) play more important part in assessing a
manager as a good leader (leadership emergence). Unlike
perceived effectiveness and group performance, leadership emergence is not predicted by motivational skills. It
is predicted by organizational skills, communication skills
and cooperativeness. A communicative manager who cooperates with and organizes the group is probably seen
as somebody who fulfills the role of good leader. The interesting fact is that communication skills are a strong
predictor for the leadership emergence but not for the
other indicators. Such a finding is in accordance with the
research of Riggio et al. (2003) about the assessment of
people with a higher level of communication skills as being
better leaders. Using good communication skills to persuade people that a person is a good leader may be possible initially; nevertheless, this persuasion alone does not
help to make management really effective according to
measurement by less subjective criteria.
The only predictor of leadership self-efficacy is evaluation
and supervisory skills. These skills are related to a clear set
of expectations and standards and to systematic assessment. Managers in their leading position might see supervision and evaluation as a key component of their work
and therefore they evaluate themselves based on how well
they manage this part of the work. On the contrary, evaluation and supervisory skills do not have influence on the
evaluation by subordinates or group performance.
Motivational skills and organizational skills predict two
indicators and are the key predictors in the estimation
of future managerial effectiveness. The least important
predictor seems to be cooperativeness, which barely influences leadership emergence. For management development, we recommend focusing especially on motivational
skills in order to enhance team performance and organizational skills for reinforcing managers position. Development, evaluation and supervisory skills can further help
increase a managers self-efficacy.

Limitations and Suggestions for Future Research


The presence of a different significant predictor for leadership self-efficacy than for the other indicators can be
caused by the influence of erroneous self-evaluation. While
the perceived effectiveness and leadership emergence
variables are the product of the assessment of roughly
18 people, the leadership self-efficacy variable is the result of the self-evaluation by one person only. While one

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19

Estrategia y Organizaciones
erroneous evaluation may remain unnoticed among the
18, a similarly erroneous self-evaluation can distort the results significantly (Hogan et al., 1994). The lower value of
Cronbachs in the questionnaire for leadership self-efficacy supports this fact.
In models with leadership emergence and perceived effectiveness, assessment of dependent and independent variables come from the same source. A portion of common
variance could be a result of a common-method bias. The
common-method bias could cause the strong relationship
between managerial skills and managerial effectiveness indicators that are assessed by subordinates. However, the relationship of managerial skills with group performance and
leadership self-efficacy cannot be influenced by commonmethod bias yet it is still significant. Using four different
indicator of managerial effectiveness coming from three
different sources might be one of the strengths of this study.
In the environment of a managerial simulation game, the
structure of teams may play a significant role. In this case,
the teams are very similar with respect to age, education,
and other characteristics common to the students of Czech
universities of economics. Several differences between individuals are still possible, and a strong and able subordinate
can compensate for some of his/her managers weaknesses.
In comparison with research in a real business environment, the managerial simulation game method has lower
external validity. The duration of the game company is limited to three months. It is possible that the influence of
some managerial skills on the effectiveness indicators is
different in the short and long term and could not be observed in a three-month long simulation. The employees in
managerial simulation game do not earn real salary and
their motives for expending effort may differ in game conditions from the real life. It is also possible that the influence of some managerial skills (e.g. motivation skills) on
the effectiveness indicators is different during the game
and in the real business. However, the simulation game
method brings one big advantage in comparison with
studies in real commercial sphere: A large number of independent and very similar business units with the possibility
to compare them, thus providing a large amount of unbiased data and not burdening the research with differences
between the groups. On the other hand, in comparison
with other research involving student respondents, this
managerial simulation game offers more complex tasks
resembling those of real practice, longer duration of the
team as well as larger teams which enables more precise
evaluation of a manager.

20

The results may be influenced by the multicollinearity of


the predictors used in our study (Table 2). The reasons for
high correlations across managerial skills are most likely
three: i) managers do not utilize their managerial skills in
isolation, most tasks require using different skills, thus, if a
manager lacks any one of them, he/she can fail in fulfilling
a particular task and the remaining skills can seem to be
less developed than they really are; ii) some managers are
more experienced or talented, which enables them to stand
out in various skills simultaneously; and iii) all skills were
evaluated by the same individuals (subordinates), thus, the
evaluation could have been tainted by positive or negative perception of their own manager. Statistical indicators
showed that regression analyses were not devaluated by
multicollinearity (the highest VIF score is 4.69, the lowest
tolerance score is 0.21). However, it should be taken into
account in the interpretation of our results.
The scales used for measurement of managerial skills and
managerial effectiveness were developed directly for the
purposes of the managerial simulation game. Individual
items were therefore relevant to how managers could manifest individual skills and what could have been perceived
by their subordinates as effective. On the other hand, using
originally developed questionnaires is related to the absence of some evidence of their validity and reliability.
In this study, we presented evidence of internal consistency and convergent validity of the questionnaire and
explained how content validity was ensured. Current evidence is missing of whether the measured skills are stable
characteristics (test-retest reliability) as well as the evidence of convergent and discriminant validity from other
variables. Given the sample size, factorial structure of the
questionnaire is also lacking. We see the field of effectiveness of individual managerial skills as still underexplored;
for this reason, conducting similar research in a different
environment or using different methods is needed. Research conducted with different research sample and in a
real corporate environment could potentially enhance the
external validity of our findings. Furthermore, the level of
managerial skills could be measured using special tasks
examining those skills. The tasks would lead to isolated
evaluations of the skills and would therefore not depict the
mutual interaction of the skills or long-term skills usage.
Followers perception of the manager would not have such
an impact on the skills assessment and the individual skills
would correlate with each other into much lesser extent.

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22

R E V. I N N OVA R VO L . 2 6 , N M . 6 2 , O CT UB R E - DI CI E M B R E DE 2016

Estrategia y Organizaciones

RE V IS TA

INNOVAR

JOURNAL

Fragmentacin de las redes


de innovacin y dinmica de
los sistemas territoriales de
produccin y de innovacin
en sectores tradicionales1

BREAKUP OF INNOVATION NETWORKS AND THE DYNAMICS OF TERRITORIAL PRODUCTION AND INNOVATION SYSTEMS IN TRADITIONAL
SECTORS
ABSTRACT: For competing in a globalized world, regional production systems
in traditional sectors must turn into real territorial production and innovation systems. This implies weaving more complex innovation networks between heterogeneous actors (companies, universities, technological centers,
etc.), generating a political tension of integration/fragmentation of such
networks. In order to test this hypothesis the evolutionary and the actor-network theories are combined within the proximity perspective. The process of
building wider networks of innovation requires the development of new communities of practice. This process can generate a fragmentation dynamics
through the establishment of stable and selective relationships between different sets of actors, favoring coalitions between communities of practice and
organized groups. Though, the relationship between communities of practice
and organized groups creates possibilities for cooperation promoting an integrative dynamic through the recruitment of new players and skills. The relevance of this framework is evidenced by a longitudinal study of the territorial
sectors of citrus and ceramic in Valencia (Spain). When innovation networks
depict certain sense of breakup in the first scenario, integration predominates for the second. However, the greatest research variety of the first sector
contrasts with the lock-in risks in the second, set in a unique but increasingly
complex technological path.

Juan R. Gallego-Bono

Doctor en Economa
Universitat de Valncia
Valencia, Espaa
Unidad de Investigacin Dinmica de Clusters en Pases Desarrollados y en Pases
en Desarrollo
Correo electrnico: [email protected]
Enlace ORCID: http://orcid.org/0000-0003-3147-296X

KEYWORDS: Breakup, Territorial Production and Innovation Systems,


learning, innovation networks, Comunitat Valenciana.

FRAGMENTAO DAS REDES DE INOVAO E DINMICA DOS SISTEMAS TERRITORIAIS DE PRODUO E INOVAO EM SETORES
TRADICIONAIS
RESUMO: Para concorrer na globalizao, os sistemas territoriais de produo em setores tradicionais devem se tornar sistemas territoriais de
produo e inovao. Isso supe arquitetar redes de inovao mais complexas entre atores heterogneos (empresas, universidades, centros tecnolgicos etc.), o que gera uma tenso poltica de integrao e fragmentao
dessas redes. Para contrastar essa hiptese, so combinadas abordagens evolucionista e do ator-rede com a abordagem da proximidade. A construo de
redes de inovao mais amplas exige desenvolver novas comunidades de prtica. Esse processo pode gerar uma dinmica de fragmentao por meio do
estabelecimento de relaes estveis e seletivas entre diferentes conjuntos
de atores, formando parcerias entre comunidades de prtica e grupos organizados. Contudo, essa mesma inter-relao entre comunidades de prtica
e grupos organizados abre possibilidades de cooperao que podem favorecer uma dinmica integradora por meio do envolvimento de novos atores
e concorrncias. A pertinncia desse referencial se evidencia com o estudo
longitudinal dos sistemas territoriais citrcola e cermico da Comunitat Valenciana (Espanha). Se as redes de inovao apresentam uma certa fragmentao no primeiro caso, no segundo predomina sua integrao. No entanto,
a maior variedade investigativa do primeiro contrasta com os riscos lock-in
do segundo situado numa trajetria tecnolgica nica, embora de crescente
complexidade.
PALAVRAS-CHAVE: fragmentao, sistemas territoriais de produo e inovao, aprendizagem, redes de inovao, Comunitat Valenciana.

LA FRAGMENTATION DES RSEAUX DINNOVATION ET LA DYNAMIQUE


DES SYSTMES TERRITORIAUX DE PRODUCTION ET DINNOVATION
DANS LES SECTEURS TRADITIONNELS
RSUM : Pour concurrencer dans un cadre de mondialisation, les systmes
rgionaux de production dans les secteurs traditionnels doivent devenir
des systmes territoriaux de production et dinnovation. Cela implique de
concocter des rseaux dinnovation complexes entre des acteurs htrognes
(entreprises, universits, centres de technologie, etc.), ce qui gnre une tension politique dintgration / fragmentation de ces rseaux. Pour contraster
cette hypothse, on combine les approches volutives et acteur-rseau avec
lapproche de proximit. La construction de rseaux plus larges dinnovation
exige le dveloppement de nouvelles communauts de pratique. Ce processus
peut gnrer une dynamique de fragmentation par ltablissement de relations stables et slectives entre les diffrents ensembles dacteurs, en formant
des coalitions entre les communauts de pratique et les groupes organiss.
Mais cette mme relation entre les communauts de pratique et les groupes
organiss ouvre des possibilits de coopration qui peuvent favoriser une dynamique dintgration travers le recrutement de nouveaux acteurs et comptences. La pertinence de ce cadre est dmontre par ltude longitudinale
des systmes territoriaux relatifs la culture des citriques et de la production
cramique dans la Communaut Valencienne (Espagne). Si les rseaux dinnovation ont une certaine fragmentation dans le premier cas, dans le second
lintgration prdomine. Mais la plus grande varit de recherches du premier
systme contraste avec les risques de blocage dans le second, qui se place
dans une trajectoire technologique unique, mais de plus en plus complexe.
MOTS-CL : fragmentation, systmes territoriaux de production et dinnovation, apprentissage, rseaux dinnovation, Communaut Valencienne.

Juan R. GallegoBono. Facultat dEconomia. Avinguda de Tarongers s/n, 46022 Valencia, Espaa
CORRESPONDENCIA:

Gallego-Bono, J. R. (2016). Fragmentacin de las redes de


innovacin y dinmica de los sistemas territoriales de produccin
y de innovacin en sectores tradicionales. Innovar, 26(62), 23-40.
doi: 10.15446/innovar.v26n62.59386.
CITACIN:

ENLACE DOI: http://dx.doi.org/10.15446/innovar.v26n62.59386.


CLASIFICACIN JEL: B52,
RECIBIDO: Enero

O33, O38.

2014, APROBADO: Enero 2015.

RESUMEN: Para competir en la globalizacin, los sistemas territoriales de produccin en sectores


tradicionales deben convertirse en sistemas territoriales de produccin y de innovacin. Esto supone
urdir redes de innovacin ms complejas entre actores heterogneos (empresas, universidades, centros tecnolgicos, etc.), lo que genera una tensin poltica de integracin/fragmentacin de dichas
redes. Para contrastar esta hiptesis se combinan los enfoques evolucionista y del actor-red con el
enfoque de la proximidad. La construccin de redes de innovacin ms amplias exige desarrollar
nuevas comunidades de prctica. Este proceso puede generar una dinmica de fragmentacin por
medio del establecimiento de relaciones estables y selectivas entre diferentes conjuntos de actores,
formando coaliciones entre comunidades de prctica y grupos organizados. Pero esta misma interrelacin entre comunidades de prctica y grupos organizados abre posibilidades de cooperacin
que pueden favorecer una dinmica integradora a travs del enrolamiento de nuevos actores y
competencias. La pertinencia de este marco se evidencia con el estudio longitudinal de los sistemas
territoriales citrcola y cermico de la Comunitat Valenciana (Espaa). Si las redes de innovacin
presentan una cierta fragmentacin en el primer caso, en el segundo predomina su integracin.
Pero la mayor variedad investigadora del primero contrasta con los riesgos de lock-in del segundo
situado en una trayectoria tecnolgica nica aunque de creciente complejidad.
PALABRAS CLAVE: fragmentacin, sistemas territoriales de produccin y de innovacin, aprendizaje,
redes de innovacin, Comunitat Valenciana.

El autor agradece el apoyo financiero del Ministerio de Economa y Competitividad


(MINECO) (Proyecto DER2011-23528) y del programa Les sciences humaines et sociales
au cur de linterdisciplinarit pour la Mditerrane LabexMed (10-LABX-00990) de la
Aix-Marseille Universit (Francia), financiado por la Agence Nationale de la Recherche
(ANR-11-IDEX-0001-02). El artculo se beneficia adems de una beca de la Fundaci
Bancaixa para estudiar el sector citrcola; tambin se beneficia de la investigacin del
Grupo de estudios sobre la dinmica industrial y laboral de la Universitat de Valncia,
en particular del estudio del sector cermico, realizado con los profesores Josep V. Pitxer
i Campos y Juan A. Toms Carpi. El artculo moviliza y actualiza una parte de la tesis
doctoral del autor, dirigida por los doctores Emrit Bono y Juan A. Toms Carpi. El autor, adems, est en deuda con las sugerencias de tres evaluadores annimos que han
permitido mejorar significativamente el artculo.

23

Estrategia y Organizaciones
Introduccin
La innovacin es un proceso interactivo que requiere la cooperacin de diferentes actores en posesin de una parte limitada del conocimiento, necesario para la generacin de
de estas (Hayek, 1945; Lundvall, 1992; Nooteboom, 2009).
Las redes de innovacin pueden definirse como un conjunto de relaciones formales e informales entre actores que
presentan una cierta estabilidad, en las que se intercambian los conocimientos necesarios para la generacin de
innovaciones, en el marco de unas normas de coordinacin
o gobernanza y de unas relaciones de poder (DeBresson y
Amesse, 1991; Freeman, 1991; Storper y Harrison, 1991;
Nooteboom, 2009). Estas redes son variables en cuanto al
nmero y naturaleza de actores implicados, yendo desde
las formadas por empresas del tipo productor-usuario
hasta redes complejas de empresas, centros de investigacin, asociaciones de ingenieros, etc. (Freeman, 1991).
Para hacer frente a la globalizacin, los sistemas territoriales de produccin tradicionales se enfrentan al desafo
de convertirse en sistemas territoriales de produccin y de
innovacin (STPI). Estos sistemas necesitan pasar de redes
de innovacin esencialmente empresariales e informales a
redes de innovacin ms densas y formales entre empresas,
y entre empresas y centros tecnolgicos, de formacin y de
investigacin (en adelante CI) (Cooke, Uranga y Etxebarria, 1998; Isaksen, 2001). La conformacin de estos STPI
supone la aparicin de nuevos actores, de nuevas competencias y de nuevas relaciones en el territorio, lo que ofrece
posibilidades de generar nuevas redes de innovacin, al
tiempo que complica la definicin de una organizacin
fluida de los STPI debido al crecimiento de la diversidad.
Sin embargo, el estudio de este reto apenas ha recibido
atencin por la literatura. El anlisis de redes en el marco
de los STPI pone el foco en la fluidez de las relaciones entre
actores (Bla ek y alov, 2010), obviando la explicacin
del proceso conflictivo que a menudo ha sido necesario superar para alcanzar dichas relaciones. Otras veces, se pasa
por alto los conflictos que estn impidiendo generar un
autntico STPI. As pues, suele infravalorarse la fragmentacin que presentan las redes de innovacin en los STPI.
Ciertamente la literatura sobre STPI ha abordado la fragmentacin entre actores o redes. Pero casi siempre se ha
circunscrito a las empresas dentro de un mismo sector (Harrison, 1994; Storper y Harrison, 1991; Toms Carpi, Gallego y Picher, 1999; Freo, Guizzard y Giorgio, 2011), a la
fragmentacin que se producira en el marco de la conformacin de redes globales de mercancas o de valor (Freo et
al., 2011) o a la fragmentacin geogrfica (Storper, 2009).
Mucha menor atencin ha merecido la posible fragmentacin de las redes de innovacin entre actores diversos
24

(Grossetti y Bs, 2001; Giuliani, 2007; Graf y Henning,


2009; Bla ek y alov, 2010). Adems, con frecuencia
estos trabajos se centran en la fragmentacin existente en
las relaciones interempresariales (Giuliani, 2007) o la que
obedece a la falta de conexiones entre el sistema productivo y el sistema cientfico-tecnolgico (Giuliani, 2007; Bla
ek y alov, 2010). En cambio, ha recibido poca atencin
la fragmentacin que tiene su origen en la conformacin
de diferentes entramados (constituidos por una pluralidad
de actores diversos) con escasas relaciones entre s, aunque
hay excepciones. As, es interesante el efecto integrador y
centralizador de las redes de innovacin que supone disponer en los sistemas de innovacin regionales de centros
de formacin e investigacin pblicos fuertes segn un reciente estudio (Graf y Henning, 2009). Es esta dialctica
integracin/fragmentacin relativa a entramados de actores diversos la que tambin constituye el foco de atencin de este artculo.
La heterogeneidad interna de los actores de los STPI en
trminos de tamao, competencias, intereses, valores, estrategias y especializacin merece ms atencin. Asumir
esta diversidad implica que a) la existencia de una tensin fragmentacin/integracin entre actores puede ser
una constante de los STPI y que b) la naturaleza de dicha
tensin segn la historia de cada STPI puede afectar a la
estructura y dinmica de estos STPI. Se impone, pues, una
conceptualizacin que site a las fuentes de integracin y
de fragmentacin de los STPI en el ncleo explicativo de
su conformacin y de su evolucin.
La relativa fluidez en las relaciones y flujos de informacin e innovaciones, atribuida a los distritos y STPI en
general, se explica en gran medida por una conceptualizacin del aprendizaje como un proceso esencialmente cognitivo. Compartir dentro de los STPI conocimientos tcitos
y pautas culturales bastara para disfrutar de la difusin de
la informacin y de las innovaciones. Frente a este planteamiento, partir del concepto de comunidad de prctica (CP)
permite conceptualizar el aprendizaje como un proceso
mucho ms complejo y discontinuo, en el que el encuentro
de diferentes perspectivas y CP tan pronto puede generar
un proceso de integracin entre actores que conduzca al
establecimiento de nuevos aprendizajes, como a un proceso conflictivo de refuerzo de las identidades parciales
(Gherardi y Nicolini, 2002).
Sobre esta base, en el resto del artculo se comienza esbozando un marco terico que trata de combinar los enfoques evolucionista y del actor-red y un enfoque poltico de
las CP. Esto permite ampliar un enfoque territorial basado
en la proximidad para estudiar los STPI especializados en
un sector productivo (seccin 2). Con el apoyo de estudios

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longitudinales cualitativos realizados en las dos ltimas


dcadas, el marco terico ser utilizado para comprender
mejor la dialctica fragmentacin/integracin que ha presidido el proceso de conformacin y la evolucin de dos
de los STPI ms importantes de Espaa y de la Comunitat
Valenciana (CV), esto es, el sector citrcola (seccin 3) y
el sector cermico (seccin 4). La informacin del sector
citrcola procede de una investigacin realizada en 20022004 y 2007-2013 en la Comunitat Valenciana en la que
el autor ha realizado unas 150 entrevistas personales en
profundidad. En el caso del sector cermico el autor ha realizado, en el perodo 1995-1997 y 2007-2013, ms de 100
entrevistas en profundidad. En ambos sectores se entrevist a expertos, empresas, trabajadores, directores y directivos de CI, etc., con cuestionarios semi-abiertos centrados
en los aspectos cualitativos y dinmicos. Esta metodologa
sigue las recomendaciones, entre otros, de Freeman (1991),
quien aconseja los estudios longitudinales para abordar las
relaciones de poder en la evolucin de las redes de innovacin, o de Ter Wal (2013) que aconseja que tambin sea
comparativa. Ahora bien, nuestra metodologa es longitudinal, no tanto por entrevistar a varios colectivos con un

mismo cuestionario y en varios momentos del tiempo, como


por estudiar diferentes dimensiones de la evolucin de las
redes de innovacin en diferentes momentos del tiempo,
interrogando a sus protagonistas sobre nuevas cuestiones.
Unas conclusiones cierran el artculo (seccin 5).

La tensin fragmentacin/integracin
de las redes de innovacin y la
dinmica de los sistemas territoriales
de produccin y de innovacin
El aprendizaje en sistemas territoriales de produccin
Las empresas son organizaciones que integran a personas
con capacidades, objetivos y visiones divergentes. El conocimiento de las empresas est organizado en diversas comunidades (grupos de personas que comparten procedimientos
de trabajo, objetivos, etc.), que han de ser coordinadas por
el empresario, la gerencia o de forma descentralizada (Amin
y Cohendet, 2004). Pero las comunidades abrazan a personas (tcnica e ideolgicamente afines) de otras empresas

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Estrategia y Organizaciones
y organizaciones (Amin y Cohendet, 2004; Cohendet y Llerena, 2003; Roberts, 2006) locales y extra-locales.
En un sistema de produccin o distrito tradicional en el
que las empresas integran la mayor parte de tareas productivas, la cadena de valor presentar una reducida especializacin y divisin social del trabajo (Robertson y
Langlois, 1995; Toms Carpi et al., 1999; Diez-Vial y Alvarez-Suescun, 2010) y los CI no jugarn un papel significativo. Es lgico suponer que las CP sern relativamente
sencillas, esencialmente independientes y estarn asociadas a cada actividad. La necesidad de interaccin y de
integracin entre diferentes actores es bastante reducida,
porque los actores son relativamente autosuficientes. Pero
tambin es reducida la tendencia a la fragmentacin entre
las redes de innovacin establecidas por estos, dada la relativa homogeneidad o tendencia a la uniformidad que
genera la difusin del saber-hacer tradicional y la competencia entre empresas en un contexto poco diverso en actores y poco rico en relaciones formales.

CP distintas puede generar procesos de aprendizaje colectivo pero tambin conflictos entre actores celosos de preservar su identidad diferente (Gherardi y Nicolini, 2002)
y una posicin ventajosa de poder (Callon, Lascoumes y
Barthe, 2001; Mrk, Aanestad, Hanseth y Grisot, 2008).
La complejidad entre CP aumenta cuando los tcnicos de
la firmas interaccionan con investigadores pertenecientes
a diferentes culturas epistmicas (Knorr-Cetina, 1999). Se
asiste entonces en los STPI a una mayor tensin integracin/fragmentacin de las redes de innovacin dentro
de una amalgama de CP. Lo fundamental en los sistemas
de produccin y de innovacin es que se desarrolle un
cierto aprendizaje colectivo y una cierta reflexividad en
torno a la interdependencia entre actores (Morgan, 1997).

Incertidumbre y fragmentacin de
las redes de innovacin

Cuando las empresas y el sistema territorial enfrentan un


proceso de cambio tecnolgico o de innovacin en general,
la aglomeracin se torna mucho ms densa y compleja: se
reduce la integracin vertical y se intensifica la divisin
del trabajo dentro de la cadena de valor (Robertson y Langlois, 1995; Toms Carpi et al. 1999; Diez-Vial y AlvarezSuescun, 2010) y el recurso de las empresas al sistema
cientfico-tecnolgico. Surgen nuevas tareas y una mayor
profesionalizacin tcnica y gerencial de la empresa, lo
que lleva a desarrollar nuevas comunidades dentro y entre
empresas y con CI.

Las fases emergentes de creacin de innovaciones se caracterizan porque las competencias necesarias para llevarlas a trmino no estn bien establecidas (Callon et al.,
2001; Cohendet, Matthieu y Pnin, 2009). As, el proceso
colectivo de conocimiento tropieza en este momento con
dos dificultades (Cohendet et al., 2009): por un lado, un
problema de incertidumbre y de informacin incompleta
porque los actores no conocen bien las habilidades de sus
partners potenciales, lo que tiende a reducir los intercambios entre ellos; por otro lado, un problema de comunicacin porque los actores pueden hablar lenguajes distintos,
debido a su pertenencia a prcticas y disciplinas distintas.
En este marco las empresas pueden optar por una estrategia conservadora consistente en cooperar con partners
con un conocimiento prximo para facilitar el intercambio
de conocimiento (Pyka, Gilbert y Ahrweiler, 2010).

Para que estos procesos de especializacin sean efectivos


se requiere de un nivel alto de interaccin y de integracin
entre actores, lo que pasa por la conformacin de redes
de innovacin. Y es necesaria, a su vez, una comunicacin
fluida entre actores para que fructifique una proximidad
organizada (tcnica, organizacional e institucional) entre
estos (Torre, 2006). Las innovaciones son nuevas combinaciones de recursos que permiten mejorar o generar nuevos
productos, nuevos procesos productivos o nuevas formas
de comercializacin o de organizacin. Estas innovaciones
requieren del desarrollo de nuevos conocimientos tericoprcticos que se nutren a su vez de diversos procesos de
aprendizaje (sistemtico, en la realizacin de actividades
cotidianas de produccin, etc.) (Lundvall y Johnson, 1994).
Estas diferentes formas de aprendizaje van a desarrollarse
en el seno de las empresas y otras organizaciones y en la
interaccin entre estas. De este modo, la interaccin entre

Desde la perspectiva del actor-red, una forma de ampliar la


red obedece a que los actores son capaces de tejer redes
relativamente complejas gracias a los intermediarios (documentos, artefactos, conocimiento, etc.) que estos actores
ponen en circulacin. Es consustancial a este proceso la redefinicin de la identidad de los actores que se produce
con la construccin de esta red de innovacin y el proyecto
colectivo que comporta, lo que permitira definir nuevas
trayectorias tecnolgicas que integraran a actores heterogneos (Callon, 1986; Callon et al., 2001; Latour, 2005).
Ahora bien, en un territorio formado por actores relativamente heterogneos, todos los actores y todos los intermediarios que estos pueden poner en circulacin no tienen la
misma capacidad para reducir la incertidumbre y para facilitar la comunicacin entre actores. En este punto se abren
dos opciones para ampliar las redes: por un lado, recurrir a
la importancia del poder (de ciertos actores) para enrolar

El aprendizaje en sistemas territoriales


de produccin y de innovacin

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a otros actores en la red; por otro, apelar a la proximidad


de competencias y de capacidad de absorcin o, en trminos tcnico-organizativos y culturales (Torre, 2006) o de
pertenencia a la misma CP, como elementos que facilitan
la insercin en la misma red de innovacin. Exploraremos
ambas explicaciones en los siguientes apartados.
Por tanto, la existencia de empresas, CI y administraciones
pblicas, con competencias, estrategias y visiones distintas, requiere de una elevada interaccin e integracin
entre ellos para construir redes de innovacin. Pero en la
medida en que los actores sean selectivos en sus relaciones
(Giuliani, 2007), y no siempre se comuniquen con facilidad
con actores menos afines, aparecer una elevada tendencia a la fragmentacin de las redes de innovacin. Una
vez se conforman redes distintas, el carcter acumulativo
y path-dependency del aprendizaje, las competencias y las
relaciones interpersonales podran explicar la generacin
de importantes inercias. Dichas inercias podran llevar a los
actores a quedar encerrados (lock-in) en una trayectoria tecnolgica de explotacin de competencias en lugar de optar
por la exploracin de nuevas competencias (March, 1991).
Para obtener algunos vectores que nos permitan representar las lgicas de relacin definitorias de las redes de
innovacin, hemos de profundizar en la conceptualizacin
del aprendizaje por la va de las CP.

La naturaleza social y poltica de


las comunidades de prctica
El aprendizaje puede ser conceptuado no solo como un proceso cognitivo sino como un proceso social de participacin
en el seno de CP (Lave y Wenger, 1991). Al aprendizaje como
posesin (de conocimiento) se opone el aprendizaje como
prctica, es decir, como knowing, enfatizando el proceso de
elaboracin del conocimiento (Amin y Cohendet, 2004). Se
rechaza la oposicin entre conocimiento prctico y conocimiento cientfico (Lave y Wenger, 1991; Amin y Cohendet,
2004), lo que lleva a relajar las diferencias entre comunidades de prctica y comunidades epistmicas. Entendido
como un proceso de participacin en el marco de CP, el
aprendizaje se inserta en un contexto social inmerso en relaciones de poder (Wenger, 2001; Gherardi y Nicolini, 2002;
Mrk et al., 2008). Esto obedece a que tanto en las CP de
las empresas, como en las que integran a trabajadores y profesionales de diferentes empresas y otras organizaciones,
se establece un doble proceso de lucha por el reconocimiento individual y por la defensa de una cierta identidad
y posicin colectiva respecto a otras CP y actores pblicos.
Vamos a delimitar estos diferentes aspectos para entender
el funcionamiento de las CP y su importancia en la tensin integracin/fragmentacin de las redes de innovacin.

Las CP generan rutinas y resistencia al cambio (Roberts,


2006), especialmente cuando se trata de desarrollar innovaciones radicales que cuestionen las prcticas adquiridas.
De ah que las innovaciones radicales suelan requerir el
desarrollo de nuevas CP (Roberts, 2006). Ahora bien, el
hecho de que las CP tiendan a desbordar los lmites de la
empresa y de cualquier organizacin en particular es esencial para explicar su condicin de vehculo de la tensin
integracin/fragmentacin de las redes de innovacin. En
efecto, si las CP se desarrollaran nicamente dentro de organizaciones empresariales concretas, podran ser difcilmente sostenibles en el tiempo, dado que los frecuentes
cambios que afectan a las empresas podran cuestionarlas.
Por el contrario, las CP que se desarrollan independientemente de estas organizaciones a travs de las relaciones
entre sus miembros podran ser muy importantes en la
creacin y transferencia de conocimiento, porque la vida
activa de sus miembros dentro esta segunda organizacin podra ser ms duradera, pudiendo ganar mucha ms
legitimidad dentro de esta que dentro de cualquier organizacin individual (Roberts, 2006).
Esto tiene una implicacin fundamental y es que, si bien
las CP tienen una dimensin espontnea e informal importante (Thompson, 2005; Roberts, 2006), esta dimensin no debera exagerarse. Para defender su identidad y
sus intereses los actores que conforman las CP tratarn a
menudo de desarrollar mecanismos formales de relacin y
de representacin, tales como asociaciones de tcnicos, de
investigadores, etc. As lo han mostrado Belussi y Sedita
(2012) en su anlisis de los distritos industriales, aunque
sin extraer las inferencias correspondientes. Adems, en
tanto actores interorganizacionales de carcter ms estable y permanente van a convertirse en el blanco de inters de los grupos organizados (asociaciones de tcnicos
o de investigadores, etc.).
Por otra parte, las CP y, en especial, las comunidades epistmicas (CP de cientficos-investigadores) dotadas de culturas (epistmicas) distintas (Knorr-Cetina, 1999) con las
que enfrentar problemas, no solo se organizan para defender sus intereses, sino que son con frecuencia el centro
de inters del Estado u actores pblicos o privados organizados (Haas, 1992, Dunlop, 2013). Y los propios cientficos
adoptan decisiones polticas en su trabajo (Callon et al,
2001). Las decisiones compartidas de los gobiernos ganan
legitimidad cuando se producen en el marco de un discurso cientfico, en el que el debate y el compromiso poltico reflejan el consenso de los expertos () (Haas, 2004,
pp. 576-577). Tambin los cientficos y comunidades epistmicas ven reforzado su posicionamiento interno en el
marco de este tipo de poltica abierta al escrutinio cientfico (Haas, 2004). Se generan as coaliciones de intereses

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Estrategia y Organizaciones
de apoyo mutuo entre actores organizados, pblico-privados, cientfico-tcnicos y empresariales.
Ahora bien, qu ocurre en este marco cuando se trata
de adoptar innovaciones radicales? Algunos estudios evidencian que cuando las empresas se enfrentan a la generacin de un proceso de innovacin que cuestiona la
forma tradicional de hacer las cosas por diferentes CP y
CE involucradas, y que puede suponer una reordenacin
de roles entre estas, ello genera tensiones especialmente
entre los grupos organizados que representan o apoyan
a las diferentes comunidades (Swan, Scarbrough y Robertson, 2002), lo que podra fundamentar una estrategia
relacional conservadora. Ahora bien, estos autores evidencian cmo la idea misma de crear una nueva comunidad de
prctica puede jugar un papel discursivo que ayude a limar
las diferencias entre empresas y entre CP y CE, as como a
cooperar entre ellas. Son los grupos organizados (en torno
a diferentes especialidades cientficas) los que pueden impulsar el cambio de actitud de sus miembros con el incentivo de la definicin de un nuevo mbito de prctica, de
conocimiento y de innovacin.
En suma, es el espacio poltico generado en torno a las
CP el que puede reforzar tanto la tendencia a la fragmentacin como a la integracin de la redes de innovacin.
En efecto, en cuanto terreno organizado de lucha entre
grupos distintos, el espacio poltico puede suscitar el conflicto y la fragmentacin; pero en cuanto espacio de negociacin y acuerdo, tambin puede propiciar la integracin
y la creatividad social en la forma de nuevas redes ms
amplias. Esta es la hiptesis esencial del artculo.

Integracin/fragmentacin de las
redes y dinmica territorial
Cmo se puede representar la conformacin de las redes
de innovacin en el caso de los STPI a la luz de esta conceptualizacin de las CP? Belussi y Sedita (2012) han conceptuado la formacin de redes sociales de los distritos
industriales a travs de la interrelacin de CP, constituidas
por grupos de profesionales, vinculados informalmente por
un propsito comn: la resolucin de problemas tcnicos
(Belussi y Sedita, 2012, p. 168). Pero estos autores han infravalorado la organizacin colectiva de los miembros de las
CP en defensa de sus intereses o su cooperacin con otros
actores pblicos y privados, nacionales o internacionales
organizados. Hay que intentar pues cubrir esta laguna.
La conformacin de un STPI comporta el establecimiento
de relaciones de cooperacin entre empresas y CI para
la generacin de innovaciones (Morgan, 1997; Cooke et

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al., 1998; Isaksen, 2001; Bla ek y alov, 2010; Ter Wal,


2013). La proximidad organizada entre actores diversos
deriva en los sistemas territoriales del encastramiento de
sus relaciones de cooperacin en relaciones sociales (Torre,
2006; Grossetti y Bs, 2001). Grossetti y Bs (2001) sealan la existencia en las relaciones empresas/CI de las
tres lgicas de encastramiento siguientes: a) una lgica
de red, destacando la formacin (profesor-alumno), el mercado de trabajo y las actividades profesionales o incluso
familiares como el motor de los vnculos; b) una lgica de
institucin, en la cual es la actuacin de una institucin
o entidad exterior a las organizaciones la que favorece la
cooperacin entre actores diversos, y c) una lgica de mercado, cuando empresas y CI se ponen en contacto por va
publicaciones cientficas, etc., sin que exista una relacin
previa entre ellos. Aunque no se trata de una pura relacin impersonal de mercado coordinada nicamente va
precios, se la denomina de este modo porque es una produccin que puede tener lugar sin que medie ningn tipo
de densidad relacional (tcnica o cultural) previa, sino nicamente el inters y reconocimiento por las competencias
de otro actor.
El marco anterior permite ampliar la lgica institucional de
Grossetti y Bs (2001). Primero, las instituciones con vocacin de aglutinar a actores diversos destilan una lgica de
institucin en virtud de la cual pueden promover un aprendizaje colectivo (Crevoisier, 2004) entre actores y comunidades distintas, pero tambin pueden generar o reproducir
los conflictos entre estos actores. Adems, las administraciones pblicas pueden contribuir a ambos procesos.
Segundo, las instituciones producen inercias y, por ende,
efectos acumulativos susceptibles de generar procesos de
integracin/fragmentacin de las redes de innovacin.
Por otra parte, sostenemos que la lgica de la red, como
base de la bsqueda de una proximidad organizada para
conformar nuevas redes de innovacin, alimenta la tensin
fragmentacin/integracin de los STPI. Por un lado, esta
lgica es una fuente de diversidad tanto en las relaciones
de formacin y los mercados de trabajo, como en las perspectivas epistmicas y en las propias relaciones de poder,
la poltica pblica y el marco institucional. Por otro lado, si
un actor es un punto de paso obligatorio en las redes de
innovacin gracias al carcter estratgico de su posicin
territorial y de los intermediarios que pone en circulacin
(Callon, 1986), esto genera un proceso de integracin y
de ampliacin de las redes de innovacin susceptible de
superar aquella fragmentacin, porque, al menos temporalmente, los actores enrolados en la red del actor lder
aceptan la organizacin entre actores heterogneos que
propone dicha red.

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Por ltimo, la propia dinmica o evolucin de la innovacin puede contribuir tanto a la fragmentacin como a la
integracin de las redes de innovacin. La fragmentacin
puede provenir de los conflictos o de la diversidad, pero
por razones distintas. El conflicto puede generar un distanciamiento entre actores y redes diferentes; la diversidad
dificulta las relaciones entre actores y redes, tanto en trminos de competencias como de gobernanza. Pero la diversidad no implica necesariamente conflicto y define una
gran oportunidad para la exploracin de nuevas competencias. Por otro lado, la integracin puede estar asociada
a la dominacin o a la construccin de consensos. La integracin procede entre dos extremos: por aumento de la
diversidad en torno a una nica red, mientras se reduce en
las redes independientes, o por una diversidad en las redes
independientes pero poco integradas.

y desde los noventa del siglo XX, se asiste a la proliferacin


de normas y estndares pblicos y privados en la produccin y acondicionamiento de los productos, asociados a
este dominio de la gran distribucin y a la propia preocupacin por la seguridad alimentaria, ante algunos casos
muy graves de intoxicacin alimentaria en Europa. Segn
Callon et al. (2001), el caso de las vacas locas cambi para
siempre las relaciones entre ciencia y poltica. Se pensaba
que para tomar buenas decisiones bastaba con apoyarse
en conocimientos indiscutibles, y he ah que hay que tomar
decisiones () en la ms profunda de las incertidumbres
(Callon et al., 2001, pp. 11-12). Dichas normas y estndares
alteran radicalmente las exigencias de acceso a los mercados de frutas en fresco, en especial en la Unin Europea,
la regin ms exigente a este respecto, lo que introduce
grandes limitaciones en las materias activas permitidas en
los productos fitosanitarios.

Sector citrcola valenciano: predominio de la


fragmentacin de las redes de innovacin en
el marco de actores diversos bien establecidos

En un sector como el valenciano, volcado desde siempre a la


exportacin hacia Europea Occidental, las nuevas exigencias espolearn desde los primeros aos de la dcada de
los noventa a las centrales citrcolas ms innovadoras a incorporar a titulados universitarios para cumplir las normas
y estndares. Estas contrataciones definen un primer fenmeno simultneo de colaboracin empresas/CI y de definicin y fragmentacin de redes de innovacin. En efecto,
las centrales citrcolas incorporarn mayoritariamente a ingenieros agrnomos e ingenieros tcnicos agrcolas, procedentes de la UPV. Ser minoritario el colectivo incorporado
de bilogos y qumicos formados generalmente por la UV.
Aqu va a operar una lgica de red vinculada a las relaciones profesor-alumno que, unida a la distinta cultura
epistmica de agrnomos y titulados e investigadores de
ciencias, puede explicar un primer episodio de fragmentacin relativa.

Organizacin territorial del sector:


empresas, sectores e instituciones
Espaa es el sexto productor mundial y el primer exportador
mundial de ctricos en fresco (FAO, 2013). La CV representa
casi el 65% de la produccin y el 76% de las exportaciones
espaolas (IVEX, 2013a). En la CV los ctricos ocupan una
amplia franja costera de su territorio y el sector est organizado en torno a centrales citrcolas. Son empresas, de
capital valenciano y de carcter tradicionalmente familiar,
que compran la produccin a los agricultores y se encargan
de su acondicionamiento y comercializacin. Tambin existe
un nutrido nmero de centrales cooperativas. Las centrales
citrcolas, privadas y cooperativas, son correa de transmisin de los impulsos del mercado a los agricultores. Para
acondicionar los productos, se apoyan en el subsector de
maquinaria y de productos qumicos de postcosecha, formado mayoritariamente por pymes valencianas. Tambin
se localizan en la CV los proveedores de inputs para la produccin agraria, firmas nacionales e multinacionales integradas al territorio.

Los bilogos o qumicos trabajan o estn ms relacionados con el IATA, mientras que los ingenieros agrnomos
se acercan ms al IVIA, porque all hay muchos ingenieros
agrnomos, o a algn departamento de la UPV. En el
AINIA hay farmacuticos, bilogos, qumicos, pero muy
pocos ingenieros agrnomos, los ingenieros que hay son
industriales. Nuestra base de producto en fresco es la ingeniera agrnoma. La separacin entre universidades y
centros de investigacin desde la propia formacin, por
deformacin de quienes trabajan y ensean dentro de un
campo de conocimiento, aqu marca. (Entrevista con responsable de calidad de central citrcola, 2004).

La CV dispone desde antao de un sistema de innovacin


regional relativamente plural en cuanto a CI con influencia
en el sector citrcola (Tabla 1).

Normalizacin del sector y definicin


de las redes de innovacin
Desde los ochenta, comienzan a dominar las grandes cadenas de supermercados en la distribucin de los productos,

Esta fuente de fragmentacin explica que la relacin del


IATA con las centrales citrcolas se produzca a travs de
cooperativas, gracias a las complicidades epistmico-personales entre muy pocos directivos de una cooperativa de

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Estrategia y Organizaciones
TABLA 1. Instituciones de la Red de Ctricos del IVIA en la Comunitat Valenciana
Naturaleza

Origen

Instituto Valenciano de Investigaciones


Agrarias (IVIA)

Instituciones y organizaciones

Centro de Investigacin. Organismo Autnomo


de la Generalitat Valenciana (gobierno
regional), adscrito a la Conselleria de
Agricultura, Pesca y Alimentacin (CAPA)

Creado en 1991. Se remonta a finales del siglo XIX;


en 1970 se constituye el CRIDA 07 (Ministerio
de Agricultura gobierno central) y en 1984 el
actual IVIA.

Instituto Tecnolgico Agroalimentario (AINIA)

Asociacin empresarial sin nimo de lucro


perteneciente a red de institutos del Instituto
de la Mediana y Pequea Industria Valenciana
(IMPIVA)

Se cre en 1987 por iniciativa de un grupo de


empresas y del IMPIVA

Instituto de Agroqumica y Tecnologa de


Alimentos (IATA)

Centro Superior de Investigaciones Cientficas


(CSIC)

Surgi en 1957 en la Facultad de Ciencias


Qumicas de la Universidad de Valencia (UV)

Departamento de Ecologa y Cultivos


Agroforestales. Ctedra de Entomologa

Universidad Politcnica de Valencia (UPV)

ETSIA (Escuela Tcnica Superior de Ingenieros


Agrnomos) creada en 1959

Departamento de Produccin Vegetal.


Ctedra de Citricultura.

Universidad Politcnica de Valencia (UPV)

ETSIA (Escuela Tcnica Superior de Ingenieros


Agrnomos) creada en 1959

Instituto de Biologa Molecular y Celular de


Plantas (IBMCP)

Centro Mixto CSIC-UPV

Creado en 1992

Servicio de Desarrollo Tecnolgico


Agrario (SDTA)

CAPA. Centro de Transferencia de Tecnologa en


Cultivo ligado al IVIA

Creado en 1996

rea de Proteccin de Cultivos (APC)

CAPA. Transferencia de Tecnologa en


proteccin y certificacin vegetal.

Creada administrativamente en 1999. Como


servicio valenciano de sanidad vegetal y plagas
se remonta a principios del siglo XX.

Departamento de Calidad y Sistemas

ANECOOP Soc.Coop.(Gran grupo multinacional)

ANECOOP se crea en 1975 y el Departamento


de Calidad y Sistemas en 1993

Departamento de Produccin y Desarrollo

ANECOOP Soc.Coop.

Creado en 1998

Agrupacin de Viveristas de Agrios


(A.V.A.S.A)

Asociacin privada

Creado en 1976 por asociacin de 9 viveros


autorizados

Comit de Gestin para la Exportacin de


Ctricos

Asociacin Privada que incluye al comercio privado y entidades afines

Se constituye en 1972

Intercitrus

Interprofesional Citrcola Espaola

Creacin en 1993

Fuente: elaboracin propia a partir de entrevistas personales con responsables de las instituciones.

segundo grado y el IATA. Pequeos eventos son aqu determinantes en la fragmentacin.


La principal fragmentacin que existe en el STPI de la
citricultura valenciana consiste en una relacin mucho ms
estrecha de las cooperativas con los CI con respecto a la
que mantienen las centrales privadas. Ahora bien, dicha
fragmentacin no obedece esencialmente a la asociacin
de ambos tipos de entidades a dos culturas epistmicas
distintas, porque tanto en las centrales privadas como en
las cooperativas dominan los agrnomos. Es ms bien 1)
la diferente relacin con la esfera de la produccin y 2) la
compleja lgica institucional, que conforman el juego interrelacionado de culturas epistmicas, relaciones de poder
y marco institucional, las que van a definir los vectores
bsicos del proceso de integracin/fragmentacin de las
redes de innovacin.

30

Las nuevas exigencias mercadolgicas imponen la normalizacin de las prcticas agrarias, tanto en la produccin (buenas prcticas agrcolas) como en los almacenes
de confeccin (anlisis de puntos crticos de control, BRC,
etc.) y en el transporte del producto. Este proceso ha llevado a intensificar las relaciones entre centrales citrcolas
y agricultores, con un asesoramiento de las primeras a los
segundos. La obligacin de las cooperativas de comercializar el producto de sus socios las convierte en un actor
estratgico que espolea la mejora de las explotaciones de
los socios. Los tcnicos se encargan del asesoramiento y
control de calidad de la produccin de los socios y de la
gestin de la calidad en el almacn. La fuerte implantacin de las cooperativas en el territorio valenciano favorece este proceso. Adems, la creacin de estructuras de
segundo grado para comercializar conjuntamente la produccin, destacando ANECOOP, permite a esta ltima investigar y realizar proyectos conjuntos con CI, asesorando

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sistemticamente a las cooperativas de base. Finalmente,


al contar con una importante red de campos de experimentacin, las cooperativas llegan a ser un interlocutor
atractivo de los CI especializados en el mbito de la produccin, que son la mayora (Gallego, 2008).
Estos elementos son importantes para explicar la relacin
ms estrecha con las cooperativas que con las centrales
privadas de centros de investigacin y formacin (IVIA,
UPV, etc.), y de centros de difusin de innovaciones de la
CAPA y el IVIA (SDT y APC) (Tabla 2). Esto remitira a una
cierta afinidad (epistmica y de lgica de red) entre mbitos de especializacin en la cadena de valor y en la investigacin, que convergen en el terreno de la produccin.

Predominio de la fragmentacin de
las redes, con variedad reticular
Ahora bien, necesitamos recurrir a diferentes aspectos de
la lgica institucional para entender esta fragmentacin
entre centrales privadas y cooperativas, en lo relativo a
su relacin con CI. Primero, la CAPA promueve la cooperacin del IVIA con la UPV y la difusin de innovaciones,
por un lado, del IVIA y de la UPV (Ctedra de Citricultura)
a travs del SDT y, por otro lado, del IVIA y la UPV (Departamento de Ecologa y Sistemas Forestales) a travs del

APC. En todo este entramado, juegan un papel crucial los


tcnicos de las ATRIAS y ADVS2, que se encuentran mayoritariamente en las cooperativas, en coherencia con la
asuncin de estas organizaciones del control de la produccin en las explotaciones de sus socios. Estos tcnicos son
el blanco de la poltica de difusin de innovaciones de la
CAPA. En principio, esta lgica institucional ha favorecido
la conformacin de una red de innovacin cada vez ms
compleja en torno al IVIA y la UPV y las instituciones de
difusin, con las ATRIAS y ADVS como intermediarios (Gallego, 2008).
El Consejo Rector del IVIA incluye, adems de altos cargos
de la CAPA y de la Generalitat Valenciana, actores diversos
como el AINIA, la Federacin de Cooperativas de la CV, las
asociaciones profesionales agrarias (Memoria Actividades
del IVIA 2012, 2013) e indirectamente la UPV a travs del
Consejo Cientfico del IVIA. Por tanto, prima facie el IVIA
podra intensificar esta lgica institucional integradora
entre actores y redes distintas. Ahora bien, sin negarle este
2

Son agrupaciones para el tratamiento integrado en la agricultura y


de las asociaciones de defensa vegetal, reguladas, respectivamente, por el Ministerio de Agricultura (Administracin Central) y por la
Conselleria dAgricultura (Gobierno regional). Agrupan a agricultores que se compromete a realizar la lucha integrada contra plagas
bajo supervisin tcnica.

TABLA 2. Distribucin sectorial de los recursos de los Centros de Investigacin (CI) gastados en actividades con empresas de

la cadena de valor citrcola


Centros de generacin y difusin de innovaciones
AINIA
Subsectores de la cadena
de valor citrcola

IVIA

UPV. Ctedra
Citricultura

UPV. Ctedra
Entomologa

CAPA.
SDT

CAPA.
APC

En total
actividad
con empresas
(En %)

En total actividad
con empresas
(En %)

En total
actividad
con
empresas
(En %)

En total
actividad
con
empresas
(En %)

En I + D
(En %)

En total
actividad
con
empresas
(En %)

En I + D
(En %)

En total
actividad
con
empresas
(En %)

Viveristas

70

27

20

Maquinaria para cultivo,


riego, etc.

13

32

Abonos, productos fitosanitarios, anlisis

15

15

33

Fincas privadas

22

10

20

43

Productos qumicos y maquinaria postcosecha

40

17

15

17

Total centrales hortofrutcolas

40

51

17

45

70

78

32

- Comercio privado

s.d.

s.d.

- Cooperativas

s.d.

s.d.

17

45

69

78

25

Servicios ingeniera

14

15

Total sub-sectores

100

100

100

100

100

100

100

100

Fuente: elaboracin propia a partir de Gallego (2008).

RE V. I N N OVA R VOL . 2 6, N M . 6 2, OC TU BR E-D IC I E M B R E DE 2 016

31

Estrategia y Organizaciones
papel, hay que tener en cuenta que en el Consejo Rector
del IVIA no est representado el CGC (Comit de Gestin
para la Exportacin de Ctricos, entidad vinculada a las
centrales privadas y otras entidades afines). Esto apunta
a una lgica institucional desintegradora que puede vehicular la fragmentacin de las redes de innovacin. En
efecto, desde el CGC se atribuye esta falta de presencia en
el Consejo Rector del IVIA a las presiones sobre todo de una
de las dos grandes organizaciones profesionales agrarias
existentes (entrevista con director tcnico del CGC, 2013).
El IVIA se puede convertir as en el blanco de las crticas y
controversias en un contexto conflictivo entre las centrales
citrcolas privadas y las organizaciones agrarias. Este enfrentamiento obedece a la cada de los precios percibidos
por los agricultores y la degradacin de las condiciones de
venta de los productos al comercio privado en un contexto
de sobreproduccin y de cambio en las relaciones de poder
y de distribucin de la renta favorable al comercio privado.

de Agricultura las autorizaciones para utilizar excepcionalmente productos fitosanitarios que no cumplen la reglamentacin europea. Se trata pues de mbitos de gran
alcance para el sector. La complementariedad tcnicocientfica del grupo hace que los diferentes colectivos que
se integran en el mismo se respalden mutuamente dentro
de sus propias CP (de tcnicos de la CAPA y de ATRIAS e
investigadores). En el grupo de ctricos se funde la comunidad de prctica y la comunidad epistmica, porque hay
una relacin interactiva y sinrgica entre tcnicos e investigadores del grupo debido al carcter aplicado de la investigacin en materia de lucha contra plagas y enfermedades.
Este proceso podra aislar indirectamente al CGC, aunque
los comercios participen en las ATRIAS a travs de las Sociedades Agrarias de Transformacin. Pero lo fundamental
es que esta fragmentacin (exclusin del CGC del GNC)
responde ms a inercias institucionales de origen externo
que a un conflicto entre actores, que no existe.

Adems, la propia dinmica de la innovacin, en la forma


de una tendencia reciente a la apropiabilidad privada (mediante su registro pblico) de las innovaciones en nuevas
variedades (entrevista con el director del IVIA, 2007),
puede realimentar este enfrentamiento e intensificar la
presin sobre el IVIA. En efecto, dicha tendencia al registro
de las variedades genera un conflicto subyacente entre a)
las centrales privadas (cada vez mayores propietarios de
tierras), en busca de las mejores variedades para registrarlas y explotarlas de forma privada, y b) el IVIA con un
mandato pblico de investigar y poner a disposicin de los
agricultores las nuevas variedades. Por otra parte, la importancia competitiva estratgica de las nuevas variedades
ha llevado a las centrales privadas a desarrollar redes globales para anticipar el descubrimiento de variedades importantes (entrevista con director tcnico del CGC, 2013).

En efecto, la razn de que el CGC no participe en el GNC


parece residir en que tradicionalmente el Ministerio de
Agricultura ha considerado al CGC como vinculado al Ministerio de Comercio (entrevista con el director tcnico del
CGC, 2013), de modo que no lo ha involucrado en esta
institucin. El hecho de que la seccin valenciana del GNC
haya desarrollado una poltica de lucha biolgica contra
plagas acorde con las exigencias mercadolgicas a las
centrales citrcolas (entrevista con el jefe del Servicio de
Sanidad Vegetal de la CAPA, 2013) respalda este argumento. Aunque coherente con este tipo de fragmentacin,
lo sorprendente es que las personas entrevistadas desconocan el trabajo de lucha contra plagas y enfermedades
realizado por la institucin pareja en la que no participan,
dada la gran relevancia y complementariedad del trabajo
de ambas entidades. Si la labor del GNC es importante,
la labor del CGC no lo es menos a travs del Comit de
Liaison de lAgrumiculture Mditerranenne (CLAM). Este
ltimo rene desde 1950 a los pases productores de ctricos del Mediterrneo y cuenta con comits tcnicos que
abordan la lucha contra plagas y enfermedades, siendo el
interlocutor de las instituciones europeas y mundiales en
materia de ctricos y de plagas y enfermedades.

Una fuente indirecta de fragmentacin de las redes de innovacin entre las centrales privadas y las cooperativas es
la que tiene su origen en inercias institucionales. La institucin a la que nos referimos es el Grupo Nacional de Trabajo
de Ctricos (GNC). Los grupos nacionales de trabajo fueron
creados por el Ministerio de Agricultura en los aos setenta
para coordinar las diferentes regiones en los distintos cultivos relevantes en la agricultura espaola, en materia de
plagas y enfermedades. La seccin valenciana del Grupo
de Ctricos est formada por mandos intermedios de perfil
tcnico de las Conselleria de Agricultura, por expertos investigadores y profesores (del IVIA y de la UPV) y por tcnicos de las ATRIAS, normalmente de cooperativas.
En estos grupos se hacen recomendaciones de productos
para la lucha contra las plagas y enfermedades, se fijan
reglas y estndares productivos y se solicitan al Ministerio
32

Otra prueba de la importancia de la dimensin poltica


de las CP para entender la dinmica de integracin/fragmentacin de las redes de innovacin es que una de las
organizaciones profesionales agrarias (la Asociacin Valenciana de Agricultores) rechaza la va cooperativa como
instrumento para que los propietarios agrcolas traten de
hacer frente a los problemas de estructuras y de cada de
la rentabilidad de las explotaciones (Aguado, 2005). Y
esta misma organizacin profesional forma parte, junto a

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INNOVAR

JOURNAL

las empresas comerciales privadas integradas en el CGC,


de la Confederacin Empresarial Valenciana. AVA y CGC
forman parte de la misma asociacin empresarial pese a
que las organizaciones empresariales agrarias responsabilizan a los asociados del CGC de la cada de las rentas y los
precios percibidos por la produccin de sus asociados. Esta
alineacin institucional entre AVA y CGC podra alimentar
la fragmentacin entre cooperativas y CI, por un lado, y
comercio privado, por otro.

innovacin (Escardino, 2001, Salom y Albertos, 2006),


cuando se inicia el proceso de reconversin tecnolgica a
principios de los ochenta hasta su consolidacin en la primera mitad de los noventa, no exista en la zona un sistema de innovacin plural y diverso (Tabla 3). Por tanto,
hasta la llegada a la zona del ITC (y su vinculacin a la
UJI), el sector-territorio careca de entidades con capacidad de investigacin en interaccin con el sector.

En el caso de AINIA, aunque predomina la referida orientacin de ciencias, se observa entre el personal directivo
un aumento de la presencia de ingenieros agrnomos o
industriales y de doctores en tecnologa de alimentos por
la UPV (Memoria AINIA, 2013), coherente con el enfoque
interdisciplinar y orientado a la empresa del centro (Entrevista con el director del AINIA, 2003). El nmero de
centrales privadas y de cooperativas asociadas al AINIA
es bastante parecido (Listado de empresas asociadas al
AINIA en 2013), lo que permite afirmar que este es el nico
CI que mantiene una cierta simetra en las relaciones entre
ambos tipos de organizaciones. La prestacin de una amplia gama de servicios, caracterstica de los institutos tecnolgicos, tambin contribuye a explicarlo.

Cambio tecnolgico radical y definicin


de las redes de innovacin

El sector cermico de Castelln: la inexorable


tendencia a la integracin de las redes de
innovacin propiciada por un actor lder
Organizacin territorial del sector:
empresas, sectores e instituciones
Con el 3,7% de la produccin de pavimentos y revestimientos cermicos, Espaa ocupa el sexto lugar mundial en
2011, pero el tercer puesto en la exportacin mundial con
el 12,4% del total detrs de China (39%) e Italia (14,0%)
(Stock, 2012). El 94% de la produccin y el 92% de las exportaciones espaolas de baldosas cermicas se realizan
en la provincia de Castelln (IVEX, 2013b), al norte de la
CV, un distrito industrial lder mundial junto con el distrito
de Sassuolo (Italia).
Las principales fases del proceso productivo son el aprovisionamiento y tratamiento de las materias primas, el prensado y el esmaltado y coccin del producto. Durante los
aos setenta y primera mitad de los ochenta las firmas
cermicas apenas innovaban, dependiendo de los proveedores italianos de maquinaria, debido a la escasa atencin
que conferan al conocimiento cientfico-tcnico para ser
competitivas (entrevista con directivo del Instituto de Tecnologa Cermica, 1997; Gallego, 1997). Por eso, aunque
hoy presenta un importante entramado institucional de

La llegada del gas natural a Castelln en 1981 permiti


la adopcin de los nuevos mtodos necesarios para reconvertir el sector y que ya se utilizaban en Italia. La especializacin de Castelln en revestimientos y la dificultad
especial que comportaba su fabricacin por monococcin estimularon la interaccin entre firmas cermicas y
firmas de esmaltes en la bsqueda de nuevos esmaltes
apropiados para fabricar este producto. Irrumpe adems
el Instituto de Tecnologa Cermica (ITC), especializado en
ingeniera qumica, que cooperar con las firmas cermicas
y con las firmas de esmaltes de origen local en la generacin de una innovacin radical, la monococcin porosa
(mtodo de fabricacin de revestimientos con una nica
coccin y esmaltes ms sofisticados), que harn que el subsector espaol de esmaltes devenga lder mundial. Esta innovacin y la complejidad tcnica de producir los nuevos
esmaltes estimulan un cambio en la divisin del trabajo
intrarrama y la aparicin de un sector independiente especializado en la produccin de esmaltes, frente a la anterior
produccin de esmaltes por las firmas de baldosas (Toms
Carpi et al., 1999). Esta especializacin generar inicialmente fragmentacin y conflictos entre firmas cermicas
y esmalteras, porque la novedad tecnolgica en la produccin y aplicacin de los nuevos esmaltes haca que fuese
difusa la responsabilidad de ambos tipos de firmas. El ITC
mediar en esta relacin, fijando normas y estndares y
atribuyendo responsabilidades a ambos tipos de empresas
(Gallego, 1997). Por tanto, el paso a un sistema empresarial integrado con fuertes relaciones intersectoriales ha
requerido de la superacin de una tendencia a la fragmentacin intersectorial intra-rama esencial para que se produzca el cambio radical del sector. El ITC se convierte as
en un punto de paso obligatorio de las redes de innovacin. Adems, aunque el ITC no es un actor mismo de la
red de innovacin impulsa indirectamente una potente lgica de red, asociada a su capacidad para interpretar la
revolucin que est experimentando el sector-territorio e
imbuirlo de su cultura epistmica. En este sentido, la Tabla
4 muestra la capacidad del ITC para integrar a las empresas del conjunto de sectores de la cadena de valor el

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33

Estrategia y Organizaciones
TABLA 3. Instituciones de apoyo al sector cermico de Castelln
Instituciones y organizaciones

Naturaleza

Origen

Instituto de Tecnologa Cermica (ITC)

Centro mixto de docencia universitaria e investigacin. Tiene su antecedente en el Instituto de


Creado en 1992 e integrado en la Universitat Jaume I (UJI) Qumica Tcnica y Formacin Profesional de la
desde 1993. Opera en el Campus de Castelln desde 1983 Universidad de Valencia creado en 1969
y con la creacin de la Asociacin de Investigacin de las
Industrias Cermicas (AICE) en 1984, es el instituto cermico de la red del IMPIVA.

Departamento de Qumica Inorgnica


y Orgnica

Pertenece a la UJI y destacan sus investigaciones en pig- Opera en Castelln desde 1988
mentos cermicos

ALICER

Formacin e investigacin en materia de diseo cermico. Creada en 1993 por el ITC y el IMPIVA.
Instituto de la red del IMPIVA

Laboratorio Cermico Sebastin Carpi


(LCSC)

Especializado en ensayos

Creado en 1973 por iniciativa del Colegio


de Ingenieros de Castelln.

Asociacin de Tcnicos Cermicos (ATC)

Integra a unos 600 profesionales y empresas de la cadena


de valor cermica

Creada en 1976, jugando un papel importante


el LCSC y el Colegio de Ingenieros de Castelln

QUALICER

Congreso Mundial de la Calidad del Azulejo de organiza- Desde 1990 hasta la actualidad.
cin bianual por el Colegio de Ingenieros y la Cmara de
Comercio de Castelln

Asociacin de Fabricantes de Azulejos y Pa- Destaca ASCER, pero todas son asociaciones de mbito na- Tanto ASCER como ANFFECC fueron creadas
vimentos Cermicos, Asociacin Nacional cional y con sede en Castelln.
en 1977, mientras que ASEBEC se cre en 1982.
de Fabricantes de Fritas y Esmaltes Cermicos (ANFFECC) y Asociacin Espaola
de Fabricantes de Bienes de Equipo para
la Cermica (ASEBEC)
Instituto de Promocin Cermica

Depende de la Diputacin de Castelln. Actividades de Creado en 1982.


documentacin, promocin colocacin recubrimientos y
formacin.

Escuela Oficial de Artes Aplicadas y Ofi- Formacin profesional reglada


cios de Castelln

Creada en 1908. FP en diseo cermico desde


1988

FP II de Castelln y Enseanza Secundaria Formacin profesional reglada


de Onda

1984 y 2000, respectivamente

Sociedad Espaola de Cermica y Vidrio

Asociacin no lucrativa, se localiza en Madrid en el Instituto Creada en 1960.


de Cermica y Vidrio (creado en 1962) del CSIC, e investiga
en ciencia y tecnologa de materiales cermicos y vidrio.

Fuente: elaboracin propia a partir de las entrevistas personales con responsables de las instituciones y Escardino (2001).

carcter transversal de sus competencias y el desarrollo interno de una cierta combinacin explotacin/exploracin
de competencias (el sector varios as lo atestigua).
La especializacin del ITC en la tecnologa de proceso marcar un nuevo estilo de innovacin basado en el control y
optimizacin de las distintas fases del proceso de produccin, gracias a la incorporacin sistemtica de ingenieros
qumicos, formados (en la Universidad) por personal del
ITC, por parte de las empresas de baldosas y de esmaltes,
y a la relaciones de confianza ingenieros de las firmas-investigadores del ITC (Toms Carpi et al., 1999; Gallego,
1997). Pero la penetracin del ITC en la zona, gracias a
sus competencias y capacidad de transformacin territorial
(Toms Carpi et al., 1999), no ha sido un proceso suave. A
ello han contribuido dos vectores poltico-institucionales
34

que vehiculan una fuerte tensin integracin/fragmentacin de las redes de innovacin.


El proyecto de creacin del ITC y la propia creacin de la
AICE en 1984 no responden a una iniciativa liderada por
la sociedad local de Castelln, sino que proviene bsicamente de un grupo de profesores-investigadores de la Universitat de Valncia, en el primer caso, y de este mismo
grupo junto con la Administracin Autonmica y el apoyo
de un reducido nmero de empresarios locales, en el segundo. El IMPIVA (administracin autonmica) tiene un
papel decisivo en la creacin de la AICE, por su apoyo financiero y por su esfuerzo para integrar en el proyecto a
algunos empresarios a ttulo individual. Las asociaciones
empresariales cermicas recelan inicialmente el proyecto,
en parte porque un importante segmento de firmas se

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TABLA 4. Evolucin de la distribucin subsectorial de los ingresos por facturacin del ITC procedentes de actividades con

empresas de la cadena de valor cermica


Subsectores

1985

1986

1989

1990

1996

1985-1996

2010

2011

Baldosas cermicas

48

35

35

33

34

33

31

30

Fritas y esmaltes

18

15

30

26

42

35

11

15

Materias primas

21

23

22

23

17

18

Cermica artstica

Ladrillos y tejas

Maquinaria

15

Varios (Otros mercados productivos)

17

14

14

Empresas de servicios

Entidades relacionadas con la investigacin

Distribucin cermica

Universidades

Vidrio y refractario

Piezas especiales y tercer fuego

Pigmentos cermicos

Personas fsicas

Organismos pblicos

Arquitectura, interiorismo, centros de formacin y


cermicas avanzadas

100

100

Total

100

100

100

100

100

100

Fuente: Instituto de Tecnologa Cermica (Memorias anuales de 1985 a 1996 y de 2010-2011) y elaboracin propia.

identificaba con el Colegio de Ingenieros Industriales de


Castelln, que defina un grupo local de profesionales y
de presin de gran influencia en la zona. Este grupo haba
creado en 1973 un laboratorio de control de materias
primas y certificacin de producto acabado: el Laboratorio
Cermico Sebastin Carpi (LCSC). Este grupo se opona a
que el ITC desarrollase su actividad en la zona de Castelln, por temor a que desbancase al LCSC del mercado de
ensayos y porque el Colegio de Ingenieros tena un proyecto de constitucin en la zona de su propio centro de
investigacin en colaboracin con la Escuela de Ingenieros
Industriales de la UPV. Pese a las presiones, la progresiva
penetracin del ITC en las empresas evidenciar enseguida
el carcter irreversible de su implantacin en el territorio
castellonense. En 1989, el ITC ya haba superado al LCSC
en nmero de ensayos. Aunque el LCSC dispona de muy
modernas instalaciones a la altura de 1983 (Escardino
y Enrique, 1983), difcilmente poda competir con el ITC,
mxime cuando este contaba con el apoyo de la Generalitat Valenciana (Gallego, 1997).
Para recuperar la influencia perdida, el Colegio de Ingenieros organiz en 1990, junto con la Cmara de Comercio
de Castelln (y a propuesta de ASCER), QUALICER, un

Congreso Mundial de la Calidad del Azulejo. Pese al clima


de conflicto, el ITC particip activamente en este, presentando muchos trabajos y movilizando a contactos cientfico-tcnicos internacionales. Ayud de este modo al xito
del Congreso y del proyecto del grupo antagnico. Esto
reforz la posicin internacional del ITC, mejorando la confianza de las empresas del sector e inicindose un cambio
en las relaciones con el grupo antagnico. El ITC reconoci el xito organizativo del Congreso y la importante
labor de este en la mejora exterior de la imagen del sector.
Y los organizadores reconocieron la contribucin decisiva
del ITC a este. Las relaciones entre el ITC y el Colegio de
Ingenieros se tornaron ms cooperativas (entrevistas con
directivos del ITC y del Colegio de Ingenieros, 1997; Gallego, 1997). Se abre paso as una lgica de cooperacin
que permite superar la fragmentacin, pero sin plena integracin. La institucin ms arraigada en la zona, imposibilitada para hacer frente a las mayores competencias y apoyo
pblico del nuevo actor externo, ha sabido encontrar un
nuevo espacio aprovechando las oportunidades de sinergia
que ofrece la irrupcin del nuevo actor. Esto le permite
seguir contribuyendo activamente al desarrollo del sector.

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35

Estrategia y Organizaciones
Un tercer aspecto que va a definir al ITC como punto de
paso obligatorio es su firme poltica de priorizacin de la
investigacin cermica, rechazando la oferta del gobierno
regional de incorporar dentro de este el grueso de las actividades de formacin profesional y de diseo de la zona.
Con ello se quera evitar que el crecimiento de estas actividades acabase fagocitando la actividad investigadora
del ITC (entrevista con mximos Directivos del ITC, 1994
y 1997). El ITC ayud a desarrollar estas actividades e impuls la gestin independiente y el desarrollo de sus propias redes. Se cre as ALICER en 1993 como otro Instituto
Tecnolgico de la Red del IMPIVA, a partir de un spin-off
del ITC (ITC, 2006) y de una colaboracin previa entre la
Generalitat Valenciana, el ITC y la Escuela de Artes y Oficios de Castell para el desarrollo en este de una especialidad en diseo cermico (Gallego, 1997).
Este papel de brokering institucional del ITC le otorga un
importante papel en la socializacin, seleccin del personal, diseo organizativo y tutela de las nuevas instituciones, lo que permite hablar de la conformacin de una
lgica de red ampliada y un bloque integrado informal
del sistema de innovacin, cuyas instituciones convergen
en los grandes objetivos y la estrategia para alcanzarlos.

El predominio de la integracin de las redes de


innovacin con una limitada variedad reticular
en el sistema de produccin y de innovacin
La impregnacin territorial de la forma de
innovacin del actor lder o la dificultad para la
conformacin de redes de innovacin alternativas
En el marco de un sistema territorial preexistente con ausencia de actores con actividades de investigacin y de formacin significativas, los tres procesos explicados apuntan
hacia la definicin de un sistema de innovacin con un enfoque o cultura epistmica dominante. Es cierto que la poltica del ITC con las instituciones preexistentes y creadas
ex novo ha permitido la definicin, la coexistencia y el reforzamiento mutuo de varias redes de innovacin, que cooperan entre s. El xito del distrito reside en gran medida
en su capacidad para superar la tendencia a la fragmentacin. Sin embargo, la difusin de la forma de innovar del
ITC en el sector cermico, autntico sello de las empresas
del territorio, ha impedido (de forma contingente) la conformacin de otras redes de innovacin suficientemente desarrolladas y heterogneas como para definir otras culturas
o enfoques epistmicos distintos. Por supuesto que existen
enfoques diferentes a los del ITC en otros CI, y tambin
dentro de la propia UJI. Adems, desde finales de los
aos noventa algunos departamentos de la UPV estn
36

presentes en la zona (Escardino, 2001). Pero estos centros


de formacin e investigacin no han sido capaces generalmente de urdir redes de innovacin y de actividades con
empresas suficientemente densas como para definir un
enfoque epistmico y una trayectoria tecnolgica propia.

Ampliacin de la red de innovacin del actor


lder, va enrolamiento de actores externos con
capacidad de conformar redes alternativas
Es ms, desde mediados de la primera dcada del siglo
XXI se constata la realizacin del ITC de proyectos de investigacin en cooperacin, entre otros, con la UPV y con
un cierto nmero de Institutos Tecnolgicos de la Red del
IMPIVA (ITC, 2006; Alto Consejo Consultivo en I+D+i de la
Presidencia de la Generalitat, 2014). Estos centros pueden
definir para algunas empresas, como despus ahondaremos, una va de innovacin y de diferenciacin empresarial. Es decir, estamos ante un modelo de desarrollo en
complejidad de la red del ITC a travs del enrolamiento de
un nmero creciente de actores (susceptibles de desarrollar
su propia red de innovacin alternativa al ITC) como forma,
deliberada o no, de innovacin por esta red. Ya veremos
si estas actuaciones generan una combinacin apropiada
explotacin-exploracin (March, 1991) de competencias.
La ausencia de un enfoque epistmico o de una potente
red de innovacin alternativos priva al territorio de otra
trayectoria de innovacin que pudiese eventualmente
interaccionar creativamente con la del ITC. Por eso muchas firmas que exploran estrategias de innovacin para
diferenciarse de sus competidores del territorio no recurren
tanto a redes del territorio distintas al ITC, como a la construccin de pequeas redes de innovacin alternativas,
por ejemplo, entablando relaciones con otros institutos
tecnolgicos del IMPIVA y con proveedores de fuera del
distrito cermico. Unas relaciones construidas por lo general a partir de una lgica de mercado de lazos dbiles
(Uzzi, 1997) y relaciones externas al territorio, basadas en
una sintona organizativo-estratgica entre directivos y
tcnicos de organizaciones diversas forjada a partir de encuentros relativamente casuales, por ejemplo en congresos
(entrevista con directivo de empresa cermica, 2011).

Ampliacin progresiva de la red de innovacin


del actor lder, a travs de la integracin de
actores surgidos desde el propio actor lder
El caso de ALICER tambin apunta en la misma direccin,
pero por una va distinta. En la produccin cermica, pueden
delimitarse dos mbitos de competencias y dos trayectorias tecnolgicas bsicas: 1) el diseo, la construccin y la

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operacin de sistemas de produccin complejos () y (2) el


conocimiento, las destrezas y las tcnicas que surgen de la
investigacin qumica acadmica () (Alegre, Chiva, Gobert y Lapiedra, 2006, p. 214-215). Pues bien, durante su
existencia, ALICER ha conformado, junto con las empresas
cermicas de la zona estudiada, una red de innovacin
propia que se ha centrado en el desarrollo de la primera
trayectoria, con innovaciones importantes en diseo, y ha
propiciado la adaptacin a una tendencia progresiva a
cambiar la concepcin del producto cermico, pasando
de considerarse un material para la edificacin a un elemento constituyente del sistema constructivo, con avances
asociados a nuevas funcionalidades del producto y/o a la
bsqueda de otros campos de aplicacin de la baldosa cermica (Silva-Moreno y Mira-Peidro, 2008, p. 43). Pese a
esta experiencia, y a contar con una amplia red de empresas asociadas y proyectos de investigacin (ITC, 2006;
Salom y Albertos, 2006), ALICER tampoco ha podido forjar
un enfoque innovador general y sistmico, independiente y
de forma permanente al del ITC. Su integracin en el ITC en
2005 debido a la bsqueda de sinergias y optimizacin de
estructuras (ITC, 2006, p. 5) evidencia cul es la dinmica
institucional de innovacin de este territorio, pues para
generar nuevas tecnologas hay que integrar plenamente
el diseo en la investigacin, lo que es coherente con la
nueva dinmica organizativo-innovadora de las firmas, en
las que el diseo adquiere una importancia capital desde
un enfoque integral, no restringido a una perspectiva especializada y limitada (entrevistas director comercial y responsable de innovacin de firma cermica, 2007 y 2011).
El dficit en diseo que presentan las firmas de baldosas
del distrito (Bartolom, Rodrguez, Casado, Lecuona, Vilads y Serrano, 2012) no es ajeno a esta estrategia.
Esta organizacin evita en gran medida la fragmentacin,
al integrar a un nmero creciente de actores heterogneos,
lo que podra permitirle renovar continuamente la trayectoria y quizs evitar el lock-in de la red de innovacin y
del sector. Pero el problema puede provenir de la gestin
desde una nica organizacin de un gran nmero de competencias y de relaciones. Adems, el gran predicamento
de un actor dificulta el desarrollo de redes competidoras.

Conclusiones
El artculo ha permitido evidenciar terica y empricamente
la importancia del proceso poltico (lucha y negociacin
entre actores pblicos y privados en defensa de sus intereses cambiantes) en el paso desde sistemas territoriales
de produccin a sistemas territoriales de produccin y de
innovacin (STPI). Este paso provoca una tensin integracin/fragmentacin en la conformacin y dinmica de las

redes de innovacin en torno al accidentado desarrollo de


nuevas CP y comunidades epistmicas (CE). La creacin por
los miembros de estas CP de instituciones de defensa colectiva de sus intereses o la estrecha conexin con ellas de los
miembros de las CP o CE, por un lado, y la fuerte interdependencia existente entre las CE y otros actores (en particular,
las administraciones pblicas), por otro, hacen de la conformacin y dinmica de las procesos de innovacin procesos
de carcter contingente y emergente. Estos procesos estn
muy marcados, no solo por la actuacin de las administraciones pblicas, sino por los procesos de lucha por el poder
y de negociacin entre actores con intereses distintos. Esto
desborda la forma mucho ms limitada reducida al papel
del Estado y de las administraciones pblicas, en general
de conceptuar (Cooke et al., 1998; Isaksen, 2001) el papel
de la poltica en la conformacin de STPI. Adems, se evidencia que la redes sociales (sin incluir el poder) entre actores (Grossetti y Bs, 2001; Torre, 2006) no explican en
solitario la conformacin de las redes de innovacin.
Por otra parte, se concluye que el diferente polo dominante en la tensin entre integracin y fragmentacin de
las redes de innovacin va a tener importantes efectos
en la evolucin del proceso de innovacin en cuanto a
las fuentes de diversidad, en trminos de las dos dimensiones de la distancia cognitiva subrayadas por Nooteboom (2009): las competencias y la gobernanza (riesgo
relacional) en las relaciones entre actores. El predominio
de una lgica de fragmentacin mantiene una mayor diversidad de opciones abiertas de innovacin a las redes
de innovacin independientes. Pero la fragmentacin en
trminos de competencias y, sobre todo, poltica (gobernanza) podra limitar el propio alcance de las innovaciones
y de los consensos cientfico-polticos y, con ellos, el dinamismo interno e influencia del STPI. Por el contrario, el
predomino del polo de integracin tiene como ventaja la
capacidad para la construccin de trayectorias evolutivas
ms complejas gracias al enrolamiento de ms actores y
competencias y a la reduccin de la distancia cognitiva
en trminos de la gobernanza que propicia. Ahora bien, el
peligro puede ser que ello limite el desarrollo de otras trayectorias innovadoras sin conllevar necesariamente el desarrollo de una trayectoria ms potente y compleja.
As, en el sistema citrcola valenciano, la existencia de una
pluralidad de instituciones universitarias de investigacin
de gran tradicin en la zona ha generado distintas culturas epistmicas que han interaccionado con diferentes
CP. Con todo, el conflicto de raz distributiva entre centrales privadas y organizaciones profesionales agrarias
(representantes de los agricultores) y la convergencia en
el mbito de la produccin entre las centrales cooperativas y una trama institucional (promovida por el gobier-

RE V. I N N OVA R VOL . 2 6, N M . 6 2, OC TU BR E-D IC I E M B R E DE 2 016

37

Estrategia y Organizaciones
no regional) de CI son lo que explica la principal fuente
de fragmentacin en este STPI. Dichas fragmentaciones
dificultan el aprovechamiento de sinergias y la creacin
de redes ms fluidas y complejas, pero definen redes independientes y posibilidades abiertas de innovacin.
Por el contrario, la fluidez de las relaciones en el sistema
de produccin y de innovacin cermico de Castelln (Escardino, 2001; Salom y Albertos, 2006) refleja en gran medida el predominio de la lgica de integracin de las redes
de innovacin. La fuerte atraccin sobre el sistema productivo y la gran capacidad de reduccin de los conflictos
que ha ejercido una cultura epistmica y una poltica integradora por parte de un actor lder se han traducido en
el desarrollo de nuevas oportunidades institucionales para
el juego cooperativo de viejos y nuevos actores. Pero el
proceso ha ido reduciendo (e inhibiendo) el desarrollo de
redes de innovacin capaces de generar nuevas trayectorias tecnolgicas distintas de las que representa el actor
lder. Todo lo cual puede ir en menoscabo de la diversidad
investigadora y de la creatividad del territorio.
Una cuestin fundamental que suscita el artculo es la
relativa a cules son los factores de los que depende el
predominio relativo de la lgica de la integracin o de la
fragmentacin en la conformacin de STPI. Este artculo
confirma el importante papel integrador que juegan las
instituciones de investigacin pblicas, al tiempo que la
tendencia a la centralizacin de este proceso (Graf y Henning, 2009), sobre todo en el caso del territorio cermico.
En cambio, en el caso del sector citrcola se evidencia una
importante alineacin de los centros de investigacin pblicos alrededor de la pugna entre cooperativas y comercio
privado en favor de las primeras, lo que no hace sino evidenciar el papel dispersor y fragmentador que juegan los
actores privados (cooperativas y comercios privados), por
ms que las diferencias epistmicas y la especializacin de
los centros de investigacin hayan podido ser relevantes.
Adems, el artculo permite generalizar los resultados obtenidos por Graf y Henning (2009), basado en un estudio
de patentes, sobre el papel integrador de las redes de innovacin territoriales que juegan los centros pblicos de
investigacin en un estudio de patentes. En nuestro caso,
este papel integrador se hace extensible al abanico general de actividades y servicios que desarrollan (y a travs
de los cuales se financian) los centros pblicos de investigacin con las empresas.
La principal limitacin del artculo es que no permite extraer conclusiones generales del estudio de dos casos,
aunque permita relativizarlas. Con todo, creemos que este
artculo abre nuevas perspectivas terico-metodolgicas
para futuras investigaciones dirigidas a comprender el xito
38

relativo y la dinmica de los STPI (y otras aglomeraciones


productivas), estudiando su proceso de conformacin y
su evolucin, para ver el patrn dominante (integracin o
fragmentacin) de abordaje de los conflictos que suscita
la creacin de nuevas redes. Estas nuevas investigaciones
son necesarias para adquirir un conocimiento terico-emprico ms general del proceso.

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Estrategia y Organizaciones

RE V IS TA

INNOVAR

JOURNAL

TAXONOMIC ANALYSIS OF LITERATURE: METHODOLOGICAL TOOLS


FOR VALUE CREATION AND VALUE MANAGEMENT IN A BUSINESS

Anlisis taxonmico de la literatura:


herramientas metodolgicas
para la gestin y creacin
de valor en la empresa1

ABSTRACT: One of the main goals in the business world is the creation
of value. Within the existing methodologies for this issue one of the most
popular at a strategic and processes level is the analysis of the value chain.
The evolution of scientific literature as well as professional reports related
to value management show an upward trend in the number of publications regarding this subject. If we add the current situation of uncertainty
and economic crisis, it is obvious to highlight the increasing difficulty that
entrepreneurs face when making decisions. For this reason and in order
to define a knowledge base for future developments, it is proposed to develop an exploratory taxonomic analysis of the literature and the existing
models, by defining a descriptive metric that allows its cataloging and
management in order to contribute to the theoretical foundations that
allow the construction of future methodologies for value management.
Likewise, given the nature of the study, it is intended to provide a quantitative analysis on the detected variables and their possible interrelationships
under the methodological framework of the systemic approach.

Mara de Lourdes Eguren Mart

Ph.D. en Empresa
Tecnocampus Matar. Universitat Pompeu Fabra
Matar, Espaa
Correo electrnico: [email protected]
Enlace ORCID: http://orcid.org/0000-0003-2421-1403

Jos Mara Castn Farrero

Ph.D. en Ciencias Econmicas y Empresariales


Universitat de Barcelona
Barcelona, Espaa
Grupo de Investigacin en Empresa
Correo electrnico: [email protected]
Enlace ORCID: http://orcid.org/0000-0002-4660-7225

KEYWORDS: Value management, systemic approach, business strategy,


meta- analysis.
ANLISE TAXONMICA DA LITERATURA: FERRAMENTAS METODOLGICAS PARA A GESTO E A CRIAO DE VALOR NA EMPRESA
RESUMO: Um dos principais objetivos dentro do mundo empresarial a
criao de valor e, dentro das metodologias existentes, uma das mais divulgadas no mbito estratgico e de processo a anlise da cadeia de valor. A
evoluo da literatura cientfica relacionada com a gesto do valor assim
como as divulgaes profissionais mostram uma tendncia elevao do
nmero de publicaes que abordam essa temtica. Se a esse fato somamos a situao atual de incerteza e crise econmica, bvio evidenciar
o aumento de dificuldade com a qual se enfrentam os empresrios na hora
de tomar decises. Por essa razo e com o objetivo de definir uma base
de conhecimento para futuros desenvolvimentos, prope-se a realizao
de uma anlise taxonmica, de natureza exploratria, da literatura e dos
modelos existentes, que defina uma mtrica descritiva que permita sua catalogao e gesto a fim de colaborar na definio das bases tericas que
possibilitem a construo de futuras metodologias para a gesto do valor.
Alm disso, tendo em vista a natureza deste estudo, pretende-se realizar
uma anlise quantitativa sobre as variveis detectadas e suas possveis
inter-relaes, sob o referencial metodolgico da abordagem sistmica.
PALAVRAS-CHAVE: gesto do valor, abordagem sistmica, estratgia empresarial, meta-anlise.
UNE ANALYSE TAXONOMIQUE DE LA LITTRATURE : DES OUTILS MTHODOLOGIQUES POUR LA GESTION ET LA CRATION DE VALEUR
DANS LENTREPRISE
RSUM : La cration de valeur est un des objectifs principaux dans le
monde des affaires, et parmi les mthodologies existantes, lanalyse de
la chane de valeur est une des plus connues au niveau stratgique et des
processus. Lvolution de la littrature scientifique relative la gestion de
la valeur et les divulgations professionnelles montrent une tendance la
hausse dans le nombre de publications traitant sur ce sujet. Si lon ajoute
ce fait la situation actuelle dincertitude et de crise conomique, la difficult croissante laquelle les entrepreneurs sont confronts lorsquils
prennent des dcisions est fort vidente. Pour cette raison et afin de dfinir
une base de connaissances pour les dveloppements futurs, on propose
la ralisation dune analyse taxonomique exploratoire de la littrature et
des modles existants, tout en dfinissant une mtrique descriptive qui
permette le catalogage et la gestion, afin de collaborer la dfinition des
fondements thoriques qui rendent possible la construction de mthodologies futures pour la gestion de la valeur. En outre, compte tenu de la nature
de ltude, elle sert fournir une analyse quantitative sur les variables
identifies et leurs possibles relations, dans le cadre mthodologique de
lapproche systmique.
MOTS-CL : Gestion de la valeur, approche systmique, stratgie dentreprise, mta-analyse.

RESUMEN: Uno de los principales objetivos dentro del mundo empresarial es la creacin de valor, y
dentro de las metodologas existentes, una de las ms divulgadas a nivel estratgico y de procesos
es el anlisis de la cadena de valor.
La evolucin de la literatura cientfica relacionada con la gestin del valor al igual que las
divulgaciones profesionales muestran una tendencia al alza en nmero de publicaciones que abordan esta temtica. Si a este hecho sumamos la situacin actual de incertidumbre y crisis econmica,
es obvio evidenciar el incremento de dificultad con la que se enfrentan los empresarios a la hora
de tomar decisiones.
Por esta razn y con el objeto de definir una base de conocimiento para futuros desarrollos,
se plantea la realizacin de un anlisis taxonmico, de naturaleza exploratoria, de la literatura y
modelos existentes, definiendo una mtrica descriptiva que permita su catalogacin y gestin a
efectos de colaborar en la definicin de las bases tericas que posibiliten la construccin de futuras
metodologas para la gestin del valor. As mismo, dada la naturaleza del estudio, se pretende
realizar un anlisis cuantitativo sobre las variables detectadas y sus posibles interrelaciones, bajo el
marco metodolgico del enfoque sistmico.
PALABRAS CLAVE: Gestin del valor, enfoque sistmico, estrategia empresarial, meta-anlisis.

Introduccin
El fenmeno de la globalizacin ha hecho ms relevantes a conceptos tales
como valor aadido y reduccin de costes, a los que se recurre con el objeto

Mara de Lourdes Eguren. Calle Padilla, 162 1-4.


08013 Barcelona. Espaa.
CORRESPONDENCIA:

Eguren Mart, M. de L. & Castn Farrero, J. M. (2016). Anlisis


taxonmico de la literatura: herramientas metodolgicas para la gestin y creacin de valor en la empresal. Innovar, 26(62), 41-56. doi:
10.15446/innovar.v26n62.59387.
CITACIN:

ENLACE DOI: http://dx.doi.org/10.15446/innovar.v26n62.59387.


CLASIFICACIN JEL: M80,
RECIBIDO: Febrero

L10, C80.

2014, APROBADO: Mayo 2016.

Las conclusiones del presente artculo forman parte de la lnea de investigacin desarrollada durante la elaboracin de la tesis doctoral Las actividades de la empresa y la
creacin de valor: Un enfoque sistmico (2015), de la autora Mara de Lourdes Eguren,
dirigida por el autor Jos Mara Castn, en la Universitat de Barcelona.

41

Estrategia y Organizaciones
de generar ventajas competitivas; por ello, la creacin de
valor2 dentro de la empresa es uno de los principales objetivos dentro del mundo empresarial.
La importancia de crear valor impulsa a la empresa a desarrollar una propuesta convincente sobre este, que especifique los mercados de clientes que desea captar, ya sea
pas por pas o a nivel mundial, y cmo se considera en
cuanto a fabricar y vender un producto que supere las expectativas de los clientes (Daniels, Radebeugh y Sullivan,
2010). Cuanto mejor lo haga la empresa, tanto mayor
sern los beneficios que obtendr. Para alcanzar este objetivo, los gerentes de la empresa confrontan continuamente
sus decisiones sobre una variedad de aspectos fundamentales como: dnde deben disear el producto; dnde deben
fabricarlo; cul es la mejor manera de hacerlo llegar a los
clientes de los diferentes pases; cules son las estrategias
de marketing ms eficaces. En todos y cada uno de estos
aspectos, se contempla la preocupacin por la generacin
de valor.
Dentro de las metodologas existentes, una de las ms recurridas a nivel estratgico y de procesos es el anlisis de
la cadena de valor, que proporciona un modelo til para
analizar las ventajas que posee la empresa, lo que permite
encajar las fuentes de diferenciacin desde el lado de la demanda y de la oferta. Bajo esta visin, la empresa se puede
concebir como una sucesin de actividades (desde I+D
hasta servicio postventa, pasando por produccin y marketing), cada una de las cuales va aadiendo valor. En otras
palabras, la cadena de valor de una empresa incorpora una
serie de actividades, procesos, recursos y objetivos que, al
relacionarse entre s, proporcionan valor a los productos
que elabora. De acuerdo con Porter (1985), dicho valor es
la cantidad que los compradores estn dispuestos a pagar
por los bienes o servicios que la empresa les proporciona.
En tal sentido, la cadena de valor de la empresa es un instrumento de anlisis y diagnstico interno, que ayuda a ver
la posicin de esta dentro de su entorno y a nivel de todos
los procesos que la componen. Si se analiza la empresa
2

42

Dentro de las acepciones sobre valor en torno al individuo, nos encontramos que incluyen sus preferencias, sus objetos de deseo, sus
criterios de gusto y sus patrones de juicio; el valor designa lo que
hace que las cosas sean estimadas y deseadas; es adems una concepcin, explcita o implcita, distintiva de un individuo o caracterstica de un grupo, de lo deseable, la cual influye en la seleccin de
los modos, medios y fines de accin disponibles. Por todo ello, el estudio de los valores y de los procesos de valoracin-evaluacin conlleva contemplar el valor en todas las esferas de la vida humana.
Esto nos lleva a que el concepto de valor tiene un sustento terico
mucho ms amplio del que desarrolla en este trabajo, el cual se circunscribe esencialmente al valor que genera la empresa en el desempeo de sus actividades y que revierte en los grupos de inters.

dentro de su entorno, podramos observar desde una perspectiva global que se compone de sus actividades propias, as como su relacin con los proveedores, clientes y
agentes externos que de alguna manera tengan influencia
sobre la empresa.
El valor que genera la empresa se deriva del valor que proporciona cada una de las actividades sobre el producto
final menos los costes asociados a cada una de ellas, permitiendo a nivel estratgico definir el concepto de ventaja
competitiva, que fija la situacin de la empresa en relacin
con la competencia. No obstante, esta afirmacin no debe
interpretarse solo al aadido de utilidades, sino que debe
de contemplarse como la capacidad de respuesta total al
cliente (Peters, 1987), cuyo significado se concreta en que
los beneficios a largo plazo son iguales a los ingresos de unas
relaciones con clientes permanentemente felices menos los
costes. Por otra parte, una ventaja competitiva est compuesta de aquellas caractersticas que colocan a la empresa en una posicin favorable para competir (Guerras y
Navas, 2007), fijando una posicin en el mercado al tomar
ventaja de sus diferencias en relacin con la competencia.
Tomando como referencia la estructura de la cadena de
valor, la construccin de una ventaja competitiva deber
de apoyarse sobre la optimizacin de las funciones elementales, la coordinacin interfuncional y la coordinacin
externa (Strategor, 1995). De esta manera, el rendimiento
global de la cadena puede ser mejorado por un reforzamiento simultneo de cada eslabn y de los vnculos entre
los eslabones tanto horizontales como verticales.
Adems, si se profundiza en el concepto de posicin relativa (Grant, 2006), una empresa tiene una ventaja competitiva sobre otra cuando logra mejores beneficios (o su
potencial le permitira obtenerlos en un cierto plazo). A diferencia de la rentabilidad, este beneficio se puede traducir en factores tales como cuota de mercado, tecnologa,
imagen de la marca, entre otros.
Por su parte Porter y Kramer (1985) constatan que las ventajas competitivas bsicas se obtienen por medio del liderazgo en costes y la diferenciacin de producto. En ambos
casos, la aplicacin de dichas estrategias debe considerar
factores externos y factores internos; sin embargo, una empresa no puede generar ventajas competitivas en mercados
eficientes (Grant, 2006), puesto que por su propia definicin no permite obtener rentas a mediano y largo plazo
superiores a la media del sector (Guerras y Navas, 2007).
Por tanto, para que puedan desarrollarse ventajas competitivas el mercado debe ser imperfecto, teniendo en consideracin los siguientes factores: habilidad para detectar
cambios (factor que depende de la informacin que posea

R E V. I N N OVA R VO L . 2 6 , N M . 6 2 , O CT UB R E - DI CI E M B R E DE 2016

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JOURNAL

la empresa) y capacidad y flexibilidad para responder y actuar frente a los cambios (Guerras y Navas, 2007).

la relacin entre el beneficio econmico y los activos totales (capitales invertidos).

No obstante, debido a que la mayor parte de las ventajas


competitivas no se encuentran a este nivel (Guerras y
Navas, 2007) deben analizarse todos aquellos factores internos que generan ventajas competitivas. En este mbito,
la principal fuente de ventaja competitiva radica en la obtencin y gestin de los recursos y capacidades de la empresa, por medio de una adecuada gestin de la eficiencia,
calidad, innovacin y capacidad de satisfaccin al cliente,
aspectos cada vez ms difciles de medir y gestionar dadas
las exigentes condiciones del entorno.

Por otra parte, una empresa tiene ventaja en diferenciacin


cuando ofrece un producto o servicio que, siendo comparable con el de otra empresa, tiene ciertos atributos que
lo hacen que sea percibido como nico por los clientes
(Guerras y Navas, 2007, p. 285), en el cual el valor intangible del producto y la informacin percibida por el cliente
pasan a ser factores determinantes. En consecuencia, si
dos competidores ofertan un producto similar, si el de uno
de ellos es percibido como mejor y diferente por el cliente,
podr exigir por l un precio mayor al cliente3 que el que

Si se considera la ventaja competitiva mediante una estrategia de costes, una empresa la tiene cuando tiene costes
inferiores a los de sus competidores, para un producto o
servicio semejante y comparable en calidad (Guerras y
Navas, 2007, p. 276). De acuerdo a esta estrategia, si dos
competidores ofertan el mismo producto a un precio determinado, aquel que tenga menor coste obtendr un mayor
margen y mayor rentabilidad, siempre y cuando sea mayor

RE V. I N N OVA R VOL . 2 6, N M . 6 2, OC TU BR E-D IC I E M B R E DE 2 016

El potencial de la diferenciacin de cualquier producto o servicio


solo est limitado por las fronteras de la imaginacin (Grant, 2006,
p. 342). La diferenciacin va ms all de las caractersticas fsicas
de un producto o servicio para abarcar todo lo que se relaciona con
ese bien que pueda influir en el valor que el cliente obtenga de l
(Grant, 2006, p. 242). Esto significa que la diferenciacin incluye
cualquier aspecto relacionado con la forma en que una empresa
hace negocios y se relaciona con sus clientes, por tanto, es ms amplia que de la diferenciacin del producto y contempla la totalidad
de la relacin de una empresa con sus clientes.

43

Estrategia y Organizaciones
ofrece su competidor, incluso soportando un coste unitario
mayor que el de la competencia. Este es el principio fundamental sobre el que se sustenta esta estrategia.
Independientemente de que una empresa opte por el liderazgo en costes o la diferenciacin, el potencial de creacin
de valor de su estrategia es una funcin de la cantidad de
valor, ya sea real o percibido, que los clientes atribuyan a sus
productos y el coste en que la empresa incurre para fabricarlo. Tanto con la estrategia de liderazgo en costes como
en la de diferenciacin, la empresa obtiene beneficios ms
altos que sus rivales cuando crea ms valor para sus clientes
y puede cobrarles un precio que lo premie (Daniels et al.,
2010). La base de una estrategia superior es comprender
esta relacin y determinar cmo sostenerla (Porter, 1985).
La adaptacin y el anlisis de todos estos factores y estrategias bajo el enfoque de la cadena de valor se pueden
apreciar en el esquema de Dess y Lumpkin (reproducido en
Guerras y Navas, 2007, p. 288). El objetivo es identificar
para cada actividad de la empresa su impacto en la generacin de valor adicional y las oportunidades de diferenciacin que pueda existir en cada una de las actividades de la
cadena de valor; sin embargo, en ocasiones y considerando
el entorno actual, esta identificacin no est exenta de
complejidad. Adicionalmente, la estrategia inicial de Porter
(1985), basada en la seleccin excluyente entre estrategias por coste o diferenciacin, pierde validez general, y
se observa a nivel emprico y analtico que la combinacin
de estrategias permite generar tambin ventajas competitivas (Hamel y Prahalad, 1989).
En todo caso, la determinacin de la estrategia a nivel
global y su posterior aplicacin en cada una de las actividades de la cadena de valor son fundamentales para comprender el funcionamiento del negocio y proporcionar una
estrategia ptima en funcin de todas las variables consideradas, contemplando factores tales como el nivel de
agregacin de las actividades, la gestin del outsourcing,
la integracin vertical y su enfoque.
Sin embargo, la bibliografa, as como la evolucin actual
del mundo financiero y de la empresa, muestra que factores
tales como la informacin, el riesgo de reputacin (Leisinger, Blasco, Trigo, Petitb, lvarez y Argandoa, 2010),
el diseo de los procesos de la empresa, la reingeniera, el
marketing, entre otros, son factores que influyen cada vez
en la percepcin de valor que se tiene sobre una empresa.
Adicionalmente, las empresas son sistemas abiertos, sujetos a la turbulencia del entorno (Febles y Oreja, 2008)
y a una creciente complejidad en las sociedades que interactan (De Quevedo, De La Fuente, & Delgado, 2005);

44

por ello, situaciones tales como la incertidumbre, la crisis


del sistema econmico actual y la diversidad de factores
que deben analizarse incrementan la dificultad a la que se
enfrentan los empresarios en la actualidad a la hora tomar
decisiones con base en la gestin del valor. Debido a estos
y otros factores, surge la necesidad de desarrollar nuevos
modelos y metodologas que permitan integrar las variables existentes dentro de un marco metodolgico comn
(Porter y Kramer, 2011), lo que facilita una gestin ms
eficiente y adaptada a la realidad.
Tras un estudio exploratorio, se observ que la gestin
del valor es una materia de inters y con una tendencia a
mantenerse en el tiempo. Dentro de las publicaciones en
Science Direct con palabras claves relacionadas con la gestin del valor, se totalizan entre 2007 y 2011 un volumen
de 4.417, lo que representa un crecimiento medio anual
superior al 10% en el nmero de publicaciones. De forma
similar, ocurre con las halladas en Scopus, que con un con
un 15% de crecimiento medio anual para el mismo perodo
se han hallado 7.805 publicaciones.
Un volumen con un nmero tan considerable de publicaciones y de diversidad de enfoques requiere una forma
sistemtica para clasificar y gestionar las contribuciones
(Gattoufi, Oral y Reisman, 2004). En este sentido y con
objeto de profundizar en la literatura existente, se plantea
la realizacin de un anlisis taxonmico de la literatura y
modelos existentes.
Adicionalmente a la capacidad para gestionar y almacenar
sistemticamente de forma efectiva y eficiente las publicaciones analizadas, el examen taxonmico permite expandir
el conocimiento y sentar las bases para la creacin de este,
as como la identificacin de posibles vacos tericos y de
potenciales lneas de investigacin futuras (Gattoufi, Oral
y Reisman, 2004).
Este anlisis se iniciar mediante la construccin de un
inventario inicial de modelos, herramientas de gestin
y valor, utilizando las principales fuentes de publicacin
cientfica y definiendo una mtrica descriptiva que permita su catalogacin y gestin, a efectos de definir las
bases tericas para la construccin de futuras metodologas que posibiliten la gestin del valor.
Con el objetivo de garantizar la efectividad de las mtricas
escogidas, se seleccionarn variables comprensibles que
representen la totalidad de los modelos sujetos a anlisis,
sin categoras innecesarias y excluyentes (Vogel y Weterbe,
1984). Dada la naturaleza del estudio, se pretende llevar
a cabo, bajo el marco metodolgico del enfoque sistmico,
un anlisis cuantitativo sobre las variables detectadas y
sus posibles interrelaciones.

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Metodologa
En relacin con lo expuesto en el apartado anterior, y siguiendo los principios de la metodologa sistmica (Yourdon, 1993), los pasos seguidos han sido los siguientes:
Construccin de un inventario inicial con los modelos
de gestin de valor sujeto a anlisis y vinculado a las
publicaciones correspondientes.
Definicin de mtricas descriptivas para cada modelo,
incluyendo indicadores de calidad.
Anlisis cuantitativo de la informacin obtenida, incluyendo el de regresin lineal entre las variables.

Para la construccin del inventario inicial (base de datos),


se han utilizado fuentes de informacin de diversa ndole
(ScienceDirect, Scopus, JCR y GoogleSholar), a efectos de
incorporar el mayor nmero de factores que permitan extraer conclusiones mediante diversos enfoques.
Con el objeto de obtener, organizar y habilitar el anlisis
posterior de la informacin, se ha diseado y construido
una base de datos cuyo esquema se representa en la
Figura 1, donde se relacionan: modelos, herramientas, publicaciones e ndices siguiendo la metodologa Unified
Modeling Language (UML)4.
4

Elaboracin de conclusiones.

La UML es la metodologa utilizada para el desarrollo de los ms


recientes lenguajes de programacin y entorno Web. La UML se
basa en la clasificacin de los diferentes elementos de un proceso
informtico en clases, mtodos y atributos. A partir de ellos se definen las relaciones y la programacin se orienta hacia los mtodos
y atributos de cada clase e instancia.

FIGURA 1. Modelo Relacional


MODELOS_INICIAL
Nombre: nombre del modelo
Clasificacin: modelo, herramienta
Origen: fuente propia
Registros: 490

MODELOS_FINAL

PUBLICACIONES_MODELOS

Citas Google Scholar

Autor

Nmero de referencias Scopus

Ao
Ttulo de publicacin
Journal
Tpo de publicacin: artculo, conferencia,
Fuente: Scopus/Science Direct
ndice JCR: s / no

Science Direct

Ao de publicacin
Autor

Modelo
Scopus

Modelo

Factor de impacto
Rango JCR (Rango1, Rango 2, Rango 3)
Registros: 26.200

Fecha tima referencia Scopus


Nmero de referencias Science Direct
Fecha ltima referencia Science Direct
Fecha primera referencia JCR
Media Factor Impacto JCR
Nmero de publicaciones Rango 1
Nmero de publicaciones Rango 2
Nmero de publicaciones Rango 3
Nmero de publicaciones (JCR Social)
Nmero de publicaciones (JCR Science)

JOURNAL_JCR

JCR - Web ISI

Tipo de modelo: estratgico, procesos,


Metodologa: cualitativa / cuantitativa

Nombre de publicacin

Utiliza KPI: S / No

Clasificacin: Social / Sicence

Foco modelo: Interno / Externo / Ambos

Factor de impacto

Registro: 88

Origen: Web JCR


Registros: 834

Google Scholar
Fuente: elaboracin propia.

RE V. I N N OVA R VOL . 2 6, N M . 6 2, OC TU BR E-D IC I E M B R E DE 2 016

45

Estrategia y Organizaciones
En la Figura 1, cada uno de los bloques o tablas contiene
la siguiente informacin:

CUADRO 1. Definicin de atributos obtenidos en los modelos

analizados

Modelos_Inicial: modelos observados tanto en la literatura acadmica como en el know-how empresarial y


que se encuentran relacionados con la gestin del valor.

Modelo
Propios del modelo

Autor

Journal_JCR: listado de los journals de los ndices JCR


social y JCR Science obtenidos de la base de datos
JCR a travs del ISI Web of Knowledge.

N. de referencias Google Scholar


N. de referencias Scopus
Fecha de ltima referencia Scopus
Referencias

Publicaciones_Modelos: listado de publicaciones (papers) cuyas palabras clave (Title/Abstract/Keywords)


hacen referencia a cada modelo analizado identificado
en la tabla Modelos_Inicial. Se incluyen trabajos publicados en Scopus y Science Direct por el carcter acadmico y reconocido de estos. El horizonte de bsqueda de
cada buscador consiste en la informacin histrica contenida en estos hasta la extraccin de los datos en abril
de 2012.

Fecha de ltima referencia Science Direct


Link Science Direct
Fecha de primera referencia JCR
Fecha de ltima referencia JCR
Media JCR rate
N. de referencias JCR

Indicadores JCR

Referencias: atributos que permiten cuantificar el nivel


de investigacin y utilizacin del modelo considerando
el volumen de referencias y publicaciones existentes,
as como las fechas para las cuales han sido utilizados
en cada una de las bases de datos analizadas y de
forma independiente. Debido a ello, es posible que una
publicacin se halle presente en diferentes bases de
datos; sin embargo, este hecho no distorsiona el objetivo del estudio, sino ms bien lo contrario, pues en el

46

Rango1: Nmero de publicaciones con JCR en


Rango1 (entre 0 y 1)
Rango2: Nmero de publicaciones con JCR en
Rango2(entre 1 y 2)
Rango3: Nmero de publicaciones con JCR en
Rango3 (mayor a 2)
Nmero de publicaciones con JCR-Social
Nmero de publicaciones con JCR-Science

Como resultado de este proceso, se ha obtenido la informacin de cada modelo que permite valorarlo en relacin
con el resto, extrayendo conclusiones en funcin de las caractersticas ya observadas que lo definen, as como de
las diferentes tendencias que puedan percibirse. Los principales atributos obtenidos pueden clasificarse segn se
muestra en la Cuadro 1.

Propios de modelo: atributos descriptivos que definen


al modelo.

Link de referencias scopus


N. de referencias Science Direct

Modelos_Final: tabla final con cada uno de los modelos,


tipificados de acuerdo a los atributos seleccionados e
incluyendo informacin relativa al nmero y tipo de
publicaciones asociadas (Google Scholar, Science Direct y Scopus), as como datos concernientes al factor
de impacto JCR para aquellos casos que apliquen.

Como se puede observar en la Cuadro 1, se han combinado atributos de diversa ndole cuyas caractersticas se
especifican a continuacin:

Ao de publicacin

Media de JCR rate


Tipo de modelo
Clasificacin del
modelo

Tipo de metodologa
Us mtricas (KPI)?
Foco

Valoracin del modelo

Indicador de ndice de publicaciones

Fuente: elaboracin propia .

supuesto de trabajar nica y exclusivamente con artculos presentes en una nica base de datos supondra
perder parte del universo de publicaciones y posiblemente aquellas que por su impacto y relevancia se encuentran presentes en ms de una base de datos.

Indicadores JCR: atributos que representan un indicador de calidad sobre las publicaciones, en las cuales
se utiliza o referencia el sistema y, por tanto, aplicables
tambin al modelo en s.
Clasificacin del modelo: atributos que permiten evaluar cada modelo considerando su enfoque y metodologa, factor relevante a considerar posteriormente

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JOURNAL

cuando se realice la fase de definicin de la propuesta


de metodologa5.
Valoracin del modelo: indicador definido con posterioridad al anlisis descriptivo que permite cuantificar el
nivel de calidad de las publicaciones asociadas al modelo.
Con el objeto de facilitar el anlisis descriptivo de los resultados obtenidos, se ha realizado un anlisis por rangos
para cada uno de los ndices (Google Scholar, Science Direct, Scopus, JCR), considerando como rango al intervalo
de valores en el cual se agrupa el nmero de referencias
obtenidas (frecuencias) para dicho intervalo.

Por otra parte, puede observarse que la mayora de los


modelos (61%) ha sido publicada por primera vez en el
espacio comprendido entre 1980 y 2000, lo cual indica
que en los ltimos 10 aos y a pesar de la relevancia demostrada del tema (Porter y Kramer, 2011) el desarrollo
de nuevos modelos relevantes ha disminuido, y las nuevas
aportaciones han seguido la lnea de la adaptacin de los
modelos existentes a situaciones concretas como las del
caso citado de la cadena de valor.
FIGURA 2. Histograma de frecuencias - Ao de publicacin

Para cada uno de los anlisis de frecuencia realizados, se


presentan resultados agregados para facilitar la comprensin del anlisis realizado, as como las conclusiones derivadas del detalle del anlisis realizado sin incluirse las
tablas asociadas para simplificar su exposicin.
Los principales resultados y tendencias identificadas se resumen a continuacin. Adicionalmente, y con el objeto de
profundizar en la interrelacin de las diversas variables, se
ha realizado un anlisis de regresin mltiple con la idea
de medir de qu manera se relacionan los diversos descriptores de cada modelo, permitiendo posteriormente la formulacin de conclusiones relativas a su comportamiento.

Anlisis y resultados
Sobre el conjunto de 490 modelos, herramientas y otros
mtodos preseleccionados inicialmente, finalmente se han
elegido 88 modelos (18% de ellos). El criterio de seleccin
aplicado para ello ha sido un enfoque conservador, considerando criterios acadmicos y de experiencia profesional,
dando prioridad a aquellos modelos que pueden ser defendidos dentro del mundo acadmico sin dejar de lado su
aplicacin en el mundo de la empresa.
Dentro de esos 88 modelos seleccionados, los de Porter
(1985) representan aproximadamente un 16,60% del total
de referencias analizadas, siendo el autor con el mayor nmero de ellos referenciados. Y, dentro de estos, la cadena
de valor representa ms de la mitad de todas las citas.

A pesar de existir modelos que podran considerarse como multidisciplinares, la variable tipo de modelo puede tomar un nico
valor. Dicha suposicin no debe considerarse una limitacin en el
desarrollo del estudio, puesto que siguiendo las recomendaciones
de la literatura (Snchez y Ato, 1989; Vzquez, 1990), la definicin
de las variables debe permitir el anlisis de los resultados con la
mayor claridad posible. Adicionalmente, se ha seleccionado la tipologa considerada ms adecuada de acuerdo con la bibliografa
consultada y a las caractersticas de cada modelo.

Ao

Frecuencia

1800

0,00

1900

1,14

1950

5,68

1960

10,23

1970

7,95

1980

6,82

1990

25

28,41

2000

29

32,95

2010

6,82

y mayor...

0,00

Total

88

100

Histograma - Ao de publicacin
40
30
20
10
0

1800 1900 1950 1960 1970 1980 1990 2000 2010

y
mayor

Frecuencia
Fuente: elaboracin propia.

En lnea con lo indicado en el anlisis del marco terico,


casi el 60% de los modelos seleccionados es de gestin
estratgica, seguido con un 17% de los basados en el enfoque a procesos.
En cuanto a la estructura de las variables de clasificacin
del modelo, se observa que en todos ellos, a excepcin
de los operativos y financieros, la mayor parte de estos
utilizan una metodologa cualitativa. Particularmente los
modelos de organizacin y marketing estratgico utilizan
de manera exclusiva metodologa cualitativa. La Tabla 2
muestra estas valoraciones.
Por lo que respecta a los 9 modelos que aplican una metodologa cuantitativa, el 66,7% de los casos utiliza tambin

RE V. I N N OVA R VOL . 2 6, N M . 6 2, OC TU BR E-D IC I E M B R E DE 2 016

47

Estrategia y Organizaciones
Key Performance Indicators (KPI); en cuanto a los cualitativos, de un total de 79, nicamente el 17,7% utiliza KPI.
Ambos porcentajes son coherentes considerando que el
concepto de KPI est asociado a la medida de resultados,
acciones o rendimiento (Parmenter, 2007). La Tabla 3 contempla estos datos.
TABLA 1. Distribucin de los modelos segn su tipologa
Tipo de modelo

# Modelos

Modelos de organizacin

5,68

Modelos de procesos

15

17,05

Modelos estratgicos

52

59,09

Modelos financieros

5,68

Modelos marketing estratgico

9,09

Modelos operativos

3,41

Total

88

100,00

ms tcnicos o especficos (financieros, operativos y de


procesos) frente a un enfoque mixto, en los organizativos,
estratgicos y de marketing estratgico. En la Tabla 4, se
muestran estas tendencias.
Una vez analizada la casustica general, se procede a examinar la particularidad observada segn cada una de las diversas fuentes: Google Scholar, Science Direct, Scopus y JCR.
TABLA 4. Tipo de modelo frente al foco
Tipo de modelo

Externo Interno Interno/Externo

Total

Modelos de
organizacin

20%

40%

40%

100%

Modelos de
procesos

7%

87%

7%

100%

Modelos
estratgicos

19%

56%

25%

100%

Fuente: elaboracin propia.

Modelos
financieros

20%

80%

0%

100%

TABLA 2. Tipos de modelos frente a la metodologa

Modelos de marketing estratgico

75%

0%

25%

100%

0%

100%

0%

100%

22%

58%

20%

100%

Tipo de modelo

Total general

Modelos de
organizacin

100%

0,00%

100,00%

Modelos de procesos

93%

6,67%

100,00%

Modelos
estratgicos

96%

3,85%

100,00%

20,00%

80%

100,00%

Modelos marketing
estratgico

100%

0,00%

100,00%

Modelos operativos

33,33%

67%

100,00%

Total general

89,77%

10,23%

100,00%

Modelos financieros

Fuente: elaboracin propia.

Resultados Google Scholar


En cuanto al nmero de referencias observado tras consultar en Google Scholar, casi el 80% se concentra en el
rango6 de 0 a 10.000, siguiendo la distribucin que se
muestra en la Figura 3.
Al analizar dichos rangos se ha podido deducir que los modelos estratgicos representan la mayora en cada uno de
los segmentos. Por otra parte, es en el rango de 1.0005.000 donde se concentra no solo la mayor parte de modelos sino tambin la diversidad en cuanto a su tipologa.
Adicionalmente, ha sido factible averiguar que los modelos
de procesos (menos numerosos si se comparan con los estratgicos) representan el 47% del segmento con ms

Fuente: elaboracin propia.

TABLA 3. Metodologa frente al uso de KPI


Tipo de Metodologa

Uso de mtricas (KPI)?

Total

No

Cualitativa

65

14

79

Cuantitativa

79

88

Total

Fuente: elaboracin propia.

Adicionalmente, la relacin entre la tipologa de los modelos encontrados y su enfoque muestra una tendencia general al anlisis interno de la empresa en aquellos modelos

48

Modelos
operativos

Cualitativa Cuantitativa Total general

Se considera rango como el intervalo de valores en el cual se agrupa el nmero de referencias tras realizarse un anlisis de frecuencia. No se utilizaran los mismos rangos de frecuencia para describir
los diferentes ndices, puesto que su comportamiento y volumen no
son comparables y el rango debe permitir una descripcin adaptada a los datos.

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nmero de referencias. Esto es un indicador de que, a nivel


de Google Scholar (con un enfoque ms cercano a la visin
de la empresa que Scopus, Science Direct y JCR), los modelos de procesos son ms relevantes comparativamente
hablando que otros modelos de gestin de valor.
FIGURA 3. Histograma de frecuencias - nmero de referencias

de Google Scholar
Rango de referencias

Frecuencia

100

11

12,50

parte, es en el rango de 0-100 donde se concentra la mayor


parte de modelos y diversidad en cuanto a su tipologa.

Resultados Science Direct


Anlogamente, los resultados obtenidos sobre el nmero
de referencias de Science Direct son los siguientes:
Igual que en el caso anterior, del anlisis de los rangos
se ha podido deducir que los modelos estratgicos representan la mayora de las referencias en cada uno de los
segmentos, a excepcin del segmento superior a 40 referencias, para la cual los modelos de procesos y estratgicos
comparten relevancia. Por otra parte, es en el rango de 0-5
donde se concentra la mayor parte de modelos y diversidad en cuanto a su tipologa.

1.000

20

22,73

5.000

26

29,55

10.000

12

13,64

15.000

1,14

20.000

3,41

25.000

5,68

30.000

3,41

40.000

2,27

Rango de referencias

Frecuencia

50.000

0,00

100

58

65,91%

60.000

1,14

200

10

11,36%

70.000

0,00

300

4,55%

80.000

0,00

400

1,14%

y mayor

4,55

500

2,27%

88

FIGURA 4. Histograma de frecuencias - nmero de referencias

de Scopus

Nmero de referencias Google Scholar


30

1.000

7,95%

2.000

4,55%

3.000

1,14%

1,14%

88

100%

y mayor...

25

20

Nmero de referencias Scopus

15

y mayor

80.000

70.000

60.000

50.000

40.000

30.000

25.000

20.000

15.000

40

10.000

5.000

60

1.000

80

100

10

20
0
100

Frecuencia

200

Fuente: elaboracin propia.

300

400

500 1.000 2.000 3.000

y
mayor

Frecuencia
Fuente: elaboracin propia.

Resultados Scopus
El anlisis de frecuencia obtenido sobre el nmero de referencias de Scopus muestra que el 80% de los modelos se
concentra en el rango de referencias 0-300. El segmento
0-100 contiene el 65,91% de los casos.
Del anlisis de los rangos tambin se ha podido deducir que
los modelos estratgicos representan, al menos, el 50%
de las referencias en cada uno de los segmentos. Por otra

Resultados JCR
La mayor parte de los modelos (81,82%) tienen al menos
una publicacin en un journal con factor de impacto
JCR, lo cual es un indicador del nivel de calidad de los
modelos estudiados.
Dentro de estos modelos con publicaciones JCR, el 90%
utiliza una metodologa cualitativa, de los cuales la mayor

RE V. I N N OVA R VOL . 2 6, N M . 6 2, OC TU BR E-D IC I E M B R E DE 2 016

49

Estrategia y Organizaciones
parte est presente en el ndice JCR-social y representan el
75,76% de las referencias JCR (Tabla 5) y el resto de referencias de este (24,24%) corresponden al ndice cientfico. Esto
muestra el carcter multidisciplinar de la gestin del valor
y su impacto en diversas reas de la ciencia y la empresa.
Al analizar la distribucin de la media del factor de impacto de estos modelos, se observan tres grandes grupos:
el 19,32%, con un factor de impacto bajo (menor a 0,5); el
70,45%, con un factor de impacto que oscila entre 1 y 2,5,
y un 10,23%, con un factor de impacto superior a 2,5. La
Figura 6 permite la deduccin de estos valores.
FIGURA 5. Histograma de frecuencias - nmero de referencias

Science Direct
Rango de referencias

Frecuencia

41

46,59

20

21

23,86

40

9,09

Mayor a 40

18

20,45

Tras realizar la prueba de Kolgomorov-Smirnov para contrastar la hiptesis de distribucin normal, uniforme, poisson
y exponencial, no se ha podido concluir que la muestra
obtenida se comporte de acuerdo a ninguna de ellas.
Por otra parte, si se analizan los rangos del factor de impacto de acuerdo con el tipo de modelo, el resultado obtenido se muestra en la Tabla 7.
De forma similar a los ndices anteriores, los modelos estratgicos representan la mayora de las referencias en cada
uno de los segmentos.
FIGURA 6. Histograma de frecuencias - distribucin media

factor de impacto JCR


Rango

Frecuencia

%Acum

0,5

17

19,32

19,32

4,55

23,86

1,5

14

15,91

39,77

33

37,50

77,27

2,5

11

12,50

89,77

2,27

92,05

4,55

96,59

88
Nmero de referencias Science Direct

10

2,27

98,86

40

y mayor...

1,14

100,00

30

Total

88

100

50

20

Histograma - distribucin media factor de impacto


JCR

10
0
5

20

40

Mayor a 40

Frecuencia
Fuente: elaboracin propia.

TABLA 5. Definicin de atributos obtenidos en los modelos

analizados
Tipo de
Metodologa

Nmero de
Nmero de
Publicaciones
Publicaciones
con JCR-Social con JCR-Science

Cualitativa
Cuantitativa
Total por ndice
%

Total por
Metodologa

7.330

2.527

9.857

878

99

977

8.208

2.626

10.834

75,76%

24,24%

100,00%

35
30
25
20
15
10
5
0
0,5

Bajo

2,5

Medio

5
Alto

y
mayor

10

Frecuencia

Fuente: elaboracin propia.

TABLA 6. Media Impacto JCR Pruebas de Hiptesis


Distribucin

Fuente: elaboracin propia.

Dicha distribucin puede ser utilizada como factor a considerar en la calificacin de calidad de los modelos estudiados, dando prioridad a aquellos casos cuyo factor de
impacto sea medio (entre 1 y 2,5) o superior (mayor a 2,5).
Se ha realizado un anlisis sobre la distribucin, considerando los 71 registros con publicaciones e impacto JCR y
buscando extraer conclusiones sobre su comportamiento.
50

1,5

Normal

Uniforme
Poisson
Exponencial

Prueba y Estadsticos
Z de Kolmogorov-Smirnov

3,135

Sig. asintt. (bilateral)

Z de Kolmogorov-Smirnov

7,141

Sig. asintt. (bilateral)


Parmetro de Poisson a,b
Z de Kolmogorov-Smirnov
Sig. asintt. (bilateral)

0
Media

2,3685
2,556
0

Fuente: elaboracin propia.

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INNOVAR

JOURNAL

obtenidos no permiten confirmar una correlacin significativa entre estas.

Anlisis de correlacin (Google Scholar, Scopus,


Science Direct y JCR)
Tras las relaciones preliminares extradas del examen descriptivo previo, se ha realizado un anlisis de correlacin
lineal entre las siguientes variables:
Y = 1 X1 + 2 X2 + 3 X3 + 0 +

(1)

Donde
Y = Nmero de publicaciones con JCR-Social

TABLA 8. Anlisis de regresin lineal JCR-Social frente a otros

ndices
Estadsticas de la Regresin
Coeficiente de correlacin mltiple

0,9605

Coeficiente de determinacin R2

0,9225

R2 ajustado

0,9189

Error tpico

69,6996

X_1 = Nm. de referencias Google Scholar

CORR(X1,X2)

0,6681

X_2 = Nm. de referencias Scopus

CORR(X2,X3)

0,7528

CORR(X1,X3)

0,5556

X_3 = Nm. de referencias Science Direct

Fuente: elaboracin propia.

1, 2, 3 = Constantes
Considerando aquellos modelos con referencias dentro del
indicador JCR-Social, e incorporando estas a las variables,
obtenemos los resultados que se reflejan en la Tabla 8.

El anlisis de significancia bajo la hiptesis nula Bi = 0


muestra los siguientes resultados:
TABLA 9. Anlisis de Regresin lineal JCR-Social vs. Otros ndices
Coeficientes

Error
tpico

Intercepcin

-5,5743

9,8158

-0,5679

0,5721

N. de
referencias
Google
Scholar

-0,0004

0,0003

-1,3459

0,1831

N. de
referencias
Scopus

0,2328

0,0211

11,0503

1,7799E-16

N. de
referencias
Science
Direct

1,0715

0,1393

7,6947

1,1135E-10

TABLA 7. Tipos de modelos frente a rangos de factor de

impacto JCR
%
Nmero Publicade
ciones
Modelos
Mode- con JCR
los
Entre
0y1

%
Publicaciones
con JCR
Entre
1y2

%
Publicaciones
%
con JCR Total
Mayor
a2

Modelos
de organizacin

26,5

35,3

38,2

100

0,31

Modelos
de procesos

15

30,1

33,1

36,8

100

32,71

Estadstico
Probabilidad
t

Fuente: elaboracin propia.

Modelos
estratgicos

52

23,1

38,6

38,3

100

52,28

Modelos
financieros

30,1

33,4

36,5

100

7,21

Modelos
marketing estratgico

14,2

45,2

40,6

100

7,29

Modelos
operativos

42,9

42,9

14,3

100

0,19

Fuente: elaboracin propia.

Segn puede observarse, el coeficiente de correlacin


obtenido es cercano a 1; por tanto, la hiptesis de correlacin lineal con un intervalo de confianza del 95%
puede confirmarse. Adicionalmente, los coeficientes de
correlacin existentes entre las variables independientes

De esto puede deducirse que la hiptesis nula es rechazada


para los coeficientes que corresponden a los indicadores Nmero de referencias Scopus y Nmero de referencias Science
Direct, mientras que para Nmero de referencias Google
Scholar no puede ser rechazado. Lo mismo ocurre con el coeficiente constante.
En este sentido podra pensarse que la variable Nmero de
referencias Google Scholar podra ser excluida del modelo;
sin embargo, si se considera el conjunto de valores obtenidos a nivel de correlacin lineal y correlacin de variables,
este resultado no debe ser considerado como concluyente.
Adicionalmente, debe considerarse el impacto acadmico y
para la gestin del conocimiento que ha supuesto el desarrollo de Google Scholar (FECYT, 2012). Dejar de lado este
ndice supondra dejar de considerar una buena parte del
conocimiento contenido en esta base de datos.

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51

Estrategia y Organizaciones
TABLA 10. Anlisis de regresin lineal media JCR frente a nmero de publicaciones
N. de
N. de
Referencias
Referencias Scopus
Google Scholar

N. de
Referencias
Science Direct

N. de
Publicaciones con
JCR-Science

N. de
Publicaciones
con JCR-Social

Resultado
(R2)

X3

X4

X5

0,0284

X3

X4

Anlisis

Media
JCR Rate

Test 1

X1

X2

X3

Test 2

X1

X2

Test 3

X1

X2

0,0214

-0,0335

Fuente: elaboracin propia.

Anlogamente, tras realizarse los correspondientes anlisis


de correlacin lineal que se muestran en la Tabla 10, se observa que los coeficientes de correlacin obtenidos no han
permitido confirmar ninguna relacin adicional.

Construccin de un indicador de calidad, basado en


los ndices referenciados. Anlisis
de su comportamiento
Con el objetivo de medir el impacto de cada modelo en
funcin de los ndices para los cuales tiene publicaciones,
se ha procedido a construir un indicador descriptivo sobre
los ndices referenciados en cada uno utilizando las propiedades de los sistemas de numeracin posicionales. Estos
sistemas, de acuerdo con su propia definicin, consisten en
la representacin de un nmero, considerando la posicin
relativa de cada uno de sus dgitos. Utilizando esta representacin, cada uno de los dgitos tiene un peso relativo de
acuerdo con la posicin que ocupa dentro de esta.
En particular, si consideramos el sistema binario, la aplicabilidad o no de cada dgito puede estimarse como la
representacin booleana (verdadero o falso) de su propia
ocurrencia. Esta aplicacin es ampliamente utilizada en diversos campos de la teora de la informacin y es base de
disciplinas tales como la electrnica digital.
De esta manera, si se define la existencia o no de referencias para cada uno de los modelos de forma booleana y
se establece una importancia relativa entre ellos, pueden
representarse todas las casusticas posibles utilizando su
equivalente en sistema binario. Con ello, se define un indicador que representa dos aspectos: 1) las mltiples combinaciones entre la existencia de publicaciones de un modelo
en cada uno de los ndices y 2) la valoracin cuantitativa
que aporta cada ndice segn la importancia relativa que
se ha dado a cada uno de ellos.
Con el objeto de definir la importancia relativa de cada uno
de los ndices, se ha recurrido a la bibliografa existente en
el mbito de los indicadores de calidad. Por una parte, la
principal pregunta que debe realizarse un investigador al
analizar la calidad de una revista es si se encuentra citada
52

en el JCR (FECYT, 2012); por otra, Scopus est considerada como una base de datos multidisciplinaria y de gran
prestigio (De Pablos, Mateos y Ardevol, 2012) y que se emplea en el clculo de algunos indicadores de calidad como
el ICDS (ndice Compuesto de Difusin Secundaria) utilizado por la Matriz de informacin para la evaluacin de revistas (MIAR, versin 2013). Science Direct, publicada por
Elsevier y al igual de Scopus, contiene un menor nmero
de referencias que esta pero, con una mayor calidad en el
mbito cientfico7.
En cuanto a Google Scholar, cada vez est tomando ms
adeptos dentro de las bases de datos de acceso abierto
(open access), al considerar factores como la disponibilidad
de los artculos, facilidad de uso y al hecho de posibilitar su
publicacin en otras revistas (FECYT, 2012).
Tras las consideraciones anteriores, se ha procedido a definir un instrumento que denominaremos ndice de publicaciones8 (en adelante IP), sopesando la importancia relativa
entre los ndices mencionados anteriormente y las posibles
combinaciones sobre la existencia de publicaciones en
cada
ndice para cada uno de los modelos:

ndice de publicaciones = PM 4 23 + PM 3 22 + PM2 21 + PM120 (2)


Donde:

Pm =1 si el ndice M tiene referencias y 0 en caso contrario


M = ndice (M 4 = JRC ; M 3 = Science Direct ; M2 = Scopus;
M1= Google Scholar)
Tal como puede observarse en la Tabla 11, el IP da mayor
peso al ndice JCR, seguido de Science Direct, Scopus y en
ltimo lugar a las publicaciones en Google Scholar, segn lo
comentado anteriormente. De esta forma, aquellos modelos
con publicaciones JCR presentarn un indicador mayor que

http://www.info.sciverse.com/

El objetivo del ndice de publicaciones ser el de representar todas


las combinaciones posibles entre los ndices estudiados, dando mayor valor relativo a aquellos ndices con mayor reputacin dentro del
mbito acadmico, segn lo observado en la literatura analizada.

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JOURNAL

los modelos con publicaciones nicamente en otros ndices


en un rango comprendido del 0 al 15. Por ejemplo, a un
modelo que no haya sido referenciado en ninguno de los
ndices se le asignar un IP igual a 0 y, por el contrario, un
modelo referenciado en todos los ndices obtendr un IP
con el valor mximo posible (15). En la Tabla 11 adems se
muestran los 16 valores posibles que puede tomar el indicador IP segn su construccin; adicionalmente, se adjunta
un ejemplo completo para uno de los modelos analizados
para facilitar su comprensin (Cuadro 2).
TABLA 11. Valores posibles del indicador de publicaciones
Interpretacin del Indicador
0 = Sin Referencias
1 = Con Referencias

CUADRO 2. Indicador de publicaciones - Algunos ejemplos


Modelo
Autor

Cadena de valor
de Porter

Cadena de generacin
de valor y beneficio

Michael Porter

James Heskett

JCR

s (1)

s (1)

Science Direct

s (1)

no (0)

Scopus

s (1)

s (1)

Google Scholar

s (1)

s (1)

15

13

Indicador de ndice
de publicaciones
Fuente: elaboracin propia.

TABLA 12. Anlisis del indicador de publicaciones


Interpretacin del Indicador

Indicador
de
publicacin

JCR

Science Direct

Scopus

Google
Scholar

10

11

12

13

14

15

Fuente: elaboracin propia.

Analizando la distribucin de frecuencias obtenida, se


observa (Tabla 12) que de los 16 valores posibles que
se describen en la Tabla 11 solamente aparecen 5 combinaciones. Dentro de estas tipologas, el 72,73% de los
modelos tienen referencia en todos los indicadores y un
10,23% de los modelos nicamente tienen referencia en
el ndice JCR. Adicionalmente, el 98,86% de estos estn
referenciados en el ndice JCR.

Indicador
Science
Google
JCR
Scopus
Publicacin
Direct
Scholar

Nmero
de
modelos

no

no

no

no

1,14

no

no

no

10,23

12

no

no

7,95

13

no

7,95

15

64

72,73

88
Fuente: elaboracin propia.

A continuacin, se analiza la distribucin de estos modelos


(Tabla 13), considerando las variables definidas previamente y su comportamiento segn el IP. Analizando los
porcentajes relativos de cada valor, se deduce lo siguiente:
Al considerar la distribucin por tipo de modelos, se observa que para todas las variantes de estos, con excepcin de los de organizacin, el porcentaje de modelos
con un IP igual a 15 (modelo presente en todos los indicadores) es superior al 67%; es decir, la mayor parte de
ellos tienen presencia en los cuatro ndices analizados.
Especficamente para el tipo de modelo ms frecuente
identificado que es el estratgico (52 modelos que representan un 59% del total), el 71% de sus modelos
presentan un IP igual a 15.
En cuanto a la metodologa utilizada, los modelos cualitativos siguen un patrn similar a lo observado al
analizar su distribucin segn el tipo de modelo. Sin
embargo, al analizar los modelos que utilizan metodologa cuantitativa, su indicador de publicacin muestra
niveles de calidad significativamente altos, con un 89%

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53

Estrategia y Organizaciones
FIGURA 7. Indicador de publicaciones en relacin con las variables.

Variable

Valores

Ningn Indicador
(0)

%
Modelo

40%

20%

0%

7%

2%

12%

6%

Financieros

0%

20%

0%

Marketing
estratgico

0%

0%

25%

Operativos

0%

0%

0%

De procesos
Estratgicos

Tipo de
metodologa

Cualitativa

Uso de
mtricas

No

Foco del
modelo

JCR, Science
Direct y Google
Scholar (13)

Nmero

De
organizacin

%
Nmero
Modelo

JCR y Science
Direct (12)

%
Modelo

Nmero

Tipo de
modelo

Solo JCR (8)

0%
1

Cuantitativa

1%

0%

0%

%
%
Nmero
Modelo
Modelo
0%

Total
%
Nmero Total

40%

6%

7%

13

87%

15

17%

10%

37

71%

52

59%

0%

80%

6%

0%

75%

9%

0%

33%

67%

3%

9%

8%

56

71%

79

90%

0%

11%

89%

10%

1%

10%

7%

9%

49

100%

68

77%

0%

10%

10%

5%

15

75%

20

23%

Externo

0%

5%

21%

5%

13

68%

19

22%

Interno

0%

8%

6%

6%

41

80%

51

58%

6%

22%

0%

17%

10

56%

18

20%

88

100%

Interno/
externo

Total

11%

Nmero

Todos los
Indicadores (15)

1
1

64

Nota aclaratoria:
El % Modelo se calcula dividiendo el nmero de modelos en esa lnea (tipo modelo, metodologa, etc) vs. el total de modelos de esa lnea concreta.
El % Total se calcula dividiendo el nmero total de modelos en esa lnea en concreto frente al el total de modelos (88)
Fuente: elaboracin propia.

de ellos con referencias en todos los ndices (IP = 15)


y un 11% con referencias en JCR, Science Direct y
Google Scholar (IP = 13). Este comportamiento no se
observa al analizar el uso de mtricas, que no sigue un
patrn claro.
Anlogamente, los modelos con un enfoque interno
son los que han obtenido un indicador de calidad superior, con un 80% de sus modelos con referencias en
todos los ndices (IP = 15).

Conclusiones
Del anlisis de la literatura, combinando mtodos descriptivos tanto cualitativos como cuantitativos, se ha podido
evidenciar la existencia de diferentes metodologas para la
gestin de valor, recogidas en bases de datos relevantes en
el mbito acadmico; en este sentido:
Utilizando la informacin existente en las bases de datos
cientficas, es posible construir un modelo relacional que

54

permita realizar anlisis de la literatura, tanto a nivel


descriptivo como cuantitativo.
La importancia del modelo de Porter (1985), as como
su enfoque sistmico planteado en la revisin de la literatura, queda confirmado tras observar que un 16,60%
de las publicaciones analizadas se corresponden con
los diferentes modelos de este autor. Dentro de los modelos por l aportados, la cadena de valor representa
ms de la mitad de todas las referencias, lo que evidencia su relevancia como instrumento de anlisis y
diagnstico interno de la empresa.
La mayora de los modelos (61%) ha sido publicada por
primera vez en el perodo comprendido entre 1980 y
2000, lo cual indica que en los ltimos 10 aos, y a
pesar de la relevancia demostrada de la gestin del
valor, el desarrollo de nuevos modelos que merecen
ser destacados ha disminuido, y en contrapartida las
nuevas aportaciones han seguido la lnea de la adaptacin de los modelos existentes a circunstancias concretas. Esto abre la puerta a futuras investigaciones

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RE V I S TA

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de la calidad de los modelos relacionados con la gestin


del valor. Particularmente, en el comportamiento de este
indicador para cada variable, se observa lo siguiente:

sobre el tema, pues, por una parte, hay una necesidad


cada vez ms imperativa de gestionar de forma adecuada el valor bajo el entorno actual y, por otra, es preciso hallar nuevos enfoques y modelos que permitan
cubrir la necesidad del mundo empresarial.

A excepcin de los modelos de organizacin (40%),


para el resto, el porcentaje de ellos con un IP igual a 15
es superior al 67%. Los modelos estratgicos tienen
el mayor nmero de ellos con un indicador mximo
de calidad (71%) y referencias en todos los ndices,
representando un 52% del nmero de modelos.

En todos los modelos, a excepcin de los operativos


y financieros, la mayor parte de estos utiliza una metodologa cualitativa. Adicionalmente, los modelos de
organizacin y marketing estratgico utilizan exclusivamente metodologa cualitativa. Sin embargo, no se
observa una relacin directa entre la metodologa utilizada y el uso de KPI como parte del modelo.
La mayora de los modelos (80%) tiene al menos una
publicacin en un journal con factor de impacto JCR, lo
cual es un indicador del nivel de calidad de los modelos
estudiados. Dentro de ellos, con publicaciones JCR, el
90% utiliza una metodologa cualitativa, hallndose la
mayor parte de ellos en el ndice JCR-social (7.330), lo
que representa el 75,76% de las referencias JCR. Cabe
destacar que asimismo existe un nmero relevante
(25%) de referencias JCR correspondientes al ndice
cientfico. Todo ello pone de manifiesto el carcter multidisciplinar de la gestin del valor y su potencial dentro
de actividades relacionadas con el mundo de la empresa.
La distribucin de la media del factor de impacto para
cada uno de los modelos concentra las observaciones
en dos grandes grupos: un 70,45%, con un factor de
impacto medio que oscila entre 1 y 2,5, y un 10,23%
con un factor de impacto superior a 2,5. Adicionalmente, las pruebas de hiptesis realizadas no han permitido confirmar que su comportamiento se adece a
ninguna de las distribuciones usuales9. Este comportamiento por bloques puede ser considerado en futuras
investigaciones al definir rangos de anlisis que permitan describir su relevancia.
El anlisis de correlacin lineal entre el nmero de publicaciones para cada una de las fuentes permite deducir que las conclusiones extradas para cada una de
ellas son extrapolables al resto. Es decir, es factible
realizar anlisis y establecer conclusiones partiendo de
cada uno de estos indicadores y considerando la relacin lineal que existe entre ellos.
En cuanto al indicador de calidad IP, el 72,73% de los
modelos tienen referencia en todos los ndices (JCR,
Science Direct, Scopus y Google Scholar); adicionalmente, el 99% de los modelos estn referenciados en el
ndice JCR. Esto puede considerarse como un indicador
9

Distribucin normal, exponencial, Poisson y uniforme.

Los modelos cuantitativos presentan niveles de calidad significativamente altos con un 89% de ellos
con referencias en todos los ndices (valor = 15) y un
11% con referencias en JCR, Science Direct y Google
Scholar (valor = 13). De forma similar, los modelos
con un enfoque interno son los que han obtenido
un indicador de calidad superior, un 80% de ellos
con referencias en todos los ndices (valor = 15).
Sobre una base de datos inicialmente compuesta por
informacin cualitativa, se obtuvieron resultados y conclusiones cuantitativas tras utilizar herramientas tales
como la regresin lineal, pruebas estadsticas y definicin de indicadores binarios; todos ellos fueron producto del desarrollo de esta investigacin, que muestra
que se puede aplicar una metodologa sistmica, como
el anlisis taxonmico y el modelo UML. Esto evidencia, adems, el gran potencial de la utilizacin de
herramientas clsicas, que con un enfoque innovador
permiten obtener conclusiones y resultados aplicables
a diversas disciplinas.

Referencias bibliogrficas
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Marketing

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INNOVAR

JOURNAL

Entendiendo la evaluacin de
la espera desde la psicologa
del consumidor: efectos
de las expectativas y los
llenadores de tiempo1
UNDERSTANDING THE EVALUATION OF WAITING TIME FROM CONSUMER PSYCHOLOGY: EFFECTS OF EXPECTATIONS AND TIME FILLERS
ABSTRACT: One of the most important factors affecting user satisfaction with
a service is the evaluation of waiting time, understood as the difference between perception and expectation. Such evaluation has immediate effects on
customers satisfaction with the service of a given company. This study evaluated the effects generated by two types of time-fillers and the anchoring and
adjustment heuristic in the evaluation of customers waiting time for a low-cost
service. Results indicate that users waiting time expectations have significant
effects on the perception of such time mediated by the anchoring and adjustment heuristic while time-fillers had no noticeable effects upon the perception or evaluation of time. In conclusion, it is suggested for companies operating
in environments of self-service to consider incorporating different alternatives
in the design of their service environments based on the generation of appropriate user satisfaction expectations, as a first step, and to a lesser extent consider other alternatives based on decreasing the perceived time.

Jorge Andrs Alvarado Valencia

Ph.D. en Ingeniera
Pontificia Universidad Javeriana
Bogot, Colombia
Grupo de Investigacin ZENTECH
Correo electrnico: [email protected]
Enlace ORCID: http://orcid.org/0000-0001-8331-2031

Mara Carolina Trespalacios Leal

KEYWORDS: Evaluation of waiting time, waiting lines, anchoring and adjustment, time-fillers, user satisfaction, time perception.

Magster en Ingeniera Industrial


Investigadora independiente
Bogot, Colombia
Correo electrnico: [email protected]
Enlace ORCID: http://orcid.org/0000-0003-1172-498X

ENTENDENDO A AVALIAO DA ESPERA A PARTIR DA PSICOLOGIA


DO CONSUMIDOR: EFEITOS DAS EXPECTATIVAS E DOS SERVIOS DE
ESPERA
RESUMO: Um dos fatores mais importantes que afeta a satisfao do usurio com um servio a avaliao da espera, entendida como a diferena
entre percepo e expectativa. Essa evoluo tem efeitos imediatos na satisfao do cliente com o servio de uma empresa. Este estudo avaliou os
efeitos gerados por dois tipos de servios de espera e a heurstica da ancoragem e ajustamento na avaliao da espera num servio de baixo custo.
Os resultados mostram que a expectativa de espera do usurio apresenta
efeitos significativos na percepo desse tempo mediados pela heurstica
da ancoragem e ajustamento, enquanto o uso de servios de espera no
teve efeitos notveis nem na percepo nem na avaliao do tempo de espera. Como concluso, sugere-se que as empresas que operam em ambientes
de autosservio considerem, em primeira medida, alternativas no desenho
de seus ambientes de servio baseadas na gerao de expectativas adequadas satisfao do usurio e, somente em menor medida, considerem
alternativas baseadas em diminuir o tempo percebido.
PALAVRAS-CHAVE: avaliao da espera, linhas de espera, ancoragem e
ajustamento, servios de espera, satisfao do usurio, percepo do tempo.
COMPRENDRE LVALUATION DE LATTENTE EN PARTANT DE LA
PSYCHOLOGIE DU CONSOMMATEUR : LES EFFETS DES EXPECTATIVES
ET LES REMPLISSEURS DE TEMPS
RSUM: Un des facteurs les plus importants qui affectent la satisfaction
de lusager avec un service est lvaluation de lattente, comprise comme la
diffrence entre la perception et lexpectative. Cette valuation a des effets
immdiats sur la satisfaction du client avec le service dune entreprise. Cette
tude a valu les effets gnrs par les deux types de remplisseurs de temps
et lheuristique dancrage et dajustement dans lvaluation de lattente dun
service faible cot. Les rsultats montrent que lexpectative dattente de
lusager a des effets significatifs sur la perception dun tel temps, avec lheuristique dancrage et dajustement comme mdiateurs, tandis que lemploi de
remplisseurs de temps na eu aucun effet remarquable ni sur la perception ni
sur lvaluation du temps dattente. En conclusion, on suggre que les entreprises oprant dans des environnements de libre-service considrent dabord
des alternatives dans la conception de leurs environnements de services bases sur la gnration dexpectatives appropries visant la satisfaction des
usagers, et seulement dans une moindre mesure des alternatives fondes sur
la diminution du temps peru.
MOTS-CL : valuation de lattente, files dattente, ancrage et ajustement,
remplisseurs de temps, satisfaction de lusager, perception du temps.

RESUMEN: Uno de los factores ms importantes que afecta la satisfaccin del usuario con un
servicio es la evaluacin de la espera, entendida como la diferencia entre percepcin y expectativa.
Dicha evaluacin tiene efectos inmediatos en la satisfaccin del cliente con el servicio de una
empresa. El presente estudio evalu los efectos generados por dos tipos de llenadores de tiempo
y la heurstica de anclaje y ajuste en la evaluacin de la espera en un servicio de bajo costo. Los
resultados muestran que la expectativa de espera del usuario presenta efectos significativos en la
percepcin de dicho tiempo mediados por la heurstica de anclaje y ajuste, mientras que el uso
de llenadores de tiempo no tuvo efectos notables ni en la percepcin ni en la evaluacin del tiempo
de espera. Como conclusin se sugiere que las empresas que operan en ambientes de autoservicio
consideren en primera medida alternativas en el diseo de sus ambientes de servicio basadas en
la generacin de expectativas adecuadas a la satisfaccin del usuario, y solo en menor medida
consideren alternativas basadas en disminuir el tiempo percibido.
PALABRAS CLAVE: Evaluacin de la espera, lneas de espera, anclaje y ajuste, llenadores de tiempo, satisfaccin del usuario, percepcin del tiempo.

Introduccin
En la mayora de escenarios del mercado, los usuarios estn obligados a
aguardar para acceder a productos o servicios debido a que la capacidad

CORRESPONDENCIA: Jorge Andrs Alvarado. Cra 7 #40-62 Ed. Jos Gabriel

Maldonado, P.3. Ingeniera Industrial. Bogot, Colombia.


Alvarado Valencia, J. A., & Trespalacios Leal, M. C. (2016).
Entendiendo la evaluacin de la espera desde la psicologa del consumidor: efectos de las expectativas y los llenadores de tiempo. Innovar,
26(62), 57-68. doi: 10.15446/innovar.v26n62.59388.
CITACIN:

ENLACE DOI: http://dx.doi.org/10.15446/innovar.v26n62.59388.


CLASIFICACIN JEL: C93,
RECIBIDO: Octubre

L80, M11.

2014, APROBADO: Julio 2015.

El presente artculo es derivado de la tesis de grado en la Maestra en Ingeniera Industrial en la Pontificia Universidad Javeriana de Mara Carolina Trespalacios, titulada La
espera desde la psicologa del consumidor: estudio en un ambiente de servicio de bajo
costo. Por otra parte, los investigadores agradecen al grupo de estudiantes que colaboraron en la recoleccin de los datos.

57

Marketing
disponible de un servicio es insuficiente para atender su
demanda de forma instantnea. A lo largo del tiempo se
han venido desarrollando diversos enfoques operacionales
para abordar estas esperas: aplicacin de teora de colas
(Bae y Kim, 2010; Mandelbaum y Zeltyn, 2009), modelamiento de problemas de optimizacin de operaciones
(Gonsalves y Itoh, 2011; Jea y Wang, 2010), distribucin
de la demanda (Katz, Larson y Larson, 1991), implementacin de polticas de citas (Mondschein y Weintraub, 2003),
ampliacin de capacidad instalada, mejoramiento de procesos y adopcin de tecnologas ms avanzadas (Davis y
Heineke, 1998). No obstante, en ocasiones dichos cambios
implican inversiones considerables en maquinaria, infraestructura o mano de obra, lo que resulta inviable en algunas
organizaciones.
En consecuencia, los tiempos de espera nunca van a ser
eliminados del todo en los servicios, por lo que se debe
continuar en la bsqueda de nuevos enfoques que permitan mejorar la satisfaccin del usuario durante el tiempo
en el que no es atendido (Davis y Heineke, 1998). Para
ello, se han venido desarrollando alternativas, dentro de
las cuales se encuentra el estudio psicolgico del comportamiento de los usuarios durante sus experiencias
de espera. En general, se considera que la evaluacin
de la espera resulta de la comparacin entre la expectativa del usuario y su percepcin (Nie, 2000). Si bien se
ha logrado conocer la relacin entre las percepciones
y las expectativas del usuario con el tiempo real de espera, la investigacin en la relacin especfica entre la
expectativa del usuario y su percepcin final del tiempo
de espera es escasa. Adicionalmente, los resultados de diferentes estrategias para ocupar el tiempo de espera del
cliente con alguna actividad y as reducir su tiempo percibido llamadas llenadores de tiempo han sido diversos
y sin resultados concluyentes (Durrande-Moreau, 1999).
El presente artculo busca apoyar la literatura relacionada
con el estudio psicolgico de la satisfaccin en las lneas
de espera mediante un estudio en entorno real que busc
detectar si la heurstica de anclaje y ajuste es una buena
explicacin de las relaciones entre percepcin y expectativa, y adems probar en campo el efecto de dos llenadores de tiempo que permitieran modificar la percepcin
del tiempo de espera.

Estado del arte


Uno de los factores que ms afecta la satisfaccin del
usuario con un servicio es la espera (Akpmar, Ozkan, Sayin
y Ceylon, 2010; Billing, Newland y Selva, 2007; Caro-Martnez y Martnez-Garca, 2008; De Jager, Du Plooy y Ayadi,
2010; Gkritza, Niemeier y Mannering, 2006; Goldwag, Berg,
58

Yuval y Benbassat, 2002; Mfinanga, Kahwa, Kimaro, Kilale, Kivuyo, Senkoro, Mashoto et al., 2008; Molina, Martin,
Santos y Aranda, 2009; Schmidt, Meyer, Jahnke, Wollenberg y Schmidt, 2009; Tambi, Ghazali y Rahim, 2008;
Thompson, Yarnold, Williams y Adams, 1996; Weingart,
Pagovich, Sands, Li, Aronson, Davis, Bates et al., 2006).
La experiencia de aguardar puede generar sentimientos
de ansiedad (Ryan y Valverde, 2006), frustracin (Nie,
2000; Ryan y Valverde, 2006), enojo, incertidumbre
(Taylor, 1994) y estrs (Nie, 2000); estas reacciones a su
vez influyen negativamente en las evaluaciones de servicio
y, por tanto, en la satisfaccin con este (Taylor, 1994). En
este sentido, varios autores coinciden en el efecto negativo
del tiempo de espera sobre la satisfaccin del usuario con
el servicio (Davis y Heineke, 1998; Houston, Bettencourt, y
Wenger, 1998; Jones y Peppiatt, 1996; McKeever, Sweeney
y Staines, 2006; Pruyn y Smidts, 1998).
La relacin entre el tiempo esperado y el tiempo percibido
de espera ha sido un factor psicolgico clave en la evaluacin de la espera. Maister (1985) fue uno de los primeros
en relacionar el tiempo de espera y la forma en que los
usuarios de una fila lo perciben. En particular, defini lo
que llam la primera ley de los servicios, sugiriendo que
la evaluacin de la espera es la diferencia entre el tiempo
percibido y las expectativas del cliente o usuario. La teora
de confirmacin de las expectativas en servicio al cliente
podra ser una de las alternativas de explicacin de este fenmeno (Parasuraman, Zeithaml y Berry, 1985). El trabajo
terico de Nie (2000), basado en la teora de la asimilacin
y contraste, sugiere que el tiempo percibido se relaciona
con el tiempo esperado por el cliente y que la evaluacin
de la espera es la diferencia entre esos dos tiempos. Posteriormente, otros estudios empricos encontraron para
la evaluacin de la espera, en el contexto de la satisfaccin del cliente, que la comparacin de percepciones y expectativas es ms importante que la longitud de la fila
(Cameron, Baker, Peterson y Braunsberger, 2003; Chebat,
Salem, Poirier y Gelinas-Chebat, 2010; Katz et al., 1991).
Dado que la definicin predominante en el campo de investigacin de consumo y marketing acerca de esta evaluacin es la referente a la relacin entre percepcin y
expectativa, en adelante este estudio se centrar en la
evaluacin del tiempo de espera como la diferencia entre
expectativa y percepcin de este.

Factores que afectan la evaluacin


del tiempo de espera
La literatura menciona diversos factores que afectan la percepcin y la expectativa del tiempo de espera, los cuales

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clasificaremos en internos (propios del usuario o aquellos que


no se pueden controlar) y externos (factores del servicio o el
entorno que se pueden controlar). Existen ms estudios enfocados en la percepcin que en la expectativa del usuario.
Diversos estudios en lneas de espera muestran que las personas tienden a sobreestimar el tiempo de espera (Hornik,
1984; Whiting y Donthu, 2009). Para medir la diferencia
entre el tiempo real y el percibido, se suele usar el error de
estimacin (diferencia entre lo percibido y lo real) o el radio
de distorsin de tiempo (Block, Hancock y Zakay, 2000). Sin
embargo, las percepciones de los tiempos de espera pueden
ser afectadas por diversas variables internas y externas.
Entre las variables internas, se ha encontrado que el gnero
afecta levemente la estimacin, siendo las mujeres quienes
ms sobreestiman (Block et al., 2000; Hancock y Rausch,
2010; Whiting y Donthu, 2009). Las culturas monocrnicas
tienden a reducir su estimacin del tiempo (Rose, Evaristo y
Straub, 2003). Emociones con valencias negativas tienden
a distorsionar la percepcin del tiempo de espera alargndolo (Bagana y Raciu, 2012; Maister, 1985; Yamada
y Kawabe, 2011). Resulta evidente entonces que factores

personales internos tienen diversos efectos en la percepcin del tiempo y pueden afectar los resultados de cualquier factor externo que intente cambiar esta percepcin.
Con relacin a los factores externos, se ha encontrado
que el tiempo real de espera afecta la estimacin: tiempos
cortos tienden a ser sobreestimados, mientras tiempos
largos tienden a ser subestimados (Anic, Radas y Miller,
2011; Dabholkar y Sheng, 2008). En concordancia con lo
anterior, los clientes de una lnea de espera tienden a sobreestimar el tiempo en filas largas y a subestimarlo en
filas cortas (Pazgal y Radas, 2008).
Factores ambientales tambin pueden afectar la estimacin del tiempo. Sin embargo, los resultados han sido variados y sugieren que dichos efectos son sutiles y dependen
de factores internos y, con frecuencia, emocionales. Por
ejemplo, el uso de colores puede afectar la satisfaccin
con la espera, pero no tuvo efecto en la percepcin del
tiempo (Gorn, Chattopadhyay, Sengupta y Tripathi, 2004).
Los efectos de la msica en la percepcin del tiempo parecen diferir dependiendo de la familiaridad con la msica,
el gusto por ella, la tonalidad y la velocidad de esta (Bailey

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Marketing
y Areni, 2006; Cameron et al., 2003; Kellaris y Kent, 1992;
Oakes y North, 2008; Van Rompay y Tanja-Dijkstra, 2010;
Whiting y Donthu, 2006). El atractivo del ambiente tambin puede influenciar la satisfaccin con la espera, pero
no la percepcin de esta (Pruyn y Smidts, 1998). Los llenadores de tiempo son estudiados en mayor profundidad
en la siguiente seccin, por ser una parte importante de la
presente investigacin.
Por otra parte, las expectativas sobre un servicio son influenciadas por las seales en el ambiente de un servicio
(Zeithaml, Berry y Parasuraman, 1993). Por ejemplo, la percepcin de la densidad de usuarios en una tienda afecta
la expectativa del tiempo de espera, dado que una alta
densidad es una seal que conducir a que un usuario potencial espere demorarse ms en recibir el servicio que en
una tienda con baja densidad. As mismo, un mayor nmero de empleados visibles reduce la expectativa de espera (Grewal, Baker, Levy y Voss, 2003). Adicionalmente,
a mayor velocidad de movimiento de la lnea, menor percepcin de tiempo o insatisfaccin con la espera (Cheema
y Bagchi, 2011; Munichor y Rafaeli, 2007; Norman, 2009).
Por ltimo, la longitud de la fila parece ser una variable importante a la hora de generar expectativas y compras futuras (Lu, Musalem, Olivares y Schilkrut, 2013). En resumen,
se ha encontrado que la visualizacin de lo que est ocurriendo en la fila (su longitud y su progreso) afectan las
expectativas de espera.

Llenadores de tiempo
El tiempo ocupado se siente ms corto que el tiempo sin
ocupar (Maister, 1985), dado que tener algo que hacer
durante la espera disminuye el aburrimiento (McGuire,
Kimes, Lynn, Pullman y Lloyd, 2010). De manera similar,
Taylor (1994) establece que el grado en que el tiempo es
llenado durante la demora tiene una influencia sobre las
reacciones afectivas de incertidumbre y enojo del individuo, por lo que a mayor tiempo llenado durante la demora, menor incertidumbre y enojo sentir el usuario. El
trabajo seminal de Maister (1985) present una larga lista
de posibles llenadores de tiempo, los cuales no han sido
probados experimentalmente en su totalidad.
Los llenadores de tiempo probados en la literatura no han
tenido efectos tan concluyentes como se esperaba en la
evaluacin del servicio (Durrande-Moreau, 1999). La presentacin de pantallas de televisin o electrnicas no ha
sido efectiva para afectar el tiempo percibido, aunque
puede mejorar la satisfaccin (Katz et al., 1991; Pruyn y
Smidts, 1998); estudios ms recientes muestran una efectividad tanto en reduccin de percepcin como en mejoras
de la satisfaccin con estos elementos (Borges, Herter y
60

Chebat, 2015). La presencia de relojes ha disminuido la


probabilidad de abandonar la fila (Pazgal y Radas, 2008)
y ha disminuido el error de estimacin en la percepcin,
pero no ha mejorado la evaluacin del servicio (Katz et
al., 1991) . En cuanto a los efectos de la msica como
llenador de tiempo, un estudio encontr que la evaluacin del servicio mejor (Antonides, Verhoef y van Aalst,
2002) y otro, que no hubo mejoramiento de dicha evaluacin (Munichor y Rafaeli, 2007). En general, ofrecer excusas, sobre todo si estas son atribuibles al prestador del
servicio, empeor la evaluacin de la espera (Groth y Gilliland, 2006; Hui, Tse y Zhou, 2006; Munichor y Rafaeli,
2007). Proveer informacin sobre el tiempo esperado y
la posicin en la fila ha dado resultados contradictorios.
En dos estudios esta informacin no mejor la evaluacin
(Antonides et al., 2002; Groth y Gilliland, 2006) y gener
un mayor estrs en fila (Miller, Kahn y Luce, 2008). En
otros estudios (Munichor y Rafaeli, 2007; Pazgal y Radas,
2008), esta informacin s mejor la evaluacin del servicio. Al parecer los efectos contradictorios pueden darse
por la interaccin con otros factores tales como la duracin total real de la fila (Durrande-Moreau, 1999; Hong,
Hess y Hardin, 2013), o la calidad del contenido del distractor (Niida, Uemura, Nakamura y Harada, 2011).
En el presente estudio decidimos probar dos llenadores
de tiempo que han sido poco estudiados: los pasatiempos
y la entrega de informacin relacionada con el servicio
(mens). En el primer caso se esperaba que la distraccin
cognitiva, similar a la de una pantalla electrnica pero entregada directamente al cliente, redujese la percepcin del
tiempo y, en consecuencia, mejorase la evaluacin de la
espera. En el segundo caso se esperaba que los usuarios
se sintieran atendidos desde antes de terminar su espera,
reduciendo de ese modo su percepcin de esta. Por ello se
plantearon las siguientes hiptesis:
H1: La presencia de un llenador de tiempo cognitivo (pasatiempo) en una lnea de espera aumenta la evaluacin
de la espera.
H2: La aplicacin de un llenador de tiempo relacionado con
el servicio (men) en una lnea de espera aumenta la
evaluacin de la espera.
Planteado en trminos formales, la evaluacin de la espera U se define como
U= E P

(1)

Donde E es la expectativa de tiempo en fila del usuario o


cliente del servicio y P es la percepcin del tiempo en fila
de dicha persona. Si la expectativa resulta mayor que la
percepcin, la evaluacin es positiva; si por el contrario

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la percepcin es superior a la expectativa, la evaluacin de la


espera ser negativa.
Si se define el llenador de tiempo cognitivo como L1 y el
llenador de servicio como L2, las hiptesis H1 y H2 pueden
expresarse como:
H1: U (L1)
H2: U (L2)

Expectativas y su relacin con el anclaje y ajuste


Las heursticas son definidas como sistemas intuitivos, rpidos y automticos (Shiloh, Salton y Sharabi, 2002), que
reducen la complejidad de las tareas mediante la evaluacin de probabilidades y prediciendo valores por una
simple operacin de juicio (Tversky y Kahneman, 1975).
El efecto de anclaje es una de las heursticas ms robustas
(Furnham y Boo, 2011). Este heurstico es considerado como
un fenmeno omnipresente en los procesos de juicio humano (Thomas y Handley, 2008), el cual consiste en el establecimiento mental de un valor inicial para la estimacin
que se desea hacer (el ancla), seguido de un ajuste alrededor del anclaje de inicio (Epley y Gilovich, 2006; Tversky
y Kahneman, 1975). Se ha encontrado que las personas
emplean el heurstico de anclaje y ajuste frecuentemente
en procesos de prediccin numrica (Inbar y Gilovich, 2011;
Janiszewski y Uy, 2008; Tversky y Kahneman, 1975). Las
estimaciones que realiza la gente acerca de cantidades inciertas son comnmente influenciadas por valores irrelevantes, lo cual es explicado como un ajuste insuficiente
desde un valor de anclaje inicial, bajo condiciones de incertidumbre (Epley y Gilovich, 2001).
El establecimiento del ancla usualmente est relacionado
con la informacin que ms fcilmente llega a la mente.
Esta informacin puede provenir de la memoria de la persona y su anlisis del contexto (autogenerada) o puede ser
entregada por una persona externa (Epley y Gilovich, 2001).
La manera usual de medir el anclaje y ajuste en la literatura consiste en la generacin de anclas bajas y anclas
altas relativas al verdadero valor que se desea estimar; si
el promedio de las estimaciones con anclas bajas es menor
que el promedio de las estimaciones con anclas altas, esto
se considera evidencia de la presencia de la heurstica de
anclaje y ajuste (Inbar y Gilovich, 2011; Jacowitz y Kahneman, 1995; Mussweiler, Englich y Strack, 2004).
Por otra parte, una expectativa es una representacin
de un estado o estados futuros (Gaschler, Schwager, Umbach, Frensch y Schubert, 2014). Estas representaciones
pueden ser modeladas como una probabilidad previa (prior
likelihood) que afecta la percepcin posterior (Summerfield

y de Lange, 2014). Innumerables estudios relacionados con


comportamiento del consumidor muestran que la expectativa sesga hacia s misma el resultado final de la percepcin, alterndolo hasta el punto de ser ms importantes
que la percepcin misma en ciertos casos (Cheung, Chan
y Limayem, 2005; Cohen, Prayag y Moital, 2014; Costell,
Trrega y Bayarri, 2010).
Las expectativas tambin pueden ser autogeneradas o inducidas por un agente externo. En el primer caso, suelen
estar asociadas a los objetivos de control de la persona, es
decir, se generan expectativas para controlar las propias
decisiones (Kemper, Umbach, Schwager, Gaschler, Frensch
y Stuermer, 2012), como por ejemplo las acciones a tomar
frente a una lnea de espera.
Dos razones permiten pensar que las expectativas pueden
convertirse en un ancla a la hora de estimar perceptualmente el tiempo esperado en fila: 1) las expectativas autogeneradas sobre la espera en el servicio pueden ser la
informacin que ms fcilmente llega a la mente a la hora
de evaluar el tiempo realmente gastado, cuya fcil disponibilidad la hace candidata a la generacin de un ancla
inicial, an ms si esa expectativa se hace saliente; 2) el
medio por el cual las expectativas pueden actuar como
sesgos de una percepcin futura es a travs de un anclaje
representado en una mayor probabilidad previa de ocurrencia de dicha expectativa, lo que se traducira en un
peso especfico alto de la expectativa dentro de toda la
informacin valorada a la hora de generar la estimacin
perceptual del tiempo de espera. Por ltimo, al respecto,
LeBoeuf y Shafir (2009) afirman que, cuando la gente genera estimaciones basadas en unidades acerca de tiempos
o distancias inciertas, puede anclarse en el aqu o ahora
y ajustar incrementalmente por unidad, siendo este ajuste
con frecuencia insuficiente. En el caso de las lneas de espera, el aqu y ahora es la visin que tienen del sistema
de servicio al entrar a la fila, incluyendo la longitud de la
fila y el ambiente de servicio.
La informacin sobre las lneas de espera proveda al
usuario puede ser vista como un anclaje inducido por un
agente externo. Como se explic en la seccin anterior,
estos anclajes han producido resultados contradictorios.
Sin embargo, ninguno de los estudios revisados ha utilizado las expectativas autogeneradas del usuario como el
posible punto de anclaje para la percepcin del tiempo de
espera. Dado que la mayora de las personas tienen un
juicio previo acerca de cunto esperan demorarse en fila
o forman rpidamente ese juicio cuando acceden a la fila
(siempre y cuando puedan observar el ambiente mismo de
la fila), se puede pensar que dicho juicio de expectativa

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Marketing
podra ser el primer estimado numrico de su futura espera
y, por tanto, se plantearon las siguiente hiptesis:

universitario, docentes y empleados administrativos de la


Universidad y del hospital.

H3: La expectativa autogenerada de la espera afecta la


percepcin del tiempo de espera.

En el experimento 1, tres personas participaban en el procedimiento y la recoleccin de datos. Siempre que hubiese
fila en el servicio y una persona se acercara sin acompaantes a esta, la persona 1 le preguntaba por su voluntad
de participar en el estudio y posteriormente le asignaba
aleatoriamente uno de cuatro posibles tratamientos: sin
llenadores, con llenador cognitivo, con llenador de tiempo
de servicio o con ambos llenadores. Dependiendo del tratamiento seleccionado, se le entregaban (o no) los llenadores
correspondientes y se le preguntaba cunto tiempo pensaba que esperara en la fila hasta obtener su almuerzo.
La persona 2 registraba el tiempo de entrada y el tiempo
de salida de la fila. La persona 3 abordaba al participante
una vez saliera de la fila con su almuerzo, y le preguntaba
cunto tiempo pensaba que se haba demorado en la fila.

H4: La expectativa autogenerada de la espera sirve de


punto de anclaje para el error de estimacin en la percepcin del tiempo de espera.
Planteado en trminos formales, se prob:
H3: P E
H4: (P R)Eb < (P R)Ea
Donde P es la percepcin del tiempo de espera, E es la
expectativa autogenerada del tiempo de espera, R es el
tiempo efectivamente esperado, Ea corresponde a una
expectativa alta del usuario (mayor a la realidad/ancla
alta) y Eb corresponde a una expectativa baja del usuario
(menor a la realidad/ancla baja).

Metodologa
Participantes
60 participantes (32 mujeres) tomaron parte en el experimento 1. 88 participantes (41 mujeres) tomaron parte
en el experimento 2. En ambos casos, los participantes
fueron clientes de una cafetera universitaria en Bogot
(Colombia) que aceptaron participar voluntariamente en el
experimento. Puesto que se trata de una cafetera abierta
al pblico y cercana a un hospital universitario, los participantes fueron en su mayor parte estudiantes y personal
docente y administrativo de la Universidad.

Materiales
En ambos experimentos, se utiliz como llenador de
tiempo cognitivo un pasatiempo de identificacin de diferencias entre dos imgenes y como llenador de tiempo
de servicio se emplearon mens porttiles que indicaban
las opciones del servicio (tres opciones principales y dos
opciones secundarias).

Procedimiento
Los experimentos se desarrollaron en una cafetera universitaria con autoservicio a la hora del almuerzo, una vez
obtenidos los permisos institucionales necesarios para
desarrollarlos. Dicha cafetera no es solo utilizada por
estudiantes, sino tambin por usuarios de un hospital
62

Al preguntar a un usuario sobre su expectativa de espera al


ingresar a la fila, dicho estmulo podra generar saliencia en
la mencionada expectativa, lo que afectaba los resultados
de modo que el efecto de anclaje no es real sino un simple
efecto de la saliencia de la informacin. Para controlar esta
dificultad se decidi realizar el experimento 2, que sigui
los mismos procedimientos que el experimento 1, salvo que
la persona 1 no realizaba ninguna pregunta y era la persona
3 quin realizaba tres preguntas al final de la fila: cunto
tiempo pensaba que se haba demorado en fila, si se haba
demorado ms o menos de lo que esperaba demorarse, y
cunto ms o cunto menos de lo que esperaba demorarse.
Se intent disminuir o controlar cuatro amenazas a la validez interna de la siguiente manera: primero, la presencia
de compaa en la fila poda afectar la percepcin de
tiempo, por lo que se escogieron siempre personas que
entraran a la fila sin compaa; segundo, la inexistencia
de fila haca imposible la evaluacin de la espera, por lo
que siempre se escogieron participantes cuando hubiera
al menos una persona en fila; tercero, para evitar efectos
del gnero se intent balancear en lo posible el nmero de
hombres y mujeres en cada experimento y realizar asignacin aleatoria de tratamientos, de tal forma que quedaran
balanceados en cada tratamiento tambin, y, cuarto con
el fin de garantizar que el efecto de la expectativa autogenerada de la espera no se debiera a la saliencia, se decidi
realizar dos experimentos aparte.

Anlisis de datos
El anlisis de datos se efectu por medio del software
IBM SPSS 22. Los anlisis se efectuaron para cada experimento por aparte y luego se repitieron para la muestra

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TABLA 1. Variables dependientes, independientes y mtodos de anlisis

Hiptesis

Variable dependiente

Variables independientes

Anlisis efectuado

H1 y H2

Evaluacin de la espera U
(Expectativa-Percepcin)

A. Llenador cognitivo (0=ausente, 1=presente).


B. Llenador de tiempo de servicio
(0=ausente, 1=presente)
C. Tiempo real de espera (covariada)

Anova de 2 vas con una


covariada

H3

Tiempo percibido

A. Llenador cognitivo
(dummy: 0=ausente, 1=presente).
B. Llenador de tiempo de servicio
(dummy: 0=ausente, 1=presente)
C. Tiempo real de espera
D. Expectativa del usuario

Regresin por pasos sucesivos (stepwise)

H4

Error en estimacin del tiempo percibido estandarizado (EETPS)

A. Nivel de ancla (bajo: expectativa <= tiempo


real de espera; alto: expectativa > tiempo real
de espera)

Prueba T de diferencia de
medias

Fuente: elaboracin propia.

combinada. La Tabla 1 resume las variables utilizadas en la


evaluacin de cada hiptesis y el tipo de anlisis utilizado.

Tabla 2. Estadstica descriptiva de las variables


Variable

La variable dependiente para la hiptesis H4 es el error en


la estimacin del tiempo percibido estandarizado, que se
define como EETPS:
(2)
Siendo P la percepcin del tiempo de espera del usuario,
R el tiempo real esperado por el usuario, y S respectivamente el promedio y desviacin estndar muestrales. Esta
medida de error est basada en los sugerido por Jacowitz
y Kahneman (1995) y Mussweiler et al.(2004) para la correcta evaluacin de la heurstica de anclaje y ajuste.

Resultados y discusin
Con el propsito de validar la coherencia de los datos recogidos con la realidad del servicio, as como para conocer los
alcances y limitaciones del estudio, se procedi a realizar
un anlisis descriptivo de las variables de inters (Tabla 2).
Como se pudo observar, los datos recogidos son consistentes con la realidad de un servicio de alimentacin como
el estudiado. Por otra parte, el anlisis anterior permite establecer las limitaciones del estudio, en cuanto al rango de
valores aproximado de tiempo para el que aplica.
El efecto del llenador de tiempo cognitivo no result significativo en ninguno de los dos experimentos ni en la
muestra combinada. Por su parte, el llenador de tiempo de
servicio result significativo en el escenario sin saliencia
pero no en el escenario con saliencia ni en la muestra combinada. Resulta llamativo que la interaccin result significativa en la muestra combinada (Tabla 3).

Tiempo de
expectativa
del usuario
(minutos)

Tiempo
percibido
de espera
(minutos)

Tiempo
real de
espera
(minutos)

Vlidos

148

148

148

Perdidos

8,23

7,58

8,45

7,68

Desviacin tpica

5,43

4,33

2,92

Asimetra

1,38

1.13

1,11

Curtosis

3,00

1,52

1,32

Mnimo

4,07

Mximo

30

25

18,93

Estadsticos

N
Media
Mediana

Fuente: elaboracin propia.

El efecto encontrado del llenador de servicio es contrario a


lo esperado, pues su presencia aumenta, en vez de disminuir, la diferencia entre expectativa y percepcin, empeorando de ese modo la evaluacin del servicio (Figura 1).
TABLA 3. Resultados de los llenadores de tiempo en la evalua-

cin de la espera. En gris se marcan aquellos con valor p < 0,05

Experimento 1 Experimento 2
(saliencia)
(sin saliencia)

Muestra
combinada

Valor p

Valor p

Valor p

Tiempo real

1,06

0,31

4,13

0,05

2,03

0,16

Servicio

0,02

0,90

5,64

0,02

3,50

0,06

cognitivo

0,01

0,91

0,34

0,56

0,21

0,65

cognitivo*servicio 3,65

0,06

2,50

0,12

5,29

0,02

Factor

Fuente: elaboracin propia.

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63

Marketing
Por su parte, la interaccin sugiere que la presencia nicamente del llenador cognitivo llev a peores evaluaciones
de la espera que las presentadas en el grupo que no tuvo
ningn llenador (Figura 2). Los supuestos del ANOVA efectuado para obtener estos resultados se verificaron (normalidad de residuos, homogeneidad de varianzas de los
residuos e independencia del tiempo). Estos resultados
contradicen las hiptesis H1 y H2, mostrando que los llenadores de tiempo fueron inefectivos a la hora de mejorar
la evaluacin de la espera.

cierto umbral de tiempo a partir del cual el usuario deja de


distraerse y retoma su percepcin habitual del tiempo, configurndose una relacin no lineal entre la evaluacin de la
espera y el llenador de tiempo, la cual puede ser evaluada
en una investigacin futura.
FIGURA 2. Intervalos de confianza al 95% de las medias de

la evaluacin de la espera en la muestra combinada para


todos los tratamientos

FIGURA 1. Intervalos de confianza al 95% de las medias de

Experimento: Experimento 2 (sin saliencia)

95% IC Evaluacin de la espera (U)

7,5

5,0

2,5

4,0
95% IC Evaluacin de la espera (U)

la evaluacin de la espera en el experimento 2 para todos


los tratamientos

2,0

0,0

-2,0

0,0

Ausente

Presente

Llenador cognitivo
Llenador de tiempo de servicio
Ausente
Presente

-2,5
Fuente: elaboracin propia.

Ausente

Presente

Llenador cognitivo
Llenador de tiempo de servicio
Ausente
Presente
Fuente: elaboracin propia.

En lo que respecta al uso de llenadores de tiempo, los


resultados no coinciden con lo planteado por Aparicio y
Ortiz (2009), ya que por un lado el efecto de la entrega
del men result contrario a lo esperado, y por otra parte
la entrega de pasatiempo no result afectar la evaluacin
de la espera. En lo que respecta al efecto del men, este
resultado puedo ser generado por una corta duracin de
dicho efecto, lo que pudo haber aliviado temporalmente
a los usuarios hacindoles creer que ya estaban en el servicio para luego devolverlos a un estado de espera frustrante con las consecuencias observadas en la percepcin
del tiempo. En apoyo de esta afirmacin se encontr que
nicamente el 13,89% de los usuarios a los que se entreg men se sinti atendido desde dicho momento.
En cuanto al efecto del llenador de tiempo cognitivo, se
puede pensar que su efecto reduce la percepcin hasta un

64

La expectativa del usuario tiene una influencia en la percepcin del tiempo de espera. Los resultados de la regresin
por pasos sucesivos (Tabla 4) muestran que la expectativa
del usuario es incluida en todos los escenarios. En el escenario con saliencia, como se esperaba, la expectativa saliente elimin los otros posibles factores de influencia en
la percepcin. En el escenario sin saliencia y el escenario
combinado la regresin incluy adicionalmente al tiempo
real esperado como una variable predictora de la percepcin del tiempo esperado. En estos dos ltimos escenarios,
los coeficientes estandarizados de la regresin muestran
influencias casi iguales de la expectativa del usuario y el
tiempo real de espera. Ninguno de los llenadores (incluidos
como variables dummy) result significativo para explicar
la percepcin del tiempo de espera.
El uso de la heurstica de anclaje y ajuste fue observable
en todos los escenarios. La estadstica descriptiva muestra
que los promedios de tiempo percibidos con expectativas
bajas estuvieron por debajo de los tiempos reales, mientras
que los promedios de tiempo percibidos con expectativas
altas estuvieron por encima de los tiempos reales (Tabla 5).

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TABLA 4. Regresin por pasos sucesivos para explicar la

FIGURA 3. Intervalos de confianza al 95% de la diferencia

percepcin de la espera

de medias de EETPS entre anclaje bajo y alto para ambos


experimentos

Variables
introducidas

Coeficientes
tipificados

Valor p

Experimento 1
(con saliencia)

0,41

Expectativa del
usuario

0,64

< 0,001

Expectativa del
usuario

0,32

0,002

Tiempo real de
espera

0,31

0,002

Expectativa del
usuario

0,40

< 0,001

Tiempo real de
espera

0,35

< 0,001

Experimento 2
(sin saliencia)

0,21

Muestra
combinada

0,36

Fuente: elaboracin propia.

TABLA 5. Estadsticos descriptivos del efecto de anclaje y

1,0

95% CI Error de estimacin del tiempo percibido


estandarizado

R2
ajustada

ajuste para la variable EETPS

0,5
0,0
-0,5
-1,0
1,0
0,5
0,0
-0,5
-1,0

Experimento
Experimento 1 (saliencia) Experimento 2 (sin saliencia)

Muestra

"Bajo (expectativa < = tiempo real)" "Alto (expectativa < = tiempo real)"
Anclaje

Fuente: elaboracin propia.

Ancla alta

Ancla baja

(expectativa > realidad)

(expectativa <= realidad)

Media

Desviacin
estndar

38

-0,34

0,65

22

0,58

0,87

56

-0,14

1,18

32

0,26

0,88

94

-0,22

54

0,39

0,88

Media

Desviacin
estndar

Fuente: elaboracin propia.

La prueba de diferencia de medias muestra diferencias significativas entre anclas (expectativas) altas y anclas (expectativas) bajas en el escenario con saliencia y la muestra
combinada, y marginalmente significativa en la muestra sin
saliencia, apoyando H4. El efecto estimado de diferencia est
alrededor de media desviacin estndar (Tabla 6 y Figura 3).
Producto de los resultados obtenidos, se puede afirmar que
se present un efecto de anclaje del tiempo percibido en la
expectativa del usuario. Si la expectativa se hace saliente
al principio de la fila, el efecto ancla de dicha expectativa
es ms grande en el tiempo final percibido y el ajuste por
el tiempo real tiene una menor influencia relativa al efecto
de la expectativa.
TABLA 6. Diferencia de medias entre anclaje alto y anclaje

bajo (en desviaciones estndar) para la variable EETPS


T de
Valor p
Student

Estimacin
puntual de la
diferencia

IC 95% para la
diferencia

4,67

0,001

0,92

0,53

1,32

1,67

0,098

0,4

-0,08

0,87

3,74

0,001

0,61

0,29

0,94

Fuente: elaboracin propia.

Implicaciones en servicios
Las conclusiones anteriores llevan a evaluar la manera en
la cual se gestionan las esperas en los servicios, con el objeto de encontrar alternativas que permitan incrementar
los niveles de satisfaccin de los usuarios. A continuacin,
se discutirn dos implicaciones principales: 1) la manera
de aplicar los llenadores de tiempo de servicio y 2) la alternativa de emplear el enfoque de anclaje y ajuste en los
escenarios de servicio.
De acuerdo con nuestros resultados, el efecto de la entrega del men o el pasatiempo result nulo o contraria a
lo esperado (esto es, empeor la evaluacin de la espera de
los usuarios). Creemos que esto se debe al corto efecto que
tuvieron los llenadores de tiempo en el experimento actual, lo cual genera que los usuarios se vuelvan a sentir por
fuera del proceso una vez terminen de leer el men o llenar
el pasatiempo y, por ende, se incremente su ansiedad y a
la vez empeoren su evaluacin del tiempo de espera. Producto de esto, los servicios podran emplear el uso de llenadores en las esperas en los casos en los cuales el tiempo
transcurrido entre la finalizacin del efecto del llenador de
tiempo y el inicio del servicio no sea muy grande, ya que
esto podra generar el efecto evidenciado en este estudio.
As mismo, se podra evaluar la opcin de ampliar el efecto
del llenador de tiempo, mediante la configuracin de opciones de eleccin de llenadores de tiempo.
Como se observ en los resultados, el efecto de los llenadores de tiempo parece desaparecer con facilidad y, por el
contrario, la hiptesis del uso del anclaje y ajuste se mantiene en ambos experimentos. Por lo tanto, la formacin de

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65

Marketing
expectativas puede ser un mecanismo ms robusto para
afectar la percepcin. En este caso, no se afectara directamente la percepcin del tiempo, sino la expectativa del
usuario, ya que la percepcin resulta del ajuste realizado
sobre el anclaje (expectativa).
Debido a lo anterior, se genera una oportunidad para los
gerentes de servicio en la gestin de dicha expectativa, modificando el ambiente de la espera en aspectos tales como
las seales en el ambiente de un servicio, la percepcin de la
densidad de usuarios en el servicio, el nmero de empleados
visibles en el servicio, la velocidad en que la lnea se mueve,
o la disposicin misma de la fila. Estas modificaciones
pueden tener un efecto sobre la expectativa que resulte
en un cambio en la percepcin final de los usuarios, el cual
debe ser gestionado segn los objetivos organizacionales.
Las personas implicadas en el diseo de servicios deben
tener en cuenta que la expectativa de tiempo del usuario,
sea saliente o no, generar un efecto fuerte en su percepcin. Por ello, resulta necesario que, si van a hacer saliente
la expectativa del usuario o van a realizar una promesa
de servicio relacionada con el tiempo de espera, tengan la
posibilidad de cumplirla con sus capacidades actuales. Por
otra parte, aunque no se generen expectativas de tiempo
de forma saliente o dirigida en los usuarios, es probable que
ellos generen por s mismos una expectativa que los va a anclar; por ello, tambin es necesario que estas expectativas
se conozcan mediante investigaciones de mercado y que
se diseen ambientes de espera que generen expectativas
acordes a la capacidad actual. Por ejemplo, la presencia
visible de muchos funcionarios que no estn relacionados
con la atencin al cliente puede generar una expectativa
irreal de tiempo ms corta en la que el usuario se va a
anclar, llevando a una evaluacin negativa de la espera.
De cualquier modo, es nuestra posicin que la principal
implicacin para la gestin de los servicios de esta investigacin es la necesidad de enfocarse en la expectativa inicial del usuario, puesto que parece influir fuertemente en
la percepcin del tiempo por medio del heurstico de anclaje y ajuste. De ese modo, diferentes medidas propuestas
para hacer ms satisfactoria la evaluacin de la espera
del usuario pueden ser evaluadas de acuerdo a su efecto
sobre la expectativa de espera (i. e., tiempos prometidos
a la llegada) o sobre la percepcin de tiempo de espera (i.
e., distractores tales como televisores o revistas). Aquellas
estrategias relacionadas con cambios fuertes en la expectativa de los usuarios pueden ser preferidas sobre las que
intentan modificar la percepcin de la espera, facilitando
la toma de decisiones en diseo y gestin de servicios.

66

Conclusiones
Producto de la investigacin realizada, surgen tres conclusiones principales: 1) las personas en una lnea de espera
pueden hacer uso del heurstico de anclaje y ajuste para
estimar la evaluacin de la espera, anclndose en su expectativa de espera y ajustndola por el tiempo real percibido; 2) ante la presencia de saliencia en la expectativa de
espera al iniciar la fila, el efecto de anclaje es ms fuerte y,
por tanto, el ajuste basado en el tiempo real es menor, y 3)
el efecto de los llenadores de tiempo, basados en la idea
de alterar la percepcin del tiempo transcurrido, de existir,
es dbil, no lineal o altamente contextual al tipo y duracin del llenador de tiempo.
Por tanto, como conclusin general la investigacin encontr que los mecanismos que buscan generar expectativas especficas de espera en el usuario tienen efectos
ms fuertes en el tiempo percibido (va anclaje y ajuste)
que aquellos que solo buscan ocupar el tiempo de espera.
Las limitaciones del estudio incluyen su utilizacin en un
escenario de autoservicio y, por tanto, sus resultados no
pueden ser generalizados a todo tipo de esperas en diferentes servicios. As mismo, su utilidad se presenta en servicios con esperas de longitud similar a las presentadas y
en las que el ambiente de servicio es visible. La presencia
de expectativas autogeneradas, sea al principio o al final
de la fila, genera un efecto de saliencia que pudo sesgar
los resultados finales obtenidos. Al no poder controlar
la longitud de la fila, o la calidad misma del servicio, as
como la presencia de otros distractores en el ambiente o
las caractersticas personales de los usuarios, es posible
que se generen efectos no deseados ni evaluados en la investigacin. Sin embargo, creemos que la evidencia es suficientemente fuerte como para incentivar investigaciones
centradas en la modificacin de la expectativa del usuario
como mecanismo para mejorar la evaluacin de la espera.

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R E V. I N N OVA R VO L . 2 6 , N M . 6 2 , O CT UB R E - DI CI E M B R E DE 2016

Marketing

RE V IS TA

INNOVAR

JOURNAL

Atributos relevantes de la calidad


en el servicio y su influencia
en el comportamiento
postcompra. El caso de las
hamburgueseras en Espaa1
Jos Serafn Clemente-Ricolfe

Ph.D. en Economa y Ciencias Sociales


Universitat Politcnica de Valncia
Valencia, Espaa
Correo electrnico: [email protected]
Enlace ORCID: http://orcid.org/0000-0002-3962-3876

IMPORTANT ATTRIBUTES OF SERVICE QUALITY AND THEIR INFLUENCE


ON POST-PURCHASE BEHAVIOR. THE CASE OF BURGER RESTAURANTS
IN SPAIN
ABSTRACT: Product, physical aspect, staff and speed are the four dimensions that grouped the attributes considered for evaluating service quality
in burger restaurants. Through an analysis of structural equations is concluded that only the product is a determining factor for service quality.
However, the importance given to nutritional information on these type
of restaurants could make a significant difference. Finally, service quality
is established as an important consideration in predicting post-purchase
behavior.

RESUMEN: El producto, los aspectos fsicos, los empleados y la rapidez son las cuatro dimensiones que agrupan los atributos considerados en la evaluacin de la calidad en el servicio de las
hamburgueseras. Mediante un anlisis de ecuaciones estructurales, se muestra que solamente el
factor producto es determinante en la calidad del servicio. Sin embargo, la importancia dada a la
informacin nutricional en este tipo de restaurantes permite obtener diferencias significativas. Por
ltimo, la calidad en el servicio se confirma como un factor importante para predecir el comportamiento postcompra.
PALABRAS CLAVE: Calidad en el servicio, comida rpida, comportamiento postcompra, informacin nutricional, ecuaciones estructurales.

KEYWORDS: Service quality, fast food, post-purchase behavior, nutritional


information, structural equations.
ATRIBUTOS RELEVANTES DA QUALIDADE NO SERVIO E SUA INFLUNCIA NO COMPORTAMENTO PS-COMPRA. O CASO DAS HAMBURGUERIAS NA ESPANHA
RESUMO: O produto, os aspectos fsicos, os empregados e a rapidez so as
quatro dimenses que agrupam os atributos considerados na avaliao da
qualidade no servio das hamburguerias. A partir de uma anlise de equaes estruturais, mostra-se que somente o fator produto determinante
na qualidade do servio. Contudo, a importncia dada informao nutricional nesse tipo de restaurante permite obter diferenas significativas.
Por ltimo, a qualidade no servio se confirma como um fator importante
para predizer o comportamento ps-compra.
PALAVRAS-CHAVE: qualidade no servio, fast-food, comportamento pscompra, informao nutricional, equaes estruturais.
LES ATTRIBUTS PERTINENTS DE LA QUALIT DU SERVICE ET LEUR
INFLUENCE SUR LE COMPORTEMENT POST-ACHAT. LE CAS DES FASTFOOD EN ESPAGNE
RSUM: Le produit, les aspects physiques, les employs et la vitesse
sont les quatre dimensions qui regroupent les attributs pris en compte
dans lvaluation de la qualit de service des fast-foods. Par une analyse
dquations structurelles on montre que seulement le facteur produit est
dterminant dans la qualit du service. Toutefois, limportance accorde
linformation nutritionnelle sur ce genre de restaurants permet dobtenir
des diffrences significatives. Enfin, la qualit de service est confirme
comme un facteur important pour prdire le comportement post-achat.
MOTS-CL : Qualit du service, fast-foods, comportement post-achat, information nutritionnelle, quations structurelles.

CORRESPONDENCIA: Jos Serafn Clemente-Ricolfe. Departamento de Eco-

noma y Ciencias Sociales. Camino Vera S/N 46022. Valencia, Espaa.


Clemente-Ricolfe, J. S. (2016). Atributos relevantes de la calidad en el servicio y su influencia en el comportamiento postcompra.
El caso de las hamburgueseras en Espaa. Innovar, 26(62), 69-78.
doi: 10.15446/innovar.v26n62.59389.
CITACIN:

Introduccin
En la actualidad, el sector de la restauracin de comidas rpidas est muy
arraigado en Espaa. As, por ejemplo, desde el inicio de la crisis en el 2008,
este tipo de establecimientos ha experimentado una positiva evolucin motivada, sobre todo, por la mayor importancia que se le otorga al precio,
frente a otros aspectos como su localizacin. En efecto, desde el inicio de
la crisis econmica en 2008, el sector ha seguido creciendo, con una facturacin que ha sido tres puntos ms alta que la registrada hace 4 aos (InfoHoreca, 2014). Adems, tiene un volumen de negocio que ya suponeel
23% del total de la restauracin. Por tanto, la comida rpida se ha convertido en una de las tendencias en el consumo alimentario de pases como
Espaa o Reino Unido (Daz-Mndez y Garca-Espejo, 2012).
Por otro lado, se estn desarrollando nuevos conceptos de negocio que van
ganando terreno a los ms tradicionales hamburgueseras, bocadilleras y
pizzeras, como son los de comida rpida de calidad, kebabs o pitas. Esta
mayor variedad en la oferta parece que est abriendo el mercado, ganndose a un consumidor dispuesto a probar nuevas propuestas culinarias, en

ENLACE DOI: http://dx.doi.org/10.15446/innovar.v26n62.59389.


CLASIFICACIN JEL: M31,
RECIBIDO: Octubre

D12, L15.

2014, APROBADO: Mayo 2015.

Se agradecen los valiosos comentarios de los dos revisores annimos.

69

Marketing
cuanto a comida rpida se refiere. Por ello, se hace evidente la necesidad de evaluar la calidad en el servicio que
ofrecen estos establecimientos para asegurarse de que son
capaces de satisfacer las necesidades de los consumidores.
As, las cadenas de comida rpida ya no se pueden centrar
solo en la captacin de clientes, sino tambin en su fidelizacin (Resa, 2011).
Otro aspecto importante para considerar por el sector de
comida rpida es la informacin nutricional y las enfermedades asociadas con este tipo de productos. En efecto, la relacin positiva entre el aumento de obesidad y el consumo
en estos restaurantes no ha pasado desapercibida para
las administraciones pblicas (Burton, Howlett y Tangari,
2009). Los establecimientos de comidas rpidas suelen asociarse con la venta de alimentos altos en caloras, grasas,
etc.; por ello, resulta relevante explorar cmo la informacin
nutricional puede influir en la evaluacin de sus productos
e intenciones de compra (Burton et al., 2009).
En coherencia con lo precedente, el objetivo general de
este artculo es explorar los atributos relevantes de la calidad en el servicio de las hamburgueseras en Valencia (Espaa), y su influencia en el comportamiento postcompra.
En concreto, se pretende agrupar los atributos segn su tipologa, analizando el tipo de variable ms influyente en el
comportamiento postcompra, distinguiendo entre aquellos
consumidores que valoran la informacin nutricional o no.
Para ello, el presente artculo se organiza de la siguiente
manera: tras una revisin de la literatura relacionada con
los atributos relevantes en la evaluacin de la calidad en el
servicio de los restaurantes de comida rpida, se describe
la metodologa utilizada. Posteriormente, se presentan los
resultados empricos y su discusin, para finalizar sobre la
base de las conclusiones, con implicaciones prcticas para
el sector.

Calidad en el servicio para el sector de los


restaurantes de comida rpida. Hiptesis
La literatura relacionada con la evaluacin de la calidad
en el servicio en restaurantes de comida rpida sugiere diversos atributos considerados como significativos por el
consumidor. En efecto, una prolija revisin bibliogrfica
permite enumerar una variedad de atributos relevantes
para la evaluacin de la calidad de servicio en restaurantes
de comida rpida (Tabla 1). As, los aspectos ms citados en
la bibliografa son la calidad de la comida y la amabilidad
de los empleados. La calidad de la comida es uno de los
componentes crticos en la experiencia de consumo en este

70

TABLA 1. Revisin bibliogrfica de los principales atributos

considerados para la evaluacin de la calidad en el servicio


en restaurantes de comida rpida
Atributo

Fuente

Calidad de la comida Bernhardt, Donthu y Kennett (2000); Law, Hui


y Zhao (2004); Clemente y Gmez (2006); Andrade, Morales y Andrade (2008); Namkung y Jang
(2010); Qin, Prybutok y Zhao (2010); Bhardwaj
(2011); Bhattacharya, Pratim y Mishra (2011); Min y
Min (2011); Chib (2012); Frank (2012); Voon (2012);
Wen, Qin, Prybutok y Blankson (2012); EtemadSajadi y Rizzuto (2013); Ibrahim (2013); Mosavi y
Ghaedi (2013); Saeed, Javed y Nawaz (2013).
Amabilidad de los
empleados

Bernhardt et al. (2000); Gilbert, Veloutsou, Goode


y Moutinho (2004); Law et al. (2004); Clemente y
Gmez (2006); Machado et al. (2006); Hu y Chen
(2010); Namkung y Jang (2010); Bhardwaj (2011);
Bhattacharya et al. (2011); Min y Min (2011); Tamayo (2011); Chib (2012); Ehsan (2012); Voon
(2012); Wen et al. (2012); Agarwal y Jain (2013);
Phau y Ferguson (2013); Mosavi y Ghaedi (2013).

Relacin
calidad-precio

Brady y Robertson (1999); Law et al. (2004); Andrade et al. (2008); Namkung y Jang (2010);
Bhardwaj (2011); Bhattacharya et al. (2011); Dunn,
Mohr, Wilson y Wittert (2011); Min y Min (2011); Tamayo (2011); Frank (2012); Voon (2012); Wen et al.
(2012); Etemad-Sajadi y Rizzuto (2013); Phau y Ferguson (2013).

Servicio rpido

Brady y Robertson (1999); Bernhardt et al. (2000);


Church y Newman (2000); Gilbert, Veloutsou, Goode,
y Moutinho (2004); Clemente y Gmez (2006); Machado, Queiroz y Martins (2006); Andrade, Morales y
Andrade (2008); Bhardwaj (2011); Min y Min (2011);
Tamayo (2011); Chib (2012); Wen, Qin, Prybutok y
Blankson (2012); Agarwal y Jain (2013); Phau y Ferguson (2013)

Limpieza del
establecimiento

Bernhardt, Donthu y Kennett (2000); Gilbert et


al. (2004); Law et al. (2004); Clemente y Gmez
(2006); Bhardwaj (2011); Min y Min (2011); Tamayo
(2011); Wen et al. (2012); Voon (2012); Wu y Hsu
(2012); Agarwal y Jain (2013); Etemad-Sajadi y Rizzuto (2013); Phau y Ferguson (2013)

Men variado

Law et al. (2004); Clemente y Gmez (2006);


Bhardwaj (2011); Min y Min (2011); Tamayo (2011);
Ehsan (2012); Voon (2012); Wen et al. (2012); Wu y
Hsu (2012); Agarwal y Jain (2013)

Decoracin

Clemente y Gmez (2006); Machado et al.


(2006); Hu y Chen (2010); Bhattacharya et
al. (2011); Tamayo (2011); Ehsan (2012); Wu
y Hsu (2012); Ibrahim (2013); Khan, Majid y
Yaqoob (2013).

Sabor de la comida

Clemente y Gmez (2006); Machado et al.


(2006); Dunn et al. (2011); Min y Min (2011);
Ehsan (2012); Wen et al. (2012); Khan et al. (2013).

Promociones

Clemente y Gmez (2006); Tamayo (2011); Chib


(2012); Ehsan (2012); Voon (2012); Ibrahim (2013);
Khan et al. (2013).
(Contina)

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RE V I S TA

INNOVAR

JOURNAL

TABLA 1. Revisin bibliogrfica de los principales atributos

considerados para la evaluacin de la calidad en el


servicio en restaurantes de comida rpida (continuacin)
Atributo

Fuente

Buena situacin

Clemente y Gmez (2006); Bhattacharya et al.


(2011); Min y Min (2011); Tamayo (2011); Ehsan
(2012); Saeed et al. (2013).

Tiempo de espera

Church y Newman (2000); Law et al. (2004); Hu y


Chen (2010); Namkung y Jang (2010); Ehsan (2012);
Etemad-Sajadi y Rizzuto (2013).

Apariencia del
personal

Bernhardt et al. (2000); Machado et al. (2006); Chib


(2012); Wen et al. (2012); Etemad-Sajadi y Rizzuto
(2013).

Mobiliario cmodo

Bernhardt et al. (2000); Law et al. (2004); Bhattacharya et al. (2011); Voon (2012); Agarwal y Jain
(2013).

Horario adecuado

Bhattacharya et al. (2011); Voon (2012); Wen et


al. (2012); Agarwal y Jain (2013); Phau y Ferguson
(2013).

Comodidad

Clemente y Gmez (2006); Ehsan (2012); Wen et


al. (2012).

Limpieza de las
mesas

Machado et al. (2006).

Fuente: elaboracin propia.

tipo de establecimientos (Namkung y Jang, 2007). Estos


autores encontraron una relacin positiva entre la calidad
de la comida y la satisfaccin e intencin de compra posterior. Adems, tambin el nivel de servicio prestado por
los empleados del restaurante de comida rpida puede ser
otro componente esencial de la calidad en el servicio (Mosavi y Ghaedi, 2013). Por ello, se debe considerar al personal en contacto con los clientes en la bsqueda para
ofrecer la mejor experiencia.
As mismo, son importantes la relacin precio-calidad y la
rapidez en el servicio. Voon (2012) destaca que el papel de
la relacin precio-calidad es determinante en el comportamiento de los jvenes consumidores en restaurantes de
comida rpida. Por otro lado, Machado, Queiroz y Martins
(2006) encontraron que la entrega rpida del pedido obtena el peor resultado; es decir, no se cumpla uno de los
principales valores de este tipo de establecimientos, porque
los consumidores acuden a estos restaurantes debido precisamente a su tiempo de respuesta (Min y Min, 2011).
Finalmente, se debe destacar que la limpieza del establecimiento es tambin otro atributo considerado crucial para

RE V. I N N OVA R VOL . 2 6, N M . 6 2, OC TU BR E-D IC I E M B R E DE 2 016

71

Marketing
la calidad en el servicio de los restaurantes de comida rpida (Min y Min, 2011). En este caso, las empresas deberan
ejercer un control tanto en las zonas del producto final,
como en aquellas en las que tiene lugar su manipulacin.
Es decir, habra que limpiar cuidadosamente mesas, sillas,
suelos o cocina en este tipo de establecimientos, porque
pueden jugar un papel importante en mejorar las percepciones de sus clientes.
Phau y Ferguson (2013) sealan que la satisfaccin del
cliente est intrnsecamente relacionada con la calidad
percibida en el servicio, pese a que ambos constructos son
a menudo confundidos. En efecto, diferentes autores como
Bhardwaj (2011) o Khan et al. (2013) han destacado que
los atributos usados para evaluar la calidad en el servicio
influyen positivamente en la satisfaccin del cliente. Por
ejemplo, Sahagun y Vasquez-Parraga (2014) indican que los
clientes pueden valorar la rapidez en el servicio, o la comida
consumida. Sin embargo, hay atributos como la relacin
calidad-precio que parecen no mostrar una relacin significativa con la satisfaccin del consumidor (Bhardwaj, 2011).
Por otro lado, la calidad en el servicio es determinante para
otros comportamientos post-compra (Brady y Robertson,
2001). De hecho, Namkung y Jang (2007) muestran que
existe una asociacin directa y positiva entre el comportamiento actual y las futuras intenciones, tales como la recomendacin o hablar positivamente del establecimiento de
comida rpida. Asimismo, el xito de cada transaccin en
estos establecimientos influye favorablemente en la intencin de repetir (Sahagun y Vasquez-Parraga, 2014).

tipo de comida y la obesidad no ha sido establecida, s


existe una clara relacin positiva con la ingesta de caloras, lo que hace que las personas tengan una mayor
propensin a aumentar el peso o sufrir enfermedades coronarias (Monge-Rojas, Smith-Castro, Colon-Ramos, Aragn
y Herrera-Raven, 2013).

Metodologa
Los datos utilizados en este trabajo provienen de una encuesta, cuya ficha tcnica se encuentra en la Tabla 2. Se
efectuaron 200 entrevistas in situ a sujetos elegidos al
azar para analizar sus percepciones con respecto a la calidad de servicio a su salida de las tres principales cadenas:
McDonalds, Burger King y Kentucky Fried Chicken. Estos
restaurantes de comida rpida fueron escogidos para el
estudio debido a sus similares caractersticas en cuanto a
tamaos, ubicacin, mens o tipo de clientes objetivo.
El muestreo fue estratificado por edades. La razn de la
eleccin de este tipo de muestreo es que los entrevistados
pueden evaluar mejor su experiencia en los restaurantes
de comida rpida y evitar unos resultados sesgados.

H1: Existe una relacin positiva entre algunos atributos


para evaluar la calidad en el servicio de las hamburgueseras y la satisfaccin del cliente.

El cuestionario estaba estructurado en dos grandes bloques. El primero de ellos se centraba en el perfil de consumo en hamburgueseras, y la evaluacin de los atributos
sobre la calidad en el servicio, y su comportamiento postcompra; en la Tabla 3, se incluye un listado con los atributos incluidos en la investigacin y cuya eleccin tuvo en
cuenta la revisin bibliogrfica citada en el anterior apartado. Adems, cabe sealar que, tal como hizo Ling, Mun y
Ling (2011) o Voon (2012), la escala utilizada para valorar
los atributos fue una escala Likert de 1 a 7 (totalmente en
desacuerdo/totalmente de acuerdo, respectivamente). El
segundo bloque del cuestionario detallaba caractersticas
de los entrevistados (sexo, edad, estado civil, etc.).

H2: Existe una relacin positiva entre la calidad en el servicio y su intencin de recomendar.

TABLA 2. Ficha tcnica del estudio

En resumen, considerando lo reseado en los trabajos citados


anteriormente, se propone contrastar las siguientes hiptesis:

H3: Existe una relacin positiva entre la calidad en el servicio y su intencin de repetir.
H4: Existe una relacin positiva entre la calidad en el servicio y su intencin de hablar positivamente.
Para finalizar, un punto muy preocupante en la alimentacin de hoy en da es que la comida rpida es muy apetecida por la gran mayora del pblico en general. Sin
embargo, hay consumidores que no disponen de la suficiente informacin nutricional, o bien la pasan por alto,
sobre el elevado riesgo para la salud que este tipo de comida trae consigo. As, aunque la causalidad entre este

72

Poblacin

Mayores de 15 aos de ambos sexos que


acuden a una hamburguesera en Valencia (Espaa)

Tamao muestral

200 encuestas personales

Error muestral

7%, para un nivel de confianza del


95,5% (K=2), en la condicin ms desfavorable (p = q = 0,5)

Tipo de muestreo

Muestreo aleatorio estratificado por edad

Pretest

Precuestionario a 20 personas

Fecha del trabajo de campo

Marzo de 2013

Control

De estabilidad y de coherencia

Fuente: elaboracin propia.

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TABLA 3. Atributos utilizados para evaluar la calidad en el

servicio para las hamburgueseras


Atributo

Nombre
corto

TABLA 4. Caractersticas sociodemogrficas de la muestra (%)


Sexo

Hombre

42,5

Mujer

57,5

Joven (hasta 22)

60,0

MESAS

Medio (23-29)

30,0

El mobiliario era cmodo

CMODO

Mayor (30 o ms)

10,0

La decoracin del restaurante era agradable

DECORACI

Soltero

80,5

El restaurante est bien situado

SITUADO

Casado

16,5

Los empleados eran amables

AMABLES

Viudo

La apariencia del personal era buena

APARIENC

El men era variado

MENU

La calidad global de la comida era adecuada

CALIDAD

Primarios

El sabor de la comida era bueno

SABOR

Secundarios, bachillerato

37,0

El servicio era rpido

RAPIDO

Universitarios

24,5

La relacin calidad-precio era buena

Q-P

El tiempo para encontrar mesa ha sido breve

TIEMPO

Los precios son bajos

PRECIOS

Estoy satisfecho de haber comido en esta hamburguesera

SATISFAC

Hablar positivamente sobre esta hamburguesera a


otras personas

HABLARE

Recomendara comer en esta hamburguesera

RECOMEND

Repetir la visita a este restaurante

REPETIRE

El restaurante estaba limpio

LIMPIO

La limpieza de las mesas era correcta

Fuente: elaboracin propia.

Para el anlisis de los datos se utiliz el anlisis factorial para


la fase exploratoria y las ecuaciones estructurales para la
fase confirmatoria. En estos anlisis se han utilizado los programas informticos SPSS 15.0 y STATA 12, respectivamente.

Edad

Estado civil

Educacin

Como se observa en la Tabla 5, todos los entrevistados haban comido al menos una vez al mes en alguna de las tres
hamburgueseras consideradas en este estudio, y ms de la
mitad haba ido dos o ms veces. La mayora acudi durante el fin de semana (86,2%). Casi dos tercios (64%) de
ellos gastaron un promedio de hasta 7 euros por persona.
Por ltimo, la mayora de los participantes de la encuesta,
6 de cada 10, son comensales que le dan mucha o bastante importancia a la informacin nutricional en este tipo
de establecimientos.

Separado

1,5

Sin estudios

3,5
35,0

Fuente: elaboracin propia.

TABLA 5. Hbitos de consumo de la muestra (%)


Nmero de veces al mes

Da de consumo
Gasto medio por persona

Baja (hasta 1)

47,0

Media (2)

34,0

Superior (3 o ms)

19,0

Laborables

13,7

Fin de semana

86,2

Medio (hasta 7 )

64,0

Alto (ms de 7 )

36,0

Importancia Informacin Ninguna


nutricional
Poca
Indiferente

Resultados y su discusin
Las caractersticas demogrficas de los encuestados muestran que el 57,5% de ellos eran mujeres (Tabla 4). Los datos
revelan que el 60% de los encuestados estaba en el grupo
de edad de hasta 22 aos. Con respecto al estado civil de
los encuestados, 80,5% corresponde a solteros; por ltimo,
cabe sealar la variada gama de niveles de educacin, con
un 24,5% que haban completado estudios universitarios.
Este perfil es similar al de otros estudios como el de Phau
y Ferguson (2013).

1,5

13,3
10,7
15,3

Bastante

26,7

Mucha

34,0

Fuente: elaboracin propia.

Para ver si los atributos considerados en la evaluacin de la


calidad de servicio en hamburgueseras se podan agrupar
en diferentes categoras, se utiliz un anlisis de componentes principales (ACP). Se recurri a la rotacin varimax
para conseguir una solucin a la cual se le pudiera atribuir
significado. Se obtuvieron cuatro factores que explican casi
un 65% del total de la varianza (Tabla 6). Adems, el valor
0,844 de la medida de adecuacin muestral KMO puede
considerarse muy bueno (Levy y Varela, 2003). En cuanto
a la fiabilidad, se recurri al coeficiente alfa de Cronbach,
cuyos resultados tambin resultan adecuados. En resumen,
puede afirmarse que los trece atributos pueden reducirse
a cuatro dimensiones. No obstante, el atributo Los precios
son bajos fue eliminado porque obtuvo una baja carga factorial y estaba incluido simultneamente en dos factores.
Este cambio aument la varianza total explicada y facilit
una adecuada interpretacin de las dimensiones extradas
en el ACP.

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73

Marketing
El primer factor, que explica un 36,66% de la varianza, est
integrado por cuatro atributos: sabor, calidad, variedad de
men y relacin calidad-precio. Teniendo en cuenta estos,
se podra etiquetar como un factor que se refiere a las
caractersticas intrnsecas del producto. El factor dos,
que expresa un 12,29% de la informacin, tiene afinidad
con aspectos fsicos de los establecimientos, limpieza de
estos o de las mesas, comodidad, decoracin y su ubicacin. El tercer factor incluye dos atributos relacionados con
los empleados: a apariencia y la amabilidad de estos. Finalmente, el cuarto factor recoge la rapidez del servicio.
Las anteriores dimensiones ya han sido citadas por separado en diferentes artculos: el factor producto por Tamayo
(2011) o Mosavi y Ghaedi (2013); los aspectos fsicos en
Hu y Chen (2010); los empleados por Gilbert et al. (2004)
y Han y Ryu (2007), o la rapidez en Min y Min (2011). Sin
embargo, este artculo los considera simultneamente, lo
que permite a continuacin valorarlos comparativamente.
Como ya se ha citado anteriormente, en esta investigacin
se proponen cuatro hiptesis. As, se ha planteado un modelo con los datos de toda la muestra que relaciona las
TABLA 6. Anlisis factorial de los atributos de calidad de

servicio en hamburgueseras
(1: Totalmente en desacuerdo; 7: Totalmente de acuerdo)
Atributo

Factores
Media
Aspectos
Desviacin Producto
Empleados
fsicos

Rapidez

SABOR

5,461,49

0,824

CALIDAD

4,901,62

0,752

MENU

5,101,56

0,749

Q-P

5,041,48

0,607

LIMPIO

5,361,31

0,865

MESAS

5,101,52

0,827

COMODO

4,821,55

0,716

DECORACI

5,111,42

0,520

SITUADO

5,391,55

0,467

APARIENC

5,131,49

0,800

AMABLES

5,281,49

0,790

TIEMPO

4,991,74

0,820

RAPIDO

4,981,71

0,663

%
varianza
explicada

36,66

12,29

8,93

6,98

Alfa de
Cronbach

0,811

0,778

0,688

0,553

TABLA 7. Resultados de la fiabilidad y de la validez

convergente del constructo


Fiabilidad compuesta

AVE

Producto

0,99

0,97

Aspectos fsicos

0,98

0,94

Empleados

0,99

0,97

Rapidez

0,99

0,98

Fuente: elaboracin propia.

cuatro dimensiones citadas anteriormente, con la calidad


en el servicio, y esta, con los comportamientos postcompra.
Sin embargo, antes de realizar un examen de los resultados, hay que comprobar el ajuste del modelo. Hair, Anderson, Tatham y Black (1999) fijan un valor umbral de 0,7
para la fiabilidad compuesta. Estos mismos autores proponen otra medida de fiabilidad: la validez convergente,
cuyo valor debe ser superior a 0,5 para un constructo. En
la Tabla 7, se aprecia que para las variables latentes consideradas en el modelo se superan los valores sealados.
Por otro lado, est la validez discriminante que indica el
grado en que un determinado constructo es diferente del
resto. Para medirla se utiliza el AVE (valores en negrita en
la Tabla 8) y el cuadrado de las correlaciones entre constructos (datos restantes del cuadro). El AVE debe superar
el cuadrado de las correlaciones, como sucede en todos los
casos de la totalidad de datos de la muestra.
As, se puede concluir que los factores utilizados en el modelo tienen una adecuada fiabilidad y validez. Por tanto,
podemos pasar al anlisis confirmatorio del modelo. El modelo estructural propuesto se puede ver en el Grfico 1, en
el que se quiere comprobar la influencia de los distintos
constructos sobre la calidad en el servicio, y de esta sobre
el comportamiento postcompra del consumidor en hamburgueseras. Este modelo se encaja con algunos estudios
recientes que indican que este tipo de dimensiones (calidad
de los alimentos, personal de servicio, etc.) son vitales para
las percepciones sobre la calidad en el servicio de los restaurantes (Namkung y Jang, 2010; Ryu, Lee y Kim, 2012).
TABLA 8. Resultados de la validez discriminante
Producto Aspectos fsicos Empleados Rapidez
Producto

0,97

Aspectos
fsicos

0,56

0,94

KMO: 0,844 Test de esfericidad de Bartlett 851,9 (66 gl)

Empleados

0,63

0,61

0,97

% total de varianza explicada: 64,89%

Rapidez

0,59

0,48

0,39

Fuente: elaboracin propia.

74

0,98

Fuente: elaboracin propia.

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GRFICO 1. Modelo estructural propuesto para la calidad

en el servicio de las hamburgueseras y el comportamiento


postcompra
SATISFAC
Producto

RECOMEND

Aspectos
fsicos

Calidad
servicio
Empleados

REPETIRE

Rapidez

HABLARE

Fuente: elaboracin propia.

La aplicacin del modelo anterior de ecuaciones estructurales se realiza mediante el programa STATA 12, cuyos
resultados sobre las variables latentes se incluyen en la
Tabla 9. La estimacin de los parmetros se ha llevado a
cabo por el mtodo de mxima verosimilitud, porque facilita la convergencia de los estimadores con los parmetros,
aunque los datos no sigan una distribucin normal (Bollen,
1989, citado en Rial, Lamas y Varela, 2009). Cabe sealar
que todos los coeficientes estandarizados de las variables
explicativas de los cuatro constructos son significativos al
nivel de 99%. En este modelo los indicadores representan
bien las variables latentes, ya que ninguna carga estandarizada es inferior a 0,617.
TABLA 9. Anlisis confirmatorio. Valoracin del modelo

estructural
Carga estandarizada

Error estndar

SABOR

0,756

0,03

CALIDAD

0,778

0,02

MENU

0,715

0,03

Q-P

0,729

LIMPIO

0,680

MESAS

0,737

0,03

COMODO

0,747

0,03

DECORACI

0,617

0,04

SITUADO

0,622

0,04

Producto

Adems, los resultados del modelo nos indican que, de los


cuatro constructos explicativos de la calidad en el servicio,
solo hay uno que influye de forma significativa y positivamente en esta (Grfico 2). Si se observan los parmetros
estandarizados estimados, los resultados muestran que la
dimensin producto est muy relacionada con la calidad
en el servicio de las hamburgueseras. Efectivamente, el
factor producto, que incluye el sabor y la calidad de la comida, junto a una variedad en el men y una buena relacin calidad-precio, ha obtenido un peso estandarizado
de 0,747. Este resultado es consistente con otros estudios
sobre la calidad en el servicio de los establecimientos de
comidas rpidas (Min y Min, 2011). Sin embargo, discrepa
con lo sealado por Dijsterhuis, Smith, van Baaren y Wigboldus (2005) sobre la relevancia de los aspectos fsicos
del establecimiento, o los empleados (Gilbert et al., 2004).
Aunque coincide con la escasa relevancia de la rapidez en
el servicio (Hu y Chen, 2010). Por tanto, se confirma la hiptesis de que solo algunos atributos son importantes en
la calidad del servicio de las hamburgueseras.
Asimismo, la calidad en el servicio influye tambin directa y
positivamente en los diferentes comportamientos postcompra
considerados (satisfaccin, recomendacin, repeticin y hablar positivamente del establecimiento a otras personas), con
cargas estandarizadas entre 0,755 y 0,805. Es decir, si se incrementa la calidad en el servicio, esta afectara positivamente a
la satisfaccin del cliente, su comunicacin interpersonal y su
intencin de revisitar el establecimiento de comida rpida. En
resumen, las cuatro hiptesis planteadas en este trabajo deberan ser aceptadas.
Con respecto a las medidas de calidad del ajuste del modelo, en la Tabla 10 se presentan agrupadas en medidas de
ajuste absoluto y medidas de ajuste incremental.
GRFICO 2. Resultados del modelo estructural propuesto

para la calidad en el servicio de las hamburgueseras y el


comportamiento postcompra

Aspectos fsicos
Producto

Aspectos
fsicos

0,744

0,03

AMABLES

0,805

0,731

0,798

Rapidez

Rapidez
TIEMPO

0,759

RAPIDO

0,769

0,03

* La inexistencia del error estndar se debe a que los coeficientes de regresin han sido fijados a
1 para conseguir la identificacin del modelo.
Fuente: elaboracin propia.

Calidad
servicio

Empleados

APARIENC

0,150

SATISFAC

RECOMEND

0,064

0,035

Empleados

0,790

0,747

0,755

REPETIRE

HABLARE

Fuente: elaboracin propia.

Para las medidas de ajuste absoluto se ha elegido en primer


lugar la prueba X2. Sin embargo, es sensible al tamao de

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75

Marketing
la muestra segn Castro y Galindo (2000). Para resolver
este problema, se recomienda utilizar diferentes ndices de
comprobacin del ajuste del modelo (Bentler, 1990, citado
en Cervell, Iglesias, Moreno, Jimnez y Del Villar, 2004).
Por tanto, se ha utilizado la Goodness of Fit Index (GFI),
obteniendo un valor cercano a 1 recomendado por la bibliografa (Hair et al., 1999; Luque, 2000), y el Root Mean
Square Error of Aproximation (RMSEA), que tiene un valor
de 0,09.

y Rovira, 1998) y, por tanto, no les afecta en tanta medida. Esta relacin entre informacin nutricional en estos
establecimientos y su influencia sobre el constructo producto podran verse condicionados por otras variables. Por
ejemplo, la presencia de nios podra hacer que la informacin nutricional pasar a un segundo plano, ante la influencia de terceras personas, haciendo en este caso que
las caractersticas del producto tuvieran mayor peso sobre
la calidad en el servicio.

En el segundo grupo de medidas se han utilizado los indicadores Normed Fit Index (NFI) y el Comparative Fit Index
(CFI), que obtienen valores cercanos a 1, recomendados
por autores como Hair et al. (1999) o Luque (2000).

El segundo cambio estriba en que el factor empleados s


influye estadsticamente en la calidad en el servicio de
las hamburgueseras. As, para los consumidores con una
baja importancia de la informacin nutricional tiene un
peso estandarizado de -0,301, frente a los que s le dan
importancia a la informacin nutricional con un valor de
0,336. Es decir, para los primeros, el trato recibido por los
empleados tiene un efecto negativo sobre la calidad en
el servicio, mientras que para el grupo de consumidores
que consideran importante la informacin nutricional, la
dimensin empleados influye positivamente en la calidad
del servicio. Quizs este resultado pudiera explicarse por
el papel prescriptor de los empleados, siendo percibidos
como una intrusin por parte del primer grupo, y como asesoramiento por parte de los consumidores que s valoran la
informacin nutricional en estos restaurantes.

Con todos estos resultados se puede afirmar que globalmente los ndices de bondad del ajuste son aceptables y
que, por tanto, podemos dar por vlido el modelo planteado.
TABLA 10. Indicadores del ajuste del modelo estructural.
Indicador

Valor aceptable

Valor del modelo

Medidas de ajuste absoluto


X 2/gr. libertad

468,40 / 126
(0,00)

GFI

Cercano a 1

0,995

RMSEA

Cercano a 0,08

0,09

Medidas de ajuste incremental


NFI

Cercano a 1

0,720

CFI

Cercano a 1

0,785

Conclusiones e implicaciones comerciales

Fuente: elaboracin propia.

Por otro lado, el anterior modelo se aplic a dos grupos de


consumidores: los que le otorgan mucha o bastante importancia a la informacin nutricional en este tipo de restaurantes, frente al resto, es decir, los que le dan una baja
importancia, o les resulta indiferente. Los resultados mostraron dos diferencias respecto al modelo global el ajuste
del modelo continu siendo correcto. En primer lugar, en
ambos grupos la dimensin producto contina influyendo
de forma directa y positiva en la calidad del servicio de
las hamburgueseras, aunque el efecto de este constructo
para el grupo que no le da importancia a la informacin
nutricional es estadsticamente mucho mayor (0,685), con
respecto a los consumidores que s le otorgan importancia
a la informacin nutricional (0,350).
En otras palabras, para el caso de las hamburgueseras, los
clientes con bajos niveles de importancia de la informacin nutricional estn ms absortos por las caractersticas
del producto frente a los que consideran mucho ms importante dicha informacin. Posiblemente, estos ltimos se
consideren ms expertos, y ello les permita estimar si hay
diferencias de calidad en los productos ofrecidos (Dubois
76

A partir de la investigacin realizada, se ha encontrado que


los atributos considerados en la evaluacin de la calidad en
el servicio en las hamburgueseras en Espaa fueron agrupados en cuatro dimensiones: producto, aspectos fsicos,
empleados y rapidez. De estos factores, el nico que globalmente tiene una influencia estadsticamente significativa en la calidad del servicio es la dimensin denominada
producto. Es decir, una comida sabrosa, de calidad, con un
men variado y una buena relacin calidad-precio influyen
en la calidad de servicio de este tipo de establecimientos.
Por ello, los directivos de estos restaurantes deberan tener
una cadena de suministro eficiente que les proporcionara
excelentes materias primas. Por ejemplo, el proveedor de
McDonalds en Espaa solo utiliza piezas enteras de msculo procedente de cuartos delanteros y faldas. No obstante, el proceso de preparacin de los alimentos en el
restaurante tambin debera mantenerse controlado para
asegurar la calidad en el servicio.
Sin embargo, dadas las diferencias identificadas segn la
importancia dada a la informacin nutricional, los ejecutivos de este tipo de establecimientos podran tambin
atender a estos resultados, utilizando diferentes estrategias comerciales. En efecto, para el grupo que le otorga

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una alta importancia a la informacin nutricional, el personal de servicio podra ofrecerle bebidas y platos ms
saludables (una ensalada frente a una hamburguesa con
patatas fritas, por ejemplo), lo cual repercutira positivamente en la calidad del servicio de las hamburgueseras.
Por ello, hara falta una buena formacin para poder detectar ambos segmentos. Esta mejora en la capacidad del
personal de servicio facilitara satisfacer las necesidades de
los clientes de manera ms eficaz y eficiente (Chow, Lau, Lo,
Sha y Yun, 2007).

Bhattacharya, S., Pratim, P., & Mishra, R. (2011). Exploring customer loyalty: a study on fast food outlets in the city of Chennai. Zenith. International Journal of Multidisciplinary Research, 1 (4), 175-183.

Por otro lado, existen muchos investigadores que han coincidido en la relacin significativa obtenida en esta investigacin entre la calidad en el servicio y la intencin de
comportamiento postcompra, especialmente en el campo
de los negocios (Ryu et al., 2012). As, en un sector tan competitivo como el de los restaurantes de comida rpida, los
directivos deberan entender el factor que ms contribuye
a la calidad en el servicio, porque con ello podrn mejorar
la satisfaccin del consumidor, y el resto de conductas posteriores a la compra. Esto debera medirse mediante muestras peridicas a lo largo del tiempo, para poder aplicar
posteriormente tcnicas de control estadstico (Gilbert et
al., 2004).

Castro, J. A., & Galindo, M. P. (2000). Estadstica multivariante. Anlisis


de correlaciones. Salamanca: Amar ediciones.

Finalmente, es preciso sealar un par de limitaciones que


pueden aportar nuevas lneas de trabajo. La primera es que
esta investigacin solo se centra en grandes cadenas de
hamburgueseras; as, el estudio est limitado a parte de
los restaurantes de comida rpida, excluyendo otros como
establecimientos independientes, o que ofrezcan otros productos como pizzas. Y la segunda limitacin es que la variable precio qued excluida tras el anlisis factorial. Pese
a que esta investigacin mejora el alcance en la comprensin de la calidad en el servicio de las hamburgueseras, el
precio debera ser incluido en futuros trabajos como moderador de la influencia de estos factores.

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R E V. I N N OVA R VO L . 2 6 , N M . 6 2 , O CT UB R E - DI CI E M B R E DE 2016

Marketing

RE V IS TA

INNOVAR

JOURNAL

Anlisis del estudio de las


relaciones causales
en el marketing1
Lizbeth Salgado Beltrn

Ph.D. en Ciencias Econmicas y Empresa


Universidad de Sonora
Caborca, Mxico
Correo electrnico: [email protected]
Enlace ORCID: http://orcid.org/0000-0001-8846-275X

ANALYSIS OF THE STUDY OF CAUSAL RELATIONSHIPS IN MARKETING


ABSTRACT: Currently, measuring cause and effect relationship for an
intangible situation such as customer satisfaction has been gaining momentum. For this, two statistical techniques are used: (i) structural equation modeling SEM with co-variance matrix, and (ii) partial least squares
PLS, which determine, as multivariate technique, the relationship between observable and latent variables in order to test a series of associations. In this sense, this paper is aimed at presenting each of the techniques
(SEM and PLS) from an interpretative perspective, by means of a case
study. As a result, one of the differences found between the methods is the
estimation procedure, since SEM is oriented towards theory, emphasizing
the transition from exploratory analysis to confirmatory, whereas PLS is
focused on the causal-predictive analysis in high complexity situations,
though with little theoretical information. Both methods pursue different
goals and should not be exclusionary but complementary, based on the interests of the researcher and the objectives of the study for the implementation of one method or another.

Joel Enrique Espejel Blanco

Ph.D. en Ciencias Econmicas y Empresariales


Universidad de Sonora
Hermosillo, Mxico
Correo electrnico: [email protected]
Enlace ORCID: http://orcid.org/0000-0003-1637-7235

KEYWORDS: Structural equations, Structural equation modeling, Minimum Square Partials.


ANLISE DO ESTUDO DAS RELAES CAUSAIS NO MARKETING
RESUMO: Na atualidade, a medio da relao causa-efeito de uma situao intangvel como a satisfao do cliente tem ganhado relevncia.
Para isso, usam-se duas tcnicas estatsticas: 1) modelos de equaes estruturais (structural equation model SEM) com matriz de covariantes e
2) tcnica de quadrados mnimos parciais (partial least squares PLS) que
determina, como tcnica multivariante, a relao entre variveis observveis e latentes a fim de comprovar uma srie de associaes propostas.
Nesse sentido, este artigo tem como objetivo expor de forma interpretativa cada uma das tcnicas (SEM e PLS) por meio de um caso de estudo.
Como resultado, uma das diferenas entre mtodos o procedimento de
estimativa, j que este, no SEM, est orientado teoria, enfatizando a
transio da anlise exploratria confirmatria; no PLS, orienta-se anlise causal-preditiva em situaes de alta complexidade, mas com pouca
informao terica. Ambos perseguem objetivos diferentes e no deveriam
ser excludentes, mas sim complementares, o que depender dos interesses
que o pesquisador tiver e dos objetivos do estudo para a aplicao de um
procedimento ou do outro.
PALAVRAS-CHAVE: equaes estruturais, modelos de equaes estruturais, quadrados mnimos parciais.
ANALYSE DE LTUDE DES RELATIONS CAUSALES DANS LE MARKETING
RSUM: Dans les circonstances actuelles, la mesure de la cause effet
dune situation intangible comme la satisfaction du client a gagn de
limportance. Pour cela, on emploie deux techniques statistiques: (1) des
modles dquations structurelles (structural equation model, SEM pour
son sigle en anglais) avec une matrice de covariances et (2) la technique
des moindres carrs partiels (partial least squares, PLS pour son sigle en
anglais) qui dtermine, en tant que technique multivarie, la relation entre
les variables observables et latentes, afin de vrifier un certain nombre
dassociations souleves. Dans cette ligne, cet article vise exposer par
une approche interprtative chacune des techniques (SEM et PLS), travers une tude de cas. On trouve quune des diffrences entre les mthodes
est le procd destimation, puisquen SEM il est orient vers la thorie, en
mettant laccent sur la transition de lanalyse exploratoire de confirmation,
tandis que PLS est oriente vers lanalyse causale prdictive dans des situations dune grande complexit, mais avec peu dinformations thoriques.
Les deux poursuivent des objectifs diffrents et ne devraient pas tre exclusives mais complmentaires, en fonction de lintrt du chercheur et des
objectifs de ltude pour la mise en uvre dune mthode ou dune autre.
MOTS-CL : quations structurelles, modles dquations structurelles,
moindres carrs partiels.

Lizbeth Salgado Beltrn. Universidad de Sonora. Av.


Universidad e/ Irigoyen s/n Col. Ortiz C.P. 83621. Caborca, Mxico.
CORRESPONDENCIA:

Salgado Beltrn, L., & Espejel Blanco, J. E. (2016). Anlisis


del estudio de las relaciones causales en el marketing. Innovar, 26(62),
79-94. doi: 10.15446/innovar.v26n62.59390.
CITACIN:

ENLACE DOI: http://dx.doi.org/10.15446/innovar.v26n62.59390.


CLASIFICACIN JEL: M31,
RECIBIDO: Marzo

C15, C30.

2014, APROBADO: Abril 2015.

RESUMEN: En la actualidad, la medicin de la relacin causa-efecto de una situacin intangible


como la satisfaccin del cliente ha estado tomando relevancia. Para ello, se manejan dos tcnicas
estadsticas: (1) modelos de ecuaciones estructurales (structural equation modelSEM, por sus siglas en ingls) con matriz de covarianzas y (2) la tcnica de mnimos cuadrados parciales (partial
least squares PLS, por sus siglas en ingls), que determina, como tcnica multivariante, la relacin entre variables observables y latentes, con la finalidad de comprobar una serie de asociaciones
planteadas. En esta lnea, el presente artculo tiene como objetivo exponer de forma interpretativa
cada una de las tcnicas (SEM y PLS), por medio de un caso de estudio. Como resultado, una de las
diferencias entre mtodos es el procedimiento de estimacin, ya que en SEM est orientado hacia
la teora, enfatizando la transicin del anlisis exploratorio al confirmatorio, y en PLS se orienta al
anlisis causal-predictivo en situaciones de alta complejidad, pero con poca informacin terica.
Ambos persiguen objetivos diferentes y no debieran ser excluyentes sino complementarios, lo que
depender de los intereses que tenga el investigador y los objetivos del estudio para la aplicacin
de un procedimiento o de otro.
PALABRAS CLAVE: ecuaciones estructurales, modelos de ecuaciones estructurales, mnimos cuadrados parciales.

Introduccin
Los tipos de investigacin se pueden clasificar segn el mtodo de estudio
de las variables en: cuantitativa, cualitativa o una combinacin de ambas
(Meja, 2005). Desde una perspectiva cuantitativa, se busca la exactitud de
mediciones para explicar y predecir los fenmenos de forma objetiva (Hernndez-Sampieri, Fernndez-Collado y Baptista-Lucio, 2007). En cambio,
las variables cualitativas se enfocan en el proceso y significado de sus relaciones con el entorno; es decir, son de ndole interpretativa. En este sentido,
1

El presente artculo es resultado de la tesis doctoral: Salgado-Beltrn, L. (2009). Instrumentos de marketing aplicados a la compra de productos ecolgicos: un caso de estudio
entre Barcelona, Espaa y La Paz, Mxico. Universitat de Barcelona, Espaa.

79

Marketing
la medicin no se hace sobre objetos ni sobre sus propiedades, sino sobre indicadores de las propiedades (Kerlinger,
1983). De acuerdo a su alcance, la investigacin puede ser
exploratoria y concluyente; esta ltima a su vez se divide
en descriptiva, predictiva y causal (Malhotra, 2008). La investigacin causal precisa hallar relaciones causales entre
las variables, las cuales pueden ser cualitativas o cuantitativas, y puede lograrse por medio de una metodologa
experimental o no experimental: la primera de estas ha
sido desarrollada en las ciencias fsicas y la segunda ha
estado ms enfocada hacia las ciencias sociales, ya que, la
mayora de las veces, las relaciones causales se infieren a
partir de las relaciones observadas entre variables (Batista
y Coenders, 2000).
En el rea del marketing, especficamente en la investigacin de mercados, la medicin de la relacin causaefecto de una situacin intangible, como la satisfaccin
del cliente o la percepcin sobre la calidad de un producto,
se ha estado cuantificando por medio de los modelos de
ecuaciones estructurales. La estimacin de constructos,
entendidos como una propiedad que se supone posee una
persona (son no empricos, es decir, no se pueden demostrar) y que permite deducir su conducta en determinadas
ocasiones (Bunge, 1973; Briones, 2002), sirve como base
para formular nuevas hiptesis y para planear estrategias
que modifiquen sus efectos.
En la actualidad, se manejan dos tcnicas estadsticas: (1)
modelos de ecuaciones estructurales (structural equation
modelSEM, por sus siglas en ingls), con matriz de covarianzas, y (2) la tcnica de mnimos cuadrados parciales
(partial least squares PLS, por sus siglas en ingls), que
determina en un mismo anlisis tanto relaciones entre variables manifiestas, como entre variables manifiestas y variables latentes, y permite contrastar un modelo hipottico
contra los datos (Bentler, 1995; Bazn, Snchez, Corral
y Castaeda, 2006), obtenidos principalmente por encuestas tanto en SEM como en PLS, aunque tambin se han
realizado diseos longitudinales de paneles (Thgersen y
rlande, 2003). Por lo tanto, los modelos de ecuaciones
engloban y extienden los procedimientos de regresin, el
anlisis economtrico y el anlisis factorial (Bollen, 1989).
En este contexto, el presente artculo tiene como objetivo
exponer cada una de las tcnicas de ecuaciones estructurales de forma interpretativa, por medio de un caso de
estudio. Se estructura en cuatro apartados: en el primero,
se desarrolla una introduccin al estudio de relaciones causales en el marketing; en el segundo, se desarrolla el proceso para validar el SEM y el PLS; en el tercero, se presenta
el punto de vista sobre la aplicacin de ambos modelos,
as como sus diferencias; finalmente, se puntualizan las
80

conclusiones del uso de las tcnicas analizadas para el estudio de relaciones causales en marketing.

Desarrollo
En esta seccin, se expone cada una de las tcnicas estadsticas para medir relaciones causales en marketing.

Modelos de ecuaciones estructurales


El origen de los hoy llamados SEM fue en 1970, por el
econmetra Goldberger (Goldberger y Duncan, 1973). Se
dio por primera vez la misma importancia a la teora que
considera la relacin entre indicadores y constructos que
a la que se interesa en las relaciones de los constructos
entre s (Batista y Coenders, 2000). En las siguientes dcadas Jreskog y Srbom (1979), Bentler y Bonnet (1980)
y Muthn (1984) lo han perfeccionado.
El inner model o modelo estructural y el outer model o modelo
de medicin conforman un SEM (Figura 1). El primero especifica las relaciones direccionales de las variables latentes
entre s, es decir, son ecuaciones que expresan relaciones
entre factores, cuya representacin en forma de ecuacin es:
+ +

(1)

Donde:
: vector m x 1 de variables latentes endgenas
: matriz m x m de coeficientes de las variables endgenas
: matriz m x k de coeficientes de las variables exgenas
: vector k x 1 de variables latentes exgenas
: vector m x 1 de trminos de perturbacin aleatoria.
El segundo especifica las relaciones que guardan los factores o variables latentes con sus respectivos indicadores,
tal y como se especifican las relaciones entre variables observables y latentes en un anlisis factorial confirmatorio,
es decir, ecuaciones de medida de estos factores, cuya representacin en forma de ecuacin es:
Y y +
X x + (2)
Donde:
: vector m x 1 de variables latentes endgenas
: vector k x 1 de variables latentes exgenas
x: matriz q x k de coeficientes de variables exgenas
y: matriz p x m de coeficientes de variables endgenas

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: vector q x 1 de errores de medicin para los indicadores


exgenos
: vector p x 1 de errores de medicin para los indicadores
endgenos.
El anlisis de trayectorias y el anlisis de regresin son
componentes del modelo estructural de relaciones causales entre variables manifiestas, mientras que el anlisis
factorial exploratorio y el anlisis factorial confirmatorio
son ejemplos concretos del modelo de medicin, el cual
busca establecer relaciones entre un constructo o variable
latente y sus indicadores (Bazn et al., 2006).
El SEM est compuesto por variables observables (variables
manifiestas o indicadores), las cuales pueden ser observadas o medidas de manera directa (Bentler, 1995; Byrne,
1994) y no observables (denominadas latentes factores o
constructos). De acuerdo con Corral (2001), lo latente solo
puede ser inferido o estudiado a partir de indicadores manifiestos de la situacin: las primeras se representan en forma
de rectngulo y las segundas, en crculos o elipses en el
modelo. Los efectos causales entre las variables se pueden
agrupar en directos, indirectos y espreos (Caballero, 2006).

Cuando se habla de causalidad, esto implica explicar el


por qu se presenta un fenmeno y bajo qu condiciones
ocurre (Hernndez et al., 2007). Es decir que cambios en el
valor de la variable de inters deben reflejarse en cambios
en las mediciones implementadas y que, adems, esas mediciones son agregadas finalmente para hallar el valor del
constructo subyacente (Martnez y Martnez, 2009). Por lo
tanto, este constructo garantiza la capacidad de controlar
los acontecimientos (Falk y Miller, 1992). Es importante
considerar que la estimacin del parmetro no demuestra
la relacin causa-efecto sino el respaldo terico del modelo. Adems, cualquier variable que reciba efecto de otras
variables deber incluir el trmino de error.

Modelos de ecuaciones estructurales


por mnimos cuadrados parciales
Los modelos de ecuaciones estructurales, medidos con
la tcnica de mnimos cuadrados parciales (Wold, 1982;
1985) o Modelos PLS, se configuran como modelos de
anlisis multivariante de segunda generacin (Chin, 1998;
2000), con el objetivo de la prediccin de las variables

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81

Marketing
latentes, maximizando la variable explicada (R2) de las
variables dependientes (Cepeda y Roldn, 2004) y tienen
las siguientes caractersticas (Stan y Saporta, 2005): 1)
estn orientados a la prediccin por medio de anlisis de
varianzas o componentes; 2) cada variable latente es una
combinacin lineal de sus propias variables manifiestas; 3)
se relaciona entre una variable latente y variables manifiestas de forma reflectiva y formativa; 4) la complejidad
del modelo es amplia (e. g., 100 variables latentes y 1000
variables manifiestas); 5) hay muestras pequeas, cuyo
rango mnimo recomendado es de 30 a 100 casos; 6) los
requerimientos tericos son flexibles, por ello, se les conoce como anlisis soft modeling, y 7) el tratamiento de
datos perdidos es por medio de algoritmos.
La metodologa PLS generaliza y combina caractersticas
del anlisis de componentes principales y anlisis de regresin mltiple. Los modelos estructurales PLS se miden
a travs de indicadores de carcter reflectivo y formativo.
En este sentido, Diamantopoulos, Riefler y Roth (2008) definen los modelos de medida de carcter reflectivo y formativo: (1) los constructos reflectivos son aquellos donde
el constructo carga a los indicadores de medida (Diamantopoulos y Winklhofer, 2001) y (2) los constructos formativos o emergentes (Chin, 2000) son aquellos donde los
indicadores de medida cargan al constructo. Hoy en da, el
uso de esta metodologa estadstica se ha incrementado;
prueba de ello es la gran aceptacin y aplicacin en distintas ramas de las ciencias sociales y administrativas, especficamente en el rea de marketing (e. g., Fornell y Cha,
1994; Olsen y Johnson, 2003; Ulaga y Eggert, 2006; Yi y
Gong, 2008; Pimenta da Gama, 2011).
Con el fin de construir un modelo estructural PLS adecuado, Steenkamp y van Trijp (1996) sugieren tres componentes bsicos: (1) relaciones internas (inner relationships),
que se encargan de analizar la parte estructural del modelo; (2) relaciones externas (outer relationships), que examinan el modelo de medida, y (3) relaciones con los pesos
(weight relationships), que definen la estimacin de la variable latente como los pesos lineales agregados de su variable manifiesta. Asimismo, Barclay, Higgins y Thompson
(1995) y Espejel, Fandos, Burgos y Palafox (2011) proponen
que un modelo estructural PLS debe ser analizado e interpretado en dos etapas: 1) Outer model o modelo de medicin, que comprende la validacin de contenido (revisin
de literatura) y la validez aparente (depuracin de tems
por parte de diferentes expertos), as como la fiabilidad por
medio de las cargas factoriales () o pesos () y examinacin de la validez de constructo a partir del anlisis de validez convergente y validez discriminante, y 2) Inner model
o modelo estructural, que consiste en la validacin del modelo estructural, evaluando el peso y la magnitud de las
82

relaciones entre las distintas variables por medio de dos


ndices bsicos: la varianza explicada (R2) y variables endgenas (Hulland, 1999), por una parte, y los coeficientes
path o pesos de regresin estandarizados () (Johnson, Herrmann y Huber, 2006), por otra.

Punto de vista
Desde que surgi la tcnica de modelos de ecuaciones estructurales en los aos setenta, esta ha experimentado
un crecimiento y desarrollo importante, especficamente
en las reas de comportamiento, de 164 artculos publicados en 1994 a 343 en el 2000 (Hershberger, 2003). En
el estudio del marketing, su aplicacin es relativamente reciente (Fornell y Cha, 1994; Hulland, Chow y Lam, 1996;
Olsen y Johnson, 2003; Ulaga y Eggert, 2006; Yi y Gong,
2008; Pimenta da Gama, 2011; Calvo, Martnez y Juanatey,
2013); algunas de las contribuciones ms importantes2
son: Fornell y Lacker (1981), Bagozzi (1981), Fornell y Bookstein (1982), Baumgartner y Homburg (1996), Steenkamp
y Baumgartner (2000), Hellier, Geursen, Carr y Rickard
(2003) y Hair, Sarstedt, Ringle y Mena (2012).
En este apartado se presentan dos casos de uso en el marketing, uno por medio de SEM y otro por PLS; al final, se
presenta un comparativo de ambos.

Caso por modelos de ecuaciones estructurales3


El caso aqu presentado es un SEM conformado por el modelo estructural y el modelo de medicin, que estudia la
relacin entre el constructo (variable latente), que es la
compra de productos orgnicos, representado tericamente por cuatro variables observables (tems) con cuatro
constructos; estrategia de precio, estrategia de producto,
estrategia de comunicacin y estrategia de distribucin,
con sus respectivos indicadores (Figura 1). Con el objetivo de aportar evidencia del mercado de consumidores
mexicanos respecto al mix de marketing y su influencia
en la compra de alimentos orgnicos, los criterios que se
tomaron en cuenta para su aplicacin obedecen a la evaluacin de una teora abundante sobre el comportamiento
del consumidor de compra de dichos alimentos (constructo
indeterminado) y del marketing estratgico, operando con
indicadores reflectivos. El tamao muestral es mayor a
200 sujetos (n = 383, nivel de confianza 95,5% y margen
de error 5+) y la poblacin objetivo fueron consumidores
de alimentos orgnicos de 18 a 65 aos. El levantamiento
de datos se realiz en marzo del 2012. El instrumento de
2

Con base en la citacin de la ISI Web of Knowledge.

El modelo fue presentado en Salgado, Espejel y Beltrn (2012).

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medida despus del estudio piloto (validez de contenido y


validez aparente) queda compuesto por 15 tems (escala
Likert de 5 puntos), ms los datos sociodemogrficos. El
desarrollo del modelo se realiz con el paquete informtico
estadstico SPSS-AMOS. Las hiptesis a comprobar fueron
las siguientes:

H4: la estrategia de distribucin tiene un efecto positivo


y significante sobre la compra de alimentos orgnicos.

Procedimiento de la validacin del


modelo de medida y estructural
El primer paso para validar el modelo de medida fue analizar la validez de contenido (revisin de literatura de las
escalas) y la validez aparente (adaptacin de las escalas).
Como segundo paso, se lleva a cabo el anlisis de fiabilidad del tem, haciendo un anlisis factorial exploratorio y
confirmatorio. En el primero se depuraron las escalas y sus
tems; para los constructos reflectivos, estos deben poseer
una carga factorial () igual o superior a 0,707 (Carmines y

H1: la estrategia de precio tiene un efecto positivo y significante sobre la compra de alimentos orgnicos
H2: la estrategia de producto tiene un efecto positivo y significante sobre la compra de alimentos orgnicos
H3: la estrategia de comunicacin tiene un efecto positivo
y significante sobre la compra de alimentos orgnicos
FIGURA 1. Modelo

Modelo estructural
E6

E6

PRECIO1
E7

E8

PRECIO2

E7

Estrategia
de precio

PRECIO3

E8

H1
E9

PRODUCTO1
PRODUCTO2

E5

Estrategia de
producto

E10

COMPRA2

E2
E10

Compra de
alimentos
orgnicos

PRODUCTO3

COMPRA3

E3
E11

COMPRA4

PRODUCTO4

E4
E12

H3

E13

COMUNIC A1

E14

COMUNICA2

E15

DISTRIBU1

E16

E9

H2

E11
E12

E1
COMPRA1

Estrategia de
comunicacin

E13

H4

E14
E15

Estrategia de
distribucin

DISTRIBU2

Modelo de medicin

E16

Modelo de medicin

Modelo d

Fuente: elaboracin propia con datos de salgado et al. (2012).

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Marketing
Zeller, 1979; Cepeda y Roldn, 2004), aunque hay autores
que indican una carga de 0,5 (Hair, Anderson, Tatham
y Black, 1999). Por lo tanto, no se depura ningn indicador,
pasando al AFC. (Tabla 1). Al estimar la comunalidad (2),
parte de la varianza explicada por el constructo, la primera
variable COMPRA1 tiene una carga de 2 = 0,801, lo que
significa que el 80% de la varianza est asociada al constructo compra de alimentos orgnicos. Sharma (1996) establece como lmite de aceptacin el valor de 0,5, pues un
indicador debe tener al menos el 50% de su varianza en
comn con la variable latente.
TABLA 1. Fiabilidad individual

TABLA 2. Alfa de Cronbach, fiabilidad compuesta y validez

convergente
Constructos

Alfa de Fiabilidad
Anlisis de
Cronbach compuesta
varianza
()
(c)
extrada (AVE)

Compra de alimentos
orgnicos

0,858

0,912

0,756

Estrategia de precio

0,910

0,958

0,560

Estrategia de producto

0,834

0,907

0,704

Estrategia de
comunicacin

0,883

0,910

0,800

Estrategia de
distribucin

0,914

0,945

0,689

Fuente: elaboracin propia con datos de Salgado et al. (2012).

Compra
de
Comunali- Estrategia Comunali- Estrategia Comunalialimentos dades 2 de precio dades 2 de producto dades 2
orgnicos
tems

tems

tems

COMPRA1

0,801

PRECIO1

0,885

PRODUCTO1

0,786

COMPRA2

0,833

PRECIO2

0,605

PRODUCTO2

0,889

COMPRA3

0,633

PRECIO3

0,700

PRODUCTO3

0,833

COMPRA4

0,714

PRODUCTO4

0,845

Estrategia de
comunicacin

Comunalidades
2

Estrategia de
distribucin

Comunalidades
2

COMUNICA1

0,814

DISTRIBU1

0,856

COMUNICA2

0,838

DISTRIBU2

0,818

TABLA 3. Matriz de correlaciones

Fuente: elaboracin propia con datos de Salgado et al. (2012).

Despus se obtuvo la consistencia interna por medio del


alfa de Cronbach (), el cual es mayor que 0,7 en todos los
casos, lo que representa una buena consistencia interna,
de acuerdo a lo propuesto por Nunnally (1978). En el tercer
paso, se obtiene la validez del constructo que se cuantifica
por medio de la validez convergente y la validez discriminante. La validez convergente no es ms que evaluar si los
diferentes tems destinados a medir un concepto o constructo miden realmente lo mismo, entonces el ajuste de
dichos tems ser significativo y estarn altamente correlacionados (Cepeda y Roldn, 2004). La validez convergente
se realiza por medio del anlisis de la varianza extrada
media (AVE, por sus siglas en ingls). El coeficiente AVE
proporciona la varianza entre un constructo y sus indicadores. Sobre la fiabilidad compuesta (c), todos los constructos medidos de forma reflectiva deben ser mayores que
0,6 (Chin, 1998; Steenkamp y Geyskens, 2006) y son superiores que los valores de alfa de Cronbach para cada uno
de los constructos propuestos (Fornell y Lacker, 1981). En
este caso, los valores de los constructos se ajustan satisfactoriamente (Tabla 2).
84

Segn Fornell y Larcker (1981), un constructo est dotado


de validez discriminante si su AVE es mayor que las correlaciones al cuadrado entre este constructo y los dems que
forman el modelo, e indica que un constructo es diferente
a otro. Por tanto, los valores del AVE (Tabla 3) tambin
se consideran aceptables, dado que superan el valor 0,5
(Hair et al., 1999) (valores sobre la diagonal). Todos los indicadores se ajustan de forma aceptable de acuerdo con
los principios establecidos, garantizando la validez discriminante de los constructos.

Compra
Estrategia
Estrategia
de
Estrategia
Estrategia de
Constructo
de
de
alimentos de precio
comunicacin
producto
distribucin
orgnicos
Compra de
alimentos
orgnicos

0,813

__

__

__

__

Estrategia
de precio

0,647

0,714

__

__

__

Estrategia de
producto

0,521

0,588

0,786

__

__

Estrategia de
comunicacin

0,642

0,393

0,629

0,824

__

Estrategia de
distribucin

0,655

0,658

0,567

0,734

0,814

Fuente: elaboracin propia con datos de Salgado et al. (2012).

Los indicadores de bondad de ajuste del modelo (GFI = 0,961;


CFI = 0,85; NFI = 0,90; RMSEA = 0,07) se encuentran dentro
de los criterios establecidos (Tabla 4). Finalmente, se presenta
el modelo final estimado (Figura 2). De acuerdo con los coeficientes estandarizados, de las cuatro hiptesis propuestas,
dos de ellas se aceptan: H2: = 0,73 y H4: = 0,82. En
el caso de H1 y H3, se rechazan (= -0,23 y = -0,10,
respectivamente).

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TABLA 4. Criterios de referencia para los estadsticos de

bondad de ajuste
Estadstico
Ajuste absoluto

Abreviatura

Criterio

X2

Significacin > 0,05

Chi-cuadrado
Razn Chi-cuadrado/

X /gl
2

Grados de libertad

Menor que 3

ndice de bondad de
ajuste comparativo

CFI

0,95

ndice de Tucker-Lewis

TLI

0,95

ndice de ajuste normalizado

Ajuste parsimonioso

NFI
NFI

0,95

Corregido por parsimonia

PNFI

Ajuste comparativo

Prximo a 1

Otros
ndice de bondad de ajuste

GFI

0,95

ndice de bondad de
ajuste corregido

AGFI

0,95

Raz del residuo


cuadrtico promedio

RMR

Raz del residuo cuadrtico


promedio de aproximacin

Prximo a cero

RMSEA

Caso por modelos de ecuaciones estructurales


con mnimos cuadrados parciales4
El caso aqu presentado es un modelo conceptual PLS
que intenta cuantificar la intencin de compra que manifiesta el consumidor de jamn curado espaol, a partir de
la evaluacin de la calidad esperada y las seales intrnsecas y extrnsecas percibidas (Figura 3). Los criterios que
se tomaron en cuenta para la aplicacin de PLS obedece
al poco desarrollo terico de la calidad esperada; por lo
tanto, se emplean constructos determinados (indicadores
libres de error) y se pretende medir la predictibilidad. Para
el modelado se utiliz el paquete informtico estadstico
PLS-Graph, versin 3.00.
Tras aplicar el estudio cualitativo (e. g., entrevistas en profundidad o grupos de enfoque), con el objetivo de matizar
los constructos objeto de anlisis, se procedi a realizar
una serie de actuaciones relacionadas con el proceso de recogida de datos, la campaa promocional y el tratamiento

< 0,08

Fuente: adaptado a partir de Ruiz, Pardo y San Martn (2010).

Es resultado de la tesis doctoral de Espejel (2009).

FIGURA 2. Modelo estructural final estimado


E6

E7

E8

0,54
PRECIO1
0,45
PRECIO2
0,39
PRECIO3
0,57

E9

E10

PRODUCTO1
0,58
PRODUCTO2

E12

0,58
-0,23
0,85
Estrategia de
producto

E5

0,73**

0,77

0,81

Compra de
alimentos
orgnicos

0,68

0,82

0,75

COMPRA1
0,84
0,91
COMPRA2
0,57
COMPRA3
0,65
0,62
COMPRA4
0,79

0,73

E1

E2

E3

E4

-0,10

E13

E14

0,64
COMUNICA2

E16

Estrategia
de precio

0,53
PRODUCTO4
0,32
COMUNIC A1

E15

0,69

0,46
PRODUCTO3

E11

0,79

0,44
DISTRIBU1
0,61
DISTRIBU2

0,63

Estrategia de
comunicacin
0,82**

0,81
0,72

Estrategia de
distribucin

0,83

GFI = 0,961
CFI = 0,85
NFI = 0,90
RMSEA = 0,07
X2 = 150,86 (68gl) p < 0,001
* significativo p < 0,05

Fuente: elaboracin propia con datos de salgado et al. (2012).

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85

Marketing
de datos que se utiliz para contrastar el modelo conceptual propuesto. En cuanto al proceso de recogida, aspecto
clave en toda investigacin de mercados, se llev a cabo
un experimento por va catas hednicas. Se realizaron seis
catas descubiertas (de 35-40 consumidores cada una)
para valorar los aspectos visuales por parte del consumidor
hacia el Jamn de Teruel, con denominacin de origen protegida (DOP) (antes del consumo), usando un cuestionario
con escala de medida Likert de 7 puntos, donde el consumidor valor las variables bajo estudio. En definitiva, una
vez realizado el experimento y el pertinente proceso de
validacin de casos atpicos y ausentes, se obtuvieron 235
respuestas vlidas.

Procedimiento de la validacin del


modelo de medida y estructural
El primer paso para validar el modelo de medida fue analizar la validez de contenido (revisin de literatura de
las escalas) y la validez aparente (adaptacin de las escalas). El segundo paso consisti en calcular la fiabilidad
individual del tem por medio de las cargas factoriales
(loading); para el caso de constructos reflectivos, estos
deben poseer una carga factorial () igual o superior a
0,707 (Carmines y Zeller, 1979; Cepeda y Roldn, 2004) y la
significatividad de los pesos (weight) para los constructos
formativos. Este criterio seala que la varianza compartida
entre el constructo y los indicadores de este sea mayor que

FIGURA 3. Modelo conceptual PLS de evaluacin basada en seales percibidas

Calidad
Sanitaria
Esperada

H2a+
H1a+

Calidad
Nutricional
Esperada
H4+

H1b+
Seales
Intrnsecas
Percibidas

H1c+

H3+

H2b+

H1d+
Calidad
Sensorial
Esperada

H1e+

H5+

Intencin
de
Compra

H2c+
Seales
Extrnsecas
Percibidas

H6+
Calidad
Conveniencia
Esperada

H2d+

H2e+

H7+

Calidad
de Proceso
Esperada

Fuente: elaborado con datos de Espejel y Fandos (2009).

86

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la varianza del error. Tomando como referencia el criterio


de aceptacin anterior ( 0,707), no se depura ningn
indicador. Para el caso especfico del indicador CESEN_5:
El nivel de sal creo que va ser el adecuado ( 0,6926)
de la escala calidad sensorial esperada, no se ha depurado de acuerdo al criterio emprico de 0,5 de Hair
et al. (1999), quienes establecen una fiabilidad del tem

satisfactoria para escalas nuevas, para escalas de medida


que an no tienen soporte terico.
Una vez realizado el procedimiento anterior, se propuso
como un nuevo tem dentro de dicha escala de medida.
Adems, se realiz la prueba de la comunalidad (i2) de las
variables latentes o manifiestas, que de acuerdo a Bollen
(1989) el constructo est explicado por una parte de la

TABLA 5. Fiabilidad individual


Constructo indicadores

Pesos ()

VIF

Cargas factoriales ()

Comunalidad (2)

SINT1- Color

0,5078***

1,280

SINT2- Grasa visible

0,3680***

1,603

SINT3- Veteado

0,1729n.s.

1,577

SINT4- Frescura

0,2922***

1,298

SEXT1- Precio

0,1328n.s.

1,113

SEXT2- Reputacin de la marca/DOP

0,3002**

1,726

SEXT3- Presentacin del producto

0,2747**

1,670

SEXT4- Conocimiento de la marca/DOP

0,5035***

1,380

SEXT5- Etiqueta

0,1808*

1,196

CESAN1- Toxinas alimenticias

0,8580***

0,7361

CESAN2- Aditivos y conservantes alimenticios

0,8811***

0,7763

CESAN3- Hormonas de aceleracin de crecimiento

0,7484***

0,5601

CENUT1- Cantidad de grasa

0,8432***

0,7109

CENUT2- Cantidad de sal

0,8749***

0,7654

CENUT3- Valor nutricional y alimenticio

0,8473***

0,7179

CESEN1- Intensidad de olor

0,7439***

0,5534

CESEN2- Aroma

0,8042***

0,6467

CESEN3- Terneza

0,8372***

0,7009

CESEN4- Jugosidad/Sequedad

0,8322***

0,6925

CESEN5- Nivel de sal

0,6926***

0,4797

CESEN6- Sabor

0,8577***

0,7356

CECONV1- Fcil de transportar y almacenar

0,8691***

0,7553

CECONV2- Fcil de preparar

0,8864***

0,7857

CECONV3- Fcil de conservar

0,8803***

0,7749

CEPROC1- Estrictos controles de calidad

0,8993***

0,8087

CEPROC2- Proceso productivo

0,8937***

0,7987

CEPROC3- Bienestar del animal

0,7366***

0,5426

Seales Intrnsecas Percibidasa

Seales Extrnsecas Percibidasa

Calidad Sanitaria Esperada

Calidad Nutricional Esperada

Calidad Sensorial Esperada

Calidad de Conveniencia Esperada

Calidad de Proceso Esperada

*** valor t > 2,576 (p < 0,01), ** valor t > 1,960 (p < 0,05), * valor t > 1,645 (p < 0,10), n.s. = no significativo. N/A = No aplicable
En cuanto a los constructos de carcter formativo, no se han eliminado los indicadores no significativos, ya que se podra perder informacin relevante (Bollen y Lennox, 1991; Acedo y Jones, 2007).
Nota: Se ha omitido el constructo intencin de compra, dado que se mide mediante una nica variable manifiesta.
Fuente: elaborado con datos de Espejel y Fandos (2009).
a

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87

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varianza. Para el caso del modelo propuesto, el indicador reflectivo CESAN1 posee una carga factorial de 0,8580,
tras elevar al cuadrado dicho tem se obtiene la comunalidad
de 2 0,7361. Lo anterior nos muestra que el constructo
calidad sanitaria esperada, est explicado en un 73% por
la varianza de las variables manifiestas o latentes (Tabla 5).
Para el caso de la fiabilidad individual de los indicadores de
los constructos formativos (seales intrnsecas percibidas y
seales extrnsecas percibidas), se ha estimado la significatividad de los pesos () usando la tcnica de remuestreo
o bootstrapping (Chin, 1998). La mayora de los indicadores son significativos y su peso es mayor a 0,1 (Seltin y
Keeves, 1994). En referencia a los indicadores SINT_1: El
color del Jamn es adecuado ( = 0,1729) y SEXT_1: Precio
( 0,1328), estos fueron no significativos.
Asimismo, para evitar problemas de multicolinealidad entre
los constructos de carcter formativo, se realiz la prueba
estadstica del factor de inflacin de la varianza (VIF) para
los indicadores de los constructos formativos considerados
en el modelo de anlisis (Yi y Gong, 2008). Todos los valores VIF son menores que 2, por tanto, se cumple con el
criterio emprico (VIF < 5) (Belsley, 1990).
Se ha analizado la fiabilidad del constructo por medio del
alfa Cronbach () y la fiabilidad compuesta del constructo
(c). En la Tabla 6, se observa que el alfa de Cronbach es
mayor a 0,7 en todos los casos, tal y como proponen Nunnally (1978). En cuanto a la fiabilidad compuesta (c), propuesta por Werst, Linn y Jreskog (1974), son superiores
que los valores de alfa de Cronbach para cada uno de los
constructos propuestos (Fornell y Lacker, 1981) y mayores
de 0,6 (Chin, 1998; Steenkamp y Geyskens, 2006). Por
tanto, se podra decir que los constructos planteados poseen una consistencia interna satisfactoria.
Para el caso de los constructos formativos, donde se supone que las medidas no covaran (MacKenzie, Podsakoff
y Jarvis, 2005) y los indicadores no estn correlacionados,
no se han calculado las pruebas de alfa de Cronbach y fiabilidad compuesta del constructo. Por tanto, se propone
analizar la validez externa, Diamantopoulos y Winklhofer
(2001) y Leimeister, Leimeister, Knebel y Krcmar (2009) sugieren que se teste usando aspectos nomolgicos, es decir,
vinculando un constructo formativo con otro constructo
(formativo/reflectivo) que se espera sea antecedente o
consecuencia de dicho constructo formativo. Para llevar a
cabo el procedimiento anterior, se vincul causalmente las
seales intrnsecas y extrnsecas percibidas (constructos
formativos) con las cinco dimensiones de la calidad esperada propuestas (constructos reflectivos).
88

El tercer paso fue examinar la validez de constructo a


travs de la validez convergente y la validez discriminante
o divergente. En referencia a la validez convergente (Fornell y Lacker, 1981) se ha calculado el AVE para los constructos reflectivos. Este debe ser mayor que 0,5 (Bagozzi,
1981; Fornell y Lacker, 1981). Es decir que ms del 50%
de la varianza del constructo se debe a sus indicadores. El
anlisis previo permite demostrar la validez convergente
de los constructos reflectivos.
TABLA 6. Alfa de Cronbach, fiabilidad compuesta y validez

convergente
Constructo
Indicadores

Varianza
Alfa de
Fiabilidad
Extrada
Cronbach Compuesta
Media
()

(c)

Seales Intrnsecas Percibidas

N/A

N/A

N/A

Seales Extrnsecas Percibidas

N/A

N/A

N/A

Calidad Sanitaria Esperada

0,774

0,870

0,691

Calidad Nutricional Esperada

0,815

0,891

0,731

Calidad Sensorial Esperada

0,881

0,912

0,635

Calidad de Conveniencia
Esperada

0,854

0,910

0,772

Calidad de Proceso Esperada

0,771

0,883

0,717

(AVE)

N/A = No aplicable
Nota: Se ha omitido el constructo Intencin de Compra, dado que se mide mediante una nica
variable manifiesta.
Fuente: elaborado con datos de Espejel y Fandos (2009).

La validez divergente se contrasta analizando estadsticamente si el constructo original est discriminado o alejado
significativamente de otros constructos tericos propuestos (Roldn, 2000). Por tanto, para el caso que nos
ocupa, se analiz el constructo por medio de la matriz de
correlaciones estandarizadas entre las diferentes variables
latentes, tales como las seales intrnsecas y extrnsecas
percibidas. Para realizar el procedimiento metodolgico
anterior se calcul la correlacin de cada uno de los constructos del modelo causal planteado, por medio de la raz
cuadrada de la varianza extrada media, los cuales deben
estar por encima del resto de valores de su misma columna.
En trminos estadsticos, el AVE debe ser superior al cuadrado de las correlaciones entre las variables manifiestas
o latentes, lo cual expresa que una porcin de la varianza
de los constructos propuestos diverge del bloque de indicadores de medida (Chin, 2000; Snchez y Roldn; 2005; y
Real, Leal y Roldn, 2006). Los valores de la AVE tambin
se consideran aceptables, dado que superan el valor 0,5
(Hair et al., 1999). Para el caso del modelo bajo estudio,
los indicadores de medida analizados garantizan la validez
discriminante de los constructos (Tabla 7).

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y calidad de proceso esperada-intencin de compra


( 0,090).

TABLA 7. Matriz de correlaciones estandarizadas entre las

diferentes variables latentes


Constructo

Seales
Intrnsecas
Percibidas (1)

N/A

Seales
Extrnsecas
0,442 N/A
Percibidas (2)
Calidad
Sanitaria Esperada (3)

0,285 0,169 0,831

Calidad
Nutricional
Esperada (4)

0,511 0,449 0,218 0,855

Calidad
Sensorial
Esperada (5)

0,670 0,611 0,276 0,631 0,797

Otra prueba que determina la calidad de prediccin del


modelo estructural es la prueba de Geisser (1975) o parmetro Q2 (cross validated redundancy). Los valores Q2 de la
calidad sanitaria esperada, la calidad de conveniencia esperada y la calidad de proceso esperada estn por debajo
de cero. En cuanto a los valores Q2 de la calidad nutricional
esperada, la calidad sensorial esperada y la intencin de
compra estn por encima de cero, es decir, tienen un poder
de prediccin satisfactorio (Tabla 8).
TABLA 8. Modelo estructural final estimado
Constructo

Varianza
Explicada R2

Prueba de
Stone-Geisser Q2

Calidad de
Conveniencia 0,358 0,394 0,419 0,446 0,427 0,879
Esperada (6)

Calidad Sanitaria Esperada

0,084

-0,2805a

Calidad Nutricional Esperada

0,326

0,1011

Calidad de
Proceso
Esperada (7)

Calidad Sensorial Esperada

0,572

0,3167

0,413 0,376 0,581 0,369 0,415 0,543 0,847

Calidad de Conveniencia
Esperada

0,197

-0,0841a

Intencin de
Compra (8)

0,412 0,469 0,240 0,422 0,486 0,380 0,349 1,000

Calidad de Proceso Esperada

0,217

0,0338a

Intencin de Compra

0,290

0,0276

Nota: El AVE (en negritas) debe ser superior a las correlaciones entre
los constructos de medida, es decir los valores que estn por debajo de la diagonal,
por tanto la validez divergente es satisfactoria para el modelo causal (Snchez y Roldn, 2005).
N/A: No aplicable.
Fuente: elaborado con datos de Espejel y Fandos (2009).

El parmetro Q2 (cross validated redundancy) debe ser mayor que cero para que el constructo
tenga validez de predictiva (Chin, 1998). Sin embargo, Senz, Aramburu y Rivera (2007)
recomiendan que, cuando los valores Q2 son negativos y muy cercanos a cero, el constructo est
dentro de los lmites recomendados para tener poder de prediccin.
a

Fuente: elaborado con datos de Espejel y Fandos (2009).

Para el caso de constructos formativos, las medidas de


validez interna del constructo no pueden aplicarse (Chin,
1998; 2000; Diamantopoulos et al., 2008).
Para determinar la validacin del modelo estructural se
realizaron las siguientes pruebas estadsticas (Johnson et
al., 2006):
1) La varianza explicada de las variables endgenas o dependientes (R2). Este indicador debe cumplir con el criterio de ser igual o mayor que 0,1 (Falk y Miller, 1992). A
partir de esta prueba estadstica, el constructo calidad
sanitaria esperada (R2 0,084) no posee un poder de
prediccin aceptable. El resto de constructos del modelo tienen un poder de prediccin satisfactorio.
2) Los coeficientes path o pesos de regresin estandarizados (). Los coeficientes betas deben alcanzar al
menos un valor de 0,2 para que se consideren significativos (Chin, 1998). Las relaciones causales que se proponen como hiptesis con relacin a la variable latente
no cumplen con el criterio de aceptacin propuesto
por Chin (1998): Seales extrnsecas percibidas-calidad sanitaria esperada ( = 0,054), calidad sanitaria
esperada-intencin de compra ( 0,018), calidad de
conveniencia esperada-intencin de compra ( 0,135)

A diferencia de los SEM, los cuales se miden por medio de


matriz de covarianzas e indicadores de bondad de ajuste,
los modelos causales PLS estimados por matriz de correlaciones deben usar tcnicas paramtricas por medio de
mtodos de remuestreo (bootstrapping), con la finalidad
de analizar la estabilidad de los parmetros de medida del
modelo estructural (Brown y Chin, 2004).
Para demostrar la estabilidad paramtrica de los modelos
estructurales PLS, autores como Tenenhaus, Esposito, Chatelin y Lauro (2005), Esposito, Trinchera, Squillacciotti y
Tenenhaus. (2008) y Tenenhaus (2008) proponen el ndice
de bondad de ajuste (GoF), el cual se calcula obteniendo
la raz cuadrada de la multiplicacin de las medias aritmticas del AVE y R2.
Tras el mtodo de remuestreo y analizando los parmetros
del modelo estructural, el GoF del modelo conceptual es
de 0,424 (Tabla 9). Esto muestra que tanto el modelo de
medida como el estructural cumplen con el criterio estadstico de bondad de ajuste, el cual debe oscilar entre 0 y 1,
es decir, cuanto ms cercano a 1, la estabilidad de los parmetros de medida del modelo propuesto sern ms fuertes
(Tenenhaus, 2008).

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89

Marketing
TABLA 9. ndice de bondad de ajuste del modelo
Constructo

Anlisis
Varianza
Extrada (AVE)

Varianza
Explicada
(R2)

Seales Intrnsecas
Percibidas

0,470

Seales Extrnsecas
Percibidas

0,546

Calidad Sanitaria
Esperada

0,691

0,084

Calidad Nutricional
Esperada

0,731

0,326

Calidad Sensorial
Esperada

0,635

0,572

Calidad de
Conveniencia Esperada

0,772

Calidad de Proceso
Esperada

0,717

Intencin de Compra
Media aritmtica

ndice de
Bondad
de Ajustea

requieren con respecto a la teora subyacente (Falk y Miller,


1992). En PLS, la simplicidad del algoritmo iterativo radica
en la posibilidad de manejar un nmero pequeo de individuos (< 100 sujetos) y un gran nmero de variables por
la estimacin de mnimos cuadrados ordinarios (OLS, por
sus siglas en ingls) y anlisis de componentes principales
(ACP), donde no existen restricciones de valores.
TABLA 10. Diferencias entre tcnicas
SEM
(Karl Jreskog)
Orientado a la causalidad

Orientado a la prediccin

Basado en Covarianzas

Basado en Componentes

0,197

Muestra grande 100-200 sujetos

Muestra pequeas menos de


100 sujetos

0,217

Software ms difundido

Software menos difundido

1,000

0,290

Algoritmo con propiedades bien


conocidas

Algoritmo heurstico
(mayor simplicidad)

0,640

0,281

Posibilidad de imponer
restricciones de valores

No existe

Nmero reducido de variables

Gran conjunto de variables

Con fundamentacin terica

Sin fundamentacin terica

Consistencia asegurada si se
cumplen las hiptesis

Consistencia asegurada si el
tamao muestral es grande

Confirmar una teora basada en


la realidad

Explorar la realidad por un


desconocimiento previo

Indicadores reflectivos
(e. g., actitudes)

Indicadores reflectivos y formativos


(e. g., nivel de ingresos)

Relaciones recursivas y no
recursivas (bidireccionales)

Relaciones recursivas
(unidireccionales)

Variables cuantitativas

Variables medidas por cualquier


nivel de medicina

0,424a

El ndice de Bondad de Ajuste (GoF) = (AVE)* (R 2) (Tenenhaus et al., 2005; Esposito et al.,
2008; Tenenhaus, 2008).
Fuente: elaborado con datos de Espejel y Fandos (2009).
a

Comparativo entre SEM y PLS


Una de las diferencias entre tcnicas (Tabla 10) es el procedimiento de estimacin, ya que en SEM est orientado
hacia la teora, enfatizando la transicin del anlisis exploratorio al confirmatorio, mientras en PLS se orienta al anlisis causal-predictivo en situaciones de alta complejidad
pero baja informacin terica (Jreskog y Wold, 1982). Por
lo tanto, la distincin filosfica de usar los dos enfoques
recae en utilizar los modelos de ecuaciones estructurales
para llevar a cabo el desarrollo y evaluacin de una teora
o bien para la realizacin de aplicaciones predictivas (Anderson y Gerbing, 1988).
Por tanto, la orientacin a la causalidad en el SEM permite conocer la influencia directa o indirecta de unas variables latentes en otras y cmo estn relacionadas, y la
orientacin a la prediccin del PLS se da por medio de
anlisis de varianzas o componentes de variables dependientes tanto latentes o manifiestas. El SEM se basa en
covarianzas y busca la optimizacin general de los parmetros estimados con una tcnica que usa toda la informacin que aportan los datos como mxima verosimilitud
(ML, por sus siglas en ingls) o mnimos cuadrados generalizados (GLS, por sus siglas en ingls); los problemas que
se suscitan al intentar alcanzar tal tipo de conocimiento
con estas tcnicas son las suposiciones restrictivas que se

90

SEM-PLS
(Herman Wold)

Wold (1985) y Fornell y Bookstein (1982).

Fuente: elaboracin propia.

Los software ms utilizados para aplicar SEM son LISREL


(de la empresa Scientific Software International) y AMOS
(de la empresa IBM); existen otros como EQS, SEPATH,
RAMONA, MX y CALIS, no tan difundidos. Para el uso de
PLS, est LVPLS, desarrollado por Jan-Bernd Lohmller en
1984, con una interfaz poco amigable; actualmente se han
creado programas mejorados de distribucin libre como
PLS-Graph, PLS-GUI, SPAD-PLS y SmartPLS.
Si bien existen diferencias entre ambas tcnicas de modelado de ecuaciones estructurales, hay autores que indican
que deben ser entendidos como de naturaleza complementaria y no como excluyentes (Chin, Marcolin y Newsted,
2003; Caballero, 2006). Todo depender del objetivo e inters del investigador en marketing para decantarse por
uno u otro enfoque (Tabla 11).

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JOURNAL

TABLA 11. Distinciones bsicas para elegir entre SEM y PLS


Si SEM

Si PLS

Los constructos subyacentes son


modelados como indeterminados.a

Los constructos subyacentes son


modelados como determinados.b

El investigador tiene un alto grado


de confianza en el modelo terico.

El investigador tiene un bajo grado


de confianza en el modelo terico.

El investigador est orientado


hacia el clculo de los parmetros.

El investigador est orientado


hacia el clculo predictivo.

Un constructo indeterminado es una combinacin de sus indicadores ms un trmino de error


(Barroso, Cepeda y Roldn, 2005).
b

Un constructo definido est determinado por sus indicadores y asume que el efecto combinado
de los indicadores est libre de error (Barroso et al., 2005).
Fuente: adaptado de Chin (1998).

Conclusiones
En la actualidad, los estudios de las relaciones causales
en el rea del marketing se han estado incrementado, en
el estudio del comportamiento del consumidor para medir
el efecto de aquellos conceptos de una situacin intangible como la satisfaccin del cliente o la percepcin sobre
la calidad de un producto. La metodologa para cuantificar estas conexiones es denominada modelo de ecuaciones estructurales, que aporta al investigador social una
visin integral de los aspectos del fenmeno estudiado
en contraste a otro tipo de herramientas estadsticas.
Hoy en da, hay una gran discusin cientfica sobre el uso
de los mtodos estadsticos para contrastar e interpretar
los resultados de investigacin, por un lado, la aplicacin
de modelos estructurales robustos que se basan en la causalidad que existe entre dos constructos tericos (SEM) y,
por el otro, los modelos flexibles que se sustentan en la
predictibilidad entre variables independientes y explicativas (PLS). Si bien ambas tcnicas de modelizacin estadstica persiguen objetivos diferentes, estos no debieran
ser excluyentes sino complementarios.
Por lo anterior, el objetivo de este trabajo fue exponer las
dos tcnicas estadsticas ms difundidas de modelos de
ecuaciones estructurales (SEM y PLS), por medio de un
caso de estudio.
Una de las diferencias fundamentales entre los mtodos
es la orientacin, es decir, el SEM se enfoca a medir la
causalidad y PLS, a la prediccin, basndose el primero
en covarianzas y el segundo, en componentes. Mientras
que la causalidad garantiza la capacidad de controlar los
acontecimientos, la predictibilidad permite solo un limitado grado de control (Falk y Miller, 1992). La gran ventaja del SEM es que permite proponer el tipo y direccin
de las relaciones (unidireccionales y bidireccionales) que se
espera encontrar entre las diversas variables contenidas en
l, para pasar posteriormente a estimar los parmetros que

vienen especificados por las relaciones propuestas a nivel


terico (Ruiz et al., 2010).
Estudios como el de Barroso et al. (2005) han demostrado
que, al realizar un AFC, las comunalidades son menores en
SEM que en PLS, dejando claro que en PLS las variables
son mejor medidas por sus indicadores que en SEM. Sin
embargo, cuando en una investigacin existen una gran
cantidad de indicadores y el tamao muestral es amplio,
ambos mtodos suelen coincidir en sus resultados.
De qu depender el escoger entre una herramienta y la
otra? Si los constructos estn modelados como indeterminados (indicadores con trmino de error), se utiliza el
SEM; en el caso de que los constructos estn modelados
como determinados (indicadores libre de error), entonces
se deber aplicar el PLS. Si el investigador ha realizado una
revisin exhaustiva de literatura que le genera confianza
para disear el modelo terico, la opcin es SEM; por el
contrario, si hay una baja confianza en su modelo terico,
deber usar PLS. De igual manera, la orientacin investigativa influye en la decisin del mtodo: si est enfocado
al clculo de los parmetros es SEM y si est encaminado
a lo predictivo ser PLS.
Lo relevante en el uso de una tcnica estadstica u otra es
la rigurosidad cientfica con la que se aplique, siguiendo
al detalle cada uno de los pasos metodolgicos, as como
los criterios o reglas empricas que proporcionen validez y
fiabilidad al modelo de medida (indicadores y constructos),
para que el modelo estructural aporte resultados e interpretaciones satisfactorias, sin dejar de lado la sustentacin
y argumentacin terica del planteamiento y formulacin
del modelo conceptual de la investigacin.

Implicaciones empresariales
La funcin de los modelos de ecuaciones estructurales es
facilitar el anlisis de las relaciones causales entre las distintas variables no observadas e hipotticas, como percepciones, comportamientos y actitudes en la toma de
decisiones de la gestin empresarial. En este sentido, el
aumento en las exigencias por las preferencias de los consumidores, hace cada vez ms difcil desarrollar estrategias
de marketing agroalimentario capaces de conseguir resultados exitosos. As, el utilizar estos modelos puede convertirse en una herramienta clave para la consolidacin de
muchos productos.
A partir de los resultados analizados en cada caso, se
puede proponer una serie de implicaciones empresariales
que permiten, por tanto, una comprensin ms profunda de
la existencia de diferentes relaciones entre las dimensiones
integrantes, as como en las consecuencias que tiene en

RE V. I N N OVA R VOL . 2 6, N M . 6 2, OC TU BR E-D IC I E M B R E DE 2 016

91

Marketing
la respuesta por parte del consumidor, por ejemplo, en la
aplicacin de SEM la teora es abundante y se pretende
conocer si las estrategias de marketing (precio, producto,
comunicacin y distribucin) influyen en la compra de alimentos orgnicos. Los hallazgos indican que las estrategias de producto y distribucin tienen una relacin causal
significativa, es decir que influyen en la compra de alimentos orgnicos. Por otro lado, las estrategias de precio
y de comunicacin tienen una relacin causal significativa
pero inversa, lo cual puede significar que los consumidores
perciben ambas estrategias como negativas (altos precios
en los productos y campaas comunicacionales poco crebles). Es evidente que las estrategias de precio hasta hoy
utilizadas deben reforzarse, as como aquellas actividades
de comunicacin de los alimentos orgnicos deben hacer
uso de claims ambientales para generar confianza en
el consumidor.
En la utilizacin del PLS especficamente, los resultados
obtenidos con este anlisis han puesto de manifiesto la
existencia de dos dimensiones para la calidad percibida
de un producto agroalimentario como el Jamn de Teruel
con DOP, concretamente las que hacen referencia a los
atributos intrnsecos y extrnsecos. La calidad nutricional
esperada, la calidad sensorial esperada y la intencin de
compra tienen un poder de prediccin satisfactorio manifestada por los consumidores sobre el jamn curado protegido. Y las relaciones que no cumplen con el criterio de
aceptacin son: seales extrnsecas percibidas-calidad sanitaria esperada, calidad sanitaria esperada-intencin de
compra, calidad de conveniencia esperada-intencin de
compra y calidad de proceso esperada-intencin de compra.
Desde un punto de vista prctico, la utilidad de los modelos
de ecuaciones estructurales es comprobar si las inferencias
causales que un investigador formula son consistentes con
los datos empricos disponibles; esto no implica necesariamente la coherencia entre el modelo y la realidad. Lo que
se puede afirmar es que los supuestos del estudio no son
contradictorios y, por lo tanto, pueden ser confirmados. Es
importante considerar que el que sean vlidos no significa que sean la nica explicacin del fenmeno objeto de
estudio, ya que es posible que otros modelos tambin se
adapten a los mismos datos. Para disear un modelo que
se ajuste a la realidad es relevante el conocimiento sustantivo que el investigador tenga del objeto de estudio.
Concretamente, en la gestin del marketing, SEM establece
modelos de medida y modelos estructurales para el anlisis de relaciones complejas del comportamiento humano
(Calvo et al., 2013) y PLS es ms flexible, pues los conjuntos
de datos suelen ser pequeos, las medidas y las teoras
no se encuentran muy desarrolladas, existen abundantes
92

datos ordinales (cuando no categricos); adems, hay presencia de indicadores formativos y reflectivos e inters por
predecir la variable dependiente (Cepeda y Roldn, 2004),
lo cual puede sugerir que su aplicacin es la ms idnea
en marketing.
Un inconveniente de ambos modelos es que el investigador
debe proceder a la explicacin objetiva de relaciones causales entre variables que se caracterizan por su abstraccin
y subjetividad.
De cara a futuros trabajos con modelos de ecuaciones
estructurales, por cualquiera de las dos tcnicas aqu expuestas, se podra seguir ahondando en el estudio de las
variables relacionadas con el comportamiento de compra
del consumidor respecto a productos agroalimentarios con
o sin certificacin de DOP. As, variables como la lealtad,
la confianza, el riesgo percibido, la disponibilidad a pagar
ms o el grado de conocimiento, entre otras, podran
ayudar a comprender de forma ms adecuada las necesidades de los individuos, evidenciando el beneficio de la
metodologa en el campo del marketing.

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Finanzas

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INNOVAR

JOURNAL

Efectos de la educacin en el nivel


de las contribuciones a los planes
privados de pensiones de
las familias en Espaa1
Jos Snchez-Campillo

Ph.D. en Ciencias Econmicas y Empresariales


Universidad de Granada
Granada, Espaa
Grupo de Investigacin de Economa Pblica y Globalizacin
Correo electrnico: [email protected]
Enlace ORCID: http://orcid.org/0000-0001-6678-5320

Dolores Moreno-Herrero

Ph.D. en Ciencias Econmicas y Empresariales


Universidad de Granada
Granada, Espaa
Grupo de Investigacin de Economa Pblica y Globalizacin
Correo electrnico: [email protected]
Enlace ORCID: http://orcid.org/0000-0002-5850-8611

EFFECT OF EDUCATION ON THE LEVEL OF CONTRIBUTIONS TO PRIVATE PENSION SCHEMES OF FAMILIES IN SPAIN
ABSTRACT: This paper addresses the effects of education in the financial
behavior of Spanish families in relation to contracting of private pension
plans. Various estimates of the probability of counting with pension plans
and making contributions to these funds are made by using logit model
and microdata from the Survey of Household Finances from the Bank of
Spain for 2005. Results show that financial habits, rather than the level
of education of the household head, are the drivers of voluntary participation in pension plans.

Jos Antonio Rodrguez Martn

Ph.D. en Ciencias Econmicas y Empresariales


Universidad de Granada
Granada, Espaa
Grupo de Investigacin de Economa Pblica y Globalizacin
Correo electrnico: [email protected]
Enlace ORCID: http://orcid.org/0000-0002-4015-1618

KEYWORDS: Financial literacy, education, non-monetary effects, Logit,


pension plans.
EFEITOS DA EDUCAO NO NVEL DAS CONTRIBUIES PARA OS
PLANOS DE PREVIDNCIA PRIVADA DAS FAMLIAS NA ESPANHA
RESUMO: Neste trabalho, abordam-se os efeitos da educao no comportamento financeiro das famlias espanholas com relao contratao dos
planos de previdncia privada. Realizam-se vrias estimativas da probabilidade de ter esses planos e de realizar contribuies a eles utilizando o modelo logit e os microdados da Enquete Financeira das Famlias do Banco da
Espanha de 2005. Os resultados mostram que so os hbitos financeiros,
mais do que o nvel de escolaridade do cabea da famlia, o que mais influenciam na participao voluntria em planos de previdncia.
PALAVRAS-CHAVE: cultura financeira, educao, efeitos no monetrios,
logit, planos de previdncia.
LES EFFETS DE LDUCATION SUR LE NIVEAU DES CONTRIBUTIONS
AUX RGIMES DE RETRAITE PRIVS DES FAMILLES EN ESPAGNE
RSUM: Cet article aborde les effets de lducation dans le comportement financier des familles espagnoles, par rapport lachat des rgimes
de retraite privs. On mne diverses estimations de la probabilit davoir
des rgimes de retraite et de leur verser des contributions, en utilisant le
modle logit et les microdonnes de lEnqute Financire des mnages de
la Banque dEspagne en 2005. Les rsultats montrent que les habitudes
financires, plutt que le niveau dinstruction du chef de mnage, sont
la plus grande influence sur la participation volontaire dans les rgimes
de retraite.

RESUMEN: En este trabajo se abordan los efectos de la educacin en el comportamiento financiero


de las familias espaolas, con relacin a la contratacin de los planes privados de pensiones. Se
realizan varias estimaciones de la probabilidad de tener planes de pensiones y de realizar aportaciones a los mismos, utilizando el modelo logit y los microdatos de la Encuesta Financiera de las
Familias del Banco de Espaa del 2005. Los resultados muestran que son los hbitos financieros,
ms que el nivel de estudios del cabeza de familia, los que ms influyen en la participacin voluntaria en planes de pensiones.
PALABRAS CLAVE: Cultura financiera, educacin, efectos no monetarios, Logit, planes de pensiones.

MOTS-CL : Culture financire, ducation, effets non montaires, logit,


rgimes de retraite.

CORRESPONDENCIA: Dr. Jos Antonio Rodrguez Martn. Campus Universi-

tario de Cartuja s/n 18071. Granada, Espaa.


Snchez-Campillo, J., Moreno-Herrero, D., & Rodrguez Martn, J. A. (2016). Efectos de la educacin en el nivel de las contribuciones a los planes privados de pensiones de las familias en Espaa.
Innovar, 26(62), 95-112. doi: 10.15446/innovar.v26n62.59391.
CITACIN:

ENLACE DOI: http://dx.doi.org/10.15446/innovar.v26n62.59391.


CLASIFICACIN JEL: H31,
RECIBIDO: Noviembre

H55, I29.

2013, APROBADO: Febrero 2015.

Introduccin
La evidencia emprica respecto a los beneficios no monetarios de la educacin
en el consumo y el ahorro es escasa. Entre las aportaciones ms relevantes
de los efectos de la educacin sobre el ahorro, destaca la de Solmon (1975),
1

Una versin inicial de este trabajo fue presentada, para su debate, con el ttulo Niveles
educativos y aportaciones voluntarias para la jubilacin en Espaa (2010), en las XIX
Jornadas de la Asociacin de Economa de la Educacin, en Zaragoza, Espaa.

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Finanzas
quien observ que la propensin media y marginal a ahorrar aumenta para cada nivel educativo, concluyendo que
las personas ms educadas saben mejor cmo protegerse
de los costes de la inflacin y pueden obtener mayor rentabilidad de su ahorro, al gestionar ms eficientemente sus
recursos financieros.
Por la importancia atribuida a los beneficios no monetarios
de la educacin, se debe resaltar el trabajo de Haveman y
Wolfe (1984), en el que sealan que la incorporacin de los
beneficios no monetarios al clculo de los rendimientos de
la educacin permite doblar el rendimiento esperado, con
respecto a los beneficios monetarios.
Posteriormente, Bernheim y Sholz (1992) y Bernheim (1998)
consolidaron el concepto de que una mayor formacin reglada suele conducir a que las personas efecten una programacin financiera del ahorro ms compleja (Snchez,
Salas y Moreno, 2015). As, los graduados universitarios
adaptan, en mayor medida, el ahorro a su futura jubilacin,
con el objeto de mantener un nivel de consumo constante
durante toda su vida (Modigliani y Miller, 1958). En este sentido, otros autores, han encontrado una correspondencia directa entre un mayor nivel de educacin de las personas y
una mayor propensin a ahorrar (Attanasio, 1998; Muller,
2000), siendo mayores las ganancias no monetarias de la
educacin a lo largo de la vida para los individuos que, precisamente, ms etapas han superado en el sistema educativo (McMahon, 2009).
La literatura ms reciente ha demostrado que la educacin
financiera se asocia con una amplia gama de decisiones financieras, como la diversificacin de la cartera, la tendencia
a evitar el endeudamiento excesivo y la participacin del
mercado de valores (Guiso y Jappelli, 2008). En particular
Lusardi y Mitchell (2007, 2011), Van Rooij, Lusardi y Alessie
(2012), y Fornero y Monticone (2011) han demostrado que
la educacin financiera est positivamente relacionada con
la planificacin de la jubilacin.
El paulatino envejecimiento de la pirmide poblacional de muchos de los pases ms avanzados del mundo se est traduciendo en serios problemas para seguir financiando el sistema
de reparto pblico de las pensiones; en este contexto, una generalizacin de planes de pensiones privados favorece el aumento del ahorro de los ciudadanos y podra amortiguar, en
parte, posibles reducciones en la financiacin de las pensiones
pblicas, en lnea con las recomendaciones del Libro Blanco de
la Comisin Europea (2012).
Los planes de pensiones privados constituyen una opcin
o, en su caso, un complemento relevante para materializar
el ahorro de las familias a largo plazo,esto es, para la obtencin de una cobertura de rentas, con posterioridad a la
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jubilacin (Rey, Palomo, Font de Mora y Arias, 2000), y los


gobiernos los suelen incentivar fiscalmente, lo que tiene
una elevada incidencia en la programacin financiera del
ahorro de las familias (Domnguez y Lpez, 2010).
En Espaa, los trabajos que se centran en los beneficios no
monetarios de la educacin son escasos (Escardbul, 2002,
Garca, 2004), en tanto que la relacin entre los niveles
educativos y las decisiones financieras apenas ha sido estudiada (Oliver, Raymond, Roig y Roca, 1998). A esta situacin hay que unir que la reciente crisis econmica ha
puesto de manifiesto que muchas familias espaolas estn
muy expuestas a las fases recesivas de la economa. As,
es necesario mejorar la educacin financiera de los ciudadanos para fomentar la confianza en el sistema financiero.
Desde una ptica temporal, desde mediados de los noventa
el sistema de pensiones espaol ha pasado por un largo proceso de reforma, encaminado a mejorar su sostenibilidad a
largo plazo y a corregir sus principales distorsiones. Factores
como una poblacin cada vez ms envejecida, como consecuencia de la prolongacin de la esperanza de vida en
Espaa, con bajas tasas de actividad y un alto desempleo,
junto con descensos en la tasa de fecundidad, hacen especialmente vulnerable el sistema pblico de pensiones en el
pas, por lo que es necesario tomar medidas para adaptar
el sistema de pensiones a la nueva realidad demogrfica
(Conde-Ruiz y Gonzlez, 2013).
En la medida en que la evolucin demogrfica en Espaa
se traduzca en tensiones importantes para la viabilidad financiera futura del sistema pblico de pensiones (OCDE,
2012), los planes de pensiones privados constituirn una alternativa importante para materializar el ahorro y servir de
complemento a la pensin pblica de la seguridad social.
En este contexto, el presente trabajo aborda los efectos
del nivel educativo en el comportamiento financiero de las
familias espaolas, con relacin a los planes privados de
pensiones. Tras esta introduccin, en el segundo apartado,
se analiza el contexto e importancia de los planes de pensiones privados en Espaa, y en el siguiente, se describen
los datos utilizados y la metodologa aplicada en el trabajo;
a continuacin, se recogen los resultados del anlisis emprico y, por ltimo, se presentan las conclusiones finales.

Los planes de pensiones privados en Espaa


En Espaa, respecto a las perspectivas del ahorro a largo
plazo, hay que tener en cuenta, entre otros factores, el
alto ritmo de envejecimiento de la poblacin del pas, la
reforma del sistema de pensiones pblicas y la falta de
sistemas de pensiones privados sustitutivos de ndole obligatorio (Lagares, 2014). En este marco, podra constituir

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JOURNAL

una medida positiva aumentar el nivel de educacin, en


general, y el conocimiento financiero de las personas,
en particular, para alcanzar una mayor racionalidad a la
hora de canalizar sus ahorros hacia unas inversiones, asumiendo, con comprensin, un mayor o un menor riesgo
(Moreno, Snchez y Salas, 2013). En este orden de ideas, se
inscriben las recomendaciones encomendadas a aumentar
el grado de conocimiento financiero de los ciudadanos, por
parte de diferentes instituciones nacionales e internacionales (OCDE, 2006; Banco de Espaa-Eurosistema, 2008).
En Espaa, la fiscalidad se aplica a la gestin de los planes
de pensiones en dos situaciones diferentes, de acuerdo a
la Ley 35 de 2006: en un primer instante, cuando se realiza la aportacin, ya que esta cantidad se puede deducir
de la base imponible del Impuesto sobre la Renta de las
Personas Fsicas (IRPF); y en un segundo momento, cuando
llega la jubilacin, y se solicita el pago de las prestaciones
a las que se tiene derecho, al encontrarse aplazado el pago
del impuesto correspondiente, hasta entonces.
Sin embargo, hasta la reforma fiscal, que entr en vigor
en 2007, existan importantes diferencias de tratamiento

fiscal en Espaa, en funcin de cmo se recuperase el plan


y de cmo fuese el reembolso. Actualmente, el tratamiento
es el mismo en todos los casos, aunque se mantienen las
ventajas para las cantidades aportadas con anterioridad a
la reforma. Es decir, las prestaciones en forma de capital
estn sujetas a una reduccin del 40%, por la parte de
prestaciones ligadas a las aportaciones hechas antes de
2007. Las prestaciones, en forma de renta, se consideran
un rendimiento del trabajo, no estn obligadas a ningn
tipo de deduccin y estn sujetas a su correspondiente retencin fiscal, como renta del trabajo, en funcin de los
ingresos de cada contribuyente.
La alternativa para canalizar el ahorro de las personas hacia
los planes de pensiones privados se ha ido arraigando en
las ltimas dcadas, en un marco fiscal que incentiva el
ahorro en un perodo temporal a largo plazo (Fundacin
de Estudios Financieros, 2005), aunque todava queda un
largo camino por recorrer, con relacin a algunos pases
de la Unin Europea y, especialmente, a Estados Unidos.
La importancia de los planes de pensiones en Espaa (con
un patrimonio gestionado del 8,6% del PIB en el 2009)

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Finanzas
sita al pas en un nivel intermedio en el contexto europeo,
aunque an lejos de Holanda, Finlandia e Irlanda, donde
aquellos representan en torno al 35% del PIB (GarcaVaquero, 2010).
La distribucin de la riqueza financiera de las familias espaolas, entre los diferentes productos financieros, y su evolucin entre 2002 y 2008 se muestran en la Tabla 1, donde
se aprecia que los fondos de pensiones representaban una
pequea parte del total de riqueza financiera. Pero su participacin, en trminos porcentuales, ha estado creciendo
cada ao, con la nica excepcin de 2006, alcanzando,
en 2008, el 6,4% del total de la riqueza financiera de las
familias.
En cuanto al importe total de los fondos, se detecta que el
mximo se obtuvo en 2007, con un volumen de 88.023 millones de euros. El inicio de la crisis financiera signific un
importante descenso de los fondos en 2008, pero, como
ya se ha comentado, no supuso una prdida de peso de
estos, sino que alcanz su mxima importancia en 2008
(6,4%). En este sentido, hay que tener en cuenta que los
dems componentes de la riqueza financiera de las familias se vieron mucho ms afectados por la cada de la actividad econmica (Tabla 1).
TABLA 1. Riqueza financiera de las familias en Espaa.

Evolucin 2002-2008
Aos

2002

2003 2004 2005 2006 2007

2008

Sin embargo, con posterioridad, el Gobierno quiso acabar


con este tratamiento favorable, para primar que el fondo
se cobrara como renta vitalicia, de acuerdo con el objetivo
de complementar la pensin mensual. Este hecho desplaz,
en parte, a los inversores adinerados que, sin ese beneficio
fiscal, reorientaron su dinero a otros activos financieros ms
rentables, desde el punto de vista fiscal2. Hay que tomar
en consideracin la relacin directa entre un aumento de
los beneficios en el IRPF y el incremento de la contratacin
de planes de pensiones de carcter privado (Zhu, 2003).
El recorte en las aportaciones se acentu en 2008, con
el estallido de la crisis financiera, y la consiguiente mayor
aversin al riesgo, dando lugar a un trasvase desde los
planes de pensiones, que invertan en acciones, hacia los
planes de previsin asegurados, que garantizan un tipo de
inters fijo anual. Pero, pese a todo, los planes de pensiones continuaban siendo, al final de la ltima dcada, los
instrumentos de ahorro-previsin de mayor desarrollo en
Espaa (Garca-Vaquero, 2010), con un patrimonio cercano
a los ochenta mil millones de euros.
En los ltimos aos, el grado de incertidumbre, a la hora de
adoptar decisiones financieras pensando en la jubilacin,
se ha visto afectado por el debate poltico, en torno a la
reforma del sistema pblico de pensiones. Es evidente que
la proporcin de mayores de 65 aos, sobre las personas en
edad de trabajar, crecer en las prximas tres dcadas en
la mayora de los pases comunitarios, y esto ha obligado
a cambios importantes en el sistema, como alargar la edad
de jubilacin y modificar el sistema de clculo del importe
de la pensin3.

Distribucin de la riqueza financiera de las familias


Depsitos
bancarios

41,3

39,8

40,4

39,8

38,3

40,2

45,7

Instrumentos de
inversin
colectiva

13,7

14,3

14,3

15

13,8

11,5

9,1

Seguros

8,4

8,6

10,1

9,7

8,1

8,8

Fondos de
pensiones

5,2

5,4

5,4

5,5

5,4

6,2

6,4

Inversiones
directas

26,7

26,6

25,8

26,3

30,6

30,7

26,6

Crditos

2,2

2,3

2,4

2,2

2,1

1,5

1,2

Otros

2,6

3,0

1,6

1,5

1,7

1,9

2,2

Total

100,0

100,0

100,0

100,0

100,0

100,0

100,0

Por tanto, la evolucin demogrfica en Espaa presenta notables interrogantes, respecto al mantenimiento del actual
sistema de pensiones pblicos, de manera que el incremento

Evolucin del importe en Fondos de Pensiones


(valor en millones de Euros)
Fondos de
49.610 56.997 63.787 74.687 82.661 88.023 79.175
pensiones
Fuente: elaboracin propia con datos de la Direccin General de Seguros y Fondos de Pensiones.
Secretara de Estado de Economa. Varios aos.

98

Esta evolucin del patrimonio de los fondos de pensiones,


que recoge la revalorizacin de estos, parece ajena al declive en las aportaciones privadas, tras la ltima reforma
fiscal comentada. Hasta entonces, el jubilado espaol, que
quera disponer de su fondo, poda aplicarse una reduccin
del 40% en el IRPF, al pagar impuestos por las aportaciones hechas, siempre que lo rescatase de una sola vez.

No obstante, en Espaa, al margen del tratamiento fiscal, los planes de pensiones privados no han alcanzado, como media, un nivel
de rentabilidad acumulada alta (Fernndez y Del Campo, 2004).

Los efectos del envejecimiento de la poblacin en Espaa sobre el


sistema pblico de pensiones ha sido objeto de numerosas investigaciones. Una revisin de estas, as como distintas simulaciones
del nmero de pensionistas hasta 2049, puede verse en Vzquez
(2010).

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de los planes de pensiones de titularidad privada puede


configurarse como un importante complemento al sistema
pblico4 (Banco de Espaa, 2010).

Datos y metodologa
En este trabajo, se han manejado los datos obtenidos de la
Encuesta Financiera de las Familias (EFF) de 2005 (Banco
de Espaa, 2007), que nos facilita el acceso a informacin pormenorizada sobre diferentes variables financieras
de los hogares del pas. Aunque ya estn disponibles los
datos definitivos de la EFF del 2008, y los provisionales del
2011, no cabe duda de que los mismos pueden estar afectados, en los ingresos y en el ahorro de las familias, por las
consecuencias de la importante crisis financiera internacional iniciada en 2007.
En este sentido, el debate sobre el devenir del sistema pblico de pensiones se ha visto agitado con las incertidumbres
planteadas por la citada crisis financiera, que ha supuesto
un cambio en la valoracin del riesgo y ha implicado una
importante recomposicin en la cartera de inversin de
las familias (Rey, Palomo y Gutirrez, 2013); asimismo,
ha condicionado el comportamiento reciente de la industria del ahorro-previsin (Garca-Vaquero y Nieto, 2010).
Por todo ello y, en concreto, se utiliza informacin relativa
a los planes de pensiones de los hogares espaoles, as
como las caractersticas personales y socioeconmicas del
sustentador principal, que pueden afectar a las inversiones
en planes de pensiones. Esta encuesta es realizada por el
Banco de Espaa cada tres aos, con la colaboracin del
Instituto Nacional de Estadstica (INE) y de la Agencia Tributaria, y es la nica fuente estadstica en el pas que permite relacionar dichas variables de cada unidad familiar.
Los datos de 2005 son los ltimos que estn disponibles
de forma definitiva.
Un aspecto relevante de esta encuesta es el sobremuestreo
que incorpora sobre el segmento de la poblacin de Espaa,
que acumula, en gran parte, la riqueza financiera sobre el
total del pas. Hay que tener en cuenta que, en Espaa, se
registra una distribucin bastante desigual de los activos
financieros entre el conjunto de su poblacin (Bover, 2008).

La evidencia sobre los efectos de la seguridad social en el ahorro


privado no es concluyente en un nico sentido. Segn la tesis de
Sun (2002), no se confirman los hallazgos de Feldstein (1996), relativos a que la seguridad social reduce el ahorro privado. Mendoza
(2004) tampoco encuentra evidencia estadstica que avale la hiptesis de que un sistema de pensiones pblico, como el mexicano,
impacte negativamente la formacin de ahorro personal.

En la EFF, como en otras encuestas de riqueza, es frecuente


la ausencia de respuestas a preguntas aisladas, por lo que
el Banco de Espaa ha elaborado cinco imputaciones distintas para cada valor no observado, con el fin de facilitar
el anlisis. Como paso previo a la obtencin de resultados,
ha sido preciso, en cada caso, unir las cinco imputaciones
debidamente ponderadas en un solo archivo5.
Analizar el comportamiento financiero de las familias y,
ms concretamente, la inversin que estas realizan en
planes de pensiones, con relacin al nivel educativo del
que ejerce como su cabeza, requiere tener en cuenta otras
variables relacionadas con el nivel educativo, que tambin
inciden en el comportamiento financiero, y que deben ser
aisladas. En este caso, la edad es especialmente relevante,
ya que la adscripcin a planes de pensiones depende del
ciclo vital, la renta y la riqueza, la situacin laboral, el estado civil o, incluso, el nivel de salud.
Adems, en las ltimas dcadas, el aumento del nivel educativo de la poblacin espaola ha supuesto que el nivel educativo del cabeza de familia difiera bastante segn la edad
considerada. As, en los hogares en los que el cabeza de
familia es joven, normalmente, el nivel educativo es mayor
que en los hogares en la que tiene una edad ms avanzada6.
Por razones metodolgicas, se han definido cuatro niveles
educativos, que no se corresponden con los contemplados
en la EFF, ya que en esta estn excesivamente desagregados. El primero de ellos, educacin primaria; el segundo,
primera etapa de educacin secundaria; el tercero, segunda etapa de educacin secundaria y, el cuarto nivel
educativo, la educacin superior7.
Una visin simplificada de cmo la edad y el nivel educativo del cabeza de familia afectan a las decisiones de las
familias de invertir en planes de pensiones se ofrece en las

Se han empleado los archivos y los pesos de los diferentes hogares


con el programa Stata 11, as como los motivos que razonan los
mtodos de imputacin elegidos, siguiendo las directrices del Banco de Espaa (2008) y de Barcel (2006).

En Moreno y Snchez (2010), se comprob que la distribucin de


los hogares por nivel educativo y edad del cabeza de familia resulta
similar a los datos de la EFF 2005 y a los del Censo de Poblacin
y Viviendas 2001. Por tanto, el sobremuestreo de los hogares de
mayor nivel de riqueza de la EFF 2005 no parece haber afectado la
distribucin de los hogares por nivel educativo y edad del cabeza
de familia.

El primero se corresponde con los niveles educativos 1, 2 y 3, definidos en la EFF. En este grupo, ms que excluir, se ha optado por
incluir a los analfabetos o sin estudios, ya que son muy pocos los
hogares en los que el cabeza de familia es analfabeto o no tiene
estudios, sobre todo entre los menores de 35 aos. El segundo, con
los niveles 4, 5 de la encuesta. El tercero, con los niveles 6 y 7, y el
cuarto, con los niveles 8, 9, 10, 11 y 12 (Banco de Espaa, 2005).

RE V. I N N OVA R VOL . 2 6, N M . 6 2, OC TU BR E-D IC I E M B R E DE 2 016

99

Finanzas
Tablas 2, 3 y 4, donde los datos, referidos a 2005, se presentan por niveles educativos y por tramos de edad, segn
se definen en la EFF, es decir, menores de 35 aos; de 35
a 44 aos; de 45 a 54 aos; de 55 a 64 aos; de 65 a 74
aos; y mayor de 75 aos.
En la Tabla 2, se muestra el patrimonio y las aportaciones
totales de las familias espaolas en planes de pensiones;
en la Tabla 3, se recoge el porcentaje de familias espaolas
en cada grupo de edad y nivel de estudios, con planes de
pensiones, y en la Tabla 4, se presenta el valor promedio
del patrimonio en planes de pensiones en cada grupo de
edad y nivel de estudios.
El valor patrimonial de los fondos de pensiones en 2005,
segn los datos de la EFF, ascendi a 74.064.232,025
euros (Tabla 2), cantidad muy prxima a la facilitada por
la Direccin General de Seguros y Fondos de Pensiones
74.687.000 euros (Tabla 1). El mayor importe en fondos de
pensiones se observa entre quienes tienen entre 55 y 64
aos y disponen de una educacin superior.
En general, la inversin en fondos es mayor cuanto mayor
es el nivel educativo, destacando, con un importe muy superior al resto de segmentos de la poblacin, los que tienen
educacin superior. Paralelamente, el menor volumen de
inversin en planes de pensiones se da entre quienes solo
tienen educacin primaria, o la primera etapa de educacin

secundaria, seguidos muy de cerca por quienes han superado la segunda etapa de educacin secundaria.
Con respecto al porcentaje de familias espaolas con planes
de pensiones (Tablas 3 y 4), y al valor promedio del patrimonio en planes de pensiones, en cada grupo de edad y
nivel de estudios (Tabla 4), las conclusiones son similares a
las obtenidas con base en el valor patrimonial de los planes
de pensiones. Pero conviene precisar que muchas familias
tienen planes de pensiones o realizan aportaciones en cantidades realmente modestas.
As, el porcentaje de familias con fondos de pensiones de
cualquier cuanta (27,93%) es bastante ms alto que el
correspondiente a las familias que tienen importes por encima de, por ejemplo, la mitad del Indicador Pblico de
Renta a Efector Mltiples (IPREM) del 2005[8], o del que
realizaron aportaciones individuales por una cuanta de,
al menos, el IPREM mensual en dicho ao, que, en ambos
casos, se situaron en torno al 19 por ciento.
Debido a la gran presencia de las aportaciones y patrimonios ms bien testimoniales, y a que el anlisis emprico
pretende centrarse en verificar si el incremento del nivel
educativo fomenta la inversin en planes de pensiones en
8

El indicador pblico de renta a efectos mltiples (IPREM) del ao


2005 fue de 6.577,2 euros anuales, y de 548,1 euros mensuales.

TABLA 2. Patrimonio y aportaciones totales de las familias espaolas en planes de pensiones. Ao 2005

Educacin primaria

Primera etapa Ed.


secundaria

Segunda etapa Ed.


secundaria

Educacin superior

Total

Patrimonio en planes de pensiones


Menos de 35 aos

22.094.220

414.537.650

De 35 a 44 aos

587.467.338

1.585.994.888

2.137.501.206

5.563.439.708

9.874.403.140

De 45 a 54 aos

2.591.754.911

3.731.333.132

4.702.774.190

10.183.579.857

21.209.442.090

De 55 a 64 aos

5.064.359.424

4.783.530.268

6.514.076.231

20.238.050.063

36.600.015.986

De 65 a 74 aos

1.170.029.228

203.735.434

719.583.535

1.571.642.687

3.664.990.884

De ms de 75 aos
Total

257.587.594

1.493.527.125

2.187.746.589

310.476.404

42.733.642

8.981.321

165.441.969

527.633.336

9.746.181.525

10.761.865.014

14.340.504.077

39.215.681.409

74.064.232.025

Aportaciones a planes de pensiones


Menos de 35 aos

5.485.937

85.809.174

37.716.980

436.287.084

565.299.175

De 35 a 44 aos

78.332.471

269.309.731

367.975.985

893.934.983

1.609.553.170

De 45 a 54 aos

341.826.847

402.654.136

413.521.605

1.338.073.730

2.496.076.318

De 55 a 64 aos

421.797.008

297.878.695

460.526.198

2.296.604.259

3.476.806.160

De 65 a 74 aos

111.590.477

23.844.485

78.323.848

126.925.450

340.684.260

47.248.563

1.732.714

1.012.455

18.469.566

68.463.298

1.006.281.303

1.081.228.935

1.359.077.071

5.110.295.072

8.556.882.381

De ms de 75 aos
Total

Fuente: elaboracin propia con base en Banco de Espaa (2007).

100

R E V. I N N OVA R VO L . 2 6 , N M . 6 2 , O CT UB R E - DI CI E M B R E DE 2016

RE V I S TA

INNOVAR

JOURNAL

TABLA 3. Porcentaje de familias espaolas en cada grupo de edad y nivel de estudios. Ao 2005

Educacin primaria

Primera etapa
Ed. secundaria

Segunda etapa
Ed. secundaria

Educacin superior

Total

Con planes de pensiones de cualquier importe


Menos de 35 aos

7,20

15,57

15,16

27,51

19,19

De 35 a 44 aos

23,32

34,57

31,24

45,58

35,99

De 45 a 54 aos

36,11

40,15

50,86

47,69

43,35

De 55 a 64 aos

28,20

39,03

43,24

67,24

42,10

De 65 a 74 aos

5,83

8,06

13,79

26,55

8,95

De ms de 75 aos
Total

1,81

1,13

0,43

8,04

2,26

15,03

29,00

31,15

42,86

27,93

Con planes de pensiones cuyo valor patrimonial supera la mitad del IPREM anual
Menos de 35 aos

0,30

4,89

5,08

13,59

7,82

De 35 a 44 aos

11,50

11,78

20,47

32,33

21,03

De 45 a 54 aos

27,74

25,76

38,66

39,92

33,02

De 55 a 64 aos

23,10

30,43

31,63

62,26

35,59

De 65 a 74 aos

3,86

3,73

11,88

16,77

5,79

De ms de 75 aos
Total

1,61

1,13

0,43

7,17

2,03

10,86

15,65

20,87

32,70

19,29

Con aportaciones de al menos el IPREM mensual. 2005


Menos de 35 aos

0,37

6,96

4,03

18,76

10,05

De 35 a 44 aos

10,82

20,05

21,53

32,06

23,23

De 45 a 54 aos

27,87

29,28

34,71

34,70

31,58

De 55 a 64 aos

20,87

27,50

32,45

57,18

32,82

De 65 a 74 aos

2,82

4,71

6,45

16,63

4,85

De ms de 75 aos

0,88

0,95

0,43

3,97

1,15

Total

9,91

18,72

19,80

31,61

19,12

Fuente: elaboracin propia con base en Banco de Espaa (2007).

los hogares espaoles, se utiliza el mismo modelo logit dicotmico9, y las mismas variables explicativas, para calcular
los efectos del nivel educativo sobre la probabilidad de:
1. Tener un plan de pensiones de cualquier cuanta.
2. Tener un plan de pensiones con un importe relativamente importante.
3. Haber realizado alguna aportacin individual a cualquier plan de pensiones.

Para cada uno de los cuatro casos se ha generado una variable dependiente, que toma el valor uno o cero dependiendo si cumple o no
los requisitos establecidos. Por ejemplo, en el apartado a), la variable dependiente toma el valor 1 si la familia tiene algn plan de pensiones, con independencia de la cuanta del mismo, y cero si no tiene
plan de pensin alguno. En el apartado b), la variable dependiente
toma el valor 1 si la familia tiene un patrimonio total en fondos de
pensiones de al menos la mitad del IPREM, y cero en los dems casos.

4. Haber realizado aportaciones individuales, relativamente


importantes, a planes de pensiones.
El anlisis de la relacin entre la frecuencia de que las
familias tengan planes de pensiones privados y sus caractersticas socioeconmicas, requiere utilizar modelos
economtricos que consideren la naturaleza discreta de la
variable dependiente. Por ello, el marco analtico de este
trabajo se encuadra en los modelos de eleccin discreta,
que permiten explicar, en trminos de probabilidad, las decisiones a nivel individual.
En esencia, se pretende expresar la probabilidad de que las
familias tengan planes de pensiones privados, en funcin
de las variables, que, en principio, se presumen relevantes
o influyentes. Debido a su sencillez, frente al resto de modelos de probabilidad (Cabrer, Sancho y Serrano, 2001), se
ha optado por el modelo logit binomial, en el que la probabilidad de pertenencia al grupo codificado como uno

RE V. I N N OVA R VOL . 2 6, N M . 6 2, OC TU BR E-D IC I E M B R E DE 2 016

101

Finanzas
TABLA 4. Valor promedio del patrimonio en planes de pensiones por grupos de edad y nivel de estudios. Ao 2005

Educacin primaria

Primera etapa
Ed. secundaria

Segunda etapa
Ed. secundaria

Educacin superior

Total

Para total familias espaolas


Menos de 35 aos

84

734

408

1.607

916

De 35 a 44 aos

1.133

1.811

2.806

4.671

2.950

De 45 a 54 aos

3.204

4.763

8.919

10.079

6.776

De 55 a 64 aos

4.717

9.098

23.402

31.340

14.503

De 65 a 74 aos

658

591

4.556

5.429

1.427

De ms de 75 aos

240

292

279

1.182

327

Total

1.700

3.321

6.001

9.324

4.757

Menos de 35 aos

1.172

4.717

2.688

5.843

4.775

De 35 a 44 aos

4.859

5.240

8.981

10.247

8.198

De 45 a 54 aos

8.871

11.862

17.537

21.135

15.633

De 55 a 64 aos

16.727

23.312

54.123

46.611

34.447

De 65 a 74 aos

11.301

7.340

33.047

20.446

15.939

De ms de 75 aos

13.241

25.762

63.978

14.697

14.454

Total

11.311

11.452

19.268

21.754

17.033

Para familias con fondos de pensiones

Fuente: elaboracin propia con base en Banco de Espaa (2007).

(tener algn plan de pensiones privado) se vincula con las


k variables explicativas de la forma siguiente:
Prob(Yi = 1) =

1
1+ e( + k X k i )

e + k X k i
1+ e + k X ki

(1)

Donde, y k son los parmetros del modelo, que se estiman por el mtodo de mxima verosimilitud.
Reconociendo de antemano que cualquier cuanta que
se tome como referencia, para poder decir que el patrimonio en fondos de pensiones o la aportacin es relativamente importante, puede resultar arbitraria, se ha
tomado como referencia, para ambos casos, el IPREM, por
el importante papel que juega como referencia del nivel de
renta. De hecho, este indicador se utiliza para determinar
la cuanta de muchas prestaciones o para acceder a determinados beneficios o servicios pblicos, en sustitucin
del salario mnimo interprofesional (SMI). En el caso del
patrimonio en fondos, la cuanta se considera importante
si alcanz, al menos, la mitad del IPREM anual, en 2005,
mientras que, en el caso de las aportaciones, la cuanta
se considera importante si super el IPREM mensual del
mismo ao.
Este modo de proceder debe entenderse como un anlisis de la sensibilidad del modelo planteado y, al mismo
tiempo, como un intento de aislar los posibles efectos que
102

en el mismo pueden tener las pequeas aportaciones individuales realizadas, como consecuencia de agresivas
campaas de marketing financiero10, y por las aportaciones realizadas por las empresas, en favor de todos sus
empleados. Se debe tener en cuenta que, en la Encuesta
Financiera de las Familias, no es posible distinguir si el patrimonio de los fondos de pensiones se debe a aportaciones
empresariales o individuales, mientras que, en el caso de
las aportaciones de 2005, s es posible distinguirlas y, de
hecho, as se hace.
Las variables explicativas que se utilizan en los cuatro
casos planteados para aislar el efecto de la educacin,
sobre la variable dependiente, aparecen en la Tabla 5 y se
pueden clasificar de la siguiente forma: 1) caractersticas
individuales y familiares: edad, sexo, estado civil, nivel de
estudios, estado de salud y miembros del hogar; 2) caractersticas laborales: nmero de adultos trabajando en
el hogar y la situacin laboral del cabeza de familia; 3)
nivel de renta y de riqueza: renta familiar per cpita y riqueza neta familiar per cpita, excluyendo el patrimonio
en fondos de pensiones; 4) variables relativas a los hbitos
10

Por ejemplo, una pequea aportacin de 300 euros a un plan de


pensiones puede significar un juego de vasos o un edredn nrdico
para el partcipe, por lo que, en bastantes casos, la aportacin al
plan se habr realizado no pensando en la jubilacin, sino en el
regalo inmediato.

R E V. I N N OVA R VO L . 2 6 , N M . 6 2 , O CT UB R E - DI CI E M B R E DE 2016

RE V I S TA

INNOVAR

JOURNAL

TABLA 5. Descripcin de las variables explicativas


Variable

Descripcin

EDAD

Edad del cabeza de familia. Variable continua. Los 40 aos de edad toman el valor 0 (18 aos toma el valor -22).
Se genera tambin una forma cuadrtica denominada Edadcuadrado

SEXOM

Del cabeza de familia. 1 (mujer), 0 (varn)

ESTDOCIVIL

Del cabeza de familia: ESTDOCIVILso (Soltero/a); ESTDOCIVILca (Casado/a); ESTDOCIVILse (Separado/a, divorciado/a, o pareja
de hecho); ESTDOCIVILvi (Viudo/a)

NIVELDEEST

Del cabeza de familia: NIVELDEEST_1 (educacin primaria, se corresponde con los niveles educativos 1, 2 y 3 definidos en la
EFF 2005); NIVELDEEST_2 (primera etapa de educacin secundaria, se corresponden con los niveles educativos 4, 5 definidos
en la EFF 2005); NIVELDEEST_3 (segunda etapa de educacin secundaria, se corresponde con los niveles 6 y 7 definidos en la EFF
2005 ); Niveldeest_4 (educacin superior, se corresponde con los niveles 8, 9, 10, 11 y 12 definidos en la EFF 2005)

ESTADOSALUD

Del cabeza de familia: ESTADOSALUDb (muy bueno o bueno);

PERSFAMI

Nmero de miembros que componen la familia. Variable continua. La familia de 3 miembros toman el valor 0
(la familia de 1 miembro toma el valor -2). Se genera tambin una forma cuadrtica denominada PERSFAMIcuad.

TRABAJ

Del cabeza de familia: TRABAJajena (empleado por cuenta ajena); TRABAJpropia (empleado por cuenta propia);
Trabajparado (parado o inactivo); TRABAJjubilado (jubilado)

ESTADOSALUDa (aceptable); ESTADOSALUDm (malo o muy malo)

ADULTOSTRABA N de adultos trabajando en la familia. Variable continua. Toma valores de 0 a 3.


RENTAPERCA

Se definen 5 tramos en funcin de la renta per cpita de la familia que es 11.652,91 euros. RENTAPERCA_1 (si es <5.826,455);
RENTAPERCA_2 (>58.26,455 y <11.652,91); RENTAPERCA_3 (>11.652,91 y <17.479,365)
RENTAPERCA_4 (>17.479,365 y <23.305,82); RENTAPERCA_5 (>23305,82)

RIQUEPERCA

Se definen 5 tramos en funcin de la riqueza financiera per cpita de la familia una vez excluidos los importes de los planes de
pensiones- que asciende a 103.436,8 euros. RIQUEPERCA_1 (<51.718,4); RIQUEPERCA_2 (>51.718,4 y <103.436,8);
RIQUEPERCA_3 (>103.436,8 y <155.155,2); RIQUEPERCA_4 (>155.155,2 y < 206.873,6); RIQUEPERCA_5 (> 206.873,6)

FONDOSINVER

1 (Si la familia tiene fondos de inversin -incluyendo los seguros de vida de inversin o mixtos-), 0 (la familia no tiene fondos de
inversin)

ACCIONEBOLSA

1 (Si la familia tiene acciones que cotizan en Bolsa),


0 (la familia no tiene acciones que cotizan en Bolsa)

PRESTAOTVIVI

1 (Si la familia tiene prstamos hipotecarios para vivienda distinta a la habitual),


0 (la familia no tiene este tipo de prstamos)

DEPENDPEROTA

1 (Si la familia tiene deudas pendientes por prstamos personales o tarjetas de crdito), 0 (la familia no tiene deudas pendientes
de este tipo)

En negrita se encuentran los grupos de referencia. Las caractersticas personales se refieren al cabeza de familia.
Fuente: elaboracin propia.

financieros de la familia: acciones en bolsa, fondos de inversin, prstamos para la adquisicin de viviendas diferentes a la vivienda principal y la tenencia de deudas por
prstamos personales o tarjeras. Las dos primeras se refieren a las decisiones de inversin de las familias y las dos
siguientes son decisiones de endeudamiento que, en pocos
casos, pueden ligarse a la adquisicin de acciones y fondos
de inversin. Los descriptivos de todas las variables utilizadas en el anlisis logit se disponen en la Tabla 6.

Resultados del anlisis emprico


En todas las tablas de resultados que aparecen en este
apartado, se muestran las mismas variables, porque al

menos alguna categora de la misma presenta un coeficiente estadsticamente significativo. No ha sido necesario
desestimar los datos de ninguna familia, por valores missing, en la variable dependiente o en algunas de las variables explicativas.
Respecto a los estadsticos presentados, el test de la chicuadrado permite concluir que los modelos propuestos son
significativos, en tanto que los valores de la pseudo R2,
se mueven en un rango que oscila desde 0,2865 hasta
0,3264 (Tablas 7 y 8). Las estimaciones son robustas y predicen correctamente un alto porcentaje de los casos. As,
las predicciones correctas totales van desde el 78,67 hasta
el 83,19% de los casos.

RE V. I N N OVA R VOL . 2 6, N M . 6 2, OC TU BR E-D IC I E M B R E DE 2 016

103

Finanzas
TABLA 6. Descriptivos de las variables explicativas utilizadas

en el anlisis logit
Variables

N.
Media Desv. Est. Mnimo Mximo
Casos

SEXOm

6.090

0,204

0,403

EDAD

29.810

57,520

15,931

18

101

EDADcuadrado

29.810 3.562,316 1.822,249

324

10.201

ESTDOCIVILso

3.860

0,129

0,336

ESTDOCIVILca

19.345

0,649

0,477

ESTDOCIVILse

2.660

0,089

0,285

ESTDOCIVILvi

3.945

0,132

0,339

NIVELDEEST_1

10.310

0,333

0,471

NIVELDEEST_2

5.270

0,177

0,381

NIVELDEEST_3

4.300

0,144

0,351

NIVELDEEST_4

10.310

0,346

0,476

ESTADOSALUDb 21.082

0,707

0,455

ESTADOSALUDa

5.968

0,200

0,400

ESTADOSALUDm

2.760

0,093

0,290

PERSFAMI

29.810

2,693

1,280

10

PERSFAMIcuad

29.810

8,890

8,431

100

TRABAJajena

10.905

0,366

0,482

TRABAJpropia

4.125

0,138

0,345

TRABAJparado

4.360

0,146

0,353

TRABAJjubila

10.420

0,350

0,477

ADULTOSTRABA 29.810

1,010

0,928

RENTAPERCA_1

6.673

0,224

0,417

RENTAPERCA_2

9.679

0,325

0,468

RENTAPERCA_3

5.058

0,170

0,375

RENTAPERCA_4

4.970

0,167

0,373

RENTAPERCA_5

3.430

0,115

0,319

RIQUEPERCA_1

9.110

0,306

0,461

RIQUEPERCA_2

5.848

0,196

0,397

RIQUEPERCA_3

3.609

0,121

0,326

RIQUEPERCA_4

2.252

0,076

0,264

RIQUEPERCA_5

8.991

0,302

0,459

FONDOSINVER

5.572

0,187

0,390

ACCIONEBOLSA

6.717

0,225

0,418

PRESTAOTVIVI

2.737

0,092

0,289

DPENDPPEROTA

5.585

0,187

0,390

Con relacin al primer planteamiento, probabilidad de


tener planes de pensiones de cualquier cuanta, los resultados que se disponen en la Tabla 7 muestran que todos
los coeficientes de las variables explicativas incluidas en
el modelo resultan significativos, excepto el gnero
SEXOm. El Estado civil y el de salud reflejan coeficientes
estadsticamente significativos, menos en el caso de estar
soltero ESTDOCIVILse, o tener un estado de salud malo
ESTADOSALUDm, que no resultan significativos.
Asimismo, se aprecia que el trmino referido a la EDAD
es estadsticamente significativo, y que la EDAD tiene un
coeficiente positivo, mientras que Edadcuadrado lo tiene
negativo. La mxima probabilidad de tener un plan de
pensiones se alcanza a los 51 aos.
Por su parte, el estado civil distinto al de casado, cualquiera que sea este, reduce la probabilidad de tener algn
plan de pensiones, en torno al 4 por ciento, tanto con relacin al grupo de referencia como a los valores centrados.
En cuanto al nmero de miembros en la familia, la probabilidad de tener un plan de pensiones es mxima cuando hay
cinco miembros. El estado de salud bueno ESTADOSALUDb tiene un efecto marginal positivo prximo al 3%.
El coeficiente relativo a la variable nivel de estudios NIVELDEEST es significativo, en todos los casos, y muestra
que los niveles educativos inmediatos, por debajo y por
encima de la categora de referencia (NIVELDEEST_2,
primera etapa de educacin secundaria), reducen la probabilidad relativa de tener planes de pensiones en poco
ms del 2%, mientras que tener educacin superior la aumenta, asimismo, alrededor del 2%.
Las caractersticas laborales consideradas reflejan que el
hecho de estar parado (TRABAJparado) o jubilado (TRABAJjubila), respecto de la categora de referencia trabajar
por cuenta ajena (TRABAJajena), reduce la probabilidad
de tener un plan de pensiones, en torno al 7 y 10 por
ciento, respectivamente; sin embargo, trabajar por cuenta
propia (TRABAJpropia) aumenta la probabilidad de tener
un plan de pensiones en casi un 4%. Un efecto similar a
este tiene el hecho de que aumente el nmero de adultos
que trabajan en la familia.

Fuente: elaboracin propia.

Por otra parte, y con el fin de disponer de una interpretacin ms intuitiva que la exponencial de los coeficientes
(odds ratio), se comentarn preferentemente los efectos
marginales (elasticidades) de las variables explicativas,
sobre la categora de referencia, que son siempre mayores
que los efectos marginales sobre la familia, que ocupa el
centro de gravedad de la distribucin.
104

Probabilidad de tener un plan de pensiones de


cualquier cuanta

En cuanto a las variables renta y riqueza de las familias,


se advierte que los niveles de riqueza y de renta per cpita ms bajos (RENTAPERCA_1 Y RIQUEPERCA_1) disminuyen la probabilidad de tener planes de pensiones, sobre
las correspondientes categoras de referencia, en torno al 4
y 8%, respectivamente. Por el contrario, las familias con niveles de renta o de riqueza por encima de los de referencia

R E V. I N N OVA R VO L . 2 6 , N M . 6 2 , O CT UB R E - DI CI E M B R E DE 2016

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INNOVAR

JOURNAL

TABLA 7. Resultados del anlisis de regresin logstica: probabilidad relativa de tener planes de pensiones de cualquier importe,

en 2005
Std. Err.

P>z

Exp(coeff.)

Efect. Marg. (c.referencia)

Efect. Marg. (media)

SEXOm

Variables

0,105

Coef.

0,061

1,730

0,084

1,111

0,0217

0,0180

EDAD

0,289**

0,011

27,440

0,000

1,335

0,0584

0,0488

EDADcuadrado

-0,003**

0,000

-27,800

0,000

0,997

-0,0006

-0,0005

ESTDOCIVILso

-0,093

0,064

-1,450

0,148

0,911

-0,0185

-0,0154

ESTDOCIVILse

-0,210**

0,061

-3,470

0,001

0,810

-0,0406

-0,0338

ESTDOCIVILvi

-0,273**

0,082

-3,330

0,001

0,761

-0,0517

-0,0434

NIVELDEEST_1

-0,133**

0,048

-2,770

0,006

0,875

-0,0262

-0,0222

NIVELDEEST_3

-0,135*

0,052

-2,580

0,010

0,874

-0,0264

-0,0221

NIVELDEEST_4

0,099*

0,045

2,170

0,030

1,104

0,0204

0,0168

ESTADOSALUDb

0,175**

0,045

3,870

0,000

1,192

0,0368

0,0290

ESTADOSALUDm

0,012

0,078

0,150

0,883

1,012

0,0023

0,0020

PERSFAMI

0,587**

0,061

9,650

0,000

1,799

0,1187

0,0991

PERSFAMIcuad

-0,063**

0,008

-7,560

0,000

0,939

-0,0127

-0,0106

TRABAJparado

-0,418**

0,063

-6,600

0,000

0,659

-0,0764

-0,0646

TRABAJpropia

0,208**

0,047

4,440

0,000

1,232

0,0440

0,0367

TRABAJjubila

-0,617**

0,065

-9,500

0,000

0,540

-0,1070

-0,0987

ADULTOSTRABA

0,244**

0,028

8,620

0,000

1,276

0,0493

0,0411

RENTAPERCA_1

-0,226**

0,049

-4,630

0,000

0,797

-0,0435

-0,0369

RENTAPERCA_3

0,246**

0,046

5,310

0,000

1,279

0,0524

0,0435

RENTAPERCA_4

0,488**

0,050

9,760

0,000

1,628

0,1080

0,0898

RENTAPERCA_5

0,751**

0,061

12,350

0,000

2,120

0,1722

0,1467

RIQUEPERCA_1

-0,480**

0,047

-10,140

0,000

0,619

-0,0865

-0,0768

RIQUEPERCA_3

0,230**

0,056

4,110

0,000

1,259

0,0488

0,0408

RIQUEPERCA_4

0,266**

0,067

3,950

0,000

1,305

0,0567

0,0477

RIQUEPERCA_5

0,466**

0,054

8,570

0,000

1,594

0,1030

0,0828

FONDOSINVER

0,481**

0,042

11,480

0,000

1,618

0,1065

0,0881

ACCIONEBOLSA

0,722**

0,041

17,520

0,000

2,058

0,1649

0,1351

PRESTAOTVIVI

0,216**

0,051

4,260

0,000

1,241

0,0457

0,0383

DPENDPPEROTA

0,193**

0,039

4,900

0,000

1,213

0,0407

0,0338

_cons (a)

4,161**

0,196

21,260

0,000

64,122

0,2816

0,2151

* Significativa al nivel 5%. ** Sig. al 1%. Categoras de referencia: varn de 40 aos de edad, casado, primera etapa de educacin secundaria,
salud aceptable, trabajando por cuenta ajena, familia de tres miembros, Rentaperca_2, Riqueperca_2.
(a) Los efectos marginales asociados a la constante indican la probabilidad de que la familia de referencia tenga planes de pensiones (penltima
columna), o que los tenga la familia que ocupa el centro de gravedad de la distribucin (ltima columna).

Estadsticos
Nmero observaciones:29.810

Chi-cuadrado: 6.718,05, con g.l. 29 y Prob>chi2=0,000

Nmero de iteraciones: 5

Log pseudolikelihood = -13061.495 Pseudo R2 = 0.2907

Predicciones correctas de no tener plan de pensiones 81,55%


Predicciones correctas de tener plan de pensiones 69,65%
Predicciones correctas totales 78,67%
Fuente: elaboracin propia.

tienen mayor probabilidad de tener planes de pensiones,


a medida que aumentan una u otra. En ambos casos, los
efectos son crecientes, de forma que tener el mximo

nivel de renta per cpita (RENTAPERCA_5) llega a aumentar la probabilidad de tener planes de pensiones en el
17%, y tener el mayor nivel de riqueza (RIQUEPERCA_5)

RE V. I N N OVA R VOL . 2 6, N M . 6 2, OC TU BR E-D IC I E M B R E DE 2 016

105

Finanzas
incrementa dicha probabilidad en el 10% (Tabla 7). Para
todos los niveles, por encima de la categora de referencia,
los efectos positivos, asociados a los aumentos de renta,
son mayores que los vinculados a la riqueza.
Por ltimo, todos los coeficientes asociados a las variables
relativas a los hbitos financieros son estadsticamente
significativos, y tienen un efecto positivo sobre la probabilidad de tener algn plan de pensiones. El aspecto que
ms aumenta la probabilidad es el hecho de tener acciones
que cotizan en Bolsa, siendo el efecto marginal sobre la
categora de referencia del 16,5%. Esto significa que tener
acciones en bolsa (ACCIONEBOLSA) aumenta la probabilidad, casi tanto como tener el mximo nivel de renta per
cpita (RENTAPERCA_5) que es, de todas las variables explicativas consideradas, la que ms aumenta la probabilidad de tener planes de pensiones.
Tambin influye positivamente en la probabilidad de tener
fondos de pensiones la tenencia de fondos de inversin
(FONDOSINVER), con un efecto marginal del 10,6% sobre
el grupo de referencia. Las otras dos variables financieras
tienen un efecto marginal ms moderado. Hay que destacar
tambin que tanto tener prstamos para la adquisicin de
otras viviendas distintas a la principal (PRESTAOTVIVI),
como poseer deudas pendientes por prstamos personales
o tarjetas de crdito (DPENDPPEROTA), se traduce en un
incremento de la probabilidad del orden del 4%, sobre la
categora de referencia, y del 3% sobre la media.

Probabilidad de tener un plan de pensiones, con un


importe relativamente importante
Con relacin a la segunda cuestin, tener planes de pensiones con un importe que alcance la mitad del IPREM de
2005, los resultados de la Tabla 8 muestran que, igual
que en el caso anterior, todas las variables explicativas,
incluidas en el modelo, resultan significativas, excepto el
referido al gnero.
Como era previsible, no cambia el signo de ninguno de
los coeficientes estadsticamente significativos, aunque
ahora hay que aadir, con coeficientes no significativos, al
hecho de estar soltero, o tener un estado de salud malo o
muy malo, los tres supuestos siguientes: el tener educacin
primaria (NIVELDEEST_1), tener la segunda etapa de educacin secundaria (NIVELDEEST_3) y que la familia tenga
deudas pendientes, por prstamos personales o tarjetas de
crdito (DEPENDPEROTA). Se incrementa el valor del coeficiente constante, que es ahora de 4,620.
La cuestin que ms sobresale, respecto a los niveles educativos, radica en que los coeficientes relativos a los niveles educativos inmediatos, por debajo y por encima de
106

la categora de referencia (NIVELDEEST_2 primera etapa


de educacin secundaria), no resultan estadsticamente
significativos, mientras que antes s lo eran y reducan la
probabilidad de tener planes de pensiones. En cambio, la
variable tener educacin superior, que sigue presentando
un coeficiente estadsticamente significativo, aumenta la
probabilidad de tener un patrimonio en fondos de pensiones de, al menos, la mitad del IPREM, en un 3%, es
decir, algo ms que en el caso anterior, en el que no se
exiga cuanta alguna (Tabla 8).
En cuanto al resto de caractersticas individuales y familiares, merece mencionar que la mxima probabilidad de
tener un patrimonio en fondos de pensiones, del importe
mnimo indicado, se alcanza a los 54 aos, tres aos despus que en el apartado anterior, mientras que el tamao
familiar con ms probabilidad es ahora el de 4,2 componentes. Los efectos marginales de las caractersticas laborales y de la renta son ahora ms reducidos, en tanto que se
acentan ligeramente los correspondientes a los niveles de
riqueza situados por encima de la categora de referencia.
Por ltimo, las tres variables relativas a los hbitos financieros de las familias, que en este caso presentan coeficientes estadsticamente significativos, presentan ahora
efectos marginales ms reducidos y, al mismo tiempo,
contina siendo la tenencia de acciones el factor, de este
grupo, con mayores efectos marginales.

Probabilidad de realizar alguna aportacin individual


a cualquier plan de pensiones
Los resultados del logit sobre la probabilidad de realizar
una aportacin individual, en el ao de referencia, aparecen en la Tabla 9. Se puede observar de nuevo que
todas las variables explicativas, incluidas en el modelo,
resultan significativas, excepto el gnero (SEXOm), y que
los coeficientes, que no son estadsticamente significativos, son los que se refieren, repetidamente, al hecho de
estar soltero (ESTDOCIVILse), o tener un estado de salud
malo (ESTADOSALUDm). A estas dos situaciones hay
que aadir, en este supuesto, el coeficiente correspondiente a la situacin de estar viudo o haber concluido los
estudios superiores.
En este tercer escenario analizado, hay que subrayar no
solo que el nivel de estudios superiores no tiene un coeficiente estadsticamente significativo, sino tambin que,
respecto a la categora de referencia (primera etapa de
educacin secundaria), tanto reducir como aumentar el
nivel estudios reducen la probabilidad de realizar aportaciones a los planes de pensiones, en torno al 2%. Por
tanto, en este supuesto, se puede afirmar que la elevacin

R E V. I N N OVA R VO L . 2 6 , N M . 6 2 , O CT UB R E - DI CI E M B R E DE 2016

RE V I S TA

INNOVAR

JOURNAL

TABLA 8. Resultados del anlisis de regresin logstica: probabilidad relativa de tener planes de pensiones, cuyo valor

patrimonial supera la mitad del IPREM anual, en 2005


Variables
SEXOm

Coef.

Std. Err.

P>z

Exp(coeff.)

Efect. Marg.(C.Referencia)

Efect. Marg. (media)

1,530

0,127

1,116

0,0146

0,0133

0,110

0,072

EDAD

0,368**

0,014

26,860

0,000

1,444

0,0473

0,0437

EDADcuadrado

-0,003**

0,000

-26,510

0,000

0,997

-0,0004

-0,0004

ESTDOCIVILso

-0,060

0,074

-0,810

0,418

0,942

-0,0075

-0,0070

ESTDOCIVILse

-0,300**

0,071

-4,250

0,000

0,741

-0,0347

-0,0325

ESTDOCIVILvi

-0,386**

0,094

-4,080

0,000

0,680

-0,0433

-0,0413

NIVELDEEST_1

0,077

0,055

1,400

0,162

1,080

0,0102

0,0092

NIVELDEEST_3

-0,001

0,059

-0,020

0,985

0,999

-0,0001

-0,0001

NIVELDEEST_4

0,223**

0,051

4,400

0,000

1,250

0,0310

0,0272

ESTADOSALUDb

0,218**

0,049

4,430

0,000

1,243

0,0302

0,0251

ESTADOSALUDm

0,093

0,089

1,040

0,299

1,097

0,0123

0,0113

PERSFAMI

0,837**

0,070

11,970

0,000

2,309

0,1077

0,0995

PERSFAMIcuad

-0,098**

0,010

-10,260

0,000

0,906

-0,0126

-0,0117

TRABAJparado

-0,389**

0,072

-50,380

0,000

0,678

-0,0436

-0,0418

TRABAJpropia

0,177**

0,049

30,640

0,000

1,194

0,0243

0,0221

TRABAJjubila

-0,773**

0,072

-100,730

0,000

0,462

-0,0754

-0,0850

ADULTOSTRABA

0,168**

0,031

5,360

0,000

1,183

0,0216

0,0199

RENTAPERCA_1

-0,346**

0,058

-5,990

0,000

0,708

-0,0394

-0,0384

RENTAPERCA_3

0,201**

0,051

3,950

0,000

1,222

0,0277

0,0250

RENTAPERCA_4

0,425**

0,053

7,950

0,000

1,529

0,0630

0,0559

RENTAPERCA_5

0,825**

0,064

12,930

0,000

2,282

0,1381

0,1222

RIQUEPERCA_1

-0,673**

0,056

-12,010

0,000

0,510

-0,0680

-0,0731

RIQUEPERCA_3

0,341**

0,059

5,770

0,000

1,406

0,0492

0,0444

RIQUEPERCA_4

0,427**

0,070

6,060

0,000

1,533

0,0634

0,0577

RIQUEPERCA_5

0,663**

0,057

11,550

0,000

1,940

0,1058

0,0868

FONDOSINVER

0,546**

0,043

12,580

0,000

1,727

0,0842

0,0734

ACCIONEBOLSA

0,798**

0,042

18,780

0,000

2,221

0,1326

0,1110

PRESTAOTVIVI

0,231**

0,052

4,480

0,000

1,259

0,0321

0,0293

DPENDPPEROTA

-0,029

0,044

-0,650

0,518

0,972

-0,0037

-0,0034

_cons (a)

4,620**

0,234

19,740

0,000

101,515

0,1516

0,1379

* Significativa al nivel 5%. ** Sig. al 1%. Categoras de referencia: varn de 40 aos de edad, casado, primera etapa de educacin secundaria,
salud aceptable, trabajando por cuenta ajena, familia de tres miembros, Rentaperca_2, Riqueperca_2.
(a) Los efectos marginales asociados a la constante indican la probabilidad de que la familia de referencia tenga planes de pensiones
(penltima columna), o que los tenga la familia que ocupa el centro de gravedad de la distribucin (ltima columna).

Estadsticos
Nmero observaciones:29.810

Chi-cuadrado: 6.398,95, con g.l. 29 y Prob>chi2=0,000

Nmero de iteraciones: 5

Log pseudolikelihood = -11160,654 Pseudo R2 = 0,3264

Predicciones correctas de no tener plan de pensiones 85,87%


Predicciones correctas de tener plan de pensiones 71,05%
Predicciones correctas totales 83,19%
Fuente: elaboracin propia.

del nivel de estudios no tiene efectos importantes en la


probabilidad de realizar cualquier tipo de aportacin a
planes de pensiones.

Del resto de variables individuales y familiares, la que ms


aumenta la probabilidad de realizar aportaciones a los
planes de pensiones es tener un estado de salud bueno,

RE V. I N N OVA R VOL . 2 6, N M . 6 2, OC TU BR E-D IC I E M B R E DE 2 016

107

Finanzas
TABLA 9. Resultados del anlisis de regresin logstica: probabilidad relativa de haber hecho aportaciones personales de

cualquier importe a planes de pensiones en 2005


Variables

Coef.

Std. Err.

P>z

Exp(coeff.) Efect. Marg.(C.Referencia)

Efect. Marg. (media)

SEXOm

0,052

0,061

0,860

0,389

1,054

0,0106

0,0083

EDAD

0,286**

0,011

26,090

0,000

1,332

0,0574

0,0448

EDADcuadrado

-0,003**

0,000

-26,260

0,000

0,997

-0,0006

-0,0004

ESTDOCIVILso

-0,058

0,064

-0,910

0,365

0,944

-0,0115

-0,0089

ESTDOCIVILse

-0,123

0,060

-2,050

0,041

0,884

-0,0240

-0,0186

ESTDOCIVILvi

-0,104

0,083

-1,260

0,208

0,901

-0,0203

-0,0159

NIVELDEEST_1

-0,127**

0,049

-2,600

0,009

0,880

-0,0203

-0,0197

NIVELDEEST_3

-0,164**

0,053

-3,090

0,002

0,848

-0,0317

-0,0248

NIVELDEEST_4

0,073

0,046

1,590

0,112

1,076

0,0150

0,0116

ESTADOSALUDb

0,213**

0,046

4,610

0,000

1,237

0,0445

0,0323

ESTADOSALUDm

0,142

0,080

1,770

0,077

1,152

0,0293

0,0229

PERSFAMI

0,698**

0,064

10,960

0,000

2,009

0,1398

0,1090

PERSFAMIcuad

-0,077**

0,009

-8,710

0,000

0,926

-0,0154

-0,0120

TRABAJparado

-0,622**

0,066

-90,400

0,000

0,537

-0,1065

-0,0846

TRABAJpropia

0,128**

0,047

20,750

0,006

1,137

0,0264

0,0206

TRABAJjubila

-0,743**

0,067

-110,110

0,000

0,476

-0,1229

-0,1085

ADULTOSTRABA

0,234**

0,028

8,270

0,000

1,263

0,0469

0,0365

RENTAPERCA_1

-0,276**

0,050

-5,470

0,000

0,759

-0,0518

-0,0411

RENTAPERCA_3

0,232**

0,047

4,940

0,000

1,261

0,0488

0,0379

RENTAPERCA_4

0,469**

0,050

9,330

0,000

1,599

0,1029

0,0804

RENTAPERCA_5

0,764**

0,061

12,440

0,000

2,147

0,1743

0,1405

RIQUEPERCA_1

-0,427**

0,048

-8,880

0,000

0,653

-0,0770

-0,0634

RIQUEPERCA_3

0,251**

0,056

4,440

0,000

1,285

0,0529

0,0415

RIQUEPERCA_4

0,394**

0,068

5,810

0,000

1,483

0,0853

0,0679

RIQUEPERCA_5

0,496**

0,055

8,950

0,000

1,641

0,1091

0,0821

FONDOSINVER

0,444**

0,042

10,510

0,000

1,559

0,0970

0,0753

ACCIONEBOLSA

0,574**

0,041

13,880

0,000

1,776

0,1279

0,0984

PRESTAOTVIVI

0,159**

0,050

3,200

0,001

1,173

0,0330

0,0259

DPENDPPEROTA

0,167**

0,039

4,220

0,000

1,181

0,0346

0,0268

_cons (a)

4,241**

0,206

20,610

0,000

69,469

0,2771

0,1938

* Significativa al nivel 5%. ** Sig. al 1%. Categoras de referencia: varn de 40 aos de edad, casado, primera etapa de educacin secundaria,
salud aceptable, trabajando por cuenta ajena, familia de tres miembros, Rentaperca_2, Riqueperca_2.
(a) Los efectos marginales asociados a la constante indican la probabilidad de que la familia de referencia tenga planes de pensiones
(penltima columna), o que los tenga la familia que ocupa el centro de gravedad de la distribucin (ltima columna).

Estadsticos
Nmero observaciones: 29.810

Chi-cuadrado: 6.602,57, con g.l. 29 y Prob>chi2=0,000

Nmero de iteraciones: 5

Log pseudolikelihood = -12.834,876 Pseudo R2 = 0,2865

Predicciones correctas de no haber hecho aportaciones de cualquier importe a planes de pensiones 82,16%
Predicciones correctas de haber hecho aportaciones de cualquier importe a planes de pensiones 68,5%
Predicciones correctas totales 79,11%
Fuente: elaboracin propia.

que aumenta la probabilidad, sobre la categora de referencia, en casi el 4,5% (Tabla 9). La mxima probabilidad
de haber realizado una aportacin a un plan de pensiones
108

se registra a los 50,81 aos, y cuando el tamao del hogar


es de 4,55 personas, resultados que vienen a coincidir, prcticamente, con los obtenidos con el primer planteamiento.

R E V. I N N OVA R VO L . 2 6 , N M . 6 2 , O CT UB R E - DI CI E M B R E DE 2016

RE V I S TA

INNOVAR

JOURNAL

En relacin con las caractersticas laborales estar desempleado o jubilado, reduce la probabilidad de realizar
aportaciones un 10% aproximadamente, tanto sobre la
categora de referencia como sobre los valores medios. Sin
embargo, el trabajador por cuenta propia tiene una probabilidad de realizar aportaciones a un plan de pensiones un
2,6% mayor que el trabajador por cuenta ajena.
Los niveles de renta y riqueza son factores que afectan notablemente las aportaciones en planes de pensiones. En concreto, estar situado en el tramo de renta per cpita inferior
al de la categora de referencia reduce la probabilidad de
realizar aportaciones un 5%. Paralelamente, en la medida
que asciende el tramo de renta per cpita en el que est situada la familia, aumenta progresivamente la probabilidad
de realizar aportaciones. As, las familias situadas en el
tramo superior de renta per cpita (ms de 23.305 euros)
tienen un 17% ms de probabilidad de realizar aportaciones.
Con los niveles de riqueza ocurre algo similar, pero los efectos
no son tan intensos en los grupos de riqueza ms elevados.
En efecto, mientras que las familias situadas en el tramo
inferior de riqueza neta per cpita (menos de 51.788 euros)
tienen cerca de un 8% menos de probabilidad de realizar
aportaciones a planes de pensiones, las familias situadas en
el nivel ms alto de riqueza presentan, aproximadamente,
un 11% ms de probabilidad que la familia de referencia.
Todas las variables relativas a los hbitos financieros de
las familias, introducidas en el modelo, tienen coeficientes
significativos y son positivos, presentando los efectos marginales ms altos sobre la categora de referencia tener acciones en bolsa (12,8%) y fondos de inversin (9,7%). Las
otras dos variables, tener deudas pendientes por prstamos
personales o tarjetas de crdito y tener prstamos hipotecarios para la adquisicin de otras viviendas, tienen un efecto
marginal positivo en torno al 3%.

Probabilidad de realizar aportaciones


individuales relativamente importantes
Por ltimo, los valores relativos a la probabilidad de realizar aportaciones por, al menos, el IPREM mensual de
2005 figuran en la Tabla 10. La familia de referencia tiene
ahora una probabilidad de solo el 16,04% de realizar aportaciones por esta cuanta, mientras que, para el conjunto
de las familias, la probabilidad es del 12,9%.
Los coeficientes que, en este caso, no son estadsticamente significativos coinciden con los del apartado anterior, y debe aadirse de nuevo el que corresponde a deudas pendientes por
prstamos personales o tarjetas (DPENDPPEROTA). Asimismo,

los coeficientes mantienen el signo del apartado anterior (Tablas 9 y 10).


En cuanto al nivel de estudios, se observan, una vez ms,
los efectos comentados. En efecto, adems de no ser estadsticamente significativo el coeficiente del nivel de estudios superior, tener estudios, distintos a la categora de
referencia, reduce la probabilidad de realizar aportaciones
importantes, a los planes de pensiones, un 1,5%.
Por tanto, el nivel de estudios se comporta de forma diferente cuando se analizan las aportaciones individuales de
2005, en lugar del patrimonio existente en dicho ao. Una
de las posibles causas que podra explicar este comportamiento es que un nmero importante de familias, con estudios superiores y que, en su da, comenzaron a realizar
aportaciones a planes de pensiones, dejarn de hacerlo en
dicho ao, o que simplemente las aportaciones de las empresas puedan estar beneficiando ms a los trabajadores
que tienen estudios superiores.
El estado de salud bueno sigue ejerciendo un efecto marginal positivo, sobre la categora de referencia, del 4,5%,
lo que parece indicar que esta variable se debe tener en
cuenta al realizar estimaciones sobre el comportamiento
de las familias, de cara al ahorro para la jubilacin.
Los efectos de las caractersticas laborales, la renta y la
riqueza son bastante similares a los de los apartados anteriores. As mismo, las tres variables relativas a los hbitos
financieros de las familias, que tienen coeficientes estadsticamente significativos, siguen teniendo efectos marginales positivos, en la probabilidad de realizar aportaciones,
en tanto que la tenencia de acciones es el factor de este
cuarto grupo con mayores efectos marginales (Tabla 10).

Conclusiones
En este trabajo, realizado con los microdatos de la Encuesta Financiera de las Familias del Banco de Espaa del
2005, se pone de manifiesto que el patrimonio en fondos
de pensiones es generalmente mayor, cuanto ms elevado
es el nivel educativo del cabeza de familia, en cualquier
tramo de edad.
Si se prescinde de la edad, que lgicamente es un factor
determinante en los planes de pensiones, el menor volumen de patrimonio y aportaciones individuales se registra entre quienes solo tienen educacin primaria o han
finalizado la primera etapa de educacin secundaria. La
mayor cuanta en fondos de pensiones y aportaciones corresponde al grupo de la poblacin entre 55 y 64 aos con
educacin superior.

RE V. I N N OVA R VOL . 2 6, N M . 6 2, OC TU BR E-D IC I E M B R E DE 2 016

109

Finanzas
TABLA 10. Resultados de la regresin logstica: probabilidad relativa de haber hecho aportaciones personales a planes de

pensiones por un importe de al menos el IPREM mensual en 2005


Variables

Coef.

Std. Err.

P>z

Exp(coeff.)

Efect. Marg. (c.referencia)

Efect. Marg. (media)

SEXOm

0,029

0,069

0,420

0,675

1,029

0,0039

0,0033

EDAD

0,328**

0,013

25,160

0,000

1,388

0,0441

0,0368

EDADcuadrado

-0,003**

0,000

-25,090

0,000

0,997

-0,0004

-0,0004

ESTDOCIVILso

-0,082

0,072

-1,140

0,255

0,921

-0,0107

-0,0090

ESTDOCIVILse

-0,297**

0,069

-4,290

0,000

0,743

-0,0361

-0,0305

ESTDOCIVILvi

-0,126

0,091

-1,380

0,167

0,882

-0,0162

-0,0136

NIVELDEEST_1

-0,130*

0,055

-2,350

0,019

0,878

-0,0168

-0,0144

NIVELDEEST_3

-0,139*

0,059

-2,340

0,019

0,870

-0,0178

-0,0151

NIVELDEEST_4

0,071

0,051

1,400

0,163

1,073

0,0098

0,0080

ESTADOSALUDb

0,232**

0,050

4,640

0,000

1,261

0,0338

0,0252

ESTADOSALUDm

0,051

0,093

0,550

0,583

1,053

0,0070

0,0059

PERSFAMI

0,787**

0,069

11,430

0,000

2,196

0,1059

0,0884

PERSFAMIcuad

-0,097**

0,009

-10,320

0,000

0,907

-0,0131

-0,0109

TRABAJparado

-0,647**

0,076

-80,560

0,000

0,523

-0,0695

-0,0615

TRABAJpropia

0,272**

0,048

50,670

0,000

1,312

0,0400

0,0328

TRABAJjubila

-0,625**

0,072

-80,660

0,000

0,535

-0,0676

-0,0659

ADULTOSTRABA

0,243**

0,031

7,850

0,000

1,275

0,0327

0,0273

RENTAPERCA_1

-0,298**

0,059

-5,010

0,000

0,743

-0,0362

-0,0315

RENTAPERCA_3

0,260**

0,051

5,070

0,000

1,297

0,0382

0,0312

RENTAPERCA_4

0,532**

0,054

9,860

0,000

1,702

0,0850

0,0681

RENTAPERCA_5

0,854**

0,065

13,220

0,000

2,348

0,1493

0,1214

RIQUEPERCA_1

-0,328**

0,056

-5,860

0,000

0,720

-0,0394

-0,0352

RIQUEPERCA_3

0,504**

0,060

8,340

0,000

1,656

0,0799

0,0652

RIQUEPERCA_4

0,510**

0,072

7,100

0,000

1,665

0,0809

0,0670

RIQUEPERCA_5

0,772**

0,059

13,050

0,000

2,163

0,1320

0,0975

FONDOSINVER

0,524**

0,043

12,070

0,000

1,688

0,0835

0,0665

ACCIONEBOLSA

0,598**

0,043

14,070

0,000

1,819

0,0975

0,0760

PRESTAOTVIVI

0,121*

0,052

2,340

0,019

1,128

0,0169

0,0141

DPENDPPEROTA

-0,046

0,044

-1,050

0,292

0,955

-0,0061

-0,0051

_cons (a)

4,276**

0,229

18,650

0,000

71,974

0,1604

0,1291

* Significativa al nivel 5%. ** Sig. al 1%. Categoras de referencia: varn de 40 aos de edad, casado, primera etapa de educacin secundaria,
salud aceptable, trabajando por cuenta ajena, familia de tres miembros, Rentaperca_2, Riqueperca_2.
(a) Los efectos marginales asociados a la constante indican la probabilidad de que la familia de referencia tenga planes de pensiones
(penltima columna), o que los tenga la familia que ocupa el centro de gravedad de la distribucin (ltima columna).

Estadsticos
Nmero observaciones: 29.810

Chi-cuadrado: 6.302,30 con g.l. 29 y Prob>chi2=0,000

Nmero de iteraciones: 5

Log pseudolikelihood = -11.211,619 Pseudo R2 = 0,3071

Predicciones correctas de no haber hecho aportaciones (IPREM) a planes de pensiones 85,74%


Predicciones correctas de haber hecho aportaciones de cualquier importe a planes de pensiones 69,11%
Predicciones correctas totales 83,00%
Fuente: elaboracin propia.

Sin embargo, cuando se tienen en cuenta, adems del nivel


de estudios y la edad del cabeza de familia, otras caractersticas individuales y familiares, como el estado civil, el
110

estado de salud, el nivel de renta y riqueza de las familias,


o las caractersticas laborales y variables relativas al comportamiento financiero de las familias, se difuminan, en

R E V. I N N OVA R VO L . 2 6 , N M . 6 2 , O CT UB R E - DI CI E M B R E DE 2016

RE V I S TA

INNOVAR

JOURNAL

gran medida, los efectos positivos del incremento del nivel


educativo en las aportaciones a los planes de pensiones.
En las cuatro estimaciones logit realizadas, la mayora de
los estimadores de mxima verosimilitud de las variables
explicativas seleccionadas son estadsticamente significativos y, casi todas ellas, tienen el signo esperado. La variable
nivel de estudios es la que muestra un comportamiento
menos estable a lo largo de las cuatro estimaciones, pero,
conjuntamente, apuntan en la lnea de que la elevacin del
nivel de estudios no tiene efectos importantes en la probabilidad de realizar cualquier tipo de aportacin a planes
de pensiones.
Un estado de salud bueno del cabeza de familia ejerce, en
cualquier caso, un efecto positivo sobre el comportamiento
de los hogares, de cara al ahorro para la jubilacin.
Los efectos de las caractersticas laborales, la renta y la riqueza son bastante similares en las cuatro estimaciones
realizadas. Los trabajadores por cuenta propia son los
que ms realizan aportaciones a los planes de pensiones,
porque, muy probablemente, se sienten ms desprotegidos
por el sistema pblico de pensiones.
Asimismo, el incremento de la renta y la riqueza financiera
de las familias incrementa tanto la probabilidad de tener
planes de pensiones, como de realizar aportaciones. La variable renta per cpita de la familia tiene ms influencia
que la riqueza neta per cpita.
De las cuatro variables relativas a los hbitos financieros
de las familias, introducidas en el modelo, tres de ellas
tienen siempre coeficientes estadsticamente significativos, con signo positivo, y se mantiene el orden en cuanto
a la importancia relativa de sus efectos marginales. En
primer lugar aparece el hecho de tener acciones en bolsa, a
continuacin fondos de inversin y, por ltimo, prstamos
para la adquisicin de otras viviendas, distintas a la principal. Por tanto, cabe concluir que es la cultura financiera,
ms que el nivel de estudios, el factor que ejerce un importante papel en la participacin de planes individuales de
pensiones en Espaa.
Queda pendiente por analizar, en un futuro prximo, entre
otros factores, los efectos que la reforma fiscal de 2006
ha podido producir en el ahorro de las familias en Espaa,
por niveles educativos y grupos de renta y riqueza, de cara
a la jubilacin, cuando se dispongan de datos disponibles y definitivos, al respecto, en el contexto del impacto
de la crisis financiera internacional, que se inici en 2007.

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Finanzas

RE V IS TA

INNOVAR

JOURNAL

Medicin del riesgo de


suscripcin mediante modelos
internos en Solvencia II1
Aitor Baraano Abasolo

Ph.D. en Contabilidad y Estrategias Financieras


Universidad del Pas Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea
Bilbao, Espaa
Correo electrnico: [email protected]
Enlace ORCID: http://orcid.org/0000-0003-3948-6098

J. Iaki De La Pea Esteban

Ph.D. en Ciencias Econmicas y Empresariales


Universidad del Pas Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea
Bilbao, Espaa
Grupo de Investigacin Previsin Social, unidad asociada a Polibienestar
Correo electrnico: [email protected]
Enlace ORCID: http://orcid.org/0000-0002-7478-5571

MEASURING UNDERWRITING RISK THROUGH INTERNAL MODELS IN


SOLVENCY II
ABSTRACT: This study provides the development of a procedure for defining a model to calculate Underwriting Risk in Solvency II. For doing
this, the data from a multi-risk portfolio, adjusted to the best statistical
distribution, has been applied a Monte Carlo simulation for testing the proposed model. Afterwards, solvency capital of the deterministic approach
for the previous legislation is compared against the result of applying the
standard formula QIS4. Results show that the necessary capital in solvency
to support underwriting risk depends on the portfolio they are based on,
and, therefore, correctly measures risk.

Asier Garayeta Bajo

Magster en Direccin Empresarial desde la Innovacin y la Internacionalizacin


Universidad del Pas Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea
Bilbao, Espaa
Correo electrnico: [email protected]
Enlace ORCID: http://orcid.org/0000-0002-2768-7389

KEYWORDS: Solvency II, calibration, underwriting risk, Monte Carlo method.


MEDIO DO RISCO DE SUBSCRIO MEDIANTE MODELOS INTERNOS
EM SOLVNCIA II
RESUMO: Este trabalho contribui com a elaborao do procedimento para
definir um modelo para calcular o risco de subscrio em solvncia II. Para
isso, utilizaram-se dados de uma carteira de multirrisco, que foram ajustados melhor distribuio estatstica e, sobre esta, aplicou-se uma simulao de Monte Carlo, na qual se sustenta o modelo proposto. Em seguida,
compara-se o capital de solvncia da aproximao determinista da normativa anterior ante o resultante de aplicar a frmula padro do QIS4. Os
resultados obtidos mostram que os capitais necessrios por solvncia para
suportar o risco de subscrio dependem da carteira na qual esto basea-dos e, portanto, mede corretamente o risco.
PALAVRAS-CHAVE: solvncia II, calibrao, risco de subscrio, mtodo
de Monte Carlo.
MESURER LE RISQUE DE SOUSCRIPTION PAR LE BIAIS DE MODLES
INTERNES SUR SOLVABILIT II
RSUM: Ce travail labore le procd pour dfinir un modle qui sert
calculer la souscription des risques sur Solvabilit II. Pour ce faire, on a utilis des donnes partir dun portefeuille multirisques qui ont t ajustes
pour la meilleure distribution statistique et, sur celle-l on a appliqu une
simulation de Monte Carlo, sur laquelle se base le modle propos. Par la
suite, on compare le capital de solvabilit de lapproche dterministe de
la lgislation prcdente contre le rsultat de lapplication de la formule
standard de la QIS4. Les rsultats montrent que le capital ncessaire par
solvabilit pour soutenir le risque de souscription dpend du portefeuille
dans lequel ils se fondent et, par consquent, il mesure correctement le
risque.
MOTS-CL : Solvabilit II, calibration, risque de souscription, mthode de
Monte Carlo.

CORRESPONDENCIA: Dr. J. Iaki De La Pea. Avda. Lehendakari Agirre, 83.

48015. Bilbao, Espaa.


Baraano Abasolo, A., De La Pea, I., & Garayeta Bajo, A.
(2016). Medicin del riesgo de suscripcin mediante modelos internos
en Solvencia II. Innovar, 26(62), 113-128. doi: 10.15446/innovar.
v26n62.59392.
CITACIN:

RESUMEN: Este trabajo aporta la elaboracin del procedimiento para definir un modelo para
calcular el riesgo de suscripcin en Solvencia II. Para ello, se han utilizado datos de una cartera de
multirriesgo, que se han ajustado a la mejor distribucin estadstica y, sobre esta, se ha aplicado
una simulacin de Montecarlo, en la que se sustenta el modelo propuesto. Posteriormente, se
compara el capital de solvencia de la aproximacin determinista de la normativa anterior frente
al resultante de aplicar la frmula estndar del QIS4. Los resultados obtenidos muestran que los
capitales necesarios por solvencia para soportar el riesgo de suscripcin dependen de la cartera en
la que se basan y, por lo tanto, mide correctamente el riesgo.
PALABRAS CLAVE: Solvencia II, calibracin, riesgo de suscripcin, mtodo de Montecarlo.

Introduccin
En la Unin Europea, la normativa para el clculo del capital de solvencia
de las entidades aseguradoras ha sido determinista e independiente de las
caractersticas propias de estas entidades, hasta la aparicin de Solvencia
II. Esta nueva normativa tiene en cuenta el posicionamiento de la empresa aseguradora en su mercado y la forma con la que se gestiona segn
los riesgos asumidos. De esta forma, el capital que se le requiere para su

ENLACE DOI: http://dx.doi.org/10.15446/innovar.v26n62.59392.


CLASIFICACIN JEL: G30,
RECIBIDO: Agosto

G22, G28.

2014, APROBADO: Febrero 2015.

Trabajo realizado en proyecto UFI 11/51 Direccin Empresarial y Gobernanza Territorial


y Social de la UPV/EHU.

113

Finanzas
solvencia es el resultado de su posicionamiento frente a
todos los riesgos a los que se encuentra expuesta. Como
resultado, en el marco de Solvencia II las entidades aseguradoras deben realizar su gestin diaria de forma que
en todo momento dispongan de un capital disponible (recursos) suficiente para asumir el riesgo inherente (prdida
inesperada) en la compaa (Lozano, 2005).
Dicho capital disponible (fondo propio o diferencia entre activo y pasivo exigible) debe reflejar un valor coherente con el
mercado (Alonso, 2007) (y no un valor contable), porque en
caso de que la entidad aseguradora tenga que deshacerse
de alguna parte de su activo o pasivo para hacer frente a
una prdida inesperada, el valor al que se va a transferir el
activo/pasivo ser acorde al valor coherente con el mercado
(Art. 75 SII) (International Accounting Standards Board
IASB, 2005). Por tanto, el capital real que dispondra
para hacer frente a un determinado riesgo ser precisamente
aquel que en cada momento se establezca en el mercado.
Una vez conocido dicho capital disponible es cuando se
deben cuantificar los riesgos de la entidad con la finalidad de saber si estn respaldados por fondos propios suficientes como para hacer frente a prdidas inesperadas,
y a ello ayudan los modelos internos (Liebwein 2006) de
evaluacin del riesgo.
Como medida estandarizada de riesgo, la Directiva Solvencia II apunta al VaR (Hernndez y Martnez, 2012;
Cuoco y Liu, 2006), por lo que dicha prdida inesperada,
a efectos prcticos, supone aplicar un percentil alejado
de la prdida esperada (percentil 50) calibrado, mediante
dicho VaR. En el caso de las entidades aseguradoras, dicha
calibracin tiene que corresponder con un percentil 99,5%
para un ejercicio econmico de un ao, acorde a la Directiva de Solvencia II (Art. 101 SII).
Esta directiva ofrece la posibilidad de que las entidades
aseguradoras bien sigan una frmula estndar (comn para
todas las entidades de los distintos pases de la UE) o bien
realicen un modelo interno (parcial o completo) (Art. 100 SII).
Estos modelos mejorarn la consistencia y trasparencia, y
hacen que el capital de mercado sea ms eficiente (Kaliva, Koskinen y Ronkainen, 2007), al estar dirigidos a establecer una valoracin del riesgo acorde al perfil de cada
entidad (European Comission, 2003; Rokainen, Koskinen y
Berglund, 2007).
En el epgrafe segundo, se realiza una revisin de la literatura que da lugar tanto a los modelos de gestin del riesgo
en empresas aseguradoras propuestos para Solvencia II,
como a los modelos internos de gestin del riesgo permitido en la mencionada normativa, siempre que sean validados por el supervisor (administracin). El epgrafe tercero
114

se centra en el riesgo de suscripcin y, para una cartera


de seguros multirriesgos (no vida), plantea la metodologa
para determinar la distribucin a emplear para calcular la
prdida inesperada a travs de una simulacin estocstica,
y con ello calibrar el riesgo de suscripcin que permita una
adecuada dotacin de capital. Esto es, la base estadstica
del procedimiento para dotar de un modelo interno que
valore el riesgo de suscripcin y que pueda determinar el
capital que lo garantice.
Esta metodologa se ilustra con una serie temporal de una
cartera de seguros de siniestros y se procede al ajuste y
evaluacin del modelo. En el apartado siguiente se incluye
la metodologa para el clculo de la prdida inesperada,
principal diferencia incorporada en Solvencia II para evitar
el enfoque determinista de ratios de la anterior normativa. As, se incorpora al VaR paramtrico el Mtodo de
Montecarlo, que adems permite mostrar no solo los resultados de una gestin de riesgos (el capital que garantiza
el riesgo), sino tambin la probabilidad de que se d el
riesgo. Finalmente, se presentan los resultados obtenidos,
as como las conclusiones ms relevantes. En los anexos,
se incluye informacin del procedimiento llevado a cabo
para determinar las funciones que se ajustan a la muestra,
la propia muestra y la bondad de los ajustes, as como la
forma de clculo del capital requerido en la anterior normativa Solvencia I.

Modelos de gestin
Una de las caractersticas ms relevantes del mercado de
los seguros es la importancia que tiene la solvencia de las
empresas que actan en l, entendida esta como un proceso por el que una entidad aseguradora no solo es capaz
de dar respuesta a factores de riesgo actuales, sino tambin a los que puedan devenir solvencia dinmica (Campagne, 1961) de circunstancias tanto internas como
externas (Willemse y Wolthuis, 2006). Aunque la antigua
normativa Solvencia I considera el riesgo como igual para
todas las empresas, independientemente de las caractersticas cualitativas de su negocio (Garayeta, Iturricastillo
y De La Pea, 2012), la nueva legislacin Solvencia II,
intenta compensar las ineficiencias de Solvencia I (Butt,
2007) y que venan arrastradas por las prcticas regulatorias de los pases de la Unin Europea.
Ya en 1948, Campagne, van der Loo e Yntema describen
un mtodo para calcular el margen de solvencia, basndose en un porcentaje a aplicar de las provisiones tcnicas
solvencia esttica. El capital as determinado no es muy
sensible al riesgo (Karp, 2007) y por lo tanto a dos compaas con estructuras diferentes (y con diferente exposicin al riesgo) se les exiga el mismo nivel de capital. Por

R E V. I N N OVA R VO L . 2 6 , N M . 6 2 , O CT UB R E - DI CI E M B R E DE 2016

RE V I S TA

INNOVAR

JOURNAL

ello, es muy relevante determinar los riesgos en los que


incurre una empresa aseguradora, as como el capital que
los debe respaldar, de acuerdo a las caractersticas propias de cada empresa. Es aqu donde se desarrollan los
modelos internos de valoracin de los riesgos propios de
cada compaa.
En la Directiva Solvencia II se posibilita cuantificar el capital inherente al riesgo, bien con la frmula estndar,
bien mediante un modelo interno (Art. 100 SII). Existen
estudios (Devineu, 2009; Pfeifer y Strassburger, 2008)
que establecen que la frmula general del capital de solvencia requerido (SCR, por sus siglas en ingls) no siempre
cumple las hiptesis exigidas y que la frmula estndar,
basada en asimetra y correlacin, quizs no sea suficiente
para los objetivos que persigue Solvencia II. Igualmente,
la propia empresa puede desarrollar su modelo interno de
forma completa (si se refieren a todos los riesgos) o parcial
(cuando solo se refieren a algn riesgo) (Art. 112 SII), si
bien conllevan procedimientos costosos y complejos (Eling,
Schmeiser y Schmit, 2007).

Solvencia II intenta potenciar que las empresas desarrollen sus propios modelos internos (Rokainen et al., 2007),
debido a que un modelo estndar rara vez se ajusta a las
caractersticas especficas de la empresa y pocas veces
refleja de forma adecuada la situacin que tiene actualmente la empresa.
Estos modelos internos de gestin del riesgo no son una
invencin de los ltimos aos. Algunos expertos (Holzheu,
2000; Helfestein, Scotti y Brahin, 2004; Liebwein, 2006)
indican que son la continuacin de los profit testing usados
desde 1980, al existir una clara necesidad de trasparencia,
de convergencia en la supervisin hacia los modelos de
solvencia y la contabilidad; adems, son coherentes con la
idea de que no existe un nico modelo comn para todas
las compaas aseguradoras y que cuantifique la gestin
del riesgo (Kaliva et al., 2007).
La finalidad de estos modelos internos es, adems de
ayudar a determinar el SCR (capital requerido para Solvencia), ser usados para determinar ciertos parmetros del
modelo general, y se deben integrar en el proceso de gestin del riesgo de la compaa. Su aplicacin debe hacerse

RE V. I N N OVA R VOL . 2 6, N M . 6 2, OC TU BR E-D IC I E M B R E DE 2 016

115

Finanzas
a travs de un acercamiento metodolgico consistente,
adems del visto bueno de los supervisores, tanto al inicio
como durante el proceso (CEIOPS, 2005).
Los modelos internos se orientan, por tanto, a la cuantificacin del riesgo en cuanto al importe de capital que
se requiere (Berglun, 2006), a su gestin y a dar mayores
beneficios a los accionistas (Liebwein, 2006). Adems, no
hay necesidad de aplicarlo para toda la empresa, sino que
se puede aplicar a ciertos sectores o a la valoracin de
determinados riesgos. En todo caso, el modelo interno requiere una amplia justificacin (SII).
Para el desarrollo del modelo interno es conveniente seguir
alguna de las siguientes opciones (Cuadro 1).
La informacin generada debe incluirse en su ejercicio
correspondiente, de otro modo causara errores muy notables que podran afectar a la continuidad de la empresa
(Chantfield, 2001). Por ello, los parmetros estimados en
los modelos internos se deben adecuar al periodo en el
que est inmersa la aseguradora, aunque se debe tener
en cuenta que un modelo ajustado a los valores presentes
no garantiza un pronstico adecuado de capital requerido
que haga frente a los riesgos (Berglund, 2006).
La directiva afirma que los requisitos de capital deben ser
cubiertos por los fondos propios (Cap. 47 SII) y aquellos
activos que se permitan a las aseguradoras como garanta
frente a las obligaciones contradas. Por ello, se debe cuantificar tanto la prdida esperada o provisiones tcnicas,
como la prdida no esperada, a travs de mtodos estadsticos y actuariales (Cap. 53-56 SII) y con hiptesis realistas, siendo estos siempre coherentes con el mercado y
cumpliendo de forma fiable las normas de diversificacin
de los riesgos.

Modelizacin del riesgo de suscripcin


La prdida esperada
El riesgo de suscripcin representa el riesgo de prdida
o de modificacin adversa del valor de los compromisos
contrados en virtud de los seguros contratados, inadecuacin de hiptesis y constitucin de provisiones. Tambin
se le conoce como riesgo de prima y se refiere a indemnizaciones futuras que se originan durante o despus del
ejercicio econmico y hasta el horizonte de tiempo previsto para la valoracin de la solvencia. Este riesgo estar
compuesto por el capital econmico necesario para hacer
frente a la prdida esperada y el capital econmico necesario para hacer frente a la prdida no esperada.
Con el fin de cuantificar la prdida esperada, se toman
como referencia los datos histricos; entonces, basndose
en la simulacin de la siniestralidad que constituye el
factor principal de dicho riesgo, se proyecta el comportamiento de su frecuencia y de coste medio, con ello se busca
aquella funcin de distribucin que mejor replica dichos
datos histricos. Dicho proceso se indica en el Anexo I.
En este sentido hay investigaciones que directamente
aplican una distribucin dada para realizar estimaciones
futuras. A modo de ejemplo, Kaufmann, Gadmer y Klett
(2001) emplean una distribucin binomial negativa para
la frecuencia de siniestros y una distribucin gamma para
la intensidad de estos, para ser aplicado en el sector asegurador (no vida). Para una cartera de automviles, Otero
y Durn (2008) emplean una distribucin normal, tanto
para la frecuencia como para su intensidad, dentro del modelo integral de anlisis financiero dinmico DynaMo 3.
Estos autores aplican dichas distribuciones con los estadsticos clsicos (media, desviacin estndar, etc.) de datos
histricos.
En este trabajo se plantea una metodologa alternativa
que se encuentra ligada al modelo propuesto en QIS4, y

CUADRO 1. Procedimientos para el desarrollo de un modelo interno


Metodologa de Armstrong (2005)
- Unir el mtodo de pronstico a la situacin
- Usar el conocimiento adquirido
- Contemplar la estructura del problema
- Pronosticar un modelo
- Representar el problema
- Usar modelos causales cuando existe buena informacin
- Usar un mtodo cuantitativo simple
- Ser conservador en la incertidumbre
- Combinar pronsticos

Principios de Liebwein (2006)


- Identificar los riesgos actuales y potenciales, junto con la relacin que tienen
en la compaa
- Cuantificacin de los factores
- Desarrollar un anlisis de acuerdo a la sensibilidad que tienen las variables
con mayor probabilidad
- Identificar alternativas para la reduccin de los riesgos en los pasos anteriores
- Dirigir este proceso de riesgo simulando el propio proceso

Fuente: elaboracin propia

116

R E V. I N N OVA R VO L . 2 6 , N M . 6 2 , O CT UB R E - DI CI E M B R E DE 2016

RE V I S TA

INNOVAR

JOURNAL

consiste en proyectar directamente la ratio de siniestralidad (loss ratio) tras haber sido ajustada a una distribucin
histrica. De esta forma, no se predetermina la funcin de
distribucin de los datos de la compaa, como hacen otros
autores, sino que segn los datos se busca aquella funcin
de distribucin que mejor represente las frecuencias del
nmero de siniestros y de su severidad.

Serie temporal empleada


El mercado espaol de seguros multirriesgo del hogar se
encuentra atomizado en un gran nmero de compaas
con cuotas de mercado, en su mayora realmente bajas. En
2013 operan 75 compaas donde las 7 primeras controlan
ms del 50% del mercado y, a partir de la nmero 20, el ndice de penetracin del mercado es cercano al 1%, siendo
su campo de actuacin, en la mayora de los casos, local,
provincial o autonmico. Si bien el nmero de primas en
los aos referenciados tiene una tendencia ligeramente bajista, la totalidad del sector muestra una evolucin creciente
en cuanto a la recaudacin de primas hasta 2013 (ltimo
ao con datos oficiales), como se muestra en el Cuadro 2.
CUADRO 2. Evolucin de Primas y Siniestralidad (miles de uros)
Ao de Primas imputadas
anlisis
brutas

Nmero de
contratos

Siniestralidad
bruta

2008

3.066.891

17.106

1.810.628

2009

3.286.767

17.008

2.103.985

2010

3.350.179

17.006

2.182.244

2011

3.533.890

17.244

2.001.125

2012

3.667.818

16.205

2.121.328

2013

3.786.017

16.585

2.232.254

Fuente: Direccin General de Seguros y Fondos de Pensiones.

Para determinar el capital de solvencia debido al riesgo


de suscripcin en el ramo multirriesgo del hogar, se dispone de las caractersticas bsicas de cartera (Anexo II) de
una empresa que representa al modelo-tipo de empresa
del sector multirriesgo del hogar, esto es, empresa aseguradora pequea, local, con una cuota de mercado cercana
al 1% (una media de 1.306 plizas en todo el periodo,
alcanzando a cierre de 2013 un total de 1.053 plizas).
La base de datos histricos de 9 ejercicios econmicos
anuales por trimestres alcanza 41.892 asegurados, totalizando 13.830 siniestros, y representando un coste total
de 25.233.813,42 , si bien la prima recaudada asciende a
2.608.444,23 euros.
A partir de sus datos histricos, se obtienen los estadsticos clsicos (media, varianza, etc.) de las variables incluidas en el clculo de la prima, as como las frecuencias
del nmero de siniestros. Concretamente, el nmero medio

de siniestros por trimestre asciende a 432,19, con una desviacin tpica de 107,39.
En el trimestre que menos ocurren hay 176 siniestros, y en
el que ms, 620 (Grfico I). En cuanto a la severidad, el
coste medio del siniestro ascendi en esos nueve aos a
1.803,85 , con una desviacin tpica de 262,52 , siendo
1.352,41 el menor valor y 2.436,90 el mximo coste
del siniestro (Grfico 2).
GRFICO 1. Siniestros por trimestre
700
600
500
400
300
200
100
0

10

15

20

25

30

35

30

35

Fuente: elaboracin propia.

GRFICO 2. Coste del siniestro por trimestre


2.450
2.250
2.050
1.850
1.650
1.450
1.250
0

10

15

20

25

Fuente: elaboracin propia.

Modelizacin estadstica
Los datos histricos son la fuente de la frecuencia observada (Grficos 3 y 4) y se contrasta con las frecuencias
individuales tericas de diversas funciones, con el fin de
observar qu funcin refleja ms fielmente la realidad.
En lo que respecta al nmero de siniestros, los grficos 5 y 6
muestran qu funciones se aproximan ms a las frecuencias
observadas. Destacan la distribucin normal y la gamma.
En cuanto a la severidad o intensidad del siniestro, los grficos 7 y 8 indican qu funciones se aproximan ms a las
frecuencias observadas. Destacan la distribucin normal,
la log-normal y la gamma.

RE V. I N N OVA R VOL . 2 6, N M . 6 2, OC TU BR E-D IC I E M B R E DE 2 016

117

4
2

Finanzas

0,3

GRFICO 3. Frecuencias de nmero

GRFICO 4. Frecuencia de coste

14

10

Grfico 3: Frecuencias de nmero

8
10

7
10

324

398

472

546

620

0,0

2
0
1.533,16
1.713,91 324
1.894,65 398
2.075,40 472
2.256,15 546
2.436,90
250

Valores

Valores

Grfico 6: Frec

(nmero de
siniestros)
Grfico 5: Frecuencias tericas y prcticas (nmero de siniestros)

1,0

0,2

0,8

0,2

0,6

0,3

0,8
0,3

0,2

0,6

472

546

0,4
0,1
0,3

Log-normal
Gamma
Poisson

1.713,91

1.894,65

0,1

250

324

250

OBSERVADA
Normal
Exponencial

Valores
Observada
Normal
Exponencial

1.533,16

324

2.075,40
Valores

398 Valores 472

398

472

Log-normal
Gamma
Valores
Poisson

2.256,15

620

0,0
0,0

620

Beta
Geometrica
Binomial

1,0

0,9

0,9

0,8

0,8
0,7

(cuanta de siniestros)

(cuanta
deGrfico
siniestros)
7: Frecuencias tericas y prcticas (cuanta de siniestros)
0,6

0,6

0,3

0,9

0,2
0,2
0,8

0,7

0,5

0,1

0,1

0,1

0,0

0,0

Frecuencias

0,3

1.713,91 1.894,65

2.075,40

0,0
0,5

250

0,3

0,4

0,30,2
0,2

398 Valores 472

546

620

OBSERVADA

Normal

Beta

Gamma

Exponencial

Geometrica

Poisson

Binomial

Log-normal

0,1
0,4
0,1
0,2

0,00,0

0,0
0,0

Valores
OBSERVADA
Exponencial

Normal
Beta

Gamma
Lognormal

1.533,16

1.713,91

1.894,65
2.075,40
1.533,16 1.713,91 1.894,65Valores
2.075,40
OBSERVADA
Normal
Valores
Exponencial
Beta

Normal
Exponencial

2.256,15

2.436,90

2.256,15 2.436,90
Gamma
Lognormal

1,0
0,9 R
I N N OVA
0,8
0,7

0,6
0,5
0,4
0,3
0,2

0,0

1.533,16

OB
Ga

Beta
Lognormal

Grfico 8:propia.
Frecuencias acumuladas tericas y prcticas (cuanta de siniestros)
Fuente: elaboracin

R E V.

0,8

0,1

OBSERVADA
Gamma

Fuente: elaboracin propia.

118

324

0,0
0,2
0,6

0,1

2.256,15 2.436,90

1,0

0,1

0,1
1.533,16

Grfico 8: Fre

0,4
0,3
1,0
0,3

0,1
0,6
0,4

0,2

1.533,16

0,4
0,9
0,6
0,2
0,7

0,4

0,0

0,3
0,5
1,2

0,3
0,8

0,2

0,2

0,3

0,7
0,5
1,0

Frecuencias

Frecuencias

0,5

Frecuencias

GRFICO
8. Frecuencias acumuladas tericas y prcticas
0,7

0,6

Poisson

0,1

GRFICO 7. Frecuencias tericas y prcticas


0,3

Gamma

0,4

0,2

1,0

Fuente: elaboracin propia.

Fuente: elaboracin propia.

250

OBSERV

0,5

0,2
2.436,90
0,2

Observada
Log-normal
Beta
Normal
Gamma
Geometrica
Grfico 6: Frecuencias acumuladas tericas y prcticas (nmero de siniestros)
Exponencial
Poisson
Binomial

Beta
Geometrica
Binomial

0,7

0,0
0,6

0,1

546

546

Grfico

0,7
0,1

0,4
0,3

0,0
0,0

0,2

0,4

0,1

620

0,3

0,5

0,4

0,7

0,6

0,5

0,8

0,6

0,5
0,2

0,2

0,0
398

0,6

Frecuencias

0,0

0,8
1,0

0,2

Frecuencias

0,1

0,9

Frecuencias

Frecuencias

0,4

1,2

0,9
0,7

0,1

1,0

Frecuencias

0,3

0,7

Frecuencias

1,2

324

0,8

0,3

250

0,9

GRFICO 6. Frecuencias acumuladas tericas y prcticas


1,0

2 250

1,0

10

(nmero de siniestros)

620

Valores

Grfico 4: Frecuencia de Coste

GRFICO 5. Frecuencias tericas y prcticas

1OBSERV
Normal
0Exponenc
1.53

Fuente: elaboracin propia.

Fuente: elaboracin propia.

6
5

0,1

2
0

0,2

0,1

10

0,2

12

Frecuencias

12

0,3

14

250

25
Grfico

1,2

VO L . 2 6 , N M . 6 2 , O CT UB R E - DI CI E M B R E DE 2016
1,0
0,8

RE V I S TA

INNOVAR

JOURNAL

CUADRO 3. Ranking de distribuciones del nmero de siniestros


Siniestros

KS

Chi-2

AD

Puestos

Distribucin

Normal

Normal

Normal

24

Normal

Gamma

Gamma

Lognormal

20

Gamma

Beta

Log-normal Gamma

16

Beta

Log-normal Beta

Beta

18

Log-normal

Poisson

Exponencial

Exponencial

Poisson

Binomial

Geomtrica

Geomtrica

Binomial

Exponencial Poisson

Poisson

10

Exponencial

Geomtrica Binomial

Binomial

Geomtrica

A
Convolucin

Normal

CUADRO 4. Ranking de distribuciones de la severidad de

siniestros
KS

Para la muestra contemplada, se supone que los riesgos


los soporta ntegramente la aseguradora, con lo cual los
2.608.444,23 euros de prima se contemplan al 18%, resultando un margen de solvencia de 469.519,96 . Este
capital es independiente de la gestin de riesgo que se
realice en la compaa e, incluso, como se ha comentado,
dos compaas que realicen una gestin diferenciada llegaran a tener el mismo margen de solvencia, siempre que
su recaudacin por primas fuese la misma.

El valor del capital en riesgo en Solvencia II

Fuente: elaboracin propia.

Coste

la siniestralidad acaecida en los ltimos 3 aos. El procedimiento concreto se encuentra incluido en la normativa
SINV (2002) y lo ms relevante de su clculo se resume en
el Anexo III con base en Garayeta et al. (2012).

Chi-2

AD

Puesto

Distribucin

Normal

Normal

Beta

11

Normal

Gamma

Gamma

Log-normal

10

Gamma

Log-normal Log-normal Exponencial

10

Log-normal

Beta

Beta

Exponencial Exponencial Normal

Exponencial

Beta

Gamma

A Convolucin

Normal

Fuente: elaboracin propia.

Tras la realizacin del test de la bondad de ajuste de distribucin, tanto para el nmero de siniestros como para el
coste de siniestros (test de Kolmogorov-Smirnoff, Chi Cuadrado y Anderson-Darling, cuyos valores se encuentran reflejados en el Anexo II Cuadros 10 a 15), se encuentra
que la funcin que mejor replica la frecuencia del nmero
de siniestros en este caso es la Normal. En cuanto a la severidad, corresponde igualmente a dicha funcin Normal.

Metodologa para la determinacin de la


prdida no esperada: Capital en riesgo
a travs del Mtodo de Montecarlo
Margen de Solvencia Obligatorio en Solvencia I
Una vez localizadas las funciones que mejor se adecan a
la distribucin de nmero de siniestros y su severidad, se
procede a la determinacin del margen de solvencia. Para
el Ramo de no vida, el Margen de Solvencia Obligatorio
(MSO) segn la normativa solvencia I (SINV, 2002) se calcula teniendo en cuenta la recaudacin anual de primas y

Del mismo modo que la directiva Solvencia II impulsa que


las empresas construyan sus propios modelos internos,
tambin apunta al valor en riesgo VaR, como medida
estandarizada de riesgo. Las caractersticas, as como las
ventajas y desventajas del VaR, han sido ampliamente discutidas en la literatura (Artzner, Delbaen, Eber y Heath,
1999), midiendo la cantidad que en un horizonte y en un
intervalo de confianza dado no exceder en sus prdidas
(Jorion, 2001; Trainar, 2006). En su formulacin ms sencilla (Sharpe, 1995), dada una cartera C en un tiempo T y
una probabilidad p, se estima un nivel de prdidas L*, en el
cual las prdidas han de ser menores o iguales.
El VaR representa un cuantil condicionado por la distribucin de prdidas. De esta forma, sean: l1, l2 ,, ln las variables idnticamente distribuidas que definen las prdidas.
F (L) = Pr (L < L t 1 )

(1)

Representa la distribucin de acumulacin condicionada


a que la informacin del conjunto t-1 se conoce en t1.
Todas las prdidas t-simas siguen el siguiente proceso
estocstico:
Lt = + t (2)
siendo,
t = z t t (3)
y
z t iid (0,1) (4)
donde
2t = E ( z t2t 1 ) (5)

RE V. I N N OVA R VOL . 2 6, N M . 6 2, OC TU BR E-D IC I E M B R E DE 2 016

119

Finanzas
y z t es la distribucin condicionada de la funcin G ( Z )
G ( Z ) = Pr ( z t < Zt 1 ) (6)
En este caso, el VaR para una probabilidad dada de
(-0,1),denotado por VaR(), se define como el cuantil
(percentil) de la distribucin de probabilidad de prdidas:
F (V R ( )) = Pr (lt < V R ( )) =
Este cuantil puede estimarse mediante diferentes formas:
1. obteniendo la funcin de distribucin de las prdidas
del periodo (F(L)), y
2. obteniendo la funcin de distribucin de las volatilidades G ( Z ).
La prdida inesperada, a efectos prcticos, supone aplicar
el percentil ya mencionado con anterioridad. Ese es un mtodo muy utilizado en el mercado alemn (Altuntas, BerryStlzle y Hoyt, 2010).
Aunque el concepto del VaR es muy simple, su clculo no
lo es tanto. Las metodologas inicialmente desarrolladas
para calcular el VaR de una cartera (Abad, Benito y Lpez,
2014) son:
i) Mtodos paramtricos. Buscan ajustar las curvas de
probabilidad a los datos y, a travs de la inferencia,
obtener el VaR de una curva determinada. El primer
modelo puede decirse que es Riskmetrics (Morgan,
1996), el cual se basaba en la hiptesis de la distribucin normal y que las variables eran independientes e
idnticamente distribuidos (iid).
ii) Mtodos no paramtricos. Buscan medir el riesgo de
una cartera sin realizar hiptesis de cmo es la distribucin de prdidas. Se basan en los datos histricos
entendidos, como que el futuro ms cercano debe ser
similar al pasado reciente y, por lo tanto, los datos pasados pueden emplearse para predecir las prdidas
en un futuro cercano. Se han implementado modelos
que estiman la funcin de densidad a partir de las simulaciones histricas (Barone-Adesi, Giannopoulos y
Vosper, 1999; Engle y Manganelli, 2004).
iii) Mtodos semiparamtricos. Los ms significativos enfoques se centran en: volatilidad histrica; simulacin
histrica filtrada; autorregresiones por cuantiles CaViaR, teora de los valores extremos y simulacin de
Montecarlo. De entre ellos, este ltimo representa tal
vez uno de los ms empleados en el sector asegurador.
Existen estudios que comparan las bonanzas del empleo
de series histricas, VaR paramtrico y VaR determinado
120

con simulacin de Montecarlo (Lechner y Ovaert, 2010;


Deepak y Ramanathan, 2009; Jorion, 2001; Pritsker, 1997;
Stambaugh, 1996). Por lo general, estos estudios concluyen que no hay un mtodo mejor que otro. Los mtodos
paramtricos son simples de implementar y muy tiles
cuando la frecuencia de los datos sigue una distribucin
normal; no obstante, resultan poco apropiados con otras
funciones. El empleo de Montecarlo tiene la gran ventaja
de incrementar el nmero de observaciones, aunque necesita un fuerte recurso informtico. El empleo directo de los
datos histricos es muy exacto de cara a medidas pasadas,
pero suele ser pobre respecto a las estimaciones futuras.
No cabe duda de que cada mtodo tiene sus debilidades
y fortalezas (Stambaugh,1996), con lo cual deben contemplarse como medidas complementarias al facilitar mayor
grado de informacin segn la circunstancia.

VaR paramtrico
Tambin es conocido como VaR calculado a travs del
mtodo de varianzas-covarianzas y delta-normal. Para su
determinacin se asume que el VaR es proporcional a la
desviacin estndar del rendimiento de la cartera y se
asume una distribucin normal para los datos. Como la
cartera es una suma lineal de los datos y estos se distribuyen normalmente, la cartera resulta tambin normalmente distribuida.
Su expresin de clculo result:
V R ( ) =

C (7)

Donde C es la desviacin estndar de la cartera.


Esta expresin ha sido muy empleada para calcular los
valores en riesgo de carteras de activos financieros (Lechner y Ovaert, 2010; Deepak y Ramanathan, 2009),
donde los rendimientos de los ttulos siguen la distribucin
normal, resultando inapropiados con otras distribuciones
asimtricas.

Simulacin de Montecarlo
La seleccin del mtodo Montecarlo ante una aproximacin analtica se realiza por dos razones (Van Bragt, Steehouwer y Waalwijk, 2010):
i) complejidad de las opciones incluidas y
ii) para la presentacin de informes y anlisis en materia
de solvencia, obteniendo unas valoraciones ms detalladas que si se emplean aproximaciones analticas
menos precisas.

R E V. I N N OVA R VO L . 2 6 , N M . 6 2 , O CT UB R E - DI CI E M B R E DE 2016

RE V I S TA

INNOVAR

JOURNAL

Ya en 1981, Gandhi, Saunders y Sugars indicaban que los


resultados de la cartera de una compaa pueden ser representados por una probabilidad de distribucin y con
ellas se poda establecer el mtodo para identificar la
probabilidad de ruina. Adems, se estableci que los criterios de dominio estocstico (Stocastic Dominance) eran
superiores y ms eficientes. As, los autores comprenden
un mejor acercamiento bajo situaciones de riesgo y recomiendan para llevarlo a cabo usar la tcnica Montecarlo.
Gschll y Czado (2007) usaron un Markov Chain Montecarlo para la determinacin de los parmetros que relacionan el nmero de reclamaciones y el tamao de dichas
reclamaciones dentro de una empresa de no vida. Para
ello, emplearon datos de empresas alemanas de coches,
los cuales a su vez se basan en Gilks, Richardson y Spiegelhalte (1996). Este mtodo tambin ha sido aplicado en la
determinacin de los parmetros de estructuras latentes
(Dimakos y Frigessi-Di-Rattalma, 2002) o en la contrastacin de nuevos paradigmas, como el liability-driven investing, a travs de una anlisis dinmico financiero (Van Brag
y Kort, 2010); incluso, ha sido utilizado para la determinacin de los parmetros en diferentes modelos de precios
de mercado (Hardy, 2002), como pudieran ser los precios
de las casas, as como los tipos de inters a emplear para
la valoracin de hipotecas inversas (Huang, Wang y Miao,
2011; Yang, 2011)
Es conocido a su vez que Solvencia II intenta impulsar un
enterprise risk management ERM, existiendo estudios
que consideran que dentro de esta gestin la utilizacin
del mtodo Montecarlo es ampliamente utilizada en la
cuantificacin de los riesgos, incluso compatibilizndola
en algunos casos con los stress-test (Altuntas, Berry-Stlzle
y Hoyt, 2011).
La incorporacin de modelos internos en la propia gestin
de la empresa aseguradora requiere la realizacin de simulaciones estocsticas de las distintas variables objeto
de gestin. Mediante este mtodo, se asignan distribuciones de frecuencias a las variables del modelo interno
que tienen riesgo y, posteriormente, se generan nmeros
aleatorios acorde a esas distribuciones, simulando (miles
de escenarios) el comportamiento que se considera que
tendrn en el futuro. De esta manera, es posible darle ms
realismo al modelo interno obteniendo resultados ms
confiables a la hora de tomar una decisin.

La forma ms sencilla de simulacin de Montecarlo para


estimar el VaR en el momento t-simo para un ejercicio
econmico a un nivel de significatividad del 99,5% consiste en realizar N simulaciones bajo una determinada
distribucin de la variable. En este caso, y con el fin de obtener ms informacin sobre la probabilidad de ocurrencia
de hechos que pongan en riesgo el valor esperado de la
prima determinada, se procede a simular variaciones en la
distribucin de siniestros y su cuanta. Para ello, se recrean
10.000 simulaciones, teniendo en cuenta que tanto el nmero de siniestros como el coste de estos siguen una distribucin normal, tal y como se ha demostrado con el test
de bondad de ajuste en el epgrafe anterior. En concreto,
para la frecuencia del nmero de siniestros se realizan simulaciones con base en la distribucin normal, y el mismo
proceso se realiza para el coste medio de los siniestros.

Resultados
Tras encontrar las funciones de distribucin que mejor representan las frecuencias del nmero de siniestros y su
severidad (normal, en este caso), se procede a calcular el
capital requerido de solvencia en base al VaR paramtrico
y el VaR con el mtodo de Montecarlo.
En lo que respecta al VaR paramtrico, se obtiene un valor
en riesgo (capital requerido de solvencia con un Intervalo
de Confianza de 99,5% durante un ejercicio econmico de
748.225,53 ). Este valor contrasta con los 469.519,96
euros de margen de solvencia obligatorio resultante bajo
la normativa anterior de solvencia I, la cual, como ya se ha
mencionado, es independiente de las caractersticas propias de la cartera de plizas.
GRFICO 7. Distribucin de frecuencias y VaR
80
70

VaR

60
50
40
30
20
10
0

1.915.377
2.042.858
2.170.339
2.297.820
2.425.301
2.552.782
2.680.263
2.807.744
2.935.225
3.062.706
3.190.187
3.317.668
3.445.149
3.572.630
3.700.111
3.827.592
3.955.073
4.082.554
4.210.035
4.337.516
4.464.997

El mtodo de Montecarlo es una buena solucin, no solo


para resolver problemas de naturaleza estocstica, sino
tambin determinista (Albarrn y Alonso, 2010).

Fuente: elaboracin propia

Realizando la simulacin de Montecarlo de 10.000 escenarios, se obtiene que la prdida esperada con un intervalo
de confianza de 99,5% durante un ejercicio econmico asciende a 3.608.529,85 . Teniendo en cuenta que la prima

RE V. I N N OVA R VOL . 2 6, N M . 6 2, OC TU BR E-D IC I E M B R E DE 2 016

121

Finanzas
devengada en el ejercicio por la entidad aseguradora asciende a 2.608.444,23 , el valor en riesgo del Riesgo de
Suscripcin de dicha Prima sera 1.000.085,62 , un valor
superior al VaR paramtrico y que contempla un abanico
de 10.000 escenarios posibles.

Discusin y conclusiones
No cabe duda de que Solvencia II va a suponer un cambio
en la concepcin y gestin del riesgo para las empresas
aseguradoras. La valoracin y gestin del riesgo depender de su propia situacin y de cmo se encuentren posicionadas en el mercado. Ello va a provocar que a diferentes
empresas aseguradoras les correspondan diferentes capitales de solvencia, pasando por tanto de un modelo determinista de Solvencia I a un modelo estndar en Solvencia
II, y fomentando el desarrollo de modelos internos como el
aqu desarrollado.
Este trabajo indica la metodologa de un procedimiento
propio que permita determinar la mejor funcin para los siniestros, tanto en frecuencia como en intensidad, para as
calcular el capital de solvencia por riesgo de suscripcin en
una cartera multirriesgo del hogar. La cartera empleada
contempla datos trimestrales donde, para determinar el
capital requerido de solvencia, se ha empleado una simulacin estocstica de Montecarlo.
Precisamente, las caractersticas de la frecuencia de siniestros de la cartera de plizas y de su cuanta es la que en
Solvencia II determina ese capital adicional por la prdida
no esperada y que depende de la poltica de suscripcin de
riesgos de la propia compaa: Solvencia II considera una
cartera de ms riesgos (en cuanta y frecuencia), por lo que
el capital que debe estar dotado debe ser mayor (hasta
ms del doble en este caso), lo cual redunda en mayor seguridad de la compaa y en el propio fin para el que se
crea Solvencia II: dotar de seguridad econmica a los compromisos asumidos para con los asegurados.
La aplicacin de la simulacin estocstica llevada a cabo
permite:
1. Determinar un procedimiento especfico para dotar de
un modelo interno que determine el capital requerido
para solvencia en el caso del riesgo de suscripcin, sin
realizar una presuposicin de una determinada funcin
de distribucin para los datos histricos.
2. Superar el hndicap que supone la normativa solvencia I,
la cual calcula el capital de solvencia de forma determinista e igual para todas las empresas aseguradoras.

122

El sistema propuesto informa la distribucin de frecuencias e intensidades que mejor representa la realidad del
negocio asegurador y, por tanto, calcula el capital de solvencia con la probabilidad derivada de ocurrencia del siniestro y su cuanta.
3. Las simulaciones estocsticas, dado que consisten en
simular miles de escenarios posibles de siniestralidad,
permiten estimar el importe total de siniestros de todos
y cada uno de los escenarios posibles (de acuerdo a
un intervalo de confianza determinado) y teniendo en
cuenta que nos basamos en la experiencia histrica de
los siniestros, adems de cuantificar el importe de siniestros, calculamos la probabilidad de todos y cada
uno de los escenarios que hemos proyectado.
4. Este procedimiento plantea la utilidad de gestin al
permitir conocer la influencia que tiene una parte concreta de la cartera, por sus caractersticas especiales
(sector industrial, servicios, localizacin geogrfica,
etc.). Con ello, se puede llegar a calcular la prdida esperada de acuerdo a la simulacin planteada para esa
cartera y cuantificar la influencia que tiene sobre el capital econmico final de la compaa. Esto es, valora el
incremento de riesgo que supone la parte concreta de
la cartera.
5. Igualmente, como herramienta para la gestin de la
compaa, puede incorporar variacin temporal en los
parmetros, colas gruesas y escenarios extremos y, por
ende, puede abarcar una amplia gama de riesgos.

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JOURNAL

ANEXO I. Procedimiento de determinacin


de la funcin de distribucin
En el presente anexo se indica el procedimiento base para
replicar una funcin de distribucin estadstica a una
muestra en un seguro multirriesgo, cuya prima depende
tanto del nmero de siniestros como de su intensidad. Para
ello, se debe determinar la funcin de estas dos variables
(Vegas y Nieto de Alba, 1993). Por tanto, sean,
n = La variable aleatoria asociada al nmero de siniestros
que ocurren en un intervalo de tiempo [0, t), con una
distribucin de probabilidad Pn (t ).

de ocurrencia similar a los observados. Con ello, se obtiene la prdida esperada de la cartera para un grado de
verosimilitud dada.

ANEXO II. Muestra histrica, ajuste


de funciones y bondad
CUADRO 6. Base de datos siniestros multirriesgo
Perodo
2006T1

Nmero
siniestros

Coste
total

Nmero de
expuestos

176

260.383,38

954

Xi = La variable asociada a la cuanta del siniestro i-simo que


lleva asociada una probabilidad
.

2006T2

318

474.820,68

954

2006T3

500

707.120,47

954

La cuanta total de siniestros en ese periodo [0, t) asciende a:

2006T4

257

371.062,19

954

2007T1

400

600.604,00

1800

2007T2

600

811.446,00

1800

Este es un proceso de una suma de n variables aleatorias.


La distribucin de la prdida esperada o dao total en [0, t)
viene dada como:

2007T3

251

450.200,44

1800

2007T4

295

485.953,24

1800

2008T1

400

612.550,00

1266

F ( X , t ) = P X (t ) X = n=0 Pn (t ) V ( X ) (9)

2008T2

422

750.681,26

1266

2008T3

440

722.485,00

1266

2008T4

421

820.876,68

1266

2009T1

417

790.758,58

1683

2009T2

550

964.857,00

1683

2009T3

561

1.100.976,11

1683

2009T4

520

830.584,20

1683

2010T1

601

1.000.866,08

1299

X (t ) = X1 X 2 X n (8)

Las Pn (t ) y V ( X ) distribuciones se estiman a partir de los


datos observados de una cartera de plizas.
CUADRO 5. Distribuciones usuales en seguros no vida
Discretas
Binomial
Poisson
Binomial Negativa

Continuas
Gamma
Beta
Pearson
Log-gamma
Normal
Log-Normal

Fuente: elaboracin propia.

De esta forma, la variable nmero de siniestros n es la variable discreta donde toma un nmero natural positivo,
adems del valor nulo al existir posibilidad de que no sucedan siniestros. Igualmente, la otra variable aleatoria, en
este caso continua, X, indica la intensidad del siniestro bajo
la hiptesis colectiva del riesgo, donde todos los siniestros
se comportan igual; Por consiguiente, el estudio de una
sola X es suficiente para determinar el precio esperado de
un siniestro. Una vez determinados los valores estimados
sobre los observados en la cartera para varias funciones
es preceptivo llevar a cabo un anlisis de la bondad de
ajuste. Por lo tanto, para cada valor de la funcin de distribucin a testar se debe obtener un valor de probabilidad

2010T2

433

900.507,73

1299

2010T3

440

1.009.295,26

1299

2010T4

420

712.628,70

1299

2011T1

505

1.001.677,35

903

2011T2

411

810.907,61

903

2011T3

301

530.729,14

903

2011T4

539

1.313.488,23

903

2012T1

376

666.913,65

1515

2012T2

507

1.090.715,76

1515

2012T3

505

989.794,95

1515

2012T4

463

900.470,16

1515

2013T1

380

720.196,89

1053

2013T2

620

1.320.239,07

1053

2013T3

351

610.875,16

1053

2013T4

450

899.148,46

1053

Fuente: Empresa de sector Multirriesgo del Hogar.

RE V. I N N OVA R VOL . 2 6, N M . 6 2, OC TU BR E-D IC I E M B R E DE 2 016

125

Finanzas
CUADRO 7. Estadsticos del nmero de siniestros
Media N
Media Plizas
Siniestros
432,19

Varianza

- Gamma

- Gamma

1,309

11.533,3831

Probabilidad
siniestro

Desviacin
Tpica

-Beta

- Beta

107,3936

1,8301

1,3417

0,3301

Min

176

Max

620

Diferencia
entre
tramos

74

N de
tramos
Nmero
siniestros

Frecuencia
acumulada

16,1953

.CUADRO 8. Estadsticos del coste de siniestros

Media
Media-Beta
Lognormal
6,0339

26,6861

VarianzaBeta

0,5770

0,0585

Desviacin

P
Tpica
-Exponencial -GeomtricA
Lognormal
0,2817

0,0023

0,0023

Frecuencia
Frecuencia
Frecuencia
acumulada
individual
%

Media

Desviacin
Tpica

- Gamma - Gamma

Media
Lognormal

1.803,852380

262,518536

47,215223 38,204890

7,487467

Min

1.352,410000

- Beta

Max

2.436,898389

1,309944 1,836900

0,145271

MediaBeta

VarianzaBeta

-Exponencial

0,416272

0,058596

0,000554

- Beta

Desv.
Tpica
Lognormal

Diferencia
entre tramos

181

N de tramos

Coste
Siniestro

Frecuencia
acumulada

1.533,16

0,218750

0,218750

1.713,91

12

0,375000

0,156250

1.894,65

18

0,562500

0,187500

Frecuencia
Frecuencia
Frecuencia
acumulada
Individual
%
(%)

(%)

2.075,40

27

0,843750

0,281250

2.256,15

30

0,937500

0,093750

2.436,90

32

1,000000

0,062500

250

0,0313

0,0313

324

0,1875

0,1563

398

0,2813

0,0938

Fuente: elaboracin propia.

472

21

12

0,6563

0,3750

546

27

0,8438

0,1875

620

32

1,0000

0,1563

En el siguiente cuadro se muestra el clculo de las frecuencias tericas tanto individuales como acumuladas del nmero de siniestros y de su severidad.

Fuente: elaboracin propia.

CUADRO 9. Frecuencias tericas del nmero de siniestros


Frecuencias individuales (%)
Observada

Normal

Gamma

Log-normal

0,0313

0,0449

0,0266

0,0344

0,1563

0,1120

0,1269

0,1499

0,0938

0,2182

0,2503

0,3750

0,2695

0,1875
0,1563

Beta

Exponencial

Poisson

Binomial

Geomtrica

0,0000

0,4392

0,0000

0,0000

0,4409

0,0770

0,0882

0,0000

0,0000

0,0881

0,2487

0,1818

0,0744

0,0511

0,0234

0,0742

0,2671

0,2358

0,2480

0,0627

0,9213

0,9674

0,0625

0,2108

0,1846

0,1610

0,2746

0,0528

0,0276

0,0092

0,0527

0,1045

0,0925

0,0901

0,2185

0,0445

0,0000

0,0000

0,0444

Frecuencias Acumuladas (%)


Observada

Normal

Gamma

Log-normal

Beta

Exponencial

Poisson

Binomial

Geomtrica

0,0313

0,0449

0,0266

0,0344

0,000000

0,4392

0,0000

0,0000

0,4409

0,1875

0,1569

0,1535

0,1843

0,077017

0,5275

0,0000

0,0000

0,5290

0,2813

0,3751

0,4038

0,4331

0,258805

0,6018

0,0511

0,0234

0,6032

0,6563

0,6446

0,6708

0,6689

0,506852

0,6645

0,9724

0,9908

0,6657

0,8438

0,8554

0,8555

0,8299

0,781453

0,7173

1,0000

1,0000

0,7184

1,0000

0,9598

0,9480

0,9200

1,000000

0,7618

1,0000

1,0000

0,7627

Fuente: elaboracin propia.

126

R E V. I N N OVA R VO L . 2 6 , N M . 6 2 , O CT UB R E - DI CI E M B R E DE 2016

RE V I S TA

INNOVAR

JOURNAL

CUADRO 10. Frecuencias tericas de la severidad de los siniestros


Frecuencias individuales (%)
Observada

Normal

Gamma

Beta

Exponencial

LognormaL

0,2188

0,1512

0,1495

0,0000

0,5726

0,1471

0,1563

0,2147

0,2327

0,2284

0,0408

0,2420

0,1875

0,2693

0,2690

0,2761

0,0369

0,2694

0,2813

0,2142

0,1984

0,2448

0,0334

0,1913

0,0938

0,1080

0,1004

0,1769

0,0302

0,0965

0,0625

0,0345

0,0369

0,0739

0,0273

0,0375

Frecuencias Acumuladas (%)


Observada

Normal

Gamma

Beta

Exponencial

Lognormal

0,2188

0,1512

0,1495

0,0000

0,5726

0,1471

0,3750

0,3659

0,3822

0,2284

0,6133

0,3891

0,5625

0,6353

0,6512

0,5045

0,6502

0,6585

0,8438

0,8495

0,8496

0,7492

0,6835

0,8498

0,9375

0,9575

0,9500

0,9261

0,7137

0,9463

1,0000

0,9921

0,9869

1,0000

0,7410

0,9839

Fuente: elaboracin propia.

CUADRO 11. Bondad de ajuste del nmero de siniestros. Test Kolmogorov - Smirnoff
Kolmogorov-Smirnoff
Normal

Gamma

Log-normal

Beta

Exponencial

Poisson

Binomial

Geomtrica

0,094

0,123

0,152

0,149

0,408

0,316

0,335

0,410

Nivel 0,1%

0,220

ok

ok

ok

ok

Nivel 0,05%

0,240

ok

ok

ok

ok

Nivel 0,01%

0,288

ok

ok

ok

ok

Fuente: elaboracin propia.

CUADRO 12. Bondad de ajuste del nmero de siniestros. Test Chi - 2


Chi-2
Normal

Gamma Log-normal

Beta

Exponencial

Poisson

Binomial

Geomtrica

4,690

6,176

7,414

9,968

76,981

48.836.070,631

62.593.385.223,899

77,281

Nivel 0,1%

7,78

ok

ok

ok

Nivel 0,05%

9,49

ok

ok

ok

Nivel 0,01%

13,28

ok

ok

ok

ok

Fuente: elaboracin propia.

CUADRO 13. Bondad de ajuste del nmero de siniestros. Test Anderson - Darling
Anderson-Darling
Normal

Gamma

Log-normal

Beta

Exponencial

Poisson

Binomial

Geomtrica

0,471

0,506

0,478

1,541

2,258

7,992

12,874

2,278

Nivel 0,1%

1,929

ok

ok

ok

ok

Nivel 0,05%

2,502

ok

ok

ok

ok

ok

Nivel 0,01%

3,907

ok

ok

ok

ok

ok

Fuente: elaboracin propia.

RE V. I N N OVA R VOL . 2 6, N M . 6 2, OC TU BR E-D IC I E M B R E DE 2 016

127

Finanzas
ANEXO III. Margen de Solvencia
Obligatorio bajo Solvencia I

CUADRO 14. Bondad de ajuste del coste de siniestros. Test

Kolmogorov - Smirnoff
Kolmogorov-Smirnoff
Normal Gamma Beta Exponencial

Lognormal

0,073

0,089

0,219

0,354

0,096

0,220

ok

ok

ok

ok

Nivel
0,240
0,05%

ok

ok

ok

ok

Nivel
0,01%

ok

ok

ok

ok

Nivel
0,1%

0,288

Para determinar el MSO (margen de solvencia obligatorio)


dentro de la normativa Solvencia I, es necesario obtener la
base de primas, la cual se calcula empleando el valor de las
primas propias (VPP) o cuotas brutas devengadas.

Fuente: elaboracin propia.

A su vez, se adicionan las primas aceptadas por reaseguro


(PR), restando las cuotas anuladas (CA), y se divide el resultado en dos tramos: el primero abarca los primeros 50
millones al 18% y el segundo, el resto al 16%.

CUADRO 15. Bondad de ajuste del coste de siniestros.

Test Chi-2
Chi-2
Normal Gamma Beta
Chi-2

En el presente anexo se indica el procedimiento abreviado


para determinar el capital de solvencia bajo la normativa
Solvencia I. El procedimiento concreto se encuentra incluido en la normativa SINV (2002) y lo ms relevante de
su clculo se resume Garayeta et al. (2012).

Exponencial Lognormal

2,261

2,484

5,399

87,355

2,702

Nivel
0,1%

7,78

ok

ok

ok

ok

Nivel
0,05%

9,49

ok

ok

ok

ok

Nivel
0,01%

13,28

ok

ok

ok

ok

El resultado obtenido se multiplica por la relacin existente, para el conjunto de los tres ltimos ejercicios, entre
la siniestralidad a cargo de la empresa, despus de deducir
la siniestralidad a cargo del reaseguro y el importe de la
siniestralidad bruta, donde dicha relacin no puede ser en
ningn caso inferior al 50%.

Fuente: elaboracin propia.

(9)

CUADRO 16. Bondad de ajuste del coste de siniestros.

Test Anderson Darling


Anderson Darling
Normal Gamma Beta

Exponencial Lognormal

Donde;

1,643

1,565

1,072

1,536

1,533

1,929

ok

ok

ok

ok

ok

SX1 : Siniestralidad media del ejercicio x1

Nivel
2,502
0,05%

ok

ok

ok

ok

ok

SX2 : Siniestralidad media del ejercicio x2

Nivel
3,907
0,01%

ok

ok

ok

ok

ok

Nivel
0,1%

SX : Siniestralidad media del ejercicio x

Fuente: elaboracin propia.

128

R E V. I N N OVA R VO L . 2 6 , N M . 6 2 , O CT UB R E - DI CI E M B R E DE 2016

Educacin y Empleo

RE V IS TA

INNOVAR

JOURNAL

Industrial Ph.D. Programs


for the Strengthening of
the Industrys Production of
Innovation in Colombia1

PROGRAMAS DE DOCTORADO EN INDUSTRIA PARA EL FORTALECIMIENTO DE LA PRODUCCIN DE INNOVACIN INDUSTRIAL EN


COLOMBIA
RESUMEN: La empresa actual se enfrenta una nueva economa global estimulada ms por el conocimiento que por los recursos fsicos y las materias
primas de origen natural. En este escenario, las universidades son actores fundamentales para la consolidacin del desarrollo econmico, no slo por su
labor de formacin de capital humano altamente cualificado, sino tambin
por la produccin de nuevo conocimiento con potencial innovador. Por ello, la
relacin universidad-industria es cada vez ms reconocida como una forma de
innovacin en investigacin. Profesionales altamente calificados, sobre todo
a nivel de doctorado, son fundamentales para la expansin del acervo de conocimientos del cual pueden beneficiarse las empresas y la sociedad en trminos de produccin de innovacin. La demanda de investigadores cada vez
ms especializados por parte de las empresas y la industria, ha dado lugar a
nuevos programas de Doctorado en Industria, los cuales se encuentran ya consolidados en varios pases. En este trabajo, luego de emplear una metodologa
comparativa y analtica en educacin internacional, se concluye que la cooperacin con el sector industrial para el desarrollo de programas de doctorado
en Colombia es relativamente dbil y que requiere de intervencin. Adicionalmente, se presentan argumentos a favor de la alineacin de la llamada tercera
misin acadmica para el desarrollo econmico con las misiones tradicionales
de enseanza e investigacin, a travs de la implementacin de programas de
Doctorado en Industria como mecanismo para el fortalecimiento del proceso
de innovacin de las empresas y el crecimiento econmico del pas.

Jorge Celis

M.Sc. in Sociology
Universidad Nacional de Colombia
Bogot, Colombia
Grupo de Investigacin de Estudios de Educacin Media y Superior
e-mail: [email protected]
ORCID link: http://orcid.org/0000-0003-0410-5953

PALABRAS CLAVE: Educacin superior, institutos de investigacin, innovacin, I&D, formacin.

PROGRAMAS DE DOUTORADO EM INDSTRIA PARA O FORTALECIMENTO DA PRODUO DE INOVAO INDUSTRIAL NA COLMBIA


RESUMO: A indstria atual enfrenta uma nova economia global estimulada
mais pelo conhecimento do que pelos recursos fsicos e as matrias-primas de
origem natural. Nesse cenrio, as universidades so atores fundamentais para
a consolidao do desenvolvimento econmico, no somente por seu trabalho
de formao de capital humano altamente qualificado, mas tambm pela
produo de novo conhecimento com potencial inovador. Por isso, a relao
universidade-indstria cada vez mais reconhecida como uma forma de inovao em pesquisa. Profissionais altamente capacitados, principalmente com
doutorado, so fundamentais para a expanso do acervo de conhecimentos
do qual as empresas e a sociedade podem ser beneficiadas em termos de produo de inovao. A demanda de pesquisadores cada vez mais especializados
por parte das empresas e da indstria tem dado lugar a novos programas de
doutorado em indstria, os quais se encontram j consolidados em vrios pases. Neste trabalho, aps empregar uma metodologia comparativa e analtica
em educao internacional, conclui-se que a cooperao com o setor industrial
para o desenvolvimento de programas de doutorado na Colmbia relativamente fraca e requer interveno. Alm disso, apresentam-se argumentos a
favor do alinhamento da chamada terceira misso acadmica para o desenvolvimento econmico com as misses tradicionais de ensino e pesquisa, por
meio da implantao de programas de doutorado em indstria como mecanismo para o fortalecimento do processo de inovao das empresas e para o
crescimento econmico do pas.
PALAVRAS-CHAVE: educao superior, institutos de pesquisa, inovao, P&D,
formao.

LES PROGRAMMES DE DOCTORAT EN INDUSTRIE POUR RENFORCER


LA PRODUCTION DE LINNOVATION INDUSTRIELLE EN COLOMBIE
RSUM: La socit actuelle fait face une nouvelle conomie mondiale, stimule davantage par la connaissance que par les ressources physiques et les
matires premires dorigine naturelle. Dans ce scnario, les universits sont
des acteurs cruciaux pour la consolidation du dveloppement conomique,
non seulement par leur travail dans la formation de capital humain hautement
qualifi, mais aussi par la production de nouvelles connaissances avec le potentiel de linnovation. Cest ainsi comme la relation universit-industrie est de
plus en plus reconnue comme une forme dinnovation dans le domaine de la recherche. Des professionnels hautement qualifis, en particulier ceux du niveau
du doctorat, sont essentiels lexpansion de la base de connaissances qui peut
profiter aux entreprises et la socit en termes de production dinnovation.
La demande de chercheurs de plus en plus spcialiss de la part des entreprises
et de lindustrie a donn lieu de nouveaux programmes de doctorat dans
le domaine de lindustrie, qui sont dj tablis dans plusieurs pays. Dans cet
article, aprs avoir employe une mthodologie comparative et analytique en
ducation internationale, on conclut que la coopration avec lindustrie pour
le dveloppement de programmes de doctorat en Colombie est relativement
faible et exige une intervention. En outre, on prsente des arguments en faveur
de lalignement de la troisime mission universitaire pour le dveloppement
conomique avec les missions traditionnelles denseignement et de recherche,
travers la mise en uvre de programmes de doctorat dans lindustrie en tant
que mcanismes pour renforcer le processus dinnovation des entreprises et la
croissance conomique du pays.
MOTS-CL : Enseignement suprieur, instituts de recherche, innovation, I&D,
formation.

Orlando Acosta. Universidad Nacional de Colombia.


Facultad de Medicina. Carrera 30 # 45-03. Bogot, Colombia.
CORRESPONDENCIA:

CITACIN: Celis, J., & Acosta, O. (2016). The Industrial Ph.D. Programs for

the Strengthening of the Industrys Production of Innovation in Colombia.


Innovar, 26(62), 129-146. doi: 10.15446/innovar.v26n62.59393.

Orlando Acosta

Ph.D. in Molecular Virology


Universidad Nacional de Colombia
Bogot, Colombia
Grupo de Biologa Molecular de Virus
e-mail: [email protected]
ORCID link: http://orcid.org/0000-0002-1267-098X

ABSTRACT: Todays firms face a new global economy powered by knowledge rather than physical
resources and natural raw materials. Universities are crucial actors in ensuring economic development, not only by training highly qualified human capital, but also by producing new knowledge
with innovation potential. Universityindustry research collaborations (UICs) have been increasingly recognized as an innovation mode. Highly qualified people, mainly at Ph.D. level, are fundamental for the increase of the knowledge pool from which firms and society as a whole can
benefit in terms of the production of innovation. The demand for more specialized researchers in
business/industry has led to new versions of doctoral programs, such as Industrial Ph.D. Programs
(IPPs), which are well-established in a number of countries. After using an analytical international
and comparative education methodology, we have found that the cooperation with industry to
develop Ph.D. programs in Colombia is relatively weak and requires to be enhanced. In this paper,
we argue for the alignment of the so-called third academic mission of economic development with
the traditional academic missions of teaching and research through the implementation of IPPs
as a mechanism for strengthening the innovation process of firms and countrys economic growth.
KEYWORDS: Higher education, research institutions, innovation, R&D, training.

Introduction
A new global economy has emerged which is primarily based on knowledge rather than on physical resources or natural raw materials. Knowledge
is well recognized as a valuable asset underlying the competitive advantage of firms (Reisman, 2005), which implicates that its transfer is a critical
factor for improving productivity (Janis, 2003) and innovation (Reisman,

ENLACE DOI: http://dx.doi.org/10.15446/innovar.v26n62.59393.


CLASIFICACIN JEL: I23,
RECIBIDO: Enero

J31, M53.

2016, APROBADO: Junio 2016.

This article is a result of the research project: Jornada Docente Cdigo Hermes: 26298
Relacin universidad-empresa y produccin de innovacin.

129

Educacin y Empleo
2005). Studies on innovation of products and processes
have shown the vital importance of external sources of
knowledge (Amara, Landry & Traor, 2008). Universities,
community colleges, public research organizations, knowledge-intensive business service (KIBS) firms, professional
associations, advisory bodies and knowledge workers
are considered as intermediaries facilitating the transfer
of knowledge supporting the innovation process in firms
(Landry, Amara, Cloutier & Halilem, 2013).
Developing countries and emergent economies are constantly at risk of being marginalized and excluded from the
benefits of the global knowledge economy, which could
jeopardize the purpose of eradicating poverty and achieving sustainable development. One of the causes of this
threatening marginalization is the absence of higher education systems to train enough and highly qualified human
capital at Ph.D. level; fundamental for the increase of the
knowledge pool from which the society as a whole can
benefit in terms of the production of innovation (Casey,
2009). In this scenario, universities are crucial actors in
ensuring economic development not only by training
highly qualified human capital, but also by producing new
knowledge with innovation potential. Scholars agree with
the fact that the institutionalization of the university-industry relationships has led to more intensive and direct involvement of universities than it was seen before (Geuna &
Muscio, 2009). These enhanced relationships have added
some entrepreneurial objectives to universities which have
been referred to as a third mission (Etzkowitz, 1998).

context of the Latin American region. Despite this fact,


we argue about the existence of a critical mass of university researchers and absorptive capacity in some specific
industrial sectors that might make possible the operation
of IPPs as long as policy makers recognize that knowledge
transfer, embodied in researchers and Ph.D. students, is a
central factor for building and maintaining a competitive
national system of innovation.
In this paper, we argue for the alignment of the so-called
third academic mission of economic development with the
traditional academic missions of teaching and research
(Etzkowitz, 2002; Etzkowitz & Leydesdorff, 2000), through
the implementation IPPs as a mechanism for strengthening the innovation process of firms and countries economic growth.

Research Questions and Methodology

Changes in the way knowledge is produced and used by society have imposed strengthening the interactions between
university and industry. This increasing environment of interactions has led to recognize the importance of training
new Ph.D. students for this growing labor market. Training
of Ph.D. students within the framework of university-industry relations has several benefits for economic growth
based on generation and transfer of new knowledge. Within
this context, we have used an analytical tool consisting of
an international and comparative education methodology
aimed at showing the increasing trend of involving Ph.D.
students in the cooperative interactions between university
and industry in developed countries, in contrast to what
is happening in a developing country such as Colombia.

Within this framework, the present work aims to answer


two questions. First, have the IPPs improved economic
performance and innovation in developed countries?
Second, will the IPPs contribute to boosting economic
growth in a developing country such as Colombia? To answer these questions, this work is adopting the international and comparative education methodology, which is
basically addressed to describe a certain educative phenomenon presented in a set of countries. By addressing a
particular phenomenon, researchers aim at deriving useful
knowledge with the potential of transforming a specific
system of education (Bray, 2014; Epstein, 1994). Currently,
international organizations, such as the World Bank and
the Organisation for Economic Co-operation and Development (OECD), are using this methodology to make recommendations to different countries interested in improving
and strengthening their education system (Bray, 2007). By
way of the example, over the last two decades, the World
Bank and the OECD have been making several studies on
some countries higher education systems (OECD & WB,
2009, 2012). With the intention of contributing to improving these systems, the adoption of new training models
is suggested. It is noteworthy to highlight that the suggestions derived from this kind of studies are based on the
description and analysis of higher education systems at international level.

From our analysis, we have concluded that the demand


for more qualified and specialized researchers in business/
industry has led to new versions of Ph.D. programs, such
as Industrial Ph.D. Programs (IPPs). On the other hand, we
have found that the cooperation with industry to develop
Ph.D. programs is relatively weak in Colombia, as well as
the university-industry relationships in general, even in the

The literature used in this paper relies on primary institutional information from the Colombian institutions Ministerio
de Educacin Nacional (MEN), Departamento Administrativo de Ciencia Tecnologa e innovacin (Colciencias), and
Observatorio Colombiano de Ciencia y Tecnologa (OCYT).
Working papers and some articles published in Spanish in
national peer-reviewed journals were also used. Previous

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national or international publications on the Colombian


higher education system did not show a perspective on the
feasibility of introducing IPPs in the Colombian higher education system. This paper thus tries to bridge this knowledge
gaps by systematically supporting the development of this
particular type of Ph.D. education. In searching relevant international literature, databases (ERIC, JSTOR, SpringerLink,
and ScienceDirect) were accessed and specific keywords
and thesaurus descriptors were used. We searched online
for the institutional publications from the World Bank, the
Organisation for Economic Co-operation and Development
(OECD,) and the National Science Foundation (NSF) dealing
with higher education and doctoral programs. This literature
provided us with an international benchmarking for achievements of Colombian university-industry collaborations.
Additionally, online access to primary institutional information about IPPs performance in different countries allowed
to make comparisons between Colombian Ph.D. programs
and those from developed countries.

Theoretical background
Increasing Earnings through a Ph.D. Degree
Higher education has always been a key way for upward
social mobility as education and skills are important factors
that increasingly determine outcomes in the job market by
giving support to meritocracy. It is well documented that
all university graduates enjoy a large earnings advantage
over non-graduates, although significant wage variations
have been observed between degree subjects (de Vries,
2014). Studies regarding the value of educational qualifications emphasize the premium these qualifications can
confer to those individuals who hold undergraduate degrees, in comparison to those who do not. The significant
differences in lifetime earnings between college and high
school graduates have been specially highlighted (Conlon
& Patrignani, 2011; Greenaway & Haynes, 2003; Universities UK, 2007). For UK, substantial earnings returns to
Masters for men (8.95%) and women (10.3%) have been

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reported in comparison to those having an undergraduate
degree. The premium achieved by those holding Ph.D. degrees is substantial and stands at approximately 16-17%
(Conlon & Patrignani, 2011). However, previous studies
have shown postgraduate premia compared to those of
persons who having the basic qualifications for attending
university decided not to enroll (OLeary & Sloane, 2005).
For instance, male holders of a Masters degree earned
29% more than the baseline, and women obtain 55%
more. Holding Ph.D. degree brought further returns as men
earned 31% and women 60% more than their equivalent
comparators, although differences in Ph.D. returns were
recognized depending heavily on the field of study.
In discussing these findings, Casey (2009) highlights
that wages are reflecting marginal productivity, since
Ph.D. degrees substantially enhance productivity of their
holders, mainly in fields such as medicine, sciences, business and finance, and engineering. However, in the case
of PhDs in Social Sciences, arts, languages and education, wages seem not to reflect marginal productivity.
Considering that their activities are mostly performed
in higher education, a sector much less open to market
forces, they are supposed to be compensated by nonmonetary benefits such as autonomy in their intellectual and academic labor (Casey, 2009). Large differences
in first-job salary not only between graduates from different degree subjects, but also between graduates from
different universities have been reported as graduates
from elite universities enjoy starting salaries higher than
those from less prestigious universities (de Vries, 2014).
Despite the steady increase in the number of Ph.D. degrees
awarded across the OECD countries, a sustained labor
market premium of doctorate holders has been witnessed
with respect to other highly trained citizens (Auriol, Misu &
Freeman, 2013). However, holders of Ph.D. degrees in Natural Sciences and Engineering (S&E) are more likely to be
engaged in research activities, whereas those having Ph.D.
degrees in Social Sciences find more opportunities in nonresearch jobs. Ph.D. holders in Medical and Health Sciences
generally earn better wages, and also those in the business
sector (de Vries, 2014). Earnings in Agricultural Sciences
and Humanities have been found to be typically below the
overall median in most OECD countries (Auriol et al., 2013).
In the case of the United States, workers with Science and
Technology degrees also have higher earnings than those
holding degrees in other fields (NSF, 2014). Earnings for
S&E Ph.D. holders generally continue to increase through
their careers, whereas this is not the case for those holding
bachelors and masters degrees in S&E. Regarding median
salaries of S&E graduates, by degree level, there is evidence
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showing that Ph.D. holders earn 49.1% and masters holders


19.2% more than those holding a bachelors degree (NSF,
2014). In contrast, non-S&E degree holders earn more than
S&E degree holders, regarding professional degree holders.
It should be highlighted that career rewards for those
highly skilled individuals in general, and Ph.D. holders in
particular, often extend beyond salary and employment
benefits. Ph.D. holders have personal rewards such as
doing the kind of work they have trained for (NSF, 2014).
In the case of the United States, those holding S&E degrees or working in S&E occupations are affected by lower
rates of unemployment than the general labor force. For instance, during the period 2006-2010, unemployment rate
among those who hold a doctorate ranged from 1.6% to
2.6%, whereas the same rate for the broader labor force
ranged from 4.0% to 9.6% (NSF, 2014).
The Human Capital Theory (Becker, 1993) maintains that
investments in education lead to higher market participation, productivity and earnings, whereas the Market Signaling Theory claims that employers recognize education
credentials as a signal that an employee has the potential
to perform high levels of productivity (Stiglitz, 1975). This
means that people having knowledge and skills, but no
educational credentials, cannot signal their productive potential to an employer. In other terms, the productive role
in contrast to the symbolic role of PhDs is part of the debated between these alternative theories. Then, the earnings of PhDs could have a large component of signaling
rather than reflecting the human capital accumulation in
terms of knowledge, experience and skills (Luo, Koput &
Powell, 2009). Moreover, human capital cannot be taken
out of social relationships as returns to intelligence, knowledge and skills depend on individual social capital. The investment in human capital is not enough to generate social
and economic progress if the location of individuals in the
social structure of the market excludes them from formal
channels of knowledge and opportunities (Russ, 2014).
As previously shown (Acosta & Celis, 2014), employment
rates for those holding a Ph.D. degree are relatively higher
than those observed for the general labor force in Colombia.
Employment rates for new graduates from Ph.D., masters
and short term specialization/medical residency programs
were very similar (92.9, 93.0 and 92.9%, respectively), but
higher than those for bachelors degree holders (80.6%)
(OLE, 2013). Based on OLE statistics (2013), the estimated
monthly earnings of individuals having a Ph.D. degree are
considerably higher than those of the other postgraduate
degrees total workforce. The monthly weighted average
salary for a new Ph.D. holder was $5,470,376 Colombian
pesos (US$2,200 dollars) compared with $3,659,083;

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$2,724,971; and $1,604,583 COP for masters, short term


specialization and bachelors holders, respectively. According to these figures, it seems that in Colombian is more
encouraging undertaking a Ph.D. degree in general than in
the United States, since Ph.D. holders earn about 240.9%
and 49.5% more than bachelors and masters holders, respectively. Considering other salary factors and compensations, the average salary of a Ph.D. holder in Colombia
reaches about US$34,000 dollars a year, which is significantly lower (about half) than that earned by a faculty
member with the rank of instructor in an average university in the United States (The Chronicle of Higher Education, 2014). The picture is more dramatic and depressing
if we look at the first job salary for a new Ph.D. holder
in a public university: US$18,720 a year (MEN, 2014).
However, a different picture is obtained after comparing
the social status conferred by having a Ph.D. degree when
using the respective poverty thresholds (DANE, 2016; U.S.
Department of Health & Human Services, 2015). The calculation in terms of first job salary shows that it is more
rewarding working in Colombia than in United States because Ph.D. holders achieve income above 4.02 times the
Colombian poverty threshold whereas those working in
United States achieve income above 2.3 times their respective poverty threshold. However, it must be kept in
mind that there are different methods for determining the
poverty threshold, and that this usually differs between
developed and developing countries. Nevertheless, in the
general context of demand and supply considerations, it
is well documented that a rise in the proportion of bettereducated workers can benefit uneducated workers, while
the wages of educated workers undergo a decrease that
might be attenuated in some extent by eventual spillovers. Addressing the possible general equilibrium effects
of increasing the proportion of Ph.D. holders should be a
priority of policy makers. Further research should be conducted in order to estimate these potential effects.
It has been shown in the case of Chile and Colombia that
the returns to higher education are quite heterogeneous
depending on the higher education institution (HEI). The
net economic returns to university degrees were found to
be, on average, positive, whereas those from technical education approached to zero in both countries (GonzlezVelosa, Rucci, Sarzosa & Urza, 2015). The high dispersion
of the net private benefits to higher education in these
countries implicate that a high proportions of graduates
could be having negative returns. Then, higher education,
in these cases, does not facilitate the social mobility but
contributes to perpetuate the social stratification. In the
case of Colombian Ph.D. education, there is not a systematic study on the net economic returns of graduating from

a Ph.D. program, except that the Colombian higher education labor market is split into two sectors represented by
public universities and elite private universities providing
better wages and job security, in contrast to the so-called
garage university sector that relays on faculty hired by
semester and paid per lecture hour (Acosta & Celis, 2014).
However, this sector usually has no graduated training and
does not hire Ph.D. holders as faculty members. A legal
framework that governs the salary of faculty working in Colombian public universities prevents from differences in the
factors determining the salary. Faculty score points based
not only on academic degrees, faculty rank, and seniority,
but also on publication productivity (Acosta & Celis, 2014).

Ph.D. Production and Improving of Economic


Performance
The consensus that higher education is a public good has
been fading away during the last decades. Many countries
have entered the mainstream thought that higher education is largely a private good and highly educated people
is not offering public benefits to society or nation. The new
dominant philosophy emphasizes that higher education is
a private good that provides benefits only to the individual
graduating from university but not to society as a whole.
Accordingly, the individual, not the society, should pay the
costs of higher education. For developing countries and
their higher education systems the implementation of this
philosophy is leading to a situation even worse, because
these countries were unable to build a high quality education system during the time higher education was not
considered a private good. Within this philosophical framework, having a Ph.D. degree enhances earnings which have
been considered as an indicator of private returns from
possessing an academic qualification (Casey, 2009). This
means that the marginal return to a Ph.D. degree is just the
wage, which is clearly higher than that of those lacking this
qualification. Then, a convincing argumentation should be
introduced to justify public support for Ph.D. training.
In some countries it has been emphasized that Ph.D. education should be considered as a public good. This consideration need to be explained convincingly in order to gain
support from society paying taxes (MSTI, 2006). Within
this point of view, Ph.D. education serves to society needs
and must therefore be funded essentially by the state. Following Caseys rezoning (2009), one way of addressing
this issue is by considering that a Ph.D. must enhance not
only the productivity of the individual having this qualification, but also of the society as a whole. Economists
usually argue that the private sector is not willing to invest in something that spills over to others who had not

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contributed to the investment. Why sponsoring privatively
the production/training of PhDs could benefit other beyond the private sponsor? The production/training of a
Ph.D. is inherently associated with the generation of basic
knowledge, which is publicly available. Moreover, those
who hold a Ph.D. degree not only enhance their own productivity but also that of those lacking a Ph.D. degree interacting with them (Casey, 2009).
From the point of view of Endogenous Growth Theory,
the economic growth has been attributed to endogenous forces (Romer, 1994), conferring to investment in
human capital, knowledge and innovation a pivotal role
in economic growth. This theory highlights that education
enhances growth, producing positive externalities and spillover effects that enable economic development. Thus, if
education at Ph.D. level enhances growth and also benefits the society as a whole, it is quite reasonable to argue
that the whole society must fund Ph.D. training through
public investment. Although the contribution of endogenous growth models and neoclassical growth models to explain the economic performance remain controversial, Ph.D.
holders who have accumulated considerable human capital
through education have been recognized as one of the key
factors supporting creation of knowledge-based economic
growth (Auriol, Schaaper & Felix, 2012).
PhDs carry with them both codified and tacit knowledge,
which is of great benefit in industry engaged in solving
complex technological problems. Public investment in
graduate training, particularly at Ph.D. level, has been
considered to be a driving force of economic growth, even
more so when it promotes enhancing the networks between the private business world and universities. This is
the case of IPPs which are a key component of knowledge
transfer between universities and industry contributing to
advancing innovative R&D and enhancing the growth and
competitiveness of industry (DCTI, 2007; Thune, 2010).

University and Innovation Systems


The traditional role of universities, which had remained
focused on education and basic research/science, has
now been overwhelmed by additional functions such as
knowledge and technology transfer to industry, knowledge
commercialization, and a more active role in regional and
national innovation systems. Most developed countries
have emphasized the economic impact of publicly funded
research, meanly in the cases of high-technology and
knowledge-based sectors where innovation processes require the more advanced scientific inputs (Bozeman, Rimes
& Youtie, 2015). In this context, the university-industry relationships have been largely studied by academic experts
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who have highlighted knowledge and technology transfer


as a crucial factor involved in promoting higher productivity, economic development and competitiveness (Bozeman et al., 2015; Mueller, 2006).
The European Commission (EC) has stated: "Innovation is
now the single most important engine of long-term competitiveness, growth and employment" (2001, p. 11). Although
the understanding of the innovation process is currently
changing, innovation has become the integral driver of the
knowledge economy and a central component of improving
the efficiency of production factors (Brcard et al., 2006).
Early understanding of the science and technology and
its relation with economic growth was centered in the socalled linear model of innovation stating that innovation
starts with basic research, followed by applied research
and development, and ending with production and diffusion (Bush, 1945; Godin, 2005). However, innovation process has no longer been understood as linear process of
invention but rather as a systemic, networked phenomenon
(Deakins & Freel, 2003; EC, 2001; Etzkowitz & Leydesdorff,
2001). Last decades literature on technology transfer has
underlined its non-linear nature. The transfer of universitygenerated knowledge into market successful innovation is
a non-linear process and, in this context, some mechanisms
and models have been analyzed (Bozeman et al., 2015;
Bradley, Hayter, & Link, 2013). University contributions to
the innovation process are not only limited to the technology transfer, they extend to the production of highly
skilled human capital, the generation of basic knowledge
and the generation of spin-out companies (Philpott et al.,
2011). Moreover, maintaining and improving regional and
national innovation processes require the successful convergence of the university, industry and state (Etzkowitz & Leydesdorff, 2000, 2001; Gibbson et al., 2006; Inzelt, 2004).
Since the enactment of Bayh-Dole act in 1980, universities
have increasingly been key players in technology transfer.
As universities have become more entrepreneurial, the
identification of factors affecting technology transfer performance has become a central research topic. Mechanisms of technology transfer include relationships among
university, industry and government, joint laboratories between academia and business, open innovations, spinoffs,
university acquisition and distribution of intellectual property, research contracts, mobility of researchers, joint publications, and a flow of graduates to the industry (Bradley
et al., 2013; Heinzl et al., 2013). Case findings suggest that
the progression towards entrepreneurial university ideal is
highly context-dependent and may not be suitable for all
universities (Philpott et al., 2011). In addition, research emphasizes that top-down push towards the entrepreneurial
university ideal may be detrimental to promote academic

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entrepreneurial activity; in contrast, a bottom-up approach


is suggested as more conducive to fostering academic entrepreneurship (Philpott et al., 2011).
An important way of university involvement in economic
development process is through collaboration with industry, exemplified by joint research projects addressing
innovation. Universityindustry research collaborations
(UICs) have been increasingly recognized as an innovation
mode (Bianchi et al., 2011; van de Vrande et al., 2009)
in which firms and universities complement their skills in
order to enhance research outcomes. However, the importance of knowledge as a valuable input conferring economic advantage has produced a change in the university
expectations to incorporate commercialization of research
outcomes alongside of traditional missions of teaching and
basic research (Macho-Stadler, Prez-Castrillo, & Veugelers,
2008). Some criticism has risen as universities are encouraged to become more entrepreneurial and change their
culture, governance and management (Levidow, 2002; Rip,
2002). It has been traditionally considered that universities are driving by scientific goals far from profit or market
approaches (Partha & David, 1994) and that their research
results must be openly and freely communicated to the scientific community and society as a whole. These traditional
considerations have been contrasted with the industry
aims of protecting proprietary information as a mean of assuring financial return to investments. This cultural divide
concerning academia and industry goals sometimes can
result in tensions affecting the university-industry relationships expectations (Bruneel, DEste, & Salter, 2010; Burnside & Witkin, 2008). However, some authors think that
university-industry relationships can ensure their success
if both parties acknowledge their differences and work
within them and cultivate trust (Hemmert, Bstieler, & Okamuro, 2014; Mora-Valentin, Montoro-Sanchez, & GuerrasMartin, 2004).

Reforms of Higher Education Systems


In response to the urgency of developing a pool of highly
quailed human capital, many countries have reshaped and
restructured their education systems. This human capital
is seen as a key condition for knowledge production, technical innovation and economic growth (Kaur et al., 2010;
Yaisawarng & Chu, 2014). Many developed countries and
some middle income countries have also moved from an
industrial-based economy to a knowledge-based economy
(Kaur et al., 2010). Research and world-class universities play the role of developing highly trained knowledge
workers to make possible the knowledge economy (Altbach
& Knight, 2007; Kaur, Sirat, & Azman, 2008). However,

reforms in higher education systems have two main actors:


government and institutions themselves.
In the core of the debate about higher education reforms,
particularly university reforms, and state-university relations is the university autonomy. However, the idea of autonomy that supports the political reforms of universities
has undergone major shifts in many countries. The changing nature of the autonomy meaning has moved from
one based on institutional trust and professional autonomy, to another based on organizational autonomy (Enders, de Boer, & Weyer, 2013). Over the last decades, the
special status of the university as a social institution has
been challenged as higher education reformers of many
OECD countries have introduced measures aimed at changing the traditional status of universities (Olsen, 2009).
The knowledge-based economy is demanding the aligning
of universities with governmental policy goals of economic
growth (Ferlie, Musselin, & Andresani, 2008). Regulation
and funding policies are centered on accountability, performance indicators and the impact of university output
on economic growth. Therefore, reforms are immersed in
government-university relationships in which universities
decision making competencies include financial matters,
management of human resources, students selection, academic programs and research facilities administration,
among others; whereas government competencies include
accountability requirements for monitoring university performance (quality assurance procedures, evaluation and accreditation agencies). Government goals related with having
highly-trained human capital for complying with industrys
interest should be compatible with the organizational autonomy of universities in order to be successfully met.
The authority and responsibility for reforms involving academic issues has been recognized to be residing in the
university. Universities have expertise and information
for academic decision making which are usually absent in
government. However, new governmental control instruments have enforced the strengthening of universities as
strategic organizational actors that must strengthen their
managerial self-regulation and internal control capacities in order to improve their organizational performance
(Enders et al., 2013). In other words, universities have
become more autonomous but also more accountable,
though more efficiency and effectiveness is expected from
them. Despite the numerous reforms witnessed during the
last decades in many countries, the curricular innovations
have been more durable (Altbach, Gumport, & Berdahl,
2011). It appears to be that there is a worldwide consensus that university curriculum must ensure training for
jobs of increasing complexity. Students are interested in
receiving training that prepares them for the job market,

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Educacin y Empleo
while employers demand that the curriculum changes to
meet the needs of the workplace. The increasing university-industry relationships are imposing that the knowledge and skills the firms need are incorporated into the
curriculum (Altbach et al., 2011). Industries have established formal linkages with universities to perform joint research necessary to meet their interests. In other cases,
some universities have signed contractual agreements
with corporations to share research results. One of the
most relevant examples of the university-industry relationships is the emergence of IPPs (DCTI, 2007; Thune, 2010).
Regarding the feasibility of introducing IPPs, universities
that already have doctoral programs could use their autonomy to encourage candidates for pursuing PhD degrees
and career paths associated with the business/industrial
sector. However, from the point of view of the triple helix
model (Etzkowitz & Leydesdorff, 2000), the university autonomy needs the decisive contribution of government
and industrial sector for making possible the IPP initiative.
Public funding and industry commitment to intensify production and innovation in knowledge are essential as well.

Nature of Industrial Postgraduate Programs (IPPs)


Since its origins in the late 19th century, doctoral training
has been widely recognized as a research-teaching-study
nexus (Clark, 1997, p. 242) by which students develop a
series of skills to discover, integrate, and apply knowledge
(Thurgood, Golladay & Hill, 2006, p. 3) in order to make
original contributions to the advancement of disciplines.
Doctoral training has additionally been regarded as a crucial educational level for the growth, reproduction and
maintaining of national scientific communities (Lucio &
Serrano, 1992; Schwartzman, 2007). In some countries,
such as Germany, Ph.D. graduates have been instrumental
in reproducing the professions and elites in public administration, politics and the law, as well as in industry
(Enders, 2004, p. 422), whereas in the United States, Ph.D.
training has played a major role in supporting innovation
and economic growth and in helping this nation to become
a global leader in science and engineering (NSB, 1998).
However, some changes have been suggested in order to
make this training more functional for competitiveness.
Kehm (2007) remarks two basic changes: The qualification
of students for non-academic labor markets and the commodification of knowledge production. The former means
that disciplinary-based education has to be complemented
by the development of managerial and organizational skills
while the latter implies that students must be able to commercialize knowledge. The same trend is found in doctoral
education in some Nordic countries, such Sweden, Norway,
136

and Denmark, where industry-based doctoral education


is a new form of education that seeks to respond to the
increasingly need of elevating the production of the industrial sector innovation (Salminen-Karlsson & Wallgren,
2008; Thune & Bring, 2014; Tiraboschi, 2014).
Historically, doctoral training has been devoted to educating students to follow an academic career (Enders,
2004). Although the enrollment in traditional Ph.D. has
risen, the academic labor market has not grown in the same
proportion (Cyranoski et al., 2011). In contrast, the demand
for more specialized researchers in business/industry has
increased and new versions of doctoral programs, such as
industrial and professional PhDs, have emerged (DCTI,
2007; Edwards, 2009). These new forms of Ph.D. training
programs are allowing their graduates to benefit from a
widened and diversified spectrum of job opportunities in
a number of non-academic fields. IPPs are well-established
in countries such as Australia, Denmark, Finland, France,
Japan, and the United Kingdom, and they have been considered the result of close university-industry partnerships
(OECD, 2006). Unlike the traditional doctoral training, the
IPPs are mainly addressed to equip students with industrial
and business skills that enable them to transfer knowledge
from academia to industry and produce and introduce innovation-intensive products in the global market (DCTI,
2007; Hraud & Lvy, 2005). IPPs allow the enterprise
to gain an employee highly qualified who is also working
on a project contributing to the enterprises development,
whereas universities gain expertise, experience and prestige associated with the education of the Ph.D. candidate
including the associated scientific publications, communications and patents.
Referring to the British Engineering Doctorate Programme,
Kerr and Ivey (2003, pp. 95-96) show how the IPPs are
comprehensive doctoral training essentially characterized
by the development of innovative thinking while tackling real industrial problems, together with the continual
broadening of [students skills] through gaining and applying knowledge from taught elements by making a research project, that aims to create and commercialize
new products (Harman, 2002; Kerr & Ivey, 2003). Furthermore, students develop teamwork skills (Thune, 2009)
and develop a capacity to better understand the industrial environment. This facilitates that students conduct research that should be suitable for the needs of industry,
increasing the level of industrys production (Thune &
Bring, 2014). As the traditional doctoral training (Acosta
& Celis, 2014), the IPPs are a 4-year-full-time program
(Kerr & Ivey, 2003). However, training for some Ph.D. students takes just three years. In countries such as France

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those who aspire to do the IPPs must be under 26 years


and count on a masters degree (Hraud & Lvy, 2005).
To conduct the research project students have two supervisors (Salminen-Karlsson & Wallgren, 2008), one academic supervisor who is responsible for the acquisition
of scientific skills, and an industrial supervisor who is devoted to the development of business skills. There are frequent meetings between supervisors in order to evaluate
the progress of students research projects. It is important
to mention that both supervisors have a Ph.D. degree and
experience in doing research in the context of industry-university collaboration. It means that supervisors are qualified to help students with their research projects, and more
importantly, they know the two education environments
academia and industry that are indispensable for the
formation of students. Salminen-Karlsson and Wallgren
(2008) additionally report that students consider their supervisors as supportive persons to the solution of students
personal problems. Commonly, it is not required that the
university is national or foreign; however, a supervisor from
a national university must supervise the studies completed
at a foreign university (DCTI, 2007).
It is worth making clear that names other than IPPs have
been used elsewhere to emphasize their industrial orientation. For instance, industrial Ph.D. training has been mentioned by the OECD (2006) to refer to different versions
of industrial Ph.D. training in some countries, whereas the
Norwegian Government has termed these programs as industrial Ph.D. Scheme. In some countries, such as Austria,
government encourages and provides incentives to those
already having a recent Ph.D. degree to transit from academia to industry (OECD, 2006). Yearly awards cover personnel costs for supporting scientists who wants to switch
from a university to an Austrian company planning to expand its R&D activities. In the case of Netherlands, the
Casimir Programme provides financial incentives for companies and knowledge institutions to undertake exchanges
involving talented researchers from public and private sectors. The program is open to PhDs, Bachelors-level research staff, post-doctoral researchers, university lecturers
or senior lecturers, professors and researchers working in
the private sector (OECD, 2006). A fellowships scheme
has been reported in the case of Canada where the Ph.D.
applicants have two supervisors, one at the university and
one at the company/enterprise (OECD, 2006). The Natural Sciences and Engineering Research Council of Canada
(NSERC) manages two major programs, the Industrial Postgraduate Scholarship (IPS) and the Industrial Research and
Development Fellowship (IRDF). The IPS program supports
graduate students (M.Sc. and Ph.D.) to pursue their studies
in collaboration with industry performing at least 20% of

their research in the industry facilities. The IRDF program


supports post-doctoral fellows to pursue their research in
industry performing 100% of their research at company
facilities (OECD, 2006).
The Knowledge Foundations Company Graduate Schools
in Sweden are aimed at allowing companies to increase the
number of employees having advanced university degrees.
This institution provides founding for doctoral students and
also for development of industrial research schools. The program of theses company research schools includes among
its goals to contribute to the university research development, increase knowledge within industry and reinforce
collaboration between university and industry (Erawacht,
2012). The Swedish Government supports and strengthens
the transfer of knowledge between academia and industry
by promoting that researchers move more naturally between university and business and that Ph.D. students
spend part of their training time working for a company.
France has a doctoral funding system comprising a national association for research and technology (ANRT)
that represents public and private entities dedicated to research and innovation. The ANRT administers the French
system of industrial agreements for training through research known as CIFRE. The Australian Post-doctoral Fellowship Industry (APDI) finances training costs for young
researchers. This support represents the maximum contribution that may be paid as salary to the fellow from Commonwealth funds. The host institution must match local
salary levels and the successful applicants are appointed
by the institution for three years to be employed full-time
on the approved project (OECD, 2006).The Danish Industrial Ph.D. initiative aims at enhancing R&D in the Danish
business sector providing funds for Ph.D. fellowships for
candidates wishing to work on a project defined by a company in co-operation with the university. The company is
subsidized (50% of researchers salary) and also the university for supervision costs and training and complementary business-targeted courses (OECD, 2006).
The Technology for Industry Fellowships (TIF) from New Zealand provides financial support for undergraduates, Masters
and Ph.D. students and experienced researchers, to work
on science, technology and engineering projects conducted
in, and managed by, firms. Many companies felt positive
about their role in helping students and exposing them to
the commercial realities of business (OECD, 2006). The Enterprise PhDs program of the Foundation for Science (FCT)
from Portugal aims to promote career diversification as well
as collaboration between firms and universities. During the
period 1997-2003, the FCT helped placing 77 Ph.D. holders
and 63 Masters in nearly 50 firms, through the support of

RE V. I N N OVA R VOL . 2 6, N M . 6 2, OC TU BR E-D IC I E M B R E DE 2 016

137

Educacin y Empleo
the Innovation Agency (OECD, 2006). The Becas FPI Programme (training of PhDs) from Spain has allowed Ph.D.
students to develop short-term stays in enterprises for the
first time in 2005. The Torres Quevedo Programme has provided financial support to about 1000 labor contracts for
Ph.D. holders and technologists in enterprises and technological centers (OECD, 2006). These landscape shows
that different approaches for industrial Ph.D. training
are possible and that without a significant public financial support for these initiatives their future success is not
guaranteed. Nevertheless, the present work will be focused
only on IPPs defined in a strict sense as indicated above.

Feasibility of IPPs in Colombia


The Colombian Ph.D. training of human capital came too
late to ensure a significant proportion of Ph.D. holders at
present (Acosta & Celis, 2014). Despite the rapid increase
of its Ph.D. graduates per million inhabitants over the last
decade, Colombia continues to rank behind other Latin
American countries. By 2013, this country graduated only
7 PhDs per million inhabitants and only 5.8% of higher education faculty members held a Ph.D. degree (MEN-SNIES,
2015). In the perspective of strengthening the universityindustry relationships, the picture is not less worrisome.
Recently, a study aimed at establishing some recommendations for building public policy to increase the number
of Ph.D. holders in the Colombian industrial sector was
conducted (Celis, Duque & Ramrez, 2012). After applying
a methodology previously used for analyzing Ph.D. students preferences for academia or industrial sector in the
United States (Roach & Sauermann, 2010), a study showed
among its results that 8 out of 10 engineering Ph.D. students surveyed and interviewed preferred working for academia rather than joining industry (Celis et al., 2012).
Although the Colombian National Plan of Development
(NPD) for the next four years (2014-2018) states that Science, Technology and Innovation (ST&I) are key strategies
for assuring economic growth by driving the industrial productivity and improving the competiveness of economy,
the financial component of the Plan is not clear (NPD,
2015). The budget of Colciencias, the main public agency
financing ST&I, has remained about the same for over two
decades without exceeding 0.22% of GDP (Asmar, 2015),
while the total investment from public and private sources
for research and development (R&D) never has surpassed
0.5% of GDP in the same period (Gmez & Mitchell, 2014).
In contrast, other countries in the Latin American and Caribbean region, such as Brazil (1.2%), Chile (0.4%) and
Mexico (0.45%), show higher investment in ST&I than Colombia (0.22%) (Gmez, 2015). Colombias investment in
138

ST&I is even well below that of the Latin American and Caribbean region (0.7%).
According to the source type of funding, the mean investment proportion in ST&I activities by public, private and
international sector has remained in 58.38, 39.47 and
2.15%, respectively, during the 2003-2013 period, while
the funding for R&D has been remained at 56.61, 40.05
and 3.34%, respectively, for the same period (OCYT, 2014).
However, the current NPD assigns to the private sector the
responsibility of providing 75% of the investment in ST&I
activities during the 2014-2018 period (NPD, 2015). This
assignment could be understood as a challenge or opportunity for technological improving and innovation as the
proportion of non-innovative companies increased from
60.6% in 2010 to 73.6% in 2012 (OCYT, 2014) and the
share of industrial activities in the GDP decreased from
24% in the 1970s and 20-22% in the 1980s to less than
12% nowadays (Clavijo, Vera & Fandio, 2012). This fact is
reflecting that the Colombian business sector is still largely
comprised of low-knowledge intensive industries, which
negatively affects its competiveness and exporting potential. In front of this background, enhancing the universityindustry relationships constitute a valuable tool for linking
the university knowledge generation with the industry potential for generating economic value-added. Industrial
Ph.D. programs could be an ideal way for contributing to
the knowledge intensification and innovation capacity of
Colombian industry.
Understanding IPPs as a way of UICs, these programs are
supposed to represent knowledge capital that contributes to
the technological progress and innovation capacity of firms.
Though the link between human capital (education) and
economic growth is not straightforward and depends on
many factors, it is well documented that investment in education not necessarily enhances economic growth, despite
there are still strong reasons that it should (WB, 2007). In
spite of being clear that the lack of qualified human capital
is a limiting factor for economic growth, it is unclear that a
more qualified human capital will increase economic growth.
Empirical studies show conflicting findings about the relationship between human capital (education) and economic
growth, and usually the hypothesis that human capital investment fosters economic growth is not supported. Cultural, economic, political, social and even local factors, as
well as national and global determinants, can affect the
impact of Ph.D. holders on economic growth. Nevertheless,
education is one of the initial conditions that contribute to
the long-term steady state toward higher levels of development (WB, 2007). Although IPPs are an important and necessary condition for strengthening the Colombian economic
growth, they are not sufficient condition to ensure it.

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RE V I S TA

INNOVAR

JOURNAL

The implementation of IPPs requires building strong collaborative relationships between university and industry,
bringing together researchers from academic community
and research departments from companies, and increasing
significantly the public and private financial resources for
conducting collaborative research projects. These strategies assume that scholarly community generating advanced
knowledge in universities and Ph.D. holders involved in
R&D applied in industry must be strengthened. Only 5.8%
of faculty members working in the Colombian higher education system hold a Ph.D. degree, whereas about 0.03%
of employees in industry hold this advanced degree (Acosta
& Celis, 2014; MEN-SNIES, 2015). This suggests that, on
average, the absorptive capacity of both university and industry is very low. This also means that the acquisition, assimilation, transformation and exploitation of knowledge
might be undermined by the lack of sufficient Ph.D. holders.
The before mentioned shortage of PhDs is a major concern
not only in Colombia but in many developing countries. In
comparative terms, Brazil annually graduates 71 PhDs per
million inhabitants, Mexico graduates 44, Chile 31, and Colombia only 7, whereas the Latin American and Caribbean
region, on average, 38 PhDs (Lucio et al., 2014; RICYT,
2015). The evolution of Ph.D. training in Colombia and
its Ph.D. shortage have been recently described (Acosta
& Celis, 2014; Gmez, 2015). To address this shortage of
PhDs, three different goals have been proposed to reduce
it (Gmez, 2015). These goals are set to reach by 2025 the
average Ph.D. training rate of the Latin American and Caribbean region or the Brazilian rate or, alternatively, to continue with the Colombian current rate of training. Meeting
these goals would lead to produce annually 60, 105 and
16 PhDs per million inhabitants by 2025, respectively. The
costs for the starting point in 2016 would amount to $187,
$250 and $93.7 US million dollars (2015 current currency)
for meeting the goals of training 9.8, 10.3 and 8.7 PhDs
per million inhabitants, respectively. The two most ambitious goals are, of course, far beyond the historical investment budget of Colciencias.
However, 41.8% of faculty members belonging to the National University of Colombia, the most representative Colombian public university, have a Ph.D. degree (Acosta &
Celis, 2014). The Universidad de Antioquia, another public
university, and the Universidad de los Andes, an elite-private university, maintain a faculty that is comprised of
38% (El Espectador, 2015) and 65% PhD-holders (UNIANDES, 2014), respectively. Regarding their scientific productivity, it may be assumed that the academic community
of at least these universities has enough reputation to facilitate UICs. In fact, these universities, besides others,
already participate in some UICs. For instance, the Ph.D.

program in Agricultural Sciences at the National University


of Colombia in Bogot, has already awarded 40 Ph.D. degrees during the period 20062015. From this total number
of Ph.D. graduates, 55% (22) carried out their thesis research work in collaboration with external institutions.
Most of these PhD graduates (18) carried out their thesis
in collaborative works with private industrial institutions,
while the remaining 4 Ph.D. graduates conducted their
research work in cooperation with other universities. Particularly, 10 Ph.D. graduates performed their thesis in collaborative works involving private agricultural federations
of producers, some of which have well-established specific
agricultural research centers.
Assuming that some public and private universities already
offer formal Ph.D. programs in Science and Engineering
and also maintain some relationships with industry, it
sounds plausible to propose that, drawing from this critical
mass in academia, the model of IPPs can be implemented.
On the other hand, the presence of PhDs working in R&D
in industry must be considered, although their presence
is variable from one sector to another. In the case of Colombia, the agricultural private sector may be the more
advanced industrial sector in the sense that some of the
federations of producers have well-established research
centers with human capital trained at Ph.D. level. Among
these centers can be highlighted the National Center of
Coffee Research (Cenicafe),2 Research Center of Colombian Sugar Cane (Cenicaa),3 Corporation Research Center
in Oil Palm (Cenipalma),4 and Research Center of Banana
(Cenibanano).5 However, it should be recognized that engagement of PhDs in a significant number of industrial
sectors need changes in the prevailing culture and reassessment of the institutional insight supporting the traditional model of innovation. Industry should be persuaded
to understand that modern industrial innovation involves
the generation of innovative knowledge by flexibly combining disciplines and expertise since the networked
nature of knowledge needs the establishment of new institutional frameworks where the UICs play a central role.
Public policy initiatives promoting triple helix-like interactions (Etzkowitz & Leydesdorff, 2000) are relatively recent
in Colombia (Ramrez-Salazar & Garca-Valderrama, 2010).
Some provincial University-Company-State Committees
were created by 2007-2008 for promoting interactions
2

ht tp://w w w.cenicafe.org/es/index.php/quienes _ somos/


nuestra_gente.

http://www.cenicana.org/web2/index.php/ares-de-innovacion.

http://www.cenipalma.org/menu-de-investigacion-e-innovacion.

http://www.cenired.org.co/index.php/centros-de-investigacion
/cenibanano.

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139

Educacin y Empleo
between these actors. An earlier committee of this kind
had been initiated in 2003 with the leadership of the Universidad de Antioquia (Velzquez, 2009). Through this
committees initiative, the Corporation Tecnnova was created for promoting interactions between research university groups and industry, as well as strengthening trust
and collaboration between companies, universities and
the State. Despite these initiatives, the UICs in Colombia
continue to be even weaker than in countries of the Latin
American region, such as Brazil, where the UICs have been
judged as being still incipient and weak, and concentrated
in few industries (Steingraber & Gonalves, 2010). Some
Colombian innovative companies have created research
groups and facilities, and administrative positions such as
innovation manager for identifying key innovation problems and seeking solutions through collaborative research
projects with universities (Crdenas, 2007).
The increase in the number of academic Ph.D. programs
has been paralleled by the number of publications and research groups formally classified by Colciencias. Despite
the rapid increase in Ph.D. programs and graduates, Colombia hardly reaches 16 PhDs per 100,000 inhabitants,
whereas Brazil reaches 44.8 and Chile 28.1 (Acosta & Celis,
2014; WB, 2012). This is a factor explaining why Colombia
lags behind other Latin American countries in terms of scientific output. For instance, Colombia ranks fifth behind
Argentina, Brazil, Chile and Mexico in the generation of
academic documents (SCimago, 2014). This Ph.D. shortage
also explains to a considerable extent why Colombian universities are absent in the worlds top 500 universities
that include 10 universities from Latin American countries
(SRC, 2016). Taking into account that more than 90% of
Ph.D. holders resident in Colombia are working in universities (Acosta & Celis, 2014; Gmez, 2015), it is expected
that increasing their number, once the appropriate conditions for research are met, at least the scientific output
and world ranking of universities will improve. In addition,
having more Ph.D. holders increase the potential of knowledge transfer from university to industry.
Similarly, it should be highlighted that the generation of patents and prototypes has been negligible in comparison with
that of publications (Crdenas, 2007; SCimago, 2014; SIC,
2015). The low number of patents generated by universities is a proxy of the low stock of knowledge potentially applicable for industrial innovation. By 2014, only 62 patent
applications were submitted by Colombian universities to
the Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) (Equivalent to a Patent Office) and 12 were granted (SIC, 2015).
Despite the creative innovation of companies is not simply
represented by the relative magnitude of R&D spending
and the number of registered patents, as the profitability of
140

corporate R&D spending and the quality of patent stock are


more important (Obayashia & Yamada, 2008), the number
of Colombian companies patent applications reached 134
and only 57 were granted by 2014 (Gonzlez, 2014). By
comparing and contrasting patent activity statistics of some
countries, it can be readily concluded that Colombia exhibits
a relatively poor patent activity even in the Latin American
region. Colombian patent activity in terms of patent applications by residents during the period 20102014 only
reached 251 applications in comparison to 340 (Chile), 643
(Argentina), 1,210 (Mexico), 4,959 (Brazil), 14,972 (United
Kingdom), 271,731 (Japan) and 287,831 (United States)
(WB, 2015).
This relatively low patent activity of Colombia might be
explained by either or both the limited R&D spending and
high qualified human capital. It was recently found that
too few Colombian companies are certainly innovative
(OCYT, 2014) and it has been advised that the Colombian
industrial sector must break down the barriers that prevent
them from undertaking innovation initiatives in collaboration with universities (Crdenas, 2007). In the case of
Colombia, the university-industry collaboration for formal
Ph.D. training is scarce and may be incidental, as indicated
above. In this context, it is perfectly understandable the
remark made by the OECD, which asserts that the Ph.D.
programs are not connected with industry (OECD, 2014).
Increasing human capital qualified at Ph.D. level in both
university and industry is a key factor for creating initial
favorable conditions needed for fostering innovation capacity of industrial sector. This critical mass is also crucial
for making possible the implementation of IPPs, which in
turn are central for building and maintaining the innovation capacity of companies.

Concluding remarks
This article provides argumentative support for the introduction of IPPs as a way of strengthening the collaboration between universities and industry in terms of being a
crucial factor for boosting the innovative capacity of firms.
Relying on the studies cited and on the Colombian primary institutional information, we emphasize on the feasibility of building this type of Ph.D. studies in a developing
country such as Colombia, where its collaborative research
networks between universities and industry are weak compared with those of the developed countries.
Colombian economy continues heavily based on the export of natural raw materials without added value, which
threatens to exclude it from the benefits of a global knowledge-based economy. We point out that missing highly
qualified human capital is one of the causes that jeopardize

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INNOVAR

JOURNAL

the purpose of eradicating poverty and achieving sustainable development in developing countries. In this context,
Ph.D. holders are presented as critical actors for ensuring
economic development through the production of new
knowledge with innovative potential useful for firms, and
for making possible the institutionalization of productive
university-industry relationships.
Doctoral degrees, in general, and IPPs, in particular, have
been highlighted in terms of their private benefits since
graduates enjoy a significant earnings advantage in
comparison to those lacking Ph.D. degree. However, the
present article calls for public financing of Ph.D. training,
mainly in developing countries, as focusing on the private
benefit of graduates would lead to worsen the situation of
developing countries, which were unable to build a strong
higher education system and produce a significant high
quality human capital trained at Ph.D. level in times when
the public benefits of higher education were emphasized.
Most developed countries share the policy that Ph.D. degrees are a public good by considering that PhDs contribute to enhancing not only the individual productivity,
but also the productivity of the society as a whole, through
a number of public externalities. Nonetheless, public investment in Ph.D. education cannot be thought in terms
of a linear model of innovation linking university basic
and applied research with the market. On the contrary,
technology transfer is a complex and non-linear process
implicating the successful convergence of government,
university and industry. PhDs having research training in
industrial environment are more likely to generate knowledge in collaborative works involving public and private research laboratories, and Government agencies responsible
of supporting national innovation systems.
Although Colciencias have implemented some programs
aimed at promoting innovation through financial incentives for research and development (R&D), and collaborative work between firms, universities and otherresearch
organizations (Crespi, Maffioli & Melendez, 2011), programs focused on promoting Ph.D. research in industrial
environments have been absent. The establishment and
public support of IPPs is not only important in diversifying
career prospects for Ph.D. holders, but also in boosting
research and innovation of firms. In times of knowledgebased economy, university-industry partnerships have become an important device for maintaining the innovative
potential of many developed countries (Etzkowitz, 2008).
Statistics on the distribution of Ph.D. holders according to
the employment sectors show that on average over 35%
of them work for the business/industry sector in many developed countries (Auriol et al., 2013). In particular, 47.2%
of the Ph.D. holders in the field of science and technology

are working in the business/industry sector in United


States (Acosta & Celis, 2014). Introduction of IPPs may be
an effective mechanism for fostering university-industry
relationships in developing countries including Colombia.
Public investment in IPPs have proven to be beneficial for
university and firms as knowledge transfer is bidirectional,
the firms develop highly qualified human capital and universities have the opportunity to form Ph.D. candidates
trained in research subjects available in the private sector.
Despite the absence of Ph.D. programs formally defined
as IPPs, it deserves to be mention that some Colombian
public and private universities offer Ph.D. programs in
Science and Engineering and in addition maintain some
relationships with industry. We propose that universities
and industry can draw from this critical mass in academia
to implement the model of IPPs. However, the presence
of PhDs working in R&D in industry must be considered.
The proportion of PhDs working in R&D in the Colombian
industry is certainly small (Acosta & Celis, 2014). Nonetheless, it is encouraging that the agricultural private
sector has well-established research centers with Ph.D.
holders systematically involved in research in some industrial crops. Disappointingly, this is not the case for most
of industrial sectors. Colombian industry is very prone to
employ staff for primary functions, and mainly for management and maintaining of some technology imported
from developed countries, rather than creating new technological alternatives and innovation. It should be recognized that engagement of Ph.D. holders in many industrial
sectors is not an easy task. Changes in the prevailing culture that keeps industry away from knowledge intensification of production are urgently needed. Industry should be
persuaded to understand that modern industrial innovation encompasses the generation of innovative knowledge
derived from the confluence of disciplines and expertise
given the networked nature of knowledge where the UICs
play a central role.
Although innovation has become a central issue of policymaking in many developing countries in connection with
achieving a number of social and economic goals, public
policy initiatives promoting triple helix-like interactions are
relatively recent in Colombia. Although the growing number
of Ph.D. programs has been paralleled by the number of
publications and research groups, it should be mentioned
that the generation of patents and prototypes by Colombian universities has been negligible in comparison with
that of publications. This too low number of patents is an
indicator of the low stock of knowledge potentially applicable for industrial innovation. The asymmetric competition represented by the Free Trade Agreements (FTA) could
be explained at least in part by the lack of generating

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141

Educacin y Empleo
qualitative improvements in many products and processes.
Innovation has been highlighted as a decisive factor for
building and maintaining economic and commercial competitiveness of nations, but this is not possible without
highly qualified human capital. IPPs can not only ensure
a more effective transfer of knowledge between university and firms, but also contribute to the advancement of
innovative R&D that gives support to economic growth
and competiveness of firms and countries as a whole.
Taken together, the previous analysis shows that it is quite
feasible to draw from the critical mass of PhDs working in
several public and elite private universities and in some industry sectors to implementing IPPs. The implementation
of IPPs is appropriate, desirable and feasible, not only in
terms of strengthening or introducing a way of UICs, but in
anticipating recognizable economic, institutional and social benefits for both parties. These benefits might include,
for the university, source of revenue, patents, contribution
to local or national economic development, exposure of
students and faculty to practical problems and ideas, access to equipment and facilities, publication of scientific
papers, and service to the society, and, for the industry, new
products/processes/services, improved competitiveness,
wealth creation, access to knowledge and technology, incorporation to networks and enhanced reputation, among
others. The previous analyses allow concluding that it is
certainly obvious that transfer of knowledge and technology is a critical factor for enhancing productivity and
innovation of developed countries, which have a well-established research platform based on research universities
and other institutions, which interact successfully with a
significant absorptive capacity exhibited by industry. It
is not less true that implementing IPPs in Colombia is an
opportunity to set up one of the critical initial conditions
that will contribute to a long-term steady state toward
higher levels of growth and development of the Colombian economy. We certainly hold the view that maintaining
universities divorced from national economic development
has only contributed to deepening the technological, economic and political dependence.

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Educacin y Empleo

RE V IS TA

INNOVAR

JOURNAL

Diseo y prueba de un
cuestionario sobre la
importancia percibida
de las condiciones de
trabajo en Mxico1

DESIGN AND TESTING OF A QUESTIONNAIRE ON THE PERCEIVED


IMPORTANCE OF WORKING CONDITIONS IN MEXICO
ABSTRACT: Perception of the importance an employee has on the different aspects of work is a basis of the social representation of the company he/she works for and of their attitudes towards work, as in the case
of intentions to quit job and, therefore, job rotation, which are also related
to non-controllable aspects by the company. The purpose of this study
was to design and test a questionnaire to measure the importance that
staff concedes to labor issues and to identify their relationship with their
intention to leave the organization. The questionnaire was administered
to 447 workers (282 men and 165 women) of companies exporting footwear from the city of Leon, Guanajuato, Mexico. Through factor analysis
five main factors were identified. Internal consistency was adequate in all
cases and discrimination of all items resulted in the expected direction.
The perception of work factors varied in importance and was not related
to the intention of abandonment; although one aspect not controllable by
the company (higher pay) revealed evidence of a relationship of a desire to
quit job. Studies on the relationship of the importance of labor issues such
as job satisfaction, organizational commitment, workplace aggression and
labor market dynamics are suggested to be performed.

Porfirio Tamayo-Contreras

Ph.D. en Comportamiento Organizacional


Universidad de Guanajuato
Guanajuato, Mxico
Correo electrnico: [email protected]
Enlace ORCID: http://orcid.org/0000-0002-3448-7721

KEYWORDS: Perceived importance, labor aspects, intention to quit, staff


turnover.
DESENHO E PROVA DE UM QUESTIONRIO SOBRE A IMPORTNCIA
PERCEBIDA DAS CONDIES DE TRABALHO NO MXICO

Martha L. Guevara-Sangins

RESUMO: A percepo da importncia que o empregado outorga aos diferentes aspectos de seu trabalho uma base da representao social que
ele tem da empresa na qual trabalha e das atitudes ante seu trabalho,
como a inteno de abandono e, por consequncia, a rotatividade de pessoal, que tambm se relacionam com aspectos no controlveis pela empresa. O propsito deste estudo foi desenhar e provar um questionrio
para medir a importncia que os trabalhadores concedem aos aspectos
profissionais e identificar sua relao com a inteno de abandonar a organizao. O questionrio foi aplicado a 447 trabalhadores (282 homens
e 165 mulheres) de empresas exportadoras de calado da cidade de Len,
Guanajuato (Mxico). A partir de uma anlise fatorial, identificaram-se
cinco fatores; a consistncia interna foi adequada em todos os casos, e a
discriminao de todos os itens resultou na direo esperada. A percepo
sobre os fatores do trabalho variou em importncia e no se relacionou
com a inteno de abandono; embora um aspecto no controlvel pela
empresa (melhor salrio) tenha revelado indcios de uma relao sobre a
inteno de abandono. Sugere-se realizar estudos referentes relao da
importncia de aspectos profissionais como a satisfao no emprego, o
compromisso organizacional, a agresso no trabalho e a dinmica do mercado de trabalho.

Ph.D. en Ciencias Naturales


Universidad de Guanajuato
Guanajuato, Mxico
Cuerpo Acadmico de Comportamiento Organizacional
Correo electrnico: [email protected]
Enlace ORCID: http://orcid.org/0000-0001-8441-8110

Emilio Snchez Santa-Brbara

Ph.D. en Psicologa
Universidad de Granada
Granada, Espaa
Correo electrnico: [email protected]
Enlace ORCID: http://orcid.org/0000-0001-7020-0807

PALAVRAS-CHAVE: percepo de importncia, aspectos profissionais, inteno de abandono, rotatividade de pessoal.


CONCEPTION ET ESSAI DUN QUESTIONNAIRE SUR LIMPORTANCE
PERUE DES CONDITIONS DE TRAVAIL AU MEXIQUE
RSUM: La perception de limportance que lemploy donne aux diffrents aspects de son travail est une base de la reprsentation sociale quil
a de lentreprise o il travaille et des attitudes envers son travail, comme
lintention de quitter et, par consquent, la rotation des postes, qui se rapportent galement des aspects que la socit ne peut pas contrler. Le
but de cette tude a t de concevoir et de tester un questionnaire pour
mesurer limportance que les travailleurs accordent aux questions du travail et didentifier leur relation avec lintention de quitter lorganisation.
Le questionnaire a t appliqu 447 travailleurs (282 hommes et 165
femmes) de socits exportatrices de chaussures de la ville de Leon, Guanajuato, au Mexique. Grce une analyse factorielle, on a identifi cinq
facteurs; la cohrence interne a t assure dans tous les cas, et la discrimination de tous les lments a vis la direction attendue. La perception
des facteurs de travail varie en importance et na pas t lie lintention
de quitter; cependant, un aspect non contrlable de la part de la socit
(un salaire plus lev) a rvl des indices dune relation avec lintention
de quitter. On suggre la mise en uvre dtudes portant sur le rapport
de limportance des questions de travail, tels que la satisfaction au poste,
lengagement organisationnel, lagression dans lenvironnement de travail
et la dynamique du march du travail.
MOTS-CL : Importance perue, questions de travail, intention de quitter,
rotation des postes.

RESUMEN: La percepcin de la importancia que el empleado otorga a los distintos aspectos de su


trabajo es una base de la representacin social que tiene de la empresa en la que labora y de las
actitudes hacia su trabajo, como la intencin de abandono, que tambin se relacionan con aspectos
no controlables por la empresa. El propsito de este estudio fue disear y probar un cuestionario
para medir la importancia que los trabajadores conceden a los aspectos laborales e identificar
su relacin con la intencin de abandonar la organizacin. El cuestionario se aplic a 447 trabajadores (282 hombres y 165 mujeres) de empresas exportadoras de calzado de la ciudad de Len,
Guanajuato, Mxico. Mediante un anlisis factorial se identificaron cinco factores; la consistencia
interna fue adecuada en todos los casos y la discriminacin de todos los tems result en la direccin esperada. La percepcin sobre los factores del trabajo vari en importancia y no se relacion
con la intencin de abandono, aunque un aspecto no controlable por la empresa (mejor salario)
revel indicios de una relacin sobre la intencin de abandono.
PALABRAS CLAVE: Percepcin de importancia, aspectos laborales, intencin de abandono, rotacin de personal.

CORRESPONDENCIA: Porfirio Tamayo Contreras. Brisas de San Julin 239,

Colonia Brisas del Carmen en la ciudad de Len. C.P. 37297. Guanajuato, Mxico.
Tamayo-Contreras, P., Guevara-Sangins, M. L., & Snchez
Santa-Brbara, E. (2016). Diseo y prueba de un cuestionario sobre la
importancia percibida de las condiciones de trabajo en Mxico. Innovar, 26(62), 147-160. doi: 10.15446/innovar.v26n62.59394.
CITACIN:

ENLACE DOI: http://dx.doi.org/10.15446/innovar.v26n62.59394.


CLASIFICACIN JEL: L20,
RECIBIDO: Diciembre

L60, J20.

2014, APROBADO: Junio 2015.

El presente artculo es resultado de la tesis doctoral Percepcin y satisfaccin laboral como precursores de rotacin de personal (2016) de Porfirio Tamayo Contreras,
cuyos codirectores son Martha L. Guevara-Sangins de la Universidad de Guanajuato (Mxico) y Emilio Snchez Santa-Brbara, de la Universidad de Granada (Espaa).

147

Educacin y Empleo
Introduccin
Algunos estudios, para entender la intencin de abandono,
utilizan cuestionarios que se han centrado en aspectos del
empleo como la satisfaccin laboral y el compromiso organizacional; otros analizan el perfil demogrfico de la persona
y las oportunidades externas que puede generar el mercado laboral (Pritchard, 2008); pero ninguno lo hace desde
un enfoque factorial a partir de la percepcin de la importancia de los aspectos laborales por parte del empleado.
La valoracin de importancia que hace una persona sobre
los elementos de su entorno laboral est vinculada con la
representacin social sobre el trabajo (Fishbein y Ajzen,
1980; Kuhl, 1985) y tiene influencia en sus actitudes, expectativas y comportamiento hacia el empleo.
En el contexto de la representacin social de los trabajadores sobre elementos relacionados con la intencin
de abandono del trabajo, se desarroll un instrumento
de medicin, para el cual se consider la literatura existente sobre la intencin de abandono, en el supuesto de
que dicha intencin, al no ser atendida a tiempo, puede
generar la rotacin de personal. Este tema ha acaparado inters en el nivel internacional, al ser este un
riesgo socioeconmico o una oportunidad en el mbito
laboral, tanto para los trabajadores como para las organizaciones del mundo2 (Mobley, 1977; Zimmerman, 2008;
Haltiwanger, 2011).
En los estudios analizados se han abordado variables que
de una u otra forma determinan la rotacin de personal
debido a su asociacin con la intencin de los trabajadores
de abandonar la empresa. Se ha coincidido en sealar que
una mayor atencin a los aspectos laborales que causan
satisfaccin para el trabajador corresponde con una menor
intencin del trabajador de abandonar la empresa donde
actualmente labora (Ahmad y Omar, 2010; March y Simon,
1958). En cambio, a menor cuidado de esos aspectos,
se incrementa la bsqueda de oportunidades en el mercado laboral (Cohen, 2007; Fuller, Marler, Hester, Frey y
Relyea, 2006; Lambert, Hogan y Barton, 2001; Thatcher,
Stepina y Boyle, 2002).
Para tomar en cuenta los aspectos laborales que causan
satisfaccin desde la perspectiva de importancia del trabajador, se ha propuesto implementar acciones desde las
reas de administracin de recursos humanos, tales como
2

148

La rotacin de personal es un problema mundial. Su relevancia es tal


que la Organizacin para la Cooperacin y el Desarrollo Econmicos (OCDE) (Bednarzik & Sorrentino, 2012) ha estudiado el tema
desde la perspectiva econmica, haciendo comparaciones longitudinales y a travs de diversos pases (OCDE, 1995, 1996, 2012,
2014; Davis, Faberman y Haltiwanger, 2008; Haltiwanger, 2011).

programas de incentivos (Osterman, 1987) o planes de entrenamiento y desarrollo continuo en los empleados (Carmeli y Weisberg, 2006). A manera de complemento se ha
enfatizado en la motivacin intrnseca como una manera
de incrementar el nivel de satisfaccin (Hackman y Oldham,
1980). Para aumentar resultados positivos se ha recomendado atender la integracin del trabajador en la organizacin, la comunicacin informal entre los trabajadores, la
comunicacin formal dentro de la organizacin, las condiciones laborales tanto polticas como econmicas en
general y las prestaciones laborales, as como incluir la
supervisin y el trabajo en equipo (Altaf y Awan, 2011;
Mobley, Griffeth, Hand y Meglino, 1979). Vinculado con
ello, se ha aconsejado a las empresas atender el estrs en
sus trabajadores (Avey, Luthans y Jensen, 2009; Boswell,
Olson-Buchanan y LePine, 2004) y vigilar la agresin laboral (Moreno, Daz y Garrosa, 2012).
En la lnea de investigacin del compromiso organizacional
en relacin con la intencin de abandono, esta es explicada
por la lealtad, la unin y el afecto que experimenta el trabajador respecto a la organizacin (Dwivedula y Bredillet,
2010; Farrell y Rusbult, 1981; Sousa-Poza y Henneberger,
2004). Aunado a esto, se ha concluido que los aspectos laborales, la satisfaccin y el estrs laboral influyen sobre el
compromiso organizacional por parte del trabajador (YinFah, YeohSok, Lim y Osman, 2010).
Respecto a los aspectos psicoemocionales del trabajador,
se demostr que el deseo de abandonar la organizacin se
manifiesta en el empleado como construcciones mentales
relativas que surgen de la percepcin de satisfaccin en los
aspectos laborales y que se reflejan en el compromiso organizacional, que incluye el compromiso normativo, afectivo
y de continuidad (Joseph, Kok-Yee, Koh y Soon, 2007). Una
vertiente ms se ha ocupado de la continuidad de tal compromiso, por lo que ha estudiado la relacin de la jubilacin con la intencin de abandono (Schmidt y Lee, 2008).
Hay variables controlables por la empresa (superacin personal y mejor ambiente laboral) y otras que no lo son (la situacin econmica del pas, siendo uno de los indicadores
el salario; el cambio de trabajo de la pareja; la necesidad
de cuidar a los hijos o a otros familiares cercanos; la decisin de iniciar un negocio propio y la enfermedad, entre
otros), que son importantes para el empleado y pueden
influir en el trabajador para que tome la decisin de abandonar la empresa (Mobley, 1977).
El objetivo de este trabajo fue disear y probar un cuestionario para medir la percepcin de los trabajadores sobre
la importancia que tienen para ellos los aspectos laborales, integrados en factores, as como conocer cmo se
jerarquizan esos aspectos laborales. Con este estudio se

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RE V I S TA

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JOURNAL

identifica la manera en que se relacionan los elementos controlables (es decir, los aspectos laborales) y no controlables
por la empresa, con la intencin de abandono del trabajo
y, en consecuencia, con la posible rotacin del personal.
Con el fin de garantizar ese propsito, se hizo nfasis en los
aspectos psicomtricos de confiabilidad y validez del instrumento diseado (Aiken, 2003) que son tpicos en este
tipo de estudios. Las evidencias empricas corresponden
tanto a la confiabilidad en trminos de consistencia interna (con el alfa de Cronbach) como a la validez (de constructo con el anlisis factorial, de criterio con la prueba de
diferencia de medias de los grupos bajo y alto, y de consecuencias con las correlaciones derivadas de la intencin de
abandonar la empresa).

Mtodo
Participantes
De una poblacin de 8.673 trabajadores de las empresas
exportadoras de calzado de la ciudad de Len, Guanajuato,

Mxico (Secretara de Economa, 2013), fueron seleccionados al azar 447 utilizando como base su lista de nmina. Se emplearon las empresas antes indicadas, porque
de acuerdo con la Cmara de la Industria del Calzado
(Lpez, 2013) han presentado durante los ltimos aos un
20% de rotacin de personal. Para determinar el tamao
y la composicin, se aplic el mtodo probabilstico (Kish,
1975). El margen de error fue de 0,023. La muestra de
empleados que contestaron el cuestionario estuvo conformada por 282 hombres y 165 mujeres. Si atendemos al
promedio de los participantes, el trabajador de la industria
del calzado es una persona joven (33,33 aos), con escasa
formacin en el mbito educativo (8,3 aos), que en su
mayora (62,6%) est casado y con un promedio de 2,12
hijos (Tabla 1).

Definicin de variables
La percepcin de importancia de los aspectos del trabajo
es el proceso mediante el cual el individuo detecta, selecciona, organiza, analiza e interpreta la informacin que
recibe de la organizacin y sus procesos, con base en su

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149

Educacin y Empleo
propia cultura, idiosincrasia y nivel de educacin, para
crearse una imagen significativa de los aspectos laborales.
Se entiende por intencin de abandonar el trabajo el propsito del empleado de dejar la organizacin donde labora
(Ahmad y Omar, 2010).
Los aspectos del trabajo son los elementos y las circunstancias que afectan la actividad del trabajador relacionados
con condiciones de trabajo (p. ej., equipamiento), legalidad
administrativa (p. ej., delegacin de funciones), comunicacin (p. ej., con supervisores y compaeros), motivacin y
ambiente social (p. ej., autonoma y trabajo en equipo).
TABLA 1. Perfil demogrfico de la muestra (n = 447)
Edad
M

DE

Rango

33,73 aos

9,60

19 a 50 aos

DE

Rango

2,67

1 a 18 aos

Estado civil
Casado

Soltero

62,6%

37,4%

En el cuestionario se incluyeron datos sociodemogrficos


y fue aadida una pregunta de respuesta dicotmica para
saber si el trabajador tena la intencin de abandonar la
organizacin, con una respuesta de "s" o "no" (e. g. "tiene
la intencin de dejar su actual trabajo?").

Religin
Catlica

Otra

98,4%

1,6%

Posteriormente, se hizo un estudio piloto y se realizaron las


adecuaciones pertinentes.

Nmero de hijos
M

DE

Rango

2,12 hijos

1,99

0 a 10 hijos

Procedimiento

Antigedad como empleado


M

DE

Rango

5,21 aos

4,63

1 a 30 ao

Fuente: elaboracin propia.

La rotacin de personal es la salida voluntaria de los trabajadores de una organizacin de la cual reciben salario y
prestaciones laborales conforme a la ley. No se consideran
como trabajadores a las personas que realizan actividades
de servicio social aunque sea profesional, ni actividades
de cualquier otra naturaleza por la cual reciban beneficios
temporales (Ley Federal del Trabajo, 2013).
Los aspectos no controlables por la empresa son condiciones que pueden afectar la permanencia en la organizacin, pero que estn fuera del control de esta, ya sean
generadas en el mercado laboral o por los propios trabajadores, dadas sus circunstancias particulares (e. g., su necesidad de superacin profesional y la bsqueda de un mejor
ambiente laboral).
150

El diseo del instrumento de medicin tuvo como apoyo


la gua metodolgica del proceso recursivo de desarrollo,
anlisis y comprobacin de medida (Ortiz-Vancini y Guevara-Sangins, 2001). Para medir los niveles de percepcin
sobre la importancia de aspectos de trabajo, se generaron
veintinueve reactivos (e. g., "qu tan importante es para
usted trabajar en equipo?"); para medir el nivel de influencia de los aspectos no controlables se generaron siete
reactivos (e. g., "en caso de que tuviera que atender a
su(s) hijo(s), en qu grado podra influir esa condicin en
usted para dejar esta empresa?"), en ambos casos se emple una escala gradual tipo Likert con los siguientes criterios: "nada" con valor de 1, "poco", 2., "suficiente", 3, y
"bastante", 4.
Para la construccin de los reactivos se tom en cuenta la
literatura y se cuid el cumplimiento del cdigo deontolgico; despus, los tems fueron sometidos a un anlisis de
jueces expertos en el tema y a una prueba de comprensin
de la poblacin objeto; posteriormente, basados en los resultados se hicieron los ajustes correspondientes.

Aos de escolaridad
8,3 aos

Instrumentos

Las empresas exportadoras de la industria del calzado de


Len, Guanajuato, fueron seleccionadas al azar utilizando
el listado de registro del Sistema de Informacin Empresarial Mexicano (SIEM) (Secretara de Economa, 2013). Se
contact a los respectivos gerentes de recursos humanos
para solicitar su participacin en la investigacin, y se les
explic puntualmente el objetivo de la investigacin y sus
fundamentos. Los empleados fueron escogidos de manera
aleatoria segn las listas de nmina. Para el proceso de aplicacin del cuestionario cada empresa dispuso de un rea
acondicionada; la calendarizacin fue acordada segn las
fechas y los horarios asignados por cada empresa, de manera tal que no se vieran afectadas las jornadas laborales.
Se trabaj con grupos de diez empleados de las empresas
participantes; en la sesin correspondiente, se les inform
del motivo de la investigacin, el carcter confidencial de la
informacin que fueran a ofrecer, la estructura de la prueba
y la forma de responder a cada reactivo. Se concedi un

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lapso breve para la resolucin de dudas. La aplicacin del


cuestionario dur en promedio veintin minutos por sesin.

Anlisis de datos
Se aplic el anlisis factorial bajo el mtodo de extraccin
de componentes principales y de rotacin normalizada varimax con Kaiser. El nombre asignado a cada grupo se etiquet utilizando como referencia el marco terico. Para los
factores concluyentes se analiz la consistencia interna
sustentado en el alfa de Cronbach. Una vez determinados
los factores, se calcularon los estadsticos descriptivos por
tem, el alfa de Cronbach si se elimina el tem y se realiz
la prueba de discriminacin entre cuartiles bajo (percentil
25) y alto (percentil 75) con apoyo en la t de Student para
probar la diferencia y eliminar los reactivos no vlidos.
El cuestionario qued conformado por cinco factores, especficamente: ambiente laboral, comunicacin laboral,
motivacin laboral, condiciones de trabajo y legalidadadministrativa a los que se les aplic, junto con sus respectivos
tems, la correlacin de Pearson con la intencin de abandono.

Para el procesamiento de los datos sociodemogrficos y el


anlisis estadstico aplicado al cuestionario, se emple el
paquete estadstico SPSS 20.
Para probar el instrumento se hizo el anlisis descriptivo de
los reactivos, un anlisis factorial, as como el anlisis de
consistencia interna para cada factor y de discriminacin
por reactivo. Lo mismo se hizo para la escala de aspectos
no controlables por la empresa. Adems, para probar la
validez, se calcularon los coeficientes de correlacin de la
intencin de abandono del empleo con los aspectos laborales y los aspectos no controlables por la empresa.

Resultados
En el anlisis factorial se obtuvieron cinco factores (Tabla 2)
con autovalor mayor de 1, los cuales son ambiente laboral,
comunicacin laboral, motivacin laboral, condiciones de
trabajo y legalidad administrativa; la varianza acumulada
fue de 56.896.

TABLA 2. Distribucin de los tems por factores con las cargas correspondientes (anlisis de componentes; mtodo de rotacin:

normalizacin Varimax con Kiser; n = 447)

tems Factor

Factor
ambiente
laboral
(10 tems)

18. Conocimiento de los objetivos y las metas de la


organizacin

0,757

17. Bienestar laboral

0,669

14. Retroalimentacin

0,604

13. Desarrollo personal y profesional

0,601

23. Justicia organizacional

0,599

16. Solucin de conflictos laborales

0,501

19. Autonoma

0,494

24. Responsabilidades y obligaciones

0,488

22. Trabajo en equipo

0,446

10. Entrenamiento y capacitacin

0,442

Factor
comunicacin
laboral
(6 tems)

12. Seguridad laboral

0,629

11. Condiciones laborales

0,624

15. Trato justo

0,619

25. Relaciones con los compaeros de trabajo

0,594

5. Apoyo y comunicacin

0,538

9. Prestaciones laborales

0,420

Factor
motivacin
laboral
(4 tems)

2. Polticas y procedimientos

0,746

1. Salario

0,693

3. Reconocimiento al desempeo

0,620

Factor
condiciones
de trabajo
(5 tems)

Factor
legalidad
administrativa
(4 tems)

(Contina)

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151

Educacin y Empleo
TABLA 2. Distribucin de los tems por factores con las cargas correspondientes (anlisis de componentes; mtodo de rotacin:

normalizacin Varimax con Kiser; n = 447) (continuacin)

tems Factor

Factor
ambiente
laboral
(10 tems)

Factor
comunicacin
laboral
(6 tems)

4. Libertad de expresin

Factor
motivacin
laboral
(4 tems)

Factor
condiciones
de trabajo
(5 tems)

Factor
legalidad
administrativa
(4 tems)

0,453

29. Religin

0,778

6. Vivir cerca del lugar de trabajo

0,732

7. Respeto laboral

0,630

8. Compromisos de trabajo y de familia

0,528

28. Instrumentos de trabajo

0,437

26. Delegacin de tareas y funciones

0,678

27. Ambiente de trabajo

0,590

20. Trabajo con retos

0,556

21. Horas extras

0,539

% de la varianza

14,645

12,754

10,332

9,875

9,291

% acumulado

14,645

27,399

37,730

47,605

56,896

Total

4,247

3,699

2,996

2,864

2,694

Autovalor

11,210

1,840

1,314

1,110

1,025

Fuente: elaboracin propia.

Todos los factores obtuvieron una consistencia interna adecuada (Tabla 3), pues el coeficiente alfa de Cronbach estuvo en
un rango desde Cronbach = 0,711 en legalidad administrativa
hasta Cronbach = 0,890 en ambiente laboral.Los coeficientes

de consistencia interna, si el tem en cuestin se eliminara


del factor correspondiente, variaron de Cronbach = 0,592
para el tem 20 del factor legalidad administrativa, hasta
Cronbach = 0,882 para el tem 10 del factor ambiente laboral.

Tabla 3. Anlisis descriptivo y de consistencia interna de los tems de percepcin de importancia sobre los aspectos laborales,
agrupados por factor (n = 447)
Factor ambiente laboral nmero de tems 10, total = 0,890, Mtotal = 3,58 y DEtotal = 0,471

Alfa si se
elimina el
tem

DE

18. Qu tan importante es para usted que la empresa le d a conocer los objetivos y metas de su trabajo, as
como los de la organizacin?

0,879

3,44

0,754

17. Qu tan importante es para usted que la empresa le haga sentirse bien con la actividad que realiza por
tener los conocimientos requeridos para ello?

0,874

3,54

0,636

14. Qu tan importante es para usted que la empresa le d una retroalimentacin de su trabajo?

0,873

3,39

0,744

13. Qu tan importante es para usted que la empresa le ofrezca un desarrollo profesional y personal?

0,872

3,33

0,826

23. Qu tan importante es para usted que la organizacin le atienda segn sus mritos, sin atender a otros
motivos, generando un ambiente laboral adecuado y, asimismo, la forma en que le aplica las normas
legales y de ejecucin establecidas?

0,872

3,46

0,700

16. Qu tan importante es para usted que la empresa resuelva sus conflictos laborales con imparcialidad?

0,874

3,41

0,766

19. Qu tan importante es para usted que la empresa le d autonoma para realizar su trabajo?

0,883

3,49

0,673

24. Qu tan importante es para usted tener responsabilidades y obligaciones en la empresa?

0,881

3,59

0,577

22. Qu tan importante es para usted trabajar en equipo?

0,879

3,49

0,740

10. Qu tan importante es para usted el otorgamiento de entrenamiento y capacitacin por parte de la empresa?

0,882

3,40

152

0,737
(Contina)

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TABLA 3. Anlisis descriptivo y de consistencia interna de los tems de percepcin de importancia sobre los aspectos laborales,

agrupados por factor (n = 447) (continuacin)


Alfa si se
elimina el
tem

DE

12. Qu tan importante es para usted que la empresa fomente y mantenga al trabajador en la organizacin,
exaltando en l su bienestar fsico, mental y social, sea cual fuere su ocupacin?

0,808

3,61

0,602

11. Qu tan importante es para usted contar en su trabajo con condiciones de servicio adecuadas, tales como
iluminacin, ventilacin, temperatura, limpieza, distribucin, etc.?

0,815

3,50

0,684

15. Qu tan importante es para usted que el supervisor de la empresa, le ofrezca un trato justo (es decir, le d
una atencin de acuerdo a mritos, sin atender a otros motivos), as como que le aplique de manera
correcta las normas legales y de ejecucin establecidas en la organizacin, generando con ello un
ambiente laboral adecuado?

0,795

3,49

0,697

25. Qu tan importante es para usted tener el apoyo y una buena comunicacin con sus compaeros de trabajo?

0,811

3,39

0,758

5. Qu tan importante es para usted tener el apoyo y una buena comunicacin con su jefe inmediato?

0,791

3,41

0,742

9. Qu tan importantes son para usted las prestaciones laborales que le ofrezca una empresa?

0,809

3,52

0,655

Alfa si se
elimina el tem

DE

2. Qu tan importante son para usted las polticas y procedimientos de una empresa?

0,753

3,28

0,738

1. Qu tan importante es para usted el salario?

0,738

3,46

0,674

3. Qu tan importante es para usted el ser reconocido cuando realiza bien su trabajo?

0,694

3,32

0,830

4. Qu tan importante es para usted el expresar sus opiniones, y que ests sean tomadas en cuenta?

0,710

3,27

0,874

Alfa si se
elimina el
tem

DE

29 Qu tan importante es para usted que se respete su religin en su trabajo?

0,721

3,54

0,711

6. Qu tan importante es para usted vivir cerca de su trabajo?

0,686

3,31

0,918

7. Qu tan importante es para usted no tener que realizar el trabajo de sus compaeros, sino solo para el
que fue contratado?

0,721

3,19

0,834

8. Qu tan importante es para usted poder combinar las obligaciones de su trabajo con sus responsabilidades
familiares?

0,728

3,35

0,789

28. Qu tan importante es para usted contar con un equipo o herramienta en buenas condiciones para realizar
su trabajo?

0,738

3,61

0,582

Factor legalidad administrativa nmero de tems 4, total = 0,711, Mtotal. = 3,47 y DEtotal. = 0,556

Alfa si se
elimina el
tem

DE

26. Qu tan importante es para usted que su jefe inmediato sepa cmo y cundo delegarle obligaciones,
derechos y responsabilidades en su trabajo?

0,597

3,45

0,710

27. Qu tan importante es para usted tener un ambiente de trabajo amigable y clido?

0,621

3,55

0,665

20. Qu tan importante es para usted que la empresa promueva en usted un trabajo con retos desarrollando
en usted su creatividad para la innovacin, creacin y solucin de tareas?

0,592

3,46

0,721

21. Qu tan importante es para usted trabajar horas extras en su empleo?

0,685

3,12

0,942

Factor ambiente laboral nmero de tems 6, total = 0,834, Mtotal = 3,54 y DEtotal = 0,462

Factor motivacin laboral nmero de tems 4, total = 0,781, Mtotal.= 3,46 y DEtotal = 0,571

Factor condiciones de trabajo nmero de tems 5,

total = 0,769 M = total. 3,46 y DEtotal. = 0,583

Fuente: elaboracin propia.

Los promedios de calificacin de los tems cayeron en un


rango de menor importancia de 3,12 (DE = 0,942) en lo
concerniente a trabajar horas extras en el factor legalidad administrativa, hasta la mayor importancia de 3,61
(DE = 0,602) referido a que la empresa mantenga al trabajador en condiciones de bienestar dentro del factor
comunicacin laboral.

El anlisis de discriminacin de los tems arroj resultados en la direccin esperada (Tabla 4); las valoraciones
promedio del grupo bajo fueron menores que las otorgadas por el grupo alto. En todos los casos la diferencia
fue estadsticamente significativa; adems, se observ
que el grupo alto manifest menos variabilidad en su

RE V. I N N OVA R VOL . 2 6, N M . 6 2, OC TU BR E-D IC I E M B R E DE 2 016

153

Educacin y Empleo
percepcin de importancia sobre los aspectos del trabajo, en
comparacin con el grupo bajo.
Respecto a los aspectos no controlables por la empresa
(Tabla 5), se obtuvo un coeficiente de consistencia interna
aceptable entre 0,7 y 0,8 (Cronbach = 0,746). El coeficiente
de consistencia interna, si el tem se eliminara, vari del

tem 6 referido a estudiar para superarse profesionalmente


(Cronbach = 0,692) hasta el 2, relacionado con la mudanza
del cnyuge (Cronbach = 0,749).
La importancia percibida sobre algunos aspectos no controlables por la empresa en el potencial abandono de la
misma fue relativamente baja, pues los promedios de sus

TABLA 4. Anlisis de discriminacin de los tems de percepcin de importancia sobre los aspectos relacionados con el trabajo,

comparacin del grupo bajo con el grupo alto por factor (n Grupo bajo = 121 y n Grupo alto = 102, con 95% de intervalo de
confianza y gl = 245)
Factor ambiente laboral nmero de tems 10
Mb

DE

Ma

DE

t de
Student

18. Qu tan importante es para usted que la empresa le d a conocer los objetivos y metas de
su trabajo, as como los de la organizacin?

3,03

0,858

3,98

0,152

-12,33*

17. Qu tan importante es para usted que la empresa le haga sentirse bien con la actividad querealiza por tener los conocimientos requeridos para ello?

3,13

0,683

4,00

0,000

-14,47*

14. Qu tan importante es para usted que la empresa le d una retroalimentacin de su trabajo?

2,89

0,842

3,99

0,088

-14,72*

13. Qu tan importante es para usted que la empresa le ofrezca un desarrollo profesional y personal?

2,77

0,818

3,98

0,125

-16,55*

23. Qu tan importante es para usted que la organizacin le atienda segn sus mritos, sinatender a otros motivos, generando un ambiente laboral adecuado y, asimismo, la forma en que
le aplica las normas legales y de ejecucin establecidas?

3,03

0,712

4,00

00,000

-14,88*

16. Qu tan importante es para usted que la empresa resuelva sus conflictos laborales
con imparcialidad?

2,86

0,826

3,98

0,197

-12,70*

19. Qu tan importante es para usted que la empresa le d autonoma para realizar su trabajo?

3,06

0,717

3,98

0,152

-14,15*

24. Qu tan importante es para usted tener responsabilidades y obligaciones en la empresa?

3,27

0,647

4,00

0,000

-12,78*

22. Qu tan importante es para usted trabajar en equipo?

2,91

0,823

3,98

0,125

-14,62*

10. Qu tan importante es para usted el otorgamiento de entrenamiento y capacitacin por


parte de la empresa?

2,92

0,720

3,98

0,197

-16,03*

12. Qu tan importante es para usted que la empresa fomente y mantenga al trabajador en la
organizacin, exaltando en l su bienestar fsico, mental y social, sea cual fuere su ocupacin?

3,24

0,721

3,99

0,088

-11,77*

11. Qu tan importante es para usted contar en su trabajo con condiciones de servicio
adecuadas, tales como iluminacin, ventilacin, temperatura, limpieza, distribucin, etc.?

3,01

0,797

3,97

0,175

-14,47*

15. Qu tan importante es para usted, que el supervisor de la empresa, le ofrezca un trato justo
(es decir, le d una atencin de acuerdo a mritos, sin atender a otros motivos) as como que le
aplique de manera correcta las normas legales y de ejecucin establecidas en la organizacin,
generando con ello un ambiente laboral adecuado?

3,05

0,822

3,98

0,125

-15,35*

25. Qu tan importante es para usted tener el apoyo y una buena comunicacin con sus
compaeros de trabajo?

2,87

0,765

3,95

0,212

-15,33*

5. Qu tan importante es para usted tener el apoyo y una buena comunicacin con su jefe inmediato?

2,86

0,740

3,98

0,125

-16,98*

9. Qu tan importantes son para usted las prestaciones laborales que le ofrezca una empresa?

3,14

0,705

3,99

0,088

-13,52*

2,88

0,727

3,84

0,392

-12,95*

1. Qu tan importante es para usted el salario?

3,09

0,689

3,91

0,293

-12,23*

3. Qu tan importante es para usted el ser reconocido cuando realiza bien su trabajo?

2,84

0,792

3,96

0,195

-15,52*

4. Qu tan importante es para usted el expresar sus opiniones, y que ests sean tomadas en cuenta?

2,58

0,888

3,97

0,215

tems

Factor comunicacin laboral nmero de tems 6

Factor comunicacin laboral nmero de tems 6

Factor motivacin laboral nmero de tems 4


2. Qu tan importante son para usted las polticas y procedimientos de una empresa?

-17,17*
(Contina)

154

R E V. I N N OVA R VO L . 2 6 , N M . 6 2 , O CT UB R E - DI CI E M B R E DE 2016

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TABLA 4. Anlisis de discriminacin de los tems de percepcin de importancia sobre los aspectos relacionados con el trabajo,

comparacin del grupo bajo con el grupo alto por factor (n Grupo bajo = 121 y n Grupo alto = 102, con 95% de intervalo de
confianza y gl = 245) (continuacin)
Mb

DE

Ma

DE

t de
Student

29. Qu tan importante es para usted que se respete su religin en su trabajo?

3,21

0,801

4,00

0,000

-11,15*

6. Qu tan importante es para usted vivir cerca de su trabajo?

2,73

10,095

3,96

0,292

-12,25*

7. Qu tan importante es para usted no tener que realizar el trabajo de sus compaeros, sino
solo para el que fue contratado?

2,66

0,856

3,85

0,418

-14,00*

8. Qu tan importante es para usted poder combinar las obligaciones de su trabajo con sus
responsabilidades familiares?

2,79

0,862

3,97

0,279

-14,66*

28. Qu tan importante es para usted contar con un equipo o herramienta en buenas
condiciones para realizar su trabajo?

3,18

0,659

4,00

0,000

-14,13*

tems
Factor condiciones de trabajo nmero de tems 5

Factor legalidad administrativa nmero de tems 4


26. Qu tan importante es para usted que su jefe inmediato sepa cmo y cundo delegarle
obligaciones, derechos y responsabilidades en su trabajo?

3,03

0,724

3,98

0,125

-14,62*

27. Qu tan importante es para usted tener un ambiente de trabajo amigable y clido?

3,13

0,743

3,98

0,125

-12,88*

20. Qu tan importante es para usted que la empresa promueva en usted un trabajo con retos
desarrollando en usted su creatividad para la innovacin, creacin y solucin de tareas?

2,95

0,822

3,99

0,088

-14,26*

21. Qu tan importante es para usted trabajar horas extras en su empleo?

2,50

0,982

3,84

0,572

-13,13*

* p < 0,001
Fuente: elaboracin propia.

TABLA 5. Anlisis descriptivo y de consistencia interna de los tems de percepcin de importancia sobre los aspectos relacionados

con el trabajo, pero no controlables por la empresa (n = 447, total = 0,746)


tems

Alfa si se elimina
el elemento

DE

1. En caso de que usted tuviera la oportunidad de obtener un trabajo que le ofrezca un mejor salario, en qu
grado podra influir en usted, para dejar a esta empresa?

0,724

3,03

1,084

2. En caso de que su esposa (o) tuviera que mudarse a otra ciudad por su trabajo, en qu grado podra influir
en usted, para dejar a esta empresa?

0,749

2,42

1,103

3. En caso de que tuviera que atender a su (s) hijo (s), en qu grado podra influir en usted, para dejar a esta empresa?

0,712

1,82

1,091

4. En caso de que tuviera la oportunidad de iniciar un negocio propio, en qu grado podra influir en usted,
para dejar a esta empresa?

0,715

2,05

1,164

5. En caso de que tuviera alguna enfermedad no grave, en qu grado podra influir en usted, para dejar a
esta empresa?

0,710

2,00

1,099

6. En caso de que tuviera la oportunidad de estudiar para seguir con su superacin profesional, en qu grado
podra influir en usted, para dejar a esta empresa?

0,692

2,67

1,151

7. En caso de que tuviera la oportunidad de obtener un trabajo que le ofrezca un mejor ambiente laboral, en
qu grado podra influir en usted, para dejar a esta empresa?

0,708

2,45

1,160

Fuente: elaboracin propia.

tems variaron de menor importancia en lo referente a la


atencin de los hijos (M = 1,82; DE = 1,091), hasta mayor
importancia con mejor salario (M = 3,03; DE = 1,084).
El anlisis de discriminacin de los tems (Tabla 6) result en la direccin esperada: el grupo bajo obtuvo un
promedio menor que el grupo alto, en todos los casos
consignificancia estadstica.

Por ltimo, la relacin entre la intencin de abandonar la


empresa y la percepcin de importancia de los diversos
aspectos laborales (Tabla 7) fue prcticamente nula, pero
siempre en sentido negativo, con coeficientes de -0,113
para el reactivo 3, referido a ser reconocido en el trabajo,
hasta 0,005 para el tem 23, referente a ser tratado conforme a los mritos propios.

RE V. I N N OVA R VOL . 2 6, N M . 6 2, OC TU BR E-D IC I E M B R E DE 2 016

155

Educacin y Empleo
TABLA 6. Anlisis de discriminacin de los tems de percepcin

TABLA 7. Correlacin de la percepcin de importancia sobre

de importancia sobre los aspectos relacionados con el


trabajo, pero no controlables por la empresa; comparacin
del grupo bajo con el grupo alto por factor (n Grupo bajo = 121 y
n Grupo alto = 102, con 95% de intervalo de confianza y gl = 245)

los aspectos laborales y la intencin de abandono (n = 447)


(continuacin)

tems

Mb

DE

Ma

DE

Factor motivacin laboral nmero de tems 4, r total = -0,111*


2. Polticas y procedimientos

-0,063

1. Salario

-0,063

3. Reconocimiento al desempeo

-0,113*

2. Cambio de trabajo de la pareja 1,71 0,817 3,08 0,930 -11,624*

4. Libertad de expresin

-0,100*

3. atencin a los hijos

1,10 0,300 2,82 1,122 -16,026*

Factor condiciones de trabajo nmero de tems 5, r total = -0,060

4. Iniciar un negocio propio

1,24 0,513 3,08 1,079 -16,460*

29. Religin

5. Enfermedad

1,14 0,491 2,98 1,038 -17,195*

6. Superacin profesional

1,36 0,701 3,63 0,552 -26,314*

1. Situacin econmica del pas


(mejor salario)

7. Mejor ambiente laboral

1,94 1,057 3,63 0,664 -13,867*

1,34 0,588 3,42 0,820 -21,768*

* p < 0,001

6. Vivir cerca del lugar de trabajo

-0,097*

7. Respeto laboral

-0,047

8. Compromisos de trabajo y de familia

-0,018

28. Instrumentos de trabajo

-0,056

Factor legalidad administrativa nmero de tems 4, r total = -0,066

Fuente: elaboracin propia.

Algo similar sucedi con los factores para los que se encontr
una correlacin negativa y estadsticamente significativa
entre la percepcin de importancia y la intencin de abandono en el factor motivacin laboral (r = -0,111, p < 0,05).
En los aspectos no controlables por la empresa (Tabla 8),
tampoco se encontr una correlacin significativa con la intencin de abandono a excepcin de las halladas en el tem
1, referido a obtener un mejor salario (r = -0,126, p < 0,01)
y en el tem 5 enfermedad (r = -0,096, p < 0,05).

26. Delegacin de tareas y funciones

-0,052

27. Ambiente de trabajo

-0,033

20. Trabajo con retos

-0,072

21. Horas extras

-0,037

* p < 0,05
Fuente: elaboracin propia.

TABLA 8. Correlacin de la percepcin de importancia sobre

los aspectos no controlables y la intencin de abandono


(n = 447)
Aspecto

TABLA 7. Correlacin de la percepcin de importancia sobre

los aspectos laborales y la intencin de abandono (n = 447)


Factor ambiente laboral nmero de tems 10, r total = -0,069
18. Conocimiento de los objetivos y las metas de la
organizacin

-0,045

17. Bienestar laboral

-0,060

14. Retroalimentacin

-0,089

13. Desarrollo personal y profesional

-0,034

23. Justicia organizacional

-0,005

16. Solucin de conflictos laborales

-0,049

19. Autonoma

-0,029

24. Responsabilidades y obligaciones

-0,056

22. Trabajo en equipo

-0,029

10. Entrenamiento y capacitacin

-0,025

12. Seguridad laboral

-0,039

11. Condiciones laborales

-0,052

15. Trato justo

-0,082

25. Relaciones con los compaeros de trabajo

-0,030

5. Apoyo y comunicacin

-0,021

1. Situacin econmica del pas


(mejor salario)

-0,126**

2. Cambio de trabajo de la pareja

-0,091

3. Atencin a los hijos

0,020

4. Iniciar un negocio propio

-0,031

5. Enfermedad

-0,096*

6. Superacin profesional

-0,010

7. Mejor ambiente laboral

-0,078

** p < 0,01
Fuente: elaboracin propia.

Discusin

-0,016
(Contina)

156

Coeficiente de correlacin

* p < 0,05

Factor comunicacin laboral nmero de tems 6, r total = -0,014

9. Prestaciones laborales

-0,011

Desde una perspectiva psicomtrica, las evidencias presentadas demuestran que el instrumento es fiable para estudiar
la percepcin sobre la importancia de los aspectos laborales
de manera consistente. Los valores del anlisis factorial, discriminatorio y correlacional respaldan matemticamente la
base terica del cuestionario, lo cual avala su validez. En
este sentido, aunque a priori no hay motivo para pensar
que las propiedades psicomtricas tuviesen diferencias

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sustanciales en otros contextos, para fortalecer las evidencias de su validez se sugiere probarlas con muestras de diversos sectores de actividad econmica y en otras culturas.
Aunado a esto, se determin que el contenido del cuestionario proporciona algunas claves para hacer una deteccin
temprana de la intencin de abandonar la empresa, elementos que han de incorporarse al diseo de programas
de prevencin e intervencin en la organizacin, para no
llegar al fenmeno de la rotacin de personal.
En primer lugar, se contempla una pregunta dicotmica
sobre la intencin del trabajador de abandonar la empresa
considerada como la variable predictiva de la rotacin
de personal, tal como apuntaran en su estudio Ahmad y
Omar (2010). Por otra parte, el cuestionario permite conocer qu aspectos laborales son de importancia para los
trabajadores, pues su jerarquizacin al interior de cada empresa es una base para mejorar las condiciones laborales
conforme a la percepcin de los trabajadores. El grado de
importancia otorgada a estos aspectos se relaciona negativamente con la intencin de abandonar el empleo, pero
dbilmente y no de una manera significativa.
Desde una perspectiva de representacin social, pareciera
que la jerarquizacin de los aspectos laborales estudiados
se organiza mentalmente como un esquema de referencia
general, para cualquier trabajador, misma que podra variar dependiendo del contexto econmico del pas en que
se encuentre (Haltiwanger, 2011; OCDE, 2002)
Este esquema indica un conocimiento personal y colectivo
de esos aspectos laborales y una cierta expectativa que
no necesariamente estn relacionados con la intencin de
abandonar la empresa. Pero, qu sucede con la satisfaccin en el empleo especfico que se tiene, en la medida en
que la distancia psicolgica respecto al trabajo diario es
ms corta que un ejercicio como el realizado en este estudio? A la luz de esta pregunta se sugiere considerar la satisfaccin de los trabajadores con esos aspectos e indagar
en estudios futuros si la cobertura de esas condiciones
tiene influencia en la intencin de abandonar la empresa.
En segundo lugar, se contempla la atencin que hay que
dar a la importancia percibida por los trabajadores mexicanos sobre los aspectos del trabajo mediante un programa de administracin laboral y el diseo de estrategias
que incluya lo que es importante para ellos, independientemente de que estn dentro de las obligaciones que por
ley deben cumplir las empresas, como se ha sugerido previamente (Hackman y Oldham, 1980; Avey et al., 2009).
En tercer lugar, se comprenden los aspectos relacionados
con el empleo que no son controlables por la empresa,
pero que son importantes y que pueden en un momento

dado influir en la decisin del trabajador de abandonarla


(como la obtencin de un mejor salario). Como se ha advertido (Cohen, 2007), las oportunidades laborales externas tendrn menor o mayor influencia en la rotacin
de personal dependiendo de la importancia que tengan
esas oportunidades para el trabajador y, como se anot
previamente, cun satisfecho se sienta en su trabajo actual, sobre todo, considerando que los trabajadores toman
decisiones al comparar las opciones laborales externas que
se les presentan como nuevas y mejores en relacin con
las que tienen en un momento dado en la empresa actual
(Lambert et al., 2001; Thatcher et al., 2002).
De los resultados obtenidos se deduce que hay que dar
atencin al factor motivacin laboral y disear un programa
administrativo integral que atienda las necesidades de los
empleados, pues con ello se podra disminuir la intencin de
dejar el empleo y prevenir el abandono, considerando que un
programa integral tiene asegurado el xito en sus medidas
para prevenir la rotacin de personal (Altaf y Awan, 2011).
Entre las limitaciones que se pudieran atribuir al cuestionario propuesto estn, primero, las relacionadas con la
adopcin de un nico instrumento de acopio de datos, en
este caso, el cuestionario. En el diseo no se incluy ninguna pregunta que permitiera conocer la percepcin de
importancia del trabajador sobre el compromiso organizacional y su nivel de influencia acerca de la intencin de
abandono, as como tampoco se aplic una pregunta para
conocer la relacin entre la percepcin de importancia y
la agresin laboral que pudiera conducir a la intencin de
abandonar la empresa. La segunda limitacin tiene que
ver con la aplicacin prctica de la investigacin, que se
centra en un solo sector industrial, con caractersticas especficas como el empleo de mano de obra abundante y
con habilidades muy definidas como la de cortado, montado y adorno en lugar de aplicar desarrollos tecnolgicos
en sus procesos productivos, adems, de las caractersticas
sociodemogrficas ya indicadas. Por tanto, sera conveniente extenderla a otras ramas empresariales y a otros
entornos culturales.
Este instrumento abre nuevas lneas de investigacin sobre
otras posibles variables que puedan influir en la percepcin de importancia de los factores laborales, como la experiencia en el trabajo actual que da la pauta para que un
empleado valore la satisfaccin con dichos elementos. Por
otra parte, una lnea complementaria a seguir sera la influencia cultural que viven las empresas mexicanas como
resultado de un entorno de integracin econmica internacional, tal como lo es el Tratado de Libre Comercio entre
Mxico, Canad y Estados Unidos, que busca tener una ley
nica de migracin laboral.

RE V. I N N OVA R VOL . 2 6, N M . 6 2, OC TU BR E-D IC I E M B R E DE 2 016

157

Educacin y Empleo
Conclusiones
La intencin de los empleados de abandonar la empresa
est presente en cualquier tipo de organizacin sin importar su tamao. En algunas, la frecuencia es mayor que
en otras y se materializa con la rotacin de personal que
tpicamente genera resultados negativos hacia la organizacin; en otros casos, aparentemente los menos, las consecuencias pueden ser positivas. Abordar la intencin de
abandono desde una sola variable no es recomendable,
por lo que se sugiere estudiarla desde un enfoque multivariado e integral. En la presente investigacin se aporta al
estudio integral de la rotacin de personal un cuestionario
para medir la importancia que los trabajadores conceden
a los aspectos laborales e identificar su relacin con la intencin de abandonar la organizacin. Igualmente, se consideran los aspectos no controlables por la empresa, que
pudieran funcionar como incentivos para irse de esta.
Una sugerencia estriba en la conveniencia de tomar en
cuenta otras variables como la satisfaccin, los aspectos
sociodemogrficos y la agresin laboral, a fin de comprender mejor la perspectiva de los trabajadores sobre
su permanencia en un mismo sitio. Como complemento,
cuando el empleador confa en sus trabajadores y les permite expresar sus opiniones (Pfeffer, 2006) para mejorar
sus actividades, sin dejar de controlarlas, se reduce la intencin de abandono y promueve trabajadores con un
nivel importante de competitividad y lealtad.
Por otra parte, es pertinente considerar tambin el punto
de vista del empleador. Sobre esta aproximacin existen
diversas posturas que convergen en que el empleador percibe que la intencin de abandono se presenta en el personal que no est comprometido, ni capacitado, o que no
es leal, ni productivo. Si la idea del empleador es que debe
contratar y retener a los trabajadores que ayuden a un
desempeo competitivo de la organizacin, entonces los
empleados que no se ajusten a esta necesidad empresarial
y tomen la decisin de dejar la empresa la beneficiarn
(Tuttle, 1977) en lugar de causarle un dao.
Aunque se ha advertido que, si bien es importante que el
empleador contrate empleados competitivos, no debe perderse de vista que una tasa de rotacin de personal menor
a un 10% puede resultar un problema para la organizacin (Howes, 2011). El argumento surge de la idea de que
el trabajador con una larga permanencia en la empresa
puede llegar a un estado de confort sin que aporte nuevas
acciones de crecimiento o de mejora hacia la organizacin
(sin embargo, esta postura de separar un empleado solamente por su antigedad ira contra los derechos laborales). En ese sentido, los empleadores deben estar alerta
en su intencin de contratar trabajadores competitivos,
158

comprometidos y leales, para no dar acceso a su organizacin a trabajadores que pudieran presentar conductas
delictivas. Por ello, se recomienda que los empleadores mejoren sus tcnicas y procesos de reclutamiento, seleccin
y contratacin (Work, 2012), incluso cuando se busquen
nuevas opciones, dependiendo el puesto a cubrir, entre las
personas con capacidades diferentes (Gold, Oire, Faian y
Wewiorski, 2012), pues la seleccin apropiada de personas
con capacidades diferentes reduce significativamente la
intencin de abandono y, como consecuencia, la rotacin
de personal, debido a que estas tpicamente muestran un
alto nivel de lealtad y compromiso.
En vinculacin con lo antedicho, se ha sugerido (Ryu y Lee,
2013) que el empleador debe mantener una relacin en
forma de U invertida entre la rotacin de personal y el
desempeo organizacional. Esto implica que la administracin debe tratar de encontrar y mantener un equilibrio
de la rotacin de personal, con el fin de aumentar el rendimiento de la organizacin, sin perder a los trabajadores
de mayor rendimiento laboral y mayor proclividad a la innovacin. En esta direccin, se ha mostrado que las organizaciones de bajo nivel de innovacin presentan un
ndice mayor de rotacin de personal, que aquellas que poseen un alto nivel de innovacin (Young, Charns y Shortell,
2001; Berman y Kim, 2010; Ryu y Lee, 2013).
En suma, es de notar que el empleado busca obtener un
trabajo que llene sus expectativas, que le genere una estabilidad laboral, que le cause satisfaccin y del que obtenga un beneficio econmico. En cambio, el empleador
busca un trabajador competitivo, comprometido, leal e innovador. El empatar ambas percepciones es, sin duda, un
reto administrativo que aumentara la satisfaccin laboral
y reducira significativamente la intencin de abandonar la
empresa y, como adhesin, la rotacin de personal.
Para prever la rotacin laboral, adems de medir las actitudes de los trabajadores hacia su empleo, es necesario
incorporar una medida que incluya tanto la valoracin del
equilibrio entre los costes y los beneficios que obtiene el
empleado, como de las oportunidades de empleo que da
el mercado laboral en situaciones de crecimiento y prosperidad o en situaciones de crisis econmica en el pas en
que se haga el estudio (OCDE, 1996). Por ello, en estudios
subsecuentes tendra relevancia incluir el ndice de desempleo como variable moderadora, pues puede suceder que
el empleado desee irse de la empresa, pero no lo consiga
(March y Simon, 1958; Mobley, 1977; Lambert et al., 2001;
Fuller et al., 2006; Cohen, 2007), porque el mercado laboral tenga limitadas las opciones o simplemente porque
no haya oportunidades y entonces el empleado ha de
cuidar su trabajo aunque no est a gusto.

R E V. I N N OVA R VO L . 2 6 , N M . 6 2 , O CT UB R E - DI CI E M B R E DE 2016

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R E V. I N N OVA R VO L . 2 6 , N M . 6 2 , O CT UB R E - DI CI E M B R E DE 2016

RE V I S TA

INNOVAR

INFORMACIN EDITORIAL
INFORMACIN EDITORIAL

INNOVAR surgi como revista acadmica de los departamentos de Gestin Empresarial y Finanzas de la Facultad de Ciencias Econmicas de la Universidad Nacional de Colombia en
1991, con el propsito de servir como medio de difusin de
los trabajos de investigacin en el campo de la administracin de empresas y de la contadura pblica. Est dirigida a
estudiantes, docentes e investigadores interesados en temas
tericos, empricos y prcticos de las ciencias sociales y administrativas.
Durante los tres primeros nmeros tuvo una periodicidad
anual. A partir de 1993 cambi su nombre por INNOVAR,
Revista de Ciencias Administrativas y Sociales, desde el 2011
se publica con una frecuencia trimestral. El tiraje de cada
edicin es de 350 ejemplares, que circulan nacional e internacionalmente, bajo las modalidades de suscripcin, canje
institucional y venta al pblico a travs de distribuidores comerciales en las principales libreras del pas.
El contenido de la revista est distribuido en secciones, formadas por artculos que giran alrededor de diversos temas
como cultura de la empresa, gestin y economa internacional, mercadotecnia y publicidad, historia empresarial, gestin
de la produccin, docencia, narcotrfico y sociedad, relaciones industriales, administracin pblica, medio ambiente,
factor humano, contabilidad, finanzas, costos, organizaciones, debates bibliogrficos y reseas de libros actuales sobre
estos tpicos.
Los contenidos de los artculos son responsabilidad de los autores, y la poltica editorial es abierta y democrtica.
Para la publicacin de trabajos en INNOVAR, el autor debe hacer llegar su contribucin a la direccin de la revista, de acuerdo con las especificaciones contempladas en nuestras pautas,
y escrita de forma clara, concisa y, en especial, con rigurosidad
tanto en los planteamientos como en la argumentacin de lo
expuesto en su documento. A continuacin se inicia el proceso de evaluacin cuyos resultados permiten al comit editorial
establecer la aceptacin plena del artculo o la solicitud de modificaciones y ajustes que el autor debe efectuar para someter
nuevamente el documento a evaluacin.
Para la adquisicin de nmeros anteriores, el interesado
puede comunicarse con la direccin de INNOVAR, Facultad
de Ciencias Econmicas, edificio 310, Universidad Nacional
de Colombia, Ciudad Universitaria, o al correo electrnico:
[email protected].

JOURNAL

Editorial information

INNOVAR emerged as an academic journal published by the


Entrepeneurial Management and Finance Departments of the
Economic Sciences School at Universidad Nacional de Colombia in 1991; it was designed as a vehicle for broadcasting
research work in the field of business administration and public accountancy. It is aimed at students, teachers and researchers interested in theoretical, empirical and practical
themes related to the social and administrative sciences.
The first three numbers were published annually. From 1993
onwards the journal changed its name to INNOVAR, Revista
de Ciencias Administrativas y Sociales and is currently edited
four times a year with 350 printed copies. Up to date INNOVAR is one of the most recognised journals in the fields of Business Administration and Social Sciencies in Colombia.
The journals content is divided into sections made up of articles dealing with different themes such as: business culture;
international management and economics; marketing techniques and publicity; entrepreneurial and business history; production management; teaching; narcotrafficking and society;
industrial relationships; public administration; the environment; the human factor; accountancy; finance; costs; organisations; bibliographical debates; and reviews of current books
dealing with these topics.
The content of an article is the authors responsibility; editorial policy is open and democratic.
To have an article published in INNOVAR an author must
send his/her contribution to the journal e-mail address, according to those specifications contemplated in our guidelines. Such articles must be clearly and concisely written, the
authors paying rigorous attention to both how matters are
raised, approached and argued in their documents. An evaluation process is then begun whose results lead to the editorial committee being able to accept an article in its entirety
or request modifications and adjustments, which an author
must make before submitting the document for evaluation
again.
Interested parties can obtain back-copies of previous issues by getting in touch with the office managing INNOVAR, at the Facultad de Ciencias Econmicas, edificio 310,
Universidad Nacional de Colombia, Ciudad Universitaria, Bogot, Colombia, South America, at e-mail address:
[email protected].

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INNOVAR

INFORMACIN EDITORIAL

JOURNAL

Information ditoriale

Informao editorial

INNOVAR apparat comme une revue acadmique appartenant aux dpartements de gestion et finances de la Facult
de Sciences Economiques de lUniversit Nationale de la Colombie en 1991, avec le propos de se constituer en un moyen de diffusion des rsultats de la recherche en matire de
gestion dentreprises et de comptabilit publique. Celle-ci est
dirige aux tudiants, enseignants et chercheurs intresss
aux sujets thoriques, empiriques et pratiques des sciences
sociales et administratives.

INNOVAR surgiu como uma revista acadmica dos departamentos de Gesto Empresarial e Finanas da Faculdade de
Cincias Econmicas da Universidad Nacional de Colombia
em 1991, com o propsito de servir como meio de difuso
dos trabalhos de investigao no campo da administrao de
empresas e da contabilidade pblica. dirigida a estudantes,
docentes e investigadores interessados em temas tericos,
empricos e prticos das cincias sociais e administrativas.

Les trois premiers numros ont eu une priodicit annuelle.


Ds 1993 elle a chang son nom INNOVAR, revista de ciencias administrativas y sociales et est publie actuellement
tous les trois mois. La revue a un tirage de 350 exemplaires,
qui circulent national et internationalement sous des modalits dabonnement, change institutionnel et vente directe
travers les principales librairies du pays.
La revue est distribue en sections, touchant plusieurs thmes
tels que la culture de lentreprise, la gestion et lconomie internationale, les techniques de march et publicit, lhistoire
des entreprises, la gestion de la production, la pdagogie, le
trafique de drogues et la socit, les relations industrielles,
ladministration publique, lenvironnement, le facteur humain,
la comptabilit, les finances, les cots, lorganisations, les dbats bibliographiques et les reports de livres actuels traitant
ces mmes thmes.
Le contenu des articles est la responsabilit des auteurs et la
politique ditoriale est ouverte et dmocratique.

Durante os trs primeiros nmeros teve uma periodicidade


anual. A partir de 1993 mudou seu nome a INNOVAR, revista de ciencias administrativas y sociales e sua periodicidade
atual trimestrais, com uma tiragem de 350 exemplares, que
circulam nacional e internacionalmente baixo as modalidades de assinatura, permuta institucional e venda ao pblico
atravs de distribuidores comerciais nas principais livrarias do
pas.
O contedo da revista est distribudo em sees formadas
por artigos que giram ao redor de diversos temas como cultura da empresa, gesto e economia internacional, mercadologia e publicidade, histria empresarial, gesto da produo,
docncia, narcotrfico e sociedade, relaes industriais, administrao pblica, meio ambiente, fator humano, contabilidade, finanas, custos, organizaes, debates bibliogrficos e
resenhas de livros atuais sobre estes tpicos.
Os contedos dos artigos so de responsabilidade dos autores. A poltica editorial aberta e democrtica.

Pour la publication des travaux dans INNOVAR, lauteur doit


adresser son travail la direction de la revue suivant nos conventions ; crire de faon claire, concise et surtout avoir de
la rigueur tantt au niveau des ides prsentes que dans
largumentation de celles-ci. Lors dun processus dvaluation,
le comit ditorial tablit soit la pleine acceptation de larticle,
soit la demande de modifications de la part de lauteur afin
que le document puisse tre prsent a nouveau.

Para a publicao de trabalhos na INNOVAR, o autor deve


enviar sua contribuio direo da revista, de acordo com
as especificaes contempladas em nossas pautas, e escrito
de forma clara, concisa e, em especial, com rigorosidade tanto nas propostas como na argumentao do exposto no seu
documento. Em seguida iniciado o processo de avaliao
cujos resultados permitem ao Comit Editorial estabelecer a
aceitao plena do artigo ou a necessidade de modificaes
e ajustes que o autor deve efetuar para submeter novamente
o documento avaliao.

Pour lacquisition de numros prcdents, prire de se communiquer avec la direction de INNOVAR, Universidad Nacional de Colombia, Ciudad Universitaria, Facultad de Ciencias
Econmicas, edificio 310, (Bogot-Colombie), au mail:
[email protected].

Para a aquisio de nmeros anteriores, o interessado pode


comunicar-se com a direo de INNOVAR, Facultad de Ciencias Econmicas, edificio 310, Universidad Nacional de Colombia, Ciudad Universitaria. Tambm atravs do e-mail:
[email protected].

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INNOVAR

INFORMACIN EDITORIAL
PAUTAS PARA LOS
COLABORADORES
PAUTAS GENERALES PARA LOS ARTCULOS
Las polticas editoriales de la revista contemplan la publicacin de temticas administrativas y sociales en un tipo de
artculos especficos:
Artculos de investigacin: este tipo de artculo presenta
de forma detallada los resultados originales de proyectos
de investigacin. Su estructura incluye cuatro apartes importantes: introduccin, metodologa, resultados y conclusiones.
Artculos de reflexin: este tipo de artculo presenta resultados de investigacin desde una perspectiva analtica, interpretativa o crtica del autor, sobre un tema especfico,
recurriendo a fuentes originales.
Artculo de revisin: este tipo de artculo deber ser resultado de una investigacin donde se analizan, sistematizan e
integran los resultados de investigaciones publicadas o no
publicadas, sobre un campo en ciencia y tecnologa, con el
fin de dar cuenta de los avances y las tendencias de desarrollo. Debe presentar una cuidadosa revisin bibliogrfica
de por lo menos 50 referencias.

DIRECTRICES PARA LOS RESMENES


DE LOS ARTCULOS
Extensin
Se prefiere que los resmenes tengan mximo entre 1500
y 2000 caracteres. La extensin debe ser proporcional con
el tamao del artculo; es decir, los artculos menos extensos requerirn un resumen corto, mientras que un artculo
extenso tendr un resumen con el mximo de caracteres.

Redaccin
a. Los resmenes deben ser claros y fciles de leer, y proporcionar informacin suficiente para que los lectores puedan comprender el asunto del artculo.
b. Las frases deben tener una ilacin lgica.
c. El resumen debe escribirse en un espaol gramaticalmente correcto.

Elementos clave en la redaccin


Los resmenes deben presentar los siguientes elementos
clave de forma precisa y breve, sin extenderse en datos innecesarios. No deben contener tablas, figuras o referencias.
Su objetivo es reflejar con precisin el contenido del artculo. Estos elementos clave varan segn el tipo de artculo.

Elementos clave para artculos de investigacin


a. Propsito del estudio
b. Breve descripcin de las materias
c. Metodologa
d. Ubicacin del estudio (si es pertinente o de alguna particularidad)
e. Resultados, conclusiones y repercusiones

Elementos clave para artculos de reflexin


a. Tema principal
b. Desarrollo lgico del tema
c. Punto de vista del autor
d. Repercusiones, inferencias o conclusiones

Elementos clave para artculos de revisin


(debate bibliogrfico)
a. Alcance de la revisin
b. Periodo de las publicaciones revisadas
c. Origen de las publicaciones
d. Tipos de documentos revisados
e. Opinin del autor sobre la literatura estudiada, aspectos
destacables o informacin sobre algunos hallazgos que
resultaron de la investigacin
f. Conclusiones sobre las lneas de investigacin estudiadas

PAUTAS ESPECFICAS
PARA ARTCULOS Y RESEAS
El comit editorial de INNOVAR considerar los siguientes
aspectos para aceptar o rechazar en primera instancia los
artculos y reseas elegibles para publicacin. De tal modo,
solicitamos a nuestros colaboradores que tengan presente
estas recomendaciones:

JOURNAL

1. Solo sern considerados para publicacin trabajos inditos cuyos aportes sean originales. No es aceptable la
presentacin de artculos publicados en otros idiomas
o cuyos resultados estn publicados.
2. El artculo que se someta a la revista no puede estar
bajo evaluacin en otro medio.
3. Los autores deben ser profesionales, docentes e investigadores con una formacin mnima de posgrado y expertos en el tema.
4. El contenido de los artculos es responsabilidad de los
autores, y la poltica editorial es abierta y democrtica.
5. El ttulo del artculo debe ser conciso y corresponder al
contenido, sin dejar de sealar especficamente el tema
o la materia estudiada.
6. Toda aclaracin sobre el trabajo (carcter, agradecimientos, colaboradores, etc.) se indicar en una pgina
de presentacin en la que se incluye el resumen, palabras clave y datos de los autores del artculo.
7. Para cada artculo se debe adjuntar la clasificacin del
Journal of Economic Literature (JEL Classification) segn la temtica que corresponda, de acuerdo con los
cdigos establecidos para bsquedas internacionales
de produccin bibliogrfica (los cdigos deben ser especficos y no ms de 3). Esta clasificacin se puede
consultar en: http://www.aeaweb.org.
8. Para la extensin de los artculos se sugiere entre 5 mil
a 8 mil palabras. Sin embargo, ningn artculo enviado podr superar las 10 mil palabras, incluyendo referencias.
9. Los originales deben enviarse en formato de Word al
correo electrnico ([email protected]). Todos
los artculos deben contener resumen y palabras clave
(mnimo cuatro). Asimismo, las grficas, tablas, imgenes y dems elementos deben incluirse en el cuerpo del
texto en un formato editable o adjuntarse en los programas originales en los que se realizaron.
10. Las reseas, que son textos de caracter divulgativo, no
deben superar las 1500 palabras y deben entregarse
tambin en archivo de Word, acompaadas de una imagen de la cartula del libro o de la publicacin que se
est reseando (.jpg, de mnimo 300 dpi).
11. En el momento de presentar un artculo, cada autor deber cumplimentar, firmar y remitir por correo electrnico una ficha en la que se incorporan sus datos completos, adems de declarar que el artculo postulado es
indito y que no se encuentra en proceso de evaluacin
en otra revista.
12. Las referencias bibliogrficas, dentro del texto corrido
de los artculos, emplearn el sistema parenttico (apellido, ao, pgina), as: (Nieto, 1992, p. 4). Al final del
contenido del artculo debe incluirse el listado de referencias bibliogrficas, en orden alfabtico (incluyendo
comas, parntesis, puntos, maysculas y cursivas), siguiendo las normas de citacin y de estilo de la American Psychological Association (APA), sexta edicin. Se
debe asegurar que el nmero de referencias que se indique sea el mismo que las citadas dentro del artculo
(ni mayor ni menor). Tambin, en caso de que las referencias cuenten con DOI, se debe indicar en las mismas
(para mayor informacin comunquese con la coordinacin editorial).

PROCESO DE EVALUACIN
La revista podr desestimar la publicacin de un artculo
si, por decisin interna, se determina que no cumple con
ciertos estndares acadmicos o editoriales. Adems, si se
detecta que un artculo postulado ya ha sido publicado total o parcialmente, o si existen trabajos similares ya publicados por los mismos autores y se establece que la contribucin del artculo es residual, ser rechazado definitivamente del proceso

Convocatoria de evaluadores. Los artculos postulados


sern puestos bajo la atencin de expertos en el tema, para
que de manera independiente (evaluacin ciega) concepten sobre el trabajo, considerando los siguientes criterios:
calidad o nivel acadmico, originalidad, aporte al conocimiento y a la docencia, claridad en la presentacin, claridad de la redaccin y de la literatura, inters y actualidad del tema.
El evaluador tiene la potestad de emitir su concepto en el
formato sugerido o de la manera que a bien tenga. La revista ha revisado previamente los perfiles de los evaluadores
y considera que tienen el bagaje acadmico suficiente para
desarrollar su labor con total independencia.

Confidencialidad. El proceso de evaluacin de la revista


se realizar bajo las condiciones del arbitraje doblemente ciego. La revista reserva todos los datos de los auto-

res y revisores, y los detalles y resultados del proceso nicamente se revelarn a los directamente involucrados (autores, evaluadores y editores). Se pide a los autores que
al momento de elaborar sus artculos eviten una excesiva
autocitacin o cualquier tipo de dato en el cuerpo del texto
que ofrezca pistas sobre su identidad o la del grupo autoral.
Asimismo, las alusiones a proyectos de investigacin relacionados con los artculos o los agradecimientos, se deben
incluir en el texto solo si el artculo resulta aprobado (no
obstante, se debe informar a los editores estos datos para
evitar eventuales conflictos de intereses en el contacto de
lectores del trabajo).

Tiempos de evaluacin. Entre la convocatoria de los pares, su aceptacin y entrega del concepto transcurre un
tiempo promedio de ocho (8) meses. Sin embargo, ese periodo puede ser menor o mayor, de acuerdo con la disponibilidad de los revisores y otros factores que pueden dilatar
o acelerar el proceso. La revista solo remitir a los autores
una comunicacin oficial sobre su artculo, una vez tenga
un resultado decisorio sobre la aceptacin completa, aceptacin condicionada (con cambios leves) o rechazo (con modificaciones que implican un replanteamiento sustancial de
la propuesta. De igual manera informar cuando el artculo
escapa del inters de la revista).

Entrega de correcciones. Si los conceptos de los pares sugieren modificaciones leves, los autores debern ceirse a
una lnea de tiempo que no exceda las ocho (8) semanas. Si
un artculo recibe conceptos que suponen modificaciones
sustanciales, y la Direccin estima que puede ser aceptado para un nuevo ciclo de evaluaciones, los autores tendrn que remitir sus ajustes en un periodo no mayor a 16
semanas. En todos los casos, se deber entregar un reporte anexo relacionando los cambios que se efectuaron en
la propuesta.

Rechazo de artculos. El propsito del proceso de evaluacin en INNOVAR, adems de validar los avances en el
conocimiento en nuestras reas temticas, es el de ofrecer
una oportunidad a los autores de mejorar sus propuestas y
afinar sus planteamientos, hacia la construccin de artculos ms slidos. En este sentido, esperamos que los autores sepan aprovechar los comentarios de los evaluadores
cuando su documento resulta descartado para publicacin.
Aunque la revista est dispuesta a recibir artculos replanteados, se pide a los autores no volver a someter una versin corregida de un artculo rechazado antes de un lapso
que oscila entre los tres (3) a seis (6) meses. El editor informar a los autores del tiempo que debern esperar, si expresan inters de volver a someter su artculo. El rechazo
definitivo de un artculo, se dar cuando no corresponda a
la lnea editorial o temtica de la revista, o cuando la Direccin as lo exprese.

Reseas. Por ser de ndole divulgativo, las reseas sern


evaluadas internamente por el equipo editorial de la revista
para definir su publicacin.

NOTAS DE INTERS
El envo de un artculo a un proceso de evaluacin no
obliga al Comit editorial de INNOVAR ni a sus editores a
realizar la publicacin.
Los artculos y las reseas se recibirn sin interrupciones todo el ao.
Si la coordinacin de la revista no acusa recibo de la postulacin de un trabajo dentro de un lapso de ocho (8) das
o si no ha recibido respuesta a cualquier tipo de mensaje
en ese plazo, por favor, redirija su mensaje al correo electrnico opcional: [email protected]
Cuando un artculo es aprobado, el(los) autor(es)
cede(n) los derechos de publicacin a la Escuela de Administracin de Empresas y Contadura Pblica de la Facultad de Ciencias Econmicas de la Universidad Nacional de Colombia.
Los artculos publicados en INNOVAR no pueden aparecer en ningn medio masivo de comunicacin sin ser citada la publicacin previa en Innovar. En el caso de publicaciones de recopilacin, los autores debern pedir
autorizacin expresa a la revista y/o a la Escuela de Administracin de Empresas y Contadura Pblica.

Revista INNOVAR, Facultad de Ciencias Econmicas,


Universidad Nacional de Colombia, edificio 310,
primer piso, Centro Editorial, Ciudad Universitaria.
Telfono (57) (1) 3165000, ext. 12308/12367
Correo electrnico: [email protected]
[email protected]
Pgina web: www.innovar.unal.edu.co

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INNOVAR

INFORMACIN EDITORIAL
GUIDELINES FOR
CONTRIBUTING AUTHORS
GENERAL POINTS ABOUT ARTICLES
The journals publisher policy contemplates publishing specific articles on administrative and social topics:
Research articles: this type of article presents detailed original results from research projects. Its structure has four important parts: introduction, methodology, results and conclusions.
Reflection articles: this type of article presents the results
of research from an authors original source-based analytical, interpretative or critical perspective on a specific topic.
Review articles: this type of article must be the result of research analysing, systematising and integrating published
or unpublished research results in a field of science and
technology giving an account of advances and trends in
R&D. It must give a careful bibliographic review having at
least 50 references.

SPECIFIC GUIDELINES FOR ABSTRACTS


A maximum of 1.500 to 2.000 characters is preferred. The
length may be proportionate to the article. That is, shorter
articles warrant shorter abstracts, whereas an abstract for
a longer article may be at the maximum.

Construction
Abstracts should be clear and easy to read with enough
detail to help the reader understand what the article is
about.
Sentences should flow logically.
The abstract should be written with correct English-language grammar and spelling.

Elements
Key elements for an abstract vary according to the type of
article. Note: the order in which key elements are placed
may vary from article to article for any type.

Key Elements for Experimental/Research Articles


Study purpose
Brief description of the subjects
Methodology
Study location (if important or unusual)
Results, conclusions or implications.

Key Elements for Discussion Articles


Major theme
Logical development of the theme
Authors point of view
Implications, inferences, or conclusions.

Key Elements for Literature/Research Reviews


Scope of the review
Publication time span
Publication origin
Types of documents reviewed
Authors opinion of the reviewed literature, particularly
unique or important research findings
Conclusions about the research trends.
Abstracts should present key elements precisely and concisely, with no extraneous information. Abstracts should not
contain data tables, figures, or references. Most of all, they
must accurately reflect the content of the article.

SPECIFIC GUIDELINES FOR ARTICLES AND REVIEWS


INNOVARs publisher committee will consider the following aspects for accepting or rejecting eligible articles and reviews
for publication in the first instance. Our contributors are thus
asked to take the following recommendations into account:
1. Only unpublished works whose contributions are original will be accepted for publication. Submission of articles published in other languages or whose results have
been published is unacceptable;
2. Articles submitted to the journal cannot be under evaluation by another medium;

JOURNAL

3. Authors must be professionals, professors and researchers having at least postgraduate training and be experts on the topic;
4. The content of an article is an authors responsibility,
publisher policy being open and democratic;
5. An articles title must be concise and correspond to its
content whilst specifically indicating the topic or material being studied;
6. All clarifications regarding the work (character, acknowledgments, collaborators, etc.) shall be indicated
on a presentation page which includes the abstract, keywords and data on the authors of the article;
7. Each article must give the Journal of Economic Literature classification (JEL classification) to which it corresponds, according to the codes established for international searches of bibliographic production (the
codes must be specific, no more than 3 being given).
Such classification can be consulted at: http://www.
aeaweb.org.
8. It is suggested that the articles have between 5000
and 8000 words. However, no article submitted shall
have more than 10,000 words, including references;
9. Original articles must be sent to our e-mail ([email protected]). All files must contain the text in
Word, an analytical summary and the articles key words
(a minimum of four). At the same time, the graphics, tables, images and other elements must be included within
the body of the text in an editable format or annexed in
the original programs in which they were created;
10. The reviews, which are texts in the nature of publicity,
must not total more than 1500 words and must also be
submitted in Word files, accompanied by an image of
the cover of the book or other publication that is being
summarized (jpg, of a minimum of 300 dpi);
11. When delivering material, each author must complete,
sign and send a form by e-mail which will provide a record of her/his complete data, as well as declaring that
the article being put forward for consideration is unedited and is not being evaluated by any another journal.
12. Bibliographic citations within the text of an article
must use the parenthetical system (surname, year,
page), as follows: (Nieto, 1992, p. 4). A list of bibliographic references must be included at the end of the complete text of an article, in alphabetic order of authors
surnames (including commas, brackets, full-stops, capital and italic letters), following the American Psychological Association (APA), sixth edition, referencing
and style system for presenting publishable articles.
Authors must verify that listed references correspond
to the cites within the body of the paper (neither more
nor less). Additionally, when references count on a DOI
number this must be included in the list (for further information, you may enter the journals web page or get
in touch with staff in the editorial office).

EVALUATION PROCESS
The journal has the right to reject publication of an article
if, by internal decision, it determines that the article does
not fulfill certain academic or editorial standards. Additionally, if it is found that a submitted article has already been
totally or partially published, or if similar works exist that
have already been published by the same authors and it is
determined that the articles contribution is residual, it will
definitively be rejected.

Evaluators role. Articles being put forward for consideration will be scrutinised by experts on the topic so that they
may independently give their concept of the work (blind
evaluation), taking the following criteria into consideration:
quality or academic level, originality, contribution towards
knowledge and teaching, clarity in presentation, clarity in
how the work has been written and the literature used and
cited, interest and topicality of the subject matter.
The evaluator may deliver his/her anonymous concept in
the suggested format or in the way which suits him/her
best. The journal has previously reviewed the evaluators
academic profiles and considers that they have sufficient
academic experience and knowledge for working independently.

Confidentiality. The journals evaluation will involve double-blind review conditions. The journal reserves all data
pertaining to the authors and reviewers; the details and results of the process will only be revealed to those directly
involved (authors, evaluators and editors). All authors are
asked to avoid excessively citing themselves when writing
their articles and avoid putting any type of data within the
body of the text offering clues as to their identity or that

of the group of authors. Likewise, allusions to research projects related to the articles or such like acknowledgements
may only be included in the text if the article is approved
(nevertheless, the editors must be informed of such data to
avoid eventual conflicts of interest when readers come into
contact with the work).

Evaluation time. An average of eight (8) months elapses


between the time when reviewers have been asked to give
their peer evaluation of any work, its acceptance and the
delivery of their opinion. However, such period may be shorter or longer depending on reviewers availability and other
factors which could postpone or accelerate the process. The
journal will only send prospective authors an official communication about their articles once a decision has been
made on whether to offer complete acceptance, conditional acceptance (slight changes must be made) or reject the
article (modifications must be made which imply substantial rethinking of the proposal, or similarly when an article submitted for consideration has nothing to do with the
journals field of interest).

Making corrections and sending in the corrected manuscript. If the peers opinions suggest that slight modifications should be made, then authors must adhere to a
time-line which will not exceed eight (8) weeks. If the peers
opinions demand that an article be submitted to substantial modification and the editorial committee considers
that it could be accepted for a new cycle of evaluations,
then the authors will have to remit their adjustments within
a period no greater than 16 weeks. In all cases, a report
must be attached in which all changes made to the proposal have been related.

Rejecting an article. The purpose of the evaluation process in Innovar (as well as validating advances being made
in knowledge (know-how) in our thematic areas) is to offer
authors an opportunity to improve their proposals, refine
their thinking, so that they construct more solid articles. We
would thus expect that authors know how to take advantage of evaluators comments when their document has been
rejected for publication. Even though the journal is willing
to receive rethought/reworked articles, authors are asked
not to resubmit a corrected version of a rejected article before three (3) to six (6) months have elapsed. The editor will
inform the authors of the time they must wait if they have
expressed an interest in resubmitting their article. An article may receive a definitive rejection when it does not correspond to the journals editorial or thematic line, or when
the editorial committee expresses its considered decision
to reject it.

Reviews. As these are informative by nature, reviews will


be evaluated internally by the journals editorial team who
will decide on whether to publish them.

NOTES OF INTEREST
An article having been sent to the journal and its eventual submission to an evaluation process does not oblige Innovars Editorial Committee or its editors to publish
such work.
Articles and reports will be received without interruption
throughout the whole year.
If the journals coordination office has not acknowledged receiving work submitted for consideration with a
lapse of eight (8) days, please redirect your massage to
the following optional e-mail: [email protected]
All authors cede their publication rights to the Universidad Nacional de Colombias School of Business Administration and Public Accountancy (Economics Faculty)
when an article has been approved for publication.
The articles published in Innovar must not appear in any
other means of mass communication without citing prior
publication in Innovar. In the case of publications which
are compilations of other work, then the authors must
ask the journal and/or the School of Business Administration and Public Accountancys express authorisation
to submit such work.

Revista INNOVAR, Facultad de Ciencias Econmicas,


Universidad Nacional de Colombia, edificio 310,
primer piso, Oficina Centro Editorial,
Ciudad Universitaria.
Tel. (57) (1) 3165000, ext. 12308/12367
E-mail: [email protected]
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RE V I S TA

INNOVAR

INFORMACIN EDITORIAL
PAUTAS PARA OS
COLABORADORES
PAUTAS GERAIS PARA OS ARTIGOS
As polticas editoriais da revista contemplam a publicao
de temticas administrativas e sociais em um tipo de artigos especficos:
Artigos de investigao: Este tipo de artigo apresenta de
forma detalhada os resultados originais de projetos de investigao. Sua estrutura inclui quatro partes importantes:
introduo, metodologia, resultados e concluses.

JOURNAL

inditos cujas contribuies sejam originais. No aceitvel a apresentao de artigos publicados em outros
idiomas ou cujos resultados estejam publicados.
2. O artigo que seja submetido revista no pode estar
pendente de avaliao em outro meio.
3. Qualidade dos autores: Os autores devem ser profissionais, docentes e investigadores com uma formao mnima de ps-graduao e experts no tema.
4. O contedo dos artigos de responsabilidade dos autores e a poltica editorial aberta e democrtica.
5. O ttulo do artigo deve ser conciso e corresponder ao
contedo, sem deixar de demonstrar especificamente o
tema ou a matria estudada.

Artigos de reflexo: Este tipo de artigo apresenta resultados de investigao desde uma perspectiva analtica, interpretativa ou crtica do autor, sobre um tema especfico, recorrendo a fontes originais.

6. Toda aclarao sobre o trabalho (carter, agradecimentos, colaboradores, etc) ser indicada em uma pgina de
apresentao na qual se incluir o resumo, palavras chave e dados dos autores do artigo.

Artigos de reviso: Este tipo de artigo resultado de uma


investigao onde se analisam, sistematizam e integram os
resultados de investigaes publicadas ou no publicadas,
sobre um campo em cincia e tecnologia, com o fim de dar
conta dos avanos e tendncias de desenvolvimento. Deve
apresentar uma cuidadosa reviso bibliogrfica de pelo
menos 50 referncias.

7. Para cada artigo deve-se anexar a classificao do Journal of Economic Literature (JEL Classification) segundo
a temtica correspondente, de acordo com os cdigos
estabelecidos para pesquisas internacionais de produo bibliogrfica (os cdigos devem ser especficos e
no superiores a 3). Esta classificao pode ser consultada em: http://www.aeaweb.org.

DIRETRIZES PARA OS RESUMOS DOS ARTIGOS

8. Quanto extenso dos artigos sugere-se entre 5 mil a


8 mil palavras. Sem embargo, nenhum artigo enviado
poder superar 10 mil palavras, incluindo referncias.

Extenso
prefervel que os resumos tenham mximo entre 1500 e
2000 caracteres. A extenso deve ser proporcional ao tamanho do artigo. Ou seja, os artigos menos extensos requerero um resumo curto, enquanto que um artigo extenso
ter um resumo com o mximo de caracteres.

Redao
a. Os resumos devem ser claros e fceis de ler e proporcionar informao suficiente para que os leitores possam
compreender o assunto do artigo.
b. As frases devem ter uma ilao lgica.
c. O resumo deve ser escrito em um espanhol gramaticalmente correto.

Elementos chave na redao


Os resumos devem apresentar os seguintes elementos chave de forma precisa e breve, sem se estender em dados desnecessrios. No devem conter tabelas, figuras ou referncias. Seu objetivo refletir com preciso o contedo do artigo. Estes elementos chave variam segundo o tipo de artigo.

Elementos chave para artigos de investigao


a Propsito do estudo
b. Breve descrio das matrias
c. Metodologia
d. Posicionamento do estudo (se pertinente ou de alguma
particularidade)
e. Resultados, concluses e repercusses

9. Os artigos devem ser entregues atravs de um documento em formato Word, contendo o texto original, resumo analtico e palavras chave (mnimo quatro), a nosso
email ([email protected]). Da mesma forma,
os grficos, tabelas, imagens e demais elementos devero estar includos no corpo do texto, em um formato
passvel de edio, ou adjuntos aos programas originais
nos que se realizaram.
10. A s resenhas, que so textos de carter divulgativo, no
devero superar 1500 palavras e devem ser entregues
tambm em arquivo de Word, acompanhadas de uma
imagem da capa do livro ou da publicao que est sendo resenhada (.jpg, de, no mnimo, 300 dpi).
11. No momento de entregar o material, cada autor dever
preencher, assinar e remeter por e-mail uma ficha que
contenha seus dados completos, alm de declarar que o
artigo apresentado indito e que no se encontra em
processo de avaliao em outra revista.
12. As referncias bibliogrficas, dentro do texto corrido dos
artigos, empregaro o sistema parenttico (sobrenome,
ano, pgina), assim: (Nieto, 1992, p. 4). Ao final do contedo do artigo deve ser includa a lista de referncias
bibliogrficas, em ordem alfabtica (incluindo vrgulas,
parnteses, pontos, maisculas e itlicas), seguindo as
normas de citao e de estilo da American Psychological Association (APA), sexta edio, para a apresentao
dos artigos publicveis. Deve-se garantir que o nmero
de referncias que se indique seja o mesmo que as citadas no artigo (nem maior nem menor). Tambm, caso as
referncias contem com DOI, este deve ser indicado (para
maiores informaes pode-se acessar o site da revista ou
comunicar-se com a coordenao editorial).

Elementos chave para artigos de reflexo


a. Tema principal

PROCESSO DE AVALIAO

b. Desenvolvimento lgico do tema

a. Alcance da reviso

A revista poder desconsiderar a publicao de um artigo


se, por deciso interna, estabelece-se que no cumpre com
certos padres acadmicos ou editoriais. Alm disso, caso
seja detectado que um artigo postulado j foi publicado
total ou parcialmente, ou que existam trabalhos similares
j publicados pelos mesmos autores e se estabelece que a
contribuio do artigo residual, ser este definitivamente
rechaado do processo.

b. Periodo das publicaes revisadas

Convocao de avaliadores. Os artigos apresentados

c. Origem das publicaes

sero colocados a disposio de especialistas no tema para


que, de maneira independente (avaliao cega) expressem
um conceito sobre o trabalho, considerando os seguintes
critrios: qualidade ou nvel acadmico, originalidade, contribuio ao conhecimento e docncia, claridade na apresentao, claridade da redao e da literatura, interesse e
atualidade do tema.

c. Ponto de vista do autor


d. Repercusses, inferncias ou concluses

Elementos chave para artigos de reviso


(debate bibliogrfico)

d. Tipos de documentos revisados


e. Opinio do autor sobre a literatura estudada, aspectos
destacveis ou informao sobre algumas descobertas
resultantes da investigao
f. Concluses sobre as linhas de investigao estudadas

PAUTAS ESPECFICAS PARA ARTIGOS E RESENHAS


O Comit Editorial de INNOVAR considerar os seguintes
aspectos para aceitar ou recusar em primeira instncia os
artigos e resenhas, selecionados para publicao. Dessa
forma, solicitamos aos nossos colaboradores que tenham
em vista estas recomendaes:
1. Somente sero considerados para publicao trabalhos

O avaliador tem a faculdade de emitir seu conceito no formato sugerido ou da maneira que entender melhor. A revista examinou previamente os perfis dos avaliadores e considera que tm a bagagem acadmica necessria para desenvolver seu trabalho com total independncia.

Confidencialidade. O processo de avaliao da revista


ser realizado sob as condies da arbitragem duplamente
cega. A revista reserva todos os dados dos autores e reviso-

res, e os detalhes e resultados do processo sero revelados


unicamente aos diretamente interessados (autores, avaliadores e editores). Solicita-se aos autores que, no momento
da elaborao de seus artigos, evitem uma excessiva autocitao ou qualquer tipo de dado no corpo do texto que
oferea pistas sobre sua identidade ou do grupo autoral.
Da mesma forma, as aluses a projetos de pesquisa relacionados com os artigos, ou os agradecimentos, somente devem ser includos no texto em caso de aprovao do artigo
(no obstante, deve-se informar aos editores estes dados
para evitar eventuais conflitos de interesses no contato de
leitores do trabalho).

Perodo de avaliao. Entre a convocao dos pares, sua


aceitao e entrega do conceito, transcorre um tempo mdio de oito (8) meses. Sem embargo, esse perodo pode ser
menor ou maior, de acordo com a disponibilidade dos revisores e outros fatores que podem dilatar ou acelerar o
processo. A revista somente remeter aos autores uma comunicao oficial sobre seu artigo aps um resultado decisrio sobre a aceitao completa, aceitao condicionada (com pequenas modificaes) ou rechao (com modificaes que implicam uma reviso substancial da proposta.
Da mesma forma informar quando o artigo escapa ao interesse da revista).

Entrega de correes. Se os conceitos dos pares sugerem


pequenas modificaes, os autores devero limitar-se a um
perodo no superior a oito (8) semanas. Se um artigo recebe conceitos que supem modificaes substanciais, e a
Direo estima que pode ser aceito para um novo ciclo de
avaliaes, os autores tero que remeter seus ajustes em
um perodo no superior a dezesseis (16) semanas. Em todos os casos, deve ser entregue um relatrio anexo, relacionando as modificaes que foram efetuadas na proposta.

Rechao de artigos. O propsito do processo de avaliao


na INNOVAR, alm de validar os avanos no conhecimento
em nossas reas temticas, o de oferecer uma oportunidade aos autores de aperfeioarem e apurarem suas propostas, para a construo de artigos mais consistentes. Neste sentido, esperamos que os autores saibam aproveitar os
comentrios dos avaliadores quando seu documento seja
eventualmente descartado para publicao. Ainda que a
revista esteja disposta a receber artigos revistos, solicita-se
aos autores que voltem a submeter avaliao uma verso
corrigida de um artigo rechaado antes de um lapso temporal de trs (3) a seis (6) meses. O editor informar aos autores do tempo que devero esperar, caso expressem interesse em voltar a submeter seu artigo avaliao. O rechao
definitivo de um artigo ocorrer quando no corresponda
linha editorial ou temtica da revista, ou quando a Direo
assim o expresse.

Resenhas. Por serem de ndole divulgativa, as resenhas


sero avaliadas internamente pela equipe editorial da revista para definir sua publicao.

NOTAS DE INTERESSE
O envio de um artigo e sua eventual apresentao a um
processo de avaliao, no obriga o Comit Editorial da
INNOVAR nem os seus editores a realizar a publicao.
Os artigos e as resenhas sero recebidos ininterruptamente durante todo o ano.
Se a coordenao da revista no informar o recebimento
de um trabalho dentro de um perodo de oito (8) dias, favor reenviar sua mensagem ao e-mail opcional: [email protected]
Quando um artigo aprovado, o autor cede os direitos de publicao Escuela de Administracin de
Empresas y Contadura Pblica de la Facultad de Ciencias Econmicas de la Universidad Nacional de Colombia.
Os artigos publicados na INNOVAR no podem
aparecer em nenhum meio massivo de comunicao sem ser citada sua prvia publicao na revista. No caso de publicaes de recopilao, os autores devero solicitar expressa autorizao da revista INNOVAR e/ou da Escuela de Administracin de
Empresas y Contadura Pblica de la Facultad de Ciencias Econmicas de la Universidad Nacional de Colombia.

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RE V I S TA

INNOVAR

INFORMACIN EDITORIAL
NORMES POUR LES
COLLABORATEURS
RGLES GNRALES POUR LES ARTICLES
Les politiques dditions de la revue envisagent la publication darticles spcifiques sur des thmes administratifs et sociaux :
Articles de recherche: Ce genre darticle prsente de
faon dtalle les nouveaux rsultats de projets de recherches. Sa structure comprend quatre points importants :
lintroduction, la mthodologie, les rsultats et les conclusions.
Articles de rflexion: Ce genre darticle prsente des rsultats de recherche dans une perspective analytique, interprtative ou critique de lauteur, sur un sujet spcifique, en
faisant rfrence aux sources de lauteur.
Article de rvision: Ce genre darticle sera le rsultat dune
recherche qui analyse, systmatise ou intgre les rsultats
de recherches publies ou non, dans un domaine scientifique et technologique, afin de rendre compte des avances et des tendances de dveloppement. Il devra prsenter une rvision bibliographique minutieuse dau moins 50
rfrences.
Des articles de rflexion, des articles critiques et des
synthses de livres seront galement publis.

DIRECTIVES POUR LES RSUMS DES ARTICLES


Taille
Il est prfrable que les rsums comprennent entre 1500
et 2000 caractres au maximum. La taille doit tre proportionnelle celle de larticle. Cest--dire que plus larticle est
court et plus le rsum devra ltre alors que le rsum dun
article long aura le maximum de caractres.

Rdaction
a. Les rsums doivent tre clairs, faciles lire et donner
suffisamment dinformations pour que les lecteurs puissent comprendre le sujet de larticle.
b. Les phrases doivent avoir une suite logique.
c. Le rsum doit tre crit dans un espagnol grammaticalement correct.

lments cls dans la rdaction


Les rsums doivent prsenter les lments-cls suivants de
faon prcise et brve, sans stendre des donnes inutiles. Ils en doivent pas contenir de tableaux, de figures ou
de rfrences. Son but est de reflter avec prcision le contenu de larticle. Ces lments cls changent selon le genre darticle.

lments-cl pour des articles de recherche


a. But de ltude
b. Une brve description des matires
c. La mthodologie
d. La place de ltude (si elle est pertinente ou contient une
particularit)
e. Rsultats, conclusions et rpercussions

lments-cls pour des articles de rflexion


a. Sujet principal
b. Dveloppement logique du sujet
c. Point de vue de lauteur
d. Rpercussions, consquences ou conclusions

lments-cl pour des articles de rvision


(dbat bibliographique)
a. tendue de la rvision
b. Priode des publications rvises
c. Origine des publications
d. Genres de document rvis
e. Opinion de lauteur sur le texte tudi, aspects mettre
en valeur ou information sur quelques dcouvertes qui rsultent de la recherche
f. Conclusions sur les lignes de recherche tudies

RGLES SPCIFIQUES POUR LES ARTICLES


ET LES RSUMS
Le comit ddition dINNOVAR tiendra compte de plusieurs aspects pour accepter ou refuser leur rception les
articles ou les rsums qui pourront tre publis. Pour cette raison, nous demandons nos collaborateurs de tenir
compte des recommandations suivantes:
1. Les travaux indits dont lapport est original seront seulement considrs pour leur publication. La prsenta-

JOURNAL

tion darticles publis en dautres langues ou dont les


rsultats sont dj publis nest pas acceptable.
2. Tout article remis la revue ne peut tre en processus
dvaluation dans une autre publication.
3. Qualit des auteurs: Les auteurs doivent tre des professionnels, des professeurs et des chercheurs, au moins
titulaires dun diplme de troisime cycle et experts en
la matire.
4. Les auteurs sont responsables du contenu de leurs articles et la politique ditoriale est ouverte et dmocratique.
5. Le titre de larticle doit tre concis et en rapport avec le
contenu, tout en mentionnant spcifiquement le sujet
ou la matire tudie.
6. Toute information au sujet du travail (type de texte, remerciements, collaborateurs, etc.) sera indique sur la
page de prsentation comprenant le rsum, les motsclefs, et les donnes des auteurs de larticle.
7. Chaque article doit tre accompagn de la classification
du Journal of Economic Literature (JEL Classification) selon le sujet correspondant et en accord avec les codes
tablis pour des recherches internationales de production bibliographique (les codes doivent tre spcifiques
et au plus au nombre de 3). Cette classification peut
tre consulte : http://www.aeaweb.org.
8. La longueur suggre pour les articles est de 5 mille
8 mille mots. De toute faon, aucun article envoy ne
pourra dpasser 10 mille mots, y compris les rfrences.
9. Le texte original doit tre rendu accompagn de son archive la direction de la revue ou envoy notre courrier lectronique ([email protected]). Les
archives doivent contenir le texte en Word, le rsum
analytique et les mots cl de larticle (mnimum quatre). De mme, les graphiques, tableaux, images et autres lments doivent tre inclus dans le texte sous forme ditable ou annexs dans les programmes originaux
dans lesquels ils ont t raliss.
10. Les critiques bibliographiques, en tant que textes de divulgation, ne doivent pas dpasser 1500 mots et doivent
galement tre remises en archive Word, accompagnes
dune reproduction de la couverture du livre ou de la publication concerne. (.jpg, de minimum 300 dpi).
11. Au moment de la remise du matriel, chaque auteur
devra remplir, signer et envoyer par courrier lectronique une fiche contenant ses coordonnes compltes, et
dclarer en outre que larticle propos est indit et ne
se trouve pas en processus dvaluation dans une autre revue.
12. L es rfrences bibliographiques, apparaissant dans le
texte de chaque article, utiliseront le systme de parent (nom, anne, page), ainsi: (Nieto, 1992, p.4). La
liste des rfrences bibliographiques doit apparatre
la fin du contenu de larticle, par ordre alphabtique (y
compris les virgules, parenthses, points, majuscules
et italiques),suivant les rgles de citation et de style
dAmerican Psychological Association (APA), sixime
dition, pour la prsentation darticles publier. Veuillez vrifier que le nombre de rfrences indiques soit
le mme que celles qui sont cites dans larticle (ni davantage, ni moins). En plus, si les rfrences sont identifies avec DOI, il est ncessaire de lindiquer (pour plus
dinformations, veuillez consulter la page web de la revue ou vous communiquer avec le bureau de coordination ditoriale).

PROCESSUS DVALUATION
La revue pourra rejeter la publication dun article si, par dcision interne, il est dtermin que certains standards acadmiques et ditoriaux ne sont pas respects. En outre, sil
est dcouvert quun article propos a dj t publi totalement ou partiellement, ou sil existe des travaux semblables dj publis par les mmes auteurs et la contribution
de larticle est considre comme rsiduelle, celui-ci sera
rejet dfinitivement.

Convocation dexperts valuateurs. Les articles proposs seront soumis des experts sur les thmes concerns; ceux-ci donneront leur opinion sur le travail,
de faon indpendante (valuation aveugle), tenant
compte des critres suivants: qualit ou niveau acadmique, originalit, contribution pour la connaissance et
lenseignement, clart de la prsentation, clart de la
rdaction et de la littrature, intrt et actualit du thme. Lexpert valuateur peut donner son opinion suivant le
formulaire suggr ou dune autre faon. La revue a effectu une rvision pralable des experts valuateurs et considre quils ont les comptences acadmiques suffisantes
pour effectuer leur tche de faon autonome.

Confidentialit. Le processus dvaluation de la revue


sera ralis par arbitrage en double aveugle . La revue
maintient sous rserve toutes les donnes des auteurs et
rviseurs, les dtails et les rsultats du processus seront
seulement rvls aux personnes directement concernes
(auteurs, experts valuateurs et diteurs). Il est demand
aux auteurs dviter dutiliser un excs dautocitations dans
llaboration de leurs articles ou tout autre type de donnes
dans le texte qui pourrait faire connatre leur identit en
tant quauteur ou en tant que groupe dauteurs. De mme,
les allusions des projets de recherche en rapport avec les
articles ainsi que les remerciements seront inclus dans le
texte seulement aprs approbation de larticle (cependant,
ces donnes doivent tre signales aux diteurs pour viter
des conflits dintrt ventuels pour les lecteurs du travail).

Dure dvaluation. Une dure moyenne de huit (8) mois


sera dtermine partir de la convocation des pairs, leur
acceptation et la remise du rsultat de lvaluation. Cependant, ce dlai pourra tre plus lev ou moins lev, suivant
la disponibilit des rviseurs et dautres facteurs pouvant
faire dilater ou acclrer le processus. La revue remettra
seulement une communication officielle aux auteurs sur
leur article, quand elle aura une dcision finale en ce qui
concerne lacceptation complte, lacceptation sous conditions (avec de lgers changements) ou le refus (avec des
modifications impliquant un changement substantiel de la
proposition. De mme, si larticle traite un thme ne concernant pas la revue, lauteur en sera inform).

Remise de corrections. Si lvaluation collgiale suggre


de lgres modifications, les auteurs disposeront dun dlai
maximum de huit (8) semaines. Si un article est soumis
une valuation supposant des modifications importantes
et si la Direction estime quil pourrait tre approuv lors
dun nouveau cycle dvaluations, les auteurs devront remettre leurs modifications dans un dlai maximum de 16
semaines, annexant, en tous cas, un rapport avec les changements effectus dans la proposition initiale.

Refus darticles. Au del de la validation des avances dans


la connaissance de thmes qui sont du domaine de la revue, lobjectif du processus dvaluation dINNOVAR est de
permettre aux auteurs de dvelopper leurs propositions et
de prciser leurs ides pour la construction darticles plus
consistants. En ce sens, nous esprons que les auteurs pourront tirer profit des commentaires effectus par les experts
valuateurs au cas o un document serait refus pour la
publication. Bien que la revue soit dispose recevoir des
articles modifis, il est demand aux auteurs de ne pas soumettre une version corrige dun article refus avant un dlai oscillant de trois (3) six (6) mois. Lditeur informera
les auteurs du temps dattente, sils expriment leur intrt
soumettre nouveau leur article. Un article sera dfinitivement refus quand il ne correspondra pas la ligne ditoriale ou au thme de la revue, ou quand la Direction en
prendra la dcision

Critiques bibliographiques. Etant donn leur caractre


de divulgation, les notices biographiques seront values
de faon interne par lquipe ditoriale de la revue pour en
dfinir la publication.

NOTES
Lenvoi darticles et le processus ventuel dvaluation
noblige pas le Comit ditorial dINNOVAR, ni les diteurs, les publier.
Les articles et les notices bibliographiques seront reus
durant toute lanne sans interruption.
Si la coordination de la revue naccuse pas rception
dune proposition de travail huit (8) jours aprs lenvoi,
veuillez renvoyer votre message au courrier lectronique
optionnel: [email protected]
Lors de lapprobation dun article, lauteur ou les auteurs
cde(nt) les droits de publication la Escuela de Administracin de Empresas y Contadura Pblica de la Facultad de Ciencias Econmicas de la Universidad Nacional
de Colombia.
Les articles publis dans la revue INNOVAR ne peuvent
paratre dans aucun autre moyen de communication sans
que leur publication dans la revue INNOVAR ne soit cite au pralable. Sil sagit de la publication dun recueil,
les auteurs devront en demander lautorisation la revue et/ou la Escuela de Administracin de Empresas y
Contadura Pblica.

Revista INNOVAR, Facultad de Ciencias Econmicas,


Universidad Nacional de Colombia, edificio 310,
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Ciudad Universitaria.
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Pgina Web: www.fce.unal.edu.co | Correo electrnico: [email protected]

pauta-2015-II.pdf

CM

MY

CY

CMY

12/11/15

17:18

Universidad del Zulia (LUZ)


Facultad de Ciencias Econmicas y
Sociales (FCES)
Centro de Estudios de la Empresa (CEE)
Revista Venezolana de Gerencia (RVG)
Maracaibo - Venezuela

Ao 21, No. 73
ISSN 1315-9984

Enero - Marzo 2016


Depsito Legal Ppi 201502ZU4637

Publicacin Trimestral

CONTENIDO
Editorial: Hayde Ochoa Henrquez.
A Teresa Gamboa principal entusiasta de la creacin de la RVG hace veinte aos.

XX ANIVERSARIO DE LA RVG:
PERSPECTIVAS EDITORIALES EN AMRICA LATINA: VISIBILIDAD DE REVISTAS CIENTFICAS VENEZOLANAS

Aguado-Lpez, Eduardo; Becerril-Garca, Arianna (Universidad autnoma del Estado de Mxico Mxico). Produccin cientfica venezolana: apuntes sobre su prdida de liderazgo en la regin
latinoamericana

11

EN LA MIRA: SUSTENTABILIDAD ORGANIZACIONAL Y RESPONSABILIDAD SOCIAL

Seplveda Rivillas, Claudia Ins; Reina Gutirrez, Walter (Universidad de Antioquia Colombia).
Sostenibilidad de los emprendimientos: Un anlisis de los factores determinantes
Sustainability of the enterprises: An analysis of the determining factors

33

Lissette Bustillo-Garca; Bechara Dickdan, Zulaima (Universidad del Zulia Venezuela).


Sustentabilidad y desarrollo rural de los agroecosistemas bufalinos.
Guidelines to achieve sustainability and rural development buffalo agroecosystems

50

Urdaneta, Mary; Cova, Mara Luisa; Chirinos, Alira; Gonzlez, Xiohan (Universidad del Zulia Venezuela).
Responsabilidad social en las universidades del municipio Maracaibo del estado Zulia

65

TRIMESTRE

Cachutt Alvarado, Crisdalith; Ortiz Zavala, Florngel (Universidad de Carabobo Venezuela).


Las competencias como facilitadoras de la integracin trabajo familia
The competences as enabling the integration of work family

Prieto, Ronald; Burgos, Carlos; Garca, Jess; Rincn, Yanyn (Universidad Simn Bolvar, Universidad de
la Costa Colombia).
Mercadeo interno para optimizar la calidad de servicio en la banca universal
Internal marketing to enhance the quality of service in universal banking

102

Annicchiarico Elvira; Daz-Barrios, Jazmn; Marn Francisco (Universidad del Zulia Venezuela).
Gestin comunicacional gremial a travs de las redes sociales
Union communication management through social networks

120

Johann Pirela Morillo; Alicia Inciarte Gonzlez (Universidad de La Salle. Bogot-Colombia/Universidad del
Zulia Venezuela).
Evaluacin terico-prctica de la Maestra en Ciencias de la Informacin. Mencin: Gerencia del
conocimiento
Curriculum Evaluation of Masterliness of Science in information, mention: Knowledge Management

Fernando Rey (Instituto Tecnolgico de Estudios Superiores de Monterrey, Monterrey, Mxico)


Alcances y lmites de la marca ciudad en la gestin de la imagen de la ciudad
The scope and limits of city branding in the management of the image of the city

86

137

157

REVISTAS

175

NORMAS, FORMATO DE ARBITRAJE E INSTRUCCIONES PARA LOS RBITROS

180

R E V I S TA
r e v i s ta

INNOVAR
innovar
JOURNAL
journal

La Revista Innovar, 26(62) fue editada por la Escuela


la
innovar 23(50)
fue editada
por la
de
de Revista
Administracin
y Contadura
Pblica
deescuela
la Faculadministracin
empresas de
y Contadura
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la Universidad
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de Ciencias
econmicas
de la Universidad
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de Colombia,
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de Colombia,
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Bogot.deseProceditor
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immir y encuadernar
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primir
y encuadernar
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ltda.,
en septiembre
del 2016,
un tirajede
deProceditor
350 ejemplares,
en
octubre
2013,
con un
tiraje
sobre
papelde
bond
blanco
baha
de de
70 350
g. ejemplares, sobre papel propalibros blanco de 70 g.

The Relationship between Managerial Skills and


Managerial Effectiveness in a Managerial Simulation Game

Anlisis taxonmico de la literatura: herramientas


metodolgicas para la gestin y creacin de valor en la empresa
MARA DE LOURDES EGUREN MART & JOS MARA CASTN FARRERO

Marketing

Entendiendo la evaluacin de la espera desde la psicologa


del consumidor: efectos de las expectativas y los llenadores de tiempo

JORGE ANDRS ALVARADO VALENCIA & MARA CAROLINA TRESPALACIOS LEAL


Atributos relevantes de la calidad en el servicio y su influencia en
el comportamiento postcompra. El caso de las hamburgueseras en Espaa
JOS SERAFN CLEMENTE-RICOLFE

Anlisis del estudio de las relaciones causales en el marketing


LIZBETH SALGADO BELTRN & JOEL ENRIQUE ESPEJEL BLANCO

Finanzas

Efectos de la educacin en el nivel de las contribuciones


a los planes privados de pensiones de las familias en Espaa
JOS SNCHEZ-CAMPILLO, DOLORES MORENO-HERRERO
& JOS ANTONIO RODRGUEZ MARTN

Medicin del riesgo de suscripcin


mediante modelos internos en Solvencia II
AITOR BARAANO ABASOLO , J. IAKI DE LA PEA ESTEBAN & ASIER
GARAYETA BAJO

Educacin y Empleo

Industrial Ph.D. Programs for the Strengthening of


the Industrys Production of Innovation in Colombia
JORGE CELIS & ORLANDO ACOSTA

Diseo y prueba de un cuestionario sobre la importancia


percibida de las condiciones de trabajo en Mxico
PORFIRIO TAMAYO-CONTRERAS, MARTHA L. GUEVARA-SANGINS
& EMILIO SNCHEZ SANTA-BRBARA

ISSN 0121-5051

E-ISSN 2248-6968

Octubre-diciembre de 2016, vol. 26 nm. 62. Valor $25.000.

REVISTA DE CIENCIAS ADMINISTRATIVAS Y SOCIALES

JUAN R. GALLEGO-BONO

INNOVAR

Fragmentacin de las redes de innovacin y


dinmica de los sistemas territoriales de produccin
y de innovacin en sectores tradicionales

Vol. 26 nm. 62

INNOVAR

PETR SMUTNY, JAKUB PROCHAZKA & MARTIN VACULIK

INNOVAR

2016

Estrategia y Organizaciones

REVISTA DE CIENCIAS ADMINISTRATIVAS Y SOCIALES


S O C I A L A N D M A N A G E M E N T S C I E N C E S J O U R N A L

ESCUELA DE ADMINISTRACIN Y CONTADURA PBLICA


UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA

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