Resea:

Edward W. Said

Orientalismo1.
Afshin Irani
Universidad de Chile

La cuestin poscolonial es una pregunta abierta al siglo XXI, en efecto, pareciera ser que lo
post en postcolonial no es simplemente un perodo despus del colonialismo, sino ms bien una
relacin ms profunda entre culturas, una dominante y la otra dominada, como bien nos dice
Jaime Illanes Silva2 Hablar de lo poscolonial, en relacin a los estudios latinoamericanos, es
adentrarse en la movediza franja entre categora binarias del centro y periferia, dominante y
dominado, imperio y colonias, opresor y oprimido. El colonialismo nos interesa no solamente
por ser el fenmeno que se manifiesta en esferas econmicas y polticas, sino que tiene un espacio
epistmico relativo al nacimiento de las ciencias humanas, como bien establece Casto Gmez3.
De ah la importancia de desarrollar este tipo de estudios, que aborde desde una dimensin no
slo cultural, sino tambin poltica y acadmica el tema de lo poscolonial. Dentro de este
marco, quizs desde sus primeros esbozos, encontramos al orientalismo de Edward Said, un
estudio publicado el ao 1978 en la Universidad de Columbia, Estados Unidos. En l que
pretende establecer, desde un trabajo filolgico hasta manifestaciones actuales, el problema de una
interculturalidad expresada en esta franja de encuentro (en este caso de Oriente y Occidente) de la
que nos habla Illanes Silva. El orientalismo, como nos lo presenta Said, es una idea que surge en
1

Versin consultada: Ed. DeBolsillo, 2002. Barcelona.

Jaime Illanes Silva. (2013). Problemas, perspectivas y desafos de lo poscolonial. de Instituto de igualdad Sitio web:
http://www.igualdad.cl/2013/07/problemas-perspectivas-y-desafios-de-lo-poscolonial/
3

Castro, Gmez, Santiago (2005) La poscolonialidad explicada a los nios, Editorial Universidad del Cauca, Instituto del Pensar,
Universidad Javeriana.

occidente a propsito de las relaciones que mantiene ste con oriente, y pretende demarcar y
trabajar a ste ltimo como una cultura/mundo forneo y extravagante posado hacia Europa y
occidente. Said, en su introduccin, nos anuncia al orientalismo como un fenmeno polismico
que abarca una cosmovisin
un

completa,

pero

que existen dentro

de

un

imaginario,

en

estado interdependiente. El Oriente, desde el mundo occidental, es tambin una imagen

recurrente ilustrativa del Otro. Esta idea de cmo vemos el Oriente nos vuelve hacia la pregunta
de qu significa ste y cunto de l realmente conocemos, cuando solamente podemos verlo con
ideas generales sobre su cultura, sin tener en cuenta el amplio espectro y niveles de sta misma.
Said nos presenta, en tres movimientos, el momento de configuracin e instauracin y adopcin
del concepto de Oriente.
Said aclara, en primera instancia,

que Oriente no es una realidad geogrfica, algo que se

encuentre all, ms bien, es una invencin Europea, que suele presentarse como escenario de
romances, seres exticos, recuerdos y paisajes inolvidables en toda la literatura de Occidente. Es
as como el autor se referir, en un primer sentido, a orientalismo como ste fenmeno.
En efecto, nuestro autor nos presenta un Oriente que no es slo vecino de Europa, sino que es
el lugar de donde este ha conseguido sus colonias ms ricas, la fuente de sus civilizaciones y
lenguas, adems de ser un contrincante cultural a lo largo de la historia, y por ende, la zona de
donde se han obtenido imgenes ms repetidas de lo otro, esto porque, como a lo largo de este
estudio se pretende mostrar, Europa se define en contraposicin a l.
Por lo tanto, como podemos ver, del orientalismo se desprende esta visin cultural e ideolgica
apoyada en instituciones, imgenes, vocabulario, doctrinas y estilos coloniales europeos.
Orientalismo responde a un trmino polismico que cubre (1) el estudio acadmico de
Oriente como objeto central, realizado por investigadores europeos, desde la poca clsica hasta
nuestros das. (2) La distincin onto-epistemolgica que se pretende establecer a partir de estos
estudios con Oriente como punto de partida, que elaboren teoras, epopeyas, novelas, y poltica
relacionada con su gente, costumbres, mentalidad, religin, destino, etc. Y, finalmente, (3)

La

significacin

histrica-material de

Occidente

que pretende, en

cuanto institucin

colectiva relacionada con Oriente, dominar, reestructurar y tener/mantener autoridad sobre ste
Said nos habla de un discurso (apoyado en la definicin del trmino entregada por Michel
Foucault en L'Archologie du savoir) hegemnico, empeado en manipular y dominar a Oriente
desde un punto de vista poltico, socio-militar, ideolgico, cientfico e imaginario; a partir del
perodo posterior a la ilustracin. Este discurso mantiene una posicin de autoridad tal que no es
posible hablar de Oriente sin darnos cuenta de las limitaciones que nos impone el orientalismo,
en efecto, para Said, Oriente no es un tema del cual se tenga libertad de pensamiento y de
accin, esto dado a que este proceso de cmo la cultura europea adquiri tanta fuerza e identidad,
como pretende demostrar a lo largo del libro, se ensalzo a s misma contra Oriente, llegando a
considerar a ste despreciable por s mismo.
Said identificar un nmero considerable de empresas estado-nacionales orientalistas, lase
francesa, inglesa, alemana, holandesa, rusa, etc. pero slo desarrolla su trabajo sobre las dos
primeras, por limitaciones prcticas sera imposible, en este caso, abordar todas las tradiciones en
un solo trabajo, aunque precisamente la idea es dejar este problema abierto, para as proyectar una
serie de estudios poscoloniales4 que seguirn a nuestro autor, y que tendrn en l una de sus ms
grandes figuras.
Dentro del libro, nos dice el autor, se tratar el dominio cultural de ambas empresas en el perodo
que comienza desde el siglo XIX con la colonizacin de Oriente, hasta el final de la segunda
guerra mundial, donde se pasar a la incorporacin poltica y militar dentro de ste.
Se plantea que la definicin lmite de Oriente y Occidente corresponde a una idea instaurada en
la tradicin del pensamiento occidental, en ningn caso dada naturalmente como una esencia a
descubrir. Oriente es una idea, idea que ha tenido una realidad y presencia en Occidente.
Oriente se ha vuelto una carrera que se estudia apasionadamente dir Said, hay ms de Oriente
que lo que Occidente tiene que decir de l, particularmente, esto nos compete porque el estudio
del fenmeno del orientalismo aborda la correspondencia de esta idea con un Oriente real,
4

Dentro de los cuales encontramos el Africanismo de V.Y. Mudimbe (The invention of Africa), el trabajo de Walter
Mignolo (La idea de Amrica Latina) entre muchos otros.

sin embargo, el orientalismo atender a necesidades de una colonia, que no estn, precisamente
ligadas con una realidad material, como la imaginacin, etc.
Se nos presentar, entonces, un Oriente que ha sido orientalizado, no slo porque corresponde (no
completamente) a una realidad dada, sino que, porque se puede conseguir que lo sea, esto debido
a que, desde tiempos tan remotos como el comienzo de la historiografa como seran los libros de
Herdoto5,escritos a partir de las primeras relaciones de los griegos con oriente (persas) e incluso
pasando por la modernidad con las lecciones de la historia de la filosofa de Hegel, Oriente es
representado, jams se representa por s mismo.
El orientalismo corresponde a una realidad cultural que no se desvanecer si decimos la
verdad sobre ella, sin embargo, su estudio nos llevar a entender los dispositivos de control
discursivo y material que han sido fundamentales para una teora de estudios poscoloniales.
Said es sumamente enftico en que esto no es una fantasa creada por un estudio conceptual, por el
contrario, es un cuerpo terico y prctico en el que generaciones enteras de Occidente han
desarrollado e intervenido, esto dado a que, la cultura funciona dentro de la sociedad civil concepto que Said adopta la taxonoma gramsciana- y la dominacin se establece bajo el consenso
que esta crea, y ese consenso se disputa hegemnicamente, es por esto que el orientalismo ha
desarrollado una durabilidad e inmanencia, incluso, hasta nuestros das.
El poscolonialismo nos muestra como la mayora de los conocimientos que se producen estn
cooptados por la idea de que no responden a ideas polticas, pretenden una imparcialidad,
suprapartidismo, etc.

El

consenso general y liberal que sostiene el conocimiento

<<verdadero>> no hace ms que ocultar las condiciones polticas de por s perversas. El

adjetivo

poltico,

se

ha

vuelto,

extraa-y siniestra-mente, un peyorativo de los que

pretenden mantener este protocolo de objetividad.

James Tingle (2014). The Persians as Other: Orientalism in the Ancient Period. De Academia.edu:

https://www.academia.edu/7674078/The_Persians_as_Other_Orientalism_in_the_Ancient_Period

Said demarca una limitacin epistemolgica para los estudios coloniales realizados desde el
colonizador; y es que ningn europeo que estudie Oriente puede renunciar a estas circunstancias
de su realidad, pareciera ser que se enfrenta a Oriente primero como europeo y luego como
individuo.
Pero cometeremos un error en pensar que es una vil conspiracin occidental, ms bien, l o
que Said pretende dilucidar es que es una conciencia

geopoltica

distribuida

en

una

elaboracin de una geografa bsica, comprendida en un control y manipulacin poltica que

pretende incluso incorporar a este Oriente orientalizado a su cultura, en la que es presentado como
un mundo completamente diferente. Que se produce a travs de intercambios de poder poltico,
intelectual, cultural y moral, por lo que es y no solo representa una dimensin ideolgica
que tiene que ver menos con Oriente que con nuestro mundo.
Los filsofos suelen discutir sobre Locke y Hume, etc. sin tener en cuenta que existe una
conexin explcita entre doctrinas filosficas de estos autores y la teora racial, la justificacin
de la esclavitud o los argumentos a favor de la explotacin colonial. El imperialismo poltico
orienta todo campo de estudios por lo cual es imposible eludirlo desde la historia. En definitiva,
adoptar una postura poscolonial significa, para nosotros, abandonar este bloqueo de una
perspectiva intelectual de que un filsofo har filosofa y no poltica, fuera de un punto
ideolgico y podemos afirmar que es sencillamente imposible concebir las relaciones de pode r,
y por lo tanto, como Said en parte nos presenta, acadmicas dentro de la modernidad sin hacer
referencia a la violencia originaria, constitutiva, de las colonias. Incluso en autores cercanos a
nosotros mismos, que pretenden ser emancipadores, encontramos conceptos propios de un
colonialismo filosfico como los de inferioridad de raza que dictan Hegel, Marx y Mill, entre
otros. Es una persistencia y durabilidad de un sistema hegemnico que se reconoce a travs de
coacciones internas productivas y no inhibidoras. Said, tomando conceptos inspirados en
Gramsci, Foucault y otros autores ms, intenta exponer este intercambio dinmico de lo
colonizador y lo colonizado, y en este tipo de estudios, podemos reconocer el valor, la
importancia y la inmanencia de la relacin real (y tambin la ficticia) entre colonizadores y
colonias, para as, eventualmente, desarrollar una teora de emancipacin real y descolonializante.