Ficher Spinoza Nietzsche
Ficher Spinoza Nietzsche
Ficher Spinoza Nietzsche
Resumen
137
ISSN: 0211-2337
http://dx.doi.org/10.5209/rev_ASHF.2016.v33.n1.52292
Abstract
It can well be asserted that the volume dedicated to Spinoza in Kuno Fischers
History of Modern Philosophy is the most important mediation although not the
only one to comprehend the Spinoza-Nietzsche problem. From his reading in
1881 of this work, Nietzsche recognized Spinoza as a precursor and identified a
common tendency between them: to make knowledge the most potent affect. The
aim of this article is to emphasize Fischers exposition of some of the contents of
Spinozas philosophy to better grasp its influence on Nietzsche and to highlight the
importance of this forgotten classic in the history of philosophy. Specifically, chapter 22 from the 1865 edition titled The human will shall be considered, where
will is construed as conscious desire. This has important consequences on
Nietzsches reception of Spinozian philosophy. Moreover, it can also allow a much
richer discussion of the not always pondered role of will in Spinoza.
Keywords: Nietzsche, Kuno Fischer, Spinoza, Affects, Will.
1. Introduccin
Este trabajo es parte de una investigacin ms amplia sobre la relacin entre las
filosofas de b. Spinoza y F. Nietzsche, tomando como punto de partida el momento lgido donde Nietzsche reconoce a Spinoza como un precursor y llega a identificar una tendencia en comn entre ambos: hacer del conocimiento el afecto ms
potente.2 En mi tesis doctoral La filosofa vivida: pensamiento y transformacin
en Spinoza y Nietzsche (U.C.M., 2012), y en la breve ponencia The Flourishing of
an Affective Reason, presentada en el XXIII Congreso mundial de filosofa celebrado en Atenas (2013), me he ocupado de algunos aspectos del contenido concep-
Nietzsche, F. Correspondencia (CO), ed. Dirigida por L. E. de Santiago Guervs, vol. IV (Enero
1880 - Diciembre 1884), trad., intro., notas y apndices de M. Parmeggiani. Madrid: Trotta, 2010;
carta 135, Sils-Maria, 30 de julio de 1881; Briefwechsel, Kritische Gesamtausgabe (KGb), hg. von G.
Colli und M. Montinari. berlin: Walter de Gruyter DTV, 1975ss, III, 1, p. 111.
Las siglas que se han utilizado a lo largo del artculo estn identificadas entre parntesis en la bibliografa.
2
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139
Nos referimos a los artculos aparecidos en 2012 Did Nietzsche Read Spinoza?
Some Preliminary Notes on the Nietzsche-Spinoza Problem, Kuno Fischer and
Other Sources de Maurizio Scandella6 y Nietzsches Reading on Spinoza: A
Contextualist Study, Particularly on the Reception of Kuno Fischer de Andreas Urs
Sommer7 y al artculo publicado en 2013 Nietzsche, Spinoza, and the Moral
Affects de David Wollenberg.8 Los tres autores entienden que es indispensable
estudiar la obra de Fischer para acercarnos a esta relacin, al igual que sostienen
que no tenemos una base seria para referirnos a la lectura directa de Spinoza por
parte de Nietzsche, corroborando as tambin las afirmaciones previas de estudiosos como brusotti9 y brobjer10.
El artculo de Scandella se esfuerza por demostrar que no ha habido una lectura directa de las obras de Spinoza por parte de Nietzsche, rastreando las huellas del
libro de Fischer en los cuadernos del pensador alemn. Scandella muestra cmo en
la imagen de Spinoza de Nietzsche, este ltimo se ve influenciado por algunos tpicos de la interpretacin del filsofo en el siglo XIX alemn. Entre estos tpicos se
encuentran el prestar menos atencin a la filosofa poltica de Spinoza y el interpretar al filsofo como un racionalista completo el spinocismo como sistema fundamentado en el entendimiento puro y como pantesta. Scandella seala con tino
que el problema del rol y de los lmites de la razn es un hilo conductor que se podr
6 Nietzsche-Studien
140
seguir desde las notas de 1881 hasta las de 1888.11 El texto de A. U. Sommer seala la voluntad consciente de Nietzsche de diferenciarse de Spinoza. En trminos
temticos, el aporte ms valioso de este trabajo es el enfatizar la crtica radical a la
teleologa de Spinoza, una postura anmala en la filosofa moderna, acentuada en
la exposicin de Fischer. Afirma Sommer, uno de los comentaristas ms importantes de Nietzsche en la actualidad, que: La idea de que la naturaleza, la historia, y
el hombre carecen de sentido se mantuvo a partir de entonces como una de las pocas
constantes del pensamiento de Nietzsche.12 El artculo de Wollenberg se encuentra ms cercano al tema de nuestra investigacin, dado que se fija en la importancia
de los afectos y critica la propensin a llevar a cabo comparaciones generales de las
grandes doctrinas, por ejemplo, el amor fati y al amor dei, la voluntad de poder y
el conatus, etc., desatendiendo la cercana en el estudio de la realidad afectiva.13
Wollenberg rescata la simple pero contundente afirmacin de Fischer sobre la teora de los afectos de Spinoza como su obra maestra, lo que apunta adems hacia la
tendencia comn compartida sealada por Nietzsche; en su caso la investigacin se
centra especialmente en La genealoga de la moral.
2. Kuno Fischer: la mediacin indispensable
141
para aquellos que buscan una comprensin ms cabal del pensamiento nietzscheano el nmero de ocurrencias se duplica.15 Ante la pregunta ms bsica que debe-
tres momentos en los que se menciona a Spinoza: 481, 497 y 550 (KSA 3, p. 285, p. 292 y p. 321).
En la primera edicin de La ciencia jovial est presente en tres ocasiones: 37, 99 y 333 (KSA 3, p.
321, p. 406 y p. 455) y en dos ocasiones ms en la segunda edicin: 349 y 372 (KSA 3, p. 585 y p.
624). En Ms all del bien y del mal hay cuatro referencias: 5, 13, 25 y 198 (KSA 5, p. 19, p. 28,
p. 43 y p. 118) y en La genealoga del moral hay cuatro apartados donde se menciona a Spinoza:
Prlogo: 5, II: 6, II: 15 y III: 7 (KSA 5, p. 252, p. 301, p. 320 y p. 350). Hay dos textos en El crepsculo de los dolos, Incursiones de un intempestivo 23 y 49 (KSA 6, p. 126 y p. 151) y uno en El
anticristo 17. Con excepcin de As habl Zaratustra y Ditirambos de Dioniso y las dos obras sobre
Wagner (El caso Wagner y Nietzsche contra Wagner), Spinoza est presente en todas las obras que
Nietzsche public o prepar para su publicacin a partir de Humano, demasiado humano. (Ver tambin: Humano, demasiado humano I, 93, cita del Tratado poltico, II, 8, KSA 2, pp. 90-91; La ciencia
jovial 278, por sus reminiscencias a la proposicin 67 de la cuarta parte de la tica, KSA p. 523 y La
ciencia jovial 141 y El caso Wagner 2, donde hay un motivo-cita de Goethe relacionado con la proposicin 19 de la quinta parte de la tica; Apud. Piazessi, C. Liebe und Gerechtigkeit. Eine Ethik der
Erkenntnis en Nietzsche-Studien 39, 2010, p. 371 y Sommer, A. U. Kommentar zu Nietzsches Der Fall
Wagner. Gtzen-Dmmerung. Herausgegeben von der Heidelberger Akademie der Wissenschaften.
berlin/boston: Walter de Gruyter, 2012, p. 52.).
15 En sus cuadernos editados a partir de 1869 hasta enero de 1889, sin contar con la philologica, la primera mencin a Spinoza se encuentra en un cuaderno escrito entre el verano de 1872 y el inicio del
1873, ocurrencia vinculada a Goethe y a una consideracin esttica sobre la forma de exposicin de
la filosofa. La ltima ocurrencia explcita aparece en un cuaderno escrito en julio y agosto de 1888 y
se sita dentro de la psicologa de la metafsica, en lo que es una crtica al temor y al odio de la tradicin filosfica occidental a los afectos, a lo sinrazn y al cambio. A continuacin se desglosan las ocurrencias, siguiendo el patrn de la edicin al espaol de los cuadernos de Nietzsche:
FP I: 19 [47] (Verano de 1872-Comienzo de 1873; KSA 7, p. 434.);
FP II: 9 [1] (Verano 1875; KSA 8, p. 133 y 142.); 19 [68] (Octubre- Diciembre de 1876; KSA 8, p.
346.); 11 [132, 137, 193, 194 y 307] (Primavera-Otoo 1881; KSA 9, p. 490, p. 493, p. 517, p. 519 y
p. 559.); 12 [52] (Otoo 1881; KSA 9, p. 585.); 15 [17] (Otoo 1881; KSA 9, p. 642.);
FP III: 7 [20, 31, 35 y 108] (Primavera-Verano 1883; KSA 10, p. 244, p. 253 y p. 279.); 8 [17] (Verano
1883; KSA 10, p. 340.); 25 [454] (Primavera 1884; KSA 11, p. 134.); 26 [3, 48, 280, 285, 313 y 416]
(Verano-Otoo 1884; KSA 11, p.151, p. 160, p. 224, p. 226, p. 233, p. 262.); 28 [49] (Otoo 1884;
KSA 11, p. 319.); 36 [15 y 32] (Junio-Julio 1885; KSA 11, p. 557 y p. 564.); 38[7], (Junio-Julio 1885;
KSA 11, p. 605.); ver tambin: 26 [432], 34 [185] (KSA 11, p. 266 y p. 484.);
FP IV: 2 [47, 83, 131 y 161] (Otoo 1885-Otoo1886; KSA 12, p. 85, p. 103, p. 131 y p. 144.); 5 [50
y 71] (Verano de 1886-otoo de 1887; KSA 12, p. 214 y p. 260.); 7 [4 y 57] (Final de 1886-Primavera
de 1887; KSA 12, pp. 260-263 y p. 314.); 9 [26, 160, 176 y 178] (Otoo de 1887; KSA 12, p. 348, p.
430, p. 439 y p. 443.); 10 [150 y 170] (Otoo de 1887; KSA 12, p. 539 y p. 558.); 11 [138] (Noviembre
de 1887 Marzo de 1888; KSA 13, p. 64.); 12 [1] (126) (Comienzos de 1888; KSA, p. 200.); 14 [92
y 121] (Primavera de 1888; KSA 13, p. 269 y p. 301.); 16 [55] (Primavera-Verano de 1888; KSA 13,
p. 504.) y 18 [16] (Julio-Agosto de 1888; KSA 13, p. 537.); ver tambin: 1 [123] (KSA 12, p. 39); 2
[127] (KSA 12, p. 126); 10 [14 y 57] (KSA 12, p. 461 y p. 490); 11 [54] (KSA 13, p. 25.).
La primera referencia directa a un texto de Spinoza en los cuadernos de Nietzsche es una cita en latn
de la proposicin 67 de la cuarte parte de la tica, lo que no implica una lectura directa sino una cita
que muy bien pudo ser sustrada de alguna otra obra: Homo liber de nulla re minus quam de morte
cogitat et ejus sapientia non mortis sed vitae meditatio est. Spinoza. (FP II, 19 [68] OctubreDiciembre de 1876; KSA 8, p. 346.). Cfr. H.-J. Gawoll, Nietzsche und der Geist Spinozas: Die exisAnales del Seminario de Historia de la Filosofa
Vol. 33 Nm. 1 (2016): 137-161
142
ra iniciar esta discusin, es decir, la interrogante de si Nietzsche ley directamente a Spinoza, se ha de admitir, dada la evidencia con la que se encuentra el investigador, que no. Si bien la respuesta no puede ser categrica solo por precaucin y
por no poder tener un registro de todo lo ledo ni de los encuentros azarosos en
libreras o bibliotecas , no hay huellas claras de una lectura de primera mano, ms
bien se encuentran huellas claras de las fuentes secundarias a partir de las cuales
Nietzsche va formando su imagen de Spinoza. No se tienen noticias fundadas sobre
la presencia de libros de Spinoza en la biblioteca de Nietzsche, si bien el filsofo
alemn tuvo la ocasin de poseer una copia de la tica de Spinoza, este la devolvi
al librero que se la haba enviado.16
Son mltiples las fuentes a partir de las cuales Nietzsche configura una imagen
de Spinoza (obras de Goethe, Schopenhauer, Re, Lange, berweg, Dhring,
Afrikan Spir, Hffdings, etc.); entre estas sobresale la segunda parte del primer
volumen de la Historia de la filosofa moderna de Kuno Fischer titulada Geschichte
der neuern Philosophie. Descartes Schule. Geulinx. Malebranche. Baruch
Spinoza, de la cual los captulos 6 al 24 estn dedicados a Spinoza; los primeros
cinco captulos ocupan 87 pginas de un libro de 584, a las que hay que aadir 20
ms del ndice. Es muy defendible afirmar que este volumen es la mediacin ms
importante si bien no la nica para comprender la relacin Spinoza-Nietzsche. El
filsofo alemn entra en contacto con este libro en dos ocasiones decisivas en su
desarrollo, en 1881, durante la preparacin de lo que se convertir en La ciencia
jovial, y en 1887, justo antes de la gestacin de La genealoga de la moral. Entre
Spinoza y Nietzsche se encuentra, pues, Kuno Fischer, clave de triple importancia:
filolgica, en trminos de las fuentes de Nietzsche, histrica, en trminos de la
influencia del pensamiento de Spinoza, y filosfica, respecto del estudio de los afectos en Spinoza.
El volumen dedicado a Spinoza de la Historia de la filosofa moderna de
Fischer ha tenido mltiples reediciones. Es importante, por lo tanto, identificar qu
edicin ley Nietzsche. Tomando en consideracin su biografa, las posibilidades se
limitan a las primeras tres ediciones, publicadas respectivamente en 1854, 1865 y
1880. Me ceir a la segunda edicin del libro, de 1865, dado que fue esta la edicin trabajada por Nietzsche como se colige de sus apuntes en, al menos, las dos
tentielle Umwandlung einer affirmativen Ontologie. Nietzsche-Studien 30, 2001, pp. 44-61. Tambin
consultar la respuesta de M. Scandella a Gawoll, en relacin con la edicin del libro de Fischer que
Nietzsche ley, en Op. cit., pp.309-311.
16 Se trata de una edicin de 1875: Die Ethik des Spinoza im Urtexte, hrsg. von und mit einer
Einleitung ber dessen Leben, Schriften und Lehre versehen von Hugo Ginsberg, Leipzig, Koschny,
1875, 299 S. Los editores del importante trabajo Nietzsches persnliche Bibliothek presentan esta
informacin, adems del contenido mismo del recibo de la devolucin: Rechn. Retourn an: C.
Detloffs buchhandlung, basel, laut bescheinigung vom 13. Juli 1875. (Campioni, G. (et al.)
Nietzsches persnliche Bibliothek. Walter de Gruyter: berlin/New York, 2003, p. 719.).
143
ocasiones kairticas en que estudia este libro.17 La primera edicin (1854) se diferencia marcadamente de la segunda, tanto en su ordenacin en lecciones como en
su estilo ms afn a la oralidad de los cursos universitarios, mientras que la tercera
(1880) introduce cambios tanto en la organizacin de los captulos como en la
redaccin. Ha habido ediciones posteriores de la obra de Fischer pero en este artculo mantenemos la segunda edicin (1865) como punto de referencia, considerando en particular el encuentro Spinoza-Nietzsche y en los que se interesan por este.18
Fischer (1824-1907) fue un reconocido filsofo e historiador de la filosofa,
muy vinculado a la ctedra universitaria. No fue ajeno a la polmica, por ejemplo,
su primer texto que produjo un reconocimiento amplio fue una dura crtica a M.
Stirner titulada Los modernos sofistas.19 Su doctrina fue cuestionada y fue expulsado de su ctedra durante varios aos bajo la acusacin tan general y a la vez tan
prxima a la historia del spinocismo de pantesta.20 Su nombre va unido a dos
corrientes filosficas, por una parte, la que buscaba un regreso a Kant, y, por otra
parte, la que pretenda desarrollar las semillas del sistema hegeliano. Una historia
intelectual de ambas corrientes ha de tomar en consideracin a Kuno Fischer.21
17 Apud.
144
Ahora bien, para otro grupo de lectores, Fischer est ligado a una de las genealogas filosficas que es tanto un reto al pensamiento y un gran estmulo como una
afrenta a los lugares comunes de la historia de la filosofa, que el propio Fischer
ayud a cultivar. A finales de julio de 1881, el autor que decidir cuestionar las
bases morales y metafsicas de toda la tradicin occidental, F. Nietzsche, nos sorprende con un Tengo un precursor (Ich habe einen Vorgnger...).22
En el verano de 1881, recientemente terminada la redaccin de Aurora,
Nietzsche trabaja desarrollando apuntes y realizando un nmero considerable de
lecturas. Entonces, en carta fechada el 8 de julio de 1881, le pide a su amigo y telogo Franz Overbeck el volumen de Fischer dedicado a la obra de Spinoza:
Agradecera algunos libros de la biblioteca o del Crculo de lectura, concretamente los
dos volmenes de Hellwald, 1) Historia de la cultura, 2) La tierra y sus habitantes.
(Est al corriente de las recientes publicaciones de historia, viajes, etc.) Y luego adems
el volumen de Kuno Fischer sobre Spinoza.23
Overbeck lleva a cabo el envo y es ante la lectura del libro de Fischer que
Nietzsche reacciona con tanto entusiasmo en la postal tantas veces citada sellada el
30 de julio de 1881:
Estoy absolutamente asombrado, encantado! Tengo un predecesor, y adems de qu
clase! Spinoza me era casi desconocido: que ahora haya sentido la necesidad de l ha
sido un acto instintivo. No slo su planteamiento general coincide con el mo hacer
del conocimiento el afecto ms potente, sino que adems me reconozco en cinco puntos fundamentales de su doctrina; este pensador, el ms singular y aislado, es el ms cercano a m justo en estas cosas: niega la libertad de la voluntad ; los fines ; el orden
moral del mundo ; lo no-egosta ; el mal; aunque las diferencias, naturalmente, son
enormes, tienen ms que ver con la diversidad de las pocas, de la cultura y de la ciencia.24
Nietzsche, pues, no emite esta valoracin a partir de un contacto directo con las
obras de Spinoza sino que se basa en la exposicin de Fischer. La lista de temas presente en la postal podra dar la idea de que Nietzsche llev a cabo una lectura inteLeben und die Grundlagen seiner Lehre (1860), y luego el fundamental Immanuel Kant,
Entwicklungsgeschichte und System der kritischen Philosophie (Mannheim, 1860). Tambin son obras
suyas Die beiden Kantischen Schulen in Jena (1862), Kritik der Kantischen Philosophie (1883) y
Goethes Kritik der Kantischen Philosophie (1884). Fischer tuvo una larga polmica con
Trendelenburg sobre la subjetividad de espacio y tiempo en la filosofa de Kant. (Caimi, M. La tradicin kantiana en Villacaas, J. L. (ed) La filosofa del siglo XIX (EIAF). Madrid: Trotta, 2001, p.
366.).
22 KGb, III, 1, p. 111.
23 CO IV, 123, Sils-Maria, 8 de julio de 1881.
24 CO IV, 135, Sils-Maria, 30 de julio de 1881.
145
gral del libro de Fischer pero esto es difcil de probar. Si bien el listado temtico que
se presenta en la postal parece exhaustivo, hay dos momentos en el libro de Fischer
en las pginas 230 y 550, en el contexto del valor metafsico del mtodo en el primer caso y en la caracterizacin general de las enseanzas de Spinoza en el segundo, donde se enumeran temas similares, muy probablemente de ah surjan estos
cinco puntos fundamentales y no de su propia sntesis.25
Aunque en los estudios spinocianos la obra de Fischer es conocida, sobre todo,
por sus aportaciones sobre el tema de los atributos26, este considera la doctrina de
25 A este
respecto, los dos pasajes centrales del libro de Fischer son los siguientes:
Dann mu es der Pantheismus sein, der die Freiheit, den Unterschied des Guten und bsen, das
Selbstbewutsein, die moralischen Zwecke, die Zwecke berhaupt verneint und diesen seinen reinen
und folgerichtigen Ausdruck in der Lehre Spinozas findet. (Fischer, K. Op. cit. (1865), p. 550; Apud.
Wollenberg, Op. cit., nota 15, pp. 621-622.); Der gewhnliche Mathematiker, der sich auf die reinen
Gren in Raum und Zeit, auf Figuren und Zahlen einschrnkt, wird auch seine Methode und
Wissenschaft in der Grenze dieses Gebietes halten; was diese Grenze berschreitet, wie z. b. der Geist,
das Selbstbewutsein, die Freiheit, die sittliche Weltordnung u.s.f. wird er entweder als Objecte nehmen, die ihn gleichgltig lassen, oder als Aufgaben anderer Wissenschaften anerkennen, die nach einer
andern Methode als der seinigen handeln. (Fischer, K. Op. cit., pp. 230-231; Apud. Scandella, Op.
cit., p. 311.).
Wollenberg aade la siguiente aclaracin: We must then ask: how much of Fischers book itself did
Nietzsche actually read? It appears in fact to have been a quite limited amount. While a generous reading of Nietzsches comment regarding the five main points of doctrine he shares with Spinoza the
denial of freedom of the will, teleology, the moral world-order, the unegoistic, and evil might lead
us to suspect that he read quite a few chapters of Fischers book, those dealing with all these topics,
such a suspicion is undermined when we note that in Fischers concluding chapter, he specifically
makes a comment that Spinoza denies freedom, the difference between good and evil, self-consciousness, moral ends, and ends in general, a remark so similar that it almost certainly served as the
basis for what Nietzsche wrote in his postcard. (Wollenberg, D. Op. cit., p. 621). Su argumento ayuda
a matizar las siguientes palabras de Scandella: It is not possible to trace these points to a specific passage in Fischers book and therefore they appear as an autonomous rsum of Spinozas thought
given by Nietzsche. Fischer does not use the term Unegoistische, which belongs to Nietzsches
vocabulary, and there is only one occurrence of sittliche Weltordnung [p. 230], but not in a context
of denial. Fischer, on the other hand, speaks many times of the denial of free will, teleology and evil
(the latter less frequently than the other two). (Op. cit, p. 311.). Scandella seala que la nica ocurrencia de la expresin Die sittliche Weltordnung se encuentra en la pgina 230, esta expresin es
utilizada por Nietzsche en diversos momentos de su obra (por ejemplo, La ciencia jovial 357, La genealoga de la moral III, 27, El crepsculo de los dolos, Los cuatro grandes errores 7, Ecce homo,
El caso Wagner 2 y Por qu soy un destino 3 y El anticristo 25, 26, 38 y 49).
26 Como defensor de una lectura realista u objetivista de los atributos (como se le conoce en los
estudios spinocianos, por ejemplo Pea, V. El materialismo de Spinoza. Ensayo sobre la ontologa spinozista. Madrid: Revista de Occidente, 1974, p. 108 (nota 40) y Chaui, M. A nervura do real.
Imanncia e liberdade em Espinosa. So Paulo: Companhia das Letras, 1999; Notas, bibliografa e
ndices, pp. 187-188; nota 119) en plena polmica con la lectura subjetivista defendida por J. E.
Erdmann, a su vez fuertemente influenciado por la lectura de Hegel. El lector interesado en esta polmica puede dirigirse al captulo 14 de la edicin de 1865 o al captulo tercero del tercer libro de las
versiones posteriores. Para un recuento de las vicisitudes de la crtica spinociana, ver el apartado tituAnales del Seminario de Historia de la Filosofa
Vol. 33 Nm. 1 (2016): 137-161
146
los afectos de Spinoza como su obra maestra.27 Desde esta perspectiva, el libro de
Fischer, ms especficamente la lectura de Nietzsche de este libro, adquiere tambin
una particular vala en el seno de la historia de la filosofa occidental, siendo la
mediacin que liga una de las doctrinas ms detalladas que se hayan escrito sobre
los afectos desde la filosofa con el autor que ms ha insistido en el trasfondo instintivo y afectivo-pulsional de todas las manifestaciones culturales, incluyendo la
filosofa.
El uso filosfico-prctico de la nocin de afecto en el pensamiento de Spinoza
decanta su pensar como uno encaminado hacia el aumento de la potencia de actuar
o, dicho en otros trminos, hacia la reduccin de la impotencia.28 La nocin de afecto es central en un pensamiento tico donde no hay una divinidad personal ni psicolgica ni moralmente hablando.29 Nietzsche no estudia directamente el anlisis
de la realidad afectiva de Spinoza sino que lo ve desde el prisma del libro de
Fischer, en los tres captulos donde ocupa un lugar central: los captulos 18, Las
pasiones humanas, 22, La voluntad humana, y 23, La libertad humana,
siguiendo la edicin de 1865. Llama la atencin la sintona de la exposicin de
Fischer con elementos del pensamiento nietzscheano; en particular, el nfasis en la
idea de poder y del conatus como un esfuerzo no solo por perseverar en el ser, sino
de aumento de poder (Machtsteigerung).30
lado Storia della critica del libro de F. Mignini Introduzione a Spinoza. Roma: Laterza, 1990, pp.
173-206.
27 Justamente el estudio de los afectos es considerado por Fischer como la obra maestra de Spinoza:
Die Lehre von den menschlichen Leidenschaften ist das Meisterstckt Spinozas. Er hat das deutliche bewutsein gehabt, da allein das volle Verstndni der menschlichen Natur die Grundlage der
Sittenlehre bilden, da man die menschliche Natur nicht verstehen knne, wenn man die
Leidenschaften nicht zu erklren vermge, und da dieser Mangel es sei, welcher die bisherigen
Versuche der Sittenlehre untauglich und unfruchtbar mache. (Op. cit., p. 347) [La doctrina de las
pasiones humanas es la obra maestra de Spinoza. Era consciente de que solo una comprensin cabal
de la naturaleza humana poda asentar las bases de una moral, que no se puede comprender la naturaleza humana si no se tiene la posibilidad de esclarecer las pasiones y que, debido a esta carencia, los
intentos de una moral hasta ese momento haban sido intiles e infrtiles.].
Las traducciones de las citas de Kuno Fischer son de este investigador y no tienen otro propsito que
facilitar la lectura.
28 Tngase en mente la definicin spinociana de afecto: Por afecto entiendo las afecciones del cuerpo, con las que se aumenta o disminuye, ayuda o estorba la potencia de actuar del mismo cuerpo, y al
mismo tiempo, las ideas de estas afecciones. / As, pues, si pudiramos ser causa adecuada de alguna
de estas afecciones, entonces por afecto entiendo una accin; y en otro caso, una pasin. (E3def.3).
La edicin de la tica de Spinoza utilizada es la de Atilano Domnguez, la nica modificacin que se
ha introducido es traducir mens por mente y no por alma. El primer nmero de las referencias a la
tica identifica la parte de la obra citada, la letra p se utiliza por proposicin, def. por definicin,
la s por escolio, Praef. por prefacio.
29 Cfr. S. Nadler. Spinozas Ethics. An Introduction. Cambridge University Press, 2006. En particular
el captulo 4, On God: necessity and determinism (pp. 84-121).
30 El lector de Fischer y de Nietzsche no puede dejar de sorprenderse ante el hecho de que el filsofo
no reconozca lo que el historiador de la filosofa no deja de poner en evidencia, esto es, que la nocin
147
El escolio citado es de suma importancia para entender las diversas vas en que
la potencia del conato se expresa y las consecuencias de concebir una misma sustancia compuesta por diversos atributos. En el caso del ser humano, realidad modal
constituida por una idea cuyo objeto es un cuerpo existente en acto, el esfuerzo por
perseverar puede considerarse solo respecto a la mente o al cuerpo o a la mente y al
cuerpo simultneamente como nos ha ayudado a entender la obra de la profesora C.
Jaquet.33 El estudio de los afectos se sita en la realidad psico-fsica, por lo que es
ms apropiado atender el fenmeno en su complejidad. La diferencia entre la
148
34 Jaquet, C. Le rle positif de la volont chez Spinoza en Les expressions de la puissance dagir
chez Spinoza. Paris: Publications de la Sorbonne, 2005, pp. 91-107; 92. Escribe Jaquet: Pourtant, la
critique dune facult de vouloir libre et la rduction de la volont lentendement ne conduisent pas
Spinoza faire purement et simplement lconomie de ce concept, mais en proposer une refonte. Le
scolie de la proposition IX dthique III nous invite en effet sortir de notre sommeil dogmatique, car
il accorde un nouveau statut la volont en la dfinissant comme leffort pour persvrer dans son tre
en tant quil est rapport lesprit seul. Quest-ce dire? Dun certain point de vue, lthique tout
entire apparat comme le livre de la volont par excellence, puisquelle retrace leffort dun esprit qui
persvre pour se connatre et atteindre la batitude. (pp. 91-92); si la volont est rattache
lesprit seul, elle doit se concevoir par la pense seule et ne doit tre rfre ni au corps ni ltendue. (p. 99).
35 El ttulo completo del captulo 22 es La voluntad humana. Virtud y poder (Macht). La servidumbre
149
movimiento del pensar de Fischer en su escritura, que da cuenta del paso del problema de la voluntad a los afectos. El captulo comienza con la crtica de Spinoza a
la nocin de voluntad cartesiana presente en las proposiciones 48 y 49 de la segunda parte de la tica. Spinoza critica la divisin entre entendimiento y voluntad, las
cuales son facultades distintas para Descartes; segn el filsofo francs, mediante
la volicin afirmo, niego o suspendo el juicio respecto de las ideas que el entendimiento me presenta.36 La crtica spinociana reviste al menos dos facetas. En primer
lugar, el rechazo de la postulacin de una facultad de la voluntad independiente
(abstracta) de los actos volitivos singulares. Y, en segundo lugar, la insistencia en la
afirmacin propia de la idea, es decir, la voluntad no ha de afirmar o negar el contenido de la idea como sucede en la explicacin cartesiana, puesto que las ideas
no son pinturas mudas, estas implican ya afirmacin (E2P49s).37 Fischer se enfrenta a las consecuencias ticas de esta crtica:
Sie is verneint als Willkr; sie kann nur bejaht werden im Einklange mit der nothwendigen Ordnung der Dinge als eine nothwendige Machtuerung der menschlichen
Natur. Es kann sich hier nur handeln um die Freiheit (nicht des Wollens sondern) des
Knnens, um ein Wollen, welches dem Knnen gleichkommt und durch dasselbe
bedingt ist.38
[La voluntad libre es negada en tanto que arbitrio; esta solo puede ser afirmada en
correspondencia con el orden necesario de las cosas como una expresin de la potencia
necesaria de la naturaleza humana. Solo puede tratarse aqu de la libertad (no del querer sino) del poder, de una voluntad, que se iguala al poder y es determinada a travs de
este.].
humana. El valor de los afectos, y las tres partes mentadas estn divididas en secciones que se detallan a continuacin: I. La unidad de la voluntad y el entendimiento: 1. La falsa voluntad libre; 2. La
supuesta dependencia del movimiento de la voluntad. 3. La supuesta independencia de la voluntad del
entendimiento. Descartes; 4. La voluntad como afirmacin y negacin y 5. La voluntad determinada.
II. La voluntad de conocimiento claro: 1. La voluntad como deseo; 2. El deseo como virtud; 3. La virtud como la vida racional (vernunftgeme); 4. Lo bueno y lo malo; 5. El conocimiento como el mayor
bien y la mayor virtud y 6. La autoconservacin como fundamento de la virtud. III. El valor de los
afectos: 1. Los afectos como motivo de las acciones; 2. La necesidad de afectos ms fuertes; 3. El
conocimiento como un afecto. Libertad y servidumbre; 4. La servidumbre humana y 5. Los afectos
buenos y malos.
Este captulo remite a los siguientes textos de la tica: el final de la segunda parte (E2P48-49), el
importante escolio de la proposicin segunda de la tercera parte (E3P2s), numerosos pasajes de la
cuarta parte (E4def.7-8, E4ax.1, E4P: 7-18; 20-52; 54-58; 61-62) y la ltima nota se refiere a los captulos del final de la cuarta parte.
36 Cfr. R. Descartes. Meditacin cuarta. De lo verdadero y de lo falso en Meditaciones metafsicas
con objeciones y respuestas (ed. V. Pea). Madrid: Alfaguara, 1977.
37 En palabras de P.-F. Moreau: En el spinozismo desarrollado, la idea de voluntad puede ser criticada de dos maneras: como separada de las voliciones (crtica nominalista), o como separada del entendimiento (crtica especficamente spinozista).. (Spinoza. Filosofa, fsica y atesmo (trad. P. Lomba).
Madrid: Antonio Machado Libros, 2014, p. 54.).
38 Op. cit., p. 477.
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Y as, el nio cree que apetece libremente la leche, y el chico irritado, en cambio, que
quiere la venganza, y el tmido la fuga. El borracho, por su parte, cree que habla por
libre decisin de la mente cosas que despus, sobrio, quisiera haber callado; e igualmente el delirante, la charlatana, el nio y muchsimos de esta calaa creen hablar por
libre decisin de la mente, siendo as que no pueden reprimir el impulso que sienten de
hablar. De suerte que la misma experiencia ensea, no menos claramente que la razn,
que los hombres se creen libres por el nico motivo de que son conscientes de sus acciones e ignorantes de las causas por las que son determinados () (E3P2s).39
En la exposicin sale a relucir algo de sumo inters, que se pierde de vista cuando se leen las partes de la tica como libros independientes y no como partes de un
todo. El modo en que Fischer organiza el texto hace que el lector tenga presentes
dos momentos cruciales de la lectura y del proyecto tico de Spinoza: por una parte,
la negacin de una voluntad absolutamente libre, entendida como indeterminada, y,
por otra parte, la mirada no moralizante y ausente de juicio a la realidad de la fuerza de los afectos. Esta fuerza puede determinar a un ser humano a hacer lo peor
incluso sabiendo lo que es mejor. Spinoza retorna a un tema clsico presente en
Eurpides, en Ovidio y tambin en Descartes, el tema de la akrasa (E4Praef.;
E417s). Solo el conocimiento no puede luchar en igualdad de condiciones contra los
afectos quien aumenta la ciencia, aumenta el dolor reza el texto citado del
Eclesiasts en E4P17s este es el lmite infranqueable de las lecturas parciales e
intelectualistas de Spinoza. Podemos reconocer una situacin como perjudicial, ser
conscientes de sus efectos40, y sufrir porque no podemos dejar de hacer lo que nos
hace mal, cito del prefacio de la cuarta parte:
ita ut ipsa experientia non minus clare, quam ratio doceat, quod homines ea sola de causa liberos se esse credant, quia suarum actionum sunt conscii, & causarum, a quibus determinantur ignari
(E3P2s).
40 G. Albiac, en sus notas al Apndice de la primera parte de la tica y al prefacio de la cuarta parte,
insiste en la importancia de no confundir consciencia y conocimiento en Spinoza: La distincin entre
consciencia y conocimiento es esencial para entender el envite spinozano. La consciencia no es
39
151
sino representacin imaginaria; como tal, genera reconocimiento identificativo y no es, en el fondo,
sino proyeccin, en mayor o menor medida desplazada, del deseo. El conocimiento establece la red
causal que determina la definicin de un individuum, entendiendo como tal cualquier ente determinado () (tica demostrada segn el orden geomtrico, (trad. y notas de V. Pea y notas y eplogo por
G. Albiac). Madrid: Tecnos, 2007; nota 41, Apndice; ver tambin nota 25 de la cuarta parte). Ser conscientes para Spinoza no implica un conocimiento adecuado, dado que aquello de lo que soy consciente, de primera instancia, es de mi apetito (el conatus referido a la mente y al cuerpo; no otra cosa es el
deseo). Ahora bien, la distincin que hace Albiac entre conocimiento y consciencia podra ganar en
matices desde la distincin entre entendimiento y consciencia. La imaginacin es imprescindible para
el conocimiento, para las maneras en las que producimos conocimiento; si bien no de modo adecuado, dado que la imaginacin est anclada en la parcialidad de la experiencia de un determinado cuerpo y de su idea que es la mente. La lnea divisoria entre la imaginacin y el conocimiento no es tan
tajante, mientras que la lnea entre entender e imaginar s lo es. En la medida en que somos cuerpos
no podemos dejar de imaginar, que es un modo de padecer, es decir, padecemos en la medida en que
no podemos dar cuenta de las causas que nos determinan a obrar de diversas maneras ni, por lo tanto,
podemos explicar a partir de nuestra propia naturaleza lo que hacemos. Sin embargo, es propio de la
potencia del entendimiento eje de la quinta parte de la tica formar conceptos adecuados de las
afecciones del cuerpo (E5P4) y como escribe Spinoza: cada cual tiene la potestad de entender, si no
totalmente, s al menos en parte clara y distintamente sus afectos, y por consiguiente de hacer que
padezca menos por ellos. (E5P4s). F. J. Ramos recoge este aspecto en el apartado 2.72 del tercer volumen de su Esttica del pensamiento: La capacidad de un cuerpo de afectar y de ser afectado por otros
cuerpos ocurre paralelamente al registro psquico de esas mismas afecciones. Ese es uno de los grandes descubrimientos conceptuales de Spinoza que dan al traste con el dualismo cartesiano. ()
desde la perspectiva orgnica, aunque la conciencia ignore por completo la enorme complejidad
metablica que en cada momento determina la aparicin de los cuerpos, la representacin autoconsciente de ese cuerpo es parte del acontecimiento de lo que significa ser-y-tener-cuerpo. Desde la perspectiva de la mente, la conciencia puede llegar a tener una idea adecuada de su corporeidad, fruto de
un entendimiento real de aquel acontecimiento. (La invencin de s mismo. Madrid: Fundamentos,
2008.). La ltima oracin citada responde a lo que puede la mente, es decir, a la potencia del entendimiento o la libertad humana, utilizando la disyuncin que le da ttulo a la quinta y ltima parte de la
tica.
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intelectualista que entender, es decir, nada que atente ms contra el prejuicio que
distingue entre lo terico y lo prctico: entender es actuar. Escribe Spinoza que es
necesario conocer tanto la potencia como la impotencia de nuestra naturaleza, a
fin de determinar qu puede y qu no puede la razn en orden a moderar los afectos (E4P17s). Aunque no se parte de la defensa de una voluntad libre, la pregunta de la tica se mantiene: cmo puedo liberarme de la servidumbre? Cmo
llegar a actuar? Qu es lo que puedo hacer? Spinoza introduce otra nocin clave
para dar cuenta de lo que podemos, de aquello que se convierte en nuestra realidad
efectiva. Por eso la cuarta parte de la tica incluye entre sus definiciones la siguiente aseveracin:
Por virtud y potencia entiendo lo mismo; es decir (por 3/7), la virtud, en cuanto que se
refiere al hombre, es la misma esencia o naturaleza del hombre, en cuanto que tiene la
potestad de hacer ciertas cosas que se pueden entender por las solas leyes de su propia
naturaleza. (E4def.8).41
Es imprescindible enfatizar la relacin entre virtud y potencia en Spinoza, nuestra virtud es lo que somos, aquello que somos equivale en este plano a aquello que
podemos. En Spinoza, entender estar ligado a un conocimiento claro de lo que
puedo hacer.42 Este punto no es ignorado por Fischer, llegando a escribir en una
nota la formulacin Virtus = potentia, sino que se convierte en eje de la reconsideracin de la voluntad. En la exposicin de Fischer, la voluntad determinada
comienza el giro de pensar lo tico anclado en el ejercicio de la voluntad desde lo
que podemos y no desde un querer indeterminado:
Der menschliche Wille ist unfrei. Wie ist durch den unfreien Willen die Freiheit von den
Leidenschaften oder die Herrschaft ber dieselben mglich? Das ist die Frage, von der
Ethik abhngt.43
[La voluntad humana no es libre. Cmo es posible desde una voluntad no libre la liberacin o el dominio de las pasiones? La tica depende de esta pregunta.].
153
depende del conocimiento adecuado, dominada por el intelecto (Intellect). El esperado paso a seguir sera disolver la importancia de la nocin de voluntad como una
cuestin nominal que responde a la nocin ms bsica de conatus pero Fischer
insiste en entender la voluntad como deseo consciente: Der bewute Affect ist
Wille oder begierde. (El afecto consciente es la voluntad o el deseo) o Der
Wille ist der bewute Affect oder die begierde. (La voluntad es el afecto consciente o el deseo).44 La voluntad de entender, a la que apela Fischer, no es ms que
el resultado de entender valga la redundancia de modo consciente y adecuado lo
que se sigue de nuestra naturaleza.
Diese Freiheit ist eine nothwendige Folge des Willens, welcher selbst eine nothwendige Folge der klaren Erkenntni ist, wie diese eine nothwendige Folge des menschlichen
Geistes.45
[Esta libertad es una consecuencia necesaria de la voluntad, que en s misma es una consecuencia del conocimiento claro, al igual que este es una consecuencia necesaria de la
mente humana.].
En su clsico estudio Nietzsche und Spinoza (1974), Wurzer ya se haba percatado de esta curiosa identificacin: La voluntad, como ha sido presentada en la primera y en la segunda parte, no es tan fcilmente asimilada al deseo en la tercera
parte, tampoco a un deseo consciente del que suele hablar Kuno Fischer..46 Esta
identificacin resulta en un fuerte posicionamiento. Dado que el entendimiento es
idntico a la voluntad, la voluntad deseante-determinada a la que Fischer apunta es
la misma que le da ttulo a esta parte: la voluntad de conocimiento claro, es decir,
la voluntad de entender. Ahora es posible comprender el vnculo que hace Fischer
entre voluntad y deseo, que lo conduce a expresiones como estas:
Der wirkliche Wille ist dieses bestimmte, einzelne Verlangen, welches allemal durch
eine bestimmte Ursache genau determinirt ist.47
[La voluntad efectiva es este deseo determinado, que est sin duda condicionado por
una causa determinada.]
Was der menschliche Geist thut, das thut er, weil er es begehrt. Wenn also die klare
Erkenntni aus dem menschlichen Geiste nothwendig folgen soll, so mu sie begehrt
Ibidem, p. 491, p. 501. Ver tambin p. 354: aus der begierde oder dem Willen zur
Selbsterhaltung.
45 Ibidem, p. 482.
46 Der Wille, wie er im ersten und zweiten Teil der Ethik aufgefasst wird, wird im dritten Teil nicht
einfach identisch mit der begierde, auch nicht im Sinner einer bewuten begierde wovon Kuno
Fischer zu sprechen pflegt. (Wurzer, W. Op. cit., p. 213.).
47 Op. cit., p.481.
44
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werden. Wenn sie mchtiger sein soll, als alle Leidenschaften, so mu sie am mchtigsten begehrt werden und strker als alle Objecte, die wir passionirt oder leidenschaftlich verlangen, so mssen die strksten Affecte nothwendig eine Richtung nehmen, die in der klaren Erkenntni ihr naturgemes Ziel findet. Wir werden daher die
Frage untersuchen mssen, welches sind die strksten Affecte?48
[Lo que hace la mente humana, lo hace porque lo desea. Para que el conocimiento claro
se siga de modo necesario de la mente humana, esta tiene que desearlo. Si quiere ser
ms potente que todas las pasiones, tiene que desear del modo ms potente y ms fuerte que todos los objetos que anhelamos de modo pasional o pasivo, los afectos ms
potentes tienen que tomar necesariamente una direccin que encuentre en el conocimiento claro la meta adecuada a su naturaleza. Por lo tanto, debemos formular la pregunta por cules son los afectos ms potentes.].
155
mueve este esfuerzo lo llamamos bueno, malo lo contrario. () /La potencia de una
cosa es igual a su esencia. Por consiguiente, la esencia de la naturaleza humana es igual
a cada conato y la esencia de la mente humana es igual a cada esfuerzo consciente, esto
es, a la voluntad o el deseo de autoconservacin.].
La voluntad spinociana no agota la realidad del conatus, sino que se ajusta a este
aspecto fundamental de todo lo que es. Por su parte, Fischer no distingue la voluntad como palabra que designa al conatus solo en relacin con la mente del apetito
que se refiere tanto al cuerpo como a la mente. Desde su organizacin de la tica,
la nocin de voluntad le permite a Fischer hilvanar este captulo con la pregunta
fundamental del prximo captulo y el ltimo que realmente expone contenidos del
pensamiento de Spinoza, aquel que versa sobre la libertad humana (cap. 23); que se
detiene en el estudio de la parte quinta de la tica, justo aquella en la que se afirma
que la potencia de la mente se define por la sola inteligencia (E5Praef).
4. Conclusin
51 La palabra latina conatus significa esfuerzo pero tambin empeo, tentativa. El verbo conor implica tanto prepararse o disponerse como emprender, intentar o esforzarse (Diccionario Latino Spes.
barcelona: Vox, 2005.).
156
52 sed eandem ita definire studui, ut omnes humanae naturae conatus, quos nomine appetitus, voluntatis, cupiditatis, vel impetus significamus, una comprehenderem. () Hic igitur Cupiditatis nomine
intelligo hominis quoscunque conatus, impetus, appetitus, & volitiones, qui pro varia ejusdem hominis constitutione varii, & non raro adeo sibi invicem oppositi sunt, ut homo diversimode trahatur, &
quo se vertat, nesciat. (E3af.def.1.expl.).
53 Esta nota comienza de la siguiente manera: Spinoza: wir werden nur durch begierden und Affekte
in unserem Handeln bestimmt. Die Erkennti mu Affekt sein, um Motiv zu sein. Ich sage: sie mu
Leidenschaft sein, um Motiv zu sein. (11 [193]; KSA 9, p.517.).
54 Fischer, K. Geschichte der neuern Philosophie. Fnfter Band. Fichte und seine Vorgnger. Erste
Abteilung und Zweite Abteilung. Heidelberg, 1869.
55 Fischer, K. Geschichte der neuern Philosophie. Sechster Band. F.W.J. Schelling. Erstes buch:
Schellings Leben und Schriften. Heidelberg, 1872; Fischer, K. Geschichte der neuern Philosophie.
Sechster Band. F.W.J. Schelling. Zweites buch: Schellings Lehre. Heidelberg, 1877.
56 Fischer, K. Geschichte der neuern Philosophie. Achter Band. Arthur Schopenhauer. Heidelberg,
1893.
57 ber das Problem der menschlichen Freiheit. Rede zum Geburstagsfeste des Hchsteligen
Groherzogs Karl Friedrich von baden und zur akademischen Preisverteilung am 22.11.1875.
Heidelberg, 1875. Posteriormente titulado ber die menschliche Freiheit. Consultar tambin: Das
Verhltnis zwischen Willen und Verstand im Menschen. Heidelberg, 1896. Las referencias bibliogrficas sealadas en las notas 54-57 han sido tomadas de la bibliografa preparada por R. Hlsewiesche,
Op. cit., pp. 163-189.
58 Fernndez, E. El deseo, esencia del hombre en Domnguez, A. (ed.). La tica de Spinoza.
Fundamentos y significados. Cuenca: Ediciones de la Universidad de Castilla-La Mancha, 1992, pp.
135-152; p. 146.
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