La Sinagoga de Los Iconoclastas - Juan Rodolfo Wilcock

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J.

Rodolfo Wilcok nos presenta una


singular galera de retratos: las
vidas imaginarias de treinta y seis
personajes, tericos, utopistas,
sabios, inventores, todos ellos
abnegados hroes del absurdo.
Seres que, apoyndose en las
slidas bases de la ciencia o de
alguna disciplina presentada como
rigurosa, o, por lo menos
impulsados por una ineludible
intuicin, llevan sus consecuencias
hasta el final y se encaminan
tranquilamente y, tal vez, con
argumentos convincentes hacia la
demencia a menudo, se dice,
limtrofe con el genio. Estas vidas
monstruosas, que la historia intenta
en vano, por pudor, olvidar, son
rescatadas por un enciclopedista
que registra inexorablemente,
Plutarco de lo incongruente,
impasible como Buster Keaton, sus
ms memorables peculiaridades.
Saltando a travs de disciplinas,
pocas y continentes, encontramos
entre otros a: Juan Valds y Prom,
filipino, famoso por sus
extraordinarias facultades
telepticas y por la crisis de
glosolalia que provoc en los ilustres
personajes reunidos en un congreso
en la Sorbona; por lo dems, se
pareca demasiado a un santo como
para no asociarle inconscientemente
a la idea de burdel. Aaron
Rosemblum, quien preconizaba, en
1940, el retorno a la poca
elisabethiana, mediante la abolicin
de toda novedad aparecida en el
mundo desde 1580; confiaba en el
apoyo de Hitler, ya que ambos
perseguan el mismo objetivo: la
felicidad del gnero humano. Yves
de Lalande, primer productor de
novelas a escala realmente
industrial. Scrates Scholfield,
inventor de un artilugio que
demostraba la existencia de Dios.
Lloren Riber, cataln, aclamado
director de teatro, quien, entre otras
conspicuas performances, realiz en
Oxford un montaje de las
Investigaciones filosficas de
Wittgenstein. Etc., etc.

La sinagoga de los iconoclastas


evoca los retratos imaginarios de
Marcel Schwob y los libros
inventados de Borges, pero la
profusin de los temas, el ingenio
siempre renovado de Wilcock, y su
inagotable arsenal de humor, casi
siempre homicida, acaban por
conducir a un resultado a menudo
escalofriante. Estos iconoclastas
cada uno de los cuales resquebraja
un tanto la imagen que nos hacemos
del universo nos proponen un
contrauniverso al cual podemos
oponer bien pocas certidumbres. Ya
que, y ste es uno de los mritos
principales de este libro de locura
maravillosa casi todas estas teoras
son plausibles, o en todo caso poco
menos que aquellas que se
ponderan gravemente en las
ctedras universitarias.
Juan Rodolfo Wilcock
La sinagoga de
los iconoclastas
ePUB v1.0
chungalitos 10.09.12
Ttulo original: La sinagoga degli
iconoclasti
Juan Rodolfo Wilcock, 1971.
Traduccin: Joaqun Jord

Editor original: chungalitos (v1.0)


ePub base v2.0
EVOCACIN [1]
Otra persona sobria es mi amigo
Juan Rodolfo Wilcock, que lleva aos
viviendo en el campo, en una casita
sencilla, con pocos muebles, escasos
cacharros y un estante de libros. Creo
que en su guardarropa slo hay dos
viejas chaquetas, tres o cuatro camisas
desgastadas, algn pullover agujereado
y unos cuantos pantalones de pana: todo
ello ropa comprada en mercados de
segunda mano. Adems del telfono, del
cual tambin se sirve para charlar con
los amigos, sus grandes lujos son un
viejo Volkswagen, con el cual (pero
cada vez menos) aparece en ocasiones
en Roma, y una buena radio para
escuchar, cuando lo dan y tiene ganas, un
lied de Ruga Wolf o un cuarteto de
Anton Webern. Pero tampoco l trabaja:
escribe poemas y cuentos, pergea algn
artculo para la prensa, traduce dramas
elisabethianos y, echado en un divn, lee
y relee a Joyce y Wittgenstein.

RUGGERO GUARINI
JOS VALDS Y
PROM
Nacido en Manila (Filipinas), Jos
Valds y Prom se dio a conocer por sus
extraordinarias facultades telepticas,
sobre todo en Pars. Desde esta ciudad,
centro del mundo, la telaraa de su
mente ubicua tenda sus hilos
instantneos hasta Madrid, hasta Nueva
York, hasta Varsovia y Sofa; pero la
araa en s, l mismo, jams quiso
desplazarse de su madriguera cnica, de
su hiperboloide, de su desordenado
apartamento del sexto piso de la rue
Visconti en la rive gauche: ms de un
estudioso de ciencias parapsquicas
muri de infarto subiendo sus
asquerosas escaleras, cosa que aument
notablemente la fama de Valds.
La aplaudida ignorancia francesa de
la geografa, adems de cualquier lengua
diferente al francs, le convirti en
japons, chileno, papuaso, siams,
indio, esquimal, mexicano y portugus
segn las modas o los acontecimientos;
de igual manera sus sencillos apellidos
experimentaron metamorfosis dignas
casi de un faran egipcio de cuyo
nombre se reconoce habitualmente slo
la primera letra, o la segunda, o la
ltima, por no mencionar a Sesostres
que firmaba Ramss.
As se explica que el gran mdium
sea recordado en Roma con el nombre
de Giuseppe Valdez, en Viena como Joss
Von Yprom, en Londres como J. V.
Bromie y en los crculos gnsticos de
Zurich bajo la improbable versin de
Jonathan Waldenpromer. En 1875, dos
avaras condesas turinesas espiritistas
quedaron reducidas a la mendicidad por
un falso sosia natural de Brescia,
adems de rubio que se present bajo
el nombre de Giosue Valdes di Promio.
Su fama, como la de Buda y de Jehov,
estaba por encima de la ortografa.
Su fama haba nacido, en cierto
modo, con la Tercera Repblica. En
1872, Valds y Prom haba jugado su
primera partida teleptica de ajedrez
con el pastor anabaptista L. B. Rumford
de Tumbridge Wells, y la haba ganado.
Las crnicas de esa memorable partida
son ms bien divergentes. Es casi seguro
que los dos jugadores abrieron el juego
ms o menos a la misma hora, y en el
mismo da; lo que no queda claro es el
hecho, por lo que parece documentado,
de que el ingls se rindi un martes y el
jugador de Pars no le dio jaque mate
hasta el jueves; de cualquier modo las
jugadas y otros pormenores de la partida
pueden leerse en la Edinburgh
Review, lo que demuestra la
resonancia del acontecimiento.
En los meses y aos sucesivos,
Valds y Prom gan partidas por
telepata en casi todas las ciudades
europeas dotadas de telgrafo, y una en
Lublin, cuyo resultado se perdi, sin
embargo, entre las nieblas
transdanubianas, porque el telgrafo
todava no haba llegado a Lublin. De
todos modos, estas partidas eran
extremadamente elementales; parece ser
que los contrincantes de Valds se
dejaban comer inmediatamente todas las
piezas y se avanz la hiptesis de si el
vidente elega sistemticamente a
adversarios que ni siquiera saban jugar
al ajedrez. Lo que, sin embargo, no
quitaba mrito a la empresa, si se piensa
en la infinita complejidad de dicho
juego, y en cmo sta se hace
doblemente infinita cuando ninguno de
los dos jugadores tiene la ms mnima
idea de la jugada que ha hecho el otro:
en semejantes circunstancias, incluso
perder se convierte en una victoria.
Mientras tanto Valds se haba
convertido en el Mahatma de los
mdium, el recuperador oficial de
alhajas y de hijos extraviados, el
adivino de las mariscalas enamoradas,
el consolador de las Grandes Electrices
Palatinas viudas. Nunca supo nadie
dnde iban a parar las ingentes
cantidades que ganaba; se murmuraba
que el Maestro se estaba haciendo
construir una pirmide privada en
Egipto en las proximidades de Menfis;
otros decan que enviaba todos los
francos a China, lo que entonces pareca
suficientemente misterioso como para no
exigir explicaciones; los maliciosos y
los pobres de ingenio afirmaban en
cambio, como siempre sin pruebas, que
gastaba todas sus ganancias en el
lupanar ms lujoso de Pars, entre
argelinas y tonquinesas, cuando no entre
tonquineses y argelinos.
El hecho es que Valds y Prom se
iba pareciendo demasiado a un santo
como para no ir inconscientemente
asociado a la idea de burdel; se deca
incluso que haba devuelto a la vida a un
repartidor atrozmente aplastado por un
tranva de caballos. Se saba a ciencia
cierta que haba hipnotizado a distancia
al hijo del zar, durante un viaje a Odesa,
y que en dicho estado le haba obligado
a enviar un mensaje a Petroburgo para
pedir el indulto de un famoso anarquista
de Vladivostok condenado a muerte.
Pero pudiera ser tambin que la peticin
de indulto no fuese ms que el precio
pactado con el vidente por alguna
diferente y desconocida prestacin.
Por otra parte, era indudable que casi
cada noche el filipino abra de par en
par la ventana de su habitacin, suba al
antepecho y comenzaba a recorrer a lo
largo y a lo ancho la rue Visconti,
caminando por el aire, siempre a la
altura del sexto piso, con aire tranquilo
y reflexivo; al cabo de una media hora
de desahogo regresaba a casa por la
misma ventana. Estas eran sus nicas
salidas comprobadas.
En determinado momento, un
exiliado espaol amigo suyo, reducido a
la miseria por las guerras carlistas,
quiso aprovechar las facultades
telepticas del Maestro, abriendo una
agencia de noticias o, como se dira
actualmente, una agencia de prensa,
detrs del Htel de Ville. Tres veces por
semana suba las escaleras de la rue
Visconti, y el filipino en trance arrojaba
para l su mirada radar sobre las
capitales del mundo civilizado. Esta fue
la primera agencia de prensa de tipo
moderno, en el sentido de que todas las
noticias que ofreca se referan a jefes
de estado dedicados a sus normales
actividades cotidianas, por ejemplo:
Roma. El Papa ha celebrado su
octogsimo segundo aniversario
oficiando una misa en la Capilla
Sixtina; Berln. El Canciller de
Hierro ha inaugurado una estatua de
bronce a la Nacin Prusiana;
Montreux. Ha sido recuperada la
maleta de la Reina de Npoles. No
estaban maduros los tiempos para este
periodismo de alto nivel y la agencia no
tuvo xito: Europa esperaba de Valds
unas emociones muy diferentes.
Estas emociones le fueron finalmente
concedidas con motivo del gran
Congreso Internacional de Ciencias
Metafsicas, que se desarroll o hubiera
debido desarrollarse con solemne
pompa, en 1878, en las venerables aulas
de la Sorbona; la cual, sin embargo, no
quiso asociarse oficialmente a esta
compleja manifestacin de
conservadurismo progresista. En
realidad, la Sorbona apoyaba y hasta
financiaba, con la mano izquierda, dicho
congreso, probablemente urdido a la
sombra del dudoso connubio entre la
todava poderosa Iglesia de Francia y el
cada vez ms poderoso Materialismo
Cientfico Europeo.
En el clima conciliador de la nueva
constitucin republicana, intereses
opuestos se enfrentaban en el Congreso:
la Iglesia no quera nunca haba
querido ceder a individuos privados,
como, sin embargo, haba ocurrido con
el voto, la facultad de realizar milagros;
la Ciencia positivista no quera, ms
sencillamente, que existieran milagros.
Puesto que Valds y Prom era la nica
persona de Pars, tal vez de Europa,
cuyas facultades milagreras eran
reconocidas por todos, es legtima la
sospecha de que el autntico blanco del
Congreso fuera precisamente l, Valds.
Eminentes telogos, cardenales y
obispos se habran unido, siquiera por
una vez, con los nombres ms
prestigiosos de la fsica y de la qumica,
incluso con los irrumpientes
evolucionistas, para aplastar aquellas
turbias manifestaciones del espritu,
denominadas entonces metafsicas:
hipnotismo, telepata, espiritismo,
levitacin, Por su parte, Valds se haba
propuesto aplastar, sin necesidad de
salir de casa, Congreso y congresistas.
Desde el primer da las cosas
tomaron un cariz preocupante. El
Arzobispo de Pars, que deba inaugurar
los trabajos, abri en cambio su ancha
boca y comenz a cantar en patois
saboyano el Rappel des Vaches, que
sirve para atraer las vacas al establo; el
alto prelado proceda, en efecto, de la
Alta Saboya. Inmediatamente despus
deba hablar el ilustre Ashby, en nombre
de la ciencia inglesa; conmovida, su
ronca voz de matemtico se alz, en
cambio, para entonar las estrofas del
God Save the Queen; todas las estrofas,
como slo se hace en las grandes
ocasiones.
Acabados los aplausos, pidi la
palabra el ms famoso astrnomo
bohemio para anunciar, en un deplorable
alemn, que no recordaba en absoluto
por qu motivo estaban reunidos all;
apenas fue traducida esta comunicacin
por los intrpretes a los franceses y a
los dems monglotas presentes, se
propag en la asamblea un agitado
parloteo: con precauciones en un
principio, con regocijo despus, todos
los congresistas admitieron, en las ms
variadas lenguas, que tampoco ellos
saban qu diablos haban venido a
hacer all.
Los trabajos quedaron suspendidos,
al menos por aquella jornada, a fin de
que los participantes en el congreso
pudieran regresar a sus hoteles o
conventos y ordenar sus papeles y sus
ideas. La salida del Aula Magna fue
tumultuosa: aquejados por una oleada
colectiva casi histrica de glosolalia,
cientficos y monseores se dirigieron
hacia las puertas cantando, los ms
ancianos la Carmagnole, los menos
ancianos una nueva cancin popular
internacional, que unos aos despus iba
a ser exhumada por Degeyter y Pottier
con el nombre precisamente de La
Internacional.
Despus de este esfuerzo
sobrehumano, Valds y Prom cay en un
profundo sueo que dur casi hasta
medianoche. Cuando se despert, comi
algo, dio sus habituales cuatro pasos
entre las mansardas de la rue Visconti, y
se dispuso a afrontar las fatigas de la
segunda jornada.
La segunda jornada del Congreso
contra las Ciencias Metafsicas, que hoy
por curiosa mettesis se denominan
metapsquicas, fue abierta por el
Presidente de la Comisin de Pesos y
Medidas, el cual propuso a la Asamblea
que salieran todos al patio para bailar
una polonesa en honor de Allan Forrest
Law, botnico y decano de Yale en el
extico Connecticut. El Obispo de Caen
objet que estaba lloviendo y que en la
propia Aula haba espacio suficiente
para bailar un vals. Los cientficos
alemanes, entre los cuales estaba el
Rector Magnfico de la Universidad de
Jena, improvisaron inmediatamente un
landler con gran ruido de zuecos sobre
el entarimado de madera, al que fueron
unindose, poco a poco, los ms
famosos gelogos, vulcanlogos,
sismlogos, entomlogos y marilogos
de la poca. La reunin estaba
degenerando visiblemente y tambin esta
sesin tuvo que ser aplazada. La prensa,
que no haba sido admitida a las
sesiones del Congreso, pudo, no
obstante, comprobar desde fuera el
alboroto y a continuacin la
impresionante cantidad de asientos
rotos.
Intil observar aqu lo que todos
observaron entonces, y es que jams
haba sucedido nada parecido en un
congreso cientfico: alguien comenz a
murmurar, sotto-voce, el nombre de
Valds. Valds y Prom no reciba a
periodistas ni corresponsales, no
facilitaba declaraciones: surgi la
sospecha de que tena en cartera algo
todava ms clamoroso.
El Nuncio Apostlico ante la
Tercera Repblica, preocupado por el
prestigio de los religiosos implicados,
quiso participar personalmente en la
tercera sesin del Congreso. Apenas lo
supo Valds, gracias al exiliado espaol
que no renunciaba a su tarea de
recolector y transmisor de noticias,
decidi servirse de esta mximamente
autorizada presencia ms autorizada
an que aqulla, igualmente anunciada,
del Ministro del Interior y Jefe de
Polica para asestar el golpe
definitivo a sus enemigos.
Cuando, a la maana siguiente, entr
el Nuncio en la sala, todos los
congresistas, hasta los luteranos, hasta
los rusos, hasta el turco, se levantaron
respetuosamente y aplaudieron. El
Nuncio abri su boquita y dijo:
Humildemente os traigo el paternal
saludo de Su Santidad, baluarte contra el
cual no prevalecern ni demonios ni
brujas, ni partidarios de ciencias tanto
evidentes como ocultas. Se levant
entonces el fisilogo Puknanov y
respondi: Yo, Valds y Prom, le traigo
el mo. Se levant Sir Francis Marbler
y aadi: Yo, Valds y Prom, saludo al
Papa. Se levant Van Statten y dijo:
Yo, Valds y Prom, doy las gracias al
Sumo Pontfice. Uno tras otro, todos
los cientficos se levantaron y dieron las
gracias en nombre del vidente filipino;
lo mismo hicieron despus telogos y
eclesisticos; el Nuncio crea estar
soando, cuando finalmente se levant
el Ministro del Interior y con un
marcado acento de Toulouse concluy:
Yo, Valds y Prom, nunca me he
sentido tan honrado.
Despus de lo cual, todos los
reunidos propusieron declarar
clausuradas las tareas del congreso.
Unnimemente, todos se manifestaron de
acuerdo con la propia propuesta. Se
origin luego una gran confusin, que ha
sido variadamente descrita, entre otras
cosas porque todos los presentes
seguan pensando que eran Valds y
Prom. A excepcin del Nuncio, que, sin
embargo, nunca quiso comentar con
nadie lo que haba sucedido realmente
aquel da en el Aula Magna de la
Sorbona.
Siempre como en un sueo,
cientficos y religiosos se encaminaron
bien a la Gare de Lyon, bien a la Gare
de Strasbourg, bien a las propias
carrozas, Al no conseguir obtener de
ellos ninguna noticia parecan
nios, escribi La Libert los
periodistas corrieron a la rue Visconti;
pero tampoco consiguieron saber algo
ms sobre lo sucedido, porque Valds y
Prom haba muerto. Demasiado exhausto
por el esfuerzo, parece que en el
transcurso de su habitual paseo areo
vespertino frente a las ventanas del
sexto piso, el hipnotizador adelant un
paso en el vaco, precipitndose
lastimosamente sobre el adoquinado; en
cuanto al exiliado espaol, preocupado
acaso por las posibles represalias del
ministerio del Interior, haba
desaparecido.
JULES FLAMART
En 1964 Flamart entreg a la
imprenta su novela-diccionario, titulada
astutamente La langue en action. La
idea era la siguiente: puesto que los
normales vocabularios modernos, por
muy divertidos y en ocasiones
licenciosos que resulten, son casi sin
excepcin inadecuados para una lectura
continuada y sistemtica, que es la nica
que justifica la existencia duradera de
una determinada obra, el autor se haba
propuesto, con una paciencia
flaubertiana, componer un nuevo tipo de
diccionario que conjugase lo til con lo
aventuroso, indicando como cualquier
otro vocabulario la definicin y la
utilizacin de cada una de las voces,
acompandolas, sin embargo, no de
agradables observaciones y
divagaciones eruditas como las que
alimentan o alimentaban las antiguas
enciclopedias, sino de breves pasajes
narrativos, encadenados de tal manera
que, una vez acabada la lectura, el lector
no slo ha aprendido la utilizacin
correcta de todas las voces que
componen la lengua, sino que adems se
ha divertido siguiendo el intricado
desarrollo de una trama de lo ms
cautivante y movida, de tipo espionaje-
pornogrfico.
Est claro que no bastar la anterior
descripcin para dar una idea precisa de
este trabajo probablemente nico en el
mundo, y extraamente an poco
conocido. Convendr, pues, transcribir
un fragmento de l, elegido al azar entre
sus ochocientascincuenta pginas;
intentando soslayar el hecho de que el
diccionario es, al fin y al cabo, un
diccionario, y adems francs. Abramos
la pgina 283:
Enfoncer: derribar; introducir.
Arthur la enfonga.
Enforcir: vigorizar. La alocucin del
presidente de la repblica en la
televisin le habr enforci, coment el
astuto Ben Said.
Enfouir: soterrar; empujar a fondo.
Abriendo de nuevo los ojos, Graldine
protest, no sin irona: Pero dnde la
has enfoui?,
Enfourcher: atravesar con la horca;
ensartar. Tendras que decir ms bien
enfourchi, aclar entre dos beldades el
secretario del viceprefecto.
Enfourchure: fondillo de los
pantalones. Alastair, cgelo del
enfourchure e intenta echarlo hacia
atrs, suplic Fauban.
Enfourner: enhornar, meter. No por
casualidad le llaman el enfourneur,
aadi con aire experto la falsa monja.
Enfreindre: infringir, violar. Les
gusta Benjamin Britten?, pregunt Ben
Said, enifreignant repentinamente el
respetuoso silencio.
Enfroquer: encapuchar; hacerlo
fraile. Enfroquez-le! oyse aullar a una
voz horrorizada al otro lado de la
puerta.
Enfouir (S'): huir; escapar.
Graldine afloj las rodillas y la dej
s'enfouir.
Enfumer: ahumar. Ponindose los
calzoncillos por la cabeza como si
fueran unas gafas, Alastair le enfuma
por completo con su especial aliento e
intent echarse al lado del secretario del
viceprefecto.
Engadine: Engadina. Apestaba a
Engadine.
Engag: comprometido. Por qu
ese aire de semanario engag?, le
pregunt sarcsticamente la monjita,
revolvindose en el silln sobre el
regazo de Fauban para pulsar el timbre
con el pie derecho.
Engageant: atractivo. La puerta se
abri de golpe y Graldine vio entrar a
un San Bernardo poco engageant.
Engagement: compromiso; promesa.
La enfermera que le segua, se dirigi
hacia Ben Said. He mantenido el
engagement, anunci con una sonrisa
equvoca, y con un rpido gesto le clav
la aguja de una gran jeringuilla
hipodrmica detrs de la oreja
izquierda.
o bien la pgina 577:
Personne: persona; alguien; nadie.
El capitn entr en la galera y dijo:
Personne!
Personnellement: personalmente. El
candidato a paracaidista se atrevi a
insinuar una tmida objecin: Yo,
personnellement El otro le hizo callar
chasqueando la lengua: Slo con esos
pantaloncitos, recortados de un
peridico de la tarde?
Perspective: perspectiva. Problema
de perspective, murmur el muchacho.
Los que usted lleva, en cambio, son de
seda vulgar.
Perspicace: perspicaz; sagaz. Eres
perspicace, observ el capitn,
empujndole hacia la oscuridad.
Perspiration: transpiracin
insensible. Michel estaba cubierto de
perspiration.
Persuader: persuadir; convencer.
Haba algo en el gran ruido metlico al
fondo de aquel pasillo estrecho que no
le persuadait.
Persuasion: persuasin. Pero de
repente not sobre su pierna
delicadamente peluda el viscoso can
de la pistola y una mano silenciosa
framente decidida a no reparar en
medios en su obra de persuasion.
Persulfure: persulfuro. Le rode una
oleada de persulfure.
Perte: prdida; escape. Y esto?,
pregunt finalmente el oficial, sin soltar
a su vctima. Es una perte?
Pertinace: pertinaz. Sus colegas del
Contraespionaje por no mencionar a
sus numerosos enemigos de los
Servicios Secretos extranjeros saban
perfectamente cun pertinace era La
Condamine.
Pertinent: pertinente. Le parece
una pregunta pertinente? dijo el
muchacho, sacndose el dedo de la nariz
e inmediatamente despus la camiseta.
Son cosas mas, y me las guardo para
m, aadi.
pertuis: agujero; hoyo; cavidad. Yo
no estoy tan seguro, mascull el oficial.
Ah est el pertuis!, exclam de repente
lamindose los bigotes.
Perturbation: perturbacin. En el
nefito la leve traspiracin comenzaba a
convertirse en perturbatian.
Pruvien: peruano. Oyes all al
fondo un ruido metlico?, susurr su
gua. Son los pruviens.
Pervers: perverso. Dicen que son
terriblemente pervers!, murmur con un
estremecimiento el adolescente.
Pervertir: pervertir; depravar. Sin
separarse de l ni un milmetro, el
capitn arrastr a Michel otros dos
metros por la oscura galera. Peor
todava, dijo entre dientes, son unos
pervertis!
Pesage: peso; pesaje. Y con ademn
distrado proceda al pesage.
Pesant: pesado. Le parece pesant?,
pregunt el muchacho con una repentina
curiosidad.
Pessaire: pesario. Lstima que he
dejado el pessaire en el Jaguar-Morris,
maldijo La Condamine.
Pessimisme: pesimismo. Una nueva
oleada, ms violenta que la anterior,
termin con su pessimisme: esta vez
deba tratarse de un excusado
semipblico, que probablemente
comunicaba con la sala de cine.
Peste: peste; maldita sea! Ya
estamos, dijo. Peste!, exclam Michel:
Y ahora cmo me seco!

Y as sucesivamente hasta el
deslumbrante final, basado en una orga
de zythum, cerveza de los antiguos, y
especialmente de los egipcios.
Didcticamente impecable,
especialmente adecuada para los
jovencitos y estudiantes en general, la
obra de Flamart es de aquellos
desgraciadamente escasos!
vocabularios que se hacen leer de un
tirn de la primera a la ltima pgina,
aquellos diccionarios que han nacido
llevando sobre la frente el signo de la
epopeya.
AARON
ROSENBLUM
Los utopistas no reparan en medios;
con tal de hacer feliz al hombre estn
dispuestos a matarle, torturarle,
incinerarle, exiliarle, esterilizarle,
descuartizarle, lobotomizarle,
electrocutarle, enviarle a la guerra,
bombardearle, etctera: depende del
plan. Reconforta pensar que, incluso sin
plan, los hombres estn y siempre
estarn dispuestos a matar, torturar,
incinerar, exiliar, esterilizar,
descuartizar, bombardear, etctera.
Aaron Rosenblum, nacido en Danzig,
crecido en Birmingham, tambin haba
decidido hacer feliz a la humanidad; los
daos que provoc no fueron
inmediatos: public un libro sobre el
tema, pero el libro permaneci largo
tiempo ignorado y no tuvo muchos
seguidores. De haberlos tenido, tal vez
no existira ahora ni una sola patata en
Europa, ni un farol en las calles, ni una
pluma de metal, ni un piano.
La idea de Aaron Rosenblum era
extremadamente sencilla; l no fue el
primero en concebirla, pero s el
primero en llevarla hasta sus ltimas
consecuencias. Sobre el papel,
nicamente, porque la humanidad no
siempre desea hacer lo que debe hacer
para ser feliz, o para lograrlo prefiere
elegir sus propios caminos, que en
cualquier caso, al igual que los mejores
planes globales, tambin suponen
matanzas, torturas, crceles, exilios,
descuartizamientos, guerras.
Cronolgicamente, la utopa de
Rosenblum no fue afortunada: el libro
que deba hacerla famosa, Back to
Happiness orOn to Hell (Atrs hacia la
felicidad o adelante hacia el infierno)
apareci en 1940, precisamente cuando
el mundo pensante estaba
mayoritariamente entregado a
defenderse de otro plan, no menos
utopista, de reforma social, de reforma
total.
Rosenblum haba comenzado por
preguntarse: Cul ha sido el perodo
ms feliz de la historia mundial?
Considerndose ingls, y como tal
depositario de una tradicin
perfectamente definida, decidi que el
perodo ms feliz de la historia haba
sido el reino de Isabel, bajo la sabia
conduccin de Lord Burghley. Entre
otras cosas, haba producido a
Shakespeare; entre otras cosas, en aquel
perodo Inglaterra haba descubierto
Amrica; entre otras cosas, en aquel
perodo la Iglesia Catlica haba sido
derrotada para siempre y obligada a
refugiarse en el lejano Mediterrneo.
Rosenblum llevaba muchos aos siendo
miembro de la Alta Iglesia protestante
anglicana.
As que el plan de Back to
Happiness era el siguiente: devolver el
mundo a 1580. Abolir el carbn, las
mquinas, los motores, la luz elctrica,
el maz, el petrleo, el cinematgrafo,
las carreteras asfaltadas, los peridicos,
los Estados Unidos, los aviones, el vota,
el gas, los papagayos, las motocicletas,
los Derechos del Hombre, los tomates,
los buques de vapor, la industria
siderrgica, la industria farmacutica,
Newton y la gravitacin, Milton y
Dickens, los pavos, la ciruga, los
trenes, el aluminio, los museos: las
anilinas, el guano, el celuloide, Blgica,
la dinamita, los fines de semana, el siglo
XVII, el siglo XVIII, el siglo XIX y el
siglo XX, la enseanza obligatoria, los
puentes de hierro, el tranva, la artillera
ligera, los desinfectantes, el caf. El
tabaco poda permanecer, dado que
Raleigh fumaba.
Viceversa haba que reinstaurar: el
manicomio para los deudores; la horca
para los ladrones; la esclavitud para los
negros; la hoguera para las brujas; los
diez aos de servicio militar
obligatorio; la costumbre de abandonar
a los recin nacidos en la calle el mismo
da del nacimiento; las antorchas y las
velas; la costumbre de comer con
sombrero y con cuchillo; el uso de la
espada, del espadn y del pual; la caza
con arco; el bandidaje en los bosques; la
persecucin de los hebreos; el estudio
del latn; la prohibicin a las mujeres de
pisar el escenario; los ataques de los
bucaneros a los galeones espaoles; la
utilizacin del caballo como medio de
transporte y del buey como fuerza
motriz; la institucin del mayorazgo; los
caballeros de Malta en Malta; la lgica
escolstica; la peste, la viruela y el tifus
como medios de control de la poblacin;
el respeto a la nobleza; el barro y los
lodazales en las calles del centro; las
construcciones de madera; la cra de
cisnes en el Tmesis y de halcones en
los castillos; la alquimia como
pasatiempo; la astrologa como ciencia;
la institucin del vasallaje; la ordala en
los tribunales; el lad en las casas y las
trompas al aire libre; los torneos, las
corazas adamascadas y las cotas de
mallas; en suma, el pasado.
Ahora bien, hasta para los ojos de
Rosenblum resultaba obvio que la
puesta a punto y ordenada realizacin de
dicha utopa, en 1940, exigira tiempo y
paciencia, adems de la colaboracin
entusiasta de la parte ms influyente de
la opinin pblica. Es cierto que Adolfo
Hitler pareca dispuesto a facilitar al
menos la obtencin de algunos de los
puntos ms comprometidos del proyecto,
sobre todo los que se referan a las
eliminaciones; pero, en tanto que buen
cristiano, Aaron Rosenblum no poda
dejar de observar que el jefe de estado
alemn se estaba dejando arrastrar
excesivamente por tareas a fin de
cuentas secundarias, como la supresin
de los hebreos, en lugar de ocuparse
seriamente de contener a los turcos, por
ejemplo, o de organizar torneos, o de
difundir la sfilis, o de hacer miniar los
misales.
Por otra parte, aunque estuviese
tendindoles constantemente la mano,
Hitler pareca alimentar a escondidas
una cierta hostilidad respecto a los
ingleses. Rosenblum comprendi que
tena que hacerlo todo por su cuenta;
movilizar por su cuenta la opinin
pblica, solicitar firmas y adhesiones de
cientficos, socilogos, ecologistas,
escritores, artistas, amantes del pasado
en general. Sin embargo, tres meses
despus de la publicacin del libro, el
autor fue reclutado por el Servicio Civil
de la Guerra como vigilante de un
almacn de nula importancia en la zona
ms deshabitada de la costa de
Yorhshire. No dispona ni de un
telfono: su utopa corra el peligro de
hundirse en la arena.
Sin embargo, en la arena se hundi
l, de manera inslita: mientras paseaba
por la playa recogiendo almejas y otros
artculos propios del siglo XVI para el
desayuno, en el curso de un ataque areo
realizado evidentemente a ttulo de
ejercicio, desapareci lacerado en un
agujero y sus fragmentos fueron
inmediatamente recubiertos por el mar.
Ya se ha hablado de la vocacin
mortfera de los utopistas; hasta la
bomba que le destruy responda a una
utopa, no tan dispar a la suya, si bien
aparentemente ms violenta. En su
esencia, el plan de Rosenblum se basaba
en el enrarecimiento progresivo del
presente. Partiendo no de Birmingham,
que era demasiado negra y habra
necesitado al menos un siglo de
limpieza, sino de un pequeo centro
perifrico como Pensance, en
Cornualles, se trataba simplemente de
delimitar una zona tal vez
adquirindola con los fondos de la
Sixteenth Century Society, an por
fundar para proceder despus a la
exclusin en el rea de saneamiento, con
minucioso valor, de todo y cualquier
objeto o costumbre o forma o msica o
vocablo que se remontara a los siglos
incriminados, o sea XVII, XVIII, XIX y
XX. La lista bastante completa de los
objetos, conceptos, manifestaciones y
fenmenos a eliminar llena cuatro
captulos del libro de Rosenblum.
Al mismo tiempo, la sociedad e
institucin patrocinadora, es decir la
Sixteenth Century Society, procedera a
insertar todo lo que ya se ha mencionado
bandidos, velas, espadas, burros de
carga, y as sucesivamente durante otros
cuatro captulos del libro, lo que
debera bastar para convertir a la
colonia naciente en un paraso, o en algo
muy semejante a un paraso. La gente de
Londres acudira en tropel para
sumergirse en el siglo XVI; la suciedad
consiguiente comenzara inmediatamente
a operar una primera seleccin natural,
necesaria como mnimo para devolver la
poblacin a los niveles de 1580.
Con las aportaciones de los
visitantes y de los nuevos inscritos, la
Sixteenth Century Society se encontrara
capacitada, por consiguiente, para
ampliar poco a poco su campo de
accin, extendindose hasta Londres.
Limpiar Londres de cuatro siglos de
construcciones y manufacturados de
hierro era un problema que haba que
resolver aparte, convocando tal vez un
concurso de proyectos abierto a todos
los jvenes amantes del pasado. Pero
algo en este sentido pareca tener ya en
la mente el otro utopista, el del otro lado
del Canal de la Mancha; en la duda,
Rosenblum optaba por el cerco: es
posible que un mero cinturn del siglo
XVI en torno a la capital bastara para
conseguir que todo se derrumbara.
El plan avanzaba despus
rpidamente hasta cubrir toda Inglaterra
y, desde Inglaterra, Europa. En realidad,
los dos utopistas tendan por diferentes
caminos hacia la misma meta: asegurar
la felicidad del gnero humano. Con el
tiempo, la utopa de Hitler ha cado en
el descrdito que todos saben. La de
Rosenblum, en cambio, reaparece
peridicamente, bajo disfraces
diferentes: hay quien tiende hacia la
Edad Media, quien al Imperio Romano,
otros al Estado Natural, y Grnblatt
incluso es partidario del retorno al
Mono. Si se resta de la poblacin actual
del mundo la poblacin presunta del
perodo elegido, se conoce el nmero de
millones de personas, o de homnidos,
condenados a desaparecer, segn el
plan. Estas propuestas prosperan; el
espritu de Rosenblum sigue recorriendo
Europa.
CHARLES
WENTWORTH
LITTLEFIELD
Con la fuerza exclusiva de su
voluntad, el cirujano Charles Wentworth
Littlefield consegua hacer cristalizar la
sal de cocina en forma de pollo o de
otros animales pequeos.
Cierta ocasin en que su hermano se
haba hecho un feo corte en el pie y
perda bastante sangre, el doctor
Littlefield tuvo la idea de recitar un
pasaje de la Biblia y la hemorragia se
detuvo inmediatamente. Desde aquel
da, Littlefield fue capaz de realizar
arriesgadas intervenciones de alta
ciruga, utilizando como coagulante su
poder mental apoyado en el mismo
fragmento de la Biblia.
En determinado momento, el doctor
decidi estudiar ms metdicamente la
causa secreta de su poder
trombocoagulante. Littlefield
sospechaba que la coagulacin era
provocada por las sales contenidas en la
sangre; por consiguiente, disolvi una
pizca de sal de cocina en el agua y puso
la solucin bajo el microscopio. A
medida que el agua se evaporaba, el
observador repeta a media voz el
pasaje quirrgico del Antiguo
Testamento, pensando al mismo tiempo
en un pollo. Sorprendido, vio como los
diminutos cristales que se iban formando
lentamente en el portaobjetos se
disponan en forma de pollo.
Repiti el experimento cien veces,
siempre con el mismo resultado: si, por
ejemplo, pensaba en una pulga, los
cristales se disponan en forma de pulga.
El relato de lasinvestigaciones se puede
leer en el libro del mismo Littlefield
Origen y modo de la vida (The
Beginning and Way of Life, Seattle,
1919). Se trata de un profundo estudio
del sutil magnetismo que convierte a los
cristales en dciles al control de la
mente humana. En el prefacio, el doctor
da las gracias a san Pablo, a san Juan
Evangelista y al fsico ingls Michael
Faraday, que, desde el otro mundo, le
han dictado captulos enteros.
ARAM
KUGIUNGIAN
Innumerables han sido los creyentes
en la transmigracin de las almas; entre
ellos, no son pocos los que han
demostrado ser capaces de recordar sus
encarnaciones anteriores, o, al menos,
algunas de ellas. Pero slo hay uno que
sostenga no slo que ha vivido, sino que
vive en ese momento en muchos
cuerpos. Previsiblemente, la mayor
parte de estos cuerpos pertenecan a
personas conocidas, con frecuencia
conocidsimas; cosa que le hizo
especialmente famoso en los
restringidos crculos esotricos
canadienses.
Se llamaba Aram Kugiungian; siendo
nio, haba escapado de la Armenia
turca en compaa de su padre, el cual
deba unirse a un hermano ms bien
acomodado en la Rioja, Argentina, pero
que por un fortuito encadenamiento de
circunstancias haba ido a dar, en
cambio con un to pobrsimo,
prcticamente un vagabundo, en los
alrededores de Taranta. El to les haba
montado encima de un carro de verduras
que se diriga a la ciudad, y, una vez
llegado a la ciudad, el padre de Aram
haba comenzado inmediatamente a
hacer de zapatero remendn, lo mismo
que en Erzerum.
En aquellas regiones, los zapatos
eran tan diferentes del modelo turco, que
casi la nica cosa del oficio primitivo
que le calificaba para ejercerlo tambin
all era la costumbre de estar sentado
delante de un zapato. El seor
Kugiungian tena una idea limitada de
las reales dimensiones de Amrica, pero
no tard en cansarse de preguntar qu
tren deba tomar para llegar a la Rioja.
Ambos aprendieron un simulacro de
ingls. Aram qued desconcertado ante
el hecho de que la gente pudiera creerle,
al mismo tiempo, hebreo, turco y
cristiano. Este estupor, de agnstico que
era en un principio, le llev hacia la
teosofa. La pluralidad que los dems le
atribuan ech en l unas races que un
da germinaron en ramas inesperadas.
Mientras tanto, frecuentaba el crculo
La Rueda del Karma (The Karma
Wheel) de Toronto.
En la acera de una calle miserable
que descenda hacia el lago Ontario, una
tarde de abril de 1949, Aram
Kugiungian se dio cuenta por primera
vez de que era tambin otra persona, de
que era muchas personas. Entonces tena
veintitrs aos, an no haba terminado
de aprender el ingls y las chicas ya
pretendan que hablase el francs: no
caba duda de que Amrica era un
continente adecuado para ser diferentes
personas al mismo tiempo.
Su padre slo consegua ser su
padre, entregado a acumular pequeas
cantidades de dinero en el interior de un
viejo fongrafo de manivela que
guardaba bajo la almohada cuando
dorma; el to de su padre, en cambio,
haba elegido no ser nadie, ms
exactamente no era nadie, hasta el punto
de que en los ltimos diez aos no se
haba dejado ver.
En cuanto a l, Aram Kugiungian, la
rueda de su karma haba comenzado a
girar, al parecer sin freno, tal vez para
llegar antes al trmino fijado; el hecho
es que aproximadamente cada dos meses
Aram naca de nuevo, sin dejar de seguir
viviendo en los otros cuerpos. Es obvio
que la aritmtica no sirve para los
espritus, un espritu dividido por mil da
siempre mil espritus enteros, de la
misma manera que el Aliento del
Creador dividido por tres mil millones
da tres mil millones de Alientos del
Creador. Aram saba que era el
muchacho armenio a que nos hemos
referido: quiso saber quin era adems.
Pidi consejo a sus amigos del
Karma Club. Aclar que no se trataba de
un caso de doble o mltiple
personalidad; l no saba nada de sus
otros yo; slo que a veces, viendo un
nombre o una fotografa en un peridico
o en in anuncio publicitario, tena la
clara sensacin de ser tambin aquel
otro, quienquiera que fuese. La cosa ya
le haba sucedido de pasada con una
joven actriz, tal vez inglesa, llamada
Elizabeth Taylor; con un arzobispo
catlico de Nueva York de visita en
Quebec, con Chang-Kai-Shek, que deba
ser un chino. No saba si ponerse en
contacto, aunque slo fuera epistolar,
con aquellas personas, explicarles que
eran otras tantas de sus reencarnaciones.
Los amigos estaban bien dispuestos
a comprender un caso tal, aunque fuese
el primero producido en Toronto. Le
escuchaban con inters, con asombro,
con el respeto que inspira lo
sobrenatural cuando escapa de la
habitual rutina de lo sobrenatural
cotidiano. Le dijeron que si uno se
escribe una carta a s mismo, corre el
peligro de quedarse sin respuesta; le
aconsejaron, en cambio, que leyera con
ms frecuencia los peridicos para ver
si descubra su propia identidad en otras
personas, y hacer una lista de ellas, que
publicaran en el boletn mensual del
Club.
El boletn se llamaba igual que el
crculo, La Rueda del Karma; en el
nmero de octubre de 1949 apareci una
nota entusiasta de un tal Alan H.
Seaborn sobre la singular velocidad de
rotacin del espritu de Kugiungian. La
lista de sus anteriores encarnaciones
las siguientes le resultaban poco
conocidas, se trataba, evidentemente, de
chicos y chicas demasiado jvenes
todava para la fama inclua, adems
de las personas citadas anteriormente:
Louis de Broglie, Mossadek, Alfred
Krupp, Anna Eleonor Roosevelt, Olivier
Eugene Prosper Charles Messiaen,
Chaim Weizmann, Lucky Luciano, Ninon
Vallin, Stafford Cripps, la madre de Eva
Pern, Wladimir D'Ormesson, Lin Piao,
Arturo Toscanini, Tyrone Power, Es-
Saied Mohammed Idris, Coco Chanel,
Vyacheslav Mijailevich Molotov, Ali
Khan, Anatole Litvak, Pedro de
Yugoslavia, John George Haigh, Yehudi
Menuhin, Ellinor Wedel (Miss
Dinamarca), Joe Louis y muchsimas
otras personas hoy olvidadas (el
vampiro John George Haigh haba sido
mientras tanto ahorcado en Inglaterra).
Los compaeros del Club le
preguntaron muchas veces qu senta al
ser tantas personas al mismo tiempo;
Kugiungian siempre respondi que no
senta nada excepcional, incluso que no
senta nada en absoluto, a lo ms un
vaga sensacin de no estar solo en el
mundo. En realidad, su multiplicidad
corporal vena a refutar por primera vez
in corpore vili la tesis llamada
solipsista; pero Kugiungian crea que
Berkeley no era ms que un campo de
cricket en los alrededores de Hamilton y
el solipsismo una forma de vicio
refinado. Algunos objetaban que no
dejaba de ser extrao que todas sus
reencarnaciones simultneas fueran
personas de relieve, pero Kugiungian
responda sensatamente que era muy
probable que sus epifanas fueran
frecuentsimas por lo que, al no tener
ningn medio para indagar las poco
conocidas, deba limitarse a las ms
vistosas.
Ante lo cual, un joven steineriano
adelant la hiptesis de que tal vez
Aram Kugiungian fuese todas las
personas del mundo, que en aquella
poca ya eran bastante numerosas. La
idea era seductora, un espritu sin freno
puede realizar un elevado nmero de
revoluciones por segundo, y Kugiungian
se sinti muy halagado; pero en este
punto tena que enfrentarse con la
decidida oposicin de los restantes
socios del crculo, casi todos ellos
obstinadamente reacios a considerarse
tanto una reencarnacin como una
preencarnacin del armenio. Slo una
joven dama acogi favorablemente la
propuesta; cosa que fue considerada por
todos como lo que sin duda era, una
torpe tentativa de iniciar un flirt, con la
excusa del espritu comn.
Sin embargo, Kugiungian sigui
reconocindose en las fotografas de los
diarios, y ms adelante tambin en la
televisin. Por unas declaraciones que
concedi al Journal of Theosophy de
Winnipeg, podemos deducir que diez
aos despus, o sea en 1960, aparte de
las personas antes citadas se haba
convertido asimismo en A. J. Ayer,
Domingun, Mehdi Ben Barka, Adolf
Eichmann, la princesa Margarita, Carl
Orff, Raoul-Albin-Louis Salan, Sir
Julian Huxley, el Dalai Lama, Aram
Kachaturian, Caryl Chessman, Fidel
Castro, Max Born y Sygman Rhee.
Ahora vive en Winnipeg, en
Manitoba, y pese a haberse multiplicado
enormemente en los ltimos aos, nunca
ha querido encontrar a ninguna persona
de sus reencarnaciones; muchas de ellas
no hablan ingls, otras estn, por lo que
parece, muy ocupadas, y a decir verdad
no sabran qu decirse.
THEODOR
GHEORGHESCU
Desaconsejables lecturas y un
exceso de fe indujeron al pastor
evanglico Gheorghescu a conservar en
sal una inslita cantidad de negros de
todas las edades: se calcula que en los
amplios y profundos estanques de su
fazenda O Paraso, colindante con la
salina abandonada de Ambao en los
alrededores de Belem, estado de Par,
se han descubierto 227 cadveres en
diverso estado de putrefaccin, pero
todos ellos orientados en la direccin
(presunta) de Jerusaln, en Palestina,
cada uno de ellos llevando entre los
dientes un arenque, al igual que el
difunto, salado.
El motivo de que para sus
experimentos de conservacin el pastor
rumano haya elegido una zona cerca del
ecuador, donde es mucho ms difcil
conservar los cadveres, est pronto
dicho: porque Belem es el nombre
portugus de Beln, ciudad en la que se
supone que naci el Salvador, y porque
Gheorghescu ignoraba que los
huspedes de sus estanques fueran
cadveres, ya que cuando les haba
metido all estaban vivos. Slo les crea
bautizados, como quera indicar el pez
en la boca, smbolo de Cristo;
bautizados en el momento de la
inmersin y amorosamente conservados
en vida latente.
Parece, en efecto, que el pastor
jams tuvo la menor duda acerca de la
bondad de su accin, modesta y personal
contribucin a la general limpieza y
decoro del Juicio Universal: sus negros,
razonaba Theodor Gheorghescu,
llegaran al menos a la presencia de
Dios en buen estado; ni momias ni
esqueletos ni carne en conserva ni
cuerpos incinerados y laboriosamente
recompuestos, sino hombres enteros, o
nios, o matronas sin defecto, todava
vivos a todos efectos podra decirse.
Como santo Toms, Gheorghescu se
haba preguntado cul sera el fin, en el
momento del Juicio, de aquellos cuerpos
humanos que haban sido comidos por
otros hombres, y se haban asimilado al
segundo cuerpo, y despus ese segundo
cuerpo haba sido comido, a su vez, por
otro, y as sucesivamente; e intentaba
imaginarse con amargura el intrincado
destino final de ciertas tribus poco
conocidas del interior cuyas costumbres
son legendarias.
Sus protegidos eran, en cambio,
todos negros: en sus estanques no haba
ni un solo indio, para evitar confusiones
en el caso de que las leyendas tuvieran
algo de verdadero. Tampoco blancos, ni
mulatos, porque el pastor crea
humildemente, como le haba sido
enseado en el curso de misionero por
correspondencia, que la negra era la
raza superior. Trasladado en su prstina
ignorancia europea de Constanza, en el
Mar Negro, a Buenos Aires, haba
comprobado con estupor que la
metrpolis austral, por enorme que
fuera, e incluso infinita, no contena
negros, ni salvajes ni nada susceptible
de ser convertido; ms bien era l,
rumano y pobre, quien corra el peligro
de instruccin y conversin: desde el
Albergue de los Inmigrantes le haban
enviado a una Escuela Elementalsima
para Inmigrantes, dirigida por un pastor
mormn.
Disgustado, Gheorghescu no haba
tardado en trasladarse a Montevideo,
ciudad menos importante pero casi
igualmente inconvertible, al estar
habitada, como la anterior, por gente
hostil a cualquier religin, todos ellos
funcionarios del Estado. All haba odo
hablar por primera vez de Par, que
ahora se llamaba Belem, cuna por
consiguiente de Nuestro Seor adems
de gente de todo color, del rojo al verde
y al negro. Haban transcurrido veinte
aos: el pastor posea ahora una iglesia,
consagrada como l al Testimonio de
Jehov, una gran empresa de import-
export, un hipdromo, que jams
visitaba, y doscientas hectreas die
tierra roja, buena solamente para hacer
ladrillos, junto a la salina. En su Biblia
en espaol haba escrito: Y me vers,
Seor, conducir la ms perfecta de tus
tropas, y ser negra como T.
Gheorghescu elega sus candidatos
para el ltimo Espectculo entre los
parados que mataban el tiempo en los
bancos del puerto, se los llevaba a
Ambao en su Chevrolet amarillo
naranja, les haca apearse junto a los
estanques de cemento, les daba a cada
uno un martillazo en la cabeza, luego los
bautizaba con agua salada, les pona un
arenque, les situaba junto a los otros
encima de una delgada capa de sal, y
finalmente, los cubra con ms sal. Con
la humedad del aire, la sal no tardaba en
convertirse en salmuera. El 23 de agosto
de 1937, uno de sus criados, despedido
por un hurto de arenques, le denunci a
la polica brasilea. De este modo se
supo que en uno de losestanques el
pastor tena tambin en conserva ms de
cuarenta bovinos, por muy controvertida
que est su coparticipacin en la
Resurreccin de la Carne.
AURELIANUS
GOTZE
En el clima frvolamente cristiano de
retorno al paganismo que acompa en
toda Europa las conocidas vicisitudes
polticas y sociales de la Revolucin
Francesa, Aurelianus Gotze recogi la
todava vaga hiptesis, ya propuesta por
el joven Kant en su Historia natural
universal y teora de los cielos, del
nacimiento del sistema solar como
resultado de la condensacin de una
nebulosa originaria girando en torno a la
estrella madre; slo que en la versin
neoclsica de Gotze los objetos
condensados no eran exactamente los
que hoy entendemos por planetas sino
los propios nmenes titulares de cada
una de las sedes.
Esta sutil hereja cientfica, expuesta
por el inspirado e inmediatamente
olvidado tratado Der Sichtbar Olymp
oder Himmel Aufgeklart, impreso en
Leipzig en el auroral 1799, slo merece
una alusin de pasada; al igual que
aquellas cajas cuyo contenido es
ligeramente monstruoso, no excluye la
curiosidad, pero exige que, apenas
entrevisto el contenido, la tapa regrese
inmediatamente a su lugar, para evitar
cualquier posterior difusin. Eran los
aos de los incroyables: permtaseme
incluir entre esos increbles a Gotze y su
tratado.
Inventado por Immanuel Kant en
1755, el vocablo nebulosa era
demasiado o sugestivo como para que
alguien no lo recordase; y era, adems,
lo suficiente nebuloso comopara admitir
cualquier significado. Segn Gotze, la
nebulosa originaria estaba enteramente
constituida por voluntad de Jpiter
(Zeus' Wille), voluntad teleolgica que,
sin embargo, no excluye el capricho, a
partir del momento en que, en lugar de
crear el universo, hubiera podido crear
cualquier otra cosa (obviamente tambin
en Leipzig, en coincidencia con el paso
del siglo de las luces al siglo del humo,
el freno teolgico se haba, como
mnimo, aflojado). El ms relevante,
para nosotros, de esos caprichos se
produce precisamente cuando la
voluntad de Jpiter comienza a girar, se
condensa, se convierte en el Sol,
Mercurio, etctera, hasta que entre los
objetos del etctera encontramos al
propio Jpiter, concreta y
convenientemente resumido en el ms
grande y majestuoso de los planetas.
Aqu, para ser justos con el autor,
debiramos citar sus propias palabras,
porque el concepto conductor es mucho
ms impreciso y metafsico de cuanto
puedan expresar las nuestras; sin
embargo, Gotze es escritor prolijo,
verboso y errtico, y ninguna cita suya
sobre un determinado tema, por muy
nfimo que sea, puede caber en pocas
pginas sin serio menoscabo y sin, lo
que es peor, traicin. Peculiaridad
gentica, por otra parte, de los
pensadores germanos: condensarlos es
arruinarlos; transcribirlas, otro tanto. A
lo ms pueden ser comentados.
A riesgo de abolirlo al exponerlo a
la luz, procuraremos aqu describir
someramente lo poco que se vislumbra
del interior de la caja de Gotze; con la
seguridad tranquilizadora, sin embargo,
de que la caja ser inmediatamente
cerrada y devuelta al repudio de los
siglos. Lo que ms sorprende de esta
visin, que ya hemos calificado de
monstruosa, es la doble naturaleza
atribuida a los astros. Estos adoptan
desde el momento de la condensacin
sus nombres tradicionales, casi siempre
en latn: Mercurio, Venus, Marte,
Jpiter, Saturno y Urano; el sol, sin
embargo, se llama Helios, la luna
Artemisa y la tierra, tal vez por ignotas
afinidades teutnicas, Ops.
Adems de asumir los nombres de
los dioses del Olimpo, o al menos de
una parte del Olimpo, asumen tambin
su forma fsica: Jpiter es un digno
cabeza de familia, Venus una seorita,
Marte el famoso soldado, y as
sucesivamente. En este cielo inspirado
en Tipolo es de suponer que los dioses
no se pasean desnudos; en efecto, sus
vestidos o trajes emanan un gran
resplandor, a excepcin de Mercurio,
que debido a su vecindad con Helios
revolotea desnudo y, por tanto, aparece
con frecuencia como un punto oscuro.
De dichas formas la ms especial es la
de Saturno, consistente en una serie de
anillos: Lo que en ningn pueblo de la
tierra observa el autor es compartido,
y que, en cualquier caso, parece ms
propio de una seora que de un
hombre. Mann, hombre, escribe Gotze:
lo llama exactamente as.
Helios est simplemente vestido de
fuego. Todas esas personas, aun
poseyendo brazos y piernas y otros
adminculos divinos, son en realidad
redondas, de piedra dura, y como la
tierra, Ops, estn habitadas por miradas
de animales, plantas, seres humanos,
montaas, corvetas, nubes, inmundicias
varias, nieve e insectos. Slo Artemisa
est despoblada, porque al ser virgen
nunca ha sido fecundada. El sol
compone poemas lricos y canta; los
restantes, adems de girar alrededor
suyo, componen horscopos y se ocupan
con diligencia de sus tareas especficas,
salvo en la propia esfera. Esto quiere
decir que Marte puede provocar guerras
en todas partes, excepto en Marte; por
consiguiente ste es el nico planeta que
est exento de guerras. De igual manera,
sobre Venus no existe la lujuria,
Mercurio ignora la eficiencia, en
Saturno el tiempo no se mide y la gente
del sol no conoce el arte. La luna, en
cambio, es un desierto de lujuria. A Ops
le ha sido asignado el deber de asegurar
la justicia por doquier, lo que, entre
otras cosas, explica por qu
precisamente entre nosotros resulta
imposible.
La idea de que los astros fueran al
mismo tiempo nmenes espirituales y
cuerpos materiales haba sido
implcitamente aceptada prcticamente
por todos los antiguos; explcitamente,
sin embargo, en el terreno cientfico y
prctico, que es el terreno de la
medicin, ningn pensador de la
Antigedad conocido haba jams
afirmado o pensado seriamente que
Marte fuera ms o menos
resplandeciente segn la coraza que
endosaba. Slo Gotze, en el umbral del
siglo XIX, aventura esta hiptesis
cosmolgica, en su divagacin
prerromntica. Hombre del Norte, no le
resultaba imposible imaginar una esfera
de dura piedra, sometida a las
indiscutibles leyes de Newton, con ojos,
brazos y piernas incorporados a su
brillante redondez, y por aadidura
trajes o vestidos, una lira o una hoz o
una clepsidra, cabellos, voluntad,
gracias femeninas, y el cuerpo concreto
y compacto materialmente cubierto de
miradas de piojos humanos, portadores
a su vez de piojos, y a flor de piel
montaas y funiculares y globos
aerostticos y ocanos, de hielo en
Saturno y de fuego en Helios.
Slo l tuvo la germana coherencia y
esta precisin ahora decididamente
novecentista de calcular en millones de
toneladas el peso de Jpiter, padre de
los dioses, de su hija Venus, del ms
obeso de sus hijos, el sol. Un grabado
de Hans van Aue nos muestra en su libro
a Artemisa cazadora encerrada en el
propio globo agujereado por crteres;
otro, la nebulosa originaria con siete
brazos en forma de espiral y los dioses
arrastrados por el torbellino, siendo
todava nios.
ROGER BABSON
New Boston, en New Hampshire,
USA, fue la primera y duradera sede de
la Fundacin para la Bsqueda de la
Gravedad, considerada por sus
enemigos como la institucin cientfica
ms intil del siglo veinte. Su objetivo
manifiesto era el de descubrir una
sustancia capaz de aislar y anular la
fuerza de la gravedad.
Dos hombres clebres haban
contribuido inconscientemente a poner
en marcha la empresa. El primero haba
sido H. G. Wells, que en su novela Los
primeros hombres sobre la luna se
refiere al descubrimiento de una
aleacin, llamada por su inventor
cavorita, que cumple dicha condicin.
El segundo inductor haba sido Thomas
Alva Edison, tambin l verstil
inventor. Cierto da que charlaba con su
adinerado amigo Roger Babson, Edison
le haba dicho: Recuerda, Babson, que
no sabes nada de nada. Ya te dir lo que
debieras hacer: descubrir una sustancia
para aislar la fuerza de la gravedad.
Debera ser una aleacin especial de
metales. Babson era un hombre
extremadamente realista y, al mismo
tiempo, extremadamente idealista,
combinacin que a veces produce
interesantes resultados; parece, adems,
que era extremadamente ignorante.
Como sede de la Fundacin haba
elegido la pequea ciudad de New
Boston, por el exclusivo motivo de que,
si bien tambin se llamaba Boston,
estaba suficientemente alejada de
Boston, en la eventualidad de que
Boston fuese destruida por una bomba
atmica. El proyecto primitivo de
Babson era ms bien simple: se trataba
de experimentar todas las aleaciones de
metales imaginables, hasta encontrar la
deseada.
Puesto que las aleaciones posibles
son obviamente infinitas, pronto qued
claro que la empresa tambin resultara
infinita; de modo que la Fundacin
decidi ocuparse de otras actividades
menos montonas, pero, en cualquier
caso, centradas en problemas
gravitatorios. Por dar un ejemplo: se
organiz una cruzada contra las sillas,
consideradas artefactos totalmente
inadecuados para defendernos de las
subrepticias presiones que la gravedad
ejerce sobre nuestro cuerpo: segn
Babson, esas presiones se pueden
vencer con toda sencillez sentndose
sobre la alfombra.
En 1949, la Fundacin hizo publicar
en las revistas Popular Mechanics y
Popular Science, bastante populares
efectivamente, el siguiente anuncio:
GRAVEDAD. Si usted est interesado
en la gravedad, escrbanos. Ningn
gasto. El anuncio no tuvo el menor
xito. Se cre entonces un premio al
mejor ensayo sobre la gravedad. El texto
no poda superar las 1.500 palabras, y
poda tratar sobre cualquiera de los
siguientes elementos: 1) cmo obtener
una aleacin capaz de aislar, reflejar o
absorber la gravedad; 2) cmo obtener
una sustancia de caractersticas tales que
sus tomos se movieran o se mezclaran
en presencia de la gravedad, de modo
que produjera calor gratis; 3) cualquier
otro sistema razonable de aprovechar la
fuerza de la gravedad. El primer premio
consista en mil dlares.
En 1951, la Fundacin celebr su
primer Congreso Internacional, siempre
en New Boston. A los participantes del
congreso se les hizo sentar en sillones
especiales, llamados antigravitatorios,
con el fin de favorecer la circulacin de
la sangre; a los congresistas que ya
sufran de molestias circulatorias, los
organizadores les ofrecan pldoras de
Priscoln, un frmaco elaborado por
Babson contra la gravedad. En un local
contiguo se exhiba el lecho de Isaac
Newton, que Babson haba adquirido
poco antes en Inglaterra.
Mientras Babson garantiz su
supervivencia, el instituto se dio a
conocer menos por los premios anuales
al mejor ensayo contra la gravedad,
conferido por un jurado de profesores
de fsica, que por la abundancia de
panfletos y opsculos de carcter
cientfico-moral que distribua
regularmente entre los posibles
interesados en dicho tipo de
investigacin: bibliotecas,
universidades, cientficos eminentes.
Contenan observaciones del siguiente
tipo:
Muchas personas inteligentes estn
convencidas de que las fuerzas
espirituales pueden modificar la
atraccin de la gravedad, como se puede
deducir del testimonio de algunos
profetas del Antiguo Testamento, los
cuales se alzaron hasta el cielo, as
como del fenmeno de la Ascensin de
Jesucristo. No hay que olvidar, adems,
el episodio de Jess caminando sobre
las aguas. Todos habrn observado que
los ngeles siempre son presentados en
abierto desafo a las leyes de la
gravedad.
En el opsculo de Mary Moore
sobre el tema, Gravedad y posicin, se
propone la utilizacin de un busto o
cors permanente con el fin de impedir
que la gravedad, con su obstinada
atraccin, nos lleve a inclinarnos
demasiado hacia adelante o hacia atrs,
cosa que habitualmente hace envejecer a
las personas con mayor rapidez. En el
opsculo contra las sillas, obra del
propio Babson, el creador de la
Fundacin explica el porqu es ms
higinico sentarse sobre alfombras; si
eso resultara luego imposible (porque
no hay alfombra, o porque la alfombra
est sucia) queda la solucin de sentarse
en cuclillas; y si tampoco eso es
posible, sobre un taburete con una altura
que no sea superior a los diez
centmetros.
Los peores efectos de la gravedad se
producen, sin embargo, cuando por
grave descuido nos dormimos con la
cara hacia arriba. Para no incurrir en
esta perniciosa costumbre conviene
abotonarse detrs del cuello del camisn
o del pijama una pelota de goma, de
cinco a seis centmetros de dimetro.
Para ello convendr hacerse coser una
especie de bolsillo en el cuello, en el
cual se colocar la pelota antes de
acostarse, de modo que pueda ser
extrada cuando mandemos el camisn o
el pijama a la lavandera. Cualquier
persona es libre, en todo caso, de
resolver el problema de la pelota en el
cuello como mejor le parezca.
En otro ensayo sobre el tema
Gravedad y ventilacin, Babson
exalta la sana costumbre de dejar
abiertas todas las ventanas, siempre, en
verano y en invierno, bajo cualquier
clima. El autor confiesa que descubri
las ventajas de la ventilacin a una
tempransima edad: en aquella poca
estaba gravemente enfermo de
tuberculosis, pero gracias al mtodo de
su invencin (no cerrar nunca puertas ni
ventanas) consigui sanar en pocos
meses de la tisis. Ahora, en la edad
madura, por mucho que nevara y aullase
el viento en el exterior, Babson segua
trabajando en su estudio abierto a las
tempestades, envuelto en su abrigo
calentado con bateras; algunos das
haca tanto fro en la habitacin que la
secretaria, que tambin estaba
totalmente envuelta de mantas, se vea
obligada a servirse de dos martillitos de
goma para escribir a mquina lo que le
dictaba el Fundador.
Este haba descubierto asimismo que
para hacer circular aire viciado
conviene dotar a los suelos de las
habitaciones de una ligera inclinacin,
de manera que la fuerza de la gravedad
pueda llevarse el aire enrarecido, a
travs de los agujeritos abiertos en las
paredes, como si fuera agua sucia. Una
casa semejante fue construida en New
Boston: todos los suelos de las
habitaciones presentan una pendiente del
siete por ciento.
Roger Babson, conocido sobre todo
como agente de bolsa, era propietario
adems de una compaa de diamantes,
de una gran factora de conservas de
langosta, de una fbrica de alarmas de
incendio, de una cadena de
supermercados y de muchas tierras y
cabezas de ganado en Nuevo Mxico, en
Arizona y en Florida. Un solo temor,
probablemente, oscureca su vida: la
bomba atmica. En otro Instituto de su
propiedad, el Utopia College de Kansas,
todos los edificios estaban unidos entre
s por galeras subterrneas, en
previsin de un ataque de ese tipo. Por
el mismo motivo, Babson haba abierto
cien cuentas idnticas, o depsitos de
emergencia, en cien bancos diferentes,
esparcidos por toda el rea geogrfica
de los Estados Unidos, de Puerto Rico a
Alaska y a las Hawai.
KLAUS
NACHTKNECHT
Pocos aos despus del
descubrimiento del radio, circul el
rumor de sus propiedades maravillosas,
de manera especial teraputicas; noticia
vaga e imprecisa pero difundida.
Partiendo de la optimista premisa de que
todo lo que se descubre sirve para algo
si exceptuamos los dos Polos, el
Norte y el Sur, el honesto periodismo
de la poca concedi el debido relieve a
cualquier tipo de hiptesis, todas falsas,
sobre esa nueva fuente de radiaciones.
De la misma manera que en el siglo
XVII la gente que segua la moda se
brindaba por extravagancia a las
sacudidas elctricas, la gente que segua
la moda en los primeros aos del siglo
XX quiso brindarse, por higiene, a la
radiactividad.
De Karlsbad a Ischia, las aguas y los
fangos termales fueron cuidadosamente
analizados, y se descubri, en efecto, as
es el destino de todas las cosas del
universo, que eran en cierta medida
radiactivos; aguas y fangos se sintieron
ms preciosos, y con grandes carteles y
publicidad en la prensa anunciaron al
pblico su nueva y salubre condicin.
En Budapest el padre de Arthur
Koestler, fabricante de jabn, hizo
analizar igualmente las tierras de las que
sacaba algunos ingredientes de su jabn;
y habindose revelado tambin stas, al
igual que todas las tierras del globo,
radioactivas, Koestler padre puso en
venta con el consiguiente xito sus
pastillas de jabn radiactivas, llamadas
despus rdicas: Sus benficas
influencias convertan, como era de
prever, en cada vez ms sana y hermosa
la piel. Su ejemplo fue imitado en otros
pases. Cuando estall la bomba de
Hiroshima, y qued claro para muchos
que la radiactividad no siempre haca
resplandecer la piel, esos jabones
cambiaron de nombre y de publicidad,
pero, con estimable obstinacin, termas
y fangos radiactivos mantuvieron
todava durante aos ese manifiesto
inters que promueven las fuerzas
secretas de la naturaleza.
Con el mismo espritu cientfico-
publicitario se inici en 1922 aquella
admirable aventura orogentica que fue
la cadena de hoteles volcnicos de
Nachtknecht y Pons. Hijo del Pons de
Valparaso propietario de una famosa
cadena de hoteles meramente ocenicos
y balnearios, de los que las crnicas
mundanas recuerdan el lujo asitico del
Gran Pons de Via del Mar junto al
Pacfico y la mediocridad europea del
Nuevo Pons de Mar del Plata junto al
Atlntico, Sebastin Pons tuvo la suerte
de conocer en la Universidad de
Santiago a un gelogo alemn emigrado,
sin la menor fama y llamado Klaus
Nachtknecht.
Obligado por las estrecheces de un
inestable exilio, Nachtknecht se ganaba
la vida como profesor de alemn,
materia de las ms facultativas, en la
Facultad de Ciencias, cosa que
obviamente exasperaba su insatisfecha
pasin geolgica, hecha todava ms
profunda por la muda, multitudinaria y
superabundante proximidad de los
Andes. Mientras sus compatriotas
moran en Ypres como pulgas en una
sartn, Nachtknecht cultivaba en
silencio, en el invernadero de su lengua
impenetrable, diferentes y solitarias
teoras. A Pons, que era su discpulo
predilecto, mejor dicho, su nico
discpulo, confi su ms querida, su ms
en soada y original teora, la de las
radiaciones volcnicas.
En pocas palabras, Nachtknecht
haba descubierto que el magma
desprende radiaciones de enorme poder
vivificante y que nada favorece tanto la
salud como vivir sobre un volcn, o al
menos bajo un volcn. Citaba como
ejemplo y confirmacin la belleza y la
longevidad de los napolitanos, la
inteligencia de los hawaianos, la
resistencia fsica de los islandeses, la
fecundidad de los indonesios. Ocurrente
como todos los alemanes, mostraba un
grfico sobre la longitud del miembro
viril en los diferentes pueblos y pases
del mundo, con puntas indiscutiblemente
envidiables en las regiones
volcnicamente ms activas. Dicho
grfico, que en las esferas acadmicas
tal vez habra sido acogido con
perplejidad, acab de convencer a su
joven alumno.
Convertido en heredero de los
hoteles de su padre en 1919 y de una
mina de molibdeno de su ta en 1920,
Pons confi sus bienes de playa a un
administrador ingls, digno por tanto de
confianza, y los de excavacin a un
ingeniero chileno mutilado de las
piernas, por consiguiente ms digno
todava; despus de lo cual, en
compaa de su amigo y profesor, se
lanz a la empresa que en un primer
tiempo le hizo famoso, y en un segundo
tiempo tan pobre que se vio obligado a
aceptar el puesto de cnsul chileno en
Coln (Panam), con un sueldo de
hambre y un clima de infierno.
Haba sido Nachtknecht el primero
en lanzar la idea de un establecimiento u
hotel o casa de salud en las laderas de
un volcn; naturalmente, los huspedes
no tenan por qu ser necesariamente
enfermos (por otra parte, quin no est
enfermo?), sino personas de cualquier
edad y condicin psquica; al contrario,
cuanto ms sanos y ms vigorosos fueran
los clientes, ms segura la reputacin
del establecimiento como lugar de cura.
El Maestro era reacio a publicar
libros en una lengua desprovista para l
de toda lgica como el espaol (una
lengua que ha renunciado desde hace
siglos al mximo ornamento del
pensamiento, que consiste, como es
sabido, en concluir cualquier discurso
con el verbo), pero Pons le indujo a
preparar al menos algn opsculo, no
exactamente publicitario, pero
adecuado, en cualquier caso, para
difundir entre el pblico ignorante los
principios y los mritos de la nueva
radiacin.
As aparecieron a fines de 1920 El
magma saludable y en 1921
Acerqumonos al Volcn, y Lava y
Gimnasia, los tres traducidos o al
menos corregidos por Pons e impresos
en Santiago, en una edicin
prcticamente ilimitada y sobre un papel
tan malo que las nicas pginas
realmente legibles eran las que estaban
impresas por un solo lado. Dos aos
despus, contemporneamente con los
trabajos de construccin del primer
hotel de la cadena, apareci de nuevo,
siempre con la firma de Nachtknecht,
Rayos de Vida (33 pginas).
El plan original de Pons inclua
cuatro hoteles-clnicas de lujo, a
construir en las laderas del Kilauea en
las islas Hawai, del Etna en Sicilia, del
Pilln Chillay en la que era entonces
provincia de Neuqun en Argentina, de
Cosigina en Nicaragua, y finalmente un
quinto refugio para solitarios en un
punto cualquiera, todava por
determinar, de la isla de Tristan da
Cunha en el Atlntico; a ser posible
sobre la islita contigua llamada
justamente Inaccesible.
Por lo que se refiere a las Hawai,
surgieron inmediatamente dificultades
insuperables con la autoridad que se
ocupaba, desde 1916, del Parque
Nacional de los Volcanes locales. En
cuanto a la superficie sobre el Etna,
comprada en 1922 por los agentes de
Pons a unos 2.000 metros de altura, fue
arrasada pocos meses despus por un
autntico mar de lava y desapareci a
todos los efectos del catastro, entre otras
cosas por haberse convertido en una
boca secundaria del antiguamente voraz
Mongibello.
En Nicaragua, el agente de Managua
demoraba inexplicablemente el asunto;
posteriormente se supo que haba estado
todo el tiempo en la crcel, por motivos
polticos, y que desde la misma crcel
diriga la agencia de compra-venta de
terrenos, cosa que estaba claro que no le
permita comprar montaas junto a la
frontera con Honduras. De pronto
reapareci, siempre por carta, con la
noticia de que el Cosigina llevaba sin
dar seales de vida desde el lejano
1835 (posteriormente se supo que esto
tampoco era cierto) y que poda ofrecer,
en cambio, la compra de un terreno muy
adecuado en la prspera isla de
Omotepe, en el lago de Nicaragua,
precisamente entre dos grandes
volcanes, el Madera y el Concepcin, de
vegetacin lujuriante y una erupcin
activsima. Pons se dirigi a la
Embajada de Nicaragua para ampliar la
informacin; sorprendido en su
despacho, el agregado cultural le
explic que precisamente en aquel punto
de la isla se encontraba el gran presidio
de Omotepe y que muy probablemente el
agente estaba intentando venderle la
prisin donde purgaba sus errneas
opciones polticas. De modo que el
hotelero-minero se vio obligado tambin
a renunciar al proyecto nicaragense.
No le quedaba ms que dirigir su
atencin a los dos proyectos
meridionales, el patagnico y el
atlntico; para el primero tena que
tratar con argentinos, para el segundo
con ingleses: todos ellos personas de
confianza, europeas, convenientemente
tacaas y severas. Pons supona que
Tristan da Cunha era fcilmente
accesible por va martima, cosa que
pareca bastante plausible en tanto que
se trataba de una isla; le explicaron a
continuacin que los barcos del servicio
regular llegaban a ella una sola vez por
ao, a fines de octubre. Por otra parte,
esos barcos partan de Santa Elena,
residencia estable del Gobernador; pero
nadie saba en Valparaso cmo llegar a
Santa Elena, y nadie lo haba siquiera
intentado. Todo esto habra hecho
ciertamente estable la eventual estancia
de los eventuales clientes del hotel, pero
exactamente por la misma razn habra
hecho problemtica su construccin.
Haca siglos, adems, que los volcanes
de la isla mantenan intacta su digna
inactividad.
Pons decidi, por consiguiente,
aplazar el viaje a Tristan da Cunha y
concentrar sus primeros esfuerzos en el
Neuqun. El Pilln Chillay se alzaba
sigue alzndose en la frontera entre
Neuqun y Ro Negro, y era ms
fcilmente accesible desde San Carlos
de Bariloche; la carretera, toda ella de
puntiagudos guijarros, gozaba de
hermosas vistas y la gente del lugar
cuatro personas en total la llamaba la
pincha-ruedas. Estas cuatro personas
eran obstinadamente germnicas y
reinaban solitarias en aquellos desiertos
poblados por millares de ovejas con una
lana que colgaba hasta el suelo; posean
adems un nmero no menos
desmesurado de cerdos.
Rodeado de ovejas y de cerdos,
Pons no tard en descubrir que era
imposible cualquier tipo de
comunicacin con los alemanes; los
cuales eran adems tan testarudos que
an afirmaban que haban sido los
vencedores de la guerra mundial. Roto
un Ford modelo T, destrozado un
Studebaker todava ms robusto, Pons se
vio obligado a regresar a Bariloche a
pie porque los caballos que la conocan
se negaban a recorrer semejante
carretera.
Tambin en Bariloche los indgenas
locales eran casi todos alemanes y
mostraban, adems, una considerable
desconfianza respecto a los chilenos,
tradicionalmente considerados como
bandidos o putas, segn el sexo.
Finalmente, Sebastin consigui enviar
un telegrama a Nachtknecht, que segua
en Santiago. El Maestro respondi
inmediatamente a su llamada: tom el
transandino, lleg a Puente del Inca y
all permaneci un mes y medio
bloqueado por la nieve. De Puente del
Inca, Nachtknecht descendi finalmente
a Mendoza, va Uspallata, y cuatro
meses despus llegaba a Bariloche.
A la llegada del Profesor, toda la
comunidad alemana se sac de encima
el patagnico letargo y en un tiempo
brevsimo el hotel de Pilln Chillay se
convirti en una realidad. Dirase que
detrs de cada colina o montculo o
vetusto cedro o peasco errtico estaba
oculto un alemn dispuesto a hacer de
jardinero o barman o chfer o leador,
incluso encima de un volcn; muchos de
ellos eran austracos o polacos, pero
eran llamados alemanes genricamente,
de la misma manera que genricamente
eran llamados turcos los numerosos
rabes de los alrededores, que poco a
poco corrieron a ofrecer a Nachtknecht
sus no menos errticos servicios.
El volcn era ms bien hermoso, con
la nieve en la cima y las laderas
cubiertas de bosques y abajo dos
inslitos lagos en forma de parntesis,
muy azules, fros como el hielo. El hotel,
de madera y ladrillo, se alzaba a media
pendiente; con una excelente
calefaccin, las tempestades de nieve
slo lo hacan inalcanzable cinco meses
al ao. Entre sus servicios, adems de
los habituales baos de nieve con sauna
finlandesa y la pista de esqu con
funicular de vapor hasta el crter; estaba
prevista una vasta gama de actividades
tpicamente volcnicas: baos de lava
caliente, inhalaciones en las solfataras,
piscina corrosiva, juegos telricos
variopintos, grutas radiactivas,
explosin de nitroglicerina con
desprendimiento de bloques cada
medioda, aire acondicionado sulfuroso
en las habitaciones y en el espacioso
comedor, excursiones nudistas al crter
ya las grietas prximas, venta de
cristales tallados en estilo autctono, y
un esplndido sismgrafo en la sala de
baile. Haba tambin un proyecto de
teatro volcnico, a la italiana, con
espectculos nocturnos y fuegos
artificiales sobre la nieve, e incluso una
cra naturista de cerdos cerca del doble
lago.
Estos dos ltimos proyectos no
superaron, sin embargo, la fase de
proyecto. En efecto, dos meses antes de
la inauguracin con motivo de la
implorada erupcin de marzo de 1924,
la totalidad del hotel desapareci bajo
una capa de unos seis metros de
detritos volcnicos, polvo, cenizas,
piedras y lava. Nachtknecht qued
sepultado, junto con la mayor parte de
los trabajadores. Pons, ms afortunado,
se hallaba por casualidad en Bariloche;
tuvo que vender cuanto tena para pagar
las indemnizaciones a los parientes de
las vctimas, setenta y cinco muertos y
dos heridos de quemaduras.
ABSALN AMET
Absaln Amet, relojero de La
Rochelle, puede llamarse en cierto
modo el precursor oculto de una parte
no despreciable de lo que ms adelante
sera denominado la filosofa moderna
tal vez de toda la filosofa moderna
, y ms exactamente de aquel amplio
sector de investigacin con fines
superfluos o decorativos que consiste en
la casual aproximacin de vocablos que
en la prctica corriente rara vez
mantienen contacto entre s, con la
consiguiente deduccin del sentido o de
los sentidos que eventualmente se
puedan desprender del conjunto; por
ejemplo: La Historia es el movimiento
de la nada hacia el tiempo, y
combinaciones semejantes. Hombre del
siglo XVIII, hombre habilidoso, Amet
jams pretendi la stira o el
conocimiento; hombre de mecanismos,
no quiso mostrar otra cosa que un
mecanismo. En el cual se ocultaba
amenazador pero l no lo saba un
hormigueante futuro de deshonestos
profesores de semitica y de brillantes
poetas de vanguardia.
Amet haba inventado y fabricado un
Filsofo Universal que al comienzo
ocupaba la mitad de una mesa pero que
al final llenaba toda una habitacin. El
aparato consista esencialmente en un
conjunto bastante sencillo de ruedas
movidas por muelles y reguladas en su
movimiento por un mecanismo especial
de resorte que detena peridicamente el
engranaje. Cinco (en la versin inicial)
ruedas coaxiales, de dimetro diferente,
con otros tantos cilindros gruesos y
pequeos, enteramente recubiertos de
etiquetas, cada una de las cuales llevaba
escrito encima un vocablo. Estas
etiquetas iban pasando sucesivamente
ante una pantalla de madera dotada de
ventanillas rectangulares de modo que
en cada pausa, mirando por el otro lado
de la pantalla, poda leerse una frase,
siempre casual pero no siempre
desprovista de sentido. Marie Plaisance
Amet, nica hija del relojero, lea estas
frases y transcriba las ms curiosas o
apodcticas en su grueso cuaderno de
contable.
Los vocablos del primer cilindro
eran todos sustantivos, precedido cada
uno de ellos del correspondiente
artculo. En el segundo cilindro estaban
los verbos. En el tercero, las
preposiciones, propias e impropias. En
el cuarto, estaban escritos los adjetivos
y en el quinto de nuevo los sustantivos,
diferentes, sin embargo, de los del
primero. Los cilindros se podan hacer
subir o bajar a voluntad, lo que permita
una variedad casi infinita de
combinaciones. De todos modos, esta
primera forma del Filsofo Universal, a
six mots, segua siendo evidentemente
demasiado rudimentaria, a partir del
momento en que slo poda ofrecer
pensamientos del tipo: La vida-gira-
hacia-igual-punto, La mujer-elige-
bajo-bajos-impulsos, El universo-
nace-de-mucha-pasin, u otros ms
frvolos todava.
Para un mecnico experto como
Amet, confeccionar un Filsofo ms
evolucionado, capaz, por tanto, de
producir giros sintcticos ms atrevidos
y sentencias ms memorables, slo era
cuestin de paciencia y de tiempo, dos
cualidades que estaba claro que la
desaparecida comunidad protestante de
La Rochelle no regateaba a sus
miembros. Aadi adverbios de todo
tipo: de modo, lugar, tiempo, cantidad,
calidad; aadi conjunciones,
negaciones, verbos sustantivados y cien
refinamientos semejantes. A medida que
el relojero insertaba ruedas, cilindros, y
ventanillas en la pantalla de lectura, el
Filsofo aumentaba de volumen, y
tambin de superficie. El ruido los
engranajes evocaba a la joven Plaisance
el rumor interior de un cerebro atareado,
mientras a la luz de una, dos y
finalmente tres velas, cada paso le
ofreca un pensamiento, cada
combinacin un motivo de reflexin, en
sus largas tardes de otoo frente al gris
ocano.
No es que no anotase en su cuaderno
frases del tipo: El gato es
indispensable para el progreso de la
religin, o bien Maana casarse no
vale un huevo inmediatamente; pero
cuntas veces sin saberlo registr su
pluma conceptos entonces oscuros y que
un siglo, dos siglos despus, seran
llamados frases luminosas! En la
coleccin publicada en Nantes en 1774,
a nombre de Absaln y Plaisance Amet
con el ttulo de Penses et Mots Choisis
du Philosophe Mcanique Universel,
encontramos por ejemplo una frase de
Lautramont: Los peces que alimentas
no se juran fraternidad, otra de
Rimbaud: La msica sapiente falta a
nuestro deseo, una de Laforgue: El sol
depone la estola papal. Qu sentido
de la irrealidad futura indujo a la joven
o a su padre en su lugar a elegir
entre millares de frases insensatas stas
que un da mereceran ser antologiadas?
Pero tal vez son ms notables las de
carcter estrictamente filosfico, en el
sentido ms amplio de la palabra.
Sorprende leer en un libro de 1774:
Todo lo real es racional; El hervido
es la vida, el asado es la muerte; El
infierno son los dems; El arte es
sentimiento; El ser es devenir para la
muerte; y tantas otras combinaciones
del mismo tipo convertidas hoy en ms o
menos ilustres.
No sorprende, en cambio, saber que
los tres nicos ejemplares que quedan
del libro de los Amet se encuentran
ahora, los tres, en la pequea y
desordenada biblioteca municipal de
Pornic, Bajo Loira. Tal vez ya sea tarde
para descubrirlos: no tardar en llegar
un da, en efecto, si es que no ha llegado
ya, en que todas las proposiciones del
Filsofo Mecnico Universal, y otras
muchas ms combinaciones de vocablos,
habrn sido acogidas con el debido
respeto en el seno generoso de la
Historia del Pensamiento Occidental.
CARLO OLGIATI
En 1931, cuando estaba a punto de
alcanzar los ochenta aos, Carlo Olgiati
de Abbiategrasso dio finalmente a la
imprenta su obra fundamental en tres
volmenes El metabolismo histrico (Il
metabolismo storico), nica produccin
de la editorial La Redentina de
Novara, que no era otra cosa que la
fbrica de golosinas propiedad del
mismo autor.
Este notable ejemplo de la
actualmente casi extinguida vivacidad
intelectual lombarda, tuvo una pobre
vida, por no decir que no tuvo vida
alguna: secuestrado inmediatamente por
las autoridades fascistas, no conoci
mejor fortuna en los aos sucesivos, de
modo que hoy slo quedan del conjunto
de la edicin una docena de ejemplares,
casi todos ellos incompletos y en manos
de particulares. Uno de los ejemplares
completos se encuentra desde 1956 en
las ordenadas estanteras de la Duke
University, en Carolina del Norte; de
este casi incunable ha sido extrada en
1958 una edicin reducida en copia
fotosttica, nica fuente accesible de los
intermitentes accesos de atencin que
todava suscita el nombre de Olgiati,
cuarenta aos despus de su
desaparicin.
El Maestro haba dedicado ms de
veinte aos a la elaboracin de su teora
socio-biolgico-econmica. Una
primera versin senil, cualquier cosa
menos exhaustiva, titulada La lucha de
los grupos en la fauna y en la flora (La
lotta dei gruppi nella fauna e nella
flore) y publicada en 1917, o sea en
plena guerra, tuvo todava menos xito
del que ms adelante correspondera a
la versin definitiva; fue incluso el
propio autor quien la retir de las
libreras de Miln, Novara, Alessandria
y Casalmonferrato, descontento tal vez
de su incompletud, disgustado tal vez
por el hecho de que ningn diario, ni
revista, ni publicacin de otro tipo le
hubieran dedicado una sola resea.
ltimo entre los grandes
constructores de sistemas, Olgiati era
tambin conocido como propietario de
una fbrica de galletas, especialidad
local de Cuggiono, distrito de
Abbiategrasso, llamadas Prusianas;
por motivos totalmente ajenos a la
filosofa se haba visto obligado a cerrar
la fbrica, en la orilla del Ticino pero al
borde de la quiebra, un ao despus de
la entrada de Italia en guerra. El
establecimiento slo consigui abrir de
nuevo sus puertas en 1919; las galletas,
aun siendo siempre las mismas, se
vendan ahora con el ms grato nombre
de Redentinas. Entretanto, Olgiati
haba modificado en parte su concepcin
de la historia; a esta visin ms
coherente dedicara ms adelante los
largos aos de relativa paz e
indiscutible miseria que siguieron.
Inteligentemente inscrita en las
corrientes ms frecuentadas del
pensamiento moderno, la suya es una
filosofa bioqumica de la historia,
equipada con una minuciosa, compleja e
improbable teora gentico-econmica,
segn la cual todos los aspectos del
devenir histrico son emanaciones y
resultados del inevitable contraste entre
los diferentes grupos que diferencian a
la poblacin, incluso animal y vegetal;
este contraste, irreconciliable e
omnipresente, l lo llama lucha de
grupo y lo define como el primer motor
del metabolismo histrico.
Los primeros grupos (0, A, B, AB)
haban sido descubiertos en 1900 por
Landsteiner; Olgiati no tuvo ocasin,
entre otras razones porque ya haba
muerto, de tomar en consideracin
aquellos, como el MN y el Rh, que
fueron descubiertos en pocas ms
recientes. Estos otros grupos, sin
embargo, no presentan problemas
especiales en lo que se refiere a los
trasvases de un grupo a otro, causa
principal de dicho conflicto permanente.
Bajo el nombre de olgiatismo o ms
simplemente de metabolismo histrico,
la teora supone y demuestra
precisamente la inevitabilidad del
olgiatismo, entendido como estado ideal
en el que todos los grupos se funden en
uno solo, de modo que los conceptos de
Estado, ley, dinero, caza, sexo, polica,
sueldo y transformacin de energa en
calor y trabajo mecnico dejan de tener
la menor funcin y, por as decir,
desaparecen en la historia.
Dada la incompatibilidad existente
entre los diferentes grupos, sucede que
un individuo del grupo O no puede
recibir lquidos de ningn otro grupo; en
cambio, sus lquidos son bien aceptados
en todos los cuatro grupos y por ello
suele designrsele con el nombre de
donante universal. Los miembros del
grupo A o del B slo pueden recibir
lquidos de su mismo tipo, adems del
O; los de AB aceptan, al contrario, los
lquidos de todos los dems grupos.
Para el autor, sucede lo mismo con toda
la fauna y la flora.
Ya en su primera publicacin de
1917, Olgiati se haba atrevido a definir
la historia como resultado de la
interaccin lucha segn el ttulo
de los diferentes grupos. Los
conocimientos cientficos de la poca en
ese campo eran ms bien vagos; los de
Carlo Olgiati vagusimos. Posteriores
avances de la investigacin, nuevos
contactos con interesantes publicaciones
turstico-mdicas de Bellinzona y
Mendrisio, llevaron al filsofo a
elaborar una teora mucho ms general y
amplia, que ms adelante recibi el
nombre de metabolismo histrico, y
cuyos adeptos fueron llamados, desde
los primeros momentos, olgiatistas.
Fundamentalmente, los olgiatistas
creen que la historia llamada tambin
meteorologa social est gobernada
por unas leyes bioqumicas que la mente
humana (lase Olgiati) debiera ser capaz
de descubrir, bien mediante el estudio
directo de los hechos histrico-
meteorolgicos, bien mediante la
investigacin en laboratorio. El
conocimiento de dichas leyes permite al
terico prever, hasta en sus ms mnimos
detalles, los futuros cambios del tiempo
atmosfrico social. Los ms calurosos
olgiatistas, como Romp de Vallebruna
en abierto desacuerdo con el famoso
Vittorio Volini no se han recatado de
hablar de los fundamentos granticos de
la objetiva necesidad meteorolgica
sobre la que se apoya el determinismo
olgitico, llamado tambin olgiatiano u
olgiattico. Como sucede con frecuencia,
hasta las dudas del Maestro se
convierten en dogma para los
discpulos.
La teora prev, o mejor dicho
postula, la inevitable victoria final de
los donantes universales, o grupo O;
paradjicamente, esa certidumbre ha
hecho que los ms obstinados olgiatistas
se reclutaran entre los miembros de los
otros grupos. Siendo inevitable, en
efecto, la victoria de los donantes
universales, no se acaba de entender
porqu stos debieran preocuparse,
trabajar y sufrir para provocar un
acontecimiento que en cualquier caso
tiene que suceder. En cuanto al motivo
que lleva y llevaba a los AB a adoptar
con tanto ardor una causa ajena, varias
hiptesis, pero ninguna de ellas
totalmente satisfactoria, han sido
avanzadas por la escuela psiquitrica
turinesa. La romana sostiene, en cambio,
que se trata de pura y simple analidad,
es decir, tendencia a exhibir u ofrecer el
ano, con fines cmicos o educativos. En
los B, la analidad pasa a ser con mucha
mayor frecuencia oral.
Difcil resumir en pocas palabras la
gran mole conceptual olgiatiana,
contenida en los densos volmenes del
texto clsico de 1931. Convendr
comenzar por las leyes que regulan el
proceso histrico-meteorolgico de la
materia viviente. La primera de ellas
determina su direccin. En su
formulacin ms general, la ley afirma
que cualquier modificacin del
porcentaje de oxidacin provoca
modificaciones necesarias en todos los
sectores de la fauna y de la flora. Ideas,
nmero de patas, la magistratura, la
bsqueda de la comida, incluso el
pensamiento religioso y la forma de los
cuernos constituyen parte integrante de
la superestructura fitozoolgica,
inexorablemente obligada a modificarse
segn los cambios del proceso oxidante
metablico, que dirige la transformacin
de la energa qumica de los glcidos,
de los lpidos, de los prtidos y de los
ncleo-prtidos en calor y trabajo
mecnico. Puesto que el desarrollo
tecnolgico conduce ineluctablemente a
la utilizacin de rganos de
reproduccin cada vez mayores, llegar
un momento en que slo la comunidad
de los virus y del plancton en su
conjunto ser capaz de ofrecer un
adecuado sustento a esta produccin en
constante aumento de calor y trabajo
mecnico.
Tal vez resultara errneo, escribe
Olgiati, afirmar que las ideas y otros
factores nerviosos y anatmicos no
tengan ninguna influencia sobre la
meteorologa social; hay que reconocer,
sin embargo, que no son agentes
independientes. Tampoco se puede
sostener que la degradacin histrica
est regulada exclusivamente por
impulsos materiales o meramente
qumicos; hay que admitir, sin embargo,
que los diferentes factores orgnicos
habitualmente llamados idealistas, como
el antagonismo deportivo, el sentido de
la propiedad, el incesto extra-familiar y
la prohibicin de comer carne humana
cruda son, tambin ellos, productos de
los procesos de oxidacin social y de
sus efectos directos e indirectos sobre la
fauna y sobre la flora.
Le ha sido objetado, sobre todo por
parte de una determinada crtica
progresista nostlgicamente iluminista,
retrgrada y descomprometida, que si
bien en la amplia gama de los procesos
metablicos siempre es posible
descubrir las causas de casi todos los
movimientos histrico-meteorolgicos
naturales, tambin es innegable que
muchos de los hechos conexos al
recambio oxidante son efecto, en la
misma manera en que son causa, de
movimientos latentes o presentes en la
economa bioqumica; por ejemplo, los
cambios de la moda femenina, las
transformaciones de los hbitos sexuales
de los religiosos, de los modales en la
mesa e incluso de los titulares de los
peridicos tienen una influencia
perfectamente distinguible en el
consumo de glcidos, lpidos, prtidos,
nucleoprtidos, etctera, y se
convierten, por tanto, en factores
determinantes de la produccin de calor
y trabajo mecnico. De ah se desprende
un autntico laberinto de causas y
efectos en el cual resultara imposible
cualquier prediccin.
Muy juiciosamente Olgiati refuta
esta objecin sosteniendo que cualquier
cambio fundamental en el metabolismo
fitozoolgico es ms de carcter
tecnolgico que ideolgico. El progreso
tecnolgico, aunque dependiente de las
transformaciones polticas, deportivas,
astronmicas, epidmicas y de otro tipo,
es irrefrenable; as pues, tanto la fauna
como la flora tendern siempre a
producir una cantidad creciente de calor
y de trabajo mecnico. Desde varias
partes se ha dicho que la interpretacin
qumica de la historia exagera
notablemente al negar toda autonoma al
desarrollo intelectual y espiritual de los
virus y del fitoplancton; pero pese a
dicha objecin hay que admitir que
Olgiati ha enriquecido inmensamente el
panorama de las ciencias zoobotnicas,
especialmente de la etologa y de la
ecologa, obligndolas a reconocer que
el mero crecer y multiplicarse de las
transformaciones bioqumicas,
tecnolgicas y energticas est en la
base de determinados aspectos muy
importantes de la evolucin del animal y
del vegetal como productores y
reproductores del trabajo mecnico.
En el proceso dialctico del
metabolismo material se distinguen dos
momentos fundamentales opuestos, que
se suceden y se superponen
alternativamente. El momento sinttico
es el llamado anablico, por medio del
cual se obtiene la formacin de la
sustancia propia y especfica de cada
organismo u rgano fitozoolgico
concreto, adems del almacenamiento
del material de reserva, a expensas de
las sustancias que la fauna y la flora
extraen del ambiente exterior y utilizan
para crecer, para mantenerse y para
reparar el continuo desgaste. El segundo
momento, analtico, es el llamado
catablico, caracterizado por la
descomposicin de los materiales de
reserva o de los productos especficos
del recambio en constituyentes ms
sencillos, los ltimos de los cuales son
habitualmente eliminados a travs de los
llamados institutos de excrecin
(retretes, manicomios, cementerios,
parques zoolgicos, depsitos de
basura, hospitales, crceles, hornos
crematorios y cosas semejantes).
Cualquier proceso energtico
realmente importante nace para Olgiati
del conflicto total o dialctico entre
estos dos momentos o principios. De ah
se deduce que cualquier medida que
tienda a reducir prematuramente la
tensin entre fauna y flora y, ms
especficamente, cualquier oxidacin
que no sea total o instantnea, se
considere como un obstculo para el
progreso del organismo fitozoolgico en
su conjunto. De esta negacin del valor
progresista de las oxidaciones parciales,
y en general de cualquier medida de
carcter meteorolgicamente
interlocutoria, se deduce adems la
absoluta necesidad de la revolucin.
Aqu no resultar superfluo hacer
notar que el pensador de Abbiategrasso
no era lo que suele decirse un dialctico
ducho y que su teora presenta, por tanto,
muchas lagunas, por no decir agujeros;
como, por ejemplo, que el mismo
proceso dialctico, tal como lo ha
descrito, exige que cualquier revolucin
vaya seguida, si se pretende mantener en
vida la historia, tanto animal como
vegetal, por una segunda revolucin, y
as hasta el catabolismo total. En efecto,
frente a tal objecin los olgiatistas
supervivientes tienden a refugiarse en el
llamado misticismo de los grupos, por
mucho que a la luz de los
descubrimientos posteriores tambin
esto aparezca como casi totalmente
desprovisto de valor heurstico, por lo
menos en su postulada relacin causal
con el metabolismo de los virus y del
fitoplancton.
Olgiati atribua especial importancia
a la actualmente inofensiva verdad de
que los diferentes grupos se encuentran a
veces en conflicto entre s; conflictos
que no slo se manifiestan en el
momento de la transfusin, con
resultados muchas veces letales, sino
tambin en la vida corriente, por
ejemplo, a travs de la eleccin de
prendas de vestir discordantes, con
resultados no menos letales. Pretendi,
sin embargo, radicalizar los trminos de
este antagonismo qumico natural, hasta
el punto de afirmar que unos grupos
diferentes no presentan ni pueden
presentar procesos oxidativos en comn,
y que su lucha, a la que no por
casualidad ya dedicaba el discutible
opsculo de 1917, slo finalizar con la
victoria final y total de los donantes
universales. Despus de lo cual los
restantes grupos sern definitivamente
relegados a las instituciones de
excrecin.
Esta creencia apocalptica va unida
a una fe ciega, tpicamente septentrional,
en la trascendente superioridad de la
actividad privada sobre la actividad
mental, incluso al aire libre. En cierto
sentido, la lucha entre los grupos se
identifica en el pensamiento olgiatiano
con el conflicto inmanente entre
movimiento y parlisis. Como pretende
el principio de Heisenberg, el conflicto
es por fuerza un conflicto al ltimo
lquido, y no admite tregua ni arreglo. La
victoria del grupo O no ser completa
sin la extincin definitiva de los
restantes grupos, el A, el B y sobre todo
el AB. Parece inevitable, pues, que
antes de alcanzar el orgasmo final, el
peristaltismo conflictual deba
desembocar en la llamada dictadura
del grupo O, como frmula
meteorolgica transitoria de excrecin
durante el paso del orden anablico al
catablico.
En lo que se refiere al punto
mximamente controvertido de la
transformacin de la energa histrico-
atmosfrica en calor y trabajo mecnico,
Olgiati elabora en el hoy prcticamente
inencontrable tercer volumen del
Metabolismo una teora especialmente
sugestiva aunque mucho menos
convincente, basada en parte en los
principios del zologo ingls Abel
Roberto, ya repudiados en aquella poca
por todo el mundo civilizado salvo en el
enclave lombarda, y en parte en una
personal concepcin de la plusvala o
ahorro ecolgico, definido aqu como la
diferencia entre metabolismo basal y
metabolismo adicional. El metabolismo
adicional vara en relacin con el gasto
energtico necesario para el trabajo
mental, la regulacin de la humedad, los
procesos digestivos y las actividades
secundarias y terciarias, como
distribucin y servicios. El metabolismo
basal corresponde, en cambio, al gasto
energtico mnimo e irreductible del
complejo fitozoolgico; en otras
palabras, a la entidad de los procesos
oxidativos globales de toda la fauna y
toda la flora en condiciones basales
(ayuno completo, abstinencia de
cualquier placer de los sentidos,
inmovilidad absoluta, total falta de
pensamiento, fondo placentero de
canciones).
Este metabolismo basal es medido
directamente, segn Olgiati, sobre los
donantes universales del grupo O (Virus
y fitoplancton incluidos), designados por
el autor en ocasiones con el nombre
arcaizante y genrico de proletariado
natural. En dichas condiciones de
subexistencia o alienacin, el gasto
energtico de la supervivencia est
determinado por los procesos oxidativos
necesarios para el mantenimiento de la
funcin cardaca, de la funcin
respiratoria, del tono muscular, de la
funcin renal, del hgado, del aparato
digestivo y de las glndulas endocrinas.
El autor da por supuesto que el estado
ideal, del cual se saca la medida de este
metabolismo mnimo o proletario,
excluye taxativamente el ejercicio de la
funcin reproductiva, reservada por
definicin a la fauna y la flora de alto
nivel oxidante.
Ahora resulta evidente, hasta para
los ojos de un milans, que incluso en
condiciones basales mnimas el
proletariado no slo sobrevive sino que,
en cierto modo, aunque sea entre
enormes dificultades bioqumicas, se
reproduce. El autor salva esta
contradiccin haciendo notar que la
cuota necesaria para la reproduccin se
calcula como una parte constituyente de
la diferencia entre metabolismo
adicional y metabolismo basal,
anteriormente definida plusvala o
ahorro ecolgico. Como de este ahorro
ecolgico debe considerarse excluido el
grupo O, y la actual ordenacin de la
fauna y de la flora est destinada al
servicio y exclusivo usufructo de los
dems grupos, pero de modo especial
del AB, la cuota de reproduccin de los
virus y del fitoplancton debe contarse
entre las fuentes de las rentas no
laborales, o sea beneficios, rentas e
intereses.
Buena parte del tercer volumen del
Metabolismo est dedicada a la
elaboracin de la teora de esta
explotacin ecolgica de los donantes
universales en favor de los restantes
grupos no donantes; y aqu es donde
aparecen las aporas ms relevantes.
Hecho ms grave todava, el propio
dogma del paso del anabolismo al
catabolismo como condicin ineludible
de la renovacin ha sido brillantemente
refutado por el ingls F. H. Lamie (vase
Olgiati's End of Time, Proceedings of
the Aristotelian Society, LXIII, 2548),
el cual ha conseguido demostrar, incluso
a nivel experimental, que, dada la
imposibilidad de retornar de un estado
de catabolismo generalizado a otro de
anabolismo constructivo, la nica
alternativa que queda y no slo a los
virus y al fitoplancton es la muerte, o
bien un eterno catabolismo frgil o
ruinoso caracterizado por la parlisis
progresiva de cualquier funcin tanto
productiva como reproductiva. Cosa que
equivaldra en definitiva, como muy
bien explica Lamie, a la propuesta de
un infinito estado comatoso como meta
suprema de la vida. Propuesta sta tan
inaceptable para la fauna como para la
flora.
ANTOINE AMDE
BLOUIN
En 1897 Antoine Amde Blouin
redact el Proyecto Blouin, destinado a
revolucionar la forma de las
comunicaciones en el inminente siglo
XX. El Proyector Blouin prevea una
nueva y ubicua red de transportes
subacuticos. Esencial y genialmente, se
trataba de un tren submarino; como era
de prever, su objetivo era casi
nicamente el de aumentar de manera
desmedida las riquezas y la gloria de
Francia, conocida canalizadora e
intermediaria de ocanos y de mares
incompatibles, laureada constructora de
canales.
Lo contrario de un canal es
realmente un tnel, como el que ya en
aquella poca una o casi Francia
con Inglaterra; de modo mucho ms
econmico, Blouin haba concebido
rales, cuidadosamente tendidos sobre el
fondo marino, y un tren que corra o
resbalaba, o navegaba encima, sin
paradas por supuesto, ni siquiera para
aprovisionarse de agua. Operacin sta
que en el fondo del mar pareca, incluso
ante los ojos posibilistas del entusiasta
inventor, como paradjicamente
problemtica.
Ningn lugar ms idneo que el
Bltico para tan veloz red de
comunicacin; de no ser porque el
Bltico an no perteneca o ya no
perteneca a Francia, aunque una
fuerte dinasta de una de sus orillas
llevase el nombre de Bernardotte, y otra,
si bien por breve tiempo, hubiese
llevado el de Valois. Blouin daba por
supuesto, sin embargo, que al
prestigioso Gobierno francs no poda
resultarle excesivamente difcil obtener
una especie de derecho de prelacin y
de proteccin sobre el intil fondo de
aquellos mares, por otra parte feos,
neblinosos, fros y en cierto modo an
por colonizar.
Una va frrea submarina de
Petroburgo a Kiel, otra de Dantzig a
Estocolmo, y ya estaba hecha la cruz de
Lorena, a ttulo de reconfirmacin de la
hasta demasiado confirmada capacidad
de expansin del genio francs. Pero
ste era el aspecto a largo plazo del
Proyecto; respecto al futuro inmediato,
se imponan desde entonces con el
carisma de la inevitabilidad los trazados
Calais-Dover, Le Havre-Southampton, y
bajando al Mediterrneo el abanico
Marsella-Barcelona, Marsella-Argel y
Marsella-Gnova, adems de una
eventual lnea de deporte o caza mayor
Bastia-Civitavecchia (Rseau Blouin:
Premier Projet de Chemin de Fer sous
la Mer, Antoine Amde Blouin,
Limoges, 1897).
En su manual de vas frreas
sumergidas, Blouin admite con tanta
claridad como generosidad su absoluta
incompetencia tcnico-cientfica en los
diferentes sectores de problemas
planteados por su proyecto (en realidad,
era profesor de latn y griego en un
instituto de provincias), pero no tiene la
menor duda de que, confiados a los
expertos, la mayor parte de dichos
problemas se resolvern, por decirlo de
algn modo, por s solos: El progreso
de la ciencia moderna, manifiesta, ha
sido tan vertiginoso en estos ltimos
aos, que si bien por una parte ya no
existe un Cicern capaz de abarcar por
su cuenta el entero acervo de
conocimientos, por otra se puede decir
perfectamente que no queda distante la
hora en que, gracias al esfuerzo conjunto
de los bravos cientficos (preux
savants) de hoy, todos los problemas
pasados y presentes del hombre
quedarn resueltos, lo que nos allanar
el camino para plantear, exponer y
arreglar los problemas del futuro.
La alusin a Cicern en este
contexto no hace ms que aumentar la
originalidad del autor del proyecto, el
cual, poco propenso a la puntillosidad
tcnica de su coetneo inventor de
fbulas Julio Verne, delega
prudentemente a los expertos la tarea de
resolver, entre tantas otras, las
siguientes cuestiones: espesor de las
paredes acorazadas de los vagones
estancos, sometidos a las notables
presiones de los fondos marinos;
presin interior del aire en dichos
vagones; regular funcionamiento de una
locomotora de vapor en el fondo del
ocano; iluminacin (con los medios de
1897); colocacin de las vas sobre el
limo marino; trabajos de nivelamiento,
puentes sobre los abismos y trabajos
anlogos, declives escarpadsimos de
las lneas costeras; paso de los
vehculos de la zona seca a la hmeda y
viceversa; indicacin de peligros;
salvamento en caso de accidentes de
mayor o menor relevancia; resistencia
del agua al movimiento; corrientes;
emergencias de carcter tcnico, como
por ejemplo agotamiento del carbn;
comunicacin entre un vagn y otro, etc.
En cambio, Blouin describe
minuciosamente los asientos, los
retretes, las dobles ventanas de los
vagones; los cuales sern construidos en
forma de obs, ms por motivos
balsticos que hidrodinmicos. Describe
el servicio de vigilancia, buenas
costumbres y moral, tanto dentro del
convoy como en la aduana de salida y de
llegada; la calefaccin, mediante dobles
paneles de cobre rellenados de bolas de
antracita encendidas en el momento de
la partida; el espoln de la locomotora,
que tendr forma de tiburn o ms
exactamente de pez espada (narval).
Prev un vagn ms blindado que los
dems, defendido con abundantes
carabinas, para el transporte de piedras
preciosas, lingotes de oro y documentos
de Estado; prev compartimentos
especiales para el transporte de
cadveres, y otros para religiosos. Y
para terminar prev, como consecuencia
indirecta de estos cosmopolitas
contactos submarinos, una mayor
hermandad entre las naciones, bajo el
signo luminoso e inagotable del ingenio
francs.
ARMANDO APRILE
Armando Aprile tuvo la consistencia
de un fantasma.
No ha quedado nada de l, salvo un
nombre que parece falso y una direccin
que no era la suya, en un folleto que
apareci un da por las calles de Roma.
Efmero utopista, propuso al mundo un
orden, pero a lo que parece el mundo lo
rechaz. El folleto deca lo siguiente:
ATENCIN MENSAJE MUY
IMPORTANTE Fecha de lanzamiento
1-12-1968 Juro que har respetar las
siguientes leyes, siempre que el Pueblo
mundial se una a m llevando como
reconocimiento: el reloj en la mueca
derecha: o bien una doble AA impresa
en una parte visible de la persona o
sobre las ropas. El pauelo para la
nariz: verde. Uniforme, nico color:
blanco o bien azul; zapatos negros en
caso de luto; la bandera, blanca y/o azul.
Estas leyes sirven para crear la
igualdad de paga, dividida en seis
categoras: Mayor paga a los primeros
36 Dirigentes del mundo. Segunda paga:
a los segundos 36 mil Dirigentes del
Mundo. Tercera paga: a los Jueces.
Cuarta paga: a los Cientficos, Doctores,
Comisarios, Ingenieros, Abogados,
Generales, en cualquier caso hasta el
grado de Brigadier de Carabineros, a
todos los del Espectculo y del Deporte,
etctera. Quinta paga: al Cuerpo de
Aduanas, Marina, Carabineros, Polica,
Estudiantes, Soldados, Empleados,
etctera. Sexta paga: a los Nios desde
su nacimiento hasta los doce aos y a
los Presos condenados por homicidio.
Los condenados por homicidio
trabajarn diez horas al da, las restantes
condenas se pagarn can dinero, as que
trabajarn en libertad durante ocho
horas al da, hasta que hayan terminado
de pagar la condena; todos podrn
disfrutar de la reduccin por buena
conducta, y los que estn en libertad
trabajarn un mximo de cinco horas de
las 24 de la jornada.
4. A los parados se les pagar la
jornada como si trabajaran.
5. A los jubilados por ancianidad,
los infortunados y los enfermos, se les
pagar la jornada como cuando
trabajaban, adems de todas las curas,
medicinas y alojamiento gratis.
6. Pueden llevar el uniforme todos
los jvenes de cualquier talla y sexo,
con tal de que no hayan sido condenados
por homicidio.
7. Siempre que sea posible, en cada
lugar de trabajo habr aire
acondicionado, muebles siempre
nuevos, mxima limpieza, etctera.
8. Todos despus de su vigsimo
primer ao de edad tendrn derecho a un
alojamiento nuevo gratuito, en el pas
donde les permita la residencia su
profesin.
9. Todos hablaremos una misma
lengua, y se castigar con multa hablar
en dialecto.
10. Mi nuevo sistema de
automviles, etctera, nos permitir
evitar el 90 por ciento de todos los
accidentes.
11. Nadie seguir pagando
impuestos porque todo depender de la
primera Direccin Mundial.
12. El desierto podr ser habitado y
cultivado. (Una sencilla idea ma nos
permitir evitar las discordias entre el
Norte y el Sur de cada Nacin).
13. Se admite el divorcio, por lo que
resulta mucho mejor dejar de casarse.
14. Har apagar cuanto antes los
volcanes porque aparte del peligro
queman una cantidad de subsuelo muy
til para la evolucin de hoy y tal vez la
de maana.
15. Ser muy probable que consiga
sacar el agua del mar dejando la
necesaria para la irrigacin, porque
amenaza un gran peligro para el planeta
Terrestre, ejemplo: si alguien instala en
el mar unas gigantescas batidoras,
moriremos todos en menos de lo que
canta un gallo.
16. Prometo la inmortalidad con
noventa probabilidades sobre cien de
xito, y por tanto: un joven puede seguir
siendo joven y un viejo puede volverse
joven.
17. Quienquiera que est de acuerdo
con estas leyes, haga algo por ayudarme
de la manera que pueda, en el campo
financiero, enviando una aportacin a
esta direccin: Aprile Armando en
casa de Giglio (243) St. Nicholas Av.
Brooklyn N. Y. (11237) Amrica.
Ayudndome a esparcir por el Mundo en
el mayor nmero de lenguas posibles
este mensaje e impidiendo al mismo
tiempo que nuestros enemigos hagan
circular leyes falsas.
18. Mis seas de identidad son:
altura 1,54 m, sin zapatos ni sombrero,
delgado, moreno, rojizo de piel, cicatriz
en la parte derecha del trax, un
labanillo junto a la oreja derecha, la
cara dividida en dos mitades por una
seal natural casi invisible, apellido y
nombre: Aprile Armando nacido el 29-
12-1940.
FRANZ PIET
VREDJUIK
A la prolongada discusin post-
mortem entre Huygens y Newton sobre
la naturaleza de la luz se apuntaron,
entre otros muchos, obispos, locos,
farmacuticos, una princesa de Thurn
und Taxis, un entomlogo de la Sagrada
Puerta, Goethe; sus ttulos acadmicos
no siempre eran los que el tema exiga,
pero nadie los tuvo ms escasos que
Franz Piet Vredjuik, enterrador de
Udenthout en los Pases Bajos, si es
cierto que, como l mismo manifiesta, en
toda su vida slo haba ledo dos libros:
la Biblia y las obras completas de
Linneo. Esta presuncin suya, que le
hace nico en el irregular campo de la
filosofa post-newtoniana, se lee de
manera explcita, y es difcil decir si
petulante o modesta, en el prefacio del
nico opsculo suyo que ha llegado
hasta nosotros: El Pecado Universal, o
Discurso sobre la identidad entre
sonido y luz (1776, Utrecht). Como
cualquiera puede deducir del ttulo, el
objetivo del breve tratado consiste en
demostrar o ms exactamente afirmar,
sin otra demostracin que una serie de
precisos llamamientos a la intuicin
que el sonido es luz, luz degenerada.
Desde el punto de vista meramente
estructural, admitida posteriormente la
hiptesis llamada ondulatoria, la
propuesta de Vredjuik podra parecer
defendible; mucho menos aceptable
parece, no obstante, su motivacin, que
es la siguiente: la causa eficiente y
universal de la transformacin regresiva
y recurrente de la luz en sonido es el
pecado original.
Dicha tesis presupona, para
comenzar, una relacin jerrquica entre
sonido y luz tan evidente que casi no
merece otras aclaraciones: la luz era por
definicin mucho ms noble que el
sonido. Todava hoy subsiste esta tcita
prerrogativa, cuando no tiende a
exasperarse. Casi nadie ha ledo a
Vredjuik, pero todos estn de acuerdo en
reconocer los privilegios de la luz;
nada, por ejemplo, puede superarla en
velocidad; de no existir la luz, no habra
ninguna otra cosa en el universo; slo la
luz consigue prescindir de la materia; y
as sucesivamente. Nadie, sin embargo,
sostiene actualmente, como Vredjuik,
que esto sucede simplemente porque
slo la luz, entre todas las
manifestaciones del cosmos, no ha
sufrido las consecuencias del pecado de
Adn. Apenas es rozada por el pecado,
la luz se estropea y se convierte en
calor, suciedad, bestialidad, ruido.
La idea de la fundamental identidad
entre luz y sonido se le haba ocurrido a
Vredjuik, como explica l mismo, pocos
das despus de la llegada al mundo de
su segunda hija, Margarethe. Una noche,
a eso de las dos de la madrugada, su hija
haba comenzado a chillar, como solan
hacer los recin nacidos holandeses por
aquellos tiempos, cuando de repente sus
chillidos alcanzaron una intensidad y un
diapasn tan poco habituales, que el
padre, con las mantas estiradas hasta
cubrirle los odos, vio en la negra
oscuridad encenderse tres estrellas
como centellas: era un primer ejemplo
de sonido convertido en luz. Posteriores
reflexiones llevaron a Vredjuik a
presuponer una directa relacin entre
ese fenmeno y el hecho de que
Margarethe hubiera sido bautizada aquel
mismo da: no habiendo cometido
despus la nia ningn pecado, sus
cuerdas vocales mantenan, y seguiran
manteniendo durante un breve tiempo, la
bivalente capacidad de emitir tanto
sonido como luz; en efecto, el fenmeno
fue disminuyendo con el tiempo, a
medida que la recin nacida iba siendo,
como le corresponde al destino humano,
una cada vez ms acendrada pecadora.
Otra prueba decisiva, segn
Vredjuik, era la prueba del disparo de
mosquetn lejano: si se sita un
mosquetn sobre un barril o sobre el
techo de una casa, y a unos centenares
de pasos se sita un observador encima
de otro barril o sobre el techo de otra
casa (en Holanda escasean las alturas),
cuando el mosquetn dispara un tiro
mejor si es de noche el observador ve
una lucecita y al cabo de un instante no
despreciable de tiempo le llega el ruido
del disparo. Obviamente se trata en
ambos casos del mismo fenmeno:
reconducible a la ignicin de una cierta
cantidad de plvora: una parte de esta
luz, sin pecado, llega inmediatamente al
observador; la parte contaminada
quin sabe qu manos han tocado esa
plvora llega en cambio con
dificultades, bajo la capa del estallido.
De la misma manera, aclara ms bien
oscuramente Vredjuik, el sifiltico
camina con bastn.
Otros ejemplos de luz sin pecado
son: las estrellas, de las que los paganos
afirman que suelen producir una msica,
pero que evidentemente no la producen
en los pases cristianos, porque el autor
las ha escuchado en Udenhout ms de
una noche, cuando callan los animales y
los ros; el sol, del que nunca se ha odo
un solo estallido, y la luna, notoriamente
silenciosa; la niebla, que nunca hace
ruido; las lmparas de las iglesias
reformadas holandesas (las de las otras
despiden una crepitacin caracterstica);
los cometas (Vredjuik admite que nunca
ha visto ni escuchado ninguno, pero se
lo han dicho); los ojos de los nios
mudos (el cuarto hijo del autor era
mudo); el famoso faro de Nueva
Amsterdam, hoy Nueva York, y en
general toda la cadena de faros entre
Zelanda y Frisia; algunos tipos benignos
de fantasmas y fuegos fatuos.
El libro del olvidado sepulturero de
Brabante se cierra con una Advertencia
al lector, sobre la intrnseca
inmoralidad del ruido, de la msica, del
canto y de la conversacin.
CHARLES
CARROLL
Segn Charles Carroll de Saint
Louis, autor de El negro es una bestia
(The Negro a Beast, 1900) y Quin
tent a Eva? (The Tempter of Eve,
1902), el negro fue creado por Dios
junto con los animales con el nico fin
de que Adn y sus descendientes no
carecieran de camareros, lavaplatos,
limpiabotas, encargados de letrinas y
suministradores de servicios semejantes
en el Jardn del Edn. Al igual que los
restantes mamferos, el negro manifiesta
una especie de mente, algo entre el perro
y el mono, pero est totalmente
desprovisto de alma.
La serpiente que tent a Eva era, en
realidad, la camarera africana de la
primera pareja humana. Can, obligado
por el padre y por las circunstancias a
casarse con su hermana, rechaz el
incesto y prefiri casarse con una de
esas monas o criadas de piel oscura. De
ese hbrido matrimonio surgieron las
diferentes razas de la tierra; la blanca,
en cambio, desciende de otro hijo de
Adn, ms serio.
Sucede, por consiguiente, que todos
los descendientes de Can carecen, al
igual que su mono progenitor, de alma.
Cuando la madre es negra, el hombre no
puede transmitir a su prole ni un atisbo
del alma divina. Por ello, slo la poseen
los blancos. Ocurre en ocasiones que un
mulato aprenda a escribir, pero el
simple hecho de que Alexandre Dumas
poseyera una especie de inteligencia no
quiere decir que poseyera tambin un
alma.
CHARLES PIAZZI-
SMYTH
El cargo oficial de Primer
Astrnomo de Escocia corresponda a
finales del siglo XIX a un profesor de la
universidad de Edimburgo llamado
Charles Piazzi-Smyth. Piazzi-Smyth fue
el fundador de la piramidologa popular
con su volumen Nuestra herencia en la
Gran Pirmide, publicado en 1864.
Reeditado en cuatro ocasiones, este
libro fue traducido a casi todas las
lenguas europeas; todava en 1923 el
abate Thophile Moreux, director del
observatorio de Bourges y autor de Los
misterios de la Gran Pirmide, se
refera a l con el mayor respeto.
Inmediatamente despus de la
aparicin del libro, agradablemente
impresionado por su xito, Piazzi-Smyth
consider que tal vez haba llegado el
momento de ir a Egipto a echar una
mirada al objeto de sus estudios.
Descendido del camello, cinta mtrica
en mano, realiz inmediatamente una
serie de sensacionales descubrimientos,
presentados en 1867 al pblico en los
tres minuciosos volmenes de Vida y
trabajos junto a la Gran Pirmide
(slo haba permanecido all seis
meses) y un ao despus en el tratado
Sobre la antigedad del hombre
intelectual.
Originariamente, las tres pirmides
de Gizeh estaban recubiertas de un
revestimiento de losas preciosas. La
primera cosa que descubri Piazzi-
Smyth fue que la longitud de base de la
Gran Pirmide, dividida por la longitud
de una de las losas del revestimiento,
daba exactamente el nmero de das del
ao, o sea 365. Se trataba
probablemente de una profeca, dado
que las primeras losas de revestimiento
fueron descubiertas en el curso de las
excavaciones realizadas despus de la
muerte de Piazzi-Smyth. Otro motivo de
perplejidad para sus admiradores fue el
consiguiente descubrimiento de que las
losas eran de longitud variable.
Nuestra herencia en la Gran
Pirmide tuvo millones de lectores y
gener decenas de otros libros,
obviamente sobre el mismo tema. Su
principal divulgador en Francia fue el
abate F. Moigno, cannigo de San
Dionisio en Pars. En 1879 fue creado
en Boston un Instituto Internacional para
la Conservacin y el Perfeccionamiento
de los Pesos y de las Medidas: el
Instituto pretenda modificar el sistema
mundial de pesos y de medidas para
adecuado nuevamente a los parmetros
sagrados de la Gran Pirmide; lo que
implicaba la abolicin del sistema
mtrico decimal francs, acusado de
atesmo. Entre los sostenedores del
Instituto en cuestin se contaba el
entonces Presidente de los Estados
Unidos. En 1880 se sum la revista El
standard internacional, destinada
tambin a propiciar el retorno a las
medidas egipcias, la ms importante de
las cuales porque de ella derivan casi
todas las dems era el codo
piramidal.
El director de El standard
internacional era un ingeniero que
escribi: Proclamamos nuestro eterno e
incesante antagonismo a esa inmensa y
tremenda desgracia, el Sistema Mtrico
Decimal Francs. En la misma revista
apareci por vez primera el himno de
los piramidlogos, que acababa con las
palabras: Muera, muera cualquier
sistema mtrico!.
En Inglaterra, El milagro de piedra
(o sea, la Gran Pirmide) de Joseph
Seiss alcanz catorce reediciones
consecutivas. En 1905, el coronel J.
Garnier public un libro para anunciar
que de las investigaciones realizadas
personalmente por l, en el interior, de
las Pirmides, se desprenda que
Jesucristo retornara a la tierra en 1920.
Walter Bynn, en 1926, hizo una
prediccin semejante, pero para 1932;
frustrada la ilustre cita, Bynn efectu una
nueva profeca para 1933, aplazando
todava algunos aos el retorno de
Jess.
Uno de los lectores ms convencidos
del libro de Piazzi-Smyth sobre los
misterios de la Gran Pirmide fue el
predicador Charles Taze Russell, de
Allegheny, Pennsylvania, fundador de la
secta de los Testigos de Jehov. Taze
Russell compuso una serie de profecas
bblicas, basadas en parte en los
descubrimientos piramidolgicos de
Piazzi-Smyth. Segn el pastor Russell,
tanto la Biblia como la Pirmide de
Keops coincidan en revelar que la
Segunda Llegada de Cristo ya se haba
producido, en secreto, en 1874. Esta
silenciosa Llegada marcaba el comienzo
de un perodo de cuarenta aos,
llamados de recoleccin, durante el cual
los Testigos de Jehov permanecan
confiados a los cuidados y a la gua del
pastor Russell. Como episodio final de
la recoleccin estaba previsto el Gran
Juicio Final, en 1914. Los muertos
retornaran a la vida, y en aquel
momento se les concedera una segunda
posibilidad de eleccin: aceptar o no a
Jesucristo. Los que no lo aceptaran
seran eliminados; y as el Mal
desaparecera del mundo. En cambio,
los Testigos lo aceptaban y se convertan
en eternos.
Dos hermanos ingleses, John y
Morton Edgar, se sintieron tan
impresionados por esa profeca que
fueron inmediatamente a Egipto para
medir de nuevo la Pirmide. Sus
observaciones confirmaron ampliamente
la prediccin del pastor Russell, como
puede leerse en los dos gruesos
volmenes publicados por los Edgar
entre 1910 y 1913, Los pasillos y las
cmaras de la Gran Pirmide. En 1914
sucedi, sin embargo, que la mayor
parte de los muertos se abstuvo de
volver a la vida, y la secta de los
Testigos perdi millares de adeptos. El
pasaje del libro de Russell, que en la
edicin de 1910 deca: Los santos
sern salvados antes de 1914 fue
modificado, de modo que en la
reedicin de 1924 se lee: Los
santos sern salvados no mucho despus
de 1914. Mientras tanto Russell haba
sido sustituido: el nuevo jefe de la secta,
para resolver de algn modo el
problema, decidi que Jesucristo haba
venido realmente a la tierra en 1914,
pero que no haba querido hablar con
nadie. A partir de aquella fecha, llamada
la Llegada Secreta, haba recomenzado
el Reino del Bien; slo que de momento
se trataba de un reino invisible.
ALFRED ATTENDU
En Haut-les-Aigues, en un rincn del
Jura prximo a la frontera suiza, el
doctor Alfred Attendu diriga su
panormico Sanatorio de Reeducacin,
o sea hospicio de cretinos. El perodo
entre 1940 y 1944 fueron sus aos de
oro; en aquel tiempo llev a cabo sin el
menor estorbo los estudios,
experimentos y observaciones que ms
adelante recogi en su texto, convertido
en un clsico del tema, El hasto de la
inteligencia (L'embetement de
l'intelligence, Bsangon, 1945).
Aislado, olvidado, autosuficiente,
abundantemente provisto de
reeducandos, misteriosamente inclume
de cualquier invasin teutnica, gracias
tambin al desastroso estado de la nica
carretera de acceso, destrozada por un
bombardeo equivocado (los alemanes
haban credo que la carretera llevaba a
Suiza, por culpa de una flecha con la
inscripcin Refugio de Retrasados
Mentales); en suma, rey de su pequeo
reino de idiotas, Attendu se permiti a
lo largo de todos aquellos aos ignorar
lo que la prensa denominaba
pomposamente el hundimiento de un
mundo, pero que en realidad, visto
desde lo alto de la Historia, o en todo
caso desde lo alto del Jura, no fue ms
que un doble cambio de policas con
algn incidente de ajuste.
Ya del ttulo del libro de Attendu se
desprende su tesis, es decir, que en cada
una de sus funciones y actividades no
necesarias para la vida vegetativa, el
cerebro es una fuente de problemas.
Durante siglos, la opinin habitual ha
considerado que la idiotez es un sntoma
de degeneracin del hombre; Attendu le
da la vuelta al prejuicio secular y afirma
que el idiota no es ms que el prototipo
humano primitivo, del cual slo somos
la versin corrompida, y por tanto sujeta
a trastornos, a pasiones y a vicios contra
natura, que no afectan, sin embargo, al
autntico cretino, al puro.
En su libro, el psiquiatra francs
describe o propone un original Edn
poblado de imbciles: perezosos,
torpes, con los ojos porcinos, mejillas
amarillentas, labios abultados, lengua
salida, voz baja y ronca, odo dbil, el
sexo irrelevante. Con expresin clsica,
les llama les enfants du bon Dieu. Sus
descendientes, impropiamente llamados
hombres, tienden a alejarse cada vez
ms del modelo platnico o imbcil
primigenio, impulsados hacia los
dementes abismos del lenguaje, de la
moral, del trabajo y del arte. De vez en
cuando, se le concede a una madre
afortunada parir un idiota, imagen
nostlgica de la creacin primera, en
cuyo rostro an, por una vez se refleja
Dios. Estos seres cristalinos son el
mudo testimonio de nuestra depravacin;
se mueven entre nosotros como espejos
de la primitiva estupidez divina. El
hombre, sin embargo, se avergenza de
ellos, y los encierra para olvidados;
tranquilos, los ngeles sin pecado viven
vidas breves pero de perpetua e
incontrolada alegra, comiendo tierra,
masturbndose a continuacin,
chapoteando en el barro, agazapndose
en el cubil amistoso del perro, metiendo
distradamente los dedos en el fuego,
inermes, superiores, invulnerables.
Cualquier movimiento tendente a
reinsertar a los subnormales, congnitos
o accidentales, en la sociedad
civilizada, se basa en el presupuesto
evidentemente falso de que los
evolucionados somos nosotros, y ellos
los degenerados. Attendu invierte dicho
presupuesto, es decir, decide que los
degenerados somos nosotros y ellos los
modelos, e inicia de ese modo un
movimiento inverso, dejado hasta ahora
por motivos muy claros sin otra
consecuencia que la antigua pero tcita
colaboracin de las mximas
autoridades, no slo psiquitricas, que
tiende a incrementar en los imbciles lo
que precisamente les convierte en tales.
No le faltaban razones. Desde lo alto
de Haut-les-Aigues haba visto
metafricamente, porque no era un
guila ni tena un telescopio los
ejrcitos de uno y otro bando ir y venir,
como en un film cmico, empujando
amplias verjas de aire intangible,
disparando hacia atrs, huyendo hacia la
victoria, construyendo para destruir,
arrancndose banderas de modesto
precio al precio de la vida. Sus
enloquecidas confusiones superaban la
comprensin humana.
Y dirigiendo en cambio la mirada al
otro lado, dentro de los lmites de su
claro jardn, haba visto entre los abetos
a sus mozarrones, tambin ellos
veinteaeros y llenos de vida, jugar a
juegos de incesante invencin, por
ejemplo destrozar el baln con los
dientes, hurgarse la nariz con el pulgar
de los pies del compaero, atrapar los
peces del estanque, abrir todos los
grifos para ver qu corra, cavar un
agujero para sentarse dentro, recortar
las sbanas colgadas y despus correr
por ah agitando las tiras, mientras los
ms sosegados, filosficamente, se
llenaban de estircol el ombligo o se
arrancaban reflexivos uno a uno los
pelos de la cabeza. Hasta el olor del
Jardn original deba haber sido
anlogo. Pedan proteccin, s, pero en
su calidad de mensajeros preciosos,
ejemplares, delicados; tocados, como
siempre se haba dicho, por el buen
Dios, elegidos para compaeros de Su
Hijo.
La opcin era obligada: cualquiera
habra elegido a los idiotas del asilo. El
mrito de Attendu reside, sin embargo,
en haber sacado las debidas
consecuencias de dicha opcin: dado
que la condicin del cretino es para el
hombre normal la condicin ideal,
estudiar por qu caminos los cretinos
imperfectos pueden alcanzar la deseable
perfeccin. En aquellos aos los
deficientes psquicos eran clasificados
segn la edad mental, deducible de unos
tests adecuados: edad mental tres aos o
menos, idiotas; de tres a siete aos,
imbciles; de ocho a doce aos,
retrasados. De modo que el objetivo del
estudioso era descubrir los medios
idneos para reducir a los retrasados al
estado de imbciles, y a los imbciles a
la idiotez completa. Los diferentes
intentos de Attendu en dicha direccin y
los mtodos ms pertinentes estn
detalladamente descritos en su
interesante libro, citado con frecuencia
en las bibliografas.
Curiosamente, no han sido muchos
los que han observado que embetement
tambin quiere decir, etimolgicamente,
embrutecimiento.
La primera preocupacin del
personal tratante consiste en abolir
cualquier relacin del internado con el
lenguaje. Dado que algunos de los
internados todava estaban en posesin,
en el momento del internamiento, de
algn medio, aunque rudimentario, de
comunicacin verbal, el recin llegado
era segregado en una pequea celda o
caja, hasta que el silencio y la oscuridad
le quitaban cualquier residuo o sospecha
de locuacidad. En general bastaban
pocos meses; los expertos enfermeros
del doctor Attendu saban reconocer, por
el tipo de gruidos del educando,
cundo haba llegado el momento de
sacarle del cubculo para llevarle a la
pocilga.
La terapia de la pocilga se haba
demostrado la ms eficaz para la
obtencin del objetivo siguiente, que era
el de suprimir en el pupilo cualquier
traza de buenos modales, limpieza,
orden y similares caractersticas
subhumanas adquiridas
precedentemente. En dicho sentido los
educandos ms difciles resultaron ser
los procedentes de instituciones
religiosas, lugares conocidos, en efecto,
por su escrupuloso respeto a los buenos
modales y la higiene. En cambio, los que
procedan directamente del seno de la
familia, del seno de una familia
francesa, eran ms espontneamente
propensos a la zafiedad y a la suciedad.
Todos los pupilos estaban provistos
de bastones y eran peridicamente
invitados por los enfermeros, con el
ejemplo, a vapulear a sus compaeros;
esta terapia tenda a eliminar de su
vaco mental cualquier residuo de
agresividad social. Nios y nias eran
invitados adems a pasear desnudos,
incluso en invierno, e inducidos,
tambin con el ejemplo, a juegos
bestiales de tipo vario. Eso sobre todo
en el sector de los retrasados, que
participaban ms bien con placer en
tales juegos con los enfermeros; porque
en los imbciles y ms an en los idiotas
los instintos se haban ido refinando y
regresando a la pureza primitiva: a lo
mximo que podan llegar era a comerse
mutuamente las heces. Los retrasados, en
cambio, se entregaban con gusto a una
especie de alegre vida sexual anglica.
Por las noches haba un gran barullo,
y no pocas veces un autntico y
divertido alboroto. Buena seal, porque
el sueo tranquilo y prolongado es un
sntoma, segn Attendu, de una indebida
actividad mental durante el da. En
efecto, si un internado era sorprendido
de noche en ese estado anmalo de
sueo profundo, los enfermeros lo
sacaban de la cama y lo arrojaban a una
baera de agua fra. En ocasiones
tambin intervena algn imbcil y
arrojaba a la baera a un enfermero; los
idiotas ms evolucionados, en cambio,
se mantenan aparte, ahora del todo
apticos: los enfermeros les llamaban
los aristcratas, los favoritos del
Director. A los reales y autnticos
idiotas lo que ms les gustaba era el
cine, especialmente si era en color; pero
tambin les alegraba el estrpito, y ms
que nada los discos llamados de
Festival.
En el transcurso de los diferentes
procesos que tuvo que sufrir el doctor
Attendu de 1946 en adelante, apareci
otro detalle cientfico interesante: casi
todos los retrasados de uno, dos o tres
aos que se hallaban en el Sanatorio, los
llamados p'tits anges, eran hijos
suyos, producidos in loco a travs,
segn parece, de la inseminacin
artificial; para las jvenes mams,
veintitrs, se haba construido algo as
como un gallinero-maternidad, con un
suelo de cemento fcilmente lavable.
JOHN O.
KINNAMAN
En 1938 John Kinnaman visit
Sodoma. De regreso a Inglaterra public
Excavaciones en busca de la verdad
(Digging for Truth, 1940); en el libro
explica que en aquel lugar ha encontrado
una cantidad considerable de columnas y
pirmides de sal, lo que hizo muy
difcil, por no decir imposible, la tarea
que se haba fijado: descubrir cul de
aquellas protuberancias era la mujer de
Lot. Escribe: Hay demasiadas; cul
ser el fretro de aquella desgraciada,
quin puede decido ahora?.
A cambio, descubri en los
alrededores la casa donde viva
Abraham y en la casa una piedra que
llevaba grabada en su superficie la firma
del patriarca: Abraham.
HENRIK LORGION
Una lista de sustancias ideales,
prolongadamente buscadas y jams
encontradas, incluira la favorita de
Wells, que abole la fuerza de la
gravedad; el polvo de cuerno de
unicornio, que hace inocuos los venenos;
tambin de Wells, el lquido que nos
convierte en invisibles; el flogisto, que
es la sustancia del fuego, y que en lugar
de poseer peso posee ligereza; los
biones de Wilhelm Reich, burbujitas
llenas de energa sexual localizables en
la arena; la piedra filosofal, que
convierte los metales inferiores en oro y
plata; los dientes de los dragones, que
ahuyentan a los enemigos; el anillo de
los Nibelungos, que da el poder; el agua
de la fuente que Ponce de Len busc en
Florida; los cuatro humores de Galeno,
hipocondraco, melanclico, colrico y
flemtico, que guerrean en el cuerpo e
instauran jerarquas; el nima, que segn
Durand Des Gros es una compacta
colonia de animillas, y segn las ltimas
teoras una sustancia qumica que
establece los contactos entre sinapsis; la
sangre de Cristo, recogida en una copa
por Jos de Arimatea; el elemento 114,
que segn los clculos debiera ser
estable.
A esa lista, tal vez infinita, quiso
aadir un trmino ms el mdico Henrik
Lorgion, de Emmen, Holanda; el cual,
durante muchos aos, busc en la linfa
de los hombres y delas plantas, en el
fuego y en la luz, en los peces alados
llegados de las colonias y en todo lo que
es mudable la sustancia de la belleza.
Lorgion sostena que cada cosa
perfecta, armoniosa y simtrica que hay
en la naturaleza extrae su perfeccin, su
armona y simetra de una sustancia
circulante, llamada por l eumorfina, y
que desaparece cuando la vida muere; es
la misma que ocasiona que sobre todo lo
que es muerte hombre, bestia o
vegetal se abata el desorden y la falta
de armona. Con la muerte, esta
sustancia se difunde de los cuerpos a los
elementos circunstantes, hasta que los
procesos orgnicos normales de los
seres vivientes la reabsorben y se
apoderan de nuevo de ella. Cosa que
parece posible si se piensa que
cualquier forma de vida que nace, nace
desmaada, y slo poco a poco extrae
del aire, de la luz y de la nutricin
forma, color y proporcin.
Alejado de los grandes centros de
investigacin, de Pars, de Leida, de
Viena, Lorgion slo dispona de un
antiguo microscopio de Amsterdam, un
conocimiento ms bien aproximado de
la ciencia qumica, que como ciencia
estaba an en sus inicios, y una terca
conviccin, puramente idealista, de que
todo es materia, o se puede reducir a la
materia. Ante cualquier cosa que
examinara en su aparato, el holands
quedaba sorprendido por la belleza, por
las formas, por el resplandor de los
colores: infusorios, cabellos, ojos de
insecto, mucosas aterciopela; das,
estambres y pistilos y polen, gotas de
roco, cristales de nieve y silicatos,
diminutos huevos de araa, plumas de
oca, todo hablaba a sus ojos de un
Creador, un Artista, un Esteta
inagotable, infinitamente inventiva, un
msico de las combinaciones; aquel
Creador de las sustancias tambin era
para Lorgion una sustancia.
A nadie se le permite en este mundo
ser totalmente original, a partir del
momento en que todo o casi todo ya ha
sido dicho por un griego. Reducida a su
esencia, la teora de Lorgion era, en
cualquier caso, un desafo al
mandamiento de Occam de no
multiplicar intilmente los entes. Lo que
para otro habra sido un prisma de
espato de Islandia, para el mdico de
Emmen era una aleacin o combinacin
de calcitas y eumorfina: el mineral en s
era una masa informe, la eumorfina lo
haca prismtico, transparente, incoloro,
brillante, birrefringente, en suma: bello.
Calentadas a temperatura suficiente, es
posible que las dos sustancias llegaran a
separarse, y, en efecto, en el crisol
siempre era posible reducir el cristal a
una masa amorfa; pero Lorgion no
dispona todava del instrumental
necesario para recoger una eumorfina
tan evaporada.
Haba probado con el alambique,
calcinando mariposas; pero de setenta y
cinco Papilio Machaon slo haba
conseguido obtener media gota de agua,
un agua densa y turbia, como la de los
lagos alquitranados, desprovista
evidentemente de eumorfina. Haba
probado a dejar hermticamente cerrado
dentro de un globo de cristal un tulipn,
y, extraamente, el tulipn se haba
mantenido intacto durante mucho tiempo;
al final, se haba derrumbado reducido a
polvo. Tal vez su belleza se haba
condensado en la superficie interna de la
esfera. Lorgion rompi el globo pero no
encontr en su interior nada concreto.
Dichos experimentos, y una
plausible explicacin de su parcial
fracaso, estn descritos en el extenso
informe publicado en Utrecht en 1847,
can el sencillo pero no menos
enigmtico ttulo de Eumorphion
(enigmtico porque era preciso leer el
libro para entender su ttulo). El
volumen est dividido en 237 breves
captulos, cada uno de los cuales est
dedicado a un experimento diferente. De
las 237 pruebas, al menos nueve, por lo
que afirma el autor, dieron un resultado
tangible y positivo: en total, siete gotas
de eumorfina, cuidadosamente
conservadas durante casi un siglo en una
redomita del Museo Cvico de Emmen.
Ochenta y dos bombas alemanas
destruyeron en 1940 redomitas y Museo;
en cuanto al extracto de belleza que
contenan, habr vuelto a la naturaleza,
al ser la belleza, segn Lorgion,
indestructible.
Despus de la aparicin del libro
que no tuvo mucho xito, entre otras
cosas porque Emmen pareca entonces
muy alejada del mundo cientfico
Lorgion prosigui tenazmente su
investigacin. En 1851 fue condenado,
primero a morir ahorcado, despus a
reclusin perpetua en un manicomio, por
haber calcinado en una adecuada
caldera de cobre a un jovencito de
catorce aos, ordeador de oficio.
ANDR LEBRAN
Andr Lebran es recordado,
modestamente recordado, o mejor dicho
no es recordado en absoluto, como
inventor de la pentacicleta o pentaciclo,
o sea la bicicleta de cinco ruedas. A
partir del triciclo de transporte, por
todos conocido, es fcil imaginar un
artefacto semejante pro-visto de cuatro
ruedas, en lugar de dos, bajo el carrito
trasero, lo que hace cinco en total; y es
posible que en algn lugar exista un
vehculo de dicho tipo. Nada ms
alejado, sin embargo, de las intenciones
de Lebran, que era un estudioso
autodidacta de mineraloga, tena un
espritu pitagrico y se deleitaba
especialmente con los polgonos y
poliedros perfectos, llamados tambin
aristotlicos, puros objetos mentales que
tienen la propiedad de poseer infinitas
propiedades. Su pentaciclo era, pues,
una bicicleta pentagonal, con el asiento
en el centro del polgono y una rueda en
cada vrtice.
Es obvio que si las ruedas hubieran
estado dispuestas radialmente, o bien
tangencialmente, el vehculo no habra
servido para nada. En el segundo caso,
quizs como rueda de molino; pero,
dejando a un lado el escaso rendimiento
de un molino movido por pedales, est
claro que no se habra podido utilizar
como vehculo. Lebran haba observado
que en cualquier medio de transporte
que no gira sobre s mismo las ruedas
tienden a asumir la posicin paralela; y,
viceversa, haba observado tambin que,
apenas una o ms ruedas se alejan de
esa posicin, el medio gira sobre s
mismo, o en tomo a un punto fijo del
entorno, o incluso se queda inmvil. Por
dicho motivo, muy sabiamente, las cinco
ruedas de su pentaciclo apuntaban todas
en la misma direccin.
Una vez, establecido lo anterior,
permanece el hecho de que resultara
arduo imaginar un artefacto ms intil,
embarazoso y absurdo. As, al menos, lo
ha decretado el Hado, al concederle
como segundo y definitivo premio el
olvido. El primer premio, medalla de
plata, le haba sido conferido con
motivo de la gran Exposicin Universal
parisina de 1889; en uno de cuyos
pabellones, frente al Palais des
Machines, el pentaciclo fue expuesto por
vez primera a la admiracin escptica
de los franceses, con el inventor sentado
al silln, provisto de unos robustos
anteojos antipolvo.
A Lebran le haba sido concedido un
stand pequeo, de cuatro metros por
cuatro, pero cuando no llova poda salir
y efectuar alguna evolucin en un patio
interior de la Exposicin; cuando llova,
se limitaba a pedalear por el mbito
limitado de su stand, encima de una
estera roja. All dentro poda realizar un
recorrido de un metro y medio como
mximo; una vez llegado a la valla,
bajaba y empujaba hacia atrs un metro
y medio el aparato, luego suba de nuevo
y recomenzaba. A partir de cierto
momento, para corregir el desinters de
los visitantes, Lebran apareci en
pblico disfrazado de indio americano
semnola.
De un folleto o dpliant que haba
hecho imprimir el inventor para aquella
ocasin, extraemos las siguientes
aclaraciones: Ruedas impulsoras tres,
con traccin antera-posterior; las otras
dos ruedas laterales contribuyen al
equilibrio del conjunto. Ejes plegables
regulables dotados de muelles, de modo
que absorben los desniveles del terreno.
Escasa friccin en subida, velocidad en
des-censo igual a la de una bicicleta
corriente multiplicada por el factor K (K
depende del barro y vara de 2 a 2 1/2).
Notables ventajas blicas como
sucedneo del caballo: ningn forraje,
equilibrio permanente sobre terrenos
acribillados, escasa superficie ofrecida
a la metralla, detencin en forma de
tresbolillo de modo que el mismo obs
no puede daar ms de una rueda a la
vez. Un solo regimiento en pentaciclo
podra devastar pacficamente en un
solo da todo el valle del Mame.
Razonada explotacin de las
propiedades mgicas, exticas y
geomtricas del pentgono, del talismn
pentagular y del Pentateuco; triple freno
de corcho; silln ampliable o reducible
segn las dimensiones del conductor.
Ganchos previstos para el eventual
aadido de 2 (dos) cestas para el
transporte de nios o lactantes. Balance
regulable al aire libre. Guardabarros
parablicos. Linternas a voluntad hasta
el nmero de 5 (cinco) para paseos
nocturnos. Camilla posterior transversal
insertable debajo del silln para el
transporte de enfermos graves o
cadveres. Prximamente la utilizacin
del pentaciclo ampliar al cuerpo de
bomberos de la ciudad de Dijon
(modelo incombustible de aluminio).
Transformable en pentapatn para
lagunas, inundaciones y aluviones
(patines de baobab). Elimina
rpidamente cualquier forma de
obesidad pectoral, ventral o posterior.
Vehculo deportivo especialmente
idneo para seoritas, seoras, viudas y
enfermeras. El pentaciclo Lebran es
veloz pero seguro.
Al parecer, los restantes inventos de
Andr Lebran no pasaron del papel.
Tres patentes francesas de los primeros
aos del siglo XIX llevan su nombre: la
ms notable es un ventilador consistente
en un gran tringulo vertical de cartn
ligero que se cuelga del techo y puede
maniobrarse desde la cama con un
cordel.
HANS HRBIGER
Antes de la luna que hoy vemos en el
cielo, la tierra tuvo al menos otras seis
sucesivas, causa eficiente de los
mximos cataclismos de su historia. Las
vicisitudes de estas siete lunas son
narradas en el volumen titulado Glazial-
Kosmogonie que el ingeniero viens
Hans Horbiger escribi en 19B, con la
ayuda de un astrnomo aficionado. El
libro abunda en pginas, fotografas,
grficos y ejemplos, y dio origen
inmediatamente a una especie de culto
astronmico que congreg a millones de
fieles. A esta especial hereja alemana
se le impuso el nombre de WEL, sigla
del Welt-Eis-Lehre o sea Doctrina del
Hielo Csmico.
La WEL no tard en adquirir las
caractersticas y las dimensiones de un
partido poltico: reparta octavillas,
pasquines, folletos; engendr numerosos
libros y una revista mensual, La clave
de los acontecimientos mundiales. Sus
partidarios interrumpan las
conferencias cientficas y abucheaban a
los oradores gritando: Abajo la
astronoma oficial! Queremos a
Horbirger!. El propio Horbiger haba
lanzado a los astrnomos del mundo su
desafo ideolgico, corroborado por una
fotografa su-ya junto a un telescopio
Schmidt de once pulgadas, en la cual l
apareca enigmticamente disfrazado de
Caballero de la Orden Teutnica: O
estis con nosotros, o estis contra
nosotros!.
Segn la WEL, como el espacio est
lleno de hidrgeno enrarecido, satlites
y planetas tienden a aproximarse al
centro de rotacin a travs de la
resistencia que el hidrgeno opone a su
movimiento; llegar, pues, un da en que
todos acabarn dentro del sol. En el
transcurso de esa lenta contraccin,
sucede a veces que un cuerpo celeste
capte a otro, ms pequeo, para
convertido en su satlite. La historia de
los satlites de la tierra, y de manera
especial de los dos ms recientes, se
puede deducir directamente de los mitos
de los pueblos antiguos; estos mitos
constituyen nuestra historia fsil.
La luna del terciario era ms
pequea que la que poseemos ahora. A
medida que la penltima luna se iba
aproximando a la tierra, los ocanos se
elevaban en torno al ecuador y el
hombre se refugiaba donde poda: en
Mxico, en el Tbet, en Abisinia o en
Bolivia. Este objeto preocupante daba la
vuelta a la tierra en solo cuatro horas, o
sea seis veces al da; su aspecto
desagradable dio origen a las primeras
leyendas sobre los dragones y otros
monstruos voladores, entre ellos el
famoso Diablo de Milton.
A continuacin, la fuerza de la
gravitacin terrestre se hizo tan violenta
que la pequea luna comenz a
desmenuzarse y el hielo que la cubra se
disolvi, cayendo sobre el planeta;
cayeron lluvias inmensas, ruinosas
granizadas y finalmente, cuando la luna
se deshizo del todo, molestos aluviones
de piedras y de rocas. A esas agresiones
lunares la tierra responda a su manera,
preferentemente con erupciones
volcnicas, hasta que los ocanos
invadieron completamente los
continentes; documentado
acontecimiento conocido con el nombre
de Diluvio Universal de No.
De ese desastre, como se ha escrito,
se salv un cierto nmero de hombres,
encaramndose a las montaas. Le
sigui una poca feliz, de autntica paz
geolgica, que los diferentes mitos
sobre el jardn del Edn nos recuerdan.
Pero una vez ms la tierra deba
capturar una luna, y una vez ms caer
vctima de los paroxismos. Se trataba de
la luna de ahora, la peor.
El eje del planeta se desplaz, los
polos se cubrieron de hielo, la Atlntida
tuvo el final que transmiten los mitos y
as se inici el perodo cuaternario, hace
trece mil quinientos aos. En El
Apocalipsis es historia verdadera, Hans
Schindler Bellamy, discpulo ingls de
Horbiger, demuestra que el texto
falsamente atribuido a san Juan no es
ms que un detallado relato del
catastrfico final de la terciaria. Y en
otro libro suyo, En el origen, Dios,
explica que el Gnesis no es una
descripcin de la primera creacin del
mundo, sino de una creacin ms
reciente, si no la ltima, que haba hecho
necesaria la habitual cada de la luna. El
autor expresa adems la hiptesis de que
la leyenda de la Costilla de Adn
procede de una trivial confusin de los
sexos, debida a la notoria imprecisin
de los primeros copistas hebraicos; en
realidad, se trata de la somera
descripcin de una cesrea, realizada en
precarias condiciones sanitarias por
culpa del caos y malos servicios que
imperaban en los tiempos del Diluvio
Universal.
Adverta, por tanto, Horbiger que el
mximo peligro que amenaza a la tierra
es la luna, la cual un da u otro se nos
caer encima; y para colmo debe ser
dura, porque est recubierta de un
estrato de hielo de al menos doscientos
kilmetros de espesor. Tambin
Mercurio, Venus y Marte estn
recubiertos, como la luna, de hielo.
Hasta la Va Lctea est hecha de
bloques de hielo, y no de estrellas, como
pretenden los astrnomos con sus
fotografas burdamente manipuladas.
La WEL alcanz una difusin
innegable entre los nazis, que
comparaban la inteligencia de Horbiger
con la de Hitler, y la de Hitler con la de
Horbiger, hijos eminentes de la cultura
austraca. Actualmente la Doctrina del
Hielo Csmico slo cuenta con unos
millares de adeptos; como, por otra
parte, la cultura austraca.
A. DE PANIAGUA
Discpulo de Elise Reclus y amigo
de Onsime Reclus, A. de Paniagua
escribi La civilizacin neoltica para
demostrar que la raza francesa es negra
de origen y procede de la India
meridional; lo que no excluye que ms
antiguamente proviniera de Australia,
dados los vnculos lingsticos que
segn Trombetti comunican al dravdico
con el australiano primitivo. Esos
negros eran propensos a constantes
migraciones; su primer ttem era el
perro, como indica la raz kur, y por
ello se llamaban kuretos. Al haber
viajado por todas partes, en casi todos
los nombres de lugares del mundo se
encuentra la raz kur: Kurlandia,
Courmayeur, Kurdistn, Courbevoie,
Curinga de Calabria y las islas Kuriles.
Su segundo ttem era el gallo, como
indica la raz kor, y por ello se
llamaban coribantes: Nombres de
lugares que comienzan con kor o
cor Corea, Crdoba, Kordofan,
Cortina, Korca, Corato, Corf,
Corleone, Cork, Cornualles y
Cornigliano Ligure se encuentran
tambin en todo el mundo, por doquier
hayan pasado los antepasados de los
franceses.
Semejante pasin migratoria se
explica en parte por el hecho, segn
parece demostrado, de que a cualquier
sitio que llegaran kuretos y coribantes,
se tratara de la Esciria o de Escocia
(evidentemente la misma palabra),
Japn o Amrica, ellos se convertan en
blancos; y en ocasiones, en amarillos.
Los franceses primigenios se dividan,
pues, en dos grandes grupos: los kur, que
eran los perros propiamente dichos, y
los kor, que eran los gallos. Estos
ltimos son frecuentemente confundidos
por los etnlogos con los perros: el
espritu reductivo tiende,
desgraciadamente, a empobrecer la
historia, observa Paniagua.
Perros y gallos recorren las estepas
del Asia Central, el Sahara, la Selva
Negra, Irlanda. Son ruidosos, alegres,
inteligentes, son franceses: Dos grandes
impulsos csmicos mueven a kuretos y
coribantes: ir a ver de dnde sale el sol
e ir a ver dnde se pone el sol. Guiados
por esos dos impulsos opuestos e
irrefrenables, acaban, sin darse cuenta,
por dar la vuelta al mundo.
Se alejan hacia oriente haciendo
diabluras plantando menhires a lo largo
del camino. Llegan a las islas Kuriles;
un paso ms y estn en Amrica. Para
demostrarlo bastar encontrar un nombre
de lugar importante que comience por
Kur. El ms obvio es Groenlandia, cuyo
autntico nombre, explica Paniagua,
deba ser Kureland. Sera errneo creer,
por el contrario, que Groenland
quiere decir tierra verde, si tenemos en
cuenta que Groenlandia es blanca, por
cualquier lado que se la mire; pero el
triunfo que esgrime el etnlogo es una
fotografa de dos esquimales, sacada tal
vez en el infinito crepsculo polar: en
efecto, son casi negros.
Otros kuretos y coribantes, tambin
saltando, tambin disfrazados de perros
y de gallos, parten hacia Occidente.
Remontan el Ister (hoy Danubio),
empujados por un ideal ms excelso; en
la oscura sangre de la raza ya sienten el
alegre impulso de ir a fundar Francia.
En cuanto a la piel, al pasar por los
Balcanes se han convertido en blancos,
incluso en rubios. En ese momento
deciden asumir el glorioso nombre de
celtas, para diferenciarse de los negros
que se han quedado atrs. El autor
explica que celtas quiere decir celestes
adoradores del fuego, de cel, cielo
(etimologa de tipo inmediato) y ti
(fuego en dravdico, etimologa de tipo
mediato).
Mientras los nuevos blancos
remontan el Danubio, Paniagua ensalza
su paciencia y su osada: tantas fatigas,
tantos ros y tantas montaas que cruzar,
para ir a poner las primeras piedras del
edificio de luz y de esplendor donde
reside inmutable el alma profunda de
Francia.
A lo largo del camino, los celtas
envan aqu y all misiones
exploradoras que fundan colonias que
luego han pasado a ser ilustres; por
ejemplo Venecia (nombre francs
original, Venise), del dravdico ven,
blanco, y del celta is, abajo. Difcil
encontrar una etimologa ms exacta,
comenta Paniagua. Un estirn migratorio
ms, y los tiroleses se separan de la
rama principal para instalarse
establemente en las costas del Tirreno,
como indica la raz Tir.
Una ramificacin ms importante,
impacientada porque Suiza no les deja
pasar, desciende por el Po y funda Italia
(nombre francs original, Italie). La
etimologa tambin es bastante evidente
en este caso; ita viene del latn ire,
viajar, y li del snscrito lih, lamer.
Esto quiere decir que los perros kuretos
no slo ladran, sino quelamen; Italia
significa por tanto pas de los perros
emigrantes lamedores. Lo que resulta
an ms evidente si se piensa en los
ligures, aquel pueblo misterioso: likuri,
o sea los perros lamedores por
excelencia.
La Civilisation Nolitique (1923) es
una publicacin de la casa Paul Catin;
otros volmenes de la misma coleccin
son Mi artillero, del coronel Labrousse-
Fonbelle, y Hellas, Hlas! (recuerdos
picantes de Salnica durante la guerra),
de Antoine Scheikevitch.
BENEDICT LUST
El inventor de la terapia de zona fue
el doctor William H. Fitzgerald, durante
muchos aos primer cirujano
otorrinolaringlogo del hospital de San
Francisco de Hartford, Connecticut.
Segn Fitzgerald, el cuerpo humano se
divide en diez zonas, cinco a la derecha
y cinco a la izquierda, directamente
relacionada cada una de ellas con un
dedo de la mano y el correspondiente
dedo del pie. Estas conexiones son
demasiado sutiles para poder ser
observadas al microscopio.
En 1917, Fitzgerald y un discpulo
suyo, llamado Bowers, editan su tratado
fundamental, titulado Terapia de zona.
Los autores afirman que siempre es
posible hacer desaparecer un dolor del
cuerpo, y en muchos casos la propia
enfermedad, limitndose a apretar un
dedo, de la mano o del pie, o bien
alguna otra regin perifrica conectada
con la parte enferma. Esta presin se
puede efectuar de varios modos;
habitualmente conviene atar el dedo con
una cinta de goma que lo mantiene
comprimido hasta que se pone azul, o
bien se pueden utilizar las pinzas de
tender la ropa. En determinados casos
especiales, basta con apretar la piel con
los dientes de un peine metlico.
La teora de Fitzgerald fue
desarrollada en un manual tambin
obstinadamente titulado Terapia de
zona, obra de Benedict Lust, apreciado
mdico naturista. El textode Lust, til
suplemento del homnimo de Fitzgerald,
explica minuciosamente qu dedo
conviene apretar para combatir la
mayora de las enfermedades que afligen
al hombre, sin excluir el cncer, la
poliomelitis y la apendicitis. Para curar
las paperas hay que apretar el ndice y
el dedo medio; pero si las paperas son
fuertes, hasta el punto de alcanzar la
cuarta zona, ser conveniente que el
mdico apriete tambin el anular. En
casos de trastornos oculares, o
enfermedades del ojo en general, deben
apretarse el ndice y el dedo medio; la
sordera se cura, en cambio, pellizcando
el anular, o mejor an el tercer dedo del
pie. Un mtodo eficaz para combatir la
sordera parcial consiste en llevar una
pinza de tender ropa permanentemente
colocada en la punta del dedo medio, el
de la mano derecha para el odo
derecho, el de la izquierda para el odo
izquierdo.
Las nuseas se eliminan presionando
el dorso de la mano con un peine
metlico; hasta el parto puede ser
indoloro si la parturienta se agarra con
fuerza a dos peines y los aprieta de
manera que sus pas presionen la punta
de todos los dedos simultneamente. La
futura madre apenas sentir dolor si
toma, adems, la precaucin de atarse
fuerte, con una cintita de goma, el pulgar
y el segundo dedo del pie. Con el mismo
mtodo el dentista puede prescindir de
la anestesia: bastar aplicar al paciente
una estrecha gomita en torno al dedo de
la mano, anatmicamente conectado con
el diente a extraer.
La cada del pelo se puede combatir
con un sistema que Lust califica de
extremadamente sencilla: frotndose
rpidamente las uas de la mano
derecha contra las de la mano izquierda,
durante breves perodos de tres o cuatro
minutos. La operacin debe repetirse
varias veces al da, con el fin de
favorecer la circulacin de la sangre y
devolver su vigor al cuero cabelludo.
HENRY BUCHER
A la edad de 59 aos, el belga Henry
Bucher slo tena 42. Los motivos de su
contraccin temporal se leen en el
prefacio a sus memorias, Souvenirs d'un
chroniqueur de chroniques (Lieja,
1932): Conseguida la licenciatura y
habindome entregado con todo el
mpetu de mis verdes aos al placentero
estudio de la historia, no tard en darme
cuenta de que la tarea de buscar, traducir
y comentar todo el corpus de los
cronistas medievales los oscuros
precursores de Froissart y Joinville, del
gran Villehardouin y de Commines
que me haba fijado como compromiso
absoluto y preeminente, superaba con
mucho las medidas previstas: no me
habra bastado una vida, tal vez, para
llevado a trmino. Aun abandonando el
trabajo de bsqueda de los textos
extraviados, en gran parte ya realizado
y admirablemente realizado por mi
reverenciado maestro Hbrard De La
Boulerie, la sola traduccin del latn al
francs (de un latn no pocas veces
bastardo al elegante francs de nuestros
das) me habra exigido el arco entero
de los aos que presumiblemente me
reservaban todava las Parcas; adanse
a ello las notas, las concordancias
pero en el caso especfico sera mucho
ms justo llamarlas discordancias, el
trabajo de dactilografa as como las
diversas tareas relacionadas con la
impresin, correccin de galeradas,
ensayos introductorios, respuestas
polmicas, correspondencia con las
diferentes Academias, etctera e
imprevistos, y entender el lector con
qu embarazo y perplejidad el joven que
yo era entonces, en el umbral de los
veinticinco aos, deba considerar la
gigantesca fatiga que se le presentaba, y
la urgente necesidad de un plan
razonado de trabajo.
Ya conoca y posea el conjunto de
las crnicas histricas que deba
traducir y anotar, salvo nuevos
descubrimientos entonces improbables
aunque siempre posibles; por otra parte,
me haba impuesto una posterior
limitacin, la de ocuparme
exclusivamente de las obras redactadas
entre los siglos IX y XI. Del siglo XII ya
se haba apoderado, tal vez un poco
demasiado brillantemente, mi colega
Hennekin de Estrasburgo; y la Iglesia
custodiaba avaramente en sus
catacumbas (dans ses caves) las perlas
ms prometedoras del octavo. Aun as,
aquellos tres escasos siglos me habran
exigido segn clculos tal vez
generosos por defecto al menos
treinta aos de traduccin; si a ello se
aaden los restantes trabajos, no
conseguira coronar la obra antes de los
ochenta aos. Para un joven ambicioso e
impaciente, la esttica condicin del
octogenario puede en ocasiones
aparecer, dira sin motivo razonable,
escasamente atractiva, y sin brillo los
laureles que indefectiblemente pero
no siempre la adornan. As me
pareci entonces; eleg por consiguiente
un procedimiento, si no de vencer el
tiempo, s al menos de retenerlo.
Ya haba observado agudamente
que a una persona especialmente activa
no le basta una semana para llevar a
cabo las obligaciones de una semana;
las tareas aplazadas se acumulan
(contestar cartas, poner orden entre
papeles y calcetines, revisar los textos
para la voraz imprenta, sin olvidar
viajes, matrimonios, defunciones,
revoluciones, guerras y prdidas de
tiempo semejantes) de modo que en
determinado momento hara falta poder
detener la catarata de los das, para ser
capaces de atender correctamente las
obligaciones dejadas de lado. Despus
de lo cual sera fcil volver a poner en
marcha el tiempo, libre de atrasos:
sueltos, resucitados, giles, sin lastres.
Y eso fue lo que hice, con la ayuda
de un calendario personal: un da
cualquiera, supongamos un 17 de julio,
terminaba, por ejemplo, de traducir el
Tercer Libro de Odn de Treviri. Paraba
la fecha; ipso facto era libre de pasar a
mquina el manuscrito, de corregir las
galeradas del Primer Libro, de
participar personalmente en el Congreso
de Historia de Trieste, de redactar las
Notas del Segundo Libro, de dar un salto
a la Sorbona para desenmascarar un
Apcrifo, de poner al da mi
correspondencia, de llegarme hasta
Ostende en bicicleta; y todo esto
manteniendo siempre fija la fecha del 17
de julio. En determinado momento, libre
ya de compromisos u obligaciones,
coga el Quinto Libro y retornaba al
trabajo. Para los dems, haban pasado
casi dos meses, comenzaba el otoo;
para m, en cambio, segua siendo julio,
exactamente el 18 de julio.
Poco a poco tuve la clara
sensacin, corroborada despus por los
hechos, de estar quedando por detrs del
tiempo. Cuando los prusianos
invadieron nuestras amadas provincias,
cortando los senos de las mujeres
embarazadas y, lo que es peor, los hilos
de la corriente elctrica, yo segua
todava en 1905; la guerra del 14
concluy para m en 1908. Hoy que he
llegado finalmente al 14, mi pobre patria
ha llegado a 1931 y atraviesa, por lo que
dicen, una molesta crisis econmica; de
hecho, me he dado cuenta de que cada
vez que detengo el calendario el precio
del papel experimenta un considerable
aumento. De cualquier modo, gracias a
esta especial manera de administrar mi
tiempo, no me he cansado; me siento
joven, mejor dicho, soy joven; los
historiadores de mi edad tienen casi
sesenta aos, yo recin acabo de superar
el umbral de los cuarenta. Mi simple
sagacidad se ha demostrado doblemente
eficaz; diez, doce aos ms, y habr
completado la obra, la edicin conjunta
en correcto francs moderno, con
comentario no menos correcto, de las
127 crnicas de los tres siglos; con slo
cincuenta aos conocer, si no la gloria,
el admirado estupor de mis colegas, y,
por qu no?, de las damas.
LUIS FUENTECILLA
HERRERA
En 1702 el microscopista Anton von
Leeuwenhock comunic a la Royal
Society de Londres su curioso
descubrimiento. En el agua de lluvia
estancada en los tejados haba
encontrado algunos animalitos, los
cuales se desecaban segn se iba
evaporando el agua, pero despus,
introducidos de nuevo en el agua,
retornaban a la vida: Descubr que, una
vez agotado el lquido, el animalito se
contraa en forma de minsculo
huevecillo y as permaneca inmvil y
sin vida hasta que no lo recubra de agua
como antes. Media hora despus las
bestezuelas haban recuperado su
aspecto primitivo y se las vea nadar
bajo el cristal como si nada hubiese
ocurrido.
Este fenmeno de vida latente, obvio
en las semillas y en las esporas, pero
ms visible en los rotferos, nematodos
y tardgrados, fascin a los pensadores
ochocentistas que vieron en l una
confirmacin de la extrema vaguedad,
de la extremadamente deseable
vaguedad, de la frontera entre la vida y
la muerte. Lenard H. Chisholm sostuvo,
en Are these Animals Alive? (Estos
animales estn vivos?, 1853), que en
cierto modo todos nosotros hemos
nacido de una espora y que incumbe a la
ciencia encontrar el sistema para
reducirnos de nuevo a la espora
original, en cuyo estado se nos podra
conservar cmodamente durante uno o
dos milenios y finalmente devolver a la
vida dentro de una baera.
En 1862, Edmond About public su
novela El hombre de la oreja rota, cuyo
protagonista es un soldado de Napolen
desecado, embalado y finalmente hecho
revivir, gracias a una inmersin
acutica, cincuenta aos despus,
exactamente como era en el momento de
la desecacin, a excepcin de una oreja
que se haba roto durante el letargo. Esta
novela precientfica tuvo mucho xito en
Europa y ocasion, adems de
sensacin, interesantes y prolongadas
reflexiones. Pocos aos despus, en
1871, el profesor de ciencias naturales
Ablard Cousin tuvo una momia egipcia,
desenterrada poco antes en Menfis,
atada y lastrada durante cerca de dos
meses en el fondo del estanque central
del claustro de Saint-Auban en Nantes,
con la esperanza de descubrir en ella
algn leve indicio de vida residual; en
realidad, al cabo de dos meses de
sumersin la momia apareci
visiblemente llena de gusanos, de una
especie desconocida hasta aquel da; lo
que a falta de otra cosa demostraba,
observ Cousin, que los egipcios saban
cmo conservar los propios gusanos.
Los experimentos se multiplicaban;
entre 1875 y 1885, nadie puede decir
cuntos perros, ovejas, conejos, ratas,
cobayas, gallinas, etctera, fueron
sometidos a deshidratacin, an vivos, a
fuego lento en hornos de diferente tipo;
en Francia, en Blgica, en Holanda, en
el Cneo. Las crnicas recuerdan el
famoso cerdo seco de Innsbruck, que fue
exhibido en todas las capitales, pieza
nica de una exposicin itinerante de
monstruos y fenmenos diversos de la
naturaleza. Los ingleses, en cambio,
despus de una vigorosa toma de
posicin de la Sociedad para la
Proteccin de los Animales, decidieron
que ese tipo de experimentos slo se
justificaba en el hombre, que tiene
medios para defenderse, como
aclaraba el anuncio publicado por la
Sociedad en el Times y otros
peridicos.
Tambin los franceses se unieron a
la protesta inglesa.
Pero los hombres eran demasiado
costosos, salvo en los Balcanes y en la
Transilvania; por otra parte, resultaba
evidentemente utpico desecar a un
muerto con la esperanza de que al cabo
de algunos aos retornara a la vida. Los
individuos deban estar todava vivos.
Se supo que el Bey de Tnez ofreca a
buen precio unos condenados a muerte,
pero con la condicin de que una vez
renacidos fueran inmediatamente
ejecutados, lo que quitaba cualquier
inters a la investigacin. En 1887 Louis
Pasteur tuvo que usar todo el peso de su
autoridad, entonces indiscutida, para
impedir que el doctor Sbrail llevara a
trmino su proyecto, aprobado y
estimulado por las autoridades
sanitarias y acadmicas, de retirar los
moribundos de los hospitales de Pars
con fines puramente desecativo-
experimentales.
Lo que no pudo hacer Sbrail en los
secaderos ya preparados y dispuestos de
la Manufactura de Tabacos de Auteuil,
lo hizo unos aos despus el doctor
Fuentecilla Herrera en Cartagena de
Indias, pese al calor delicuescente, pese
a la humedad penetrante, pese a la
ausencia casi total tanto de instrumental
adecuado como de enfermos
desahuciados.
En efecto, por una costumbre
bastante extendida en los comienzos de
siglo en los pases latinos y ms
marcadamente an en los hoy llamados
latinoamericanos, los familiares de los
enfermos se negaban a entregar sus
aspirantes a cadveres hasta que no les
vean exhalar el ltimo suspiro; en las
ciudades, incluso bien despus. A ello
se debe que Luis Fuentecilla Herrera,
director del Hospital de La Caridad de
Cartagena, se viera obligado a servirse,
para sus experimentos, casi
exclusivamente de septuagenarios sin
familia internados en el Asilo de
Ancianos local; materia prima
escasamente ms prometedora de lo que
lo fueran las momias de Cousin.
En cuanto a los secaderos,
dispuestos en las cmaras de desecacin
de tabaco en rama de la firma La
Universal Tabaquera, propiedad de un
hermano de Fuentecilla, eran como el
propio pas bastante rudimentarios, por
estar el producto destinado
exclusivamente a la exportacin y como
tal sometido, a su llegada a Europa, a un
intenso tratamiento qumico, segn los
mtodos ms modernos, entre otras
cosas por culpa de la mediocre calidad
que siempre ha caracterizado al tabaco
colombiano.
Se calcula que en estas barracas
oblongas, casi hermticamente cerradas
y recorridas despus por una corriente
de aire previamente calentada en los
hornos correspondientes, Luis
Fuentecilla Berrera haba hecho secar a
una cincuentena de ancianos y ancianas,
clnicamente vivos, entre 190'1 y 1905,
cuando su hermano fue arrestado por
denuncia de sus propios obreros y el
estudioso tuvo que escapar a Nueva
Orleans, que ya entonces era una guarida
de delincuentes y donde probablemente
acab por serlo tambin l, habindose
casado mientras tanto, por lo que
parece, con una negra que slo hablaba
una variedad local del francs.
Sus candidatos a la longevidad
experimental eran de dos tipos, y segn
el tipo se comportaban en los secaderos:
los ms robustos y vitales, en aquel aire
seco y caliente, se corrompan
velozmente y reventaban casi en
seguida, con gran malestar de los
encargados de recoger las hojas y
limpiar las cmaras; los otros, delgados
en un principio y ya contrados por una
vida de privaciones, se hacan cada vez
ms sutiles y ligeros y al cabo de dos
semanas eran sacados fcilmente con la
larga pala tabaquera y envueltos
apretadamente en papel aceitado para
acabar en un tabuco del almacn de
expedicin, a su vez convenientemente
mantenido al seco, en los alrededores
del puerto.
Estos paquetes retornaban a la
manufactura de tabacos cada tres meses
para una segunda o tercera desecacin
de seguridad, que el clima, las ratas, los
insectos y la importancia del
experimento hacan necesaria; los dems
ejemplares y sujetos de estudio
malbaratados eran devueltos a las
religiosas del Asilo, cuyo confesor era,
afortunadamente, el mismo capelln del
hospital dirigido por Fuentecilla, y all,
en el cementerio del Convento antiguo,
encontraban, en unos saquitos, amorosa
y merecida sepultura. En todo caso,
muchos de estos ancianos cedidos por
las monjas eran reales y autnticos
indios, cuando no incluso venezolanos.
Ante la noticia de la detencin del
hermano, en su desesperado intento de
demostrar el fundamento de las propias
teoras, Fuentecilla hizo llevar al muelle
los doce cuerpos mejor conservados y
orden que fueran introducidos los doce
en el agua, colgado cada uno de ellos de
una cuerda. Esperaba que al menos uno
o dos retornaran a la vida, para
justificar su accin, si no en la patria al
menos en el extranjero; acudieron, en
cambio, los peces, todos los peces del
puerto de Cartagena, y slo dejaron las
cuerdas.
MORLEY MARTIN
En 1836, mientras el ingls Andrew
Crosse realizaba una de sus
experimentos elctricos, tuvo la
agradable sorpresa de asistir al
nacimiento, a partir de una mezcla de
minerales trituradas, de una cantidad de
diminutos insectos. Esto es la que vio
Crosse al microscopio: El da
decimocuarto del inicio del
experimento, observ en el campo
ptico varias excrecencias
blanquecinas, pequeas, como pezones,
que surgan del material electrizado. El
da dcimo octava estas protuberancias
haban crecido, y sobre cada una de las
pezones haban aparecido seis a siete
filamentos. El da vigsima primero las
protuberancias se haban hecha ms
claras y ms largas; el da vigsimo
sexto cada una de ellas asuma la forma
de un insecto perfecto, erguido sobre el
ramillete de pelos que constituye su
cola. Hasta aquel momento haba credo
que se trataba de formaciones minerales,
pera el da vigsimo octavo observ
claramente que aquellas criaturas
comenzaban a mover las patas, y debo
decir que me sent bastante atnito.
As vio nacer centenares de
mosquitos. Apenas haban nacido, los
mosquitos abandonaban el microscopio
y se iban volando por la habitacin, a
esconderse en los lugares oscuros.
Puesto al corriente del acontecimiento,
otro investigador microscopista amigo
suyo (un tal Weeks que viva en
Sandwich) quiso repetir el experimento
y tambin l obtuvo millares de
mosquitos. Los detalles del sorprendente
experimento pueden leerse en los
Memoriales de Andrew Crosse,
recopilados por una pariente en 1857, en
la Historia de la Paz de los Treinta
Aos, de Harriet Martineau (1849) y en
Extravagancias: Una cosecha de
hechos sin explicacin (1928), del
comandante retirado Rupert T.
En 1927, en su laboratorio privado
de Andover, el ingls Morley Martin
cogi un pedazo de roca arqueozoica y
lo calcin hasta reducirlo a cenizas; de
estas cenizas, mediante un complicado y
secreto proceso qumico, obtuvo a
continuacin una cierta cantidad de
protoplasma primordial. Evitando
cuidadosamente que fuese contaminado
por el aire, Martin someti la sustancia
a la accin de los rayos X; poco a poco
vio aparecer en el campo ptico del
microscopio una cantidad fabulosa de
vegetales y animales microscpicos,
vivos. Sobre todo pececitos. En escasos
centmetros cuadrados el estudioso lleg
a contar 15.000 pececitos.
Esto quera decir obviamente que
dichos organismos haban permanecido
en estado de vida latente durante al
menos un milln de aos; es decir, desde
la era arqueozoica hasta 1927. El
sobrecogedor descubrimiento fue hecho
pblico en un opsculo titulado La
reencarnacin de la vida animal y
vegetal del protoplasma aislado del
reino mineral (The Reincarnatian of
Animal and Plant Life from Protoplasm
Isolated from the Mineral Kingdom,
1934). El escritor Maurice Maeterlinck
dedic un captulo de su libro La
Grande Porte (1939) a ese
descubrimiento; el librito de Martin es
actualmente casi inencontrable, pero en
el volumen de Maeterlinck se puede leer
una descripcin del notable
experimento:
Aumentados bajo la lente del
microscopio, se vean aparecer unos
glbulos dentro del protoplasma; en
estos glbulos se iban formando unas
vrtebras, estas vrtebras constituan
despus una columna, luego aparecan
claramente los miembros, la cabeza y
los ojos. Las transformaciones eran
habitualmente muy lentas, requeran
varios das, pero a veces se
desarrollaban bajo los ojos del
espectador. Un crustceo, por ejemplo,
apenas se le desarrollaron las patas,
abandon el portaobjetos y se fue. Estas
formas, pues, viven, a veces se mueven,
y crecen mientras encuentran nutricin
suficiente en el protoplasma que las ha
originado; despus de lo cual dejan de
crecer, o bien se devoran mutuamente.
Morley Martin, sin embargo, ha
conseguido mantenerlas con vida,
gracias a un suero secreto.
El descubrimiento de Morley
Martin, aunque irrepetible, fue bien
acogido por los tesofos, entre otras
cosas porque contribua a confirmar la
teora de Madame Blavatsky sobre los
arquetipos de vida primordial salidos en
el perodo del fuego y de los vapores de
la tierra, de los cuales acto seguido el
proceso evolutivo hizo desarrollar las
formas hoy conocidas. Unos aos
despus, siguiendo los pasos de Martin,
Wilhelm Reich descubra en la arena
caliente de Noruega miradas de
vesculas azules, tambin vivientes,
henchidas de energa sexual, que
denomin biones. Estos biones
formanracimos y finalmente se organizan
en protozoos, amebas y paramecios,
hechos de solo deseo, pulsadoras de
libido (Wilhelm Reich, Biopata del
Cncer, 1948).
YVES DE LALANDE
Hoy nadie lee ya las novelas de
Yves de Lalande, lo que permite
sospechar que dentro de poco ya nadie
leer las novelas de nadie. Yves de
Lalande era un nombre inventado: en
realidad se llamaba Hubert Puits. Fue el
primer productor de novelas a escala
realmente industrial. Como todos, se
haba iniciado en su actividad en un
plano artesanal, escribiendo novelas a
mquina; con ese mtodo, muy ilustre,
pero primitivo, necesitaba al menos seis
meses para terminar una obra, y esa obra
quedaba muy lejos de poder ser llamada
un producto bien acabado. Con el
tiempo, Puits se dio cuenta de que la
idea de escribir por s solo una cosa tan
compleja y variada como una novela, tan
llena de humores y situaciones y puntos
de vista diferentes, pareca tarea ms
adecuada para un Robinson Crusoe que
para un ciudadano de la ms grande y
avanzada nacin industrial del siglo
veinte, Francia.
Para empezar, el editor de la
Biblioteca del Gusto, para la cual
trabajaba Puits entonces, exiga que sus
novelas abundaran no slo en aventuras,
sino tambin en escenas de amor
romntico; pero Puits llevaba seis aos
manteniendo una relacin absolutamente
normal con su camarera o sirvienta a
horas, una antigua monja gris y avara
que no le conceda el ms mnimo
detalle de tipo romntico, de modo que
se vea obligado a sacarlos de otros
libros y siempre haba algo que no
funcionaba, por ejemplo cuando la
protagonista saba que era la hija
adulterina del hermano del rey de
Francia, arrebataba al novio la espada y
se atravesaba el pecho, pero la escena
se desarrollaba en el metro entre Bac y
Solferino bajo el Ministerio de Trabajos
Pblicos, cosa que poda parecer algo
extraa.
En cuanto a aventuras, una vez le
haba sucedido que se qued encerrado
en el ascensor durante dos horas y
media, y, en efecto, este episodio
reapareca con frecuencia en sus
novelas, incluso en la de ambiente
tonquins, La fiera de la Cochinchina;
pero saba que no poda exprimirlo al
infinito. Puits se convenci de que para
hacer una buena novela no basta un solo
hombre, hacen falta diez, tal vez veinte:
quin sabe los empleados que tenan
Balzac, Alexandre Dumas, Malraux,
pensaba.
Por otra parte, los hombres son
propensos a discutir entre s: mejor
cinco empleados de buen carcter que
no diez genios incompatibles. As fue
como se inici el establecimiento o
fbrica de novelas Lalande. No nos
pondremos a describir aqu las fases
sucesivas de su desarrollo, sino su
forma definitiva, la que permiti al
todava joven marqus De Lalande
(tambin el ttulo era inventado)
publicar, entre 1927 y 1942, 672
novelas, de las cuales 87 fueron
trasladadas con variado xito a la
pantalla.
El proceso de fabricacin era
riguroso e inmutable; los trabajadores
eran todos ellos chicas sanas y
avispadas, poco propensas a la
afirmacin personal: cuando alguna de
ellas daba muestras de querer insertar en
la mecnica de la produccin las
propias veleidades literarias o, en
cualquier caso, individualistas, era
inexorablemente sustituida. Todas juntas
compartan el orgullo del producto
acabado: por otra parte, se trataba de un
producto que rara vez era capaz de
inspirar el mnimo orgullo, y en realidad
cada una de ellas trabajaba, como era
justo, por el sueldo, a su vez tambin
justo.
Ni los elogios ni las censuras ni los
silencios de la crtica rozaban los muros
aislados del hotelito de Meudon, donde
estaba situada la fbrica de novelas; de
todo lo referente a los contratos
editoriales, tiradas, derechos,
traducciones extranjeras, se ocupaba la
correspondiente oficina de la rue
Vaugirard. El palacete de Meudon
estaba totalmente dedicado a la
creacin; all dentro cruja una sola
mente, aquella casa era un Balzac, un
Alexandre Dumas, un Malraux
simbitico, un literato-colonia, una
medusa. Armoniosamente, todas
aquellas empleadas formaban el cuerpo
de Yves de Lalande.
En su calidad de director-
propietario de la firma, Hubert Puits
propona un tema cualquiera. La titular
de la oficina Argumentos-Base elega de
su riqusimo archivo de argumentos-
base, puestos al da de acuerdo con la
moda del momento, uno adecuado al
tema. Esta decisin era de las ms
comprometidas, porque la funcin de la
moda consiste ms en prever que en
seguir. La titular de Personajes reciba
el argumento y deduca de l,
cuidadosamente, de acuerdo con
frmulas garantizadas, los personajes;
luego los pasaba al despacho de
Historias Individuales y Destinos.
La oficina Destinos era de carcter
combinatorio; la titular se serva de una
ruleta y para cada personaje sacaba tres
nmeros correspondientes a tres fichas
del archivo de Incidentes-Base, con los
que era rpidamente compuesto el
destino de cada cual. En la oficina
Concordancias se concordaban entre s
los destinos individuales, con el
propsito de evitar que un personaje se
casara con su hijo o naciera antes que su
padre o anomalas semejantes. El
Argumento ya compuesto y concordado
pasaba a la experta en Estilos-Base, que
asignaba a la novela el estilo ms
adecuado, entre los que estaban de moda
en aquel momento; finalmente la chica
dedicada a los ttulos propona de seis a
ocho ttulos, a elegir una vez ultimado el
trabajo. Esta primera fase preparativa
requera a lo ms una maana de
trabajo; inmediatamente despus la
novela pasaba al estadio de
Elaboracin, en el sentido literal de la
palabra.
Este era el estadio ms serio, pero al
mismo tiempo ms frreamente
automatizado, el menos aleatorio de toda
la confeccin. El llamado Guin era
transmitido a una experta en Grficos,
recientemente diplomada en
Proyectacin y Programacin, la cual
mediante un correcto empleo de grficos
temporales, espaciales, motivacionales,
etctera, coordinaba en sistemas de
Escenas numeradas, en series y en
paralelo, toda la historia; despus la
obra, as esquematizada, pasaba a la
seccin Escenas y Situaciones.
Escenas y Situaciones ocupaba todo
el primer piso y parte del tico del
palacete de Meudon, y estaba formado
por un enorme archivo, en constante
expansin, de escenas y de situaciones
de dos, tres, cuatro y ms personajes
o bien de personaje individual
tratadas en primera y tercera persona,
con dilogos, acciones, descripcin,
fragmentos introspectivos y dems
elementos narrativos; estas escenas,
cada una de ellas de cuatro a ocho hojas,
eran catalogadas y ordenadas segn los
ms modernos mtodos de clasificacin,
lo que permita su casi in-mediata
localizacin. Un equipo de jvenes y
menesterosas diplomados en literatura
proporcionaba continuamente nuevas
escenas y situaciones al ya considerable
archivo de la empresa, obedeciendo las
leyes del mercado, y cuatro muchachas
especialmente despiertas estaban
entregadas a los diversos trabajos de
investigacin y clasificacin.
Apenas recibido el esquema de
Escenas y Situaciones numeradas
supongamos 80, lo que daba una novela
de 450 a 500 pginas a mquina las
archiveras se entregaban a la bsqueda
de los tratamientos correspondientes; de
cada escena sacaban una copia, con los
instrumentos copiadores entonces
utilizados, que aunque incmodos
resultaban eficaces; despus ordenaban
todas estas copias y poda decirse que la
novela ya estaba montada.
Se trataba naturalmente de un
producto todava tosco (por dar un
ejemplo, en cada escena y situacin el
mismo personaje apareca con un
nombre diferente, el provisorio que le
haba puesto originariamente el narrador
annimo); otras dos chicas, instaladas
permanentemente en el tico, desde
donde se gozaba, por otra parte, de una
esplndida vista sobre el ferrocarril y
los alrededores, procedan a los
trabajos de acabado.
La primera, irnicamente apodada
por sus colegas la Plancha, unificaba los
nombres de personas y lugares, correga
incongruencias y encadenaba las escenas
entre s (posteriormente, con el cambio
de gusto, este trabajo de encadenamiento
result innecesario); al mismo tiempo,
una joven mecangrafa pasaba a
mquina el texto por decido de algn
modo planchado. La segunda, llamada la
Mimtica por la habilidad con que saba
imitar el estilo de cualquier escritor
vivo de grandes xitos, correga el
conjunto de acuerdo con las directrices
ya establecidas en la oficina Estilo de la
planta baja. En realidad, su tarea era
mucho menos ardua de lo que poda
parecer; exiga como mximo aquella
parte de distanciamiento y de
marrullera necesarias para reconocer
que el estilo de cada escritor est
definido por unas pocas y simples
obstinaciones, debilidades, vicios
contrados en la infancia, cuando no en
la vejez, pero en cualquier caso
imitables, all donde un estilo plano e
impersonal es concedido a pocos, y
ciertamente no a un escritor de xito.
Por lo que se refiere al dilogo, la
Mimtica completaba el trabajo de la
Plancha, uniformando como era debido
las conversaciones de los personajes,
independientemente de su condicin
social, nacionalidad, dialecto, edad,
sexo, oficio, etctera; Yves de Lalande
detestaba, y con razn, el color local.
Despus de lo cual, la novela estaba
terminada y era entregada a la Gran
Asesora, una mujer madura de vasta
experiencia y singular memoria, que la
converta en una especie de biblioteca
viviente, en el sentido de que no slo
haba ledo todas las novelas de la firma
Lalande, sino que, lo que es casi
increble, las recordaba. La Gran
Asesora observaba eventuales
coincidencias entre los nombres de los
personajes, que pudieran inducir al
lector 11 pensar que se trataba de un
personaje ya aparecido en otra novela
del mismo autor; procuraba que las
situaciones no estuvieran ya demasiado
utilizadas y en cualquier caso que no
hubieran sido empleadas en las novelas
realizadas por la casa en los ltimos tres
aos, plazo mximo atribuido por los
expertos a la memoria del lector; daba
en suma una ltima mirada al producto
antes de declararlo idneo y ponerlo en
circulacin. Todo el procedimiento de
montaje, desde la eleccin del tema
hasta la entrega a la editorial interesada,
no requera ms de veinte das de
trabajo: si fuera necesario, con un ritmo
sostenido, bastaban incluso dos
semanas.
Yves de Lalande no lea sus propias
novelas. Como todos saben, muri
aplastado contra un pltano, en abril de
1942, expulsado del automvil mientras
regresaba de una cenita con un grupo de
alegres oficiales de la Wehrmacht
residentes en Versalles. A la llegada del
ejrcito de la Liberacin, conducido por
Jean-Paul Sartre, las revistas literarias
en el poder decretaron la prohibicin,
por colaboracionismo, de todas las
obras del hotelito de Meudon, hoy
confiado a la Proteccin de Animales y,
por lo que dicen, completamente lleno
de gatos: as desapareci una mente
poderosa, en la patria de Balzac,
Alexandre Dumas, Malraux, etctera.
SCRATES
SCHOLFIELD
Su existencia siempre ha planteado
dudas. Del problema se han ocupado
santo Toms, san Anselmo, Descartes,
Kant, Hume, Alvin Plantinga. No ha sido
el ltimo Scrates Scholfield, titular de
la patente registrada en el U.S. Patent
Office en 1914 con el nmero
1.087.186. El aparato de su invencin
consiste en dos hlices de latn
montadas de manera que, girando
lentamente cada una en torno a la otra y
dentro de la otra, demuestran la
existencia de Dios. De las cinco pruebas
clsicas, sta es la llamada prueba
mecnica.
PHILIP BAUMBERG
En 1874, en las cercanas de
Wanganui en la Nueva Zelanda
septentrional, Philip Baumberg, natural
de Cork en Irlanda, hizo funcionar por
vez primera su bomba de perros o dog-
pump. El artefacto, si es que as puede
llamrsele, aprovechaba el hecho
cientficamente demostrado de que si se
llama a un perro bien educado, ste
acude. Baumberg se serva de una
treintena de perros de trabajo, pastores y
similares, y de dos peones asalariados,
indgenas, cuyo nmero fue despus
aumentando progresivamente.
El primer pen estaba situado en la
parte baja, con un cubo, junto a un
arroyo de agua potable; el segundo
estaba en lo alto de la colina, al lado de
un canaln de hojalata que mediante una
leve pendiente conduca el agua hacia
una cisterna contigua a la vivienda de
Baumberg. Cada perro llevaba colgado
del cuello un bidn que era llenado por
el indgena de la parte inferior; despus
el de arriba llamaba al perro, y cuando
ste llegaba a l, el hombre echaba el
agua del bidn al canaln de la cisterna;
inmediatamente despus el otro indgena
llamaba al perro hacia abajo y repeta la
operacin.
Con treinta perros en movimiento el
efecto era especialmente vivaz. Para
evitar los frecuentes errores provocados
por la imposibilidad de recordar los
treinta nombres los animales, errores
que repercutan desfavorablemente en la
marcha del trabajo en ocasiones un
perro reclamado demasiado pronto se
volva abajo con el bidn todava lleno
, Baumberg decidi dividir las tareas,
de modo que los maores pasaron a ser
cuatro: dos dedicados al trasvase y dos
a las llamadas. Para impedir despus
que los perros se pararan a media
pendiente, o se fueran por su cuenta,
tuvo que aadir dos vigilantes a lo largo
de la cuesta.
Otros dos indgenas fueron
dedicados al recambio de los perros,
dado que stos, normalmente, por su
especial naturaleza y constitucin, no
pueden trabajar ms de una hora
seguida. Por lo tanto, los perros
utilizados en In bomba eran en realidad
casi noventa, lo que complicaba de tal
manera la memorizacin de los nombres,
que fueron aadidos otros dos maores
en calidad de auxiliares y ayudantes de
llamada. Otros cuatro indgenas se
encargaban de que los perros no se
pelearan entre s, ni se entregaran a
prcticas indecentes, pero sobre todo no
se escaparan con los bidones, tan
altamente apreciados entones como
ahora por las poblaciones del interior.
No se le escapaba a Baumberg la
obvia verificacin de que catorce
personas entregadas directamente al
transporte de bidones o cubos, en lugar
de a la vigilancia y direccin de los
animales, hubieran transportado cien
veces ms agua que treinta perros,
inquietos y caprichosos (muchas veces
se sentaban para rascarse, se hacan el
muerto, y los ms astutos y viejos
fingan hbilmente dolores en las patas,
desvanecimientos, mareos, de manera
especial las hembras). Pero profundas
consideraciones humanitarias de
carcter evanglico, bastante
explicables en un judo irlands en
estrecho contacto con las desaparecidas
pero prepotentes misiones catlicas de
la isla, le inducan no slo a preferir el
trabajo animal, sino tambin a describir
minuciosamente sus ventajas, como
puede leerse en su prolija y nica
disertacin Dog as Worker, His
Preeminence Over Ass, Ox and Man (El
perro como trabajador: sus ventajas
respecto al asno, el buey y el hombre)
impresa en Sidney, Australia, en 1876.
Puesto que ni en Auckland ni en otro
punto de las islas exista entonces una
Oficina de Patentes regular, y tampoco
Australia, poblada todava en buena
parte por hijos y nietos de condenados a
cadena perpetua, ofreca en dicho
sentido especiales garantas, Baumberg
tuvo que esperar un viaje a Londres en
1884 para patentar su bomba de perros;
de cuyo invento y puesta a punto no sac
otra cosa que burlas y olvido. Solamente
se refiere a l Brewater, en su
exhaustiva historia de las formas de
trabajo: De las pirmides al control
adaptativo con calculador on line
(primer volumen de la Enciclopedia del
sindicalista, Bari, 1969).
SYMMES, TEED,
GARDNER
El capitn John Cleves Symmes
sostena que la tierra est formada por
cinco esferas concntricas, todas ellas
agujereadas por los polos. Mucho, y
durante muchos aos, se habl en los
Estados Unidos de esta apertura polar,
llamada habitualmente el agujero de
Symmes; el capitn haba hecho
distribuir por todas partes un folleto en
el que explicaba cmo estaban las cosas
y solicitaba la ayuda de cien valerosos
compaeros dispuestos a explorar con l
el agujero septentrional, a lo largo de
varios millares de kilmetros. A travs
de este agujero y del opuesto el
agua del mar fluye continuamente a la
primera esfera interna, tambin poblada,
al igual que las tres restantes, de
animales y vegetales.
Sus teoras quedan expuestas en dos
libros, muy diferentes entre s pero
ambos titulados La teora de las esferas
concntricas de Symmes (Symmes'
Theory of Concentric Spheres); el
primero publicado en 1826, por un
discpulo suyo, y el segundo en 1878,
por su hijo, Americus Symmes. Una de
las razones aducidas por Symmes en
apoyo de su hiptesis es el hecho, para
l obvio, de que con el sistema de las
esferas concntricas el Creador se
ahorraba una notable cantidad de
materiales, sin afectar en mucho la
solidez del conjunto. Por otra parte la
circunstancia de que la tierra sea
habitable tanto por fuera como por
dentro debe ser para Dios, sumo
arrendador de los planetas, ventajosa,
no slo desde el punto de vista
econmico sino tambin del ecumnico.
Parece que el relato inconcluso de
Edgar Allan Poe, Narracin de Arthur
Gordon Pym de Nantucket, pretenda
precisamente describir un viaje al centro
de la tierra a travs del agujero de
Symmes.

***

Una noche de 1869, en su


laboratorio al qumico de Utica, Cyrus
Reed Teed tuvo una visin, descrita
posterior-mente en el opsculo La
iluminacin del Koresh: Maravillosa
experiencia del Cran Alquimista de
Utica, Nueva York (The Illumination of
Koresh: Marvelous Experience of the
Creat Alchemist at Utica, N. Y.). En la
visin se le haba aparecido una
hermosa mujer y le haba anunciado que
l, Cyrus Teed, se convertira en el
nuevo Mesas. Antes de desaparecer, la
seora le haba explicado adems la
estructura real del universo, o sea la
autntica cosmogona.
La autntica cosmogona consiste en
el hecho de que la tierra es una esfera
vaca, dentro de la cual est contenido el
universo. Encerrados en ese espacio,
unos astros con las rbitas cada vez ms
pequeas engaan a los astrnomos con
su ilusin de infinito; este infinito no es
otra cosa que el invisible centro de la
esfera.
Teed elabora la revelacin y en
1870, con el pseudnimo de Koresh
(Ciro en hebreo), publica La
cosmogona celular (The Celullar
Cosmogony). El universo entero es
comparable a un huevo. Nosotros
vivimos pegados a la superficie interna
de la cscara; en el vaco central de ese
huevo estn colgados el sol, la luna, las
estrellas, los planetas, las cometas, y en
torno a ellos el cielo y las nubes. Fuera,
no hay nada, absolutamente nada. Hacia
el centro del huevo, en cambio, la
atmsfera es tan densa que ni con los
mejores telescopios alcanzamos jams a
ver los antpodas, que hormiguean
ignorantes sobre la pared opuesta de la
cscara; la cual tiene 160 kilmetros de
espesor y est formada por diecisiete
estratos. Los primeros cinco estratos, a
partir de la superficie de la tierra hacia
fuera, o sea hacia la nada, son
geolgicos; despus vienen cinco
estratos minerales, y finalmente otros
siete de metal puro.
El sol fijo en el centro de la esfera
es en realidad invisible: descubrimos
solamente su reflexin. Este sol
invisible es mitad luminoso y mitad
oscuro. Gira sobre s mismo y de dicha
rotacin se originan, siempre por
reflejo, el da y la noche. Tambin la
luna es un reflejo, pero de la propia
tierra. Los planetas, en cambio, son la
reflexin de los discos mercuriales que
flotan entre los planos metlicos. En
consecuencia, los cuerpos celestes que
vemos no son reales, sino puntos focales
luminosos, o ms exactamente, imgenes
virtuales.
Es cierto, admite Cyrus Teed, que la
Tierra a primera vista parece convexa,
pero se trata obviamente de una ilusin
ptica. Basta con trazar una lnea
horizontal lo bastante larga para darse
cuenta de que antes o despus la lnea va
a parar a la curva ascendente de la tierra
o del mar. La demostracin experimental
de esta nueva ley de la ptica fue
realizada en 1897 por el Comit
Geodsico Koreshiano, el cual llev a
cabo en la costa occidental de Florida
las observaciones pertinentes, con la,
ayuda de una serie de reglas de madera,
llamadas por Teed rectilineadores. En
las siguientes ediciones de La
cosmogona celular aparece una
fotografa de los atareados
investigadores de] Comit, barbudos,
distinguidos, dispuestos a hundirse con
sus reglas, cuando llegue el momento, en
las aguas claras y poco profundas del
Golfo de Mxico. En realidad, explica
Teed, cada vez que se intentaba trazar
una lnea paralela al horizonte, al cabo
de un breve recorrido de seis o siete
kilmetros, la lnea acababa en el agua.
El estilo de Cyrus Teed es casi tan
extraordinario como el de un crtico de
arte. Los planetas, escribe, son esferas
compactas a causa del impacto de las
fluxiones, cuya esencia aferente no deja
de ser eferente. Los cometas estn
formados de fuerza crusica, debida a la
condensacin de sustancia mediante la
disipacin del calor en la apertura de
los circuitos electromagnticos, que
cierra los conductos de la energa solar
y lunar. El autor no deja en su libro de
compararse con Harvey y Galileo.
Amparndose en su audiencia de cuatro
mil adeptos, todos ellos tan convencidos
como l de que la tierra es una esfera
vaca de la que slo conocemos el
interior, el alquimista de Utica organiza
giras de conferencias pagadas a lo largo
de la costa californiana, con notable
xito. Proclama, en su fervor, que todo
lo que se oponga a su teora es
Anticristo.
Enriquecido a partir de aquel
momento, compra tierras en Florida y
funda en ellas la ciudad del Exterior,
llamada tambin Nueva Jerusaln,
capital del mundo. El proyecto de
Exterior prevea una poblacin de ocho
millones de habitantes, pero cuando todo
estuvo preparado para acogerlos slo
llegaron doscientos, lo que convirti a
Nueva Jerusaln en la capital con menor
densidad de poblacin de la tierra. Teed
muri unos aos despus; en otro libro
suyo, La humanidad inmortal (The
lmmortal Manhood), haba profetizado
que resucitara despus de la muerte
fsica y que los ngeles se lo llevaran al
cielo junto con todos sus discpulos.
Cuando le lleg la hora, el 22 de
diciembre de 1908, a consecuencia de la
agresin de un sargento de polica de
Fort Meyers, Florida, los miembros de
la colonia dejaron de trabajar y
comenzaron a orar y cantar en torno a
los restos mortales. La vspera de
Navidad, Koresh apestaba; el da
despus, el olor se haba hecho
insoportable, pero los fieles seguan
esperando la resurreccin. El 26,
Koresh reventaba, y las autoridades se
vieron obligadas a secuestrar los restos,
para hacerlos sepultar en alguna parte.
Las teoras de Teed tuvieron amplia
difusin en el mundo civilizado. En
Alemania dieron origen a la
Hohlweltlehre, o sea Doctrina de la
Tierra Hueca, que alcanz gran
popularidad en tiempos de Hitler; su
principal defensor, Karl E. Neupert, fue
encerrado en un Lager para cientficos y
debidamente incinerado. La
Hohlweltlehre se traslad a Argentina
donde el abogado Durn Navarro
consigui demostrar en 1947 que la
fuerza de la gravedad no es ms que la
fuerza centrfuga provocada por la
rotacin de la cscara vaca, sobre cuya
rugosa piel interior vivimos y morimos.

***

Mientras tanto, el mecnico


Marshall B. Gardner, de Aurora en
Illinois, haba publicado su Viaje al
interior de la tierra (Journey to the
Earth's Interior); el autor trabajaba en
una fbrica de corss. Aunque sostena,
como ya haba hecho Symmes, que la
tierra es una esfera vaca, durante toda
su vida neg que se hubiera inspirado en
las ideas de su predecesor, cuyos
trabajos afirmaba ignorar. En 1920 el
libro de Gardner fue ampliado a 456
pginas, con fotografas. En la nueva
edicin, el mecnico de Aurora
repudiaba decididamente, calificndola
de fantstica, la teora de las cinco
esferas concntricas de Symmes; es
cierto que la tierra estaba vaca, pero
consista nicamente en una gruesa
corteza de un espesor de 1.300
kilmetros. El resto era cielo interior.
En el centro de ese cielo cerrado, un
sol de mil kilmetros de dimetro
ilumina eternamente la superficie
interna. En correspondencia a los polos
hay dos grandes agujeros, de dos mil
kilmetros de anchura cada uno. Los
dems planetas estn hechos de igual
manera: basta observar a Marte desde
cerca para descubrir las dos gran-des
aperturas por las que sale la luz del sol
interior marciano. En la tierra, la luz que
sale del agujero polar origina en las
zonas rticas la aurora boreal.
Los mamuts encontrados en Siberia
proceden todos ellos del interior de la
tierra, donde todava abundan, pacficos
y prolficos. Tambin los esquimales
proceden de aquellas regiones.
Realmente es muy extrao, comenta
Gardner, que ninguna expedicin polar
haya conseguido encontrar nunca el
agujero del Polo, un orificio de
dimensiones tan vastas. Hasta el
momento de su muerte tuvo sus dudas
respecto a la honestidad del almirante
Byrd, primer hombre que vol sobre el
Polo Norte, o en cualquier caso sobre la
agudeza de su vista.
Los discpulos de Gardner siguen
todava activos y se ocupan de difundir
y perfeccionar su enseanza, publicando
libros como La tierra vaca (Raymond
Bernard, The Hollow Earth, 1969), con
ilustraciones que representan el interior
de la tierra, donde reina una temperatura
agradable y constante de 29 grados y una
raza evolucionada construye los
platillos volantes que peridicamente
vemos surgir del agujero del Polo. La
teora del origen subterrneo de los
platillos volantes fue propuesta en los
aos cincuenta por O. C. Huguenin, en
Del mundo subterrneo al cielo (From
the Subterranean World to the Sky), el
mrito de la conjetura corresponde, sin
embargo, a Henrique Jos de Souza,
presidente de la Sociedad Teosfica de
Minas Gerais en Brasil y patrocinador
del grandioso templo de estilo griego de
Sao Lourengo dedicado a los misterios
del mundo inferior.
NIKLAUS ODELIUS
Durante cierto tiempo, hacia 1890,
los enemigos del darwinismo que
entonces amenazaba con arrastrar a
Europa a una nueva hereja, tan atractiva
que seduca incluso a las Iglesias
militantes se sintieron tentados de
apuntarse a las teoras de Odelius,
profesor de zoologa de Bergen y
corresponsal del Real Instituto de las
Ciencias de Knigsberg; la tentacin fue
tan efmera como la teora.
Como otros muchos estudiosos de su
siglo, Odelius haba llegado a la
conclusin de que el relato de la
creacin del mundo que nos haba
dejado Moiss deba ser totalmente
revisado. No ya porque la historia del
Gnesis no hubiera sido inspirada por el
propio Dios, sino porque la expresin
escrita de dicha inspiracin haba sido
confiada a la lengua hebraica. Ahora
bien, es caracterstico de dicha escritura
el hecho de aparecer invertida, o en
cualquier caso en la direccin que el
mundo unnimemente estima invertida, o
sea derecha a izquierda. Era una manera
como otra, entre las muchas imaginadas
por Dios, aquel eterno burln, de dar a
entender a los lectores que tambin los
hechos descritos estaban invertidos.
Generaciones de hombres se haban
preguntado cmo era posible que Dios
hubiese separado en un da la luz de las
tinieblas, y algunos das despus creado
el sol y las estrellas, que constituyen la
nica fuente conocida de luz: In
respuesta de Niklaus Odelius era
simplemente que el sol haba sido
creado antes que la luz, y el hombre
antes que los animales. Eso implicaba
curiosas consecuencias.
Como todos los naturalistas de su
tiempo, Odelius era evolucionista; fue el
nico entre sus contemporneos, en
cambio, que segua sosteniendo, como
muchos haban sostenido en los siglos
XVII y XVIII, que esta evolucin supo-
na una decadencia; no slo de un estado
de perfeccin original, cerciorable en
mayor o menor medida en las diferentes
especies tanto desaparecidas como
existentes, sino decadencia tambin a lo
largo de la escala biolgica, de especie
a especie, de la ms antigua y suprema
invencin de Dios, que es el hombre,
hasta los ms modernos protozoos. El
hombre aquejado por el pecado original
se haba convertido en mono (no todos,
sin embargo, porque quedaban todava
algunos en el estado originario, para
testimoniar la gloria del Creador), el
mono en veso, el veso en ballena y as
sucesivamente: los lagartos en peces,
los peces en calamares, las hidras en
amebas; desde sus orgenes el mundo
haba tomado el camino de un franco
descenso.
Niklaus Odelius, zologo, supuso
que algo parecido deba haber ocurrido
con las plantas; pero dej a los
botnicos ese aspecto del problema.
Reconoca que la escritura de la
creacin era en ocasiones
decididamente bustrofdica, es decir,
que determinadas cosas haban ocurrido
despus, y otras antes, respecto a cmo
haban sido narradas, o bien
testimoniadas por la historia fsil; en
cualquier caso, los detalles no le
incumban, lo que le interesaba sobre
todo era la gran sntesis, la idea
conductora, la genial intuicin que no
slo haca morder el polvo a toda una
ralea petulante de darwinistas, sino que
arrojaba una luz inslita sobre los
milenios alterados de lo creado, este
degenerar de Adn en babuino, en perro,
el elefante, en pterodctilo, en serpiente.
Eva, en cambio, haba degenerado,
sugera Odelius, en animalitos amables y
femeninos, suaves castores, suntuosos
pjaros, preciosas tortugas. La idea de
que la tortuga sea un animal precioso,
comparable por tanto a la mujer, puede
parecer arbitraria actualmente, pero
estaba muy difundida a fines del siglo
pasado, cuando era usada (la tortuga)
para fabricar peines, anteojos y
tabaqueras.
Un estudioso capaz de afirmar que
los camellos descienden de los rabes,
tal vez hubiera podido mantenerse a
flote en la Edad Media; pero hace
ochenta aos, como cientfico, su fama
estaba condenada a una rpida extincin.
La ciencia oficial es una fortaleza, en
cuyos tneles en ocasiones, tal vez
siempre, reina una lucha encendida, pero
sus puertas no se abren al primero que
llama a ellas. Del Gnesis al microbio
(1887), la obra en la que Odelius
expresa ms articuladamente su teora
de la progresiva estultificacin de las
especies, habra podido ser acogida con
curiosidad, con escepticismo, con
repugnancia, con hilaridad; en cambio
no fue acogida en absoluto. Nadie se
tom el trabajo de refutada, lo que es la
mxima seal del desprecio cientfico.
No por ello el autor se quit la vida; en
la soledad de la obstinacin, vivi el
suficiente tiempo como para que le fuera
permitido contemplar la llegada de los
nazis a Bergen, como confirmacin a su
jams repudiada teora.
LLOREN RIBER
Lloren Riber tuvo la fortuna
singular de nacer en una de las casas de
pisos construidas por Gaud en
Barcelona; su padre deca que pareca
una conejera. Este fue su primer
contacto con el arte y con los conejos;
ello explica que en materia de arte se
convirtiera en un iconoclasta; y en
materia de conejos, en un entendido. De
la conviccin de que l mismo era un
conejo sac tal vez el mpetu que no
tard en convertirle en una de las
fuerzas ms poderosas del teatro
contemporneo; arte al cual supo dar,
desde su primera y elstica juventud, tal
impulso, que convendr preguntarse si
alguna conseguir levantarse del lugar
donde le ha enviado dicho impulso. A
partir de Riber, nada se ha producido en
el escenario que ya no hubiese sido
hecho por l.
De la coleccin de artculos y
ensayos Hommage a Ll. Riber (Plan,
1959), compilada con motivo del
aniversario de la muerte del director (el
cual, como se sabe, fue devorado por un
len en las proximidades de Fort Lamy,
en el Chad, el 23 de septiembre de
1958, en circunstancias que hasta ahora
permanecen ignoradas) transcribimos en
primer lugar esta descripcin de su
persona, tal como fue presentada en
1935 por el crtico Enrique Martnez de
la Hoz en un diario barcelons. El
director era entonces extremadamente
joven y el crtico no menos hostil, pero
el testimonio queda: Lloren Riber
llega como un ngel, ligero, casi de
puntillas, los brazos abiertos en cruz, las
manos que revolotean armoniosamente
siguiendo los desplazamientos a derecha
o izquierda de los largos cabellos
rubios, limpios y lacios. Es muy joven,
pero ya ha conseguido hacerse un
nombre entre los peores directores de
Espaa. En lugar de llevar el jersey
debajo de la chaqueta lo lleva al cuello,
como un boa, y cada vez que salta de
impaciencia ante la incomprensin y la
estupidez del mundo, se echa hacia atrs
una manga de lana sobre el hombro,
irritado, viperinamente amenazador.
Muy diferente es el tono de los
ensayos crticos que le recuerdan en los
aos 40 y 50, los aos de su primera
impetuosa madurez, truncados de manera
tan lamentable por el rey de los
animales, en una zona que, entre otras
cosas, no es la suya; parece, en efecto,
que era un len vagabundo. Del
Homenaje citado hemos elegido cuatro
crticas especialmente significativas,
cuatro momentos de una carrera cuya
nica ambicin parece haber sido la de
abrir al teatro la ms original y
deslumbrante de las tumbas. Para
completar la figura del director
prematuramente devorado, aadimos una
de las ms raras obras de su resistente
bolgrafo, el guin para una versin, sin
embargo jams realizada, de un film
histrico-legendario que debiera
haberse titulado Tristn e Isoldo.

1
Tte de Chien
(Tres actos de Charles Rebmann,
Petit Gaumont, Vevey / Entre-deux-
Villes)

Dicen que el director Lloren Riber,


no se sabe por qu, tiene la costumbre
de introducir uno o varios conejos en
cada uno de sus montajes teatrales. Lo
hizo en su inolvidable produccin de
Pellas et Mlisande de Maeterlinck en
Poitiers, en la que Pellas, muerto al
final del cuarto acto, reapareca al
comienzo del quinto, en el marco gtico
de una elevada ventana del castillo,
ataviado como una de las Meninas de
Velzquez con un gran conejo de tela
entre los brazos. Despus en Ibiza, en su
versin de Doa Rosita la soltera; all el
conejo estaba vivo y Rosita lo llevaba
de paseo en una jaula con ruedas como
un papagayo.
En la Esmeralda de Victor Ruga el
conejo era un fraile que acompaaba
constantemente al Inquisidor Frollo, con
dos largas orejas blancas y peludas que
le asomaban por debajo de la capucha.
En el Escorial de Ghelderode el conejo
estaba muerto, despellejado y colgado
de un clavo sobre el trono. Un nio
vestido de conejillo llevaba una bandeja
con refrescos a los huspedes infernales
de Huis Clos, siempre en la versin de
Llorenc Riber, que por otra parte casi
nadie ha visto por haber sido
fulminantemente retirada de la
circulacin a peticin del propio autor.
No menos personal es la costumbre
de Riber de presentar sus realizaciones
ms estudiadas en excntricos lugares,
como Caen, Arenys de Mar, Latina, La
Valletta; parece que tambin ha hecho
algo en Tnger. Esta vez ha elegido
Vevey, ms exactamente Entre-deux-
Villes, tomando como pretexto la
inauguracin de la pequea pero
confortable sala del nuevo cine Petit
Gaumont. Y aqu nos permitiremos una
observacin de tipo general: conviene
inaugurar un cine con una representacin
teatral? La comedia en cuestin es una
produccin juvenil, en cualquier caso
presenil, de nuestro conciudadano
Chrales Rebmann, de modo que gran
parte del pblico procede de Lausanne,
aunque algunos hayan venido desde
Ginebra, y otros desde Montreux, aparte
de un grupo de ricos italianos,
inexplicablemente ruidosos, llegados a
bordo de un helicptero azul desde
Evian, donde se celebraba un congreso
de semntica marxista.
A dos pasos del cine, nuestro
querido lago hecho famoso por Byron
despide su secular rumorcillo de
lameduras sobre los guijarros, entre los
que circulan tranquilsimos nuestros
limpsimos pececillos cantonales (aqu
bastante ms flacos que en Lausanne,
conviene observar). La comedia de
Rebmann se titula Tte de Chien y trata,
en efecto, de una familia helvtica
apellidada Chien, aunque todos los
personajes lleven una mscara de cartn
o de tela en forma de cabeza de conejo.
La accin se desarrolla en Zurich, en
casa del rico agente de bolsa Chien.
De cualquier modo, se descubre
inmediatamente que Tte de Chien no es
un trabajo de primer orden; no est a la
altura, por ejemplo, de otras verdaderas
y autnticas obras maestras a las que
Rebmann nos haba acostumbrado, y de
las cuales no fue la ltima el celebrado
Don Juan en frica de hace dos aos. En
realidad, la comedia es incluso indigna
de un cine; se entiende que el director ha
hecho cuanto estaba en su mano, pero en
casos semejantes es mejor prescindir
totalmente del texto. Nosotros, al menos,
no nos referiremos a l. Pese a ello, y a
despecho de las muchas acusaciones de
total incompetencia que ahora se alzan
por varios lados, Rebmann sigue siendo,
con mucho; nuestro comedigrafo ms
prometedor.
El dilogo es pesado, con extensos
insertos de Patrice de La Tour du Pin y
de Roger Martin du Gard, salpicados de
Maurice Merleau-Ponty, lo que bastara
para desanimar hasta a una zorra que
hubiese entrado en la sala, atrada por
aquellos blancos y afelpados orejones.
El segundo acto se abre con una
discusin, aparentemente irrelevante,
sobre el nmero de huevos que puede
depositar un moscardn de Zurich, pero
en realidad la apasionada controversia
entre los jvenes Chien es como un
fuego de zarzas en un campo minado y
acaba por hacer estallar todos los
rencores acumulados durante el primer
acto. La direccin de Riber llega a ser
en este punto indescriptiblemente
brillante; considerando que la accin se
desarrolla siempre entre las tres paredes
de una misma habitacin, un saln
decorado al estilo de hoy, vivaz,
luminoso y amenazador como un diario
de la maana, no se poda realmente
concebir en tan poco espacio salidas
ms inteligentes y entradas ms
asombrosas, ms inesperados
desplazamientos en torno a la mesa y
tambin debajo de ella, ms delicadas
variaciones de la luz elctrica, en lucha
con el crepsculo, que se enciende y se
apaga intermitentemente, a diferencia de
los de verdad, en perfecta armona con
el subir y bajar de las voces. En un
momento determinado, la situacin se
hace tan insostenible que Nadine Chien
(mujer del agente de bolsa Chien, coneja
tambin ella pero slo madrastra de los
jvenes Chien) se mata disparndose un
tiro a la frente extremadamente peluda
con un pequeo revlver chapado de
madreperla. La escena se oscurece, pasa
un largo y ruidoso tren, vuelven
finalmente las luces y todos los Chien
supervivientes reaparecen con su
autntica cara. Los espectadores,
aflojada la tensin, escupen los
fragmentos de uas mordisqueadas y
cvicamente prorrumpen en aplausos.
Todo el tercer acto va a cara
descubierta: zarandeados por la
tragedia, los Chien arrepentidos sienten
el re-mordimiento cada vez ms agudo
del aguijn de la duda. La agitada
discusin familiar deriva poco a poco,
con singular naturalidad, hacia la
cuestin palestina; pero ya hemos dicho
que preferimos no hablar del texto.
Mientras tanto, grandes mariposas de
seda verde-lila colgadas de hilos
invisibles de nylon invaden el escenario,
revoloteando en torno a los actores con
un efecto refinadsimo de atardecer de
verano en el barrio residencial de
Zurich frente al lago. Las mariposas se
posan sobre la cara de los Chien; el
pblico aplaude a teln abierto; desde la
ventana llegan rfagas de la falsa lluvia
acompaada de prolongados y
magnficos relmpagos azules y en el
fondo se ilumina el retrato totalmente
redondo del padre de los conejos, aquel
que precisamente por eso llamaban
Tte de Chien. Lloren Riber fue
llamado a saludar hasta ocho veces:
para un director, triunfar en Suiza es
como recibir una cesta de huevos de
regalo. (Claude Flon, La Gazette de
Lausanne).
2
Vanguardismo bajo los alemanes:
El embarazo de las parejas

El estilo de Feydeau, con sus parejas


burguesas que se ocultan en los
armarios, vuelve a estar de moda; el de
Sartre, con sus parejas burguesas que se
ocultan en los escritorios, pasa de moda;
pero pocos recuerdan aquel proftico
matrimonio de los dos estilos que fue el
montaje de L'embarras des couples,
presentado en 1943 por el joven director
Lloren Riber, bajo la mirada ms
distrada que nunca de los invasores
alemanes, en un teatrito de Montreuil
convertido ahora en Centro de Donantes
de Sangre.
El embarazo de las parejas era una
adaptacin, hecha por el mismo Riber,
de una comedia en tres actos bastante
poco conocida de un imitador de
Feydeau, el prefecto Jean Corgnol. Sus
protagonistas son dos parejas de
pequeoburgueses, llamados, ms bien
annimamente, Durand y Dupont;
apellidos que Riber, tal vez para
conferir a su adaptacin un cierto tono
echtdeutsch ms agradable a las
autoridades de ocupacin, haba
cambiado por los mucho ms sugestivos
de Dachau y Auschwitz.
En aquellos aos era difcil, en
Pars, encontrar actores dispuestos a
prestarse a un experimento de
vanguardia, de xito probablemente
inseguro, como el imaginado por el
director cataln. Aprovechando para su
inspiracin hasta la misma dificultad,
Riber se haba dirigido, pues, al director
de un circo, cuyos componentes ya
haban sido repetidamente amenazados
con la deportacin, porque resultaban
ofensivos para la pureza de la raza.
Riber haba quedado impresionado muy
en especial por la extravagancia de los
miembros de una familia de fenmenos;
entre stos haba elegido para su
comedia los cuatro ms vistosos: un
enano con un nico ojo, la mujer ms
gorda del mundo, una chica todava
joven pero con una barba de un metro de
longitud y dos hermanos siameses.
Haba confiado a los hermanos el papel
del seor Dachau, y el de su mujer a la
chica barbuda; el enano cclope y la
mujer gorda formaban la otra pareja, los
Auschwitz.
La comedia comienza con los dos
ltimos sentados en el saln, en espera
de los Dachau. Los Auschwitz tienen un
hijo jovencito, el cual, sin embargo, no
es del todo normal: en lugar de la
cabeza tiene una cabeza de rana, si bien
en cuanto al resto puede decirse que es
un chico coma los dems, especialmente
si se le mira desde atrs. Pese a todo sus
padres se sienten bastante preocupados
por su futuro: as no puede seguir, se
masturba todo el tiempo, sentado en el
estanque del jardn. Pero dnde
encontrar una chica dispuesta a casarse
con l? Con esta idea en la mente, los
Auschwitz han publicado un anuncio en
la prensa, con la esperanza de interesar
a alguna otra pareja de padres con
dificultades con la progenie coma ellos.
Progenie, se supone puesto que se
trata de gente de opiniones
extremadamente Segundo Imperio,
femenina.
Slo han contestado al anuncio los
Dachau, y ahora los Auschwitz esperan
con impaciencia su llegada,
entretenindose mientras tanto con
variadas conjeturas sobre el aspecto de
la futura nuera. Lo importante es que sea
una muchacha sana y honesta, aunque
tenga cuatro tetas, observa la seora
Auschwitz; la belleza fsica es un peso
que hay que llevar consiga toda la vida,
aade el marido. Llegan los Dachau; en
un primer momento los anfitriones no
consiguen ocultar su embarazo por el
hecho de que la nueva pareja est
formada por tres personas, pero pronta
se adaptan a la situacin y consiguen
hablar con los dos seores Dachau como
si fueran un solo seor. Nuestra hija
Grenade, dicen los Dachau, es
absolutamente normal; slo que ha
nacido con la cabeza de tortuga y no
tiene un solo pela en la cabeza. Nuestro
hijo tampoco!, exclaman maravillados
los Auschwitz; se rompe el hielo y se
vislumbran prometedores acuerdos.
La seora Dachau, que tiene el
hbito de frotarse la barba con las dos
manos para despus arrojada
graciosamente sobre el hombro, como un
chal de plumas de faisn, parece, sin
embargo, muy atrada por el seor
Auschwitz, mucho ms gil y saltarn
que su marido. Tambin el enano con un
solo ojo la mira con buen ojo. Despus
de un brillante intermedio de frases de
rigor vigorosamente salaces, el
monculo y la mujer barbuda se van
juntos, a casa de los Dachau, para
informar a la joven Grenade del acuerdo
alcanzado. La seora Auschwitz se
queda a salas con los gemelos Dachau;
el dilogo a tres va siendo cada vez ms
descarado, casi shakesperiano, hasta que
la seora se decide a confesar su
ardientsima curiosidad: quiere ver
dnde y cmo estn unidos los dos
siameses.
Galantemente, los hermanos
comienzan a desnudarse; se sacan la
chaqueta, despus los pantalones;
cuando ya estn a punto de sacarse la
camisa, alguien llama a la puerta.
Confusin general; desesperada, la
seora Auschwitz esconde a su
cortejador en un gran armario de bois de
rose, despus abre la puerta. Es la
muchacha de la cabeza de tortuga;
explica que ha venido por orden de la
madre, la cual se ha quedado en casa
con el seor pequeo, para discutir a
tres ojos la cuestin de la date. Picada
por unos sbitos celos, la gorda
Auschwitz se pone el sombrero y el
abrigo de lobo siberiano y corre a casa
de los Dachau, olvidando en el armario
a sus amigos en calzoncillos. Final del
primer acto.
En el segundo acto, predomina la
tradicin del teatro de boulevard.
Bonadieu Auschwitz y Grenade Dachau
han acabado por conocerse, y se han
gustado. Sin embargo, de pronto,
comienzan a discutir: ella se ufana de su
capacidad de pasar horas con la cabeza
debajo del agua; l tambin; esto
ocasiona una pelea, hasta que deciden
hacer la prueba en la baera. Los dos
graciosos muchachos se encierran en el
cuarto de bao. Preocupados por el
cariz que toman, los acontecimientos,
los padres de Grenade intentan salir del
armario, pero en aquel mismo instante
reaparecen la mujer barbuda y el enano;
los cuales, habiendo olfateado por el
especial olor que despide su abrigo, que
la seora Auschwitz estaba llegando, se
han escapado por la ventana hacia el
tejado. Dachau cierra o cierran
apresuradamente la puerta del armario.
Los adlteros, al no encontrar a nadie en
casa, se creen de nuevo solos, pero
apenas el enano, empujado por una
nueva y ms irrefrenable oleada de
lujuria, comienza a trepar por la barba
de la bella vctima, se oye el ruido de la
puerta del jardn: es la seora
Auschwitz que regresa. Presa del terror,
el ardiente monculo encierra a la
seora Dachau en el cuarto de bao,
donde se encuentra con Bonadieu, que se
ha quedado solo con la cabeza en el
agua; en efecto, Grenade se ha ido a la
cocina, a comer de escondidas su
habitual lechuga.
Mientras tanto, el seor Auschwitz
ha encontrado bajo una silla los dos
pares de pantalones del seor Dachau;
interpela a la mujer, la cual, si bien
manifiesta su total ignorancia, comienza
a sospechar que la mujer barbuda ha
regresado con l a la casa y le golpea
con la escoba para hacerle confesar la
verdad. Sus sospechas se ven
confirmadas cuando ve salir del bao a
la Dachau, asustada porque Bonadieu,
confundindola con Grenade, le ha
arrojado encima de mala manera toda el
agua que llevaba en la barriga. La mujer
gorda aprovecha la consiguiente
confusin para hacer salir del armario a
los gemelos; pero stos, por la emocin,
se han convertido en conejos y con el
rabo entre las piernas se dejan llevar a
la cocina, donde se encuentran, sin
embargo, con Grenade, que tambin va
casi desnuda adems de seguir
completamente empapada. Sigue una
violenta discusin, por culpa de la
lechuga, entre los conejos siameses y la
tortuga. El acto acaba en un
pandemnium, todos corren y se pegan,
a excepcin de Bonadieu que ha
decidido quedarse en la baera para
siempre.
El tercer acto es mucho menos
movido. Grenade ha llenado de agua el
fregadero y disgustada por la
inmoralidad de los adultos se ha sentado
dentro. Los seores Dachau, siempre
conejos y siempre en calzoncillos, han
vuelto al armario, donde su mujer les ha
encerrado bajo llave. La seora
Auschwitz, en cambio, ha metido a su
marido en una maleta corriente.
Bonadieu ya est en el fondo de la
baera. Por as decido, las dos seoras
se han quedado solas; la Auschwitz,
demasiado gorda para este mundo, ya no
quiere levantarse del silln. Tambin la
Dachau hace algn comentario sobre esa
intil agitacin que denominan vida y,
coherente con el propio pesimismo, se
corta la barba con unas tijeras.
La otra seora lleva tambin unas
tijeras en la mano: tristemente las dos
buenas amas de casa comienzan a cortar
a tiras los trajes abandonados por el
seor Dachau, que ahora en calidad de
dos conejos da vueltas desnudo. O dan
vueltas desnudos, en su armario,
alternando melanclicos comentarios
sobre el tiempo, sobre la vida en los
dems planetas y sobre la muerte de la
novela. Aqu, y conviene decido, la
adaptacin de Riber se aleja bastante de
la comedia original de Cargnol, a
muchas millas de distancia, en su
estpida jovialidad, de cualquier
concesin metafsica. Poco a poco, la
luz se torna amarilla como un limn; de
vez en cuando, el enano encerrado en la
maleta llama y la mujer, a travs de un
agujerito, le introduce retales de tela,
uno cada vez. En el armario se percibe,
en cambio, ominoso en la luz mortecina,
el doble disparo de un revlver, y una
cada, seguida de una segunda, y
despus nada. De la cocina llega un
grito sofocado, como de debajo de un
grifo abierto; y otro parecido llega del
bao, ttrica respuesta resonante en los
bosques; y finalmente se oye un grito de
nio estrangulado, en el fondo de la
maleta. Pero las dos prudentes amas de
casa siguen impertrritas recortando
trapos, todos los trapos del escenario,
murmurando poemas de Hofmannsthal.
Todo eso, en el Pars ocupado de
aquellos aos, adquira un vago sabor
de desafo. (Valentin Rouleau, Cahiers
du Sud).

3
La Bsqueda del Yo:
Riber presenta a Wittgenstein

El pasado verano, cuando Lloren


Riber fue llamado a Oxford para dirigir
la versin teatral de las Investigaciones
filosficas de Wittgenstein (Blackwell),
fueron muchos los que pensaron que se
trataba de una empresa casi
desesperada. Era la primera vez que un
director de evidente fama intentaba
llevar a la escena uno de los textos
fundamentales de la filosofa occidental;
para colmo, el ms moderno, el ms
elusivo, y para algunos hasta el ms
profundo. Adaptar para la escena los
dilogos socrticos, como se ha hecho
en la Universidad de Bogot, algunas
voces de la Enciclopedia iluminista, El
mundo como voluntad y representacin,
incluso las Enadas de Plotino, no slo
pareca posible sino tambin deseable;
la obra maestra wittgensteiniana, en
cambio, no.
La primera dificultad era el fondo
musical. Cualquiera habra elegido casi
automticamente Webern, dado que entre
el msico y el filsofo existieron tantos
vnculos y analogas, comenzando por la
letra inicial del apellido. Pero
precisamente por esto, porque pareca la
decisin ms obvia, Riber no quiso ni
or hablar de ella: con su gusto
paradjico pero seguro, se decidi, en
cambio, por algunos de los ms famosas
cuartetos de Beethoven. A fin de
cuentas, tambin Beethoven vivi
durante aos en Viena. As que
Beethoven desde el comienzo hasta el
final, a excepcin del Prlogo que,
como se sabe, es el conocido fragmento
de Agustn: Cum ipsi appellabant rem
aliquam, et cum secundum eam vocem
ad aliquid mavebant recitada por
Michael Lowry sobre un aria de la
Creacin de Haydn, que tambin haba
vivido en Viena. Inmediatamente
despus del Prlogo apareca un Contra-
prlogo, Nick Bates, el cual en pocas
palabras refutaba la tesis agustiniana
sobre el uso de las palabras. Y a partir
de ah comenzaba la accin en el sentido
exacto de la expresin.
La escena apareca desnuda, con
unas pocas sugerencias de la primera
posguerra: basuras, objetos de arte
persas, un despertador desventrado.
Salan el Constructor, que daba las
rdenes, y el Obrero, que le traa los
materiales de construccin. Piedra!
deca el Constructor, y el otro le traa
una piedra; ladrillo!, viga!, y as
sucesivamente. El juego se ampliaba
poca a poco y se haca cada vez ms
complicado: aparecan nuevas y
extraas palabras, coma esto y
aqu, adecuadamente aclaradas por
los habituales gestos indicativos; eran
introducidos los nmeros (representados
por letras del alfabeto) para indicar
cuntas piezas de un determinado
elemento de construccin deba traer el
Obrero. Las rdenes se iban haciendo
cada vez ms complejas: h ladrillas
aqu, por ejemplo.
El Constructor llevaba en la mano un
muestrario de colores, hecho de
rectngulos coloreados; cada vez que
daba una orden, mostraba uno de los
rectngulos, y el Obrero le traa piedras
y ladrillos de aquel color. As, entre las
volutas del segundo Razumovsky, en
lugar de construir un edificio, los
albailes construan un lenguaje; y cada
vez que se insertaba en el juego un
nuevo elemento gramatical, un verbo, un
adverbio, por no hablar de los vocablos
ms complejos como quizs u
ojal, el pblico, compuesto en gran
parte de jvenes analistas del lenguaje,
aplauda y silbaba con entusiasmo.
Los enterados de siempre afirmaban
que tambin la Anscombe y Rhees
haban colaborado en la adaptacin, lo
que haba originado tcitas discusiones
furibundas. Despus de la construccin
del lenguaje de base, segua una serie de
juegos lingsticos. Estos juegos, tal
como los ha enumerado el propio
Wittgenstein, aparte de dar rdenes,
consisten en describir el aspecto de un
objeto, comunicar sus medidas, referir
un acontecimiento, comentarlo, formular
hiptesis, ponerlas a prueba, presentar
los resulta-dos de un experimento
mediante tablas y diagramas, inventar
una fbula, leerla en alta voz, recitar una
escena de teatro, cantar letanas,
resolver adivinanzas, hacer juegos de
palabras, resolver problemas de
esttica, traducir de una lengua a otra,
preguntar, dar las gracias, maldecir,
saludar, rezar. Toda una teora de
brevsimas escenas ilustrativas que
culminan en la conmovedora apoteosis
del vocabulario, llevado a la escena
sobre el lomo de dos elefantes
birmanos.
Si el primer acto estaba totalmente
dedicado a la construccin del lenguaje,
el segundo contemplaba la construccin
de la personalidad. Ahora apareca en
escena aquella adorable vaca sagrada
que es Ruth Donovan, en el papel de una
intelectual ms bien histrica, aquejada
de una persistente migraa, pero
extraamente convencida de que su
dolor de cabeza se encuentra en la
cabeza de otra persona, una ta alemana
brillantemente interpretada por Phyllis
Ashenden. La Donovan obligaba a la
Ashenden a tomar aspirinas con
piramidn, a ponerse hielo en la frente;
le acariciaba las sienes con masajes
estudiados y estudiosos, le haca
echarse; sin embargo era ella la que se
quejaba todo el tiempo del dolor de
cabeza. El acto se extenda en otras
interesantes ilustraciones de la teora de
la personalidad, hasta que la Donovan
caa vctima del ms delirante de los
solipsismos: negaba tanto la existencia
de los actores como del pblico, dejaba
de responder cuando le hablaban,
intentaba sentarse y en cambio caa por
el suelo junto a la silla, tan
absolutamente convencida estaba de que
el mundo fsico haba desaparecido. En
este momento, la Ashenden, con voz
clara y convincente acento alemn,
iniciaba la extensa refutacin del
solipsismo que puede leerse en los Blue
and Brown Books, todava inditos pero
conocidos en copia mecanografiada no
slo para los adaptadores. El acto se
cerraba con una especie de canto de
alegra de la Donovan, que juntamente
con su yo haba encontrado el yo ajeno.
Imposible describir en tan poco
espacio la abundancia de invenciones,
tanto teatrales como epistemolgicas,
con las que el tercer acto de esta tan
memorable como efmera produccin
llenaba de sucintas metforas figurativas
el pequeo escenario oxoniano. Gran
parte del acto estaba obviamente
dedicado a las graciosas evoluciones
del pato-conejo. Este complejo
animal est hecho de tal manera que si
se le mira de una manera parece un pato
y si se le mira de otra parece un conejo;
smbolo ampliamente sugestivo,
repetidamente utilizado por el filsofo
en la segunda y ltima parte de las
Investigaciones con el objeto de
esclarecer o de oscurecer algunos
puntos controvertidos de la teora del
conocimiento a travs de la percepcin.
Es sabido que Lloren Riber
siempre ha amado los conejos; era
previsible que el hecho de tener que
presentar uno tan sofisticado que
pareciera al mismo tiempo conejo y ave
de corral estimulara especialmente su
ms profunda vanidad de artista y de
ilusionista. En el fondo este ltimo acto
slo es en realidad un prolongado tour
de force de fouetts, arabesques,
pirouettes y grands jets
zoolgicos: un complicado ballet casi
enteramente a cargo del elegante y
ambiguo pato-conejo. Es cierto que el
ballet en s no conduce, desde el punto
de vista filosfico al menos, a ninguna
conclusin que pueda llamarse
definitiva; pero tampoco Wittgenstein,
en su ltimo y delicioso captulo,
conduce a ella. (Arthur O. Coppin, The
Observer).

4
La familia Orsoli
(Tres actos idnticos con
variaciones, de Ll. Riber)

La lucha genial y tenazmente llevada


por Lloren Riber contra el realismo, y
sobre todo contra aquella degeneracin
conceptual que fue el neorrealismo,
debe contarse sin duda entre las ms
afortunadas de los ltimos aos. Puede
decirse que lleg a su apogeo o cspide
natural con la versin, concebida,
escrita y dirigida por l mismo de La
familia Orsoli, presentada este invierno
en el teatro Santos Dumont de Baha.
La novedad absoluta de La familia
Orsoli consista en el hecho de que
todos los actores que participaban en el
trabajo en cuestin pertenecan
realmente a la familia Orsoli, una
familia no demasiado antigua del sector
de los camioneros de Ravenna, que sin
parar en gastos el propio Riber haba
ido a elegir personalmente a Italia, y sin
parar engastos haba hecho trasladar en
crudo bloque al Brasil, con muebles,
enseres y todo tipo de objetos, para que
interpretaran cada da, delante de los
ojos maravillados de los brasileos del
nordeste (los ms pobres, los ms
ignorantes, los ms negros) dos horas
elegidas al azar de la interesante aunque
dura jornada de una familia italiana
normal.
Como el momento elegido para la
fingida representacin de la realidad era
la hora de la cena, no poda dejar de ser
protagonista principal la televisin. En
efecto, Riber haba procurado, no menos
atento que un Stanislavski a los
pequeos detalles del horror cotidiano,
recoger algunos de los ms
caractersticos programas de que se
nutre, mientras se nutre, una familia
italiana. La accin comenzaba
precisamente en el comedor-cocina-
saln-vestbulo-estudio-sala de estar de
los Orsoli; stos llegaban y se sentaban
uno tras otro a la mesa, intercambiando
insultos, reproches, besos y bofetadas
ms bien al azar pero todos con la
cabeza siempre dirigida hacia el
televisor encendido, sobre cuya brillante
pantalla un seor con la cara astutamente
alegre y el lenguaje astutamente
compungido explicaba, con las
oportunas omisiones, los ltimos
acontecimientos del reciente y
victorioso golpe de Estado en Egipto.
Poco a poco los Orsoli se iban
aplacando en torno a la sopera de pasta;
ahora ninguno consegua apartar los ojos
de la pantalla, a excepcin de la madre,
que estaba atenta a los deseos de todos,
aunque slo fuera para contrariarlos
fingiendo satisfacerlos, y de vez en
cuando diriga tambin ella la mirada
hacia el aparato y exclamaba: Qu
estpidos son!, pero sin ninguna
conviccin. En cuanto al padre cada tres
minutos recomenzaba la historia
inescuchada de lo que le haba sucedido
a un camionero compaero suyo, el cual
la noche anterior al volver de la taberna
haba encontrado en la puerta de su casa
el perro envenenado, y esto le haba
hecho pensar en que tal vez estuvieran
los ladrones en el apartamento, porque
su mujer y los nios estaban en Forli en
casa de una ta, y por eso primero haba
llamado al timbre del piso de al lado, y
mientras estaba explicando la situacin
a los vecinos haba llegado otro perro,
que era precisamente el suyo, el perro
muerto deba ser, en cambio, el
hermano, as que el hombre poda entrar
en casa tranquilamente, y, en efecto,
dentro de casa no haba nadie. Slo que
el seor, Orsoli jams llegaba al final de
esta estremecedora historia; los hijos le
hacan callar porque en la televisin
estaban explicando cmo se cultivan las
chinchillas en el jardn, basta con vivir a
cinco mil metros sobre el nivel del mar,
y la hija Giuliana se enfadaba tanto que
le golpeaba en la cabeza con la hogaza
de pan.
En el segundo acto, la familia Orsoli
aparece siempre en el mismo lugar, a la
misma hora, haciendo las mismas cosas
del primer acto. La comedia avanza as,
exactamente como en el acto anterior; el
pblico comienza a moverse, a
protestar, hasta amenazar a actores y
directores en portugus, cuando de
repente surge el imprevisto: una avera
en la tele. Primero las caras se ven ms
deformadas, ms alteradas que de
costumbre; despus una serie de
cegadores relmpagos surca alegremente
la pantalla, de derecha a izquierda e
inmediatamente despus de izquierda a
derecha, como un gobierno; finalmente
la oscuridad azul-negra, en la cual se
vislumbran de vez en cuando caras
descompuestas de chicas, maysculas
sueltas y muy fugazmente la bandera de
los Estados Unidos superpuesta a un
paisaje pobre con ovejas de mala
calidad. Los Orsoli ya no consiguen
engullir un solo bocado; la madre se
desespera en dialecto, los hijos hacen
todo tipo de comentarios adecuados a la
situacin, hasta que el padre se decide a
interrumpir el relato de los perros
gemelos para hacer llamar a un sobrino
suyo que es radiotcnico. Sale Franco,
la mam hace cuanto puede para obligar
a los dems hijos a comer algo, Giuliana
dice que ella ya no soporta seguir
viviendo en aquella casa, Enrichetto
aade algo sumamente desagradable
respecto al novio de Giuliana, estalla
una pelea y todos se tratan de fascista o
de comunista, pero en el momento justo
aparece el primo Orsoli y deslizndose
por encima del maravillado silencio
religioso de los presentes comienza a
manosear el aparato. Como buen
tcnico, descubre rpidamente la avera,
en la pantalla reaparece la espantosa
mueca del cantante de antes, con toda su
voz en estado cerril, y la familia Orsoli
vuelve a sentarse a la mesa, no sin antes
ofrecer al maoso primo una copita de
vino de algarroba.
El tercer acto se desarrolla en el
mismo lugar, a la misma hora y con los
mismos personajes, con la adicin, sin
embargo, de un tal Randazzo Benito,
novio meridional de la no tan joven
Giuliana, acusado de mafia so por
alguno de los presentes en el transcurso
de la pelea del acto anterior. La actitud
de los Orsoli ha cambiado como de la
noche a la maana: la madre sigue
ofreciendo pasta a todos, pero con una
sonrisa macabra fijada como una
mscara encantadora en los labios; los
hijos siguen protestando, pero en voz
baja y con una inesperada abundancia de
modales; Giuliana ha pasado a estar casi
amable y bajo la mesa sus dedos se unen
con los honestos dedos superlimpios de
Randazzo. Todos tienen los ojos fijos en
la pantalla, la madre repite de vez en
cuando: Qu buenos son!, y el padre
se ha puesto las gafas para ver mejor,
aunque con las gafas ve peor. El novio
parece muy cansado, bosteza, se nota
que ha trabajado todo el da. Despus
bostezan los dems, sucesivamente. El
acto se cierra con el repentino estallido
del televisor y la llegada de un conejo
negro de Nueva Orleans que entra
corriendo exclamando alegremente:
Surprise! Surprise!. (Matteo
Campanari, Il Mondo).

5
Tristn e Isoldo
(Guin cinematogrfico indito de
Lloren Riber; manuscrito procedente de
una coleccin privada)

poca: Edad Media. Lugar: El Canal


de la Mancha y alrededores. Tristn,
hijo de Blancaflor, hermana de Marcos
de Cornualles, vive en la corte de su to.
El e Isoldo, estudiante de medicina y
prncipe de Irlanda, hijo del rey
Gurmano y de la reina Lotta, son la
crme de la crme de la jeunesse dore
de la poca. Llevan mucho tiempo
sabiendo cosas el uno del otro, pero
slo de odas. Isoldo, sin haberlo visto
nunca, considera a Tristn el folk-singer
ideal: barba rubia y espesa, mostachos
de len, anteojos de cornalina; para
Tristn, en cambio, Isoldo personifica el
sueo maravilloso del universitario
imberbe de excelente familia.
Tristn debe la fama que le rodea
tanto a su voz como a sus dignas
costumbres; preciosa herencia de su
sangre bretona. (En efecto, su padre,
Rimalino de Parmenia, se traslad de la
tierra natal a Tintal, sede de la corte del
rey Marcos; la historia de sus amores
con Blancaflor y un ciervo del bosque
real tuvo un trgico desarrollo). l no
slo es el ms hermoso y el ms
deportivo de los jvenes, el experto
condottiero que ha prestado al to mil
servicios como profesor de gimnasia del
cuerpo de cadetes, el brillante y heroico
caballero de tantos encuentros de polo y
campen local de ajedrez, sino tambin
el hombre ms culto de aquellos tiempos
incultos, hbil conversador, experto en
cante espaol y en medios de
comunicacin de masas, una mente
poltica, en suma, no un mero play-boy
de los bosques.
En cuanto a las gracias del rubio
Isoldo, sumadas a unas extraordinarias
dotes espirituales (la madre le ha
iniciado entre otras cosas en los
secretos de la cocina), mucho saben
acerca de ellas los viajeros que han
visitado Irlanda y su capital (Dubln)
pero no todo cuanto sera necesario para
tejer las justas alabanzas.
As, ambos jvenes llevan sus
respectivos retratos en el corazn, y sus
pensamientos se encuentran superando
cualquier distancia. (Encuadres
iniciales).
Pero es bastante improbable que
puedan encontrarse alguna vez en
persona, puesto que antiguos rencores
se-paran inexorablemente a Cornualles
de Irlanda, y con suerte alterna ambos
pases se han combatido speramente
durante mucho tiempo. La sangre corri
a torrentes y el odio fue grande; tal vez
mayor por parte irlandesa, porque una
ley exiga que cada hombre de
Cornualles, si era sorprendido aunque
slo fuera preguntndole la hora a un
muchacho irlands, fuera muerto
inmediatamente Y colgado cabeza abajo
de un poste de la luz.
En el castillo del rey, en Tintal de
Cornualles, encontramos una extraa
situacin: el rey Marcos, muerta su
mujer Gerunda, famosa por la longitud y
rectitud de su nariz, ha designado como
heredero del trono a su sobrino (de l),
a quien el monarca ama
entraablemente, y por dicho motivo no
quiere casarse de nuevo. Por l, en
efecto, cuentan en voz baja los
habituales de lugares de mala nota, hizo
destripar a la reina, que en cierto modo
obstaculizaba aquel afecto. En la corte,
sin embargo, entre los grandes del reino,
muchos barones envidian a Tristn,
conspiran contra l y apremian al rey
Marcos para que nombre otro heredero
menos escandaloso.
Tristn, desprovisto de cualquier
egosmo, es incondicionalmente fiel a
Marcos; hasta tal punto consigue con-
fundir esta fidelidad con su inters por
el famoso Isoldo, que se propone
conquistar al joven para ofrecerlo como
heredero a su seor. El proyecto no est
desprovisto de consecuencias polticas:
aparte de las ventajas de tener un
mdico en la familia, el gesto de Tristn
servir para pacificar a los dos pases,
profundamente golpeados por el odio
recproco y excesivamente daados por
la prolongada guerra.
El proyecto es osado, pero, cuando
Tristn se lo insina al rey para pedirle
consejo, ste lo considera irrealizable.
Al final, sin embargo, Marcos se rinde a
la idea, para poner trmino a las
impertinencias de los barones. Se
convence de querer nicamente a Isoldo;
pero si Tristn fracasa en su intento de
secuestrar al irlands, el rey renunciar
a la adopcin y Tristn seguir siendo
heredero del trono.
Los barones procuran cargar sobre
Tristn todo el peligro de la empresa e
intentan convencer al rey de que lo enve
solo a Irlanda (con la secreta esperanza
de que no regrese, colgado patas arriba
por la dura ley de Dubln). El rey opone
un airado rechazo y pretende incluso que
sean los barones quienes vayan para que
Tristn se quede con l. Tristn, entre
otras razones porque le parece
improbable que aquellos antihiginicos
barones consigan seducir al estudiante,
exige para s el honor de la empresa;
acepta que los barones le acompaen,
pero no todos, y con prohibicin
absoluta de tocar a la presa. Estos,
preocupados, acceden de mala gana.
Parten. Cerca de las costas
irlandesas el prncipe se viste unas
mseras y harapientas ropas, los blue-
jeans ms viejos que ha encontrado, y
desciende a una barca con su arpa y un
gran conejo de regalo. Ordena a los
dems que vuelvan a la patria y le
cuenten al rey que traer a Isoldo
preparado para la adopcin, o, en caso
contrario, no regresar jams. Despus
se deja arrastrar por las olas hacia la
playa. La barca a la deriva es avistada
por una lancha patrullera en las
proximidades de Dubln y del puerto
sale una barca en su auxilio.
A los odos de los marineros que se
aproximan llega un canto, acompaado
del sonido del arpa, tan dulce y
encantador, que todos se ponen a bailar
sobre la barca, descuidando remos y
timn. Abordan finalmente la barquilla a
la deriva y encuentran en ella a Tristn,
que les cuenta una historia lacrimosa:
yendo de viaje hacia Bretaa con un rico
compaero y una preciosa carga, fueron
sorprendidos por los piratas, los cuales
mataron a su compaero junto con toda
la tripulacin de la nave, a excepcin
del conejo. A l, sin embargo, le
perdonaron la vida, despus de haber
sido violentado por todos, junto con el
conejo, gracias a su belleza viril y a sus
canciones; los apiadados piratas le
abandonaron en medio del mar con esta
barca y una modesta provisin de
comida. Pide por caridad a sus
socorredores un puado de hierba para
el conejo, que no ha comido nada desde
el da del estupro.
Los irlandeses llevan a los dos a
tierra; mientras desembarcan, pasa cerca
de ellos Isoldo, en compaa de
Branganio y de sus pajes, de regreso al
castillo despus del bao (encuadres de
playa con muchachos y jvenes
irlandeses en traje de bao, esqu
acutico, desnudos a contraluz,
etctera). Acude mucha ms gente, y
alguien comunica la noticia al
principito, que quiere que le traigan
inmediatamente a Tristn (el cual
manifiesta llamarse Tantris) y le ordena
que cante y recite. El ingls lo hace, y su
voz, sus modales y su conejo suscitan
una gran impresin. Isoldo ordena
finalmente que lleven a los dos
nufragos al castillo y que los alojen en
una habitacin aseada, a fin de que
puedan reponer fuerzas y sacarse los
piojos de mar.
De este modo llega Tristn, bajo
fingida cobertura, a la corte y no tarda
en conquistar, con sus msculos y su
talento, el favor de todos; porque a
todos supera en ingenio, cultura musical
y sentido innato de la publicidad. Junto a
Isoldo, se dedica a la msica y a las
letras, a la cra de conejos, al juego del
ajedrez; le da tambin lecciones de
moralidad, de judo, de espaol; en
suma, se enamoran uno del otro.
Pero frente a la responsabilidad de
su misin y a su deber respecto al rey
Marcos, Tristn hace pasar a segundo
trmino sus sentimientos, por otra parte
ms que naturales entre dos jvenes
bellos, ricos y amantes del deporte;
cuando descubre el amor de Isoldo, se
alegra, porque piensa que ahora el
prncipe le seguir con mayor agrado a
Cornualles.
Isoldo, por su parte, vive con el
escozor de que su inclinacin no llegue
a nada concreto; desde el momento en
que sabe que el pobre y desconocido
pero fascinante juglar-mercader duerme
con su conejo, teme no ser plenamente
correspondido.
Finalmente Tristn le revela su
propia identidad. Es una escena
abundante en los ms contrastados
sentimientos. Isoldo se entera de ese
modo de que el jovencito amado por l
es Tristn, aquel que era para l tanto un
nombre como un sueo, y que ahora
llegaba hasta l astutamente, para
conquistarlo; pero no para s mismo,
sino para el rey Marcos. Debera
seguido, pero slo para acabar entre los
brazos del to?
Tristn intenta convencerle, con el
mpetu de su experta lengua, en nombre
de Marcos y de sus proyectos polticos;
finalmente obtiene el consentimiento del
muchacho, vencido ahora por el
espejismo de un mnage a trois a nivel
real. Todo, o casi todo, es revelado a los
venerables progenitores: sigue de ah la
sorpresa, la clera, la reflexin, la
alegra, y despus la conformidad.
Tristn recoge el conejo y conduce a
Isoldo a Cornualles.
Durante el viaje se acaba creando en
la nave una situacin extraa. Isoldo, a
quien hasta ahora no se le ha resistido un
solo hombre, sigue celoso del conejo y
vacila entre el amor y el odio; Tristn
titubea en cambio entre la voz del
instinto y la de la razn de Estado. Pero
una noche, en que se han quedado solos
porque todos los dems han descendido
a tierra, los dos jvenes beben un litro
de cerveza irlandesa por cabeza, y el
deseo de Isoldo estalla libremente sin
freno. El conejo es abandonado en la
estiba de la nave y los dos prncipes se
alojan juntos durante el resto del viaje,
temiendo ambos su indeseable final.
El Rey Marcos les acoge con gran
pompa y nombra heredero a Isoldo.
Aquella misma noche, cuando se
dispone a llevar a trmino la adopcin,
el complaciente Branganio se deja
convencer por los otros dos: sustituye a
Isoldo en el lecho familiar, y Marcos
pasa con l el resto de la noche.
El engao prosigue sin que Marcos
lo descubra, porque Tristn tiene libre
acceso a las habitaciones de Isoldo, y
ambos consiguen evitar la menor
sospecha. Pero su felicidad, nacida bajo
el signo de la fatalidad, es descubierta
por Marioldo, el senescal del rey, el
cual tambin desea entraablemente a
Isoldo.
Marioldo lleva aos durmiendo en
la misma tienda que el conejo y Tristn;
as que no tarda en descubrir que ste, a
determinada hora de la noche, se dirige
furtivamente a las habitaciones del
prncipe heredero. Marioldo sigue sus
huellas sobre la nieve y descubre a
Tristn e Isoldo que juegan al ajedrez
sobre la alfombra, aunque el fiel
Branganio intente cubrir con el tablero
la luz de la lmpara.
Dolor y rabia! Marioldo, sin
embargo, no revela al rey que ha
descubierto a los dos en plena apertura
india, pero le informa de ciertos
rumores, que le inquietan, y sigue
estando en guardia.
Terribles dudas atormentan a
Marcos, puesto que se trata nada menos
que de su hijo, puro como un ngel, y de
su ms querido amigo y sobrino, no tan
puro pero en cualquier caso de la
familia.
El rey y Marioldo, rodos por las
sospechas, contratan como espa al
enano Melot. Como espa ste es un
fracaso y al primer espionaje hace venir
a Marcos, pero los otros se dan cuenta a
tiempo y fingen que estn jugando al
ajedrez en un rbol. Marcos, furioso,
arroja al enano al arroyo. Vuelve a la
corte y ordena que los dos jvenes sean
expulsados: que vayan a jugar al ajedrez
a Francia.
Los dos prncipes se refugian en la
selva y viven en una gruta, antiguo
refugio de los gigantes (encuadres de la
vida serena y buclica en plena Edad
Media entre las fieras del bosque). Sin
embargo, el rey les ha seguido y les
descubre en la gruta, dedicados a jugar
un final de partida especialmente difcil,
torre contra torre, sobre el montn de
paja del conejo. Los dos protestan que
en la Irlanda medieval todo el mundo
juega al ajedrez.
Pero el rey no atiende a razones:
desenvaina la larga espada y se abalanza
contra Tristn. En un desesperado
intento por salvar al amigo, que en lugar
de escapar ha ofrecido el pecho al
sable, Isoldo se adelanta, con el
resultado de que ambos jvenes son
ensartados por la misma hoja, y sta se
clava en la roca. Unidos como dos
tordos en el sangriento espetn de la
muerte, Tristn e Isoldo consiguen
soltarse de la roca, adelantar unos pasos
juntos y caer finalmente, exnimes,
sobre el tablero de ajedrez. A lo que el
conejo, enfurecido, se lanza contra el
rey y lo devora. (Por gentileza de
Charles Guy Fulke Greville, conde de
Warwick).
ALFRED WILLIAM
LAWSON
Hace slo veinte aos exista en el
estado de Iowa, cerca de la ciudad de
Les Moines, una universidad en la que
se impartan exclusivamente las
enseanzas de una nica persona: la
persona de su propietario, Alfred
William Lawson.
Rector Magnfico y Primer Sabio de
la Universidad de Lawsonoma, Lawson
se describe a s mismo en su libro
Manlife (Vida de hombre), firmado con
el pseudnimo Cy Q. Faunce y dedicado
enteramente a la documentacin de las
propias gestas intelectuales, en los
siguientes trminos: No hay lmites
para sus increbles actividades
mentales; infinitas inteligencias humanas
se fortificarn y ocuparn durante miles
de aos en el estudio de las ramas
interminables que brotan del tronco y de
las races del ms grande rbol del
saber que haya producido hasta ahora la
raza humana.
En la contraportada del mismo libro,
el editor (siempre el mismo Lawson)
tributa respetuoso homenaje al autor:
Comparada con la Ley de la
Penetrabilidad y del Movimiento en
Zigzag y Remolino de Lawson, la ley de
la gravitacin de Newton se convierte
en un ejercicio de escuela primaria, y
los descubrimientos de Coprnico y de
Galileo no son ms que semillas
infinitesimales del saber.
El nacimiento de Lawson fue el
acontecimiento ms importante de toda
la historia de la humanidad, comenta
inmodestamente Lawson. Este
acontecimiento se produce en Londres
en 1869. Trasladado junto con los
padres a Detroit, a la edad de cuatro
aos el estudioso se enfrenta a su primer
y fundamental descubrimiento cientfico:
es decir, descubre que siempre es
posible hacer salir por la ventana el
polvo de la habitacin, sirvindose
nicamente del aire de los pulmones;
cuando, en cambio, se utiliza la
reabsorcin, el polvo vuelve a la
habitacin. Deduce as del fenmeno una
primera intuicin de los dos principios
elementales que regulan el movimiento
del universo: Reabsorcin y Presin.
Escapado de casa, practica muchos
oficios y a los diecinueve aos se
convierte en jugador profesional de
bisbol. En 1904 publica una novela,
sealada por un crtico con el ttulo de
la Peor Novela del Mundo. En su
autobiografa, Lawson revela, en
cambio, que su primera produccin es la
mejor novela jams concebida por una
mente humana. La novela narra, sin
eludir repeticiones ni confusin, cmo
consigui el autor sacarse de encima el
vicio de fumar; ha sido traducida al
alemn, al francs y al japons.
Acabada la novela, Lawson se
dedica a la aviacin y funda la Lawson
Aircraft Corporation (fue l, en efecto,
quien acu el vocablo aircraft,
literalmente nave area, que hoy es
sinnimo de avin en ingls). En 1919
inventa, proyecta y construye el primer
avin para pasajeros. En 1921, uno de
sus aparatos se desploma; Lawson se
retira de la industria area para
dedicarse a la sociologa, creando la
Fundacin Bienhechora de la
Humanidad, con sede en Detroit.
De repente se hace rico y famoso,
gracias a un nuevo culto econmico que
ha inventado: la Sociedad del Crdito
Directo. Como ilustracin de este
sistema de crdito directo, Lawson hace
imprimir dos volmenes, el primero en
1931, el segundo en 1937. El autor
propugna la abolicin del capital y la
supresin del inters: estas dos nicas
medidas bastarn para liberar el mundo
de la tirana del dinero y de los
especuladores. La revista del
movimiento, titulada El bienhechor,
no tard en alcanzar una tirada oficiosa
de siete millones de ejemplares; por su
parte, la Sociedad del Crdito Directo
atrae decenas de miles de afiliados; en
sus reuniones visten uniformes y boinas
blancas y un fajn rojo en bandolera.
El 1 de octubre de 1933 Lawson
habla durante dos horas seguidas delante
de 16.000 personas en el Estadio
Olimpia de Detroit. Al cierre de la
manifestacin, todos los reunidos cantan
a coro un himno compuesto para la
ocasin en el que cada una de las
estrofas termina con el estribillo:
Alfred William Lawson
es el mximo don
que Dios ha dado al hombre.

En 1942, ya riqusimo, con setenta y


tres aos, Lawson compra la
Universidad de Les Moines, enorme
complejo escolar clausurado desde
1929, para instalar en l la Universidad
de Lawsonoma. Los nicos textos de
estudio admitidos en la nueva
universidad son los escritos por el
rector magnfico. Los profesores de
Lawsonoma se titulan Sabios, y los
Sabios mximos, Generales. Los cursos
son gratuitos; la universidad saca gran
parte de sus fondos de la venta de
material de desechos de guerra. Dado
que el rector siente un odio especial
hacia los cigarrillos y el humo en
general, hace derribar la chimenea de la
instalacin de calefaccin: el humo ser
despus trasladado a distancia y hecho
desaparecer mediante conducciones y
galeras subterrneas.
A los estudiantes no se les permite
comer carne; estn obligados adems a
ingerir, junto con la ensalada cotidiana,
una cierta cantidad de hierba del prado.
Deben dormir desnudos y al despertarse
estn obligados a sumergir la cabeza en
el agua fra. Dentro del recinto de la
universidad estn prohibidos los besos,
por temor a los microbios. Este
ascetismo monstico aparece
compensado parcialmente por la
iconoclastia de los estudios.
Por definicin del propio Lawson,
se denomina Lawsonoma El estudio de
la Vida y de todo lo que se refiere a la
Vida. El estudiante de Lawsonoma
debe renunciar a todas las ciencias
oficialmente reconocidas, consideradas
frvolas y falsas. Los principios
fundamentales de la fsica
permanecieron ignorados hasta que no
fueron descubiertos por Lawson,
explica Lawson.
Para comenzar, la energa no existe.
El universo est formado de sustancias
de mayor o menor densidad, las cuales
se mueven segn los dos principios
lawsonianos ya mencionados:
Reabsorcin y Presin. Sobre estos
principios se basa la Ley de la
Penetrabilidad, eficazmente
complementada por el importante tercer
principio del Movimiento en Zigzag y
Remolino, que determina el movimiento
de cada molcula. Para estudiar estos
movimientos inmensamente
complicados, Lawson propone la
creacin ab initio de una Matemtica
suprema, totalmente nueva.
La totalidad del mundo est regulada
por la Reabsorcin y la Presin. La luz
penetra en el ojo por reabsorcin, al
igual que el sonido en la oreja. La fuerza
de gravedad no es ms que la
reabsorcin de la Tierra. A la luz de las
leyes lawsonianas todos los problemas
de la fsica se resuelven por s solos.
Tambin en el campo de la fisiologa: el
aire penetra por reabsorcin en los
pulmones, la comida en el estmago, y
por reabsorcin la sangre corre por los
miembros. Nuestras excreciones, en
cambio, se deben a la presin. El
torbellino vital subsiste en tanto que la
reabsorcin y la presin interior se
equilibran; apenas se rompe ese
equilibrio, el torbellino desaparece y
sobreviene la muerte.
Tambin la Tierra obedece a los dos
principios. A travs del ter circula otro
elemento an ms sutil, el Lseter, o sea
el ter de Lawson. La diferencia de
presin entre el ter y el lseter provoca
una gran reabsorcin, que va a dar a un
agujero en los alrededores del Polo
Norte; un largo conducto atraviesa la
Tierra, de uno a otro Polo, y de este tubo
surgen las arterias que dan vida a todas
las partes del planeta, junto con las
venas que expulsan los materiales de
desecho del organismo Tierra. El Polo
Sur es el ano del globo, por donde son
eliminados los gases de salida, por
simple presin.
Tambin, el sexo, tanto en los
hombres como en las bestias, est
regulado por la reabsorcin y la presin;
la reabsorcin es la hembra, la presin
la hace el macho. La fuerza magntica no
es ms que una forma degradada de
atraccin sexual. En el cerebro hay unas
criaturas pequesimas llamadas
Menorg (de mente-organizadora), a
las que corresponde la tarea de dirigir
las operaciones mentales. Slo para
mover un brazo, se deben poner en
accin millones de Menorg, dirigidos
todos ellos por un pequeo Jefe Menorg.
En el cerebro tambin existen los
Desorg, o sea los desorganizadores, que
infectan las clulas y se encargan de
destruir todo aquello que los Menorg
construyen.
Como el rector Lawson se negaba a
pagar los impuestos, Hacienda le oblig
en 1954 a subastar su universidad, la
cual fue comprada por 250.000 dlares
y dedicada despus a supermercado.
JESS PICA PLANAS
El inventor, en el sentido moderno
del vocablo, es una invencin del siglo
XIX; como casi todas las cosas del siglo
XIX, alcanz su perfeccin en el XX. El
inventor de profesin es un hombre
muy rara vez mujer entregado a la
ideacin y realizacin de aparatos que
sorprenden por su inutilidad; las
Oficinas de Patentes ofrecen ejemplos
memorables de ello, entre los cuales un
dispositivo para sacarse
automticamente el sombrero, sin mover
la mano, cuando pasa una seora. De
todos estos fantasiosos, tal vez el ms
fecundo y el ms inservible, fue Jess
Pica Planas, natural de Las Palmas de
Gran Canaria.
Frente a un mar siempre benvolo,
bajo un cielo preocupantemente idntico
a s mismo de enero a diciembre, de
espaldas al aburrimiento de una ciudad
que ve pasar el mundo, sin poderlo
tocar, Pica Planas diseaba; pocas
veces, en efecto, sus artefactos
alcanzaron el estadio material. Entre
1922 y 1954 (ao de su muerte),
bastante cerca de la impresentable
iglesita en la que or Coln antes de
partir hacia Amrica, en su patio con
claveles y azulejos, entre grandes gatos
y cochinillas, el inventor invent:
Un sistema completo de pantgrafos
prensiles, semovientes, para ayudar al
sacerdote a celebrar la misa l solo.
Una trampa para ratones con clula
fotoelctrica y guillotina, a colocar
delante del agujero.
Un piano de vapor, semejante en
todo a una pianola, accionado por un
pequeo compresor de petrleo
instalado en el lugar de los pedales.
Un reloj de viento, tipo molino, apto
para faros, alta montaa y otros lugares
inhspitos.
Una estufa que funciona a base de
basuras, desechos, papel viejo y restos
de comida.
Una bicicleta con las ruedas
ligeramente elpticas para imitar
agradablemente el paso del caballo.
Una especie de embudo articulado
para plantar rbanos con notable ahorro
de tiempo.
Una campana de tela encerada,
plegable, con un agujero en la cabeza,
para desnudarse en la playa sin ser
visto.
Un dispositivo elctrico con timbre
para avisar cuando el grifo est mal
cerrado.
Una lavadora de pedales, superada a
continuacin por la lavadora de madera.
Un plato especial con hendiduras
para comer esprragos.
Una cartera con cadena y candado,
antihurto.
Un tubo-regadera con chorro de agua
continuo para mojar persianas y celosas
a fines de refrigeracin.
Un calzoncillo elstico hermtico
para perras en celo. Un nuevo tipo de
pinzas de madera, para recoger los
cables de alta tensin cados o en
peligro de caer.
Una toalla de playa con calefaccin
a manivela, provista de un molinillo de
arena de alta friccin producida
manualmente; el calor es transportado
del molinillo a la toalla mediante una
red de tubos de goma.
Una vela en forma de espiral, para
honrar las imgenes sagradas, con eje
horizontal movido por un mecanismo de
relojera, duracin asegurada 42 horas.
Un arma qumica secreta, consistente
en una potente cerbatana con finas
flechas provistas de ampollitas de cido
cianhdrico.
Una caja de cigarrillos con un botn,
que hace salir uno cada vez, encendido.
Un silenciador total para aviones,
basado en el principio de la manta
acolchada.
Una pistola que dispara flores
artificiales de tela o de papel, para
Carnaval.
Un telfono mltiple, para
conversaciones amistosas o chistosas
entre hasta cinco personas.
Un reloj elctrico conectado a un
aparato que cada cuarto de hora
desprende una chispa a fin de prevenir
explosiones ruinosas en caso de fuga de
gas (el estallido integral es sustituido de
ese modo por treinta o cuarenta
pequeos estallidos sin consecuencias).
Un sistema de timbres de entrada
selectiva, para distinguir si la persona
que llama es un visitante importante, una
persona sin importancia, un inoportuno o
el cartero.
Un bastn de paseo con cuentapasos:
cada vez que se apoya el bastn en el
suelo salta el contador inserto en el
puo ornamental.
Un par de zapatos cuentapasos,
dem.
Un desplumador automtico de
gallinas a vapor, regulable tambin para
pavos.
Un calendario perpetuo, esfrico,
rotatorio, de un metro y medio de
dimetro.
Una mesa de escritorio de doce
rellanos dispuestos en forma de
anfiteatro.
Un asador de petrleo, madera y
serrn, superado a continuacin por el
asador tipo noria movido por cuatro
tortugas.
Un aparato para rizarse el pelo con
la plancha.
Un par de gafas con espejuelos
laterales retrovisores para descubrir si
alguien nos sigue, sin volver la cabeza.
Un barajador automtico de naipes.
Una pequea rotativa tipogrfica
movida por uno o ms columpios
coaxiales ocupados por nios.
Una piscina en forma de anilla, con
desniveles y esclusas regulables, para la
cra de salmones en casa.
Una bomba de agua fretica para
hotel conectada a la puerta giratoria de
entrada, movida por los huspedes sin
ningn gasto.
Un coche-automvil tipo pompas
fnebres con toldos y adornas blancos o
azul celeste para llevar de paseo bajo el
cristal a los enfermos del hospital o bien
a los locos del manicomio local por la
calle principal de Las Palmas y lugares
panormicos semejantes.
Un binculo polarizado para
eclipses de sol.
Un servicio de correo neumtico
submarino entre Las Palmas y Santa
Cruz de Tenerife.
Un mecanismo antihurto que suelta
sobre el ladrn un violento chorro de
pintura verde indeleble extremadamente
maloliente.
Una mesa de comedor con aletas o
salientes para apoyar los codos.
Un pequeo pararrayos individual
para cabezas de ganado que pastan.
Una red de boyas de profundidad
con alarmas automticas para anunciar
el paso de bancos de sardinas.
Un fuelle de forja para situar en la
orilla del mar sobre pilastras, accionado
por las olas por medio de un flotador de
cobre forjado (alrededor de un metro de
dimetro) o bien de goma.
Un tintero compuesto de tintas de
cinco colores: rojo, verde, amarillo,
azul, violeta, para llenar pergaminos
artsticos o cartas escritas en todos los
colores.
Una sierra sin fin recproca de fro
regulada por rueda de viento Halladay.
Una muela con disco de
carborundum de alta velocidad, a
colocar en el interior de las cajas de
caudales para cortar las manos a los
ladrones.
Una argamasa econmica o malta de
huesos de carnero, caballo, cordero,
gallina o pescado de desecho para el
pavimentado de las calles.
Un nuevo tipo de botella con dos
tapones, uno arriba y otro abajo, para
facilitar el secado.
Un tranva accionado par turbina de
vapor.
Un cdigo cifrado militar acoplado
al sorteo semanal de la Lotera.
Un nuevo tipo de peluca de paseo,
que en lugar de pegarse a la cabeza se
pega al borde del sombrero, con fines
ornamentales o galantes.
Un ascensor de seguridad con
puertas a los cuatro lados, regulador
manual de posicin y conduccin por
cremallera, bloqueable mediante cuas
o barras oportunas desde el interior, en
caso de ruptura de la soga.
Un dentfrico de ruda contra el vicio
de fumar.
Un aparato cose-botones de
emergencia, a base de pequeas grapas
de metal inoxidable.
Una taza de retrete para todas las
edades, con prensa hidrulica y palanca
manual para bajar y subir el asiento a la
altura adecuada.
Un sistema de globo de pesca en
superficie con red de arrastre.
Una trampa antirruidos para gatos
enamorados, forrada internamente de
amianto y corcho.
Un puente de bolsillo de aluminio
perforado, ligersimo, montable
automticamente, por una sola persona,
a llevar plegada en la mochila.
Un autobs de hlice.
Una bicicleta en tndem para cinco
personas, articulable, adecuada para
recorridos con curvas apretadas.
Un pequeo condensador centrfugo
de mesa, para repartir la mezcla de
aceite y vinagre sobre la ensalada.
Un ventilador de chorro monofocal
para hacer ondear la bandera nacional
cuando no hace viento.
Una mquina de coser movida por
una rueda hidrulica de baja cada.
Un acumulador de calor, consistente
en un nico cubo de material refractario,
de un metro de arista, puesto en el centro
de la habitacin, calentado durante el
da mediante un hornillo inferior de
carbn.
Un contador de agua musical para
corrientes parsitas. Una maquinilla
para reparar las puntas de los
mondadientes usados.
Un pie de rey para comprobar
peridicamente el dimetro y la
circunferencia de las pantallas de
lmparas.
Una mquina de cortar de perfil
adaptable, tipo cada libre gravitacional,
para usos quirrgicos (amputaciones,
etctera).
Un nuevo tipo de instalacin anti-
rayos, formada por dos lminas de
compensado forradas de virutas de
acero paramagntico.
Un taladro de punta blanda para
dentistas.
Una ensambladora-mortajadora
horizontal con zapata dirigida por
cremallera o bien mediante tornillos y
tuercas para el acabado de las tallarinas
y otras variedades de pasta al gusto
italiano.
Una mosquitera metlica ventilada
internamente, con suspensin por poleas
de brazo extensible girable conectado a
despertador o carilln.
Una gra fnebre de vapor,
camuflada de ngel, arcngel, o San
Cristbal, para enterrar o desenterrar
atades, en fosas o nichos.
Una hlice de barco de una sola pala
(para disminuir el roce).
Un automvil casi totalmente de
goma, contra accidentes.
Un alto horno de jardn, para
deshacerse con provecho de latas, latitas
y hierros viejos.
Un interruptor conectado al pie, para
no dormirse con la luz abierta.
Un dispositivo de movimiento
perpetuo, realizado por un conjunto de
balas de can que hacen girar
ingeniosa mente por gravitacin una
noria de palas de hierro, todo ello
inmerso en aceite de oliva virgen.
FLICIEN RAEGGE
Yendo por las calles desiertas de
Ginebra, Flicien Raegge tuvo la
intuicin de la naturaleza invertible del
tiempo; le proporcion la clave una
frase de Helvetius, que no tena nada de
original: Los antiguos somos
nosotros. Que por tcita convencin
casi todos los pensadores y estudiosos
estuvieran de acuerdo en llamar antiguos
a los primeros hombres palentropos
a los primersimos y nuevos a los
polvorientos y decrpitos
contemporneos, quera decir
obviamente una cosa: que el tiempo de
la tierra, o sea el tiempo de la raza
humana, corre al revs de cmo
pretende hacer creer la lengua popular.
O sea, del presente al pasado, del futuro
al presente.
El ingls Dunn, el espaol Unamuno,
el bohemio Kerga, ya haban insinuado
dicha inversin: Unamuno, para
limitarse a sacar de ella una buena
metfora en un soneto; Kerga, una
comedia que comienza por el final y
acaba con el comienzo; Dunn, la idea
por otra parte implcita en la
oniromancia de que los sueos son en
realidad recuerdos de un futuro ya
sucedido. Sobre dicho tema el pensador
ingls haba escrito tambin un tratado,
que recogi amplio consenso pero nunca
acab de convencer plenamente a nadie
de que el autntico destino de cada
hombre es el de llegar a nio, que los
das del sabio corren hacia la ignorancia
y que siendo los llamados recuerdos del
pasadosolamente un sueo, el nico y
autntico sueo, no podemos en absoluto
saber quines somos, ni cundo hemos
nacido porque an no hemos nacido.
Estos y otros especuladores que se
han aproximado al tema, slo lo han
rozado, podramos decir, para alejarse
inmediatamente despus, preocupados
por la escasa transitabilidad de sus
consecuencias; o bien se han adentrado
dentro de l como alguien que se
aventura por un pantano, completamente
unido por cuerdas y cabrestantes a la
tierra firme, de modo que se pueda
retirar en el momento oportuno. Nadie
que haya escrito un ensayo o un libro de
ese tipo lo ha escrito con la sincera
conviccin de estar borrando un texto
que lleva siglos de vida, con el nico
objetivo de hacerla desaparecer
finalmente del todo de la circulacin y
encontrarse a s mismo unos meses ms
joven y con un poco menos de
experiencia que antes. Como sucedera
si el tiempo corriera al revs. Este fue,
en cambio, el mrito de Raegge: el de
aceptar hasta el fondo las consecuencias
de la propia teora, y vivir de acuerdo
con sus implicaciones.
No se hace teora sin voluntad de
comunicarla. Humano, simplemente
humano, tambin Flicien Raegge
compuso su libro, previsiblemente
titulado La leche du temps, menos
previsiblemente impreso en Grenoble en
1934. Consciente, sin embargo,
conviene insistir, de estar derrocando de
manera irrevocable la mejor explicacin
existente hasta aquel da del carcter
retrgrado del tiempo. Le reconfortaba,
insina, la idea de que todas las ideas
estn destinadas a desaparecer: basta
esperar el momento de su aparicin; un
instante despus, en el flujo
retrocediente de los siglos, la idea se
esfuma. El hombre se convierte
realmente en antiguo, alcanza estadios
de magia banal, y finalmente un da se
descubre mudo, tal vez balbuceante.
La inversin del tiempo lleva casi
fatalmente a una especie de
determinismo: si el sueo de lo que
llamamos pasado es un sueo autntico,
mucho de lo que suceder ya es sabido:
saldrn de las veintitrs heridas de un
cadver en el foro de Pompeyo las
espadas de unos famosos conjurados, y
hablando latn al revs conversarn el
muerto y Cicern. Sucedern otros
hechos todava ms determinados:
puesto que ahora existen las tragedias de
Shakespeare, un da en Londres un
hombre cada vez ms desconocido
deber abolirlas, una a una, del final al
comienzo, con la pluma; despus de lo
cual el teatro ser un arte diferente,
mucho ms pobre. Y otro da, todava
lejano, alguien se alzar de la tumba de
Teodorico, y vivir un tiempo como rey
de Italia, hasta que no la habr
conquistado (perdido).
De estos ejemplos y muchos otros
semejantes est hecho el libro de
Raegge. Un libro coherente, un libro
honesto: sobre el futuro no tiene mucho
que decir, siendo el futuro la inmensa
masa ignota de lo que ya ha sucedido,
que el presente borra como una esponja.
Cuando la esponja llegue al pasado,
tambin ste ser borrado. El destino
ltimo del hombre es la perfeccin
primigenia, al balbuceo estpido y
auroral de la creacin. Hacia el final de
su libro, el autor no deja de advertir que
el hecho de invertir la flecha del tiempo
no aade ni quita nada al universo
temporal, tal como lo conocemos y
percibimos. Como despus escribi
(como ya haba escrito) Wittgenstein:
Llamadlo un sueo, no cambia nada.
NOTA: Casi todos los detalles aqu
mencionados relativos a Babson,
Lawson y Horbiger estn sacados de la
coleccin de Martin Gardner In the
Name o Science (Dover); de la misma
fuente proceden Littlefield, Carroll,
Kinnaman, Piazzi-Smyth, Lust y los
defensores de la tierra vaca. Carlo
Olgiati es el bisabuelo del autor.
Armando Aprile se llama en realidad
como un conocido editor de libros de
pedagoga. El director Ll. Riber no debe
ser confundido con el homnimo poeta
de Mallorca.
JUAN RODOLFO WILCOCK, poeta
argentino, nacido en la ciudad de
Buenos Aires.
Fue uno de los ms destacados
escritores de la llamada generacin del
40, que reuni a un grupo de autores
notables que comenzaron a producir por
esos aos sobre una lnea
neorromntica, que ms tarde
incorporara elementos de la literatura
surrealista. El grupo, adems, difunda
su obra a travs de revistas literarias.
Entre ellas, Wilcock fue colaborador de
Sur y director de Verde Memoria, en las
que publicaba poemas inconformistas e
innovadores que oscilan entre la
melancola y el sarcasmo. Entre 1949 y
1953 edit los libros Poemas y
canciones, Ensayos de poesa lrica,
Persecucin de las musas menores,
Paseo sentimental, Los hermosos das y
Sexto. Apenas pasados los 30 aos de
edad, recibi el Premio de Poesa de la
Sociedad Argentina de Escritores.
Lingista y fillogo, dominaba
varios idiomas. Esto le vali en 1953 un
contrato en Roma para traducir la
versin en castellano de L'Osservatore
Romano y su instalacin definitiva en
Italia, desde donde dio a conocer gran
parte de su obra, como los relatos de
crueldad y humor infrecuentes
reunidos en Il caos (1961), La sinagoga
de los iconoclastas (1972), El templo
etrusco (1973) y Libro de los
monstruos (1978), adems de los libros
de poesa Luoghi comuni (1961),
Poesas espaolas (1963) y Cancionero
Italiano: 34 poesas de amor (1974).
Ubicado en la primera lnea de los
intelectuales italianos, cultiv la amistad
de figuras tales como Alberto Moravia y
Pier Paolo Pasolini y hasta lleg a
actuar en la pelcula de este ltimo, El
Evangelio segn San Mateo, en el papel
de Caifs.
Durante un breve regreso a la
Argentina, compuso con Silvina Ocampo
la pieza de teatro Los traidores (1956).
Su profesin de ingeniero civil, que
haba ejercido en la provincia argentina
de Mendoza y que abandon muy pronto,
inspir su novela L'ingegnere, escrita
originalmente en italiano y publicada en
1975.
En los ltimos aos de vida, se
traslad a una casa humilde y aislada en
la localidad de Lubiano di Bagno Regio,
provincia de Viterbo, a unos 65 km al
noroeste de Roma, donde permaneci
solitario hasta su muerte en 1978. En
1980 se hizo una edicin pstuma de sus
Poesas.
Notas
[1]Fragmento de un artculo de Ruggero
Guarini, autor de la novela, Parodia,
publicada en esta coleccin. (N. del E.)
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