La Magia-Hindu PDF
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RESUMEN
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M- TERESA ROMN LPEZ
SUMMARY
/. EL MARCO HISTRICO
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La magia hind y su proyeccin hacia occidente en el mundo antiguo
' Ver E.O. JAMES (dir,), Historia de las religiones, Vergara, Barcelona, 1963, Vol. I, p. 232.
AA.VV., La India Antigua y su civilizacin, Uteha, Mxico, 1957, pp. 15-18,
^ T. LING, Las grandes religiones de Oriente y Occidente, Itsmo, Madrid, 1972. p. 64.
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^ La fecha de Mohenjo-Daro viene sugerida por un sello procedente del valle del Indo apare-
cido en Tell-Asmar, en Mesopotamia, en un estrato fechado hacia el 2500 a. de C, aunque los co-
mienzos de esta civilizacin probablemente son mucho ms antiguos.
" Ver E.O. JAMES (dir) ob. cit., p. 336.
* Ibd., ibd.
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La magia hind y su proyeccin hacia occidente en el mundo antiguo
ridad como un santuario o templo. Adems de los baos utilizados para las
purificaciones rituales, innumerables estatuillas de cermica parecen tener
un significado mgico-religioso y quiz aportan el testimonio de un culto de
la fecundidad (Figura 1) paralelo al relacionado con la Diosa-Madre en
otras religiones del antiguo Oriente.
Una figura con cabeza y busto, ejecutada en esteatita, con barba y ves-
tida con tnica que la cie sobre el hombro izquierdo y bajo el derecfio, or-
nada con una cenefa de trboles que aparecen con frecuencia con valor de
smbolos sagrados, guarda cierto parecido con imgenes divinas sumerias ^.
sta representa posiblemente una deidad masculina, y se ha dicho que los
ojos entornados y dirigiendo la mirada hacia la punta de la nariz, podran
indicar un estado de meditacin o de contemplacin, tan comn en las es-
tatuas hindes (Figura 2).
Muchas tablillas de barro muestran probablemente deidades masculi-
nas con cuernos, en tanto que en un sello aparece una figura femenina
con cuernos, de pie, con un recargado peinado, casi desnuda, si excep-
tuamos un cinto y un collar, es quiz una diosa y podra ser identificada
como la Diosa-Madre o la Diosa-Tierra ^; aparece entre dos ramas de
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pipal, la higuera sagrada de la India. Ante ella, otra posible divinidad con
cuernos, arrodillada,seguida por un bfalo, hace un gesto de splica y siete
jvenes con diademas y largas cabelleras. La asociacin mujer-pipal es
muy frecuente en los sellos prevdicos. Hay que sumar a sta la frecuencia
de estatuillas femeninas. Nos encontramos con un culto a la fertilidad-fe-
cundidad en el contexto de una civilizacin matriarcal. Es probable que en
la evolucin posterior del hinduismo, la corriente de la bhakti^ y ms tarde
la doctrina de la sakti^ sugieren quiz cierta influencia del pensamiento re-
ligioso matriarcal prevdico, conservado en las tradiciones dravdicas.
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miento arcaico del Veda ^^. La veneracin hind por determinados animales
puede tener su gnesis en las tradiciones del Indo. Los sellos y las distintas
piezas de cermica decorada con hojas de pipal hacen suponer a los in-
vestigadores que hubo un culto al rbol sagrado, unido al culto a la diosa.
^Tl
" Literalmente, saber. Es la denominacin dada al conjunto de los textos sagrados del
hinduismo brahmnico.
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'" Ver J. MosTERN, El pensamiento de la India, Salvat, Barcelona, 1982, pp. 6-7.
'= Ibd., p. 8.
"^ Es una coleccin de himnos en honor de los dioses compuesta por los sacerdotes indoa-
rios aproximadamente entre el 1500 y el 900 a. de C.
" Nombre de los escritos sagrados de los antiguos persas atribuidos a Zoroastro.
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Ver G. DUMZIL, LOS dioses de los indoeuropeos, Seix Barral, Barcelona, 1970.
Vase J. MOSTERIN, ob.cit., pp. 8-9
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Este nombre se refiere al tipo de nariz australoide, con un puente cncavo, que hallamos
todava en muctios indios de ascendencia dravdica, debido probablemente a cruces con los
aborgenes.
^' Ver E.O. JAMES, l-listoria de las religiones, Ed.cit., p. 235.
^^ Vase A.T. EMBREE y F. WILHELM, Historia del subcontinente desde las culturas del Indo
hasta el comienzo del dominio ingls, en Historia Universal, Siglo XXI, Madrid, 1974, pp. 19-21.
'" Ver R. THAPAR, Historia de la India, Fondo de Cultura Econmica, li/lxico, 1969, Vol. I, p. 40.
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Los siglos durante los cuales los arios se expandieron hacia el este de
la India, formaron sus pequeos reinos y lucharon entre s se reflejan en
los grandes poemas picos Mahabtiarata y Ramayana, consignados por
vez primera por escrito en el 1300 d. de C , aunque al parecer se elabo-
raron entre el 1000 y el 700 a. de C.
Alrededor del 600 a. de C , en el norte de la India surgieron diecisis
estados, desde Gandhara en el noroeste hasta Anga en el bajo Ganges.
Se han excavado algunas ciudades de estos estados, conocidas por los
poemas picos. Dichas ciudades incluyen Hastinapura, punto de partida
del Mahabharata; Kosam, Magadha, que ms adelante se convirti en la
monarqua ms poderosa de la llanura del Ganges.
A finales del siglo VI a. de C , Gandhara pas a formar parte del
Imperio persa, y su capital, Taxila, se convirti en centro intelectual del
saber vdico y del iranio. Con el transcurso del tiempo, la influencia de
las ideas persas se dej notar en distintos mbitos de la vida india.
Entre el advenimiento de los arios y la aparicin de los grandes refor-
madores religiosos Gautama el Buda y Mahavira o Jia, en el siglo VI
a. de C , en el norte de la India se produjeron transformaciones profundas.
La sociedad dej de estar organizada en tribus, se crearon estados y pros-
peraron ciertas instituciones sociales y religiosas de raz aria, como el sis-
tema de castas y el hinduismo. El snscrito fue durante los dos mil aos
siguientes la lengua de la tradicin sacerdotal, la lengua franca de los in-
dios hablantes de dialectos (pr/cnos) distintos, la lengua de la adminis-
tracin, la religin, la ciencia, la filosofa, etc. A medida que la tecnologa
del hierro se difundi, gran parte del terreno fue desbrozado para practicar
la agricultura a gran escala, y el arroz se cultiv intensivamente en el valle
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del bajo Ganges. Con la aparicin de la vida urbana tuvieron lugar acele-
rados cambios sociales y econmicos.
En el siglo VI evolucionaron dos clases de estados polticamente organi-
zados a partir del anterior sistema tribal de los arios. En las repblicas se
mantuvo la antigua tradicin tribal de las asambleas representativas y los
funcionarios electos. En las monarquas tuvo una gran influencia el brah-
mn (sacerdote), cuyos sacrificios y rituales eran indispensables para atribuir
divinidad al rey. La interdependencia de monarca y sacerdote evolucion
con la aparicin de la monarqua divina y hereditaria, y en estos estados
los sacerdotes impusieron con todo rigor las antiguas tradiciones vdicas.
En el transcurso de dicho siglo se desarroll el comercio, quiz con el es-
tmulo de la utilizacin de monedas, que se propag desde las regiones go-
bernadas por los persas. Posiblemente por la misma ruta la escritura fue
reintroducida en la India. Fue un perodo de conflictividad social, en las que
las aspiraciones de los grupos urbanos en reciente ascensin, tropezaron
con la ortodoxia establecida. Ya exista la tradicin de sabios y ascetas que
llevaban una vida de recogimiento, soledad y meditacin. Como reaccin de
los grupos de la sociedad para los que la teologa existente no se adecuaba
a sus expectativas vieron la luz una gran variedad de filosofas y corrientes.
De todas las corrientes, slo el budismo y el jainismo se convirtieron en
religiones independientes. Sus mximos representantes eran coetneos.
Ambos desaprobaron el sistema de castas y la importancia que los sacer-
dotes concedan al ritual, especialmente a la prctica de sacrificios como
camino de salvacin.
Mahavira, el profeta de la religin jainista, proceda de una familia aris-
tocrtica de Vaisali; no es considerado su fundador, sino el predicador o
apstol de esta doctrina. A ios treinta aos se convirti en asceta errante.
Como el budismo, el jainismo ensea la renuncia del mundo a travs del
comportamiento moral. El jainismo reconoce la existencia de almas indivi-
duales que estn ligadas a la materia y que en el curso de las reencarna-
ciones se manchan por las acciones terrenas, y vuelven a mancharse de
nuevo. Purificar y mantener limpias estas almas por medio del cumpli-
miento de los cinco mandamientos, encabezados por el de no matar, y
por el de la penitencia, es la va para liberarse del ciclo de las reencar-
naciones {samsar).
La doctrina fundada por Siddharta Gautama conocido como el Buda
(el Iluminado) se convirti en una de las grandes tradiciones religiosas
del mundo. Nacido hacia el aos 566 a. de C. llev una vida de noble rico
hasta que cumpli veintinueve aos. Segn la tradicin hall la iluminacin
tras una larga meditacin bajo una higuera. En adelante, en el transcurso
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'' Ver M.T. ROMN, BUDA: un personaje para la historia del antiguo oriente, ESPACIO,
TIEMPO Y FORMA. UNED, Madrid, 1994.
^5 Hacia el siglo IV a. de C. comienza a usarse el sistema de escritura llamado brahmi.
26 Vase ASOKA, Edictos de la Ley Sagrada, trad. F. Rodrguez Adrados, EDHASA, Barcelona, 1987.
" El gobernante indogriego ms clebre fue Menandro (aprox. 155-130 a. de C), que rigi
grandes dominios que se extendan desde Afganistn, atravesaban la regin fronteriza noroeste y
llegaban a Lahore. Con el nombre de Milinda, su fama se fia perpetuado en una obra budista que
relata su conversin a esta religin. Vase I.B. HORNER (dir.)., Milinda's Ouestlons, The Pali Texts
Society, Oxford, 1991, Vol. II.
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moderna, por las primitivas tribus munda de las que actualmente quedan
algunos supervivientes, tales como los kolsy los san/a/del Chota Nagpur.
Las creencias religiosas de estas poblaciones parecen ser el totemismo, la
vida de cada individuo unido con un animal o una planta. Esta concep-
cin de la comunin con la naturaleza, de la unin totmica del sujeto con
el universo y, sobre todo, con el mundo vegetal, sobrevivir en una forma
espiritualizada y abstracta.
Segn Rivire, en esta poca, todo presenta tintes mgicos; la eficiencia
material y automtica del ritual, el poder de la frmula exacta, del gesto
mgico y de la voz humana constituyen el fundamento de las concepciones
primitivas predravidianas y dravidianas ^; los cultos de este perodo de
tiempo tuvieron un gran eco en las creencias religiosas de los hindes.
Casi todas las deidades de los drvidas parecen haber sido femeni-
nas, revelando de este modo el poder del matriarcado y, de forma indi-
recta, de la mujer.
^' Ver J.R. RIVIRE, El pensamiento filosfico de Asia, Gredos, Madrid, 1960, p. 27.
2' Ibd., pp. 27-28.
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Ibd., 28.
Ibd., pp. 28-29.
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^^ En este sentido, en el Rigveda hallamos los siguientes versos: Brillando con una claridad
bienhechora, levantndose hoy y subiendo por encima de los cielos, ahuyenta, oh Sol!, la enfer-
medad lejos de mi corazn y el tinte amarillo lejos de mi cuerpo. Transfiramos el color amarillo de
mi cuerpo a los papagayos, a las aves de los bosques, o al rbol Haritala. VYASA, LOS Vedas,
Juan A. Bergua, l\/ladrid, 1988, pp, 111-112. Una leyenda india estima que recitndolo de modo
adecuado se consigue la curacin de las enfermedades que puedan sufrirse. Asimismo dichos ver-
sos se consideran como un antdoto contra un veneno y hasta como un amuleto que puede pro-
curar la dicha y la liberacin final.
^^ Ver VYASA, ob.cit., F. VILLAR, Himnos Vdicos, Editora Nacional, H/ladrid, 1975, J.M. DE
IVIORA (dir.), El Rig Veda Samhita, Edamex, N/lxico, 1990. Sri SAMPURNANAND (dir.), The Atharva
Veda Vratyakanda, Ganesh and Co., Madras, 1956.
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Figura 4. Mndala.
* Vase F. VILLAR (dir.), ob.cit. VYASA, ob.cit., pp.3-398. J.M. DE MORA (dir.), ob.cit.
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De la totalidad de los himnos (el Rigveda tiene 1028), slo unos cuan-
tos no estn dirigidos a los dioses u objetos divinizados. De esta minora
unos 12 contienen ritos mgicos; otros son a modo de poemas seculares
relativos a usos sociales, temas morales, enigmas y especulaciones cos-
mognicas; algunos tienen un gran inters por los datos consignados
sobre la primitiva civilizacin india.
Los himnos vdicos proporcionan informacin para un detallado cono-
cimiento de las condiciones sociales de aquellas pocas lejanas. En ellos
se observa que la familia era el sostn y la base de la sociedad, con el
padre por jefe, y que la mujer era ms libre y ms respetada que en po-
cas posteriores. Se dan diversos detalles sobre indumentaria y adornos
personales, sobre los distintos tipos de manjares y sobre bebidas, de las
que el soma se reservaba para los rituales religiosos, en tanto que el sura,
extrado de cierto cereal, era de un uso corriente. Se describen las princi-
pales ocupaciones de los arios invasores, entre ellas la guerra; la cra de
ganado, una de sus ms importantes fuentes de riqueza; la navegacin en
botes movidos por remos; ios arios sentan profundamente la msica, sien-
do sus principales instrumentos el tambor, la flauta y el lad.
El ritual vdico y brahmnico han extrado sus textos y oraciones de
este conjunto de himnos. Algunos himnos tratan de descifrar el enigma
del mundo y afirman ya la existencia de un pincipio nico de quien las di-
vinidades son mltiples figuraciones.
A continuacin viene el Samaveda, o Veda de los cantos ^^, que nos
ha llegado en tres versiones; el texto est dividido en tres partes. Es la re-
copilacin de los cantos (saman) que deba aprender el sacerdote cantor
[udgatar) y entonarse en el coro del sacrificio. Los versculos, hasta un
total de 1810, estn extrados del Rigveda en su mayor parte. Algunos sa-
mana deban ser cantados en el bosque, pues eran sagrados y tenan
un poder mgico que les haca peligrosos y temibles para ser odos en
las reuniones.
La tercera coleccin es el Yajurveda, o Veda del oferente, que com-
prende las frmulas que se recitaban en los sacrificios. Esta coleccin
existe en dos versiones: el Yajurveda blanco, que contiene solamente las
frmulas y las plegarias, y el Yajurveda negro, en el cual las frmulas apa-
recen acompaadas de un comentario tradicional que explica su sentido
mstico. Estas frmulas de los sacrificios, los yayus, ests escritas en
prosa o bajo forma mtrica; contienen desde cortas oraciones hasta largas
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Tandya
Kauthuma Shadvinsha
Chandogya
SAMAVEDA Ranayaniya Chandogya Kena
Jaiminiya Arsheya
Jaiminiya
Katha
Kathaka Kathaka Taittiriya
Negro Taittiriya Taittiriya Taittiriya Mahanarayana
Maitrayani Maitrayani Shvetashvatara
Maitriyana
YAJURVEDA
Madhyandina Brihadaranyaka
Blanco Shatapatha Brihadaranyaka Isha
Kanva
Mundaka
Shaunaka
ATHARVAVEDA Gopatha Prashna
Paipparada
Mandukya
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" La Smriti contina de hecho las especulaciones del Veda, pero puede discutirse, modifi-
carse, interpretarse, mientras que la Sruti es inmutable e intangible, por no ser obra humana
segn la tradicin ortodoxa brahmnica.
" Vase VYASA, Del l\/latiabfiarata, Diana, Mxico, 1974.
" Ver TuLSiDAS, El Ramayana, Visin Libros, Barcelona, 1981.
'"' Vase GANDHI, El Bhagavad-Guita de acuerdo a Gandhi, Kier, Buenos Aires, 1977.
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padre; en tanto que las poblaciones indias, cuyo gnero de vida era de
tipo agrcola, personifican a la deidad en trminos femeninos: la diosa
madre.
Nos encontramos ante un rasgo caracterstico que surgir constante-
mente en la historia de la religin hind: la persistente disposicin a con-
templar lo sagrado en funcin de la maternidad. Se podra decir que esta-
mos ante algo intrnseco al alma misma de la India, pues sus moradores
se suelen referir al pas, llamndolo Madre-India.
Otro factor bsico de las creencias religiosas hindes es el l<arma,
que significa ley de causa y efecto moral de todo cuanto acontece en el
universo. No obstante, es en su relacin con el hombre cuando el sig-
nificado de este concepto se clarifica y empieza a contemplarse como
uno de los principales elementos del desarrollo de las ideas religiosas
hindes.
En lo relativo al ser humano, el l<arma quiere decir que lo que un indi-
viduo es en su vida actual, est condicionado por sus actos en sus exis-
tencias anteriores; de la misma manera, sus acciones en su vida presente
determinarn las condiciones de su existencia prxima.
En su obra Tlie Dravidian Element in Iridian Culture, Gilbert Slater afir-
ma que el germen de dicha idea probablemente hay que hallarlo en una
poca en la cual an no se comprendan los elementos de la reproduccin
del hombre, sobre todo cuando no se saba todava la relacin entre coito
y concepcin:
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a) Divinidades celestes
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b) Divinidades atmosfricas.
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sus enemigos; l haba sido quien los capacit para subyugar a los abor-
genes urbanos y de piel oscura, llamados dasa. Sin embargo, estaba tam-
bin ligado con la tormenta, y su arma favorita era el vajra o trueno.
Incluso en este severo papel era una deidad benfica, pues desataba la
lluvia encerrada en las nubes y ofreca humedad a la tierra reseca, man-
teniendo as a los individuos que la habitaban.
El culto a una deidad de este nombre no es exclusivo de los indoarios,
ya que era conocido entre los kasitas que se apoderaron de Babilonia;
aparece mencionado en la lista Boghakhoi de deidades adoradas por los
mittani y, junto con Varuna y Mitra, es descrito como una de las divinida-
des de los hurritas que penetraron en Mesopotamia procedentes posible-
mente, del Irn.
Su victoria sobre la serpiente Vritra, que tena prisioneras a las aguas
indispensables para la tierra reseca, nos muestra a Indra asociado tambin
a la cosecha. Invocado en las batallas, protector de los arios; smbolo de
la exuberancia, la fecundidad, la virilidad, la energa csmica y biolgica, la
fuerza y la violencia.
Tres de los dioses menos importantes del aire estn relacionados con
el relmpago, a saber: Trita, Apam napaty Matarisvan.
Entre los dioses atmosfricos figuran tambin los Maruts, dioses de la
tempestad, hijos de Rudra y de Prisni. El grupo de los Maruts atraviesa el
cielo adornado con guirnaldas y brazaletes de oro en carrozas resplande-
cientes como el sol. En el cortejo figuran Vayu y Vata, personificaciones
tambin de las fuerzas irresistibles del viento. Parjanya es el toro mugien-
te que cruza la atmsfera dejando caer la lluvia vivificadora. Las aguas
(Apah) son seres celestes que moran en la casa de los dioses. Las aguas
areas son la madre de Apam napat, una de las formas de Agni.
Rudra es otra divinidad atmosfrica tpicamente india, que encarna una
de las intensas perturbaciones atmosfricas caractersticas del pas. Se la
llam tambin Sava, y una variante, el epteto Shiva, iba a convertirse con
el tiempo en la terrible divinidad destructora de la Trimurti, que form con el
transcurso de los siglos con Brahma el creador y Vishn el conservador.
c) Divinidades terrestres
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Se supone que la prctica del yoga puede proporcionar, como efecto se-
cundario, la adquisicin de unos poderes milagrosos (siddhi), descritos
" Ver C. CID, Mitologa Oriental Ilustrada, Vergara, Barcelona, 1962, pp. 437-528. F. GUIRAND
(din), Mitologa general, Labor, Barcelona, 1965, pp. 451-518.
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en el libro 111 de los Yoga-Sutra de Patanjali ^^. Entre estos grandes pode-
res o mahasiddhi, se cuentan generalmente la capacidad de reducirse a
dimensiones nfimas como el tomo, la de tocar a distancia cualquier ob-
jeto, una voluntad irresistible, la realizacin de los deseos, la posibilidad de
dominar los elementos, etc.
Sin embargo, en general se admite que estos poderes pueden consti-
tuir un mayor obstculo para la liberacin del practicante que los apegos
ordinarios a la vida: quien se arriesga por esos senderos puede llegar a
convertirse en un mago ms que en un yogui. No obstante, sea cual sea la
utilizacin propuesta para tales poderes, nadie en este contexto niega que
acompaan el proceso normal hacia la liberacin y que constituyen, por
ende, su verificacin.
Por extravagantes que puedan parecer dichos poderes dentro de las
perspectivas occidentales, corresponden perfectamente al menos en el
plano de las creencias, a la lgica natural del sistema. El yoga pretende
conducir al individuo al ltimo plan csmico y trascendente en el que con-
sigue identificarse con el Brahma. Por consiguiente, precisa admitir para l
(el yoga) la posibilidad de llevar a cabo algunas de las acciones de ese
Brahma. Para el regreso al estado indiferenciado del Ser, para la identifi-
cacin con el Ser absoluto, debe producirse un salto fuera de las catego-
ras espacio-tiempo-causalidad.
Segn Aiexandra David-Neel, las gentes del Tbet afirman que, por la
concentracin del pensamiento, los individuos ejercitados pueden proyec-
tar las formas concebidas en el espritu y de crear todo tipo de fantasmas:
paisajes, objetos, animales, dioses y seres humanos ^'*. Adems, dicha in-
vestigadora pretenda haber llegado personalmente, despus de varios
meses de prctica, a crear un fantasma de lama que la segua por todas
partes, que fue visto por otras personas y que habiendo terminado por ad-
quirir autonoma, se volvi cada vez ms inoportuno ^^.
En cualquier caso, los relatos hindes no han cesado de hablar de yo-
guis capaces, ya sea de obtener la inmortalidad o, cuando menos edades
prodigiosamente prolongadas, ya de desdoblarse, de penetrar en el cuerpo
=^ Estos aforismos sobre el Yoga no constituyen la exposicin original de una filosofa, sino
un trabajo de compilacin llevado a cabo dentro de un perodo que oscila entre el siglo IV y el I d,
de C, por un sabio tiind llamado Patanjali, para que la doctrina Yoga expuesta siglos antes de los
Upanishad, sirvieran de orientacin y enseanza a los hombres de su poca. F. CLIMENT, Yoga-
Sutras de Patanjali, Diana, Mxico, 1974, p. 9.
" Ver A. DAVID-NEEL, Msticos y Magos del Tibet, Espasa-Calpe, IVIadrid, 1968, pp. 221-232.
" Ibd., pp. 247-248.
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^'^ Samyama designa las fases finales de la tcnica yogui: la concentracin (dharana), la me-
ditacin (dhyana) y la contemplacin (samadhi).
" C. DRAGONETTI (dir.), Digha Nikaya, Monte Avila, Buenos Aires, 1977, p.199.
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No obstante, para el Buda tanto como para Patanjali, los siddhi son
poderes paranormales cuya posesin no podemos eludir. A lo largo de la
prctica meditativa, el bhikku (monje), desemboca necesariamente en un
nivel de experiencia donde la percepcin extrasensorial y el resto de los
poderes maravillosos le son dados. El Buda, Patanjali y otros, llaman la
atencin no solamente sobre el peligro de mostrar dichos poderes, sino
tambin sobre el peligro que representa para el que los posee,
=" M. ELIADE, M/fos, sueos y misterios, Grupo Libro 88, Madrid, 1991, p. 92.
^' Ver M. ELIADE, Yoga, inmortalidad y libertad, Ed. cit.,pp. 131-133. Herreros y alquimistas,
Alianza, Madrid, 1974, pp. 113-124.
^ Individuos cuyas impurezas estn extinguidas y cuyos deseos han sido satisfechos; que se
han desprendido de su carga; han alcanzado el objetivo y liberada la mente al obtener el conoci-
miento perfecto.
*' Ver E.B. COWELL (dir.), Buddtilst Mahayana Texis, Ttie Buddia-Karita o Asvagtiostia,
Dover, New York, 1969, pp. 1-158.
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a ascender y dividi su cuerpo en trozos, que dej caer al suelo para vol-
verlos a componer despus ante la mirada atnita de los all reunidos ^^.
Este milagro se encuentra muy unido a la tradicin de la magia hind
que se ha convertido en el prodigio-tipo del faquirismo. El famoso milagro
de la cuerda de ilusionistas y faquires genera la ilusin de una cuerda
que asciende hacia el cielo hasta una gran altura y por la cual el maestro
ordena trepar a su aprendiz hasta que ste desaparece de la vista del p-
blico. El faquir lanza su daga hacia arriba y los fragmentos del joven se
precipitan contra el suelo ^^.
Hay una gran cantidad de material en torno al milagro de la cuerda
en la India antigua y moderna. Este espectculo mgico tambin se ha
encontrado en el antiguo Mxico, Irlanda, Indias holandesas y China.
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"Se podran clasificar los tiechos ms importantes bajo dos grandes ep-
grafes: 1 los lazos mgicos utilizados contra los adversarios humanos
(en la guerra, en la brujera), y la operacin inversa de la ruptura de los
lazos; 2 los nudos y los lazos benficos, medios de defensa contra los
animales salvajes, contra las enfermedades y sortilegios, contra los demo-
nios y la muerte " .
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G. Tucci, Teora y prctica del mndala, Ddalo, Buenos Aires, 1975, p. 35; A.M' VZQUEZ:
:<La magia de la palabra, Espacio, Tiempo y Forma, serie II, 7, Madrid 1994, pp. 327-362.
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Para que un mndala pueda desplegar plenamente las fuerzas que con-
tiene, es preciso observar las siguientes reglas particulares; medir el empla-
zamiento donde se le dibujar, proceder con un tiempo astrolgicamente fa-
vorable, etc. Antes de llevar a cabo las acciones sagradas, en el centro de
las cuales se yergue un mndala, el sacerdote se transforma en un rey del
saber, que caza a los demonios. Luego, invita a aquellos que son dignos de
recibir tal honor a ocupar su sitio en el mndala; se identifica con ellos por
medio de la meditacin y, ms tarde, los tiace ingresar a su paraso ^^.
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BIBLIOGRAFA
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