La Serenata A Cafayate Un Regalo para El Pueblo

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Trabajo y Socied

dad
Sociologa del trabajjo Estudios culturales
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arrativas sociolgicas y litera
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NBN
NcleoBsicodeeRevistasCientficasArgentin
nas(CaicytConiicet)
7,SantiagodelEstero,Argentiina
N29,,Invierno2017
ISSN1
15146871ww ww.unse.edu.arr/trabajoysocie edad

LaserenataaCafayaate.Unrregaloparraelpueb
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And
dreaJimenaVILLAGR RN*
IreneLPEZ**
Recibbido: 12.06.20
016
2.05.2017
Recibbido con modificaciones: 12
Aprobbado: 14.06.20017

RESU UMEN
La Serenata a Cafayate, quee se realiza desde 1974 hasta la acttualidad, es abordada en n este
trabajjo como un evento e de ennorme potenccial analtico, en tanto suu indagacin abre interrog gantes
de diversa ndolee y posibilita la exploraciin de mltip ples dimensiiones. stas remiten al mbito

del trrabajo, de laas relacioness sociales, de d las celebraciones y de d los sentiddos que el mismo
m
condeensa. Tenienndo en cuentta la perspecctiva ofrecida por la teorra de los inntercambios, como
tambiin las nociones de heccho social tootal y variacciones estaciionales de M. Mauss [1904- [
1905(1971)] y [19921(2010)], la Serenata puede p ser co
omprendida -ms- all de su carcter festivo
f
y suu condicinn de espectculo folkklrico- com mo parte de d una tram ma complejja de
transfformaciones operadas enn un contextoo de re-estruccturacin prooductiva y dee organizaci n del
trabajjo, que impaactan en los diversos m mbitos de la vida
v y, funddamentalmennte, en el mo odo en
que se s entablan laas relacioness entre patronnes-propietarrios y trabajaadores-peonees. En el marrco de
ese proceso se maanifiesta el agotamiento a de un sistemma tradicionnal de relaciionamiento y tiene
lugarr una progreesiva redefinnicin de posiciones socciales a la par de una reeconfiguracin de
roles.. El artculoo muestra una u serie dee significativ vos desplazaamientos enn el orden social,
s
econmico y culttural ya que la Serenata concentra c y resignifica
r u conjunto dde prcticas que
un q la
antecceden, desarrrolladas en mbitos privaados, al interrior de las fiincas y en esspacios propios de
las lites, hacia un espacio que va connformndose como pbllico al mism mo tiempo queq se
configura un sujeeto colectivoo pueblo al a cual el esp pectculo se destina bajoo el sentido de un

*
Dra. en Antropolloga, investiigadora del Instituto
I de Investigacione
I es en Humannidades y Ciiencias
Sociales, Facultadd de Humannidades, Uniiversidad Naacional de Salta S - Connsejo Nacionnal de
Investtigaciones Cieentficas y Tccnicas de Argentina (ICSOH H, UNSa-CON NICET). [email protected]
**
Dra.. en Letras, investigadora
i del Instituto de Investigaaciones en Huumanidades y Ciencias Soociales,
Faculttad de Humaanidades, Unniversidad Naacional de Salta - Consej ejo Nacional de Investigaaciones
Cientficas y Tcnicas de Argenttina (ICSOH, UNSa-CONIC CET) [email protected]

Trabbajo y Socieddad, Nm. 299, 2017 223

regalo.
Palabras clave: Evento - procesos sociales - patrones y peones - regalo

ABSTRACT
La Serenata a Cafayate (Serenade to Cafayate), held since 1974 up to this date, is tackled in this
work as an event with enormous analytical potential, inasmuch as investigating about it raises
different questions and enables the exploration of multiple dimensions. These dimensions refer
to the spheres of work, of social relationships, of celebrations, and the senses they concentrate.
Taking into consideration the perspective offered by the social exchange theory, as well as the
concepts of total social fact and seasonal variation of M. Mauss, the Serenade can be understood
-beyond its celebratory and folkloric show nature- as part of a complex structure of
transformations occurring in a context of productive restructuring and labor organization which
impact on the diverse spheres of life and, mainly, in the way the relationships between
employer-landowners and employees-farm worker are established. Within the framework of
that process, the exhaustion of a traditional system of interrelation becomes evident and a
progressive redefinition of social status takes places along with a role reconfiguration. The
article shows a series of significant displacements on the social, economic, and cultural orders
since the Serenade concentrates and reframes a set of practices which precedes it, developed in
private spheres, within the farms and in forums common to the elite, towards a space that is
becoming public at the same time that a collective subject, the people, is formed. It is for this
collective subject that the show is held, in the sense of a gift.
Key Words: Event - social processes - landowners and farm workers - "gift"

RESUMO
A Serenata para Cafayate, que se realiza desde 1974 at a atualidade, abordada nestetrabalho
como um evento de enorme potencial analtico, por quantosuaindagao abre interrogantes de
diversa ndole e possibilita a explorao de mltiplasdimenses. Estas remetemaombito do
trabalho, das relaessociais, das celebraes e dos sentidos que o mesmo condensa.
Tendoemconta a perspectiva oferecida pela teoria dos intercmbios, como tambm as noes de
fato social total e variaessazonais de M. Mauss [1904-1905(1971)] e [1921(2010)], a
Serenata pode ser compreendida -alm de seu carcter festivo e da suacondio de espetculo
folclrico- como parte de una trama complexa de transformaes operadas emum contexto de
reestruturaoprodutiva e de organizao do trabalho, que impactam nos diversos mbitos da
vida e, fundamentalmente, no modo em que se entabulam as relaes entre patres -
proprietrios e trabalhadores pees. No marco desseprocesso se manifesta o esgotamento de
um sistema tradicional de relacionamento e tem lugar umaprogressivaredefinio de
posiessociais a par de umareconfigurao de papeis. A matriamostraumasrie de
significativos deslocamentosnaordem social, econmica e cultural j que a Serenata concentra e
dumnovo significado a um conjunto de prticas que a antecedem, desenvolvidasemmbitos
privados, ao interior das fincas e emespaosprprios das elites, para umespao que vai
conformando-se como pblico aomesmo tempo que se configura umsujeitocoletivo povo para
quem o espetculo se destina sob o sentido de um presente.
Palavras clave: Evento - processossociais - patres e pees - presente

SUMARIO
Unregalo para el pueblo; 2. Los festivales y el festejo de los frutos de la tierra; 3. Guitarreadas,
veladas y serenatas; 4. El festejo de la vendimia. De la Finca a la plaza; 5. La decadencia
vallista. Rupturas, salidas y redefiniciones; 6. Movilidad estacional: braceros y veraneantes;
7. Conclusiones; 8. Bibliografa; 9. Fuentes y documentos.
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*****

La Serenata a Cafayate, cuya primera edicin tuvo lugar entre los das 8 y 9 de febrero de
1974, es reconocida actualmente como un suceso trascendente en el plano cultural y musical.
Con este evento Salta se incorpor desde entonces a la agenda nacional de Festivales
Folklricos, posibilitando una amplia promocin y visualizacin de Cafayate como el destino
turstico que -por excelencia- representa a la provincia en el men de los atractivos del norte del
pas, que se oferta en guas, revistas y folletos como la tierra del sol y del buen vino.
Ms all del reconocimiento y difusin que logr la Serenata como un evento de msica y
danza folklrica, nos interesa analizar su vnculo con la principal actividad econmica de la
regin, la vitivinicultura, con un momento especial de sta -el de la recoleccin de los frutos y
su celebracin- y en trminos ms amplios con una serie de desplazamientos y rearticulaciones
sociales y sus implicancias. Dentro del ciclo productivo, la vendimia es la instancia de mayor
demanda y de concentracin de trabajadores, dado que se trata de una tarea desarrollada
exclusivamente de modo manual, que se inicia una vez maduras las vides y se extiende entre los
meses de febrero y marzo principalmente. Esto advierte sobre la necesidad de indagar sobre las
relaciones que se entablan entre la forma que adquiere la vida social, los ritmos y tiempos
productivos (la vida econmica)y las estaciones del ao. La importancia de tal vnculo
constituye el nudo central del Ensayo sobre las variaciones estacionales de Mauss y Beuchat1
[1904-1905 (1971)], que pone el acento en la interrelacin entre el modo en que se componen
los grupos, la forma en que habitan el espacio, su concentracin o dispersin y sus cambios de
acuerdo a las estaciones del ao. La intensidad y los ritmos son dimensiones centrales para la
comprensin de las dinmicas de la vida colectiva en relacin a la temporalidad, a los ciclos
naturales y factores medio ambientales.
Para el caso que aqu nos ocupa2, el dilogo con esta perspectiva permite considerar la
movilidad y desplazamiento de los trabajadores, as como su concentracin y dispersin de
acuerdo a los ciclos del proceso productivo de la vid y las estaciones del ao, pero sin perder de
vista la incidencia de una temporalidad diferente a la cclica, marcada por el curso de procesos
histrico-sociales. La Serenata adquiere gran potencial analtico ubicada en el contexto de
transformaciones sobre la organizacin del trabajo y la produccin, re-estructuraciones que
impactan en los diversos mbitos de la vida y fundamentalmente en el modo en que se entablan
las relaciones entre patrones-propietarios y trabajadores-peones. La dcada del 70 constituye un
punto de inflexin en ese sentido, porque se ensayan innovaciones tendientes a optimizar los
cultivos y su rendimiento y se aplican lineamientos que apuntan a modernizar el sistema
tradicional de la vitivinicultura, a la vez que se avizoran alternativas para desarrollar
econmicamente la regin de los Valles Calchaques.
Desde la clave interpretativa que la teora de los intercambios habilita, este sistema
tradicional puede entenderse como una red a travs de la cual patrones y peones interactuaban
en el continuo flujo de dar, recibir y devolver. Circulaban entre ellos bienes de distinto
carcter, conformando una malla que se afirmaba en torno a una entrega inicial, consistente en
la provisin de casa y trabajo a cuenta de los patrones. Dicha concesin defina el ingreso de los

1
Este ensayo estudia el caso de las sociedades esquimales, quienes presentan la particular dinmica de
alternar y complementar una extrema concentracin y una considerable dispersin de su poblacin.
2
Los avances parciales de este trabajo han sido discutidos en el marco de las reuniones del Proyecto de
Investigacin Narrativas identitarias y procesos de folklorizacin en Salta. Agentes, prcticas y
discursos N 2211 del CIUNSa y del Simposio Metrpolis, Provincias y equilibrios culturales. Temas,
problemas y perspectivas, que se realiz en el marco del 13 Encuentro de Jvenes Investigadores/as, en
Santiago del Estero, del 7 al 9 de octubre 2015. Agradecemos los comentarios y aportes que hicieron los
compaeros y colegas en cada una de esas oportunidades.
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peones a la finca en carcter residente, sellndose as un trato, un acuerdo.3Mauss [(1925)


2010] sostiene que las relaciones de intercambio implican don y contra don, es decir, una red
que envuelve los actos de dar, recibir y devolver, que operan en base a la contraccin de
derechos y obligaciones morales recprocas entre las partes. As, este enfoque pone el acento en
que tras el carcter voluntario, desinteresado y gratuito de ciertos presentes, entregas, regalos y
prestaciones se esconde un trasfondo obligatorio cuyo incumplimiento puede quedar sujeto a
castigos y sanciones.
Todo ello se afirma en el supuesto central de que las personas que intervienen en los actos de
cambio son siempre, -y ante todo podramos agregar- personas morales, que ponen en juego su
status, honor y prestigio en esos actos [Mauss 1925 (2010:75)]. Esa obligatoriedad constituye la
base de una forma de contrato social, que se despliega en el crculo del don -que implica el
compromiso y la predisposicin tanto a dar como a recibir y devolver, y ese deber de dar -y de
saldar las deudas pendientes- envuelve y mantiene unidas a las personas en cadenas de
reciprocidades que no tienen caducidad prefijada.
Un aspecto central de esta perspectiva, y sugerente en particular para el caso que aqu nos
ocupa, es que pone de relieve que tal obligatoriedad4 se despliega al nivel de los supuestos
tcitos que regulan los intercambios, haciendo que se presenten bajo el carcter de libres y
voluntarios y tambin desinteresados-. Esto invita a considerar las direcciones en que circulan
esos bienes o entregas desde dnde parten y hacia quines se dirigen- y a prestar atencin a las
posiciones entre quienes entregan, reciben y devuelven.
En la lnea que estas consideraciones trazan es posible analizar los actos de cambio partiendo
del reconocimiento de las condiciones diferenciales de poder entre los intervinientes, donde bajo
la forma de reciprocidades, pueden reforzarse relaciones de dominacin. Esta cuestin ha sido
especialmente desarrollada desde la reinterpretacin de la teora de los intercambios que
propone Lomnitz (2005)5, quien destaca el carcter negativo de este tipo de reciprocidades, su
aspecto coercitivo y la capacidad para producir y reproducir desigualdad y asimetra entre las
partes.
A partir de estas orientaciones tericas, intentamos demostrar que la Serenata demarca un
punto de inflexin en estos intercambios entre patrones y peones dado que suceden
transformaciones tanto en su sentido como en su constitucin. Mientras se estn desarticulando
aspectos centrales de los engranajes sobre los que se asientan, a la vez esos intercambios se
magnifican y re-significan, proyectndose sobre un espacio mayor al de la Finca e implicando a
distintos sujetos. En ese contexto, los peones son invocados en tanto integrantes de un sujeto
colectivo -trabajadores/cosecheros-, convocados a integrarse al circuito de intercambios y de
obligaciones recprocas a partir del genrico pueblo. Asimismo, este suceso cobra centralidad
en tanto all se articulan de un modo nico y novedoso sobre un escenario y bajo la forma de
espectculo para un pblico amplio- prcticas fuertemente arraigadas, que remiten a modos
privados de celebracin, cortejo o agasajo puertas adentro de las casonas seoriales de los

3
Este aspecto ha sido especialmente analizado en el Ensayo sobre el don de Mauss [(1925), que cobr
renovado inters en el mbito de la antropologa contempornea.Puede consultarse al respecto el trabajo
de Karsenti [1994 (2009)].
4
Retomando esta perspectiva y a partir de estudios realizados en el nordeste Brasil, en ingenios azucareros
que presentan ciertas similitudes con las fincas que aqu nos ocupan, Sigaud (1996 y 2003) propuso la
nocin de coercinmoral para dar cuenta de la dinmica de funcionamiento de tales entramados sociales.
5
Lomnitz retoma la nocin de reciprocidad negativa de Sahlins y la redefine. Entiende que este tipo de
reciprocidad ofrece una clave para entender la dialctica entre modernidad y tradicin en la geografa
econmica y social de Mxico, en tanto sera caracterstica de las modernidades latinoamericanas
realmente existentes. Define la reciprocidad negativa asimtrica como un tipo de intercambio que se lleva
a cabo a partir de un acto de coercin o explotacin. Este acto tendra la intencin de forzar a su vctima a
involucrarse en un ciclo de intercambios positivos con su perpetrador (2005:322).
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patrones o en el interior de sus fincas.


Por las implicancias antes reseadas y la diversidad de variables que intervienen,
sostenemos que la Serenata puede ser conceptualizada como hecho social total. Estos
fenmenos, tal como los entiende Mauss [(1925) 2010:70], renen y expresan de golpe y de
una sola vez todo tipo de instituciones, permitiendo as explorar lo que stas comportan en
trminos jurdicos, estticos, polticos y econmicos.

1. Un regalo para el pueblo

La idea de realizar una celebracin de carcter festivo germina en un ambiente de amistad y
bohemia propiciada por cierta afinidad entre pares en reuniones nocturnas, veladas y
guitarreadas regadas con abundante vino- donde se estrechaban lazos entre distintos actores:
bodegueros, msicos, poetas, periodistas y diversos comerciantes locales. A ese crculo remiten
los vnculos entre el bodeguero Arnaldo Etchart y los periodistas Csar Perdiguero y Toms
Mena Tombolito -que luego reportaron para el Diario El Tribuno la realizacin del evento; la
cercana con poetas como Walter Adet, Ral Aroz Anzotegui, Carola Briones, Juan Jos Coll,
Jaime Dvalos, Antonio Nella Castro y Manuel J. Castilla muchos de los cuales colaboraron
como jurados en los concursos impulsados en las cuatro primeras ediciones de la Serenata;
como as tambin con diversos emprendedores locales, entre ellos Cristina y Jos Antonio
Romn, propietarios del Hotel Gran Real inaugurado el mismo ao de la 1 Serenata- y dueos
de locales de gastronoma como El rancho quienes apoyaron la realizacin del evento y
participaron activamente en las primeras ediciones del mismo (Ceballos, 2010).
Los gestores de la Serenata enfatizaron el carcter de obsequio y agasajo de este evento
hacia el pueblo de Cafayate. En las voces de algunos de los actores que participaron de su
edicin inaugural, y las que luego le sucedieron durante la dcada de 1970, se entreteje un
discurso mtico que enfatiza el carcter romntico, desinteresado y altruista de este evento que
se dimensiona como una gesta, construyendo una imagen idealizada de los sucesos y una
visin encomiable de los sujetos que promovieron esta celebracin, entre ellos principalmente
de Arnaldo Etchart. Esto puede leerse a travs de diversos registros, como el libro Serenata a
Cafayate, una historia musical de Eduardo Ceballos (2010) y en diversos soportes destinados a
la promocin turstica, donde se representa a Cafayate como centro del espacio calchaqu, en
una particular asociacin entre vino, cultura, paisaje y folklore.6
Resulta particularmente significativo desentraar los sentidos condensados en torno a la
nocin de regalo con la cual se present a la Serenata, advirtiendo que en ese momento se
estaban sucediendo significativos desplazamientos respecto a prcticas sociales que la anteceden
y que se re-articulan en ese contexto espectacular. Entre estas puede identificarse la costumbre
de ofrecer serenatas romnticas, las guitarreadas y veladas y el festejo de la culminacin de la
cosecha de uvas -las fiestas de la vendimia, realizadas en el interior de las fincas en los meses de
febrero y marzo, cuando los trabajadores-peones junto a los patrones celebraban el cierre de un
ciclo. En ese mbito reducido, circulaba el producto del trabajo agrcola, el vino en abundantes
cantidades acompaado de un asado, msica y hasta baile en algunas ocasiones. Para ese festejo
se carneaban animales de los potrerizos de la finca y esa carne se reparta y comparta entre
los asistentes. An hoy circulan relatos de trabajadores que aoran la abundancia con la que se
celebraba el fin de intensas y extendidas jornadas de labor manual, ocasin en la que los
patrones provean generosamente de comida y bebida y festejaban junto a sus

6
El anlisis de esta peculiar configuracin es objeto de otra indagacin actualmente en curso, cuya
primera versin fue presentada en el Encuentro de Jvenes Investigadores (EJI) realizado en Octubre de
2015 en la ciudad de Santiago del Estero. Un estudio sobre las representaciones del espacio calchaqu en
el folklore es realizado por R. Kaliman (2003).
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empleados/peones. Todo ello era entendido como una forma de agasajo a los cosecheros.
No es casual, por tanto, que la Serenata se instituyera en las mismas fechas de estos festejos
y que se pensara originalmente como una preparacin para la Vendimia (Ceballos, 2010).
Arnaldo Etchart, mentor y artfice principal de la Serenata, afirma que uno de sus propsitos al
gestar este evento era celebrar la vendimia [y] dedicarle una fiesta a los obreros y las obreras
de la vid7, ofreciendo un premio al incansable trabajador de las vias, a las bellas nias y por
extensin a toda la poblacin de Cafayate y de los valles (Ceballos, 2010: 19). Las asiduas
veladas musicales en su residencia tambin motivaron su idea de hacer extensivo el convite a
todo el pueblo, como forma de regalo y agasajo:

lo tena que trasladar al pueblo: obreros y obreras de la via se merecan un par de noches de fiesta,
canto, guitarreada, se hizo en el baldo de la Muni (sic) donde est el banco Macro, fue la primera
serenata, entrada gratis, quien pagaba [a] los artistas era yo a travs de la bodega Etchart, el pueblo
era el protagonista y no pagaban entradas.8

De esta manera observamos que Don Arnaldo, como suelen llamar conocidos y amigos
al destacado empresario y bodeguero, desempe un papel central para que ese evento fuese
posible. La organizacin y los gastos corrieron principalmente por su cuenta, como tambin la
inversin en la edicin y publicacin de los poemas seleccionados en los concursos que se
realizaban en el marco de la Serenata9. Para entonces ya estaba ubicado como una figura
destacada y gozaba de buena cuota de reconocimiento pblico a nivel local y provincial, dado
que la direccin de su bodega10 no le marcaba un campo nico de desempeo. Su accionar
trascenda la funcin de comandar y administrar negocios, desarrollando iniciativas de tipo
artstico-culturales que lo acercaron al ambiente de la bohemia provinciana en el que coincidan
msicos y poetas11. Su perfil polifactico fue reconocido en un homenaje realizado por la revista
Vinicius en 2014, donde se lo define como un pionero de la industria del vino y como un
personaje con diversas facetas () Arnaldo, fue un temprano luchador que entrelaz su trabajo
con el placer por la msica, la poesa y una vocacin poltica que desarroll por poco
tiempo.12Sin embargo, no slo fue pionero y visionario en entablar el vnculo indisociable entre
vino y turismo mediante la promocin de la Serenata, sino tambin de hacer el viraje necesario
hacia la produccin de los vinos de alta gama y de altura, exclusivos para exportacin y
anticiparse a la reconversin hacia el modelo de la nueva vitivinicultura donde prima la
bsqueda de calidad. Por ello, hacia el ao 1996, vendi su marca junto a su principal finca y
bodega de Cafayate a una empresa transnacional, apostando e invirtiendo en la bodega San

7
Entrevista realizada por Laura Navallo a Arnaldo Etchart en Noviembre de 2014. Agradecemos a Laura
la generosidad de ponerla a disposicin.
8
Ibid.
9
Durante las tres primeras ediciones de la Serenata se llevaron a cabo concursos de poemas convocados,
auspiciados y editados con el ttulo Cuadernos de Serenata por Bodegas Etchart en 1977 y 1978 y en
1979 y 1980 por la Fundacin Carmen Rosa Ulivarri de Etchart.
10
Aunque adquirida por la familia Etchart en 1938, la historia de la misma y de la finca La Florida se
remontan al ao 1850. Ver pgina web en fuentes
11
Otra firma familiar del rubro vitivincola, Michel Torino hermanos, tambin se asocia con actividades
artstico culturales. Mediante una Fundacin que lleva como nombre el apellido familiar, se publican
libros y organizan concursos y auspician actividades. Esta familia estaba vinculada al partido radical y en
los aos 40s cobr trascendencia nacional un escndalo que involucr a sus miembros a la vez que el
importante peridico de su propiedad, el Intransigente, era expropiado por el peronismo. Al respecto ver
Neiburg (2003)
12
Ver pgina web en fuentes.
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Pedro de Yacochuya situada en las afueras de Cafayate. Su amistad con el afamado enlogo
francs Michel Rolland desde 1987 lo llev a obtener importantes distinciones y premios en
certmenes internacionales de vino. Ese recorrido que lo consagra al xito y la fama puede
reconstruirse desde el presente; sin embargo, en el momento en que se proyectaba la realizacin
de la Serenata todas estas transformaciones, que coronan su espritu visionario y emprendedor,
apenas asomaban dentro del horizonte de lo posible.
Desde esta apuesta e inversin en la produccin de bienes que aportan prestigio,
reconocimiento y distincin, Etchart ir perfilndose como un referente en materia cultural. Se
proyectar adems como benefactor del pueblo de Cafayate, esperando obtener apoyo y
adhesin a su candidatura como vice-gobernador en la frmula del partido justicialista
encabezada por Roberto Romero para su re-eleccin en el ao en el ao 1991.13
La primera edicin de la Serenata fue realizada en un clima poltico propicio para este tipo
de eventos. En ese momento, la provincia de Salta estaba bajo el mandato del Gobernador
Miguel Ragone quien, an en una polmica vinculacin con algunos sectores del ala ms
conservadora del peronismo, llevaba un ao en una gestin de carcter indiscutidamente
popular. El principal peridico local, El Tribuno, haba adoptado tambin un carcter
popular. Ello se pona de manifiesto principalmente en el tipo de eventos que se
promocionaban desde su Agenda Cultural. Das previos a la concrecin del evento, el
gobernador Miguel Ragone recibi a Arnaldo Etchart, al presidente del directorio de
Radiodifusora Salta, Juan Antonio Urrestarazu Pizarro y al concesionario de la Hostera de
Cafayate, Sr. Andrs Pizza. En esa reunin, los organizadores comunicaron que lo recaudado en
los Fogones Criollos sera destinado en beneficio del Hospital de Cafayate, del Asilo de
Ancianos y de la Liga de Madres de Cafayate, mientras que los ingresos producidos por el
alquiler de camas en las escuelas, sera para su cooperadora (Ceballos, 2010: 20).
Esto permite advertir que la Serenata, presentada como regalo de un patrn y empresario
para el pueblo, tambin reviste el carcter de un emprendimiento de provisin de beneficios
que involucra a distintas instituciones estatales y rene diversas voluntades. Las gestiones
realizadas en ocasin de la primera Serenata evidencian que el mentor de ese evento moviliza
vnculos, redes e influencias y recibe apoyo y aportes de sectores pblicos y privados para
hacerla posible.
Sin embargo, pese al nfasis sobre el carcter individual de esta iniciativa y sobre el gesto
desinteresado y solidario de su promotor y gestor-, el evento requiere problematizarse en virtud
de que condensa y rene una serie de elementos distintivos y mltiples dimensiones que lo
tornan socialmente significativo.

2. Los festivales y el festejo de los frutos de la tierra

Si bien en la Serenata convergen expectativas e intereses locales, su realizacin se enmarca


en un clima de poca. En los aos 70 los festivales de folklore contaban ya con ms de una
dcada de exitosas ediciones, constituyendo eventos fundamentales para la difusin, consumo y
prctica de la msica y las danzas folklricas. Chamosa (2014) resea su desarrollo
estableciendo algunas diferencias entre las fiestas nacionales y los festivales de folklore. El

13
Marinaro (2014) recompone los aspectos que caracterizan el ambiente poltico de los aos 70s en Salta
en donde Roberto Romero, que tendr a su cargo la gobernacin entre 1983 y 1987, era un actor
fundamental y propietario del peridico y medio de comunicacin ms importante de la provincia, el
diario El tribuno.
Una nota periodstica de Matilde Serra publicada en el diario El Intransigente de Salta, ofrece
informacin al respecto, ver fuentes.
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primer modelo que identifica es el de la Fiesta Nacional de la Vendimia en Mendoza cuya


edicin inicial se realiz en 1936, siendo su principal caracterstica conjugar la celebracin y el
espectculo con la promocin de un producto agrcola, en este caso la vid. Similar caracterstica
adquiri la Fiesta de la Zafra en Tucumn, organizada por primera vez en 1942. Ambos eventos
permitan mostrar el progreso alcanzado por los distintos pueblos vinculados a la industria
(Chamosa, 2012: 125). Un modelo diferente es el que instaur Cosqun en 1961,
exclusivamente dedicado a la msica y las danzas del folklore. Adems del espectculo ofrecido
por los ms relevantes conjuntos e intrpretes del gnero y las delegaciones provinciales en el
escenario mayor, se desarrollaban paralelamente peas, ferias de artesanas y un Ateneo para el
debate de aspectos conceptuales sobre el estudio del folklore.
Segn Chamosa, el Festival de Cosqun fue producto de una sntesis entre el nacionalismo
romntico y el desarrollismo, a la vez que constituy un momento de coincidencia entre el
crecimiento del turismo interno y el boom del folclore (2014). Por ello, su organizacin fue
resultado de una colaboracin equilibrada entre sociedad civil, estado y actividad privada
(2014). Asimismo, en l se concentraban estrategias y acciones ligadas a la produccin y
comercializacin de bienes culturales14 en conjuncin con la promocin del turismo, en la
medida en que propici que una pequea localidad, declarada Capital Nacional del Folclore,
se convirtiera en un polo de atraccin y centro cultural, incentivando la economa regional. El
xito obtenido por este festival impuls a que la experiencia se replique, desarrollndose
eventos similares en distintas regiones del pas.
Salta tambin haba sido escenario de festivales folklricos que luego no tuvieron
continuidad. En abril de 1961 en la ciudad capital se llev a cabo el 1 Festival del Folklore del
Noroeste. Posteriormente durante 1965, 1966 y 1967 se realizaron tres ediciones de un evento
de gran magnitud, el Festival Latinoamericano de Folklore, que convoc delegaciones de
Bolivia, Chile, Per, Paraguay, Mxico y Brasil.
Entre los antecedentes de estas celebraciones en la zona de los Valles Calchaques, se
encuentra la fiesta de la Pachamama en Amaicha (Tucumn), cuya inauguracin en 1947
coincidi con la poca del carnaval. Si bien en sus inicios sta habra sido fruto de una iniciativa
local, para Chamosa es representativa de una forma de intervencin cultural que subordin las
manifestaciones locales a las polticas diseadas desde el gobierno nacional, que financi y
fagocit estos sucesos, revistindolos de un carcter singular: Como signo de la peronizacin
de la celebracin local, los festejos a la Pachamama se iniciaban y cerraban con el canto del
Himno nacional y la marcha peronista (2012: 128).
En Animan, localidad prxima a Cafayate, se desarroll una primera experiencia local que
combin el formato del festival, ya extendido, con la celebracin de la cosecha de la vid. En la
actual folletera turstica, este pueblo se promociona como sede de la Fiesta provincial de la
Vendimia, un festejo cuya edicin inaugural como vendimia popular se llev a cabo en 1969
con la participacin del pueblo y de comunidades vecinas. Bajo iniciativa del entonces
presidente del Club SportivoAniman, su propsito fue- a diferencia de los festejos que se
realizaban puertas adentro de las fincas y que eran exclusivos de cosecheros y patrones-, reunir
y hacer partcipe de esta celebracin a todo el pueblo -que an estaba en proceso de

14
Los festivales constituan un momento de contacto entre grupos e intrpretes con un pblico
consumidor de folklore cada vez ms numeroso. Tanto el escenario mayor como las peas funcionaban,
adems, como espacios para que los artistas se mostraran, algunos se hicieran conocidos y otros se
consagraron, a la vez que facilitaba contactos entre artistas y empresarios, lo que significaba para los
msicos una gran posibilidad de difusin y, para las empresas discogrficas, la perspectiva de ampliar su
cartera de artistas y productos. Chamosa advierte que La Docta, una empresa de producciones cordobesa,
inicialmente tena una injerencia desproporcionada en la programacin ya que sus artistas exclusivos
ocupaban la mayor parte de la programacin de Cosqun as como de otros festivales que se fueron
creando en la dcada de 1960 (2014).
Trabajo y Sociedad, Nm. 29, 2017 230

conformacin-.15 La resea que difunde la Municipalidad de Animan sobre aquel suceso


informa que se desarroll durante dos das en el mes de marzo, en los cuales se lucieron
distintas figuras provinciales de la cancin folklrica y un intrprete de Brasil. Los artistas
actuaron en un pequeo palco y ofrecieron al pblico un repertorio de msica andina. La
segunda jornada del festival estuvo destinado a la exposicin de productos locales como
sandas, melones, tomates, choclos, zapallos, harina de trigo y maz, cebolla y pimentn. La
imagen ms elocuente de aquellos festejos parece haber sido la escultura de una figura humana
confeccionada en base a toneles, desde donde dos vlvulas dispensaban vino a los visitantes
(provisto por la Bodega Michel). El desfile de las comunidades participantes habra permitido
dar muestra y exhibir los productos de cestera de symbol, hilados de lana y tambin recuas de
llamas, ovejas y cabras. Luego de esa primera edicin, este evento no tuvo continuidad y recin
volvi a realizarse en el ao 1986, cuando se institucionaliz a nivel municipal como la primera
Fiesta Provincial de la Vendimia, mantenindose vigente desde entonces su realizacin.
En dimensiones y proyecciones diferentes, todas estas festividades conjugaban diversas
motivaciones e intereses. Agasajo de patrones a peones en un caso, iniciativas de promocin del
turismo en su mayora, y espacio de activacin y expansin del consumo de ciertos productos
culturales.
La Serenata a Cafayate tom algunos elementos del modelo de festivales ya difundidos a
nivel nacional, un espectculo que conjugaba msica y danza folklrica, aunque con distintivas
particularidades.Entre ellas, que su inters no estaba centrado en la promocin de un producto
agrcola sino en la de un espacio geogrfico y sus cualidades, a la vez que ello constitua el
punto de partida para propiciar el desarrollo de infraestructura de alojamiento, de locales de
gastronoma y un tipo singular de objetos como las artesanas. En cuanto a sus proyecciones, el
escenario de la Serenata permiti entregar un canto que ya no tena como destinataria a una
dama, con la intencin de seducirla, sino rendir homenaje a un espacio a la regin calchaqu-
y agasajar a un sujeto colectivo enunciado como pueblo.

3. Guitarreadas, veladas y serenatas



No obstante los aspectos novedosos de la Serenata, en tanto evento singular, distintas
iniciativas y experiencias en la provincia y en la regin la anteceden y hacen posible. Esta
celebracin extiende y articula con nuevos sentidos diversas prcticas locales arraigadas como
la guitarreada, la costumbre de cortejar mediante el canto romntico a las seoritas y el
festejo del fin de la vendimia. Cada una de stas remite a espacios y situaciones particulares,
que se inscriben de distinto modo en la trama de la vida.
El reunirse a cantar y tocar la guitarra en ruedas donde el instrumento circula de mano en
mano alternndose tanto en su ejecutante como en los cantantes, parece remontarse al mundo de
la campaa, al espacio rural donde los gauchos peones rurales y campesinos -luego de las
labores, cuando se pona el sol se juntaban a cantar. Para el espacio de la Pampa hay referencias
a las pulperas como el mbito de reunin en donde los grupos de hombres beban, cantaban y
tambin realizaban distintas actividades que luego integrarn el repertorio de destrezas
criollas, como el juego de la taba. Una de las primeras referencias acerca de las prcticas
musicales y el tiempo de ocio en el mbito rural se encuentra en un libro de viajes de 1773, El
lazarillo de ciegos caminantes,16donde se describe una reunin en la que se cantan coplas al

15
La localidad de Animan y su Municipalidad se fundaron recin hacia los aos 60. Previo a este evento,
cada una de las Fincas organizaba su propia vendimia como un agasajo a los cosecheros.
16
El escrito da cuenta de las experiencias en el trayecto desde Buenos Aires hacia Lima, y su autora ha
sido objeto de numerosas indagaciones crticas. Se atribuy al funcionario espaol Alonso Carri de la
Trabajo y Sociedad, Nm. 29, 2017 231

son de la mal encordada y destemplada guitarrilla (en Rueda, 2015).


Desde fines del s. XIX y primeras dcadas del XX se produce una expansin de las prcticas
rurales hacia mbitos urbanos, desarrollndose distintos espacios de socializacin, entre ellos
los denominados centros tradicionalistas, patios criollos y peas folklricas que, en Buenos
Aires, oficiaban como punto de encuentro para los migrantes provincianos (Varela, 1980;
Gravano, 1985).
Entre los diferentes espacios de socializacin y esparcimiento, hacia mediados de siglo XX
se destaca en la ciudad de Salta el denominado bodegn o boliche en zonas marginales,
que constitua una mezcla de restaurante (era necesario pagar por lo menos una parte de lo que
se consuma), casa de familia (frecuentemente eran padres e hijos quienes atendan) y club
social (eran siempre los mismos pocos lugares donde las mismas personas saban que podan
encontrarse) (Neiburg, 2003: 13). Uno de esos lugares, el boliche Balderrama, adquiri
reconocimiento pblico gracias a una zamba que le dedicaron Leguizamn y Castilla, cono de
la msica folklrica nacional. Este lugar, en principio, funcionaba como una picantera17
fundada por Antonio Balderrama y su esposa Remigia Zurita. Hacia 1954, sus hijos Juan,
Celestino y Daro abrieron el local ubicado en calles San Martn y Canal del Esteco, donde
actualmente sigue funcionando. Tal como retrata la famosa zamba, este era un espacio preferido
por la bohemia saltea de esos aos, en el que las noches se extendan hasta el amanecer entre
canciones, vino y alguna comida.
En los 60, durante el llamado boom del folklore, proliferaron las peas, espacios
destinados al canto y el baile.Molinero seala que con estos espacios el folklore se hizo familiar
y extendido (2011: 97). Este mismo autor distingue en esa dcada la aparicin de una modalidad
de pea, ya no bailable, sino de espectculo, aunque algunas de ellas conservaran un cierto
grado de micrfono abierto para los asistentes (99). stas iban generando un crculo de
habitus, con mltiples relaciones (entre artistas, y entre stos y su pblico) que reforzaba lazos
de pertenencia grupal (100).Esto mismo seala el guitarrista Juan Fal respecto de las peas en
Tucumn (Orquera, 2010).
Los festivales y las peas constituan espacios pblicos para la prctica y el consumo del
folklore. Adems, se desarroll por la dcada del 60 un espacio diferenciado, privado y a la vez
grupal, las guitarreadas, que consistan en reuniones -generalmente de jvenes- en casas
particulares en las que el canto con guitarra era el paso obligado y ms esperado- luego de un
almuerzo o cena. Esta costumbre fue cultivada en todos los sectores sociales que la tomaron
como experiencia casi rutinaria, por varios aos. (Molinero, 2011: 103).
Interesa particularmente distinguir una modalidad de este tipo de reuniones en el espacio local
y an regional, en la forma de veladas llevadas a cabo en las grandes y lujosas casonas rurales
y tambin de los alrededores de la Ciudad- de las familias de la lite local que albergaban
encuentros de este carcter, charlas con msica, asado y vino. En el seno de las lites se torna
particularmente significativa esta prctica en tanto forma exclusiva y restringida de sociabilidad
entre anfitriones y msicos, poetas, pintores y escritores. Por un lado, los artistas disfrutaban de

Vandera, aunque tambin a Calixto Bustamante Carlos Inca (Concolorcorvo). Altuna sostiene que la
presencia de ambos nombres en el ttulo, da cuenta de la ficcionalizacin que rodea al plano autorial y de
un pacto de escritura entre estos dos sujetos (2002: 181). Esta autora realiza una lectura sumamente
interesante de la configuracin ideolgica del espacio en dicho texto, sealando tres grandes reas, el
Tucumn -que incluye desde Montevideo y Buenos Aires hasta La Quiaca-, las zonas aledaas al Cusco,
y Lima, la capital virreinal. Cada uno de estos espacios quedan delimitados por el predominio de ciertos
tipos humanos: gauderios, indios y criollos, respectivamente, y atravesados por la matriz ideolgica
civilizacin/ barbarie. Las consideraciones sobre las prcticas musicales as lo demuestran; asimismo, se
define a los gauderios (gauchos) como improductivos, vagos y malentretenidos que pasan las
semanas enteras tendidos sobre un cuero, cantando y tocando (en Altuna, 2002: 199).
17
Local de comidas regionales andinas.
Trabajo y Sociedad, Nm. 29, 2017 232

la generosidad de extensas veladas y, por otro, la presencia de stos confera de un aura de


distincin a quien organizaba esos encuentros y reciba en su casa ilustres visitantes.
Existen numerosas referencias en torno de aquellos anfitriones que ofrecan sus residencias
para estas veladas, tanto en Salta como tambin en Tucumn y Jujuy. Perassi (2015) destaca el
importante rol que desempearon estas reuniones desde la dcada de los aos 30, en tanto ellas
albergaban a distinguidos artistas de la regin, propiciando formas de intercambio y
conocimiento entre diversos actores. Entre las residencias ms visitadas se encontraba la de
Yolanda Prez de Carenzo en Lozano, pueblo ubicado camino a la Quebrada de Humahuaca.
Por all estuvieron msicos, poetas, escritores y pintores, recibidos por la nia Yolanda a la
que rinde homenaje una de las ms conocidas zambas de G. Leguizamn y M. Castilla, Zamba
de Lozano compuesta en 1963. Este tipo de veladas tambin eran frecuentes en Salta, siendo
uno de los ms reconocidos anfitriones Guillermo Pajarito Velarde Mors quien desde 1930 y
hasta 1965 ao de su muerte- convoc en su domicilio, en Pueyrredn 106,18 a diversas figuras
del ambiente local y destacados visitantes de otras provincias. En Tucumn tambin hay
referencias acerca de estas reuniones en casas particulares, donde coincidan msicos, poetas y
otros actores del ambiente cultural (Orquera, 2015: 284). De esas reuniones surgieron
numerosas canciones, escritas como retribucin hacia quienes actuaban como generosos
anfitriones19.
Las residencias de la reducida lite cafayatea, fueron espacio propicio para este tipo de
encuentros, especialmente en el perodo estival. Arnaldo Etchart recuerda que habitualmente
invitaba artistas y se hacan asados, empanadas, [y haba] abundancia de vinos () se armaba
en los jardines de la bodega, de la casa, eran amigos que yo invitaba.20 As, las galeras
seoriales eran testigo de largas noches en vela. En algunos ejemplares de la revista Anacreonte
publicada por la Fundacin Carmen Rosa Ulivarri de Etchart- se difundieron fragmentos de
intercambios epistolares entre msicos y Don Arnaldo Etchart, a quien le ofrecan pblico
agradecimiento por la hospitalidad con las que haban sido acogidos en sus visitas a Cafayate.
Las temporadas de verano eran especialmente un momento apropiado para el desarrollo de
otra costumbre arraigada, la de ofrecer serenatas nocturnas -de donde tom el nombre el evento-
. Se trata de un hbito con reminiscencias romnticas y seoriales que remite a modos de cortejo
amoroso que se remontan a la cultura caballeresca y del amor corts del Medioevo europeo,
donde un hombre o un grupo de hombres ofrecan su canto a las damas. En Cafayate era
habitual entre el reducido nmero de familias que componan el linaje pueblerino, lite formada
por un puado de apellidos (Botelli, 1986)

4. El festejo de la vendimia. De la Finca a la Plaza

Las fiestas estacionales de celebracin de la cosecha de los frutos agrcolas tienen una
profunda historia que en algunos casos tambin se remonta a la edad media. El festejo de la
vendimia es comn a distintas regiones vitivincolas de Europa (cuya realizacin coincide con el
inicio del verano -el 21 de Junio-) y an en la actualidad da lugar al desarrollo de grandes
celebraciones. En la capital del vino de Argentina, en Mendoza, 1913 es un hito en lo que
respecta a tales festejos, aunque sin embargo es en 1936 cuando la fiesta de la Vendimia adopta
el formato que presenta actualmente.

18
Actualmente all funciona el Museo folklrico Pajarito Velarde.
19
Entre otras Zamba de la Candelaria (Fal/Dvalos); Zamba de Lozano (Leguizamn/ Castilla);
Balderrama (Leguizamn/Castilla); Zamba de Don Balta (Leguizamn/ Castilla); La nia
(Fal/Perdiguero).
20
Entrevista a Arnaldo Etchart realizada por Laura Navallo el 29 de Noviembre de 2014.
Trabajo y Sociedad, Nm. 29, 2017 233

Segn plantea Santos, ese festejo tena lugar en la intimidad de las hileras, donde los
trabajadores celebraban tocando la guitarra, entonando cuecas y gatos cuyanos y bailando en
medio de las fincas. El desplazamiento mediante el cual la fiesta trasciende la intimidad rural
sucede cuando junto a la lite local gana las calles del centro de Mendoza como actividad de
cierre de un congreso de la industria y el comercio, que finaliz con un desfile de vendimiadores
y carrozas alegricas (en Torres 2007:15).
Tal como hemos sealado, en Cafayate y los Valles Calchaques tambin sucede un
desplazamiento, con el traslado del festejo y su apertura hacia afuera de las fincas, ello cuando
se realizan en un espacio pblico y se dirigen a todo el pueblo.
El traslado y la reubicacin de ese festejo tambin implican transformaciones en su forma y
sentidos, todo lo cual resulta especialmente sugerente en la medida en que esa fiesta ocupaba un
importante lugar como resorte de la dinmica social de las fincas. No solo tena centralidad en
el calendario productivo como indicativo del cierre de un ciclo y del inicio de otro- sino que
asimismo era fundamental para el sostenimiento de los vnculos interpersonales entre patrones-
propietarios y peones-empleados, en tanto movilizaba los aspectos morales y simblicos
constitutivos de esa trama social.
El fuerte carcter personalizado de ese espacio permita que cada quien fuera
individualizado, conocido y reconocido por los otros, los trabajadores no solo tenan un trato
directo y cercano con los otros trabajadores y sus familias, sino tambin con su patrn, quien
tambin poda reconocer al trabajador y a su familia (conoca sus nombres, apellidos y en
muchos casos tambin a sus parientes), esto se afirmaba y se desprenda del carcter y condicin
residencial de los trabajadores.
Las fincas presentaban por lo general una comn estructura: un sector de cultivo de vias o
parras, una edificacin principal sala o casa de los patrones, instalaciones para la
elaboracin del vino llamada fbrica, y para el estacionamiento, bodega. Asimismo, y en un
rea no apta para cultivo, se distribuan las casas y ranchos de los peones y sus familias y
tambin potreros y granjas para la crianza de animales. La organizacin y distribucin del
espacio estaba directamente condicionada por el tipo de explotacin econmica propio de la
produccin de vides- pero tambin del modo social en que se lo construa, de las relaciones
sociales21.
El hecho de habitar en un mismo predio creaba esa cercana o familiaridad, definitoria
de tal organizacin y estructura, donde se superponen y entrecruzan mbitos y dominios, el de la
vida y el del trabajo que, para los ncleos urbanos y el perodo aqu considerado, se presuponen
como autonomizados y diferenciados22. Esta implicacin multidimensional entre peones-
trabajadores y propietarios-patrones es propia del entretejido de ese sistema tradicional de
relacionamiento y de su configuracin de poder especfica, en cuya base se ubica el contrato de
trabajo y residencia. A partir de ste se fijan derechos y obligaciones mutuas, recprocas entre
patrones y peones- y se habilita la circulacin de bienes de carcter econmico y
extraeconmico (intercambios monetarios y no monetarios). Es as que la condicin residencial
confiere una mayor complejidad y densidad a ese vnculo, que excede y trasvasa el estricto
acuerdo laboral y relaciona integralmente a los sujetos23.

21
Existen referencias de esta comn distribucin y ocupacin del espacio en otras localidades de
produccin vitivincola de Salta. En el libro de Botelli (1986) se pueden consultar grficos de la zona de
Molinos.
22
Este tema atraviesa profundos debates en cuyo nudo se encuentran las distintas perspectivas y
corrientes que analizan el desarrollo del capitalismo en Amrica Latina, as como los procesos de
modernizacin, lo cual excede ampliamente las pretensiones del estudio que aqu presentamos.
23
A los fines de reforzar y enfatizar este aspecto empleamos la categora pen en su carcter de categora
nativa, que condensa sentidos especficos y remite al entramado social que la contiene, donde se imbrican
distintas dimensiones de la vida. Entendemos, entonces, que no es equivalente respecto a la categora
Trabajo y Sociedad, Nm. 29, 2017 234

El ingreso como trabajador y residente a la finca se efectuaba por medio de un acuerdo


personal con cada patrn, al que los ex peones y trabajadores definan como un arreglo24.
Este, operaba como un contrato de palabra y cara a cara, y los compromisos mutuos se
trababan en el orden de los implcitos y sobre-entendidos.
A partir de estudios sobre la situacin de moradura de los trabajadores de los ingenios
azucareros de la mata pernambucana de Brasil, Palmeira (1977) sostuvo que el hecho de entrar a
este lugar en condicin de morador implicaba el ingresoa ciertas relaciones sociales, lo que
ubicaba a los actores en posiciones especficas en una trama que significaba el involucramiento
e insercin en una red de obligaciones y derechos, en un crculo coercitivo. Con similitudes a lo
observado por Palmeira, la entrada a las fincas implicaba recibir una vivienda y una pequea
parcela de tierra -que las familias destinaban a la siembra y crianza de animales de granja-.
Estos bienes que se otorgaban junto al trabajo, cuyo carcter puede interpretarse similar al de
un prstamo para uso, generalmente se reconocen como aquello que los patrones daban o
entregaban y por lo que los peones y trabajadores no pagaban (no entregaban dinero a
cambio). Es esta situacin especial la que creaba una especie de deuda de los peones respecto a
los patrones- y la que alimentaba la obligacin de devolver algo en compensacin.
En los relatos de los trabajadores/peones hay referencias a los diversos tipos de entregas
que realizaban como contraparte, a veces estas se presentaban como prestaciones de servicios
(limpiar canales, pintar o arreglar partes de la casa de los patrones), o como entrega de
productos elaborados familiarmente o derivados del huerto o pequeo corral anexo a las
viviendas (pan casero, pasas de frutas, quesos, huevos). A diferencia de la paga del trabajo, que
se meda en jornales claramente cuantificados en un monto de dinero -que reciban
quincenalmente- o para el caso de las cosechas que se pagaba de acuerdo a la cantidad de
gamelas (de canastos de uva cosechados), las entregas tenan considerable imprecisin y
variabilidad en cuanto a sus cantidades. Esa vaguedad y la ausencia de parmetros y
equivalencias generales, en muchos casos, confera un mayor margen de indefinicin y
reforzaba la asimetra entre las partes, posicionando en situacin de deuda permanente a los
peones y habilitando a los patrones a pedir o solicitar entregas excesivas o desmedidas.
En ese sentido, las cantidades de prestaciones que compensaban la deuda no estaban
claramente fijadas, pero haba prescripciones respecto a los tipos de entregas permitidas y el
momento en que corresponda efectuarlas, marcadas por tiempos especficos, por los ciclos y las
estaciones (Villagrn, 2014). Cuando tenan leche las cabras era posible elaborar queso lo cual

genrica trabajador u obrero que expresa solo un aspecto de las relaciones, que se centra en la
condicin de poseedor de medios de produccin -o capital- de unos y de oferentes de fuerza de trabajo de
otros, entre propietarios y trabajadores. La perspectiva etnogrfica que aqu ponemos en juego vuelve
necesaria una caracterizacin de los sujetos concretos a quienes nos referimos y a los vnculos especficos
que los envuelven, de ello que las nociones aqu empleadas persigan el propsito de evidenciar la
complejidad y multidimensionalidad que condensa la nocin de pen, como expresin de una condicin
que habilita prcticas sociales propias- sujeto que como trabajador residente est ligado al patrn a travs
de derechos y obligaciones tcitamente fijados en un acuerdo de ingreso a las fincas. Este no es
reductible a un contrato de trabajo ni al intercambio en dinero que se materializa en el pago de salario.
24
En otro trabajo, donde el objetivo fue analizar y reconstruir el proceso de salida de las fincas,
planteamos que el modo de entrada incide y prefigura la forma de la salida. Ante la peticin de salir
algunos trabajadores acordaron con el patrn las formas, tiempos y condiciones de ese traslado.
Algunos pidieron que se los esperara hasta que consiguieran a donde irse. Hubo quienes obtuvieron
ayudas y facilidades provistas por el patrn, pudiendo por esa va acceder a terrenos o crditos para
viviendas, otros en cambio permanecieron dentro de la finca pese a la solicitud de salir y lo hicieron
hasta que se intensificaron los mecanismos de presin para desocupar las viviendas y predios. Hubo
situaciones donde los estmulos e incentivos para salir fueron efectivos y las familias se relocalizaron
voluntariamente y otros en donde actuaron diversos mecanismos de coaccin. Esto ha sido analizado
en (Villagrn, A y Sabio Collado, V. 2014 y 2015).
Trabajo y Sociedad, Nm. 29, 2017 235

dependa de la disponibilidad de pasturas y agua- y cuando los rboles fructificaban se podan


elaborar dulces o pasas de durazno, higos o uvas. Lo antes descripto muestra que las
interrelaciones entre patrones y peones se desplegaban en base a intercambios de diverso
carcter donde se articulaban formas de dar, recibir y devolver que implicaban tiempos y
situaciones especficos. Es en ese sentido que la instancia de la vendimia se ubicaba dentro del
crculo del don, como un momento fundamental en donde a los patrones les corresponda dar,
dispensar comida, bebida y diversin, como agasajo a sus peones, en respuesta a las
expectativas sobre su deber ser y a lo prescripto para su rol-posicin.
Esa celebracin constitua una ocasin sustantiva de actualizacin y refuerzo del vnculo y
los compromisos interpersonales, reafirmaba el lugar y posicin de cada quin en ese
ordenamiento y permita mantener vigentes los derechos y obligaciones que los unan y
entrelazaban. Especialmente, se pona en juego all el enaltecimiento de los patrones, que en ese
acto de dar podan ser reconocidos como generosos, bondadosos o caritativos25 logrando as
sostener su prestigio o estima social y reforzar la imagen de buenos patrones.
A la vez, se despliega all otro elemento implicado en la imagen social y prestigio de los
patrones, puesto que dispensar una fiesta una vez finalizada la recoleccin de los frutos, luego
de que las vides fueron a lo largo de al menos dos meses concentrndose en majestuosas
montaas -para ser transformadas en vino-, adquiere tambin el sentido de una simblica
redistribucin, muestra la predisposicin a compartir y repartir una porcin de lo acumulado por
parte de la patronal. Este festejo y agasajo operaba as como una instancia en la que los patrones
a la vez que demostraban su capacidad de dar, tambin retribuan el esfuerzo entregado por los
peones en las sucesivas jornadas de cosecha, y a lo largo de todo el ciclo anual de trabajo. Se
advierte que en este modo festivo de dar, se condensan e involucran las distintas dimensiones
implicadas en los actos de cambio, se ponen en juego las personas morales su estatus y
honor-, y los derechos y obligaciones que fundan los lazos sociales [Mauss 1925 (2010].
Estos elementos y sentidos estn presentes en la Serenata, y se evidencian en el significado
que le atribuye su promotor y principal gestor al definirla como un regalo para el pueblo. All,
el proveer y agasajar que asume Etchart como una iniciativa personal, voluntaria y
desinteresada, refleja valoraciones inscriptas en el crculo del don-contra don. El status del
donante -el patrn-bodeguero- estaba all puesto en juego cuando ste se posicionaba como
quien daba y ofreca. Este regalo, sin embargo, se destinaba a un sujeto distinto; el colectivo
pueblo ingresaba de este modo al crculo de los intercambios y, a travs de ello, el patrn
ampliaba su espectro de influencia y extenda la entrega sobre un espacio ms vasto e
indefinido, trascendiendo los lmites de su finca y propiedad, como tambin el de la comunidad
de peones residentes.
As, la ampliacin del espacio que abarca el circuito de intercambios y la inclusin de
nuevos sujetos a ste, plantea interrogantes y llama la atencin acerca de los cambios que estn
sucediendo respecto a las formas tradicionales de relacionamiento social. Nuevos
emprendimientos y reestructuraciones econmicas definen el clima de aquellas primeras
celebraciones de la Serenata, donde convergen iniciativas privadas y polticas estatales que en
respuesta a diagnsticos sociales que retratan una penosa y crtica situacin- aspiran a
revertir el estancamiento y desarrollar la localidad de Cafayate y la regin de los valles
calchaques encontrando en el turismo la clave para proyectar un promisorio futuro.

25
Existe abundante literatura antropolgica que versa sobre eventos festivos de naturaleza similar a
stos, aunque con significativas diferencias respecto a su magnitud, como es el caso del Potlatch (que
significa esencialmente alimentar y consumir). En esa forma particular de festines que combinaban
rivalidad y antagonismo entre jefes se ponan en juego su honor y estatus. All la destruccin suntuaria de
la riqueza acumulada permita eclipsar al jefe rival y defina las jerarquas. Por ello, sostiene Mauss, que
stas revestan para los jefes un carcter agonstico y a la vez usurario [1925 (2010:78-79)].
Trabajo y Sociedad, Nm. 29, 2017 236

5- La decadencia vallista. Rupturas, salidas y redefiniciones

Las principales reacomodaciones en curso se alientan desde el impulso modernizador de la


vitivinicultura, que implica transformaciones en el modo de organizar la produccin y de
establecer los vnculos laborales.
Un Estudio Zonal realizado por la Direccin de Estadsticas e Investigaciones Econmicas
de la Provincia de Salta, sobre las localidades de Cafayate y San Carlos26, pona de manifiesto
que estas conformaban una maravillosa zona -por sus paisajes y sus tradiciones-, pero que la
situacin en la que se encontraba evidenciaba una paradoja: su incomparable belleza e
incuestionable pobreza. El empobrecimiento y la decadencia vallista se atribuan a distintas
causas, pero principalmente a una especie de aislamiento geogrfico, a la falta de
comunicaciones y transportes que permitieran una buena comercializacin de sus productos, y
ello situaba a la regin en una desfavorable posicin respecto a otros centros de produccin. A
las limitaciones provocadas por los problemas de traslado -y por ende de comercializacin del
principal producto regional -el vino en sus tres variedades: Torronts, Criollo y Francs27- se
aada el problema de la competencia desigual.28
La drstica detencin del crecimiento agrcola -provocada por la falta de acceso a agua
para riego- y la fuga de la mano de obra nativa, que estara produciendo un empobrecimiento
demogrfico, se consideran aspectos decisivos del deterioro econmico. Identifican en el
sistema semi-feudal imperante la razn del drama vallisto, donde no se ofrece ms
alternativa que El conchabo anual, por cinco o seis meses, en la zafra caera, para luego
regresar trayendo unos pesos escasos, un poco de azcar, unos metros de tela y tal vez alguna
lesin pulmonar [] De ms est decir que este nomadismo forzoso, aunque signifique un
indiscutible paliativo para quienes lo practican, no hace ningn bien a la economa general de
29
los valles .
Por su parte, el diagnstico social realizado 1963, en base a la investigacin de un equipo de
la Universidad del Litoral que coordin Meister30, destac como rasgo sobresaliente de
Cafayate, que los establecimientos de elaboracin y cultivo se concentraban en pocas manos -
cinco propietarios-, quienes ejercan un control monoplico sobre las fuentes de trabajo. A
juicio de los investigadores, ello provocaba que los trabajadores no tuvieran un mnimo

26
Esta investigacin fue encargada mediante resolucin del Honorable Senado de la Provincia de Salta
(25 de Septiembre de 1959) al Poder Ejecutivo. Se encomienda a la Direccin de Estadsticas e
Investigaciones Econmicas de la Provincia la realizacin de un Estudio social, econmico, geogrfico y
agropecuario de los departamentos de San Carlos y Cafayate, que pudiera mostrar una fotografa
panormica de la situacin y problemticas de la zona a los fines de una posterior planificacin de
soluciones. Desde el mbito de la Secretara de Estado de Planeamiento se llevarn adelante distintas
acciones y se disearn polticas especficas acordes a este criterio zonal -regional- que se emple para
los estudios.
27
En el estudio antes mencionado se registra la produccin de tres tipos de vinos: Torronts (de la
variedad de uva Torronts), Criollo de variedad de vides criollas y francs que comprende las variedades
Cabernet, Malbec, Tannat y Barbera.
28
Desde la opinin de los productores bodegueros locales- se sostiene que la competencia desigual
radica en que la regin de Cuyo tiene un sinnmero de ventajas, entre ellas: mejores equipos
industriales, produccin en gran escala, fuerza motriz barata, mejores transportes, mayor aliciente
crediticio, mejores obras de riego y extraccin generalizada de subproductos como el alcohol, el abono,
cido tartrico, aceite de semillas, etc, todo lo cual reduce sus costos de produccin. Ver Estudio Zonal
de Cafayate y San Carlos, 1959, pp. 55.
29
Estudio Zonal de Cafayate y San Carlos, 1959, pp. 16.
30
El estudio se titula Tradicionalismo y cambio social en el Valle de Santa Mara.
Trabajo y Sociedad, Nm. 29, 2017 237

margen de libertad y que Cafayate se encontrara aprisionado por el cinturn de fincas


latifundistas. A la observacin sobre la concentracin de la propiedad de la tierra se aada que
en Cafayate exista una clase alta muy pequea numricamente (compuesta por doscientos
treinta y tres empresarios y cuentapropistas -incluyendo en esa cifra todo tipo de comercios y
actividades-) que no resida de modo permanente en la zona (1963:48), sobre el carcter
estacional de la presencia de los patrones y propietarios nos detenemos en el prximo apartado.
En la evaluacin de las condiciones desventajosas para la comercializacin del principal
producto Cafayateo se consideraba que su nivel de atraso, tradicionalismo o arcasmo y
la falta de predisposicin a modernizarse que se observaba en la regin- incida sobre su
produccin. Arcasmo que ha sido asociado directamente con la forma local de organizacin del
trabajo y a la vigencia y extensin de prcticas de intercambio pre modernas (restringida
circulacin monetaria y su reemplazo por el trueque o la retribucin en especies y servicios),
que arraigaban en la condicin semi-servil del trabajo de los peones. Estos rasgos,
enfticamente sealados en el estudio de Meister en 1963, fueron considerados caractersticos
del sistema econmico del Valle.
Los estudios y diagnsticos realizados para la regin en los aos previos al surgimiento de la
Serenata, como se puede advertir, no dejan dudas respecto a la generalizacin de una situacin
de malestar econmico, deterioro y estancamiento, a lo que se suma que los aos 70 constituyen
un momento particularmente crtico para la vitivinicultura en Argentina. All se combinan la
crisis del modelo de produccin y una baja considerable del consumo masivo de vinos.
Plantean Aspiazu y Basualdo (2001), que la vitivinicultura recorri entre 1970 y 1980 etapas de
profunda depresin econmica, en el marco de los rasgos desequilibrados y desequilibrantes
que delinearon su desarrollo y el de una especial coyuntura poltica y econmica nacional y
regional.
Localmente, las expresiones de esta crisis y del agotamiento de un sistema cobran forma
con el estmulo a la expulsin de los trabajadores residentes y sus familias hacia viviendas
ubicadas fuera de las fincas. El proceso de salida que all se inicia que como antes
sealamos, en algunos casos es gradual y en otros acelerado por presiones-, implica que las
familias que antes habitaban dentro de los predios productivos deban re-localizarse en espacios
diversos, en calles retiradas del centro, en los mrgenes, dando lugar a lo que se conformar
como una especie de cordn del pueblo de Cafayate. En la localidad de Animan31, este
desplazamiento tambin se inicia por entonces pero se despliega en un largo arco temporal que
se ordena en distintas fases de salida y formas de hacerlo. La sucesiva conformacin de barrios
responde a la necesidad de contener esa poblacin expulsada y repercute en el incremento del
tamao y la forma del pueblo.
En algunas situaciones, el estmulo a la salida responde directamente a la iniciativa de los
patrones de incrementar y expandir las superficies cultivadas, de aprovechar y optimizar el
uso de la tierra, de transformar en productivas reas antes consideradas inutilizables (que por las
limitaciones de riego y su aridez no se tornaban aptas para cultivo), apuntando ello a
incrementar los volmenes de produccin. En otros casos la expansin de los cultivos oper
slo como un justificativo para impulsar la salida y cortar un tipo de relacin sostenida por
dcadas.
Hay relatos en los que esta ruptura se asocia al cambio de manos de la propiedad y tambin

31
La salida entendida como proceso social y no solo como una accin de relocalizacin espacial,
permite considerar las distintas dimensiones implicadas en este fenmeno que se despliega en
temporalidades diversas. En Villagrn y Sabio Collado (2014 y 2016) planteamos que para el caso de una
finca en Animan, ese proceso empez a tener lugar alrededor del ao 73 y an a la fecha los habitantes
no terminaron de salir, pues algunas familias constituidas en Comunidad Indgena desde el ao 2003-,
han desarrollado diversas estrategias organizativas para impedir la expulsin de ese lugar.
Trabajo y Sociedad, Nm. 29, 2017 238

en los estilos de administracin de las fincas y bodegas. Es frecuente que esto suceda con el
traspaso de las propiedades y la gestin de los padres a los hijos y herederos, los ms jvenes
generalmente con otros valores y principios encaran formas de vinculacin ms modernas,
impersonales, distintas a las que haban sostenido sus antecesores. Parten, en muchos casos, del
no reconocimiento de los acuerdos y compromisos previos. Lo mismo sucede cuando las
propiedades son adquiridas por nuevos dueos, que ante todo tratan de desentenderse de quienes
all habitan.
Asimismo, el estmulo a la salida tambin se relaciona con las presiones y demandas que
se efectan desde el mbito de las organizaciones sindicales e instituciones gubernamentales,
como la Direccin de Trabajo, respecto al cumplimiento de los derechos laborales. Se denuncia
que no se respetan los montos fijados para los jornales y tampoco la extensin de la jornada, y
un punto particularmente crtico es el que hace referencia al pago por parte de la patronal. Segn
la normativa ste deba constituirse por una parte en dinero que se denominaba el jornal y otra
parte llamada prestacin sin cargo conformada por la vivienda, una extensin de tierra para
cultivo de entre 3 y 5 has y agua para riego-. Tanto en los relatos que en aquel momento
recabaron los estudios realizados en la zona, a los que ya nos referimos, como en las denuncias
de los representantes sindicales y en las memorias que an hoy circulan, se resalta que los
patrones incumplan y que no retribuan lo que corresponda ni en su carcter monetario ni en lo
extra-monetario. Las parcelas de tierra a las que se les habilitaba el acceso eran ms pequeas
que lo que estableca la normativa y el acceso al agua era igualmente problemtico, el curso de
los canales frecuentemente se desviaba y se conducan hacia zonas del predio distantes a las
viviendas. De igual modo, la condicin edilicia de stas tambin fue motivo de reclamos. Tal
como puede leerse en un fragmento del Estudio Zonal, ya antes mencionado: algunos patrones
manifiestan que a cada pen se le asigna vivienda y una porcin de tierra con riego para que la
cultive y cuyo producto no lo comparte con el dueo de la finca. Algunos peones han
manifestado que tal cosa no es cierta; que la vivienda consiste en un rancho sin la ms elemental
comodidad, y que tierra no se les da o se les da sin agua para riego (1959:73).
Pasados ms de diez aos, la situacin arriba descripta parece no haberse revertido. El 15 de
diciembre de 197032 el entonces Secretario General del Sindicato de Empleados y Obreros
Vitivincolas (SOEV)33, brind una conferencia de prensa en el local de la CGT Salta,
oportunidad en la que hizo pblicas denuncias sobre la violacin de los derechos laborales y la
explotacin de los trabajadores en los Valles Calchaques, incumplimiento que se manifestaba
tanto en los montos salariales como en la duracin de la jornada laboral (reglamentada en 8
horas diarias y 48 semanales) y respecto a los aportes jubilatorios y la cobertura de salud. En la
denuncia pblica se menciona la finca la Florida, propiedad de Arnaldo Etchart, por incumplir
con los aportes por obra social y all se hace referencia, sin embargo, a que sta es la nica firma
que otorga anticipos a sus trabajadores cuando lo solicitan.
Por una va paralela a la sindical, mediante una organizacin que nucleaba a peones rurales y
campesinos se realizaron tambin reclamos y denuncias, segn lo que planteaba la FUSTCA34,

32
Diario El Tribuno, nota titulada Denuncian incumplimiento de las leyes laborales por parte de
vitivinicultores. Salta, 15 de diciembre de 1970
33
Segn consta en la base de datos del Ministerio de Trabajo, a travs de la normativa N 274/67 se
otorg personera gremial al Sindicato de Obreros y Empleados Vitivincolas de Cafayate el da 7/7/1967,
sin embargo su presencia y accionar se remonta al menos a dos dcadas previas. En trabajos sobre las
organizaciones obreras en Salta se seala que en una huelga general convocada en Abril de 1949 se
cuenta con la adhesin de los trabajadores de este sindicato (Abrahan y Sanchez, 2006).
Las estimaciones realizadas en el estudio dirigido por Meister, indican que el Sindicato no contaba con el
apoyo activo de la masa de afiliados pero que tena aproximadamente 600 afiliados, pertenecientes a la
Federacin Nacional del Vino FOEVA- (Meister 1963:49).
34
La Federacin nica de Sindicatos de Trabajadores Campesinos y Afines (FUSTCA) antes de su
Trabajo y Sociedad, Nm. 29, 2017 239

en el Valle Calchaqu en el ao 1973 un trabajador rural reciba como pago el 45% de lo que
fijaba la escala salarial y la jornada se extenda de sol a sol, mucho ms de las ocho horas
reglamentarias.
Dos aos antes de la realizacin de la Serenata, en Animan, la bodega y finca homnima
suspendi por varios meses el pago a los trabajadores. El malestar provocado por el agotamiento
del modelo, el estancamiento productivo y factores de otra ndole incidieron para que
detonara all un conflicto -que alcanz importante trascendencia y tuvo cobertura periodstica a
nivel provincial y nacional-, que incluy una importante movilizacin social con medidas como
una huelga, corte de ruta y la toma de la principal finca y bodega por los trabajadores esta
localidad. Estos sucesos tambin motivaron la intervencin del Ministerio de Trabajo y
Bienestar Social (Villagrn 2014 y Villagrn y Lpez 2016).
Por lo antes expuesto podr advertirse que el impulso a salir de la fincas y a que las
familias se reubiquen fuera de sus predios, agudizaba una ya crtica situacin, que indicaba el
inminente advenimiento de cambios, de una significativa transformacin en diversos rdenes de
la vida. Tal como hemos venido afirmando, con la relocalizacin de los trabajadores se
desarticula el fundamental engranaje del funcionamiento de las fincas como espacios sociales,
que arraiga en la condicin residencial de los trabajadores. La desarticulacin de la base de ese
ordenamiento, de esta estructura, sera indicativo de una reconfiguracin social en marcha.
Siguiendo la lnea de lectura de Palmeira (1977), si el ingreso a la finca implica entrar en
especficas relaciones sociales, de igual modo la salida impacta en ese orden. La salida puede
dar cuenta de la ruptura de un tipo vnculo y tambin de las obligaciones atadas a stos: implica
salir de la condicin de pen (trabajador residente) y reposicionarse como un trabajador, como
obrero de la vid. Se despliega a travs de ello la progresiva diferenciacin y separacin de los
mbitos del vivir y del trabajar y concomitantemente la redefinicin de la relacin con los
patrones y su formalizacin. Relacin que desde entonces debe adecuarse a lo que establece el
contrato laboral y su marco legal, con lo cual el complejo y diverso crculo de intercambios
tendr que restringirse a la circulacin monetaria, al salario.
En tanto la reubicacin espacial y el reposicionamiento de los actores son indisociables,
sucede la habilitacin de nuevos roles. El sindicato es el canal legalmente habilitado para
efectuar peticiones o reclamos que anteriormente se hacan de modo personal -directamente al
patrn o con la intermediacin del capataz-. Asimismo, el patrn ir siendo desplazado del lugar
y funcin de nico proveedor de casa y trabajo y de va exclusiva e ineludible de acceso a lo
imprescindible para la vida. Otra figura proveedora va asentndose en el espacio local y, junto a
ello, una idea de lo estatal y lo pblico. Coincide con estas transformaciones la construccin de
barrios mediante la ejecucin de programas y planes de vivienda estatales municipales,
provinciales y nacionales-.

6. Movilidad estacional: braceros y veraneantes

Este conjunto de factores describe un panorama de re-estructuracin social, en el cual el


proceso de salida implica una reubicacin definitiva de importantes cantidades de familias.
Junto a este movimiento hacia afuera de las fincas -de carcter definitivo- tambin tiene
importancia el desplazamiento estacional de un cuantioso volumen de trabajadores, que entre
mayo y octubre salan para trabajar en la zafra azucarera y se dirigan principalmente hacia los
ingenios de Jujuy, Salta y Tucumn. En los Valles Calchaques, para el perodo 1965 - 1970 este

fundacin, en 1969, ya desarrollaba actividades y reuniones en las zonas rurales de Salta. Sostena entre
su principales reclamos el cumplimiento y respeto de los trminos establecidos en el Estatuto del Pen
Rural (Rodrguez 2009), a la vez que difunda la consigna ni hombres sin tierra, ni tierra sin hombres y
la tierra es para quien la trabaja (Escotorin 2007).
Trabajo y Sociedad, Nm. 29, 2017 240

movimiento estacional dej un importante saldo negativo, de alrededor del 25%-35.


En Cafayate y Animan36es frecuente que se haga referencia a los familiares que ya no viven
en el lugar, a los que se fueron a trabajar estacionalmente pero que luego no regresaron. El
trabajo en la zafra se integraba en un abanico amplio de estrategias de reproduccin del grupo
domstico y era una actividad exclusiva de los hombres. Para el caso de las mujeres, y sobre
todo las jvenes, la posibilidad de trabajo que se les presentaba era irse a la ciudad en la
condicin de empleada domstica. Los trminos de esa contratacin frecuentemente presentaban
similitudes con el sistema de trabajo residencial dentro de las fincas o eran una extensin de
ste. Los patrones provean techo, comida y deban facilitar el acceso a estudios a cambio de
las tareas domsticas realizadas en sus casas. Ese tipo de desplazamiento involucraba
localidades del Valle, Salta capital y tambin Buenos Aires o Tucumn. Los familiares y
parientes que haban logrado una relativa buena ubicacin y posicin en las ciudades, se
constituan como receptores de migrantes vallistos, e incluso reciban sobrinos para su crianza37.
Este proceso migratorio empez a verse con preocupacin desde las agencias estatales y en los
diagnsticos sociales que se referan a esto como el riesgo de un despoblamiento.
Fundamentaban en ello la necesidad de implementar medidas y acciones para revertir el
penoso panorama que se avizoraba para los Valles. Es en vistas a la generacin de alternativas
econmicas y riquezas hasta ese momento no explotadas que se planifican acciones y medidas
estatales que focalizan en el turismo.
En el diagnstico zonal de 1960, se plantea que: El turismo es uno de los recursos
econmicos capitales que debe explorar la zona [...]. Sus excelencias geogrficas constituyen un
bien de turismo que hasta ahora no ha sido debidamente aprovechado. Se sostiene, asimismo,
que para ello deben crearse una serie de servicios complementarios que aumenten su inters y
los motivos de propaganda, como ser: la celebracin anual de la fiesta de la vendimia38.
En el momento en donde la crisis del modelo vitivincola tradicional hace sentir sus
consecuencias, el turismo se considera una va de salvacin de la regin. Flores Klarik (2001)
examin el proceso mediante el cual Cafayate llega a convertirse en lugar turstico y plantea
que alrededor de los aos 40 esta localidad ya es reconocida, junto con otros pueblos del interior
de la provincia de Salta, como Payogasta, Cachi, Seclants, Molinos, Angastaco, Payogastilla,
San Carlos y Animan, como parte del Valle Calchaqu; todos estos pueblos empiezan a
promocionarse en boletines, peridicos y revistas como lugares de veraneo. Por entonces, la
accesibilidad era limitada, carecan de un sistema de transporte que los comunicara con la
ciudad, y aunque en trminos de comercializacin eso se evaluaba como una limitacin -por la
dificultad que presentaba el traslado de los productos-, desde otra perspectiva, y a los fines
tursticos, ese relativo aislamiento geogrfico investa de un halo mgico al lugar y provocaba
una mayor efecto de atraccin.
Entre los aos 1916 y 1971 el ferrocarril conectaba Salta con la localidad de Alemana
situada aproximadamente a 80 kms de Cafayate-. Alrededor de los aos 30 recin qued
demarcado el camino, luego transformada en ruta nacional n 68. Esta va de comunicacin
favorecer el trnsito de visitantes hacia los valles, permitiendo adems que a lo largo del
recorrido stos contemplen admirables entornos.
Cafayate se incorpora al circuito turstico nacional desde la valorizacin de su inigualable

35
Cien mil personas, provenientes de distintos puntos de la provincia, se desplazaban estacionalmente
hacia los ingenios (alrededor del 20,2% de la poblacin). La poblacin de los valles se calculaba en
22.000 habitantes. Informacin disponible en el Tomo I del Diagnstico de la Provincia de Salta, ao
1979. Gobierno de la Provincia de Salta, Secretara de Estado de Planeamiento pp 52-53, captulo 6.
36
En entrevistas realizadas entre 2011 y 2013.
37
Para quienes estaban en penosa situacin no haba ms alternativa que enviar sus hijos a otro lugar,
con alguien que pudiera ofrecerles mejores condiciones de vida.
38
Estudio Zonal 1960 pp 59
Trabajo y Sociedad, Nm. 29, 2017 241

belleza natural, cerros multicolores y rojas montaas, y por las cualidades de su clima, que
favorecen a la salud, por la combinacin de escasa humedad y alta irradiacin solar, beneficioso
para las afecciones respiratorias, problemas seos y musculares.
Las publicidades que difunden las cualidades y atractivos de esta zona, ponen de manifiesto
la necesidad de que se promueva el desarrollo de una infraestructura de servicios para contener
a los visitantes. Segn se estima, Cafayate y San Carlos disponan en los aos 60 de una muy
limitada capacidad de hospedajes, con posibilidad de acoger a 200 personas39.
El posicionamiento de Cafayate como un destino turstico fue estimulado tambin por las
polticas nacionales de promocin de las vacaciones para los trabajadores. Esos visitantes que
arribaban, como consumidores de sus atractivos, fueron contribuyendo, a su vez, a que esta
localidad adquiriera un carcter y dinmica diferentes, en marcado contraste con el uso social
restringido que haba predominado en este espacio. Este se constituta como destino exclusivo
de selectos veraneantes: amigos y parientes de las familias de la lite cafayatea, a quienes
Botelli defini como el linaje pueblerino (1986). Durante el verano los visitantes se
albergaban en las amplias casonas seoriales, dotando a todo el valle de una apariencia de villa
veraniega. Los veraneantes le impriman al lugar un ritmo y rutina especial. Las actividades de
distraccin y disfrute ocupaban el centro de la escena, incrementando la demanda de personal
domstico para atender y agasajar a las visitas. La vida relajada y distendida, alejada de las
mundanales ocupaciones, propiciaba reuniones, festejos y extensas veladas. En la temporada de
verano la vida social y cultural se intensificaba y su ritmo estaba marcado por el recambio y
permanente circulacin de visitantes.

7. Conclusiones

A lo largo del desarrollo de este trabajo sostuvimos la hiptesis de que la Serenata a


Cafayate es un evento que tiene centralidad y gran potencial analtico, dado que su indagacin
posibilita reconstruir sustantivos aspectos -de orden econmico, poltico y cultural- implicados
en un proceso de cambio social que est transformando la dinmica y la fisonoma general
del Valle Calchaqu.
Las dimensiones y mbitos intervinientes en esa transformacin a la vez que son diversos
estn mutuamente implicados. Por un lado, dimos cuenta de que la Serenata condensa y articula
-bajo la forma de espectculo- y en un nuevo mbito -un escenario pblico- prcticas cotidianas
e inscriptas en otros rdenes de la vida. Tanto la guitarreada, como la romntica tradicin
de ofrecer el canto por distintas casas -serenatas bajo un balcn-, y la celebracin del fin de la
cosecha en la fincas quedaron desde entonces proyectadas como regalo a todo el pueblo.
En la emergencia de este evento se advierten dos sustantivos desplazamientos, entre el
adentro y el afuera de la finca que implica el proceso de salida de los trabajadores residentes
y su relocalizacin en viviendas en el pueblo y junto a ello el traslado del festejo de la
vendimia -desde el interior de la finca hacia la plaza del pueblo-. Desplazamientos que cobran
sentido inscriptos en el marco de una reestructuracin econmica, de modernizacin de las
formas de organizacin de la produccin vitivincola y con ella de la organizacin del trabajo y
cierta formalizacin de los contratos laborales y de conformacin de los trabajadores como
sujeto colectivo y homogneo. La separacin de los mbitos de la vida y del trabajo entre casa
y trabajo- implican simultneamente redefiniciones en los vnculos entre patrones y peones y
por ende de las posiciones que cada quien ocupa en ese entramado social. En esas
transformaciones y redefiniciones se re-distribuyen funciones y el poder concentrado a nivel
personal. Se habilita el ingreso e intermediacin de actores sociales con funciones especficas, el

39
Segn el Estudio Zonal de 1960, contaban con 71 habitaciones divididas entre seis establecimientos,
cinco ubicados en Cafayate y uno en San Carlos. pp 60.
Trabajo y Sociedad, Nm. 29, 2017 242

sindicato como rgano de representacin de los trabajadores y de intervencin ante reclamos


laborales- y las agencias y dependencias estatales como proveedoras de viviendas y otros
beneficios sociales que empiezan a concebirse como derechos-. Implica ello un desplazamiento
y corrimiento del lugar de los patrones como nicos proveedores y canales exclusivos de acceso
a vivienda, tierra y trabajo.
Sin embargo, es significativo que mientras se estn desmontando los engranajes y resortes
claves de ese espacio social y la dinmica de sus interrelaciones, uno de los principales patrones
y bodegueros de la zona se disponga a ofrecer un regalo, un agasajo a los cafayateos,
extendiendo e involucrando a todo el pueblo en un tipo de prestacin y celebracin que se
realizaba anualmente en el interior de las fincas, y de modo exclusivo entre patrones y peones.
El pueblo y los trabajadores de la via son situados all como destinatarios y dignos
merecedores de un agasajo. De esta manera, su rol se reafirma en el lugar de proveedor y
dispensador, a la vez que ubica al pueblo en la funcin de receptor (digno merecedor).
En esa redefinicin de los lugares se habilita que patrones -bodegueros y finqueros- puedan
proyectar su injerencia e influencia, su capacidad de accin y decisin, ms all de los lmites de
sus propiedades. En ese sentido perfilan su construccin como figuras pblicas, como agentes
culturales, benefactores y potenciales representantes polticos. Transitan de ese modo entre
diversas estrategias de inversin que redundan no slo en riqueza y ganancia sino que tambin
posibilitan incrementar y acumular prestigio, reconocimiento y distincin. Junto a estas
iniciativas, los bodegueros locales lanzan una apuesta e inversin en el orden de lo cultural,
organizando y auspiciando concursos y publicaciones tanto cultas: como poesa, msica,
pintura, como populares concursos de comidas regionales, venta de artesanas, etc. Lo hacen
mediante la figura de fundaciones que llevan sus apellidos.
Se re-articulan all aspectos del vnculo de patronazgo, del crculo de intercambios y
coercin moral. La densa y compleja red de dones y contradones se extiende para que esta
forma de agasajo -la celebracin- contenga a sujetos colectivos ms amplios, como el pueblo,
y contemplen entregas y devoluciones igualmente amplias y abstractas codificadas en la clave
de las formas de representacin poltica moderna por excelencia-, como el voto.
Este nuevo rol que ocupan los empresarios vitivincolas y Arnaldo Etchart en su
representacin - en la gestacin de la Serenata, en el que se superponen intereses econmicos,
expectativas y apuestas de orden privado con ciertas preocupaciones estatales por revertir una
situacin de malestar econmico, va ampliando la capacidad de accin e intervencin de estos
actores, lo cual se incrementa an ms con la promocin del desarrollo del turismo. Es por
esta va que se activan nuevos circuitos y dinmicas de intercambio diferentes.
Junto al flujo de los braceros que se desplazan hacia los ingenios azucareros de las distintas
provincias del NOA Salta, Tucumn y Jujuy- y los vinos que se envan para su
comercializacin a Salta, en un movimiento inverso, entran al valle los veraneantes. Esta
dinmica de expulsin y recepcin, de las salidas y entradas, da cuenta de ritmos y direcciones
atadas a las temporalidades y ciclos, a las estaciones. Ese espacio cobraba intensa vida en el
verano, cuando las vides daban sus frutos, demandaban cosecheros, los patrones acogan a
distinguidos visitantes y los annimos veraneantes empezaban a llegar.
De igual modo, la Serenata revela que ya estaban en curso profundas transformaciones en
donde se ponen en juego las relaciones entre lo poltico y lo econmico. Las modalidades de
intercambio monetario y extra-monetarios-, los sentidos en torno al derecho y la propiedad y
las formas de distribucin y acumulacin, estn siendo all redefinidas. Junto a ello, tambin las
configuraciones locales de poder, el entramado patrn-pen y sus jerarquas, la conformacin de
sujetos e instancias colectivas, la especializacin de funciones y la separacin de mbitos: el
pueblo, los trabajadores, el sindicato, el estado, los polticos y los empresarios.
La forma regalo con la que aparece revestida la Serenata, en tanto que prestacin y entrega
desinteresada de un bodeguero al pueblo, permite advertir cmo estn re-ligndose las
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jerarquas y asimetras y conformndose nuevos campos de fuerza. Las funciones propiamente


poltico-administrativas, van concentrndose en manos del poder municipal, pues luego de unas
cuantas ediciones a cargo de Etchart, sta asumir la organizacin, agasajo y homenaje a los
cosecheros y al pueblo. De esta manera ya no ser el patrn sino el Estado a travs de sus
instituciones y representantes locales- el que encarnar la funcin de dar y proveer ayuda,
asistencia y diversin-.
Es en este sentido que la modalidad de prestacin que la Serenata pone de manifiesto, no
slo involucra la simblica redistribucin de bienes de los frutos cosechados y acumulados
bajo la forma de vino y espectculo- de parte de un bodeguero al pueblo para reforzar y
enaltecer su imagen sino que tambin cobra el sentido de una instancia ceremonial de
redistribucin de funciones. Las facultades concentradas en la figura del patrn se diferencian y
junto a ello se definen roles y separan mbitos de injerencia especficos, el de los empresarios y
el del estado, lo privado y lo pblico.

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Informes

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Documentos

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Histrico de Salta (ABHS)
Cuadernos de Serenata. 1979. Fundacin Carmen Rosa Ulivarri de Etchart. Disponible en
Archivo y Biblioteca Histrico de Salta (ABHS)
Diagnstico de la provincia de Salta, 1979. Tomo 1. Secretaria de Estado de Planeamiento,
Gobierno de la Provincia de Salta. Disponible en Biblioteca de la Direccin General de
Estadstica de Salta.
Diagnstico de la provincia de Salta, 1981. Tomo II. Sectores Econmicos. Secretaria de Estado
de Planeamiento, Gobierno de la Provincia de Salta. Disponible en Biblioteca de la Direccin
General de Estadstica de Salta.
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Disponible en Biblioteca de la Direccin General de Estadstica de Salta.

Fuentes periodsticas

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Diario El Tribuno, Salta, 15 de diciembre de 1970. Disponible en Archivo y Biblioteca


Histrico de Salta (ABHS)
Diario El Intransigente
http://www.elintransigente.com/salta/2015/4/23/juan-carlos-romero-encamina-repetir-historica-
derrota-electoral-padre-310912.html
Revista Vinicius Argentina. Revista de coleccin
http://viniciusargentina.com.ar/tributo/hoy-arnaldo-etchart-719

Otro material consultado

Sitio Web de Bodegas Etcharthttp://www.bodegasetchart.com/intro.php

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