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ANDRES BELLO
1
Primera Edición, 1952
Ministerio de Educación, Caracas.
Segunda Edición Facsimilar, 1981
Fundación La Casa de Bello, Caracas.
Depósito Legal if. 8 1-2.986
POE S TAS
COMISION EDITORA DE LAS OBRAS COMPLETAS DE
ANDRES BELLO
RAFAEL CALDERA
DIRECTOR
PEDRO GRASES
SECRETARIO
RAFAEL CALDERA
PEDRO PABLO BARNOLA
PEDRO GRASES
JOSE RAMON MEDINA
LUIS B. PRIETO F.
J. L. SALCEDO BASTARDO
VOCALES
ANDRES BELLO
POESIAS
PROLOGO DE
INTRODUCCION GENERAL DE
LA COMISION EDITORA
LA CASA DE BELLO
AÑO BICENTENARIO DE ANDRES BELLO
CARACAS. 1981
RELACION DE LOS VOLUMENES DE ESTA
SEGUNDA EDICION
1. POESIAS
II. BORRADORES DE POESIA
III. FILOSOFIA DEL ENTENDIMIENTO Y OTROS ESCRITOS
FILOSOFICOS
IV. GRAMATICA DE LA LENGUA CASTELLANA DESTINADA
AL USO DE LOS AMERICANOS
V. ESTUDIOS GRAMATICALES
VI. ESTUDIOS FILOLOGICOS 1. PRINCiPIOS DE LA ORTO-
LOGIA Y METRICA DE LA LENGUA CASTELLANA Y
OTROS ESCRITOS
VII. ESTUDIOS FILOLOGICOS II. POEMA DEL CID Y OTROS
ESCRITOS
VIII. GRAMATICA LATINA Y ESCRITOS COMPLEMENTARIOS
IX.. TEMAS DE CRITICA LITERARIA
X. DERECHO INTERNACIONAL 1. PRINCIPIOS DE DERECHO
INTERNACIONAL Y ESCRITOS COMPLEMENTARIOS
XI. DERECHO INTERNACIONAL II.
XII. DERECHO INTERNACIONAL III. DOCUMENTOS DE LA
CANCILLERIA CHILENA (Vol. XXI de la primera edición de
Caracas)
XIII. DERECHO INTERNACIONAL IV. DOCUMENTOS DE LA
CANCILLERIA CHILENA (Vol. XXII de la primera edición de
Caracas)
XIV. CODIGO CIViL DE LA REPUBLICA DE CHILE (Vol. XII de
la primera edición de Caracas)
XV. CODIGO CIVIL DE LA REPUBLICA DE CHILE (Vol. Xiii de
la primera edición de Caracas)
XVI. CODIGO CIVIL DE LA REPUBLICA DE CHILE (Vol. XIII de
la primera edición de Caracas)
XVII. DERECHO ROMANO (Vol. XIV de la primera edición de
Caracas)
XVIII. TEMAS JURIDICOS Y SOCIALES (Vol. XV de la lrimera
edición de Caracas)
XIX. TEXTOS Y MENSAJES DE GOBIERNO (Vol. XV! de la pri-
mera edición de Caracas)
XX. LABOR EN EL SENADO DE CHILE (DISCURSOS Y ESCRI-
TOS) (Vol. XVII de la primera edición de Caracas)
XXI. TEMAS EDUCACIONALES ¡ (Vol. XVIII de la primera edición
de Caracas)
XXII. TEMAS EDUCACIONALES II (Vol. XVI11 de la prime-ra edición
de Caracas)
XXIII. TEMAS DE HISTORIA Y GEOGRAFIA (Vol. XIX de la pr)-
ii?era edición de Caracas)
XXIV. COSMOGRAFIA Y OTROS ESCRITOS DE DIVULGACION
CIENTIFICA (Vol. XX de la primera edición de Caracas)
XXV. EPISTOLARIO (Vol. XXIII de la primera edición de Caracas)
XXVI. EPISTOLARIO (Vol. XX1V de la primera edición de Caracas)
ABREVIATURAS Y SIGNOS CONVENCIONALES
ABREVIATURAS
SIGNOS CONVENCIONALES
[] = Parte supuesta, completada por la Comisión Editora.
= El signo * asterisco antepuesto a un verso de las notas indica que
es repetición del que se da en el texto de las Po-es/as, pero que se
reproduce para mejor comprensi6n de alguna variante.
(?)= Lectura dudosa de la palabra precedente.
(ileg.) = Ilegible.
II
UNA NUEVA EDICION
LA COMISION EDITORA
VIII
INTROD UCCION GENERAL
A LAS OBRAS COMPLETAS DE ANDRES BELLO
-* * *
XI
Obras Completas de Andrés Bello
al públíc.o una edición mmssty mejorada -de umi libro ql-te sobre
interesar como producción de un célebre coi-nPatriota nues-
tro, merecería Por su propio mérito y utilidad estami-iparse en
dorados caracteres”. ~Ojalá qi-te nuestro pequeño trabajo
tipográfico sea grato al ilustre venezolano que en ímprobas
tareas y profundo estudio de la historia- y la literatura de
nuestra bella lengua, ha dado a los amnericamuos ciaras, preci-
sas y filosóficas reglas para hablarla coma elegaiscia y corree-
ción”.
A la muerte de Bello, la manifestación de duelo nacional
XVI
Introducción general de la Comisión Editora
Xx
ADVERTENCIA EDITORIAL
XXI
Obras Completas de Andrés Bello
Vol. VII. Opúsculos literarios y críticos (II), Introducción de Miguel Luis Amu-
nátegui, Santiago, 1884.
Vol. VIII. Opúsculos literarios y críticos (III), Introducción de Miguel Luis
Amunátegsai, Santiago. 1888.
Vol. IX. Opúsculos jurídicos, Introducción de Miguel Luis Amunátegui, San-
tiago, 1888.
Vol. X. Derecho internacional, Introducción de Miguel Luis Amunátegui, Santia-
go, 1886.
Vol. XI. Proyecto de Código Civil, Introducción de Miguel Luis Amunátegui,
Santiago, 1887.
Vol. XII. Proyecto de Código Civil (1883), Introducción de Miguel Luis Amu-
nátegui Reyes, Santiago, 1888.
Vol. XIII. Proyecto inédito de Código Civil, Introducción de Miguel Luis Amu-
nátegui Reyes, Santiago, 1890.
Vol. XIV. Opúsculos científicos, Introducción de Miguel Luis Amunátegui Reyes,
Santiago, 1892. -
XXII
Advertencia editorial
XXIII
Obras Completas de Andrés Bello
LA PRESENTE EDICIÓN
XXIV
Advertencia editorial
PROBLEMAS DE LA EDICIÓN
XXV
Obras Completas de Andrés Bello
a) BiBLIOGRAFÍA BELLISTA
b) BIOGRAFÍA
XXVI
Advertencia editorial
c) LOS TEXTOS
XXVII
Obras Completas de Andrés Bello
satisfecho de su propia obra, pues sus originales eran conservados por años
en sus carpetas, sometidos constantemente a nuevas elaboraciones. Las
correcciones aparecen alguna vez sobre la misma primera redacción,
pero con más frecuencia son notas al margen, mientras la parte tacha-
da aparece con gruesos trazos horizontales o con líneas verticales para
indicar el rechazo de las redacciones desechadas. A menudo las enmien-
das son múltiples y hay que hacer un verdadero análisis de la imagen
del manuscrito para seguir el orden de las sucesivas rectificaciones has-
ta llegar a lo que dejó sin tachar. Y esto no sólo acontece en los ma-
nuscritos, sino también en sus libros impresos. Da la sensación de que
una vez salida la obra de la imprenta, iniciaba Bello su propia corrección..
ya sobre las mismas páginas, ya en tiras de papel cuidadosamente pegadas
con obleas al margen de la página enmendada. No es raro que haya
varias tiras de papel pegadas sucesivamente.
A este afán de perfección, hay que añadir otro rasgo característico
de Bello. Guardaba, por años, sus manuscritos inéditos. Acontece espe-
cialmente con sus poesías, aunque también en otros trabajos (piénsese
por ejemplo en la reconstrucción del Poema del Cid, en el Código Civil
o en la Gramática y en tantos estudios de investigación). Iba corrigien-
do constantemente los originales inéditos, y así pueden observarse dis-
tintos caracteres manuscritos del propio Bello en un mismo texto, de
acuerdo con la evolución de su caligrafía.
Tal cúmulo de enmiendas y rectificaciones sobre un original, o de
una edición a otra, ha planteado a la Comisión Editora el problema de
las variantes del texto. En cada caso, si nos ha sido posible estudiarlas,
las hemos registrado cuidadosamente en forma de notas, particularmen-
te en las poesías, por la esencial importancia que tienen para conocer
íntimamente el proceso de la creación poética. Bello es, en verdad, un
poeta de lenta y exigente elaboración de sus propias poesías, las origina-
les y las traducidas. El análisis de las innumerables autocorrecciones nos
da el conocimiento de un poeta extraordinariamente riguroso y severo
en la rectificación reiterada de conceptos y expresiones.
Bello, por el placer puro de servir a los demás, publicó muchos de
sus escritos sin firma, reduciendo más todavía la modestia de las inicia-
les, A. B., con que aparecieron tantas veces sus obras, incluso libros,
como sus Principios de Derecho de Gentes (1 832), o su Cosmografía
(1848), por ejemplo. Las publicaciones sin firma han creado a la Co-
misión Editora un delicado problema de atribución de autor. Ha proce-
dido, en todo caso, con suma cautela y prudencia, amparándose en auto-
ridades y en documentos fehacientes. Cada texto ha sido motivo de
investigación individualizada, a fin de poder dictaminar con seguridad.
Cuando una obra de Bello ha tenido varias ediciones se han coteja-
do los distintos impresos, para anotar el que damos como definitivo.
XXV”
Advertencia editorial
d) EL EPISTOLARIO
e) ESTUDIOS PRELIMiNARES
f) ILUSTRACIONES
XXIX
Obras Completas de Andrés Bello
g) LA OBRA DE IMPRENTA
XXX
Advertencia editorial
XXXI
Obras Completas de Andrés Bello
XXXII
Advertencia editorial
padre, que por lo menos hay que estimarla como obra escrita en colabo-
ración; y junto a ella, los otros escritos de Bello sobre el estudio del
latín. Cerrarán esta sección los Tenias de Crítica Literaria, seleccio-
nados por su objeto, entre los Opúsculos literarios y críticos de las
ediciones anteriores.
Se ha colocado a continuación el cuerpo de escritos de Bello sobre
temas de derecho, política y sociología. En primer lugar sus Principios
de Derecho Internacional, y luego, sus dictámenes sobre Temas de De-
reho Internacional, que forman principalmente la doctrina aplicada por
Bello en la Cancillería de Chile. La gran obra legislativa de Bello, el
Código Civil de la República de Chile, será publicado por primera vez
en texto concordado. En vez de colocar sucesivamente los distintos pro-
yectos, se ha querido ofrecer una obra orgánica que presente para cada
artículo el texto del código promulgado y su historia y variantes en
los diversos proyectos y modificaciones. A continuación, el Derecho Ro-
mano, que comprende, tanto el resumen publicado de las lecciones de
Bello, como el texto considerablemente reformado, aún inédito, inspirado
directamente en las ideas romanistas de Savigny, Du Caurroy y Marezoil,
y que habrá de constituir espléndido aporte al conocimiento del Bello
jurista. Los Opúsculos sobre temas jurídicos y sociales serán reunidos y
ordenados adecuadamente. Todos los escritos oficiales del Gobierno de
Chile, que sean indudablemente de Bello, serán recogidos por manos ex-
pertas e incorporados a sus obras, así como sus discursos en el Senado
chileno.
Gran interés se ha puesto en recoger también los escritos que legó
Bello a Chile como educador, tanto en la Universidad, como en otros
centros de enseñanza. Tan interesante compilación ha de llevarla a cabo
reconocida autoridad en la materia.
Un buen número de textos de Bello sobre Temas de Historia y Geo-
grafía se agruparán en tomo aparte. De ellos, algunos tienen carácter
meramente informativo y otros reflejan una elaboración más personal,
pero todos son de interés manifiesto para el conocimiento del autor y
de su época. Los encabezará el famoso y discutido Resumen de Histo-
ria de Venezuela, cuyo texto ha sido ya definitivamente establecido y
cuya importancia aumenta al considerar que fué la parte principal del
primer libro impreso en Venezuela. La Cosmografía se reunirá, al pre-
sentarla, con sus otros escritos de divulgación científica, ordenados se-
gún un plan metódico.
Cerrarán la colección los volúmenes del Epistolario, en ios que se
incluyen todas las cartas de Andrés Bello que en búsqueda paciente se
ha logrado reunir, así como aquellas que a Bello le fueron dirigidas. Lle-
varán las necesarias notas para la comprensión de ambiente, de mencio-
nes y de referencias.
Concebida así la edición, prologados los distintos volúmenes en
XXXIII
Obras Completas de Andrés Bello
LA CoMISIÓN EDITORA.
XXXI Y
POESIAS
PROLOGO
INTRODUCCIÓN A LA POESÍA DE BELLO
po~ FERNANDO PAZ CASTILLO.
EL POETA Y SU TIEMPO.
XLIX
Obras Completas de Andrés Bello
L
Introducción a la poesía de Bello
LI
Obras Completas de Andrés Bello
LII
Introducción a la poesía de Bello
LXII
introducción a la poesía cíe Bello
LA POESÍA DE DELILLE..
XCIX
Obras Completas de Andrés Bello
C
Introducción a la poesía de Belio
ci
Obras Completas de Andrés Bello
EL POEMA A LA VACUNA.
Clv
introducción a la poesía de Bello
CV
Obras Completas de Andrés Bello
CV’
Introducción a la poesía de Bello
CXI
Obras Completas de Andrés Bello
LA MADUREZ POÉTICA.
CXIII
Obras Completas de Andrés Bello
cxxvi”
Introducción a la poesía de Bello
saje.
Poeta y legislador. . Con ser nobles las dos actividades,
-
cxxx
Introducción a la poesía de Bello
ni da la mano al caído,
ni da a la injuria perdón.
nosotros.
F. PAZ CASTILLO.
Baltimore, 11 de abril de 19~O.
cxxxi
NOTA BIBLIOGRÁFICA.
cxxx”
Obras Completas de Andrés Bello
cxxxiv
Ediciones de las poesías
Cxxxv
Obras Completas de Andrés Bello
cxxxvi
Ediciones de las poesías
CXXXV11
Obras Completas de Andrés Bello
Americano y sería muy triste que tantas obras de su grande ingenio, quedasen perdidas
para las letras.
Nuestro hermano y socio Sr. Milcíades Rojas, partirá para París el 4 del mes
próximo con el objeto de negocios y le estimaremos a Vd que todo lo que le sea
posible enviarnos lo dirija a él bajo la siguiente dirección
Sr. Milcíades Rojas
al cuidado de los SS.
Thirion, Bosquet. &,.
32 rue du Fauburg Poissonniere
Paris
Deseamos q’ue la edición sea lo más completa posible y muy esnaerada en su parte
tipográfica y es por esta razón que preferimos hacerla en París así es que los docu-
mentos que V. tenga la bondad de remitirnos, deben estar en dicha capital de julio a
agosto lo más tarde.
Por los vapores ingleses de la mala real o por los franceses, pueden enviarse
periódicos o folletos, con tal que no sean empastados y cubriéndolos con fajas de
papel doble llegarán con toda seguridad.
El valor de cualquier periódico o cuaderno que Vd nos envíe, su francatura y
demás gastos, se servirá avisárnoslo y decirnos si podemos entregarlo a alguna per-
sona por s/c, sea en Londres o París.
También estimaremos a Vd envíe a París, la biografía del Señor D° Andrés
escrita en 1854 por ios distinguidos literatos HH. Amunátegui, así como algún re-
trato fotográfico del Sr. Su Padre, pues deseamos que el tomo lleve el retrato.
A su Señor tío y amigo nuestro D° Carlos debemos cuatro o cinco cornposic’
—teníamos muchas esperanzas en él, pero sucede que tampoco ha coleccionado, a él
debemos la indicación de dirigirnos a ~ A pesar de sus 8 5 años1 se conserva fuer-
te; ayer tuvimos
Sírvase el gusto
V0 creer que de verlo y mucho
tendremos nos encarga
gusto recuerdos
en estar a p~°
su V
servicio en cualquier
cosa, que juzgue pcdemos serle útiles en esta ciudad.
Somos SS
q. b. s. m.
Rojas Hermanos
Nota de las composiciones a que se refiere n/ carta:
1. Silva a la Agri5 de la zona tórrida.
2. Canto a América -
1a y 28 parte.
3. El Himno de Colonsbia.
4. Al 18 de Setiembre.
s. id. - id.
6. La Oración por todos.
7. El Incendio de la Compañía.
8. Las fantasmas.
9. A la nave -oda ímit° de 1-Icracio.
Cxxxvii’
Ediciones de las poesías
LA COMISIÓN EDITORA.
cxxxix
POESIAS
1
CARACAS
1800 -1810
EL ANAUCO*
Irrite la codicia
por rumbos ignorados
a la sonante Tetis
y bramadores austros;
5 el pino que habitaba
del Betis fortunado
las márgenes amenas
vestidas de amaranto,
impunemente admire
10 los deliciosos campos
del Ganges caudaloso,
de aromas coronado.
Tú, verde y apacible
ribera del Anauco,
1 5 para mí más alegre,
que los bosques idalios
y las vegas hermosas
de la plácida Pafos,
resonarás continuo
20 con mis humildes cantos;
y cuando ya mi sombra
sobre el funesto barco
visite del Erebo
los valles solitarios,
25 en tus umbrías selvas
y retirados antros
5
Poesías
6
M.IS DESEOS’~
Une erat in voti~.
7
A LA VACUNA*
POEMA EN ACCIÓN DE GRACIAS AL REY DE LAS ESPAÑAS POR LA PRO-
PAGACIÓN DE LA VACUNA EN SUS DOMINIOS, DEDICADO AL SEÑOR
DON MANUEL DE GUEVARA VASCONCELOS, PRESIDENTE GOBERNADOR
Y CAPITÁN GENERAL DE LAS PROVINCIAS DE VENEZUELA
8
A la
9
Poesías
lo
A la vacuna
11
Poesías
12
A la
13
Poesías
14
A la
15
VENEZUELA CONSOLADA*
PERSONAS
ESCENA PRIMERA
VENEZUELA
—Errante pasajero,
dime ¿en qué triste sitio
contemplaron tus ojos
un dolor semejante al dolor mío?
5 Tú, que en mejores días
viste el hermoso brillo
con que Naturaleza
ostentó su poder en mis dominios,
Hoy a los dolorosos
10 acentos con que explico
al universo todo
mis desventuras, une tus gemidos -
Afortunados días
de gozo y regocijo,
* El original de este poema fué encontrado en 1880 entre los papeles de Juan
Vicente González, que poseía Antonio Leocadio Guzmán. Se publicó por primera vez
en las Poesías de Andrés Bello, preparadas por Miguel Antonio Caro, Madrid, 1882.
Después en O. C. 111, p. 12 -23.
El motivo central del drama, la vacuna contra las viruelas, nos induce a pensar
que es poco posterior a 1804. Cf. nota p. 8. (CoMsssóN ED5T0RA. CARACAS).
16
Venezurla consolada
15 estación de abundancia,
alegre imagen del dorado siglo,
¡Qué pronto en noche oscura
os habéis convertido!
¡Qué tenebrosa sombra
20 sucede a vuestro lustre primitivo!
ESCENA II
DIcHA, EL TIEMPO
EL TIEMPO
—Desusados clamores
en el feliz recinto
de Venezuela escucho;
antes todo era cánticos festivos;
25 Mas ya no se percibe
el acorde sonido
de gratos instrumentos,
ni de danzas alegres el bullicio.
Por todas partes, oigo
30 sólo quejosos gritos
y lastimeros ayes;
pavor, tristeza, anuncia cuanto miro.
Deliciosas provincias,
frondoso y verde hospicio
35 de la rica Amaltea,
¿qué se hicieron, decidme, los corrillos
De zagalas, alcores
de pastores festivos,
que hacían a la tierra
40 envidiar vuestro júbilo continuo?
Pero sobre la alfombra
de este prado mullido,
a Venezuela misma,
si no me engaña la aprehensión, diviso.
45 Venezuela es sin duda.
y su rostro abatido,
sus inmóviles ojos
de profunda tristeza dan indicios.
Diosa de estos confines,
50 ¿qué funestos motivos
17
Poesías
VENEZUELA
18
Venezuela consolada
el maternal socorro
implora en vano con agudos gritos.
Aquí expira el anciano
sin el pequeño alivio
95 de que cierre siquiera
sus fallecientes párpados el hijo.
Allí noto que arrojan
al hoyo confundidos
en espantosa mezcla
100 con cadáveres yertos cuerpos vivos.
Pues ¿cómo, cuando escenas
tan tristes examino,
te admiras de que acuda
llanto a los ojos y a la voz quejido?
EL TIEMPO
19
Poesías
VENEZUELA
130 —~Sueño,cielos?
EL TIEMPO
—~Delirio?
VENEZUELA
EL TIEMPO
—~Regocijadossones no percibo?
CORO
UNA VOZ
CORO
VENEZUELA
20
Venezuela consolada
EL TIEMPO
—Apartando
145 los enramados árboles, camina
hacia nosotros, con ligero paso,
un incógnito numen. Su cabello
húmedas gotas vierte, y coronado
está de algas marinas; pero juzgo
150 reconocerle ya, pues en las manos
conduce el gran tridente.
ESCENA III
DIcHos, NEvruNd
NEPTUNO
—Mi venida
es a daros consuelo. Cese el llanto.
La queja interrumpid. Yo soy el numen
a quien presta obediencia el mar salado;
155 Neptuno soy, que...
21
Poesías
NEPTUNO
VENEZUELA
NEPTUNO
—Escucha atenta
180 los beneficios de tu augusto Carlos.
Y tú, Tiempo, conserva en tus archivos
para siempre el más grande y señalado
suceso que jamás vieron los siglos
desde que su carrera comenzaron.
185 En la fértil provincia de Glocester,
a la orilla del Támesis britano,
aparecieron de repente heridos
de contagiosa plaga los rebaños.
A los cuerpos pasó de los pastores
190 el nuevo mal; y cuando los humanos
el número juzgaban de las pestes
por la divina cólera aumentado,
notaron con asombro que venía
en aquel salutífero contagio
195 encubierto un feliz preservativo
que las negras viruelas respetaron.
Jenner tuvo la dicha de observarle;
y de su territorio en pocos años,
desterró felizmente las viruelas,
200 el contagio vacuno propagando.
¿Qué acogida imaginas que daría
la ternura benévola de Carlos
al gran descubrimiento que liberta
22
Venezuela consolada
VENEZUELA
EL TIEMPO
23
Poesías
NEPTUNO
CORO DE NEREIDAS
24
Venezuela consolada
CORO DE TRITONES
EL TIEMPO
25
Poesías
VENEZUELA
26
OCTAVA A LA MUERTE DEL 1. S. O. FRANCISCO
IBARRA, ARZOBISPO DE CARACAS *
27
ÉGLOGA*
Imitación de Virgilio
28
Égloga
29
Poesías
30
Égloga
31
A UN SAMÁN*
32
A un samán
33
A UNA ARTISTA*
* Lo publicó Arístides Rojas (Rojas Hermanos, 1881). De ahí derivan las cdi.
ciones posteriores.
La fecha atribuida es la de 1806-1808.
Arístides Rojas (loc. cii.) lo comenta en esta forma: “Este soneto fué una im-
provisación de Bello en el teatro de Caracas, delante de la artista señora Juana Fa—
compré, cantatriz de la primera compañía de ópera que visitó a Caracas por los años
de 1806 a 1808”. (CoMIsIÓN EnrroRA. CARAcAs).
34
A LA VICTORIA DE BAILÉN *
35
A LA NAVE:”
De flámulas de seda
la presumida pompa
+ Publicada por primera vez en Jtricio Critico, 1861. De ahí derivan las edi-
ciones posteriores, que han sido numerosísimas. La reproducimos del manuscrito ori-
ginal, con las variantes de redacción. La fecha de composición es insegura, Se da
habitualmente el año de 1808. (COMISIÓN EDITORA. CARACAS).
16. En el manuscrito original aparece tachado ondas, y sustituído por olas,
36
A la nave
26. En el manuscrito original aparece tachado estas olas, y sustituído por las
ondas.
37
LONDRES
1810 - 1829
DIOS ME TENGA EN GLORIA *
41
NO PARA MÍ, DEL ARRUGADO INVIERNO... *
42
ALOCUCIÓN A LA POESÍA *
Divina Poesía,
tú de la soledad habitadora,
a consultar tus cantos enseñada
con el silencio de la selva umbría,
5 tú a quien la verde gruta fué morada,
y el eco de los montes compañía;
tiempo es que dejes ya la culta Europa,
que tu nativa rustiquez desama,
y dirijas el vuelo adonde te abre
10 el mundo de Colón su grande escena.
También propicio allí respeta el cielo
la siempre verde rama
con que al valor coronas;
también allí la florecida vega,
15 el bosque enmarañado, el sesgo río,
43
Poesías
44
Alocución a la Poesía
45
Poesí4s
46
Aocus~:óna la F~ea~~
47
Poesías
188. Yaraví, tonada triste del Perú, y de los llanos de Colombia. (N. DE BELi.o).
48
Alocución a la Poesía
49
Poesías
50
Alocución a la Poesía
51
Poesías
52
Alocución a la Poesía
53
Poesías
421. Catuche. Riachuelo que corre por la parte de Caracas en que hizo más
estragos el terremoto de 1812. (N. DE BELLO).
426. Cercano al Anauco están las ruinas de San Lázaro, asilo en un tiempo de
pobres lázaros, y palacio, después, de los capitanes generales de Venezuela, donde ob-
sequiaban éstos, con fausto, a los célebres extranjeros que visitaban a Caracas. (ARÍ5-
TIDES RojAs).
54
Alocución a la Poesía
55
Poesías
56
Alocución a la Poesía
57
Poesías
58
Alocución a la Poesía
59
Poesías
60
Alocución a la Poesía
61
Poesías
62
Alocución a la Poesía
63
Poesías
825. Samán. Especie agigantada del género Mimosa, común en Venezuela. (N.
mE Brr.w).
64
LA AGRICULTURA
DE LA ZONA TóRRIDA *
65
Poesías
27. Agave. Maguey o pita (Agave americana L.) que da el pulque. (N. DE
BELT.o).
34. El café es originario de Arabia, y el más estimado en el comercio viene
todavía de aquella parte del Yemen en que estuvo el reino de Sabá, que es cabal--
mente donde hoy está Moka. (N. DE BELLO).
37. Ninguna familia de vegetales puede competir con las palmas en la variedad
de productos útiles al hombre: pan, leche, vino, aceite, fruta, hortaliza, cera, leña,
cuerdas, vestido, etc. (N. DE BELLO).
40. No se debe confundir (como se ha hecho en un diccionario de grande y
merecida autoridad) la planta de cuya raíz se hace el pan de casabe (que es la
Jatropha inanihot de Linneo, conocida ya generalmente en castellano bajo el nombre
de yuca) con la yucca de los botánicos. (N. DE BELLO).
44. Parcha. Este nombre se da en Venezuela a las Pasifloras o Pasionarias, gé-
nero abundantisimo en especies, todas bellas, y algunas de suavísisnos frutos. (N. DE
BELLo).
so. El banano es el vegetal que principalmente cultivan para sí los esclavos de-
las plantaciones o haciendas, y de que sacan mediata o inmediatamente su subsistencia,
y casi todas las cosas que les hacen tolerable la vida. Sabido es que el bananal no sólo
da, a proporción del terreno que oc’spa, más cantidad de alimento que ninguna otra
siembra o plantío, sino que de todos los vegetales alimenticios, éste es el que pide
menos trabajo y menos cuidado. (N. DE BELLO).
66
La Agricultura de la Zona Tórrida
el banano, primero
de cuantos concedió bellos presentes
Providencia a las gentes
55 del ecuador feliz con mano larga.
No ya de humanas artes obligado
el premio rinde opimo;
no es a la podadera, no al arado
deudor de su racimo;
60 escasa industria bástale, cual puede
hurtar a sus fatigas mano esclava;
crece veloz, -y cuando exhausto acaba,
adulta prole en torno le sucede.
67
Poesías
68
La Agricultura de la Zona Tórrida
69
Poesías
70
La Agricultura de la Zona Tórrida
71
Poesías
72
La Agricultura de la Zona Tórrida
73
Poesías
74
EL HIMNO DE COLOMBIA
CANCIÓN MILITAR
CORO
* Publicada por primera vez en Juicio Crítico, 7867. Los Amunátegui explican
que fué compuesta la Canción en Londres, habiendo permanecido inédita hasta la
fecha de su inclusión en su trabajo crítico. De ahí derivan las demás impresiones del
poema.
Se restituye ahora la lectura directamente del manuscrito original. (CoMIssóN
EDIToRA. CARACAS).
2. En el manuscrito original tachado orgullo, y sustituido por tirano.
3. En el manuscrito original tachado corred, y sustituído por volad.
4. Primera redacción:
repeled al odiado invasor.
75
Poesías
CORO
CORO
4
Defended este suelo sagrado,
que crecer vuestra infancia miró;
76
E/ Himno de Colombia
CORO
CORO
77
Poesías
CORO
CoRo
* Avanzad, oh legiones venales
~or botín llevaréis confusión
que jamás en el campo de Marte
vil salario hizo más (Fue el honor.
Coao
* Avanzad, oh legiones venales
* que conduce a la lid la ambición;
y veréis que la baja codicia
poco da que temer al honor.
CORO
* Avanzad, oh leqiones venales,
* que conduce a la lid la amb,ción~
avanzad, una fe mercenaria
nunca dió que temer al honor.
78
LA LUZ
TRADUCCIÓN DE UN FRAGMENTO DE UN POEMA DE DELILLE, INTI’ru..
LADO LOS TRES REINOS DE LA NATURALEZA *
1-4. Los versos con que comenzaba la redacción de este poema, sufrieron múl-
tiples enmiendas. A continuación se transcriben en el orden en que éstas fueron hechas.
Primera redacción:
Del campo, huésped solitario un día
Del campo, un día, solitario huésped,
Aparece, inmediatamente después, un verso inconcluso:
A la campiña tras
Segunda redacción:
Huésped del campo solitario un día
gozoso erré por mil paisajes bellos;
corrí los jrados, y trepé los montes;
la verde alfo’mbra hollé de los oteros;
El penúltimo verso tiene una recorrección:
corrí los L’rados, y trepé a las cumbres
79
P o e s í a -s
Tercera redacción:
De la ciudad al camfro trasladado,
gozoso recorrí mil sitios bellos;
piso de las colinas la verdura
Cuarta redacción:
* La ciudad Por el campo dejé un día
y sobre el vario y bello
distrito que a mi vista se ofrecía
corriendo alegre, ya la alfoinbra verde
de los oteros huello,
ya trebo al monte
El antepenúltimo verso tiene la siguiente corrección:
corriendo alegre, ya la verde alfombra
1. Primera redacción:
llevé por el ailencio de (a selva
lO. Primera redacción:
y osé también interrogar al cielo
11-13. Estos versos tienen varios intentos de redacción, tachados. Transcri-
timos en el orden en que están hechas las diferentes correcciones.
Primera redacción:
Baja la parda sombra; y en la mente
duran las maravillas del imperio
triple del aire, el suelo y las -espumas.
Segunda redacción:
Baja la parda noche; y de las ondas
y del suelo y del aire el triple imperio
muestra aún sus prodigios a mi mente.
Tercera redacción:
Bajó ¡a parda noche; y de las aguas,
y del aire y la tierra el triple imperio
recorre aún (a mente vagorosa.
Cuarta redacción: -
Bajó Ja parda noche; y vagoroaa
recorre aún ¡a mente el triple imperio
de la tierra y las ondas y los aires.
Aparecen ‘varios intentos de redacción inconclusos, q’ue transcribimos del mismo
‘modo como aparecen en el manuscrito:
Ya de la noche el velo oscuro envuelve
del triple, aire y aguo tierra y agua el triple
imperio, tierra, aire
la tierra, el agua, el aire; ya el
iEl primero de estos cuatro intentos de verso tiene correcciones ilegibles.
80
La Luz
81
Poesías
82
La Luz
83
Poesías
84
La Luz
85
Poesías
86
La Luz
87
Poesías
88
La Luz
89
Poesías
90
La Luz
91
Poes ía5
92
CARTA
ESCRITA DE LONDRES A PARÍS POR UN AMERICANO A OTRO
93
Poes ías
94
Ca rt a
95
Poesías
96
Carta
97
P oe s í a a
Le burla, y se disipa
98
C a rta
99
Poesías
-
Y en este velar horrible la eabrosa
ilusión prefiramos
142. Otra redacción:
Que si me ayudas, en la altiva peña
146. Otra redacción:
tu taso audaz; que en mi niortal aliento
149-1 50. Otra redacción:
a do te espera en medio el alto coro
de las divinas musas digno asiento.
loo
Ca r t a
101
Poe5í a5
102
LOS JARDINES*
103
Poesías
35-36. Alusión a los versos 116 y siguientes del libro IV de Las Geórgicas. (N.
DE BELLo).
52. Feacia. Isla en que reinaba Alcinoo, cuyos jardines describe Homero en la
Odisea, libro VII. (N. DE BELLO).
104
Los Jardines
105
Poesías
106
Los Jardines
107
Poesías
108
Los Jardines
109
P o e sí a
110
Los Jardines
320. En este verso termina el texto dado a la imprenta por Bello, y reprodu-
cido en todas las ediciones posteriores. Damos, a partir de aquí, la continuación iné-
dita de la traducción de Bello, leída directamente del manuscrito, de difícil lectura.
Señalamos, en nota, las variantes de redacción y los intentos de versos. (CoMIsIÓN
EDIToRA. CARACAS).
326. En la primera redacción aparece, sin tachar, la palabra somete, en lugar
de a,biña.
¡11
P o es í a s
112
Los Jardines
370-380.
1gunos de los A continuación
cuales se dany muchos
están repetidos varios intentos de redacción
inconclusos. de estos
No es posible versas,
precisar el
a
.orden de las diferentes redacciones:
Ninfas, (ileg.) venid; y da y
Corred, ninfas del bosque: no tamaña
injuria defended; mas ¡ay! que el hierro
113
Poesías
Ya no oigo al
¡Qué triste soledad! los vientos callan:
No en la lozana
114
Los Jardines
el céfiro lascivo
391-409. Primeros intentos de redacción, que damos en dos fragmentos, con sus
notas respectivas:
y sobre sus rodillas descansando
rumie el testudo buey mientras
115
Poesías
116
Los Jardines
117
Poesías
118
Los Jardines
119
Poesías
120
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Facsímil de una página manuscrita de la parte inédita de Los jardinei de Delille,
poema traducido por Bello.
Los Jardines
121
Poesías
122
Los Jardines
123
Poesías
124
Los Jardines
125
Poesías
126
CANCIÓN
A LA DISOLUCIÓN DE COLOMBIA *
127
Poes ¡as
128
Can ción
129
Poesías
130
SALUTACIÓN DE AÑO NUEVO *
131
DIÁLOGO*
TZRSI
CLOBJ
—~Peroqué?
T1B.SI
—~Quieresque te lo diga?
CLOPJ
—~Ysi te enojas?
CLORI
—No me enojaré.
TIRSI
CLORI
5 —Acaba, dimeló.
132
Diálogo
~msi
CLORI
TIRSI
CLOPJ
133
EL VINO Y EL AMOR *
—Hijo alado
de Dione,
no me riñas,
no te enojes,
5 si te digo
que los goces
no me tientan
de esos pobres
que mantienes
10 en prisiones.
Hechiceros,
¿quién lo niega?
son los ojos
de Filena;
15 pero mira
cómo el néctar
delicioso
de Madera
en la copa
20 centellea.
Tú prometes
bienandanza;
mas, ¿lo cumples?
¡Buena alhaja!
25 De los necios
que sonsacas,
De fecha imprecisa. Ful publicada por primera vez en Juicio Crítico, 1862.
De ahí derivan las reimpresiones posteriores.
Amunátegui, en O. C. III, coloca esta
composición a continuación de los poemas de Bello escritos en Londres. (CoMIsIÓN
EDs~roRA. CARAcAs).
134
El vino y el amor
unos llevan
calabazas;
otros viven
30 de esperanzas;
cuál se queja
de inconstancia;
cuál en celos
¡ay! se abrasa.
35 Baco alegre,
tú no engañas.
Hace el vino
maravillas;
esperanzas
40 vivifica;
da al cobarde
valentía;
a los rudos,
¡cómo inspira!
45 Aunque gruña
la avaricia,
tú le rompes
la alcancía.
Y otra cosa,
50 que a tu lima
no hay secretos
que resistan.
Los amantes
infelices
55 por las selvas
y jardines
andan siempre
de escondite;
cabizbajos
60 lloran, gimen;
mas, ¡cuán otro
quien te sirve!
dios amable
de las vides.
65 Compañeros
apercibe
que en su gozo
135
Poesías
participen.
Cantan, beben,
70 bullen, ríen.
—Mas Filena,
¿no te mueve?
—Niño alado,
vete, vete.
75 —Sus miradas
inocentes,
sus amables
esquiveces.
—ENo te marchas,
80 alcahuete?.
—Sus mejillas,
que parecen
frescas rosas
entre nieves.
85 —Cupidillo,
no me tientes.
—Sola ahora
por la calle
se pasea
90 de los sauces,
y las sombras
de la tarde
van cundiendo
por el valle.
95 Y la sigue
cierto amante
que maquina
desbancarte.
—~Tirsiacaso?
100 —Tú lo has dicho.
—Oye, aguarda,
ya te sigO.
Compañeros,
me retiro.
105 Vuelo a verte,
dueño mío.
136
LA BURLA DEL AMOR *
Y si tu mirar me avisa
.10 que te ofende mi ternura,
tanto mi dolor me apura
que me echo a morir de. risa.
137
ATESORE EL AVARO... *
(TRADUCCIÓN DE TIBULO)
Atesore el avaro
y de extendidas heredades coja
el opulento esquilmo
para que en susto viva y en congoja,
5 y oiga azorado el eco de la guerra
que el sueño de sus párpados destierra.
Amontune tesoros
el avariento y el esquilmo coja
de inmensas heredades
Amontone el avaro
rico metal, y el largo esquilmo coja
de vastas heredades
.738
Atesore el avaro
25 Yo su imagen adoro
ora de ramas coronado vea
rudo leño en el campo,
o piedra antigua en la vecina aldea,
y llevo a sus altares de mi quinta
30 el primer fruto que el verano pinta.
7-12. Nueva redacción, no tachada, de la primera estrofa. Damos las dos ver-
siones en el texto por el mismo carácter inconcluso de esta traducción. (CoMIsIÓN
EDIToRA. CARACAS).
17-18. Aparecen con varios tanteos de redacción:
-mientras alegre fuego
139
Poesías
Ni a vosotros rehuse,
oh Lares, la debida cortesía
la de quien sois amparo,
40 sin heredad ahora y rico un día,
aunque ya no os inmole el que antes era
ganadero feliz, gorda ternera.
140
FLORELO*
FL0REL0
* De esta poesía sólo era conocido un fragmento publicado por -Miguel Luis
Amunátegui en la Introducción a las Poesías de Bello (O. C. III, p. lxxiii-lxxvii).
Le da el título de Fiordo y asegura que -es obra original de Bello. Publicamos ahora
la lectura completa del manuscrito, dando en nota las variantes de redacción. Es
obra inconclusa, en lo que conocemos. No tan sólo porque únicamente hay el trozo
que transcribimos, -sino porque los mismos personajes aparecen confusos (véase
cómo el propio Florelo aparece tratado como mujer y como hombre en los ver-
sos 97-103 nota; asimismo en el verso 93 la confusión entre Crispín y Mar-
celo) ; y muy imprecisos (por ejemplo el interlocutor, que llamamos X, es di-
fícil deducir si se trata de hombre o mujer) ; y aún el mismo empate de la porción
que comienza en el verso 264 es mu-y inseguro. Por otra parte, nos parece difícil
aceptar que sea obra original de Bello. Tenemos la sospecha vehemente de que es
traducción o adaptación de otro idioma, pero no hemos logrado aclarar este extremo.
Llevados por la confusión de nombres entre Marcelo y Crispín (vid, verso 93),
hemos examinado la tradición teatral “crispiniana”. En ella observamos que hay
obras que presentan ciertas coincidencias en argumento y personajes con el escrito
de Bello, pero no hemos dado con la pieza que nos compruebe la filiación del
texto de Bello. Es posible que sea adaptación de obra francesa, inglesa o italiana, de
autor poco conocido del siglo XVIII, o comienzos del XIX. Carecemos de datos
respecto a esta composición. (CoMIsIÓN EDITORA. CARACAS).
5. Primera redacción:
—Quisiera por vida mía
141
Poesías
FL0REL0
FL0REL0
—Don Julio
de Contreras y Avendaño.
¿Le conoces por Ventura?
x
—No.
FL0REL0
—Adiós.
142
Florelo
FL0REL0
FL0REL0
x
—Estudiando
mi papel precisamente
estaba yo ahora.
FL0REL0
— Bravo!
¿Y el patrón tiene una hija
30 bonita?
—Sí.
FL0REL0
—~Que ha llegado
del convento hace muy poco?
—Ese es su nombre
26-27. Otro intento de redacción:
una comedia.
X
—En la mano
tengo el papel cabalmente.
‘43
Poesías
—Hoy mismo.
FL0REL0
FL01UIL0
—Tantos
que no nos vemos de polvo.
FL0SUIL0
x
—Lo has dicho
de ~e a pa.
Hay dos palabras tachadas: mucho, Cierto.
144
Florelo
x
—Cabal.
Fuegos, fuegos.
FL0REL0
—Pues me planto.
Don Julio está aquí, no hay duda,
yo he de desenmascararlo.
FL0REL0
y he de encontrarlo aunque el
y be de dar con él
ya a buscarlo me marcho.
47. 81Se sedesprende
1 verso del a manuscrito
le contesta Fiordo, lo que Florelo
dejamos la habla
en se forma a contradsctoria
sí mismo; y aunque en
del texto.
e
Es otra confusión como las señaladas en la nota inicial a este texto.
47-52. Redacción anterior:
—Eso no cs fácil decirlo;
porque según alto o bajo
le sopla la fantasía,
* muda el gesto a cada taso,
ya lo estira, ya lo frunce,
ini don Julio a cada paso.
145
Poesías
ya ves en él un Adonis
y ya un hombre estrafalario.
hoy es un pulido Adonis,
mañana un estrafalario.
57. Tachado estado, sustituido por profesión.
58. Este verso terminaba en las palabras y en cuanto, que encabezaba un in-
tento de descripción, tachada, del personaje:
y en cuanto
al porte, un caballero
ya es un Señor, ya es un payo
146
Florelo
ya modesto, ya arrogante,
70 hoy social, mañana huraño.
Distraído. esto postrero
es en él lo cuotidiano;
y si aquí reside, apuesto
las orejas a que lo hallo
7~ hablando a solas consigo
en algún sitio excusado,
donde le aguarda un zanjón
a que se acerca pian piano,
y después de dar en él
80 es cuando viene a notarlo.
x
—Ya caigo en ello; tenernos
al hombre que andas buscando.
¿No es lo que llaman poeta?
FLORELO
—Sí.
ya locuaz, ya (ileg.)
taciturno, Vivaracho
distraído
73. Jntentos de redacción:
tanto que si está por dicha
en esta casa de campo
147
Poesías
x
—Pues hay uno alojado
85 en esta quinta.
FLORELO
—Es el mismo.
x
—Sólo una cosa reparo
que no se llama don Julio
sino.
FLORELO
—~Cómo?
x
—Don Castalio.
FLO-RELO
—Qué importa.
El es no lo duJo.
148
Florelo
x
—En aquel bosque
le hallarás; no te acompaño,
Crispín, porque viene gente
y en un sitio solitario
95 vernos entrar, fuera cosa.
FLORELO
MARCELO
—~Qué hallazgo
tan feliz! Florelo mío,
100 ¿qué esperas? Dame los brazos.
Y bien. ¿No me dices nada
del suceso de mi encargo?
149
Poesías
FLORELO
MARCELO
—~Porqué lo dices?
FLORELO
—Si el amo
FLORELO
—Vos en esta casa, el hijo
os olvidáis; vos olvidáis
150
Fiordo -
MARCELO
FLORELO
y porque se enemistaron
Hay ademas otras palabras tachadas, podría, pudiera, bícíera, que posiblemente
fueron correcciones sobre estos intentos de versos eliminados. En la redacción ~e-
finitiva, hay todavía numerosa correcciones: pudiera es sustituido por debe; hacerle
muy sustituye a pudiera hacer; pone apellido en lugar de nombre,
y si Dios no lo remedia
151
Poesías
MARCELO
—Pues yo lo alcanzo;
y te lo voy a decir.
Hijo único de un anciano
que mc ama con extremo
y un cuantioso mayorazgo
145 me destina; con un nombre
único heredero, guapo,
como ves, bien parecido,
para merecer la mano
de Lucinda ¿qué me falta?
150 Soy, además, estimado.
Pues lo quiero yo, mi padre
lo querrá también, es claro.
Si no quiere, soy buen hijo,
le obedezco, no me caso;
155 pero me dejo morir
que es algo peor.
FLORELO
—Y el largo
pleito que tiene pendiente
con nosotros.
MARCELO
1-43.Otra redacción:
De un padre que me ama
144. Este verso fué escrito al margen; su primitiva redacción fué ésta: y me
guarda un mayorazgo. Siguen varios intentos de redacción tachados:
y un título de
* me destina; con un nombre
que mil timbres ilustraron
147. Debajo de estos versos aparece tachado:
Con un rico mayorazgo
y un título de Castilla.
151. Primera redacción:
Pues que yo quiero, mi padre
152
Florelo
FI.0REL0
MARCELO
—Yo fallo
que no ha lugar.
FLORELO
—Y si...
MARCELO
—Deja
tus íes, y concluyamos
FLORELO
MARCELO
FLORELO
—Yo lo dudo.
MARCELO
—Es infalible.
170 Estoy cierto de lograrlo.
—Yo lo dudo
MARCELO
153
Poesías
FLORELO
MARCELO
—Y el mozo
testarudo como cuatro.
FLORELO
MARCELO
FLORELO
MARCELO
—Pues yo le traigo
cuarenta mil.
FLORELO
—~Peroos quiere
la señorita?
MARCELO
—Tirano
dudar el tuyo. Esa duda
180 me llena de sobresalto.
154
P/o re/ o
FLORELO
insoportable el pensar;
y que quisiera que
el discurrir y el hablar
discurrir, hablar, Inoverse;
que quisiera que estos actos,
los hiciese otro por ella.
y quisiera que los actos
de la vida a respirar
estuviesen limitados
se redujesen, pasando
sin temores, ni deseos,
la existencia en un letargo.
191. Suprime pensamiento y pone sentir en su lugar.
194. Taoha el vivir y escribe la vida.
155
Poesías
MARCELO
FLORELO
MARCELO
—~Qué dices?
156
Flore/o
FLORELO
MARCELO
—Y en un siglo
podrá muy bien a ese paso
de su ternura amorosa
recibir mi pecho el lauro.
Conque en resumidas cuentas
220 ¿ella aún no sabe que la amo?
FLORELO
[MARCELO]
—Y en un siglo
podremos lisonjeamos
según el paso que lleva
de dar a mi amor ci lauro. (a)
Según eso mi Lucinda
¿aún no sabe que yo la amo?
¿Por qué de esos versos mismos
no nos valemos
¿no introducimos sin rasgo
que de mi ternura amante
le informase?
¿le dé indicio?
FLORELO
—Ahora es temprano
Pre~arémosla primero
que la iszdifere[ncia]
Poco a toco,
157
Poesías
MARCELO
FLORELO
—Eres bravo
de claveles
158
Flore/o
de pastoriles amores
de Pastoras amorosas
* y zagales desvelados.
Oiga el vaquero Batilo
a las orillas
159
Poesías
160
Florelo
Segunda redacción:
Porque (atienda V., Señor,
que el asunto es peliagudo,
y para explicarlo, dudo
que haya argumento mejor)
así como la cabeza
es del cuerpo la atalaya
Modifica el tercero y cuarto versos:
y para aclararlo, dudo
que haya camino mejor)
283. Primera redacción:
la cabeza lo dirige
287. Siguen estos versos:
y si ella no anda con él
en buena paz y harmonía
todo es una algarabía
y en un confuso tropel
y un bosque sin.
161
Poesías
en una comparación
que es una similitud.
304-306. Otros intentos de redacción:
Usaré, señor don Diego,
la similitud misar;
sírvase V. esesichar
Este último verso no está tachado, aunque está sustituído.
308-311. Esta estrofa tiene múltiples correcciones, algunas ilegibles. El verso 308
tuvo una primera redacción:
Al modo de una tormenta
corregido luego:
Como cuando una tormento,
Sustituye tormenta por borrasca y finalmente por torbellino. Las otras redac-
ciones son ilegibles salvo la del verso 311, cuyas primeras redacciones fueron
sucesivamente:
y el barco pierde el camino,
y el piloto pierde el tino;
315. Sigue un verso tachado:
y el piloto ya no sabe
162
Fiordo
320-323. Esta estrofa tiene varios intentos de redacción, tachados en tal forma,
que algunos versos quedan ilegibles. Se leen:
surge un fiero frenesí
163
PIDE LA DULCE PAZ DEL ALMA AL CIELO *
(Traducción de HORACIO)
2. Primera redacción:
S. Primera redacción:
la luz de amigos astros.
9-10. Otros intentos de redacción:
la paz, que ni la púrpura de Tiro
puede comprar, ni el oro.
164
Pide la dulce paz del alma al cielo
12. Este verso tiene numerosas enmiendas a base de alternar aleje y oh Grosfa.
(a) Esta palabra, en la forma no tachada. parece que Bello quiso enmendarla, como
u quisiese escribir alleguen, lleven. De todos modos la grafía es insegura.
165
Poesías
166
CHILE
1829-1865
AL DIEZ Y OCHO DE SETIEMBRE *
169
Poesías
retroceda a la cumbre,
25 volverá el que fué libre a servidumbre.
170
INSCRIPCIONES PATRIÓTICAS CON OCASIÓN DE
LAS EXEQUIAS OFICIALES DEL VICEPRESIDENTE
JOSÉ TOMÁS OVALLE *
171
Po es ías
172
ADIOS CAMPIÑA HERMOSA *
A enfermedad y pena
10 postrado el cuerpo estaba;
y mi vivir minaba
el tedio del placer.
Dolores y Agustina,
amable hija y madre,
solicitud tan fina
¿cómo pagar podré?
* Miguel Luis Amunátegui, en Ensayos Biogreíficos, III, p. 197-198 da estas
seis estrofas escritas por Bello. “Después de una seria enfermedad” “. pasó una tem-
porada de campo en los fundos del Olivar, donde fué hospedado cariñosamente por
doña Isabel Valdovinos de Muñoz y su hija Agustina Muñoz del Solar”. Según carta
de Bello a su hijo Francisco, estuvo en Olivar en 1838. (COMIsIÓN EDITORA.
CARACAS).
173
AL EJÉRCITO RESTAURADOR DEL PERÚ *
174
DESPIERTA, CHILE, DEL LETAL REPOSO *
175
VIVA PERPETUAMENTE EN LA MEMORIA*
II
III
176
Viva perpetuamente eii la in~moria
IV
177
MARINO FALIERO*
(Traducción de BYRON. F’ragm~nto).
ACTO PRIMERO
La cámara ducal
ESCENA PRIMERA
MARINO
BERTUCCIO
MARINO
—~Y tarda tanto
178
Marino Faliero
BERTUCCIO
MARINO
BERTUCCIO
MARiNO
BERT UCCIO
MARINO
—Vicencio,
¿qué nuevas traes?
179
Poesías
ESCENA SEGUNDA
VICENCIO
MARINO
VICENCIO
—Señor, acaba
35 de pronunciarlo.
MARINO
—Y ¿qué falló?
VICENCIO
—Lo ignoro;
secreto fué el acuerdo.
MARINO
—Pero suele
algo de entre las sombras que rodean
a la justicia traslucirse; un sordo
murmurio, un aire grave, una mirada
40 a un ojo perspicaz revelar suelen
lo que la lengua calla. Los patricios
al fin son hombres. respetables, justos,
. .
1 SO
Marino Faliero
V1CENCIO
—No estuve
más que un momento a vista del senado,
50 ni del decreto de los jueces pude
columbrar un indicio; y más del reo
Miguel Esteno hallándome tan cerca
que...
MARINO
vIcENcIO
—Al verle
55 me pareció sereno, resignado
a la sentencia;. . . mas aquí la trae,
si no me engaño, el secretario.
ESCENA TERCERA
SECRETARIO
—Al noble
Faliero, de Venecia ínclito jefe,
el tribunal de los Cuarenta envía
60 salud, honor; y espera que se digne
su alteza echar la vista sobre el fallo
que acaba de librar contra el patricio
Miguel Esteno por la grave culpa
de que su alteza le acusó. El rescripto
65 helo aquí.
MARINO
—Retírate. Tú, Vicencio,
déjame solo un breve instante.
181
Poesías
ESCENA CUARTA
MARINO
—Toma,
Bertuccio, este papel. Siento turbarse
mis ojos, y fijar en él no puedo
la vista oscurecida.
BER.TUCCIO
—iAmado tío!
70 tened valor. ¿De qué tembláis? ¿Qué extraño
temor es ése?
MARINO
—Acaba, lee.
BERTUCCIO
—Decreta
conformemente que Miguel Esteno,
que por su propia confesión la noche
del carnaval grabó sobre la silla
75 ducal estas palabras injuriosas.
MARINO
BERTUCCIO
—Perdonadme.
Ya os obedezco. “Un mes de arresto impone
para castigo de su culpa al reo
Miguel Esteno”,
182
Marino Faliero
MARINO
BERTUCCIO
MARINO
BERTUCCIO
—Serenaos, No desmaye
en tan leve ocasión vuestra constan~ia,
90 Sentaos, noble duque, mientras llamo
la servidumbre a que os atienda y sirva,
MARINO
—Detente, ya pasó.
BERTUCCIO
—Negar no puedo
que es el castigo demasiado leve
para una culpa que a Venecia toda
95 ultrajó en vos; y que injusticia ha sido
dar a tamaño agravio tan mezquina
satisfacción; pero un recurso os queda;
juntad de nuevo el tribunal, o tornad
a los abogadores el proceso,
100 que, si antes a la causa se negaron,
al ver que se os rehusa hacer justicia,
anularán el fallo, y de las leyes
vindicarán la majestad violada,
¿No lo juzgáis así?... Pero, suspenso,
105 ¿no me escucháis? Los ojos a la tierra
tenéis clavados; y a las voces mías
¿no dais oído? ¡Noble duque!
183
Poesías
MARINO
—iAl cielo
pluguiese que en San Marcos de Venecia
hoy los pendones turcos tremolaran!
110 De esta suerte, homenaje les haría.
BERTUCCIO
MARINO
BERTUCCIO
—No, no convienen
señor, razones tales en los labios
del duque de Venecia.
MARINO
—~Dónde,dónde
el duque de Venecia está, que quiero
120 invocar su justicia? Si ya duque
de Venecia no soy, soy hombre al menos.
Hubo en Venecia duque; ya ese nombre
es un sonido vano; vano, he dicho.
Ya es solamente un título de oprobio.
125 El más desamparado, el más humilde,
el más vil e injuriado de los hombres,
el que mendiga de una puerta en otra
el alimento, si no le halla en ésta,
puede tal vez, tocando a la vecina,
130 ser socorrido; mas aquel que pide
justicia a los que deben ampararle
en su derecho, y no la alcanza, es
1•obre
más que el mendigo que de ajena mano
recibe el pan amargo del desprecio;
135 es un esclavo, un abatido esclavo;
184
Marino Faliero
BERTUCCIO
—A las leyes.
MARINO
BERTUCCIO
MARINO
—Basta.
¿Tú me aconsejas apelar, Bertuccio?
165 ¿Tú mi sobrino? ¿Tú, renuevo ilustre
185
Poesías
BERTUCCIO
—Señor, raya
170 vuestro dolor en un culpable exceso.
Torpe la afrenta ha sido, y torpe el fallo
que impune la dejó; mas esa furia
no guarda proporción con el agravio,
ni con agravio alguno. Si os ha hecho
175 injuria la sentencia reclamemos;
y si satisfacción se nos rehusa,
busquémosla, señor, por nuestra mano;
mas con serenidad, cordura y pulso.
¡Silencio!... y a vengarnos. Soy mancebo.
180 Amo la casa vuestra; amo su lustre.
Miro éste en el apoyo de mi tío,
mi jefe, mi tutor; mas, aunque admito
en parte la razón de vuestro enojo,
el verlo me horroriza.
MARINO
—,~Conquees fuerza
185 decirte lo que hubiera sin mis voces
entendido tu padre? ¿Sólo el golpe
material que lastima al cuerpo, sientes?
¿Tienes orgullo, bríos, alma, honra?
BERTUCCIO
MARINO
186
Marino Faliero
BERTUCCIO
—Y ¿qué castigo
satisfaceros pudo?
MARINO
BERTUCCIO
187
¿NO ES ÉSTE EL SUELO QUE MI DÉBIL PLANTA.. .~
(Traducción de PETRARCA)
188
FUESE LUCILIO ENHORABUENA *
1 ~9
EL INCENDIO DE LA COMPAÑÍA *
CANTO ELEGIACO
Ni es sonido de alegría
el que por los aires corre;
ayes son esos que envía
envuelta en humo tu torre;
15 son gemidos de agonía.
190
El incendio de la Comfrañía
191
Poesías
¡Virgen! si compadecida
te halló siempre el ruego humano,
detén la fiera avenida;
tiende el manto soberano
60 sobre tu mansión querida;
II
Y a ti también te devora,
centinela vocinglero,
atalaya veladora,
que has contado un siglo entero
80 a la ciudad, hora a hora.
¡92
El incendio de la Compañía
193
Poesías
III
Y ya, si no es el graznido
de infelice ave nocturna
que busca en vano su nido,
o del aura taciturna
160 algún lánguido gemido,
194
El incendio de la Compañía
IV
Y no es un descolorido
bosquejo lo que elabora,
que al pensamiento embebido
el antes se vuelve ahora,
195 y la memoria, sentido.
195
Poesías
Va a su cabeza un anciano;
una blanca mitra deja
asomar su pelo cano.
Cantan, y el canto semeja
220 sordo murmullo lejano.
196
El incendio de la Compañía
236-240. Benigne fac, Domine, in bona voluntate tua Sion, ut aedificentur muri
Jerusalem. (Psalm. 50, y. 19). (N. DE BELLO).
197
Poesías
El Tabernáculo Santo.
Tu rostro en la tierra humilla,
¡Jerusalén! rasga el manto;
por tu pálida mejilla
270 hilo a hilo corra el llanto.
269-275. Non est recordatus scabelli pedum suorum, etc. (Jerem., Thren. Ji
1, 2. 3, 6). (N.DE BELLO).
198
EL DIEZ Y OCHO DE SETIEMBRE *
199
Poesías
II
III
200
El Diez y ocho de Setiembre
IV
71. Fringilta Diuca. Ave pequeña de color turquí, según el abate Molina: “su
canto es delicioso, especialmente al amanecer, viviendo alrededor de las casas .
(N. DE BELLO).
201
Poesías
202
El Diez y ocho de Setiembre
VI
203
Poesías
VII
204
EN EL ALBUM
205
Poesías
Te enfadan alegorías;
desprecias vanas ficciones;
niña aún, te divertías
en instructivas lecciones,
40 no en frívolas poesías.
206
En el álbum
y le acuerden la memoria
60 o del padre o del abuelo!
O si la dicha. terrena
tasa el Autor soberano
de la vida; si El ordena
que des al destino humano
70 tu contribución de pena,
Vanidad y afectación
jamás tu candor empañen;
y en toda voz, toda acción,
como suelen, te acompañen
85 cordura .y moderación;
207
LAS FANTASMAS*
208
Las Fantasmas
II
209
Poes ¡as
III
210
Las Fantasmas
La circular se le envía,
110 que para el baile la empeña;
y si piensa en él de día,
en él a la noche sueña;
vuélanle en derredor regocijadas
visiones de danzantes, silfos y hadas;
IV
211
Poesías
Pensativo - - . caviloso.
140 y triste no sé si diga;
en el baile bullicioso,
el loco placer hostiga;
enturbia el tedio la delicia, y rueda
impuro polvo en túnicas de seda.
212
Las Fantasmas
213
Poesías
VI
274
Las Fantasmas
215
A OLIMPIO~
Se insertó por primera vez en El Museo de Ambas Américas, tonao II, No. 1 6,
Valparaíso, 20 de julio de 1842. (CoMIsIÓN EDITORA. CALACAS).
1. Olimpio es un patriota eminente denigrado por la calumnia, y que se con-
suela de la desgracia en las meditaciones de una filosofía indulgente y magnánima.
No sabemos quién fuese el personaje que Victor Hugo se propuso representar bajo este
nombre. En las revoluciones americanas, no han faltado Olimpios. (N. DE BELLO).
216
A Olimpio
II
“Acatábante en silencio
las gentes: la infancia ruda
a escucharte se paraba,
como la vejez caduca.
“~Cuántasfrentes a la sombra
acostumbraba la tuya!
35 Y ahora, ¡qué de sonrisas
irónicas te saludan!
217
o es ¡ a 5
218
A Olimpio
III
“Mas ¿qué digo? En la miseria
90 más elevado y sublime
te muestras a quien la altura
de tus pensamientos mide.
219
Poesías
“~Lacertidumbre?. . . ¡Insensatos,
que imagináis tierra firme,
la que celajes vistosos
120 en vuestro discurso fingen!
220
A Ohmpío
IV
“Pero tú penas; y ¿cómo
pudo ser que no penaras,
155 oh víctima sin ventura
de persecución villana?
“A la lozana verdura
de yerbas jamás holladas,
o a la nieve que los montes
empinados amortaja;
18 “A la bostezante gruta
de tenebrosa garganta,
168. En el Museo de Ambas Américas, este verso se lee:
“Entregado a ellas vives;
y así lo publica Rojas Hermanos, 1881.
221
Poesías
y de verde cabellera,
con florecida guirnalda;
“Y concurres al inmenso
210 coro que todo lo abraza,
lo que remontado vuela,
y lo que humilde se arrastra;
222
A Olimpio
“Y divulgaron secretos
fiados a la amistad,
235 como quien derrama el agua
sobre el camino real.
223
P oes ¡ as
“A la mujer seductora,
desamorada beldad,
a quien la sonrisa, estudio,
280 a quien es arte el mirar;
“A la turba lisonjera
290 que rinde a cada deidad
efímera el torpe incienso
de su adoración venal;
224
A Ohmpío
“Y a declamadores vanos,
que hacen rüido y no más;
295 oráculos que atestiguan
la insensatez general.
VI
225
Poesías
VII
226
A Qlim~io
227
Poesías
228
LOS DUENDES~
IMITACIÓN DE VICTOR HUGO **
No bulle
la selva;
el campo
no alienta.
5 Las luces
postreras
despiden
apenas
destellos,
10 que tiemblan.
La choza
plebeya,
que horcones
sustentan;
15 la alcoba,
que arrean
cristales
y sedas;
al sueño
20 se entregan.
Ya es todo
tinieblas.
¡Oh noche
serena!
* Se publicó en El Progreso, diario de Santiago, el 19 de julio de 1843. (Co-
MISIÓN EDITORA. CARACAS).
** La idea general, algunos pensamientos, y el progresivo ascenso y descenso
del metro, es todo lo que se ha tomado del original. La composición francesa se titula
Les Lufins. (N. DE BELLO).
229
Poesías
25 ¡Oh vida
suspensa!
La muerte
remedas.
II
¿Qué rüido
30 sordo nace?
Los cipreses
colosales
cabecean
en el valle;
35 y en menuda
nieve caen
deshojados
azahares.
¿Es el soplo
40 de los Andes,
atizando
los volcanes?
¿Es la tierra,
que en sus bases
45 de granito
da balances?
No es la tierra;
no es el aire;
son los duendes
50 que ya salen.
‘JI
230
Los Duendes
Si chillan éstos,
aquéllos roznan.
Si trotan unos,
otros galopan.
65 De la cascada
sobre las ondas,
cuál se columpia,
cuál cabriola.
Y un duende enano,
70 de copa en copa,
va dando brincos,
y no las dobla.
IV
¿Fantasmas acaso
la vista figura?
75 Como hinchadas olas
que en roca desnuda
se estrellan sonantes,
y luego reculan
con ronco murmullo,
80 y otra vez insultan
al risco, lanzando
bramadora espuma;
así van y vienen,
y silban y zumban,
85 y gritan que aturden;
el cielo se nubla;
el aire se llena
de sombras que asustan;
el viento retiñe;
90 los montes retumban.
A casa me recojo;
echemos el cerrojo.
¡Qué triste y amarilla
arde mi lamparilla!
95 ¡Oh Virgen del Carmelo!
aleja, aleja el vuelo
231
Poesías
de estos desoladores
ángeles enemigos;
que no talen mis flores,
100 ni atizonen mis trigos.
Ahuyenta, madre, ahuyenta
la chusma turbulenta;
y te pondré en la falda
olorosa guirnalda
105 de rosa, nardo y lirio;
y haré que tu sagrario
alumbre un blanco cirio
por todo un octavario.
VI
VII
232
Los Duendes
VIII
Ix
¡Funesta sombra! ¡Tenebroso espanto!.
Amedrentado el corazón palpita.
y la legión de Lucifer en tanto,
reforzando la trápala y la bulla,
150 a un tiempo brama, gruñe, llora, grita,
bufa, relincha, ronca, ladra, aúlla;
y asorda estrepitosa los oídos,
mezclando carcajadas y alaridos,
voz de ira, voz de horror, y voz de duelo.
155 ¡Qué fiero son de trompas y cornetas!
¡Qué arrastrar de cadenas por el suelo!
¡Qué destemplado chirrio de carretas!.
¡Ya escampa! Hasta la tierra se estremece,
y según es el huracán, parece
160 que a la casa y a mí nos lleva al vuelo.
¡Perdido soy!. . . ¡Misericordia, cielo!
x
~Ah! Por fin en la iglesia vecina
a sonar comenzó la campana. .
Al furor, a la loca jarana,
165 turbación sucedió repentina.
233
Poesías
XI
xl’
234
Los Duendes
XIII
XIV
235
Poesías
materno abandona,
despojo de niños
traviesos, y vuela
errante y proscripto.
XV
240 ¡Desventurados!
Del patrio albergue
también vosotros
gemís ausentes;
vagar proscriptos
245 os cupo en suerte.
¡Terrible fallo! .
¡y eterno!. . ¡Pesen
mis maldiciones,
blandas y leves,
250 sobre vosotros,
míseros duendes!
XVI
Hacia el cerro
que distingue
lo sombrío
255 de su tizne
—padrón negro
de hechos tristes—
vagorosas
ondas finge,
260 parda nube,
con matices
colorados,
como el tinte
que a la luna
265 da el eclipse;
y en la espira
que describe,
rastros deja
carmesíes. .
270 ¿En qué abismos,
infelice
236
Los Duendes
nubecilla,
vas a hundirte?.
Ya los ojos
275 no la siguen;
ya es un punto;
ya no existe.
XVII
¡Que calma
tranquila!
280 Tras leve
cortina
de gasa
pajiza,
la luna
285 dormita.
Al sueño
rendidas,
las flores
se inclinan.
290 El viento
no silba,
ni el aura
suspira.
Tú sola
295 vigilas;
tú siempre
caminas,
y al centro
gravitas,
360 ¡oh fuente
querida!
ya turbia;
ya limpia;
ya en calles,
305 que lilas
y adelfas
tapizan;
ya en zarzas
y espinas.
310 ¡Tal corre
la vida!
237
LA ORACIÓN POR TODOS *
238
La oración por todos
II
239
Poesías
240
La oración por todos
III
241
Poesías
169. B.ello escribió sulca, palabra que ha sido corregida pcr .surcg en las otras
ediciones. La restablecemos porque es forma etimológica (del latín udco, sulcare) 3r
de uso corriente todavía en los autores clásicos.
242
La oración por todos
IV
243
Poesías
244
La oración »or todos
245
MOISÉS SALVADO DE LAS AGUAS *
246
Moisés sal miado de las aguas
247
Poesías
248
Moisés salvado dr’ las aguas
1a faz velada
Y ante el tro-no de Dios,
con las alas, el coro
que ve a sus pies la bóveda estrellada,
pulsaba liras de oro.
249
Poesías
250
LA COMETA (Volantín) *
( 1 3 3 3 ) *
251
Poesías
252
La Corneta
253
Poesías
ya Se mira sujeta
del hombre, y ve
* A madama Corneta (b)
que andes tan venturosa oc juzga[ba] (e)
en medio de sus
ocurre
y vuelve en pesadumbre su contento
254
La Corneta
65 y glorias te figuras.
Eso mismo te ensalza, que te enfrena.
255
LA COMETA
(1846)
LA COMETA
256
La Corneta
257
Poesías
25 ¿~
LA MODA*
259
Poesías
260
La Moda
261
Poesías
50 pudibunda beata,
que hace de más valor lo que recata.
Y un momento después, traviesa niña,
ríe, retoza, guiña;
no sabe tener quieta
55 su pupila de fuego;
busca y rehuye luego:
cuanto más melindrosa, más coqueta.
262
La Moda
263
Poesías
—~Unaleyenda o cuento
es a lo que dedicas el intento?
90 Manos a la labor; o da principio
con gran proemio de elegante ripio;
O si te place, empieza
con esa non-chalancg de buen tono,
con ese aire de lánguido abandono
95 de quien al despertar se despereza,
como si del lector no hicieses caso,
ni de la historia; y cuando paso a paso,
por entre mil rodeos,
~ambages y floreos,
100 llegue al fin el momento de contarla;
y ya el lector dé al diablo tanta charla;
allá como a la octava ciento y cuatro,
mudarás de teatro,
y en una digresión (importa un pucho
105 que no tenga que ver poco, ni mucho,
264
La Moda
265
Poes ías
266
La Moda
267
Poesías
va abriéndose camino
lenta y difícilmente;
y aquí desaparece de repente
180 bajo el tupido monte;
y en lejano horizonte,
vuelve a mostrar su clara o turbia onda
para que, a poco trecho,
cuando algunos pantanos haya hecho,
185 bosque denso otra vez su curso esconda;
no de modo distinto,
aunque el fino lector se desanime,
el sujeto camine,
y por entre el espeso laberinto
190 de las enmarañadas digresiones,
se hunda, reaparezca, se zabulla
de nuevo, y nuevamente salga y bulla
hasta llegar al fin que te propones.
Mas ora en filosóficos zigzagues
195 teológicos, políticos, divagues,
o en un rocín aprietes los talones,
lanzándote a remotas excursiones,
o vía recta el argumento vaya,
y la locomotiva,
200 potencia de no fútil inventiva,
quieras tener a raya,
(lo que, si mis preceptos obedeces,
harás muy pocas veces)
268
La LloJa
269
Poesías
270
La Moda
la conciencia y la prensa
271
Poesías
Su imagen adorada
280 de tu memoria un punto no se aparte;
y para más desgracia atormentarte,
y de esas penas aguzar la punta,
dirás que la difunta
era un ángel de amor, era un modelo
285 de perfección, en que yació natura
toda virtud, y gracia, y hermosura;
divina joya, incomparable perla,
que, para tu regalo y tu consuelo,
quiso envar expresamente el cielo
290 a un mundo vil, indigno de tenerla;
y con estos elogios, y otros tales,
conocerán las damas lo que vales,
y el tuyo propio harás sin que te cueste
una sola palabra
295 que tu modestia en lo menor moleste.
¡Sólo con un diamante otro se labra!
272
La Moda
273
Poesías
274
La Moda
al esposo querido,
que presa fué de cazador villano.
275
Poesías
276
DIÁLOGO
ENTRE LA AMABLE ISIDORA Y UN POETA DEL SIGLO PASADO *
POETA
ISIDORA
POETA
ISIDORA
277
P oc -s í a s
POETA
ISIDORA
POETA
ISIDORA
POETA
—~Fuerteempeño!
Mas aguarda; una idea
me ocurre de improviso.
30 Fingiré que adormido en blando sueño
se presenta a mi vista un paraíso,
donde..
ISIDORA
278
Diálogo
ISIDORA
POETA
279
Poesías
ISIDORA
—Concedido.
POETA
—~Cuál es?
ISIDORA
—Amor.
POETA
—Jesús!
ISIDORA
280
D Id logo
85 de impropia ni de ingrata
para la cosquillosa fantasía
de la más zahareña mojigata
que allí vertida viese alguna seria
máxima de moral filosofía?
POETA
ISIDORA
POETA
281
LA CORTE DE AMOR *
(TEXTO A)
gustosamente abría.
Este último verso fué tachado y sustituido sucesivamente por los siguientes:
La puerta al ~unío -abría.
Prontamente admitía.
105. Otra redacción, que apareca sin tachar en el original:
Con los deands no hacía
282
tc Amor
La Corte c
110 Entraron Risa y Juego
y se salieron luego.
La Gracia a la Hermosura
llevaba de la mano,
y le alcanzó Ventura.
115 Llega con gesto ufano
-Necedad, y se engríe
porque el Amor se ríe.
Mas ya del Chisme aleve
se oye el susurro leve,
120 y van tras él llegando
en bullicioso bando
Sospechas y Recelos
y pendencieros Celos.
La Lisonja apercibe
125 su más meliflua charla,
y gran placer recibe
Amor al escucharla,
Triscaban la Alegría
y la Coquetería,
130 y con semblante huraño
acecha el Desengaño.
Va el Rendimiento tímido,
que -aún del desdén se paga;
va la Traición que pérfida
135 a los que vende halaga.
Fe, Modestia, Inocencia
lograron corta audiencia;
y avergonzadas salen
de lo poco que valen.
283
P oes í a 5
* Querellas y Suspiros
* hacen variados giros,
Sc
3unda redacción:
Cantando en flébil tono
Querellas y Suspiros
en torno al regio trono
* hacen variados giros,
284
La Corte de Amor
285
LA CORTE DE AMOR
(TEXTO B)
286
La Corte de Amor
Esperanzas, temores,
ilusiones que ostentan
115 del Iris los colores,
deseos que atormentan
placeres que embriagan.
Requiebros y suspiros
en torno el numen vagan
120 en fantásticos giros.
Mas hete al Chisme aleve,
que todo lo remueve;
tras su susurro blando
llegan en fiero bando
125 Sospechas y Recelos
y pendencieros Celos.
Fe, Constancia, Inocencia
lograron corta audiencia.
Ruborizadas salen
130 viendo cuán poco valen.
La Locura no falta,
que de Cupido era
antigua consejera
y tiene allí vara alta.
135 Y el traidor Fingimiento
que a los que muerde halaga,
y el fino Rendimiento
que aun del desdén se paga,
el presumido Entono
y en susurro blando
siguen en fiero bando
129-131. Primera redacción:
Y avergonzadas salen
de ver cuán poco valen.
Locura allí no falta
134. Siguen estos versos tachados:
La parlera Lisonja,
que de viento se esponje,
Corrige el primer verso:
La pérfida Lisonja
Tacha y vuelve a dejar la redacción inicial.
135-165. Primera redacción:
El fino Rendimiento
* que aun del desdén se paga,
* y el traidor Fingimiento
287
Poesías
288
La Corte de Amor
289
A PEÑALOLEN~
290
A Peñalolen
291
EN EL ALBUM
292
En el ~ílbunz
de un corazón descuidado
25 prende en tus ojos su fuego;
293
¿PARA QUÉ EL ODIO MUTUO ENTRE
LAS GENTES? *
(Traducción de LAMARTINE)
294
EL TABACO*
EPIGRAMA
Epigrama me titulo;
no soy enigma, ni quiero;
no me precio de difícil,
porque repugna a mi genio.
Es el un par de gallinas;
10 otro un divertido juego;
al otro el celeste Olimpo
le dió lugar en su seno.
295
Poesías
Llévale te pido
a su mausoleo
de metal dorado,
o de vidrio terso;
45 Y por epitafio,
ponle este letrero,
en grata memoria
de dichas que fueron:
296
AL BIOBÍO*
EN EL ÁLBUM DE LA SEÑORA DOÑA DELFINA PINTO DE ROSAS
Y escuchase la alborada
que en no aprendida armonía,
15 canta el ave en la enramada
saludando al nuevo día;
297
Poesías
25 Do deslealtad y falsía
cercan el trémulo altar
que a los ídolos de un día
alza el aura popular.
Cerca de ti su mansión
tiene la bella Delfina;
55 la de noble corazón,
la de gracia peregrina.
298
A.! Biobío
299
Po esías
300
EL CÓNDOR Y EL POETA
DIÁLOGO
POETA
CÓNDOR
301
P .0 °sí a s
POETA
CÓNDOR
POETA
CÓNDOR
—Al cielo,
302
El Cóndor y el Poe/a
CÓNDOR
POETA
CÓNDOR
303
Poesías
POETA
304
El Cóndor y el Poeta
CÓNDOR
POETA
CÓNDOR
—~Cómo?
POETA
—Debes
seguir del sol la luminosa huella,
305
Poesías
CÓNDOR
POETA
CÓNDOR
POETA
POETA
306
El Cóndor y el Poe/a
CÓNDOR
307
P o es í a s
POETA
CÓNDOR
POETA
308
El Cóndor y el P~.-eta
309
Poesías
CÓNDOR (t’olando)
II
Para incendiarla en alto patriotismo,
para animar la antorcha del civismo,
para encender al pueblo en la virtud,
para templar los tibios corazones,
para quemar los últimos jirones
del manto de la torpe esclavstud.
III
Extiende, extiende pronto el aJa grave,
como la pa-rda vela de la nave
cuando siente bramar la tempestad;
vuela y trae en los ojos la centella
que, en ochocientos diez, fulgente y bella,
la antorcha reanimó de libertad.
310
El Cóndor y el Poeta
IV
VI
VII
Allí también reverberó tu lumbre,
cuando bajó rodando de la cumbre
desmelenado ei iracundo león,
a1 par
gritoqueatronador
retumbabade enindenendencia,
la eminencia
eque repetía el mundo de Colón.
VIII
Ix
Haz por los hijos lo que en otros días
hiciste por sus padres, cuando hendías
las esferas con ímpetu veloz,
para traer la centella salvadora
que de ese sol, que el universo adora,
brotó; y en tus pupilas, puso Dios.
x
Las alas tiende, y sube hasta los cielos,
cual si fueras a traer a tus hijuelos
el alimento que la vida da;
311
Poesías
XI
Y cuando traigas la centella ardiente
que del cobarde el corazón caliente,
y nos llene .de aliento varonil,
¡oh Cóndor! danos sombra con tus alas,
mientras que, en el espíritu que exhalas,
impregnemos la túnica viril.
XII
312
SA R D A N A PA L O
DE LORD BYRON
SARDANAP ALO
se corone ci pabellén de estío
de olorosas guirnaldas; un banquete
* Traducción de algo más de la mitad del primer acto de la tragedia de Lord
Byron, con adaptaciones bastante personales del texto. Lo publicó el propio Bello
la Revista de Santiago, junio de 1850, tomo IV, Bello acentuaba Sardanapalo como pa-
lsbra liana, a la manera latina y clásics. Notense los acentos internos de los versos
259 y 272. (CorisIssóN EDITORA. CARACAS).
El Sardanapalo cs una de las más bellas tragedias de Lord Byron. El carác-
ter del protagonista es una concepción original, en ciue ci poeta se propuso rehabilitar
este personaje, tratado con demasiada severidad por la historia. El Sardanapalo de Lord
Byron mira el placer como el primer objeto de la vida; pero no es el príncipe muelle
y cobarde, cuya disolución y afeminsción se han hecho proverbiales, bien que en
esta parte la historia se convence a sí misma de preocupación -e injusticia. Según ella,
Sardanapalo peleó con valor contra el rebelde Arbaces, que capitaneaba un ejército
formidable, y estaba de inteligencia con los sacerdotes caldeos y algunos de los gober-
nadores de las provincias. Vencióle tres veces; -y en la tercera batalla, mostró no me-
nos habilidad, que denuedo. Arbaces herido se refugió con los restos de su ejército -a
los montes de la Caidea. La insurrección pareció sofocada, y Sardanapalo asegurado
en el trono, con la llegada de las tropas bactrianas, que acudían desde el fondo del
Oriente a la defensa de su rey. Pero Belesis, sacerdote caldeo, que era el alma de la
insurrección, sedujo a los jefes bactriancs, y persuadió a sus confederados a tentar
por la cuarta vez la fortuna. Ssrdanapalo, sorprendido y derrotado, no desmayó por
eso. Sitiado en Nínive, preparó una vigorosa defensa, mientras que Salamenes, a la
cabeza de las reliquias de su ejército, hacía frente a los enemigos fuera de las mu-
rallas de Nínive. Su derrota y muerte acarrearcn el levantamiento de las provincias
del imperio que aun permanecían fieles a la antigua dinastía. Sardanapslo, reducido
al recinto de su capital, resistió tres -años enteros. En el tercer año, una inundación
del Tigris echó por tierra una parte de las murallas de la ciudad, y abrió ancha
brecha a• los sitiadores. Sardanapalo hizo entonces levantar una alta pira, colocó en
ella sus insignias reales, sus tesoros, sus mujeres, y sus eunucos; le puso fuego él
mismo, y se lanzó a las llamas (el año 817 antes de j. C.) . Tal es el verdadero Sar—
danapalo, rehabilitado por Byron, despuér de dos mil años de prescripción.
La muestra que presentamos podrá dar alguna idea del estilo trágico de Byron,
y de la inteligencia superior con que ha trazado su Sardanapalo y su Salarnenes. Mirra,
la esclava griega, que sólo se deja ver aquí unos pocos momentos, presenta el tipo
de casi todas las mujeres de Byron; ternura, desprendimiento, consagración al objeto
amado, pero con los accidentes característicos de una hija de la Grecia.
El metro adoptado en la traducción es el mismo del original. Las personas que
hablan son: Sardanapalo, rey de Asiria; Salasnenc’s, hermano de la reina; Mirra, cautiva
griega, concubina de Ssrdanapslo. Comparsa de damas. (N. DE BELLO).
313
P o e s í a -s
MIRRA
—~Señor!.
SARDAN APALO
MIRRA
—~Ordenevuestra alteza!
SARDAN-APALO
—~ Vuestra alteza!
314
Sardanapalo
MIRRA
SARDANAPALO
—~Quémas? Barrera
no habrá ninguna entre tu amor y el mio,
sino tu gusto.
MIRRA
SALAMENES
SARDANAPALO -
—~Quiénosa
alzar la voz? ¿Qué es esto, hermano?
SALAMENES
—Hermano
de la reina, señor; vasallo vuestro.
SARDANAPALO
315
Poesías
MIRRA
—~Granrey!. . . Tu hermano
SALA~.IENES
SARDANAPALO
SALAM ENES
SARDAN APALO
SALAMENES
—No te maldigas;
65 que demasiadas, demasiadas voces
ya te maldicen.
46. Vanse las damas. (N. DE BELLO).
316
Sardanapalo
SARDANAPAL-O
—Olvidar pareces
quién eres y quién soy. ¿Forzarme intentas
a recordar que soy monarca?
SALAM ENES
—;Al ciclo
pluguiese que una vez lo recordaras!
MIRRA
SARDANAPALO
SALAME NES
—Una y otra
vas a perder. . . y para siempre acaso.
SARDANAPALO
SALAMENES
.317
Poesías
SARDAN A PALO
SALAMENES
SARDA NAPA LO
SALAM ENES
318
Sardanapalo
SARDANAPALO
—~Cuál?
SALAMENES
—Un nombre
que nunca oíste articular.
SARDANAPALO
—,!Qué nombre?
SALAMENES
—Virtud.
SARDANAPALO,
SALAMENES
—Pues al menos,
125 para mudar tan enojoso tema,
oirás hablar del vicio.
SARDANAPALO
—~A quién?
319
Poesías
SALAM EN ES
—ENo escuchas
el eco de las quejas nacionales
que va doquiera derramando el viento?
SARDANAPALO
SALAM ENES
—Tu peligro.
SARDANAPAL O
SALAM ENES
SARDANAP-ALO
SALAMENES
—;Un rey!
SARDANAPAL-O
SALAMENES
.320
Sardanapalo
SARDANAPALO
— ¡ Temerarios!
140 ¿Qué puedo darles más de lo que tienen,
cuando en la paz y la abundancia viven?
SALAMENES
SARDANAPALO
SALAMENES
—Es tuya,
tuya, que aletargado en el deleite,
no tiendes más allá de esos jardines
la vista, sino el día que trasladas
150 tu corte a otro palacio en la alta sierra,
hasta que los calores templa otoño.
¡Oh gran Baal, que en otro tiempo fuiste
el fundador, y hoy eres dios de Asiria,
o como un dios, al menos, en la larga
155 carrera de los siglos resplandeces!
Éste, que descender de ti presume,
jamás ha visto como un rey los reinos
que como un héroe conquistar supiste.
¿Y para qué? Para que fuese un día
160 el sudor de los pueblos devorado
en nocturnos festines, y cebase
la pública sustancia una ramera.
SARDANAPALO
—
1Ah! ya lo entiendo. ¿Tú quisieras yerme
salir a conquistar? Por esos astros,
165 en que la ciencia lee de los caldeos,
321
Poesías
SALAMENES
—Hicieras
lo que la gran Semíramis, que sólo
1 70 fué una mujer, y las asirias huestes
llevó al remoto Ganges.
SARDAN APALO
—Y del Ganges,
¿cómo volvió?
SALAM EN ES
SA-RDANAPALO
SALAM ENES
SARDANAPAL-O
322
Sardanapalo
SALAMENES
SARDANAPALO
SALAMENES
SARDANAPALO
—,~Quiénse rebela?
¿Por qué? ¿Con cuál pretexto? Soy monarca
legítimo, y desciendo de una línea
de reyes, que en el solio no tuvieron
predecescires. ¿Cuál mi culpa ha sido
205 contigo o con el pueblo?
SALAM ENES
—De tu culpa
conmigo, nada he dicho.
SARDANAPALO
—Pero piensas
que a la reina hago injuria.
323
Poesías
SALAMENES
—No lo pienso;
le haces injuria.
SARDANAPALO
—Salamenes, oye.
El poder, la tutela de sus hijos
210 mis herederos, la real grandeza,
el aparato, el público homenaje,
que al trono pertenece de la Asiria,
todo lo tiene. Me casé con ella,
como los reyes, por razón de estado.
215 Améla, como suelen ios maridos
amar a sus esposas. Si creíste,
y si creyó tu hermana, que amoroso,
rendido, fiel, como un pastor caldeo
a su zagala, iba a tenerme siempre,
220 digo que no supiste, ni ella supo,
lo que soy yo, lo que es un rey, y un hombre.
SALAMENES
SARDANAPALO
SALAMENES
324
Sardanapalo
SARD-ANAPALO
—~Vulgo
desconocido! De su rey murmura,
porque no quise derramar su sangre;
porque no quise que sus huesos fueran
a rodar insepultos por la orilla
235 del Ganges, o aumentar desmoronados
el polvo del desierto; porque leyes
feroces no dicté que los diezmasen;
porque con el sudor de mis vasallos,
no levanté pirámides egipcias
240 ni babilonios muros.
SALAMENES
—A lo menos
fueran trofeos tales más honrosos
para tu pueblo y para ti, que bailes
y cantos y festines y rameras,
y entronizados vicios, y tesoros
245 desperdiciados.
SARDANAPALO
SALAMENES
SARDANAPALO
—~Infamarme!Juro
a mi progenitor Baal, que hermosas
325
Poesías
SALAMENES
SARDANAPALO
SALAMENES
SARDANAPALO
—eQué temes?
326
Sardanapalo
SALAMENES
SARDANAPALO
SALAMENES
SARDANAPALO
—~Cabezas?¿cuántas?
SALAM ENES
SARDAN-APALO
SALAMENES
SARDANAPALO
327
Poesías
SALAMENES
—No querría
305 tener que responderte. En un momento
referirá sus nombres la liviana
charla de cortesanos; ni en palacio
serán sabidos solamente; y todo
se frustrará. Confía en mí.
SARDANAPALO
—Tu celo
310 conozco bien. Recibe el sello.
SALAMENES
—Pido
otra cosa además.
SARDANAPALO
—~Cuáles?
SALAMENES
—Que omitas
la preparada fiesta.
SARDANAPALO
—~No!,por cuantos
conspiradores sacudir un reino
osaron. Vengan; sobre mí descarguen
315 toda su furia. Demudarme un punto
no me verán; no dejaré la copa;
no perderé por ellos un instante
de placer, ni una sola rosa menos
coronará mi frente. No me inspiran
320 ningún temor.
SALAMENES
328
Sardanapalo
SARDANAPALO
SALAMENES
—Dicen
325 que en eso el cetro has convertido.
SARDANAPALO
—~Mienten!
Mas díganlo en buenhora. La calumnia
es privilegio de la plebe antiguo
contra los soberanos.
SALAMENES
—A tus padres
no calumniaron nunca de esa suerte.
SA-RDANAPALO
SALAMENES
329
Poesías
SARDANAPALO
SALAMENES
SARDANAPALO
SALAMENES
—~Alfin sentiste?
SARDANAPA LO
—~Quéalma
pudo a la ingratitud no ser sensible?
330
EN EL ALBUM
DE LA CANTATRIZ DOÑA TERESA ROSSI *
331
Poesías
332
SEÑALES DE LA MUERTE *
(TRADUCCIÓN)
333
ALECCIONADO POR EL ALMA FUERTE *
(Traducción de POPE)
* Traducción de los versos de Pope, que Arturo Murphy había recitado al mo-
rir, tradsscidos por Bello con motivo del fallecimiento de su hija mayor, Ana, el 9
de mayo de 1851. Los publica Miguel Luis Amunátegui, en Ensayos biográficos, (II,
p. 239). Los versos de Pope están citados en el artículo del Quantcniy Retiew, descrito
en la nota anterior. (CoMISIÓN EDITORA. CARACAS).
334
A LA SEÑORA DOÑA JULIA CODECIDO
DE MORA *
SUPLICA EL AUTOR SE SIRVA ESCRIBIR ESTOS VERSOS EN SU ÁLBUM
* A propósito de este poema, dice Miguel Luis Amunátegui, Vida Bello, p. 591:
“El 18 de setiembre de 1881, tuve el honor de imprimir por la primera vez una
nueva poesía de Bello, cuya copia me proporcionó mi amigo don Manuel Antonio
Matta Debe haber sido escrita el año de 1851, pues doña Ana Bello de
Valdés a que alude falleció el 9 -de mayo de ese año”.
Se publicó en el Nuevo Ferrocannil de Santiago, pues -el nómero de 18 de se-
tiembre de 1881 fué dedicado a Bello, con motivo del primer centenario de su naci-
miento. Añadimos, en nota, algunas variantes de redacción, leídas de fotografía del
original manuscrito. (COMIsIÓN EDITORA. CARACAS).
5. El autor alude al fallecimiento de su hija la señora doña Ana Bello de Valdés,
el cual ocurrió el 9 de mayo de 1851. (EDICIÓN CHILENA. SANTIAGO).
12. Primera redacción:
pnesa ins.satuna de la muerte impía.
335
Poesías
15-16. En la fotografía del manuscrito se lee claramente el texto que damos para
estos dos versos, mientras que la redacción que da Amunátegui (O. C. III, p. 243..
245) está tachada en el manuscrito:
celajes ¡ay! de aérea lontananza,
que vi tonnarse luego en sombra oscura.
Estos dos versos tienen, todavía, otras correcciones tachadas:
celajes ¡ay! de aérea bianandanza,
tornáronse a mis ojos sombra oscura.
21-24. Otras redacciones:
* Creíla a conocerte destinada,
y, ¿me permites, Julia, que lo diga?
De algunas de tus prendas adornada
mi Anita mereció llamarse amiga.
336
A la señora doña Julia Codc’cido de Mora
337
A LA VIRGEN DE LAS MERCEDES *
338
A la Virgen de los Meicedes
339
E N E L A L B U M
(TEXTO A)
340
En el dibuni
34’
Poesías
342
EN EL ALBUM
DE LA SEÑORA DOÑA JOSE-FA REYES DE GARMENDIA*
(TEXTO B)
343
Poesías
344
En el sil/ru ni
a su perdido esposo;
50. Primera redacción:
la triste cantilena,
54. Primera redacción:
sois la.s inspiraciones; ésta la escena
s8. Sigue un grupo de versos tachados. Se transcriben los que pudieron ser
leídos:
¿Cómo, pues, Pepa hermosa
versos dignos de ti? triunfo dudoso
345
Poesías
346
En ci álbum
2 Á~7
~1
LA ARDILLA, EL DOGO Y EL ZORRO
IMiTACIÓN DF. FLORIÁN
348
La Ardilla, e! Dogo y ci Zorro
349
Poesías
350
La Ardilla, el Dogo y el Zorro
351
EL HOMBRE, EL CABALLO Y EL TORO
352
El Hombre, ci Ca-bailo y el Toro
Pueblos americanos,
si jamás olvidáis que sois hermanos,
y a la patria común, madre querida,
30 ensangrentáis en duelo fratricida,
¡ah! no invoquéis, por Dios, de gente excra~.s
el costoso favor, falaz, precario,
más de temer que la enemiga saña.
¿Ignoráis cuál ha sido su costumbre?
35 Demandar por salario
tributo eterno y dura servidumbre.
353
LAS OVEJAS~’
7. Siguen tres versos tachados, refundidos por Bello en el que aparece con ei
número 8 en el texto:
la garra nos hiciara
del tigre o la pantera
más brava y más voraz que el bosque cría
11-13. Otras redacciones:
venga la escarcha fría,
y cuantas fieras la montaña cría, (a)
y déjanos vivir independientes
354
Las Ovejas
355
Poesías
356
MISERERE*
TRADUCCIÓN DEL SALMO 50
5 De mis iniquidades
lávame más y más; mi depravado
corazón quede limpio
de la horrorosa mancha del pecado.
En la verdad te gozas,
y para más rubor y afrenta mía,
-357
Pocs ¡as
tesoros me mostraste
d~c’culta celestial sabiduría.
De tu dulce presencia,
en que al lloroso pecador recibes,
no me arrojes airado,
ni de tu santa inspiración me prives.
45 Restáurame en tu gracia,
que es del alma salud, vida y contento;
y al débil pecho infunde
de un ánimo real el noble aliento.
358
M i s e r e re
65 Un corazón doliente
es la expiación que a tu justicia agrada;
la víctima que aceptas
es un alma contrita y humillada.
Y de puras ofrendas
se colmarán tus aras, y propicio
75 recibirás un día
ci grande inmaculado sacrificio.
3-59
JERUSALÉN LIBERTADA *
360
ORLANDO ENAMORADO *
CANTO 1
ANGÉLICA
* Esta obra de Bello tiene larga elaboración. Fué empezada, sin duda, en Lon-
dres y reelaborada durante su vida en Chile. Se publicó en Correo del Domingo, de
Santiago, a partir del 27 de abril de 1862, con una nota introductoria de Diego
Barros Arana, en la que explica el carácter de la obra italiana y la traducción de Bello:
“El señor don Andrés Bello tradujo en octavas castellanas en afios atrás, gran
parte del poema de Boyardo 1~En esta obra se permitió algunas licencias, que en nada
la perjudican. Elevó el tono de sus descripciones para adaptarlas mejor a la forma
épica, suprimió o corrigió algunos pasajes demasiado libres, y puso a cada canto
una introducción de varias octavas enteramente originales. En cambio de esto, el
señor Bello ha sabido conservar con superior maestría el estilo general de la obra,
su carácter, la soltura de su versificación, y la animación de sus escenas.
“El señor Bello guardaba su manuscrito entre tantos frutos de sus estudios que
conserva inéditos, y no tenía la menor intención de darlo a luz durante sus dias.
Por instancias muy repetidas de algunos de sus amigos, ha consentido en que salga
a la publicidad la obra de algunos años de su estudiosa y aprovechada juventud.
“El Orlando Enamorado fué traducido en verso castellano por Francisco Garrido
de Villena, y publicado en dos ocasiones en el siglo XVI. El señor P.el!o no ha
conocido este rarísimo libro sino por referencia y citaciones de otros autores, y aun
esas cstas revelan la pobreza de ingenio del traductor español. Es probable, sin
embargo, que traduciendo ambos las mIsmas estrofas, se hayan encontrado ces algón
verso; pero la traducción que hoy comenzamos a publicar no puede temer la com-
paración con las octavas engorrosas y pesadas
1 señor de principio
Bello al Garrido de ele Villena; ni lasadmiten
rada canto, airosas
intercalaciones que ha puesto e
El poema de Berni tiene 69 cantos. La obra de Bello comprende sólo los 1 5 primeros.
En el XII, refunde Bello los cantos XII y XIII de Berni. Los cantos 1. II. IX, XII. XIII, y
XIV comienzan con algunas ocsavas originales de Bello. (COMISIÓN EDITORA. CARACAS).
361
Poesías
parangón con las difusas rapsodias del traductor español en lis cuales pone sr, escsna
a los caballeros valencianos que son de su estimación y simpatía”.
La traducción de Bello fué impresa después en volumen: El Orla’sdo 1Enamorado
castella,is
del Conde
por Maleo María
Don Andrés Bello, Boyardo,
Santiago escrito (le nucio
de Chile, Berni y traducido
~or Nacional,
Imorcota Calle de a la Moneda,
núm. 46, octubre de 1862, p. iii, 249. Lleva la introducción de Diego Barros Arana.
Para revisar el texto se han tenido a la vista lcs manuscritos de Bello, que han per-
mitido rectificar algunos puntos de las anteriores ediciones. Señalamos en nota las
rectificaciones más importantes. Las notas de Bello llevan la indicación habitual.
Las diversas redacciones inéditas del Orlando Enamorado se han reservado para el
tomo II de la presente edición de Obras Completas de Bello. (CoMISIÓN EDITORA.
CARACAS).
362
Orlando enamorado
363
Poesías
98. Orlando era tan famoso en las leyendas de la Edad Media, por su castidad
como por su valor. En esta parte fué el modelo de Amadís de Gaula. (N. DE Bes.i.o).
116. La edición de 1862 dice:
que en ¡a tierra jamás ciñó corona;
364
Orlando enamoras/o
365
Poesías
366
Orlando enamorado
y el de la encanecida cabellera,
S~iomón, de Bretaña soberano.
215 Y los demás, según su estirpe y gente,
se van sentando sucesivamente.
Seguiase a los duques y marqueses
el conde Galalón; y más abajo
la turba de traidores maganceses,
220 que honra grande reciben y agasajo,
y triscan, y se burlan descorteses
del paladín Reinaldos, porque trajo
menos lucido tren del que debía
en tan festivo y tan solemne día.
225 Reinaldos, ciue lo nota, se arnostaza,
1-i vajilla,
y fingiendo jugar con
“Villanos condes, fementida raza
(decía en baja voz a la pandilla)
yo veré, si os encuentro por la plaza,
230 cómo sabéis teneros en la silla”.
A solapa reían los ribaldos,
y monta en ira más y más Reinaldos.
Balugante, que atento le miraba,
leíale en la cara el pensamiento,
235 y por un trujamán le preguntaba,
si en París más honroso acogimiento
a la riqueza que al valor se daba,
porque, siendo español de nacimiento,
de cristianos estilos no sabía,
240 y dar lo suyo a cada cual quería.
Rió Reinaldo, y sosegado el pecho,
a Balugante así tomó el recado:
“Decidie de mi parte que en el lecho
suele darse a la dama el mejor lado,
245 y en la mesa el glotón tiene derecho
a que le sirvan el mejor bocado;
mas que cuando la espada usar se ofrece
lleva la honra aquel que la merece”.
Regocijado, en tanto, y dulce coro
250 de música por una y otra banda
se oye sonar, y grandes fuentes de oro
entran henchidas de exquisita vianda.
Con la afabilidad templa el decoro
367
P O 5’ S í 0 5
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Orlando enamorado
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P o s’s í a s
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Orlando enamorado
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Orlando cna’~zOrciI()
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Poesías
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Orlando enamorado
1 peto y el escudo
“Si con el yelmo, e
y la loriga me faltase entera,
tú armado como estás y yo desnudo,
820 (responde Ferragú) nada temiera.
Deja que temerario y testarudo
me exponga yo a la suerte que me espere;
¿qué te va en ello a ti si ei riesgo es mío?
Callen las etiquetas y hable el brío”.
825 Parecióle va aquello demasiado
al del Catay, que ardiendo en justa ira,
cuando por uno a quien haber quitado
pudo la vida, así insultar se mira,
salta al caballo, y dice demudado:
830 “El que te piense convencer, deiira;
mas de mi espada hacer sabrán los filos
que aprendas menos bárbaros estilos.
“Cobra, pues, el corcel, cobra el acero,
y ya que quieres combatir, combate.
835 No pienses que cortés, como primero,
por verte desarmado no te mate;
justo es que al que de honor quebranta ci fuero,
cual malandrín y cual follón se trate;
ven a donde te dé la espada mía;
840 ¡salvaje! una i-~cción de cortesía”.
Rió de esta amenaza ci bravo moro,
como de cosa que muy poco estime,
y borrar anbelando su desdoro
monta a caballo y el acero esgrime.
845 “Dame, le dice, la mujer que adoro,
y de este empeño mi valor te exime;
donde no, mozalbete vagabundo,
ya estás de viaje para ei otro mundo”.
No se entendió qué dijo el Argalía;
850 la cólera a la lengua le echa un nudo.
Embístense; cual yunque en herrería,
suena a los golpes uno y otro escudo.
Estar mirando el orbe parecía
la pavorosa lid suspenso y mudo.
855 Mas mi cansada voz pide que sea
en otro canto el fin d~esta pelea.
381
Poesías
CANTO II
LAS JUSTAS
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Orlando enamorado
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Poesías
.384
Orlando enain orado
385
Poesías
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Orlando enamorado
387
Poesías
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Orlando enamorado
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Poesías
390
Orlando enamorado
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Poesías
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Orlando enamorado
393
Poesías
394
Orlando enamorado
395
Poesías
CANTO III
396
Orlando enainorado
397
Poesías
398
Orlíando enamorado
399
Poesías
400
Orlando enamorado
401
Poesías
402
Orlando enamorado
403
Poesías
404
Orlando enamorado
405
Poesías
406
Orlando enamorado
407
Poesías
408
Orlando enamorado
409
Poesías
410
Orlando enamorado
411
Poesías
412
Orlando enamorado
CANTO IV
GRADAS O
413
Poes ías
414
Orlando enamorado
415
Poesías
416
Orlando enamorado
417
Poesías
418
Orlando enamorado
479
Poesías
420
Orlando enamorado
421
Poesías
422
Orlando enamorado
423
Poesías
424
Orlando enamorado
425
Poesías
426
Orlando enamorado
427
Poesías
428
Orlando enamorado
429
Poesías
430
Orlando ena’morado
431
Poesías
432
Orlando enamorado
CANTO V
LA BARQUILLA
433
Poesías
434
Orlando enamorado
435
Poesías
436
Orlando enamorado
437
Poesías
438
Orlando enamorado
439
Poesías
4-40
Orlando enamorado
441
Poesías
442
Orlando enamorado
443
Poesías
444
Orlando enamorado
445
Poesías
446
Orlando enamorado
447
Poesías
448
Orlando enamorado
449
Poesías
450
Orlando enamorado
451
Poesías
CANTO VI
EL JARDÍN DE DRAGONTINA
452
Orlando enamorado
453
Poesías
454
Orlando enam-orado
455
Poesías
456
Orlando enamorado
457
Poesías
458
Orlando enamorado
459
Poesías
460
Orlando enamorado
461
Poesías
462
Orlando enamorado
463
Poesías
464
Orlando ena~nwrado
CANTO VII
LA BATALLA DE PARÍS
465
Poesías
466
Orlando enamorado
467
Poesías
468
Orlando enamorado
469
Poesías
4664. En las otras ediciones, a partir de aquí hasta el verso 4856, el orden
de las octavas se halla trastrocado. Rectificamos de acuerdo con el manuscrito,
que por otra parte sigue el original italiano. (COMIs5ÓN EDITORA. CARACAS).
470
Orlando enamorado
471
Po es/as
472
Orlando enamorado
473
Poesías
474
Orlando enamorado
475
Poesías
476
Orlando enamorado
477
Poesías
478
Orlando enamorado
479
Poesías
480
Orlando enamorado
481
Poesías
CANTO VIII
ROCATRISTE
482
Orlando enamorado
483
Poesías
484
Orlando enamorado
485
Poesías
486
Orlando enamorado
487
Poesías
488
Orlando enamorado
489
Poesías
490
Orlando enamorado
491
Poesías
492
Orlando enamorado
493
Poesías
494
Orlando enamorado
495
Poesías
496
Orlando enamorado
497
Poesías
CANTO IX
FL ORDE LIS
498
Orlando enamorado
499
Poesías
500
Orlando enamorado
501
Poesías
502
Orlando enamorado
503
Poesías
504
Orlando enamorado
505
Poesías
506
Orlando enamorado
507
Poesías
508
Orlando enamorado
509
Poesías
510
Orlando enamorado
511
Poesías
512
Orlando enamorado
513
Poes ías
CANTO X
AGR.ICÁN
514
Orlando enamorado
515
Poesías
516
Orlando enamorado
517
Poesías
518
Orlando enamorado
519
Poesías
520
Orlando enamorado
521
Poesías
522
Orlando enamorado
523
Poesías
524
Orlando enamorado
525
Poesías
CANTO XI
SA C R IPA N TE
526
Orlando enamorado
527
Poesías
528
Orlando enamorado
529
Poesías
530
Orlando enamorado
531
Poesías
532
Orlando enamorado
533
Poesías
7462. Caro creía q’ue asesa, de asesar ‘adquirir -seso o cordura’, era “aquí extem-
pcráneo y absurdo”. Le consultó a Cuervo (Cf. Caro, E~is1olario,Bogotá, 1941, pp. 63
y as.). Sospechaba una alteración ortográfica intencional de acezar ‘jadear’. La lectura
de los manuscritos es, sin ensbargo, cl~ra.Sería muy forzado suponer asesa o acesa
por aceza.
534
Orlando enamorado
535
Poesías
CANTO XII
MELIDOR Y FLORIDANA
536
Orlando enamorado
537
Poesías
538
Orlando enamorado
539
Poesías
540
Orlando enamorado
541
Poesías
542
Orlando enamorado
543
Poesías
544
Orl4ndo enamorado
545
Poesías
546
Orlando enamorado
547
oe s í a s
CANTO XIII
LA TORRE DE POLIFERNO
548
Orlando enamorado
549
Poesías
550
Orlando enamorado
551
Poes ías
552
Orlando enamorado
553
Poesías
554
Orlando enamorado
555
P o e s í as
556
Orlando enamorado
557
Poesías
558
Orlando enamorado
559
Poesías
560
Orlando enamorado
CANTO XIV
ORLANDO EN ALBRACA
561
Poesías
562
Orlando enamorado
563
Poesías
564
Orlando esiamorado
565
Poesías
566
Orlando enamorado
567
Po es 1 a5
568
Orlando enamoi’ado
569
Poesías
570
Orlando enamorado
571
Poesías
572
Orlando enamorado
573
Po e s í a s
574
Orlando enamorado
575
Poesías
576
EL PROSCRITO~
FRAGMENTOS DE UNA LEYENDA
CANTO 1
LA FAM ILIA
577
Poesías
578
EJ proscrito
579
Poesías
580
El proscrito
581
Poesías
193. 0. C. III, da esta lectura: Ello por mdi que don Gregorio tienta. Nos
atenemos al texto de Caro, 1882.
582
El proscrito
583
Poesías
584
E.! proscrito
585
Poesías
586
El proscrito
587
Poesías
588
E.! proscrito
589
Poesías
590
El proscrito
591
Poes las
CANTO II
LA ENFERMEDAD
“BRABANTIO
My particular grief
is of so flood-gate nne! o’erbearing nature
that it engluts aud swallows other sorrows,
and it is a/dl itself.
DURE
(SHAKESPEARE).
592
E.! proscrito
593
Poesías
594
E.l proscrito
595
Poesías
596
El proscrito
597
Poesías
598
El proscrito
599
r &EaÍ ua
600
E.! proscrito
1006. Caro (Epistolario, Bogotá, 1941, p. 64) observa con razón que la
palabra final del verso debe ser retoza y no reboza (rebosa) que por mala lectura
se había dado en las otras ediciones. Cfr. reboza en verso 2014.
601
Poesías
CANTO III
L A C H A CR A
(LAMARTINE).
602
El proscrito
603
Poesías
604
El proscrito
605
Poesías
606
E1 proscrito
607
Poesías
608
E,! proscrito
609
Poesías
610
E.l proscrito
611
Poesías
612
Ei proscrito
613
Poesías
CANTO IV
EL PROSCRITO
(BYRoN).
614
El proscrito
615
Poesías
616
El proscrito
617
Poesías
618
El proscrito
619
Poesías
CANTO V
LA DERROTA DE RANCAGUA
“ESPAÑOLES
PIZARRO
¡A ellos, españoles!
ESPAÑOLES
¡A ellos!
PIZARRO
620
El proscrito
1800. Faltan tres octavas, que no han podido encontrarse. (EDICIÓN CHILENA.
SANTIAGO).
621
Poesías
622
El proscrito
623
Poesías
624
E.l proscrito
625
Poesías
626
El proscrito
627
Poesías
628
El proscrito
629
RUD-ENS
o
EL CABLE DEL NAVÍO ‘~
(Traducción de PLAUTO).
PRÓLOGO
ARTURO
1. Primera redacción:
—En la ciudad de los celestes dioses
4. Primera redacción:
Pues soy, cual veis, la blanca estrella espléndida
5. Primera redacción:
astro que nace siempre al íiem~opropio
630
Rudens o El cable del navío
asegurarse si alguna parte del trabajo de Bello habrá sufrido extravío “a causa de
las peregrinaciones a que estos borradores han estado sujetos”, como dice Miguel
Luis Amunátegui.
El manuscrito de la obra puede fecharse con bastante seguridad en 1849. En
primer lugar, por el tipo de letra del manuscrito correspondiente a los textos de
este tiempo, y, además, porque algunos fragmentos del manuscrito de Bello figuran
en papeles con fecha; por ejemplo, un pasaje de la traducción está en el dorso de una
carta dirigida a Bello por José M. Núñez el 19 -de abril de 1849; otro trozo de la
traducción -está escrito en el dorso y en los espacios en blanco de una invitación
al reparto de premios del Colegio Minvielle de Santiago, invitación impresa pero
rubricada por Rafael Minvielle el 18 de abril de 1849. (CoMIsIÓN EDITORA. CARACAS).
631
Poesías
632
Rudens o El cable del -navío
633
Poesías
62-95. Intentos de redacción, con algún verso ilegible por las tachaduras:
que en treinta minas se la venda;
y el trato ratifico
634
Rudens o El cable del navío
Sucedió cabalmente
que vino de Agrigento en mala ho-ra
su gracia y apostura
y el de las otras que el rufián tenía
635
Poesías
636
Rudens o El cable del navío
Bramé tempestüoso;
olas levanté al cielo
altísimas, horrendas; que si suelo
100 embravecerme en el nacer, más bravo
mi usado giro en occidente acabo.
La nave dió al través; los malandrines
viejo y rufián arroja, que se amparan
de un pelado arrecife;
105 y la niña al esquife
con otra joven sierva
sobrecogida de pavor se lanza.
Se lanzan temerosas
y a la playa vecina
110 la alborotada mar las encamina
no lejos de do mora
Démones, de su patria desterrado
como os he dicho ya; cuyo tejado
hizo pedazos esta noche el viento.
y huésped y el -rufián.
637
Poesías
ACTO PRIMERO
ESCENA PRIMERA
CEPARNT-O
638
Rudens o El cable del navío
ESCENA SEGUNDA
PLEUSIDIPO
639
Poesías
CEPARNIO
PLEUSIDIPO
DÉM-ONES
—Oyes, digo,
¡Ceparnio!
CEPARNIO
—~Quiénmi nombre
pronuncia?
DÉMONES
CEPARNIO
DÉMONES
—Cava,
cava, Ceparnio amigo; ¡barro! ¡barro!
— Quién me llama?
640
Rudens o El cable del navío
PLEUSIDIPO
DÉMONES
—Guárdete el cielo.
CEPARNI-O
—~Eres,hija o hijo,
que le apellidas padre?
PLEUSIDIPO
—Ciertamente
varón soy.
CEPARNI-O
—Otro padre
155 buscarte debes; que una hija sola
tuve y perdila; hijo
ninguno tuve.
—Guárdete el cielo.
CEPARNIO
641
Poesías
PLEUSIDIPO
CEPARNIO
PLEUSIDIPO
—~Moráisaquí?
CEPARNIO
PLE USIDIPO
PLEUSIDiPO
—Mas -el cielo
un hijo te dará.
En el penúltimo verso aparece tachada la palabra título y sustituí da por nombre.
—Moráis aquí.
CEPARNIO
642
Rudens o El cable del navío
CEPARNIO
DÉMONES
—Ceparnio
¡Silencio! y tú ¿qué has menester?
PLEUSIDIPO
—Del cielo
170 la maldición sobre un esclavo que osa
la palabra tomar, presente el dueño.
Pero, si no te enoja, preguntarte
una cosa querría.
DÉMONES
—Aunque afanado,
como ves, ya te escucho.
CEPARNIO
—~Puesno fueras,
175 más bien, Señor, y del marjal trajeras
cañas con que la casa
techar, mientras el cielo está sereno?
CEPARNIO
643
Poesías
DÉM’ONES
PLEUSIDIPO
DÉMONES
PLEUSIDIPO
estoy en la miseria
en que me ves.
PLE USIDIPO
644
Rudens o El cable del navío
DÉM-ONES
PLETJSIDIPO
DÉMONES
CEPARNIO
—Hola el amigo
que se anda ocioso a visitar los templos
para sacar el vientre de mal año,
DÉMONES
645
Poesías
DÉMONES
PLEUSIDIPO
—Muy bien.
CEPARNIO
—Y que me ahorquen
si en ayunas a casa no volvieres.
210 Mejor patrona a Ceres que no a Venus,
que da, si amores Venus, trigo Ceres.
PLEUSIDIPO
DÉMONES
—Muy bien.
CEPARNIO
646
Rudens o El cable del navío
CEPARNIO
—Juzgo
215 que fueron convidados de camino
al templo.
DÉMONES
—~Quéimaginas?
CEPARNIO
—Imagino
que después de la cena se lavaron.
DÉMONES
CEPARNIO
—No lo yerra
tu discurso. Y nosotros en la tierra.
CEPARNIO
—Pienso
que de camino han sido convidados
al sacrificio al templo.
DÉMONES
al templo.
DÉMONES
CEPARNIO
—Entiendo
que después de cenar ayer, después
DÉMONES
647
Poesías
DÉMONES
PLE USIDIPO
DÉMONES
—Hacia el derecho
lado. ¿No ves? A no muy largo trecho
de la ribera.
PLEUSIDIPO
CEPARNIO
DÉMONES
—A la derecha
Siguen algunos comienzos de versos inconexos.
224-22 5. Primera redacción:
de -la ribera.
PLEUSIDIPO
—Exactamente; amigos
venid tras mí.
648
R.udens o El cable del navío
649
Poesías
DÉMONES
—~Qué te importa?
CEPARNIO
DÉMONES
-de rodillas
1 agua; cae? Luchando
escopó; pisó la-viene
playa.
en e
¡Hela!, que ya se vuelve a la derecha
descaminada, erró el camino.
DÉMONES
—~Acaso
te importa que lo yerre o no lo yerre?
CEPARNIO
—Si del peñasco en que se am~aracae
Si se deslizo poco trecho acaso,
el error durará
650
Kudens o El cable del navío
CEPARNIO
DÉMONES
—Sigueme.
CEPARNIO
—Sigo.
ESCENA TERCERA
PALESTRA
CEPARNIO
—Nada digo
atiende a mi trabajo.
CEPARNIO
—Nada digo
trabaja a mi servicio.
CEPARNJO
—Nada digo;
tienes mucha razón.
DÉMONES
—Sígueme
CEPARNIO
—Sigo.
259-264. Intentos de redacción:
—No tan amarga el hombre se figura
651
Poesías
652
Rudens o El cable del navío
653
Poesías
654
Rudens o El cable del navío
ESCENA CUARTA
AMPELISCA
PALESTRA
AMPELISCA
—Temerosa (?)
¡Tiemblo! ¿Qué voz es ésa?
PALESTRA
AMPELISCA
AMPELISCA
—jJove santo,
qué pavor! ¡Y tiemblo! ¿Qué voz es ésa?
PALESTRA
AMPELISCA
—Ssícame de temor.
656
Rudens o El cable del navío
PALESTRA
AMPELISCA
PALESTRA
AMPELISCA
—~Quién eres?
PALESTRA
—Palestra soy.
AMPELISCA
—~Dó estás?
PALESTRA
—En la miseria.
AMPELISCA
PALESTRA
—Deja
355 que yo te vea.
PALESTRA
—Mujer sin duda
es la que cerca está.
¿Eres, dime, Ampelisca?
AMPELISCA
—~Te escucho, di, Palestra?
657
Poesías
AMPELISCA
—Guíe
nuestros pasos la voz. ¿Dó estás?
PALESTRA
—Me tienes
a tu presencia; acércate y me acerco.
AMPELISCA
—Voy ya.
PALESTRA
—Dame la mano.
AMPELISCA
—Toma.
PALESTRA
—~Vives?
AMPELISCA
AMO ELISCA
658
Rudens o El cable del navío
PALESTRA
AMPELISCA
—,!A dónde?
PALESTRA
AMPELISCA
PALESTRA
—~Conla ropa
370 mojada así, de caminar tenemos?
AMPELISCA
PALESTRA
—~Qué te admira?
AMPELISCA
Es ticns~ode partir
A MPEL5SCA
659
Poesías
PALESTRA
—e Qué templo?
AMPELISCA
PALESTRA
—Y cerca
hombres habrá, que no en desierto puede
tan bello sitio hallarse. ¡Oh Dios! salúdote
quienquiera que tú seas
y que a nuestra desgracia pongas término
380 humilde te suplico; favorece
a estas que ves cuitadas, miserables,
de todo amparo y protección desnudas.
ESCENA QUINTA
PTOLEMOCRACIA
—Oír me ha parecido
voz de plegaria, que a salir me mueve.
385 ¿Quiénes son las que ruego dolorido
envían a la diosa mi patrona?
PALESTRA
—iQué templo?
AMPELISCA
—A la derecha
—Y cerca conjeturo
* hombres habrá, que no en desierto puede
tan bello sitio hallarse. ¡Oh Dios adórote!
* quienquiera que tú seas
660
Rudens o El cable del navío
PALESTRA
—Salud, Madre.
PTOLEMOCRACIA
PALESTRA
—De no lejos,
395 cerca de aquí, de aquella
playa, mas el lugar de donde a ella
vinimos, a gran trecho está.
PTOLEMOCRACIA
—Comprendo,
caballo de madera cabalgasteis
por las azules vías.
PALESTRA
—Salve, madre.
392-393. Primera redacción:
venís así con húmedos vestidos
661
Poesías
PALESTRA
—Ciertamente.
PTOLEMOCRACIA
PALESTRA
PA LESTRA
662
Rudens o El cable del navío
PTOLEM OCRACIA
AMPELISCA
PALESTRA
PTOLEMOCRACIA
AMPELISCA
—~Conque el templo
428. Primera redacción:
—Madre benigna y pía y la desgracia
663
Poesías
ACTO SEGUNDO
ESCENA PRIMERA
PESCADORES
664
Rudens o El cable del navío
Tenemos la ventura
* de volvernos lavados, limpios, puros,
665
Poesías
ESCENA SEGUNDA
TRACALIÓN
666
Rudens o El cable del navío
PESCADORES
TRACALIÓN
PESCADORES
TRACALIÓN
667
Poesías
PESCADORES
TRACALIÓN
PESCADORES
TRACALIÓN
—Y a vos. Me lo temía.
No me engañó mi juicio. Le han birlado
495 la niña al amo. Aquel rufián malvado
de Cirene, sin duda, se expatría.
Se hizo a la mar. Llevóse las mozuelas,
bien me lo dijo el corazón. ¡Y al amo
de más a más, convida
500 aquel bribón, manida
PESCADORES
—No ha veusido
a este lugar ningseno de esa traza.
668
R.udens o El cable del navío
de engaños y delitos,
para tomar con él aquí la sopa!
¿Qué puedo hacer sino aguardar al amo?
Esta sacerdotisa
505 pudiera ser tal vez que algo supiera.
Tomaré de ella informe.
ESCENA TERCERA
AMPELISCA
—Ya comprendo.
Tocar debo la puerta de esta granja
y pedir agua.
TRACALIÓN
AMPELISCA
TRACALIÓN
—ENo es aquélla
Ampelisca que sale
del templo?
AMPELISCA
—ENo es aquél
669
Poesías
TRACALIÓN
—Es ella.
AMPELISCA
TRACALIÓN
AMPELISCA
TRACALIÓN
—Mejor irá.
AMPELISCA
—Conviene
al varón cuando habla verdad en todo.
¿Qué es de tu dueño Pleusidipo?
TRACALIÓN
—~Vaya!
520 ¿Te burlas? ¿Tal preguntas
dejándolo allí dentro?
670
Rndens o El cable del navío
AMPELISCA
TRACALIÓN
AMPELISCA
—Ni más ni menos
que la verdad has dicho.
TRACALIÓN
AMPELISCA
—~Quécomida?
TRACALIÓN
AMPELISCA
—ENo ha convidado
530 Labrax a Pleusidipo, tu amo al mío?
AMPELISCA
—Dentro
no está ni en este sitio ha parecido
TRACALIÓN
—ENo ha parecido?
AMPELISCA
TRACAL5ÓN
—~Esta’ssoñando? ¡di!
671
Poesías
AMPELISCA
TRACALIÓN
—~Conquevosotras
no habéis venido a sacrificio alguno,
535 ni tampoco Labrax?
AMPELISCA
—De cabo a cabo
te lo adivinas.
TRACALIÓN
AMPELISCA
—De mil trabajos
y de zozobras mil y de peligros
a la sacerdotisa
540 de Venus le debemos vernos libres,
que privadas de todo auxilio humano
a Palestra y a mí nos da hospedaje.
TRACALIÓN
—íCon que no hay nada?
S36. Intentos de redacción:
dices exactamente.
lo adivinaste todo.
537. Primera redacción:
¿y ~or qué estás aquí?
AMPELISCA
—De mil angualias
Sigue otro intento de verso:
en que nos iba la exist[encia]
5-42. Primera redacción:
a Palestra y a ini nos dió refugio.
672
Rudens o El cable del -navío
TRACALIÓN
AM PELISCA
TRACALIÓN
AMPELISCA
—~Acasoignoras
cómo quiso Labrax irse a Sicilia
llevándonos a hurto, y puso en ella
su hacienda toda? Y toda ha perecido.
—Cierto
673
Poesías
TRACALIÓN
AMPELISCA
—Según barrunto
se murió de beber. Tales los tragos
560 con que Neptuno le brindó serían.
TRACALIÓN
AMPELISCA
674
Rudens o El cable del navío
TRACALIÓN
AMPELISCA
TRACALIÓN
TRACALSÓN
AMPELISCA
—;Maldición caiga
en ti y en tu cabeza!
TRACALIÓN
—Mi Ampclisca
675
Poesías
AMPELISCA
TRACALIÓN
—~Quépudo hacer?
AMPELISCA
—Donosa
pregunta, ¡por mi vida! ¿No la amaba?
595 Tuviérala a la vista noche y día.
Hiciérale perpetua centinela.
Pero fué su cuidado, ¡vive Cástor!,
lo que ese amor.
TRACALIÓN
—~Quédices tú?
AMPELISCA
—Digo
10 que el hecho demuestra.
Tu ACA LI6N
AMPELISCA
—Donosa es la pregunta.
No la amaba
676
Rudcns o El cable del navío
TRACALIÓN
—~1gnoras,dime,
600 lo que pasa en los baños? cada uno
cuida de que el vestido no le hurten;
y se lo hurtan; porque observa a todos,
y los ladrones sólo a él observan.
Pero llévame a ella. Verla quiero.
AMPELISCA
TRA CALIÓN
—iLa pobrecilla!
AMPELISCA
—Seistada
—Sen tada,
en lágrima bañada,
la hallarós en el templo. Me conduele
— ¡ Pobrccilla!
Mas ¿por quué llora?
677
Poesías
TRACALIÓN
AMPELISCA
TRACALIÓN
—~Descaro
620 insigne! pretender que viva esclava
la que debe ser libre.
AMPELISCA
—En la valija
iba pues la cestilla de Palestra,
y de Labrax el oro y las alhajas
y todo fué al profundo con la nave.
TRACALIÓN
678
Rudens o El cable del navío
AMPELISCA
TRACALIÓN
AMPELISCA
TRACALIÓN
AMPELISCA
—En buena hora. Yo el encargo
640 de la sacerdotisa
AMPELISCA
—Mas la paciencia
679
Poesías
680
Rudens o El cable del navío
ESCENA CUARTA
CEPARNIO
AMPELISCA
—Yo soy.
CEPARNIO
AMPELISCA
—Joven, ¡salud!
CEPARNIO
—Y a ti, la jovencita,
saludos mil.
AMPELISCA
—Yo vengo. - -
CEPARNIO
AMPELISCA
—Yo soy.
CEPARNIO
—Jo-ven, ¡ salud!
CEPARNIO
—Y o ti, mozuela hermosa.
6-81
Poesías
AMPELISCA
—Demasiadamente,
te propasas conmigo.
CEPARNIO
—~ViveJove!,
que de la misma Venus eres copia,
eres la imagen propia.
¡Qué gallarda figura!
670 ¡Qué ojuelos habladores! ¡Qué trigueña
lozana te~!¡Qué cuello de cigüeña!
De cisne iba a decir. ¡Qué hermoso seno!
AMPELISCA
—~Aparta!
CEPARNIO
—A las deidades
667-669. Primera redacción:
que eres de Venus tú la propia imagen
AMPELSSCA
—~Qué. . .! ¡Vaya, aparto, quita!
—jQuita, a~arta!
682
I{udens o El cable dci navío
CEPARNIO
—~Porqué esquivas
y mis caricias huyes?
AMPELISCA
CEPARNIO
—~Quécosa?
AMPELISCA
—ENo lo infieres
de lo que ves en mí? Por agua envía
la venerable anciana,
680 Sacerdotisa del vecino templo.
CEPARNIO
CEPARNIO
—iCon qué te sirvo?
683
Po es í as
CEPARNIO
AMPELISCA
—~Mczquin-oeres conmigo
de lo que el enemigo al enemigo
690 es liberal?
C EPARN 10
CEPARNIO
AMPELISCA
—Dárnela luego.
CEPARNIO
684
Rudens o El cable del navío
AMPL LIC CA
ESCENA QUINTA
CEPARNIO
685
Poesías
686
Riedens o El cable del navío
ESCENA SEXTA
LABRAX
CÁRMIDES
LABRAX
—A Jove eterno
pluguiera que primero que te viese
755 allá en Sicilia hubieres perecido
en una cruz; pues por tu causa arrastro
esta vida infeliz.
687
Poesías
CÁ R~sI¡DES
—Y al sumo Jove
pluguiera que primero que yo entrase
en tu casa y contigo el pan partiese,
760 un hondo calabozo me hospedara.
El cielo quiera, en tanto que vivieres
huéspedes tales darte cual tú eres.
LABRAX
CÁRMIDES
a la maldad en persona
y tanta ajena hacienda
688
Rudens o El cable del navío
LABRAX
CÁRMIDES
LABRAX
775 —
1Qué bascas! ¡Ay de mí! Tenme te ruego.
CÁRMIDES
LABRAX
—Palestra,
¿dó estás? ¿y tú, Ampelisca?
CÁRMIDES
—De los peces
en el profundo mar son alimento.
LABRAX
CÁR-MIDES
—La ce-nc de Tiestes más impía
CÁRMIDES
689
Poesías
CÁRMIDES
LABRAX
CÁ-RMIDES
LABRAX
—~Aymísero!
¿Hombre más desgraciado habrá en el mundo?
CÁRMIDES
LABRAX
—~Dequé manera?
CÁRMIDES
CÁRMIDES
690
Rudens o El cable del navío
LABRAX
CÁRMIDES
—~ Afortunados
mil veces los herreros
que sudan de calor!
LABRAX
—;Oh!, ¡quién tuviera
del ánade la suerte
que nadando en el agua se divierte
805 y sale a tierra con la pluma enjuta!
CÁRMIDES
LABRAX
—~Ybien?
CÁRMIDES
—Nadie sonara
los dientes como yo. Bien empleado
me tengo el zabullir; a nadie culpo.
—jDichoso el ánade
que sale de las aguas
808-809. Primera redacción:
los dientes como yo. Pero me teuugo
bien empleado -el -zabullir
691
Poesías
LABRAX
CÁRMIDES
LABRAX
—~Y tú a mí no dijiste
que era grande en Sicilia la ganancia
815 de mi comercio en meretrices bellas
y que iba a ser riquísimo con ellas?
CÁRMIDES
LABRAX
LABRAX
—,~Porqué?
CÁ-RMIDES
—Por atrever-ns-e, ¡ay de mí
815. Primera redacción:
del comercio que llevo
692
Rudens o El cable del navío
CÁRMIDES
LABRAX
CÁRMIDES
LABRAX
—
1Al menos
830 quedárame Palestra, me quedara
Ampelisca, y no tanto mc quejara!
¡Y si me viese Pleusidipo ahora
que en fe de aquella venta engañadora
arras me dió, ridículos (?)
835 vive Jove, estaríamos!
CÁRMIDES
—~Qué tienes,
necio, de qué lloras? pues que la lengua
te queda, ¿que mintiendo, -a todos pague?
CÁRMIDES
—La que tragó sin duda ini bolsita
que guardada llevaba en la maleta.
693
Poesías
ESCENA SÉPTIMA
CEPARNIO
LABRAX
CEPARNIO
LABRAX
—,~Cuántas?
CEPARNIO
—Tantas
como tú y yo.
LABRAX
—Son mías.
CEPARNIO
694
Rudens o El cable del navío
LABRAX
—~Quétraza tienen?
CEPARNIO
—Bellas.
LABRAX
- CEPARNIO
—La verdad pura
es que me cansas ya. ¡Qué gentecita!
ve a verlas tú.
LABRAX
—Las mías
seguramente son, amado Cármides.
CÁKMIDES
LABRAX
cara ti[enen]?
CEPARNIO
—Lind~u.
Cualquiera que las dos preferiría.
LABRAX
—,fConque, mujeres?
CEPAR NIO
—Conque no me enfades,
ve a ver; si gustas.
LAERAX
CEPARNIO
—Sin duda emuladas
695
Poesías
LABRAX
CÁRM1DES
CEPARNIO
—Donde quieras
puedes hacerlo; en esta playa nadie
tiene dominio.
CÁR.MIDES
CEPARNIO
696
Rudens o El cable del navío
CÁRMIDES
—~Quieres acaso
que, porque hube en las olas bancarrota,
la haya en tierra otra vez?
CEPARNIO
CÁRMIDES
CÁRMIDES
697
Poesías
ACTO TERCERO
ESCENA -PRIMERA
DÉMONES
698
Rudens o El cable del navío
la tomé cuerpo a
699
Poesías
ESCENA SEGUNDA
TRACALIÓN
—Cirenenses compatriotas,
labradores, vecinos, habitantes
de esta comarca, vuestro auxilio imploro.
Amparad al que gime desvalido.
Reprimid, vindicad un atentado.
915 ¿Dejaréis que la fuerza del malvado
sobre los inocentes prevalezca,
que la infamia del crimen aborrecen?
¡Dad escarmiento a la insolente audacia!
¡Proteged a la tímida modestia!
920 Venid, corred al templo de la Diosa.
A los que cerca estáis favor os pido;
y cuantos mi reclamo hayáis oído.
700
Rudens o El cable del navío
D*MONES
—Hombre, ¿de qué se trata?
TRACALIÓN
—Humilde abrazo
quienquiera que tú fueras
930 tus ancianas rodillas.
DÉMONES
—Pero ¡deja
mis rodillas y dime qué sucede!
¿Qué tienes? ¿Por qué gritas de ese modo?
TRACALIÓN
DÉMONES
701
Poesías
TRACALIÓN
—Y así cojas
de rábano semillas por fanegas;
que me escuchas atento, buen anciano.
DÉMONES
TRACALIÓN
DÉMONES
TRACALIÓN
—Oye, pues.
TRACALIÓN
—Y así cojas
El segundo verso tuvo otra redacción:
y no se diga que jamás legaña
El último comenzó a redactarse:
explicación
944. Primera redacción:
—Y yo por tus talones y tu espalda
946-949. Primera redacción:
de gruesas varas de olmo una vesudimía
y una cosecha tengas de azotainas
a tu satisfacción, que no retardes
en suspenso más tiempo.
950. Comenzó a redactar:
¿qué es lo que pasa?
952. Intentos de redacción:
—No es inaldecirte, demandar, amigo,
702
Rudens o El cable del navío
DÉMONES
—Despacha.
TRACALIÓN
DÉMONES
TRACALIÓN
703
Poesías
DÉMONES
—Y el que tanto
al templo y su ministra desacata
970 ¿quién es?
TRACALIÓN
DÉMONES
TRACALIÓN
—Que apretando
a la sacerdotisa
misma las fauces por un tris la ahoga.
DÉMONES
TRACALTÓN
—~Qué tardas?
¿Que no vas, y a las míseras acorres?
704
Rudens o El cable del navío
DÉMONES
TRACALIÓN
—Que le arranquen
los ojos como suelen a las jibias
en la cocina.
DÉMONES
—Asidle y arrastrando
985 cual degollado cerdo,
sacadie de los pies.
TRACALIÓN
—Oigo el tumulto,
ya con los puños al rufián adoban.
¡Cómo verle sin dientes las encías
me fuera grato! Pero ya del templo
990 salen despavoridas las mujeres.
ESCENA TERCERA
PALESTRA
TRACALIÓN
—Al templo
entra, a las desvalidas favorece.
985-986. Primera redacción:
—Sacadie de los pies
* cual degollado cerdo.
705
Poesías
TRACALIÓN
—A consolarias voy. ¿Qué dolorida
1010 lamentación es ésa?
PALESTRA
TRACALIÓN
—~Ampelisca!
A la sacerdotisa
arrojóla a empellones; vino luego
y de lo más adentro del santuario
de los pies de la diosa con violencia
nos arrastró furioso.
¿Qué resta pues ahora
de nuestra suerte en ¡a miseria extrema
* sino morir? La muerte
¡En tan aciaga hora vino el amo
y en este santo templo
tal injuria nos ha hecho
pues sin respeto alguno
rechazando a la venerable ancias~s
PALESTRA
—~ Quién me flama?
—iPor qué no voy.. .? ¿Palestra?
PALESTRA
—,!Quién es este
que me llama?
TRACALIÓN
—;Ampelisca!
706
Rudens o El cable del navío
PALESTRAS
—~Quién eres?
AMPELISCA
TRACALIÓN
—Mírame y lo sabrás.
PALESTRA
—~Oh mi postrera
esperanza!, ¿qué tardas? ven, acaba
1015 esta vida infelice.
TRACALIÓN
—~Deja el llanto!
¡Ten valor!
AMPELISCA
—~Quién me nombra?
TRACALIÓN
—Vuelve la cara y lo sabrás.
PALESTRA
.—.;Oh, tú
para nosotras última esperanza!
TRACALIÓN
—Deja el llanto y anímate
—Míname, -deja el lloro, y ten buen ánimo.
-PALESTRA
—~Buen ánimo! ¿Dó está?
TRACALIÓN
—Deja el llanto y anímate. Los ojos
vuelve a mí.
—Deja el llorar, serena el pecho y mírame.
Fjguran correcciones marginales, tachadas, de las cuales sólo pueden leerse
algunos intentos de verso:
mi postrera -esperanza.
TRACALIÓN
—Deja el llanto
—Deja de lamentar.
1016-1018. Intentos de redacción:
¡Y ten valor!
707
Poesías
PALESTRA
TRACALIÓN
—Calla, deliras.
PALESTRA
AMPELISCA
PALESTRA
—Estoy resuelta.
Antes matarme quiero
que tolerar segundo asalto. . . Pero
1025 ¡ay de mi! Soy mujer, fallece el ánimo.
Me hace temblar el miedo de la muerte.
PALESTRA
—Si acaso
uso llega la1 violencia
morir sise que
vede.me oprinue
que aún e
qsie aún me la quite a mi.
1020-1021. Comenzó a redactar:
—Con tus palabras
Otro intento de redacción:
—Si no me auxilias más que con palabras
1023-1025. Intentos de redacción:
Si de nuevo el rufián
Antes me mataré
708
Rudens o El cable del navío
TRACALIÓN
PALESTRA
—~Quéesperanza?
1030 ¿De dónde haberla?
TRACALIÓN
—No temáis, os digo.
Junto a este altar sentaos.
AMPELISCA
—~Dequé puede
servirnos el altar, cuando la diosa
misma no ha sido a protegernos parte,
y de sus pies nos arrancó el malvado?
TRACALIÓN
1035 —Sentaos. Yo os defiendo.
Sirva de ciudadela el ara; el muro
me toca a mí guardar. Con el auxilio
de Venus nada temo.
709
Poesías
AMPELISCA
—A tus consejos
obedecemos. Alma Venus, oye
1040 el ruego que llorosas te enviamos,
abrazando tu altar arrodilladas.
Bajo tu guarda acógenos, defiéndenos,
a los perversos que tu templo santo
desacataron, da condigna pena.
1045 ¡Oh!, déjanos tocar tu ara sagrada,
y si náufragas, míseras, desnudas
de todo, a tu presencia no venimos
cual fuera menester, no a desacato
lo imputes, ni por eso menos pía
1050 nuestra plegaria escuches.
TRACALIÓN
—Nada pide,
que no sea justo y que implorar no deba.
Perdonarlas te cumple; desvalidas,
de la mar arrojadas
hija del mar tu protección imploran.
AMPELISCA
—Así lo haremos
1044-1048. Intentos de redacción:
desacataron, da el castigo digno,
y déjanos que en paz
y déjanos aquí
y a!éjanos estar
que si arrojadas de la mar náufragas
de todo, no venimos
como debido fuera
710
Rudens o El cable del navío
ESCENA CUARTA
DÉMONES
TRACALIÓN
—Aquí.
DÉMONES
711
Poesías
LABRAX
—Pagaráslo un día.
DÉMONES
LAB-KAX
TRACALIÓN
LABRAX
DÉM-ONES
—No, con ese
1075 que te conoce has de entenderte.
LABRAX
—Sea;
hablo contigo pues.
712
R.udens o El cable del navío
TRACALIÓN
LABRAX
—Y si me llego
y las toco, menguado, ¿qué has de hacerme?
TRACALIÓN
LABRAX
TRACALIÓN
—Mal de tu grado.
Dime, ¿son tus esclav{as]?
1080-10-88. Intentos de redacción:
cois la punta de un dedo.
LABRAX
—Y ¿qué has de hacerme?
TRACALIÓN
los huesos. .
LABRAX
—~Conque no puedo toman yo de Venus
—~Conque no puedo del ana de Venus
toman yo lo que es mío, mis esclaras?
713
Poesías
D~MONES
—No te es lícito.
Védalo aquí la ley.
LABKAX
—Con vuestras leyes
yo no tengo que ver. Sacarlas quiero
a las dos. Y tú, anciano, si las amas
1090 ¿cómo no das por ellas tu dinero?
A Venus agradaron.
Pues que lo pague Venus.
DÉMONES
DÉMONES
—No lo puedes;
prohíbelo la ley entre nosotros.
LABRAX
—Con vuestras leyes usada tengo. -
714
Rudens o El cable del navío
LABRAX
TRACALIÓN
—~Túla fuerza
reprochas, que en delitos y atentados
1105 hierves?
LABRAX
TRACALIÓN
—De tres horcas
soy malhechor, y tú, modelo insigne
de virtud y honradez. Mas no por eso
has de tener esclavas las que deben
1110 ser libres por la ley.
LABRAX
—~Libres?
TRACALIÓN
—No sólo
libres, sino amas tuyas, ¡voto a Hércules!
LABRAX
—Eso es hacerme fuerza.
TRACA LIÓN
—~Tú reprochas
la fuerza, tú
715
Poesías
DÉMONES
—~EnAtenas dices?
TRACALIÓN
DÉMONES
TRACALIÓN
D~MONES
de ingenuos padres.
D~MONES
—~AIeuuicussc i:a.s dh ho?
TRACALIÓN
—Libre nació en Atenas.
D~MONES
—~Mi compatriota, pues?
—~Conque es de mi país?
716
Rudens o El cable del navío
TRACALIÓN
DÉMONES
LABRAX
TRACAL1ÓN
—~ Pretendes
LABRAX
—~Lasreclamas
por tuyas?
717
Poesías
TRACALIÓN
—Litiguemos
piel a piel, si te place; y si no sacas
más ronchas en la tuya y verdugones
que una nave de guerra tiene clavos,
1145 soy el más mentidor de los esclavos.
Mira después la mía
y venga un ampollero,
y si no la encontrase limpia y pura
y la mejor del mundo para cuero,
1150 no eres tú ni perjuro ni embustero,
¿Qué me detiene ya, desuellacaras
qué no te harto de varas
y te vuelvo una criba?
¿Qué estás en ellas viendo? ¿Qué reparas?
1155 Osa tocarlas, y sin ojos quedas.
LABRAX
DÉMONES
—~Quépretendes?
LABRAX
—Vosotros
—Vosotros
718
Rudens o El cable del navío
TRACALIÓN
—~Adónde vas?
LABRAX
DÉMONES
UN ESCLAVO
TRACALIÓN
LABRAX
de i,T
5.512~ adversario.
TRACALIÓN
DÓMONES
—Si otra vez golJueas
1164. Comenzó a redactar:
719
Poesías
DÉMONES
LABRAX
DÉMONES
LABRAX
TRACALIÓN
DÉM ONES
720
Rudens o El cable del navío
TRACALIÓN
DÉMONES
—Busca
a tu señor y tráelo.
TRACALIÓN
—Pero advierte
que. -.
DÉMONES
TRACALIÓN
—iCuidado!
DÉMONES
TRACALIÓN
—Conviene
que al rufián mismo guardes; y partirse
1190 no lo dejes de aquí, pues prometimos
TRACALIÓN
—Mas cuidado
—Pero cuento
—Pero cuida.
11S7. Comenzó -a redactar:
que si las tocas, ha
1189. Primera redacción:
que al rufidn mismo guardes, que pantirse
721
Poesías
o un talento en dinero,
o llevarle, en persona al carnicero.
ESCENA QUINTA
II1ÉMONES
—~Quiercsestarte quieto
con la cabeza rota,
1195 o de tu grado, si es posible? ¡Escoge!
LABRAX
DÉMONES
1200 —Tócalas.
LABRAX
DÉMONES
DÓMONES
—Arranca.
LABRAX
—Arranco.
722
Kudens o El cable dci navío
LABRAX
—A tus esclavos
manda que se retiren.
DÉMONES
LABRAX
—No me place,
¡voto a Pólux!
DÉMONJIS
—~Quéharás, si a ti se llegan?
LABRAX
DÉMON F.S
LABRAX
—~Quéha de pasarme?
DÉMONES
—Nada más ni menos
de lo que a tus iguales corresponde.
LAERAX
—tVoto a Pólux!
1210. Primera redacción:
—Hazio en buena hora, mas en tanto, -entonces,
723
Poesías
LABRAX
DÉMONES
—~Qué tardas?
LABRAX
—~Voto a Hércules!
que lo cumpla al instante.
DÉMONES
—~Sabescómo?
Turbalión corre a casa; trae corriendo
aquellos dos garrotes.
LABRAX
—~Qué garrotes?
DÉMONES
LABRAX
DÉMONES
—No puedes,
que ya el de los garrotes se aproxima.
DÉMONES
—~ Qué tardas?
LABRAX
—
que he de llevarlas 4~Votoa Pólux!
724
Rudens o El cable del navío
LABRAX
DÉMONES
LABRAX
DÉMONES
—Ya lo dije
y cuando con su dueño aquel esclavo
1240 que fué a buscarle, vuelva, idos a casa.
Haced cumplidamente ío que os digo.
LAJ3RAX
725
Poesías
ESCLAVO
—~Quéme quieres?
LABRAX
—Dos Palestras
el nombre se disputan, a porfía.
12 50 Pero la que responde no es la mía.
Oyes Ampelisquita.
ESCLAVO
—~Guarda!Sigue
del cobarde el consejo,
que es el camino de llegar a viejo.
LABRAX
ESCLAVO
—No a nosotros.
ESCLAVO
—No a nosotros por cien/o.
726
Rudens o El cable del navío
LABRAX
—Ya mí.
ESCLAVO
—No, si te guardas.
LABRAX
ESCLAVO
—De infortunio grueso.
LABRAX
—~Irmepodré?
ESCLAVO
LABRAX
ESCLAVO
—Verás, si gustas.
LABRAX
—Sois generosos. Gracias mi[lJ
727
Poesías
ESCENA SEXTA
PLEUSIDIPO
TRACALIÓN
—Te digo
que es la verdad.
PLEUSIDIPO
TRACALIÓN
—Espada no tenía.
PLEUSIDIPO
TRACALIÓN
LABRAX
PLEUSIDIPO
728
Rudens o El cable del navío
TRACALIÓN
—Y en el ara
están aún.
PLEUSTDIPO
TRACALTÓN
—Un viejo
que no conozco; que vecino vive
1280 al santuario de Venus. Dióles cuanto
pudo favor y amparo. Con sus siervos
él las custodia; dile yo el encargo.
PLEUSIDIPO
LAB-RAX
—Saludo
a Pleusidipo.
PLEUSIDIPO
LABRAX
—Ni uno ni otro.
PLEUSIDIPO
—Llévame al tal rufián. ¿Dó -está?
LABEAX
—Saludo.
1285-1286. Primera redacción:
Di sí pon el pescuezo he de llevarte
colgado, o pon los pies
729
Poesías
PLEUSIDIPO
LABRAX
—~Quédelito
1295 cometí?
PLEUSIDIPO
—~Talpreguntas? Me vendiste
una mujer; las arras recibiste
y luego de Cirenes la sacaste.
LABRAX
—No la saqué.
PLEUSIDIPO
—~Lo niegas?
LABRAX
—~Pues no es claro
que sacarla no pude,
1300 desdichado de mí? La traje sólo
a este lugar. Te dije que en el templo
de Venus te aguardaba. ¿En qué te falto?
¿No es éste el templo?
PLEUSIDIPO
730
Rua’ens o El cable del navío
LABRAX
—Te ruego,
Cármides mío, que me des ayuda.
Me llevan en volandas
por el pescuezo.
CÁRMIDES
—~Quiénme llama?
LABRAX
—Cármides
¿no ves cómo me llevan?
CÁRMIDES
—Sí lo veo;
1310 y me huelgo de verlo.
LABRAX
—~Note atreves
a socorrerme?
CÁRM1DES
—~Quiénte lleva?
LABRAX
—El joven
Pleusidipo.
CÁRMIDES
—iQuién me llama?
LABRAX
—Amigo
731
P o es í-a s
—~Quécosa?
CÁRMIDES
LABRAX
—Pero al menos
sígueme; por tu vida.
CÁRMIDES
—Petición como tuya.
¿Vas al verdugo y quieres que te siga?
PLEUSIDIPO
LABRAX
—Soy perdido.
PLEUSIDIPO
—iQué cosa?
CÁRMIDES
—Hallaste
lo que buscabas.
El verso 1316 comenzó a redactarse:
—Hallar lo que buscabas.
1321. Primera redacción:
—Así lo pido al cielo.
1323-1324. Intentos de redacción:
que a veros vuelvo.
ESCLAVO
—Pienso qsse seria
732
Rudens o El cable del navío
ESCLAVO
—Mejor será, si gustas,
que en nuestra casa aguarden.
PLEUSIDIPO
—Que me place.
1325 ¡Gracias!
LABRAX
—Esto es hurtar.
ESCLAVO
—~Por qué?
LABRAX
—ENo es hurto
llevarme arrebatado de ese modo?
~Ah, Palestra! ¡Palestra! por tu vida.
PLEUSIDIPO
—Sigue, ladrón crüel.
LABRAX
—Huésped querido.
CÁRMIDES
LABRAX
1330 —EMe desprecias así?
733
Poesías
CÁRMIDES
—Me basta un trago.
LABRAX
CÁRMIDES
CÁRMIDES
—Síus duda
1331-1333. Primera redacción:
LABRAX
—Los dioses te maldigan, malandrín,
CÁRMIDES
7~34
NIBELUNGOS°
735
Poesías
Ríndese humilde
736
Nibelungos
737
Poesías
738
Nibel-n ng os
aquella virgen
72. Primeros intentos de redacción:
gentil, de ilustre saisgre y valeroso.
gentil, de ilustre sangre, intrépi[do].
739
Poesías
Lo~ versos 83-84 tienen, además, estos dos intentos de redacción no tachados:
A misiones de amor no pnesuimía
dar entrada jamás su alma inocente
Contra la (ileg.) del amor creía
740
Nibelungos
97. A partir de aquí el manuscrito es menos elaborado que lo que hasta ahora
llevamos transcrito. Así, la palabra final de este primer verso destruys la rima con-
sonante de la octava, y del mismo modo el sentido con el verso siguiente. Amun~-
tegui (O. C. VI, p. cxxxii), da profundo, en lugar de entrega, con el fin de resta-
blecer la rima. Lo hace por su cuenta, porque no aparece en el manuscrito. (CoMs-
SIÓN EDITORA. CA&ACAS).
741
Poesías
tantas empresas
742
Nibelungos
743
Poes ías
En la rica
1a más Borgoña
noble estirpe una doncella
se educaba.
x de
Otra en el mundo no se vió tan bella,
ni tan gentil; Cnisilde se llamaba.
Creció la niña, y la beldad con ella;
que después a la raza escandinava
iv dió dolores y lágrimas sin cuento;
y muchos héroes trajo a fin sangriento.
744
Ni bel u ng os
745
ÍNDICES
ÍNDICE DE PRIMEROS VERSOS
Pág.
A plantar tuis versos van 205
A un caballo dió un toro tal cornada 352
Adiós campiña hermosa 173
¡Ah, qué de marchitas rosas 208
Aleccionado Por el alma fuerte 334
Amable Pc~a,en esa edad florida 340 y 343
Ante la reja está de un locutorio 577
Aquel tributo que mi pobre ingenio 277
Árbol bello, ¿quién te trajo 32
Atesore el avaro 138
Una bella Corneta -se encumbraba 251
Boscajes apacibles de la Hernsita, 290
Cambió Sión la pompa de alegría 27
Canto las armas de la fe, y al héroe 360
Celebra, ¡oh patria!, el venturoso día 169
La ciudad por el campo dejé -un día 79
¡Compañeras, al baño! alumbra el día 246
Deja, discordia bárbara, el terreno 127
Despierta, Chile, del letal reposo 175
Dieciocho de setiembre, hermosa fiesta 1-99
Divina Poesía 43
En la ciudad celeste -de los dioses 630
Epigrama me titulo 295
Errante pasajero 16
Es fuerza qsie te diga, caro Olmedo; 93
Escucha, amigo Cóndor, mi exorcismo; 301
Fui-ese Lucilio enhorabuena 189
Hay -una magia en tu cantar, Teresa 331
Hijo alado 1.34
Hoy que comienza, Darmid, 131
irrite la codicia - - 5
749
Poesías
Pág.
No dudes, hermosa Elvira 137
¿No es éste el suelo que mi débil planta 188
¿No ha vuelto el mensajero todavía? 178
No habrá pulso que siga su carrera; 333
No para mí, dci arrugado invierno 42
Nunca más bella iluminó la aurora 34
~Oh Casnsa, Llacila, Buin! mientras los hombres 174
Otra vez con cadenas y muerte 7S
¿Para qué el odio mutuo entre las gentes? 294
Pide la dulce paz del alma al cielo 1 64
¡Piedad, piedad, Dios mío! 357
Por la región del viento 256
¿Qué nuevas esperanzas 36
Que se corone el pabellón de estío 313
¡Quién pudiera, Biobío, 297
Quise más de una vez, en ‘.a hora, 259
Quisiera amarte, pero. . . —iPero qué? 132
¿Recuerdas, Olimpio, aquella 216
Rompe el león soberbio la cadena 35
¿Sabes, rubia, qué gracia solicito 7
Saludad, pobres cautivos 338
¡Salve, fecunda zona, - - - . 65
Santa casa de oración 190
Si es humilde homenaje, si es tardío, 335
Solemne audiencia un día 282 y 286
Subiste, Ovalle, a la mansión que el cielo 171
Tirsis, habitador del Tajo umbrío, 28
Vasconcelos ilustre, en cuyas manos 8
Vaya que mejor albergue 141
Ve a rezar, hija -mía. Ya es la hora 238
Viva perpetuamente en la memoria 176
Ya de la primavera el blando aliessto 103
Yo siento a par del alma que no hubiera 36!
750
ÍNDICE DE IMITACIONES Y TRADUCCIONES
Pág.
BERN!, FRANCISCO (1497-1535).
V. Boyardo, Mateo María.
BOYARDO, MATEO MARÍA (1434-1494).
Orlando enamorado (refundido por Berni) 361
BYRoN, LORD (George Gordon, 1788-1824).
Mariano Faliero 178
Sardanapalo 313
DELILLE, JACQUES (1738-1813).
La Luz 79
Los Jardines 93
I~LORIAN,JEAN PIERRE CLARIS DE (1755-1794).
La Ardilla, el Dogo y el Zorro 348
HORACIO Fs~co, QUINTO (65-8 a. J. C.).
A la nave 36
Pude la dulce paz del alma al cielo - . - 164
Fuese Lucilio enhorabuena 189
751
Poesías
Pág.
Rossj, GIOvANNI GHERARDO DE (1754-1127).
La Corte de Amor 282 y 286
SALMO L.
Miserere 357
SEQUENTSA (Himno eclesiástico).
A la Virgen de las Mercedes 338
TASSO, TORCUATO (1544-1595).
Jerusalin libertada 360
TsusjLo, ALBIO (e. 54-19 a. J. C.).
Atesore el avaro 138
VIxGILIO MARON, PUBLIO (70-19 a. J. C.).
F.gloga 28
752
ÍNDICE DE ILUSTRACIONES
753
Poesías
754
ÍNDICE GENERAL
Pág.
Abreviaturas y signos convencionales II
Introducción General a las Obras Completas de Andrés Bello ix
Advertencia editorial XXI
POESÍAS
CARACAS 1800-1810
El Anauco
Mis deseos 7
A la vacuna 8
Venezuela consolada 16
Octava a la muerte del 1. S. O. Francisco Ibarra 27
Égloga 28
A un samán 32
A una artista 34
A la victoria de Bailén - - 35
A la nave 36
LONDRES 1810-1829
755
Poesías
Pág.
Diálogo 132
El vino y el amor 134
La burla del amor 137
Atesore el avaro 138
Fiordo 141
Pide la dulce paz del alma al cielo 164
CHILE 1829-1865
756
Índice General
Pág.
Jerusalén libertada 360
Orlando enamorado 361
El proscrito 577
Rudens o El cable del navío 630
Nibelungos 735
Índice de primeros versos 74$
Índice de imitaciones y traduccio,ses 750
Índice de ilustraciones 752
Índice General 754
757
SE TERMINÓ DE IMPRIMIR ESTE TOMO EN LOS TALLERES
DE CROMOTIP EN LA CIUDAD DE CARACAS, EL DÍA
VEINTINUEVE DE NOViEMBRE DE 1981, AL CUMPLIRSE EL
BICENTENARIO DEL NACIMIENTO DE
ANDRES BELLO
SE HAN IMPRESO CINCO MIL EJEMPLARES. LA EDICIÓN
HA SIDO HECHA BAJO LA DIRECCIÓN DE LA COMISIÓN
EDITORA DE LAS -OBRAS COMPLETAS DE ANDRÉS BELLO
Y LA FUNDACIÓN LA CASA DE BELLO, AMBAS CON SEDE
EN CARACAS, VENEZUELA.