Viaje Al Señor Del Poder PDF

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Hz.

Ibn’Arabi

VIAJE AL SEÑOR DEL PODER

BISMILLAH IR-RAHMAN IR-RAHIM


En el NOMBRE de DIOS, El Más GENEROSO, El Más CLEMENTE

INTRODUCCIÓN

por

Sheikh Muzaffer Ozak al-Halveti al-Jerrahi

Este tratado, contiene misterios divinos, es una guía de iluminación para


los que buscan la verdad y la claridad. Los que desean acercarse a Dios, y
pasean por el jardín en busca del capullo de rosa de conocimiento interior, deben
leer este libro para aprender a “ser”. El autor de este libro es Ibn’Arabi, y todo el
que saboree sus palabras entrará en diálogo con él.

Su milagrosa influencia espiritual, tanto en Oriente como en Occidente,


está perfectamente clara. Le ha enseñado a la humanidad el tawhid, la Unidad,
y seguirá iluminándola hasta el día del Juicio Final. Sus enseñanzas del milagro
de la Creación y su maravilloso conocimiento, reflejado en libros como al-
Futuhat al-Makkiya (“Revelaciones en la Meca”), Fusus al-hikam (“Joyas de
Sabiduría”) y muchos otros hasta un número superior a quinientos, dan
testimonio de su importancia.

Tenía tantos enemigos como amigos, fanáticos que, como murciélagos, se


deslumbraban ante la luz del santo. Algunos hombres se hacen enemigos de lo
que no conocen, no pueden conocer y no pueden entender. Incluso los que le
llamaban al-shaykh al-akbar (“el Más Grande Shaykh”) se contaban entre los
que no lo entendían. Había hasta quienes lo odiaban. El santo no sólo no olvidó
a esa gente mezquina, sino que declaró que intercedería por ellos en el Día del
Juicio Final, ya que habían tenido la desgracia de no haberlo comprendido.
Ciertamente, igual que el joyero conoce el valor del oro, el sabio conoce el valor
de la sabiduría y el Hombre Completo olvida la mezquindad del ignorante. Esta
compasión del santo es una prueba suficiente de su perfección.

Un día, uno de los contrarios a Ibn ‘Arabí enfermó. El Shaykh fue a


visitarlo. Llamó a la puerta y rogó a la mujer del hombre enfermo que le
anunciase que venía a rendirle su respeto. La mujer llevó el mensaje y, cuando
regresó, dijo al Shaykh que su marido no deseaba verlo. Le dijo que no tenía
nada que hacer en aquella casa. Su lugar adecuado era el templo. El Shaykh
dio las gracias a la mujer y le dijo que, como un buen hombre como su marido no
lo mandaría a ningún sitio malo, le haría caso. Y así, tras orar por la salud y el
bienestar de aquel hombre, el Shaykh partió hacia el templo.

Cuando llegó se descalzó, entró con humildad y se dirigió lentamente y en


silencio a un rincón, donde se sentó. El oficiante estaba a la mitad de su
sermón, que Ibn’Arabí escuchó con suma atención. Durante el sermón el
Shaykh se dio cuenta de que el oficiante estaba difamando a Jesús,
atribuyéndole que pretendía ser el hijo de Dios. El Shaykh se levantó y,
cortésmente, hizo una objeción a aquella acusación. “Oh, venerable oficiante,”
comenzó, “Jesús Santo no dijo eso. Por el contrario, predijo la buena noticia de
la llegada del Profeta Ahmad (Mahoma, paz y bendiciones sobre él)”.

El oficiante negó que Jesús dijera eso. El debate se prolongó.


Finalmente, el Shaykh, señalando una imagen de Jesús en la pared del templo,
dijo al oficiante que se lo preguntase al propio Jesús. El contestaría y daría una
solución de una vez por todas. El oficiante protestó con vehemencia, diciendo
que una pintura no puede hablar. La pintura lo hará, insistió el Shaykh, porque
Dios, que hizo hablar a Jesús cuando era un niño en los brazos de la Santa
Virgen, es capaz de hacer que esta pintura hable también. La congregación, que
seguía este desagradable debate, se excitó cuando oyó esto. El oficiante se vio
obligado a dirigirse a la imagen y le dijo: “¡Oh, Hijo de Dios!, muéstranos el
camino de la verdad; dinos cuál de los dos tiene razón”. Por voluntad de Dios, la
pintura se puso a hablar y contestó: “Yo no soy el Hijo de Dios; soy Su
mensajero y detrás de mí vino el último de los Profetas, el Santo Ahmad; os lo
predije y os repito ahora esta buena noticia”.

Con este milagro toda la congregación aceptó el Islam y, encabezados


por Ibn’Arabí, marcharon por las calles hacia la mezquita. Cuando pasaron al
lado de la casa del hombre enfermo pudieron verlo dentro, con los ojos
desorbitados de asombro, mirando por la ventana a esta curiosa comitiva. El
santo se detuvo y bendijo y dio gracias al hombre que lo había insultado,
diciendo que debía ser alabado por la salvación de todas aquellas personas.

No hubo mucha gente que entendiese al santo durante su vida. Un día,


en Damasco, subió a una montaña para predicar y dijo: “Gentes de Damasco, el
dios que adoráis está bajo mis pies”.

Cuando oyeron estas palabras lo encarcelaron y se dispusieron a matarlo.


De hecho, según una tradición, lo martirizaron. Según otra tradición, un Shaykh
de su tiempo, Abul-Hassan, quitó importancia a sus palabras y lo salvó de la
muerte con el siguiente dialogo:

“¿Cómo podría la gente apresar a alguien”, preguntó a Ibn’Arabí, “a través


de quien se une el mundo de los ángeles con el de los mortales?

“He dicho mis palabras”, replicó el Shaykh, “en medio de la embriaguez


del estado que describes”.

Las palabras y los hechos de Ibn’Arabí provocaron en su tiempo


reacciones tan violentas que la gente destruyó su tumba y no dejaron el mínimo
vestigio de ella.

Una de sus muchas afirmaciones enigmáticas fue “Idha dakhala al-sin ila
al-shin/yazhara qabru Muhyiddin,” lo que significa: “Cuando la S se junte con
la SH (las letras sin y shin del alfabeto árabe) se descubrirá la tumba de
Muhyiddin”. Cuando Selim II, el noveno sultán otomano, conquistó Damasco en
1516, tuvo conocimiento de esta sentencia por un estudiante de aquel tiempo

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llamado Zembilli Ali Efendi, que la interpretó como una profecía de la siguiente
manera: “Cuando Selim (cuyo nombre comienza con la letra sin.) entre a la
ciudad de Sham (nombre árabe de Damasco, que empieza por la letra
shin),descubrirá la tumba de Ibn’Arabi.” Tras esto, el sultán Selim averiguó,
gracias a los teólogos de la ciudad, cuál era el lugar donde el santo declaró: “El
dios que adoráis está bajo mis pies”, y cavó allí. Lo primero que descubrió fue
un tesoro de monedas de oro, que revelaron lo que el santo quiso decir. Casi al
lado descubrió su tumba. Con el tesoro que encontró, el sultán Selim construyó
un santuario y una mezquita en el lugar de la tumba. Aún hoy en día se
encuentra en pie en Damasco, en un lugar llamado Salihiyya, a las faldas del
monte Qasiyun.

Muhibbudin al-Tabari atribuye a su madre la siguiente historia:

El Muhyiddin Ibn’Arabí estaba en la Kaaba pronunciando un sermón


acerca del significado de la Kaaba. En mi interior, no estaba de acuerdo
con su enseñanza. Aquella noche, vi al Shaykh en sueños. En el sueño,
Fakhruddin al-Razi, uno de los principales teólogos de aquel tiempo, llegó
en peregrinación con gran ceremonia y pompa y se puso a dar vueltas
alrededor de la Kaaba. Sus ojos se posaron en un pobre hombre, vestido
con la capa de peregrino, que estaba sentado allí, tranquilamente. Se dijo
a sí mismo: “¡Qué insolencia la de ese hombre, no levantarse ante alguien
tan importante como yo!”. Un rato después fue a predicar a la gran
mezquita de La Meca. Toda la población de la Ciudad Santa se reunió
para escuchar las palabras de ese gran estudioso que era el autor de la
interpretación más importante del Corán. Fakhruddin al-Razi subió
lentamente al púlpito y comenzó, “Oh, gran congregación de
Musulmanes”- y de su boca no salió nada más. Cuando llegó a su casa
protestó y oró, “Oh, Señor, ¿Qué he hecho yo para que me castigues con
este apuro?”.
Aquella noche vio en sueños al hombre a quien había reprochado en su
interior no haberse levantado ante él. Era el Muhyiddin Ibn’Arabí.
Durante días lo buscó por todas partes. Justo cuando había dado por
inútil la búsqueda, alguien llamó a su puerta e Ibn’Arabí apareció ante
ella. Al-Razi le pidió perdón y recobró su sabiduría.

Hace poco tiempo, se dio el caso de otro estudioso, Ibrahim Haleri, el


imán de la Mezquita Fatih de Estambul, un hombre ortodoxo extremista que se
oponía a las enseñanzas religiosas de Ibn’Arabí. Un día, en una discusión
acalorada con partidarios del Shaykh, dio un pisotón diciendo: “¡Si lo tuviese
aquí, le machacaba la cabeza así!”. Cuando hizo eso, pisó un clavo enorme. La
herida nunca sanó y le produjo la muerte (la Mezquita de Fatih tiene el suelo de
piedra, no de madera).

Según una tradición oral, Ibn’Arabí vio un día en Damasco a un joven


judío de bello aspecto. En cuanto lo miró, el chico se fue hacia él y le llamo
“padre”. Desde aquel día nunca lo dejó. El padre del chico lo buscó y lo
encontró junto al Shaykh y quiso llevárselo. El niño no lo reconoció y afirmó que
el Shaykh era su padre. El padre, como amenaza, dijo al Shaykh que podría
llevar cientos de testigos que probarían que el niño era su hijo. El Shaykh
respondió: “Si el chico dice que soy su padre, yo soy su padre”. El padre fue al
tribunal reclamando a su hijo, llevando cientos de testigos. Cuando el juez le

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preguntó al Shaykh si el chico era suyo, sugirió que se lo preguntasen al niño.
Este afirmó que el Shaykh era su padre. Entonces el Shaykh preguntó a los
testigos si el niño había memorizado el Corán. Ellos contestaron: “¿Cómo va a
memorizar el Corán un niño judío?”. El juez pidió que el niño lo recitase y lo hizo
con gran soltura y belleza. Después, el Shaykh preguntó a los testigos si el niño
conocía las tradiciones del Profeta Mahoma. Contestaron: “¿Cómo puede un
niño judío conocer esa ciencia que no pertenece a su modo de vida?”. El juez
preguntó rigurosamente al niño sobre las tradiciones del Profeta. El contestó
todas las preguntas correcta y completamente. Los judíos que entendieron el
milagro aceptaron el Islam.
La siguiente historia figura hacia el final da la Futuhat al-Makkiyya: En el
ambiente ortodoxo de una escuela de derecho canónico, un maestro estaba
explicando el origen de la palabra “hereje” (zindiq). Algunos estudiantes dijeron
con picardía que podría proceder de la palabra zenuddin, que significa “mujer
religiosa”. Otro estudiante dijo, también con doble intención: “Zindiq es alguien
como Muhyiddin Ibn’Arabí.... ¿No es así, Maestro?”. El maestro respondió
lacónicamente: “Sí”.
Era el Ramadán, el Mes del Ayuno, y el maestro había invitado a los
estudiantes para que desayunasen con él. Estaban sentados, esperando para
empezar el desayuno, y los mismos estudiantes taimados trataron de poner en
apuros al maestro diciendo: “Si no nos revela quién es el mayor santo de nuestro
tiempo, no probaremos su comida”. El maestro respondió que el mayor Shaykh
de todos los tiempos era Muhyiddin Ibn’Arabí. Los estudiantes protestaron,
diciendo que poco antes, cuando ellos lo habían puesto en la escuela como
ejemplo de hereje, él estaba de acuerdo y ahora decía que el Shaykh era ¡El
santo más grande de todos los tiempos!. El maestro contestó, con una ligera
sonrisa en sus labios: “En la escuela estábamos entre hombres de ortodoxia, de
estudios y de legislación; ahora estamos entre hombres de amor”.

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DETALLES DE LA VIDA

DE IBN’ARABI

por

Tosun Bayrak al-Jerrahi

El padre de Ibn’Arabí, ‘Ali Ibn Muhammad Ibn’Arabí, fue a Bagdad ya de


edad avanzada. Su deseo más ferviente era dejar un hijo en su lugar cuando
muriese. Fue a ver al Muhyiddin ‘Abdul-Qadir Jilani y le pidió que rezase a Dios
para que le concediese un hijo. El Shaykh se recluyó y entró en contemplación
profunda.
Cuando volvió, informó a ‘Ali Ibn Muhammad: “He examinado el mundo de
los secretos y se me ha revelado que no tendrás descendientes, así que no te
canses intentándolo”.

Aunque abatido, el anciano no desistiría. Rogó e insistió: “Oh, Santo,


seguro que Dios agradecerá tus plegarias. Te pido que intercedas por mí”.

El Shaykh ‘Abdul-Qadir Jilani se retiró y cayó en estado de contemplación


profunda una vez más. Pasado un momento volvió y dijo que, aunque no estaba
en el destino que ‘Ali Ibn Muhammad tuviera un hijo, sí estaba que lo tuviese él.
¿Querría el anciano acoger al futuro hijo del santo?.

Su visitante aceptó de buen grado. Los dos hombres se pusieron de pie


espalda con espalda, con los brazos entrelazados. ‘Ali Ibn Muhammad relató
más tarde este incidente:

“Cuando estaba de espaldas con el santo ‘Abdul-Qadir Jilani, sentí algo


cálido que bajaba desde el cuello hasta el final de la espalda. Pasado el tiempo
tuve un hijo y le puse de nombre Muhyiddin, como ‘Abdul-Qadir Jilani me había
ordenado”.

El nombre completo de Muhyiddin Ibn’Arabí era, Abu-Bakr Muhammad


Ibn ‘Ali Ibn Muhammad al-Hatimi al-Ta’i al-Andalusi. Se le han dado multitud de
sobre-nombres: al-shaykh al-akbar, el Más Grande Shaykh; khatim al-awliya’
al-Muhammadi, el Broche de los Santos de Mahoma; al-shaykh al-a’zam, el
Shaykh Exaltado; qutb al-‘arfin, Eje del Conocimiento; rahbar ul-‘alam, Guía
del Mundo; y muchos más. Sobre su gran cultura, Ibn Jawziya ha comentado:
“Ibn’Arabí conocía bien la alquimia y conocía el secreto del Más Grande Nombre
de Dios, que está oculto en el Corán”. El Shaykh Sa’duddin Hamawi ha dicho,
“Muhyiddin es un océano de saber que no tiene costas”.

Muhyiddin Ibn’Arabí nació en la ciudad de Murcia, en la provincia islámica


de Andalucía, España, el Lunes 17 del mes santo de Ramadán del año 560 P.H.

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(28 de Julio de 1165). Su padre, sufí, era persona famosa y respetada. En su
primera infancia se encargaron de él dos santas mujeres, Yasmín de Marchena y
Fátima de Córdoba, que le dieron sus enseñanzas. Cuando tenía ocho años,
Ibn’Arabí y su familia se trasladaron a Sevilla, donde estudió con Abu-
Muhammad e Ibn Bashkuwal, dos de los teólogos y estudiosos de las
Tradiciones Proféticas de aquel tiempo. Aproximadamente, cuando tenía
diecinueve años, el amigo de su padre, el famoso filósofo y místico Ibn Rushd
(conocido en Occidente como Averroes) manifestó su interés por conocerlo.
Movido por la intensa fuerza que sintió al cambiar sólo unas pocas palabras con
el joven, el estudioso habló con su padre en términos que Ibn’Arabí recordó así:

Dio gracias a Dios por haber podido conocer a alguien que había entrado
en retiro espiritual sin conocimientos y había salido tal como yo lo hice.
Decía: “Es un caso cuya posibilidad he afirmado, sin haber conocido a
nadie a quien le haya sucedido. Loado sea Dios, que me ha permitido
vivir en estos tiempos en que hay un maestro que ha tenido esta
experiencia, uno de los que abren las cerraduras de Sus puertas. Gloria a
Dios, que me ha concedido el regalo de ver a uno de ellos con mis
propios ojos”.

Como se corrió el rumor de “lo que había revelado Dios al joven


muchacho durante su retiro espiritual” que había atraído la atención de Ibn
Rushd, sabemos que Ibn’Arabí tuvo la primera experiencia con el tema de este
libro, la ascensión mística al khalwa, antes de cumplir los veinte años. De todas
maneras, tardó otros veinte años en escribir Viaje al Señor del Poder.

En 1201, a la edad de treinta y seis años, Ibn’Arabí hizo su Peregrinación


a la Meca. Fue entonces cuando rezó para que Dios le revelase todo lo que iba
a ocurrir tanto en lo material como en lo espiritual. Dios, aceptando su deseo, le
abrió el mundo de los secretos. Respecto a estos sucesos Ibn’Arabí comentó
más tarde: “Conozco el nombre y la genealogía de todos los qutb que vendrán
hasta el Día del Juicio Final. Pero, como oponerse al destino es una destrucción
segura, por compasión a las generaciones venideras he decidido ocultar este
conocimiento”.

Después de la Peregrinación, Ibn’Arabí viajó a Egipto, Iraq y Damasco, y


paró en Konya, Turquía, donde encontró a Sadruddin Qunyawi, un joven
estudioso sufí. El joven Sadruddin se convirtió en uno de sus discípulos más
adictos y se enriqueció con un gran conocimiento material y espiritual. Es
posible que Viaje al Señor del Poder, editado en Konya por el autor tres años
después de su Peregrinaje, fuese dedicado a este santo.

En le año 1223, Ibn’Arabí volvió a Damasco, donde se encontró, de forma


visible e invisible, con otros muchos maestros sufíes. El resto de su vida lo pasó
allí. Se cree que murió en 1240.

Ibn’Arabí menciona que vio a Khidr, el guía sufí oculto, tres veces. Así
relata el primer encuentro:

...Fue al principio de mi educación. Mi shaykh, Abdul Hassan, hablaba de


alguien, diciendo que tenía cierto conocimiento. Durante todo aquel día
no estuve de acuerdo con él sobre este asunto. Cuando lo dejé, mientras

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volvía a mi casa, me encontré con una persona de bello aspecto que me
dijo: “Las cosas que te ha dicho tu maestro eran ciertas. Acéptalas”.
Volví corriendo a ver a mi shaykh y le conté lo que había ocurrido. Me
dijo que había rezado para que Khidr viniese a confirmar su enseñanza.
Cuando oí esto, decidí de una vez por todas estar siempre de acuerdo
con lo que me dijese.

De la segunda vez dice:

...Estaba a bordo de un barco en el puerto de Túnez. No podía dormir


esa noche y fui a cubierta a pasear. Estaba mirando una preciosa luna
llena cuando, de repente, vi a un hombre alto y de barba blanca que se
dirigía hacia mí, caminando por el agua al lado del barco. Yo estaba
alucinado. Se paró delante de mí y puso el pie derecho encima del
izquierdo como señal de saludo. Vi que sus pies no estaban majados.
Me saludó, pronunció unas palabras y siguió a la ciudad de Menarés, que
estaba en una colina cercana. Para asombro mío, de cada paso recorría
una milla. Desde la lejanía pude oír su melodiosa voz que cantaba el
dhikr. Al día siguiente fui a la ciudad y me encontré con un shaykh que
me preguntó cómo había sido mi encuentro nocturno con Khidr y de qué
habíamos hablado.

Según una tradición, el tercer encuentro de Ibn’Arabí con Khidr tuvo lugar
en una mezquita de la costa atlántica de España, donde Ibn’Arabí estaba
haciendo sus oraciones del mediodía. Lo acompañaba uno que no creía en los
milagros. Había unos cuantos viajeros en la mezquita. De pronto, vio entre ellos
al mismo ser que había visto antes en Túnez. El hombre alto de barba blanca
cogió su esterilla de rezar, se elevó catorce pies en el aire y rezó desde allí.
Después volvió y le dijo a Ibn’Arabí que había hecho eso como demostración
para los escépticos que lo acompañaban y habían negado los milagros.

Cuando Muhyiddin Ibn’Arabí sobrepasó el nivel del Shaykh Abul-Hassan


al-‘Uriani, escribió una carta a su maestro en la que le decía: “Vuelve hacia mí tu
corazón y hazme tus preguntas, yo volveré el mío hacia ti y las contestaré”.

Pasó el tiempo y recibió una carta de su maestro que decía:


He soñado que todos los santos estaban unidos en círculo y había
hombres en el centro. Uno de ellos era Abul-Hassan Ibn Siban. No pude
ver la cara del otro. Entonces oí una voz que decía que el otro hombre
que estaba en el centro era un andaluz y que uno de esos dos hombres
podría ser el qutb de nuestro tiempo. Se cantó un verso del Corán y
ambos se postraron y una voz dijo: “El primero que levante la cabeza
será el qutb”. El andaluz la levantó primero. Hice una pregunta sin letras
ni palabras a la voz. La voz me contestó echándome su aliento. Su
aliento traía las respuestas a todas mis preguntas. Tanto yo como todos
los santos caímos en éxtasis con ese aliento. Me fijé en la cara del
andaluz que estaba en el centro del círculo y eras tú, oh Muhyiddin
Ibn’Arabí.

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VIAJE

AL

SEÑOR DEL PODER

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EN EL NOMBRE DE DIOS
EL MAS CLEMENTE, EL MAS BENÉVOLO

Debemos alabanzas a Dios, el Dador y Creador de la Razón, Ordenador e


Instructor de la Transmisión. Suyas son la gracia y la fortaleza; de El emanan el
poder y la fuerza. No hay Dios más que El, Señor del Trono Supremo. Y la paz y
las bendiciones de Dios sean siempre sobre aquél en quien se han establecido
los símbolos de gobierno, el que El mandó con la luz por la que El guía-y
extravía- a quien El quiere; y sobre su noble familia y sus justos compañeros,
hasta el Día del Juicio.

Contestaré a tu pregunta, ¡oh! noble amigo e íntimo compañero, sobre el


viaje al Señor del Poder (alabado sea) y la llegada a Su presencia y el retorno, a
través de El, desde El a Su Creación, sin interrupción. En verdad, no existe nada
sino Dios el Altísimo, Sus atributos y Sus acciones. Todo es El, de El, desde El y
para El. Si El se olvidase del mundo durante un abrir y cerrar de ojos, éste
desaparecería en un instante; sólo permanece gracias a Su providencia y
cuidado. De todos modos, la aparición de Su luz es tan intensa que supera a
nuestras percepciones, hasta tal punto que a Su manifestación le llamamos
misterio.

Voy a describir primero (que Alá te de el éxito) la naturaleza del viaje a El.
Después, cómo proceder cuando llegues y cómo estar ante El, y lo que El dice
cuando tú estás sentado en la alfombra, en Su presencia. Tras esto, el retorno
desde El a la presencia (hadra) de Sus acciones, con El y para El. Y describiré
la asimilación a El, que es una etapa anterior a la vuelta. (1)
Sabrás, oh noble hermano, que aunque los senderos son muchos, la Vía
de la Verdad es única. Los que buscan la Vía de la Verdad son pocos. Por eso,
aunque la Vía de la Verdad es sólo una, los aspectos que presenta varían con
las diferentes condiciones de los que la buscan; con el equilibrio o el
desequilibrio de la constitución del buscador; con la persistencia o desinterés de
su motivación; la fuerza o la debilidad de su naturaleza espiritual; la
perseverancia o desvíos de su aspiración; la salud o enfermedad de su relación
con su meta. Algunos de los que buscan tienen todas estas características
favorables, aunque otros tienen sólo algunas. Por eso podemos ver que, por
ejemplo, la constitución del que busca puede suponer un obstáculo, mientras que
sus sacrificios espirituales son nobles y buenos. Y este principio se aplica en
todos los casos.

Debo, primero, dejarte bien claro el conocimiento de las características de


los Reinos y lo que esos Reinos significan aquí. Los Reinos (mawatin) es un
término usado para indicar los momentos en que las cosas empiezan a existir y
se produce, realmente, la experiencia. Es necesario que sepas lo que la Verdad
quiere de ti en cualquier Reino para que puedas prepararte para ello sin dudas ni
resistencia. (2)
Los Reinos, aún siendo muchos, se reducen todos a seis. El primero es
[la preexistencia en la que se nos formuló] la pregunta “¿No soy yo tu Señor?”.
Nuestra existencia física nos ha alejado de este Reino. El segundo es el mundo
en el que nos encontramos. El tercer Reino es el Intervalo por el que viajamos
después de las muertes inferior y superior. El cuarto es la Resurrección al
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despertar la tierra y la vuelta al estado de origen. El quinto es el Jardín y el
Fuego. El sexto Reino es la Duna de Arena que hay fuera del Jardín. Y dentro
de cada uno de estos Reinos hay apartados que son Reinos dentro de Reinos y
conocerlos en su multiplicidad no está al alcance de los seres humanos. (3)

En nuestra situación, sólo necesitamos la explicación del Reino de este


mundo, que es el lugar de la responsabilidad, el esfuerzo y el trabajo.

Has de saber que desde que Dios creó a los seres humanos y los trajo de
la nada a la existencia, no han dejado de ser viajeros. No han tenido un lugar de
descanso en su viaje excepto en el Jardín o el Fuego y cada Jardín y Fuego es
según son sus gentes. Toda persona racional debe saber que el viaje está
basado en los esfuerzos y dificultades de la vida, en las aflicciones y las dudas y
en la aceptación de los peligros y grandes temores. No es posible que el viajero
encuentre en este viaje comodidad, seguridad o deleite. Las aguas van
cambiando, el clima varía y el carácter de las personas es diferente en cada
lugar en que paras. El viajero tiene que aprender lo que hay útil en cada lugar.
Permanece en cada uno de ellos durante una noche o una hora y, después, se
va. ¿Cómo se podría esperar facilidad en tales condiciones?.

No hemos mencionado esto para responder a las personas


acostumbradas a las comodidades de este mundo, que luchan por ellas y se
afanan por acopiar cualquier fruslería mundana. No nos ocupamos, o no fijamos
la atención, en los que se dedican a esas actividades ridículas y sin importancia,
sino que lo hemos mencionado como un consejo para todo el que quiera
prepararse para la felicidad de la contemplación en un Reino distinto al que se le
ha dado y llegar al estado de fana’, a la desaparición, en cualquier otro lugar que
no sea el suyo de origen, y a su asimilación a lo Real desapareciendo de los
mundos. (4)

Los maestros que hay entre nosotros desdeñan esta [ambición], porque
es una pérdida de tiempo y una desviación de la [verdadera] línea y relaciona el
Reino con lo que no le conviene. (5) El mundo es la prisión del Rey, no su casa;
y todo el que busque al Rey en Su prisión, sin haber salido completamente de
ella, viola la regla de la correcta conducta (adab) y se le escapa algo de gran
importancia. Porque el tiempo de fana’, en Verdad, es el momento de
trascender a un estado superior al alcanzado.

La Revelación depende de la extensión y la forma del conocimiento.


Después, con la contemplación, te das cuenta del conocimiento de El, desde El,
que adquieres cuando te esfuerzas te ejercitas. Pero lo que contemples de El
será la forma del conocimiento que hayas adquirido antes. No avanzas en nada
excepto en el paso de conocimiento (‘ilm) a visión (‘ayn); y la forma es única.

[Con la contemplación] alcanzas lo que deberías haber dejado en su


propio Reino y esa es la Casa del Otro Mundo, en la que no hay trabajo. Por
eso, mejor te sería que, al tiempo de tu contemplación, estuvieses ocupado en
una labor dirigida al exterior y, al mismo tiempo, en la recepción interior del
conocimiento que procede de Dios. Incrementarás la virtud y la belleza de tu
naturaleza espiritual, que busca a su Señor por medio del conocimiento recibido
de El mediante los trabajos y la oración, y también la de tu naturaleza personal,
que busca su paraíso. La naturaleza sutil del hombre resucita según su

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conocimiento y los cuerpos resucitan según sus trabajos, tanto en la belleza
como en la fealdad.

Y esto es así hasta el último aliento, cuando te apartas del mundo de la


obligación y del Reino de las sendas ascendentes y el desarrollo progresivo. Y
sólo entonces cosecharás los frutos que has plantado.

Si has entendido todo esto, has de saber entonces (Dios nos conceda el
éxito a los dos) que si quieres llegar a la presencia da la Verdad y recibir de El
sin intermediarios y si deseas intimar con El, esto no será posible mientras tu
corazón reconozca otro señor que no sea El. Tú perteneces a quien ejerce su
autoridad sobre ti. De esto no hay duda. Y, para el retiro (khalwa) (6) de la
sociedad humana, te será inevitable y preferible separarte de los demás, ya que
la distancia que te separa de la creación es la distancia que te aproxima a Dios-
en lo exterior y en la interior.

Tu primera obligación es buscar la sabiduría que establece tus abluciones


y tu oración, tu ayuno y tu devoción. No estás obligado a buscar nada más que
esto. Esta es la primera puerta del viaje: El trabajo, la moralidad, el ascetismo, la
fe. Y en el primero de los estados de fe te sucederán cuatro milagros. Son
signos evidentes de que has logrado el primer grado de fe. Esos signos cruzan
la tierra, surcan las aguas, atraviesan el aire y se nutren del universo. Y esto es
lo que hay pasada esta puerta. Después, las estaciones y los estados y los
milagros y las revelaciones te vienen continuamente, hasta la muerte.

Y, por el amor de Dios, no entres en retiro hasta que sepas cuál es tu


situación y tu fuerza frente al poder de la imaginación. Pues, si te domina tu
imaginación, no hay vía para el retiro, a no ser de la mano del shaykh que es
sabio y puede discernir. Si tu imaginación está bajo control, entonces entra en el
retiro sin miedos. Necesitas disciplina antes del retiro. La disciplina espiritual
(riyada) es el entrenamiento del carácter, la liberación de la desconfianza y el fin
de la indignidad. Si una persona empieza antes de haber adquirido disciplina,
nunca será un hombre, salvo en casos excepcionales.

Cuando te apartes del mundo, ten cuidado con la gente que venga a verte
y se te acerque, porque el que se separa de la gente no abre la puerta a sus
visitantes. Por supuesto, el retiro es separarse de la gente y su sociedad y el
objetivo de la separación no es dejar su compañía física, sino más bien no
permitir que el corazón y los oídos sean el receptáculo de las palabras superfluas
que dicen. Tu corazón no se librará de los delirios locos del mundo si no se
separa de ellos. Y todo aquel que se “retire” en su casa y abra las puertas a los
que lo visitan lo que busca es el poder y el prestigio, alejado de la puerta de
Dios, el Supremo, y, para una persona así, la destrucción está más cerca que la
camisa de su cuerpo. Por el amor de Dios, por el amor de Dios, protégete del
engaño del ego en esta etapa, que destruye a la mayor parte del mundo. Por lo
tanto, cierra tu puerta al mundo y, de esa manera, la puerta de tu casa te
separará de tu gente.

Y ocúpate del dhikr, representación de Dios; cualquiera que sea el dhikr


que elijas. El más elevado de ellos es el Nombre Superior; es decir “Alá, Alá”, y
nada más que “Alá”.

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Protégete de las desgracias o de las imaginaciones corrompidas que te
distraen del recuerdo. Vigila tu dieta. Es preferible que tus alimentos sean
nutritivos; pero evita las grasas animales. (7) Procura no comer con exceso ni
pasar hambre. Mantén tu organismo en equilibrio, ya que, si adelgazas
demasiado, puedes llegar a tener una imaginación engañosa y, con el tiempo,
delirios alucinantes.

Si hubiera alguna influencia que alterase el organismo (8) -y esto es


conveniente- distingue si son influencias demoníacas o angélicas, según como te
encuentres después de haberlas sentido. O sea, si la influencia es angélica
estará seguida de bienestar y satisfacción; no sentirás ningún dolor; no sufrirás
ninguna alteración en la forma (9) y su influencia te dará más conocimiento. Pero
si es demoníaca aparecerán desórdenes psíquicos, dolor y nerviosismo, barbarie
y ruindad; y todo esto puede acarrear desorden mental. Ten cuidado y no dejes
de repetir el dhikr en tu corazón, hasta que Dios aparte de él la influencia
demoníaca. (10) Esto es lo que exige la situación.

Asegúrate de que dominas lo que te propones. Que cuando entres en el


retiro estés convencido de que no hay nada como Dios. Y a cada forma que se
te aparezca en el retiro y diga “Soy Dios”, respóndele: “¡Sea muy alabado Dios
por encima de todo! Tú eres gracias a Dios”. Recuerda la forma que has visto.
No prestes más atención a ello y dedícate por completo al dhikr.

Esta es una condición. La segunda es que en el retiro no buscarás en El


nada más que a El mismo y que no dedicarás tu himma, el poder de las
intenciones del corazón, a nadie más que a El. Y si se te ofrece todo lo que hay
en el universo poniéndolo ante ti, recíbelo agradecido; pero no te detengas ahí.
Persiste en tu búsqueda, porque El te está probando. Si te quedas con lo que se
te ha ofrecido, El se te escapará; pero, si lo consigues a El, nada se te escapará.

Si conoces esto, debes saber que Dios te prueba con todo lo que pone
ante ti. Lo primero que te ofrece es Su don del poder en el orden material, como
trataré más tarde. Es la revelación del mundo sensorial, que te está oculto,
hasta tal punto que las paredes y las sombras no te impiden ver lo que está
haciendo la gente en su casa. Sin embargo, si Dios te ha hecho partícipe del
secreto de alguien, tienes al obligación de mantenerlo, ya que, si lo revelases, y
dijeses: “Este es un fornicador, aquél un borracho, ése un murmurador y el otro
un ladrón”, tú mismo serías el mayor pecador y no hay duda de que Satán habría
entrado en ti. Así pues, obra de acuerdo con el Divino Nombre de al-Sattar, el
que vela, y si esa persona viniese a ti, amonéstale en privado sus acciones y
aconséjale que sienta vergüenza ante Dios y no sobrepases Sus límites. Sal de
este tipo de percepciones lo antes posible y dedícate al dhikr.

Voy a explicar [las formas de decir] la diferencia que hay entre la


percepción sutil sensorial y la imaginaria. Es decir: Cuando ves la figura de
alguien o de algo creado, si cierras los ojos y sigues teniendo esa percepción,
está en tu imaginación; pero, si te desaparece, en ese caso tu conocimiento del
objeto depende del lugar donde lo has visto. [En un caso de percepción del
segundo tipo], cuando desvías tu atención y te dedicas al dhikr te trasladas del
nivel sensorial al imaginario.

12
Y si te vienen ideas abstractas inteligibles en formas sensoriales. Esto es
difícil, ya que nadie conoce el significado de estas formas, excepto un profeta o
cualquiera que Dios considera entre los justos. Pero no te preocupes por eso.
Si se te ofrece algo de beber, elige el agua. Si entre lo que te ofrecen no hay
agua, leche. Y si te ofrecen las dos cosas, mezcla el agua con la leche. Lo
mismo puedes hacer con la miel: Bébela. Ten cuidado de no beber vino si no
está mezclado con agua de lluvia. Abstente de beberlo de otra forma, aunque
esté mezclado con agua de los ríos o manantiales. (11) Dedícate al dhikr hasta
que te desaparezca el mundo de la imaginación y se te revele el mundo de los
significados abstractos libres de materia.

Dedícate al dhikr, rememora, hasta que el Rememorado Se manifieste a


ti y Su recuerdo se borre con la impresión que tengas de El en ese momento.
Sin embargo esto [la disipación del dhikr] es la esencia no sólo de la
contemplación, sino del sueño también. La forma de distinguirlos es que la
contemplación deja evidencia de sí misma y le sigue cierta felicidad, mientras
que le sueño no deja nada y le sigue, al despertar, el remordimiento y la súplica
de perdón.

Entonces, Dios Todopoderoso extiende ante ti los grados del reino, como
una prueba. Eso queda para ti como una obligación.

Primero, tienes que descubrir los secretos del mundo mineral. Debes
llegar a conocer el secreto de cada piedra y sus principales cualidades nocivas y
benéficas. Si te seduce este mundo, te atrapará y serás desterrado de Dios. Él
te despojará de todo lo que hayas conseguido y estarás perdido. Pero, si no te
preocupas por todo esto y sigues dedicándote al dhikr y te amparas en el
Rememorado, entonces Él te liberará de esta modalidad y te revelará el mundo
vegetal. Todo lo verde te enseñará sus facultades benéficas o perniciosas. Tu
opinión debe ser la misma que antes. Cuando se te revele el mundo mineral
debes nutrirte de lo que aumente el calor y la humedad y cuando se te revele el
mundo vegetal has de nutrirte de lo que equilibra el calor y la humedad.

Si no te detienes, Él te revelará el mundo animal. [Los animales] te


concederán el conocimiento de sus cualidades buenas y malas. Todo tipo de
criaturas te enseñarán su proclamación de majestad y alabanza. Pon atención a
esto: Si llegas a conocer todos estos mundos, conativa, no real. Es tu propio
estado el que se te manifiesta en todo lo que existe. Pero cuando captas en
ellas las variaciones de su propio dhikr, la percepción es auditiva. Este proceso
es el de disolución del orden de la naturaleza y el estado de contracción (qabd)
te acompañará en estos mundos. (12)

Después de esto, El te revela la implantación del mundo de la fuerza vital


en las vidas, y sus influencias en cada ser según su predisposición, y cómo
figuran en esta implantación las expresiones [de fe). (13)

Y, si no te detienes en esto, El te revela los “signos superficiales” ( 14) Se


te advertirá con terrores y otras muchas cosas que te sucederán. Verás
claramente el aparato de las transformaciones: Cómo lo denso se convierte en
sutil y lo sutil en denso. Y, si no te detienes en esto, te resultará visible la luz de
multitud de centellas y necesitarás ocultarte de ella. No te preocupes y
persevera con el dhikr, no te ocurrirá ningún desastre.

13
Si no te detienes en esto, El te revela la luz de las estrellas ascendentes
(15) y la forma del orden universal.(16) Y verás directamente el adab, la conducta
adecuada para entrar en la Presencia Divina y el adab para estar ante el
Verdadero y el adab para salir de Su presencia hacia la Creación; y la
contemplación perpetua por los diversos aspectos de sus Divinos Nombres (al-
asma´ al-ilahiyya), “el Manifestado” y “el Oculto”; y la perfección, de la que no
todos son conocedores. Porque todo lo que pasa inadvertido bajo el aspecto de
lo Manifestado aparece bajo el aspecto de lo Oculto. La esencia es única. Nada
ha pasado de largo.

Después de esto, conocerás los medios de recibir el conocimiento divino


de Dios, el Altísimo, y cómo puede prepararse uno para recibirlo. Por lo tanto,
has de conocer la conducta adecuada para recibir y dar, contracción y
expansión; y cómo proteger el corazón, que es el punto de llegada de los
acontecimientos, de la destrucción del fuego; y todos estos caminos son círculos.
No hay ninguna línea recta. Este criterio es demasiado breve para concretar
detalles como éste.

Y si no te detienes en esto, El te revela los grados de las ciencias


especulativas, ideas expresadas con sonidos y las formas de preguntas
anonadantes que confunden el entendimiento. El revela la diferencia entre
suposición y conocimiento, el nacimiento de relaciones entre el mundo de los
espíritus y el mundo físico, (17) la causa de esta génesis, la infusión del Divino
Misterio en el dominio de Su amante sentimiento,(18) la causa de que se
abandone el mundo por el trabajo o cualquier otro medio y muchos temas más
que requieren largas explicaciones.

Y si no te detienes con todo esto, El te revela el mundo de la formación, el


ornato y la belleza, que es el apropiado para que el intelecto se detenga entre
las formas santas, el aliento vital que procede de la belleza y la armonía, y el
desbordamiento de ternura, delicadeza y piedad que hay en todo relacionado
con ellas. De este nivel procede el sostén de los poetas, mientras que el de los
predicadores viene del nivel anterior.

Y si no te detienes con esto, El te revela los grados del qutb. Todo lo que
has presenciado anteriormente es del mundo de la mano izquierda, no del
mundo de la mano derecha. Y este es el sitio del corazón. Si El te manifiesta
este mundo, conocerás los reflejos, y la infinitud de la infinitud, y la eternidad de
las eternidades, y el orden de todo lo que existe y cómo se le ha infundido el ser.
Se te da la sabiduría divina y el poder para conservarla e integridad para
trasmitirla a los sabios, y se te da el poder de los símbolos y una visión de todo el
conjunto, y autoridad sobre lo oculto y lo revelado.

Y si no te detienes con esto, El te revela el mundo de la fiebre y la ira y el


interés por la verdad o la falsedad; la base de la aparente diferencia del mundo,
la variedad de formas, la desavenencia y la aversión. Y si no te detienes con
esto, te revela el mundo de la envidia y la revelación de la verdad ante el más
perfecto de Sus rostros; narraciones, verdaderas escuelas y tradiciones
reveladas; y lo verás como el que sabe que Dios, el Altísimo, las ha adornado,
entre los conocimientos sagrados, con los más bellos ornatos. Y no hay nada
relacionado con una etapa que El te revela que no te dé la bienvenida con honor,

14
reverencia y júbilo. Su grado de Presencia Divina está patente y (cada uno) te
ama en su esencia. (19)

Y si no te detienes con esto, El te revela el mundo de la serenidad y la


dignidad y la firmeza; los ardides (makr), los enigmas y los secretos, y temas
parecidos. Y si no te detienes con esto, El te revela el mundo de la barbarie, el
desamparo, la incapacidad y las tribulaciones; y éste es el cielo más elevado . (20)

Y si no te detienes con esto, El te revela los Jardines: los grados de sus


peldaños ascendentes, la combinación de unos con otros y cómo se equiparan
uno con otro en su placer. Y se te detiene en una senda estrecha y se te lleva al
borde del Infierno, y miras hacia abajo, al fondo de sus peldaños descendentes,
cómo se mezclan unos con otros y cómo se parecen en su rigor. El te revela los
trabajos que corresponden a cada una de estas dos moradas. Y si no te
detienes con esto, El te revela uno de los santuarios donde los espíritus están
absortos en la Visión Divina. Aquí están ebrios y aturdidos. La fuerza del éxtasis
los domina, y su estado te atrae.

Y si no te detienes con este atractivo, se te revela una luz con lo que sólo
te ves a ti mismo. Con ella, se apodera de ti un gran embeleso y un profundo
arrebato amoroso, y encuentras en ella una felicidad con Dios que no has
conocido nunca antes. Todo lo que hayas visto hasta entonces resulta pequeño
ante tus ojos y tiemblas como la luz de una lámpara. (21)

Si no te detienes con esto, El te revela la forma (original) de los hijos de


Adán. Y se quitan los velos. Y los velos caen. (22) Y ellos tienen una plegaria
especial que tú reconoces al oírla, y no estás rendido. (23) Ves tu forma entre
ellos y por esto reconocerás el momento en que te encuentras.

Y si no te detienes con esto, El te revela el Trono de la Piedad (sarir-al-


rahmaniyya. Todo está sobre él. Si lo observas todo, verás en él la totalidad de
lo que has conocido, y más aún: no hay ningún mundo ni esencia que no veas
allí. Búscate a ti mismo en todo: Si es conveniente, conocerás tu destino y el
lugar y límite de tu grado, y qué Nombre Divino es tu Señor y dónde está tu parte
de conocimiento y santidad- la forma de tu personalidad.

Y si no te detienes con esto, El te revela la Escritura, el Primer Intelecto,


el dueño y maestro de todo. Examinas sus trazos y conoces el mensaje que
transmite y presencias su transmutación y su recepción y detalles del vasto
(conocimiento) del ángel al-Nuni. (24)

Y si no te detienes con esto, El te revelará al que mueve la Pluma, la


mano derecha de la Verdad. (25)

Y si no te detienes con esto, serás erradicado ,(26) retirado,(27) destruido,


aplastado,(28) extinguido.

Cuando hayas terminado los efectos de la erradicación y todo lo que la


sigue, se te afianza,(29) se te tiene presente, se te hace permanecer, se te
recoge, se te señala. Y se te ponen las vestiduras de honor que requiere tu
rango, que son muchas.

15
Entonces vuelves a tu camino y examinas todo lo que has visto en
diferentes formas, hasta que regresas al mundo de tus limitados sentidos
terrenales. O (guardarás ayuno) en el lugar a donde te hayas retirado; y el
destino de cada buscador dependerá del camino por el que haya realizado su
viaje.

Entre (los que han terminado este viaje) hay quienes han confiado en Su
Palabra, y entre ellos están los que no han confiado en Su Palabra. Y cualquiera
que haya confiado en una Palabra, sea cual sea esta Palabra, se convierte en
heredero del Profeta de este lenguaje. Esto es lo que quieren decir los que
recorren este camino cuando dicen que así-y-así es en Moisés o Abraham o
Enoch. Incluidos en estos está el depositario de dos, tres, cuatro y hasta más
Palabras. Al Perfecto se le confía el conjunto de las Palabras.

Mientras está en su destino y hasta que inicie su regreso, al buscador se


le llama “el que se para” (waqif). Entre los que se paran se cuenta a los
absorbidos en esta etapa, como, por ejemplo, Abu-´Iqal y otros. En ella los toma
Dios y en ella resucitan. (30) La denominación de waqif sirve también para los
que tienen que regresar (mardudun.) Estos son más perfectos que los
absorbidos (mustahlikun) si están en la misma etapa. Si (un buscador) es
absorbido en una etapa superior a la etapa en que (otro buscador) regresa,
entonces no decimos que el que regresa es superior. La condición necesaria
para establecer una comparación es la mutua semejanza entre los dos. Si se
encuentra esa semejanza, entonces el que regresa vive, después de descender
desde la etapa en que el otro ha sido absorbido y en ese caso lo supera en su
etapa, en el descenso y lo sobrepasa en evolución y recepción de conocimiento.

Entre los que regresan se dan dos tipos de hombres. Hay uno que
regresa por sí solo, que es el que hemos mencionado. Esta clase de hombre es
el gnóstico (´arif, entre nosotros). Vuelve para perfeccionarse siguiendo un
camino distinto del que ya ha recorrido. También está entre ellos el que es
envidado de nuevo a la Creación con un mensaje, dirección y guía. Es el
heredero del conocimiento, álim.

No todos los que pretenden llegar a Dios y los herederos están en la


misma etapa, aunque la etapa de llamada los reúne a todos y algunos de ellos
superan a los demás en su grado. Como dijo Dios, el Altísimo, “Hemos hecho
que algunos de nuestros mensajeros superen a otros” (Corán, 2:253). Entre los
herederos hay quienes tratan de llegar a Dios por la Palabra de Moisés, Jesús,
Sem, Noé, Isaac, Ismael, Aarón y otros; éstos son los sufíes. Son adeptos de
diversos grados, si los comparamos con nuestros maestros. (31) Entre (los
herederos) hay también quienes siguen la Palabra de Mahoma (paz y bendición
sobre él); éstos son los Malamiyya, los adeptos de la permanencia y las
realidades.

Y cuando se dirigen a Dios Altísimo por la creación está entre ellos el que
los llama desde la puerta de fana´ en la realidad de la servidumbre, (ubudiyya)
(32) (De este fana´ habla en) Su sentencia (loado sea El) “y a ti te creé antes,
cuando no eras nada.” (Corán 19:9) Y entre ellos está el que llama desde la
puerta de la atención a la servidumbre, que es humildad, necesidad y todo lo
propio de la esclavitud. Y entre ellos está el que llama desde la puerta de la
atención a la naturaleza Piadosa y el que llama desde la puerta de la atención a

16
la naturaleza Conquistadora y el que llama desde la puerta de la atención a la
naturaleza Divina, que es la cuarta y la más sublime de ellas. (33)

Has de saber que el don de profecía y la santidad se basan en tres cosas:


la primera, el conocimiento sin aprendizaje previo; la segunda, la acción por
himma, la intención del corazón, lo que se cree imposible con medios físicos o lo
que el cuerpo es incapaz de hacer y la tercera, ver el mundo imaginario en el
mundo sensorial. Se distinguen solamente en su forma de dirigirse al pueblo, ya
que la forma de hablar del santo es distinta de la del profeta. (34)

No pienses que el objetivo de los santos es el mismo que el de los


profetas. No es así, porque tienen sus características peculiares. Si los profetas
y los santos se dedicasen a lo mismo por tener un objetivo común, los santos
serían lo mismo que los profetas, y no es así. (35) Aunque los dos parten de una
misma base –la etapa de la realización divina- los profetas tienen por sí mismos
su luz fundamental, mientras que a los santos se les concede providencialmente
esta luz. (36) A pesar de que los dos (santos y profetas) podrían estar en la
etapa de la Confianza, por ejemplo, no presentan el mismo aspecto en ambos
casos. La superioridad no está en el grado de realización, sino en su aspecto.
El aspecto depende de los individuos y este caso se repite en todos los estados
y grados de fana´ y baqa´, unión y separación, armonía o discordia, y así
sucesivamente.

Y debes saber que todos los santos de Dios Altísimo reciben lo que
reciben por medio de la meditación espiritual del profeta cuyo sagrado Camino
siguen y hacen todos sus estudios desde ese punto. Y hay quienes lo saben y
quienes no lo saben y dicen: “Dios me dijo”; pero esto no es más que la
naturaleza espiritual de su profeta. Y hay secretos de Su sutileza para los que
estas páginas, que se pretende que sean sólo una introducción, son demasiado
estrechas.

Entre los santos de la comunidad de Mahoma, paz y felicidad sobre él, los
Reunidos del estado de los profetas, puede haber algún heredero de la doctrina
de Moisés; pero la hereda por la Luz de Mahoma, no por la Luz de Moisés. Su
creencia procede de Mahoma, lo mismo que la de Moisés era de Mahoma.
Algunas veces, cuando va a morir un santo, parece que invoca a Jesús o a
Moisés. La gente corriente y los que no tienen conocimientos piensan que se
han hecho judío o cristiano, puesto que recurre a estos profetas en el momento
de su muerte; pero esto se debe a la fuerza del conocimiento que caracteriza su
situación. El qutb, sin embargo, pertenece directamente al corazón de Mahoma.
Y nosotros hemos conocido hombres que pertenecían al corazón de Jesús- entre
ellos está el primer shaykh que viste- y hombres que pertenecen al corazón de
Moisés y otros al de Abraham y así sucesivamente. Y esto debe permanecer en
secreto para todos, excepto para nuestros amigos.

Debes saber que Mahoma (paz y bendición sobre él) es el que dio a todos
los profetas y mensajeros su situación en el Mundo de los Espíritus hasta que se
le dio un cuerpo. (37) Nosotros lo hemos seguido, heredando, por tanto, su guía
en el mundo temporal. Los profetas que lo conocieron o los que vinieron tras de
él (38) participan con nosotros de esto, y los santos y profetas que precedieron a
su nacimiento físico reciben también de Mahoma su influencia espiritual. Así,
pues, los santos de Mahoma tienen en común con los profetas el haber recibido
de él la transmisión directa. Por esto, se ha dicho en el hadith: “Los de esta
17
comunidad que saben son como los profetas de Israel.” Y Dios, el Altísimo, dijo
de nosotros: “...para que seáis testigos de la gente” (Corán 22:78); y Él dijo,
refiriéndose a los Mensajeros: “Y ese día pondré en cada comunidad un testigo
de entre ellos mismos, que los observe” (Corán 16:89). Así, pues, nosotros y los
profetas somos los testigos de sus seguidores. Por tanto, dedica el himma de tu
retiro a todo el legado de Mahoma.

Debes saber que el verdadero sabio, tolerante y perfecto, es el que trata


cada situación y momento de forma adecuada, sin confundirlos. Este es el
estado de Mahoma (paz y bendición sobre él), ya que estuvo a una distancia de
dos arcos o menos de su Señor y, cuando despertó entre su gente y dijo esto a
los que había presentes, los politeístas no lo creyeron, porque no tenía ningún
indicio de su ascensión y su apariencia era igual que la de ellos. Esto no fue
posible ni para Moisés que, cuando le apareció la marca de la Revelación Divina,
quedó velado.

Todo buscador ha de experimentar inevitablemente el impacto de los


estados y la fusión de unos mundos con otros; pero el paso de este estado al de
la divina sabiduría, que se presenta en principios externos normales, es algo que
sólo depende de él. Su secreto será trascender el orden normal, hasta tal punto
que de ordinario se verá relacionado con sucesos extraordinarios. Dirá sin cesar
con cada exhalación: “Señor, dame más conocimiento, mientras la esfera
celestial gira por Tu aliento” (39); luchará porque su Momento sea Su aliento.
Cuando le llegue el influjo del Momento, lo recibirá. Se cuidará de no quedar
prendado de la influencia del Momento; pero ha de recordarlo, ya que lo
necesitará para su instrucción. La mayoría de los shaykhs no llegan a maestros
sólo porque no tiene en cuenta lo que hemos dicho y lo olvidan por completo.

El Momento (40) es más largo o más breve, según la situación de quien


participe en él. Para unos dura una hora, un día, una semana, un mes, un año o
toda la vida; pero también hay en la humanidad algunos que nunca tienen
Momento. El que está pendiente del aliento tiene en su poder las horas y todo lo
que hay tras esto; el que tiene por Momento la presencia de las horas pierde el
aliento; el que tiene por Momento los días pierde las horas; el que tiene por
Momento las semanas, pierde los días; el que tiene por Momento los años pierde
los meses; el que tiene por Momento su vida pierde los años y el que no tiene
Momento no tiene tiempo de vida y pierde lo que hay después de la vida. No
prolonga su himma animal. Y el grado e preparación personal indica la
estrechez del propio Momento y la pequeñez de su conocimiento.

El que no tiene Momento se ve privado de él solamente durante su tiempo


de perturbación, mientras está dominado por su naturaleza animal, pues no hay
posibilidad de que se abra la puerta del mundo invisible y su secretos mientras el
corazón los está anhelando. (41) Lo mismo que sucede con las puertas del
conocimiento de Dios, no se abren mientras el corazón está pendiente de las
cosas del mundo, tanto visibles como invisibles.

Y has de saber lo relacionado con estos temas confiados por Dios a


nosotros [las obligaciones de la Ley Sagrada]: Si una persona las sigue y las
observa, sin tener ninguna intención (himma) que no sea el deseo del Paraíso,
es un devoto. Por otro lado, si la intención de alguien pretende ir, sin
preparación, más allá de la devoción, no se le revelará nada y su intención será

18
baldía. Por el contrario, una persona así se parece a un enfermo. Su fuerza y su
capacidad han quedado completamente anuladas y, con ellas, la voluntad,
himma, y la posibilidad de hacer algo quedan muy reducidas. ¿Cómo puede
alcanzar lo que pretende con su himma?. Lógicamente, se necesita una
preparación para la perfección, con himma y algo más. (42)

Y si logra la esencia de la realidad y desaparece su intención y la


consecución de lo que hay tras esto no tiene límite, el que lo consigue dice: “No
puede ser de otra forma y sólo ocurre a causa del arrobo que se produce al caer
los velos”. Pues, con el conocimiento que se adquiere con la contemplación,
salta a la vista lo que hay tras cada apariencia: La Verdad que hay tras las
apariencias, ya que el Único Aparente, aunque El es uno en esencia, es infinito
en aspectos. Son sus vestigios en nosotros.(43)

Y todavía sigue siempre sediento el conocedor y desea y teme ir


adentrándose en El para siempre. Y, según esto, que trabajen los trabajadores
y, según esto, que litiguen los litigantes.

Y sean las bendiciones de Dios sobre nuestro Maestro Mahoma y sobre


su familia y compañeros y sea paz y alabanzas a Dios, Señor de los Mundos.

19
NOTAS
del comentario de

‘ABDUL-KARIM JILI

1. “una etapa anterior a la de vuelta”. Puesto que la absorción


(istihlak) es un fana’ en el que no se experimenta la multiplicidad de las
manifestaciones de la Esencia o la diversidad de sus incursiones a la Presencia
de los Nombres. Este estado de experiencia de multiplicidad es uno de los
característicos de baqa’, después de fana’, y es la causa de la manifestación, el
conocimiento preferido, por cuya razón El creó el mundo.

2. “conocimiento de las características de los Reinos”. Visto por


encima, sin detalle. Los Reinos no se pueden deducir hasta que sepas de dónde
vienes, dónde estás y a dónde vas. Entonces sabrás lo que requiere cada uno
de ellos, en general, bien sea por su propia esencia, por su relación con otro
Reino o por ambas cosas. De esta forma, estarás preparado para actuar de
forma adecuada, teniendo en cuenta el Reino en que te encuentras en ese
momento y al que se te va a pasar como consecuencia de tu conducta en el
actual. Y voy a aclararte lo que estos Reinos “significan aquí” – es decir, en el
Reino en que te encuentras ahora, no lo que son en conjunto. Su naturaleza
absoluta la conocerás solamente según se te vaya pasando a ellos, por lo que es
inútil discutirla ahora. El buscador ha de emprender lo que sea más importante;
debe respetar cada reino dándole lo que le pertenece. Pues, cuando un
buscador sale de un Reino, si no ha logrado todo lo que tenía que alcanzar en él,
ya no lo logrará nunca. Tendrá este fallo eternamente. Según el hadith, “una de
las bellezas del Islam es que el hombre se aleja de lo que no le concierne” y “el
tiempo es una espada afilada; si no la cortas, te corta ella a ti”. Y se ha dicho
que “El Sufi es hijo de su momento”, y “El presente no vuelve.”

Y has de saber que el mundo se desvanece continuamente en la no-


existencia, por la abrumadora victoria de la Unidad (ahadiyya) sobre la
multiplicidad. Y en todo momento se produce su semejante, por la autoridad del
amor esencial, pues existencia del mundo es el instante de la no-existencia. De
este modo el Manifestado impone la manifestación sobre la primera ocultación y
se produce el mundo. Después, el Oculto impone la ocultación sobre la primera
manifestación y se desvanece el mundo. Entonces vuelve la autoridad al
Manifestado, y así sucesivamente, hasta lo infinito. Esto es lo que se llama
“creación renovada” (khalq jadid). La prolongación imaginaria que parece una
consecuencia de este flujo de similitudes es el tiempo, y el movimiento es su
medida.

Todo lo que no sea Dios es temporal y, si es imposible que la duración


real de un acontecimiento exceda e un instante, en ese caso, todo
acontecimiento es “hijo de su momento” y no es otra cosa más que esto. El
suceso es necesario para su momento y el momento es necesario para su
suceso. Más aún, el momento es esencial para determinar el suceso, que no

20
puede separarse de él. Así pues, el momento es el lugar de suceso, o reino
(watan). Los momentos son infinitos y, por lo tanto, los reinos son también
infinitos.

Y debes saber que la renovación de los semejantes [lo que imaginamos


como tiempo] se produce de tal forma que se desvanece una cosa e
inmediatamente le sigue su semejante. Lo blanco pasa a ser no existente y se
produce lo blanco. Si se desvaneciese y le siguiese su contrario, (si al
desvanecerse lo blanco se produjese lo negro) se alteraría la naturaleza de las
cosas.

Y si los lugares y las semejanzas son sus momentos, los lugares de los
momentos serían las formas con que se renuevan las semejanzas. Los Reinos
Universales, en relación con la totalidad de los reinos, parecen la matriz
compuesta por estas formas, y, por esto, dijo el shaykh: “los Reinos es el
término usado para determinar los substratos de los momentos en que las
cosas empiezan a existir y se produce realmente la experiencia”; es decir,
viniendo de la no-existencia a la existencia por la creación renovada. Este
substrato está donde está el suceso mientras sucede. Entiéndelo así, pues es
un punto muy delicado.

“Es necesario” , ¡Oh estudiante!, después de que hayas llegado a


conocer los Reinos, “que sepas lo que la verdad quiere de ti en cualquier
Reino” en que tú te encuentres, “para que puedas prepararte para ello” y
realizarlo lo mejor posible “sin dudas”, o sea, sin comprometerte en nada que te
cree obstáculos, ya que eso te llevaría a la destrucción, “y sin resistencia”, que
encuentras en ti mismo, debido a la dificultad de lo que Dios te pide, pues eso te
lleva a la pereza y te impide hacer lo que debes inmediatamente.

3.”Los Reinos” de los que he prometido informarte, “aún siendo


muchos” si tenemos en cuenta sus características y su número, que sobrepasa
a la capacidad humana, “se reducen todos” como se puede comprender “a
seis”.

“El primer Reino” es el Reino de “¿No soy Yo tu Señor?”. Este es el


Reino donde estabas antes de tu existencia física, en forma de átomo entre una
multitud de espíritus. Y supiste lo que Dios quería de tí en ese Reino cuando El
hizo que supieses que había designado tu singularidad con toda generosidad y
bondad. Entonces te apresuraste a cumplir inmediatamente lo que se quería de
ti allí, sin dudar, porque El lo quería y te lo pedía directamente. La autoridad de
su voluntad era irresistible, sobre todo cuando al pedírtelo se prescinde de todos
los intermediarios.

Lo que te pedía en ese Reino era la afirmación de Su Soberanía. El dijo


(loado sea) “ Y cuando tu Señor tomó a los hijos de Adán en su
manifestación como átomos y los llamó para que atestiguasen ante ellos
mismos y les preguntó: ‘¿No soy Yo vuestro Señor?’, ellos respondieron:
‘Sí’ [Corán 7:172] Y aquí hay un sutil secreto, conocido por el que está
familiarizado con la realidad del servicio y la responsabilidad.

Entonces, cuando bajaste del pináculo del mundo de los espíritus a las
profundidades del mundo de los cuerpos, te olvidaste de este Reino y de lo que

21
te pasó en él. Y si te vuelves hacia Dios buscando, recordarás, si Dios quiere, tu
afirmación de Su soberanía. Y dirás, en ese caso, lo que el Broche de los
Santos de Mahoma (Shaykh Ibn’Arabí), que Dios bendiga, dijo en verso:

Te acaté como Rey antes de mi existencia,


por lo que vio el ojo en un puñado de átomos.
Un testimonio especial cuya razón comprendo ahora.
Cuando di este testimonio no había decepción,
el camino que tomé era llano y alegre.
No era un prisionero, cautivo en el destierro.

El Shaykh se refería a la separación de este Reino, cuando comentaba


“nuestra existencia física nos ha alejado de este Reino”

“El mundo en que nos encontramos”, el segundo Reino, se extiende,


según el Shaykh, desde la superficie cóncava de la Esfera de las Mansiones
Celestiales hasta la superficie de la tierra.

“El Intervalo” (al-barzakh; el tercer Reino) es la barrera que hay entre


este mundo y el siguiente.

El Shaykh (que Dios bendiga) dijo:

Has de saber que “intervalo” es una expresión que denomina algo que
separa dos cosas distintas, como la línea que divide el sol de la sombra,
y, como dijo El (loado sea) sobre la unión de los dos mares, “Entre ellos
hay una barrera (barzakh) que no pueden cruzar” [Corán 55:20]. El
significado de “no pueden cruzar” es que no pueden mezclarse unos con
otros, debido a esa frontera que los separa. El sentido de la vista no la
distingue. Cuando, de repente, se nota, la barrera no existe y, cuando
existe la barrera entre lo conocido y lo desconocido, lo que no existe y lo
que existe, lo negado y lo afirmado, lo racional y lo irracional, se le llama
Intervalo –y ese intervalo es la imaginación.

Pues si la percibes –y eres juicioso- sabes que tu visión ha encontrado


algo que existe, mientras que sabes con certeza que no es una “cosa”
completa y fundamentalmente. ¿Pero qué es esto, de lo que afirmamos y
negamos, al mismo tiempo, que sea una cosa? La imaginación es no
existente o inexistente no conocida o desconocida, no negada y no
afirmada. Y el ser humano viaja hacia su realidad en su sueño y después
de su muerte, y ve cualidades descriptivas como formas corpóreas que
existen, y no hay duda de eso. Y la persona intuitiva ve en su estado de
vigilia lo que el que duerme ve en estado de sueño y el muerto ve
después de su muerte.

“el cuarto Reino es la Resurrección” y es la agrupación de los hombres


“en el despertar de la tierra” [Corán 79:14]. Es la superficie de la tierra, y se
habla de su “despertar” porque en ella está su vigilia y su sueño. El Shaykh
dijo:

Has de saber, Oh hermano, cuando la gente esté en pie en sus tumbas y


Dios Altísimo quiera que la tierra se convierta en algo distinto de la tierra,

22
que la tierra se ensanchará con el permiso de Dios y se levantará un
puente sobre la oscuridad. Toda la creación estará sobre él. Entonces,
Dios trasformará la tierra según su voluntad, como El quiera, en otra tierra
llamada “despertar” y en esta tierra se tendrá conocimiento de Dios:
Nada duerme sobre ella. Dios, Glorioso y Alabado, la extenderá como
una piel. En la expansión que El quiere, El dará fortaleza a la debilidad de
lo que era antes [extendiéndola] de veintiuna partes a veintinueve: El la
estirará como una piel. No verás en ella ni perversidad ni desviación.

“y la vuelta al estado de origen”. Este estado de origen (hafira), según


sus raíces etimológicas, significa el camino por el que llegó el hombre. Se ha
dicho: “así volvió a su estado original” cuando se volvió como vino. Y el
significado de la frase “yo soy de los que vuelven al estado original” es que
volvemos a vivir después de la muerte.

“El quinto Reino es el Jardín” y está entre la concavidad de la esfera


que no tiene estrellas y la convexidad de la Esfera de las Mansiones Celestiales,
y “el fuego”, que va desde la concavidad de la Esfera de las Mansiones
Celestiales hasta el centro de la tierra. Pues, después de la separación y el
juicio, los siete cielos y los elementos cambiarán su forma en Infierno.

“El sexto Reino es la Duna de Arena” [Corán 73:14]. Es una colina de


blanco almizcle donde las criaturas están en el tiempo da la visión de Dios,
Glorioso y Alabado. Está “fuera del Jardín”, porque está en el Jardín del Edén,
que es la fortaleza y ciudadela que hay fuera de los demás Jardines. La mayoría
de la gente no llegará a la presencia y Poderes del Rey a no ser visitado este
lugar.

“En cada uno de esto” seis Reinos que hemos mencionado “hay
apartados que son Reinos dentro de Reinos y conocerlos en su
multiplicidad no está al alcance de los poderes humanos. En nuestra
situación, sólo necesitamos la explicación del Reino de este mundo, que es
el lugar de responsabilidad, esfuerzo”, es decir, pruebas, “y trabajo”, que
necesita el favor [Divino] en los Reinos siguientes. Pues no hay ningún Reino
entre los Reinos que esté en el lugar de la obligación [concretamente, la
obligación de elegir el servicio de Dios, (taklif)], excepto éste. Esto nos señala el
secreto [del proverbio] “El momento no prolonga su remuneración”.

Y, si fueses a decir que la responsabilidad moral de los niños y los necios


llegará sin duda en el Reino de la Resurrección, y que nuestro mundo actual es
la raíz del resto de los Reinos, de tal forma que el Reino del Intervalo, el de la
Resurrección, el del Jardín y el Fuego y el de la Duna de Arena son grados de la
manifestación de este Reino universal, podrías pensar entonces que todos estos
Reinos dependen concretamente de la obligación. Comprende que no es ese el
caso. Pues, si lo crees así, encontrarás que la obligación es una realidad que
organiza el Reino del mundo presente. Sin embargo, si aparece en la
Resurrección, a diferencia del Reino del mundo presente, no precisa
necesariamente una obligación. Necesita cálculo y reparto, nada más. De igual
forma, si el mundo presente necesita obligación, por su estructura esencial,
podría necesitar también reparto por cualquier cosa distinta de su estructura
esencial, lo mismo que la Resurrección requiere la obligación, por algo distinto
de su esencia.

23
Y el Shaykh no alude después a la forma de los Reinos, sino que
establece que no tenemos ninguna necesidad de describirlos aquí, con
excepción del Reino del mundo presente.

4. “asimilación a lo Real, desapareciendo de los mundos”. Esta frese


en un giro técnico. El Shaykh dice que “desaparición” (mahq) es tu aparición en
la existencia del mundo, por El, como viceregente o delegado de El, de tal forma
que te pertenece el dominio del mundo. Y “desaparición de desaparición” (mahq
al-mahq) es tu aparición en Su misterio. En la “desaparición de desaparición” tú
Lo verás, de tal forma que la gente te considera cono una creación sin derecho
[a norma]. Porque ellos no pueden saber que Dios te ha enviado como un
misterio ante ellos, para que vuelvan sus ojos hacia Él. Así, pues, “desaparición
de desaparición” está en contraste con “desaparición”; no es una evolución
exagerada de la desaparición. Es, más bien, como “la no-existencia de la no-
existencia”.

Evidentemente, el siervo, cuando parte de la presencia de Dios para la


Creación, está dotado de todos los medios para actuar entre el pueblo como un
legislador. Ellos no son conscientes de esto, aunque tienen noticias de algunos
y los consideran como Mensajeros (la paz y bendición de Dios sobre ellos) a los
que Dios envió una vez como Sus vice-regentes en la tierra, para impartir Su
Juicio. Dios ha encubierto esta facultad en los herederos [de los profetas], que
son sus viceregentes, aunque no se tenga conocimiento de ello.

Y has de saber que entre el pueblo de Dios la “desaparición de


desaparición” se cumple en este mundo y la “desaparición” en el siguiente. Y
sólo los pocos elegidos del pueblo de Dios alcanzan la “desaparición de
desaparición” ; es para las inteligencias iluminadas. Los elegidos logran la
desaparición; es para las almas iluminadas. Háganos Dios partícipes de la
desaparición de Su desaparición y se le atribuya Su derecho a El solamente.

5. “los maestros que hay entre nosotros”. Nosotros no propugnamos


la contemplación y fana’ y la asimilación en lo Real por la desaparición de este
mundo. Sin duda, “los maestros que hay entre nosotros”, compañeros de los
santos, “desdeñan esto”. A esto se refiere Su sentencia, Alabado sea: “El
Mesías no desdeño ser siervo de Dios” [Corán 4:172]. “Porque es una
pérdida de tiempo” que no deberíamos emplear más que en nuestro propósito:
la observación y la adquisición de las ciencias divinas de la piedad; y porque esto
significa “una pérdida de la [verdadera] línea” para la visión y desaparición en
el próximo mundo.

Porque la visión de Dios en el próximo mundo depende de la medida del


conocimiento de Dios adquirido aquí. Por tanto, este mundo está para la
adquisición del conocimiento con sacrificio. El próximo es morada de facilidad y
contemplación. Durante el tiempo que dedicas a la contemplación en este
mundo estás perdiendo un conocimiento que, de haberlo adquirido, hubiese
aumentado tu contemplación en el próximo. Por tanto, en este mundo, la
contemplación, que te produce una merma en la adquisición de este
conocimiento, es una pérdida en el nivel contemplativo que has de tener en el
próximo mundo, ya que la contemplación depende de la medida del
conocimiento. Lo has contemplado a El en este mundo sólo después de

24
conocerlo hasta cierto punto y has observado cómo es tu conocimiento. Ese
conocimiento, que ha formado la base de tu contemplación, se ha adquirido al
buscar otro conocimiento mayor. De haber logrado el conocimiento mayor, tu
contemplación hubiese sido en proporción más profunda. Si no logras la
contemplación en este mundo por dedicarte a buscar el conocimiento, no te
faltará en el próximo; pero si te falla el conocimiento en este mundo por buscar la
contemplación –porque es un fana’ en el que no hay conciencia- te faltará la
contemplación en el próximo. Es una pérdida en el rango de la visión.

Y, en cuanto a su pérdida en al desaparición, debes saber que la


manifestación de la delegación o vice-regencia no es conveniente, a no ser en el
próximo mundo, donde no hay ni obligación ni petrificación de las categorías del
ser. En el próximo mundo [duplicando la descripción coránica de la acción
creativa de Dios], el hombre le dice a una cosa “Sé” y es. Así, pues, se ha dicho
que Dios envía al pueblo del Jardín un mensaje que dice lo siguiente (y Dios
conoce mejor): “Una carta de la Vida Sempiterna para la Vida Sempiterna. Yo
digo a una cosa ‘Sé’ y es, y he hecho que tú digas a una cosa ‘Sé’ y sea”- y no le
dicen a una cosa ‘Sé’ sin que sea. Esta es la esencia de la manifestación de la
vice-regencia y este mundo no es el adecuado para esto. Porque este mundo es
la morada del trabajo y la responsabilidad y el grado en que aparezca aquí la
vice-regencia es el mismo grado en que se pierde en el próximo mundo. Como
dijo Dios Altísimo, “Has desperdiciado tus dones en la vida de este mundo”
[Corán 46:20].

Sin embargo esto sucede, solamente cuando la manifestación de la vice-


regencia en este mundo no procede de una Orden Divina. Cuando procede de
una Orden Divina-como sucedió con los Mensajeros- no lo rechazan por su
facultad de que “con lo que no le corresponde”: la manifestación de la vice-
regencia y la deserción en la adquisición de conocimiento.

6. “khalwa”. El Shaykh dijo: “Sabrás- y Dios Altísimo nos conceda el


éxito- que la raíz del khalwa está en la Ley Sagrada: ‘A cualquiera que me
recuerde en sí yo lo recuerdo en Mí y a cualquiera que me recuerde en asamblea
yo lo recordaré en una asamblea mejor que la suya’ [hadith qudsi]” La raíz de
khalwa es al-khala´, la nada en que existía el mundo [antes de su creación]

7. “Es preferible que tus alimentos sean nutritivos” de tal forma que
el organismo no tenga un desequilibrio y se deshidrate; “pero evita las grasas
animales”, porque la grasa animal aumenta la animalidad y sus principios
dominarán a los principios espirituales.

8. “Si hubiera alguna influencia que alterase el organismo”, como los


dolores que solía sentir el Mensajero de Dios al llegar Gabriel a él y la inspiración
[del Corán] en su corazón puro. Este estado era un indicio de la presencia [de
Gabriel]. Como [la naturaleza] angélica no es compatible con [la naturaleza
humana], solía ser muy difícil para el Profeta: su organismo se veía forzado y su
frente sudaba.

9. “no sufrirás ninguna alteración en la forma”. Si el influjo se


produjese al nivel de las esencias abstractas para llegar a ti al nivel del mundo
de las imágenes, entonces no sufrirías ninguna alteración en la forma con su
influencia sobre ti.

25
10. “hasta que Dios aparte la influencia demoníaca de él [tu
corazón].” Ya que Dios es el compañero del que lo nombra y el diablo está muy
lejos de Dios Altísimo. Así, pues, Dios y el diablo nunca se encuentran en la
misma compañía.

11. “Si se te ofrece algo de beber” en esta revelación, “elige el agua”,


porque ésta es la forma original del conocimiento absoluto. “Si entre lo que te
ofrecen no hay agua, leche”, el símbolo de la religión pura original, como hizo
el Mensajero, paz y bendiciones sobre él, cuando ascendió a los Cielos [ y se le
hizo una oferta similar]. Porque la leche es la forma del conocimiento de los
Caminos sagrados. “Y si se te ofrecen ambas cosas, mezcla el agua con la
leche” porque ésta es la forma de la relación que hay entre el recuerdo de los
conocimientos y el conocimiento legal sagrado ordenado, es decir, la relación de
cada uno de ellos con él y su relación con cada uno de ellos. “Lo mismo
puedes hacer con la miel: bébela”, porque es la forma del conocimiento
filosófico permisible y los sistemas santificados, abandonados por los filósofos y
clérigos descarriados para agradar a Dios. “Ten cuidado de no beber vino” sin
mezclar. Con ello te descarriarías -pues es la forma del conocimiento de las
etapas- “a no ser que esté mezclado con agua de lluvia” que es la forma del
conocimiento otorgado [por Dios], por quien serás guiado rectamente. Los
estados, cuando no tienen el conocimiento otorgado por Dios, que está libre de
error, confunden a los que toman parte de ellos. “aunque esté mezclado con
agua de los ríos o manantiales,” que es la forma del conocimiento natural,
“abstente de beberlo” porque conduce a la herejía, la apostasía y a la
corrupción de opiniones. Y si estuviese mezclado con agua de pozo, que es la
forma del conocimiento intelectual, da lo mismo. Pues, cuando se enturbian los
estados con el pensamiento, aumenta el error y disminuye la exactitud. Bebe el
agua de los ríos o manantiales sin mezclar, o mezclada con agua de lluvia o
leche; pero no la bebas mezclada con agua de pozo o miel. Y no bebas agua de
pozo si no está mezclada con agua de lluvia o miel.

12. “Este proceso es el de disolución” porque los orígenes materiales


se disuelven en él, como ya indicó el Shaykh. Y su desintegración guarda
relación solamente con la conciencia del buscador, lo mismo que su orden
dependía de su conciencia. Tú, sin duda, conocerás la realidad de esto. Esta
disolución es solamente “del orden”, entre los elementos del mundo exterior.

...Ya sabes que “el estado de contracción (qabd) te acompañará” en el


descubrimiento y examen de todo lo de “estos mundos”, porque estás en el
proceso de disolución en el que se desvanece tu esencia; y esto requiere
contracción, sin duda alguna.

13. “la implantación del mundo de la fuerza vital” ...como la vida que
aparece por medio de Jesús, paz sobre él, en las criaturas vivas vivificadas a
través de él, como el muerto que él levantó y los pájaros de barro a los que dio
vida. El efecto que tenía esta fuerza vital en toda criatura inerte que él trajo a la
vida equivale a la estructura pre-existente de este ser. Por ejemplo, si la esencia
era la esencia de un pájaro, era un pájaro lo que venía a la vida y, si la esencia
era la de un hombre, venía un hombre a la vida; pero la fuerza vital seguía
siendo una realidad única [independiente del pájaro, el hombre o cualquier otra

26
forma revivida]. Sus efectos varían según cambia la estructura pre-existente a
que se aplica.

“y cómo figuran en esta implantación las expresiones [de fe]”, como,


por ejemplo, Su sentencia (Alabado sea) “cuando modelaste del barro la forma
de un pájaro con Mi permiso y soplaste sobre él y se convirtió en un pájaro, con
Mi permiso, y curaste al ciego de nacimiento y al leproso, con Mi permiso, y
cuando resucitaste al muerto, con Mi permiso” [Corán 5:110], y Su sentencia “Le
soplo y se convierte en un pájaro, por la gracia de Allah; curo al ciego de
nacimiento y al leproso y resucito al muerto por la gracia de Allah” [Corán 3:49]

14. “los signos superficiales.” No sé el significado de “signos


superficiales” (al-lawa´ih al-lawhiyya); pero tenemos conocimiento de los
“signos de estado”.

...Sabrás que el Shaykh, Dios lo bendiga, dijo: “Los signos’ (lawa´ih), para
el Pueblo de Dios, significan la evolución de un estado a otro, que empieza a
aparecer en su sensibilidad interna. Para nosotros, significan las luces
esenciales, la gloria trascendente vista desde la perspectiva da la afirmación, no
desde la de la negación –y las luces de los Nombres Divinos, que aparecen en la
contemplación de sus efectos. Todo esto se hace visible para los ojos que no
están cegados por la codicia”. Por tanto, distinguirás estas luces.

En la evolución de un estado a otro, sucede que no se regresa a un


estado después de haberlo abandonado para pasar a otro superior. El objeto [de
un estado] es la influencia Divina y el conocimiento de Dios que proporciona.
[Los estados en sí] son etapas, no son dones de una gracia especial. Pueden
volver repetidas veces, pero el que pasa por ellos no lo celebra hasta que ha
aumentado su conocimiento de Dios, [que no es necesariamente el caso].

15. “la luz de las estrellas ascendentes”. Dijo el Shaykh: “’Las


estrellas ascendentes’ (tawali´) es una expresión técnica que se usa para
denominar las luces de la declaración de unidad (tawhid), que brotan en los
corazones de los gnósticos y que extinguen a todas las demás luces” –queriendo
significar las luces de las pruebas especulativas, no de las proféticas y
reveladas. Y extinguen también las luces de la intuición. Este es el tawhid que
quiere Dios de sus devotos. La parte de pensamiento especulativo se limita a la
declaración de la unidad de grado, especialmente Su existencia como objeto de
adoración, de tal forma que no se puede adorar nada más que a Él. En cuanto a
esto, dice, la evidencia está clara.

16. “la forma del orden universal”. Esta expresión significa la aparición
de Dios en la forma de la Creación. Y sabrás que la existencia esencial está
compuesta de haqq, Verdad, y khalq, Creación; pero no lo lograrás hasta que
hayas sobrepasado la luz de las estrellas ascendentes.

17. “los grados de las ciencias especulativas” según son


actualmente. Conocerás cuales son superiores y cuales inferiores; las que
precederán y las que seguirán. Y Él te revela la realidad de las “ideas
expresadas con sonidos”, rectas y libres de error, “y las formas de preguntas
anonadantes, que confunden el entendimiento”, de tal forma que se

27
desequilibra la constitución de los que les prestan atención, “y la diferencia
entre suposición y conocimiento” –y hay pocos, entre los hombres de
conocimiento, que saben de esto. La mayoría de los observadores casi nunca
encuentran diferencia entre ellos. Y “el nacimiento de relaciones entre el
mundo de los espíritus y el mundo físico”, (lo mismo que Jesús nació de
María y Gabriel, la paz sobre ellos, y el alma entre el espíritu y el cuerpo) y la
causa de esta concepción.

18. “la infusión del Divino Misterio en el dominio de Su amante


sentimiento”. Esta es la unidad de la Esencia en el mundo de los Nombres, la
unidad del Intelecto en el mundo de los espíritus y la unidad del Trono en el
mundo de los cuerpos. Esta unidad es la esencia de la piedad. Esta unidad
penetra en el pueblo de Dios hasta colmar sus esencias, atributos y actos, lo
mismo que los colma la Esencia Divina, el Intelecto y el Trono, y esta
característica aparece tanto en el rey como en la hormiga. Con los infortunados
sucede lo contrario.

Pero, si puedes subir conmigo y seguirme, dice: Allí no hay infortunio,


pues el Misterio Divino cubre plenamente todo el mundo y no hay infortunio.
Todo lo que Dios ha organizado está bajo el control de Su amante cuidado,
porque está al alcance de lo Real. Lo que está a Su alcance está junto a Él y lo
que hay junto a Dios es bueno y está protegido. El infortunio es un mal y en Él
no hay mal. ¡Entiéndelo así! Te he facilitado por etapas, con estas palabras, un
mar de realidades y conocimientos. Si captas profundidad y extraes sus perlas,
eres el dueño del momento. Y Dios, Alabado sea, es el Guía. No hay más
Señor que Él.

19. “Y no hay nada relacionado con una etapa”, un estado o etapa


antes mencionado, “que El te revela” entre los cielos, los elementos y las
criaturas vivas, “que no te de la bienvenida con honor, reverencia y júbilo.
Su grado de Presencia Divina está patente y cada uno te ama en su
esencia.” Esto es una prueba de Dios Altísimo, de tal forma que Él conoce la
fuerza con que te concentras en él y la sinceridad con que lo buscas y tu
renuncia a todo lo que no sea Él. Si te prendas de las cosas preciosas que Él
extiende ante ti y te entretienes con ellas, se te apartará de su puerta y te
perderás. Y si perseveras en su búsqueda y te apartas de todo lo que no sea Él
y llegas a Su Santa Presencia, triunfarás y saldrás victorioso y tendrás dominio,
por orden Suya, sobre todo lo que se te haya ofrecido.

20. “el mundo de la barbarie”. Él lo hizo un mundo de “barbarie,


desamparo e incapacidad”, porque la luz de la inefable naturaleza de Dios
(huwiyya) lo envuelve y nadie puede verlo ni percibirlo por la intensidad de esta
luz. Y, cuidando la naturaleza de los seres, dona la vida, como no se puede
negar.

21.“y tinieblas como la luz de una lámpara” al soplo de la brisa.


Sabrás (Dios te conceda sus dones) que este lugar es una etapa que exige de
los buscadores el máximo valor, ya que, si ellos llegan aquí y esta singularidad
se manifiesta a ellos y se ilumina sobre ellos esta luz que menciona el Shaykh,
ellos piensan que han llegado a la presencia de la Unidad (ahadiyya) y han
triunfado en la revelación esencial. Esto ocurre por la Divina felicidad que
encuentran en esta etapa y porque allí no hay ninguna otra realidad que no sea

28
ellos mismos. Así, pues, ¡Oh buscador de estos caminos!, si tú llegas a esta
revelación, no te quedes en ella ni te apegues a ella porque te de felicidad y
satisfacción.

22. “Y se quitan los velos. Y los velos se caen” sobre “las formas
de los hijos de Adán”. Y esto sucede porque, cuando el primero de nosotros
[Adán] desobedeció a Dios Altísimo se cambió su forma. Un velo del Nombre al-
Sattar, el que vela, cayó entre [la forma alterada de Adán] y las demás formas,
de tal manera que no sabían qué le había sucedido al hombre o el cambio con
que lo había marcado su pecado. Cuando se arrepintió, su forma volvió a ser lo
que había sido. Entonces se le quitó a Adán el velo y las demás formas lo vieron
en su estado original. Esto ocurre por la gracia y generosidad de Dios...

23. “una plegaria especial que reconoces al oírla”. Y ésta es:


“Alabado El que revela lo bello y oculta lo feo”.

24. “Y si no te detienes con esto,” es decir, con el Trono del


Misericordioso, “El te revela... el Primer Intelecto”, que es el primer maestro y
la primera existencia del mundo de registro e inscripción. Es el que dirige y de
quien procede todo, por orden y permiso de Dios Altísimo. Por eso es el “dueño
de todo”, queriendo decir “todo” el Trono, el Alma del Universo. Cuando el
Trono se le llama papel, el intelecto es la Pluma (al-qalam) que escribe en él;
cuando se le llama Alma, el intelecto es su Dueño. Por tanto, el Intelecto es su
“maestro”. “Examinas sus trazos” en las realidades del mundo y en la
realidad de su estado y conoces “el mensaje que transmite... Y presencias su
transmutación”, dado que es una Pluma que escribe en el Papel. Pues,
cuando tú escribes con una pluma, se invierte el caso y das testimonio “de su
recepción” del vasto conocimiento [como cuando se llena de tinta una pluma], y
los “detalles del vasto [conocimiento] del ángel al-Nuni”, pasado al Papel.
Para aprender su lenguaje, son como el regente y el regido de una construcción
de genitivo.

Sabrás que el Shaykh escribió en su libro ‘Uqlat al mustawfiz (“Guía


del Siervo Obediente”)’ que no hay mediador entre el Intelecto y el Creador,
Gloria a El, aunque se ha dicho que entre Uno y otro hay un ángel llamado al-
Nuni [“como la letra nun”, la Letra Capital con que empieza la Sura Setenta del
Corán, llamada la Pluma] que abarca todo el saber universal y es como un
tintero, el Intelecto es como una pluma y el Alma como un papel. Esto no es así.
Más bien al Intelecto, teniendo en cuenta la extensión de su conocimiento y su
esencia, se le llama al-Nuni; y al acto de plasmar los detalles de su conocimiento
escribiéndolos en el Papel se le llama Pluma.

25. “Y si no te detienes con esto”, o sea, con el Dueño de todo, que


es la Pluma Mayor, “El te revela al que mueve” la Pluma. Es “la mano
derecha de la Verdad”, que significa Sus atributos de Belleza, pues son los que
se requieren para la existencia del mundo. Por esto es por lo que ellos usan la
Pluma. Entiéndelo así: si Dios quiere, estarás bien guiado.

Y si no te detienes con esto, El te revela a los Ángeles Extasiados


creados de la Nube. Y si no te detienes con esto, El te revela la Nube, en la que
estaba nuestro Señor antes de que El crease el mundo, y el Mundo, el mensaje

29
del Sublime para nosotros, nos Abrió a su realidad. El Shaykh, Dios Altísimo lo
bendiga, dijo:

La Nube es el escaño del nombre “el Señor” (al-Rabb), lo mismo que el


Trono es el escaño del nombre “el Clemente” (al-Rahman). La Nube es
la primera de las cosas. Dentro de ella aparecieron las condiciones del
espacio y gradación en Aquel que no entra en ningún sitio ni en ninguna
gradación. A partir de ella se manifestaron las bases [ de todas las
existencias posibles] de tal forma que recibe las esencias abstractas de
incorporación (al-ma´ani al-jismaniyya) de los mundos sensibles e
imaginario. Es una existencia gloriosa, cuya esencia abstracta es la
Verdad; es la verdad por la que todo se ha creado y no es otra más que
Dios Altísimo. Es la entidad en la que estuvieron y se determinaron las
formas originales de todos los seres. Recibe la realidad de las
posibilidades y la condición de lugar y el rango de su graduación, y el
nombre de “el Sitio”. Y desde la tierra hasta esta Nube no hay Nombres
de Dios Altísimo, sino nombres de Acciones. En todo el mundo,
inteligible y sensible, entre estos dos extremos, no existe vestigio de
nada que no sea esto.

Y has de saber que, si no te detienes con la Nube, El te revela el Aliento


del Clemente (al-nafas al-rahmani). Este es el origen de la Nube.

Y si no te paras con esto, El te revela el lado de los Nombres de


Trascendencia. Los nombres de acciones desaparecen. Aprenderás el
conocimiento de negación, y tendrás honores en todo el mundo. Y conocerás el
grado que necesitas.

26. “Y si no te detienes con esto” se te eleva a la singularidad


esencial y allí eres “erradicado”. El Shaykh dijo:

Erradicación (mahw) del elegido, loado sea Dios, es borrar las


características habituales y eliminar los defectos y lo que lo Real vela y
niega. Él, alabado sea, dijo “Dios borra y confirma lo que Él quiere”
[Corán 13:39]. Por consiguiente, Él confirma la erradicación. Entre los
hombres de leyes, esto se conoce como “abolición”. Es una abolición
Divina. Dios Altísimo eleva [a sus elegidos] y los erradica después de
que han tomado la determinación de seguir una existencia positiva.
Esto, tanto en las cosas como en sus principios, significa el fin del
intervalo asignado a su existencia y el paso de la frontera que continúa
por un “plazo determinado” [Corán 6:2]. Porque El dijo: “Todo continúa
durante un plazo concreto y está establecido así hasta un momento
determinado” [Corán 20:129]. Entonces, El anula su determinación,
aunque no en su forma esencial (‘ayn), porque El dijo “continuando
hasta un momento determinado” [y las formas esenciales no existen en
el tiempo]. Y, cuando llega el momento determinado, cesa su
“continuación” (o “flujo”), pero su forma original permanece.

27. “retirado” El Shaykh dijo:

Retiro (ghayba), para la gente, es apartar el corazón del conocimiento


de lo que pasa en el mundo para ocuparse de lo que le interesa.

30
Cuando es así nada más, sólo es la separación de una manifestación
Divina. No es correcto que esta separación se deba a que hay algo
creado que nos atrae; [más bien debería ser] porque uno está
[verdaderamente] ocupado, ausente de las cosas del mundo. Y en esto
es en lo que el Grupo [del pueblo de la verdad] se diferencia de otros,
porque la separación [per se] existe virtualmente en todos los grupos.
Un retiro de este tipo se hace con la verdad, apartándose de la creación,
de tal forma que resulta noble y piadosa.

Y el pueblo de Dios Altísimo tiene diversos grados de retiro, aunque


todos son hacia la verdad. El retiro de los gnósticos consiste en
apartarse de la verdad hacia la verdad; el de los demás pueblos de Dios
Altísimo es apartarse de la Creación para ir a la verdad. El retiro de los
mayores conocedores de Dios va de la Creación a la Creación, porque
ya se han dado cuenta de que no hay más existencia que Dios, Quien
plasma los aspectos posibles de las formas originales inalterables.

28. “aplastado” Es una expresión para indicar la desaparición de la


estructura de tu realidad por la fuerza que predomina al descubrir la Singularidad
Esencial.

29. “se te afianza” El Shaykh, Dios le de su bendición, dijo:

Afirmación [o fijación; ithbat] es el orden predestinado de todo el


mundo. Así, pues, cualquiera que pretenda abolir el orden habitual, sin
duda viola el adab, la norma de la recta conducta, y es un ignorante. Lo
que la gente llama romper un hábito es también un hábito, ya que
romper los hábitos como norma deja de ser otro hábito.

Por tanto, sólo se elimina una costumbre con su afirmación. Pero [para
que sea éste el caso] el que se encarga de esta afirmación deber tener
alguna relación con lo Real, y ha de ser por causa de esta relación por
lo que establece los principios de las costumbres. Porque su Amigo los
ha abandonado, dejándolos sin amistad ni armonía. ¿Cómo se puede
ser Su amigo y tener relación con El mientras se está maquinando
contra El para anular lo que la Sabiduría ha creído conveniente
confirmar, especialmente si el que participa en esta etapa sabe sin duda
que Dios es “Sabio y Conocedor” de lo que El establece y hace que
exista? Por tanto, él ha de confirmar lo que confirme su Amigo. Si no lo
hace así, y busca en cambio la anulación [de lo que Dios ha
confirmado], es un pendenciero. El que disputa contigo no es tu amigo
y tú tampoco eres su amigo. Personas así son casi intransigentes.
Pero el que es amigo de la confirmación está siempre en contacto con la
Verdad, de tal forma que confirma los principios de las costumbres y da
testimonio de El en ellos. No se tiene firmemente esta [amistad] si se
busca [aunque sea de momento] la derogación de las leyes, en vez de
su cumplimiento.

30. “Mientras” el que llega se mantiene firmemente “en su destino”,


donde ha terminado su búsqueda, “se le llama ‘el que se para’ (al-waqif)”, el
sujeto, el consumado, y se le atribuye la mitad de la perfección, “ida sin vuelta”,
“hasta que inicia su regreso”. Cuando regresa, se le atribuye la perfección de

31
la perfección. “Los que se paran” quiere decir lo que llegan a los destinos de
los caminos asignados por sus predilecciones. Porque no hay más metas que
las relacionadas con los principios. La existencia de una finalidad absoluta no se
puede ni imaginar; caso contrario, las realidades se derrumbarían.

“Los absorbidos en esta etapa”, que es el fin de su viaje, “como, por


ejemplo, Abu-‘Iqal” al-Magribí, entre los grandes que lo lograron, “y otros”,
como Abu-Yazid Bistamí, que, cuando llegó entre los buscadores de la
Presencia, se vio honrado con la vestidura de la vice-regencia y delegación y se
le dijo “Ve a mi Creación con mi Forma y todo el que te vea a ti me ve a Mi...”.
“En ella”, que significa esta etapa en que son absorbidos, “los toma [Dios] y
en ella resucitan” porque una persona muere como ha vivido y resucita como
ha muerto.

31. “Son partidarios de los grados, si los comparamos con


nuestros maestros”, que son partidarios de las etapas.

32. “ ‘ubudiyya” Debes saber que ‘ubudiyya, esclavitud, es la


característica esencial del siervo. Es la esencia de la pobreza, su posibilidad.
‘Ubudiyya es la atención indivisa a la contemplación, propia de un siervo; su
observación continua en cada estado, etapa, revelación, descubrimiento,
contemplación y grado. Y el servicio es lo que procede, según las normas de la
servidumbre. Fana’ en ‘ubudiyya significa la no-existencia de la contemplación
[desde la posición] de señorío y la misma concentración bajo cualquier aspecto
[de lo Real].

33. “la más sublime de ellas”, porque rodea [todas] las puertas...y
convoca [a la gente] a la totalidad de los Nombres.

34. “Se distinguen solamente en la forma de dirigirse al pueblo, ya


que la forma de hablar de un santo es distinta a la del Profeta” El santo
habla para los que están tras él y lo siguen. El Profeta lo hace al que está antes
que él, por una autoridad fundamental, y no a sus seguidores. El santo habla por
la revelación de su Profeta, mientras que el Profeta habla sin revelación, es decir
sin mediación de otro Profeta.

35. “y no es así’” porque el que sigue a alguien, al ser él el que sigue,


nunca alcanza el estado de la persona a quien sigue. Y sólo es un santo en
tanto en cuanto es un seguidor, ya que su santidad es la base de su
seguimiento.

36. “los Profetas se encumbran por su luz fundamental”, es decir,


el conocimiento Divino revelado. “Fundamental” porque les viene directamente
de su origen, sin intermediarios, y si son Profetas es precisamente porque
reciben esta luz. “Mientras que los santos lo hacen por lo que se les
concede providencialmente” dada su predisposición a la santidad “por esta
luz” que cae sobre cualquiera que se somete a ella. Un nivel de santidad tiene
su luz fundamental solamente en la medida proporcional de su forma original. La
predisposición para la santidad no es otra cosa.

La capacidad de los santos se incrementa con el esfuerzo humano. Por


tanto, el santo sólo adquiere la fortaleza de esta luz fundamental que recibe en

32
función de lo que él ha merecido. Este incremento se debe a la luz, porque el
encumbramiento de la Verdad es oscuro a los ojos de los gnósticos. Esta luz es
el conocimiento revelado con que El los ilumina. Se da a los Profetas sin
preparación. Por esto, la profecía no se gana. Esto es de dominio público y el
Shaykh opina así también. Y se da también a los santos sólo por medio de la
capacidad que han adquirido con los trabajos que han recibido de los Profetas.
Los trabajos de la mente no forman parte de esta preparación, pues la santidad
se consigue con los trabajos de la Ley Sagrada, no con los del pensamiento.

37. “Debes saber que Mahoma” que[como figura en el famoso


hadith] era un profeta cuando Adán estaba todavía entre el agua y la arcilla, “es
el que dio a todos los Profetas y mensajeros” sus ciencias, Caminos
sagrados y “situación” y estados “en el Mundo de los Espíritus”, porque él es
el guardián de los Secretos Divinos. Pues su espíritu es el Primer Intelecto,
tesorero del Divino y principio del mundo de registro e inscripción, la realidad de
la primera determinación, que es el origen de todas las determinaciones. Así,
pues, según el Nombre “el Oculto”, por su realidad y espíritu es el que da todo
lo que se da. Según el Nombre “el Manifestado”, todos los que dan dones son
sus delegados y seguidores. Reciben de él en el Nombre del Oculto, y mandan
en el mundo en el Nombre del Manifestado. Y así siguió su norma sin cesar,
“hasta que se le dio un cuerpo”, el cuerpo físico, a la [raza] “blanca y a la roja”,
[o esa, toda la humanidad].

38. “...los Profetas que lo conocieron” en la época de su aparición


en el cuerpo, como Khidr, la paz sobre él, que, según el Shaykh, es uno de los
profetas que conoció, recibió y siguió al Mensajero en el mundo material. Esta
expresión no hace alusión a nada que contradiga la tradición sagrada [no debe
entenderse como que se pone en entredicho la dignidad de Mahoma como
último de los profetas], porque no lo considera así ni la enseñaza transmitida ni la
intuición.

“o los que vinieron” de los cielos “tras él”, es decir, después de


Mahoma. Este es Jesús, la paz sobre él, que bajará al final de los tiempos,
gobernará según nuestra Ley, matará a los cerdos, romperá las cruces y llamará
a los hombres a la comunidad de Mahoma, la paz y bendiciones sobre él. El es
el Broche de toda la Santidad.

39. “de ordinario se verá relacionado con sucesos


extraordinarios”. Tendrá pleno conocimiento de todos los estados, tal como
vinieron a la existencia. Esto es necesario para tener un “justo equilibrio de las
escalas” [Corán 55:9] y la no-existencia del “peso y medida pequeños”.

“Dirá sin cesar con cada exhalación...” de las exhalaciones del


Clemente, cuya finalidad es renovar la creación, o, siguiendo otras
interpretaciones, con cada exhalación humana, que es la interpretación más
lógica.

“mientras la esfera celestial gira por Su aliento”. El Shaykh dijo:


“Entonces conocerás el proverbio sufí que dice que la esfera celestial gira por los
hábitos del mundo, lo que da a entender que el mundo es exhalado. Es decir, la
causa de su revolución es la existencia de las exhalaciones; con su revolución,
Dios renueva las exhalaciones.

33
40. “El Momento” (waqt) es una expresión usada para indicar el
presente en el tiempo. El presente no pertenece al pasado ni al futuro. Es una
existencia entre dos no-existencias. Y si tu Momento en el venero de tu
presente, eres hijo de tu Momento y tu Momento determina lo que eres, porque
él existe y tú no existes, tú eres ilusión y él es realidad. Si tu Momento es la
obediencia y la contemplación característica de la servidumbre de cada estado,
entonces eres uno de los que permanecen. Y si es todo lo contrario, entonces
eres uno de los efímeros. En el primer caso, tu momento es la proximidad y en
el segundo , la distancia: en cualquiera de los casos, el Momento te dará
inevitablemente su experiencia. Si tu Momento es la proximidad, tu experiencia
viene de la Presencia de la proximidad; pero si tu experiencia es la distancia, tu
experiencia viene de la Presencia de la distancia. Todo el que añora el pasado y
llena el momento presente con el pasado en uno de los distantes, pues se deja
llevar por lo que le pide el momento actual, con el agravante de que no volverá.
Esta es la esencia de la no-existencia. Y todo el que esté pendiente del futuro
está en la misma situación.

41. “mientras el corazón los está anhelando” porque el anhelo


(shahwa), como dijo el Shaykh, es un deseo natural limitado. Por consiguiente,
el anhelo no se apega a ningún objeto, si no es por la inclinación de un impulso
natural. Si alguien descubre en sí mismo una inclinación hacia algo sin que
intervenga un impulso natural (como su inclinación por los significados abstractos
y altos conceptos espirituales y la perfección y la visión y conocimiento de Dios),
en ese caso no necesita vencer esa inclinación. Pero si está inclinado a estas
cosas por el placer de pensamientos ilusorios, en ese caso, esta [misma
inclinación] es el nexo de su anhelo. [Es atracción] por la forma, pues la
imaginación, cuando ha hecho corpóreo lo que no tiene forma –y esto va contra
la naturaleza- se para, sencillamente.

...El Shaykh dijo: “La voluntad es un atributo Divino, natural, espiritual....


Si hay alguna inclinación hacia lo inmaterial sin imaginación... es una inclinación
de la voluntad, no de un deseo natural. El deseo, pues, no tiene acceso a
entidades que no dependan de la materia; pero la voluntad tiene conexión con
todo objeto del alma y del intelecto, tanto si es atractivo [como los apetitos] o no.
El deseo sólo tiene conexión con lo que produce al alma un placer especial”.

42. “himma y algo más”- devoción exterior, que la perfección de su


exterior.

43. “Y si” el que busca está adornado con la preparación que hemos
descrito, y “logra la esencia de la realidad” que es la esencia de la realización
en forma- “y desaparece su intención” es decir, su voluntad en la Voluntad de
Dios, llega a conocer que su voluntad es una rama de la Voluntad de Dios. Dios
Altísimo ha dicho: “Y tú no quieras nada más que lo que Dios quiera” [Corán
76:30]. Si Dios no hubiese querido que el que busca hubiese llegado a El, no lo
hubiese hecho. Podemos citar más pasajes del Corán que guardan relación con
esto y entre ellos está Su sentencia: “El se volvió hacia ellos para que ellos se
volviesen hacia El” [Corán 9:118], y “El los ama a ellos para que ellos lo amen a
El” [Corán 5:54]. Pues la realidad es la negación de los vestigios de tus atributos
por Sus atributos, ya que El es quien actúa por ti, en ti, desde ti y tú no eres. “Y
no hay más criatura viviente que las que El coge por las guedejas” [11:56]. La

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disolución de himma es la esencia de la realización del ser humano en forma [es
decir, en su verdadera forma esencial humana], pues sus atributos, por
entonces, son la esencia de los atributos de Dios. Entiéndelo así.

Y sabrás que el viaje a Dios es limitado, porque significa la travesía de


la distancia ilusoria [que hay entre el hombre y Dios] que es la esencia del
mundo. Y el viaje en Dios, que es el conocimiento de El en Sus atributos, es
infinito, porque Sus atributos (alabado sea) no tienen fin. Por tanto, llegar a Dios
es algo que no tiene fin “y la consecución de lo que hay tras esto no tiene
límites”.

El que ha llegado dice en la voz del que “lo consigue” –en quien han
aparecido algunos de los aspectos de Dios, que son Sus Nombres- “No puede
ser” que Dios exista dentro de las limitaciones de su esencia “de otra forma” –
la que ha adquirido el que ha llegado. Pues [en cualquier otro caso] Lo limitaría y
El, Alabado sea, no tiene condiciones ni límites. O, según otra interpretación de
esta sentencia, “No es necesario” que lo que ha ocurrido ocurra así –y esto está
más claro- pero ha sucedido “a causa del arrobo que se produce al caer los
velos”. Y todas las cosas son aspectos de Dios, que son Su forma esencial. Y
“con el conocimiento que se adquiere con la contemplación salta a la vista
lo que hay tras cada apariencia”, es decir, lo que hay detrás de lo que ha
aparecido en él, según su capacidad; pues el conocimiento tiene una expansión
que no es compatible con ninguna estrechez [o sea, que no se puede confiar en
las limitaciones del que lo busca, sino que lo trasforma]. Así, pues, cuando El se
manifiesta a Su siervo en la revelación, lo prepara para otra revelación; y así
sucesivamente, sin fin. Por tanto, no se puede imaginar una saturación en el que
verdaderamente ama lo Real, ni se puede concebir una limitación o un fin para el
que recibe la revelación. Sobre esto dijo el Shaykh: “Es como si la experiencia
del que conoce entrase en su corazón a través del Aquel Cuyo ser es infinito,
imponiendo una limitación, por amor de la manifestación que se hace posible en
él” que está tras las apariencias, ya que el Único Aparente, aunque es uno
en esencia, es infinito en aspectos. Son sus vestigios en nosotros”. Sus
atributos sólo se completan en nosotros. Por tanto, nosotros Le damos los
atributos y El nos da el ser. Y si alcanzar lo que hay tras esto no tiene límites, es
debido a que cada contemplación se convierte en una cara a cara con una
contemplación más elevada. Y esto no tiene fin.

“Y, según esto, que trabajen los trabajadores y, según


esto, que litiguen los litigantes...”

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GLOSARIO

Abu-‘Iqal al-Maghribí. Un Sufí de finales del siglo XI, que vivió en La Meca
durante cuatro años sin comer ni beber nada, en un estado de ghayba,
ausente del mundo.

Abu- Yazid Bistamí. Abu- Yazid Tayfur ibn ‘Isa al-Bistamí (murió en 848 u 874),
un gran Sufí, famoso por sus éxtasis y viajes místicos reales. Nieto de
un mazdeista, cuando le preguntaron “¿Cómo ha encontrado la
sabiduría?”, respondió: “Con el hambre y la pobreza.” Estuvo treinta
años en meditación y fue uno de los que aprendieron el Corán de
memoria. Una vez llevó a su hijo a ver a un santo famoso de su época.
Lo vio escupir en dirección a la Kaaba. Cogió a su hijo y se marchó
inmediatamente diciendo: “¿Cómo podría seguir alguien a un hombre
que no obedece el adab del Profeta (paz y bendiciones sobre él)?”.
Decía que no podía expresar con palabras las enormes dificultades que
había encontrado en el camino de la espiritualidad; pero que lo más fácil
que recordaba era que una vez que su nafs no le dejaba orar lo castigó
a no beber agua durante un año. El Shaykh Musa ibn ‘Isa cuenta de su
padre que Hazrat Bistamí dijo: “Si ves a un hombre sentado en el aire
con las piernas cruzadas, pero no te enseña a seguir meticulosamente
la Ley Sagrada, no creas en él.”

adab. Etiqueta, comportamiento. En Sufismo, el modo de actuar correctamente,


la cortesía espiritual del Camino.

ahadiyya. La Unidad Indivisible de Allah, conocida solamente por El mismo y los


que no son otra cosa más que El.

‘alim. Conocedor; en términos generales, un hombre instruido, especialmente un


teólogo. Aquí, para Ibn ‘Arabí, un maestro a quien Allah ha asignado la
tarea de enseñar y guiar, siguiendo la tradición profética “Los
Conocedores son los herederos de los Profetas”.

‘arif. Gnóstico, el que ha llegado a conocer al Ser Divino. Aquí, para Ibn ‘Arabí,
el que no tiene obligaciones con la Creación, sino sólo con el Creador.

asma’ ilahiyya. Nombres Divinos, tal como se dice en el Corán 20:8: “Tiene los
Nombres más bellos” (al-asma’ al-husna). Los Nombres Divinos se
dividen en Nombres de Esencia, que expresan trascendencia pura, y
Nombres de Atributos, que expresan cualidades divinas y acciones.
Singular: ism ilahi.

‘ayn. Ojo y también la autentica esencia, como, por ejemplo, en el termino ‘ayn
al-yaquin, ojo de la certeza, que significa conocimiento visto y también
la verdadera realidad del conocimiento.

baqa’. La instalación de todos los buenos atributos del hombre, la existencia


eterna. (Ver fana’). Baqa’ es el principio del viaje a Dios.

36
barzakh. Intervalo, cualquier estado intermedio entre dos grados de existencia,
especialmente el mundo de las formas sutiles que hay entre el mundo
físico y el supraformal.

dhikr. Recuerdo, mención, la evocación de Allah mediante la invocación de Sus


Nombres.

fana’. La desaparición total de las malas cualidades del hombre, aniquilación.


Como se dice en el Corán 55:26-27: “Todo lo que hay sobre [la tierra]
se desvanece; la faz de tu Señor permanece en su majestad y honor”.
(Ver baqa’). Fana’ es el final del viaje a Dios.

Fusus al-hikam. “Broches de Sabiduría”. Discusión hecha por Ibn ‘Arabí a las
Palabras Proféticas, las únicas variedades de perfección tenidas por
ciertas en los 27 profetas mayores.

al-Futuhat al-Makkiya. “Las Revelaciones de la Meca” (llamadas así porque el


ángel de la inspiración se le apareció por primera vez en la Meca para
anunciarle este trabajo). Es el libro más extenso de Ibn ‘Arabí y consta
de 560 capítulos. Es una colección de enseñanzas y observaciones
sobre una amplia variedad de temas.

ghayba. Ausencia, el estado del ser que está inconsciente del mundo. La
ausencia del mundo lleva consigo la presencia en algo distinto.

hadith. Narración, relato relación de los hechos y máximas del Profeta (la paz
sobre él) trasmitidos por intermediarios fidedignos. El Profeta dijo
refiriéndose al hadith: “El fiel mira con la nur [luz] de Allah” “Los
creyentes miran con el ‘ilm [conocimiento] y basira [vista] que se les da
de forma especial”. Nur, en este caso, significa ilm y basira. Una
“tradición” del Profeta sólo se convierte en hadith cuando se ve con ‘ilm
y basira, un regalo de Allah al creyente.

hadith qudsi. Relato sagrado. Una Palabra Divina no-Coránica, revelada por
medio del Profeta (la paz sobre él).

hadra. Presencia, uno de los modos o niveles de la Presencia Divina. Hay tres
hadarat mayores:

Hadrat ul-ghayb il-mutlaq, no-manifestación absoluta, reflejada en las


esencias fijas eternas.
Hadrat ul-ghayb il-mudaf, no-manifestación relativa, reflejada en el
universo de los espíritus.
Hadrat ul-mithal, manifestación relativa, reflejada en las formas sutiles.
Hadrat ul-mushahadat il-mutlaqa, manifestación absoluta, reflejada en
el mundo físico.
Hadrat ul-jami’a, la presencia de la totalidad, reflejada en el Hombre
Perfecto.

hafira. Inicio, estado original. Ver el Corán 79:10: “Ellos dicen: ¿Se nos hará
volver al estado original (hafira)?”.

37
haqq. Verdad, lo Real, la Realidad Divina, distinguiéndola de la Creación. (Ver
khaq).

himma. Resolución, determinación, fervor. Para Ibn ‘Arabí, la voluntad


espiritual, la fuerza concentrada de la intención del corazón.

huwiyya. Del pronombre huwa, “El”: la inefable Identidad Divina, el Mismo


Dios, trascendiendo todo atributo o descripción.

Ibn Jawziya. Shamsuddin Muhammad ibn Abu-Bakr al-Jawziya (1295-1356),


un teólogo y seguidor de Ibn Taymiyyam, clérigo y escritor
tradicionalista.

Ibn Rushd. Abul Walid Muhammad ibn Ahmad ibn Rushd (1126-1198),
conocido como Averroes, el mayor filósofo árabe de España, famoso
por sus comentarios sobre Platón y Aristóteles y su análisis preceptivos.
Fue acusado de herejía por sus contemporáneos teólogos.

‘ilm. Conocimiento, ciencia. ‘ilm es una luz de la lámpara de la profecía en el


corazón del siervo, por la que encuentra el camino de Dios, el trabajo de
Dios y el orden de Dios.

ilm. es la característica principal del ser humano: no es ni el conocimiento


sensorial ni la razón. El intelecto es lo que distingue entro lo bueno y lo
malo. El intelecto que distingue entre lo bueno y lo malo de este mundo
lo tienen tanto los creyentes como los no creyentes. El intelecto que
distingue lo bueno y malo del próximo mundo sólo lo tienen los
creyentes. Los creyentes tienen un ‘ilm especial. El ‘ilm y el verdadero
intelecto lo necesitan tanto uno como otro. El conocimiento de la
certeza (‘ilm al-yaqin) sirve para oír que existe el fuego. La visión de
lo cierto (‘ayn al-yaqin) sirve para verlo tú mismo; pero la realidad de lo
cierto (haqq al-yaqin) consiste en ser fuego.

istihlak. Absorción. Para Ibn ‘Arabí es el estado de ser consumado o poseído


por la Presencia Divina, de tal forma que toda conciencia de
multiplicidad y mundo relativo queda destruida.

ithbat. Afirmación. Aquí, la afirmación de lo que Dios ha ordenado. (Ver


mahw).

khala’. Vacío. Según Ibn ‘Arabí, el estado del universo antes de su creación y
el origen de la palabra khalwa.

khalq. Creación. El mundo creado, distinto de la realidad absoluta.

khalq jadid. Creación renovada. Del Corán 50:14: “Están ilusionados por una
nueva creación”. Para Ibn ‘Arabí, la continua y sucesiva destrucción y
recreación del mundo, que es la manifestación infinita de Allah.

khalwa. Retiro. El acto de abandono total, deseando la Divina Presencia. El


que emprende el khalwa, como un hombre que ha muerto, renuncia a
todo lo del mundo y a las apariencias religiosas, como un primer paso

38
para renunciar a su propia existencia. En completa reclusión, repite
continuamente el nombre de Dios. Preguntaron una vez a un hombre si
era clérigo y contestó: “Soy el que guarda los perros y cuida de que no
ataquen a la gente para que pueda vivir segura y en paz. He encerrado
los perros de mis nafs y estoy vigilándolos”.

lawa’ih. Apariencia exterior, aspectos, signos. Un estado (hal), cuando no es


continuo, se llama lawa’ih o bada’ih, que quiere decir un estado
aislado. El estado de iluminación que aparece algunas veces en los
novicios es lawa’ih. Del lawa’ih dijo un poeta: “¡Oh relámpago
refulgente! ¿Qué parte del cielo estás iluminando ahora?”.

lawa’ih lawhiyya. “Signos superficiales” o “apariencias externas del Papel”.


Esta expresión de Ibn ‘Arabí es oscura. Jili la identifica con lawa’ih
haliyya (ver lawa’ih). Es posible que esta palabra proceda de al-lawh
al-mahfuz, el Papel Custodiado en el que se han escrito todos los
destinos, idéntica al Trono de Clemencia (ver sarir al-rahmaniyya). En
el texto, sin embargo, el Papel se revela a un nivel mucho más elevado
de lo que están estos “signos superficiales”.

mahq. Anulación. El estado inalterable de no ser, capaz de ver hasta a sí


mismo. Es el estado que hay por encima de mahw, ya que en este
estado hay vestigios de mahw, mientras que en el estado de mahq no
hay ningún vestigio. Jili considera que es la manifestación de la Vice-
regencia de Dios y que su perfección no pertenece a este mundo.

mahq al-mahq. Anulación de la anulación. La concesión de la vice-regencia


destinada por Allah al verdadero ser humano. Jili dice que mahq al-
mahq puede conseguirse en este mundo.

mahw. La eliminación de los hábitos propios (atributos habituales). Equivale a


ithbat, acción por la necesidad de adoración. Mahw significa el barrado
de errores en el yo visible; de la inconciencia, en el corazón y de la
tendencia a ver otra cosa que no sea Allah, en el alma. Mahw es lo que
Dios oculta y elimina por Su Voluntad. Ithbat es lo que El revela y hace
que exista. Si alguien deja sus hábitos, un producto de sus propias
acciones, y los sustituye por los maravillosos atributos y estados, dones
y beneficios otorgados por la adoración de Allah, entonces tiene las
cualidades de mahw de ithbat.

mark. Trama, ardid. El ardid de Allah es la gracia que continúa de la infracción


de la Ley, la permanencia en un estado, a pesar de la violación de adab
y la apariencia de milagros, sin esfuerzo espiritual.

Malamiyya o Malamatiyya. Los Sufíes cuya disciplina consiste en


representarse a sí mismos, aceptando que los demás los consideren
pecadores, mientras ellos se saben inocentes en secreto. Ibn ‘Arabí
aplica este término al grado más elevado de Sufíes, que tienen el
secreto de Mahoma (la paz sobre él). Singular: Malami o malamati.

maqam. Un estado o nivel de evolución espiritual.

39
mardudun. Los enviados de nuevo. Ibn ‘Arabí designa con esto a los que,
después de alcanzar la Presencia de Allah, son enviados por El a Su
creación. Están considerados como superiores a los que permanecen
en contemplación exclusiva. (Ver mustahlikun.) Singular: mardud.

mawatin. Reinos. Ibn ‘Arabí aplica este término a los últimos ámbitos o
“patrias” de toda experiencia creada. Son seis: Pre-Creación, este
mundo, el mundo sutil, Resurrección, Infierno/Paraíso y el lugar de la
Visión Divina, “fuera del Paraíso”. Singular: mawtin.

Muhibbuddin al-Tabarí. Muhibbuddin Abul-‘Abbas Ahmad ibn ‘Abdullah al-


Tabarí (1218-1295), un jurista de la Meca, estudioso de la tradición, de
quien nos han llegado una famosa colección de hadith y otros 216
trabajos.

muhyiddin ‘Abdul-Qadir Jilani. Muhyiddin Abu-Muhammad ‘Abdul-Qadir ibn


Abu-Salih al-Jilani Zengi Dost (1077-1166), un santo de inmenso
prestigio y gracia espiritual. Tiene una aureola de multitud de leyendas
e historias. Se preparó primero como jurista y se hizo Sufí de la mano
de Shaykh Abul-Khayr Muhammad ibn Muslim Al-Dabbas, de quien se
dice que lo trajo al Sufismo en cuanto lo vio. Shaykh ‘Abdul-Qadir Jilani
empezó a predicar en Bagdad en 1127. Rápidamente se ganó prestigio
como el más emotivo y elocuente de los predicadores y congregó
numerosos auditorios. Contestaba a las preguntas que le llegaban de
todo el mundo y distribuyó grandes cantidades en obras de caridad. Su
status espiritual era tal que una vez dijo: “Mi pie está sobre el cuello de
cualquier santo”. Muchos maestros del más alto prestigio, tanto en su
tiempo como después, lo han reconocido como su maestro.

mustahlikum. Expresión de Ibn ‘Arabí para denominar a los que se pierden en


la contemplación de la Unidad de Dios, con exclusión de Su
manifestación de multiplicidad. (Ver inthlak). Su estado no es tan
elevado como el de los que reúnen ambos aspectos. (Ver mardudun).
Singular: mustahlik.

al-nafs al-rahmaní. El Hálito Clemente, la Gracia Divina que “exhala” la


existencia del mundo.

nafs. Yo, ego, deseos. Se dice que no se puede acercar uno a Dios si no es
por medio de Dios y que entre el siervo y su Señor no hay más velo que
sus nafs. El Sufismo reconoce siete estados de perfeccionamiento de
los nafs.

al-Nuni. El que está modelado como la letra nun. El nombre de un ángel, la


personificación del Primer Intelecto en su aspecto pasivo como vaso de
todos los conocimientos.

qabd. Contracción, proximidad. En Sufismo, disminución del ego pasando de


la personalidad exterior a la interior. Como etapa, describe al Sufí que
ha superado el khawf (temor a Allah) y el raja’ (deseo). A este nivel,
khawf se convierte en qabd; raja’ se convierte en bast, expansión.

40
Khawf y raja’ pertenecen al futuro, mientras que qabd es el temor
actual y bast es el deseo actual.

al-Qalam. La pluma, título de la Sura número 70. Es el término coránico para


designar la divina conciencia, primordial, comprensiva, activa. La
expresión filosófica paralela usada por Ibn ‘Arabí es el Primer Intelecto.

qutb. Eje o quicio. El máximo estado de la jerarquía Sufí de los santos. El


qutb es el responsable directo del bienestar de todo el mundo. Se dice
que el qutb es el sucesor espiritual de Mahoma.

al-Rabb. Nombre Divino, el Señor. En árabe significa el cuidador, el que guía


la evolución de algo. Ibn ‘Arabí dice que este nombre rige la Nube, la
entidad primordial en cuyo interior se forman todas las condiciones.

al-Rahman. Nombre Divino, el Clemente. La Clemencia indica por este


Nombre es la compasión que envuelve todo el universo y por la que el
universo se creó. Ibn ‘Arabí dice que este Nombre rige el Trono de la
Clemencia. (Ver sarir al-rahmaniyya).

riyada. Preparación del carácter con prácticas ascéticas.

Sa’duddin Hamawi. Sa’duddin Muhammad ibn al-Mu’ayad al-Hamawi (1191 ó


’98 – 1252 ó ’60) fue uno de los doce herederos del gran Shaykh
Najmuddin Kubra y uno de los famosos sufíes de su época. Sadruddin
Qunyawi, el discípulo de Ibn ‘Arabí estuvo con él en su juventud.
Shaykh Hamawi era conocido como autor de poesía mística y de textos
Sufíes. Se le atribuyen muchos milagros. Se dice que su alma se
separó de su cuerpo durante trece días.

sarir al-rahmaniyya. El Trono de la Clemencia, llamado también el Papel


Custodiado, es el Alma del Universo. Todo destino y todo conocimiento
está controlado por él.

al-Sattar. Nombre Divino, El que pone los velos (El que cubre los pecados de
los hombres)

shahwa. Anhelo, apetito natural.

shaykh. Maestro, guía espiritual. La traducción literal es “viejo”. Es el título


que ostenta el que enseña el Sufismo (También se escribe Sheikh).

sura. Forma, ya sea física, sutil o abstracta.

taklif. La obligación del ser humano de escoger el servicio de Dios. Ibn ‘Arabí
decía que era un principio constituyente de este mundo.

tawali’. Estrellas ascendentes. En el proceso de la evolución, siguen al


lawa’ih. Las tawali’ son las primeras alusiones a los Nombres Divinos,
que iluminan al siervo y embellecen su carácter. Son las luces del
tawhid, que superan a todas las demás luces.

41
tawhid. La declaración de la Unidad de Dios, expresada por la frase La ilaha
ila ‘llah. “No hay más dios que Dios”.

‘ubudiyya. La cualidad del siervo, que se dice que se perfecciona en Mahoma


(la paz sobre él).

‘Uqlat al-mustawfiz. “El Encanto del Siervo Obediente”, un libro escrito por Ibn
‘Arabí, revisado por Jili. Habla del Hombre Perfecto y los grados de ser
y se escribió cuando Ibn ‘Arabí contaba cerca de treinta años, antes de
su peregrinación a La Meca.

waqif. El que se para. Ibn ‘Arabí usa esta palabra para denominar al buscador
en el momento en que alcanza su objetivo, tanto si permanece en
contemplación (ver mustahlikum) o regresa al mundo (ver mardudun).

waqt. Momento. En Sufismo, la duración de un episodio de existencia real


consciente, o recuerdo de Allah.

watan. Patria. Tiene la misma raíz que mawatin, Reino.

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INDICE

Introducción______________________________ 7

Detalles de la vida de Ibn ‘Arabí______________ 15

Viaje al Señor del Poder_____________________ 23

Notas del comentario de


‘Abdul-karim Jili___________________________ 67

Glosario__________________________________ 103

43
Viaje al Señor del Poder
Hz Ibn´Arabi

Orden Halveti al Yerrahi


Dergah Buenos Aires

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