Guia de Auscultacion y Ruidos Respiratorios 1 1
Guia de Auscultacion y Ruidos Respiratorios 1 1
Guia de Auscultacion y Ruidos Respiratorios 1 1
Auscultación
El funcionamiento normal del aparato respiratorio da origen a sonidos o ruidos que
pueden escucharse a distancia o en la superficie torácica y diversas enfermedades
pueden alterar estos ruidos o producir otros.
Auscultación clínica.
Los trastornos patológicos pueden modificar estos ruidos tanto en su producción
como en su transmisión, o agregar otros nuevos. La auscultación persigue captar
estos ruidos e interpretarlos en términos de las alteraciones morfológicas y
funcionales que pueden producirlos. La auscultación es el procedimiento del examen
físico que tiene mayor rendimiento y puede ser directa, poniendo el oído en contacto
con el tórax, o indirecta a través de un estetoscopio, método que por su mayor
comodidad e higiene ha desplazado al primero, salvo en la identificación de frotes
pleurales dudosos. Esta técnica instrumental fue desarrollada a principios del siglo
XIX por Laennec, quien por ser clínico y patólogo, estableció con notable acierto las
correlaciones entre los signos y la morfología alterada. Desgraciadamente, sus
sucesivos continuadores y traductores cambiaron el sentido de muchas de sus
denominaciones y acumularon interpretaciones teóricas sobre la génesis de los
ruidos, que se dieron por demostradas. Estos factores condujeron a una
considerable anarquía terminológica y a una sobrevaloración del método. En los
últimas décadas se han efectuado análisis objetivos mediante estudios
experimentales y registro electrónico de los fenómenos acústicos.
Esto ha permitido eliminar categorías artificiales de ruidos, aclarar sus mecanismos
de producción y transmisión e identificar aquellas correlaciones clínico-patológicas
realmente demostradas. Además, se ha alcanzado un amplio consenso internacional
en torno a una nomenclatura simplificada, que fue traducida y adaptada en 1987,
bajo el patrocinio de la Sociedad Chilena de Enfermedades Respiratorias, para su
uso en el país.
RUIDOS DE LA RESPIRACIÓN
TRANSMISIÓN DE LA VOZ
• Normal
• Broncofonía
• Egofonía
• Continuos
• Roncus
• Sibilancias
• Estridor
• Discontinuos
• Crepitaciones
• Frotes pleurales
• Estertores traqueales
Dado el amplio uso que hacemos de la literatura médica anglo-sajona, en lo que
sigue del capítulo se anota entre paréntesis la denominación inglesa para los
principales ruidos. Las diferentes características físicas de los pacientes explican la
amplia escala de variaciones que pueden tener los ruidos respiratorios normales.
Sólo la práctica repetida en muchos sujetos con aparato respiratorio normal permitirá
al examinador adquirir la base que le servirá para interpretar las desviaciones de lo
normal. El examen debe realizarse despejando de ropa la región en estudio, ya que
ésta puede originar o enmascarar ruidos.
Conviene instruir previamente al paciente que debe respirar profundo y por la boca
abierta, sin hacer ruido con las cuerdas vocales. La respiración por la nariz y la
respiración superficial limitan la velocidad de la corriente aérea, atenuando los
ruidos. Además de auscultar la respiración del paciente, debe analizarse la
transmisión de la voz desde las cuerdas vocales a la superficie torácica.
También es útil hacer toser al enfermo ya que esta maniobra, que acelera
considerablemente la velocidad de la corriente aérea, no produce cambios
perceptibles en los ruidos normales y, en cambio, puede modificar significativamente
algunos ruidos patológicos. La auscultación debe ser metódica, de manera que toda
la superficie torácica sea explorada, que todos los ruidos normales sean analizados
y que cada ruido anormal que se escuche sea estudiado en todas sus características
y relaciones. Es conveniente que a raíz de hallazgos auscultatorios localizados se
repita la palpación y percusión en forma dirigida, pudiendo con frecuencia captarse
alteraciones que, por ser poco notorias, pasaron inadvertidas al realizar el
procedimiento en forma general.
RUIDOS DE LA RESPIRACION
TRANSMISION DE LA VOZ
Sibilancias y roncus. . Cuando un flujo aéreo suficiente pasa por una zona
estrechada de un bronquio, sus paredes entran en vibración generando un ruido
musical. Este es denominado roncus cuando es de tonalidad baja y sibilancia
cuando es agudo. Se ha demostrado que esta característica, contrariamente a lo
que se creía, no depende del calibre del bronquio donde se origina el ruido, sino de
la masa y elasticidad del tejido puesto en vibración, lo que depende de la
enfermedad causal. De ello se deduce que tanto roncus como sibilancias tienen la
misma significación y que su diferenciación sólo tiene valor descriptivo.
Las sibilancias pueden oírse en ambas fases de la respiración, pero usualmente
aparecen o se acentúan en espiración, por efecto de la reducción de calibre
bronquial en esta fase. En casos dudosos puede recurrirse a una espiración forzada
para provocarlas, pero debe tenerse presente que en algunas personas normales la
compresión dinámica producida por esta maniobra es de magnitud suficiente como
para producir sibilancias.
En este caso se caracterizan por ser múltiples, simultáneas y de la misma tonalidad.
En los enfermos, en cambio, la obstrucción bronquial no es homogénea, por lo que
las sibilancias son disparejas en distribución y tonalidad.
Las sibilancias se transmiten muy bien a lo largo de la columna aérea bronquial, de
manera que salvo que se produzcan muy periféricamente, pueden auscultarse sobre
la tráquea y frente a la boca y, en ocasiones, mejor que sobre el tórax. Dado que el
flujo aéreo es un determinante de la generación de sibilancias, en obstrucciones
bronquiales muy marcadas, con flujo mínimo, es posible que éstas no se ausculten y
que, por el contrario, sean muy abundantes en obstrucciones leves con flujo alto. De
lo dicho se deduce que las sibilancias no son un índice fidedigno de la intensidad de
la obstrucción. Los roncus y sibilancias difusas se encuentran especialmente en
asma, limitación crónica del flujo aéreo y en algunas bronquitis y bronquiolitis.
También se pueden producir por edema bronquial en insuficiencia cardíaca
izquierda. En forma localizada sugieren una obstrucción bronquial también
localizada (tumor, cuerpo extraño, cicatriz)