Geoquímica de Regolitos
Geoquímica de Regolitos
Geoquímica de Regolitos
FACULTAD DE INGENIERIA
Escuela Académico profesional de Ingeniería
Geológica
GEOQUÍMICA
“GEOQUÍMICA DE REGOLITOS”
DOCENTE:
ING. GONZALES SÁNCHEZ, Jhimer.
ALUMNOS:
CHÁVEZ ROMERO, Juan Carlos.
CHILÓN MANYA, José.
HOYOS ZAMORA, Alex
HUARIPATA CUEVA,Edgar
CICLO: VI
AÑO: 2018
UNIVERSIDAD NACIONAL DE CAJAMARCA-ESCUELA ACADEMICO PROFESIONAL DE
INGENIERIA GEOLOGICA
INTRODUCCIÓN
La geoquímica estudia el origen, distribución y evolución de los elementos químicos en la
Tierra, contenidos en los minerales formadores de las rocas y en los productos derivados de
ellas, así como en los seres vivos, el agua y la atmósfera. Uno de los objetivos de la
geoquímica, es determinar la abundancia de los elementos en la naturaleza, ya que esta
información es básica para desarrollar hipótesis sobre el origen y la estructura de nuestro
planeta y del universo.
El conocimiento actual sobre la naturaleza geoquímica de la corteza proviene del análisis de
roca y de datos geofísicos. De acuerdo con estos análisis, el oxígeno es el principal elemento
de la corteza con el 47% por peso y el 94% por volumen; en segundo lugar, está el silicio,
con 28% por peso, pero menos de 1% en volumen. Por otra parte, los metales constituyen un
yacimiento mineral de importancia económica cuando su contenido promedio está
concentrado. Por ejemplo, el hierro y el aluminio, que son de los más abundantes, deben
concentrarse entre 4 y 5 veces, el cobre 80, el platino 600, la plata 1,250, el oro cerca de
4,000 y el tungsteno y mercurio, que son de los más escasos, deben estar concentrados más
de 10,000 veces para ser minales con rendimiento económico.
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OBJETIVOS
OBJETIVO GENERAL
Reconocer las características geoquímicas de los regolitos
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
Determinar los minerales asociados a los regolitos.
Diferenciar un Regolito de un suelo como tal.
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MARCO TEÓRICO
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¿Qué es un Regolito?
Manto poco firme e incoherente de fragmentos de roca, suelo, arena eólica, aluviones, etc.,
que descansa sobre una roca sólida, roca firme. Algunos autores también incluyen, las
cenizas volcánicas, los materiales de acarreo glaciar y la turba. Probablemente, no es exacto
usar regolito como sinónimo de suelo. (Anónimo, 2016)
Origen del suelo
El suelo constituye la interfase entre las rocas del sustrato continental y la atmósfera,
formándose como consecuencia de los fenómenos físicos, físico-químicos y biológicos de
intercambio que ahí se producen. El concepto de suelo es, por tanto, un concepto evolutivo.
Este se forma como consecuencia de un proceso dinámico, que implica un cambio progresivo
desde que la roca se pone en contacto con la atmósfera como consecuencia de la erosión,
hasta su desarrollo completo.
Un concepto muy relacionado es el de regolito, que constituye lo que podríamos llamar el
“protosuelo”, es decir, una capa no estructurada de materiales que se acumula sobre la
superficie del terreno como consecuencia de procesos diversos. Por su parte, el suelo es un
regolito evolucionado, que ha adquirido la estructuración en capas u horizontes que le
caracteriza. Por ejemplo, la superficie de la Luna está cubierta por el regolito lunar, formado
por fragmentos de rocas y polvo que han resultado de los impactos de meteoritos, y de la
acumulación de polvo cósmico, sin que se forme un suelo debido a la ausencia de una
atmósfera, agua, y una dinámica superficial que permita su desarrollo.
También las zonas de alta montaña, por encima de determinadas altitudes, en las que ya no
llega a desarrollarse vegetación, tenemos un regolito formado por los restos de
la meteorización del sustrato.
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Las perturbaciones que sufre la roca en la superficie dejan registros que pueden ser estudiados por
geólogos y edafólogos y su observación puede ayudar a entender el comportamiento que adoptará
química y físicamente la roca bajo distintas circunstancias en períodos relativamente largos de
tiempo. Gran parte de la información que produce la meteorización queda registrada en el regolito.
El regolito es el manto del material alterado físico, química o biológicamente que sobreyace roca no
meteorizado. En otros estudios, se abordan estos procesos mediante el concepto de “zona crítica”,
definido como la zona que va desde la zona de vegetación hasta el lecho rocoso que sufre
perturbaciones naturales y humanas (Brantley & Lebedeva, 2011). Es muy sabido que este material
provee un registro de reacciones entre la roca, el agua, el aire y la biota (e.g., Dokuchaev 1883, Becker
1895).
A la escala de aguas superficiales, la cubierta de regolito es producida por meteorización in situ o por
deposición (Taylor & Eggleton, 2001). Para diferenciar las partes del regolito se utilizan los términos
“saprolito” y “suelo”. Sin embargo, estos términos son ubicuos para describir los compartimientos
del regolito desde el fondo a la superficie y por eso tienen, a menudo, distintas definiciones en la
literatura debido a su uso transdisciplinario (Ehlen, 2005; Dethier & Lazarus, 2006; Dewandel et al.,
2006). Por ese motivo, es necesario tomar definiciones consensuadas. El saprolito corresponde a la
parte inferior de la cubierta in situ del regolito. Se desarrolla en dirección descendente (frente de
meteorización) a expensas del protolito fracturado subyacente, del cual retiene la estructura y la
fábrica. El suelo se desarrolla a expensas de saprolito o coluvios/aluvios en la parte superior del
regolito donde la perturbación traída por procesos físicos, químicos y biológicos lleva a (i) la
diferenciación en horizontes y (ii) la pérdida de estructuras antes existentes (Braun et al., 2008),
rotación y, a veces, transporte de granos. El espesor del regolito depende del balance entre la
profundización del frente de meteorización debido a la meteorización química y la remoción debido
a la erosión física en la superficie del suelo (Riebe et al., 2003). Las tasas de meteorización química
son altamente sensibles a la disponibilidad de superficies de minerales frescos, la cual podría estar
realzada por el incremento de la erosión física. Un regolito delgado e inmaduro que aun contiene una
gran cantidad de minerales primarios disponibles para meteorizar, posee un flujo de meteorización
químico alto, mientras que un regolito grueso y maduro pobre en minerales primarios meteorizables
poseería un flujo bajo (Oliva et al., 2003). La caracterización de regolitos es, de ese modo, de interés
fundamental para cuantificar los procesos de meteorización. Para diferenciarla de la erosión física, la
meteorización química a largo plazo ha sido típicamente cuantificada utilizando índices geoquímicos
de alteración y técnicas de balance de masas en suelos (e.j., April et al., 1986). Los balances de masa
cuantifican la masa total que es removida cuando un volumen específico de material parental no
meteorizado es convertido a suelo (Brimhall & Dietrich, 1987). Si la erosión física ha sido
insignificante, la pérdida de masa de un suelo puede ser atribuida a la meteorización química por sí
misma y se puede calcular su tasa utilizando la edad del suelo (e.j., Bain et al., 1993). Sin embargo,
el caso de los suelos sin erodar excluye comparaciones entre erosión física y meteorización química.
En paisajes erosivos, la edad del suelo es difícil de definir, ya que los suelos son continuamente
renovados a medida que material fresco es incorporado desde abajo y reemplaza el material
meteorizado que es removido de la superficie por erosión física.
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Lateritas:
Las lateritas están constituidas por óxidos residuales y contrastan con los suelos arcillosos
silicatados de las zonas de clima templado. Para que se formen depósitos importantes se
requiere que la meteorización química sea intensa, lo cual ocurre en zonas planas con clima
tropical y altas tasas de precipitaciones. En estas regiones las rocas se 17 descomponen a
suelos en los que todos los materiales susceptibles de solubilizarse son disueltos y
transportados por las aguas meteóricas, restando superficialmente solo hidróxidos de Fe y Al
los que se conocen como lateritas. Las lateritas de Fe no tienen valor económico, pero las
lateritas que están formadas casi por puros hidróxidos de Al se denominan bauxitas y
constituyen la principal mena de aluminio. Cabe señalar que el aluminio es un elemento
mayor de las rocas de la corteza terrestre, la que contiene en promedio 15,8 % en peso de
Al2O3, pero los fuertes enlaces del Al dentro de la estructura atómica de los minerales
silicatados hace muy difícil y no económico extraerlo de estos minerales. Por otra parte, en
las zonas tropicales las rocas ricas en Al y relativamente pobres en otros materiales como las
sienitas o sienitas nefelínicas u otras rocas se descomponen a boehmita (AlO(OH)), gibbsita
(Al(OH)3), diásporo (AlO(OH)) y otros óxidos hidratados de Al; estos minerales constituyen
las bauxitas, las cuales son susceptibles de ser fundidas y el Al metálico puede recuperarse
mediante electrólisis. La explotación mundial de bauxitas alcanzó a 97,2 millones de
toneladas en 1994, la mayor parte para producir aluminio metálico, pero 4-5 Mt se usan en
la industria de materiales refractarios, abrasivos, químicos con alúmina y la industria del
cemento. Para ser económicas las bauxitas es crítico el contenido de sílice porque es muy
difícil de separar; por otra parte para materiales refractarios el contenido de Fe debe ser bajo
porque el Fe baja el punto de fusión de dichos materiales. En los cementos de alta alúmina,
la bauxita reemplaza a las arcillas o puzolana en el cemento Portland y se mezcla con calizas.
Este cemento especial resiste la corrosión por agua marina o aguas sulfatadas. Cabe
mencionar, que desde hace años existe el proyecto Alumisa que intenta instalar una planta de
procesamiento de aluminio en la Región de Aysén en la porción austral de Chile. El proyecto
de Noranda involucraría la construcción de tres centrales hidroeléctricas y una planta de
procesamiento de aluminio. El propósito de dicho proyecto no es explotar bauxitas
inexistentes en Chile, sino que aprovechar el gran potencial hidroeléctrico de la XI Región
para procesar bauxitas importadas, aprovechando eventual energía eléctrica barata, la cual es
imprescindible para la recuperación del aluminio. La mayoría de los depósitos de bauxitas
son del Cenozoico, debido a que son depósitos superficiales de metros a decenas de metros
de potencia, lo que los hace muy vulnerables a la erosión. Sin embargo, existen ejemplos de
depósitos del Paleozoico en la Federación Rusa (resultado de paleoclimas). Los productores
principales de bauxitas son (producción de 1994): Australia (42,2 Mt), Jamaica (11,6 Mt),
Brasil (8,7 Mt), China (6,5 Mt), India (4,8 Mt), Venezuela (4,8 Mt) y Surinam (3,8 Mt). (cruz,
2012)
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Lateritas de níquel:
La primera y mayor explotación de Ni del mundo provino de lateritas niquelíferas de Nueva
Caledonia (isla del Pacífico Sur al NE de Australia y NW de Nueva Zelanda) donde comenzó
a explotarse en 1876 y donde existen aproximadamente 64 Mt de níquel susceptibles de
explotación económica, de los cuales un 70% se encuentra en 18 depósitos lateríticos. Cabe
señalar, que actualmente el Distrito de Sudbury en Canadá, con depósitos ortomagmáticos
de Ni-Cu ha desplazado a Nueva Caledonia como el mayor productor mundial de Ni, pero
las lateritas niquelíferas siguen siendo relevantes como fuente de este metal. Las lateritas
niquelíferas resultan de la intensa meteorización de rocas ricas, a nivel de trazas, en Ni,
particularmente rocas ultramáficas (complejos de ofiolitas), como las peridotitas, dunitas y
peridotitas serpentinizadas1 . En Nueva Caledonia gran parte de la isla está formada por
intrusivos ultramáficas (dunita, saxonita y rocas asociadas), muchas de las cuales están total
o parcialmente serpentinizadas. Estas rocas contienen 0,25% de Ni y los depósitos residuales
de níquel resultan de la lateritización durante la cual el Ni pasa temporalmente a solución,
pero rápidamente es re-precipitado ya sea en óxidos de Fe (goethita rica en Ni) dentro de la
laterita o como garnierita (Ni,Mg)3SiO5(OH)4 y otros silicatos niquelíferos en la roca
meteorizada debajo de la laterita. Esto resulta en que la laterita contiene 0,5-2% Ni en óxidos
de Fe y el saprolito subyacente típicamente contiene 2-4% Ni en silicatos hidratados. El
cobalto también puede concentrarse en lateritas niquelíferas, pero en general este se fija en
wad (óxidos e hidróxidos de Mn). Los depósitos potencialmente económicos tienen 1 a 3%
de Ni + Co y tonelajes de 10 a 100 Mt. (cruz, 2012)
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Muestreo Geoquímico
. Medios:
rocas
regolito
suelos
aguas de lagos
aguas de ríos
sedimentos de corrientes (fluviales)
sedimentos de lagos
sedimentos glaciales (till)
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En el método de polvo cristalino los cristales a examinar son reducidos a un polvo muy fino
y puestos en un haz monocromático de rayos X.
Cada partícula del polvo es un pequeño cristal aleatoriamente orientado con respecto al haz
de rayos X incidente. Por probabilidad, algunas partículas estarán orientadas correctamente,
cumpliéndose la Ley de Bragg y, por lo tanto, determinados planos difractarán el haz
incidente. Con el método de polvo cristalino, se forma un cono de haces difractados
correspondientes a todos los cristales que cumplen la ecuación de Bragg. Se producen
diversos conos de difracción correspondientes a los órdenes de difracción de un determinado
plano (hkl) que cumple la ecuación de Bragg para un ángulo 2θ.
Para que lo anterior sea posible, λ tiene que mantenerse fijo, mientras que el ángulo 2θ varía.
El análisis se realiza a través de un difractómetro de rayos X, el cual involucra una fuente de
radiación monocromática, y un detector de rayos x situados en el borde de una circunferencia,
con centro en la muestra de polvo. El haz de rayos X es dirigido hacia la muestra, y el detector
va variando el ángulo con tal de captar las reflexiones en un rango de ángulos. El resultado
final es un difractograma que tiene el número de conteos de reflexiones en el eje de la
ordenada y el ángulo 2θ en el de la abscisa. El difractograma resultante se analiza y compara
con patrones de difracción en bases de datos. En este trabajo se ocupó la base de datos The
Powder Diffraction File 2 (PDF-2) y el programa utilizado para la realización del análisis fue
XPowder12.
Para el análisis mineralógico semicuantitativo se han utilizado los poderes reflectantes
correspondientes. A partir de los difractogramas de rayos X (método del polvo) se calculó el
área del peak para cada especie mineral, de tal manera que no existiera solapamiento de los
peaks de los minerales presentes, dividida por su poder reflectante (A1/Pf1, A2/Pf2…) y
dividido todo ello por la suma de los valores calculados para todas las especies presentes,
según la siguiente ecuación:
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Table 1análisis de elementos con una comparación de la media logarítmica para regolitos.
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CONCLUSIONES
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Bibliografía
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