Resumen de Derecho Comercial

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UNIDAD I

“NOCIONES GENERALES Y ANTECEDENTES HISTÓRICOS”

A) “REFERENCIAS INTRODUCTORIAS A LA TEMÁTICA GENERAL”

COMERCIO Y DERECHO COMERCIAL:

Los asirios, judíos, fenicios y griegos, desarrollaron un importante cambio


comercial en la antigüedad, pero los rastros mas claros de estructuras
comerciales estables aparecen en Egipto, 3.000 años antes de cristo.
Rodas, pasa a ser centro de gran actividad comercial por su situación de privilegio
en el Mediterráneo, siendo punto intermedio entre Egipto y Siria.
Con el imperio romano se amplia el comercio dentro del mar mediterráneo, se
hace en gran escala hasta la decadencia y caída de ese pueblo. Los invasores de
Europa Occidental, practicaron el comercio rudimentariamente. Después durante
la edad Media, renace con fuerza y su expansión es tan grande, que origina, en
sucesivas oleadas, las instituciones del derecho comercial, que llegan a nuestros
días.
El comercio se da con mayor intensidad entre los siglos XI Y XIII, cuando cesan
las invasiones de germanos, escandinavos, nómadas de las estepas asiáticas y
sarracenas. El comercio es, entonces, el intercambio pacífico de granos, pieles,
metales preciosos, telas.
Comercio, desde siempre, significa negociar con ánimo de lucro sobre bienes, en
especial mercaderías de uso y consumo.
La compraventa es la operación fundamental, pero en torno de ella surgen el
préstamo, el comodato el depósito, la fianza, las formas de representación,
estructuras asociativas.
El comercio reconoce una génesis rudimentaria en el trueque; después aparece la
moneda y mas adelante el crédito. En la primera habilidad humana consiste en
apreciar el valor de los objetos, fijar su equivalencia, se pasa a la habilidad para el
cambio, para la transmisión de bienes mueble, obteniendo una diferencia
económica a su favor. Esta tarea, la mercantil, será la que origine grandes
cambios sociales de la historia, el desarrollo de una nueva clase.
Comercio, es la actividad humana que tiene por objeto mediar entre la oferta y la
demanda para promover, realizar, o facilitar los cambios y obtener con ello una
ganancia calculada sobre la diferencia de los valores de cambio.
La ley mercantil regula una temática que en ocasiones excede el concepto
económico de comercio y en otra delega en distintas ramas del derecho la
regulación de diversos aspectos del fenómeno social definido por la ciencia
económica llamado comercio.

LA INDUSTRIA:
Históricamente, es el artesano el primer industrial; es él que además de
intercambiar con el cambio, transforma en todo o en parte la cosa que adquiere.
Después se suceden los avances hasta llegar a la revolución industrial.

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La revolución industrial, es una expresión que comprende largos caminos
históricos, iniciado en Inglaterra, siglo XVIII, esa evolución en la producción no ha
cesado, favorecida en este siglo por los adelantos de la tecnología, que significó
la sustitución de los utensilios por la máquina, importó también la revolución de la
técnica, alterando consecuentemente, el sistema jurídico, tutela de la conducta
humana.
La industria es, en esencia, transformación, producción, de ciertos productos a
partir de otros o de materias prima. Al igual que le comercio, se dirige a un
mercado, a un público consumidor. Iguala y supera a veces al comercio, si se
compara el desarrollo de este y de la industria, en razón de los capitales
invertidos, la magnitud de las organizaciones y la influencia general de su
actividad sobre otras.

EL DERECHO ECONÓMICO:
Con la primera guerra mundial, aparece una clara intervención estatal en la
economía liberal, reinante desde mediados del siglo XIX, estas medidas
intervencionistas persisten y se acrecientan en la época de paz posterior a la
conflagración.
A partir de 1.917, una parte del mundo abandona la economía libre y socializa los
medios de producción.
En nuestro derecho se estudia el concepto, desde el punto de vista objetivo, la
concepción de derecho económico “debe basarse sobre un criterio plural o
sintético, que tenga en cuenta a la vez el marco institucional, el objeto, el sujeto y
el sentido de las normas”, apareciendo entonces como un sistema de normas
jurídicas que: 1) en un régimen de economía dirigido (marco institucional); 2)
regula las actividades del mercado (objeto), de las empresas y otros agentes
económicos(sujetos), 4) para realizar metas y objetivos de política económica
(sentido).
La línea objetiva de caracterización del derecho económico, entiende que la
economía es el objeto esencial del mismo, por lo tanto este derecho es el de la
ordenación de la económica. No toda norma sería derecho económico, sino solo
aquella que se refiera primariamente a la ordenación económica.
El derecho económico, no es un derecho aglutinador de las nuevas normas en las
que se manifiesta el intervencionismo estatal, sino aquel derecho (estatal o no,
legal o no), en el que se integran aquellas normas - nuevas o viejas - que
determinan los principios ordenadores de la economía en un concreto espacio, el
régimen jurídico del mercado o mercados comprendidos en ese espacio, la
organización y el funcionamiento de los sujetos económicos que operan en él, o
en ellos y las relaciones entre ellos, el régimen jurídico de las actividades que
desarrollan, así como de los bienes y servicios en relación con esas actividades.

B) LA HISTORIA DEL DERECHO ECONÓMICO

Breve reseña de sus caracteres en la Edad Media. El artesanado. El tráfico


de las ciudades. Mercados y ferias, las corporaciones y la jurisdicción
mercantil. El Derecho Comercial en la formación de los Estados

La condición de zoom politikon, el instinto gregario, hizo que desde la más remota
antigüedad conocida, el ser humano se desenvolviera y desarrollara en grupos: la
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familia, la tribu, la reunión de tribus, la ciudad. Superada la etapa del cazador y su
condición necesariamente nómada, detrás de los animales con los que se
sustentaba, aparece la necesidad de cambiar la producción sobrante por
elementos faltantes.

Nace así el trueque, primera expresión de la actividad económica comercial. Su


desarrollo tiene un particular impulso con el dominio de la navegación, que hace
surgir al comerciante con su carácter de intermediario. En la Edad Media, la
pérdida de las vías marítimas a manos de los piratas turcos, produce un
considerable retroceso de la actividad económica, que por tierra tenía también el
impedimento de las gabelas.

A fines de esta época comienzan a crecer los Burgos y a adquirir preponderancia


la actividad económica de las ciudades, basada en la producción artesanal
especializada.

Genera un intenso tráfico entre las distintas ciudades, vigorosamente


impulsado por la pérdida de poder de la nobleza feudal y la recuperación de las
vías marítimas, a lo que se añade pronto su expansión con los viajes de Marco
Polo y el descubrimiento de América.

En el interior de las ciudades se organizó la actividad en ferias y mercados, los


primeros con mayor permanencia y las segundas con cierta periodicidad.

Los mercaderes pertenecen a una ciudad, operan en ella o preparan caravanas


para llevar cada vez más lejos sus productos.

Tanto en las ferias como los mercados, se intercambian o venden productos, se


rinden cuentas y se liquidan deudas, la venta del menudeo se produce en el
mercado, donde la población concurre a surtirse. A las ferias van los mercaderes
profesionales: allí se intercambian los distintos productos, como requieren una
larga preparación, se las celebra anualmente o a lo sumo 2 veces al año.

El mercader halla muchos obstáculos en su errante desplazamiento hacia


ciudades o ferias lejanas: tiene que salvar obstáculos naturales en los caminos de
tierra que recorre en las vías de agua que navega.

A todo ello hay que agregar el peligro de los bandoleros, que asediaban los
caminos,.

En vez de vender de ciudad en ciudad, se van organizando reuniones


permanentes, que con el correr del tiempo se hacen famosas, son las ferias. En
ellas, los comerciantes intercambian experiencias recíprocas, a su vez la
población se beneficia con la disponibilidad de productos en cantidad y calidad.

El ius mercatorum, nace en las ferias y en los mercados, el vínculo entre ciudad y
mercado es evidente. Aparece un nuevo derecho ciudadano, frente al derecho
feudal, tradicional y jerárquico, es el derecho de los bienes, del crédito, del
intercambio, del dinero. Es un sistema legal reglamentado por nuevos estatutos.

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Es el derecho comercial naciente, uno cuyo s aspectos es la reglamentación real
de la policía de las ferias.

La actividad artesanal y comercial se organiza por especialidad y nacen las


corporaciones de artesanos y comerciantes (confiteros, sastres, tenderos, etc.)
aparecen como centro de autorregulación, como protección contra el poder
gubernamental, y también en concepto de agrupaciones profesionales,
excluyentes de competencia y vigías de la calidad del trabajo de cada gremio.

El derecho corporativo implica el derecho estatuario. De la aplicación de las


costumbres se avanza hacia la emisión de reglas escritas, cada vez mas
minuciosamente detalladas, de gran rigor.

Las corporaciones se forman entre comerciantes o entre artesanos.

Las guildes fueron las primeras cofradías de la gente del pueblo, al principio no
eran asociaciones profesionales, pero mas adelante pasaron a serlo, tal vez por
influencia en su seno de artesanos, tenderos y otros pequeños grupos con
intereses profesionales comunes, así nacen las corporaciones, que no se
denominan de ese modo hasta el SXVIII, antes se llamaban guildes, guildas,
hansas, cofradías.

Nacen durante el régimen feudal; pasan de voluntarias y espontáneas, a ser


obligatorias, al punto de impedir el ejercicio del oficio a quien no estuviera
autorizado para ellas. Adquieren poco a poco gran poder comienzan a controlar
las ferias, participar los cargos municipales, propugnar ordenanzas y reglamentos,
adquirir privilegios y franquicias, intervenir en asuntos de impuestos y aduanas,
acrecentar sus propiedades inmobiliarias y almacenes de depósito. Imponen
estatutos, verdaderos reglamentos de cada oficio.

Pronto se advierte la necesidad de dirimir los conflictos mediante tribunales


especializados que conocieran profundamente las características de la actividad,
con lo que se crea la jurisdicción mercantil, en principio aplicable a los que
reunían la calidad o condición de comerciantes respecto a su actividad como
tales, y que en América ejercieron los "consulados" mercantiles. No tardó en
aparecer la necesidad de aplicar esta jurisdicción a los actos mercantiles, aunque
no fueran realizados por comerciantes, generando una disputa doctrinaria aún no
resuelta por completo.

El comerciante, el artesano, no se ve suficientemente atendido en sus conflictos


por los jueces, acostumbrados a resolver asuntos civiles, no cualquiera puede
aplicar rectamente el derecho consuetudinario mercantil y los estatutos. Aparecen
primero los árbitros mercantiles, personificados por los comerciantes de mayor
prestigio; después se crea la jurisdicción consular, especializada en aplicar la
justicia frente al orden creado por las costumbres y el consentimiento informal de
las partes.

A veces se utilizaba la ley romana, que se adaptaba sobre el contrato literal y la


confessio, se elabora la teoría del consentimiento y su validez en el caso de existir
causa válida obligandi, se recrea la disciplina de los documentos y la del contrato

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entre ausentes, aparecen soluciones nuevas en el campo de la representación
merced a la actuación de agentes y comisionistas de casas comerciales en el
exterior.

La lex mercatorum surge de los propios comerciantes como de la jurisdicción


especial, que recibe el nombre de consulado. Los cónsules no son letrados,
juzgan aplicando la buena fe, la costumbre, la equidad. Atienden a los principios
esenciales de este derecho fundamentalmente mobiliario: celeridad, libertad de
formas, internacionalidad, libre creación de estructuras negociales.

Se aplican las regulaciones reales, municipales de policía de registro y los


estatutos o reglamentos corporativos.

El Derecho Comercial, como sistema jurídico autónomo es relativamente reciente,


aunque pueden hallarse disposiciones relativas al comercio en los sistemas más
antiguos. Así entre los pueblos germanos (Goldschmidt) se pueden rastrear
disposiciones específicas, también entre los griegos, respecto del comercio
marítimo y en el derecho romano con numerosas pero aisladas normativas (como
la lex Rhodia), con lo cual aparecen también los jueces especializados, que
debían juzgar a verdad sabida y buena fe guardada y que al adquirir carácter
tribunalicio originaron los consulados.

Las casas de comercio: el mercader supera la tienda, el almacén, y con el


progreso económico mejora y perfecciona sus instalaciones.

Se llega a la objetivización total de la figura, a un reemplazo de la persona por la


casa, la firma o el fondo de comercio.

Con el tiempo ciertas firmas comerciales se desarrollan de tal modo que se


presentan con un nombre que adquiere importancia propia objetivada.

Aparecen las organizaciones, figuras asociativas, descentralización por medio de


matrices y filiales, el uso de las marcas específicas para los productos,
organizaciones mas complejas a las cuales se suman toda clase de empleados y
auxiliares, así como contabilidades que intentan reflejar todo esto.

El dinero se utiliza cada vez más, se genera una forma de multiplicación de la


moneda: es la llamada moneda de la banca.

Las organizaciones crecen, se expanden de las ciudades italianas a los puertos


europeos sobre el mediterráneo y a las más progresistas ciudades interiores.

El contrato de cambio: Son figuras jurídicas utilizadas por los comerciantes con
el fin de agilizar sus negocios, evitar el envió de moneda metálica a lugares
lejanos y de simplificar pagos y enjugar deudas.

No es en las ferias y mercados donde se crea el contrato de cambio y después


ciertos papeles de comercio entre los cuales podemos incluir el cheque, la letra de
cambio, el vale, o pagaré. En las ferias o mercados comienza el
perfeccionamiento y una suerte de recreación de esas modalidades negociales.

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El contrato de cambio aparece como un instrumento utilizable, pero no el más
idóneo para las transacciones mercantiles.

Poco a poco se dejan de lado las formas, los testigos, la intervención notarial, la
redacción completa de un contrato, esto constituye una serie de pasos que se dan
en un largo periodo histórico y que van desde una simple carta, hasta llegar a
aceptarse un título, con breve escritura y una forma, la del responsable.

Aparece como un instrumento idóneo que solo en nuestro siglo recibiría la


aceptación general por parte de toda la población, después de incorporar en los
siglos XVII y XVII la cláusula a la orden, el endoso y merced a la posterior
elaboración germana de 1948.

LA SALIDA DEL PERIODO MEDIEVAL

Las técnicas mercantiles progresaron y con ellas lo hicieron también jurídicas.


Los italianos en el siglo XIII dominaban los principales mercados de Europa.

Manejan sus asuntos con representantes en distintas plazas y por


correspondencia; principalmente son “hombres de despacho” y de gran cultura
para la época; los grandes mercaderes debían tener conocimientos mercantiles
en general, saber leer y escribir, entender un sistema de contabilidad, poseer
criterio sobre temas jurídicos y actuar en política. El tráfico mercantil comienza a
hacerse multiforme y complejo.

Crece el poder de los señores y reyes, y a su lado crece la intervención de


empresarios que han dejado ya de ser comerciantes individuales para pesar con
su fortuna y medios en las decisiones políticas y económicas.

El Renacimiento, con la serie de fenómenos de gran cambio que lo caracterizan,


impone un desarrollo e impulso fundamental al derecho comercial. Las cruzadas
primero y los grandes inventos después, contribuyen a consolidar este derecho,
que ya se revela como una importante rama autónoma del derecho privado.

El Derecho Comercial pasa a formar parte del Derecho Estatal de los estados
monárquicos; ellos reivindican para si el monopolio de a función legislativa. Sigue
siendo autónoma, no es absorbida por el Derecho Común, ya que al contrario,
influye sobre este.

Algunos, no comerciantes, practican uno o más actos de los realizados por


mercaderes, pero sin intención profesional. La Ley aplicable natural que se
impone es la mercantil, porque asi lo exige le razonamiento lógico.

El Código de Comercio francés sella la objetivización esencial de nuestra materia;


pero la aplicación de normas y jurisdicción mercantiles a los actos comerciales
realizados por no comerciantes, es anterior. Comienza también
consuetudiariamente y se consolida en estatuto y ordenanzas.

a) Las economías nacionales: las economías nacionales centralizadas y


organizadas, dan pie al enorme avance expansionista del Renacimiento.

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Del S. XV en adelante, comienza a desaparecer la artesanía y a perfeccionarse
los procedimientos industriales en estado embrionario, el paso de la declinación
del corporativismo y el avance del industrialismo naciente se hace
simultáneamente, coexistiendo la artesanía manual con formas embrionarias de
industria durante varios siglos.

De todos modos el comercio progresa: la letra de cambio adquiere una notable


difusión la contabilidad se hace más compleja de una columna se pasa a dos, en
el sistema alla veneziana; se está cerca ya de la partida doble y de las complejas
contabilidades en materia societaria o en comercios altamente diversificados.

El seguro evoluciona notablemente, nunca asegura una persona individualmente


un viaje marítimo, sino que loasen varios inversores unidos.

Condenando el préstamo a la gruesa por usuarios por el derecho canónico, se


idean nuevas formas de cobertura de los embarques u operaciones arriesgadas.
La venta con reserva de recompra fue un primer paso. Hacia el siglo XIV se llega
al pago de la prima por adelantado, a cambio de los aseguradores compren una
mercadería a un precio conocido pagadero en un plazo fijo. Si la mercadería llega
indemne a destino, el acuerdo se anula.

La noción de empresa aseguradora nace con el origen de figura, es imposible que


una sola persona garantice una expedición marítima con mercadería valiosa.

Nace un nuevo problema, es el del crédito del empresario, el comerciante


organizado y próspero; con el crédito aparece la necesidad de la circulación de él.
El derecho comercial crea nuevas estructuras jurídicas que posibiliten también la
circulación del crédito, como antes circulaban los bienes.

b) Las sociedades y los bancos: de esta época es la creación de las primeras


sociedades comerciales y las más famosas son las florentinas, que señalaban con
su nombre a quienes pertenecía el poder de decisión.

La Sociedad Comercial tuvo una doble vertiente: la privada, fundada sobre la


base del poder político vinculado a los negocios, favorecido por el anonimato de
los verdaderos dueños del capital; y la sociedad pública gestada desde el Estado
para realizar importantes empresas.

Las compañías de Indias de los Siglos XVII Y XVIII, eran grandes empresas
dedicadas a la colonización de nuevas regiones, en ellas se generaliza un
beneficio que solo era conocido por una clase de socios en las sociedades en
comandita: la limitación de la responsabilidad al aporte que el socio prometía al
ente colectivo; su patrimonio personal quedaba al margen de los riesgos del
negocio.

Estas grandes empresas, limitan la responsabilidad de los socios intervinientes y


dividen su capital en acciones, las que con el tiempo, se convertirán en títulos
circulatorios.

La forma societaria se generaliza en el uso y sus técnicas de dinámica interna y


externa van adquiriendo más precisión y rigor jurídicos.
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El Código Napoleónico legisla después sobre sociedades anónimas y en 1867 su
uso se generaliza en Francia con la ley de ese año.

La estructura societaria permite la concentración de capitales, favorece el


desenvolvimiento del mercado de estos y beneficia con su mayor elasticidad a las
estructuras bancarias, que desde la Edad Media se desarrollan a lo largo de lo
siglos XVII Y XVIII.

Los bancos intermedian exclusivamente respecto del dinero y de los papeles de


comercio; reciben depósitos, otorgan créditos y financias operaciones con
grandes ganancias. Auna con los bancos se crea la “moneda contable” y la
expansión económica con una mínima circulación de la moneda metálica.

C) EL DERECHO COMERCIAL EN NUESTRO PAIS:

La época colonial y la era independiente anterior a la codificación: antes


de1810 regia en nuestro país la legislación hispana para sus colonias de América:
las Leyes de Indias y las de Castilla primero, y las Ordenanzas de Bilbao del año
1737 después, tuvieron vigencia desde 1794, cuando se creo el Consulado de Bs.
As, aunque Acevedo dice que en algunas oportunidades se aplicaron antes.

En 1503 por Real Cédula, se crea la Casa de Contratación de Sevilla, compuesta


en sus comienzos por un tesorero, un contador, un factor, a cargo del cual corría
la recepción del oro, plata y piedras preciosas de América. Tenia funciones de
gobierno con atribuciones políticas y era organismo rector del comercio peninsular
con las Indias.

En 1524 se crea el Real y Supremo Consejo de Indias, intervenía en la


administración de los nuevos territorios y en la preparación de leyes que se
sometían al monarca para su aprobación.

La importancia del tráfico, es tal que ya no bastan las instituciones y las normas
existentes.

La Nueva Recopilación era un verdadero Códigos de legislación ultramarina con


la Novísima Recopilación.

Leyes generales, adicionadas con cédula, provisiones y ordenanzas, formaban un


sistema de muy complejo tratamiento por la superposición de textos e infinidad de
decisiones emitidas en respuestas a los diversos problemas que ivan surgiendo.

La Ley II del Título I del libro II de la Recopilación de Indias establece le orden y


la prelación de las leyes aplicables en América. Las principales reglas mercantiles
para esta región eran: La Real Orden sobre comercio con colonias extranjeras.
Real Cédula de erección de 1776, comprendiendo a Bs. As. En las franquicias del
comercio recíproco a que se refería la Real Cedula de 1774 tendiente a que
regiones del Perú, Nueva España, Nueva Granada y Guatemala, pudieran realizar
el comercio de sus frutos.

En el año 1776 se crea el Virreinato del Río de la Plata, cuyo destino no había de
ser, por cierto, un centro de gran producción minera como su nombre sugiere. En
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1783 se crea la Real Audiencia de BS.AS., que fue un tribunal político, judicial de
gran importancia.

Estos precedentes son hitos que jalonan singularmente el transcurso de la historia


de nuestro país.

Los jueces de comercio: el consulado la magistratura colonial era compleja,


había jueces reales, que eran funcionarios con ciertas atribuciones Judiciales,
Jueces Capitulares, y jueces de la Real Audiencia, este era el fuero ordinario.

También había jueces para fueros especiales: militar, eclesiásticos. Universitarios,


Minero, Mercantil.

Se funda el consulado tribunal, independiente y autónomo, como todas las


instituciones de Indias, subsistirían en nuestra patria hasta 1862, en sus
comienzos lo forma un Prior, dos Cónsules, nueve Consiliarios, un Sindico, un
contador y un tesorero, pero, además, destacaba representantes en puerto y
lugares de mayor comercio llamados diputados.

El Consulado tenía doble función: la judicial, que entendían en pleitos mercantiles


y la administrativa que se ocupaba de problemas de problemas de policía de l
comercio y fomento del tráfico mercantil en todos sus ramos.

En 1797 se establece que debe igualarse en su seno el número de comerciantes


y hacendados, dos sectores en puja en la vida colonial de entonces. El equilibrio
que tuvo que mantener el consulado fue parte de su importante misión.

El procedimiento ante los jueces mercantiles era breve y sumario. No era


obligación la intervención de letrados.

Algunos antecedentes:

La asamblea del año 1813 crea la “matricula de comerciantes nacionales” y


adopta algunas disposiciones sobre consignaciones. El 22 de noviembre de
18145 se resuelve que los contratos de sociedad deben otorgarse ante el
escribano del consulado, a fin de darles mayor justeza y seriedad técnica.

En 1817 el reglamento manda que se observen las leyes españolas vigentes, en


tanto no contraríen el nuevo status de las provincias unidas.

Pocas cosas concretas más en materia mercantil pueden señalarse en estos años
de formación de la Patria.

D) “EL CÓDIGO DE COMERCIO ARGENTINO”


Antecedentes: la constitución nacional promulgada en 1.853 y aún vigente con
algunas reformas, impone la congreso la facultad – deber de redactar y sancionar
el código de comercio, y una ley de bancarrotas (quiebras) y “reglar el comercio
marítimo y terrestre con las naciones extranjeras, y de las provincias entre sí”.
Vélez Sarfield, como ministro de gobierno en 1.856, decide emprender la obra
junto a Eduardo Acevedo. Este código tenía algunas particularidades,

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comerciantes, eran los que se inscribían en la matrícula, no se legislaba sobre
cheuques y eran incompletas las reglas sobre sociedades.
Nuestro primer código tuvo como indudable modelo general el Código Francés,
también se tuvieron en cuanta los que de él habían surgido, español, portugués,
holandés, brasileño, y proyecto de Wurttemberg.
El Proyecto Vélez- Acevedo, se presenta en la Legislatura en el año 1857, se
intenta cierta revisión, pero es ella imposible por el especial tecnicismo del trabajo;
Sarmiento sigue bregando por la aprobación de las Cámaras de las Provincias, lo
cual se consigue por fin en 1859, el 6 de octubre sin reformas ni enmienda
alguna.

LAS REFORMAS AL CÓDIGO DE COMERCIO:

Mantener una legislación inadecuada a la actualidad del tráfico mercantil, es


invertir la lógica de las cosas: es mantener el sometimiento del comercio a la ley,
cuando lo que debe buscarse es el sometimiento de la ley al comercio.

a) La promulgación del Código Civil y los cambios económicos sociales

La necesidad de reformar, corresponde a la naturaleza de categoría histórica que


el Derecho Comercial tiene y en muchos aspectos el cúmulo de Reformas ha
venido sustituyendo a la originaria norma de la ley al punto de que ellos se
presentan, en ocasiones, como un mero soporte formal de la regulación actual.

b) La primera Gran Reforma:

En 1886 bajo la presidencia de Juárez Celman, se encomienda la Reforma a


Lisandro Segovia, no solo se alude a la Doble Legislación General Civil, sino que
aparecen ya evidentes muestras del progreso del país y el desarrollo del país.
Advirtiéndose, en el mismo acto oficial la modificación de varias legislaciones
mercantiles por parte de diversas naciones en atención a los adelantos de la
ciencia y a las nuevas necesidades a la ciencia.
Después de dos años y medio, el proyecto Segovia fue girado en la cámara de
Diputados a la Comisión de Códigos para que fuera estudiado en el receso.
Finalmente ambas cámaras aprueban un nuevo proyecto de reforma que había
elaborado la comisión formada por Escalante, Cevallos, Basualdo y Colombes,
consistente en una serie de modificaciones al Código de Comercio vigente,
acompañado por un extenso informe, en el que se exponen las causas y las
fuentes de las modificaciones.
En general se quitaron del primer Código las reglas que se entendió, pertenecían
al Derecho Civil, ya sea regulada por estas, dejándose algunas, consideradas en
la época imprescindibles, por ser contrarias en ambos ordenamientos privados,
como por ejemplo la condición resolutoria implícita.
Se modificaron varias instituciones del Código: corredores, empresas de
transportes, bolsas, sociedades, compraventa, financia, seguros terrestres, letra
de cambio, cheques y otros papeles, cuenta corriente, prescripción, derecho
marítimo, quiebras.
Se adecuaron los contratos de mutuo, depósito y prenda, quitando el material que
se consideraba civil. De esta Reforma marco una nueva etapa en nuestra materia,

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no habiéndose limitado a una simple adecuación del texto mercantil frente a la
existencia del ya no tan reciente Código Civil.
No se sancionó un Código totalmente nuevo, pero las disposiciones originadas en
el triple esfuerzo de Villegas y Quesada, Segovia y le propio de la Comisión,
constituyeron un importante avance que históricamente debemos valorar.

c) Las Reformas posteriores: es fundamental mencionar que se han realizado


muchas reformas posteriores, que intentan adecuar constantemente al derecho
mercantil, con las necesidades de la contemporaneidad y que consecuentemente,
forman parte de la historia del derecho comercial argentino.

UNIDAD II

“CONCEPTO, CARACTERES Y FUENTES DEL DERECHO COMERCIAL”

A) ANTECEDENTES Y EVOLUCIONES CONCEPTUALES:


El tema de estudios que trata de saber si el derecho comercial actual es
preferentemente objetivo o subjetivo, independientemente de las tendencias
legislativas, persiste una “esencia” vital nacida de la antigua regulación del
artesanado y del comerciante, que aún distingue la disciplina.
Solo se trata de modalidades de técnica legislativa – antiguas o modernas – que
intentan regular una parte del fenómeno económico de la empresa que actúa en
el mercado.

EL DERECHO DE LUCRO O LA ESPECULACIÓN ECONÓMICA:


La finalidad de lucro parece algo inseparable de la actividad mercantil, si la
consideramos en sentido estricto.
Ha señalado Ascarelli, que la profesionalidad supone también un propósito
lucrativo, realice o no su objetivo y añade: pero en un sentido amplio, no siempre
el lucro o la especulación aparecen como integrantes de instituciones del derecho
comercial.
Dice con razón Langle, que “el fin de lucro del comercio, tan esencial desde el
punto de vista económico, no lo es desde el legal”, contratos mercantiles pueden
ser gratuitos.
El lucro o el fin de obtenerlos ha servido para caracterizar judicialmente un acto
como mercantil, pero no todo es lucro para el empresario, muchas veces actúa
movido por otras motivaciones distintas de la del simple lucro.
Para ayudar lo mas posible a quienquiera que tenga necesidad de ella. Para
hacer dinero e invertirlo, para dar trabajo, para mandar el automóvil allí donde las
personas pueden servirse de él, y accesoriamente para hacer dinero.
El comerciante o empresario tiene como objetivo principal el “ánimo de empresa”,
que se traduce generalmente en un esfuerzo de organización y acción muy
específica. El elemento de lucratividad ha cedido también su lugar e importancia,
si se tiene en cuenta el debilitamiento de su fisonomía individualista y liberal,
dejando paso a un fuerte sentido social en muchas de sus instituciones,
respondiendo a una realidad que no solo abarca nuestra disciplina. La tendencia

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socializadora observada en el campo de la sociedad anónima, en la actividad
bancaria, bursátil, de seguros o de transportes”.

LA CIRCULACIÓN DE BIENES, LOS ACTOS EN MASA Y LA


INTERMEDIACIÓN:
El comercio es en esencia movimiento, tráfico, transmisión ininterrumpida, el
derecho mercantil promueve y protege esa circulación. Esta concepción explica
ciertos caracteres de nuestra disciplina, no la abarca totalmente, ya que son
muchas las operaciones o estructuras que no se refieren a la circulación.
Es acto mercantil por sí, todo aquel en que se realiza un cambio indirecto o lo que
es igual, un acto de interposición en el cambio, no siendo esencial la finalidad de
especulación o lucro. Establece Rocco cuatro grupos de de actos de comercio:
Actos de interposición en el cambio de mercancías, títulos, predios rústicos y
urbanos.
Actos de interposición en el cambio de dinero contra dinero a crédito (operaciones
de banca).
Actos de interposición en el cambio de trabajo (empresa)
Actos de interposición en el cambio de riesgo (seguros).
Esta teorización resulta insuficiente.
Langle, el derecho mercantil no se reduce a las actividades típicas de
interposición, sino que se extiende a las de simple ayuda o garantía. Comprende
actos de cambio y para el cambio.

DERECHO DE LA PRODUCCIÓN, DE LA INTERMEDIACIÓN DE LOS


NEGOCIOS:
Tradicionalmente, el comerciante raramente fue a la vez productor, por ello,
cuando ocurre la revolución industrial, se pretende separar el derecho industrial
del comercial, distinguiendo las dos fases económicas que lo vitalizan.
El derecho industrial, el derecho de la tecnología, el derecho sobre bienes
inmateriales de uso industrial (patentes, marcas, know –how, no es más que una
rama de un único ordenamiento: el mercantil.
Ni la producción, ni la intermediación son separables de los sujetos que forman la
empresa económica, ni de ésta.
Aparece el derecho industrial como la doble vertiente ya existente en los tiempos
del artesanado.
Nuestro Código de Comercio considera mercantiles a las empresas de fábrica y
la compra para revender cuando a lo comprado se le agrega algún cambio.
Si todo el Derecho Comercial se regula mediante instituciones que sirvan a la
actividad del sujeto, el empresario puede realizar la actividad intermediadora o
productiva y lo mismo se servirá y le quedará obligado por las normas de nuestra
materia.
La diversa realidad económica de una y otra labor no es óbice para que exista
provechosamente, una regulación común.
Nadie puede hablar de “normas de derecho industrial” que no sean aplicables al
comerciante que no produce, sino intermedia en el tráfico de bienes o servicios.

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No todos los “negocios” son comerciales, ni toda la materia mercantil se reduce a
“negocios”.

EL DERECHO ECONÓMICO:
Una gran parte de la vida económica no es comercial, al referirse a las
profesiones liberales, la agricultura, las industrias extractivas. A ello podemos
agregar que muchos contratos civiles son derecho económico, no mercantil,
operaciones con inmuebles, compraventa civil en general, sociedad civil. Normas
de derecho público referente a la economía, a materia tributaria o al llamado
derecho penal económico, no pertenecen tampoco a nuestra disciplina y son
derecho económico.
Actualmente, es diferenciable el campo del derecho mercantil de las concepciones
modernas del derecho económico,

LA EMPRESA: LOS CONTRATOS DE EMPRESA:


Desde el punto de vista económico, es empresa una organización que prevé la
realización de una actividad económica, con un riesgo, para intermediar en la
producción o el cambio de bienes y servicios.
Uría, define derecho ordenador de la organización y de la actividad profesional de
los empresarios”.
En nuestra doctrina, Halperin confiere a la empresa un sentido objetivo y Zabala
Rodríguez, en cierto modo, la subjetiviza.
Muchas organizaciones empresarias no son mercantiles, asociaciones,
fundaciones, sociedades civiles. Desde otro punto de vista, instituciones enteras
del derecho comercial no se relacionan con el concepto de empresa.

ORIENTACIONES PRAGMÁTICAS:
Pont, define el derecho mercantil como “el ordenamiento privado propio de los
empresarios y de sus estatutos, así como de la actividad externa que éstos
realizan por medio de una empresa”.
El estudio de la realidad histórica nos ha dado el pro que de la existencia de la
regulación mercantil, como sus necesarias instituciones aparecen y se desarrollan
en el tiempo. Y para crear un concepto de esa realidad no podemos hacer otra
cosa que volver a ella. El derecho nace para regular conductaza que ya se vienen
dando históricamente, si el derecho no guarda relación con la realidad que lo
circunda, cae en desuso o es fuente de grandes tensiones sociales, políticas y
económicas.
Malagariga, dice “el derecho comercial es una rama del derecho privado que se
ocupa, aunque no desde todos los puntos de vista, de ciertas actividades,
ejercidas o no de modo accidental”.
Arecha, dice “que la ley comercial regula una serie diversa de negocios que por
razones históricas y de convivencia social, que hacen a la seguridad y celeridad
de los mismos negocios, y el interés del comercio y del crédito, deben caer en su
ámbito”.

NUESTRA OPINIÓN:Es de fundamental importancia la visión histórica que


explica por que ciertos institutos permanecen unidos en nuestro abigarrado y
desistematizado código de comercio.

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El orden mercantil respondió a una necesidad, que fue al de regular la actividad
de ciertos sujetos que desplegaban determinadas tareas de gran incidencia
económica, así nace históricamente. Mas adelante aparece señalando qué actos
son objetivamente “comercial”. Se regula también al sujeto, pero indirectamente.
Se vuelve, mediante instituciones fortalecidas, a formar distintos núcleos de la
materia.
Aparecen entonces, en el campo económico visible, dos clases de sujetos que
realizan una tarea similar; son los empresarios individuales (comerciantes,
industriales, productores de servicios); ellos fundan una organización, afrontan un
riesgo, dirigen esa organización, dándole vida dinámica, vinculan a otros
empresarios mueven la rueda económica de la nación, son regulados por el
estado en el sentido de que éste conduce a la economía.
No toda empresa está hoy legislada por normas pertenecientes al derecho
mercantil, no toda nuestra materia está referida a la empresa o al empresario.
Solo una parte de ella se ocupa de los sujetos, estableciendo para ellos un plexo
de deberes y obligaciones, unidos a reglas reguladoras de su actividad desde
diversos puntos de vista; de los efectos, del control.
La organización económica que llamamos “empresa” no tiene una regulación
integral, si existen diversos aspectos jurídicos del fenómeno empresario.
El moderno derecho comercial, se centraliza en el estatuto del empresario
individual y en el del empresario colectivo. Controla su actividad desde el punto de
vista del interés general, y de la comunidad de empresarios (competencia,
publicidad, prácticas leales) y de los habitantes (protección al consumido). Regula
también algunos negocios específicos (seguros, compraventas, depósitos) y
ciertos medios (papeles de comercio, prenda) para facilitar el tráfico. Existe un
sector jurídico, que es la ley mercantil, que regula la actividad comercial e
industrial en ciertos aspectos. Aparece el empresario individual - llamado
comerciante individual – junto a otros sujetos que realizan profesionalmente
ciertos actos – los llamados por al ley auxiliares del comercio – y para todos ellos
se establece un estatuto. Por otro, están las sociedades comerciales, los nuevos
sujetos que ocupan un amplio espectro en la vida económica de la nación.
El actual derecho comercial no ha logrado la regulación de la empresa, el derecho
de sociedades no es más que un derecho de organización empresaria parcial.
En nuestra opinión, el derecho mercantil mantiene esa categoría de derecho
especial, en atención a ciertas regulaciones específicas: derecho cambiario,
sociedades comerciales, seguros, estatutos, del comerciante individual y de
algunos auxiliares del comercio.
Todas las instituciones mercantiles sirven al derecho civil y lo han penetrado. A su
vez, el derecho civil da sustento a todo el derecho mercantil en orden a la teoría
general del acto jurídico. El derecho comercial es un sistema en mutación, como
lo está todo el orden jurídico.
El derecho comercial existe, en algunos campos por, sobre y tal vez a pesar de,
las normas positivas. En nuestra disciplina, se advierten movimiento de
disgregación, unificación, integración y cambio, que fatalmente conducirán a un
orden jurídico diferente.
Lo que nuestra materia “debería ser” legislativamente, es lo que ella en éste
estadio es: una disciplina de ciertos sujetos (comerciantes, industriales, los
llamados auxiliares del comercio, las sociedades comerciales) y de ciertos actos y

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actividades (organización empresaria, actos jurídicos de representación,
cooperación e interposición, sistemas de circulación y negocial mobiliario, etc.)

B) CARACTERES

AUTONOMÍA:
No ha nacido a partir del derecho civil, sino que constituye un conjunto de normas
que pretendieron, desde su nacimiento histórico regular una situación nueva.
El derecho comercial nació como un sistema especial destinado a reglar la
conducta y los negocios de los comerciantes en la Edad Media ante la carencia
propia del régimen civil hubo que idear normas, instituciones y sistemas nuevos
que pudieran satisfacer aquella nueva modalidad operativa. El derecho comercial
nació autónomo y así se mantuvo durante mucho tiempo en las legislaciones que
siguieron la tendencia codificadora francesa. La autonomía legislativa, existe en
nuestro país, que no es de todos modos absoluta, fue quebrada en Italia a partir
del código civil unificado de 1.942.-
Los jueces en su tarea aplican sin solución de continuidad las reglas civiles,
mercantiles o laborales que sean necesarias. Es que el ordenamiento jurídico es
uno y las normas están reguladas en una integración completa.
El derecho mercantil puede considerarse autónomo porque posee una serie de
principios que, aunque se han ido desdibujando en el tiempo y algunos ingresaron
y revitalizaron el derecho civil, se mantienen en razón de la distinta realidad que
en este derecho regula

LA UNIDAD DEL DERECHO:


El ordenamiento positivo es uno e indivisible. ¿Puede decirse hoy que existe un
derecho privado, aislado del derecho público?, no hay ya una división del derecho
que justifique mantener una distinción dual dogmática al respecto. Todas las
relaciones jurídicas muestran aspectos privados y públicos y ello se acentúa e
identifica día a día. Lo mismo puede decirse de la distinción entre derecho civil y
derecho comercial
Cada rama del derecho se ocupa de cierto sector de la realidad social, atendiendo
a sus requerimientos y con la pretensión de regular los comportamientos posibles
y típicos que en él se presentan.
Modernamente aparece clara una tendencia agrupadora (cursos civiles y
comerciales) y otra que importa una ruptura del criterio de división en ramas del
derecho. Siendo el orden jurídico una unidad, el jurista tiene que conservar y
recrear constantemente la visión de ese todo en el cual solo será una parte
nuestra disciplina.

TRANSFORMACIONES DEL DERECHO:


En tanto el derecho es ciencia social, no es estático. Este movimiento de
expansión, fractura y reacomodamiento, se observa en toda la historia del
derecho. El orden jurídico sigue, a paso más lento a los hechos salientes que
provienen de la realidad social. En la dinámica jurídica hay aspectos que

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reiteradamente interesan a los autores, desde el campo particular del derecho
mercantil: el proceso de disgregación, el de integración, el de unificación.

LA DISGREGACIÓN:
Tradicionalmente se ha nombrado así a la facturación de sectores de una rama
del derecho para erigirse en verdaderos sistemas, que después pretenden la
clásica “autonomía”. El derecho laboral, siglo pasado pocas reglas legales, es hoy
un verdadero estatuto de todo aquel que se encuentre en relación de
dependencia.
El fenómeno descripto de disgregación y asimilación, no es más que el resultado
de la dinámica del orden jurídico, que en ciertas disciplinas se observa con mayor
intensidad, éste es el caso de la naturaleza.
Es importante que las tendencias disgregantes no olviden la unidad sustancial del
orden jurídico, el cual exige coherencia y homogeneidad.

UNIFICACIÓN E INTEGRACIÓN DEL DERECHO PRIVADO:


La unificación en el campo del derecho privado, sostenida con euforia al
promediar este siglo, aparece hoy como un intento realmente complejo, merced a
la múltiple bifurcación de soluciones posibles.
La diversidad en al unificación, se da en los medios o caminos para obtenerla: a)
unidad de criterio en derecho privado, mediante la unificación de los fueros
judiciales: en nuestro país, solamente en la capital federal existe un fuero
comercial separado del civil y del llamado especial, b) unificación por medio de
reglas integradoras de la legislación, c) unificación mediante la fusión de leyes o
códigos de distintas ramas del derecho, d) unificación por el tratamiento
multidisciplinario, en una misma ley, de un solo fenómeno, e) unificación de
reglas internacionales para mejorar la transacción, negocios y aplicación de la ley
entre los distintos países, f) unificación de normas legales tendientes a la
integración territorial de naciones de un máxima región.
El sistema codificado reconoce, en la mayoría de los países el doble código civil y
mercantil, española, alemana, e italiana, son el producto histórico de la Edad
Media, realidad que marca la necesaria aparición de un derecho nuevo, aplicable
primero a los comerciantes y luego a ellos y a sus actos habituales, realizados en
ejercicio de su profesión.
Con el correr de los siglos se producen fracturas nuevos rumbos, hay avances
legislativos al lado de estructuras estáticas. Se desarrollan nuevas formas de
ejercer jurídicamente la actividad económica, emerge el derecho laboral, se
socializa. El régimen capitalista, el estado exhibe una presencia cada vez más
importante, cuando no absorbente.
Después de años de avances, retrocesos y estancamientos, se vuelve a pensar
en unificar el derecho privado, la idea de unificación tiene cierta antigüedad.

a) Antecedentes argentinos:
La legislación comercial argentina nació bajo el signo de la unificación. El código
de comercio de 1.859 para la provincia de Bs. As., ley nacional de 1.862, se dicta
si que existiera un Código Civil, y cuando Vélez Sarfield redacta éste, que se
sanciona en Septiembre de 1.869, no adopta las ideas que para entonces tenía ya
Freitas sobre unificación, el maestro brasileño, como dijimos presentó en 1.867

16
una propuesta para unificar el derecho privado, con argumentos de gran peso
jurídico para la época. El código civil de 1.869 coexiste con el código de comercio
hasta el año 1.889, fecha en la cual se decide eliminar del segundo la mayor
parte de sus previsiones de derecho común, por lo que el código civil pasa a ser la
regla general que rige al comercio en los casos no previstos por la legislación
mercantil.
En 1.906, se intenta redactar un código de obligaciones, contratos y de unificación
de algunos otros aspectos del derecho privado con una ponencia en igual sentido
que después lleva al primer congreso nacional de derecho comercial en 1.940, se
aprobó pro 33 votos a favor.
En la actualidad, contamos en nuestro orden legal positivo con un código civil,
otro de comercio y una completa ley de contratos de trabajo, pero además existe
una larga lista de leyes complementarias de los dos primeros. Aún dentro del
sistema mercantil, es fácilmente advertible la presencia de grandes instituciones,
vinculadas entre sí por su pro9cedencia de una fuerte y una modalidad especial
que justifica tal vez su diferenciación ontológica.

b) Derecho comparado:
SUIZA, en 1.881 se promulgó el Código Suizo de las Obligaciones. En él se unen
el derecho comercial con el de las obligaciones y los contratos civiles. La teoría
general y casos del derecho de las obligaciones y su equivalente del sistema
contractual se aplicaría, - hasta el presente se mantiene el sistema – tanto a
comerciante como a no comerciantes, a actos de comercio como a actos civiles.

ALEMANIA: No logra unificar su legislación.


El código de comercio alemán, viene a ser en cierto modo preponderantemente
Subjetivo, por que en él se regulan los actos estrictamente profesionales,
excluyéndose los actos de comercio que realizan los no comerciantes.
Pero por otro lado se adopta por otra vía el objetivismo, al aplicarse el código de
comercio a quienes explotan una empresa mercantil, aunque no estén inscriptos
como comerciantes, haciéndose extensiva la ley en sus efectos, a las partes no
comerciantes de la relación.

ITALIA: En 1.942 se unifica el derecho civil, comercial y laboral en Italia bajo el


régimen de Mussolini. Desde mucho tiempo atrás se trabajaba en Italia para
logara un cuerpo unificado de normas de derecho privado y esa tendencia
contaba con la opinión favorable, la obra fue precedida por un proyecto Italo-
francés sobre obligaciones (unificadas) que fue después abandonada. La
unificación se logra mediante un completo cuerpo normativo, al que se denomina
“Código Civil”.
El derecho comercial se ajusta, en este código civil.
Se abandonan los actos de comercio, adoptándose como eje del sistema
mercantil la empresa desde un punto de vista subjetivo y subordinándola a los
fines superiores del estado. Según Asquini, la idea de empresa se extiende a toda
la economía, incluyendo la empresa cooperativa y la agraria. La economía se
organiza mediante la regulación de la figura del empresario, la empresa, la
hacienda, y el trabajo dentro del establecimiento. Hoy en día el Código Civil
italiano está vigente, gracias a su completísima estructura legal originaria.

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La experiencia italiana ha sido positiva, pero su ejemplo no fue imitado en
América.

HOLANDA: Realiza desde hace años un trabajo ejemplar para unificar su


legislación. En el antiguo derecho holandés no se distinguía el derecho civil del
comercial, hasta que en 1.811 se introducen los códigos franceses, mas adelante
remplazado por un código civil y uno de comercio.
En la actualidad rige en Holanda un nuevo código civil, que va siendo sancionado
por libros, gracias al trabajo de una comisión permanente que lo elabora.

ESTADOS UNIDOS: Como es sabido, regulan su legislación y jurisprudencia,


según las partes del common low creado en Inglaterra y difundido por el mundo
cuando este país era el centro del imperio. Mas la legislación norteamericana
difiere en muchos sentidos de la inglesa. Además se desarrolla en forma
autónoma en cada Estado de la Unión. De ahí que se sintiera la necesidad de
unificar normas pertenecientes a un estado y a los demás. En el ámbito del
derecho mercantil, mezclado con instituciones civiles, aparece el código de
comercio uniforme, que no contiene la materia societaria, trata sobre cuestiones
generales, compra venta, papeles de comercio, algunos contratos bancarios,
temas de seguros, etc. El federalismo propio del sistema norteamericano hace
que no todos los estados acepten leyes uniformes.

c) Cuestiones a unificar. Situación actual:


Podríamos contraponer actualmente la actividad empresa – mercado, con la
correspondiente a la que se da sujeto – sujeto, o bien aquilatar una serie de
instituciones de gran importancia vinculadas con el orden económico, pero en las
cuales confluyen principios del tradicional derecho civil, del derecho mercantil, del
trabajo y del derecho administrativo.
El derecho privado tiene que reformularse en los siguientes grupos de normas:
Personas como tales y familia.
Personas jurídicas y otros sujetos colectivos (sociedades, asociaciones,
fundaciones, cooperativas).
El derecho de los bienes; el orden sucesorio; la usucapión.
Los actos jurídicos, las obligaciones y la parte general de los contratos (tanto
civiles como comerciales), incluyendo al prescripción.
Estatutos especiales, comercial, laboral, incluyendo los llamados “auxiliares de
comercio”.
Organización el trabajo para la producción o el intercambio en el marcado (incluye
la lealtad comercial, la protección del consumidor, reglas impositivas)
Perfil de diferentes tipos de contratos y su régimen positivo.
Unificar la legislación civil y comercial no importa suprimir las diferencias y
particularidades de cada una de estas dos ramas el derecho privado. Ellas
seguirán subsistiendo por que poseen una finalidad específica y destinatarios
determinados dentro del cuerpo social de la comunidad. La coexistencia de los
dos regímenes no importa una independencia absoluta entre ellos.
Hoy en día el juez argentino aplica sin solución de continuidad tanto el Código
Civil como el comercial para resolver problemas de derecho privado. También

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actúa del mismo modo las personas que establecen diariamente vínculos civiles o
comérciales, cualquiera que sea su estado, oficio u ocupación.
Algunos de los beneficios de la unificación podrían ser: mejor aplicación de los
principios de la organización empresaria, y hasta regular jurídicamente a la
empresa, facilitar la transmisión de derechos, despersonalizar las operaciones y
facilitar la aplicación el plexo normativo total a todos los actos y contratos.

d) La integración:
Por su lado, se van creando reglas legales de derecho mundial unificado, por
otro, surge la novedad política y económica de la integración de varios países de
una región, los cuales partiendo de directivas de integración, van creando las
condiciones y las instituciones que les permitan convertirse en el futuro en una
unidad política federada. En el pasado, cada nación poseía su propio orden
jurídico; después aparecieron los tratados internacionales, se pasó a legislar
unitariamente, a unificar órdenes legales para una más o menos basta región del
mundo.

C) FUENTES DEL DERECHO COMERCIAL Y DE LAS OBLIGACIONES


COMERCIALES APLICACIÓN DE SUS NORMAS EN GENERAL

INTRODUCCIÓN:
La fuente fundamental del derecho en los países de derecho codificado es la ley.
La ley mercantil está constituida por un ordenamiento especial, aplicado por los
jueces con el enfoque interpretativo necesario para evaluar el fenómeno
comercial, ciertamente distinto del civil, el penal o el administrativo.
Las fuentes del derecho comercial no difieren en general de las que corresponde
la conjunto del derecho privado: ley, jurisprudencia, costumbre, doctrina, también
enunciamos un orden de prelación específico en la materia.
Las fuentes de las obligaciones, en lo mercantil, tienen el mismo origen que en
derecho civil, la ley, el contrato, el cuasicontrato, el delito y el cuasidelito,
traducido en la doctrina moderna en el acto jurídico, el hecho ilícito y la norma
legal o consuetudinaria.
Creemos que la posición del empresario frente al mercado admite que se distinga
una situación distinta por su particular actuación, que eventualmente podría
modificar el sistema civil de las fuentes. Cualquiera que sea la opinión que se
adopte en doctrina, eligiendo algunas de las teorizaciones sobre las fuentes de
las obligaciones, en nuestro derecho comercial aparecen claramente las
siguientes:
Obligaciones legales y estatutarias,
Obligaciones provenientes de actos jurídicos de la costumbre y la apariencia.
Obligaciones provenientes del daño causado.
Obligaciones que surgen del enriquecimiento sin causa.
Obligaciones que nacen del actuar del empresario frente al mercado.

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LAS LEYES:
En sentido amplio, normas constitucionales, códigos, leyes generales o
especiales, tratados internacionales y otras normas emergente de otros poderes,
por ejemplo; ordenanzas municipales, resoluciones de diversos organismos
(inspección general de justicia, comisión nacional de valores, circulares del banco
central, edictos policiales).
Vimos ya que el código de comercio vino a llenar un vacío legislativo.
Al código de comercio se le han ido agregando las leyes que hemos visto en el
capítulo anterior, que lo modifican o completan.
El código de comercio argentino contiene, a diferencia del civil, un título preliminar,
que fue muy amplio en su origen en 18 apartados, individualizados con números
romanos, ahora reducido a cinco solamente, pese a su indudable
desactualización, este título preliminar establece algunos principios de necesaria
consideración, a modo de reglas generales. Transcribimos su contenido:

a) Los estatutos:
A la manera del antiguo sistema medieval que regía un status especial, el del
comerciante aparecen en nuestros días dos disciplinas estatutarias destinadas a
reglar ciertas obligaciones, derechos, deberes, de los sujetos del derecho
mercantil, el comerciante individual, el empresario y el comerciante llamado social
o colectivo, representado jurídicamente pro las sociedades mercantiles. Los
derechos y deberes del empresario individual se estudian en la parte general e
integran el comienzo del régimen positivo plasmado en nuestro código de
comercio.
El estatuto del comerciante, así llamado por nuestra doctrina, está integrado por
una serie de reglas que indican en que condiciones una persona podrá producir
bienes y servicios para el mercado.
El empresario – sociedad se destaca por ser un sujeto abstracto de derecho, que
funciona con personalidad unificada sobre la base de un contrato suscripto por
dos o más personas.

b) Influencias sobre la legislación:


Ante un mundo que ofrece como alternativas concretas los “sistemas” que, para
simplificar, llamaremos “capitalismo” y “socialismo” todo un conjunto de países
han recibido las influencias de ambos lados. También se advierte una creciente
intervención del estado que regula materias o temas que antes eran de exclusivo
dominio privado. Nuestra organización capitalista, muchas de las leyes contienen
una profunda preocupación social. Esta corriente revela una línea constante de
adecuaciones a la realidad del país, durante los diversos regímenes de gobierno
por lo que ha ido pasando.
Hay dos tendencias antagónicas que también es precisó señalar: la que va hacia
la definitiva unificación mundial (máxime en derecho mercantil) y la que piensa en
crear soluciones apropiadas para la realidad de cada país. Sobre estas dos
fuerzas opuestas se construye todos los días el derecho argentino.

c) Aplicación de la ley:
Aplicar el ordenamiento mercantil no significa apartarse totalmente de las leyes,
principios o instituciones reguladas en el código civil, simplemente, ante la

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situación de hecho, se establecerá por lo común una aplicación compleja de una
serie de normas, que no necesariamente irán actuando en exclusión de otras, en
ocasiones es posible y frecuente aplicar la ley mercantil para algunos aspectos del
negocio y la civil APRA otros.

Aplicación estatutaria: cuando corresponde a ciertos estatutos establecidos por la


ley.
Interpretación con utilización de los principios informantes (tratados en el capítulo
III), verdaderos principios generales del derecho mercantil.
Utilización de la analogía: ciertas estructuras no legisladas o legisladas
deficientemente, deben interpretarse mediante al integración con ordenes
mercantiles afines.
La utilización de las costumbres o los usos.

d) Orden de prelación:
El código de comercio y las leyes complementarias son las normas centrales de
derecho comercial. El C.C., las leyes civiles y demás leyes, se aplican
subsidiariamente, auque los autores discuten sobre cual es la prelación debida.
El código de comercio en su título preliminar, en el art. 207 indica que el C.C. se
aplicará en los casos no previstos por este código cuado un asunto se rige pro
al ley mercantil, y ella lo resuelve, no hay dificultad, se le aplica directamente. Si
no lo tratan expresamente ni el código ni la ley comercial, hay que acudir al
derecho civil. Allí encontraremos el art. 16 que dice: si una cuestión civil no puede
resolverse, ni por las palabras, ni por el espíritu de la ley, se entenderá a los
principios de leyes análogas, y si aún la cuestión fuere dudosa, se resolverá por
los principios generales del derecho, teniendo en consideración las circunstancias
del caso.

LA JURISPRUDENCIA:
Las repetidas y constantes soluciones judiciales forman corrientes que cuando
son pacíficas, pueden invocarse con fuerza parecida a la ley misma.
Las decisiones judiciales cumplen las mismas funciones en derecho civil y en
derecho comercial, ya que por medio de ellas se interpreta la ley y se la completa
a la luz de los hechos expuestos y probados. El juez emite verdaderas reglas de
derecho en cada caso que le es sometido, pudiendo usar diversos métodos de
interpretación judicial.
El juez procederá del siguiente modo:
Estudio del caso y su ubicación temporal.
Examen atento de los hechos.
Aplicación de la ley y de la costumbre correspondiente, todo relacionado a los
principios informantes del derecho comercial.
El fallo dispondrá sobre la razón que asiste a cada parte y la eventual
responsabilidad, sin perjuicio de fijar los límites correspondientes a los efectos del
negocio cumplido en el pasado.

OBLIGACIONES PROVENIENTES DE ACTOS JURÍDICOS:


Para el derecho mercantil no basta la simple fuente contractual. Teniéndose en
cuenta la riqueza de nuestro derecho positivo respecto del acto jurídico éste es la

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verdadera fuente del derecho comercial, entendido en un sentido amplio, que no
solamente abarca lo que la doctrina europea llama negocio jurídico, sino que vas
mas allá, incluyendo el acto unilateral, la actividad, (noción específica de derecho
societario) y hasta el concepto de “operación” que aparece más amplio que el de
acto jurídico.
El límite el acto jurídico no es solamente el orden público, sino la moral y las
buenas costumbres, las normas que sin ser de orden público son indisponibles y
las reglas que de un modo y otro impone el estado al actuar del empresario. Los
actos que por alguna razón pertenecen al orden comercial, surgen a la vida del
derecho respetando el esquema básico obligación – responsabilidad; proviene de
un actuar humano con reflejo en la norma legal o en la costumbre.

LOS ACTOS DE COMERCIO COMO FUENTES:


Los actos de comercio existentes en nuestra legislación mercantil, no son fuentes
del derecho comercial, ya que no constituyen estructuras normativas ni un sistema
jurídico.

LAS COSTUMBRES Y LOS USOS:


Constituyen la fuente del derecho más antigua, ay que nace antes que las normas
escritas. La costumbre va pasando a ser ley positiva.
La costumbre existe en la observación constante y uniforme de un cierto
comportamiento por los miembros de una comunidad social, con al convicción de
que responde a una necesidad jurídica. Dicha necesidad jurídica puede o no
darse, según las diversas circunstancias de tiempo y de lugar

Caracteres:
Uniformidad en el modo de realización.
Repetición constante.
Duración o cierta antigüedad.
Generalidad o conocimiento social generalizado, auque sea propia de un grupo de
la comunidad.

Tiene que tratarse de hechos o actos en los que se adviertan estos caracteres.
Podrá ser positivo, pudiendo constituir un aval de la ley, o en ciertos casos
derogarlos.
Desde el punto de vista mercantil, la costumbre ha sido siempre considerada
especialmente, ya que históricamente fue la primera – y en cierto período única –
base en la cual se asentaron las relaciones entre comerciante.
El art. 17 del C.C. se aplica básicamente a nuestra materia “los usos y costumbres
no pueden crear derechos, sino cuando las leyes se refieran a ellos o en
situaciones no regladas legalmente.
a) La costumbre interpretativa de la ley actúan en sentido de fuente autónoma del
derecho comercial, quizá con mayor precisión legal que en el sistema civil. El titulo
preliminar, “las costumbres mercantiles pueden servir de regla para determinar el
sentido de las palabras o frases técnicas del comercio, y para interpretar los actos
o convenciones mercantiles”. El juez debe utilizar la costumbre integrando las

22
disposiciones legales, si las hay, como regla de derecho destinada a resolver un
caso en forma justa.
b) La costumbre estatutaria implica la aceptación legal de ciertas modalidades de
actuación que conducen a un resultado jurídico concreto. La calidad de
comerciante no se adquiere repitiendo un uso o costumbre, la reiteración de actos
de comercio.
c) La costumbre interpretativa es la de mayo aplicación en nuestra disciplina,
extendida al sistema civil.
La costumbre, para tener relevancia jurídica en nuestra disciplina, debe ser
reconocida en la plaza o región donde se la invoca; puede ser general o local, y
tiene que cumplir un considerable lapso de vigencia. No debe aceptarse como
vinculante una costumbre contra la moral, el orden público o reglas legales
inderogables. Se discute si quien invoca una costumbre tiene o no que probarla.
La solución dependerá de la mayor y o menor notoriedad que la costumbre
invocada posea. Si se la presume conocida y general, podrá plantearse ante el
juez sin mas, en caso de duda, habrá que probarla, porque el juzgador no podrá
aplicar una costumbre que desconoce, no le consta o tiene difícil interpretación
técnica. Los usos y costumbre se hallan en el ámbito de los hechos y muy
difícilmente llegan a los tribunales de casación.
d) La costumbre se aplica reiteradamente y, sin duda alguna, con mayor
intensidad, en el ámbito de los negocios internacionales.
La costumbre en derecho comercial, es sin duda una fuente autónoma y esencial
y solo cederá ante una expresa disposición legal o un preciso acuerdo de partes
contrariándola, cuando ello sea legalmente posible.

OBLIGACIONES PROVENIENTES DEL DAÑO CAUSADO:


Sea por el principio de derecho común que señala que todo el que por su culpa o
negligencia cause un daño a otro, debe repararlo (art. 1.109 C.C), frente al hecho
ilícito general, en el campo del derecho mercantil puede surgir obligaciones
provenientes de un actuar culposo o doloso.

ENRIQUECIMIENTO SIN CAUSA:


Es también fuente de obligaciones mercantiles y la institución se aplica con ciertas
particularidades en relación a ciertos sistemas que integran nuestra materia.
“nadie debe enriquecerse sin justa causa en perjuicio de terceros”.

OBLIGACIONES QUE NACEN DEL ACTUAR DEL EMPRESARIO FRENTE AL


MERCADO:
El empresario tiene un deber de lealtad para con el mercado, no solamente en su
obligación de admitir la competencia sino también en la de no incurrir en prácticas
desleales o desvíos dolosos de la clientela, además de ello, debe observar
escrupulosa conducta frente al consumidor y a las imposiciones del estado en su
papel de rector de la política económica del país.

LA INFLUENCIA DE LA DOCTRINA:La doctrina ha cumplido con una misión


trascendente, integrar, suplir y hacer progresar el Código de Comercio, que han
envejecido con el transcurso del tiempo, especialmente en los sectores no

23
actualizados por leyes especiales. Los juristas que hacen ciencia del derecho,
interpretando leyes, fallos y costumbres, influyen notoriamente en la formación,
modificación e interpretación del orden jurídico.
Con sus comentarios producen un reenvío vital que pasa con el tiempo, por medio
de modificaciones o rectificaciones, a enriquecer las dos principales fuentes del
derecho.
Además de lo dicho, la doctrina contiene un valor fundamental que se revela en
la conceptualización de las instituciones del derecho, tarea que no deben realizar
ni la ley ni el juez, la doctrina indicará la naturaleza jurídica de las normas o
grupos de normas.

D) ACTUALIDAD Y FUTURO DEL DERECHO COMERCIAL:

LA CUESTION:
En la actualidad estamos ya en un nueva era del derecho mercantil, cuyo centro
es, sin duda, el comerciante colectivo, quien ocupa el lugar mas destacado y el
que motiva las normas más ricas de nuestra materia, también en derecho público,
las empresas del estado o las mixtas, industria, comercio y servicios mercantiles o
industriales. Todas las formas estructurales colectivas adquieren cada día mayor
importancia en un mundo que les exige participación en el solidarismo humano.
El derecho mercantil, por su parte – ya que los dicho antes comprende todos los
aspectos de la nación, tiene que llevar adelante su tradicional papel de avanzada
del derecho, procurando el mejor vivir para el hombre regulará las relaciones del
los productores o intermediarios actuantes en el mercado. Para adecuar el
fenómeno económico a pautas teleológicamente valiosas. Hay que facilitar las
transacciones, simplificándolas, pero otorgando al mismo tiempo seguridad y
protección a la parte débil, utilizando como fundamento esencial el respeto a al
buena fe.
Deberá cuidarse por medio de normas armónicas, la estructura legal empresaria y
su funcionamiento, para estimularla y garantizar reglas de juegos claras y
perdurables. Será fundamental equilibrar los aspectos del riego empresarios con
los de la responsabilidad y la ganancial la economía debe estar al servicio del
hombre. La conducta empresaria debe quedar encuadrada dentro del molde ético.
Si el crédito no cumple su función social dentro del sistema económico, pierde su
justificación ética.
Todo los dichoso no importa perder de vista a la garantía de la libre iniciativa y la
de la propiedad privada, motores esenciales de la economía de los países no
socialistas y que el estado debe proteger si se desea un desarrollo sostenido de
las empresas para satisfacción del mercado. Si se logra conciliar los cambios
tecnológicos con un criterio moral adecuado y con una actitud de solidaridad
social que tome en cuenta el verdadero valor del ser humano, el nuevo derecho
comercial habrá cumplido con una nueva etapa de
desarrollo.

24
UNIDAD III
“PRINCIPIOS INFORMANTES O PRINCIPOS GENERALES
DEL DERECHO COMERCIAL”

CONCEPTO:
Hay que distinguir cuales son las pautas diferenciales entre estas dos ramas del
derecho privado civil y comercial
Los principios informantes no son otros que los que al estudiar las fuentes del
derecho comercial utilizamos para integrar la ley o interpretarla. Surgen de la ley y
de las costumbre y usos del comercio y se encuentran en todos lo órdenes
positivos del mundo, no son inmutables, cerrados, absolutos, ni se establecen,
varían en la medida en que la historia y sus hombres evolucionan.
Principios informantes y principios generales del el derecho comercial. La regla
jurídica estudiada y puesta en evidencia para intentar la nueva sistematización
que aquí se propone, tiene que reunir la doble condición que indicara Sacco:

a) La regla que se explica debe ser existente no imaginaria.


b) La relación entre el ambiente sociocultural y la regla jurídica debe ser
rigurosamente causal.

El derecho mercantil es un conjunto de instituciones unidas y relacionas por


motivos históricos vinculados a un orden profesional.
En primer lugar la Constitución Nacional, al establecer derecho y garantías,
impone indirectamente el tratamiento de ellos con ciertos generales y otros
específicos.
Así, por ejemplo, el derecho a ejercer industria so comercio lícito, deberá
adecuarse a las modalidades del momento, a normas especiales y generales, y a
principios propios de la materia a que se refiere la garantía o el derecho
establecido.
En el campo del derecho hay principios generales básicos del ordenamiento.
Luego existen otros propios solamente del derecho privado, a los que alude el art.
16 C.C. y una tercera categoría de principios, que es la que tratamos ahora de
precisar: la que pertenece al derecho comercial, esta tercera categoría se forma
en primer término, con principios provenientes de la primera o segunda, que sufre
un modulación especial en nuestra disciplina, a veces, aparecen principios
directos del derecho mercantil, y que no se hayan en otras armas del derecho.
En ocasiones, el derecho comercial, provee de principios generales al derecho
privado, en otras, una regla general del derecho privado, la del mantenimiento o
validez de los actos jurídicos, puede hallarse de manera distinta en ambos
ordenamiento y aun en distinta forma en la misma rama cuando disciplina una
diversa institución: en los sistemas civil y comercial, para los contratos de la
aplicación de la misma, en nuestra disciplina el tema aparece con distinta
solución cuando se refiere, por ejemplo, a sociedades comerciales.

B) ENUMERACIÓN, BREVE ANÁLISIS Y APLICACIÓN JURISPRUDENCIAL DE


ALGUNOS PRINCIPIOS
a) Onerosidad (o el ánimo de lucro)
b) Habitualidad o negocio continuado.

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c) Profesionalidad
d) Buena fe en materia mercantil,
e) Contrataciones principalmente concluidas en el campo de los bienes muebles.
f) Contrataciones posibles respecto de objetos futuros, inciertos, ajenos.
g) Celeridad en os negocios.
h) Mayor libertad en as formas y pruebas.
i) La costumbre y los usos.
j) Solidaridad obligacional.
k) Plazo diferente de prescripción.

a) LA ONEROSIDAD
No es exacto que la onerosidad sea un principio absoluto del derecho obligacional
o contractual mercantil. El ánimo de lucro se encuentra en general, en el
ordenamiento mercantil, pero no es único o exclusivo de el, ya que le derecho
civil patrimonial surgen en diversas instituciones.
El código de comercio contiene una disposición normativa referente a este tema.
El art 218 señala: siendo necesario interpretar la cláusula de un contrato, servirán
para la interpretación las bases siguientes
5) los actos de los comerciantes nunca se presumen gratuitos.
En el Pert. 8 del código de comercio, el legislador hace una lista de los actos de
comercio, cuya enumeración constituye de algún modo el recuento de cuales son
las distintas instituciones de nuestra materia.
Por lo tanto habrá en las negociaciones que emprenda el comerciante una
presunción de onerosidad que no se da como tal en el derecho civil, sin embargo,
que éstos último es válido como regla genérica, pero no lo es cuando nos
referimos al derecho obligacional (derecho personal de contenido patrimonial), ya
que en ese caso las prestaciones que constituyen el objeto de la obligación han
de ser susceptibles de apreciación pecuniaria, con un requisito de la existencia
misma de la obligación.
En virtud de este principio que entre comerciante no se presume la liberalidad y si
la onerosidad de los actos mercantiles, por ello mismo, para ser considerado
mercantil la empresa tiene que ser una organización que persiga fines de lucro, lo
cual dicho sea de paso, no se cofunde con “especulación”: tal la terminología
empleada por el art. 8 del código de comercio.
b) HABITUALIDAD O NEGOCIO CONTINUADO
Una característica destacable de la actividad mercantil es su continuidad y
repetición en el tiempo la corte suprema de justicia de la nación ha entendido
como habitual la actividad reglar realizada con el propósito de obtener beneficios.
La habitualidad debe surgir objetivamente de la actividad desplegada.
Si los negocios civiles se pueden realizar sin tropiezos en forma aislada, los
comerciales, necesitan un cierto tiempo, una continuidad, una repetición, para
poder desarrollarse y crecer
El elemento esencial que determina la calidad de comerciante no es sino el de
una profesión ejercida.
Si se trata el comerciante individual, para ser tal, repetirá actos de comercio,
llegando a una verdadera actividad. Si se desea comerciar colectivamente,
formará una sociedad, que implica una organización empresaria de contenido

26
económico, fundada con el propósito de mantenerse operando, al menos por un
tiempo generalmente extenso.
En la minoría de los casos puede aparecer una acto aislado como mercantil o bien
precisamente, en un acto aislado que puede ser mercantil o alcanzado por su
normativa.
No hay habitualidad sin profesión y tampoco sin una mínima organización
empresaria revelada al menos en una casa abierta al publico,
El requisito de habitualidad es esencial para el comerciante individual y va
implícito en la organización societaria. Podrá darse mediante al repetición de una
acto, con lo cual tendremos una actividad homogénea o realizando habitualmente
distintos actos de comercio en cumplimiento de una actividad empresarial mas
compleja.
La habitualidad aparece claramente en al actuación mediante la concurrencia al
mercado, abre el crédito, implica la necesidad de llevar una contabilidad
ordenada, de respetar normas de lealtad comercial, de hacer buen uso de la
publicidad.
c) PROFESIONALIDAD
Habitualidad y lucro, la profesionalidad tiene relación con ello, pero
conceptualmente es algo distinto además de la profesión (conjunto de
conocimientos y aptitudes para ejercer el comercio) debe existir el hábito
El concepto de profesionalidad debe distinguirse y para alcanzar al de la
habitualidad.
La profesionalidad mercantil debe vincularse a la responsabilidad, a la proyección
de su actividad, emane ésta de una persona física o de una sociedad comercial:
significa encarar una actividad de contenido económico, afrontar un riesgo, elegir
un cambio re producción o intermediación de bienes o servicios insertando su
actividad en un mercado.
El orden legal exige profesionalidad al comerciante individual y la aptitud (la ley
señala lealtad y diligencia) de un buen hombre de negocios. Aparece así una
unidad conceptual dirigida a los sujetos del orden mercantil. A su vez el estado
controla por medio de diversos mecanismos esta profesión.
En virtud de la exigencia de profesionalidad, el derecho mercantil crea
jurídicamente, inspirándose en la realidad, una calidad especial de sujetos,
otorgándole un status jurídico (deberes y obligaciones) propio y diferente. Tanto el
empresario individual como el colectivo poseen un preciso y detallado estatuto
profesional, que los habilita para su principal y natural función social: producir
bienes o servicios para el mercado.
d) LA BUENA FE
La buena fe es un principio general del derecho, que señala una manera de
actuar deseable y se presenta en todo el orden jurídico positivo, en su rama
privada y pública, apareciendo en múltiples manifestaciones de derecho material,
jurisprudencial o doctrinario, tanto en el sistema codificado como en el
anglonorteamericano.
Borda, enseña que la buena fe “aflora por sí misma en el hecho ético, y no es mas
que el acto o la acción integrada con elementos internos y externos.
Según Kelsen, regular el deber jurídico es la función esencial del derecho. En este
sentido, la buena fe es un principio general del derecho; es uno de los deberes
jurídicos exigidos a los individuos sometidos a un orden legal. La ley manda y

27
prohíbe, pero también otorga poderes jurídicos, en nuestro tema el poder jurídico
se da a quien es destinatario de la conducta jurídica de cualquier persona,
mientras le sea posible exigir que esa conducta esté teñida de buena fe. La buena
fe ha de ceder paso a valores superiores; a nuestro entender la caridad, la justicia
y la verdad son tres componentes esenciales del sistema ético. Tres pilares de la
conducta humana querida, la buena fe se transforma de un modo activo, del acto
individualista pasa a la conducta inspirada en la solidaridad; no bastará un menor
sentir subjetivo, la conducta exteriorizada debe evaluarse y catalogarse según
este principio legal del ordenamiento.
El sujeto debe actuar con atención y cuidado de sus negocios o actos, poner la
mayor diligencia tendiente a la concreción del resultado, con lealtad hacia la otra
parte, ésa es la conducta querida por el orden legal. La norma ética es la misma,
adaptada a las distintas modalidades que recibe en las diversas ramas el derecho
y que puede traducirse tanto en regla o principios legales como en Standard de
conducta.
En la buena fe – lealtad, hay preponderancia del querer sobre el creer, se obra
leal o deslealmente porque se quiere así, con conocimiento de lo que se va hacer.
En la buena fe – creencia, se obra creyendo estar dentro de lo jurídicamente
permitido.
La buena fe es una exigencia al individuo del que actúe con la verdad, ella implica
lealtad, ausencia de engaño o de maniobra que puedan producir daño, a otro. La
buena fe implica un estado subjetivo presumido sobre la base de un
comportamiento y con referencia a un sujeto. El comportamiento (acción u
omisión) debe realizarse en forma “debida”, de acuerdo con las condiciones.
Tiempo, lugar, del acto sometido a examen. Se ha señalado que es buena fe
contractual la consideración que se deben las partes en un negocio, o bien, en
una aplicación más amplia, la necesaria observancia de una conducta coherente.
La buena fe se presume – es una presunción iuris tantum – y quien la alegue no
debe probarla, sino que lo debe hacer quien sostenga la mala fe, salvo en ciertos
casos, en que la mala fe se presume o se insinúa en reglas legales de reproche.
Por un lado, la buena fe mercantil no excluye, ciertas formalidades, como, por
ejemplo, las que se manifiestan en los títulos de crédito. Por otro lado, aparece
como un fenómeno propio en el orden negocial comercial. Una expresión
típicamente mercantil de la buena fe, protegida en interés de los terceros. La
buena fe en materia mercantil se proyecta en una dimensión específica en el
quehacer frente al consumidor , así, junto a la tutela del interés general, aparece
el concepto de buena fe comercial o moral comercial, que importa un Stándard
aplicable a la actuación del empresario frente a los consumidores, a sus
acreedores y a los terceros.
El mercado tiene sus leyes y una de ellas es la disciplina de la concurrencia.

e) CONTRATACIONES CONCLUIDAS CON PREPONDERANCIA RESPECTO


DE BIENES MUEBLES
El concepto de cosa muebles: Hay que agregarle algunos elementos que no son
cosas corporales (intereses asegurables, patentes, inventos), pero que en cambio
suelen ser frecuentemente objeto de contratos mercantiles.
Conceptualmente una preponderancia de la utilización de muebles en el tráfico
mercantil, pero nada más. Los comercialistas argentinos, amplían el precepto

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contenido en el art. 8, inc. 1 del código de comercio, entendiendo que la frase
“cosa mueble” debe interpretarse como “bien mueble”, concepto comprensivo de
bienes materiales e inmateriales.
En otras cosas, ciertas adquisiciones de inmuebles pueden estar regidas por el
derecho comercial (actos preparatorios, empresas y sociedades con el objeto de
comprar y vender inmuebles).
¿Por qué se han excluido tradicionalmente los inmuebles de nuestra materia?
Edad Media
Los inmuebles no podían ser de propiedad de los particulares, sino de los señores
y grandes terratenientes. En cierto modo, estaban del fuera del comercio.
Los inmuebles pueden económicamente circular, siendo ejemplo de ello las
empresas de compra venta de inmuebles, las modernas organizaciones turísticas,
que venden “espacios”.
La regla legal vigente en nuestro derecho excluye del derecho comercial toda
venta o adquisición de inmuebles; ello no excluye otro tipo de negocios sobre
dichos bienes, pero hay que reconocer que la limitación es esencial.

f) CONTRATACIONES POSIBLES RESPECTO DE OBJETOS FUTUROS,


AJENOS
El art. 453 del código de comercio, señala que la compraventa de una cosa ajena
es válida frente a la regla contraria civil. Las cosas ajenas no pueden venderse.
Los negocios se concluyen prometiendo cosas o bienes de otros, que no han
entrado aún a formar parte del patrimonio del comerciante: productos a fabricar,
mercaderías en viaje.
Es común diferir la fijación del precio del negocio o referirlo al valor de mercados;
es habitual que le mercado compre no poseyendo el dinero necesario y venda
antes de obtener siquiera la tenencia del bien. En resumen, las instituciones
mercantiles existen precisamente para posibilitar ese actuar flexible, ágil,
anticipado, inmerso en un acelerado movimiento del mercado en que se actúa.
En consideración a la ante dicha, seguridad jurídica ha expresado la
jurisprudencia, por ejemplo, que cuando se contrata sobre cosas ajenas, el
comprador es de buena fe, y si el vendedor no cumple con su obligación de
entregar la cosa, tiene que indemnizarlo por daños y perjuicio., aclarándose que le
dueño de la cosa no queda obligado por ser ajeno al acto.

g) CELERIDAD EN LOS NEGOCIOS


El estatuto del comerciante contiene reglas personales y otros registrales
(necesidad de un registro público de comercio, obligatoriedad de llevar
contabilidad uniforme, etc.). Estas últimas constituyen la garantía de una
contrapartida negocial mercantil, le necesidad de que el tráfico se lleve a cabo
aceleradamente, principio éste expresamente reconocido por la jurisprudencia. El
comerciante produce bienes o servicios o intermedia con bienes o servicios.
Cuanto mayor sea la celeridad del giro, mayor será la utilidad del negocio y
menores los costos. El empresario busca los caminos más apropiados para
acelerar el ritmo de su producción o del cambio de producto que realiza. Una de
las vías jurídicas establecidas para la regulación de la aceleración del tráfico, es
la llamada contratación en masa o en serie, que permite la rápida repetición de
ciertos contratos o negocios, colaborando así con la salida de la producción

29
industrial y al recolocación de los productos comerciales, mediante la
estandarización de los convenios y la simplificación de las formas.
En virtud de la contratación masiva, se impone contratos – tipo o contratos
formularios, que apresuran aún mas los acuerdos, además de otorgar uniformidad
a las transacciones.
Los actos de comercios se encadenan entre sí, y para que se cumpla
íntegramente la mayor parte de los ciclos mercantiles,, al actuar reclaman rapidez
en sus diversas etapas, sin dificultades, sin tropiezos, sin dilaciones. Todo este
proceso, al cual no es ajeno el ordenamiento legal, facilita una mayor producción,
una más perfecta competitividad.
Menores precios y más bienestar. La actividad acelerada aunque la posibilidad de
ganancias, favorece la elasticidad de los factores y dinamiza las estructuras
económicas.

h) MAYOR LIBERTAD EN LAS FORMAS Y PRUEBAS (O MAYOR SEVERIDAD)


Pero para todo el derecho privado rige como regla general de principio de libertad
de las formas negociables.
Manifestación negocial “cualquier comportamiento exterior de un sujeto, apto para
revelar su intención”. Los acuerdos entre las personas producen validez jurídica,
estableciéndose generalmente mediante expresiones orales o escritas. Mas la
difusión de las formas masivas de contratar han hecho necesario que le orden
jurídico acepte otros modos de comportamiento que expresen aceptación o
rechazo, ciertos actos y aún gestos validan legalmente la intención de los sujetos.
Los principios básicos legales respecto de las formas, se hallan en al teoría
general referida a los actos y contratos. Sin la debida formalidad, el acto o
acuerdo de voluntades permanecen en un estado en cierto modo “latente”, sin
que surja obligación alguna, aunque haya consentimiento. En el derecho mercantil
aparecen las formas de publicidad (edictos, registración).
Una compraventa mercantil es un eslabón de una larga cadena de negocios
repetidos en serie, masivamente, realizados de ese modo para favorecer la
necesaria celeridad propia de la actividad ante el mercado. Su exteriorización se
cumple sin necesidad de observar sino unas pocas reglas formales. Se contrata
por teléfono o telefax, utilizando a veces computadoras que procesan el acuerdo
de venta.
En la venta simple al consumidor, se emplean sencillos medios para posibilitar
una mayor celeridad en el tráfico y un menor costo, autoservicio o la venta
realizada mediante máquinas. En el transporte público se emplea un método
elemental para contratar; la emisión de un boleto, ticket o cospel resuelve al
problema de las formas.
Amplio es el espectro de soluciones jurisprudenciales que dan curso a este
principio, tales como los que confirman la no exigencia del doble ejemplar para
validez de los contratos bilaterales en materia comercial, los que afirman la
validez de un documento que contiene enmiendas no salvadas pero que no
alteran ningún elemento esencial, los que destacan la importancia de la prueba de
presunción en al materia, etc.
i) LA COSTUMBRE Y LOS USOS el derecho consuetudinario es fuente de
nuestra materia. La costumbre de los comerciantes fue, antes que la ley escrita, la
verdadera y única fuente del derecho mercantil. La costumbre consiste en la

30
observación constante y uniforme de un cierto comportamiento por los miembros
de una comunidad social, con la convicción de que responde a una necesidad
jurídica. Esta norma no se refiere solo al negocio jurídico, sino a toda conducta,
proceder o actitud observada por los comerciantes en las operaciones que
realizan. Cualquier costumbre moderna que sea razonable, prácticamente
universal, que haya subsistido por cierto tiempo y que los comerciantes en su
profesión la consideran obligatoria.
Especialmente en materia obligacional y contractual, el uso y la costumbre
mercantil se utilizarán para cumplir el pacto, para interpretarlo, para considerarlo
modificado, etc.
El código de comercio argentino se refiere a la costumbre en el título preliminar V,
“las costumbres mercantiles pueden servir de regla para determinar el sentido de
las palabras o frases técnicas del comercio, y para interpretar los actos o
convenciones mercantiles”.
Pero es posible, y hasta frecuente, que el magistrado se enfrente con situaciones
no reguladas por el ordenamiento, sean nuevas o no. Ante este hecho, será la
costumbre la que determinará ciertas soluciones doctrinarias. El art. 217, referente
a contratos y convenciones, dice que las palabras de éstos deben entenderse en
el sentido que les da el uso general, a pesar que el obligado pretenda que las ha
entendido de otro modo.
El uso y prácticas generalmente observados en el comercio, en caso de igual
naturaleza y especialmente la costumbre del lugar donde debe ejecutarse el
contrato prevalecerán sobre cualquier inteligencia en contrario que se pretenda
dar a las palabras.
El art. 219 del mismo cuerpo legal utiliza también la remisión al uso y la práctica,
para el caso de preverse una cláusula necesaria para la ejecución de un contrato,
a la que después se le discuta el sentido. También en el caso de moneda, peso o
medida, indicados de manera genérica, deberán entenderse que la obligación se
refiere a la moneda, peso o medida que éste en uso en contratos de igual
naturaleza (art.220 Cod de comercio).

j) SOLIDARIDAD OBLIGACIONAL
La solidaridad es un instituto propio del derecho obligacional. Existen modos
implícitos y explícitos mediante los cuales el acreedor trata de asegurar su
garantía frente el riesgo que implica el actuar jurídico dentro del campo
patrimonial. Bien sea enmarcando un negocio dentro de previsiones legales
específicas que aseguren la cooperación del deudor o utilizando preceptos
permitidos en el campo de la autonomía de la voluntad, quien concluye una
convención, utiliza lícitamente medios de prevención con poder de coerción para
le futuro; uno de ellos el es pacto de solidaridad.
Originariamente, este instituto fue una excepción al régimen común de los actos
jurídicos y ésta es la caracterización que se conserva en nuestro ordenamiento,
tanto civil como comercial, a pesar de ciertas tendencias contrarias observable en
el derecho comparado.
La solidaridad, salvo excepciones expresa – posee idéntico régimen que el
previsto en el C.C, de ahí que, en los negocios en que las partes prevean el
efecto solidario, se cumpla el tercer aspecto del cual, el aparece como fuente
normativa.

31
k) PLAZOS DIFERENTES DE PRESCRIPCIÓN
El ordenamiento mercantil prevé distintos plazos de prescripción de los que están
legislados en el C.C.
El código de comercio regula la prescripción liberatoria, comenzando con el art.
844, que dice “la prescripción mercantil está sujeta a las reglas establecidas para
las prescripción en el C.C., en todo lo que no se oponga a lo que disponen los
Art., siguientes”.
¿Son de diferente naturaleza jurídica la prescripción civil y la comercial?
Respuesta negativa.
La brevedad de los términos de prescripción – si se lo compara con los civiles –
responda a exigencias de la celeridad en los negocios, propia del tráfico
comercial.
El análisis de la legislación vigente no permite resumir; la prescripción en materia
comercial se regula:
a) en plazos más breves,
b) con ciertas modalidades no utilizadas por el derecho civil.

USO DE LA ABSTRACCION Y DE LA APTITUD CIRCULATORIA EN LOS


ACTOS JURÍDICOS
El art. 499 del C.C. señala que no hay obligación sin causa que la origine, lo cual
es avalado en nota por el codificador. Sin entrar a discernir las teorías sobre las
causas (causa fuente, causa fin o causa identificada con el objeto), hay que
afirmar que, cualquiera que se aplique es válida para el derecho comercial, que no
posee una teoría general sobre las obligaciones, sino que se atiende a la del
derecho común.
Pero el negocio causal persigue una finalidad concreta, determinada, operando
dentro de un marco estrecho, invariable, a su lado, la causa del acto jurídico
abstracto se caracteriza por ser diferente, fungible, neutra.
El principio consagrado en el código de comercio art. 212, constituye toda una
excepción al régimen civil. Esta norma legal dice “la falta de expresión de causa o
la falsa causa, en las obligaciones transmisibles por vía de endoso, nunca puede
oponerse al tercero, portador de buena fe.
Estos títulos, a los que se incorpora un derecho cuya causa se deja
momentáneamente de lado, para favorecer su aceptación y consiguiente su
circulación, son un logro típicamente comercial, cuyo uso se ha extendido a otras
ramas del derecho.
Para conseguir esa fácil y segura movilización de los derechos, se han
seleccionado ciertos principios jurídicos, tales como el de la incorporación, el de la
literalidad, el de la autonomía, reglas sobre legitimación activa y pasiva o
aceptación de la buena fe del tenedor como condición de legitimación.
El título abstracto es una creación de la ley y no pueden los particulares
establecer por sí nuevos títulos abstractos sin la autorización legal. Este es un
rasgo típico del derecho comercial, ya que la abstracción utilizada en la letra de
cambio, el pagaré y el cheque no tiene equivalentes en el sistema civil.
La abstracción y la circulación permiten el progreso del derecho de los negocios y
promueven su modernización. Dentro de ese marco se inscriben los negocios
mecánicos y electrónicos, que permiten un avance en el derecho cambiario.

32
Pero también en el orden contable, el bancario, el de los seguros, en tanto se
comienza a reemplazar al instrumento por sistemas cada vez más sofisticados.
Es obvio que este desarrollo ha de realizarse unido a estrictas reglas de
formalidad, ya que implican un compromiso de cumplir la promesa sin atender a
las causa del negocio – base, y también la pérdida de excepciones o defensas.
En nuestro país, si bien no se han logrado los progresos de alguna avanzada
legislación extranjera, mediante el sistema de la Caja de Valores de la Bolsa de
Comercio de Bs. As. Se permite una fluida compensación de operaciones y toda
clase de negocios sin movilizar los títulos depositados.
La abstracción, la posibilidad circulatoria del crédito o la inversión, la
inmaterialización de ciertos derechos, son creaciones del moderno derecho
comercial, que facilitan los negocios, otorgando mayor celeridad al tráfico a la que
un alto grado de seguridad.
En definitiva, son medios negóciales de los que se vale el orden jurídico para
atender los requerimientos del actual tráfico mercantil, interno e internacional.

LA PROTECCIÓN DEL CRÉDITO


El crédito es un bien que forma parte del patrimonio del comerciante, la posibilidad
de su circulación importa la movilización de una riqueza, la riqueza de la nación, a
la vez que implica una manera de protegerla y multiplicarla.
Permite, mediante el uso de capitales ajenos, la realización de operaciones en
escala mayor que si sólo se las hiciera al contado; de este modo se aumenta el
volumen de los negocios con el consiguiente beneficio individual y colectivo.
El comercio necesita indispensablemente para su desarrollo de este factor
llamado crédito. Se lo utiliza como valor material, o medio valorable en dinero u
otros bienes, que se facilitan, mediante una promesa de restitución en el futuro,
con o sin intereses.
Mediante el uso del crédito se moviliza la economía, multiplicando los medios de
pago: por el crédito, la empresa económica crecerá y aumentará su actividad
permanentemente.
Gracias al crédito se acrecienta la celeridad del giro, aplazándose la prestación
del deudor al permitirle realizar otros negocios o percibir a su vez otros pagos.
La capacidad crediticia, activa y pasiva, coincide en el derecho argentino con al
capacidad de obrar, sin perjuicio de las limitaciones que impone l sistema legal.
El deudor comerciante debe hacer honor a su palabra: cumplir con sus
obligaciones de entregar o pagar algo; el cumplimiento debe ser puntual y se ha
abierto un crédito, el mismo debe ser atendido estrictamente a su vencimiento.
El derecho comercial acepta una variada gama de modalidades obligacionales y
contractuales en las que opera el crédito; para citar algunos ejemplo: fianzas,
sección de crédito, prenda, derecho cambiario, crédito documentario, crédito del
comisionista, carta de crédito, cuenta corriente, mercantil y bancaria, créditos
colectivos.
El ordenamiento jurídico prevé los medios para forzar el cumplimiento de los
pactos, medios que se refuerzan en cede mercantil.
Los plazos legales son mas frecuentes en el derecho comercial y a la negociación
repetida, veloz y reiterada importa informalidad y mayor observancia de la
costumbre.

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El concurso es un procedimiento destinado, entre otros objetivos a proteger el
crédito. La existencia del crédito, su circulación y protección, haciendo posible la
obtención de grandes capitales para al realización de importantes empresas
industriales y comerciales
Esa obtención se garantiza adecuadamente con los mecanismos de protección
que crea el ordenamiento jurídico.

LA RESPONSABILIDAD DEL EMPRESARIO


Esta responsabilidad no pertenece a nuestra materia. Sin embargo en el derecho
comercial aparecen ciertas modalidades específicas de responsabilidad que no
concuerdan con las previstas en el derecho civil o en el derecho administrativo.
En el estado actual de nuestra disciplina es posible perfilar dos ordenes en los
cuales una responsabilidad particular o diferenciada.
En primer lugar aparecen instituciones, contratos, figuras legales, en las que
directa o indirectamente se modifican los principios básicos de la responsabilidad
civil.
Este moderno “comerciante”, organiza una compleja estructura económica para
producir bienes o servicios con destino al mercado de consumidores, el “pone” en
el mercado una infinita variedad de frutos, productos y servicios, y mediante la
publicidad llega al pueblo, público indeterminado que recibe su oferta y
comprende la necesidad de adquirir el producto.
Tiene un deber positivo de lealtad, otro de eficiencia (no debe hacer negocios
quien no es idóneo para ello) y un tercero de diligencia (simbolizado en el
estándar del art. 59, ley 19.550)
Esa advertible que al empresario le incumbe también deberes negativos, como los
de no ser negligente o no romper la implícita garantía que surge de su actuar
empresarial ante el mercado.
Todos estos deberes se dan frente a personas que no han sido nunca partes
directas en un contrato con él, titulares de los llamados “intereses difusos”.
El empresario mercantil tiene una nota de profesionalidad que le convierte en u
sujeto de particular responsabilidad.
Su responsabilidad puede ser contractual o extracontractual, pero siempre estará
relacionada de algún modo con los principios informantes que venimos
exponiendo.
Por ejemplo: en materia de responsabilidad del fabricante por los productos que
fabrica esa responsabilidad es de origen extracontractual. Hay que tener en
cuenta la realidad empresarial y las condiciones del mercado, no protegiendo
única y exageradamente al consumidor o a la parte contractual no dominante.
POSIBILIDAD DE LIMITACIÓN PATRIMONIAL
La regla de derecho común señala que la responsabilidad es ilimitada. El deudor
responde por sus obligaciones con todos sus bienes, presentes y futuros. El
acreedor posee el poder de ejecutar forzadamente esos bienes para satisfacción
de su crédito. Las obligaciones establecidas entre deudor y acreedor presentan
aquella segunda fase lógica de la relación obligatoria, la relación entre los
patrimonios de uno y d el otro; de la regla general de la responsabilidad ilimitada
se sigue el principio de la integridad del patrimonio, que da lugar a un deber del
deudor mismo; pero la integridad patrimonial no opera ilimitadamente, sino dentro
de los limites del interés de los acreedores, no mas allá.

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La posibilidad que le derecho ofrece especialmente al empresario comercial, es la
de limitar su responsabilidad, parcializarla, o dicho de otro modo, disponer de
parte de su patrimonio para un negocio específico sin arriesgar el total de sus
bienes.
Es en el tema de las sociedades en el cual aparece claramente la posibilidad
limitativa de la responsabilidad, en tanto es posible que todos los socios parte de
ellos ejerzan una actividad autónoma sin someter todos sus bienes al riesgo
empresarial.
El orden societario mercantil, establecido dentro de las figuras típicas, permite a la
limitación patrimonial, no del sujeto- sociedad, sino de todos o de algunos de los
socios, admitiéndose que su aporte primero y su parte social después, sea la
única medida de su responsabilidad por las operaciones que realice en ente
colectivo.
Los bienes aportados en la propiedad al ente colectivo pasan a formar parte del
patrimonio del ente y serán l garantía de los acreedores.
Los socios de las sociedades anónimas y de la responsabilidad limitada, serán,
siempre limitadamente responsable, salvo en ciertos casos de excepción que el
ordenamiento prevé, que revelen, un intento de defraudar a los acreedores.

ORGANIZACIÓN DEL EMPRESARIO


Cualquier persona que desee actuar en el mercado como comerciante, industrial o
productor de servicios considerados mercantiles, tiene que formar necesariamente
una organización.
Crear una empresa u organización significar ordenar y dinamizar los factores
básicos, según la clase de economía en que se actúe.
Hay diversas clases de organizaciones, pero la típica organización para ejercer el
comercio o la industria, esto es, a organización la organización empresarial.
La organización como empresa consta de elementos personales (todos los
colaborares y el propio empresario o titular), materiales e inmateriales. El titular
organiza, dirige y corre el riego patrimonial, los bienes materiales e inmateriales,
dotados de una sincronizada actividad, convergen en la empresa.
El orden concursal tiende a castigar al empresario deshonesto o negligente, pero
trata de proteger a la empresa que él comanda. El tema no puede solucionarse
mediante estériles discusiones sobre la empresa o la masa de los bienes
desapoderados o su supuesta personalidad propia. La egresa sigue siendo
propiedad del fallido, que solo pierde su poder de administración y de disposición.
La organización empresarial no es un patrimonio único del derecho comercial, ni
siquiera la empresa que produce para le mercado. La mayor parte de ellas tiene
por una u otra vía naturaleza mercantil, y a través de este derecho se ha
estudiando con mayor profundidad toda esta problemática.

IMPOSICIÓN DE UNA CONTABILIDAD REGULAR


Tanto el comerciante individual como a quienes se organizan societariamente, la
ley les impone – bajo ciertas penalidades indirectas – la obligación de llevar una
contabilidad privada regular. Ello implica una exigencia de orden, cuyo primer
beneficiario es el empresario mismo, que es quien adoptará decisiones en función
de sus propios registros, podrá utilizar como medios de prueba y también como
memoria de lo ocurrido en su empresa en tiempos pasados.

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Se destaca el balance que tiene una finalidad inmediata, objetiva y compleja, que
es la de dar a conocer la rentabilidad de una empresa, así como su consistencia
patrimonial, con referencia a una unidad concreta de tiempo y espacio.
Los terceros, y entre ellos incluimos al estado – también tienen relación con los
estados contables del empresario, como estos son en principio privados,
generalmente la confrontación con intereses de terceros o de los poderes
públicos, producirá un efecto positivo o negativo, según sea o no concreto y
puntual el modo de llevarlos.
Quienes cumplen tareas no mercantiles, salvo que lo hagan bajo la forma de una
sociedad comercial, no están obligados a llevar un orden de contabilidad
uniforme, claro y veraz, salvo el caso de ciertas organizaciones colectivas que,
por serlo, soportan una carga similar (fundaciones, asociaciones, empresas
estatales).
Los registros contables son privados y pertenecen al empresario, que puede
llevarlos o no. Su obligatoriedad se ha atenuado ahora en el campo concursal.

MAYOR PUBLICIDAD EN LOS ACTOS Y PROTECCIÓN DEL SECRETO


La publicidad es el medio de notificación de terceros a la existencia del acto que
se celebra. Se cumple mediante las formas escritas, los avisos o anuncios
(tabulares, por periódicos y revistas, por otros medios audiovisuales, edictos
judiciales), o a través del acto registral.
El comerciante tiene que cumplir pautas de publicidad precisas que implican un
doble orden de publicidad: la suya privada y la legal obligatoria, la primera es
“privada”, en el sentido de que pertenece a la esfera discrecional de la voluntad
mercantil, en tanto el titula de un ente comercial podrá seleccionar la manera
más apropiada para hacer conocer su actuación y sus productos al público.
El otro es la publicidad obligatoria, que la ley dispone tal como la publicidad la
publicidad de edictos, ciertas registraciones, presentación de balances y otros
estados contables, que se exigen en cierto momento o etapas de la vida
mercantil.
El comerciante o industrial debe informar cobre las características del bien que
produce u ofrece.
La publicidad, que es un derecho del comerciante, tiene su contrafigura, el deber
de información, que viene a ser un derecho de los consumidores o terceros en
general.
La información puede ser requerida por al ley a personas determinadas (físicas o
colectivas, públicas o privadas), o exigir a personas indeterminada, a la
generalidad. Puede estar a cargo tanto del propio empresario como de otras
personas que la ley individualice en cada caso.
Frente a la fuerza de las disposiciones sobre publicidad, aparece una mayor
protección legal al secreto, en tanto él constituye un bien del empresario: se tutela
el secreto industrial, ciertas formas de know how, el secreto bancario; se sugiere
legalmente una conducta respetuosa del secreto societario a los administradores
del ente colectivo.

LA PRODUCCIÓN O INTERMEDIACIÓN PARA EL MERCADO

36
Por un lado, el empresario no deberá obrar exclusivamente en busca de
ganancias ilimitadas y tendrá que cultivar el lado mas positivo de ese particular
animus empresarial que se advierte en muchos de ellos, por otro, hay que
comprender que las ganancias se justificarán con un actuar eficaz, y además
ante la necesidad de reinvertir, adquirir nuevas materias primas, modernizar
equipos, atender los gastos extraordinarios.
El empresario mercantil preparado para su tarea, desplegará su actividad en un
escenario en el cual tendrá tres interlocutores: los otros empresario, estén o no en
competencia con el; los consumidores (terceros en general); y el estado (éste en
la función que política y económicamente se le asigne en orden nacional).

LA CONCURRENCIA AL MERCADO Y LA PROTECIÓN DE LA COMPETENCIA


Reglar normativamente la concurrencia significa establecer un orden legal para
los actos y la actividad.
En la naciones de economía capitalista,, en las cuales los medios de producción
permanecen en manos privadas, se ha tomado conciencia de la necesidad de
proteger la creación de un mercado competitivo y también de mantenimiento de
reglas de “juego limpio” en dicho mercado.
En nuestro país, existen algunas leyes que defienden la competencia y la lealtad
comercial.
La ley de defensa de la concurrencia, trata de asegurar el acceso libre de todas
las empresas competidoras al mercado, prohibiendo y sancionando las conductas
y actos que, relacionado con la producción o el intercambio de bienes y servicios,
limiten, restrinjan, o distorsionen la competencia. También se pena la existencia
de una posición dominante en el mercado, cuando ella constituya un perjuicio
para el interés económico general.
Se tipifica delitos y penal aplicables, para quienes hagan variar los precios de un
mercado, controlen el desarrollo técnico o las inversiones destinadas a la
producción de bienes y servicios, establezcan condiciones de venta, emprenda
acciones de división del mercado o de impedimento del acceso a los
competidores, establezcan condiciones discriminatorias de compra o venta de
bienes o servicios, destruyan productos o abandonen cosechas.

CASTIGO DE LAS PRÁCTICAS DESLEALES EN EL MERCADO


Actuando ya las empresas – colectiva o unipersonalmente – en el ámbito de un
mercado, es necesario conseguir que sus prácticas sean verdaderamente leales.
Uno de los medios de competencia desleal es la publicidad engañosa.
El orden legal argentino dispone también que deba existir una conducta leal en el
proceder empresarial en materia de marcas y patentes, metrologia y pesas y
medidas, ley 19.511; y abastecimiento ley 20,680; especialmente se refiere al
tema. Con referencia al identificación de mercaderías, denominaciones de origen,
publicidad y promoción mediante premios.
La competencia es la lucha pro al clientela y el premio es la propia clientela. Pero
en esa lucha no puede utilizarse armas que impliquen una conducta desleal, que
busquen el error, que se apoyen en el fraude o en el detrimento del competidor.
Se castiga, no solo la publicidad engañosa o abusiva, sino también la promoción
de ventas mediante premios, considerada desde hace años en el país como una
práctica desleal.

37
Se establece una instancia administrativa previa, de control y procedimiento, y un
recurso judicial posterior ante la cámara nacional en lo penal económico de la
capital federal o el juzgado federal competente en la jurisdicción de la autoridad
que dictó la condena.

PROTECCIÓN DE TERCEROS INDETERMINADOS Y DEL CONSUMIDOR


En general, todo el derecho protege a los terceros de buena fe. La protección de
terceros indeterminados es mas acentuada en las previsiones legales mercantiles
que e las del ordenamiento civil u otros.
Frente a eso deberes de conducta aparece el sistema sancionatorio como un aval
necesario.
El consumidor generalmente no es un comerciante, pero el orden público y las
reglas de moral y buenas costumbres obligan a reglamentar la conducta de quien
puede engañarlo: el comerciante o el industrial.
En condiciones de paridad y equilibrio, parece muy justo frenar el proceder
empresario ilícito y proteger activamente al consumidor, cuando actúa como
interlocutor negocial en el mercado y no tardía mente, cuando su interés ha sido
ya lesionado.
La protección de terceros en general o indeterminados y de los consumidores, es
un valor entendido que haya tutela en diversos campos del derecho mercantil.
Esta protección se da mediante reglas directas que apuntan al que hacer interno
de la empresa, como, por ejemplo, cuando se señala la obligación de establecer
un orden de contabilidad, o pautas sobre responsabilidad o publicidad.

UTILIZACIÓN DEL CONCEPTO DE APARIENCIA JURÍDICA:


Implica toda una modificación al sistema de obligaciones – y consecuentemente
de responsabilidad – porque actos cumplidos con apariencia de una posición
jurídica, producirán un efecto concreto de orden legal, que se traduce en el deber
de responder en al medida del acto aparente y no del real.
Es condición de efectividad de la apariencia, la buena fe del tercero que la invoca,
ya que al mala fe quita toda efectividad a la apariencia. En definitiva, el principio
nace como la protección de la buena fe negocial.

Bases fundamentales de la doctrina de la apariencia jurídica:


Que la apariencia tenga carácter objetivo, de tal naturaleza, que por las
circunstancias que le acompañan, pueda suscitar en una persona normal la
opinión de su probable correspondencia con al realidad.
Que esta apariencia objetiva no quede eliminada, en el caso concreto, por el
conocimiento objetivo de su no correspondencia con la situación real jurídica
(mala fe).
Que la formación de la situación aparente se encuentre en una relación de efecto
a causa respecto de la situación de la persona frente a la cual tiene que valer
como real. El derecho debe proteger la creencia que razonablemente el tercero
pudo tener, cesa la protección si hay mala fe, culpa o negligencia, o como dicen
otros autores, cesa esa protección legal si el tercero que la invoca, empleando la
diligencia común, habría podido reconocer la irrealidad del acto o negocio; en
tales casos, la apariencia no puede predominar sobre la realidad.

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En el orden mercantil el tema se da con mayor frecuencia. Una apariencia
empresaria frente a los consumidores.
Un contrato celebrado en masa, no permite que los terceros investiguen sobre el
contenido y la extensión de él. Frente a la necesidad de proveerse de bienes y
servicios, el simple ciudadano contrata, en un estado elemental de confianza y a
la vez desconocimiento de las cuestiones técnicas y detalle.
Para que esta conducta empresarial aparente tenga eficacia jurídica, es exigible
que la situación sea de tal entidad, que pudiera caer en el engaño un sujeto medio
de la comunidad.
En ocasiones se juzga como aparente una situación a la que la ley le asigna
realidad jurídica. No creemos que esta construcción de derecho sea un principio
exclusivo del derecho comercial.

INTERVENCIÓN ESTATAL EN LOS NEGOCIOS MERCANTILES


Es hoy un lugar común afirmar la presencia creciente del estado, regulando,
planeando, y hasta interviniendo directamente en al actividad mercantil. La
intervención estatal cada vez mayor, aún en sistemas de libre empresa,
denominándola “publicización”, es decir, penetración del derecho público en el
privado a través de regulaciones administrativas, permisos, controles, juntas
reguladoras, asociaciones compulsivas, fijación de precios, tipificaciones, etc.
El estado establece pautas para muchos aspectos de la economía.
El papel de estado como comerciante o industrial también es amplio y creciente.
Ello puede comprobarse si se estudian la titularidad del capital en las grandes
empresas de Brasil, México y Argentina.
En nuestro país, son diversas las estructuras jurídicas a las que pueden acudir
para presentarse en el mercado como operador económico. Ejemplos: Son,
sociedades del estado, sociedades anónimas, con participación estatal
mayoritaria, sociedades de economía, la mixta, empresas estatales, entes
binacionales o trinacionales.
Estado, se distingue del comerciante privado llamándolo a veces comerciante
público, de allí que hay que añadir reglas legales de derecho administrativo.
La doctrina no asigna en general calidad de comerciante al estado porque no
persigue fines de lucro.
Asimismo, el estado controla y planifica en, materia económica.
La mayor intervención estatal en la negociación mercantil atañe a la necesidad de
las transacciones, pero se establece a fin de proteger a los terceros y al público
en general.
El estado aparece como controlador celoso de gran parte de la actividad
económica general, por medio de organismos de regulación administrativa de
ciertas personas jurídicas (inspección general de justicia), de la oferta publica de
títulos valores (comisión nacional de valores), de las sociedades cooperativas
(instituto nacional de asociación cooperativa), bancos y entidades financieras
(banco central de la Rca. Arg,) de entidades y contratos en el ámbito del seguro
(superintendencia de seguros de la nación), etc.

C) APLICACIÓN

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ASPECTOS GENERALES: los principios precedentemente enunciados no son
los únicos aplicables a los casos mercantiles; hay omisión de algunos y todos
sufren variaciones con el tiempo.
Su aplicación la hace el abogado, primer interprete de la ley, después el juez,
finalmente el doctrinario, los dos primeros, en casos concretos emanados de la
realidad, y los juristas, generalizando teorías y explicando sistemas.
Un fallo judicial debe contener una armónica integración de la ley con la
jurisprudencia y la doctrina; la corte suprema de justicia de la nación ha señalado
que el fallo no se adecua a al ley en su ineludible vinculación con los principios de
la doctrina y jurisprudencia, relacionada a su vez con el caso concreto, satisface
solo aparentemente la exigencia de constituir una derivación razonada del
derecho vigente con aplicación a los hechos comprobados de la causa, los cual
impone su descalificación como acto judicial, con arreglo a la conocida
jurisprudencia de la Corte en materia de arbitrariedad.
Frecuentemente aparecen estos principios en diversas cláusulas que regulan
convencional o institucionalmente el comercio internacional. Volviendo al plano
interno, cualquiera que se ala procedencia del conflicto, la aplicación de los
principios informante de derecho comercial nunca podrá hacerse contra legem; a
menudo su empleo judicial será inconsciente y en otras ocasiones implícito.
El tema de los principios informante del derecho comercial, tiene una directa
relación con las habituales indagaciones de la teoría general sobre las fuentes del
derecho, las lagunas del sistema legal y la interpretación de la ley. En su mayoría,
son principios generales del derecho, modificados con un matiz especial al
aplicarse a nuestra disciplina. Los principios reseñados se complementan de un
modo armónico con la trilogía clásica que le da completividad al sistema jurídico
positivo: principios generales del derecho, costumbre y equidad.

UNIDAD IV
“LOS ACTOS DE COMERCIO”

El sistema legal Argentino, contiene una lista especial de los llamados actos de
comercio.
En nuestra legislación, la materia mercantil, su contenido se sintetiza en los actos
de comercio, que se sitúan en los primeros artículos y en especial en el Art.8 del
Código de Comercio.
El sistema de los actos de comercio, como regulador de la materia mercantil,
trasciende el problema interno y se proyecta al plano del derecho internacional
privado, el cual lo utiliza de acuerdo con sus pautas, para solucionar los conflictos
de leyes en caso de extraterritorialidad.
Algunos criterios para establecer la naturaleza de los actos de comercio pueden
esquematizarse así:
a) Criterio de circulación de bienes.
b) Criterio de especulación u onerosidad.
c) Criterio fundado en la causa.
d) Criterio profesional
e) Criterio histórico de agrupamiento de los actos.
EL ORIGEN DEL SISTEMA

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Sin dudas es el derecho comercial francés el que crea la noción de acto de
comercio, que después se tramite a todo el sistema continental o de derecho
escrito.
El origen del acto de comercio, esta visión sirvió durante la Edad Media y la Edad
Moderna para delimitar la competencia de los tribunales consulares, que conocían
en los pleitos entre comerciantes, pero relativos a la actividad comercial, y agrega,
y también sirvió de expediente para que los no comerciantes se sometieran
voluntariamente a la jurisdicción de aquellos y de este modo al derecho mercantil,
mas favorable a los negocios.
La ordenanza de Colbert de 1673, precisa los actos de comercio, creando un
alista de los considerados tales al solo efecto de aplicarles la jurisdicción
mercantil; estos actos se extraen de otros documentos legales o de la realidad
circundante.
Ése es el momento en que muchos autores creen ver un cambio de enfoque legal,
ya que el Derecho Comercial pasaría de ser subjetivo a objetivo.
Se establecen tres objetivos muy claros: conservar la seguridad del comercio,
asegurar entre los negociantes la buena fe contra el fraude, y prevenir los
obstáculos que desvían al comerciante de su ocupación por la lentitud de los
procesos.

EL DERECHO COMERCIAL COMPARADO


a) Países en los que la ley define y reglamenta el acto de comercio
independientemente de la persona que lo realiza.
b) Países en los que la ley define y reglamenta el acto de comercio
independientemente de la persona que lo realiza.
c) Países en los que no existe la noción de acto de comercio.
Es importante distinguir en la primera categoría, la concepción objetiva generalista
de la objetiva ejemplificativa: el Código de Comercio español habla del acto de
comercio, generalizando el concepto.
Muchos órdenes legales no aceptan la actuación mercantil privada: son los
regímenes socialistas.
La división que proponemos, quedaría establecida así:
Países que presentan una lista enunciativa de actos de comercio;
Países que se refieren a ellos sin ejemplificar;
Países que evitan los actos de comercio, remitiéndose un criterio profesional:
Países con el sistema de common law;
Países de derecho comercial y civil unificado;
Países socialistas, en los que desaparece el derecho comercial como derecho
privado.
¿DEBEN ENUMERARSE LOS ACTOS DE COMERCIO?
El Art. 2 de nuestro Código de Comercio dice “los actos de comercio, sean o no
comerciantes los que ejecuten y estén o no especificados en este Código, se
regirán por las disposiciones contenidas en él, en su defecto, por los usos del
comercio observados generalmente en cada plaza; y a falta de ambas reglas, por
las del derecho común.
La concepción de Rocco
No consiguió obtener un ansiado concepto, establece un concepto unitario que se
resume así: “es el acto mercantil todo el que realiza o facilita la interposición en el

41
cambio.” A partir de allí, elabora dos grandes grupos que constituyen el Derecho
italiano de su época:
1) Actos mercantiles.
Actos mercantiles por conexión, o actos mercantiles accesorios..
2) Conforma un cuadro:
Cualquier interposición en el cambio es acto de comercio, siendo indiferente que
haya o no lucro esperado.
Toda actividad, que aunque no sea mercantil esté destinada as una actividad de
esta clases y propenda a facilitarla, es comercial.
Los actos ilícitos mismos, cuando están relacionados con una actividad mercantil,
cualquiera que sea quien los ejecute.
El acto mercantil por conexión deberá ser determinado judicialmente en cada
caso.
El carácter y la forma de la cooperación aparecen señalados sin más distinción
cuando están fijados el concepto y la especie del acto mercantil.
Fontanarrosa señala que Rocco, aún con su esfuerzo, no consiguió su objeto
porque pretendió agrupar bajo un solo concepto actos esencialmente
heterogéneos.
La doctrina nacional: quien primero clasificó los actos de comercio fue Obarrio,
inspirado en la doctrina FRANCESA.
Segovia señalaba que el acto de comercio era la célula madre de toda la
legislación mercantil, porque es el elemento esencial de la noción del
comerciante.
Castillo dice que la caracterización del acto de comercio ofrece dificultades
insalvables, porque los actos de comercio son múltiples y complejos , la actividad
mercantil se desarrolla constantemente y se manifiesta en nuevas formas, y
porque no se enfocan todos los actos con un criterio económico, sino que a veces
se prescinde de la naturaleza de los actos para satisfacer el interés público, que
reclama para ciertas relaciones formas simples, prueba fácil, sanciones severas y
las demás condiciones propias del derecho mercantil.
De todo lo expuesto, surge claramente que no es posible comprender
unitariamente, en una noción común, los actos de comercio. Hay que centrar el
derecho mercantil en las nociones de empresa y empresario, en concordancia con
la evolución histórica de la materia.
EL ACTO DE COMERCIO Y EL ACTO JURÍDICO
El criterio del negocio jurídico es ajeno a nuestro ordenamiento, pudiendo a lo
sumo equiparárselo a nuestro acto jurídico.
No se trata de una estructura legal precisa, coherente y enlazada al sistema civil
de los hechos, actos y contratos.
Tampoco las operaciones u organizaciones a las que alude Halperín, constituyen
estructuras jurídicas provenientes del sistema común.
Referirlos a actividades económicas simples o complejas según los casos, que se
manifiestan en actos u operaciones, como enseña Fontanarrosa, no llega, por
exceso o defecto, a encuadrar los actos de comercio.
Actividades económicas pueden existir sin que sean actos de comercio. Y a la
inversa, “hay actos de comercio” que no son actividades, ni actos, ni operaciones,
como las sociedades anónimas.

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LA JURISPRUDENCIA: ésta pocas veces se ha referido al concepto de actos de
comercio. En cambio es numerosa la aplicación de las disposiciones legales
pertinentes.
La Corte Suprema ha establecido, en cuanto a la reglamentación legal de una
agencia privada de colocaciones que no es ella razonable. El fallo se refiere al
derecho de trabajar y a la forma y el reglamento, a lo cual no es ajeno el sistema
de actos de comercio.

LA CREACIÓN DE LOS ACTOS DE COMERCIO


*¿Puede el legislador crear nuevos actos de comercio, además de los
establecidos en la ley? La respuesta es positiva, porque ellos emanan de la ley.
*¿Pueden los jueces crear actos de comercio? No directamente, pero al examinar
casos nuevos, los tribunales pueden pronunciarse reconociendo o
desconociendo la existencia de actos de comercio.
*¿Se puede prescindir del régimen legal? El sistema de los actos de comercio,
aunque no es de orden público, está constituido por leyes imperativas, y los
efectos que de ellas se siguen son indisponibles para los jueces y las partes.
NUESTRA OPINIÓN: Estas enumeraciones, de origen y significado histórico,
tuvieron una función, primero consuetudinaria, después legal, desde la creación
de la disciplina mercantil hasta principios de este siglo.
Actos jurídicos, simples o complejos, contratos, personas jurídicas mercantiles,
instituciones o sectores vinculados estrechamente al comercio primero y a la
industria después, fueron catalogados en una lista más o menos desordenada. En
ella se condensó la materia comercial.
De todos esos actos y de las instituciones vinculadas a ellos, se obtiene un
resumen del contenido de todo el derecho mercantil.
Si bien los actos de comercio constituyen el punto central y la base por excelencia
de la materia comercial, en el sistema adoptado por nuestro Código, ellos no
absorben por completo el derecho comercial, cuyo contenido comprende también
la disciplina de sujetos, objetos y relaciones jurídicas mercantiles, del estatuto del
comerciante y de sus auxiliares.
Las sociedades mercantiles, los comerciantes individuales, sus auxiliares, amén
de las relaciones jurídicas que esos sujetos establecen, y también sus
organizaciones, se presentan vinculados estrechamente a los
actos de comercio y a partir de ellos, se redactan sus estatutos.

B) LEGISLACIÓN Y JURISPRUDENCIA
ACTOS DE COMERCIO Y LEGISLACIÓN MERCANTIL
Nuestra ley mercantil encara el tema de los actos de comercio del siguiente modo:
En el Art. 8 del Código de Comercio se enumera un heterogéneo número de
temas mercantiles, por un lado, actos jurídicos, algunos de manera genérica y
otros de modo específico; en la lista como vimos antes, se incluyen contratos,
operaciones no cumplidas por comerciantes, actos accesorios de una operación
mercantil.
Define al comerciante (sujeto individual) como “quien teniendo capacidad legal
para contratar, ejerce por cuenta propia actos de comercio, haciendo de ello
profesión habitual”

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Presume que los actos de los comerciantes son actos de comercio, en cambio,
quienes realizan accidentalmente algún acto de comercio, no son considerados
comediantes.
Los actos de comercio son legislación mercantil, aunque se los realice
accidentalmente, éste es el orden aplicable si un acto es comercial para una sola
de las partes. será aplicada por cualquier juez competente.
Las sociedades de hecho son comerciales si tienen un objeto comercial.
La importancia de precisar cual es la ley comercial, radica en que ella tendrá
destinatarios concretos y una modalidad de aplicación específica, al observarse
los principios informantes.
Cuando un supuesto de hecho ha de resolverse judicialmente y la norma no es
claramente mercantil, el juez repasará la lista de los actos de comercio en su
primera investigación.
La jurisprudencia ha establecido esta orientación, resolviendo que para determinar
la aplicación de la legislación mercantil debe examinarse, en primer término, la
naturaleza de los actos de que se trata y subsidiariamente la calidad de persona,
individual o colectiva, que los realiza.

LAS ENUMERACIONES DEL ARTÍCULO 8°


El Art. 8° versa “La ley declara actos de comercio en general:”
1) Toda adquisición a título oneroso de una cosa mueble o de un derecho sobre
ella, para lucrar con su enajenación, bien sea en el mismo estado que se adquirió
o después de darle otra forma de mayor o menor valor.
2) La transmisión a que se refiere el inciso anterior.
3) Toda operación, de cambio, banco, corretaje o remate.
4) Toda negociación sobre letras de cambio o de plaza, cheques o cualquier otro
género de papel endosable o al portador.
5) Las empresas de fábrica comisiones, mandatos comerciales, depósito o
transporte de mercaderías o personas por agua o por tierra.
6) Los seguros y las sociedades anónimas, sea cual fuere su objeto.
7) Los fletamentos, construcción compra o venta de buques, aparejos, provisiones
y todo lo relativo al comercio marítimo.
8) Las operaciones de los factores, tenedores de libros y otros empleados de los
comerciantes, en cuanto concierne al comercio del negociante de quien
dependen.
9) Las convenciones sobre salarios de dependientes y otros empleados de
comerciantes.
10) Las cartas de crédito fianzas, prenda y demás accesorios de una operación
comercial.
11) Los demás actos especialmente legislados en este Código.
La enumeración es enumerativa y hay que admitir otros actos no indicados en el
texto del Art.8 del Código de Comercio, o hasta en otras leyes que no sean ese
Código.
Así, son actos de comercio los seguros, las sociedades anónimas, las demás
sociedades comerciales, el mandato mercantil, la comisión el depósito, le mutuo,
el leasing, el factoring, la franquicia, el crédito documentario.

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Los actos de comercio enumerados en el Art.8 se declaran mercantiles en forma
objetiva y sin admitir prueba en contrario. Sean ellos ejecutados por comerciantes
o no comerciantes.
EL ORDEN PÚBLICO
No hay duda de que el principio por el cual el derecho público o de orden público
no p0ueden ser derogado por convenciones privadas, nace en el derecho
romano.
El estado no subsistiría, ni la sociedad podría alcanzar sus fines, si no existiesen
ciertas reglas dotadas de contenido estable, cuya obligatoriedad no fuera
susceptible de alteración por la voluntad de los obligados.
El fundamento de la extraterritorialidad radica, en la comunidad jurídica de los
Estados cuyos pueblos se encuentran en un mismo nivel de civilización. Las leyes
de esos pueblos constituyen una comunidad de instituciones que posibilita la
aplicación de las normas jurídicas más adecuada a cada relación jurídica,
prescindiendo que tales normas sean nacionales o extranjeras.
Pero esa comunidad jurídica tiene dos limitaciones:
La primera está constituida por las leyes imperativas estrictamente territoriales, de
rigurosa inoperatividad, tanto para los nacionales como para los extranjeros.
La segunda, leyes imperativas que prohíben la extraterritorialidad de normas
jurídicas extranjeras cuando ellas contradicen en lo fundamental a la legislación
de un Estado.
En ambos casos hay regla de orden público. En el primero existiría imperatividad
interna, aparece el orden público internacional.
Una regla interna del derecho argentino menciona en el Art. 21 del C.C., el orden
público del siguiente modo: “las convenciones particulares no pueden dejar sin
efecto las leyes en cuya observancia estén interesados en el orden público y las
buenas costumbres”.
En el plano internacional, los principios del derecho argentino actúan de modo de
cláusula de reserva frente a soluciones del derecho extranjero; limitan por tanto, la
autonomía de la voluntad.
En el CC Argentino se establece la prohibición de aplicar en el territorio argentino,
las normas jurídicas extranjeras contrarias a nuestras instituciones fundamentales.
El principio general está contenido en el Art. 14 del CC que señala. “las leyes
extranjeras no serán aplicables: 1) cuando su aplicación se oponga al derecho
público o criminal de la República, a la religión del Estado, a la tolerancia de
cultos, o a la moral y buenas acostumbres.
2) cuando su aplicación fuere incompatible con el espíritu de la legislación de este
Código.
3) cuando fueren de mero privilegio.
4) cuando las leyes de este Código, en colisión con las leyes extranjeras, fuesen
mas favorables a la validez de los actos.
CLASIFICACIÓN DE LOS ACTOS DE COMERCIO
El Art. 8° versa “La ley declara actos de comercio en general:”
1) Toda adquisición a título oneroso de una cosa mueble o de un derecho sobre
ella, para lucrar con su enajenación, bien sea en el mismo estado que se adquirió
o después de darle otra forma de mayor o menor valor.
2) La transmisión a que se refiere el inciso anterior.
3) Toda operación, de cambio, banco, corretaje o remate.

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4) Toda negociación sobre letras de cambio o de plaza, cheques o cualquier otro
género de papel endosable o al portador.
5) Las empresas de fábrica comisiones, mandatos comerciales, depósito o
transporte de mercaderías o personas por agua o por tierra.
6) Los seguros y las sociedades anónimas, sea cual fuere su objeto.
7) Los fletamentos, construcción compra o venta de buques, aparejos, provisiones
y todo lo relativo al comercio marítimo.
8) Las operaciones de los factores, tenedores de libros y otros empleados de los
comerciantes, en cuanto concierne al comercio del negociante de quien
dependen.
9) Las convenciones sobre salarios de dependientes y otros empleados de
comerciantes.
10) Las cartas de crédito fianzas, prenda y demás accesorios de una operación
comercial.
11) Los demás actos especialmente legislados en este Código.

ANÁLISIS DE LOS ACTOS DE COMERCIO LEGISLADOS

1) “TODA ADQUISICIÓN A TÍTULO ONEROSO DE UNA COSA MUEBLE O DE


UN DERECHO SOBRE ELLA, PARA LUCRAR CON SU ENAJENACIÓN, BIEN
SEA EN EL MISMO ESTADO QUE SE ADQUIRIÓ O DESPUÉS DE DARLE
OTRA FORMA MAYOR O MENOR VALOR”
Estos actos contienen un alto grado de generalización, ya que no se los puede
encasillar únicamente en el contrato de compraventa de mercaderías, por
ejemplo.
En el derecho nacional, no cualquier adquisición de una cosa mueble es acto de
comercio. Para que lo sea, deben darse las siguientes circunstancias:
a) un acto de adquisición (la ley emplea un término genérico) a título derivado;
b) a título oneroso (excluye la gratuidad);
c) de una cosa mueble o de un derecho sobre ella (la interpretación, señala que
será un derecho personal o real sobre cualquier bien);
d) con ánimo de lucrar con su enajenación (basta la intención especulativa, se
cumpla o no la enajenación posterior).
La cosa adquirida puede retransmitirse en le mismo estado o después de darle
otra forma de mayor o menor valor, es decir, tras el sometimiento a alguna
transformación de tipo industrial (y en nuestra opinión, aun la modificación que se
realiza artesanalmente).
Expondremos estas previsiones legales en sucesivos apartados.
a) La adquisición: el concepto se simplifica en derecho mercantil así: “compra
para vender”.
Debe interpretarse como cualquier aumento del patrimonio de un apersona: la
incorporación a él, de cosas y derechos.
b) A título oneroso: para el Inc.1° debemos tener en cuenta la expresión a “título
oneroso”, que exige la ley; se excluyen las adquisiciones gratuitas (donación-
herencia). La intención de especular se presume en derecho comercial.
La onerosidad se entiende que existe cuando las partes asumen obligaciones
recíprocas, de modo que se promete una prestación a cambio de otra. Se
excluyen el comodato, el depósito gratuito y la donación.

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c) Cosa mueble: de conformidad con el inc.1°, en nuestro derecho mercantil se
descartan los inmuebles, a diferencia del francés, que legalmente los ha
incorporado.
En la diaria vida mercantil que la operación especulativa sobre inmuebles es
frecuente; algunos hacen de ella su profesión habitual. De ahí que sea necesaria
una ampliación legislativa.
“cosa mueble”, se refiere al concepto de cosa en sentido amplio, dada la
naturaleza del derecho mercantil y sus instituciones.
“derecho sobre ello”, criticando en general por su impresión terminológica.
Derechos sobre ellas, sean personales o reales, porque no están comprendidas
en la definición de cosas y sin embargo pueden ser materia comercial.
La cosa puede ser inmueble para el enajenante y mueble para el adquirente,
como en el supuesto de los inmuebles por accesión moral, puede ser un inmueble
adquirido como cosa mueble futura, como por ejemplo, el edificio que se compra
para especular con los materiales provenientes de su demolición; o un inmueble
para el adquirente comprado como cosa accesoria al comercio.
El trabajo humano no es cosa mueble: es actividad humana, susceptible de
contratación, pero inseparable de la persona que lo presta.
* ¿Es aceptable hoy el criterio de excluir la adquisición onerosa de inmuebles
realizada con ánimo de transmitir el bien?
La doctrina en general de lege ferenda aconseja esa extensión, a la que nos
adherimos, para considerar que lo esencial para caracterizar esta figura jurídicas,
es la intención especulativa, no la cosa sobre la cual recae.
* ¿La compra de un establecimiento mercantil es acto de comercio?
Los actos de compra, venta, locación, etc. perfeccionados con referencia a un
fono de comercio, son mercantiles, porque a ellos se les aplica, sin duda, la ley
comercial, los preceptos sobre el espíritu de la ley mercantil, la analogía y los
principios informantes.
Aquí es aplicable el Art.8°, inc.11: “los demás actos especialmente legislados en
este Código”.
El acto es de naturaleza mercantil, porque recae sobre unidad de explotación
unipersonal comercial. No puede importarla intención de las partes; aquí opera la
analogía, el espíritu de la ley mercantil y sus principios informantes, que nos
llevan a nuestra disciplina, cualquiera sea el destino final del negocio cumplido.
d) O de un derecho sobre ella: la adquisición onerosa de la cosa mueble debe
hacerse:” para lucrar con su enajenación” este trasciende al inc.2° ya que en éste
se lee: la “transmisión a que se refiere el inciso anterior”.
El sentido de la palabra “lucro” debe interpretarse, en sentido amplio, no
simplemente el acto de obtención de una ganancia específica directa e inmediata.
“intención de especular”. “el propósito genérico de obtener un provecho, una
ventaja o una ganancia, mediara o inmediata, o evitar pérdidas o una pérdida
mayor a la previsibles o no se realizara la adquisición y enajenación de marras.
En nuestra opinión, el artesano adquiere pensando en un lucro después de
transformar el producto, de ahí surge la comercialidad de ese acto.
Las asociaciones o sociedades civiles, si adquieren para obtener un lucro con la
reventa, realizan actos de comercio.
La intención de lucrar es subjetiva, pero ella debe surgir objetivamente.

47
No bastará la mera intención, sino la naturaleza del acto y la conducta previa,
coetánea y posterior, de quien lo realice.
*¿Cuando tiene que existir el propósito de lucro?
La palabra hay que tomarla en sentido amplio, pues tal fue la intención del
legislador, conservando el acto su comercialidad, aunque la intención sea de
enajenar a título no traslativo de dominio, como ocurre cuando se adquiere una
cosa para locarla o prestarla a título oneroso.

*¿Es necesario que la enajenación posterior se cumpla inexorablemente?


A nuestro entender, si ella no se realiza, la adquisición llevada a cabo con esa
intención, es igualmente mercantil, aplicándose la legislación pertinente. La
intención de enajenar debe manifestarse, para Siburu, junto a la de lucrar y
contemporáneamente a la adquisición.

f) En el mismo estado o después de transformarla: cuando la ley señala “sea en


el mismo estado o después de darle otra forma de mayor o menor valor”; indica no
solamente que esta actividad transformadora puede ser de simple intermediación
o de producción, aditamento o de transformación.

2) LA TRANSMISIÓN A QUE SE REFIERE EL INCISO ANTERIOR: una vez


cumplida la adquisición con un fin especulativo, éste debe concretarse. Aunque se
trate de actos distintos, constituyen un solo proceso económico que se inicia en
uno y termina en el otro.
De ahí la importancia de esa transmisión posterior, que es un acto jurídico
típicamente mercantil; por esa misma razón no son mercantiles las ventas
indicadas en el Art. 452 incs. 3 y 4 del Cod. De Comercio.
No es necesario que tal transmisión se opere inmediatamente, ni hay plazos para
ello.

3) TODA OPERACIÓN DE BANCO, CAMBIO, CORRETAJE O REMATE:

La palabra toda alude claramente a cualquier acto jurídico o contrato que pueda
encasillarse en este inciso.
Operación, puede entenderse en un sentido amplio, comprensivo de hechos y
actos jurídicos y también de contratos en los cuales aparezca el cambio, el
negocio bancario, el corretaje o un acto de subasta pública o remate.
a) Cambio: el cambio de plaza a plaza, y el realizado en la misma plaza, tienen
tanta antigüedad como el derecho comercial mismo.
Toda operación de cambio mercantil, independientemente de las personas que
intervengan y de la modalidad que se adopte. El cambio de moneda es un
trueque, por el cual se procura una utilidad, que es la diferencia entre la compra y
la venta.
El cambio de moneda nacional por extranjera está severamente controlado por el
Estado, que estableció diversos regímenes cambiarios. Existen empresas
especialmente autorizadas para operar en cambios, que se hallan reglamentadas
por su objeto.
La otra variedad de cambio que este inciso comprende, es la operación que tiene
por objeto suministrar dinero a una persona en otro lugar, distinto del contrato, es
48
decir” la entrega por un tercero, mediante un valor prometido o entregado, de una
suma de dinero a favor del contratante”.
Hoy en día, suprimida la regulación del contrato de cambio, este contrato es más
amplio desde el punto de vista jurídico: pueden o no utilizarse mediante envíos en
efectivo o giro. El acto puede llevarse a cabo entre plazas distintas de un mismo
lugar geográfico mediante la intervención de tres personas, una de ellas la
mediadora en el negocio.
No solamente el simple cambio de monedas está regulado por esta ley primitiva,
sino también la falsa o errónea liquidación de exportaciones o importaciones.
La ley prevé un régimen de estimación de oficio y una presunción de
entendimiento o vinculación económica entre el exportador o importador del país y
el importador o exportador del extranjero.
Es el Banco Central de la República Argentina, el que tiene a su cargo la
fiscalización de las personas físicas y jurídicas que operen en cambios.

b) Banco:

Una moderna interpretación del inc.3, debe referirse a la comercialidad de las


operaciones, no solo a las cumplidas por bancos, sino a todas las consideradas
de intermediación financiera, entre las cuales se consideran fundamentales las
que se refieren a la interposición crediticia y las accesorias.
Las llamadas operaciones de banca no dan lugar a negocios jurídicos de diversa
índole que los que corresponden al derecho común: mutuos y depósitos son, en
esencia, los mismos, tanto si celebran en el ámbito bancario como fuera de él.
Las “operaciones de banco” supuestamente típica que realiza un particular, debe
incluirse en el concepto amplio del Art.8, inc.1 o en algún otro acto o contrato
comercial legislado.
Los bancos realizan ciertos actos jurídicos o contratos que no por el sujeto
actuante, cambian su esencia.
El concepto de operación bancaria es más amplio que el de contrato bancario y
aunque este especifique una más exacta tipificación jurídica, carece de la
dinámica que permite acomodarla al quehacer real y a los aspectos técnicos de la
actividad, tan íntimamente ligados a ella.
No es admisible la operación de banco aislada, porque ella, si existe adquiere la
estructura jurídica propia de un contrato civil o comercial, pero no será una típica
operación de banco. Interviene fundamentalmente para que constituya la
operación de banco, la actuación de una institución organizada como empresa y
destinada a cumplir con aquellos actos.
El inciso comprende, definiendo como actos de comercio, todas las operaciones
que realice cualquier entidad financiera, según las caracteriza la ley vigente, sean
ellas privadas u oficiales.
* Bancos y otras entidades: Este importante sector del derecho comercial, trata
el conjunto de normas que regulan la estructura y la actividad de los bancos y
otras entidades financieras.
Banco es la empresa mercantil que tiene por objeto la mediación en las
operaciones sobre dinero y sobre títulos.
Desde el punto de vista de una concepción económica general, banca es una
organización empresaria que propende a hacer asumir calidad crediticia a las
manifestaciones monetarias del ahorro, que tiende a movilizar, para la vida
49
productiva del mercado, aun la más pequeña y efímera posibilidad de crédito,
estimulándolo co su sistemática inserción en la economía de las empresas.
Aunque los bancos privados operan para obtener beneficios para sus accionistas,
constituyen un lazo de unión entre la autoridad monetaria y el público, debiendo
tomarse en cuenta la íntima relación que tienen el crédito y el ahorro, ya que éste
condiciona con sus volumen las operaciones de crédito.
Se puede desconocer la incidencia del sector bancario en todo el proceso
económico, porque está presente en la producción, en le comercio, en la
agricultura, en las empresas individuales y colectivas, y concurre colaborando con
el Estado en la obtención de finalidades propias de éste.
La actividad de banco tiene perfiles e institutos propios, como el del secreto
bancario o financiero, admitido por la Corte Suprema de Justicia de la Nación, y
modalidades que la hacen trascender de la actividad privada para penetrar en el
sector público, parcial o totalmente.
De todo ello surge la importancia de esa actividad, compuesta por estructuras
diversas personalizadas jurídicamente y organizadas económicamente como
empresas, dinámica de actividad interna y externa; esta última manifestada en
operaciones, término que engloba actos jurídicos y contratos diversos, como
hemos visto.
El derecho bancario comprende, un cúmulo de instituciones, hechos, actos,
contratos, y las reglas de derecho administrativo que establecen las pautas para
ejercer la actividad, a las que se agregan normas de policía estatal.

*¿Hay oposición entre las reglas públicas y privadas?

Las grandes instituciones del presente, poseen un complejo haz normativo, que
no se detiene en sectores del derecho, sino que se sirve de todas las instituciones
que necesita.
El sistema bancario se integra con reglas de derecho comercial, administrativo y
penal.
No hay pues una dicotomía y los supuestos que estudiamos deben considerarse
empleando el orden legal en forma conjunta y coordinada y según los casos.

*¿Es la actividad bancaria un servicio público?

La Corte Suprema de Justicia de la Nación, había aludido al carácter de las


normas que regulan la actividad bancaria, diciendo que estaban ellas asentadas
en razones de bien público y necesario gobierno.

*¿Los bancos y entidades financieras son comerciantes?

El carácter de comerciantes es aplicable a las personas de existencia visible, no a


las de existencia ideal, propia de las entidades financieras.
Las normas positivas sobre entidades financieras
La actividad bancaria se desenvuelve en el ámbito especialísimo de los entes
colectivos reglamentados por su objeto, con un organismo de los entes colectivos
y reglamentados por su objeto, con un organismo estatal que controla y
reglamenta el sistema legal positivo.
El régimen legal de la Ley 21526 de entidades financieras reglamenta la actividad
de las entidades públicas o privadas que realicen intermediación habitual entre la
50
oferta y la demanda de recursos financieros. En el criterio de la citada norma legal
se han reconocido que están comprendidas las entidades que realicen
intermediación no pública de recursos financieros.
La ley enumera en su Art.2 las siguientes clases de entidades:
Bancos comerciales.
Bancos de inversión.
Bancos hipotecarios.
Compañías financieras.
Sociedades de ahorro y préstamo para la vivienda u otros inmuebles.
Cajas de crédito.
La ley establece las condiciones en que se autorizará a funcionar a cada una de
las entidades financieras indicadas distinguiendo las que son extranjeras de las
nacionales. Tal autorización es esencial y condición de eficacia para operar.
La misma norma legal establece las operaciones que pueden realizar cada una de
las entidades enumeradas, previendo una regla abierta que favorece a los bancos
comerciales sobre los demás. “los bancos comerciales podrán realizar todas las
operaciones activas, pasivas y de servicios que no les sean prohibidos por la
presente ley o por las normas que con sentido objetivo dicte le Banco Central de
la República Argentina en ejercicio de sus facultades.”

Nuestro país posee banca oficial y privada y ambas, en conjunto, constituyen un


complejo sistema del cual surgen innumerables operaciones.
Presidiendo el sistema esta el Banco Central, que ejerce una acción preventiva y
otra de contralor y hasta una tercera sancionatoria. Se expresa a través de
memorandums, resoluciones, circulares, comunicaciones, y reglamentaciones.
Actúa en tal carácter también en situaciones de concurso o liquidación, en las
cuales puede delegar ciertas funciones en representantes o funcionarios.
El Banco Central aplica sanciones de diversa índole, fundamentalmente
contravencionales, que son parte de su actividad estatal policial, constituyen
jurídicamente actos administrativos. Puede decidir la suerte de la entidad
financiera, revocando la autorización para funcionar.

c) Corretaje: el corredor es una figura típicamente mercantil.


El corretaje es un contrato mercantil caracterizado y en él hay que distinguir dos
actos jurídicos de diversa naturaleza: el corretaje en si mismo, que es el
acercamiento de las partes para que concluyan una operación, y el negocio que
esas partes están tratando de realizar y que no es el corretaje, sino su objeto, y
que puede ser un acto civil o comercial.
La ley argentina, toma en cuenta la interposición del corredor que es auxiliar del
comercio, no la naturaleza del acto en el cual éste intermedia. De ahí el valor que
hay que hay que dar a la palabra “toda” que encabeza el inciso.
Las operaciones de correaje son las que realizan los corredores, la mediación
entre los que ofrecen y los que demandan, encaminadas a provocar entre ellos la
formación de un contrato, llama la atención sobre ellas, que favorecen y
promueven grandemente las operaciones comerciales.
El corretaje aislado también es acto de comercio, el corredor no tiene
representación de ninguna de las partes. En ciertas circunstancias podrá el
corredor actuar a pesar de poseer cierta representación de una de las partes.

51
d) Remate: El acto de remate lo realizan los rematadores o martilleros, auxiliares
del comercio, que también son mediadores, entre los que quieren vender
mercaderías y los que quieren comprarlas.

El remate es un verdadera intermediación entre la oferta y la demanda; el


martillero debe mantenerse imparcial. El acto es único en cada bien subastado,
constituyéndose así una sucesión de compraventas, a medida que se van
vendiendo los distintos objetos que el auxiliar de comercio ofrece al público
indeterminado.
Para nosotros el acto de remate judicial es mercantil, porque así lo dispone la ley
de fondo, sin perjuicio de que para regular sus formas se apliquen la ley de
procedimiento.

4) TODA NEGOCIACIÓN SOBRE LETRAS DE CAMBIO O DE PLAZA,


CHEQUES O CUALQUIER OTRO GÉNERO DE PAPEL ENDOSABLE O AL
PORTADOR

El Código de Comercio contiene precisiones legales respecto del área cambiaria,


de los papeles de comercio, mediante dos decretos leyes agregados a su texto,
existen en este código o en leyes complementarias diversas disposiciones sobre
otra clase de instrumentos negociables destinados a poner en circulación
derechos y obligaciones.
Nuestra legislación no contempla una regulación unitaria de los títulos de crédito,
aunque de ella se pueden inferir ciertos principios que hacen posible construir el
sistema.

a) ¿Qué títulos comprende el inciso?

Toda clase de papeles comerciales o títulos valores deben considerarse


comprendidos en el Inc. 4, incluyendo algunos dudosos, como la letra de cambio
con cláusula no a la orden, que aunque pierde efectos cambiarios, debe
considerarse mercantil, empleando un criterio amplio.

b) El texto legal:

Las palabras “toda negociación”, vinculadas a cualquier otro género de papel,


denotan amplitud de miras en el legislador: se pretendió comprender todos
postítulos conocidos en la época y todas las operaciones que se pudieran realizar
con ellos.

Toda la estructura cambiaria, emisión, aceptación, aval, acciones cambiarias,


cancelación, constituyen un sistema que es mercantil, debiendo regirse el
negocio-base por sus propias reglas.
No pensamos en la interpretación cartular sea accesoria del negocio-base, sino
un modo o forma manifestarlo, reforzarlo con garantías o darle posibilidad de
circulación, ahí que los preceptos cambiarios no sean meramente formales, sino
que se mueven dentro de un sistema preciso y concreto, que determina en las
formalidades una aptitud dispositiva y constitutiva.

52
Aparecen, estos instrumentos y los institutos que los apoyan legalmente, como un
verdadero derecho de fondo, que no determina comercialidad en la persona de
quien negocia, simplemente por su enorme adaptabilidad histórica a funciones no
comerciales.

“Papel endosable o al portador”

Es la orden a título que se emite a nombre de una determinada persona, con


facultad expresa o implícita de transferirlo sin intervención alguna del deudor o del
emisor, y cuyo titular se individualiza mediante la posesión del documento unida a
una seria ininterrumpida de transferencias, que lleguen a él, es decir, el
documento es naturalmente endosable, a no ser que se le incluya especialmente
la cláusula “no a la orden”.
Título al portador, es el que se emite sin indicación de beneficiario o tomador y
cuya transmisión se opera por medio de la tradición o entrega el título.
La tercera clasificación básica de los títulos es la de los nominativos, los cuales
expresan el nombre de la persona a favor de la cual se los emite, pero para cuya
transferencia no basta el simple endoso, sino que es necesario documentarla en
los libros del emisor.

c) ¿Es le derecho de los títulos de crédito un derecho autónomo?

Más que una característica de autonomía, en el derecho cambiario, parece


distinguirse la presencia de un subsistema obligacional, emergente de las
elaboraciones alemanas e italianas.
De ahí que el “formalismo” que habitualmente se contrapone a otros actos
llamados intrínsicamente comerciales, no son mas que dos manifestaciones de un
mismo fenómeno, el de la capacitación legal de esas figuras, su sistematización e
inclusión en el orden mercantil.

d) ¿Cual es el lugar del derecho cambiario en nuestro derecho?

Definir los títulos de crédito como actos de comercio o decir que lo son, significa
solamente mencionar la vinculación del sistema cambiario con nuestra disciplina
general mercantil.
El subsistema cambiario tiene una enorme vigencia e interrelación con todo el
derecho, y el tema principal que se plantea modernamente es dilucidar los
ámbitos normativos concurrentes, en los que aparecen los títulos de crédito.
Hasta que una ley expresa aclare mejor la situación, los jueces deberán tener
mucho cuidado utilizando preceptos civiles para las temáticas hipotecarias y
mercantiles para los aspectos cambiarios.

5) LAS EMPRESAS DE FÁBRICA, COMISIONES, MANDATOS


COMERCIALES, DEPÓSITOS O TRANSPORTES DE MERCADERÍAS O
PERSONA POR AGUA O POR TIERRA

a) La Empresa: creemos que el derecho, cuando habla de empresa no muestra la


estructura legal correspondiente en un preciso marco, sino que remite a la
economía política, que si ha expuesto el criterio totalizador: organización de los

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factores de la producción para la fabricación o intercambio de bienes y servicios
destinados, en principio, al mercado de consumidores, con un fin económico.
Este fin económico puede ser o no de lucro directo, por lo cual no nos parece que
el lucro sea una característica del concepto de empresa y ni siquiera de empresa
mercantil.
b) La Empresa que menciona el inciso: la empresa no está referida a los
modernos conceptos existentes en una materia. El origen de la noción de
empresa se halla en el criterio francés que asimila a la locación de la obra.
En nuestro derecho positivo la mención del Art. 8 inc5 nació con las limitaciones
propias de la época en que se escribió el Código, no se había elaborado todavía
el concepto económico de empresa.
La idea de empresas, debe entenderse en sentido similar al criterio económico
que hemos expuesto.
No todos los componentes y actos de la empresa económica se rigen exclusiva o
excluyentemente por el derecho comercial. No toda empresa será comercial.

c) ¿La ley se refiere a las empresas en sus actos?

La ley no habla de los actos de las empresas, sino de las empresas.

Las empresas enumeradas en el inciso son mercantiles, independientemente del


carácter civil o comercial del acto que realicen.

No todos los factores de la producción pertenecen al orden mercantil, pero en


ellas intervendrán actos de otra naturaleza.
La empresa es indudablemente un complejo de factores y produce una actividad
principal y diversos actos y actividades conexas.
Si la empresa está más o menos regulada por disposiciones de derecho público,
muchos de sus actos tendrán esa característica, con exclusión del sistema
comercial.
No todos sus actos de constitución, ni sus elementos, ni sus operaciones, actos o
contratos, serán mercantiles por disposición de este inciso, que solo sienta la
regla general, frente a la cual el ordenamiento puede establecer excepciones y
hasta una sustracción total a la regulación por parte del sistema mercantil.

d) Quid de la empresa múltiple

El problema se plantea en los casos en que haya dos objetos fundamentales que
se desarrollen en una sola empresa una de los cuales sea civil y otro mercantil.
No se podrá calificar a la empresa más que de mercantil, porque una norma lo
dispone; pero también los actos admitirán distinción según su naturaleza.

e) ¿El artesano puede considerarse empresario?

Descartando los trabajos en relación de dependencia, que se rigen por el Derecho


Laboral, los profesionales los artesanos, los comerciantes, y los que poseen un
oficio, realizan esa tarea como medio de vida, como profesión habitual.
Tanto el artesano como quien tiene un oficio pueden crear una empresa, pero ella
será comercial si coincide con la materia mercantil. De otro modo será una

54
empresa civil, estructura económica en la cual no se ha reparado, pero que existe
en el orden social real.
La pauta para otorgar carácter de comercial a su labor, es su organización como
empresa.

f) La empresa puede ser civil, comercial o pública

Existen organizaciones empresariales de naturaleza civil.


También el Estado organiza empresas, que si no poseen aportes de particulares,
son indudablemente regidas por el derecho público (empresas del estado,
sociedades del estado).

g) ¿La empresa tiene que ser siempre permanente?

La empresa de transporte puede ser ocasional, sin necesidad de ser permanente.


En la mayor parte de los casos, la empresa se crea para la realización sistemática
de su objeto, en forma ininterrumpida en le tiempo, no es frecuente el acto aislado
d empresa.
Fue Manara quien aportó la idea de organización empresaria ocasional o
transitoria.
Por la doctrina, este acto será de comercio, porque es un acto de empresa de
transporte, aunque aislado, decir que es acto de comercio no importará identidad
con el criterio de acto jurídico.
Empresa se extiende tanto a comisiones, como mandatos comerciales, ya que de
otro modo no tendría sentido incorporar los contratos que menciona el texto legal,
si no fuera para añadirles la idea de organización empresaria.

h) Clases de empresas a las que alude el inciso:

 Empresas de fábrica:

a) ¿Cuál es el criterio que hay que aceptar legalmente cuando la ley se refiere
a la fábrica?

La fábrica trabaja las materias primas o mercaderías con el fin de transformarlas


en nuevos productos o mercaderías ya mediante máquinas y obreros, o con
obreros solos.
En nuestro modo de ver, el precario concepto de empresa empleado en el Código
de Comercio, es la base de la moderna idea estructural de una unidad de
producción; ella justifica una norma legal separada de la mención de una
transformación.
La ley se refiere a la típica empresa manufacturera, porque ese fue el criterio
adoptado de las legislaciones que fueron fuente, lo cual es visible también en las
enumeraciones de otras empresas que el Código quiso integrar a la fábrica.

b) ¿La empresa de fábrica, la empresa industrial o manufacturera es


totalmente mercantil, en todos sus aspectos?

El Código se ha referido al concepto precario que en aquella época se tenía de la


industria, tampoco estructura la figura mediante un esquema legal preciso: la
actividad de producir es lo mercantil, sin perjuicio de que en su complejidad,
55
administrativo, civil, laboral, para no citar mas que las ramas que frecuentemente
contribuyen a regular el fenómeno empresarial.
Se ha destacado que si la empresa o la actividad industrial no es de fábrica, no
puede afirmarse que el empresario o industrial sea un comerciante, siendo la
transformación de la materia prime el elemento caracterizante de la industria o
fábrica, por esto mismo se ha dicho que no es industrial o de fábrica por esto
mismo se ha dicho que no es industrial o de fábrica la empresa que recibe
máquinas o materiales armados o desarmados para lucrar con su venta.
 Comisiones y mandatos comerciales
Se llama comisión o consignación, cuando la persona que desempeña por otros,
negocios individualmente determinados, obra a nombre propio o bajo la razón
social que representa.
Estos contratos, llenan las condiciones legales, son mercantiles, aunque se los
celebre aisladamente y sin organización empresarial, dada la redacción de estas
figuras y su inclusión en le orden normativo mercantil.
El mandato es un contrato esencialmente civil, que cuando tiene por objeto
principal la realización de actos de comercio, es mercantil.
 Empresas de depósito

La típica empresa comercial está manejada por los barraqueros o administradores


de casas de depósito.
La organización, al ser mercantil, mercantiliza el contrato de depósito que celebra,
en el sentido de que le será aplicable nuestra disciplina.
Serán comerciales todas las operaciones realizadas en almacenes, depósitos
generales y barracas.
No se puede admitir que tales actos puedan en ciertos supuestos ser actos
mercantiles para alguna de las partes, puesto que el encasillamiento objetivo
comprende toda la actividad sistemática del depósito realizado en forma
empresarial.
La ley 9643, que regula las empresas habilitadas para emitir warrants y
certificados de depósito, es una norma comercial, y esos papeles también lo son.
 Empresas de transporte de mercaderías o personas, por agua o por
tierra

En cuanto al transporte por agua o por tierra, recordemos que se han convertido
en verdaderas disciplinas, que son a su vez ramas modernas del antiguo derecho
comercial.
En nuestro país la ley de la navegación está incorporada al Código de Comercio.
El Código Aeronáutico, se refiere al transporte aéreo y comienza a sancionarse
disposiciones de transporte espacial.
Como el transporte de personas puede considerarse en ciertas ocasiones público,
a veces la empresa que opera es estatal.
Si bien es verdad que el Código de Comercio no distingue la calidad pública o
privada de las empresas que menciona en el inc. 5 las primeras están reguladas
principalmente por el derecho administrativo y las mixtas, mediante la
convergencia de ambos órdenes.
Las empresas de mudanzas transportan cosas, por lo cual son mercantiles.

Aplicación extensiva del inciso


56
La jurisprudencia, inspirada en le caso Alfano, o en otros precedentes, se extendió
a diversas empresas no enumeradas en el Código de Comercio.
a) Las empresas de construcciones de inmuebles las compras de bienes raíces y
muebles accesorias no es comercial. Se decidió que las empresas de
construcciones realizan actos de comercio y se hallan sometidos a la
jurisdicción mercantil, salvo cuando se limiten a la dirección técnica y vigilancia
de las obra, corriendo el dueño con la adquisición de los materiales y el pago
de los jornales.
b) Sanatorios: la actividad del médico y otros profesionales del arte de curar, es
eminentemente civil. Pero si existe una empresa que dedicada a la atención de
los enfermos o de ciertas especialidades en la cual un empresario organice le
complejo funcionamiento de ella con fin de lucro, existirá empresa mercantil,
dicen la doctrina y la jurisdicción.

c) Espectáculos públicos: Teatros, cinematográficos, circos, salas de concierto,


cuando se organizan con un fin lucrativo, son comerciales, ha dicho la
jurisprudencia, la actividad será civil si se persiguen fines benéficos, artísticos o
deportivos.

d) Empresas periodísticas: el criterio adoptado por la jurisprudencia es similar al


caso anterior. Si las publicaciones tienen como origen asociaciones o agrupaciones
sin fines de lucro, se rige la organización por la ley civil.

e) Establecimientos educativos: en los llamados privados, puede darse un fin


principal lucrativo, y entonces la empresa es mercantil.

f) Empresas servicios varios: son también mercantiles las empresas organizadas


con un fin de lucro que realicen tareas de reparación de artefactos determinados,
desinfección desratización, lavaderos, tintorerías, pompas fúnebres, y varias otras.

g) Actividades agropecuarias, pesca, explotación forestal, minería,


avicultura, y similares: estas actividades serán civiles, aun explotadas por
razones de lucro, si se las realiza individualmente y en propios predios, y se
comercializa el producto en su estado primario.
Cuando el obrajero, agricultor, o criador se organiza en forma de empresa, una de
cuyas variantes sería realizar la elaboración de los productos, la actividad pasa a
ser mercantil.
i) Las empresas del estado: el Estado puede participar en la actividad pública
por medio d empresas del estado, sociedades del estado, sociedades d economía
mixta, y sociedades con participación estatal mayoritaria que constituyen
estructuras aptas para ser manejadas autárquicamente por el poder central, con o
sin participación de capital privado.
Los actos realizados por esas personas, son de comercio, porque la organización
estatal o mixta busca un lucro o rentabilidad, aunque la actividad esté enderezada
hacia fines de bienestar general de la comunidad o de parte de ella.

6) LOS SEGUROS Y SOCIEDADES ANÓNIMAS, SEA CUAL FUERE SU


OBJETO

57
a) Los seguros: el acto de comercio, como noción institucional, debe referirse a
todo fenómeno jurídico asegurador tomado en conjunto. Así comprenderá tanto a
las personas como el contrato de seguro, y también las organizaciones que
celebran sistemáticamente esta clase de negocios jurídicos.

b) El acto aislado de seguro: el contrato aislado de seguro implica para el


asegurador un riesgo comparable al del juego, este riesgo solo se elimina si se
parte de un gran número de personas que contribuyan con el pago de una prima,
esta es la contratación en masa, en gran escala, en base a cálculos estadísticos y
financieros. No existirán así seguros fuera de su explotación sistemática y allí
introduce la necesidad de la organización de una empresa.
Las entidades autorizadas para operar en seguros, 1) sociedades anónimas;
cooperativas, y de seguros mutuos, 2) sucursales y agencias de sociedades
extranjeras indicadas en el inicio anterior; 3) los organismos, y entes oficiales o
mixtos nacionales, provinciales o municipales.

1) Las sociedades anónimas: el motivo de su comercialidad es que ellas


ejercen, las funciones más extensas y complicadas de la vida mercantil, ya que
emiten efectos negociables, y son la forma ordinaria de las grandes empresas de
seguros, ferrocarriles, bancos, navegación.

2) Las sociedades de hecho: para ambas hay un régimen similar, pero a las de
hecho se les exige un objeto mercantil, para distinguirla de las civiles.

Las únicas sociedades que necesitan imprescindiblemente un objeto mercantil


para ser tales, son las sociedades de hecho.
3) Sociedades d economía mixta: son mercantiles por ser un tipo de la
sociedad anónima.
Siempre que se tenga en cuenta que habrá una convergencia de normas de
derecho administrativo y de derecho comercial, que regularán su estructura y
funcionamiento.

4) Las sociedades del estado: se acepta la constitución las sociedades del


Estado, de un solo socio, lo cual seria impensable en el régimen societario
mercantil.

5) Las cooperativas: es un tipo societario o asociativo que no es fácil encasillar


dentro del sistema dualista tradicional.
Forma parte de un tercer género, dentro de los entes colectivos personalizados,
ya que su estructura dinámica y especialmente los fines que el legislador
persiguió con su regulación legal, son diferentes de los que se obtiene a partir de
sociedades civiles o comerciales.

7) LOS FLETAMIENTOS, CONSTRUCCIÓN, COMPRA O VENTA DE BUQUES,


PROVISIONES Y TODO LO RELATIVO AL COMERCIO MARÍTIMO

Se excluye estas operaciones cuando no se advierten ellas mediata e


inmediatamente un propósito de especulación.

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El inciso hace la enumeración demostrativa, de ahí deduce que solamente a todo
lo relativo al comercio marítimo, sino a todo lo concerniente a la navegación, sea
por mar, por ríos, lagos o canales.
El artículo sustrae todo lo concerniente a la navegación mercantil, por placer, de
su relación con los actos de comercio, pese a la secundaria importancia de esta
temática.
*Extensión de la navegación aérea: la comercialidad de la navegación debe
extenderse a la aérea, no conocida en la época de la redacción del Código de
Comercio. Los casos de navegación aérea, optando por comercializar el hecho si
se la realizan en forma de empresa.
8) LAS OPERACIONES DE LOS FACTORES, TENEDORES DE LIBROS Y
OTROS EMPLEADOS DE LOS COMERCIANTES, EN CUANTO CONCIERNE
AL COMERCIO DEL NEGOCIANTE DE QUIEN DEPENDEN
Los actos de los factores, que son mandatarios del principal, se consideran actos
del principal.
Creemos que la norma debe mantenerse, si no se derogase el sistema de actos
de comercio, por su relación con diversos artículos de Código y como aclaratoria
en un tema en el cual podría surgir alguna duda.

9) LAS CONVENCIONES SOBRE SALARIOS DE DEPENDIENTES Y OTROS


EMPLEADOS DE LOS COMERCIANTES

En la antigua doctrina, estos contratos se consideraban de locación, de servicio,


o de mandato, y en sentido unilateral, es decir, solo para el comerciante.

Actualmente el derecho del trabajo se ha erigido en disciplina autónoma y regula,


mediante la ley 20744, llamada ley de contrato de trabajo, y las relaciones
laborales en situación de dependencia.
El derecho del trabajo o derecho social o derecho laboral, es una rama autónoma.
Este inciso tiene importancia porque supletoriamente se aplica la ley laboral y
porque da el fundamento legal a la intermediación en el trabajo ajeno.
Estos contratos de trabajo también se han considerado preparatorios del ejercicio
del comercio o accesorios de él.

10) LAS CARTAS DE CRÉDITO, FIANZAS, PRENDA Y DEMÁS ACCESORIOS


DE UNA OPERACIÓN COMERCIAL:

Se quiso separa con el, las obligaciones accesorias de otras. “De dos
obligaciones, una es principal y la otra accesoria, cuando launa es la razón de la
existencia de la otra.” El artículo siguiente menciona la prenda y la hipoteca.
La hipoteca, es siempre civil, no fue propuesta por Segovia en su proyecto, ni
tampoco incorporada al inciso.
Se interpreta al inciso, como la determinación de la comercialidad de todos los
actos jurídicos accesorios a una operación comercial, estén o no legisladas en el
Código.
Debió establecerse el principio sin poner ejemplos que pudieran confundir, es
verdad que la carta de crédito no es un acto accesorio, ya quien constituye una
antigua modalidad, casi en desuso, de solicitar a un tercero que pague una suma
de dinero al portador de un documento o carta, que así lo solicite, es nominativa y
no puede darse a la orden, lo cual la distingue de la letra de cambio.
59
a) Carta de crédito: es una operación objetivamente comercial, sin que sea
necesario acudir al Art. 8 Inc. 10, por el Inc. 11 y teniendo en cuenta su
regulación específica, aún vigente en nuestro Código de Comercio hoy en
día se la aplica, con variantes, como una operación bancaria, por lo cual
también será mercantil.
b) La fianza: es una típica operación accesoria, no necesitaba la mención en
el inciso, habida cuenta de que, pudiendo ser civil o comercial, el propio
código de comercio la identifica así: dice el

Art. 478 “para que una fianza se considere mercantil, basta que tenga por
objeto asegurar el cumplimiento de un acto o contrato de comercio, aunque el
fiador no sea comerciante.”

c) La prenda: también puede ser civil o mercantil. Es una garantía real


accesoria de otra obligación principal, de una u otra naturaleza.

En el Código de Comercio se define a la prenda mercantil dice su Art.580 “el


contrato de prenda comercial es aquel por el cual el deudor o un tercero a su
nombre, entrega al acreedor una cosa mueble, en seguridad y garantía de una
operación comercial.”

La prenda con registro, puede constituirse como accesoria de obligaciones


civiles o mercantiles.

La prenda se considera de carácter comercial cuando forma parte de un


contrato de compraventa mercantil, o cuando está constituida en garantía de
un préstamo bancario en cuenta corriente.

Se presume que es de naturaleza comercial la prenda celebrada con un


deudor de profesión comerciante.

d) LAS RESTANTES OBLIGACIONES ACCESORIAS: la interpretación de ésta


locución debe ser

amplia, no debiendo limitarse a los contratos, sino, extenderse a los actos


jurídicos en general.

La hipoteca y la anticresis son, siempre civiles, ya que así lo dice su régimen


legal, formas, constitución y efectos.

Muchos autores incluyen en este inciso al aval, que es el acto unilateral no


recepticio de garantía, otorgado por escrito en el título o fuera de él, en conexión
con una obligación cartular formalmente válida, que constituye al otorgante en
responsable cambiario del pago, para que exista aval tiene que existir a su vez
una obligación avalada.

En cuanto al aval, es de naturaleza comercial el acto de avalar una obligación


documentada en un pagaré y por tanto, cambiaria.

Una de las características del aval es la accesoriedad que se infiere del hecho de
estar vinculado a una concreta obligación cambiaria, y para que pueda existir tal

60
vinculación documental entre el aval y la deuda garantizada debe resultar en
forma clara y precisa.

La hipoteca es una operación civil, si la garantía hipotecaria se ha constituido para


respaldar un negocio de esa naturaleza y no una transacción mercantil, pues el
dinero que se ha tomado en préstamo no ha sido para su aplicación en uso
comercial.

La naturaleza civil o comercial del contrato actual accede la hipoteca, debe surgir
de las propias constancias del título.

11) LOS DEMÁS ACTOS ESPECIALMENTE LEGISLADOS

Son, por tanto, actos de comercio, es decir, materia mercantil, a) los


expresamente indicados en los Inc. del Art. 8;b) los demás incluidos en el Código
de Comercio; c) los que estén comprendidos en leyes comerciales especiales; d)
los actos de comercio no legislados serán tales si así lo demuestra su
incorporación conceptual a la materia (leasing, factoring, franquicia, concesión,
agencia, estimatorio, suministro, publicidad).

DELITOS Y CUASIDELITOS

Acepción amplia, ilícito es “todo acto contrario al derecho objetivo, considerado


éste en su totalidad”.

En su acepción restringida, el hecho ilícito alude a acciones u omisiones


antijurídicas dañosas que hacen nacer un vínculo entre el damnificado, como
acreedor y el responsable, como deudor, con respecto a la reparación del daño
sufrido por aquel.

El acto ilícito civil, se divide en delitos o cuasidelitos, según que la intención del
agente haya sido dolosa o culposa.

Hay que estudiar si puede haber delitos o cuasidelitos comerciales. Lo acepta


Garrigues, para lo ilícito contractual, donde la obligación principal se transforma
en otra de resarcimiento, que conservará el carácter mercantil de la primera;
niega, en cambio, la comercialidad del ilícito extracontractual, porque piensa que
es absurdo considerar una conducta ilícita inherente a una actividad profesional
comercial con ello concuerda con Rubio.

ACTOS DE COMERCIO SUBJETIVOS:

Se discute en doctrina si existen en nuestra legislación los actos subjetivos de


comercio.
Estos serian los que reciben la comercialidad del sujeto, del comerciante.
En nuestro derecho son muy pocas las ocasiones en que la ley se refiere a la
persona del comerciante para disponer la aplicación del orden mercantil.
Se aplicará también al comerciante la ley mercantil y de ella formará parte un
verdadero estatuto de derechos, cargas y obligaciones.
La aplicaron de la ley ya determinada y la individualización de los sujetos
llamados comerciantes, importa una consecuencia jurisdiccional: es necesario que
61
a los casos propios de nuestra materia se les aplique la misma integralmente, lo
que incluye a los principios informantes.
La ley, establece dos efectos importantes:
a) Declara o resume cuál es el centro o los centros vitales del derecho
comercial, al enumerar los actos de comercio;
b) Conecta a ellos con la figura del comerciante individual y del comerciante
colectivo no regularmente constituido.
Además de estas precisiones, se establecen aplicaciones particulares de la ley
mercantil, que pretenden completar el sistema: son las contenidas en los Art.5º 6º
7º del código de comercio.
Mediante ellos, indica:
a) una presunción: los actos de los comerciantes se presumen actos de
comercio.
b) Una forma de aplicación: el Art. 7 indica la necesaria aplicación de la
materia mercantil a casos especiales.
c) La desconexión del comerciante con los actos de comercio, si no se
practican en forma habitual.

C) APLICACIÓN DE LOS ACTOS DE COMERCIO

INTRODUCCIÓN
Hemos llegado a la conclusión que no existe una categoría jurídica unitaria en los
actos de comercio.
La comercialidad de un acto debe surgir de su propia naturaleza; no es suficiente
la calidad de comerciante de una de las partes o de ambas, para conferir carácter
mercantil del acto.
No todos estos actos de comercio pueden aplicarse para considerar comerciante
a quien los ejecuta profesionalmente.
Tampoco lo son, en principio, quienes fundan una sociedad anónima u otra
sociedad comercial. Los sujetos de derecho colectivo creados, si serán
comerciales.
Todos los actos de comercio, en cambio, serán parte de la ley positiva mercantil,
con la sola excepción del inc.9, con cuya problemática se ha desarrollado otra
disciplina jurídica.
a) Artículo 5º del Código de Comercio:
“Todos los que tienen la calidad de comerciantes, según la ley, están sujetos a la
jurisdicción reglamentos y legislación mercantil.”
Los actos de los comerciantes se presumen siempre actos de comercio, salvo la
prueba en contrario.
1 ¿A qué se refiere el párrafo?
El Art.5º se refiere a dos momentos, que podríamos desglosar así:
a) una primera genérica presunción, que sitúa en el campo comercial, al acto
del comerciante.
El acto puede estar o no vinculado al ejercicio del comercio por comerciante.
De este modo un no comerciante puede encasillar, desde su punto de vista, que
luego podrá sostener judicialmente, al acto como mercantil.
Por supuesto que esto debe descartarse en el caso en que el acto sea objetiva y
claramente civil.

62
b) se referirá al acto cumplido.
Se ubicará en la previsión legal a los actos que, sin ser objetivamente comerciales
o civiles, son ejecutados por un comerciante.
2) La prueba en contrario:
Por cualquier medio de prueba es posible establecer que la presunción del Art.5°,
no se ajusta al sistema mercantil.
Se debe probar que por alguna razón legal o fáctica el no es mercantil, siendo civil
o de otro carácter.
3) ¿Por qué se da esta solución legal?
Se funda en la teoría de lo accesorio, proveniente de los autores y la
jurisprudencia francesa, que resumida no es otra cosa que el principio civil de que
lo accesorio sigue a lo principal.
Esta opinión por considerar que la denominación “actos de comercio accesorios”
es equívoca y por ello, no recomendable.
También aquí creemos que el enfoque es limitado. La ley pretende cubrir todos los
actos que realice el comerciante y que no fueren naturalmente civiles u
objetivamente comerciales.

b) El Art. 7° del Código de Comercio


“Si un acto es comercial para una sola de las partes, todos los contrayentes
quedan por razón de él, sujetos a la ley mercantil, excepto a las disposiciones
relativas a las personas de los comerciantes, y salvo que de la deposición de
dicha ley resulte que no se refiere sino al contratante para quien tiene el acto
carácter comercial”.
La norma legal se refiere a casos muy frecuentes en los cuales el acto es solo
mercantil para una de las partes.
La idea no se refiere a la participación de los no comerciantes en actos
mercantiles, sino que apunta a la comercialidad del acto para una de las partes,
sea o no mercader.
El Art. comprende una regla general y dos excepciones.
Se refiere concretamente al acto único que, para una de las partes es mercantil y
para la otra civil.
La regla legal es beneficiosa aunque los supuestos a los que se la puede aplicar
sean escasos. Con ella se vitan confusiones entre las partes que celebran el acto
o contrato bilateral.
No se refiere el Art.7° a ninguno de los actos regulados en el Art.8°, pues éstos ya
son actos declarados objetivamente mercantiles por al ley.
Tampoco el Art. 7° alude a la calidad de comerciante de las partes, que es
indiferente a los efectos de aplicar la solución legal.
1) Interpretación moderna: es posible que nos enfrentemos a un acto que sea
comercial para una de las partes y administrativo o laboral para la otra.
El Art. fue pensado sólo para el caso en que el acto fuese civil para la contraparte.
No se había desarrollado en esa época el derecho administrativo con su teoría del
acto administrativo con su teoría del acto administrativo con su teoría del acto
administrativo, ni el derecho del trabajo.
Será el intérprete quien prudentemente deberá armonizar los preceptos de una o
más ramas del derecho, a fin de obtener una aplicación justa y correcta de la
normativa.

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2) Las excepciones: las excepciones establecidas en el art. 7°, parte 2°, se
refieren no al acto en sí mismo, sino a disposiciones relativas al ejercicio
profesional del comercio.
a) Cuando la disposición de la ley comercial se refiere a la persona de los
comerciantes;
b) Cuando la misma ley comercial haga excepción declarando su aplicabilidad
solamente respecto de la parte para quien el acto tiene carácter comercial.
Las disposiciones que aluden a la persona de los comerciantes son las referidas a
su estatuto aplicabilidad solamente respecto de la parte para quien el acto tiene
carácter comercial.
Las disposiciones que aluden a la persona de los comerciantes son las referidas a
su estatuto: capacidad, inscripción en la matrícula, orden regular de su
contabilidad.
3) El caso de la compraventa mercantil:
Art. 450: la compraventa mercantil es un contrato por el cual una persona, sea o
no propietaria o poseedora de la cosa objeto de la convención, se obliga a
entregarla o a hacerla adquirir en propiedad a otra persona, que se 0bliga por su
parte, a pagar un precio convenido, y la compra para revenderla o alquilar su uso.
Art. 451: Solo se considera mercantil la compraventa de cosas muebles, para
revenderlas por mayor o menor, bien sea en la misma forma que se compraron o
en otra diferente, o para alquilar su uso, comprendiéndose la moneda metálica,
títulos de fondos públicos, acciones de compañías y papeles de crédito
comerciales.
Art. 452 no se consideran mercantiles:
1) las compras de bienes raíces y muebles accesorios. Sin embargo, serán
comerciales las compras de cosas accesorias al comercio, para prepararlo o
facilitarlo, aunque sean accesorias a un bien raíz.
2) Las de objetos destinados al consumo del comprador, o de la persona por
cuyo encargo se haga adquisición.
3) Las ventas que hacen los labradores y hacendados de los frutos de sus
cosechas y ganados.
4) Las que hacen los propietarios y cualquiera clase de persona, de los frutos y
efectos que perciban por razón de renta, dotación, salario, emolumento u
otro cualquier título remuneratorio o gratuito.
5) La reventa que hace cualquier persona del resto de los acopios que hizo
para su consumo particular. Sin embargo, si fuere mayor cantidad la que
vende que la que hubiese consumido, se presume que obró en la compra
con ánimo de vender y se reputan mercantiles la compra y la venta.
Estas reglas son para compraventa únicamente.
La base fundamental para excluirlas del derecho comercial, es la ausencia de
la intención de especular.
PRUEBA DE LOS ACTOS DE COMERCIO
Los actos de comercio están establecidos por la ley. Como su descripción es
objetiva, no necesitan de probanza alguna, pues de la propia actuación surge
su carácter mercantil o civil.
Pero si deben probarse los actos que no aparecen objetiva e indubitablemente
mercantiles.
O aquellos que resulten mercantiles para una sola de las partes.

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La prueba estará a cargo de quien afirma una postura: que el acto es o no es
mercantil.
Los actos de comercio pueden probarse por todos los medios de prueba,
debiendo respetarse las reglas que impone la propia normativa comercial.
¿Para qué se probará que un acto es de comercio? A fin de aplicarle, ante
todo, el derecho comercial, también, para exigir el cumplimiento de recaudos
legales en materia de capacidad, inhabilidades, formas, publicidad, entre otros.
La duda en materia probatoria deberá resolverla el juez, el cual atenderá a los
principios de validez y eficacia del acto, que también están previstos en el
orden mercantil.

UNIDAD V
EL COMERCIANTE. EL EMPRESARIO

A) NOCIONES GENERALES

INTRODUCCION

Es la “Persona Física o jurídica que se sirve de una empresa para realizar en


nombre propio una determinada actividad económica”. El concepto de
comerciante se somete a un doble proceso de concreción y de ampliación: por
una parte, la figura se reduce y perfila merced a los requisitos de capacidad
jurídica y el ejercicio de actos de comercio en nombre propio y con habitualidad:
por otra parte, son comerciantes tanto las personas físicas como las sociedades, y
su actividad puede ser comercial o industrial.
Para el derecho comercial, algunas de las personas de existencia visible son
sujetos, en el sentido que tiene que ajustarse a él y que se les aplican sus
disposiciones. Para que queden constituida la relación estatutaria, se requieren
determinadas condiciones.
En cuanto a las personas de existencia ideal, el sistema mercantil, norma
fundamentalmente las sociedades comerciales, otorgándoles un estatuto legal y
una personalidad como sujeto de derecho.
Esta personalidad implica una relación instrumental entre el concepto de persona
jurídica y el de sociedad.
Son sujetos del derecho comercial:
 Los comerciantes e industriales.
 Los auxiliares del comercio.
 Las sociedades comerciales.
Las empresas no son sujetos, sean ellas estatales o privadas.

COMERCIANTE, INDUSTRIAL, EMPRESARIO COMERCIAL


El comerciante pasa a ser empresario cuando la complejidad de los negocios
exige del mercader que sea hombre ilustrado, culto, relacionado con la política y
los círculos influyentes.
Tiene que crear y, exigir a sus subordinados un riguroso orden, método y
organización. Tiene que estar informado con precisión acerca de los sistemas de

65
su empresa y anotar debidamente sus compromisos para evitar las fallas de su
memoria.
No podrá tolerar errores en sus contabilidades ni perdonar equivocaciones de sus
representantes.
El empresario, síntesis de todo el proceso intermediador, al que se agrega
también la faz productiva. Se llama empresario a toda persona que organiza los
bienes para producir o intercambiar los bienes o servicios.
El empresario aparece como la síntesis de las dos distintas actividades
económicas que convergen en nuestro derecho mercantil: el comercio y la
industria.
El empresario no se improvisa; presupone talento especial y formación apropiada.
El empresario es así, el hombre con la fuerza vital de la innovación creadora en el
mercado.

RELACION ENTRE EL COMERCIANTE Y LA EMPRESA


No hay en nuestro derecho una estructura legal que podamos denominar
empresa. El orden jurídico regula aspectos, aristas o sectores del fenómeno
económico conocido por empresa.
Una persona individual que pretende iniciarse en actividades comerciales o
industriales debe formar una organización, mayor o menor, que le permita
insertarse en el mercado de bienes y servicios.
Ay organizaciones empresarias que no son mercantiles, inclusive las hay públicas,
cuando el estado interviene en la producción o intermediación de bienes o
servicios.
Cuando la materia es mercantil, si el objeto del tráfico o producción es comercial
esa organización empresaria estará regida por el derecho comercial.
Si una sola persona física se propone crear una empresa, el derecho no le provee
reglas que deban observar para organizarla. Su responsabilidad patrimonial será
plena y sus actos y negocios estarán regidos por diversas normas, no solo
mercantiles sino otras, según sea el área legal a que se extienda su actividad.
En ocasiones el pasaje de empresa individual a empresa colectiva se torna
imprescindible por razones de crecimiento, en otras la creación de una sociedad
responde a una necesidad de actuación colectiva pero unificada.
La sociedad se subjetiviza en una unidad de decisión, al presentar jurídicamente
el aspecto de un sujeto de derecho.
La ventaja adicional que constituye la posibilidad societaria de limitar la
responsabilidad, tiene su contrapartida en la existencia de otras personas físicas
que actúan en un mismo nivel jurídico de igualdad de derechos y de obligaciones.
El estudio previo y necesario para elegir la organización individual o colectiva apta
para cumplir los fines previstos, tiene que ser amplio y serio, debiendo ponderarse
cuidadosamente los pros y los contras de cada regulación normativa.

B) REGIMEN LEGAL ARGENTINO DEL COMERCIANTE O EMPRESARIO


INDIVIDUAL

CALIDAD DE COMERCIANTE

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La calidad de comerciante se obtiene de modo fáctico: en forma profesional, si
una persona física realiza actos de comercio.
Las normas legales básicas son las siguientes:
a) _ el art. 1º del Cód. De Comercio dice: la ley declara comerciantes a todos los
individuos que, teniendo capacidad legal para contratar, ejercen de cuenta propia
actos de comercio, haciendo de ello su profesión habitual.
b) _ el art. 6º señala: los que verifican accidentalmente algún acto de comercio no
son considerados comerciantes.
La adquisición de la calidad de comerciante determina una imputación personal
del ordenamiento, debido a su peculiar situación en la vida social.
El comerciante abrirá una “casa” o establecimiento, con un nombre y utilizando
una firma social; necesitará clientela y estará pendiente de su crédito. Toda esta
organización es regulada por el orden jurídico, pero no en forma estructurada para
el comerciante individual.
Sujetos colectivos, el derecho comercial ha creado estructuras modernas, en las
cuales se prevén hasta los detalles mínimos de la organización.

ANÁLISIS DE LA NORMA LEGAL QUE DETERMINA LA CALIDAD DE


COMERCIANTE
a) _ Individuos: La ley se refiere a personas de existencia visible y no es
apropiado el uso de la palabra “individuo”. Existía ya en la época de redacción del
código, el concepto jurídico de persona.
Si bien es verdad que la mención de “individuos” no es totalmente feliz, no
produce ningún efecto negativo. Tampoco surge de ella ninguna contradicción
legal en el ordenamiento mercantil.
b) _ Capacidad legal para contratar: No es lo mismo capacidad para contratar
que ejercer el comercio. La capacidad es profesional y que por ello el
ordenamiento puede ampliarla o restringirla según convenga.
c) _ Ejercicio por cuenta propia: Hay que distinguir la representatividad del
interés en el negocio jurídico. La representatividad indica en nombre de quien se
realiza el acto de comercio, mientras que el interés, por su parte, señala por
cuenta de quien se realiza dicho negocio. Estos elementos no siempre se dan
simultáneamente en la misma persona.
d) _ Actos de comercio: la profesión debe consistir en realizar actos de
comercio. Pero no todos ellos otorgan calidad de comerciante, pues, como vimos,
muchos no son actos jurídicos ni contratos que pueden celebrase.
¿Cuál será por tanto, el acto de comercio que permita adquirir la calidad de
comerciante?
Preferimos descartar la clasificación de los actos en naturaleza y otros, porque
con ellos se dividen o forman estamentos ficticios en una materia no homogénea.
e) _ Profesión habitual: la habitualidad se refiere a la repetición del acto, en tanto
que la “profesión” alude al medio de vida propio de la persona que los hace.
Para la actividad mercantil no se exige ninguna preparación o práctica especial;
es esencialmente intuitiva.

67
Podría darse por tanto el caso de un conocedor de ciertas modalidades de
producción o intermediación que no las ejerciera habitualmente: no sería
comerciante en el sentido legal.
Los actos preparatorios, aunque por causas ajenas no se lleve luego adelante la
explotación, otorgan calidad de comerciante.
El que prepara con diversos actos jurídicos su actividad mercantil futura, adquiere
la calidad de comerciante en virtud de que realiza indudables “actos de comercio”
y le cabe por tanto la aplicación del art. 1º, si bien esos actos no hacen su
profesión habitual, el único sentido que tiene es precisamente preparar un
organizado ejercicio del comercio para el futuro en alguna rama determinada, o
bien se los realiza a fin de comenzar con una explotación industrial.
No hará falta la inscripción en la matrícula para ser comerciante, pero al estar
inscripto supone la existencia de esa calidad.
En cuanto a la habitualidad, hay que atender a diversos factores: en primer lugar
al medio fundamental de vida. Si alguien es médico y realiza aparte algunos
pocos actos de comercio, no adquiere la calidad de comerciante. Pero si una
persona se desempeña en dos actividades disímiles y las dos tienen importancia
similar, entendemos que se adquiere la calidad de comerciante, sin perjuicio de
que pueda coexistir con otra para otros fines. Tal calidad no es necesariamente
excluyente de otras; ya veremos para que sirva determinarlas.
La ley no pide solamente profesionalidad, sino que se la ejerza real y
habitualmente.

PÉRDIDA DE LA CALIDAD DE COMERCIANTE


La condición de comerciante se pierde también de hecho, es decir, por no hacer
ejercicio habitual y profesional de actos de comercio.
La pérdida de la calidad de comerciante podrá demostrase por todos los medios
de prueba, los que deberán incrementarse en caso de que permanezcan
inscriptos en la matrícula, dada la presunción legal del art. 32 ya citado.
Dado que el comerciante después de su cese o muerte puede ser sujeto de la
quiebra, mantiene la calidad de comerciante. En el régimen actual unificado es
insostenible esa apreciación, ya que todas las personas son sujetos del concurso.

PRUEBA DE LA CALIDAD DE COMERCIANTE


La calidad de comerciante es un hecho jurídico, que si se lo controvierte, debe ser
probado por quien invoca tal calidad.
Son comerciantes los que realizan actos de comercio, haciendo de ello su
profesión habitual. Se presume iuris tantum que el que se inscribe en la matrícula
de comerciante posee la calidad de tal. (art. 32 del Código de Comercio).
La inscripción en la matrícula da al sujeto solo la presunción de que es
comerciante, la prueba se deberá fundar en el objetivo y probado ejercicio de
actos de comercio, repetidos y realizados como actividad profesional.
Que una persona realice actos de comercio habitualmente haciendo de ello su
medio de vida, puede probarse de acuerdo con las reglas de la prueba de los
actos jurídicos en general, reguladas por el derecho procesal, instrumental,
pericial e informativa, son algunos ejemplos.
Otro supuesto de prueba indirecta de la calidad citada es dable encontrar en la
inscripción voluntaria del comerciante o industrial en ciertos registros.

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EFECTOS
El efecto principal de poseer la calidad de comerciante. En su párrafo 1º dice
“todos los que tiene la calida de comerciante, según la ley, están sujetos a la
jurisdicción, reglamentos y legislación comercial”. Este es el efecto esencial y
general: la aplicabilidad de la ley mercantil, no solo a sus actos objetivamente
mercantiles, sino a su persona, a la que exige un estatuto.
Si una persona posee esa calidad, nada impedirá que sea así considerada: ni la
falta de libros, matrícula u otras circunstancias.
La declaración aún judicial, de que una persona es comerciante, solo tiene valor
respecto del tiempo en que ella se hizo efectiva. La calidad cesa de modo fáctico,
por lo cual bien podría suceder que alguien fuera comerciante a principios de año
y abandonara tal profesión en los mese siguientes.
La calidad de comerciante hace presumir la comercialidad de sus actos, según
hemos visto.

CLASES DE COMERCIANTES
Comerciantes minoristas y mayoristas: se llama en general comerciante, toda
persona que hace profesión de la compra o venta de mercaderías.
En particular se llama comerciante, al que compra y hace fabricar mercaderías
para vender por mayor o menor.
Son también comerciantes los libreros, merceros y tenderos de toda clase que
venden mercancías que no han fabricado.
Son comerciantes por menor los que, habitualmente, en las cosas que se miden,
venden por metros o litros: en las que se pesan por menos de 10 Kg. Y en las que
se cuentan, por bultos sueltos.
El art. 89 inc 3º, exige para los corredores una actuación mercantil anterior en
“casa de corredor o de comerciante por mayor”, requisito que la ley no exige; en
cambio, de los martilleros.
Los dependientes del minorista tendrán mayor poder de representación que los
del mayorista.
Puede ser importante la categorización para el caso de distinta regulación
administrativa estatal, cambiante en el tiempo, pero existente siempre.
El comerciante extranjero y el comercio con el extranjero: La constitución nacional
no hace diferencia alguna con el comerciante de nacionalidad extranjera que
desee traficar o instalarse en el país, siempre que se dedique a comercio o
industria lícita y respete nuestras leyes.
Pertenece al derecho económico toda la regulación normativa del comercio
exterior, variable con las distintas políticas económicas adoptadas por le país en
diversas épocas de su historia.
Comerciante individual o colectivo: El concepto de comerciante debe aplicarse a
la persona individual que se sitúa en el caso que menciona al art. 1º del Cód. De
comercio. Las sociedades pueden ser comerciales o civiles, pero no son, ni es
necesario que lo sean, “comerciantes”, porque tiene un estatuto propio.
Cuando el comerciante individual aumenta el volumen de su empresa, se torna
ella compleja. En tal caso necesitará más capitales disponibles y acudir a la
estructura societaria, formando un ente regular de diverso tamaño legal.

69
La sociedad mercantil, vista en una estructura jurídica que permite el
funcionamiento de una administración y titularidad compartida que se exterioriza
en derecho con el nombre de sujeto de derecho.
La contrafigura de beneficios que ofrece una sociedad mercantil frente a la
actuación individual del mercader o empresario individual, tiene muchos puntos de
apoyo:
 El empresario o comerciante individual tiene que estar preparado mentalmente
para formar una sociedad regular, máxime si es anónima, donde la
organización es muy compleja.
 Las ventajas que otorgan la limitación de la responsabilidad y el menor pago
del impuesto a las ganancias y otros, ceden a veces ante el cúmulo de gastos
que impone la constitución de una anónima: llevar la contabilidad, conseguir un
asesoramiento permanente.
 Para el comerciante individual, formar sociedad supone buscar un socio que
indudablemente importe una negociación colectiva; las dificultades de
adaptarse a otra persona, después de una larga negociación singular, son
fácilmente imaginables. Por esa razón la empresa individual nunca debiera ser
sustituida por sociedades, sino cuando la realidad mercantil así lo exigiere.
Serán empresarios, el comerciante individual, los auxiliares de comercio y las
sociedades comerciales. El empresario colectivo, la sociedad mercantil, tiene su
propio estatuto, sus reglas de actuación y control y sus normas de disolución y
liquidación particulares.
Para estos nuevos sujetos del derecho mercantil, no operan casi los actos de
comercio; tienen sus propias reglas de contabilidad, su especial inscripción en el
Registro Público de Comercio, sus normas de responsabilidad y representación,
su privilegiada posición de sujetos de derechos.
¿Se es comerciante por ser socio?: sostenemos esta idea aun con relación a la
sociedad de hecho, de precaria personalidad; otro es el caso del socio gestor en
la sociedad accidental, ya que actúa en nombre propio.
La extensión de la quiebra a los socios con responsabilidad ilimitada o de la
responsabilidad a los administradores y otras personas, no se funda en la calidad
de comerciante, sino en la estructura de la propia institución reguladora de
responsabilidad, que obra a modo genérico de garantía.
Las sociedades en sí son comerciales o civiles, pero no comerciantes. En su
calidad de comerciales, poseen un estatuto especial, diverso del vigente para el
comerciante individual y que está contenido en la propia ley de sociedades
comerciales, ley 19.550 y sus modificaciones.
El Artesano: es quien fabrica personalmente ciertas cosas, de mayor o menor
valor artístico. Es un pequeñísimo empresario en su tarea, para cumplir la cual
puede tener o no ayudantes.
Si al industrial lo consideramos comerciante, no vemos la razón para que no
admitamos que lo sea también el pequeño industrial, el artesano.
Distinta es la realidad que se presenta con el artista, para el cual son diversos el
fin y el resultado. Pero el artesano tiene una indudable finalidad de lucro.
No hay razón para que el artesano quede fuera de la ley: es igual para el pequeño
comerciante, en mayor o menor medida domina la actividad mercantil, la habilidad
para los negocios. Un pequeño industrial no debe tener ni privilegios ni
desventajas respecto del pequeño comerciante.
70
El artesano, de no ser incorporado al ordenamiento mercantil como una figura sin
precisar regulación legal, tendríamos al comerciante, por otro al profesional con
normas concretas para que realice su actividad, después a los auxiliares del
comercio, con sus estatutos y por último toda la actividad dependiente en los
distintos niveles, pública o privada.
Si el artesano o quien tiene un oficio se integra al concepto amplio de
comerciante, no será relevante cuan importante sea su organización o si actúa
solo, porque se aplicarán armoniosamente las reglas del código. Como ocurre con
la figura tradicional del comerciante, intermediario de bienes.
El Estado “Empresario”: La actividad estatal se desenvuelve de manera creciente
y avanza en campos antes reservados a la iniciativa privada.
El estado interviene, además de su carácter de control y planificador de la política
económica nacional, como un empresario más.
Los actos serán civiles, comerciales, laborales, o administrativos, según la
naturaleza propia de cada uno de ellos. Y el derecho en su rama respectiva o en
convergencia de varias, regulará los actos según el régimen que corresponda.

UNIDAD VI
EL ESTATUTO DEL COMERCIANTE O EMPRESARIO INDIVIDUAL

A) EL ESTATUTO DEL COMERCIANTE EN GENERAL

1) INTRODUCIÓN
CONCEPTO Y ALCANCES
La actual composición del derecho mercantil, parcelado en grandes temas
autónomos, pero no independientes, podría traducir diversos “estatutos” según
fuera el punto de vista desde el cual se los encarara. Se podría hablar del estatuto
del empresario, de la sociedad mercantil, del industrial, del comerciante al por
menor.
A propósito del comerciante individual o empresario individual, estudiaremos los
rasgos de capacidad, el derecho al hombre, a la propaganda y a la competencia;
obligaciones contables, régimen de rendición de cuentas.

2) CAPACIDAD
INTRODUCCIÓN
Es la aptitud de las personas para adquirir derechos y contraer obligaciones. La
capacidad de derecho, es la aptitud de todo ser humano para adquirir derechos y
contraer obligaciones. Hay incapacidades relativas de derecho que informan el
derecho mercantil, basadas en principios éticos, morales o de orden público.
También existen incompatibilidades o prohibiciones que no son reglas de
capacidad.
Expondremos la capacidad de hecho, que se refiere a la posibilidad de ejercer los
derechos y que puede ser absoluta o relativa.
El art. 9º, párrafo 1º, del código de comercio, dice: “Es hábil para ejercer el
comercio toda persona que, según las leyes comunes, tiene la libre administración
de sus bienes”.

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Los actos de comercio se pueden celebrar según las reglas del derecho civil o
comercial.
El ejercicio permanente del comercio, con la adquisición de la calidad de
comerciante, está sujeto al sistema mercantil.
Este art. ensaya una regla general, a partir del sistema civil, quien tenga
capacidad para administrar sus bienes, puede ejercer el comercio.

MENORES
La mayoría de edad, con todos los atributos de capacidad se obtiene a los 21
años.
Los menores se diferencian en impúberes – absolutamente incapaces de hecho –
y adultos, que son los que han cumplido los 14 años, edad desde la cual se
puede ejercer empleo público, profesión o industria.
Cumplidos los 18 años, aparecen otras posibilidades en la capacidad de hecho, el
menor puede celebrar contrato de trabajo sin autorización de su representante, o
ejercer su profesión si obtiene título habilitante para ello.
En esos casos, el menor puede administrar y disponer libremente de los bienes
que adquiera con el producto de su trabajo, así como estar en juicio civil o penal
por acciones vinculadas a ellos.
El código de comercio, en el art. 10, dice: “toda persona mayor de 18 años puede
ejercer el comercio con tal que acredite estar emancipado o autorizado
legalmente”.
Los que ha cumplido 18, 19 o 20 años pueden ejercer el comercio. Pero necesitan
una autorización especial de su representante legal. O bien pueden estar
emancipados.
La emancipación se alcanza al contraer matrimonio; con las restricciones
impuestas por el art. 134 del C.C, si se han casado sin autorización, opera la
restricción, no tendrán hasta los 21 años, la administración y disposición de los
bienes recibidos o que recibieren a título gratuito, salvo posterior habilitación.
La emancipación por matrimonio es irreversible, aún cuando el matrimonio fuese
anulado, respecto del contrayente de buena fe.
Otra forma de emancipación es la de habilitación de edad, se puede otorgar a
partir de los 18 años cumplidos, con consentimiento del menor y mediante
decisión de quien ejerza la patria potestad.
Si se encontrara bajo tutela, el juez, podrá habilitarlo a pedido del tutor del menor,
previa información sumaria sobre la aptitud de éste.
La habilitación de edad debe inscribírsela y se la podrá revocar, a diferencia de la
emancipación matrimonial; se inscribirá también la revocación para evitar
perjuicios a terceros; la revocación no podrá hacerla el padre solamente, sino que
será necesaria la intervención judicial.
En la órbita mercantil, el art. 10 del Cód. De Comercio habla de dos situaciones:
emancipación y autorización legal. Distinguimos:
 Emancipación por matrimonio.
 Emancipación por habilitación civil.
 Autorización para ejercer el comercio, la que a su vez puede ser “expresa”
o de derecho o tácita.

72
Para que el habilitado ejerza el comercio, hay que cumplir con las disposiciones
del código respectivo.
Establecemos las siguientes situaciones:
 Emancipación por matrimonio con autorización patern a: Puede el
menor ejercer libremente el comercio.
 Emancipación por matrimonio sin autorización paterna : Igual a la
anterior.
 El menor con 18 años cumplidos y menor de 21 emancipado por
habilitación civil: Para el ejercicio del comercio, hay que cumplir, decía el
código civil; “las disposiciones del código respectivo”, que es el de comercio.
Que la emancipación sea de acuerdo con la ley.
Se sostiene dos posiciones: que se cumplan todos los trámites establecidos en el
código de comercio, o que basta con la inscripción en el Registro Público de
Comercio. Estamos de acuerdo con la segunda posición, sin perjuicio de requerir
para el futuro una reforma que unifique la situación de los menores adultos, en el
campo civil y comercial.
 Menores autorizados por el procedimiento comercial: Existen dos
autorizaciones, la de derecho y la de hecho, cumplidas ellas es posible ejercer el
comercio. Ellas son:
1. Autorización expresa: El comercio puede ser ejercido por el menor
debidamente autorizado por su padre, madre o tutor en su caso, siempre que
tenga 18 años o más, es la llamada autorización expresa.
La autorización legal debe ser inscripta en el Registro Público de Comercio. La
autorización es revocable, pero siempre por vía judicial, a fin de evitar
arbitrariedades; el interesado debe ser oído: la revocación, si procede, deberá ser
inscripta después en el mismo Registro para que surta efecto respecto de
terceros.
2. Autorización tácita o de Hecho: se da cuando el hijo mayor de 18 años se lo
asocia de hecho al comercio del padre. Será reputado autorizado y mayor para
todos los efectos legales en las negociaciones mercantiles de la sociedad.
La autorización otorgada no puede ser retirada al menor, sino por el juez, a
instancia del padre, de la madre, del tutor o ministerio pupilar, según el caso, y
previo conocimiento de causa, este retiro deberá ser inscripto y publicada en el
tribunal de comercio respectivo.
Esta sociedad es de hecho y se rige por la mencionada norma legal.
El menor estará habilitado para todos los negocios de esa sociedad, pero no más
allá o fuera de ella, será solidario con su progenitor ante terceros.

MUJERES
Cualquiera que sea su estado civil, adquiere plena capacidad comercial, a partir
de los 21 años. A los 18 años puede ejercer el comercio por emancipación o
autorización, según el régimen que hemos descripto.

INCOMPATIBILIDAD E INCAPACIDAD
Son prohibiciones del ejercicio del comercio:
a) _ En protección de determinadas funciones o profesiones.
b) _ En tutela del crédito en interés del comercio o interés público.

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A) Corporaciones Eclesiásticas: El código de comercio al citar las corporaciones
eclesiásticas, se refiere a órdenes o congregaciones en general y se deben excluir
las asociaciones formadas por laicos. Las mencionadas ordenes o
congregaciones no pueden adquirir la calidad de comerciante aunque realicen,
contra la prohibición, actos de comercio, además los actos no serían nulos, sino
válidos, solución que se extiende a los demás supuestos que iremos examinando.
B) Clérigos: Es quien ha sido consagrado para la celebración de los divinos
ministerios. Tenga el rango que tuviere no puede ejercer el comercio. Los clérigos
no son incapaces para la mayor parte de los actos civiles.
Si realizan actos mercantiles, se aplica igual solución que para el caso
anteriormente descripto.
C) Los magistrados civiles y judiciales: la primera expresión corresponde a
funcionarios públicos de la administración nacional, provincial o municipal, de
jerarquía superior, no pueden realizar acto de comercio en el territorio donde
ejercen su autoridad o jurisdicción.
Para los jueces se aplica igual precepto, pero las leyes que reglamentan el
ejercicio de la magistratura han prohibido cualquier otra clase de actividad, a
menos que formen parte de comisiones de estudio o ejerzan actividades
docentes.
El art. 23 del código de comercio faculta el préstamo de dinero si con ello no se
hace profesión habitual. La ley se refiere indudablemente al mutuo comercial.
Si pueden los magistrados judiciales y civiles ser accionistas en cualquier
compañía mercantil. Debe ser una sociedad por acciones, el magistrado podrá ser
accionista de la anónima o subtipos, en la comandita por acciones, únicamente
comanditario; podrá ser socio de cooperativa sin problema alguno, dados los fines
de este tipo asociativo y su estructura, pero no consejero, a pesar de no prohibirlo.
El estado judicial impide al accionista formar parte de los órganos de
administración y de control, aunque la ley solo se refiera a la “gerencia
administrativa”. Su actuación quedará reservada, a la calidad de accionista, sin el
derecho de formar parte de los órganos mencionados. Los art. citados, expresan
incapacidades especiales, para ser director o síndico de sociedad por acciones,
los que se completan con esta regla legal.
A) Interdictos: El código de comercio declara incapaces para ejercer el
comercio a “los que se hallan en
B) estado de interdicción”.
Se llaman así quienes están bajo un régimen especial de incapacidad, a ellos se
les asigna un curador, a fin de que los asista en todos su actos.
Deben incluirse en el inciso los inhabilitados, sujetos a una asistencia por ser
semi-incapaces y necesitar de autorización para ejercer ciertos actos, en especial,
los patrimoniales.
E) Fallidos: Los quebrados no rehabilitados eran sujetos con prohibición de
ejercer el comercio.
Los inhabilitados no pueden:
 Ejercer el comercio por si o por interpósita persona.
 Ser socio, administrador, gerente, síndico, liquidador o fundador de
sociedades comerciales.
 Tampoco de sociedades civiles.

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 Ser factor o apoderado con facultades generales para el ejercicio de la
actividad comercial.
 Para el síndico del concurso, se añade una inhabilitación especial: no
desempeñarse en esas funciones por el término de diez años.

F) Cónyuges: Los cónyuges de los inhabilitados no incurren en la misma


prohibición de ejercer el comercio. El ejercicio de comercio es personal y sería un
exceso extender una prohibición genérica como ésta al cónyuge del juez, del
escribano, del corredor.
G) Corredores y Martilleros. Factores y Empleados: A los corredores le es
prohibido el ejercicio del comercio, a los martilleros la ley 20.266 no los ha
inhabilitado para el ejercicio del mismo, lo cual no es conveniente, dada su
específica función. El corretaje y el remate, hay que recordarlo, son actos de
comercio por imperio legal. La prohibición legal implica la obligación de atender su
especialidad sin compartirla con otra clase de negocios.
Algo semejante se puede decir de los factores y empleados.
H) Escribanos: Se hallan inhabilitados para ejercer el comercio.

EJERCICIO DEL COMERCIO POR REPRESENTANTES LEGALES


El representante legal del menor o incapaz puede ejercer el comercio por cuenta
de su representado, debiendo después rendir cuentas de acuerdo con las
disposiciones legales.
El representante legal no adquiere la calidad de comerciante por su labor, ya que
ejercer la función de quien, por su incapacidad temporal o permanente, de hecho
o derecho, no puede actuar por sí mismo.
El factor, desde otro punto de vista, es un representante con poder general de
administración que ejerce el comercio por cuenta y en nombre de su principal.

VALIDES DE LOS ACTOS DE LOS INCAPACES DE HECHO Y DE


DERECHO
Incapacidad de hecho es la que establece la ley, presumiendo carencia de aptitud
para ejercer por sí mismo los derechos que se tienen.
La ley anula los actos de los incapaces de hecho.
En el sistema mercantil, aparecen junto a incapacidades de derecho,
incompatibilidades o prohibiciones de estado. Estas no son generadoras de
nulidad respecto de los actos realizados, sino de otras sanciones establecidas en
cada caso.

3) EL NOMBRE COMERCIAL. LA DESIGNACIÓN

CONCEPTO
Para el comerciante individual, el nombre mercantil es cesible, ya designe a una
persona con nombre y apellido, o solamente este último, o tenga otro significado;
también puede ser un puro invento, sin significado material.
La propiedad de la designación se adquiere con su uso, y concluye mediante el
abandono de tal uso. El uso debe ser público y ostensible.

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El nombre no necesita registro, pero puede ser registrado como marca, en cuyo
caso se le aplica el derecho marcario. El nombre o la designación debe ser
inconfundibles para lograr protección.
En ocasiones será necesario probar que tal nombre pertenece a un comerciante;
o probar que no le pertenece, a fin de eximirse de alguna obligación. En esos
casos, la prueba de la identidad o falta de identidad de un nombre puede
realizarse con todos los medios de prueba, aun por presunciones si ellas son
precisas y concordantes para formar convicción.

EL NOMBRE SOCIETARIO
El nombre de las sociedades identifica a estos sujetos de derecho; acompaña a la
sociedad hasta su disolución y la protección legal es implícita y previa, porque
desde la formación del ente se establece el rechazo de la homonimia, no
inscribiéndose en el Registro Público de Comercio el nombre de una sociedad si
existe otra con el mismo nombre.
Las sociedades son sujetos de derecho, por lo que para ellas, el nombre no es un
bien inmaterial transferible, sino que constituye un atributo de la personalidad.
Y si es posible mudarlo, no se lo puede transferir a menos que forme parte de una
marca.

NOMBRE CIVIL Y NOMBRE MERCANTIL


A veces el comerciante da su nombre civil a su explotación mercantil y encuentra
la protección legal tal como ya lo hemos explicado. Pero puede haber conflictos si
un mercader adopta como de fantasía el nombre civil de una persona física.

CESE
El nombre comercial está protegido con el derecho al uso exclusivo; si es nombre
de fantasía, se pierde con la falta de mención del empresario en sus operaciones,
si forma parte de un fondo de comercio, el cierre o transferencia de este hace
cesar el derecho sobre ese bien.
La cesación del uso hace perder el derecho al nombre.

FIRMA SOCIAL
La firma puede considerarse, en sentido subjetivo, coincidente con la noción civil o
comercial.
La firma social es el conjunto de firma subjetiva y objetiva, que tiene relevancia
cuando el comerciante suscribe documentos o contratos. En su aspecto objetivo
va ligada al nombre y es transferible como él.
La firma subjetiva obliga personalmente a quien la ejecuta. La firma social cambia
la imputación normativa de la obligación, trasladándola a la organización
mercantil, sea esta una empresa unipersonal o una sociedad.
Nuestro ordenamiento mercantil no regula el tema de la firma social, ni para la
empresa individual ni en el
sistema societario. La costumbre ha permitido que los tribunales asignaran
carácter obligacional a lasfirmas según ellas hayan sido suscriptas en diversas
formas negociales.
4) DOMICILIO

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REGIMEN LEGAL DEL DOMICILIO
Una de las especies de domicilio es el comercial, del cual no nos habla nuestro
código de comercio. Donde se diferencia el real y el societario, y varias normas
más, que lo menciona directa o indirectamente. El domicilio del comerciante o
empresario señalará el lugar desde donde se toman las decisiones, se hallan o
depositan los libros y la contabilidad general, o la centralización administrativa: el
nervio motor de la empresa.
Hay una diferencia entre el domicilio societario y el del empresario individual, que
se evidencia en la naturaleza jurídica de la sociedad.
El comerciante poseerá el domicilio real propio y el domicilio comercial o de los
negocios. Y las sociedades tendrán que aceptar el concepto de domicilio para una
realidad diferente de la que se observa para las personas de existencia visible.
Su domicilio será algo diverso: será la relación de lugar o espacio físico que
establece la sociedad con la autoridad de contralor, excepto en las sociedades
irregulares, en cuyo caso los dos conceptos se pueden unificar.
El comerciante individual tendrá un domicilio en cada lugar donde desenvuelva
una actividad económica., lo llamaremos sede social.
El domicilio se entiende, como comprensivo de la jurisdicción en la que la
sociedad es constituida. La sede es la calle y número determinados. Ella puede
ser inscripta aparte, fuera del contrato social.
La sede es el lugar en el cual se tienen por válidas y vinculantes para la sociedad
todas las notificaciones realizadas.
En el derecho comercial no poseemos un concepto unívoco de domicilio y sede,
respecto del comerciante individual y del sujeto de derecho sociedad.
Es esencialmente mudable y transferible porque solo significa la elección de un
determinado asiento físico, provisto de señas o dirección.
Es válido para la constitución en mora del comerciante o empresario. No es
válido para la recepción del traslado de una demanda.

5) OBLIGACIONES COMUNES A LOS COMERCIANTES

CONSIDERACIONES GENERALES
La ley mercantil establece ciertas cargas y la obligación de rendir cuentas, según
dispone el art. 33 del Cód. De Comercio que dice: “los que profesan el comercio
contraen por el mismo hecho la obligación de someterse a todos los actos y
formas establecidas en la ley mercantil.
Entre estos actos se encuentran:
1. la inscripción en un registro público, tanto de la matrícula como de los
documentos que según la ley exigen ese requisito.
2. la obligación de seguir un orden uniforme de contabilidad y de tener los
libros necesarios a tal fin.
3. la conservación de la correspondencia que tenga relación con el giro del
comerciante, así como la de todos los libros de la contabilidad.
4. la obligación de rendir cuentas en los términos de la ley.

LA MATRICULA
La calidad de comerciante proviene de una situación fáctica: el ejercicio regular y
profesional de actos de comercio. La matriculación no otorga esa calidad.

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La ley establece que todo comerciante debe matricularse, es decir inscribirse
como tal en el Registro Público de Comercio.
Para gozar de la protección que este código acuerda al comercio y a la persona
de los comerciantes, deben éstos matricularse en el tribunal de comercio de su
domicilio. Si no hubiere allí tribunal de comercio, la matricula se verificará en el
juzgado de paz respectivo.
El art. 26 del Cód. De Comercio estableció cinco ventajas para el comerciante
matriculado. Veamos su texto:
 La fe que merezcan sus libros con arreglo al art. 63.
 Derecho para solicitar el concordato.
 Moratoria mercantil.
Para que la inscripción surta los efectos legales, debe ser hecha al empezar el
giro o cuando no tuviera necesidad el comerciante de invocar los privilegios
mencionados.
Además tenemos que recordar:
a) _ Se necesita la inscripción para poder actuar como corredor y martillero, en la
práctica esta disposición ofrece grandes desajustes con la realidad.
b) _ Para ser acreedor prendario, el comerciante o industrial debe inscribirse en el
registro público de comercio.
c) _ La ley establece una presunción de que el inscripto es comerciante, esta
presunción es iuris tantum e invierte así la carga probatoria, que estará a cargo de
la persona que impugne esa calidad.
La ley exige un escrito que contenga:
 Nombre, estado y nacionalidad del comerciante,
 Designación de la clase de actos a los que se dedicará,
 El domicilio comercial
 Nombre del gerente o factor que lo representará en el establecimiento
 En caso de menores, se deberá acompañar la autorización legal inscripta,
que es, como vimos, otro trámite independiente.
Las empresas del estado no pueden inscribirse como comerciantes, según
dictaminó la cámara en lo comercial.

EL REGISTRO PÚBLICO DE COMERCIO


Fue instituido por nuestro código como una secretaría especial parajudicial. En
cada tribunal de comercio ordinario habrá un registro público de comercio, a cargo
del respectivo secretario, que será responsable de la exactitud y legalidad de sus
asientos.
Una oficina de asientos, inscripciones y registraciones del tráfico mercantil y de
actos o documentos vinculados a los comerciantes o sociedades mercantiles, este
registro estará siempre fiscalizado por el juez de comercio respectivo.
Función: la doble faz de su función jurisdiccional, en cuanto valora, ordena o
rechaza los pedidos de inscripción o autorización, y administrativa, en cuanto
cumple materialmente la rúbrica, registración, formación de legajo, inscripción de
medidas cautelares y archivo.
La competencia en general, no es contenciosa, y cabe un recurso judicial ante
resoluciones del registro.

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Forma de registración: se inscribirá en un registro especial la matrícula de los
negociantes que se habilitaren en el tribunal y se tomará razón, por orden de
número y de fechas, de todos los documentos que se presenten al registro.
¿Qué se registra?: Los actos que se registran o se pueden registrar,
principalmente son:
1. Convenciones matrimoniales.
2. Sentencias de divorcios, separación de bienes y liquidaciones practicadas
respecto de la sociedad conyugal.
3. Escrituras o contratos, de las sociedades mercantiles, y los actos
modificatorios o extintivos respecto de esos contratos, también la disolución
de las sociedades, aun las irregulares y de hecho.
4. Transmisión de establecimientos mercantiles.
5. Reglamentos o contratos de gestión de fondos comunes de inversión.
6. matriculaciones de los comerciantes y auxiliares del comercio, y toda
modificación de las mismas.
7. Los poderes que otorguen los comerciantes a factores y dependientes y la
revocación de ellos.
8. Las autorizaciones expresas a menores de edad y su revocación.
9. Registro de fallidos.
Matriculación e Inscripción: Si bien los trámites son diversos, la matriculación de
un comerciante para ejercer el comercio o de un auxiliar de comercio, no se
diferencian en lo sustancial de la inscripción de una autorización aún menor para
ejercer el comercio o de la registración de los contratos de sociedades regulares,
inscripción que les otorga precisamente ese carácter.
Los fines y los efectos, son distintos: al tiempo que la matriculación importa ciertos
beneficios, la inscripción registral de sociedades es un acto integrativo que les
confiere regularidad.
Tramites. Formas: Cada una tiene sus particularidades, según el acto del cual
provenga.
Cuando se presente una escritura pública, se la acompañará con un escrito con
firma de letrado. Para algunos trámites no se exige firma de abogado.
Si la representación es directa, deberá firmar el interesado y los demás
intervinientes, en su caso.
Si se agregan instrumentos privados, en general se pedirá que las firmas estén
certificadas por escribano público o que los firmantes ratifiquen su consentimiento
personalmente.
Plazo de inscripción: El art. 39 del código de comercio dice: “que todo
comerciante está obligado a presentar al registro el documento que haya de
registrase dentro de los 15 días de su otorgamiento.
Si se lo presenta dentro de ese plazo, no se necesita ratificación adicional de
parte interesada y el efecto es retroactivo a la fecha del otorgamiento. El plazo se
entiende que es de días corridos, debiendo computarse los feriados.
Si se lo presenta después del precitado plazo, tendrá efecto desde la fecha del
registro, y la inscripción podrá hacérsela si no media oposición de parte de
interesada.
Efecto de la registración: Varían según las distintas normas que ordenan las
diversas inscripciones. El efecto más importante es la oponibilidad a terceros de
las constancias que se registran, la publicidad del acto a persona indeterminada;

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respecto de la matriculación, los derechos que fueron oportunamente explicados
cuando hablamos del comerciante y de sus auxiliares del comercia.
Los efectos del acto son:
 Constitutivos, cuando la inscripción integra la relación jurídica.
 Saneatorios, se llaman así cuando la inscripción subsana los defectos del
acto.
 Declarativos, que documentan hechos o actos y los anuncian o permiten su
conocimiento público, sin perjuicio de que tales efectos se destruyan por
prueba en contrario.
 Los actos o documentos inscriptos tienen en general los efectos
declarativos, excepcionalmente serán constitutivos. Pero no se admite que
el registro, tenga efectos saneatorios.
Las inscripciones, sí poseen fuerza probatoria y la presunción de veracidad
propia de los instrumentos públicos.
Libros de contabilidad: Los comerciantes concurren a rubricar sus libros al registro
público de comercio por imperio de lo dispuesto en el art. 53 del Cód. De
Comercio, que dice: “los libros que sean indispensable conforme las reglas de
este código, estarán encuadernados y foliados, en cuya forma los presentará
cada comerciante al tribunal de comercio de su domicilio para que se lo
individualice en la forma que determine el respectivo tribunal superior y se ponga
en ellos nota datada y firmada del destino del libro, del nombre de aquél a quien
pertenezca y del número de hojas que contenga. En los pueblos donde no haya
tribunal de comercio se cumplirá estas formalidades por el juez de paz”.

CONTABILIDAD Y LIBROS
No s referimos al comerciante individual y al sistema legal contable que le
compete.
El primer beneficiario con una correcta contabilidad es el propio comerciante, y
por ello es aconsejable que le lleve ajustada a derecho y sus particulares
necesidades.
La contabilidad es la disciplina que, basada en una fundamentación teórica
propia, se ocupa de la clasificación, el registro, la presentación y la interpretación
de los datos relativos a los hechos y actos que tiene carácter económico –
financiero, con le objeto de obtener y proporcionar, principalmente en términos
monetarios, la información histórica y predictiva utilizada para la toma decisiones.
La contabilidad no tiene un sustento únicamente en el orden o el registro
ordenado de operaciones, sino que importa además dos funciones
fundamentales: sirve para presentar estados económicos – financieros y para
interpretar hechos que a su vez podrán generar la toma de decisiones
económicas – financieras o de otra índole; una rama de la contabilidad es la
moderna contabilidad gerencial, que no es de uso exclusivo para gerentes, sino
que, por su oportunidad y conformación, es de utilidad para todos los estamentos
de la empresa económica.
Los tres pilares básicos de la reforma se asientan sobre los modernos principios
universales de la contabilidad; sistema uniforme, veraz y claro. La forma de
registración, mientras cumpla esas tres condiciones, es amplia, pero deberá estar
de acuerdo con los principios generales aceptados en el arte contable.

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En contabilidad hay que conocer el concepto de cuentas, libros, inventario,
balance y estado de resultados.
Cuentas: Es una serie de anotaciones de contenido homogéneo, cuya base son
tres elementos importantes: objeto, sujeto, valor.
El método usual de contabilidad es el de la partida doble, que algunos dicen que
se inició en la época medieval; por él, los importes del Debe serán iguales a los
del Haber. La anotación se hace por registraciones simultáneas, que permiten
advertir un error si las sumas no se balancean adecuadamente.
Libros: son los registros en que se asientan las operaciones del mercado. No
siempre se usan libros en el sentido material del término, pudiendo ser
reemplazados por sistemas similares de contabilidad siempre que ellos reflejen la
realidad, veracidad y exactitud del movimiento del empresario.
Los obligatorios son dos: 1) el libro Diario y 2) el Balance.
Los libros señalados, son de frecuente uso auxiliar de Caja, el mayor y otras
registraciones complementarias de acuerdo con el movimiento y la importancia de
la empresa, ya que los señalados como obligatorios son frecuentes insuficientes.
Los libros, para ser admitidos en juicio, deberán llevarse en idioma nacional; si se
hacen asientos en idioma extranjero, deberán ordenarse su traducción en caso de
ser presentados al juez.
Inventarios: contiene una descripción exacta del dinero, muebles e inmuebles,
créditos y cualquier otra especie de valores.
Un cuadro contable en el cual figuran analíticamente los diversos rubros del activo
y del pasivo de la hacienda mercantil, valuados monetariamente.
Todos los años se actualizará el inventario inicial, debiendo registrase entonces
únicamente las modificaciones.
En el libro de inventario físico será la cuenta detallada de los bienes en existencia;
el inventario contable se logrará tomando como base las constancias contables,
sin hacer la pertinente verificación sensorial de cada ítem.
El inventario permanente se consigue con un sistema contable que permita llevar
una cuenta individual por cada uno de los bienes, lo cual ofrece una información
contable muy ajustada. Los inventarios incluyen valuación de los bienes como
medio de obtener un dato contable más, esa valoración debe ser uniforme e
invariable.
El inventario final del ejercicio se hace con le balance, y forma con él un cuerpo
total.
El Balance: Sobre la base del inventario y otros datos contables, cada año se
confecciona el balance, que es un reflejo del estado patrimonial en un momento
determinado de la vida de los negocios.
Se lo materializa mediante un gráfico por el cual se visualiza el estado activo y
pasivo de una explotación empresaria. Para las sociedades mercantiles, la ley
exige un régimen muy detallado a partir del art. 61. El comerciante individual y el
colectivo debe elegir una fecha anual en la cual terminará el ejercicio, al cabo de
él confeccionará un balance general; los comerciantes por menor pueden hacerlo
cada tres años. Es obligatorio para las sociedades por acciones y las de
responsabilidad limitada con veinte socios o más, quienes pueden ser pasibles de
ciertas sanciones. Las otras sociedades y el comerciante individual no tienen
sanción directa en la ley, excepto que la contabilidad sin el balance final del
ejercicio no se considera llevada en forma legal y se pierden los beneficios legales

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ya señalados. El balance debe ser veraz al reflejar la situación económica –
financiera que expresa, será claro y deberá llevárselo con criterios uniforme, se lo
exige así en beneficio del comerciante, de sus socios, de los terceros que
contratan con ellos o interesados en el giro, los acreedores y el fisco.
 Naturaleza: No es un hecho o acto jurídico, ni siquiera intelectual, es una
exteriorización ordenada de diversos registros que, como síntesis, revela un
momento de la vida de la empresa; ese momento es estático, en oposición a
la real evolución económica que es dinámica.
Puede utilizárselo en juicio como prueba de una declaración voluntaria y
presumida veraz y en nuestra opinión tiene los mismos afectos que los libros
de comercio.
 Estado de resultado: Es una presentación contable que se estructura en
forma de cuenta o relación y tiene por objeto demostrar los principales
fenómenos económicos y deudas que surgen de la explotación mercantil o
industrial en un lapso determinado. Estos datos surgen del balance, con
ellos se forma lo que sucesivamente se llamó “cuenta de ganancias y
pérdidas” y modernamente “estado de resultados”.
Esta cuenta especial es, por su naturaleza, de resultados, y a diferencia del
balance y del inventario, que son una representación estática del patrimonio
durante un ejercicio económico, el cuadro de resultados constituye una
representación dinámica, ya que en él pueden observarse los cambios y las
variaciones del patrimonio experimentado en un ejercicio y las causas
generadoras de ellos.
Es una cuenta de mucha importancia y su interpretación presenta a la
empresa económica en estado dinámico. Refleja los incrementos y las
deducciones en el patrimonio, lo cual permite obtener una información
complementaria de gran utilidad.

RENDICIONES DE CUENTAS
Se puntualiza esta obligación propia de los comerciantes. Pero no es solamente
de ellos, ya que todo el que administre bienes ajenos, o gestione negocios de
otro, debe rendir cuentas periódicamente o al finalizar la gestión.
Se trata de exposición detallada y precisa de la gestión cumplida, al fin de que el
interesado pueda discutirla y llegado el caso promover las acciones resarcitorias
pertinentes. Se detallarán en forma completa los ingresos y egresos con los
comprobantes contables que los justifiquen, en las diversas relaciones jurídicas
enunciadas, cada rendición de cuentas tendrá sus particularidades. Lo
llamaremos “rindiente” al comerciante que tiene a cargo la negociación y posterior
obligación de rendir cuentas, y “principal” a aquel a quien hay que rendir la cuenta
y pro cuenta de quien se gestiona.
Toda negociación es objeto de una registración contable, pero los comerciantes
corresponsales o por cuenta ajena tienen la obligación de materializar un acto de
rendición de cuentas explicando su gestión y los resultados obtenidos. En cabeza
de principal se distinguen dos acciones:
1) _ el derecho a que las rinda y su correlativo, el derecho a impugnarlas.
2) _ el derecho a pedir el cobro del saldo resultante.
Renunciabilidad: se discute en doctrina si la obligación de rendir cuentas es
renunciable. Creemos que la renuncia por adelantado sería contraria a la moral, y

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buena fe exigible en toda relación jurídica, sin perjuicio de ello, es posible que el
beneficiario apruebe “a libro cerrado” las cuentas, en una demostración de
confianza que cabe justificar jurídica y humanamente. Pero de ahí a anticipar o
preestablecer contractualmente que no se pedirá cuentas al cabo de una
negociación, la diferencia es notable.
Quién las rinde y cuáles son sus efectos: está obligado a rendir cuentas quien
actúa por otro o quien tiene la obligación de restituir.
Si son varios los gestores, administradores o comisionistas, cada uno deberá
rendir sus cuentas, por la parte que le correspondió en la negociación. También
puede haber cuentas recíprocas. El efecto jurídico personal para el que rinde
cuentas es que inmediatamente afronta la responsabilidad por reclamaciones o
impugnaciones que realice el principal, a las cuales deberá satisfacer o reparar. Si
no las hay, se libera de su obligación eventual y concluye así su gestión.
Después de rendida la cuenta, el principal adquiere los derechos de la
negociación cumplida y contrae las obligaciones inherentes a ella. Se entenderá
que la cuenta está rendida cuando se concluyan todas las cuestiones que le son
concernientes.
Forma: la rendición de cuentas de una negociación deberá presentarse por escrito
si los actos o negocios jurídicos realizados son de cierta importancia. Nada obsta
a que pueda admitirse una rendición verbal de cuentas, con exhibición de los
respectivos comprobantes de apoyo. Si se la exige judicialmente, la rendición
deberá ser siempre escrita. El rindiente hará un informe de su gestión,
presentando en caso de necesidad un balance e inventario de las existencias. La
presentación contendrá los estados contables necesarios para comprenderla
cabalmente; ellos deberán ser llevados en forma legal. La relación debe contener
una explicación o descripción de los negocios realizados y finalmente la indicación
del saldo.
Deberá adjuntar los comprobantes que justifiquen cada cuenta que presente,
excepto algunos gastos menores o propios de la gestión concluida.
Momento: las cuentas se rendirán al finalizar cada negociación en que sean
exigible, según las pautas ya señaladas, o al concluir el año o el ejercicio, si la
tarea es continua por un tiempo relativamente largo.
Ante la falta de cumplimiento de esa obligación, el principal puede exigirla primero
extrajudicialmente y después coactivamente.
Lugar: Que la presentación de la rendición de cuentas debe hacerse en el
domicilio “de la administración”, en el domicilio comercial del reinante. Pero es
válido el pacto.
En el caso de rendición de cuentas en juicio, se las presentará por escrito al juez y
se le agregará a la causa, de ellas se dará traslado y el procedimiento se
adecuará a las resultas de las peticiones de las partes de las partes.
Costas: gastos y honorarios que deriven de la negociación, se cargarán al
patrimonio del principal, en principio pesarán sobre los bienes administrados, pero
si no los hay o no son suficientes, deberán pagarlos el beneficiario o principal.
Si la liquidación es impugnada y procede la queja judicial, los gastos que
devengue dicha reclamación deberá pagarlos el rindiente, no así si se rechaza la
impugnación.
Aceptación e impugnación: Acción judicial: ante la presentación de la rendición
de cuentas, el interesado o principal podrá aceptarlas, callar o rechazar con algún

83
cargo, si las acepta, cumplirá un acto jurídico cancelatorio, siempre y cuando no
haya vicios en la voluntad del principal.
Si las acepta expresamente, se concluye la negación y se produce del pleno
derecho el total traspaso de derechos y obligaciones, sin perjuicio de los derechos
de terceros.
Si no hay respuesta del principal, pasado un mes de la recepción fehacientemente
comprobada de la cuenta, se presume la aceptación y conformidad con ella.
Es conveniente, para quien la rinde, tomar precauciones de prueba respecto de la
entrega o presentación de las cuentas. Otra forma de probación tácita, es la
percepción del saldo sin reserva alguna, siempre y cuando no pueda justificarse
que este acto tuvo otro sentido.
Cuando la cuenta no se considera ajustada a la realidad de la negociación o a
derecho, se puede hacer una impugnación extrajudicial o una presentación
judicial.
Deberá precisarse cuál es el error o vicio que se señala y no mantenerse en una
mera negativa genérica que de derecho al rindiente a una intimación a recibirlas
primero y a ser compelido judicialmente después a considerarlas, la acción judicial
se abre tanto para el que desea rendirlas y no es oído, como para el que exige
cuentas y no se le escucha. La negativa impugnatoria será precisa, debiendo
explicarse que rubro es aceptado, cuál el rechazado y cuál es el motivo.
Con anterioridad a la demanda por una u otra causa deberá reclamarse
fehacientemente (intimación telegráfica, notarial). Ante el silencio después del
emplazamiento, se podrá promover un incidente, si hay proceso principal o si se
cumplen ciertos requisitos.
Podrá acompañarse a la demanda una cuenta provisional del principal, de ella
deberá darse traslado. Si se demanda por rendición, la sentencia sobre la base de
lo expuesto por el peticionante, admitirá la procedencia de la reclamación o la
rechazará,, si se acciona por aceptación de cuentas, se agregarán éstas con el
respaldo probatorio necesario y después del traslado a la parte contraria, se
fallará declarándoselas aceptadas u ordenándose la rectificación de ellas.
En caso de demanda por rendición, la ejecución de sentencia se materializará en
la rendición de las cuentas, o se admitirán las cuentas que presente el principal, o
se abrirá la acción por daños y perjuicios en virtud de la negativa a rendirlas o
presentación insuficiente. Al promover la demanda, se puede en subsidio pedir por
adelantado la compensación por los perjuicios y daños que ocasione la conducta
elusiva del rindiente.
El actor puede reclamar el pago de saldos reconocidos por el demandado sin
esperar la resolución definitiva sobre las cuentas, que sigue un trámite
independiente.
Las costas del juicio ya concluido se impondrán al vencido, salvo que el juez
tenga razones para explicarlas de otra manera.

6) DERECHOS DE LOS COMERCIANTES

LIMITACIÓN DE LA RESPONSABILIDAD. NOCIÓN


Uno de los beneficios que otorga la ley mercantil al comerciante, es la posibilidad
de limitar su responsabilidad.

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En materia de sociedades comerciales, se ofrece la posibilidad de separar
patrimonios y de limitar la responsabilidad a partes de él.
Esta excepción a la regla general de que a cada persona le pertenece un
patrimonio que responde por sus deudas, es un beneficio exclusivo del derecho
mercantil.
En nuestra materia se da una posición de excepción respecto del derecho en
general, ya que la propia ley acepta la creación de ese sujeto de derecho nuevo y
diferente, además con le privilegio señalado.

OTROS DERECHOS DEL EMRPESARIO


El empresario tiene otros derechos que modernamente se le reconocen y que se
hallan dispersos en varias normas.
Haremos mención de los principales y más evidentes derechos de quienes se
dedican a la actividad señalada.

Organización de una comunidad laboral: El empresario privado tiene derecho a


organizar una comunidad laboral, por medio del llamado contrato de trabajo. Se
crea entre él y sus subordinados de cualquier nivel, un vínculo que los autores
llaman “relación de dependencia”, cuya caracterización jurídica es propia del derecho
laboral. Ésta constituye el contrato de trabajo y ciando se advierte el vínculo de
subordinación cabe afirmar su existencia, cualquiera que se la manera como se
presenten los servicios o el modo en que se los remunere. Es relación de
dependencia es estado de limitación de la autonomía de la voluntad del trabajador y
al cual se encuentra sometido en sus prestaciones a causa de su contrato; proviene
de la potestad del patrón o empresario para dirigir la actividad de la otra parte,
teniendo al mejor rendimiento de la producción o al mayor beneficio de la empresa.
La ley de contrato de trabajo define el contrato como toda actividad lícita que se
preste a favor de quien tiene la facultad de dirigir, mediante una remuneración.
El empresario nato es también organizador y dirigente por naturaleza. Respecto de
su comunidad laboral, desde su gerente general hasta el último trabajador, deberán
recibir de él un trato humano, firme, congruente, eficaz.- deberá dar el ejemplo en
todo y fijar y hacer entender los objetivos de la empresa, el empleado y el obrero
tendrán la obligación de cumplir su trabajo a conciencia, respetar a su principal; y
también podrán exigir sus derechos: el trato considerado, el pago puntual de sus
haberes, condiciones de trabajo adecuadas.
Organización de los bienes: El empresario tiene que contar con capital, que le es
imprescindible para poner en marcha le proyecto económico previsto.
El conjunto de bienes es llamado “hacienda” por algunos autores, otros lo denominan
“fondo de comercio”, según nuestra ley. Se advierte una unidad productiva porque
los bienes no se agrupan al azar o en simples yuxtaposición, sino coordinadamente,
de manera interactiva y en persecución de un fin previamente determinado.
En general: El empresario organiza y combina asimismo bienes, materiales o
inmateriales.
Objetos materiales: Las cosas organizadas por el empresario siguen su régimen
jurídico especial respecto de los derechos a ellas y sobre ellas.
Generalmente el empresario deberá contar con cosas propias o con dinero para
adquirirlas y así fundar su empresa económica. Si realiza una tarea industrial o de

85
producción, necesitará maquinarias; instalaciones adecuadas si al actividad es de
intermediación, y los elementos de apoyo necesarios si presta servicios.
Las cosas de que el empresario dispone para cumplir el objeto que se ha fijado,
pueden también ser obtenidas en préstamo, locación, usufructo, ello implicará. Para
el titular de la empresa contraer una serie de obligaciones que influirán en el
desarrollo de la tarea.
Todo esto constituye el negocio o “fondo de comercio”, del cual forman parte también
los bienes inmateriales.
Las cosas que el empresario destina al rigor de su actividad, son las que responden
ante los acreedores, pero, salvo los casos de limitación de la responsabilidad, todo
el patrimonio personal del comerciante o industrial responderá por sus deudas,
excepción hecha de los bienes inembargables.
Los bienes inmateriales: Para nuestra materia basta decir que los consideramos
atributos del fondo de comercio: clientela, valor llave: otros los englobamos en ese
grupo especial de derecho que forman lo que unos autores denominan “derecho
industrial” y otros “tecnología”.
Concurrencia: La temática de la concurrencia o competencia tiene dos principales
aspectos en el derecho. Se da como derecho propio del empresario de los países de
organización capitalista, donde es necesario fomentar y reglamentar el libre juego de
la oferta y la demanda.
En países de economía fundada en la iniciativa privada, donde el empresario
individual o colectivo puede acumular capital, es necesario que el estado se ocupe
de contrabalancear el correspondiente derecho de concurrencia al mercado.
Publicidad: El acto de publicidad es básicamente un acto de comunicación. El
comerciante está obligado, por la fuerza de la realidad o pro la ley, a desplegar una
publicidad activa, que opere en múltiples manifestaciones.
La publicidad comercial es un sector fundamental del derecho mercantil, consiste ella
en el llamado de clientela a través de los numerosos medios audiovisuales que
existen en la actualidad.
El empresario tiene derecho a publicar sus actividades, sus productos, su
organización. Esta protección de la propaganda es una facultad implícita en la
economía capitalista.
Mediante la propaganda, quien realiza actividad comercial o industrial aumenta sus
ventas y mejora su imagen ante la opinión general.
Tiene un especto positivo y sus posibles consecuencias negativas.
Tenemos que recordar también el considerable elemento humano que despliega
actividad publicitaria.
En materia de publicidad, también es útil mencionar que por esas vía se puede llegar
a figuras de competencia desleal, de actividad engañosa hacia el consumidor y hasta
de carácter delictual en ciertos casos.
Dicho fenómeno moderno necesita y merece una especial atención y conciencia de
su vital gravitación en el complejo mundo moderno.

La imagen: Mediante la propaganda, el mercado mejorará su imagen comercial,


aumentará sus ventas y consecuentemente, obtendrá una mayor satisfacción

86
profesional y económica; por ello la imagen empresaria trasciende el mero derecho
extramatrimonial para llegar a ser una cualidad de contenido económico.
El derecho a al imagen comercial tiene relación con la propaganda, éste tiene
derecho al respecto, consideración y consenso de ser la persona de bien que todo
ser humano pretende. Se puede referir al plano personal, humano, o al aspecto
profesional, de la actividad, del oficio o tarea que esa persona despliega.
Se relaciona el derecho a la imagen con el derecho a la competencia, significa la
lucha franca, de buena fe y por medios lícitos, para ganar el favor del público.
Una forma de competencia desleal es el descrédito intencional del competidor,
perjudicando su imagen.

Proceso concursal: el empresario, colectivo o individual, tiene un beneficioso


procedimiento procesal, que comporta un derecho emanado de su estado.
Todos los comerciantes y las sociedades pueden solicitar la formación de su
concurso preventivo. Este procedimiento tendrá como fin llegar a una solución
definitiva que impida la caída en quiebra del empresario individual o colectivo.
Muchas de sus reglas son específicas para los comerciantes e importan
verdaderos privilegios de su estado, dispuestos, como ya dijimos, con un fin
superior y no meramente profesional.

7) LA JURISDICCIÓN COMERCIAL

EL ARBITRAJE
Es un modo de resolver los conflictos mercantiles que surgen en el ámbito
doméstico o en el internacional.
Es un procedimiento para llegar a una solución cuando disientan las partes.
Técnicamente es un “proceso sustitutivo de la jurisdicción”.
Para nosotros, hay contrato seguido de un proceso de justicia privada. El arbitraje
no puede existir sino en una sociedad pacífica y estructurada en base al respeto
de principios éticos.
Ante un conflicto entre particulares, una posible solución es la conversación y
acuerdo extrajudicial. Otra es el intento compulsivo de la vía judicial. La intermedia
es resolver la cuestión por medio de terceros, con imparcialidad, honestidad y
capacidad técnica: el arbitraje. Es muy utilizado en derecho internacional, ya entre
las naciones hay escasas normas coercitivas.
Entre comerciantes, el árbitro remplaza al juez, pero no será un magistrado del
estado, intervendrá en casos aislados, percibiendo una paga por ello, acorde con
la importancia del asunto.
El primer código de comercio de la Rep. Arg. Señalaba lo siguiente: las cuestiones
de hecho sobre la existencia de fraude, error, dolo, simulación u omisión culpable
en la formación de los contratos comerciales o en su ejecución serán siempre
determinados por arbitradores, sin perjuicio de las acciones criminales que por tal
hecho pudieran tener lugar.
El arbitraje se llega generalmente por la vía convencional, pero también puede
existir algún impuesto por la ley. El primero siempre es condicional, porque su
realización o necesidad de realización puede o no sobrevivir. Pactado, será
obligatorio, o en caso de no cumplirse con esta verdadera obligación de hacer,
emergerá un crédito por daños y perjuicios.

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Las partes nombran y delimitan la competencia de los árbitros quienes deben
comportarse como verdaderos jueces, si bien con más libertad formal. Su
resolución final se llama laudo.
Todo derecho patrimonial puede ser objeto de transacción. No es posible someter
a arbitraje las cuestiones de orden público, moral, y buenas costumbres.
El arbitraje puede ser obligatorio en ciertos casos: si los barraqueros o
administradores de casas de depósito, deben pagar a la otra parte falta de los
efectos u otros perjuicios, la tasación respectiva debe hacerse por peritos
arbitradores.
El secreto del éxito del arbitraje reside en que se otorgue al laudo validez de
sentencia, reduciéndose al mínimo o totalmente los supuestos en que puede ser
revisado judicialmente. La esencia del arbitraje verdadero y efectivo, es la
existencia de una sola instancia.
A pesar de las dificultades, hay muchos casos en el país en los cuales ha sido
fructífero el arbitraje.
Clases de arbitraje: hemos de concretar tres divisiones:
 Arbitraje convencional: surge de pacto o convención. Forma parte de un
contrato o acto jurídico, cuya posible futura controversia se prevé y se
deriva al procedimiento arbitral.
 Arbitraje convencional: previsto en un acto posterior al contrato. Se hace
por acto separado y resulta así una forma de transacción entre las partes.
 Arbitraje legal: es el previsto en el ordenamiento jurídico.
Clases de árbitros: se distingue en doctrina dos clases de árbitros: a) _ iuris o de
derecho, y b) _ arbitradores o amigables componedores. La diferencia está en el
modo de cumplir la función. Los recursos contra los laudos de los árbitros iuris son
distintos que los admitidos contra los de amigables componedores.
Las pautas de actuación son similares, pero los amigables componedores tienen
que decir según su “leal saber y entender”, es decir se regirán por la equidad,
más que por las reglas de derecho. La sentencia de los árbitros iuris, en cambio
deberán obligatoriamente ser conformes a derecho.
A unos y otros árbitros es posible que se les sometan las mismas cuestiones,
ambos tiene derecho a retribución por su labor.
Ni los árbitros iuris ni los arbitradores, tienen imperium, es decir poder de coacción
para hacer cumplir sus laudos, lo cual es característico de la función judicial,, sin
embargo, tomados los recaudos formales y legales, sus laudos son obligatorios y
es posible recurrir después al aparato judicial para exigir el cumplimiento de la
resolución definitiva y no viciada.
Los jueces y funcionarios del poder judicial no pueden ser árbitros ni amigables
componedores, a menos que sea parte la nación o una provincia.

Procedimiento. Normas legales: Tenemos que exponer ahora ciertas nociones


esenciales sobre esta institución, para despojarla del tratamiento estructural y
vincularla a la diaria labor del comerciante. Hay que distinguir la cláusula
compromisoria del compromiso arbitral. La cláusula es un pacto en el cual se ponen
de acuerdo las partes, o emana de la ley.
El acuerdo contractual por el que las partes conviene en que todos o parte de los
litigios que puedan surgir de determinada relación jurídica, serán cometidos a juicio
de árbitros.
88
La capacidad para firmar una cláusula compromisoria es la misma que la requerida
para transigir. Este pacto es condicional, el litigio podrá existir o no en el futuro, pero
si existe, la formación de tribunal arbitral es exigible. Con la declaración de quiebra
resultan inaplicables las cláusulas compromisorias pactadas con el deudor.
Generalmente se establecen plazos para poder optar por el arbitraje; estos plazos de
caducidad hacen perder el derecho al arbitraje en sí, pero no a la demanda judicial
para defender el derecho.
Si a propósito de un contrato o negocio jurídico que tiene pacto compromisorio
surgen divergencias entre las partes obligadas, se impondrá la necesidad de formar
el tribunal arbitral previsto en él. Una parte requerirá a la otra la designación del
árbitro, le propondrá pautas que los árbitros deberán estudiar y el plazo al cual habrá
de sujetarse el procedimiento.
Si acepta la otra parte, se firma el compromiso arbitral, para él se necesita la misma
capacidad que para firmar cláusulas compromisorias.
La forma del compromiso será escrita, podrá elegirse instrumento público o privado,
acta judicial. El código procesal indica cuáles son las cláusulas obligatorias y las
facultativas del compromiso arbitral, puede no determinarse en el compromiso la
clase de árbitro elegido, en cuyo caso se entenderá que se trata de amigables
componedores, y lo mismo si se autoriza a los árbitros a decir según equidad.
El compromiso firmado otorga a las partes la excepción de incompetencia, si hay
demanda judicial de la contraria.
Además el compromiso firmado en acuerdo de partes, si se dan las condiciones
para un arbitraje y una de las partes no lo admite o no contesta pese al requerimiento
de la otra, podrá demandarse judicialmente la formación de tribunal arbitral, en esa
demanda, el actor deberá precisar el objeto litigioso, sobre que puntos debe emitirse
el laudo y en virtud de qué lo propone.
Si hay allanamiento, se redacta el compromiso y se nombran los árbitros. Si no hay,
resolverá el juez.
Si hay resistencia “infundada”, el juez provee el compromiso arbitral por la parte
renuente. Si la resistencia tiene fundamento, el peticionante cargará con las costas
del incidente planteado.

ARBITRAJES ESPECIALES
Algunas instituciones han organizado tribunales o poseen reglas para resolver
cuestiones que a sus asociados les interesan.
Las más famosas son las reglas de arbitraje de la Bolsa de Comercio de Buenos
Aires, la misma ha previsto la registración de contratos diversos entre sus asociados,
cámaras y mercados adheridos. Estos contratos someten las diferencias de
interpretación o cumplimiento al procedimiento arbitral de la Bolsa. Promovida una
cuestión arbitral ante una entidad adherida, el presidente de ella convoca a las partes
y preside sus reuniones hasta la constitución del tribunal arbitral. Los árbitros deben
ser socios de la Bolsa, actúan como amigables componedores, pero están obligados
a observar al procedimiento previsto por el estatuto de la Bolsa y las
reglamentaciones de la respectiva entidad adherida.
Contra los laudos que emite este tribunal ad hoc, se admite recurso de apelación
ante el tribunal de arbitraje general, integrado por tres árbitros permanentes
designados por el consejo de la bolsa. Actúa también un secretario, que a su vez
director y fedatario del procedimiento.

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Los árbitros permanentes deben ser profesionales, de treinta a setenta años de
edad, y uno por lo menos ser abogado, les está prohibido que tengan relación de
dependencia, desarrollen actividades políticas o ejerzan cargos públicos.

ARBITRAJE EN EL AMBITO INTERNACIONAL


La comunidad mundial ha posibilitado un notable desarrollo del arbitraje en materia
de negocios internacionales, obteniendo verdaderas ventajas con este modo de
dirimir las controversias: rapidez, economía confidencialidad. El arbitraje es
internacional si el contrato contiene elementos de extranjería.
El arbitraje, no sólo es útil para la solución de los casos que por circunstancias
especiales las partes consideran que no es conveniente someterse a la decisión de
los tribunales, sino en función de la llamada lex mercatoria, para los que se
presentan normalmente en ciertos sectores del comercio y, en especial, del bancario,
navegatoria e internacional.
Para que sea satisfactoria la utilización del procedimiento arbitral hay que contar con
las reglas legales adecuadas.
Contenido normativo indispensable para el éxito del procedimiento arbitral.
 La posibilidad de ejercer la cláusula compromisoria que somete un litigio
futuro a arbitraje.
 La potestad del tribunal arbitral para nombrar un árbitro cuando las partes
son incapaces de acordar sobre ese punto.
 El reconocimiento de la libertad de las partes de reglar el procedimiento
arbitral como lo estime más apropiado.
 La posibilidad de ejecución del laudo por medio de un procedimiento
sumario.
 Una acción única para anular el laudo, excluyendo la revisión del fondo del
aludo arbitral por el tribunal.

B) ESTATUTOS ESPECIALES

1) INTRODUCCIÓN
LOS DENOMINADOS “AGENTES AUXILIARES DEL COMERCIO”
“Agentes auxiliares del comercio”. Son empresarios particularmente dedicados a
una rama concreta del quehacer mercantil. No practican actos de comercio en
general, sino que ejercen una parte de las tareas del mercado, con dedicación
que a veces es exclusiva.
El art. 87 del código dice “son considerados agentes auxiliares del comercio, y,
como tales, sujetos a las leyes comerciales, con respecto a las operaciones que
ejercen en esa calidad:
 Los corredores
 Los rematadores o martilleros
 Los barraqueros y administradores de casas de depósito.
 Los factores o encargados, y los dependientes de comercio.
 Los acarreadores, porteadores o empresarios de transporte.

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La lista no es ni completa ni actual, porque hay diversos empresarios con o sin
estatuto específico, que tiene igual o mayores importancia que aquellos: agentes
de bolsa, despachantes de aduanas, productores asesores de seguros,
banqueros.
Las necesidades del moderno tráfico son mas amplias, podemos sintetizar en la
siguiente: a)_ cooperación, b)_ intermediación, c)_ sustitución, d)_ especialidad.
Todas ellas se cumplen en el mercado, entre comerciantes o entre comerciantes y
consumidores. Así el comisionista cumple la función de cooperación. En el campo
dependiente, son el factor y el viajante de comercio. Intermediación es función
particular de martilleros y corredores. El mandatario generalmente sustituye al
mandante. Son especiales las labores de los agentes de bolsa, productores
asesores de seguros, banqueros, despachantes de aduanas.
Son comerciantes independientes, que tiene un estatuto especial explícito o
implícito.
Corresponde preguntarse si son ellos comerciantes. Creemos que lo son, por que
de uno otro modo realizan tareas mercantiles.
Quienes trabajan en relación de dependencia, verán su estatuto regulado por el
derecho comercial y en concurrencia con el derecho del trabajo.

2) CORREDORES
CARATERIZACIÓN
El corredor es un intermediario en el negocio que desean celebrar dos partes; el
acto jurídico intentado por ellas puede ser de naturaleza civil o mercantil.
El contrato que las partes pretenden concluir no lo hace el corredor, ya que no es
gestor de negocios. El corredor no actúa en función propia y autónoma. Puede
realizar pericias y tasaciones conexas con su labor central.
Existen dos actos jurídicos de diversa naturaleza:
 El trabajo del corredor, el corretaje, que consiste en acercar a las partes para
que lleguen a un acuerdo y concluyan un determinado negocio.
 El acto jurídico o contrato que las partes pretenden realizar utilizando el trabajo
de mediación del corredor.
Tiene derecho a cobrar una comisión por su tarea: re ambas partes o de su
comitente, si interviene un corredor por cada parte.
Si el contrato no se concluye por culpa de alguno de los contratantes, la comisión
debe pagarse lo mismo. También hay que abonarla si, comenzada la negociación
por un corredor, se lo sustituye arbitrariamente o sin causa, o el comitente la
concluye por sí miso.
REQUISISOS PARA SER CORREDOR
 Ser mayor de edad.
 Poseer título de enseñanza secundaria expedido o revalidado en la República
con arreglo a las reglamentaciones vigentes.
 Aprobar el examen de idoneidad para el ejercicio de la actividad, que se
rendirá ante cualquier tribunal de alzada de la República con competencia en
materia comercial, ya sea federal, nacional o provincial el que expedirá el
certificado habilitante en todo el territorio del país. El examen deberá versar
sobre nociones básicas a cerca de la compra venta civil y comercial.

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INSCRIPCIÓN EN LA MATRICULA
El corredor que posea los requisitos enunciados debe inscribirse en la matrícula,
bajo pena de perder el derecho al cobro de la comisión.
Quien se obliga mediante un contrato escrito a abonar a la otra parte una suma de
dinero en concepto de comisión, no puede luego eludir dicho pago alegando que
su pretendido acreedor no se halla matriculado y que, ha incurrido en la sanción
establecida del código de comercio.
Tratándose de una sociedad de corredores matriculados de la sociedad para
negarle el derecho a cobrar comisión, ya que la matrícula corresponde
individualmente a los integrantes.

OBLIGACIONES
Contabilidad y libros: Deberán llevar un cuaderno manual foliado y un registro. En
él anotarán detalladamente las operaciones y los datos de los contratantes, todo
en forma cronológica; hay especiales anotaciones para las letras de cambio y
seguros.
El registro podrá mandarse a exhibir en juicio a petición de parte interesada o aún
de oficio
Solo puede dar certificado de las constancias de libros de registro, haciendo
referencia a él, si da un certificado contra los que consta en sus libros, incurrirá
en delito penal y podrá ser destituido, es decir canelada su matrícula por el juez
que la emitió.
La pena será de multa para el caso de que no se cumplan las formalidades
prescriptas en el libro de registro.
El corredor puede ser citado como testigo para disponer sobre lo vio u oyó en
algún negocio en que intervino, lo cual es innecesario, dado el carácter de carga
pública del testimonio en el proceso judicial.
En caos de muerte o destitución del corredor, éste a sus herederos deberá
entregar los registros del tribunal de comercio respectivo.
Verificación de identidad: Los corredores están obligados a identificar la identidad
y la capacidad de las personas entre las cuales interviene como mediador.
Responderá de los perjuicios que causaren a sabiendas o con ignorancia
culpable, se conviniera un contrato entre algunas de cuyas partes haya incapaz
de hecho o de derecho.
Garantías: Los corredores no pueden ser garantes de la solvencia de los
contrayentes, concluida su labor, no los afecta el incumplimiento del contrato
celebrado entre las partes que acercaron, salvo negligencia, culpa o dolo en su
trabajo.
Información: Se refieren a los informes que debe dar el corredor a las partes;
deben ser exactos, precisos y veraces. Si indujere a error, deberá responder por
el daño causado.
Para ser efectiva la responsabilidad, deberá cumplirse una acabada prueba de tal
proceder.
Secreto: El secreto profesional es otra exigencia que se impone al corredor, bajo
apercibimiento de responder por los perjuicios que cause.
Asistencia: Debe asistir a la entrega de los bienes vendidos.

92
Aunque le precepto se refiere a “efectos”, no solamente será aplicable a muebles,
ya que el corredor puede intermediar en una compra venta de uno o mas
inmuebles.
Si laguna parte lo pide, tendrá la obligación de asistir a al entrega de la posesión o
tradición de los muebles vendidos.
Conservación de muestra: exige que el corredor conserve las muestras de las
mercancías que se venden, hasta le momento de la entrega para la verificación de
calidad, tipo, clase, etc.
Deberá tomar de alguna manera las medidas necesarias para identificarlas desde
el principio, y hasta la mencionada entrega.
Minuta y copias de contratos: la ley ordena que se entregue una minuta o
resumen de la operación, a cada uno de los contratantes; ella contendrá el
asiento de acuerdo con el libro de registro.
La sanción será la pérdida de la comisión y la obligación de indemnizar por los
daños y perjuicios que causare.
El no cumplimiento de esta regla la ha hecho inaplicable por desuetudo, la pérdida
de la comisión parece una sanción excesiva.
En los casos de contratos escritos, la ley, no obliga al corredor a redactar los
contratos finalmente celebrados entre las partes que relaciona pero generalmente
lo hace. Cuando sea el caso de un contrato escrito, deberá redactarse en un
ejemplar más, que deberá conservar en su poder y asistir a la firma de todos los
contratantes; al pie deberá certificar que se hizo con su intervención.
Fondo de comercio: el corredor aumenta sus obligaciones si intermedia en la
venta de un fono de comercio, porque debe cumplir escrupulosamente con las
disposiciones legales de la ley 11.867.

PROHIBICIONES
El código enumera prohibiciones en el art. 105 al 108.
 Inc. 105: como la prohibición de ejercer actos de comercio en general,
aislados o no. Ello no autoriza a considerarlo no comerciante, toda vez que
la ley le permita ejercer ciertos actos de comercio específicos dentro de su
especialidad.
 No puede formar parte de sociedades, salvo como accionista de las
anónimas, ni como socio, ni en calidad de director, administrador o gerente.
Si lo hace su vínculo con la sociedad será nulo.
Puede formar sociedades entre sí con el único objeto de realizar corretaje,
así como puede comprar acciones, podrá también adquirir títulos de la
deuda pública.
 Hacer cobranzas o pagos por cuenta ajena; parte de la doctrina entiende
que ser prohíbe al corredor anticipar fondos o hacer de banquero. Es
habitual que el corredor pague y cobre según le ordene alguna de las
partes. Esa intermediación es beneficiosa en la generalidad de los casos.,
incluso por motivos probatorios.
 No puede al corredor adquirir para sí o para sus familiares las cosas cuya
venta le ha sido encargada a él p a otro corredor, ni aún para su consumo
particular, bajo sanción de suspensión o perdimiento de oficio. Se justifica
respecto del propio corredor, pero no en caso de que un corredor compre a
un colega, ya que en el supuesto actuaría no como comerciante ni como
93
corredor, sino en una compra venta que para él está regida por el derecho
civil.
 El art. 107 impide al corredor prestar garantía, aval o fianza a alguna de las
partes que intervengan en la negociación, si lo hace, tal garantía será nula
de nulidad absoluta.
 No podrán intervenir en contratos ilícitos o reprobados por el derecho.
 No pueden tampoco proponer venta de mercaderías, letras o valores de
personas desconocidas en plaza, si no presentan un comerciante que
abone su identidad.
 Les está prohibido intervenir en ventas o negociación de letras de personas
que hayan suspendidos sus pagos, de suspensión o dificultades que una
persona tenga para hacer sus pagos. Si el corredor se entera de aquella
suspensión o es una evidencia pública y notoria, deberá abstenerse de
intervenir para lograr que contrate con otra persona que podría perjudicarse.
 Se prohíbe tener interés personal en el mayor valor de las operaciones o
exigir mayor comisión que la legalmente estatuida.

PENALIDADES
El corredor que contravenga lo dispuesto en este capítulo incurrirá en la pena que
se señale expresamente en la ley o la destitución.

3) MARTILLEROS

LA LEY
Los martilleros son los auxiliares cuya actividad ha sido objeto de la mayor
cantidad de regulaciones legales en nuestro derecho mercantil.

CONCEPTO Y LABOR ESPECÍFICA


La función del martillero tiene una fundamental importancia en la vida moderna,
para todas las actividades de los auxiliares del comercio, está implícita la idea de
regular adecuadamente y jerarquizar, de paso, la función.
La función principal del martillero es su intervención en al acto del remate, que
siempre será público, sea judicial o no, en el que podrá vender al mejor postor
cualquier clase de bienes, podrá tasar los bienes según su valor real o de
mercado y, además solicitar directamente a oficinas públicas y banco los informes
y certificados necesarios para cumplir su cometido.
Pueden realizar remates el estado nacional, las provincias, las municipalidades
cuando actúan como personas de derecho privado, así como los bancos, entes
autárquicos y empresas del estado nacional, provincial o municipal. Los remates
se regirán por las disposiciones de sus respectivos ordenamientos u por la ley
20.266 en cuanto no se oponga a aquellos.

REQUISITOS, INHABILIDADES E INCOMPATIBILIDADES


Las condiciones habilitantes para ser martillero, son un poco mas severas que las
del código de comercio.
 La capacidad para ejercer el comercio.
 Mayoría de edad y no tener ninguna de las inhabilidades del art. 2.
 Poseer título de enseñanza secundaria expedido o revalidado en la Rca.
94
 Aprobar un examen de idoneidad para ejercer la actividad, que se rinde
ante cualquier tribunal de segunda instancia, con competencia en lo
comercial, la mesa examinadora la formarán los jueces y un representante
del colegio de martilleros en la jurisdicción que exista como persona jurídica
de derecho público no estatal.
 No pueden ser martilleros los fallidos y concursados cuya conducta haya
sido calificada de fraudulenta o culpable, hasta cinco años después de su
rehabilitación.
 Tampoco pueden serlo los que estén inhabilitados para disponer de sus
bienes.
 Están suspendidos también los condenados con pena accesoria de
inhabilitación para ejercer cargos públicos y los condenados por hurto, robo,
extorsión, estafa y otras defraudaciones, usura, cohecho, malversación de
caudales públicos y delitos contra le fe pública. Hasta después de diez años
de cumplida la condena.
 No pueden ejercer como martillero los excluidos temporal o definitivamente
de ejercicio de la actividad por sanción disciplinaria impuesta por el colegio
de martilleros respectivo.
 Son inhábiles para ser martilleros los comprendidos en el art. 152 del C.C.
Es natural que los que padezcan embriaguez habitual, incapacidad por uso
de estupefacientes, los disminuidos en sus facultades mentales y los
pródigos, estén inhabilitados por sentencia judicial, esto es, interdictos para
ser encuadrados en la regla legal comentada.
 Tampoco pueden ser martilleros quien sea empleado público.

INSCRIPCIÓN EN LA MATRÍCULA
Es obligatorio para el martillero inscribirse en la matrícula correspondiente a la
jurisdicción en que haya de desempeñarse.
Además de la matrícula deberá constituir garantía real o personal, la cámara
nacional en lo comercial fija la personal y el monto de ella para su jurisdicción.

OBLIGACIOENS DEL MARTILLERO


Libros: los martilleos deben llevar libros, rubricados, obligatorios, será: diario de
entadas, donde se anoten los bienes que se reciban para la venta, con todos los
datos referentes al bien y a la enajenación, el diario de salida, donde constará día
por día las ventas, con indicación de vendedor, comprador, precio, condiciones de
pago y otras modalidades de la operación; libro de cuentas de gestión, donde
documente el martillero las cuentas suyas con cada comitente.
Formarán un archivo con un ejemplar de los documentos que se extiendan con
su intervención.
Dominio: debe comprobar las condiciones de dominio de los muebles y obtener
certificado de dominio e inhibición de los inmuebles. Si no cumple esta obligación,
será pasible de responder por daños y perjuicios.
Suscribir un convenio con quien tenga jurídicamente la facultad de disponer del
bien, sobre las condiciones, modalidades, lugar de la venta en acto de remate y
demás instrucciones; si se autoriza al martillero a suscribir el contrato de venta,
deberán dejarse constancia de ello en el convenio.

95
Publicidad: debe anunciar los remates con publicidad adecuada, con la debida
explicación de las condiciones de los bienes, datos propios y mención del lugar,
fecha y hora del remate.
Si quien remata es una sociedad, se anunciarán los datos de si inscripción en el
Registro Público de Comercio.
Loteos: los planos deberán tener constancia de la mensura y los datos respectos
de accesos a las vías de comunicación más próximas, se detallarán clases de
pavimento, obras de desagües y saneamiento y servicios públicos en caso de que
existan.
El martillero será responsable, del cumplimiento de otras disposiciones
provinciales.
Regla genérica: la ley ordena que se cumplan las obligaciones establecidas por
elyes y reglamentaciones vigentes.

EL ACTO DEL REMATE


Antes la figura jurídica.
El acto de remate es un procedimiento u operación destinada a obtener al
consentimiento de una persona física, respecto de un acto jurídico que
generalmente será una compraventa.
Si es extrajudicial, consistirá en una oferta genérica a un público previamente
citado con el objeto de que se concluya un negocio jurídico que ha sido
encargado por el titular del bien a rematar. Si la subasta es judicial, consistirá en
una venta forzosa, aunque en ocasiones también puede convenirse
voluntariamente un remate judicial, lo que implica un mayor control por el órgano
jurisdiccional que obviamente no está presente en un remate común.
El acto de remate es siempre mercantil. Lo mercantil será exclusivamente el
procedimiento, es decir, el modelo o camino especialísimo para lograr el
consentimiento. Una vez lograda la individualización del comprador o adquiriente,
se formaliza la operación, que en la mayor parte de los casos será una
compraventa. Pero esta compraventa será civil o comercial según la propia
naturaleza de la convención.
La primera obligación es realizar el remate en fecha, hora y lugar señalado.
Colocará en lugar visible la bandera con su nombre y, en su caso, la
denominación o razón social de la sociedad a que pertenezca. Antes de comenzar
debe explicar en voz alta y en idioma nacional, los caracteres, condiciones
legales, cualidades del bien y gravámenes que pesen sobre él.
Después, invitar a los presentes a ofrecer postura, dando validez únicamente a las
que se hagan de viva vos, aunque las normas dicen de no ser así, el acto será
ineficaz.
No habiendo más oferentes, bajará el martillo y venderá al mejor postor, después
redactará en tres ejemplares el instrumento de venta, donde constarán
identificados, las partes, el bien, las modalidades de la operación; uno de los
ejemplares queda en poder del martillero. So lo que se vende son muebles que se
entrega en al acto del remate o inmediatamente después, bastará un recibo en
forma.
El martillero percibirá la seña o la suma a cuenta de precio, según lo anunciado en
la publicidad y el pago correspondiente a su comisión y deberá otorgar recibo
pertinente.

96
Terminado el acto de remate, el martillero debe conservar muestras, certificados e
informes hasta el momento de la transmisión del dominio, si correspondiere por la
clase del bien de que se trate.
Dentro de un plazo de 5 días, salvo convención en contrario, deberá el martillero
rendir cuenta documentada y entregar el saldo de la venta, perderá la comisión si
no cumple este precepto. El martillero que no cumple con las obligaciones que le
imponen la ley y su oficio, se hace pasible de perder la comisión que le
corresponde.

DERECHOS
La comisión: además de recibir el vendedor el reintegro de los gastos de remate,
tendrán derecho a cobrar su comisión, según los aranceles vigentes en cada
jurisdicción y de acuerdo con el precio obtenido en el remate o sobre la base del
bien a rematar, si el acto no se realiza.
El juez fijará la comisión si el remate se suspende o se aplaza por causas que no
le fueren imputables y según el trabajo realizado; lo mismo si el remate fracasa
por falta de postores.
Para el caso de anulación del remate: si tiene culpa el martillero, no percibirá
comisión, no se le reintegrarán los gastos realizados y responderá por daños y
perjuicios, si se anula el remate por causas no imputables al rematador, tiene
derecho al pago de la comisión quien causo la nulidad; el precepto puede dar
lugar a diversos conflictos por la variedad de casos que se pueden presentar.
Formar sociedades: puede constituir cualquier sociedad, excepto cooperativas,
con una restricción en el objeto, éste será únicamente el de realizar actos de
remate.
La ley 20.266 admite que se formen sociedades comerciales que tengan por
objeto la realización de actos de remate, no formadas por comerciantes. La ley
indica que el martillero que realice el acto, será responsable limitada y
solidariamente con los administradores, por los daños y perjuicios que pudieran
ocasionarse a consecuencia del acto de remate.
Esta clase de sociedades deben inscribirse en el Registro Público de Comercio.

PROHIBISIONES Y SANCIONES
 No pueden hacer descuentos, bonificaciones o reajustes en sus comisiones. Si
les está permitido retener del precio, su comisión y los gastos convenidos.
 Tampoco podrán tener participación en el precio que se obtenga y se prohíbe
celebrar convenios por diferencia a su favor o de terceras personas.
Se desea evitar el interés parcial del martillero en el resultado del remate y el
uso de prestanombres con el mismo fin.
La compra por cuenta de terceros, directa o indirectamente, los bienes que
tienen para la venta. Tampoco pueden comprar para sí o para parientes
cercanos, empleados o socios.
 Siendo el acto de remate personal e indelegable, le está prohibido ceder,
alquilar, o facilitar su andera o nombre propio o de la sociedad a que
pertenezca. La regla se refiere a que efectúe el remate personas no
97
matriculadas, el precepto es extensible a otros martilleros por la índole
personal de la actividad.
Solo podrá delegar el remate por ausencia, enfermedad o impedimento grave,
justificando el motivo ante la autoridad que gobierne la matricula, cediendo el
acto a otro matriculado. Bastará que el martillero sustituto se presente al
remate y explique someramente los motivos de la ausencia del otro.
 No puede suscribir el instrumento de venta si no ha sido autorizado por el
vendedor.
 Le está prohibido tergiversar el carácter del remate, diciendo que es judicial,
oficial o municipal, cuando no lo sea.
 No puede admitir ofertas bajo sobre, a menos que la ley lo autorice.
 Tampoco le es dable suspender el remate si hay posturas, salvo que, habiendo
base, no se llegue a ella.
 Será pasible de multa, suspensión hasta de los dos en la matrícula y
cancelación por incumplimiento de las obligaciones a su cargo.
4) BARRAQUEROS Y DUEÑOS DE CASAS DE DEPÓSITO
CONCEPTO
Barraqueros y administradores de casas de depósito, se los llama agentes
auxiliares de comercio, aunque en realidad son verdaderos empresarios.
En cuanto a las personas, los barraqueros son los propietarios de las barracas,
una clase de casas de depósito. Administradores, es una vos que no corresponde,
pues se llama así al actor, pero no al empresario principal.
Fontanarrosa los considera comerciantes, no auxiliares.
Barraqueros, es el propietario de la barraca, es decir el local donde se guardan los
frutos, cueros, lanas; en general, productos agropecuarios, excepto granos o
carne.
Barraca, es el nombre primitivo de lo que en otros países se llama “almacenes
generales” o docks.
Se les aplican normas del contrato de depósito por expresa disposición legal, y se
utilizan también en este tema la ley 928 de 1.878, sobre warrants y mercaderías
depositadas en las aduanas, que extiende el uso de los warrants, antes solo para
almacenes fiscales o de terceros.
Los empresarios de depósito son comerciantes y por su actividad se integra con la
materia mercantil. Su principal labor se celebra con terceros contratos de
depósito, repetida y habitualmente.
DERECHOS
Los barranqueros o empresarios de depósito tienen los siguientes derechos:
 A cobrar una retribución por el depósito y su labor según lo estipulado o lo que
fuera usual en la plaza.
 Poseen derecho de retención sobre los efectos depositados; no solo en el caso
de los comerciantes quebrados, en cuyo caso tienen privilegio para el cobro de
retribución y gastos de conservación, el precepto debe entenderse general, ya
que pueden negarse a entregar la mercadería si no se les abona los gastos y
la retribución.
 Podrán emitir certificados de depósito y warrants bajo ciertas condiciones.

OBLIGACIONES Y RESPONSABILIDADES

98
1. deben llevar un libro con las formalidades exigidas: en el art. 53, los asientos
se hacen como en cualquier libro de comercio, con las recomendaciones del
art. 54.
2. recibir las mercaderías y dar recibos detallados de lo que le dejan en depósito.
3. conservación y cuidado de los objetos en depósito. Realizar las diligencias y
gastos necesarios para que los efectos queden en su depósito, durante el
tiempo pactado, en buenas condiciones, para cuando haya que entregarlos.
4. la exhibición de la mercadería es otra obligación del barraquero o empresario
de depósito. Esta exhibición se hará únicamente por orden de los dueños.
5. entregar la mercadería es otra obligación, bajo pena de prisión. No se lo exime
por culpa o caso fortuito.

WARRANTS Y CERTIFICADOS DE DEPÓSITO


El empresario de depósito o el barraquero debe otorgar los recibos de que habla
el código. Pero además puede expedir los certificados de depósito y warrants.
El warrants es un documento que se expide contra entrega de las mercaderías,
como copia de un certificado de depósito. La ley señala quien, en qué condiciones
y con qué obligaciones pueden emitirlo.
El certificado de depósito transmite la propiedad de los objetos; el warrants otorga
un derecho creditorio a favor del endosante o los endosantes.
La mercaderías solo se puede retirar presentando el certificado y el warrants;
como ambos son negociables por separado, el que desee llevarse los bienes,
tiene que procurarse legalmente los dos.
El propietario de la mercadería que desee obtener un crédito sin venderla, endosa
y entrega el warrants y recibe el préstamo, mientras tanto, la mercadería queda
depositada sin que nadie pueda retirarla. Cuando el propietario desea retirar los
objetos, paga su deuda, y al serle devuelto el warrants, puede proceder a
llevárselo.
Aún habiendo negociado el warrants y sin rescatarlo, puede vender mediante la
cesión del certificado de depósito, transmitirá la propiedad, pero no el poder de
retirar las mercaderías, que solo adquirirá el comprador cuando recupere el
warrants. El respaldo del warrants es el contrato de depósito que su emisión
implica, la mercadería inmovilizada y el ágil procedimiento extrajudicial para su
ejecución que la ley 9643 prevé.

5) FACTORES, ENCARGADOS Y DEPENDIENTES. PEMISION VIAJANTES DE


COMERCIO.

EN GENERAL
Los viajantes, gozan de cierta autonomía y prerrogativa, no por ello dejan de estar
en relación de dependencia.
El viajante posee clientela propia, su labor consiste en ofrecer los productos o
servicios del comercio que representa, sobre cuyas ventas cobra su salario; sin
perjuicio de ello, podrá ser beneficiario de un salario básico mínimo. Es similar la
tarea del vendedor a comisión, muchas veces ambas figuras se confunden.

6) ACARREADORES, PORTEADORES Y EMPRESARIOS DE TRANSPORTE

99
GENERALIDADES
Las empresas de transporte pueden ser públicas o privadas con lo cual su
régimen dista mucho de estar unificado.
La obligación genérica del transportador es llevar las personas o mercaderías a
destino en el tiempo convenido, contra el pago de una retribución.
Se piensa que el transporte es mercantil si se lo presta mediante una organización
empresaria.
El transportista debe llevar un registro especial. En él anotará los efectos
cargados, el nombre de los cargadores, el destino.
El transportador emite documento que se llama cartas de porte, imprescindible
para el negocio masivo mercantil del transporte de mercaderías. Para el
transporte de personas por tierra, agua o aire, se emplean boletos o billetes, en
los cuales se detallan las condiciones el contrato de transporte.

SUJETOS
El empresario de transporte tiene ante sí una realidad legal completa. Del
acarreador individual, poco ha quedado. Los modernos medios de transporte y la
necesidad de una verdadera organización, hacen forzoso que el transportista no
pueda actuar individual o aisladamente.
Se necesitará una empresa, que con su organización se adapte a las tres posibles
variantes que pueden observarse en los sujetos obligados a transportar:
empresario individual, sociedad comercial o cooperativa, o el estado mismo en
esa función.
El transporte es un servicio, auque hay que reconocer que tiene específicas
particularidades que lo distinguen de los demás servicios.

7) AGENTES DE BOLSA

CONCEPTO Y FUNCIÓN
Su función es compleja porque tiene algo de corredor, de comisionista y de
agente financiero.
El agente de bolsa hace de intermediario en al compra y venta y demás
transacciones con acciones y títulos en las bolsas, de acuerdo con la ley, los
reglamentos y las normas atinentes a la actividad.
Se ajustará a las reglas de cada mercado; debe guardar secreto de las
operaciones y nombres de los terceros que se las encomiendan, salvo orden
judicial emitida en proceso criminal.
En las transacciones, deberá aceptar órdenes de personas que hayan acreditado
su identidad, datos personales y registrado su firma.
Los agentes de bolsa llevarán los libros, registros y documentos que indiquen los
mercados de valores, éstos podrán inspeccionar esa documentación contable y
solicitar de ello toda clase de informes.
La firma de un agente de bolsa da autenticidad a los boletos y demás documentos
correspondientes a las operaciones en que haya intervenido.
Los aranceles que perciben los agentes de bolsa son fijados por el mercado de
valores de acuerdo con le estado, no pueden renunciar a esas comisiones,
cederlas a otros agentes o a terceros, salvo que el mercado de valores los
autorice expresamente para ello.

100
REQUISISTOS E INSCRIPCIÓN
Para ser agente de bolsa se requiere:
 mayoría de edad, que se adquiere a los 21 años, porque debemos
remitirnos a las normas civiles.
 Ser accionista del mercado de valores correspondiente y haber constituido
una garantía en él.
 ser idóneo en el cargo, tener solvencia moral y material. Ello lo determina el
mercado de valores respectivo.
 Debe ser socio de la bolsa de comercio a la cual esté adherido el mercado
de valores antes mencionado.
La inscripción se hará en un registro de agentes de bolsa que llevará el mercado
de valores. Sin esa inscripción, será imposible legalmente operar en un mercadote
valores o usar la denominación de agentes de bolsa.
Si el mercado de valores deniega la inscripción, se podrá recurrir judicialmente, se
podrá insistir en el pedido dos años después de haber quedado firme la resolución
obstativa.

INCOMPATIBILIDADES
Antes o después de inscribirse, los agentes de bolsa pueden verse incursos en
las prohibiciones en sus funciones hasta que ella desaparezca.
No pueden ser inscriptos como agentes de bolsa:
 Los fallidos por quiebra culpable o fraudulenta, los fallidos por quiebra causal y
los concursados, hasta cinco años después de su rehabilitación: los
condenados por delito cometido con ánimo de lucro o por delito contra la fe
pública,
 Las personas en relación de dependencia con las sociedades que coticen sus
acciones,
 Los funcionarios y empleados rentados de la nación, las provincias y
municipalidades, con exclusión de los que desempeñen actividades docentes o
integren comisiones de estudio,
 Las personas que ejerzan tareas que las reglamentaciones de los mercados de
valores declaren incompatibles con la función de agente de bolsa. Cuando la
incompatibilidad sobrevenga a la inscripción, el agente de bolsa queda
suspendido en sus funciones, hasta tanto aquella desaparezca.
No está prohibido formar sociedades entre sí o con otras personas. Los
mercados de valores reglarán las formalidades y requisitos de los entes
societarios.

SANCIONES
Los mercados de valores podrán aplicar, apercibimiento, suspensión y revocación
de la inscripción para actuar como agente de bolsa.
Se hará un sumario y se resolverá previo descargo, que se producirá a los tres
días del aviso publicado en la pizarra del mercado de valores. La medida se
comunica a todos los mercados de valores.
La resolución sobre medidas disciplinarias podrá recurrirse por el procedimiento
de los art. 60, 61 de la ley 17.811. Si el agente de bolsa se le canela su

101
inscripción, podrán pedirla nuevamente una vez transcurrido el plazo de cinco
años.

8) DESPACHANTES DE ADUANA Y OTROS AUXILIARES DEL SERVICIO


ADUANERO

EL CÓDIGO ADUANERO
Entre los sujetos por al ley, se hallan los agentes del servicio aduanero y los
llamados “auxiliares” del comercio y del servicio aduanero.
Estos auxiliares son los siguientes:
 Despachantes de aduanas,
 Agentes de transporte aduanero,
 Apoderados generales y dependientes de los auxiliares del comercio y del
servicio aduanero.
Las personas mencionadas en el código aduanero, actúan por cuenta de otros, en
relación con una exportación, importación, transporte o almacenamiento de
mercaderías, y tratan directamente con la aduana.
Los auxiliares del comercio y del servicio aduanero son autónomos, pequeños
empresarios que no tiene relación de dependencia. Para la mayor parte de la
doctrina, son comerciantes. Estos auxiliares prestan servicios referentes a la
aduana, siendo especializados en dichas tareas y otorgan una mayor eficacia al
servicio.

DESPACHANTES DE ADUANA
Son profesionales que realizan trámites y diligencias para destinar y despachar
mercaderías y efectos, en operaciones de importación, exportación y otras
aduaneras.
Deben ser personas de existencia visible, no se admiten sociedades.
Tratan directa y profesionalmente con la aduana, representando a terceros, que
son los exportadores o importadores de mercaderías, esta relación de mandato
pueda ser reemplazada por una gestión en nombre propio, en cuyo caso el
propio despachante será el importador o el exportador.
Son agentes exclusivos ante la aduana, ningún otro profesional o intermediario
puede intervenir en el trámite, a menos que éste sea realizado por el propio
importador o exportador personalmente.
Los despachantes, salvo caso excepcional, no pueden actuar mas que en una
aduana.
Los despachantes de aduanas deben inscribirse en el registro de despachantes
de aduana. Son requisitos para ello:
 ser mayor de edad, tener capacidad para ejercer el comercio y estar inscripto
como comerciante en el registro público de comercio.
 Haber aprobado estudios secundarios completos y acreditar conocimiento
específico en materia aduanera en los exámenes que a tal fin se estableciere.
 Acreditar domicilio real.
 Constituir domicilio especial en el radio urbano de la aduana en la cual
ejercerá su actividad.
 Acreditar solvencia y otorgar más garantía a favor de la administración nacional
de aduanas.
102
 En este apartado se enumera una serie de inhabilidades.

Los despachantes de aduanas son responsables por los hechos de sus


apoderados generales, dependientes y demás empleados, en el ámbito de las
operaciones aduaneras.
Se exige que los despachantes lleven un libro rubricado por la aduana donde
ejerzan su actividad, en los términos del art. 54 del Cód. de comercio. En él se
detallarán todas sus operaciones, sin perjuicio de llevar los demás libros exigidos
por la legislación general.
El atraso en el libro especial o en los generales será sancionado. El código
contiene también normas similares para los agentes de transporte aduanero,
apoderado generales y otros dependientes de los despachantes de aduana.

9) PRODUCTORES ASESORES DE SEGUROS

CONCEPTO
El productor de seguros cumple con lo que se llama una actividad periférica de la
empresa de seguros.
Siendo el seguro una tarea clara de intermediación en el riego, la aparición del
productor asesor implica una doble, o a veces triple, intermediación de carácter
contractual.

ANTECEDENTES
El productor de seguros debía ser una persona de existencia visible y estar
inscripto en el registro de productores de seguros. También se establecían las
siguientes categorías de productores.
 Corredor: productor que actúa directamente y sin exclusividad para una entidad
aseguradora determinada.
 Agente organizador: es el productor que actúa directamente con preferencia o
exclusividad para una sola entidad aseguradora, en los ramos y condiciones
que convenga con ella.
 Agente organizador de campaña: es el agente organizador que actúa
exclusivamente en la campaña, en regiones del interior del país, que,
comprende zonas rurales, parajes o pueblos de menor importancia.
 Director de producción: es el productor que actúa indirectamente con
exclusividad para una sola entidad aseguradora, en las condiciones que
convenga con ella.

FUNCIONES Y RESPONSABILIDADES
En la práctica las funciones del productor asesor son diversas. Según el punto de
vista desde el cual se encare su actuación:

103
PUNTOS DE VISTA VARIANTES
Poderes de Institorias
representación No institorias
(representación
pasiva)
Relación de Dependientes
dependencia libres
Relación de trabajo Exclusivo
Semi exclusivos
libres
Actividad De grandes riesgos
De pequeños riesgos
Tareas de seguro Organizadores
Productores asesores
Asesores
Bocas de recepción
sucursales
El productor asesor no es un simple intermediario; no es comparable al corredor,
ni al mandatario, ni a otros mediadores. Participa en el contrato que concierta,
durante todo el lapso de duración pactada; adquiere merced a ese contrato
obligaciones propias al par que refleja sobre el patrimonio del ente asegurador
otros deberes y cargas.
Concluye el convenio, interviene en una o más modificaciones; para ello, asesora
a ambas partes en virtud de una relación particularizada con cada una de ellas.
Percibe generalmente las primas, denuncias, manifestaciones y comunicaciones,
que pueden en ocasiones determinar graves responsabilidades para la empresa
de seguros o para el asegurado.
La figura el productor asesor se presenta cuando menos como dual. La ley
positiva admite a un productor o agente de seguro autorizado para la mediación,
que solamente puede:
 Recibir propuestas de celebración o modificación de contratos,
 Entregar los instrumentos emanados del asegurador, proveniente de tales
propuestas,
 Percibir la prima si tiene recibo del asegurador.

La actuación perceptible de ellos se acerca a la segunda variante legal, los


representantes o agentes institorios, quienes pueden:
 celebrar contratos de seguros,
 pactar modificaciones o prórroga,
 recibir notificaciones,
 formular declaraciones de rescisión,
 prestar asentimiento expreso o tácito vinculante para la empresa, porque el
conocimiento del representante o agente equivale al del asegurador, con
referencia a los seguros que está autorizado a celebrar, a lo que también
oponemos el reparo indicado en el apartado anterior.

Los agentes institorios pueden sufrir limitación de zonas de actuación que la ley
autoriza con referencia a personas e intereses asegurables de ese lugar o región,
104
cabe preguntarse cómo el tercero de buena fe se enteraría de la limitación
especial mencionada.
La segunda variante de antes de seguros opera por expresa disposición legal,
sujetos a las reglas del mandato, ello no significa que la figura responda al
contrato de mandato.
El poder supone, pero no comprende el mandato, ni se identifica con él.
También diferencia el ejercicio de la representación del ejercicio del mandato,
tiene sus propias reglas que interesan a las partes; la relación de representación,
en cambio, se explica esencialmente porque el representante, tratando con los
terceros, exhibe el nombre del representante dentro de los límites de las
facultades recibidas.
El representante declara, no solamente por cuenta ajena, sino en nombre ajeno,
esto significa que quien negocia no es aquel que con el negocio adquiere los
derechos o contrae las obligaciones que derivan del acto, es parte del negocio,
pero no de la relación, a la cual permanece ajena.
El productor asesor no es un factor ni es posible asimilarlo a él, el factor es un
administrador general de los negocios del principal; el productor asesor de
seguros no administra: concluye y participa en las operaciones que cierra. La pre
– posición, institutoria es una especie disciplina particularmente, dice en la figura
del factor.
No es posible comparar factor con productor de seguros, en ninguna de las
variantes que este último puede adoptar.
El representante institorio debe ser capaz.
El productor de seguros se diferencia totalmente, por muchas razones, del
corredor, del factor, del mandatario. Es una figura autónoma, cercana al agente,
pero que a su vez tiene otros matices que tampoco concuerdan con ese
esquema, por lo demás no regulado por nuestro derecho.
La ley, subsidiariamente a las reglas del mandato, ha adoptado una figura
cómoda, pero inexacta: este contrato no se adecua en razón de las clases
admitidas de mandato,, ni en lo relativo al poder ni en orden a los caracteres, y
además tampoco como figura de apoyo respecto de la actuación total de uno y
otro sujeto ejecutor. Las reglas de la prueba del mandato no pueden aplicarse a la
representación del productor de seguros.
La actuación del productor de seguros debe inscribirse en el campo más complejo
de la teoría general de la representación.
En el tema de la responsabilidad, hay que distinguir las consecuencias que
recaerán sobre el patrimonio propio y sobre el ajeno, en este caso la empresa de
seguros.
El poder del productor trasciende el cerco que impone el art. 1161 del C.C.
El agente mediador de seguros cuenta con una vastedad notable de posibilidades
de actuación. No solamente en el campo activo, también como sujeto recepticio,
en tanto se notifica de la voluntad de tomadores, aseguradores, siniestrados y, en
ocasiones, de terceros.
No es tampoco común advertir el actuar de un agente “autorizado para la
mediación”, la mayor parte de los agentes se desempeñan a la manera de un
agente libre, pero sometido a las líneas políticas generales de las aseguradoras a
las cuales se vincula. Y en esta medida de realidad es como hay que ponderar los
hechos o actos que rodean a cada contrato de seguro.

105
Al asegurado, hay que exigirle jurídicamente buena fe y diligencia razonable en la
contratación y en el posterior cumplimiento del convenio.
El asegurador responde por os actos expresamente autorizados y también por los
comprendidos implícitamente, la aquiescencia con un acto del agente en exceso
de sus poderes, autoriza la asegurado a considerarlo facultado para ese acto en
contrataciones o diligencias futuras. Y la actuación irregular del productor,
compromete la responsabilidad de la aseguradora.
La teoría general de la responsabilidad civil se aplica según propios principios,
adaptados a las situaciones particulares de la actuación de los intermediarios de
seguros en la producción, cuyas reglas son; la actividad preparatoria del contrato
y la asistencia posterior al asegurado. La aplicación a cada caso concreto se hará
teniendo en cuenta, no solo las características del actuar norma del productor,
sino la conducta del asegurador y el consumidor, las cuales, conjugadas con el
principio de buena fe, permitirán el recto entender sobre los efectos del contrato o
de los actos vinculados a él.
10) OTROS AUXILIARES Y EMPRESARIOS AUTÓNOMOS
EL AGENTE DE COMERCIO
En nuestro país se habla del contrato de agencia comercial que se da cuando una
de las partes asume, con carácter estable, directamente la responsabilidad de una
representación comercial exclusiva para uno o más lugares, aún respecto del
propio productor o representado; pudiendo celebrar negociaciones con terceros,
incluso con el productor mismo que le haya otorgado la agencia, siendo
obligación de la otra parte el pago de las remuneraciones o comisiones que se
hubiesen pactado.
El agente contrata a nombre propio y no es corredor, existe permanencia en la
función y representa y comercializa productos de otra persona física o jurídica; la
exclusividad no pertenece a la esencia de la institución; esto lo distinguiría del
contrato de concesión.
El agente de comercio podría entenderse en nuestro medio como un auxiliar que
actúa autónomamente en nuestra relación estable con el comitente, para la
captación de clientes y realización de negocios.
Con estas conceptuaciones es difícil distinguir entre agente de comercio y
concesionario. Ante la realidad observable, no parecen diferenciarse totalmente,
no siendo muy conveniente la diferenciación que hace Zavala Rodríguez.
Así, la distinción con el corredor se hará sobre la base quien actúa
ocasionalmente. Este mismo rasgo lo distingue también del comisionista, única
figura a la que sería asimilable el agente en nuestro derecho positivo. El agente
puede tener representación, sin que por ello se desdibuje la figura.
La autonomía es otra de las notas que caracterizan al agente. En cuanto a la
exclusividad, ya lo hemos visto.
La distinción en el factor es neta, éste tiene relación de dependencia y es
administrador general de una fábrica o de un establecimiento mercantil.
La distinción del agente respecto del viajante de comercio también tiene su punto
principal en la relación de dependencia.

UNIDAD VII

“LA EMPRESA”

106
A) NOCION CONCEPTUAL

INTRODUCCIÓN
En economía, el perfil de la empresa trata de una unidad económica,
administrativa y contable.
Lograda mediante una organización de bienes o servicios para la producción o el
intercambio de bienes o servicios. Generalmente se persigue un fin económico,
especulativo o de lucro.
Es en el siglo XIX cuando la empresa comienza a presentarse como un fenómeno
real frente al orden jurídico. La empresa es un fenómeno jurídico social y real, una
realidad compleja y proteica.
El derecho administrativo, el laboral, el comercial y el civil contienen normas que
se refieren a la empresa a ciertos aspectos suyos particulares. También el
derecho fiscal.
A partir de la idea económica aparece la organización empresaria en el derecho.
Podrá haber una empresa estatal, una empresa civil, una mercantil. El derecho
del trabajo regula un aspecto interno de la empresa, las relaciones laborales del
grupo humano que conforma la organización.
Son muchos los enfoques que pueden hacerse al estudiar la empresa.

LA LEGISLACIÓN ARGENTINA
La tradicional regla que menciona a la empresa en el derecho comercial. La ley
declara actos de comercio en general, las empresas de fábrica, comisiones,
mandatos comerciales, depósitos o transportes de mercaderías o personas por
agua o por tierra.
El derecho patrio, no recibió una noción dinámica, sino estática, de la empresa.
Tampoco reguló al empresario, sino al comerciante como sujeto del derecho
mercantil.
La noción empresa, en la legislación argentina moderna, se presenta, no como
unidad, sino en posición parcial y sugerente de ciertas modalidades y de ciertos
efectos jurídicos.
En el derecho laboral la empresa se caracteriza según los fines generales y
específicos de ese sistema normativo.
La ley de contrato, se entiende como “empresa” la organización instrumental de
los medios personales, materiales e inmateriales, ordenados bajo una dirección
para el logro de fines económicos o benéficos.
Aparentemente la empresa podría aparecer subjetivizada en la reforma de la ley
de sociedades pro al ley 22.903, de 1.983, al regularse los contratos de
colaboración empresaria. Se mencionan dos clases de sujetos: las sociedades y
los empresarios individuales. Pero no legisla sobre la empresa como sujeto ni
como objeto, sino que alude al empresario individual, que no es otro que el
comerciante.
No se haya legislado en forma directa algún concepto moderno y dinámico de
empresa. Solo quedan las menciones del código de comercio, que se inspiraron
en un concepto estático. La empresa del siglo pasado es, la sede, los locales, los
talleres, la tienda, la fábrica, el establecimiento.
Corresponde preguntarse sobre qué partes e la empresa se legisla en el derecho.

107
Es muy difícil que con el régimen patrimonial actual, pueda verse una próxima
regulación jurídica integral de la empresa.

DOCTRINA TRADICIONAL ARGENTINA


No hay organización sin un pensamiento director, que señala a cada elemento la
función que ha de cumplir; es el empresario, persona que preside u ordena los
factores de la producción. A ello lo agrega las ideas de riesgo y retribución
incierta, directamente vinculadas al empresario.
Subjetiviza Garo la noción de empresa, distinguiendo las industriales de las
comerciales. Dice que desde el punto de vista económico hay que entender por
empresa, en general, toda entidad que reúne en su seno un conjunto de bienes
utilizados por su dueño, quien también, por lo común, la dirige, persiguiendo una
finalidad económica.
Señala Satanowsky un concepto jurídico de la empresa: es actividad del
comerciante o de sociedades anónimas o de responsabilidad limitada.
Traduce Halperin, la noción de empresa como “la organización de bienes y
servicios para la producción de bienes y servicios”.
Empresa, para Fontanarrosa, es “ese quid inmaterial y algo abstracto consistente
en la actividad de organización”.
En su opinión la ley mercantil no se ocupa de la regulación del fenómeno
económico de la empresa, sino de disciplinar el sujeto empresario y la entidad
jurídica hacienda.

DOCTRINA DE PRINCIPIOS DE SIGLO

En Alemania, a principios de este siglo, se abandona la concepción del acto de


comercio objetivo.
Se crea una nueva dogmática: la de la empresa comercial. Se vincula
directamente a una actividad profesional, a la organización de una empresa.
Surgen también el concepto de empresa con estos caracteres: empresa sería
toda organización de trabajo y de capital con finalidad de producción de bienes o
servicios para el cambio.
Debemos notar la ausencia de las nociones de lucro, lucratividad, especulación,
provecho, fin económico u otras parecidas.
La diferencia se explica también desde otro punto de vista: la empresa que se
insinúa en el código a través de la figura del empresario, tiene que abarcar tanto
organizaciones mercantiles como civiles.
En el sistema italiano todavía vigente parece ser subjetiva la noción de
empresario y objetiva de la empresa, aunque la ley no define ni regula el
concepto.
Profesionalmente se refiere al medio de vida, ala habitualidad, a la principal labor
económica. La actividad debe ser económica y organizada, el empresario
organiza capital y trabajo, y con un objeto concreto enfrenta el riesgo de la
empresa, poniendo en marcha un mecanismo complejo y dinámico.
La empresa podrá ser grande, mediana o pequeña: el empresario la dirigirá e
impulsará, siendo el principal afectado con el resultado de la explotación.
Al referirse a al producción o intercambio de bienes o servicios, se muestra la
realidad económica que hemos descripto.

108
Para el sistema italiano interesará que un empresario organice capital y trabajo
con fines productivos o de intercambio, sin importar si se obtienen beneficios o no.
Sería empresa una asociación, una sociedad civil, una asociación artesanal.

ESTUDIO CRÍTICO DE LAS POSICIONES DE LA DOCTRINA


Concepción subjetiva: algunas corrientes jurídicas subjetivizan el concepto de
empresa, adjudicándole la facultad de adquirir derechos y contraer obligaciones.
Así el empresario sería la figura principal del actor trabajo, pero la personalidad se
atribuiría al ente, que trascendería a las personas que la integran.
En el lenguaje común es a veces normal decir “las obligaciones de la empresa”,
“demanda contra la empresa”, “trabajar para una empresa”, forma de expresarse
que no es ajena a algunas leyes. Esta concepción subjetivista de la empresa no
es clara en los autores y parece referirse al patrimonio afectado a los fines de la
empresa o fondo de comercio.
Cabe otra idea subjetiva de la empresa cuando no es ella objeto de derecho de un
empresario individual o colectivo. Nos referimos a las soluciones cooperativistas y
a las socialistas. En ellas podría descartarse al empresario como persona titular
de la empresa, él solo las representaría y contrataría de acuerdo con sus
necesidades.
Pero, por extensión, podría decirse que el administrador encargado no es el
empresario, sino que tal empresario es el estado mismo, con lo cual el empresario
volvería a una poción objetiva.
Bifurcación del subjetivismo: son varias las corrientes básicas entro de la
concepción subjetiva de la empresa.
El enfoque con orientación preponderantemente privatista
Rodríguez habla del fin social de la empresa; entiende que la regulación debe
tener estos presupuestos; a) _ organización, b) _ capacitación, c) _ orientación y
función social, con que deben medirse:
 la lucratividad: capital y relaciones entre los componentes socios o
propietarios de la empresa.
 Las relaciones con los empleados,
 Los servicios y relaciones con la clientela,
 Las relaciones con el estado y la comunidad.

Todo este complejo, no sería una simple agrupación entre el capital y el trabajo.
En el tema de la empresa no es aceptable la teoría e la institución, porque implica
también el subjetivismo, con el cual hemos manifestado ya nuestro desacuerdo,
un interés autónomo institucional en la empresa significaría, conceder una esfera
casi de soberanía, en contraste con el estado y con los propios intereses de los
trabajadores.
Por otra vía, se podría advertir que las llamadas “empresas del estado” serían
precisamente empresas subjetivas. Pero no es así, ya que es el estado mismo el
empresario, el sujeto de derecho.
Todo lo que se piense para regular y definir el concepto de empresa, habría que
hacerlo tomando su noción de universalidad o conjunto de elementos
heterogéneo.
Todas las concepciones subjetivas son inaplicables en nuestro derecho porque no
existe un sujeto jurídico identificable como empresa.
109
Criterio objetivo: el código de Honduras, “se entiende por empresa mercantil el
conjunto de trabajo, de elementos materiales y de valores incorpóreos, para
ofrecer al público, con propósito de lucro y de manera sistemática, bienes o
servicios”. Este criterio objetivo se ve reforzado en el art. 646, que dice que “la
empresa mercantil será reputada como un bien mueble”, aunque a continuación
se advierte que “la transmisión y gravamen de sus elementos inmuebles se regirá
por las normas del derecho común”.
Una empresa podrá realizar su actividad a través de uno o más establecimientos
de comercio. Se entiende por establecimiento el conjunto de bienes organizados
por el empresario para realizar los fines de la empresa.
En el derecho argentino, la empresa objetivamente considerada, se caracteriza
por un conjunto patrimonial de bienes cuya titularidad o propiedad nace a una o
más personas. Es el empresario o el titular de la empresa quien contrata o realiza
en general diversos actos jurídicos de administración y disposición sobre la
empresa, sea en su totalidad o en partes de ella.
La empresa, así objetivada, tendrá como organizador al empresario, que será su
titular y quien asumirá el riesgo propio de la actividad empresarial. Sin ésta, la
empresa sería un conjunto de bienes estáticos, sin acción ni vida.
La empresa como objeto de derecho sería susceptible de negociación jurídica; si
sus titulares son varias personas de existencia visible, habrá sociedad, que podrá
ser regulado o no, civil o comercial. Se da así el empresario colectivo.
Queda fuera de esta concepción, todo el sector trabajo de la empresa,
incluyéndose al propio empresario. Esta es una de las críticas más graves que es
posible hacer a esta idea.
La empresa no puede ser una masa de bienes que se asemeje a la noción de
objeto de derecho. No es tampoco una universalidad de derechos semejante al
patrimonio de cada persona.
El término universalidad de hecho, es estático, impreciso y nada añade al intento
de categorización de la empresa. El grupo de elementos organizados no puede
tener entidad jurídica, separado del factor trabajo y del propio empresario. Y
aunque se separase, el conjunto de elementos unidos por razones económicas
por el empresario, tiene una heterogeneidad tal, que impone la aplicación de
diversos sistemas jurídicos a cada uno de ellos.
No se menciona “un concepto” de empresa, sino que se establece una
descripción con valor jurídico, pro de contenido total económico.
Teoría intermedia: hay que abandonar los sistemas que clasifican de modo
excluyente los entes jurídicos y las cosas.
Hay complejos de bienes que constituyen antes intermedios, o centros de
relaciones jurídicas, que no son ni objeto no sujeto de derecho.
Estros por su organización y su fin, se sitúan, recibiendo un haz de relaciones
jurídicas, en una zona intermedia entre los sujetos y los objetos.
Es fácilmente advertible que esta teoría es de imposible aplicación en nuestro
medio, por carecer de absoluto de sustento legal.
La empresa como actividad: una gran parte de la doctrina italiana identifica
empresa como actividad del empresario.
Así surgen a través y a partir del concepto de empresario, definido por el código
civil italiano.

110
En el derecho español dice que la empresa es pura forma o modo de actividad del
empresario
Para Anaya, el derecho comercial es un derecho de actividades, y la actividad
produce efectos jurídicos.
No concordamos con la idea de que la empresa sea la actividad del empresario,
ya que ésta constituye un concepto jurídico situable dentro del sistema legal. No
es posible decir lo mismo de la empresa.
Sostener que la empresa es actividad importante volver al punto de partida y
desconocer lo que se quiere definir, porque es precisamente la actividad del
empresario y de sus colaboradores que ha creado la empresa como cosa distinta
de esa actividad. La actividad crea la empresa, pero no es la empresa misma. La
empresa es la organización de la actividad y un conjunto de elementos de
naturaleza variada. La actividad del empresario no puede separarse del su
persona.

DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA


La iglesia católica no puede dar una noción jurídica de la empresa. Su misión
evangelizadora y puramente espiritual la obligan a prescindir de interesarse por lo
material, excepto en lo necesario para mantenerse sus fieles y sus ministros. Pero
es irrenunciable a la enseñanza religiosa la formación de los cristianos en toda su
actividad y compromiso frente al mundo.
La iglesia se ocupa de la empresa en algunas encíclicas, encarándola como
actividad humana y mensurando la distancia entre el ser y el deber de ser la
empresa, como un camino de mejoramiento que deben recorrer principalmente los
empresarios privados, titulares de estas unidades económicas de producción.
No hay una empresa “social cristiana”, la religión no puede darla. Pero si es
posible que los juristas, economistas, dirigentes y políticos piensen en una
solución que acerque a ese ideal. Y la tarea no es utópica; está probado que el
hombre ha alcanzado objetivos y metas mucho más complejas. Hay que llegar a
la solidaridad, a la convivencia, a la verdadera fraternidad.

LA DOCTRINA NEGATORIA O ATOMISTA. NUESTRA OPINIÓN


Al exponer únicamente el perfil patrimonial de la empresa, Anaya reconoce que la
enumeración es incompleta.
La empresa para nosotros, no es una categoría jurídica. No ha sido recibida como
tal por el ordenamiento.
Se critica esta concepción, llamándola “atomista”, porque cada elemento de la
empresa estaría regido por la ley que le es propia; y esto, en nuestro derecho, es
así, dado que la empresa no es sujeto, ni objeto, ni puede asimilarse al concepto
jurídico de actividad. Si la empresa posee bienes registrables, trabajadores,
impuestos que pagar, inmuebles, derechos inmateriales, cada categoría deberá
regirse jurídicamente por el régimen legal que corresponda.
La única unidad está dada por la ley de transferencia de fondos de comercio, que
sólo establece un procedimiento especial en casos específicos.
En el conjunto que la economía política denomina “empresa”, hay bienes,
derechos y hasta personas: el empresario y todos los trabajadores de la empresa.
La empresa no es tampoco una universalidad de derecho ni de hecho, posición
esta última que no dice mucho.

111
Tampoco es aceptable la posición de Rosario Nicolo, que estima que la empresa
es una categoría nueva: el derecho que se ejerce sobre una pluralidad de
elementos organizados para la producción de bienes o servicios. Y es así porque
el orden jurídico no ha unificado la noción de empresa, no le ha dado cabida aún
como concepción de derecho nuevo y particular.

EMPRESA CIVIL, COMERCIAL, ESTATAL. EL FIN DE LUCRO


La empresa no es únicamente mercantil ni tampoco privativa del derecho privado.
Habría empresa en el orden civil y también una empresa de carácter público.
Dentro de este esquema, habría que distinguir la empresa que tuviera o no como
el fin el de lucro, es decir, el de obtener ganancia.
P arecería un gran muestrario de “empresas” posible.
No debemos confundir empresa y comunidad de bienes, pues son conceptos
diferentes. Los bienes en comunidad no poseen el dinamismo de la organización;
respecto del consorcio, aún se discute.

Derecho fundaciones
Privado asociaciones
Consorcios de
SIN FIN DE LUCRO Propie. horizontal

Derecho * Iglesia católica


Público * Municipios
C.C. art. 33

Indirecto * A toda la comunidad:


Empresa
Organización para estatal
la producción CON FINE DE *Hacia un sector (cooperativas
LUCRO
o intercambio de mutuales)
bienes o servicios Mixto * SA proa. Estatal mayoritaria,
Que produce efectos soc. de economía mixta

Jurídico (según las Personal * Comerciales por su forma:


tendencias o Director empresas estructuradas como
por si o mediante el sociedad mercantil regular.
propietario – * Comerciales por sus actos:
sujeto) y actúa con algunos actos de comercio
riego (resultado) y las sociedades de hecho.
* Civiles: por su objeto,

112
naturaleza y regulación legal
art. 1648 y ss. C.C.

LA REALIDAD ACTUAL. EL FUTURO


La doctrina en general coincide en que hay una empresa, definible en el plano
económico, así la “unidad de producción” o la “unidad intermediadora o productora
de bienes y servicios”. Esta es una realidad comprobable dentro del campo
económico.
No podemos afirmar que las posiciones atomistas, objetivita o subjetivista, tienen,
alguna de ellas, mayoría suficiente para imponer criterio. También han fracaso
nuevas vías de reforma, que ven a la empresa como comunidad de intereses.
La empresa es un concepto económico, extrajurídico. Es en realidad, una noción
económica – política. Sólo adquiere significación jurídica el concepto de
empresario o ciertos aspectos o perfiles de la empresa económica.
La sociedad comercial es una estructura jurídica destinada a regular algunos
aspectos de ciertas empresas. No puede hoy discutirse la distinción entre
empresa y sociedad.

B) ASPECTOS JURIDICOS DE LA EMPRESA ECONÓMICA Y SU


ORGANIZACIÓN

1) INTRODUCCIÓN
PRECISIONES METODOLÓGICAS
La noción de empresa no se puede considerar acogida por nuestro derecho, ni en
su aspecto subjetivo ni en su enfoque objetivo.
Dada la circunstancia que un comerciante o industrial piense en la explotación de
una actividad organizadamente, con un fin de lucro o económico, es posible
utilizar la noción de empresa, pero solo en un sentido que indique cierta
comodidad verbal o una mera simplificación de ideas de uso corriente.
La noción de empresa se trona vaga, porque está fundada sobre diversas
acepciones que indican a su vez otras tantas realidades distintas; a esto hay que
agregarle los criterios, cargados de subjetividad, que también añaden otros
matices al concepto.
Distínguese la empresa, la que a su vez puede ser económica o no, pública o
privada, con o sin estructura que la acompañe. Nuestro derecho no es posible
aceptar que la empresa responda a una norma o a un sistema íntegro de normas.
A partir de la noción económica debe darse la elaboración doctrinaria; sólo
después surgiría la regulación jurídica integral.
Nos proponemos seguir el tratamiento de este tema, estudiando los diversos
supuestos en que la empresa económica trasciende al plano propio y se vuelca
en efectos jurídicos.
A partir del criterio económico veremos la manifestación material de esta unidad
organizada de producción de bienes o servicios o intercambio de los primeros,
respecto del orden jurídico argentino.

113
Dentro del esquema damos también un lugar al empresario, aunque la empresa,
encarada con visión objetiva, no podría darle cabida como integrante de ella.
El objeto de la empresa económica será intermediar en bienes, producirlos o
realizar una tercera actividad distinta de las anteriores, que es la prestación de
servicios: es decir, respecto del servicio no puede haber producción ni
intermediación. El servicio se presta.
El fin distinguirá la empresa existente en diversas ramas del derecho.
El empresario podrá estar parcialmente “dentro” del círculo de la empresa, si
presta un trabajo adicional concreto, además de su labor empresarial. Pero en la
concepción objetiva y al ser él mismo sujeto de derecho, siempre estará fuera de
la empresa, como titular de ella: el empresario es propietario, titular de dominio de
la empresa.
Respecto de la relación dinámica interna, es útil confrontar el trabajo de Durand,
quien concibe la empresa como universalidad de hecho.

2) EL EMPRESARIO Y SUS COLABORADORES

CARACTERIZACIÓN DE LA FIGURA DEL EMRPESARIO


El empresario será individual o colectivo.
La figura del empresario es inseparable d la empresa económica; es ello evidente
en al empresa de propiedad privada, pero también existe el empresario en la
empresa cooperativa, estatal, en la cooperativa y en la socialista, en estos cuatro
últimos casos el empresario dirigente sería el primero empleado de la empresa, y
no el titular del dominio sobre los bienes que la integran. El empresario existe,
puesto que es fundamental su labor de organización, dirección y control de los
demás componentes de la estructura empresaria.
En la empresa capitalista, si el empresario no es capaz, trabajador o eficiente, la
organización funcionará mal, en las otras empresas mencionadas, si se da el
caos, al empresario se lo podrá reemplazar.
En la empresa económica de capital privado, el empresario tendrá poderosos
incentivos para actuar, gusto por el trabajo, posibilidad de creación, defensa de su
patrimonio contra el riesgo inherente a la actividad empresarial.
En la empresa que pertenece al estado es privado del lucro, porque ningún alto
ingreso puede reemplazar la expectativa de una ganancia ilimitada. Para el
empresario privado, la eficacia será una necesidad imperiosa y la obtención de un
buen dividendo o utilidad, su máxima esperanza.
En economía y en derecho se reconoce la existencia del pequeño, mediano y
gran empresario, en proporción al volumen económico de su empresa.
El empresario, con le fin de producción, que en la actividad privada es un
personal, cumple con le interés público, pero para ello, dice el autor italiano “hay
que someter la iniciativa privada a límites y obligaciones: pueden adoptarse
medidas encaminadas a garantizar la consecución de aquel interés público en el
cual encuentre su fundamento último la iniciativa privada, y puede y debe
apoyarse en la gestión pública cuando y donde la iniciativa no sea instrumento
eficaz para la consecución del bienestar común.

EL TRABAJADOR DEPENDIENTE, LA COGESTION Y OTRAS FROMAS


PARTICULARES

114
El trabajo es el esfuerzo de un humano, no mensurable únicamente por su
resultado.
Se habla de coparticipación en general, y en especial de gestión y corporeidad,
esta última se intenta con variantes en la solución cooperativa de algunas
naciones.
Nuestra C.N prevé cierta participación de la fuerza laboral en su art. 14 bis.
El empresario individual o colectivo no puede actuar solo; cuanto mayor sea su
empresa, tanto más necesitará de sus colaboradores.
El actor trabajo es de fundamental importancia hoy en día, es el elemento
principal de la empresa y como tal debe ser valorado.
En la empresa económica moderna el organigrama se convierte cada ves en algo
más delicado y difícil de elaborar, ensamblar y dirigir.
Nivel gerencial o actor: es imprescindible en la empresa actual contar con un
factor o gerente, esta actividad se subsume en la del empresario mismo en la
pequeña empresa, en la medida y la gran empresa, el factor interviene siempre.
Será quien, con poder general de administración, secunde en lo inmediato al
empresario, siempre en relación de dependencia con él. En las sociedades
anónimas el factor se llama gerente o gerente general, en las sociedades de
responsabilidad limitada los gerentes no son factores, sino el órgano de
administración de la persona jurídica colectiva.
En las empresas grandes y complejas hay diversos niveles gerenciales, pero
todos dependen de un gerente general o equivalente. Generalmente el factor o
gerente está habilitado, lo cual no le otorga el carácter de socio, ya que jamás
contribuye a las pérdidas; tiene estabilidad laboral y está siempre en relación de
dependencia.
Otras categorías laborales será: empelados, dependientes, profesionales,
técnicos, agentes externos, mandatarios, comisionistas, etc.
Casi a la totalidad del trabajo en la empresa está ligada por el derecho laboral.
El comerciante con las limitaciones propias que le impone su personalidad
humana, tiene que solicitar ayuda cuando no puede enfrentar solo las tareas que
crecen en complejidad cuanto más se expande la empresa.
Si tienen el mismo nivel de derechos y obligaciones, serán socios, compartan o
no la dirección.
Si están bajo órdenes laborales, cumplen horario, perciben un sueldo periódico y
no participan en las pérdidas ni en la propiedad de los medios de producción,
serán dependientes, empleados u obreros.
Los factores o gerentes son también empleados en relación de dependencia, con
gran jerarquía y a veces importantes poderes que aumentan a medida que crece
el organismo empresario.

EL FACTOR
Se llama factor a un mandatario del comerciante, encargado de administrar la
empresa o un establecimiento de ésta, representándolo en forma permanente y
obligándolo en la medida de sus facultades debidamente inscriptas.
En nuestro derecho se define al factor en el art. 132 del código de comercio, que
dice “se llama factor, la persona a quien un comerciante encarga la administración
de sus negocios, o la de un establecimiento particular”.

115
El factor administra el comercio o la empresa bajo la supervisión del comerciante
titular del negocio. En la moderna organización de la empresa, muchas veces se
designa a los factores son el nombre de gerente o gerente general, pero nunca
son órganos sociales, a pesar de ello, tienen amplias facultades.
El mandato del factor, es un poder amplio de administración, por el cual aquél se
inviste con la cualidad de representante voluntario.
Se le confiere poder y se le determina el contenido concreto y los límites de dicho
poder, es mandatario y también administrador.
Actúa en relación de dependencia, como ocurre con cualquier empleado en esa
subordinación jurídica, le corresponden los beneficios, derechos y obligaciones
del derecho laboral.
Puede figurar como gerente, gerente general, administrador, encargado o
cualquier otro título: lo que nos indicará que estamos ante un actor de comercio,
será el ámbito jurídico de poder que posea y su status jurídico con relación a la
empresa que administra.
Capacidad
Aparte de las nociones especiales cobre capacidad civil y capacidad desde el
punto de vista del derecho del trabajo, el actor debe ser capaz de ejercer el
comercio.
El contrato institorio: así se llama la relación que une al actor con el empresario
propietario del negocio.
Otros autores la denominan “preposición institoria”.
Es un contrato de trabajo especial regido simultáneamente por al legislación
laboral y las normas de mandato.
El factor de comercio actúa en nombre y por cuenta del preponente, con el fin de
celebrar negocios jurídicos que no lo obligarán personalmente. El mandato es
general y permanente; y es revocable.
A este contrato tendremos que aplicarle las reglas concernientes a los poderes
generales y permanentes de administración ante terceros junto a las laborales
concernientes a la relación interna entre mandante y mandatario.
Es útil recordar que el contrato institorio importa algo más que mandato y relación
de dependencia, pues crea obligaciones adicionales especiales.
A los factores se les califica la conducta en caso de quiebra del principal.
Poderes del factor: el poder del factor se asimila a un poder amplio de
administración, pero no en el sentido del código civil, sino de acuerdo con el
derecho empresario comercial; el “acto de administración” que autoriza el poder
no tendrá su contrapartida en lo que civilmente se conoce como “acto de
disposición”.
El factor llevará a cabo todos los actos que sean útiles y se encamine al
cumplimiento del objeto de la empresa comercial y será ése el enmarcamiento de
sus facultades.
Hay un mandato representativo para administrar por otro una empresa económica
o parte de ella, mandato que se extiende en forma general y permanente, aunque
es, revocable. Este mandato puede ser expreso o tácito.
El convenio con terceros que el factor suscriba tendrá como efecto inmediato
obligar al principal como si hubiese celebrado él personalmente el contrato, es
decir, se produce la traslación de obligaciones típica de la representación.

116
Solo los factores están eximidos de la necesidad de poder especial para firmar
letras de cambio o pagarés en nombre de sus principales.

1. Inscripciones: La autorización o poder principal hacia el factor debe


inscribirse en el Registro Público de Comercio de la jurisdicción, a fin de que
surta efectos ante terceros.
Entre el principal y el factor de comercio, el otorgamiento del poder, no esta
escrita, tiene efectos desde que el contrato queda concluido, es decir, desde que
comienza a cumplirse la función administradora del representante.
Basta la capacidad de los contratantes y el comienzo de las operaciones, para
que se dé la investidura factorial ante el principal y ante terceros.
2. Falta de inscripción efectos: El poder no inscripto también es invocable
por terceros en virtud de la doctrina de la apariencia.
La falta de inscripción de ciertas limitaciones que desee imponer el principal al
factor, de acuerdo con necesidades o conveniencias, produce afectos con relación
a terceros: esas limitaciones no le serán oponibles, salvo que los terceros
conocieran el contenido contractual de tales restricciones que unen al principal
con su administrador general.
Los contratos firmados por el factor, dentro de los límites de su mandato, obligan
al principal sin necesidad de ratificación, ni expresa ni tácita, por parte de éste, del
negocio jurídico concluido.
La obligación pactada recae sobre la totalidad del patrimonio del empresario y
nunca sobre los bienes personales del factor, salvo el caso de inconducta civil o
penal.
3. Extensión: el poder se presume general y amplio para la administración de
una unidad económica o parte de ella. Ello obtiene certeza si se otorga
poder escrito con cláusulas generales.
Genéricamente los contratos suscriptos por el factor se presumirán realizados en
nombre del empresario individual o colectivo propietario del establecimiento. Sus
poderes comprenden, no solo los actos normales que exija la dirección del
establecimiento administrativo, sino también los anormales, a los que la actividad
mercantil pueda dar ocasión. Estas reglas cuidan precisamente la posición del
tercero de buena fe.
4. Exceso: el exceso de poder estaría pautado por el objeto de la empresa
económica, y los actos de administración necesarios para cumplir ese
objeto, en especial.
El factor incurrirá en responsabilidad personal si contrata fuera del mandato
general, o de los límites del poder inscripto, o si contrata en nombre propio. En
este último caso, el tercero podrá probar que la negociación se hizo por cuenta del
comitente; la ley, entonces, reconoce opción para demandar el cumplimiento ante
el factor o ante el comitente, pero no contra ambos.
El castigo para cuando el factor cometa actos ilícitos no puede estar previsto por
un Código de Comercio; sin embargo, nuestro antigua ordenamiento prevé
algunas situaciones especiales, las cuales están también incluidas en todo el
régimen de responsabilidad civil por daños y perjuicios, o penal, si el acto
cometido es delito.

117
5. Transmisión del poder: la regla es la intransmisibilidad del poder. El factor
es personalmente responsable por el cumplimiento de su obligación
genérica de administración de la unidad económica o establecimiento al
frente del cual se encuentra.
Pero no por ello debe realizar personal y materialmente todas y cada una de las
tareas del giro, ya que podrá a su vez contar con otros dependientes que lo
ayuden; pero todos deberán obtener la aprobación del principal, que será su
empleador único.
Si delega algún acto, éste no se invalida, sino que es el factor quien carga
directamente con la responsabilidad consiguiente.
-La labor del factor: Se la ejerce en forma permanente en un lugar determinado
previamente por el principal al suscribir o pactar verbalmente el contrato institorio;
su prestación es onerosa y nunca se presume gratuita; el factor representa al
comerciante individual o al colectivo y trata y realiza las operaciones del giro a su
nombre; lleva la contabilidad y los papeles exigidos por la ley; controla a los
demás empleados u operarios que trabajan en la empresa, generalmente es
beneficiado con habilitación, es decir , con una participación en las ganancias , en
atención al alto cargo que desempeña.
Si el empresario posee varios establecimientos, podrá tener un factor a cargo de
cada uno de ellos.
En las grandes empresas modernas, cuya forma jurídica está instrumentada en
sociedad comercial, los factores se llaman gerentes, conociéndose distintas
organizaciones y niveles gerenciales, en cuya cúspide se halla el gerente general.
Los actos de los factores respecto de terceros serán todos los que impliquen o
exijan el cumplimiento de su función: administrar la empresa, cumpliendo su
objeto económico y jurídico. Fuera del objeto no le está permitido ningún negocio
que pretenda comprometer a su principal.
Los actos comerciales de administración tienen un carácter más amplio que el
concepto de civilista. Serán todos los que caigan dentro del objeto de la empresa.
La labor del factor debe relacionarse con el concepto de empresario. Actuará
obligando al principal mediante contratos con terceros, en los cuales señala por
cuenta de quien contrata, no siendo indispensable que agregue poder o
constancia alguna para la validez del acto.

-Finalización del contrato: el contrato con el factor no tiene un término ni un


límite temporal. Ésta es la regla.
Para hacerlo cesar en su tarea, deberá el principal aplicar las disposiciones del
derecho laboral, perteneciéndole al primer empleado la totalidad de derechos que
ese ordenamiento le reconoce. Su labor no se considerará interrumpida por la
venta del establecimiento comercial, porque esta regla ha sido expresamente
modificada por la legislación laboral.

OTROS EMPLEADOS Y AUXILIARES


Hay auxiliares del comercio que cumplen tareas para el factor, pero que no son
tales. Se trata, por ejemplo, de los corredores, martilleros, comisionistas,
despachantes de aduana. Ellos no son factores, sino que ejercen a veces un
mandato especial, actuando por cuenta del mandante; en otros casos lo hacen en
nombre propio. Son comerciantes, calidad que no tiene el factor.

118
Hay otras categorías de subordinados del empresario que, aunque están en esta
situación jurídica, no son factores: distinguimos, en general, los técnicos o
especialistas, asesores, empleados de diverso nivel, obreros. Cumplen órdenes e
instrucciones, tienen el deber de estar a disposición del principal dentro de un
horario y reciben también un sueldo o remuneración, pero no tienen ese poder
general de administración del negocio o empresa que distingue al factor.
Entre los empleados, algunos poseen cierta capacidad legal de contratar, pero
obsérvese que tal facultad es un poder especial para determinados actos, no un
poder general de administración. Los empleados pueden ser autorizados
expresamente mediante poder, que siempre será especial, o mediante otras
formas expresas o tácitas de otorgamiento y determinación de sus facultades.
La ley de contrato de trabajo 20.744, se aplica tanto al factor como a los demás
empleados en relación de dependencia respecto de un empresario o sociedad
comercial. Dicha ley prevé derechos y deberes de los trabajadores. Esta ley,
aunque no deroga expresamente leyes laborales anteriores, en algunos casos las
reemplaza totalmente.
Es pasible de aplicación de todo el sistema tuitivo laboral cualquier persona que
desarrolle una actividad en beneficio, sea factor, administrador, gerente o director.
Las personas que, integrando una sociedad, le prestan toda su actividad, o una
parte principal de ella, en forma habitual o personal, serán consideradas como
trabajadores dependientes de la sociedad a los efectos de la aplicación de las
leyes protectoras laborales.

3) EL CAPITAL DE LA EMPRESA

CAPITAL Y PATRIMONIO
Cada persona física o jurídica tiene sus bienes, sus créditos y sus deudas. A este
conjunto se lo llama patrimonio, y existen muy pocas personas que no posean un
activo aunque sea pequeño y mínimo.
El concepto de capital, jurídicamente, designa un conjunto de bienes (materiales
y/o inmateriales) y créditos, sobre cuya base se inicia una actividad comercial.
Si la titularidad de la empresa es individual, el capital de ella será una parte del
patrimonio total del empresario afectado a un objeto y fin determinados; sin
embargo, el patrimonio del empresario individual responderá en su totalidad por
las deudas de la empresa, excepto los bienes que la ley o la jurisprudencia
declara inembargables.
Si el empresario es colectivo y adopta la figura de la sociedad de personas,
incorporará el principio de la subsidiariedad en cuanto a la responsabilidad y
patrimonio personal del socio.
Si el empresario colectivo es sociedad anónima o sociedad de responsabilidad
limitada, el patrimonio de la sociedad será independiente del patrimonio de los
socios, y la responsabilidad del socio, en cuanto a su propio y personal
patrimonio, no le alcanzara.
En las sociedades y en la empresa con titularidad individual, el capital será una
cifra ideal inalterada (salvo aumento o disminución por causas legales), que
revelará qué es lo que el empresario promete como aporte a la empresa.
Coinciden aquí el concepto jurídico y el contable.

119
CAPITAL ¿DE LA EMPRESA O DEL EMPRESARIO?
El patrimonio pertenece a un empresario individual o colectivo. Nuestra ley
reconoce un solo patrimonio a cada sujeto de derecho (colectivo o singular). Por
ello el empresario puede tener varias organizaciones distintas, iniciadas con parte
de su patrimonio. Pero esas distintas empresas económicas no serán
independientes, ni siquiera autónomas: las deudas de todas y cada una de ellas
serán deudas del empresario, a las que se sumarán las personales o las que por
cualquier concepto adquiera.

4) LOCACIÓN ESPACIAL

INTRODUCCIÓN
El empresario organiza su empresa. Elige uno o varios lugares para desplegar su
actividad; ella será productiva, intermediadota o de servicios. De acuerdo con su
volumen o complejidad, podrán habilitarse varios centros activos para actuar en el
mercado.
Un mismo empresario puede ser titular de una o más unidades económicas de
industria o comercio; también es posible la vinculación entre diversos empresarios
que así agrupan o entrelazan sus bienes, su personal y su tecnología.
En general, en el campo de las grandes empresas económicas aparecen los
agrupamientos y combinaciones entre ellas; y cuando las empresas adquieren
cierto volumen, por diversas razones toman la forma o estructura de sociedad
mercantil regular.
En el empresario pequeño y mediano, se producen fenómenos menores de
vinculación, control, descentralización y organización que conviene señalar, por lo
menos en su base conceptual.

DIVERSAS DENOMINACIONES
Las leyes se refieren a las unidades espaciales designándolas de modo diferente;
“fondo de comercio” es una forma de nombrarlas, adoptada del mismo sistema
francés. “Oficinas”, a las que se refiere el art. 170 de la ley 19.551 de concursos;
“establecimientos”, en la misma ley, art. 182 y ss.; “empresas”, art. 182 y ss. De la
ley 19.551, y art. 2º, inc. A, de la ley 18.832, etc.

LOCAL HABILITADO
Casi siempre necesitará el empresario, para su giro, por lo menos un bien
inmueble. Sólo en el caso de pequeños mercaderes ambulantes u otros casos de
excepción, el ámbito físico de desenvolvimiento y desarrollo de una empresa
económica no es un inmueble.
En el lenguaje común se lo denomina “Negocio”, “local”, “casa”, “empresa”,
“Escritorio”, “sede”, “comercio”, “fondo de comercio”, “establecimiento”, “matriz”,
“Filial”, “sucursal”, etc. Todos estos términos deben ser puestos en orden para una
mejor organización económica y jurídica de nuestro tráfico mercantil.
Según Halperin, el “local habilitado”, con autorización suficiente para funcionar,
forma parte del patrimonio del comerciante; según ese concepto, la “habilitación”
es un bien inmaterial.

120
La falta o cesación de esa habilitación o autorización administrativa puede ser,
causal de resolución del contrato de venta del fondo de comercio. Desde otro
punto de vista puede justificar un reclamo por daños y perjuicios.

ESTABLECIMIENTO
Por un lado se lo define como “unidad económica o técnica de producción”.
La acepción conveniente es la que hace la ley 11.867, siempre que se uniforma la
legislación con el fin de suprimir la palabra “fondo” y se generaliza el uso
comprensivo de la actividad comercial e industria.
Cada empresario, pues, podrá tener varios establecimientos, que manejará
transmitirá como unidades independientes. Se entiende que no constituirá como
unidades el establecimiento “un patrimonio separado”, sino un conjunto
patrimonial con autonomía dinámica. Si se establece la diferencia entre “empresa”
y “establecimiento”, la unidad de explotación pareciera ser segunda.
Como estas simples contraposiciones, queda demostrada la verdadera anarquía
de nombres que una reforma legislativa debe resolver.

SUCURSALES
Las unidades de producción, intermediación o prestación de servicios, tengan o
no forma societaria, cuando crecen, necesitan descentralizar sus operaciones.
La organización del empresario que, en su dinámica, se expande, necesitando
crear nuevos puntos de apoyo, en diversos lugares dentro del país.
Son dos establecimientos distintos, pero que tienen un solo patrimonio y una
misma administración; únicamente se desenvuelven en ámbitos espaciales
distintos por razones de descentralización.
Al frente de la sucursal estará un factor de comercio, que deberá inscribir sus
poderes para que sean oponibles ante terceros las limitaciones que ellos
contengan.
La contabilidad de la sucursal forma parte de la contabilidad central, con cierta
descentralización momentánea, que después se vuelca en un total.
No tiene la sucursal patrimonio ni personalidad propios; lleva el nombre de la
empresa principal; tiene un domicilio especial a causa de la necesidad de
descentralización que la creó.
En cuanto a las sucursales, dice el art. 90, inc.4º, del Cód. Civil: “las compañías
que tengan muchos establecimientos o sucursales, tienen su domicilio especial en
el lugar de dichos establecimientos, para sólo la ejecución de las obligaciones allí
contraídas por los agentes locales de la sociedad”
Esta regla, aplicable, a las sucursales, incluye por error los establecimientos, que
no son entes jurídicamente descentralizados como ellas.

FILIALES
Se trata de una organización jurídicamente distinta, de distinta personalidad,
medios propios y conducción diferenciada.
Sin perjuicio de que ambas son jurídicamente independientes, existen especiales
vínculos, empleados por las técnicas societarias, que determinan que una
sociedad sea total o parcialmente controlada por otra.
La filial tiene un patrimonio y una organización propios; posee nombre, domicilio y
personalidad independiente de la sociedad principal. Pero de alguna manera esa

121
independencia es sólo formal, ya que por un mecanismo societario u otro la filial
está controlada por la casa central o matriz.
Si se admitieran las empresas limitadas, sería más sencillo aceptar el concepto de
filial en diversas relaciones.

AGENCIAS
Es una oficina del empresario, que no celebra negocios ni contratos; es “mera
oficina administrativa”, sin atribución jurídica alguna y sin autonomía negocial.
Realiza la agencia, tareas administrativas, cobranzas, recepción, expedición,
control.
Entre la sucursal y la agencia existen a veces límites confundibles, porque una
pequeña sucursal puede ser agencia, o una agencia importante comenzar a
realizar tareas de sucursal. No hay un factor al frente de la agencia, sino un jefe y
empleados o un solo empleado.
La distinción entre agencia y sucursal no es legal sino doctrinaria, por lo cual
habrá que estudiar cada caso en particular, antes de poder determinar cuál es la
clave de descentralización existente.
Como propósito de la filial, no hay leyes que se refieran a la agencia en el sentido
que aquí explicaremos- si existen pocas normas de uso ambiguo de la palabrea
“agencia”, que habitualmente aluden al agente mercantil o al contrato, de agencia,
figuras que tampoco han sido típicamente legisladas.

5) FONDO DE COMERCIO

CONCEPTO
En nuestro derecho son dos las normas que nos pueden servir de base para
determinar qué es el fondo de comercio: una es la Ley para transferirlo (11.867) y
la otra, la que regula el contrato de trabajo (20.744).
En cuanto a la primera, lo que se transfiere como “fondo de comercio”, son los
bienes materiales o inmateriales. En el art. 1º de la ley 11.867, dice “declárense
elementos constitutivos de un establecimiento comercial o fondo de comercio, a
los efectos de su transmisión por cualquier título”. No comprenden la norma de--
las deudas, que no son transferibles si hay oposición del acreedor y éste exige el
pago y hasta las no vencidas.
El fondo de comercio, tal como está legislado en nuestro país, no es empresa en
sentido estático y tampoco el conjunto de bienes materiales e inmateriales de una
empresa, sino una estructura jurídica o mecanismo, apto para permitir la venta de
una organización o empresa económica en bloque, facilitando la labor del
empresario adquiriente, que puede continuar con la explotación sin solución de
continuidad.
El fondo de comercio, desde el punto de vista económico, sería el conjunto de
bienes y cosas que un empresario posee en forma de unidad de producción o
intermediación. Puede transferirlos por separado, hasta uno a uno. La ley solo
prevé la transferencia en bloque, con el objeto de permitir la continuación de la
actividad sin los perjuicios que irrogarían un cierre y una nueva apertura.
No es posible que se inscriba el fondo de comercio en la matrícula de
comerciantes del Registro Público de Comercio.

122
Económicamente el fondo es parte del patrimonio de una persona, no un
patrimonio separado o distinto.

HACIENDA
En nuestro derecho el término “hacienda” no tiene cabida, por que es un concepto
tomado del Cód. Civil italiano.
Entre nosotros, aparte del tradicional concepto económico, nada significa
jurídicamente, por lo cual su uso debe ser descartado. A menos que una expresa
regulación legal se refiera concretamente a la hacienda.

AVIAMIENTO. LLAVE. CLIENTELA


El fondo de comercio puede tener un resultado próspero, bueno, normal, regular o
malo; en ello influirán condiciones objetivas.
Del resultado de los factores del sujeto que dirige y de los componentes básicos
del fondo de comercio, surgirá la medida en que el negocio sea próspero y
ofrezca mayores utilidades.
El valor llave es una noción de no fácil comprensión, ya que constituye un
concepto abstracto que no posee tampoco existencia independiente del
establecimiento que lo origina.
El valor llave no solo constituye una realidad jurídica, sino también, y
principalmente, económica.
La ley Argentina incorpora, la noción de clientela, es decir, la habitualidad de un
determinado número de personas en la concurrencia a cierto lugar; que en
realidad es una de los elementos que integran el valor llave.
No debe confundirse la “organización”, la “dinámica”, la “clientela”, con el valor
llave o de resultado. El valor llave es un bien inmaterial, que tiene una especial
particularidad: a diferencia de otros bienes inmateriales, no es transferible con
independencia del conjunto de bienes que forman el fondo de comercio
La idea de valor llave, se da más allá de la noción de utilidad, para llegar a la de
“superutilidad” o “superganancias”. Ganancias más allá de lo que prudentemente
se puede esperar que un negocio produzca.
Nosotros opinamos que llave de negocio es la probabilidad de ganar utilidades
por encima de lo normal, referidas esta últimas, a sus valores actuales. Nuestra
definición podría quedar concretada así: “la llave del negocio es el valor actual de
las superutilidades futuras más probables”.
El valor llave es perfectamente transmisible con el establecimiento comercial o
industrial, teniendo en cuenta que la ley lo admite de alguna manera al incluir la
clientela como elemento constitutivo de él. Todo negocio tiene un valor llave, pero
el monto varía considerablemente de uno a otro.
Al analizar los componentes subjetivos y objetivos del valor llave, hay que
distinguir sus principales particularidades:
 La habilidad del empresario se refiere a sus cualidades de organizador de
la unidad económica, su facilidad para combinar los factores de la
producción y estimularlos para obtener el resultado.
 El prestigio del comerciante, se funda en ciertas cualidades personales,
unas innatas y otras adquiridas con estudio, preparación o experiencia. La
conducta es una incidencia fundamental en el ámbito comercial o industrial.

123
 El crédito es imprescindible para un eficiente desarrollo industrial o
mercantil, no se da únicamente por las condiciones materiales del
peticionante o su solvencia económica, tiene gran preponderancia su
personalidad, su actuación y su conducta.
 Los factores llamados subjetivos pueden ecabezarce con la clientela, que
se haya también en cierta forma singularmente ligada a la figura del
empresario.
 La clientela se origina, en una doble motivación, el acto personal del
principal y la ubicación, estética y funcionalidad del local.
 La ubicación del local, puede ser o no importante, según el objeto de que se
trate. Está en relación directa con la actividad a desarrollar y la clase de
producto que se ofrece.
 Los elementos inmateriales también tienen suma importancia: mucha de la
fama o prestigio de un establecimiento se acumula en su nombre comercial.
 Los mismos puede decirse de las marcas, patentes, dibujos y diseños
industriales o secretos de fabricación o elaboración, que constituyen un
patrimonio perceptible, si se desea adquirir el establecimiento en marcha,
con todas las cualidades y condiciones atribuidas o reales que posea.
 También es elemento importante la publicidad que se haya dado al
establecimiento en el pasado.
El valor llave, se concreta materialmente en una suma de valor económico a
veces importante, en el momento de evaluar montos para la transferencia del
establecimiento.

TRANSFERENCIA. CRÍTICAS
Las críticas principales son:
 Confusión terminológica en la ley, se habla de “establecimiento” y de
“fondo” indistintamente, se tratan en conjunto bienes corporales y bienes
inmateriales, y se vierten algunos no felices enunciados: distinciones
honoríficas.
 La imposibilidad de que se opere la transmisión de toda la empresa en
marcha, la oposición de muchos deudores obstaría a la transferencia del
fondo de comercio y al desarrollo de la empresa, con la consiguiente
recuperación patrimonial, económica y social. Precisamente el desiderátum
de un régimen de transferencia de establecimiento en marcha es que pueda
realizársela sin interferir en su desenvolvimiento comercial.
 La ley no puede evitar situaciones de fraude a terceros y permite el
desenfreno en la transferencia de fondos de comercio basada únicamente
en la especulación.
 No se protege debidamente ni al comprador ni a los terceros acreedores ni
al personal empleado.
a) _ El régimen legal: a pesar de todas las fundadas críticas, ese instrumento legal
sirvió durante muchos años como estructura reguladoras de las innumerables
transferencias de establecimientos mercantiles. Hay que reconocer que el
régimen ha dado ya todo cuanto tenía que dar de sí y es hora de renovarlo.
Son transferibles todas las instalaciones y mercaderías, el derecho al local y los
derechos inmateriales. Si no se hace la transferencia en bloque, que es la
regulada por la ley, hay otras formas jurídicas para lograr la misma finalidad: la
124
transferencia de determinadas mercaderías o maquinarias; la compra de una
empresa económica con estructura societaria, cediéndola in integrum, con su
dinámica y en marcha, con un simple cambio de titular.
La venta fraccionada sólo se admite en el régimen legal para el caso de remate en
pública subasta.
La transmisión de la unidad económica llamada fondo de comercio puede hacerse
o no por medio de terceros: puede mediar un escribano, un corredor o un
martillero; o las mismas partes podrán hacerlo directamente sin intermediación
alguna.
El titular del fondo de comercio debe entregar al comprador una nota enunciativa
de los nombres de los acreedores, detallando además su domicilio, el monto de
sus créditos y las fechas de vencimiento.
La intención de transferir se publicará por edictos en el boletín oficial, en la capital
federal, o similar en cada provincia por cinco días, constará la clase y el local o
dirección del negocio, nombre y domicilio del vendedor y del comprador, si
intervienen escribanos o martilleros, sus nombres.
Hasta diez días después de la última publicación, los acreedores de del vendedor
podrán oponerse, notificando su voluntad en el domicilio denunciado en el
anuncio o en el del escribano o rematador, en el respectivo acto de oposición
podrán exigir la retención de las sumas que se le adeuden. También deberán
pagarse las deudas previcsionales, tasas, impuestos y toda otra que corresponda
al giro del fondo de comercio que se transmite.
Si hay oposición, el comprador, el escribano, el rematador, el corredor, en su caso,
deben hacer la retención del dinero adeudado; ése depósito se mantendrá por
veinte días para que los acreedores obtengan el embargo judicial. Este plazo es
evidentemente muy breve para nuestra práctica actual.
Cuando el crédito sea cuestionable, el vendedor podrá pedir autorización judicial
para recibir el precio, prestando caución para eventualmente responder si se
verifica su procedencia.
El documento de venta se hará por escrito, siendo innecesaria la escritura pública,
a veces en la práctica se la hace; el instrumento se extenderá pasado el período
de oposición antes explicado y debe inscribírselo dentro de diez días de otorgado
en el Registro Público de Comercio de la jurisdicción del bien, anotación que
habrá de realizarse en los libros especiales al efecto. Sin esa inscripción la
transferencia no producirá efecto respecto de terceros.
La venta se puede hacer en remate público; así está previsto en el art. 10, que
señala la posibilidad de ventas en bloque o fraccionadas. El martillero deberá
hacer un inventario y las publicaciones que prescribe la ley; y también retener el
dinero en caso de oposición, siguiendo el procedimiento legal.
Las omisiones o transgresiones a lo dispuesto por al ley, harán responsables
solidariamente al comprador, vendedor, martillero, corredor o escribano, que las
hubieren cometido, por el importe de los créditos que resulten si pagar y hasta el
monto del precio de lo vendido.

6) LOS BIENES INMATERIALES. LA TECNOLOGÍA

NOCIONES INTRODUCTORIAS. LA PROPIEDAAD INDUSTRIAL

125
La creación intelectual da lugar a la formación de parte de los llamados bienes
inmateriales. Las obras de ingenio constituyen una propiedad exclusiva de orden
artístico; los inventos y descubrimientos, la creación de signos y marcas, de
dibujos y diseños especiales para la industria y el comercio, permiten obtener para
sus autores, un derecho de propiedad especial, que generalmente se llama
“propiedad industrial”.
Para algunos autores, el nombre comercial, es también una modalidad de la
propiedad industrial
La ley protege esta clase de propiedad tanto en un sentido positivo, para permitir
a sus autores disfrutar de ella, como en un sentido negativo, al impedir que otros
utilicen el dibujo, el modelo, la marca, el invento. Se establece así la obligación de
abstención para los demás miembros de la comunidad.
Como bien inmaterial, la propiedad industrial es transferible; su destino natural,
dice Ascarelli, acogiendo ideas francesas, es concentrase en manos de los
empresarios.
El invento, la marca, el dibujo, no suministran por sí, utilidad alguna; no se prohíbe
tampoco que el propio inventor o un tercero utilicen la creación sólo para su uso
personal.
El creador de un derecho intelectual no sólo puede utilizarlo por sí mismo, sino
que puede impedir que los terceros lo usen sin su consentimiento. Lo que la ley
tutela mediante ciertos mecanismos es el derecho a obtener por la creación un
beneficio económico concreto.
El invento, le modelo, la marca, adquirirán un valor económico en tanto se
exteriorice en la fabricación o intermediación de mercaderías; en tanto se lo pueda
aplicar al proceso industrial, comercial o de servicios.
Las creaciones del llamado derecho industrial sólo toman su verdadera
dimensión, cuando son utilizadas por el empresario que se inserta en el mercado.
La registración de un invento no produce una ganancia directa al inventor, aunque
su idea sea genial. Si ella no e sutilizada industrialmente, ese derecho de
propiedad será económicamente neutro.
La creación en sí misma concluye cuando al idea se materializa y su posterior
utilización, que referida al conjunto de derechos denominado derecho industrial,
significa la producción de una cierta energía que la creación genera, la que
combinada con actos, hechos, procesos o mercaderías, potencia a éstos.
En nuestro país se presentan como bienes inmateriales pertenecientes a
personas físicas jurídicas y de ese modo vinculado a la empresa, los siguientes:

Derechos inmateriales
De tecnología a) _ patentes de invención.
b)_ marcas de fábrica, comercio y agricultura, indicadores
de procedencia o calidad. Designaciones.
c) _ modelos de utilidad, dibujos y diseños industriales.
d)_asistencia técnica y operativa parcial o integral.
e)_ suministro de ingeniería básica y de detalle.
Transferencia de conocimiento tecnológico.
f)_ know – how.

PATENTE DE INVENCIÓN: REGULACIÓN LEGAL:

126
Están legisladas en la ley 111, son también bienes propios del autor o inventor,
pero del producto de ellos, mientras esta vigente sociedad conyugal, será
ganancial.
Concepto: nuevo descubrimiento o invento, es el nuevo producto industrial, los
nuevos medios y la nueva aplicación de medios conocidos para la obtención de
un resultado o un producto industrial.
La invención patentable debe ser una novedad, en un doble sentido: emerger de
un invento o descubrimiento y su difusión anterior en el país, proveniente del
extranjero o del propio territorio nacional.
La invención, al ser patentada, concede a su inventor o descubridor el derecho de
monopolizar su explotación por el tiempo legal.
El invento debe tener aplicación lícita, ser individualizable, de utilidad para la
industria o el comercio, posible y no estar prohibido su uso o utilización.
Pueden ser titulares de una patente los empresarios individuales y los colectivos;
el derecho es inminentemente transferible. El mismo derecho de explotación
exclusiva se concede a las invenciones o descubrimientos realizados en el
extranjero, siempre que quien lo solicite sea el propio inventor o un sucesor
legítimo.
Si dos personas concurren simultáneamente a patentar la misma creación, no se
tomará la inscripción salvo acuerdo entre ellas.
El plazo de protección monopólica será de cinco, diez u quince años, según el
mérito del invento y la petición del solicitante.
El derecho de patentes conlleva, la ya tradicional limitación de todo derecho
subjetivo. Esta limitación debe entenderse más amplia en los países de menor
desarrollo por un principio de justicia.
Certificados de adición: es un derecho que se otorga a quien mejore un
descubrimiento o invento ya patentado. Con un trámite similar al necesario para
obtener una patente, se pide el certificado de adición, que no podrá concederse
por más tiempo que el que falte para el vencimiento de la patente principal, pero
no excederás de 10 años.
El adicionista podrá explotar su invento, pero pagando una prima, que habrá de
fijarse, al primer inventor. Si éste decide usar la mejora, puede pagar la prima al
mejorante o compartir la explotación con él.
El adicionista no puede usar el invento primitivo solamente, sin su agregado a él.
Patentes precaucionales: se refieren a inventos o adiciones en proceso de
investigación, con el fin de evitar que al concluir una obra, ya alguien la haya
registrado como resultado de sus propias investigaciones o por medio del
espionaje industrial.
Quien se ocupe de un invento o mejora, puede solicitar una patente precaucional
que durará un año y será renovable cada vez que venza el plazo; se le inscribirá
en un libro especial, que lógicamente no es de consulta pública.
El encargado de la oficina de patentes, a quien la ley llama “comisario”, mediará
en caso de oposición; si los inventos son iguales, exigirá el acuerdo entre ellos; si
son disímiles, los patentará independientemente.
Patentes complejas: es posible, dividir la solicitud de patente, si es compleja, en
varias parciales, conservando como fecha de cada una de la solicitud inicial y, si
corresponde, el beneficio del derecho de prioridad.

127
Transmisibles: el titular de la patente o certificado de adición puede transferirlo,
porque representa para él un bien inmaterial; la transferencia puede hacerse en
conjunto con los demás bienes de un fondo de comercio o separadamente.
La instrumentación se hará en escritura pública, previo pago de los impuestos
correspondientes y con la debida inscripción en la oficina de patentes, se
inscribirán allí las modalidades de la cesión con sus respectivas restricciones, si
las hay.
Podrá reservarse el inventor determinados derechos al hacer la cesión; podrá
también ceder sólo el uso del invento patentado, a cambio de la percepción de
regalías o royalties, mediante el contrato de licencia. La cesión de una patente a
una sociedad, como transferencia con las variantes explicadas, o la constituirse,
como aporte de socio.
Publicidad: el registro, además, es público y también se prevé la publicación anual
de un volumen con la incorporación de un informe descriptivo o dibujo de los
descubrimientos, inventos o adiciones registrados.
Nulidad y caducidad: tanto la nulidad como la caducidad de las patentes o
certificados de adición, se producen ipso iure, sin necesidad de declaración
judicial, la persona que tenga interés legítimo, podrá incoar demanda de nulidad a
caducidad ante el tribunal competente o peticionar la ineficacia del impedimento
que artificialmente cree algún opositor, ex propietario de la patente.
La caducidad o nulidad de una patente o adición, declarada en juicio deberá ser
inscripto en la oficina de patentes respectivas, cuando esté firme la sentencia.
Esquemáticamente, son causas de nulidad y caducidad las siguientes:
Causas de nulidad:
 Patentes o certificados obtenidos en contravención, como lo que indica el
art. 4º de la ley.
 Los obtenidos con título falso que no correspondiere a la invención.
 Cuando el dibujo o la descripción fueran inexactos o incompletos.
 Cuando se pretenda obtener un certificado de adición de una patente no
obtenida.
 Cuando, siendo un invento extranjero, hubiere caducado la patente
revalidada antes en la Rca. o se explotase en ella en la fecha de la
patente el descubrimiento o invento que fuera su objeto.
Causas de caducidad:
 Que transcurran dos años desde que se inscriba y no se explote el invento
de que se trata (art. 47). Respecto de este punto se controvierte en doctrina
y jurisprudencia que se debe entender por explotación.
 Cuando se venía explotando el invento y se interrumpe por un lapso de dos
años, salvo fuerza mayor o caso fortuito.
 Cuando se vence el tiempo por el que se la otorgó.
 Otros países tienen como causa de caducidad el no pago de tasas y
derechos. La ley 17.011 prevé un plazo de gracia y rehabilitación en este
caso (art. 5º bis, 1 y 2).
Penas: la ley contiene disposiciones penales que deben concordarse con los
correspondientes artículos del C.P. Propone Otamendi, que se ajuste la ley según
las legislaciones de otros países más adelantados. Piensa que hay que
reformular lo referente a:
1. definición de la invención y requisitos de patentabilidad,
128
2. defensa de inventor,
3. explotación de la invención.

MARCAS DE INDUSTRIA, COMERCIO Y AGRICULTURA, DESIGNACIONES


La marca es un nombre o signo definitivo de un producto o servicio; la
designación lo es de una actividad.
Aplicados en el comercio o la industria, estos signos distintivos adquieren un valor
relevante. La función de ellos es hacer conocer un producto, un servicio, una
actividad, diferenciándolos de otros similares.
Es importante la identificación precisa del producto, servicio o actividad, pues
sobre ellos se establecerá un privilegio legal, oponible a toda la comunidad, en
beneficio de quien registre el nombre o signo distintivo.
La función de identificación se cumple en el mercado y va estrechamente unida a
la publicidad que el empresario propietario de la marca vuelca sobre ese mercado.
La marca sólo identifica al producto, en otras ocasiones la marca será reconocida
cuando se agregue la mención del producto.
Las marcas, tienen un claro valor económico, sirven indudablemente para
penetrar en el mercado y atraer y mantener a una clientela.
También se relacionan con la buena fe que los consumidores depositan en los
productos, servicios o actividades de los empresarios.
Las marcas y las designaciones obran como indicadores de calidad y origen.

LA PROPIEDAD DE LA MARCA.
Las marcas empeladas para distinguir productos o servicios, pertenecen en
propiedad a quienes la registran.
Integran los llamados “derechos intelectuales”.
Tanto para ser titular de una marca como para oponerse a su registro o a su uso
por otra persona, ser requiere, tener interés legítimo.
La expresión interés legítimo, que reemplazo el requisito de tener calidad de
comerciante, tiene un sentido amplio, e acuerdo con los fallos mas recientes, que
solo excluye las hipótesis de inconcurrencia de alguna utilidad sustancial.
La propiedad conferida por un título marcario y el derecho de formular oposición,
únicamente respecto del objeto para el que se lo ah peticionado. Pero la
protección puede extenderse a otros artículos diversos, de igual o diferente clase,
cuando se dan situaciones de superposición o interferencia entre los productos.
La propiedad de una marca puede ser indefinida en el tiempo, siempre que sea
renovada al cabo del período de registro que establece la ley. Pero como
conducción de aceptación de tal renovación, la ley exige que la marca sea
utilizada, al menos dentro de los 5 años previos a cada vencimiento. El uso
representa un papel esencial para conse5var el derecho a la marca: permite la
declaración judicial de caducidad por falta de uso y condiciona la renovación del
registro a un uso previo.
Una persona física o una persona jurídica pueden registrar una marca a su
nombre. La marca es un bien libremente transferible en el mercado. Para que tal
transferencia tenga efectos respecto de terceros, debe registrársela en la
dirección nacional de la propiedad industrial.

129
El registro, renovación, de clasificación. Transferencia, abandono y denegatoria de
marcas, así como su extensión o modificación del nombre de su titular serán
publicados pro al dirección.

EXTINCIÓN DEL DERECHO


Se extinguen las marcas registradas la extensión se produce por:
a) renuncia de su titular; B) vencimiento del termino legal sin que se renueve el
registro, c) declaración judicial de nulidad o caducidad del registro.
La nulidad de la marca debe ser declarada únicamente por el poder judicial son
nulas las marcas registradas:
a) en contravención alo dispuesto en esta ley.
b) Por quien, a solicitar el registro, conocía o debía conocer que ellas
pertenecían a un tercero.
c) Para su comercialización, por quien desarrolla pro actividad habitual el
registro de marcas a tal efecto. La acción de nulidad tiene una prescripción
de 10 años.

Puede pedírsela cuando una marca registrada un hubiera sido utilizada en el país,
dentro de los 5 años previos a la fecha de la iniciación de la acción, salvos que
mediaren causa de fuerza mayor.
No caduca la marca registrada y no utilizadas en una clase si la misma marca fue
utilizada en la comercialización de un producto o en la prestación de un servicio
incluido en otras clases, o si ella forma parte de la designación de una actividad.

EL TRÁMITE
El tramite corresponderte al registro de una marca esta establecido por el derecho
interno de cada país. La propiedad de la marca se obtiene con el registro y la
relación, según el día y la hora de la presentación de la solicitud de registro. El
pedido de registro, que se hará por escrito, debiendo constituirse domicilio
especial. Este trámite es público.
Si se han cumplimentado las formalidades legales, la autoridad de aplicación, que
actualmente es la dirección nacional de la propiedad industrial, ordenará la
publicación pro un día en el boletín de marcas.
Dentro de los 30 días de realizada la publicación al dirección buscará los
antecedentes correspondientes a la marca cuyo registro se solicita y dictaminará
sobre su registrabilidad.
Dentro de esos mismos 30 días corridos desde la publicación se habrá de
presentar las oposiciones al registro, que se deducirán por escrito y según las
formalidades legales.

Las designaciones
También es un derecho intelectual protegible “el nombre o signo con que se
designa una actividad”.
La propiedad de la designación que se adquieren con el uso y solo con relación al
ramo en el que se la utiliza. Como condición, debe ser inconfundible con las
preexistentes en el mismo ramo.
La actividad cuya designación se protege, puede ser o no lucrativa.

130
La ley establece un derecho de oposición que puede, hacer valer el propietario de
una designación ante el uso de ella por otra persona.
La ley establece que al acción de protección que ella reconoce y que es
amparada por al vía judicial, prescribe al año, a contar desde el momento en que
le tercero comenzó a utilizarla en forma pública y ostensible o desde que el
accionante tuvo conocimiento de su uso.
El derecho a la designación se extingue con el abandono de la actividad
designada.
Defensas precautorias e ilícitos
Se establece la posibilidad de que todo propietario de una marca actúe en
defensa de sus derechos si aparecen objetos con marcas en infracción.
El propietario puede pedir el embargo de los objetos y el secuestro de uno de
ellos, sin perjuicio de promover acciones civiles destinadas a obtener el cese del
uso de la marca o designación.
La ley establece también un procedimiento para identificar plenamente al infractor.
Se impone las sanciones penales que recaerán sobre quienes falsifiquen marcas
o designaciones, quienes la usen o quienes la venden. Es notable que se haya
conferido una acción penal pública a este delito. El damnificado puede solicitar el
comiso y venta de las mercaderías y otros elementos con marcas en infracción o
la destrucción de las marcas y las designaciones en infracción.

MODELOS DE UTILIDAD Y DIBUJO O DISEÑOS INDUSTRIALES


Se considera modelo o diseño industrial las formas o el aspecto incorporado o
aplicados e un producto industrial que le confieran carácter ornamental.
El modelo es un objeto espacial, tridimensional; el diseño dibujo se sitúa en un
plano y consiste en cierta combinación de colores o líneas; se le aplican
genéricamente todas las normas protectoras, razón por la cual, en principio se los
puede asimilar a las marcas. Cuando el dibujo y el modelo se destinan a una
explotación mercantil.
Se plantea en este tema la evolución del dibujo y diseño artístico en su pasaje ala
industria con fines mercantiles.
El régimen tiene aristas dispersas, por aplicarse a veces de modo opuesto, lo
régimen del propio decreto.
Lo que interesa al derecho comercial en su aplicación en ese campo, tanto del
embellecimiento de la industria, como de proporcionarle mayor funcionalidad a
instrumentos ya logrados.

IDENTIFICACION DE MERCADERIAS
Se estableció un nuevo régimen un nuevo régimen de identificación para los
frutos o productos nacionales y las mercaderías nacionales, también deberá
consignarse claramente en sus envases, etiquetas o envoltorios, la indicación de
calidad y/o pureza o mezcla, también las medidas netas de su contenido,
expresadas en el sistema métrico legal argentino. Las indicaciones mencionadas
tienen que hacerse en idioma nacional.
El art. 12 señala los casos de infracción a la ley y las sanciones.
Se determina que en un plazo de tres años prescribirán las acciones y las penas
emergentes de la ley.

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ASITENCIA TÉCNICA. CONTRATOS DE LICENCIA.
Son diversas las modalidades que asume la transferencia de tecnología, dentro
del país y en el ámbito internacional.
El know – how: este término en ingles, significa “saber como”. Es el grupo de
informaciones, conocimientos, fórmulas, pericias o especial habilidad técnica
necesaria para obtener un producto, un proceso de fabricación o una actividad
mercantil.
Diferencia el know – how, de la asistencia técnica: “en el know – how, la obligación
es hacer entrega a la otra parte de lo que hace a un proceso industrial o comercial
específico, obligándose ésta a la reserva del secreto y sin que en su aplicativa
intervenga el otro contratante; en la asistencia técnica lo trascendente es la
obligación de hacer concretada en el suministro futuro, de orden técnico,
condicionado a un determinado resultado. Como se advierte fácilmente, los
conceptos están muy próximos.
Otra cuestión que se plantea es que el know – how envuelve un conocimiento que
generalmente importa un secreto de quien lo posee, siendo válido preguntarse si
el secreto es, en realidad, un bien inmaterial.
Se contrapone en el campo tecnológico las necesidades de los países que no
poseen desarrollo tecnológico, frente a quienes con esfuerzo lo obtienen y
después lo monopolizan.
Por eso el know – how, es un secreto industrial o comercial que no solo
puede abarcar el producto, sino procedimientos para obtenerlos, ayuda
adicional en asesoramiento o instalación de la maquinaria y hasta a veces
se extiende a un amplio asesoramiento en política comercial.
El know-how no es patentable. El tema del know-how se vincula también con el de
la transferencia tecnológica, la dependencia de los países menos desarrollados
frente a la conocida “brecha” y a los contratos de licencia y asistencia tecnológica.

Transferencia de tecnología: el último régimen de transferencia de tecnología es el


estatuido por la ley 22.426 del año 1.981. Por él se disuelve el registro Nacional
de Contratos de Licencia y Transferencia de Tecnología y se establece la
obligación de registrar, ante el Instituto de Tecnología Industrial, ciertos actos
jurídicos.
Quedan comprendidos en la disposiciones de la ley “los actos jurídicos a título
oneroso que tengan por objeto principal o accesorio, la transferencia, cesión o
licencia de tecnología o marcas con personas domiciliadas en el exterior, a favor
de personas físicas o jurídicas, públicas o privadas, domiciliadas en el país,
siempre que tales actos se celebren entre una empresa local de capital extranjero
y la empresa que directa o indirectamente la controle, u otra filial de esta última,
requerirán la aprobación de la autoridad de aplicación, caso contrario solo
corresponde el registro a título informativo.
La falta de aprobación cuando ella corresponda, no produce la invalidez de los
actos, pero las prestaciones a favor del proveedor no podrán ser deducidas a los
fines impositivos como gastos por el receptor y la totalidad de los montos pagados
a consecuencia de tales actos se considerará ganancia neta del proveedor.
El art. 11 indica, que la tecnología, patentada o no, y las marcas comprendidas en
la ley 22.426, podrán constituir aportes de capital cuando esto sea permitido por la

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ley de sociedades comerciales. La autoridad de aplicación hará la valuación de
tales aportes.

7) LAS EMPRESAS DIRIGIDAS POR EL ESTADO

NOCIÓN
Su examen integral no forma parte de este. Es necesario destacar la importancia
de la intervención del estado en diversos campos de la economía, porque también
la noción de empresa se ha empleado en estos casos.
En una economía capitalista la intervención del estado en actividades comerciales
que habitualmente competen a la iniciativa privada, no está justificada sino en
muy casos: cuando se trate de explotaciones básicas, estratégicas o de vital
importancia en materia de seguridad, defensa y soberanía del país, o en
situaciones de gran repercusión social.
La actividad del estado en el comercio, transporte, industria o ciertos servicios, se
la puede prestar en forma monopólica o en forma compartida.
Para ello existen estructuras jurídicas legalmente establecidas, que suelen
llamarse “empresas”.
La llamada sociedad de estado es una concepción que, según algunos autores,
es inútil en nuestro derecho, viola el requisito de pluralidad para los entes
asociativos y no reporta beneficio alguno apreciable.
Los defensores de la figura, sostienen que con esa forma jurídica obtienen las
sociedades del estado una mayor eficiencia en su sistema organizativo y mas y
mejor operatividad.
Buena parte de las grandes empresas del país son manejadas por el estado, por
diversas razones como ejemplo mencionaremos: empresas del estado como YPF,
aerolíneas argentinas, obras sanitarias, gas del estado, fabricaciones militares,
petroquímica Bahía Blanca S.A

8) LA EMPRESA INDIVIDUAL LIMITADA

INTRODUCCIÓN
El antes denominado comerciante organiza un centro complejo para realizar su
tarea: contrata persona de diversas categorías, dispone de capital y bienes
diversos, adquiere inmuebles para asentar las bases de su organización, puede
poseer bienes inmateriales. Se fija un objeto: producción o intercambio de bienes
o servicios, organizado de la manera que a cada empresario el es posible.
Se encara un riesgo que estará más allá del que corre cualquier propietario de un
bien. Se es empresario cuando se movilizan de ese modo los factores
económicos básicos.
La importancia del giro hará incurrir al empresario en responsabilidades
adicionales a las de un mero propietario, como el régimen concursal, la
supervisión estatal.
El empresario individual separa económicamente su patrimonio para formar su
empresa. Pero la ley desconoce esa separación, aplicándole la regla general del
derecho civil, que señala que cada persona responde con todos los bienes que
componen su patrimonio.

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Solo si forma sociedad de algunos de los tipos ñeque la responsabilidad es
limitada, podrá quedar fuera de la regla patrimonial enunciada.
Existe un mecanismo legal para transformar la empresa unipersonal y limitada: la
creación de una empresa unipersonal limitada. En nuestro país no se da esa
posibilidad legal.
En la vida comercial surgen negocios de alto riesgo patrimonial. El empresario
capitalista, uno de cuyos fines sustanciales es el de lucro o una mayor utilidad,
puede no desear comprometer todo su patrimonio en una empresa, lo hará si
acomete la actividad sin concretar antes una estructura jurídica que lo proteja
contra el riesgo.
Cuando el empresario es colectivo, la ley da algunas opciones privilegiadas que
por razones históricas admitieron la limitación de la responsabilidad al patrimonio
o conjunto de bienes que se individualicen legalmente, como dispuestos para ese
fin productivo o intermediador.
Cuando el empresario es única persona física, el ordenamiento no le otorga el
beneficio de limitar su responsabilidad a parte de su patrimonio personal: tendrá
que arriesgarlo todo, o asociarse a simular una sociedad.

EL CONCEPTO DE EMPRESA INDIVIDUAL LIMITADA


Los argumentos que se dan a favor de la no admisión de la figura se fundan
principalmente en consideraciones de ética mercantil o de oportunidad legislativa.
Admitir la “sociedad de un solo socio” no era posible en nuestro derecho, que
requiere para la sociedad comercial dos o más personas.
La doctrina dice que la imposición de pluralidad implica evitar la limitación
unipersonal de responsabilidad.
Opinamos que ninguna de las razones aducidas constituye una seria objeción al
establecimiento de esta esencial forma operativa mercantil.

RECEPCION JURISPRUDENCIAL
Se ha pronunciado pocas veces sobre la exigencia de pluralidad de socios para la
sociedad.

9) LA CONSERVACIÓN DE LA EMPRESA

PRINCIPIO GENERAL Y APLICACIONES PRÁCTICAS


Esta noción se utiliza en el derecho comercial, desde el punto de vista societario y
también en el régimen concursal.
Para las sociedades, hay reglas, que establecen la preferencia de que el sujeto
continúe con sus operaciones y no que la sociedad se disuelva.
El sistema concursal admite la necesidad de establecer la posibilidad de continuar
con le giro de la empresa si ello es posible.
Estos principios aplican el principio general del derecho que prefiere la validez a la
nulidad, tendiendo al mantenimiento del acto y no a su anulación.
La llamada conservación de la empresa no legitima la noción de empresa, ya que
como surge del trabajo de Ferro, las normas están dirigidas a la preservación de
la unidad productiva o unidad económica, sin que ello implique cohonestar una
concreta noción jurídica.

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La ley, cuando ha regulado la continuación de la empresa, solo indica medios
técnicos adecuados para que la unidad productiva no deje de funcionar, con el
consiguiente perjuicio social y económico.
Es una solución jurídica a un problema económico. Pero ello no indica realidad
alguna que el derecho reconozca, en relación al tema que estudiamos.

10) EMPRESA Y SOCIEDAD

DIFERENCIACIÓN CONCEPTUAL
La sociedad es un sujeto y la empresa no lo es. La sociedad responde a una
estructura legal, lo cual no se advierte en al empresa, también se confunde la
conservación de la empresa con la conservación del contrato social.
La sociedad es algo distinto de la empresa, existen empresas individuales, que no
son sociedades.
Si la empresa la encaramos únicamente desde el punto de vista económico,
podemos relacionarla tanto con la sociedad como con la empresa individual.

Para cada organización empresarial podremos encontrar en al ley diferentes


clases de estructuras para ser llevadas legalmente adelante, empresario
individual, sociedad colectiva, cooperativas, sociedad con participación estatal
mayoritaria.
Existen también empresas reguladas jurídicamente por su objeto: banco, seguros,
bolsas financieras.

11) EMPRESA Y FONDO DE COMERCIO

CUESTIONES AL RESPECTO. REMISIÓN


El concepto de fondo de comercio es de origen francés. Nada tiene que ver la
empresa con él.
En nuestra ley, el fondo de comercio no es una categoría legal. Tampoco lo es la
hacienda, que la ley italiana regula como la organización de los bienes del
empresario.

12) CONTRATOS DE EMPRESA

CONCEPTO Y CARACTERES
Condiciones generales del contrato: Son cláusulas o contratos completos, que
los empresarios redactan para imponer sus condiciones al mercado en el tráfico
en masa que realizan.
Encarada desde el punto de vista de los clientes del empresario, su actitud sólo
puede ser de adhesión o rechazo.
Condiciones generales de contratación: Son las elaboradas por los
empresarios para que todos ellos las adopten obligatoriamente.
Condiciones particulares: Se refieren a ciertas partes del contrato en las que se
establecen redacciones
Condiciones impuestas: Son obligatorias y se convierten en normas de derecho
objetivo.

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CONTRATOS AUTORREGULATORIOS
Son aquellos en los que las partes fijan reglas de derecho en detalle, eligiendo
también la jurisdicción aplicable.

CONTRATOS COACTIVOS O FORZOSOS


Se dan cuando existe la obligación de celebrar un contrato con determinada
persona en términos inflexibles, de los cuales no sea posible separarse.

CONTRATOS TIPO
Son aquellos en que se han establecido las cláusulas principales, dejando a los
contratantes la posibilidad de incluir disposiciones de acuerdo con su interés
particular.
Tiene una gran proximidad con los denominados “contratos – Formulario”.

CONTRATOS NORMATIVOS:
Se trata de la prevención de un conjunto de normas lógicas y conexas que forman
la estructura del contrato, para garantizar la aplicación de ellas a una masa de
contratos futuros.

CONTRATOS CIENTÍFICOS O AUTOMÁTICOS:


Nacen del avance tecnológico y se concluyen sin redactar un escrito o firmarlo.
Tienen como característica comunes: Se las celebra repetitivamente o en masa;
Restan autonomía a las voluntades contratantes; Deben interpretarse de un modo
que contemplen la buena fe, es decir, contra el proponente.

CONTRATOS COMO “CONTRATOS DE EMPRESA”:


Aparecen como “contratos de empresa” un cierto número de contratos típicos, en
los cuales al menos una de las partes es empresa y ella utiliza estas estructuras
para la exteriorización y realización de su actividad empresarial. Así como:
Contratos de colaboración asociativa o de colaboración simple; contratos de
cambio; contratos de garantía; contratos de Cobertura de riesgo; Contratos de
concesión de crédito.
Vemos en esta clasificación una gran generalidad.
Reconociendo que la contratación individualista tiene todavía vigencia, se estima
que la masiva o normanda se sitúa en cuatro ámbitos principales: Seguros,
transportes, operaciones bancarias y actividades financieras. Estos son los
contratos de empresa, aunque se reconoce que no constituyen un tipo contractual
especial.
El denominar estos contratos “de empresa”, nada quita ni agrega a su tipificación
y modalidades.

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