Revista Cuetlaxcoapan Completa PDF
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COLABORAN
Francisco M. Vélez Pliego Carlos Montero Pantoja Arturo Córdoba Durana Lidia E. Gómez García
Sergio Arturo de la Luz Vergara Berdejo Elvia de la Barquera Gloria A. Tirado Villegas
Lucero Álvarez Castro Amelia Domínguez
DIRECTORIO PRESENTACIÓN 1
Presidente Municipal de Puebla EL PAISAJE CULTURAL DEL VALLE
José Antonio Gali Fayad
DE CUETLAXCOAPAN 3
Gerente del Centro Histórico y Patrimonio Cultural
Francisco M. Vélez Pliego
Sergio Arturo de la Luz Vergara Berdejo
Presidente de la Comisión de Centro Histórico LOS BARRIOS EN LA CIUDAD DE LOS ÁNGELES 10
Regidor Félix Hernández Hernández Carlos Montero Pantoja
Coordinadora Editorial
LOS ANGELES CONSTRUCTORES DE PUEBLA 15
Amelia Domínguez Mendoza
Arturo Córdoba Durana
CONSEJO EDITORIAL
LA FUNDACIÓN DE LA CIUDAD DE
Dr. Francisco M. Vélez Pliego
Dra. Gloria Tirado Villegas PUEBLA DE LOS ÁNGELES 19
Dr. Eloy Méndez Sáinz Lidia E. Gómez García
Dr. Juan Francisco Salamanca Montes
Puebla... su Catedral 24
CRÉDITOS:
Sergio Arturo de la Luz Vergara Berdejo
Portada: fotografía Abraham Paredes
Contraportada: obra Mudanza, (2015) de Ulises Recuerdos en Piedra 29
Matamoros/ técnica mixta, grafito sobre muro,
fotografía en colectivo. Fundación, fundadores y herederos.
Reprografía: Nereo Zamitis Elvia de la Barquera
Diseño editorial: Israel Hernández / El Errante Editor
Corrección: Amelia Domínguez LAS MUJERES FUNDADORAS 33
Gloria A. Tirado Villegas
Órgano de difusión trimestral de distribución gratuita, edita-
do por la Gerencia del Centro Histórico y Patrimonio Cultural EL ARCHIVO GENERAL MUNICIPAL DE PUEBLA 36
del Ayuntamiento de Puebla Capital. Domicilio: 4 Poniente Lucero Álvarez Castro
1101, Puebla, Pue. Registro en trámite. Tiraje: un mil ejem-
plares. Se terminó de imprimir el 28 de marzo del 2015 en los TRASPATIO 39
talleres de El Errante Editor, S.A./ Priv. Emiliano Zapata 5947,
Puebla, Pue. C.P. 72550. Amelia Domínguez
En el valle de Cuetlaxcoapan se fundó Guadalupe y la pequeña plazuela de la Compañía,
la ciudad de Puebla el 16 de abril de 1531, poco tiempo muchas de las cuales subsisten hasta nuestros días.
después de la caída de Tenochtitlan. Fue de esta manera que la denominada poco
Fue fundada por y para españoles, pero fue la después Puebla de los Ángeles y actualmente Heroi-
mano de obra indígena la que hizo posible las edifi- ca Puebla de Zaragoza, se convirtió en una de las más
caciones que ahora podemos admirar sus habitantes. bellas de nuestro país y gracias a la preservación de
La que posteriormente se denominó ciudad de su patrimonio cultural edificado durante la época co-
los Ángeles, tuvo la influencia del espíritu del Rena- lonial y hasta principios del siglo XX fue posible que
cimiento, por lo que sus fundadores optaron por un posteriormente, en 1987, su centro histórico fuera ins-
patrón de asentamiento rectangular, que si bien no crito en la lista de Patrimonio Cultural de la Humani-
era nuevo si era poco común. Se decidió por una tra- dad por parte de la UNESCO.
za regular que partía de una plaza mayor o de armas, Por todos estos antecedentes, a 484 años de la
delimitada por las sede de los poderes civil y eclesiás- fundación de nuestra ciudad, presentamos a los pobla-
tico, a imitación de las ciudades españolas. nos el primer número de la revista CUETLAXCOAPAN,
En otros segmentos de la ciudad se proyectaron que se propone difundir las imágenes y la historia de
plazas menores, que servirían para cerrar edificios de este patrimonio, las discusiones y propuestas que se
otra índole a la habitacional. Así se crearon las plazue- están generando entre especialistas sobre estos temas
las de San Luis, para leña y carbón; la de San Antonio, y las acciones que se realizan para la conservación y
más cercana a los indios de la Resurrección y Canoa; preservación con el fin de crear conciencia sobre su
la de San José, arbolada; la de los Carros, como es- valor y necesario cuidado.
tación para los carruajes; la de San Roque; los Sapos,
donde abundaban estos batracios; las plazuelas del José Antonio Gali Fayad
Carmen, de San Agustín; la de Nuestra Señora de Presidente Municipal de Puebla Capital
1
La fecha oficialmente aceptada
de la fundación de Puebla es el
16 de abril de 1531, y se refiere al
día en que, de acuerdo con fray
Toribio de Benavente
–Motolinía–, se celebró la misa
de fundación y se iniciaron las
obras de su construcción.
2
``Francisco M. Vélez Pliego*
Introducción1. del siglo XX; periodos cuyos valores y creencias están pre-
sentes como referentes simbólicos y materializados en la
El próximo 16 de abril la ciudad de Puebla arquitectura y la urbe.
de Zaragoza2 cumple 484 años de haber sido fundada. Este breve texto busca destacar algunos de estos
Originalmente denominada ciudad de los Ángeles3, fue rasgos y elementos significativos que nos introducen a la
inscrita en la lista del Patrimonio mundial en 19874. La ciu- comprensión de la ciudad de Puebla, de su rico patrimo-
dad en su materialidad es testimonio de la historia eco- nio edificado, de sus monumentos conmemorativos y en
nómica y social de las diversas etapas por las que transitó general de sus acervos culturales que la vuelven una de
desde su fundación durante los primeros años del virreina- las urbes más significativas del México contemporáneo.
to, posteriormente la independencia y el largo camino de
la constitución del estado nación y, finalmente, del México El paisaje cultural del Valle de
Cuetlaxcoapan5
3
que se encuentra la ciudad de Puebla pertenece a una
sub-cuenca cuya superficie total es de 732 kilómetros
cuadrados; la principal corriente de superficie del sistema
es el Zahuapan-Atoyac. Las principales corrientes intermi-
tentes del sistema con una influencia directa en la ciudad,
bajan por la ladera sur de la Malinche y forman dos arro-
yos que en su recorrido la atraviesan, a saber: el Almoloya
o San Francisco y el Alseseca. Los escurrimientos citados
junto con diversos manantiales, se constituyeron en la
principal fuente de abastecimiento y medio esencial para
el desarrollo de las actividades productivas de la ciudad,
fundada en 1531. El referente territorial contemporáneo
de la ciudad histórica está delimitado conforme al decre-
to que establece la Zona de Monumentos en la ciudad de
Puebla de 19778.
Santiago, el Fuerte, el Yaqui, el San Pedro, el Nazas y el Balsas, este presa de Valsequillo, como son los casos de Hueyatlaxco, Arenillas y
último en su trayectoria atraviesa la provincia ecológica número 57, el Horno, como se consigna en la Enciclopedia de México aún no han
correspondiente a los lagos y volcanes del Anáhuac de la cual forma sido validados, p.455
parte el valle poblano-tlaxcalteca. 10
Enciclopedia de México, pp. 454-455.
4
Destacan al poniente los edificios volcánicos correspondientes a la Sierra Nevada,
sus principales estructuras son el Popocatépetl y la Iztaccíhuatl. Foto: Abraham Paredes
valle de Puebla con el de Tepeaca. Del Horizonte Clásico, co militar del valle central de Puebla y una peculiar rela-
dentro del Valle de Puebla destacan los sitios de Manzani- ción entre los señoríos de Huejotzingo, Cholula, Cuautin-
lla al nororiente; Cholula y Tonanzintla al poniente y sur-po- chan, Totimehuacan y Tlaxcala “...con guerras periódicas
niente de la ciudad; el cerro Totolqueme localizado en el de carácter ritual denominadas ‘floridas’, con objeto de
norte de la ciudad de San Martín Texmelucan en la frontera proporcionar prisioneros para los sacrificios rituales de
con Tlaxcala11. México-Tenochtitlan”12. Sobre las guerras floridas, la En-
El Postclásico está marcado por la profunda trans- ciclopedia Municipal consigna lo siguiente:
formación de las sociedades y los centros urbanos del
Horizonte Clásico, influenciados por las crecientes migra- …en el siglo XV el valle era de yaotlalli, campo neu-
ciones de nuevos grupos resultado de la destrucción o tral de batalla, en las terribles xochiyaóyotl, guerras
floridas, que sostenían las poblaciones de Itzocan,
desaparición de los centros teotihuacanos, los conflictos
Tepeaca, Huejotzingo, Texmelucan y Tlaxcala. El
en Tula y la llegada de los mexicas al valle de México.
propósito era dominar al adversario para llevarlo
Lugares cercanos a la actual ciudad de Puebla fueron vivo como ofrenda a los dioses donde era senten-
ocupados dejando vestigios hallados en el cerro del Chi- ciado a muerte, peleando en el ‘sacrificio gladiato-
chihuite y Tetela, cerca de Tepeaca, o en los alrededo- rio’ o en la cuauxicalli, piedra de sacrificios.
res de las actuales poblaciones de Cuautinchan, Calpan
o Domingo Arenas pertenecientes al valle o a sus zonas En el momento del contacto había aquí tres unida-
aledañas, por mencionar algunas. des políticas, todas más o menos bajo la hegemonía de
Las guerras de conquista y las alianzas emprendidas la Triple Alianza: Cholollan (cf. Cholula) era quizás la más
por los mexicas asentados en el valle de México, configu- independiente; Totimehuacan era un estado bastante
raron a lo largo del siglo XIV el escenario al que llegaron beligerante que había sido derrotado en una desastrosa
los españoles al valle, caracterizado por un control políti- guerra con Tepeyacac (Tepeaca 8) en el siglo XV; Cuautin-
5
chan era una comunidad autónoma que pagaba tributo a construcción18. Como se documenta en la Crónica de la
la guarnición mexica de Tepeyacac13. Ciudad19, la ciudad fue concebida como un asentamiento
Al ocupar un área libre, ni el trazo del asentamiento en el que pudieran vivir españoles que no tenían residen-
español ni el posterior de los asentamientos indígenas cia fija y vagaban por el país, para proveerse de un lugar
fue afectado por emplazamientos urbanos preexisten- en que pudieran satisfacer sus necesidades económicas y
tes. La distribución de los elementos componentes de la sociales y, al mismo tiempo, construyeran un asentamiento
ciudad no estuvo condicionada por la organización física que pudiese servir eventualmente de abrigo a los demás
de fundaciones previas como fue el caso de la ciudad de españoles ante cualquier rebelión indígena. Esta iniciati-
México, tampoco corresponde a la morfología de otros va fue rápidamente apoyada y alentada por la corona a
asentamientos virreinales14. través de diversas distinciones y privilegios otorgados a la
naciente ciudad20. De acuerdo con Fernández de Echeve-
La fundación de la ciudad de Puebla rría y Veytia la solicitud del obispo Julián de Garcés ante la
Real Audiencia, recogiendo el sentido de la fundación, es
La fundación de la ciudad de Puebla constituye un hito referida de la siguiente manera:
en la historia social y política de la Nueva España, esta
importancia sobrepasa la valoración que tengamos so- ...en las presentes circunstancias, el que se hiciese
bre las habilidades constructivas y métricas del trazo de una población de españoles en esta provincia de
Tlaxcala, en tal situación que estuviese a propor-
la ciudad y sus constructores; se refiere al experimento
cionadas distancias de las demás provincias, has-
social que representó este asentamiento15, no sólo por
ta entonces conquistadas, para que avecindados
su emplazamiento y eventual propósito de ciudad-refu- y arraigados allí los españoles, con las tierras que
gio defensivo, sino también porque con esta ciudad se se repartiesen para hacer heredades y haciendas,
instrumenta la disposición adoptada por el Consejo de se uniesen en ella todos los que andaban desca-
Indias en materia de encomienda. De acuerdo con el de- rriados y pudiesen mantenerse de su trabajo e in-
creto, los métodos de control y gobierno de los nuevos dustria, sin pensionar a los naturales, viviendo en
territorios debían realizarse por otros medios.16 policía, sujetos a sus jueces, que cuidasen del buen
orden y concierto y de la observancia de las leyes,
La fecha oficialmente aceptada de la fundación de
según las costumbres de los lugares de España,
Puebla es el 16 de abril de 153117, y se refiere al día en que,
con lo que se proveía de seguridad de los países
de acuerdo con fray Toribio de Benavente –Motolinía–, se conquistados, porque sería esta población una for-
celebró la misa de fundación y se iniciaron las obras de su taleza adonde podrían acudir todos los españoles
en cualquier caso de rebelión y unidos defenderse
mejor, a más de que estando en el centro de las
provincias conquistadas, les servía de freno para
Gerhard 1986, p. 227.
13
que no se atreviesen a mover21.
Como señala Alberto González Pozo, “en todo caso, las trazas de
14
Puebla de Zaragoza”, trabajo elaborado en 1992, por encargo de la H. Ayuntamiento del Municipio de Puebla, Programa Archivo Históri-
19
Dirección General de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural, co del Municipio de Puebla 1996, en adelante Programa ARHIMP.
de la Secretaría de Desarrollo Social, fotocopia.
Dentro de los documentos expedidos por la corona a favor de la ciu-
20
Sobre los nuevas investigaciones a respecto ver García Lastra y Cas-
15
dad se encuentran cinco cédulas reales siendo estos los siguientes:
tellano Gómez 2005; p.29 Cédula de la Reina, otorgada en Medina del Campo el 20 de marzo
Para mayores detalles sobre el decreto ver León-Portilla 1974; vol. I,
16
de 1532; Cédula Real con Escudo de Armas, firmada y expedida en
135-136. Valladolid el 20 de julio de 1538; Cédula Real del Título NOBLE Y
Con motivo de la celebración de los 400 años de la fundación de la
17 LEAL CIUDAD, dada en Valladolid, el 12 de julio de 1538; Cédula
ciudad, el cabildo nombró una comisión de especialistas que deter- Real de MUY NOBLE Y LEAL CIUDAD, otorgada en Toledo el 24 de
minara el sitio y la fecha de la primera fundación de la ciudad apro- febrero de 1561; Cédula Real de MUY NOBLE Y MUY LEAL CIUDAD,
bando en su momento el dictamen presentado al mismo (Programa autorizada en Madrid el 6 de febrero de 1576.
ARHIMP 1995; 8). Fernández de Echeverría y Veytia 1982, p. 38.
21
6
desde Ocaña22, en la que se autoriza a los integrantes de
la Segunda Audiencia fundar un pueblo de cristianos es-
pañoles. Esta medida buscaba hacer frente, por un lado,
al creciente número de españoles ociosos, pero también
a la amenaza de una rebelión latente entre la población
indígena.
El lugar preciso de la fundación, al igual que la fe-
cha, ha sido objeto constante de controversia entre los
estudiosos de la historia de la ciudad23, las razones son
básicamente dos: en primer término, la pérdida de los
dos primeros libros del cabildo24; y en segundo lugar, los
cronistas antiguos y contemporáneos han encontrado re-
ferencias contradictorias en documentos originales cer-
canos a los eventos señalados sobre la fecha y el empla-
zamiento de la fundación, pudiéndose formular diversas
hipótesis al respecto25.
Morfológicamente, la ciudad fue diseñada con un
trazado en damero, formada por elementos rectangula-
res, uno de los cuales sirve de plaza mayor y en torno al
cual se agruparon la catedral, el ayuntamiento y las casas
de los principales. La traza original de la ciudad de Pue-
bla, se definió con 295 manzanas de forma rectangular fig 1. Plano de Cristóbal de Guadalajara de 1698;
Vélez y Guzmán 1995, 1.
de 100 x 200 varas (8 lotes de 25 x 50) para edificios y 125
para huertos; orientadas a 23° latitud norte. La distribu-
ción de los predios se dio por jerarquía social o religiosa, espacios abiertos como la plaza, el jardín y la calle. Entre
lo que con el tiempo derivó en las grandes casonas del 1531 y 1810 se fundaron un total de 18 plazas. La plaza
centro de la ciudad. Se construyen inicialmente 50 casas mayor o renacentista y las plazas menores ubicadas en
para españoles, la iglesia y edificios públicos, más tarde los barrios de indígenas así como algunas plazuelas de la
conventos y hospitales, y hacia 1560, aparecen nuevos ciudad española26.
barrios, el de Xanenetla y Analco. En la figura 1, se delimita sobre el plano de Cristóbal de
La ciudad de Puebla, trazándose a partir de la plaza Guadalajara de 1698, la ubicación de los “barrios principa-
principal o plaza mayor, que al lado sur disponía de la les”, incluyendo los casos de Xanenetla (6) y Xonacatepec
catedral y al norte el ayuntamiento quedaba enmarcada (8), que tardíamente se incorporaron al conjunto urbano.
en tres de sus lados por portales. Y por dos ejes urbanos: Al sur-poniente el barrio de Santiago (1) integrado
calles principales, una de norte a sur y la otra de orien- por las parcialidades de Cholultecapan, Huexotzincapan,
te a poniente, ordenando el crecimiento de la ciudad. Santiago Calpan y Santiago Tzocan o Ismesucan;
Delante de algunos de los templos se proveía de una Al poniente San Sebastián (2) con sus arrabales San
plaza o jardín. Desde sus orígenes la ciudad contó con Martín y San Diego; al nor-poniente San Miguel (3) tam-
bién llamado San Miguelito, San Pablo de los Naturales
(4) con sus prolongaciones de San Pablo el Nuevo o de
López de Villaseñor 1781; primera edición 2001;
22 los Frailes, y San Ramón;
Al respecto, en la Crónica de la Ciudad se señala que “Numerosas
23
7
Al norte San Antonio (5) de los Coleros; fensivo, los edificios militares son por el contrario poco
En las faldas del cerro de Belén el barrio de Xanenet- numerosos. De hecho, los baluartes de Loreto y Gua-
la (6) y el pueblo de Xonaca (8); dalupe y el cuartel de San José fueron construcciones y
Al oriente San Francisco (7) –Tlaxcaltecapan, según la adaptaciones realizadas durante el siglo XIX. A diferencia
antigua denominación indígena– que incluye a las parcia- de las murallas y baluartes de las ciudades costeras, las
lidades de El Alto y de San Juan del Río; murallas y defensas construidas en el caso de la ciudad
Al sur-oriente el barrio de Analco (9) constituido por de Puebla no se realizaron durante el periodo virreinal,
cuatro arrabales o tlaxilacallis: Huilocaltitlan, Xichititlan, fueron edificaciones realizadas a raíz de las invasiones
Yancuitlalpan y Tepetlapan –actual barrio de la Luz. norteamericana y francesa durante el siglo XIX.
También al sur-oriente, el pueblo de San Baltasar La separación de los lugares de residencia de am-
Campeche (B). bas poblaciones –española e indígena–, permitió cum-
Desde su fundación, la ciudad experimentó un rá- plir con este propósito de seguridad30. No obstante,
pido crecimiento demográfico y exigió de las autorida- la cercanía de las poblaciones indígenas con respecto
des un cuidadoso y sistemático trabajo de organización al asentamiento español fue motivo constante de ne-
de la distribución de tierras (mercedes), documentado gociación31. Por otro lado, las características físicas de
ampliamente en las actas de cabildo del siglo XVI. La los solares destinados a los indios eran diferentes a los
distribución de solares a los indios para que fijaran su otorgados a los españoles32, situación que modificó las
residencia en la periferia del asentamiento español, y características de la parcelación de las manzanas de
que sirvió de base para la constitución de los diversos los barrios de los naturales, la “... extensión de tierras
barrios, no fue inmediata e incluso no fue prevista en el que se entregaba a los indios estaba aún más limitada
trazado inicial27. Como señala Fausto Marín “...la traza a un cuarto de solar. La entrega de tierras por barrios y
es el total del espacio destinado a las actividades urba- con referencia de nombres y apellidos se encuentra a
nas de la población colonizadora. Por consiguiente, de lo largo de las actas de cabildo de este siglo, sin duda
la traza se excluía a la población indígena no mezclada. el crecimiento exigió de una permanente entrega de
En este caso, señala materialmente los límites de la se- tierras”33. Sin embargo, como podemos observar en el
paración racial. Tiene como antecedente hispánico a la plano de Cristóbal de Guadalajara, esta circunstancia no
división impuesta sobre la población cristiana, judía y modificó el criterio del trazado general, dándole conti-
mahometana (aljamas)”28. nuidad a las calles y avenidas, salvo por los accidentes
De acuerdo con López de Villaseñor en su Extracto topográficos del terreno en el caso de las inmediaciones
de lo más particular que contiene un sumario de los pri- del cerro de Belem, o los relativos a las márgenes del río
meros veinte libros de cabildo, en el año de 1550 se es- de San Francisco.
tableció que “... los sitios que se proveyeran a los indios El espacio urbano se organizó entonces de manera je-
estuvieran divididos de los españoles y fuera de la traza rárquica partiendo de la plaza central de la siguiente forma:
de la ciudad, y que se hicieran los repartimientos para 1.- La Catedral y las cuatro parroquias del asenta-
ellos hacia la parte de Cholula. A la traza de ella no se pu- miento español: el Sagrario, San Marcos, San José y el
diera dar para ellos ninguna parte de solar, so pena que Sagrado Corazón de Jesús.
el que se diera fuera nula”29 2.- Las iglesias del los barrios indígenas y de mesti-
Esta previsión no es un hecho casual si aceptamos zos: la Luz, Santiago, Santo Ángel Custodio, la Cruz, San
que uno de los objetivos de la creación de la ciudad era
ofrecer condiciones de seguridad a los españoles radi-
cados en ella o que buscasen eventual refugio de las re- De acuerdo con la Enciclopedia Municipal “La traza delimitaba, por
30
8
ricos de la Ciudad de Puebla, Gobierno del Estado de
Sebastián, Los Remedios, San Pablo de los Frailes, Santa
Puebla, Secretaría de Cultura, 1985.
Inés de Xanenetla, El Refugio y San Antonio34. Fernández de Echeverría y Veytia, Mariano, Historia de la Fun-
La estructura urbana resultante, además de incluir a dación de la Ciudad de la Puebla de los Ángeles 1780,
los asentamientos de los naturales para cuyo control el Puebla, Ediciones Altiplano, 2da. Edición 1982.
García Lastra, Leopoldo A. y Castellanos Gómez Silvia, “La
cabildo designó autoridades indígenas de barrio35, estu-
Angelópolis, réplica de Jerusalén: una utopía novohis-
vo influida en un inicio por la estructura político religiosa pana. Simbolismo espacial de El Alto, en la ciudad de
del clero regular, y posteriormente por la del clero secu- Puebla de los Ángeles”, en Antropología, Boletín Ofi-
lar. Hasta la fecha, los elementos de referencia simbólica cial del INAH, nueva época, No. 78, abril-junio de 2005.
más importantes de la ciudad y de la región continúan García Palacios de Juárez, Emma, Los Barrios Antiguos de
Puebla, 4ª. Edición, Honorable Ayuntamiento del Mu-
siendo los conventos y templos organizados bajo la es-
nicipio de Puebla, 2001.
tructura parroquial. Gerhard, Peter, Geografía Histórica de la Nueva España 1519-
1821, Universidad Nacional Autónoma de México 1986.
González Pozo, Alberto et al, “Monumentos Religiosos en el
Bibliografía centro histórico de Puebla de Zaragoza”, trabajo ela-
borado en 1992, por encargo de la Dirección General
de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural, de la
Almendaro, J. P., Índice de las Iglesias de la Puebla de los Án- Secretaría de Desarrollo Social, fotocopia.
geles, editorial La Enseñanza, S. A., Puebla 1986. H. Ayuntamiento del Municipio de Puebla, Tesoros de las Ac-
Bermúdez de Castro, Diego Antonio, Teatro Angelopolitano tas de Cabildo del Siglo XVI, Programa ARHIMP, CD-
o Historia de la Ciudad de Puebla 1746, Junta de Me- Rom, 1996.
joramiento Moral, Cívico y Material del Municipio de INAFED, Enciclopedia Municipal, Edición electrónica 2005,
Puebla, segunda edición facimilar, 1985. Estado de Puebla, sección municipios, municipio de
Carrasco, Atenógenes N., Directorio y Guía de la Ciudad de Puebla.
Puebla, Imprenta de la Escuela de Artes y Oficios, Pue- Hernández Sánchez, Adriana, La vivienda en los barrios tradi-
bla 1902. cionales de Puebla (El Alto, Analco, la Luz y Xanenetla),
Catálogo de Monumentos Arquitectónicos, Artísticos e Histó- Tesis para recibir el grado de Maestra en Arquitectura,
Universidad Nacional Autónoma de México, 2000.
Leicht, Hugo, Las Calles de Puebla, Junta de Mejoramiento
Moral, Cívico y Material del Municipio de Puebla, 3 edi-
Los franciscanos, hacia 1535, continuaban construyendo su iglesia y
34
convento que terminaron en 1585; en el año de 1534, los domini- ción, 1980.
cos iniciaron la construcción de su convento e iglesia, prácticamente López de Villaseñor, Pedro, Cartilla Vieja de la Nobilísima Ciu-
concluido hacia 1611; los agustinos principiaron su iglesia y convento dad de Puebla deducida de los papeles auténticos y li-
en el año de 1550, consagrados en 1629; hacia 1586 los religiosos
carmelitas iniciaron la edificación de su iglesia y convento, consagra- bros antiguos 1781, Secretaría de Cultura del Gobierno
dos en el año de 1628; los franciscanos colocaron la primera piedra del Estado de Puebla, primera edición 2001.
el convento de Santa Bárbara, conocido posteriormente como de Marín Tamayo, Fausto, Puebla de los Ángeles, Orígenes, Go-
San Antonio, en el año 1591, en 1593 se inició la construcción de la
bierno y División Racial, Departamento de Investigacio-
iglesia; la orden de los mercedarios concluyó su templo y convento
San Cosme y San Damián en el año de 1598; el convento de la Purí- nes Arquitectónicas y Urbanísticas, ICUAP, 1989.
sima Concepción se fundó en el año de 1593, al igual que su iglesia; Vélez Pliego, Francisco M. y Álvarez Guzmán, Ambrosio, Carto-
el convento de Santa Catalina de Sena, de monjas dominicas, y su grafía Histórica de la Ciudad de Puebla, carpeta, coedi-
iglesia, se concluyen en el año de 1594; de esa fecha también es el
convento de monjas jerónimas (Enciclopedia Municipal). Los datos ción ICSYH-Gobierno del Estado de Puebla, 1995.
relacionados con las fechas de inicio de las construcciones a veces Yanes Díaz, Gonzalo y Salamanca Montes, Juan F., La Cuadrí-
son contradictorios, para profundizar en el tema de las fechas de fun- cula en la Ciudad de Puebla, Cuadernos de Trabajo No.
dación, etapas de construcción y consagración de los templos ver a
González Pozo 2001 y a Almendaro, 1986.
16, Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades, 1995.
Programa ARHIMP 1995; vol 0006 Fichas: 4044, 4118, 4247, 4520,
35
9
``Carlos Montero Pantoja*
10
Durante los primeros años de la Angelópolis (1531-1545),
se presume la existencia de algunos barrios como San Pablo y el Alto de San Francisco. Foto: Abraham Paredes
En general, los poblanos saben • La otra es una falsa interpretación temporal y espa-
que los barrios se establecieron del otro lado del bule- cial, pues se hace una lectura urbana de los barrios
var Héroes del 5 de Mayo, antiguo río de San Francisco, asumiendo que todos tuvieron un mismo origen, es
borde natural en su tiempo, ocupando la ribera norte y decir, como si hubieran aparecido al mismo tiempo.
oriente. Así, siguiendo ese orden se conocen: Xanenetla, Desde luego, no en todos los casos fue así, por ejem-
Xonaca, el Alto, La Luz y Analco, en el lado opuesto, en plo, Los Remedios y Xanenetla, entre otros, aparecen
el poniente, del otro lado del Paseo Bravo y de las otrora despoblados en la cartografía del siglo XVII;
estaciones del ferrocarril existieron los barrios de Santia- • Otra más, refiere una ubicación espacial periférica
go, San Sebastián, San Matías, San Miguelito, San Pablo del otro lado del río San Francisco y en el extremo
de los Frailes, San Pablo de los Naturales, Santa Anita o poniente más allá de las huertas, configurado así un
Santa Ana, el Refugio y San Antonio; estos del poniente cinturón de asentamientos indígenas en torno a la
tuvieron como bordes artificiales las huertas (unidad de zona habitada por los españoles.
medida equivalente a una manzana y destinada al culti- • Otra postura afirma que los barrios estuvieron or-
vo), establecidas entre la ciudad, conocida como la traza ganizados por actividad. Esta opinión es válida en
y los asentamientos de los indígenas. principio, pero muy pronto los indios se dedicaron
Hay muy poco escrito sobre los barrios de la ciudad a la venta de sus servicios, con muchas limitaciones,
de los Ángeles, únicamente las referencia de los cronistas porque la estructura de los gremios organizados por
(“Motolinía”, Torquemada, Echeverría y Veytia, Antonio actividad y las cofradías asociaban la actividad con el
Carrión, entre otros), más algunas publicaciones con- santo patrón, de manera que una organización por
temporáneas, una de ellas ya clásica, la de Ema García actividad hubiera obligado a un replantemiento de la
Palacios y más recientemente la de Lillian Torres. De esa localización de los barrios.
lectura se identifican básicamente cuatro tendencias:
Todas las posturas desdeñan a los sitios barriales
• Una de ellas en relación con su origen, sosteniendo como San José y El Carmen emplazados en la traza. En
que fueron asentamientos ex profeso para los in- discursos de los investigadores ha faltado revisar el repar-
dios, sin precisar cuando dejaron de ser indígenas, to de los predios a los indígenas, eso es sustantivo para
debido al proceso de mestizaje y de conurbación; precisar la existencia de los barrios. En esta primera fase
11
Xanenetla, entre otros barrios aparece despoblado en la cartografía del siglo XVII
Foto: cortesía G. Fernández
(1531-1545), oficialmente no hay acciones que los involucre de la presencia española, los grupos indígenas no tenían
en el proceso de reparto y tampoco los consideran en el buena relación entre sí; recordemos que todos ellos es-
planeamiento del territorio, consecuentemente no se re- tuvieron sometidos a los mexicas pero con condiciones
conocían como asentamiento, o sea, se trata de los prime- diferentes. Esta circunstancia mantenía una situación de
ros asentamientos irregulares en la ciudad. odio y resentimiento entre ellos, más aún cuando los tlax-
Uno de los rasgos esenciales de los barrios de Pue- caltecas se aliaron con los españoles engrosando y consti-
bla, además de ser sitios periféricos, es su origen étnico tuyendo la base del ejército conquistador. Por ende, cada
pues estuvieron habitados por indios; otro es la diversi- grupo indígena mantuvo la unidad social con los de su
dad cultural porque esos grupos indígenas vinieron de misma raza y procedencia, por eso se habla de los indios
todas partes. Como no hay testimonios confirmados de la de Texcoco, de los mexicanos, los de Calpan, etcétera.
presencia de indios poblanos, los que habitaron la ciudad Este es el origen de los barrios, pero el tamaño de cada
de los Ángeles vinieron de Cholula, Calpan, Huejotzingo, uno es incierto, además, no hubo reparto de predios, por
México, Texcoco, Cuauhtinchan, Tepeaca, Tecali y funda- tanto, debe suponerse que se establecieron como cam-
mentalmente de Tlaxcala. Todos ellos, no se dispersaron pamentos destinados a la construcción. Este presupuesto
al llegar a este valle ,sino que conservaron esa unidad abre otra lectura, también inferida de la crónica, que se
cultural y social habitando cada grupo en un mismo sitio, refiere a grupos de indígenas especializados en alguna
aunque en algunos casos como en Analco, lo compartie- rama de la construcción o de procesos constructivos.
ron con otras etnias. La presencia indígena fue masiva porque vinieron en
Es verdad que ya fundada la ciudad de los Ángeles, grandes grupos y en razón de eso les asignaron lugar. Al
los indígenas se dispusieron en diversos lugares, proba- principio esa ubicación física conseguida en el territorio de
blemente atendiendo a su cercanía con los españoles. la ciudad de los Ángeles no fue completamente aceptada,
Esta situación favoreció a los tlaxcaltecas que fueron los puesto que Puebla había sido concebida como un sitio
principales aliados y los primeros parientes. Desde antes exclusivamente para españoles, por esa razón mandaron
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a los indios lejos de la traza. No obstante, muy pronto se para hacer sus casas debían quedar apartados y separa-
percataron de que su presencia era inevitable por los ser- dos de la traza de los españoles, a partir del matadero,
vicios que prestaban a la ciudad, por tanto, era pertinente rumbo a Cholula:
reconocerlos y aceptarlos en el esquema de planeación,
quedando así perfectamente definido el territorio de cada Consta en la foxa 68 del libro número 6 que, a los
grupo social: los españoles en la traza y los indígenas en los 14 de febrero de 1550, sobre los indios se dio esta
providencia:
barrios periféricos.
Este día, los dichos señores, por lo que conviene a
Tanto la ocupación española, como el reconocimien-
la república de esta ciudad y porque los naturales a
to de los barrios a la periferia, ocurrieron en un momen- quien esta Ciudad diere y repartiere algún sitio de
to clave, precisamente cuando los indios se establecie- solar para hacer sus casas estén apartados y dividi-
ron legalmente como ocupantes de un espacio urbano; dos de la traza de los españoles, acordaron y man-
sin embargo, los habitantes indígenas tuvieron derechos daron que los sitios de solares que se proveyeren
limitados, diferentes a los españoles y con obligaciones de aquí adelante a los naturales, como van de esta
muy estrictas. Este proceso de legalización comenzó ciudad hacia la parte de Cholula se provean y den
desde el sitio del matadero de esta ciudad, que al
con el otorgamiento de mercedes de tierra (solares o
presente está hacia la dicha parte en adelante, ha-
lotes) para que se aposentaran, ya que estaban estable-
cia el dicho pueblo de Cholula, e que del dicho ma-
cidos pero ilegalmente. Por tanto, inicialmente fueron tadero hacia esta ciudad no se les pueda dar nin-
sitios ocupados por los indios, pero también muy pron- guna parte de solar, so pena que la tal data sea en
to dejaron de serlo porque hubo reparto de solares en sí ninguna y no valgan ni puedan gozar de ella los
los barrios, tanto para habitación como para actividades dichos naturales (López de Villaseñor, P. 1968; 85).
manufactureras nocivas para la salud, es decir, se prohi-
bía el establecimiento de estas factorías en la traza pero
se les permitía hacerlo en cualquier barrio. Por lo cual Ese mismo año de 1550 se
poco a poco tienden a convertirse en espacios mixtos confirmaría la existencia del
de cohabitación con otras razas, incluida la española.
De estas actividades no permitidas en la traza, y de
barrio de Santiago y la de otros
otras actividades que sucedían en las plazuelas, en las ga- —San Pablo, San Sebastián y
ritas y en los nodos de caminos, surgieron otros asenta- San Francisco—, en tanto así lo
mientos que fueron apareciendo paulatinamente, hasta
consolidar lugares más formales que por absorción espa-
considerase conveniente el cabildo
cial desaparecieron a grupos pequeños, como una espe- y, por consiguiente, dependiente
cie de microconurbación. de la voluntad de los concejales de
Durante los primeros años de la Angelópolis (1531-
1545), se presume la existencia de algunos barrios como
la ciudad. Más adelante, en la foxa
San Pablo, San Sebastián, el Alto de San Francisco, pues 85, vuelta, sigue:
al mercedar parcelas a los españoles se dan como refe-
rencia esos sitios barriales. No obstante, en esos años no
hay registro del tamaño de la parcela, ni tampoco del tipo En este día, los dichos señores dixeron: que por
de agrupación de cada una para conformar manzanas que cuanto esta Ciudad ha proveido y ha de proveer al-
gunos cuartos de solares a los indios de la comarca,
implicaran un tejido urbano, además, del diseño de las co-
que están poblados y se poblaren junto a esta ciu-
municaciones públicas, los equipamientos, los servicios y
dad, así a los barrios de Santiago y san Pablo y san
la fábrica de sus habitaciones, por tanto, durante los años Sebastián y san Francisco y en otras partes junto a
referidos, los barrios de la ciudad de los Ángeles fueron la redondez de esta Ciudad, para que, no obstan-
asentamientos desorganizados, dada la ilegalidad en que te que se remita a los diputados que les señalen
se encontraban. los tales solares, que sea visto serles hecha merced
Durante la primera mitad del siglo XVI, el cabildo or- perpetua, sino por el tiempo y voluntad de esta ciu-
denaría que los solares que se proveyeren a los naturales dad. (López de Villaseñor, P. 1968; 87).
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Rincón del barrio de Analco desde donde se observan las cúpulas de su iglesia.
(pintura en acuarela de Ambrosio Guzmán)
Al decidirse cambiar el sitio de la fundación de la configura una estructura monocéntrica con los satélites
ciudad de los Ángeles, quedaron los franciscanos resi- barriales subordinados al núcleo central.
dentes en su convento junto con los indios tlaxcaltecas Por lo que se ha dicho, para profundizar en cada
que vinieron con ellos en el sitio conocido como El Alto. barrio es necesario hacer una investigación particular de
Este hecho debe entenderse como una reconfiguración cada uno, asumiendo que hoy son muy diferentes a lo
de la ciudad en donde los desplazados fueron los espa- que han sido a través de los siglos.
ñoles. Una vez configurados los barrios queda definida
la estructura y la forma urbana de la ciudad, incluso, muy Bibliografía
compacta, con dos asentamientos con papel y disposi-
López de Villaseñor, Pedro, Cartilla vieja de la Nobilísima ciu-
ción diferentes: la traza como el asentamiento central
dad de Puebla (1781), Edición e índices de José I. Man-
articulador, los barrios como satélites y formando todos tecón, Introducción de Efraín Castro, Jr., Instituto de In-
ellos un cinturon envolvente; más allá los ejidos y las vestigaciones Estéticas, UNAM, Imprenta Universitaria,
dehesas. El elemento rector del tejido lo serán la plaza, México, 196, p. 87.
en torno a la cual estuvieron la iglesia, los cabildos, el López de Villaseñor, P. (1968). Cartilla vieja de la Nobilísima
ciudad de Puebla (1781). México: UNAM.
episcopado y sus casas. Muy pronto cambió el modelo Montero, C.. (2003). La renovación urbana, Puebla y Guada-
cuando llegó la autorización para establecer la catedral. lajara: un estudio comparado. Puebla, México: BUAP.
Entonces se dispuso que la catedral ocupara el centro Montero, C.. (2003). Las Colonias de Puebla. Puebla, México:
de la plaza (1536). Muchos años después aparecen los BUAP.
Torres, L.. (2012). El espacio urbano de la ciudad de Puebla en
barrios con un modelo parecido: el elemento rector es la
el siglo XVI. En Puebla Historia de una Identidad Regio-
plazuela o el edificio religioso y en torno a ellos las casas nal (49-66). México: Agencia Promotora de Publicacio-
de los caciques. Con dicho modelo, después de 1545, se nes, S.A de C.V.
14
``Arturo Córdova Durana*
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jóvenes que se hacían guerreros al capturar enemigos en
las guerras floridas que celebraban antes de la conquista
española en estas tierras sagradas con el fin de alimentar
con su sangre a su otrora poderoso dios Huitzilopoxtli.
En este mismo valle, una vez fundada Puebla, se procuró
incentivar la llegada de labradores y artesanos que cam-
biando su piel española por la poblana demostraran que
era posible vivir dignamente poniendo en práctica sus co-
nocimientos y habilidades aprendidas en España.
Después de esta primera mundana “jerarquía angéli-
ca”, por decirlo de alguna manera, fueron otros veinticinco
ángeles, once de ellos conquistadores pobres, los que se
aventuraron a iniciar una nueva vida en la primitiva traza
angelopolitana, aquella allende el río de San Francisco que
desapareció tras las torrenciales aguas del verano de 1531,
pasando a ser después treinta y cuatro ángeles, uno de
ellos mujer, los beneficiados con la segunda traza españo-
la, la de este lado del río que aún pervive. Sin embargo fue-
ron otros cientos de ángeles, indígenas ahora, los que lle-
varon sobre sus alas u hombros la pesada carga de edificar
la antigua ciudad de los Ángeles, con sus varios templos y
conventos, además de sus numerosas construcciones civi-
les y públicas; ángeles que se quedaron a custodiarla des-
de los distintos barrios periféricos de su elitista traza urba-
La erección formal de la ciudad se realizó el 29 de septiembre de na: Santiago, San Sebastián, San Miguel; San Pablo, Santa
1531, día de San Miguel Arcángel, patrono de la ciudad. Anita y San Antonio hacia el poniente y norte de la misma
Foto: Mercedes Aguilar
y por el oriente y nororiente San Juan del Río, El Alto de
San Francisco, Los Remedios y el Santo Ángel Custodio de
encomienda, iniciando su labor con la erección formal de Analco, incorporándose más tarde los arrabales de Xane-
la ciudad, el 29 de septiembre de 1531, día de San Mi- netla y Xonacatepec, al pie de los antiguos cerros de San
guel Arcángel, patrono de la ciudad, aún cuando el pro- Cristóbal y de Belén, donde se levantarían primero las igle-
ceso de fundación haya iniciado cinco meses antes, el 16 sias y después los fuertes militares de Loreto y Guadalupe.
de abril de 1531, con la famosa misa fundacional de fray Estos ángeles fueron hábiles artesanos y labradores, pues
Toribio de Benavente “Motolinia” y que la solicitud de además de ejercer como panaderos, alfareros, canteros,
la “nueva puebla” haya partido del dominico fray Julián albañiles, carpinteros, herreros y obrajeros, labraban sus
Garcés, primer obispo nombrado para América, quien huertos y cuidaban de los ejidos y dehesa de la ciudad.
eligiera en 1526 a Tlaxcala para establecer canónicamen- En los años inmediatos a la fundación de Puebla lle-
te su obispado y buscara después tener una ciudad “de garían miríadas de “ángeles” a asentarse en esta tierra de
españoles y para españoles” como sede episcopal de su promisión, pues era fama pública las enormes prerrogati-
vasta diócesis, logrando que fuera la ciudad de los Ánge- vas que la corona española otorgaba a sus primeros pobla-
les, hecho que motivó que siglo y medio después se le dores: solares para construir sus casas, tierras fértiles para
atribuyera haber soñado el trazado a cordel de la ciudad sembrar trigo, exención de impuestos por treinta años y
por parte de los propios ángeles. la ayuda de mano indígena para realizar las labores más
Lo cierto es que fueron estos “ángeles” los primeros pesadas, lo que alimentaba sus más utópicos sueños de
custodios que tuvo Puebla en la época de su fundación, fácil riqueza y fama, situación que en parte era cierta pues
cuando fue escogido el valle de Cuetlaxcoapan para que la nueva ciudad fue pensada para ser ejemplo a seguir en
sus moradores “cambiaran de piel” como lo hacían los lo político, económico, urbanístico, militar y religioso, ra-
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Representación popular de elementos de la identidad poblana en una casa del barrio de La Luz.
Foto: Nereo Zamitis
zón por la que se le trazó en forma de damero, con calles y dad episcopal por excelencia y los religiosos de los ocho
avenidas orientadas cardinalmente para su mayor higiene, monasterios masculinos y once conventos femeninos
se le dotó de fuentes de agua cercanas lo mismo que de que la asistieron espiritual, educativa, social y hospitala-
canteras de diversos materiales de construcción y suficien- riamente, sin olvidar aquéllos otros “ángeles” que en el
te madera, además de ubicarla en el cruce estratégico de ámbito civil la gobernaron, administraron y defendieron
los caminos reales que comunicaban al Puerto de Veracruz eficazmente para mantener su preeminencia como se-
con la ciudad de México, y a Puebla con Oaxaca hacia el gunda ciudad en importancia; y que decir de los ángeles
sur y la zona minera del bajío hacia el norte. Estas ventajas artesanos que con sus exquisitas obras de arte y trabajo
y el contar con un temprano título de ciudad y un escu- diario la afamaron constantemente.
do de armas que la ennobleció, la hicieron ser el principal Fueron “ángeles” también los que la defendieron de
polo de atracción urbana y desarrollo regional después de sus enemigos en más de una ocasión, como pasó en la
la ciudad de México, capital de la Nueva España. época novohispana cuando incursionaban en su territorio
Estas dos primeras clases de ángeles que poblaron la intrépidos piratas intentando someterla o cuando lucharon
naciente ciudad de Puebla formaron pronto dos tipos di- inútilmente contra la invasión norteamericana de 1847 y
ferentes de Repúblicas, la de españoles y la de los indios, los que en un acto de patriotismo ejemplar enfrentaron al
representados por sus respectivos cabildos, las que con mejor ejército del mundo al servicio del emperador francés
el devenir del tiempo se irían mestizando cada vez más Napoleón III, haciéndolo retroceder en la heroica batalla
hasta formar una tercera clase de ángeles, los que han del 5 de mayo de 1862 y defendiéndola estoicamente en
pervivido hasta nuestros días. el prolongado sitio de 1863, ocasiones en que miles de án-
Hay que destacar que siempre hubo en la majestuo- geles custodios acudieron de todas partes de la República
sa ciudad de Puebla insignes ángeles custodios, como lo a defender la soberanía nacional del suelo patrio, como
fueron los obispos que perfilaron a Puebla como una ciu- ángeles fueron también los que iniciaron el movimiento re-
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Detalle de la reja del atrio de la catedral. Foto: Mercedes Aguilar
volucionario de 1910 que buscaba reivindicar a los ángeles interiores de algunos de sus más de 3 mil monumentos
más desprotegidos y ultrajados del país, la clase obrera y históricos para convertirlos en rentables estacionamientos
campesina. o locales comerciales sin que sea impedimento la cercanía
Ángeles son también los que día a día la siguen a la plaza principal o zócalo, centro rector de la ciudad de
engrandeciendo con su trabajo diario y la forma coherente Puebla.
y honesta de su pensar, sentir y actuar, así como aquellos Es momento ahora de asumir nuestro papel de án-
otros que han custodiado y siguen cuidando los bienes gel custodio de la Heroica Puebla de Zaragoza, hoy re-
patrimoniales que la han enaltecido por casi cinco siglos, conocida como cuatro veces heroica cuando los actos de
no obstante que siempre ha habido y existen fuerzas des- heroísmo de que dio muestra fueron más, no en vano se
tructivas que buscan acabar con esta ciudad angélica, re- le erigió en el siglo XVI como baluarte y defensa de la
conocida por la propia UNESCO como Patrimonio Cultural ciudad de México, papel que cumplió siempre de manera
del Mundo, y que demuelen o modifican impunemente los inexorable.
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``Lidia E. Gómez García*
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deseados, Salmerón pedía que de España vinieran po-
bladores casados y ofrecía a la corona continuar sirviendo
en ese importante proyecto. Las medidas tomadas por
el licenciado Salmerón contaban con la aprobación real
debido a los servicios que había prestado a la corona y
ser de toda la confianza del emperador, ya que había sido
alcalde mayor de Castilla del Oro (Centroamérica), a don-
de le había enviado el propio Carlos V, de quien había
sido consejero.
Diversos fueron los factores que concurrieron a la lo-
calización del sitio en el que se levantó la Puebla. Entre
los principales figura el de establecerla en el centro mis-
mo de Nueva España que, debido a la alta densidad de
población india que había colaborado en el proceso de
conquista, atraía necesariamente a un mayor número de
españoles en busca de mano de obra. Sin embargo, esta
misma circunstancia hacía necesario establecer acuerdos
con los pueblos de indios aledaños al lugar donde sería
fundada.
Escultura de la reina Isabel de Portugal, quien extendiera la El obispo de Tlaxcala, fray Julián Garcés, había mani-
Cédula real con el título de Ciudad de los Ángeles a la nueva festado en 1530 a Carlos V la necesidad de que en la cabe-
fundación, documento emitido el 30 de marzo de 1532.
cera del obispado se estableciera población de españoles
Foto: Elvia de la Barquera
en la sede episcopal bajo su jurisdicción, a fin de que fuera
digna sede y asiento de la iglesia catedral. Por una Real
en poner remedio al empoderamiento de los encomen- Cédula fechada en Ocaña el 18 de enero de 1531, la rei-
deros y otros españoles que desafiaban la autoridad real na gobernadora, Isabel de España, en ausencia de Carlos
con el abuso hacia los indios. V, ordenó que se estudiase lo más conveniente y que se
señalara el sitio definitivo. No hacía mención al deseo de
Antecedentes de la fundación fray Julián Garcés que quería que fuera la propia ciudad
de Tlaxcala la beneficiada con el asiento de españoles.
Desde enero de 1531, la Segunda Audiencia informó Cuando los miembros de la Segunda Audiencia recibieron
haber iniciado el nuevo proyecto fundacional, y el 30 de la Real Cédula, ya ellos habían iniciado el ensayo de la Pue-
marzo del mismo año, el licenciado y oidor Juan de Sal- bla. Después de haber despachado el proyecto de avecin-
merón, escribía al Consejo de Indias: “conforme a la traza dar españoles en Tlaxcala, habían localizado un lugar del
de estas poblaciones se comienza a ensayar la Puebla de valle situado entre los antiguos señoríos prehispánicos de
los Ángeles, que creo que tendrá este nombre”. A ren- Cholula, Tlaxcala, Cuautinchan, Totomehuacan, Huaque-
glón seguido aclara que el propósito de erigir a la nueva chula, Tepeaca y Calpan, a orillas del río Atoyac. Es el paso
población tenía por fundamento el de su personal deci- natural del altiplano central, la puerta de entrada a las mix-
sión, y puntualizaba que la Puebla de los Ángeles “podrá tecas y, por consiguiente, a Centroamérica, que sirve de
ser tan buena o mejor que la de México”, porque no se puente al océano Pacífico. El sitio ofrecía magníficas venta-
admitirían como vecinos a los encomenderos. El mismo jas para el desarrollo de la ciudad: tierras fértiles, nacimien-
Salmerón hacía resaltar la conveniencia de fundar otras tos de agua dulce, corrientes permanentes de agua para
ciudades “porque no esté toda la fuerza en un cabo”, ya el desagüe y fuerza motora de molinos; materiales para la
que la de México seguiría creciendo sólo a cambio de construcción como son: piedra volcánica, caleras y tierra
despojar de sus tierras y jurisdicciones a los indios de los propia para hacer adobes, bosques para leña y carbón,
barrios y pueblos circunvecinos. Para que la fundación de pastizales para el ganado, clima moderado y un régimen
Puebla de los Ángeles tuviera la trascendencia y el éxito de lluvias regulares.
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Vista panorámica de la ciudad de Puebla tomada desde la torre de San Francisco. Litografía, autor: A. Gallice.
Además de todas estas ventajas del entorno ecoló- Audiencia: “Nos hemos puesto a hacer ensayos de re-
gico, se presentaba otra insuperable: ningún señorío pre- públicas políticas por ver si acertamos en alguna para la
hispánico se oponía a la fundación. Sólo un viejo enco- perpetuidad de este país, y que sea sin dar a los indios
mendero, antiguo marino y mozo de espuelas de Hernán en encomienda, bien que para todos, excepto para los
Cortés “que está, como dicen, al pie de la huesa sepul- religiosos, esta empresa se tiene por difícil”. Los elemen-
tura”, escribió Salmerón, intentó oponerse a la Segunda tos distintivos de una tradición urbanística ibérica, con-
Audiencia. Declaró que aquellos términos le pertenecían ceptualizaba a las ciudades como asentamientos agro-ur-
por habérselos dado en encomienda el propio Hernán banos, cuya función era establecer los paradigmas del
Cortés, junto con el pueblo de Totomehuacan. Según comportamiento cristiano y cívico. Este paradigma esta-
Ethelia Ruiz Medrano, en una declaración testimonial de ba sustentado teológicamente, tanto en el plano político
un proceso judicial por conflicto de tierras del siglo XVII, como religioso, en los postulados morales de Tomás de
se menciona que don Jacinto Salamanca Xalténcatl, indio Aquino que, siguiendo a Aristóteles, afirmaba que por
tlaxcalteca aliado de Cortés en la guerra de conquista, naturaleza el hombre era un habitante urbano. Por ello,
había recibido del conquistador una merced de tierras Aquino veía la ciudad como el espacio donde el deber
en territorio del antiguo señorío de Totomehuacan. Los cívico (comportamiento social) y la salvación cristiana (va-
oidores dispusieron que los indios conservaran para sí lores religiosos) se fundían.
las tierras y, de esa manera, en agosto de 1531 el oidor El 30 de marzo de 1531 se fechó el documento me-
Juan de Salmerón ordenó que las tierras yermas de Toto- diante el cual los oidores comunicaban haber aprobado
mehuacan pasaran a formar parte de la jurisdicción de la la localización del sitio para la fundación y determinaron
ciudad de la Puebla de los Ángeles. levantar en él a la nueva ciudad. El espacio correspon-
La función urbana de la ciudad, como rectora de mo- día a una zona limítrofe entre los señoríos prehispáni-
ral y buena vecindad, fue proyectada desde sus mismos cos de Tlaxcala y Cholula, que los nahuas denominaban
orígenes. Formó parte de un elaborado concepto de Cuetlaxcoapan, y que era idóneo por su clima, su entor-
urbanidad impulsado desde los oidores de la Segunda no ecológico y su abundancia de recursos, sobre todo de
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agua dulce que nacía en abundancia gracias a los escu- racteriza por su forma de tablero de ajedrez, con manzanas
rrimientos de las elevaciones colindantes, en especial a rectangulares de aproximadamente 200 por 100 varas cas-
la cercanía del Matlalcueye (después conocido como La tellanas, que se dividieron en ocho solares cada una.
Malinche). El acta fundacional de las ciudades estaba re- El 16 de abril de 1531 se ofició la primera misa de que
gulado por las Ordenanzas establecidas por Carlos V, en se conserva referencia a través del relato de Motolinía,
1523. Se establecía el sitio, jurisdicción y nombre de la y que se transmite en la tradición como la fecha funda-
recién fundada ciudad, se mencionaban los recursos na- cional. El acto solemne con que, oficialmente, el primer
turales dentro de la jurisdicción que le pertenecían, como cabildo formalizó la fundación de la ciudad, tuvo lugar el
sucedió en la fundación de Santa Fe La Vieja (en el actual 29 de septiembre, y su víspera el 28, día de San Miguel
Paraguay): “en ellas hay las aguas y leñas, y pastos […] y Arcángel, patrono de la población. Precisamente ese día
tierras y estancias para los vecinos moradores de ella y 29 tuvo verificativo el cambio del centro urbano, trasla-
repartirles”. De igual manera, el funcionario real que te- dándose los pobladores y la sede del cabildo de la banda
nía poder para fundar también lo tenía para nombrar a oriental a la occidental del río San Francisco. Esta mu-
los integrantes del primer cabildo, a quienes se mandata- danza se debió a las crecidas del río en tiempos de lluvia
ba que de ese momento en adelante, se nombraran por y a que el plano topográfico del otro lado del río ofrecía
elección el día primero de enero de cada año, después mayores ventajas para evitar las inundaciones. Desde el
de misa. Serían estas autoridades quienes señalarían el 27 de marzo, el guardián del convento franciscano de
repartimiento de solares a los vecinos, previo trazado a México, fray Luis de Fuensalida, había escrito a la reina de
cordel de manzanas y solares, mismo que estaba señala- España sobre algunos de los problemas que enfrentaba
do en un plano que se realizaba previamente, donde se el proyecto que se pretendía llevar a cabo:
asignaba el asiento de la plaza, la iglesia, las casas de ca-
bildo, calles principales que debían salir hacia las puertas También sepa Vuestra Majestad cómo nuevamente
y caminos más importantes. se ha comenzado a hacer un pueblo de cristianos,
todos labradores y granjeros. Han mucho acertado
Después del acto fundacional de la ciudad de Pue-
estos oidores y cierto, por su buen celo, Dios los
bla de los Ángeles, mismo que no pudo ser presidido por
alumbra y alumbrará. Son los dichos labradores tan
Salmerón, debido a haber caído enfermo, la ejecución de pobres que para comenzar a sembrar y poderse
los trabajos iniciales quedaron al cuidado de Hernando mantener se les preste, pienso, que nueve a diez
de Saavedra, corregidor de Tlaxcala, español “hombre mil fanegas de maíz. Deseamos se les hiciese mer-
de buen entendimiento y experiencia”, designado por la ced de esta tan poca cosa para Su Majestad y para
propia Segunda Audiencia para tal efecto. A pesar de ser ellos tan grande porque la tal limosna será a Dios
encomendero, los oidores justificaron su designación de- muy aplacible y de nosotros los frailes será el pa-
garla con misas y sacrificios, así por los vivos como
clarando que no habían encontrado otro español “con las
por los difuntos.
calidades que se requerían para el efecto de dicha pobla-
ción”. Y debido a que recibía, como encomendero, tributo
de los indios, no se le otorgó salario alguno. El importante Como puede colegirse de esta carta, precedió a la
papel desempeñado por Saavedra en los inicios de la ciu- fundación de la ciudad un proceso de planeación de-
dad quedó así resumido por los oidores: “trazó el dicho tallada que incluía la identificación de los primeros po-
lugar y el dicho pueblo con sus casas públicas e iglesia, bladores que se establecerían en el nuevo poblado y las
y cincuenta casas de vecinos españoles, todo lo más de necesidades que tendrían, así como el involucramiento
madera y algo de ello de adobes, por no dar trabajo a los de los franciscanos en dicho proceso. Por otro lado, es
indios de hacerlas de piedra”. El plano en el que se basó posible que el acta fundacional precediera en tiempo al
Saavedra debió haber sido diseñado con anterioridad por del oficio de la primera misa por unos días, lo cual no
el licenciado Salmerón, en cumplimiento a las Ordenanzas es de extrañar si nos remitimos a las actas fundacionales
de Carlos V en la materia (desafortunadamente el acta de de los pueblos indios de la región, en los que la primera
la ciudad de Puebla permanece desconocida). El trazado misa se oficiaba en una capilla provisional levantada en el
de la ciudad corresponde con el modelo renacentista que lugar donde se establecería la iglesia, una vez fundado el
había sido puesto en práctica en la Isla Española, y se ca- pueblo o ciudad.
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Hernando de Saavedra, corregidor de Tlaxcala, quien se hizo
cargo de los trabajos iniciales de la fundación.
Los anales indios coinciden en registrar la fecha funda- asentamientos provisionales para recibir el arribo de la mi-
cional en 1531, excepto los Anales de Puebla, que son los gración semanal, hasta que la ciudad estuviera ya consoli-
únicos que señalan el momento fundacional en el año 12 dada, pero que con el tiempo no sería más requerida sino
ácatl, 1533. Con esta fecha establecieron el momento en suplantada por la contratación de servicio pagado por los
que los tlaxcaltecas y cholultecas cumplieron el acuerdo propios pobladores españoles (régimen que obligaba al
celebrado con el licenciado Salmerón –ante la presencia contratante a proveer de hospedaje, alimento, dos mudas
de los guardianes de los conventos franciscanos de Tlaxca- de ropa anuales y medicinas). De esta manera, según el
la, Cholula, Huejotzingo y Tepeaca–, el 5 de diciembre de proyecto original, los asentamientos indios desaparece-
1532, para coadyuvar en el proyecto fundacional proveyen- rían. Sin embargo, con el paso del tiempo, las migraciones
do de indios de servicio a la ciudad, en jornadas semana- se convirtieron en permanentes ya que a los indios se les
les, a cambio de ser liberados del pago de tributo en maíz. dio la vecindad y se les repartieron solares para su asenta-
Los indios asistían al servicio del repartimiento en jornadas miento definitivo.
semanales, al término de las cuales regresaban a sus pue- El cuerpo de religiosos que daría asistencia espiritual
blos de origen. Los alrededores de la ciudad se poblaron a la ciudad, en particular a los indios de servicio, estu-
con oleadas cíclicas de migraciones. Semanalmente ingre- vo formada en esta fase fundacional principalmente por
saban y salían decenas de cuadrillas de indios, compuestas frailes franciscanos y dominicos. De los cuales, los frailes
por veinte hombres y dos mujeres molenderas (tortilleras), franciscanos del convento de Cholula, cuyo guardián
que se distribuían alrededor de la traza en los sitios que era fray Francisco de Soto, se establecieron en la banda
les fueron asignados por lugar de procedencia. Los barrios oriental del afluente del arroyo, dando así lugar al nom-
indios adyacentes a la ciudad estaban planeados como bre de Río de San Francisco.
23
``Sergio Arturo de la Luz Vergara Berdejo*
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trazos entre españoles e indígenas en domus y docume-
nus (a escuadra y compás), produciéndose el nacimiento
de la “muy noble y muy leal ciudad de los ángeles” (que
muy poco después, en noviembre de ese mismo año, se
trasladó a la banda occidental del río Almoloya o San
Francisco, al lugar denominado Cuetlaxcoapan, ya que el
sitio inicial, junto al rio, se había inundado).
El sentido fundacional en la segunda traza española,
no solo abre la perspectiva de comprender una necesi-
dad de cambio y trasformación en el ámbito social, sino
determinaría el nuevo urbanismo excepcional que poco
se da en estas nuevas tierras y que se decía era el expe-
rimento del Renacimiento, un sueño o una realidad, con
trazo de ángeles para aquellos que vagaban sin oficio ni
beneficio en el nuevo territorio conquistado.
Los franciscanos fueron los primeros en determinar
las políticas fundacionales en la primera traza y su majes-
tuoso convento considerado de los más importantes de
la Nueva España daba la bienvenida a los viajeros de esta
nueva ciudad, recordándose que la Puebla en este nuevo
desarrollo, se localiza estratégicamente en el acceso del
camino real de la Veracruz hacia la ciudad de México, En 1564 el maestro mayor de la catedral de México, Claudio de
lo que le permitió ser un punto de control regional del Arciniega, es comisionado para construir otro edificio similar en
comercio en el centro de la Nueva España. Puebla, debido al deterioro del anterior.
Foto: cortesía Sergio Vergara.
Dándose en este primogénito territorio un complejo
de ciudad española y ciudades indígenas, cuya organiza-
ción fue tan precisa que se mantiene; algunos autores de- la iglesia de la Cruz, centro de alfarería y Tepitlalpan (tierra
terminan el fenómeno fundacional por las orientaciones firme), con los asentamientos de El Alto de San Francisco
de los ríos Almoloya (donde emana el agua) y Alseseca o Tlaxcaltecapan, también llamado San Juan del Rio o Te-
(donde el agua se derrama) intercambiando las ciudades cpan (lugar del señor gobernante) sitio de mayor jerarquía
indígenas en la zona de Huitzilapan (lugar sagrado) y la y donde comenzó el mestizaje y la integración social de
zona española en el Cuetlaxcoapan (lugar donde cambian españoles y pobladores naturales; el Ecce Homo, donde
de piel la víboras y el agua que huele mal). se localiza el tianguis hoy mercado de El Alto, lugar de
El área del trazo de ordenanza, la segunda, es muy al artesanos comerciantes. Y son ellos los alarifes y grandes
estilo europeo, se erige en un desarrollo del proyecto re- constructores de los mismos pueblos que ayudados por
nacentista español, en el área del Cuetlaxcoapan, con otro sus vecinos de Tlaxcala en el tlaxcaltecalpan; los de Hue-
régimen social, nuevas costumbres, diferentes a la áreas jotzingo, en el huejotzilacapan; los de Calpan: en el Cal-
conquistadas, la arquitectura de ordenanza, las técnicas pantecapan; y otros como Cuautinchan y Totomihuacan,
integrales de fábrica, su vida social, política y pública son que demostraron el entendimiento con su trabajo de la
de servicios, pero muy ligados a los pueblos y ciudades gran arquitectura y urbanismo, creando la nueva ciudad
del otro lado de rio, de indígenas, sitios que mantienen del Renacimiento en su lugar sagrado que integralmen-
su nombre pero que son diferentes, con especialidad en te marca la cultura tequitqui y el ejemplo de las ciudades
mano de obra, de la construcción o producción agrícola mexicanas que con ordenanza dan a nuestra bella ciudad
y manejo de los materiales. Se distinguieron los pueblos el nombre de ciudad de los ángeles.1
fundacionales de Analco (al otro lado del rio) con sus tlaxi-
lacallis: Huilolcatitlan, (lugar de palomas, sitio donde se
construye el ángel custodio de Analco), Xochitlan (lugar
de las Flores), Yancuitlalpan (“tierra nueva”), se construye Vergara, Sergio. Puebla. “ Paseo de San Francisco”
1
25
La majestuosa catedral de Puebla: La historia de la catedral que ahora conocemos se
Foto: Abraham Paredes consolida a la llegada de Palafox, en julio de 1640, quien
observa que es necesario dar término a esta gran obra,
y en 1649 la consagra. Foto: cortesía de Sergio Vergara.
de Mendoza por decreto da instrucciones a los indios de de Puebla, Secretaria de Cultura 1990, p. 11
26
que la catedral poblana era un antecedente arquitectónico
del Escorial en España, lo que sí se sabe es que el primer
plano utilizado en la edificación de la catedral actual es el
de los maestros mayores Francisco Becerra y Juan de Ci-
gorondo bajo la aprobación del cabildo eclesiástico el 11
de noviembre de 1575. Recordándose que en 1571 el rey
había firmado una cédula que autorizaba la construcción y
la compra de los predios necesarios en la misma manzana
para crecer la construcción (aprobada la traza y obtenidos
los recursos necesarios, se inició la construcción). En 1576
se autorizó el cierre de una calle aledaña a la manzana don-
de se llevaba a cabo la fábrica, para colocar los materiales
necesarios. Ese año se mandaron demoler las viviendas
que se encontraban en el terreno donde se levantaría la
nueva catedral.3
La historia de la catedral que ahora conocemos se
consolida a la llegada de Palafox, en julio de 1640, quien
observa que es necesario dar término a esta gran obra, y
ocho años, once meses y cinco días después, en 1649 la
consagra, dándole a la ciudad lo que sería el símbolo de
religiosidad más importante de la sociedad poblana y de-
moliendo posteriormente la antigua estructura de tres na-
“Para mujeres y campanas... las poblanas”, reza un refrán popular. ves erigida en el atrio, sorprendiendo a propios y extraños.
Foto: cortesía Sergio Vergara. De esta manera, de las manos de varios prelados y
hombres de la construcción surgió la masa de sabiduría
pensaba en quitar toda la techumbre y techarla nuevamen- y dones de santidad, que con la arcilla y conocimiento
te. En 1638 Agustín Hernández dio cuenta del desplome de los materiales plasmaron la obra más sublime en arte
de una gran parte de la cubierta y en 1649, en víspera de e ingeniería, atrevida, genial y de gran vibra estética, la
estrenarse la catedral nueva, se tuvieron que hacer com- Catedral de Puebla, que sería inmortalizada como símbo-
posturas mayores para evitar que se suspendiera el culto. lo católico único en América.
Esta vieja catedral acumuló decoraciones y obras de arte
importantes, tenía tres portadas labradas frente a cada una
de sus naves; dos retablos en la capilla mayor, uno encar- Bibliografia
gado en 1555 a Juan de Illescas y otro encomendado a
Baltasar de Chave y su suegro; un santo Cristo de caña de Fernández Echeverría y Veytia, Mariano, Historia de la funda-
ción de la ciudad de Puebla de los Ángeles, Puebla.
maíz traído desde Michoacán en 1573, y la tabla de sábana
Gobierno del estado de Puebla 1990, vol. II pp. 64-95.
santa pintada en Italia en 1594, donada por Benito Bocar- Manzo y Jaramillo, José, La catedral de Puebla, Gobierno del
do, así como el gran óleo de San Cristóbal pintado en 1613 Estado de Puebla, Secretaria de Cultura 1990.
por Benito Velázquez, entre otras obras. Mildred Vázquez Sara, “Inmuebles Declarados Monumentos
Y así la historia marca una continuidad de obras, in- en la República Mexicana II” en Boletín 6, Monumentos
tervenciones, reparaciones en la catedral de Puebla, pero históricos INAH, México, 1981.
aún con estos cambios continuos se trataba de la misma Leicht, Hugo, Las Calles de Puebla. Secretaría de Cultura /
idea con diferentes interpretaciones y diseños. Esta situa- Gobierno del Estado de Puebla, H. Ayuntamiento del
ción ha provocado que los autores e investigadores de su Municipio de Puebla, 1999.
transformación a veces confundan su localización y forma Catálogo de Monumentos Históricos de Puebla, INAH.
arquitectónica y urbanística. Algunos autores dicen que el
proyecto definitivo pudo ser de Juan de Herrera, y Veytia
en su libro afirma que Felipe II envió los primeros planos y 3 Ficha de Catálogo de Monumentos Históricos de Puebla INAH
27
En la parte superior se representan
a la reina Isabel de Portugal, al
oidor Juan de Salmerón, a fray
Julián Garcés, y a Fray Toribio de
Benavente o Motolinía, defensor
de los indígenas.
Foto: Elvia de la Barquera
28
Un monumento conmemorativo es
fundamentalmente una obra artística destinada a
producir una emoción instantánea y sensible; levantada
en medio de la muchedumbre y para ella, su lenguaje ha
``Elvia de la Barquera* de ser elemental y primitivo
La fundación de la Puebla de los Ángeles chedumbre y para ella, su lenguaje ha de ser elemental y
ha dado pie a numerosas investigaciones y publicaciones primitivo, que el monumento posea belleza plástica, que
que nos acercan a una realidad heredada desde 1531 sus masas y sus líneas estén felizmente logradas, que ar-
y antes: a los motivos de la fundación, al suave y verde monice con el lugar que ocupa y que en forma sencilla
valle utilizado pasajeramente, a ríos y bosques ya inexis- y elemental –por ejemplo, con una breve inscripción en
tentes o transformados. La fundación también ha sido en grandes letras o con una sobria estatua bien colocada-
tiempos posteriores un motivo de encargos de escultura nos recuerde el personaje o acontecimiento que conme-
pública, pretexto idóneo para nuevos monumentos que morar; esto es todo lo que debemos pedirle… Además,
visten y engalanan la ciudad. todo gran monumento ha de tener un valor lo más univer-
Es común que los hechos sociales de cierta relevancia sal y eterno posible, y estos simbolismos, estas alegorías
den lugar a temas artísticos. El arte suele exaltar los ideales nuestras, son casi siempre representaciones locales y pa-
colectivos, así como sentimientos nacionales, tradiciones, sajeras. (Torres Balbás)1
movimientos populares, temas religiosos, avances tecno- La escultura pública en México ha tenido una fuerte
lógicos y científicos, los que hoy día llegan a ser parte de tradición, sobre todo durante el porfiriato, pues fue este
la obra, incluso soporte. El objeto artístico refleja y es pro- mandatario quien impulsó la actividad escultórica con
ducto de la cultura de su creador, puede develar el siste- apoyos, becas y constantes encargos de monumentos de
ma de relaciones y, en este sentido, la escultura pública ha evocación cívica, aludiendo, por lo tanto, a personajes de
sido la portavoz de los ideales colectivos, pues qué es el la historia. De ahí surgen escultores como Carlos Bracho
monumento sino una referencia histórica que se ha servido
del nacionalismo para ocupar cualquier espacio abierto de
una urbe.
* Doctora en Espacio Público y Regeneracion Urbana: Arte y Sociedad,
Un monumento conmemorativo es fundamental- Universidad de Barcelona, España. Académica de la UDLA-Puebla,
mente una obra artística destinada a producir una emo- artista plástica.
1
L. Torres Balbás, “Los monumentos conmemorativos”, en Arquitec-
ción instantánea y sensible; levantada en medio de la mu- tura y Urbanismo, Num. 46, pág. 10, La Habana, mayo de 1937.
29
solida el monumentalismo, claramente influenciado por
el muralismo, cuando la epopeya de la Revolución pasa
de los muros al volumen. Desde el vasconcelismo hasta
el cardenismo, se produce una fluctuante búsqueda de
un estilo, que intenta incorporar aspectos prehispánicos y
durante el maximato, se logra una consecución de formas
relacionadas con periodos históricos autoritarios: la Roma
Imperial y el Egipto Faraónico. En este ámbito prolifera la
escultura cívica en vía pública, lo que devino posteriormen-
te en movimientos más independientes e interdisciplina-
rios, tales como la Integración Plástica.
Puebla no ha sido la excepción para la realización
de encargos, sobre todo en la primera mitad del siglo
XX, cuando la nueva república necesita consolidarse y se
consigue introducir la escultura pública como elemento
de relación visual y vivencial, pero con un claro lenguaje
La fuente fue obra del ingeniero Rafael Ibáñez Guadalajara y la historicista. En la década de los 20s, la ciudad de Puebla
talla en piedra de Jesús Corro Soriano, M. Carrasco y M. García.
protagoniza un crecimiento debido a la paz posrevolucio-
Foto: Elvia de la Barquera
naria que repercutirá en la urbanización. No será la primera
vez que Puebla mire hacia la capital del país como ejemplo
(de origen teziuteco) y Guillermo Ruiz, quienes al regresar de ciudad, de donde toma de ejemplo la avenida Reforma
de estudiar en Europa se interesan por la talla directa en para trazar aquí una vialidad de menores dimensiones que
piedra, tal como se trabajaba en épocas prehispánicas; es una a la entonces periferia de la ciudad –el Paseo Bravo–,
por ello que en 1927 Ruiz funda la Escuela de Talla Directa con el cerro de San Juan, hoy La Paz, que recibirá el nom-
y Escultura, en un intento por combinar lo prehispánico bre de avenida Juárez. La arquitectura de esa época dejó
con lo contemporáneo, versus lo académico y el mode- huella en dicha avenida y en los barrios aledaños, otorgan-
lado. De este taller destacan Luis Ortiz Monasterio, Juan do un toque de distinción y una particular fisonomía a la
Cruz Reyes, Federico Canessi del Campillo, entre otros. zona, misma que ha ido desapareciendo con el correr del
Esta escuela defendía “el dinamismo edificador del artis- tiempo. Fue precisamente esa vialidad uno de los espacios
ta popular”; postulaba que “Hay que desear el regreso abiertos receptores de monumentos con la temática de la
de un arte más alto, más macho”.2 El grupo se disolvió, fundación de la ciudad de Puebla.
pero a raíz de estas inquietudes estéticas y formales, se Como toda fecha conmemorativa, el centenario de la
van desarrollando características como la monumentali- consumación de la Independencia de México no fue me-
dad, las líneas curvas, los volúmenes redondos, grandes, nor pretexto y así, en 1921, la colonia española de Puebla
contundentes, los rasgos étnicos de la raza de bronce, dona una fuente a la ciudad que había de llamarse de
hasta lograr piezas visualmente pesadas. Algunas obras “los Fundadores de Puebla”, en dedicación a Fray Tori-
claves que se realizaron son: el monumento a La Patria, bio de Benavente, colocándose la primera piedra el 5 de
de Asúnsolo (1924); el monumento a la Revolución de mayo de 1922 por el gobernador Froylán C. Manjarrez,
Oliverio Martínez (1933-1938); y el Morelos, en Janitzio de oriundo de Tochimilco.
Guillermo Ruiz y Juan Cruz (1933-1935). La fuente fue obra del ingeniero Rafael Ibáñez Gua-
Para la década de los 30 el panorama mundial de la dalajara, mientras que la talla en piedra se debe a Jesús
escultura está determinado y en gran medida dominado Corro Soriano, M. Carrasco y M. García. Cabe señalar que
estilística e ideológicamente por el “arte al servicio de la Corro Soriano formaba parte del comité organizador del
revolución”, lo que repercute en México, en donde se con- Centenario de la Independencia y que dejó varias tallas
en fachadas públicas, como el palacio municipal y el mer-
cado de La Victoria, además de las torres de las iglesias
Eder, “Los Iconos del Arte Popular”, en Monumentos Mexicanos, de
2
de San Cristóbal y de Santiago. También fue maestro de
las estatuas de sal y piedra. Helen Escobedo (coord), p. 69. CONA-
CULTA, Camera Lucida, Grijalbo Ed. México. la escuela de Bellas Artes de Puebla. El arribo a esta ciu-
30
cuando fue trasladado al paseo de San Francisco, donde
actualmente se encuentra.
Los paseos y alamedas en la ciudad de Puebla se em-
piezan a proyectar desde el siglo XVII. El Paseo de San
Francisco, que también es eco de las obras realizadas en la
ciudad de México, en particular el paseo Bucareli, se cons-
truye a partir de 1780 en cuatro etapas: primero el jardín
conocido como Alameda, que posteriormente se deno-
minaría Esteban de Antuñano; más adelante se hace una
ampliación hacia la arboleda de Almoloya; la tercera faceta
incluye el jardín que concluía en el Calvario, y se termina
hasta acercarse a los límites del convento de San Francis-
co. Este paseo está ubicado a las orillas de lo que fuera
el río Almoloya, bautizado por los colonizadores como de
San Francisco, el cual funcionó como delimitante sociorra-
cial y hoy es un importante bulevar, el 5 de Mayo. Así, de
La primera piedra de esta fuente habría de colocarse el 5 de la misma manera y con igual finalidad, los nombres de los
mayo de 1922 por el gobernador Froylán C. Manjarrez, oriundo
espacios públicos también van a cambiar adecuándose a
de Tochimilco. Foto: Elvia de la Barquera
la tónica cívica imperante: de Paseo de San Francisco, pasó
a ser conocido como Paseo Viejo y a partir de 1870-1872
dad de Jesús Corro Soriano, oriundo de Huajuapan de se le denominó oficialmente Paseo del 5 de Mayo. Veinte
León, Oaxaca, coincidió con el auge de la escultura y con años después se le asigna el nombre de Paseo Hidalgo,
el impulso que Porfirio Díaz otorgara a las bellas artes. aunque los poblanos le conocen con el nombre de siem-
La fuente contiene un lenguaje básico y descriptivo, pre: Paseo de San Francisco.
pues se distinguen el escudo: una simbólica representa- En cuanto al escultor, Tamariz ingresa en 1918 a la
ción del contacto entre los dos mundos y la figura del Academia de Bellas Artes de Puebla y en 1923 a la Aca-
fraile “Motolinía”. Por la parte posterior de la fuente se ha demia de San Carlos de la UNAM, donde fue alumno de
pintado en talavera el descubrimiento de América, obra Asúnsolo, entre otros. Gana un concurso de pintura mural
realizada en 1923 por Pedro Sánchez. para el palacio de Minería y otro para la realización del
La denominación popular es la de fuente colonial, de- monumento a los Niños Héroes. Junto con Oliverio Mar-
bido al estilo arquitectónico al que hace referencia. Básica- tines realiza varios monumentos en el interior de la Repú-
mente es una obra arquitectónica con elementos simbóli- blica y en la capital del país, entre los que se encuentra
cos, al parecer aislados, en relieves tallados en piedra, sin el monumento a la Revolución. Además de los encargos,
una intención estética, sino únicamente referencial. realiza obra personal navegando desde el clasicismo has-
Por otra parte, para los 400 años de la fundación ta el nacionalismo y con temáticas en las que el cuerpo
de la Puebla de los Ángeles, se organizan las cámaras humano es el protagonista, el sujeto y la alegoría.
y acuerdan erigir un monumento a los fundadores. En La estructura del monumento a Los Fundadores de
1928 se convoca a un concurso en el que resulta gana- Puebla es compacta, cónica, tanto el conjunto como sus
dor el escultor acatzinguense Ernesto Tamariz Galicia. elementos son hieráticos, con excepción de los personajes
Para solventarlo, en 1930 se forma un comité encabezado que incorporan leve movimiento. Lo conforman escalina-
por Bernardo Tamariz Oropeza, que junto a un grupo de tas y columnas adosadas que sostienen los escudos. En la
señoras representado por Serafina Cabrera de Del Río, parte superior se representan a la reina Isabel de Portugal,
se encargan de la recaudación de los fondos que permi- esposa de Carlos I de España; al oidor Juan de Salmerón,
tieran la conclusión y el emplazamiento del monumento. representante de la Segunda Audiencia; a Fray Julián Gar-
Así, la primera piedra se coloca el 16 de abril de 1931, cés, obispo de Tlaxcala y quien traduce en este valle los
pero éste no se finalizará sino hasta el 30 de mayo de deseos angelicales de la traza de la ciudad, y a Fray Toribio
1934 y se inaugurará hasta 1935, ubicándose en la ave- de Benavente o “Motolinía”, defensor de los indígenas. A
nida Juárez y la 15 Sur, donde permaneció hasta 1960, los pies de cada personaje hay una placa que hace refe-
31
El monumento a los Fundadores se ubicó inicialmente en la Av. Juárez y 15 sur, en donde permaneció hasta 1960.
Foto: cortesía de Puebla Antigua.
rencia a cada uno de los representados y su importancia y la resistencia. Es el espacio público donde se manifies-
en la historia de Puebla, lo cual dota al monumento de un tan los valores de grupo, las ideologías y sus niveles de
carácter pedagógico, aunque la altura dificulta su lectura. dominancia, donde se delatan los avances científicos y
En la parte superior, ángeles con alas plegadas forman pi- tecnológicos, y es en el arte donde se conjugan las ca-
lares que sostienen a la ciudad. racterísticas históricas y de significados en fondo y forma,
La representación de los personajes es contundente: siempre en relación con el espacio ocupado, con el públi-
el tamaño mayor al natural; las proporciones ejecutadas co, con el tiempo, con el creador y con el aparato que le
con conocimiento y maestría; los ropajes, las facciones y da lugar desde la gestión de lo urbano.
los contornos descritos con radicalidad, lo que resulta en Fue en la primera mitad del siglo XX cuando nos le-
una plástica limpia y de fácil lectura y recorrido visual, ad garon estos monumentos, cuando la ciudad fue adereza-
hoc con las propuestas plásticas volumétricas del momen- da con la contribución estética de Tamariz, lo cual invita
to. En la misma tónica, es una escultura que demanda am- a la reflexión sobre el actual abandono artístico en la vía
plia perspectiva. pública y la necesidad de un mayor número de manifes-
taciones artísticas, partiendo de que la intervención esté-
Colofón tica, lejos de maquillar la ciudad y de loar próceres y hé-
roes mitificados, podría contribuir a resignificar la historia
La ciudad tiene tiempos, la memoria forma parte de la y el presente de una sociedad, incluso, a transformar las
identidad, la conciencia de valores queda marcada en relaciones sensibles y simbólicas, pues es imprescindible
los objetos, como parte del mundo de los significados. tender los lazos que entablen nuevas relaciones entre el
Desde los espacios urbanos se puede interpretar el pa- arte y el territorio, relaciones que conlleven a la visualiza-
sado en relación con una realidad concreta. La ciudad, ción y apreciación de la forma, a la integración social y,
además, implica un cada vez más complejo sistema de con ello, al contenido del espacio abarcado. Una ciudad
relaciones en el que intervienen –y muchas veces deter- desde sus atributos estructurales, desde las cualidades
minan– intereses de grupos y personales, entre la tensión que suscita, apaga o acrecienta dicho proceso.
32
``Gloria A. Tirado Villegas*
34
En el siglo xvii tenemos obrajeras,
panaderas, propietarias de baños
de vapor, dueñas de mesón, de
tiendas de ropa, de expendios
de menudencias, de casas de
carnicería, vendedoras de maíz y,
algo que me llamó poderosamente
la atención, la presencia de
escritoras profesionales y de
artistas, registradas como
“autoras de comedias” (cinco) y
“comediantes” (cuatro).
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“De un sueño promisorio nació la Puebla, que llegaría a convertirse
en baluarte inconmovible de la patria”.
Héctor Azar
Versión estilizada del escudo de armas de la ciudad de * Bibliotecaria, especialista en catalogación descriptiva de monografías.
Ha sido directora de la Biblioteca Pública Central Estatal Miguel de la
Puebla, enmarcado en hojas de acanto, estilo barroco, Madrid Hurtado 1993-1999. Actualmente es jefa del archivo de Concen-
coloreado a la tinta. 1769. AGMP, Patronatos, vol. 1 tración del Archivo Municipal de Puebla.
36
El Archivo Municipal de Puebla
El Archivo Municipal de Puebla es, sin duda, uno de los
archivos más notables de México y de América Latina. Su
primer cabildo, instalado por el oidor Juan de Salmerón en
abril de 1531, produjo los testimonios documentales del
nacimiento de la ciudad de los Ángeles, que se conser-
varon en la Caja de Tres Llaves, después en el archivo del
cabildo o del consejo, que sería el ayuntamiento consti-
tucional, imperial y republicano a principios del siglo XIX.
La importancia del Archivo trasciende el ámbito lo-
cal, ya que la influencia cultural de Puebla fue, sigue sien-
do, evidente. La ciudad y su ayuntamiento generaron y
preservaron, también, testimonios fundamentales para la
historia de la Nueva España, del México independiente y
de la América misma.
Tres son las características que destacan la importan-
cia del Archivo Municipal de Puebla: la edad de sus docu-
mentos –los más antiguos datan del año 1533, dos años
después de la fundación de la ciudad-; lo completo de
sus series documentales, entre las que existen pocas “la-
gunas” cronológicas; y su buen estado de conservación.
A pesar de las guerras, sitios, incendios y otros avatares
sufridos por la ciudad, su Archivo se ha conservado, en
Portada de la sesión de cabildo del 1 de enero de 1585. AGMP,
gran parte, debido al cuidado amoroso de sus custodios: Actas de cabildo, vol.12.
regidores, alcaldes, escribanos, directores, cronistas y ar-
chivistas. Gracias a ellos podemos utilizar y disfrutar estas
magníficas fuentes primarias de información. concedidos por los monarcas que los antecedieron, so-
La noticia más temprana del Archivo angelopolitano bre todo los relacionados con la Fiel Ejecutoria, lo que
se encuentra en el Acta de la sesión de cabildo celebrada hizo necesario localizar las reales cédulas que justificaran
el 28 de marzo de 1534, donde se acordó que el corregi- las prerrogativas y fueros de la ciudad. Estos documentos
dor Hernando de Helgueta mandara a hacer un cofre en se encontraban perdidos. Su búsqueda se dio entre los
donde se guardasen las escrituras, provisiones, mercedes y legajos del Archivo y entre los papeles sueltos que, du-
asuntos relativos al cabildo; así mismo, el regidor Francisco rante varios siglos, se acumularon paulatina y desordena-
de Oliveros compraría otro libro para asentar títulos, mer- damente en el Arca de Tres Llaves. También se buscaron
cedes y provisiones cuyos originales deberían guardarse algunos traslados en las actas de cabildo.
en la caja que se pagaría de las penas del Consejo. El regidor Ignacio Vallarta y Villaseptién, afirmó que
Dicha disposición no se cumplió, por lo que en la el verdadero problema no estaba en el desorden docu-
sesión del 14 de abril de 1545 nuevamente se ordenó mental, sino en la lectura de la complicada caligrafía que
adquirir “un cofre para las escrituras de la ciudad”, pa- requería, además, de una previa selección, un “trasump-
gándolo de los propios y rentas. Sus instrucciones fue- to” cuidadoso en letras modernas. Se autorizó al regidor
ron cumplidas hasta el 5 de febrero de 1546, en que se para buscar un experto en estos menesteres.
acordó hacer el Archivo con las vigas que tenía la ciudad, Vallarta encontró “un perito en letra antigua”, el bo-
y el 26 de marzo se acordó asegurar sus puertas con un ticario Pedro López de Villaseñor, polifacético personaje
“cerrojo grande y bueno”. nacido en el estado de Puebla en 1710; en 1771, López
Por otra parte, la política centralista de los Borbones de Villaseñor presentó al cabildo un informe de sus lo-
limitaba los antiguos privilegios de la ciudad de Puebla gros; entre otros, informó de la clasificación de los docu-
37
El Archivo General Municipal
de Puebla, hoy
38
``Amelia Domínguez*
La noche del domingo 1º de abril cirujano Damián de Torres, en la Plaza Mayor de la ciudad
de 1554, en Puebla, fue arteramente atacado por la es- de México.
palda el poeta sevillano Gutierre de Cetina, en compañía ¿Pero quién fue Gutierre de Cetina? Nacido en 1520
de su amigo Francisco de Peralta. La agresión se produjo en Sevilla en una ilustre familia, es considerado una de
entre las diez y las once, en la encrucijada que había fren- las figuras más significativas del Renacimiento. Es consi-
te al convento que construían los dominicos y “bajo las derado, después de Garcilaso de la Vega, el más notable
ventanas de Leonor de Osma”, joven de 22 años, casada de los poetas españoles italianizantes. Su lírica, que tras-
con el doctor La Torre, a quien –cuenta la leyenda que se cendió las fronteras europeas gracias a su estancia en la
ha originado en torno al poeta-, éste y su amigo habían entonces Nueva España y particularmente en Puebla de
llevado serenata. Auxiliado por vecinos, ya en su posada, los Ángeles, se desarrolla en torno al refinado artificio del
Cetina fue atendido por un curandero de apellido Cortés. amor visto en su más típica abstracción.
Posteriormente fue trasladado a México para recibir aten- Fue traído a la Nueva España por su tío Gonzalo
ción médica, y a donde se transfirió también el proceso. López, Procurador de las Indias, aunque contaba con fa-
Los heridores resultaron ser dos hijos de conquista- milia numerosa en el Nuevo Mundo, al que visitó en dos
dores, Hernando de Nava y Gonzalo Galeote. Sólo que el ocasiones, la segunda de nefastas consecuencias, pues al
primero era hijo de “la Rascona”, viuda de conquistador y parecer fue a partir de las heridas que le infligieron en sus
nuevamente casada con otro, dueña de cuantiosa fortuna. andanzas por Puebla, que finalmente falleció en 1557.
De ahí que el proceso se viera entorpecido por la influen- Aunque su obra fue extensa entre madrigales sone-
cia y los “dineros”, como decía el mismo delincuente. tos, canciones, diecisiete epístolas y quince composicio-
Se ha considerado a Nava como el primer “rebelde nes varias, el poema más conocido de Cetina es aquél
sin causa” de la naciente Puebla, protegido por su ma- que dice:
dre, “cacica con faldas”. Pero aunque al final la sentencia
de pena de muerte se conmutó el 17 de julio siguiente, Ojos claros, serenos,
Nava sufrió el cercenamiento de la mano derecha por el si de un dulce mirar sois alabados,
39
Cuando el sol brotaba apenas y la bella ciudad mía
Era, en el oro del día
Como una gran sinfonía
De azulejos y campanas
(Luis Sánchez Pontón)
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La ciudad de Puebla se trazó a partir de la plaza principal o plaza mayor: al lado sur la catedral y al norte
el ayuntamiento, quedó enmarcada en tres de sus lados por portales. (Tomado de Yanes Díaz, Gonzalo y
Salamanca Montes, Juan F., La cuadrícula en la ciudad de Puebla, Cuadernos de Trabajo No. 16, Instituto
de Ciencias Sociales y Humanidades-buap, 1995). Croquis: Sergio Vergara Berdejo