Los Protocolos de Los Sabios de Zion
Los Protocolos de Los Sabios de Zion
Los Protocolos de Los Sabios de Zion
DE L O S
SABIOS DE SION
SABIOS DE SION
P R O T O C O L O S
PROLOGO
DE
Monseñor Jouin
Prelado de Su Santidad
NOS
MADR I D
i 963
Dtpúslto Ltga!: M. 6.184-198» Número de Registro: 3713-63
$. A. E. Gráfica» Espejo.—Tomás Bretón, 51 .—Madrid.
AL LECTOR:
después de leer lo escrito en ellos, hallarás texto tras texto de los más insig
nes judíos, indicando libro y página; escritos unos antes y otros después de
ser publicados los Protocolos en Rusia y de ser depositado un ejemplar en
el Bristish Museum, de Londres (1), y todos esos textos que intercalamos los
hallarás tú, lector, rimando perfectamente con el texto protocolario que le
precede. Y lo que resulta concluyente, si tu capacidad para el asombro no la
agota la soberbia, la perfidia y el cinismo talmúdico que campean del prin
cipio al fin en cada protocolo, te asombrarán más aún el orgullo satánico
el odio y la agonía de poder que satura lo escrito por tantos judíos con su
firma... Resulta que son más impúdicos escribiendo a cara descubierta que
cuando lo hacen tras careta, como es el caso en los Protocolos.
¿Qué pensarás, lector, ante tan inaudita evidencia?...
Sin duda, si, como hemos dicho, conservas un adarme de autonomía ra
cional, deberás pensar que los Protocolos tan sólo son una pálida síntesis de
creencias, ideas, moral y procedimientos profesados y empleados por judíos
desconocidos y conocidos desde hace siglos y hasta el presente.
Sin embargo, lector, resta pendiente la cuestión de si los Protocolos son
o no una falsificación; cuestión en la cual se ha centrado toda la propaganda
universal.
Con toda sinceridad, lector; el problema de si los Protocolos son en reali
dad lo que sus editores proclaman: actas de unas sesiones celebradas por el
Alto Mando judío, reflejando los planes acordados por él para esclavizar al
mundo, lo declaramos con toda claridad: es un problema baladí, puramente
académico. El problema verdad, el trascendental, no es el de saber si las actas
son auténticas o una pura invención, sino el de conocer si han existido y
existen judíos con ideas, moral, planes y hechos que han sido y son los ex
puestos con tanta nitidez en los Protocolos.
Que han existido y existen lo demostramos ahora en cada página con tex
tos de la máxima elocuencia.
Y con la mayor elocuencia que todos los textos está demostrando que los
Protocolos dicen la verdad el entero acontecer universal. Un acontecer que,
guerra tras guerra, crisis tras crisis financiera, inflación tras inflación, revo
lución tras revolución, ha empujado a la humanidad a la feroz alternativa-
Exterminio total o esclavitud total.
No creemos, lector, que por error ni por una casualidad haya podido llegar
la Humanidad a pisar el umbral de su apocalipsis...
No lo podemos creer cuando, plena o fragmentariamente, judíos mundial
mente conocidos nos están declarando que quieren destruir la Cristiandad y,
cumpliendo su palabra, lo están realizando con sus hechos: mirad los mapas
Anticipemos un solo texto, medio siglo anterior a los Protocolos: es de
Benjamín Disraeli, loid Beaconsfield y Premier de Inglaterra:
«El Pueblo de Dios coopera con los ateos; los más ardientes acumuladores
de la propiedad se unen a los comunistas: y la raza elegida va de la mano
con la escoria de las castas inferiores de Europa.
»Y TODO ESO, PORQUE QUIERE DESTRUIR LA CRISTIANDAD.»
Nada más, lector; con sólo cuanto antecede podrías comprender que si los
P rotocolos son una falsificación, producto de la fantasía de un anónimo es
critor, te hallas ante un maravilloso prodigio: Ante una profecía en gran parte
ya cumplida.
Por lo tanto, lector, si la lógica tiene aún alguna validez para ti, has de
elegir en esta ineludible alternativa:
AUTENTICIDAD O PROFECÍA
ADVERTENCIA
(1) HEGEL: Lecciones sobre la Historia (3) Id., id., III, pt>. 284-285.
de la Filosofía, III, p. 235. (4) K. MARX: Materiales para la te-
(2) Id., id., III, p. 281. sis de doctorado. MEGA, p. 131.
PROTOCOLOS 15
(12) MARX y ENGELS: Manifiesto Co- (13) Talmud. Trat. Abcda Zara, 26 b
mumsta.
PROTOCOLOS 17
(14) Benjamín DISRAELI *: Life of Lord Flaidoyer pour les indéfendables, p. 134.
George Bentinck, p. 497. París, 1957.
(15) Albert CARACO*: Apologie d’Israél.
a
18 PROTOCOLOS
ser judío, y menos aún a la secta o grupo judío nacional o internacional cri
minal de guerra y paz...
»Incurrir en conceder impunidad total y permanente a entidad o individuo
sólo por ser judío sería tanto como crear otro racismo, por el cual, en lugar
de ser el judío un criminal fatal y nato, se le convertiría en un ente incapaz
del pecado y del delito... Tan absurdo es condenar a un inocente como brindar
impunidad a un criminal sólo por ser judío. Tan culpable puede ser una con
dena como una absolución injusta; porque absolver a hombre o grupo cuan
do son reos de lesa patria o lesa humanidad es tanto como condenar a la
patria y a la humanidad a ser asesinadas.
»Se impone acusar al criminal, sobre todo si es un criminal contra la
paz, sin que importe su idea, raza o religión.
»Nuestro deber como cristianos es denunciar el peligro y denunciar" a los
autores. Nos lo impone nuestro amor indistinto, cristiano, a todos los hom
bres. Y por lo tanto a todos los judíos.
»No en vano estamos convencidos de una verdad que hallamos en toda
la historia universal, escrita con sangre israelita en todas las esquinas del
planeta, la cual nos dice que la primera víctima, la eterna, de la secta judía
talmúdico-kabalista, en su lucha por el poder universal, siempre ha sido, es
y será el pueblo de Israel, en quien injusta y equivocadamente hacen justicia
las naciones, haciendo pagar al pueblo entero la traición permanente y los
delitos que una escasa minoría, una secta judía, cometió, comete y cometerá.
Porque tal secta es poderosa y secreta... Y cuando la hora de las justicias y
venganzas llega, son los hombres de la secta quienes se salvan y el pueblo
judío el asesinado en masa.
»No es un libro éste antisemita; es un libro que intenta, señalando a los
culpables, librar al pueblo judío, que como pueblo es inocente, de la fatal
venganza que merecen los crímenes de unos pocos que, para desgracia de
Israel, son de su misma raza» (16).
Y sólo ya señalar una culpabilidad judía; ésta sí, de toda la raza hebrea.
Si no todos los alemanes eran nazis, todos los nazis eran alemanes; y si
no todos los norteamericanos son ku-klux-klan, todos los ku-klux-klan son nor
teamericanos. Igualmente, si no todos los judíos son kabalistas-talmudistas.
todos los kabalistas-talmudistas son judíos. Es evidente que tanto en Alemania
como en Norteamérica existieron y existen antinazis y antiku-klux-klan mili
tantes, activos, que lo hacen todo para denunciarlos y para diferenciarlos
de sí mismos y de los pueblos alemán y norteamericano... Y preguntamos a
la mayoría del pueblo judío, a esa mayoría que no la creemos con intención
ni acción en la destrucción de la Cristiandad:
¿Qué judío ha denunciado a ninguna entidad o personalidad judía por
conspirar y luchar para destruir la Cristiandad?
O siquiera:
¿Qué judío ha hecho algo para diferenciar a los judíos autores del crimen
de lesa Humanidad y de lesa Cristiandad de la gran masa del pueblo judío,
inocente de tal crimen?...
DISCURSOS DENUNCIADORES
Ns 1
(no pyKOflHtH iipoTOSom. l*tí)
PREFACIO DE BUTMI
¿Por qué no reconocéis mi palabra? Porque
no estáis en disposición de oír mis palabras
Vosotros tenéis por padre al Diablo, y deseáis
cumplir los designios de vuestro padre. El
era homicida desde el principio y no se man
tuvo en la verdad, porque no hay verdad en
él. Cuando habla la mentira, habla de su co
secha, porque es mentiroso y padre de la
mentira.
San Juan.
(C. VIII, 43 44.)
En nuestra turbada época, cuando toda suerte de gentes se dedican a re
construir el imperio de Rusia, y por ello todo reconstructor, invitado o no a
realizar este trabajo, asegura que no tiene otro propósito que el bien del pue
blo, es necesario que los rusos se den bien cuenta de quiénes les rodean, a fin
de distinguir a los sinceramente bien intencionados de sus falsos amigos.
Entre los citados reconstructores de los destinos futuros del imperio de
Rusia y del pueblo ruso, los judíos desempeñan un papel preponderante por
su cinismo, sobre todo, los del llamado «movimiento libertador» y en los
24 PROTOCOLOS
siones exteriores, aun siendo éstas atroces. Esta firmeza y esta actitud para
alcanzar el fin determinado, esta fidelidad a una decisión una vez tomada son
máximas tan importantes para todo individuo aislado como para toda una
unidad militar lanzada al ataque, no habiendo ningún derecho a rectificar
bajo el fuego enemigo; tales cualidades son el resultado de una disciplina
interior, indispensable para alcanzar la victoria en el combate; particularmente
si exige un acto heroico. Es esta disciplina la que lleva a un hombre a morir,
guardando siempre la actitud y la mentalidad de vencedor con la fiera decisión
de sucumbir en su puesto.
Sólo esta disciplina puede asegurar a la voluntad humana el triunfo so
bre la muerte misma. Nosotros vemos actualmente ejemplos en casos indivi
viduales de esta disciplina interior tan bien expresada en la divisa caballeres
ca: «Haz lo que debes ocurra lo que ocurra», en el sacrificio heroico de cier
tas unidades del ejército y de la escuadra. Pero estos ejemplos han cesado
de ser una regla general: los soldados que antes del combate tenían una
firme decisión de vencer o morir, no la tienen luego, bajo el fuego enemigo;
los oficiales, habiendo voluntariamente aceptado todo servicio y los peligros
de la profesión militar, afirmando que ellos no los subestimaban, se doblegan
ante las dificultades y los peligros de la guerra en el momento en que toda
su energía debería ser empleada para superarlos. Los mismos jefes se dejan
intimidar y pierden la cabeza al recibir el golpe imprevisto, inevitable en la
guerra; sobre todo durante el combate, cuando no se modifica el plan ni e’
fin, en lugar de adaptarlos a las nuevas circunstancias. No hablamos de las
condiciones vergonzosas de la paz hecha en vísperas de la victoria sobre un
enemigo bravo, pero extenuado por una guerra superior a sus fuerzas, ni de
la alegría malsana que han demostrado los medios mercantiles y una parte de
la alta sociedad con ocasión de esta paz. No nos detendremos sobre la cues
tión de por qué el traidor a la causa rusa—Witte—, a su regreso de Ports-
mouth, en lugar de ser condenado, fue recompensado con el título de conde
y se le concedió un poder casi dictatorial (1). Estos son casos de indisciplina
interior, con la cual ninguna disciplina exterior es posible ni útil.
Para la firmeza en el combate, la primera condición es la firmeza en la
decisión tomada. Para la fidelidad al Estado, al juramento, a la bandera, a su
deber, la primera condición es la fidelidad a sí mismo. Una rectitud intelec
tual y moral y también una naturaleza íntegra, que se quiebra, pero que
no se tuerce, son indispensables. Sin estas condiciones, tan altamente apre
ciadas en todos los tiempos por los pueblos arios con el nombre de «fidelidad»
(entre los romanos: Fides; entre los franceses: Foi; entre los alemanes-
Treue), es imposible.
Sin este heroísmo no puede haber ejército victorioso ni Estado sólidamen
te establecido ni siquiera relaciones convenientes entre individuos, porque
él es el cimiento, sin el cual los hombres son incapaces de crear nada grande.
¿Y qué hacemos por nuestra parte?
En contra del buen sentido popular, nosotros admitimos la influencia des
moralizante de los hijos de Judá en nuestras escuelas, donde nuestros hijos
deben recibir la enseñanza de los primeros elementos de la moral; en núes
tros tribunales, donde el pueblo conoce la justicia y la injusticia de la vida
(1) Ver J. BUTMI: Los discursos acusadores: El Tramposo al juego.
28 PROTOCOLOS
(1) El Prefacio propiamente dicho está (2) Ver MOMMSEN: Historia romana,
cifrado en caracteres romanos del I al según el original alemán, p. 543.
XII; la Noticia sobre los Judíos continúa (3) Ver A. S. CHMAKOV: La Liberté et
la paginación del 13 al 42 en caracteres les Juifs, p. CXV.
árabes.
30 PROTOCOLOS
(7) Ver J. BUTMi: La Constitution et (8) Ver André BARON: Les Sociétés se
ta Liberté politique. aretes, leurs crimes. París, 1906.
32 PROTOCOLOS
(12) Eugenio DUEHRING: Die luden- cétera. Nowawes Neuendorf bei Berlín
frage, ais Frage des Racencharakters, et- Verlag von Ulrich Duehring, 1901.
34 PROTOCOLOS
»Tal astucia fue coronada por el éxito. Francia, y a continuación los demás
Estados, abrieron sus puertas a los judíos.
»Desde ese tiempo los judíos, como sociedad secreta, han gratificado a la
Humanidad por mediación de los masones e iluminados con la Revolución
francesa (13), la cual, a pretexto de libertad e igualdad, ha sustituido el poder
político de los defensores militares del pueblo y del país con una dominación
más abrumadora, a saber: la dominación financiera y económica de sus ex
plotadores.
»Desde entonces los judíos, por medio de Ricardo Lassalle * y Karl Marx *
han desplazado el centro de las rivalidades económicas y han creado los equí
vocos entre obreros y patronos (14). gracias o lo cual la revolución social no
cesa de amenazar la civilización y la vida económica y política de los países
civilizados, dejando inmunes a los judíos capitalistas—los verdaderos explota
dores del trabajo de los obreros y de los patronos.
»Es también en esta época cuando los júdíos, obrando siempre con la mis
ma hiprocresía y la misma lógica —mediante sus influencias ocultas sobre
los funcionarios encargados de las finanzas del Estado, sobre los periodistas
vendidos y sobre los hombres de ciencia—, han preparado y establecido en
muchos Estados, mediante el crimen monetario de 1873 (15) y de otros que le
han seguido, el patrón oro, ruina de todos los pueblos. Es él la causa del au
mento de las deudas de los particulares, así como de las de los Estados,
todos enteramente en manos de los judíos-banqueros, hasta el punto de que
sus deudas se han convertido en más del doble.
»En vísperas de la Revolución francesa, Mirabeau estaba en relaciones se
cretas con los judíos. Menos de un siglo más tarde, en 1871, se invitó al
judío Bleichroeder, del lado alemán, y al judío Rothschild, del lado francés,
a tomar parte en las negociaciones de paz entre Francia y Alemania.
»Una evolución sana no va tan de prisa. Sólo una enfermedad peligrosa
puede propagarse así, a paso de gigante. Las sociedades secretas que profe
san la Kabala y convierten a ella a los cristianos ingenuos, han desempeñado
un papel importante en la propagación de tal enfermedad.
»En 1801, el sistema masónico del Rito Filosófico Escocés fue restablecido
en Francia bajo la dirección de los judíos John Mitchell, Fréderic Dalcho,
Emile de La Motte e Isaac Oída.
»En 1814 fue fundado en París el rito masónico de Misraim, teniendo por
fundadores y directores a los judíos Michel Bernard y Marc Béndarride.
»En 1843 fue creada, en Nueva York, la primera logia de una nueva Alianza
judía, los B’nai B’rith. Poco a poco estos B’nai B’rith concentraron en sus
manos la dirección de todas las logias masónicas de América; ellas dirigen
hoy toda la política americana.
»E1 3 de febrero de 1840 un fraile católico, el padre Thomas, fue muerto
(16) Achille LAURENT: Rélation hifto- dirigée en 1840 contre les Juiis de Damas,
rique des Affaires de Syrie depuis 1840 París, 1846.
jusqu’en 1842, avec la procédure complete
36 PROTOCOLOS
las herejías que son, por así decir, concretizadas en la Masonería y en su sa
tanismo. La Judeo-Masonería es la movilización permanente de todas las
fuerzas del mal; ejército siempre en pie, siempre en campaña, siempre en ba
talla y, ¡ ay!, es preciso confesarlo, en la hora presente, siempre victorioso.
Esto es lo que J. Butmi hace constar muy particularmente con respecto a
Rusia, y concluye, lógicamente, que se impone una serie de reformas que
se pueden resumir en estas dos palabras: «La Rusia para los rusos», con el
corolario obligado de la exclusión de los judíos del ejército, de la marina,
de la enseñanza, de la justicia, de las funciones públicas del Estado, y la
prohibición de todo derecho de propiedad mobiliario o inmobiliario; la
de obtener derechos sobre las tierras del Imperio y, finalmente, la de tener
criados cristianos. Estas medidas son la repetición de las Leyes que los
Papas promulgaron tan frecuentemente contra la usurpación, la rapacidad,
la arrogancia y la dominación de los judíos.
J. Butmi, grega:
«Estas no son más que medidas gubernamentales.
»Pero el Estado no podrá obtener nada en este sentido si, obedeciendo
a intereses provisorios, nosotros mismos continuamos, como se ha visto ya
multitud de veces, ayudando a los judíos a burlar la Ley, poniéndonos así
en connivencia con ellos y convirtiéndonos en los colaboradores del diablo.
«Pero si nosotros queremos sinceramente volver a ser libres y ver nues
tra Patria poderosa e independiente, es inútil esperar nuestra liberación
de nuestra sumisión a la Kabala judía, porque no en vano se ha dicho:
«Todo hombre, cometiendo el pecado, es esclavo del pecado.» (San Juan, VIII,
número 34.) Nos hace falta buscar la libertad en la Verdad del Evangelio, pues
to que Nuestro Señor, que ha venido a salvar el mundo del pecado y de
la esclavitud, nos dice: «Aprended la Verdad, y la Verdad os hará libres.»
(Ibíd., versículo 32.) Es tiempo de acordarnos de las palabras de la oración:
«Líbranos del mal —y agregar mentalmente— y de sus servidores.»
«Recordemos también el texto de la segunda Epístola del apóstol San
Juan (11-10): «Aquél que viene hacia vosotros y no os aporta Su doctrina
(la de Cristo) a ése no le recibáis en vuestra casa y no le aclaméis, porque el
que lo aclama participa de sus malas obras.»
»Si nosotros deseásemos realmente con toda nuestra alma salvar a nues
tra Patria, y a nosotros mismos, de la vergüenza que se prepara, y que en
parte ya está realizada: la de caer bajo el yugo del judío, en el «Reino de
la Serpiente», nosotros habremos de cesar de tener toda relación con él, todo
comercio, todo negocio, organizando en todas partes la ayuda mutua entre los
rusos, tanto para el comercio como para los negocios, y entonces el judío des
aparecería del suelo de Rusia.
«Aunque sea difícil de buenas a primeras renunciar a los servicios de
los judíos y a los de su dios: el ORO, sin embargo, es cosa posible, a
condición de tener una Fe sólida y un valor invencible.
»Pero, ¿hay todavía una Fe sólida y un valor invencible en el corazón de
los rusos?
»Esto, nosotros no lo sabemos. Sin embargo, lo esperamos. Si así no
fuera, consideraríamos inútil molestamos en escribir esta obra.»
J. BUTMI
38 PROTOCOLOS
(1) Los subtítulos no están en la edición (5) Nilus: «Por esto es por lo que se
rusa de Butmi. Son conservados los de la obtienen los mejores resultados en el go
de Nilus para facilitar la lectura. bierno del mundo...» En Butmi, la frase
(2) Talmud. Tratado Baba mezia; 114 b). siguiente: «Todo hombre aspira al poder...»,
(3) Talmud. Trat. Kerethot, 6 b). precisa suficientemente el plan de los Pro
(4) Citado por el judío EISENMENGER: tocolos que establece el supergobiemo de
Historisches Handbuch (1883), I, p. 599). Israel. (Mons. Jouin.)
42 PROTOCOLOS
EL DERECHO ES LA FUERZA
¿Qué es lo que ha contenido y dirigido a estas bestias de presa,
que se llaman hombres? (7). En las primeras épocas de la vida social,
ellos se han sometido a la fuerza ciega y brutal; después, a la Ley, la
cual también es una fuerza, pero una fuerza enmascarada. Concluyo
por esto que, por Ley de Naturaleza, el derecho reside en la fuerza.
Baruch Espinosa *, en Su Tratado Teológico-Político, dice:
«24. El derecho natural se determina sólo por el poder de cada uno; se
deduce que cuando uno cede a otro este poder, sea por la fuerza, sea vo
luntariamente, le cede necesariamente su derecho, y, por consiguiente, éste
dispone de un soberano derecho sobre todos, tiene un soberano poder para
sujetarlos por la fuerza o por el temor al último suplicio, tan universal
mente temido. Cuyo derecho conserva, en tanto tiene fuerza para ejecutar
lo que quiere.» (8).
Y luego, añade:
«Quienquiera que posea el Poder soberano, sea uno solo, sean pocos o
(18) TROTSKY -.Discurso. Moscú, 1926. Re- l’Economie Politique des peuples anciens.
producido en su libro: ¿A dónde va Ingla Tomo II, pp. 275 y sigs.
terra?, pp. 248-47 (Ed. Biblos. Madrid, 1927).
(19) The Inftuence of the Jews on the (21) Nilus: ...cuando es posible que estos
Progress of the World. argumentos y estos razonamientos sean con
(20) DU MESNIL-MARIGNY: Histoire de tradichos por otros argumentos.
46 PROTOCOLOS
(22) MARX y ENGELS: Manifiesto del munistas ante los diferentes partidos de
Partido Comunista. IV: Posición de los co- oposición.
PROTOCOLOS 47
(28) «La Pasionaria»: Artículo en Le Dra- (29) NILUS: «El despotismo del capital
peau Rouge, 21-VI-1958. que está enteramente en nuestras manos.»
PROTOCOLOS 49
No es la conciencia de los hombres la que determina su ser, sino, por el
contrario, es su ser social el que determina su conciencia» (30).
Antes, había dicho:
«La conciencia de la necesidad de establecer relaciones entre los indivi
duos es el comienzo de la conciencia de vivir en una sociedad. Este comienzo
es tan animal como la propia vida social en esta etapa; es una simple con
ciencia de rebaño, y el hombre se distingue de las ovejas sólo por el hecho
de que su conciencia ocupa el lugar del instinto, o porque su instinto es
consciente» (31).
«Se explica la formación de las ideas por la práctica material. Por consi
guiente, se llega al resultado de que todas las formas y productos de la
conciencia pueden ser disueltos» (32).
Lenin *, ya triunfador, no se mantiene en el terreno «filosófico». Extrae
las consecuencias prácticas de las doctrinas de sus maestros:
«Se pretende frecuentemente que nosotros no tenemos moral...
«¿En qué sentido negamos nosotros la moral, negamos nosotros la mo
ralidad?
«En el sentido predicado por la burguesía, que hacía derivar esta mora
lidad de los Mandamientos de Dios. Sobre este punto, evidentemente, nos
otros decimos que no creemos en Dios.
«...para nosotros, la moral considerada fuera de la sociedad humana, no
existe; es un señuelo. Para nosotros, la moral está subordinada a la lucha
de clases...
«Nosotros decimos: es moral lo que sirve para destruir la antigua so
ciedad...» (33).
Trotsky * es más elocuente:
«Los sacerdotes desde largo tiempo han descubierto en la revelación
divina los cánones infalibles de la moral. Los pequeños sacerdotes laicos
tratan de las verdades eternas de la moral sin indicar su referencia primera.
Nosotros tenemos el derecho de concluir que si estas verdades son eternas,
ellas son anteriores a la aparición del pitecántropo sobre la tierra e incluso
a la formación del sistema solar. ¿Pero de dónde vienen pues? La teoría
de la moral eterna no puede prescindir de Dios.
«Situada por encima de las clases, la moral conduce inevitablemente
a la admisión de una sustancia particular, de un sentido moral absoluto que
no es más que el tímido seudónimo filosófico de Dios. La moral indepen
diente de los «fines», es decir de la sociedad —se la deduzca de las verdades
eternas o de la «naturaleza humana»— no es al fin de cuentas más que un
aspecto de la «teología natural». Los cielos permanecen siendo la única po
sición fortificada desde donde se puede combatir al materialismo dialéctico.
»Toda una escuela «marxista» se formó en Rusia a finales del siglo
(30) MARX: Zur kritik der politischen (32) MARX y ENGELS: Deutsche Ideo-
Oekonomie, p. 13. Ed. Dietz. lógie, cap. I. Sobre la Religión, pág. 68.
(31) MAfcX y ENGELS: Deutsche Ideolo- (33) LENIN: «Discurso pronunciado eu
gte. Cap. I; en Sobre la Religión, p. 66. e' III Congreso de la Federación de Juven
Ed. Cartago. Buenos Aires. tudes Comunistas de Rusia», 2-X-1920.
Pravda. 5-6-7- octubre 1920.
4
50 PROTOCOLOS
(34) L. TROTSKI: Leur Morale et la (36) Zohar: I, 167 b. Trad. Pauly, pági-
nótre, pp. 15 a 84. ñas 257-258.
(35) Zohar: I, 47a. Trad. Pauly, I, pági- (37) Talmud: trat. Kerithoth, 6b.
na 272.
PROTOCOLOS 55
los goim ningún favor» (38). «Está permitido fingir con los impíos» (39). «Si
el judío puede engañar a los idólatras haciéndoles creer que él mismo es
un adepto de su culto, ello está permitido» (40). «Los judíos son más agra
dables a Dios que los ángeles» (41). «Es necesario ser puro con los puros, y
perverso con los perversos» (41 bis).
La doctrina de las dos clases del Marxismo tiene su origen ahí, en la
Kabala y el Talmud, filosofía y código moral del judaismo imperialista, es
clavista, donde desde hace tantos siglos está expresada con el máximo vigor,
preconizando una separación tajante entre judíos y no judíos; entre ambos
se abre un abismo;’ un abismo idéntico al que hay entre hombre y bestia...
No ha llegado el Marxismo ni los mismos PROTOCOLOS a formular explí
citamente tal doctrina, contenida sólo implícitamente en su concepción «mo
ral», aunque, ciertamente, el Marxismo, en su realidad, cuando es ya Estado,
su Terror considere a la otra clase no humana, bestia, cuyo destino es la
exterminación, cual si fuera una bestia feroz, o la esclavitud de animal do
mesticado.
(38) Talmud; Trat. Ychamoth, 23a. (41 bis) Talmud; Trat. Baba Bathra 123a
(39) Talmud; Trat. Baba Bathra, 123 a y (42) MARX: Carta de 1875, citada por
Stah, 41 b. Lenin en La Victoria del Proletariado y el
(40) Talmud, Yore de’ah, 157, 2. renegado Kautsky, p. 14.
(41) Talmud; Trat. 91 b. ,
56 PROTOCOLOS
un lenguaje mucho más fuerte, incluso más soez, a este mismo Guillermo
Liebknecht, a pesar de obedecerle, le ha llamado «estúpido» y «vaca»(53). A
Bakunin, eligiendo uno de sus más benignos adjetivos, Engels le llama «ba
sura» (54). A Macdonald, luego Premier británico, le llama «miserable» (55).
No seguimos; llenaríamos varias páginas con los más sucios adjetivos.
(53) Carta de Marx a Engels: Londres, (55) Carta de Marx a Liebknecht: 11-11-
10-VIII-1869, o. c., pp. 179-180. 1878, o. c., p. 238.
(54) Carta de Engels a Sorge, 12-IX-1874.
PROTOCOLOS 59
su razón. Los ingleses tienen una frase histórica: Right or wrong, my couniry
(que tenga o no razón, es mi patria). Nosotros estamos históricamente mejor
fundados para decir: que tenga o no razón en ciertos problemas concretos,
en ciertos puntos, es mi Partido... Y si el Partido toma una decisión que tal
o cual entre nosotros estima injusta, él debe decir: «Justa o injusta, es mi
Partido, y yo soportaré las consecuencias de su decisión hasta el fin.»
«Tal razonamiento, comentará otro judío trotskista, B. Lifchitz*, viene
a dar carta blanca a Stalin, amo de la máquina del Partido y amo del Estado
por el Partido» (56).
Un plan vasto y claro no puede ser elaborado más que por un solo
hombre; él coordina todas las ruedas del mecanismo de la máquina
gubernamental. De ello se debe concluir que es preferible para el
bienestar de un país que el Poder esté concentrado en las manos de
un solo individuo responsable. La civilización no puede existir sin el
despotismo absoluto, porque ella no es creada por las masas, sino
por sus jefes, cualesquiera que éstos sean. La multitud es bárbara;
ella lo prueba en toda ocasión. En cuanto la multitud se apodera de
la libertad, ella la transforma inmediatamente en anarquía, colmo de
la barbarie.
Otra tesis para ser puesta en práctica después del triunfo. Antiautocrá-
ticos, ellos preconizan su autocracia para ejercer el Poder.
El judío Lifchitz * (Boris Souvarine), alto dirigente comunista hasta la
caída de Trotsky, dice:
«Entre 1917 y 1920, Lenin había preconizado sucesivamente la dictadura
democrática (sin escrúpulo por la antinomia, decimos nosotros) del prole
tariado y los campesinos pobres; después, la dictadura del proletariado. Des
pués de octubre, él no duda en proclamar: «Sí, la dictadura de un solo par
tido...» (57).
J. Plejanov, maestro de Lenin, había profetizado:
«Al fin de los fines, todo girará en torno de un solo hombre que, ex provi-
dentia, reunirá en él todos los poderes.»
Trotsky * había calificado la dictadura, llamada por Lenin * «dictadura del
proletariado», diciendo que sería la dictadura sobre el proletariado... Pero
esto lo decía cuando estaba reñido con Lenin. Mas, cuando participó, en ca
lidad de segundo, de su poder autocrático y esperaba heredarlo en su to
talidad, hizo suyo el embuste leniniano... y en 1920, proclamó:
«La libertad de trabajo es propia de la sociedad burguesa. Para ejecutar
las órdenes concernientes al trabajo forzado, obligatorio para todos, sin dis
tinción de sexo, debe ser empleada la fuerza armada. Los obreros deberán ser
(56) Boris SOUVARINE (Lifchitz): Sta- varine* (su apellido auténtico es Lifchitz),
line, p. 242. en Stalin, pp. 424 y 340.
(57) Reproducido y dicho por Boris Su-
60 PROTOCOLOS
Otro responderá:
«Stalin, más alto que los espacios celestes.»
Y añadiendo otro:
«Stalin, como el sol, sus rayos son doradas fuentes de felicidad.»
Y exclamando otro:
«¡ Todo está incluido en este nombre de tal manera inmenso. Todo: Partido
Patria, vida, amor, inmortalidad. Todo!»
(64) Palabra judía que significa: Prohi (66) Nilus: ...las llamadas «mujeres de
biciones. mundo».
(65) Nilus: ...en los lugares de placer. (67) Trat. Baba Qamma, 113 b.
PROTOCOLOS 63
«Está permitido engañar al goi» (68).
En cambio:
«Si vendéis alguna cosa a vuestro prójimo —para el judío sólo es prójimo
el judío— o si le compráis alguna cosa, no os está permitido engañarle» (69).
Porque:
«Es necesario ser puro con los puros (con los judíos) y perverso con los
perversos» (con los cristianos) (70).
Unos ejemplos prácticos:
«Anda, quita aún alguna cosa del tronco de los árboles; el goi conoce
bien el número de los árboles, pero no conoce su grosor.»
Si el gentil se equivoca, no hace falta advertirlo. En el Choschen ham-
mischapat, 183, 7, sé le enseña: «Alguien, dice, ha enviado su hombre a reco
brar el dinero de un akoum —un no judío—, si éste se ha equivocado y ha
pagado más; de lo que él debía, el sobrante no le será devuelto» y pertene
cerá, según el caso, ya sea al enviado, ya sea a su amo. Escuchemos también
a Rabbi Samuel hablar en el Talmud: «Había él comprado un día a un goi
una botella que el vendedor creía era una botella de cobre, cuando ella era
de oro; Rabbi Samuel no le desengañó, y sobre el precio de cuatro drachmas
que había sido convenido entre ellos, él encontró todavía el medio de rebajar
una drachma» (71).
Conozcamos un poco de la «Justificación» teológica, según la enseña la
Kábala:
Escuchemos a R. Hizqiya y R. Yéhuda conversando juntos, cuando ellos
se encaminan de Cappadocia a Lydia. El primero pronuncia sentenciosa
mente: «¡Dichosa la suerte del hombre que está ligado al buen lado (al de
Israel) y que no se deja seducir por el lado malo!» (el de los goim). Y
R. Yéhuda aprueba: «En efecto, la suerte de aquel que se desliga del mal
lado es dichosa. ¡Dichosa la suerte de los justos que constantemente hacen
la guerra al lado malo!» Entonces R. Hizqiya, recordando el artificio que
había empleado Jacob en detrimento de Esaú para usurpar la bendición
de su padre Isaac (Génesis, XXVII, 18 y sig.), justifica la astucia en la lucha
contra los infieles. El invoca el Proverbio XXIV, 6: «Tú harás la guerra
con astucia»; y al preguntarle su interlocutor de qué guerra se trata, él ex
plica: «La guerra que el hombre siempre debe declarar al lado malo. Obser
vad que Jacob ha obrado con astucia con respecto a Esaú, porque éste era
la imagen del lado malo. La astucia consistía en esto, que él comenzó por
ser sincero con respecto a Esaú y acabó por tomar hacia él una actitud
tortuosa. Esto resulta del hecho siguiente: Jacob se apoderó primero del
derecho de primogenitura de Esaú y después le arrebató la bendición» (72).
Elevemos estas «razones-teológicas» del Zohar y estos «cánones éticos» del
Talmud a regla general político-social-económica, como son elevados en rea
lidad por tantos judíos, y hallaremos que nada nuevo hay en este apartado
de los Protocolos; es algo ancestral, cuyos tremendos réditos se han ido
acumulando a través de los siglos hasta formar ese gigantesco haber que
constituye hoy la formidable potencia del Judaismo.
En esas doctrinas y en esos cánones hallaremos el secreto de su doble
Poder: capitalismo-comunismo: esclavismo.
EL T E R R O R
Nuestro gobierno, procediendo a conquistas pacíficas, tendrá el
derecho de reemplazar los horrores de la guerra por ejecuciones me
nos espectaculares, pero más eficaces, ya que ellas mantendrán el te
rror que nos proporcionará la sumisión ciega de los goim o su inercia.
Una severidad justa e implacable es el principal factor de la fuerza
gubernamental; no sólo por interés, sino por deber, con vistas a nues
tra victoria, nos es indispensable seguir este programa de violencia
e hipocresía.
Toda doctrina basada sobre el cálculo es tan poderosa como los
medios que ella emplea; por esto es por lo que nosotros triunfaremos,
no tanto por la aplicación de nuestras doctrinas severas como por
nuestros principios mismos, y haremos esclavos de nuestro Supergo
bierno a todo los gobiernos. Será suficiente que se sepa que nosotros
somos implacables para que toda resistencia sea rota.
Insertemos ante todo la Teología del terror, según es «razonada» por la
fiábala:
«Si procrearan los idólatras ellos solos, el mundo no podría subsistir. Así,
nosotros estamos advertidos de que los hombres (entiéndase: los judíos) no
deben dejar ningún espacio a estos miserables ladrones. Porque si ellos
procreasen sin mesura, sería imposible subsistir más largo tiempo, a causa
de ellos...» (72 bis).
«No existe para nosotros otro sacrificio sino el que consiste en hacer dea
aparecer el lado inmundo» (73).
¿Cuál es el «lado inmundo»?
«Las almas de los demás pueblos emanan del lado izqui rdc lo que las
hace inmundas; ellas son por lo tanto impuras y ensucian a te dos los que
se les aproximan» (74).
Y amplía la Kábala, invocando la Escritura:
«Los pueblos de la tierra son idólatras. Es de los que está dicho: Que
ellos sean destruidos sobre la tierra (Deuteronomio, XI, 23). Porque ellos
forman parte de aquellos de los que está dicho: Destruid la memoria de
Amalek (Exodo, XVII, 14).
El Talmud sintetiza canónicamente tal doctrina diciendo:
«Es por lo que la tradición nos enseña que el mejor de los paganos debe
ser muerto» (74 bis).
(72 bis) Zohar: R. Abba II, 64 b; supri primido en la traducción al francés de
mido en la traducción al francés de J. Pauly.
Pauly. (74) Zohar: I, 47 a, trad. J. P., I. pági
na 272.
(73) Zohar: El Pastor Fiel, III, 27 b. Su (74 bis) Aboda Zarah, 26 b.
PROTOCOLOS 65
(75) Karl MARX: Nueva Gaceta del Rhin, (77) F. ENGELS: Situación de las clases
13-1-1849. trabajadoras en Inglaterra, citado por Kaut-
(76) Karl MARX: Nueva Gaceta del Rhin. sky*: Terrorismo y Comunismo, p. 185.
7-XI-1848. (77 bis) F. ENGELS: O. c., p. 224.
6
66 PROTOCOLOS
plana mayor del bolchevismo fugarse cuantas veces fueron hechos prisio
neros...
Ahora bien, aun aceptando la doble moral talmúdica de Trotsky, a efectos
polémicos, y «santificando» el Terror que asesina sólo a «grandes propie
tarios, capitalistas y generales»... ese mismo Terror «proletario», pasa des
pués al asesinato de pequeños propietarios, de campesinos, de proletarios,
de comunistas... pasa a asesinarlo a él, pues Trotsky ha sido asesinado■por
ese mismo Terror por él ejercido y por él «santificado»...
¿Qué pensaría Trotsky de su «santificado» Terror al perforarle el cráneo
la piocha del terrorista, chekista, español de nacimiento, Rio Mercader?
Pero ¿para qué más textos del Terror esclavista, comunista? Es más
elocuente la historia contemporánea de cada uno de los países del Imperio
esclavista y la de España... que deja pálidos a los de Marx, Engels, Lenin,
Trotsky y Protocolos, no siendo igualada más que por los del Talmud y la
Kábala...
LIBERTAD-IGUALDAD-FRATERNIDAD
Desde la época de la expansión de la Grecia antigua, nosotros fui
mos tos primeros en gritar la palabra: «Libertad!» (81), tan frecuen
temente repetida después por papagayos inconscientes que se han
abatido sobre este reclamo del cual ellos se sirven para desposeer al
mundo de su prosperidad y de la verdadera libertad individual, que
consiste en la protección de esta libertad contra la violencia de la
multitud. Estos goim, llamados inteligentes y sabios, no supieron dis
cernir cuán abstractas eran estas palabras que ellos oían clamar en
todas partes; ellos no advirtieron (82) que no existe libertad en la
naturaleza como tampoco igualdad, puesto que la misma naturaleza
ha establecido la desigualdad de las inteligencias, de los caracteres y
de las facultades, sometiendo todo a sus leyes; no se han apercibido
de que nuestra política les ha lanzado fuera de su vida habitual, po
niéndolos en el camino que conduce a nuestro gobierno (83). Por poco
iniciado que esté en política, incluso un imbécil puede gobernar, mien
tras que un no-iniciado, aunque sea un genio, se perderá por los ca
minos que nosotros señalamos (84).
La Masonería, creación del Judaismo kabalista, es un judaismo ersatz,
en lo religioso, ético y político; ejército jenízaro del kabalismo y su instru
mento más eficaz para destruir la Cristiandad desde dentro; como se sabe,
adoptó como dogmático trilema: Libertad-Igualdad-Fraternidad.
He ahí en el punto precedente de los Protocolos el concepto que el primer
dogma merece a quienes lo insertaron en los cerebros de la mayoría de las
(85) K. MARX*: Carta a Sorge, Londres, (87) F. ENGELS*: Carta a Bebel, 18-28
19-X-1877. marzo 1875.
( 8 6 ) León XIII, Humanum Gemís.
PROTOCOLOS 69
Leamos a Trotsky, que nos refiere cómo llegó por el estudio de la Maso
nería al materialismo y al Comunismo.
«Los artículos sobre la Masonería que venían en las revistas teológicas
me interesaron bastante, ¿De dónde procedía este extraño movimiento?, me
preguntaba. ¿Cómo lo explicaría el Marxismo? Me resistí durante bastante
tiempo a aceptar el materialismo histórico, aferrándome a la teoría de la
variedad de los factores históricos, que, como es sabido, sigue prevaleciendo
aún en las ciencias sociales.
«Como digo, empecé a interesarme por la Masonería. Me pasé varios
meses leyendo afanosamente todos los libros que los parientes y amigos pu
dieron encontrar en la ciudad sobre la historia de los franc-masones. ¿Por
qué, a título de qué, los comerciantes, los artistas, los banqueros, los abo
gados y los funcionarios se agrupaban en este movimiento, desde los pri
meros años del siglo xvxi, restableciendo en él los ritos de los tiempos me
dievales? ¿Para qué toda esta extraña mascarada...? La Masonería produc
tiva se tornaba en Masonería «especulativa». Pero, como suele ocurrir en
tales casos, en aquellas formas morales supervivientes a que se aferraban
los hombres, se había plasmado, bajo el imperio de la vida, un contenido
totalmente nuevo. En ciertas ramas de la Masonería, como por ejemplo, en
la rama escocesa, predominaban todavía, visiblemente, los elementos de la
reacción feudal. En el siglo xvm las formas francmasonas adoptan en una
serie de países un contenido de lucha por la cultura, de ideas racionalistas
políticas y religiosas, creando, en su ala izquierda, la campaña de los car
bonarios. Entre los francmasones contábase Luis XVI, pero también se con
taba el doctor Guillotin, el inventor de la guillotina. En el sur de Alemania,
la Masonería abraza abiertamente la revolución; en cambio, en la corte de
la emperatriz Catalina de Rusia no hace más que reproducir en forma car
navalesca las jerarquías de la nobleza y la burocracia. La emperatriz masona
manda a Siberia al masón Novikov.
«Como en la cárcel para conseguir un cuaderno nuevo había que devolver
el otro lleno, pedí para mis lecturas sobre la Masonería un cuaderno de
mil páginas numeradas en que, con letra diminuta, iba extractando los libros
que leía y registrando mis ideas propias acerca de los francmasones y del
materialismo histórico.
»Cuando me sacaron de la cárcel de Odesa, aquel voluminoso cuaderno
de apuntes, autorizado por la firma del viejo Ussof, suboficial de gendarmes,
se había convertido en un verdadero centón de ciencias históricas y de ideas
filosóficas... A mi cabeza acudían a un tiempo demasiadas cosas, traídas de
los más diversos campos, épocas y países, y temo que en aquel primer
trabajo haya querido yo decir mucho de una sola vez. Sin embargo, creo
que las ideas fundamentales y las argumentaciones eran exactas. Por en
tonces, ya tenía yo la sensación de pisar en terreno firme, y esta sensación
iba confirmándose en el transcurso del trabajo. Daría algo bueno por en
contrar el voluminoso cuaderno. Me acompañó al destierro, donde dejé las
investigaciones sobre la Masonería para consagrarme al estudio del sistema
económico en Marx. Estando refugiado en el extranjero después de mi huida.
Alejandra Lvovna me lo remitió por conducto de mis padres, que me visita
70 PROTOCOLOS
(89) Nilus: ...jugar nuestro as de triunfo. RRUEL: Memorias para servir a la Histo
(90) Tomado de los documentos ocupa ria del Jacobinismo, t. III p. 24.
dos en Baviera a la Orden de los Ilumina (91) Carta de Marx a Engels; Londres.
dos, impresos y repartidos por el Gobierno 13-VII-1851.
bárbaro a todos los de Europa. Abate BA-
PROTOCOLOS 73
(92) L. TROTSKY: Terrorismo y Comu (94) Nilus: ...promovida por nuestros sa
bios.
nismo, pp. 54 a 59. (95) Nitus: ...tenida bajo nuestro con
(93) Milus: ...de nosotros. trol.
PROTOCOLOS 75
”Un hombre sin pasiones o sin deseos dejaría de ser un hombre..." (I, 118).
"La moral religiosa nunca ha servido para hacer más sociables a los mor
tales" (I, 36).
•»Bentham.—De Bentham citaremos solamente el pasaje donde combate
"el interés general en el sentido político” : "El interés de los individuos...
debe ceder ante el interés público. Pero..., ¿qué significa esto? ¿No forma
parte cada individuo del público, como otro cualquiera? Este interés público
que vosotros personificáis no es sino un término abstracto y no representa
más que la masa de los intereses individuales... Si estuviera bien sacrificar
la fortuna de un individuo para aumentar la de los otros, aún sería mejor
sacrificar a un segundo, a un tercero, sin poder señalar límite alguno...
Los intereses individuales son los únicos intereses reales.” (Théorie des peines
et des récompenses, París, 1835, 3.a ed., II, 230)» (97).
Si «el comunismo desarrollado —el de Marx— data directamente del ma
terialismo francés», y tal materialismo, por los textos aportados por él, es
un grosero egoísmo, elevado a categoría de «moral», el comunismo será
también un grosero egoísmo.
En realidad, lectores, tanto el materialismo egoísta francés como el egoís
mo del marxismo datan directamente de Espinosa*:
«Por derecho e institución natural no entiendo otra cosa que las reglas
de la naturaleza de cada individuo, según las cuales concebimos a cada uno
determinado naturalmente a existir y a obrar de cierto modo. Por ejemplo,
los peces están determinados por la naturaleza a la natación, y los grandes
a comerse a los pequeños y, por lo tanto, los peces, en virtud de su derecho
natural, gozan del agua.
»Es cierto que la naturaleza, considerada en absoluto, tiene un derecho
soberano sobre todo lo que está en su poder, es decir, que el derecho de
la naturaleza se extiende adonde alcanza su poder. Ahora bien, el poder de
la naturaleza es el poder mismo de Dios, que posee un derecho soberano
sobre todo.
»Pero la potencia universal de toda la naturaleza no es sino la potencia
de todos los individuos reunidos; se deduce, por tanto, que cada individuo
tiene un derecho sobre todas las cosas que puede alcanzar, es decir, que el
derecho de cada uno se extiende hasta donde se extiende su poder determi
nado. Y como la ley suprema de la naturaleza es que cada cosa trate de
mantenerse en su estado en tanto que está en sí, y no teniendo razón sino
de sí misma y no de otra cosa, se deduce que cada individuo tiene un de
recho soberano a esto, según ya dije; es decir, a existir y a obrar según la
determinación de su naturaleza.
»No reconocemos aquí diferencia alguna entre los hombres y los demás
seres de la naturaleza, ni entre los hombres dotados de razón, ni aquellos
a quienes verdaderamente falta, ni entre los fatuos, los locos o los sensatos.
Aquel que produce una cosa según las leyes de la naturaleza, lo hace con
pleno derecho, puesto que ha obrado según determinaba su naturaleza y
no podía obrar de otro modo.
(1) Nilus: ...la libertad de la prensa y (4) Nilus: ...pero hacer, sin entrar en el
de la religión. detalle, exposiciones concernientes a los
(2) Nilus: ...y la fuerza retroactiva de principios de derecho moderno, como sien
las leyes. do reconocidos por nosotros.
(3) Nilus: ...pero en el caso en que se
hiciese necesario hablar de ello a la mul (5) Nilus: ...la potencia de un genio po
titud... Utico.
PROTOCOLOS *1
muy canalla, pero qué hábil! ¡Con qué magistral audacia ha hecho
su jugada!»
Nosotros contamos con atraer imperceptiblemente a todas las na
ciones a la construcción de la nueva obra de la que proyectamos el
plan (6) v que comprende la descomposición de todo el orden exis
tente que nosotros reemplazaremos por nuestro reino y sus leyes.
Por esta razón, es preciso asegurarnos el concurso de esta fuerza
que es el «yo me desentiendo» de nuestros agentes, los modernos
premiers de todos los países; es esta fuerza la que aniquilará todos
los obstáculos de nuestro camino.
Empieza este punto con una observación muy exacta sobre la psicología
de las masas: su instintivo culto a la fuerza; por lo tanto, su culto al éxito.
Decimos «masas» en plural, para incluirlas a todas; también a la «masa
intelectual»; obediente como la inculta al instinto del culto a la fuerza.
Por ser más extraño y sorprendente tal culto a la fuerza en las élites in
telectuales, y el menos advertido, ya que saben disfrazarlo con «razones», es
timamos oportuno aportar algunas pruebas textuales en confirmación de su
existencia; que, a la vez, demuestran su insolvencia científica.
Cualquiera que haya saludado la Historia de la Filosofía convendrá en
que no ha encontrado a Marx citado como filósofo en ninguno de sus trata
dos, ni en los más extensos. Todo lo más, encontraremos citado su nombre
como uno de tantos «epígonos» de Hegel; uno más de la que fuera llamada
«izquierda hegeliana», una secta política, disfrazada de cenáculo filosófico, al
amparo del nombre de Hegel, «déspota de la filosofía moderna o del tiempo
moderno» (Marx); déspota por ser «filósofo de Estado», del Estado prusiano,
hasta su muerte, secta política que se acogía al nombre del «déspota» para
librar de la policía sus hazañas en propagandas políticas, resguardándolas
tras el escudo del «filosofismo» hegeliano.
Bien; no figura Marx como filósofo en ninguna Historia de la Filosofía.
Mas él sólo estará excluido de sus páginas hasta pasado el año 1917; es decir,
hasta vencidos más de treinta años después de su muerte... ¿Qué ha sucedido
para que Marx sea ya «filósofo» para los historiadores de la filosofía desde
entonces?... Sencillamente: ha triunfado el Marxismo en Rusia con la Revo
lución de 1917... La categoría de «filósofo» se la da la fuerza, la fuerza de un
Estado que obedece a marxistas. He ahí el culto gregario rendido por la «in
teligencia», en su más alta expresión, la filosófica, a la fuerza, según dos de
cenios antes habían señalado los sabios de Sión en sus Protocolos.
Pero, se dirá: «pudo ser una injusticia, un olvido, una conspiración de los
enemigos de clase». No. Marx no es filósofo; es más, no quiere serlo; y más
aún, él niega la Filosofía, y hasta pretende suprimir lo que «filosofía» lla
man (7):
«La filosofía y el estudio del mundo real son entre sí como el onanismo y
el amor sexual» (8).'
A pesar de eso, y mucho más que podríamos aportar, Marx, a impulso de
la fuerza del Estado comunista, marxista, es elevado a los altares filosóficos.
Y no sólo por los marxistas militantes en su antifilosofía y por la cobardía
de los demoliberales, no; después de la Segunda Guerra Mundial, cuando se
agiganta el Imperio Comunista y su fuerza es tan gigantesca y feroz, hasta sa
cerdotes, con cultura teológico-filosófica, ofician ante el altar filósofo de Marx.
Por ejemplo, un sacerdote, y además jesuíta, alcanza el «honor» de ser el
más grande apologista del «filósofo» Marx; si bien es verdad, a lo Vanini:
a pretexto de refutarlo, por ejemplo, dirá nada menos que esto: «La doctrina
marxista será presentada en las páginas que siguen como un sistema com
pleto del hombre, de la naturaleza y de la historia» (9).
Con mucha menos cultura, Lenin; con una gran incultura, Stalin, también
han sido elevados a los altares filosóficos; lo hubiera sido Malenkov de resul
tar triunfador, y lo será Jruschov si se asegura en el poder... Prodigio sin
par del culto a la fuerza rendido por la Inteligencia occidental...
A pesar de que:
«En el socialismo, tal como se muestra hoy, la filosofía, o más bien una
filosofía, el materialismo dialéctico, está oficializada en tanto que sistema
completo y acabado. Ella está en el poder; pero no hay filósofos; por lo
tanto, no hay filosofía» (10).
Y esto lo dice Henry Lefebvre, el que ha sido durante treinta años el más
notable filósofo del Marxismo.
El apotegma del culto a la fuerza de las masas es agregado a un fin inme
diato —«la descomposición del orden existente»— y otro mediato —su reem
plazo por el reino judío.
Una vez más, resultan innecesarios los textos. La «descomposición del
orden cristiano», obra de la Reforma y de la Revolución francesa, que lo
reemplazan por el llamado «orden burgués», es una evidencia histórica:
«La burguesía ha desempeñado en la Historia un papel esencialmente re
volucionario.
»Allí donde ha conquistado el poder ha pisoteado las relaciones feudales,
patriarcales e idílicas... Ha ahogado el éxtasis religioso, el entusiasmo caba
lleresco...
»Las condiciones burguesas de producción y de cambio, el régimen burgués
de propiedad, toda esta sociedad burguesa moderna, que han hecho surgir
tan potentes medios de producción y cambio, semeja al mago que no sabe
dominar las potencias infernales que ha evocado» (11).
El cuadro histórico de Marx, que es más amplio en el Manifiesto, puede
sintetizarse en una palabra: Anarquía.
Anárquico es el Estado de la sociedad burguesa.
(12) Nilus: Esta potencia, por medio de otros al testimoniar su ansiedad por ver
la cual «nosotros hemos subido sobre el el resultado de nuestra proposición antes
trono», pagará su última deuda hacia nos- de pronunciar un juicio.
84 PROTOCOLOS
EL SUFRAGIO UNIVERSAL
Pero nosotros debemos utilizar antes el sufragio universal, sin dis
tinción de clases ni de fortunas, a fin de obtener la mayoría absoluta
que se obtendría menos fácilmente votando sólo las clases intelec
tuales (14) y poseedora.
La evidencia de lo que ha supuesto el sufragio universal para Europa y
América, para el mundo civilizado, nos evita el aportar documentación.
Un político español, precisamente aquel que instauró en España el sufra
gio universal, Cánovas, dijo: «El sufragio universal será la dictadura o será
el comunismo.»
Lenin * dice igual:
«... la participación en las elecciones y en la lucha parlamentaria es obli
gatoria para el partido del proletariado revolucionario, precisamente para edu
car a los elementos retardatarios de esta clase, para despertar e ilustrar a la
masa aldeana ignorante y embrutecida. Hasta que no poseáis fuerza para di
solver el Parlamento burgués o cualquiera otra institución reaccionaria, estáis
obligados a trabajar en el interior de esas instituciones, precisamente porque
todavía hay obreros embrutecidos por el clero y el ambiente aldeano. De lo
contrario, corréis el riesgo de no pasar de puros charlatanes» (15).
Claro es, Lenin * no cree en el parlamento, producto del sufragio, porque
sufragio y parlamento son para él armas contra ellos mismos: contra sufra
gio y parlamento.
«... está probado que incluso pocas semanas antes de la victoria de la
República soviética, y aun después de esta victoria, la participación en un
parlamentó de democracia burguesa, lejos de perjudicar al proletariado revo
lucionario, le facilita el medio de dar a las masas retardatarias las razones
por las cuales estos parlamentos merecen ser disueltos, facilita el éxito de su
disolución, aproxima el momento en que podrá decirse que el parlamenta
rismo burgués ha muerto políticamente.
»Los bolcheviques hemos actuado en los parlamentos más contrarrevolu
cionarios y la experiencia ha demostrado que semejante participación ha sido,
no sólo útil, sino hasta indispensable al partido del proletariado revolucio
nario.
(13) Albert CARACO*: Apologie d ’Israel. U4) Nilus: o en una sociedad dividida
' ' * en csstds
Plaidoyer pour les indéfendables, p. 105. ( 1 5 ) n .’ LENIN: El Comunismo de Iz-
París, 1957. q-derda, p. 126.
PROTOCOLOS 85
(19) K. MARX: Tesis sobre Feuerbach. ae la propiedad y del Estado, pp. 97-108-
(20) F. ENGELS: Origen de la familia, 109.
TERCERA SESION
Estiman los sabios de Sión suficiente un decenio para contar con un pue
blo «sumiso a su idea de internacionalismo humanitario».
Sin duda se refieren a Rusia, y contaban con que así fuera en 1905. Aun
que fracasaron provisionalmente en esa fecha, doce años después, en 1917,
lo consiguieron. Oficialmente la U. R. S. S. profesa el internacionalismo; lo
de que, además, fuera «humanitario», debió ser una ironía macabra de los
sabios...
EL ANTISEMITISMO
Y bien, lectores:
¿Pudo tomar el Poder Hitler, permanecer en él, expansionarse, cobrar
potencia militar —¡y qué potencia!— y lanzarse a la Guerra Mundial por
su mero genio de cabo, por un milagro de la Providencia o por un prodigio
demoníaco?
Esta es la pregunta previa que debiera formularse a la delincuencia de
paz y guerra autoerigida en «Tribunal de Justicia».
Comprenderán los lectores que no podamos en una página de este libro
escribir la intrahistoria de la preguerra mundial y hallará motivos para que
sólo insertemos unos textos, a nuestro entender, decisivos.
Ante todo, remitimos a los lectores al libro titulado Ei dinero de Hiíler,
traducción del publicado en Holanda con el título De Geldbronnein van het
Nationaal Socialisme («Fuentes financieras del Nacional Socialismo»), de un
Warburg —aunque desmentida luego la paternidad, previa la total desapa
rición de la edición, de la que no se salvaron más de tres o cuatro ejempla
res. El libro es una coartada de los judíos financiadores de Hitler, tratando
de justificarla, temiendo la conociese el mundo al triunfar el Fuhrer, pero
que, sin duda, debió resultar innecesaria tal coartada inmediatamente des
pués de publicado el libro; de ahí su fulminante recogida. En síntesis, War
burg, enviado por un grupo de financieros de Nueva York, celebra tres con
versaciones con Hitler en 1929 y convienen financiar su movimiento, y la
financiación se realiza hasta la cifra de treinta millones de dólares aproxi
madamente, complementada con millones de marcos de otros financieros
de Alemania.
El comentador del libro, ante la negativa en la postguerra de tal financia
ción de Hitler por los financieros judíos —que son los mismos, o sus des
cendientes, que financiaron la Revolución rusa a través del judío Brons-
tein (a) Trotsky— ha documentado lo dicho por Warburg en el mismo volu
men, probando la financiación ulterior del Estado Nacional Socialista por
los gobiernos norteamericano, inglés, francés y sus masónicos satélites euro
peos, regidos por un Roosevelt *, un Blum * y un Chamberlain *, apoyándose
en las Memorias del masón Schacht, del propio mago, a quien se atribuyó
el «milagro» económico hitleriano.
Leamos en sus Memorias:
«La mañana del 14 de septiembre del año 1930 deposité mi voto para
las elecciones al Reichstag que tenían lugar aquel día y tomé el tren del
mediodía hacia Londres... El partido nacionalsocialista, que hasta aquel mo
mento había contado con sólo doce diputados en el Reichstag, había ganado
no menos de ciento siete actas» (4)!
Se diría que Schacht marchaba presuroso a Nueva York para darles
la grata noticia del triunfo hitleriano a los Dioses.
¿Pero no hay hechos o indicios de las relaciones de Schacht con los
Dioses y los hitlerianos?
Como hemos visto, el 14 de septiembre, día de las elecciones, marcha
Schaeht a Nueva York. Se detuvo unos días en Londres; sin duda para
recibir inspiraciones de su «dios» predilecto y compadre, Montagu *.
¿Cuánto tiempo permanece Schacht en Estados Unidos?
El da un dato:
«Durante los siguientes cincuenta días pronuncié casi otras tantas con
ferencias» (5).
Inmediatamente después de regresar de Norteamérica:
«En el mes de diciembre del año 1930 me invitó mi amigo Stauss, que
desde el año 1915 formaba parte del consejo de administración del «Deuts-
chen Bank», a una cena a la que también había invitado a Hermann Goering.
«Cuando poco después recibí una invitación para asistir a una cena
en casa de Hermann Goering, me apresuré a aceptarla, ya que nada tenía
que objetar contra nuestro anfitrión y además se decía en la invitación que
asistiría a la misma Adolfo Hitler.
»La cena en casa de Goering tuvo lugar el 5 de enero del año 1931.
«Hitler compareció después de la cena. Iba ataviado con unos pantalones
negros y la guerrera parda del uniforme del partido. Su actitud no fue ni
pretenciosa ni rebuscada; al contrario, en todo momento se comportó de un
modo muy natural y modesto.
«Nuestra conversación giró pronto hacia los temas políticos y económicos.
«Ya durante este primer encuentro comprendí claramente que la fuerza
propagandista de Hitler poseía posibilidades inmensas frente a la población
alemana siempre que no se lograse poner punto final a la crisis económica.
«Aquella cena me dio motivos para invitar durante la semana siguiente
tanto al Canciller como a otros políticos con los que yo estaba en contacto
para insistir en que formaran lo antes posible un gobierno de coalición con
los nacionalsocialistas» (6).
Ni un comentario. Sean tres observaciones: primera, que sólo después
de visitar a los Dioses toma contacto Schacht con los hitlerianos y con el
mismo Hitler; segunda, que el anfitrión en la primera entrevista con Goering
es el banquero Stauss; tercera, que el lector puede apreciar cómo riman
los juicios de Schacht y Warburg sobre Hitler; como verán, las palabras del
primero parecen tomadas del libro del segundo... ¡Una coincidencia más!...
Después, otra coincidencia:
«Durante los siguientes meses del año 1931 empeoró aún más la situación
económica y financiera, contra la cual Bruening nada podía hacer al no
contar con el apoyo del Parlamento. No es aquí el lugar para discutir si la
dimisión de Bruening se debió a esta imposibilidad, a la negativa de los
socialdemócratas a prestarle su apoyo o a intrigas de los Deutschnationalen.
Seguramente fueron todos estos factores los que influyeron en su deci
sión» (7).
Otro intento de tergiversación. Bruening cae debido a que le son cerradas
todas las puertas de Europa y América para poder atenuar la desesperada
situación económica alemana.
Debe ser recordado aquel postrero viaje del Canciller católico a Londres
en demanda de ayuda. Su austera figura tiene sublimidad patética, vista
orando de rodillas sobre la cubierta del barco que lo lleva en dirección a
la City...
¿Efecto del desamparo en que se deja al honesto y democrático Canciller
católico?...
Dígalo Schacht:
«El 31 de julio de 1932 votaron el 37,2 por 100 de los alemanes en favor
de los nacionalsocialistas» (8).
Pero, antes de las elecciones:
«Antes de julio de 1932 y como consecuencia de mi entrevista con Hitler,
me visitaron varios nacionalsocialistas para recabar mi consejo.
»Fue entonces cuando comencé a decirme si era oportuno y prudente
que continuara tan alejado de la vida pública de mi país como lo había
estado hasta aquel momento» (9).
Y esto no se lo había preguntado Schacht en los años precedentes, cuando
el demócrata Bruening, acaudillando a los católicos alemanes, intentaba rom
per la tenaza marxista y nacionalsocialista que estrangulaba la democracia
por la desesperada situación económica de las masas.
Como la confesada ideología izquierdista democrática de masón, profe
sada por Schacht, no explica ni justifica su quietismo en aquellos años
críticos, no puede ser aventurado el pensar que Schacht, un hombre de
los Dioses, permaneciese quieto por obedecerlos, ya que el designio de Ellos
era dar el Poder a Hitler...
Pero si Schacht se ha mantenido indiferente ante los desastres econó
micos de Alemania, desde su regreso de Estados Unidos toma parte activa
en el ataque contra el Gobierno católico y demócrata.
El 11 de octubre acude a Harzburgo con su sola representación personal,
donde se formará lo que se conoció con el nombre de Frente de Harzburgo.
Allí se hallaban Hitler y Hugenberg, los jefes de los dos partidos nacio
nalistas más fuertes; pero Schacht, representando sólo a sí mismo, habla y
actúa en plano de igualdad con los dos grandes jefes; pues tan sólo hablaron
Hugenberg, Hitler, Schacht y el mariscal Von der Goltz.
¿Qué fuerza invisible debía representar el «mago» para que allí se le
concediese tan alta categoría?...
¿Pero qué dice Schacht en su discurso?
«...La economía alemana tiene el máximo interés en el éxito final del
movimiento nacional. La reducción de la producción a casi un tercio, el nú
mero de obreros sin trabajo que se ha convertido ya en un mal crónico,
las deudas exteriores que impiden se puedan cumplir con las obligaciones
contraídas, una moneda que ya no sirve para el tráfico regular de mercan
cías sino sólo para ocultar la falta de medios de nuestros institutos finan
cieros, éste es el estado en que se encuentra Alemania.
»De los casi tres millones de obreros que buscan trabajo durante este
verano, un millón son las víctimas de la crisis internacional. El resto lo
cirle que a Alemania le era imposible, aun después de haber sido cancelado
el pago de las reparaciones, continuar pagando los intereses y amortizar
los numerosos empréstitos que en contra de mi consejo habían sido con
cedidos a nuestro país entre los años 1924 y 1930.
«Después de haber preparado a Roosevelt sobre esta situación de Ale
mania, cogí al toro por los cuernos durante una conversación a la que tam
bién asistieron su ministro de Asuntos Exteriores, Cordell Hull, y el em
bajador alemán, doctor Luthe. Declaré de buenas a primeras que Alemania
se vería obligada seguramente dentro de muy poco a cancelar el pago de
intereses de los empréstitos que habían sido concedidos a nuestro país.
Cordell Hull comenzó a ponerse nervioso...
«...Roosevelt se golpeó el muslo con la palma de su mano y exclamó
riendo:
>i—¡Esto les está muy bien empleado a los banqueros de Wall Street!
»A la noche siguiente tenía yo proyectada mi partida. Los vapores solían
abandonar el puerto de Nueva York una hora después de medianoche. Por
este motivo acepté todavía la invitación de un amigo judío que me había
rogado hablara ante un pequeño auditorio formado por sus amigos, diser
tando sobre el antisemitismo del nacionalsocialismo...
»E1 amigo que me invitó fue David Samoff, un hombre muy capaz y
muy inteligente, que en el año 1929 había acompañado a la delegación
americana a París durante la celebración de la Conferencia del Plan Young...
»...A esta cena asistieron unas doce o catorce personas, todas ellas judías,
excepción hecha de Owen D. Young y del candidato católico a la presi
dencia, Alf Smith, y el secretario general de la «Young Men's Christian
Association». A los caballeros judíos asistentes los conocía en parte personal
mente, en parte de nombre. Por primera vez conocí aquella noche al célebre
jefe de los rabinos. Wtse» (13).
Esta es la única ocasión en la cual habla el doctor Schacht de lo que
tanto le interesa silenciar.
Su misión es preparar el terreno para la repudiación del pago de las
reparaciones de guerra y para algo aún más audaz: negarse a pagar los
intereses de los 20.000 millones de dólares recibidos como préstamos co
merciales por Alemania.
Y registra Schacht la primera reacción de Roosevelt, que atribuye a su
rencor contra los banqueros de Wall Street... ¿Qué banqueros?... No serán
los representados junto a él por Warburg y Baruch. Además, ha de cons
tarle a Schacht —y a Roosevelt— que no han de ser los banqueros quienes
resulten perjudicados: aquellos préstamos repudiados debían hallarse en su
mayor parte suscritos y cubiertos por el ahorro y firmas industriales nor
teamericanos.
Sea como sea este aspecto, debe quedar registrada la primera reacción de
Roosevelt ante la proyectada medida económica hitleriana. Fue favorable.
Y, como luego veremos, cuando Hitler y Schacht bloquean el pago de los
préstamos, no se producen represalias; muy al contrario...
7
98 Protocolos
dos que secularmente obedecen los designios judíos, que le permitieron for
jar un nuevo Sacro Romano Imperio y una potencia militar como no la
conoció la Historia, hasta entonces, tan tremenda.
Pues bien, lectores, el antijudaísmo de Hitler existía y era ya desde
hacía tiempo conocido. Su Mein Kampf se había publicado hacía bastantes
años, era la «Biblia» del Nacional Socialismo y Hitler acentuaba su antise
mitismo discurso tras discurso...
Y preguntamos:
¿Quiénes son los primeros autores del tremendo pogrom judío? ¿Los que
financiaron y potenciaron a Hitler, conociendo su antijudaísmo, o ese in
significante coronel Eichmann?
Y, por último: ,
¿Existe o no existe un antisemitismo judío?
Ulteriormente trataremos de los motivos por los cuales el Judaismo kaba-
lista financió al antijudío Hitler, siendo así primer autor del genocidio
de muchos judíos exentos de toda culpa en el crimen universal de lesa Cris
tiandad y lesa Humanidad que fue la Segunda Guerra Mundial.
EL DESPOTISMO DE LA JUDEO-MASONERIA
Yo no os señalaré más que un punto, aquel en el cual, en rea
lidad, nuestro Supergobiemo no encuentra ya obstáculo en los go
biernos de los goim; es la situación absolutamente legal conocida
bajo el nombre enérgico y poderoso de Dictadura. Yo os puedo decir,
con toda franqueza, que actualmente somos nosotros los legislado
res; somos nosotros los jueces: infligimos las penas en los tribuna
les de los goim, nosotros condenamos a muerte o concedemos gra
cia; somos como el comandante en jefe, cabalgando a la cabeza de
todos nuestros ejércitos de liberales.
Aquí tenemos una nueva explosión de orgullo del Judaismo talmúdico-
kabalista. Todas son un eco de lo cantado por las comunidades hebreas
del mundo en la fiesta del Rosch Hassanah:
«Levantad las palmas y aclamad jubilosos a Dios, pues Jehová, el Altí
simo, el Terrible, someterá a todas las naciones y las pondrá a nuestros
pies.»
¿Megalomanía? No, lectores; antes de esta explosión subterránea del or
gullo judío podemos registrar muchas. De entre ellas aportaremos esta del
judío Disraeli, que después sería premier de la Gran Bretaña:
«Hace algunos años fuimos llamados —los Rothschild— a Rusia. No
había amistad entre la Corte de San Petersburgo y mi familia. La había
impedido sus relaciones con los alemanes y nuestras intervenciones en favor
de los hebreos polacos, una raza numerosa, la más sufrida y degradada de
todas las tribus, que no era del agrado del zar. Sin embargo, las circuns
tancias obligaron a una aproximación entre los Romanoff y los Sidonias,
100 PROTOCOLOS
EL T E R R O R
Nosotros gobernamos con mano potente, porque esta mano sos
tiene las bridas de partidos antiguamente poderosos, rotos por nos
otros; ella mantiene ambiciones desmesuradas, ardientes codicias, ven
ganzas despiadadas, odios intensos: es de nosotros de quien emana
el terror univeral.
De nosotros emana el terror universal...
Sin textos. Un hecho: <
Las bombas nucleares en cantidad y con potencia para destruir al pla
neta..., ¿no son ese terror universal soñado en los Protocolos?...
¿Quién si no dos judíos, Roosevelt y Harry Salomón Schipe Traman las
construyeron y lanzaron?... ¿Y quién si no judíos —véase la relación de
espías atómicos— la bomba entregaron a los que, previamente talmudizados
por el Marxismo, están aterrorizando al universo con su amenaza de exter
minio total de la humana especie?
(26 bis) Nilus: A fin de que la mano del te con las masas personalmente o, al me-
ciego no pueda liberarse del apretón, nos- nos, por medio de nuestros hermanos más
otros debemos estar en contacto permanen- fieles.
PROTOCOLOS 103
EL ORGANISMO LIBERAL
(29) Nilus: ¿Cómo podremos controlar lo el mismo soberano, no puede dejar de ser
que es enseñado al pueblo en las escuelas conocido en toda la nación, esparciéndolo
rurales? En todo caso, es cierto que lo que inmediatamente como la voz def pueblo.
se dice por el delegado del gobierno, o por (30) Nilus: ...de la existencia libre.
106 PROTOCOLOS
(31) O. Weininger, citado por André SPI- (33) Nilus: ...así como no lo habían pre
R E : Quelques Jutfs et Demi juijs, I, pp. 189- visto aquellos que los han concebido.
190. (34) LENIN: Discurso en el III Congre
(32) Milus: ...enseñándole teorías y prin so de la Federación de Juventudes Comu
cipios que nosotros sabíamos enteramente nistas de Rusia, 2 octubre 1920. Pravda 5,
falsos, pero que nosotros mismos los he 6 y 7 octubre 1920.
mos inculcado.
PROTOCOLOS 107
(35) K. MARX: Diference de la Philoso- (36) H. COHEN (*): Etik des reinen Wii-
phie de la natura de Democrite et d'Epi- leus p. 452 (2.® ed. 1907).
cure. (Euvres philosophiques, I, p. XIII. (3?) Nilus: ...una fuerza tan formidable
108 PROTOCOLOS
que haría estremecer a los hombres más traídos en todas las ciudades. Desde estos
valientes. De ahí que ferrocarriles metropo- subterráneos, nosotros haremos volar to-
litanos y pasajes subterráneos serán cons- das las ciudades del mundo, etc...
CUARTA SESION
(3) M. Eli RAVAGE: Century Magazine, nificantes, sobre las cuales no vale la pena
números 3 y 4, 1928. detenerse, está enteramente entre nuestras
(4) Este parágrafo es muy diferente en manos.
la Éd. Nilus. Tiene por titulo: La Prensa, »En resumen, a fin de demostrar que to
la Opinión pública y nuestro Exito: dos los gobiernos de los Gentiles de Europa
«Para favorecer nuestro plan mundial, son vasallos nuestros, manifestaremos nues
que está cerca de llegar a los fines desea tro poder a uno de ellos, por medio de
dos, nos hace falta influenciar a los gobier crímenes y de violencias; es decir, por el
nos de los Gentiles mediante lo que se de reinado del terror, y, en caso de que se
nomina opinión pública, predispuesta se rebelaran contra nosotros, responderíamos
cretamente por nosotros por medio de la con los fusiles americanos, chinos o japo
más grande de todas las fuerzas: la prensa neses.»
la cual, aparte de algunas excepciones insig
112 PROTOCOLOS
nale des Sociétés Secretes, dirigida por monseñor Jouin, autor del prólogo
de esta obra, publicaba lo siguiente:
«Puede que se haga la luz un día sobre estas palabras de un alto franc
masón suizo sobre el heredero del trono de Austria: "Ciertamente, es una
pena que él esté condenado; morirá en las gradas del trono”.»
Esto se publicaba casi dos años antes de morir asesinado —28 de junio
de 1914— el archiduque Francisco Fernando con su esposa, siendo su asesi
nato el fulminante que haría estallar la primera guerra mundial.
¿Profecía o simple coincidencia?...
Como se recordará, el archiduque Francisco Fernando y su esposa se li
bran de morir el día indicado, al caer al suelo y explotar una bomba que
ha chocado con su carruaje, lanzada por el terrorista Cabrinovic. Pero a lo
largo del trayecto, escalonadamente, se hallan apostados otros siete terro
ristas armados con bombas y pistolas. En la calle Francisco-José está el estu
diante Princip. Al pasar frente a él sus víctimas, se adelanta y vacía el carga
dor de su pistola; los balazos son mortales y el archiduque y su esposa
mueren instantáneamente.
El 12 de octubre de 1914, Cabrinovic, el que había lanzado la bomba con
tra el archiduque, públicamente y ante el Consejo de Guerra que lo juz
gaba, reconocía con toda naturalidad:
«La Masonería preconiza los atentados políticos.»
Pero no adelantemos. Vamos a esclarecer este aspecto a la luz de las
declaraciones de los autores del atentado:
«Veinte acusados comparecieron el 12 de octubre de 1914 ante el Consejo
de Guerra de Sarajevo. Ocho estaban directamente complicados en el ase
sinato. Los cuatro más activos participantes eran Princip, Cabrinovic, Grabez
e Illic (5). Todos eran muy jóvenes, de dieciocho a veinte años; la mayor
parte eran estudiantes.
»Cuando los conjurados estuvieron resueltos al asesinato, les fueron ne
cesarias armas, y en ello, por primera vez, se entrevé la acción de la fuerza
oculta, cuya influencia tuvo en este drama consecuencias tan terribles. Ha
cían falta armas y para esto se pensó, de común acuerdo, en la Narodna
Odbrana, en la persona de uno de sus miembros, Ciganovic... Esta era una
sociedad secreta servia, del género carbonario, cuyos jefes eran igualmente
masones... Cigarovic les recibió con los brazos abiertos; él les garantizó
inmediatamente que la Narodna se encargaría del suministro de las armas
y de la organización del complot, a condición de que se mantuviesen tran
quilos y de que esperasen. Cuando llegase el momento se les prevendría (6).
»Y el mayor Tankosic inmediatamente tomó el asunto entre sus manos.
Un cierto Cazimirovic, sobre el cual el proceso arroja poca luz, partió para
un misterioso viaje para visitar ciertas logias masónicas de Europa.
(5) Illic y otros dos acusados fueron con (6) Sobre el papel de Narodna Odbrana y
denados a muerte y ahorcados el 2 de fe de su jefe, el coronel Dragutin Dimitrie-
brero de 1915. Princip, Cabrinovic y Grabez, vich «Apis», igualmente jefe del buró de
siendo menores, fueron condenados a veinte información del Gran Estado Mayor ser
años de reclusión. Los tres murieron de vio, ver Le Colonel Apis, por Boghitche-
Í'ripe en la prisión a finales de la guerra en
a fortaleza de Theresienstadt, en Bohemia.
vitch. Edición Delpeuch, París, 1928.
PROTOCOLOS 113
•Cuando volvió, se envió a los conjurados a Sarajevo y el atentado tuvo
lugar tal como nosotros lo hemos relatado. Detrás de la Narodna nosotros
hemos entrevisto confusamente la influencia de la Masonería internacional.
Ciertos pasajes de los interrogatorios lo aclararon en el curso del proceso.
He aquí algo de lo que figura en las actas taquigráficas:
t
114 PRO TO CO LO S
Acusado: No.
Premuzic; ¿Y de dónde sabes que ha sido escrito por Tankosic?
Acusado: Fue «Ciga» quien me lo dijo.
Presidente: Así, usted mismo es masón.
Acusado: Yo no lo he confirmado. Ruego que se pase por alto esta pre
gunta; yo no puedo responder a ella.
Presidente: Callarse es confesar. Yo levanto la audiencia.»
(9) A. Mousset. O. C. Actas taquigráfi (11) The Jewish Chronicle (9-11-28). Dis
cas. curso en el Congreso Sionista de Nueva
(10) Verité Israelite, t. V, p. 74, 1861. York.
QUINTA SESION
EL DINERO ES PODER
Entre tan gran número de temas tratados en los Protocolos, al econó
mico dedican más espacio que a ningún otro. En orden disperso, los más
diversos temas de la economía son tratados en muchas sesiones. Huyendo
de las reiteraciones, para poder comentar las ideas económicas de los sabios
en sus líneas generales —no hay espacio para más—, nos hemos visto pre
cisados a formar un solo grupo con todo cuanto han expuesto.
Un ligero comentario dedicado a cada una de las particularidades y a
cada una de las aplicaciones prácticas expuestas nos hubiera obligado a es
cribir un muy amplio tratado de Economía Política, doblado por otro de
Filosofía de la Economía; con una agravante para los dos...: la de que no
existiendo bibliografía expositiva ni crítica sobre la específica manera de
concebir la economía los sabios de Sión, nos veríamos obligados a elaborar
una Filosofía de la Economía y una Economía Política desde sus cimientos.
Porque agradeceremos a los doctores en Ciencias Económicas y a los eru
ditos en las mismas que nos informen sobre si existe algún tratado de
Economía Política en el cual sea estudiado el siguiente axioma de los sabios
de Sión:
El Dinero es Poder.
Axioma que constituye la determinante capital y constante de cuanto se
guidamente vamos a conocer.
(3) Nilus: ...que todo el oro acumulado tad de religión, la igualdad u otras ideas
durante tantos siglos no nos sea una ayuda análogas.
para hacer triunfar nuestra verdadera cau (6) Nilus: ...y de la propiedad.
sa para el bien- es decir, para la restau (7) Nilus: ...Una verdadera potencia na
ración del orden bajo nuestro Gobierno. debe ceder ante ningún derecho, ni incluso
(4) Nilus: ...perdida. delante del de Dios.
(5) Nilus: ...destructores contra la liber
PRO TO CO LO S 119
bién ver en ella el resultado de una lucha entre dos formas de capital: el
capital inmobiliario y el capital mobiliario; el capital territorial y el capital
industrial y agiotista. Con la desaparición de la supremacía de la nobleza,
desapareció la supremacía del capital territorial y la supremacía de la bur
guesía aseguró la supremacía del capital industrial y agiotista. La emanci
pación del judío está ligada a la historia de la preponderancia de este ca
pital.
«Los judíos emancipados penetraron en las naciones como extranjeros...
Ellos entraron en las sociedades modernas, no como huéspedes, sino como
conquistadores. Eran semejantes a un rebaño acorralado. De súbito las ba
rreras cayeron y se arrojaron al campo que les fue abierto. Ahora bien, ellos
no eran guerreros... Hicieron la única conquista para la cual estaban arma
dos, esta conquista económica para la que se hallaban preparados desde tan
largos años» (18).
«De un lado, los judíos han estado entre los fundadores del capitalismo
industrial y financiero y colaboran activamente en esta centralización ex
trema de los capitales que facilitará sin duda su socialización; del otro, ellos
se cuentan entre los más ardientes adversarios del capital. Al judío absor
bedor de oro, producto del exilio, del Tálmudismo, de las legislaciones y
de las persecuciones, se opone el judío revolucionario, hijo de la tradición
bíblica y profética (19), esta tradición que animó a los anabaptistas liber
tarios alemanes del siglo xvi y a los puritanos de Cromwell» (20).
«A Rothschild corresponden Marx y Lassalle, al combate por el dinero,
el combate contra el dinero y el cosmopolitismo del agiotista se convierte
en el internacionalismo proletario y revolucionario» (21).
Lo confirma el fundador del sionismo:
«Somos una nación, un pueblo... Cuando los judíos nos hundimos, so
mos proletarios revolucionarios, y somos los suboficiales de los partidos re
volucionarios. Al elevarnos nosotros, se elevará también el inmarcesible po
der del dinero judío...» (22).
Apelemos a un científico de la más elevada categoría, Werner Sombart,
catedrático de Economía en la Universidad de Berlín y además con cierta
cantidad de sangre judía en sus venas:
«La influencia que los judíos han ejercido sobre la formación y el des
arrollo del capitalismo moderno ha sido a la vez exterior e interior, o es
piritual. Exteriormente, los judíos han contribuido esencialmente a impri
mir a las relaciones económicas internacionales su sello actual y a apresurar
el advenimiento del Estado moderno, este abrigo del capitalismo. Ellos han
dado a continuación a la misma organización capitalista una forma parti
cular, creando numerosas instituciones, las cuales, en su mayor parte, rigen
EL BECERRO DE ORO
La lucha intensa por la supremacía y las sacudidas económi
cas (30) crearon sociedades desencantadas, egoístas, sin corazón, as
queadas de la política y de la religión. Su solo guía será el cálcu
lo (31). Ellas tributarán al oro un verdadero culto, a causa de los
goces materiales que él procura, y debido a tal culto caerán bajo
nuestra más completa esclavitud. Gracias a esto, cuando se nos
haga necesario provocar el golpe de Estado definitivo, las clases in
feriores de los Goim marcharán contra los que nos disputen el po
der; los intelectuales Goim y los gentiles privilegiados, sin alegar
ningún fin elevado, o incluso sin sentir amor a tas riquezas, se lan
zarán contra nuestros adversarios por puro odio a las clases supe
riores.
Nos parece haber leído una muy exacta y completa síntesis del Materia
lismo Histórico tal y como está expuesto en el Manifiesto Comunista, hoy
«profecía» realizada para el vulgo intelectual; pero en verdad, plan con
sumado con total éxito en nuestro mundo dual: capitalismo-comunismo.
Señalemos que el esquema del Materialismo Histórico de los Protocolos,
así como el sintetizado en el Manifiesto Comunista, están elaborados en el
período de la euforia del moderno capitalismo; euforia que se inicia cuando
abdica el Estado en la finanza internacional su privilegio de fabricar mo
neda legítima. La finanza la fabricará ilegítima, falsa, con curso legal; fa
bricación de moneda falsa financiera que es la verdadera Revolución; aun
cuando la complicidad «científica» de los economistas la disfrace inven
tándole un apodo, el de «Revolución Industrial», ya que la subversión de
poderes acaece no por la racionalización mecánica de la producción de
bienes de producción, consumo y uso —como estúpidamente quiere la eco
nomía vulgar y la tan aviesa de Marx—, sino porque la subversión del poder,
al desplazarse a manos del monedero falso, del financiero, le permite a
éste, con sanción aprobatoria legal, expropiar a la sociedad; expropiación
legal, tanto mayor cuanto más grande va sicado la producción de bienes.
(30) N ilu s : ...las especulaciones conti- (31) N ilu s : ...la pasión del oro será su
nuas. sola guia.
124 PROTOCOLOS
(32) Werner Sombart escribe al principio entre tal fecha y 1780, o sea, que el siglo
de la década de los años treintas; por lo y medio arranca en la década en la cual
tanto, se refiere al periodo comprendido empieza la Revolución francesa.
PROTOCOLOS 125
ca, muy ampliamente y todos los días... Páginas y páginas de la prensa dia
ria se llenan con elocuentísimos y fluviales discursos, con luminosos estu
dios, con informaciones, cuadros estadísticos, etc., cuyo tema exclusivo es el
económico, sin contar el inmenso número de revistas, memorias, anuarios,
informes, etc., de empresas, ramas de industria, de banca, de comercio, de
corporaciones, institutos, ministerios, bancos, seguros, etc., dedicados exclu
siva y técnicamente a Economía. Ya existen hace años Facultades, Escuelas,
Centros, toda la gama docente y doctoral, profesando la Economía. Y tene
mos multitud de flamantes doctores, licenciados y no sabemos si bachille
res o peritos en Economía. Y, sobre todo, «amateurs», muchos «amateurs»,
entusiastas, pedantes y suficientes... No hay jovencito perteneciente a esas
grandes efebocracias padecidas hoy por todo pueblo que no perore sobre
la economía nacional e internacional cual si fuese un Keynes o un Sombart.
¿Es o no es verdad?
Claro es, nadie tiene la culpa de que hace sesenta y tantos años los sa
bios de Sión decidieran que la moda económica se había de imponer en ab
soluto a la Cristiandad entera... ¿Por qué no? ¿Acaso el judío Dior no la
imponía cada invierno, verano, otoño y primavera...?
Convengamos en que si la moda ecqnómica no la impusieron los sabios
de Sión, la impuso este insigne falsario, autor de los Protocolos.
COMERCIO.—INDUSTRIA.—ESPECULACION
Es necesario que al mismo tiempo nosotros controlemos el co
mercio y la industria; sobre todo por la especulación, cuyo efecto
es el de anular el poder de la industria. Sin la especulación, la in
dustria acrecentaría los capitales privados, lo que podría tener por
efecto mejorar la suerte de les agricultores, liberando las tierras
hipotecadas de sus deudas con (36) los establecimientos de crédito
hipotecario. Nos es preciso, por el contrario, que la industria llegue a
succionar todas las riquezds agrícolas; haciendo nosotros que pase
a nuestras manos, por la especulación, toda la fortuna mundial, arro
jando a todos los goim a las filas de los propietarios. Entonces es
cuando ellos se someterán a nosotros, tan sólo para tener derecho
a existir.
(36) Nilus: ...las bancas agrícolas. en todas las partes del mundo, por una
(38) Esto está más claro en Nilus: El mano invisible. Tal privilegio dará un po
Capital, para tener el campo libre, debe der nolítico al capital que, acrecentándose
obtener el monopolio de la industria y del mediante beneficios excesivos, oprimirá al
comercio. Esto está en vias de realizarse. pueblo.
P RO T O C O L O S 127
Una vez más, el mundo entero empeñado en hacer una realidad esta otra
fantasía de los Protocolos.
¿Es o no cierto que todos los países filojudíos, encabezados por los Es
tados Unidos, tienen por dogma la libertad de empresa y la libertad de co
mercio? ¿Es o no cierto que, además de imponerla en el interior de sus
países, tratan de imponerla por todos los medios a los pocos que hoy no la
practican totalmente, por serles aún imposible? ¿Y es o no cierto que uno
de los principales cargos dirigidos contra los países «fascistas» fue y es el
de que sus gobiernos controlan más o menos su industria y comercio?
Bien; pero debemos anticiparnos a eliminar una contradicción, que pue
den advertir los lectores; en los Estados Unidos hay una «ley antitrust»;
es decir, antimonopolista. No hay tal contradicción más que aparentemente.
Los trust o monopolios prohibidos por la ley son industriales y comerciales;
no financieros. La ley antitrust se promulgó cuando, por medio del trust,
la industria empezó a independizarse del predominio tiránico de la finanza
y la ley le hizo de nuevo someterse... ¿Y quiénes eran y son la finanza na
cional e internacional en Estados Unidos y en el mundo entero?
Ya el judío Kautsky, antes de la Primera Guerra Mundial, predecía la crea
ción de un trust único mundial, según Lenin nos informa:
«Si se razona en abstracto, teóricamente puede adoptarse la conclusión
a que ha llegado Kautsky de que no está lejano el tiempo en que una asocia
ción mundial de magnates del capital, constituyendo un trust único, ponga
fin a las rivalidades y a las luchas de los capitales financieros particulari
zados en los distintos Estados, creando así un capital financiero unificado
en el plano internacional» (39).
Consecuencias a extraer: Primera, para dominar absolutamente en el pla
no internacional, el capital financiero ha de predominar previamente en el
plano nacional; naturalmente, sobre la industria y el comercio, ya que tam
bién sobre industria y comercio ha de predominar internacionalmente.
De ahí el que, ni por medio de trust ni por subordinación a los Estados,
deban poder independizarse la industria ni el comercio nacionai.
Libertad de industria y de comercio, sí; porque libertad es anarquía;
pero auto-ordenación u ordenación estatal, no; porque *al orden es autén
tica libertad: es no estar subordinados a la finanza internacional.
Pero preguntamos: ¿Ese plan de someter toda la economía mundial a
la finanza internacional, a la Banca y a la Bolsa, es tan sólo apetito de po
der puramente financiero?...
He aquí una extraña respuesta del judío León Davidovitch Bronstein (a)
Trotsky:
«La Internacional Comunista es actualmente una institución casi conser
vadora comparada con la formidable Bolsa de Nueva York» (40).
Este libro lo escribió Trotsky antes de 1926; es decir, bastantes años
antes de la provocada catástrofe de la Bolsa de Nueva York de 1929, causa
Partido Demócrata:
Elección presidencial de Roosevelt (1932).
Bernard Baruch * ............................................................................. 45.000 $
Hermann Baruch * ........................................................................... 5.000 $
W. H. Wooding (American Car and Foundry Co.) ........................ 35.000 $
Percy y Straus * ................................................................................ 50.000 $
H earst............................................................... — ........................... 25.000 $
J. J. Raskob ( ? * ) .............................................................................. 23.000 $
M. I. Schwartz (? * ) .......................................................................... 20.000 $
E. A. Guggenheim*............................................................................... 17.000$
Reynolds Tobaco C ° .............................................................................. 16.000$
J. P. Kennedy (padre del actualPresidente) ................................... 15.000 $
Elección Presidencial de Roosevelt (1932):
W. A. Jones (Petróleos)......................•••........................................... 102.500 $
D. Duke (American Tobaco) ............................................. 50.000 $
J. P. Davies * (General Foods Corp.) ............................................. 26.500 $
M. Joseph * y N. M. Schenck .......................................................... 26.000 $
M. Nathan * y P. S. Strauss * .......................................................... 20.000 $
Reynolds Tobaco C ° .......................................................................... 28.500 $
J. H. Jones (banquero) ...................................................................... 16.000$
C. Wanderbilt........................................................................................ 10.000$
J. S. Rosenthal * ................................................................................ 7.500 $
J. D. Mooney (Presidente GeneralMotors)....................................... 5.000 $
H. Morgenthau * ................................................................................... 10.000$
En cuanto al Partido republicano, para las mismas elecciones, figuran con
cantidades equivalentes, financieros millonarios, bancos y grandes empresas,
en su mayoría, pertenecientes a las mismas entidades financieras, entre los
que se hacen notar los siguientes:
J. Rosenwald* (presidente Sears, Roe buckand C°).
R. B. Mellon (Grupo Mellon).
A. I. Du Pont.
130 PROTOCOLOS
(50) F. ENGELS: Carta a Marx. Manche» (51) K. MARX: Carta a Sorge, 27 sep
ter, 15 agosto 1870. tiembre 1877.
132 PROTOCOLOS
posee fuerza bastante, «razón suficiente» y vigencia sobre todos esos gober
nantes para encumbrarlos y hacerse obedecer si no es la Finanza Internacional,
si no son sus «dioses»?...
A pesar de la lógica y la evidencia, la plebe intelectualoide responderá ne
gativamente... a pesar de verse obligados al negar a recurrir a magias o deida-
dades metafísicas para explicarse tal prodigio.
Sí; ellos tan «racionalistas», ellos tan ateísticos, han de ser capaces de co
mulgar en esa mitología...
En fin, sigan siendo mitómanos después de leer estas palabras de Lenin * :
«Requisitos materiales para el Comunismo: bancos, consorcios capitalis
tas, industrias mecanizadas...» (52).
Y esto de León Blum *:
«Qué importa que la etiqueta socialista no aparezca, si nuestras ideas son
aplicadas. Cuanto más oculta sea nuestra acción, más segura y eficaz resul
tará» (53).
(52) LENIN (*): Artículo titulado: ¿Pue- (53) León BLUM(*): Congreso Socialista
de asustar el Jacobinismo a la clase obrera? de Grenoble, febrero 1934.
(1917).
PROTOCOLOS 133
(54) Nilus: ...las rentas de los bienes te bien y de manera tan evidente con el pro
rritoriales al mínimum. grama impuesto por los judíos a los minis
(55) Elie EBERLIN *: Les lu ifs d'aiu tros í>ue les han vendido su alma por la
jourd'hui, p. 136 (1927). promesa del poder y la de una publicidad
(56) Es imposible dudar de la autentici favorable en la prensa. (Nota de J. Butmi.)
dad de este «protocolo» que concuerda tan
134 PROTOCOLOS
LA CIRCULACION DE DINERO
La emisión actual del dinero amonedado no corresponde a la
cifra del consumo por cabeza; y no puede, por consiguiente, satis
facer las necesidades de los trabajadores.
EL PATRON ORO
Vosotros sabéis que el patrón oro ha sido funesto para los Estados
que lo han adoptado; particularmente, porque (57) ha reducido el
total de la moneda en circulación y porque la acuñación de la mo
neda de oro nos ha dado la posibilidad de acaparar todo el oro y de
disminuir más aún la circulación monetaria.
LA PARALIZACION EN LA VIDA ECONOMICA
Nos ha bastado con retirar el dinero de la circulación para pro
vocar crisis económicas entre tos goim. Enormes capitales han sido
acumulados gracias al procedimiento que consiste en sustraerlas a
los Estados, que han tenido entonces que contratar empréstitos con
nosotros. El pago de los intereses de estos empréstitos han empeñado
las finanzas públicas, y los Estados han sido reducidos a la esclavitud
por nuestros capitales. La concentración de la industria en manos
de tos capitalistas, que han matado la pequeña industria, ha chupado
todas las fuerzas del pueblo, primeramente; y, después, las de los
Estados.
LA CRISIS ECONOMICA MUNDIAL
La enemistad entre los hombres se acentuará más cuando estalle
la crisis económica que interrumpirá inmediatamente (58) las tran
sacciones financieras y a toda la vida industrial. Este acontecimiento
lanzará simultáneamente al paro a inmensas masas de trabajadores en
todos los países de Europa. Vosotros comprendéis con qué alegría se
lanzarán los obreros a verter la sangre de aquellos a quienes han
envidiado desde la infancia (59).
El apartado anterior, volvemos a recordarlo, fue publicado hace sesenta
y dos años. La estabilidad económico-financiera era por entonces muy gran
de. Las llamadas «crisis» de la época, circunscritas a un país dado, y dentro
del mismo, más bien a ciertas ramas de la industria, eran muy superficiales,
de corta duración y, desde luego, afectaban muy levemente a la generalidad
el la población del país. Al comparar las ampulosas descripciones hechas
(37) Nilus: ...porque no puede satisfacer (58) Nilus: ...los mercados y la produc
tocias las necesidades de ias poblaciones, ción.
tanto menos, cuanto que ya hemos reali (59) Nilus: ...y apoderarse después de
zado todos los esfuerzos para acapararlo sus bienes.
nosotros y conseguir que sea retirado de la
circulación.
PROTOCOLOS 135
(61) «El brahmán, es el señor de todo lo (62) «Adquirió, pues, José todo el suelo
que existe; todo lo que el mundo encierra de Egipto para el Faraón... Así quedó la
es propiedad del brahmán...» (Leyes de tierra propiedad del Faraón y al pueblo lo
Manu, libro VIII, estancia 37; lib. I, est. 100; redujo a la esclavitud desde un extremo de
libro VIII, est. 416. Trad. Loiseleur-Deslon- la frontera de Egipto al otro.» (Génesis, 47,
champs. 20-21.)
138 PROTOCOLOS
(64) Klotz, judío, Ministro de Finanzas «Apóstol del Género Humano», antiteo y co-
de Clémenceau v uno de los principales ela- munista, masón y alto miembro del Ilu-
boradores del Tratado de Versalles. Klotz minismo, v uno de los revolucionarios más
debe ser descendiente del judío, barón y extremistas, guillotinado por Robespierre.
banquero Anacharsis Klootz, el llamado
PROTOCOLOS 141
Internacional, y con ellos, todos los capitalistas, así como la Prensa y los
gobiernos, que pertenecen a esos capitalistas, obren «por necesidad o igno
rancia» u «obedeciendo a la Voluntad Inmanente...»
De acuerdo en que la inflación realizada por los gobiernos es objetiva
mente revolucionaria, es objetivamente comunista... Pero en radical des
acuerdo en que la inflación realizada por los gobiernos, la monetaria, sea
la única inflación, y ni siquiera la más grande; por lo tanto, no es la infla
ción más revolucionaria, la más comunista.
Ahí está la media verdad fabricada por sir Keynes: en no denunciar más
que un tipo de inflación, la inflación realizada por los gobiernos al emitir
más y más moneda física, ocultando, y no por ignorancia, otra inflación
infinitamente mayor.
Nos referimos a la emisión de la moneda guarismo, mero número, mo
neda escritural; en realidad, moneda falsa, cuyo volumen y velocidad circu
latoria se multiplica geométricamente y alcanza hoy cifras de vértigo: la
llamada moneda crédito.
Que un Keynes, autoridad máxima en Finanzas, tanto por su ciencia
como por su cargo de gobernador del Banco de Inglaterra, la Institución
de las instituciones de Crédito del Imperio Británico, sea capaz de silenciar
la existencia de la Gran Inflación que es la del Crédito, resulta estupefa
ciente... y un estupefaciente resulta ser para los pueblos; que, sin ser
drogados sistemáticamente por estos «magos» de las finanzas, hace ya mu
cho tiempo que hubieran obligado a todos sus gobiernos a recuperar el
atributo máximo de la Soberanía: el privilegio exclusivo de emitir moneda
física y moneda crédito.
¿Qué son las inflaciones de moneda física comparadas con las inflacio
nes de moneda crédito, de moneda falsa...? A disposición de quienquiera
están sus cifras respectivas; comparen los miles de millones de moneda
física emitida con los millones de millones de la moneda crédito en circula
ción; en progresión geométrica creciente la numérica, la falsa...
Si es muy exacto sir Keynes al decir que por procedimientos constantes
de inflación, «los gobiernos confiscan de manera secreta e inapercibida una
parte notable de la riqueza de sus nacionales», no es menos cierto que el
producto de la confiscación —expropiación es palabra de significado más
exacto— vuelve en gran parte a los expropiados, ya, que, con estómago sin
fondo, los gobiernos no son nada acumuladores y muy poco creadores de
bienes que se apropien. Claro es que al realizar la restitución de la riqueza
expropiada a sus ciudadanos no es precisamente la justicia distributiva
la determinante de la distribución, y no son los más expropiados los que
más dinero recuperan...
Pero es igualmente cierto que la Finanza indígena de una nación —nos
resistimos a llamarla nacional— y también la Finanza Internacional por
procedimientos constantes de inflación confiscan —expropian— de manera
áfecreta e inapercibida una parte notable de la riqueza de los ciudadanos»;
una parte mucho mayor que la expropiada por los gobiernos, ya que la
inflación financiera es infinitamente más grande... y, además, es una ex
142 PROTOCOLOS
Refrenda Lenin:
«El Soberano» (66) actual es el capital financiero, particularmente móvil
y elástico, cuyos hilos se extienden por todo país y por el plano interna
cional, sin relaciones directas con la producción, que se concentra con nota
ble facilidad y que está ya notablemente concentrado, puesto que son al
gunas centenas de multimillonarios y millonarios quienes tienen positiva
mente entre sus manos la suerte actual del mundo entero.
»Si se razona en «abstracto», teóricamente, puede adoptarse la conclu
sión a que ha llegado Kautsky (67) de que no está lejano el tiempo en que
una asociación mundial de estos magnates del capital, constituyendo un
trust único, pongan fin a las rivalidades y a las luchas de los distintos
estados, creando así un capitalismo financiero unificado en el plano inter
nacional.
»Está fuera de duda que la evolución tiende a la creación del trust único
mundial, comprendiendo a todas las industrias y a todos los estados sin
excepción. Pero tal evolución se realiza en circunstancias tales, a un ritmo
tal y a través de tales antagonismos, conflictos y trastornos —no sólo eco
nómicos, sino políticos, nacionales, etc.—, que antes de llegar a la crea
ción de un trust único mundial, antes de la fusión superimperialista uni
versal de capitales, el imperialismo deberá fatalmente quebrantarse y el
capitalismo se transmutará en su contrario» 68).
Sin duda, Lenin ignoraba —pero no Trotsky— que, después de trans
mutarse el Capitalismo parcial y embrionario actual, transmutación pro
vocada por sus Dioses, guerra tras guerra, en Comunismo, éste, a su vez,
se transmutará en su «contrario», en Capitalismo absoluto y total, en Ca
pitalismo de estado, con la única diferencia respecto al capitalismo de es
tado esclavista soviético, llamado «comunista», que sus dictadores serían
personalmente los Dioses judíos.
Para lograr la segunda transmutación del «comunismo» en Capitalismo
—transmutación sólo en cuanto a las personas que han de poseer el Poder
comunista, el Poder por medio del capitalismo de Estado, que seguiría lla
mándose «comunismo»— hubiera bastado el siglo pasado con un Marx;
a la muerte de Lenin, con un Trotsky; a la muerte de Stalin, con un Beria...
Que, por casualidad, los tres son de la misma raza que los pasados y
presentes Dioses, los Rothschild, los Warburg, los Schiff...
* * *
(66) Lento emplea la palabra «soberano» (68) LENIN, prólogo a la obra de Buja-
entrecomillándola: es decir, en el sentido rin: La economía mundial y el Imperio*
que Espinosa y Rousseau. lismo.
(67) Marxista judío de Alemania.
144 PROTOCOLOS
10
146 PROTOCOLOS
Veamos:
Visto desde el exterior, el crac ocurrió así;
«La tormenta estalló el martes, 22 de octubre, durante la última hora
de apertura. Al siguiente día, por la mañana, se acumulaban las órdenes de
venta, sin que fuera posible darse cuenta de por qué y de dónde venían. El
jueves siguiente, 24 de octubre, se había dado el golpe mortal al boom de
Wall Street y a la «Prosperity» americana. No se sabe aún hoy quién puso
a la venta durante la primera hora de Bolsa de ese nefasto jueves esta
masa de acciones que puso en movimiento la avalancha» (70).
Es verdad; a los treinta y tres años no se conoce ni un solo nombre de
los que repentinamente lanzaron a la venta tan tremenda masa de acciones.
Pero también es verdad que tampoco se conoce el nombre de nadie que haya
tratado de investigar quiénes fueron los vendedores..., como si los agentes
de Bolsa ignorasen los nombres de quienes les dan órdenes de compra y
venta, como si en sus registros y contabilidad no figurasen los nombres de
compradores y vendedores.
Para despistar, se apunta la posibilidad de que pudo formarse «una agio
meración accidental de órdenes pequeñas de venta» (71). Desde luego, hubo
de ser «accidental» —y única en la historia de la Bolsa—, porque los peque
ños tenedores de acciones han seguido siempre, y jamás han precedido, a
los grandes, a los «dioses», en los movimientos de alza y baja importantes.
En fin, los hechos expuestos confirman que fueron los Sabios de Sión
—entre los cuales hay tantos «dioses» de la Bolsa— los que, como proyec
taban antes de 1901, según los Protocolos, dieron aquel golpe magistral.
Tal es el crac, retratado su contorno.
Y Lewinsohn remata su retrato:
«Los calculadores previsores anuncian ya que el pueblo americano se
ha empobrecido en 30.000 millones de dólares con el crac de Wall Street» (72).
¡Bonita cifra!... Recordemos que aquellos treinta mil millones de dólares
eran dólares oro; es decir, que valían mucho más que los actuales.
Pero una leve reflexión. Aquellos 30.000 millones de dólares perdidos,
¿cómo se perdieron? Eran miles de millones de acciones las que poseían los
perdedores; acciones que representaban bienes reales, tierras, fábricas, edi
ficios, minas, barcos, trigo, azúcar, maíz, patatas, etc.
E, ingenuamente, preguntamos: ¿Qué catástrofe previa hizo que se per
diera tal cantidad de bienes, fábricas, edificios, minas, barcos, trigo, azú
car, maíz, patatas, etc., para que las acciones que los representaban perdieran
en tal proporción su valor?...
Es asombroso: no había ocurrido ninguna catástrofe en el país norte
americano.
Las tierras seguían emergiendo del mar, las fábricas seguían elaborando
sus productos, los edificios seguían en pie, las minas brindaban sus minera
les, los barcos seguían flotando, el trigo seguía en los silos y seguía germi
nando, e igual el azúcar, el maíz, las patatas...
¿Entonces?... No se había perdido nada.
(70) R. Lewinsohn: O. C., p. 33. (72) R. Lewinsohn: O. c., p. 36.
(71) R. Lewinsohn: O. c., p. 33.
PROTOCOLOS 147
de Nueva York era sólo de 1.100 millones de dólares, en tanto que 1.800 mi
llones eran fondos de Bancos no neoyorquinos y 3.900 millones eran prés
tamos por cuenta de particulares. Del aumento en los préstamos a los
corredores durante el año anterior, el 85 por 100 lo constituían los préstamos
por cuenta de particulares. Por lo tanto, no es extraño que la rotación de
los depósitos a la vista en todos los Bancos comerciales, que en 1927 estaban
a una tasa anual de 41, hayan aumentado a una tasa de 54 en 1929. Según
los informes semanales de los Bancos de la ciudad de Nueva York, la tasa
había subido, de 85 en 1927, a 124 en 1929» (73).
El desastre se produce, no por una debilidad o desastre de tipo económi
co; es decir, agrícola o industrial. Muy al contrario, la catástrofe acaece
cuando la economía de Estados Unidos bate un nuevo récord de prosperidad.
«La actividad especulativa fué financiada, no por el aumento del volumen
de dinero, sino por la utilización más intensa del circulante existente o
(dicho con palabras más convencionales) por un aumento de la velocidad
monetaria» (74).
Por lo tanto, la bancarrota y sus causas son puramente financieras; ni
siquiera monetarias.
Un solo texto:
«Desde luego, el mecanismo de la inflación fiduciaria —pues no hubo real
mente ninguna inflación monetaria—, unido a factores diversos, ha servido
para ocasionar el alza de los títulos en la Bolsa...» (75).
«El índice de cotizaciones de acciones de 405 empresas, que era de
100 como media en el año 1926, alcanzaba 133,1 en diciembre de 1927; el de
172 en diciembre de 1928; y ha llegado, en septiembre de 1929, hasta 225,2» (76).
«La causa del alza no puede de ningún modo encontrarse sino en la abun
dancia y baratura del crédito durante los seis últimos meses de 1927 y du
rante todo el año 1928» (77).
En su virtud, un «día negro» pudieron los Bancos contraer estos prés
tamos a la vista —que eran 6.082 millones, en un total de 6.480—, y desenca
denaron la catástrofe. Y así lo hicieron.
De sus efectos y resultados económicos en toda el área mundial hay
noticias muy abundantes para ser traídas aquí.
Al cabo de los años, economistas «científicos» y «serios» de gran fama
mundial, dicen:
«...la crisis de 1929 que, a diferencia de crisis anteriores, es debida a
una sobreproducción de bienes de consumo...» (78).
«Durante el período de reconstrucción mundial, de 1925 a 1929, se pro
duce una supercapitalización del sistema productor, acompañada de una
racionalización jamás alcanzada en la industria de todos los países capita
listas, sobre todo en Estados Unidos y en Alemania. Esta evolución con-
duce a una situación muy tirante y crea un paro sin precedentes cuando la
crisis estalla» (79).
Es un desprecio absoluto de los hechos. La «crisis» estalla en la Bolsa de
Nueva York, en el mismo corazón de la Finanza Internacional, y se propaga
«en cadena» por todo el Occidente, ocasionando tantas crisis financieras
como países. Como efecto, vienen las crisis monetarias, industriales y el
paro. Esta es la sucesión de los hechos y, en pura lógica, jamás un hecho
ulterior puede ser causa de uno anterior. La cosa es de una nitidez ab
soluta.
¿Por qué toman estos profesores los efectos por causa...?
La causa del cataclismo es financiera, ni siquiera monetaria; de dinero
crédito; scripturale, según la llaman en el «argot científico» de la Economía.
La técnica para provocar el estallido es muy antigua, la clásica en Bolsa:
Primera fase: concesión de créditos a los jugadores; consecuencia: alza.
Y el alza durará tanto tiempo como se les concedan créditos; es decir, en
tanto que los títulos comprados por ellos sirvan de garantía con un porcen
taje relativamente elevado, no según su valor nominal y dividendo real, sino
según su cotización arbitraria en Bolsa.
Segunda fase: elevación del interés y restricción de los préstamos; efec
to infalible, aunque el jugador, apelando a su propio capital, siga comprando
para sostener los cambios, efecto infalible, repetimos: baja.
Una baja tanto más honda cuanto mayor fuera el valor ficticio atribuido
y reconocido al dinero «escripturale».
Como vemos, nada nuevo. Es la maniobra permanente que vemos en el
«parquet» de cualquier Bolsa. Lo singular, lo asombroso en lo sucedido en
la Bolsa de Nueva York, no está en la calidad genuina del hecho; radica en
su gigantesca dimensión. Y, concedámoslo, hacerle alcanzar a la maniobra
y a la subsiguiente catástrofe un volumen tan colosal requiere un genio
gigantesco y unos medios financieros descomunales... ¡y también una moral!...
Que la catástrofe financiera ocasionase automáticamente una retirada de
moneda física; que tal escasez monetaria restringiera las posibilidades de
compra, es natural, dentro de la psicología humana.
Que al poderse comprar menos, por mera carencia de dinero, no por
falta de necesidad-demanda ni de producción-oferta, la producción no hallase
consumo suficiente, resulta de una lógica elemental.
Y que, al disminuir el consumo, sobrara producción y, al sobrar, se dis
minuyera el número de productores y sobreviniera el paro..., son hechos
en relación perfecta de causa a efecto.
Pero deducir de lo expuesto que la causa de la catástrofe fué la existencia
de una sobreproducción mundial, es como decir que alguien murió de ham
bre por tener sobra de pan...
El supersticioso respeto a la «deidad» Finanza, o la complicidad con ella,
les impide ver a estos «eminentes» economistas la feroz ironía de aquella
situación: Un mundo rebosando de producción, producción que se pudre
formando gigantescos stocks, y, a la vez, trece millones de productores en
(81) «Dísteles reinos y pueblos y se los en sus manos, así a sus reyes como a las
repartiste con arreglo a límites precisos, gentes del país, Tiara que los tratasen a su
V poseyeron el país de Sijón, rey de Jes- albedrío. Apoderáronse, pues, de ciudades
bón, y la tierra de Og, rey del Basán. Y fortificadas y de una tierra feraz, y toma
multiplicaste sus hijos como las estrellas ron posesión de casa llena de toda suerte
del cielo, y los introdujiste en la tierra de de bienes, cisternas excavadas, viñedos, oli
que habías dicho a sus padres que entra vares y árboles frutales en abundancia, y
rían a tomar posesión. Entraron, efectiva comieron, se saciaron, engordaron y abun
mente, los hijos y se posesionaron del país; daron en delicias por tu magna bondad.»
humillaste ante ellos a los cananeos, habi (Nehemías, 9: 22-25.)
tadores de aquella tierra, y los entregaste
152 PROTOCOLOS
(82) Nilus: ...toda nuestra política repo- (83) Nilus: ...gracias a una ficción legal,
sa sobre cifras. (84) Nilus: ...que pagarán el impuesto.
PROTOCOLOS 153
(85) Obsérvese que la Conferencia de los Sabios tuvo lugar antes de 1901.
154 PROTOCOLOS
elegida», para los «hombres»; no para los que de hombres tan sólo tienen
su figura humana.
Teniéndolo en cuenta, sean leídas el resto de las medidas que los sabios
proyectan para gobernar a los suyos.
EL TRIBUNAL DE CUENTAS
Nosotros instituiremos un Tribunal de Cuentas en el cual el
Soberano podrá encontrar en todo instante el informe completo de
las rentas (92) del Estado, salvo el del mes precedente que no habrá
sido aún presentado. La sota persona que no tendrá ningún interés
en robar al tesoro público es aquel que es su propietario, es decir,
el Soberano; por esto solamente su control podrá impedir las pér
didas y el despilfarro.
(91) Nilus: ...tal vez incluso sin sospe- (92) Nilus: ...y de sus g a sto s-
charlo.
158 PROTOCOLOS
(99) Nilus: ...proviene de que al prin la cabeza de los gobernantes que, en lugar
cipio del año financiero, se comienza por de retirar directamente el dinero del que
hacer una valoración aproximada del pre tienen necesidad estableciendo impuestos
supuesto que aumenta de año... especiales, van con el sombrero en la ma
(100) Nilus: 50 por 100. no a casa de nuestros banqueros.
(101) Nilus: Todo empréstito, como la (102) Nilus: ...ellos aumentan su número.
espada de Damocles, esta suspendido sobre (103) . Nilus: ...valores de Estado.
160 PROTOCOLOS
VALORES INDUSTRIALES
(107) Nilus: ...y el hecho de que nos (109) Nilus: Nuestro presupuesto será
otros somos el Pueblo elegido de Dios. dispuesto de tal manera...
(108) Nilus: ...y que han sido elaborados (110) Nilus: ...con éxito.
en el curso de los siglos, mientras que los (111) Nilus: ... para disimular nuestras
Gentiles gobernaban. intrigas.
(112) Nilus: Nuestros.
11
Í6¿ Protocolo s
(113) Nilus: ...los duros esfuerzos de sus (115) Nilus: ...ellas están a muy bajo
súbditos. precio. , .
(114) Nilus: ...que nuestro Gobierno um- (116) Nilus: ...puede comprar más bajo
versal no tendrá vecinos a quien prestar de a la par.
PROTOCOLOS 16 3
(120) Nilus: ...y es mediante las bajas (121) Nilus: ...administraciones del Es
como nosotros hemos llegado a desacredi- tado.
tar los fondos públicos de los Gentiles.
PROTOCOLOS 165
LEGISTAS Y ABOGADOS
(5) LENIN: Deux tactiques de la So- que cuando los susodichos expedientes les
cial-democratie. O. c... "cm o VIII, pági hayan sido asignados por el tribunal; ellos
na 138. no estudiarán esos expedientes más que
(6) LENIN: Contra la Corriente, pági sobre informes y documentos, y no defen
na 2 1 . derán a sus clientes más que después que
(7) Todo el pasaje siguiente que se en ellos hayan sido examinados por el tribu
cuentra en Nilus, falta en la edición de nal, basando su defensa sobre este primer
1901: Nosotros limitaremos pues el cani examen. Sus honorarios serán fijados, sin
no de acción de esta profesión poniendo
los abogados al mismo nivel que los ma tener en cuenta el éxito o el fracaso de
gistrados encargados de hacer ejecutar la su defensa. Ellos se convertirán también
ley. Los abogados, como los jueces, no en simples ponentes al servicio del fiscal,
tendrán el derecho de interviuvar a sus oponiéndose al querellante, y serán po
clientes y no recibirán sus expedientes más nentes por cuenta de la acusación.
SEPTIMA SESION
(2) FEJTO: Dieu et son Juif; p. 112. (3) F. FEJTO: Dieu et son Juij, pp. 107
a 109.
170 PROTOCOLOS
(4) MONSEÑOR JOUIN: Le Peril Judeo- 1912. Citado por Stauf von der March,
Maconnique, I, p. XXXVIII. Die luden im Urteil der Zeiten, p. 117
(5) FEJTO: Dieu et son Juif; p. 109. (1921).
( 6 ) El rabino LOEB, en una reunión O F. FEJTO: Dieu et son Juif, p. 79.
de los judíos ortodoxos, el 24 de enero de (8 ) F. FEJTO: Dieu et son Juif, p. 34
PROTOCOLOS 171
(16; C. MARX-F. ENGELS: Sobre la Re- (20) K. MARX: Crítica del Programa del
ligión, pp. 9-12. Congreso de Gotha.
(17) O. c., p. 38. (21) L. TROTSKY*: Leur morale et la
(18) O. c., p. 38. nótre, p. 6 6 .
(19) O. c., pp. 64-65.
174 PROTOCOLOS
12
178 PROTOCOLOS
•Todos los Devas y todas las Devis, todos los Baalin y todas las Baaloth,
todos los Neíers y todas las Nétertes, todas las olas y toda la espuma del
río Divino...
»Y todos estos ojos ardientes se avivan en la noche... y yo veo desde las
lejanas alturas un espectro blanco descender.
»E1 venía; él venía lentamente, pero sin detenerse, sin retroceder... ¡Es
el Cristo, es el Hijo del Hombre, el Hijo de la Virgen!...
»E1 Infierno le reconocía también a él, y sus mil legiones saltaban por en
cima del huésped que llega; avanzando hacia adelahte sus cuellos de repti
les, de chacales, de toros y los torrentes de llama de sus miradas.
»Y un abucheo colosal surgió de los antros del abismo:
»Hete aquí finalmente, ¡ oh Galileo! ¡ Hete aquí, herido como nosotros!
¡Hete aquí semejante a nosotros!...
»¿Cómo has caído tú del Cielo, estrella de las estrellas, hijo de la Virgen?
Tú, que decías en tu corazón: Yo soy Dios para un mundo sin fin.
•Eternamente yo tendré mi trono más alto que el cielo, por encima de las
estrellas: yo reinaré por encima de los ídolos rotos, y sólo mi nombre reso
nará en los oídos del hombre.
»¡Y he aquí que a tu vez se ha roto tu rayo; tú has sido abatido, cedro
del Líbano; y a tu vez, gran insultador de los dioses muertos, desciendes en
tre los dioses inanimados!» (32).
¿Para qué más, lectores?...
que ellos aborrecen y al que ellos hieren; al Dios que ellos degollarán al fin,
a causa de que Dios vive y El no ha cambiado de lugar, muerto por unos
y vivo por los otros» (56).
«El Señor no ha llegado a ser sensible más que por habernos hecho a Su
imagen: nosotros —judíos— le hicimos personal...» (57).
«Lo impersonal perdura allá, donde a nada se une y de donde todo se
deriva; El se envuelve de abismo que El desborda; El no se fija ni se mueve;
El no persiste y El no cambia, los atributos lo ignoran y también los sig
nos, los votos jamás podrán conmoverlo ni las plegarias quebrantarle; no se
le adora más que en silencio» (58).
«Todo reposaba en el fondo de lo Inconcebible; El encerraba los mundos
por venir en su esencia, mas El quiso llamarlos a la vida y multiplicar (!!)
su divinidad. Lo inconcebible hizo retirada; El pareció vaciarse. El delega
su inmanencia y se impide recuperarla donde, dominando sobre todo, El de
serta del espacio, rodeando las extensiones.
«Y El se conoció entonces y permaneciendo El mismo, El deviene la
Idea. Y El fue una persona y se busca innumerables amantes, poblando de
Elegidos la soledad; en fin, por una consecuencia necesaria, El va a escoger
en los abismos, El va a encarnarse, nacer y morir, semejante a uno de nos
otros, siervo de la criatura, objeto de sentencia, esclavo del error (!!). Y este
no es menos Dios que el Otro ni menos Infinito, pero justo y caritativo, a
medida de lo humano, mas sin los límites de lo humano. Su fuerza no reside
en el espanto: El penetra en nosotros viniendo de nosotros mismos, no del
más allá...» (59).
«La Islesia de los Romanos ha pecado gravemente, disimulando al Padre
tras el Hijo y a Jesús mismo tras la mujer que lo trajo al mundo... Nuestro
Señor no es el ídolo de los Gentiles, paganos hasta la médula, adoradores
de imágenes pintadas... El —Jesús— no quiere que se le quite de su instan
cia, deificándole. El nos manda imitarle, a fin de llevarnos a la fuente a
través del modelo. Al Padre vamos, nosotros que del Padre procedemos...
Al Padre de las cimas y del abismo... Quien le ame tal, que le ame Inconce
bible, sin esperarlo, y le revele en la disolución de la plenitud, es el único
a la medida de su Maestro, amante de lo Inmutable, más allá de su hipóstasis
y reflejo vivo de su permanencia, El es un nuevo Cristo; El es el Cristo y el
Dios Padre...» (60).
Pero tal Jehová no es ya el de Moisés y los profetas; ese ya es En-Sof, lo
Infinito, el dios-nada kabalístico, revelado y realizado en el judío:
Papa-Rey-Dios.
* * *
Hemos aportado lo posible, dado el espacio, para ilustrar las tesis esencia
les de los tres apartados precedentes.
Sin embargo, no podemos dar por terminadas nuestras aportaciones pa
PROTOCOLOS 187
sando por alto tres frases enigmáticas insertadas cada una en el final de esos
tres apartados.
Las destacamos:
1. a La influencia —dpi clericalismo— se ejercerá al revés que hasta
ahora.
2. a Nosotros no saldremos de la plaza-vaticana sin haber destruido toda
la potencia contenida en ella.
3.a Nosotros causaremos la ruina —de la Iglesia— por la crítica, fuente
de disensiones.
Una vez más lo recordamos: todo ello está publicado en el primer año
del siglo.
Ahora nos debemos preguntar si hasta hoy, pasados sesenta y un años,
esos tres propósitos o consignas de los Sabios han quedado en eso, en meros
propósitos, o si se han traducido parcialmente al menos en realidades.
Una dificultad surge, dada la vaguedad y falta de precisión, para poderlo
comprobar.
Examinemos el primer propósito: que la influencia del clericalismo se
ejerza al revés que hasta aquí.
¿En qué órdenes?... ;En todos? ¿En el dogmático? ¿En el moral?... ¿En
el político? ¿En el social?...
La realidad, con toda evidencia, nos muestra que la Iglesia no ejerce al
revés su influencia en lo dogmático ni en lo moral; por lo tanto, tampoco la
ejerce al revés su clero.
A pesar de todos los embates, reconozcámoslo, la Iglesia Católica tiene hoy
la misma inconmovilidad e impenetrabilidad de roca —de Petras— en lo dog
mático y en lo moral que tuvo en todos los tiempos.
El hecho ha de ser un escándalo para el ateo, habituado a la mutabilidad y
evolucionismo de todo lo humano v terreno, y ha de ser portentosa prueba de
la naturaleza sobrenatural de la Iglesia, que si sólo de hombres su insniración
recibiera, como todo lo meramente humano y terreno, cambiaría y evoluciona
ría, también en lo dogmático —aue deiaría de serlo— y en lo moral, aue in
moral habría de llegar a ser. Sin duda, lo dogmático y moral de la Iglesia está
exento de variabilidad; por lo tanto, de humana contradicción; algo imposible
sin sobrehumana causa.
Reconocido el histórico hecho, reconocido por quien escribe, católico, como
ha de serlo por todo aquel que católico sea; es indudable que no han de re
conocerlo, por no-católicos, por anticatólicos, los judíos y, menos aún, los
judíos kabalistas-talmúdicos, autores de los Protocolos.
Y debemos preguntarnos: ¿En realidad, han intentado invertir lo dogmá
tico en la Iglesia?
La respuesta debería ser demasiado vasta para poder encerrarla en unas
páginas con extensión y exposición de orden histórico; y nos hemos de limi
tar a dar noticia de cómo veía la situación un docto judío, Darmesteter, gran
especialista en el problema, no lejos transcrito.
Pero antes proporcionaremos una síntesis de las doctrinas del judío Jo-
188 PROTOCOLOS
es arrancada, proclama que las profecías se han cumplido, que la Biblia está
cerrada, las tablas derrocadas (?), que Israel puede morir (?). Pero la Iglesia
se equivoca, la raíz y el tronco sagrados han conservado una savia muy viva y
una rama surge, rama nudosa y modesta que se contentará con vivir una vida
lenta hasta el día en que el mundo tenga todavía necesidad de su socorro.
«Roma, victoriosa sobre Jerusalén, podrá, durante largo tiempo, imponer
por la fe una unidad a las inteligencias, como antes impuso la unidad polí
tica a los Estados por la espada y la Ley. Pero, cuando ella se cree triunfante,
se apercibe de que su pensamiento está gastado y de que ella agoniza (!!). Lo
que en ella es pagano, recibe los golpes que ella misma ha dirigido a los dioses
que derribaba. Como los antiguos paganos dudaron de sus dioses, los paganos
cristianizados dudan de un Dios venal ornado de ropas de seda, de borda
dos de oro y de pedrerías, y que, como los antiguos dioses, no es más que el
salvador del poderoso y del rico, del simoníaco y del fornicador (63). Una
parte del mundo se rebela contra Roma e intenta extirpar todo lo que la Igle
sia, en su desarrollo, ha añadido a los Evangelios. Pero al intentar un re
torno hacia el Cristianismo de los apóstoles, la Reforma no ha podido su
primir todo lo que es pagano en el Cristianismo. Le hubiera sido necesario
suprimir al mismo Cristo.'»
(¡Cristo es pagano para estos judíos!... ¿Por qué entonces pretenden hoy
hacerle creer a la Cristiandad entera que fueron los romanos únicamente los
autores de Su muerte?... Ben Hur, Rey de Reyes, etc.)
Sigue el judío Salvador:
«Otra parte del mundo católico, que había sido más lenta para ponerse en
movimiento, osa un día ir más lejos que los pueblos protestantes. Esta parte
comprendió que la verdadera Reforma consiste en renunciar, no sólo al Pa
ganismo romano, sino también al semipaganismo (!) evangélico; en renun
ciar a todo lo que en el Nuevo Testamento está en oposición con los cuatro
grandes principios del Hebraísmo: Unidad de Dios o del Ser (64); Unidad de
origen o fraternidad de los hombres hijos del mismo padre (65); Unidad de
fin o Mesianismo (66); Unidad de medio o la misión mesiánica ejercida, no
por un Hombre-Dios, sino por un Pueblo que da al mundo el ejemplo de la
libertad, de la justicia y del trabajo en la paz.
za; de la idea, ur. hecho, ante el cual todo se conmueve» que «a fuerza de
creer en la justidu, la ha puesto en marcha en la Historia, que ha tenido un
grito de piedad para todos los desgraciados, de venganza para todos los opre
sores, de paz y afianza para todos los pueblos» (72).
No dice qué derecho proclama el «Profetismo», qué idea profesa, qué jus
ticia demanda.. Desde luego, son un derecho, una idea y una justicia, talmú-
dico-farisíaeos\ terrenos... En todas esas múltiples y decantadas virtudes de
su «Profetismo» salvador, no hallamos una: el amor...
Pero deiínalo el propio judío Darmesteter:
«Lo que face del Profetismo judío una cosa única y haber llegado él a ser
un arma todopoderosa... de inspirados en quienes la razón y la conciencia
de la humildad moderna han hallado su primer expresión victoriosa y du
rable... Jahvé no es únicamente el dios celoso, el dios que hiere y castiga a los
que le olvidan; es ya el dios de la virtud, el dios de la justicia; es ya el dios
del pobre y del oprimido... La eclosión de la ciencia en el siglo XVI, la filo
sofía destructora del XVIII y la Revolución han retrotraído la cuestión a ios
términos en los que aquellos viejos profetas la habían planteado: realizar la
Justicia sobre la tierra, sin el apoyo de las sanciones de ultratumba... Su
Jahvé n ) eia, en fin de cuentas, más que la consciencia imperiosa de algunos
hombree divinizados» (73).
Plagio, hipócrita de Marx, que muchos años antes había proclamado:
«Odio a todos los dioses... del cielo y de la tierra que no reconocen a la
consciencia humana como deidad suprema» (74).
Más evidente aún el plagio de esto, también de Marx:
«La religión es en realidad la consciencia y el sentimiento propios del
hombre» (7;5).
Pon lo tanto, para el judío Darmesteter, su «Profetismo» es el Marxismo.
Queda explícitamente demostrado.
Véase la simetría que, sin decirlo, diseña el Rabino Isidoro Loeb entre su
«Prcfetismo» y el Marxismo:
«Cuando se contemplan en los Salmos, a los cuatro personajes que ocu
pan constantemente la escena, Pobre, Malvado, Pueblo Judío, Naciones (no
judías), se percibe fácilmente que ellos forman dos grupos simétricos: el Po
bre y el Pueblo Judío, a un lado; el Malvado y las Naciones, al otro lado; el
Pobre se opone al Malvado, el Pueblo Judío se opone a las Naciones; el
Pobre y el Pueblo Judío juntos forman el grupo de los buenos; el Malvado y
las Naciones (no judías) el grupo de los malos y de los enemigos; el Malvado
es el enemigo del Pobre, las Naciones (no judías) las enemigas del Pueblo
Judío; el Malvado es el enemigo interior, las Naciones (no judías) el enemigo
exterior» (7ó).
Si traducimos:
Pobre = Proletario.
Malvado = Capitalista o Burgués.
Pueblo Judío = U. R. S. S.
Naciones (no judías) = Naciones Capitalistas.
Hallaremos, no sólo de hecho, sino también literalmente, la simetría entre
este Profetismo y el Marxismo.
Ahora, la táctica que ha de emplear el Profetismo:
«El Profetismo no vendrá ni a fundar una religión nueva ni a convertir el
mundo al Judaismo. ¿Cómo ha de elevar él nuevos altares, nuevos ritos, nue
vos mitos; él, que quería enseñar a los hombres a vivir sin altares, ritos (77)
y mitos? En cuanto al Judaismo, si él tiene su derecho y sus razones para
perdurar como depositario y guardián de la Biblia, será una religión positiva,
cerrada por el rito, que no puede perdurar si ella renuncia al rito, ni propa
garse si lo conserva» (78).
La acción y misión del «Profetismo» «no es por lo tanto la de adjuntarse
al número de religiones y de sacerdocios»... «Pero él puede dar a la Edad
Moderna, impregnada de ciencia, el valor de afirmar las grandes conquistas
definitivas (!!) que la ciencia, indiferente y tan buena para el mal como
para el bien, no puede aportarle; y el «Profetismo» puede también «darle
a la Iglesia el soplo del porvenir concediéndole el sentido de las fórmulas
de las cuales ha surgido ella» (79).
Y aquí entramos específica y casi literalmente en los enigmáticos propó
sitos de los Protocolos, al enunciar Darmesteter que:
«El día que la Iglesia católica —por un gesto de audacia que le está per
mitido, sin renegar de sí misma, puesto que ella no haría más que remontar
hasta su fuente— desde lo alto de la Cátedra ponga en la boca de Cristo
la palabra de los profetas —¿de qué profetas?, no será la de los bíblicos—,
hará un nuevo contrato de arrendamiento con la vida y podrá emprender
con la mano en alto la dirección de las sociedades humanas. Aunque la vida
parece que se retira de la Iglesia, es todavía la única fuerza organizada de
Occidente, el corazón cuyos latidos se harían sentir hasta el fin del mundo
si una sangre rejuvenecida viniese a circular en ella. Este centro único de
donde partiera la palabra obedecida, hoy aún, en una sociedad desengañada
y hostil, pues, en cuanto una palabra de buena voluntad desciende, un tem
blor de filial espera corre a través de toda la Europa católica, protestante o
infiel. Desde que no hay ya Papa-Rey, el papado despojado, convertido de
una manera más clara en el centro ideal e inmaterial... del gran imperio
católico... parece sentir que en el encarnizamiento de las naciones y de las
clases la Humanidad espera un árbitro. Y la Iglesia ha ensayado tímidamente
elevar la voz en el conflicto de clases; pero la fatalidad de sus tradiciones,
(77) Como vemos, no se trata del Profe bíblicos han querido prescindir del altar
tismo bíblico ortodoxo, sino de uno que ha del rito del culto a Jehová?... Diga el sa-
exhumado Darmesteter del Esenismo, del io Darmesteter.
Ebionismo, del Zelotismo, del Sicarismo y, (78) Prophetes d'Isrdél, pp. IV-XV.
en fin, del Talmud. ¿Cuándo los profetas (79) Prophetes d ’Israel, pp. XIII-XIV.
13
194 PROTOCOLOS
(81) Los españoles podemos medir me cristianos primitivos eran muy parecidos a
jor que nadie cuál debió ser el parecido los sicarios de la A. I. T.-F. A. I.-C. N. T.;
de las comunidades cristianas con las Sec como sus actuales discípulos, sin saberlo,
ciones de la Asociación Internacional de los socialistas «cristianos», deben creerlos
Trabajadores, con sólo destacar sus tres iguales y, si no lo son, iguales hacerlos...
iniciales —A. I. T.—, que todos recordarán (Nota del traductor.)
haberlas visto en primer lugar de la tri (82) F. ENGELS: De la religión, p. 177.
logía: A. I. T.-F. A. I.-C. N. T. Ya lo saben (83) K. MARX-F. ENGELS: Manifiesto
nuestros lectores, para Engels y Renán, los Comunista. Cap. El Socialismo reaccionario.
196 PROTOCOLOS
ORGANIZACION DE LA POLICIA
Nosotros estamos al corriente de todo (84), sin la ayuda de la
policía oficial (85); tal como nosotros la hemos constituido para los
Goim, ella no hace más que impedir a los gobiernos conocer la
verdad.
Según nuestro programa de educación, una tercera parte de
nuestros súbditos vigitará voluntariamente a los otros, por senti-
contra los revolucionarios que tratan por todos los medios de acabar ccn
toda libertad y todo derecho... Como si los posibles atentados contra la
libertad y el derecho de ciudadanos aislados cometidos por policías, que
tienen nombres y apellidos, responsabilidad, jerarquía y no tienen ellos
ningún interés corporativo en cometerlos, no fueran más evitables y más
castigables que los atentados a vidas, libertades y derechos cometidos por
las organizaciones específicas de la Revolución, cuyos ejecutores directos
son individuos, grupos anónimos o masas tan anónimas o más...
Ese es el absurdo que impera en los cerebros burgueses a escala pla
netaria; su trascendencia es inmensa; es la determinante primera y capital
de los triunfos de la Revolución y de su constante avance. Pues bien, de tal
absurdo no forma conciencia nadie.
Peor aún, existe una conciencia vivísima, pero a la inversa. Si, por ex
cepción y esporádicamente, algún Gobierno afloja un tanto las ligaduras de
su Policía, es decir, si se hace defender con cierta eficacia, siempre super
ficial y siempre dentro de sus fronteras, además de tener que soportar
dentro de su nación la muda pero asfixiante repulsa de sus propios defen
didos, dada la congénita vergüenza que siente la burguesía por tener Po
licía, también a la vez, ha de soportar los ataques de los cómplices, decla
rados o no, de los revolucionarios, que excitando la fobia antipolicial de la
burguesía universal, se la sumarán para lanzar un violento ataque interna
cional contra ese osado Gobierno que ha intentado defenderse de la Re
volución con cierta eficacia. En leva imponente surgirá un verdadero ejér
cito de todo color, de toda religión, de toda nación, que, agitando la ban
dera de las libertades y derechos humanos, se lanzará contra ese «feroz»
Estado que se atreve a defender su independencia, vida, libertad y derecho
de sus ciudadanos contra los revolucionarios, soldados mercenarios de un
Imperio extranjero, el Imperio Comunista.
¿Es así o no?...
Cuantos han guardado y guardan un silencio atronador cuando los re
volucionarios se lanzan a la violencia y cuando temporal o para siempre
se hacen dueños del Poder, y sus hordas, su Policía y sus Tribunales perpe
tran hecatombes y genocidios humanos, esos mismos, se transforman en
plañideras o en feroces amenazantes si les dicen que un policía de un
Estado no comunista le ha dado un azote a cualquier asesino marxista...
¿Qué es todo esto, lectores?... ¿Es pura magia? ¿O es un estado mental
y de conciencia colectivo creado por alguien?
Tal estado mental y de conciencia colectivos son una realidad. Su efecto
es la catalepsia de todas las Policías de los países burgueses... ¿Y quiénes
son los que han creado esa verdadera psicosis de libertades y derechos hu
manos que determina la indefensión de los Estados frente a la Revolución
y, por lo tanto, el que vayan perdiendo uno tras otro derecho, libertad e
independencia?...
Los Sabios de Sión han dicho que es obra suya... ¿Y tú qué dirás, lec
tor?...
Lamentamos no poder dedicar el espacio que merece el segundo punto
del apartado que analizamos ahora.
PROTOCOLOS 201
Téngase en cuenta que la Policía, los espías y todos los miembros del Par
tido tienen la obligación de ejercer la provocación. La provocación es toda
palabra o acto, silencio u omisión que puedan hacer suponer a otro que quien
dice o lo ejecuta, calla o no actúa, es un enemigo del Régimen con el fin de
que otro se revele como enemigo del mismo. No basta con mostrarse discon
forme con las palabras o con los actos; para eludir el castigo, si quien las
dice o los ha ejecutado es un provocador, que inmediatamente denunciará al
testigo de los mismos, el provocado ha de apresurarse a denunciar lo visto
u oído para salvarse. Si se calla, está perdido.
Se comprenderá que con el empleo permanente y general del sistema de
provocación, la conspiración es prácticamente imposible. El enemigo autén
tico del'Régimen, tomado infaliblemente por provocador, será denunciado en
el acto por todo aquel a quien le haga la menor proposición, por muy au
téntico enemigo que sea él también del comunismo.
Se comprenderá que con tal Policía y tal sistema el Régimen comunista
está exento del peligro de conspiración y, por lo tanto, de Revolución.
¿Deberemos recordar que el Estado Comunista soviético fue ideal, polí
tica y prácticamente una construcción judía?...
EL «KAHAL», MODELO DE ESPIONAJE
Lo mismo que hoy nuestros hermanos están obligados a señalar
a los Kahal los actos de apostasía, igualmente deberán hacer todos
nuestros súbditos bajo su propia responsabilidad, si ellos quieren
cumplir su deber hacia el Estado.
Si nosotros hemos mostrado en el Estado, Partido y Policía soviéticos la
realización ulterior del esquema trazado en los Protocolos, a continuación
ellos nos informan sobre cuál es el prototipo; el Kahal, o sea la organización
específica judía, insertada en la organización —o desorganización— político-
social cristiana.
EL ABUSO DE PODER DE LOS FUNCIONARIOS
Ofreciendo a los Goim el incentivo del liberalismo y el de la pre
varicación, nosotros hemos desarrollado el agoísmo y la avidez de los
agentes encargados de restablecer el orden. Nosotros hemos desper
tado en ellos gustos destructores, entre los cuales el más importante
es la «propina», y hemos creado, en los medios superiores, estos des
órdenes que han provocado en las clases bajas el descontento y el
conflicto general (87).
(87) Este parágrafo es muy diferente en nistrativas de los Gentiles sino por tales
Nilus; dice así: medios?
«Una organización como la nuestra extir «Entre los más importantes de estos me
pará todos los abusos de poder y todos los dios de corromper sus instituciones se debe
géneros tan variados de venalidad y de co contar el empleo de los agentes que son
rrupción; destruirá, en realidad, todas las capaces, dada su actividad destructora, de
ideas con las ^ue nosotros hemos contami contaminar a los otros, revelándoles y des
nado la vida de los Gentiles por nuestras arrollándoles sus tendencias corrompidas,
teorías sobre los derechos sobrehumanos. induciéndoles al abuso de poder o la compra
»¿Cómo podríamos alcanzar nuestro fin de sin pudor de las conciencias.»
crear el desorden en las instituciones admi
PROTOCOLOS 203
(6) Asher GINZBERG (Achad Haam) *: km Scheidewege, t. II, pp. 103-104 (1923).
NOVENA SESION
FUNCIONARIOS VENDIDOS
(1) Nilus: Ellos no se aprovechan de las (2) Nilus: Que ellos se diviertan hasta
observaciones continuamente suministradas que los tiempos sean cumplidos; que ellos
por la Historia. vivan en la esperanza de nuevos placeres, o
en el recuerdo de las alegrías pasadas.
PROTOCOLOS 207
Las leyes que emanan de las teorías científicas tienen, para los
Goim, una importancia inmensa (3) también nosotros hemos engen
drado su confianza ciega en la ciencia. Sus intelectuales se enorgu
llecen de unos conocimientos que la lógica no ha verificado, y ponen en
práctica las nociones extraídas de la ciencia libresca, tales como ellas
están escritas por nuestros agentes, cuyo fin es desviar los espíritus
en la dirección que nos es necesaria. (El traductor recuerda el éxito
de las teorías de Darwin, Marx, Nietzsche y de otras doctrinas no
demostradas) (4).
No les ofenderemos a los lectores evidenciando a esas realidades preceden
tes. El apartado tiene tal claridad y exactitud que el hombre menos preparado
y menos dotado ha de ver ahí total y completa la realidad política contem
poránea.
Sólo escuchen este canto judío de vanagloria:
«De la providencia en la Historia —como el poder ha venido a los Ju
díos.—Si el poder emana de una ciudad y la ciudad es de los judíos, ellos no
tendrán ya que temer. Abandonando el resto del país, pueden hacerse formi
dables en la Ciudad, cualquiera que sea su nombre; en ella, no siendo vistos
en ninguna parte, apenas sabrán que ellos existen y jamás conocerán que
ellos son los amos. Para dominar la capital, un ciento de medios se ofrecen
a su elección: acostumbrados a subsistir en ciudad cerrada, a la larga, ellos
remontan, en ellos todo cambia y sólo su designio no varía; habiendo sumado
a su interés a los generosos y a los hábiles, aliándose a los poderosos del día,
teniendo al adversario en hipoteca, perdidos si ellos no lo consiguen, pero in
faliblemente vencedores...» (5).
(3) Nilus: Con esta idea en perspectiva y palabras que se las lleva el aire. Consideren
el concurso de nuestra prensa, nosotros au el éxito de Darwin, Marx y Nietszche, pre
mentaremos sin cesar su confianza ciega... parado por nosotros. El efecto desmoraliza
(4) Este paréntesis es reemplazado en Ni dor de las tendencias de estas doctrinas so
lus por el parágrafo siguiente: bre el espíritu de los Gentiles no debe cier
Darwin, Marx, Nietzsche, explotados por los tamente escapársenos.»
judíos (5) A. CARAGO *: Apologie d'Israel, p. 75
«No crean que nuestras aserciones son (1957).
208 PROTOCOLOS
14
210 PROTOCOLOS
esté presente la idea. En sus escritos inmediatos a la Revolución del año si
guiente (1848), en la que toma parte personalmente con Engels, tampoco es
cribirá tal frase; como hemos aportado, por entonces, propugnará el Terror
temporal; e igual sucederá cuando defienda y analice la Revolución de 1871
(Jp Commune de París) pues aludirán a la Dictadura en hipótesis, pero abs
teniéndose de propugnarla. Por último, sólo en 5 de mayo de 1875, en carta di
rigida a Wilhen Bracke, criticando el programa elaborado para el Congreso de
la Social-Democracia alemana —22-27 mayo 1875—, dirá Marx:
«Entre la sociedad capitalista y la comunista, se sitúa el período de la
transformación revolucionaria, el pasaje de una a otra. A este período co
rresponde también un período de transformación política en el cual el Estado
no puede ser más que la Dictadura del Proletariado.»
En total, sólo dos veces antes de 1901 ha sido escrita la frase «Dictadura
del Proletariado». La primera vez, por Heine * (1842) y la segunda, por Marx
(1875). Heine la inserta en unos párrafos de su crónica, referentes al Comu
nismo, no declarando en ella que era comunista ni hablando como tal, sino in
cluyendo la «coartada» de aparentar denunciar el peligro comunista al público
burgués de la revista donde los párrafos aparecían. Marx *, como se ha dicho,
la propugna en carta privada, dirigida al dirigente social-demócrata Wilhen
Bracke. El párrafo de Marx * fue exhumado por Lenin, muchos años después,
a finales de 1918, al polemizar con Kautsky, el cual sostenía que Marx * no ha
bía propugnado la Dictadura, ya que, al agregarle «del Proletariado» le qui
taba todo carácter de Dictadura personal, pues, al ser de clase, había de ser
demócrata (véase Kautsky*: Terrorismo y Comunismo). En cuanto al texto
de Heine *, el autor de estas líneas cree ser el primero que ha destacado ese
fragmento de 1842, en varias obras, analizando su gran importancia en todos
sus aspectos.
Hemos analizado con algún detenimiento esas dos únicas veces que es es
crita por los judíos Heine * y Marx * la frase «Dictadura del Proletariado».
Muy difícilmente Butmi o Nilus —los supuestos falsificadores o sus editores—
han podido tener noticia de que hubiera sido escrita dos veces: una vez
publicada, perdida entre la prosa de una crónica de revista; y otra, en carta
privada, que no es popularizada hasta después de 1917, por Lenin *. Además,
cuando los Protocolos se editan por primera y segunda vez, la mayoría de los
partidos proletarios, empezando por el alemán y el ruso, se titulan Social-
Demócratas, y si su rótulo sólo es el de «Socialista», públicamente y oficial
mente se definen como «demócratas»; por lo tanto, en aquellos tiempos, nin
gún partido proletario incurría en la antinomia de llamarse «demócrata» y,
a la vez, «dictatorial».
Y terminamos preguntando; Si los Protocolos son una falsificación, ¿cómo
pretenden judíos y judaizados, qué o quién ha inspirado a los falsarios para
que atribuyan a los judíos el propósito de instaurar la Dictadura, que impon
drán a Rusia en 1917, cuya Dictadura se multiplicará, siempre antitea y siem
pre esclavista, desde 1945 en tantos países?
Si falsificación: profecía.
212 PROTOCOLOS
(3) En la Ed. Nilus se agrega: En nuestro Por otra parte, ¿es que podrá hacer bien
conocimiento, la única sociedad capaz de al mundo aquel que ha de convertirse en su
luchar con nosotros en esta ciencia sería la amo, sea el jefe de la Iglesia católica o un
de los Jesuítas. Pero hemos conseguido des déspota de la sangre de Sión? Para nosotros,
acreditarla ante los ojos de la multitud es el «Pueblo elegido», la cosa no puede ser
túpida, por ser una organización visible, indiferente.
mientras que nosotros nos quedamos entre (4) L. BLANC: Historia de la Revolu
bastidores, teniendo oculta nuestra organi ción francesa; citado por KAUTSKY * en
zación. Terrorismo y Comunismo, p. 20.
PROTOCOLOS 213
calculó con acierto Pero —oh maravilla— sus «aliadas» maniobraron tan pro
digiosamente, que su aliada, Rusia, resultó vencida y ellas vencedoras..., y
no sólo vencida, sino sometida ferozmente a la Dictadura judía, en la forma
totalitaria comunista.
Por segunda vez, al principio de la década de los treintas, existe un Estado
antijudío: el Nacional-Socialista, que se adueña de Alemania.
Nada más que el hecho: más de cuarenta naciones le declararán la guerra
y acabarán por aniquilarle a él y a sus pocos aliados.
Aquí sólo hay espacio para señalar cómo los hechos históricos han sido
pautados por las palabras del «falsario» autor de los Protocolos.
Debemos dejar para el final de la obra la revelación de si fueron o no los
judíos los que provocaron ambas guerras mundiales y si las provocaron
para destruir dos estados, más o menos antijudíos, y someterlos a ellos y sus
aliados a la Dictadura comunista judía.
De momento, sólo unas pocas y breves declaraciones de judíos confir
mando las «falsedades» de los Protocolos.
En todas las biografías de los Rothschild figuran estas palabras de la
madre de los cinco hermanos:
«Si mis hijos quieren, no habrá guerra.»
Natural y simétricamente, con los mismos motivos pudo decir lo inverso:
«Si mis hijos quieren, habrá guerra.»
No mucho después, escribiría el judío Disraeli, poniéndolo en labios dé
Lionel Rothschild (Sidonia):
«Así puede usted ver, mi querido Coningsby, que el mundo está gobernado
por muy distintos personajes que los imaginados por los que no se hallan
entre bastidores. Debe usted estudiar Fisiología, querido. Las razas puras del
Cáucaso —se refiere a la judía— podrán ser perseguidas, pero no extermi
nadas; podrán ser perseguidas por la brutal ignorancia de algunas razas mes
tizas, que encienden hogueras y lanzan gritos de exterminio, pero acaban
exterminándose a sí mismas» (5).
Aun cuando el Judaismo es parco al referirse a su acción como fautor
de guerras, he aquí algunas fugas padecidas por ciertos judíos muy recien
temente:
«¡Nada de espíritu de capitulación! La suerte de los judíos del mundo
entero dependen del resultado de esta lucha contra el Fascismo. Nadie puede
negar que los judíos se han convertido en el problema» (6).
Y agrega:
«Nuestra empresa ha de ser organizar el bloqueo moral y económico de
Alemania... y finalmente será nuestra empresa también desencadenar con
tra ella una guerra sin merced» (7).
Más:
«Nuestra acción contra Alemania debe llegar hasta los límites de nuestras
fuerzas. Israel es atacado. ¡Defendamos a Israel! ¡A la nueva Alemania le
opondremos Israel levantado y el mundo entero nos defenderá!» (8).
(5) B. DISRAELI: Coningsby, pp. 103 y (7) Bemard LIPSCHITZ-LECACHE *: Le
siguientes. Droit de Vivre, 18-XI-1938.
(6) B. LIPSCHITZ-LECACHE *: Le Droit (8) Jules PIERRE CREANCE*: Epitre
de Vivre, XI-1938. aux Juifs.
PROTOCOLOS 215
(9) Jewish Chronicle *, octubre 1940. entre nosotros de una naturaleza tan deses
(10) The American Hebrew *, 20-XII-1940. perada que el mundo jamás habrá visto na
(11) Nilus agrega: Si se encuentra un ge da semejante. Es ya demasiado tarde para
nio en el campo enemigo, él podría, sin un genio.
embargo, combatirnos, pero un recién lle (12) Talmud: Trat. Sanhedrin 88 £>-99 a.
gado no podría medirse con viejos luchado (13) I. LOEB: La Litterature de pauvres
res de nuestra especie y el combate sería dans la Bible, p. 218, París, 1892.
216 PROTOCOLOS
«Cuando sea dada la vestidura a los judíos, la vestidura de luz, les hará
parecidos a lo que ellos fueron, a sí mismos se verán rendidos a su propia
imagen, y aquellos que los odian no los querrán conocer. Marcharán como
elegidos y para ellos todo se convertirá en legítimo, el Cielo dirá: «Yo los
conozco como míos»; y los abismos: «¡Nosotros huimos ante sus pasos!»...
Los tiempos están próximos y la venganza anunciada donde la luz es com
partida; inmensa la confusión y soberana la desgracia; pero nosotros no
tenemos por qué temer, y lo que para los otros es alarma, es para nosotros
signo: nosotros queremos la agonía y saludamos su imperio, la muerte fra
casa donde nuestro muro se eleva y Dios encarna donde nuestra carne lo
llama» (14).
Nada más, de momento
EL SUPERGOBIERNO JUDIO
Todo esto, al fin y al cabo, nos servirá para cansar a los Goim hasta
tal punto, que nosotros les obligaremos a ofrecernos el Poder interna-
Por múltiple vez, esta fantasía novelística del autor de los Protocolos ha
sido convertida por los judíos, dos veces ya, en realidad mundial.
¿No es la Sociedad de Naciones y su recreación, las Naciones Unidas, lo
anunciado en ese apartado?
Ahora veamos si los judíos han tenido alguna intervención en la creación
de tales Superestados sucesivos.
Sin duda, lo de imponer la ley a los demás pueblos es una constante his
tórica en el Judaismo. Como primer antecedente, puede ser alegado el muy
elocuente de José en Egipto. No lo es menos el de Séneca, referido, nada
menos, que a la Roma Imperial en su apogeo, que dice, refiriéndose a los
judíos:
«Esta abominable nación ha llegado a extender sus costumbres en el mun
do entero; los vencidos han dado leyes a los vencedores» (20).
Hace unos ochenta años, decía una revista judía:
«La dispersión de los judíos los ha convertido en un pueblo cosmopolita.
Y como único pueblo cosmopolita en el mundo, están obligados a actuar, y
actúan como un disolvente de toda distinción de nacionalidad o de raza. El
ideal supremo del Judaismo no es que los judíos se reúnan un día con un fin
separatista, sino que el mundo entero quede impregnado de la enseñanza
judía y que una Fraternidad Universal de las Naciones —un Judaismo agran
dado— absorba todas las Tazas y todas las religiones» (21). *
Que es tal deseo el realizado con la Sociedad de Naciones, lo demuestran
reiteradamente:
«La Sociedad de Naciones, según declaraciones de la Asociación de los Ra
binos de Francia, «es la primera aplicación en el orden político de los prin
cipios de paz y de fraternidad que el Judaismo ha proclamado, desde los pro
fetas, en el mundo civilizado» (22).
Israel Zangwill * presenta a la Sociedad de Naciones como si hubiese sido
creada «esencialmente por la inspiración judía».
Y uno de los principales dirigentes del Sionismo, Luciano Wolf, dice:
«Todos los judíos deben considerar un deber formal el sostenimiento, por
todos los medios posibles, de la Sociedad de Naciones. Nosotros tenemos el
mayor interés en que tenga éxito la Liga, por cuanto está en armonía con
nuestras tradiciones más notables y santas. Presenta para nosotros un interés
tanto mayor cuanto que asegura la solución más favorable de la cuestión judía.
Su porvenir, por otra parte, está asegurado» (23).
Hasta deberían instalarla en Jerusalén:
«La Sociedad de Naciones, casta criatura nacida del espíritu de Israel, debe
vivir y respirar el aire de su padre. La Sociedad de las Naciones debe tener
su sede en el interior de los muros y las torres de la ciudad de paz, de la
ciudad de Jerusalén» (24).
Otro judío, Jessin E. Sapher, agrega:
«La Sociedad de Naciones es un viejo ideal judío. Hoy este ideal de nacio
nalismo e internacionalismo simultáneos es comprendido por el mundo. Los
judíos lo alimentaban ya desde hace tres mil años. Ha nacido del Judaismo y
está incluido en la mayor parte de las principales enseñanzas de nuestra ley y
nuestros profetas» (25).
Finalmente, una confesión que harán bien los no judíos subrayándola con
lápiz rojo:
«El edificio tan penosamente edificado en París en 1919 por los delegados
judíos de América e Inglaterra —el Tratado de Versalles— se derrumbaría
si llegara a naufragar la Sociedad de Naciones» (26).
Una pequeña muestra de la literatura sobre el tema:
«La verdadera misión de Israel es la de ser una luz entre las naciones, la
de establecer en todas partes la justicia y la ley divinas, difundiendo el mono
teísmo y concepciones éticas. La misión judía no es, pues, ni nacionalista ni
material, sino espiritual; por consiguiente, universal y cosmopolita» (27).
Sobre lo «espiritual» de la empresa, Alfred Nossig, escritor judío, levanta
un tanto el velo:
«Sólo una Sociedad de Naciones fundada en el espíritu socialista puede
garantizarnos lo que nos es necesario tanto en el dominio nacional como en
el terreno internacional» (28).
Para todos los historiadores, la Sociedad de Naciones tiene su origen en
el Punto XIV de Wilson: Formación de una Sociedad general de Naciones
en garantía de la independencia e integridad de las naciones.
Ahora bien, el judío León Davidovitch Bronstein (a) Trotsky, inspirado o
impulsado por un discurso pronunciado en Zürich por su íntimo, el judío
Sobelson (a) Karl Radek, escribió un folleto titulado La Guerra y la Interna
cional. En el prólogo, según el mismo Trotsky, «hacía resaltar con especial
energía que la actual guerra (la de 1914) no era sino la rebelión de las fuerzas
productoras del Capitalismo, consideradas en un plano universal, contra la
propiedad privada, por una parte, y por otra, contra las fronteras de los Esta
dos... Después de la Revolución de Octubre —continúa Trotsky—, un editor
neoyorquino... convirtió mi folleto alemán en un magnífico libro americano.
Según él mismo dijo, Wilson, al saber que el libro se estaba imprimiendo, le
(23) Luciano WOLF *: En una conferencia (25) Jessin E. SAMPHER *: Guide to Zia-
del 16 de enero de 1921, dada a la Congrega nisme (1920).
ción de la Sinagoga de West London, citado (26) Lucien WOLF*: Wake up Australia,
por Roger LAMBELIN: Le régne d'Israel p. 20.
che7 les AngloSaxnns (19211. pp. 247-248. (27) Ben ELIEZER*: Lettres of a Jewis
(24) Simón TOV YACOEL*: Israel. Ré- father to his son, p. 9, 1928.
flexions sur la grande guerre et l'avenir des (28) Alfred NOSSIG*: Integrales Juden-
peuples, p. 25 (1921). tum, p. 77, 1922.
PROTOCOLOS 221
telefoneó desde la Casa Blanca, rogándole que le enviase las pruebas; el Pre
sidente estaba laborando sus consabidos «14 puntos» y le sacaba de quicio
que los bolcheviques se le adelantasen, arrebatándole sus mejores fórmu
las» (29).
El ciego instrumento Wilson ignoraba que sus inspiradores eran los mis
mos de Trotsky, o, lo que era más probable, que Trotsky fuera uno de ellos:
un Sabio de Sión o un inmediato ejecutor de sus designios.
Designios que pueden sei muy bien éstos, expresados por el judío Ruthen-
ford:
«Tendrá lugar una nueva y completa organización de todos los pueblos de
la tierra. Los actuales mapas del mundo no servirán para nada en el Reg-
num (mesiánico).
«Basados en la luz que emana de las Sagradas Escrituras, podemos espe
rar que Jerusalén llegará a ser la capital del mundo» (30).
Terminemos con estas palabras de nuestro conocido judío Albert Caraco:
«Este pueblo no ha cesado de actuar y su dominio es el movimiento: él
sube, él desciende, él se disipa, él huye y, volviendo, él se insinúa para subir
una nueva vez y para siempre los escalones de la gloria» (31).
(29) L. TROTSKY: Mi Vida, pp. 251-253. III, 321, y Eine würtschenwerte Regierung,
Ed. Cénit, S. A., Madrid, 1930. p. 35.
(31) A. CARACO*: Apologie d ’Jsrael, pá-
(30) R U T H E N FO R D *: Rechtfertigung, gina 123, 1957.
UNDECIMA SESION
(1) Nilus: Por esto no nos está penni- ñera discutirle, bajo pena de destruir su
tido conocer más que el plan de acción, eficacia o...
pero nosotros no debemos de ninguna ma- (2) Nilus: ...de los electores...
(3) Nilus: ...decisivos...
PROTOCOLOS 223
Ante todo, nos topamos con la secular doctrina judaica del Mesianismo;
doctrina interpretada durante veinte, treinta o más siglos por todo el Pueblo
judío como promesa del advenimiento de un Mesías personal, que asumirá
en beneficio de su Pueblo el Poder total universal.
Aún hoy, son muchos los judíos que conservan una fe inquebrantable en
el advenimiento de un Mesías personal.
En el texto que transcribimos, del sabio H. de Vries de Heekelingen, ve
remos mencionados bastantes «Mesías» de los muchos que han aparecido en
el curso de la Historia y a quienes los judíos en su totalidad o en gran parte
creyeron su Mesías:
«Una de las primeras tentativas de liberar la Tierra amada fue hecha por
Bar Cocheba —Hijo de la Estrella—, quien se hizo pasar por el Mesías. Aquiba,
jefe del Sanhedrín, reconoció su misión, lo llamó «el rey Mesías» y se pro
clamó su precursor. Bar Cocheba reunió un ejército que algunos estiman en
cincuenta mil hombres. Luchó con coraje, se hizo coronar rey y mandó acuñar
moneda. Hizo una matanza de cristianos que rehusaban blasfemar, pero ter
minó siendo muerto a su vez en el año 136 de nuestra era (por los romanos).
«Varios falsos profetas anunciaron luego la próxima llegada del Mesías. En
el siglo V, un Moisés de Creta llegó a ejercer tal influencia sobre los judíos
cretenses, que éstos le siguieron para atravesar el mar, imitando el ejemplo
de su ilustre homónimo. Pero no tuvo el éxito de su predecesor, y se ahogó
con todos sus discípulos.
«En el siglo xn. David Alroy (Ibn Alruchi), que se hizo célebre gracias a la
novela de Disraeli, llegó a desempeñar un papel importante. Muchos judíos
y persas creyeron en su vocación. Se relataba que había separado, como un
nuevo Moisés, las aguas de un río para abrirse paso. El rey de los persas,
espantado por la amplitud del movimiento, le prometió someterse si podía
probar su misión. No lo consiguió, y acabó asesinado por su suegro.
«En el siglo xv hubo varios falsos profetas. En el siglo xvi, éstos abundaron
singularmente. El más famoso fue David Reubeni, «embajador del rey de los
judíos», personaje importante que se hacía acompañar por séquito nume
roso. Se hacía pasar por hermano de un rey judío del centro de Africa. Su
hermano, el rey, lo había encargado de reunir guerreros y dinero para expul
sar a los turcos de Palestina e instalar en ella el nuevo reino de los judíos.
Hizo su entrada en Roma en un magnífico caballo blanco, rodeado de un sé
quito regiamente ataviado. Supo ganar al papa Clemente VII en favor de sus
planes, hasta el punto que estableció éste un impuesto especial a su favor. Des
pués de una estancia de un año, durante la cual fue regiamente tratado, partió
para Portugal, provisto de una presentación papal para el rey Juan III. Algu
nos años más tarde, cometió Reubeni la imprudencia de presentarse ante
Carlos V, quien receló que preparaba una rebelión mundial de los judíos. Le
hizo detener y llevar a España. Ocho años después, Reubeni terminaba sus
días en la hoguera.
«El más conocido de los falsos Mesías fue Sabbatai Zebí, nacido en 1626.
Asceta, místico, partidario de la Kábala, establecióse en Palestina para entre
garse enteramente a su misión mística. Pronto se hizo popular y llegó a ejercer
una gran influencia sobre los que le rodeaban. Era venerado como un santo.
224 PROTOCOLOS
15
226 PROTOCOLOS
(15) Marcus ELI RAVAGE * en el Century (lú) Nilus: ...la sola forma de gobierno
Magazine de enero de 1928, pp. 349-359. sana para los Gentiles.
228 PROTOCOLOS
y tantas vidas de trabajadores. Quieren indicar aquí los Protocolos que sus
Presidentes habrán de tener en su pasado participación en alguna estafa o
latrocinio de cualquier clase. En defecto de un affaire de tal clase, lo que
le hará más apto para ser elegido por los Sabios será que tenga alguna tara,
como el affaire, ignorada por el público. De affaires y taras han de poseer
las pruebas los Sabios, y han de ser de tal naturaleza y tan definitivas que
puedan destrozarle al primer conato de rebeldía.
Aquel genio del espionaje inglés, ya legendario, que se llamó coronel
Lawrence, creador de reinos en el Oriente Medio, dijo una vez:
Un traidor bien situado puede frustrar siempre una Revolución naciona
lista.
Ahora bien, ¿cómo hacer traidor al jefe de una Revolución o Presidente?
Ya revelan los medios los Protocolos. Medios cuyo empleo y eficaces
efectos han sido demostrados al investigar los grandes e inexplicables casos
de espionaje habidos en los Estados Unidos. Los investigadores, en la mayo
ría de los casos, no pudieron hallar una causa racional, como es el dinero,
por ejemplo, para muchas de las traiciones cometidas por los espías. Sólo
en su vida íntima, en ese lado tenebroso de tantas, hallaron la verdadera
causa: en elevadísimo porcentaje, los espías eran homosexuales.
Tal número de pederastas traidores fueron identificados en los Estados
Unidos, que se dictó una ley en virtud de la cual son expulsados de sus
cargos en los servicios del Estado todos los homosexuales identificados. Tan
sólo del Departamento de Estado, fueron echados más de trescientos, por
considerarlos la ley «un riesgo para la seguridad de la Nación».
Creemos que lo alegado ha de bastar para demostrar la existencia de un
chantaje organizado y sistemático, ejercido por Potencias internacionales
sobre muchos en cuya vida existen delitos o taras ignoradas y sólo cono
cidas por quienes les explotan con amenazas de hacerlas públicas, obligán
doles a traicionar a sus propias patrias.
Como es natural y humano, si el chantaje por delitos y taras tiene tanto
éxito en elevados y modestos funcionarios, más aún lo ha de tener ejerci
do sobre personajes encumbrados; tanto más, cuanto más encumbrados es-
ten, pués mayor será el castigo y el escándalo si son revelados su tara o
delito...
No hace falta ser exageradamente imaginativo para representarse lo que
ocurriría si un Presidente fuese convicto de homosexualidad o latrocinio.
LA JUDEO-MASONERIA LEGISLATIVA
nes y las deudas nacionales; un rey, en fin, que nos devuelva la calma
y la paz, que nosotros no podemos obtener con nuestros gobernantes
y nuestros representantes, los cuales nos sacrifican siempre a sus
intereses personales.»
Si algo más que cualquier otra cosa debió parecer una fantasía, una me
galómana estupidez, atribuida por el falsario al Judaismo, debió ser la con
tenida en este apartado.
Estimar posible que sea reconocido el Soberano judío por todo el Universo
antes de la abrogación de las Constituciones, o sea sin desaparecer por la
violencia revolucionaria los Estados independientes, debió ser, y aún lo ha
de ser, calificado de absurdo impensable.
Pues bien, veamos una vez más a los judíos empeñados en darles categoría
profética a los Protocolos. Y no un judío cualquiera dará testimonio, sino el
judío en posesión del rango científico supremo: el judío Alberto Einstein.
El ha dicho con la mayor publicidad:
«La liberación de la energía atómica no ha creado un nuevo problema. Sólo
ha hecho más urgente la necesidad de resolver el que ya existía... En tanto
que las naciones posean tan gran poder, la guerra será inevitable.
«El secreto de la bomba debe darse a un gobierno mundial y los Estados
Unidos han anunciado inmediatamente su disposición de entregarlo a un go
bierno mundial. Este gobierno debería estar formado por los Estados Unidos,
la Unión Soviética y la Gran Bretaña, las únicas tres potencias con gran fuerza
militar. Las tres deberían poner toda su fuerza militar a disposición del go
bierno mundial.
«La autoridad de este gobierno del mundo se ejercería sobre todas las ma
terias militares y sólo sería necesaria una nueva autorización, a saber: la refe
rente al derecho de intervenir en países en los que una minoría oprime a una
mayoría, creando así la clase de inestabilidad que conduce a la guerra. Tales
condiciones, que son las existentes en la Argentina y en España, deberían ser
tenidas en cuenta a tal efecto. Debería ponerse fin al concepto de no inter
vención, porque terminar con ese concepto es un elemento para la conser
vación de la paz.
»E1 establecimiento de este gobierno mundial no debe esperar hasta que
existan las mismas condiciones de libertad en las tres Grandes Potencias, pues
aunque es cierto que en la Unión Soviética gobierna una minoría, no consi
dero que las cuestiones internas sean por sí mismas una amenaza para la paz
del mundo.
«...Abogo por el gobierno mundial porque estoy convencido de que no hay
otro camino posible para eliminar el más terrible peligro en que el hombre
se ha encontrado jamás. El objetivo de evitar la destrucción total debe tener
prioridad sobre cualquier otro» (30).
Un inciso antes de analizar lo proclamado por Einstein. Nos referimos a
los puntos 5.° y 6.°, antepenúltimo y penúltimo, de lo copiado.
(31) Nilus: ...no vean otra salida a sus (32) Nilus: ...es poco probable que pare-
desgracias que un llamamiento a nuestro cida oportunidad se vuelva a presentar,
dinero y a nuestra completa soberanía.
DUODECIMA SESION
(33) La sesión debuta con este párrafo, mité destinado a sancionar las órdenes de
que no aparece en la edición de 1901: El los gobernantes.
Consejo de Estado sancionará la potencia (34) Nilus: ...desde el dia en que sea pro-
de! Soberano. En tanto que cuerpo legisla clamada la nueva Constitución.
tivo oficial, él será, por asi decirlo, un Co (35j Nilus: ...touas las innovaciones.
238 PROTOCOLOS
(43) LENIN: La victoria proletaria y el mesianisme chez les iuifs, oue reproduce el
renegado Kautskv, p. 53. texto hebreo, pp. 338-339 (1909). Agustín LE-
(44) León TROTSKY: Terrorismo y Co MANN*: L'idée mesianique chez le peuple
munismo, p. 77. d'Israel, pp. 225, 276 (1909). Jewish Quarterly
(44 bis) Comunicación de Trostky al Par Review, t. X, p. 654-659, Londres.
tido en Kiev, julio de 1919. (46) Chajin BLOCH*: Das judiche volk
(45) Cf. P. M. J. LAGRANGE. O. P.: Le in seiner Anekdote (1931).
240 PROTOCOLOS
Sabios? ¿Quién sino ha de tener Poder para exigírselo y para hacer que sea
obedecida tal exigencia con el suicidio?...
Y termina Lenin:
«La Revolución socialista... pudo comenzar con gran facilidad en Rusia,
este país de los Nicolás y los Rasputín, donde una enorme parte de la pobla
ción se desinteresaba completamente de lo que pasaba... Era fácil en tal
país comenzar la Revolución; tan fácil como levantar una pluma» (p. 353) (51).
Sea el valioso testimonio de Trotskv, el artífice personal de la Revolución
de Octubre;
«La conquista del Poder por los Sóviets a principios de noviembre de
1917 se efectuó a costa de pérdidas insignificantes. La burguesía rusa se
sentía de tal modo alejada de las masas populares, de tal modo impotente,
tan comprometida por el curso y la terminación de la guerra, tan desmora
lizada por el régimen de Kerensky, que no se arriesgó, por decirlo así, a
resistir. En Petersburgo, el Gobierno de Kerensky fue derribado casi sin
lucha. En Moscú se prolongó la resistencia, sobre todo por el carácter in
deciso de nuestras propias acciones. En la mayor parte de las capitales de
provincia, el Poder pasó a manos de los Soviets sólo con la llegada de un simple
telegrama de Petersburgo o Moscú» (52).
Extraordinario —¿no?— que la fantasía megalómana de los Protocolos,
imputada tan pérfidamente a los judíos, haya podido coincidir con tantos
testimonios y acciones de judíos —¡y de qué categoría!— anteriores y ulte
riores que dejan tan pálida la fantasía...
18
242 PROTOCOLOS
(1) En la edición Nilus se agrega: Nues birán artículos por medio de los cuales no
tros sabios, instruidos expresamente para di sotros infuenciaremos los espíritus, inclinán
rigir a los Gentiles, pronunciarán discursos, doles hacia la ciencia y las ideas que nos
lanzarán planes, bosquejarán notas y escri convengan.
244 PROTOCOLOS
(2) Zohar, I. 20 b.
PROTOCOLOS 245
(3) Nitus: ...ella cayó entre nuestras ma (7) Nilus: ...si no está marcado por cual
nos. quier acto tenebroso de su pasado. Al me
(4) Milus: ...quedando todo entre basti ñor signo de insumisión, su tara será inme
dores. diatamente revelada. Mientras que estas ta
ras no sean conocidas más que por un p e
(5) Nilus: Ni un solo editor tendrá el va queño número de personas, el prestigio del
lor de traicionar el secreto que le ha sido periodista arrastrará a la opinión pública a
confiado. través de todo el país. El pueblo le seguirá
(6) Nilus: Ninguno puede... y le admirará...
246 proto co los
(8) Nilns: ...Este es ya, para nosotros, un dimos que penetremos en los secretos de
punto sabido. Estado, como los denomina la estunidez de
(9) El pasaje siguiente falta en la edición los Gentiles, ¿cuál no será nuestra situación,
de 1901: cuando seamos oficialmente reconocidos co
Si, en las condiciones actuales, nosotros mo los dirigentes del mundo, en la persone
hemos logrado obtener sobre la sociedad de de nuestro Emperador mundial?
los Gentiles un control tal que ella no entre (10) Niíus: ...300 páginas.
vé los asuntos del mundo más que a través
de los lentes nuestos ante sus ojos, cuyos (11) Nilus: ...Nosotros publicarems libros
cristales tienen el color que nosotros desea baratos a fin de instruir y dirigir el espíritu
mos; si ahora ninguna barrera puede impe público en el sentido que nos conviene.
PROTOCOLOS 247
(12) Nilus: ...Así, nosotros conoceremos (15) Nilus: ...que caerán de tal suerte en
de antemano toda conspiración dirigida con nuestro lazo y serán desarmados.
tra nosotros, y podremos herirles en la ca (16) Nilus: ...que tendrá el aspecto de
beza reviviendo el complot y revelándolo por hacemos la oposición y que en una de sus
escrito. publicaciones parecerá nuestro adversario.
(13) Nilus: ...Nosotros neutralizaremos
asi la mala influencia de la prensa. (17) Nilus: ...también solamente durante
(14) Nilus: Si permitimos diez -'eriódicos todo el tiempo que duren las Constitu
ajenos, nosotros lanzaremos treinta. ciones.
248 PROTOCOLOS
La Prensa sirve para excitar furiosamente (22 bis) las pasiones que
favorecen nuestros designios o el egoísmo de los partidos; ella es
frecuentemente vacía, injusta y falsa, y la mayor parte de las gentes
no comprenden a quién ella sirve realmente. Nosotros la amordaza
remos definitivamente (23), así como a todo género de publicaciones,
porque: ¿de qué nos serviría deesmbarazarnos de los ataques de la
prensa periódica si seguíamos siendo el blanco de los ataques de folle
tos y libros? Nosotros obraremos de tal manera, que la publicidad de
la prensa, que tan cara nos cuesta en estos momentos —porque somos
nosotros los obligados a censurarla— se convierta en una fuente de
recursos para nuestro Estado. A tal fin, estableceremos un impuesto
especial sobre la prensa y exigiremos una fianza a los editores e im
presores (23 bis), la cual garantizará el pago de las multas (24). Estas
multas (24 bis) protegerán a nuestro Gobierno contra los ataques de la
Prensa, ataques que serán castigados con multa, alegando el pretexto
de que todo periódico que excite los espíritus sin razón ni fundamento
merece ser multado. Es probable que los diarios de los partidos no
hagan caso de las pérdidas de dinero (25), pero, en este caso, nosotros
ordenaremos que nadie puede atacar impunemente el prestigio de
nuestra infalibilidad gubernamental, y por esa razón, o bien por no
poder demostrar que sus ataques están bien fundamentados, nosotros
suprimiremos los periódicos recalcitrantes.
Cuando nosotros tengamos necesidad de modificar algún aspecto
de nuestras instituciones, haremos que sea atacado por nuestros ór
ganos, y como éstos aportarán pruebas sólidas contra tal aspecto, sus
ataques no los expondrán a persecuciones. Esto servirá, por otra
parte, para que se pueda decir que, a pesar de todo, la libertad de
palabra, de la palabra razonable y justa, existe y que nosotros no la
reprimimos de ningún modo.
La Prensa; Cuarto Poder. Así ha sido llamada desde el pasado siglo, acu
ñando una frase más; pero lo indudable resulta que solamente el Judaismo
talmúdico-kabalista supo extraer las consecuencias de tal realidad y se lanzó
a la conquista del nuevo Poder.
Ya Heme había dicho cuando el «Cuarto Poder» sólo era incipiente: La
magia negra, la pólvora y la tinta de imprenta, acabarán con la sociedad cris
tiana.
Otro judío, Samuel Roth, ha podido con verdad vanagloriarse de que:
«No sólo tiene Europa un modo judío de pensar, sino que cuanto emprende
(22 bis) Nilus: ...las más violentas pa responderíamos en todos los lados por
siones. multas.
(23) Nilus: ...y le conduciremos con rien. (24 bis) Nilus: ...timbre V fianzas serán
das sólidas. una importante fuente de ingreso para el
(23 bis) Nilus: ...a fin de garantizar nues Gobierno.
tro gobierno contra toda especie de ataques (25) Nilus: ...pero después de un segun
por parte de la prensa. do ataque serio contra nosotros, los supri
(24) Nilus: En caso de ataque, nosotros mimos totalmente.
250 PROTOCOLOS
otro judío el año 1957 (28), nada más eficaz para lograrlo que hacerle al
mundo pensar como ellos quieran.
Ellos han logrado hacerle pensar de tal manera, que, sólo en 39 años, a
contar de la aparición de los Protocolos, el mundo se ha despedazado en dos
Guerras Mundiales, en muchas más entre naciones aisladas, en luchas colonia
listas y anticolonialistas, en guerras civiles, en la Revolución Permanente..., y
se apresta, suicida, insensato, a la Tercera Guerra Mundial, para que des
aparezca todo rastro de la especie humana del Planeta...
El arte y parte de la Prensa en ese suicidio permanente y creciente del
género humano y en el total y definitivo que se dispone a cometer, no se
podrá negar, es inmenso, tremendo...
Comprobemos una realidad en la psicología colectiva de las masas... Pre
gúnteseles a cuantos hombres-masa se quiera; todos, absolutamente todos,
responderán que nuestra época, la más trágica e imbécil del Género humano,
ya en trance de su extinción atómica o de su esclavización total, es la época
del más álgido y egregio Progreso de la Humanidad... Y, realizada la experien
cia; intentad que algún hombre-masa se pregunte: ¿Progreso, hacia qué?...,
comprobaréis en el acto su incapacidad para formular, y no digamos para
contestar, tal interrogación.
Tal estado mental y de conciencia es la obra maestra de la Prensa.
* * *
(29) L. Bronstein (Trotsky): Dicho al ge- (31) LENIN*: Carta a Gllacher, diputado
neral Montmarín, miembro de la Comisión y Secretario General del Partido Comunista
militar francesa en Rusia. _ inglés.
(30) K. Kautsky: Worwárts. Noviembre
1903.
PROTOCOLOS 253
(41) Merry BROMBERGER: Comment ils Bloch-Dassault, por decreto del 27 de no
ont fait fortune. viembre de 1946, después dejándolo sólo
(42) Henry COSTON: O. c., pp. 240-241-242. en Dassault, por decreto del 12 de febrero
(43) Marcel-Ferdinand Bloch * ha sido de 1949. Y asi desaparece de la circulación
autorizado a modificar su nombre en su apellido judio.
256 PROTOCOLOS
(44) Edouard DRUMONT: La France Jai- (45) Henry COSTON: O. c., pp. 245 y slgs.
ve devant l’opinion. París, 1886, p. 106.
PROTOCOLOS 257
el grupo del Fígaro ocupa un lugar muy importante con Le Fígaro (469.000
ejemplares), Le Fígaro littéraire, Le Fígaro agricole y Le Fígaro selection, en
viados por avión a los suscriptores de ultramar.
»E1 trust Amaury publica muchos diarios y semanarios influyentes.
«Emilio Amaury, cabeza del negocio, es un antiguo agente de publicidad
de diarios católicos (demócratas-cristianos) que surgió bruscamente de entre
las filas de la Liberación. ¿Es él el dueño real del trust que anima? Parece
que un negocio de esta importancia que comprende Le Parisién libéré (729.000
ejemplares), Carrefour iO.OOO ej.), Point de vue-Images du Monde (150.000 ej.),
Marie-Franee, la Frr _e agricole, Le Courrier de l’Ouest, Le Maine libre y
la Liberté du Centr„, carecería de los capitales necesarios para su desarrollo
si tras el trust no tuviese una banca abriéndole créditos. Se ha hablado de
la Banque de París et des Pays-Bas *.
«Ocupando el inmueble y la imprenta de Information, el trust Amaury con
trola la Sociedad L’Information, el diario que dirigía antes de la guerra León
Chavenon bajo el control de la banca Lazará *, la conocida gran banca judía.
«Si nosotros dejamos aparte la prensa comunista y progresista subordinada
a Moscú, ya no resta más que la prensa socialista y dos grupos para examinar:
el grupo Servan-Schreiber * (Les Echos-L’Express) y el grupo Lazurick * y
Boussaq.
«Los diarios representantes de la tendencia socialista son dos: Franc-Tireur
y Le Populaire.
«Del primero se sabe —o se cree saber— que él se beneficia de un sostén
importante de parte de los sindicatos obreros y del C. I. O. americano. Esta
ayuda, se dice, le ha permitido sostenerse cuando su administrador, Georges
E. Vallois, lo abandona para unirse a la casa de Emmanuel d’Astier de la Vi-
gerie, este antiguo admirador de Drumont y Doriot, convertido en cripto-co-
munista gracias a su esposa (46). Se ha dicho —y los interesados no han des
mentido— por Echo de la Presse, que lo publica con las reservas acostumbra
das, que Franc-Tireur se había beneficiado de un contrato de publicidad de 80
millones (aportado por Vallois), contrato que muy bien podría ser la subven
ción apenas disfrazada de una poderosa sociedad (47).
«En lo que se refiere a Le Populaire, nosotros estamos mejor informados.
Action y L’Echo de la Presse han publicado en 1952 la fotografía de un docu
mento emanado del sindicato judío del vestido de Nueva York que menciona
una entrega de 25.000 dólares (11 millones de francos) hecha por este grupo
al órgano oficial del Partido Socialista. No se puede afear a los confecciona
dores israelitas americanos el que manifiesten su simpatía por un diario que
contaba en su dirección y su redacción con unos correligionarios tan distin
guidos como el inolvidable León Blum * Rosenfeld *, Roger Nahon * y algunos
otros.
(46) La señora d'Astier de la Vigerie, na revista de Noel Jacquemart afirmaba, sin
cida Liubow Krassin, es la hija del antiguo ser desmentida, que se sospechaba que
embajador soviético, que la prensa antico Libération había sido subvencionada por
munista pretendía era millonario. Ella se Mme. Shapiro *, nacida Arlette Louis-Drey-
casó en primeras nupcias con Gastón Ber- fus * y por la Société Européenne d’Etudes
gery, el fundador del «Frente Popular». et d'Entreprises.
(47) Es verdad que en la misma época la
17
258 PROTOCOLOS
»Pero qué decir de la enorme suscripción que sirvió para formar el capital
de la «Société nouvelle du journal quotidien du matin Le Populaire de París»
que León Blum entrega al fundador de Le Populaire, callando el nombre del
generoso donante.
»Es verdad que León Blum aliaba a un socialismo de intelectual una am
bición muy viva hacia los bienes de este mundo. El líder del Partido Socialista,
que fustigaba al gran capital en los mítines, no desdeñaba como abogado de
fender la causa de los grandes capitalistas.
«Cuando el debate sobre el affaire de la Aéropostale (noviembre de 1932),
Flandin hizo alusión a una recomendación hecha por León Blum en favor de
Gáleries Lafayette. Blum lo desmintió categóricamente: «¡Es falso!», grita
él en la sesión de la Cámara. Pero muy embarazado, debió bien pronto reco
nocer en Le Populaire que el documento era auténtico:
»«Yo debo declarar que, en contra de la sospecha que había emitido y que
la atmósfera del momento hacía muy natural, el documento es auténtico.»
»E1 adjuntaba buenamente que había querido prestar un servicio a un
«amigo personal». El amigo en cuestión era el señor Bader, de las Gáleries
Lafayette, al cual reclamaba el Tesoro sumas importantes en concepto de be
neficio de guerra.
»E1 affaire Oustric * muestra que los escrúpulos socialistas de León Blum
desaparecían ante el interés de los suyos.
»Antes de Blum, Jean Jaurés no desdeñaba apelar a los subsidios de la
«burguesía inteligente». La Guerra Social, apoyándose en documentos oficia
les, ha revelado en tiempos que ciertos financieros no se espantaban —y con
motivos— del anticapitalismo verbal de los líderes marxistas. Ella ha preci
sado que cuando la fundación de L’Humanité, los banqueros Louis Dreyfus *,
Charles-Louis Dreyfus * e incluso Rothschild * (sirviéndole de tapadera el se
ñor y la señora Rosnoblet, según pretende), habían entregado una fuerte suma
y se contaban entre los accionistas del futuro órgano central del Partido Co
munista (48).
»E1 grupo Schreiber * no es, propiamente hablando, un grupo político. Los
intereses económicos y financieros que representa puede llevarlo mañana a
tomar una posición muy diferente de la que hoy se le conoce.
»Los Schreiber*, que un decreto relativamente reciente (5-11-52) autoriza
a llamarse Servan-Schreiber, se interesan por la prensa desde hace cuarenta
años. Empedernidos militantes radical-socialistas, ornamentos de la Gran
Logia de Francia (49), Emilio y Roberto Schreiber * dirigían el gran órgano
comercial Les Echos mucho antes de la guerra. Protegidos por el ya fallecido
Fernando Cremieux *, senador por Gard, que casa a su hija Susana con uno
de ellos (Robert), los hermanos Schreiber han adquirido en el mundo de la
política y de los negocios una influencia nada despreciable.
«Emparentada con los Gradis *, los ricos importadores israelitas de Bur
deos, que controlan una veintena de gruesas sociedades coloidales, principal
(50) Los fundadores de la Sociedad L’Ex- nacida S.-S., Mme. Jean-Frajigois Coblenz *,
ptess pertenecen todos a la familia —ju- nacida S.-S., y Mme. Henri Gradis *, nacida
día— Servan-Schreiber*: Jean-Claude S.-S.*, Bemadette S.-S.
Mlle. Geneviéve C.-S *, Mme. Entile Oros *,
260 PROTOCOLOS
i
PROTOCOLOS 261
(55) Jewish Chronicle, del 3 de septiem (58) Stock Exchange Year Book, 1938,
bre de 1937. páginas 1675-76.
(56) Stock Exchange Year Boók, 1938, (59) The Writers' and Artists' Rear Book,
páginas 1419, 144¿. 1938, pp. 62, 54, 81, 30, 110, 78, 48. Odhams:
(57) Stock Exchange Year Book, 1938, Página 45.
página 1419.
262 PROTOCOLOS
»Por fin, la Odhams Press publica también el Daily Herald, con una tirada
diaria de más de dos millones. Este periódico es el órgano oficial del partido
obrero marxista. Otro judío, A. Easterman *, fue hasta 1938 redactor lite
rario (literary Editor) y redactor suplente para política exterior de este pe
riódico (60), luego fue nombrado corresponsal principal para cuestiones ex
teriores (Chief Foreign Correspondent). Antes fue redactor de política exte
rior en el Daily Express. Los méritos contraídos por él en la causa de los
sionistas son muy grandes (61).
»Puede uno hacerse una idea aproximada de la magnitud de esta empresa
periodística cuando se oye de su co-fundador que imprime nada menos que
60 periódicos y que ya en 1934 daba ocupación a 10.000 personas. En la asam
blea de accionistas de 1 de mayo de 1934 comunicó Lord Southwood * que el
volumen de operaciones durante el año económico había sido de £ 2 .0 0 0 .0 0 0 .
El consumo de papel fue de 132.000 toneladas (62).
»A1 grupo Beaverbrook pertenecen:
1. The Daily Express; tirada, unos 2.500.000.
2. Sunday Express; tirada, unos 1.500.000.
3. The Evening Standard; tirada, unos 500.000 (63).
»Lord Beaverbrook, a quien pertenece de hecho este grupo, y a quien
Winston Churchill nombró Ministro para la Producción Aeronáutica, sim
patiza indudablemente con los judíos, y fué muy amigo del judío Lord Mel
chett (64). El 7 de marzo de 1928 escribió Lord Beaverbrook en el Daily Ex
press que «no eran las faltas, sino las virtudes las que hacían impopula
res, sospechosos y odiosos a los judíos en Inglaterra». El 4 de diciembre
de 1930 expresaba su satisfacción por el hecho de que en Inglaterra no hu
biese antisemitismo, y ya el 17 de septiembre de 1930 encontramos en el Daily
Express análogas ideas, aunque todavía más rotundas: «Las aptitudes comer
ciales e intelectuales de los judíos —escribe Lord Beaverbrook— se destacan
tanto en la Gran Bretaña, porque no hay para ellos ni anatema ni barreras.
Entre nosotros, la cuestión judía se ha resuelto por la fusión de los judíos en
nuestras múltiples actividades, y la nación es, por consiguiente, más rica y mas
feliz. En el continente se verá con el tiempo que no hay otra solución».
«Esto debe bastar para dar a conocer la posición del principal jefe respon
sable del grupo Beaverbrook. Junto a él encontramos judíos en puestos directo
res. Por ejemplo, R. D. Blumenfeld *, antes editor del Daily Express y luego
presidente del mismo diario (65). Recordemos que el judío A. Easterman * fue
hasta hace no mucho tiempo redactor de política extranjera del Daily Express.
Lord Castlerose es editor de los tres periódicos que pertenecen a la empre
sa (6 6 ). El 30 de mayo de 1930 escribió en el Daily Express que «si fuese judío
ganaría el dinero en América y lo gastaría en Inglaterra, porque en ella sólo
los tontos eran antisemitas».
(60) Jewish Year Book, 1937. pág. 423. (64) Bolitho: Lord Melchett, p. 357.
(61) Jewish Year Book, 1938, pág. 426. (65) Who’s who, 1939, p. 317.
(62) Odhams, pp. 43-4. (66) Who's who, 1939, pág. 541.
(63) Daily Express, del 9 de diciembre de
1938. Soames, p. 54.
PROTOCOLOS 263
(67) Who's who, 1938, p. 536. Stock Ex- (71) Action, 12 de marzo de 1936.
change Year Book, 1938, p. 847. Action, del (72) Stock Exchange Year Book, 1938,
2 de abril de 1936. página 2717. Jewish Year Boop, 1938, páei-
(68) Soames, p. 55. ñas 459. 491.
(69) Jackson. o. 287. (73) Soames, pp. 55/6.
(70) Stock Exchange Year Book, 1938, (74) Who’s who 1938, p. 2918.
páginas 1974, 1160/1.
264 PROTOCOLOS
(75) Stock Exchange Year Book, 1938, (79) Jewish Chronicle, del 3 de julio de
página 2031. 1936.
(76) Grünbeck: Vol. II, pp. 135/6. (80) Who’s who 1938, p. 1323. Jewish Year
(77) Times, del 18 de julio de 1933. Book, 1938, p. 443.
(78) Directory of Directors, 1938, pági
nas 1286/7.
PROTOCOLOS 265
(81) Evening Standard, del 19 de septiem (85) Jewish Year Book, 1938, pp. 417/8.
bre y 11 de octubre de 1938. Daily Express Who's who, 1938, pn. 671/2.
del 11 de enero de 1939. The Britisher, del (86) Jewish Year Book, 1937, p. 517. Who's
15 de septiembre de 1937. who 1939, p. 3490.
(82) Jewish Chronicle, del 7 de febrero (87) Who’s who 1939, p. 988.
de 1936. (88) Jewish Year Book, 1938, p. 411. Who's
(83) Action, del 16 de enero de 1937. who 1938, p. 1297.
(84) Jewish Year Book, 1938, p. 473.
266 PROTOCOLOS
H ungría............................ ... 90 % » »
H olanda............................ ... 69 % » »
(89) Jewish Year Baok, 1937, p. 507. Who’s (93) Pasados cinco años de régimen fas
who 1939. n. 3222. Stock Exchange Year cista.
Book, 1938, p. 1953. (94) En Nueva York, Chicago y Los An
(90) Who’s who 1937, p. 1984. geles, el porcentaie era del 100 por 100 para
(91) Dr. Peter Aldag: La dominación de los grandes diarios; en Los Angeles, tan
tos iudíos en Inglaterra, pr>. 334 a 342. sólo un diario no era judío.
(92) En Londres, la totalidad de los gran
des diarios.
PROTOCOLOS 267
DERECHO POLITICO
(95) K. MARX: Carta al Dr. Kugelman, (96) Citado ñor la revista judía Archives
21 julio 1871. Israelites, de 31 de mayo de 1931.
268 PROTOCOLOS
(97) F. ENGELS: Volkstaat (1873). y el proletariado, pp. 56, 61, 68, 69.
(98) LENIN: La Revolución democrática
PROTOCOLOS 269
(100) Nilus: ...de las ideas y de las opi (102) Nilus: ...preparada por nosotros.
niones. (103) Nilus: ...es decir, durante el perío
(101) Nilus: ...representándoles como las do transitorio que precederá a nuestra so
opiniones neutrales de las provincias.—Evi beranía.
dentemente, la fuente y el origen de estas
ideas no serían cambiadas, ellas serían nues (104) Nilus: ...informes de asuntos crimi
tras. nales.
DECIMOCUARTA SESION
(7) Nilus: ...hasta su último suspiro. tocolo», ya que todo lo que se dice ahí se
(8) Este pasaje no deja igualmente nin encuentra confirmado por los acontecimien
guna duda sobre la autenticidad del «pro tos.—J. B.
18
DECIMOQUINTA SESION
Son demasiado conocidos tales acontecimientos históricos para que sea ne
cesario aportar aquí textos describiéndolos.
El plan diseñado aquí por los Protocolos determina que los Golpes de
Estado han de ser preparados en todas partes simultáneamente, no que hayan
de estallar a la vez, aun cuando se ha de sobreentender que no estarán sepa
rados unos de otros por mucho tiempo. Es decir, han de ser explosiones en
cadena.
Que tal era el plan de los dirigentes del Golpe de Estado bolchevique,
no puede ofrecer duda; no en vano los dirigentes eran judíos en un 80 %.
Claro es que detalle tan insignificante no quiere decir que sus planes estu
viesen tomados de los Protocolos... La identidad de los planes protocolarios
—pura fantasía— con los reales de los dirigentes judíos es una mera casua
lidad...
Las excitaciones y órdenes clandestinas para desatar la Revolución, ante
riores e inmediatamente ulteriores al éxito del Golpe de Estado en Rusia,
fueron obedecidas primeramente y en gran escala en Alemania. Al día si
guiente de tomar el Poder, públicamente, proclamaba Lenin:
«...Los obreros de estos países —Inglaterra, Francia, Alemania— com
prenderán el deber que les incumbe hoy: emancipar a la humanidad de los
horrores de la guerra y de sus consecuencias; ya que estos obreros, por su
actividad múltiple, resuelta, plena de energía y de abnegación, nos ayudarán
a llevar a bien, hasta el fin, la obra de paz y, al mismo tiempo, la obra de
liberación de las masas laboriosas y explotadas de toda esclavitud y de toda
explotación.
»E1 Gobierno y la burguesía harán todos los esfuerzos para unirse y
ahogar en sangre la revolución obrera y campesina. Pero tres años de guerra
han iluminado suficientemente a las masas. Testigo: el movimiento sovié
tico en los otros países; la rebelión de la flota alemana, reprimida por los
oficiales contrarrevolucionarios del verdugo Guillermo. En fin, no se debe
olvidar que nosotros no estamos en el corazón de Africa, sino en Europa,
en donde todo se sabe rápidamente.
«El movimiento obrero vencerá y se abrirá un camino hacia la paz y el
socialismo» ( 1 0 ).
Unos meses más tarde, aún hablará Lenin con mayor claridad:
«Si se examinan las cosas a escala histórica mundial, es absolutamente
cierto que la victoria final de nuestra Revolución, si ella tuviese que quedar
aislada, si no hubiese movimiento revolucionario en los otros países, sería
imposible. Si el Partido bolchevique él solo ha tomado el asunto en su mano,
es con la convicción de que la Revolución madura en todos los países y, al
fin de los fines —y no al comienzo de los comienzos—, cualesquiera que sean
las dificultades que nosotros tengamos que superar, cualesquiera que sean
las derrotas que nosotros tengamos que sufrir, la Revolución socialista inter
nacional vendrá, porque ella está en marcha; llegará a la madurez, porque
(10) LENIN: Informe sobre la Paz, pre- vres choisies, II, pp. 270-271.
sentado al X Congreso de los Soviets. Oeu-
276 PROTOCOLOS
ella madura ya. Nuestra salvación, frente a todas estas dificultades —yo lo
repito—, es la Revolución europea.
»...es una verdad absoluta que sin la revolución alemana nosotros estamos
perdidos —tal vez no en Petrogrado, ni en Moscú, sino en Vladivostok, en
otras regiones más lejanas todavía, adonde nos hará falta trasladarnos tal
vez, a una distancia acaso más grande aún que la que separa Petrogrado de
Moscú. De todas maneras, admitiendo todas las peripecias posibles e ima
ginables, si la Revolución alemana no se produce, nosotros estamos perdi
dos» ( 1 1 ).
Creemos que, dada la autoridad y claridad de los textos, bastarán para
demostrar la identidad —claro es, casual— entre los planes de los Protocolos
y los de Lenin*.
Como la Historia tan trágicamente nos ha demostrado, los pesimismos
de Lenin no se realizaron. Los Sabios —no, mejor, los Hados— no quisieron
que, «estando perdidos los comunistas sin la Revolución alemana», se per
diera el Comunismo.
De ahí que hayan sido posibles otros métodos para la toma del Poder;
métodos que los Sabios, con todo su optimismo y toda su confianza en sí
mismos, no se atrevieron a imaginar a principios de Siglo. Por ejemplo, el
método estrenado en España: el de ser admitidos los comunistas por los
masones burgueses y socialistas en el Gobierno, con el resultado siguiente:
«El predominio comunista —en España— reflejábase en los principales
resortes del poder militar en la primavera de 1938. La Subsecretaría del
Ejército de Tierra, la Subsecretaría de Aviación, la Jefatura de las Fuerzas
Aéreas, la Jefatura del Estado Mayor de la Marina, Comisariado de los Ejér
citos de la Zona Centro-Sur, la Dirección General de Seguridad y la Direc
ción General de Carabineros estaban en manos de miembros activos del
Partido Comunista. El 70 por 100 de la totalidad de los mandos del Ejército
era patrimonio de los comunistas. Armas tan decisivas como Aviación y
Tanques eran coto cerrado de los comunistas» (12).
Como puede verse, de no triunfar el Ejército español, la instauración ofi
cial del Comunismo —la efectiva era ya un hecho— estaba bien asegurada
en España. Y lo asombroso es que con tan elocuente y estruendosa experien
cia, los Roosevelt*, los Truman* y los Kennedy sean tan entusiastas parti
darios de hacer entrar a los comunistas en los Gobiernos por ellos sosteni
dos: Polonia, Hungría, Rumania, Bulgaria, Checoslovaquia, etc.; lo quisieron
imponer en China, lo impusieron en Cuba y ahora lo quieren imponer en
Laos... Sin duda, el optimismo y confianza en sí mismos de los Sabios, con
ser tan grande, no les permitió imaginar que, pasados cuarenta y cinco años,
habría Presidentes presidencialistas qué sostendrían a sus aliados como sos
tiene la cuerda al ahorcado: estrangulándolos...
En cuanto al segundo subtítulo del apartado, ya hemos aportado bas
tantes pruebas relativas al Terror consustancial de las Revoluciones comu
(11) LENIN: Informe sobre la Paz, pre- (12) Jesús Hernández, Ministro del Go-
sentado al Congreso de los Soviets. Oeuvres biemo «republicano»: Yo, ministro de Sta-
choisies, II, pp. 349, 350, 353. Un en España, pn. 179-180.
PROTOCOLOS 277
(13) Rabino Isaac Wise*, en The Israelit fluences ort Masonic symbolisme. The Maso
del 3 de abril de 1855, citado por Léon de nic News. London. 1929.
Poncins, Les torces sécrétes de la révolu- (15 bis) Talmud: Trat. Babamezia, 11b.
tion (1928), p. 137. Traducción de Lazarus Goldschmidt *: Der
(14) La Verité israélite* (1861), t. V, pá Babylonische Talmud, t. VII. ,p. 845.
gina 74, citado por Die 'Weltfront, entrega, I 16) Talmud: Trat. Jebamoth, 49 b).
(1935), p. 84. 17) Talmud: Trat. Sanhedrin, 58 b).
(15) Bemard SHILLMANN *: Hebraic in-
278 PROTOCOLOS
repetidas, para que parezcan ser cosa de los nuestros, evitando así desconfian
zas, el simio-loro masón estorba, es perjudicial para el Dictador judío, sobre
todo, si le concediese categoría de judío auténtico a este judío artificial, inca
paz por su animal esencia de ser convertido en hombre, en judío. Estorba
ría y resultaría perjudicial y hasta peligroso para el Despotismo de los
Sabios, dada su capacidad única plagiaría y pistática, porque habría de
seguir, por inercia y automatismo irracional, repitiendo los mismos actos y
las mismas palabras..., seguiría queriendo obrar con Libertad y seguiría
pidiendo Igualdad... Y, naturalmente, la Libertad y la Igualdad son incompa
tibles con el Despotismo.
De ahí que sea lógico y acertado suprimir la Masonería, cortar el cuello
y fusilar a los masones cuyo automatismo animal sea excesivo e impotenciar
a los restantes.
Fue ya lo hecho por el Déspota Robespierre con sus «hermanos», empe
zando por decapitar al Gran Maestre, Duque de Orleáns, a pesar de haberse
transformado en «Felipe Igualdad»; y es lo hecho en Rusia por los judíos
bolcheviques al tomar el Poder...
Y, una vez más, nos hallamos otra vez frente a la coincidencia anterior y
ulterior de Robespierre y Lenin con la fantasía de los Protocolos.
que tenían que celebrar el día catorce del raes de Adar y el día quince del
mismo, todos los años» (9,2-21).
Ignoramos cuál era la población del Reino de Asuero; por ello no pode
mos apreciar qué tanto por ciento alcanzó la matanza. Lo que sí podemos
apreciar mejor es el problema de si perduró tal espíritu entre los judíos. Vea
mos: ningún pueblo cristiano autor de matanzas las ha incorporado como
ejemplo a sus libros sagrados, y ni siquiera como tal a su Historia. Los ju
díos, por el contrario, sin una frase de pesar ni arrepentimiento, incorporan
la hecatombe a la Biblia. Y, es más, el Purin, la fiesta establecida por el
Premier Mardoqueo para conmemorar la matanza, sigue siendo celebrada
todos los años con gran orgullo y regocijo... ¿Qué diremos?...
Diremos que algo capaz de avergonzar a cualquier pueblo sucede a pesar
de las humanitarias enseñanzas del Talmud sobre matanzas, que merecen
ser conocidas para ejemplaridad de los cristianos; que ciegos para su ejem-
plaridad y relapsos para la imitación, han permitido que un Lenin, un Trotsky,
un Bela Kun, etc., etc., y hasta un Hitler hayan tenido el mérito de, a imi
tación de los judíos, cometer cada uno su gigantesco Purin... el último,
Hitler, un Purin «kolosal», pero exterminando judíos...
He aquí la «edificante» doctrina del Talmud:
«Es mejor matar al mejor de los idólatras» (18).
«Está permitido matar al que niega la existencia de Dios» (19).
«Es justo dar muerte al Minaén» (20) (herético).
«Si se saca a un goi del pozo donde haya caído se mantiene a uno más
en la idolatría» (21).
«Los heréticos, los traidores y los apóstatas deben ser precipitados en los
pozos y no ser retirados» (22).
«Un goi que estudia la Ley es castigable con la muerte» (23).
«En recompensa de esta fe, el Mesías vendrá a desatar su cólera sobre
los goim» (24).
«Está permitido matar al traidor, en todo lugar, incluso en la época ac
tual» (25).
«Un judío que piense libremente, es decir, aquel que practica el culto de
los akum (cristianos)... y los de Israel que niegan la Ley y los profetas:
matarlos es la regla. De poderlos matar públicamente con una espada, que
se haga; si no, que se pongan en tomo de ellos toda clase de trampas, en for
ma que se cause su muerte» (26).
El origen de estas doctrinas es kabalístico. En el Zohar podemos leer :
«Es por lo que la Tradición —el Talmud— nos enseña que el mejor de los
paganos debe ser matado» (27).
Luego se justifica:
«Puede que se pregunte: ¿Por qué los hombres que adoran a los ídolos
(18) Trat. Aboda Zara, 26 b). (24) Schulchan Aruj: Trat. Orach chayim
(19) Trat. Aboda Zara, 126 b). Art. 480.
(20) Trat. Aboda Zara, 4 b). (25) Id. Trat. Choschen hammischvat,
(21) Trat. Aboda Zara, 20 a). 388, 10.
(22) Trat. Aboda Zara, 26 b). (26) Id. Choschen hammischapt, 425, 5.
(23) Trát. Sanhedrin, 59 a). (27) Zohar: Pastor fiel, fol. III, 227 b)
PROTOCOLOS 281
en la ignorancia deben ser castigados? Porque hasta los idólatras más ig
norantes saben que hacen mal» (28).
«El Santo, bendito sea él, sacudirá la tierra para echar a los impíos, así
como se sacude un vestido agarrándolo por sus extremidades para eliminar
la basura» (29).
Si queremos ilustrar al Talmud y la Kabala, recurramos a las dos figu
ras más señeras de la mística judía y de la filosofía: Abrabanel y Maimónides.
Ambos coinciden en que:
«Aquel que reniega de un punto de la Ley judía es un herético y un
epicúreo. Se está obligado a odiarlo, a despreciarlo, a destruirlo, porque está
dicho: «|Cómo no odiaré, oh Señor, a los que te odian!» (30).
Como se habrán convencido los lectores, no existen motivos históricos ni
doctrinales para que los judíos talmúdico-kabalistas puedan ser identificados
con esos fantásticos Sabios de Sión a quienes los Protocolos pintan pro
yectando matar y matar en cantidades ingentes para imponer su Dictadura...
Naturalmente, si el novelista que escribió los Protocolos hubiera escrito
sus páginas diecisiete años después, habiendo contemplado la benignidad y
humanidad que desplegaron los judíos-bolcheviques al adueñarse del Po
der en Rusia, jamás él se hubiese permitido fantasear sobre su futura cruel
dad... ¿No es así, lectores?...
(28) Zohar: Pastor fiel, fol. III, 277 b). (31) Nilus: ...que pueden revestir o rué
(29) Zohar, Trat. III, 79. están revestidos ya de la mentalidad pú
(30) Abrabanel: Ros Emmúnna, 9 a). Mai blica.
mónides: Perús Ha-misná ad Tract. Sanhe- (32) Nilus: ...que los centros de propa
drin. ganda.
282 PROTOCOLOS
(34) Albert LANTOINE: Hiram couronné (36) Oswald WIRTH: Le Livre de l'ap
d ’ épines, t. II. n. 553. prenti, p. 80.
(35) Gastón MARTIN: Manuel, pág. 246.
284 PROTOCOLOS
LA POLICIA Y LA JUDEO—MASONERIA
no se interesan más que por las ventajas del momento, por una sa
tisfacción de amor propio, por la ejecución de proyectos inmediatos,
sin que se den cuenta de que estos proyectos no les llegan más que
sugeridos por nosotros, por nuestra iniciativa y que somos nosotros
quienes los ponemos en su cerebro.
19
290 PROTOCOLOS
tros tiempos por los Bergson *, Freud * ni por ningún otro de sus congéneres
israelitas. Es un descubrimiento ya secular, que consta en el Talmud.
En el Schulchan ’Arukh, codificación o canon ortodoxo del Talmud, obra
del judío sefardita José Caro, elaborado durante veinte años en el siglo xvi,
podemos leer:
«¡Está prohibido hacer el elogio de los akum! (cristianos). Más rigurosa
mente esta prohibido alabar sus actos o señalar en ellos alguna cosa ama
ble» (47).
¿Conocen hace siglos los judíos el valor de los elogios, alabanzas y aplau
sos?...
Y, si conociendo su valor, ellos prohíben con severidad suma en su Código
que el judío lo tribute al cristiano, en tanto que cristiano, en tanto se com
porte como tal, es lógico y natural que exploten el valor del aplauso en
cuantos, aun siendo cristianos por bautismo, son judíos por adopción y por
exponer, defender y propagar ideas judías talmúdico-kabalistas, como es el
caso, en distintas medidas, de todo masón.
Releamos la última línea del anterior fragmento. En ella está escrita la
palabra comunismo...
Es la primera vez que la palabra comunismo se ha escrito en los Protocolos.
Y su ausencia les parecerá extraña, con razón, a muchos lectores en un tra
tado tan completo de la Revolución, con la cual tanto se ha identificado el
Comunismo en los tiempos modernos.
Mas, obsérvese, no se hace mención del Comunismo para estudiarlo, cri
ticarlo ni ponderarlo de ningún modo. Después de dirigir a los goim, a los
cristianos, unas cuantas frases irónicas, despreciativas e insultantes, al hacer
notar su vaciedad cerebral, como prueba mayúscula, fenomenal, impar, dé has
ta dónde pueden ser arrastrados por su pasión del éxito, con el ronzal del
aplauso, señalan como caso récord el que puedan ser arrastrados a profesar,
defender e instaurar ese absurdo llamado «comunismo»...
En un palabra, el Comunismo es citado por los Sabios como el superla
tivo máximo del absurdo y de la insensatez a que pueden ser llevados los
cristianos por su agonía de éxito, explotada por el aplauso.
COMUNISMO
«Nosotros —dicen los Sabios— les hemos hecho cabalgar en una escoba,
al hacerles soñar que pueden sustituir la individualidad humana con la Igual
dad simbólica del Comunismo.»
Antinomia irreductible; por ser uno de los opustos —la individualidad—
de orden sustancial.
PROTOCOLOS 295
Así quedó la tierra propiedad del Faraón —del Estado, encarnado en él—
y al pueblo lo redujo a la esclavitud...
Luego el Comunismo es un Esclavismo total y universal. Esclavismo fué
aquel primero Faraónico y esclavismo es el último, el reinventado por el judío
Marx e instaurado por el judío Lenin.
Si ya es elocuente prueba que el primero y el último Comunismo-Esclavismo
sean invenciones judías, la completa el hecho de que sea un judío también,
Juan Bokelsen (a) Leyden, el Rey del único Esclavismo-Comunismo instaurado
en la Cristiandad antes de ser implantado el último y presente, y no menos elo
cuente que, mesiánicamente, fuese llamado Nueva Israel...
Como ya hemos dicho, y a todos consta, es al judío Marx a quien corres
ponde la «invención», según los comunistas (en realidad, él sólo resucitó el
Esclavismo instaurado por José y Juan de Leyden) y elaboró la «justificación»
sofística o camouflage libertario del Esclavismo que fueron ambos.
Y son judíos también los instauradores del Comunismo contemporáneo,
del que amenaza hoy con esclavizar a todos los humanos, como el de José es
clavizó a todos los egipcios y el de Bokelsen a todos los ciudadanos supervi
vientes de Munster.
* * *
30
306 PROTOCOLOS
De cada uno según sus capacidades; a cada uno según sus necesidades.
Y ya, desde Saint Simón, todos los comunistas, de cualquier género, ha
cen suya y profesan la definición: Marx, Engels, Lenin, Trotsky, Stalin, que
la inserta en su libro último: Problemas económicos del Socialismo en la
V. R. S. S. (p. 42), y, por último, Malenkov, en su Informe al XIX Congreso
(página 123, ed. francesa). Y no podemos precisar cuándo Jruschov ha re
citado también la famosa definición, porque, sinceramente, nos confesamos
incapaces de seguir el torrente verbal de su atarjea bucal.
Antes de más, lector, le invitamos a realizar un curioso experimento: re
cítate a ti mismo o recítale a otro esa definición del Comunismo:
De cada uno según sus capacidades; a cada uno según sus necesidades...
Y estamos seguros —hemos realizado la experiencia reiteradamente—
de que un noventa y nueve por ciento, si no un cien por cien, encontrará la
definición perfecta... y, si les animáis, añadirán: «¡Qué felicidad sería vivir
en un Comunismo así!...»
¡Es para creer, como dogmatiza el Talmud, que ya muchos cristianos
no son hombres, sino pobres bestias!
Veremos que a nadie se le ocurre preguntar: ¿Quién o quiénes determi
narán las capacidades de los demás? ¿Y quién o quiénes determinarán las
necesidades de los demás?...
Hasta hoy no hemos encontrado a nadie que las formule... ¿Y no de
muestra esto una vaciedad cerebral absoluta?...
Sólo hay dos posibilidades: primera, que cada uno determine sus capa
cidades y sus necesidades...; segunda, que sean otro u otros los que determi
nen las capacidades y necesidades de todos los demás.
Si lo primero, cada uno determinará su capacidad —su capacidad de tra
bajo, claro está— muy bajamente cuantitativamente y muy elevadamente cua
litativamente...; en cambio, determinará muy elevadamente sus necesida
des, tanto cuantitativa como cualitativamente... ¿No es humano? ¡Humano,
demasiado humano!...
Sólo destacaremos —y no lo creemos muy necesario— que muy humana
mente se produce una fatal e insoluble contradicción en ese caso: muy poco
trabajo-producción y un gran consumo... ¡Y que suba Marx a superarla!..
Lo que sucederá, lo que sucedió y sucede ya, es que se implanta lo se
gundo: que sean otro, u otros, los que determinen cuántas y cuáles son las
capacidades y cuántas y cuáles son las necesidades de todos los demás...
Esto es lo que sucedió ya en Egipto y en Esparta y lo que sucede hoy en el
Imperio Comunista... y aún, a los cuarenta y cinco años, no han podido
llegar al Comunismo, tal y como lo impone la tan perfecta definición leída...
¿Por qué, lector?, ¿por qué no, a pesar de los millones que han sido ase
sinados de tantas maneras para llegar a ese perfecto sistema, tan perfecta
mente definido?...
Para responder, basta con formular otra interrogación:
¿A quiénes se les determina la capacidad de trabajo a rendir y también
las necesidades a satisfacer?...
A las bestias, lector; a las bestias.
Y quien determina su capacidad y necesidad es el amo.
PROTOCOLOS 307
(77) K. MARX: Deutsche Ideologie. ME- (78) Nitus: ...las víctimas de la raza de
GA, I, p. 64. estos brutos de Gentiles.
308 PROTOCOLOS
(79) Plegarias recitadas por los judíos el ras a la destrucción del Imperio impío; es
día de la Pascua. (Véase: Synagog. Jud., ca decir, la del Imperior de Roma y de todos
pítulo XVIII, p. 416 y cap. XIV, p. 283.) los magistrados cristianos que tienen po
(El Rabino Bechai en Kad hakkemach; der sobre los judíos.)
fol. 80 a, aclara con respecto a esas plega (80) Citado por H. J. LASKY*: Comu
rias: Se ha compuesto y ordenado esta ne- nismo, p. 1 1 1 .
queña plegaria contra los heréticos con mi
PROTOCOLOS 309
mis métodos, en julio de 1919, Lenin me entregó un día con su propia mano
una hoja de papel en blanco (con el timbre de la Presidencia del Consejo
de Comisarios del Pueblo) al pie de la cual estaban escritas estas palabras:
»Camaradas, conociendo la severidad de las órdenes del camarada Trotsky,
estoy tan convencido de su justicia, de su utilidad, de su necesidad para el
bien de la causa, que yo sostengo sin reservas esta orden del camarada
Trotsky.—V. Ulianov (Lenin).
»Y agregó Trotsky; Esta firma en blanco no estaba fechada. Yo podía fe
charla en caso de necesidad...
»Tal firma en blanco es para mí la prueba de una confianza excepcional
por parte del hombre al que yo tengo por la más alta encarnación de la mo
ralidad (!!) revolucionaria» (81).
«¡Lenin, la más alta encarnación de la moral revolucionaria!», y talmú
dica, debió agregar Trotsky.
que prevarican para irritar a Dios; también deben ser precipitados en los
pozos y no deben ser retirados (84).
Pasemos para más detalle al Schulchan Aruch, la codificación canónica del
Talmud:
«Trat. Choschen hammischpat 388: l.° Está permitido instar al delator,
incluso en nuestro tiempo, en todo lugar (en cualquier parte donde se le
encuentre). Se le puede matar antes que él haya hecho su delación. Inmediata
mente después que él haya dicho que quiere traicionar a alguien en los
bienes de la vida, o en lo que él posee, aunque esto fuese de poca impor
tancia y que no ocasionase por ello un gran daño, ha dado contra él un
motivo suficiente para que se le condene a muerte. Sin embargo, se le debe
advertir de antemano, diciéndole: «Guárdate de denunciarnos.» Pero si él
responde con desvergüenza: «No, yo hablaré», él debe ser matado, y aquel
que sea el primero que le mate tendrá el mayor mérito».—Hagah: Si falta
tiempo para advertirle de antemano, la advertencia no es necesaria. Según
algunos, no se debe matar al traidor más que cuando es imposible librarse
de él (privándole) de algún miembro. Pero si es posible librarse de él de
esta manera, por ejemplo, arrancándole la lengua, o saltándole los ojos,
entonces no es lícito matarle, porque él no es peor que los otros persegui
dores.»
«Si se prueba que alguien ha traicionado tres veces a Israel o se las arre
gla de suerte que su dinero pase a los Akum, es preciso buscar un medio y
un procedimiento prudente (astuto) para que este hombre desaparezca de
la tierra» (85).
«Todos los habitantes de la ciudad deben contribuir a los gastos hechos
para matar a un traidor» (8 6 ).
¿Es bastante?... Podemos continuar.
Hemos visto recomendar al Código talmúdico el empleo de un «medio
prudente para que desaparezca de la tierra»... Sin duda, el más prudente
resulta ser el asesinato cometido en tal forma que para todos sea una «muer
te natural».
Ayer mismo hemos leído una información delatando el asesinato por en
venenamiento con arsénico de Napoleón, según ha demostrado el análisis
de sus cabellos efectuado por medio de un modernísimo procedimiento. Su
fiel Las Cases, que se dio cuenta del asesinato y quiso castigarlo en el ge
neral inglés, para él, autor material del crimen, y denunciarlo al mundo, fue
asesinado, sin disfrazar su asesinato, recibiendo dos puñaladas al aproximar
se a su casa.
Napoleón había traicionado a la Revolución...
Naturalmente, dada la perfección de los procedimientos actuales para ase
sinar con apariencias de «muerte natural» no son muchos asesinatos de tal
género descubiertos.
Sin embargo, podemos citar como muy ejemplar el del general don Miguel
Primo de Rivera, de cuyo asesinato tuvimos confesión de parte, de parte
masónica, días después de haber sido asesinado aquel gran patriota. Y así
lo denunciamos públicamente.
Mas donde, sobre todo, han sido revelados muchos asesinatos por «muer
te natural» —¡qué casualidad!— ha sido en la Unión Soviética; crímenes co
metidos por médicos —¡qué casualidad!... ¡casi todos judíos!—, entre cu
yas víctimas hallamos a Gorky e hijo, Menjinsky, Jdanov, etc., y de cuyo
procedimiento homicida hubo resonante constancia en el último proceso in
tentado por Stalin, frustrado por su repentina muerte —¿también asesinato
por «muerte natural»?— que ha pasado a la historia con el título de «Pro
ceso de los asesinos de bata blanca»; es decir, de médicos asesinos... que
—¡ oh casualidad!— eran judíos todos, menos uno!
También se cometen asesinatos por«exaltación», como se le llama masó
nicamente a otro método, también muy prudente.
Consiste el asesinato perpetrado «por exaltación» en que la Masonería,
para deshacerse de un enemigo propio, lo acusa, con falsas pruebas o con
falsos testimonios, de haber realizado o pretender realizar un hecho grave
y perjudicial contra determinada organización política; por ejemplo, con
tra la Anarquista, cuyos militantes, creyendo verdad la masónica mentira, se
exaltan y matan al falsamente acusado, creyendo matarlo por motivos pro
pios y hasta lo declaran así los autores materiales, si son detenidos.
Así, por exaltación anarquista, provocada por la Masonería, fue asesinado
en 1923 el Caldenal Soldevilla.
Naturalmente, la Masonería asesina a sus propios enemigos, provocando
la exaltación de los anarquistas. Y no sólo es capaz de exaltar a los anar
quistas. También sabe exaltar a dirigentes de otras organizaciones políticas,
incluso adversarias de la Masonería, atribuyendo al enemigo de la Masone
ría hechos realizados o en preparación tan monstruosos que llegan a pro
vocar su asesinato —si Dios no pone su mano— por parte de los ingenuos
o idiotas que se han creído la masónica mentira.
Podría citar ejemplos, pero no quiero.
¿Es bastante, lector?...
DECIMOSEXTA SESION
( 1 ) Nilus: Los abusos de poder, por parte insignificante golpe lanzado a este prestigio
de quienquiera que sea, excepción hecha con vistas a un lucro personal.
para el soberano, etc.... (3) Nilus: ...de los principios y de la ley.
I) Nilus: ...incluso en el caso del mas (4) Nilus: ...mostrar su indulgencia.
PROTOCOLOS 313
Sin duda, no. Y en su tan breve definición hay claro indicio de que no lo
ignoraban, porque, adviértase que no identifican a Estado con Proletariado,
sino con el «Proletariado organizado»; en el sentido más amplio y genérico,
lo identifican con la «organización de clase», con el llamado «partido de cla
se», el Partido Comunista. Y así, ya existe sujeto y objeto de dominación;
sujeto dominador: Partido; objeto dominado; el resto de la clase proletaria.
Mas, como ya hemos indicado, ese sólo es un concepto genérico, no real
ni práctico; en realidad y prácticamente, el Estado en sí, «clase», será la
organización específica dominante de la otra clase: la proletaria.
De ahí esas reglas tan radicales dictadas por los Sabios referentes a los
individuos que han de integrar esa organización específica estatal.
Reglas que, como siempre, las ha dictado antes Marx:
Tomando como ejemplo y justificación lo realizado por la Commune,
dirá:
«El primer decreto de la Commune suprime... el Ejército permanente y
lo reemplaza por el pueblo armado... Una vez descartados Ejército y Poli
cía..., la Commune emprende inmediatamente la destrucción del instrumento
de opresión espiritual, el poder de los sacerdotes... Los magistrados pierden
su independencia..., en adelante debían ser electivos, responsables y revo
cables...»
Y antes, al triunfar la Commune, Marx había escrito:
«La Revolución..., ante todo, debe procurar no hacer pasar la máouina
burocrática y militar a otras manos..., sino destruirla (subrayado por Marx:
zerbrechen). Tal es precisamente la condición previa de toda revolución ver
daderamente popular» (entendamos a Marx: «verdaderamente comunis
ta») ( 1 0 ).
(Conociendo estos textos —dogmas para todo comunista— cuando vimos
a Fidel Castro destruir Ejército, Policía, Magistratura y burocracia en cuanto
tomó el Poder, a pesar de haberle dado paso franco la casi totalidad de esas
fuerzas, tuvimos la prueba de lo que ya sabíamos por otros motivos; la t>rue-
ba de que Castro era comunista..., cosa que tantos inteligentes y especialis
tas de las Intelligence, de las diplomacias y de los Gobiernos han averiguado
cuando Castro ha tenido a bien escupírselo a la cara...)
En fin, terminemos; porque creemos que no será necesario trazar el pa
ralelo entre las reglas teóricas de los Protocolos y las vigentes para la buro
cracia en los Estados comunistas desde 1917... Suponemos que son sobrada
mente conocidas por todos.
LA AUTOCRACIA DE LA JUDEO-MASONERIA
podido ser convencidos por judíos y masones de que los Protocolos tan sólo
son una burda fantasía.
Bien, si fantasías son, véase cuán pobres y modestas resultan ellas com
paradas con las sagradas fantasías del Talmud, de cuya realidad y autentici
dad no les cabrá la más mínima duda.
Son tantas las talmúdicas fantasías mesiánicas, que nos vemos precisa
dos a comprimirlas todo lo más posible:
«Cuando venga el Mesías (12), la tierra producirá pasteles, trajes de lana
y trigo candeal cuyos granos serán tan gordos como dos riñones del buey
más grande.» «El Mesías dará a los judíos el cetro regio del mundo; todos
los pueblos le servirán y todos los reinos le serán sometidos» (13). «Entonces
cada judío tendrá 2.800 servidores y 310 mundos (sic) (14).
«El Mesías recibirá los dones de todos los pueblos, y no reh*usará más
que los de los cristianos. Los judíos serán entonces inmensamente ricos; to
dos los tesoros de los pueblos pasarán a sus manos.» «Su tesorería será tan
grande que se tendrá necesidad de 300 asnos para llevar las llaves de las
puertas y de las arcas» (15).
«Dios ha medido la tierra y ha entregado los goim a los judíos» (16).
Algo también de la Kabala:
«Ante el santo retroceden... los que confían en los ídolos. Entonces la
profecía de Zacarías (XIV, 19) se realizará: «El Eterno será rey de toda la
tierra» (17). «En esta época —cuando el Eterno haga desaparecer la idola
tría—, la descendencia de Rubén declarará la guerra a los pueblos paganos,
que todos la temerán y huirán delante de ella»; porque «será la época en que
el Rey-Mesías aparecerá en el mundo» (18).
Destaquemos para terminar la «justificación» formulada en el final del
último apartado: las «víctimas serán sacrificadas para acelerar el adveni
miento del Rey de la Casa de David».
Sin duda, por el contexto, se deduce que serán muchas las víctimas a
sacrificar. Pero, como vamos a ver, el Talmud y la Kabala despliegan mucha
mayor fantasía que el novelista forjador de los Protocolos.
Un célebre talmudista, el Rabino Abarbanel, profetiza:
«Mas esta época —la de la venida del Mesías-Rey— será precedida de
una Gran Guerra, en la cual dos tercios de la población de la tierra pere
cerá» (19).
¡Qué casualidad!... otro judío, Alberto Einstein*, después de siglos
dice igual:
«...en una guerra en la que se emplee la bomba atómica. Quizá morirán
dos tercios de la población de la tierra» (20).
Que la guerra vaticinada por el Rabino Abarbanel es una guerra librada
(12) Trat. Kethúboth, fol. 111 b y Trat. (17) Zohar: I, 174 a; Trat. II, 283.
Sab., fol. 30 b. (18) Trat. Baba Qamma, fol. 37 b.
(13) IbicL. y Trat. Sanhedrin, fol. 88 b y
99 a. (19) Rab. ABARBANEL: Masmia Jesúa,
(14) Jalqút Simeoni, fol. 56 y Bachai, fol. fol 94 a.
168. Cf. Trat. Sanhedrin, fol. 101 a. (20) A. EINSTEIN: Atomic Miar or Peace,
(15) Trat. Pesachim, fol. 118 b. publicado en Atlantic Monthly, Boston, Nov.
(16) Ibid., fol. 119 y Trat. Sanhedrin, 1945. Reproducido en Ideas and opiniorts,
fol. 110 b. Cf. Rachai, fol. 62 a. de Albert Einstein, p. 118.
PROTOCOLOS 319
por los judíos, está bien claro, pues a lo ya copiado agrega que después de
la matanza de los des tercios de los pueblos:
«Los judíos necesitarán siete años para destruir las armas conquista
das» (21).
La Kabala nos profetiza con gran detalle los apocalípticos tiempos en
los cuales el Mesías impondrá su Imperio.
El Zohar se complace (22) en la descripción de estos acontecimientos sin
parecido que trastornarán el universo: «Una columna de fuego se elevará de
la tierra al cielo y permanecerá visible para todos los pueblos durante cua
renta días. Entonces el verdadero Mesías «dejará esta región del jardín del
Edén que es llamada «nido de pájaro» y se revelará en la tierra de Ga
lilea». Los hombres espantados huirán y se ocultarán en las grutas y las
cavernas. Cuando los cuarenta días hayan transcurrido, una estrella resplan
deciente, cuyos rayos estarán formados con todos los colores, aparecerá por
el lado de Oriente. Durante setenta días, ella luchará tres veces por día contra
otras siete estrellas diespuestas en círculo alrededor de ella. «Cohetes de
fuego saldrán de la estrella de en medio para aniquilar a las otras estrellas.
Estas desaparecerán todas las tardes para reaparecer todas las mañanas.»
Al final del cuarentavo día, la estrella resplandeciente se eclipsará y el Mesías
entrará en el seno de la columna de fuego y volverá a ser visible por una
duración de doce meses. Al cabo de estos doce meses, extinguiéndose la co
lumna de fuego, subirá al cielo el Mesías «en donde él recibirá el poder y
la corona de la realeza». Después, volverá a descender sobre la tierra y nume
rosas naciones se inclinarán ante él. Desencadenará una guerra universal,
porque «en esta época el Santo (¡bendito sea!) mostrará el poder del Mesías
a todos los pueblos del mundo, y el Mesías será conocido sobre toda la tierra».
«En este momento, concluye el Zohar (23), es cuando se cumplirán para
los descendientes de Moisés las palabras de la Escritura: «Y yo haré de ti
un gran pueblo.» {Números XIV, 12.) En este momento, Israel... se conver
tirá en el rebaño de Dios.»
«Entonces, los tiempos serán cumplidos e Israel obtendrá la soberanía
sobre el universo. Por esto es por lo que R. Yehuda y R. Yossé celebran a
porfía este futuro día de gloria» (22).
«El Santo (¡bendito sea!), dice el primero en un lenguaje imaginado, sacu
dirá a la tierra para arrojar de ella a los impíos, así como se sacude un
vestido agarrándole por sus extremos para eliminar de él el lodo.» Y el
segundo declara: «El Santo (¡bendito sea!) se revelará en la Jerusalén de
abajo y la depurará de la deshonra de los pueblos paganos, incluso antes de
que el día de los paganos se haya acabado.»
Al parecer, la «profecía» kabalista preveía ya —por lo menos en el
siglo xm— la bomba atómica y los cohetes interplanetarios...
Concédasenos que el novelista de los Protocolos es muy alicorto de ima
ginación comparado con estos fantásticos kabalistas y talmudistas...
Mas... ¿es o no cierto que los goim tienen apuntadas unos contra otros
(21) Rab. ABARBANEL: Masmia Jesüa, (23) Zohar: II, 120 a; trat. III, 462.
fol. 49 a. (24) Zohar: II, 17 a; trat. III, 79.
(22) Zohar: II, 7 b-9 a; trat. III, 31-38.
320 PROTOCOLOS
21
322 PROTOCOLOS
(9) G. G. SCHOLEM: Les Grands Cou- (10) Zohar: Trat. Idra Zata, 288 b;
rants de la Mystique Juive, p. 24. Trat. VI, p. 83.
326 PROTOCOLOS
(11) Esta expresión profundidades de la (12) En francés en el texto (N. del T.).
Nada es una metáfora.
PROTOCOLOS 327
(13) G. G. SCHOLEM: Les Crands Cou- rants de la Mystique Juive, pp. 237-238.
rants de la Mvstique Juive. t>p. 25, 233, 234. (15) Zohar: I, 140 b.
(14) G. G. SCHOLEM: Les Crands Cou- (16) Zohar: I, 141 a.
328 PROTOCOLOS
que todas las formas de existencia están ligadas las unas a las otras, pero
se derivan de la existencia y de la esencia de Dios» (17).
Si «la esencia de Dios está unida a todos los mundos y todas las for
mas de existencia están unidas unas a las otras; pero derivándose de la
existencia y la esencia de Dios»... y la «existencia» y «esencia» del «dios»
kabalístico es únicamente Lo Infinito, En-Sof —Espacio-Tiempo-Energía—
puro, potencial, por lo tanto: Nada, está «unida a todas las formas de exis
tencia» y, por lo tanto, a la del hombre, ha de adquirir en él la máxima rea
lidad el «dios» kabalístico, porque sólo en el hombre poseerá personalidad
y conciencia de sí mismo.
Para confirmar esta nuestra deducción, extraída de tantos pasajes nebu
losos, de tantas insinuaciones y sugestiones del Zohar, por excepción, recu
rrimos a la autoridad de un sabio no judío, a la del Profesor Ernesto Miiller,
porque ninguno, que sepamos, ha sabido expresarse dentro de tan apretada
síntesis con mayor claridad:
«En el centro de la existencia, según la idea zohárica del Universo, se
halla el hombre... es gracias a la aparición del hombre..., por lo que todas
las otras criaturas llegan a ser visibles, y el nombre de Dios (y Dios mismo
decimos nosotros, según el contexto) no fue acabado más que con el nom
bre humano de Abraham. (Entendamos: para el kabalismo, todo es por la
palabra, por el Verbo, por el nombre. Por lo tanto, entiéndase, tradúzcase:
Dios no fue acabado más que con el humano Abraham, con el primer pa
triarca hebreo.)
»E1 nombre hombre encierra cierto número de significaciones, distintas
y, no obstante, unidas las unas a las otras: el prototipo divino o el hombre
primordial «Adam TCadmon» (en arameo Adam Kadmaa), el primer hom
bre (Adam ha-Richon); estos dos nombres, de una cierta manera, encierran
en ellos toda la Humanidad y el «hombre» individual perecedero (llamado
habitualmente Bar Nach; es decir, hijo de la mujer). Correspondiente —éste
y aquélla— al hombre primordial perfecto, que tiene también la perfección
futura del hombre en la persona del Mesías.
»E1 hombre en general, sea él terrestre o cósmico, considerado como raza
o individuo, tiene su morada real en las esferas elevadas, en las cuales los
seres terrestres están localizados también» (18).
El Rabino Miguel Wedll dice:
«Nosotros hallamos (en la Kábala) la dignidad humana elevada a alturas
desconocidas, la personalidad unida a lo inmaterial, a lo Infinito, al origen
del ser, por lazos visibles e invisibles» (19).
La Jewish Encyclopcedia, también dice:
«La Kábala es muy panteísta y una may alta posición es asignada al
hombre» (2 0 ).
No dejarse ofuscar. No se trata de creer que el hombre, todos los hom
bres, son la suprema realidad del «dios» kabalístico. Según ya sabemos:
hoy, en verdad, casi nadie cree ya en Satán. Casi nadie cree en él prácti
camente; y hasta tal punto no creen, que ni siquiera creen que no creen..
Mas ¿qué otra cosa puede ser si no es Satanismo el identificar a Dios
no sólo con la Nada, sino también con el Mal?...
Pues bien, ahí, en la Kábala, y en su «Biblia», el Zohar, encontramos al
Mal hecho «Dios».
Escuchemos al Profesor Scholem para la mayor garantía y claridad:
«Las causas fundamentales son profundas; de hecho, ellas están unidas,
según una doctrina zohárica importante, a una de las manifestaciones o
Sephiroth de Dios. Esto demanda una explicación. La totalidad de las po
tencias divinas forma un todo armónico, y en tanto aue cada una reste en
relación con las otras, es sagrada y buena. Esto es verdad también en cuanto
a la estricta justicia, al rigor y al juicio de Dios y por Dios, que es la
causa fundamental del mal.
»La cólera de Dios está simbolizada por su mano izquierda, en tanto que
su misericordia y su amor, a los cuales su cólera está íntimamente ligada,
se llama su mano derecha. Una no puede manifestarse sin arrastrar a la
otra. Así, el tributo del juicio riguroso representa al gran fuego de la cólera
que arde en Dios, mas siempre templado por su misericordia. Cuando deja
de estar templado por ella, estalla sin medida con extrema violencia y
rompe con el atributo de la misericordia, y entonces se aleja de Dios y al
mismo tiempo se transforma radicalmente en el mal, en la Gehenna (gei-
hinnon) y en el mundo tenebroso de Satán» (28).
«Es imposible pasar por alto el hecho de que esta doctrina, cuva pro
fundidad fascinantes es innegable, ha encontrado un paralelo sin duda muy
notable en las ideas del gran teósofo Jacob Boehme (1575-1624), el zapatero
de Goerlitz, cuyos pensamientos han ejercido una tan gran influencia sobre
tantos cristianos (?) místicos del siglo xvn y xviil, sobre todo en Alema
nia, Holanda e Inglaterra. La doctrina de Boehme sobre los orígenes del
mal, que ha producido tal resonancia, posee verdaderamente todos los as
pectos del pensamiento kabalista» (29).
Dígalo el propio Jacob Boehme:
«Porque el Dios del mundo sagrado y el Dios del mundo tenebroso no son
dos dioses diferentes: Existe un Dios único; él mismo es todo Ser, él es
el Mal y el Bien, el cielo y el infierno, la luz y las tinieblas, la eternidad y
el tiempo, el principio y el fin; allí donde su amor se oculta en un ser
aparece su cólera» (30).
No ha exagerado nada el Profesor Scholem al decir que «Boehme más
que ningún otro místico cristiano (31) muestra la más estrecha afinidad
con el Kabalismo, precisamente allí donde él es más original» (32).
(44) Una obra que sólo escribiré cuando pocas docenas de ps-nnñnles.
pueda soportar económicamente su edición, 145) A'bert EINSTEIN: Living Philoso.
porque no será adquirida por más de unas phies (Filosofías vivientes), pp. 3-7 (1931).
PROTOCOLOS 333
(46) Albert EINSTEIN: Religión a n d phies (Filosofías vivientes), pp. 3-7 (1931).
Science, escrito para el New York Maga- (48) Albert EINSTEIN: Religión and
tiñe, 9-XI-1930, pp. 1 y 4. Publicado también Science, escrito para el New York Magazi-
en el Berliner Tageblatt el ll-XI-1930. ne, 9-XÍ-1930, pp. 1 y 4. Publicado también
(47) Albert EINSTEIN: Living Philoso- en el Berliner Tageblatt el ll-XI-1930.
334 PROTOCOLOS
La causa es una cosa, el efecto es otra; y cuanto más fuerza, virtud y valor
hay en el efecto, más hay en su causa; por consecuencia, cuanta más libertad
hay en el hombre y más potencia en la naturaleza, más claramente se nos
muestra en Dios la majestad del Infinito.
»¿Se quiere ir más lejos y saber cómo la misma relación de causa con
efecto es posible y cómo la Causa Infinita ha producido todo cuanto vemos?
Entonces se perseguirá una vana quimera, porque nosotros no podemos
elevarnos por encima de la razón ni por encima de la experiencia.»
Y termina Franck citando a su admirado Cousin, en su plena madurez:
«Muy necesario es que Dios no sea para nosotros del todo incompren
sible, ya que todas las naciones tratan de Dios desde el primer día de vida
intelectual de la humanidad. Dios, entonces, se revela para nosotros como
causa del Universo; pero Dios no es únicamente causa del Universo, él es
la causa perfecta e infinita, poseyendo en sí no una perfección relativa, que
no es más que un grado de la imperfección, sino una perfección absoluta,
una infinitud, que no es únicamente el Infinito multiplicado por sí mismo en
proporciones que el espíritu humano puede siempre acrecer, sino una in
finitud verdadera; es decir, la absoluta negación de todo límite en todas
las potencias de su ser. Así, repugna que un efecto indefinido exprese adecua
damente una causa infinita; repugna entonces que nosotros podamos co
nocer absolutamente a Dios por el mundo y por el hombre. Para compren
der absolutamente al Infinito es necesario comprender infinitamente, y ello
nos está vedado...
»Dios es por ello incomprensible; mas, por esta misma incomprensibili
dad, nosotros tenemos una idea neta y precisa, porque por ella adquirimos
la idea más precisa de la infinitud... La razón no explica lo inexplicable,
ella lo conoce. Ella no puede comprender de una manera absoluta, la in
finitud; mas ella la comprende en algún grado en sus manifestaciones inde
finidas que la revelan y la velan; y, además, como se ha dicho, ella compren
de el Infinito al saberlo incomprensible.
»Es por tanto un error igual declarar a Dios absolutamente incompren
sible. El es lo uno y lo otro, invisible y presente, está en todo y retirado en
sí mismo, en el mundo y fuera del mundo, tan familiar y tan íntimo para
sus criaturas, que se le ve abriendo los ojos, que se le siente al sentir palpi
tar el corazón, y al mismo tiempo inaccesible en su impenetrable majestad,
entre todo y separado de todo, manifestándose en la vida universal y trans
parentando apenas una sombra efímera de su esencia eterna, comunicándose
sin cesar y permaneciendo incomunicable; a la vez, el Dios vivo y el Dios
oculto, Detis vivus et Deus absconditus (Cousin. Cours de l’Histoire de la
Philosophie modeme; tom. IV, 12 lección)» (54).
Creemos haber mostrado los «secretos» de la llamada «religión» judía
y también cuánta es la filosófica «razón» y la «moral» donde se apoyan.
Así, ya podemos conocer el significado real del segundo substítulo del
apartado. En él nos hablan los sabios de que no dejarán subsistir más reli
gión que la suya, la de un solo «Dios». Ya sabemos quién es el dios de la
religión de la Kábala y el Talmud: el hombre-dios judío. Religión que no
a
DECIMOCTAVA SESION
(1) Nilus: Aquellos Gentiles aue nosotros nosotros no juzguemos a propósito para
podamos ocupar en nuestra Prensa discutí- discutir en nuestra Gaceta oficial,
rán, bajo nuestras órdenes, los hechos que (2) Nilus: ...la Prensa.
PROTOCOLOS 339
(3) Nilus: ...de facilitar el trabajo de (9) A. CARACO: Apologie d’Israel, pági
nuestra maquinaria. na XLV.
(4) Zohar: III, 292; Trat. VI, 104. (10) A. CARACO: Apologie d’Israel, pági
(5) Zohar: I, 203 b; Trat. II. 410. na 63.
(6 ) Id.: III, 716; Trad. II, 410. (11) A. CARACO: Apologie d'Israel, pági
(7) Id.: I, 10 a; Trat. I, 55-58. na 125.
( 8 ) A. CARACO: Apologie d'Israel, pági (12) Nilus: ...juegos, pasatiempos, pasio
na XUV. nes, casas de places.
340 PROTOCOLOS
CASAS DE PROSTITUCION.
«Las mujeres de los paganos ensucian a sus mismos maridos, asi como
a cuantos cohabitan con ellas» (13).
«El hombre —el judío— que se une a una mujer pagana se ensucia, y
el hijo que nazca de esta unión recibirá un espíritu impuro» (14).
«El hombre que se une a una mujer pagana reniega de la señal de la
Alianza. Mas, se argüirá, puesto que el padre es un israelita, ¿por qué el
hijo recibirá un espíritu impuro por ser la madre pagana? Advertid que en
el mismo instante de la cohabitación con esta mujer el padre se ensucia;
y si el padre ya está ensuciado, por más fuerte razón, el hijo que nazca
recibirá un espíritu impuro» (15).
«El 12.° pecado consiste en cohabitar con la hija de un dios extranjero...
El Santo no se venga más que de quien profana la sagrada marca de la
Alianza, que constituye la base de su sagrado Nombre y del misterio de
la fe» (16).
«Es necesario ser fiel a la Alianza; la infidelidad consiste en mantener
relaciones con mujeres paganas. Ahora bien, aquel que traiciona la Alianza,
traiciona a Dios, porque gracias a ella está unido a Dios. Como lo dice la
Escritura (Oseas, V, 7): Ellos han sido infieles al Eterno, porque han engen
drado hijos extranjeros» (17). ,
No creamos que se trata de fnotivos espirituales y religiosos; los mo
tivos son camales, a los cuales se les da trascendencia espiritual y religiosa,
porque:
«Entre los pueblos paganos no hay mujer que sea absolutamente pu
ra» (18).
«Las jóvenes paganas son como cisternas entreabiertas» (19).
¿Se duda?... Pues bien, escuchemos al Rabino español José Caro, el
autor del Schuchan ’Aruch, la codificación del Talmud, declarada canónica
por todo el Rabinato mundial. El se pregunta y se responde:
«¿Qué es una prostituta? Lo que son todas las jóvenes no judías» (20).
Todo esto, que, referido a las mayorías del mundo cristiano, era vil
calumnia cuando fuera escrito y calumnia continuó siendo durante muchos
siglos después —¿lo diremos?—, es hoy una realidad, porque la prostitu
ción auténtica, vocacional, sin estipendiar, carnal o visual de la mujer y
hasta de millones de hombres alcanza proporciones inauditas, como jamás.
Y ante una realidad tan planetaria, tan en masa, tan intensa, tan varia,
que desmoraliza, imbeciliza, corroe, agota y envilece a la Cristiandad, en
grado tal que su abrumadora mayoría perdió ya la capacidad mental de
captarla y la facultad de reacción en su conciencia..., ¿qué concluir?
(13) Zohar: I, 130 b; Trat. II, 12. y desde cotonees aceptado; por lo tanto, es
(14) Zohar: I. 131 b; Trat. II, 116. imposible : iterpretar que cuando el Talmud.
(15) Zohar: III. 266 a; Trat. VI, 20. dice goim (no judíos) no se refiere a los
(16) Zohar: I. 3 b; Trat. III. 10. cristianos; la interpretación oficial acata
( D Zohar: II. 87 b; Trat. III, 357. da, por su fecha, comprende a los cristianos
(18) Zohar: II. 87 b; Trat. III, 358. entre los no judíos; sin contar que el Tal
(19) Zohar: III, 266 a; Trad. VI, 20. mud, terminado a finales del siglo v, cuan
(20) Schulchan ’Aruch: Trat. Ebenha'ezer, do la Religión Cristiana era ya la del
6, 8 . Obsérvese que el canon del Rabino José imperior Romano, también los comprendía.
Caro (1488 1575) está escrito en el siglo xvi,
344 PROTOCOLOS
Que los Sabios de Sión han conseguido un éxito con su obra que ha
sorprendido a los propios autores...
O que el autor de este futurismo novelístico, que para todos son los
Protocolos, ha resultado un profeta que se quedó muy corto...
* * *
(21) Nilus: ...idealistas liberales. (22) Nilus: ...sin cerebro de los Gentiles
hacia el socialismo.
346 PROTOCOLOS
(23) Nilus: ...ios grandes problemas oue otros conduciremos finalmente bajo nuestro
han trastornado a la humanidad que nos- yugo bendito.
PROTOCOLOS 347
23
354 PROTOCOLOS
»<?Quién era este hombre que gozaba entre sus conciudadanos (12) de un
poder indiscutible y de una admiración sin límites?» (13).
«Pueden tenerse ideas bastante bajas sobre los motivos que nos llevan a
compartir con los otros los dones más sublimes, pero seguramente él no
era un impostor, ya que situaba a los apóstoles por encima de él'y quería
obtener de ellos, pagándolo en dinero, el privilegio de comunicar el Espí
ritu Santo (14).
»Yo iría más lejos, pues pienso que su autoridad hubiera sido vana si
no hubiera tenido por apoyo una idea bien conocida y acreditada desde ha
cía mucho tiempo en los espíritus. Esta idea la hallamos expresada muy
netamente en el papel sobrenatural que se atribuía a Simón. El pueblo todo
entero, dicen los Hechos, desde el más grande hasta el más pequeño, le mi
raba como una personificación de la gran potencia de Dios: Hic est viríus
Dei auce vocatur magna (15).
»Ahora bien, San Jerónimo nos informa de que por ello nuestro profeta
samaritano no entendía otra cosa más que el Verbo de Dios (sermo Dei) (16).
En esta calidad, él debía necesariamente reunir en sí todos los otros atri
butos divinos; poraue, con arreglo a la metafísica religiosa de los hebreos, el
Verbo o la Sabiduría encierra implícitamente las Sephiroth inferiores.
«También San Jerónimo nos da por auténticas estas palabras que Simón
se aplicaba a sí mismo:
»”Yo soy la palabra divina, yo poseo la verdadera beatitud, ya soy el con
solador, yo soy el todopoderoso, yo soy todo lo que está en Dios” (17).
«No hav una sola de estas expresiones que no responda a una de las
Sephiroth de la Kábala, donde nosotros volvemos a hallar también la in
fluencia en este hecho aportado por otro padre de la Iglesia (18):
«Simón el Mago, aue se consideraba a sí mismo como una manifestación
visible del Verbo, quiso igualmente personificar en una mujer de bastante
mala reputación el pensamiento divino, el principio femenino correlativo al
Verbo, es decir, a la esposa de éste. Ahora bien, esta extraña concepción,
que no tiene ningún fundamento en la filosofía platónica ni en la escuela
de Aleiandría, aun cuando hubiera existido entonces, concuerda a maravilla,
aún desfigurándolo, con el sistema (cabalístico, en el que la Sabiduría, es
decir, el Verbo, representado como principio macho, tiene, como todos los
demás principios del mismo orden, su mitad, su esposa; tal es aquella de
las Sephiroth que lleva el nombre de Inteligencia y que muchos gnósticos
han tomado por el Espíritu Santo, continuando representándolo bajo la ima
gen de una mujer. Entre este número se cuenta el judío Elxai, que tiene más
de un rasgo de semianza con Simón, el profeta de Samaría. Su nombre mis
mo (sin duda, él mismo lo ha escogido) es la expresión del papel que él
(19) Puede ser también la fuerza miste so». Carta Thao, p. 15 vuelto, ed. Cracovia
riosa. Epifanio, 19.a herejía. de 1579.
(20) Idem, id. (22) San Efrén: himno 55 o. 557.
(23) Codez Nazareas, 3 volúmenes en 4.°,
(21) He aquí la traducción de un frag 1815, traducido y publicado por Matthieu
mento de este libro: «El cuerno de la pre Norberg.
sencia divina tiene una extensión de doscien (24) Esta opinión, adoptada por la mavor
tas treinta y seis veces diez mil parasah, a parte de los teólogos, debe triunfar sobre
saber: 118 veces 10.00 0 desde los riñones la de Mosheim que, para mejor responder
hasta abajo, y otro tanto desde los riñones a las obiecciones de Toland contra ia uni
hasta arriba. Pero estos parasah no se oa- dad de la fe cristiana, hace nacer la secta
recen a los nuestros. Cada parasah divino de los nazarenos en el siglo iv. Véase Mos
tiene mil veces mil codos; cada codo divino heim, Indiciae antiquae christianorum dis-
tiene cuatro zareth v un palmo; cada zareth ciplinae, sec. I. cap. 5.
representa la longitud comprendida entre (25) A. FRANCK: La Cabbale.
las dos extremidades opuestas del univer (26) Hechos, VIII. 9 y sig.
PROTOCOLOS 339
(27) No se -puede tenerla por una com re!, fab., I. 1. Es en los extractos textuales
posición totalmente anócrifa. vista la con que dan los Philosophumena, no en las
cordancia oue existe entre el sistema enun versiones de otros Padres de la Iglesia, don
ciado en este libro v lo ñoco oue nos en de se debe tomar una idea de la Gran
señan los Hechos de la doctrina de Simón Exrtosición.
sobnf» jas «notencias divinas». (30) Philosophum., IV, VII; VI, I, 9, 12,
(28) Horoil. oseudo-clem.. II. 22. 24. 13, 17, 18. Comparad Apocalipsis, I, 4, 8 ; IV,
(29) Justin, Annl., I. 26, 56: II, 45; Dial, 8 ; X, 17.
cum Trvnhone. 120: Irineo, Adv. Haer., I, (31) Philosophum., VI, I. 17.
XXITT. 2-5; XVII. 4; II. nraef.: 111. praef.; (32) Philosophum., VI, í, 16.
Homihae pseudo-rlem entinas, I 15: II. 22. 25, 133) Emest RENAN: Les Apotres, pp 266,
etc.; Recoen., I. 72; II 7 v sis.; III. 47; Phi- 267. 268.
losophumena. IV, VII; VI. I- X, IV; Eoi- (34) Hechos, VIII, 10; Philosophum., VI
fanio. Adv. Haer., haer. XXI; Orígenes, Con I, 18: Homil. pseudoclem., II, 22.
tra Celsnm. V, 62; V, 11: Tertuliano. De (35) Philosophum., VI, I, 16.
anima, 34: Constit. annst.. VI. 16: San Jeró (36) Emest RENAN: Les Apotres, pági
nimo, In Matth., XXIV, 5; Teodoreto, Hae ñas 268-269.
360 PROTOCOLOS
el cuarto Evangelio, en Filón, en los Targums {37). Este Metatrono (38), que
los judíos colocaban al lado de la Divinidad y casi en su seno, se asemeja
mucho a «la Gran Potencia». Se ve figurar en la teología de los Samaritanos
un Gran Angel, jefe de los otros, y de las especies de manifestaciones, o
«virtudes divinas» (39), análogas a las de la Kábala judía... Parece ser, pues,
que Simón de Gittoi fue una especie de teósofo, del género de Filón y de los
kabalistas.
«...Parece que él —Simón— intentó un eclecticismo análogo al que prac
ticó más tarde Mahoma, y que intentó fundar su misión religiosa sobre la
aceptación previa de la misión divina de Juan (40) y de Jesús. El quiso es
tar en relación mística con ellos. El sostuvo, según se dice, que era él, Si
món, quien se había aparecido a los Samaritanos como Padre, a los Judíos
por la crucifixión visible del Hijo y a los gentiles por la infusión del Espíritu
Santo (41). El preparó también el camino, al parecer, a la doctrina de los
docetas. Decía que era él quien había sufrido en Judea en la persona de
Jesús, pero que este sufrimiento solamente había sido aparente (42).
»Se ve, además, que la doctrina de La Gran Exposición es la de casi to
dos los escritos gnósticos...; con plena razón los Padres de la Iglesia han
hecho de él el fundador del gnosticismo (43).
»La idea que nosotros nos hacemos de este personaje enigmático es, pues,
la de una especie de plagiario del Cristianismo. La falsificación parece una
costumbre constante entre los Samaritanos (44). Lo mismo que ellos siempre
habían imitado al Judaismo de Jerusalén, estos sectarios tuvieron también
su copia del Cristianismo, su gnosis, sus especulaciones teosóficas, su Ká
bala» (45).
Nada más de Renán sobre Simón Mago; y por nuestra parte, poco que
añadir:
Dicen los Hechos de los Apóstoles:
«Cierto hombre, por nombre Simón..., se halla en la ciudad practicando
la magia y asombrando a la gente de Samaría, diciendo de sí ser alguien
grande; al cual prestaban todos atención, desde el menor al mayor, dicien
do: Este es la Potencia de Dios llamada Grande... Felipe evangelizaba acer
ca del reino de Dios, y del nombre de Jesu-Cristo, y se bautizaban hombres
y mujeres. Y Simón, también él creyó, y una vez bautizado no se apartaba
de Felipe; y contemplando las señales y grandes portentos que se obraban,
se salía fuera de sí» (46).
También creyó Simón, dicen los Hechos; creyó en la realidad de los pro
digios, que atribuyó a una Magia distinta y superior a la suya; y trató de
conocer sus secretos teúrgicos. Y, al no conseguirlo por sí mismo, quiso ad
quirirlos.
Al ver Simón que por la imposición de las manos de los apóstoles se daba
el Espíritu Santo, les ofreció dineros diciendo: «Dame a mí también ese po
der, para que a quien yo impusiere las manos reciba el Espíritu Santo. Mas
San Pedro le dijo: Váyase tu dinero contigo a la perdición, pues te imagi
naste poder adquirir con dinero el don de Dios. No hay para ti parte ni
herencia en esto, pues tu corazón no marcha a derechas ante Dios... Porque
en hiel de amargura y en lazo de iniquidad (Deut., 29, 18; Is., 58, 6 ) veo que
has incurrido» (47).
Casi acaparó esta tentativa de sacrilega compra la exégesis y la crítica
evangélica, pasando el nombre de Simón, por adjetivación, a designar el pe
cado de vender y comprar la gracia sobrenatural —simonía, simoníaco—, que
dando así para la gran masa cristiana de la posteridad reducido Simón a su
«simonía» nada más.
Según creemos, aquel su pecado, frustrado en su objeto, no fue lo más
importante. Lo trascendental fue la entrada de Simón en la Iglesia por su
sacrilego bautismo y el fin para el cual quería emplear la «Magia» del Após
tol... A la luz de sus doctrinas, ya expuestas, él pretendía, tanto con su pro
pia magia como con la que pretendió comprar, sustituirse en Dios-Cristo ante
los cristianos, como ya se sustituía en el En Sof ante sus iniciados y en el
Yaveh ante los judíos samaritanos. Lo trascendente, según creemos, es que
Simón Mago es el primer prototipo de Anticristo de la Era; un prototipo
más perfecto que muchos otros llamados anticristos, por haber estos otros
pretendido destruir la Iglesia desde fuera; ya que Simón —confirmando la
profecía de Cristo— «se levantó como falso Mesías» (48) «para llevar la abo
minación del asolamiento al lugar Santo» (49), a la Iglesia. Convienen a Si
món como a pocos estas palabras del apóstol de las gentes:
«Y entonces se manifestará el Impío..., este impío cuyo advenimiento
será, por enérgica acción de Satanás, en toda suerte de obras maravillosas
y portentos y prodigios de mentira y en toda seducción de iniquidad» (50).
Es un gran prototipo del:
«Hombre del pecado, el hijo de la perdición, el que hace frente y se le
vanta, contra todo el que se llama Dios o tiene carácter religioso, hasta lle
gar a invadir el Santuario de Dios y poner en él su trono, ostentándose a si
mismo como quien es Dios» (51).
Esto era Simón Mago, y lo que no era, pretendía serlo. Y, en verdad,
esto es lo trascendental en cuanto al mal.
En gran abreviatura, unos elocuentes detalles de las doctrinas de Simón:
Simón, en su Teogonia, sitúa como primer principio universal, como po
tencia infinita, el Fuego, pero no el material, sino uno distinto, sutil, se
gún explica, que debe identificarse con la «chispa» surgida del En Sof, que
llega a ser Luz infinita, Esplendor (Zohar), que, como ésta, tiene dos aspec
tos, uno visible y otro invisible; y, como el «Dios» kabalístico, es bisexual,
masculino y femenino.
Según la síntesis y fragmentos de la Gran Exposición, en la Philosophu-
(47) Hechos: II. 18 al 23. (50) San Pablo: Tesalonicenses, II, 8 al 10.
(48) San Mateo: 24, 24. (51) San Pablo: Tesalonicenses, II, 3 y 4.
(49) San Mateo: 24, 15.
362 PROTOCOLOS
(52) Cont. haer: I, 23. P. G., t. VII, 671. (55) Philosophumena: VI. 19, p. 264.
(56) Bareille: Art. Gnosticisme, en Dic
(53) Philosophumena: VI, I, 14. tionnaire de Theologie Catolique.
(54) Philosophumena: VI, I, 18. (57) E. FAYE: Gnostiques et Gnosticisme
PROTOCOLOS 363
(58) G. G. SCHOLEM: Les Grartds Con- (59) A. FRANCK: Dte. Sciencies Philoso-
rants de la Mystique Juive. n. 254. phiques, III, pp. 583-384.
(58 bis) P. Vulliaud: La Kabbale Juive; II,
página 276.
PROTOCOLOS 365
(60) J. BOEHME: Sammtliche Werke, vo (64) J. BOEHME: Segunda Apología con
lumen IV, 284, 5. tra Tilken, núm. 140.
(61) J. BOEHME: Sammtliche Werke, vo (65) J. BOEHME: Descrip. des trois prin
lumen V, 7. cipes, 7, 21.
(62) J. BOEHME: Mysterium Magnum, I, (6 6 ) J. BOEHME: Sammtliche Werke, vo
55. lumen 38.
(63) J. BOEHME: Mysterium Magnum, I, (67) J. BOEHME: Mysterium Magnum, 1
55. p. 229.
366 PROTOCOLOS
buscaba más que la potencia del mundo exterior y las voluptuosidades te
rrestres..., sucede lo mismo actualmente con la Iglesia anticristiana sobre
esta tierra; ella construye igualmente iglesias y altares, ella predica, ella
canta y repica las campanas, ella sacrifica también en la Alianza y el Tes
tamento que Cristo ha legado y se cubre así con el sacrificio de Cristo, y
ella quiere ser un hijo adoptado de fuera, sin apercibirse de que sus sacrifi
cios no son agradables en la Alianza y en el Testamento de Cristo ni pueden
ser sustanciailzados.
»Lo mismo que Caín quería tomar el sacrificio como manto, igualmente la
Iglesia que él ha legado se envuelve como manto de sus pecados y de sus
perversos asesinatos con el sacrificio de Cristo y recubre su espíritu de muer
te, queriendo ser llamada santa y cristiana.
«Es así como Babel se pasea bajo el mando de Cristo... y ella engorda
por debajo con el sacrificio bestial de la grasa de la tierra y resta la Bestia
de Caín y no cesa igualmente de matar a Cristo en los descendientes de Abel
y se consuela así de la muerte de Cristo, el cual es forzado a verse disfrazado
con el manto de este pérfido espíritu de muerte.
»Su corazón y sentimientos están lejos de la nueva criatura; ella no es
más que el antiguo fratricida que se cubre con el sacrificio de Cristo y sa
crifica con Caín; es esto y no otra cosa lo que nos ha sido legado actual
mente de la Cristiandad, cualquiera que sean las sectas, a excepción de los
hijos de Cristo que aún están ocultos acá y allá con Abel.
»La Iglesia de Caín jamás ha sido más poderosa sobre la tierra que pre
cisamente en nuestros días... ¿Dónde estás tú, bella Iglesia cristiana de la
tierra, no has sido tú convertida en una diabólica caverna de muertes?
«Nosotros, pobres hijos de Eva, nos hallamos aquí alojados en esta choza
como en un albergue extranjero, puesto que el Diablo es amo de la casa.
»La Iglesia de Caín resplandece y brilla por todos lados con espléndidas
ceremonias; ella deja en todas partes que proclamen de ella que es santa,
justa y buena..., pero su corazón no es más que el de una prostituida bri
llante y bien adornada, llena de muerte, de concupiscencia, de contempla
ción de sí, de orgullo, de avaricia y de arrogancia de Caín. Mientras que la
Iglesia de Abel permanece oculta bajo una gran simplicidad, sin ninguna
apariencia y parece muy necia al lado de la pompa de Caín y será perpetua
mente en su simplicidad asesinada por Caín.»
«...la Iglesia de Caín no está aún de acuerdo con la Iglesia de Abel.
»E1 entendimiento dice entonces: Yo me apercibo bien de que toda que
rella y toda discordia provienen de la religión; ¿pero cuáles son su causa y
la razón ciertas?
»La Iglesia de Caín practica ceremonias exteriores y quiere reconciliar
a Dios mediante alguna cosa exterior..., ella resplandece en vestiduras de
ceremonia inmaculadas y alberga en ella al gran sacerdote del egoísmo, sin
el espíritu de Cristo, el cual gobierna la obra de la carta exterior; y aquel
que aprende magníficamente a disfrazarse y a intercambiar estas cartas, éste
es gran-sacerdote de su función; y él se reviste como manto de la inocencia
de Cristo.
»La segunda parte de la Iglesia perturbada de Caín se pone entonces a
aullar y lleva al mercado al hijo resplandeciente, ligando así el reino de los
368 PROTOCOLOS
cielos a las ceremonias que ella quiere vendernos por dinero a fin de que
el hombre con vestidura blanca pueda engordar en este mundo.
»Pero los hijos de Abel y de Cristo tienen otro culto muy diferente. Cier
tamente, ellos habitan entre los hijos de Caín y asisten igualmente a sus
sacramentos y sacrificios» (73).
Olvidemos las blasfemias proferidas contra la Iglesia, contra la Católica,
está bien claro, aun cuando no se haya escrito tal nombre, ya que las imá
genes empleadas para nombrarla son demasiado transparentes y los detalles
mencionados tan sólo son propios de ella; por ejemplo, el hombre de la
vestidura blanca... ¡Cómo el odio judío a la Iglesia irradia en todos esos
apóstrofes blasfemos!
Tomemos nota sólo del último fragmento:
Los hijos de Abel y de Cristo —los «auténticos cristianos»—, aunque tienen
otro culto muy diferente..., habitan entre los hijos de Caín y asisten igual
mente a sus sacramentos y sacrificios...
¿Quiénes pueden ser estos «cristianos auténticos»?... Cristianos auténticos
se han llamado a sí mismos los sectarios de todas las herejías, desde el Ebio-
nismo, que fue la primera, pasando por todas las del Gnosticismo, el Catha-
rismo y, por último, el Protestantismo, hasta llegar al Nuevo-Ebionismo actual,
el conocido por Socialismo «cristiano» o Comunismo «cristiano».
¿Pero quiénes podrían ser esos «cristianos auténticos» de que habla el
ignoto judío por boca de Jacob Boehme y de los cuales él se muestra como
iluminado Profeta?
Desde luego, las frases convienen literalmente a los criptojudíos; su re
trato y sus hechos, según ellas, son los de toda la marranería.
Pero surge una segunda interrogación: ¿Esos criptojudíos, esos marranos,
han de ser ellos racialmente judíos o judíos artificiales, de espíritu, fe y
mente?...
Algo nos dice la Historia.
Boehme ha vivido durante los 24 primeros años del siglo xvix, y, precisa
mente, durante tal periodo emerge de la oscuridad algo de una secta, llamada
Rosa-Cruz, cuyo símbolo será ése: una cruz con una rosa superpuesta.
Se ha malgastado mucha especulación y erudición para saber si la secta
Rosa-Cruz fue una realidad, un proyecto o una fantasía novelesca, cuáles fue
ron sus fines e ideas, etc., etc. Y nadie, que sepamos, ni cuando aparece ni
ulteriormente, se preocupó de analizar lo único indudable y lo umversal
mente conocido: su símbolo y su nombre, que son idénticos.
Nosotros, acaso, por mera suerte, creemos haber descifrado símbolo y
nombre: Como es natural, ningún enigma puede haber encerrado en la figura
y nombre de la Cruz; la cruz simboliza al Cristianismo. ¿Y la rosa?... Ella,
en verdad, puede constituir un simbolismo mucho más amplio en distintos
órdenes. Pero creemos haber hallado el simbolismo de la que se coloca
sobre una cruz; dado que rosa y cruz simbolizan una sociedad que se dice
filosófico-religiosa. En fin, con adecuación suficiente, y con autoridad so-
54
370 PROTOCOLOS
teca de los Esenios, junto con las noticias sobre los mismos de Josefo, y ha
bida cuenta de su dispersión después de la derrota de Simeón ben Kosebah
—el Bar Koseba de las historias—, al que apoyan, las características de esos
Mughtasila («los que se bañan», no beben vino, no comen carne, son célibes y
usan hábitos blancos) coincide con las de la célebre secta judía, que también,
por los dos documentos suyos traducidos —Mesianismo y el Mal emanado de
Dios—, fue kabalista; aun cuando más bien, sin dejar de tener ese origen
kabalista-esenio, esos Mughtasila tienen que ser judeo-cristianos; una de tantas
sectas de tipo ebionita, desprendidas de la primitiva Iglesia apostólica de
Jerusalén, dado que, además de las características esenias y kabalistas apun
tadas, los Elegidos maniqueos «son la imagen de los dioses, ellos son dioses;
la divinidad ha descendido a ellos» (82) y, además, «Cristo aquí bajo pre
sente, Jesús mío, hambriento, sufriendo, errante» (83); por lo tanto, el Ma-
niqueísmo nace de la Kábala, pero a través de la rama simoniaca y gnóstica;
de ahí que la línea de sus descendientes Paulicianos, Bogomiles, Cátharos-
Albigenses, conserve la rosa, símbolo de la Comunidad de Israel.
Ahora, junto a lo sublime, lo repugnante. También heredan los cátharos-
albigenses de sus lejanos antepasados los sectarios de Mani, su horror a la
mujer y a la procreación de hijos (84) y, en consecuencia, sus prácticas sexua
les repugnantes. De ahí procede nuestro galicismo bujarrón, de bugar, con sig
nificado sinónimo hasta hoy en Francia (el «macho» en las uniones homose
xuales) derivadas de búlgaro, nombre dado a los cátharo-albigenses, por pro
ceder la secta de los bogomiles búlgaros, y que, dados sus vicios sodomíticos,
quedó la palabra bugar como designación del homosexual activo, que, tras
ladada a España, adquirió una fonética más enérgica: bujarrón.
Y he aquí otra coincidencia: el gran Rosa-Cruz Valentín Andreae se dis
culpa: «Una tempestad ha estado a punto de hacerme naufragar; ciertos ca
maradas... mezclaron también a inocentes en sus depravaciones. Yo fui im
plicado en este vergonzoso asunto, que fue pronto descubierto, y me atrae
castigo y vergüenza. Porque la malquerencia del Rector Matías Enslin hizo
perseguir a inocentes (¿pasivos?) y culpables (¿activos?)» (85). «Este affaire
de costumbres permitió al Rector alejar a Juan Valentín del sacerdocio y de
la facultad... y se expatrió en 1507» (8 6 ).
El «inocente» Andreae tenía entonces 21 años. Luego, las intimidades entre
los Rosa-Cruz, demasiado estrechas para «hombres», delatan algo raro, con
un tufo sodomítico demasiado subido. Y es curioso, en estos judíos artificia
les, Rosa-Cruz, como en tantos masones y ahora en esos extraños espías
atómicos al servicio de Moscú, el homosexualismo comprobado abunda mucho
y el incógnito debe abundar mucho más, de ahí que todos los homosexuales
(82) Kefalia, LXXXVII1, pp. 219,3 y 220,3. De haer, 46. De mor. eccl. cathol. et de mos.
manich. II, XVIII, 65, etc.
(83) Sobre el «Jesús el Esplendor» y «Je (85) Selbstbiographie Johan Valentín An
sús Luminoso», «Yishó’ Ziwá, dios Ñoüs», dreae, aus dem Manuskript en Selbstbiogra-
simplemente, fragmento del escrito mani- phien berühmter Maner (t. II), publicado y
queo de los descubiertos en Turfan (China), anotado por el profesor Seybold (Winter-
M. 478, en Xradéshahr o Xradéshahhryazd, hur, 1799), pp. 21, 22 y 23.
véase F. C. BAUR, Das Manicháische Reli- (8 6 ) P. ARNOLD: Histoire des RoseOroix
gionssystem, pp. 209-214, etc. et tes Origines de la Franc-Magonnerie, pá
(84) San AGUSTIN, c. Faust. XXII, 30. gina 46.
PROTOCOLOS 371
dei Estado Norteamericano hayan sido declarados por la Ley «riesgo para
la seguridad nacional» y, en consecuencia, despedidos en grandes cantidades
de los Servicios estatales... Sin duda, no es por ser «puros» e «idealistas» el
motivo de convertirse en judíos artificiales estos deificados kabalistas goim
y esos espías al servicio del Esclavismo, su homosexualismo es una tara que,
en manos de los Sabios y del Kremlin, los esclaviza más fuertemente a sus
amos que el más pesado grillete.
Ahora ya podemos volver a los misteriosos Rosa-Cruz.
La Fraternidad Rosa-Cruz publica en 1614 su primer documento público,
titulado Común y general reforma de todo el vasto mundo, seguida de la
«Fama Fraternitatis» de la alabable orden de la Rosa-Cruz, dirigida a todos
los Sabios y jefes de Europa. Así como una corta exposición hecha por M. Ha-
selmayer que, a causa de ella, ha sido arrestado y puesto en prisión por los
Jesuítas y puesto en cadenas en las galeras. Presentemente publicada e impresa
y comunicada a todos los corazones fieles.
En las bases de la Fraternidad, insertas en el citado documento, en la 5.a,
se dice:
5.a La Rosa-Cruz es el signo y el símbolo de la Fraternidad.
Nuestra interpretación: La Rosa (Judaismo kabalista) superpuesta en la
Cruz (Cristianismo) simboliza el dominio y la inoculación kabalista, invisible,
por su perfume, en el Cristianismo.
Precisamente, lo intentado por Jacob Boehme con su doctrina, que es un
puro kabalismo adecuado al Cristianismo para panteizarlo, para kabalizarlo,
al igual que había hecho la Kábala con el Mosaísmo. Intento idéntico, y si
multáneo, al de los Rosa-Cruz; porque, si algo es evidente y nítido en esta
misteriosa fraternidad, es su panteísmo kabalista, que hasta es mágico, al-
químico, como el de la Kábala práctica.
Veámoslo en breves líneas en la semblanza ideológica de Cristofer Besold,
uno de los principales, acaso el principal, entre los propagandistas «visibles»
de la Fraternidad. He aquí su semblanza, elaborada por Paul Amold, el histo
riador más documentado del movimiento Rosa-Cruz, aunque escéptico, hiper-
crítico y carente de inducción:
«Nosotros hallamos el nombre de su mejor amigo —de Juan Valentín An-
dreae, el anónimo autor o redactor de Fama Fraternitatis y de otros, mani
fiestos rosa-crucianos—, Cristofer Besold, en todos los equipos espirituales
donde figura Andreae. Este lo menciona en buen lugar en la lista de fieles
con los que funda la Unión Cristiana.
«Nacido en Tubinga (1577), Besold era nueve años más viejo que An
dreae... Se hizo jurisconsulto, enseñando derecho en la facultad de dicha
ciudad a partir de 1610. El no cesó de ejercer sobre Juan Valentín la influen
cia más profunda en todos los dominios; poseía una erudición prodigiosa,
manejaba nueve lenguas antiguas y modernas, sentía curiosidad por todas las
actividades del espíritu. El no dejó menos de setenta y dos escritos sobre dis
tintas materias (87).
j>E1 estaba muy familiarizado con los filósofos pitagóricos y platónicos, los
herméticos, así como con los estoicos y neoplatónicos. Poseía el hebreo y
pue'de que el árabe. Como el redactor de la Fama (Andreae) estaba conven
cido de que los griegos habían tomado lo esencial de su sabiduría de las tra
diciones hebreas y egipcias, fuentes del pensamiento árabe y directamente
emanadas de la revelación divina. Estimaba que los primeros filósofos, entre
los que situaba a Orfeo, habían poseído y difundido una enseñanza oculta,
que ellos habían recibido a través de símbolos esotéricos análogos a los
que componen la escritura del Antiguo Testamento, según los kabalistas (8 8 ).
Se vuelve a encontrar aquí uno de los aspectos de este significado oculto de
la escritura y de estos símbolos de los que nos habla la Fama.
«Para él, la tradición judía y la lengua hebrea eran vestigios de las rique
zas paradisíacas, y en el estudio de los libros de la Kábala quería encontrar
el verdadero pozo de la sabiduría. Nosotros ignoramos si ha conocido los libros
kabalistas en su texto original, pero hallamos en el grupo de íntimos de An
dreae enseñando en Tubinga muchos hebraístas, los más eminentes de la época.
«Mas Besold ambicionaba mucho más. El situaba la mística muy por
encima de la erudición y de la filosofía especulativa... Para él existía una
unidad de doctrina entre el Judaismo oculto, Platón, Hermes y Zoroasíro,
sobre lo que también insiste la Fama. Por encima de las aparentes contradic
ciones, para él, no podía existir más que una religión justa; pero nuestros
groseros órganos, así como nuestra inteligencia discursiva, no podían alcanzar
esta revelación del sentido último de las cosas... Era necesario cultivar nues
tra capacidad para alcanzar el éxtasis, a fin de asir la Unidad invisible de
Dios, su complejidad de lo absoluto, fusión de sujeto y objeto, de lo uno y de
lo múltiple, de lo finito y lo infinito.
«Todas estas ideas nos son familiares —entre los supuestos Rosa-Cruz—: la
Fama es un eco» (89).
He ahí la síntesis, hecha con mano maestra, del pensamiento del Rosa-Cruz
Besold. Nada se nos muestra que no sea puramente kabalístico en él.
Leamos un breve fragmento suyo, como indisputable prueba:
«Una vez que fueron creadas y fundadas todas las cosas circunscritas
por una ley inmutable de la Naturaleza y por la discordia-concordia eterna»
(equilibrio de los contrarios, principio fundamental de la magia y de la
alquimia; también principio místico de Boehme y racionalista de Hegel) «el
Creador que es el más poderoso de todos y al mismo tiempo el más sabio,
vio que nada faltaba para la perfección de su obra tan bella: ya que si
alguna mezcla de eternidad celeste y de fragilidad caduca del mundo se
hallaba adjunto (a la creación) como un espejo de las cosas dotadas de pe
rennidad y de cosas expuestas a la muerte, entonces he ahí creado un micro
cosmos expresando y representando por un artificio muy ingenioso al macro
cosmos, apoyándose en el cielo y en la tierra. De ahí estas palabras de Zoroas-
tro y de Hermes Trismegisto: «¡Oh, hombre, prodigio de la audaz Natura
leza! La Naturaleza, al absorberse en ti, ha producido un prodigio cuya ad
miración sobrepasa la que se siente ante todos los prodigios. En ti se percibe
(90) R. KIENAST: Johanrt Valentín An se. Tal sucede con Besold, acabará convir
dreae und die vier echten Rosenkreuzer- tiéndose al Catolicismo: ganándose así el
Schriften, p. 29 (Leinzig, 1926). Cristofer Be silencio «científico» este hombre, que fue
sold. el que tan kabalísticamente se expre ra uno de los primeros dogmáticos de la
sa, es un puro alemán, dotado en elevado Masonería...
rango de las más singulares calidades de su (91) Paul ARNOLD: Histoire des Rose-
raza: ingenuidad, entusiasmo, sinceridad, Croix, etc., p. 57.
e- '.s calidades que les han hecho tan temi-
b ,.s como filósofos, políticos, científico y (92) Paul ARNOLD: Histoire des Rose-
guerreros..., pero que, gracias a ellas, en si Croix, etc., p. 57.
mismas buenas, si no son puestas al servicio (93) R. KEINAST: Johann Valentín An
del error v del mal. el alemán no estará dreae un die vier echten Rosenkretizer-
jamás totalmente perdido y puede redimir Schriften, p. 148 (Leipzig, 1926).
374 PROTOCOLOS
«Mas lo que hace actualmente el poderoso rodeado por sus propios hono
res, su voluptuosidad y su orgullo, es torturar a los miserables, simplemente
para alimentar su orgullo, considerando a los pobres inferiores como pe
rros» (97).
El comunimo y proletarismo de Boehme es anárquico, porque dice:
«El gobierno terreno procede de la caída en la malicia de la Serpien
te» (98).
Y todo para:
«Que Dios se convierta en hombre y el hombre se convierta en Dios» (99).
Así acaba Boehme —tan kabalísticamente como lo empezó— su famoso
Mysterium Magnum.
Un siglo después de Boehme y de los primeros Rosa-Cruz, ya podía glo
riar el judío Heine a su hermano de raza Espinosa, proclamando:
«El panteísmo es la religión secreta de Alemania, y este resultado, previsto
por los escritores alemanes, los desencadenó contra Espinosa» (100).
Y glosando a Espinosa *, continuará Heine *:
«En el hombre llega la divinidad a la consciencia de sí misma» (101).
«Y el hombre se transforma en Dios» (102).
Es el eco de Simón Mago y la Kábala, un eco literal, rebotado en Boehme,
Espinosa*, Fichte, Hegel, Marx*...
Acaso se pregunte algún lector: ¿Para qué o con qué beneficio ha de
Querer el judío kabalista infundir en el cristiano una fe en ese triple dogma:
Divinidad del hombre, Irresponsabilidad en el mal y Comunismo?...
No aueremos ser nosotros quienes les digamos para qué; dígaselo el genial
judío Heine, y veamos si sus maravillosas palabras y, sobre todo, su ironía,
son capaces de hacerle comprender para qué:
«La filosofía alemana es un importante asunto que concierne a la huma
nidad entera, y nuestros descendientes serán únicamente los llamados a deci
dir si merecemos censura o elogio por haber trabajado primero en nuestra
filosofía y después en nuestra revolución... Sin embargo, no abriguéis nin
guna inquietud, mis queridos compatriotas: la Revolución alemana no será
ni más sangrienta ni más benigna porque la havan precedido la crítica de
Kant. el idealismo trascendental de Fichte y la filosofía de la Naturaleza.
»Estas doctrinas han desarrollado fuerzas que no esperan sino el mo
mento de estallar y llenar el mundo de terror y de admiración. Entonces
aparecerán kantianos que no querrán oír hablar de piedad ni en el mundo
de las ideas, y removerán sin misericordia, con el hacha y la cuchilla, el
suelo de nuestra vida europea, para extirpar de ella las últimas raíces del
pasado. Llegarán al mismo lugar fichtianos armados, cuyo fanatismo de la
voluntad no podrá ser reprimido por el temor ni por el interés, pues viven
espiritualmente y desprecian la materia, semejantes a los primeros cristia
nos, a los que no podían subyugar ni con los suplicios corporales ni con los
(104) Por una vez, los Protocolos dan un formas en la Enseñanza laica francesa cuan
nombre, el de Bourgeois (León Víctor Au do fue ministro de Instrucción Pública en
gusto Bourgeois); el aoellido. por azar, nos 1898, aun cuando ocupó ese mismo Ministe
resulta simbólico: «burgués», el burgués, rio en 1892. Pero pasemos a lo importante,
héroe de la Revolución francesa... ¿Quién es a ese título que le conceden los Sabios de
el personaje? Un político francés, nacido en «uno de sus mejores agentes»... ;Da derecho
1851 v muerto en 1925, ministro muchas ve su biografía para suponerlo así? Veámoslo.
ces, Presidente del Conseio v de la Cámara; Bourgeois tomó parte en la Conferencia de
renunció a la Presidencia de la República la Paz, al final de la Primera Guerra Mun
aue le ofrecieron las mayorías narlamenta- dial; es decir, en el Tratado de Ver salles, en
rias. Los Protocolos deben aludir a sus re la causa de la Segunda Guerra Mundial:
m PROTOCOLOS
un buen servicio a los Sabios, sus auténti camouflage para los Sabios, que de siempre
cos inspiradores - además, tuvo gran influen pretendieron dominar al mundo a través de
cia en la entrega de la Silesia alemana a tal Supergobierno, tan defendido por tan
Polonia, motivo orincipal de! odio hitler!a- tos insignes judíos. Einstein. Warburg. etc.
no a su vecina y «cebo» de> fulminante nue etcétera. Por fin, al acabar la Primera Gue
hizo estallar la Segunda Guerra Mundial; rra Mundial, vio su sueño realizado con -a
otro buen servicio a los Sabios; claro es, Sociedad de Naciones; en premio de sus
sin que nudiera él adivinar las consecuen trabaios para instaurarla, el Premier Bal-
cias; poraue, de adivinarlas, iamás hubipra four le otorgó el título de «padre de la So
obrado así un masón del máximo grado, ciedad»... Balfour es aquel de la Declara
tan amante de la Paz...; porque, sí. Bour- ción que lleva su nombre, ñor la cual se
geois fue toda su vida un enamorado de la Ies concedió a Iós judíos Palestina; sin du
Paz. El primer éxito suvo en su carrera da. Balfour tenía bastante autoridad conce.
política internacional lo consigu '0 como de dida por los Sabios para honrar a Bour
legado en la Conferencia de la Paz de 1907, geois con el glorioso título de «Padre de la
e-i la que fue primer plenipotenciario de Sociedad de Naciones»...
Francia, siendo nombrado Presidente de la ; Ah!..., se nos olvidaba, para mavor elo
Comisión de Arbitraje. Se trataba de crear cuencia, este coautor del Tratado de Ver
un prototipo de lo ane fuera lu»go la Socie salles v del robo de Silesia, recibió en 1920
dad de Naciones v ahora las Naciones Uni el premio Nobel de la Paz...
das... Defendió el provecto, negando con Lectores, nada más.
ca'or que se tratase de instaurar un Super- (105) Nilus: ...introducido en este país.
gobiemo mundial..., otro buen servicio de
PROTOCOLOS 379
MEDIDAS DE POLICIA
Si, durante nuestro reino, nosotros tenemos que reforzar los me
dios de protección de nuestro poder (1), provocaremos un descon
tento simulado (2) en diversos grupos; este descontento será expre
sado por oradores hábiles que serán seguidos por los corderos del
rebaño humano. Así es como nosotros tendremos el hilo para moti
var investigaciones (3), y pretextos para la llamada vigilancia de la
policía de los Goim, cuando en realidad estando ésta a nuestro servi
cio, nosotros nos desembarazaremos por su conducto de nuestros ad
versarios, dando por razón que ellos se habían rendido al llamamiento
de agentes provocadores.
Se trata de la clásica provocación, pero realizada en gran escala. En los
primeros tiempos del Estado Esclavista soviético se cuentan varias provoca
ciones en masa de ese tipo. La más famosa es la que provocó el motín de los
Social-Revolucionarios de Izquierda, que formaban parte aún del Gobierno
soviético, llegando a cometer el asesinato del Embajador alemán para ani
marlos, asesinato cometido por el judío Blumkin, alto chekista, cuyo fusila
miento se fingió, siendo enviado al Oriente Medio como jefe del Espionaje
soviético; no fue ejecutado hasta muchos años después, durante las grandes
Purgas 1936-1938, pues él, como la inmensa mayoría de los judíos bolchevi
ques, era trotskista. Pero, en fin, los Social-Revolucionarios, aquellos maestros
en las técnicas terroristas y conspiradoras, mordieron el cebo, se sublevaron;
fueron aplastados y purgados implacablemente. Como lección, diremos que tal
partido era el más infiltrado y mejor manejado por la Masonería indígena e
internacional, pues todos sus jefes eran masones...; pero, ¿para qué podían ser
ya necesarios estos judíos artificiales, cuando judíos químicamente puros de
tentaban la Dictadura?... El masón que quiera tomar la lección que la tome.
Para terminar, anotemos el caso de Mao, el Dictador chino. Hace un par
de años, encabezada por él, la oratoria y la prensa del Prtido Comunista lan
zaron una campaña animando a todos los ciudadanos a exponer los defectos
del Régimen, sus errores y hasta los delitos y crímenes de su burocracia...
(1) Nilus: Cuando llegue para nosotros el (2) Nilus: ...entre el pueblo.
momento de tomar medidas de policía es (3) Nilus: ...y de someter a las gentes a
peciales poniendo en vigor el sistema ruso ciertas restricciones, empleando para esto
actual de la Okhrana (el veneno más peli a los servidores oue nosotros tenemos en
groso que puede atacar el prestigio del Es la policía de los Gentiles.
tado)...
PROTOCOLOS 381
que tan fácil es empujar a cometer estos crímenes (regicidios) con las gran
des frases liberales».
Escuchemos a un excelente y magnífico técnico en terrorismo confirmar,
al cabo de treinta y siete años, lo dicho por los Protocolos sobre la materia,
cual si él también fuera un Sabio. Se trata nada menos que de León Brons-
tein (a) Trotsky *:
«Una empresa terrorista sistemática de gran envergadura... exige decenas
o centenas de combatientes templados, devotos, fanáticos. Tales hombres no
caen del cielo. Es necesario seleccionarlos, educarlos, organizarlos. Y es nece
sario hacer penetrar en ellos la idea de que no hay salud fuera del terrorismo.
Por otra parte, los terroristas en acción necesitan disponer de reservas, con
las cuales no se puede contar más que si extensos sectores de la joven gene
ración simpatizan realmente con el terrorismo. Simpatía que no podrá ser
creada más que por la propaganda más apasionada» (8).
Como vemos, según Trotsky, el terrorista, sea regicida o magnicida, no
surge por generación espontánea... El «anarquista solitario» es inventado
cuando los obligados a descubrir los inductores fracasan en el intento, ya
sea por incapacidad o por «frenos» apretados desde arriba; porque muchas
veces los inductores de regicidas y magnicidas están encumbrados en el Poder,
y no muy lejos de las regias y magnas víctimas.
GUARDIA DEL REY DE LOS JUDIOS
Nuestro Soberano será protegido por guardias absolutamente se
cretos, porque jamás nosotros permitiremos que se pueda pensar
que es incapaz de destruir él solo una conspiración cualquiera urdida
contra él y que le obligue a ocultarse. Si nosotros dejásemos preva
lecer tal idea, como prevalece entre los Gentiles, firmaríamos, por el
hecho mismo, la sentencia de muerte de nuestro Soberano o, al me
nos, la de su dinastía.
Al atenerse solamente a tas apariencias, nuestro jefe no empleará
su poder más que en interés de sus súbditos y jamás por su propio
bien o el de su dinastía.
Al adoptar escrupulosamente este arreglo de escena, sus mismos
súbditos honrarán y protegerán su poder, que ellos venerarán, sa
biendo que la salvación del Estado está ligada a la existencia de tal
poder, del cual dependerá el orden público.
Vigilar al rey abiertamente sería admitir la debilidad de su poder.
Nuestro jefe estará siempre en medio de su pueblo; se le verá
rodeado de hombres y de mujeres, etc... (Edición Nilus).
En el caso de que nuestro soberano no estuviese absolutamente se
guro, nosotros le haríamos rodear de hombres y mujeres que se co
locarían en las primeras filas, como si se tratase de curiosos, cerca
de su persona, manteniendo el orden en las otras filas y no pareciendo
hacerlo más que para hacer respetar el orden, dando ejemplo de dis-
(9) Nilus: ...los resultados que ellos han (11) Nilus: ...todos los soberanos no son
obtenido con los guardias oficiales. antos para comprender la verdadera polí-
(10) Nilus: ...el crimen político. tica.
384 PROTOCOLOS
(12) Zohar: Trat. Abda Zarha, 13, 2. (14) LENIN*: La Victoria Proletaria y el
(13) Sefer Haiqqarim, fol. 56, col. 4.» Renegado Kautsky, p. 53.
(15) Nilus: ...y nacional.
PROTOCOLOS 385
Israel y, a pesar de los que la devastan, sobre ella vela el gigantesco Golem
de bronce, y si él no la conoce es para que obedezca mjor!...; él ha servido
ya dos veces y sigue siendo impenetrable el abocamiento de sus servicios...
Golem ciego, y las tres cuartas partes de los judíos en la ignorancia más
absoluta. Así procede el Eterno en los caminos que El abre y El borra...
¡Divina mentira! (!!), en la que la Providencia se descubre...; los cielos or
denan y las profundidades obedecen; la ley domina a la fuerza y al sueño del
Golem, en el que duermen los instrumentos que el Señor —el Señor Judío—
emplea. Mis hermanos, el escándalo está próximo y el gigantesco Golem de
bronce ya se remueve en las tinieblas.
«¡Velemos, y si es preciso morir: el vengador no está lejos y la victoria
sigue su huella!...» (31).
¿Lo veis, lectores? Igual que al principio, se reconoce que el Golem-Co-
munismo los golpea, los asesina; pero es su vengador, el que conseguirá la
victoria sobre la Cristiandad... Que sea destruido el Cristiansmo, aunque sea
preciso que mueran los judíos...
Y esto es lo maravilloso; más aún, lo Providencial. El Golem-Comunismo,
ese autómata creado por la magia kabalista, en el cual ha infundido su
mismo espíritu, creencias, ideas y «razones», en virtud de ese mismo espí
ritu, creencia, idea y razón, extermina a los judíos, a sus propios creadores...
Providencialmente, el mal es el mal para el mismo mal...
Y ellos lo saben; lo saben, pero el Judaismo kabalista sigue abriendo
puertas y brechas en la Cristiandad al Golem-Comunista, ya rebelde a su
magia, que lo aniquilará...
¿Enigma?... Enigma lo juzgó Gioberti cuando dijo:
«Sin Idea y, por consecuencia, sin la admisión de una doctrina acromá
tica que la contenga de manera completa, el Judaismo es en gran parte inex
plicable, como lo es un enigma o un jeroglífico, del que es imposible hallar
el sentido sin ayuda de una clave extrínseca o de otra lengua» (32).
Plagiando a Gfroer, que formuló la frase refiriéndose al Filonismo, se
ha dicho:
La Kábala es una locura metódica (33).
Esa pudiera ser la clave añorada por Gioberti para explicar el Judaismo.
Si privamos la frase de su sello cartesiano y la traducimos a lenguaje
científico, podríamos decir:
La Kábala es un delirio razonante.
Delirio razonante... Para la psiquiatría, es uno de los tipos de la paranoia..
El paranoico en estado de delirio razonante es lógico y dialéctico, mejor,
hiperlógico, hiperdialéctico, en cuanto a su facultad de razonar los medios
para lograr un fin; pero totalmente incapaz, no ya para razonar, sino para
conocer ese fin, al cual los medios empleados por él fatalmente conducen;
y, por lo tanto, puede ser un fin totalmente demencial...
Algo así es el kabalismo. Genial al elegir y emplear los medios adecuados
para el fin; pero, incapaz para conocer causas primeras y finales, en su de-
lirio se las crea...; como causa primera, se sustituye en Dios; como causa
última, como tal «dios», se cree capaz de transmutar la Tierra en Cielo... (34),
siendo incapaz de ver que «su cielo» es un infierno y, además, su infalible
suicidio...
Suicidio; esa desgracia extraordinaria que concede Satán a sus elegidos,
a los que han logrado llegar a ser a su imagen y semejanza; los que, como
él quiso, quieren también ser Dios..
(34) Sea un ejemplo. El judío Jacques obra en dos tomos del ocultista Saint-Yves
Weiss * escribe: «Este libro —Misión de los D’Alveydre, en la cual asigna a los judíos
Judíos— aporta la prueba de que el Paraí la misión de realizar esa celestial transfor
so puede existir sobre la tierra.» prólogo mación.
a Mission des Juifs, p. 7. Se trata de una
VIGESIMA SEGUNDA SESION
ción de los que se han convertido al Judaismo. No los vamos a repetir cada
vez que los Protocolos, a su dictado, anuncian con tanta reiteración el geno-
ciñió de las demás razas humanas.
Mas creemos adecuado el momento para traer aquí un fragmento impor
tante de la escatología kabalista, en el cual se nos describen los tiempos que
han de preceder al advenimiento de su Regnum Mesiánico;
«Epoca en la cual el Santo, bendito sea él, exterminará todos los pueblos
paganos, e Israel sólo subsistirá» (6 ).
Es en «el fin de los tiempos», cuando el Zohar exclama:
«¡Feliz la suerte de aquel que vivirá cuando el fin de los tiempos! ¡Feliz
la suerte del que no viva ya!» (7).
La contradicción es meramente literaria. El texto quiere decir: Feliz el
judío que viva... Feliz el no judío que haya muerto... ¡Qué gozos no reser
varán para el judío y qué tormentos para los hombres de los demás pueblos!
El exterminio, el genocinio‘total del no judío, debe ir acompañado de horro
res indecibles;, tal es el exacto contexto...
Nos vemos obligados a resumir, y para mayor autoridad, recurrimos al
zoharójilo Paul Vulliaud:
«El período mesiánico será, en efecto, un período de conmociones, de
temblores de tierra y debilitación de la fe. Israel soportará incomparables
tribulaciones, y numerosas veces el Zohar habla de guerra en las que se uni
rán los pueblos en coalición contra el Mesías (8 ). Los setenta jefes celestes
que rigen a los setenta pueblos de la tierra sublevarán todas las naciones del
mundo para hacer la guerra a la sagrada ciudad de Jerusalén; conspirarán
contra el Santo, y dirán: «Combatamos al Señor y también a su pueblo y
también a su Santuario» (9).
«Pero esta edad es también un día de revancha. El Mesías es el Consola
dor y el Juez.
«Entonces él revestirá los «hábitos de venganza»; recibirá el manto de
púrpura para juzgar a los pueblos (10). La venganza de Israel quedará sa
tisfecha. El, Israel, subyugará finalmente a todas las naciones» (11).
«Cuando el Rey-Mesías venga, Jacob —el Judío— gozará de todos los
bienes de lo alto y de los de abajo, y entonces Esaú —el no judío— pere
cerá (12). La Ley recobrará su esplendor primitivo (13). Dios revelará los
misterios perfectos (14). Será la apoteosis del Rey-Mesías.» «El Santo, ben
dito él, hará sentir su venganza a ‘los pueblos paganos. Después de lo cual
llegará lo dicho por la Escritura: Yo haré al hombre más precioso que el
oro, etc. (Isaías, XIII, 12). Estas palabras designan al Rey-Mesías, que será
elevado por encima de todos los habitantes del mundo, que se prosternarán
ante él» (15). «En la época en que el Santo, bendito sea él, extermine todos
los pueblos paganos del mundo, sólo Israel subsistirá» (16). El Zohar exulta
ante la visión del triunfo: «¡ Qué diferencia entre la liberación futura y aque-
( 1 ) Nilus: ...nara nue ella (la dinastía de (3) Nilus: ...prepararon los Reyes v sus
David) pueda durar hasta el fin de los sucesores...
tiempos. (4) Nilus: ...del arte político.
(2) Nilus: ...de toda la raza humana.
398 PROTOCOLOS
Pasaremos lo más rápidamente posible por esta Sesión XXIII, toda ella
dedicada por completo a describir políticamente al Rey-Mesías. Como hemos
razonado anteriormente, cuanto se refiere al Régimen a instaurar por los
Sabios cuando ellos dominen ha de resultarnos indiferente, ya que, según
los dogmas del Kabalismo-Talmudismo, nosotros, no-judíos, hemos de haber
sido exterminados antes de su implantación y, por lo tanto, los bienes o
males del Régimen Mesiánico no han de poder afectarnos a nosotros ni a
nuestros descendienxes.
Glosemos únicamente los rasgos esenciales del Régimen mesiánico.
Ante todo, es un Régimen Monárquico puro, vinculado a la estirpe de Da
vid, con un sistema de sucesión electivo sin poder elegir Soberano fuera de
la misma; mejor dicho, fuera de la selección previa realizada por los Sabios
entre sus miembros más capaces.
Curioso es advertir la fanática idea monárquica profesada por los Sabios
a lo largo de los Protocolos, cuya expresión más elevada la encontramos en
esta Sesión; curioso, porque, de siempre, tanto los judíos de raza como los
artificiales, masones y comunistas, han sido siempre los máximos partidarios
de la República, y cuando ese su régimen ideal no es posible implantarlo
en cualquier pueblo cristiano, han impuesto por todos los medios la Repú
blica-Coronada, esa total antítesis del Monarca; el que «reina pero no go
bierna»; oponiéndose a la vez con todas sus fuerzas al Rey que reina y go
bierna, llamándole «absoluto», como si absoluto pudiera ser algún Rey cris
tiano, con Estado confesional católico, es decir, con una Iglesia Católica,
no nacionalizada, reconociendo el derecho a vivir y sobrevivir, vida y fami
lia, y el derecho de propiedad, con las consecuencias naturales y legales que
esas tres determinantes capitales, religiosa, humana y económica, implican
para la subordinación de su Poder a lo espiritual y su limitación en lo hu
mano y económico-político.
A tanto llega el odio infundido por el judío en sus Gotem predilectos,
Comunismo y Anarquismo, que ambos, no sólo son opuestos al Estado Mo
nárquico, el único Estado auténtico, sino que ambos se declaran enemigos
de todo Estado, en cualquiera de sus formas. El primero, como indica el
nombre. Anarquismo, sin gobierno; el segundo, el dogma anárquico del Mar
xismo lo impone, al declarar que la Dictadura por él instaurada sólo es tem
poral —claro es, no fijando plazo para su desaparición— y ahí está la esencia
de la estafa. Esa estafa es envuelta con esta fraseología-
«Los anarquistas nos han refregado demasiado tiempo el «Estado pro
letario», a pesar del libro de Marx contra Proudhon (12) y más tarde el
Manifiesto Comunista, que declaran directamente que con la implantación
del Régimen Socialista el Estado se disolverá por sí mismo y desaparecerá.
En consecuencia, como el «Estado» sólo es una institución transitoria que
se utiliza en la lucha, en la Revolución, a fin de dominar por la fuerza al
adversario, es tontería hablar de un «Estado libre del pueblo». Mientras el
proletariado (el Partido Comunista, su Monarca, el Jefe del Partido) siga
usando del Estado, no lo usará en servicio de la libertad, sino para dominar
Terminemos.
No puede importamos mucho, pero dudamos, contemplando la Historia
de Israel, que tan perfecta construcción política —esquema puramente racio
nal— pudiera dar la felicidad al pueblo hebreo, ni siquiera siendo el único
existente sobre la tierra.
Si también comparamos el Régimen planeado por los Sabios en los Proto
colos, veremos que resulta ser idéntico al del Reino de Israel: Un Rey abso
luto, rodeado de Sabios. Hasta no faltan los que tienen la misión de «pro
fetas»:
«Nuestros sabios —dicen— no confiarán las riendas del Gobierno más
a hombres capaces de reinar con firmeza, y a riesgo de ser crueles.
»En caso de enfermedad o pérdida de energía, nuestro Soberano será obli
gado a entregar las riendas del Gobierno a un miembro de su familia que
se haya mostrado más capaz que él.»
Los Sabios eligen al Rey... los Sabios le obligan a dimitir... Tal hacían
los profetas...
¿Cómo le obligarán estos Sabios, en papel de bíblicos profetas?
¡Jerusalén, Jerusalén, la que mata los profetas! (18).
La Historia hebrea, con tantos reyes inmolando a los profetas, daba se
cular testimonio en favor del apostrofe de Jesucristo.
Es que este futuro Rey-Mesías, «dios de dioses», será mejor con sus súb
ditos, por muy «divinos» que se crean, que aquellos Reyes judíos que, como
Manasé:
«Hicieron arrojar al fuego a sus propios hijos..., siendo pródigos en rea
lizar lo malo» (19).
Como sus antepasados:
«¿No entronizará sus ídolos en la casa denominada con el nombre de
Yahveh, para contaminarla?... ¿No quemará sus hijos y sus hijas en el
fuego?» (2 0 ).
Y a vosotros, «profetas», no se os podrá decir lo que a vuestros iguale*
dijo Jeremías-
¿Cómo podéis decir: Somos sabios
y la Torah de Yahvé está con nosotros?
¡He aquí en verdad ¡ue la ha
trocado en mentira
el estilo falaz de los escribas! (2 1 ).
(18) Jesús; se*nin San Lucas: 13, 34. (20) Jeremías, 7, 30, y 7, 31.
(19) Reyes, II. 21, 6 . (21) Jeremías, 8 , 8 .
VIGESIMA CUARTA SESION
LA SERPIENTE SIMBOLICA
Hoy, yo puedo afirmaros que nosotros no estamos más que a
algunos pasos de nuestro fin. He aquí el trazado de todo el camino
que nosotros hemos recorrido y el de la corta distancia que nos
queda por franquear para que el círculo de la Serpiente Simbóli
ca (1), símbolo de nuestro pueblo, sea completo. Cuando este círculo
sea definitivamente cerrado, todos los Estados de Europa se encon
trarán encerrados como por fuertes garras.
El simbolismo de la Serpiente es antiquísimo. La vemos en el Génesis
perder a nuestros primeros Padres, tentándolos con su eterna tentación, con
la que, surgida en Luzbel, provocó su condenación eterna: «el día que co
máis del árbol prohibido, se abrirán vuestros ojos y os haréis como Dios» (2).
Bajo el símbolo de la Serpiente aparecen bastantes sectas en el Gnosti
cismo, nombre dado al ramaje kabalista, que, a partir de Simón Mago y del
Ebionismo, trata con mil formas de inocular el panteísmo en el Cristianismo.
No sólo es la Serpiente su símbolo; es también su ídolo; y de la Serpiente:
«ophis», «ophita'f» toman su nombre genérico tales sectas, de las cuales nos
llegan, identificadas por Irineo, la de los Barbelognósticos; por Epifanio, la
que llama de los gnósticos simplemente; por Hipólito, los severiani, Nico-
laitas, Cainitas, etc.; a las que se agregan otras ocho o nueve sectas más,
citadas por la Philosophumena (3). Son mencionados los ofitas por docu
mentos coptos y por Plotino, el cual no debía estar muy lejos de los ofitas,
ya que, al decir de su biógrafo Porfirio *, al morir su espíritu toma forma
de reptil.
Celso sabe que en la secta se repudiaba al Yahveh, el Dios del Antiguo
Testamento; llamándole el dios maldito y maldiciente. Para ellos la Serpien
te no sólo prometió, sino que concedió al hombre el conocimiento del bien
y del mal, iluminándolo así. Para vengarse, la maldijo el Creador (4).
Epifanio nos informa que el principal rito de los Ofitas era la eucaris
tía. En el momento de la «consagración» se traía en una caja al «animal di-
vino»; se le dejaba en libertad para que se deslizase sobre las especies eu
caristías, y así eran «consagradas».
Tal «culto» era justificado con cierta exégesis bíblica. Sin duda, con la
del capítulo del Génesis que la menciona; de ahí les ha venido la idea sa
tánica de divinizar al reptil. Como dice E. de Faye: «Les ha venido al espí
ritu la idea de rehabilitar a sus víctimas. Ellos han proclamado a la Ser
piente que indujo a la primera pareja a comer del fruto del árbol del cono
cimiento —del bien y del mal— la bienhechora de los hombres; así como
otros —gnósticos— de la misma tendencia, por los mismos motivos, han
glorificado a un Caín, un Dathan, un Coré, un Abiram y, en fin, a un Ju
das» (5).
Sin duda, ese mismo espíritu late hoy en esa judía justificación de Judas
Iscariote, que con estupor hemos acabado de contemplar en la película de
Samuel Bronston (¿Bronston o Bronstein?) Rey de Reyes...
Hemos aportado esos ligeros antecedentes en razón de que, por única
vez, se muestra en forma literal el Sanatismo en los Protocolos. Esa frase:
la Serpiente Simbólica, símbolo de nuestro pueblo, es una frase satánica,
y los escépticos e iletrados podrían creer que se trataba de una fantasía más
del fantástico falsario autor del libelo... Hubo Satanismo en los lejanos si
glos y lo hay en estos nuestros racionalistas tiempos; y nos referimos al Sa
tanismo mágico; el más increíble hoy; nada digamos del Satanismo sin
atuendos metafísicos, el práctico, el del crimen, el de la idea ya ética nor
mal y admitida como algo humano y racional, ese Satanismo actual, tan Sa
tanismo que ni siquiera da ya como el clásico, testimonio de lo sobrenatural;
como jamás, hoy evidente y universal. Y quien sea incapaz de identificarlo
así, lo sentimos por su estado de razón e inteligencia... y, sobre todo, de con
ciencia.
En fin, que surja esa declaración de Satanismo ahí, en labios del supuesto
Sabio, no debe sorprender; porque, como hasta la saciedad hemos demos
trado, los Sabios han de ser kabalistas; y la Kábala en su más radical esen
cia y en su más abismal trascendencia es el intento filosófico más udaz, sin
dejar de ser hipócrita, para decidir al hombre a sustituirse en Dios... Y el
quererse o creerse Dios ¿qué es, lector?...
En fin, concretamente, respecto a la Serpiente Simbólica de los Proto
colos, dejamos la palabra a Butmi, el primer editor y comentador de los
mismos, que nos dice:
«Un corto apéndice estaba unido —a las Actas o Protocolos— con el es
quema del plan para la conquista pacífica del mundo por los judíos... Este
plan político está en vías de realización desde el año 929, antes de Cristo. Ha
sido elaborado por Salomón y los Sabios de la doctrina judaica.»
Para ilustrar esta noticia, y no escandalizar al ver acusado a Salomón, de
bemos recordar lo que dice la Biblia sobre el hijo de David:
«El rey Salomón amó, además de la hija del Faraón, a muchas mujeres
extranjeras, moabitas, ammonitas, idumeas, sidonias e hittitas, de las nacio
nes de que había dicho Yahveh a los hijos de Israel: «No os lleguéis a ellas
( 6 ) I Reyes, 111, 7.
406 PROTOCOLOS
»La segunda etapa fue Roma, en tiempos de Augusto (de 63 antes de Je
sucristo al 14 después de J. C.), donde permaneció dieciséis siglos y conso
lidó los cimientos de la potencia financiera y política de los judíos.
»La tercera, Madrid, bajo Carlos V (de 1500 a 1556 después de J. C.).
»La cuarta, en París, en tiempos de Luis XIV (de 1638 a 1715 después de
Jesucristo).
»La quinta, en Londres, a partir de 1814, después de la caída de Na
poleón I.
»La sexta, en Berlín, a partir de 1870, después de la guerra franco
alemana.
»La séptima, en San Petersburgo, sobre la cual se ve la cabeza de la Ser
píente, y el año de su llegada se señala en 1880.
«Todos estos Estados, atravesados por la Serpiente, han sido, en efecto,
zapatos en sus bases por el liberalismo y el desorden económico introdu
cido por los judíos. Más lejos, la cabeza de la Serpiente avanzará o ha avan
zado ya... por el camino indicado por flechas, en dirección de Moscú, Kiev,
Odessa...
«Constantinopla está indicada como octava y última etapa, antes de
Jerusalén. Por consiguiente, no le queda ya a la Serpiente más que una corta
distancia que franquear para realizar el ciclo y unir la cabeza con la
cola» (7).
Si analizamos los períodos comprendidos entre la llegada y salida de la
cabeza de la Simbólica Serpiente en cada nación, hallamos que la llegada
coincide con el apogeo de Poder de cada Imperio, permaneciendo en cada
uno durante su apogeo y principio de su decadencia, abandonándolo sólo
cuando ha perdido la hegemonía para pasar al Imperio que la hereda, y así
sucesivamente.
Debemos recordarlo. Esta primera edición de los Protocolos aparece en
1901; la cabeza de la Serpiente se halla entonces, después de haber pasado
por San Petersburgo, en Odessa; es decir, en el territorio ruso en donde
se les permite residir a los judíos, constituyendo tal ciudad uno de los prin
cipales centros del Judaismo ruso, si no el principal. A Odessa es enviado
Trotsky* a estudiar; en ella pasa su juventud y se forma como revoluciona
rio. En 1898, año de la reunión de los Sabios, y año en el cual se dice que la
Serpiente Simbólica dirige su cabeza a la región de Odessa, Trotsky, con
diecinueve años, está preso por primera vez en Jerson, no lejos; y lo más
notable, un año antes, 1897, ha sido fundado el Bund judío, el partido revo
lucionario judío, que engendrará al año siguiente, 1-III-1898, el Partido So-
cial-Demócrata, marxista, con cuyo nombre hará la Revolución comunista
de octubre de 1917, porque sólo después de triunfar la Revolución, adoptará
su propio nombre: Partido Comunista. Como vemos, había motivos para que
la cabeza de la Serpiente Simbólica la pintasen yendo al sur de Rusia. Tam
bién es coincidencia que acaeciera el anunciado cierre del ciclo, la unión de
la cabeza del reptil con su cola, en Jerusalén el mismo año 1917 en que triun
fa la Revolución comunista en Rusia, pues la Declaración Balfour lleva fecha
(7) Jorge BUTMI en Le Péril Judeo-Ma gonninque, de monseñor Jouin, pp. 128-130.
PROTOCOLOS 40 7
(8 ) Nilus: ...esta fuerza ilimitada de la (9) Nitus: ...no teniendo ningún medio de
intriga que le es propia y gracias al terror acceso al corazón de sus pueblos,
que reina en los palacios.
PROTOCOLOS 409
(10) F. Lassaíle a Bismarck: Carta de 8 (12) Nilus: ...a hacer mal uso de sus de
de junio de 1863. rechos.
(13) Nilus: ...todos los poderes los unos
contra los otros.
410 PROTOCOLOS
(18) K. MARX: Carta a Engíls, Londres, (20) F. ENGELS: Carta a Kautsky. Rvde.
23 febrero 1851. 29 junio 1891.
(19) K. MARX: Carta a Engels, Londres, (21) LENIN: El Estado y la Revolución.
PROTOCOLOS 413
(22) K . M A R X y F , E N G E L S : M a n ifie s to C o m u n is ta .
PROTOCOLOS 415
(23) M A R X y E N G E L S : M a n ifie s to C o m u n is ta .
416 PROTOCOLOS
Sólo así tiene lógica y verdadera explicación la forja de esa mitología del
«sentido de la Historia», del «devenir histórico», de la «marcha ineluctable
de la Historia», cuya teología más moderna, más profesada y más proselitista
se llama Materialismo Histórico-Dialéctico, por la cual hacen creer que es
hecho natural y fatal esa constante histórica contemporánea, evidenciada en
la geografía planetaria; que es natural y fatal esa prodigiosa metamorfosis
del mero fantasma que el Comunismo era en 1847, cuando Marx y Engels
redactan su Manifiesto, en el Imperio Esclavista, llamado «comunista», ya in
gente Leviatán, enseñoreado de medio planeta.
Ese prodigio sin par en la Historia Universal tiene una Intrahistoria, la
cual, ni en esquema nos es posible trazar en el espacio que nos conceden
estas páginas. Tal Intrahistoria, no escrita jamás, ni en esbozo, tiene muchos
de sus hechos registrados en multitud de obras y en las páginas de la prensa
mundial, pero sin identificar, seleccionar ni clasificar..., y dada la mentalidad
dominante, es imposible avanzar un hecho y menos una conclusión sin copiosa
e incontrastable prueba.
Y, siendo así, se comprenderá la imposibilidad material de interpolar en
las pocas páginas disponibles algo tan ingente.
Sin advertirlo, al documentar el apartado de los Protocolos que aquí nos
ocupa, una síntesis, no de tal Intrahistoria, sino sólo de la ideología contem
poránea que determina su acontecer actual, habíamos llegado a escribir unas
160 páginas, y a medida que avanzábamos era mayor el horizonte que debía
mos abarcar.
Valga por lo que valga y convenza o no convenza, sólo podemos decir
dentro de tan estrechos límites;
El secreto de que el mundo democráticc-capitalista, cumpliendo lo pro
fetizado por Marx y Engels en 1847, esté suicidándose permanente y acelera
damente, radica en que la Masonería política, Partidos, Gobiernos, Finanzas,
y la Masonería social, Socialismo, Anarquismo, Comunismo, son dos ejércitos
en lucha, pero con una Jefatura y un Estado Mayor único y común: el Ju
daismo.
El Judaismo, que le hace al mundo democrático-capitalista contradecirse
y traicionarse a sí mismo; es el que le fuerza a ese suicidio, en beneficio de
su adversario, el Comunismo.
Y si el Judaismo no le ha hecho consumar aún el suicidio al mundo demo
crático-capitalista, es porque, desde la eliminación de Trotsky del Mando del
principal ejército de su Masonería social, eliminado por Stalin del Estado
Esclavista soviético, no domina en el Imperio Esclavista; en ese prototipo
de Estado por medio del cual únicamente puede una minoría tan ínfima como
es el Judaismo destruir la Cristiandad y esclavizar absoluta y totalitariamente
la Humanidad.
Así, contemplamos bajo claridad meridiana cómo, desde la eliminación de
Trotsky y del Trotskismo, Jefe y Estado Mayor del Judaismo en el Ejército
comunista, el mundo democrático-capitalista desarrolla una política, no de
destrucción, sino de «contención» del Colonialismo comunista, que alterna
con traiciones al mundo democrático-capitalista, con entregas de nuevas na
ciones al Comunismo, con secesiones coloniales que lo debilitan, cada vez
PROTOCOLOS 417
(24) K . M A R X y F. E N G E L S : M a n i f i e s t o C om u n ista.
27
418 PROTOCOLOS
(25) F. ENGELS: Carta a Marx. Man- (26) K. MARX: Carta a Engels. Londres,
chester, 3 diciembre 1851. 13 noviembre 1863.
PROTOCOLOS 419
(27) K. MARX: Carta a Schweitzer. Lon- (29) STALIN: Los fundamentos del Le-
dres, 24 enero 1865. ninismo (1924). Obras completas, vol. VI,
(28) F. ENGELS: Carta a Bebel, 30 agos- pp. 146 y sigs.
to 1883.
420 PROTOCOLOS
(30) K. MARX: Question juive. Oeuvres philosophiques, pp. 205 y sigs. (Molitor).
422 PROTOCOLOS
(35) Nilus: ...la sola verdad y... en detrimento de toda una casta tienen, ante
(36) Nilus: ...la vida humana y la de las la lev, otra responsabilidad que aquellos
condiciones sociales. que cometen un crimen no comprometiendo
(37) Nilus: ...y que aquellos que obran más que su honor personal.
424 PROTOCOLOS
los derechos no puede existir y que todo trabajo o empleo debe ser
clasificado como perteneciente a un círculo bien determinado (38).
Toda confusión en esta materia se convertiría en la fuente de ma
les, originados en la ausencia de relación entre la educación reci
bida y la tarea adjudicada al hombre por la naturaleza. Tales son las
ideas que nosotros habremos de inculcar a los hombres, con vistas
a nuestra propia seguridad, a fin de que nadie pueda discutir nues
tra situación. Impregnándose los hombres de este estudio, se some
terán más fácilmente a nuestras autoridades y al régimen que ellas
establecerán en nuestro Estado. Por el contrario, los hombres que
ignoran las exigencias de la Naturaleza y la importancia de cada casta
querrían salir de su medio, ya que ellos sienten odio a toda condición
que les parece superior a la suya.
Dadas las condiciones presentes de la ciencia que nosotros les
hemos permitido asimilar, el populacho, en su ignorancia, cree ciega
mente todo lo que le es infundido y en las engañosas ilusiones debi
damente inspiradas por nosotros, y siente odio... (Este último punto
sólo está en la edición Nilus.)
Como en tantas partes de los Protocolos, aparece aquí una incógnita. Se
trata de la Educación, de la Educación de hombres... ¿De qué hombres? Para
kabalistas y talmudistas y los Sabios, sólo es hombre el judío; ya lo hemos
documentado ampliamente; y también el que Kábala y Talmud prescriben la
exterminación del no judío; del no hombre. Si los Sabios obedecen los pre
ceptos kabalistas y talmúdicos, nada nos importa si el sistema de educación
que se proponen imponer en su futuro Reino —sistema radicalmente opuesto
al que han logrado imponer en la Cristiandad— ha de tener o no éxito.
Sólo nos importa, pues, analizar ese repudio judío de la igualdad, noción
con la cual han revolucionado a la Cristiandad.
Para cuantos creen una falsedad los Protocolos, es necesario investigar
si la desigualdad aquí preconizada como base de orden y paz social tiene
antecedentes de autoridad...
Marx, con bastante autoridad, califica de: Mitología moderna las diosas
Justicia, Libertad, Igualdad, Fraternidad (39).
Comentando esto dicho por Marx, los sabios marxólogos del Instituto Marx-
Engels-Lenin, estiman que la Igualdad es un ornamento del socialismo utó
pico, y califican de: reclamo pequeño burgués a la igualdad (40).
Mucho antes había «promulgado» Marx:
«La «igualación de las clases» es lógicamente imposible» (41).
Y antes aún, había escrito Engels:
(38) Nilus: La .verdadera ciencia de las dencia, p. 235. Edición en español del com
condiciones sociales, en los secretos de la pendio de la correspondencia de Marx y
cual nosotros no admitimos a ios Gentiles, Engels, traducción de la selección comenta
convencería al mundo de oue la ocupacio da y anotada por el Instituto Marx-Engels-
nes y el trabajo deberían ser reservados a Lenin de Leningrado. Ed. Cartago. Buenos
castas especiales. Aires, 1957.
(39) K. MARX: Carta a Sorge. Londres, (41) K. MARX: Carta a Engels. Londres,
19 octubre 1877. 5 marzo 1869.
(40) K. MARX y F. ENGELS: Correspon
PROTOCOLOS 425
medidas violentas de ninguna especie. Nosotros hemos realizado todo eso tan
sólo con la fuerza irresistible de nuestro espíritu, con las ideas y la propa
ganda... Consideremos las tres grandes revoluciones modernas, la francesa,
la americana y la rusa. ¿Qué fueron si no un triunfo de la idea judía social,
política y económica? Con gozo reconocemos que el «Goi» (el no judío) ja
más logrará descubrir la verdadera gravedad de nuestra culpa» (48).
En efecto, no la descubre...
No quiere...
EL REY-DESPOTA DE LA SANGRE DE SION
Desde este momento, nosotros les conducimos de decepción en
decepción, para que, finalmente, ellos renuncien a todo en favor del
Rey-Déspota, nacido de la sangre de Sión, que nosotros preparamos
para el mundo.
Los exilios y todas las tragedias de Israel, según la profética ortodoxa
entera, se deben a que «ha pecado contra su Dios».
Que sea el «pecado contra su Dios» causa de las esclavitudes de Israel,
cuya liberación será obra del Mesías, indica de manera clarísima que la libe
ración mesiánica ha de ser ante todo una liberación espiritual del israelita,
redimirlo del pecado, causa de sus males terrenales, y su liberación tempo
ral será una consecuencia, se le dará por añadidura.
Es la divina, y, por divina, lógica interpretación del Mesianismo. Es la in
terpretación verbal de Jesús y la por El vivida...
Mas el seudoprofetismo anterior y contemporáneo de Jesucristo, que do
mina la Sinagoga por completo en su tiempo, inspirado, no por Dios, sino
por el kabalismo, que previamente lo ha reducido a un Dios-Nada, como siem
pre, aceptando la letra bíblica, dirá:
«Todos los grados inferiores —los grados bestiales, los goim— dominan a
Israel, porque él ha pecado» (49).
«Si Israel hubiera realizado buenas obras ante el Santo, bendito sea él,
no hubiera sido esclavizado jamás por los pueblos paganos; sin sus pecados,
Israel hubiera esclavizado él a los pueblos paganos» (50).
He ahí un modelo de la dialéctica de la Kábala: si por sus pecados esclavi
zan los paganos a Israel, cuando Israel esté limpio de pecado será él quien
esclavice a los paganos. Es tanto como afirmar que no cometer pecado le
hace apto y le da un divino derecho a cometer el mal, que mal es el escla
vizar a semejantes... ¡Cómo no había de chocar la moral de Jesús con la
«moral» kabalista, dueña en su tiempo de Templo y Sinagoga, de la élite
sacerdotal, intelectual y social!
Para llegar a tal conclusión, el kabalismo no estima las individuales trans
gresiones de los Mandamientos como causa de las desgracias de Israel; no es
el pecado nacional una suma de los pecados personales de los israelitas; sus
«pecados» son pecados políticos...
28
434 PROTOCOLOS
Escritura: «Yo haré al hombre más precioso que el oro, etc.» (Isaías, XIII,
12) (claro es, entendiendo por hombre únicamente al judío) (71). Es un re
frán: «En esa época, el Santo, ¡bendito sea él!, exterminará a todos los pue
blos paganos del mundo, sólo subsistirá Israel» (72).
Acaso, esta «locura metódica», como algunos califican la Kábala, sea tenida
por una exaltación de frenéticos. En efecto, puros frenéticos son; pero no
frenéticos excepcionales, aquí o allá surgidos, en tal o cual momento. Son
frenéticos cerebrales, dialécticos, formando una teoría secular, sin solución de
continuidad, pervirtiendo con las más refinadas artes de la sofística la Pro
fecía, transmutando al Mesías de Paz, al Mesías-Víctima expiatoria y Reden
tor de la Humanidad entera, en un Mesías de Guerra y Venganza, no en el
Iluminador de las Naciones, sino en el Exterminador de todos los pueblos de
la Tierra...
Teoría ininterrumpida de frenéticos, que cuando la Epoca del Mesías de
Paz llegó, ha logrado ya formar a su imagen y semejanza toda la Inteligencia
de Israel haciéndola refractaria y adversa por entero a El; tan adversa, que
Le crucifica.
No sólo en la Kábala, no sólo en el Talmud, redactado después del Deici
dio, nos llega la pervertida imagen del Mesías Exterminador de las Naciones
Ese Mesías Exterminador es el de la «dulce» y «pacífica» Comunidad esenia.
según aparece por entero en los Manuscritos del Mar Muerto, en nuestros días
descubiertos; que datan, según todos los cálculos, del siglo n o i antes de
Jesucristo.
La doctrina de la emanación kabalista la encontramos en el documento
titulado Regla de la Comunidad (Sección I I : Instrucción de los Hijos de
la Luz:
«Del Dios de la.sabiduría procede todo lo que existe y existirá. Antes que
ellos existieran El había decretado todos sus designios (16) y después que
existieron, cumplen su cometido conforme a los decretos a ellos referentes,
sin que nada pueda ser cambiado. En sus manos están (17) las leyes de todas
las cosas: El las sostiene en todos sus acontecimientos; El ha creado al hom
bre para dominar (18) sobre el universo y ha puesto en él dos espíritus para
que en ellos camine hasta el momento de la visitación: estos son los espíri
tus (19) de verdad e iniquidad» (73).
El origen del mal, «el espíritu de iniquidad», como en la Kábala, es puesto
en Dios, que, además, lo ha puesto en el hombre:
»(9) Al espíritu de iniquidad pertenecen el apetito desenfrenado, la indo
lencia en el servicio de la injusticia, impiedad y fraude, soberbia y altivez de
corazón, mentira y engaño, crueldad ( 1 0 ) y gran impiedad, impaciencia, gran
necedad y pasión insolente, acciones obscenas con espíritu lujurioso y cami
nos manchados en el servicio de la impureza ( 1 1 ), lengua blasfema, ceguedad
en los ojos y sordera en los oídos, dureza de cerviz y endurecimiento de co
razón para seguir siempre caminos de tinieblas y astucia maliciosa. Pero
este es el castigo ( 1 2 ) para todos los que siguen sus consignas: grande aflicción
en manos de todos los ángeles de perdición, ruina eterna por la ira vehemente
del Dios de las venganzas, temblor eterno, injurias (13) sin fin y aniquila
miento ignominioso en el fuego de las regiones tenebrosas. Y todas sus eda
des y generaciones en aflicción y llanto en compañía de los amargados, en
medio de ruinas y tinieblas hasta (14) su destrucción total, sin que quede ni
resto ni escape.
»(15) Estos son los espíritus que presiden la historia de todos los hom
bre, y según sus respectivas clases se distribuye toda la humanidad de ge
neración en generación y sigue los caminos de los dos espíritus, respectiva
mente.
Se diría pura escatalogía o, con más excelente retórica, una página del
Manifiesto Comunista.
Pero no se trata de los Ultimos Tiempos. A no ser que por tales consi
deren los autores aquellos que preceden al advenimiento de Jesús:
«(25) Todos los que se niegan a entrar (26) en la Alianza de Dios para
continuar en la obstinación de su corazón no tendrán parte en su comunidad
de verdad, puesto que su alma ha rehusado» (75).
Pero no se crea por ese fragmento que la Alianza es la del Pueblo hebreo
con Jehovah: la Alianza es la de la Comunidad (Esenia-kabalista)... que «(7)
atrae a todos los resueltos a cumplir los mandamientos divinos a la Alian
za... (9) para amar a todos los hijos de la luz, a cada uno según (10) su rango
en el Consejo de Dios, y odiar a todos los hijos de las tinieblas, a cada uno
según su culpabilidad (11) en provocar la venganza del Señor» (76).
En cuanto a los «Hijos de Tinieblas»:
«fA) Eos levitas, a su vez, maldecirán los miembros (5) del partido de
Belial. diciendo: Maldito seas tú por todas las obras culpables de tu impie
dad. Entréguete Dios (6 ) como vejamen en manos de todos los que obran la
iniquidad y envíe detrás de ti exterminio por mano de los que obran (7) la
justa retribución. Maldito seas por la negrura de tus obras, ni halles miseri
cordia; pese sobre ti maldición (8 ) en el infortunio del fuego eterno. Dios no
te escuche en tu clamor, ni te perdone olvidando tus pecados. (9) Aparezca el
rostro de su ira para vengarse de ti y no haya para ti palabras de paz por par
te de aquellos que retienen la enemistad. (10) Y todos los que entran en la
Alianza responderán a los que bendicen y maldicen: ¡Amén, amén!» (77).
La maldición no comprende sólo a los no judíos; se refiere también a los
judíos indignos de pertenecer a la Alianza:
«(11) Los sacerdotes y los levitas continuarán diciendo: Maldito sea
quien, ingresando con los oídos de su corazón, (12) entra en esta Alianza, pues,
conservando en sí las ocasiones de pecado, se expone a apostatar de ella. Sin
duda, (13) al escuchar las palabras detesta Alianza se creerá bendito en su
corazón, diciéndose; Paz tendré, (14) aunque continúe en la perversidad de mi
corazón. Perezca su espíritu sin remisión, si está sediento como si está sacia
do (15). La ira de Dios y sus celosos juicios se encienden contra él para
eterno exterminio. Caigan sobre él (16) todas las maldiciones de esta Alianza,
y que Dios le elija para la desventura y que le quite de en medio de todos los
hijos de la luz por no haber seguido (17) a Dios a causa de sus ídolos y
ocasiones de pecado. Cáigale en suerte la compañía de los malditos para
siempre. (18) Todos los que entran en la Alianza responderán después de
ellos: ¡Amén, amén!» (78).
Sin duda de ningún género, la Comunidad de los Hijos de la Luz es una
Organización político-religiosa, mesiánico-nacionalista, como lo demuestra otro
de sus documentos, un verdadero manual de guerra, titulado: Guerra de los
Hijos de la Luz contra los Hijos de las Tinieblas; en el cual son personaliza
dos, nacionalizados, estos últimos:
«Al principio de la empresa de los Hijos de la Luz, ellos partirán contra
el partido de los Hijos de las Tinieblas, el ejército de Bélial, contra las tro
pas de Edom y de Moab y los hijos de Ammon, contra el pueblo de Filistea
y contra las bandas de los Kittim de Asiria que tienen como auxiliares a los
violadores de la alianza» (79).
Ahí son designados todos los pueblos que circundan la Judea, y también
los romanos ocupantes de Siria, que no se atreven a nombrar más que con
ese seudónimo de «los kittim, que son los que tienen con ellos, como aliados
a los judíos «violadores de la Alianza»; los judíos helenizantes.
Y el documento prosigue:
«Los hijos de Leví, los hijos de Judá y los hijos de Benjamín, los exilados
del desierto combatirán contra ellos y sus fuerzas con todas sus tropas,
cuando los exilados entre los Hijos de la Luz vuelvan del desierto de los
pueblos para acampar en el desierto de Jerusalén. Y, después de la batalla,
ellos subirán desde allí, contra el rey de los Kittim en Egipto. Y, en su tiem
po él se lanzará con gran cólera contra los reyes del Norte; y su cólera
les destruirá y cortará el cuerno de su fuerza. Esta será una época de salva
ción para el pueblo de Dios, y un período de dominación para todas las gentes
de su partido, pero de eterna destrucción para el partido de Belial. Y habrá
gran tumulto contra todos los hijos de Jafet, y Asiria caerá sin nadie que vaya
en su ayuda. Y la dominación de los Kittim vendrá a su fin, si bien la impie
dad será abatida sin ningún residuo, y nadie sobrevivirá entre los Hijos de
las Tinieblas» (80).
Ningún Hijo de las Tinieblas sobrevivirá; es decir, ningún hijo de las
demás naciones sobrevivirá... Que es lo que la Kábala había ya dicho en su
enseñanza oral y dirá en el Zohar, en su enseñanza escrita ulterior:
«En esa época —en la del Rey-Mesías— el Santo, bendito sea él, extermi
nará a todos los pueblos paganos del mundo, sólo subsistirá Israel» (81).
Omitimos las instrucciones para las batallas, limitándonos a dar el Himno
de Acción de Gracias, que cantarán después de la victoria:
¡Levántate, oh poderoso; arrastra tus cautivos, oh gloriosoI
¡Toma tu botín, tú que combatiste tan valientemente!
(78) Regla de la Comunidad. Parte I, (80) Guerra de los Hijos de la Luz contra
col. II, sección I : Ingreso en la Comunidad. los Hijos de las Tinieblas, I (I, 1-7).
(79) Guerra de los Hijos de la Luz con- (81) Zohar, I, 177 b.
tra los Hijos de las Tinieblas, I (I, 1-7).
PROTOCOLOS 437
¿Cómo explicar un tal estado de cosas? ¿Por qué las masas son
tan ilógicas en su concepción de ios acontecimientos? Porque los dés
potas persuaden al pueblo, mediante sus agentes, de que, incluso si
ellos hiciesen un mal uso del poder y ocasionasen perjuicio al Esta
do, sería con un fin elevado; es decir, con vistas a la prosperidad del
pueblo, por la causa de la fraternidad, de la unión y de la igualdad
internacionales. (Este último punto y aparte sólo está en la Edición
Nilus.)
derechos que todos los demás ciudadanos rusos. Legislación tan dura que
no impide a los judíos hacerse dueños de Rusia dieciséis años después, a
causa de que otros Estados provocan una guerra contra el Imperio zarista.
Ya la Guerra ruso-japonesa fue provocada por la fuerza internacional judía:
el Japón es financiado por la Banca internacional judía, encabezada por la
famosa «Kuhn Loeb y Co.», de Nueva York —Schiff *, Warburg *, etc.— y apo
yado por Inglaterra y Estados Unidos; por las dos naciones que serán las
futuras víctimas del ataque japonés; guerra que es la causa inmediata de la
Primera Revolución comunista —el judío Trotsky a la cabeza—, que «coinci
de» con las derrotas zaristas.
Cuando la profecía es publicada, faltan trece años para que todos los
grandes Estados y muchos pequeños «sostengan a los judíos atacados por
Rusia». Decimos todos, porque contra la Rusia zarista están Alemania y Aus
tria, sus adversarias en los campos de batalla, pero también están contra
Rusia sus «aliadas», Inglaterra v Francia...
¿No?
Oigamos declararlo al Embajador de Su Graciosa Majestad ante su primo
el Zar;
«El régimen autocrático y reaccionario no nos ha inspirado jamás simpa
tías... He aquí por qué el advenimiento del Gobierno Provisional es aclamado
con entusiasmo por toda la Gran Bretaña» (96).
Días después, agregará el Embajador Buchanan:
«La última vez que yo he tenido el honor de dirigirme a los miembros
de la Sociedad Anglo-Rusa fue precisamente la víspera de la sesión de la
Duma, en la qu.e mi honorable amigo Miliukov pronunció su célebre discurso,
con el cual clavó el primer clavo en el ataúd del antiguo Régimen. Yo dije
entonces que nosotros debíamos, no sólo llegar a un final victorioso, sino que
la victoria definitiva debíamos (!!) conseguirla también sobre el enemigo si
tuado dentro de nuestro propio campo. Hoy yo puedo felicitar al pueblo ruso
por haberse librado tan pronto de tal enemigo» (97).
¡ El enemigo de Inglaterra es su aliado, el Zar!
El Premier de la época, Lloyd George, ratificará las palabras de su Em
bajador en Petrogrado, refiriéndose al destronamiento del Zar:
«Uno de los fines de guerra de Inglaterra ha sido alcanzado» (98).
Trotsky se hace eco de esta manera:
«Se estimaba que la diplomacia de los Aliados participaba en el complot,
al menos la del embajador de Gran Bretaña. Este último, bajo la iniciativa
de los liberales rusos, intentó, en enero de 1917, influenciar a Nicolás II, des
pués de haber pedido la sanción previa de su gobierno. Nicolás escuchó aten
tamente y cortésmente al embajador, le dio las gracias..., y habló de otra
cosa. Protopovov informaba a Nicolás que existían relaciones entre Buchanan
y los principales líderes del bloque progresista y proponía establecer una
vigilancia alrededor de la embajada británica. Parece ser que Nicolás II no
29
442 PROTOCO LO *
aprobó esta medida, encontrando que una vigilancia ejercida sobre un emba
jador «sería contraria a las tradiciones internacionales». Entretanto, Kurlov,
sin rodeos, declara que «los servicios de información han notado, cotidiana
mente, relaciones entre el líder del partido cadete, Miliukov, con la embajada
de Inglaterra». Por consiguiente, las tradiciones internacionales no impidie
ron nada» (99).
No impidieron nada a Inglaterra, claro está; pero sí al Zar...
Podían gritar con motivo las masas judías de Odessa durante la Revolu
ción de 1905:
«¡De nosotros tenéis un dios, nosotros os daremos también un nuevo
Zar!» (100).
Y ya en vísperas de la Primera Guerra Mundial, en 1911, con motivo del
proceso contra el judío Beyliss, acusado de sacrificio ritual del niño mártir
Yuchtchinsky, el periódico judío Der Hammer decía:
«El Gobierno ruso se ha decidido a librar con los judíos un combate defi
nitivo. ¿Vosotros creéis tal vez que es del resultado de esta lucha titánica del
que depende la suerte del pueblo israelita? No, vosotros os equivocáis, ¡este
pueblo es invencible! ¡ Es la suerte del Estado ruso, la de que exista o no, la
que está en juego! ¡La victoria en el proceso del Imperio ruso será para él
comienzo de su fin! ¡El no tiene ninguna salida!... ¡Nosotros mostraremos en
Kiev a los ojos del mundo entero que los judíos no soportarán, no admitirán
bromas con ellos! Si el Judaismo ocultaba hasta el presente por causas tác
ticas que él dirigía la Revolución rusa, no será ya un misterio desde que ha
sido entablado el proceso de Kiev! ¡ Cualquiera que sea el final, el gobierno
ruso no tendrá ninguna salida! ¡Tal es la decisión del Judaismo, y así
será!...» (101).
Lo aportado sólo es una breve y superficial muestra de lo que deberemos
decir sobre las Guerras provocadas por el Judaismo para que los cristianos
se exterminen entre sí, dando el triunfo a su Go/em-Comunismo.
Pasemos, pues, a la tercera profecía:
«La ilimitada bajeza de los pueblos goim —¡cómo no han de creerlos
asnos!—, arrastrándose ante la fuerza, sin piedad para la menor debilidad
ni para las menores faltas, e indulgentes con los crímenes, que se niegan
a someterse a un régimen justo, pero que son pacientes hasta el martirio
ante la violencia de un audaz despotismo; de ahí lo que asegura nuestra
invulnerabilidad. Los goim soportan y toleran de parte de sus Primeros
Ministros —dictadores actuales, elevados por nosotros— abusos, por el me
nor de los cuales habrían decapitado a una veintena de reyes...»
¿Cómo podría este inventor de los Protocolos adivinar el espectáculo que
están dando las naciones civilizadas desde hace cuarenta y cinco años?
Porque, ciertamente, si los reyes, cuando eran reyes, cuando reinaban y
gobernaban, hubieran cometido:
a) Guerras mundiales innecesarias (Churchill dixit) en las cuales hubie
sen muerto, en las batallas y por hambres y enfermedades, digamos 150 mi-
(99) León fROTSKY: Histoire de la Ré- (100) El Correo Histórico, núm. 6, p. Til
volution ruase, t. I, p. 77. (1912).
(101) Der Hammer.
PROTOCOLOS 443
LA LIBERTAD
La palabra «Libertad» pone en conflicto la humanidad con todas
sus potencias, incluso con las de Dios y de la Naturaleza. Por esto es
por lo que, a nuestro advenimiento al Poder, nosotros deberemos bo
rrar incluso la palabra misma de «Libertad» del vocabulario humano,
por ser el símbolo de la fuerza bestial que transforma las masas en
fieras ebrias de sangre. Es verdad, sin embargo, que una vez saciadas
de sangre las fieras se adormecen y que es fácil entonces encadenar-
tas, mientras que, si no se les da sangre, ellas no duermen y se en
furecen.
Una vez más, y como final, proscriben los Sabios de Sión en su futuro
Reino hasta la palabra Libertad..., después de haber conseguido gracias a
ella su Dictadura Universal.
Ya sabemos que Esclavitud y Libertad constituyen antítesis tal que no
hay Hegel ni Marx capaz de superarla..., y sabemos por el prototipo de su
Reino-Mesiánico, el Imperio Comunista, que el Reino del Judaismo kabalista
será totalitariamente esclavista; espiritual, intelectual y físicamente esclavi
zados..
Son lógicos los Sabios de Sión: quieren destruir la Cristiandad, como
el judío Disraeli nos anticipó; la lógica se lo dicta; porque jamás podrá
ser el hombre esclavo en tanto sea cristiano.
Porque el cristiano sabe matar para no morir.
Y, sobre todo, sabe morir para vivir, para vivir eternamente...
«6
INDICE
Páginas
Al l e c t o r ........................................................................................................................................................... 9
Prólogo ............................................................................................................................................................... 23
I- S esión ............................................................................................................................................. 41
Plan de Gobierno basado sobre la violencia.—El Derecho es la fuer
za.—El Liberalismo mata la verdadera libertad.—Nuestro Poder del
oro.—Sembremos la Anarquía en las masas.—La Anarquía nos entrega
los pueblos.—Despotismo de nuestro capital.—Nada de moralidad contra
el enemigo interior.—En Política nada de moral. La fuerza hace el
derecho.—Invencibilidad de la Judeo-Masonería oculta.—Liberalismo des
truido. El fin justifica los medios.—La multitud es ciega y abúlica.—El
alfabeto político. Impotencia de los partidos.—La Autocracia es el
solo Gobierno.—Alcoholismo-Humanismo-Libertinaje.—Principios judeo-
masónicos: fuerza e hipocresía.— El Terror.—LIBERTAD-IGUALDAD-
FRATERNIDAD.—Nosotros hemos minado la Monarquía.—Supresión de
los privilegios de la nobleza.—La aristocracia plutocrática judía.—Cál
culo de las debilidades y de las pasiones.—La libertad mal comprendida
nos entrega el Poder.
II S esión ............................................................................................................................................ 80
Las apariencias y la política judía.—El éxito se impone siempre.—El
éxito del judío mediante la mentira y el voto del pueblo.—El sufragio
universal.—Potencia judía destruyendo la familia.
III. S esión .............................................................................................................................................. 87
Reeducación de los pueblos.—Destrucción de los poderes dominantes—.El
antisemitismo.—El despotismo de la Judeo-Masonería.—El Terror.—Los
servidores de la Judeo-Masonería.—Conflicto entre el Poder y el Pue
blo.—Nuestros lazos con el pueblo.—El organismo liberal.—Corrupción
de los goim y de sus leyes.—Interpretación de las leyes.—Destrucción
de las capitales.
IV. Sesión ............................................................................................................... 109
El fin de los grandes armamentos.—Fermentación, luchas, enemistades,
en el mundo entero.—Someter a los gentiles por medio de guerras
particulares y por la Guerra Mundial.—El arte del secreto político judeo-
masónico.—La opinión pública y nuestro éxito.
V. Sesión ...... 117
El Dinero es Poder.—El Misterio de los Tiempos. Plan Judío y Po
lítico financiero.—El oro milenario, base do la prosperidad futura.—
446
P á g in a s
Páginas