Sana Crítica Razonada Doctrina

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Elementos de la sana crítica razonada

La sana crítica Razonada


Este sistema de valoración de la prueba consiste que la ley, toma el control del
arbitrario convencimiento de los tribunales en la apreciación libre de la prueba, y ha
creado lo que la doctrina conoce con la denominación de un estándar jurídico; o un
concepto límite saturado de contenido, cuyo desarrollo queda a cargo de la doctrina
científica. Hugo Alsina dice que "Las reglas de la sana crítica, no son otras que las que
prescribe la lógica y derivan de la experiencia, las primeras con carácter permanente y
las segundas, variables en el tiempo y en el espacio".

Por su parte Couture define las reglas de la sana critica como "las reglas del
correcto entendimiento humano; contingentes y variables con relación a la experiencia
del tiempo y del lugar; pero estables y permanentes en cuanto a los principios lógicos
en que debe apoyarse la sentencia"

Las reglas de la sana crítica son, para él ante todo, “las reglas del correcto
entendimiento humano. En ellas interfieren las reglas de la lógica, con las reglas de la
experiencia del juez. Unas y otras contribuyen de igual manera a que el magistrado
pueda analizar la prueba con arreglo a la sana razón y a un conocimiento experimental
de los casos. El juez que debe decidir con arreglo a la sana crítica, no es libre de
razonar a voluntad, discrecionalmente, arbitrariamente. Esta manera de actuar no sería
sana crítica, sino libre convicción. La sana crítica es la unión de la lógica y la
experiencia sin excesivas abstracciones de orden intelectual, pero también sin olvidar
esos preceptos que los filósofos llaman de higiene mental, tendientes a asegurar el
más certero y eficaz razonamiento"

Couture destaca la diferencia entre la sana crítica y la libre convicción pues este
último es "aquel modo de razonar que no se apoya necesariamente en la prueba que el
proceso exhibe al juez, ni en medios de información que pueden ser fiscalizado por
las partes. Dentro de este método el magistrado adquiere el convencimiento de la
verdad con la prueba de autos, fuera de la prueba de autos y aun contra la prueba de
autos"

El juez no está obligado a apoyarse en hechos probados, sino también en


circunstancias que le consten aun por su saber privado; y "no es menester, tampoco,
que la construcción lógica sea perfecta y susceptible de ser controlada a posteriori;
basta en esos casos con que el magistrado afirme que tiene la convicción moral de que
los hechos han ocurrido de tal manera, sin que se vea en la necesidad de desarrollar
lógicamente las razones que le conducen a la conclusión establecida".

La sana crítica y la lógica


Respecto de la relación entre la sana crítica y la lógica, Couture hace ver que las
reglas de la sana crítica consisten en su sentido formal en una operación lógica.

Existen algunos principios de lógica que no podrán ser nunca desoídos por el juez.
Así, nadie dudaría del error lógico de una sentencia en la cual se razonara de la
siguiente manera: los testigos declaran que presenciaron un préstamo en monedas de
oro; como las monedas de oro son iguales a las monedas de plata, condeno a devolver
monedas de plata.

Evidentemente, está infringido el principio lógico de identidad, según el cual una


cosa solo es igual a sí misma. Las monedas de oro solo son iguales a las monedas de
oro, y no a las monedas de plata. De la misma manera, habría error lógico en la
sentencia que quebrantara el principio del tercero excluido, de falta de razón suficiente
o el de contradicción.

Pero es evidente que la corrección lógica no basta para convalidar la sentencia. La


elaboración del juez puede ser correcta en su sentido lógico formal y la sentencia ser
errónea. Por ejemplo, un fallo razona de la siguiente manera: todos los testigos de este
pueblo son mentirosos; este testigo es de este pueblo; en consecuencia, ha dicho la
verdad.
El error lógico es manifiesto, pero desde el punto de vista jurídico la solución puede
ser justa si el testigo realmente ha dicho la verdad. Pero puede ocurrir otra suposición
inversa. Dice el juez: todos los testigos de este pueblo son mentirosos; este testigo es
de este pueblo; en consecuencia es mentiroso.

En este último supuesto los principios lógicos han sido respetados ya que el
desenvolvimiento del silogismo ha sido correcto. Pero la sentencia sería injusta si
hubiera fallado una de las premisas: si todos los hombres del pueblo no fueran
mentirosos, o si el testigo no fuera hombre de ese pueblo. Igual importancia asigna a
los principios de la lógica y a las reglas de la experiencia en la tarea de valoración de la
prueba ya que el juez no es una máquina de razonar, sino, esencialmente, un hombre
que toma conocimiento del mundo que le rodea y le conoce a través de sus procesos
sensibles e intelectuales.

La sana crítica y las máximas de la experiencia


La sana crítica es, además de lógica, la correcta apreciación de ciertas
proposiciones de experiencia de que todo hombre se sirve en la vida. Esas
conclusiones no tienen la estrictez de los principios lógicos tradicionales, sino que son
contingentes y variables con relación al tiempo y al lugar.

El progreso de la ciencia está hecho de una serie de máximas de experiencia


derogadas por otras más exactas; y aun frente a los principios de la lógica tradicional,
la lógica moderna muestra cómo el pensamiento humano se halla en constante
progreso en la manera de razonar. Lo anterior lo lleva a concluir que es necesario
considerar en la valoración de la prueba el carácter forzosamente variable de la
experiencia humana, tanto como la necesidad de mantener con el rigor posible los
principios de lógica en que el derecho se apoya.

Las llamadas máximas de experiencia Couture las define como "normas de valor
general, independientes del caso específico, pero como se extraen de la observación
de lo que generalmente ocurre en numerosos casos, son susceptibles de aplicación
en todos los otros casos de la misma especie"

Los principales elementos de la sana crítica razonada podemos mencionar los


siguientes:
1. Son juicios, esto es, valoraciones que no están referidas a los hechos que son
materia del proceso, sino que poseen un contenido general. Tienen un valor
propio e independiente, lo que permite darle a la valoración un carácter lógico.
2. Estos juicios tienen vida propia, se generan de hechos particulares y reiterativos,
se nutren de la vida en sociedad, aflorando por el proceso inductivo del juez que
los aplica;
3. No nacen ni fenecen con los hechos, sino que se prolongan más allá de los
mismos, y van a tener validez para otros nuevos;
4. Son razones inductivas acreditadas en la regularidad o normalidad de la vida, y,
por lo mismo, implican una regla, susceptible de ser utilizada por el juez para un
hecho similar;
5. Las máximas carecen de universalidad. Están restringidas al medio físico en
que actúa el juez, puesto que ellas nacen de las relaciones de la vida y
comprenden todo lo que el juez tenga como experiencia propia.

Digamos, finalmente, que por sus propias características a las máximas de experiencia
no les rige la prohibición común de no admitir otros hechos que los probados en el
juicio.

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