Porfirio Díaz
Porfirio Díaz
Porfirio Díaz
(José de la Cruz Porfirio Díaz Mori; Oaxaca, 1830 - París, 1915) Del nombre
de este militar y estadista mexicano procede la designación de todo un
periodo de la historia moderna de México: el Porfiriato (1876-1911). Y el
mismo sufijo ya sugiere lo que fue: una férrea dictadura personalista y
paternalista que reprimió toda oposición y anuló la libertad de prensa.
Porfirio Díaz
Como los monarcas del antiguo despotismo ilustrado, Porfirio Díaz pensaba
estar sirviendo a su país al dotarlo, después de medio siglo de guerras y
convulsiones, de la paz y de la estabilidad imprescindibles para el progreso
económico, social y cultural. Ciertamente logró, aunque a sangre y fuego, la
pacificación del país y su despegue en muchas áreas. Pero, hacia el final de
su mandato, su política había abierto una enorme brecha entre ricos y
pobres; y, en 1910, su decisión de mantenerse en el poder prendió la mecha
de la Revolución mexicana.
Biografía
Huérfano de padre desde los tres años, Porfirio Díaz ingresó en el Seminario
de Oaxaca para seguir la carrera eclesiástica, pero pronto cambió de opinión.
Cursó luego estudios de leyes en el Instituto de Ciencias y Artes, donde fue
discípulo del futuro presidente liberal Benito Juárez, quien impartía derecho
civil; en adelante sería seguidor suyo en lo político. El Instituto fue clausurado
por orden del presidente Santa Anna en 1854. Ese mismo año intervino en
la Revolución de Ayutla y apoyó al general Juan Álvarez para derrocar
a Antonio López de Santa Anna.
Apenas un año más tarde tomó de nuevo las armas contra la invasión
francesa (1862-1863) y la coronación de Maximiliano I (1864-1867) como
emperador de México. Fue jefe de brigada en Acultzingo en abril de 1862 y
ese mismo año participó en la batalla de Cinco de Mayo al lado de Ignacio
Zaragoza. En 1867 protagonizó una brillante acción militar en Puebla: tras
sitiar la ciudad, realizó un asalto sangriento y rápido contra las tropas del
emperador Maximiliano, que se refugiaron en los cerros de Loreto y
Guadalupe. Sin perder tiempo, avanzó hacia la capital de la República y la
tomó el 2 de abril de 1867, hecho que fue de gran trascendencia militar, pues
adelantó la caída del Imperio de Maximiliano y el triunfo de Juárez.
Todo ello fue posible porque Porfirio Díaz, ejerciendo su poder omnímodo,
había ido reduciendo las instituciones políticas liberales a una mera farsa
democrática: ordenó la eliminación de todos los adversarios políticos
posibles, y la prensa fue sometida o perseguida cuando intentaba
mantenerse independiente. Puede afirmarse que, a partir de 1890, Porfirio
Díaz gobernó al margen de la Constitución, y prescindió de la división de
poderes y de la soberanía de los estados. El Congreso, sumiso a sus deseos,
modificaba las leyes según sus caprichos y le confería facultades
extraordinarias a su conveniencia; existía un partido único y los sufragios
eran puro trámite.
La paz no fue total, pero Díaz consiguió mantener el orden mediante el uso
de la fuerza pública. Policías y soldados persiguieron lo mismo a los
bandoleros que a los opositores. Gracias a esa nueva situación de estabilidad,
aumentó la demanda de trabajo y se hizo posible el desarrollo económico; el
país contaba con recursos y los empresarios podían obtener buenas
ganancias.
Porfirio Díaz
Sin embargo, con el paso del tiempo se hizo evidente que la prosperidad era
sólo para unos pocos. Creció el descontento por la miseria en que vivía la
mayor parte de la población, y amplios sectores sociales tomaron conciencia
de que Díaz llevaba demasiado tiempo en el poder. Cada vez fue más difícil
mantener el orden: en los últimos años del Porfiriato reinó un clima de
represión en el que la fuerza de las armas se utilizaba con violencia creciente.
De ello dan muestra la torpeza con que se negociaron y la dureza con que se
reprimieron las huelgas de Cananea (1906), en Sonora, y de Río Blanco
(1907), en Veracruz, así como el modo en que se persiguió a los periodistas
que criticaban al régimen y a cualquiera que manifestara una opinión que no
fuese la oficial.
Logros e injusticias
México tuvo un crecimiento económico nunca visto, pero, como poca gente
tenía dinero para invertir o podía conseguirlo prestado, el desarrollo sólo
favoreció a unos cuantos mexicanos y a los extranjeros. Los capitales
foráneos, principalmente estadounidenses, pudieron cobrar la deuda
externa, pero también se hicieron con el control del petróleo y de la nueva
red ferroviaria con sus inversiones. La desigualdad entre los muy ricos, que
eran muy pocos, y los muy pobres, que eran muchísimos, abrió una profunda
brecha en la sociedad mexicana. El despojo de las tierras a los campesinos
indígenas en favor de los grandes latifundistas nacionales y extranjeros fue
sistemático; se formaron así enormes latifundios, los indígenas perdieron
muchas tierras, y la mayor parte de los habitantes del campo tuvieron que
ocuparse como peones en las haciendas.
Uno de esos líderes fue Francisco I. Madero. Había estudiado y viajado fuera de
México, pues venía de una familia de hacendados y empresarios, y no tenía
dificultades económicas. Madero fundó el partido Antirreeleccionista, del que
se postuló candidato; después se dedicó a viajar por todo el país para explicar
sus ideas políticas, algo que no se veía desde los tiempos de Juárez. Madero
se hizo muy popular y despertó grandes esperanzas de cambio.
El periodo de 1876 a 1911 está marcado dentro de la historia de nuestro país como
porfiriato, y se refiere al gobierno de Porfirio Díaz, quien ocupo la presidencia del país
durante el lapso antes mencionado, con la excepción de 1880 a 1884, donde el presidente
de la patria fue Manuel González. Pero a partir de 1884, y hasta el quinto mes de 1911, la
gran figura política nacional fue la del general Porfirio Díaz.
Esta etapa del país coincide con un momento particular del desarrollo capitalista que ha
sido llamado imperialismo. Este periodo, en un ámbito internacional, tuvo como principal
característica un nuevo tipo de colonialismo, en el cual los grandes países capitalistas de
Europa y Estados Unidos ya no se preocuparon por controlar de una manera directa el
resto del mundo, sino mediante la apropiación de los recursos naturales y su mano de
obra, por ejemplo la tierra, los minerales, los metales preciosos y la fuerza de trabajo entre
otras cosas más. El control que ejercieron estos países se hizo realidad a través de la
inversión de capitales en los países en vías de desarrollo o recién liberados de estructuras
de dominio colonial, lo que trago consigo importantes cambios, como el surgimiento de la
clase obrera en países industrializados aceleraron la producción y exportación de
alimentos y materias primas en los países que no eran participes de este desarrollo. Así los
países implementaron medidas económicas favorables al capital extranjero, lo que
finalmente los convirtió en países mono exportadores de café, carne, azúcar, trigo,
algodón y estaño entre otros.
En América latina este periodo tuvo como principal característica, que sus élites políticas
adoptaron, de manera entusiasta, las políticas de liberalismo y cambio de apertura de
mercados promovidos por los países metropolitanos. La producción de materias
primas para la exportación atrajo la inversión extranjera a la región. Los países de
Latinoamérica, México entre ellos, cubrieron las nuevas demandas que tenían los dueños
del capital, quienes se sirvieron de los estados nacionales para invadir la agricultura y
apoderarse de los principales recursos naturales. Para extraer las materias y facilitar la
introducción de los equipos y mercancías, el capital financiero estimuló la construcción de
puertos y ferrocarriles y, para que funcionara todo esto, de servicios públicos.
ASPECTO POLITICO
México estaba envuelto en una profunda crisis general, pero en especial económica a
causa de las diversas guerras que lo habían azotado; los caminos estaban plagados de
bandidos, la delincuencia en las ciudades a la orden del día, el trabajo escaseaba y las
inversiones extranjeras no arribaban a México ante la falta de garantías, tales como
seguridad y de más servicios.
Porfirio Díaz figuró como un protagonista central de tales disputas, al levantarse en armas
en dos ocasiones: una en 1871, en contra de la reelección del presidente Juárez con el plan
de la noria, movimiento que, a pocos meses, fue derrotado. Al morir Benito Juárez, en
1872, se registro una nueva disputa por el poder, saliendo victorioso Sebastián Lerdo de
Tejada. Al intentar éste reelegirse en 1876, Porfirio Díaz se levantó en armas, por segunda
ocasión, ahora con el plan de Tuxtepec, resultando vencedor.
En el 1876, a llevar a cabo el plan Tuxtepec, el general Díaz propuso como “Ley
suprema” de la nación el principio de la no reelección del presidente y gobernadores;
además, aseguró que él en ningún momento aspiraba a permanecer en el mando y que, al
obtener el triunfo, volvería “a la quietud del hogar domestico”. Pero no lo cumplió. Al
asumir por segunda ocasión la Presidencia de la república, en 1884, se reeligió de manera
ininterrumpida, hasta que una nueva revolución, la de 1910 lo obligó a renunciar y dejar el
país.
La reelección del general Díaz lo hizo ser el hombre más importante de México por
espacio de treinta años. En este tiempo sucedieron muchas cosas sobresalientes en el país:
se logró alcanzar la estabilidad política; se registró un extraordinario crecimiento
económico, disminuyó considerablemente la delincuencia y el bandolerismo casi
desapareció como fenómeno social. Pero a la par de estos grandes cambios a favor de la
patria, también hubo grandes abusos tales como: despojo de la propiedad
comunal indígena; se fortaleció el latifundismo; se reprimió con mano dura, mediante la
ley fuga o la pena de muerte, a quienes alteraran el orden público o se opusieran al
régimen; se ataco la libertad de prensa y la gran parte de la población se mantuvo en la
pobreza.
Al empezar el mandato del general Díaz la mayoría de sus colaboradores eran liberales,
pero al terminar el siglo XIX el llamado grupo de los “científicos” había alcanzado una
gran influencia dentro del mandato del general. Para los liberales su principal lema era la
libertad, pero para el grupo de los científicos era el progreso, este grupo ejerció una fuerte
influencia en el pensamiento del general, la filosofía del régimen fue el positivismo y su
lema “Orden y progreso”
En este periodo no se puede hablar de una democracia, ya que esta fue ficticia y la única
antirreleccionista era la muerte. Por su permanencia indefinida en el poder, el régimen
porfirista era, en los últimos años, un gobierno gerontocrático: la edad promedio de sus
ministros, senadores y gobernadores era de 70 años; hacia 1910, Porfirio Díaz tenía 80
años.
Fue tan firme su política en contra de la delincuencia o los disidentes que, ante la
noticia de un complot revolucionario en Veracruz, se le atribuye la orden de “mátalos en
caliente”; Pero Porfirio Díaz también fue un gran conciliador, pues lo mismo integró en su
gobierno a liberales que a conservadores, y fue capaz de convertirse en punto de equilibrio
entre posturas y anteriormente confrontados. Al gobierno del general Díaz también se le
atribuye la política de “pan y palo “, pan para el que trabaja, palo para el que se rebela.
ASPECTO ECONÓMICO
Para promover el crecimiento económico del país durante su periodo el general promovió
políticas liberadoras de la economía nacional y México mostró una gran apertura al capital
extranjero. Los principales países que trajeron su capital al país fueron: Inglaterra, con
concesiones mineras y administrando el Istmo de Tehuantepec, España con la industria
de hilados y tejidos, y por supuesto nuestro vecino del norte al cual se le dieron las
concesiones para la construcción de ferrocarriles. Este crecimiento económico no favoreció
a todas las regiones del país, era notorio que este crecimiento solo llego a las grandes
metrópolis tales como Guadalajara, Monterrey y por supuesto la capital del país, era
también notorio que las regiones del sur del país eran las que mostraban un mayor atraso.
En cuestión de números el avance económico era basto, para 1880 el total de las
inversiones extranjeras era de 110 millones de pesos, para 1910 dicho monto era de 3400
millones.
Las exportaciones aumentaron durante el periodo 600%. Este modelo económico, apoyado
en las inversiones extranjeras y orientado a satisfacer las demandas del mercado mundial,
es llamado por los economistas “dependiente” con “crecimiento hacia a fuera”, es decir,
que el resultado del crecimiento económico no es resultado del proceso de maduración de
las fuerzas productivas nacionales, sino de factores externos.
MODERNIZACIÓN DE LA INFRAESTRUCTURA
En 1876 México tenía aproximadamente 580 kilómetros de vías férreas; para 1884 se había
elevado a 5,731, en tanto que en 1910 el tendido ferrocarrilero alcanzaba ya los 24, 288
kilómetros. Con el ferrocarril las exportaciones a Estados Unidos se vieron notablemente
favorecidas: al finalizar el siglo XIX, alrededor del 70% del total de las exportaciones
mexicanas tenían como destino el vecino país del norte. Esto provocó una grave y notable
dependencia económica hacía el país de las barras y las estrellas, circunstancia que hizo
que Porfirio Díaz exclamara “Pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca de Estados
Unidos”
Las principales obras realizadas en México durante el mandato del General Díaz son las
siguientes: el gran canal del desagüe, el hospital general, el teatro general hoy bellas artes,
el palacio de correos entre otros. En esta época, la ciudad de México se confrontaba en
belleza con las mejores ciudades de Europa.
LATIFUNDIOS. BANCOS
El primero y más importante sector social del Porfiriato era el que estaba formado por los
latifundistas. Para los hacendados se promovieron diversas leyes que tendieron a eliminar
el límite a la propiedad privada y la obligación de sus propietarios de cultivar toda la tierra
poseída. En los primeros años del régimen, por ejemplo, las leyes de colonización
establecían un límite de 2,500 hectáreas a la propiedad individual, con el compromiso de
colonizarlas; en 1893, estas restricciones fueron eliminadas. A lo largo del tiempo las
haciendas fueron favorecidas. Se ha calculado por ejemplo, que en Chihuahua una persona
poseía 7, 000,000 millones de hectáreas; en Oaxaca. Otra persona poseía 2, 000,000 de
hectáreas; en Baja California cuatro personas poseían 11, 500,000 hectáreas, entre otros.
ASPECTO SOCIAL
Una de las principales características del sector campesino es la siguiente, el pago a los
campesinos se hacía por lo general, en dinero y especie esto último mediante las llamadas
tiendas de raya propiedad del hacendado. Mediante estas tiendas de rayas el
campesino tenía que recurrir al endeudamiento, este endeudamiento obligaba a los
campesinos a permanecer en las haciendas y con ello los hacendados tenían la garantía de
la mano de obra para su tierras. Además estas deudas eran hereditarias.
EDUCACIÓN Y CULTURA
Durante el Porfiriato más de diez millones de habitantes no sabían leer ni escribir, aunque
como en todos los aspectos del Porfiriato este sector también tenía claros y oscuros, como
se ha podido notar el sur del país era el más afectado y las grandes metrópolis
desarrollaron un gran índice de alfabetización.
El gobierno trato de hacer algo por la educación y por ello creó una serie de instituciones
que enlistare a continuación:
En 1891 creó el Consejo Superior de Instrucción Pública y en 1905 fue elevado al rango de
secretaría.
En 1910 Justo Sierra reunió las escuelas de especialidades y las organizó en una
Universidad Nacional.
John Kennth Turner México Bárbaro Estado de México, Ediciones Leyenda, 2006, p. 47
CRISIS POLÍTICA Y ECONÓMICA: CLUBES LIBERALES Y PARTIDO LIBERAL
MEXICANO.
EL esplendor del régimen porfirista lo podemos ubicar entre los años de 1890 y 1905.
Desde 1900 empezaron a organizarse círculos opositores a Porfirio Díaz, siendo los más
importantes los clubes liberales. Así, el primer Congreso Liberal , celebrado en San Luis
Potosí en 1901, solicitó el estricto cumplimiento de la constitución de 1857 de las Leyes de
Reforma.
Ante el auge de los clubes liberales, el régimen respondió con represión. Cárcel
persecución, destrucción de imprentas clausura de periódicos y espionaje fue parte de la
política aplicada hacia los opositores. Debido a la persecución de que eran objeto, los
principales promotores y organizadores de los clubes liberales, entre ellos los hermanos
Ricardo y Enrique Flores Magón, tuvieron que emigrar a Estados Unidos pero
continuaron trabajando de manera activa en contra de la dictadura de Porfirio Díaz. Como
resultado de sus trabajos, en 1906 formaron el partido Liberal Mexicano con el lema
“Reforma, Libertad y Justicia” y ejercieron un fuerte influencia en las huelgas de Rio
Blanco y Cananea. El programa de este partido plasmó demandas fundamentalmente
obreras, constituyéndose en el antecedente más importante del artículo 123 de la
constitución de 1917.
El Porfiriato fue un periodo de marcados contrastes. Dependiendo del sector que uno
analice, se puede llegar a conclusiones totalmente divergentes. El escritor estadounidense
John Kennet Turner, en 1911 por ejemplo señaló que para sus compatriotas que
emprendían negocios en México, el régimen de Díaz era “el más sabio, el más moderno y el
más benéfico sobre la faz de la tierra”, pero que, desde el punto de vista del mexicano
común, el gobierno de Díaz era “un tratante de esclavos, un ladrón, un asesino”, pues no
tenía misericordia ni impartía justicia, sólo se dedicaba a explotar a su población. Cierto es
que, para tener una opinión equilibrada sobre este periodo, debemos conocer sus claros y
oscuros, sus virtudes y defectos, sus logros y retrocesos.
Sin embargo, en no pocos casos, para los peones de las haciendas, los jornaleros del
campo, los mineros y los obreros fabriles, es decir, para la clase trabajadora, la paz social y
la estabilidad política de que tanto se vanagloria el régimen significaron arbitrariedades,
explotación, sometimiento y represión, particularmente cuando daban alguna señal de
protesta o rebeldía. Tales injusticias, permitidas y solapadas generalmente por los
prefectos políticos que eran autoridades locales, conformaron lo que se conoce como “la
leyenda negra” del Porfiriato y constituye uno de los lados oscuros.
Lo que para los hombres del régimen era motivo de orgullo, para un sector ilustrado de la
clase media era motivo de crítica e indignación. La prensa volvió a sus fueros y un sector de
jóvenes periodistas acusó a Porfirio Díaz de extranjerismo desmesurado, de vender la
patria a los extranjeros, de mantener a la población sumida en la pobreza y, sobre todo,
denunciaron la falta de libertad política.
En medio de grandes tensiones y conflictos llegó 1910, un año de grandes sorpresas para
los mexicanos de entonces: apareció el cometa Halley, se realizó la convención de los
clubes antirreleccionista, con bombo y platillo el régimen festejó el primer centenario de la
Independencia de México, se consumó la séptima reelección de Porfirio Díaz para
presidente de la República y, como resultado de esto último, inició un movimiento
revolucionario de largo alcance, en el mes de noviembre, que obligaría al anciano
presidente a dimitir del cargo e irse de México. Por ello es un año clave en la historia
nacional.
Benito Juárez
(San Pablo Guelatao, México, 1806 - Ciudad de México, 1872) Político liberal
mexicano, presidente de la República entre 1858 y 1872. Tras un periodo de
tres décadas en que el conservador Antonio López de Santa Anna había
dominado la vida política del país, Benito Juárez se esforzó en sus mandatos
en llevar a la práctica el ideario liberal, dictando leyes para hacer efectiva la
reforma agraria, la libertad de prensa, la separación entre la Iglesia y el
Estado y la sumisión del ejército a la autoridad civil.
Benito Juárez
Biografía
Hijo de Marcelino Juárez y Brígida García, matrimonio indígena de humilde
condición, Benito Juárez quedó huérfano siendo niño y cursó sus primeros
estudios en su pueblo natal. Tenía veinte años cuando ingresó en el Instituto
de Ciencias de Oaxaca, donde se licenció en derecho. Su preocupación por la
realidad social y en particular por la situación de los campesinos lo llevó a
adherirse a los ideales liberales que venían difundiéndose por América
desde la Revolución Francesa y a participar activamente en la política.
Benito Juárez
La ocupación francesa
Sin embargo, las graves dificultades económicas por las que pasaba el país
obligaron a Juárez a suspender el pago de la deuda externa. La medida
motivó la intervención armada del Reino Unido, España y Francia en 1861 y
sumió de nuevo al país en una tensa situación de guerra. Las promesas de
Juárez determinaron la retirada de las dos primeras potencias, pero Francia,
en connivencia con los conservadores, invadió México en 1863, y en 1864,
tras ocupar la capital, acabó por imponer al archiduque Maximiliano de
Austria como emperador de México.
Con el país empobrecido y desunido, fue reelegido por séptima vez en agosto
de 1867. Juárez restauró la República federal y dio vigencia a las leyes de
Reforma. Pero el último lustro de su vida política estaría marcado por
revueltas y conflictos de toda índole. Por una parte, proliferaban en México
brotes de bandolerismo y grupos guerrilleros revolucionarios, y por otra el
sistema constitucional, que se había impuesto tras arduas luchas contra las
poderosas fuerzas de la reacción, comenzaba a desacreditarse ante las
acusaciones de fraude electoral. Para colmar el vaso, el presidente inició
impopulares reformas con objeto de acumular en sus manos un mayor poder
ejecutivo.
Benito Juárez
https://www.biografiasyvidas.com/biografia/j/juarez.htm
Lo que no sabías de la
vida e historia de Benito
Juárez
Este político encabezó la reforma liberal y consolidó la
república de México actual.
por LaVerdad
20 de Marzo 2018 · 22:57 hs
CHILE
¡Por estás razones sigue con tu adicción al picante!
Un día como hoy, un 21 de marzo, pero de 1806 nació en San Pablo Guelatao, Oaxaca,
Benito Juárez, una de las figuras más populares y emblemáticas de la historia de todo
México y a sus 212 años de haber nacido te contamos lo que no sabías de la vida e
historia de este gran personaje.
Benito Juárez es una persona reconocida e importante en México, no solo porque aparece
en los billetes de 20 pesos, sino porque el Benemérito de las Américas, como se le
conoció, marcó un capítulo importante en lo que hoy tenemos como país.
Billete
de 20 pesos
Don Benito Juárez es reconocido como el padre del liberalismo mexicano y el gran
impulsor de las Leyes de Reforma, que separaron a la Iglesia del Estado, la antesala de
las instituciones civiles actuales.
Biografía de Benito Juárez
Su frase más famosa, "entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al
derecho ajeno es la paz”, la escribió en julio de 1867, después de cuatro años de lucha
contra la intervención francesa y el Imperio de Maximiliano.
Pero llama la atención que aunque sabemos que fue presidente de México, hace ya varios
años, hay cosas de su vida que no todos conoce.
Aquí te presentamos algunos datos curiosos que quizás no conocías del dos veces
presidente mexicano.
Nombre multiusos
El nombre de Benito Juárez ha sido usado para nombrar calles, capitales, ciudades,
municipios, ejidos, escuelas, teatros, universidades, restaurantes, unidades habitacionales y
hasta concursos de oratoria (Sentimiento Juarista), todo en honor a este gran personaje de la
historia de México.
Incluso hay una Avenida Benito Juárez en Nueva Delhi y hasta una cadena de
restaurantes colombianos con el nombre Benito Juárez Tex Mex. Legend.
Quintana Roo tiene un municipio con su nombre
Benemérito
La primera ocasión que Juárez recibió esta distinción fue a consecuencia de un decreto
promulgado el 1 de mayo de 1867 por el Congreso Nacional de Colombia, que declaró al
entonces presidente mexicano "digno del merecimiento del bien de América por la
abnegación y la incontrastable perseverancia desplegada en la defensa de la independencia
y libertad de su patria".
Se ganó el término de 'Benemérito' en otros países
Unos diez días después, el 11 de mayo de 1867, el Congreso de República Dominicana,
a petición del diputado Antonio Delfín Madrigal, reconoció a Juárez por su defensa de
México ante las tropas francesas, una “causa idéntica” a la de Santo Domingo, capital
dominicana, contra el imperio español.
“Las acciones del presidente Juárez servirán como ejemplo a las demás repúblicas
hermanas que quisiesen mostrar su simpatía por la causa de la libertad de México, a la que
no dudaba debía seguirse la de toda la América, de uno a otro extremo”, dijo en su
momento el legislador dominicano.
Amigos literatos
Benito Juárez se dio a conocer en muchas partes del mundo, lo que lo hizo acreedor de
teer en su correspondencia, cartas de miles de personas, algunas de ellas artistas
reconocidos como el caso del poeta, dramaturgo y novelista romántico francés Víctor
Hugo (autor de Los Miserables), que el 20 de junio de 1867, le escribió al entonces
presidente mexicano.
"Usted hizo tal cosa, Juárez, y es grande. Lo que le queda por hacer es más grande aún.
Escuche, ciudadano presidente de la República Mexicana. Acaba usted de vencer a las
monarquías francesas con la democracia. Usted les mostró el poder de ésta; muéstreles
ahora su belleza. Después del rayo, muestre la aurora. Al cesarismo que masacra, muéstrele
la República que deja vivir. A las monarquías que usurpan y exterminan, muéstreles el
pueblo que reina y se modera. A los bárbaros, muéstreles la civilización. A los déspotas, los
principios. ¡Que el violador de principios sea salvaguardado por un principio! ¡Que tenga
esa felicidad y esa vergüenza! Que el violador del derecho sea cobijado por el derecho",
pidió Víctor Hugo a Juárez.
Sin duda este dato es conocido por muy pocos, pero eso habla de lo grande que fue
el Benemérito de las Américas.
Dos días antes de que Víctor Hugo mandara la carta a Juárez, el 18 de junio de 1867,
Maximiliano De Habsburgo fue fusilado en el Cerro de las Campanas, Querétaro.
El Benemérito de las Américas tuvo una gran carrera profesional que lo llevó a ser
presidente, gobernador, ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, secretario de
Gobernación, senador, regidor, diputado federal y diputado local, pero tuvo una historia
familiar trágica.
Llegó a la ciudad de Oaxaca a los 12 años (en 1818) donde fue cobijado por Antonio Maza,
su futuro suegro, procedente del pueblo zapoteco San Pablo Guelatao.
Benito Juárez tuvo 12 hijos con Margarita, tres hombres y nueve mujeres, pero cinco
murieron a temprana edad. Los varones llevaron como nombre Benito Luis Narciso, José
María, quien murió a los ocho años, y Antonio, quien falleció cuando tenía un año.
Hijos de Benito
Juárez
Sus hijas fueron Manuela, Margarita, María Felícitas Teodora, María Guadalupe, quien
murió a los dos años, Soledad, Amada, María de Jesús, Josefa y Jerónima Francisca, quien
también falleció.
Aparte de los hijos procreados con Margarita Maza, Benito Juárez tuvo una compañera
previamente, Juana Rosa Chagoya, con quien procreó dos hijos: Tereso y Susana.
El único hijo varón sobreviviente del matrimonio Juárez Maza, Benito Luis Narciso
Juárez Maza, vivía de las apariencias, no era bueno para los negocios, no fue buen político
ni tampoco fue buen gobernador de Oaxaca, de acuerdo con sus biógrafos.
Peter Henderson, uno de los biógrafos del hijo del Benemérito de las Américas, escribió
que "carecía del talento necesario para llegar a ser un líder político importante".
Benito Juárez Maza fue gobernador por 7 meses en 1911 pero murió en el cargo a causa
de un paro cardíaco; es considerado el primer gobernador oaxaqueño de la Revolución
Mexicana
Su labor "más destacable" fue sofocar el levantamiento del cacique juchitecto José F.
Gómez, quién se levantó en armas contra Benito Juárez, de acuerdo con el Congreso de
Oaxaca.
https://laverdadnoticias.com/estiloyvida/Lo-que-no-sabias-de-la-vida-e-historia-de-Benito-Juarez-
20180320-0112.html