Filosofía de La Razón Erótica Erika Bermúdez PDF
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RESUMEN
La Razón Erótica es razón en virtud de la razón misma, es decir, por la índole de la razón, la
razón se convierte en erótica.
Palabras clave
Filosofía, razón, erotismo, realidad, sexo.
ABSTRACT
Erotic reason is reason under the virtue of the same reason, ie the nature of reason, the
reason becomes erotic.
From the philosophical thought of Bataille expressed in his book “The darkness does not
lie” (2002) Reason is understood and it is a means that defines other purposes and the limit
of violence and rape. It is conceived and thought in terms of exclusion, removal or with-
drawal, in a word, reasonable use of violence, which is, in turn, which deify Reason, just as
the limit.
Keywords
Philosophy, reason, sex, reality sex.
*
Filósofa titulada. Universidad del Atlántico.
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1
En El laberinto y la revolución, uno de sus ensayos sobre el marqués de Sade, citado por Pedro Gómez
Valderrama en GAITÁN DURÁN, SADE Y EL EROTISMO ABSURDO, en Boletín Cultural y Bibliográfico,
Número 30, Volumen XXI, 1992, disponible en www.lablaa.org/blaavirtual/publicacionesenbanrep/boletín/
boleti5/bol30/bol30.htm
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5
Ernst Tugendhat, Introducción a la filosofía analítica, Barcelona, Gedisa, 2003, p. 115.
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en que el mundo se nos abre en cada cosa y trae consigo la afirmación que
caso en las diversas formas del placer postula que el ser del hombre se deci-
o del dolor. En consecuencia, gracias de y se determina desde y por la razón.
al erotismo, antes que a un conocimien-
to del mundo accedemos a la posibili- Sin embargo, pese a que todo hombre
dad misma de que nosotros tengamos se tiene a sí mismo por racional y a
un mundo. que es considerado por los demás hom-
bres como tal, es un hecho que aunque
El erotismo, si es concebido como difícil de negar no es en sí mismo sufi-
aquel placer desprovisto de sentimien- ciente para explicar ni la racionalidad
to, encierra en sí mismo la dificultad misma ni la necesaria determinación de
de hallarle razón a una emoción tan la razón en el hombre. Situación que
intensa. Situación que supone la con- puede complementarse con una idea del
tradicción, oposición o negación entre hombre desde su sexualidad, o mejor,
aquél y una razón cualquiera, pues re- desde una sexualidad no vergonzosa.
sultan a todas luces dispares entre sí
en la medida en que el sujeto del ero- En este sentido, resulta claro que el
tismo es alejado por completo del su- sexo se manifiesta como representa-
jeto que la razón presenta como intui- ción de la experiencia mística (Batai-
do por él mismo. Con todo, no deja de lle) y en tal medida el erotismo ante-
ser cierto que es precisamente una cede al sexo desde siempre. Este saber
Razón Erótica la que añade al erotis- erótico primero (ars erótica), cimen-
mo su dimensión profunda, aunque la tado en un saber sexual (scientia sexua-
aparente diferencia de sus caracterís- lis), es, además de la experiencia na-
ticas, manifestaciones y expresiones tural del erotismo, el punto de partida
exige no esconder su honda relación. a partir del cual surge una razón eróti-
ca, nivel en el que supera lo empírico
Por otra parte, una Razón Erótica en- y lo inmediato de la experiencia sexual
tendida como rasgo característico de propiamente dicha.
lo humano, se constituye como aque-
llo sin lo cual resulta imposible pensar Precisamente, cabe postular la defini-
al hombre, en tanto ser hombre es ser, ción de la noción de “saber” y más es-
con absoluta necesidad, racional. La pecíficamente una definición de la no-
razón se postula, entonces, como de- ción de “saber sexual” dentro del ero-
terminación crucial para la naturaleza tismo. En esa dirección, saber es un
del ser humano de tal suerte que inda- término de práctica corriente en nues-
gar por la razón supone encontrar una tro lenguaje, de tal suerte que puede
respuesta frente a la cual todos esta- ser definido dentro de ese mismo uso
ríamos de acuerdo. En consecuencia, frecuente como “lo que es sabido, lo
la equivalencia entre ser hombre y ser que ha sido adquirido, un estado está-
racional es de tanta importancia que tico y una apropiación íntima, algo que,
puede ser vista como una y la misma se supone, no ha de ser olvidado ni
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perdido”6 . Sin embargo, ésta es sólo Ahora bien, un saber sobre el sexo
una primera aproximación al término siempre implica la disponibilidad o la
que nos permite precisar que dentro del capacidad de ejecutar los movimien-
saber que nos proponemos elucidar, tos o acciones oportunas en el momen-
esto es, dentro del saber sexual, prima to adecuado, sin que ello suponga la
una “apropiación” a nuestro juicio in- presencia constante en el individuo del
dividual, o mejor, subjetiva plenamen- sexo en su totalidad. Este saber sobre
te reflejada en la actividad erótica. A el sexo se entiende dentro del saber en
este respecto cabe postular la idea que general como un saber particular, par-
se expone desde Foucault sobre la dis- cial o un saber “acerca de”, y en tal
tinción entre sexualidad y sexo, en la medida debe expresarse que “el saber
cual prima para tales efectos la indivi- ‘singular´ es una idea filosófica”8 en-
dualidad: caminada hacia la no confusión de los
saberes singulares o parciales con gran-
Foucault establece una dife- des interpretaciones de verdades reve-
rencia entre el sexo y la ladas. Por tal razón, un saber sobre el
sexualidad. El sexo corres- sexo, un saber sexual, intenta ser algo
ponde al ámbito de lo ‘fami- más que un saber unificador de otros
liar’, y su práctica se vincu- saberes.
la a la ‘alianza matrimonial’,
con el propósito de ligar lo Desde el pensamiento de Foucault tam-
religioso a la obligación le- bién es posible esclarecer la noción de
gal del matrimonio de trans- saber (de una forma general) y, ade-
mitir la propiedad a partir de más, establecer la relación entre la
los vínculos de parentesco definición foucaltiana con la definición
engendrados a sus instancias propia de un saber sexual. Foucault,
(…) La sexualidad, en cam- nos dice:
bio, se sitúa por fuera de la
alianza matrimonial, y su A ese conjunto de elementos,
práctica, siempre individual, formados de manera singu-
es lo que ha permitido esta- lar por una práctica discur-
blecer una desvinculación siva y que son impensables
del sexo con respecto a las
para la constitución de una
obligaciones exigidas por la
ciencia, aunque no estén des-
alianza (…) La sexualidad es
tinados necesariamente a
algo que concierne a la esfe-
constituirla, se lo puede lla-
ra de lo individual; se rela-
mar saber. Un saber es aque-
ciona con los placeres priva-
llo de lo que se puede hablar
dos y ocultos7 .
6
Beillerot, Blanchard-Laville & Mosconi. Saber y relación con el saber. Buenos Aires: Paidós. 1998, p.21.
7
ALBANO, Sergio, Michel Foucault. Glosario de aplicaciones, Buenos Aires: Quadrata, 2005, p. 125.
8
Beillerot, Blanchard-Laville & Mosconi, Op. Cit, p. 31.
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9
Michel Foucault, Arqueología del saber, Madrid, Ediciones La Piqueta, 1991, p. 56.
10
ALBANO, Sergio, Op. Cit, p. 126.
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11
BATAILLE, Georges, La Oscuridad no miente. Madrid, Taurus, 2002 p. 20.
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