Enfoque Funcionalista Cristiane Nord

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Capítulo noveno

Procedimientos de traducción

1
Tras comentar la importancia de una concepción global
del texto en la que cada elemento adquiere una pertinencia y
una función como resultado de sus relaciones con los demás
elementos que lo rodean, veremos en este capítulo algunas
estrategias con las que el traductor intenta hacer
corresponder y recrear en su traducción las fuerzas y los
equilibrios que estructuran el texto original.
Para ello pararemos de la obra publicada en 1958 por
Jean-Paul Vinay y Jean Darbelnet, Stylistique comparée du
françáis et de l'anglais, donde se definieron una serie de
procedimientos técnicos de traducción y se clasificaron los
siete básicos según un orden creciente de elaboración
discursiva. Nosotros utilizaremos esos siete procedimientos
básicos, de carácter morfosintáctico, además de otros tres,
que estos autores mencionan sobre todo al referirse al plano
semántico.
Como hemos visto en el capítulo 7, estos "procedimientos
de traducción" han suscitado, entre otras, dos importantes
críticas: la de constituir simples constataciones a
posteriori más que reglas de traducción a priori y el énfasis
que conceden a la lengua en detrimento del discurso.
Estas críticas tienen su parte de razón: pero si bien es
cierto que, ante un problema determinado, saber —en caos de
que se sepa— que tiene que llevarse a cabo una transposición
o una modulación no garantiza en absoluto el resultado de la
traducción, también lo es que el hecho de establecer ciertos
paralelismos, ciertas conexiones, entre las lenguas ayuda a
arrojar una luz sobre las posibles soluciones a los problemas
concretos. La comparación en el plano más abstracto de las
lenguas constituye un paso previo para la transferencia en el
plano más específico de los textos y las situaciones y sirve
para poner de manifiesto todo lo que separa los diferentes
sistemas lingüísticos.
El hecho es que, a partir de Vinay y Darbelnet, estos
conceptos han pasado a formar parte de la reflexión sobre
la traducción. Se ha discutido mucho si algunos de ellos
(en especial, los llamados procedimientos de traducción
directa) pueden o no ser considerados procedimientos de
traducción. Algunos autores no consideran traducción la
conversión de «I've left the book on the table» en «He
dejado el libro sobre la mesa». Creemos que se trata de un
problema de nomenclatura que, en todo caso, pone de
manifiesto una noción demasiado reduccionista de lo que es
la traducción.
Otros autores, por su parte, han añadido procedimientos
nuevos o desglosado los antiguos; Peter Newmark, por ejemplo,

2
reseña una veintena, aunque juzga aprovechables por parte del
traductor unos catorce.214
En cualquier caso, nosotros hemos aprovechado los
procedimientos enumerados por Vinay y Darbelnet para, a
partir de la definición original, reflexionar sobre algunas
nociones teóricas relacionadas con ellos, comentar la
pertinencia de su aplicación práctica y proponer algunas
soluciones para determinados escollos que parecen presentarse
de modo recurrente en las traducciones.

Préstamo
Definido por Vinay y Darbelnet como «palabra que se
toma de una lengua sin traducirla 215 », el préstamo da fe de
un vacío léxico en la lengua de llegada; por ejemplo, en el
caso de una técnica o un concepto nuevos. Con frecuencia,
estos términos extranjeros entran en la lengua a través de
obras traducidas. Una distinción útil es la que se ha hecho
entre «extranjerismo» y «extranjerismo naturalizado»
(préstamo). La palabra extranjera tiende, en un primer
momento, a permanecer inalterada y puede sufrir luego una
adaptación fonética y morfológica. Respecto al préstamo
naturalizado, cuando dicha naturalización se produce ante
una laguna lingüística en la lengua receptora, no cabe duda
de que constituye una forma de enriquecimiento del idioma.
Por lo que debe hacerse también la distinción entre
préstamo necesario y préstamo innecesario.
En el ámbito de la terminología informática abundan los
ejemplos de anglicismos puros y anglicismos adaptados. Por
ejemplo, «bit», «byte», «chip», «pixel» o «plotter» han
pasado claramente al castellano, sin que hayan arraigado las
respectivas alternativas; en cambio, «diskette» o los verbos
«forma», «initialize» y «reset», se han asimilado en
«disquete», «formatear», «inicializar» y «resetear»..
Encontramos también en este ámbito terminológico todo
tipo de situaciones intermedias. Con « interface», se oscila
entre «interface» e «interfaz»; con «sort», entre «ordenar,
clasificar», «hacer un sort» y «sortear»; con «indent», se
tiende más hacia el préstamo innecesario, «indentar,
indentado» a pesar de la existencia de «sangrar, sangrado»;
con «software» y «hardware», las formas propuestas en

214
Peter Newmark,.A Textbook of Translation, Nueva York/Londres, Prentice Hall, 1988, pp. 68-93.
215
Jean-Paul Vinay y Jean Darbelnet, Stlylistique comparée du franjáis et de l'anglais, París, Didier, 1977. ed. rev. y
corr., p. 8: «mot qu'une langue emprunte á une autre sans le traduire».

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castellano («soporte lógico» y «soporte físico, entre otras)
han tenido algo más de éxito, aunque ninguna de ellas figura
en la edición de 1992 del diccionario de la Academia216.
Pero no sólo en el campo científico y técnico: en muchos
otros, el traductor puede encontrar una multitud de
situaciones en las que el anglicismo, puro o adaptado, con
mayor o menor grado de corrección lingüística, constituye una
opción válida, a veces la mejor o, a veces, la única. Sin
embargo, lo cierto es que los anglicismos se toleran mejor en
un texto que se lee como si no fuera una traducción. Hay, de
hecho, un doble rasero en cuanto a la lectura de los textos:
lo que se permite como licencia en un texto original se
percibe como incorrecto si se sabe que el texto es una
traducción.
Un caso límite en la introducción de extranjerismos,
puros y adaptados, sería la creación de una lengua híbrida y
críptica, pertinente en el marco de su contexto específico,
aunque no por ello deje de producir reacciones encontradas,
como el ejemplo de crónica deportiva de un diario cubano
citado por Emilio Lorenzo:

en el sexto inning le dieron un roller entre tercera y short,


que fue el primer single del juego [...]. Los del Marianao
batearon mucho más, pero anoche tanto los outfielders como los
infielders realizaron magníficas cogidas[...]. Formental bateó
un roller por el box [...]. Era un hit con todas las de la ley
[...]; la cuarta entrada que abrió Pearson con hit de Soller
por el center. León bateó duro y dio un flay al short. Estando
Cabrea al bate, Pearson se robó la segunda217.

El traductor, por lo general no puede permitirse estas


libertades. Leído como original, este fragmento produce
asombro en un lector no familiarizado con el béisbol, deporte
popularísimo en Cuba; leído como traducción, desencadena un
alud de comentarios sobre la incompetencia del traductor.
Al margen de los usos más o menos específicos del
lenguaje —donde puede haber arraigado con fuerza—, el
extranjerismo debe manejarse con precaución, puesto que
resulta extremadamente fácil que sea percibido como superfluo
por parte del lector. Por ello, el consejo general que da
García Yebra a los traductores en relación con el
extranjerismo es «evitarlo siempre que sea posible». 218 Si el
contexto no aclara de modo suficiente su significado, es

216
Véase, para el caso de la terminología informática. Guadalupe Aguado, Diccionario comentado de terminología
informática. Madrid. Paraninfo, 1994.
217
Emilio Lorenzo, «El anglicismo en la España de hoy», en El español de hoy, lengua en ebullición, Madrid, Gredos,
1980, 3a ed., p. 97.
218
Valentín García Yebra, Teoría y práctica de la traducción, Madrid, Gredos, 1982, vol. 1, p. 340.

4
posible recurrir a algún tipo de explicitación, ya sea en
forma de nota o de aclaración en el propio texto, aunque
siempre teniendo en cuenta los conocimientos del lector a los
que se dirige el texto.
El siguiente paso del extranjerismo puro en la lengua
que lo acoge es la naturalización. Muchos extranjerismos son
fáciles de naturalizar, como «quasar», «cuásar», o «Big
Bang», «Gran Explosión». En este último caso, si bien el
anglicismo está muy extendido, la versión traducida del
término tiene la ventaja de corresponderse perfectamente con
«Big Crunch», «Gran Implosión», un término menos extendido y,
por lo tanto, menos comprensible.
En ocasiones se producen adaptaciones erróneas en el
proceso de naturalización, y el resultado es un cruce léxico.
Las causas suelen ser la familiaridad con el idioma
extranjero, los hábitos lingüísticos de una comunidad
determinada, la semejanza morfológica o la simple ignorancia:
«automation», «automación» en lugar de «automatización»;
«deconstruction», «deconstrucción» en lugar de
«desconstrucción».
Son muchos los traductores (como también muchos los
autores) que utilizan los extranjerismos y los préstamos para
proporcionar al texto una nota de color local. Esta opinión
es la postulada de modo radical por George Moore, tal como la
recoge Alfonso Reyes:

Ciertos sustantivos, por difíciles que sean, deben conservarse


como en el original: no hay que transformar las verstas: en
kilómetros, ni los rublos en chelines o en francos. Yo no sé lo
que es una versta ni lo que es un rublo, pero cuando leo estas
palabras me siento en Rusia. Todo proverbio debe dejarse en su
forma literal, aun cuando pierda algo de sentido; si lo pierde
del todo, entonces habrá que explicarlo en una nota. 219

Este punto de vista, como reconoce el propio Reyes,


tiene sus limitaciones; pero, seguido con moderación, son
muchos los traductores que lo aplican a medidas;
tratamientos, monedas y demás elementos de marcado contenido
cultural. La salvedad de la moderación no debe pagarse por
alto, pues en ocasiones, como se ha dicho, el uso de
extranjerismos puros puede resultar innecesario y tener
efectos contraproducentes.

el folklore y las costumbres de tártaros y turcomanos

Ni pensar en el bridge, con el estado de irritación

219
Alfonso Reyes, «De la traducción», en La experiencia literaria, Barcelona, Bruguera, 1986. p, 155.

5
No era ingenioso, ni campeón de croquet, ni poseía
poderes hipnóticos, ni sabía cómo organizar un teatro
amateur
Tanto en «folklore», como en «bridge» y en «croquet»,
las cursivas son completamente innecesarias: esas palabras
estaban asimiladas al castellano en el momento (principio de
los ochenta) de la traducción de los cuentos de Saki de los
que están extraídos estos ejemplos (Cuentos de humor y
horror). En el caso de «amateur», parecen preferibles otras
soluciones que eviten el extranjerismo («una función de
teatro de aficionados», «una función improvisada de teatro»).
El intento de resaltar el tono local de un texto se
lleva a cabo aumentando la distancia entre la obra y el
lector de la traducción, pero se trata de una distancia, como
acaba de verse, que hay que mantener en los lugares
adecuados. Si bien podría llegarse a un relativo acuerdo
sobre si el hecho de mantener las millas o las pulgadas en
tal o cual texto inglés constituye o no una opción válida por
parte del traductor, ¿qué ocurriría si nos encontráramos con
un personaje que tuviera 104 grados de fiebre o estuviera a
180 sobre 110 de presión?
Todo traductor traza una línea imaginaria que separa los
rasgos socioculturales foráneos que mantiene en una
traducción determinada y los que no mantiene. Así, si bien es
raro que alguien se dedique a cambiar sistemáticamente en las
novelas norteamericanas la numeración de las plantas de los
edificios con el pretexto de que en Estados Unidos la planta
baja es el primer piso, no lo es tanto que se modifiquen, por
ejemplo, los nombres comerciales de medicamentos que tienen
diferente denominación a ambos lados del Atlántico.220
Por otra parte, suele verse en algunas traducciones del
inglés un caso especial de uso desafortunado de los
extranjerismos. Nos referimos a aquellos que proceden de una
tercera lengua extranjera, sobre todo, del francés. En
efecto, es posible encontrar con cierta frecuencia en los
textos ingleses palabras o expresiones del estilo de «béte
noire», «coup d'état», «coup de grâce», «engagé», «en
masse», «en passant», «fin-de-siècle», «naïf», «nouveau
riche», «par excellence» o «petit bourgeois», entre muchas
otras. Aparecen en las traducciones en cursiva: el traductor
ha pasado sobre ellas sin tocarlas, opinando sin duda que su
labor se refería únicamente al inglés. Nada más lícito que
recurrir a todos los medios posibles para dotar al texto de

220
El libro de Ramón Sol, Manual práctico de estilo, Barcelona, Urano, 1992, ofrece en varios lugares algunas pautas
sobre este delicado tema de las adaptaciones y las aclaraciones.

6
su sabor local; ante determinadas palabras en un tercer
idioma —en este caso, el francés—, el traductor puede
exclamar, como hace Enrique Jardiel Poncela en sus Lecturas
para analfabetos: «y conste que dejo los nombres en francés
para hacer ambiente». El caso es que algunas palabras o
expresiones, como las que acabamos de citar, producen en
castellano un efecto perverso. Las relaciones entre idiomas
no son intercambiables. El peso de la lengua francesa en el
seno de la inglesa es muy diferente del que tiene en la
castellana. Y, si bien es cierto que el uso en inglés de
palabras o locuciones como las citadas no está exento de
cierta carga de pedantería, esta carga es mucho mayor en
castellano, por lo que muchas veces se corre el riesgo de
superar el umbral de lo aceptable.
la tarea anual de justificar la raison d'étre de la agencia de
una manera convincente

Nuestra única oportunidad es que nuestra defunción no sea un


fait accompli. [Una nota de la traductora traduce: hecho
consumado.]

se hallaban en route hacia el recinto


El hombre tiene élan
¿Y qué pasaría si se descubriera su affaire con Eleanor?

En realidad, estos extranjerismos suelen ser, a pesar de


las apariencias, palabras inglesas (muchas veces la marca de
la naturalización es la pérdida de los acentos) y su carta de
ciudadanía en la lengua es su aparición en diccionarios como
el Webster's Third New International o el New Shorter Oxford
English Dictionary. Por ello, ante palabras y expresiones
francesas, el traductor de textos ingleses debe ser
especialmente cuidadoso, pues, a diferencia de palabras de
otros idiomas, su no traducción estará mucho menos
justificada. En ocasiones, una estrategia adecuada ante estas
expresiones —además de la traducción al castellano— puede
ser transformar el galicismo en latinismo, como en el caso de
«après coup» por «a posteriori», «par exemple» por «verbi
gratia», « à volonté» por «ad líbitum» o «avant la lettre» por
«ante litteram».
Debe tenerse también en cuenta que la presencia en
inglés de extranjerismos, ya sea procedentes del castellano o
de una tercera lengua, puede estar ligada a la alusión de
referentes culturales muy concretos o a su uso en el contexto
de lenguajes específicos, como es el caso del italiano en
música o del alemán en filosofía. Empleados con intención

7
irónica fuera de ese contexto, el efecto puede ser notable.
En el siguiente ejemplo, procedente (como los cinco
anteriores) de la traducción de la novela La fundación
musical de Paul Micoux, el cónsul francés descubre en el
curso de una recepción diplomática a sus dos hijas
adolescentes en la cama con el protagonista, 0'Connor, de
quien se afirma:
0'Connor estaba a merced de una constitución emocional que
llegaba a paralizarse al menor faux pas, y mucho más en el caso
del Gotterdammerung de un paso en falso como el que acababa de
dar.

Sin embargo, hay que hacer de nuevo una doble llamada a


la precaución. En primer lugar, porque, si se decide utilizar
el extranjerismo, hay que comprobar que su grafía sea la
correcta «Gotterdämmerung»). 221 Y, en segundo lugar, porque
podría suceder que en el proceso de importación se hubieran
introducido significados nuevos, como ocurre, en inglés, con
estas palabras tomadas del castellano: «cafetería»
(restaurante o comedor con autoservicio), «macho»
(agresivamente viril), «sombrero» (sombrero mejicano) o el
derivado «quixotic» (idealista o poco práctico; pero también
fantasioso o extravagante, sin la connotación de fracaso
irremediable); o, a la inversa, en castellano, con «footing»,
«hall», «nursery». «panty» o «smoking», por ejemplo. Las
palabras francesas «ménu», «bureau» o «entrée» han pasado al
inglés y al castellano con significados diferentes: la
primera es en inglés la carta, no los platos del día; la
segunda, en inglés estadounidense, una cómoda, no un
escritorio; y la tercera significa «entrada» en inglés
británico y «plato fuerte» en inglés estadounidense.

Calco

221
Aquí se plantea un problema adicional, el de elegir género gramatical en castellano para una palabra extranjera.
¿Debe mantenerse el género del idioma original? (Y, ¿qué hacer entonces con las palabras neutras procedentes de idiomas
que permiten esa distinción?) Una solución coherente parece ser elegir el género de la traducción más ajustada al
castellano de la palabra o expresión en cuestión En el caso de «Gotterdammerung», pues, por más que en alemán todas las
palabras acabadas en «-ung» sean femeninas, habría que optar en la traducción por el masculino («el crepúsculo de los
dioses»)
En relación con la elección del género gramatical, también pueden surgir dudas ante marcas o nombres propios
lexicalizados. De nuevo, lo más sencillo parece ser aplicar el género del sustantivo elidido: los (fusiles) Kaláshnikov, las
(sondas) Voyager.

8
Para Vinay y Darbelnet, el calco es una clase de
préstamo en la cual «se toma prestado de la lengua extranjera
el sintagma, pero se traducen literalmente los elementos que
lo componen». 222 Vinay y Darbelnet distinguen entre el «calco
de expresión», cuando so respetan las estructuras sintácticas
de la lengua de llegada (week-end, «fin de semana»), y el
«calco de estructura», cuando la construcción sintáctica es
novedosa en la lengua de llegada (science-fiction, «ciencia
ficción»).
El calco es uno de los recursos para evitar el
extranjerismo y contribuye tanto como el préstamo
naturalizado a enriquecer la lengua que lo recibe. Hablando
de la función enriquecedora de la importación de palabras,
Emilio Lorenz o cita una frase de Unamuno: «Meter palabras
nuevas, haya o no haya otras que las remplacen, es meter
nuevos matices de ideas».223
A diferencia del préstamo, que es usa adaptación fónica
y morfológica, el calco es una construcción. Así, «football»
sería un extranjerismo puro: «fútbol», un préstamo o
extranjerismo adaptado); y «balompié», un calco. Se trata de
una distinción útil, aunque no es seguida de un modo general,
y muchas obras utilizan el concepto general de anglicismo.
Por otra parte, en el ámbito específico de la traducción
se utiliza el término «calco» con otro significado, que ya le
dieron Vinay y Darbelnet. Para los traductores, el calco,
como el célebre personaje de Robert Louis Stevenson, tiene un
segundo aspecto que hay que evitar a toda costa, puesto que
puede representar «la expresión más concreta de la
abominación de la desolación»224
Nos referiremos a esta última categoría, una fuente
constante de quebraderos de cabeza para quienes, de un modo u
otro, están relacionados con la práctica de la traducción. En
realidad, considerado como importación de elementos foráneos
que resultan discordantes en la lengua receptora, el calco
puede producirse en todos los niveles, desde el tipográfico
hasta el sintáctico. Trataremos a continuación los calcos
léxicos, los calcos ortográficos, los calcos tipográficos y
los calcos sintácticos.

222
Jean-Paul Vinay y Jean Darbelnet, Stylistique comparée du français et de l'anglais, París, Didier, 1977, ed. rev. y
corr., p. 47: «on emprunte a. la langue etrangére le syntagme, mais on traduit littéralement les éléments qui le composent».
223
Emilio Lorenzo, «EI anglicismo en la España de hoy». en El español de hoy, lengua en ebullición. Madrid, Gredos,
1980, 3ª ed., p. 99.
224
Jean-Paul Vinay y Jean Darbelnet, Stylistique comparée du francais et de l'anglais, París, Didier. 1977, ed rev. y
corr. , p 48: l'expression la plus concrete de l'abomination Ge la désolation»; es decir, citando el Evangelio de Mateo
(24.15), el summum de los males.

9
El calco léxico o paronímico 225 es el resultado de una
correspondencia equivocada entre dos palabras que tienen una
forma o una etimología similares, pero que han evolucionado
diferentemente en sus respectivas lenguas hasta adquirir
significados muy distintos. Este fenómeno de desplazamiento
semántico no sólo se manifiesta en el trasvase entre lenguas,
también ocurre diacrónicamente dentro de una misma lengua, a
lo largo de su proceso de evolución.
La ilusión de correspondencia puede ser total («candid»,
«franco»; «celebrated», «célebre»; «deposition»,
«destitución; descendimiento»; «disarray», «desorden»;
«fastidious», «puntilloso»; «intoxicating», «embriagador»;
«petrol», «gasolina»; «renovations» «reformas»; «silicon»,
«silicio»; «trampoline», «cama elástica»)o parcial («actual»,
«actual/real»; «área», «área/zona»; «assist»,
«ayudar/asistir»; «assume», «suponer/asumir»; «cavity»,
«cavidad/caries»; «concrete», «concreto/hormigón»; «copy»,
«copia/ejemplar»; «dramatic», «dramático/drástico»; «drug»,
«droga/fármaco, medicamento»; «evidence», «evidencia/pruebas,
señal» «law», «ley/Derecho»; «misery», «miseria/sufrimiento»;
«publican», «publicano/tabernero»; «rare», «raro/escaso»;
«real», «real/verdadero»; «tutor», «tutor (profesor de
universidad)/preceptor»).
Supera por completo los límites de esta obra ofrecer una
relación, aunque sea sucinta, de las principales palabras que
pueden dar lugar a calcos paronímicos. 226 De todos modos,
presentamos continuación algunos ejemplos para dejar
constancia de la magnitud de los peligros que entrañan estas
«amistades peligrosas».
Positioning the lips is a problem that recurrently challenges
the ingenuity of the embalmer.

En esta frase, la palabra «ingenuity», puede hacer


incurrir traductor inexperto o apresurado en un calco
paronímico, puesto que a pesar de su parecido morfológico con
«ingenuidad», en inglés significa «ingenio, ingeniosidad».
225
Estos calcos suelen llamarse, con un calco del francés, «falsos amigos» (faux-amis) La expresión ««calco paronímico»
hace referencia al calco por paronimia, es decir, por semejanza etimológica o formal. Otras posibilidades para huir de este
calco tan extendido en las obras sobre traducción son «parónimo léxico» o «parónimo» a secas.
226
Existen en el mercado algunos diccionarios de parónimos, que más que como obra de consulta ante un problema
concreto —para eso estarían los diccionarios monolingües y bilingües— pueden servir como obra de lectura y
recordatorio. Citaremos sólo dos de ellos: Miguel Cuenca Villarejo, Diccionario de términos equívocos, Madrid,
Alhambra, 1989, y Robert J. HiIl,A Dictionary of False Friends Londres, Macmillan, 1982. Asimismo, los diferentes
libros de estilo de agencia periódicos contienen listas de los anglicismos más frecuentes y los modos evitarlos. Por otra
parte, acaba de aparecer una nueva y utilísima obra de Emilio Lorenzo, Anglicismos hispánicos, Madrid, Gredos, 1996,
dedicada a los préstamos y calcos del inglés, y con amplio catálogo con una pequeña explicación en cada una de las
entradas. Otras obras importantes sobre el tema de los anglicismos han sido el Diccionario de anglicismos de Ricardo
Alfaro (Madrid, Gredos, 1964, 2ª ed.) o los libros de Chris Pratt, El anglicismo en el español peninsular contemporáneo,
Madrid, Gredos, 1981, y del propio Emilio Lorenzo, El español de hoy, lengua en ebullición, Madrid, Gredos, 1966.

10
La colocación de los labios es un problema que desafía una y
otra vez la habilidad del embalsamador.

A veces el calco paronímico se produce porque, entre dos


palabras emparentadas etimológicamente en castellano pero con
una leve diferencia de significado, se elige la que no es
permanente. Es una confusión como la que, por ejemplo, se
produce con cierta frecuencia entre «israelita» e «israelí»
En la frase siguiente, el error surgió en relación con
«catalytic» y la traducción automática «catalíticas»
Set in the contexts of various mediums, the dialogue provoked
between objects within series and the interaction of series to
series, plus the role of selected catalytic works should
provide insight into the workings of Miró's creativity.
Situado en los contextos de diferentes medios, el diálogo
entablado entre objetos dentro de las series y la interacción
de las propias series, así como el papel de las obras
catalizadoras seleccionadas, proporcionarán una clara
perspectiva de los mecanismos de la creatividad de Miró.

Lo mismo ocurre con la palabra «allegory» en la


siguiente frase que se refiere a la interpretación abusiva
que han sufrido algunas obras canónicas a lo largo de la
historia.
It had happened, with classical allegory, in the case of the
Homeric text, and it could not but have happened in the
patristic and scholastic periods with the Scriptures, as in
Jewish culture with the interpretation of the Torah.
Ha sucedido, con el alegorismo clásico, en el caso de los textos
homéricos, y no podía dejar de ocurrir en los períodos
patrístico y escolástico con las Escrituras, así como en la
cultura judía con la interpretación de la Torá.

Es posible también que el error proceda del calco de la


categoría gramatical En el siguiente ejemplo, se tradujo
"Noah sacrificed» por «Noe se sacrificó», es decir, un verbo
por un verbo.

Noah sacrificed to God, who promised never again to curse the


earth on account of man or to kill every living creature.

En un trabajo con alumnos de traducción, el calco


paronímico se produjo porque una estudiante, al no encontrar
un objeto directo en la frase inglesa, dedujo que «sacrifice»
debía utilizarse en la forma pronominal. Una versión más
aceptable es:
Noé ofreció un sacrificio a Dios, quien prometió no volver a
maldecir la tierra por culpa del hombre ni a matar otra vez a
todos los seres vivos.

11
Un caso más problemático de lo que habitualmente se cree
es el de las palabras «billion» y «trillion», respecto a las
cual suele indicarse su diferente significado en el uso
norteamericano (10 9, mil millones; l012, un billón) y el uso
británico (1012, un billón; 1018, un trillón). Cuando el
traductor encontraba una de estas palabras, desconocía el
origen del texto y el análisis semántico no le permitía
llegar a ninguna conclusión clara, solía buscar marcas
ortográficas que revelaran su procedencia. Sin embargo, a
partir de los años setenta, se ha ido unificando el uso
británico con el uso norteamericano y, aunque las antiguas
acepciones siguen estando muy extendidas (sobre todo, en el
uso popular), es cada vez más frecuente encontrar en textos
británicos el uso estadounidense. Recientemente la Academia
ha admitido la voz «millardo» como equivalente de «mil
millones».
Aprovecharemos este caso de divergencia en la norma del
inglés de Estados Unidos y Gran Bretaña para insistir, esta
vez con ayuda de un ejemplo, en el peligro que encierran para
el traductor estas variaciones, que pueden dar lugar a
errores de consideración; sobre todo, si al desconocimiento
de la variación lingüística se añaden las prisas o la falta
de conocimientos enciclopédicos.227 El siguiente ejemplo es un
caso claro que contiene la posibilidad de un error
monumental.

This god, represented as a bearded man with a corn modius


(measure) on his head, was a conflation of Egyptian and Greek
ideas which had wide appeal and those cult, under Rome, spread
as far as Roman York.

La posibilidad de error procede aquí del posible


desconocimiento del diferente significado de »corn» en inglés
británico («trigo») y en inglés estadounidense («maíz»). La
incongruencia en un texto que habla de los siglos IV y III
a.C., puede quedar oculta si el traductor (o el lector)
desconoce el origen americano del maíz.
Este dios, representado por un hombre barbado con un modio de
trigo sobre la cabeza, supuso una fusión de ideas egipcias y
griegas que gozó de gran aceptación, y su culto, bajo la
dominación de Roma, se extendió hasta la ciudad de York.

Volviendo al tema del apartado, un tipo de calco


incorrecto que abunda en las traducciones y que quizá merezca
ser tratado de un modo especial es el calco ortográfico, que

227
La primera vez que, en una traducción para un periódico, el autor de estas líneas se encontró con la diferencia
semántica de «billion», estaba tan sumergido en el «modo británico» que tradujo «billions» por «billones», sin atender al
nivel semántico ni percatarse de la magnitud del error, puesto que el texto hablaba de la población mundial.

12
suele aparecer en la transcripción de antropónimos, topónimos
y gentilicios. A menudo se copian irreflexivamente
convenciones de transcripción de la lengua de partida que
carecen de sentido en la lengua de llegada. Se trata de una
de esa clase de problemas donde el traductor tiene que
consultar varias fuentes, analizarlas críticamente y extraer
conclusiones acerca de su grado de exhaustividad y
fiabilidad.
En lo referente a los antropónimos,228 el libro de estilo
de El País proporciona una serie de pautas para nombres
propios procedentes de diversos idiomas. La división
fundamental es la que debe hacerse entre las lenguas que usan
el alfabeto latino y las que no lo usan. En el primer caso,
los nombres se transcriben igual, pero con las siguientes
excepciones: a) personajes históricos y autores clásicos que
tienen una traducción tradicional; b) nombres de familias
reales y de la nobleza; y c) nombres de papas y santos. En el
segundo caso, el de los nombres procedentes de alfabetos no
latinos, como el griego, el hebreo, el árabe, o el ruso, hay
que emplear una transcripción castellana y evitar, la
transcripción fonética procedente de otro idioma. El caso del
chino merece mención aparte, pues en este idioma se utiliza
actualmente un sistema que unifica las tr anscripciones a
todas las demás lenguas, el pinyin (de ahí la diferencia
entre las formas tradicionales en castellano y las modernas:
Mao Tse Tung, Mao Zedong).
Por lo que hace a los topónimos, los manuales de estilo
suelen dar listas con algunos de los más problemáticos; como
por ejemplo, en sus equivalentes en francés, inglés y
castellano, Aix-la-Chapelle/ Aachen/Aquisgrán,
Anvers/Antwerp/Amberes, Bále/Basle/Basilea,
Gênes/Genoa/Génova, Genève/Geneva/Ginebra o Livourne/Leghorn/
Livorno. El Manual de español urgente de la Agencia Efe
distingue tres tipos de topónimos: a) nombres con una
arraigada tradición en castellano (como los que se acaban de
citar); b) nombres con una correspondencia castellana que ya
no se utiliza, por haber caído en desuso o por motivos
políticos (al estilo de Mastrique o Ceilán); y c) nombres sin
correspondencia castellana que, si proceden de una lengua con
alfabeto latino, se dejan igual y que, si proceden de otros

228
Hacemos referencia aquí a los nombres propios de personas reales. En los casos de personajes ficticios, el contexto (es
decir, las pautas del género en que se inscribe la obra, un aspecto especialmente influyente en las obras de literatura
infantil y juvenil, y la relevancia connotativa del original) es el que tiene la última palabra en la decisión de traducir o no
estos nombres. Un método propuesto por Peter Newmark en los casos en que el nombre propio está cargado de
connotaciones en la lengua original ( Approaches to Translation, p. 71;A Textbook of Translation, p. 215) es traducir la
palabra latente a la lengua receptora y luego extranjerizarla. Y cita el caso de un personaje de Resurrección de Tolstói,
Nabátov («alarma»), transformado en Alármov. De todos modos, este método quizá funcione mejor con otras
combinaciones lingüísticas y no sea todo lo útil que puede ser en el trasvase del inglés al castellano.

13
alfabetos, se hispanizan. 229 El Diccionario de usos y dudas
del español actual de José Martínez de Sousa contiene
abundantes topónimos en diferentes lenguas. Este autor
también aborda con cierta extensión el problema general de la
transcripción de los nombres propios procedentes de otras
lenguas en su Diccionario de ortografía técnica. Por último,
en relación con los gentilicios, la norma general que da
Andrés Bello es derivarlos del latín; sin embargo, este
consejo no resulta de mucha ayuda. En realidad, ni las
gramáticas ni los libros de estilo suelen hablar mucho de
este tema. Como mucho, ofrecen una breve lista de los más
usuales. La mayúscula inicial, por supuesto, debe evitarse.
La obra de referencia aquí, por desgracia pendiente todavía
de reimpresión, es el Diccionario de gentilicios y topónimos
de Daniel Santano y León (Paraninfo, 1981).
Otro tipo de calco frecuente en obras traducidas del
inglés es el calco tipográfico, que se produce cuando se
trasladan a la lengua de llegada convenciones tipográficas
que sólo rigen en la lengua de partida. Un ejemplo sería el
mal uso de las mayúsculas iniciales en castellano debido a la
influencia del inglés: por ejemplo, en los gentilicios.
También se produce este tipo de calco cuando se copia la
convención del inglés de utilizar las cursivas como muestra
de énfasis. En la versión en castellano, esta cursiva
desaparece (si se considera que la pérdida del rasgo es
irrelevante) debe compensarse con otros medios (como la
alteración del orden sintáctico, la repetición de palabras o
la expansión).

'How are you?'


A pause. A sigh, I'm not sure. All right.'
'Are you all right?'
—¿Cómo se encuentra?
Pausa. Suspiro.
—No estoy seguro. Bien.
—¿De verdad que se encuentra bien?

También podemos incluir dentro de esta categoría el


calco de ciertos usos de las comillas. Una palabra
entrecomillada es una palabra señalada, que el autor ha
querido resaltar por alguna razón, y el traductor debe
averiguar la razón de esa marca. A veces, este rasgo no puede
trasladarse automáticamente de un sistema lingüístico a otro,
con lo que las cumulas pierden sentido. Es, pues, importante
verificar que el énfasis, el distanciamiento, la ironía o la

229
Un problema que se presenta aquí es averiguar cuál es la pronunciación correcta de un nombre en una lengua que
desconocemos con el fin de colocar los acentos que en inglés no aparecerán. En tales ocasiones, sólo cabe el recurso a una
obra de probada autoridad o a la ayuda de un conocedor de la lengua en cuestión.

14
marca polifónica o intertextual sean también pertinentes en
castellano. En el siguiente ejemplo, «'new worlds'» remite a
la expresión «Nuevo Mundo», por lo que el uso de las comillas
está intrínsecamente ligado a la anteposición del adjetivo en
castellano, sin la cual éstas pierden todo sentido.
Of all the 'new worlds' investigated by spaceprobes in the
past 25 years, Io is by far the strangest.
De todos los «nuevos mundos» investigados por las sondas
espaciales en los últimos 25 años, lo es, con mucho, el mas
extraño.

En la siguiente frase aparecen las comillas para señalar la


distorsión de una expresión fijada y, en otro lugar, para
subrayar la utilización de una palabra en una acepción
arcaica.

With more and more 'have nots' being born in a world of


relatively few 'haves,' was it any wonder that the authorities
were fearful and tightened up restrictions upon public
assemblies, pamphleteering, 'combinations' of workers and other
potentially subversive activities?
Con cada vez más pobres que nacían, en un mundo con
relativamente pocos ricos, ¿era de extrañar que las autoridades
temieran y restringieran las reuniones públicas, la difusión de
panfletos, las «asociaciones» de obreros y otras actividades
potencialmente subversivas?

La expresión «the haves and the have-nots», que


significa «los ricos y los pobres», entró en el inglés a
través de la traducción de 1a frase de Sancho Panza: «Dos
linajes solos hay en el mundo [...] que son el tener y el no
tener» (Don Quijote, II, 20). Se trata de una expresión
fijada, de modo que las comillas se utilizan para señalar el
atípico uso autónomo de los dos sustantivos; en castellano,
por lo tanto, deberían desaparecer. Las comillas de
«combinations» apuntan hacia una acepción hoy desusada de la
palabra, pero vigente a finales del siglo XVIII y principios
del XIX: las primeras agrupaciones obreras (en un principio
ilegales) encaminadas a la defensa de los intereses de los
trabajadores. En la versión castellana, se ha utilizado un
sinónimo de «sindicato», manteniendo las comillas para
señalar un uso especial y novedoso de la palabra.
Veremos, por último, el calco sintáctico o estructural,
que es producto de una correspondencia errónea entre los
elementos de una locución, una construcción o una frase («in
order to», «en orden a» en lugar de «para»; «to find guilty»,
«encontrar culpable» en lugar de «declarar culpable»; la
omisión de artículos; la construcción «estar siendo» +
participio; la colocación del verbo al final de la oración).

15
Este tipo de calco es especialmente grave, pues
constituye un atentado contra la lengua en un nivel mucho más
profundo que los anteriores. El resultado es la creación,
para utilizar la expresión de Alan Duff, 230 de una tercera
lengua, una suerte de mutante de piel transparente que no
deja de producir ciertos escalofríos. Las siguientes dos
frases están extraídas de la publicidad de un famoso
diccionario inglés-castellano.

El test es que este diccionario representa la mayor o la total


cobertura en una tópica conversación diaria en una gran variedad
de situaciones, en lenguaje de novela contemporánea, de revistas
y periódicos, etc.
La considerable cantidad de espacio salvado por excluir el tomo
lexicográfico comparándolo con otros diccionarios está
gratamente utilizado para expandir la cobertura de los usos más
comunes de palabras.

Estos dos ejemplos comparten una misma característica:


en ellos es evidente que, si bien las palabras con que están
escritos son castellanas, no se puede decir lo mismo de todo
lo demás, que es transparentemente inglés. La poca
pertinencia de la elección léxica y de la estructuración
sintáctica pone de manifiesto que nos encontramos ante la
expresión de un pensamiento en una lengua que no es el
castellano. Se trata, por supuesto, de un caso extremo porque
es evidente que la lengua materna de la persona que llevó a
cabo la traducción no era el castellano. Sin embargo, debe
servirnos como recordatorio del esfuerzo que debe hacer el
traductor para desembarazarse de modo suficiente de los
patrones de la lengua de partida y llevar a cabo una
reformulación aceptable según las pautas de la lengua de
llegada.
La gran ventaja de este diccionario es que abarca toda o casi
toda la gama de temas que pueden aparecer tanto en el habla
cotidiana, en una gran variedad de situaciones, como en el
lenguaje de la novela contemporánea, las revistas, los
periódicos, etc.
Esta obra aprovecha el importante ahorro de espacio obtenido
gracias a la reducción del número de entradas con respecto a
otros diccionarios para ampliar el desarrollo de las acepciones
más usuales.

Lo que suele ocurrir cuando se producen errores de este


tipo es que, aunque el resultado de la interferencia se aleja
de los patrones de la lengua de partida más que en los
ejemplos que acabamos de citar, la reformulación sigue

230
Alan Duff, The Third Language, Oxford/Nueva York, Pergamon Press, 1981.

16
poniendo de manifiesto un uso chapucero, incoherente y
contradictorio de los recursos léxicos, sintácticos y
estilísticos de la lengua materna. El resultado también es
inaceptable. Es posible que a ello se añada una lectura
defectuosa o apresurada del original, con la consiguiente
aparición de errores referenciales y semánticos que no han
sido detectados en la revisión de la traducción.

La piedra arenisca adherida a ambos lados formaba un pasadizo


apenas más ancho que mis hombros, pero que se encontraba a 35
metros de la cima.

se llegaron a utilizar hasta setenta millones de piezas de


arenisca y treinta mil toneladas de roca que había que arrastrar
15 kilómetros

El interés que nuevamente se ha despertado por las plantas


medicinales ha traído consigo una erupción de nuevos libros

cabe esperar que se descubra toda una retahíla de sustancias


químicas

Sin necesidad de presentar tampoco aquí las versiones


originales, vemos que, en la primera frase, parece como si el
pasadizo existente en la pared de piedra arenisca estuviera a
35 metros de la cima, cuando en realidad la distancia se
refiere a su longitud; en la segunda, el tiempo del segundo
verbo no concuerda con el del primero («llegaron a utilizarse
[..] que hubo»); en la tercera, la palabra «erupción» no es
la más adecuada en ese contexto; como tampoco, en la cuarta,
la palabra «retahíla».
Igualmente en las siguientes tres versiones de un mismo
fragmento, que corresponde al inicio de un artículo de
divulgación científica, es posible apreciar la utilización de
«altitud» por «altura» y un símbolo incorrecto para
«kilómetros» (el correcto es «km»),231una redacción deficiente
(«ascienden [...] cabezas») y una mala elección de la persona
del verbo en imperativo:
Imaginen un mundo donde las erupciones volcánicas alcanzan 300
Kms de altitud

Imagínese un mundo donde las erupciones volcánicas ascienden a


una altura de 300 km sobre nuestras cabezas

Imagina un mundo donde las erupciones volcánicas se elevan 300


Kms de alto

231
Para las abreviaturas y los símbolos más usuales, pueden verse el Diccionario de dudas y dificultades de la lengua
española de Manuel Seco o alguna obra de José Martínez de Sousa, como el Diccionario de redacción y estilo, Madrid,
Pirámide, 1993, o el Diccionario de ortografía técnica, Madrid, Pirámide, 1987.

17
Una redacción más aceptable de este inicio podría ser la
siguiente:

Imaginemos un mundo donde las erupciones volcánicas alcanzan una


altura de 300 kilómetros

Este fenómeno puede ocurrir por dos razones. La primera


razón es la falta de preparación del traductor. En este caso,
una parte importante de la responsabilidad recae sobre él por
aceptar un trabajo que está más allá de sus capacidades, pero
otra parte recae sobre el editor, su representante o la
persona que haya encargado la traducción (el «iniciador»
según Nord) por encargársela y darla por buena sin someterla
a una revisión meticulosa a cargo de una persona competente
en la materia —tanto en la elección desafortunada del
traductor como en la ausencia de correcció n posterior pueden
intervenir razones económicas —. Aquí entra en juego, además,
la extendida creencia —extendida entre quienes poseen un
conocimiento superficial de lo que significa traducir— según
la cual conocer una lengua extranjera implica saber
traducirla.
La segunda razón de una ejecución defectuosa por parte
del traductor es la falta de tiempo, un factor que suele
condicionar demasiadas veces la realización de los trabajos.
Esta falta de tiempo puede llegar a ser acuciante, como
ocurre con frecuencia en el trabajo para agencias o
periódicos y, en ocasiones, en el trabajo con editoriales.
Además de las exigencias del cliente, otro factor que
puede explicar en ocasiones una ejecución apresurada es el
económico. Desde mediados de 1994 a mediados de 1996 las
tarifas editoriales habituales para la mayor parte de las
traducciones de libros han estado situadas entre las 1.000 y
las 1.500 pesetas, de lo cual resulta que una tarifa media
para las traducciones editoriales del inglés al castellano ha
sido en este bieno de 1.250 pesetas brutas por la página de
2.100 caracteres (incluyendo copia en disquete y en papel).
Es difícil generalizar acerca de la cantidad de tiempo que el
traductor profesional necesita, para dejar una página en unas
condiciones mínimas de aceptabilidad. Los problemas son muy
diferentes y varían muchísimo de un texto a otro: sin
embargo, no parece aventurado afirmar que, ante una obra de
dificultad media, un traductor tarda, entre la lectura
previa, la fase de escritura y las posteriores correcciones
(pantalla, papel y, muchas veces, galeradas), como mínimo —y
es una estimación bastante baja— tres cuartos de hora (y,
posiblemente, una hora) en dar por buena una página de
traducción que no presente demasiados problemas.

18
Quizá se considere poco apropiado o extemporáneo hablar de
estos temas en un manual de traducción, pero lo cierto es que
la gran masa de las obras traducidas se traduce siguiendo los
criterios de la industria, que son, en última instancia,
económicos. En realidad, el traductor profesional no suele
plantearse el tiempo que tarda en escribir una página de
traducción —prefiere no hacerlo—, lo que sí sabe es que tiene
que producir un mínimo de 50 páginas semanales, al margen de
la cantidad de horas que tenga que dedicar a ello. El
resultado es que, además de ser muchas veces un destajista,
el traductor se ve convertido, de hecho, en un estajanovista,
pero sin los incentivos de una mayor remuneración o de otras
posibles ventajas; es decir, acaba siendo un.
«destajanovista». Seguramente son contados los casos de
profesiones en que sea tan grande el abismo entre la
importancia social y cultural de la labor realizada y el
grado de reconocimiento (de cualquier tipo) recibido por
ella.
Con esto no pretendemos excusar la existencia de errores
en las traducciones ni justificar la presencia de ese híbrido
que es la tercera lengua, sino intentar que se tomen en
cuenta factores que no suelen considerarse en la valoración
de las traducciones y repartir las responsabilidades entre
todos los actores que intervienen en el proceso de una
traducción. El traductor profesional hace lo que puede y, en
el mejor de los casos, no hay que olvidar, como dice Duff,
que es
a traveller, moving constantly back and forth from one world to
another, and like all travellers, he is exposed to fatigue,
'jet-lag', and confusion at having to switch perpetually from
one reality to another.232

Y para compensar esos desfallecimientos y ayudarlo a


incorporarse en sus caídas debería existir siempre la figura
tutelar del corrector de estilo profesional, una figura que,
por desgracia, parece en vías de desaparición.233

232
Alan Duff, The Third Language, Oxford/Nueva York, Pergamon Press, 1981, pp. 121-122.
233
Esta ausencia convierte en aún más irracional en términos económicos el comportamiento del traductor, puesto que
muchas editoriales incluyen en su tarifa la corrección de unas galeradas. Es cierto que el traductor profesional es muchas
veces el primer interesado en tener acceso a las posibles correcciones efectuadas en su trabajo; de hecho, consideramos
que la revisión de la corrección de estilo es algo imprescindible: por un lado, porque le sirve para darse cuenta de sus
errores y descubrir posibles vicios de expresión de los que puede no ser consciente y, por otro, para pulir la traducción y
supervisar la labor del corrector, que, con cierta frecuencia, identifica un error pero no da tampoco con una solución
plenamente satisfactoria.

19
Traducción literal
Según Vinay y Darbelnet, es el trasvase palabra por
palabra de una lengua a otra respetando las servidumbres
lingüísticas de la lengua de llegada:
La traducción literal o palabra por palabra designa el
paso de la lengua de partida a la lengua de llegada que da lugar
a un texto que es al mismo tiempo correcto e idiomático, sin que
el traductor haya tenido que preocuparse más que de las
servidumbres idiomáticas.234

Otros autores han diferenciado claramente la traducción


literal de la traducción palabra por palabra o interlineal.
Las posibilidades de lograr un grado aceptable de corrección
traduciendo palabra por palabra aumentan en proporción
directa al grado de similitud entre las lenguas. En la
traducción del inglés al castellano son contadas las
ocasiones en que esta clase de traducción tiene resultados
aceptables; sin embargo, realizando pequeños ajustes
(traducción literal), muchas veces se logran elevados niveles
de aceptabilidad.
Following a substantial deterioration of budgetary positions in
1991, due mainly to the slow-down in growth and the German
unification, a stabilisation of the situation is forecasted for
1992 and 1993.
Tras un sustancial deterioro de las situaciones presupuestarias
en 1991, debido principalmente a la disminución del crecimiento
y la unificación alemana, se prevé una estabilización de la
situación para 1992 y 1993.

Los cambios han sido mínimos: básicamente, un cambio de


categoría gramatical («following»), la introducción de
artículos y el cambio de orden en dos adjetivos y el verbo,
que también pierde la voz pasiva. También, se ha traducido
«positions» por «situaciones», que es lo adecuado en este
contexto. El resultado es una versión aceptable, que tiene
casi el mismo número de palabras que el original inglés
(32/31), algo inusual pues la proporción suele oscilar entre
un 15 y un 25 por ciento más en favor del castellano.
Rainforests around the world have already given the developed
world many important medicines from curare, pilocarpine,
quinine, steroids to anticancer drugs. In the forests, however,
local peoples, shamans and tribes use a vast number of plants to
treat their ailments. Because 50 per cent of the world's plant
species grow in the rain forests, we can expect to discover an
array of chemicals with many different uses.

234
Jean-Paul Vinay y Jean Darbelnet, Stylitique comparée du françáis et de 1'anglais, París, Didier. 1977, ed. rev. y
corr., p. 48: «La traduction littérale ou mot à mot désigne le passage de LD à LA aboutissant à un texte à la fois correct et
idiomatique sans que le traducteur ait eu à se soucier d'autre chose que des servitudes idiomatiques».

20
Las selvas tropicales de todo el mundo han proporcionado ya al
mundo desarrollado muchos medicamentos importantes, desde el
curare, la pilocarpina, la quinina y los esteroides hasta los
fármacos anticancerosos. Sin embargo, en las selvas, los
indígenas, los chamanes y las tribus utilizan una gran cantidad
de plantas para tratar sus enfermedades. Dado que el 50 por
ciento de las especies vegetales del mundo crece en las selvas
tropicales, cabe esperar que descubramos un arsenal de
sustancias químicas con muchos usos diferentes.

Las variaciones aquí también son muy pequeñas: la


introducción de palabras funcionales (principalmente,
artículos), la omisión de un pronombre personal inglés y unos
pocos cambios de orden obligados, además de traducir «plant
species» por «especies vegetales», «we can expect to
discover» por «cabe esperar que descubramos» y «array of
chemicals» por «un arsenal de sustancias químicas». La
traducción castellana tiene 82 palabras frente a las 66
inglesas: una proporción normal de un 20 por ciento más en el
castellano.
Es evidente que no siempre sucede esto, como lo
demuestra el siguiente fragmento:

After Mrs Brontë died, Mr Brontë made three attempts to remarry.


First, he approached hospitable Miss Elizabeth Firth of Kipping
House, Thornton, an orphan in command of her own fortune who was
twenty years younger than himself. Miss Firth declined the
offer, but remained gracious to Mr Brontë after her marriage in
1824 to Reud Franks (Vicar of Huddersfield). Mr Brontë was again
ambitious when he approached Isabelle Dury, the Rector of
Keighley's sister.
Tras la muerte de su mujer, el señor Bronté hizo tres intentos
de volver a casarse. Primero, se declaró a la hospitalaria
señorita Elizabeth Firth de Kipping House, Thomton, una huérfana
dueña de su propia fortuna y veinte años más joven que él. La
señorita Firth declinó la oferta, pero mantuvo su relación de
amistad con el señor Bronté tras casarse en 1824 con el
reverendo Franks (vicario de Huddersfield). El señor Bronté
concibió de nuevo esperanzas al declararse a Isabelle Dury,
hermana del rector de Keighley.

De nuevo el castellano tiene aproximadamente un 20 por


ciento más de palabras. Las modificaciones para llegar a una
versión aceptable han sido aquí mucho más importantes: no
sólo la introducción de artículos y los habituales cambios en
el orden de la frase, sino también cambios de categoría
gramatical, de pun to de vista, elisiones, ampliaciones,
condensaciones, etcétera.
Vinay y Darbelnet identificaron cinco motivos por los
que la traducción literal puede resultar inaceptable: a) por
producirse un cambio de sentido («it's all Greek to me», «me
suena a chino»; «to have green fingers», «tener buena mano

21
para las plantas»), b) por no obtenerse ningún sentido («red
herring», no un «arenque rojo», sino una «pista falsa»; »to
go Dutch», no «volverse holandés», sino «ir a escote»), c)
por no ser posible debido a razones estructurales («'she ran
out screaming», «salió corriendo y gritando»), d) por una
falta de correspondencia metalingüística (»rubbish!», «¡no
digas tonterías!») y e) por darse, a pesar de existir una
correspondencia, un cambio en el registro de lengua («sister-
in-law», más «cuñada», que «hermana política»). 235 A ellos
Henri van Hoof ha añadido un sexto motivo: f) por
imposibilidad fónica («What do you know about nitrates? They
are cheaper than day rates!»). 236
Ahora bien, como norma general a quienes se inician en
la traducción cabría recomendar que se intentara realizar una
traducción literal y luego que se efectuaran los ajustes
correspondientes si el texto resultante no funciona, ya sea
por motivos lingüísticos o extralingüísticos, o si el texto
de partida está mal escrito. Se trataría de seguir un
criterio de economía, al estilo de la famosa «navaja de
Occam», y no multiplicar de modo innecesario las
modificaciones. En realidad, ésta es la cuestión más
importante a la que se enfren tan quienes comienzan a traducir
¿cuándo alejarse del texto y cuando no?
Muchas veces tiende a fomentarse de modo más o menos
general el alejamiento del texto original de acuerdo con la
idea de que lo importante es la transmisión de «lo que dice
el texto». Como escribe Peter Newmark:
the present excessive emphasis in linguistics on discourse
analysis is resulting in the corresponding idea in translation
theory [ ] that almost any deviation from literal translation
can be justified in any place by appealing to the text as an
overriding authority. 237

A esta tendencia se une el deseo por parte del traductor de


imprimir a la obra que traduce su «toque personal» Se
comprende así el exabrupto de Milán Kundera:
La necesidad de emplear otra palabra en lugar de la mas
evidente, de la más simple, de la más neutra (estar — hundirse,
ir — caminar, pasar — hurgar) podría llamarse reflejo de
sinonimización — reflejo de casi todos los traductores. Tener
una gran reserva de sinónimos forma parte del virtuosismo del
«gran estilo», si en el mismo párrafo del texto original aparece

235
Jean-Paul Vinay y -Jean Darbelnet, Stylistique comparée du françáis et de 1'anglais, París, Didier, 1977, ed. rev. y
corr-, p. 49.
236
Henri van Hoof, Traduire l'Anglais, París/Lovaina, Duculot, 1989, pp. 103-104. En casos como éste, en que el propio
lenguaje se convierte en objeto de juego lingüístico, el traductor tiene que decidir qué es lo más importante y actuar en
consecuencia. Aquí, por ejemplo, si hubiera que mantener el juego, cabría preguntarse si, en función del contexto, el juego
de palabras debería referirse a los nitratos, a las tarifas telefónicas o podría hacer alusión a cualquier otra cosa.
237
Peter Newmark, A Textbook of Translation, Nueva York/Londres, Prentice Hall, 1988, p 68.

22
dos veces la palabra «tristeza», el traductor, ofuscado por la
repetición (considerada un atentado contra la elegancia
estilística obligada), sentirá la tentación, la segunda vez, de
traducirla por «melancolía» Hay más: esta necesidad de
sinonimización se ha incrustado tan hondamente en el alma del
traductor que elegirá enseguida un sinónimo, traducirá
«melancolía» si en el texto original hay «tristeza», traducirá
«tristeza» allí donde hay «melancolía».
Admitamos sin ironía alguna la situación del traductor es
extremadamente delicada debe ser fiel al autor y al mismo tiempo
seguir siendo el mismo ¿cómo hacerlo? Quiere (consciente o
inconsciente mente) conferir al texto su propia creatividad,
como para darse valor, elige una palabra que aparentemente no
traiciona al autor pero que, no obstante, es de su propia
cosecha [ ]. Esta práctica sinonimizadora parece inocente, pero
su carácter sistemático embota inevitablemente el pensamiento
original. 238

No es difícil comparar la indignación de Kundera


(quien, por otro lado, se refiere exclusivamente a la
traducción de obras literarias); sin embargo, también es
cierto que el valor de la repetición es diferente en inglés
y en castellano y que el inglés es estructuralmente, mucho
más permisivo sobre esta cuestión. Por ello qiuzá sean útiles
formulaciones como las de Louis G. Kelly o Peter Newmark,
comentadas en el capítulo 7. Para Kelly, como hemos visto, el
traductor juzga ante el texto cuál es su responsabilidad y
adopta una posición dentro de una estructura de autoridad: o
bien decide conservar la autonomía y el poder de decisión o
bien decide soplar modelos formales de obligación: «Thus,
depending on the type of authority his text exercises over
the translator fidelity will mean either collaboration or
servitude». 239 Y, para Newmark el grado de literalidad de la
traducción debe ser directamente proporcional a la
importancia del lenguaje del original: cuanta mayor autoridad
se confiera al original (es decir, más valioso o pertinente
sea, mejor escrito esté), con mayor precisión deberá ser
traducido. 240 En ambos autores encontramos la idea de una
valoración por parte del traductor y de una escala de
autoridad en la que este sitúa su relación con el texto que
debe traducir.
Una noción importante aquí es la de respeto (o la de
cortesía, como dice George Steiner): el traductor tiene que
saber a quién tiene entre sus manos y comportarse con toda la
educación que la ocasión exija.
Se ha hablado mucho de la relación entre forma y
contenido y del peso de los elementos formales y no formales

238
Milán Kundera, Los testamentos traicionados, trad Beatriz de Moura, Barcelona, Tusquets, 1994, p 116.
239
Louis G. Kelly, The True Interpreter, Oxford, Basil Blackwell,. 1979, pp. 206-207.
240
Peter Newmark, Paragraphs on Translation, Clevedon, Multilingual Matters, 1993. pp. 36-39.

23
en la valoración que (consciente o inconscientemente) hace el
traductor. Sin entrar a discutir si los dos conceptos son
separables con la facilidad con la que algunos autores
parecen hacerlo, quizá podría convenirse, de modo menos
problemático, siguiendo a Newmark, en que cuanto más serio o
importante sea un texto, cuanto más peinado o mejor escrito
esté, más poderosa se vuelve esa unidad y, por lo tanto, más
cuidadoso deberá ser con ella el traductor. La siguiente
cita, procedente del inicio de la novela Midnight's Children
de Salman Rushdie, permite poner de manifiesto la perspicacia
y la sensibilidad de un traductor, en este caso Miguel Sáenz:

I was born in the city of Bombay... once upon a time. No, that
won't do. there's no getting away from the date: I was born in
Doctor Narlikar's Nursing Home on August 15th, 1947. And the
time? The time matters too. Well then: at night. No, it's
important to be more ...On the stroke of midnight, as a matter
of fact. Clock-hands joined palms in respectful greeting as I
carne. Oh, spell it out, spell it out at the precise instant of
India's arrival at independence, I tumbled forth into the world.
There were gasps. And, outside the window, fire-works and
crowds. A few seconds later, my father broke his big toe; but
his accident was a mere trifle when set beside what had befallen
me in that benighted momenf, because thanks to the occult
tyrannies of those blanding saluting clocks I had been
mysteriously hand-cuffed to history, my destinies indissolubly
chained to those of my country.
Nací en la ciudad de Bombay hace mucho tiempo No, no vale, no
se puede esquivar la fecha: nací en la Clínica Particular del Dr
Narlikar el 15 de agosto de 1947 ¿Y la hora? La hora es también
importante. Bueno, pues de noche. No, hay que ser más... Al dar
la medianoche, para ser exactos. Las manecillas del reloj
juntaron sus palmas en respetuoso saludo cuando yo llegué.
Vamos, explícate, explícate en el momento mismo en que la India
alcanzaba su independencia, yo entré dando tumbos en el mundo.
Hubo boqueadas de asombro y, al otro lado de la ventana, cohetes
y multitudes. Unos segundos más tarde, mi padre se rompió el
dedo gordo del pie, pero su accidente fue una simple bagatela
comparado con lo que había caído sobre mi en ese momento
tenebroso, porque, gracias a la oculta tiranía de aquellos
relojes que saludaban con suavidad, había quedado
misteriosamente maniatado a la Historia, y mi destino
indisolublemente encadenado al de mi país.

Una palabra central en este fragmento es «hand» con las


ideas asociadas de saludo, bienvenida, nacimiento. El
castellano, por fortuna, permite aplicarla también a los
relojes («Las manecillas del reloj juntaron sus palmas») La
palabra vuelve a aparecer al final de la cita («hand-cuffed
to history»), en un contexto que constituye un poderoso
contrapunto a las connotaciones iniciales Una lectura
apresurada habría optado por «esposado a la Historia», con lo

24
que se habría perdido la referencia anafórica. Sin embargo,
en la traducción castellana, la sutileza del traductor
consigue mantener ese efecto de eco recurriendo a la raíz
misma de la palabra (Y responde con su práctica a la
exigencia de una literalidad máxima para transmitir un rasgo
—de sentido— que ha juzgado pertinente.)
Ahora bien, el traductor profesional, sobre todo si
trabaja para agencias o si se enfrenta a cierto tipo de
literatura poco exigente con los parámetros formales,
encuentra con frecuencia textos originales que dejan mucho
que desear en cuanto a su nivel de corrección. Lo que tiene
delante en estos casos es una contradicción entre la
intención del texto y sus medios expresivos. En realidad - hay
en esos casos un modelo invisible de formalidad, aceptado por
la comunidad de lectores, que el original no logra seguir —o
como mínimo, que es más laxo para los lectores originales—, y
es en última instancia, a las convenciones que rigen los
modos de lectura de los receptores de la traducción a las que
debe remitirse el traductor.
Este fenómeno es especialmente patente en la traducción
de la literatura popular, un subgénero de grandes ventas y
escaso cuidado formal, donde el traductor debe actuar en gran
medida como colaborador del autor si quiere volver a
conseguir un nuevo encargo de la editorial.

Transposición
La transposición consiste en la modificación de la
categoría gramatical de una parte de la oración sin que se
produzca ninguna modificación del sentido general. Según
Vinay y Darbelnet: «Denominamos así al procedimiento que
consiste en sustituir una parte del discurso por otra, sin
cambiar el sentido del mensaje». 241 Es lo que ocurre, por
ejemplo, cuando se traduce «after she left» por «tras su
partida» o «out of order» por «no funciona».
La transposición puede ser obligatoria, exigida por las
servidumbres de la lengua, o facultativa, resultado de una
elección estilística por parte del traductor. Las obras de
referencia suelen contener listas de las transposiciones más

241
Jean-Paul Vinay y Jean Darbelnet, Stylistique comparée du français et de l'anglais, París, Didier, 1977. ed. rev. y
corr., p. 50: «Nous appelons ainsi le procede qui consiste à remplacer une partie du discours par une autre, sans changer le
sens du message».

25
frecuentes. 242 En lugar de ofrecer un catálogo que sería
necesariamente incompleto debido a la imposibilidad de
abarcar toda la riqueza de la multiplicidad discursiva;
presentamos a continuación, como venimos haciendo, una serie
de ejemplos comentados.
Two hundred years ago, as the eighteenth century was drawing
to a close, observers of social and political trends in Europe
were deeply troubled. A revolutionary tide, which had first
surged in France in 1789, was spreading to neighboring states,
bringing down regimes from Italy to the Netherlands.
Hace doscientos años, en las postrimerías del siglo XVIII, los
observadores de las corrientes sociales y políticas de Europa
estaban muy preocupados. Una marea revolucionaria, surgida por
primera vez en Francia en 1789, se extendía por los Estados
vecinos y derribaba regímenes desde Italia hasta los Países
Bajos.

La primera transposición, un adverbio («ago») por un


verbo («hace»), no es obligatoria, puesto que en castellano
también es posible un adverbio («atrás»), pero se ha
preferido el cambio por razón estilísticas Lo mismo ocurre
con la segunda transposición, «as the eighteenth century was
drawing to a close», una oración adverbial, transforma en un
complemento circunstancial, «en las postrimerías; del siglo
XVIII», más conciso y claro. Además, se ha evitado el
adverbio en «-mente» («deeply») con otro adverbio («muy»). En
la segunda frase aparece de nuevo otra transposición una
oración de relativo («which had first surged... ») pasa a ser
una oración de participio («surgida por primera vez...»). El
aspecto imperfectivo (el énfasis en el proceso más que en el
estado), que en inglés viene marcado por la perífrasis verbal
durativa («was spreading»), se transmite aquí con el
imperfecto
El siguiente ejemplo muestra la frecuencia con que se
aplica este procedimiento. Son cinco transposiciones en sólo
dos frases
I once read somewhere that one sure thing about
the future, is that it cannot be predicted — or
something like that. Thirty years ago, anyone
predicting that my country, the former British
Central African colony of Njoiland, would come into
much wealth would have been laughed at.
Leí una vez en algún sitio que lo único seguro
acerca del futuro es que no puede predecirse, o algo
parecido Quien hubiera predicho hace treinta años que

242
Véase, por ejemplo. Gerardo Vázquez-Ayora, Introducción a la Traductología, Washington (D.C), Georgetown
University Press, 1977, pp. 266-289.

26
mi país, la antigua colonia centroafricana británica
de Njoiland, se enriquecería habría sido el
hazmerreír de todos.

Volvemos a encontrar aquí la transposición del «ago»


(«hace»). Otra transposición (obligada) es la de «like that»
(preposición + pronombre) por «parecido» (adjetivo). Otras
opciones posibles habrían sido «algo así», «algo por el
estilo», «semejante» o «similar», aunque estos dos últimos
adjetivos elevaban ligeramente el registro. Una transposición
obligada muy frecuente es la del gerundio, que en este caso
se ha convertido en un verbo conjugado («predicting»,
«hubiera predicho»). La siguiente transposición («would come
into much wealth», «se enriquecería») incluye una reducción,
pues el grupo, que contiene un verbo y un sustantivo, se
convierte en un verbo formado a partir del sustantivo. Por
último, la modificación necesaria de «would have been laughed
at» ha dado lugar a «habría sido el hazmerreír de todos», que
implica la transformación de un participio en un sintagma
nominal.
B ut this pattern of thought deviating from the standard of
Greek and Latin rationalism would be incomplete if we were to
fail to consider another phenomenon taking shape during the same
period of history. Dazzled by lightning visions while feeling
his way around in the dark, second-century man developed a
neurotic awareness of his own role in an incomprehensible world.
Sin embargo, este modelo de pensamiento que se desvía del
patrón del racionalismo griego y latino estaría incompleto si no
C onsideráramos otro fenómeno que cobra forma durante el mismo
período histórico. Cegado por visiones fulgurantes mientras
tanteaba en la oscuridad, el hombre del siglo II desarrolló una
conciencia neurótica de su papel en un mundo incomprensible.

Tenemos en estas dos frases tres ejemplos: dos gerundios


se han transformado en la traducción en sendas oraciones de
relativo («deviating», «que se desvía»; «taking shape», «que
cobra forma») y el tercero («feeling») en un verbo en
imperfecto («canteaba»). Otra transposición, optativa, es la
que modifica «history» en un adjetivo («histórico»). Hay
además dos condensaciones: una relacionada con una perífrasis
verbal («we were to fail to consider», «no consideráramos»),
y otra, con una expresión («feeling his way around in the
dark», «tanteaba en la oscuridad»). De la transposición del
gerundio dice Peter Newmark, 243 con razón, que es la más
descuidada de todas. Un espacio especialmente proclive a un
empleo desafortunado del gerundio por interferencia del
inglés es el de los títulos, ya sea de obras, capítulos o

243
Peter Newmark. A Textbook ofTranslation, Nueva York/Londres, Prentice Hall, 1988, p. 85.

27
epígrafes. Es frecuente encontrar desaguisados del estilo:
«Inicializando el ordenador» o «Rompiendo el hielo». En estos
casos es preferible la utilización de un sustantivo o de una
paráfrasis («Preparing for the Twenty -First Century», «Hacia
el siglo XXI»).
Al catálogo de usos desafortunados del gerundio debe
añadirse, en castellano, el llamado gerundio de posterioridad
(«las tropas asaltaron la ciudad rindiéndose los
habitantes»), que es una forma sobre cuya incorrección
insisten todas las gramáticas.
Un caso especial de transposición es la transposición
cruzada, en la que se produce una permutación de las
categorías gramaticales de dos elementos. En «the idea was
incoherently delightful», «la idea era deliciosamente
descabellada», adjetivo y adverbio intercambian sus papeles.
Se trata de un tipo de transposición que se presenta con
bastante frecuencia, puesto que el inglés suele seguir en la
descripción el orden de las imágenes («he headed away the
ball»), mientras que el castellano presenta primero el
resultado de la acción y luego los medios para llevarla a
cabo («desvió la pelota con la cabeza»). La estructura
inglesa verbo más partícula facilita enormemente este tipo de
presentación de la realidad. Esta transposición se hace
especialmente necesaria ante verbos de movimiento. En
castellano, la partícula deberá transformarse en verbo y el
verbo en complemento. Aunque a veces puede suceder que la
transposición quede incompleta por sobreentenderse el segundo
elemento («The dolphin swam across the pool», «el delfín
cruzó la piscina»). El siguiente ejemplo pertenece a la
traducción de María Luisa Balseiro de la obra My Family and
Other Animals de Geraid Durrell.

He uttered a roar of fright that made Lugaretzia drop a plate


and brought Roger out from beneath the table, barking wildly.
With a flick of his hand he sent the unfortunate scorpion,
flying down the table, and she landed midway between Margo and
Leslie, scattering babies like confetti as she thumped on the
cloth. Thoroughly enraged at this treatment, the creature sped
towards Leslie, her sting quivering with emotion. Leslie leapt
to his feet, overturning his chair, and flicked out desperately
with his napkin, sending the scorpion rolling across the cloth
towards Margo, who promptly let out a scream that any railway
engine would have been proud to produce.

Larry lanzó un rugido de pavor que hizo que Lugaretzia dejara


caer un plato y que Roger saliera como un rayo de debajo de la
mesa, ladrando ferozmente. De un manotazo envió al desdichado
animal de cabeza a la mesa, donde aterrizó entre Margo y Leslie,
esparciendo bebés cual confeti al estrellarse contra el mantel.
Ciega de ira ante semejante trato, la criatura se lanzó hacia
Leslie con el aguijón temblando de furia. Leslie se puso de pie

28
de un salto, volcó la silla y empezó a descargar servilletazos a
diestro y siniestro, uno de los cuales mandó al escorpión
rodando por el mantel en dirección a Margo, quien prestamente
dio un alarido que cualquier locomotora se habría sentido
orgullosa de producir.

El pasaje abunda en transposiciones y otros cambios. La


primera es la del pronombre por el sustantivo ("He uttered».
«Larry lanzó»). Suele ser una transposición obligada cuando
hay diversos personajes y se quiere dejar claro el sujeto de
la oración; de otro modo, la forma usual de editar la
construcción sujeto pronominal más verbo es, como en el caso
de la frase siguiente, la omisión del pronombre redundante en
castellano. La transformación que ha sufrido «brought out»
(«saliera») podría considerarse una transposición cruzada
incompleta. La traductora ha aprovechado el verbo ant erior
(«hizo») para construir una subordinada transformando la
preposición («out») en un verbo («saliera»), que ha
intensificado con el añadido de «como un rayo». A
continuación encontramos una reducción («With a flick of his
hand», «De un manotazo») y otra trasposición («flying down»,
«de cabeza»), en la que la carga semántica de la preposición
se transmite mediante el sintagma «de cabeza» y «flying»
queda sobreentendido e incluido en el verbo «envió». Debe
observarse el acertado cambio estilístico de «scorpion» por
«animal»(una sinécdoque): es más fácil que nos sintamos
conmovidos por un desdichado animal» que por un «desdichado
escorpión». La traducción de «thumped on the cloth» por
«estrellarse contra el mantel» contribuye a intensificar el
pasaje. Otro acierto es la transposición doble de «Thoroughly
enraged» (adverbio + adjetivo) por «Ciega de ira» (sustantivo
+ sustantivo). El siguiente cambio es una transposición
cruzada: «leapt» por «de un salto» y «to his feet» por «se
puso de pie». El gerundio (»overturning») se ha evitado por
medio de un indefinido («volcó»), otra transposición (aunque,
en realidad, no hay cambio estricto de categoría morfológica,
el verbo pasa de una forma impersonal a una personal). Los
siguientes cambios son un verbo preposicional («flicked out»)
por una perífrasis verbal («empezó a descargar»), que también
implica un cambio en e1 aspecto verbal; una metonimia (de
«with a napkin» en «servilletazas») y el cambio del adverbio
(«desperately») por la expresión (« a diestro y siniest ro»).
El gerundio de posterioridad («sending») se ha evitado con
una última transposición, que lo ha convertido en un verbo
conjugado («mandó») unido a la oración anterior por un
pronombre relativo.

29
Modulación
La modulación, tal como la definen Vinay y Darbelnet,
consiste en «una variación del mensaje, obtenida por medio de
un cambio en el punto de vista en la perspectiva» 244 También
se ha definido como una transposición en el plano del
mensaje, en la medida en que opera con categorías de
pensamiento en lugar de hacerlo con categorías
gramaticales. 245 Si en los apartados anteriores las
dificultades en la traducción se producían por las
diferencias estructurales entre los dos sistemas lingüísticos
en contacto, aquí se suman a ellas unas dificultades de
carácter más amplio, derivadas de las características
específicas de tipo lingüístico y cultural.
Como en el caso de los otros procedimientos, la
modulación puede ser obligada u optativa y revestir una
multitud de formas. A continuación, presentamos las más
frecuentes, clasificadas en siete categorías.
1) En algunos casos se establece una transferencia
metonímica, puesto que el vínculo entre el original y la
traducción implica una relación de contigüidad espacial,
temporal o causal («Puzzle», «rompecabezas», «to pull one's
leg», «tomar el pelo [a alguien]»).
2) En otras, el cambio constituiría una sinécdoque,
puesto que la relación sería de inclusión, al ser uno de los
miembros de mayor extensión que el otro. Esta transformación
es especialmente frecuente por la particularidad del inglés
de construir descripciones más directas, concretas y
tangibles de la realidad. («Raw materials», «materias
primas», «moon blindness», «ceguera nocturna», «from head to
toe», "de los pies a la cabeza»; «the decision-making
machinery», «el mecanismo de la toma de decisiones».)
3) Asimismo, puede producirse una inversión de términos,
en la que uno de ellos se convierte en su opuesto. («Health
insurance», «seguro de enfermedad»; «to stand in one's
light», «hacerle sombra [a alguien]»; «it's beyond price»,
«no tiene precio»: «positive action», «discriminación
positiva».)
4) Otra posibilidad es la conversión de una doble
negación en una afirmación (o viceversa). Ya se ha hablado en
el capítulo 3 de la preferencia del inglés por la atenuación
(lítotes). La versión con la doble negación es, en principio,
menos rotunda: por ello, cuando la modulación no sea
obligatoria, su conveniencia dependerá del contexto. Debe

244
Jean Paul Vinay y Jean Darbelnet, Stylistique compareé du françáis et de l'anglais, París, Didier, 1977, ed rev y cor. p
51 "une variation dans le message, obtenue en changeant de point de vue, d'eclairage»
245
Henri van Hoof, Traduire 1'anglais, París/Lovaina, Duculot, 1989, p 126.

30
utilizarse cuando exista un vacío léxico o cuando la
traducción suene forzada, («It seems not unlikely, «es muy
probable»; «I'd like you to keep it quiet», «me gustaría que
no dijeras nada».)
5) Otra modulación muy usual es el cambio de voz pasiva
en activa. La predilección del inglés por el uso de la voz
pasiva y la tendencia del castellano a evitarla se han
comentado en el capítulo. 5. («You are wanted on the phone»,
«le llaman al teléfono»; «the meeting was held», «la reunión
se celebró»; «she went to the corrida to be given tragic
sensations», «fue a la corrida para experimentar sensaciones
trágicas»; «if such women exist, we should be spared the
knowledge of them», «si tales mujeres existen, debería
ahorrársenos conocerlas»; «we must do what we are told»,
«debemos hacer lo que nos ordenan».)
6) Puede producirse también un cambio de símbolos. El
análisis de las metáforas o las comparaciones de uso
corriente pone de manifiesto las diferencias entre los
sistemas simbólicos del inglés y el castellano. El cambio de
símbolos permite evitar el efecto de extrañamiento, de
desfamiliarización, que se produciría al transformar lo que
es una fórmula estereotipada en una lengua en una fórmula
novedosa en la otra. («Iron curtain», «telón de acero»,
aunque también, en América Latina, «cortina de hierro»; «to
burn one's bridges», «quemar las naves»; «to get blood out of
a stone», «sacar agua de las piedras»; «as clean as a new
pin»; «más limpio que una patena»; «to push up daisies»,
«criar malvas».)
7) Y, por último, es muy usual en el paso del inglés al
castellano el cambio de una forma usual por otra culta, lo
que podría denominarse un cambio de alótropo. La tendencia
del inglés a preferir una descripción más precisa de la
realidad, más cercana a lo concreto, tiene un correlato, bien
patente en los campos científico y técnico, en un vasto
corpus léxico formado por palabras procedentes del lenguaje
cotidiano; el castellano, en cambio, se inclina por el
término más culto, derivado generalmente del latín o del
griego y a veces del nombre de un científico. («Fish farm»,
«piscifactoría»; «food chain», «cadena trófica»; «cold-
storage chamber», «cámara frigorífica»; «man-eater»,
«antropófago»; «nose job», «rinoplastía»; «breathalyser
test», «prueba de alcoholemia»; «colour blindness»,
«daltonismo»; «light meter», «fotómetro»; «wind speed
indicator», «anemómetro»; «spindle-shaped», «fusiforme»;
«fan-shaped», «fabeliforme»; «wormlike», «vermiforme».)

31
Estas modulaciones, en la medida en que están
lexicalizadas, se encuentran en los diccionarios. Presentamos
a continuación algunos ejemplos comentados.
Not long after his tenth birthday he was entrusted with the
mission of taking his seven-year-old sister, Kate, to school.
Poco después de su décimo aniversario, se le encomendó la tarea
de llevar al colegio a su hermana de siete años, Kate.

Hay aquí dos modulaciones. La primera, una inversión de


términos, («Not long after», «Poco después de»), es obligada,
pues no hay posibilidad de mantener la frase con la negación
original. La segunda («he was entrusted», «se le encomendó»)
no es, en sentido estricto, un cambio pasiva-activa, ya que
se trata de una oración de pasiva refleja, aunque podría
considerarse como modulación en la medida en que esta forma
verbal es muy poco pasiva. La posibilidad del castellano de
utilizarla constituye otro recurso más para huir de la
abundancia de construcciones pasivas del inglés. (Sin
embargo, deben evitarse las concordancias erróneas por
interferencia con las oraciones impersonales, en las que el
verbo carece de flexión de persona y número porque no tiene
sujeto.)
Comparisons of GDP across regions and countries pose problems
because prices vary and may be expressed in different
currencies. If no account is taken of different absolute and
relative prices, then exactly the same activity could be
measured differently.
La comparación del PIB entre regiones y países plantea problemas
debido a la variación en los precios y a que éstos pueden
expresarse en monedas diferentes. Si no se tomaran en cuenta los
diferentes precios absolutos y relativos, la misma actividad se
mediría de modo distinto.

El original inglés tiene tres verbos en pasiva que se


convierten en la traducción en tres pasivas reflejas («may be
expressed», «pueden expresarse»; «taken», «se tomaran en
cuenta»; «could be measured», «se mediría»). Otra modulación
más es la de la sinécdoque, una utilización del singular por
el plural («comparisons», «comparación»). Hay también una
omisión («exactly») y la transposición de un verbo («vary»)
en sustantivo («variación»). El adverbio en «-ly» se ha
traducido por una locución adverbial.
Sickie-cell anemia is a recessive disease. It arises from an
abnormal form of the hemoglobin pigment, which carries oxygen
and gives red blood cells their red color. The abnormal
hemoglobin turns red cells front disks into crescents, causing
them to be destroyed, and affected homozygotes often die in
childhood from a severe red-cell deficiency.

32
La anemia falciforme es una enfermedad recesiva producida por
una forma anómala de hemoglobina, el pigmento que transporta el
oxígeno y da color a los glóbulos rojos. Esta hemoglobina
anómala hace que los hematíes, en vez de tener forma de disco,
la tengan de hoz, y los destruye: los homocigotos afectados
suelen morir en la infancia debida a una deficiencia aguda de
glóbulos rojos.

Hay aquí dos claros ejemplos de la afinidad del inglés


por la forma usual en detrimento de la culta: «sickie-cell
anemia» y «red cell». Esta preferencia de la lengua tiene
unas ventajas indudables: ante «sickie-cell anemia», el
número de lectores ingleses legos que pueda hacerse una idea
aproximada de lo que se está hablando será mucho mayor que el
número de lectores españoles ante «anemia falciforme», para
no hablar ya de «drepanocitocis». Dado que se trata de un
texto de divulgación, se ha utilizado en la modulación la
forma derivada del latín, reforzada por una segunda
modulación («crescent», «hoz»), que da la pista de la
etimología del nombre de la enfermedad. En cuanto a «red
cell», se ha empleado «glóbulo rojo» y, para evitar la
repetición, la modulación alotrópica con la forma derivada
del latín («hematíes»). Cabe comentar, por otro lado , que se
ha evitado la utilización de las tres formas («glóbulo rojo»,
«hematíe», «eritrocito») para huir de la excesiva
proliferación de sinónimos, que suelen producir los efectos
contrarios a los buscados. Una última modulación es la
conversión de una voz pasiva en activa, con la eliminación
añadida de un gerundio («causing them to be destroyed», «y los
destruye»). Otras transformaciones son el traslado de
«pigment» la oración explicativa (otra opción habría sido
emitir la palabra) y la reducción de «red color» en «color»
para evitar la repetición del adjetivo «rojo». Y dos
transposiciones: «It arises» (pronombre + verbo) por
«producida» (participio pasado) y «often» (adverbio) por
«suelen» (verbo), que rige la transformación del verbo
conjugado («die») en infinitivo.
Los dos siguientes ejemplos proceden de la obra de
Gerald Durrell mencionada más arriba. En el primero, hay dos
modulaciones por inversión de términos.
Loaded down with collecting boxes and nets, we wended our way
through the olives, Roger galloping ahead of us, nose to the
ground.
Cargados de redes y cajitas íbamos serpenteando entre olivos
precedidos por Roger, que trotaba sin despegar el hocico del
suelo.

La primera es el cambio de «ahead of us» por «precedidos


por»; la segunda se combina con una transposición de la

33
preposición: «nose to the ground», «sin despegar el hocico
del suelo». Hay además una transposición doble («wended our
way through», «íbamos serpenteando») y la transposición del
gerundio («galloping») que, atenuado semánticamente
(«trotaba»), inicia una oración de relativo. Razones
estilísticas han dado lugar a la desaparición de las uniones
asindéticas.
She was saved from the wrath of the man by the timely arrival
of Spiro. He lumbered in, sweating profusely, soothed Mother,
calmed the Customs man, explained that we had not had any new
clothes for years, and had the luggage shifted outside on the
quay almost before anyone could draw breath.
La llegada oportunísima de Spiro la salvó de la cólera del
hombre. Entró a la carrera, sudando abundantemente, tranquilizó
a Mamá, calmó al aduanero, explicó que hacía años que no
comprábamos ropa nueva, y en un abrir y cerrar de ojos hizo
sacar al muelle todo el equipaje.

En la primera frase encontramos una modulación (pasiva


por activa) y una transposición del adverbio («timely»,
«oportunísima»); en la segunda, la transposición cruzada
(«lumbered in», «entró a la carrera») y la modulación por
cambio de símbolo con la transposición de una oración en un
complemento circunstancial («before anyone could draw
breath», «en un abrir y cerrar de ojos»).

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