Humanidades Digitales en Argentina PDF
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desde Argentina
Tecnologías, Culturas, Saberes
FILODIGITAL
Repositorio Institucional de la Facultad
de Filosofía y Letras, UBA
FACUlTAD DE FIloSoFíA y lETRAS DE lA UnIVERSIDAD DE BUEnoS AIRES
Cantamutto, Lucía
Actas de las I Jornadas de Humanidades Digitales / Lucía
Cantamutto; Gimena del Rio Riande; Gabriela Striker (eds.). -
1a ed. . - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Editorial de la
Facultad de Filosofía y Letras Universidad de Buenos Aires,
2015.
Libro digital, PDF
PRELIMINARES
¿De qué hablamos cuando hablamos de Humanidades Digitales?. DEL RÍO RIANDE,
Gimena (SECRIT-IIBICRIT, CONICET)
Publicaciones digitales: hacia una edición profesional. DIEZ, María Clara (Universidad
de Buenos Aires)/KESSLER KENIG, Carola (Universidad de Buenos Aires)
Las humanidades en la era del canon digitalizado. GABRIELONI, Ana Lía (Universidad
Nacional de Río Negro-CONICET)
Ejes para un debate sobre el uso ético de datos interaccionales escritos y orales
obtenidos en línea. DE-MATTEIS, Lorena M. A. (CONICET- Universidad Nacional del
Sur)
Imaginario y Tecnologías Digitales: el sueño del receptor activo. LESTA, María Laura
(Universidad Siglo 21)/ORTEGA VILLAFAÑE, Manuel (Universidad Siglo 21)/RODRIGUEZ,
Ana Paula (Universidad Siglo 21)/TORRES, Celeste Rocío (Universidad Siglo 21)
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I Jornadas de Humanidades Digitales | 2014
primer hito con la realización de las I Jornadas Nacionales de Humanidades Digitales: Tecnologías,
Culturas, Saberes, celebradas en el Centro Cultural General San Martín entre los días 17 y 19 de
noviembre de 2014, a la vez que se fue concretando una Asociación Argentina de Humanidades
Digitales, sobre la que se explaya Gimena del Rio Riande a continuación.
Esta es la historia brevísima de esta iniciativa, de acuerdo con el estado de la cuestión que
este volumen pone de manifiesto.
Las Jornadas como acontecimiento nos proporcionaron un panorama bastante completo del
amplio abanico de experiencias y reflexiones sobre un fenómeno en plena efervescencia. Hay, en
principio, una preocupación por dar cuenta del marco epistemológico y de los perfiles disciplinares
e institucionales de las Humanidades Digitales. Luego, se registran los trabajos en curso en las áreas
más diversas: repositorios digitales, edición académica, construcción de bases de datos, proyectos
de digitalización y preservación de archivos y documentación, publicación digital en sentido amplio,
proyectos educativos, comunicación digital (texto e imagen en entornos digitales), plataformas para
la investigación en Ciencias Sociales. Luego, en un segundo plano de recursividad, la reflexión
cultural sobre el impacto de las nuevas tecnologías en las formas de producción, circulación y
recepción de los discursos (textuales y audio-visuales) y la reflexión lingüística sobre las nuevas
prácticas comunicacionales. Por último, el éxito de concurrencia que tuvieron los talleres es una
clara señal de lo que domina en el público interesado en las humanidades digitales: su práctica
misma mediante el dominio de técnicas específicas y de aplicaciones directamente relacionadas con
la tarea intelectual en todos sus niveles.
Es difícil exagerar la relevancia de nuestras Jornadas como oportunidad de conocimiento,
intercambio y jerarquización de un conjunto de actividades e iniciativas relacionadas con las
humanidades digitales. Por un lado, quedó en claro el imperativo de la conexión entre grupos para
evitar el aislamiento y la redundancia, con la consiguiente pérdida de tiempo, recursos y energía en
el logro de pasos y herramientas idénticos. Por otro lado, se hizo dramáticamente visible la
necesidad de que la información sobre este objeto llegue a los órganos y grupos institucionales de
decisión y de evaluación, a fin de que estén mejor preparados para procesar las nuevas situaciones
que se irán reiterando de modo creciente en estos próximos años.
Como cierre, quería hacer referencia a la muy probable reacción escéptica de quienes
observan este fenómeno a la distancia (aunque, teniendo en cuenta la inmersión creciente en el
universo digital de cualquier hijo de vecino, se está volviendo cada vez más difícil pensar en alguien
observando todo esto desde afuera). El camino que lleva directo al escepticismo tiene un nombre
muy conocido, y es brecha tecnológica. Es evidente que en los centros científicos y en las
universidades no se cuenta con una infraestructura adecuada orientada a las ciencias humanas y
sociales (distinto parece ser el panorama en las ciencias duras). ¿Deberíamos por ello esperar a que
estén dadas las condiciones tecnológicas ideales para avanzar en proyectos de humanidades
digitales? ¿Deberíamos limitarnos al papel de usuarios pasivos de iniciativas y productos generados
en el Primer Mundo? ¿Habría que conformarse con una relación asimétrica y dependiente con los
centros de avanzada en la materia? No hay una respuesta infalible a estos interrogantes, que
constituyen parte central del desafío de pensar las humanidades digitales en estas latitudes. Pero al
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menos puedo adelantar un argumento que me parece legítimamente atendible, basándome en una
modestísima experiencia personal que traigo casi desde el fondo de la historia académica local.
A mediados de los '80 un grupo de investigación en hispano-medievalismo obtuvo
financiamiento del Conicet para desarrollar un proyecto de investigación sobre "Aplicación de los
medios informáticos al análisis y edición de textos". Esos textos eran crónicas del siglo XIV. El
objetivo era encontrar algún modo de automatizar las operaciones de cotejo de diferentes
versiones y de elaborar listados exhaustivos de variantes. Por supuesto, todavía no estaban dadas
las condiciones tecnológicas para alcanzar resultados relevantes o duraderos (el conjunto de los
discos rígidos de las máquinas de que disponíamos tenían una capacidad de almacenamiento
inferior a la de un teléfono celular básico de nuestros días), pero al menos los objetivos marcaban
una tendencia en cuanto a la búsqueda de una relación productiva entre la informática y las
humanidades en términos estrictamente académicos.
En las discusiones actuales sobre el rol de la Universidad en la sociedad contemporánea,
escuchamos una y otra vez decir que esta debe dar respuesta a las necesidades de la sociedad. Pues
bien, como más de un especialista en la materia plantea como réplica, nunca hay que olvidar que
más allá de este cometido, la función principal de la Universidad (y especialmente de las ciencias
humanas y sociales) no es dar respuestas sino generar nuevas preguntas, pensar lo impensado,
imaginar lo insospechado; y para ello no hay otro camino que el viejo objetivo universitario de la
formación del espíritu crítico.
Pues bien, evidentemente aquel proyecto de los años '80 no pudo dar las respuestas
esperadas, pero tuvo el gran mérito de formular una pregunta nueva que ayudó a trazar la senda
para que hoy pueda contestarse de manera efectiva.
Salvando las distancias (y la envergadura de la problemática), plantear hoy las
humanidades digitales desde nuestra coyuntura sudamericana también tiene el mérito de formular
preguntas nuevas y la valentía de afrontar el desafío que implican las asimetrías tecnológicas ya
mencionadas. Y por cierto, no habrá que esperar décadas para obtener resultados concretos: la
vertiginosa evolución de las herramientas informáticas y la creciente accesibilidad nos permiten ser
fundadamente optimistas en cuanto al futuro de las humanidades digitales en nuestras Pampas.
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Almond & Verba (1963) afirman, en una línea que podríamos usar para unir a Tocqueville y
Robert Owen con las últimas propuestas makers o asociacionistas, que las múltiples redes de
relaciones que permiten las organizaciones sociales potencian la creatividad y el desarrollo personal.
La Asociación Argentina de Humanidades Digitales (AAHD) nace en marzo de 2014, luego de
una serie de encuentros en la Universidad Nacional de La Plata y el Instituto de Filología y Literaturas
Hispánicas “Doctor Amado Alonso” que surgieron a partir de la ya mítica reunión en la Biblioteca
Nacional Argentina, el 27 de septiembre de 2013. En realidad, todo comenzó en el THATCampBuenos
Aires, el 22 de julio de ese año. La mayor parte de los que estábamos ese día en una pequeña aula de
la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires hablando de nuestros proyectos y
las herramientas digitales que utilizábamos hemos estado presente en todas estas instancias y
seguimos hoy aquí.
Las Humanidades Digitales son un campo científico nombrado como tal recientemente. Si
bien las Digital Humanities llevan años ocupando espacios en la Academia, ya se sabe que in
principium erat verbum, y que por más de que puedan señalarse ciertos hitos, espacios y nombres
que hoy todos reconocemos como parte del campo, en los países de habla hispana las Humanidades
Digitales han recorrido muy diferentes caminos y buscan hoy una historia propia, un árbol
genealógico que justifique una serie de experiencias locales, particulares, que, paradójicamente, no
pueden permanecer ajenas al mundo Digital Humanities. Que en menos de tres años hayan nacido
tres asociaciones dedicadas a las Humanidades Digitales en América Latina y España, esto es, la
RedHD en México, Humanidades Digitales Hispánicas (HDH) en España, y nuestra Asociación
Argentina de Humanidades Digitales (AAHD), es buen síntoma del surgimiento de esa tercera cultura
anunciada por Brockman (1996), de la necesidad de buscar nuevo conjunto de metáforas para
describirnos a nosotros mismos, y también de la voluntad de auto-organización de quienes buscan
enmarcar sus prácticas más allá de las disciplinas ya consolidadas (aunque sin irse de ellas), a partir
de las distintas metodologías digitales en las que han venido trabajando y que, indiscutiblemente, ya
no pueden permanecer invisibles en su labor académica.
La AAHD reúne hoy a investigadores, docentes e interesados de muy diversos espacios:
Ciencias de la Educación, Periodismo, Bibliotecología, Ciencias de la Comunicación, Informática,
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Letras, Sociología, Antropología, y a quien esté interesado en pensar desde el cruce de las
Humanidades con métodos que impliquen el uso de lo digital. Como el Manifiesto que prontamente
escribimos el 23 de noviembre de 2013 cuando nos constituimos como la Asociación Argentina de
Humanidades Digitales, nos autodefinimos como:
La AAHD podría definirse como una comunidad de prácticas en la que sus integrantes
desarrollan actividades personales y propias de sus líneas de investigación en un cruce
transdisciplinar que se encamina a la actividad colectiva, buscando fomentar el trabajo colaborativo,
más allá de las instituciones, aunque con el apoyo de estas. Manteniendo la óptica que permite el
espacio híbrido que la vio nacer (el THATCamp Buenos Aires), se interesa por revisar el impacto de
la cultura digital en las actividades académicas, con el fin de identificar y fomentar nuevas prácticas
mixtas en la docencia y la investigación. Esta misma distancia es la que propone para analizar el
contexto social, cultural y político que hace que las Humanidades Digitales se cristalicen de diferentes
modos en los distintos países, ámbitos institucionales y disciplinas en las que se insertan. Pero
también podría simplemente decirse que la AAHD es una suma de voluntades y un lugar de
encuentro.
En noviembre de 2014 celebramos en el Centro Cultural General San Martín nuestras
Primeras Jornadas Nacionales de Humanidades Digitales, Culturas, Tecnologías Saberes, una excusa
para abrirnos a la comunidad, conocer a otros que también se sentían tan humanistas digitales como
nosotros y compartir nuestras inquietudes, desafíos, reflexiones y experiencias; una cita perfecta
para conocer otros recursos, métodos, hipótesis y resultados en el amplio y heterogéneo espacio de
lo digital (llámese investigación, docencia, difusión, programación y un largo etcétera). Las culturas,
tecnologías y saberes, esa pluralidad de elementos que atraviesan nuestras prácticas, fueron un
punto de partida y un lugar de apertura y encuentro con el mundo, y persiguieron la compleja
interpretación de un fenómeno mundial y de su práctica local. Entre todos construimos tanto las
Jornadas como todas las actividades que hemos desarrollado hasta el momento, buscando líneas de
actuación comunes y nuevos cruces, con idas y vueltas, debates intensos, pero siempre con ese
espíritu campista de estar siempre aprendiendo y enseñando algo. Algunos de los muchos trabajos
que en ese evento se presentaron pueden hoy leerse en este volumen que lleva impreso el espíritu
de construcción colectiva de la AAHD, en el que colaboraron con sus ojos y tiempo no solo sus
editoras, Lucía Cantamutto, Gabriela Striker y quien escribe estas líneas, sino miembros y amigos de
la AAHD como Sofía Alamo, Natalia Corbellini, Silvia Enríquez, Mariano Vilar, Eugenia Alcatena,
Beatriz Garrido, Victoria N. M. Ríos.
Estas son nuestras Humanidades Digitales.
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› Bibliografía
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› Resumen
› Introducción
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Las características cada vez más complejas de la realidad glocal (global-local) inciden en la
necesaria apertura de espacios de reflexión pedagógica e institucional académica (regional-
nacional) que habiliten la experimentación de métodos, perspectivas de investigación y acción
exógena a la misma con el objetivo de advertir los desafíos explicitados por nuevos actores,
procesos y comportamientos sociales en su expresión más integral.
Entendemos que el impacto de transformaciones o mutaciones de la sociedad actual hacia
objetos y conceptualizaciones congruentes con las ciencias tales como la Ciencia Política, las
Relaciones Internacionales, las Ciencias de la Comunicación o la Sociología permite establecer una
necesaria conciliación con premisas ratificadas por las Humanidades Digitales.
Para introducirnos en el esquema actual de la relación de dichas disciplinas con la
manifestación de instrumentos metodológicos y de escenarios institucionales relativos a la
investigación de nuevos tópicos presentamos un mapeo de la situación global recabando
información y visualizando la misma a través de un mapa digital. Dicha herramienta nos ofrecerá
un breve panorama inicial de la trama regional de los campos disciplinares en cuestión y la
universidad como institución en general.
Esa trama particular generará diversas opciones de análisis y posibilitará discutir entre
otros factores el rol de las Humanidades Digitales en Latinoamérica y su potencial colaboración
para con el desarrollo académico de los campos de estudio aquí discutidos.
Unidades Académicas
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1
Específicamente, uso de herramientas y métodos digitales, tanto en la enseñanza como en la fase de investigación,
contenidos curriculares inherentes a tópicos que detallen el impacto o la reflexión crítica sobre lo digital, procesos
pedagógicos innovadores, trabajos conjuntos con organismos internacionales, grupos sociales, gobiernos en pos de
aplicar o investigar prácticas de relevancia para este trabajo.
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Imagen 2. Fuente: Imagen propia utilizando CartoDB (datos recopilados a nov. 2014 – en continua
actualización).
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hacker ethos en los campos disciplinares seleccionados en el mapa, representan también políticas
divergentes llevadas a cabo en esta línea y denotan un desbalance en nuestros espacios de
actuación en su nivel operativo y pedagógico. Podemos proponer en este plano de representación
que esas políticas porten o prescindan a su vez de los principios, prácticas y valores de las
Humanidades Digitales según sea el caso y comprendiéndola como uno de los factores de avance.
Otra variable a tener en cuenta en la matriz política es la prevalencia de unas disciplinas
sobre otras en cuanto a la tarea de dar respuestas rápidas a las realidades complejas globales. En
ese sentido, cabe destacar que estas han emergido en los últimos años, y en su mayoría, de un
anclaje teórico y práctico proveniente de las Ciencias de la Comunicación, los Estudios Culturales y
las Ciencias de la Información, repercutiendo en las demás disciplinas humanísticas y sociales2.
En este punto de actuación, aún resta mucho camino por recorrer y oportunidades a
desarrollar para encarar los distintos flujos de saberes y métodos digitales a aplicar.
Principios y Valores
Castro Rojas (2013: 76) retoma a Drucker para distinguir la interdisciplinariedad propia de
las Humanidades Digitales expresando que:
Y por ende apelando a una colaboración disruptiva y crítica frente a las tradicionales
formas. Ello también tendrá su corolario en cómo se entiende el objeto de estudio. Se construye,
traduce, modela o remedia para coincidir en un proceso continuo de descubrimiento.
Una variable preliminar de evaluación de la situación y futura puesta en práctica de estos
principios en nuestro país se puede considerar a través de la situación implícita del trabajo
interdisciplinar (al menos tradicional) haciendo uso de los datos bibliométricos. Así, los datos de
publicaciones argentinas recabadas por Scopus3 sobre el empleo del eje interdisciplinar denotan
una mayor incidencia en disciplinas ajenas al núcleo actual de aquellas consideradas propias del
campo de las Humanidades Digitales.
2
Podemos hacer mención de particulares investigaciones estratégicas para nuestro trabajo como los desarrollados
desde estudios sobre mediatización como las propuestas de Hepp, Ponzanesi, los trabajos del CIM en Argentina, el
análisis de redes y movimientos sociales a partir de perspectivas híbridas como las ofrecidas por Toret (2013),
Malini (2013), Tufekci (2014), o a partir de estudios anclados en la etnografía digital de Postill (2014) y métodos
digitales para la investigación investigados por Rogers et al. (2013, 2014), por nombrar sólo algunos de ellos.
3
Scopus es una de las mayores bases de datos bibliográficas que contiene resúmenes y citas de artículos de revistas
académicas.
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Otra inquietud que nos parece interesante discutir a partir de los datos de esta visualización
es, puntualmente, cómo podría traducirse esta escala conseguida por las publicaciones
provenientes de las Ciencias Sociales y Humanidades, si los valores de apertura tuvieran una mayor
repercusión y aceptación en este esquema de producción científica al cual hacemos referencia.4
4
Cabe agregar que sería importante lograr mayores repercusiones en todo el ámbito de las posibilidades otorgadas
por el movimiento de acceso abierto por parte de las Ciencias Sociales, como una más amplia incidencia en los
instrumentos regionales y locales de documentación, bibliotecas o repositorios digitales. Scopus es sólo una muestra
de lo que se desprende de la imagen.
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Prácticas
Los debates sobre las prácticas en Humanidades Digitales son amplios y a su vez
enriquecedores, dado que existen posiciones que avalan la relevancia de la colaboración como
proceso indiscutido del campo, u otros como la relevancia de la utilización de métodos digitales de
investigación frente al uso instrumental de las herramientas digitales. También la dicotomía sobre
la forma de aproximarnos/leer los objetos (Moretti, 2013), y por último cómo manejar y visualizar
los datos con el impulso dado por el Big Data desde distintas perspectivas (Manovich, 2010 y 2011).
Teniendo en cuenta la amplitud de prácticas posibles de aplicación en congruencia con las
Humanidades Digitales, y en especial, para el trabajo en disciplinas de nuestro interés,
presentaremos, bajo tres líneas de investigación, aquellos aportes actuales y a futuro que se
podrían concretarse de manera heterogénea en nuestros espacios académicos, haciendo uso de los
específicos baluartes de las Humanidades Digitales.
Es menester aclarar también, que para ciertos esquemas conceptuales relativos al quehacer
más estricto de las Humanidades Digitales, algunas prácticas podrían pensarse ajenas a este campo.
Entendemos que dada la estructura cambiante de estas y la amplitud de su esfera de acción
podemos argumentar la pertinencia de convalidar las siguientes maneras de acercarnos a la
inclusión de lo digital en las Ciencias Sociales a través del paraguas empírico-teórico que nos
ofrecen las Humanidades Digitales.
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› Impactos y aportes
Democracia -Participación-Movimientos
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Conflictos – Paz
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› Reflexiones finales
En síntesis, en este trabajo hemos puntualizado aspectos que, a nuestro entender, podrían
instituirse como un marco de entendimiento y como parte de las bases de acción entre las
Humanidades Digitales y los ámbitos de investigación seleccionados al:
En algunos casos, se suceden prácticas ambiguas similares a las que se realizan cuando
hablamos sobre qué son y cómo deberían ejecutarse políticas de gobiernos y/o datos abiertos. Las
Humanidades Digitales no quedan exentas a este proceder.
› Bibliografía
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(1), 1-28.
Hepp, A. & Couldry, N. (2010). Introduction: Media Events in Globalized Media Cultures. En
Couldry, N., Hepp, A. & Krotz, F. (Eds.), Media Events in a Global Age. Routledge: Abingdon.
Hirsch, B. D. (2012). Digital Humanities and the Place of Pedagogy. En Hirsch, B. D. (Ed.),
Digital Humanities Pedagogy: Practices, Principles and Politics. Cambridge: UK OpenBook Publishers.
Malini, F. (2013). A internet e a rua: ciberativismo e mobilização nas redes sociais. Porto
Alegre: Sulina. Recuperado de http://www.liinc.ufrj.br/pt/attachments/316_A-internet-e-a-rua-.-
online.pdf el 15/03/2015
Manovich, L. (2010). Visualization_Methods_Media_Studies. Software Studies. Recuperado de
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dies.pdf el 25/03/2015
---- (2011). Trending: the Promises and the Challenges of Big Social Data. Software Studies.
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Moretti, F. (2013). Distant Reading. London: Verso Books.
Ponzanesi, S. & Leurs, K. (2014). On Digital Crossings in Europe. Crossings. Journal of
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Postill, J. (2014). Freedom Technologists and the New Protest Movements: a Theory of Protest
Formulas. Recuperado de
https://www.academia.edu/6937137/Freedom_technologists_and_the_new_protest_movements_a
_theory_of_protest_formulas el 20/03/2015
Rogers, R. (2014). Foreword: Debanalising Twitter: The Transformation of an Object of
Study. Twitter and Society. New York: Peter Lang. Recuperado de
http://hdl.handle.net/11245/1.416833 el 20/03/2015
Rogers, R. (2013). Digital Methods. Cambridge: MIT Press.
Scolari C., Di Bonito, I. & Masanet, M.J. (2014). #UPF2020 Diseñar la universidad del futuro.
Recuperado de http://www.upf.edu/cquid/_pdf/xUPF2020_ESP.pdf el 20/03/2015
Toret, J. (2013). Tecnopolítica: la potencia de las multitudes conectadas. El sistema red 15M,
un nuevo paradigma de la política distribuida. IN3 Working Paper Series. Recuperado de
http://in3wps.uoc.edu/index.php/in3-working-paper-series/article/view/1878 el 20/03/2015
Tufekci, Z. (2014). Big Questions for Social Media Big Data: Representativeness, Validity and
Other Methodological Pitfalls. ICWSM ’14: Proceedings of the 8th International AAAI Conference on
Weblogs and Social Media 2014. Recuperado de http://arxiv.org/abs/1403.7400 el 20/03/2015
› Anexo
Presento aquí estos ejemplos para evidenciar la utilidad de uso de herramientas y métodos
digitales en nuevos tópicos de investigación planteados por las tres líneas seleccionadas en el
trabajo.
Estos breves ejemplos intentan demostrar la potencialidad de la utilización de las prácticas
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y filosofías afines a las Humanidades Digitales. Solo se presentan como meros disparadores
(evidencia del dato y herramientas) para un debate acerca de las oportunidades que su inserción en
estudios futuros proporcionarían a los investigadores que deseen apropiarse de la sinergia entre
datos abiertos y herramientas open source disponibles.
Sumado a ello, la selección de herramientas ha sido planificada con el fin de proponer
aquellas que no sugieren amplios conocimientos técnicos y de acceso para su uso. Es válido aclarar
que hacemos aquí sólo una breve referencia sobre la fuente y el recurso usado sin entrar en los
análisis subyacentes de cada caso.
Movimientos
Imagen 8. Evolución de la narrativa de los hashtags (México) y Hong Kong. Herramienta: hashtagify.me
(medición noviembre 2014).
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Imagen 9. Comparativa temporal según hashtag (HK). Herramienta: hashtagify.me (medición noviembre
2014).
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Imagen 10. Relaciones Argentinas con el exterior desde Julio 2014 a Noviembre 2014 según @ de la
Cancillería Argentina. Herramienta: CartoDB.
Imagen 11. Conversación sobre el HT #Mercosur en Twitter (filtrado por usuarios). Herramienta: NODEXL,
posteriormente representada por nube de tags (noviembre de 2014).
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Imagen 12. Análisis de tweets con NODEXL (noviembre 2014) y Wordle para visualizar
países que incluyeron el hashtag #Mercosur. Tweets de cuentas de usuarios de medios, gubernamentales y
generales.
Conflictos
Análisis del conflicto de Gaza a través de la presencia de los mayores líderes políticos en los
medios tradicionales. El ejemplo brinda ejes de potenciales de investigación a partir de la
comparativa de agenda medios con hechos en redes sociales y en terreno al desarrollar evaluación
por acontecimientos ordenados por fecha.
Imagen 13. Herramientas y Base de datos: GDELT World Leaders Index (noviembre de 2014).
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Imagen 14. Screenshot del proyecto EMAPS. El análisis de documentos de la ONU referidos al cambio
climático da como resultado una mayor frecuencia de la palabra conflicto en la agenda de la ONU. Fuente:
http://www.emapsproject.com/blog/archives/2293.
Asuntos humanitarios
Imagen 15. Procedimiento propio para evidenciar el uso de variable ICT en la documentación digital
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relativa a respuesta humanitaria para luego ser visualizada a través de tags. Herramientas: GoogleScraper,
harvestUrls y Wordle.
Imagen 16. Screenshot del mapa desarrollado por la DHN-SBTF en ocasión del tifón Yolanda. El mapa
implicó tareas de tagging de imágenes y texto provenientes de Twitter, y tareas de georreferenciación,
crowdsourcing, etc. Fuente: Micromappers.
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Imagen 17. Uso de los datos abiertos y políticas de difusión durante la emergencia por el Ébola (datos a
noviembre de 2014). Screenshot de los gráficos resultantes de la sistematización realizada por HDX a partir de
recolección de datasets ofrecidos por distintas fuentes internacionales y locales.
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› Resumen
A pesar de que en muchos países las Humanidades Digitales son parte del currículo
académico o bien se han incorporado como tema, tecnología aplicada o metodología en el ámbito
universitario o de la investigación, nos encontramos lejos de un consenso global acerca de su
definición. Por un lado, ciertas voces apuntan a la necesidad de ampliar las fronteras del término al
fenómeno de la cultura digital (Alvarado, 2011; Manovich, 2013), mientras que otras mantienen su
mirada centrada sobre el mundo scholar (Kirschenbaum, 2010). Esta multiplicidad de definiciones
se ve aún más acentuada si nos recortamos sobre la geografía de las Humanidades Digitales,
evidenciándose allí una brecha entre las investigaciones, proyectos y actividades llevados a cabo en
el mundo de la Europa y América anglo y la hispana. Entendiendo que uno de los espacios más
destacados para el intercambio académico es el de los congresos, este trabajo se propone tomar como
objeto de estudio el contenido de los tres últimos grandes eventos académicos que buscan inscribirse
desde su título en el campo de las Humanidades Digitales en España, México y Argentina, para dar
cuenta de las similitudes y diferencias en las actividades, aproximaciones, temas y conceptos que en
ellos se desarrollaron.
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The digital humanities continues to gain to prominence at the Modern Language Association
(Pannapacker, 2013).
[Las Humanidades Digitales están acaparando un lugar prominente en la Modern Language
Association]
Digital Humanities is becoming an increasingly popular focus of academic endeavour (Terras,
Nyhan & Vanhoutte, 2013).
[Las Humanidades Digitales están transformándose en un creciente y popular foco de
objetivos académicos.] (la traducción es mía) (González-Blanco García & Rio Riande, en prensa)
Poco tiempo más tarde, algunas buscaban extender el fenómeno a escala global, “A primera
vista, el panorama de las humanidades digitales no parece nunca haber sido mejor a nivel
internacional” (Spence, 2014: 37), si bien llamando la atención sobre la necesidad de que, por
ejemplo, las Humanidades Digitales en español se definiesen de un modo más autónomo, sin
depender irreflexivamente de las construcciones heredadas de los English Departments
(Kirschenbaum 2010: 1-7). Más o menos certeras, lo que estas aseveraciones olvidaban es aquello
sobre lo que Domenico Fiormonte (2014: 2) corre el velo:
[La sorprendente expansión mundial de las Humanidades Digitales ha llevado a una serie de
debates sobre temas previamente desatendidos: los diferentes matices del problema lingüístico-
cultural, la representación intercultural dentro de las organizaciones internacionales de Humanidades
Digitales, las consecuencias de la dominación del habla anglosajona en los procesos de discusión y
evaluación de los hechos, la estructura jerárquica de la gestión y la propiedad de los principales
archivos y repositorios, la relación de las Humanidades Digitales con los estudios coloniales y similares,
y la necesidad de un enfoque crítico en relación con las Ciencias Sociales.] (la traducción es mía).
A pesar de que la aseveración es válida para la mayor parte de las disciplinas académicas, no
cabe duda de que es imposible definir a las Humanidades Digitales en una extensa línea de tiempo o
en una macrogeografía. Sabemos que tanto la historia como los condicionantes económicos, sociales
y políticos guían las directivas con relación a la gestión del conocimiento en un país y organizan el
ámbito académico y la percepción que tenemos de él.
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En esta ocasión, más allá de definir o de debatir si hay que definir o, al menos, abrir el debate
sobre qué son o qué no son las Humanidades Digitales, me interesa ver cómo se está construyendo el
campo en diversos espacios académicos de habla hispana. El recorte hispánico busca ir más allá de
las coincidencias alrededor del hecho de compartir una misma lengua; pretende dejar al descubiertos
las diferentes tradiciones académicas, disciplinas y prácticas legitimadas que hoy emergen en el
campo de las Humanidades Digitales para dejar a la luz que no se trata de un proceso ex nihilo, o
generado por un traslado voluntario, sino del reacomodamiento intensivo, extensivo, coordinado y
colectivo de estas tradiciones académicas, disciplinas y prácticas legitimadas.
[…] se utiliza hoy tanto en el sentido de “ficción” o de “ilusión” como en el sentido, familiar
especialmente a los etnólogos, a los sociólogos y a los historiadores de las religiones, de “tradición
sagrada, revelación primordial, modelo ejemplar”.
Todas las comunidades necesitan de mitos para explicarse y mantenerse unidas. Las Digital
Humanities cuentan con sus mitos fundacionales como el proyecto del Index Thomisticus del Padre
Busa, la Machine Translation de IBM o el congreso Computers and the Humanities de 1965 (Rio Riande
2015a, 2015b). La narración de esta genealogía -desde la Humanist Computing hasta las Digital
Humanities-, unida al uso de herramientas y ciertas metodologías (Alvarado, 2011), dispersa en
distintos artículos de investigación (principalmente, en el Digital Humanities Quarterly), blogs y
reunida en publicaciones de relevancia como el A Companion to Digital Humanities (Schreibman, et
al., 2004), Debates in the Digital Humanities (Gold, 2012), Digital_Humanities (Burdik et al., 2012),
Understanding Digital Humanities (Berry, 2012), vino a consolidarse en un volumen recopilatorio
recientemente aparecido que busca terminar de sentar el dogma de las Digital Humanities desde una
definición histórica pero también actual, Defining Digital Humanities (Terras et al., 2013). El libro,
que representa un verdadero acto de clausura de experiencias, hace del inglés su lingua franca y
reúne una serie de voces de distintas universidades europeas y norteamericanas para las que no hay
disenso acerca de qué debemos entender por Digital Humanities.
Por el contrario, las Humanidades Digitales hispánicas apenas cuentan con algunos pocos
artículos recopilatorios escritos desde una óptica españolista (González-Blanco García, 2013;
González-Blanco García & Spence, 2014; Rojas Castro, 2013: 10-53), desde aproximaciones más
generales o desde la aplicación de lo digital a una determinada disciplina (Rodríguez-Yunta, 2013:
37-43).
La insistencia en la constitución y descripción de lo que debería ser el campo no es dato
menor ni arbitrario, ya que, es la letra dura, como todos sabemos, la que sienta los preceptos de las
disciplinas dentro del ámbito académico. Así, por ejemplo, descubrimos que un compuesto de clara
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is[...] a way of reasoning and a set of ontological commitments, and its representational practice is
shaped by the need for efficient computation on the one hand, and for human communication on the
other.
Pero no es mi intención arrojar luz sobre quién pronunció primero la palabra Humanidades
Digitales en español; me interesa, por el contrario, ver quién y en qué contexto se pronunció el
término. Si bien el trabajo de las Humanidades Digitales ha sido mostrar la naturaleza epistemológica
de los cambios en la metodología aplicada a la investigación en Humanidades, esto no se ha dado del
mismo modo es todos los espacios. Los nuevos instrumentos de la Humanist Computing son hoy en
las Humanidades Digitales elementos que dan cuenta de una manera diferente de generar,
representar y acceder al conocimiento y la cultura. El problema está en comprender primero que hay
muchas representaciones del conocimiento y de la cultura. Una posible aunque reducida explicación
es la que da Richard Grusin (2014) en la segunda parte de su Dark side of Digital Humanities:
I would assert that it is no coincidence that the digital humanities has emerged as ‘the next
big thing’ at the same moment that the neoliberalization and corporatization of higher education has
intensified in the first decades of the twenty-first century”
Pero ni el neoliberalismo más acérrimo resulta aplicado del mismo modo en los distintos
países ni la educación universitaria funciona de un modo único. La diversidad de las Humanidades
Digitales en los países de habla hispana resulta buen ejemplo de la dificultad de transposición de la
disciplina (o método, o etiqueta), tal y como construyó, por ejemplo, dentro de los English
Departments, en los congresos de la ADHO, o en los muchos proyectos de investigación en Digital
Humanities.
Con el fin de ilustrar y terminar de dar sentido a las citas y los conceptos hasta aquí esbozados
analizaremos ahora parte del contenido y la temática de los últimos tres congresos en Humanidades
Digitales en países de habla hispana (2013-2014):
el Congreso de la Sociedad Humanidades Digitales Hispánicas (HDH) (La Coruña, España, 2013),
el Segundo encuentro de Humanistas Digitales organizado por la RedHD (DF, México, 2014),
y las I Jornadas Nacionales de Humanidades Digitales de la AAHD (Buenos Aires, Argentina,
2014).
En el primer caso, tanto en lo que hace a los presupuestos y comité de la HDH, salta a la vista
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la orientación filológica de la asociación. Lo mismo puede decirse acerca del congreso organizado en
el añ2013 (repárese que en el poster del congreso se ha elegido a Quevedo como figura
representativa de las Humanidades Digitales):
Imagen 1. Poster del Congreso de la HDH. Humanidades Digitales. Enfoques y aplicaciones (2013)
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Cabe destacarse que, Voyant Tools nos revela nuevamente que en los programas de la primera
como en la segunda edición del evento se ve como fundamental la preocupación por la digitalización
y el desarrollo digital de las bibliotecas físicas (PROYECTOS; LIBROS; BIBLIOTECAS son las palabras
más frecuentes), aunque en la última edición del congreso reflexiones derivadas de la lectura y el
conocimiento de los textos patrimoniales de México (LECTURA; HISTORIA; ACERVOS ganan terrenos
a bibliotecas):
Imagen 4. Visualización del Segundo Encuentro de Humanistas Digitales a través de Voyant Tools.
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Imagen 5. Visualización de las I Jornadas de Humanidades Digitales de la AAHD a través de Voyant Tools.
Se aprecia en este último caso una mayor diversidad en los contenidos, con una mayor área
de influencia de las Ciencias Sociales y una menor tendencia a representarlas como un campo bien
definido, algo que, por ejemplo, es decisivo en la redacción del Manifiesto de la AAHD, a través de la
palabra transdisciplina: “Coincidimos en que las Humanidades Digitales no constituyen una
disciplina temática sino un conjunto de procedimientos que atraviesan nuestras áreas de interés”
(AAHD, 2014) y que estuvo desde el primer momento de las Humanidades, exactamente 1966,
cuando se publica el primer número de Computers and the Humanities:
We define humanities as broadly as possible. Our interests include literature of all times and
countries, music, the visual arts, folklore, the non-mathematical aspects of linguistics, and all phases
of the social sciences that stress the humane. When, for example, the archaeologist is concerned with
fine arts of the past, when the sociologist studies the non-material facets of culture, when the linguist
analyzes poetry, we may define their intentions as humanistic; if they employ computers, we wish to
encourage them and to learn from them (Terras et al., 2013.: 3).
› Algunas conclusiones
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› Bibliografía
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» Palabras clave: muerte materna, salud materna, herramientas digitales, plataforma, narrativas.
› Resumen
› El problema
1
Clasificación estadística internacional de enfermedades y problemas relacionados con la salud, de la OPS/OMS,
citado por el Observatorio de Mortalidad Materna en México (http://www.omm.org.mx/index.php/defs.html).
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Gráfico 2. Fuente: Elaboración propia en base a datos provistos por la DEIS, 2012.
› Punto de partida
2
Según los datos que publica la DEIS para 2012, más de la mitad de las provincias (13 de 24) superan la RMM
nacional y 4 llegan a duplicarla o triplicarla (Chaco, Formosa, Jujuy y Misiones). Esto indica un riesgo
desproporcionado para las mujeres que viven en diferentes jurisdicciones.
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2013). La terminación del embarazo en aborto fue causa oficial del 20.2% de las muertes
maternas3, ocupando el segundo lugar entre las ocho causantes reportadas ese año, solo
atrás del grupo de las causas indirectas, que en realidad es una causante que reúne a causas
diversas. Los expertos en salud materna explican, además, que en la práctica muchos casos
de muertes por aborto quedan asentadas en la partida de defunción como atribuidas a
otras causantes.
Gráfico 3. Fuente: Elaboración propia en base a datos provistos por la DEIS, 2012.
3
Tablas 39-41 de la Serie 5 Estadísticas Vitales, Número 56, DEIS, Ministerio de Salud de la Nación. Recuperado
de www.deis.gov.ar/Publicaciones/Archivos/Serie5Nro56.pdf (el enlace a Marzo 2015 no funciona).
4
La última edición de la Serie 5 Estadísticas Vitales a Marzo de 2015 corresponde al Anuario 2013. Disponible en
http://www.deis.msal.gov.ar/Publicaciones/Archivos/Serie5Nro57.pdf.
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› Antecedente
› Abordaje y metodología
5
En el World Editors Forum llevado a cabo en Ciudad del Cabo durante junio de 2007, el editor de este periódico
contó cómo su diario logró involucrar a 40.000 periodistas ciudadanas para investigar la situación de las
Maternidades en 400 hospitales públicos de Polonia. La presentación está disponible en
http://youtu.be/NGZfZeT4xng (subtitulado completo) y http://youtu.be/YV0OPW e3b3M .
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› Equipo
› Tecnologías
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http://www.muertesmaternas.org.ar/ http://saludmaternaenavellaneda.org
Función
Parte de estrategia de difusión: tematizar el Permite, con límites, cierta automatización y diversas
problema, hacerlo público localizaciones
Implementación de datos públicos: herramienta Posibilita nueva lectura del problema, desde el circuito
de monitoreo de los ciudadanos, a partir del ciclo sexual y
reproductivo de las mujeres
Posibilita análisis de datos por parte de las Posibilita intervención activa de actores, monitoreo a
autoridades y profesionales de la salud través de reportes
Datos
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Público
Desafíos
› Discusión
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flujos de información delineados en la parte inferior del Gráfico 4. Motor básico de las
visualizaciones, insumo dinámico para el control y monitoreo, herramienta para la
participación ciudadana, guía y fuente de información para agentes decisores y
profesionales de la salud, en ambos productos la información en sus múltiples formas
resulta el ingrediente clave.
Si tomamos cada una de estas funciones, se puede vislumbrar cómo en torno a la
información que circula en y alrededor del proyecto se va configurando un campo nuevo de
interacciones, caracterizado por nuevos flujos de información y nuevas relaciones. Entre
los actores, destaco a tres:
1. La Información y saberes disciplinarios (en este caso, la salud materna, los controles,
etc.), específicos, de la mano de las tecnologías de la información (TIC) que promueven
su circulación.
2. La ciudadanía, representando a la sociedad y sus problemáticas sociales - como puede
ser el acceso a servicios.
3. El Estado.
6
http://www.deis.msal.gov.ar/Publicaciones/arbol_tematico.asp Opción Serie 5 Estadísticas Vitales. Documentos descargables:
http://www.deis.gov.ar/publicaciones/archivos/Serie5Nro55.pdf (2011)
http://www.deis.gov.ar/publicaciones/archivos/Serie5Nro54.pdf (2010)
http://www.deis.gov.ar/publicaciones/archivos/Serie5Nro53.pdf (2009)
http://www.deis.gov.ar/publicaciones/archivos/Serie5Nro52.pdf (2008)
http://www.deis.gov.ar/publicaciones/archivos/Serie5Nro51.pdf (2007)
http://www.deis.gov.ar/publicaciones/archivos/Serie5Nro50.pdf (2006)
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tema7.
En el análisis de la información y sus usos en este proyecto surgen cuestiones
ligadas al volumen de la información, aunque en ninguno de los dos productos manejamos
grandes volúmenes de datos; por lo tanto, no puede considerarse que sea este un proyecto
de Big Data. Se identifica una escala variable en cuanto al volumen de los datos: en un polo,
la plataforma de muerte materna - que por el volumen y alcance de datos, referidos al
conjunto de la población nacional, se aproximaría al tratamiento de la información de los
trabajos de Big Data- y en el otro polo, el dispositivo de crowdsourcing implementado en un
barrio de Avellaneda, que sin aspiración ni capacidad para acumular grandes volúmenes de
datos, sumó unos 100 testimonios, aproximadamente en tres meses.
Otra de las diferencias entre ambos productos es el carácter de la información – la
información que los alimenta y la que generan. En la plataforma las visualizaciones
representan información de tipo cuantitativo con variables referidas a las causas de la
muerte materna, tipificada según la CIE-108 (OPS/OMS, 1995), el lugar de residencia de la
mujer, el lugar de ocurrencia de la muerte, la edad de la madre fallecida y algunos datos
adicionales que aportan una descripción de tipo socioeconómica. Se trata de datos
estadísticos, discretos, cuantitativos.
Las visualizaciones que presentamos en la plataforma -tanto el gráfico con las
causas y sus tasas de mortalidad en el tiempo como los mapas- ejemplifican cómo en la era
de Big Data los resultados de un trabajo basado en información dependen de la obtención
de los datos, su procesamiento y su presentación. Ante la cantidad y la complejidad de la
información, la posibilidad de comprenderla plantea un nuevo desafío. En la plataforma
esta complejidad reside tanto en el cruce entre los datos de las estadísticas sobre la muerte
materna y la localización y las condiciones de las maternidades como en la variabilidad que
la muerte materna presenta, tanto en el eje temporal como en el geográfico. Para que el
usuario aprehenda esta variabilidad es que se le permite la manipulación directa de los
datos, a través de la amplificación del mapa, de la elección de la causante de muerte que
quiera visualizar, el año que quiera estudiar, etc.
Si bien la escala no es la del Big Data, en el uso que hicimos de visualizaciones en la
Plataforma se puede apreciar cómo estas herramientas se vuelven imprescindibles para
7
El Estado a través de la DEIS y mediante el Sistema Estadístico de Salud lleva a cabo un registro sistemático en los
registros civiles y en los centros de salud de los hechos vitales, incluyendo las partidas de defunción, y de las
actividades referidas a los servicios de salud con alcance a todas las provincias; no existe otra información
sistemática autorizada con alcance generalizado.
8
CIE-10 es la Clasificación internacional de enfermedades, décima versión correspondiente a la versión en español
de la ICD, International Statistical Classification of Diseases and Related Health Problems. Esta determina la
clasificación y codificación de las enfermedades y una amplia variedad de signos, síntomas, hallazgos anormales,
denuncias, circunstancias sociales y causas externas de daños y/o enfermedad.
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comprender el verdadero mensaje que hay detrás de nuestros datos. Pues las
visualizaciones tienen una función explicativa; en palabras de Manovich (2008a: 130), las
visualizaciones transforman “el caos informativo de los paquetes de datos que se movían a
través de la red, en formas claras y ordenadas”. Pero además, las visualizaciones
interactivas dan más posibilidades al usuario: les permiten extraer conclusiones -nuevas,
independientes- y a la vez generar explicaciones propias de acuerdo con sus exploraciones;
la interactividad da lugar a la función exploratoria.
Por otro lado, el tipo de información que relevamos en los testimonios en
Avellaneda era de carácter cualitativo, según las entrevistas realizadas mediante una serie
de formularios web. Apoyándonos en la idea de que la narrativa es un sentido
estructurante y esencial a la humanidad, que refuerza la identidad y ordena la experiencia
(Segel & Heer, 2010), nos propusimos recolectar narrativas sobre la experiencia de las
mujeres con el sistema de salud. Para esto fue necesario diseñar un dispositivo muy a
medida: el proceso de obtener relatos directamente de la población requirió un trabajo de
carácter territorial, en coordinación con el equipo de Salud municipal, con la unidad
sanitaria y con una ONG local. A partir de los relatos, el dispositivo recolecta, a la vez que
genera, nueva información. En el proceso de diseño hubo que seleccionar y adaptar la
tecnología y los cuestionarios a los vecinos del barrio, a sus lugares de tránsito, tener en
cuenta factores sociales, culturales, educativos y de usabilidad, pues se trata de una
población que difícilmente accede a servicios de salud, a información sanitaria, además de
tener un escaso acceso a redes de comunicación (de hecho fue imposible instalar una
conexión de internet en el barrio; tuvimos que recurrir a un módem inalámbrico).
En estos relatos la información es cualitativa; a través de ellos, cobran vida las
particulares situaciones de las personas concretas frente al sistema de salud, en la medida
que sus palabras comunican matices, acentos, detalles que dan voz y rostro a las muertes
de la estadística.
Los relatos se suman al ecosistema de datos junto a los demás componentes del
proyecto. También a las visualizaciones, con sus propios códigos, generan su propia
narrativa; lo interesante que el proyecto pone de relieve es la convivencia de dos tipos de
narrativas totalmente diferentes, que son resultantes de diferentes tipos de información.
Destaco esta convivencia entre los dos tipos de información expuestos, que
funcionan desde la complementariedad y enriquecimiento mutuo para describir la
situación de la muerte materna. Es necesario desde el diseño del proyecto reconocer que la
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En este sentido, volvemos sobre una idea de Manovich (2008b: 14-15)9, al acuñar el
concepto de cultura del software: la centralidad y ubicuidad que tiene el software hoy día
en la creación de cultura, -en nuestro caso, de los sistemas de salud- cambia la esencia
misma de estos sistemas de salud. En la medida que los sistemas sigan incorporando
tecnologías tendremos que volver una y otra vez a identificar los problemas del mañana.
› Bibliografía
9
“‘adding’ software to culture changes the identity of everything which a culture is made from […] and our culture
can be justifiably called a software culture -because today software plays a central role in shaping both the material
elements and many of the immaterial structures which together make up ‘culture’” (Manovich, 2008b: 14-15).
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El Laboratorio de Innovación en
Humanidades Digitales y la redefinición
del perfil del humanista y la academia en
el siglo XXI
GONZÁLEZ-BLANCO GARCÍA, Elena / Universidad Nacional de Educación a Distancia (España) –
[email protected]
MARTÍNEZ CANTÓN, Clara Isabel / Universidad Nacional de Educación a Distancia (España) –
[email protected]
RIO RIANDE, Gimena del / Seminario de Edición y Crítica Textual (SECRIT-IIBICRIT). CONICET
– [email protected]
› Resumen
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Las Humanidades Digitales, al tratarse, o más bien constituirse como un campo de estudio
relativamente nuevo en el mundo hispanohablante1, han debido ir buscando distintos modos de
introducirse en las instituciones académicas (y también fuera, aunque ese es otro asunto). No es
sencillo que dentro de la estructura oficial de una institución universitaria española o
latinoamericana haya un departamento, por ejemplo, dedicado a las Humanidades Digitales, y sólo
lo encontramos en universidades punteras en este aspecto como el King’s College de Londres.
Resulta significativo al respecto el hecho de que fuera del mundo de habla inglesa sea difícil
encontrar programas oficiales de Grado o Máster especializados en este campo, si bien cada vez son
más numerosos los ejemplos, y en España ya ha existido un Master en Humanidades Digitales,
ofrecido por la Universidad de Castilla-La Mancha (hoy en día desaparecido), y otro máster con el
mismo título impartido por la Universidad Autónoma de Barcelona2. Así, la UNED es una de las
pocas universidades que, a través del LINHD, ha comenzado a impartir títulos propios de Experto
profesional en Humanidades Digitales, Edición Digital, y distintas escuelas de verano y workshops
relacionados con estas temáticas.
La organización de las Humanidades Digitales dentro del mundo académico
hispanohablante se ha realizado prioritariamente a través de redes y asociaciones. Elena González-
Blanco (2013) realiza un recorrido por el difuso nacimiento de las Humanidades Digitales a través
de proyectos y asociaciones en su artículo dedicado a la actualidad de este campo de estudio, y
señala:
Dentro del mundo de habla hispánica, en el que el panorama es mucho más joven, cabe
destacar la creación de la Red de Humanidades Digitales (RedHD) en junio de 2011, nacida de un
encuentro en la UNAM de México y cuyo objetivo, entre otros es apoyar:
1
Como se señala en muchos de los artículos referidos a las Humanidades Digitales, muchas prácticas disociadas
entrarían en el discurso de lo que hoy en día son parte de ellas. Nos encontraríamos, por tanto, “dentro de un proceso
de cambio semántico […] para acoplar su lenguaje y las denominaciones de su trabajo a los términos usados dentro
de las HD” (Priani et al., 2014: 9).
2
Cabe destacar que, más allá de estas ofertas, otras relacionadas indirectamente como el Máster Universitario en
Bibliotecas y Servicios de Información Digital que ofrece la Universidad Carlos III de Madrid también aborda
muchos contenidos específicos valiosos en el campo de las Humanidades Digitales.
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Pero volvamos al punto del que partíamos, ¿cómo han acogido y apoyado las universidades
a las Humanidades Digitales? Dado que en la mayoría de los casos, como ya apuntábamos, no existe
un espacio para estas dentro de los organismos funcionales de las universidades (como áreas,
departamentos o facultades), muchas instituciones han tratado de apoyar las investigaciones y
proyectos del ámbito de Humanidades Digitales creando centros y laboratorios interdisciplinares
en los que se une la investigación, con el desarrollo de herramientas digitales útiles y reutilizables
para proyectos humanísticos.
En la actualidad encontramos, especialmente en Estados Unidos y Europa, gran cantidad de
centros de Humanidades Digitales, lo que ha suscitado a su vez una reflexión sobre su naturaleza,
con definiciones tan vagas y amplias como la siguiente: “Ciberinfraestructuras para las
humanidades y las ciencias sociales”, según Unsworth (2007), o más concretas como la de Zorich
(2008): “Entidad donde se utilizan los nuevos medios y tecnologías para la investigación y la
enseñanza de las humanidades, con investigación y compromiso intelectual”. Más centrada y
definitoria resulta esta definición de Romero Frías & del Barrio García (2014): “Unidad
generalmente transdisciplinar que articula iniciativas de investigación, docencia y en ocasiones
soporte técnico en las áreas vinculadas a las DH”. Rodríguez-Yunta (2014: 456), por su parte, señala
que este tipo de centros surgen de las unidades de informática para humanidades existentes en
algunas universidades anglosajonas (Humanities Computing), y que a partir de ellas se amplían,
aumentando sus objetivos y teniendo un papel fundamental en los procesos de diseño, desarrollo y
mantenimiento de proyectos, bases de datos o bibliotecas digitales.
Los fines que persiguen este tipo de centros son diversos y vienen a suplir una carencia de
recursos que existía en varios ámbitos, como la investigación, la formación o la asesoría en
proyectos interdisciplinares. Entre otros podemos señalar los siguientes objetivos:
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[…] an international network of digital humanities centers formed for cooperative and
collaborative action to benefit digital humanities and allied fields in general, and centers as
humanities cyberinfrastructure in particular. Anchored by its new
publication DHCommons, centerNet enables individual DH Centers to network internationally —
sharing and building on projects, tools, staff, and expertise. Through initiatives such as Day(s) of
DH and Resources for Starting and Sustaining DH Centers, centerNet provides a virtual DH center for
isolated DH projects and platform for educating the broader scholarly community about Digital
Humanities (http://dhcenternet.org/about).
Algunos de los centros más relevantes a nivel global que forman parte de centerNet son los
siguientes: Canadian Institute for Research in Computing and the Arts (University of Alberta,
Canadá), Center for Digital Scholarship (Brown, USA), Centre for Open Electronic Publishing [Cléo]
(France), Department of Digital Humanities (King’s College London, UK), Digital Humanities Center
for Japanese Arts and Cultures (Kyoto, Japan), Digital Humanities Hub (Australian National
University), Digital Humanities at Oxford (UK), Göttingen Centre for Digital Humanities (Germany),
etc3. En julio de 2015 figuraban en su relación de instituciones más de 180 centros de unos 30
países distintos, si bien los más numerosos eran los centros en Estados Unidos, mostrando un claro
anglocentrismo del que luego hablaremos, y que se puede apreciar a simple vista en el mapa de
centerNet que aquí reproducimos:
3
Todos estos centros, junto con algunos otros, forman parte de lo que centerNet llama centros fundadores de su
iniciativa (http://dhcenternet.org/about), por lo que cuentan ya con una antigüedad relativa y reconocido prestigio.
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› LINHD
Los proyectos que integran investigación, edición de textos y tecnología no son nuevos en
España (Rojas, 2013), y gozan de una larga tradición. Sin embargo, se han ido desarrollando de
manera aislada, y hasta fechas recientes no se ha podido hablar propiamente de un ámbito de
Humanidades Digitales en nuestro país. Así, en el ámbito académico, los investigadores que
trabajaban en este campo se han basado en un tipo de trabajo con informáticos propios y sin
comunicación con otros proyectos, sobre todo porque no existían iniciativas institucionales fuertes
capaces de apoyar los distintos proyectos unidos por esta área. González-Blanco García (2013: 61)
reflejaba así la situación en 2013:
Sin embargo, parece que precisamente, a partir de ese año, las Humanidades Digitales en
España comienzan a darse a conocer, como bien indica Rodríguez-Yunta en su estudio sobre el
tema:
El pasado año 2013 ha sido clave para la visibilidad de las Humanidades Digitales en España.
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Además del congreso de la Asociación Humanidades Digitales Hispánicas, tuvieron lugar otros dos
eventos científicos destacados. Por una parte, el organizado por el grupo de investigación Griso en
Pamplona: Humanidades digitales: visibilidad y difusión de la investigación. Por otra, las I Jornadas
sobre Ciencias Sociales y Humanidades Digitales en la Universidad de Granada. Estos encuentros han
mostrado la confluencia entre investigadores de humanidades con el ámbito de la comunicación y la
edición digital (Rodríguez-Yunta, 2014: 455).
Innovación e investigación
A este respecto el propósito de LINHD es apoyar diferentes proyectos de investigación
ligados al campo de las Humanidades Digitales a través de diferentes acciones, como la creación y la
oferta de un entorno virtual de investigación (VRE/EVI) para los investigadores, o el diseño
específico de herramientas y prototipos específicos para cada proyecto.
Formación
La existencia del LINHD va ligada a la aparición para el curso 2014-2015 del título propio de
Experto profesional en Humanidades Digitales ofrecido por la UNED, a la vez que se impulsa la
creación de un Máster Oficial para el siguiente curso. El impacto de este título, impartido por la más
grande universidad del país, y con la posibilidad de realizarlo a distancia, puede ser grande, ya que
es una puerta a la formación específica en esta área.
Otra modalidad de formación, con gran tradición en el mundo de las HD anglosajonas, es la
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Información y difusión
El LINHD quiere además ser una puerta de entrada a las Humanidades Digitales en español,
por lo que se configura como un portal de información bilingüe. Cuenta con un blog de noticias y
eventos relacionados con las Humanidades Digitales.
Por otra parte, el propósito del laboratorio es también impulsar y ser sede de seminarios
periódicos y congresos sobre el ámbito, como el II Congreso Internacional de la HDH, que se celebró
en octubre de 2015 en la UNED.
La necesidad de un centro de este tipo en España y en español, es decir, en comunicación y
abierto a todo el mundo hispánico, se hacía patente. En 2006 el American Council of Learned
Societies (2006) ya advertía en un informe acerca de la necesidad de desarrollar
ciberinfraestructuras para las humanidades y ciencias sociales, en las que se reúnan y ofrezcan
servicios informáticos, repositorios de datos, bibliotecas digitales, herramientas de software, etc. El
LINHD viene a suplir, por tanto, estas carencias, y a dar soporte y visibilidad a un tipo de
investigaciones que hasta fechas recientes habían sobrevivido casi sin ningún tipo de apoyo.
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Romero Frías & del Barrio García (2014) recogen asimismo gráficas en las que se visualiza
muy bien, en relación a este aspecto, cómo el 45% de los Centros de Humanidades Digitales tienen
sede en los Estados Unidos, y cómo en torno a un 80% del total se encuentran en lugares
anglófonos, como ya nos mostraba el mapa de centerNet reproducido anteriormente.
Además, puede verse también cómo existe una actividad muy fértil fuera de la academia en
ámbitos que se podrían considerar de las Humanidades Digitales. Las artes han encontrado una
nueva dimensión con la entrada de la tecnología y así lo reflejan en galerías, museos, etc. También la
poesía ha aprovechado las posibilidades de lo digital y se configura abriéndose a nuevas formas no
lineales. En el campo de las Ciencias Sociales, las posibilidades de las Humanidades Digitales son
inmensas y han dado sus frutos desde ámbitos muy alejados de las universidades como los
BarCamps o Hackatones.
Por último, cabe no olvidar el papel fundamental de las bibliotecas en las Humanidades
Digitales, que van cambiando su papel en la sociedad, pues se pasa de un sistema de
almacenamiento de documentos hacia:
Silvia Gutiérrez y Élika Ortega decidieron, por los motivos dados, explorar el campo de las
Humanidades Digitales incluyendo y dando visibilidad a un tipo de prácticas que no se recogen
4
dentro de la academia . Su proyecto pretendía recabar información de la comunidad implicada en el
campo de las HD y sus prácticas, para realizar así un análisis de red. El resultado que se buscaba
era, finalmente, realizar un mapa en el que se “ubica y dibuja la comunidad HD”
(http://mapahd.org/about/). La comparación de esos resultados con el mapa de las Humanidades
Digitales que dibuja centerNet la recoge una de las investigadoras de este proyecto en su blog
(https://silviaegt.wordpress.com) y aquí lo reproducimos:
4
El proyecto se encuentra alojado en http://mapahd.org/, y en él se recogen todas las especificaciones sobre el tipo
de prácticas que se consideran Humanidades Digitales, el método de trabajo utilizado, y los números y mapas
obtenidos de esta investigación.
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Imagen 2. Mapa comparativo de centerNet con el MapaHD de Élika Ortega. Fuente: blog de Silvia
Gutiérrez https://silviaegt.wordpress.com.
› Conclusiones
Más allá de las adaptaciones propias de cada país e institución, los centros de Humanidades
Digitales han demostrado ser un apoyo fundamental y necesario en el ámbito académico para las
investigaciones en Humanidades Digitales. Las ventajas que aportan son claras, ya que, por una
parte, reúnen proyectos y grupos de investigadores híbridos que se enfrentan a una serie de
problemas tecnológicos comunes y que pueden, por tanto, servirse de soluciones similares. Por
otra, proporcionan una visibilidad institucional necesaria, y dan lugar, entre otras cosas, a la
colaboración con otras instituciones y a la creación de un ámbito de aprendizaje innovador, más
allá de cualquier clasificación académica.
› Bibliografía
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I Jornadas de Humanidades Digitales | 2014
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› Resumen
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› Introducción
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Sociales. Antecedentes
Antecedentes internacionales
Existen diversas organizaciones interesadas en el desarrollo de las Humanidades Digitales.
Ofreceremos aquí en primer lugar, una lista de algunas de ellas, y luego, un intento de síntesis de los
que consideramos sus aportes fundamentales, y sus coincidencias de concepciones y propuestas.
No obstante, nos interesa destacar que existen muchas otras, incluso de más larga tradición en el
tema, especializadas en otras disciplinas que en algunos casos han servido de referencia para el
desarrollo de estas que nos ocupan. Consideramos que sería relevante dar cuenta también de sus
experiencias, en oportunidad de un trabajo más extenso1.
Organizaciones relevadas
Hemos relevado las siguientes organizaciones:
American Council of Learned Societies (ACLS): federación de 72 organizaciones académicas sin fines
de lucro de las Humanidades y Ciencias Sociales de los Estados Unidos. En 2004, nombró una
Comisión Nacional sobre Ciberinfraestructura en las Humanidades y las Ciencias Sociales, y en
2006, la Comisión publicó el informe “Our Cultural Commonwealth”, en el que destaca el
potencial transformador de una infraestructura que conserve y comparta el patrimonio
cultural de la sociedad de la que forma parte, y señala que para que esto sea posible deben
superarse limitaciones como la pérdida, la fragilidad y la dificultad para el acceso a los
materiales y documentos; como también las relativas a la propiedad intelectual, y la falta de
recursos y estímulos para experimentar con ciberinfraestructura (http://www.acls.org/).
UK Data Archive (UKDA): gestiona la principal colección de datos para investigación de Humanidades
y Ciencias Sociales del Reino Unido. Es uno de los principales creadores de directrices y buenas
prácticas en la curaduría digital de datos en ciencias sociales. Desde 2006 publica una guía de
buenas prácticas (http://www.data-archive.ac.uk/).
Research Information Network (RIN): organismo sostenido por el gobierno del Reino Unido a través
de su Consejo de Educación Superior, sus siete Agencias de Investigación y sus tres Bibliotecas
Nacionales. Tiene como objetivo mejorar y ampliar la creación y el uso de recursos de
información y servicios que desarrollan los investigadores y las instituciones, con el fin de
1
Algunas de ellas son: Data Curation Centre del Reino Unido, Inter-University Consortium for Political and Social
Research, grupo de trabajo Digital Preservation & Curation, King’s College London Center for e-Research,
Proyecto InSPECT, National Science Foundation, UK-Data Service, y, por ejemplo, su registro de set de datos de
Historia Oral llamado Digital Preservation Coalition. También proyectos autónomos: Dissemination Information
Packages for Information Reuse (DIPIR), Digital Preservation Europe, Knowlodge Exchange, PARADIGM (The
Personal Archives Accesibles in Digital Media), PREPARDE, Digital Curation Centre y Australian National Data
Service.
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apoyar el desarrollo de políticas y prácticas eficaces. En 2010 publicó el Informe “Open to all?
Case studies of openness in research” en el que, entre otra información de gran interés, se
destaca que a pesar de las limitaciones económicas para su implementación, cada vez son
mayores los esfuerzos por publicar corpus anotados en acceso abierto (http://www.rin.ac.uk/).
Digital Humanities Data Curation (DHDC): es un proyecto de investigación colaborativa del MITH
(Maryland Institute For Technology In The Humanities) que se enfoca en desarrollar
información sobre la práctica de curaduría en Humanidades mediante recursos de aprendizaje
en línea. Para esto han desarrollado una Guía de Curaduría en Humanidades Digitales
(http://www.dhcuration.org/institute/).
Association of Research Libraries (ARL): es una asociación sin fines de lucro de 125 bibliotecas de
instituciones de investigación de EE. UU. y Canadá, cuyos principios rectores son: acceso
abierto y equitativo a la información, y el reconocimiento de las bibliotecas como agentes
activos en el proceso de transmisión y creación de conocimiento. Su Informe “Safeguarding
Collections at the Dawn of the 21st Century: Describing Roles & Measuring contemporary
Preservation Activities in ARL libraries”, de 2009, menciona algunos programas que trabajan
sobre la preservación de materiales, por ejemplo: LOCKSS (Lots of Copies Keep Stuff Safe:
http://www.lockss.org/), radicado en las bibliotecas de la Universidad de Stanford que ofrece a
bajo costo herramientas para trabajar en preservación digital. Y PORTICO
(http://www.portico.org/digital-preservation/) que trabaja con bibliotecas y editoriales en la
preservación de revistas, libros digitales y otros contenidos de enseñanza. Participan de este
programa 922 bibliotecas de 14 países, entre los que se encuentra Argentina con un alto
porcentaje de Instituciones correspondientes a Universidades públicas (UNLP, UBA, UNC, UTN,
entre otras) (http://www.arl.org/).
Canadian Association of Research Libraries (CARL): es una asociación que cuenta como miembros a
29 bibliotecas universitarias y 2 de instituciones gubernamentales. Su objetivo es enriquecer la
investigación y la educación superior mediante el acceso amplio a la información por la vía de
la comunicación académica y las políticas públicas de información (http://www.carl-
abrc.ca/en.html).
Association of College and Research Libraries (ACRL): con más de 12.000 miembros, conforma una
asociación profesional de bibliotecas académicas y de miembros individuales. Desarrolla tareas
para cubrir las necesidades de las bibliotecas académicas y de los profesionales de la
información en educación superior y para mejorar las condiciones de enseñanza, aprendizaje e
investigación (http://www.ala.org/acrl/).
Aportes
En todas las organizaciones relevadas hallamos denominadores comunes de análisis y
trabajo. Observamos un reconocimiento respecto de que el trabajo en Humanidades y Ciencias
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Antecedentes nacionales
En 2011 CONICET inició un proyecto denominado PLIICS, Plataforma Interactiva de
Información en Ciencias Sociales. El objetivo de la PLIICS es resguardar la información de interés
para la investigación del área que se encuentra dispersa o de difícil acceso, y está constituida por
“objetos, bases de datos y fuentes de todo tipo y soporte”. El propósito de su digitalización y
catalogación reside en lograr un intercambio efectivo a fin de facilitar el trabajo entre disciplinas.
Como plataforma de trabajo se desarrolla en la modalidad de dos catálogos digitales: un
catálogo de conjuntos de datos primarios y un catálogo de material multimedia de fuentes
documentales.
El proyecto propone instrumentarse sobre la base de los catálogos centralizados por el
CONICET, aunque se ocupará de referenciar a los archivos digitalizados institucionales distribuidos
a lo largo de la Argentina.
En su inicio, el grupo de desarrollo se propuso realizar un relevamiento mediante una
encuesta dirigida a los investigadores CONICET en la que se preguntaban aspectos generales sobre:
Uso: qué fuentes primarias usa el investigador (para relevar las tipologías generales, por ejemplo:
documentos originales, libros antiguos, cartografía, fotografías, cartas, periódicos,
grabaciones, observaciones de campo, etc.) y si estas están en formato analógico o digital. Por
otro lado, se relevaba información sobre colecciones que el investigador usa, estén o no
dentro de su institución.
Generación: qué tipos de datos primarios genera el investigador (se busca relevar tipologías
generales, por ejemplo: bases de datos estadísticos, bases de datos documentales, entrevistas,
historias de vida, registros de campo, objetos arqueológicos y antropológicos, etc.), y en qué
grado de digitalización se encuentran. Asimismo, en qué formatos digitales los produce y con
qué software, si tiene metadatos asociados y qué estándar usa.
Política de acceso: se le preguntaba al investigador qué tiempo considera que los datos necesitan
estar embargados antes de publicarlos, y si ya están depositados en algún repositorio o archivo
de acceso público.
Infraestructura de información y tecnológica de la propia institución: se le preguntaba sobre la
existencia de archivos en su institución y el nivel de digitalización.
Los resultados de dicha encuesta pueden ser consultados en la página web de CONICET
(CONICET, 2012).
Más recientemente, en 2014, se comienza a gestar en el ámbito del MINCyT el Programa de
Digitalización y Acceso Abierto de Colecciones en Ciencias Sociales y Humanidades. Si bien se
encuentra en etapa de conformación, aspira a tener alcance nacional y ser interinstitucional,
aunque siempre restringido a los organismos que integran el Sistema Nacional de Ciencia,
Tecnología e Innovación.
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La curaduría digital atiende al ciclo de vida de los datos científicos desde el mismo momento
de la creación. Por lo tanto, planificar proyectos en los que no se ha tenido oportunidad de
intervenir tempranamente asesorando a los investigadores sobre cómo trabajar con los datos, es un
aspecto que debemos estar dispuestos a resignar, al menos en esta etapa de nuestras instituciones
en la que es prioritario comenzar a recuperar para preservar y dar acceso a conjuntos de datos y
colecciones de fuentes que ya han sido generadas con mayor o menor pericia. Esto no significa que
el trabajo con los investigadores sea dejado de lado, pero parece necesario iniciar el proyecto
publicando algún tipo de contenido, para que luego se pueda incentivar al conjunto de
investigadores a modificar prácticas de trabajo arraigadas.
Considerando que existen conjuntos de datos o colecciones de fuentes en el seno de nuestra
institución que es de interés capturar para preservar para su uso futuro, el primer paso será
planificar un relevamiento que permita identificarlas y obtener la información necesaria para
realizar la selección y orden de prioridades para su procesamiento. Es menester realizar esto para
dedicar recursos que garanticen su posterior preservación.
Revisión de la literatura
En el capítulo sobre el proceso de valoración (appraisal) y selección escrito por Ross Harvey
(2007) para el Manual de Curaduría Digital, se reconoce el aporte que realizan tanto la Archivística
tradicional como la Bibliotecología. Allí se define appraisal como el proceso de evaluación para
determinar cuáles materiales serán retenidos en el archivo, cuáles serán retenidos durante un
periodo específico y cuáles serán destruidos; mientras que define al proceso de selección, como la
tarea de agregar materiales a la colección de una Biblioteca. Sin embargo, ambos procesos, que han
sido ampliamente tratados para el mundo papel, son revisados por el autor con el nuevo sentido de
curaduría digital. Así, mientras la práctica archivística tradicional aplica el criterio de valor
administrativo, valor fiscal, valor legal, valor intrínseco, valor probatorio y valor informativo, y la
Bibliotecología aplica valor probatorio, valor estético, valor comercial y valor de exposición, Harvey
desarrolla 10 criterios que condicionan el proceso de selección: valor, condición física, recursos
disponibles, uso, importancia social, derechos legales, cuestiones de formato, cuestiones técnicas de
preservación, políticas y documentación que acompaña a los datos para que estos puedan ser
accedidos en el futuro.
Al considerar que es la comunidad en la que está inserto el proyecto la que impone los
requisitos de cantidad y naturaleza de los datos o fuentes seleccionados para la preservación,
entiende que de la misma manera será la comunidad de usuarios quién defina el tipo de
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donde los factores de utilidad, usabilidad y accesibilidad son claves. También hay factores como la
singularidad de los datos, su diversidad o representatividad que afectan a su valor. Los datos que
son imposibles de recoger o es muy costoso volver a hacerlo, son buenos candidatos a ser
preservados. Otro criterio es el costo, que puede estar involucrado en la adquisición y el
alojamiento, y que seguro lo está en la preservación y el procesamiento.
Revisión de la literatura
Dentro del amplio marco de trabajo que establece la llamada Auditoría de Información en
las organizaciones, uno de los instrumentos que están dirigidos a los datos es la Data Audit
Framework Methodology. Conocida como DAF, es un proyecto que ofrece herramientas
metodológicas y de software preparadas para colaborar en la auditoría de datos, lo que facilita a las
instituciones reconocer y ubicar la información para su posterior explotación. Esta metodología
establece 4 pasos: la planificación de la auditoría, la identificación y clasificación de los conjuntos de
datos, la evaluación de la gestión de los datos, la comunicación de los resultados y las
recomendaciones de cambios. En el primer paso, se sugiere identificar a las personas que poseen
conjuntos de datos dentro de la organización y de ser posible entrevistarlos, así como recoger
documentación que antes de la visita in situ le permita reconocer el sistema de registración que se
maneja en la organización. Los documentos pueden ser de tipos muy variados: registros existentes
de datos, informes finales de proyectos, informes anuales, informes de investigación, publicaciones
de resultados de investigación, manuales de procedimientos, documentación de sistemas, etc. Al
finalizar la primera etapa, debe haber quedado definido quién será el responsable de llevar
adelante la auditoría, haber obtenido la aprobación de quien corresponda para llevarla a cabo y
acordar con los involucrados el tiempo que demandará. La etapa de planificación implica
sensibilizar al entorno con el proceso que se realizará y planificar las solicitudes de requerimientos
para ahorrar el tiempo de los involucrados.
En la etapa de identificación y clasificación de los conjuntos de datos, lo importante es
establecer qué tipo de datos existen, quién los tiene y dónde, además de clasificarlos en función del
valor que poseen para la organización. Para la identificación de estos datos se pueden utilizar
distintas técnicas entre las que se encuentra el análisis de fuentes documentales, la realización de
encuestas por escrito o entrevistas personales a los miembros de la institución, la preparación de
un inventario con la información de los datos recopilados, entre otras. Tanto las entrevistas como
las encuestas le permitirán al auditor conocer los datos existentes en la institución a través de sus
propios creadores, de quiénes los usan y los mantienen. Lo relevante de las entrevistas a los
distintos integrantes es la posibilidad de solicitarles que realicen una valoración de los documentos,
es decir que los clasifiquen dentro de las categorías:
Vital: su gestión y protección debe ser prioridad en la institución (proyectos en curso, datos que
apoyan la investigación o que se usan para proporcionar servicios a clientes).
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Esta primera valoración dará una de las pautas de selección cuando el volumen de datos sea
superior a los que la institución podrá conservar, permitirá determinar costos de mantenimiento y
seguridad necesarios.
La tercera etapa denominada evaluación de la gestión de los datos apunta a la recogida
completa de la información referida al conjunto de datos, para ello se desarrolla un formulario
abreviado de 16 campos, o uno extendido de 50 ítems diferentes a registrar.
La cuarta y última etapa consiste en reportar resultados y hacer recomendaciones. Aquí se
espera que el auditor presente un informe final en el que conste una breve descripción de la
organización que fue auditada, el perfil de los conjuntos de datos basado en el inventario y la
clasificación realizados y, finalmente, las recomendaciones para mejorar la gestión de los datos.
Problema 1
La primera cuestión a considerar tiene que ver con que muchas de nuestras instituciones, en
tanto órganos de gestión de ciencia, comparten estas dos áreas de conocimiento: Humanidades y
Ciencias Sociales que son muy cercanas pero diferentes entre sí, a la vez que cada una de ellas
presenta diferencias notables en su propio seno.
Los institutos de investigación de nuestro país trabajan en alguna de estas disciplinas o en
varias de ellas, por lo que las características de la información que manipulan necesariamente
presenta características muy diferentes. Tal es el caso del IdIHCS, que agrupa líneas de
investigación históricas, de las letras, sociológicas, políticas, de la filosofía, etcétera.
Acción 1
Objetivo: Identificar claramente cuáles son las líneas de investigación que se han
desarrollado en el Instituto en los últimos años. La decisión de cuántos años hacia atrás se tomarán
es una cuestión de política que queda supeditada a las características de las diferentes instituciones.
En el caso del IdIHCS, si bien es un instituto de reciente creación (2009), sus antecedentes se
remontan a más de 50 años de investigación concentrada en el ámbito de la Facultad de
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Problema 2
Una de las características de la manera de producción académico-científica actual en
nuestras instituciones es que por lo general los resultados de investigación cobran formalidad en la
etapa final de difusión, la que corresponde a la publicación en forma de libro, capítulo de libro,
artículo o presentación a una reunión científica (todas ellas susceptibles de ser preservadas en los
Repositorios Institucionales). Es en estas producciones donde se hace referencia a la información
primaria, entendiendo como tal aquella sobre la cual cada tipo de investigación elaboró sus
resultados y que en términos muy generales corresponden a uno de estos dos tipos: "fuentes
usadas" y "datos producidos" en el marco de la investigación. Cuando una investigación usa fuentes,
puede ser que estas sean analógicas o digitales, y que se las haya consultado en un espacio físico o
virtual más o menos institucionalizado (archivo, biblioteca o museo). Otras veces, dichas fuentes
están en lugares inaccesibles con acceso restringido por ser propiedad de personas o ser
documentación inédita. En esas situaciones es cuando el investigador o grupo de investigació n
inicia un arduo trabajo que comienza con la gestió n de permisos para actuar sobre la colecció n,
continú a con un relevamiento exhaustivo que implica diversas tareas de organizació n y
preparació n de los materiales, que incluye, en la mayoría de los casos, la generació n de imá genes
digitales y una mínima descripció n. Todo ese material producido es referenciado en las
publicaciones que produce el grupo, pero por lo general no adquiere una formalidad de colección
por estar almacenado en computadoras personales, con escasa descripción, sin acceso público y
cabría suponer, que con alto nivel de vulnerabilidad. Un panorama similar presentan los datos
producidos, ya que solo se publican los resúmenes, mientras que la totalidad de los datos que les
dieron origen permanecen en las mismas condiciones antes descritas.
Acción 2
Objetivo: Una vez determinado el recorte disciplinar que en el pasado y en el presente
caracteriza a la institución, lo adecuado parecería ser identificar las personas o grupos de personas
que trabajan o trabajaron esas líneas de investigación, de manera que se las pueda encuestar o
entrevistar para recabar información sobre las colecciones de fuentes o los conjuntos de datos de
los que disponen. Se sugiere aquí conformar con claridad los diferentes grupos (pueden ser
unipersonales), de manera que los instrumentos de relevamiento puedan ser preparados ad-hoc
dependiendo las características disciplinares de personas y productos.
Recursos: Nómina de personal de la institución actual y pasada, nómina de proyectos de
investigación acreditados clasificados por líneas de investigación con mención del equipo
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interviniente.
Problema 3
Un proyecto de curaduría de datos dentro de una institución siempre debe atender
cuestiones relacionadas con la legislación vigente. En Argentina, el 13 de noviembre de 2013 fue
sancionada la Ley 26.899 de Repositorios Institucionales de Acceso Abierto (2013). En dicha
norma, aún sin reglamentar, el art. 2 establece:
Esta intención de hacer pública la información primaria presenta para el campo de las
Humanidades y Ciencias Sociales dos aspectos diferentes que deben revisarse con cuidado. El
primero tiene que ver con los derechos de autor de aquellos materiales de los cuales se han tomado
reproducciones digitales o se piensa tomarlas para hacerlas públicas. En este sentido es
imprescindible asegurar que no se está transgrediendo la legislación vigente y se cuenta con los
debidos derechos de publicación. El segundo aspecto tiene que ver con esa característica particular
de muchas disciplinas de las Ciencias Sociales que generan información a partir de fuentes
humanas. La información de identidad de las personas que la proporcionan debe desvincularse de
los datos no solo para cumplir con la legislación vigente sino también para no incurrir en problemas
éticos, ya sea a nivel de convenciones internacionales, legislación nacional o normativa impuesta
por las agencias de promoción de ciencia y técnica nacionales. El tema del tiempo en el que debe
hacerse público es otra cuestión que debe ser transparente hacia el interior de la institución.
Acción 3
Objetivo: Antes de iniciar cualquier tipo de relevamiento que involucre el tiempo de las
personas, es aconsejable tener definida la política que regirá al sistema. Dicha política deberá ser
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una declaración amplia, ya que previo al relevamiento se desconocen muchas características del
escenario, pero a la vez muy estricta en cuanto a cuestiones de normas que no se transgredirán.
Además deberá definir claramente quiénes podrán aportar datos primarios y qué tipo de
características en términos legales deberán poseer esos datos. Sería el momento de hacer explícito
que el compromiso de la institución respecto a la ingesta para el sistema de preservación será
gradual y que se realizará priorizando criterios de valor científico o histórico, singularidad, no
replicabilidad o alto costo de replicabilidad, calidad en la información de contexto que acompaña a
los datos (metadatos y documentación).
Recursos: Normativa internacional, nacional e institucional que rige aspectos de propiedad
intelectual, cuestiones éticas y políticas de acceso a la información. Modelos de políticas de otras
instituciones.
Problema 4
La generación de proyectos nuevos dentro de las instituciones implica la articulación de
diferentes actores. Por un lado están los gestores encargados de delinear y aprobar las políticas y
conseguir los recursos. Están también los proveedores de datos, con todas las características
diferenciales por disciplina mencionadas en el problema 1 y mayor o menor grado de interés en
disponer del tiempo que se le pueda solicitar para trabajar sobre sus datos. Por otro lado se debe
armar una infraestructura de publicación que necesariamente requiere de la participación de otro
tipo de actores: bibliotecarios que trabajen los metadatos, informáticos, diseñadores de usabilidad.
Es deseable que todo el entramado que se necesita poner en movimiento se apoye en estructuras
existentes. Tal como se sostiene en un trabajo anterior (González, Pené y Unzurrunzaga, 2013) en
muchas instituciones hay un know how interesante en las Bibliotecas, ya que son organizaciones
que han tenido que resolver problemas técnicos, revisar aspectos legales, conseguir recursos
financieros y articular recursos humanos para lograr construir sistemas de información de
similares características como son los Repositorios Institucionales de acceso abierto. Ya se ha
manifestado también que los conocimientos y modos de hacer de los bibliotecarios y archiveros son
similares a los que se usan en la curaduría digital, aunque deben enriquecerse con el aporte de los
investigadores. Son ellos quienes brindan el contexto de producción del dato y proyectan el
significado que puede tener para otros académicos. En otro sentido, también se considera que de no
dar participación a profesionales de apoyo en esta actividad de intermediación se corre el riesgo de
desviar recursos humanos de investigación para el armado de este tipo de infraestructuras. En el
caso de la Facultad de Humanidades de la UNLP, la Biblioteca de la institución ha desarrollado
sendos proyectos de gestión de información de alto interés para nosotros: el repositorio
institucional Memoria Académica (http://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/) y el archivo de autores
destacados ARCAS (http://arcas.fahce.unlp.edu.ar:9090/arcas/portada). Este último en
colaboración con personal del IdIHCS.
Acción 4
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Objetivo y recursos: De lo expuesto hasta aquí se deriva que lo adecuado será integrar un
grupo de trabajo que incorpore diferentes perfiles profesionales a la vez que articule claramente la
participación de cada sector dentro de la Institución. Por el momento, en lo que concierne a la etapa
de relevamiento, lo principal es plantear un buen nivel de comunicación con los investigadores, lo
que implica que la coordinación general de toda la etapa de relevamiento se concentre en un solo
sector. La propuesta en este caso es que sea el sector de apoyo a la investigación del IdIHCS. Sin
embargo, para la elaboración de los instrumentos se requiere la conformación de un grupo en el
que participen profesionales con conocimiento diversos: aspectos legales en el uso de la
información (bibliotecarios o editores), cuestiones técnicas vinculadas a los formatos digitales,
migraciones y software (informático) y especialistas en el armado de cuestionarios y entrevistas
(sociólogos).
Problema 5
Para iniciar el trabajo de relevamiento será necesario preparar un plan y seguir una
metodología que ordene las acciones. Asimismo, será necesario definir en qué medida pueden
planificarse en simultáneo ciertas acciones y en qué momentos es necesario establecer una escala
de prioridades. Por ejemplo, será necesario decidir, más allá de los trabajos y el diálogo previo que
se haya mantenido con los investigadores, el momento de inicio del relevamiento en función de la
disponibilidad de las personas para responder consultas o saldar dudas que surjan durante este
proceso. Por otro lado, como hemos observado en las experiencias de muchas de las Organizaciones
presentadas en el marco contextual, un criterio de inicio a considerar puede ser evaluar el grado de
riesgo de pérdida de los materiales a relevar. Este análisis podrá sostenerse mediante la
observación tanto de las líneas como de los equipos de trabajo. Al arribar a estas definiciones,
recién se podrá generar un sistema de entrevistas y encuestas.
Acción 5
Objetivo: en esta primera etapa de relevamiento el objetivo es identificar y organizar un
“plano general” de las características de los materiales existentes; especificar su formato de origen
(papel, audio, fílmico, digital); su grado de relevancia para los equipos de trabajo o institutos, y su
análisis de riesgo.
Recursos:
1. Grilla o tabla que considere tanto la materialidad de los datos relevados, como sus datos de
filiación institucional, personal a cargo de su generación, referencias y valoración de su grado
de relevancia. Como referente: formulario DAF adaptado a las particularidades de los casos
locales.
2. “Informantes”: miembros de equipos; Personal de apoyo abocado a la tarea de diseño de las
herramientas de relevamiento, y al proceso de entrevistas.
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› Conclusiones
Hay una demanda cada vez mayor de promoción de proyectos que recuperen y hagan
pública la información primaria que se ha utilizado en las investigaciones, que en forma de fuentes
documentales o conjuntos de datos elaborados se hallan en manos de los grupos de investigación o
investigadores individuales. Esto involucra tareas de descripción y tratamiento de los datos con un
sentido diferente a los impuestos por la propia investigación, cuestión que hace que los grupos, por
lo general, no estén dispuestos a hacerlo sin el apoyo económico y técnico de sus instituciones. Por
lo tanto, es la curaduría digital la que se presenta como una nueva especialidad capaz de intervenir
en el armado de esta e-infraestructura.
Estos proyectos implican poner bajo consideración los diversos intereses de la partes: las
agencias de investigación y su preocupación por la llamada ciencia abierta, los investigadores y el
celo respecto a su trabajo, los herederos de fuentes documentales interesantes, las bibliotecas y su
interés en ampliar servicios para el sector investigación. Solo con la armonización de todas estas
partes se podrán obtener resultados satisfactorios.
Si bien los saberes de la Bibliotecología y la Archivística aportan un conjunto de técnicas
imprescindibles, es cierto que también surgen nuevos problemas derivados de que el producto de
información que se pretende lograr es diferente: mucho más enriquecido que la biblioteca
tradicional y mucho más integrado que el archivo tradicional en un ecosistema informativo
multidisciplinar.
Finalmente, se deben establecer prioridades frente a la abundancia de materiales y se deben
manejar con previsibilidad aspectos diversos como el riesgo de pérdida, la obsolescencia, los
tiempos de compromiso de los investigadores hacia ese conjunto de datos o fuentes. Identificar las
líneas de investigación y sus investigadores, definir la política del futuro sistema, formar un grupo
de trabajo y construir un instrumento de relevamiento de los materiales disponibles, son los
primeros pasos a dar. Solo una buena planificación puede garantizar buenos resultados.
› Bibliografía
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Transformación de datos y
jerarquización de saberes. Notas acerca
del proyecto ReMetCa
BARRIOS MANNARA, Mariana / Universidad de Buenos Aires – [email protected]
» Palabras clave: XML-TEI, base de datos, código, lírica medieval, Cancionero de Baena.
› Resumen
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durante el primer cuatrimestre de 2014. A partir de los contenidos que pude asimilar y poner en
práctica, mi interés también será analizar de qué manera se integran saberes y competencias
diversas, al momento de intervenir en la codificación informática de los testimonios poéticos
medievales castellanos, para la elaboración de un repertorio métrico digital. Me interesa, por
empezar, rescatar muy sintéticamente los contenidos vistos en el transcurso del seminario, ya que
ha sido una instancia de formación indispensable para concretar mi participación: primero,
partimos de una introducción a los textos, contextos, géneros y formas métricas y estróficas desde
fines de siglo XII al XIV en la Península Ibérica; segundo, la descripción codicológica, paleográfica y
mise en page del Cancionero de Baena; tercero, el estudio de los autores, géneros y metros presentes
en la colectánea; cuarto y último, la edición digital de los textos.
ReMetCa es el primer repertorio métrico digital online y de libre acceso para la poesía
medieval castellana. Es un repertorio métrico born digital que abarca el estudio métrico y la edición
de los testimonios poéticos existentes en español desde sus primeras manifestaciones a finales del
siglo XII hasta los siglos XV y XVI. El proyecto está basado en la integración de los conocimientos
métricos tradicionales de la poesía medieval castellana (esquemas rítmicos y rimáticos, etc.) con los
estándares tecnológicos que se aplican hoy al campo de las Humanidades Digitales: los sistemas de
etiquetado XML-TEI embebidos en una base de datos de tipo relacional que permiten realizar
búsquedas simultáneas online mediante una sencilla interfaz de consulta. En líneas generales, TEI
es un esquema de codificación nacido como aplicación de SGML (Standard Generalized Markup
Language), que adapta sus etiquetas al XML. Su objetivo es producir un estándar para la comunidad
científica de humanistas para la codificación y el intercambio de textos, independiente de hardware
y software alguno.
En efecto, contribuir a la creación de una entrada que integrará la lista de resultados de la
base de datos de ReMetCa, requiere de una doble formación, que integre saberes filológicos e
informáticos. Tomemos como ejemplo el caso de una entrada, disponible ya en el catálogo de
ReMetCa, cuyo íncipit es “Generosa muy fermosa”, cantiga de loor de Alfonso Álvarez de
Villasandino transmitida en el Cancionero de Baena (Anexo 1). En su composición, una vez arrojados
al usuario los resultados de búsqueda, nos encontramos con tres secciones: a) análisis métrico-
rimático de la pieza, b) transcripción de la pieza y c) código TEI. Cada una de ellas se vincula a tres
operaciones sobre el texto fuente desde la base de datos, que en su momento, para el caso de esta
entrada, estuvieron a mi cargo. En primer lugar, en esta visualización detallada de un único poema,
nos encontramos con los datos paratextuales: autor (Villasandino), título (no posee), íncipit
(utilizado aquí como criterio de búsqueda) (Anexo 2), fórmula rimática, fórmula métrica, cantidad
de versos y de estrofas, el tipo de poema y las notas críticas (Anexo 3). En el diseño de la base de
datos relacional, para que exista la posibilidad de realizar búsquedas complejas, se estructuraron
campos buscables para las categorías de análisis de las formas métricas y estróficas. Para ello,
existen campos específicos en la interfaz de consulta (Anexo 4), además de autor o íncipit, tales
como asonancia, unisonancia, isometrismo e isoestrofismo, que son categorías de clasificación que
se derivan del análisis de la poesía medieval.
Luego, en la sección dedicada a la transcripción del poema (Anexo 5), encontramos una
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muestra del texto presentada en base a los criterios de edición de documentos hispánicos de la Red
CHARTA (2010-) que el proyecto sigue. Se pretende, a través de ellos, acercar la fuente documental
al lector actual; por lo que se opta por respetar la información gráfica, pero sí descartar la
paleográfica. El punto de partida para esta operación de transcripción sobre el texto fuente del caso
que presentamos es la edición que se encuentra en el corpus de Brian Dutton del Castilian
Cancionero de la Universidad de Liverpool (2006-), (Anexo 6). Así, en la imagen del Anexo 7,
podemos cotejar una versión y otra del mismo poema. En la presentación crítica final, por ejemplo,
se quitaron todas las S altas. Además se corrigieron problemas de escansión derivados del sistema
de transcripción diplomática de Cancionero Virtual, como en el caso del verso sexto de la primera
estrofa, modificación que figura aclarada en las notas a la edición en ReMetCa.
Finalmente, dentro de la información accesible al usuario, se incluye el desglose del código
del etiquetado en TEI (Anexo 8).
Dicho, entonces, de manera muy sencilla, el agente que interviene en la creación de una
entrada de la base de datos relacional combina una serie de saberes diversos. Estos provienen tanto
de la disciplina de la filología, pertinentes para la edición crítica y el análisis métrico-estrófico,
como saberes de la informática para manejar otros recursos en línea como Cancionero Virtual o
para etiquetar en lenguaje TEI. La codificación es el esfuerzo más exigente, quizás, para una
estudiante de Letras.
Como vemos en la imagen del Anexo 9, el texto medieval objeto de la edición en XML se
encuentra dentro de la etiqueta body. En el encabezado de esta etiqueta, que engloba al resto, se
encuentran los datos que caracterizan a la pieza en su totalidad. Luego, en XML, line group, se
especifican los datos de cada verso, estrofa por estrofa. Las etiquetas de TEI establecidas en la ficha
son: type, subtype, unisonancia, isometrismo, isoestrofismo, asonancia, met y rhyme. Cabe destacar
que, a excepción de type y subtype, el resto de las etiquetas fueron customizadas para aplicarse a la
poesía medieval castellana. El diseño de etiquetas incide en el trazado de nuevas vinculaciones
entre textos y, por ende, en posibles recorridos de lectura de las piezas de la colectánea, pues la
visualización de comparaciones rompe su seguimiento lineal.
Particularmente, cuando se realiza el etiquetado de textos medievales en TEI, se produce la
instancia en la que se integran y dialogan de manera más estrecha los distintos saberes que hemos
considerado pertinentes para la elaboración de la ficha en esta base de datos. Así, en la imagen del
Anexo 10, vemos que no se trata de la mera transcripción del texto. Sino que, por ejemplo, los datos
a b a b b c c b asociados a la etiqueta rhyme, además se encuentran aplicados en el cuerpo del texto.
Es decir, se expresa la relación entre las categorías de análisis y, además, se codifica cómo se
manifiestan al escandir la rima en la muestra textual, línea por línea. Aquí, marcadamente, dialogan
la gramática del lenguaje XML -con su estructura jerárquica y sus reglas sintácticas-, las
clasificaciones métricas y el contenido del poema, editado según criterios CHARTA. Todas las
operaciones realizadas por el agente que crea esta entrada, se condensan en la ficha donde se
detalla el tipo de relaciones que establecen los datos entre sí. Sin duda, la elaboración de las
entradas no solo incide, en la recepción que un usuario de la base de datos tendrá del texto
medieval, al posibilitar las búsquedas. También se crean nuevos textos, en la medida en que
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aquellos que contiene la base de datos poseen una estructura nueva de fondo, es decir, subyacente.
Las operaciones que transforman el texto original también lo hacen con sus modos de lectura, como
en el caso de la agrupación por semejanzas métricas y estróficas que posibilita ReMetCa. Pero a su
vez, incide mucho antes, en la manera de apreciar los textos por parte del humanista digital, cuyo
rol fundamental sería el de realizar las operaciones intelectuales que permitan correlacionar
parámetros. Así, nuestros conocimientos de los textos y sobre los textos se reorganizan en función
de coincidir, por ejemplo, con las reglas estrictas de un metalenguaje informático. Por ello, se
jerarquizan, pues no es habitual pensar los saberes estróficos, métricos y rimáticos o analizar los
textos planteando, a la vez, un ordenamiento estricto que los vincule y genere secuencias entre las
cuales las relaciones jerárquicas sean indispensables para la validez del conjunto. Se desencadena
un proceso similar a la traducción cuando da la transposición o adecuación de dos lenguajes: el
analógico y el digital. El código informático condiciona el sentido del lenguaje metaliterario y
viceversa; por ejemplo, al momento en que etiquetas como body, type o subtype entablan relaciones
de hiperonimia con la muestra completa del texto o poema o cantiga, sus respectivos hipónimos. La
amplitud de estas etiquetas genera, entonces, posibilidad de combinaciones infinitas. De esta
manera, el humanista digital no solo pone en interacción el texto fuente con el discurso
metaliterario, sino que, a la vez, vehiculiza la relación entre ambos discursos con su adecuación al
lenguaje informático.
› Anexo 1
Ficha
a) Incipit: “Generosa muy fermosa”. Fórmula rimática: ababbccb. Fórmula métrica:
88883888
Consonante/ singular/ heterométrico/isoestrófico. Versos: 56. Estrofas: 7. Nota: En la
primera estrofa, el verso sexto está mal escandido en PN1.
b) Transcripción: “Generosa muy fermosa, / sin mansilla virgen santa,/ virtuosa, poderosa/
de quien Lucifer se espanta;/ tanta/ fue la tu grand omildat/ que toda la Trenidat/ en ti se encierra,
se canta.// Placentero fue el primero/ gozo, señora, que oviste,/ cuando el vero mensajero/ te
salvó, tu respondiste/troxiste/ en tu seno virginal/al Padre Celestial/ al cual sin dolor pariste.//
Quién sabría ni diría/ cuánta fue tu omildanza,/ oh, María, puerta y vía,/ de salud e de
folganza;/fianza/ tengo en ti, muy dulce flor,/ que por ser tu servidor/ habré de Dios perdonanza”.
c) TEI: <body>
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</lg>
</lg>
</lg>
<lg type="estrofa" subtype="octava de arte menor"asonancia="consonante"
met="8,8,8,8,3,8,8,8" rhyme="ababbccb">
<l n="1">Quién sabría ni dir<rhyme label="a">ía</rhyme></l>
<l n="2">cuánta fue tu omild<rhyme label="b">anza</rhyme>,</l>
<l n="3">oh, María, puerta y v<rhyme label="a">ía</rhyme>,</l>
<l n="4">de salud e de folg<rhyme label="b">anza</rhyme>;</l>
<l n="5">fi<rhyme label="b">anza</rhyme></l>
<l n="6">tengo en tí, muy dulce fl<rhyme label="c">or</rhyme>,</l>
<l n="7">que por ser tu servid<rhyme label="c">or</rhyme></l>
<l n="8">habré de Dios perdon<rhyme label="b">anza</rhyme>.</l>
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</lg>
</body>
› Bibliografía
› Anexo 2
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› Anexo 3
› Anexo 4
ISBN 978-987-3617-89-8 91
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› Anexo 5
› Anexo 6
ISBN 978-987-3617-89-8 92
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› Anexo 7
ISBN 978-987-3617-89-8 93
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› Anexo 8
› Anexo 9
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› Anexo 10
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› Cóncavo y convexo
En este trabajo, que es una suerte de diálogo de compañeros de camino, van a aparecer
viejos convidados, parte de mi historia personal y por supuesto la perspectiva de la institución de
cuya gestión me ocupo, el Centro Argentino de Información Científica y Tecnológica (CAICYT), que
forma parte de la colmena del CONICET.
Justamente los conceptos de cóncavo y convexo en este contexto los he tomado de la Dra.
Dora Barrancos, Directora del Área de Ciencias Sociales y Humanas de CONICET, quien los
mencionó en el curso de una clarificadora intervención durante una reunión de especialistas. En ese
entonces, Barrancos se refirió a la reflexión como un espacio convexo en relación con la concavidad
de los repositorios documentales. En lo personal me resultó inspirador para visualizar este ámbito
que nos ocupa.
Esto en cuanto a referencia en el espacio. En cuanto al tiempo, me debo retrotraer más: en
noviembre de 1971 se reunieron para debatir en un programa de televisión holandés dos de los
más grandes intelectuales del siglo pasado, hablando en inglés uno y el otro en francés, Chomsky y
Foucault (en riguroso orden alfabético), abordaron el tema de la naturaleza humana:
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sintiendo que, a pesar de la dolorosa euforia que vivíamos en nuestro país, estábamos como
humanidad asomándonos a una época impredecible y asombrosa; me sentí feliz por primera vez en
mucho tiempo. A la vez descubrí que el debate entre ambos estaba instalado en mí, en la esquizoide
cotidianidad de esa época de exiliada pero dentro de mi país.
¿Por qué traigo esta anécdota aquí? En Chomsky y Foucault, como en Piaget y Vygotsky
quizás, parece estar esta tensión entre factores internos humanos innatos y externos sociales, donde
la acumulación aparece como forma de hacer evidente lo social. Existe una tensión entre el
hardware de la razón humana y el software de nuestras metodologías que, tal como insiste Foucault,
necesitan de la acumulación de conocimiento. Un punto de inflexión, más allá del cliché, entre una
concavidad y una convexidad.
Me permito seguir con mi itinerario personal: diez años después de aquel 1978 tuve el
privilegio de participar como lingüista en la primera experiencia argentina de desarrollo de una
base textual documental en disco láser. En 1988 aún no había difusión masiva de internet, la
editorial El Derecho decidió digitalizar su impresionante acervo de fallos, así como textos
fundamentales del cuerpo legal argentino, compilando entonces por primera vez legislación,
jurisprudencia y doctrina. Todo ello en una impresionante masa de 350 megabytes. Cantidad que
deja libre 3 cuartas partes de mi pen drive de ahora, sin embargo, era por entonces una empresa no
realizada en el país, y solo conocida en pocos lugares del mundo. El proyecto en el aspecto
informático fue llevado adelante gracias a un pionero a quien recuerdo hoy con agradecimiento:
Joza Vrljicak:
Durante este desarrollo pude experimentar en el hacer diario la dinámica entre concavidad
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Durante esa experiencia, que ahora tiene 25 años, y al vivir en el día a día la dinámica entre
la acumulación de texto digital que por primera vez yo veía en una cantidad no manejable por
manos humanas y que podía ser interrogado en el lenguaje natural de los textos, llegué al
convencimiento de que era posible la emergencia de esa creatividad, de lo impensado que
inquietaba a Foucault, a la vez que esperaba en una nueva capacidad de extraer esquematismos
formales de esa masa de datos que nos permitieran generar nuevo conocimiento como esperaba
Chomsky.
Para retomar el hilo de esta historia, y volviendo al histórico debate, quien era el moderador
del mismo, Fons Elders, dijo algo importantísimo en aquel momento:
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Perhaps the best way to compare both philosophers would be to see them as tunnellers
through a mountain working at opposite sides of the same mountain with different tools, without
even knowing if they are working in each other's directions (Rajchman, 2006: 1).
Aquí tenemos a estos mineros del conocimiento: por una vía, Chomsky nos dio las bases para
realizar la mayor abstracción sobre la lengua humana. Por otra vía, Foucault avanzó recopilando
documentación con su Grupo de Información en las Prisiones y de allí nos regaló el broche terrible
del siglo XX, Vigilar y Castigar:
hace notar la crítica de Ronald Day (2014) al enfoque positivista y pragmático de las escuelas
bibliotecológicas herederas de Otlet. En su obra Indexing it all, Day critica el instrumentalismo de
Otlet y el de Briet y, utilizando el concepto de Foucault, propone una episteme de la documentación.
Examina el paso de las estructuras de índices que, de ser estructuras explícitas de organización,
mediadoras entre los usuarios y los documentos, se transformaron en infraestructuras implícitas en
los dispositivos que todos usamos en nuestros actos cotidianos de uso de información e incluso
para la comunicación social. Estos lenguajes controlados y sus mecanismos de etiquetado se
generalizaron en esta década del siglo XXI como instrumentos lógicos no solo para la indización y
para la recuperación de información sino para la creación de sujetos sujetados en las redes sociales
(Day, 2005).
Otra aproximación con una visión menos disruptiva, en un intento de integración, es la que
ofrece Chris Alen Sula (2012) del Pratt Institute de New York. Sula intenta un modelo que dé cuenta
de la vinculación entre Humanidades Digitales y Bibliotecas. Retoma en parte la distinción de
Suzanne Druet dejando para los documentalistas el mundo de los documentos secundarios y para
los humanistas digitales los primarios:
Las Humanidades Digitales se han preguntado mucho sobre su naturaleza y así también lo
Ahora veamos cómo es posible vincular estas competencias con la actual línea de trabajo
que tenemos en CAICYT.
En los últimos años de uso intensivo de las tecnologías, nos encontramos en un escenario
que considera a la información como commodity, como mercancía de uso comercial, como bien
producido masivamente cuyo valor está en la relación oferta-demanda, sin diferenciación en
función de quién o dónde se produce.
Salir de esta presión es un desafío para los que formamos parte de la comunidad de actores
de la producción de información científica, que nos requiere convertirnos en desarrolladores de
capacidades diversificadas que no sean transformables en commodities. Esta estrategia se basa en
incidir en la cadena de valor con mayor calidad.
Como institución, esta meta nos lleva a mirar hacia el pasado y hacia adelante: el CAICYT
tuvo su origen en 1958 como Biblioteca del CONICET, pasó a ser un centro de servicios
documentales en 1976 y, recientemente, en 2012, fue promovido a unidad de investigación, además
de centro de servicios.
Esto nos presenta un promisorio horizonte y, a la vez, nos impone enfatizar la
consideración de la información como un producto social que se implementa en servicios a la
comunidad altamente diferenciados.
Por ello estamos trabajando en cuatro ejes:
También estamos llevando a cabo, junto con otros investigadores CONICET, como la Dra.
Gimena del Rio Riande (SECRIT-IIBICRIT), y junto con las Áreas Comunicación Institucional y de
Tecnología Documental de CAICYT e investigadores de distintas universidades argentinas, el
proyecto institucional Metodologías en Herramientas Digitales para la Investigación (MHeDi). El
proyecto contempla una línea temática dirigida a trabajar en general con metodologías en
herramientas para producción de datos y desarrollo de esquemas de metadatos para proyectos de
investigación. En esta línea CAICYT está trabajando en el desarrollo de un marco de verificación de
calidad de metadata e infraestructura para datos primarios científicos. La otra línea temática está
orientada al estudio de metodologías para el uso de herramientas digitales en el ámbito de Ciencias
Sociales y Humanidades. Comenzando con la localización de productos centrales para el desarrollo
de las Humanidades Digitales en los países de habla hispana, se ha procedido a la traducción del
Nos vamos a detener ahora, por su fuerte vinculación con las Humanidades Digitales en
nuestra política de desarrollo de infraestructuras de información.
Respecto de qué son las estructuras de información, cabe decir que es un concepto que
hemos tomado de Bowker et al. (2010) quienes parten del concepto general de infraestructura
como el conjunto de equipamientos necesarios para la actividad humana.
Pero estos equipamientos, las infraestructuras muestran rasgos específicos: tienen que
estar embebidas dentro de otras estructuras sociales, tecnológicas, etc., por lo que resultan
transparentes. Tienen asimismo un ámbito de aplicación espacial o temporal más allá de una
práctica aislada.
Otros aspectos importantes de las infraestructuras es que deben ser aprendidas de manera
inclusiva en una determinada comunidad de práctica, no funcionan de forma aislada. Además se
articulan a través de estándares y normas. Esto hace que su cambio sea gradual y requiera
negociación y procesos de ajuste y para funcionar se deben articular sobre bases de
infraestructuras ya instaladas. Finalmente, algo que todos sabemos: se hacen visibles cuando fallan.
Es evidente que en esta caracterización entran: infraestructuras físicas, como edificios,
caminos o puertos, a redes de transporte y comunicación como cables, etc. Así también como las
grandes infraestructuras en la ciencia, como aceleradores de partículas, telescopios orbitales entre
otros.
Apoyándose en otros, estos autores extienden el concepto llevándolo a entidades más
abstractas como protocolos, estándares y memoria (Bowker et al., 2010: 97-117).
Por esta vía llegamos nuevamente a nuestras concavidades, proponiendo estas
infraestructuras de información, también denominadas ciberestructuras, que tienen una presencia
invisible como los cableados, pero que modelan y permiten construir, transportar y acumular
conocimiento. Así tenemos las redes de computadoras, pero también el software para desarrollo de
aplicaciones con alta normalización y protocolos que permiten el reuso entre plataformas.
Son estas ciberestructuras no transparentes desde los lenguajes de marcado hasta las
geolocalizaciones y los datos enlazados las que nos permiten hoy estar en este escenario de las
Humanidades digitales.
Y aquí estamos los horribles bibliotecarios con nuestra experiencia y nuestras instituciones
que se transforman en sedes de infraestructura.
Se trata de una empresa de construcción colaborativa de conocimiento. Salimos de la
pasividad de ofrecer nuestras competencias tan prolijamente presentadas por ALA a pensar formas
de viabilizar y de apoyar estrategias de aprovechamiento colectivo y sustentable.
CAICYT ha iniciado el desarrollo de algunas de estas infraestructuras: el Portal de
Publicaciones Periódicas, http://ppct.caicyt.gov.ar/, para facilitar la puesta en marcha de
publicaciones científicas, que tiene embebidas las prácticas de referato en ella. Ofrecemos también
en el Servidor Semántico, http://vocabularios.caicyt.gov.ar/portal/home.php, que nos permite
brindar una plataforma que suministra de manera simple e intuitiva listas de descriptores de
tesauros, taxonomías, glosarios y ontologías terminológicas. En el ya mencionado Servidor
Semántico cada recurso tiene un referente científico para su localización, uso y reuso. Es una
infraestructura porque permite servicios de consulta, desarrollo, descarga y/o explotación de
servicios web semánticos para que cada actor pueda desplegar los modelos y dinámicas de
utilización que considere necesarias para facilitar la producción, transmisión, tratamiento y gestión
del conocimiento especializado.
Otras infraestructuras que ponemos a disposición son una plataforma para análisis de datos
documentales, que es utilizada para el proyecto de autoconocimiento del sistema de bibliotecas
CONICET (ReFeRI), así como estudios de usuarios y relevamientos documentales. También
plataformas para formación y para trabajo colaborativo. Además, ofrecemos una plataforma para
datos documentales que puede funcionar como repositorio de un amplio espectro de tipos
documentales y soportes.
Creo que aquí podemos finalmente decir que CAICYT espera ser un referente estable y
consistente, con claro reconocimiento, poniendo a disposición servicios con valor agregado,
sustentados de una infraestructura de recursos de información y humanos altamente profesionales
abiertos a la comunidad con responsabilidad social.
› Bibliografía
Repositorio colaborativo de
comunicaciones digitales: aproximación
a un corpus para el español
CANTAMUTTO, Lucía/ Universidad Nacional del Sur-CONICET – [email protected]
VELA DELFA, Cristina/ Universidad de Valladolid – [email protected]
› Resumen
Dentro del conjunto de investigaciones sobre la comunicación digital, uno de los problemas
con los que se enfrenta el investigador es el establecimiento de corpus de datos: no siempre resulta
posible la recogida de muestras de lengua que conserven la representatividad necesaria para
legitimar cualquier estudio (Torruella & Llisterri, 1999). Para solventar esta carencia resulta
necesario establecer corpus estables de muestras de lengua de la comunicación digital. Las
herramientas colaborativas que actualmente ofrece internet resultan muy útiles a este fin. Los
corpus lingüísticos han encontrado en la web un espacio dinámico y accesible para investigadores
de disciplinas diversas que requieren datos primarios no siempre a su alcance. No obstante, hasta
donde llega nuestro conocimiento, no existe aún para el español un repositorio de corpus de
comunicación digital que recopile muestras de chat, email, SMS, entre otros, para su estudio
sociolingüístico. El objetivo de este trabajo es doble. Por un lado, llevaremos a cabo una reflexión
sobre los problemas metodológicos de recogida y fijación de datos en los entornos comunicativos
digitales, a partir de la reflexión sobre los antecedentes encontrados en inglés, francés y chino; por
otro lado, presentaremos los preliminares de un proyecto de creación de un repositorio abierto y
colaborativo de comunicaciones digitales (CoDiCE), que permitirá avanzar en los estudios de
variación sociolingüística y pragmática intra/interlingüística.
› Presentación
modelo metodológico apropiados para dar cuenta de la complejidad del objeto de estudio; en
particular, para las investigaciones de corte sociolingüístico y sociopragmático. El objetivo de este
trabajo es presentar una revisión de la literatura en torno al establecimiento de corpus de
comunicaciones mediadas digitalmente y, además, plantear la necesidad de conformar un
repositorio digital abierto y colaborativo de comunicaciones digitales para el español. De este
modo, se intenta responder a dos preguntas fundamentales: ¿en qué situación metodológica se
encuentran las investigaciones sobre la comunicación digital? y ¿es esperable establecer un corpus
abierto y colaborativo de comunicaciones digitales en nuestra lengua?
Los corpus lingüísticos encontraron en la web un espacio dinámico y accesible para
investigadores de disciplinas diversas que requieren datos primarios, no siempre a su alcance. Sin
embargo, hasta donde llega nuestro conocimiento, no existe aún para el español un repositorio de
corpus de comunicación digital que recopile muestras de chat, email, SMS, entre otros, apropiadas
para su estudio sociopragmático. Por ello, abordamos la necesidad y viabilidad en la constitución de
un corpus o repositorio abierto de comunicaciones digitales en español.
Para tal fin, dividimos nuestro trabajo en tres partes. En primer lugar, presentamos y
definimos el campo de estudio de la comunicación digital, identificando sus características
generales y sus atributos específicos en relación con los diferentes dispositivos mediante los cuales
se desarrolla el intercambio (La comunicación digital: un campo de estudio emergente), señalando
las cuestiones metodológicas pertinentes. En segundo lugar, haremos una revisión de la bibliografía
para dar cuenta de las estrategias metodológicas utilizadas en la recolección de datos para
diferentes corpus; se presentará una síntesis de algunas investigaciones en torno a cada uno de los
tipos discursivos (chat, email, SMS, redes sociales, WhatsApp, entre otros) para el español y para
otras lenguas (Sobre los corpus de comunicaciones digitales). Por último, se defenderá la pertinencia
de la creación de un repositorio de comunicaciones digitales del español, al que denominaremos
CoDiCE (Comunicaciones Digitales Corpus del Español).
trabajos, encontramos aportaciones sobre el uso del ciberlenguaje, que provienen de diferentes
paradigmas epistemológicos. Abundan las aproximaciones que, desde una perspectiva
comparatista, ponen en relaciones la comunicación en contextos presenciales con la comunicación
digital (Walther, 1996; Gobato, 2014). Sobre todo en sus orígenes, muchas se centraron en la
identificación de las limitaciones de esta última frente a la primera, entre ellas, Kiesler, Siegel &
McGuire (1984).
Asimismo, se ha ido generalizando una corriente de estudio que se orienta hacia el análisis
de los aspectos meramente normativos. Focaliza su interés en los fenómenos de desviación de la
norma culta estándar manifestados por los usos lingüísticos de los medios digitales (Ivars, 2007).
No deberían confundirse estos con otros estudios que, desde un enfoque sociolingüístico,
interpretan el habla en la red desde una orientación variacionista, por ejemplo Baron (1984),
Covarrubias (2008), o desde una perspectiva sociocultural (Muñiz Calderón, 2011).
Lamentablemente, estos últimos son todavía sorprendentemente escasos, a tenor de la
generalización del fenómeno de la comunicación por internet.
Especialmente relevantes se consideran aquellos estudios que asumen una orientación
pragmática como los de Yus (2001 y 2010). Algunos sesgan su atención hacia fenómenos relativos a
cuestiones de cortesía y en particular a la llamada netiquette (Booher, 2001; Dorner, 2002). En el
exhaustivo trabajo compilado por Bernete García (2007) sobre la comunicación digital y los
jóvenes, se explican estas normas para los participantes de foros. Es interesante que, entre las
cuestiones que se señalan (además de evitar mayúsculas porque se interpretan como gritos) se
sugieren muchas reglas que responden a las máximas de Grice: “no contribuir a llenar los foros de
mensajes inservibles”, “no desviar los temas”, no abrir “el mismo tema varias veces, o pegar el
mismo mensaje en todos los demás mensajes” (Bernete García, 2007: 77). Por su parte, Noblia
(2001) aborda la negociación de la cortesía y la netiquette en los chats.
Otro conjunto de trabajos ponderados provienen del marco del análisis de la conversación.
Estos se interesan por cuestiones fundamentalmente estructurales, y tratan de entender en qué
medida los intercambios digitales manifiestan propiedades auténticamente interaccionales. Entre
estos, destacamos los trabajos sobre la organización de la interacción, turnos de palabra, etc.
(Herring, 1999a) y estudios más específicos para el chat (Noblia, 2000), para la mensajería
instantánea (Vela Delfa & Jiménez Gómez, 2011), para el correo electrónico (Vela Delfa, 2006), para
la comunicación por SMS (Cantamutto, 2013) y, recientemente, para la comunicación por WhatsApp
(Alcántara Plá, 2014). Asimismo, desde la perspectiva del Análisis Crítico del Discurso, se han
abordado las manifestaciones discursivas de cuestiones sociales, es decir, sobre las jerarquías de
poder en la red, los estudios sobre las relaciones entre el género y su participación en internet
(Herring, 1996 y 2004; Eisenchlas, 2012), o el acoso sexual en la red (Herring, 1999b).
Estas aproximaciones tienen una importante limitación: la falta de organización que
posibilitaría la configuración de un área de estudio más unificada y coherente. La multiplicidad de
acercamientos ha permitido el enriquecimiento de las reflexiones, pero no han ayudado a su
sistematización, principalmente, desde el punto de vista metodológico. Así, los trabajos sobre la
interacción comunicativa digital se establecen, necesariamente, a partir de una
transdisciplinariedad, en la medida en que estos objetos de estudio están atravesados por distintas
disciplinas y que han de orientarse al surgimiento de nuevos campos de estudio colindantes a las
Ciencias Sociales (Gobato, 2014), manifestando, por tanto, una dimensión interdisciplinar.
Quizá la orientación que más se ajusta a esta perspectiva es la del análisis del discurso
mediatizado por ordenador (ADMO), que aplica la metodología del análisis del discurso al estudio
de intercambios lingüísticos producidos a través de una computadora u otro dispositivo
tecnológico. Una de sus aportaciones clave, fundamental para la delimitación epistemológica de la
disciplina, estriba en el establecimiento de un objeto de estudio definido: la comunicación
mediatizada por ordenador (CMO). Por CMO, siglas adaptadas de su equivalente en inglés Computer-
Mediated Communication (CMC), se entiende aquella comunicación producida cuando dos o más
personas interactúan transmitiendo mensajes a través de un ordenador o de otro dispositivo
tecnológico (Herring, 2001: 612). La noción de CMO supone un constructo que, más allá de
conformar una clase de elementos, adquiere un trasfondo metodológico importante.
El empleo de dispositivos tecnológicos en las interacciones comunicativas provoca
innovaciones en el uso del lenguaje, así como también en la forma de conceptualizar los marcos de
interacción (Goffman, 1959; Gobato, 2014). Desde esa perspectiva, el papel del analista del discurso
consistirá en determinar las características situacionales. La hipótesis de partida asume que se trata
de una situación comunicativa en la que la influencia del medio es muy grande y los usuarios, por
tanto, deberán adaptarse a él.
Aunque el término ADMO no fue introducido hasta 1995, Susan Herring (2001) estima una
antigüedad de unos veinte años para esta rama del análisis del discurso. Según su revisión histórica
se pueden identificar tres etapas en el desarrollo de estos estudios:
a) A partir de la segunda mitad de los años ochenta del siglo pasado, momento en que se llevan a
cabo los primeros análisis sobre la CMO, que aunque tienen el mérito de inaugurar el área de
estudio, son todavía algo limitados y están abordados desde una perspectiva comparativa con
la comunicación oral, focalizando principalmente en las limitaciones del medio.
b) La primera mitad de la década de los noventa, que supone el afianzamiento del área de estudios.
Se abandona la perspectiva comparativa para caracterizar lo que se denominará el interactive
written discourse (Ferrara, Brunner & Whittemore, 1991). Esta propuesta venía a zanjar una
cuestión que ocupó muchos de los estudios iniciales y que sigue estando presente, de alguna
manera, incluso en los más recientes: la relación del discurso electrónico con la dicotomía
oral/escrito (Baron, 1998). El discurso electrónico no puede clasificarse fácilmente como una
variedad de la modalidad escrita ya que muchas de sus propiedades lo alejan de ella para
acercarlo al prototipo del oral, con el que tampoco puede identificarse. Yates (1996)
demuestra que el DMO (Discurso Mediatizado por Ordenador) presenta propiedades que
hacen de él una variedad diferente del discurso oral y del escrito.
c) A partir de la segunda mitad de la década de los noventa, aumentan exponencialmente los
trabajos dedicados a este fenómeno comunicativo. La mejora no es únicamente cuantitativa,
La periodización propuesta por Herring (2001) no contempla, como es lógico, el devenir que
los estudios sobre el discurso digital han experimentado en el siglo XXI. En esta última década se
han revisado muchas de las caracterizaciones desarrolladas en años previos. Estas actualizaciones,
como la revisión propuesta por Yus (2010), el trabajo de Thurlow, Lengel & Tomic (2004), e incluso
la obra de conjunto, que se propone como un manual sobre la CMO, editada por Schiffrin, Tannen &
Hamilton (2001), han permitido la consolidación de la disciplina, gracias a delimitar su objeto de
estudio y a la normalización teórica. Las propias circunstancias contextuales colaboraron con este
cambio. Las interacciones mediatizadas se han instalado en todas las esferas de la comunicación
interpersonal, y la asiduidad con que los usuarios acceden, a través de dispositivos cada vez más
versátiles, ha aumentado considerablemente; hasta el punto que los estudios sobre el discurso
mediatizado alcanzan procesos comunicativos de toda índole.
Al tiempo que se consolida la disciplina, identificamos un aumento de los acercamientos de
mayor solidez teórica: las teorías y metodologías pragmáticas y sociolingüísticas (Yus, 2001; Yus,
2010; Martín Corvillo, 2014), por ejemplo, han servido de hilo conductor en aproximaciones
recientes. La generalización de la comunicación mediatizada ha ayudado a asumir el entorno como
un espacio variado en el que proliferan géneros discursivos muy diversos con usos y convenciones
específicas (Gobato, 2014). A pesar de esto, llama la atención que el área siga manifestando
limitaciones metodológicas. Muchos de los trabajos desarrollados en estos años presentan
carencias en aspectos relacionados con la recogida de datos o con la representatividad de los
mismos. Aunque estas cuestiones se vienen corrigiendo, y cada vez son menos los trabajos que
parten de muestras inestables o poco sistemáticas, no es raro encontrar evidentes limitaciones en
lo que respecta a la representatividad necesaria para legitimar cualquier estudio (Torruella &
Llisterri, 1999). Justificaciones existen para esta situación. En primer lugar, identificamos aquella
implícita en el establecimiento de corpus de datos: tarea ardua, complicada, que requiere mucha
dedicación y que no siempre puede ser asumida de forma eficiente por una persona o por un grupo
reducido. En segundo lugar, podemos aludir a otra específica de los géneros relativos a la
comunicación interpersonal, que atañen a la esfera de la comunicación privada, en los que el acceso
a los datos resulta complejo (Vela Delfa, 2006; Alcántara Plá, 2014).
Por las razones arriba señaladas, muchos investigadores se han visto obligados a trabajar
con corpus “escasos” (Ling, 2005) o “fortuitos” (Campano Escudero, 2007), por ejemplo, en la
comunicación por SMS. Estas circunstancias limitan el avance y la consolidación de la disciplina y
justifican la necesidad de establecer corpus de textos de CMO que faciliten el asentamiento de las
investigaciones. Como veremos en la siguiente sección, existen intentos en esta dirección en
diversas lenguas, pero todavía son escasos los avances en este sentido en relación a la lengua
española, que constituye, sin embargo, la tercera más usada en las comunicaciones digitales. En este
trabajo avanzamos en esta reflexión, al tiempo que proponemos soluciones en el marco del
proyecto CoDiCE.
Dentro de esta tendencia empirista pre-chomskiana destacan los trabajos realizados por
lingüistas de la talla de Z. Harris, A. Hill o C. Fries, para los que el uso de un corpus (es decir, una
colección lo suficientemente amplia de texto producido de forma espontánea) era condición
suficiente y necesaria para el estudio lingüístico (Pérez Hernández, 2002).
But is corpus linguistics really comparable with these other hyphenated branches of
linguistics? [socio-linguistics, psycholinguistics, text linguistics] No, because "corpus linguistics" refers
not to a domain of study, but rather to a methodological basis for pursuing linguistic research.
Tipología
Los tipos de corpus existentes pueden ser elaborados desde, al menos, dos perspectivas
distintas: por un lado, a partir de su estructura formal y su organización (puntos 1 a 4)
(Beißwenger & Storrer, 2008a) y, por otro, desde su contenido (puntos 5-9)1.
1
La siguiente lista no contempla todas las clasificaciones posibles. Para ampliar, véase Torruella & Llisterri (1999).
Tipo de
Enlace o Bibliografía Descripción Idioma/s Nombre del corpus
corpus
German-Swedish IRC-
http://www.linguistik- Corpus Sueco y Corpus
Chats
online.de/15_03/Pow.pdf simple alemán
Corpus
http://spamassassin.apach > 6000 mensajes de correo SpamAssassin Public
simple para Inglés
e.org/publiccorpus/ electrónico spam Corpus
uso general
Corpus
http://www.chatkorpus.tu- anotados
>5000 chats Alemán Dortmund Chat Corpus
dortmund.de/ para uso
general
Corpus de Francés y
proyectos otras
http://www.sud4science.or
>88.000 SMS de lenguas Sud4science
g/
investigació de
n anotado Francia
Tabla 1. Elaboración propia sobre la lista provista por CMC-Corpora disponible en http://www.cmc-
corpora.de/, Beißwenger & Storrer (2008a; 2008b) y Panckhurst & Moïse (2012).
Algunas investigaciones toman sus datos a partir de espacios públicos, es decir, mediante
muestras que no han sido elicitadas (De-Matteis, en este volumen). Así, por ejemplo, Herring y
Zelenkauskaite (2009) trabajan con un repositorio abierto de interacciones por SMS, tomadas en
programas de televisión; otros estudios trabajan con datos tomados de páginas web, tal es el caso
del proyecto Wikicorpus (http://www.cs.upc.edu/~nlp/wikicorpus/) que, sin embargo, se
restringe a los géneros monologales y no recopila datos interaccionales. Si bien estos sitios ofrecen
muestras de lengua para el investigador, descuidan cuestiones de ética al no informar a los usuarios
sobre el uso de sus producciones y resultan poco representativas por ser contextos demasiado
específicos.
Un antecedente interesante por la metodología empleada para la recolección de datos y
para su presentación es el corpus de comunicación por SMS del proyecto Sud4Science. A partir de
una plataforma online, se recogieron más de 90.000 SMS en Francia (Panckhurst & Moïse, 2012).
Aún en fase de sistematización de los datos, este colosal proyecto reunió, entre 2011 y 2012, sus
muestras gracias a colaboradores que transcribían sus SMS en la plataforma provista por el grupo
de investigación. La mayoría de ellos completaron una encuesta sociolingüística con datos sobre
edad, sexo, variedades lingüísticas (materna y bilingüismo), nivel de estudio actual, profesión.
Asimismo, se recogió información sobre tipo de teléfono, paquete de mensajes contratado y
representaciones sobre prácticas relacionadas al envío de SMS. Esta propuesta resulta muy
interesante para el análisis de múltiples aspectos lingüísticos, tal como señalan las autoras. Sin
embargo, las manifestaciones recolectadas atienden a una población no representativa de la
sociedad general, ya que todos los colaboradores son personas que utilizan internet con frecuencia,
tienen acceso a él y, por tanto, pertenecen al grupo de los info-ricos (Quevedo, 2012). En
Sud4Science, se dejan de lado cuestiones culturales que atañen a la competencia comunicativa de
los usuarios en este medio particular. Esta técnica podría ser replicada, aunque con esta
metodología no se atiende a la variable socioeducativa ni estrato sociocultural (Cantamutto, 2015).
2
Por ejemplo, Encarta y El nuevo Herald.
3
Se puede consultar la página web de la Asociación Americana de Psicología, para comprobar que estos
repositorios abarcan áreas tan dispares como los hábitos de consumo o salud adolescente. Véase la lista ofrecida en
http://www.apa.org/research/responsible/data-links.aspx.
El propósito transversal fue crear una base de datos informatizada nutrida por las
transcripciones que los investigadores pudieran aportar. De esta manera, en poco tiempo se
obtuvieron gran cantidad de corpus del inglés aunque no así del español (Diez-Itza et al., 1999:
520). La plataforma provee, además, herramientas para el análisis de las bases de datos. CLAN es un
paquete de programas específicamente diseñados para analizar esos archivos que contienen
transcripciones de muestras de habla, incluye recuentos de frecuencias, búsqueda de palabras,
análisis de la interacción, etc. (Diez-Itza et al., 1999: 520). Además, propone un sistema de
estándares de codificación CHAT para la elaboración de las transcripciones.
La posibilidad de acceder a los recursos enumerados favoreció el empleo de esta plataforma
y la extensión de su uso reforzó la validez de los estándares que constituyen, actualmente, una
norma en los estudios de adquisición del lenguaje. ¿Qué ventajas supone un proyecto de este tipo
para un área de conocimiento? Desde nuestro punto de vista, estas iniciativas ayudan a mejorar la
orientación metodológica de un área, al tiempo que permite la rápida difusión de los datos de
investigación (en el apartado Ground Rules, este proyecto invita a compartir todos los resultados de
las investigaciones obtenidos a través de datos primarios provenientes del repositorio).
A pesar de que los objetivos de CoDiCE difieren de los aquí comentados, hemos considerado
apropiado introducirlos porque, en buena medida, representan un modelo para el desarrollo de
nuestro proyecto.
4
Disponible en http://talkbank.org/.
5
En el original: “The goal of TalkBank is to foster fundamental research in the study of human and animal
communication. It will construct sample databases within each of the subfields studying communication. It will use
these databases to advance the development of standards and tools for creating, sharing, searching, and commenting
upon primary materials via networked computers”.
Características de CoDiCE
Como se observa a lo largo del trabajo, CoDiCE propone la creación de un repositorio de
comunicaciones digitales en español, a partir de las aportaciones de los trabajos parciales de
investigadores de este campo disciplinar. Es decir, se intenta optimizar los recursos invertidos en la
recopilación de muestras de lenguas. De esta manera, se pondrán a disposición tanto datos de
fuentes primarias como trabajos que aborden aspectos teóricos y metodológicos sobre la
comunicación digital. Asimismo, se plantea como objetivo complementario la creación de unos
estándares comunes en la recogida de los datos, en lo que concierne principalmente a los factores
contextuales y situacionales, a fin de facilitar los análisis sociopragmáticos. Por ello, CoDiCE debe
arrancar con una reflexión metodológica que permita el diseño de un repositorio eficaz de
interacciones con las particularidades que presentan los entornos de CMO y que presentamos con
detalle en el apartado siguiente.
Reflexiones metodológicas
Para la constitución de un corpus de comunicaciones digitales destinado a su estudio
lingüístico, es necesario atender a diversos factores derivados de la especificidad del medio en que
tienen lugar estas interacciones. Así, deben observarse los condicionantes derivados del soporte, las
interfaces que mediatizan el intercambio imponen condiciones al mensaje, las particularidades de
la situación de comunicación. Cada entorno comunicativo presenta condiciones de enunciación
particulares que deben considerarse en la recogida de datos. La relación y familiaridad de los
usuarios con los soportes también puede influir en la naturaleza de los datos recogidos. A
continuación nos detenemos a explicar la influencia de cada uno de estos factores:
1. Condicionantes del soporte (interfaz): Cada una de las plataformas y dispositivos donde se
desarrolla la comunicación tiene características propias que repercuten en las muestras de
lengua con las que se encuentra el investigador. De esta manera, una emisión enviada desde
una computadora a través de una red social puede ser recibida en un teléfono móvil como
mensaje de texto. En cada interacción, las características de la plataforma y del dispositivo
intervienen en ambas direcciones de la díada imponiendo ciertas condiciones al mensaje,
tanto desde el punto de vista paratextual, como a las posibilidades específicas de la
interacción, a saber tipo y cantidad de datos que pueden enviarse. Todos estos elementos
pueden determinar características que influyan en los distintos niveles de lengua.
2. La trama de interfaces que median la comunicación (Yus, 2010; Vela Delfa & Jiménez Gómez, 2011;
Cantamutto, 2013; Gobato, 2014): En la comunicación cara a cara se obtienen la participación
de ambos interactuantes de manera relativamente sencilla en el mismo momento. En cambio,
en la comunicación digital pueden ocurrir diferentes situaciones que entorpecen la tarea del
investigador: a) la respuesta es inmediata, b) la respuesta se dilata, c) no hay respuesta, d) la
respuesta ocurre en otro medio/soporte. En determinadas interacciones, es necesario
lingüísticas de las nuevas tecnologías recae sobre las prácticas de este grupo? No debe
desestimarse que otros grupos etarios imiten esta posible jerga juvenil (Palazzo, 2005;
Campano Escudero, 2007; Andrade Hidalgo, 2008) al igual de lo que ocurre en rasgos de la
interacción cara a cara (Rígano, 1998). Por tanto, definir adecuadamente la variable edad,
atendiendo al uso que los adultos hacen de la lengua, e incorporar entrevistas o tests de
hábitos sociales permitirá recabar información complementaria para comprender el fenómeno
en su totalidad. Asimismo, es necesario delimitar cuáles rasgos detectados responden a
restricciones del dispositivo, cuáles a la competencia comunicativa y cuáles al carácter lúdico y
críptico propio del habla adolescente e imitado por otros grupos. Por último, para un análisis
sociolingüístico de la comunicación digital es necesario atender a todas las variables
sociodemográficas (Cantamutto, 2015), omitir otros perfiles de interactuantes puede conducir
a observaciones erróneas: en la variación intragrupal hay una amplia riqueza de elementos
para considerar. Realizar un muestreo intencionado reconociendo los años de escolarización
de los informantes elegidos permite obtener datos más fiables en relación a la variación
sociolingüística. Asimismo, la incorporación de la variable sexo permitirá registrar los usos
diferenciados que puedan estar también vinculados a cuestiones identitarias de género (Ling,
2002; Herring & Zelenkauskaite, 2009).
6. Cuestiones de ética. Consentimientos informados. Anonimización: El estudio de la comunicación
por interfaces artefactuales presenta una dificultad inmediata para el investigador: cómo
recoger los datos de intercambios realizados en un medio que se lo suele preferir por
considerarse íntimo y privado. Desde una perspectiva ética, acceder a estas interacciones
implica estar adentrándonos en su vida privada e involucrando información que puede
perjudicar a otras personas. En tal sentido, se deben implementar diversas estrategias para
proteger a los participantes de nuestra investigación, respetando su autonomía y cuidando de
no afectar su privacidad. En particular, a partir de la firma de consentimientos informados por
parte de todos los interactuantes y, si son menores, también por parte de sus padres. La
propuesta del CoDiCE no ofrece riesgos potenciales para los participantes ya que los resultados
publicados han sido a partir de datos totalmente anonimizados (Christians, 2000: 145).
Esta lista no agota todos los condicionantes que deberían considerarse. Queda fuera, por
ejemplo, la recogida de datos multimodales tan característicos en la comunicación a través de
sistemas de mensajería instantánea, que afectan directamente al sistema de implementación del
corpus y que, por tanto, resultan cruciales en una segunda fase del proyecto.
› Palabras finales
En este artículo hemos justificado la necesidad de una reflexión precisa y sistemática sobre
los métodos de recogida de datos en un área de estudio emergente: el análisis de los discursos
digitales. Hemos comprobado que, aunque existen propuestas más o menos amplias en distintas
lenguas, todavía dista de ser un ámbito discursivo suficientemente representado. En el caso
específico del español, la situación todavía es extremadamente deficiente (Danet & Herring, 2007).
A pesar de tratarse de la tercera lengua más empleada en los intercambios mediatizados, todavía no
se ha llevado a cabo una recogida sistemática de datos relativos a este tipo de comunicación.
En este trabajo hemos revisado la presencia de estas muestras de lenguas tanto en corpus
generales del español, en los que no están representadas, como en corpus recogidos para
investigaciones concretas, orientadas al estudio de la CMO. Estas últimas, aunque numerosas,
carecen de sistematicidad. Esta situación es la que nos lleva a defender la idoneidad del diseño de
un repositorio abierto y colaborativo para la compilación de un corpus de interacciones digitales. El
modelo a seguir sería el impulsado en otras áreas, como por ejemplo el desarrollado por The
TalkBank. Con este marco de referencia surge CoDiCE, que busca generar el entorno propicio para
el desarrollo de ese repositorio de datos. Por ello, dos son los objetivos concretos del proyecto: 1) el
establecimiento de una serie de estándares que guíen la recogida de datos y 2) la alimentación del
repositorio a partir de las contribuciones de investigadores concretos que aporten datos primarios.
El primero de estos objetivos constituye un requisito previo para el segundo, por ello se
aborda de forma inicial. Como paso previo para el desarrollo de CoDiCE, es necesaria una reflexión
metodológica sobre las condicionantes de este tipo de corpus. En este sentido, presentamos seis
elementos que deben tenerse en cuenta a la hora de abordar la especificidad de estos datos:
Una vez establecida la reflexión en torno a los principios sobre los que será diseñado el
corpus comienza una segunda etapa donde se proceda a la compilación propiamente dicha. Esta
fase de desarrollo dirigida a la puesta en funcionamiento de un repositorio abierto de
comunicaciones digitales permitirá el avance de investigaciones sobre variación pragmática y
sociolingüística intra e interlingüística, estudios diacrónicos y sincrónicos de la lengua española. En
la medida en que el proyecto crezca se comenzará a subsanar las aproximaciones metodológicas
deficientes que se han observado en estudios sobre la comunicación digital en el español.
› Bibliografía
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Programa EDICE. Estocolmo: Universidad de Estocolmo. Recuperado de www.edice.org el
12/03/2015
› Resumen
El proyecto Archivo Digital Dr. Alberto Rex González tuvo su origen en la firma de un
convenio entre el CONICET, la Universidad de Buenos Aires y el Dr. Rex González, con el objetivo de
preservar en formato digital y catalogar un fondo documental donado por este destacado
arqueólogo argentino al Museo Etnográfico J. B. Ambrosetti de la Universidad de Buenos Aires. En
esta ponencia se describen las diversas actividades desarrolladas por el equipo del Laboratorio de
Documentación e Investigación en Lingüística y Antropología (DILA- CAICYT) en lo que refiere a la
catalogación y digitalización de los documentos del fondo, así como a la participación en la prueba
piloto de la Plataforma Interactiva de Investigación para las Ciencias Sociales (PLIICS) del CONICET,
en la búsqueda de una vía para garantizar la disponibilidad de estos recursos con fines de
investigación. Por otra parte, se presentan algunas apreciaciones acerca de la relevancia y
potencialidad que adquieren la digitalización y puesta en acceso abierto de colecciones y fondos
documentales históricos para las investigaciones en el área de las Ciencias Sociales y Humanidades.
› Introducción
El proyecto Archivo Digital Dr. Alberto Rex González, desarrollado por el Laboratorio de
Documentación e Investigación en Lingüística y Antropología (DILA-CAICYT), se inició en setiembre
de 2011 a partir de la firma de un convenio entre el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas
*El autor es coordinador del proyecto presentado. La responsable académica del mismo es la directora del DILA, Dra.
Lucía Golluscio y el equipo de trabajo está integrado por Natalia Efron, Julia Olub, Gustavo García y Yago Alfonso.
y Técnicas (CONICET), la Universidad de Buenos Aires (UBA) y el Dr. Rex González, con el objetivo
de catalogar y preservar en formato digital el fondo documental conformado por los archivos
personales de este destacado arqueólogo argentino, fallecido en marzo de 2012.
Médico cirujano (1945, Universidad Nacional de Córdoba) y Doctor en Antropología (1948,
Universidad de Columbia), Rex González tuvo sin dudas un papel central en el desarrollo de la
arqueología científica argentina. Estableció nuevos enfoques en la disciplina e introdujo técnicas
novedosas para su tiempo, como la excavación por método estratigráfico y el método de datación
por Carbono 14, de cuya aplicación fue pionero en nuestro país, impulsando la creación de lo que es
hoy el Laboratorio de Tritio y Radiocarbono (LATYR-UNLP). Asimismo, realizó un aporte
fundamental al conocimiento de las culturas arqueológicas del Noroeste Argentino (NOA),
estableciendo la primera periodización por fechados absolutos para esta región.
› El fondo
El valioso fondo documental que Rex González donara al Museo Etnográfico J. B. Ambrosetti
de la Universidad de Buenos Aires en el año 20071, está conformado por una gran cantidad y
diversidad de tipos documentales y soportes: documentos de texto (diarios de campo, epistolario,
publicaciones), cartografías, dibujos, fotografías, registros de audio y video. La documentación
abarca un extenso período de producción, entre las décadas de 1930 y 2000. Sus contenidos
refieren fundamentalmente a las investigaciones desarrolladas por Rex González en el campo de la
arqueología y la antropología, así como a distintos aspectos de su extensa trayectoria profesional y
académica. Se destacan documentos correspondientes a su desempeño en cargos de director de
institutos de investigación y de profesor en diferentes universidades, así como a su participación en
reuniones académicas nacionales e internacionales.
Entre 2007 y 2010, un equipo del Museo Etnográfico Ambrosetti realizó una primera
intervención archivística, durante la cual se organizó y clasificó una parte importante de la
documentación y se elaboró una descripción del fondo según Norma Internacional General de
Descripción Archivística ISAD(G). Con posterioridad a esa primera intervención, continuaron
incorporándose al fondo nuevos grupos de documentos.
El equipo del DILA inició sus actividades en septiembre de 2011. En esta segunda
intervención, se terminó de definir la estructura organizativa del fondo (ver cuadro en Anexo).
1
A pesar de firmarse la donación en dicha fecha, se acordó que el fondo permanecería bajo la custodia de la familia
del Dr. González hasta que se concluyera con las tareas de catalogación y digitalización.
1. Participación activa en el Grupo Prueba Piloto de la PLIICS, integrado por dos coordinadores
de Sede Central y seis equipos pertenecientes a centros de investigación del CONICET de
distintas regiones del país. Colaboración en aspectos de implementación de la plataforma
(formulación de directrices de funcionamiento; definición de un estándar de metadatos
propio). Incorporación de lineamientos y recomendaciones surgidos del trabajo colaborativo
desarrollado.
2. Estudio de -y experimentación con- los instrumentos propuestos para el repositorio de datos
cualitativos:
- Software de gestión de colecciones digitales: DSpace
- Sistemas de metadatos: Dublin Core cualificado (http://dublincore.org), bajo
estándar PLIICS referenciado en Data Documentation Initiative (DDI)
(http://www.ddialliance.org).
3. Selección para la carga en la plataforma de un conjunto de documentos digitalizados del
2
Para la documentación en general se tomaron referencias de estándares adoptados por diversas instituciones de
prestigio internacional, como los relevados por el Consorcio de Bibliotecas Universitarias de Catalunya
(http://dglab.cult.gva.es/Archivos/Pdf/CBUC1010EstandaresDigitalizacion.pdf). Para el caso de los documentos
fotográficos se elaboró, además, un cuadro de valores de resolución específicos para los diferentes tamaños
originales, a partir de los requerimientos mínimos de los estándares consultados y pruebas de calidad de imagen.
3
Involucra el conocimiento de los estándares propuestos, tanto en lo que hace a sus etiquetas o campos de
descripción como a los vocabularios normalizados o esquemas de codificación mediante los cuales éstos deben
completarse.
1. Acceso a documentos que dan cuenta del contexto histórico del desarrollo de la Arqueología
científica y académica en la Argentina desde su etapa fundacional, a través de uno de sus
más destacados protagonistas.
2. Acceso a datos primarios de investigación. Reutilización de los datos en nuevas líneas o
contextos de producción científica.
3. Acceso a una diversidad de fuentes de información (cuadernos y notas de campo, versiones
preliminares de publicaciones, reseñas bibliográficas, intercambios epistolares con colegas)
que permiten reconstruir el proceso de producción del conocimiento arqueológico y
antropológico.
4
DSpace organiza los datos publicados en el repositorio a través de una estructura inclusiva de “comunidades”,
“subcomunidades” y “colecciones”, que en nuestro caso fueron utilizadas para graficar la estructura de secciones y
series del fondo documental.
En resumen, siguiendo los lineamientos aquí presentados, el modo en que hemos abordado
las tareas de digitalización y catalogación de los documentos del Fondo Rex González así como la
implementación del Archivo en el repositorio digital, ha estado orientado por el propósito de
garantizar no solo su disponibilidad en acceso abierto, sino también un aprovechamiento integral y
efectivo de estos valiosos recursos documentales.
› Bibliografía
› Anexo
- Epistolario
- Cuadernos de campo
- Publicaciones
21 m. lineales
Documental - Fichas bibliográficas
-Unidades documentales complejas
(documentos de texto más cartografías,
fotografías y otros gráficos asociados)
- Mapas y planos 1100 unidades
Gráfica - Dibujos
- Fotos / diapositivas
17000 unidades
Fotográfica - Fotos / negativos
- Fotos / copias papel
LEFF, Laura / Plataforma Interactiva de Investigación para las Ciencias Sociales (PLIICS). CONICET –
[email protected]
PLUSS, Ricardo / Plataforma Interactiva de Investigación para las Ciencias Sociales (PLIICS). CONICET
– [email protected]
» Palabras clave: iniciativa, acceso abierto, datos primarios, fuentes documentales, investigación,
Ciencias Sociales.
› Resumen
En julio de 2011 se realizó una encuesta que apuntaba a responder la siguiente pregunta:
¿Cuál es el estado de digitalización y estandarización de los datos de investigación? Fueron
encuestados 730 Investigadores de Ciencias Sociales. Los resultados de la encuesta fueron los
siguientes:
Necesidad de una visión nacional sobre la importancia de facilitar el acceso y preservar los
datos.
Sabemos que en el ámbito de las Ciencias Sociales podemos identificar dos grandes
vertientes con respecto al manejo de los datos o fuentes primarias:
Imagen 1. Datos Cuantitativos. Índice de calidad de vida ambiental departamental. Fuente: Dr. Guillermo
Velázquez y Dr. Juan Pablo Celamín.
Imagen 2. Datos cualitativos. Fuente: Documentación del Fondo Dr. Rex González.
Georreferenciación
Investigadores
Archivistas
Bibliotecarios
Informáticos
Coordinadores
Catalogadores
Especialistas en georreferenciación
Directores de institutos
Gerentes
› En síntesis
ª Palabras clave: mujeres artistas, artes visuales, Historia del Arte, base de datos, Omeka.
› Resumen
› Introducción
Este trabajo surge de una beca de investigación financiada por la Getty Foundation, que me
permitió asistir durante dos semanas al Roy Rosenzweig Center for History and New Media de la
George Mason University (Fairfax, Virginia).
Allí tuve ocasión, durante dos semanas, de experimentar con diversas herramientas
digitales, seleccionadas específicamente por su posible interés y aplicación para historiadores del
arte y profesionales vinculados a museos y otras instituciones culturales, particularmente aquellas
que cuentan con patrimonio inventariable.
En este contexto comencé a pensar en posibilidades que permitirían generar un proyecto de
humanidades digitales en mi área específica: la historia del arte argentino del largo siglo XIX,
particularmente la actividad artística femenina. Las reflexiones sobre el tema involucran no sólo
este proyecto, en desarrollo, sino algunas consideraciones más generales sobre las humanidades
digitales y la historia del arte.
Este trabajo es, por lo tanto, una consideración sobre las posibilidades y desafíos que se me
han abierto a partir de una idea para un futuro proyecto de Humanidades Digitales.
Imagen 1. Captura de pantalla del archivo virtual realizado a partir del relevamiento de base.
› Aperturas
¿Cómo imaginar las Humanidades Digitales en su encuentro con la Historia del Arte en la
Argentina? Es posible afirmar que se ha dedicado escasa atención a esta problemática,
particularmente en ámbitos académicos. De hecho, el proyecto más ambicioso en este sentido, el
Centro Virtual de Arte Argentino1, es un repositorio de artículos textuales online, con un diseño
básico y pocas posibilidades de navegarlo en otro modo que el cronológico. Cuenta con la
participación de profesionales vinculados a diversas formas de la investigación en Historia del Arte
y con el apoyo del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
Lo que más llama la atención de este proyecto es su adscripción a una concepción de la
historia del arte como sucesión de ismos, expresados de modo claro en el esquema que organiza el
sitio. En este sentido, la práctica de las humanidades digitales parece ser una forma de ratificar una
historia canónica del desarrollo de la historia del arte en Argentina.
Entonces, ¿cómo imaginar el encuentro entre las Humanidades Digitales y la Historia del
Arte fuera de los relatos canónicos, precisamente los que han excluido a mi objeto de estudio?
1. Nombre y variantes conocidas (dado que las mujeres artistas suelen aparecer bajo el nombre
de casadas tras el matrimonio)
2. Fechas de nacimiento y muerte
1
Centro Virtual de Arte Argentino, http://cvaa.com.ar/.
Adicionalmente, resulta fundamental poder agregar una serie de “etiquetas” para permitir
navegar el sitio y agrupar las artistas por factores comunes. De este modo, sería posible recuperar
rápidamente las artistas participantes del Salón Nacional o las estudiantes de la Academia Parisi:
Imagen 2. Captura de pantalla de la versión actual de la Base de Datos de Mujeres Artistas en Argentina
(1890-1923).
1. Generar interés en las mujeres artistas argentinas del largo siglo XIX: recuperar obras y
conocer historias mediante la colaboración de los visitantes del sitio.
2. Promover la renovación disciplinar, abriendo la posibilidad de crear nuevos relatos sobre la
historia del arte argentino, mediante la difusión de datos no disponibles en libros o
enciclopedias.
3. Posibilidad de contar con datos duros, sumamente importantes a la hora de desterrar los
mitos en torno a la actividad artística femenina (carrera de obstáculos).
Pero no solo se podría contribuir al interés sobre mujeres artistas, por otro lado crucial.
Muy por el contrario, este proyecto se entronca con el desafío de crear distintos corpus para las
Humanidades en Argentina. En efecto, y a diferencia de los países centrales, en Argentina estamos
aún lejos de la superabundancia de datos que supone la era digital, al menos para el campo
específico de la Historia del Arte.
La creación de este corpus promete abrir las puertas a un posible procesamiento de estos
datos. De este modo, sería posible establecer en qué períodos hubo mayor número de mujeres
artistas registradas o en qué momento la miniatura fue el medio expresivo elegido.
› Bibliografía
» Palabras clave: Diálogo medieval, poesía castellana, edición digital, base de datos, Humanidades
Digitales
› Resumen
El propósito del presente trabajo es acercarse a la primera fase en la elaboración de una base
de datos para la poesía castellana medieval dialogada. Así, a la vez que se ajusta a un corpus que
abarca textos desde fines del siglo XII hasta el siglo XV a partir de una aproximación pragmática, esto
es, desde una macroestructura basada en el elemento diálogo o esquema secuencial dialogado
(Adam, 1992, 145-168), busca profundizar en la problemática de la edición digital de textos
medievales, en función de la actualidad de las Humanidades Digitales como campo disciplinar en
expansión y de las posibilidades que ofrece el medio digital para abordar y analizar las formas de la
textualidad medieval.
La edición digital académica es una de las columnas que sostienen hoy día el campo de las
Humanidades Digitales. Por nombrar solo una de las tantas iniciativas en este ámbito, podríamos
mencionar aquí la labor del proyecto europeo DIXIT, http://dixit.hypotheses.org/, cuyos avances en
el tema en los últimos años son significativos tanto desde lo teórico como lo práctico.
Suele considerarse que las Humanidades Digitales nacieron en el año 1949 en Italia, cuando
el Padre Busa se propuso elaborar un índice de concordancias de las obras completas de Santo Tomás
de Aquino y otros autores con él relacionados. Debido al tamaño del corpus, la tarea era titánica; el
Padre Busa había escuchado hablar de una nueva máquina llamada “computadora” y, pensando que
podría ser de utilidad para su proyecto, contactó a IBM en Estados Unidos solicitando apoyo. El texto
de las obras completas de Santo Tomás fue transcripto en tarjetas perforadas y posteriormente se
escribió un programa para realizar las concordancias. En 1974 se publicaron los primeros tomos bajo
el nombre Índice Thomasticus, con más de once millones de palabras en latín medieval. Esta fue la
primera vez en la que la Informática colaboró con un proyecto del ámbito de las Humanidades en una
universidad (Galina Russell, 2011; Rio Riande 2015: 7-19).
Es sabido que hoy día las Humanidades Digitales constituyen un área de investigación que, a
caballo entre los contenidos de las Humanidades y el uso de la tecnología digital, ofrece múltiples
acercamientos y soluciones al estudio de los textos. Este lugar central que ocupa como transdisciplina
que engloba varios saberes (la Literatura, la Filología, las Ciencias Sociales, las Ciencias de la
Información). El tratamiento y la edición de textos no ha sido un área desatendida en los proyectos
de Humanidades Digitales. Desde las simples digitalizaciones de textos, como las que ofrecen, entre
muchísimas otras, la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, http://www.cervantesvirtual.com/, o
nuestra Biblioteca Nacional de la República Argentina, http://www.bn.gov.ar/fondos-digitalizados, a
proyectos modestos que buscan la interacción entre la transcripción paleográfica y las imágenes de
los manuscritos, como la edición digital de La Fazienda de Ultramar,
http://www.lafaziendadeultramar.com/, u otros más complejos que proponen una triple
presentación (facsimilar, paleográfica y crítica) online, como el CODEA, Corpus de documentos
españoles anteriores a 1700, http://demos.bitext.com/codea/, hallamos ejemplos que dan buena
cuenta del modo en el que las bases de datos online pueden funcionar como un material de primera
mano y de relevancia filológica para el investigador. Accesibilidad no es, en este sentido, lo contrario
a investigación académica, si los proyectos se sostienen en una fundamentación empírica sólida y en
un método riguroso de interpretación de los datos. Tampoco invalidan la posibilidad de llevar a cabo
estudios y ediciones críticas en papel, sino que, por el contrario, funcionan a la par que estos, de modo
completivo, ofreciendo el objeto de estudio a través de una mayor variedad de perspectivas
imposibles de plasmar en una edición tradicional (reproducciones facsimilares, descripciones
codicológicas, transcripciones paleográficas, ediciones críticas).
En Argentina, la edición digital académica es todavía un campo a descubrir, y no solo por los
filólogos o los interesados en los estudios literarios. Desde el IIBICRIT, instituto nacional pionero en
la temática ecdótica y en colaboraciones con proyectos de Informática Humanística como el Corpus
Diacrónico del Español (CORDE), http://corpus.rae.es/cordenet.html, o la Biblioteca Digital de
Textos del Español Antiguo (BIDTEA), http://www.hispanicseminary.org/textconc-es.htm, del
Hispanic Seminary of Medieval Studies (University of Wisconsin-Madison), se desarrolla en este
momento el primer proyecto de edición digital académica financiado por la Agencia Nacional de
Promoción Científica y Tecnológica que cumple con los estándares y buenas prácticas internacionales
que tanto la Text Encoding Initiative como las Guidelines de la Modern Language Association (2001),
entre otras, han trabajado en los últimos veinte años:
Se trata de la primera fase del proyecto para el estudio, edición y etiquetado de la poesía
castellana medieval dialogada (siglos XII-XV):
El proyecto de investigación se ciñe temáticamente a los poemas que se presentan bajo una
macroestructura dialogada entre fines del siglo XII y los últimos años del siglo XIV: por un lado, los
primeros poemas castellanos en pareados (fines del siglo XII - siglo XIII), así como otros de forma
más breve relacionados con el ámbito de la poesía de cancionero (siglo XIV-principios del siglo XV).
Consideramos que la singularidad de la propuesta requiere de acercamientos y posibilidades de
edición también singulares, que contemplen las nuevas herramientas tecnológicas y metodológicas
que amplían el acceso a materiales muchas veces difíciles de hallar y analizar, a través de su
reproducción conjunta y el intercambio que tal forma de edición promueve entre ellos. Desde el
punto de vista técnico, el proyecto consiste en tres partes:
1. Creación de un sistema que permita generar y almacenar la información de los poemas objeto
de estudio en formato TEI.
2. Creación de una aplicación web que permita consultar la información relativa a los poemas.
3. Creación de una web que englobe toda la información relativa al proyecto, incluyendo la
especificada en el punto anterior.
Como han planteado las discusiones críticas más recientes, es necesario distinguir las
ediciones digitales académicas de las impresas y de aquellas meramente digitalizadas, en función del
paradigma diferente que guía una y otra. En tanto las ediciones impresas están definidas por el
espacio bidimensional de la página y las ediciones digitalizadas apenas representan un texto fijo en
la pantalla de una computadora (piénsese en el conocido formato pdf), creemos que la edición digital
resulta en su hipertextualidad y no secuencialidad (Lucía Megías, 2010) la más apropiada para dar
cuenta de la complejidad constitutiva de los textos medievales.
Todos los componentes de una edición en papel: el texto editado, el aparato de variantes
manuscritas, las notas de comentario, el glosario, etc., adquieren en la interfaz de una edición digital
una conexión mayor, pudiéndose incluir además imágenes manuscritas o reproducciones gráficas de
otro tipo que difícilmente se incorporan en el impreso. De este modo, más que la mera lectura lineal
con la que puede identificarse en general la edición impresa, la edición digital promueve el estudio y
el uso de los textos (Gabler, 2010: 43-56), sobre todo en un corpus como el seleccionado que presenta
la estructura dialogada como eje de configuración y propicia el planteo de ideas a través de las formas
del debate. En este sentido, el proyecto pretende aunar los conocimientos filológicos y literarios
tradicionales con los estándares tecnológicos que se aplican hoy a la construcción de reservorios
online.
El objetivo específico de esta primera fase de trabajo –y anclaje inicial para el desarrollo de la
investigación– es el estudio y la edición digital paleográfica y crítica de la más antigua poesía
castellana medieval en pareados de fines del siglo XII - siglo XIII (Disputa del alma y el cuerpo, Razón
de amor con los denuestos del agua y el vino, Elena y María, Auto de los Reyes Magos) y la de otro grupo
de textos de formato más breve, esparcidos principalmente en cancioneros (En un tiempo cogi flores,
de Alfonso XI; la Disputa del cuerpo y el ánima de 1382; Bias contra Fortuna, del Marqués de
Santillana; y una serie de dezires, pleitos y preguntas y respuestas del Cancionero de Baena). Cabe
destacar que estos poemas han sido previamente editados por separado sin atender a las
posibilidades que su reunión en un mismo espacio puede permitir y al mismo tiempo propiciar.
Si bien la unidad de los poemas en pareados está dada por su incuestionable autoría clerical,
constituyendo esos clérigos parte del movimiento intelectual desarrollado en Castilla en ese
momento que –si bien tuvo sus principales exponentes en poemas escritos en cuaderna vía (como
los poemas de Gonzalo de Berceo, el Libro de Alexandre y el Libro de Apolonio)– se inició a fines del
siglo XII y apenas comenzado el siglo XIII con los poemas compuestos en pareados de innegable
impronta dramática, mientras que el grupo relacionado con los textos del siglo XIV asume formas
más breves de variada estructura métrico-estrófica (la octava, el decasílabo, etc.), la pragmática del
diálogo es la que dirime el asunto crucial que se presenta con variantes en cada uno de los poemas,
asumiendo diferentes comportamientos agonales, bien relacionados con el enfrentamiento verbal
del debate o juicio de tono profano (Razón de amor con los denuestos del agua y el vino, Elena y María,
Pleito de los colores del Cancionero de Baena, Bias contra Fortuna) o de carácter religioso (Disputa del
alma y el cuerpo, Disputa del cuerpo y el ánima de 1382), bien con un intercambio verbal más
moderado, también de tono profano (los dezires y las preguntas y respuestas del Cancionero de Baena)
o religioso (Auto de los Reyes Magos, En un tiempo cogi flores).
Este objetivo específico, que trasciende en su novedad a los históricos estudios de los textos
medievales divididos por géneros (debate, teatro medieval, poesía de cancionero), requerirá el
estudio y la edición paleográfica y crítica de los poemas en su conjunto. Como es de esperar, se
trabajarán criterios de presentación gráfica que ayuden a la homogeneización de los paradigmas de
transcripción paleográfica y de fijación crítica. Esta tarea de orden filológico se orientará, al mismo
tiempo, a un objetivo más general basado en el examen de las posibilidades y beneficios críticos y
metodológicos de las Humanidades Digitales para contribuir a la transmisión y recepción más
accesibles de los textos medievales. En otras palabras, la labor analítica y ecdótica irá de la mano del
trabajo digital, con lo que paralelamente se etiquetarán los textos editados en lenguaje TEI-XML,
tomando como punto de partida los avances en este tema del proyecto ReMetCa, madre del nuestro:
En cuanto al género de debate, cabe destacar que, dada su extensión y transmisión exenta, las
no tan numerosas ediciones de estos poemas continúan remitiendo a la fijación filológica inicial de
Menéndez Pidal, en 1900 para el caso de la Disputa del alma y el cuerpo (aunque es destacable por
varios motivos una propuesta desatendida de edición por parte de Solalinde en 1933), en 1905 para
Razón de amor (punto de partida para la más completa edición de Franchini recién en 1993) y en
1914 para la edición paleográfica de Elena y María (la más usada todavía hasta la actualidad, a pesar
de la posterior de Di Pinto en 1959).
El Auto de los Reyes Magos fue asimismo editado por Menéndez Pidal en el año 1900 junto con
la Disputa del alma y el cuerpo, edición todavía de referencia obligada frente a otras ediciones
posteriores conjuntas de teatro medieval, a pesar de que se han llevado a cabo una gran cantidad de
estudios lingüísticos y métrico-estróficos y nuevas aproximaciones al texto.
Bias contra Fortuna, del Marqués de Santillana, sigue manteniendo como edición rigurosa la
ofrecida por Kerkhof en 1983. Diferente suerte han corrido los textos poéticos colegidos en el
Cancionero de Baena, como el Pleito de los colores, los dezires y el grupo de textos construidos como
preguntas y respuestas. Por tratarse de textos de formato más breve, y relacionados con la colectánea
de Juan Alfonso de Baena, fueron editados como parte del Cancionero, con los más diversos criterios
de presentación gráfica. Desde la primera aproximación paleográfica de Ochoa-Pidal (1851), pasando
por la desastrada interpretación gallego-castellana de Lang (1926), hasta propuestas más precisas,
como la de Dutton-González Cuenca (1993), los textos dialogados que en él se insertan apenas
merecieron la atención de Labrador Herráiz, quien en 1974 los estudió y antologó, revisándolos Chas
Aguión en 2002. Derrotero similar puede señalarse para En un tiempo cogi flores, poema tardío del
rey Alfonso XI de Castilla inserto en las recolecciones colectivas gallego-portuguesas del Cancionero
de la Biblioteca Nacional de Lisboa y el Cancionero de la Biblioteca Vaticana, apenas atendido
editorialmente en algunos artículos de investigación (Beltrán, 1985). Mucho más desfavorecida se
encuentra la Disputa del cuerpo y el ánima de 1382, olvidada o confundida con la precedente Disputa
del cuerpo y el alma (Beresford, 1996, 73-90).
Surge de esta sucinta descripción del presente panorama editorial, por un lado, la necesidad
de ediciones actualizadas de los poemas que permitan y propicien el diálogo entre ellos en el espacio
digital y que a la vez respondan a las últimas orientaciones de la crítica textual acerca del fenómeno
manuscrito distintivo de la transmisión de los textos medievales. Por otro lado, se evidencia la
urgencia en el trazado de nuevas líneas de estudio que superen la idea de género literario y revisen
las particularidades de la poesía dialogada en la Edad Media, tal y como ya han apuntado Labrador
Herráiz (1974) y Franchini (2001).
Aunque el uso de los recursos digitales por parte de los medievalistas es cada día mayor en
este siglo XXI en comparación con el final del siglo XX, el interés todavía no se ha traducido
cuantitativa ni cualitativamente –particularmente en el ámbito nacional, donde tal desarrollo es
inexistente– en ediciones digitales dentro de la estructura de bases de datos que combinen la
posibilidad de acceder a los textos desde distintas aproximaciones con la calidad exigida por los
parámetros internacionales en la edición crítica de la textualidad del periodo.
El presente proyecto nos permitirá, en este sentido, desarrollar y explotar diferentes
posibilidades de estudio y presentación de nuestros textos en una base de datos online que conjugue
los aspectos esenciales a estudiar en los textos medievales (el manuscrito, su transcripción y su
interpretación), además de otorgar visibilidad a nuestro trabajo. La apertura de esta línea de
investigación podrá constituir además un paso necesario y requerido en la evolución del área aún
inexplorada que constituyen las Humanidades Digitales en nuestro país. Como justificación general
de esta metodología de trabajo, subrayamos la urgencia de revisar el sentido del uso del pareado en
los poemas más antiguos y luego el del heptasílabo y octosílabo, metros de una muy similar
estructura que, sorprendentemente, guían la disposición formal de los poemas en una amplísima
mayoría. Resaltamos además la necesidad de analizar los diferentes modos en los que se van
organizando los turnos de habla en base a la extensión del poema, y de revisar el acomodamiento del
contenido del texto a las estructuras métrico-estróficas mencionadas. Hacemos hincapié en la
importancia de volver sobre el modo en el que estos poemas fueron transcriptos y editados, muchas
veces erróneamente. Por ejemplo, los versos conservados de la Disputa del alma y el cuerpo fueron
editados en el año 1900 por Menéndez Pidal como 37 alejandrinos; creemos, en cambio, que editarlos
como 74 heptasílabos pareados responde a la conformación original del poema, a partir de una fuente
francesa escrita en hexasílabos, y a su transmisión primaria. Las diferencias de enfoque editorial se
deben sin dudas a que el fragmento conservado está copiado en el códice como si se tratase de prosa,
sin orden de los versos, lo que hizo a la mayoría de los editores modernos seguir la disposición dada
al texto por Menéndez Pidal. El caso del poema En un tiempo cogi flores de Alfonso XI es también
paradigmático, ya que muy pocas veces la crítica especializada reparó en la organización dialogada
del discurso.
Finalmente, en cuanto a la metodología de trabajo general a seguir para la obtención de
resultados, cabe destacar que se utilizarán los fundamentos de la Crítica Textual neolachmanniana,
la Ecdótica, la Codicología, la Historia de la Lengua y la Filología para lograr una edición de los poemas
acorde a los criterios sustentados por el hispanismo internacional.
Una vez detectado este problema, concluimos que la herramienta que hay que programar
deberá aislar lo más posible al investigador, al creador del documento, de la sintaxis XML-TEI, o al
menos facilitarle la tediosa tarea de escribir el documento desde cero. Por otra parte, también
consideramos innecesario tener que instalar software adicional (con la posibilidad de aumentar el
coste económico del proyecto).
1) Creación de una serie de formularios que permita al usuario dar de alta los valores de los
campos TEI de la cabecera (TEI Header) sin necesidad de conocer los tags XML asociados.
El documento TEI se generará con la información introducida en esos campos.
Después de evaluar toda esta casuística, llegamos a la conclusión de que una buena
implementación del producto final sería crear una interfaz web basada en tecnología AngularJS, que
nos permita desarrollar la aplicación en el navegador. Será en el navegador, pues, donde el usuario
podrá generar el documento. Trataremos de evitar que sea necesario escribir XML, aunque el
documento final siempre podrá ser modificado, en caso de querer modificar o añadir alguna
casuística no contemplada originalmente:
investigación. Algunos de nuestros avances técnicos pueden verse desde nuestra web, en la sección
Nuestras herramientas, http://dialogo.linhd.es/nuestras-herramientas/. Un breve acercamiento a la
edición de los textos en la sección Base de datos, http://dialogo.linhd.es/base-de-datos/.
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SECRIT.
› Resumen
Los cambios en las tecnologías permiten nuevas formas de difusión de los textos
académicos. De ello da cuenta la iniciativa de acceso abierto, un movimiento que surgió como
respuesta a las crecientes dificultades experimentadas para la circulación del conocimiento
científico. Como parte de este movimiento, se delinearon dos formas principales de intervención: la
promoción de repositorios institucionales (vía verde) y la generalización de publicaciones
periódicas de libre acceso (vía dorada).
El presente trabajo propone discutir los límites de estas vías para el contexto de producción
académica en la Argentina, sugiriendo la conveniencia de buscar asimilar a las estrategias del
acceso abierto herramientas que respondan a requerimientos de comunicación y difusión de los
investigadores y docentes de la región en sus prácticas cotidianas.
En dicho contexto, se analiza el portal Acta Académica con el objeto de revisar en qué
medida herramientas de estas características pueden constituir casos híbridos que amplíen el
alcance de las dos vías antes mencionadas; casos en los que a la vez se reconocen los objetivos
fundacionales de los repositorios digitales, pero también se gestionan necesidades nuevas y
complementarias del acceso abierto y la comunicación científica.
› Introducción
La palabra escrita dio desde siempre la posibilidad de traspasar la barrera del tiempo y del
espacio: un discurso que se emite una vez puede ser leído por múltiples lectores aunque no
compartan el momento ni el lugar de emisión. Lo que permitió, entre muchas otras cosas, el
desarrollo del conocimiento científico.
En épocas recientes, las nuevas tecnologías -especialmente en el campo de la informática y
de las telecomunicaciones- han amplificado esta ventaja de la escritura gracias a la inmediatez y la
ubicuidad propias de la era digital. Sin embargo, al igual que con la era del papel, la herramienta es
muy importante, pero no suficiente. Es necesario apropiarse de las herramientas que cambian
también los hábitos y las posibilidades de quienes las utilizan.
En la última década -con particular fuerza desde las declaraciones de Budapest y Berlín (OSI,
2002; Sociedad Max Planck, 2003)- esta necesidad de disponibilidad de los materiales científicos se
ha visto articulada en la iniciativa del acceso abierto. Por medio de ella, numerosos actores del
campo científico se han organizado y han podido actuar de maneras efectivas para facilitar la
liberación del acceso a la producción académica, en oposición a intereses de mercado y a la propia
fragmentación del conocimiento que progresivamente habían conducido a la proliferación de
formas de circulación costosas y restrictivas.
En este trabajo se propone como hipótesis que el pleno desarrollo del acceso abierto (es
decir, la plena disponibilidad del saber científico) requiere de la creación y mejora continuas de
herramientas adecuadas a las fortalezas y debilidades de cada espacio de producción académica.
Más específicamente, la hipótesis central de este trabajo es que el contraste entre la propuesta de
las vías verde y dorada del acceso abierto y las necesidades concretas de los investigadores
(particularizadas geográfica y disciplinarmente) dio lugar a la emergencia en la web 2.0 de
herramientas híbridas que exceden la noción clásica de repositorio institucional o de publicación
periódica. Para desarrollar esta hipótesis se analizará el caso de una herramienta local de
organización de contenidos académicos (Acta Académica). Este portal tiene la particularidad de
combinar estándares requeridos para la circulación académica (citabilidad, indexación en
buscadores académicos, referencias por autor, resúmenes) con elementos propios de portales de
contenidos y de redes sociales (manejo de perfiles, vinculación por instituciones, presentación de
contenidos multimedia).
El texto se organiza del siguiente modo. En primer lugar, se da cuenta de antecedentes en
relación al acceso abierto y a los cambios en los modelos de difusión científica a partir de sus
declaraciones fundantes, la de Budapest y la de Berlín. En segundo lugar, se analiza la plataforma de
Acta Académica a través de siete dimensiones funcionales seleccionadas. Luego, en la sección de
Debate se presentan algunas preocupaciones en relación al acceso abierto y su interrelación con
herramientas de publicación y circulación de contenidos académicos. Finalmente, se resumen
algunos conceptos clave en las Conclusiones.
› Antecedentes
› Análisis
Acta Académica es un proyecto académico sin fines de lucro creado para facilitar a
investigadores, organizadores de eventos y equipos de investigación el compartir su producción
académica. En el marco de la promoción del acceso abierto, el mismo busca proveer de un canal por
el cual los resultados de participaciones en congresos, revistas, tesis, así como otras formas de
producción académica no necesariamente accesibles en sus formatos originales, puedan ser
consultados por colegas y público en general.
El portal ofrece, desde el año 2013, a investigadores y centros de investigación del país la
posibilidad de compartir materiales de producción (publicaciones, ponencias, documentos de
trabajo) para cátedras, grupos de trabajo e investigadores. Desde el año 2014, brinda también la
posibilidad de administrar y compartir contenidos y materiales de eventos académicos (jornadas,
congresos y reuniones científicas).
El proyecto, según se establece en su página inicial (http://www.aacademica.com), tiene
por objetivo central facilitar la visibilización de la producción de investigadores y eventos que,
independientemente de su pertenencia o movilidad institucional, y de los recursos de tales
instituciones, puedan de manera ágil y gratuita poner a disposición de la comunidad científica y de
la sociedad en general los resultados de sus investigaciones.
A continuación se presenta un análisis a partir de siete indicadores que fueron
* Google se reserva el derecho de indexar o no los materiales como ‘académicos’ según criterios
parcialmente documentados. En la grilla consideramos indexables por Google Scholar aquellos portales que ofrecen
tags con la descripción bibliográfica en la modalidad que este buscador los utiliza. Se indicó Parcial allí donde no
Los eventos son un recurso que el sitio ofrece para poder preparar un sitio institucional de
un evento académico (congresos, jornadas, workshops), incluyendo la administración de la
publicación online de sus actas y/o resúmenes. En esta modalidad se permite organizar los trabajos
en niveles jerárquicos (por ejemplo, ejes y mesas), así como mostrar solapas con información
orientativa (sedes, programas, circulares, organizadores, etc.).
Las instituciones, como tercera modalidad, permiten crear elementos que detallan el
contenido de las filiaciones de los perfiles y eventos. De este modo, es posible crear una institución
donde indicar la descripción extendida para una unidad académica o una asociación profesional, de
modo que los investigadores vinculados a ella puedan reflejar esta pertenencia entre sus filiaciones.
En términos generales, si bien las capacidades de la herramienta para esta representación
de perfiles son en ciertos aspectos limitadas (no es posible, por ejemplo, insertar un blog o una
agenda en medio de un perfil), ofrece con ellas un marco relativamente flexible que se integra con la
publicación de los trabajos (un perfil tiene trabajos; un evento tiene trabajos).
Red social
Entre las plataformas recientes que han ganado mayor popularidad desde la web 2.0, varias
de ellas se han destacado por presentarse como redes sociales. Esto ha ocurrido tanto con
herramientas de uso general (Facebook, Twitter) como con aquellas de uso más específico
(LinkedIn, Academia.edu, ResearchGate).
No es el caso de Acta Académica, que si bien no permite seguidores o contactos de un perfil o
un evento, para las instituciones sí presenta una lista de perfiles vinculados a partir de sus
filiaciones declaradas.
Alojar documentos
Este indicador refiere a la capacidad de funcionar como repositorio de documentos. En el
caso de algunas de las herramientas mencionadas, como es frecuente en aquellas de blogging, o
incluso en Facebook, no se ofrecen modalidades para subir archivos en formato Word o PDF. Al
estar orientadas a la publicación de imágenes o textos cortos, en su uso se hace necesario alojar los
documentos de texto en sitios externos para luego vincularlos. Por otra parte, en aquellos donde sí
es posible subirlos, las limitaciones de tamaño excluyen documentos que puedan tener figuras o
imágenes.
Acta Académica ofrece la posibilidad de subir una cantidad a priori no limitada de trabajos
para cada perfil. En tanto el sitio establece que dichos trabajos deben ser resultado de la propia
producción (del grupo o del autor), se reserva la posibilidad de limitar este almacenamiento en
virtud de dicho criterio, fijando un límite por trabajo de 10MB. Los documentos en Word pueden
mantenerse en dicho formato o ser convertidos en forma automática por el sitio a formato Acrobat
PDF.
En el caso de los aplicativos para manejar repositorios digitales como DSpace o EPrints, esta
capacidad se ofrece en forma plena, si bien usualmente las funciones de conversión corren por
descarga directa.
Un aspecto que diferencia a proveedores de almacenamiento de documentos es si ofrecen o
no la posibilidad de acceder a los mismos por medio de vínculos que se dirijan en forma directa al
documento. Las restricciones para la descarga de documentos pueden variar según cada sitio, y
pueden ir desde la necesidad de visualizar el documento dentro de un marco del sitio a obligar a los
usuarios a registrarse en el sitio para poder acceder a los materiales (como es el caso de
Academia.edu o ResearchGate).
En cambio, los documentos alojados en Acta Académica no presentan este tipo de
restricciones, quedando en consecuencia allí disponibles para su lectura y descarga sin limitaciones
o requisitos de acceso.
Estadísticas
En este aspecto el sitio funciona en forma similar a los repositorios institucionales y a
Academia.edu o ReseachGate, que ofrecen a los usuarios responsables de los trabajos estadísticas
sobre la cantidad de consultas a sus publicaciones. Acta Académica facilita, además, la lista de
palabras clave por las cuales el mismo fue localizado por el visitante, siempre que se haya accedido
a los documentos desde un buscador.
bibliográficos de HighWire Press y Dublin-Core. Asimismo, respeta la estructura que este indexador
requiere de una página por documento, así como el requisito de ofrecer acceso directo a los
documentos.
Citabilidad
Por último, un aspecto central para la presentación de materiales académicos es su
citabilidad, entendida como la factibilidad de referenciar una fuente de información de modo
suficiente y preciso. En trabajos obtenidos desde la web, es frecuente hallarse en la situación de no
disponer de los metadatos necesarios para elaborar una cita que dé cuenta de su origen.
Acta Académica en este aspecto es consistente en mostrar los documentos en el contexto de
sus metadatos, elemento que es reforzado por la incorporación de carátulas a los trabajos. En estas
carátulas se incorpora como primera hoja del archivo la información ingresada al cargarse el
documento (autores, año, etc.). De esta forma, al descargarse los trabajos, los datos de referencia se
anexan como portada generada automáticamente por el sitio.
En relación a este aspecto –es decir, a las condiciones de uso de los documentos obtenidos
de sitio- cabe mencionar que el mismo permite indicar a nivel de perfil, evento o documento la
modalidad de licenciamiento que se quiera utilizar (por ejemplo, Creative Commons 3.5), el cual es
también distribuido en la portada del documento.
› Discusión
institucionales y de revistas abiertas es sin duda una medida de la gran pertinencia de estos medios
para la difusión de materiales científicos.
En el caso de los primeros, la ley de repositorios institucionales en la Argentina dio impulso
y legitimidad al crecimiento -en buena medida preexistente- de repositorios digitales que habían
avanzado en el camino de hacer disponibles online las producciones de sus unidades académicas.
En el caso de los segundos, las revistas con referato en el área de ciencias sociales y humanidades
en la Argentina se han consolidado como el soporte privilegiado en las instancias de evaluación y
certificación científica, factor que ha avanzado a la par de un aumento en el carácter abierto de
revistas preexistentes, así como de nuevas revistas enmarcadas en esta modalidad.
Con el desarrollo sostenido de estas vías -verde y dorada- en proceso de consolidarse, es
posible ahora interrogarse sobre los espacios y contenidos del quehacer científico que las mismas
sub-representan, omiten o con las cuales no son completamente compatibles. Toda forma de
abordar un problema adopta premisas y privilegia unos aspectos sobre otros, en virtud de construir
algún tipo de solución concreta: en tal sentido, esta respuesta a la necesidad de una mayor
visibilidad de los contenidos científicos no es una excepción. Referimos principalmente a tres
grupos de problemáticas que hasta la actualidad estas vías tienen dificultades para cubrir en el
1
campo de la producción social y de humanidades en el país :
a) Las filiaciones múltiples y las filiaciones informales: si bien el supuesto de que toda investigación
científica se desarrolla con algún tipo de vinculación institucional es sostenible en una buena
cantidad de casos, es igualmente cierto que gran parte del trabajo académico en ciencias
sociales y humanidades de la Argentina ocurre entre investigadores que despliegan su
actividad en un abanico más o menos amplio de inserciones institucionales. Este fenómeno
supone y se da a la par de la existencia de redes dinámicas de colaboración científica que
vinculan investigadores y que con frecuencia -estas redes informales- son más estables en el
tiempo que las mismas inserciones institucionales. Este contexto constituye un obstáculo
radical para que los repositorios institucionales puedan capturar un porcentaje significativo de
la producción académica: en la medida que cada investigador no atribuya su producción a una
institución específica –sino a colaboraciones y producciones descentralizadas– la función de los
repositorios se vuelve poco clara, especialmente si sumamos a esto que las filiaciones se dan
con frecuencia en plazos provisorios tales como la duración de una beca, la duración de un
proyecto, la inserción en cargos no titularizados, la coordinación de áreas o programas de
tiempo limitado.
b) La baja estabilidad técnico-funcional: si bien las instituciones son, según diversas tradiciones
teóricas, aquello que debe perdurar en mayor medida que los sujetos vistos individualmente,
la experiencia en el campo de la gestión de recursos científicos digitales en la Argentina da
1
Si se comparan, por ejemplo, las preocupaciones por la sustentabilidad de las vías verde y dorada en Estados
Unidos reseñadas por Rizor & Holley (2014) con el contexto de humanidades local, se hace evidente cómo las
problemáticas para ampliar la accesibilidad a la ciencia no son globales, sino específicas al campo de producción y
publicación de cada disciplina, región y país.
cuenta de una frágil institucionalidad de los espacios virtuales. Cambios tecnológicos, fallas
técnicas, escasez de recursos, modificaciones en las estrategias de manejo del software o de
los contenidos son algunos de los factores que alimentan la inestabilidad de los espacios
virtuales institucionales. En dicho contexto, no debe sorprender que el factor costo-beneficio
opere en contra de la buena disposición de los investigadores para dedicar tiempo y esfuerzo
en alimentar repositorios institucionales de cuya durabilidad puedan ser escépticos. Este
factor, en muchos casos, se potencia con el anterior, dado que los débiles lazos -con frecuencia
contractuales- del investigador con la institución se proyectan también en el bajo nivel
esperable de acciones vinculantes respecto de sus herramientas de archivo.
c) El alto acoplamiento productor-producción: este tercer factor procura dar cuenta de la
importancia que tiene en un texto académico la vinculación de los trabajos con sus autores.
Más precisamente, la necesidad tanto de quienes producen como de quienes consumen estos
materiales de mostrar y acceder al ámbito y a la trayectoria en la cual el material fue
producido. Con esto se procura discutir la pertinencia del abordaje de los repositorios
institucionales según el cual conciben la protección de la producción científica como una tarea
de archivo de documentos individuales, que si bien permiten vincularlos con sus autores,
usualmente poco pueden informar acerca de su producción completa (trayectoria académica),
de sus grupos o proyectos de pertenencia, de la producción en curso, etc. Esta necesidad es la
que se traduce en el armado de blogs y perfiles en redes sociales (Blogger, Facebook, etc.) de
equipos, cátedras y proyectos de investigación. Acceder a cómo está conformado un equipo,
qué objetivos tienen sus líneas de trabajo y cómo es posible interactuar son vistos como
elementos compatibles con la convocatoria de abrir la actividad científica. Las dificultades para
resolver este tercer conjunto de necesidades por dentro de la vía verde no son ajenas a lo
enumerado anteriormente, sino que, por el contrario, se potencian. En efecto, la importancia
de vincular y mostrar las trayectorias de los investigadores junto con su producción se combina
con la complejidad que representan las filiaciones múltiples y las filiaciones informales y con el
hecho de que los centros de investigación dispongan con frecuencia de infraestructuras poco
confiables o de políticas digitales poco consistentes.
En buena medida, creemos que es factible que estos tres factores permitan explicar al
menos parcialmente la resistencia al auto-archivo de la cual da cuenta la bibliografía especializada.
Si así fuera, es posible que el camino para mejorar el acceso a la producción académica del
país no solo pueda ocurrir por el camino de convencer u obligar a los investigadores para el auto-
archivo, sino en buena medida también por comprender las razones estructurales y coyunturales
de los académicos que organizan las prioridades y condiciones para la exposición y circulación de
su producción.
› Conclusiones
En este marco, sería menester incorporar al mapa del acceso abierto a un conjunto diverso
de herramientas vinculado a la web 2.0 que han ganado un espacio en la actividad cotidiana de
investigadores, docentes y estudiantes, las cuales hemos brevemente analizado y cuyo análisis en
detalle excede el alcance de este trabajo.
Su heterogeneidad y omnipresencia, sin embargo, viene posiblemente a reflejar un abanico
de necesidades que el modelo del acceso abierto en dos vías no contempla, pero con el cual sería
pertinente establecer un diálogo constructivo.
Tanto desde un principio de soberanía digital como desde la perspectiva de apuntalar la
actividad científica con herramientas adecuadas a los contextos locales y específicos de las
diferentes áreas de conocimiento, creemos en la importancia de que se adopten y adapten
herramientas y soluciones que agilicen las formas de comunicación de las actividades de
investigación, considerando que este grupo de modalidades de circulación académica puede
constituir una tercera vía para el acceso abierto.
Consideramos, en tal sentido, que las diferentes plataformas y tecnologías emergentes con
estos fines permiten nuevas formas de cooperación y complementación. Tanto en sus capacidades
de alojamiento de contenidos, como de comunicación y de recuperación de información, resultará
clave en qué medida estas herramientas puedan profundizar en sus habilidades de integración e
interoperabilidad, con el fin de facilitar el armado de soluciones originales y complejas que hagan
más productivo y fecundo el oficio de investigar.
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› Resumen
En los últimos años se está dando un importante cambio en las formas de editar
publicaciones. Formatos, soportes, modos de producción y distribución se encuentran en un
proceso de transformación constante. En esta investigación, surgida de un seminario dictado en la
carrera de Edición (UBA) en 2014, se pretende reflexionar sobre el estado de la edición de las
publicaciones digitales en la actualidad: cómo son esas publicaciones y cuál es su modo de
producción. A su vez, se tomará como modelo un sistema de gestión de revistas científicas.
› Introducción
Por miles de años, el objeto del trabajo del editor fue similar: hojas impresas encuadernadas
de alguna de las opciones disponibles. Los formatos podían variar en cuanto a tamaño, pero no
mucho más. Hace unos treinta años, el ingreso de las computadoras como herramientas para el
diseño y el armado de publicaciones simplificó las tareas de manera que se podía ver en la pantalla
una muestra, o similar, de lo que saldría impreso más tarde (con la introducción del concepto
WYSIWYG1 en los programas de computación).
Pero desde hace unos años, se introdujo un cambio radical: la posibilidad de generar
publicaciones digitales. Libros, revistas y cualquier tipo de publicación puede distribuirse sin
necesidad de impresión. Esta posibilidad tiene muchísimas ventajas, pero también representa un
gran desafío para el editor acostumbrado a una metodología de trabajo probada por años.
1
WYSIWYG es el acrónimo de What You See Is What You Get (en español, “lo que ves es lo que obtienes”), hace
referencia a la introducción de programas de informática donde el usuario ve en pantalla cómo va a quedar su
trabajo final. En el software de armado profesional de publicaciones, esto significa básicamente visualizar las
páginas e ir colocando los elementos fácilmente y ver cómo quedarán impresos, constituyó un avance gigantesco.
Desde este desafío partimos al definir una estrategia para el seminario de grado que
dictamos2 dentro de la carrera de Edición en 2014 y del que surge esta investigación.
Comenzamos por enumerar qué entendían nuestros alumnos (futuros editores, muchos
próximos a graduarse, algunos ya trabajando en el medio editorial) por publicaciones electrónicas o
digitales y por qué se habían anotado en este seminario particular. Así surgió una nube de palabras
donde se ve por las diferencias de tamaño cuáles fueron las más utilizadas (Imagen 1). De todas
maneras, lo más importante que surge de este ejercicio es la multiplicidad de conceptos que pueden
surgir cuando se habla de publicaciones digitales:
2
Seminario “Pensar y hacer ebooks: de la teoría a la práctica”, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de
Buenos Aires, que las autoras dictaron en 2014.
Imagen 1
Estos son solo algunos de los conceptos que surgieron en este pequeño ejercicio
espontáneo.
Para poder elaborar y llevar adelante un seminario necesitamos definir estos conceptos
para desarrollar una temática específica, coherente y consistente.
Para comenzar a definir el campo, y cómo estamos trabajando dentro de la carrera de
Edición, nos concentramos en publicaciones. Como decisión formal, también dejamos de lado los
sitios web, que si bien algunos pueden considerarse publicaciones (por ejemplo, revistas o
periódicos en línea, blogs con contenido periódico, etc.), sus estructuras, forma de trabajo, formato,
diseño tienen particularidades técnicas diferentes a otras publicaciones digitales.
› Clasificación base
Pudimos entonces llegar a una clasificación, que si bien no abarca cada una de las
publicaciones digitales (menos aún las que surgirán en el futuro), sí es la más general en la que nos
pudimos basar para definir características y metodologías de trabajo.
Tomando como punto de partida la producción tradicional de publicaciones impresas, y en
primer lugar el tipo más similar en cuanto a características y procesos, podemos enumerar como
base de esta clasificación:
Archivos pdf
La distribución de archivos pdf puede considerarse el primer acercamiento al libro
electrónico. Con la popularización de las redes informáticas, poder generar un archivo que se ve en
pantalla exactamente igual a un impreso y enviarlo rápidamente fue un gran avance.
El archivo pdf puede generarse a partir del mismo archivo del que se generó el impreso (y
tener así dos versiones: impresa y digital). La principal ventaja de estos archivos es que guardan su
forma, independientemente del dispositivo tecnológico en el que sea visualizado, y son compatibles
con casi todos. Los archivos pdf simulan páginas impresas, aunque podríamos definirlos como
pantallas y agregar algunas interacciones más propias de un ámbito digital y así enriquecer el
formato final.
Ebooks
Llamamos ebooks a los libros electrónicos preparados para visualizar en dispositivos de
lectura específicos: ereaders o lectores de libros digitales (también llamados popularmente ebooks).
Estas publicaciones generalmente son de texto corrido, con pocas o ninguna imagen, ya que los
ereaders están concebidos para la lectura por utilizar tinta electrónica3. Esto ayuda a extender la
duración de la batería y a no cansar la vista al ser una pantalla que no brilla.
La contra para los editores, acostumbrados al WYSIWYG, es que en este tipo de
publicaciones el contenido se adapta al dispositivo y también a cómo el lector quiere visualizarlo.
Por ejemplo, los dispositivos permiten al lector cambiar la tipografía y el tamaño, así como la
orientación. Entonces, lo que podemos definir como diseño es muy acotado y tenemos que tener en
cuenta que el lector podrá modificarlo4.
3
La tinta electrónica es una tecnología surgida en los años 2000 que permite crear pantallas livianas, muy delgadas
y que no requieren retroiluminación, lo que redunda en un bajo consumo de energía. A diferencia de las tablets y
computadoras portátiles en estos dispositivos las baterías pueden durar semanas.
4
Ver más adelante, Diseño líquido.
› Flujos de trabajo
Actualmente, los desarrollos de publicaciones digitales, en su inmensa mayoría, se realizan
sin seguir ningún parámetro estandarizado (en los términos en los que se manejan las
publicaciones impresas). Conociendo el mercado editorial, podemos asegurar que en este punto
todo está por definir. Es de esperar que con el transcurso de los años esto se desarrolle y los
editores y demás profesionales involucrados tengan un procedimiento que seguir para lograr
resultados sin sobresaltos. ¿Por qué? Porque cuando se estandarizan ciertas áreas de este proceso
redundan en flujos de trabajo más cortos, menos cantidad de errores que se arrastran de una etapa
a otra, mejora en la calidad del producto final, entre otras cosas.
Tomando la clasificación realizada en el apartado anterior, podemos trazar procedimientos
generales para cada tipo de publicación, como punto de partida.
En la Imagen 6 podemos visualizar esquemáticamente los posibles flujos de trabajo para
cada tipo de publicación, partiendo del pdf que es el procedimiento más cercano al modelo de
edición en papel. Por supuesto, estos procesos varían de acuerdo a cada publicación pero, además,
pueden modificarse los programas y plataformas de trabajo ya que es un campo todavía nuevo. Lo
importante es conocer de qué se trata y poder adaptarse.
Más allá de las características técnicas que tenga cada tipo de publicación, de las distintas
etapas que involucre y de los profesionales que puedan llegar a intervenir en cada caso, las
funciones del editor se repiten en cada una de ellas: definir el libro/revista/temática en relación
con el contenido (en todos sus tipos), coordinar las distintas etapas, trabajar con un equipo
interdisciplinario. En definitiva, con una idea bien definida, la función del editor será llevar a cabo la
publicación de una forma óptima y profesional.
Imagen 6
› Interfaces
Cuando nos referimos a publicaciones digitales tenemos que considerar el concepto de
interfaz (Manovich, 2006). No solo vamos a trabajar con el diseño en sí que elijamos sino que cada
tipología tiene algunos agregados con los cuales nuestro contenido tiene que cohabitar, tales como:
a) El del dispositivo: monitor, pantalla de una tablet, ereader. Incluye los botones físicos y las
funcionalidades que se pueden utilizar con nuestra publicación (por ejemplo, altavoces, si
tiene o no, para reproducir sonido, cámara digital).
b) El del programa contenedor: en el caso de archivos pdf, por ejemplo, las publicaciones se abren
dentro de un software, con opciones específicas. Tenemos que tener esto en cuenta para no
repetirlas en nuestra publicación (como en el caso del botón de inicio o los índices
automáticos).
c) El de la publicación: aquí ya entramos de lleno en el diseño aunque sea solo esquemáticamente:
sus opciones, botones, navegación, etc. Tanto si se trata de una publicación como de una
aplicación, hay que considerar las formas en las que el lector va a pasar de una sección a la
otra, cómo realizará una búsqueda, cómo se podrá activar o desactivar el sonido, entre otras
opciones de acuerdo a cada publicación.
Es fundamental, entonces, tomar en cuenta la interfaz base de cada dispositivo para saber,
por un lado, a qué opciones está habituado su usuario (por ejemplo, el scroll hacia abajo en las
tablet puede actualizar cierto contenido) y, por el otro, para no generar huecos en términos de
navegabilidad y usabilidad de la publicación. Hay que tener en cuenta que hasta no hace demasiado
tiempo la lectura se realizaba -en su gran mayoría- de una página a la otra. Hoy esto está en
constante cambio y aún falta mucho para lograr cierta estandarización.
En este sentido, es muy importante dejar a la vista en cada publicación una ayuda o manual
de uso para indicar las distintas formas de navegación.
Diseño líquido
En este esquema, el contenido se adapta al formato del dispositivo o la ventana en la que
visualiza. Por ejemplo, el contenido de los ebooks se adapta no sólo al formato del dispositivo, sino
también a la orientación e incluso al tamaño del texto que el usuario seleccione, de manera que
fluye y se recalcula la cantidad de páginas de esa publicación.
predefinió en una hoja de estilo CSS. El contenido, entonces, se define y jerarquiza mediante tags o
divs de HTML. Esa información, luego, se reorganiza de manera automática permitiendo su
visualización de manera correcta y óptima en un dispositivo en particular.
Lo importante de estos tres casos es conocer los conceptos y saber en qué caso se aplica
cada uno más que el cómo de su implementación en detalle. De todos modos, hay que aceptar que
cada tipo de publicación tiene sus limitaciones respecto de su diseño y contenido y que es imposible
controlar todos los detalles de diseño al mismo nivel que en las publicaciones impresas.
Imagen 9
5
Este módulo permite la cosecha de metadatos de repositorios institucionales.
Finalmente, a diferencia de lo que se vio en la primera parte de este trabajo respecto de los
diferentes tipos de publicaciones digitales -pdf, ebooks, tablets y apps- este tipo de plataformas está
sentando ciertas bases respecto de definir un estándar de flujo de trabajo en el que, como ya vimos,
se maximiza la calidad y la cantidad de información a la vez que se reducen costos y tiempo.
› Bibliografía
» Palabras clave: edición digital, evolución tecnológica, libro digital, libro electrónico o eBook,
editing.
› Resumen
En el presente trabajo haré un recorrido entre las tecnologías del libro, las metáforas que
adoptan los contenidos para su manifestación visual, los detalles que se deben tener en cuenta en la
edición (editing) de ficción literaria y en especial de no ficción en el entorno digital y las buenas
prácticas que la acompañan, en formatos que aún son perfectibles. Al final, cito los criterios de
selección del jurado de especialistas del Digital Book World Award, para establecer un panorama de
los estándares que en parte existen en el presente del mundo editorial digital; por último, en un
anexo, añado a modo de corpus algunos casos de publicaciones digitales para que el lector menos
avezado realice su propio análisis.
1
En julio de 2015 se celebran treinta años de la aparición del primer programa de diseño y maquetación electrónica
de libros, el Aldus PageMaker de Aldus Corporation (empresa luego adquirida por Adobe). Junto con QuarkXPress,
cuya primera versión apareció dos años después, en 1987, estos programas pioneros perfilarían los estándares de la
maquetación editorial por computadora.
las cosas (Dosdoce, 2012). En este contexto, donde la edición científica lleva cierta y claramente la
delantera histórica (Thompson, 2005), se dice que un editor tiene que ser un usuario experto, y un
curador de contenido (Bhaskar, 2013). Sus habilidades deben destacarse por sobre todo en la
defensa de un catálogo, en el dar a conocer obras y autores, en favorecer la lectura y hacer algo
distinto en este no tan reciente nuevo contexto. Y hacer algo distinto significa apropiarse de los
medios y realizar un aporte creativo. Entonces propongo que consideremos a la tarea del editor por
sobre todas las que conforman un proyecto, pero no como un filántropo o mecenas, ni como un PM
(project manager), sino como un vehículo de fe para que las obras, en todos sus formatos, bien
editadas, se encuentren con sus lectores2.
En este contexto de tecnologías digitales, los ebooks o libros electrónicos, y también las
aplicaciones y las publicaciones web, deberían ser bellos, funcionales y accesibles. Más allá de con
qué herramientas se desarrollen, cuáles se elijan, y los caminos o los atajos que se recorran, todos
los lectores tienen derecho a acceder a sus ebooks como quieran, cuando quieran y en la pantalla
que quieran. Entonces, interoperabilidad, usabilidad, calidad y accesibilidad son propiedades que
importan, y mucho.
Actualmente, existen diferentes formatos para los soportes digitales: aplicaciones para
dispositivos móviles (apps), web apps, ebooks, enhanced ebooks, fixed-layout ebooks, audiobooks,
books in browsers… Diferentes soportes o dispositivos: tablets, ereaders, smartphones,
computadoras. Y programas o aplicaciones de lectura desarrollados para los diferentes sistemas
operativos. También softwares de diseño y de programación. Y lenguajes, ¿HTML o desarrollos
nativos? Cada obra, con sus plataformas de publicación y distribución, y en ocasiones diferentes
modelos de negocio: venta, suscripción, préstamo, descarga libre, crowdfunding, acceso
multiplataforma, por nombrar algunos.
Tal como señala Roger Chartier (2013) en la entrevista titulada “La leyenda negra del
mundo electrónico”, por primera vez en la historia de la humanidad hay una separación entre los
dos sentidos de la palabra libro, el libro como un objeto y el libro como una obra:
Obviamente, la obra puede existir independientemente de su forma material, lo que supone
unos derechos de autor. Pero en la práctica de su lectura, no existe independientemente de su
forma material. Existe siempre dentro de un todo que nadie está obligado a leer en su integridad.
Pero su forma material impone la percepción de lo que era la unidad, la identidad, la coherencia
textual de la que se extrae un extracto, se lee una página, se consulta un fragmento.
Lo cito ineluctablemente a Chartier porque lo quiero encabalgar con la idea de modelos
mentales que toma Jakob Nielsen (2010) para ejemplificar la usabilidad y las cuestiones
2
Henry Volans (2014), director de la editorial inglesa Faber Press, piensa que los editores en el futuro podrían ser
“like what they look like now, but be more efficient and effective”. Y añade: “Quite how much more effective is the
question”.
relacionadas con las interfaces de usuario. Modelos mentales que están basados en nuestras
creencias como usuarios, las creencias y los conocimientos que tenemos, o lo que creemos que
sabemos sobre un sistema dado: ya sea un libro, ya sea un sitio web, ya sea un ebook, ya sea una
tablet o una aplicación con contenidos interactivos. Esto con el objetivo de tener en consideración y
problematizar de algún modo las habilidades que se requieren para leer un contenido digital, y en
relación con la lectura, intentar encontrar una solución cuando el contacto con el libro de papel
(con su configuración física, sus partes constitutivas, sus convenciones) es o fue, para una persona,
poco familiar y confuso. En este contexto, resulta conveniente confrontar también la metáfora de
mixtape en el mundo editorial, que tiene su origen en la pregunta “What if we never had
Gutenberg’s printing press? How would we define publishing on the web without the legacy of
written text? (Zhu, 2015) y que se define ampliamente como un nuevo tipo de contenido primitivo
disponible en la Web, que abre nuevas posibilidades para los editores a la hora de vincularlo,
añadiendo una voz editorial que cohesione la compilación y admitiendo a la vez la inserción de
comentarios y glosas de usuarios espontáneos y de diversas procedencias.
Como bien se apunta en un artículo dedicado a la empresa editorial que desarrolló el poema
Blanco de Octavio Paz (2012) para el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), en
México3:
No se trata solo de convertir libros impresos a un formato digital sino de propiciar a través
de la pantalla una lectura que -acaso también- convoca el oído y el tacto y que termina siendo una
experiencia lúdica.
Una época, en definitiva, que necesita también de editores y especialistas vinculados con las
tecnologías bibliológicas, a sabiendas de que en el ámbito digital estamos en un ámbito aún
perfectible:
The web can also be described as a spectacularly successful technology. Like books,
browsers are everywhere. Unlike books, browsers don’t have a thousand years of history; many of us
3
Me estoy refiriendo a una obra en formato app concebida para los productos de Apple (iPad, iPod Touch, iPhone)
que fue descargada cincuenta mil veces entre 2011 y 2014, tres veces más de lo que vendió el libro de papel entre
1969 y 2011 (Miranda Trigueros, 2015).
Acceso al contenido
Se dice que el acceso secuencial al contenido es lo que diferencia a los libros de ficción de
aquellos de no ficción. Extremando la categorización, la mayoría de los libros de ficción están
configurados para leer página por página, en orden, de principio a fin. Desde una perspectiva
tradicional, en la linealidad4 los lectores van absorbiendo progresivamente el flujo de la historia
4
En un tweet reciente, la editora Julieta Lionetti declaraba: “Quisiera contribuir a destruir ese mito de que la lectura
en soportes tradicionales es lineal. Solo puede sostenerlo quien nunca ha leído”. Esta metáfora de la linealidad
refiere también a la forma que implica leer de principio a fin, no decimos solamente un signo detrás de otro signo,
detrás de otro signo (tal como se lee espacial y temporalmente la palabra escrita), sino la absorción del contenido
textual escrito siguiendo un recorrido pautado, secuencial, y en su totalidad. Otros recursos implican mirar, escuchar
y tocar, y cuando están imbricados con texto significa que, de alguna manera, están editados, cortados, encabalgados
o son una conjunción guiada por algún objetivo primero de lectura (después habrá otros). La dicotomía más evidente
es que alguien señale que una página web no es leída en su totalidad y que la Web en todas sus expresiones es
Navegación
A diferencia de la performance de las aplicaciones de lectura en tablets, teléfonos celulares y
los sistemas de rendering engine en ereaders, que tienden a la paginación secuencial, un libro-
aplicación (book app) se diferencia de estos modelos mentales relacionados con el libro físico y
promueve una experiencia de lectura nueva en contenidos de estructura compleja: o bien aquellos
con anotaciones, referencias cruzadas, documentos iconográficos o sonoros vinculados, o bien
aquellos interactivos, o ilustrados, que no necesitan de una lectura lineal. Pero para que esta
experiencia sea efectiva, provechosa, debe ser clara, consistente y fácil de transitar y la interacción
debe ser intuitiva, poco compleja y fundamentada. En general, que requiera un detallado proceso de
aprendizaje y tutoriales para explicar el funcionamiento de la aplicación o el desarrollo son en gran
medida fallas que van en detrimento de la legibilidad de la obra, y que resultan en una experiencia
costosa para el lector.
Es necesario, por lo tanto, que la edición de las piezas de la obra, así como de todo paratexto
consumida fragmentariamente, mientras que otro sostenga que vamos y venimos sobre la misma obra o sobre obras
y objetos tradicionales diferentes, y que incluso en tanto lectores hacemos valer nuestra prerrogativa de
abandonarlos en cualquier momento, y eso hicimos desde tiempos pretéritos. Esta es la fascinante idea de partida de
Deahene en El cerebro lector: somos lectores muy jóvenes en la historia de este universo.
y contenido complementario, sea clara y exhaustiva: que la información dada sea relevante y esté
bien vinculada, que los links estén implementados, que no haya redundancias, que las orientaciones
hacia diferentes partes de la obra estén señalizadas y se puedan navegar en una dirección y en otra.
Los links a otros contenidos pueden tener un breve sumario, y si el lector desea visitar la dirección
puede seleccionarlo o ignorarlo sin que su lectura se vea interrumpida o distraída. El objetivo
debería ser lograr un entorno de lectura sólido, en que no haya botones accidentales para
presionar, ni confusión con respecto dónde el lector está ubicado. En este contexto, las tablas de
contenido alivian los problemas de acceso secuencial, página a página, diciéndole al lector qué va a
encontrar y en qué parte de la obra. Toda vez que un hipervínculo esté presente en el texto es
obligatoria una vía de regreso. Si el lector salta de una sección del libro a otra, debe poder volver a
encontrar su camino de vuelta. No debe sentirse perdido o desorientado (excepto que esa sea la
intención de navegación, lectura y experimentación de la publicación).
Advertencia
En el caso de los ebooks, muchos ereaders (lectores de tinta electrónica o e-Ink) y
aplicaciones de lectura están programados para remover por defecto el formato dado por los
editores al contenido, porque, alegan, esto proporciona una mejor experiencia de usuario: el
usuario puede setear el formato como desee (dentro de las opciones de templates propuestas por el
dispositivo), a su gusto (familia tipográfica, cuerpo, alineación, color). Pero si lo hacen, el link a la
hoja de estilo del ebook se rompe y el contenido, que había sido cuidado de cierta forma, se visualiza
de otra forma. Lo ideal, entonces, es trabajar la edición, el diseño y la semántica de los contenidos
de manera que el lector-usuario se sienta satisfecho tanto con el contenido como con la interfaz,
dentro de las posibilidades gráficas actuales.
En el plan de desarrollo de una obra, debe estar planteado también desde el inicio cómo
será distribuida y todo el conjunto de metadatos vinculados con ella. ¿Se distribuirá a través de la
venta directa, de la descarga desde el propio website, a través de distribuidoras digitales, o cadenas
de tiendas online, o tiendas minoristas, o grandes plataformas, como iBookstore y la App Store de
Apple, Google Play y Google Play Books, o Kobo, Barnes & Noble, Amazon Kindle, o BajaLibros…? En
relación con ello, cuál es el futuro de la venta de contenidos, en sus diversas formas, es una de las
preguntas recurrentes de la conferencia anual FutureBook de Booksellers, o de los congresos
internacionales del libro electrónico y ferias del libro.
Por último, quiero agregar que la tecnología aplicada al libro no atañe solo a la confección de
aplicaciones y de ebooks, sino también al desarrollo de plataformas para darles visibilidad a los
libros en la Web y promocionar la lectura, plataformas de conversación y redes sociales de lectores
y websites dedicados a las obras digitales, que ofrecen otra modalidad de lectura, en este caso
online.
Sintéticamente, se sugiere:
1. Mantener el sentido de unidad y definir un borde, límite u orilla en el amplio espacio digital. Cuidar
el contenido, su relevancia e ilación. Y también su extensión.
2. Lograr que los archivos sean menos pesados. La velocidad y la conexión (y con ellas una fluida y
más disfrutable experiencia de usuario) nunca deben perderse de vista. Hacer que los tiempos
de desarrollo editorial y los tiempos de publicación sean ajustados y constantes.
3. Trazar una navegación clara. Simplificar la paginación, o el scroll en el caso de las aplicaciones, de
acuerdo con la concepción de la obra. Los hipervínculos deben funcionar, y funcionar bien.
4. Desarrollar en HTML, el formato futuro para todos los contenidos textuales (y tal vez también
interactivos), que sería portable en todas las plataformas y minimizaría los esfuerzos de
desarrollo puesto que la mayoría de los dispositivos lo pueden interpretar con potencia y
facilidad.
5. Mirar hacia la open web. Cualquier contenido que sea publicado para una tablet, por ejemplo,
debería tener su correspondencia en la web. El contenido sin una dirección pública no existe a
los ojos de los mecanismos interoperables que entrelazan información y datos, que hacen a la
Web, y que permiten compartir contenidos y hacerlos conocidos a mayor cantidad de lectores,
que pueden significar más vistas, más suscripciones, más compras, más descargas. Y, por otro
lado, no todos los usuarios disponen hoy de dispositivos móviles.
6. Establecer precios razonables, sean de compra o de suscripción.
Para finalizar, quisiera mencionar los criterios de selección de los premios de Digital Book
World, puesto que esta institución, al igual que el International Digital Publishing Forum (IDPF),
reúne hoy día a los representantes de diversas compañías e instituciones abocadas a perfilar los
estándares de producción, desarrollo y marketing de publicaciones digitales en diferentes entornos.
Estos criterios, que van desde el uso de las tecnologías disponibles, abiertas o pagas, pasando por el
diseño y el cuidado ortotipográfico, son:
1. Innovación. Las obras tienen que estar concebidas y ejecutadas en modos novedosos. Los títulos
innovadores se diferencian de sus homólogos impresos y proponen una plataforma nativa
digital empujando los límites de lo que ya se hizo antes.
2. Diseño. Las obras bien diseñadas muestran su contenido claramente y comunican su mensaje de
manera efectiva. Usabilidad. La funcionalidad debe ser intuitiva tanto como sea posible y las
características y/o la maquetación deben ser accesibles para llegar a la mayor cantidad de
lectores posible.
3. Contenido. La excelencia del contenido enriquecido ilumina, entretiene y satisface a los lectores,
tal en su promesa.
4. Consistencia. La obra muestra información apropiada y jerarquizada, al igual que su tratamiento
tipográfico. Tanto en la funcionalidad como en la maquetación no debe haber sorpresas
inesperadas ni errores evidentes.
› Conclusión
Archivo Abierto. 80 años del Fondo de Cultura Económica (app), disponible para los sistemas
operativos iOS y Android:
http://www.fondodeculturaeconomica.com/Editorial/Prensa/Detalle.aspx?id_desplegado=6 7504
Octavio Paz, Blanco, Conaculta (app). Recuperado de
https://itunes.apple.com/mx/app/octavio-paz-blanco/id484285852?mt=8&ls=1 el 13/09/2015
Antología de comic colombiano (web). Recuperado de
http://www.bibliotecanacional.gov.co/ebooks/comic_web/index.html el 13/09/2015
Alex Epstein, True Legends, Electric Lit (app). Recuperado de
https://itunes.apple.com/us/app/true-legends/id922253485?mt=8 el 13/09/2015
Manual de Lengua, Santillana (libroweb en formato de Adobe Flash). Recuperado de
http://bibliojcalde.zz.mu/libros_digitales/santi/lengua/quinto/ el 13/09/2015
Mistress of France. Emma Boling, Beneath the Ink, eBook Fixed Format/Enhanced, Digital
Book World Award en la categoría Adult Fiction Recuperado de
https://www.beneaththeink.com/mistressOfFrance_micro.html el 13/09/2015
Revista Estado Crítico, Biblioteca Nacional de la Argentina. Recuperado de
http://www.bn.gov.ar/estado-critico el 13/09/2015
› Bibliografía
» Palabras clave: edición digital, editor, política editorial, materiales educativos, mercado.
› Resumen
› Introducción
Como es sabido y, según los estudios ya clásicos de Bourdieu (1992) -que Thompson (2005)
retomó y amplió para estudiar la industria editorial de la última década-, dentro del mundo
editorial es posible distinguir campos con sus propias características, dinámica e historia (por
ejemplo, los campos educativos, literarios, académicos de autoayuda, etc.)1. En este sentido, cada
campo no solo abarca un mercado, sino también a sus integrantes, organizaciones y las relaciones
entre ellos. Por eso cada campo editorial se posicionará de forma diferente frente al paradigma de
la edición digital y realizará elecciones específicas según sus objetivos e intereses y de acuerdo
también con su sustrato económico. Evidentemente, una editorial pequeña no podrá enfrentar de
igual manera la inversión en tecnología que una grande2. De ahí que pueda concebirse al campo
como un espacio de recursos y poder con sus “propias formas de competición y recompensa”
(Thompson, 2005: 6).
Por otra parte, resulta de vital importancia para nuestra investigación el concepto de
políticas editoriales desarrollado en de Diego (2006 y 2014). Desde tal perspectiva, las políticas
editoriales se relacionan con las decisiones que las empresas toman respecto de los procesos de
producción y edición, que incluyen también las condiciones materiales de los libros. Entre las
decisiones que se tomen, no hay dudas de que el soporte elegido para la publicación, ya sea
impreso, ya sea digital, cobra especial interés para el estudio de las las características de una
determinada política editorial.
Como instrumento de trabajo central de esta investigación, se recurre, por un lado, al
análisis documental (Bachelard, 1978) de diferentes fuentes. Entre ellos, se destacan los catálogos,
los materiales impresos y online e informes de la Cámara Argentina del Libro (= CAL). Por el otro,
se aplicaron entrevistas a editores de editoriales escolares como instrumento de trabajo, con el
objetivo de obtener un mayor conocimiento sobre el campo y facilitar la comprensión del objeto así
como para poder establecer relaciones más precisas entre los libros, sus productores y sus
usuarios.
En lo que sigue, primero se presenta el estado actual del sector del libro digital, de acuerdo
con las estadísticas e informes elaborados por CAL. Luego, se muestran ciertas políticas editoriales
y estatales del material educativo digital y se indaga la función que cumple el Estado en la
democratización del conocimiento. A partir lo desarrollado, se replantea el rol del editor de
contenidos dentro el entorno digital.
1
En los estudios centrados en la edición, resultan nodales las nociones de Bourdieu (1992) de “fluidez del espacio
social” e “independencia de los campos”, en la medida en que estas posibilitan comprender que cada campo cultural
está regido por sus propias leyes. Para ampliar el tema, consultar Bourdieu (1992, 1999 y 2007).
2
No obstante, según se analiza más adelante, las empresas pequeñas pueden utilizar la edición de publicaciones
digitales como una forma más democrática de acceso a la información y como una posibilidad de acotar los costos
que supone el papel, lo cual puede posibilitar una circulación bibliográfica más dinámica.
No hay dudas de que la edición de libros electrónicos aún es muy reducida en comparación
con la impresa. En efecto, según el informe estadístico realizado por la CAL para 2013, que se basa
en los registros de libros realizados por las editoriales en la Agencia Argentina de ISBN, solo un
3
16% de los libros se editan en formato digital :
No obstante, se observa una marcada diferencia entre los tipos de editores que se inclinan
por la edición digital. Las instituciones educativas y las universidades son las que cuentan con más
presencia: promedian el 40% frente a empresas editoriales, comerciales, ediciones gestionadas por
el autor, instituciones privadas y entidades públicas, que oscilan entre un 13 y 18% de producción
digital. Sin dudas, el segmento que más impulsa la edición digital es el conformado por instituciones
universitarias y educativas en general:
3
Las imágenes 1 a 4 fueron extraídas del informe estadístico anual de producción del libro argentino 2013, realizado
por la CAL sobre la base de la información proporcionada por la Agencia Argentina de ISBN.
Además, el informe consultado manifiesta que la distribución de los e-book se realiza por
dos vías: la venta directa y la distribución gratuita (Imagen 3). Esta última modalidad evidencia
algunas de las ventajas que otorga la publicación digital: la promoción y el acceso libre a la
información. Ejemplos de este tipo de publicaciones lo constituyen las actas de congreso, de
jornadas y de otros tipos de eventos, así como las revistas científico-académicas. De hecho, Esteves
(2014) subraya que, como soportes de información, los medios digitales se han transformado en
artefactos más eficientes que el libro en papel; esto es “en cuanto a capacidad de almacenamiento,
velocidad y costo de actualización; prueba de ello son las guías telefónicas, las enciclopedias, los
diccionarios, los vademécum farmacéuticos o los catálogos bibliográficos” (Esteves, 2014: 99).
Por otra parte, los campos culturales que publican sus textos en formatos digitales son las
Ciencias Sociales y la literatura para adultos (Imagen 4). En cuanto a la literatura para adultos, se
registra, en general, una tendencia a que haya versiones digitales de los libros en papel y, en
particular, las editoriales independientes han apostado y revitalizado el canal digital para publicar
las novedades. Sin embargo, aún los índices de venta son muy inferiores respecto del libro impreso,
tendencia que se replica en los mercados de la edición en inglés:
Si en Estados Unidos y Gran Bretaña ocho de cada diez libros de ficción se venden en papel,
la relación es inversa en el caso de los diccionarios, las enciclopedias, las guías telefónicas y el resto
del conjunto de libros que, al decir de Umberto Eco, “sirven para consultar” (Esteves, 2014: 99).
› Formatos digitales
traslado del texto impreso a la pantalla y prácticamente no posee ninguna característica propia
correspondiente al ámbito digital. Tengamos en cuenta que:
Un texto “estático” era una de las características distintivas del libro en papel. Las nuevas
tecnologías hacen posible la interactividad con el lector, la inclusión de videos, ligas a web sites,
infografías animadas y otros recursos digitales complementarios al texto y muy útiles para los libros
de “utilidad práctica” (Esteves, 2014: 118-119).
Entonces, un texto o libro en pdf subidos a la web estaría amulando al texto en papel:
constituye una traslación de soporte, que no da cuenta de la especificidad multimodal. Actualmente,
diversas editoriales escolares comercializan los pdf de los libros en bajalibros.com. Si bien en
algunos casos, les agregan ciertos recursos digitales (como links u otros archivos en PDF
insertados), no terminan de aprovechar cabalmente las posibilidades que brinda el entorno digital,
y las propuestas editoriales se limitan, entonces, a ofrecer un libro con algunos agregados, con “un
bonus”, como lo denomina García (2013), pero sin potenciar la interactividad con el lector que
mencionaba Esteves (2014).
En segundo lugar, registramos diversos formatos que podemos englobar en el grupo
recursos educativos que suelen encontrarse en páginas educativas específicas, como el portal
educ.ar. Los recursos implican una amplia variedad de materiales pedagógicos destinados tanto
para el alumno como para el docente: juegos, videos, actividades interactivas, cazas del tesoro,
audiolibros etc., que logran plantear la interactividad con los usuarios.
En tercer lugar, podemos referirnos a las revistas científico-académicas digitales. Respecto
de las revistas científicas, estas privilegian el acceso gratuito de la información, así como permiten
la renovación constante e inmediata de los contenidos. De este modo, garantizan el
almacenamiento y la actualización de los datos. Un ejemplo de ello son las revistas que se alojan en
las Revistas Científicas de Filo, un portal de publicación de la Universidad de Buenos Aires que ha
digitalizado el fondo de las revistas científicas de la Facultad de Filosofía y Letras4. Si dentro del
campo científico-académico, nos referimos a ejemplos de publicaciones con ISBN, podemos
mencionar como ejemplos ilustrativos el caso del Instituto de Lingüística, que ofrece de forma
online libros y actas de congresos, jornadas y otros eventos. Vale aclarar que en 2014 se ha dictado
un curso de XML para los editores de las editoriales universitarias nacionales, con el fin de que
puedan realizar la edición digital de sus materiales.
Para concluir este apartado, mencionamos a los libros digitales, que se conforman a partir de
la inclusión de recursos interactivos y multimedia, como videos, mapas, infografías y audio, entre
otros, que pueden utilizarse en distintos soportes o dispositivos (computadoras, tablets, etc.) y se
caracterizan por garantizar la interactividad con el lector.
Sin dudas, en el ámbito de la edición de materiales escolares, los formatos más usuales son
4
En http://revistascientificas.filo.uba.ar. Para ampliar el tema, consultar Diez & Kessler Kenig (2015), trabajo que
figura en este mismo panel.
los recursos digitales y los libros digitales, cuyo análisis será presentado a continuación.
Cabe recordar que, según Porter (1987), dentro de un sector industrial las estrategias
genéricas comerciales son dos. Por un lado, el liderazgo en costos, a través del que se procuran
productos con los precios más bajos dentro del sector. Por el otro, la diferenciación, que posibilita
que el cliente perciba algún atributo exclusivo y que justifique el pago superior a otro producto de
la competencia.
Esta última estrategia es la que despliegan muchas de las editoriales escolares líderes. Se
trata de grandes grupos, que disponen de estructura, tecnología y recursos para ofrecer un
producto diferenciado, que es el libro digital, publicado y distribuido a través de una plataforma
educativa.
Si bien la producción de este tipo de material es incipiente, las editoriales, generalmente
multinacionales, ofrecen libros digitales interactivos, aunque suelen replicar la experiencia de sus
casas centrales (europeas). Se aplican en plataformas ya creadas -como Edusfera de Santillana o los
libros digitales de SM, con sus sedes centrales en España- en nuestro país, se elaboran o adaptan los
contenidos. Debido a los altos costos de producción y mantenimiento, las empresas apuntan a
ofrecer este tipo de productos a escuelas privadas de alto poder adquisitivo. De hecho, para que el
negocio sea redituable, la plataforma tiene que ser utilizada por cada escuela en su totalidad, es
decir por todos los cursos de una determinada institución.
A modo de ejemplo, presentamos el caso de la plataforma Edusfera de Santillana (Imagen 5).
En el marco de este proyecto, desde hace aproximadamente seis años, se producen contenidos
digitales escolares. Consisten en las versiones de los libros impresos, aunque en los diferentes
capítulos se incorporan videos, animaciones, actividades interactivas y enlaces a páginas web.
Además, el formato permite que el docente y el alumno personalicen el libro y lo intervengan. Las
ventas de este producto se realizan vía web y las descargas son controladas y no se pueden copiar
de una máquina a otra.
5
Disponible en: http://previewlibros.grupo-sm.com/A1CE1B69-0212-4626-BDB3-9FA00B1B7B68.html
Tales ejemplos evidencian una política editorial que promueve la innovación digital ya que
no solo incluye la aplicación de recursos multimodales sino que también hace posible la
interactividad de los usuarios en la medida en que estos pueden intervenir el texto, incorporar sus
propios archivos y compartir los materiales entre sí. De ahí que pueda afirmarse que en estos
productos la experiencia de lectura y escritura tradicional se transforma. No obstante, vale aclarar
que dichos materiales se generan a partir de la conversión del texto impreso en digital: por ahora
no hay una producción autónoma e independiente de e-books. Por otra parte, sin dudas, el problema
más importante que presenta dicho modelo de negocio es el precio elevado, que limita la adopción
de la plataforma a una cantidad reducida de instituciones que cuenten con alto poder adquisitivo.
Por el contrario, las editoriales más chicas (medianas y pequeñas) aún no suelen producir
contenidos digitales, debido a que, según nos informaron los editores a través de las encuestas
realizadas, la inversión es muy alta, puesto que supone la implementación de una plataforma en los
colegios y en cada una de las computadoras de los alumnos, así como la asistencia continua a los
usuarios.
El Estado editor
Respecto del rol del Estado como editor, debemos referirnos al Programa Conectar
Igualdad, que impulsa el modelo 1 a 1 y fue creado en abril de 2010 a través del Decreto Nº 459/10.
Fue implantado en conjunto por Presidencia de la Nación, la Administración Nacional de Seguridad
Como es evidente, este tipo de proyectos digitales aprovecha las ventajas que brinda el
entorno digital. Funciona, en términos de Adell (2004) –cuando se refiere a los alcances de
Internet–, como biblioteca, imprenta y canal de comunicación. En efecto, en tanto biblioteca, el
6
Además, hay actividades de capacitación docente mediante talleres virtuales y presenciales en todo el país, así
como postítulos, como la Especialización Docente en Educación y TIC.
portal aquí abordado pone al alcance del usuario un gran acervo bibliográfico digitalizado; como
imprenta, difunde sus producciones y proyectos; en tanto canal de comunicación, garantiza la
comunicación entre docentes, alumnos e instituciones de todo el país. Pero, además, es posible
plantear que el entorno digital puede funcionar, como editorial que elabora, publica y distribuye
contenido y el editor es quien debe aprovechar esas ventajas y sacar el mayor rédito posible de
ellas.
Los destinatarios del portal son los directivos, docentes y alumnos de las escuelas públicas -
a diferencia de lo que sucedía en el estudio de caso antes referido-, que acceden a un servicio
educativo libre y gratuito. De esta forma, el Estado se reformula y consolida como editor -tarea que
no había asumido durante décadas- y distribuidor de materiales digitales.
› A modo de conclusión
público acotado de alto poder adquisitivo. Lejos de ese contexto, las medianas y pequeñas
editoriales educativas por ahora permanecen al margen de la edición digital debido a los altos
costes de inversión. No obstante, es posible considerar que en un futuro no muy lejano se logre el
trabajo conjunto entre editoriales y Estado. Si en ciertos mercados de Latinoamérica, como Brasil,
México y Argentina, el Estado es un importante comprador de libros educativos y literatura infantil
(Esteves, 2014: 51), podría esperarse que pronto las empresas editoriales provean de contenidos
digitales a los portales educativos estatales.
Finalmente, resta referirnos al rol del editor de contenidos en el entorno digital.
Consideramos que se trata de un profesional que no tendría que planificar libros electrónicos
limitándose a las características del libro en papel. Solo si el editor abandona la idea de que el libro
digital tiene que emular al impreso, podrá descubrir y potenciar las posibilidades que brindan las
nuevas tecnologías. En suma, la misión del editor del siglo XXI consiste, sin dudas, en lograr que el
entorno digital se convierta no solo en biblioteca, imprenta y canal de comunicación, en términos de
Adell (2004), sino también en “editorial”, que produce, publica y distribuye contenidos innovadores
y enriquecidos con recursos multimedia.
› Bibliografía
› Resumen
El blog es una herramienta de gran utilidad para comunicar los resultados de una
investigación. Un blog es esencialmente una publicación electrónica de periodicidad variable con
artículos o entradas sucesivas, ordenadas de forma cronológica inversa y de las cuales se conserva
un archivo. Utilizado para la difusión del conocimiento científico, permite la publicación de fuentes;
etapas o resultados de una investigación; puede ser un blog de campo, de vigilancia científica, o
puede acompañar y dar visibilidad a una revista o un libro.
En este contexto surge Hypothèses.org, una plataforma internacional de blogs académicos
especializados en Ciencias Sociales y Humanidades cuyo objetivo es reunir los blogs de estas
materias con el objetivo de visibilizarlos, y convertirse en referente a nivel internacional para la
difusión en abierto del conocimiento científico. La plataforma de blogs ofrece al investigador y
docente ventajas propias de las publicaciones académicas tradicionales: asignación de ISSN,
Consejo Científico, indexación en bases de datos, posibilidad de inserción de notas a pie de página,
así como soporte técnico para la edición del blog. Además Hypothèses.org cuenta con un Consejo
Científico formado por investigadores y docentes de prestigio para garantizar la calidad de los blogs
albergados en la plataforma.
La difusión del conocimiento científico en abierto parece ser, pese a las dificultades que
pueda entrañar, una tendencia en crecimiento en el ámbito académico. En este sentido, la ciencia se
Un blog es una página web en la que el contenido se publica en forma de entradas, a modo
1
Puede encontrarse un recopilatorio en el blog de la Red de Humanidades Digitales de México:
http://humanidadesdigitales.net/blog/2013/11/08/las-humanidades-digitales-globales/.
2
La Red de Humanidades Digitales de México, junto con otras instituciones académicas del país, organizaron esta
actividad de la que se pueden conocer más detalles en la web del evento: http://dhd2013.filos.unam.mx/acerca/ . En
2014 se organizará desde el Laboratorio de Innovación en Humanidades Digitales (LINHD) de la UNED.
de apuntes en un cuaderno, en orden cronológico inverso, de tal forma que el lector accede primero
al último contenido publicado. Además, permite el diálogo con los lectores mediante la inserción de
comentarios en dichas entradas. En la web podemos encontrar blogs dedicados a casi cualquier
tema, al ser una herramienta muy sencilla de administrar y que no requiere al editor contar con
conocimientos de programación o lenguajes como HTML.
El objetivo de traer el blog al entorno académico es convertir una herramienta de carácter
informal en un vehículo apto para la comunicación científica. Esto se puede conseguir con el
necesario rigor académico en el tratamiento de las cuestiones a publicar en las entradas del blog, la
inserción de notas al pie dentro de las entradas, y citas en el texto; así como dotándolo de
funcionalidades propias de la comunicación académica que le otorgan fiabilidad y posicionamiento.
Estas funcionalidades se pueden lograr con opciones técnicas como la compatibilidad con gestores
bibliográficos o la indexación en bases de datos, o atendiendo a aspectos estructurales como la
existencia de un Consejo Científico, la pertenencia a una comunidad de especialistas, la adjudicación
de ISSN, etc.).
Se obtiene así un instrumento a medida que absorbe virtudes de la web social pero sin
descuidar la vertiente académica. Esto permite beneficiarse de las siguientes ventajas:
La validez de este formato para la divulgación del conocimiento académico, desde que
apareciera en Nature en diciembre de 2005 un artículo reivindicándolo ( Declan, 2005:548-549), ha
sido reconocida en los últimos años por diversos medios e instituciones. Sirvan de ejemplo los
premios Times Higher Education que en la edición de 2012, en la modalidad de Knowledge
Exchange/Transfer Initiative of the Year, galardonaron a la prestigiosa London School of Economics
and Political Science gracias a sus blogs académicos3.
3
Cuatro de los blogs galardonados fueron: Impact of Social Sciences de Danielle Moran, EUROPP: European
Politics and Policy Blog de Chris Gilson, LSE Review of Books de Amy Mollett, y British Politics and Policy de
Paul Rainford. Estos autores explicaron su visión del blogging académico en la entrevista:
http://www.socialsciencespace.com/2012/07/academic-blogging/.
reconocido el esfuerzo realizado en los procesos de promoción profesional y evaluación por ser
editor de un blog, tenga éste el impacto que tenga. En este sentido, el hecho de que un académico
español continúe publicando un blog especializado en su materia de conocimiento demuestra un
compromiso con la difusión del conocimiento y su interés por seguir investigando, de manera
completamente desinteresada, frente a otro tipo de publicaciones que pueden realizarse de manera
más inducida por los sistemas de evaluación vigentes4. Este ejemplo puede hacerse extensivo al
mundo de habla hispana.
Su formato permite difundir distintas fases de un estudio, revisar el texto publicado y
realizar actualizaciones de las entradas, conforme avance el autor o la ciencia en las mismas.
Además en un blog el autor puede profundizar en cualquier tema sin límites de espacio, ya que se
pueden dedicar tantas entradas como se desee a una cuestión, desde distintos enfoques
metodológicos, centrándose en estudios de casos en diferentes países, etc. Sí es recomendable que
los textos de las entradas no sean excesivamente largos, entre doscientas y quinientas palabras
como máximo, ya que la lectura en pantalla es más cansada que en papel. Pero si el tema que nos
ocupa requiere de mayor extensión, una opción interesante es realizar entradas seriadas,
secuenciando el contenido en varios posts que se publican escalonadamente con una cierta
periodicidad. Un ejemplo de esta buena práctica puede leerse en numerosas series de entradas
publicadas en el blog Hay derecho, elegido Mejor Blog Jurídico 2013 en la IV Edición de los premios
Derecho en Red. Algunas de estas series de entradas serían: La Educación de un Economista (I, II);
Límites jurídicos a los recortes del Estado del bienestar (I, II); o Una inmersión en la realidad
bolivariana (I y II).
Este mismo blog nos puede servir también de prueba sobre la calidad de los contenidos en
los blogs, avalada por la talla de los autores, al ser expertos en la materia a la que hemos hecho
referencia anteriormente. Todas las entradas del blog Hay Derecho están firmadas por su autores, a
excepción de aquellas que no aportan un análisis crítico desde el conocimiento del experto. Este
tipo de entradas, publicadas por los administradores del blog, asimilable a los editoriales en el caso
de un periódico, aparecen firmadas por los editores. Además constituyen una serie en sí misma,
identificadas fácilmente por el lector al comenzar el título de todas ellas por Flash Derecho.
El contenido publicado se puede enriquecer con distintos tipos de formatos: imagen, vídeo,
audio, etc. en función de cada caso, rompiendo las barreras de la lectura lineal del texto de las
formas tradicionales de comunicación académica.
4
En España, la Agencia Nacional de Evaluación, Certificación y Acreditación (ANECA), en sus programas
ACADEMIA, que evalúa el CV para acceso a los cuerpos de funcionarios docentes universitarios; y DOCENTIA
dirigido a la evaluación del profesorado por parte de las universidades, no contempla la edición de un blog
académico como mérito de ningún tipo.
Como ya mencionamos, un aspecto fundamental del blog es que los lectores pueden dejar
comentarios en cada entrada reflexionando sobre el texto y generando debate entre personas
interesadas en los temas planteados en la entrada. Esta es una opción disponible en la práctica
totalidad de plantillas de las diferentes plataformas de blogs, que el autor puede habilitar o no. Una
buena práctica muy extendida es permitir la publicación de comentarios en cualquier entrada por
parte de cualquier lector que así lo desee. De esta manera se establece la posibilidad de generar un
debate académico sobre las cuestiones planteadas en la entrada con los lectores6.
Asimismo, en los blogs se pueden incluir enlaces externos a otras webs institucionales,
organizaciones científicas, revistas, y blogs relevantes que traten temáticas similares a las del
nuestro, o en cada una de las entradas publicadas. Por consiguiente, a través de los comentarios y
de los enlaces externos se puede crear una red de contactos de personas interesadas en los mismos
temas de investigación. Para ello es fundamental crear una página Perfil o Quiénes somos dentro del
blog en la que el autor o autores se presenten. Se recomienda incluir una breve biografía
profesional, las áreas de conocimiento en las que el autor del blog trabaja y el identificador único,
para poder localizar sus publicaciones científicas, junto con los datos de contacto. Los datos de
contacto no han de restringirse necesariamente a nuestra dirección institucional de correo, sino
que se facilitará la creación de esta red de contactos mencionada si se ofrece la posibilidad de
seguirnos en redes sociales, siempre que nuestra actividad en las mismas sea de tipo académico. Es
posible mantener perfiles sociales para esta cuestión tanto con el nombre del autor, como con el
nombre del propio blog, de ambas opciones contamos con ejemplos. En primer lugar
mencionaremos al profesor Anaclet Pons, de Historia Contemporánea de la Universidad de
Valencia. Pons es editor y autor del blog El Clionauta, http://clionauta.Hypothèses.org/acerca-de,
que tiene por objeto la historia y su entorno académico. Pons dispone de cuenta en Twitter con el
propio nombre del blog @clionauta_ap.
La segunda opción sería la adoptada por Javier Espejo Surós, profesor de la Université de
Caen, en Basse-Normandie, y responsable del blog Filología Digital,
http://fildigital.Hypothèses.org/. El blog tiene por objeto seguir el avance de la relación entre la
informática, las nuevas tecnologías y la ontología filológica, que contribuyan al avance de las
Humanidades Digitales, así como de lugar de encuentro con aquellos que siguen su actividad
docente. En el caso del profesor Espejo se ha optado por mantener una cuenta en Twitter acrónimo
de su nombre @javessur, aunque en la misma se vuelca el contenido del blog y se comparten
contenidos que también se ven reflejados en el blog.
5
Según ASONET, la Asociación Nacional de Networking, el networking se define como “el conjunto de
herramientas profesionales y directivas que permiten, mediante una gestión efectiva de los contactos, una importante
mejora en las habilidades y resultados profesionales” (http://www.asonet.es/asociacion-nacional-de-networking-
asonet/).
6
Es preciso señalar también que algunos han visto en los comentarios un modo de revisión por pares en abierto.
Para más información puede consultarse Dacos & Mounier (2011).
Otra posibilidad para fortalecer los contactos académicos con otros humanistas digitales es
ofrecer los datos de contacto no sólo de las redes sociales generalistas, sino de redes académicas
representativas para las Humanidades. Academia.edu puede ser una buena opción ya que el
porcentaje de humanistas presentes en la red es superior a otras como Research Gate más volcadas
en las Ciencias Experimentales. Así las personas que a través de nuestro blog se puedan interesar
por el trabajo que se está desarrollando, encontrarán en Academia muchas más información sobre
nuestras publicaciones, y carrera académica en general que en una red social generalista.
Precisamente esta es una de las principales diferencias entre ambas y es que, como señalaba Lluís
Codina (2009), “en estas redes el perfil suele estar muy adaptado a este mundo. Por ejemplo, suele
incluir las publicaciones personales o datos sobre proyectos de investigación”.
Por otra parte, para que el blog gane visibilidad, alcance y número de lectores, habilitar en
las entradas del blog los botones para compartir el contenido en las principales redes sociales, es
una buena estrategia. Cualquier persona interesada en una entrada leída de nuestro blog puede ser
un potencial aliado en la estrategia de difusión y comunicación. A nivel nacional, basándonos en el
Informe del Instituto Nacional de Estadística sobre el uso de internet de las personas, en concreto
en la comparativa Europea de Indicadores, vemos que en España el 53% de los internautas lo
utilizan para leer periódicos/revistas en línea7. Evidentemente este no es el porcentaje que acudirá
a leer un blog académico especializado a los que nos estamos refiriendo en este artículo, pero sí nos
sirve para comprobar que la demanda de información de actualidad es uno de los motivos
principales para navegar. Este dato cruzado con el del Perfil sociodemográfico de los internautas
(ONTSI, 2014) en nuestro país en 2013, sobre actividad en redes sociales de los internautas, en el
que en la franja de edad comprendida entre 16 y 34 años es uno de los tres principales usos que se
hace de la web, puede dar una idea sobre la importancia de habilitar en nuestro blog estos botones
destinados a compartir el contenido a la hora de ganar una visibilidad que a través de las vías
tradicionales de comunicación científica no resulta fácil obtener.
Un paso más que puede lograrse en las humanidades digitales y su visibilización mediante
la edición de un blog con fines académicos, es pasar de la edición electrónica en abierto con esta
herramienta a lograr publicar en un formato más tradicional como es la monografía. Este es el caso
de Natalia Silva Prada, profesora en la UAM de México, actualmente profesora investigadora
visitante en la Library of Congress, Washington, D.C. y responsable del blog Los Reinos de las Indias.
Este blog tiene una larga trayectoria por lo que es un referente en su materia de investigación,
recibiendo un gran número de visitas y haciendo de su autora una voz reconocida. Así, tras dos años
publicando entradas en Los Reinos de las Indias, éste se ha convertido en una monografía, sin
perjuicio de que el blog continúe su andadura. El resultado es ‘Los Reinos de las Indias’ y el lenguaje
de denuncia política en el mundo Atlántico (s. XVI-XVII). Dos años de aventuras históricas en un blog,
7
Puede verse la representación gráfica de los datos obtenidos a nivel europeo en:
http://www.ontsi.red.es/ontsi/es/indicador/individuos-que-usan-internet-para-leer-peri%C3%B3dicos-revistas-en-
l%C3%ADnea.
8
publicado tanto en papel , como en formato electrónico.
[…] las dificultades asociadas a la delimitación conceptual del “blog científico” han
provocado que éstos se agrupen en comunidades o redes de blogs que intentan otorgar un sello de
calidad y credibilidad a los que se integran en ellas.
Así explican los autores la existencia de plataformas como Madri+d, Science blogs, o
Hypothèses, de la que hablaremos a partir de ahora.
Hypothèses.org es una herramienta que responde a esta necesidad de los humanistas
digitales, ofreciéndoles un espacio adecuado y flexible. Se trata de que los blogs ganen visibilidad,
soporte y funcionalidades necesarias para la publicación de conocimiento académico, y a la vez que
potenciar la presencia en la web 2.0 de las Humanidades Digitales. El fin es poner a disposición de
docentes e investigadores de centros de investigación y enseñanza superior, una herramienta útil
que permita la publicación de blogs y la difusión de conocimientos e información científica.
Hypothèses.org es una plataforma de blogs académicos especializada en ciencias sociales y
humanidades, impulsada, administrada, y mantenida por prestigiosas instituciones académicas.
Hypothèses forma parte de un programa más amplio dedicado a las Humanidades Digitales, como
es el portal Open Edition dedicado a la publicación electrónica en abierto.
8
Editorial Charleston, SC CreateSpace, 2014.
Open Edition tiene detrás al Centre for Open Electronic Publishing (Cléo, France), compuesto
por un consorcio de instituciones francesas, concretamente: el Centre National pour la Research
Scientifique (CNRS), l´Écolee des Hautes Études en Sciences Sociales, la Université Aix-Marseille y la
Université d’Avignon. El portal Open Edition está compuesto por cuatro plataformas con distintos
fines: 1. Revues.org, portal de revistas digitales de Humanidades y Ciencias Sociales, con más de 400
títulos en acceso abierto9. En segundo lugar Open Books, la última en llegar a Open Edition, y que se
va consolidando ofreciendo en la actualidad unos 1.500 títulos en distintos idiomas. A continuación
Calenda, el calendario de actividades de Humanidades y Ciencias Sociales que recoge diversos tipos
de actividades como llamadas para la publicación de artículos, celebración de congresos y talleres,
convocatoria de becas y plazas de investigadores en Humanidades y Ciencias sociales, entre otros.
Todo ello puede verse en un calendario, filtrarse por contenido, idioma, suscribirse por RSS, o
recibir los nuevos eventos a través de la newsletter de Calenda. Y por último Hypothèses, proyecto
que nos ocupa.
Hypothèses se compone del portal general, Hypothèses.org, y de portales en diferentes
lenguas: francés, alemán y español. Todos los portales lingüísticos disponen de las mismas
herramientas para el desarrollo y la gestión de las comunidades lingüísticas. En el portal general se
publica el contenido más destacado de los distintos portales lingüísticos y se establece el inglés
como lengua vehicular preferente, aunque se puede elegir ver el contenido en las principales
9
Un listado completo de los títulos puede verse en: http://www.openedition.org/journal-title-list.html.
lenguas europeas. Los portales lingüísticos de Hypothèses funcionan gracias a la firma de convenios
de colaboración con los que el CLEO establece partners, instituciones académicas de referencia en
los distintos países para que sean ellos los que dinamicen la comunidad y el portal. Este es el caso
del portal hispanohablante al que a partir de ahora nos referiremos, cuyo responsable es la
Biblioteca de la UNED.
El objetivo de la plataforma es seguir avanzando en su carácter internacional, abriendo
nuevos portales lingüísticos, estando previsto que el anglosajón sea el siguiente en ponerse en
funcionamiento.
1. Los blogs están alojados en la plataforma común y técnicamente son mantenidos por
instituciones públicas, garantizando su seguridad y pervivencia en el tiempo.
2. Los blogueros disponen de material documental de ayuda para la configuración del blog en
distintos soportes. La Biblioteca de la UNED se encarga de actualizar el manual de
configuración y administración de un blog dentro de Hypothèses. Además ofrecemos breves
10
Para saber más sobre los miembros que integran el Consejo Científico hispano, puede consultarse la web dedicada
a los mismos dentro de Hypothèses: http://es.hypotheses.org/sobre-el-portal/consejo-cientifico.
11
Estas vídeoclases componen una nueva serie que acabamos de abrir y están disponibles a través del canal
YouTube de la Biblioteca UNED:
https://www.youtube.com/playlist?list=PLLxGBNWsqtEC27806YRiXhgSACT4VWjZX.
Otras ventajas de los blogs albergados en Hypothèses tienen que ver con la edición de las
entradas contando con opciones como la posibilidad de insertar notas a pie de post, o la posibilidad
de realizar cita dentro del texto de una entrada. Por otra parte Hypothèses cuenta con indexación en
bases de datos, e integración con gestores de referencias bibliográficas como Zotero, entre otras.
Todos los humanistas digitales que estén interesados en albergar su blog en Hypothèses
pueden solicitarlo directamente a través del formulario (http://es.hypotheses.org/participar) que
con tal fin se ofrece en la web de es.Hypotheses. Una vez recibida la propuesta, el equipo técnico de
la Biblioteca de la UNED revisa la solicitud para comprobar si cumple con los requisitos que el
Consejo Científico ha establecido para valorar su pertinencia:
1. El autor deberá ser profesor o investigador (tesis, doctorando, becario de investigación, etc.)
vinculado a una institución académica pública o privada.
2. Contará con un proyecto editorial mínimamente definido que presentará a través del
formulario de creación de un blog en Hypothèses: principalmente en lo referido a
periodicidad de publicación, tipo de entradas, colaboración con otros autores, etc.
Estos criterios son públicos y los blogueros pueden consultarlos en La Casa de los Blogs
(http://casadelosblogs.hypotheses.org/420).
› Conclusiones
A modo de conclusión podríamos decir que en general los blogs académicos acercan el
discurso científico a la sociedad, ofreciendo a ésta opiniones críticas y fundamentadas acerca de
cuestiones polémicas, de actualidad o sobre las que reflexionar. Permite por tanto romper el círculo
de la academia con la facilidad que ofrecen en su uso todas las herramientas de la web 2.0. En el
caso de las Humanidades Digitales es fundamental ya que, en palabras de Rodríguez (2013: 38),
diremos que satisface:
[…] una amplia demanda, no sólo académica, también social o cultural, de accesibilidad de
fuentes o documentación humanística, sin importar su antigüedad, desde lo más antiguo a lo último,
publicado o no... Las humanidades son un reclamo importante en la sociedad de la información.
Ofrece además una nueva forma de comunicación científica que no se ajusta a ninguna de
las formas tradicionales, que tiene su propio lenguaje y características, y que ofrece otras ventajas y
posibilidades. Entre sus fortalezas está el ofrecer una opinión directa de cómo son asimilados los
conocimientos publicados mediante los comentarios y otros indicadores como número de visitas o
viralidad conseguida, entre otros. Así como el construir conocimiento en red de forma colaborativa
con los lectores que pueden convertirse en contactos o seguidores en redes sociales.
Estas fortalezas se ven reforzadas en plataformas especializadas en el blogging académico
como Hypothèses, contando esta con la ventaja adicional del carácter internacional del proyecto, la
existencia de un Consejo Científico y las diferentes herramientas de visibilización y comunicación
para la comunidad de blogueros. Y por último Hypothèses propicia la confluencia básica
interprofesional característica de las humanidades digitales: la colaboración entre humanistas
› Bibliografía
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01/09/2015 el 01/09/2015
› Resumen
Nos hallamos en una época en que el debate -con invariable vigencia- acerca de la necesidad
de la enseñanza de las humanidades se superpone sobre el debate relativo a la naturaleza y los fines
de los medios digitales. En consecuencia, sería difícil suponer que el interés por lo último se halla
desprovisto de las implicancias ideológicas e, incluso, políticas que reviste el interés por lo primero.
Si confrontamos el hecho de que lo digital ha devenido hoy en día en el territorio de
experimentación e innovación de los humanistas, con los objetos y materiales de estudio que
constatamos preeminentes en dicho territorio, surgen preguntas imprevistas y de contestación
compleja. Intentaremos reflexionar aquí sobre los nuevos modos de existencia a perpetuidad que el
territorio de las humanidades digitales provee al canon así como a sus transformaciones en el
contexto de la revolución que presuponen los soportes y herramientas digitales, atendiendo a las
consecuencias de lo anterior en la presente reconfiguración de los estudios humanísticos, en el
marco del conflicto entre la tradición y la modernidad que podríamos interpretar como una fase
ulterior de la Querelle des Anciens et des Modernes.
En un ensayo célebre sobre la visión de la historia de Tolstoi, Berlin (1953) hace suya la
interpretación de un verso del poeta lírico griego Arquíloco para distinguir entre dos grandes
grupos de seres humanos en general y, sobre todo, de escritores y pensadores, en particular: ya que
muchas cosas sabe la zorra, pero el erizo sabe una sola y grande. Desde Platón hasta Proust, pasando
por Dante Alighieri, Hegel y Nietzsche, Berlin reconoce personalidades intelectuales y artísticas que
identifica con la existencia centrípeta de los erizos. En cambio, asocia a Aristóteles, Shakespeare,
Goethe y Joyce con la existencia centrífuga de las zorras. Si los primeros relacionan todo con una
única visión central, un sistema más o menos congruente o consistente, en función del cual
comprenden, piensan y sienten, los segundos persiguen muchos fines, a menudo inconexos y hasta
contradictorios. En consecuencia, el pensamiento de estos últimos es desparramado o difuso, ocupa
muchos planos a la vez.
Esta última reflexión delinea un champ magnétique donde conviven Próspero, el Dr. Faustus
y Giacomo. Son personajes con intereses multifacéticos, tendientes a una dispersión del
pensamiento en la que se reconoce a sus creadores, Shakespeare, Goethe y Joyce, según el retrato
intelectual que de ellos proporciona Berlin. Aún más, existe algo en común entre estos personajes
que no sorprende hallar asociado a mentes propensas a la digresión: todos ellos han pasado por la
experiencia del viaje. A la deriva en alta mar en Próspero; a través de cortes exóticas y por sobre
paisajes donde predomina lo sublime romántico en Faustus; sobrellevando el exilio en Trieste en el
caso de Giacomo. En este punto es inevitable observar que, en el mundo de las zorras de papel,
donde el viaje representa el estímulo liminar de imprevistos trayectos del pensamiento, se destacan
los autores del epistolario apócrifo que Montesquieu tituló Lettres Persanes.
En la carta § 142 contenida en esta obra (Hernández, 2008), que fue publicada en 1721 en
Amsterdam, el viajero persa Rica transpone el fragmento de una esquela escrita por un ferviente
estudioso de la antigüedad clásica que, tras el fallecimiento de un tío, deviene heredero de una
importante herencia. Desde el encierro voluntario en una pequeña habitación, el joven heredero
afirma haber hallado allí el lugar ideal donde disfrutar la vida digna de un anticuario sólo
interesado en la divina antigüedad. Se lamenta de no haber podido despedir al familiar
recientemente fallecido con una ceremonia propia de las costumbres griegas y romanas, en tanto no
disponía de lacrimatorios, urnas o lámparas antiguas, si bien afirma que desde entonces no ha
cesado de invertir la fortuna recibida en semejantes e invalorables rarezas, de las que ofrece un
inventario: la lámpara de barro con que un filósofo estoico había iluminado sus noches, cinco o seis
piezas de cobre de dos mil años de antigüedad y el pequeño resto deteriorado de un espejo que
perteneció al poeta latino Virgilio. La fragilidad de los objetos mencionados despierta de inmediato
sospechas sobre su autenticidad al considerar cómo pudieron haber sobrevivido a través de tantos
siglos. Mientras se lee que el costo de su adquisición fue la pérdida para siempre de una vajilla de
plata, de un centenar de monedas de oro en uso en la época y la totalidad de los espejos que cubrían
los muros de la propiedad del difunto, no quedan dudas sobre el despilfarro al que la herencia había
sido sometida, dado el triunfo de la ciega pasión del coleccionista sobre la premeditación del cauto
inversionista. El sobrino además destaca que los cajones de los muebles que lo rodean,
provenientes sin excepción del período anterior a la caída de Roma, guardan valiosos manuscritos
antiguos, que prefiere -aun cuando leerlos le lleve la vista- a esas imperfectas copias impresas
contemporáneas que circulan en manos de unos y otros. Hacia el final del fragmento transcripto en
la carta de Rica, se detalla el envío adjunto de un volumen en cuarto dedicado por entero a la
exégesis de un único verso de la Eneida, y la restauración pendiente de un hermoso pasaje de Plinio,
que devino irreconocible tras la intervención de los copistas una vez colapsado el Imperio Romano
de Occidente.
El hecho de que la reflexión de Berlin nos haya conducido a recordar una de las epístolas de
Lettres Persanes de Montesquieu, sugiere ahora atender -por encima de los casi dos siglos que
separan a ambos escritos entre sí- a la presencia en ambos de una preocupación semejante respecto
de la traslatio y renovatio de la tradición cultural. Dicho con otros términos, una preocupación por
examinar y retratar los modos de recepción, apropiación, reinvención y transmisión de la tradición
cultural. La metafórica oposición entre erizos y zorras en el ensayo de Berlin, así como la
metonímica sustitución de lo actual por lo antiguo en la carta apócrifa de Montesquieu, allanan la
comprensión del diálogo a perpetuidad que ciertas formas de la cultura mantienen con las
sucesivas generaciones de los individuos que, interesados y partícipes en dicho diálogo, lo animan
mientras se reconocen entre sí como los depositarios de una conciencia excepcional sobre la
supervivencia y el devenir de la cultura. Tal diálogo a perpetuidad configura lo que llamamos canon.
Ahora bien, en una época donde la comunicación entre una importante proporción de los seres
humanos que habitan el mundo se consuma en el instante que lleva conectarse a la internet, es
válido preguntarse una y otra vez cómo esta última interviene mediando el diálogo entre las formas
de atención sobre las que descansa la noción de canon que Kermode (1985) glosa en un conjunto de
tres escritos magistrales. En el contexto de la era digital, interesa ensayar una respuesta renovada a
la inquietud que abre el prefacio de esos estudios respecto de cómo llegamos a atribuirle valor a las
obras de arte y cómo, luego, ese valor incide en el grado de atención que les dispensamos o no a las
mismas1.
El planteo de Kermode exige retomar las citas que abren el apartado anterior, lo que de ellas
se desprende para salir al cruce de tal inquietud.
Las mismas, en primer lugar, permiten constatar que el dualismo implícito en la reflexión de
Berlin se puede transpolar desde los individuos a sus prácticas, tanto creativas como de estudio e
investigación que, hoy en día, comprenden el universo digital de las humanidades. En segundo
lugar, sugieren que este universo digital parece estar hecho a medida de las zorras más que de los
erizos, de aquellos que realizan acciones y sostienen ideas centrífugas antes que centrípetas, cuyo
pensamiento desparramado o difuso ocupa muchos planos a la vez. Esta figuración del
pensamiento, asociada a múltiples estratos dispuestos en el tiempo y el espacio, suscita por su parte
analogías en dos direcciones. Por un lado, con el juego de los reflejos que el pequeño y antiguo
espejo promete al joven heredero cuyas líneas Rica cita en su propia carta, ya que no nos cuesta
imaginar que tal devoción hacia el espejo se cimenta en el anhelo de ver su propia imagen
superpuesta a la imagen de Virgilio, venciendo el transcurso del tiempo que distingue fatalmente
entre seres mortales e inmortales. Por el otro lado, con la profusión de ventanas que anidan en las
pantallas digitales actuales.
La consideración en paralelo de estas últimas imágenes, la multiplicación de reflejos sobre
un soporte especular y de ventanas sobre un soporte digital, sugiere además otras semejanzas,
entre las que destaca una en particular: en los dos casos, observamos espacios circunscriptos y
dominados por una tensión entre, digámoslo así, dilapidación y restricción. Acaso sea esta tensión
la que mejor resuma la génesis dialéctica del canon en una cultura. Pues está en la naturaleza del
1
“By what means do we attribute value to works of art, and how do our valuations affect our ways of attending to
them?” (Kermode, 1985).
canon tutelar una reserva drásticamente mínima de textos, sonidos e imágenes en comparación con
la extensión máxima que la totalidad de estos abarca en la realidad -más allá de las fronteras
territoriales que el mismo canon impone-, si bien inconcebible en términos prácticos porque, a
través de miles de años y alrededor del mundo, la mayor proporción imaginable de textos, sonidos e
imágenes resultantes de la facultad creativa de los individuos pereció en el abismo exterminador
del olvido, que alterna sus efectos con los de la destrucción en términos materiales.
El pequeño espejo, la suma de sus reflejos antiguos y presentes, participan del orden de la
dilapidación en los dos planos de su valor comercial y de su valor simbólico. El primero implicó la
malversación de parte de la herencia recibida por el sobrino del fallecido; el segundo, la
malversación de la historia transcurrida entre la Roma de Virgilio y la Francia contemporánea de
Rica, desprovista de significaciones trascendentales a los ojos de quienes vivían sumergidos en la
nostalgia del pasado greco-romano, por lo que a dicha historia se le negaba un lugar en la vitrina
donde se conservaba vivo el pasado. La pertinencia que la idea de dilapidación reviste en el mundo
digital actual, donde el predominio de los recursos de representación y de reproducción
multimedial la vuelve incontestable, nos exime en alguna medida de referirnos más extensamente a
la misma. No obstante, cabe insistir en destacar las afinidades sugeridas algunas líneas más arriba
entre la lógica profusa de los reflejos especulares y las ventanas que se despliegan en la pantalla de
una tableta o de una computadora con los pensamientos centrífugos que Berlin atribuye a las
personalidades asimilables a las zorras: en uno y otro caso, lo que se despliega es una serie
sincrónica de resonancias donde las palabras y las imágenes del pasado confluyen en el momento
presente, así como las geografías más distantes física o imaginariamente se sintetizan en el espacio
que la mirada abarca. Ahora bien, si la infinitud a la que se abre el espacio de una pantalla revela
correspondencias con la prodigalidad del método de la reproducción digital, el sintético repertorio
de los dos rostros -correspondientes a dos épocas, la de Roma en vísperas a la era cristiana y la de
Francia en el siglo XVIII- anima asociaciones con esa cierta concisión del método analógico.
Aún se encuentra pendiente un comentario sobre la restricción, el segundo término de la
tensión que identificamos allí donde radica el encuentro entre los estudios humanísticos, su
inscripción en formatos digitales y el devenir de la historia cultural. Al respecto, comenzaremos
llamando la atención sobre el hecho de que hoy en día es posible acceder sin movernos de nuestro
estudio a la visión de unos dibujos realizados hacia el año 1200 a. de C., en una población del
Antiguo Egipto (Deir el-Médineh), según su reproducción en las notas de hace casi un siglo en uno
de los cuadernos del estudioso Bernard Bruyère, que el Institut français d’archéologie orientale
(2010) ofrece escaneados en su portal digital
(http://www.ifao.egnet.net/bases/archives/bruyere/). Mas no tenemos acceso comparable, en
disponibilidad, exhaustividad y calidad, a materiales textuales e iconográficos de la cultura reciente
de nuestro país y el resto de América Latina. Los presupuestos que los estados invierten en el
desarrollo de las políticas culturales regionales y los derechos de propiedad intelectual, que han
merecido un organismo en Ginebra desde donde se los arbitra a nivel internacional, imponen un
índice difícil de ignorar a la restricción que recae sobre la distribución atributiva de valor a las
obras de arte, así como sobre la incidencia de dicho valor en el grado de atención que a ellas se les
2
Compendio de las Leyes en http://www.institutolucioanneoseneca.com/es/recursos/leyes.html.
Dichas conversiones suelen prestarse a ser comprendidas bajo el término écfrasis. Este
fenómeno debería concentrar una máxima atención a la hora de comprender las negociaciones que,
en los planos de la forma y el sentido, tienen lugar sobre los soportes digitales donde los estudios
en humanidades se proyectan actualmente. La naturaleza perifrástica de estas relaciones -
naturaleza inherente a las humanidades en su conjunto- se ve potenciada por las posibilidades
provistas por los hipervínculos y el despliegue de las ventanas. Los vestigios de la cultura material
llegan hoy a nosotros inscriptos, es decir, mediados por este recurso originalmente retórico -la
écfrasis- que, a través de los siglos, fue objeto de transformaciones sucesivas de orden estético e
histórico (Gabrieloni, 2008).
Un artículo de Lindhé (2013: 1-19) tiene la particularidad de renovar el escaso repertorio
de estudios sobre las manifestaciones más actuales de la écfrasis, sin omitir los mencionados
aspectos retóricos, estéticos e históricos que fueron tramando la historia conceptual del término y
sus prácticas a medio camino entre la literatura, la crítica y la historia del arte. La primera
observación de Lindhé que cabe destacar aquí es que la idea de écfrasis no ha logrado hoy en día
librarse de las connotaciones que subordinan sus apariciones estrictamente al medio impreso y que
reconocer justamente su presente naturaleza digital exige trasladar la atención desde la operación
descriptiva de cierto texto u objeto hacia el proceso de visualización de los mismos. Así como
Lindhé destaca la permanencia plenamente robustecida en la écfrasis digital del vínculo de la
écfrasis clásica con la enargeia (la cualidad de representar algo tan vívido frente a los ojos como si
se tratara de la cosa misma), cabría recordar que la primera conserva, y asimismo fortalecida, la
función crítica de la écfrasis decimonónica. Al decir función crítica presuponemos una función que
interna a la écfrasis más allá de la literatura y el arte, en el vasto territorio de la historia de la
cultura.
Lo último invita a prescindir de la semiología pura al partir en búsqueda de categorías y
métodos para examinar y comprender la transmisión y permanencia de los modelos de escritura y
de pensamiento tendientes, como las zorras que los conciben, a una ágil digresión entre disciplinas,
tópicos, textos e imágenes, sin por ello desviarse de la intención ulterior de acumulación de
conocimiento que, en definitiva, implica acumular historia. Muth et al. (2012) recuerdan que, así
como los dinosaurios alguna vez subsistieron convirtiéndose en aves, la semiología podría haber
evolucionado al punto de volverse irreconocible hoy en día en los estudios sobre los medios de
comunicación (media studies). Neer agrega además que, a lo largo de dicha evolución, la vocación
por clasificar sistemas de signos debió ir cediendo a favor de la clasificación de los soportes y las
modalidades del funcionamiento de los medios, por lo que devino natural un acentuado interés -a
medida que la mutación de dichos estudios fue avanzando- en las relaciones entre el cuerpo, las
percepciones sensoriales, la fenomenología y la técnica (Muth et al., 2012).
En síntesis, estamos frente a una suerte de satelización y orbitación en el universo digital de
lo que tradicionalmente halló resguardo en el interior de las universidades, bibliotecas y museos. El
carácter restrictivo que el acceso a tales contenidos tuvo a través de los siglos se combina
dialécticamente hoy con la dilapidación en el orden de la representación y la reproducción a la que
tienden los formatos digitales. De tal dialéctica resulta la paradójica disponibilidad a escala masiva
› Bibliografía
Berlin, I. (1953). The Hedgehog and the Fox: An Essay on Tolstoy’s View of History. London:
Weidenfeld & Nicolson Ltd.
Gabrieloni, A. L. (2008). Écfrasis. Eadem utraque Europa, 6, 83-108.
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Lindhé, C. (2013). A Visual Sense is born in the Fingertips: Towards a Digital Ekphrasis.
DHQ: Digital Humanities Quarterly, 7, 1-19. Recuperado de
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13/09/2015
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Settis, S. (2004). Futuro del ‘classico’. Torino: Giulio Einaudi Editore.
» Palabras clave: análisis del discurso institucional, Sociolingüística, datos disponibles en línea,
metodología, ética.
› Resumen
La riqueza de los datos disponibles hace de internet una herramienta y un recurso atractivo
para los estudios sociales. Entre estos datos, los escritos son los más empleados en investigaciones
de naturaleza lingüística: blogs, foros y grupos de discusión, comentarios de lectores, Twitter,
Facebook, etc., constituyen los entornos virtuales más utilizados para analizar prácticas discursivas.
Los aspectos éticos del acceso y el uso de estos datos han sido considerados, con mayor o menor
profundidad, por autores como Herring (1996, 1997), Buchanan (2004), Crystal (2005) o Markham
(2011). Pero internet también permite recoger datos de naturaleza oral, ya sea con el acuerdo
explícito de los sujetos o sin él. En el primer caso, puede considerarse, por ejemplo, el uso de Skype
y sistemas similares para realizar entrevistas y encuestas a distancia. En el segundo, podemos
pensar en el aprovechamiento de las distintas opciones disponibles de live-streaming, que resultan
de gran utilidad, por ejemplo, para el estudio de la radiotelefonía aeronáutica. El propósito de este
breve trabajo, entonces, es traer a consideración algunos aspectos éticos en las decisiones
metodológicas que deberían tomarse a la hora de hacer uso de estas opciones de accesibilidad a
datos que aparecen como públicos, pero que no siempre se piensan como tales. Con este fin,
sistematizaremos nuestras consideraciones a partir de los factores que definen las esferas de
investigación en contextos mediados por Internet según los definen Maczewski et al. (2004), y
organizaremos la discusión sobre la base de los siguientes ejes: origen de los datos, carácter
público/privado, identificación de los hablantes.
› Introducción
En el marco del giro computacional (computational turn) (Berry, 2012) de las Ciencias
Sociales y Humanas, internet constituye para estas disciplinas una herramienta que promueve
interrogantes metodológicos nuevos (y modifica otros) y, al mismo tiempo, una rica fuente de
datos. Estos datos se caracterizan por su accesibilidad en todo momento y por una diversidad que
viene dada por su naturaleza (pueden ser gráficos, escritos y también audiovisuales), su origen
sociocultural, su perduración temporal, las temáticas que reflejan, etc. Entre los muchos aspectos
metodológicos que Internet viene a poner en cuestión, entonces, las problemáticas éticas que
supone su empleo constituyen una de las áreas de mayor interés. En este trabajo, presentamos una
reflexión de tipo general e introductoria, de orientación aplicada, acerca del empleo cualitativo de
estos datos en investigaciones lingüísticas centradas en los usuarios, proponiendo una serie de
criterios operativos elementales que ejemplificaremos, en parte, a partir de reflexiones sobre
eventuales usos de datos en línea para el ámbito institucional aeronáutico.
Los datos que provienen del correo electrónico, blogs, foros y comentarios de lectores,
entradas en redes sociales -Facebook y Twitter sobre todo-, son los más utilizados para analizar
prácticas discursivas. Con diverso nivel de profundidad, autores como Herring (1996, 1997),
Buchanan (2004), Crystal (2005) o Markham (2011) han señalado líneas orientadoras para el
aprovechamiento ético de datos escritos producidos en línea en los estudios lingüísticos, tanto en lo
que hace al acceso como a su reproducción, pero también pueden encontrarse formulaciones y
pautas éticas propuestas desde otras ciencias (Rivers & Lewis, 2014) y de equipos como el que
preparó el denominado Menlo Report (Bailey, Dittrich, Kenneally & Maughan, 2012) que permiten
identificar coincidencias y diferencias de criterio, ampliando la perspectiva disciplinar.
Ahora bien, internet también permite recoger datos de naturaleza oral (tanto en audio como
en video), ya sea con el acuerdo explícito de los sujetos o sin él. En el primer caso, puede
considerarse, por ejemplo, el uso de sistemas similares a Skype para realizar entrevistas y encuestas
a distancia. En el segundo, podemos pensar en el aprovechamiento de canales de live-streaming de
audio y video así como de los archivos disponibles en plataformas para compartir este tipo de
archivos.
Estas observaciones preliminares permiten realizar una distinción básica y significativa
entre, por un lado, los datos disponibles en línea, en cuyo origen no interviene el investigador, y,
por el otro, aquellos elicitados a partir de las diversas alternativas que ofrece internet. Esta
distinción supera la dimensión de la naturaleza física o, si se quiere, también semiótica del dato,
sino que permite incorporar la problemática metodológica vinculada con su obtención, más
pertinente para la reflexión ética que propone este trabajo.
Nuestro propósito, entonces, es considerar algunos de los aspectos éticos en las decisiones
metodológicas que deben tomarse a la hora de obtener y hacer uso de datos, sobre todo de los
disponibles en línea, que aparecen como públicos pero que no siempre se piensan como tales. Para
ellos se retoman algunas de las propuestas que otros investigadores han formulado previamente y
se intenta, al mismo tiempo, sistematizar algunos interrogantes básicos en ejes centrales de
reflexión.
Antecedentes
En el marco general de reflexión al que aludimos en la sección precedente, y adscribiendo -
en nuestro caso- al paradigma ético y colaborativo de la empowering research, resulta conveniente
plantearse algunos interrogantes básicos a la hora de proponer el uso explícito de datos producidos
por hablantes individuales y que provienen de contextos comunicativos virtuales o que, con
independencia del contexto interaccional en el que se originan, se difunden mediante medios
informáticos.
Estos interrogantes pueden organizarse teniendo en cuenta las esferas de investigación
identificadas por Maczewski, Storey & Hoskins (2004: 64) para los contextos comunicativos
mediados por internet (Imagen 1), que combinan los aspectos sociales de toda interacción y proceso
investigativo con los técnicos.
El análisis de este esquema alerta sobre dos aspectos. En primer lugar, si los investigadores,
participantes, y contextos son factores a considerar tanto en la esfera online como en la que
denominan onground (el mundo material o físico), las relaciones que establecen son diversas. Así,
por ejemplo, los datos en línea pueden corresponder a interacciones en las que los participantes:
Imagen 1. Esferas de la investigación en contextos mediados por internet. Fuente: Maczewsky, Storey &
Hoskins (2004: 64).
tradicionales, pero para los propósitos de este trabajo es importante, pues en ocasiones también
estos datos disponibles en línea resultan de interés para el investigador lingüista, por ejemplo, al
investigar la radiotelefonía aeronáutica.
Por otro lado, la intersección que concierne a la ética investigativa en este diagrama incluye
elementos de una esfera técnica, es decir, las posibilidades informáticas concretas y los saberes de
los sujetos referidos al hardware, al software y a la infraestructura que hacen posibles tanto los
contextos comunicativos virtuales como, según hemos observado ya, la obtención de datos
elicitados y disponibles en línea.
Si revisamos la bibliografía existente, los postulados éticos más frecuentes coinciden con los
aplicables en el trabajo de campo en comunidades no virtuales pero tienen en cuenta la
particularidad de la intersección entre las esferas online y técnica, por ejemplo, observando que, en
la mayoría de los casos las intervenciones de los hablantes quedan registradas por ellos mismos en
forma escrita (Herring, 1996 y 1997; Buchanan, 2004; Crystal, 2005; Markham, 2011, entre otros).
Proponen, entonces, que la cita de tales registros debe realizarse teniendo en cuenta la percepción
de cada comunidad virtual sobre lo público y lo privado así como las posibilidades técnicas de
rastrear en la esfera onground al individuo al que corresponde un texto determinado.
Por otra parte, si bien se ha señalado que -a excepción de los enfoques críticos de análisis
del discurso-, en general, el análisis lingüístico se concentra más sobre las formas que sobre los
contenidos de las intervenciones (Herring, 1996), por lo que no se dañaría a los sujetos al citarlas,
es precisamente cuando los intereses de investigación no son formales e interesa conocer y
considerar el origen sociocultural o sociolingüístico de quienes han producido esos enunciados
seleccionados como datos cuando la discusión ética sobre el uso de materiales en línea adquiere su
mayor relevancia. Se trata de investigaciones cualitativas que pueden tener intereses variados
como, por ejemplo, estudiar diferentes representaciones sociales, ideologías, cuestiones de poder, o,
en nuestro caso, los emergentes discursivos de la (in)seguridad lingüística en un entorno de alto
riesgo.
Es en este punto que, a la luz de la naturaleza del dato lingüístico disponible en línea, e
integrando las consideraciones previas, pueden proponerse algunas dimensiones descriptivas del
dato en línea y su articulación en ejes orientadores para orientar la reflexión ética en torno a su
aprovechamiento en investigaciones de tipo cualitativo.
Entre las dimensiones asociadas con la esfera técnica, por otro lado, un dato en línea puede
describirse de acuerdo con:
a) Su perennidad: esto es, la permanencia temporal del dato en línea (a título ilustrativo, en el
caso del live-streaming esta es efímera o muy baja, mientras que en el caso de comentarios
de lector, por ejemplo, es duradera). Esta característica condiciona las posibilidades de
registro de los datos y constitución y rasgos del corpus que puede construirse a partir de
ellos.
b) Su indexación: alude a la posibilidad de rastrear un enunciado particular a través de un
buscador externo a la plataforma en la que se registró.
c) Su etiquetado: posibilidad de rastrear un enunciado dentro de los límites de una plataforma
determinada por sus metadatos (por ejemplo, en el caso de Twitter, mediante el uso de una
búsqueda por hashtag).
Estas dimensiones están interrelacionadas y permiten formular, al menos, tres ejes para una
reflexión ética, que pueden resumirse en los siguientes interrogantes básicos y sistematizarse en
una serie de criterios operativos para guiar la práctica de investigación (imagen 2):
a) Eje interaccional: ¿Existe una vinculación entre el sujeto investigador y el sujeto investigado
al momento de producirse y registrarse -por el medio que sea- los datos?
b) Eje de privacidad: ¿Cómo se vinculan el sujeto observado, el tópico que trata y el contexto
comunicativo?
c) Eje de trazabilidad: ¿Cómo se relaciona la perennidad del dato con su indexación, con la
disponibilidad de metadatos y con su registro en un corpus?
Orientación práctica
Dentro del enfoque práctico de este trabajo, en esta sección se propone un posible recorrido
reflexivo bajo la orientación de las dimensiones descriptivas del dato en línea y de los ejes
propuestos a fin de establecer criterios para un tratamiento ético de los datos. Aunque las pautas
ofrecidas en las siguientes secciones se presentan, en su mayoría, como sugerencias de orden
general, cabe destacar, que de ninguna manera esta propuesta pretende ser absoluta y que, por el
contrario, responde a la reflexión realizada en el marco de una investigación sociolingüística y
discursiva de orientación aplicada: la comunicación en y sobre el ámbito aeronáutico en Argentina.
En la primera orientación, esta labor supone la consideración de datos tanto orales como escritos y,
en la segunda, el análisis complementario de datos escritos en línea. Salvo en el caso de entrevistas,
que no hemos realizado en línea hasta el momento, el uso de datos interaccionales orales ha
concentrado nuestra mayor preocupación sobre los datos disponibles en línea atendiendo a
necesidades prácticas de nuestra investigación: aumentar el volumen de las muestras de
interacción entre pilotos y controladores de tránsito aéreo reduciendo la necesidad de
observaciones in situ para detectar fenómenos aislados de interés en una interacción altamente
rutinaria. Sin embargo, por su interés intrínseco también consideraremos con cierta extensión el
tratamiento de los datos escritos disponibles en línea, dejando de lado un tratamiento profundo
sobre los datos elicitados en línea.
1
Otros conocidos servicios del tipo voice over IP system con mensajería instantánea similares a Skype son VSee
(propietario) y Google Hangout (libre).
Cuando el investigador accede a datos que, simplemente, están disponibles en línea, las
situaciones difieren según su naturaleza tipológica, oral o escrita, pero todos deberían ser utilizados
-si se decide que es necesario y ético hacerlo- adoptando las medidas de enmascaramiento o
anonimización más ajustadas al específico entorno onground bajo estudio al que corresponden.
Datos orales
Entre los datos disponibles, los orales pueden:
2
Servicios populares para video sharing son YouTube, Vimeo, Flickr, entre otros.
3
LiveATC (www.liveatc.net) permite acceder a audio-streaming en tiempo real de distintos centros de control
aeronáutico de todo el mundo, exceptuando de forma explícita los de los países donde esta práctica resulta ilegal.
Sus Términos de Uso estipulan que el sitio tiene fines educativos y prohíben la explotación de los datos con fines
comerciales o judiciales. Otras plataformas menos conocidas permiten acceder a video-streaming aunque, en la
mayoría de los casos, sin audio (http://www.webcamhopper.com/es/airport.html).
Datos escritos
Si la naturaleza del dato disponible en línea es escrita, esto supone una mayor perennidad,
aspecto que puede ser más o menos transparente para los usuarios de las distintas plataformas. Por
lo tanto, su empleo supone, en potencia, mayor riesgo para los sujetos porque, si no se toman las
medidas necesarias de protección, podría rastrearse su identidad.
Aquí adquieren su mayor relevancia los aspectos del dato que hacen al eje de la privacidad y
al de la trazabilidad pues, ante tópicos de mayor compromiso (relaciones personales–familiares,
sociales, laborales, género, salud, religión, política, para solo mencionar algunos de los de mayor
interés para la investigación cualitativa en ciencias sociales), resulta crucial proteger la identidad
real de los sujetos observados.
Con respecto a la problemática de la privacidad, hay que tener presente que, si bien el
investigador puede ser un partícipe activo en la plataforma de la que toma los datos, esto no
significa que haya establecido un acuerdo de investigación con el sujeto observado que lo habilite a
utilizarlos como si los hubiera elicitado. Por esto, en principio, un primer aspecto a considerar es la
evaluación del compromiso que el tema supone para los sujetos que observa, evaluación en la que
debería apelarse a todos los medios disponibles para valorar con honestidad en qué medida estos
conciben su contexto de enunciación como público o privado5.
En este sentido, si el tema es comprometedor, puede resultar conveniente considerar un
contacto personal para obtener el consentimiento informado antes de reproducir el(los)
enunciado(s) de interés (Wiles et al., 2005). Baker (2010) retoma en este sentido, la aplicabilidad
del concepto de “consentimiento implícito” ya que, en determinados contextos puede resultar
preferible para los hablantes evitar firmar un consentimiento para permanecer completamente
anónimos6.
Si el contacto personal con los sujetos no fuera posible, convendría evitar el uso explícito de
tales enunciados o citarlos de manera acumulativa (a la manera de frases sueltas de naturaleza/
contenido similar que se citan quitando toda referencia al contexto que proporcione elementos
4
En este punto, la cuestión de fondo se reduce a discutir si la validez científica del dato frente a la comunidad
científica justifica la violación del derecho a la intimidad de los sujetos observados.
5
Al proponer pautas para el uso ético de datos de Twitter, por ejemplo, Rivers y Lewis (2014) destacan que “Twitter
participants can reasonably expect to rely on some anonymity of the crowd to manage privacy. A tweet author
discussing his mental health does not do so with the intention of sharing that data with researchers; he does it to
communicate with his digital community”.
6
“[…] Silence was considered to indicate ‘implied consent’, which Martin and Knox (2000) have argued is
preferable to making certain types of participants sign consent forms when they would rather remain completely
anonymous” (Baker, 2010: 100).
› Conclusión
7
Rivers & Lewis (2014: 6) proponen evitar la cita directa de enunciados de Twitter y reemplazarla por “A
composite of multiple example tweets”.
8
En las discusiones de la edición 2014 del MOOC sobre Corpus Linguistics: Method, Analysis, Interpretation
(Universidad de Lancaster, a cargo de un equipo docente liderado por Tony McEnery), la Dra. Elena Semino
propuso como directrices éticas para la cita de datos escritos disponibles en línea las siguientes: considerar
solamente producciones escritas a las que puede accederse sin necesidad de ser un usuario registrado con clave,
contactar al administrador del sitio para solicitar autorización para recolectar datos permitiéndole rechazar el pedido,
usar los datos anonimizados evitando nombres y nicknames de usuarios e, incluso, omitir la referencia directa al sitio
de internet de donde se toman los datos citados.
orientar la reflexión ética sobre su uso en investigaciones de tipo cualitativo en las que el ejemplo
particularizado resulte imprescindible. Resulta claro que en el empleo de los datos disponibles en
línea, sean orales o escritos, resulta necesario e insoslayable proteger la identidad de los sujetos
observados, pero no siempre es suficiente adoptar las mismas medidas de anonimización
empleadas en el trabajo en contextos interaccionales no virtuales o con datos elicitados. La
reflexión realizada puso en evidencia la necesidad de tener en cuenta una serie de rasgos o
dimensiones interaccionales y técnicas adicionales a la hora de establecer cuándo y cómo se
anonimizarán los datos en línea. Su carácter en apariencia público no debe engañar al investigador
ni lo exime de proteger a aquellos sujetos que -muchas veces sin saberlo- constituyen su objeto de
estudio, con independencia del ámbito social al que pertenezcan estos datos. Ya no es suficiente la
modificación/omisión sistemática de los nombres de los hablantes, sino que, dadas las
características técnicas que hacen a la obtención de datos en o gracias a la esfera online de
investigación, debe realizarse una evaluación pormenorizada de cada información de interés a fin
de contar con una descripción acabada del dato a la hora de definir medidas adecuadas para su
aprovechamiento ético y adaptadas a cada situación.
Las dimensiones del dato en línea, así como los interrogantes básicos que definen los tres
ejes de reflexión propuestos no pretenden ser exhaustivas ni absolutas las orientaciones prácticas
descriptas para operar con datos disponibles en línea. Este carácter inacabado y tentativo refleja,
por un lado, la imposibilidad de una Deontología única en las ciencias sociales, y por el otro, la
dinamicidad y los desafíos que supone el nuevo entorno en el que avanza la investigación social
desde finales del siglo XX.
› Bibliografía
Bailey, M., Dittrich, D., Kenneally, E. & Maughan, D. (2012). The Menlo Report. IEEE Security
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Dwyer, A. M. (2007). Ética y aspectos prácticos del trabajo de campo cooperativo. En
Haviland, J. & Flores Farfan, J. A. (Eds.), Bases de la documentación lingüística. México: Instituto
› Resumen
En este trabajo nos proponemos hacer una reflexión sobre las tecnologías digitales y los
imaginarios sociales que se generan en torno a ellos. En particular, trabajamos sobre el fenómeno
de la inserción de TIC en el ámbito educativo, tomando como caso una universidad en la que se
fomenta el uso de herramientas digitales como soporte pedagógico. El argumento que orienta esta
práctica es que las posibilidades de acceso a la información conducen a la generación de nuevas
formas de interacción que independizan las prácticas educativas de los contextos espaciales y
temporales. Estas, a su vez, favorecen la autogestión, la integración de la tecnología, la colaboración,
la creatividad y las cualidades emprendedoras. A partir de estas expresiones, parece emerger la
idea de que los estudiantes tienen ahora la posibilidad de volverse más activos, más protagonistas
de los procesos de enseñanza-aprendizaje gracias a las nuevas tecnologías. Para poder reflexionar
sobre estas cuestiones, nos resulta interesante poner en cuestión esta idea de recepción activa
vinculada a las prácticas que los jóvenes realizan con las tecnologías digitales en sus experiencias
de aprendizaje universitarias relacionándolas con los conceptos de autonomía de Cornelius
Castoriadis (1999) y de ensoñación de Daniel Horacio Cabrera Altieri (2011), constructos teóricos
que nos permiten acercarnos a los imaginarios que circulan en torno a la tecnología en la sociedad
contemporánea.
› Un punto de partida
En este contexto socio-histórico, la educación superior no escapa a esta tendencia; por eso,
por ejemplo, cada vez son más las universidades que promueven el uso de redes sociales como
herramientas pedagógicas.
Estas políticas educativas se sustentan en el presupuesto de que las posibilidades de acceso
a la información conducen a la generación de nuevas formas de interacción que independizan las
prácticas educativas de los contextos espaciales y temporales; por lo tanto, la educación se
encuentra hoy con la necesidad de replantear y renovar sus formas de enseñanza y aprendizaje.
Desde esta perspectiva, se concibe que los desarrollos de la educación revistan características
innovadoras tendientes a favorecer la autogestión, la integración de la tecnología, la colaboración,
la creatividad y las cualidades emprendedoras, por lo cual los jóvenes deberán ser capaces de
incorporar aprendizajes sociales para contribuir al desarrollo de la sociedad contemporánea1.
En este marco en el que los procesos de comunicación ya no pueden entenderse en términos
de mera recepción o consumo, resulta pertinente poner en cuestión esta idea de recepción activa -
vinculada a las prácticas que los jóvenes realizan con las tecnologías digitales en sus experiencias
de aprendizaje universitarias- relacionándola con los conceptos de autonomía de Castoriadis
(1999) y de ensoñación de Cabrera Altieri (2011).
1
Fundamento de la Primera Jornada de Educación del Siglo 21-Enseñar y aprender en la era de la tecnología-
Universidad Siglo 21, Córdoba-Argentina, septiembre de 2013.
avances tecnológicos sobre la definición de sus objetos de estudio y por las intensas variaciones que
el mundo ha sufrido a nivel político, económico y cultural en los últimos tiempos.
En la actualidad, podemos afirmar que el eje de estudio que está atravesando fuertemente
desde hace décadas al campo de las investigaciones en Comunicación es el conjunto de reflexiones
en torno a la cuestión de la recepción.
Con relación a este objeto, desde los primeros estudios surgidos en Estados Unidos y en
Europa en la década del 30 se fueron sucediendo diferentes perspectivas que intentaron analizar la
compleja relación entre las audiencias, los medios de comunicación y los mensajes mediáticos y que
dieron paso al surgimiento de un paradigma novedoso en torno a esta problemática.
En este sentido, Michel De Certeau (1980), Stuart Hall (1980), Roger Silverstone (1996) y
John Thompson (1990) plantearon la cuestión de la recepción en términos de apropiación como
aquella manera de relacionarse con los medios desde las posibilidades subjetivas de diálogo con el
orden social (en términos de resistencia/negociación) y las condiciones materiales de existencia de
los sujetos (el contexto sociohistórico que enmarca al evento comunicativo).
A partir de aquí, pareciera entonces que estamos frente a una nueva manera de mirar al
receptor, es decir, frente a una perspectiva que nos habla de un receptor más activo. Incluso,
algunos investigadores actuales del campo se animan a afirmar que:
Una de las transformaciones que se han producido en los últimos tiempos es que los
jóvenes pasaron de ser lectores-consumidores a productores de contenidos. Esto es posible, en
parte, por el desarrollo de herramientas con interfaz flexible y orientadas a su apropiación por parte
de los usuarios que ahora comienzan a investigar e incursionar en la experiencia participativa a
través de la creación (Comba & Toledo, 2008).
Es más, desde esta mirada, los jóvenes no son solo sujetos consumidores, sujetos
productores, sino también sujetos críticos que ponen en duda y que rompen con un discurso
hegemónico. Se desprenden de esta línea conceptos como el de sociedad de la ubicuidad y de
prosumidores2 para hablar de aquella sociedad en la cual el desarrollo de las comunicaciones
digitales móviles propicia que los sujetos articulen nuevos ambientes comunicativos. Al respecto,
José Octavio Islas-Carmona afirma que “el cibernauta ordinario paulatinamente se fue convirtiendo
en prosumidor, gracias a la autoaplicación del conocimiento y el conocimiento aplicado a la
revolución misma del conocimiento: autología pura” (2008: 7).
Mientras tanto, desde el campo de la Educación, se ha comenzado a prestar atención a la
influencia que la tecnología ha ejercido en las generaciones más jóvenes, aquellas que han crecido y
se han desarrollado en un medio plagado de tecnología. Según algunos autores, esta generación está
compuesta por los nativos digitales. Esta expresión fue acuñada por Marc Prensky por primera vez
en 2004, en un ensayo titulado “Special Letter: The Death of Command and Control?” (2004: 7). Allí,
este autor los definía como aquellas personas que habían crecido con internet y con las Tecnologías
de la Información y la Comunicación (TIC) (a diferencia de los inmigrantes digitales).
2
Prosumidor, del inglés prosumer, acrónimo que procede de la fusión de dos palabras: producer (productor) y
consumer (consumidor). Concepto anticipado por Marshall McLuhan y Barrington Nevitt en 1972 y popularizado
por Alvin Toffler en 1980 (Islas-Carmona, 2008).
Felipe García, Javier Portillo, Jesús Romo & Manuel Benito (2007: 2) los definen de la
siguiente manera:
Nacieron en la era digital y son usuarios permanentes de las tecnologías con una habilidad
consumada. Su característica principal es sin duda su tecnofilia. Sienten atracción por todo lo
relacionado con las nuevas tecnologías. Con las TICs [sic] satisfacen sus necesidades de
entretenimiento, diversión, comunicación, información y, tal vez, también de formación.
Estos nuevos usuarios enfocan su trabajo, el aprendizaje y los juegos de nuevas formas:
absorben rápidamente la información multimedia de imágenes y videos, igual o mejor que si fuera
texto; consumen datos simultáneamente de múltiples fuentes; esperan respuestas instantáneas;
permanecen comunicados permanentemente y crean también sus propios contenidos.
Luego de aplicar la técnica del focus group en los estudiantes de la Universidad Siglo 21,
pudimos observar que tanto los alumnos ingresantes como los avanzados admiten estar conectados
a internet las 24 horas del día, en algunos momentos desde sus computadoras y durante todo el
tiempo desde sus celulares. Esto nos habla de que los sujetos entrevistados tienen la posibilidad
efectiva de tomar contacto material con los dispositivos de tecnología digital que permiten la
conectividad a Internet; por lo tanto, podemos decir que nos encontramos con una población en la
que el acceso, la frecuencia y la disponibilidad de estos medios están asegurados en sus vidas
cotidianas. Inclusive, podemos afirmar que los tipos de objetos tecnológicos que utilizan (celulares,
tablets, notebooks y netbooks) posibilitan la movilidad de la conectividad por lo que los sujetos
llevan consigo la conexión a Internet a donde vayan. Con respecto a la frecuencia, algunos alumnos
del grupo de los ingresantes admiten hasta dormir con los celulares prendidos y controlar todo el
tiempo las notificaciones, inclusive despiertan en medio de la noche para chequear si hay
novedades ya que, según las palabras de uno de los entrevistados, “siempre hay algo para ver”.
En relación al uso o a las actividades que realizan con los distintos dispositivos, ambos
grupos admiten utilizar el celular para fines sociales (Facebook y Twitter principalmente) y la
computadora para fines académicos.
Cuando profundizamos sobre el uso de Facebook, nos encontramos con una respuesta
generalizada y espontánea: esta herramienta tiene un objetivo social. Por lo tanto, para poder
hablar de Facebook y su uso académico tuvimos que interrogarlos de manera directa.
Los alumnos ingresantes no reconocen la utilidad de esta herramienta para fines educativos
porque admiten no haber tenido experiencias de este tipo todavía, salvo un caso que mencionó una
materia del colegio secundario. Si imaginan un uso académico de Facebook, no creen que se
animarían a participar con publicaciones (“por los comentarios de los otros”, según sus palabras),
sino que lo usarían como fuente de información. Sin embargo, consideran que podría ser de gran
utilidad ya que sostienen “en Facebook estamos todo el tiempo”. Podemos decir entonces que las
competencias que despliegan estos sujetos están vinculadas por ahora solo a poder manipular la
herramienta para fines de ocio y diversión, no han experimentado sus habilidades para manejar la
herramienta con fines educativos.
Los alumnos avanzados, por su parte, reconocen la utilidad de Facebook para el desarrollo
de sus carreras universitarias; mencionan el Facebook de la Universidad, los Facebooks de sus
carreras y los distintos grupos o fan pages de cátedras en las que pueden encontrar los powerpoints
de las clases, noticias y videos de la actualidad vinculados a las materias e información para
próximas clases. Pero, en general, admiten que la herramienta no sirve o no se usa en estas cátedras
para que los alumnos participen, sino como fuente de información unidireccional (del docente a los
alumnos). Inclusive, los entrevistados reconocen que los profesores en todos los casos fomentaron
el uso de estos espacios por lo cual la propuesta no formó parte de un proyecto colectivo u
horizontal. Por la frecuencia en el uso, el acceso y la disponibilidad prefieren que la Universidad se
comunique directamente por Facebook en lugar de utilizar otros canales oficiales como el
Noticampus o Autogestión (plataformas que la Universidad Siglo 21 usa para comunicarse con sus
alumnos) porque: “siempre entramos a Facebook”, “todos saben usarlo”, “es informal” y “te llegan
las notificaciones al celular, entonces, lo ves más que por Noticampus o Autogestión”, según ellos
mismos.
En la observación de los espacios en Facebook de las cátedras de la Universidad se reflejó lo
que el grupo de alumnos avanzados había expresado: la mayoría de las publicaciones las hacen los
docentes, los alumnos en pocos casos las comentan, a menos que se plantee en esos espacios alguna
actividad con evaluación. En varios casos, se observó que los docentes publican información o
material vinculado a sus asignaturas pero que exceden lo que se dicta en clase, por ejemplo, algunos
videos o noticias de actualidad relacionadas a los contenidos de sus materias.
En este escenario, las nuevas TIC han dado lugar a un receptor más activo y, aplicadas al
campo de la educación, posibilitan un estudiante más participativo; pareciera que por fin estamos
entonces frente a un sujeto más autónomo. Ahora bien, cabe preguntarnos si es posible hablar de
autonomía, en términos de Castoriadis (1999), y qué papel juega la ensoñación social, en términos
de Cabrera Altieri (2011), para entender este fenómeno.
En una ajustada síntesis, para Castoriadis (1999) la autonomía corresponde a lo ideal, a lo
deseado, ya que representa la posibilidad de la autoinstitución lúcida de la sociedad (que la
sociedad pueda darse leyes propias y autocrear sus propios imaginarios, a través de individuos
autónomos).
Aquí la idea de autonomía se opone a la de totalitarismo en tanto implica creatividad y
crítica. Entonces, hay una relación entre los procesos de: elucidación (indagar sobre cómo se han
construido los discursos y los saberes sociales), autonomía (la autoinstitución lúcida) y cambio (la
transformación del orden social).
Por lo tanto, la creación se convierte en un elemento clave para demostrar la autonomía de
un sujeto o de una sociedad. Un proyecto de autonomía (Castoriadis, 1999) que, como en el
psicoanálisis, propone conocer, descubrir y entender las significaciones imaginarias que
condicionan a los sujetos para que estos puedan dominarlos y tomar decisiones al respecto.
Entonces, aquí la idea de autonomía se acerca a la de democracia en tanto modo de vida en
la que subjetividad reflexiva es deliberadamente aplicada a los asuntos públicos. Democracia y
autonomía en tanto socialización de la psique y construcción de individuos autónomos.
En síntesis, para pensar autonomía individual y colectiva desde la propuesta de Castoriadis
(1999) es necesario pensar siempre en la interacción de cuatro fuerzas o motores que hacen a la
historicidad de una sociedad. La primera de las fuerzas o vertientes está dada por la realidad social
dada o lo instituido; la segunda, por la fuerza creadora del colectivo anónimo o lo instituyente; la
tercera corresponde a la psique como medio de existencia y como fuerza desafiante de lo instituido;
y la cuarta, a la praxis como acción social orientada al cambio (Cristiano, 2009).
En la misma línea, Cabrera Altieri (2011) plantea el fenómeno de la tecnología y la
comunicación ligado a la imaginación humana, entendida como la condición de posibilidad de
cuanto ocurre y está ocurriendo.
El autor propone pensar lo tecnológico en términos de imaginario y para eso nos hace
pensar que la tecnología moderna promete la divinización del ser humano, el progreso humano
como transformación y crecimiento asegurado y corroborado por los logros que las máquinas
demuestran.
En este escenario, los aparatos tecnológicos son más por lo que la sociedad cree que son que
por su funcionalidad real. Existe una fantasía colectiva, un sueño colectivo (Cabrera Altieri, 2011:
26) que, a través del marketing, nos envuelve en un mundo donde la tecnología representa al
progreso humano.
Entonces, las nuevas tecnologías, en tanto imaginario social, deben entenderse en términos
de institución de acuerdo a las condiciones de existencia, posibilidad y representación de sentido de
una sociedad dada. Para comprender a las tecnologías es necesario interpretar las condiciones que
han posibilitado el surgimiento de una realidad y no de otra, de un sentido y no de otro. Por lo
tanto, “en tanto institución imaginaria las tecnologías no sólo son un conjunto de ‘avances
tecnológicos’, son un amasijo de representaciones, afectos y deseos desde el que la sociedad se
comprende, se siente, se piensa, se vive, se compara y se proyecta” (Cabrera Altieri, 2011: 120).
Esto nos sirve para entender o para desnaturalizar el concepto de sociedad de la
información o del conocimiento con el que la sociedad elige nombrarse.
Cabrera Altieri afirma que, con relación al uso pedagógico de las nuevas tecnologías, es
importante reconocer el supuesto de que las nuevas tecnologías facilitan la enseñanza, haciéndola
más dinámica y participativa. Pero en relación a este fenómeno, lo más importante es reconocer
que la introducción de las nuevas tecnologías en la educación responde a un proyecto mucho
mayor, que es el de la institución de la sociedad contemporánea como sociedad de la información.
Frente a esto, se despliegan una infinidad de discursos que instituyen el imperativo de la tecnología
como garantía del progreso humano. Y de esta manera, las nuevas tecnologías se vuelven
omnipresentes, cualidad que la sociedad actual reafirma y constata para ser lo que ella es.
Formar parte de esta nueva sociedad entonces, no estar excluido, implica, cada vez más,
poder participar activamente a través de las nuevas tecnologías (Cabrera Altieri, 2011).
Hitos históricos son evidencia de la apropiación de este imaginario: hacia el año 2003, en el
marco de la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información (Organización de Naciones
Unidas), se manifestaron algunas preocupaciones vinculadas con el acceso diferencial a las TIC por
parte de países y grupos sociales, el cual se dio en llamar brecha digital. La CEPAL, Comisión
Económica para América Latina y el Caribe (2003), define esta brecha digital como:
[…] la línea divisoria entre el grupo de población que ya tiene la posibilidad de beneficiarse
de las TIC y el grupo que aún es incapaz de hacerlo. En otras palabras, es una línea que separa a las
personas que ya se comunican y coordinan actividades mediante redes digitales de quienes aún no
han alcanzado este estado avanzado de desarrollo.
Por primera vez los alumnos son los que lideran el cambio educativo. ¿Por qué? Porque
traducen en la escuela y la universidad su experiencia diaria: están acostumbrados a colaborar
gracias a Internet y a que sus amistades no dependan de su situación geográfica (en Silió Delibes,
2014).
› Bibliografía
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» Palabras clave: Humanidades Digitales, Michel Foucault, conocimiento digital, lenguaje visual,
virtualidad del signo.
› Resumen
Este trabajo propone una lectura epistemológica de los aspectos sociales y globales de las
Humanidades Digitales, a partir del concepto de episteme de Michel Foucault en Las palabras y las
cosas, entendido como las condiciones de posibilidad de todo conocimiento. Puntualmente, se
abordarán los cambios en dichas condiciones debidos, en primer lugar, a la irrupción de la imprenta
de tipos móviles, ideada por Johannes Gutenberg en el siglo XV, y su proyecto humanístico y, en
segundo lugar, a la nueva irrupción en el plano del saber humano como resultado del conocimiento
digital y los numerosísimos proyectos de colecciones de acceso libre y gratuito, disponibles a través
de internet.
› Desarrollo
Hasta fines del siglo XVI, la semejanza ha desempeñado un papel constructivo en el saber de
la cultura occidental. En gran parte, fue ella la que guió la exégesis e interpretación de los textos; la
que organizó el juego de los símbolos, permitió el conocimiento de todas las cosas visibles e
invisibles, dirigió el arte de representarlas. El mundo se enrollaba en sí mismo: la tierra repetía el
cielo, los rostros se reflejaban en las estrellas y la hierba ocultaba en sus tallos los secretos que
servían al hombre (Foucault, 1998: 26).
Así entonces Foucault nos explica que en dicha episteme de la semejanza el lenguaje
formará parte del orden de las cosas o dicho de otro modo será una parte más en el entramado del
cosmos. En cuanto a las implicancias en el orden del conocimiento, el juego de los símbolos, o las
relaciones de semejanza, estos configurarán el saber y todo conocimiento. El lenguaje estará muy
lejos de ser arbitrario, pues formará parte de las marcas de Dios puestas en el mundo. La
interpretación de los textos se hará en relación a este orden divino de la semejanza. De acuerdo con
esto Foucault indica:
En su ser en bruto e histórico del siglo XVI, el lenguaje no es un sistema arbitrario; está
depositado en el mundo y forma, a la vez, parte de él […] El lenguaje forma parte de la gran
distribución de similitudes y signaturas. En consecuencia, debe ser estudiado, él también, como una
cosa natural […] El lenguaje no es lo que es porque tiene un sentido; su contenido representativo,
que tendrá tanta importancia para los gramáticos de los siglos XVII y XVIII y que servirá como hilo
conductor de su análisis, no desempeña aquí papel alguno (Foucault, 1998: 42-43).
El papel de las bibliotecas monásticas en los tiempos de las invasiones está simbolizado por
el Vivarium, fundado en Calabria por Casiodoro hacía el 540; este monasterio era una especie de
academia cristiana en que los monjes servían a Dios mediante la lectura y haciendo copias de textos,
de las que no estaban excluidas los autores profanos (Labarre, 2001: 24).
De este modo podemos leer que el libro, como todo en el mundo de la antigüedad, formaba
parte de lo sagrado y de lo inalterable, de aquello que había que conservar y copiar. Siglos después,
ya en los talleres monásticos, esta tarea se encontraba organizada y reglamentada y se llevaba a
cabo en los scriptoria:
Los copistas pertenecían a la comunidad monástica […] El trabajo del copista tenía un
carácter religioso: la realización de un libro era una buena obra, pues mediante su lectura se permitía
la edificación de quienes estaban al servicio de Dios; el aspecto rudo y penoso del trabajo
proporcionaba algunos méritos (Labarre, 2001: 31).
Este privilegio ha dominado todo el Renacimiento y, sin duda, ha sido uno de los grandes
acontecimientos de la cultura occidental. La imprenta, la llegada a Europa de manuscritos orientales,
la aparición de una literatura que ya no se hacía para la voz o para la representación ni estaba bajo
su dominio, el paso dado hacía la interpretación de los textos religiosos según la tradición y el
magisterio de la iglesia. Todo esto da testimonio, sin que pueda separarse la parte de los efectos de
la de las causas, del lugar fundamental que tomó, en Occidente, la Escritura. El lenguaje tiene, de
ahora en adelante, la naturaleza de ser escrito (Foucault, 1998: 46).
Sin embargo, esta palabra o lenguaje escrito, para los hombres tanto de la antigüedad como
del Renacimiento, había sido otorgado a este mundo por Dios. Recordemos que el primer desafío
que se propuso Gutenberg fue superar en velocidad de producción al mejor copista de ejemplares
de la Biblia. No obstante el primer paso hacia un lenguaje escrito, ligado a la representación y
abstraído en su materialidad ya estaba dado:
Pregunta a la época clásica dará respuesta por medio del análisis de la representación; y a la
que el pensamiento moderno responderá por el análisis del sentido y de la significación. Pero, de
hecho, el lenguaje no será sino un caso particular de la representación (para los clásicos) o de la
significación (para nosotros). Se ha deshecho la profunda pertenencia del lenguaje y del mundo. Se
ha terminado el primado de la escritura. […] Las cosas y las palabras van a separarse […] el discurso
tendrá desde luego como tarea el decir lo que es, pero no será más que lo que dice (Foucault, 1998:
50).
Como nos indica Foucault, la ruptura de la pertenencia entre el lenguaje y el mundo, llevará
al paso del códice sagrado, copiado e iluminado en el monasterio, al libro producido mediante tipos
móviles, que representarán la abstracción del lenguaje en su materialidad maquínica.
Los efectos de esta liberación no solo del lenguaje sino también y como consecuencia
directa de todo conocimiento se evidenciará en las cifras de multiplicación y dispersión de todos
ellos bajo la forma del libro. En su Historia del libro de Albert Labarre (2001) se desarrollan los
cambios en la fabricación y difusión del libro desde finales del siglo XII, cuando las abadías van
perdiendo su lugar como único centro de producción y de vida intelectual:
En estas abadías es donde quedaba confinada la vida intelectual, sus bibliotecas y sus
scriptorium eran suficientes para las necesidades tan solo de sus miembros y la difusión de los
escritos de la época prácticamente no salía del circuito cerrado del mundo monástico (Labarre, 2001:
40).
A esta primera época señalada por el autor se la designará en la historia del libro como el
periodo monástico. A pesar de lo anterior, el Renacimiento urbano, que comenzará a cobrar fuerzas
a finales del siglo XII, llevará a que la vida intelectual pasara progresivamente otra vez a los centros
urbanos. De este modo: “La decoración de los manuscritos pasa progresivamente a manos de los
laicos, al igual que lo hizo su manufactura. Los ilustradores se concentran en el barrio de las
universidades, cerca de donde están los copistas y los libreros” (Labarre, 2001: 45). Así entonces,
esta liberación del ser del lenguaje de formar parte de las figuras del mundo a una futura
abstracción, comenzaba a tener sus consecuencias. Una de ellas, como lo leímos en la cita
precedente sería el paso de la producción del libro del ámbito sagrado lo monástico a su ubicación
en las florecientes ciudades. Otra que ha dejado una gran huella en la historia es el trabajo realizado
por Gutenberg, en el siglo XV:
La invención de la imprenta hizo que el libro alcanzara una plenitud y una realización en la
medida en que todo texto literario (en un sentido amplio) aspira por esencia a una comunicación y a
una difusión que sean lo más amplias que se pueda (Labarre, 2001: 63).
En estas palabras de Labarre leemos una concepción del libro ligada a la imprenta como
texto literario, que aspira a una amplia comunicación y difusión. Una idea lejana ya a la que lo ligara
al mundo de lo sagrado y que ritualizaba su creación, su forma y su lectura. A partir de su
producción maquínica y abstracta el libro comenzará a ser el soporte del conocimiento y su
principal valor será lograr su comunicación, su difusión.
Desde entonces se ha buscado continuamente acelerar la producción del libro por medios
técnicos: “Algunas innovaciones técnicas, conectadas con la revolución industrial, garantizaron un
crecimiento extraordinario a la producción del libro a lo largo del siglo XIX” (Labarre, 2001: 123).
Este lenguaje, que había pasado de ser una de las figuras del mundo a un sistema de representación
abstracto, se expandía y proliferaba por medio del libro y la imprenta, multiplicándose en cifras
exponenciales:
La multiplicación de las ediciones y el aumento de los tirajes. En tanto que se estima que la
producción mundial habría sido en el siglo XV de unas 30.000 o 35.000 ediciones y, en el siglo XVI, de
unas 150.0000 a 200.000 alcanzaba 8.25 millones en el siglo XIX, 5 millones en el primer cuarto del
siglo XX y ahora 4.216.500 en un periodo de tan sólo cinco años 1987-1991 (Labarre, 2001: 131).
Hasta aquí hemos recorrido, desde una consideración del lenguaje en relación a las
epistemes que organiza Michel Foucault en Las palabras y las cosas, una primera etapa, que el autor
francés llama de la Semejanza, en la que todo habría estado entrelazado en el mundo en relación
precisamente al conocimiento y aquello que refería. La historia del libro llamará a este momento el
periodo monástico, de que ya nos hemos ocupado y en el que tendrán preponderancia para la
producción de los códices los copistas. En una segunda etapa indicada por Foucault, la
representación habría sido la forma que dominaba todo conocimiento. En esta episteme la
utilización del lenguaje habría variado desde una concepción del mismo como semejante a las cosas
a una que lo ligara a lo abstracto y a la representación. Esta será la época en que Gutenberg ideará y
llevará a cabo su imprenta. Cambio que podemos ejemplificar recordando dos siglos en cuanto a la
producción de ediciones, la del siglo XV de unas 30.000 o 35.000 ediciones, a un periodo de tan solo
cinco años en el siglo XX en el que se contaron cuatro millones doscientos dieciséis mil quinientas.
Ahora bien, hacia fines del siglo XX un nuevo cambio de paradigma, en relación al
conocimiento y a su transmisión, llegó para generar una nueva transformación radical. Las
evoluciones en la informática y en el mundo digital llegarían a influir hasta tal punto en los diversos
aspectos culturales, que darían lugar a disciplinas como las Humanidades Digitales:
[…] bien en las formas de comunicación e interacción de los investigadores (por ejemplo, la
colaboración y comunicación entre académicos) o bien en las vías de conexión entre universidad y
sociedad (por ejemplo, mediante la adopción de innovadoras formas de transmisión del
conocimiento) (Romero Frías, 2014: 20).
liberación de todo lenguaje de la materialidad del libro hacia la materialidad virtualizada del
conocimiento actual.
Ahora bien, cabría preguntarse acerca de las implicancias de este nuevo sustento asumido
por el conocimiento, bajo la forma de esa base de datos ilimitada que se ha dado en llamar internet.
En cierto modo, se podría considerar a la red de internet como una enorme base de datos de
extensiones indeterminadas, siendo los datos que acumula una forma de conocimiento en estado
puro. Un modo de conocimiento asentado en la virtualidad del signo y desligado de las antiguas
limitaciones disciplinarias o de las lógicas institucionales. Esto no quiere decir que la información
no esté categorizada en internet, sino que en general los algoritmos utilizados por los buscadores
para cumplir su función, presentan todo dato asociado a las palabras ingresadas sin hacer caso de
las limitaciones disciplinares de cada uno de los resultados. Como lo indica de manera similar
Labarre (2001: 20) en su libro ya citado: “El mundo en su dimensión digital se ha convertido en una
gigantesca amalgama de información en la que podemos identificar patrones, visualizar
información, y generar conocimiento”.
En resumen, hemos recorrido un largo itinerario en la historia del lenguaje y su
significación. Desde sus etapas de la semejanza, en la que se encontraban entrelazadas las cosas del
mundo; a una segunda instancia, de un lenguaje escrito, que va alejándose en un juego arbitrario de
significación; a esta etapa de un lenguaje visual cuya materialidad, se deposita esta vez, de forma
paradójica, en la presencia efímera de la pantalla, en la promesa evanescente de lo virtual. Es decir,
ese paso de las limitaciones del espacio simbólico y acotado del libro a esa metáfora del universo y
de lo ilimitado que ya hoy por hoy representa internet.
› Bibliografía
Foucault, M. (1998). Las palabras y las cosas. México D.F.: Siglo XXI.
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Romero Frías, E. (2014). Ciencias Sociales y Humanidades Digitales. Tenerife: Sociedad
Latina de Comunicación Social.
» Palabras clave: tecnologías móviles, enseñanza, aprendizaje, ecologías sociales, ciudadanía digital.
› Resumen
› Introducción
En los años treinta el siempre visionario Shoghi Effendi (1991: 206) pronosticó: “un
mecanismo de intercomunicación será inventado que abarcará todo el planeta, libre de todo
obstáculo nacional y de restricciones, funcionará con maravillosa prontitud y regularidad perfecta”.
Eran los tiempos de la radiotelegrafía que, con sus limitaciones, venía desarrollándose rápidamente
para fines fundamentalmente bélicos entre la Primera y la Segunda Guerra Mundial.
Pasados más de ochenta años de estos acontecimientos, internet nos ofrece un panorama
más allá del código Morse y la radiofonía inalámbrica. Internet es ahora un derecho universal
consagrado por las Naciones Unidas que une a toda la humanidad como a una comunidad global y
permite a sus tres billones de usuarios acceder a una cantidad de información equivalente al
número total de palabras habladas por la humanidad desde sus inicios. Si pusiéramos esta
información en iPads o tabletas y, a su vez, estos apilados unos encima de otros, la columna
equivaldría a cubrir la distancia de la tierra a la luna y un tercio de esta adicionalmente.
Grandes como son los beneficios de nuevas tecnologías así son también los problemas que
crean. Como bien sabemos, la tecnología a lo largo de la historia humana potenció a los humanos e
hizo avanzar a la civilización pero también originó situaciones negativas, ya que esta no tiene valor
neutral y porque puede crear nuevas formas de hacer las cosas de una manera disruptiva. Es, por lo
tanto, necesario anticipar sus problemas en el proceso de implementación.
Las tecnologías crean, cambian y/o reinventan nuevos roles. En un ejemplo bastante simple,
la invención de los hornos microondas, que permitieron cocinar ahorrando tiempo y posibilitando
una vida más confortable, también trajo consigo hábitos nutricionales pobres y expuso a la gente a
posibles efectos radioactivos. Asimismo, el e-mail facilitó la vida y el trabajo cotidiano en términos
de comunicación pero también redujo el empleo de couriers.
La literatura nos informa de una manera subliminal las consecuencias que la tecnología
puede traer. En la mitología griega Prometeo robó el fuego de Hefesto, el dios de los herreros y
artesanos, y lo entregó a los mortales. El fuego representaba el fundamento de la artesanía y el
comienzo de la civilización. Furioso, Zeus, el dios mayor, castigó a Prometeo encadenándolo a la
montaña donde un águila diariamente comía su hígado. Por esta desobediencia, Zeus mandó
también hacer la famosa ánfora de Pandora de donde vendrían los males de la humanidad.
La literatura también menciona el monstruo de Victor Frankenstein quien fue creado para
satisfacer el ego de científico de su inventor. Todos sabemos el drama que cuenta cómo el monstruo
eventualmente, reclamando la creación de una compañera, se volvió contra su creador, quien se
negaba a la posibilidad de una nueva raza de bestias, siendo perseguido hasta el final de su vida.
Como dijo este inventor en la novela: “Nada hay tan doloroso para la mente humana como un
cambio grande y repentino” (Shelley, 2009: 283).
La tecnología puede ser también un instrumento de poder donde el más entendido la usa
para dominar al iletrado. De acuerdo al estudioso Mariusz Ziolkowski:
Otros ejemplos podrían incluir la creación de energía atómica que fue utilizada para la
muerte instantánea de 220.000 civiles en Hiroshima y Nagasaki, pero también para desarrollar
maravillas en medicina nuclear a través de la investigación científica. La revolución verde trajo los
beneficios de la mecanización de la producción agrícola y el aumento de su productividad, sin
embargo, propició la introducción de fertilizantes químicos y pesticidas en los alimentos y la baja
en la fertilidad de la tierra, así como la expansión de monocultivos, desalentando culturas nativas y
multiplicando agricultores pobres y la depleción de aguas subterráneas, debido a los nuevos
sistemas de irrigación. De la misma manera, la revolución industrial alentó los índices de
productividad pero también la institucionalización del trabajo de los niños en las fábricas, la
polución de las ciudades, condiciones de trabajo pobres y tensión entre clases sociales.
Postman (1995) considera que la educación puede ser subversiva como también
conservadora. Recientemente, la introducción de tecnologías digitales en las escuelas ha conllevado
al estallido de problemas no anticipados (Handal et al., 2014). El más grave ejemplo es el
surgimiento del así llamado cyberbullying, el cual, cruel y despiadado, puede infringir graves
heridas a la víctima, debido a las condiciones de anonimato en el cual se desarrolla. Un fenómeno
así ha cambiado la imagen del tradicional bullying, que ocurría cara a cara, por uno que cada día
clama más suicidios en la población joven. No solo los estudiantes se han visto afectados sino
también profesores, colegios y asimismo sistemas educativos, que se ven urgidos a desarrollar
programas de intervención. A la lista podrían también agregarse la necesidad de una educación que
respete a la propiedad intelectual y que vele por la seguridad personal en los espacios digitales.
Todo esto sugiere la necesidad de reunir estos saberes y problemas bajo un concepto al que muchos
llaman ciudadanía digital y que, apreciado con profundidad, puede frenar las desventajas de la
tecnología digital y dirigirla hacia un futuro bastante más productivo en las escuelas.
Muchos tenemos una idea de lo que puede ser un buen ciudadano y de cómo educar a la
población joven. Sin embargo, la pregunta ahora es qué significa ser un buen ciudadano digital y
cómo podemos educar a nuestros niños para que lo sean de la mejor forma. Esta pregunta puede
ser respondida preguntándonos cuáles fueron las cualidades necesarias para ser un buen lector
cuando la prensa fue inventada por Gutenberg en el siglo XV. Esto requería no solamente la
habilidad de leer sino también la de explicar contenidos a personas no-letradas. También significó
la habilidad de escribir temas complejos sobre las diversas ciencias y humanidades, leer con una
mente crítica, argumentar opiniones, documentar métodos de investigación y describir por escrito
procesos científicos y descubrimientos, crear diferentes géneros literarios tales como narrativas
ficticias y periodísticas, crear pedagogías para enseñar a las masas a leer y escribir, o el desarrollo
mismo de la literatura infantil inexistente hasta ese momento, entre otros desafíos. Como dijo
Federico el Grande, uno de los monarcas más respetables de la Ilustración: “un pueblo educado es
más fácil de gobernar” (Zhao, 2012: 99).
Varios son los obstáculos que se presentan en incluir conceptos asociados a la ciudadanía
digital dentro del escolar. Entre ellos es el creciente divorcio en el currículo escolar entre ser y
hacer. Quizás debido a la secularización del currículo, la enseñanza de principios éticos ha pasado a
un segundo plano. En el nombre del pragmatismo, del empirismo y el utilitarismo promovido por
agendas neo-liberales, el currículo escolar ensalza mayoritariamente en estos días la adquisición de
habilidades de matemática y del lenguaje quizás como un remanente genético de los tristemente
célebres exámenes de IQ. Por consiguiente, la educación moral y ética ha perdido su fuerza en las
escuelas pero también en parte por una concepción materialista de los métodos de investigación de
las psicologías del aprendizaje.
Pavlov comparó seres humanos con perros en su manera de aprender (Handal, 2007). La
corriente del instructivismo los relacionó con cajas mecánicas susceptibles de ser manipuladas
mientras los teóricos cognitivistas los acercaron a las partes de una computadora como el teclado,
el monitor, la memoria y la unidad central de procesamiento. Piaget hizo lo suyo comparando el
aprendizaje de los estudiantes con plantas que sustentan su nutrición a través de procesos de
asimilación orgánica derivados del suelo (Handal, 2007).
En línea con estos ideales, la Revolución Industrial nos dejó un legado de estandarización
del conocimiento a través de procesos de evaluación rígidos en los cuales los estudiantes eran
comparados unos con otros, como en la investigación positivista de plantas y animales. El
capitalismo industrial, a través del concepto de la división del trabajo, nos dejó también un
entendimiento fragmentado del conocimiento humano como la matemática, la biología, la geografía,
la historia, etcétera. En tales condiciones, donde la fertilización interdisciplinaria no existe, temas
universales como el comportamiento ético difícilmente encuentran acogida. También heredamos el
legado de los filósofos de la Ilustración, la cual reverenciaba la lógica y la razón sobre otra
atribución humana. Muchos afirman que el estilo educativo de la Edad Media todavía persiste,
donde el profesor es la máxima autoridad del conocimiento y la enseñanza es entregada
verticalmente a los alumnos, considerados contenedores vacíos de conocimiento o disposiciones.
Todos estos legados, como parias de previas épocas, están presentes en nuestros sistemas
educativos no dejando desplegar un discurso donde los grandes temas que circunvalan el concepto
de ciudadanía digital puedan florecer naturalmente dentro del ámbito escolar.
› El modelo de capacidades
1. ¿Cómo revivir la conexión entre el ser y hacer en los colegios que únicamente se enfocan en
lo académico?
2. ¿Cómo implementar la enseñanza de ciudadanías digitales a través del currículo cuando el
currículo mismo no es transdisciplinario?
3. Dado que las ciudadanías digitales han de ser demostradas tanto dentro como fuera de la
escuela, ¿cómo deben ser evaluadas estas para medir la eficacia de los programas?
4. ¿Cómo enseñar qué es la justicia y el respeto? ¿cómo relacionar estos valores con problemas
como el cyberbullying?
5. ¿Cómo llegar a un acuerdo sobre qué valores centrales hay que enseñar?
6. ¿Debe transmitirse la enseñanza de ciudadanías digitales a través de currículos modulares?
1. Privacidad y seguridad
2. Huellas digitales y reputación
3. Imagen propia e identidad
4. Reconocimiento de propiedad intelectual (Creative Commons) y copyright
5. Relaciones y comunidades
6. Conocimientos de computación
7. Seguridad en Internet
El currículo de Nueva Zelanda (NetSafe, 2015) provee oportunidades de aprendizaje por
edades enfatizando habilidades que son para la protección del estudiante cuando navega en
Internet. La secuencia es por grados y las actividades de aprendizaje son guiadas de acuerdo al
siguiente programa:
› Bibliografía
Zhao, Y. (2012). World Class Learners: Educating Creative and Entrepreneurial Students.
California: Corwin Press.
› Resumen
› Presentación
El Programa fue creado en el año 2010 por el Decreto 459/10 del Poder Ejecutivo Nacional1.
Se sostiene sobre cuatro organismos que articulan fuertemente sus respectivas áreas de
incumbencia: el Ministerio de Educación de la Nación, el Ministerio de Planificación Federal,
Inversión Pública y Servicios, la ANSES -Administración Nacional de la Seguridad Social- y la
Jefatura de Gabinete de Ministros.
Fundamentalmente, Conectar Igualdad tiene dos grandes ejes de trabajo: uno a nivel de la
infraestructura escolar, el desarrollo tecnológico del equipamiento entregado en las escuelas y otro
eje de trabajo centrado en la estrategia comunicacional, la capacitación y los contenidos educativos,
lo que constituye lo blando del Programa.
Conectar Igualdad es una política pública concurrente con otras políticas de inclusión social
que se han ido generando y sosteniendo desde el Estado en los últimos años. Es un programa
nacional que se vuelve federal en cada una de las provincias y local en cada escuela. El Programa
entrega una computadora portátil, modelo netbook, a los estudiantes de escuelas secundarias
públicas, a los alumnos de educación especial de todos los niveles y a los estudiantes de
profesorado (los futuros maestros de nivel inicial, primario y profesores de secundaria y educación
especial) que se forman en los institutos superiores de formación docente. Las escuelas secundarias
experimentales de las universidades públicas también reciben el equipamiento.
Es importante reconocer que no se trata de una política pública aislada. Conectar Igualdad
1
Decreto 459/10 de creación del Programa Conectar Igualdad:
http://www.conectarigualdad.gob.ar/archivos/archivoSeccion/DecretoCreaci%C3%B3nCI.pdf
forma parte de otras iniciativas del Estado Nacional que son complementarias y convergentes.
Todos los desarrollos que se están dando a nivel local y regional, por ejemplo, a partir de la sanción
de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA, 2009) y la ardua tarea que lleva
adelante la AFSCA, han recuperado una cantidad importante de proyectos locales que le están
dando voz a los actores sociales, a las comunidades, por ejemplo, a través de los proyectos de radio
regionales y locales.
El Ministerio de Ciencia y Tecnología, a través de su Fundación Sadosky, lleva adelante
Programar/2020, un proyecto de desarrollo e incentivo de la programación informática para los
niños y jóvenes. La Argentina en este momento está desarrollando software y lo está exportando.
En 2013 exportamos en términos de divisas la misma producción de carne que de software.
Software de muy buena calidad, aplicaciones para el sistema productivo, videojuegos. Y son áreas
de trabajo y de desarrollo muy importantes para nosotros, para nuestra población, como espacio de
desenvolvimiento de trabajo para los jóvenes.
Por supuesto hizo falta fortalecer e incluir a vastos sectores sociales antes excluidos. Hoy
tenemos la AUH -Asignación Universal por Hijo- que nació antes de Conectar Igualdad y está
mejorando los índices de retención en las escuelas secundarias. Al Programa Progresar, iniciado en
2014, se han anotado medio millón de jóvenes entre 18 y 24 años que habían dejado la escuela, que
la escuela no pudo contener y ahora quieren volver a ella, quieren terminarla, porque ven futuro
allí.
Tenemos Paka-Paka y Canal Encuentro, con producciones nacionales y locales que ahora
podemos ver en HD sin pagar abonos de cable, a través de la TDA -Televisión Digital Abierta- y el
Programa Argentina Conectada (SITEAL, 2014). En Capital Federal se ven 22 canales y en el interior
dependiendo de las antenas se ven más o menos la misma cantidad de canales. También están los
NAC -los Núcleos de Acceso al Conocimiento- distribuidos como nodos por toda la Argentina donde
se desarrollan propuestas culturales, capacitaciones de oficios y espacios de encuentro y discusión
colectiva. Todas estas son políticas convergentes que le dan sinergia al Programa Conectar Igualdad.
En este momento llevamos entregadas 4.696.062 computadoras. La verdad que es un
número apabullante. Para tomar noción de lo que significa esta cantidad de máquinas, pensemos
que una escuela secundaria promedio en nuestro país tiene una matrícula de 300 estudiantes. Por
supuesto hay escuelas de 1.200 chicos, hay escuelas de 2.700 y hay escuelas de 120. Pero lo
realmente impactante es pensar que a lo largo y a lo ancho del país, como decía León Gieco “de
Ushuaia a La Quiaca”, hemos entregado las máquinas. Las estamos entregando. En este momento
estamos haciendo el anuncio de cobertura total: todo el sistema educativo ha recibido las netbooks.
La infraestructura tecnológica escolar del Programa está constituida por las netbooks, el
piso tecnológico que se instala en cada una de las escuelas y los kits de tecnología adaptativa para
los estudiantes de educación especial.
La entrega de las computadoras portátiles es 1 a 1, es decir, cada chico ha recibido una
netbook. Y las máquinas van a las casas, se comparten al interior de las familias. Por modalidad
observamos la entrega de 153.400 netbooks en escuelas de educación especial; 3.290.165 en
escuelas secundarias; 972.497 en escuelas secundarias técnicas -es decir que en realidad tenemos
de estudiantes. Para los estudiantes que tienen problemas motores se adquirieron brazos de apoyo,
pulsadores, mouses ampliados. A veces no terminamos de darnos cuenta de que un mouse contiene
muchas funciones en pocos botones y cómo es necesario expandir esas funciones a botones
específicos, de modo que en cada movimiento los chicos puedan expresarse, aprender,
comunicarse. Hemos equipado 1.902 escuelas con kits adaptativos que constituyen verdaderas
rampas digitales. Ellas favorecen el desarrollo de nuevas prácticas educativas centradas en los
estudiantes, apoyando el desarrollo de las destrezas y las capacidades requeridas para la
ciudadanía en el siglo XXI. Los contenidos y el equipamiento específico enriquecen las posibilidades
de las escuelas.
En este sentido el Programa Conectar Igualdad es una política universal. Llega de manera
completa a todas las escuelas. No funciona a nivel de piloto. Son todas las escuelas de educación
especial, todas las escuelas secundarias públicas, todos los institutos de formación docente. Toma el
universo completo de corte.
Cuando pensamos en el impacto del Programa sobre el desarrollo tecnológico local, estamos
hablando de un proceso de sustitución de importaciones muy importante en marcha. Esto no fue
algo planificado de antemano pero sí una oportunidad que se vislumbró al inicio de la
implementación. Las primeras máquinas que se entregaron en 2010 y principios de 2011 fueron
completamente importadas. En las siguientes licitaciones las computadoras empezaron a
ensamblarse en la Argentina. Se agregaron componentes de origen y fabricación nacional: cables,
enchufes, baterías, carcasas plásticas. Esto supone el desarrollo de una mano de obra que aprendió
a hacer un trabajo técnico que no se hacía antes en nuestro país a la par que la fabricación local de
componentes. Ambos procesos constituyen valor agregado nacional a la producción de hardware
del Programa.
En relación con el software, el Programa nació con doble booteo, es decir, con la posibilidad
de funcionar desde un sistema operativo privativo tanto como desde un sistema operativo libre,
postulando la libre elección del usuario. En este segundo caso, la plataforma libre, el Programa
desarrolló Huayra2. Huayra quiere decir viento en quechua, por los vientos de cambio, y su
propósito central es iniciar un camino de soberanía tecnológica en materia de producción y uso de
software. Está programado en base Debian con una lógica modular posible de ser adaptada a los
distintos usos y necesidades de las escuelas y la comunidad educativa.
Tuvimos la primera versión estable en septiembre de 2013. Lo interesante de este sistema
operativo es que está pensado con una interfaz muy amable para los estudiantes y los profesores,
muy accesible, presentando las aplicaciones y los contenidos de acuerdo a la organización escolar y
los campos disciplinares. Y además incorpora producciones locales dentro de la plataforma. Por
ejemplo, el escritorio de Huayra que se llama Mate, fue realizado por un desarrollador de software
rionegrino. Ícaro es un programa de robótica hecho por un informático cordobés. Pilas es un
software de programación de videojuegos, programación dirigida a objetos, hecho por un
desarrollador de Capital Federal. Preciosa es una aplicación de Precios Cuidados. Lo hizo un
2
Portal de Huayra, el sistema operativo libre de Conectar Igualdad. Disponible en:
http://huayra.conectarigualdad.gob.ar/
cognitiva objetivada. Esa caja-computadora contiene y hace funcionar una memoria más poderosa
que la nuestra, una imaginación equipada con millones de íconos, cientos de razones contenidas en
los programas y aplicaciones que no podríamos resolver solos. Siendo esto así, ¿qué queda por
hacer de nuestro lado, en nuestras manos? Y, específicamente, ¿qué en manos de los jóvenes?
Serres (2013) afirma que los jóvenes portan la intuición innovadora y vivaz, la inteligencia
inventiva, la subjetividad cognitiva, la capacidad de tomar decisiones y la creatividad. ¿Cómo
entablan la relación con las tecnologías? Los estudiantes que recibimos hoy en las escuelas ya no
habitan el mismo espacio que habitamos nosotros, los adultos, cuando jóvenes: las tecnologías
habilitan espacios topológicos de vecindades. Ya no se comunican de la misma manera: escriben y
leen de otro modo. Aparece la colaboración y se desdibuja la linealidad. Ya no perciben el mismo
mundo: viven otra naturaleza desde los edificios de departamentos de las grandes ciudades y las
calles pavimentadas. Ya no conocen del mismo modo: las tecnologías promueven estrategias y
circuitos de acceso al conocimiento diferentes, realizan varias tareas a la vez, aprenden
colaborativamente (SITEAL, 2014), participan de producciones digitales colectivas.
Somos docentes de estudiantes que piensan y se relacionan con las tecnologías de maneras
muy diferentes a como lo hicimos nosotros hace una, dos, tres décadas. En cuanto al cambio cultural
que suponen las tecnologías, es interesante analizar la incorporación de acepciones o términos en
los diccionarios de la lengua. Los diccionarios de los siglos XIX y XX se actualizaban cada 20 años
incorporando entre 4 mil y 5 mil palabras. Hoy, en las mismas dos décadas, se incorporan unas 35
mil (Serres, 2013). Se trata de sustantivos que refieren a objetos y cosas que muchas veces son
productos tecnológicos y científicos, pero también adjetivos y adverbios, expresiones que
construyen sentido sobre esos objetos, sobre los modos de vivenciarlos.
Un cambio social que configura el escenario cultural en que se desenvuelven las tecnologías,
también reseñado por este autor, muestra un mapa poblacional en el cual, a principios del siglo XX,
la mayor parte de la población era campesina. Hoy, en los países centrales, apenas alcanza al 1%.
Además aumentó de 2000 a 7000 millones en apenas 70 años. Y la expectativa de vida ha
aumentado considerablemente, alcanzando los 80 años. Se vuelve central en este marco el
aprendizaje a lo largo de toda la vida en un mundo masificado con grandes contenidos transmedia.
El fenómeno remite a un cambio acelerado en esa apropiación del mundo que tiene que ver
en buena medida con las tecnologías porque, evidentemente, los jóvenes que interactúan con ellas
también las significan de modos diferentes. El aprendizaje se lleva a cabo sin que exista una
enseñanza explícita. Implica una exploración que es activa y muchas veces un aprendizaje por la
práctica. Y es el resultado de una inmersión en una comunidad de práctica que las usa e interactúa
con ellas. Niños y jóvenes tienen teléfonos móviles, acceden a cualquier persona a través de ellos,
los celulares pueden tener GPS e internet, computadoras y tabletas tienen internet y a través de la
nube es posible acceder a cualquier saber, dato u opinión que esté disponible en ella, a modos de
entretenimiento siempre presentes. Este entorno digital crea una relación diferente con el
conocimiento y modos de hablar y de pensar también diferentes. Y todo esto que es diferente,
constituye una complejidad que es necesario abordar desde la escuela.
Las tecnologías aparecen investidas como herramientas portadoras de inteligencia,
tornándose, de este modo, invisibles. En este sentido son reorganizadoras del funcionamiento
mental y de las capacidades. Ellas promueven el desenvolvimiento de competencias, producto de la
relación entre las estructuras de la mente y las propiedades de las mismas tecnologías. Las
herramientas mediadoras remiten al concepto de andamiaje y la zona de desarrollo próximo. Aquí
es central el aporte de las neurociencias, en tanto estas postulan que la estructura y conectividad
del cerebro pueden cambiar con la experiencia, apoyándose en la plasticidad cerebral. Las
implicancias para el aprendizaje por imitación y por visualización son importantísimas,
especialmente desde que se descubrieran las neuronas en espejo y su participación en el
aprendizaje específicamente humano (Necuzzi, 2013).
Las tecnologías desdibujan las nociones de tiempo y espacio, las transforman. Las
interacciones múltiples de la sociedad red las pluralizan. Aparecen nuevas modalidades de
consumo y producción, potenciadas por los nuevos soportes, dispositivos, formatos y lenguajes. El
saber ya no está en posesión de los expertos o estático en los materiales. Se encuentra objetivado,
distribuido, descentrado, construido y validado en y por fuera de las comunidades científicas.
La tarea desde la escuela es abordar esa complejidad porque el pensamiento lleva tiempo.
Frente a una propuesta mediática muy fragmentada el pensamiento sigue llevando tiempo. Lleva
tiempo pensar, sigue llevando tiempo reflexionar. Lleva tiempo diseñar alternativas, caminos
diversos para la resolución de los problemas. Los principios de continuidad enunciados por Dewey
(2004[1938]) están vigentes. Necesitamos aplazar la respuesta rápida. Ahí hay un punto para
pensar nuestra relación con las tecnologías. La inclusión de las tecnologías tiene que ir, no en el
sentido del individualismo que muchas veces prima en las propuestas tecnológicas comerciales,
sino en el sentido de una escuela democrática, pues la cultura tecnológica es fuertemente
consumista. Hoy una escuela democrática ayuda a los estudiantes a hacer elecciones y a ejercer la
ciudadanía. Y a plantarse de otra manera frente a las transformaciones del mundo del trabajo.
Oficios y profesiones aún no inventadas serán espacios de desarrollo laboral para muchos que hoy
son niños y adolescentes.
Las experiencias transitadas por las personas a lo largo de su vida diversifican y complejizan
los esquemas de que estas disponen para vivir sus vidas. Allí las tecnologías son centrales en la
medida en que permiten integrar sistemas simbólicos que favorecen y estimulan el desarrollo de la
inteligencia y trazan puentes cognitivos entre estas y la construcción de la autonomía, los
momentos de ocio y entretenimiento y la disminución del sentido de fracaso académico y personal
de los jóvenes.
La convergencia tecnológica de los dispositivos habilita el trabajo con la diversidad y
posibilita atender a las inteligencias múltiples desde múltiples puertas de entrada. Se trata de un
modelo ecológico y contextual que abre a la noción de entorno, trascendiendo la mirada
instrumental de la tecnología. El entorno no está ligado a los artefactos, sino a un sistema simbólico
y social y constituye una nueva manera de enfrentar la asimilación del conocimiento y nuevas
formas de establecer comunicaciones. El entramado biopsicosocial desafía a construir entornos en
los cuales los valores de las personas pueden expresarse y desarrollar sus competencias.
Aquí las estrategias didáctico-pedagógicas plantean un diálogo entre las funcionalidades de
las personas y las tecnologías, haciendo uso de la convergencia que habilita estímulos
multisensoriales. En este marco recuperar la noción de trayectorias escolares articula las biografías
personales de los estudiantes y las oportunidades y barreras que presentan las instituciones
educativas. El reto es configurar trayectorias que se constituyan en configuraciones de apoyo en el
marco de entornos inclusivos. Los docentes ocupan un lugar central al amplificar la mediación
construida por las tecnologías.
Creemos que es posible la construcción de un paradigma educativo en torno a las políticas
de inclusión tecnológica a partir de que, como afirmaba Litwin (2008), los estudiantes puedan
hacer elecciones sobre su vida personal, profesional y política, y la escuela y los docentes los
formemos para la libertad, creando una pedagogía de la elección que enseñe a leer ciudadanamente
el mundo, creando en los jóvenes una mentalidad crítica, cuestionadora, desajustadora de la inercia
del acomodamiento a la riqueza y la resignación a la pobreza, introduciendo a los jóvenes en las
transformaciones del mundo del trabajo y los nuevos saberes que la producción moviliza. La
búsqueda, decía Litwin (2008), es lograr que los estudiantes abandonen las razones de los otros y
busquen nuevas y buenas razones. ¿Podemos hoy pensar la cultura, la economía, la cognición, la
comunicación, la subjetividad, por fuera de las tecnologías? ¿qué significa escolarizarse en el siglo
XXI? ¿cómo atraviesan las tecnologías las prácticas escolares y el capital cultural de la ciudadanía?
El Programa Conectar Igualdad pone en manos de los jóvenes las netbooks, con todas las
prestaciones y el potencial de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación.
Promueve espacios de formación y actualización para los profesores y ofrece un escenario de ayuda
y de infraestructura para pensar desde las escuelas una relación de nuevo tipo con el conocimiento
y los distintos campos del saber. Por ejemplo, hace diez años el estudio de las imágenes satelitales
era un conocimiento complejo que se abordaba en los posgrados. Hoy en día con las netbooks es un
contenido que puede ser enseñado en la escuela secundaria. La puesta a disposición de contenidos
complejos a la vez que significativos en los niveles obligatorios de la escolaridad constituye una
instancia de democratización del conocimiento. Porque a través de las tecnologías, con las netbooks
y el software apropiado, es posible enseñar a todos los chicos a leer imágenes satelitales. Y es
posible hacerlo con todos los profesores, no con profesores seleccionados o de nivel universitario o
muy capacitados, sino con los profesores de la escuela secundaria pública argentina que día a día
forman a nuestros jóvenes con compromiso y pasión.
El Programa Conectar Igualdad vehiculiza un Estado activo, presente, donde las tecnologías
representan la vía de inclusión de niños y jóvenes en la sociedad del conocimiento, la posibilidad de
participar activamente como ciudadanos, de informarse, de consumir pero también de producir
información, contenidos y mensajes de forma crítica y responsable. El gran desafío es continuar
garantizando el acceso a estos nuevos lenguajes culturales y sociales, promover los nuevos
desarrollos al interior de las escuelas y las comunidades educativas, científicas y tecnológicas, y
fortalecer el trabajo en pos de la superación tanto de las brechas digitales materiales como de las
brechas simbólicas y cognitivas presentes en nuestra sociedad para el desenvolvimiento de un real
ejercicio de la ciudadanía.
› Bibliografía
›Resumen
›Introducción
Bergmann y Aaron Sams (2012), ya que sus alumnos tenían que ausentarse regularmente de las
clases porque muchos de ellos eran atletas. Los profesores pensaron que una buena forma de
resolver ese problema era grabar videos con explicaciones cortas que los alumnos debían ver fuera
del espacio de la clase y luego, en el momento en el que estuvieran presentes, se dedicarían a
debatir y discutir las ideas de estos.
A medida que iban grabando las clases se dieron cuenta de que los videos ayudaban a los
alumnos en el proceso de aprendizaje. Por esta razón, decidieron poner en práctica este sistema con
todo el grupo y fueron perfeccionando la técnica. Fue así como descubrieron un software para
grabar presentaciones de powerpoint. Con el tiempo, fueron grabando cada vez más videos y
llevando esa metodología a todos los congresos en los que participaban, posibilitando de esa
manera que otros profesores también pusieran en práctica esa metodología. Como antecedente,
cabe destacar que a inicios del siglo XX, el educador francés Célestin Freinet (1976) creó un método
de reproducción de textos que se generaban en las clases. Los textos circulaban entre los
compañeros de clases y de otras clases. Este avance fue muy importante para que luego los
profesores estadounidenses perfeccionasen el método. La herramienta tecnológica que utilizó en
ese momento fue el limógrafo, conocido también como prensa escolar:
capacidad de entender a los demás. La inteligencia intrapersonal está determinada por nuestra
capacidad de entendernos a nosotros mismos.
›Metodología
Temas y subproyectos
1. DIVERSIDAD, CONTACTO Y FRONTERAS LINGÜÍSTICO CULTURALES
Objetivo Global: Dialogar con los discursos de la Lingüística, Sociología, Política
1.1. Historia del español: representaciones e imaginarios
1.2. Variedades de la lengua española
1.3. La lengua española en internet
1.4. Diversidad lingüística en América Latina
A partir de allí, los alumnos debían escoger un tema para desarrollar el proyecto final de
clase. Se tuvieron en cuenta los conceptos antes citados.
1. El estudiante perfila su diseño curricular según el interés y la necesidad que le origina su entorno y
su experiencia, tomando en consideración las inteligencias múltiples y un análisis de necesidades
de los mismos.
2. El estudiante aprende haciendo. El estudiante aprende la lengua en su contexto ya que está
rodeado de compañeros con los cuales practica la lengua todos los días.
3. El estudiante se plantea objetivos mínimos a cumplir.
4. El estudiante es el protagonista de todo el proceso de aprendizaje, el profesor apenas actúa como
un guía, como veremos al exponer el uso de los videos en la clase.
5. Se establecen pautas organizadas y esquemas operativos.
6. Se realiza a través de la Investigación–Acción–Participativa en función de las necesidades
institucionales y de la comunidad.
7. Su filosofía educativa es la Acción–Reflexión–Acción tomando como epicentro al alumno.
Hay diferentes fases en la pedagogía por proyectos que los alumnos deben seguir para llegar
con éxito a cumplir su objetivo final. La primera de ellas es informar: durante un tiempo estipulado
por el profesor -en este caso el tiempo fue de 2 meses- los alumnos deben recopilar información
sobre el tema escogido por el grupo, en diferentes libros, sitios web, revistas, etc.
La segunda parte es la de planificación; es en esta fase donde cada uno de los participantes
define qué tarea específica va a realizar.
La fase de realización del proyecto corresponde a la investigación y puesta en práctica del
proyecto. También es aquí donde los alumnos revisan entre todos el proyecto, se consultan y
corrigen entre ellos y finalmente con el profesor.
Por último, la fase de evaluar y valorar es la presentación del proyecto final ante el grupo,
incluye debates y comentarios entre todos. Luego los alumnos responden un cuestionario final con
el objeto de evaluar todo el proceso: https://unila.typeform.com/to/dofXeO.
Algunos resultados constan en la siguiente tabla:
¿He ¿Me parecieron ¿Me han servido ¿Aprendo más Prefiero Un manual y los
visto interesantes? ¿Por para aprender en casa o en la trabajar videos serían
Sí Sí Me pareceu Ambos Sí Sí
interessante
porque é uma
maneira de
acompanhar a
aula, assim
sempre sei o que
estamos
estudando e
facilita para que
possa me orientar
nos estudos da
língua
Sí Sí Muy interesante, En la Sí Sí
porque hacen universidad
fijación y revisión
del contenido de
clase.
No No vi Sí En casa No Sí
en las clases.
Para acompañar todo este proceso y para reflexionar sobre las funciones y contenidos
1
establecidos en el programa de estudios, fueron utilizados video clases, grabadas por el profesor.
Así, los alumnos de español trabajaron de la siguiente manera expuesta en el Gráfico Nº 1.
Los lunes el profesor grababa los contenidos que se trabajarían en las clases del día martes y
del día jueves exponiendo ejemplos y usando diferentes recursos. Los alumnos, a su vez, veían los
videos y realizaban preguntas y debates en el grupo de Facebook:
Grupo 1: https://www.facebook.com/groups/1406608309603550/?fref=ts
Vale destacar que los alumnos de la UNILA trabajan contenidos preparados por sus profesores y no siguen ningún
1
marco de referencia para las lenguas, sino que toman como modelos documentos oficiales de varios países de
América Latina. Y que se está llevando a cabo un trabajo para la creación de un marco regional.
Grupo 2: https://www.facebook.com/intercambio.unila
Algunos de los trabajos finales presentados por los alumnos fueron los siguientes:
Blog: http://integrandolaslenguas.blogspot.com.br/
Página Rede Social: https://www.facebook.com/pages/UNILA-biling%C3%BCe-cuenta-la-historia-de-
Foz-de-Iguaz%C3%BA/682616085082077?ref_type=bookmark
Sitio de interés: https://www.facebook.com/mirafoz?fref=ts
Video: https://www.youtube.com/watch?v=kTag92TfgLU&feature=youtu.be
Todos los videos con los contenidos trabajados en clases se encuentran en el siguiente
enlace de YouTube: https://www.youtube.com/user/Jorgelinat1/videos .
El proyecto presenta como interés adicional la posibilidad de compartir la producción
audiovisual con cursos de educación superior. En este sentido, un dictado posterior de la asignatura
contempló un trabajo recíproco con estudiantes del profesorado de Historia del Instituto de
Educación Superior Nº 28 "Olga Cossettini" de la ciudad de Rosario, Argentina, según García &
Pozzo (2015).
›Conclusión
metodología el mayor desafío al que se enfrentan los estudiosos y los profesores en la didáctica de
las lenguas adicionales.
Las clases invertidas han posibilitado que trabajemos en la clase utilizando diferentes
herramientas atendiendo a las necesidades de los alumnos. De igual manera, hemos trabajado con
diferentes estilos de aprendizaje tratando de observar todos los presentes en la clase, ya que
siempre son grupos heterogéneos.
Nos permitió también tener un espacio de reflexión en la clase y no apenas de trasmisión del
conocimiento, donde el alumno ocupó un papel más importante dentro de la enseñanza formal.
›Bibliografía
Bergmann, J. & Sams, A. (2012). Flip Your Classroom: Reach Every Student in Every Class
Every Day. Washington, DC: ISTE & Alexandria, VA: ASCD.
Freinet, C. (1976). Técnicas Freinet de la Escuela Moderna. México: Siglo XXI.
García, L. C. & Pozzo M. I. (2015). Salud y enfermedad en la ciudad de Rosario. Un abordaje
histórico para estudiantes brasileños de español de la carrera de Medicina. En Pozzo, M. I. (Ed.),
Construcción de espacios interculturales en la formación docente: competencia comunicativa
intercultural, cultura regional y TIC (164-178). Rosario: Laborde Editor.
Gardner, H. (1995). Inteligencias múltiples: La teoría en la práctica. Barcelona: Paidós.
Você é um professor digital? (Cuestionario) Recuperado de
https://unila.typeform.com/to/dofXeO el 23/11/2015
› Resumen
› Introducción
Desde hace más de quince años, las políticas del Ministerio de Educación de la
Argentina comenzaron a poner atención a las TIC (Tecnologías de la Información y la
Comunicación), que en ese año todavía se denominaban NTICS (Nuevas Tecnologías de la
Información y la Comunicación). El Portal educ.ar (www.educ.ar) fue creado en 2001 y
relanzado en 2003 como espacio para ejecutar las políticas definidas por el Ministerio de
Educación de la Nación en materia de integración de TIC en el sistema educativo.
El Portal educ.ar es un portal con noticias educativas, espacios de formación, un
repositorio de contenidos (en gran medida producidos por equipos del mismo portal pero
también curados de instituciones científicas y académicas del país) y desde 2015 un
espacio de comunidades. Recibe un millón y medio de visitas mensuales y tiene una
comunidad de 500.000 usuarios.
Desde su creación, los proyectos del Portal apuntaron a acompañar la
transformación de la educación argentina, y trabajar para mejorar los modos de enseñar y
aprender, a partir de las TIC con la clara idea de que educación con TIC no es solo utilizar
la computadora, sino sobre todo enseñar y aprender de nuevas maneras, una forma de
enseñanza que pasaba por una nueva relación con el conocimiento en el marco de los
nuevos paradigmas del siglo XXI.
Catorce años después el Portal educ.ar se ha redefinido muchas veces, dialogando
con las transformaciones de la web, los cambios de la educación argentina, las políticas
del Estado argentino en materia de tecnología y ciencia y las tendencias de las plataformas
educativas a nivel mundial.
De esta manera en 2014, educ.ar va hacia una nueva estrategia marcada por las
siguientes líneas y:
1. Pone su acento en el uso de los recursos que hacen los usuarios y no solo en la
producción de materiales.
2. Se termina de redefinir como una plataforma (proceso que había comenzado con las
tendencias de la web 2.0) en la que los usuarios dejan huellas de su experiencia y el
valor agregado que la práctica confiere al recurso digital, además de un banco de
consultas de recursos.
3. Apunta más a la comunidad de usuarios que a las visitas.
4. Apunta a las colecciones y curaciones de contenidos más que a una base de datos de
materiales educativos.
Es una cuestión de énfasis. No se agota la instancia anterior. Proyectos como la Red
educ.ar y Educ.ar en el aula (talleres y cursos virtuales) tienen que ver con esta estrategia
así como la creación del Repositorio Nacional de Recursos Educativos Abiertos (REA).
Líneas educativas como el conectivismo -en la que profundizaremos más adelante-
son el marco pedagógico de las prácticas que se proponen a los docentes de seleccionar,
articular y remixar recursos para (re-crear) objetos de aprendizajes propios en un proceso
infinito, plural y abierto.
Convicciones políticas como la necesidad de articular la calidad académica con la
igualdad, la educación como un derecho y la tecnología como una herramienta para la
distribución de capacidades del siglo XXI para alumnos y docentes como capital simbólico
son la base ideológica de estos proyectos fundados en las líneas del Ministerio de
Educación de la Nación.
› El contenido digital
1. Los conceptos de diseño instruccional en el marco del campo del e-learning que
establecieron la definición de objetos de aprendizaje como unidad mínima.
2. El movimiento Open -open source, open education, datos abiertos, software libre-
liderado por Unesco en lo educativo, que pregona la circulación de los saberes
desde las organizaciones académicas en forma masiva y libre.
3. La teoría del aprendizaje conectivista que establece el trabajo del docente como
articulador de fragmentos de saberes y materiales.
Del marco teórico del discurso instruccional tenemos la definición de learning
objects que nos ayuda a pensar el contenido digital, como señala David Wiley (2000: 4-5):
Learning Objects are defined here as any entity, digital or non-digital, which can
be used, re-used or referenced during technology supported learning. Examples of
technology-supported learning include computer-based training systems, interactive
learning environments, intelligent computer-aided instruction systems, distance learning
systems, and collaborative learning environments. Examples of Learning Objects include
multimedia content, instructional content, learning objectives, instructional software and
software tools, and persons, organizations, or events referenced during technology
supported learning.
Esta definición, según el mismo autor, puede resumirse en otra mínima: “any
digital resource that can be reused to support learning” (Wiley, 2000: 7).
Este tipo de unidades permiten a los docentes armar y rearmar secuencias
didácticas diferentes sobre la base de la propiedad de granularidad, y como más tarde
veríamos con Jonathan L. Zittrain (2008), también la generatividad, propiedad compartida
con otros desarrollos de la tecnología, como el software o los sistemas operativos.
Además de estas dos propiedades los objetos de aprendizaje son: digitales,
reutilizables, escalables, transferibles, adaptables, de fácil circulación y otras
características que les dan un valor educativo de alta potencia en el mundo simbólico.
En este punto el discurso instruccional puede completarse con el movimiento de
Recursos Educativos Abiertos (=REA). Desde 2002 muchas universidades trabajan en la
› Bibliografía
http://usuarios.trcnet.com.ar/denise/repositorio/TeoriasAprendizajeDigital_Conectivism
o.pdf el 27/08/2015
Wiley, D. A. (2000). Connecting Learning Objects to Instructional Design Theory: A
Definition, a Metaphor, and a Taxonomy. En Wiley, D. A. (Ed.), The Instructional Use of
Learning Objects: Online Version (1-35). Recuperado de
http://reusability.org/read/chapters/wiley.doc el 27/08/2015
Zittrain, J. L. (2008). The Future of the Internet and How to Stop It. Yale: Yale
University Press. Recuperado de http://yupnet.org/zittrain/ el 27/08/2015
› Resumen
› Introducción
Para reflexionar sobre las comunidades de práctica es necesario revisar, en primer lugar, la
definición de Etienne Wenger, quien acuñó el término junto con el antropólogo Jean Lave, para
referirse a un fenómeno de aprendizaje en común, entre pares. En sus palabras, una CoP es “un
grupo de personas que comparten una preocupación, un interés común acerca de un tema, y que
profundizan su conocimiento y pericia a través de una interacción continuada” (Wenger,
McDermott & Snyder, 2002). De aquí, podemos inferir los rasgos distintivos de una CoP.
Se trata de un conjunto de personas que están organizadas en un ámbito de aprendizaje
informal, vinculadas a través de lazos comunes, de un área de conocimiento que ponen en práctica
en su labor cotidiana. Lo que genera interés y mantiene unidas a las personas es un tema o una
selección de temas que abarcan ciertos aspectos de su trabajo. A pesar de la informalidad, no se
trata de un encuentro accidental entre colegas, sino de varias acciones planeadas entre los mismos
miembros.
García considera que estas acciones de participación son “diversas, complejas y a distintos
niveles” (en Valdivia Guzmán, 2009: 145). Cada miembro puede participar de la CoP según sus
posibilidades e intereses, ya sea buscando la asistencia de colegas para resolver un problema
específico, compartiendo bibliografía sobre los temas comunes, emitiendo opiniones o aportando
soluciones a los problemas planteados, narrando experiencias tanto enriquecedoras como
problemáticas, ya que es posible nutrirse de ambas. A través de la participación, se establece un
repertorio compartido, que es característico de las CoP. Vale recalcar que es el interés de los
participantes lo que mueve las acciones conjuntas y, por tanto, éste es indispensable para mantener
viva la comunidad.
Todas las formas de participación implican un compromiso mutuo, porque los integrantes
asumen una posición dentro de la comunidad, de la cual se hacen responsables, en vistas a lograr su
objetivo: el aprendizaje entre pares, que se da al compartir conocimiento y práctica.
Una CoP, entonces, al brindar un espacio de encuentro, profundiza los conocimientos y
experiencias comunes de los miembros gracias a la interacción continuada que existe entre los
participantes. También la negociación y renegociación de sentidos que se da entre ellos contribuye
al fin de alcanzar una meta común, que puede estar sujeta a una constante renegociación. En el
proceso de trabajar juntos, se inician una serie de acciones que al ser desarrolladas generan nuevas
inquietudes las cuales, a su vez, desencadenan nuevas acciones (Lucero, 2003). Este dinamismo
que, como señalamos anteriormente, perdura siempre y cuando exista interés en el tema o la
selección de temas que convoca a los miembros de una CoP a participar en ella, a su vez, hace que
ésta vaya madurando a través del tiempo y se vaya reorientando según los deseos, intereses y
acciones de los participantes.
1. Que exista entre los integrantes cierta simetría de acción, de conocimiento y de estatus, y que el
grupo sea moderadamente heterogéneo para que se produzca un verdadero intercambio.
2. Que estos tengan una meta común.
3. Que haya un bajo nivel de división del trabajo.
Así, los roles de cada integrante no son fijos ni están preestablecidos, como sucede en un
grupo con enfoque cooperativo, en el que el docente o experto establece la distribución de tareas,
los roles de los miembros y la meta por lograr antes de comenzar la labor. En la modalidad grupal
colaborativa, el docente pasa de ser la persona que fija la división del trabajo a ser un aprendiz más
dentro del grupo, donde hay interdependencia positiva entre los miembros, es decir, ellos
dependen los unos de los otros para lograr la meta común. Además de negociar las metas, todos
ellos deciden cómo abordar la labor, qué tareas realizar y con qué procedimientos, siendo la
interacción fundamental en este proceso. Asimismo, el grupo reflexiona sobre su funcionamiento y
realiza los cambios necesarios para incrementar su efectividad, es decir, que a la autoevaluación
individual se le suma la autoevaluación del grupo.
En contraposición, en la modalidad de trabajo cooperativo, cada miembro del grupo se hace
responsable sólo de la subtarea que se le ha asignado y el grupo, que no es necesariamente
heterogéneo, logra su objetivo al sumar las subtareas individuales, con el fin de lograr un resultado
o producto final específico. Así, la interacción se lleva a cabo para facilitar la obtención de este
resultado, que no es comparable con el resultado que se puede obtener al trabajar
colaborativamente. En palabras de Calzadilla (2002: 4):
Ahora bien, luego de analizar brevemente las CoP y el efecto que producen la generación y el
intercambio de conocimiento, resulta oportuno reflexionar sobre las maneras en que se pueden
Si bien es cierto que las CoP virtuales redundan en un beneficio para las distintas áreas del
conocimiento, consideramos que son particularmente enriquecedoras para la experiencia de los
docentes de los distintos niveles educativos.
Para maestros y profesores, la experiencia de participación en una CoP virtual puede ser
doblemente provechosa, porque volver a situarse en el rol de aprendiz puede brindar a un
educador, además de la innegable adquisición de conocimiento disciplinar, metodológico y
tecnológico de su interés, una nueva mirada sobre sus propios alumnos y las maneras en que ellos
pueden construir significados colaborativamente. En otras palabras, la experiencia de la
colaboración desde la posición del aprendiz lo ayuda a tomar conciencia de los beneficios del
aprendizaje colaborativo para sus propios estudiantes. Según Gros (2011: 76), la colaboración los
prepara para:
[…] asumir y cumplir compromisos grupales, ayudar a los compañeros, solicitar ayudas a los
demás, aprender a aceptar los puntos de vista de los compañeros, descubrir soluciones favorables
para todos, ver puntos de vistas culturales diferentes, aprender a aceptar la crítica de los demás,
exponer sus ideas y planteamientos en forma razonada, y familiarizarse con procesos democráticos.
A pesar de conocer estas ventajas, puede resultar que muchos docentes sientan que carecen
de los conocimientos o del nivel de experiencia necesarios para poder hacer alguna contribución
válida en un CoP y, en consecuencia, no se animen a participar activamente. Sin embargo, cabe
destacar que cualquier aporte que un individuo haga, por más insignificante que parezca, enriquece
a toda la comunidad porque, como mencionamos anteriormente, las contribuciones de cada uno de
los miembros son valoradas y lo que se obtiene integrando el aporte de cada uno de ellos es
siempre un mejor resultado. Esta valoración es similar a la que hace el docente en el aula, quien ve
en todas las contribuciones de sus alumnos la posibilidad de profundizar los conocimientos y
explorar nuevos temas.
Los procesos que se suscitan cuando un docente se sitúa como uno más dentro del grupo,
además, ayudan al docente a crecer como persona, ya que él mismo puede vivenciar los
sentimientos de sus alumnos y, a través de la devolución o respuesta de ellos, lograr conocerse
mejor. Esta forma de comunicarse con el otro, respetándolo y valorando sus aportes, interrogantes
y puntos de vista con una meta en común, hace que el docente también se autoevalúe a través de la
mirada que los demás miembros del grupo tienen de él. Esto conlleva a que reflexione sobre lo que
ha logrado y lo que aún falta hacer para seguir desarrollándose como individuo dentro de una
comunidad de pares y fuera de ella. Al compartir este espacio de interacción, negociación y
construcción de conocimiento y sentirse parte de él, la motivación de cada miembro de una CoP
crece y, en consecuencia, mejoran los resultados, lo que impacta positivamente en el bienestar,
desarrollo y valoración de cada participante.
Por último, no podemos dejar de mencionar que existe también un grupo menor de
docentes que sienten que son los únicos poseedores del conocimiento en sus clases, sin aceptar que
hay cosas que desconocen y, por ende, no se interesan por participar en entornos colaborativos con
colegas. Estos son quienes más necesitan integrarse con sus pares para confirmar que todos
crecemos en compañía de los otros, al igual que podemos nutrirnos de las experiencias de nuestros
alumnos.
› Reflexión final
Una vez que aceptamos que el aprendizaje no sólo no concluye con los estudios
universitarios, sino que se desarrolla a lo largo de nuestra vida, encontramos en las CoP el ambiente
propicio para seguir creciendo profesionalmente. La colaboración es inherente al trabajo en una
comunidad de práctica, la cual "puede mejorar los resultados de aprendizaje" (Gros, 2011).
Compartir experiencias profesionales entre los participantes de una CoP “favorece creativamente
nuevos enfoques, fomenta el diálogo, la participación, la ayuda, el aprendizaje mutuo y todo ello
incrementa el conocimiento del objeto en estudio común” (López, 2010).
Dicho aprendizaje es, sin duda, significativo para estos integrantes porque se produce en un
espacio de interacción, negociación, solidaridad, respeto y compromiso mutuo en el que cada uno
de ellos, además, crece personalmente. El sentimiento de pertenencia a una CoP estimula la
motivación de todos los miembros del grupo, impacta positivamente en la labor docente, lo que
asimismo incrementa el autoconcepto, desarrollo y bienestar de cada uno de ellos. Consideramos
que es importante que los profesionales tengan una actitud personal positiva hacia lo que pueden
hacer en una CoP para que ésta crezca, dejando de lado los prejuicios y miedos que puedan tener
antes de comenzar a participar activamente en un nuevo espacio de encuentro entre colegas.
Solamente es cuestión de encontrar el grupo de pares adecuado y animarse a interactuar.
› Bibliografía
› Resumen
› Introducción
Entre las comunicaciones que se desarrollan a partir del teléfono móvil, la interacción por
SMS está siendo paulatinamente desplazada por los programas de mensajería instantánea, tales
como Whatsapp, Line o Telegram. En este proceso, algunas características son transferidas de una
plataforma de interacción más ligada a lo textual y a la restricción de espacio, hacia opciones de
comunicación multimedial y más cercana al polo de la sincronía. Lejos de ser un pasaje lineal, cada
soporte e interfaz favorece determinadas estrategias discursivas por parte de los hablantes. Dado
que estamos asistiendo a una baja en la frecuencia de uso de los SMS, la pronta atención a las
especificidades de este servicio establece los mecanismos lingüísticos ponderados por los usuarios
en un medio regido por la brevedad y la economía. Para contribuir a la comprensión de los
fenómenos pragmalingüísticos emergentes en la comunicación por SMS, este artículo investiga en
profundidad las particularidades de las prácticas comunicativas de los hablantes de español
bonaerense, a partir de una aproximación integral desde la Sociolingüística Interaccional, la
Pragmática Sociocultural, el Análisis del Discurso y de la Conversación.
La hipótesis sostiene que las elecciones lingüísticas realizadas por los hablantes en la
construcción discursiva de las interacciones por SMS se conjugan: a) recursos y estrategias propios
de la comunicación escrita mediada por telefonía móvil (sección 4.1), b) cuestiones identitarias
vinculadas a los grupos etarios (sección 4.2) y c) fenómenos relativos al uso de la lengua en contexto
(sección 4.3). A fin de comprobar o refutar esta conjetura, se definirán algunos de los rasgos
presentes en la comunicación por SMS. El recorte corresponde a la presentación de algunos de los
fenómenos de variación, atendiendo además a las regularidades discursivas, observados en
distintos niveles de lengua que vinculan los SMS con el estilo electrónico (Vela Delfa, 2005:670) y
que opera, por otra parte, en los mecanismos de construcción y negociación de la identidad en la
comunicación contemporánea.
› Perspectiva teórica
Estado de la cuestión
“[…] being digital will be noticed only by its absence, not its presence” (Negroponte, 1998)
(Cantamutto, 2013b) como por ser un fenómeno cercano en el tiempo. Además, los SMS quedan
fuera de las categorías como CMC o de los fenómenos de internet ya que el dispositivo de ocurrencia
es casi en su totalidad el teléfono móvil y la red utilizada no forma parte de la web.
Esta particularidad provoca un vacío en la literatura general afín. De hecho, la eclosión de los
estudios sobre los SMS tiene sus orígenes ya avanzados los 2000, por ejemplo, con la edición
colectiva de la revista Estudios de Juventud, editada por el Instituto de la Juventud en España, con
amplio número de investigaciones sobre la significación del teléfono móvil y la comunicación por
SMS para la nueva generación de jóvenes europeos (Barry & Yu, 2002; Fortunati & Magnanelli,
2002; Haddon, 2002; Höflich & Rössler, 2002; Linger, 2002; Lorente, 2002; Mante & Piris, 2002;
Maris & Henin, 2002; Oksman & Rautiainen, 2002; Rivière, 2002; Vershinskaya, 2002; Yu, Sacher, &
Louden, 2002). En términos generales, todos estos trabajos pioneros refieren a temáticas relativas
al proceso de apropiación de esta tecnología y la construcción de identidad de los jóvenes a través
de interacciones vía SMS. También señalan aspectos lingüísticos que diferencian los SMS de otras
producciones. El binomio jóvenes y teléfono móvil sigue siendo el núcleo más allanado. Por ejemplo,
en España, Vall-Llovera, Gil-Juárez & Feliu (2010) analizan el discurso de los jóvenes sobre sus
momentos de ocio mediados tecnológicamente, ofreciendo pistas sobre cómo las interfaces
artefactuales no solo son funcionales para los jóvenes sino que son una forma de estar en el mundo.
En América Latina, se destacan los trabajo Martínez Restrepo & Hurtado Vera (2005) sobre las
valoraciones emergentes en la Universidad Autónoma de Occidente (Colombia) y las reflexiones en
los cambios en la subjetividad a partir del uso y apropiación del SMS por parte de Martin (2006) y
Castro Rojas (2007). Otro campo de interés es el de los rituales y prácticas habituales de los
adolescentes en edad escolar (Grellhesl & Punyanunt-Carter, 2012; Lin & Tong, 2007; Skierkowski &
Wood, 2012; Solecki & Goldschmidt, 2011, entre otros). Este nicho se retroalimenta con los trabajos
que observan la interferencia entre literacidad digital y escritura académica (Aziz, Shamim, Aziz, &
Avais, 2013; Lunsford, Fishman, & Liew, 2013). En otro orden, autores como Pérez Felipe (2003),
López Rúa (2007), Muxika Larrea (2012) y Cantamutto (2015b), han ofrecido secuencias didácticas
para trabajar en las clases de enseñanza de español con SMS.
Más allá de estas aproximaciones de corte sociocultural, algunos fenómenos lingüísticos de
la comunicación por SMS. Más cercanos en el tiempo, las aportaciones teóricas y metodológicas de
Ling & Baron (2007), Hutchby & Tanna (2008), Herring & Zelenkauskaite (2009), Panckhurst
(2009) y Tagg (2009) ofrecieron un primer panorama en profundidad de los fenómenos
emergentes. En la actualidad, importantes avances sobre los aspectos centrales de los SMS se
realizaron en el inglés por Tagg (2012, 2009) y en el francés por Panckrhust (Panckhurst & Moïse,
2012; Panckhurst, 2009) a partir del tratamiento de largos corpora de SMS. Por último, el número
monográfico especialmente editado por Linguisticae Investigationes en 2012 se sustenta como un
estado del arte a nivel internacional de los proyectos e investigaciones en curso sobre el SMS. Una
vez más, el panorama de los estudios del español presenta escasa representatividad.
Acorde a la propuesta de Herring (2000), retomada por Vela Delfa (2005:146), para el
análisis de la comunicación mediada por computadora (Herring, 1996; Kress, 2003) nuestro marco
teórico articula aportaciones teóricas de perspectivas tales como Sociolingüística Interaccional
(Gumperz, 1982a, 1982b, 2001; Tannen, 1985 y 1996), Análisis de la Conversación con aportes de la
Etnografía de la Comunicación (Gumperz & Hymes, 1972) y la Microsociología del Lenguaje
(Goffman, 1979).
Asumimos, además, los postulados de la Pragmática Sociocultural (Bravo & Briz, 2004;
Bravo, 2005, 2009), para describir el uso situado de los recursos comunicativos provistos por una
lengua determinada dentro de su propio sistema sociocultural, y en la percepción de los hablantes
respecto de estos usos (Bravo, 2009: 32). Esta perspectiva resulta significativa para comprender
cuestiones de (des)cortesía verbal e imagen, medulares en la construcción y negociación de la
identidad interaccional, y cuyo estudio es ponderado en la conceptualización de la tensión
producida entre la economía/brevedad/rapidez de la comunicación por SMS y el empleo de
estrategias de (des)cortesía por parte de los hablantes en la producción de sus mensajes. Dentro de
sus lineamientos, integramos a nuestra perspectiva sociolingüística el concepto de imagen social de
Goffman (1981) y las categorías de autonomía y afiliación, desarrolladas por Bravo (2005, 2009)
junto a las aportaciones de los diferentes modelos de cortesía propuesto por Brown & Levinson
(1987), Leech (1983) y Haverkate (1988, 1994). Dentro de las perspectivas recientes del estudio de
la cortesía verbal, optamos por el modelo de Spencer-Oatey (2000, 2002, 2011) y de Fant & Granato
(2002). En línea con Spencer-Oatey (2000), Placencia (2008: 579) explica el rapport-management
como el modelo “según el cual en las relaciones sociales los participantes pueden buscar crear,
mantener, realzar, amenazar o poner en peligro o simplemente descuidar las buenas relaciones con
su interlocutor”. En palabras de Fant & Granato (2002):
Metodología
En el trabajo de campo realizado, replicamos algunos lineamientos generales propuestos por
Hutchby & Tanna (2008) y Tagg (2009) como técnica para la conformación de un corpus de SMS. El
corpus se ha denominado SMS-CEBo (Corpus del Español Bonaerense). La muestra (aún abierta) está
conformada por >3700 SMS, que atienden a parámetros sociolingüísticos y a la región dialectal del
español bonaerense, dentro de los dominios de uso familiar, de amistad, educativo y laboral, que
corresponden a los vínculos: joven/ joven, joven/ adulto, adulto/ adulto. La totalidad de los SMS
relevados pertenecen a interacciones dentro de la esfera de la vida privada, por tanto se han
utilizado diferentes técnicas de anonimización para salvaguardar a los hablantes colaboradores.
Además, de manera complementaria, realizamos 250 test de hábitos sociales (THS) para
recabar datos sobre cómo los hablantes de una determinada comunidad describen y perciben los
diferentes recursos y estrategias de cortesía (Hernández-Flores, 2002; Boretti, 2003; Bravo, 2008;
Julián, 2013). Se aplicó a una muestra poblacional equilibrada, que atiende a las variables
sociodemográficas y se adaptó a la comunidad objeto de estudio y a la comunicación vía SMS. El
cuestionario, elaborado según la propuesta de Hernández Flores (2002), consta de tres partes:
[…] cada uno presenta sus especificidades, consecuencia directa de sus particulares
condiciones de enunciación, si bien todos manifiestan ciertas propiedades comunes que nos
permiten postular la existencia de parámetros discursivos estables que sirven para delimitar una
categoría unitaria a la que nos referiremos como discurso electrónico.
Esta denominación debe ser considerada a la luz de la discusión actual en el campo: entre
electrónico, digital y virtual se debaten las posturas (véase, por ejemplo, Rivoltella, 2008). En
términos generales, escogemos el término digital1, en detrimento de los otros, para referirnos a los
discursos e interacciones que se desarrollan a través de las pantallas de computadoras, tabletas,
teléfonos y otros dispositivos capaces de producir, recibir y procesar señales digitales.
La noción de clase textual (Ciapuscio, 1994) explica cómo los sujetos activan, ante la
producción o recepción de un texto, el sistema de conocimientos adquiridos en sus propias
experiencias comunicativas. En las comunicaciones digitales es probable que los usuarios activen, al
mismo tiempo, conocimientos sobre algún subgénero del discurso digital junto a la experiencia con
géneros más tradicionales (fácilmente se asocia al correo electrónico con la carta y al chat con la
conversación). En cambio, los SMS, las redes sociales y, en especial, Twitter, difícilmente puedan
encontrar antecedentes tan claros (aunque hay quienes arriesgan genealogías improbables). Estos
últimos tres son nodos de comunicación tan complejos que, quizás, debería pensarse a partir de
cada una de las posibilidades que ofrecen: compartir fotos, compartir texto (notas, comentarios),
interactuar con personas conocidas y desconocidas, entre otras. En particular, los SMS pueden
pensarse como notas, esquelas breves o telegramas y, como señala Vela Delfa (2005:142), “suponen
un paso intermedio entre la inmediatez de los chats y el carácter semidiferido del correo electrónico
y, en ese sentido, decimos que son interacciones no diferidas”. En esta etapa, comienzan a darse
relaciones de continuidad y semejanza entre los nuevos tipos de textos que se suscitaron en los
dispositivos tecnológicos de comunicación.
Existe cierta continuidad, en consecuencia, entre los diferentes tipos discursivos aunque
cada interfaz ofrece especificidades diferentes para la concreción del abanico de géneros
discursivos: algunos de orden más dialógico, otros de orden más monogal, algunas más
multimodales, otras no tanto, entre otras características que varían (Herring, 2015).
En este panorama, la comunicación por SMS se inscribe como un tipo discursivo particular
que retoma aspectos de tipo discursivos colindantes (como la comunicación por Whatsapp u otros
mensajeros en línea) y favorece rasgos particulares a partir de sus características primarias: una
1
En particular, seguimos las tempranas reflexiones de Negroponte (1995) en torno a la caracterización de lo digital.
conversación casi sincrónica, de carácter interaccional, limitada por una triple conjunción de
factores (número de caracteres, cantidad de bytes factibles de ser trasmitidos y tamaño de pantalla),
que ha favorecido algunos tipos particulares de actos de habla (actos directivos y expresivos) y
temáticas (cuestiones logísticas, regalos, conversación de contacto) y en el cual se observan
determinadas regularidades discursivas que se instalan como expresiones típicas de este tipo
discursivo (por ejemplo, el uso de vocativos o interjecciones al comienzo o determinadas
abreviaciones recurrentes). Además, algunas cuestiones sintácticas, léxicas y pragmáticas se
desprenden de las características anteriormente mencionadas que serán descriptas en el siguiente
apartado.
elementos- […] son el resultado de las fuerza de economía y expresividad lingüística” (Vela Delfa,
2005: 671). A lo señalado por Vela Delfa, nosotros aportamos -para la conceptualización de los SMS,
pero que puede ser extrapolable a otros tipos discursivos asociados a la comunicación digital-, la
claridad. Esta característica, poco observada por muchas investigaciones que abordan lo evidente de
la creatividad puesto en función de lo expresivo, reafirma a los SMS como un medio eficaz para
resolver determinadas metas comunicativas de los interactuantes.
De hecho, los usuarios mejoran sus estrategias comunicativas para lograr mensajes factibles
de ser comprendidos por los interlocutores. En anteriores trabajos, a partir del análisis de SMS-
CEBo, hemos descripto en profundidad los niveles morfosintácticos y léxico-semánticos (para
mayor detalle, véase Cantamutto, 2012, 2013a, 2015c, 2014, 2015a). Estas características, más
aspectos pragmático-discursivos, se pueden sistematizar desde los tres ejes (economía,
2
expresividad y claridad) que cristalizan los recursos y estrategias de la comunicación por SMS:
2
Se presenta aquí una versión ampliada y mejorada de la que fue expuesta en Cantamutto (2014: 69).
2.f) transferencias e interferencias de otras variedades: (6) A-F-1: “Hac mucho no t mando. T amo d
aca a tu ksa caminando. Sos tutto. Ti amo. Pilchi”.
2.g) código no verbal: (992) A-F-2 “:D me llenas de sonrisas :D teamo... me encanta que me llames de
3
improviso, me encantas.. teamo teamo teamo.. soy feliz con vos! (L) ” .
2.h) formas de saludos, expresión de buenos deseos, agradecimientos y cumplidos: (1064) A-M-2:
“Amigo de mi corazon!, muy Feliz Cumpleaños!, espero que la estes pasando de maravilllas,
Graciaa por tu amistad incondiciona, Te Quiero Mucho y a ver cuando festejamos!”.
2.i) fórmulas de tratamiento: (2134) A-M-4: “Buenisssimo, Hija. Bssss”.
3) Claridad
3.a) modos y tiempo verbales congruentes (indicativo y presente predominantes; ausencia de
modalización): (484) A-M-1: “Eu mono voy a comer tambien decime cuanta guita pongo.”
3.b) uso de deícticos tempo-espaciales: (3039) A-F-3: “Voy para allá entonces! Cariños”.
3.c) selección léxica en pos de la desambiguación: (3329) B-M-3: “OK PUEDO ESTA LAS 7 + O –
GUSTAVO”
3.d) marcadores discursivos: (2361) A-F-4: “bueno entonces no se,se bueno lo del pastel”
4) Claridad y expresividad
4.a) referencias al hablante y al destinatario: (2780) A-F-2: “Bueno, vos manotea todo y vemos.yo
tengo que sacar las fotocop y autenticarlas, estoy en cero. En 40 min andare. Te escribo antes d
pasar. Beso!”.
4.b) sintaxis: (2654) B-F-5: “Ro si paso es a las 16 pero no se xq si viene a trabajar el electricista no
puedo ir en ese caso paso el lune sis dios quiere si estas siempre a las 16”.
4.c) puntuación (significativa y diacrítica): (3023) A-F-4: “Hola Su! Si! Voy tipo 19 hs puede ser? Ctos
tirones de oreja?”.
El uso significativamente mayor de ítems expresivos se correlaciona con los temas
predominantes en las interacciones: entre jóvenes predomina la conversación de contacto (small
talk) y los intercambios que buscan el mantenimiento de las relaciones a partir de mensajes que son
gestos de cariño o simpatía (Taylor & Harper, 2002; Lin & Tong, 2007) y que buscan demostrar
cercanía (Spagnolli & Gamberini, 2007). En cambio, en los intercambios entre hablantes de los
grupos 3, 4 y 5, predominan los temas ligados a organización de actividades o encuentros y
trasmisión de información. Es decir, predominan las fases transaccionales entre los hablantes
mayores mientras que en los jóvenes lo hacen las fases interaccionales. A pesar de estas diferencias,
algunas cuestiones permanecen vigentes en todos los grupos etarios: entre ellas, el uso del vocativo
al inicio de la interacción, a fin de focalizar el mensaje en el interlocutor, canalizar a través de
diferentes expresiones en función de vocativo las estrategias de cortesía para salvaguardar la
imagen del interlocutor (cortesía negativa) y hacer manifiesto el vínculo existente entre ambos
interactuantes (dentro del continuum +/- solidaridad o +/- poder y +/- distancia o +/- proximidad).
3
Este emoticón se transfiere a partir de la comunicación mediada por computadora, al poner “(L)” aparece un
corazón.
Ejemplo 1
Vínculo: laboral. Contexto: un representante de los trabajadores (Alberto) solicita al jefe (Mati) algún
dispositivo para que otros compañeros de trabajo (los serenos) puedan comunicarse.
1. (2041) B-M-3 a A-M-2: “Hola Mati vos le dejaste la comunicacion a los sereno”.
2. (2042) A-M-2 a B-M-3: “Hola Alberto, estaba en reunion. No les deje nada”.
3. (2043) B-M-3 a A-M-2: “Xq me manifesto perez que la otra noche andaban autos que paraba y
pasaba el mismo a cada rato no tenia para comunicarse”.
4. (2044) A-M-2 a B-M-3: “Ok Alberto”.
En primer lugar, en esta interacción nos encontramos ante una relación asimétrica de +
poder y + distancia, donde Mati se ubica en el polo de mayor poder y Alberto en el de menor. El
estudio de la cortesía lingüística entiende que en las elecciones de los hablantes quedan marcas que
reflejan las relaciones existentes entre los interactuantes. En el Ejemplo 1 es posible observar como
en la forma vocativa elegida por Mati para nombrar a Alberto, en 2 y 4, sobrepone la distancia
existente entre ambos (al no usar ningún diminutivo o truncamiento del nombre), a pesar de los
intentos de Alberto por disminuirla en 1. Asimismo, esta interacción -carente de rasgos expresivos-
permite observar otros elementos propios de la conformación discursiva de los SMS. Por un lado, las
formas de saludo en 1 y 2 se justifican en la relación de los interactuantes y en el ámbito en el cual
se produce la interacción. Además de observarse algunas faltas de ortografía en las intervenciones
de Alberto (“comunicacion”, “manifesto”, “paraba”, “tenia”), se observa una sintaxis parcelada
correlacionada con el estrato socioeducativo del emisor (nivel bajo).
En este intercambio solo se observan dos abreviaciones. Por un lado, “Xq” es un esqueleto
consonántico y rebús (Cantamutto, 2012, 2014). Con los teclados alfanuméricos, esta forma se
generalizó en la primera configuración discursiva de los SMS. Por otro, “ok” es un acortamiento
lexicalizado producto de una transferencia de otro código -de inglés a español- y se ha constituido
como préstamo lingüístico (Castillo Fadic, 2002). La intervención 4, por su parte, merece un análisis
diferenciado. El envío de SMS con la confirmación de recepción (y comprensión) de la intervención
previa se coliga con los grupos etarios 3, 4 y 5 (Cantamutto, s/f, 2015c, 2015a). En los THS, los
adolescentes y jóvenes no ponderan este uso de “ok”, porque lo adscriben al desconocimiento: los
SMS llegan, no requieren confirmar su recepción. Es probable que la forma tienda a desaparecer
conforme los usuarios utilicen plataformas de mensajería instantánea cuya información provista
(visto, leído, doble check) funciona como intervenciones que completan el par de adyacencia.
Los rasgos de los hablantes adultos tienen su espejo en los usuarios más pequeños. La
menor presencia de rasgos expresivos se observa preferentemente tanto en hablantes de 12 y 13
años (grupo 1) y en segmentos del grupo 4 y 5.
Ejemplo 2
Vínculo: compañeras de escuela. Contexto: una nena le escribe a la otra para organizar ir al cine.
1. (773) A-F-1 a A-F-1´: “Queres ir al shopping al cine? Te dejan”.
2. (774) A-F-1´ a A-F-1: “No”.
3. (775) A-F-1 a A-F-1´: “No te dejan?”.
4. (776) A-F-1´ a A-F-1: “No”.
Como muestra este ejemplo, la ausencia total de rasgos expresivos afecta también la claridad
requerida. En esta interacción, solo se comprueba un estilo conciso no bien recibido por el
interlocutor. Acorde a los THS, las respuestas demasiado breves obligan al primer actante a
reformular su pregunta a fin de satisfacer la información requerida: en la respuesta de 2 no se
infiere si se niega la invitación o la autorización por parte de los padres. Es por ello que en 3, la
primera hablante debe reformular la pregunta para corroborar el referente de la primera negación.
En el siguiente apartado continuamos el análisis de estos recursos a la luz de la activación de
rasgos identitarios vinculados con la edad de los hablantes.
Promedio Promedio
Femenino Masculino Femenino Masculino
general general
[n=2120] [n=1632] [n=2120] [n=1632]
[N=3752] [N=3752]
2313 SMS]
Tabla 1. Cantidad de caracteres y palabras promedio por grupo etario y sexo de los usuarios hablantes. Fuente:
elaboración propia en base al corpus SMS-CEBo.
Una cuestión largamente estudiada ha sido la comunicación de los jóvenes a través de los
diferentes dispositivos electrónicos (véase supra). Gran parte de la literatura coincide en describir
preferentemente los rasgos comunicativos de los jóvenes como propios de una cibervariedad o
ciberhabla (Covarrubias, 2008; Betancourt Arango, 2010; Palazzo, 2010) o lenguaje chat (Avedaño,
2007). Sin embargo, pocos se han detenido a valorar diacrónicamente algunos de estos postulados.
El uso de abreviaciones, esqueletos consonánticos y truncamientos no es ponderado por los
4
hablantes; máxime cuando se asciende en los grupos etarios . Esta forma de escritura ha sido
identificada prematuramente con la producción de los jóvenes. Si bien este grupo etario fue quien se
apropió rápidamente de las tecnologías y, a través de ellas, se comunicó con mayor soltura, la
conjunción de un período particular de la vida que trae consecuencias de orden lingüístico
(Zimmerman, 1996) junto con el estado inicial de los dispositivos –pantallas pequeñas, teclados
alfanuméricos, ausencia de herramientas de escritura- favoreció este tipo de recursos en pos de la
rapidez y la expresividad (Cantamutto, 2012).
Desde una perspectiva diacrónica, los datos de SMS-CEBo muestran dos líneas diferentes:
por un lado, la disminución progresiva de formas abreviadas y su expansión moderada a otros
grupos etarios; por otro, la relación directa entre tipo de teclado, sistema de escritura y uso de
formas abreviadas. La percepción que los jóvenes tienen sobre su propia escritura difiere de la de
los adultos. Ellos señalan en los test que ser poco expresivo es un rasgo de descortesía: “ser
descortés vía SMS es escribir, por así decirlo, “cortado”, ya que por lo menos los adolescentes
5
sentimos que el que responde [así] está ofendido o como en este caso, [es] descortés” ; por lo tanto,
4
A modo de ejemplo: “obviamente los SMS que no suelo comprender son aquellos con muchos errores de sintaxis,
falta de puntuación o exceso de abreviaturas (esto último me ocurre cuando intercambio sms con gente más joven
que yo)”. En THS 165: M-A-2.
5
THS 205: F-A-1.
las producciones actuales de los adolescentes intentan “no abreviar mucho y utilizo excesivamente
6
caras o puntos para darme a entender” .
Los datos de SMS-CEBo y de los THS ofrecen evidencia sobre aspectos centrales del estilo de
los SMS: por un lado, la acumulación de recursos expresivos es prioritaria en la interacción dentro
de los grupos 1 y 2, en los vínculos de amigos y pareja, aunque no lo es en las díadas de compañeros,
conocidos o en interacciones con adultos y adultos mayores (grupos 3, 4 y 5). En consecuencia, se
utilizan estos recursos como forma de mantenimiento del lazo entre jóvenes. El único elemento
expresivo que se observa de manera generalizada en todas las interacciones de cualquier grupo
etario, en cualquier ámbito, y en todas las escalas de +/- cercanía y +/- solidaridad, es la forma
vocativa al comienzo del SMS. Los SMS del grupo 3 suelen tener una sintaxis y una ortografía más
cuidada, así como la presencia de formas de saludo al comienzo o al fin de la interacción. En tal
sentido, la configuración discursiva del SMS se acerca a la interacción cara-a-cara y se completan la
mayoría de los pares de adyacencia. Por su parte, en las producciones de los hablantes del grupo 4 y
5 se observa aquello que se percibe como “los SMS sin lentes”. Muchos de los elementos que en los
jóvenes podrían interpretarse como propios de la creatividad de este grupo, en los adultos mayores
se correlaciona con la dificultad para operar en los teclados y con las herramientas de escritura y el
tamaño de la pantalla, y consecuentemente de la letra. Tal como se deja entrever en el siguiente SMS
(Ejemplo 3), la emisora no tiene la competencia tecnológica suficiente para incorporar palabras
nuevas en el diccionario del teléfono y opta por ítems similares que permitan la comprensión del
interactuante. Asimismo, el teclado alfanumérico del cual se producen las emisiones favorece este
tipo de producciones (“gastrointe ritis”) así como la ausencia de espacios luego de un signo
ortográfico (“ritis,le” o “anda,tiene”).
Ejemplo 3
Ejemplo 4
6
THS 217: F-A-1.
Ejemplo 5
Ejemplo 6
Vínculo: amigas. Contexto: una amiga escribe a la otra para terminar la tarea escolar.
1. (67) A-F-1 a A-F-1´: “Gorda esta horrible el dia y estoy terminando lo de historia, avisame q me
conecto elegimos el des. y llevo las cosas dsd ksa. kiss”.
2. (68) A-F-1´ a A-F-1: “Okok despues me conecto y te digoooooo”.
3. (69) A-F-1 a A-F-1´: “Fijate si lo podes grabar, no me anda la lectora de cd”.
4. (70) A-F-1´ a A-F-1: “No tengo cd gorda”.
Vínculo: madre-hija. Contexto: la hija pide autorización a su madre para invitar a una amiga a su casa.
1. (75) A-F-1 a A-F-4: “Me dijo fiore si puede venir la hermana mañana 5.30, decime asi le respondo”.
2. (76) A-F-4 a A-F-1: “Decile q si”.
20,68%
La cortesía se usa ante desconocidos
16,43%
Imagen 1. Ponderación de las estrategias de cortesía. Fuente: Elaboración propia en base a los datos de los THS de
mayores de 20 años.
Los SMS 68, 70, 71, 73 y 75 fueron escritos por la misma hablante; sin embargo, en estas
pocas producciones es posible observar cómo cambia su estilo de escritura en función de la persona
que recibirá el SMS. En este proceso de indexación social, la variación estilística de los
interactuantes arroja datos que comprueban la hipótesis sostenida. Las variables que deben
considerarse no son sólo las relativas a la edad, sino también al grado de confianza y cercanía que
pueda existir entre los miembros de la díada.
En tal sentido, en los SMS es posible detectar elecciones que se vinculan con una cuestión de
género. Así se ve en los SMS 3731 y 3735: el emisor utiliza dos formas diferentes para contestar la
intervención previa:
Ejemplo 7
Vínculo: laboral. Contexto: una joven pregunta a la persona que organiza el catering de su fiesta la
hora a la que debe ir a ayudarla.
1. (3734) A-F-2 a A-F-3: “Ale; voy a las 14 o mas tarde? Beso so”.
2. (3735) A-F-3 a A-F-2: “Daleeeeee besooo”.
Vínculo: laboral. Contexto: un joven pregunta a la persona que organiza el catering de su fiesta si
necesita ayuda.
1. (3730) A-M-2 a A-F-3: “Perfecto, te parece que le pidamos ayuda a alguien para mover las mesas?”.
2. (3731) A-F-3 a A-M-2: “Noo. Lleven la lista de las mesas.”.
Ajeno a los objetivos de este trabajo, los rasgos expresivos ponderados por las estrategias
afiliativas entre el mismo sexo son tan relevantes como los que priorizan dichos rasgos entre grupos
etarios (véase supra). Por último, destaca la relevancia del vínculo existente entre los interactuantes
tiene en los test realizados en hablantes adolescentes, tal y como lo muestra el siguiente gráfico:
No usar emoticones 4%
Gráfico 2 Estrategias de cortesía en la escritura de SMS por adolescentes. Fuente: Elaboración propia en base a los
datos de los THS.
› Palabras finales
elementos más ponderados por los hablantes en intercambios donde los recursos plausibles de ser
usados son pocos: de tal modo, las fórmulas de tratamiento en su uso vocativo, por ejemplo, se
siguen erigiendo como elemento estructurante de la gestión interrelacional que trasciende la
comunicación por SMS.
A modo de cierre, asumimos que esta breve descripción no agota la complejidad de los SMS
que requieren un acercamiento minucioso a cada uno de los fenómenos observados en el SMS-CEBo;
principalmente, en relación a las variables de estudio. En futuros trabajos se profundizará sobre las
regularidades discursivas y las variaciones observadas, ahondando el estudio en los aspectos
relativos a la variación sociopragmática y al estilo comunicativo. En tal sentido, ahondar en las
formas que adquieren los diferentes actos de habla, por ejemplo, ofrecerá mayor detalle sobre la
conformación discursiva de los SMS. De este modo, podremos avanzar en la identificación de los
recursos y estrategias que son propios de una plataforma de interacción más ligada a lo asincrónico
hacia otra cercana al polo de la sincronía (como Whatsapp, por ejemplo).
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› Resumen
Este trabajo se enmarca en un macroproyecto que tiene por finalidad explorar aspectos
lingüísticos y sociales de la comunicación mediada por las nuevas tecnologías. En el macrocontexto
de la sociedad móvil, la interpretación de los metamensajes sobre el uso de los nuevos medios
resulta particularmente desafiante, dado que las ideologías sobre estos medios de comunicación
suelen estar en constante evolución y varían de un grupo de usuarios a otro, sobre todo de un grupo
etario a otro. Así, tomando la edad como variable demográfica, diversos estudios (Baron, 2008;
Gershon, 2010a, entre otros) han centrado la atención en la forma en que grupos de jóvenes
evalúan las prácticas sociales en función de los medios digitales. Partiendo de lo expuesto, en esta
comunicación nos proponemos indagar, como etapa previa a un análisis de corte lingüístico, las
manifestaciones de grupos de estudiantes universitarios de diferentes nacionalidades respecto de
la percepción que tienen de sus propios hábitos comunicacionales electrónicos. El análisis se centra
en un corpus conformado por 300 encuestas estructuradas y administradas a alumnos
universitarios, de entre 18 a 25 años de edad (150 argentinos, 100 noruegos, 25 canadienses y 25
norteamericanos) en el período abril-agosto de 2013. Argumentaremos que la forma en la que los
estudiantes conceptualizan el uso de un determinado tipo de medio de comunicación electrónica
demuestra estar más estrechamente vinculada a los tipos de dominio de uso, al tipo de actividad
comunicativa y a la edad de los usuarios, que a su cultura o nacionalidad.
› Introducción
Este trabajo se enmarca en un macroproyecto sobre lenguaje, identidad y uso de las nuevas
tecnologías, que explora la comunicación mediada por computadoras (CMC) desde diferentes
enfoques alternativos y, a la vez, complementarios (pragmático-discursivo, socio-cultural,
lingüístico-comunicacional, tecnológico-educativo, entre otros). La investigación es llevada a cabo
por el grupo LENCOTEC (Lenguaje, Comunicación y Tecnologías), radicado en la Facultad de
Lenguas y Estudios Extranjeros de la Universidad de Belgrano y el PICT Tipo A 2013-0568/2014-
2017, radicado en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires.
Para este trabajo nos centramos en la perspectiva sociocultural, a fin de indagar la manera
en que jóvenes universitarios conceptualizan las nuevas tecnologías de la comunicación y los usos
que hacen de ellas. Para tal fin, estudiamos los discursos evaluativos que construyen, mediante los
cuales adoptan diversas posturas respecto de la contribución de los medios sociales y del lenguaje
que en ellos se emplea para la mediación de sus relaciones interpersonales.
Nuestro interés es indagar, como etapa previa a un análisis de corte más propiamente
lingüístico, las manifestaciones de grupos de estudiantes universitarios de diferentes
nacionalidades respecto de la percepción de sus propios hábitos comunicacionales electrónicos.
En esta ocasión, en primer lugar, presentamos unas breves consideraciones teóricas, luego
de las cuales, en segundo lugar, exponemos los datos correspondientes al corpus de análisis y a la
metodología de trabajo. En tercer lugar, introducimos los criterios y categorías de análisis, y
mostramos los principales resultados obtenidos. Por último, en las conclusiones, argumentamos
que la forma en que los estudiantes conceptualizan el uso de un determinado medio de
comunicación electrónica suele estar más vinculada al dominio de uso, a la actividad comunicativa
involucrada y a la edad de los usuarios, que a diferencias de cultura o nacionalidad, y también
presentaremos las futuras líneas de nuestra investigación.
A pesar del incremento que día a día experimenta este tipo de comunicación, como ya han
señalado Gálvez Mozo & Tirado Serrano (2006) y Gershon (2010a, 2010b), entre otros, todavía
› Datos y métodos
de entrevistas a alumnos universitarios de entre 18 y 25 años de edad. Los encuestados son jóvenes
de diferentes nacionalidades: 150 argentinos, 100 noruegos, 25 canadienses y 25 norteamericanos.
Los datos fueron tomados entre abril de 2011 y agosto de 2013. Las entrevistas se llevaron a cabo
en diversos espacios públicos e institucionales de las universidades de Belgrano (Argentina),
Massachusetts (Estados Unidos), Ottawa (Canadá) y Vestfold (Noruega).
Los alumnos participaron de entrevistas estructuradas en torno a 26 preguntas cuya
finalidad era indagar sus hábitos, preferencias y percepciones, en relación al uso de distintas formas
de comunicación mediada por dispositivos móviles y computadoras, según diferentes ámbitos y
actividades comunicativas.
En esta primera etapa, el análisis se abordó desde una perspectiva cuantitativa, aunque no
se realizaron pruebas estadísticas, dado que para ello se necesitaría un número mayor de
informantes. Sin embargo, como el análisis lingüístico que se pretende llevar a cabo como meta final
es de corte cualitativo, la cuantificación aquí presentada tiene el objeto de proveer información de
índole no lingüística, que resulta crucial para poder indagar cómo el lenguaje se articula con el uso
de las nuevas tecnologías en la creación de significado social.
Las preguntas de investigación que nos hemos hecho han sido las siguientes:
› Análisis
Creemos importante aclarar que las encuestas no tienen por finalidad indagar el uso que los
encuestados hacen de los nuevos medios, sino explorar cómo conceptualizan el uso que hacen de
ellos en determinadas actividades de la esfera social. Es decir, nos interesa examinar cómo perciben
y evalúan a estas formas de comunicación y a sus usuarios.
A fin de presentar los principales resultados de la encuesta, los hemos organizado en
función de las distintas áreas sobre las que indagaban las preguntas:
En Estados Unidos, es aún más evidente el predominio de Facebook y del email frente a los
dos medios que siguen -llamadas y mensajes-, que no superan el 60%. Destacamos también que, en
Argentina, el uso de Skype está menos extendido aún que en los otros tres países encuestados.
Por otra parte, contrariamente a nuestras expectativas iniciales, el uso de Twitter no parece
estar tan difundido entre los jóvenes encuestados. Tampoco lo estaba, en el momento en que se
tomó la muestra, la aplicación WhatsApp, ya que su actual lugar estaba todavía ocupado por MSN,
dada su gran aceptación como medio de comunicación vía chat.
Cabe aclarar también que, en las dos muestras mayores, las de Argentina y Noruega, en las
que se tuvo en cuenta la variable género, las diferencias al respecto no resultaron demasiado
significativas, ya que los cuatro medios mayoritariamente preferidos -mensajes de texto, email,
Facebook y llamadas de celular- presentaron una distribución pareja entre varones y mujeres.
1
Todos los gráficos son de elaboración propia.
Quizás pueda resultar interesante la distribución que presentó el uso de MSN: bastante
parejo entre conversar/interactuar y tratar temas de estudio, mientras que su uso disminuye
cuando se trata de planificar encuentros.
contestar cuál de todas estas tareas solían realizar habitualmente mientras se comunicaban en línea
con otras personas. Las respuestas reflejaron que lo que más hacen los encuestados mientras
interactúan en línea es buscar información en Internet y hacer trabajos para la universidad. Menos
frecuente fue la respuesta de jugar y menos aún, la de leer el diario, excepto para los encuestados de
Noruega, para quienes después de la búsqueda en Internet, estaba la lectura de periódicos.
En cuanto a cantidad de amigos, la mayoría de los encuestados que utiliza Facebook en los
dos corpus mayoritarios, el de Argentina y el de Noruega, afirma tener entre 200 y 500 en esta red,
mientras que en Estados Unidos y Canadá el espectro resulta más amplio, entre 200 y 1000:
La última pregunta de esta área procura indagar sobre la costumbre de usar el celular
simultáneamente con una interacción cara a cara. A partir de las respuestas obtenidas, se puede
decir que se trata de un uso muy extendido en Argentina, con un 69% de aceptación, que alcanza el
100% en Estados Unidos; en cambio, en Canadá, tiene solo el 41% de aceptación y, en Noruega,
desciende al 30 %, dando cuenta de que esta práctica es mucho menos aceptada:
No obstante, en relación al amplio consenso encontrado en nuestro país para esta actividad
en simultáneo, las entrevistas complementarias de la encuesta que hemos estado aplicando y que
nos permiten establecer distinciones más finas, muestran que los encuestados no aceptan
indiscriminadamente cualquier tipo de intervención. Según manifiestan, si es un mensaje breve,
cuya respuesta implica poco tiempo, no tienen problema en contestarlo mientras interactúan con
otros; pero rechazan las interrupciones más largas, que puedan distraerlos del intercambio cara a
cara que están sosteniendo.
Solo en la pequeña muestra de Estados Unidos los resultados están más balanceados entre
los que están a favor y los que no consideran positivo este tipo de comunicación para las relaciones
interpersonales.
Asimismo, cuando se les pregunta sobre su preferencia respecto de los medios virtuales
frente a la comunicación cara a cara para ofrecer ya sea información general o expresar
sentimientos para con sus amigos o pareja, los encuestados de los distintos países de la muestra se
pronuncian favorablemente respecto de su aceptación de la comunicación mediada:
Las dos últimas preguntas de la encuesta tienen que ver con aspectos que involucran el
ámbito afectivo de los participantes. La primera de ellas puntualmente interroga acerca de la
aceptabilidad de los medios para terminar con una amistad o relación de pareja y la segunda busca
saber si los encuestados prefieren hacer uso de los medios virtuales o de la comunicación cara a
cara al momento de enfrentar una situación de conflicto, como puede ser mantener una pelea o una
discusión con alguien. Contrariamente a la gran aceptación respecto de la comunicación mediada
obtenida en las respuestas anteriores de este bloque, para este tipo de situaciones que
comprometen el ámbito de los sentimientos, la mayoría de los encuestados rechaza la
intermediación y se pronuncia a favor de estar en presencia del interlocutor:
1. Porque si (él) me deja mandándome un texto quiere decir que nunca le importé.
2. Es de cuarta largar a tu novia con un texto…
3. No podés cortar con un email, un texto o un WhatsApp, es como decir que la
relación nunca existió. Es de cobarde.
4. Está re-mal. Yo no le diría a mi novio que lo dejo escribiéndolo en Facebook. Es
humillante y a parte porque se lo hacés saber a todo el mundo…
› Conclusiones
Hasta aquí, nuestros resultados han permitido explorar cómo los encuestados
conceptualizan y manifiestan las distintas ideologías respecto de estos nuevos medios. La
cuantificación presentada provee información sociolingüística básica para abordar la segunda etapa
de nuestra investigación, centrada en un análisis lingüístico, de corte cualitativo. Para esta próxima
etapa, y sobre la base de otras entrevistas administradas en las mismas instituciones educativas,
nos proponemos considerar las siguientes preguntas de investigación:
› Bibliografía
University Press.
---- (2010b). Media Ideologies: An Introduction. Journal of Linguistic Anthropology, 20(2),
283-293.
Giammatteo, M. (en prensa). Aspectos léxicos y expresivos de la lengua de Internet. En Actas
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Argentina. Buenos Aires: Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires.
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Mendoza: Editorial de la Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional de Cuyo-SAL.
Parini, A. & Giammatteo, M. (Eds.) (2014). Lenguaje, discurso e interacción en los espacios
virtuales. Mendoza: Editorial de la Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional de Cuyo-SAL.
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Cambridge, Massachusetts: MIT Press.
La imagen en Facebook y la
comunicación visual móvil. El caso de la
fotografía celular
GUREVICH, Ariel / Universidad de Buenos Aires – [email protected]
SUED, Gabriela / Universidad de Buenos Aires – [email protected]
» Palabras clave: retórica visual, fotografía celular, sociedad del espectáculo, Facebook,
narrativas del yo.
› Resumen
En una red social principalmente visual, el desafío de abordar las imágenes es un capítulo
necesario. La imagen fotográfica en Facebook ha sido trabajada como representación estilizada del
yo, en los desarrollos herederos de Paula Sibilia (2009) en La intimidad como espectáculo. El
abordaje que propone este trabajo se aparta de esta postura y se concentra en las prácticas
comunicativas en torno a la imagen. Nos basamos en los desarrollos del paradigma de la
comunicación visual móvil, que estudia el caso de los celulares con cámara como herramienta para
la comunicación. Los celulares-cámara con acceso a internet hacen ingresar la fotografía a nuevas
prácticas tecnológicas poniendo en cuestión sus previsibilidades retóricas, temáticas, enunciativas.
La práctica de la fotografía celular como práctica personal hace que el usuario productor se inscriba
en una narrativa del yo visual. No hay imagen en Facebook que no tenga como destino la
comunicación interpersonal. La imagen que comunica el ahora, postal digital alterdirigida, se abre a
nuevos usos para comunicar más de lo que estrictamente contiene. Los conceptos ejes de
comunicación ritual y presencia social mediatizada enriquecen el planteo de la cultura visual en
términos de espectáculo o pérdida de intimidad, para pensar usos ligados a la función de
mediatización del contacto y la afectividad, en los que los usuarios satisfacen un deseo
telecomunicativo: el contacto con el otro más allá de las distancias físicas. Un modo en que
resuelven el problema del tiempo más que el de la vanidad, o en todo caso, gestionan sus propias
soledades.
› Introducción
Los usuarios de Facebook subieron 250 billones de fotos al sitio, y en promedio publican
350 millones por día. Cada usuario en promedio ha publicado en su perfil 217 fotos (Wagner,
2013)1. Quien mira en la plataforma preocupa a los que temen por la privacidad de sus imágenes -
que puedan ser vistas más allá de su red de contactos- y a muchos analistas, que hacen énfasis en la
metáfora de vigilancia, que desde la modernidad tiene eje en la mirada como dispositivo de control.
Los usuarios inicialmente abrieron una cuenta en Facebook para ver y compartir fotografías
(Piscitelli, Adaime & Binder, 2010). Lo visual rápidamente excedió la puesta en común del álbum
fotográfico, para dar lugar a numerosos juegos con eje en lo icónico. Fotografías que los usuarios
subían desde el celular, mostrando qué están comiendo y en dónde, imágenes del trabajo o de su
ventana al levantarse. Comunicando en tiempo presente aquello que pasa a la altura de sus ojos.
Fotos de carácter mundano, disponible simultáneamente para todos sus contactos.
La fotografía celular como práctica tecnológica crece en popularidad en un contexto donde
Facebook adquiere aplicaciones móviles de comunicación de imágenes (Instagram) o servicios de
mensajería que permiten compartir imágenes de forma privada (WhatsApp, Messenger), que
marcan el rumbo futuro de la plataforma. El 48% de los usuarios diarios en Facebook solo lo usan
desde celulares, y el 49% de las ganancias de la compañía viene de anuncios por celular (Lunden,
2013). Los usuarios diarios vía teléfono celular crecieron un 45% de 2012 a 2013 (de 604 a 874
millones), esto incluye a los que usan exclusivamente en celulares y como apoyo al desktop, de
2
acuerdo al informe de los primeros tres meses del año 2014 (Constantine, 2014) .
Nuestra hipótesis es que los celulares-cámara con acceso internet como primer dispositivo
convergente telecomunicativo disponible para el usuario medio, hacen ingresar la fotografía a
nuevas prácticas tecnológicas poniendo en cuestión sus previsibilidades retóricas, temáticas,
enunciativas de la foto digital tal como existía previamente, no solamente “como tecnología para el
registro sino como tecnología para la comunicación” (Villi, 2010).
a una narrativa. Una espontaneidad seleccionada que al ser compartida revela un momento de
cierta intensidad expresiva. Si la cámara registra una objetividad (aquello que enfoca existe
independientemente de quien lo mira) en la elección se trasmite un punto de vista como atributo
del focalizador. Las imágenes son subjetivas de sus ojos. Establecen pausas, en general descriptivas,
catálisis. El narrador interrumpe el transcurrir para introducir algún tipo de consideración.
Muchas veces son pequeñas epifanías domésticas. No solo aquellos momentos rutinarios
sino los inesperados de la vida ordinaria (Wagner, 2007). Se produce cierta idealización en la
captura, a través de filtros visuales que proporciona Instagram. La fotografía celular puede
participar así en las operaciones alterdirigidas en las que el yo se cuenta para la mirada de otros de
forma estilizada, en narrativas que toman préstamos de géneros cinematográficos y publicitarios
(Sibilia, 2009), compartiendo momentos asociados al consumo y el ocio.
La fotografía personal recibe distintos nombres que sin ser sinónimos aluden a un mismo
campo: vernácula, doméstica, del consumidor, instantánea. Opera como transposición visual de la
libreta de notas (Kindberg, 2005). Igual que el diario personal, no busca dar cuenta de una
continuidad y coherencia narrativa sino del entorno del yo, que se produce a fragmentos,
concomitantes al acto de escribir o registrar visualmente. Las fotos que el usuario publica son
huellas de su trayectoria, aunque los ámbitos de sus viajes no sean más que el propio hogar o el
trabajo.
La imagen que comunica el ahora, postal digital alterdirigida, se abre a nuevos usos para
comunicar más de lo que estrictamente contiene. El otro es invitado a ocupar los ojos del
focalizador. La fotografía celular parece decirle: “ponte en mi lugar”, “mira a través de mis ojos allí
donde no estás” (Villi, 2010). La fotografía funciona como place event que combina espacialidad y
temporalidad capaz de aglutinar contactos. Pone fragmentos de realidad espacio-temporalizada a la
que se puede acceder desde cualquier ubicación física. El registro de la experiencia física se
encabalga con una experiencia virtual que no exige la copresencia en el contacto.
El 40% de los usuarios responde más a publicaciones con contenido visual que con texto
plano (Sibbley, 2012). El 85% de las publicaciones con más interacciones son imágenes
fotográficas. Las fotografías obtienen 53% más de likes, 104% más comentarios y 84% más clicks
sobre ellas que los post exclusivamente basados en textos (Cooper, 2013). Como sostienen López &
Ciuffoli (2012):
Facebook está directamente vinculada con compartir experiencias. Este servicio constituye
el primer lugar indicial de la red, puesto que los usuarios asocian sus fotos o álbumes a situaciones
de estado del tipo «mirá dónde estuve», «mirá lo que hago», «mirá con quién estoy», «mirá quién
soy». Más aún, las fotos pueden ser etiquetadas con los nombres de nuestros «amigos» y de esa
forma se acelera el proceso de compartirlas.
Los mensajes que contienen imágenes se hacen más efectivos al sugerir factualidad (Van
Dijk, 1992). A nivel narratológico, entronca con la proliferación de indicios e informantes, que para
Barthes (1986) son operadores realistas, enclavan la “ficción” en lo “real” (“ver para creer”). Esta
naturaleza factual de los acontecimientos es subrayada a través de la evidencia (imagen como
prueba), testigos (personas cuyas menciones o etiquetas funcionan como hipervínculos a su perfil),
y la ubicación espacio-temporal que comunica al yo.
El ritmo narrativo de las imágenes transcurre en la textura del presente. Cuando la foto no
es sincrónica al acto de enunciar se lo aclara textualmente, para que pueda ser leído ese desfasaje.
Un álbum de las vacaciones, que se actualiza día a día. O un álbum temático que se actualiza,
sedimentando esos presentes en un pasado (Vida en Argentina, Momentos) o una imagen del pasado
donde el usuario recuerda u homenajea: es un operador nostálgico.
La imagen cargada de informantes opera como documento -testimonio, máquina retórica de
producir verdad-. La imagen que tiene indicios genera suspenso, pide comentarios para
desambiguar el sentido. Muchas veces lo que la imagen dice no está en ella misma, sino en el acto de
compartirla. Ese plus encuentra en los comentarios un lugar donde expresarse, que pueden derivar
en conversaciones no asociadas a la imagen. Un comentario genera otro comentario a modo de
respuesta, aumentando la visibilidad del post y abriendo la posibilidad de interacción a terceros que
se suman en la escena comunicativa, donde establecer sentidos compartidos.
La presencia de imágenes producidas por otros dispositivos técnicos no altera la naturaleza
de esta práctica comunicativa. Incluso cuando la fotografía se sustrae, las narrativas textuales
mantienen el mismo ethos visual: visión personal de un triple autor –narrador- personaje, unión a la
distancia a través de un presente, posibilidad de generar contacto más allá del contenido del
mensaje en sí mismo. Se establece una presencia social y conexión en presente, interpelando
miradas, reuniendo puntos de vista.
La posibilidad que el comentario sea una imagen es una novedad en la arquitectura del sitio.
Si el comentario es un punto de vista subjetivo, la fuerza visual de Facebook hace que cualquier
metáfora óptica encuentre su forma icónica que la realiza, haciendo reversibles las posibilidades de
ver y ser visto en un continuo reaseguro a través de un diálogo planteado en términos visuales.
La fotografía celular que comunica el ahora integrada a una narrativa del yo modaliza el
resto de las prácticas interactivas: su causa final es establecer un contacto. Deja de ser materia de
registro para volverse materia de interacción. Los usos retrospectivos en la plataforma -conectarse
con ex compañeros, compartir un pasado en común- dieron paso a usos tensados hacia el presente
y su procesamiento, en una economía donde el ocio y el entretenimiento se relacionan con la
difusión de visualidad. En la red social los amigos operan como referencias de los contenidos que
comparten.
En consonancia con los desarrollos de Brea (2007), la cultura contemporánea deja de tener
un carácter rememorante para derivarse en una dirección productiva relacional. La memoria de la
imagen electrónica no se dirige al pasado para asegurar su recuperabilidad, mira hacia el presente y
su procesamiento. La memoria de la imagen fija, de tipo archivística o ROM, deja paso a una
memoria de tipo RAM, dinámica. “Memoria no de objeto sino de red, no de registro sino de
conectividad, no de inscripción localizada docu/monumental sino relacional y distribuida:
diseminada como potencia de relación y actuación en el espacio de interconexión” (Brea, 2007: 71).
Su función no es de archivo sino de proceso, no busca recuperar sino producir. Una
memoria a corto plazo, que afecta tanto las formas de la economía capitalista como su distribución
social. En esta cultura_RAM, la imagen electrónica se integra a una economía política de la visión
propia del capitalismo postindustrial. Se vuelve parte del sistema productivo gestionando la
contectividad en redes de distribución electrónicas. Posee un alto valor de sociabilidad, gregario,
siendo utilizada como parte del intercambio afectivo entre personas.
› Bibliografía
» Palabras clave: accesibilidad web, lectores de pantalla, discapacidad visual, material digital
accesible.
› Resumen
El trabajo explora la lógica de funcionamiento de lectores de pantalla. Estos lectores son los
programas utilizados por personas con discapacidad visual por lo cual es la única forma que tienen
de acceder al contenido multimedia de forma autónoma. Dichos programas tienen la característica
de verbalizar lo que aparece en la pantalla de nuestra computadora para el logro del acceso a la
información que allí se presenta. Se propone reflexionar sobre accesibilidad para poder pensar en
un usuario y destinatario diverso a la hora del diseño de materiales, ya sea de enseñanza o material
de divulgación científica.
Los lectores de pantalla son los programas que verbalizan la información presentada en
texto en la pantalla. Los lectores más comunes son NVDA y Orca en software libre. NVDA es de
descarga gratuita y el mayor problema era la voz muy robotizada que tenía, lo que lo hacía bastante
incómodo de manejar. Actualmente, al instalar este lector, también se puede descargar la voz de
Isabel, voz amable, femenina, en castellano y que permite todas las configuraciones con respecto a
velocidad, tono, verbalización, volumen, etc.
Con respecto a los materiales de cátedra, encontramos que muchas veces la bibliografía
presentada, por el formato en el que es distribuida y presentada, es inaccesible en dos sentidos.
Por un lado y con respecto al diseño, sucede que el contenido no suele respetar criterios de
linealidad textual, muchas veces contienen fotografías sin texto alternativo, o el formato del
documento hace imposible su lectura. Todos los nombrados son requisitos para que el lector de
pantalla lea sin problemas y de corrido.
Por otro lado tenemos complicaciones con respecto a ciertas redacciones y marcaciones
textuales que invisibilizan contenido que no tiene que ver con lo citado pero sí con lo mostrado.
Por ejemplo, cuando el formato de las fuentes utilizadas dice que tal palabra es importante.
Cuando decimos lo dice decimos que lo evidencia con el uso de negrita, de cursiva o itálica.
Estas recomendaciones básicas tienen el objeto, no solo de ser cumplidas para accesibilizar
el contenido dado a los alumnos, sino que sean una herramienta para seguir pensando en un
criterio de diagramación y estructura de los materiales para la enseñanza accesible.
Con respecto a las imágenes y material visual que se utilice, asegurarse de que todos los
elementos visuales que utilice tengan su texto alternativo. Para las fotografías, anunciar descripción
alternativa relacionada con contenido. Indicar intención. Para las infografías y caricaturas, redactar
intención e información relevante. Para los gráficos, resaltar datos que sirven al caso tratado. De
esta manera, el lector de pantalla presenta cada imagen o fotografía como una descripción
verbalizada para la persona con discapacidad visual.
Algunos ejemplos
Ejemplo 1
La siguiente imagen es una infografía, la misma en su página web de origen tiene la
siguiente descripción. La infografía demuestra el nivel de instrucción de una gran proporción de
jóvenes.
El censo 2010 arrojó los siguientes datos: De un total de 40 millones de habitantes, el 72,2%
tienen más de 15 años, de los cuales más del 55%, es decir, 17.115.000 habitantes tienen secundario
incompleto aún.
Esta segunda opción brinda los datos concretos a los que se puede acceder a simple vista
mirando la imagen.
Ejemplo 2
Esta imagen se podría describir de la siguiente manera:
Esta segunda descripción es muy poética y muy válida en algunos casos, pero no tiene valor
documental y descriptivo.
Ejemplo 3
Si se resalta la importancia de una palabra o frase con fuente, estilo, diferenciación entre
mayúsculas y minúsculas, o color, o cualquier otro elemento visual del texto; aclarar en la redacción
esta marcación.
Cuando se utiliza texto entre comillas o texto entre paréntesis, asegurarse de que el texto se
entienda leído sin tener en cuenta esas marcaciones:
Ejemplo 4
Ejemplo 5
Ejemplo 6
Actividades Obligatorias (AO): (al final de cada módulo) que deben enviarse al tutor para su
corrección. Para regularizar la materia (y tener derecho al examen final) es indispensable presentar
todas las actividades y aprobar como mínimo un 80 % de ellas.
La utilización del paréntesis es confusa. Una posible redacción accesible sería de la siguiente
manera:
Las actividades obligatorias, en adelante AO, se encuentran al final de cada módulo. Deben
enviarse al tutor para su corrección. Para regularizar la materia y tener derecho al examen final es
indispensable presentar todas las actividades y aprobar como mínimo un 80 % de ellas.
Ejemplo 7
La siguiente imagen pertenece a material de estudio de una tecnicatura a distancia. Es un
anuncio de que todo el material a continuación de la hoja tendrá referencias visuales que indicarán
el tipo de texto que está leyendo.
Explicitar la información de contexto que proporcione datos, ayuda al alumno o alumna a
comprender la navegación. Con esto nos referimos a elementos específicos, como las dimensiones
de una tabla, la longitud de un clip de audio y la estructura de un formulario.
Por ello, hay que evitar siempre que se pueda la utilización innecesaria de pie de página,
puesto que implica ir a dos puntos diferentes en el documento para completar la misma
información.
Imagen 3
Como alternativa se propone el tipo de citación APA ya que busca expresar las ideas con un
mínimo de distracción y un máximo de precisión.
Otra alternativa es el glosario al final de cada material en donde se amplíen y expongan
definiciones que pueden ser necesarias para la comprensión del texto.
Avisar si un enlace redirecciona a una ventana emergente, a una pestaña o si bien, se abrirá
en la misma ventana. Se puede anticipar también si es una página o un archivo y las posibilidades
de descarga.
Se pueden utilizar pdf teniendo en cuenta la compatibilidad de programas y el
AcrobatReader PRO, específico para que los lectores de pantalla puedan leerlo.
Se debe etiquetar el documento correctamente, es decir, indicar internamente de qué tipo es
cada contenido (un encabezado, una tabla, una lista, etc.) Así, el lector de pantalla anuncia
adecuadamente cada contenido y el usuario puede revisar rápidamente el documento saltando de
un tipo de elemento al siguiente mediante atajos de teclado.
Otro punto a tener en cuenta es revisar que la paginación interna del documento se
corresponde con la que aparece en las páginas o que incluye un índice de marcadores para facilitar
la navegación por el documento.
Por último, hay que asegurarse de que la configuración de seguridad no interfiere con el
acceso a la información por parte del lector de pantalla.
› Para concluir
› Material consultado
American Psychological Association (APA) (2015). A Complete Resource for Writing and
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s-.pdf el 01/09/2015
› Resumen
Existe consenso en señalar que los recursos técnicos culturales actuales, digitales y en red,
poseen una materialidad audiovisual. Debido al carácter público y el acceso a grandes cantidades de
información audiovisual en tiempo real, puede suponerse que las plataformas que almacenan,
publican y hacen circular las producciones audiovisuales, tales como YouTube o Vimeo, se postulan
como una posible gran memoria cultural o, por el contrario, como el lugar de lo efímero. Por otro
lado, la literatura es una forma de expresión compuesta por otra materialidad, la textual; e hija de
otra cultura, la impresa. Ha funcionado por siglos como la gran memoria de la cultura occidental,
registrando los modos de ver y de construir el mundo, sus contenidos y estéticas, históricamente
edificados. En este trabajo, de un modo circunscrito y práctico, hemos escogido un conjunto de
videos que representan autores fundamentales en la red para hacer con ellos una lectura distante.
Nos preguntaremos cuáles y cómo son algunas de las formas que asume la literatura en el contexto
de la cultura visual o qué quedará representado de los escritores y de su escritura, en estas épocas
de memorias ya no textuales, sino visuales. En la Cátedra Taller de Introducción a la Informática de
la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, hemos identificado un conjunto de metodologías posibles
para la recolección, el procesamiento y el análisis de grandes cantidades de información y su
posterior visualización gráfica, que nos permitirán, en un estudio de caso, responder las preguntas
formuladas en el párrafo anterior.
Este trabajo tiene su origen en una pregunta ¿Qué clase de memoria puede ser YouTube
(YT), y cómo afecta esta memoria a discursos altamente legitimados y estabilizados a través del
tiempo como lo es la literatura? A la vez quiere ser un ensayo que ponga en tensión dos formas de
memoria opuestas: la memoria de archivo propia de la letra impresa, y la memoria de proceso,
propia de la era digital (Brea, 2007; Grainge, 2011).
Es obvio que debido a la gran cantidad de videos que YT archiva, nuestro primer
movimiento es pensar que puede funcionar como una gran memoria de archivo. En lo que hace a la
literatura, podemos imaginar que quedarían plasmadas allí decenas de miles de imágenes
audiovisuales asociadas a las figuras de los grandes escritores, que de esa manera se mantendrían
durables y recuperables en el tiempo. Pero esa impresión de pronto se nos vuelve falsa en más de
un sentido. Por un lado, vemos rápidamente que YT no está organizada como memoria cronológica,
ni quiere estarlo. Sus búsquedas no son lineales, sus filtros temporales son limitados, sabemos que
los videos aparecen y desaparecen de sus plataformas. En segundo lugar, las producciones
audiovisuales ponen en juego otros actores y figuras diferentes a las de la lectura en papel: formas
audiovisuales, usuarios que editan y publican contenido, lo comparten, lo comentan. El video deja
de ser entonces una mera representación de la figura de un autor literario. Es un espacio donde
cierto tipo de lector ha dejado su marca. ¿Qué figuras de autores literarios emergen de los videos
publicados en YT? ¿qué lugar ocupan los lectores en la formación de esas figuras? ¿qué tipo de
vínculos podemos establecer entre la literatura y las formas digitales efímeras? ¿qué contribuciones
al estudio de la recepción de textos literarios pueden pensarse desde las prácticas de usuarios
asociadas a los medios digitales?
Durante el año 2014 en el contexto de la Cátedra de Datos iniciamos una investigación-
acción sobre YT. La idea fue enmarcarla dentro del ámbito de las humanidades digitales (Berry,
2011; Manovich, 2013), a partir de las siguientes características:
preguntas cuya respuesta era siempre la mención de un autor. Las preguntas correspondían a la
literatura argentina, latinoamericana, universal, propia de las ciencias sociales. Construimos una
base de datos con las encuestas y las graficamos en un mapa de red en Fusion Tables:
Gráfico 1
En el caso de los autores literarios, la red es mucho más densa que en el caso de los autores
dedicados a la Comunicación y las Ciencias Sociales:
Gráfico 2
En el Gráfico 1 vemos que las preferencias de los lectores recurren, en primer lugar, en Julio
Cortázar, luego en Gabriel García Márquez, en tercer lugar, en Osvaldo Galeano, y por último, en
Jorge Luis Borges. Así es que decidimos tomar estos cuatro autores y observar el comportamiento
de búsquedas de los usuarios en YT a partir de la herramienta Google Trends:
Gráfico 3. En celeste, Julio Cortázar; en rojo, Gabriel García Márquez, en amarillo, Eduardo Galeano, en verde, Jorge
Luis Borges.
Podemos ver que el comportamiento de los usuarios es uniforme, siendo Borges el que
mayor cantidad de búsquedas comporta, salvo situaciones excepcionales. Por ejemplo, el pico de
Gabriel García Márquez ocurre en el mes de su fallecimiento, en abril de 2014. El pico de Cortázar
en agosto de 2014, el centenario de su nacimiento, el pico de Borges del 2011 coincide con unas
Jornadas que se hicieron en su homenaje en la Biblioteca Nacional llamadas Borges Lector, mientras
que estimamos que el pico de Eduardo Galeano se relaciona con la publicación en 2011 de su novela
Los hijos de los días.
Dada esta visión general, pasemos a ver qué se publica de estos autores en YT. Una de las
cuestiones que me llamaron la atención es que no existe la categoría Literatura, ni tampoco Arte en
YT, con lo cual la especificidad discursiva queda diluida en categorías profanas. Ciencia y Tecnología,
Viajes y Eventos, Cine y animación, Consejos y Estilo, Gente y blogs, Deportes, Entretenimiento,
Formación, Música, Noticias y Política, ONGs y Activismo, son algunas de las categorías de YT, donde
parece que las formas de la alta cultura tienen que subsumirse a las catalogaciones de la cultura
popular. En este gráfico vemos con qué categorías de YT se ve obligada a negociar la literatura como
práctica estética, artística y cultural. Vemos, no sin preocupación, que queda subordinada a las
categorías educación y entretenimiento, en menor medida a la categoría gente:
Gráfico 4
Gráfico 5
El video más visto de Borges, con trescientas nueve mil visitas, es una edición de una
entrevista que le hizo la televisión española y consiste en una reflexión sobre el amor y la amistad.
En un gesto interpretativo, resulta llamativo que siendo la temática poética la más recurrente entre
los videos, es una entrevista, una reflexión, la que más visualizaciones tiene. Y esto probablemente
hable más de YT como medio social que de Borges como poeta, o de sus propios lectores. Porque
sabemos que como medio social, YT refuerza las sociabilidades y los afectos, y sabemos también
que al menos la mitad de su producción remedia los textos audiovisuales de la televisión.
En este montaje colocamos los thumbnail de los cien videos más vistos de Borges, en orden
de visualizaciones:
Imagen 1
Vemos que salvo los primeros puestos son reproducciones televisivas. Pero también hay
otro tipo de producciones que son las realizadas por los usuarios, combinando imágenes y sonidos
con videos de edición casera, sobre poemas de Borges, recitados por él mismo o por terceros. Estas
formas se vinculan con el mapa de temas que mostramos anteriormente, en el que se destaca la
poesía como temática más recurrente en relación a Borges. Será tal vez que la poesía combina con
la forma efímera de los videos de YT, caracterizado por Grainge (2011) como un espacio donde se
tensionan lo duradero con lo efímero, y la memoria como archivo con la memoria como proceso
(Brea, 2007).
En la siguiente imagen podemos encontrar el procesamiento de las palabras significativas
pertenecientes a los títulos de los doscientos videos seleccionados:
Imagen 2
poemas también es obra de sus usuarios. La actividad de los fans de Borges en YT es muy
importante. En términos de De Certeau (1996) los lectores son cazadores furtivos de sentidos en las
tierras de otro, realizando una práctica que no les estaría del todo permitida, que no deja traza, o
bien, que a través de plataformas como YT, dejan marcas ignoradas o leídas como marginales, pero
culturalmente significativas. Mediante el concepto de caza furtiva, el antropólogo francés se rebela
ante la idea de que el lector es un consumidor pasivo que no modifica ni contribuye a la cultura.
Análisis recientes demuestran que toda lectura modifica a su objeto, que (Borges ya lo
decía) una lectura difiere de otra menos por el texto que por la forma en que se lo lee. El lector
inventa en los textos algo distinto a la intención del autor. Lo separa de sus textos (De Certeau,
1996: 181-182).
Para De Certeau, la actividad de la lectura está conferida al crítico literario, que es
nuevamente, una suerte de intelectual, ubicado en un lugar privilegiado, pero que no puede
extenderse a la totalidad del consumo cultural. La invención de lo cotidiano se publica en 1980 en
Francia, tiempos muy anteriores a la explosión sociocultural de las prácticas de producción y
publicación en internet, que tal vez hubieran otorgado un aspecto empírico a esta concepción
productiva de la lectura. En ese sentido, el investigador de las audiencias participativas y la cultura
de la convergencia, Henry Jenkins (2006, 2008), la retoma en sus investigaciones, readaptándola a
la actividad de los fans, quienes a través de la Web se reapropian de textos televisivos para escribir
sus propias versiones de programas mainstream, también conocidas como fandoms o fan fiction,
reintroduciendo estas prácticas como un proceso de reapropiación de los textos por parte de las
audiencias.
Así como Burgess (2009) afirma que hay dos YT, uno que remeda las formas y los
contenidos televisivos, y otro que es fundamentalmente una reapropiación de la plataforma por
parte de los usuarios finales para la producción, difusión y visualización de contenidos creados por
ellos mismos, podemos ver que también hay dos Borges en YT. El primero consiste en la
reproducción de la figura del autor a partir de entrevistas televisivas, conferencias reproducidas
total y parcialmente, o programas televisivos de corte biográfico. El segundo consiste en la
reapropiación de la obra del propio Borges por parte de sus lectores, donde predominan las
reelaboraciones de poesía, género breve que se adapta bien al formato efímero de las producciones
en YT, y que recoloca al autor no sólo en relación a una memoria archivística, sino productiva. La
ausencia de canales institucionales que ordenen y reafirmen la vida y la obra de Jorge Luis Borges
deja la figura del autor en manos de una construcción colectiva que es bastante diferente a la
construcción que la crítica literaria y sus herederos hacen del autor. Por otro lado, las
reelaboraciones de la obra narrativa de Borges es bastante menor, sin duda porque el proceso de
integrar texto más imagen, en ese caso, es una actividad de mayor complejidad, aunque pueden
encontrarse animaciones de relatos breves y algunos films de corta duración. Asignando una
categoría temática a cada uno de los videos analizados podemos mostrar que existe una
reapropiación de la obra de Borges, ya que las publicaciones refieren más a su obra que a su figura
como autor, permitiéndonos concluir también que la memoria de Borges en YT no es solamente
archivística sino que también es una memoria de proceso:
Imagen 3
Imagen 4
› Bibliografía
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comunicación. Barcelona: Paidós.
Manovich, L. (2011). Medios híbiridos, remix y más allá. Recuperado de
http://historiaiuna.com.ar/wp-content/material/2011_manovich_medios_h%C3%ADbridos.pdf el
16/11/14
---- (2013). Software takes Command. International Texts in critical Media and Aestethics.
New York: Bloomsbury.
Moretti, F. (2007). Gráficos. La literatura vista desde lejos. Barcelona: Marbot.
» Palabras clave: Literatura, tecnología, estudios literarios, nuevos objetos, mirada crítica.
› Resumen
› El Ojo de Dios
La línea del horizonte ha estado cambiando muy rápidamente en los últimos años. Las
últimas informaciones indican que incluso está desapareciendo. Pero eso es algo que viene
ocurriendo desde hace ya varios años. Desde, por ejemplo, 1840, cuando J.M.W. Turner exhibió
The Slave Ship. La tela -pintada en momentos previos a la invención de la fotografía- pareciera
ya estar movida por una aspiración casi fotográfica, la de representar un momento real: el
momento en que el capitán de un barco de esclavos descubre que su seguro no cubre por los
que enfermaban o morían a bordo sino que sólo cubre por los esclavos que mueren en el mar. El
capitán da la orden de arrojar a todos los heridos y enfermos al agua. La pintura pareciera estar
captando ese momento preciso en el que los esclavos se empiezan a hundir:
Imagen 1. J.M.W. Turner, The Slave Ship (óleo sobre tela, 91 x 1,23 cm.).
horizonte era que el piso de los marinos no era estable. El oleaje hacía que el piso de las
embarcaciones estuviera todo el tiempo en movimiento. Es curioso: la modernidad fijó el
horizonte sobre la base de un piso móvil.
Avistar el objeto. Pisos en movimiento. Líneas del horizonte que se esfuman. Líneas de
fuga que desaparecen. Quizá no estemos hablando de la edad media. ¿Cuáles son los nuevos
problemas de la navegación del siglo XXI? Hito Steyerl señala que el sujeto de conocimiento
actual cada vez asume el punto de vista conocido como del Ojo de Dios. O La mirada del satélite.
Ella encuentra en el Google Earth un nuevo paradigma de la mirada. Ya no la línea del horizonte
sino el plano del píxel. La línea del horizonte se ha aplanado. La vemos como una mancha.
Podemos decir que Google Earth y las imágenes estereoscópicas o las películas 3D o las
bolas de purpurina de los discos señalan un nuevo paradigma: el de las miradas cambiantes.
Todo se mueve. Nuestras disciplinas se mueven. Nosotros nos movemos. Nuestro piso es un piso
movedizo. Nosotros ya no podremos decir, como Ferdinand de Saussure en su Curso de
Lingüística General (1913), el punto de vista crea el objeto. ¿Qué podemos decir entonces?
Podemos decir, parafraseando a Paul Feyerabend (1986), los puntos de vistas nuevos crean
objetos nuevos.
Moretti (2014: 115-116) recuerda que en 1927 Bridgman (1927: 5-6) usó por primera
vez la palabra operacionalizar:
¿Es el espacio de los personajes un objeto nuevo? ¿Aplicar variables cuantitativas hacia el
interior de los textos produce objetos nuevos? Pues bien, he aquí una manera de leer que muy
bien reclama el auxilio de las tecnologías o que, mejor dicho, el auxilio de las tecnologías ha
hecho posible. En una manera de leer tradicional el lector realizaba la lectura en base a
impresiones u observaciones más o menos estables, muchas de ellas imprecisas. Con el auxilio
de las tecnologías ahora se puede hacer una lectura exacta de algo muy preciso a partir de
determinada pregunta sobre lo cuantificable. A partir de búsquedas en archivos uno puede
conocer, por ejemplo, el porcentaje que un personaje aparece ocupando en el espacio narrativo
(29% Fedra, 14% Teseo). ¿Qué aporta esto? La reflexión hace pensar en el vaciado, otra técnica
de lectura que se puede aplicar a la cantidad de veces que un determinado autor (Rubén Darío,
supongamos) utiliza la palabra azul a lo largo de toda su obra: cuándo la utiliza por primera vez,
en qué momento (en qué años) la utiliza con mayor insistencia, en qué momentos la abandona
para siempre. La pregunta por el color azul tiene su sentido, ya que el azul es el color
preponderante que se le ha asignado como atributo a la poesía modernista. ¿Pero qué hay si de
pronto se descubre que no es el azul sino el blanco el color más nombrado entre los poemas de
Rubén Darío? El color blanco no es un color, podrá argüirse. ¿Cambiaría eso la concepción que
se ha hecho del modernismo en torno al color azul?
Estas son las maneras de leer que, antes que propias de las Humanidades Digitales,
comienzan a ser operacionalizadas por las lógicas de la programación: ¿cuál es el futuro de las
La teoría de redes, por ejemplo, nos ha enseñado a medir las conexiones entre un
personaje y el resto del “sistema de personajes” (otro de los conceptos de Woloch), así como el
“peso” de esas relaciones -el número de palabras intercambiado entre dos personajes
cualesquiera- así como su “dirección” (quién habla a quién); y, con cada nueva medición, salen a
la luz nuevos aspectos de Fedra1.
Las novelas históricas se han vuelto recientemente más frecuentes en la literatura culta,
observaba Perry Anderson hace unos años; y, en un taller organizado en el Literary Lab, James
English demostraba que “más frecuente” significa “del 40 al 50 por 100 de las novelas candidatas
a premios literarios”; y “recientemente” significa “desde la década de 1980”.
Del mundo del “más o menos” al universo de la precisión, así se titulaba un artículo de
Alexandre Koyré (1948). Del mundo del “más o menos” al universo de la precisión, esa podría
empezar a ser una de las consecuencias de la aplicación de las tecnologías a las ciencias
humanas: las humanidades pasan a ser menos impresionistas y más exactas, o, si se prefiere,
baja el nivel de las sospechas que siempre han caído sobre ellas y entonces se vuelven más
legítimas, o, si se prefiere, se vuelven más científicas y menos humanas. Hay una segunda
posición que reniega de los métodos cuantitativos aplicados a las humanidades. Un argumento
en ese sentido sería este: “El problema es que claramente los conceptos literarios no están
diseñados, en su mayoría, para ser cuantificados; y surge entonces la cuestión de qué hacer con
ellos” (Moretti, 2014: 127). Si mi hipótesis es correcta, las Humanidades Digitales son un campo
fértil para una gran cantidad de las Humanidades: la Educación, la Sociología, la Fonética, la
Lingüística, la Edición y un largo etcétera. Pero el problema está en la Literatura: ¿qué hacer con
ella? Y con la crítica literaria: ¿qué hacer con ella? Podríamos traer aquí las reflexiones de Espen
Aarseth a propósito del debate en torno a la literatura cibernética: sus defensores y sus
detractores. Para él la lucha entre los defensores y los oponentes de una literatura digital
deteriora a ambos bandos, “produciendo argumentos materiales de una peculiar naturaleza
fetichista” (2004: 137): “Unos se ocupan del hardware exótico de las nuevas flamantes
1 Véase Imagen 2.
tecnologías, como el CD-ROM”, escribía Aarseth en 1997. Y hacía notar el eslogan con que la
industria informática promocionaba el CD: “la información al alcance de su mano” (Aarseth,
2004: 138), como si la información fuera un objeto que pudiera tocarse. Mientras que los
defensores de la antigua literatura (la literatura no digital), se ocupan del libro, ese viejo
hardware que además de leer también se podía oler y tocar, los apólogos de las tecnologías
también lo hacían por las razones opuestas. “No te lo puedes llevar a la cama” es el estribillo (ya
falso) esgrimido por los chauvinistas del libro. ¿No es más importante el contenido de un texto
que estas preocupaciones materialistas, casi ergonómicas?, concluía Aarseth en 1997.
En aquel contexto Aarseth hablaba de literatura ergódica y de cibertexto. Para él el
cibertexto no es tanto una peculiaridad de los textos en pantalla sino una nueva perspectiva
crítica. La forma que asumía una nueva forma de leer y una nueva forma de teorizar sobre la
lectura. Nosotros podríamos pensar en esa dirección reemplazando la noción de cibertextos y
resignificándola dentro de otra perspectiva que pueda quizá estar incluida en el marco de las
Humanidades Digitales.
Sobre el fin del siglo XX y principios del XXI se abre una discusión en torno de la relación
entre cultura letrada, cultura industrial y cibercultura. Dentro de esta discusión emergen una
serie de trabajos que tangencialmente atañen tanto a la historia de la informática como a los
estudios literarios, pasando por disciplinas como la antropología y los estudios culturales. Entre
esos estudios emerge una preocupación peculiar por la conexión específica entre tradiciones y
era digital. Entre estos tratamientos, que desde luego conforman un territorio arduo y
heterogéneo signado por diversas perspectivas, sobresalen desarrollos como los de Friedrich
Kittler (Literature, Media, Information Systems: Essays, 1997) o conceptualizaciones como las de
Espen Aarseth en torno a Ergodic Literature (1997: 1-23), o de Katherine Hayles en relación con
The Condition of Virtuality (1999: 68-94) y de Marie-Laure Ryan en derredor de la relación entre
Cyberspace, Computer technology y Literary Theory (1999: 78-107). En el marco específico de la
lectura sobresalen consideraciones sobre la Electronic Literature entendida como género
(Hayles, 2008), o distintas concepciones del hipertexto entendido como forma de leer (Landow,
1991, 1994, 1997, 2006; Vanderdorpe, 1999; entre otros). Tampoco pueden dejar de
considerarse los aportes de los New Literacy Studies, que en particular bregan por una
consideración no tradicional de la alfabetización sino en términos de alfabetizaciones múltiples o
alfabetizaciones situadas y dentro de las cuales también se integran las web literacies y media
literacies entendidas ya no solo como adquisición de técnicas complejas de lecto-escritura sino
también como la adquisición de competencias para legitimar nuevas performances discursivas y
culturales. A este respecto, además de los aportes de Kaplan (1995) -para quien las web
literacies y las media literacies designan conocimientos y habilidades que se requieren para
realizar señales en una era electrónica caracterizada por la producción de politexts- en el
horizonte argentino sobresalen enfoques como los de Cecilia Magadán, quien en 2002 ya había
propuesto la noción de re(d)alfabetizaciones como equivalencia castellana de las e-literacies
(Magadán, 2002). Como vemos, la teoría literaria se ocupó intensamente por tratar de
comprender el universo digital, las implicancias del encuentro entre era digital y cultura
humanista. Y un arsenal de enfoques académicos continuó con esa avanzada. Algo semejante
sucedió en el campo de la teoría del arte. Reinaldo Laddaga (2006) habla de “objetos
fronterizos”. Nicholas Bourriaud (2009) habla de “objetos híbridos”. Pero la crítica literaria ve
con malos ojos la emergencia de nuevos objetos: objetos no necesariamente textuales. Si los
textos han sido el gran objeto predilecto de la crítica literaria a lo largo del siglo XX, ¿cuáles
podrían ser los nuevos objetos que podrían comenzar a ser susceptibles de una nueva mirada
crítica? ¿en qué medida la conversión de la crítica no amenaza a la propia disciplina? ¿en qué
medida su conversión en otra cosa no atañe también a su disolución?
Para Espen Aarseth (2004) habría un estado conservador de las ciencias humanas según
el cual nada se puede estudiar si no es desde un campo específico. Siguiendo sus razonamientos,
se puede decir, una vez volviendo al problema del horizonte y de la perspectiva de la mirada
señalado al comienzo: “El tipo de objeto crea el campo”. O sea: una gran cantidad de las
disciplinas que conforman las humanidades y las ciencias sociales se establecieron desde el
siglo XVIII en torno a la identificación de objetos preexistentes. Así es como se habría producido
una configuración empírica del campo: literatura, historia, antropología, historia del arte, teatro,
comunicación, educación, lingüística se configuran alrededor de prácticas y objetos específicos:
el pasado, la obra, sus autores, la escena, los medios, la escuela, el lenguaje. Aplicado a los
estudios literarios sería difícil no considerar a la crítica y a la teoría literaria, a la filología y a la
ecdótica como un conjunto de prácticas reunidas alrededor del texto. No es difícil ver esta serie
de prácticas en torno a objetos específicos como un progresivo efecto de la invención de la
imprenta.
La emergencia desde los años 70 de una literatura digital o una literatura cibernética
produce división en los estudios literarios. Para Aarseth (2004) la teoría literaria es incompleta,
pero no irrelevante. Desde una perspectiva tradicional podríamos decir que hay evidentemente
la necesidad de un nuevo enfoque teórico para la emergencia de nuevos objetos. Pero desde una
perspectiva más actual, deberíamos decir que habría que cuestionar la idea misma de
“disciplina”. ¿Habría una disolución de las disciplinas tal y como las hemos pensado hasta el
siglo XX? Las nuevas perspectivas críticas asumen entonces la forma de una práctica cruzada.
La identificación de nuevos objetos tiene su pertinencia. Pero los nuevos objetos son híbridos:
suponen la convergencia de diferentes tradiciones. De allí que los nuevos objetos no generen
disciplinas nuevas sino una perspectiva apostada en la encrucijada. ¿Cuáles son nuestras nuevas
prácticas cruzadas?
El cibertexto no un una nueva forma de texto exactamente. Habría al mismo tiempo lo
que podría llamarse una expansión de la crítica: la expansión de la crítica y lo literario hacia
fenómenos nuevos o marginales dentro de la tradición moderna de la literatura. Ante el cambio
de circulación de los textos, ¿cuál es el comportamiento literario de determinados textos? Ya no
la pregunta por el sentido sino por el cómo: ¿Cómo funcionan estos textos? En este nuevo
contexto: ¿cómo comprender las antiguas funciones de la literatura? ¿qué queda de ellas? En la
perspectiva del cibertexto el texto emerge como máquina. Máquinas textuales. El texto es un
material maquínico. De allí que la pregunta sobre los textos ya no sea una pregunta por su
sentido sino por cómo los textos literarios pueden funcionar en nuevos contextos no letrados.
Ya no qué leer en ellos sino cómo leerlos, esto es, cómo circulan, cómo funcionan. A esto se suma
el papel estético del medio. Los medios estetizan a los textos. El medio juega allí un rol de
sentido.
Una pregunta aquí surge entonces: si este no es un momento de renegociación de los
sentidos que envolvieron a lo literario. Este sería un momento que podría estar caracterizado
por la emergencia de textos que, en principio, no estarían estructurados como literatura pero
que, sin embargo, modifican y amplían las nociones canónicas que teníamos de lo literario. Un
planteo así es también un planteo antiguo. Ya tiene su tradición en el contexto de los debates
que vienen embargando a determinada fracción de las Humanidades. Pero mi hipótesis es que
estamos llegando al final de un ciclo. La teoría literaria de los años 60 y 70 acompañó el avance
de la carrera cibernética. Uno podía pensar la producción teórica de Barthes o Derrida en torno
al texto en consonancia con las reflexiones de Vannevar Bush en torno a los archivos o las
teorías de Borges sobre lo literario. Hoy aquella correspondencia tal vez ya no exista. O no se
pueda visualizar del mismo modo. ¿La era digital se ha vuelto hegemónica? Ya no se trata tanto
de usar las tecnologías sino de saber qué hacer con ellas. Cómo no usarlas. Ellas también son un
objeto de reflexión. Se produce un doble pasaje. Al tiempo que el encuentro entre tecnología y
literatura produce nuevos dispositivos textuales o nuevos tipos de obras, la crítica textual y la
teoría cibernética confluyen en nuevas formas de la lectura, en nuevas formas de establecer sus
objetos. Pero hay todavía un movimiento más. La crítica (la crítica literaria, la crítica de arte)
retoma la tradición de la antigua filosofía de la técnica. Aquella de Adorno, Benjamin, Heidegger
y Vilém Flusser. Y entonces la crítica, ella que también ha sido acusada de ser un dispositivo (de
captura), se vuelve un objeto para la técnica.
› Bibliografía
Introducción a la
Edición Digital
Académica
Transcripción de un texto
Digitalización Transcripción Codificación
Lenguajes de marcado
• Se desarrollan para tratar con documentos (información
predominantemente textual), hoy también para gestión de datos.
¿Qué es XML?
• XML = Extensible Markup Language
• XML es un heredero, más sencillo y eficaz, de su
antecesor SGML (Standard Generalized Markup
Language)
• Se publicó en febrero de 1998 por el W3C Consortium.
• La documentación oficial está disponible en:
http://www.w3.org/XML/
• Última versión: XML 1.0 (5ª edición)
• Tutoriales en líneas: Introducción a XML elaborada por
TEI
¿Qué es TEI?
¿Qué es TEI?
• Text Encoding Initiative: Iniciativa de codificación
de textos, especialmente en Humanidades,
Ciencias Sociales y Lingüística.
• Se describe en las TEI Guidelines: el manual de
uso
• Se expresa a través del lenguaje XML
• Tiene un carácter modular y es personalizable
• Es código abierto (sourceforge), independiente de
cualquier programa o plataforma.
Objetivos
• Promover la creación, el intercambio y la
integración de los datos textuales
informatizados.
• Editar textos de cualquier tipología, género y
disciplina (Ciencias Humanas y Sociales), en
cualquier lengua y de cualquier período
cronológico.
TEI Consortium:
• Guidelines
• Lista de proyectos que utilizan TEI
• Wiki
• Herramientas
• Lista de discusión
Módulos de TEI
1. Infrastructura TEI
2. TEI Header (encabezado) = header
3. Elementos disponibles en todos los docs TEI = core
4. Estructura del texto por defecto = textstructure
5. Caracteres no estándares y Glyph = gaiji
6. Verso = verse
7. Drama = drama
8. Transcripción de discurso = spoken
9. Diccionarios = dictionaries
10. Descripción de manuscritos = msdescription
11. Representación de fuentes primarias= transcr
Un documento XML-TEI
• Tiene que estar bien formado, es decir estar
expresado correctamente según la gramática
de XML
• Tiene que ser válido
- Para ello, necesita un modelo que fije la
estructura básica y las posibilidades de
anidación del documento. Las DTD o esquemas
(RelaxNG, W3CSchema) establecen la sintaxis
que debe tener el documento XML.
ISBN 978-987-3617-89-8 386
I Jornadas de Humanidades Digitales | 2014
El esquema especifica:
esquema
Semáforo verde
• Para crear un doc. En xml válido tengo que
asociarle un esquema también válido. Solo así
obtendré un documento bien formado
(LUZ ROJA vs. LUZ VERDE)
Véase: documento_xml_basico.xml
Tipos de elementos
Un elemento puede contener, según se especifique en la DTD o esquema (si
existe):
1. Otros elementos, subelementos o elementos hijos .
Ej.: <text><body><lg><l>
2. Texto.
Ej.: <author>Prescod, Paul</author>
3. Contenido mixto, o sea, una mezcla de elementos hijos y texto.
Ej.: <titulo>Charles F. Goldfarb's<enfasis>XML</enfasis>
Handbook</titulo>
4. Nada, si es un elemento vacío. Ej.:<Cartel fuente="laentrega.jpg"/>
Tipos de elementos
Un elemento puede ser según se especifique en la DTD o esquema (si existe):
1. Obligatorio
2. Opcional
3. Prohibido
1782-a
Arbolito naranjado,
¡bonito pago me has dado!,
después de quedar conmigo,
a la luna me has dejado.
http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor-din/cancionero-popular-
de-jujuy--0/html/ffea72c4-82b1-11df-acc7-
002185ce6064_168.html#I_2265_
Ejercicio 3. Completar
Gestores de
referencias bibliográficas
(Zotero y Mendeley)
Ventajas de su uso
• Su funcionamiento en nube permite disponer de
fichas y bases de datos en disEntos disposiEvos, y
prevenir posibles pérdidas de datos
• AutomaEzan la elaboración de listas
bibliográficas
• Permiten el uso de eEquetas, carpetas y
búsquedas para administrar la bibliograOa
• Simplifican el proceso de creación de entradas
bibliográficas uElizando catálogos online y
ediciones electrónicas
ISBN 978-987-3617-89-8 406
I Jornadas de Humanidades Digitales | 2014
Zotero
www.zotero.org
Mendeley
www.mendeley.com
Configurar formato de
Insertar Desvincular referencias
referencia Actualizar referencias y bibliograOa y bibliograOa del Zotero
Editar
nueva ISBN 978-987-3617-89-8
referencia
Insertar lista Editar lista de referencias y 411
y converErlas a texto
de bibliograOa bibliograOa bibliograOa normal
I Jornadas de Humanidades Digitales | 2014
Deshabilitar
corrector ortográfico en Zotero
• Un problema que suele presentarse para
quienes usamos Zotero en español es que la
corrección ortográfica no está disponible en
nuestro idioma. Por este moEvo, es
conveniente deshabilitarla, ya que de otro
modo todas las palabras aparecerán marcadas
como errores.
Deshabilitar
corrector ortográfico en Zotero
Deshabilitar
corrector ortográfico en Zotero
(No tengas miedo y cliquéa en “I’ll be careful”)
2 Componentes
Archivos de trabajo
3 Instalación y configuración
MikTeX
TeXnicCenter
Paquetes básicos
4 Referencias
ISBN 978-987-3617-89-8 419
2 Componentes
3 Instalación y configuración
4 Referencias
Procesadores de texto
Aplicación informática empleada para crear y modificar textos
escritos. Constituye un desarrollo que sucede a la máquina de
escribir, incorporando funciones más amplias:
1 tipográficas: tipo y tamaño de fuente, formato de fuente;
2 idiomáticas: ortografı́a, sintaxis, diccionarios, idioma;
3 organizativas: párrafos, enumeraciones, tablas;
4 gráficas.
La mayorı́a de los procesadores de texto se fundan en el concepto
WYSIWYG (del inglés What You See Is What You Get).
Alternativas
Los procesadores más habituales son:
Microsoft Word: Integra el paquete
Microsoft Office
y
c evoluciona
rápidamente.
OpenOffice.org Writer: Integra la suite
ofimática Open Office de Sun System. Es
una alternativa libre que se distribuye bajo
licencia GPL bajo la GNU Software
Fundation.
Pages: Integra la suite de IWork de
Apple.
AbiWord: Integra la suite de Código
ISBN 978-987-3617-89-8 422
abierto GNOME Office.
Dra. Lorena M. A. de- Matteis Introducción a la edición de textos en LATEX
WYSIWYG vs. LATEX
Componentes Historia
Instalación y configuración Descripción
Referencias
I Jornadas de Humanidades Digitales | 2014
TEX
Fines década de 1970: Donald Knuth crea el
sistema TEX como un programa para procesar
textos atendiendo más al contenido que a su
forma. Esto significa que el sistema incluye
definiciones estilı́sticas y, en general, de forma
(estructura y tipografı́a) para cada clase de
documento.
Pensado para disciplinas que hacen un extensivo
empleo de la matemática, Knuth señaló que los
lingüistas estuvieron entre los primeros en emplear los
recursos especı́ficos de notación provistos por TEXfuera
del campo de las ciencias duras: en filologı́a, fonologı́a,
fonética, sintaxis, semántica y campos
interdisciplinarios como la psicolingüı́stica,
sociolingüı́stica, biolingüı́stica
ISBN y el análisis del discurso
978-987-3617-89-8 423
(Peter 2004:58).
LATEX
Principios década de 1980: Leslie
Lamport desarrolló el sistema LATEX y
agregó más utilidades para que el autor
de un trabajo se despreocupe por
completo de aspectos tales como la
tipografı́a, márgenes, distribución del
texto, que están definidos en los estilos
para cada clase de documento.
¿Qué es LATEX?
Frente a los editores tradicionales de texto y a los programas para
diseñar presentaciones, LATEX es un sistema de composición de
textos orientado al ámbito cientı́fico que genera documentos finales
de tipo profesional, con el aspecto y la calidad tipográfica de un
libro.
Permite preparar textos que no se editan de la manera habitual
(viendo el producto), sino que se programan atendiendo más bien a
la organización lógica de las ideas. Entonces:
no es un sistema WYSIWYG.
es un sistema tipográfico multiplataforma, basado en un
lenguaje de descripción de páginas o de marcas.
ISBN 978-987-3617-89-8 426
El sistema LATEX
El sistema consiste en un lenguaje markup, es decir, un
sistema de anotación de un documento de manera tal
que se distingue del texto final que se busca producir.
La anotación es procedural, es decir que proporciona
las instrucciones para que los programas asociados
interpreten y procesen el texto programado y generen el
documento deseado.
Esto significa que se realiza mediante una serie de
comandos, por ejemplo, \section{nombre},
\footnote{texto}, \ref{etiqueta}, entre otros.
Algunos de ellos, son proporcionados por paquetes
especı́ficos que se descargan de repositorios gratuitos
en lı́nea para lograr ciertos objetivos.
2 Componentes
Archivos de trabajo
3 Instalación y configuración
4 Referencias
MiKTeX
MiKTeX: Es el software básico o
fundamental en una instalación
de LATEX. Es gratuito y
opensource o libre. Con esta
aplicación se compila y generan
los documentos, por lo que
constituye el núcleo del sistema.
Aunque en lo cotidiano
trabajamos en la pantalla de la
IDE seleccionada, su instalación
correcta es fundamental para un
buen rendimiento del sistema
LATEX. ISBN 978-987-3617-89-8 430
IDE
Dos IDE muy populares
para trabajar con LATEX
son las siguientes:
TeXnicCenter
WinEdt
BibTeX
Software opensource pero pago que se emplea
para gestionar la bibliografı́a. Si bien no es
imprescindible (la bibliografı́a, como en
cualquier procesador de texto, puede ingresarse
manualmente al final del documento), su
instalación es conveniente ya que permite
constituir una base de datos bibliográfica con
las referencias habituales de nuestro trabajo.
BibTeX adquiere particular utilidad si
empleamos en el trabajo los comandos: \cite,
\citeyear y \nocite.
ISBN 978-987-3617-89-8 433
2 Componentes
3 Instalación y configuración
MikTeX
TeXnicCenter
Paquetes básicos
4 Referencias
Programas a instalar
Para realizar este taller es
necesario instalar el
siguiente software:
MiKTeX
TeXnicCenter
MiKTeX
El componente se puede descargar gratuitamente en
http://miktex.org/2.9/setup (buscar la versión correcta para
el sistema operativo instalado).
En la instalación y posterior configuración de este componente
esencial de LATEX podemos establecer las reglas para manejar
aspectos tales como la obtención de los paquetes que vayamos a
usar, los idiomas que queremos que el sistema reconozca, etc.
Para comenzar el proceso, seleccionamos el archivo setup.exe.
Instalación de MiKTeX
Esta opción significa que, si
nuestra computadora tiene
definidos distintos usuarios, sólo
uno podrá utilizar el MiKTeX.
Instalación de MiKTeX
Elegimos en qué directorio
vamos a instalar el programa.
Conviene crear la carpeta
correspondiente antes si es que
no queremos instalar el
programa en cualquier lado.
Instalación de MiKTeX
Aquı́ definimos que, cuando
vayamos a emplear un paquete
que no está entre los que
incluye la instalación estándar,
el programa se va a conectar
automáticamente a Internet
para descargar el paquete que
queramos utilizar (y que
habremos incluido en nuestro
“preámbulo”).
Instalación de MiKTeX
Esta ventana nos permite
realizar una revisión previa de
las condiciones que hemos
definido hasta ahora.
Instalación de MiKTeX
Esto es lo que vemos mientras
se está instalando MiKTeX.
Instalación de MiKTeX
Esto es lo que vemos cuando la
instalación ya ha finalizado.
Instalación de MiKTeX
Esta es la notificación de que la
instalación ha sido correcta y
podemos salir del auxiliar de
instalación.
Configuración de MiKTeX
Después de completar la
instalación, debemos cargar el
módulo para configurar
MiKTeX (Settings), para lo que
tenemos que ir al Menú de
Inicio de nuestro Windows.
Configuración de MiKTeX
Iniciamos la configuración
desde la pestaña General de
Settings.
Configuración de MiKTeX
En la pestaña Roots, por otra
parte, no conviene modificar
nada ya que solo nos muestra
los directorios involucrados en
los procesos de MiKTeX.
Configuración de MiKTeX
En la pestaña Formats vemos
los formatos para generar los
archivos .pdf y tenemos que
asegurarnos de no excluir la
opción pdflatex.
Configuración de MiKTeX
En la pestaña Languages
determinamos qué idiomas
queremos disponibles para
nuestro trabajo. Las opciones
son muchas, pero lo más
habitual serı́a incluir español,
inglés, francés, alemán, y
cualquier otra lengua
(incluyendo griego o latı́n) que
podamos llegar a necesitar.
Configuración de MiKTeX
Si realizamos cambios, nos va a
aparecer esta alerta que sólo
significa que deberemos volver
a abrir el módulo Settings una
vez que se hayan aplicado los
cambios indicados.
Configuración de MiKTeX
Esta es la pantalla que veremos
mientras se crean los formatos
de archivos determinados por
nuestra selección de idiomas.
Configuración de MiKTeX
En la pestaña Packages podemos
seleccionar el repositorio de
Internet de donde queremos
obtener los paquetes. La opción
random nos libera de problemas si
el repositorio seleccionado
está inaccesible en el momento en
que el sistema intente conectarse.
El botón de Start Package
Manager nos puede servir, en
otros momentos, para ver cuáles
son los paquetes instalados o para
solicitar manualmente la
instalación de alguno.
Configuración de MiKTeX
Como estamos finalizando la
configuración inicial, el sistema
nos avisa que iniciará la
instalación de los paquetes.
Configuración de MiKTeX
Esto es lo que veremos durante
la instalación de los paquetes,
proceso que puede llevar unos
minutos.
Configuración de MiKTeX
Finalmente, esta es la pantalla
que nos indica la instalación
exitosa de los paquetes.
Aquı́ finaliza nuestro proceso de
instalación y configuración y
podemos empezar a trabajar
desde la IDE elegida para
producir el primer documento.
IDE: TeXnicCenter
La instalación de TeXnicCenter no es compleja. Se utiliza el archivo
TXCSetup1StableRC1.exe que se descarga de http://www.texniccenter.org/ y se
procede a instalar en el directorio de nuestra preferencia.
Barras de trabajo útiles:
standard: botones de abrir, guardar, deshacer, etc.
LaTeX: con la ventana para configurar el tipo de documento de salida (.pdf,
.dvi, .ps) y los botones necesarios para compilarlo y verlo, ası́ como para
rastrear dificultades en la compilación (errores y advertencias).
find and bookmarks: botones de búsqueda y para definir puntos clave de nuestro
archivo .tex a fin de movernos en él rápidamente.
IDE: TeXnicCenter
Además, en la pestaña Build → Define Output Profiles, hay que
asegurarse de seleccionar la opción LATEX→ PDF y que la dirección
para el compilador de LATEX sea la que corresponde al archivo
pdflatex.exe de nuestra instalación:
C:\Applications\MiKTeX 2.7\miktex\bin\pdflatex.exe
A estos se pueden sumar los que deseemos para trabajar clases de textos,
estilos y herramientas especı́ficas (beamer, tipa, xcolor, etc.).
ISBN 978-987-3617-89-8 461
Lecturas sugeridas
Breitenbucher, J. 2007. “LATEX at a liberal arts
college”, en TUGBoat, 28 (1), pp.65–69.
Haigh, T. 2006. “Remembering the office of the
future: the origins of word processing and office
automation”, en IEEE Annals of the History of
Computing, oct-dic, pp. 6–31.
Mittelbach, F. y Goosens, M. 2004. The LaTeX
Companion. Tools and techniques for computer
typesetting, Addison-Wesley.
Thiele, C. 1996. “TEX and the Humanities”, en
TUGBoat, 17 (4), pp.388–393.
http://www.ecured.cu/index.php/Procesadores_
de_texto
http://en.wikipedia.org/wiki/Comparison_of_
TeX_editors
http://www.essex.ac.uk/linguistics/external/
ISBN 978-987-3617-89-8
clmt/latex4ling/ 462
1 Organización de un .tex
Cuestiones generales
Preámbulo
Tı́tulo
El documento
2 Gestión de bibliografı́a
3 Referencias
1 Organización de un .tex
Cuestiones generales
Preámbulo
Tı́tulo
El documento
2 Gestión de bibliografı́a
3 Referencias
El preámbulo
Sección obligatoria, explicita el tipo de documento a crear, sus parámetros (indicados
entre [corchetes]) y los paquetes (entre {llaves}) a emplear (básicos y especı́ficos).
El código tiene la siguiente forma tı́pica para la clase article:
\documentclass [ a4paper ,12 pt ]{ a r t i c l e }
\usepackage [ s p a n i s h ]{ b a b e l }
\selectlanguage{spanish}
\usepackage [ l a t i n 1 ]{ i n p u t e n c }
\usepackage{harvard}
\usepackage{graphicx}
\usepackage{ t i p a }
\ l e t \quoteOLD\ q u o t e
\ d e f \ q u o t e {\quoteOLD\ f o o t n o t e s i z e }
\ b e g i n {document}
. . . . a q uı́ va t o d o e l r e s t o ....
\end{document}
Clases de documentos
Las clases de documentos se definen mediante el
sintagma \documentclass[options]{class}, en el
preámbulo del .tex:
article: para artı́culos y presentaciones (también
IEEEtran, proc);
book: para libros;
report: para trabajos con capı́tulos, tesis;
minimal: para debugging;
memoir: basado en book, permite cambiar aspectos de
salida;
letter: para cartas (!);
slides: para diapositivas, usa fuentes sans serif;
beamer: para diapositivas con LATEXcomo las de este
taller.
ISBN 978-987-3617-89-8 467
El tı́tulo
Es otra sección obligatoria. Independientemente de la clase de
documento, esta sección incluye la información básica del nombre
del trabajo, autores, filiación institucional, dirección de contacto y
fecha.
\title{Tı́tulo. \thanks{Nota al pie.}}
\author{Primer autor \and segundo \and \emph{n}... autor}
\date{
Fecha o filiación institucional.\\
e-mail: \texttt{\{usuario,usuario\}@uns.edu.ar}}
\maketitle
El documento: artı́culo
Vamos a presentar la estructura tı́pica de un artı́culo, por lo tanto,
después del tı́tulo corresponderı́a incluir el texto del resumen:
\begin{abstract}
Texto. La sección delimitada por ambos
comandos hace que el texto producido al
final se vea con una letra más peque~na
y márgenes especı́ficos para esta clase
de documento.
\end{abstract}
Ejercicio 1.
En este taller se trabajará con la producción de un documento de la clase
article que le sirva de modelo para futuros trabajos.a
1 Abra el archivo Ejercicio.tex que se envió junto al archivo de instalación.
2 Defina el parámetro de tamaño de página A4, fontsize 12 y defina la clase article.
3 A partir del archivo Texto origen.txt (de la carpeta Práctica), agregue el tı́tulo.
4 Agregue la nota con el origen del texto a partir del tı́tulo (incluya el url).
5 Agregue dos nombres de autor.
6 Añada la sección destinada al abstract.
7 Identifique la sintaxis errónea.
8 Compile el archivo hasta obtener un resultado óptimo con el tı́tulo, autores, resumen y nota al pie con url.
a
Algunas indicaciones podrı́an no aplicarse exactamente igual en otras clases
de documentos.
Ejercicio 2.
1 En el archivo modificado de Ejercicio.tex defina la sección
Introducción.
2 Copie el texto correspondiente del archivo Texto
origen.txt.
3 Haga lo propio definiendo las restantes secciones y
subsecciones, según corresponda.
4 Realice una compilación parcial para verificar su progreso.
Herramientas de formato
\structure{Este \emph{código} muestra la \textbf{manera} de
dar \underline{formato} a las distintas partes
de un texto.
Los formatos disponibles incluyen tres formas de itálicas
(\emph{emph}, \textit{italics} y \textsl{slanted}.
También \textbf{bold}, \texttt{typewritter} y \textsc{smallcaps}.}
Este código muestra la manera de dar formato a las distintas partes de un texto.
Los formatos disponibles incluyen tres formas de itálicas (emphasized, italics y slanted.
También bold, typewritter y smallcaps.
Ejercicio 3.
1 A partir del archivo Texto meta.pdf, realice las definiciones
de formato necesarias en cada sección.
2 Realice una compilación parcial para verificar su progreso.
Ejercicio 4.
1 A partir del archivo Texto meta.pdf, defina las
enumeraciones e itemizaciones en cada sección.
2 Realice una compilación parcial para verificar su progreso.
No olvide eliminar los guiones provistos en el texto original, ya que no son necesarios
una vez compilado el archivo.
Ejercicio 5.
1 A partir del archivo Texto meta.pdf, defina la tabla con las
publicaciones periódicas.
2 Observe que los tı́tulos de las revistas se alinean a la
izquierda, al centro y a la derecha.
3 Observe que en la última fila hay un solo elemento. Deje los
espacios vacı́os correspondientes.
4 Realice una compilación parcial para verificar su progreso y
compare sus resultados.
\begin{figure}
\includegraphics[scale=.5]{IMAGES/
orange.jpg}
\caption{Dise~
nos.}
\label{referencia}
\end{figure}
Figura: Diseños.
Ejercicio 6.
1 Incluya donde le parezca pertinente la imagen aahdfull.jpg.
2 Como \caption{} coloque la descripción del logo.
3 Luego del \caption{}, coloque la etiqueta \label{Figura1}.
4 Busque en el texto la cadena “cuyo texto puede verse en la figura....”.
5 Reemplace los puntos suspensivos por la remisión a la etiqueta:
\ref{Figura1}.
6 Realice una compilación parcial para verificar su progreso y compare sus
resultados.
Ejercicio 7.
Utilizando la misma lógica de los comandos \label{} y \ref{}recién
ejercitados, vamos a definir referencias internas entre secciones del documento.
1 Busque en el texto de Ejercicio.tex las subsecciones Asociaciones y
Asociaciones en el ámbito hispánico.
2 A cada una de ellas, ası́gnele una etiqueta diferente (por ejemplo, asociaciones1
y asociaciones2) con el comando \label{etiquetaelegida}.
3 Busque en el texto la cadena “Algunas de las asociaciones mencionadas en las
secciones ... y ... ’.
4 Reemplace los puntos suspensivos por la remisión a las respectivas etiquetas:
\ref{etiqueta}.
5 Realice una compilación parcial para verificar su progreso y observe los
resultados.
Es posible que deba realizar dos compilaciones antes de que desaparezcan los
signos de interrogación en Ejercicio.pdf.
ISBN 978-987-3617-89-8 485
Si quiere realizarse
una nota al pie del texto
se emplea el comando
\footnote{texto de nota}
en el lugar donde se
realiza la llamada.
El texto aparecerá a pie
de páginas.
Ejercicio 8.
1 Incluya la nota al pie indicada en el archivo texto origen.txt en el
lugar indicado por el número 1 (consulte el archivo texto meta.pdf)..
2 Realice una compilación parcial para verificar su progreso y compare sus
resultados.
Para trabajar con notas al final del artı́culo se debe utilizar un paquete especial:
endnotes.
1 Organización de un .tex
2 Gestión de bibliografı́a
3 Referencias
La bibliografı́a
La estructura de esta sección, tanto en un artı́culo como en una
presentación, depende de si trabajamos o no con el software
asociado a MikTeX denominado BibTex. Ir
Sı́ o sı́, deber especı́ficarse antes del comando \end{document}
pues si no se generará error de compilación.
\begin{thebibliography}
%\bibitem[etiqueta]{clave}
\bibitem[Dur2000]{Duranti}Duranti, A., 2000. \emph{Antropologı́a
lingüı́stica}, Cambridge, Cambridge University Press.
donde etiqueta es lo que acompañará a la bibliografı́a en lugar de un número (convención de escritura tı́pica de las
ciencias duras). Se coloca siempre antes del comando \end{document} y produce:
[Dur2000]Duranti, A., 2000. Antropologı́a lingüı́stica, Cambridge, Cambridge University Press.
Duranti, A., 2000. Antropologı́a lingüı́stica, Cambridge, Cambridge University Press.
@article{MMarin2009,
author={Marcos Marı́n, Francisco},
title={Historia humana de la lengua espa~
nola y su computación},
journal={Studies in Hispanic and Lusophone Linguistics},
volume= {2} ,
pages={387--415},
year=2009
}
donde lo que sigue a la clase de referencia se refiere a la etiqueta (o key única) que permite “llamar” a cada texto
en un trabajo.
Estos datos pueden obtenerse en lı́nea para la mayorı́a de los trabajos, por ejemplo, mediante GoogleScholar.
BibTex
BibTex (pago) se descarga desde http://www.latexsoft.com/bibtexmng.htm y hay
referencias múltiples sobre su empleo en Internet (www.bibtex.org), por ejemplo.
Estas imágenes corresponden a la versión 3.0, pero el funcionamiento es similar.
Para ingresar cada entrada, lo más importante es clasificar el tipo de fuente, que
determinará los campos disponibles:
BibTex
Formatos
Una vez creada la base de datos con
Hay cuatro formatos predefinidos de
BibTex, el código a emplear es:
bibliografı́a y hay paquetes para definir
estilos personalizados (usuarios
avanzados).
\bibliographystyle{agsm} plain: orden alfabético de autores y etiqueta
\bibliography{archivo} numérica.
\end{document} alpha: orden alfabético de autores y etiqueta por
prefijo-año.
unsrt: orden de aparición y etiqueta numérica.
El estilo agsm depende del paquete
abbrv: orden alfabético de autores abreviados y
harvard y muy útil para usar el etiqueta por prefijo-año.
sistema autor-año.
Ejercicio 9.
1 Analice el archivo biblioprueba.bib incluido entre los
documentos de Práctica.
Al no poder utilizar BibTeX en este taller, trabajaremos con esta opción para
generar la sección de Referencias. Pero primero vamos a ver cómo se realizan
las citas en el texto del artı́culo.
Para ello tenemos que utilizar los paquetes de bibliografı́a indicados en el
preámbulo: harvard y natbib.
Ejercicio 10.
1 Busque en el texto de Ejercicio.tex la cadena “Lucı́a Megı́as (2003,
111)”.
2 Reemplace por la forma de cita: \cite[111]{LMegias2003} (las páginas
son inventadas).
3 Realice una compilación parcial para verificar los cambios en el archivo
Ejercicio.pdf.
4 Haga lo mismo con las citas de la sección “Para saber más”:
1 Reemplace “Hockey (2001), Leibrandt (2006), entre otros”
usando el comando \cite{}.
2 Reemplace “Se destacan los textos de Hockey (2004) y Marcos
Marı́n (2009)” usando el comando \citeyear{}.
5 Realice una compilación parcial para verificar su progreso y compare sus
resultados.
ISBN 978-987-3617-89-8 498
Ejercicio 11.
Incluya la sección de referencias con los comandos sucesivos
\bibliographystyle{plain} y \bibliography{biblioprueba}.
Realice una compilación y preste atención a los mensajes de alerta que
puedan aparecer.
Realice una o dos compilaciones hasta que desaparezcan las alertas y
verifique los cambios en el archivo Ejercicio.pdf.
Modifique el estilo de bibliografı́a por el de su agrado y observe los
cambios en el archivo Ejercicio.pdf.
1 Organización de un .tex
2 Gestión de bibliografı́a
3 Referencias
1 Errores frecuentes
2 Otros paquetes
3 Referencias
1 Errores frecuentes
2 Otros paquetes
3 Referencias
Errores y advertencias
En la sección inferior de la pantalla de trabajo de TeXnicCenter, por
ejemplo, se puede revisar el registro de errores y advertencias.
Algunos errores son aceptables y el archivo .pdf se genera igual, pero
otros interrumpen la compilación sin producir ningún documento.
Cuando la compilación arroja errores/advertencias, pueden rastrearse
en el documento de trabajo .tex empleando los botones de
seguimiento (indicados con signos de admiración y pregunta
respectivamente en la barra de trabajo LATEX ).
1 Errores frecuentes
2 Otros paquetes
3 Referencias
Funcionalidades adicionales
Los desarrolladores y usuarios de LATEX escriben paquetes diversos para
satisfacer necesidades especı́ficas. Por ejemplo, estas diapositivas fueron hechas
con el paquete beamer (http://www.ctan.org/pkg/beamer, documentado en
http://texdoc.net/texmf-dist/doc/latex/beamer/doc/
beameruserguide.pdf), y ya mencionamos distintos paquetes para la
bibliografı́a. Pero hay otros que son especı́ficos para las humanidades.
Mencionaremos solamente algunos.
Existen numerosas comunidades en lı́nea que pueden asesorar sobre su empleo,
pero por lo general se encuentran la documentación y ejemplos necesarios.
Texto griego
Para escribir en griego en LATEX se emplea el paquete babel pero
se coloca la lı́nea \usepackage[greek]{babel}:
\documentclass{article}
...
\usepackage[greek]{babel}
\begin{document}
Ellhnik‘o ke‘imeno.
\end{document}
Texto griego
Si quiere alternarse entre el texto griego y el español, puede
utilizarse el siguiente código:
\documentclass{article} que produce lo
\usepackage[spanish, greek] siguiente:
{babel}
\begin{document}
\latintext Texto espa~
nol
\greektext ’a ‘a ’’i ’’‘i
\end{document}
Referencia: http://www.eelvex.net/latex/greek-in-latex/.
El paquete TIPA
La inclusión de fonemas en LATEX es facilitada por el paquete tipa que provee
caracteres de la IPA y otras posibilidades. Permite evitar el empleo del modo
matemático y trabajar con diversos diacrı́ticos. Algunos ejemplos son los
siguientes:
5
\textturna A
\textscripta æ
\ae B
\textbeta č
\v{c} @
\textschwa ň
\textcrlambda ö
\textscr S
\textesh Z
\textyogh Ž
\v{\textyogh}
El paquete TIPA
La inclusión de fonemas en LATEX es facilitada por el paquete tipa
que provee caracteres de la IPA y otras posibilidades. Permite
evitar el empleo del modo matemático y trabajar con diversos
diacrı́ticos. Algunos ejemplos son los siguientes:
\r{e} e̊
\u{e} ĕ
\={e} ē
\.e ė
\textsubdot{e} e
\textpolhook{e} e˛˙
\textsubarch{u} u
\textroundcap{g} “
g
“
\textsubbridge{t} ”t—
\textoverw{g} g
Errores comunes
Los errores más habituales suelen ocurrir
cuando:
se inicia una sección, un tipo de formato, un
entorno especial y se olvida introducir en el lugar
correcto el comando de cierre: por ejemplo
\begin{section} y olvidamos \end{section}.
en algunos entornos, por ejemplo para insertar
figuras, ciertos comandos deben aparecer en un
orden especı́fico (\caption antes que \label,
ambos antes que \end{figure}).
intentar compilar mientras el .pdf está abierto: el
sistema no puede rescribir el documento y
reemplazarlo por la nueva versión.
1 Errores frecuentes
2 Otros paquetes
3 Referencias
Archivos y mapas
Gustavo Navarro,
(Universidad Nacional de la Patagonia Austral. Unidad
Académica San Julián)
Biblioteca digital
✗ Organización de recursos y servicios
✗Una proporción significante de los recursos
de
información se encuentran en formato digital
✗ Entre los servicios tenemos el harvesting, el
uso de gestores de referencias, el uso social,
información de valor agregado
✗ Involucra un sistema de gestión monolítico o
por componentes
✗ Público actualFinalidad
✗ Servicios
✗ Acceso primario por buscadores
✗ Navegación secundaria del Portal de
la bd
✗ Harvesters y servicios de búsqueda
✗ Público futuro
✗ Preservación de los objetos digitales
✗ Estandarización de los resultados
ISBN 978-987-3617-89-8 556
Gestión de la biblioteca
I Jornadas de Humanidades Digitales | 2014
digital
• Copyright
• Digitalización / OCR
• Migraciones/emulaciones/encapsulado
• Procesamiento y registro
• Almacenamiento y preservación
• Publicación y acceso
• Almacenamiento y preservación
• Publicación y acceso
• Identificación unívoca
• originales
• Publicación y acceso
ISBN 978-987-3617-89-8 560
I Jornadas de Humanidades Digitales | 2014
Publicación y acceso
Qué es Greenstone?
• Universidad de Waikato, Nueva Zelanda
• Software libre
• Multilingüe (+ de 60 lenguas) y multiplataforma
• Comunidad de usuarios en varios idiomas
• Versión estable 2.86 – Versión de desarrollo 3.05
• Lista de usuarios en español [email protected]
• Centro Nacional de Promoción de Greenstone, http://cng.fahce.unlp.edu.ar.
Reuniones nacionales, Cursos introductorios y avanzados
ISBN 978-987-3617-89-8 561
Componentes de la I Jornadas de Humanidades Digitales | 2014
•
instalación
Servidor local local la
que permite visualizar
biblioteca digital en un navegador web
Características
Agrupación de los objetos digitales en colecciones
Para cada colección se define:
Scrapping Visual
(Re)leyendo la imagen digital
tallerscrapping.tumblr.com
Construir un sistema formal de análisis alrededor de los elementos presentes y las posibilidades
técnicas.
Cambiar la forma de mirar los mismos elementos de siempre. Giovanni Morelli (1875)
Scrapping
ISBN 978-987-3617-89-8
+ 571
Extracción de Datos
I Jornadas de Humanidades Digitales | 2014
Detectar patrones.
Hacer emerger
nuevas preguntas.
- Viajede egresados a
Bariloche.
- 6 cámaras distintas.
- Ordenadas por saturación
(hacia el centro)
y matiz (en vertical).
Mapeo de subidas de fotos a Instagram en Nueva York al momento del paso del
ISBN 978-987-3617-89-8 huracán Sandy. 576
I Jornadas de Humanidades Digitales | 2014
Local and Tourists
Eric Fisher y un proyecto sobre quién saca fotos de/en las ciudades
Azul: locales
Rojos: turistas
ISBN 978-987-3617-89-8 Amarillos: indeterminado
577