El Procedimiento Por Admisión de Los Hechos: Oportunidades Procesales para Su Aplicación en Vene Zuela

Descargar como doc, pdf o txt
Descargar como doc, pdf o txt
Está en la página 1de 139

El Procedimiento por Admisión de los Hechos:

Oportunidades Procesales para su aplicación en Vene zuela


ÍNDICE GENERAL

RESUMEN 4

INTRODUCCIÓN 5

CAPÍTULO I. EL PROBLEMA 7

1. Planteamiento del problema 7

2. Objetivos: 14

2.1. Objetivo general 14

2.2. Objetivos específicos 14

3. Justificación e importancia 14

CAPÍTULO II. MARCO METODOLÓGICO 17

1. Diseño e instrumentos de investigación 17

2. Recolección, clasificación e interpretación de datos 17

3. Factibilidad del Proyecto de Investigación 18

CAPÍTULO III. RESULTADOS DE LA INVESTIGACIÓN 19

1. Origen y antecedentes del Procedimiento por admisión de

los hechos 19

1.1 Plea of guilty del derecho anglosajón 30

1.2 La conformidad del derecho español 39

2. Regulación normativa del Procedimiento por admisión de

los hechos en Venezuela 51

3. Naturaleza jurídica del Procedimiento por admisión de

2
los hechos en el ordenamiento jurídico venezolano 76

4. Fundamentos del Procedimiento por admisión de los

hechos en Venezuela 85

5. Oportunidades procesales para la aplicación del Procedimiento

por admisión de los hechos en Venezuela 87

CAPÍTULO IV. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES 122

REFERENCIAS 133

3
El Procedimiento por Admisión de los Hechos:
Oportunidades Procesales para su aplicación en Venezuela

RESUMEN

El propósito de este trabajo es determinar las oportunidades procesales en


que debe aplicarse el Procedimiento por admisión de los hechos en Venezuela. Para
ello se establecieron los siguientes objetivos específicos: a) Estudiar el origen,
antecedentes, naturaleza jurídica y fundamentos del Procedimiento por admisión de
los hechos previsto en el Código Orgánico Procesal Penal; b) Definir el contenido y
alcance del artículo 376 del Código Orgánico Procesal Penal y c) Analizar cuáles son
las oportunidades procesales para aplicar el Procedimiento por admisión de los
hechos en Venezuela, según el Código Orgánico Proce sal Penal. Las interrogantes
que la investigación se planteó fueron las siguientes: ¿Cuál es el origen del
Procedimiento por admisión de los hechos?¿Cuál es son las oportunidades procesales
para aplicar el Procedimiento por admisión de los hechos en Venezuela, según el
Código Orgánico Procesal Penal?, ¿A partir de qué momento debería la admisión del
acusado surtir los efectos previstos en el artículo 376 del Código Orgánico Procesal
Penal?, ¿El Procedimiento por adm isión de los hechos puede aplicarse después de
iniciado el debate de juicio?, ¿Debe considerarse que las oportunidades establecidas
en el artículo 376 del Código Orgánico Procesal Penal tienen un carácter preclusivo o
el Procedimiento po r admisión de los hechos puede llevarse a cabo en momentos
procesales distintos a los establecidos en esa norma?. La metodología empleada fue
de carácter evaluativo. Utilizamos la técnica del subrayado, fichaje y análisis de
contenido. El nive l de análisis del estudio fue concebido dentro de la modalidad de
investigación documental y se efectuó tomando en consideración la lectura de
doctrina, jurisprudencia y leyes, tanto nacionales como extranjeras. Finalmente, se
generaron las siguientes conclusiones:
a) La consagración del Procedimiento por admisión de los hechos en Venezuela surge
de la influencia ejercida por el derecho procesal penal anglosajón y europeo;
b) La regulación normativa del Procedimiento por admisión de los hechos en
Venezuela ha evolucionado en lo que respecta a las oportunidades procesales para su
aplicación, mediante diversas reformas que han permitido extender acertadamente su
alcance; y c) El Procedimiento por admisión de los hechos debe aplicarse sólo en las
oportunidades expresamente establecidas en la ley, previo cumplimiento de los
requisitos exigidos para ello.

Descriptores: Admisión de hechos. Oportunidades procesales Preclusión.

4
INTRODUCCIÓN

El Procedimiento por admisión de los hechos, previsto en el artículo


376 del Código Orgánico Procesal Penal, ha generado una serie de
interrogantes desde su consagración en el ordenamiento jurídico venezolano,
concernientes a las oportunidades procesales para su aplicación, lo que ha
dado lugar a discusiones entre teóricos y prácticos, necesarias para el
desarrollo dogmático de esta institución.

Algunas de las interrogantes surgidas sobre ese aspecto han sido, por
ejemplo: ¿en qué momento del proceso penal pueden admitirse los hechos
imputados, con los efectos previstos en el artículo 376 del Código Orgánico
Procesal Penal?; ¿a partir de cuándo debe permitirse la aplicación del
Procedimiento por admisión de los hechos en Venezuela y hasta qué
oportunidad ello puede extenderse?, ¿las oportunidades procesales previstas
en dicha norma tienen un carácter preclusivo?.

Los doctrinarios y -especialmente- quienes ejercen la práctica forense


han contribuido en el desarrollo de este tema, al llamar la atención sobre esos
puntos. Igualmente, la jurisprudencia nacional (en particular, el Tribunal
Supremo de Justicia, mediante decisiones emanadas de la Sala Constitucional
y la Sala de Casación Penal) ha ofrecido sus aportes, pero todos ellos quizás
sin el ahondamiento necesario pa ra la elaboración de un estudio profundo y
sistemático que permita comprend er más claramente el contenido esencial de
esta institución.

5
Nos hemos propuesto abordar, de un modo sencillo, la problemática
surgida en torno a las oportunidades para la aplicación del Procedimiento por
admisión de los hechos, cuya comprensión resulta de utilidad y trascendencia
en el ordenamiento jurídico penal venezolano.

A tales fines, se estimó preciso indagar sobre el origen, antecedentes,


naturaleza jurídica y fundamentos de esta institución; definir el contenido y
alcance del artículo 376 del Código Orgánico Procesal Penal y analizar
detenidamente los aspectos técnicos vinculados con la determinación de las
oportunidades para aplicar el Procedimiento por admisión de los hechos en
Venezuela.

Con ello procuramos ofrecer un estudio sistemático sobre el


Procedimiento por admisión de los hechos en Venezuela, para esclarecer sus
formas de aplicación, y -particularmente- lo atinente a las oportunidades
procesales para proceder a ello, todo esto con el propósito de contribuir con la
correcta interpretación de esta figura en nuestro ordenamiento jurídico penal.

6
CAPÍTULO I

EL PROBLEMA

1. Planteamiento del Problema:

El Procedimiento por admisión de los hechos previsto en el Código


Orgánico Procesal Penal vigente (2009), en su Libro Tercero, De los
Procedimientos Especiales, Título III, Del Procedimiento por admisión de los
hechos, artículo 376, establece específicamente lo siguiente:

“Artículo 376. El procedimiento por admisión de los


hechos procederá en la audiencia preliminar una vez
admitida la acusación o ante el tribunal unipersona l de
juicio una vez admitida la acusación y antes de la
apertura del debate.

En caso de que el juzgamiento corresponda a un tribunal


mixto, el acusado o acusada podrá solicitar el presente
procedimiento una vez admitida la acusació n y hasta
antes de la constitución del tribunal.

El Juez o jueza deberá informar al acusado o acusad


respecto al procedimiento por admisión de los hecho s,
concediéndole la palabra. El acusado o acusada podrá
solicitar la aplicación del presente procedimiento, para lo
cual admitirá los hechos objeto del proceso en su
totalidad y solicitará al tribunal la imposición inmediata de
la pena respectiva.

7
En estos casos, el Juez o Jueza deberá rebajar la pena
aplicable al delito desde un tercio a la mitad de la pena
que haya debido imponerse, atendidas todas las
circunstancias, tomando en consideración el bien jurídico
afectado y el daño social causado, motivando
adecuadamente la pena impuesta.

Si se trata de delitos en los cuales haya habido violencia


contra las personas, y en los casos de delitos contra el
patrimonio público o de los previstos enla ley que regula
la materia de sustancias estupefacientes y psicotrópicas,
cuya pena exceda de ochos años en su límite máximo, el
Juez o Jueza sólo podrá rebajar al pena aplicable hasta
un tercio.

En los supuestos a que se refiere el párrafo anterior, la


sentencia dictada por el Juez o Jueza, no podrá imponer
una pena inferior al límite mínimo de aquella que
1
establece la ley para el delito correspondiente.” .

De lo anteriormente transcrito se evidencia que las oportunidades para


aplicar el Procedimiento por admisión de los hechos en Venezuela son
determinadas.

Cabe advertir que ello no siempre fue así, la precisión sobre este
aspecto se ha alcanzado en virtud de las distintas reformas realizadas a dicho
artículo, desde su consagración en nuestro ordenamiento jurídico penal hasta
la actualidad. La última de tales reformas se produjo en 2009.

1
Gaceta Oficial N° 5.930 Extraordinario, del 04 de septiembre de 2009.

8
Ahora bien, atendiendo a razones de celeridad y economía procesal,
así como a las circunstancias que actualmente agobian al Sistema de
Administración de Justicia Penal, algunos han considerado posible aplicar el
Procedimiento por admisión de los hechos, aún cuando hayan precluido las
oportunidades legalmente establecidas para hacerlo.

La premisa del ahorro en los costos implicados en la prosecución del


proceso, tales como los recursos invertidos en el accionamiento del Poder
Judicial, el Ministerio Público -si fuera el caso-, la Defensa Pública y el Sistema
Carcelario, han sido utilizados como argumentos para imponer este criterio en
la resolución judicial de los casos.

Adicionalmente, la problemática que afecta al Siste ma de


Administración de Justicia venezolana, evidenciada -entre otros aspectos- en
el retardo judicial, parece encontrar un paliativo en el Procedimiento por
admisión de los hechos, ya que con su aplicación -aún fuera de las
oportunidades previstas en el artículo 376 del Código Orgánico Procesal
Penal- se daría un fin anticipado a la causa y se evitaría la incidencia en ella
de las circunstancias antes expuestas.

El tema sobre las oportunidades procesales para admitir los hechos en


Venezuela y acogerse el imputado al procedimiento consagrado en ese
artículo, se hace más complejo si se considera que también existen
importantes razones que permiten negar, en tesis contraria, la posibilidad del
aplicar el Procedimiento por admisión de los hechos luego de haberse agotado
los momentos procesales para ello.

9
En efecto, argumentos de carácter dogmático logran explicar por qué
se establecen momentos procesales determinados para la aplicación de ese
procedimiento y cuáles son los fundamentos para asegurar que esas
oportunidades deben tener un carácter preclusivo.

El origen, los antecedentes, naturaleza jurídica y fundamentos del


Procedimiento por admisión de los hechos, resaltan la importancia de atribuir a
los momentos procesales para su aplicación tales efectos.

Adicionalmente a ello, otras razones de carácter té cnico sirven de


sustento a tal afirmación:

En Venezuela, la admisión de la acusación es el acto que determina el


objeto del proceso penal, en torno al cual girará el debate de juicio, donde se
confrontarán las pretensiones de las partes, con la finalidad de buscar la
verdad material de los hechos.

Una vez que se ha determinado el objeto del proceso, nuestro


ordenamiento jurídico ofrece al acusado la posibilidad de que admita los
hechos atribuidos -de un modo libre, voluntario y consciente-, con el efecto de
prescindir del debate de juicio y proceder a la imposición inmediata de la pena
aplicable, con una rebaja ceñida a los parámetros normativos.

Esta alternativa que se ha brindado al procesado, responde a los


principios de celeridad y economía procesal mencionados supra, tendientes a
la simplificación de trámites; estrategia ésta necesaria ante la situación actual
de nuestro Sistema de Administración de Justicia Penal.

10
Ahora bien, para aplicar el Procedimiento por admisión de los hechos
el legislador definió los momentos del proceso penal en que ello puede
suceder. Una vez que esas oportunidades legales previstas han transcurrido,
sin que el acusado haya admitido los hechos, debe entenderse que el objeto
del proceso fijado con la admisión de la acusación queda sometido a la
aplicación del derecho penal, mediante la decisión autónoma e independiente
del órgano jurisdiccional, no pudiendo ya ninguna de las partes disponer de él.

En ese sentido, el acusado no podría admitir entonces los hechos


luego de que el momento procesal específicamente previsto para la aplicación
del Procedimiento por admisión de los hechos en nuestro ordenamiento
jurídico penal ha precluido, ni pretender los efectos dispuestos en el artículo
376 del Código Orgánico Procesal Penal, aún y cuando medien las anotadas
circunstancias que afectan al Sistema de Administración de Justicia Penal y se
reconozca la importancia de los principios de celeridad y economía procesal
que deben regir al proceso.

Lo antes expuesto pone de manifiesto la existencia de una clara


contradicción entre los criterios sostenidos, respecto a las oportunidades
procesales para la aplicación del procedimiento objeto de estudio.

En virtud de ello, se ha generado una especie de incertidumbre sobre


el tema y la manera como ha de resolverse la cuestión, lo que a su vez ha
propiciado, en algunos casos, una alteración en el verdadero sentido
expresado en el artículo 376 del Código Orgánico Procesal Penal, y los

11
propósitos que tiene esta institución en el ordenamiento jurídico penal
venezolano.

La discusión se amplía en aquellos casos en los que -encontrándose el


proceso penal en etapa de juicio- se produce un cambio en la calificación
jurídica admitida por el Juez de control en el auto de apertura a juicio. Un
supuesto como el que se ha descrito, podría llevarnos a debatir si acaso tal
ocurrencia ameritaría la nueva imposición por parte del Juez de juicio al
acusado del procedimiento previsto en el artículo 376 del Código Orgánico
Procesal Penal, siendo entonces necesario dilucidar qué consecuencias traería
para el proceso la eventual admisión de los hechos que a tales efectos hiciera
el acusado.

Asimismo, cabe plantearse -en otro supuesto- qué sucedería si llegada


la oportunidad legalmente prevista para la aplicación del Procedimiento por
admisión de los hechos- el Juez no instruye al acusado acerca de la posibilidad
que tiene de solicitar la aplicación del procedimiento establecido en el artículo
376 del Código Orgánico Procesal Penal y, no obstante ello, se dicta el auto de
apertura a juicio. ¿Podría el Juez de juicio enmendar o corregir la omisión del
Juez de control?

Estos planteamientos inciden directamente en el tema de las


oportunidades para aplicar el Procedimiento por admisión de los hechos en
Venezuela, en tanto que -dependiendo de la solución a la que se arribe, podría
consentirse o no su procedencia en momentos procesales distintos a los
consagrados por nuestra ley penal adjetiva.

12
Estos aspectos se han planteado en las salas de juicio y resultan de
esencial interés en el tratamiento del tema, ya que sólo su cuidadoso estudio
puede coadyuvar al mejor desenvolvimiento del proceso penal y de las
instituciones de nuestro ordenamiento jurídico, lo que se traducirá en el respeto
por el debido proceso y sus garantías.

El análisis en profundidad acerca de nuestro objeto de estudio resulta


necesario para resolver la contradicción existente entre los criterios
planteados, y determinar si es posible, de acuerdo con los principios que rigen
al debido proceso, aplicar o no este procedimiento fuera de las oportunidades
señaladas expresamente en el artículo 376 del Código Orgánico Procesal
Penal.

Determinar si es procedente aplicar el Procedimiento por admisión de


los hechos en oportunidades distintas a las previstas legalmente, permitirá
alcanzar una mayor comprensión acerca del iter procedimental y de ciertos
actos procesales (y sus efectos) que atañen particularmente al tema planteado,
permitiendo de esta manera la correcta y justa aplicación del Procedimiento
por admisión de los hechos dentro del proceso penal venezolano.

Todas estas consideraciones justifican la escogencia del tema y


resaltan la pertinencia y relevancia de su ahondamiento, pretendiéndose con
nuestra investigación dar un tratamiento más amplio y sistemático que el
existente en torno a la problemática planteada, par a favorecer así la
exposición de sólidos criterios que se traduzcan en ese desarrollo del debido
proceso en el que hemos insistido y la correcta aplicación de las instituciones.

13
2. Objetivos:

2.1 Objetivo General:

Determinar las oportunidades procesales en que debe aplicarse


el Procedimiento por admisión de los hechos en Venezuela.

2.2 Objetivos Específicos:

Estudiar el origen, antecedentes, naturaleza jurídica y


fundamentos del Procedimiento por admisión de los hechos
previsto en el Código Orgánico Procesal Penal.

Definir el contenido y alcance del artículo 376 del Código


Orgánico Procesal Penal.

Analizar cuáles son los momentos procesales previs tos en el


Código Orgánico Procesal Penal para la aplicación del
Procedimiento por admisión de los hechos en Venezuela.

3. Justificación e Importancia:

La inclusión en el ordenamiento jurídico penal venezolano del


Procedimiento por admisión de los hechos, como institución procesal de gran
significación, trajo consigo las virtudes de la pretendida simplificación

14
procesal tendiente a alcanzar la eficacia y agilidad de la que adolece nuestro
Sistema de Justicia Penal actual.

Una problemática arraigada y evidenciada -entre otr os aspectos- en el


perjudicial retardo procesal, así como en la escasez de recursos económicos
para atender a las necesidades más primordiales de ese Sistema, interfiere en
el sano y debido desarrollo del proceso penal e incide en desmedro de
importantes principios y garantías constitucionales.

La aplicación de esta figura del sistema acusatorio, consagrada en


nuestro Código Orgánico Procesal Penal como un proc edimiento, procura
brindar adecuada respuesta a la moderna tendencia que se inclina por
favorecer las tramitaciones simples y rápidas dentr o del proceso penal, sin
desmedro de los derechos del imputado, permitiendo así dar solución a las
causas de manera expedita y eficaz. Esa, al menos, es la pretensión.

Sin embargo, se han generado muchas críticas y dudas en relación


con ciertos aspectos de esta institución, debido, tal vez, a su carácter
novedoso y sin precedentes en el proceso penal venezolano; pero, en
cualquier caso, tales circunstancias contribuyen al enriquecimiento de la
discusión dentro del foro y dan lugar al surgimiento de interesantes fuentes
para la investigación y el estudio del derecho penal adjetivo.

El desenvolvimiento corriente de la práctica judici al ha generado más


de un cuestionamiento en torno al Procedimiento por admisión de los hechos, y
uno de ellos ha sido, precisamente, el atinente a la oportunidad procesal para
su aplicación.

15
La disparidad de criterios sostenidos al respecto ha creado diversas
confusiones y desconciertos en la práctica, trayend o como consecuencia la
realización de erradas actuaciones que van en detrimento de la consecución
de un debido proceso y el respeto de ciertos principios que lo rigen.

Ahondar en el tema y lograr los objetivos propuestos, permitirá conocer


de modo sistemático y comprender en toda su dimensión el verdadero sentido
y alcance de esta importante institución y muy especialmente, cómo ha de ser
su aplicación en el proceso penal venezolano. Esto es lo que inspira y justifica
el presente Proyecto, sin que nuestras conclusiones pretendan obrar en
desdeño de la diversidad de criterios y opiniones que prevalecen actualmente
en el debate jurídico, sino que -por el contrario-, nuestro propósito es enaltecer
a la investigación como modo científico para alcanzar el conocimiento acerca
de interesantes temas que son de utilidad tanto para estudiosos y práctic os,
en aras de fortalecer el desarrollo de las ciencias penales y la mejor
comprensión del proceso penal y sus garantías.

16
CAPÍTULO II

MARCO METODOLÓGICO

1. Diseño e instrumentos de investigación:

Para alcanzar los objetivos propuestos se llevó a cabo un estudio


evaluativo de las fuentes documentales y bibliográf icas que, de un modo
directo o indirecto, aportaron datos fundamentales para el estudio y
comprensión del tema planteado, de manera que con ello pudo formarse y
expresarse el pensamiento propio del autor.

2. Recolección, clasificación e interpretación de l os datos:

Las técnicas empleadas para la recolección de información,


clasificación e interpretación de datos, atendiendoa los objetivos planteados en
nuestro Proyecto, fueron: la lectura, indagación, evaluación de problemas
prácticos, examen de doctrina y jurisprudencia, así como el planteamiento de
casos reales e hipotéticos.

La clasificación y el análisis de los datos arrojados por la investigación


se realizó de un modo lógico, empleando para ello el método deductivo, que
permitió identificar los aspectos estudiados.

17
La información recolectada fue sometida a un proceso de análisis que
permitió precisar, delimitar y establecer, previa evaluación del contenido
obtenido y a través de un proceso de síntesis, las conclusiones racionalmente
fundamentadas, así como los aportes y recomendaciones sugeridas.

3. Factibilidad del Proyecto de Investigación:

El trabajo especial de grado se realizó con recursos bibliográficos y el


tiempo necesario para obtener la información recolectada, lo cual garantizó su
adecuado desarrollo y culminación.

Los gastos de elaboración de este trabajo especial de grado resultaron


módicos y fueron sufragados en su totalidad por el investigador.

18
CAPÍTULO III

RESULTADOS DE LA INVESTIGACIÓN

1. Origen y antecedentes del Procedimiento por admisión de los


hechos:

En el año 1998, fue sancionado -en el ordenamiento jurídico


2
venezolano- el Código Orgánico Procesal Penal . Con ello se pretendió
reformar el paradigma bajo el cual se había concebido tradicionalmente el
derecho procesal penal venezolano.

De acuerdo con la motivación expuesta por la Comisión Legislativa del


3
entonces Congreso de la República de Venezuela , esto ocurrió inspirado en
los principios democráticos y en las distintas d eclaraciones, acuerdos y
4
convenios internacionales suscritos por nuestro Estado , en los cuales sus
signatarios no sólo proclamaron los derechos en ellos protegidos, sino que
también se obligaron a garantizarlos efectivamente.

Este nuevo Código Orgánico Procesal Penal entró en vigencia


plenamente el 1° de julio de 1999; no obstante, en cumplimiento a lo
establecido en su artículo 503, algunas de sus disposiciones -tales como las

2El 20 de enero de 1998, según Gaceta Oficial N° 5. 208, Extraordinario del 23 de enero de 1998.
3 Hoy: Asamblea Nacional.
4 Entre ellos: la Declaración Universal de Derechos Humanos, Declaración Americana de los Derechos y
Deberes del Hombre, Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, Convención Americana sobre
Derechos Humanos y Pacto San José de Costa Rica.

19
5
normas relativas a los acuerdos reparatorios y el Procedimiento por admisión
6
de los hechos -, comenzaron a regir anticipadamente (en los términos
establecidos en los artículos 504 y 505) una vez transcurridos sesenta días
7
luego de su publicación en la Gaceta Oficial de la República de Venezuela .

Igualmente, conforme se previó en el único aparte del artículo 503 de


ese Código, el artículo 313 -relativo al carácter de las actuaciones- también
entró en vigencia de manera anticipada, previéndose en particular que -
8
durante el período de transición - el Ministerio Público podría solicitar al Juez
de la causa la reserva total o parcial de las actuaciones, por un lapso no mayor
de diez días continuos, siempre que ello no entorpeciera la investigación.

Ese proceso penal que fue consagrado en este Código, quedó


enmarcado en distintos principios y garantías establecidas en su Título
Preliminar, con el objeto de brindarle al proceso penal venezolano
características de naturaleza predominantemente acusatoria.

En especial, ese sistema procesal se formó sobre la base de los


9
principios de oralidad, publicidad, inmediación, concentración y contradicción ,
con los cuales se procuró instituir un proceso penal accesible y eficaz.

5Contenidas en la Sección Segunda, Capítulo III, Título II del Libro Preliminar.


6 Previsto en el artículo 376 de esa ley penal adjetiva.
7 El Código Orgánico Procesal Penal sancionado el 20 de enero de 1998, fue publicado en la Gaceta Oficial de la

8Entiéndase: desde la entrada en vigencia (anticipada) de las citadas disposiciones y el 1° de julio d e 1999,
fecha en la que el Código Orgánico Procesal Penal comenzaría a regir de manera plena.
9Previstos en los artículos 14, 15, 16, 17 y 18 respectivamente, del citado Código Orgánico Procesal Penal.

20
Diversos fueron los motivos que conllevaron a la promulgación del
Código Orgánico Procesal Penal; y -aunque el presente estudio no tiene por
objeto ahondar en los aspectos sustanciales de este asunto- conviene apuntar
que el Procedimiento por admisión de los hechos surgió precisamente de unos
de esos fundamentos, estos son: la necesidad de brindar celeridad en la
aplicación de la justicia y lograr la economía y eficacia procesal.

En este contexto, se reguló en el ordenamiento jurídico venezolano el


denominado Procedimiento por admisión de los hechos, previsto en el Título
III del Libro Tercero correspondiente a los Procedimientos especiales del
Código Orgánico Procesal Penal.

Con el Procedimiento por admisión de los hechos se pretendió


simplificar la tramitación del proceso, mediante la resolución más rápida de las
causas. Por supuesto, la imposición inmediata de pena, como consecuencia
jurídica de ello, permitiría no sólo el acortamiento de los lapsos para la toma de
una decisión judicial definitiva, sino que además conllevaría a la supresión de
los costos del sometimiento a juicio, todo lo cual propendería al alcance de esa
celeridad y economía procesal pretendida por este nuevo régimen.

Respecto a los antecedentes de este procedimiento, algunos han


considerado que “La admisión de los hechos (…) guarda semejanza con la
institución venezolana conocida desde hace mucho ti empo como el corte de

21
la causa en providencia, de modo que no es una experiencia nueva, salvo por
10
las especiales características que aquella tiene” .

11
Según lo refiere el autor Frank Vecchionace , el Corte de la causa en
providencia fue consagrado inicialmente en el artículo 235 del Código de
12
Enjuiciamiento Criminal , y posteriormente se previó en el Capítulo III de la
13
Ley de Beneficios en el Proceso Penal , en el cual se estableció lo siguiente:

“Artículo 9° En el acto de cargos, el reo podrá solicitar, de


acuerdo con su defensor y después de reconocer su
culpabilidad, el corte de la causa en providencia y el
Tribunal, según los cargos formulados, lo acordaráen los
siguientes casos:
1. Cuando la pena que debiera imponerse al reo no
excediere de treinta (30) días de arresto o cuarenta y
cinco (45) días de confinamiento o de multa equivalente
a treinta (30) días de salario mínimo urbano. En este
caso deberá conmutarla por la de amonestación o
apercibimiento;
2. Cuando al procesado se le impute un delito culposo, o
que no siéndolo merezca una pena mayor de treinta
(30) días de arresto de prisión o presidio, que no exceda
de tres (3) años en su limite máximo. En est caso, deberá
conmutarla por la obligación de llevar a

10 Vecchionace I., Frank E.: “La admisión de los hechos en el nuevo proceso penal venezolano”. Segundas
jornadas de Derecho Procesal Penal. La vigencia plena del nuevo sistema. 8 al 10 de marzo. Caracas, Venezuela.
Universidad Católica Andrés Bello. 1999. Pág. 43.
11 Ibídem.
12 “Artículo 235. En el acto de cargos podrán tambiénpedirse por el reo, de acuerdo con su defensor, que se
corte la causa en providencia si la pena que, según los cargos hechos, debiera aplicarse a aquél, permitiere la
conversión en amonestación o apercibimiento que prevé el artículo 57 del Código Penal, y así lo acordará en el mismo
acto el Tribunal, si lo encontrare procedente, pero consultará su decisión con el Superior antes de ejecutarla”.
13 República Bolivariana de Venezuela. Ley de Beneficios en el Proceso Penal, Gaceta Oficial N° 4.620,
del 25 de agosto de 1993.

22
cabo, en forma gratuita, un trabajo en beneficio de la
comunidad al servicio de instituciones oficiales o
privadas.
Parágrafo Primero: Para los efectos de la conmutación
de la pena, en el caso de concurrir varios delitos, se
tomará en cuenta la de mayor entidad.
Parágrafo Segundo: Cuando hubiesen varios procesados,
el juicio seguirá su curso en relación con quienes no
hayan solicitado el beneficio”.

De acuerdo con lo transcrito, el Corte de la causa en providencia


surgía del reconocimiento de culpabilidad que -en el acto de cargos- hacía el
procesado, en consenso con su defensa, atendiendo a los cargos formulados
en su contra.

Su procedencia se encontraba supeditada sólo a determinados


supuestos y surtía como efecto la conmutación de la pena aplicable, en los
términos descritos por la ley.

Un análisis comparativo entre el Corte de la causa en providencia y el


Procedimiento por admisión de los hechos, nos permite establecer
fundamentales diferencias entre ambas instituciones.

Inicialmente, puede señalarse que -mientras para la aplicación del


Corte de la Causa en providencia se disponía que el procesado debía
reconocer antes su culpabilidad-; se aprecia que la formulación adoptada
desde un inicio por el artículo 376 del Código Orgánico Procesal Penal, sólo ha
aludido expresamente a una admisión de hechos.

23
Esto -en nuestro criterio- demarca una diferencia en cuanto al tipo de
reconocimiento exigido normativamente al procesado en cada caso.

Algunos han sostenido una opinión contraria a ésta, por estimar que la
admisión de hechos exigida en el artículo 376 del Código Orgánico Procesal
Penal constituye un reconocimiento de culpabilidad del procesado. Así lo ha
sostenido, por ejemplo, la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia
(mediante sentencia N° 1106, dictada el 23 de mayo de 2006, con ponencia de
14
la Magistrado Carmen Zuleta de Merchán ), y algunos Tribunales de primera
15
instancia ; aunque sin mayor ahondamiento en cuanto a los motivos o
argumentos en los cuales se sustenta tal apreciación.

Desde luego, esta falta de análisis exhaustivo se t raduce en un


impedimento para conocer claramente cuáles son los fundamentos de esta
tesis; sin embargo, queda claro que -bajo esa perspectiva- no existiría una
distinción entre el reconocimiento exigido normativamente al procesado en el
Corte de la causa en providencia y el requerido en la actualidad por el
Procedimiento por admisión de los hechos, pues ambos comportarían en
definitiva un reconocimiento de culpabilidad del procesado.

Empero, surgen razones de carácter sustancial para afirmar que el


tratamiento normativo brindado a cada una de estas instituciones es distinto

14
Tribunal Supremo de Justicia, Sala Constitucional, Sentencia N° 1106, del 23 de mayo de 2006. Ponente:
Magistrada Carmen Zuleta de Merchán. Expediente 05- 1422., http://www.tsj.gov.ve/decisiones/scon/Mayo/1106-
230506-05-1422.htm.15/01/2010. www.tsj.gov.ve.
15 Tribunal Primero de Primera Instancia en funciones de Juicio de la Circunscripción Judicial de San
Felipe, estado Yaracuy. Sentencia del 23 de septiembre de 2009. Juez Romel Antonio Oviol Rodríguez. Asunto
principal UP01-P-2007-002734.http://miranda.tsj.gov.ve/decisiones/2009/septiembre/1451-23-UP01-P-2007-
002734-PJ0352009000066.html.15/01/2010. www.tsj.gov.ve.
http://miranda.tsj.gov.ve/decisiones/2009/septiembre/1451-23-UP01-P-2007-002734-PJ0352009000066.html.

24
en cuanto al objeto del reconocimiento que debe hacer el procesado en uno u
otro caso.

Creemos que cuando un sujeto admite los hechos objeto del proceso,
en aras de alcanzar los efectos descritos en el artículo 376 del Código
Orgánico Procesal Penal, no reconoce su culpabilidad; sino que tan sólo
afirma su intervención en la ejecución del delito atribuido, bien sea con
carácter de autor o partícipe, de acuerdo con los t érminos imputados.

Sostener lo contrario conllevaría a pensar, por ejemplo, que -al admitir


los hechos- el procesado asegura, desde un punto de vista clásico, haber
actuado con dolo o imprudencia, poniendo de manifiesto así un nexo entre su
psiquis y el acto. Por su parte, según los neoclásicos, ello supondría que el
procesado admite haber actuado con dolo o imprudencia y su desatención a la
prescripción normativa vigente, aunque pudo haberlo hecho. Asimismo, de
acuerdo con los criterios finalistas, ese reconocimiento entrañaría que el
procesado, motivado normalmente, hizo un juicio de reproche sobre su acción
(fundamentado en su imputabilidad, la conciencia que tuvo sobre la
antijuricidad de su conducta y la exigibilidad de otra acción conforme a la
norma). Mientras tanto, conforme a algunas tesis funcionalistas, tal admisión
significaría que el procesado reconoce su responsabilidad, por haber tenido la
posibilidad de evitar la acción antijurídica, dada su autodeterminación y
capacidad para decidirse conforme a derecho.

En fin, dependiendo del esquema analítico de la teoría general del


delito que se acoja, reconocer la culpabilidad implicaría hacer un juicio más
allá de lo que fácticamente ha ocurrido, y esto no logra adecuarse a lo

25
descrito en otros términos por el legislador, quien sólo ha exigido “admitir los
hechos objeto del proceso”, es decir, su ocurrencia según la imputación que se
ha formulado.

Creemos que la admisión de los hechos no implica -per se- que el


sujeto haya elaborado primeramente un juicio sobre su culpabilidad y
exteriorizado luego su afirmación al órgano jurisdiccional. Sea cual fuere la
visión analítica de la teoría general del delito que se adopte, apreciamos que
entender a la admisión de hechos, exigida por el legislador para la aplicación
del artículo 376 del Código Orgánico Procesal Penal, como una especie de
reconocimiento de culpabilidad configura una errada interpretación de esa
norma.

En nuestra opinión, afirmar que la admisión realizada por el procesado


(a los efectos previstos en el artículo 376 del Código Orgánico Procesal Penal)
constituye un reconocimiento de su culpabilidad, supone atribuir a la
prescripción legislativa un sentido más extenso al concretamente aportado por
la norma, sin que su contenido y el contexto en el cual fue previsto este
artículo pueda justificarlo.

Si ésa hubiere sido la intención del legislador, éste habría mantenido la


redacción utilizada previamente por el Corte de la causa en providencia (en lo
que concierne específicamente al reconocimiento de la culpabilidad). No
obstante, ello no ocurrió así, sino que -en otro sentido- se estableció como
presupuesto para la aplicación del artículo 376 del Código Orgánico Procesal
Penal el admitir los hechos objeto del proceso.

26
Con esa interpretación, a la cual nos oponemos, parecieran quedar
reminiscencias de una normativa actualmente inaplicable, en virtud de su
derogatoria y del vuelco que dio nuestro legislador, no sólo en cuanto a los
supuestos de hecho ahora regulados, sino también en torno a los efectos
jurídicos perseguidos.

En nuestro criterio, es el juez quien logra deducir esa culpabilidad


cuando determina la verosimilitud que debe existir para ello entre la admisión
de hechos realizada por el procesado y los elementos recabados hasta
16
entonces en su contra .

Ahora bien, desde nuestro punto de vista, existen otras diferencias


entre el Corte de la causa en providencia y el Procedimiento por admisión de
los hechos. Una de ellas concierne al hecho de que -para aplicar los efectos
previstos en el artículo 376 del Código Orgánico Procesal Penal- el legislador
no exigió, como había ocurrido antes respecto al Corte de la causa en
Providencia, la existencia de un acuerdo entre el procesado y su defensor.

Contrariamente a ello, en el presente -para la aplicación del


Procedimiento por admisión de los hechos- el reconocimiento del procesado en
torno a los hechos que le son atribuidos ha sido considerado como un acto
personalísimo de éste, en el cual la defensa sólo puede participar para brindar
asistencia técnica, pero no para aportarle validez.

16 Podría pensarse que ese juicio de culpabilidad al que se encuentra llamado el Juez desaparece ante la
aplicación del Procedimiento por admisión de los hechos; no obstante, en nuestro criterio, él cobra aún mayor relevancia
en estos casos, en aras de garantizar los propósitos previstos en el artículo 376 del Código Orgánico Procesal Penal,
evitar la desnaturalización de esta institución y alcanzar la finalidad del proceso consagrada en el artículo 13, ejudem.
Así se ha entendido en el derecho comparado. Acerca de ello, ver por ejemplo: De Diego D., Luis Alfredo: Justicia
Criminal Consensuada (Algunos modelos del derecho comparado en los EE.UU., Italia y Portugal). Valencia, España.
Tirant lo Blanch. Monografías 124. Servicio de Publicaciones Universidad de Cádiz. 1 999. Pág.
77.

27
Adicionalmente, a diferencia con el Corte de la causa en providencia,
el Procedimiento por admisión de los hechos resulta aplicable ante cualquier
delito; y sus efectos son: la inmediata imposición de la pena, con la rebaja
aplicable según lo descrito por el artículo 376 del citado Código.

Como puede advertirse, las diferencias existentes -entre el Corte de la


causa en providencia y el Procedimiento por admisión de los hechos-respecto
17
al objeto sobre el cual recae el reconocimiento del procesado en cada caso ,
18
algunas de las formalidades que se exigen para expresarlo , los supuestos en
19 20
los que se aplican estas instituciones , así como los efectos de ellas ,
permiten disociar a ambas figuras y negar el origen del Procedimiento por
admisión de los hechos en el Corte de la causa en providencia, tal y como lo
señaló el autor Frank Vecchionace.

Tal vez, ambas instituciones puedan coincidir en haberse configurado


como fórmulas de terminación anticipada del proceso, por la supresión del
juicio, en virtud de un reconocimiento expresado por el procesado ante el juez;
sin embargo, a nuestro juicio, existen entre ellas diferencias más profundas
21
(reconocidas incluso por el citado autor Vecchionace y otros,

17 En el Corte de la causa en providencia el reconocimiento versa sobre la culpabilidad del procesado;


mientras que en el Procedimiento por admisión de los hechos éstesólo alude a los aspectos fácticos que
conforman el objeto del proceso.
18 En el Corte de la causa en providencia el reconocimiento del procesado debe realizarse en consenso
con el defensor; por el contrario, en el Procedimiento por admisión de los hechos el procesado reconoce los
hechos hallándose debidamente asistido por su defensa técn ica, pero sin que sea necesaria la existencia de un
acuerdo entre ellos sobre el reconocimiento expresado, para brindar validez a lo que se ha considerado
actualmente como un acto personalísimo del procesado.
19 El Procedimiento por admisión de los hechos resulta aplicable en cualquier caso, pero el Corte de la
causa en providencia sólo era procedente cuando “la pena que debía imponerse no excedía de treinta (30) días
de arresto o cuarenta y cinco (45) días de confinamiento o de multa equivalente a treinta (30) días de salario
mínimo urbano; o cuando al procesado le fuera atribuido un delito culposo, o que no siéndolo ameritaba una
pena mayor de treinta (30) días de arresto de prisión o presidio”.
20 El efecto del Corte de la causa en providencia era la conmutación de la pena, a diferencia del
Procedimiento por admisión de los hechos que prevé la imposición inmediata de la pena aplicable, rebajada en
los términos señalados por Ley.
21 Vecchionace I., Frank E.: “La admisión de los hechos en el nuevo proceso penal venezolano”… op.cit., Págs. 46-
48.

28
22
como Nelly Arcaya ); que impiden entender al Procedimiento por admisión de
los hechos como una especie de reformulación del Corte de la causa en
providencia.

A nuestro modo de ver, debe reconocerse que el Procedimiento por


admisión de los hechos viene a incorporarse al ordenamiento jurídico
venezolano en la etapa más reciente de su historia procesal penal
contemporánea, con fundamento en el cambio de parad igma experimentado
por el sistema procesal penal durante ese período.

El origen del procedimiento en estudio puede explicarse en virtud de la


influencia que generaron los sistemas procesales aplicados en algunos países
que -desde tiempo atrás- ya propugnaban la i mportancia de la justicia penal
consensuada, célere, económica y eficaz.

Según se señaló en la Exposición de Motivos del Código Orgánico


Procesal Penal:

“El Título III regula el procedimiento por admisión de los


hechos, institución cuyos antecedentes podemos ubic ar
en el plea guilty americano y en la "conformidad"
española, no obstante las diferencias notables entre
ambas instituciones. En efecto, como afirma Alcalá-
Zamora la naturaleza jurídica de la conformidad es la de
un allanamiento, pues exige un acto de disposición de la
parte acusadora, un juicio de homologación del

22 Arcaya, Nelly: Las instituciones de vigencia anticipada en el Códi go Orgánico Procesal Penal (Los
Acuerdos Reparatorios, el Procedimiento por Admisión de los Hechos y la Eliminación del Secreto Sumarial).
Valencia-Caracas, Venezuela. Vadell hemanos editores.1998. Págs. 58-59.

29
tribunal acerca del cumplimiento de los requisitos legales
y una sentencia vinculada a la petición de condena
hallada conforme, siempre que el delito de que se trate
no motive la imposición de una pena superi or a prisión
menor (seis años). Por su parte, en el plea guilty no
tienen lugar esas limitaciones a los poderes del tribunal,
toda vez que la declaración de reconocers e guilty en el
proceso penal inglés da lugar a la inmediata imposición
de la pena (…)”.

Lo transcrito supra alude al influjo de instituciones como el Plea of


Guilty anglosajón y la Conformidad del derecho procesal penal español, para la
incorporación a nuestro sistema del Procedimiento por admisión de los hechos.

Como consecuencia de ello, resulta pertinente referir los aspectos más


esenciales que definen a estos mecanismos de si mplificación procesal
utilizados en el derecho comparado, y así ofrecer una visión más clara del
origen que -conforme al legislador venezolano- tuvo la consagración del
procedimiento objeto del presente trabajo.

a) El Plea of Guilty del derecho anglosajón :

La figura del plea of guilty constituye una práctica del sistema procesal
anglosajón, conforme a la cual el procesado -una vez leída la

30
23
formulación de cargos- declara ante el Juez su culpabilidad , de manera
consciente y sin vicios.

De acuerdo con los distintos criterios doctrinales, esa declaración de


24
culpabilidad puede ser: voluntaria (no influida) ; estructuralmente inducida o
negociada.

Según el autor Luis Alfredo de Diego Díez, la decla ración de


culpabilidad voluntaria o no influida ocurre cuando “el inculpado confiesa
porque su culpabilidad resulta tan evidente que el juicio y las pruebas serían
un puro trámite previo a la condena, o para callar sus remordimientos de
conciencia, o, en definitiva, porque no encuentra ventaja alguna en negar su
25
culpa.” .

En similar sentido, Silvia Barona Vilar expresa que “a través de esta


forma el reo va a confesarse culpable sin otra razó n que por la evidencia de
su culpabilidad o bien porque actúa movido por remordimientos de conciencia”
26
.

23 En este caso, a diferencia del Procedimiento por admisión de los hechos, el derecho anglosajón sí
exige un reconocimiento de culpabilidad del procesado para aplicar los efectos del Plea Guilty.
24 No pareciera adecuado utilizar esta denominación para la primera especie de esta tipología, pues -en
cualquier caso- la manifestación del procesado debe ser voluntaria. Precisamente, sobre este punto resulta pertinente
aludir
al caso Brady v. United States, en la cual -según cita el autor Luis Alfredo de Di ego Díez- se declaró que “Una
plea guilty prestada por un acusado plenamente consciente de todas las consecuencias, enterado de los
efectivos compromisos asumidos en su confrontación con el Jue z, con el acusador o con el mismo defensor,
debe ser considerada válidad y eficaz salvo que haya sido arrancada con amenazas (o con promesas de hacer
cesar hostigamientos injustos), con falsas manifestaciones (incluso promesas no mantenidas o que no se pueden
mantener), o bien con promesas que por su naturaleza son ilegítimas…(por ejemplo , el pago de un preci o por
soborno)” [De Diego D., Luis Alfredo: Justicia Criminal Consensuada (Algunos modelos del derecho comparado
en los EE.UU., Italia y Portugal)…op. cit., Pág. 48 ]. Estimamos que el uso de este término podría generar
confusión, aún en caso de que con ello se pretendiera aludir a la ausencia de una influencia externa al
procesado, como factor determinante para emitir la declaración.
25
De Diego D., Luis Alfredo: Justicia Criminal Consensuada (Algunos modelos del derecho comparado en los
EE.UU., Italia y Portugal)… op. cit., Pág. 33.
26 Barona V., Silvia: La Conformidad en el Proceso Penal. Valencia, España. Tirant lo Blanch. Monografías 18.
1994. Pág. 52.

31
Por su parte, se ha entendido que las declaraciones de culpabilidad
estructuralmente inducidas son aquéllas realizadas por el procesado cuando
éste aprecia que -de continuar el proceso, sin reconocer su culpabilidad-
podría someterse a una situación jurídica más gravosa.

Entretanto, la llamada declaración de culpabilidad negociada se ha


definido como aquélla que se verifica con ocasión a un acuerdo celebrado
entre las partes, bien sea en torno al delito por el cual se han formulado los
cargos en su contra y/o la pena imponible.

En términos académicos, esta última especie ha sido denominada


plea negotiation y también se le reconoce más comúnmente como plea
27 28
bargaining - .

De esa clasificación -adoptada usualmente por la doctrina- para


distinguir las declaraciones de culpabilidad del encausado, se deduce que tal
declaratoria puede responder fundamentalmente a factores internos o externos
a este sujeto procesal.

Si el procesado ha declarado su culpabilidad únicam ente en virtud de


un juicio interior (nos referimos al denominado “remordimiento de conciencia”,
por ejemplo), se entiende que ella deviene de un factor intrínseco o interno;
pero si -por el contrario- ésta se inspira en aspectos ajenos a sí mismo, (como
ocurre cuando se pretende evitar la imposición de

27
De Diego D., Luis Alfredo: Justicia Criminal Consensuada (Algunos modelos del derecho comparado en los
EE.UU., Italia y Portugal)… op. cit., Pág. 35.
28 Esta fórmula de negociación procesal se sustenta de manera concreta en el amplio poder discrecional
que se le ha atribuido al Ministerio Fiscal -dentro del modelo angloamericano- para ejercer la acción penal o
prescindir de ella. A título ilustrativo, conviene señalar que -en este tipo de sistema- el llamado public prosecutor
(Ministerio Fiscal) puede ejercer la acción penal sólo por algunos de osl delitos cometidos, e incluso puede
decidir invocar o no las agravantes o atenuantes aplicables.

32
la pena correspondiente, por considerarla más desfa vorable a la que
resultaría luego de reconocer su culpabilidad) nos hallamos ante factores de
tipo externos.

Ahora bien, en cualquiera de los casos, es decir, sea la declaración de


29
culpabilidad producto de factores internos o externos al procesado , ésta tiene
por objeto evitar la celebración del juicio y obtener una sentencia condenatoria
más favorable a la que podría obteners e si prosiguiera el proceso.

Uno de los países -con modelo anglosajón- que ha adoptado esta


praxis, con elevada incidencia, ha sido Estados Unidos.

30
A propósito de ello, la autora Silvia Barona Vilar -fundamentada en
31
estudios estadísticos realizados sobre el asunto - afirma que la mayor parte
de las penas impuestas en este país no derivan de un veredicto o condena en
el juicio oral, sino de la plea of guilty; incluso, advierte que “(…) en algunos
Estados los datos estadísticos demuestran que el 90% de los asuntos se
resuelven sin llegar al trial y, por tanto, mediante la negociación entre las
partes seguida de la correspondiente recomendación al órgano
32
jurisdiccional” .

29 Doctrinalmente: voluntaria, estructuralmente inducida o negociada.


30
Barona V., Silvia: La Conformidad en el Proceso Penal…op.cit., Pág. 54.
31 Entre ellos, refiere a: BOLAND, The Prosecution of Felony Arrests, 1979, Bureau of Justice Statistics,
Washington D.C., 1983 y CHAMPION, D. J., Felony plea bargaining and probation: a growing judicial and
prosecutorial dilemma, Journal of Criminal Justice.
32
Barona V., Silvia: La Conformidad en el Proceso Penal…op.cit., Pág. 54.

33
33
Díez

En ese mismo sentido, ha expresado el autor Luis Alfredo de Diego


que el guilty plea “constituye la base de un alto porcentaje de las
34
condenas en los EE.UU.” .

35
Según lo señala este doctrinario , la práctica del plea guilty en este
país (específicamente en su modalidad negociada) comenzó a celebrarse
desde principios del siglo XX, pero sin reconocimiento de la legislación
aplicable, ni tampoco de los altos Tribunales.

Para ese entonces, algunos cuestionaban el uso de esta figura y


consideraban que la declaratoria de culpabilidad realizada con ocasión a una
promesa del Ministerio Fiscal, podría dar lugar a declarar la nulidad del
procedimiento; en virtud de ello, los acuerdos entre las partes -en cuanto a la
formulación de cargos y/o la pena imponible- se concretaban sin hacerlo del
conocimiento del Juez.

Fue a partir del año 1969, que la Corte Suprema Federal -mediante
sentencia dictada en el caso Boykin contra Alabama- estableció el deber de
36
dejar constancia en actas de tales negociaciones .

Actualmente, aún y cuando un sector doctrinal formu la sus críticas en


37
contra de esta práctica , la realidad resalta el uso que se le ha dado dentro
del sistema norteamericano para la simplificación del proceso.

33 Sustentado en el estudio realizado por Zimring, Franklin E. y Frase, Richard S., publicado en The
Criminal Justice System. Material son the Administration and Reform of The Criminal Law, Little, Brown and
Company, Boston and Toronto, 1980.
34 De Diego D., Luis Alfredo: Justicia Criminal Consensuada (Algunos modelos del derecho comparado en
los
35 Ibídem, Págs. 46-47.
36 Ibídem, Págs. 96-99.

34
A nuestro juicio, la adopción de un sistema de partes, en el cual tanto
el Ministerio Fiscal como el procesado deben actuar bajo las premisas del
38
principio de igualdad , ha favorecido la práctica del plea of guilty dentro de
Estados Unidos, pues -tal y como lo afirma Bernd Shünemann- con esta
estructura “el acusado puede prescindir completamente de la audiencia sobre
la cuestión de culpabilidad y, con ello, tamb ién de la prueba, si desde el
39
principio se declara culpable” .

Respecto a cómo se utiliza esta figura dentro del proceso


estadounidense, conviene aclarar que -en el procedimiento seguido para la
resolución de casos penales en ese país- se destaca la existencia de una fase
destinada a la preparación del juicio oral, en la cual el Juez debe ejercer
control sobre las actuaciones realizadas por las partes y depurar así el
40
proceso . Es precisamente en esta fase que tiene lugar la fórmula
anglosajona, denominada: plea of guilty.

41
De acuerdo con los autores , esta etapa puede desenvolverse
mediante diversos procedimientos y ello va a responder -en cierta forma- a la
naturaleza de los cargos imputados.

37 Entre ellos: Franklin Zimrimg, Richard Frase, Richard Daley, Malcolm Feeley, Vittorio Fanchiotti, Albert
Alschuler y Vincenzo Vigoriti. (De Diego D., Luis Alfredo: Justicia Criminal Consensuada (Algunos modelos del
derecho comparado en los EE.UU., Italia y Portugal)…op.cit. , Págs .50-54.)
38 Luis Alfredo de Diego Díez ha afirmado que -en este modelo- las partes actúan como los verdaderos
due ños del procedimiento; mientras que el Juez sólo desempeñasus funciones como un tercero imparcial. (De
Diego D., Luis Alfredo: Justicia Criminal Consensuada (Algunos modelos del derecho comparado en los EE.UU.,
Italia y Portugal)…op.cit., Pág. 23).
39 Citado por: De Diego D., Luis Alfredo: Justicia Criminal Consensuada (Algunos modelos del derecho comparado
en los EE.UU., Italia y Portugal)…op.cit., Pág. 23.
40 A esta etapa se le denomina “pretrial”.
41 Méndez L., Miguel A.: “Los principios del proceso penal estadounidense y el caso de Michael Jackson”.
Derecho y Democracia: Cuadernos unimetanos. Universidad Metropolitana. Caracas, Venezuela. Editorial Ex Libris, 11.
2007. Pág. 141.

35
Efectivamente, el Ministerio Fiscal tiene dos modos de proceder ante la
presunta ocurrencia de un hecho punible: puede presentar la acusación ante el
Juez (information); o utilizar la figura del indictment, conforme a la cual puede
acudir ante el gran jurado y exponer sobre la existencia de una “causa
probable” que permite sustentar la culpabilidad del procesado.

En principio, se estima que -de manera preferente- el Ministerio Fiscal


debería presentar acusación (information) cuando se trata de faltas o delitos
menores (denominados misdemeanors); y utilizar la modalidad del indictment
42
ante delitos graves (conocidos como felony) .

Ahora bien, según sea el modo de proceder que concr etamente se


utilice, deberá cumplirse un trámite procesal deter minado:

Cuando el Ministerio Fiscal presenta acusación, debe llevarse a cabo


la audiencia conocida como arraignment, cuyo objeto fundamental es
que el Juez informe al imputado sobre los cargos que se han
43
formulado en su contra .

Seguidamente, el Juez procede a invitar al encausado a pronunciarse


44
sobre su culpabilidad .

42 Advierte la autora Silvia Barona Vilar que “En cerca de los dos tercios de los estados el instituto del jurado es
utilizado poco o, de alguna forma, puede afirmarse que ha ido cayendo en desuso. En la mayor parte de los estados se
procede en base al acto de acusación formulado p or el prosecutor (information) que viene superpuesto al control de
la audiencia preliminar, fuera de los casos en que el imputado renuncia expresamente a la misma”.
(Barona V., Silvia: La Conformidad en el Proceso Penal…op.cit., Pág. 46).
43
En ésta, además se hace entrega al imputado de una copia de la acusación (information) y se le brinda la
oportunidad de contestarla.
44 A esto se le conoce como “pleading”.

36
Si éste no declarase su culpabilidad sobre los hechos, el
procedimiento prosigue a la siguiente fase, en la cual se celebrará una
audiencia preliminar (preliminary examination), donde el Juez -en
presencia del Ministerio Fiscal, el procesado y su defensa-deberá
45
decidir si existen o no méritos suficientes para celebrar el Juicio .

46
Si -por el contrario- el procesado declara su culpabilidad al momento
en que se le informa sobre los cargos formulados en su contra, se
omite la ejecución de las actuaciones descritas supra y se adelanta el
proceso hasta el momento de dictar sentencia.

En caso de procederse mediante indictment, si -luego de la exposición


del Ministerio Fiscal- la mayoría del jurado acordase la existencia de
méritos para celebrar el juicio, será éste quien deba dar lectura al
procesado sobre los cargos que se le imputan.

Si, luego de invitarle a pronunciarse sobre su culpabilidad, éste se


declarase inocente, el jurado le informará acerca d e la oportunidad
47
para celebrar la audiencia de juicio .

Pero si -en el caso opuesto- el procesado admite su culpabilidad ante


el gran jurado, se prescinde del juicio para dictar sentencia.

45 Adicionalmente, en este momento se resolverán otro s aspectos relevantes, como -por ejemplo- lo
atinente a la defensa del imputado, su libertad, e incluso la homologación de acuerdos reparatorios. En este
último caso, no teniendo objeto la celebración del juicio, el Juez debe proceder a dictar sentencia. Igualmente
ocurre si se estima que no existen méritos suficientes para proceder al enjuiciamiento.
46 En cualquiera de las modalidades antes estudiadas: voluntarias o no influenciada, estructuralmente
influenciada y negociada.
47 No se celebra -en este supuesto- la comentada “preliminary examination”.

37
En cualquiera de los supuestos planteados, ante la declaratoria de
culpabilidad realizada por el procesado, el Juez debe examinar tanto la
voluntariedad y conciencia con la que se efectuó la confesión, como su
correspondencia con los hechos objeto del proceso; para posteriormente
decidir sobre su aceptación, conforme a la discrecionalidad que se le ha
48
conferido .

Como puede colegirse de lo anterior, cuando -en el modelo


49
estadounidense- se formulan cargos en contra de un individuo , éste debe ser
informado en audiencia sobre la imputación que se le hace, para que -una vez
en conocimiento de su contenido- pueda pronunciarse sobre su culpabilidad.

Dicho pronunciamiento puede consistir en una declaratoria de


inocencia (plea of not guilty) o de culpabilidad (plea of guilty). Igualmente, sin
declarar expresamente sobre su culpabilidad o inocencia, el procesado puede
decidir no oponerse a los cargos formulados (nolo contendere); o -incluso-
podría optar por guardar silencio.

Cuando el pronunciamiento emitido es una declaración de culpabilidad


50
(plea of guilty) , y el Juez -en los términos antes señalados- la acepta, debe
prescindirse de la celebración del juicio (como efecto inmediato) y procederse a
dictar sentencia de acuerdo con lo admitido.

48
Barona V., Silvia: La Conformidad en el Proceso Penal…op.cit., Págs. 65-68.
49 Mediante las distintas formas de proceder.
50 Aspecto que especialmente debemos resaltar, a los efectos de la presente investigación.

38
De esta manera se desenvuelve el plea guilty en Estados Unidos, y se
logra abreviar el procedimiento para la resolución de casos.

Ahora bien, existen otros países con modelo anglosajón (tales como
Canadá e Inglaterra, por ejemplo), en los que tambi én se practica el plea
51
guilty , de manera similar a como ocurre en Estados Unidos; sin embargo,
este último ha demostrado mayor frecuencia en su pr áctica, razón por la cual
preferimos enfocar nuestras referencias en ese país.

b) La Conformidad en el derecho español:

En lo que respecta a la Conformidad prevista en el derecho procesal


español, consideramos preciso expresar primeramente algunas
consideraciones relacionadas con el contexto en el cual se reformuló esta
institución en España, para luego referir los aspectos caracterizadores de esta
figura.

Al respecto, conviene apuntar que el derecho procesal penal español,


además del italiano y el alemán, por ejemp lo, es representativo del modelo
continental europeo, en el cual -clásicamen te- se adoptó un sistema inquisitivo
que, a diferencia del modelo anglosajón, exaltó la figura del Juez y no de las
partes.

Quienes han ahondado sobre el estudio del modelo continental


europeo clásico, afirman que -desde hace un tiempo- se ha generado una
situación crítica en estos países por el uso de ese sistema procesal. Ello ha

51
Más concretamente: el plea bargaining.

39
sido explicado en virtud de las diversas dificultades prácticas que éste ha
generado, y -consecuencialmente- a la baja efectividad y lentitud en la
52
resolución de casos que se le atribuye .

Tal situación ha sido afrontada mediante reformas normativas, e


incluso con la incorporación de prácticas inspiradas en la idea de la
53
simplificación procesal . Para ello, se ha recurrido a estrategias como la
instauración de sistemas procesales mixtos, en los cuales se combinan formas
54
inquisitivas y acusatorias .

En Alemania, Schünemann asegura que esta crisis se evidenció desde


55
principio de los años setenta , por el exceso de trabajo que tenían los órganos
de administración de justicia, traducido -desde luego- en retardo procesal.

Como corolario de ello, se implementó el uso del denominado


56
Absprache , sustentado en las premisas del consenso y la cooperación entre
las partes, el cual -según señala la doctrina- ha logrado una incidencia entre el
57
veinte y treinta por ciento de los casos resueltos en ese país .

El Absprache ha sido concebido como un mecanismo utilizado en la


práctica procesal alemana para simplificar la resol ución de los casos penales,

52
Barona V., Silvia: La Conformidad en el Proceso Penal…op.cit., Pág. 31.
53 Es el caso del derecho procesal alemán.
54 Las Recomendaciones del Consejo de Europa, especialmente la Recomendación N° R (87) 18,
adoptada por el Comité de Ministros el 17 de septiembre de 1987, relativa a la simplificación de la justicia penal,
sirvieron de aporte para fomentar las nuevas tendencias europeas en esta materia. (Barona V., Silvia: La
Conformidad en el Proceso Penal…op.cit., Págs. 220-221).
55 Ibídem, Pág. 31
56 Inicialmente ideado para delitos de bagatela, de masa y económicos
57
Barona V., Silvia: La Conformidad en el Proceso Penal…op.cit., Pág. 160.

40
mediante la celebración de un acuerdo previo entre las partes sobre el
resultado que tendrá el proceso.

Aún y cuando los parámetros que deben regir a este acuerdo no han
sido definidos por el legislador de ese país, e incluso -tal y como lo refiere la
autora Silvia Barona- se discute si es posible enmarcar su práctica dentro del
58
&153a StPO , actualmente se reconoce su utilización en el sistema procesal
alemán como una realidad, y -autores como Baumann, Böttcher, Schäfer,
59
Widmaier y Bode- han formulado propuestas para su institucionalización .

Por su parte, el derecho procesal penal italiano también se enfrentó a


la crisis del sistema, pero optó por la vía legislativa para superarla, con la
intención de aproximarse al modelo anglosajón y transformar así el clásico
modelo continental europeo que había imperado en ese país por influencia de
Francia.

Esto se concretó específicamente en el año 1989, alentrar en vigor la


reforma del Código Procesal Penal italiano que se hizo en 1988, mediante la
cual se introdujeron al proceso penal elementos propios del sistema
acusatorio.

Uno de los aspectos fundamentales de esa modificación que sufrió esta


ley penal adjetiva, lo constituye precisamente la incorporación de
procedimientos especiales, orientados a simplificar el trámite procesal
legalmente previsto y abreviar la resolución de las causas.

58
Barona V., Silvia: La Conformidad en el Proceso Penal…op.cit., Pág. 160.
59 Ibídem, Págs. 214-218.

41
Entre los procedimientos especiales incorporados en la citada reforma,
60 61
pueden distinguirse los llamados giudizio direttisimo , giudizio inmediato ,
62 63
giudizio per decreto , giudizio abbreviato y applicazione della pena su
64
richiesta delle parti .

En general, se trata de fórmulas que -además de abreviar el


procedimiento seguido ordinariamente y proceder a dictar sentencia de
manera más célere-, propician la aplicación del consenso en torno al destino
que tendrá el proceso, todo ello en aras de combati r las consecuencias
generadas por la crisis del clásico modelo europeo continental.

Como es de suponerse, el derecho procesal penal español no resultó


ajeno a la situación enfrentada por Alemania e Italia y -en general- por quienes
siguieron el clásico modelo continental eur opeo, razón por la cual también este
país se vio obligado a ofrecer respuestas.

60
Aplicable en casos de aprehensión in fraganti. Ver: Barona V., Silvia: La Conformidad en el Proceso Penal…
op.cit., Pág s. 97-100.
61 Procedimiento seguido a solicitud del Ministerio Fiscal o el imputado (con conformidad del acusador), que
admite la celebración de un juicio inmediato en aquellos supuestos en los cuales la prueba sobre la culpabilidad del
procesado resulta evidente. (Barona V., Silvia: La Conformidad en el Proceso Penal…op.cit., Págs. 100-103)
62 Procedimiento promovido ante el órgano jurisdiccional por el Ministerio Fiscal -en aquellos casos (perseguibles
de oficio) en los que se prevé la imposición de penas pecuniarias y no se requiere aplicar una medida de seguridad
personal-, con el objeto de que el se dicte un pronunciamiento de condena sin celebrar el juicio oral. (Barona V.,
Silvia: La Conformidad en el Proceso Penal…op.cit., Págs. 103-107).
63
Procedimiento promovido ante el órgano jurisdiccional por el imputado (en consenso o conformidad con el
Ministerio Fiscal), a los fines de que se resuelva el caso con sentencia que podrá ser de carácter abs olutorio o
condenatorio, sin celebrar el juicio oral. (Barona V., Silvia: La Conformidad en el Proceso Penal…op.cit., Págs.
107-112).
64 Este procedimiento guarda similitud con el plea bargaining del modelo anglosajón. De acuerdo con la autora
Silvia Barona, el llamado “actual pattegiamento tiene por objeto la aplicación de una sanción susti tutiva, una pena
pecuniaria o una privativa de libertad que, teniendo en cuenta las eventuales circunstancias atenuantes y la posterior
disminución de hasta un tercio de la pena prevista en el supuesto de esta institución, no su pere los dos años de
reclusión o de arresto, solo o conjuntamente con una pena pecuniaria”. La applicazione della pena su richiesta delle parti
puede ser promovida ante el órgano jurisdiccional, bien sea por el Ministerio Fiscal o por el imputado, pero -en cualquier
caso- se requiere para ello el acuerdo entre las partes. En cuanto a la oportunidad para aplicar este procedimiento, el
legislador previó la fase de la indagini preliminari, pudiendo extenderse hasta antes de verificarse la apertura del juicio.
(Ver: Barona V., Silvia: La Conformidad en el Proceso Penal…op.cit., Págs. 130-150) .

42
Esto lo hizo a partir del año 1988, cuando -mediante reforma a la Ley
de Enjuiciamiento Criminal- incorporó a su ordenamiento jurídico penal
elementos caracterizadores del sistema acusatorio y, particularmente, exaltó el
principio de oportunidad, entendido por Gimeno Sendra como:

“(…) la facultad, que al titular de la acción penal asiste,


para disponer, bajo determinadas condiciones, de su
ejercicio con independencia de que se haya acreditado
la existencia de un hecho punible contra un autor
65
determinado” .

Esa idea de “oportunidad”, se incluyó en el proceso penal español a


66
través del procedimiento abreviado , que -según el autor Juan Luis Gómez
Colomer- respondió a la declaratoria inconstitucionalidad (parcial) de la
normativa que regulaba los procesos de enjuiciamiento rápido, expresada por
el Tribunal Constitucional español en sentencia N° 145/1988, del 12 de julio,
como consecuencia -a su vez- de la crisis evidenciada en el clásico modelo
continental europeo.

Tal circunstancia aumentó la discusión existente en el sector doctrinal,


en torno a si el denominado “proceso oportuno” debía prevalecer o no ante el
principio de legalidad.

Según lo refiere la autora Silvia Barona, autores c omo Aguilera de


Paz, Faire Guillén, Gómez Orbaneja, Serra Domínguez, De la Oliva Santos y

65
Barona V., Silvia: La Conformidad en el Proceso Penal…op.cit., Pág. 225.
66 Gómez C., Juan L.: “Garantías constitucionales en el enjuiciamiento criminal peruano”. La reforma del
proceso penal peruano. Anuario de derecho penal 2004. Perú. Pontificia Universidad Católica del Perú. Fo ndo
Editorial. 2004. Pág. 110.

43
67
Montero Aroca, entre otros , se han manifestado en contra de incluir criterios
de oportunidad en el proceso penal; pero otros -como por ejemplo- Moreno
68
Catena, González Cuellar, Conde Pumpido Ferreiro y Ruiz Vadillo , se han
69
mostrado a favor de ello, cada uno con sus propios argumentos .

En cualquier caso, se aprecia que la simplificación procesal fue uno de


los mayores propósitos que tuvo esta reforma en el ordenamiento jurídico
penal español, en aras de lograr el aceleramiento en la resolución de las
causas. En este contexto, la aceptación del acusado vino a afianzarse como el
elemento fundamental para ello.

a
Así lo reconoce M Isabel González Cano, quien afirmó que: “Esta
simplificación procesal tiene uno de sus apoyos ese nciales en el ámbito del
procedimiento abreviado en la conformidad y en el reconocimiento de
70
hechos” .

En efecto, la Conformidad se constituyó en “un claro exponente de


71 72
este principio de oportunidad” en España , aunque -en realidad- esta
institución no puede apreciarse como una formulación nueva en este país. Por
el contrario, como estudiaremos seguidamente, la Conformidad encuentra sus
antecedentes en el derecho procesal penal español desde el siglo XIX, pero es
73
el llamado “colapso de la Administración de justicia” lo

67 Barona V., Silvia: La Conformidad en el Proceso Penal…op.cit., Pág. 227.


68 Barona V., Silvia: La Conformidad en el Proceso Penal…op.cit., Pág. 225.
69 Entre ellos: la utilidad pública, el interés social, la consecución de la justicia material, el desarrollo del
proceso sin dilaciones indebidas, etc.
70 Díaz P., Ma Paula: Conformidad, Reconocimiento de Hechos y Pluralidad de Imputados en el
Procedimiento Abreviado. Valencia, España. Tirant lo Blanch. Monografías 406. 2006. Pág. 12.
71
Barona V., Silvia: La Conformidad en el Proceso Penal…op.cit., Pág. 233.
72 Aún con las consideraciones formuladas a favor o e n contra de la oportunidad en el proceso penal.
73 Expresión utilizada por Armenta Deu, según refiere Barona V., Silvia: La Conformidad en el Proceso Penal…
op.cit., Pág. 247.

44
que hizo de ella una herramienta aún más útil para alcanzar los logros
propuestos por la reforma legislativa de 1988.

Fue en 1836 cuando comenzó a hacerse referencia a la Conformidad


en el ordenamiento jurídico penal español, de manera concreta en el artículo
51 del Real Decreto y Reglamento Provisional para la administración de
74
justicia .

Con esta disposición, se le atribuyó un efecto de ef plena en juicio al


consenso que hubieren alcanzado las partes respecto a la renuncia de las
pruebas y su conformidad con las declaraciones del sumario.

Luego de ello, también en las reglas 38 y 40 de la Ley Provisional


Reformada de 1850 se contempló la Conformidad, pero referida en este caso
a la pena.

Posteriormente, se hizo una remisión expresa a estas reglas 38 y 40


(relativas a la Conformidad), en el Real Decreto del 20 de junio de 1852, sobre
los delitos de contrabando y defraudación; y la Ley de 27 de marzo de 1867,
referida al orden público.

En la Ley del 27 de marzo de 1868 se hizo una remisión a las normas


de Conformidad contenidas en la citada Ley de orden público de 1867;
mientras que en el año 1872 también se incluyeron -en la Ley Provisional de
Enjuiciamiento Criminal- artículos relacionados con la Conformidad, referida
concretamente a la calificación de los acusadores

74
Barona V., Silvia: La Conformidad en el Proceso Penal…op.cit., Pág. 240.

45
75
(artículo 564) ; y al delito imputado en el escrito de calificación, e incluso la
responsabilidad civil (artículos 596 y siguientes).

En 1882 se promulgó Ley de Enjuiciamiento Criminal, donde se


establecieron los efectos de la Conformidad para aquellos casos en los que la
pena más grave solicitada por el acusador no exc ediera de seis años de
privación de libertad o de prisión correccional; ytambién cuando se verificare la
conformidad del acusado con la calificación jurídica aplicada a los hechos.

En el año 1967 se promulgó la Ley de EnjuiciamientoCriminal que


incorporó el denominado “procedimiento de urgencia”, respecto a la cual se
interpretó que -a pesar de no existir regulación expresa en cuanto a la
procedencia de la Conformidad en estos procedimientos- sí podía aplicarse,
76
por no resultar contraria a él .

Posteriormente, en la Ley Orgánica del 11 de noviem bre de 1980 se


admitió expresamente la Conformidad en los procedimientos seguidos para el
enjuiciamiento de delitos dolosos, menos graves y flagrantes.

Luego de ella, se promulgó la L.O. 7/1988, de 28 de diciembre,


momento éste en el que se encrudecía la crisis del sistema, sin que se
verificara en ella una derogatoria o modificación de la Conformidad ya prevista
en la Ley de Enjuiciamiento Criminal.

Al respecto, incluso la autora Silvia Barona señala que:

75 Aunque sin expresión de la consecuencia jurídica que acarrearía como efecto.


76
Barona V., Silvia: La Conformidad en el Proceso Penal…op.cit., Pág. 246.

46
“el preámbulo de la Ley 7/1988, de 28 de diciembre,no
dedica ni una línea a la figura de la conformidad, aunque
sí lo hace en cuanto a las finalidades que se enuncian
como esenciales en la reforma: la mayor simplicidad y la
aceleración del procedimiento; así como sobre todo, la
clara tutela del sistema acusatorio y del derecho a la
77
defensa” .

Sobre esto, se ha advertido que aún cuando la refor ma no afectó la


regulación existente de la Conformidad, se utilizó esta figura especialmente en
los procedimientos abreviados para lograr la aceleración pretendida respecto a
la resolución de casos.

Después de ello, la Ley 10/1992 del 30 de abril, sobre medidas


78
urgentes de reforma procesal, incorporó una regulación que tenía por objeto
concentrar aún más las actividades procesale s cuando se verificare la
79
conformidad del acusado con los hechos o con la pena .

La institución de la Conformidad adoptó en el ordenamiento jurídico


español distintas modalidades. Entre ellas se incluyen la conformidad en el
procedimiento por delitos graves, prevista en el artículo 655 de la Ley de
80
Enjuiciamiento Criminal ; la conformidad en el acto de juicio oral en el
procedimiento por delitos graves, consagrada en los artículos 688 y

77
Barona V., Silvia: La Conformidad en el Proceso Penal…op.cit., Pág. 247-248.
78 Párrafo 8 del artículo 790.6.
79 Regla 5 del apartado 5 del artículo 789 y apartado 3 del artículo 791, respectivamente.
80 Manifestación de conformidad expresada -durante el trámite de calificaciones en el procedimiento ordi
nario (fase intermedia)- por el acusado y su defensor ante el órgano jurisdiccional, respecto a la pena más grave
que ha sido solicitada por los acusadores, en procesos seguidos para el enjuiciamiento de delitos merecedores
de una pena privativa de libertad no mayor de seis años o que no exceda a la pena correccional.

47
81
siguientes de esa misma ley ; y la conformidad en el procedimiento
82 83 84
abreviado, establecida en los artículos 791.3 y 793.3 , ejusdem .

En general, esta institución consiste en la aceptación que de manera


expresa manifiesta el acusado y su defensor ante el órgano jurisdiccional, bien
sea respecto a los hechos que se le atribuyen, la calificación jurídica aplicable
y la responsabilidad penal y civil derivada de ello; o en cuanto a la pena más
grave solicitada por los acusadores, según sea el caso. Todo ello con el
propósito de prescindir de la celebración del juicio y proceder a dictar la
sentencia definitiva.

Según el legislador, esas modalidades de Conformidad aplicables en


el ordenamiento jurídico español pueden concretarse de forma oral o escrita,
dependiendo del procedimiento específico que se trate.

Adicionalmente, en la Ley de Enjuiciamiento Criminal se dispone la


oportunidad procesal en que puede ocurrir cada especie de Conformidad,
atendiendo al procedimiento en particular.

81 Consiste en una manifestación expresa de conformidad realizada por el acusado y su defensor ante el
órgano jurisdiccional, respecto a los hechos investigados y a su responsabilidad penal sobre ellos, en causas
seguidas para el enjuiciamiento de delitos que ameriten la imposición de una pena correccional. Esto debe
ocurrir en fase de juicio (desde el inicio del debate hasta antes de que se proceda a la práctica de las pruebas).
82 Aceptación que hace el acusado y su defensor –en escrito conjunto o independiente a la acusación del
Fiscal- de los hechos, la calificación jurídica así como la responsabilidad penal y civil atribuida mediante la
acusación, en casos en los que la pena aplicable es superior a los seis o inferior a los doce años de privación de
ibertadl. Esta modalidad de conformidad ha sido objeto de críticas, por considerarse que de esta forma se excede
su á mbito de aplicación, originariamente referido a delitos de escasa lesión social.
83Consiste en una petición oral que se hace al Juez una vez iniciada la audiencia de juicio (pero antes de
practicarse las pruebas), con el propósito de que se dicte sentencia de acuerdo con lo descrito en el escrito
acusatorio.
84 Algunos autores, incluyen entre las categorías de conformidad al llamado “Reconocimiento de hechos”,
previsto en los artículos 789.5 y 790.6-8 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal; sin embargo, debe aclararse que
-a tenor de la posición doctrinal mayoritaria, a la cual nos adscribimos- aún y cuando en este procedimiento efect
ivamente el procesado y su defensor manifiestan ante el Juez de Instrucción una conformidad con los hechos
investigados, esta figura difiere de la conformidad por cuanto no evita el juicio, sino únicamente la prosecución de
la actividad indagatoria. Se trata de un procedimiento aplicado en la fase inicial del proceso, es decir, cuando
apenas se realizan diligencias previas y que tiene por objeto finalizar la investigación, pasar al juicio para debatir
sobre la calificación jurídica aplicable y dictar sentencia.

48
85
De acuerdo con Gimeno Sendra , la Conformidad objetivamente
puede ser absoluta o limitada, según comprenda la r esponsabilidad penal y
civil derivada del hecho, o se circunscriba sólo a la de carácter penal. Pero
86
además, en el ámbito subjetivo, la Conformidad puede ser total o parcial ,
dependiendo de si ésta ha sido manifestada por todos los acusados o sólo por
87
algunos de ellos .

Esta formulación que fue regulando el legislador español y se convirtió


en un fundamental instrumento para seguir los fines de sus reformas -durante
88
los años 80 y 90 - influyó, conjuntamente con el plea of guilty anglosajón, en
la legislación procesal penal venezolana, tal y como se reconoce en la misma
89
Exposición de motivos del Proyecto de Código Orgánico Procesal Penal .

Así lo consideró también el autor Jesús Quintero, al señalar que: “Se


advierte definitivamente un parentesco cercano del procedimiento por
admisión de los hechos del Código Orgánico Procesal Penal con el instituto
90
del plea guilty del derecho anglosajón (…)” .

85
Citado por Barona V., Silvia: La Conformidad en el Proceso Penal…op.cit., Págs. 280-281.
86 También distinguida como propia o impropia, respectivamente.
87 La conformidad parcial o impropia no genera los efectos que -en general- se le ha atribuido a esta institución,
sino que debe procederse a celebrar el juicio respecto a todos los acusados.
88 Orientadas a la superación de las crisis del modelo continental europeo.
89 Conviene advertir que las reformas a la Ley de Enjuiciamiento Criminal española continuaron; sin
embargo, a los efectos de nuestro estudio estimamos pertinente sólo referirnos a las reformas que de ella se
formularon durante la década de los años 80 y 90, por ser éstas las que nfluyeroni en la consagración del
Procedimiento por admisión de los hechos, en el Código Orgánico Procesal Penal venezolano promulgado en
1998.
90 Quintero P., Jesús R.: “La vigencia anticipada de los institutos del procedimiento por admisión de hechos y de los acuerdos reparatorios en el Código

Orgánico Procesal Penal”. Revista de la Facultad de Derecho de la Universidad Católica Andrés Bello, N° 53. Caracas, Venezuela. Universidad Católica An drés

Bello, Facultad de Derecho. 1998. Págs. 162-163.

49
Efectivamente, la simplificación y agilización de al administración de
justicia también se hicieron necesarias dentro del sistema procesal penal
venezolano.

De acuerdo con los Proyectistas, la promulgación del Código Orgánico


Procesal Penal -entre otros aspectos- pret endía:

“(…) ofrecer a la ciudadanía en cada caso, comenzan do


por el área penal, una respuesta concreta -a fecha cierta-
de justicia rápida y dictada con sentido de equidad; así
como una importante contribución al combate de la
delincuencia y el fortalecimiento de la seguridad jurídica
91
deseada.” .

El modelo anglosajón y el europeo ya habían formulado estrategias en


este sentido, que sirvieron de utilidad a nuestro legislador para orientar su
normativa a la consecución de tal propósito. Nos referimos al plea guilty y la
Conformidad, respectivamente.

Si bien debe advertirse que Venezuela no adoptó una fórmula idéntica


al plea guilty anglosajón y la Conformidad española, consideramos que sí tomó
de ellas la idea de prescindir de la celebración del juicio oral y proceder a dictar
sentencia, en virtud de la aceptación realizada por el acusado, en
determinadas condiciones.

91 Gaceta Oficial N° 5.208 Extraordinario, del 23 de enero de 1998.

50
En esa medida, puede entenderse que esas instituciones del derecho
comparado contribuyeron en la concepción que se hizo del Procedimiento por
92
admisión de los hechos, en nuestro ordenamiento jurídico penal .

Con su consagración dentro de nuestra normativa procesal penal, se


puso de manifiesto una de las estrategias utilizadas por nuestro legislador para
93
afrontar la crisis del sistema , a saber: la inclusión de elementos acusatorios
dentro del proceso penal, ya implementada en Europa; y además propuesta por
94
importantes juristas de Latinoamérica y España, en el año 1988 , y -más tarde,
95
en 1992- por las Naciones Unidas .

Todo esto enmarca cuáles son los antecedentes del P rocedimiento por
admisión de los hechos en Venezuela, y -particularmente- su origen, como
aspectos introductorios de carácter fundamenta l para la comprensión de esta
institución.

2. Regulación normativa del Procedimiento por admis ión de los


hechos en Venezuela:

Desde su incorporación al ordenamiento jurídico penal venezolano, el


Procedimiento por admisión de los hechos ha sido regulado en el Libro
Tercero, Título III, artículo 376 del Código Orgánico Procesal Penal. Sin
embargo, debe aclararse que la redacción original de esta disposición ha

92 Específicamente contemplado en el Título III, del Libro Tercero, artículo 376 del Código Orgánico Procesal Penal.
93Propiciada -según la Comisión Legislativa del Parlamento venezolano- por diversos factores, entre ellos: la
vigencia de normas violatorias de principios procesales básicos y los distintos aspectos negativos der ivados de
la implementación de un sistema procesal que se decía mixto, pero que -en realidad- era fundamentalmente
inquisitivo.
94 Mediante el denominado Código Procesal Penal Modelo para Iberoamérica.
95Específicamente en las Reglas de Mallorca, donde se expresaban las normas mínimas que debían regir al
procedimiento penal.

51
sido objeto de modificaciones sobre diversos aspectos, y -en particular-
respecto al tema que nos ocupa, es decir, las oportunidades procesales para
su aplicación.

En el año 1998, cuando -mediante la promulgación del Código


96
Orgánico Procesal Penal - se consagró este procedimiento, el legislador
venezolano redactó dicho artículo en los términos siguientes:

“Artículo 376. Solicitud. En la audiencia preliminar, el


imputado, admitidos los hechos objeto del proceso, podrá
solicitar al tribunal la imposición inmediata de la pena. En
estos casos, deberá el juez rebajar la pena aplicable al
delito desde un tercio a la mitad de la pena que haya
debido imponerse atendidas todas las circunstancias,
tomando en consideración el bien jurídico afectado y el
daño social causado. Sin embargo, si se trata de delitos
en los cuales haya habido violencia contra las personas,
el juez sólo podrá rebajar la pena aplicable hasta en un
tercio”

De esta norma se desprende que la admisión de los hechos objeto del


proceso, realizada -en la oportunidad prevista en este artículo- por el
97
imputado de la causa, ante el Juez de primera instancia en funciones de
Control, surtía como efecto la imposición inmediata de la pena, con aplicación
de una rebaja, desde un tercio a la mitad de la sanción aplicable.

96 Gaceta Oficial N° 5.208 Extraordinario, del 23 de enero de 1998.


97 De acuerdo con el artículo 121 de este Código Orgánico Procesal Penal (1998): “Se denomina
imputado a toda persona a quien se le señale como autor o partícipede un hecho punible, por un acto de
procedimiento de las autoridades encargadas de la persecución penal conf orme lo establece este Código. Con
el auto de apert ura a juicio, el imputado adquiere la calidad de acusado”.

52
Para la determinación del quantum de la pena imponible, a tenor de
este artículo el Juez debía considerar el bien jurídico lesionado y el daño social
ocasionado.

Adicionalmente, dada la prescripción de la parte in fine de esta


disposición, cuando la admisión del imputado versare sobre hechos en los que
hubiere existido violencia contra las personas, la sanción imponible sólo podía
ser rebajada hasta un tercio de la pena prevista.

De acuerdo con esta norma, para que la admisión de los hechos


tuviese los efectos que derivan de la aplicación de este procedimiento, ella
debía ocurrir en la audiencia preliminar; no especificando la norma si ello era
factible antes o después de la audiencia preliminar, sino, simplemente, durante
su celebración.

Ahora bien, si consideramos que la audiencia preliminar sólo tiene


lugar dentro del Procedimiento ordinario, resulta evidente que -con esta
regulación- únicamente se hacía posible la aplicación del Procedimiento por
admisión de los hechos en ese ámbito (Procedimiento ordinario), a pesar de no
surgir impedimentos para aplicar los efectos del artículo 376 del Código
Orgánico Procesal Penal a la admisión de los hechos ocurrida en otro tipo de
trámites, como por ejemplo, el seguido dentro del P rocedimiento abreviado.

Además de esta crítica que se le opone a la formula ción original del


Procedimiento por admisión de los hechos, debe añadirse que la redacción de
dicho artículo generaba dudas acerca del momento específico de la

53
audiencia preliminar en que podía concretarse la admisión de los hechos en
ella prevista.

En efecto, un señalamiento como el expresado daba lugar a reconocer


los efectos del procedimiento que estudiamos a la admisión de los hechos
efectuada por el procesado aún antes de que fuere admitida la acusación
interpuesta en su contra; todo lo cual -como se estudiará infra-traía consigo
relevantes implicaciones jurídico-penales.

98
Atendiendo a la primera de las consideraciones , nuestro legislador
99
modificó -en el año 2000 - la redacción original del artículo 376 del Código
Orgánico Procesal Penal, de la siguiente manera:

“Artículo 376. Solicitud. En la audiencia preliminar, o en el


caso de flagrancia una vez formulada la acusació n y
antes del debate, el imputado, admitidos los hechos
objeto del proceso, podrá solicitar al tribunal la imposición
inmediata de la pena. En estos casos, deberá el juez
rebajar la pena aplicable al delitodesde un tercio a la
mitad de la pena que haya debido imponerse atendidas
todas las circunstancias, tomando en consideración el
bien jurídico afectado y el daño social causado. Sin
embargo, si se trata de delitos en los cuales haya habido
violencia contra las personas, y en los casos de delitos
contra el patrimonio público o previstos en la Ley
Orgánica Sobre Sustancias

98 Nos referimos al hecho de haber permitido la aplicación del Procedimiento por admisión de los hechossólo
dentro del Procedimiento ordinario; a pesar de no existir impedimento para aplicarlo en otros trámites.
99 Mediante Gaceta Oficial N° 37.022 del 25 de agosto de 2000.

54
Estupefacientes y Psicotrópicas, cuya pena exceda d e
ocho años en su límite máximo, el juez sólo podrá rebajar
la pena aplicable hasta en un tercio.

En los supuestos a que se refiere el párrafo anterior, la


sentencia dictada por el juez no podrá imponer una pena
inferior al límite mínimo de aquella que establece la ley
para el delito correspondiente”.

De lo transcrito se aprecia que el legislador no esclareció las dudas


surgidas en torno al momento, en el propio acto de celebración de la audiencia
preliminar, en que el imputado podía admitir los hechos, a los fines previstos en
esa norma.

En nuestro criterio, esta reforma era propicia para aclarar este asunto y
así evitar que en el orden práctico pudiera terg iversarse el sentido de esta
institución; sin embargo, como puede notarse, el legislador realizó
modificaciones a este artículo pero sobre otros aspectos, entre los cuales se
advierte la incorporación de una oportunidad distinta a la que ya había sido
prevista para aplicar el Procedimiento por admisión de los hechos en nuestro
100
ordenamiento jurídico penal, esto fue: en caso de delitos flagrantes .

100
“Artículo 257. Para los efectos de este Capítulo se tendrá como delito flagrante el que se esté cometiendo o
acaba de cometerse./También se tendrá como delitolagrantef aquel por el cual el sospechoso se vea perseguido
por la autoridad policial, por la víctima o por el clamor público, o en el que se le sorprenda a poco de haberse
cometido el hecho, en el mismo lugar donde se cometió, con armas, instrumentos u otros objetos que de alguna
manera hagan presumir con fundamento que él es el autor (…)”. (Código Orgánico Procesal Penal, publicado en
Gaceta Oficial N° 37.022 del 25 de agosto de 2000).

55
Respecto a este supuesto, sí se especificó el momento concreto en
101
que el imputado debía admitir los hechos, a saber: “una vez formulada la
acusación y antes del debate”.

A nuestro juicio, la inclusión de otra oportunidad para la aplicación del


artículo 376 del Código Orgánico Procesal Penal constituyó un avance en la
evolución de esta disposición, toda vez que -de esa manera- se logró extender
su alcance a un mayor número de casos.

No obstante, creemos que fue un desacierto el haber limitado esa


nueva oportunidad para la aplicación del Procedimiento por admisión de los
hechos sólo a los delitos flagrantes.

Efectivamente, aunque no se haya referido de manera expresa, este


supuesto comporta apenas uno de los casos en los que -conforme al artículo
373 de este Código Orgánico Procesal Penal- debía proponerse el
Procedimiento abreviado, lo que pone de manifiesto la exclusión tácita que
hizo el legislador de los restantes supuestos de procedencia de éste.

Los criterios utilizados para hacer tal determinación no resultan claros,


si consideramos que -en el derecho comparado- algunas de las instituciones
que influyeron en la regulación del Procedimiento por admisión de los hechos
102
en Venezuela fueron inicialmente diseñadas para ser aplicadas ante delitos
menores.

101 Acerca de la condición de imputado, conviene advertir que se mantuvo la redacción del artículo 121 del Código
Orgánico Procesal Penal promulgado en el año 1998.
102 Como por ejemplo: la Conformidad española.

56
Además de esta crítica, debe referirse que -en crit erio de algunos
juristas- el haber extendido la oportunidad para aplicar el Procedimiento por
admisión de los hechos en casos de delitos flagrantes, hasta antes del debate
de juicio, implicó el ofrecimiento de un tratamiento diferencial al imputado,
según se hubiere seguido el curso de un P rocedimiento ordinario o especial
por flagrancia.

Precisamente, sobre este punto conviene destacar el criterio expuesto


-años más tarde- por el Magistrado Pedro Rafael Rondón Haaz (al disentir de
la Sentencia número 78, dictada por la Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia, el 25 de enero de 2006), según el cual:

“El diferente tratamiento que el legislador dispensó a la


oportunidad para la admisión de los hechos, según se
trate de procedimiento ordinario o del especial por
flagrancia, plantea, en términos teóricos y prácticos, una
situación de desigualdad, en favor del imputado por delito
flagrante, la cual debería ser corregida (…) . Este
tratamiento legal es objetable no sólo porque permi te la
actualización de la referida forma de autocomposici ón
procesal en una etapa cuando el acusado aún no tien
certeza de los hechos por los cuales será juzgado,sino
por la evidente e injusta desigualdad que, en términos
temporales, se establece en perjuicio del encausado a
través del procedimiento ordinario. Las anteriores
consideraciones conducen a la conclusión de que, en
salvaguarda de derechos fundamentales como los
atinentes a la igualdad, la tutela judicial eficaz, el debido
proceso y la particular manifestación de este último: la

57
defensa, que establecen los artículos 21, 26, 49 de la
Constitución, se debe, en primer lugar, entender qu e es
conforme a derecho la extensión, en el procedimient o
ordinario, hasta antes del debate público, de la potestad
para la manifestación, por parte del acusado, de su
admisión de los hechos punibles que le hayan sido
imputados y, en segundo término, que, dentro del
procedimiento abreviado, tal forma de autocomposición
procesal sólo será admisible posteriormente a la admisión
de la acusación, pronunciamiento previo qu e, de
conformidad con el artículo 373 del Código Orgánico
Procesal Penal, deberá producirse luego del
correspondiente debate, dentro de la audiencia que
103
corresponde al Juicio Oral.” .

En su opinión, la previsión establecida -en esos términos- por el


artículo 376 del Código Orgánico Procesal Penal manifiesta una especie de
“reluctancia del legislador” a la idea de extender a la fase de juicio la
oportunidad para admitir los hechos en el Procedimiento ordinario.

A su juicio, tal renuencia no puede fundamentarse en lo que denomina


un “temor” a que el procesado dilate el uso de esta institución, hasta apreciar
altas probabilidades de condena, pues ésta es una circunstancia que también
puede verificarse en caso de delitos flagrantes.

Además de estos señalamientos, indicó que:

103
Tribunal Supremo de Justicia, Sala Constitucional, Sentencia N° 78, del 25 de enero de 2006. Ponente:
Magistrada Carmen Zuleta de Merchán. Expediente 04- 2228. http://www.tsj.gov.ve/decisiones/scon/Enero/78-
250106-04-2228.htm, 15/02/2010. www.tsj.gov.ve.

58
“En la presente discusión están involucrados dos
derechos fundamentales: el de la defensa (Constitución:
art. 49.1) y el de la tutela judicial eficaz (Constitución: art.
26); el primero, concretado en la potestad de admisión
de los hechos; el segundo, mediante el cua l se proclama
una justicia sin dilaciones indebidas”.

Acerca de este asunto, debemos señalar que -en nuestro criterio-esa


determinación que tomó el legislador al limitar, en el Procedimiento ordinario,
la aplicación del artículo 376 del Código Orgánico Procesal Penal sólo a la
audiencia preliminar resulta legítima, en cuanto es él quien -en representación
del Poder Público- se encuentra llamado a precisar normativamente la medida
del ahorro procesal que se desea alcanzar con este tipo de procedimiento,
atendiendo para ello a las políticas de Estado aplicables en ese contexto.

Sobre esta base, debe entenderse que el legislador venezolano bien


podía haber extendido la aplicación del artículo 376 del Código Orgánico
Procesal Penal -dentro del Procedimiento ordinario- hasta antes del debate de
juicio, o por el contrario, podía haberla limitado -como lo hizo- sólo al ámbito de
la audiencia preliminar.

Por supuesto, podrían surgir críticas en torno a la favorabilidad o


mayor conveniencia de una u otra opción; e incluso podría disentirse de la
determinación que tomó el legislador -desde la consagración del Procedimiento
por admisión de los hechos en Venezuela- en cuanto a la aplicación del
artículo 376 del Código Orgánico Procesal Penal dentro del Procedimiento
ordinario; sin embargo, creemos que esa prescripción no es

59
negativa en sí misma, en cuanto no desnaturaliza la esencia y los fines del
Procedimiento por admisión de los hechos regulado en nuestro ordenamiento
jurídico penal.

Consideramos que el haber limitado la aplicación del artículo 376 del


Código Orgánico Procesal Penal sólo en la audiencia preliminar, no demarca
una injustificada desigualdad entre quienes han sido sometidos al trámite del
Procedimiento abreviado y el ordinario, tal y como parece sugerirlo el
Magistrado disidente; pues si bien es cierto que surgen diferencias entre ambos
casos, ello responde a la distinta tramitación que previó el Código Orgánico
Procesal Penal para cada uno de esos proce dimientos, y -en ningún caso- ello
ha tenido por objeto favorecer o perjudicar al procesado, según el supuesto de
que se trate.

Desde nuestro punto de vista, lo fundamental es que la aplicación del


Procedimiento por admisión de los hechos se vincule estrechamente a la
admisión de la acusación interpuesta, es decir, quese permita sólo a partir de
ella y no antes; es por esto que nuestras críticas se orientan más
concretamente al hecho de no haber precisado en el artículo 376 del Código
Orgánico Procesal Penal el momento específico de la audiencia preliminar en
el que podían admitirse los hechos dentro del Procedimiento ordinario; y no en
cuanto a la limitación establecida por el legislador para la aplicación del
Procedimiento por admisión de los hechos en este caso, ya que ello dependerá
de las políticas que el Estado desee impl antar, con las cuales podríamos estar
de acuerdo o no.

En general, apreciamos que -en lo concerniente a las oportunidades


procesales para aplicar el Procedimiento por admisión de los hechos- la

60
reforma del Código Orgánico Procesal Penal en el año 2000 brindó un valioso
aporte al extender su ámbito de aplicación a otros casos (flagrancia), pero aún
restaban modificaciones por hacer en cuan to al contenido y alcance del
artículo 376 en ese sentido.

Adicionalmente, a este artículo se oponen críticas relativas a su


redacción, particularmente en lo atinente al uso de la expresión “formulada la
acusación”.

El término “formulada” constituye una forma no personal del verbo


104
“formular”, que -de acuerdo con la Real Academia Española - significa:
“Reducir en términos claros y precisos un mandato, una proposición, una
denuncia, etc.”; así como también “Expresar, manifestar”, entre otras
acepciones.

Atendiendo a ello, apreciamos que -si lo pretendido era permitir la


aplicación del Procedimiento por admisión de los hechos una vez que la
acusación fuere interpuesta ante el órgano jurisdiccional- resultaba más
conveniente, en un sentido técnico, utilizar el término “presentada” en lugar de
“formulada”, porque ello -a nuestro juicio- habría permitido significar que no se
trata de cualquier manifestación que el acusador realizara sobre su pretensión
de enjuiciamiento, sino únicamente de aquélla que se haya efectuado ante el
Juez.

Asimismo, conviene aclarar que -en el marco de esta reforma-también


se realizaron otras modificaciones al mencionado artículo 376 del

104 www.rae.es.

61
Código Orgánico Procesal Penal; y -aunque no se incluyen en nuestro objeto
de estudio- deben ser citadas para comprender más claramente los aspectos
fundamentales de este procedimiento.

Ellas aluden específicamente a la incorporación de dos limitaciones:


105
una relativa al límite máximo de rebaja de pena que se podía aplicar ,
cuando los hechos admitidos configuraran un delito contra el patrimonio
público o de los previstos en la Ley Orgánica Sobre Sustancias Psicotrópicas y
106
Estupefacientes, cuya pena exceda de ocho años en su límite máximo ; y la
otra referida a la mínima pena que podía imponerse en estos casos; así como
también ante un delito en el cual hubiere existido violencia contra las
107
personas .

En el año 2001, nuestro Código Orgánico Procesal Penal volvió a ser


108
reformado ; y -precisamente- entre las disposiciones modificadas se incluyó
el comentado artículo 376, en el cual se dispuso lo siguiente:

“Artículo 376. Solicitud. En la audiencia preliminar, una


vez admitida la acusación, o en el caso del procedimiento
abreviado una vez presentada la acusación y antes del
debate, el Juez en la audienc ia instruirá al imputado
respecto al procedimiento por admisión de los hechos,
concediéndole la palabra. Este

105 Hasta un tercio de la sanción aplicable.


106 Actualmente derogada por la Ley Orgánica contra el Tráfico Ilícito y el Consumo de Sustancias Estupef acientes y
Psicotrópicas, publicada en Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela N° 5.789 Extraordi nario, del 05 de octubre
de 2005 (reimpresa para la subsanación de errores materiales el 16 de diciembre de 2005, en Gaceta Oficial N° 38.337) .

107 “(…) no podrá imponer una pena inferior al límite m ínimo de aquella que establece la ley para el delito correspondiente”

108 Gaceta Oficial N° 5.552 Extraordinario, del 12 de noviembre de 2001. Reimpresa -luego de subsanar
errores materiales- mediante Gaceta Oficial N° 5.558 Extrao rdinario, del 14 de noviembre de 2001.

62
podrá admitir los hechos objeto del proceso y solicitar al
tribunal la imposición inmediata de la pena. En est os
casos, el Juez deberá rebajar la pena aplicable aldelito
desde un tercio a la mitad de la pena que haya debido
imponerse, atendidas todas las circunstancias, tomando
en consideración el bien jurídico afectado y el daño
social causado, motivando adecuadamente la pena
impuesta.

Si se trata de delitos en los cuales haya habido violencia


contra las personas, y en los casos de delitos contra el
patrimonio público o previstos en la Ley Orgánica Sobre
Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas, cuya pena
exceda de ocho años en su límite máximo, el juez sólo
podrá rebajar la pena aplicable hasta en un tercio.

En los supuestos a que se refiere el párrafo anterior, la


sentencia dictada por el juez no podrá imponer una pena
inferior al límite mínimo de aquella que establece la ley
para el delito correspondiente.

En caso de que la sentencia condenatoria sea motivada


al incumplimiento por parte del imputado del acuerdo
reparatorio, o de las obligaciones impuestas en la
suspensión condicional del proceso, no se realizará la
audiencia prevista en este artículo”.

En este artículo, se observa que el legislador nuevamente delimitó las


oportunidades para aplicar el Procedimiento por admisión de los hechos.

63
De acuerdo con esta redacción, la audiencia preliminar siguió siendo la
oportunidad para admitir los hechos en el Procedimiento ordinario (con los
efectos dispuestos en el artículo 376 del Código Orgánico Procesal Penal),
pero -por incorporación de esta reforma- ello debía ocurrir específicamente:
“una vez admitida la acusación”.

De esta manera, se logró superar la incertidumbre instaurada acerca


del momento de la audiencia preliminar en que el procesado podía admitir los
hechos, e -implícitamente- se excluyó la posibilidad de que ello pudiera
verificarse incluso antes de que el órgano jurisdiccional admitiese la acusación
interpuesta.

En torno a este aspecto, conviene apuntar como elemento adicional


que -dada esa modificación- nuestro legislador debió sustituir en esa misma
reforma el término “imputado”, utilizado para referirse al sujeto que puede
solicitar la aplicación del Procedimiento por admisión de los hechos; y -en su
lugar- debió aludir al “acusado”, porque -conforme a lo establecido en el
artículo 124 del Código Orgánico Procesal Penal- ésa es la condición que
adquiere aquél en contra del cual se ha admitido una solicitud de
enjuiciamiento.

Pese a ello, se observa que nuestro legislador no atendió a esa


circunstancia y -por el contrario- hizo un uso indebido del término “imputado”,
inaplicable técnicamente en este caso, según el propio contenido del artículo
376 del Código Orgánico Procesal Penal, en concatenación con el mencionado
artículo 124 ejusdem.

64
Por lo demás, puede apreciarse que tampoco con esta reforma el
legislador permitió -durante el Procedimiento ordinario- la aplicación del
artículo 376 del Código Orgánico Procesal Penal en la fase de Juicio (antes del
debate); sino que de igual modo ella quedó restringida sólo a la fase intermedia
del proceso penal, y más específicamente al momento de la admisión de la
acusación, en la audiencia prelimina.

En cuanto a la otra oportunidad prevista para aplicar el Procedimiento


por admisión de los hechos, se observó una ampliación en la fórmula que había
sido incorporada en la reforma del Código Orgánico Procesal Penal en el año
2000, al señalar que éstepodía aplicarse en el Procedimiento abreviado.

De esta manera, la admisión de los hechos podía surtir los efectos del
artículo 376 del Código Orgánico Procesal Penal no sólo en casos de
flagrancia, sino también en todos los demás supuest os en los que
109
corresponde la aplicación del Procedimiento abreviado , es decir, cuando se
trate de delitos con pena privativa de libertad no mayor de cuatro años en su
límite máximo y delitos que no ameritan pena pri vativa de libertad.

Consideramos que -con estas modificaciones- se logró establecer más


claramente las oportunidades para aplicar el Pr ocedimiento por admisión de
los hechos y reconoció de manera acertada los efectos de la admisión de
hechos dispuestos en el artículo 376 del Código Orgánico Procesal Penal,
tanto en el Procedimiento ordinario, como en el Procedimiento abreviado (en
todos sus supuestos).

109 Previstos en el artículo 372 del Código Orgánico Procesal Penal, a partir de la reforma de 2001.

65
Pero aunado a ello, cabe señalar también otras modificaciones de este
artículo, relacionadas a las condiciones de modo en que debía realizarse la
admisión de los hechos. En ese sentido, se dispuso -en nuestro criterio, de
110
una forma más garantista- que el Juez competente debía instruir al
procesado sobre el procedimiento previsto en el artículo 376 del Código
Orgánico Procesal Penal; y luego concederle la palabra para que -si fuere su
voluntad- admitiese los hechos objeto del proceso y solicitase al tribunal la
imposición inmediata de la pena.

Por otra parte, en cuanto a la sanción imponible como consecuencia


de la admisión de los hechos realizada de acuerdo con el mencionado artículo
376, se estableció que el Juez debía motivar adecuadamente la determinación
de la pena.

Finalmente, en el último aparte del artículo 376 de l Código Orgánico


Procesal Penal se incluyó una prescripción que -en nuestro criterio- amerita
111
distintas críticas , en la cual se advierte que cuando la sentencia condenatoria
ha sido dictada en virtud del incumplimiento del procesado, bien sea respecto a
un acuerdo reparatorio, o en cuanto a las obligaciones impuestas para la
suspensión condicional del proceso, “no se realizará la audiencia prevista en
este artículo”.

En el año 2006 y 2008, el Código Orgánico Procesal Penal fue


112
reformado ; no obstante, debe apuntarse que ninguna de las modificaciones
realizadas se refiere a nuestro objeto de estudio, razón por la cual no
ahondaremos en ellas.

110 Bien sea en funciones de Control o de Juicio, segú n el caso.


111 Sobre las cuales no podremos ahondar en este trabajo, por no formar parte de su objeto.
112 Publicadas en la Gaceta Oficial N° 38.536, del 4 d e octubre de 2006 y la Gaceta Oficial N° 5.894 Extr aordinario, del
26 de agosto de 2008, respectivamente.

66
Más reciente, sí se evidenciaron modificaciones en el Procedimiento
por admisión de los hechos al ser reformado el Código Orgánico Procesal
113
Penal en el año 2009 . Específicamente, el artículo 376 del Código Orgánico
Procesal Penal quedó redactado de esta manera:

“Artículo 376. El procedimiento por admisión de los


hechos procederá en la audiencia preliminar una vez
admitida la acusación o ante el tribunal unipersona l de
juicio una vez admitida la acusación y antes de la
apertura del debate.

En caso de que el juzgamiento corresponda a un tribunal


mixto, el acusado o acusada podrá solicitar el presente
procedimiento una vez admitida la acusació n y hasta
antes de la constitución del tribunal.

El Juez o jueza deberá informar al acusado o acusad


respecto al procedimiento por admisión de los hecho s,
concediéndole la palabra. El acusado o acusada podrá
solicitar la aplicación del presente procedimiento, para lo
cual admitirá los hechos objeto del proceso en su
totalidad y solicitará al tribunal la imposición inmediata de
la pena respectiva.

En estos casos, el Juez o Jueza deberá rebajar la pena


aplicable al delito desde un tercio a la mitad de la pena
que haya debido imponerse, atendidas todas las
circunstancias, tomando en consideración el bien

113
Gaceta Oficial N° 5.930 Extraordinario, del 04 de septiembre de 2009.

67
jurídico afectado y el daño social causado, motivando
adecuadamente la pena impuesta.

Si se trata de delitos en los cuales haya habido violencia


contra las personas, y en los casos de delitos contra el
patrimonio público o de los previstos enla ley que regula
la materia de sustancias estupefacientes y psicotrópicas,
cuya pena exceda de ochos años en su límite máximo, el
Juez o Jueza sólo podrá rebajar al pena aplicable hasta
un tercio.

En los supuestos a que se refiere el párrafo anterior, la


sentencia dictada por el Juez o Jueza, no podrá imponer
una pena inferior al límite mínimo de aquella que
establece la ley para el delito correspondiente”.

De lo anteriormente transcrito, puede evidenciarse que el Código


114
Orgánico Procesal Penal mantuvo a la admisión de la acusación como el
acto procesal a partir del cual puede aplicarse el Procedimiento por admisión
de los hechos, durante el Procedimiento ordinario o abreviado.

Dentro del Procedimiento ordinario contemplado en el Libro Segundo


del Código Orgánico Procesal Penal, esa oportunidad se concreta
específicamente en la Fase Intermedia, cuando -luego de ser oídas las partes,
durante la audiencia Preliminar- el Juez de Primera Instancia en funciones de
Control estima que efectivamente surgen fundamentos para proseguir el
proceso penal instaurado en contra del imputado y ordenar su enjuiciamiento,
mediante el auto de apertura a juicio.

114 Publicada en la Gaceta Oficial de la República Bol ivariana de Venezuela N° 5.930 Extraordinario, del
04 de septiembre de 2009.

68
Por su parte, en el Procedimiento abreviado, consagrado en el Título II
del Libro Tercero del Código Orgánico Procesal P enal, esa circunstancia se
verifica ante el Juez de Primera Instancia en funciones de Juicio que conoce
115
de las actuaciones .

El lapso u oportunidad que se ha establecido en el Código Orgánico


Procesal Penal, para admitir los hechos con los efectos previstos en su
artículo 376, fue delimitado hasta antes de constituirse el tribunal, cuando el
116 117
enjuiciamiento del acusado corresponde a un Juzgado Mixto - , o hasta
antes de la apertura del debate de juicio oral y pú blico, en los casos restantes.

Con esta reforma, el legislador dio un giro a la política que había


implementado hasta entonces -en cuanto a la oportunidad para aplicar el
Procedimiento por admisión de los hechos, dentro del Procedimiento ordinario-
118
desde su consagración en nuestro ordenamiento jurídico penal .

A partir de esta modificación, la aplicación del artículo 376 del Código


Orgánico Procesal Penal ya no se limita al ámbito d e la audiencia preliminar,

115 Bien sea porque éstas les fueron remitidas por el Juez de Primera Instancia en funciones de Control, una vez
concluido el procedimiento para la presentación del aprehendido por flagrancia, consagrado en el artículo 373 del Código
Orgánico Procesal Penal; o por haberle correspondido dicha competencia, en virtud de la presunta comisión de un hecho
punible al cual corresponde una pena no mayor de cuatro años en su límite máximo, o de un delito que no amerita pena
privativa de libertad, de acuerdo con lo establecido en los numerales 2 y 3 del artículo 372, de esa Ley Penal adjetiva.

116 De conformidad con lo establecido en el artículo 161 del Código Orgánico Procesal Penal, el Tribunal Mixto es
aquél conformado por un Juez profesional que actúa como Juez Presidente, y dos escabinos (entendidos éstos como
ciudadanos legos, designados mediante sorteo, que han de concurrir con el Juez profesional para participar en el debate
de juicio, en los términos señalados en el artículo 165 del citado Código; deliberar y decidir por consenso –mediante
votación- sobre la culpabilidad o inculpabilidad del acusado).
117 De acuerdo con lo establecido en el artículo 65 del Código Orgánico Procesal Penal, el enjuiciamiento
por Tribunales mixto únicamente puede ocurrir cuando se ha seguido el curso del Procedimiento ordinario.
Incluso, así se reitera en los artículos los artículos 373 y 375 de ese mismo Código, en concatenación con lo
establecido en el artículo 372, ejusdem, de los cuales se colige que el enjuiciamiento por cualquiera de los
supuestos del Procedimiento abreviado corresponde al Juez unipersonal.
118 Nos referimos a la aplicación del artículo 376 del Código Orgánico Procesal Penal sólo al ámbito de l a audiencia
preliminar.

69
119
sino que se extiende incluso a la fase de juicio ; y -en ese sentido- puede
afirmarse que ahora este procedimiento tiene un mayor alcance.

Se trata ésta de una determinación política del legislador, además


legítima, con la cual se puede estar de acuerdo o no. En ese sentido, es
factible que -en el transcurso del tiempo- esta reforma propicie discusiones
relacionadas con el ahorro procesal que tal extensión significa (toda vez que
algunos podrían considerar que es inferior al pretendido por la redacción
original de la norma), o -por el contario- podría suceder que las repercusiones
120
prácticas de esta reforma terminen por generar una pacífica acogida, y se
evite así el desarrollo de esa discusión.

No obstante, hemos querido llamar la atención sobre este aspecto,


porque consideramos que se trata de un punto -relacionado con las
oportunidades procesales para la aplicación del Procedimiento por admisión de
los hechos en Venezuela- sobre el cual debe ahondarse, en aras de esclarecer
el alcance que puede tener el Procedimiento por admisión de los hechos en
nuestro ordenamiento jurídico penal, tanto en el orden teórico, como en el
práctico.

En una aproximación al tema, que -por supuesto- no pretende agotar


el asunto, sino mostrar la incipiente formulación de una hipótesis, debemos
advertir que -aún y cuando podrían apreciarse como menores los gastos
evitados cuando el acusado decide admitir los hechos en el último instante
121
posible (lo cual supone que éste tendrá más tiempo para de cidir si se

119
Antes de la apertura del debate (cuando el juzgamiento corresponde a un Tribunal unipersonal); o de la
constitución del tribunal (si el órgano jurisdiccional competente fuere un Tribunal mixto).
120 Probablemente una mayor incidencia en la aplicación del Procedimiento por admisión de los hechos.
121 Antes de la apertura del debate (cuando el juzgamiento corresponde a un Tribunal unipersonal); o de la
constitución del tribunal (si el órgano jurisdiccional competente fuere un Tribunal mixto).

70
acoge o no a lo descrito en el artículo 376 del Código Orgánico Procesal
Penal)-, lo fundamental es que la esencia del Procedimiento por admisión de
los hechos se mantenga y sus propósitos se alcancen.

En nuestro criterio, esto sólo podría desvirtuarse si -con su aplicación-


no se verifica efectivamente un ahorro procesal, o si se pretende obtener uno
122
insignificante ; y ello no se dispuso así en el artículo 376 del Código
Orgánico Procesal Penal, en esta reforma.

Por el contrario, creemos que -en los términos como fue redactada
dicha norma- sí puede materializarse un ahorro procesal estimable con su
aplicación, pues -aún verificándose la admisión de hechos en la última
oportunidad prevista para ello- igualmente se suprimiría la celebración del
debate de juicio, y esto en la práctica supondría l a evitación de los gastos
123
procesales que ello genera .

Desde luego que se trata de un ahorro procesal menos


124
significativo , en comparación con aquél que podía lograrse antes de esa
modificación del artículo 376 del Código Orgánico Procesal Penal, pero
125
podrían surgir distintas variables que logren relativizar esa idea , de allí la
importancia del estudio cuya realización sugerimos.

122 Ello ocurriría, por ejemplo, si se extendiera el lapso para admitir los hechos objeto del proceso incluso en el curso del
debate de juicio ¿qué habríamos ahorrado?.
123 Esto especialmente si consideramos que -por lo general- el desarrollo de dicho debate se verifica en
varias audiencias, con todas las repercusiones que ello a su vez implica.
124 Aunque no insignificante.
125 Cabría examinar -por ejemplo- si al extender la oportunidad procesal para aplicar el artículo 376 del
Código Orgánico Procesal Penal dentro del Procedimiento or dinario se propicia una mayor incidencia en la
aplicación del Procedimiento por admisión de los hechos. En este caso, aunque el ahorro procesal obtenido sea
menor, la aplicación del Procedimiento por admisión de los hechos se habría extendido a un mayor número de
casos , es decir que, a pesar de ahorrar menos en cada causa, el procedimiento se aplicaría en más
oportunidades y ello podría ser una manifestación de mayor efectividad en términosgenerales.

71
Pero más allá de ello, debe referirse también que - además de esta
modificación (con la cual, en nuestro criterio, se lograron superar aspectos
fundamentales de las discusiones surgidas, tanto en el ámbito académico
como en el práctico, en cuanto a las oportunidades procesales para la
aplicación del Procedimiento por admisión de los hechos en el ordenamiento
jurídico venezolano)-; se añadieron otras reformas relativas a la instrucción que
debía hacer el Juez al acusado sobre el Procedimiento por admisión de los
hechos (ahora expuesto en otros términos: el deber de informarle); y a la
amplitud con la que el acusado debe hacer esa admisión.

A propósito de ello, opinamos que fue positivo mejorar los términos


conforme a los cuales el juez debe instruir al acusado sobre el Procedimiento
por admisión de los hechos, porque ello -además de favorecer al resguardo
sus derechos- contribuye a la mejor aplicación del artículo 376 del Código
Orgánico Procesal Penal.

En lo que respecta a la precisión realizada por el legislador, sobre la


extensión que debe tener la admisión de los hechos (a los efectos del artículo
126
376 del Código Orgánico Procesal Penal) , igualmente apreciamos que se
trata de una aclaratoria necesaria.

Adicionalmente, se aprecian cambios en la redacción del artículo 376


del Código Orgánico Procesal Penal, respecto a los cuales debemos oponer
algunas críticas:

126 De acuerdo con la reforma, la admisión debía comprender la totalidad de los hechos objeto del proceso.

72
En nuestro criterio, el legislador pudo haber sido más sistemático al
redactar esta norma, con el objeto de evitar confusiones entre los operadores
de justicia; especialmente en lo concerniente al momento en el cual puede
solicitarse la aplicación del Procedimiento por admisión de los hechos.

Estimamos que habría sido conveniente establecer de manera más


clara la distinción entre el supuesto de aplicacióndel artículo 376 del Código
Orgánico Procesal Penal durante el Procedimiento or dinario y el abreviado; y
-dentro del primero- a su vez se hacía necesario diferenciar entre la admisión
de hechos que ocurre ante el Juez unipersonal y aquélla que se verifica ante el
Tribunal mixto.

Por lo demás, creemos que el haber hecho una distin ción de géneros
entre los sujetos mencionados en dicho artículo resultó un circunloquio
innecesario, que convierte en engorrosa su lectura y comprensión.

Entretanto, apreciamos que esta reforma incluyó otras modificaciones,


tales como la sustitución del término “imputado” por el de “acusado”, lo que a
nuestro juicio era debido, atendiendo a lo descrito por los artículos 376 y 124
del Código Orgánico Procesal Penal.

Asimismo, atendiendo a la derogatoria que se había hecho de la Ley


Orgánica sobre Sustancias Estupefacientes y Psicotr ópicas, mencionada por
el Código antes de la reforma de 2009, nuestro legislador suprimió tal
referencia y señaló en su lugar a la ley que regulase esa materia al momento
de aplicar este procedimiento.

73
En nuestra opinión, el haber utilizado una expresión más genérica
resultó acertado, pues así -sea cual fuere la ley vigente en esta materia al
momento de aplicarse el Procedimiento por admisión de los hechos- la
voluntad del legislador (que es limitar la rebaja de pena aplicable en estos
casos) podría verse cumplida, sin ser oponibles condiciones de aplicabilidad
de una ley en particular, por razones de vigencia.

Finalmente, debe apuntarse que en esta reforma se suprimió el último


aparte del artículo 376 del Código Orgánico Procesal Penal, incorporado en la
reforma del año 2001, referente al caso de la sentencia condenatoria motivada
al incumplimiento del imputado bien fuera: del acuerdo reparatorio o las
obligaciones impuestas en la suspensión condicional del proceso.

Ahora bien, de todo lo antes expuesto puede apreciarse que -luego de


la promulgación del Código Orgánico Procesal Penal- la regulación normativa
del Procedimiento por admisión de los hechos fue objeto de distintas reformas;
y -en lo que respecta particularmente a nuestro objeto de estudio- éstas
estuvieron orientadas a extender el ámbito de aplicación del Procedimiento por
127
admisión de los hechos ; y a precisar el momento en el que ello debía
ocurrir, en uno u otro caso.

Consideramos que el modo impreciso y limitativo con el cual se había


descrito inicialmente el contenido del artículo 376 del Código Orgánico
Procesal Penal, propició la errónea aplicación del Procedimiento por admisión
de los hechos en Venezuela. Ello generó polémicas en la praxis

127 Ya no sólo aplicable dentro del Procedimiento ordinario, sino también en el curso del Procedimiento abreviado.

74
que debían ser resueltas normativamente, a los fines de garantizar la correcta
aplicación de esta institución en el proceso penal de nuestro país.

En la actualidad, debe admitirse que -a través del proceso de reforma


iniciado en el año 2000- el artículo 376 del CódigoOrgánico Procesal Penal ha
evolucionado, respecto a su formulación original; dado que esas
modificaciones de las que ha sido objeto esta norma, han permitido definir - en
términos más claros y precisos- no sólo el alcance de esta institución, sino
además su ámbito de aplicación dentro de nuestro or denamiento jurídico.

Así se han logrado aclarar muchas de las interrogantes surgidas en


torno a la problemática instaurada en Venezuela sob re las oportunidades
128
procesales para la aplicación del Procedimiento por admisión de los hechos ;
no obstante, creemos que el tema aún no se ha ago tado, y resulta de utilidad
la elaboración de estudios jurídicos sistemáticos, orientados a explicar las
razones por las cuales deben ser ésas y no otras las oportunidades previstas
para la aplicación del procedimiento descrito en el artículo 376 del Código
Orgánico Procesal Penal.

Basta sondear lo expuesto por la doctrina sobre esta norma (durante


el proceso de reforma), para evidenciar que -en general- en sus textos no se
expresa un interés particular por el estudio de este tema.

Lo expresado en este capítulo nos sirve de base para comprender cuál


ha sido el desarrollo que ha tenido -en Venezu ela- la institución que

128 A saber: ¿a partir de qué momento de la audiencia preliminar el procesado puede admitir los hechos objeto del
proceso, en el sentido previsto por el artículo 376 del Código Orgánico Procesal Penal? ¿Hasta qué momento del
Procedimiento ordinario el procesado puede admitir los hechos objeto del proceso?; ¿Pueden admitirse los hechos
durante el Procedimiento abreviado? Si es así, ¿en qué oportunidad?, etc.

75
estudiamos, y conocer en qué oportunidades es posible, de acuerdo con la ley,
aplicar el Procedimiento por admisión de los hechos en nuestro ordenamiento
jurídico penal actual.

3. Naturaleza jurídica del Procedimiento por admisión de los hechos en


el ordenamiento jurídico venezolano:

La naturaleza jurídica del Procedimiento por admisión de los hechos


ha sido una cuestión discutida en el ámbito del derecho procesal penal
venezolano. Específicamente, la polémica se ha generado en torno a la
siguiente interrogante:

¿El Procedimiento por admisión de los hechos constituye un


procedimiento especial o una medida alternativa para la prosecución del
proceso?.

Algunos, como -por ejemplo- el autor Pedro Maldonado, han opinado


que se trata de un Procedimiento especial, en tanto que se encuentra inserto
en el Libro III del Código Orgánico Procesal Penal, titulado “De los
129
procedimientos especiales” .

Otros -como el autor Frank Vecchionace- han reconocido la existencia


de una similitud entre la función que cumple el Procedimiento por admisión de
los hechos y las Medidas alternativas para la prosecución del proceso, aunque
-a su juicio- el Procedimiento por admisión de los hechos

129 Al respecto, ver -por ejemplo- lo expuesto por el autor Maldonado V; Pedro Osman: Derecho Procesal
Penal Venezolano. 2° edición. Caracas, Venezuela. Italgráficas, S.A. 2002. Págs. 468-469.

76
deba reputarse como un procedimiento especial, dada su ubicación en el
cuerpo normativo. Específicamente, este autor señaló que:

“(…) se trata de una de las formas consensuales de


tratamiento de las situaciones penales, así como una de
las formas de autocomposición procesal mediante la cual
el legislador crea una especial manera de terminación
anticipada del proceso, con prescindenc ia del juicio oral
y con la condena del imputado, a pesar de que no la
incluyó dentro del grupo de las alternati vas a la
prosecución del proceso contempladas en el Capít ulo
III, Título I, del Libro Primero del Código Orgánico
Procesal Penal. (…) No es una alternativa a la
prosecución del proceso por no estar incluido en el
130
capítulo respectivo, pero cumple la misma función.” .

Otros autores, como María Trinidad Silva de Vilela, han expresado -en
general- que los procedimientos especiales regulados en el citado Libro
III del Código Orgánico Procesal Penal, entre los c uales se incluye el
Procedimiento por admisión de los hechos:

“(…) no son en estricto sentido procedimientos


diferentes al procedimiento ordinario, sino que por el
contrario son adecuaciones del procedimiento ordinario

130 Vecchionace I., Frank E.: “La admisión de los hechos en el nuevo proceso penal venezolano”… op.cit., Pág. 45.

77
a determinadas circunstancias especiales que por su
131
naturaleza así lo requieren” .

Partiendo de esa premisa, aprecia que:

“También pueden percibirse estos procedimientos


especiales como reales alternativas procesales que
permiten la resolución más efectiva y expedita de los
conflictos de naturaleza penal, de forma que podríamos
decir que la clave que los distingue es que todos
procuran abreviar y simplificar el procedimiento ordinario”.
“(…) los procedimientos especiales se n os presentan
como útiles medios procesales que nos permiten adaptar
132
y allanar el proceso” .

Por su parte, el Tribunal Supremo de Justicia ha considerado que el


Procedimiento por admisión de los hechos constituye una Medida alternativa a
la prosecución del proceso. Al respecto, indicó ol siguiente:

“(…) la opción alternativa al proceso que restaría a los


actuales quejosos sería la de la admisión de los hechos,
la cual, por cierto, se extenderá como tal alternativa, por
interpretación extensiva de la Ley , ya que no está
expresamente contenida en el Capítulo ,I

131
Silva, María T.: “Los procedimientos especiales a la luz de la nueva regulación constitucional”. Cuartas
Jornadas de Derecho Procesal Penal. Algunos aspectos en la evaluación de la aplicación del COPP. 20 al 22 de
fe brero. Caracas, Venezuela. Universidad Católica Andrés Bello. 2001. Pág. 186.
132
Ídem.

78
Título I, Libro Primero del Código Orgánico Procesal
133 134
Penal” - .

Asimismo, el Máximo Tribunal de la República ha sos tenido que:

“el procedimiento por admisión de los hechos es una de


las formas de autocomposición procesal mediante la cual
el legislador creó una manera especial de terminación
anticipada del proceso, con prescindenc ia del juicio oral y
público y con la condena del imputado, que, a pesar, de
no estar incluida dentro de las alternativas a la
prosecución del proceso contempla das en el Capítulo III,
Titulo I del Libro Primero del Código Orgánico Procesal
Penal, a saber, el principio de oportunidad, la suspensión
condicional del proceso y los acuerdos reparatorios,
135
cumple la misma función: pone fin a la proceso” .

De todo esto puede apreciarse que -tanto la doctrina, como la


jurisprudencia nacional- han atribuido al Procedimiento por admisión de los
hechos naturalezas jurídicas diversas. En algunos casos se ha entendido como
un procedimiento especial, mientras en otros se ha concebido como una
medida alternativa para la prosecución del proceso.

133 Tribunal Supremo de Justicia, Sala Constitucional. Sentencia N° 2829, del 29 de septiembre de 2005. P
onente: Magistrado Pedro Rondón Haaz. Expediente 05-1472. http://www.tsj.gov.ve/decisiones/scon/Septiembre/2829-
290905-05-1472.htm, 15/02/2010. www.tsj.gov.ve.
134 Asimismo, ver: Tribunal Supremo de Justicia, Sala de Casación Penal. Sentencia N° 546, del 12 de agos to de

2005. Ponente: Magistrado Eladio Aponte Aponte. Expediente 05-0270.


http://www.tsj.gov.ve/decisiones/scp/Agosto/546-RC05-0270.htm, 15/02/2010.www.tsj.gov.ve.
135
Tribunal Supremo de Justicia, Sala Constitucional. Sentencia N° 565, del 22 de abril de 2005. Ponente :
Magistrado Jesús Eduardo Cabrera Romero. Expediente 04-2293.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/scon/Abril/565-220405-04-2293.htm, 15/02/2010. www.tsj.gov.ve- (Vid. Tribunal
Supremo de Justicia, Sala Constitucional. Sentencia N° 1648, del 13 de julio de 2005. Ponente : Magistrado Luis
Velázquez Alvaray. Expediente 05- 0618. http://www.tsj.gov.ve/decisiones/scon/Julio/1648-130705-05-0618.htm,
15/02/2010. www.tsj.gov.ve; y Tribunal Supremo de Justicia, Sala Constitucional. Sentencia N° 1100, del 23 de
mayo de 2006. Ponente: Magistra da Luisa Estella Morales Lamuño. Expediente 05-0123.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/scon/Mayo/1100-230506-05-0123.htm, 15/02/2010. www.tsj.gov.ve.)

79
En nuestro criterio, el Procedimiento por admisión de los hechos
constituye un procedimiento especial, y para comprender la razón de ello
consideramos preciso explicar qué debe entenderse por él.

De acuerdo con el autor Alberto Binder, los procedimientos o juicios


especiales constituyen un tratamiento particular que ofrece el Estado a
situaciones que ameritan la transformación del modo ordinario en que se
136
efectúa la persecución penal .

Los elementos que -en criterio de este autor- caracterizan a esos


juicios o procedimientos, son la simplificación de trámites, la menor
137
intervención estatal y el aumento de garantías .

De acuerdo con Binder, las respuestas procesales especiales que


puede brindar el Estado en esos casos, se distinguen en: los procedimientos
especiales y los juicios especiales; según las cara cterísticas de especialidad
se incluyan a lo largo de todo el procedimiento, o se circunscriban sólo a una
138
estructura del juicio, respectivamente .

El propósito fundamental de estos juicios o procedimientos, es


“simplificar la respuestas estatal, ya sea porque la sociedad requiere una
decisión mucho más rápida o bien porque la trascendencia de la infracción no
139
justifica el despliegue de mayores recursos” .

136 Binder, Alberto M.: Introducción al derecho procesal penal. Buenos Aires, Argentina. Editorial Ad- Hoc, S.R.L..
1993. Pág. 249.
137 Ibídem, Pág. 250.
138 Ídem.
139 Ídem.

80
142.

De igual modo, su consagración en algunos supuestos ha respondido


a la necesidad de brindar mayores garantías, o también a la prescindencia de
140
la participación del Estado en algunos casos de persecución penal .

De acuerdo con el autor Alberto Binder, la admisión de los hechos es


precisamente un ejemplo de procedimiento especial, que tiene por objeto
141
simplificar el proceso para agilizar la respuesta estatal , porque -a su juicio-

tal reconocimiento “torna innecesaria la realización del debate. (…)”

Ante esto, considera que necesario establecer “mecanismos


simplificados para arribar a la sentencia (procesos monitorios o
143
abreviados)” y agrega que:

“La idea básica consiste en que, si el imputado ha


admitido los hechos y, además, ha manifestado su
consentimiento para la realización de este tipo de
procedimiento, se pueda prescindir de toda formalidad del
debate y dictarse la sentencia en un modo
144
simplificado” .

En nuestra opinión, esas premisas -sostenidas por el autor Alberto


Binder- permiten afirmar que el Procedimiento por admisión de los hechos

140 Ídem.
141 Comúnmente, en este tipo de procedimientos especia les, se recurre a: la simplificación de la
investigación, abreviación de los lapsos procesales, el juzgamiento a cargo de un Tribunal unipersonal, fijación de
limitaciones para el ejercicio de las vías recursivas, y a la simplificación de trámites formalidades.
142
Binder, Alberto M.: Introducción al derecho procesal penal…op.cit , Pág. 252.
143 Ibídem, Pág. 254.
144 Ídem.

81
constituye un Procedimiento especial, no sólo por su ubicación dentro del
Código Orgánico Procesal Penal, como en términos má s formalistas algunos
ya lo han considerado; sino -en particular- por las implicaciones jurídicas que él
conlleva.

Tal y como lo expresa Binder, el carácter especial de un procedimiento


no queda determinado en todos los casos por su completa distinción con el
trámite normalmente seguido para la persecución penal. En realidad, esa
especialidad también podría surgir de una modificación parcial de dicho
procedimiento, bien sea por la supresión de fases, el acortamiento de lapsos
procesales, etc.

Esto es lo que, a nuestro modo de ver, ocurre precisamente en nuestro


ordenamiento jurídico penal con el Procedimiento por admisión de los hechos,
en el cual una parte del procedimiento normalmente seguido para el
145
enjuiciamiento del acusado permanece incólume, mientras otra se altera en
virtud de un mandato especial, previsto por el legislador en el artículo 376 del
Código Orgánico Procesal Penal, conforme al cual -una vez admitidos los
146
hechos - ha de procederse a la imposición inmediata de la pena aplicable
(con la rebaja correspondiente), sin la celebración del debate de juicio
normalmente exigida para tales fines.

147
Es esa afectación del normal desenvolvimiento del procedimiento
seguido para el enjuiciamiento del acusado, lo que -desde nuestra perspectiva-
determina la especialidad del Procedimiento por admisión de los hechos.

145 Ordinario o abreviado.


146 En los términos descritos por dicha norma.
147 En este caso: parcial

82
Esa simplificación que aporta el trámite previsto en el artículo 376 del
Código Orgánico Procesal Penal, permite abreviar el tiempo y los recursos
utilizados para la resolución de las causas en las que éste se aplica. En ese
sentido, se advierte que el Procedimiento por admisión de los hechos -además
de ser un procedimiento especial, como se h a señalado- entraña una fórmula
148
de terminación anticipada o anormal delproceso .

Todo lo expuesto hasta ahora pone de manifiesto nuestro criterio, en


relación con la naturaleza jurídica del Procedimiento por admisión de los
hechos en Venezuela; sin embargo, adicionalmente es preciso señalar algunas
consideraciones sobre la tendencia -doctrinal y jurisprudencial- que estima al
Procedimiento por admisión de los hechos como una especie de Medida
alternativa para la prosecución del proceso.

Sobre este particular, creemos que las similitudes surgidas entre las
Medidas alternativas a la prosecución del proceso y el Procedimiento por
admisión de los hechos (en cuanto a los fines que con ellos persigue el Código
149
Orgánico Procesal Penal ), así como también la idea de que -tanto las
Medidas alternativas para la prosecución del proceso como el Procedimiento
por admisión de los hechos- configuran una fórmula de terminación anticipada
del proceso; ha propiciado una errónea interpretación sobre la cual se ha
afirmado la existencia de una relación género-especie entre ambas.

148 Sobre este aspecto, ver: la citada Sentencia N° 11 06, del 25 de mayo de 2006. Ponente: Magistrada Carmen
Zuleta de Merchán. Expediente 05-1422.
149 Ambas se inspiran en la idea de economía procesal, la simplificación de trámites para la administración
de justicia, la descongestión del sistema, entre otros.

83
A nuestro juicio, más allá de esas circunstancias, es necesario atender
a algunas diferencias sustanciales que surgen entre el Procedimiento por
admisión de los hechos y las Medidas alternativas a la prosecución del
proceso, que permiten establecer una distinción entre ellos:

Tal y como se ha advertido, con la aplicación del Procedimiento por


admisión de los hechos se materializa una alteración del procedimiento
seguido normalmente para la persecución penal (dada la supresión de actos
procesales), pero se prosigue hasta el dictado de la sentencia definitiva,
relativa a la responsabilidad penal del acusado.

Ello no ocurre con la aplicación de las Medidas alternativas para la


prosecución del proceso, en las que -con el cumplimiento de las condiciones
previstas por nuestra legislación- el procedimiento seguido hasta entonces se
150 151
detiene para optar por otra vía , con efectos jurídicos distintos ,
152 153
atendiendo para ello a razones de carácter cuantita tivo , cualitativo , o -en
general- a cualquier criterio de persecución penal selectiva adoptada por el
Estado en su legislación.

Las Medidas alternativas para la prosecución del proceso no conllevan


a la emisión de un pronunciamiento sobre la responsabilidad del acusado; con
ellas tan sólo se alcanza una decisiónsobre la suspensión o extinción de la
acción penal, según sea el caso.

150
Ya sea: el principio de oportunidad, la suspensión condicional del proceso o la celebración de acuerdos
reparatorios.
151 Suspensión o extinción de la acción penal.
152 Insignificancia del hecho, por ejemplo.
153 Se refiere Binder a: “los tipos de delito o condiciones especiales del caso”.

84
Consideramos que esto es fundamental para comprender que el
Procedimiento por admisión de los hechos no logra adecuarse a ese aspecto
tan esencial de las Medidas alternativas para la prosecución del proceso, y -en
consecuencia- no debe tenérsele como una de sus especies.

Estimamos que más bien cabría reflexionar acerca de si es posible


concebir a las Medidas alternativas para la prosecución del proceso como un
tipo de procedimiento especial, al menos bajo la concepción del autor Alberto
154
Binder , pero este asunto ya escapa de nuestros objetivos.

4. Fundamentos del Procedimiento por admisión de lo s hechos:

Acerca de los fundamentos en los cuales se inspira el Procedimiento


por admisión de los hechos, se advierte una especie de consenso entre los
criterios doctrinales y jurisprudenciales sostenidos al respecto.

En general, los autores han opinado que la ratio legis de esta


institución lo constituye fundamentalmente la economía y celeridad procesal.
155 156
Así lo han sostenido Nelly Arcaya , Katia Yassín Issa y Pedro Osman
157
Maldonado , por ejemplo.

154 A propósito de ello, conviene mencionar que este autor -en su obra titulada “Introducción al derecho procesal
penal”- incluyó a los denominados criterios de oportunidad dentro de los procedimientos especiales. vinculados con
la idea de simplificación del proceso. (Ver: Binder, Alberto M.: Introducción al derecho procesal penal…op.cit., Pág.
254).
155 Arcaya, Nelly: Las instituciones de vigencia anticipada en el Códi go Orgánico Procesal Penal (Los
Acuerdos
Reparatorios, el Procedimiento por Admisión de los Hechos y la Eliminación del Secreto Sumarial)…op. c it., Pág.
59.
156 Yassín I.; Katia: “El procedimiento por admisión de los hechos y la doctrina del Tribunal Supremo de Justicia en Sala
Constitucional”. Revista de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la Universidad Central de Venezuela, N° 130.
Caracas. Universidad Central de Venezuela, Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas. Departamento de Publicaciones. 2007.
Pág. 103.
157
Maldonado V.; Pedro Osman: Derecho Procesal Penal Venezolano… op.cit., Pág. 470.

85
El Tribunal Supremo de Justicia, por su parte, ha compartido este
criterio, al señalar -mediante decisión emanada de la Sala Constitucional-que
“(…) el procedimiento por admisión de los hechos se crea básicamente en aras
158
de la economía procesal” .

El postulado esencial del principio de economía procesal es el ahorro


de tiempo y recursos, tanto humanos como materiales, en la obtención de los
fines del proceso.

De acuerdo con la autora María Bolaños:

“El principio de economía procesal se refiere a la


proporción indispensable que debe darse entre la
complejidad del delito y los trámites procesales que se
deben invertir en su conocimiento e instrucción, pa ra
buscar una sentencia definitiva rápida y justa emisión, lo
cual habla de darse en procesos de menor dificultad de
prueba e importancia en cuanto a la pena que
corresponda a los delitos materia de pretensión punitiva,
que obviamente serán reducidas en cuantoa instancia
159
por su simplicidad en esos aspectos .

Asimismo, se ha advertido que el Procedimiento por admisión de los


hechos se sustenta también sobre la base del principio de celeridad procesal,
reconocido por el artículo 26 de la Constitución de la República Bolivariana

158
Tribunal Supremo de Justicia, Sala Constitucional. Sentencia N° 911, del 05 de mayo de 2006. Ponente:
Magistrado Francisco Carrasquero López. Expediente 04-2805. http://www.tsj.gov.ve/decisiones/scon/Mayo/911-
050506-04-2805.htm,15/02/2010. www.tsj.gov.ve.
159 Bolaños O., María L.: “El Ministerio Público y el nuevo proceso penal en Nicaragua”. Jornadas Iberoamericanas.
Oralidad en el proceso y justicia penal alternativa. 2° edición. México, D.F. Instituto Nacional de Ciencias Penales. 2008. Pág.
374.

86
de Venezuela, y concebido como una “garantía fundamental de los
160
ciudadanos ante la actividad judicial penal del Estado” .

Se trata de un mecanismo que procura alcanzar la efectividad del


sistema procesal, a través de una justicia expedita, por el acortamiento de
lapsos y economización de los recursos destinados para la tramitación del
proceso penal.

El Procedimiento por admisión de los hechos ha sido consagrado en


Venezuela para evitar los gastos de un proceso que puede resolverse en
menor tiempo, sin necesidad de un enjuiciamiento que resulta inútil, ante la
admisión de los hechos realizada por el acusado, y sin que sea menester
161 162
además involucrar a otros sujetos con el proceso desarrollado ;
pudiéndose así destinarse esos recursos al enjuiciamiento de casos
verdaderamente complejos, que ameriten el desarrollo normal del proceso.

5. Oportunidades procesales para la aplicación del Procedimiento


por admisión de los hechos en Venezuela:

El tema sobre las oportunidades procesales para aplicar el


Procedimiento por admisión de los hechos en Venezuela ha generado
inquietud en la doctrina, jurisprudencia y -especialmente- en la práctica
forense.

160 Sain S., José T: “La prescripción de la acción penal como mecanismo de instrumentación de la garantía de un
proceso sin dilaciones indebidas”. Pruebas, procedimientos especiales y ejecución p enal. VII Y VIII Jornadas de
Derecho Procesal Penal con nuevas ponencias. 3° edición. Caracas, Venezuela. Universidad Católica Andrés Bello.
Caracas. 2005. Pág. 53.
161 Como los órganos de prueba, por ejemplo.
162 Circunstancia ésta que conllevaría a la inversión de mayor cantidad de dinero, esfuerzo y tiempo para
su conclusión.

87
Tal interés data incluso desde el año 1998, cuando de manera
anticipada, por disposición del artículo 503 del Código Orgánico Procesal
Penal, entró en vigencia esta institución dentro de nuestro ordenamiento
jurídico.

Para ese entonces, seguían siendo aplicables las disposiciones del


Código de Enjuiciamiento Criminal, por lo que -de alguna manera- el
Procedimiento por admisión de los hechos debía adaptarse al régimen
163
procesal previsto en él .

Desde esa época, la doctrina comenzó a cuestionarseacerca de cuál


interpretación debía dársele a esa norma, y el modo como debía ser aplicado
el Procedimiento por admisión de los hechos en la praxis.

Para tales fines, la doctrina estableció parangones entre las diversas


figuras procesales previstas en el Código Orgánico Procesal Penal
(relacionadas con la aplicación del Procedimiento por admisión de los hechos)
y las contempladas en el Código de Enjuiciamiento Criminal vigentes en ese
momento.

Así, autores como Nelly Arcaya -por ejemplo- opinaron que la


admisión de los hechos podía hacerse:

“(…) desde la oportunidad de la indagatoria del


imputado, por cuanto existe una inculpación formal

163 Hasta tanto el Código Orgánico Procesal Penal alcanzase su vigencia plena.

88
judicial debido a que antes de esta etapa lo que hay es
investigación.

Una vez realizado los informes no procede la solicitud del


procedimiento por admisión de los hechos, por cuanto el
proceso habrá entrado en período de sentencia.

El escrito de cargos, equivale al escrito de acusación


que el fiscal del Ministerio Público presenta anteel juez
de control.

b. Si la solicitud del imputado (procesado) tiene lugar


después del auto de detención o de sometimiento a juicio
y antes de la audiencia pública del reo, es procedente por
cuanto no ha tenido lugar la formulación de los cargos
164
que ocurre con ocasión a la audiencia pública del reo” .

Por su parte, el autor Frank Vecchionacce sostuvo que:

“El auto de detención y el de sometimiento a juicio


constituyen formas oficiosas de imputación penal,
porque esos pronunciamientos contienen un juicio de
valor acerca de la existencia plena de la comisión del
hecho punible (cuerpo del delito) y de la existencia de
indicios de culpabilidad (artículo 182 del Código d e
Enjuiciamiento Criminal), es decir, motivos para el
enjuiciamiento de una persona, posición jurídica qu e no
tiene diferencia alguna con el escrito de cargos del

164 Arcaya, Nelly: Las instituciones de vigencia anticipada en el Códi go Orgánico Procesal Penal (Los
Acuerdos
Reparatorios, el Procedimiento por Admisión de los Hechos y la Eliminación del Secreto Sumarial)…op. c it.,
Págs.
55-56.

89
fiscal del Ministerio Público, salvo por el órgano que la
emite. Por lo tanto dictadas las decisiones aludidas,
durante el sumario es posible el procedimiento por
admisión de los hechos sin necesidad de esperar la
165

audiencia pública del reo” .

Esa inquietud que surgió desde la entrada en vigencia anticipada de


esta institución del Código Orgánico Procesal Penal, sobre el momento a partir
del cual podían admitirse los hechos en el proceso penal venezolano, resalta
la importancia que desde un inicio ha tenido este tema.

Una vez que el Código Orgánico Procesal Penal alcanzó vigencia


plena, el interés por esclarecer esos aspectos se fue extendiendo a lo largo de
todo el proceso evolutivo que ha tenido su artículo 376, incluso hasta la más
reciente reforma.

166
Desde el 01 de julio de 1999 , la doctrina comenzó a cuestionarse
-ya en otro contexto- cuál era el momento específic o a partir del cual debían
admitirse los hechos para aplicar los efectos de esa norma, hasta cuándo
167
podía extenderse esa oportunidad , y si acaso el Procedimiento por admisión
168
de los hechos podía aplicarse incluso en fase de juicio , entre otros
aspectos.

165 Arcaya, Nelly: Las instituciones de vigencia anticipada en el Códi go Orgánico Procesal Penal (Los
Acuerdos
Reparatorios, el Procedimiento por Admisión de los Hechos y la Eliminación del Secreto Sumarial)…op. c it., Pág.
50.
166 Fecha en la cual el Código Orgánico Procesal Penal alcanzó vigencia plena.
167 Pérez S., Eric L.: Comentarios al Código Orgánico Procesal Penal. 4° edición. Valencia-Caracas,
Venezuela. Vadell hermanos editores. 2003. Pág. 457.
168
Ver: Maldonado V; Pedro Osman: Derecho Procesal Penal Venezolano…op.cit., Pág. 473.

90
Igualmente, ante los casos planteados, la jurisprudencia nacional
empezó a pronunciar su criterio en esta materia, mediante decisiones. Sobre
ello, por ejemplo, se advirtió lo siguiente:

“(…) es muy clara la redacción de la norma en comen to


respecto a la oportunidad para que el imputado admita
los hechos. En el procedimiento ordinario, es decir, el
regulado por las normas contenidas en el Libro Segundo
del Código Orgánico Procesal Penal, el imputado sólo
podrá admitir los hechos objeto del proceso, en la
audiencia preliminar y una vez que el Juez de Control
haya admitido la acusación presenta da en su contra por
el Ministerio Público. En el caso del procedimiento
abreviado -Título II del Libro Tercero- la admisión de los
hechos sólo procederá en la audienc ia del juicio oral, una
vez presentada la acusación po r el Ministerio Público y
antes que el Juez de Juicio unipersonal haya dado inicio
169
al debate” .

Ese interés doctrinal y jurisprudencial en cuanto a las oportunidades


procesales para la aplicación del Procedimiento por admisión de los hechos en
Venezuela, devino de los problemas suscitados en la práctica por la redacción
original del artículo 376 del Código Orgánico Procesal Penal.

Los diversos debates generados sobre esta temática, a su vez


permitieron la formulación de críticas que despertaron el interés del Poder
legislativo nacional y contribuyeron a la evolución de esa norma, a través de

169 Sentencia N° 1100, del 23 de mayo de 2006. Ponente : Magistrada Luisa Estella Morales Lamuño. Expediente
05-0123.

91
las diferentes reformas efectuadas al citado artículo desde el año 2000 hasta la
actualidad.

Precisamente, en virtud de todas esas modificaciones de las cuales ha


sido objeto el artículo 376 del Código Orgánico Procesal Penal, puede decirse
que las oportunidades procesales para la aplicación del Procedimiento por
admisión de los hechos en Venezuela han variado desde que se consagró por
primera vez esa norma en nuestro ordenamiento jurídico.

El estudio sobre la regulación normativa del Procedimiento por


170
admisión de los hechos realizado supra , nos permite asentar -en resumidos
171
términos- que originalmente este procedimiento sólo podía aplicarse en la
audiencia preliminar (celebrada en el curso del Procedimiento ordinario), sin
que -dentro de ésta- se hubiere señalado un momento determinado para
proceder a ello.

Luego, en virtud de la modificación que sufrió el artículo 376 del


172
Código Orgánico Procesal Penal en el año 2000 , el Procedimiento por
admisión de los hechos continuó siendo aplicable en ese mismo momento
173
procesal , pero se agregó la posibilidad de aplicarlo también en el
Procedimiento abreviado, aunque sólo en caso de delitos flagrantes. Ello debía
ocurrir en una oportunidad específica, a saber: “una vez formulada la
acusación y antes del debate”.

170
Ver: “Regulación normativa del Procedimiento por admisión de los hechos en Venezuela”, en el presente trabajo.
171 Código Orgánico Procesal Penal, publicado en Gaceta Oficial N° 5.208 Extraordinario, del 23 de enero de 1998.
172 Mediante Gaceta Oficial N° 37.022 del 25 de agosto de 2000.
173 Con la imprecisión ya advertida, es decir, sin aclararse aún en qué momento de ella debían admitirse los hechos.

92
Posteriormente, con la reforma de ese mismo artículo en el año
174
2001 , se aclaró que la oportunidad para admitir los hechos durante el
Procedimiento ordinario era en la audiencia preliminar, pero más precisamente:
“una vez admitida la acusación”.

En cuanto a la aplicación del Procedimiento por admisión de los


hechos en el curso del Procedimiento abreviado (desde entonces no sólo por
delitos flagrantes, sino también en el resto de los casos previstos en el artículo
372 del Código Orgánico Procesal Penal), se estableció como oportunidad
procesal: la admisión de la acusación,hasta antes del debate de juicio.

175
En el año 2009 , con la reforma legislativa se señaló que -tanto en el
Procedimiento ordinario, como en el abreviado- el artículo 376 del Código
Orgánico Procesal Penal puede aplicarse a partir de la admisión de la
176
acusación .

Dicha oportunidad podría extenderse, hasta antes de constituirse el


tribunal, cuando el enjuiciamiento del acusado corresponde a un Juzgado
177 178
Mixto - ; o de la apertura del debate de juicio oral y públ ico, en el resto de
los casos.

174 Gaceta Oficial N° 5.552 Extraordinario, del 12 de noviembre de 2001. Reimpresa -luego de subsanar
errores materiales- mediante Gaceta Oficial N° 5.558 Extrao rdinario, del 14 de noviembre de 2001.
175 Publicada en la Gaceta Oficial de la República Bol ivariana de Venezuela N° 5.930 Extraordinario, del
04 de septiembre de 2009.
176 En el Procedimiento ordinario ello ocurre ante el Juez de Control, en la audiencia preliminar; mientras que en el
Procedimiento abreviado la admisión de la acusaciónse verifica ante el Juez de Juicio.
177 De conformidad con lo establecido en el artículo 161 del Código Orgánico Procesal Penal, el Tribunal Mixto es
aquél conformado por un Juez profesional que actúa como Juez Presidente, y dos escabinos (entendidos éstos como
ciudadanos legos, designados mediante sorteo, que han de concurrir con el Juez profesional para participar en el debate
de juicio, en los términos señalados en el artículo 165 del citado Código; deliberar y decidir por consenso –mediante
votación- sobre la culpabilidad o inculpabilidad del acusado).
178 De acuerdo con lo establecido en el artículo 65 del Código Orgánico Procesal Penal, el enjuiciamiento por
Tribunales mixto únicamente puede ocurrir cuando se ha seguido el curso del Procedimiento ordinario. Incluso, así se
reitera en los artículos los artículos 373 y 375 de ese mismo Código, en concatenación con lo establecido en el

93
De lo expuesto puede colegirse que -a pesar de haberse establecido
inicialmente en el ordenamiento jurídico penal venezolano una oportunidad
procesal para la aplicación del Procedimiento por admisión de los hechos,
(limitada al ámbito de la audiencia preliminar, en el Procedimiento ordinario);
posteriormente, en virtud de las reformas normativas formuladas al artículo 376
del Código Orgánico Procesal Penal, se logró aclarar el momento específico en
que ello podía ocurrir, se permitió aplicar el Procedimiento por admisión de los
hechos incluso cuando se hubiere seguido el curso del Procedimiento
179
abreviado , y se fueron ampliando las oportunidades para solicitar la
aplicación del Procedimiento por admisión de los hechos.

De ese modo, las oportunidades procesales para surtir los efectos


previstos en esa norma se fueron aclarando y extendiendo a otros momentos
determinados del proceso penal.

En nuestro criterio, esa especificidad -alcanzada paulatinamente, con


las reformas realizadas a ese artículo- constituyó un avance, porque tal
determinación ha permitido ofrecer mayor seguridad jurídica, no sólo en lo que
respecta a la interpretación de ese artículo, sino también en lo concerniente a
las circunstancias en las cuales éste debe aplicarse.

Para alcanzar esa precisión, surgieron discusiones que tenían por


objeto descifrar algunas interrogantes, como por ejemplo:

artículo 372, ejusdem, de los cuales se colige que el enjuiciamiento por cualquiera de los supuestos del
Procedimiento abreviado corresponde al Juez unipersonal.
179 Aunque primero ello se permitió sólo respecto a los delitos flagrantes, y fue después cuando su procedencia se amplió
al resto de los casos por los cuales debe seguirse el Procedimiento abreviado.

94
¿A partir de qué momento resulta aplicable el Procedimiento por
admisión de los hechos en el derecho procesal venezolano?

En el año 1998, el legislador estableció en el artículo 376 del Código


Orgánico Procesal Penal, que el Procedimiento por a dmisión de los hechos
podía ser aplicado en la audiencia preliminar del Procedimiento ordinario.

Con este planteamiento se pretendió establecer el momento a partir


del cual podían admitirse los hechos en el proceso penal venezolano, con los
efectos previstos en esa norma; sin embargo, siendo que la audiencia
preliminar contiene en sí misma varios instantes, era necesario aclarar
entonces ¿en qué momento de la audiencia preliminar resultaba aplicable el
Procedimiento por admisión de los hechos?.

Atendiendo a la redacción de la norma, debe afirmarse que -en un


sentido formal- el procedimiento establecido en el artículo 376 del Código
Orgánico Procesal Penal podía aplicarse antes o des pués de ser admitida la
acusación.

Empero, considerando los aspectos sustanciales de este asunto, su


aplicación no debía permitirse en ese momento, sino una vez que fuere
admitida la acusación interpuesta, porque únicamente a partir de esa
oportunidad los hechos objeto del proceso quedan establecidos en términos
claros.

95
Sólo desde entonces, el procesado puede conocer concretamente los
180
hechos que se le atribuyen y de los cuales habrá de defenderse en el
debate de juicio, pudiendo analizar así si los admite o no, con los efectos
previstos en el artículo 376 del Código Orgánico Procesal Penal.

Permitir la aplicación del Procedimiento por admisión de los hechos


antes de que se admita la acusación interpuesta, daría lugar a imponer al
procesado inmediatamente de una pena, respecto a hechos que pudieran
181
haber sido desechados por el órgano jurisdiccional cuando analizase los
fundamentos de la acusación interpuesta.

Por otra parte, la aplicación del Procedimiento por admisión de los


hechos no tendría un propósito claro en este caso, porque con ella se
pretendería la evitación de un juicio respecto al cual se desconoce aún si
efectivamente se llevará a cabo.

Ahora bien, aunque sustancialmente el Procedimiento por admisión de


los hechos debía aplicarse a partir de la admisión de la acusación, tal exigencia
técnica no armonizaba con la posibilidad que estableció el legislador, al
disponer en el artículo 376 del Código Orgánico Procesal Penal una amplia
forma, de acuerdo con la cual el Procedimiento por admisión de los hechos
podía aplicarse durante la audiencia preliminar, es decir: antes y después de la
admisión de la acusación.

En el año 2001, se reformó el mencionado artículo,permitiéndose la


aplicación del Procedimiento por admisión de los hechos en los casos

180 Excluyendo los desechados por el órgano jurisdiccional.


181 Por causas de atipicidad, por ejemplo.

96
seguidos por Procedimiento abreviado, “una vez admitida la acusación”; y
respecto a la aplicación del Procedimiento por admisión de los hechos en el
Procedimiento ordinario, también se dispuso esa misma oportunidad procesal.

De esta manera se logró descartar igualmente en un sentido formal la


posibilidad de aplicar el Procedimiento por admisión de los hechos antes de
que se admita la acusación, criterio éste que ha sido mantenido desde
entonces, hasta la actualidad.

Otro de los cuestionamientos formulados acerca de las oportunidades


procesales para la aplicación del Procedimiento por admisión de los hechos
fue:

¿Hasta cuándo pueden admitirse los hechos en Venezu ela, con los
efectos previstos en el artículo 376 del Código Orgánico Procesal Penal?

Esta interrogante surgió del debate sostenido entre quienes


consideraban que el Procedimiento por admisión de los hechos era aplicable
sólo en los momentos procesales específicamente establecidos en la citada
norma del Código Orgánico Procesal Penal, y quienes -por el contrario-
estimaban que, fuera de las oportunidades procesales contempladas en dicho
artículo, era posible atribuir a la admisión del procesado las consecuencias
jurídicas dispuestas en esa norma.

97
La discusión sobre este asunto, pretendía aclarar -en otras palabras-si
las oportunidades previstas para admitir los hechos en el ordenamiento
182
jurídico penal venezolano tenían o no un carácter p reclusivo .

Los aspectos esenciales de esta controversia, se pusieron de


manifiesto -por ejemplo- en la sentencia N° 1100, d ictada por la Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, el 23 de mayo de 2006, con
ponencia de la Magistrada Luisa Estella Morales Lamuño.

Dicha decisión giró en torno a la desaplicación parcial del artículo 376


del Código Orgánico Procesal Penal (en lo que respecta a la oportunidad para
admitir los hechos), realizada por el Tribunal Segundo de Primera Instancia en
lo Penal, en funciones de Juicio, del Circuito Judicial Penal del Área
Metropolitana de Caracas, en sentencia dictada el 26 de noviembre de
183
2004 , por ejercicio del control difuso de constitucionalidad.

De acuerdo con ese Tribunal de Primera Instancia:

“Al analizar los derechos de un acusado frente al


proceso penal venezolano, nos encontramos con que
existen circunstancias que no pueden ser obviadas por
el juez, entre ellas el hecho de que se respete el derecho
a la defensa, la presunción de inocencia y además el
debido proceso.

182
Entendiéndose a la preclusión, en los términos señalados por el procesalista Eduardo Couture: “ pérdida,
extinción o consumación de una facultad procesal”. (Pechhi C., Carlos: “Algunas consideraciones sobre la
preclusión”. Revista de derecho procesal, N° 7. Universidad de Chile. Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales.
Departamento de Derecho Procesal. Santiago de Chile. Editorial Jurídica de Chile.1974. Pág. 12).
183
En la causa seguida en contra de los ciudadanos José Luis Rodríguez Blanco y Larry Barrientos Fernánd ez.

98
Pareciera para algunos que el debido proceso es solo
ajustarse a aquellas normas de orden preclusivo y se
encasillan otros en pensar que la admisión de los hechos
tiene una sola oportunidad, tasada, establecida sin
ninguna otra ocasión, olvidando que la admisión de los
hechos ha sido prevista, con una doble finalidad, por un
lado es un derecho del acusado que se le imponga de
inmediato la pena en (sic) vez que reconoce su
participación en los hechos, y por el otro lado
economizar el tiempo del Estado con una pronta y
184
oportuna administración de justicia” .

Tal y como se desprende de lo transcrito, en criterio del mencionado


órgano jurisdiccional, las oportunidades procesales para admitir los hechos en
Venezuela -con los efectos previstos en el artículo 376 del Código Orgánico
Procesal Penal- no tienen carácter preclus ivo, porque en caso contrario, se
impediría alcanzar la doble finalidad que tiene este procedimiento en el
ordenamiento jurídico venezolano.

185
Según se expuso en la decisión revisada por la Sala Constitucional ,
esos fines comprenden:

“(…) un derecho del acusado que se le imponga de


inmediato la pena en (sic) vez que reconoce su
participación en los hechos, y por el otro lado

184
Tribunal Supremo de Justicia, Sala Constitucional. Sentencia N° 1100, del 23 de mayo de 2006. Ponente :
Magistrada Luisa Estella Morales Lamuño. Expediente 05-0123.
185 En virtud de las atribuciones que le han sido conferidas por los artículos 336 numeral 10 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela; 5 numeral 16 de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia d e la República
Bolivariana de Venezuela (Gaceta Oficial N° 37.942 del 20 de mayo de 2004).

99
economizar el tiempo del Estado con una pronta y
oportuna administración de justicia” .

Conforme a esta tesis, con la aplicación del Procedimiento por


admisión de los hechos:

“(…) en definitiva se logra la condena, se logra im poner


una pena, se satisface el derecho de la víctima, evita la
impunidad y al mismo tiempo se logra una justicia
expedita, sin dilaciones y sin formalismos inútiles, así
como lo describe el artículo 26 de la Carta
Fundamental”.

El Juzgado de Primera Instancia señaló además que:

“(…) el derecho a reconocer la participación de un hecho


punible es un derecho irrenunciable del acusado, y al ser
irrenunciable, no es negociable y no puede ser sometido
a un lapso procesal inútil que implicaríaque la pena esté
prevista como venganza y no con fines resocializadores”.

De acuerdo con este órgano jurisdiccional, aún y cuando el


Procedimiento por admisión de los hechos se aplique en oportunidades
distintas a las previstas en la legislación, podrían lograrse los fines de la pena
consagrados en el artículo 272 de la Constitución de la República

100
Bolivariana de Venezuela; en tal virtud, estimó que no surgían motivos para
limitar la aplicación del procedimiento estudiado a oportunidades específicas.

Tales consideraciones llevaron al Tribunal Segundo de Primera


Instancia, en funciones de juicio del Circuito Judicial Penal del Área
Metropolitana de Caracas, a estimar procedente el ejercicio del control difuso
de constitucionalidad sobre el artículo 376 del Código Orgánico Procesal Penal
y a desaplicarlo parcialmente, respecto a las oportunidades procesales
previstas en él.

Esta tesis no fue acogida por el Tribunal Supremo de Justicia, quien


-luego de concebir al Procedimiento por admisión de los hechos como un
beneficio para aquellos procesados que reconocen la imputación recaída en su
contra, con consecuencias de ahorro (en tiempo y dinero) para el Estado; y
concebirlo como una manera especial de terminar anticipadamente el
186
proceso - advirtió lo siguiente:

“(…) si el legislador estableció dichas oportunidad es


procesales a fin de que tuviere lugar la admisión d e los
hechos que se imputan, no fue por un simple capricho
sino porque consideró que ese era el momento idóneo ,
no sólo en razón de la celeridad procesal sino tamb ién
como una forma de ahorrar al Estado los gastos que
implica la tramitación de un procedimiento judicial –
penal. Asimismo, se evita que dicha figura se transforme
en una vía de escape judicial para el imputado que en
una fase posterior a las previstas en el

186 Todo ello, en el sentido expuesto en la Sentencia N° 565, dictada por esa misma Sala el 22 de abril d e 2005.

101
artículo 376 ut supra citado, estando su culpabilidad casi
demostrada, pretenda utilizar la admisión de l os hechos
como un medio de atenuación de la pena.

Ciertamente, la imposición de una determinada etapa


procesal para que el imputado pueda acogerse al
procedimiento por admisión de los hechos responde a
ciertas directrices que prenden, entre otras cosas, la
economía procesal, por tanto que tal declaración su rtirá
distintos efectos jurídicos según la etapa procesalen la
que se realice, lo cual podría desnaturalizar el fin para el
187
cual el legislador previó tal procedimiento” .

En ese sentido, la Sala Constitucional refirió además el


pronunciamiento que había emitido con anterioridad, mediante sentencia N°
911 del 5 de mayo de 2006, en la cual indicó que:

“(…) si bien el imputado o acusado (vid. Único apar te


del artículo 124 del Código Orgánico Procesal Penal)
puede reconocer su intervención o participación en los
hechos que se le imputan, no es menos cierto que ese
reconocimiento puede generar efectos jurídicos distintos
dependiendo del contexto y la oportunidad en la que lo
haga./Así pues, tal reconocimiento puede darse dentro o
fuera del proceso y, dentro de este último, en diversos
momentos del mismo, por ejemplo, si en el curso del
procedimiento ordinario se hace luego de admitida la
acusación y posterior a la instrucci ón

187
Tribunal Supremo de Justicia, Sala Constitucional. Sentencia N° 1100, del 23 de mayo de 2006. Ponente :
Magistrada Luisa Estella Morales Lamuño. Expediente 05-0123.

102
respectiva por parte del juez de control sobre la
posibilidad de acogerse al procedimiento especial por
admisión de los hechos, pero antes de culminar la
audiencia preliminar, originará la aplicación ese (sic)
procedimiento conforme a lo previsto en el artículo 376 del
Código Orgánico Procesal, en cambio, si, por ejemplo, se
hace a través de cualquier declaración válida rendida ante
el juez durante la fase de juicio, tal declaración de
conocimiento puede apreciarse como una confesión, la
cual puede constituir un medio de prueba a ser apreciado
en la definitiva (vid. artículo 49.5 de nuestra Carta Magna);
y jamás puede constituir una declaración que origine la
aplicación del procedimi ento por admisión de los hechos,
el cual como vimos, sól o puede ser aplicado por el juez
de control en la audiencia preliminar, luego de admitida la
acusació n, en el ámbito del procedimiento ordinario./ (…)
la admi sión de hechos en el ámbito del Código Orgánico
Procesal Penal, es un procedimiento que tiene una
naturaleza jurídica y una finalidad específica, y en el que
por voluntad del procesado se compone la litis pero en su
contra, y a favor de la sociedad./Así, en tanto el
procedimiento por admisión de los hechos se crea
básicamente en aras de la economía procesal, si nose
restringe la oportunidad procesal en la cual el mismo
puede ser aplicado, y se permite que pueda aplicarse en
cualquier estado y grado del proceso, aquella razón que le
da origen se desdibujaría, pues el procesado agotaría
hasta la última oportunidad que le reste para ser absuelto
y, por tanto, seguramente la admisión de

103
los hechos se realizaría en la gran mayoría de los casos,
luego de concluido el debate probatorio, es decir, casi
terminado el juicio, momento en el cual el acusado ya
puede realizar un pronóstico firme sobre el posible
pronunciamiento judicial que, de ser desfavorable,
determinara la admisión de los hechos ”.

Como puede evidenciarse de todo lo anterior, los argumentos ofrecidos


por la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia -ante la
problemática de si las oportunidades para admitir l os hechos en Venezuela
188
tenían o no carácter preclusivo - se sustentaron esencialmente en los fines
o propósitos para los cuales se consagró el Procedimiento por admisión de los
hechos en nuestro ordenamiento jurídico.

De acuerdo con lo señalado por esa Sala, permitir la admisión de


hechos -una vez agotadas las oportunidades procesales establecidas en el
artículo 376 del Código Orgánico Procesal Penal- impediría alcanzar la
economía procesal que se pretende con la aplicación de ese Procedimiento,
porque ya no se ahorrarían los costos del juicio que se querían evitar.

Tal admisión se traduciría sólo en un beneficio personal del acusado,


especialmente para aquellos que -ante altas probabilidades de condena-
soliciten la aplicación del Procedimiento por admisión de los hechos a poco
dictarse sentencia.

188 Planteada en la citada sentencia N° 1100.

104
Nosotros creemos que -como regla general- la admisión de los hechos
no podría surtir los efectos indicados en el artículo a que se ha hecho mención,
fuera de los términos legales consagrados en nuestro ordenamiento jurídico,
en virtud del principio de legalidad procesal consagrado en el artículo 253 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, conforme al cual los
órganos del Poder Judicial deben ejercer -en nombre de la República y por
autoridad de la le y- la potestad de administrar justicia en las causas y asuntos
de su competencia: “mediante los procedimientos que determinen las leyes”, lo
que supone aplicar el Procedimiento por admisión de los hechos sólo en las
oportunidades previstas en el Código Orgánico Procesal Penal.

Pero adicionalmente, estimamos que ese carácter de preclusividad de


las oportunidades para admitir los hechos debe afirmarse como una
consecuencia fundamental del sistema acusatorio, acogido
predominantemente en Venezuela, el cual comprende entre sus postulados el
principio de indisponibilidad del objeto del proceso.

Como lo señala la autora Magaly Vásquez:

“(...) el principio acusatorio (...) exige como condición


impretermitible que un tercero distinto al tribunal ejerza la
acción pero ello sólo supone que una vez propues ta,
esta pertenece al proceso y, en consecuencia, el juez
189
deberá resolver con sujeción a la ley y al derecho” .

189
Vásquez G., Magaly: “El Ministerio Público y la di sponibilidad de la acción penal”. Algunos aspectos en la
evaluación de la aplicación del COPP. Cuartas Jorna das de Derecho Procesal Penal. Caracas. Universidad
Católica Andrés Bello. 2001. Pág. 97.

105
Por su parte, el autor Juan Montero Aroca expresa que el objeto del
proceso “(...) no es disponible para las partes, ni para los acusadores ni para el
190
acusado” ; en ese sentido, una vez definido éste y sujeto al conocimiento del
Juez, las partes ya no pueden eludir la decisión de este órgano, quien por su
independencia y autonomía se encuentra ceñido sólo a la Constitución y las
191
leyes ; no a las pretensiones de las partes.

El Procedimiento por admisión de los hechos comporta una excepción


a ese principio de indisponibilidad del objeto del proceso, porque -en virtud de
una determinación legislativa, fundamentada en razones de economía y
celeridad procesal- se consagró en nuestro ordenamiento jurídico penal la
posibilidad de prescindir de la celebración del debate de juicio para la
imposición de la pena al acusado, cuando se cumplan las condiciones
establecidas en el artículo 376 del Código Orgánico Procesal Penal.

Así se ha considerado respecto a otras instituciones del derecho


procesal penal comparado, que influyeron en la consagración del
Procedimiento por admisión de los hechos en Venezuela.

Por ejemplo, autores como Manuel Lozano-Higuero Pinto han


señalado que la Conformidad española constituye un “matiz” de ese principio
192
de indisponibilidad del objeto del proceso penal .

190 Montero A., Juan: Principios del proceso penal. Una explicación basad a en la razón. Valencia, España. Editorial Tirant
lo Blanch alternativa. 1997. Página 135.
191 Ver: Artículo 137 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
192
Lozano-Higuero P., Manuel: “Sobre conceptos fundamentales del proceso penal en el sistema espacio-
temporal de las garantías constitucionales supranacionales”. Estudios de Derecho Español y Europeo. Libro
conmemorativo de los primeros 25 años de la Facultad de Derecho de la Universidad de Cantabria. España.
Publican-Ediciones de la Universidad de Cantabria. 2009. Pág. 506.

106
Entretanto, el autor José Miguel De la Rosa advierte que:

“La institución de la conformidad es ampliamente


conocida y utilizada en España (…) se puede (…)
rebajar la pena inicialmente solicitada pero siempre
dentro de los límites legales. Se parte por tanto de la
indisponibilidad del objeto del proceso, que no puede ser
193
desconocido por las conformidades (…)”

Lo anterior permite asentar que el principio de indisponibilidad del


objeto del proceso penal puede exceptuarse en ciertas circunstancias. En
Venezuela, una de ellas es precisamente la aplicación del Procedimiento por
admisión de los hechos.

Ahora bien, tratándose de una excepción, consideram os que los


términos establecidos en el artículo 376 del Código Orgánico Procesal Penal
no pueden eludirse ante cualquier causa, razón por la cual debe ser a partir del
momento establecido en esa norma y hasta la oportunidad señalada por el
legislador, que el procesado podrá admitir los h echos atribuidos, con el
propósito de que el procedimiento culmine con la imposición inmediata de la
pena rebajada en los términos consagrados en la ley.

Éste es un aspecto de fondo que -a nuestro juicio-explica por qué el


Procedimiento por admisión de los hechos deba aplicarse sólo en las
oportunidades establecidas en el artículo 376 del Código Orgánico Procesal
Penal, pero además coincidimos con lo afirmado por la Sala Constitucional
193
De la Rosa C., José Miguel: “Oralidad, Justicia alternativa y el Ministerio Fiscal Español” . Jornadas
Iberoamericanas. Oralidad en el proceso y justicia penal alternativa. 2° edición. México, D.F. Instituto Nacional de
Ciencias Penales. 2008. Págs. 300-301.

107
del Tribunal Supremo de Justicia respecto a la preclusividad de las
oportunidades procesales para admitir los hechos en Venezuela, por las
razones siguientes:

· Según lo indicó el Tribunal de Primera Instancia en la sentencia


comentada, a los fines del Procedimiento por admisión de los hechos se
añade el “derecho del acusado que se le imponga de inmediato la pena
en (sic) vez que reconoce su participación en los hechos”; no obstante,
en nuestro criterio, la inmediata imposición de la pena, con la rebaja
descrita en el artículo 376 del Código Orgánico Procesal Penal, no
comporta un derecho para todos los procesados, pues sólo se trata de
un efecto jurídico que opera -por implementación de una política
determinada- en favor del acusado que admite los hechos, bajo las
circunstancias y condiciones establecidas en ese artículo.

Por supuesto que los procesados podrían reconocer o admitir los


hechos en cualquier estado del proceso, pero los efectos jurídicos
contemplados en la citada norma no resultarían aplicables, sino sólo en
tanto se cumplan los extremos previstos en dicha disposición.

· En lo que respecta a ese argumento según el cual l a aplicación del


Procedimiento por admisión de los hechos, luego de agotadas las
oportunidades procesales previstas para ello, de igual modo permite
alcanzar los fines de la pena, debemos expresar que -en nuestro
criterio- éste es un aspecto que se encuentra al margen de la discusión,
toda vez que existe consenso sobre ello y tal argumento no afecta
sustancialmente la tesis que se pretende refutar.

108
· Por otra parte, en criterio contrario al señalado por el Tribunal de
Primera Instancia en la sentencia que comentamos- consideramos que
la preclusividad de las oportunidades previstas en el artículo 376 del
Código Orgánico Procesal Penal no vulnera la garantía del debido
proceso (por violación del derecho a la defensa) y la presunción de
inocencia de los procesados, porque el modo como ha sido regulado el
Procedimiento ordinario y abreviado en el ordenamiento jurídico
venezolano, permite garantizar el respeto de esos derechos
fundamentales que se invocan, en cualquier caso.

Estimamos que tal aseveración manifiesta la incursión en una falacia


(por un defecto en la construcción del razonamiento sobre el cual se
sustenta dicha postura), que además conllevó a form ular una
conclusión falsa, y ello impide reconocer su solidez como fundamento
de la tesis expuesta.

Ahora bien, entendemos que el legislador venezolano -en ejercicio de


sus facultades- podría disponer la imposición inmediata de la pena rebajada al
acusado, cuando éste admita los hechos imputados, incluso luego de
agotadas las oportunidades procesales establecidas en el artículo 376 del
Código Orgánico Procesal Penal, pero ello -en nuest ro criterio- no podría
fundarse en razones de economía y celeridad procesal, por cuanto de esa
manera no se obtendrían tales fines.

Para sostener tal proposición, sería menester recurrir a otra razón


jurídico-relevante que permita darle cabida a esa actuación excepcional en el
derecho procesal penal venezolano, y ello tendría que manifestarse a través de
una reforma legislativa, en la cual el Estado plasme su nueva intención y

109
disponga expresamente los efectos planteados al reconocimiento de los
hechos realizado por los acusados, en cualquier estado del proceso.

En ese caso, consideramos que el Procedimiento por admisión de los


hechos se vería afectado sustancialmente y quedaría desdibujada toda la
tradición histórica que ha tenido dicha instituciónen Venezuela.

Con la reforma del artículo 376 del Código Orgánico Procesal Penal en
el año 2009, el legislador venezolano extendió asl oportunidades procesales
para la aplicación del Procedimiento por admisión de los hechos a su mayor
alcance posible, de manera que una ampliación más, en lo que respecta al
lapso o momento para proceder a él, significaría vaciar a esa norma del
sentido o razón por la cual fue incorporada en el ordenamiento jurídico
venezolano.

En nuestra opinión, adoptar una política que reconozca los efectos


establecidos en el artículo 376 del Código Orgánico Procesal Penal a la
admisión de hechos formulada luego de haberse iniciado el debate de juicio
oral y público, impediría garantizar en todos los c asos la economía procesal
194
que se pretende y podría traducirse en una fórmula utilizada por el acusado
-probablemente con mucha frecuencia- para obtener una rebaja en el quantum
de la pena aplicable (según los términos previstos ordinariamente), cuando ya
se ha agotado gran parte del iter procedimental y se han generado los
mayores costos del proceso.

194 No se garantizaría, por ejemplo, cuando la admisión de los hechos ocurra luego de dar apertura al debate de
juicio, porque el ahorro procesal alcanzado no tendría una significación o relevancia considerable para justificar una
rebaja de la pena aplicable.

110
Desde luego que de esa manera se lograría poner fin al proceso, pero
no con una disminución considerable de gastos y esfuerzos.

Por otra parte, si ello se contemplase, el principio de indisponibilidad


del objeto del proceso quedaría reducido en su aplicación hasta verse
transformado en una excepción, lo que afectaría sustancialmente el sistema
procesal penal establecido en el ordenamiento jurídico venezolano actual.

Sólo ante situaciones excepcionales podría permitirse la aplicación del


Procedimiento por admisión de los hechos, aunque ya hayan transcurrido las
oportunidades procesales contempladas en el artículo 376 del Código
Orgánico Procesal Penal.

En nuestro criterio, ello sucedería cuando el órgano jurisdiccional haya


omitido instruir oportunamente al procesado sobre el contenido de esta norma
y en caso de que -durante el debate de juicio- se conozcan circunstancias
fácticas que modifiquen o alteren lo s hechos inicialmente atribuidos al
acusado. Analicemos a continuación cada uno de estos supuestos:

a) Cuando el órgano jurisdiccional haya omitido instruir oportunamente al


procesado sobre el Procedimiento por admisión de los hechos:

Mediante la reforma realizada al artículo 376 del Código Orgánico


Procesal Penal en el año 2001, el legislador venezolano dispuso que:

111
“Artículo 376. En la audiencia preliminar, una vez
admitida la acusación, o en el caso del procedimien to
abreviado, una vez presentada la acusación y antes del
debate, el Juez en la audiencia instruirá al imputado
respecto al procedimiento por admisión de los hecho s,
concediéndole la palabra (…)”.

Ese mandato realizado por el legislador al órgano jurisdiccional que


conozca de la causa, implica informar al procesado sobre la posibilidad que
195
tiene de acogerse a los efectos establecidos en dicho artículo , si admite los
hechos que le han sido atribuidos, en las circunstancias y condiciones
dispuestas en esa norma.

El texto descrito en el artículo 376 del Código Orgánico Procesal Penal


sobre este tema se mantuvo exacto hasta la reforma efectuada en el año 2009
a esa disposición, que modificó su redacción en el sentido siguiente:

“Artículo 376. El procedimiento por admisión de los


hechos procederá en la audiencia preliminar una vez
admitida la acusación o ante el tribunal unipersona l de
juicio una vez admitida la acusación y antes de la
apertura del debate.

En caso de que el juzgamiento corresponda a un tribunal


mixto, el acusado o acusada podrá solicitar el presente
procedimiento una vez admitida la acusació n y hasta
antes de la constitución del tribunal.

195
Entiéndase: disminución de la pena aplicable, en osl términos establecidos por la ley.

112
El Juez o Jueza deberá informar al acusado o acusad
respecto al procedimiento por admisión de los hecho s,
concediéndole la palabra (…)”

De lo anterior, se evidencia que -luego de dicha reforma- ese deber de


informar al acusado sobre el Procedimiento por admisión de los hechos
subsiste en cabeza del Juez competente, pero sin que la norma exprese el
momento en el cual ha de realizarse dicha instrucción.

Aunque hacer tal precisión hubiere favorecido la interpretación de la


norma in commento, estimamos que luego de esa modificación la oportunidad
para ofrecer esa información al acusado queda implícitamente determinada por
el objeto de esa instrucción, que -en términos sencillos- se traduce en
garantizar que este sujeto conozca esa alternativa ofrecida por el
ordenamiento jurídico penal venezolano, para la abreviación del curso normal
del proceso, con ventajas para sí (manifestada en la pronta determinación de
su situación jurídica, con rebaja en la pena aplicable).

Siendo esto así, creemos que -en cualquier caso- esa información
debe ofrecerse al acusado desde el mismo momento en que resulte posible la
aplicación del Procedimiento por admisión de loshechos.

196
Si ello no ocurre en ese instante, el Juez podría subsanar dicha falta
informándole al acusado sobre el Procedimiento por admisión de los hechos
antes de que concluyan las oportunidades procesales para su aplicación.

196 Sin perjuicio de las responsabilidades que pudieran devenir de ésta.

113
Agotado ese lapso, estimamos que deben reconocerse
-excepcionalmente- los efectos descritos en el artículo 376 del Código Orgánico
Procesal Penal, a la admisión de hechos realizada de manera simple y
voluntaria por el acusado, pero ya no por razones de economía y celeridad
procesal que, como se ha advertido, es el fundamento del Procedimiento por
admisión de los hechos en Venezuela, sino por haberse omitido el
cumplimiento de esta exigencia, lo cual comporta una inobservancia al deber
del juez contenido en el citado artículo en perjuicio del acusado, quien en virtud
de ello -además de no tene r la posibilidad de verse favorecido por las ventajas
deducidas de la aplicación de esta institución- se encontrará inmerso en una
situación de desigualdad, respecto a otros acusados que, hallándose en similar
situación, sí han sido informados sobre esta fórmula de terminación anticipada
197
del procesopenal .

Si no se permitiese reparar la omisión del órgano urisdiccionalj y el


proceso prosiguiese hasta la sentencia definitiva, sin brindarle al acusado la
oportunidad de solicitar la aplicación del Procedimiento por admisión de los
hechos, habría que considerar a la inobservancia del Juez como lesiva, por
haberle impedido al acusado optar por lo establecido en el artículo 376 del
Código Orgánico Procesal Penal.

Ello haría posible exigir la declaratoria de nulidad del acto en el cual se


omitió instruir al procesado sobre esta institución (así como también de los
actos consecutivos que emanan o dependen de éste) y la reposición de la
causa hasta ese estado, con fundamento en el principio consagrado en el

197 Si reconocen -de manera simple y voluntaria- la imputación recaída en su contra.

114
198
artículo 190 del Código Orgánico Procesal Penal y los efectos previstos en
el artículo 196, ejusdem.

Para evitar que el proceso continúe írritamen te, estimamos que


-excepcionalmente- deben reconocerse los efectos del artículo 376 del Código
Orgánico Procesal Penal a la admisión de los hechos realizada bajo esas
circunstancias, y así ahorrar la continuación de un juicio que finalmente podría
ser declarado nulo.

Acerca de este tema, la Sala de Casación Penal del Tribunal Supremo


199
de Justicia ha señalado que:

“los imputados o acusados, en ejercicio de su derecho a


la defensa, tienen la legítima expectativa de que se les
informe cuáles son los medios que pueden usar parasu
defensa, por ello deben ser informados en la audiencia
preliminar (en el caso del procedimiento ordinario)
acerca de las medidas alternativas a la prosecución del
200
proceso y una vez que el juez de control haya
201
admitido la acusación” .

198 Por la “inobservancia de las formas y condiciones previstas en este Código (…)”.
199 Tribunal Supremo de Justicia, Sala de Casación Penal. Sentencia N° 188, del 20 de mayo de 2006. Ponen te:
Magistrada Mirian Morandy Mijares. Expediente C05-409. http://www.tsj.gov.ve/decisiones/scp/mayo/c05-0409-188.htm.
06/06/2010. www.tsj.gov.ve.
200 Como se advirtió supra (literal ++ del presente capítulo), entre ellas la Sala incluye al Procedimiento por admisión de los hechos.

201 A propósito, ver también: Sentencia N°0548, del 28 de junio de 2001, Expediente N° C00-1343; Sentenci a N°
441, del 03 de octubre de 2002, Expediente N° 01-54 9 y Sentencia N° 147, del 03 de mayo de 2001, Exped iente N° 04-
373, todas con ponencia del Magistrado Alejandro Angulo Fontiveros; y Sentencia N° 236, del 20 de j unio de 2003, con
ponencia de la Magistrada Blanca Rosa Már mol, Expediente N° 03-0180.

115
En criterio de esa Sala, el órgano jurisdiccional “está llamado a
respetar los derechos del débil jurídico, no cercenándolos (…) al no informar a
la acusada de las garantías de celeridad procesal, consagradas en la Ley y
ratificadas por las Salas Penal y Constitucional del Tribunal Supremo de
Justicia”.

b) Cuando durante el debate de juicio se conozcan circunstancias fácticas


que modifiquen o alteren los hechos atribuidos inicialmente al acusado:

Otro de los supuestos en los cuales consideramos que debe permitirse


-excepcionalmente- la aplicación del Procedimiento por admisión de los
hechos, luego de agotadas las oportunidades previstas en el artículo 376 del
Código Orgánico Procesal Penal, es cuando - durante el debate de juicio-
surjan hechos, hasta entonces desconocidos, que modifiquen o alteren
sustancialmente las circunstancias fácticas atribui das al acusado.

En efecto, puede ocurrir que en el transcurso de esa etapa del


202
proceso surjan nuevos datos que, por su relevancia, modifiquen -en su
203
contenido esencial- lo atribuido inicialmente al acusado .

En este caso, estimamos que debe ofrecerse a este sujeto la


posibilidad de admitir los hechos, en el sentido previsto por el artículo 376 de
esa Ley penal adjetiva, aún cuando ya se le haya br indado esa posibilidad o
hayan precluido las oportunidades procesales para hacerlo; porque esas

202 Por ejemplo, en virtud de la aparición de un testigo que aporte información desconocida y pertinente
para el proceso instaurado.
203 Esto podría conllevar a una ampliación de la acusación, a tenor de lo establecido en el artículo 351, e incluso a un
cambio en la calificación jurídica aplicable.

116
nuevas circunstancias fácticas surgidas en el debat e de juicio producen un
cambio en los hechos atribuidos.

Según lo establece el legislador, la admisión que ha de realizar el


acusado para obtener la rebaja de pena dispuesta en el citado precepto
jurídico, versa precisamente sobre los hechos que le son atribuidos al
procesado, y si ello cambia, éste debe contar con otra oportunidad para
solicitar la aplicación del procedimiento que estudiamos.

Esta proposición no debe confundirse con la posibilidad de aplicar el


Procedimiento por admisión de los hechos, luego de precluidas las
oportunidades para ello, cuando ocurra un cambio en la calificación jurídica por
el simple error en la adecuación típica de los hechos; toda vez que nuestra
tesis se fundamenta sólo en un supuesto de variación sustancial de las
circunstancias fácticas atribuidas al acusado, y no en la subsunción de los
hechos a un tipo penal distinto al previamente invocado.

En general, el cambio de la calificación jurídica invocada, puede


devenir de la advertencia realizada por el órgano jurisdiccional sobre la
existencia de un error en la adecuación típica de los hechos objeto del
204
proceso, que amerite variar el precepto jurídico aplicable ; o puede suceder
ante el surgimiento de nuevos hechos o elementos probatorios hasta entonces
205
desconocidos, que den lugar a la ampliación de la acusación y conlleven a
subsumir los hechos objeto del proceso en otro supuesto típico.

204 Ese equívoco podría tratarse de un error in bonnus, (al ser la nueva calificación jurídica más benigna
que la inicial) o de un error in pejus (si la nueva calificación jurídica resulta perjudicial al acusado).
205 Conforme a lo establecido en el artículo 351 del Código Orgánico Procesal Penal.

117
206
Cuando nos encontramos en el primer caso narrado , la posibilidad
de permitir al acusado una nueva oportunidad para admitir los hechos, con los
efectos previstos en el artículo 376 del Código Orgánico Procesal Penal, a
nuestro juicio queda negada, porque el objeto de la admisión del acusado son
los hechos y -en el supuesto comentado- éstos quedan incólumes.

Al mantenerse el objeto del proceso formalmente establecido con la


admisión de la acusación, no surgen razones para ofrecer nuevamente al
acusado la posibilidad de solicitar la aplicación del Procedimiento por admisión
207
de los hechos .

Así lo ha sostenido incluso la Sala Constitucional del Tribunal


Supremo de Justicia, al señalar lo siguiente:

“(...) si el Ministerio Público decide cambiar la calificación


jurídica en la fase de juicio del procedimiento ordinario,
una vez admitida la acusación en la audiencia
208
preliminar , ello no supone una modificación de los
hechos, por lo que no puede ofrecérsele una nueva
oportunidad al imputado para que admita los hechos, ya
209
que la tuvo en la audiencia de la fase intermedia . Si no
hizo uso de ella, quiso

206 Nos referimos al cambio de calificación jurídica por error en la subsunción.


207 Salvo que no se haya ofrecido antes la posibilidad de hacerlo, pero -en ese caso- el fundamento de ello no sería el
cambio de la calificación jurídica aplicable, sino la inobservancia del deber establecido en el artículo 376 del Código Orgánico
Procesal Penal.
208 Entiéndase, a los efectos de la presente investigación: “una vez agotadas las oportunidades procesales
para admitir los hechos objeto del proceso, con los efectos previstos en el artículo 376 de Código Orgánico
Procesal Penal”. (Debe acotarse que esta decisión fue dictada bajo la vigencia del Código Orgánico Procesal
Penal reformado en el año 2001, y actualmente la redacción de esa norma resulta más amplia en cuanto a las
oportunidades para aplicar esa institución).
209 Hoy extendida esta oportunidad incluso a la fase de juicio.

118
que el proceso (…) concluyera con una sentencia
210
definitiva en la cual se juzgaran esos hechos” .

En el segundo caso planteado, es decir, cuando el cambio de la


calificación jurídica deviene del surgimiento de nuevos hechos, sí puede
permitirse -excepcionalmente- al acusado solicitar la aplicación del
Procedimiento por admisión de los hechos, después de agotadas las
oportunidades procesales para ello, pero no por el cambio de calificación
jurídica en sí mismo, sino por la variación de los hechos que le son atribuidos.

Como puede colegirse de lo anterior, la preclusividad de las


oportunidades para admitir los hechos en el proceso penal venezolano debe
tenerse como regla, aunque se reconozca que existen situaciones de
excepción que justifican la aplicación del artículo 376 del Código Orgánico
Procesal Penal en oportunidades distintas a las previstas en esa norma, bien
211
sea, -en el primer caso - por la ocurrencia de un vicio en el procedimiento
establecido en el artículo 376 del Código Orgánico Procesal Penal, y en el
212
segundo , por elementos que hacen variar el objeto de la admisión
contemplada en esa norma, es decir, los hechos atribuidos al acusado.

Fuera de esas casos excepcionales, la aplicación del Procedimiento


por admisión de los hechos no se justifica, ni siquiera bajo las premisas de un
ahorro o economía procesal porque -como se ha expuesto- con ello se

210 Sentencia N° 1106, dictada en fecha 23 de mayo de 2006, con ponencia de la Magistrado Carmen
Zuleta de Merchán. Expediente N° 05-1422.
211 Cuando el órgano jurisdiccional omite instruir oportunamente al procesado sobre el Procedimiento por
admisión de los hechos.
212 Cuando durante el debate de juicio se conocen circunstancias fácticas que modifican o alteran los hec
hos atribuidos inicialmente al acusado.

119
quebrantan garantías fundamentales como el Principio de Legalidad Procesal
y el Principio Acusatorio.

En la actualidad, el debate acerca de la preclusividad de las


oportunidades para admitir los hechos en Venezuela pareciera haberse
sosegado, pero no por haberse allanado o destruido sustancialmente los
postulados de las tesis contrapuestas, sino quizás por haberse extendido los
momentos procesales en los cuales puede aplicarse el procedimiento
establecido en el artículo 376 del Código Orgánico Procesal Penal, y que ha
hecho innecesario seguir discutiendo con el mismo furor ese tema.

Por lo general, el dilema sobre la preclusividad de las oportunidades


procesales para admitir los hechos en Venezuela, se suscitaba con mayor
incidencia cuando se pretendían atribuir los efectos previstos en el citado
artículo a la admisión de los hechos ocurrida en el Procedimiento ordinario,
luego de la audiencia preliminar; sin que la ley aplicable reconociese tal
posibilidad.

213
Ahora que el legislador contempla expresamente ese supuesto , se
ha estimado que -en un sentido práctico- no tiene o bjeto debatir sobre esos
aspectos de carácter teórico.

Tal vez, el no haber superado la discusión sobre este tema en su


contenido esencial, podría propiciar posteriormente el resurgimiento en
algunos del interés por ahondar sobre ese asunto; sin embargo, la tesis sobre
la preclusividad de las oportunidades procesales para admitir los

213 Mediante la reforma efectuada al artículo 376 del Código Orgánico procesal Penal en el año 2009.

120
hechos en Venezuela ha adquirido cada vez más parti darios, por lo que -de
ser el caso- probablemente la discusión no trascenderá.

121
CAPÍTULO IV

CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

El estudio sobre el Procedimiento por admisión de los hechos en


Venezuela, enfocado especialmente a la determinación de las oportunidades
procesales para su aplicación, ha permitido abordar con mayor ahondamiento
la problemática surgida en torno a ese tema.

Como se advirtió a lo largo del presente trabajo, la discusión sobre


cuándo debía aplicarse lo previsto en el artículo 3 76 del Código Orgánico
Procesal Penal; hasta qué momento podía extenderse la admisión de los
hechos con los efectos señalados en esa norma; y si las oportunidades
procesales establecidas en ese artículo tenían o no un carácter preclusivo, ya
había sido sostenida por teóricos y prácticos. Sin embargo, se requería mayor
ahondamiento acerca de estos planteamientos, porque -en general-tales
discusiones sólo quedaban tangencialmente plasmadas en algún apartado de
trabajos doctrinales de origen nacional y decisiones emanadas de distintos
órganos jurisdiccionales del país, pero no en una obra que de manera especial
se dedicase a dicho estudio, como merecía hacerse desde que se generó un
interés por el tema.

Precisamente, esa necesidad de desarrollar un estudio sistemático


sobre estos aspectos, no sólo para referir las distintas posiciones doctrinales y
jurisprudenciales existentes acerca de tales particulares, sino primordialmente
para expresar las razones técnicas pertinentes que permiten sostenerlas o
contradecirlas, fue lo que incentivó la elaboración del presente

122
trabajo, en el cual se resumen algunos de los problemas más resaltantes
derivados de la regulación descrita en el artículo 376 del Código Orgánico
Procesal Penal, desde su consagración en Venezuela, en cuanto a las
oportunidades para la aplicación del Procedimiento por admisión de los
hechos.

Para ello, se investigó sobre aspectos esenciales como: el origen y


antecedentes del Procedimiento por admisión de los hechos en Venezuela; su
regulación normativa; naturaleza jurídica y fundamento.

Llama la atención que lo expuesto, por la doctrina y jurisprudencia,


hasta entonces en esta materia, por lo general se haya sido referido como un
aspecto particular de otro tema, más amplio o genér ico, pues -a nuestro juicio-
los problemas surgidos en cuanto a las oportunidades para la aplicación del
Procedimiento por admisión de los hechos en Venezuela merecían ser tratado
como un asunto principal, con la debida profundidad.

El análisis de estos puntos, con fundamento en lo d escrito en nuestra


legislación; los aportes brindados por la doctrina nacional y extranjera; la
jurisprudencia venezolana y la praxis, permitió formular críticas al artículo 376
del Código Orgánico Procesal Penal y ofrecer nuestras propuestas, en torno a
cómo debe interpretarse esta norma, para contribuir así con la correcta
aplicación de esta institución en nuestro ordenamiento jurídico penal.

Conviene advertir que nuestra investigación se inició bajo la vigencia


del Código Orgánico Procesal Penal reformado en el 04 de septiembre de
2006, mediante Gaceta Oficial N° 5.930, cuando los problemas acerca de las

123
oportunidades para la aplicación del Procedimiento por admisión de los hechos
eran arduamente discutidos, por sus dificultades prácticas.

En el año 2009, como consecuencia de ese debate técnico e


instrumental desarrollado acerca de esta institución, se reformó la regulación
normativa del Procedimiento por admisión de los hechos, lo que nos permitió
estudiar la más reciente determinación legislativa y evaluar si efectivamente se
habían obtenido logros en esta materia.

Sin lugar a dudas, analizar esa transición resultó de interés porque de


esa forma pudo obtenerse una visión global sobre la evolución del
Procedimiento por admisión de los hechos en Venezuela. Estudiar esta
institución desde su consagración en nuestro ordenamiento jurídico penal
hasta la actualidad, permitió comprender el problema en su conjunto y hacer
un balance sobre las correcciones que se han realizado.

Ahora bien, luego de examinar detenidamente los aspectos vinculados


a la problemática planteada, puede concl uirse lo siguiente:

El Procedimiento por admisión de los hechos se incorporó en el


ordenamiento jurídico venezolano en el año 1998, con la consagración del
Código Orgánico Procesal Penal, por inspiración de nuestro legislador en
figuras procesales ya desarrolladas en el derecho comparado.

Aunque en criterio de algunos, esta institución tuvo como antecedente


el denominado Corte de la Causa en Providencia, regulado en el sistema
procesal penal venezolano anterior, el análisis comparativo

124
realizado entre ambas figuras permitió establecer que -más allá de sus
coincidencias- las significativas diferencias entre éstas llevan a considerar a la
corriente anglosajona y europea como el origen inspirador del Procedimiento
por admisión de los hechos en Venezuela.

Aunque nuestro legislador no adoptó fielmente las fórmulas diseñadas


en el derecho comparado para procurar la Administración de Justicia, sino que
atendió a las políticas propias del Estado venezolano para diseñar una similar
estrategia procesal contra el etardo en la resolución de casos y alcanzar una
justicia penal célere, económica y eficaz; debe reconocerse que la
incorporación del Procedimiento por admisión de los hechos en Venezuela
respondió a esa influencia ejercida por el modelo anglosajón y europeo, que ya
tenían una experiencia comprobada, con muestras de efectividad en términos
estadísticos.

Nuestro sistema estaba en crisis, necesitábamos ofr ecer prontas


respuestas, especialmente si pretendíamos una verdadera transformación del
procesal penal hasta entonces vigente. El establecer mecanismos para lograr
dar terminación al proceso más rápido y con menor costo, fue la estrategia
utilizada por Venezuela, luego de ver sus consecuencias positivas y el arraigo
de sus prácticas en otros países del m undo. Una de ellas fue precisamente la
inclusión del Procedimiento por admisión de los hechos.

Desde su consagración en el ordenamiento jurídico venezolano, esta


institución fue objeto de varias reformas, en la mayoría de los casos referidas
a las oportunidades procesales para su aplicación.

125
Esas modificaciones efectuadas al artículo 376 del Código Orgánico
Procesal Penal arrojan -desde nuestro punto de vista- un balance positivo, que
da muestras de una superación paulatina de las incorrecciones técnicas y
dificultades prácticas vinculadas a dicho precept o jurídico.

A nuestro juicio, una de los aspectos positivos que debe resaltarse


-respecto al Procedimiento por admisión de los hechos en Venezuela- es que
a pesar de haberse inspirado en instituciones procesales extranjeras, en la
actualidad se manifiesta como una construcción fundamentada en la
experiencia interna y las políticas legislativas propias del Estado venezolano.

Aunado a ello, puede agregarse que, en ese proceso de modificación


al artículo 376 del Código Orgánico Procesal Penal, logró definirse en términos
más claros y precisos cuál es el acto proc esal a partir del cual pueden
atribuirse los efectos de ese artículo a la admisión de los hechos realizada por
el acusado conforme a la ley, y hasta cuándo dicha norma puede aplicarse.

Entretanto, a todo ello debe añadirse la ampliacióndel ámbito de


aplicación de esta figura, pues el permitir la admisión de los hechos (con los
efectos del artículo 376 del Código Orgánico Proces al Penal) en más casos o
supuestos, e incluso durante fases del proceso distintas a la originalmente
prevista para ello, se traduce en mayores oportunidades para concretar el
ahorro y la economía procesal que se pretende; y elevar la incidencia en la
aplicación de este procedimiento.

Puede concluirse además que las modificaciones real izadas al artículo


376 del Código Orgánico Procesal Penal, desde su consagración en

126
nuestro ordenamiento jurídico, fueron acertadas, porque llevaron a determinar
las oportunidades procesales para la aplicación del Procedimiento por
admisión de los hechos conforme a criterios jurídicos lógicos y correctos.

Permitir su procedencia sólo después de ser admitida la acusación era


lo conducente, considerando que ése es precisamente el acto procesal que
delimita el objeto del proceso y determina que hay lugar a su prosecución.
Asentir su aplicación antes de esa oportunidad se traducía en una alteración
de la esencia de este procedimiento y podía conllevar consecuencias
indeseables, como -por ejemplo- la imposición inmediata de una pena a
personas en contra de las cuales no han surgido fundamentos serios para
pretender su enjuiciamiento.

En lo que respecta a la interrogante de: ¿hasta cuá ndo puede


aplicarse el Procedimiento por admisión de los hechos en Venezuela?,
creemos que el legislador logró ofrecer una respuesta adecuada a la ratio
legis que justificó la incorporación de esta institucióna nuestro ordenamiento
jurídico; y -en consecuencia- no nos oponemos a la laxitud con que se
previeron las oportunidades para aplicar este procedimiento, pues entendemos
que se trata de una determinación tomada atendiendo a las políticas del
Estado, el cual -por su potestad y atendiendo a su realidad- ha de determinar
la magnitud del ahorro o la economía procesal que desea alcanzar.

Es posible que esa determinación legislativa propicie un aumento en la


incidencia de este procedimiento. Acerca de ello, consideramos recomendable
hacer un estudio de campo que se oriente a la evaluación de esa circunstancia
y así poder ponderar si los términos de esta reforma han

127
resultado favorables o no, para economizar los recursos usualmente invertidos
para la administración de justicia penal en Venezuela.

En cualquier caso, creemos que el avance alcanzado en el marco de


esta institución es ya en sí un logro, atribuible no sólo al legislador, la doctrina y
jurisprudencia, sino también, especialmente: a la práctica nacional.

Ahora bien, a pesar de estos avances, creemos que algunos de los


aspectos vinculados con el Procedimiento por admisión de los hechos y que
influyen en la comprensión del tema de las oportunidades para la aplicación del
Procedimiento por admisión de los hechos en Venezuela, aún deben
profundizarse más teóricamente. Nos referimos, por ejemplo, a la naturaleza
jurídica de esta institución.

Ante la existencia de una postura que considera al Procedimiento por


admisión de los hechos como un procedimiento especial y otra que lo niega
por estimarlo más bien como una medida alternativa para la prosecución del
proceso; creemos necesario el desarrollo de un estudio sistemático que tenga
por el objeto ahondar en las particularidades de este tema.

Al indagar sobre este aspecto, por tratarse de un concepto


fundamental para el esclarecimiento de la problemát ica planteada en cuanto a
las oportunidades para la aplicación del Procedimiento por admisión de los
hechos en Venezuela, pudimos hallar sólo algunos señalamientos sobre el
tema, generalmente insertos como referencias tangentes en el desarrollo de
otros planteamientos, y que no logran ofrecer una hilada tesis sobre el punto.

128
Aunque analizar este aspecto del Procedimiento por admisión de los
hechos no fue nuestro objeto principal, resultó preciso hacer mención a ello en
nuestro trabajo. Luego de ese estudio, concluimos que -con fundamento en lo
sostenido por el citado autor Alberto Binder- lo previsto en el artículo 376 del
Código Orgánico Procesal Penal constituye, a nuestro juicio, un procedimiento
especial y no una medida alternativa a la prosecución del proceso; por cuanto
lo consagrado en esa norma se traduce en un mecanismo de simplificación del
proceso penal adoptado por el legislador, que trae consigo la modificación
parcial del trámite usualmente seguido para la persecución penal, mediante la
supresión de actos como -por ejemplo- el debate de juicio oral y público; en
ese sentido, se trata de un procedimiento breve.

Por lo demás, aunque -al igual las Medidas Alternat ivas para la
Prosecución del Proceso- el Procedimiento por admisión de los hechos
comporta como una fórmula de terminación anticipada del proceso; en nuestro
criterio, sus particularidades logran distinguirlo del Principio de Oportunidad,
los Acuerdos Reparatorios y a la Suspensión Condicional del Proceso,
descritos en el Código Orgánico Procesal Penal.

Creemos que, en lugar de incorporar al Procedimiento por admisión de


los hechos dentro de las Medidas alternativas para la prosecución del proceso,
tal y como lo ha sugerido la doctrina y la jurisprudencia en algunos casos, son
estas últimas las que podrían incluirse como otra categoría de procedimientos
especiales.

Profundizar en este punto para resolver la discrepancia existente entre


las diversas posturas que giran sobre él, resulta también

129
recomendable, en aras de aportar mayor claridad a los aspectos técnicos y
esenciales de este procedimiento.

El lo que respecta al fundamento del Procedimiento por admisión de


los hechos, concluimos que el ahorro, la economía y celeridad procesal son los
propósitos procurados por esta importante institución del derecho procesal
penal venezolano y sobre ello, no pareciera existir actualmente discusión.

Todas las bases teóricas analizadas, nos permitieron conocer los


aspectos más esenciales del Procedimiento por admis ión de los hechos y
abordar -de una manera precisa- la problemática en cuanto a las
oportunidades procesales para su aplicación.

En el presente, cuando nos encontramos con una normativa más


clara, que define a partir de cuándo puede admitirs e lo previsto en el artículo
376 del Código Orgánico Procesal Penal y hasta qué momento ello puede
ocurrir, debe afirmarse que las oportunidades para aplicar el Procedimiento por
admisión de los hechos tienen un carácter precl usivo.

Luego de estudiar este punto, consideramos que el momento a partir


del cual se puede aplicar el Procedimiento por admisión de los hechos es sólo
uno, formal y sustancialmente, sea cual fuere el trámite que se haya seguido,
éste es: una vez admitida la acusación.

Respecto a ¿hasta cuándo se extienden las oportunid ades procesales


previstas para la admisión de los hechos, conforme al artículo

130
376 del Código Orgánico Procesal Penal?, concluimos que -como regla
general- el Procedimiento por admisión de los hechos no puede aplicarse,
fuera de los términos temporales consagrados en nuestro ordenamiento
jurídico, en virtud del principio de legalidad procesal establecido en el artículo
253 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, de acuerdo
con el cual los órganos del Poder Judicial deben ejercer -en nombre de la
República y por autoridad de la ley- la potestad de administrar justicia en las
causas y asuntos de su competencia: “mediante los procedimientos que
determinen las leyes”. Ello supone aplicar el Procedimiento por admisión de
los hechos únicamente en las oportunidades prevista s de forma expresa en el
Código Orgánico Procesal Penal.

Por otra parte, consideramos que el carácter preclu sivo de las


oportunidades para admitir los hechos debe afirmarse como una
consecuencia fundamental del sistema acusatorio, acogido
predominantemente en Venezuela, el cual comprende entre sus postulados el
principio de indisponibilidad del objeto del proceso.

Esta idea supone que, una vez fijado aquello que se debatirá en juicio,
las partes quedan sometidas a ello y sólo excepcionalmente ese principio de
indisponibilidad podría obviarse. En este último caso, deben necesariamente
cumplirse con determinados parámetro s, y uno de ellos ha sido es
precisamente el momento o la oportunidad en la cual el acusado puede
solicitar la aplicación de lo previsto en el artículo 376 del Código Orgánico
Procesal Penal.

Consideramos que lo suscitado en la práctica durant e la persecución


penal (manifestado en el retardo procesal, el elevado volumen de causas

131
penales, entre otros), justifica la consagración del Procedimiento por admisión
de los hechos en Venezuela, pero no su aplicación en contradicción a lo
establecido legalmente y fuera de los lapsos que hemos considerado
adecuados a su esencia y naturaleza jurídica.

No es aconsejable adoptar una política que reconozca los efectos


establecidos en el artículo 376 del Código Orgánico Procesal Penal a la
admisión de hechos formulada luego de haberse iniciado el debate de juicio
oral y público, pues en algunos casos no se garanti zaría la economía procesal
que se pretende y el principio de indisponibilidad del objeto podría pasar a
convertirse en un excepción.

Sólo ante situaciones excepcionales podría permitirse la aplicación del


Procedimiento por admisión de los hechos, aunque ya hayan transcurrido las
oportunidades procesales contempladas en el artículo 376 del Código
Orgánico Procesal Penal, y ello ocurriría, en nuest ra opinión, cuando el órgano
jurisdiccional haya omitido instruir oportunamente al procesado sobre el
contenido de esta norma, y en caso de que -durante el debate de juicio- se
conozcan circunstancias fácticas que modifiquen o a lteren los hechos
inicialmente atribuidos al acusado.

Todas estas conclusiones a las que se han logrado arribar en el


presente estudio, con fundamento en la investigación realizada, se ofrecen hoy
con la aspiración de contribuir con el desarrollo de las ciencias penales, y
especialmente con la correcta aplicación de las normas e instituciones de
nuestro ordenamiento jurídico.

132
REFERENCIAS

· BIBLIOGRÁFICAS

Arcaya, Nelly: Las instituciones de vigencia anticipada en el Códi go


Orgánico Procesal Penal (Los Acuerdos Reparatorios, el Procedimiento
por Admisión de los Hechos y la Elimi nación del Secreto Sumarial).
Valencia-Caracas, Venezuela. Vadell hemanos editores.1998.

Barona V., Silvia: La Conformidad en el Proceso Penal. Valencia,


España. Tirant lo Blanch. Monografías 18. 1994.

Binder, Alberto M.: Introducción al derecho procesal penal. Buenos


Aires, Argentina. Editorial Ad- Hoc, S.R.L.. 1993.

Bolaños O., María L.: “El Ministerio Público y el nuevo proceso penal en
Nicaragua”. Jornadas Iberoamericanas. Oralidad en el proceso y
justicia penal alternativa. 2° edición. México, D.F. Instituto Nacional de
Ciencias Penales. 2008.

De Diego D., Luis Alfredo: Justicia Criminal Consensuada (Algunos


modelos del derecho comparado en los EE.UU., Italia y Portugal).
Valencia, España. Tirant lo Blanch. Servicio de Publicaciones
Universidad de Cádiz. 1999.

De la Rosa C., José Miguel: “Oralidad, Justicia alternativa y el Ministerio


Fiscal Español”. Jornadas Iberoamericanas. Oralidad en el proceso y
justicia penal alternativa. 2° edición. México, D.F. Instituto Nacional de
Ciencias Penales. 2008.

133
a
Díaz P., M Paula: Conformidad, Reconocimiento de Hechos y
Pluralidad de Imputados en el Procedimiento Abreviado. Valencia,
España. Tirant lo Blanch. Monografías 406. 2006.

Gómez C., Juan L.: “Garantías constitucionales en el enjuiciamiento


criminal peruano”. La reforma del proceso penal peruano. Anuario de
derecho penal 2004. Perú. Pontificia Universidad Católica del Perú.
Fondo Editorial. 2004.

Lozano-Higuero P., Manuel: “Sobre conceptos fundamentales del


proceso penal en el sistema espacio-temporal de las garantías
constitucionales supranacionales”. Estudios de Derecho Español y
Europeo. Libro conmemorativo de los primeros 25 años de la Facultad
de Derecho de la Universidad de Cantabria. España. Publican-Ediciones
de la Universidad de Cantabria. 2009.

Maldonado V; Pedro Osman: Derecho Procesal Penal Venezolano. 2°


edición. Caracas, Venezuela. Italgráficas, S.A. 2002.

Méndez L., Miguel A.: “Los principios del proceso penal estadounidense
y el caso de Michael Jackson”. Derecho y Democracia: Cuadernos
unimetanos. Universidad Metropolitana. Caracas, Venezuela. Editorial
Ex Libris, 11. 2007.

Montero A., Juan: Principios del proceso penal. Una explicación


basada en la razón. Valencia, España. Editorial Tirant lo Blanch. 1997.

Pechhi C., Carlos: “Algunas consideraciones sobre la preclusión”.


Revista de derecho procesal, N° 7. Universidad de Chile. Facultad de
Ciencias Jurídicas y Sociales. Departamento de Derecho Procesal.
Santiago de Chile. Editorial Jurídica de Chile.1974.

Pérez S., Eric L.: Comentarios al Código Orgánico Procesal Penal. 4°


edición. Valencia-Caracas, Venezuela. Vadell hermanos editores. 2003.

134
Quintero P., Jesús R.: “La vigencia anticipada de los institutos del
procedimiento por admisión de hechos y de los acuerdos reparatorios
en el Código Orgánico Procesal Penal”. Revista de la Facultad de
Derecho de la Universidad Católica Andrés Bello, N° 53. Caracas,
Venezuela. Universidad Católica Andrés Bello, Facultad de Derecho.
1998.

República Bolivariana de Venezuela. Código Orgánico Procesal Penal,


Gaceta Oficial N° 37.022, del 25 de agosto de 2000.

República Bolivariana de Venezuela. Código Orgánico Procesal Penal,


Gaceta Oficial N° 5.552 Extraordinario, del 12 de noviembre de 200 1.

República Bolivariana de Venezuela. Código Orgánico Procesal Penal,


Gaceta Oficial N° 5.558 Extraordinario, del 14 de noviembre de 200 1.

República Bolivariana de Venezuela. Código Orgánico Procesal Penal,


Gaceta Oficial N° 38.536, del 04 de octubre de 2006.

República Bolivariana de Venezuela. Código Orgánico Procesal Penal,


Gaceta Oficial N° 5.894 Extraordinario, del 26 de a gosto de 2008.

República Bolivariana de Venezuela. Código Orgánico Procesal Penal,


Gaceta Oficial N° 5.930 Extraordinario, del 04 de s eptiembre de 2009.

República Bolivariana de Venezuela. Constitución de la República


Bolivariana de Venezuela, Gaceta Oficial N° 36.860, del 30 de
diciembre de 1999.

República Bolivariana de Venezuela. Constitución de la República


Bolivariana de Venezuela, Gaceta Oficial N° 5.453 extraordinario, de
fecha 24 de marzo de 2000.

República Bolivariana de Venezuela. Ley Orgánica contra el Tráfico Ilícito


y el Consumo de Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas Gaceta
Oficial N° 38.337, del 16 de diciembre de 20 05.

135
República de Venezuela. Código de Enjuiciamiento Criminal , Gaceta
Oficial N° 748 Extraordinario, del 03 de febrero de 1962.

República de Venezuela. Código Orgánico Procesal Penal, Gaceta


Oficial N° 5.208 Extraordinario, del 23 de enero de 1998.

República Bolivariana de Venezuela. Ley de Beneficios en el Proceso


Penal, Gaceta Oficial N° 4.620, del 25 de agosto de 1993.

Sain S., José T: “La prescripción de la acción penal como mecanismo de


instrumentación de la garantía de un proceso sin dilaciones indebidas”.
Pruebas, procedimientos especiales y ejecución p enal. VII Y VIII
Jornadas de Derecho Procesal Penal con nuevas ponencias. 3° edición.
Caracas, Venezuela. Universidad Católica Andrés Bello. Caracas. 2005.

Silva, María T.: “Los procedimientos especiales a la luz de la nueva


regulación constitucional”. Cuartas Jornadas de Derecho Procesal
Penal. Algunos aspectos en la evaluación de la apli cación del COPP.
20 al 22 de febrero. Caracas, Venezuela. Universidad Católica Andrés
Bello. 2001.

Vásquez G., Magaly: “El Ministerio Público y la di sponibilidad de la


acción penal”. Algunos aspectos en la evaluación de la aplicación del
COPP. Cuartas Jornadas de Derecho Procesal Penal. Caracas.
Universidad Católica Andrés Bello. 2001.

Vecchionace I., Frank E.: “La admisión de los hechos en el nuevo


proceso penal venezolano”. Segundas jornadas de Derecho Procesal
Penal. La vigencia plena del nuevo sistema. 8 al 10 de marzo. Caracas,
Venezuela. Universidad Católica Andrés Bello. 1999.

YASSÍN I.; Katia: “El procedimiento por admisión ed los hechos y la


doctrina del Tribunal Supremo de Justicia en Sala Constitucional”.
Revista de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la

136
Universidad Central de Venezuela, N° 130. Caracas. Universidad
Central de Venezuela, Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas.
Departamento de Publicaciones. 2007. Pág. 103.

· ELECTRÓNICAS:

Asamblea Nacional de la República Bolivariana de Venezuela.


www.asambleanacional.gov.ve.

Tribunal Supremo de Justicia. www.tsj.gov.ve.

Real Academia Española. www.rae.es.

137

También podría gustarte