Trabajo Los Cuentos Numero Dos
Trabajo Los Cuentos Numero Dos
Trabajo Los Cuentos Numero Dos
En las actividades que forman parte de la clase diaria y semanal los cuentos de hadas son la base de
la enseñanza a nivel preescolar ya que su importancia radica en fomentar la fantasía con la lectura
o narración de cuentos, cuentos de animales, cuentos de hadas,….Por ello está previsto en el plan
didáctico de las escuelas Waldorf que todos los días al final de la clase los niños/as reciban su
narración.
En la Pedagogía Waldorf se sugieren, entre otros los cuentos de los hermanos Grimm que
contienen los antiguos misterios del mundo.
Se trabaja hasta tres semanas, dando a los niños/as la oportunidad de impregnarse y guardar las
imágenes del cuento. Cuando hago referencia a las imágenes de los cuentos no me refiero a las
ilustraciones que pudieran contener sino a la imagen que se proyecta en nuestro interior cuando
escuchamos o leemos una narración. Mediante las imágenes de los cuentos pueden recibir toda la
sabiduría que transmiten y nutrirse de ella, ya que si se hiciese de una manera más conceptual o
cognitiva no serían capaces de comprender. Los adultos muchas veces también recurrimos al uso
las imágenes para explicarnos mejor y favorecer así la comprensión de aquello que queremos
expresar.
Para la Pedagogía Waldorf y citando al especialista Dan Udo de Haes, quien plantea que a
comienzos de la Edad Media los cuentos de hadas aportaban, a través de su lenguaje imaginativo,
contenidos muy profundos al ser humano adulto que, en aquellos tiempos, aún no estaba tan
desarrollado intelectualmente como en el presente.
Para la pedagogía Waldorf gracias a los cuentos de hadas, como los de los Hermanos Grimm, los
personajes principales se enfrentan a retos, a sus miedos… y las niñas y los niños observan que
estas dificultades o retos forman parte de la vida también y que si los afrontas obtienes grandes
recompensas. Los niños y las niñas consideran los personajes de los cuentos como arquetipos de
las vida ya les permite prepararse para la vida al mismo tiempo que lo hace en un espacio seguro
ofreciéndoles un refugio ya que el escenario de los cuentos de hadas es siempre irreal y fantástico,
está en su imaginación y ellas y ellos pueden sentirse seguros y confiados de imaginar y ensayar su
valentía y su coraje en ese mundo de cuento que estará allí siempre cuando lo necesiten.
La pedagogía Waldorf sostiene que los personajes de los cuentos de hadas reflejan de alguna
manera elementos del interior de cada individuo, aspectos de nosotros mismos y de nosotras
mismas, es como si los personajes fueran metáforas de nuestro propio sentir para conectar con
nosotras y nosotros y con nuestro camino.
Los cuentos de hadas están repletos de arquetipos: el lobo, la madrastra perversa, el hada, la
madrina,…
Carl Jung
Los arquetipos son figuras o modelos originales universales, patrones que sirven como
ejemplos primarios. Muchos de ellos proceden de la mitología griega y funcionan como
modelos de personajes que explican una determinada manera de ser. Un buen arquetipo no es
nada fácil de crear. Su esencia reside en la habilidad de proyectar en él un carácter absoluto y
único.
Los arquetipos son usados en gran parte de la literatura tradicional para simbolizar
emociones, sensaciones o imágenes como el bien, el mal, la maternidad, la tiranía, la
heroicidad, la maldad, etc. A partir de ese arquetipo, de ese primer molde se van construyendo
nuevos modelos.
Los arquetipos de Carl Jung representan el inconsciente colectivo que compartimos como un
modelo universal todos los seres humanos independientemente de nuestra cultura, de nuestro
sexo biológico o sea cual fuera nuestro lugar de residencia o época.
A través de la narración de los cuentos de hadas los niños y las niñas pueden hacer uso de
los arquetipos representados en la ficción para enfrentarse a conflictos humanos básicos. El
mundo simbólico les puede ayudar a entender el mundo que les rodea, a la vez que les ayuda a
crecer interiormente.
Carl Gustav Jung fue el primero que definió por primera vez el término de inconsciente colectivo
como el conjunto de símbolos o imágenes (arquetipos) primordiales en la sociedad humana que
trascienden el tiempo y que moldean nuestra individualidad.
“Hasta que no hagas consciente lo que llevas en tu inconsciente, este último dirigirá tu
vida y tú lo llamarás destino”
Según Jung un modo de llegar a ellos es mediante los sueños, de ahí que muchas de
sus investigaciones se centraran en el campo de lo onírico.
Para Carl G. Jung los sueños son revelaciones del inconsciente colectivo. El sueño para esta
corriente de pensamiento supone una historia que el soñante se cuenta para comprenderse a
sí mismo, razón por la que en él todos los personajes que aparecen representan partes
interiores suyas. Los hechos y los sujetos que aparecen en nuestros sueños son tomados de la
realidad para contar cuestiones trascendentes que de otro modo el soñante permanecería
ciego a ellas. Los personajes que aparecen dan vida a las diferentes facetas psicológicas del
sujeto y se concretan en los conceptos de la sombra, el ánima, el ánimus y el sí-mismo. Estas
facetas personales suelen ser desconocidas para el que sueña o pueden encontrarse
reprimidas. Al identificar esos arquetipos que habitan en nosotros y en nosotras y entendamos
su mensaje entonces habremos dado un gran paso en lo que en términos junguianos se
denomina el proceso de individualización.
Los personajes que aparecen con el mismo sexo que el protagonista suelen ser un reflejo de su
sombra, es decir, de la parte interior desconocida de la persona. Estos personajes ponen en
evidencia cualidades que el protagonista se niega a ver en sí mismo, razón por lo que con
frecuencia adoptan el aspecto de figuras malvadas; aunque no siempre es así, pues esto depende
del grado de integración consciente que se tenga de esa parte desconocida de uno. Además, los
personajes del mismo sexo pueden representar facetas del sí-mismo, y en este caso serán
personajes benéficos, seres que propician el avance aunque tenga que ser a través del sufrimiento.
Cuando aparece algún personaje principal de diferente sexo que el protagonista, este ser
representa la parte del individuo, masculina o femenina según el caso, que le falta. Es decir, si el
protagonista es masculino, su parte complementaria, aquella que necesita desarrollar e integrar en
su personalidad, es la femenina y se denomina ánima; y si la protagonista es mujer, su parte
complementaria se llama ánimus y representa los valores masculinos que deben ser integrados en
su persona. He aquí, para esta corriente interpretativa, el porqué los cuentos tradicionales suelen
acabar en boda, pues vistos desde esta perspectiva integradora, la boda representa la conjunción
de los opuestos dentro de una misma persona, por lo cual el matrimonio se entiende que se
produce a nivel simbólico en el interior de uno mismo.
En los cuento también todos los personajes que se presentan son partes del mismo individuo,
por lo que a través de la trama lo que se narra es la manera de armonizar todas las diferentes
facetas para conseguir el crecimiento personal.
Algunos de los pasos que se consideran fundamentales para ese crecimiento y que se desarrollan a
través de los episodios de los cuentos son: la separación de los padres, la confrontación con la
sombra (el lado oscuro de la personalidad, en que se encuentran los aspectos
desconocidos y generalmente despreciados por nosotros, como la rabia, la envidia, los
celos, etc.), el encuentro con la pareja o parte psíquica opuesta, el desarrollo del yo consciente y
la adaptación a la realidad.
Los cuentos ayudan a revivir sentimientos escondidos o vivir sentimientos desconocidos. Los
cuentos hablan directamente al alma del ser humano y por ello causan rabia, dolor, inseguridad,
indignación, orgullo, fuerza… Nosotras/os somos el personaje principal, el héroe o la heroína y
por ello son nuestras imágenes internas las que serán posadas en las imágenes del cuento, con
nuestra carga de sentimientos y emociones.
Los niños y las niñas se identifican con los personajes de los cuentos y así pueden conectar con los
sentimientos de abandono, rechazo, nacimiento de hermanos, celos, el hecho de ser el (la) hijo(a)
preferido(a) o… etc. Y así pasarán por pruebas, con la ventaja de poder pedir ayuda a seres
fantásticos o animales humanizados. Esos animales representan tendencias humanas arquetípicas.
No representan los verdaderos instintos de los animales, sino nuestros instintos animales, esto es,
si el tigre representa en la historia la agresividad o la codicia no es aquella característica realmente
del tigre, sino es nuestra propia agresividad y codicia. Los animales son portadores de la
proyección de factores psíquicos humanos.
Los especialistas que han estudiado la dinámica de cuento de hadas resaltan los siguientes:
- La superación de las frustraciones narcisistas.
- La superación de los conflictos edípicos.
- La superación de las rivalidades fraternas.
- La renuncia a las dependencias de la infancia.
- La obtención de un sentimiento de identidad y de autovaloración.
- Un sentido de obligación moral.
- El encontrar apoyo y confianza tejiendo vínculos.
Definición de estereotipo
Los estereotipos son imágenes que hemos aceptado falsamente como correspondientes a un grupo
por compartir determinados aspectos. No debemos confundirlos con los arquetipos de la
literatura tradicional.
Los estereotipos de género hablan de cómo tiene que ser una persona basándose en
el sexo biológico con el que ha nacido. Esto hace que los estereotipos de género
condicionen ya que nos sugieren cómo tenemos que vivir. Las mujeres y también los hombres y
los niños los sufren y podemos comprobarlo en la actualidad ya que son muchos los hombres
que luchan contra los estereotipos de género en relación por ejemplo a la crianza y piden
disfrutar de una paternidad más justa e igualitaria.
Sexto a octavo grado: Historia romana y medieval. Historia de los pueblos, poemas y biografías
https://www.waldorflibrary.org/articulos-en-espanol/1274-escoger-cuentas-de-hadas-para-
distintas-edades
Para decidir qué cuentos de hadas son los apropiados para según qué edad, en las escuelas Waldorf
se toman decisiones que atienden tanto al grupo de niños y niñas en particular así como a los
distintos niveles de complejidad de los cuentos de manera general.
En cada cuento de hadas existe un problema que debe ser resuelto o un enfrentamiento con el
mal. Cuanto más sencillo sea el problema, más adecuado es el cuento para los niños y las niñas
más pequeños y pequeñas, y cuanto mayor sea ese problema, más apropiado es el cuento para los
mayores pues tendrá más tramas, más personajes…etc.
1 Los niños/as de dos años y medio y tres se sienten muy atraídos/as con pequeñas historias
acerca de la naturaleza o con un relato sencillo tal como La olla mágica de los hermanos
Grimm. Los que son un poco más mayores de tres años están preparados para escuchar
cuentos con secuencias como el relato El nabo.
Una propuesta de relatos para este grupo de edades incluye los siguientes:
El mitón
El hombre de jengibre
Puppets)
2. En esta categoría aparecen muchos de los relatos que normalmente asociamos con el
término de cuento de hadas, dirigidos principalmente a niños entre 5 y 6 años de edad.
Estas historias contienen más retos y más detalles:
3. Para los niños de 6 años que están haciendo la transición al primer grado o primer curso
de primaria los cuentos que e proponen desde la pedagogía Waldorf cuentan con
personajes con una experiencia personal de sufrimiento. Estos cuentos no suelen contarse
nunca en preescolar, sino que se reservan para los años de primaria.
4. Es importante tener en cuenta que a menudo los niños y las niñas de entre 3 y 6 años
comparten el mismo espacio por lo que a la hora de elegir el cuento adecuado para narrar
es importante saber que según Joan Almon, ha sido copresidenta de la asociación de la
primera infancia de Waldorf en América del Norte y asesora en educación de la primera
infancia, si el cuento es adecuado para alguno de los niños y niñas del grupo será
suficiente para mantener el interés y la atención del grupo en su conjunto.
Otro factor que debe tenerse en cuenta a la hora de elegir un cuento de hadas es si el relato es
bastante conocido en la sociedad…, aunque sea de conocido de manera incorrecta. Cuando
esto es así los niños y las niñas suelen estar más preparados para escucharlo a edades
tempranas que las que les correspondería.
También fundamental y probablemente uno de los factores más importantes a tener en cuenta
es la relación personal del que narra el cuento con la historia que cuenta. Si el cuentacuentos
aprecia un relato este puede llegar a los niños/as mejor. Por eso dentro de la pedagogía
Waldorf se aconseja que antes de narrar una historia, mover dentro de nosotros/as por algún
tiempo los cuentos hasta poder descubrir su belleza, su verdad y poder crear un vínculo entre
el cuento y nosotros/as para apreciar así toda la belleza, la sabiduría y la moral expresada a
través de sus imágines.
Las imágenes que se crean desde los cuentos de los Hermanos Grimm, poseen una veracidad
que es vital para el niño y la niña y que pueden ellos/as llegar a comprender al crear sus
propias imágenes.
En La Sabiduría de los Cuentos de Hadas podemos leer podemos leer en la página 94:
“Los cuentos de hadas deben ser narrados sólo por una persona que tenga la convicción de la
verdad que hay en ellos, y que sepa descubrirla, con amor y reverencia, no mediante la
meditación intelectual, sino por su identificación con las imágenes”.
Tamara Chubarovsky a quien admiro porque creo que es una maravillosa cuentacuentos con
una larga experiencia, es la autora del libro Cuentos para Ver, Oír y Sentir donde recopila una
serie de rimas y cancioncillas y cuentos populares , para ser contados a niñas/os a partir de los
dos años y medio . Estos cuentos provienen de varios países y ella sugiere la narración de los
mismos porque tienen mucho ritmo y repetición (esta lista puede ser ampliada al gusto de
quien narre, pero son un muy buen ejemplo para iniciarse en su uso dentro del aula a través
de las técnicas que ella sugiere).
Estos cuentos que propone Tamara transmiten valores humanos básicos de una manera amena
y sencilla, y ayudan mucho a relajar, serenar, a concentrase favoreciendo al mismo tiempo el
desarrollo del lenguaje.
Te enseña a poner en escena fácilmente las narraciones en un teatrillo de mesa donde los
niños y las niñas pueden ver las secuencias de las historias de la mano de sus personajes. A los
niños/as les llega más profundamente la narración, aprenden a narrarlas después por sí
mismos y se estimula el desarrollo del lenguaje así como su imaginación.