Proceso de Arbitraje en Materia Laboral

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0098/2017-S2

Sucre, 20 de febrero de 2017

SALA SEGUNDA
Magistrada Relatora: Dra. Mirtha Camacho Quiroga
Acción de amparo constitucional

Expediente: 17380-2016-35-AAC
Departamento: Santa Cruz

En revisión la Resolución 85 de 28 de junio de 2016, cursante de fs. 774 vta. a


776 vta., pronunciada dentro de la acción de amparo constitucional
interpuesta por José Santiago Flores Maese en representación legal de la
empresa Fábrica de Muebles “FAMUWA” de Sociedad de
Responsabilidad Limitada (S.R.L.) contra Medardo Flores Vaca, Jefe
Departamental del Trabajo de Santa Cruz dependiente del Ministerio
de Trabajo, Empleo y Previsión Social; Luís Carlos Choque Herrera,
Árbitro Laboral; y, Carlos Jesús Francisco Blacutt Soto, Árbitro
Patronal del Tribunal Arbitral Laboral de la misma Empresa.

I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA

I.1. Contenido de la demanda

Por memorial presentado el 19 de abril de 2016, cursante de fs. 27 a 38,


ampliado por memorial de 24 de mayo de igual año, cursante a fs. 58 y vta., el
accionante manifestó que:

I.1.1. Hechos que motivan la acción

Por Resolución Administrativa (RA) 055/2014 de 28 de abril, emitido por José


Sangueza Antezana, -entonces- Jefe Departamental del Trabajo de Santa Cruz
dependiente del Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social, reconoció a
trece trabajadores como miembros del Directorio del Sindicato de Trabajadores
Fabriles de la empresa FAMUWA S.R.L. por el periodo 22 de abril de 2014 al 22
de abril de 2016, Resolución contra la cual; la empresa a la que representa
Fábrica de Mueble FAMUWA S.R.L. interpuso recurso de revocatoria; sin
embargo, el 8 de septiembre de 2014, José Arteaga Malue, alegando “tener
generales conocidas” dentro del pliego de reclamaciones presentado por el

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Sindicato de Trabajadores Fabriles FAMUWA S.R.L., señalando que se cumplió
con lo establecido por los arts. 106, 107 y 108 de la Ley General del Trabajo
(LGT), y haber fracasado la junta de conciliación para el referido pliego, solicitó
al Jefe Departamental del Trabajo antes mencionado, la conformación del
Tribunal Arbitral de acuerdo a lo establecido en el art. 110 de la LTG y 55 de su
Decreto Reglamentario, por lo que el 3 y 7 de octubre de 2014, el indicado
Jefe, notificó al Sindicato y a la empresa Fábrica de Muebles FAMUWA S.R.L., a
objeto de que deleguen a su árbitro para integrar el Tribunal Arbitral;
designándose el 13 de octubre del citado año, a Luís Carlos Choque Herrera
árbitro del Sindicato.

Ante esta situación, el 13 de mayo de 2015, la empresa Fábrica de Muebles


FAMUWA S.R.L., solicitó saneamiento procesal, exponiendo que fue notificado
con la petición de continuidad del tratamiento del pliego petitorio de la gestión
2014, cuando debía presentarse pliego de 2015; además que el procedimiento
debía desarrollarse inmediatamente, ya que desde el inicio del trámite 20 de
septiembre de 2014 al 29 de abril de 2015, pasaron siete meses y nueve días,
contraviniendo al art. 17 de la Ley de Procedimiento Administrativo (LPA);
asimismo, el Sindicato contaba con diecinueve afiliados contraviniendo al
art. 103 de la LGT, que dispone que no puede constituirse sindicato con menos
de veinte trabajadores, e infringiendo el art. 151 de su Decreto Reglamentario,
porque no se reunía el 75% que exigía la norma, más cuando el directorio del
Sindicato está conformado por familiares, razones que impedían a la Empresa
aceptar un procedimiento plagado de vicios. Previo traslado, el 31 de julio de
2015, el Jefe Departamental del Trabajo a.i., dependiente del Ministerio de
Trabajo, Empleo y Previsión Social resolvió el incidente declarándolo
improcedente y ordenando la notificación de la Empresa a efectos de que
designe a su árbitro.

Posteriormente, el 17 de noviembre de 2015, la empresa Fábrica de Muebles


FUMUWA S.R.L. presentó excepción de impersonería, solicitando que previo a
proseguir, el Jefe Departamental del Trabajo, dependiente del Ministerio antes
mencionado como presidente del Tribunal Arbitral, se pronuncie previamente
sobre su memorial de 13 de mayo de 2015, en el que cuestionó la situación
legal que atravesaba el Sindicato; sin embargo, el 23 de noviembre de igual
año, el Tribunal Arbitral en pleno sin resolver la excepción planteada señalando
que en la última audiencia de avenimiento celebrada el 12 de ese mes y año,
fue imposible encontrar coincidencias en ninguno de los catorce puntos
planteados en el pliego de reclamaciones, dio por fracasada dicha etapa y de
conformidad al art. 112 de la LGT, dispuso apertura del plazo probatorio de
siete días hábiles para que las partes presenten sus pruebas, por lo que el 9 de
diciembre del mismo año, a horas 17:00, Mario Soliz Chambilla concurrió a la
oficina de la Jefatura Departamental del Trabajo, dependiente del Ministerio
antes mencionado para presentar la prueba de la empresa Fábrica de Muebles
FUMUWA S.R.L., y al no encontrarse la Secretaría, las presentó al presidente
del Tribunal Arbitral y Jefe Departamental del Trabajo, y prosiguiendo el

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trámite, el 7 de enero de 2016, el Tribunal Arbitral con la disidencia del árbitro
laboral, resolvió cerrar el plazo probatorio y con relación a las pruebas de la
Empresa, se dispuso que a fin de establecer si fueron presentadas en el plazo
establecido por ley, se requirió a la Empresa que presente al Tribunal Arbitral la
constancia de presentación de pruebas en el plazo de setenta y dos horas;
posteriormente, el 1 de febrero de 2016, el Tribunal Arbitral con la disidencia
del árbitro patronal rechazó las pruebas teniéndolas como no presentadas, con
el argumento de que la Empresa a este efecto no cumplió con los arts. 92, 95,
97 y 99 del Código de Procedimiento Civil -entonces vigente- y el art. 252 del
Código Procesal del Trabajo (CPT), ya que si bien existe en la Jefatura
Departamental del Trabajo documentación (supuestamente pruebas), las
mismas no fueron presentadas por la Empresa con memorial dirigido al Tribunal
Arbitral.

En este antecedente, refiere que el 14 de marzo de 2016, la empresa Fábrica


de Muebles FUMUWA S.R.L. reiteró al Tribunal Arbitral la excepción de
impersonería opuesta, no obstante de esta situación el 21 de marzo de 2016, el
Tribunal Arbitral emitió el Laudo Arbitral en cuatro puntos con la disidencia del
árbitro patronal; posteriormente, el 22 de marzo de igual año, Adriana Soliz
Paz, Inspectora, informó al Jefe Departamental de Trabajo que no pudo hacer
hoja de ruta para el memorial presentado por la Empresa antes referida, el 14
de marzo de 2016, por la inexistencia de tóner en la impresora y que por esa
razón recién lo ingresó a despacho el 18 de igual mes y año, por lo que el 28
del mismo mes y año, el Tribunal Arbitral rechazó la excepción de impersonería
con la disidencia de todos los árbitros, fundamentando que las excepciones no
están normadas en materia de arbitraje laboral, ya que goza de un
procedimiento especial en virtud a la SC 1710/2011-R de 21 de octubre, que en
materia de arbitraje laboral no cabe la aplicación del procedimiento
administrativo, porque está normado por la Ley General del Trabajo y su
Decreto Reglamentario; que el art. 4 del Convenio 87, sobre la libertad sindical
señala que las organizaciones de trabajadores y de empleadores no están
sujetas a disolución o suspensión por la vía administrativa, por lo que no
correspondía que el sindicato desaparezca por una simple resolución
administrativa, y que al haberse dictado el laudo arbitral, el Tribunal Arbitral se
disuelve y no puede resolver ningún memorial.

Por lo expuesto, señaló que los demandados incurrieron en cuatro omisiones


indebidas en la tramitación del laudo, consistentes en la omisión de extensión
de fotocopias simples, vulnerándose el derecho de petición, omisión de
fundamentación y motivación en el laudo arbitral, omisión de pronunciamiento
sobre la excepción de falta de personería del sindicato, así como actos
indebidos consistentes en la atención de un pliego petitorio de 2014, cuando el
Tribunal Arbitral se estaba constituyendo a finales de 2015, acto indebido de
rechazo de las pruebas de la Empresa, cuando éstas fueron presentadas
oportunamente, acto indebido de pronunciarse sobre la excepción de

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impersonería del sindicato, cuando el Tribunal Arbitral ya había cesado en sus
funciones al emitir el Laudo Arbitral.

I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados

El accionante, denuncia la lesión de los derechos al debido proceso en su


elemento a la fundamentación y motivación, a la defensa y a la petición;
citando al efecto el art. 24, 115.II, 117.I y II, 119.II de la Constitución Política
del Estado (CPE).

I.1.3. Petitorio

El ahora accionante, solicita se conceda la tutela, disponiéndose se anule


obrados hasta el vicio más antiguo, es decir hasta que se resuelva la excepción
de impersonería presentada el 13 de mayo de 2015; posteriormente, se prosiga
el proceso arbitral, dado que si bien se fundamentó sobre el fondo de la
resolución de la excepción resuelta fuera del proceso arbitral, no es menos
cierto que dicho acto sería nulo totalmente.

I.2. Audiencia y Resolución del Tribunal de garantías

Celebrada la audiencia pública el 28 de junio de 2016, según consta en el acta


cursante de fs. 771 a 774 vta., se produjeron los siguientes actuados:

I.2.1. Ratificación de la acción

El accionante por intermedio de su abogado ratificó in extenso los términos de


la acción de amparo constitucional, señalando que la jurisdicción constitucional
tiene limitaciones para conocer el fondo de una resolución, salvo que haya mala
interpretación, este mal fundamentada o hayan aplicaciones de normas que no
son aplicables al caso; sobre este punto el Laudo Arbitral emitido en el caso
concreto, además de estar mal fundamentado en interpretación de la norma,
tiene una irracionalidad absoluta, porque reconocen derechos a un sindicato de
trabajadores que está compuesto por trece personas y eran cuarenta cuando se
constituyó, es decir que cuando se tramita el proceso arbitral, el sindicato son
los mismos trabajadores y cuando éste se declara en comisión es como dejar
sin trabajadores a la Empresa, vale decir que ellos pretenden con este pliego y
con los beneficios que obtuvieron aniquilar su propia fuente laboral, siendo que
en materia constitucional se tienen que equilibrar los derechos constitucionales
y fundamentales, de modo tal que los derechos de una parte no sean anulados
por el ejercicio de los derechos de la otra parte, cabe aplicar la ponderación de
pruebas y en cuanto a la irrazonabilidad de lo otorgado en este laudo.

I.2.2. Informe de las autoridades demandadas

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Medardo Flores Vaca, Jefe Departamental del Trabajo de Santa Cruz
dependiente del Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social; Luís Carlos
Choque Herrera, Árbitro Laboral; y, Carlos Jesús Francisco Blacutt Soto, Árbitro
Patronal del Tribunal Arbitral Laboral de la empresa Fábrica de Muebles
FAMUWA S.R.L.; pese a ser legalmente citados con la acción de amparo
constitucional, no concurrieron a la audiencia pública de consideración de la
acción tutelar, ni presentaron informe alguno.

I.2.3. Intervención de los terceros interesados

José Arteaga Malue, representante del Sindicato de Trabajadores Fabriles de la


empresa Fábrica de Muebles FAMUWA S.R.L., pese a su legal notificación,
cursante a fs. 93, no presentó informe y no concurrió a la audiencia de acción
de amparo constitucional.

I.2.4. Resolución

La Sala Social Contencioso Tributario y Contencioso Administrativa Primera del


Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, constituida en Tribunal de
garantías, pronunció la Resolución 85 de 28 de junio de 2016, cursante de
fs. 774 vta. a 776 vta., concedió la tutela solicitada, disponiendo la nulidad del
Laudo Arbitral de 21 de marzo de 2016, determinando se pronuncie una nueva
resolución conforme a los fundamentos expuesto en la Sentencia; bajo los
siguientes fundamentos: a) De los antecedentes expuestos se considera que es
evidente que la Empresa accionante el 13 de mayo de 2015, solicitó
saneamiento procesal desde la etapa de conciliación y avenimiento, pidió
fotocopias legalizadas, y así mismo alegó que los trabajadores no alcanzaban a
veinte como lo exige el art. 103 de la LGT, y que esto causaría la inexistencia
del Sindicato, por lo que debía dejarse sin efecto la Resolución que los
reconoció, excepción que no fue resuelta no obstante que fue presentada por
dos veces, sino cuando ya el Tribunal Arbitral Laboral perdió competencia al
haber dictado el Laudo Arbitral, y de forma totalmente contradictoria aplicando
normas del procedimiento civil, cuando la uniforme jurisprudencia
constitucional, estableció que este tipo de procedimiento especial está normado
únicamente por la Ley General del Trabajo su Decreto Reglamentario y Código
Procesal del Trabajo; b) Asimismo, es evidente que reiteradamente solicitó
fotocopias simples y legalizadas, las cuales no fueron otorgadas, incluso hasta
emitir la resolución de rechazo de la excepción de impersonería, señalando la
Empresa accionante en audiencia que las fotocopias simples recién le fueron
proporcionadas sin foliatura después de haber concluido el proceso arbitral;
c) De igual forma es evidente que el Tribunal Arbitral Laboral de forma
contradictoria aplicando normas del procedimiento civil, resolvió tener como no
presentada las pruebas dos veces en sus Resoluciones de 7 de enero y 1 de
febrero, ambos de 2016, incluso reconociendo expresamente que en la Jefatura
Departamental del Trabajo cursaba documentación sin memorial dirigido al

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Tribunal presentando las pruebas, ignorando el principio de verdad material en
su vertiente procesal y el principio de informalismo, que son rectores en todo
tipo de procesos y que en el caso no fueron observados; d) Con relación al
Laudo Arbitral Laboral, es evidente que no está debidamente fundamentado, ni
legalmente, ni racionalmente conforme exigen las normas del debido proceso
en su triple dimensión, en los cuatro puntos que hacen a la acción de amparo
constitucional, por cuanto al punto del refrigerio simplemente se dijo que el
Sindicato demandante presentó pruebas de cargo y se hace alusión a unas
páginas de internet y luego se hace referencia a que la Empresa accionante no
presentó pruebas y que la alimentación es importante para el buen desempeño
del trabajo, lo cual no reúne las condiciones de validez legal porque no se dice
cuáles son las normas legales que amparan dicho punto tampoco el
fundamento racional; e) Con relación al punto del bono escolar, se dice
expresamente que ninguna de las partes presentó prueba y que no existe
prueba de que la Empresa haya reconocido este beneficio; sin embargo, se
dispone la concesión del beneficio, con lo cual nuevamente se constata que el
laudo en este punto no tiene suficiente fundamentación legal, ni fáctica; en
igual sentido el punto de ropa de trabajo, el Laudo tiene cita textual y
transcripción de normas laborales desde la Constitución Política del Estado,
pero luego de hacer alusión a que ninguna de las partes aportó prueba no tiene
un fundamento al caso concreto porque una fundamentación no solo implica la
cita y transcripción de normas sino el vaciamiento racional del juzgador;
f) Finalmente respecto a los contratos de trabajo se citan y transcriben normas
de orden general y en lo demás se procede conforme al punto de la ropa de
trabajo, haciéndose alusión al principio protector, que si bien atañe a favorecer
a la clase trabajadora en sus derechos sustantivos laborales, no es menos
cierto que este principio no puede anular los derechos fundamentales de la
parte empleadora, que en los procesos laborales tienen el derecho de ejercer
sus derechos procesales en igualdad de condiciones frente a los derechos
procesales de los trabajadores, en el caso es evidente que el Laudo Arbitral no
contiene los suficientes fundamentos legales, racionales, ni fácticos que
sustenten los beneficios otorgados a los trabajadores; y, g) Finalmente es
también evidente que el Tribunal Arbitral incurrió en un acto ilegal al haber
resuelto la excepción de impersonería habiendo concluido el procedimiento
arbitral, es decir cuando los árbitros ya habían cesado tal como consta del
expediente, con el pretexto infundado de que el memorial no fue pasado a
despacho por la ausencia de insumos administrativos.

II. CONCLUSIONES

De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se


establece lo siguiente:

II.1. Cursa Informe JDTSC/UI 034/2014 de 14 de julio, efectuado por Julio


Cesar Choque Saramani, Inspector del Trabajo, dirigido a José Emigdio
Sangüesa Antezana, Jefe Departamental del Trabajo de Santa Cruz,

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dependiente del Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social; en el
que se informó que el 2 de mayo de 2014, el Sindicato de Trabajadores
Fabriles de la empresa Fábrica de Muebles FAMUWA S.R.L.,
representado por José Arteaga Malue, Secretario General, puso en
conocimiento de la Institución su pliego de reclamaciones, solicitando
se designe inspector para conformar la junta de conciliación. Efectuado
el trámite pertinente y notificado las partes a efecto de que designen
sus representantes para la conformación de la junta de conciliación, y
en vista de que la empresa Fábrica de Muebles FAMUWA S.R.L., no
acreditó a sus representantes para instalar la junta, se sugirió que el
trámite prosiga el curso correspondiente al tenor de los arts. 111 al 113
de la LGT y 155 al 157 de su Decreto Reglamentario (fs. 227 a 238).

II.2. Por memorial presentado el 8 de septiembre de 2014, por José Arteaga


Malue representante del Sindicato de Trabajadores Fabriles de la
empresa Fábrica de Muebles “FAMUWA” S.R.L., a la Jefatura
Departamental del Trabajo de Santa Cruz, dependiente del Ministerio de
Trabajo, Empleo y Previsión Social; alegando que ante el fracaso de la
junta de conciliación emergente del pliego de reclamaciones gestión
2014, y en vista de que la patronal de la empresa Fábrica de Muebles
FAMUWA S.R.L., no tuvo la voluntad de cumplir con los puntos del
pliego petitorio, solicitó la conformación del Tribunal Arbitral de acuerdo
a lo establecido por el art. 110 de la LGT y 55 del Decreto
Reglamentario para resolver los puntos del citado pliego petitorio
(fs. 239).

II.3. Mediante Nota JDTSC/NOT 004/2014 de 20 de septiembre, expedido


por el Jefe departamental del Trabajo de Santa Cruz, dependiente del
Ministerio antes referido, en aplicación de los arts. 110, 111, 112 y 113
de la LGT y 155 de Decreto Reglamentario, instó a las partes a delegar
a sus árbitros para integrar el Tribunal Arbitral, señalando audiencia
para el 16 de octubre de 2014, a horas 15:00 (fs. 266).

II.4. Por memorial presentado el 13 de octubre de 2014, José Arteaga


Malue, en cumplimiento a la citada nota, hizo conocer que el Árbitro
Laboral designado por el Sindicato de Trabajadores Fabriles de la
empresa Fábrica de Muebles FAMUWA S.R.L., es el abogado Luís Carlos
Choque Herrera (fs. 270).

II.5 Mediante Informe JDTSC/UI 024/2015 de 15 de abril, efectuado por


Julio Cesar Choque Saramani, Inspector del Trabajo, dirigido a Aníbal
Melgar Solares, Jefe Departamental del Trabajo de Santa Cruz; hizo
conocer que a lo largo del trámite del pliego de reclamaciones del
Sindicato de Trabajadores Fabriles de la empresa Fábrica de Muebles
FAMUWA S.R.L., la Empresa presentó de manera recurrente recursos
tendientes para anular la resolución que reconoce al referido sindicato,

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persistiendo en su negativa de acreditar representante para constituir el
Tribunal Arbitral, con el pretexto de que existían recurso pendientes
presentados a este objeto, por lo que adjuntando la RA 09/14 de 4 de
junio de 2014, que resolvió el recurso jerárquico interpuesto por la
Empresa contra la RA 055/2014 de 28 de abril, que reconoció al
Directorio del Sindicato de Trabajadores de la empresa Fábrica de
Muebles FAMUWA S.R.L., que fue declarado improcedente, y en razón a
que en la vía administrativa ya no se puede activar recurso alguno;
solicitó conminar a la Empresa para que nombre a su arbitro y
conformar el Tribunal Arbitral, caso contrario proseguir conforme al
art. 111 de la LGT (fs. 277 a 280).

II.6. Cursa fotocopia de la citada Resolución Ministerial (RM) 664/2014 de 10


de octubre, emitida por Daniel Santalla Torrez, Ministro de Trabajo,
Empleo y Previsión Social, dentro del recurso jerárquico interpuesto por
el apoderado de la empresa Fábrica de Muebles FAMUWA S.R.L., contra
la RA 09/14, emitida por la Jefatura Departamental del Trabajo de
Santa Cruz, que resolvió ratificar la RA 055/2014, de reconocimiento de
la Directiva del Sindicato de Trabajadores Fabriles de la mencionada
Empresa; Resolución que fue confirmada, alegando que no le
corresponde a la Misterio del Trabajo, Empleo y Previsión Social
resolver conflictos de orden sindical, sino a su ente matriz o a su
asamblea, y entre tanto no sea esta instancia la que justifique introducir
modificaciones o dejar sin efecto la resolución de reconocimiento de
este ente sindical, esta resolución tiene plena vigencia (fs. 274 a 276).

II.7. Mediante memorial presentado el 13 de mayo de 2015, Roberto Carlos


Acuña Cordero, representante legal de la empresa Fábrica de Muebles
FAMUWA S.R.L. ante el Jefe Departamental del Trabajo de Santa Cruz,
reiteró saneamiento procesal, por vulneración al debido proceso,
principio de igualdad procesal y derecho a la defensa, expresando:
1) Que según el procedimiento administrativo la muerte del funcionario
que lleva el procedimiento no es causal para la suspensión de trámite
alguno, en el caso luego del fallecimiento del Jefe Departamental del
Trabajo, asumió este cargo de forma interina su persona;
consiguientemente, el trámite debió continuar; sin embargo, la parte
impetrante tampoco lo hizo habiendo transcurrido siete meses y nueve
días de la última actuación, contraviniendo el art. 17 de la Ley de la
LPA, que establece que los procesos administrativos deben tener un
tiempo de duración de seis meses desde su iniciación; 2) Que para
saber y defenderse solicitó fotocopias sobre todo lo actuado que no le
fue proporcionado, lesionando el debido proceso y su legítimo derecho
a la defensa en igualdad de condiciones; 3) Actualmente, el Sindicato
de Trabajadores Fabriles de la referida Empresa, cuenta con diecinueve
afiliados, contraviniendo lo establecido en el art. 103 de la LGT, que
estipula que no podrá constituirse sindicato con menos de veinte

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trabajadores, peor aún si el Sindicato está conformado por familiares
situación que le impide a la Empresa aceptar un procedimiento que está
provisto de vicios no solo en cuanto a las formalidades, sino en cuanto
al fondo, ya que observan la legitimación activa de los impetrantes;
4) Por otro lado la Empresa está dando cumplimiento a lo peticionado
en el pliego de 2014; consiguientemente, los trabajadores deberían
presentar su pliego de 2015, ya que un pliego debe resolverse en forma
inmediata en todas sus etapas, significando un término prudencial no
de seis meses o de siete meses y nueve días como en el caso concreto;
y, 5) La situación expuesta en el punto anterior tiene relevancia, debido
a que por el transcurso del tiempo la situación tanto de la parte
patronal y trabajadora pueden cambiar, como en el caso concreto, que
en los siete meses y nueve días que se paralizó el trámite no por causa
de la Empresa, se suscitaron variables como la disminución de personal
que de una cantidad de cuarenta trabajadores a la fecha se cuenta con
diecinueve trabajadores, significando con ello la vulneración del art. 151
del Decreto Reglamentario a la Ley General del Trabajo, por lo que
desde la presentación del pliego a la actualidad, no existe una
legitimación activa por la parte trabajadora (fs. 294 a 295).

II.8. Previo traslado al Sindicato de Trabajadores de la empresa Fábrica de


Muebles FAMUWA S.R.L., por Resolución de 31 de julio de 2015,
emitida por la Jefatura Departamental del Trabajo de Santa Cruz,
dependiente del Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social,
declarando improcedente el referido incidente de saneamiento procesal
planteado por Roberto Carlos Acuña Cordero, representante legal de la
empresa Fábrica de Muebles FAMUWA S.R.L.; disponiéndose asimismo,
la notificación de las partes para la designación de árbitros para integrar
el Tribunal Arbitral (fs. 306 y vta.). Resolución que fue notificada a las
partes el 28 de agosto de 2015, según constancia de notificaciones
(fs. 311 a 312).

II.9. Por Conminatoria JTDTSC/NOT 20/2015 de 4 de septiembre, emitida


por la Jefatura Departamental del Trabajo antes referida, conminó a la
empresa Fábrica de Muebles FAMUWA S.R.L., a designar su árbitro para
integrar el Tribunal Arbitral, señalando audiencia para su conformación
el 11 de septiembre de 2015, a horas 15:00 (fs. 313).

II.10. Cumplida la citada conminatoria y tras haberse suspendido dos


reuniones de advenimiento para considerar el pliego de peticiones;
Roberto Carlos Acuña Cordero, representante legal de la empresa
Fábrica de Muebles FAMUWA S.R.L., por memorial presentado el 17 de
noviembre de 2015, opuso excepción de impersoneria, con similares
fundamentos a la solicitud de saneamiento procesal, impetrado por
memorial de 13 de mayo de igual año, solicitando de igual forma
saneamiento procesal; memorial que fue providenciado el 20 de igual

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mes y año con el siguiente proveído: “Previo a tratar el presente
memorial el impetrante debe cumplir con lo siguiente: 1, Den
cumplimiento al art. 92 en su num. IV del C.P.C. concordante con el
117 del CPT. 2, Aclarar si el presente memorial está dirigido solo al
presidente o a todo el Tribunal Arbitral” (fs. 377 a 380).

II.11. Posteriormente, por Resolución de 23 de noviembre de 2015, emitido


por el Tribunal Arbitral, haciendo referencia a que en la última
audiencia de advenimiento celebrada el 12 de ese mes y año, fue
imposible encontrar coincidencias con ninguno de los catorce puntos
presentados en el pliego de reclamaciones, se dio por fracasada la
etapa de avenimiento, por lo que en aplicación del art. 112 de la LGT,
se determinó la apertura de un término probatorio común a las partes
de siete días hábiles a computarse desde la última notificación (fs. 386).

II.12. Por providencia de 7 de enero de 2016, el Tribunal Arbitral, cerró el


periodo de prueba y en aplicación al procedimiento puso a
consideración de las partes las pruebas presentadas por el Sindicato de
Trabajadores Fabriles de la empresa Fábrica de Muebles FAMUWA
S.R.L., presentadas en tiempo oportuno con memorial de 9 de
diciembre de 2015, y en cuanto a las pruebas de la Empresa, al existir
en la Jefatura Departamental de Trabajo dependiente del Ministerio de
Trabajo, Empleo y Previsión Social, un archivador con prueba de la
parte patronal sin memorial, ni acuse de recepción; a fin de establecer
si fue presentada en el plazo establecido por ley, se dispuso que la
Empresa en el plazo de setenta y dos horas presente al Tribunal Arbitral
la constancia de presentación de sus pruebas (fs. 401).

II.13. Mediante nota presentada el 18 de enero de 2016, el representante


legal de la empresa Fábrica de Muebles FAMUWA S.R.L., en
cumplimiento a la citada providencia de 7 de enero, hizo conocer al
Tribunal Arbitral que la presentación de la prueba se la hizo ante la
Notaria de Fe Pública 88 del Distrito Judicial de Santa Cruz; adjuntando
acta de esta actuación efectuada por Rosse Mery Uriona Almaraz,
Notaria de Fe Pública de Primera Clase 88 de Santa Cruz; en la que da
cuenta que a horas dieciocho y quince minutos de 9 de diciembre de
2015, se hizo presente Mario Soliz Chambilla, solicitando se levante acta
consignándose los siguientes hechos: “El solicitante indica haberse
constituido ante las oficinas de la Jefatura Departamental del Trabajo,
con la finalidad de presentar pruebas de descargo, en el proceso
arbitral seguida por el Sindicato de Trabajadores de la Empresa
FAMUWA, indicando al mismo tiempo que al no haber encontrado a la
secretaria encargada de recepcionar la respectiva documentación (…)
por la urgencia de la presentación, ya que se vencía el término, entregó
la misma al Jefe Departamental del Trabajo (…) a horas diecisiete”; se
aclara que certifica estos hechos debido a que el solicitante no cuenta

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con ninguna constancia de la entrega de la documentación señalada
(fs. 399 a 400).

II.14. Por Resolución de 1 de febrero de 2016, el Tribunal Arbitral resolvió


rechazar la presentación de las pruebas de la parte patronal teniéndolas
como no presentadas; bajo el fundamento de que esta actuación no
cumplió con la presentación de memoriales en caso de urgencia
previstas por el art. 97 del Código de Procedimiento Civil -entonces
vigente-, concordante con el art. 252 del CPT, por cuanto en el acta
notarial presentada, se hace constar que Mario Soliz Chambilla para
justificar que dejó las pruebas en tiempo hábil, indica que se presentó a
horas 17:00, en la Jefatura Departamental de Trabajo de Santa Cruz
dependiente del Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social, que al
no encontrase la secretaria dejó la documentación al Jefe
Departamental de esta Jefatura, teniendo el tiempo suficiente para
esperar a la secretaria en las mismas instalaciones de la Institución
referida para la presentación correspondiente, ya que esta Entidad en la
tarde presta sus servicios a partir de las 14:30 a 18:30, observándose
además en dicha acta que ante la Notaria de Fe Pública, no presentó
ningún memorial o carta con pruebas, solo se hizo presente Mario Soliz
Chambilla requiriendo se levante acta de lo ocurrido (fs. 406 y vta.).

II.15. Por memorial presentado el 14 de marzo de 2016, el representante


legal de la empresa Fábrica de Muebles FAMUWA S.R.L., reiteró la
excepción de impersonería opuesta por memorial de 17 de noviembre
de 2015, solicitando que el Tribunal Arbitral emita pronunciamiento a
esta solicitud (fs. 411 a 414).

II.16. Posteriormente, luego de varias reuniones suspendidas, el Tribunal


Arbitral el 21 de marzo de 2016, emitió Laudo Arbitral dentro el
conflicto colectivo emergente del pliego de reclamaciones de la gestión
2014, girado por el Sindicato de Trabajadores Fabriles de la empresa
Fábrica de Muebles FAMUWA S.R.L., contra la antes indicada Empresa,
señalando en la parte conclusiva del Laudo que lo resuelto será
cumplido conforme a los plazos establecidos en cada punto teniendo
alcance a todos y todas la trabajadoras y trabajadores de la empresa
fábrica de Muebles FAMUWA S.R.L., y que de conformidad al art. 218
del CPT, este Laudo Arbitral constituye una Sentencia definitiva y no así
un convenio (fs. 421 a 441).

II.17. Cursa Informe de 22 de marzo de 2016, efectuada por Adriana Soliz


Paz, Inspectora del Trabajo, dirigido al Jefe Departamental del Trabajo
de Santa Cruz dependiente del Ministerio de Trabajo, Empleo y
Previsión Social, mediante la cual se informó que ante la falta de tóner
para la impresora de Secretaría, se produjo un atraso en las hojas de
ruta al sistema, en cuyo antecedente no se remitió oportunamente el

11
memorial presentado el 14 de marzo de 2016, por Roberto Carlos
Acuña Cordero; por lo que conjuntamente otras solicitudes se pasó a su
Despacho el 18 de ese mes y año, para que se proceda como
corresponda (fs. 442).

II.18. El 28 de marzo de 2016, el Tribunal Arbitral emitió Resolución


rechazando la excepción de impersonería opuesta por el representante
legal de la empresa Fábrica de Muebles FAMUWA S.R.L., señalando que
las excepciones no están normadas en materia de arbitraje laboral, ya
que el arbitraje goza de un procedimiento especial, extraordinario,
sumarísimo conforme a las normas previstas en los arts. 105 a 113 de
la LGT y 149 y siguientes de su Decreto Reglamento (fs. 443).

III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO

El accionante, denuncia la lesión de los derechos al debido proceso en su


elemento a la fundamentación y motivación, a la defensa y petición; alegando
que el Tribunal Arbitral ahora demandado, en el trámite y el Laudo Arbitral
emitido dentro del conflicto colectivo emergente del pliego de reclamaciones de
la gestión 2014, girado por el Sindicato de Trabajadores Fabriles de la empresa
Fábrica de Muebles FAMUWA S.R.L. contra la empresa Fábrica de Muebles
FAMUWA S.R.L., incurrieron en omisiones y actos indebidos; consistentes en:
La omisión de extensión de fotocopias simples solicitada de todo el proceso
vulnerándose el derecho de petición, omisión de fundamentación y motivación
en el Laudo Arbitral, omisión de pronunciamiento previo sobre la excepción de
falta de personería del Sindicato, y actos indebidos al atender un pliego
petitorio de 2014, cuando el Tribunal Arbitral se estaba constituyendo a finales
de 2015, el rechazo de las pruebas de descargo de la Empresa, cuando éstas
fueron presentadas oportunamente, y el haberse pronunciado sobre la
excepción de impersonería del sindicato, cuando el Tribunal Arbitral ya había
cesado en sus funciones, al emitir el Laudo Arbitral.

En consecuencia en revisión, corresponde establecer si los hechos denunciados


son evidentes, a objeto de conceder o denegar la tutela impetrada.

III.1. Sobre el proceso de arbitraje en materia laboral

La SCP 0051/2015-S3 de 2 de febrero, a tiempo de efectuar una


sistematización de la jurisprudencia constitucional en relación a las
características del proceso arbitral en materia laboral precisó que: “La
justicia constitucional emitió criterios jurisprudenciales respecto a los
procesos de arbitraje en materia laboral. Así, la SC 0041/2005-R de 10
de enero, sobre el proceso de arbitraje en materia laboral, en principio
recordó que las normas de la de Ley Arbitraje y Conciliación -Ley 1770
de 10 de marzo de 1997-, no son aplicables por supletoriedad a los
procesos de arbitraje en materia laboral por exclusión expresa del

12
art. 6.II de la misma norma que dispone que: ‘Las cuestiones laborales
quedan expresamente excluidas del campo de aplicación de la presente
ley, por estar sometidas a las disposiciones legales que les son propias’.
De manera que en este ámbito, simplemente son aplicables las normas
previstas por la Ley General del Trabajo y su respectivo Decreto
Reglamentario, así como el Código Procesal del Trabajo. Razonamiento
que fue reiterado en la SC 0012/2007-R de 10 de enero.

Luego, respecto a la intervención de las autoridades judiciales (auxilio


judicial) en los procesos de arbitraje en materia laboral, a partir de las
normas previstas en los art. 218 del Código Procesal del Trabajo (CPT),
concordante con los arts. 157 del RLGT y 219 del mismo Código,
sostuvo que contra el laudo arbitral no cabe recurso ordinario alguno.
Por lo mismo, la intervención judicial se reduce solo a la prestación del
auxilio judicial para la ejecución del laudo arbitral; por cuanto, la
decisión emitida por el tribunal arbitral no puede ser impugnada ni
modificada por un juez o tribunal judicial; pues, dada la naturaleza
jurídica del proceso de arbitraje, el laudo arbitral reviste la calidad de
autoridad de cosa juzgada.

Así, analizando el carácter subsidiario de la acción de amparo


constitucional, sostuvo que: ‘…no existe ninguna vía legal ordinaria
para impugnar el Laudo Arbitral que, como se dijo adquiere la
calidad de cosa juzgada, de manera que cualquiera de las
partes que intervienen en el proceso de arbitraje, si considera
que en la sustanciación del proceso o con la emisión del Laudo
Arbitral se vulneran sus derechos fundamentales o garantías
constitucionales no tiene ninguna vía legal ordinaria para
lograr la protección de los mismos, en cuyo caso se activa la vía
tutelar del amparo constitucional; pues de una interpretación
contextualizada de la disposición legal prevista por el art. 152.2 de la
Ley de Organización Judicial en concordancia con las normas previstas
por los arts. 112 y 113 de la LGT, 156, 157 y 158 del Reglamento de la
Ley General del Trabajo y 218 - 219 del CPT, aplicando el principio de la
concordancia práctica, se infiere que la norma prevista en la Ley
Orgánica se refiere a los conflictos que emergen en la ejecución del
laudo arbitral, lo que implica que el Juez del Trabajo y Seguridad Social
intervendrá supletoriamente, en el proceso de arbitraje, para prestar
auxilio judicial en la ejecución del laudo arbitral resolviendo los
conflictos emergentes de dicha ejecución. Este razonamiento constituye
una mutación de la jurisprudencia establecida en la SC 1672/2003-R, de
24 de noviembre’ (SC 0041/2005-R.

Sobre el tema, cabe anotar que la citada SC 0041/2005-R, cambiando el


razonamiento jurisprudencial asumido en la SC 1672/2003-R (última
Sentencia Constitucional que entendió que contra un laudo arbitral

13
laboral, se abría la jurisdicción ordinaria de esta materia), aclaró que
si una de las partes consideraba que en la sustanciación del
proceso arbitral laboral o con la emisión del laudo arbitral, se
vulneraron sus derechos fundamentales o garantías
constitucionales, la única vía para lograr la protección de los
mismos era el amparo constitucional, y no así la jurisdicción
ordinaria laboral. Entendimiento reiterado en la SC 1710/2011-R.
Empero, la SC 0041/2005-R-, aclaró que esa impugnación a través
de la justicia constitucional, vía amparo constitucional, no
atacaba al fondo de lo decido en el laudo arbitral laboral sino
únicamente aspectos referidos al proceso arbitral en cuestión,
que eventualmente lesionen derechos fundamentales. Por
ejemplo, los supuestos fácticos analizados en la mencionada Sentencia
Constitucional, fueron la denuncia respecto a: 1) Haberse dictado el
laudo arbitral después del plazo otorgado por las normas
previstas por el art. 112 de la LGT; 2) Las pruebas presentadas
en el proceso arbitral no fueron puestas a conocimiento de la
otra parte (en resguardo del derecho al debido proceso y
principio de publicidad); y, 3) El laudo arbitral fue emitido en
ausencia de uno de los árbitros (en resguardo del derecho al
juez natural).

Por su parte, la SC 1111/2006-R de 1 de noviembre, siguió la misma


línea jurisprudencial de la SC 0041/2005-R, en sentido de no analizar el
fondo de lo decido en el laudo arbitral laboral sino únicamente a
aspectos referidos al proceso arbitral en cuestión, que eventualmente
lesionen derechos fundamentales; prueba de ello es que en dicha
Sentencia Constitucional se analizaron las denuncias referidas a que el
laudo arbitral carecía de fecha de emisión y que no les fue notificado
legalmente. Por otra parte, la señalada Sentencia Constitucional sostuvo
que, de acuerdo a lo dispuesto en el art. 218 del CPT, concordante con
el art. 157 del RLGT, al culminarse la emisión del laudo arbitral que
reviste la calidad de sentencia ejecutoriada, la ley posibilita para su
ejecución acudir a la vía judicial (auxilio judicial) a través de los jueces
del trabajo y seguridad social, para que dicha instancia únicamente dé
ejecución a lo dispuesto en el laudo, preceptos que son concordantes
con la norma prevista por el art. 219 del indicado Código, concluyendo
de la misma forma que lo hizo la SC 0041/2005-R, en cuanto a que la
competencia del juez ordinario se reduce únicamente al auxilio judicial
para la ejecución del laudo arbitral. Finalmente, añadió que el juez
ordinario deberá resolver todos los conflictos emergentes de la
ejecución del laudo arbitral como si éste se tratara de una sentencia
social ejecutoriada, para lo cual (la fase de ejecución) será aplicable
supletoriamente el Código de Procedimiento Civil por permisión del art.
252 del CPT. En este orden, abrió como medio de impugnación en

14
ejecución de sentencia, al recurso de apelación directa conforme a lo
dispuesto en el art. 518 del Código de Procedimiento Civil (CPC).

La SC 0012/2007-R de 10 de enero, reiteró el entendimiento asumido


por la SC 0041/2005-R y la SC 1111/2006-R, citadas anteriormente,
puesto que en ella se analizó la denuncia sobre la imprecisión y
carencia de fundamentación del laudo arbitral, dejando en
claro que los otros aspectos denunciados eran de competencia
del tribunal arbitral (SC 0012/2007-R de 10 de enero).
La SC 1710/2011-R, precisó que la decisión del tribunal arbitral que
resuelva la solicitud de complementación y enmienda conforme lo
dispone el art. 196 inc. 2) del CPC, no puede cambiar lo ya decidido;
vale decir, que el Auto complementario, de ninguna manera podía
modificar el contenido de lo resuelto en el laudo arbitral” (las negrillas
son nuestras).

III.2. Sobre la facultad excepcional de la jurisdicción constitucional


de revisar la valoración de la prueba efectuada por la
jurisdicción ordinaria o administrativa
El Tribunal Constitucional Plurinacional, a través de la SCP 0130/2012
de 2 de mayo, estableció como regla general que: “‘la facultad de
valoración de la prueba corresponde privativamente a los órganos
jurisdiccionales ordinarios o a las instancias ante las que se tramitaron
esos procesos, no siendo pertinente que el Tribunal Constitucional
Plurinacional se pronuncie sobre cuestiones que son de exclusiva
competencia de dichas instancias y menos aún atribuirse la facultad de
revisar la valoración de la prueba efectuada por las autoridades
judiciales o administrativas competentes, toda vez que el recurso de
amparo constitucional tiene como única finalidad el restablecer los
derechos fundamentales que fueron conculcados por autoridades o
particulares’ (SC 1461/2003-R de 6 de octubre). Sin embargo,
existen supuestos en que la jurisdicción constitucional puede
revisar la valoración de la prueba por las autoridades
jurisdiccionales ordinarias o administrativas, conforme estableció
la SC 0285/2010-R de 7 de junio, al señalar que: ‘…el Tribunal
Constitucional precautelando los derechos y garantías constitucionales
de los ciudadanos, en cumplimiento de una de las finalidades por las
que ha sido creado este órgano, como es el respeto y vigencia de los
derechos y garantías fundamentales de las personas, ha establecido
los únicos supuestos para que la jurisdicción constitucional
ingrese a revisar la valoración realizada por dichas
autoridades: 1) Cuando en dicha valoración exista apartamiento de
los marcos legales de razonabilidad y equidad previsibles para decidir y
2) Cuando se haya omitido arbitrariamente valorar la prueba y
su lógica consecuencia sea la lesión de derechos
fundamentales y garantías constitucionales, es decir en el primer

15
supuesto cuando en la labor valorativa se apartan del procedimiento
establecido valorando arbitraria e irrazonablemente y en el segundo,
que actuando arbitrariamente no se haya procedido a la
valoración de la prueba, por cuya omisión se vulneren derechos
y garantías fundamentales’” (las negrillas son nuestras).

En el mismo sentido la SC 0965/2006-R de 2 de octubre, estableció los


presupuestos que deben ser cumplidos por la parte accionante, cuando
expresó: “…siendo competencia de la jurisdicción constitucional, revisar
excepcionalmente la labor de valoración de la prueba desarrollada por
la jurisdicción ordinaria, únicamente, se reitera, cuando en dicha
valoración: a) exista apartamiento de los marcos legales de
razonabilidad y equidad previsibles para decidir; o, b) cuando se haya
adoptado una conducta omisiva expresada, entre otras, en no recibir,
producir o compulsar cierta prueba inherente al caso y, su lógica
consecuencia sea la lesión de derechos fundamentales y garantías
constitucionales; dicha competencia del Tribunal Constitucional, se
reduce, en ambos casos, a establecer la ausencia de razonabilidad y
equidad en la labor valorativa o la actitud omisiva en esta tarea, pero
en ningún caso a sustituir a la jurisdicción ordinaria examinando la
misma.

En ese orden de razonamiento para que este Tribunal pueda cumplir


con esta tarea, es necesario que la parte procesal, que se considera
agraviada con los resultados de la valoración efectuada dentro de un
proceso judicial o administrativo, invocando la lesión a sus derechos
fundamentales, exprese de manera adecuada y precisa en los
fundamentos jurídicos que sustenten su posición (recurso de amparo),
lo siguiente:

Por una parte, qué pruebas (señalando concretamente) fueron


valoradas apartándose de los marcos legales de razonabilidad y equidad
previsibles para decidir; o, cuáles no fueron recibidas, o
habiéndolo sido, no fueron producidas o compulsadas; para
ello, será preciso, que la prueba no admitida o no practicada,
se haya solicitado en la forma y momento legalmente
establecidos, solicitud, que en todo caso, no faculta para exigir
la admisión de todas las pruebas que puedan proponer las
partes en el proceso, sino que atribuye únicamente el derecho
a la recepción y práctica de aquellas que sean pertinentes,
correspondiendo a los órganos judiciales ordinarios, el examen
sobre la legalidad y pertinencia de las pruebas solicitadas,
debiendo motivar razonablemente la denegación de las
pruebas propuestas. Por supuesto, una vez admitidas y practicadas
las pruebas propuestas declaradas pertinentes, a los órganos judiciales,
les compete también su valoración conforme a las reglas de la lógica y

16
de la sana crítica, según lo alegado y probado.

Asimismo, es imprescindible también, que el recurrente señale en qué


medida, en lo conducente, dicha valoración cuestionada de irrazonable
de inequitativa o que no llegó a practicarse, no obstante haber sido
oportunamente solicitada, tiene incidencia en la Resolución final; por
cuanto, no toda irregularidad u omisión procesal en materia de
prueba (referida a su admisión, a su práctica, a su valoración,
etc.) causa por sí misma indefensión material
constitucionalmente relevante, correspondiendo a la parte
recurrente, demostrar la incidencia en la Resolución final a
dictarse, es decir, que la Resolución final del proceso hubiera
podido ser distinta de haberse practicado la prueba omitida, o
si se hubiese practicado correctamente la admitida, o si se
hubiera valorado razonablemente la compulsada; puesto que resulta
insuficiente, para la viabilidad del recurso de amparo, la mera relación
de hechos; porque sólo en la medida en que el recurrente exprese
adecuada y suficientemente sus fundamentos jurídicos, la jurisdicción
constitucional podrá realizar la labor de contrastación, que amerita este
tema de revisión excepcional de la labor de la valoración de la prueba
realizada por la jurisdicción ordinaria; máxime si se tiene en cuenta que
el art. 97 de la LTC, ha previsto como un requisito de contenido, el
exponer con precisión y claridad los hechos que le sirvan de
fundamento y precisar los derechos o garantías que se consideren
restringidos, suprimidos o amenazados, señalando en qué consiste la
restricción o supresión.

Es de advertir, que esta última exigencia de acreditación de la


relevancia de la prueba denegada, o de la prueba valorada irrazonable
o inequitativamente, se proyecta en un doble plano: por un lado, el
recurrente debe demostrar la relación entre los hechos que se quisieron
y no se pudieron probar y las pruebas inadmitidas o no practicadas, o
en su caso de la interpretación discrecional o arbitraria de la prueba
practicada; y, por otro lado, debe argumentar el modo en que la
admisión y la práctica de la prueba objeto de la controversia, habrían
podido tener una incidencia favorable a la estimación de sus
pretensiones; sólo en tal caso -comprobada que la decisión final- pudo,
tal vez, haber sido otra si la prueba se hubiera practicado o hubiese
sido valorada conforme a derecho dentro de un marco de razonabilidad,
podrá apreciarse también el menoscabo efectivo del derecho
fundamental invocado de quien por este motivo solicita el amparo
constitucional” (las negrillas nos corresponden).

III.3. Análisis del caso concreto

17
En el caso en revisión; el ahora accionante denuncia que el Tribunal
Arbitral ahora demandado dentro del conflicto colectivo emergente del
pliego de reclamaciones de la gestión 2014, girado por el Sindicato de
Trabajadores Fabriles de la empresa Fábrica de Muebles FAMUWA
S.R.L., contra la empresa Fábrica de Muebles FAMUWA S.R.L., en la
tramitación y emisión del correspondiente Laudo Arbitral, lesionaron los
derechos constitucionales al debido proceso en su elemento a la
fundamentación y motivación a la defensa y a la petición, al incurrir en
omisiones indebidas consistentes en: La omisión de extensión de
fotocopias simples de todos los antecedentes del proceso de arbitraje
que solicitó para ejercer su derecho a la defensa vulnerando el derecho
de petición; omisión de pronunciamiento sobre la excepción de falta de
personería del Sindicato opuesta por la Empresa empleadora; omisión
de fundamentación y motivación en el Laudo Arbitral emitido el 21 de
marzo de 2016; así como incurrieron en actos indebidos consistentes
en: La atención de un pliego petitorio de 2014, cuando el Tribunal
Arbitral se estaba constituyendo a finales de 2015, acto indebido de
rechazo de las pruebas de la Empresa cuando éstas fueron presentadas
oportunamente, acto indebido de pronunciarse sobre la excepción de
impersonería del Sindicato, mediante Resolución de 28 de marzo de
2016, cuando el Tribunal Arbitral ya había cesado en sus funciones al
emitir el Laudo Arbitral.

Precisados los supuestos actos vulneratorios en que hubiere incurrido el


Tribunal Arbitral ahora demandado; en principio resulta pertinente
manifestar que nuestra legislación laboral en los arts. 105 al 113 de la
LGT, y 149 al 158 de su Decreto Reglamentario, establece mecanismos
de conciliación y arbitraje para la solución pacífica de conflictos
laborales colectivos, que por su finalidad tiene un procedimiento
específico, conforme se infiere del contenido de los preceptos antes
citados, en tal razón y a efecto de que éste se desarrolle por mandado
constitucional, en el marco de un debido proceso; la jurisdicción
constitucional delimitó su accionar en esta clase de procesos,
previniendo que la activación de la acción de amparo constitucional, en
estos casos no ataca el fondo de lo decido en el laudo arbitral laboral,
sino únicamente aspectos referidos al proceso arbitral en cuestión que
eventualmente lesionen derechos fundamentales, conforme se tiene de
la jurisprudencia glosada en el Fundamento Jurídico III.1 de la presente
Sentencia Constitucional Plurinacional, que concluyó que un laudo
arbitral en el ámbito del derecho laboral reviste la calidad de una
sentencia ejecutoriada, por consiguiente la tutela vía acción de amparo
constitucional solo es viable cuando se advierta lesión a derechos
fundamentales en su tramitación, como por ejemplo las pruebas
presentadas en el proceso arbitral no fueron puestas a conocimiento de
la otra parte (en resguardo del derecho al debido proceso y principio de
publicidad; que el laudo arbitral fue emitido en ausencia de uno de los

18
árbitros (en resguardo del derecho al juez natural); falta de notificación
con el laudo arbitral a las partes y la falta de fundamentación y
motivación del laudo arbitral.

Ahora bien, analizado el caso en el marco antes referido; con relación al


derecho de petición y a la defensa acusados de vulnerados por el
accionante, bajo el argumento de que no le expidieron las fotocopias
simples de los antecedentes del Laudo Arbitral, que solicitó a efecto de
ejercer en forma amplia su derecho a la defensa; considerando los
alcances de los citados derechos fundamentales, se concluye que éstos
no fueron lesionados por los ahora demandados, por cuanto de
antecedentes se tiene por una parte, que el accionante en la audiencia
de acción de amparo constitucional manifestó que estas fotocopias le
fueron entregadas; y por otra teniendo presente el procedimiento al
que está sometido un laudo arbitral laboral, cuyo antecedente está
conformado básicamente por el pliego de reclamaciones emitido por el
ente sindical; en el caso la parte empleadora desde el inicio del conflicto
tuvo pleno conocimiento del contenido del pliego de reclamaciones, con
el que su personero legal fue notificado en forma personal, y en la fase
de conciliación previa ante el Inspector del Trabajo, así como en la fase
del arbitraje, tampoco se restringió a la Empresa accionante su derecho
de conocer todos los actos producidos en ambas fases, ya que toda
actuación se realiza en audiencias de advenimiento con la presencia de
sus representantes, por lo que no resulta coherente afirmar que la
Empresa empleadora no haya conocido de los antecedentes que se
produjeron durante la sustanciación del laudo arbitral.

Con relación a la denuncia de omisión de pronunciamiento sobre la


excepción de impersonería del Directorio del Sindicato de Trabajadores
Fabriles de la empresa Fábrica de Muebles FAMUWA S.R.L, opuesta por
la parte empleadora; y el hecho de que constituya una actuación ilegal
que el Tribunal Arbitral se haya pronunciado sobre esta excepción luego
de haber emitido el Laudo Arbitral; del análisis de los antecedentes
producidos en la sustanciación del Laudo Arbitral, es posible concluir
que lo denunciado no es evidente, por cuanto la parte empleadora, una
vez que se dio por agotada la fase de conciliación al no haberse
arribado a ningún acuerdo sobre los puntos del pliego de
reclamaciones, mediante memorial presentado el 13 de mayo de 2015,
al Jefe Departamental del Trabajo de Santa Cruz, planteó incidente de
saneamiento procesal, por vulneración al debido proceso, principio de
igualdad procesal y derecho a la defensa, cuestionando varios aspectos
del trámite cuyos puntos fueron consignados detalladamente en la
parte de Conclusiones II.7 de la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional, entre los cuales precisamente se cuestionó la supuesta
impersonería del Directorio del Sindicato de Trabajadores Fabriles
FAMUWA S.R.L.; alegando que actualmente éste contaría con

19
diecinueve afiliados, contraviniendo lo establecido en el art. 103 de la
LGT, que estipula que no podrá constituirse sindicato con menos de
veinte trabajadores, peor aún si el sindicato estaría conformado por
familiares situación que le impediría a la Empresa aceptar un
procedimiento que está provisto de vicios no solo en cuanto a las
formalidades, sino en cuanto al fondo, ya que observan la legitimación
activa de los impetrantes. Incidente que previo traslado al ente sindical,
por Resolución de 31 de julio de 2015, emitido por la Jefatura
Departamental del Trabajo de Santa Cruz, dependiente del Ministerio de
Trabajo, Empleo y Previsión Social, fue declarado improcedente;
Resolución que fue notificada a las partes, el 28 de agosto del citado
año.

No obstante de que la supuesta impersonería alegada por la parte


empleadora fue desestimada en la fase de conciliación; sin embargo
posteriormente, la Empresa ahora accionante a través de su
representante legal, por memorial presentado el 17 de noviembre de
2015, opuso excepción de impersonería en el directorio del ente
sindical, con los mismos fundamentos expuestos en el incidente de
saneamiento procesal de 13 de mayo del citado año, solicitando de
igual forma saneamiento procesal, petitorio que fue reiterado por
memorial presentado el 14 de marzo de 2016, solicitando que el
Tribunal Arbitral emita pronunciamiento a esta solicitud; actuación
irregular de la parte empleadora que no fue advertida por el Tribunal
Arbitral ahora demandado, dando lugar a que se emita otra resolución
sobre aspectos que ya fueron resueltos oportunamente, tal como se
establece del contenido de la Resolución de 28 de marzo de 2016; por
consiguiente, si bien se advierte una actuación incongruente del
Tribunal Arbitral ahora demandado; sin embargo, este error carece de
relevancia procesal, por cuanto esta segunda Resolución de 21 de
marzo de 2016, fue pronunciada cuando el Tribunal Arbitral, ya había
emitido el correspondiente Laudo Arbitral; Resolución que en un
procedimiento de conciliación y arbitraje laboral tiene la calidad de
sentencia ejecutoriada de cumplimiento obligatorio por las partes en
conflicto. En consecuencia, no se advierte que el Tribunal Arbitral ahora
demandado, haya vulnerado los derechos constitucionales invocados
por la empresa accionante, que activó la acción tutelar pretendiendo
retrotraer el trámite del conflicto colectivo laboral a su fase inicial.

Respecto a la denuncia de omisión valorativa de la prueba aportada por


la parte empleadora, en que hubieren incurrido los ahora demandados,
al emitir el Laudo Arbitral; cabe manifestar en principio que de acuerdo
a los razonamientos glosados en el Fundamento Jurídico III.2 de la
presente Fallo, se tiene que la labor de valoración de prueba es
atribución de la jurisdicción ordinaria o administrativa, por consiguiente
el Tribunal Constitucional Plurinacional no puede pronunciarse sobre

20
cuestiones que son de exclusiva competencia de los jueces y tribunales
ordinarios, y menos atribuirse la facultad de revisar la valoración de la
prueba que hubieran efectuado las autoridades judiciales o
administrativas competentes, excepto, en los casos en los que resulta
evidente que la prueba aportada fue ignorada por el juzgador o cuando
la valoración realizada es arbitraria e irrazonable y no obedece a los
marcos legales de razonabilidad y equidad, originando como lógica
consecuencia la lesión a derechos y garantías fundamentales.

En este marco, del análisis de los antecedentes del caso, se establece


que por Resolución de 23 de noviembre de 2015, el Tribunal Arbitral,
haciendo referencia a que en la última audiencia de advenimiento
celebrada el 12 de noviembre el igual año, fue imposible encontrar
coincidencias en ninguno de los catorce puntos presentados en el pliego
de reclamaciones dio por fracasada la etapa de avenimiento, y en
aplicación del art. 112 de la LGT, determinó la apertura de un término
probatorio común a las partes de siete días hábiles a computarse desde
la última notificación; en este antecedente por providencia de 7 de
enero de 2016, se cerró el periodo de prueba y en aplicación al
procedimiento se puso a consideración de las partes las pruebas
presentadas por el Sindicato de Trabajadores Fabriles de la empresa
Fábrica de Muebles FAMUWA S.R.L., y en cuanto a las pruebas de la
Empresa, al existir en la Jefatura Departamental de Trabajo de Santa
Cruz, dependiente del Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social,
un archivador con prueba de la parte patronal sin memorial, ni acuse de
recepción, a fin de establecer si fueron presentadas dentro el plazo
establecido por ley, dispuso que la Empresa en el plazo de setenta y
dos horas presente al Tribunal Arbitral la constancia de presentación de
sus pruebas, dando cumplimiento a esta disposición, el representante
legal de la empresa Fábrica de Muebles FAMUWA S.R.L., mediante nota
presentada el 18 de enero de 2016, hizo conocer al Tribunal Arbitral,
que la presentación de la prueba se la hizo ante la Notaria de Fe Pública
88 del Distrito Judicial de Santa Cruz, adjuntando acta de esta
actuación. En base a este antecedente, el Tribunal Arbitral, por
Resolución de 1 de febrero de 2016, resolvió rechazar la presentación
de las pruebas de la parte patronal teniéndolas como no presentadas,
bajo el fundamento de que esta actuación no cumplió con la
presentación de memoriales en caso de urgencia previstas por el
art. 97 del Código de Procedimiento Civil -entonces vigente-,
concordante con el art. 252 del CPT, por cuanto en el acta notarial
presentada, se hizo constar que Mario Soliz Chambilla para justificar
que dejó las pruebas en tiempo hábil, indica que se presentó a horas
17:00, en la Jefatura Departamental de Trabajo de Santa Cruz,
dependiente del Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social, y que
al no encontrase la secretaria dejó la documentación al Jefe
Departamental de la referida Jefatura de lo que no existe constancia,

21
teniendo el tiempo suficiente para esperar a la secretaria en las mismas
instalaciones de la Institución mencionada para la presentación
correspondiente, ya que esta Entidad en la tarde presta sus servicios a
partir de las 14:30 a 18:30, observándose además en dicha acta que
ante la Notaria, no presentó ningún memorial o carta con pruebas, solo
se hizo presente Mario Soliz Chambilla en representación de la Empresa
requiriendo se levante acta de lo que supuestamente hubiere ocurrido
en la indicada fecha.

De los antecedentes antes descritos; se infiere que el Tribunal Arbitral


ahora demandado, si bien no consideró la prueba presentada por la
Empresa empleadora al momento de emitir el Laudo Arbitral, empero
no lo hizo indebida o arbitrariamente como sostiene el accionante;
porque este aspecto, fue resuelto por el Tribunal Arbitral antes de que
se emita el correspondiente Laudo Arbitral, conforme se establece del
contenido de la citada Resolución de 1 de febrero de 2016, en la que se
resolvió desestimar la presentación de esta prueba, por las razones
expuesta en esta Resolución, lo que impide a la jurisdicción
constitucional ingresar a revisar esta determinación adoptada por el
Tribunal Arbitral, en el marco de su competencia exclusiva, por cuanto
de acuerdo a la línea jurisprudencial glosada en el Fundamento Jurídico
III.2 de la presente Fallo, para que el Tribunal Constitucional
Plurinacional pueda cumplir con esta tarea excepcional, es preciso que
la prueba no admitida o no practicada, haya sido presentada en la
forma y momento establecido por ley, supuesto que no concurre en el
caso en análisis, de acuerdo a las conclusiones que arribó el Tribunal
Arbitral al emitir el rechazo de la presentación de la referida prueba.

Finalmente en cuanto a la denuncia de que el Laudo Arbitral de 21 de


marzo de 2016, emitido por los ahora demandados carece de una
adecuada motivación y fundamentación. Considerando la naturaleza
jurídica del proceso de conciliación y arbitraje en el ámbito laboral, que
por sus características está sometido a un procedimiento específico,
cuyo conocimiento y resolución de la controversia en única instancia es
de exclusiva competencia del Tribunal Arbitral, que básicamente emite
su determinación en base al pliego de reclamaciones presentada por el
ente sindical a la parte empleadora, en cuyo contenido se reclama por
el cumplimiento de determinaciones sociales y legales contenidas en la
Constitución Política del Estado, la Ley General del Trabajo, su Decreto
Reglamentario y demás disposiciones conexas que regulan las
relaciones obrero-patronales.

Del análisis de la resolución elevada en revisión, se establece que


contiene una motivación y fundamentación razonable, en su estructura
general tiene coherencia, así como contiene las citas legales que
sustentan las determinaciones adoptadas, aspectos que permiten

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concluir que, los ahora demandados, no incurrieron en ningún acto
ilegal u omisión que amerite conceder la tutela pretendida por el
accionante.

Por lo expuesto, el Tribunal de garantías, al haber concedido la tutela


solicitada no efectuó un adecuado análisis de los antecedentes que informan la
acción tutelar.

POR TANTO

El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Segunda; en virtud de la


autoridad que le confiere la Constitución Política del Estado, y el art. 44.2 del
Código Procesal Constitucional; en revisión, resuelve: REVOCAR en todo la
Resolución 85 de 28 de junio de 2016, cursante de fs. 774 vta. a 776 vta.,
pronunciada por la Sala Social Contencioso Tributario y Contencioso
Administrativa Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz; y,
en consecuencia; denegar la tutela solicitada.

Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional


Plurinacional.

Fdo. Dra. Mirtha Camacho Quiroga


MAGISTRADA

Fdo. Dr. Zenón Hugo Bacarreza Morales


MAGISTRADO

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