El Arte de Ser Padre
El Arte de Ser Padre
El Arte de Ser Padre
Familias felices
el arte de ser
padres
Desclée De Brouwer
Familias felices
el arte de ser padres
Trisha Lee - Steve Bowkett
Tim Harding - Roy Leighton
Familias felices
el arte de ser padres
Desclée De Brouwer
Título original:
Happy Families
Insights into the Art of Parenting
© 2009 by Continuum International Publishing Group.
The Tower Building. Londres. Gran Bretaña
Traducción:
ISBN: 978-84-330-2485-5
Depósito Legal: BI-1109/11
Impresión: RGM, S.A. - Urduliz
Dedicatorias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17
SIETE 7
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
8
Dedicatorias
Steve Bowkett
Mi agradecimiento y mi aprecio a Roy, Trish y Tim por suscitar ideas; a Jim por
crear a los Blue Duvetiers; y a mi buen amigo Ben Leech por haber trabajado
duramente, por su lealtad y su fe inquebrantable en el poder de las historias.
Tim Harding
Es evidente que no habría podido escribir mi capítulo sin la experiencia que
tengo de hacer música en familia. Estoy en deuda con mi familia –Amanda,
Emily, Charlotte y Eleanor (alias «the neumes»)–, no solo por los años de
disfrute y experiencias musicales, sino también por su gran ayuda a la hora
de escribir este capítulo, que es fruto de un proceso de colaboración.
Trisha Lee
A mi hijo Callum, porque me recuerda que haga preguntas y busque res-
puestas.
A mi marido Bill, por su apoyo incansable mientras yo busco.
Roy Leighton
A mi mujer Angie, y a mis hijas Lily, Ellie y Phoebe, personas extraordinarias
que me han ayudado a crecer práctica, intelectual, emocional y espiritual-
mente. ¡Gracias, señoras!
NUEVE 9
Sobre los autores
ONCE 11
«Los hijos»,
de El profeta, por Khalil Gibran
TRECE 13
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
14
Prólogo, por Sue Palmer
No existe una manera correcta de educar a los hijos; lo que hay son
muchos padres que hacen todo lo posible por realizar esta tarea «sufi-
cientemente bien». Y dado que todos los hijos y todos los padres son
diferentes, la versión que cada familia tiene de lo que está «suficiente-
mente bien» es necesariamente distinta de todas las demás. Así, es
imposible proporcionar alguna clase de receta para criar a los hijos que
funcione para todos y, en última instancia, los manuales para padres
están posiblemente condenados al fracaso.
Pero en una cultura que cambia rápidamente, y que está dominada por el
mercado y basada en la pantalla, hay cuestiones que responder y problemas
que afrontar con los que ninguna generación de padres tuvo que lidiar antes.
Investigaciones recientes de UNICEF, la Good Childhood Enquiry, el Natio-
nal Consumer Council y otras muchas organizaciones, han mostrado clara-
mente que los padres no pueden quedarse sentados y dejar a sus hijos en
manos de los medios de comunicación y de quienes dirigen el mercado. Hay
muchas pruebas que demuestran que la exposición constante a una cultura
de la celebridad vacía, y al mensaje según el cual ser «guay» es consumir
absurda y continuamente, no es buena para la salud mental de los niños.
Así, aun cuando no tiene sentido buscar una receta, hay muchas razones
para escuchar los buenos consejos e ideas de personas que han empezado
a recorrer ya el difícil camino de la educación de los hijos en el siglo XXI.
Actualmente, la mayoría de los padres tienen poca experiencia de trato con
niños antes de llevar a su primogénito del hospital a casa, y muy pocos tie-
QUINCE 15
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
16
Introducción
Itinerarios
Pusimos en marcha el grupo Blue Duvet en 2004, y en aquel momento
no era más que un simple grupo de pedagogos creativos y excéntricos
que se habían reunido para compartir sus habilidades heterogéneas y
buscar puntos de acuerdo. Como primer coordinador del grupo, disfruté
mucho siendo testigo de los interesantes debates intelectuales que
mantuvimos. Con el tiempo, el grupo se cohesionó y encontró en gran
parte el propósito común que anhelaba, primero en las conversaciones
suscitadas y después, poco a poco, en sus escritos. El resultado fue la
publicación de su primer libro, Success in the Creative Classroom, que
es un sabroso compendio de ideas creativas para que los profesores las
empleen con el fin de animar y ampliar su repertorio docente. La clave
que une a este grupo es una creencia común en que los alumnos a quie-
nes se les reconoce sus capacidades pueden lograr cosas asombrosas
siempre y cuando los profesores, los padres y los cuidadores tengan
confianza en ellos y les proporcionen un ambiente rico que les sirva de
apoyo y les permita explorar creativamente sus propios talentos.
Es fascinante observar que, a la vez que el grupo como tal ha recorrido un itine-
rario creativo, esta es la metáfora a la que alude cada uno de los autores en los
capítulos que constituyen este inspirador libro. Trish se sirve del poder del tea-
tro, Steve del poder de las historias y Tim del poder de la música para orientar-
nos a la hora de ayudar a nuestros hijos en el camino hacia la vida adulta. Roy
resume todo esto en el capítulo final, presentando su propio itinerario personal
con profesores, estudiantes, personas de negocios y otros profesionales. No
DIECISIETE 17
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
JIM HOUGHTON
Director Gerente de Network Educational Press (NEP), 1993-2006
18
Presentación de Trisha Lee,
por Jim Houghton
DIECINUEVE 19
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
variadas acerca de cómo podemos ayudar mejor a los niños a los que aten-
demos. De hecho, la mamá de mi nieto Joseph encuentra mucho apoyo en
su grupo de madres, donde se comparte y se debate sobre esta clase de
reflexiones. La honestidad y franqueza de tales debates es lo que hace que
sean tan influyentes.
Para más información sobre la obra de MakeBelieve Arts, visita, por favor,
www.makebelievearts.co.uk o escribe a [email protected]
Trisha Lee es representante de una empresa social.
20
Un elefante sobre los hombros:
1
el peso de la paternidad
VEINTIUNO 21
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
22
un elefante sobre los hombros: el peso de la paternidad
nos dice: «Eso no mola. ¿Podrías dejarme justo antes de volver la esquina
para que no me vea ninguno de mis compañeros?».
Una madre de una niña de sexto de primaria habló sobre su experiencia a
este respecto: «El otro día salí con mi hija y estábamos pasándolo fenome-
nal. De pronto vio de lejos a algunas de sus compañeras y me soltó la mano.
Me entristecí y me sentí rechazada».
Las madres, por lo general más que los padres, somos lo bastante afortunadas
como para establecer contacto con otras madres cuando nacen nuestros
bebés, y esas amistades tempranas pueden ser vínculos vitales para nosotras
a la hora de descubrir cómo ejercemos la maternidad. Pero a medida que nues-
tros hijos crecen, esos importantes puntos de referencia empiezan a desvane-
cerse. Las madres que se juntaban para tomar café durante los primeros meses
de vida de sus bebés, hablaban incluso sobre la erupción cutánea más leve e
intercambiaban consejos sobre los cólicos, sobre dónde comprar los pañales
más económicos y respetuosos con el medio ambiente, o sobre cómo emplear
el tiempo libre, reanudan la vida que llevaban antes, se reincorporan al trabajo y
vuelven a encontrarse con sus viejos amigos. Y nos quedamos de pronto sin
manual y con un niño que espera que nosotras lo sepamos todo.
23
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
Como padres
• Necesitamos dialogar con otros padres en un entorno seguro, donde
sintamos que se dan las condiciones necesarias para hablar hones-
tamente sobre las cuestiones y las realidades de nuestra vida.
• Nos resulta difícil dar prioridad a nuestras necesidades frente a las
diferentes necesidades que nuestros hijos nos presentan.
• A menudo nos cuesta reconocer cómo nos sentimos realmente en el
papel que hemos asumido con respecto a nuestros hijos.
24
un elefante sobre los hombros: el peso de la paternidad
25
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
26
un elefante sobre los hombros: el peso de la paternidad
27
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
28
un elefante sobre los hombros: el peso de la paternidad
Recuerdo que, poco después de cumplir veinte años, leí un libro titulado Mi
madre, yo misma, de Nancy Friday. Las palabras que escribió en las prime-
ras páginas de este libro ejercieron una enorme influencia sobre mí y me
acompañaron en mis experiencias como madre. Al hablar sobre la relación
con su madre, empieza el capítulo con estas palabras:
29
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
30
un elefante sobre los hombros: el peso de la paternidad
nas que estén mejor preparadas para actuar como guías y mentores para
ellos! ¡Qué estupendo sería admitir que no lo sabemos todo, que comete-
mos errores y que a veces nos equivocamos! De inmediato puedo sentir
que la presión empieza a desaparecer.
Rutina matutina
Mamá sin pareja: Durante las dos primeras semanas conseguí llevar pun-
tualmente a Tommy a la escuela y a Natalie a la guardería todos
los días, pero después mi rutina empezó a fallar…
31
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
32
un elefante sobre los hombros: el peso de la paternidad
Muchos de los padres con los que hablamos se sintieron identificados con la
escena matutina. En un centro de primaria, un padre levantó la mano y dijo
que era un problema de rutina y organización, algo que le faltaba a nuestra
mamá sin pareja. Lo invitamos a que subiera al escenario para desempeñar
el papel de nuestra mamá, trabajando con nuestros dos actores en los pape-
les de Tommy y Natalie. Cada vez que buscaba la mochila de Tommy, Nata-
lie se quitaba los zapatos y los calcetines. Cada vez que le ponía a Natalie
los zapatos y los calcetines, Tommy escondía la mochila. Después de unos
minutos, el padre estaba desesperado. Detuvimos la escena por su bien y le
preguntamos cómo se sentía.
«Es muy diferente con dos niños, ¿no es así?», observó. «Yo tengo solo
uno, y normalmente no paso estos apuros antes de llevarlo a la escuela. No
puedo creer lo difícil que ha sido…».
En otro centro de educación primaria, había una madre que había tenido que
llevar a su hija pequeña. «Esa madre tiene que hablar más a sus hijos,
ponerlos a su
lado, hacerles
ver por qué
quiere que se
preparen pronto,
y tal vez enton-
ces la ayuden».
Cuando subió al
escenario, llevó
consigo a su hija
pequeña y de
pronto nuestra
familia de dos
hijos se convirtió
en una familia de
tres. Con su hija
en brazos, ató
33
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
34
un elefante sobre los hombros: el peso de la paternidad
35
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
por último, les ofreció dinero, mucho dinero, y al instante los actores se apre-
suraron y salieron de casa en unos segundos. Al terminar la escena, cuando
le preguntaron cómo se había sentido, miró a su madre, y después al públi-
co, y dijo en voz alta: «Me he sentido como si llevara un elefante sobre los
hombros…».
¡Qué metáfora tan certera para esos momentos en que los padres nos sen-
timos como si estuviéramos luchando contracorriente, tratando de que
nuestros hijos hagan las cosas a una velocidad a la que obviamente no
quieren moverse, o para esos momentos en que la rutina ha desaparecido
y el caos se ha instalado en nuestros hogares!
Personalmente, cuando me encuentro en una búsqueda frenética por
todos esos pequeños escondites donde se halla el dinero suelto, tratan-
do de reunir la cantidad suficiente para pagar el comedor escolar un
lunes por la mañana, es cuando sé realmente que ese día no estaré a la
altura como madre. Y lo que más me hace enfadar por la mañana es la cos-
tumbre de mi hijo de pasarme notas que tengo que firmar justo cuando
está a punto de salir por la puerta: «Es realmente importante, y tengo
que entregarlo hoy». Otra frase preferida es: «Necesito dos libras para la
excursión de la clase de ciencias» o, peor aún: «Hoy tengo que llevar
bocadillos…».
Es posible que yo misma sea mi peor enemigo, pero siempre me encuentro
corriendo de un lado para otro para asegurarme de que al final respondo a
todas sus necesidades, en vez de limitarme a decir: «Que te sirva de escar-
miento por no decírmelo antes; te vas sin ello». Percibo que tengo dos alter-
nativas: o lo hago así, directamente, o me enfrento a la «culpa», mi archiene-
migo. Y prefiero tomarme unos minutos para calmar mi furia mientras
encuentro el dinero, preparo los bocadillos y firmo la autorización, antes que
un día de preocupación por las consecuencias que tendría para mi hijo el
hecho de seguir las técnicas que –estoy segura– recomendaría cualquier
buen terapeuta de la conducta.
36
un elefante sobre los hombros: el peso de la paternidad
Y un consejo…
Date una ducha, piensa en ti, tómate tiempo. Pon las llaves sobre la
mochila, establece un horario. No necesitáis ser una familia muy orga-
nizada; tratad de ser organizados tres de cada cinco días. No intentéis
ser perfectos. Tratad de ser felices, de superar los desafíos y de ser
padres suficientemente buenos.
(Citas de padres y profesores participantes en la gira del teatro-fórum
«Cada Familia Importa»).
37
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
Parece que no es mi hija, sino yo, la que tiene problemas para empezar
a ir al colegio. No puedo creer lo angustiada que me siento. He tenido
pesadillas. No dejo de imaginármela, sentada sola en el patio, sin nadie
con quien jugar. No quiero eso para ella…
(Cita de una madre participante en la gira del teatro-fórum «Cada Fami-
lia Importa»).
38
un elefante sobre los hombros: el peso de la paternidad
39
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
40
un elefante sobre los hombros: el peso de la paternidad
Narrador: Pero la puerta estaba cerrada para las mamás y los papás, para
los angustiados padres que se retiraban cruzando el patio de
recreo para mirar a través de un hueco de la ventana y ver cómo
sus hijos estaban enfrentándose a su primer día de colegio.
Muchos de los miembros del público se sintieron identificados con los padres
que miraban por la ventana para ver cómo se encontraban sus hijos. Cuando
nuestros hijos empiezan la educación primaria, todos nosotros podemos
tener una sensación muy real de que una puerta se cierra.
41
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
Para esta madre, «el miedo tiene muchas formas. Cuando no estaba preocu-
pada por la posibilidad de que les pasara algo a mis hijos, me preocupaba
que no les pasara nada, que terminaran como unos fracasados o margina-
dos amargados porque no habíamos sabido darles el mejor comienzo posi-
ble en la vida; que Jamie, al llegar a la adolescencia, terminara haciendo
novillos y merodeando por el metro de Londres con otros pilluelos y chicos
de la calle, subiendo y bajando por las escaleras mecánicas, pegando chi-
cles en los pezones de las chicas, en los anuncios de sujetadores. Y todo
porque nosotros no habíamos sabido discernir el momento idóneo para
empezar las clases de clarinete. Así pues, mis hijos habían de tener la mejor
educación posible… El espectro de la educación superior apareció de pronto
como un asteroide que se aproximaba, al principio como un minúsculo punto
lejano, pero creciendo cada vez más a medida que se acercaba, hasta blo-
quear el paso de la luz y el calor» (p. 65).
Aunque esto parezca absurdo, responde a la realidad y a mí me resultó difí-
cil no identificarme con la ansiedad neurótica de esa mamá, a la vez que
juraba que nunca actuaría de ese modo como madre.
Cuando mi hijo estaba a punto de empezar la educación secundaria, debí de
darle una lista tan larga de cosas que no tenía que hacer y con las que había
de tener cuidado, que un día se volvió hacia mí y me dijo: «¿Es que piensas
que en el momento en que entre en el nuevo colegio me van a ofrecer dro-
gas, me va a dar una navaja, a romper la cabeza y a encontrarme con una
pistola?». Cuando me pidió una respuesta, no pude negárselo. Aunque yo
sabía que lo que estaba diciendo era totalmente irracional y que, de hecho,
me sentía realmente feliz con el centro al que mi hijo iba a asistir, pese a
todo tenía miedo. Lo miré por un momento, torcí la cara y asentí. Era verdad,
el hecho de que mi hijo empezara la educación secundaria me hacía sentir
muy ansiosa. Tenía que enfrentarme a mis peores temores.
También trabajamos con niños de primero de secundaria: ellos veían la
representación y nosotros les pedíamos que trataran de cambiar la escena.
Les preguntábamos qué pensaban que sentían los padres cuando sus hijos
empezaban la educación secundaria. Una niña soltó de sopetón: «Como si
estuvieran en un espacio vacío…».
42
un elefante sobre los hombros: el peso de la paternidad
43
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
Mamá: La lectura era una pesadilla; parecía que yo no tenía nunca tiem-
po para hacerla como era debido.
Natalie: Mamá, mamá, mamita, tengo hambre.
Mamá: Sé que tienes hambre, cariño, y vamos a cenar enseguida, solo
tienes que esperar cinco minutos. Vete a ver tu DVD, vete a ver
Postman Pat…
Tommy: Mamá, mamá, mamita, ¿puedo leerte? Por favor, mamá.
Mamá: Ahora no, Tommy, es la hora de cenar.
Tommy: Por favor, mamá.
Mamá: No.
Tommy: Por favor.
Mamá: NO, vamos a cenar enseguida.
Tommy: Todas las demás mamás oyen cómo leen sus hijos.
Mamá: De acuerdo, leeremos solo durante cinco minutos.
¿Estás de acuerdo, Natalie?
Natalie: ¿Mamá?
Mamá: ¿Qué, cariño?
Natalie: Mamá, ¿puedo tomar una galleta digestiva?
Mamá: Ahora no, cariño, vamos a cenar enseguida. Vamos a cenar
patatas, salchichas y alubias. Solo tienes que esperar y ver la
tele. Mira, Postman Pat y el gatito… ¿a que son divertidos?
¿Te gusta leer, verdad, Tommy? Ok… vamos a empezar…
¿Cuál es la primera palabra, Tommy? ¿Cuál es esa palabra?
¿Cuál es esa palabra de tres letras?
Tommy: L.
Mamá: Esa es la primera letra, Tommy. L.
¿Y cuál es la segunda letra?
Tommy: O.
Mamá: O. Correcto. ¿Y cuál es la última letra?
Tommy: S.
Mamá: Entonces, ¿cuál es la palabra, Tommy, cuál es la palabra?
Tommy: L – O – S. L – O – S
Mamá: Los – los
44
un elefante sobre los hombros: el peso de la paternidad
Tommy: Los
Mamá: Muy bien, buen chico. Ahora la siguiente es un poquito más lar-
ga: ni… ni… ni…
Tommy: Ni… ni… ni…
Mamá: Los ni – los ni – los ni
Tommy: Niñ… niñ…
Mamá: Inténtalo y mira la palabra, Tommy
Both: Niñ… niñ…
Natalie: ¿Mamá? ¿Mamá?
Mamá: Sí, Natalie.
Natalie: Mamá, necesito comer algo, me duele la barriguita.
Mamá: Sé que tienes que comer algo, vamos a cenar dentro de un
minuto.
Ahora, Natalie, solo tienes que esperar.
¡Los niños!
Tommy: Niños.
Mamá: Bien, correcto, ¿qué pone aquí?
Los dos: E, eee, eee, eeee
Mamá: ¡Eran!
Tommy: Eran.
45
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
Mamá: Los niños eran ruidosos, mira esos niños ruidosos, es un libro
muy largo, Tommy, vamos a leer solo una página ahora.
Mira. Esto es fácil, porque es la misma palabra. Todas esas pala-
bras son iguales, excepto la última, ¿cuál es esta palabra? Espe-
ra un minuto…
Tommy: Mamá, no te vayas.
Mamá: Ya estoy aquí, Tommy, solo ha sido un momento.
¿Cuál es esta palabra? Es «los».
Acabamos de leerla. Es una palabra cortita. Mira, está aquí, es la
misma de esta otra página.
LOS.
Los, niños, los niños eran ruidosos, mira, los, niños, eran, desor-
denados, los, niños, eran, descuidados, oh, Dios mío, dijo la
señorita May – pero esto es otra parte del cuento, lo leeremos
otro día.
Natalie: Mamá, tengo hambre…
Mamá: ¡¡¡¡Ya lo sé!!!!
46
un elefante sobre los hombros: el peso de la paternidad
sieron que se llegara a un acuerdo con el hijo con el fin de encontrar un hue-
co para la lectura que agradara a todos los miembros de la familia.
En la otra escena que representamos para los padres de niños de educación
primaria, aparecía una mamá usando tarjetas mientras su hija de 5 años
mostraba signos evidentes de aburrimiento. La mamá se esforzaba todo lo
posible por suscitar el interés de su hija y hacer que el aprendizaje resultara
divertido, pero su hija no quería. La niña tenía un libro del colegio que ella
había llevado a casa. En el libro no había palabras, sino únicamente dibujos,
pero la mamá de nuestra historia no aprobaba esa clase de libros, porque le
parecía que su hija debería leer.
Resulta duro no comprender por qué el colegio hace que nuestros hijos
hagan las cosas con un método diferente del que nosotros seguiríamos o del
que nos enseñaron. Los libros ilustrados son una forma magnífica de ayudar
a nuestros hijos a interesarse por la lectura, descubrir secretos en las ilustra-
ciones y ayudarlos a hablar y describir lo que sucede solo a partir de las
imágenes. Pueden ser puntos de partida maravillosos para la invención,
pues animan a los niños a contar lo que pasa en los dibujos, a encontrar sus
propias razones de por qué un personaje está triste y otro está enfadado.
Las imágenes pueden ser el comienzo de una gran aventura, pero ¿cuántos
de nosotros, como padres, queremos que nuestro hijo lea y no vemos real-
mente los beneficios que tiene hablar sobre lo que sucede en un libro, en vez
de estar obsesionados por las palabras?
47
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
48
un elefante sobre los hombros: el peso de la paternidad
49
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
instantáneo ante esa clase de preguntas. Para los niños, que no tienen aún
ese recuerdo instantáneo, es como si les preguntáramos qué palabra viene
después de «soldado». ¿Cuántos de nosotros nos acordamos del momento
en que aprendimos a contar hacia atrás y teníamos que servirnos de los
dedos? Y, sin embargo, ¡que fácil nos resulta ahora contar hacia atrás desde
10! El ejercicio de Linda Pound es excelente para recordarnos el proceso por
el que nuestros hijos tienen que pasar al hacer frente a actividades que
nosotros damos por sentadas.
Lo más interesante de la respuesta del público a estas escenas era ver cómo
los padres demostraban las diferentes maneras de leer con sus hijos. Algu-
nos padres recreaban nuestra escena, enfrentándose a nuestro actor en el
papel de hijo y tratando de que leyera correctamente. Una mujer que quiso
mostrar a nuestra actriz en el papel de madre cómo dedicar más tiempo a la
lectura con los hijos, terminó hojeando el libro para que nuestra actriz viera
lo largo que era. Otros padres inventaron técnicas narrativas fantásticas; una
madre llegó incluso a decir: «Olvídate de las palabras; dime lo que pasa en
la ilustración». Para más información sobre las ventajas de compartir histo-
rias con los niños, véase el capítulo 2 de este libro, redactado por Steve
Bowkett, que contiene una mina de oro de ideas.
50
un elefante sobre los hombros: el peso de la paternidad
La hora de acostarse
Todos hemos oído la famosa pregunta: «Mi amigo se va a la cama a las 12,
¿por qué yo no puedo?». Supongo que si conoces a los padres del amigo, la
solución sensata es preguntarles. Pero la hora de acostarse es un momento
de conflicto en muchas casas. Parece que los niños mayores tienen siempre
la sensación de ser tratados injustamente y de que se acuestan antes que
los demás; y en el caso de los niños pequeños, la hora de acostarse es el
momento en que de pronto se acuerdan de todas las cosas maravillosas e
interesantes que quieren hacer, de todo lo que les duele o de las necesida-
des físicas que deberían haber satisfecho antes de irse a dormir.
51
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
52
un elefante sobre los hombros: el peso de la paternidad
53
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
El marido trabajaba por turnos y a menudo tenía que salir de casa a las 3 de
la mañana. Quiso representar la escena como si fuera su vida, con nuestra
actriz en el papel de niña profundamente dormida en las primeras horas de
la madrugada; entró sigilosamente solo para darle un beso de despedida.
54
un elefante sobre los hombros: el peso de la paternidad
55
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
Las reacciones e intervenciones de los padres ante los temas que presenta-
mos en ambos espectáculos fueron increíbles. Nada de lo que presentamos
era nuevo o radical en modo alguno; era sencillamente una gama de situa-
ciones en las que como padres nos encontramos, de una manera u otra,
desde que nacen nuestros hijos.
La manera tan rápida en que los espectadores se implicaron en los temas
planteados demostraba que conectábamos con ellos. El dinamismo de las
sesiones era prueba de que podemos ver las cuestiones y preocupaciones
relativas a nuestros hijos con la ayuda de otros padres, de una manera que
tal vez no conocíamos, y podemos comprender que no estamos solos.
Necesitamos hablar sobre cómo nos sentimos con nuestros hijos, debemos
ser capaces de contar nuestra historia, no porque estemos fracasando como
padres, ni porque sintamos que estamos haciendo algo mal y necesitamos
56
un elefante sobre los hombros: el peso de la paternidad
57
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
Ser padres significa permitir que nuestros hijos florezcan, que descubran
quiénes son, y no echarles un jarro de agua fría ante sus descubrimientos,
aunque sean cosas que ya hemos experimentado. ¿A qué dedicamos noso-
tros el ingenio en la infancia? ¿Cuáles son las historias de nuestra vida con
las que nuestros hijos podrían disfrutar? Padres e hijos necesitamos encon-
trar tiempo para divertirnos más y para jugar, lugares donde no tengamos
que preocuparnos ni sentirnos controlados. Como demuestra Tim en el capí-
tulo 3 de este libro: «La familia que toca unida permanece unida».
58
un elefante sobre los hombros: el peso de la paternidad
59
Presentación de Steve Bowkett,
por Jim Houghton
SESENTA Y UNO 61
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
incluido uno llamado Steve, le quitaba las manzanas al viejo Jones, hasta
que un día los sorprendió con las manos en la masa. La historia tenía todos
los recursos del narrador, como el cambio de ritmo y algunos detalles que se
repetían para crear familiaridad, y el detalle añadido de que Steve se había
hecho un corte en la pierna mientras huía. Al final hubo preguntas y comen-
tarios sobre el relato, y las inevitables cuestiones acerca de si era real y si el
autor era de hecho Steve, uno de los chicos del relato. Al final, Steve tuvo
que subirse la pierna del pantalón para demostrar que, en efecto, tenía una
pequeña cicatriz en la pierna: este es el poder de la narración.
62
Tres manzanas de oro:
2
la importancia de compartir historias
«Tres manzanas doradas cayeron del cielo un día: una para el narra-
dor, otra para el que supo escuchar y la tercera para los que oyeron»
(Proverbio armenio).
SESENTA Y TRES 63
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
Las historias nos dan contexto y continuidad. Por eso, ¿cuánto más importantes
serán para los niños, cuyas mentes crecen tan rápidamente y para los cuales el
mundo es un lugar tan misterioso, milagroso y a veces aterrador? Este capítulo
64
tres manzanas de oro: la importancia de compartir historias
No cabe duda de que todo esto exige el uso activo de la imaginación para ver
el «aquí y ahora» de nuestras circunstancias actuales. Hay numerosas razo-
nes por las que muchos niños no tienen esas capacidades o no las desarrollan
65
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
en un grado elevado –de hecho, este es el tema del libro de Sue Palmer–.
Pero hay también muchas maneras en las que pueden ser cultivadas, y una de
las más importantes es que los padres compartan historias con sus hijos.
66
tres manzanas de oro: la importancia de compartir historias
Cuando los adultos compartimos historias con nuestros hijos, estamos ense-
ñándoles a abstenerse de las necesidades y exigencias inmediatas, y a
esperar activamente placeres posteriores. Establecer un límite definido en el
tiempo dedicado a contar historias es una disciplina suave y un compromiso
67
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
68
tres manzanas de oro: la importancia de compartir historias
Hace algunos años, una bibliotecaria amiga mía quiso que yo conociera a un
muchacho que se había ganado una pésima reputación en su colegio. Estu-
ve de acuerdo con ello hasta que vi al chico del que hablaba. Era un joven
enorme, gigantesco, con los pelos en punta, y que casi no podía pasar por la
puerta. Otros niños se apartaban de él por miedo. Él caminó hasta nosotros
dando pisadas fuertes.
«Este es Ryan», dijo mi amiga. «El año pasado lo expulsaron del colegio
dos veces por acosar a los compañeros, no hizo nunca los deberes y sus
profesores estaban desesperados con él. Espero que no te importe que
diga esto, Ryan, pero quería que el señor Bowkett conociera las dificultades
que has tenido en el pasado. Últimamente ha mejorado mucho», añadió,
mirándome, «porque un día lo mandaron a la biblioteca, ¿no es así? Y
encontraste un libro que te gustó y te “enganchó”. Ahora lees con regulari-
dad. Todos estamos muy orgullosos de ello. El Señor Bowkett quería darte
la enhorabuena».
«¡Oh, claro que sí!». Mi mano, que le tendí sin pensarlo, se perdió en el gran
puño de Ryan. Nos saludamos como amigos. Su vigoroso rostro de pugilista
esbozó una sonrisa.
«El hecho», dijo con una sabiduría recién estrenada, «es que solo hace falta
encontrar la historia adecuada en el momento adecuado».
Más beneficios
Tal vez seas ya muy consciente del valor que tiene compartir historias con
tus hijos, por encima y más allá de las afirmaciones básicas que acabo de
hacer. Si es así, tanto mejor; pero es posible que yo pueda decir algunas
cosas que sean nuevas para ti. Si en este momento solamente estás pen-
sando en añadir a tus habilidades parentales la capacidad de compartir his-
torias, entonces, permíteme persuadirte, lo mejor que pueda, de los grandes
beneficios que ello te aportará…
69
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
Conversación interactiva
Las historias proporcionan un terreno común en el que padres e hijos pue-
den conversar, donde se valoran los pensamientos y las opiniones, donde se
aprecian los diferentes puntos de vista y se exploran ideas. He hablado deli-
beradamente de compartir y no solo de que tú, como progenitor, te limites a
leer o contar historias a tu hijo. Como argumenta Tim en el capítulo 3, la
participación activa de los niños es mucho más valiosa que la escucha pasi-
va, mientras que el poder de la obra de teatro-fórum descrito por Trish en el
capítulo 1 radica en que los niños y sus padres suben de hecho al escenario
e improvisan otros puntos de vista, ponen de relieve problemas y dificulta-
des, y buscan nuevas estrategias y soluciones.
Cuando cuentas bien una historia, los niños se implican activamente, por
supuesto, pero también hacen preguntas y buscan opiniones. Cuando tus
hijos sienten que tienen algo interesante que decir, y cuando saben que
estás interesado en escuchar, el valor del tiempo que compartís se incre-
menta sobremanera.
En el libro The Unfinished Revolution, los autores John Abbott y Terry Ryan
citan un estudio4 que sugiere que los indicadores más fiables del éxito de un
niño en su educación posterior incluyen el grado de conversación que ese
niño tiene con sus padres antes de empezar el colegio y el grado de contacto
que el niño tiene con los libros en los primeros años de escolarización. Es
indudable que este segundo «indicador de éxito» es aún más fiable cuando
los niños tienen contacto con los libros y las historias en casa también en los
primeros años de vida.
Estos dos factores se refieren a la riqueza y la diversidad del entorno de
palabras, y al número de oportunidades que los niños tienen de «hacer len-
guaje». Muchas investigaciones indican que todos venimos al mundo con la
capacidad para dominar y manipular ideas a través del lenguaje: es una de
nuestras «inteligencias naturales», una de las formas básicas en que trata-
mos la información con el fin de sobrevivir y florecer5. Como las demás inteli-
gencias, la inteligencia lingüística es una capacidad que, si no se usa, se
pierde o, al menos, si no la usamos plenamente y de formas que constituyan
un desafío para nosotros, no la desarrollamos en un grado muy alto.
70
tres manzanas de oro: la importancia de compartir historias
Ensayar el mundo
No es estrictamente necesario que las historias sean realistas o traten sobre
«cuestiones importantes» para que ofrezcan ideas sobre personas, relacio-
nes o situaciones. Varios profesores de escritura y redacción a los que he
conocido aconsejan que los autores en ciernes «escriban lo que sepan».
Durante mucho tiempo reflexioné sobre el valor de los relatos de ciencia
ficción y fantásticos (como lector y también como autor de ellos), y de los
cuentos de hadas y relatos disparatados, hasta que comprendí que, en
niveles profundos, todos compartimos experiencias humanas comunes, que
pueden ser expresadas metafóricamente a través de esos géneros. Las his-
torias pueden conducirnos sobre este fundamento básico del ser humano y,
naturalmente, a menudo sirven como caminos que nos muestran cómo
hacerlo con más éxito…
Samantha, una niña de cinco años, estaba jugando sola en el patio, empu-
jando una sillita y hablando a su muñeca mientras caminaba. Julie, una de
las profesoras, pensó que podía acercarse y conversar con Samantha sobre
el juego. Al acercarse, pudo oír que la niña charlaba sobre las tiendas a las
que tenía que ir y lo que debían comprar, y después sobre todas las demás
cosas que habían de hacer más tarde en casa… «Hola a las dos», dijo Julie
jovialmente. Después, inclinándose sobre la muñeca, añadió: «Oh, ¡qué
bonita eres! ¿Cuál es tu nombre?». En ese instante, Samantha le lanzó una
mirada fulminante y le dijo desdeñosamente: «Julie, ¡no es más que un
plástico!».
71
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
Mapas y modelos
Como afirman con frecuencia los psicólogos, y como suele creer la gente,
ninguna de nuestras experiencias se olvida o se pierde definitivamente. Más
bien, todo lo que nos sucede está entretejido en una red asombrosamente
compleja de recuerdos subconscientes que forman lo que solemos llamar
nuestro «mapa de la realidad». Como cualquier otro mapa, nos guía a lo lar-
go de nuestro camino; y, al igual que cualquier otro mapa, no es el territorio.
Lo que tenemos en la cabeza es una representación del sentido que hemos
elaborado a partir de esta cascada caótica de acontecimientos que llama-
mos «existencia humana».
Las historias son como caminos a través de los bosques de la vida. Ante
todo, nos permiten comprender que no estamos solos ni somos los primeros.
Pase lo que pase, eso les ha pasado ya a otras personas antes que a noso-
tros, y sus historias pueden darnos fuerza y también formas posibles de
afrontar situaciones similares si nos encontramos con ellas.
72
tres manzanas de oro: la importancia de compartir historias
Las historias ofrecen también modelos dignos de imitación en los cuales pue-
den los niños, al menos en parte, basar sus actitudes y acciones. A veces, el
mero hecho de tener experiencia de una historia o un personaje puede cam-
biar positivamente la vida. El científico y escritor Carl Sagan, por ejemplo, que
fue uno de los principales impulsores del Programa Viking de la NASA, cuyo
objetivo era enviar sondas espaciales a Marte, encontró inspiración leyendo
las aventuras de Barsoom, de Edgar Rice Burroughs. Estas obras de ciencia
ficción mediocres presentan al soldado mercenario John Carter, un intrépido
aventurero que viaja de la Tierra a Barsoom (Marte) por el mero hecho de
desearlo con todas sus fuerzas. Sagan cuenta (sin sentir ninguna vergüenza)
cómo, cuando era niño, solía salir al patio trasero de su casa cuando se veía
claramente el planeta Marte, levantaba los brazos y deseaba con todas sus
fuerzas viajar hasta él. El 20 de julio de 1972, el Viking 1 Lander bajó a las
Planicies de oro (Chryse Planitia) y envió las primeras fotografías tomadas a
ras de suelo del planeta más próximo a la Tierra –proporcionando de este
modo, indudablemente, inspiración para futuras generaciones de científicos.
En 1975, Carl Sagan fue galardonado con el Premio Joseph Priestley, con-
cedido a «contribuciones eminentes al bienestar de la humanidad», y en
1978 recibió el Premio Pulitzer de literatura. Al final, los beneficios que obtu-
vo de las historias contribuyeron al mayor bien de todos.
73
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
Ray Bradbury hace esta afirmación al tratar acerca de cómo puede uno
desarrollarse como escritor, pero pienso que esta idea se puede aplicar tam-
bién de un modo más general en la vida. Joseph Campbell6, uno de los
mayores estudiosos e intérpretes de la mitología, piensa que actualmente
los jóvenes, y especialmente los varones, viven en una sociedad desmitolo-
gizada, donde los grandes y antiguos relatos míticos son vistos como meros
cuentos fantásticos y superficiales destinados solo a los niños, donde la
palabra «mito» se ha convertido en sinónimo de «falsedad» o ficción, y don-
de los famosos han suplantado a los héroes.
Campbell sostiene que el héroe es aquel que se sacrifica para beneficiar a
otros, mientras que los famosos se sirven a sí mismos. Argumenta de forma
convincente que cuando una sociedad se encuentra en una crisis espiritual,
por simple increencia o porque mantiene una creencia fundamentalista no
cuestionada, entonces la guía en forma de «plantillas» míticas y las historias
de héroes son como la sangre vital. «Tal vez», dice Campbell, «necesitemos
algún héroe que dé voz a nuestro anhelo más profundo» de valores espiri-
tuales y conexión con el mundo.
74
tres manzanas de oro: la importancia de compartir historias
75
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
76
tres manzanas de oro: la importancia de compartir historias
77
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
que repitan como loros lo que han memorizado. Sospecho que Bloom no
estaría satisfecho con este estado de cosas; yo tampoco, y lo mismo les pasa
a un número creciente de profesores y padres.
Este no es el lugar para analizar estas cuestiones complejas y a menudo
conflictivas, pero sí para recordar que cuando a los niños se les anima a
asombrarse y hacen preguntas sobre las historias que están desarrollando,
las formas de pensamiento antes mencionadas pueden tener un impacto
rápido y directo sobre la cualidad de su comprensión de los temas que estu-
dian en el colegio.
78
tres manzanas de oro: la importancia de compartir historias
79
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
80
tres manzanas de oro: la importancia de compartir historias
81
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
Hace algunos años, una joven que tenía poca confianza en sí misma acudió
a un psicoterapeuta amigo mío. «Sé que es absurdo», se lamentó, «y me
digo a mí misma que no necesito sentirme tan vulnerable y tímida. Pongo
todo el empeño en sentirme segura y superarlo…».
«Tal vez poner todo el empeño no sea la mejor manera de afrontarlo», sugi-
rió el terapeuta, «dado que aún tienes ese problema».
«Entonces, ¿qué puedo hacer?».
«Bien, empieza por calmarte. Cierra los ojos cuando estés preparada e ima-
gina una escena agradable… Me gustaría saber algo sobre el lugar en el
que estás pensando…»
La joven sonrió. «Es el jardín de mi casa», dijo. «¡Me encanta mi jardín!».
«Y me pregunto si muy pronto vas a notar en él algo que tiene importancia
para el problema que quieres resolver…».
Hubo una breve pausa y después ella frunció el ceño. «¡Oh! ¡Hay una pared,
hay una pared de ladrillo grande y alta en mi jardín! Pero en realidad, en mi
jardín no hay una pared».
«No importa, esto es solo imaginario… Así que, tal vez la significación de la
pared resulte más clara cuanto notes algo más ahora…».
«Hay una pelota», dijo de inmediato. «Hay un balón de fútbol a mis pies».
«¿Qué quieres hacer?».
«¡Voy a darle una patada para que salte la pared…! Pero no puedo. Por muy
fuerte que yo dé, golpea en la pared, rebota y vuelve a mí».
«Bien, ahora estamos en el maravilloso mundo de la imaginación, así que
observa lo que sucede para ayudarte con ese balón…»
Ella le dio una patada. «¡Le han salido alas! Son alas con plumas blancas
como las de una paloma».
«Y ahora ¿qué pasa?».
«Ahora el balón salta la pared cuando le doy una patada. ¡Ha funcionado!».
82
tres manzanas de oro: la importancia de compartir historias
«Está bien. ¿Tiene que ocurrir algo más para que saques el máximo benefi-
cio de todo esto?».
«Yo misma voy a ser ese balón», dijo. «¡Soy el balón y vuelo por encima de
la pared!».
En ese momento, ella extendió los brazos. Sonrió satisfecha y encantada,
abrió los ojos, miró al terapeuta y dio una patada. «¿Qué ha pasado?», le
preguntó.
«No estoy seguro», le respondió el terapeuta. «Pero, ¿cómo te sientes?».
Ella respondió que se sentía bien, un poco agitada. El terapeuta le pidió que
lo llamara al cabo de una semana para ver la evolución. Cuando la joven
llamó, le dijo que estaba mucho más segura de sí misma y que no podía
comprender por qué había tenido ese problema antes…
Esta breve historia me recuerda una sesión de un taller de escritura que diri-
gí hace unos años. Los niños estaban haciendo preguntas y, al cabo de un
cierto tiempo, intervino una mujer, que dijo: «Entonces, ¿qué haces, Steve,
cuando te sientes bloqueado al escribir y realmente chocas con una barre-
ra?». «Bien», le dije, «pongo una puerta y paso a través de ella. Pero tam-
bién podría…», miré a los niños. «Usted podría pasar por encima con un
cinturón-cohete», dijo un niño. «O flotar en un globo de aire caliente», dijo
otro. También se sugirieron trampolines, escaleras, cohetes, botas antigravi-
tatorios y pájaros gigantes. Después la llevé a un lado y mencioné el posible
peligro que implicaba hablar de «bloqueos» y «barreras» del escritor. «Los
niños captan el mensaje y pueden incorporarlo a lo que piensan sobre el
hecho de escribir. Tal vez sería de utilidad que llamáramos “oportunidad del
escritor” a ese punto en el que no fluyen las palabras…».
«Tienes dos maneras de vivir la vida: una, como si nada fuera un mila-
gro; la otra, como si todo fuera un milagro» (Albert Einstein).
Por cierto, la palabra milagro procede del verbo latino mirari, «asom-
brarse, maravillarse».
83
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
84
tres manzanas de oro: la importancia de compartir historias
85
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
Hasta aquí he hablado acerca de por qué las historias son importantes y
espero que estéis persuadidos de ello. Tal vez lo que he dicho os aporte
nuevas razones para que compartáis historias con vuestros hijos. Como
mínimo, merece la pena hacerlo porque, a cambio de ese tiempo breve,
estáis compartiendo juntos algo especial.
Llegados a este punto, resumamos por qué las historias son importantes.
t &MIFDIPEFDPNQBSUJSVOBIJTUPSJBDSFBVOUJFNQPUSBORVJMPFOFMRVFUÞ
y tus hijos compartís una experiencia común. Las historias forman parte
del «pegamento» que vincula y fortalece las relaciones.
t -BTIJTUPSJBTQSPQPSDJPOBOVO
rico campo de ideas para la
discusión y exploración
imaginativa. Hablar sobre
las historias y lo que sig-
nifican para nosotros
desarrolla el pensa-
miento y el lenguaje.
t -PT WJBKFT BNQMÓBO
la mente… Las his-
torias permiten a
los niños visitar
mentalmente a
personas, tiem-
pos y lugares
distantes. Nos ayudan a apre-
ciar el aspecto del mundo desde muchos
puntos de vista diferentes. Las historias abren puertas a otras cultu-
ras y nos animan a comprender la forma de sentir propia de personas
diferentes. Las historias profundizan nuestra empatía y amplían
nuestras percepciones.
t -BTIJTUPSJBTFOSBÓ[BOMPBCTUSBDUPFOMPDPODSFUP-BTCVFOBTIJTUPSJBT
no solo cuentan, sino que sumergen al lector u oyente, provocan senti-
mientos y suscitan el interés de la mente. Sitúan el conocimiento en un
86
tres manzanas de oro: la importancia de compartir historias
87
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
El mundo de la historia
Cuando trabajo con niños, les cuento cómo mi interés en los libros y en la
lectura se despertó cuando era niño y me dieron el primer libro del Doctor
Who publicado en rústica. En aquel momento, yo veía ya la serie de televi-
sión (con William Hartnell en el papel del Doctor), pero el libro me abrió una
nueva dimensión de disfrute.
Cuento a los niños que me encantaba la idea de entrar en la nave espacio-
temporal del Doctor, la TARDIS, que es mucho más grande por dentro que por
fuera, y, pulsando algunos botones, podía ser transportado para vivir las aven-
turas más maravillosas en cualquier parte. Después les digo que una buena
historia es como la TARDIS; es más grande por dentro que por fuera y pulsa
los botones de tu imaginación para llevarte a vivir aventuras donde tú quieras.
Pero primero tenemos que abrir la puerta…
La maravillosa narradora Eileen Colwell11 advierte de que el mundo de la
historia es creado por una interacción entre el narrador, el oyente o los oyen-
tes y la historia misma. Todos entran en la mezcla. Antes de poder combinar
estos ingredientes con éxito, pienso que hemos de considerar algunos pun-
tos fundamentales:
t "DMÈSBUFEFQPSRVÏDPNQBSUJSIJTUPSJBTDPOMPTOJ×PTFTVOBJNQPSUBOUF
habilidad parental.
t )B[MPQPSBNPSBUVTIJKPT
OPQPSPCMJHBDJØOPDPNPVOBUBSFBSVUJOBSJB
t $PNQSPNÏUFUFBFMMP6OBWF[RVFJOUSPEVDFTFMUJFNQPEFDPOUBSIJT-
torias debes ser fiel
a él. Esto significa ¡Pobre Alfie! ¿Cómo
que se convierte en piensas que se siente
una parte de tu vida estando allí él solo?
(y, por tanto, mucho
más que una parte de tu rutina).
t &TUBCMFDFMPTMÓNJUFTEFMUJFNQPDPN-
partido: 20 minutos cada noche, 30
minutos en días alternos –o aquello
88
tres manzanas de oro: la importancia de compartir historias
89
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
90
tres manzanas de oro: la importancia de compartir historias
con expr
Hablad sobre las Leed esi
ón
ilustraciones.
Pide a tu hijo que
te diga cuáles son
sus impresiones.
Fijaos en la cubierta y
en el título. Si es un libro
nuevo, podéis conversar
Elige un libro que te sobre aquello que, en
guste. Si disfrutas vuestra opinión, será el
con él, es probable tema del libro.
que tu hijo disfrute
también.
t $VBMRVJFSBRVFTFBFMNPEPEFTFMFDDJØOEFMBTIJTUPSJBTRVFMFÏJT
UBMWF[
tú o tu hijo queráis probar con otras clases de cuentos, autores, géneros,
etc. De vez en cuando podéis dedicar una parte del tiempo de compartir
historias a hablar sobre esas cosas, e incluso a tener una sesión de «mues-
treo» que incluya extractos, poemas, fragmentos biográficos/autobiográfi-
cos –lo que se os antoje–. Incluso podríais pensar en hacer una sesión de
muestreo en una visita a la biblioteca. Es bueno que los niños adquieran la
habilidad de hojear libros; los bibliotecarios suelen conocer bien los catálo-
gos y es muy probable que puedan recomendar algunos títulos.
91
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
t {$VÈMFTMBFEBEFORVFDPOWJFOFEFKBSEFDPNQBSUJSIJTUPSJBTDPOMPT
niños? Personalmente, pienso que no hay un límite de edad y que per-
sonas de todas las edades disfrutan oyendo historias leídas o conta-
das. ¡Cuánto mejor estaría el mundo si las familias se reunieran con
regularidad en un tiempo establecido para atravesar la puerta y entrar
en otros mundos…! Pero es probable que llegue un momento en que tu
hijo diga que «ya no es un niño» y piense que es demasiado mayor
para compartir historias. Por supuesto, tienes que respetarlo, pero
merecería la pena que sugirieras a) que en el futuro podríais dedicar un
tiempo a charlar o a otra actividad compartida o b) que tu hijo te cuente
una historia, si no todas las noches, al menos en algunas ocasiones
especiales.
El arte de contar
En mi opinión, contar historias implica dar un paso más que leerlas. Para
que alguien cuente un cuento, antes tiene que haberlo captado y asimilado:
tiene que haberlo entendido y hecho suyo. Puede ser un relato tradicional o
un cuento popular, una experiencia real del narrador o de otra persona. Qui-
zá sea una historia que inventas para tu hijo, día a día o incluso (aunque esto
exige agudeza de ingenio y una buena imaginación) creada espontánea-
mente en el momento para satisfacer su deseo cuando dice: «¡Cuéntame
más!». Así lo hizo Lewis Carroll, y también Rudyard Kipling, que escribió sus
Just So Stories (Cuentos de así-fue-como o Precisamente así) para su «muy
querida» hija Josephine. Independientemente de cómo se haga, una histo-
ria-para-ser-contada es algo único, un tesoro que aporta un deleite especial
tanto al oyente como al narrador. Mi padre me contó esta historia cuando yo
era niño.
92
tres manzanas de oro: la importancia de compartir historias
«La minería del carbón en el Sur de Gales no fue nunca la más segura de las
ocupaciones. Pero en mi infancia, en la década de 1930, los accidentes no
eran raros y cuando los mineros iban a trabajar, siempre había en las men-
tes de las mujeres un temor que les hacía pensar que tal vez no regresarían.
Aquella tarde, Beattie Isaacs estaba en la tienda de Dave Williams. Había
salido un momento de casa para comprar unas cebollas. Faltaba una hora
aproximadamente para que acabara el turno de su marido y ella había deci-
dido prepararle un par de chuletas de cordero. Y a Dai le gustaban mucho
las cebollas como guarnición.
Era el mes de octubre, y a las cinco y media era ya casi de noche. Había
empezado a lloviznar y el viento frío jugaba con las hojas. El pronóstico del
tiempo que había oído en la radio no había sido bueno.
Beattie había comprado las cebollas y estaba charlando un momento con
Lena Butler junto a la puerta cuando Nigel Lloyd llegó gritando: “Se ha hundi-
do un túnel en la parte inferior de la mina. Se ha producido un hundimiento.
¡Hay hombres atrapados! ¡Un hundimiento!”. Su cabello estaba despeinado
y su ropa desastrada. Era un muchacho flacucho; bueno, los Lloyd eran
así… Tenía los ojos como platos y parecía completamente aturdido. Des-
pués se fue, calle arriba, como si el viento se lo hubiera llevado.
Beattie palideció al instante y Lena Butler tuvo que sostenerla. Dejó caer la
bolsa de cebollas y una de ellas rodó y fue a parar debajo de la caja de man-
zanas (¡y puedes estar seguro de que Dave Williams la encontró y se la
vendió después a otro cliente!). “¡Dios mío!”, susurró Beattie, “Dios mío, mi
Dai está en ese turno…”.
No había modo alguno de que Lena pudiera hacerle concebir esperanzas en
aquella situación. Todos los habitantes de los valles contaban con la posibili-
dad de tales accidentes terribles. Habían sucedido antes, en toda la región
de los Rhondda Valleys, y habían golpeado a muchas familias.
De todos modos, Lena era una buena amiga, llevó a Beattie a casa, le pre-
paró una buena taza de té y después mandó a su hijo Neil a la mina para
informarse. El chaval regresó al cabo de una hora, pero no tenía mucho que
93
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
contar. Un equipo de rescate bajó hasta el lugar del hundimiento –en el pozo
B– y lo único que se sabía era que la situación era desesperada.
Lena se quedó hasta las ocho, pero Beattie le dijo que se fuera a casa por-
que su marido era también minero, trabajaba en el mismo turno que Dai y
era justo que ella estuviera en casa esperándolo.
¿Puedes imaginar la sombra de tristeza y desesperación que se cernió sobre
la casa cuando Beattie se quedó sola, acariciando su taza de té, inclinada en
la silla hacia el fuego, afrontando ese miedo terrible? Permaneció sentada
durante otra hora y treinta minutos más… Y entonces oyó unas pisadas de
botas que le resultaron familiares en la acera y llegaron hasta la puerta. Sin-
tió una corazonada, dio un salto y corrió hacia la entrada…
Había una farola justo en el otro lado de la calle y Beattie vio la silueta de su
marido a través del cristal esmerilado de la puerta principal. Era una sombra
envuelta en un halo de luz. Ella abrió lentamente la puerta y allí estaba su
Dai, pálido como la muerte detrás del polvo de carbón que manchaba su
cara… En sus grandes ojos se reflejaba el horror. “Solo he venido a decirte
que te amo, Beatrice, cariño mío. Estarás bien… Ahora tengo que irme para
tratar de ayudar a los hombres que han quedado allí abajo. Te amo…”.
Se dio media vuelta y subió aquella calle tranquila, con su ancha espalda
inclinada hacia delante para hacer frente al viento y la lluvia. Ella vio cómo se
alejaba y sabía lo que aquello significaba. Y no se sorprendió cuando, en las
primeras horas de la madrugada, en el momento más oscuro de la noche,
Terry Langford, del sindicato de mineros, llamó a su puerta para decirle que
lo sentía mucho, pero que habían encontrado el cuerpo de Dai Isaacs en la
parte más baja del pozo. No hubo ninguna posibilidad de salvarlo. Había
quedado sepultado bajo diez toneladas de carbón».
Mi padre me contó esta historia en mi infancia, en la edad de la inocencia en
que un relato escalofriante hacía honor a su nombre mientras yo escuchaba.
Cuando pienso en ello, aún puedo ver la silueta de Dai Isaacs rodeada de
luz a través del cristal de la puerta principal, y siento la terrible sensación de
saber de antemano lo que le pasó después. Recuerdo que le pregunté: «¿Es
94
tres manzanas de oro: la importancia de compartir historias
t $VFOUBMBTDPTBTDPOMBNBZPSTFODJMMF[QPTJCMF
QFSPOPDPOTJNQMJDJ-
dad. Esto lo recomendaba Einstein para la exposición de las teorías
científicas, pero es también un buen consejo para los narradores.
t 1SFTFOUBMBFTDFOBSÈQJEBNFOUFZTJHVFBEFMBOUF&OMBIJTUPSJBRVF
nos ocupa, se ofrecen únicamente los datos de tiempo y lugar, segui-
dos de la idea de que los accidentes eran comunes en las minas; esto
«prepara» la expectativa del oyente para lo que va a suceder. Dar una
idea de la historia que se va a desarrollar es una buena técnica.
t -BIJTUPSJBUJFOFRVFTFSDSFÓCMF%FIFDIP
MPTDVFOUPTEFNJFEP
MBT
historias fantásticas, los relatos de ciencia ficción, etc., son tanto más
eficaces cuanto más puede creer en ellos el oyente. En este caso, un
aspecto importante es que las personas y los lugares son muy comu-
nes. El «factor miedo» aumenta por la acumulación de circunstancias
cotidianas. Las historias de esta clase suelen cumplir mejor su función
cuando lo extraordinario sucede en medio de lo rutinario.
95
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
96
tres manzanas de oro: la importancia de compartir historias
t /PUSBUFTEFDPOUBSVOBIJTUPSJBBCFCÏTZOJ×PTNVZQFRVF×PT5PNB
imágenes de colores adecuadas de revistas y/o usa fotografías y exa-
mínalas con tus hijos. Habla con ellos sobre los bonitos y brillantes
colores, las formas, lo que las personas y los animales, etc., podrían
estar haciendo.
t $PNQØO PCVTDBQSFWJBNFOUF
QPFTÓBTZDBODJPOFTTPCSFVOUFNB
particular. Por ejemplo, si usas una foto de un lobezno, canta una can-
ción familiar como «Cinco lobitos tiene la loba, cinco lobitos detrás de la
escoba…».
t 1SFQBSBjNJOJBWFOUVSBTxVTBOEPMPTKVHVFUFT
¿Y cómo
preferidos del niño. Si usas un osito de pelu- hace
che, por ejemplo, escóndelo y pregunta: el perro?
«¿Dónde se ha ido el osito?». Pon en tu
voz una expresión de asombro y
GUAU
emoción que corresponda a lo que GUAU
está sintiendo el niño. Muéstrale el
osito de nuevo y dile: «¡Aquí está!
Pero ¿cuándo se volverá a mar- GUAU
97
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
que lo imite también. Háblale sobre los colores del gato, la suavidad de
su pelo, etc. Es una buena oportunidad para presentar y enseñar nom-
bres, colores, sonidos y texturas.
t "DUVBMNFOUFFTGÈDJMFODPOUSBSMJCSPTEFUFMBZMJCSPTTVNFSHJCMFTP
acuáticos (¡para usar a la hora del baño!). Utilízalos, pero ten cuidado
de que los niños no transfieran el hábito de doblar, chupar y morder
esos libros a los libros de papel. Enseña buenas costumbres de manejo
de los libros desde el principio. También es fácil adquirir libros de car-
tón. Deja que tus hijos pequeños los manejen a la vez que les enseñas
cómo tratarlos con cuidado y respeto. Cuando utilices esta clase de
libros con los niños, no te limites a leer las palabras; prepárate más bien
para elaborar e improvisar. Estas son dos habilidades importantes que
estás modelando para que las adquieran también tus hijos. A los niños
pequeños suele gustarles oír una y otra vez sus historias favoritas.
Ciertamente puedes complacer este deseo, pero insiste en que a veces
quieres cambiar un poco la historia: tal vez modificando el final o aña-
diendo nuevas aventuras a la trama principal. La creatividad que apor-
tes a la actividad con esas historias se transmitirá a los niños y añadirá
una nueva forma de disfrute en el tiempo de compartir historias.
t "DUVBMNFOUF TF QVFEFO
adquirir libros con
piezas de objetos y
personajes que
se pueden qui-
tar y encajar de
diferentes ma -
neras en distin-
tas páginas, y que
se pueden usar in-
dependientemente
para crear secuen-
cias que tu hijo y tú
podéis desarrollar. Esto
98
tres manzanas de oro: la importancia de compartir historias
99
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
Carrera de entrenamiento
Me pregunto si estás dispuesto a dedicar algún tiempo a desarrollar tus
capacidades narrativas usando el relato del accidente en la mina que has
leído antes. Trata de hacer lo siguiente:
t 1SJNFSP
MFFMBIJTUPSJBFOWP[BMUBÞOJDBNFOUFQBSBTFOUJSMBjFOUV
boca». En esta etapa, ¿hay algo que quieras cambiar, alguna palabra
que quieras reemplazar, o uno o dos detalles (no más) que quieras
añadir?
t 7VFMWFBMFFSMBFOWP[BMUB
QFSPFTUBWF[HSÈCBMB%FTQVÏTFTDVDIB
la grabación (sí, ya sé, a mí tampoco me gusta el sonido de mi voz
grabada). Nota especialmente el ritmo de la lectura: por ejemplo, si
has leído precipitadamente. Y toma conciencia del tono y de la
inflexión de tu voz. Recuerda que si tratas de forzar el humor o el
«miedo», la tensión o el asombro, por medio de la sobre-dramatiza-
ción con la voz, no dará resultado. Funcionan mejor las inflexiones y
matices más sutiles.
t &TUVEJBMBFTUSVDUVSBEFMBIJTUPSJB"OPUBNVZCSFWFNFOUFMBGVODJØOEF
cada párrafo. Nota cualquier detalle gráfico que te interese y/o que
«eleve» la historia y la haga más memorable. ¿Hay algo que desearías
añadir, suprimir o cambiar para dar tu toque personal a la historia?
t "IPSBUSBUBEFEFDJSMBFOWP[BMUB/POFDFTJUBTPZFOUFT5FODFSDBUVT
notas, pero consúltalas lo menos posible. Durante la narración, nota lo
que sucede en tu cabeza. Las narraciones más impresionantes tienen
lugar cuando el narrador, al crear el mundo del relato para sus oyentes,
experimenta personalmente toda la riqueza sensorial de ese mundo.
Observa a los personajes, siente el viento frío de octubre, percibe los
olores dentro de la tienda de Dave Williams, oye el ruido sordo de la
cebolla que cae al suelo y rueda, conviértete en Beattie Isaacs en el
momento en que se encuentra en el vestíbulo, a oscuras, y ve la silueta
a través del cristal esmerilado de la puerta principal… Este último punto
es muy importante. La capacidad de visualizar la historia mientras
100
tres manzanas de oro: la importancia de compartir historias
Por cierto, usar historias es una gran manera de ayudar a tus hijos a desa-
rrollar su propia capacidad de visualizar. Esta habilidad mental es un aspec-
to de lo que se llama metacognición: reconocer y dirigir los pensamientos
que pasan por nuestras mentes. Es, en mi opinión, la base para el desarrollo
de todas las demás clases de pensamiento y, por tanto, es fundamental para
la educación de cualquier niño.
101
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
102
tres manzanas de oro: la importancia de compartir historias
103
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
fue exactamente lo que hizo Teseo y, por esa razón, el «hilo de Ariadna» nos
transmite la idea de que hay siempre una salida y un medio para encontrarla.
Hay muchas colecciones maravillosas de leyendas y mitos escritos especial-
mente para niños. Puedes usar Internet, la biblioteca de tu localidad o una
buena librería para buscarlas. Si las edades de los destinatarios de esas
publicaciones no son las de tus hijos, puedes probar a adaptarlas volviéndo-
las a contar utilizando los métodos que hemos explicado.
1. Dedica algún tiempo a comparar historias: del mismo autor, por ejemplo, o
escritas dentro del mismo género. ¿Qué hace que una historia sea un rela-
to fantástico? ¿Qué define un romance? ¿Por qué un determinado perso-
naje es memorable? ¿Cuál es la historia que más te gusta y por qué? Exa-
minad por qué los autores construyeron sus historias del modo en que lo
104
tres manzanas de oro: la importancia de compartir historias
hicieron. Pensad que todo lo que un autor hace tiene una razón, pero sen-
tíos libres para tener vuestras propias ideas y opiniones en vuestro análisis.
2. Haced preguntas del tipo «¿y si?». ¿Y si un determinado personaje hubie-
ra actuado de una manera diferente en un punto concreto? Si el autor
hubiera escrito la historia para niños más pequeños, ¿en qué habría sido
diferente? Si hubiera una continuación, ¿como podría seguir la historia?
3. Prepara nuevas historias a partir de las que has leído. Usa los mismos
temas, personajes e incluso escenarios, para tejer nuevas tramas. O tra-
ta de experimentar «combinándolos»: ¿y si un personaje de un relato
conoce a un personaje de otro relato? ¿Cómo sería una conversación
entre los dos? Si se vieran implicados en una determinada situación
(escógela), ¿cómo piensas que reaccionarían?
4. Pregunta a tu hijo si le gustaría contarte una historia alguna vez. Mi expe-
riencia es que a los niños, especialmente a los más pequeños, les encan-
ta que se les implique de este modo. Algunos niños tienden a interrumpir
y decir: «Algo parecido a eso me pasó a mí una vez»; por eso, tiene que
haber un acuerdo para que tu hijo tenga todo el tiempo disponible, o para
que pueda contar su historia una vez que tú hayas terminado la tuya.
5. En un cuaderno, toma nota de las historias que compartís: escribe una
breve presentación del relato y lo que piensas de él. Un amigo mío ha
creado una «pared de las historias» con sus hijos: es un enorme tablón
de anuncios de corcho que los niños han llenado con dibujos de perso-
najes y de escenas, con las cubiertas de los libros (fotocopias de las
cubiertas reales y otras pintadas por ellos), con citas memorables de los
cuentos y propaganda inventada por ellos, etc.
6. Piensa en la posibilidad de establecer conexiones con el colegio de tu
hijo. En un colegio que conozco hay un «club para compartir historias»
donde, una vez a la semana, se reserva un tiempo para que los niños
hablen sobre las historias que han leído (o que les han leído) en casa.
Los padres están invitados a participar y, de vez en cuando, se publica
un boletín de lecturas recomendadas, noticias y opiniones, citas, etc. Tal
vez la biblioteca de tu localidad esté también preparada para organizar
algo parecido.
105
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
Notas y bibliografía
1. Postman, N. y Weingartner, C. (1972), Teaching as a Subversive Activi-
ty, Harmondsworth, Penguin.
2. Carl Sagan (1934-1996) fue un célebre científico con visión de futuro
especializado en los campos de la biología y la astrofísica. Cosmos, la
serie de televisión que él dirigió en 1980, estableció nuevas pautas sobre
el modo de comunicar al público en general las maravillas del universo.
Fuente de la cita: www.brainyquote.com.
3. Palmer, Sue (2006), Toxic Childhood: How the Modern World is Damag-
ing Our Children and What We Can Do About it, London, Orion.
4. Abbott, J. y Ryan, T. (2000), The Unfinished Revolution: Learning, Human
Behaviour, Community and Political Paradox, Stafford, Network Educa-
tional Press, serie «Visions of Education».
5. La fuente de una gran parte de la interpretación y el debate sobre la
capacidad de las personas para comprender el mundo de diferentes
maneras (a través de las «inteligencias naturales») es Howard Gardner
(1993), Multiple Intelligences: The Theory in Practice, New York, Basic
Books (trad. esp.: Inteligencias múltiples: la teoría en la práctica, Barce-
lona, Paidós 1995).
106
tres manzanas de oro: la importancia de compartir historias
107
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
11. Colwell, Eileen (1980), Storytelling, London, The Bodley Head. Eileen
Colwell dijo también: «No hay fronteras en el mundo de las historias».
12. Sawyer, Ruth (1942 [1990]), The Way of the Storyteller, London, Penguin
Books.
108
Presentación de Tim Harding,
por Jim Houghton
110
La familia que toca unida:
3
la alegría de hacer música
Este capítulo examina aspectos del arte de ser padres desde una pers-
pectiva musical. Considera los beneficios que tiene el hecho de impli-
car a los niños en la actividad musical, explora cuestiones de más
alcance a la hora de hacer música en familia y sugiere formas de ani-
mar las actividades musicales en la familia. La sección final usa la
música como una ilustración y como una metáfora de la vida familiar.
El objetivo es suscitar y explorar cuestiones y ofrecer algunas opiniones y
sugerencias que estimulen el pensamiento y el debate (que son aspectos
fundamentales de la vida familiar), y la creatividad ¡también a la hora de
hacer música!
Preludio
Este capítulo se centra sobre todo en el trabajo conjunto con nuestros hijos:
pasar tiempo con ellos, conectar con ellos y establecer relaciones de trabajo
con ellos a través de actividades creativas y constructivas realizadas conjun-
tamente; contribuir a modelar las personas adultas que ellos serán, y desa-
rrollar destrezas, actitudes y habilidades que enriquecerán su vida y les equi-
parán para el futuro; animarlos a desarrollar habilidades individuales dentro
de un contexto interpersonal, y también habilidades propiamente interperso-
nales. En una época en que se incrementa la interacción individuo/pantalla,
es vital que mantengamos actividades que entrañan el contacto humano.
112
la familia que toca unida: la alegría de hacer música
Música
Este capítulo trata sobre la música, porque es en ella donde reposan princi-
palmente mis intereses, y los de mi familia. No obstante, participar en activi-
dades deportivas o lúdicas, en otras artes creativas y en otros intereses
aportará muchos de los beneficios de la música en términos de co-operación
y colaboración, y puede ser igualmente válido, dependiendo de ti y de tu
familia. Para mí, sin embargo, las actividades musicales proporcionan el
camino perfecto para la interacción familiar, ya que engloban las «tres ces»
del desarrollo del carácter:
113
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
t $PNVOJDBDJØO
t $PMBCPSBDJØO
t $SFBUJWJEBE
114
la familia que toca unida: la alegría de hacer música
115
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
una melodía de ritmo lento puede hacer que el ritmo del corazón se ralenti-
ce. La música interpretada con rapidez, ya sea en una pieza orquestal vigo-
rosa, como la sección final de la «Obertura de Guillermo Tell», una marcha
militar o una canción de rock duro, puede aumentar nuestro pulso, y trans-
mitirnos entusiasmo y energía. No es casual que este tipo de música se
interprete en acontecimientos deportivos como los partidos de fútbol y los
combates de boxeo en el momento de la salida de los futbolistas o los púgi-
les. El poder motivador de la música nos llena de sentimientos positivos y
de un entusiasmo creciente. Del mismo modo, la música tranquila puede
ayudarnos a enfocar nuestros pensamientos y a concentrarnos. La música
contemplativa, que alienta la reflexión y la espiritualidad, ha formado parte
durante mucho tiempo de las celebraciones litúrgicas y de las asambleas
religiosas, y se emplea también en actividades destinadas a combatir el
estrés.
Gran parte de la música que se emplea para influir en nuestro estado de
ánimo es instrumental y evoca imágenes, lugares y sentimientos a través
de nuestra imaginación o memoria. No obstante, cuando se combina la
música con palabras, se produce una relación simbiótica que da al conjun-
to un efecto realzado muy intensamente. Las letras de las canciones se
memorizan con facilidad porque son concisas, ocupan con frecuencia
líneas breves y están compuestas con recursos lingüísticos como la alite-
ración, la rima y el ritmo. En el marco de las conversaciones de los autores
para la redacción de este libro, se mencionaron y recordaron las palabras
de una célebre canción: mientras escuchábamos la letra del poema Los
hijos3, convinimos en que este texto resume nuestros sentimientos sobre el
carácter pasajero de la naturaleza y las responsabilidades parentales. Y al
escuchar la grabación de este poema cantado a cappella por el grupo
Sweet Honey in the Rock, la emoción de las palabras queda realzada por
una melodía inolvidable cantada con destreza, con profundidad de emo-
ción y sentimiento. Semejante música capta un estado de ánimo –un senti-
miento– y se convierte en una experiencia que parece capaz de tocarnos
el alma.
116
la familia que toca unida: la alegría de hacer música
Inténtalo
117
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
ción, al que no se le permite ninguna otra cosa hasta que haya concluido la
práctica de 30 minutos de piano/violín, es deprimente, y es probable que
todos nosotros conozcamos el caso de alguna persona a la que por esta
razón se le han quitado todas las ganas de interpretar música.
118
la familia que toca unida: la alegría de hacer música
En su excelente libro Music Makes Your Child Smarter, Philip Sheppard des-
cribe con cierto detalle la musicalidad innata de todos los niños cuando afirma
que «todos tenemos aptitudes musicales». A menudo me pregunto si las nota-
bles capacidades rítmicas y de percusión de nuestra hija mayor estuvieron
determinadas por el hecho de que mi esposa tocó durante el embarazo el vio-
lín en un grupo de folk-rock, ¡al lado de la batería! Y cuando nuestra hija tenía
dos semanas de vida, se volvió para mirar –con un gesto que, estoy seguro,
era una mirada de reconocimiento– a mi esposa que estaba tocando el violín.
La mayoría de los seres humanos empezamos la vida con un sentido básico
del ritmo, vinculado quizá a nuestros sistemas corporales. Nuestros corazo-
nes laten a un ritmo constante. Y cuando aprendemos a caminar, saltar y
correr, tendemos a hacerlo siguiendo un ritmo regular. Cuando escuchamos
el patrón de sonidos repetidos creados por esas actividades, podemos quizá
reconocer los ritmos comunes que forman la base de las formas musicales
más populares.
Así pues, todos respondemos, en mayor o menor medida, a la música de
diferentes formas.
Pero ¿por qué unas personas tienen más aptitudes musicales que otras?
119
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
120
la familia que toca unida: la alegría de hacer música
121
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
122
la familia que toca unida: la alegría de hacer música
123
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
124
la familia que toca unida: la alegría de hacer música
125
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
126
la familia que toca unida: la alegría de hacer música
127
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
128
la familia que toca unida: la alegría de hacer música
129
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
correo electrónico (¡a veces cruzando de un lado del mundo al otro!) para
que el vocalista añada su parte. Las grabaciones en directo de instrumentos
y voces pueden ser editadas para alterar el tono y el ritmo. Si no te gusta la
manera en que has cantado el coro de una canción, ¡puedes cortar y pegar
una interpretación mejor! Podemos aprovechar las ventajas de la tecnología
moderna, pero, como sucede en otras muchas áreas de nuestra vida, el
incremento en la capacidad gracias a la revolución digital ha llevado a un
incremento en las expectativas de calidad. Ahora esperamos que cualquier
música sea perfecta, porque estamos acostumbrados a escuchar grabacio-
nes casi perfectas en los CD y en la radio. Lamentablemente, como conse-
cuencia de ello, las interpretaciones en directo son a menudo una decep-
ción.
Para poner en perspectiva nuestras aspiraciones, necesitamos tener las
actitudes correctas. Nuestros hijos son, en gran medida, parte de una
generación que tiene expectativas muy elevadas, y la necesidad de gratifi-
cación instantánea se ha extendido por muchas áreas de su vida, incluida
la música. Necesitamos fomentar una aproximación realista a la hora de
hacer música: las expectativas deberían ser elevadas, pero realistas;
habría que alentar la tolerancia a la habilidad musical de otras personas y,
aun cuando la competición puede ser un elemento motivador útil, no debe-
ría ser perseguida por sí misma. Por encima de todo, el hacer música
debería ser agradable y divertido, y debería proporcionar a nuestros hijos
destrezas que dieran realce a sus vidas, cualquiera que sea el nivel en el
que decidan usarlas. Y una manera excelente de fomentar todo lo anterior
es hacer de la música una parte esencial de la vida familiar en todas las
edades y etapas.
130
la familia que toca unida: la alegría de hacer música
Musicalidad en la familia
La familia es un contexto excelente para la experiencia compartida de la músi-
ca. Si bien puede haber graves limitaciones de tiempo dentro de nuestras ata-
readas vidas familiares –entre ellas, el atractivo de la pantalla del televisor o del
monitor del ordenador–, el tiempo invertido en hacer música en familia, en
cualquier edad, será un tiempo bien empleado. Históricamente, ha habido
muchos métodos de enseñanza de la música que han puesto el acento en el
valor del aprendizaje en casa y la implicación de los padres. El método Suzuki
es uno de los mejor conocidos. Suzuki enseñó que los sonidos deben preceder
a los signos en el proceso de aprendizaje, y que la técnica y la sensibilidad
musicales se pueden aprender a través de la imitación y la emulación: todos
los miembros de la familia deben participar en el estudio de los instrumentos15.
131
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
132
la familia que toca unida: la alegría de hacer música
133
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
¡Pásalo!
En una época de aprendizaje a distancia, universidad para todos, objetivos y
calificaciones, parece que hemos perdido de vista una de las maneras más
eficaces de aprender, a saber, el sistema consagrado de aprendizaje: la trans-
misión de habilidades a través del ejemplo, en particular de las generaciones
«mayores y más sabias». Desde mi propia experiencia de organización de
actividades artísticas comunitarias en torno a los centros escolares puedo ase-
gurar que la colaboración intergeneracional tiene enormes beneficios.
No obstante, actualmente no es muy común que los miembros de varias
generaciones hagan música juntos, y esta actividad tiende a ser muy depen-
diente del género. Sin embargo, aún se da en áreas específicas. Por ejem-
plo, en el Reino Unido, el movimiento de las bandas de metal es famoso por
la implicación familiar y, tanto en el Reino Unido como en Estados Unidos, la
música folk tradicional tiende a incluir una mezcla de edades, así como tam-
bién un elemento aceptado de música hecha en familia (la dinastía de la
familia Carter en América es uno de los ejemplos mejor conocidos). Además,
antes de la llegada de la radio y la música grabada, eran frecuentes los
espectáculos ofrecidos por bandas populares donde jóvenes y mayores se
reunían para producir música en acontecimientos comunitarios.
No cabe duda de que en muchos de esos casos se espera que la generación
mayor tenga destrezas musicales que transmitir y, si realmente es así, ¿por
qué no? ¿Por qué no implicar a los padres, los abuelos y otros miembros de
la familia extendida en la actividad musical de tu hijo? Y donde las familias
están fragmentadas, ¿por qué no implicar a quienes se han convertido en
miembros de una segunda familia, sean o no consanguíneos? Sin embargo,
como yo toco en un grupo compuesto por dos generaciones, he perdido la
cuenta de las veces que alguien me ha dicho: «¿Sabes? Yo toco un instru-
mento, y mis hijos también, pero nunca hemos tocado juntos, nunca». Yo
siempre pienso –y algunas veces digo–: «¿Por qué no?».
Hacer música juntos como unidad familiar puede ser beneficioso para todos.
No solo la generación más joven aprende destrezas musicales, de colabora-
ción y sociales de sus mayores, sino que la generación mayor puede sentir-
134
la familia que toca unida: la alegría de hacer música
135
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
oye: «¿Has vuelto a llevarte mi CD?», en vez de: «¡Baja ese ruido!». Desde
mi experiencia personal puedo decir que a mí no me gusta necesariamente
toda la música que escuchan mis hijas, y viceversa. Pero no lo veo como
una diferencia generacional, sino más bien como una cuestión de preferen-
cia personal, y esta es nuestra prerrogativa como individuos. En torno a la
música se producirán siempre divisiones: entre aficionados y profesionales;
entre la música popular y la clásica; entre los géneros, como las diferencias
entre Emos y Goths, los cuales, no obstante, son agrupados dentro del sec-
tor de «rock alternativo» del mercado de música comercial. Con todo, la
edad, particularmente en el género rock de la música popular, causa cada
vez menos divisiones. En vez de separar a los adolescentes de los adultos,
la música se está convirtiendo en el apaciguador social y en el terreno común
donde las generaciones se pueden aproximar en mayor medida.
Por otro lado, el enorme incremento en la accesibilidad a la música ha ayu-
dado a reducir la distancia generacional. Recientemente, el Arts Council
England (institución pública encargada de la promoción de la cultura y de las
actividades artísticas) ha afirmado que «es mayor que nunca el número de
personas –jóvenes, adultos, profesionales, aficionados– que tocan, cantan
y/o crean su propia música»17. Las generaciones mayores están cada vez
más implicadas en la práctica de hacer música; el 44 por ciento de los adul-
tos aseguran que tocan un instrumento musical y muchos hogares tienen
más ingresos disponibles para gastar en instrumentos musicales cada vez
más baratos y en equipos domésticos de grabación. Y el incremento en el
uso de internet en todas las edades ha estimulado una explosión de interac-
ción musical que va desde las descargas de música hasta la conexión con
otros músicos gracias a la red. Las redes sociales como MySpace permiten
a muchos grupos desconocidos promover su música por todo el mundo, y
cuando observas los perfiles de esos grupos, un número considerable de
ellos tienen miembros de edad avanzada. Dicho con sencillez, con el anoni-
mato de Internet, la edad no es ya un punto en cuestión: a los amantes
actuales de la música popular, les importa más la música que la edad de las
personas que la hacen.
136
la familia que toca unida: la alegría de hacer música
137
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
138
la familia que toca unida: la alegría de hacer música
139
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
Y viceversa, ¿no nos pasa a veces que no les transmitimos cosas porque
sentimos que estaríamos presionándoles para que hicieran algo que no quie-
ren? La mayoría de los niños tienen un deseo innato de agradar a sus padres
–quieren que se sientan orgullosos de ellos–. A medida que crecen, la necesi-
dad de ser alentados y apreciados se revela de diferentes maneras –a veces
no resulta obvio, pero está ahí igualmente–. Como padres, tenemos la difícil
tarea de encontrar ese punto intermedio entre animar a nuestros hijos sin
sofocar, guiar sin imponer y cerciorarnos de que no se están comprometiendo
con algo únicamente porque piensan que nos agradará. Y, al mismo tiempo,
tenemos que respetar su sensibilidad. Por supuesto, nos sentimos orgullosos
cuando nuestros hijos alcanzan una meta –pero la idea que tenemos de sus
talentos tal vez no sea la más objetiva, y a veces los padres se sienten culpa-
bles de ensalzar los méritos de sus hijos provocando un gran malestar en
ellos–. Todos podemos tener la culpa de empujar a nuestros hijos a algo para
obtener alguna gloria refleja. Como la música es un arte interpretativo, ¡siem-
pre habrá muchas oportunidades de que sucedan estas cosas.
La clave para afrontar estas cuestiones no es ver a nuestros hijos como
extensiones de nosotros mismos, sino como individuos diferentes. Necesita-
mos también mantener abiertas las líneas de comunicación. Como profesor
y padre, y como adulto en la sociedad, siento que tenemos una gran respon-
sabilidad de ofrecer canales de oportunidad. Pero la decisión última de
seguir o no esas oportunidades sigue siendo cosa del niño.
¿Cuánto cuesta?
Otra barrera a la hora de participar en la música puede ser el precio de los
instrumentos y las clases; mientras que para algunas personas es una cues-
tión de prioridades económicas, para otras el precio es prohibitivo. Hasta
hace poco tiempo en el Reino Unido, la mayor parte de la música subvencio-
nada era canalizada a través de las escuelas o de proyectos sociales organi-
zados. No obstante, recientemente ha habido un movimiento hacia esque-
mas de préstamo / compra subvencionada accesibles a individuos privados
y concedidos por instituciones como el Arts Council England, antes mencio-
nado –y es de agradecer.
140
la familia que toca unida: la alegría de hacer música
¡…es divertido!
Por encima de todo, un grupo familiar es inclusivo: sus miembros encuentran
estrategias para que participen los músicos menos capaces (ya sea por causa
de la edad o de la capacidad). Con los niños pequeños la clave es plantearles
retos, pero de modo que cada uno de ellos toque dentro de sus capacidades
Estos papeles pueden cambiar; cuando los niños se hacen mayores y más
expertos, es probable que tomen la iniciativa. Y si bien es posible que a algu-
nos padres esto les resulte bastante difícil, otros se sentirán muy felices sen-
tándose en el asiento trasero del grupo familiar. (¿Acaso no es esto un refle-
jo de la vida familiar?).
141
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
t 1FSDVTJØO
t #BKPBSNPOÓB BDPSEFT
t .FMPEÓB
142
la familia que toca unida: la alegría de hacer música
Entusiasmarse
El estilo de música que toques dependerá de tu gusto o de tu trasfondo cul-
tural. Puedes elegir entre tocar melodías o canciones existentes –de una
generación u otra– ¡o componer tus propias melodías o canciones!
Tenemos la tecnología
La accesibilidad a equipos de grabación domésticos ha añadido una nueva
dimensión a la música hecha en familia. Un equipo relativamente barato,
de alta calidad, unido con frecuencia a un software informático de secuen-
ciadores, ha abierto un camino de oportunidades para que las familias
creen pistas de calidad razonable, ya sea usando secuenciadores o instru-
mentos tocados en directo. Las grabaciones domésticas pueden ser una
fuente de orgullo y un gran logro. MySpace y otros sitios de internet pareci-
dos han ampliado las posibilidades de compartir tu música con otros, si es
lo que deseas –¡tus grabaciones de música familiar pueden llegar a todo el
mundo!
143
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
144
la familia que toca unida: la alegría de hacer música
El grupo La familia
Ritmo Batería Rutinas, patrones
Bajo Valores, criterios, creencias
Armonía Entorno y dieta, actividades,
Guitarra / teclados
ambiente, clima
Instrumentos Tomar la iniciativa,
Melodía
principales (o voces) experiencias de vida
El bombo marca el ritmo: toca el primer golpe fuerte, a menudo con ritmo de
marcha. Pero tiene que ser constante. Piensa que es el sonido que hace tu
pie derecho mientras caminas. Y la caja sostiene al bombo –a menudo tocan
juntos–, como el pie izquierdo y el derecho en un ritmo de marcha constante.
145
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
Platillo splash
Platillo ride Platillo crash
Hi-hat (o charlestón)
Tom toms
Caja
Bombo
146
la familia que toca unida: la alegría de hacer música
147
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
148
la familia que toca unida: la alegría de hacer música
149
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
El padre que cede ante el niño que grita porque no quiere que monte un
número, está acumulando posibles batallas de liderazgo para el futuro. Den-
tro de la familia, y también de cada grupo, tiene que haber disciplina. No se
puede dirigir sin disciplina. Hay que establecer parámetros de rendimiento y
adherirse a ellos. Es fácil escribir estas cosas, pero, por supuesto, con las
familias, como con los grupos, no es siempre fácil ponerlo en práctica; des-
pués de todo, somos humanos (¡y, además, a menudo somos humanos can-
sados, estresados y angustiados!), pero esto no debería disuadirnos de
intentarlo. Es demasiado fácil ceder y renunciar. Los grupos más exitosos
han experimentado una buena dosis de angustia, pero han tenido que per-
sistir para lograr el éxito. Así sucede también con la familia: aspirad a com-
poner la mejor melodía que podáis.
150
la familia que toca unida: la alegría de hacer música
padres contienen consejos rígidos acerca de cómo tratar con los hijos; otros
abogan por un enfoque no estructurado. Y nosotros, ¿seguimos la partitura o
vamos componiéndola a medida que avanzamos?
Muchos de esos volúmenes (viejos y nuevos) contienen consejos útiles, y la
mayoría de los padres tendrán como mínimo un libro sobre las enfermeda-
des infantiles. Necesitamos algún texto escrito que nos dé el valor y la con-
fianza para asumir algunas de las tareas más abrumadoras de la paternidad.
Pero al igual que todos los seres humanos tienen al menos alguna pequeña
habilidad musical, así sucede también con la paternidad. Hay momentos en
que no necesitamos leer la música porque intuimos lo que necesitan nues-
tros hijos. Algunos estilos de música son más normativos que otros, y elegi-
mos los tipos de música que queremos tocar. Pero no hemos de olvidarnos
de ser músicos espontáneamente.
Tú lo tarareas y yo lo toco
Aun cuando la música tiene un sistema muy detallado e intrincado de trans-
cripción, es, en definitiva, una actividad humana, y es muy complicado escri-
bir o crear tecnológicamente música que tenga la «sensibilidad» humana
que con frecuencia define las piezas más satisfactorias desde el punto de
vista emocional. Las formas escritas pueden transmitir contenido; es más
difícil registrar las cualidades contextuales de ese contenido: el tono, la afi-
nación y la expresión. Pero esas cosas se pueden aprender a través de la
imitación. En el mundo del jazz es común preguntar a los intérpretes cuáles
son sus influencias. Los músicos de jazz suelen modelar su estilo de acuer-
do con el de otros músicos más conocidos. Algunos aprenden a improvisar
estudiando e imitando los solos de los «grandes».
Todos aprendemos unos de otros. Muchas habilidades comunicativas,
incluidas las lingüísticas y la música, se basan en la imitación. De la misma
manera, nuestros hijos aprenden destrezas vitales de modelos a imitar que
los rodean y entre ellos, por supuesto, se encuentran los padres. Cuales-
quiera que sean los modelos, las rutinas, los valores y el entorno que pro-
151
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
152
la familia que toca unida: la alegría de hacer música
153
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
154
la familia que toca unida: la alegría de hacer música
Notas y bibliografía
1. Palmer, Sue (2006), Toxic Childhood: How the Modern World Is Damag-
ing Our Children and What We Can Do About it, London, Orion.
2. Wikipedia, Music and the Brain: 9 Auditory Cortices.
3. «Los hijos», de El profeta, por Khalil Gibran.
4. Sheppard, Philip (2005), Music Makes your Child Smarter, Beaconsfield,
Artemis Music.
5. Frostick, Richard, profesor de música citado en el programa on-line de la
BBC Parents’ Music Room, www.bbc.co.uk/music/parents/learninganins-
trument.
6. Palmer, Sue (2006), Toxic Childhood: How the Modern World Is Damag-
ing Our Children and What We Can Do About it, London, Orion.
7. Moore, D.G., Burland, K. y Davidson, J.W.W. (2003), «The social context
of musical success: A developmental account»: British Journal of Psy-
chology, 94.
8. Sheppard, Philip (2005), Music Makes your Child Smarter, Beaconsfield,
Artemis Music.
9. Tramo, Mark, citado en Cromie, William J., «How Your Brain Listens to
Music»: Harvard University Gazette, 13 de noviembre de 1997, www.
hno.harvard.edu/gazette/1997/11.13/HowYourBrainLis.html.
10. www.edu-cyberpg.com/Music/morebrain.html, cita de The Psychology of
Music, 24 (2).
11. DfES (2007), Letters and Sounds: Principles and Practice of High Quality
Phonics, London, HMSO.
12. Hohmann, Mary y Weikart, David T. (1995), Educating Young Children,
Michigan, High/Scope Educational Research Foundation Ypsilanti.
13. Lamont, Alexandra, profesora de psicología de la música en la Universi-
dad de Keele, citada en el programa on-line de la BBC Parents’ Music
Room: www.bbc.co.uk/music/parents/yourchild/why_musicmatters.shtml.
14. Moran, Caitlin (2007), Knowledge, en The Times, 18-24 de agosto.
15. www.suzukiassociation.org.
155
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
16. Farman, John (2005), Bringing Up your Parents: A Guide for Teenagers
(edición revisada), London, Piccadilly Press.
17. www.artscouncil.org.uk.
18. Revista Sound on Sound, noviembre de 2003.
19. Palmer, Sue (2006), Toxic Childhood: How the Modern World Is Damag-
ing Our Children and What We Can Do About it, London, Orion.
156
Presentación de Roy Leighton,
por Jim Houghton
158
¡Actúa según tu edad!:
4
el camino hacia la madurez
«Hay un proverbio o axioma indio que dice que cada persona es una
casa con cuatro habitaciones: la física, la mental, la emocional y la
espiritual. La mayoría de nosotros tendemos a vivir en una habita-
ción la mayor parte del tiempo, pero a no ser que entremos en todas
las habitaciones todos los días, aunque solo sea para ventilarlas, no
somos personas completas».
Rumer Godden, The House with Four Rooms
[La casa con cuatro habitaciones]
¿Cómo es un adulto?
Clare W. Graves fue un psicólogo que trabajó en América desde la década
de 1940 hasta la de 1970. Se sintió frustrado con las diferentes opiniones y
teorías que definían «la personalidad adulta madura» y quiso proporcionar
un modelo más claro para el análisis del desarrollo humano sin producir
complejidad donde no había ninguna necesidad, y sin introducir simplicidad
en aspectos de la conducta humana que eran genuinamente complejos. Se
preguntó por qué podían existir tantos puntos de vista –todos ellos con una
cierta dosis de verdad– y, sin embargo, no había ninguno adecuado para
todos los casos. Graves buscaba algo que los envolviera a todos conjunta-
mente y se abriera camino a través de la confusión de visiones superpuestas
de la naturaleza y el aprendizaje humanos.
160
¡actúa según tu edad!: el camino hacia la madurez
161
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
162
¡actúa según tu edad!: el camino hacia la madurez
PROBLEMAS EXISTENCIALES
Fig. 1
163
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
«Para afrontar las exigencias del siglo XXI, los estudiantes tienen
que conocer algo más que las asignaturas comunes. Tienen que
saber cómo usar su conocimiento y sus habilidades pensando críti-
camente, aplicando el conocimiento a situaciones nuevas, analizan-
do la información, comprendiendo nuevas ideas, comunicando, cola-
borando, resolviendo problemas y tomando decisiones»5.
164
¡actúa según tu edad!: el camino hacia la madurez
165
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
166
¡actúa según tu edad!: el camino hacia la madurez
Nivel de la
Visión del mundo existencia Pensamiento/Conducta
humana
Impulsivo, poder,
C Solo sobreviven los fuertes Sí mismo P
beneficio inmediato
167
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
Supervivencia
«Vuestros hijos no son hijos vuestros.
Son los hijos y las hijas del deseo que la Vida tiene de sí misma».
Khalil Gibran, El Profeta
168
¡actúa según tu edad!: el camino hacia la madurez
En cada nivel hay ejercicios que podemos realizar con nuestros hijos y otros
que podemos hacer individualmente. Los ejercicios para los niños se pueden
adaptar porque todos tenemos niños de diferentes edades y, por tanto, debe-
mos ser un poco flexibles. Sin embargo, los ejercicios para ti debes realizar-
los por orden. Tómalos como un proceso de revisión y desarrollo paso a paso
para tu propia evolución. ¡No caigas en la tentación de saltar un nivel! Realí-
zalos ordenadamente: hay un proceso planificado y el impacto de los ejerci-
cios posteriores depende de tu aplicación y reflexión sobre los anteriores.
169
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
170
¡actúa según tu edad!: el camino hacia la madurez
Para ayudar a nuestros hijos a moverse con eficacia a través de todos los
niveles, ellos necesitan ver que nosotros como padres no hemos llegado a
un punto donde nos hemos estancado. Si perciben que la edad adulta es un
destino más que un proceso, estarán siempre buscando un lugar donde
poder detenerse. Es importante que ellos comprendan que, como adultos,
una vez que hemos resuelto algunos problemas, debemos prepararnos para
afrontar desafíos mayores que inevitablemente se presentarán en nuestras
vidas. La vida es una lucha. Esta es la realidad. El sufrimiento en esta lucha
es opcional.
171
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
172
¡actúa según tu edad!: el camino hacia la madurez
Después de bañar a tu hijo, colócalo sobre una toalla o una prenda suave en
una habitación caliente y aplícale ligeramente una loción o crema para bebé.
Dedícale el tiempo necesario. Recuerda que tu objetivo es conectar con él
física y emocionalmente. Pon música relajante. No es necesario que sea
clásica o demasiado elevada, sino justamente la música que te aporta sere-
nidad –si te sientes bien, tu bebé lo percibirá y responderá del mismo modo.
Dedica unos minutos a esta actividad. Yo te sugeriría que la realizaras a la mis-
ma hora todos los días para ayudar a establecer el rito y el orden. Los niños
necesitan desarrollar rutinas y ritos, porque ello les hace sentirse seguros.
Este es un ejercicio que se puede adaptar a todo el tiempo que pasas con
tus hijos a cualquier edad. Obviamente, el nivel del masaje y del contacto
físico tiene que ser adecuado a la edad y al sexo del niño, pero asegúrate de
estar en contacto con tus hijos. Puedes hacerlo a través del deporte, tomán-
doos de la mano, abrazándoos, jugando o bailando. Es indudable que en
Occidente tenemos una aproximación muy poco equilibrada cuando se trata
del contacto físico con nuestros hijos.
La psicóloga Sylvia Clare sostiene esta idea:
«Las experiencias que un niño recibe a lo largo de su vida configuran
la manera en que se desarrolla su cerebro. Los niños que no reciben
un contacto suficiente y apropiado son incapaces de formar conexio-
nes neurales importantes. Esto hace que se vuelvan insensibles. El
resultado puede ser la incapacidad de entrar en contacto físico sin
experimentar una gran incomodidad e incluso dolor. Es probable que
tales niños se conviertan en personas carentes de empatía, de cali-
dez emocional y de la habilidad básica para entablar relaciones
humanas normales y propias de adultos… Cuando ejercía como
orientadora escolar, ayudaba a los niños con los que trabajaba a
comprender esas diferencias allí donde era apropiado. Ellos enten-
dían lo que se quería decir instintivamente y sin necesidad de des-
cripciones amenazadoras o gráficas de lo que podría seguir des-
pués. Sencillamente sabían que algunas cosas estaban bien y otras
no, y aprendieron a confiar en ese conocimiento intuitivo que tenían…
173
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
t `-PTCFCÏTWBSPOFTOBDFODPOMBNJTNBDBOUJEBEEFUFTUPTUFSPOBRVF
un niño de 12 años! Los niveles de testosterona bajan, pero vuelven a
alcanzar un punto alto en torno a los 3-4 años. Los niveles de testoste-
rona siguen subiendo y bajando, y cuando el niño tiene entre 11 y 14
años, alcanzan el 800 por ciento.
t &MBVNFOUPEFMBUFTUPTUFSPOBSFEVDFMBWFMPDJEBEEFMBTDPOFYJPOFT
con la parte del cerebro encargada del lenguaje. También hace que los
niños sean más musculosos, activos, inquietos, amigos de las discusio-
nes, impulsivos y desorganizados. Necesitan tener un conjunto claro de
normas o serán propensos al desorden, a la desvinculación y a la
depresión.
t &OUSFMPTZMPTB×PT
MPTOJ×PTBQSFOEFODØNPTFSWBSPOFTZ
empiezan a «fijarse en papá» para estudiar la manera de actuar, hablar
y ser «todo un hombre». Esa ventana de tiempo es la oportunidad más
importante que tienen los padres de influir en sus hijos varones.
174
¡actúa según tu edad!: el camino hacia la madurez
t $VBOEPMPTOJ×PTKVFHBOQFMFBOFOUSFTÓZDPOTVTQBESFT QBSUJDVMBS-
mente con el padre), de hecho están aprendiendo a conocer sus cuer-
pos, su fuerza y sus límites.
El director de cine Kevin Smith dice a este respecto algo que –estoy seguro–
haría que su padre se sintiera orgulloso:
175
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
Tribal
Es evidente que esta actitud puede influir también en los adultos y en los
grupos. Si percibimos a otra persona o grupo como una amenaza, podemos
recurrir rápidamente a una conducta negativa tribal. Un estado tribal actual
que puede ser tanto positivo como negativo es el fútbol. Positivo porque
reúne a un grupo con una cosmovisión compartida. Su uniforme e imágenes
y sus iconos (futbolistas, estadio, etcétera) los ayudan a tener una identidad
colectiva. Es importante el hecho de que esta identidad es diferente en cada
grupo.
176
¡actúa según tu edad!: el camino hacia la madurez
177
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
«Si entablas amistad con alguien, pero careces de valor para corre-
girlo, eres, de hecho, su enemigo».
178
¡actúa según tu edad!: el camino hacia la madurez
«Nada sería más pesado que comer y beber si Dios no hubiera hecho
que estas actividades sean tanto un placer como una necesidad».
Voltaire
179
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
180
¡actúa según tu edad!: el camino hacia la madurez
Al realizar este ejercicio con regularidad (al menos una vez a la semana),
una familia desarrollará habilidades de escucha, reflexión, empatía, resolu-
ción de problemas, inteligencia emocional y paciencia. Hay que volver a este
fundamento una y otra vez, porque la esencia de una familia es poder desa-
rrollar individuos que puedan comportarse de un modo solidario, desintere-
sado y armonioso. Este paso de la «tribu» al «sí mismo» constituye nuestro
siguiente desafío en el viaje de la evolución.
Sí mismo
«El niño es completamente egocéntrico, lo cual no quiere decir que
solo piense egoístamente en sí mismo, sino, por el contrario, que es
incapaz de diferenciarse del resto del mundo: no se ha separado de
los demás ni de los objetos. De este modo, siente que los otros com-
parten su dolor o su placer, que inevitablemente comprenden las
palabras que apenas masculla, que su perspectiva es compartida
por todas las personas, y que hasta los animales y las plantas partici-
pan de su conciencia. Cuando juega al escondite, cree que basta
181
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
con que él no vea a los demás para que estos no lo vean a él, porque
su egocentrismo le impide reconocer que los demás son conscientes
de su ubicación. El proceso global de desarrollo humano puede ser
considerado como una continua disminución del egocentrismo»
(Howard Gardner).
182
¡actúa según tu edad!: el camino hacia la madurez
No son pocos los «adultos» que nunca aprenden esta lección del todo.
¿Cuántas personas conoces que, cuando no consiguen lo que quieren,
abandonan la argumentación y el razonamiento lógico, y optan por «tirar el
osito del cochecito»?
Como familia, y particularmente por ser los «mayores» dentro de la familia,
no necesitamos solo tratar de comprender este proceso de evolución cons-
tante, sino guiar a nuestros hijos hacia un futuro que tenga sentido para
ellos. Alvin Toffler subraya esta idea cuando dice: «Nuestra responsabilidad
moral no es detener el futuro, sino darle forma… canalizar nuestro destino
en direcciones humanas y tratar de reducir el trauma de la transición»10.
Si ayudamos a nuestros hijos a pasar este nivel, contribuiremos en gran
medida a que sean felices y tengan éxito como personas a largo plazo.
183
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
184
¡actúa según tu edad!: el camino hacia la madurez
ayuda cuando no puedo hacer algo», «Está un poquito loco en el buen senti-
do», «Tiene una gran sonrisa», «Sabe escucharme perfectamente cuando
necesito hablar».
Este ejercicio suele funcionar mejor si todos intervienen siguiendo el sentido
de las agujas del reloj (o el sentido contrario a las agujas del reloj), mejor que
a discreción. Da a los interlocutores una idea clara de la persona a la que
van a felicitar y de este modo tienen tiempo para pensar.
La etapa 2 de este ejercicio conviene realizarla cuando todos han tenido
alguna respuesta positiva, y es para que cada persona diga, siguiendo un
orden, qué es lo mejor de ella misma. Esto es enormemente importante.
Decir que somos buenos en algo no es engreimiento. No es arrogancia. La
diferencia entre la confianza y la arrogancia está en que las personas segu-
ras de sí mismas te dan energía y las personas arrogantes te la quitan. Si
haces que tus hijos sean conscientes de su poder, ellos dejarán de sentir la
necesidad de quitárselo a otras personas.
Todos necesitamos un ego positivo y conocer la diferencia entre la confianza y
la arrogancia. Decir algo positivo sobre uno mismo no es un crimen; pero si no
hemos reservado un tiempo para escuchar, con regularidad, declaraciones
positivas sobre quiénes somos y cómo estamos en el mundo, y no nos han
animado a decir cosas positivas sobre nosotros mismos, corremos el riesgo de
no sentirnos nunca bien con nuestros éxitos o de sentirnos bien solo cuando
hemos alcanzado una meta específica. Ambos extremos son peligrosos.
Una de las causas clave de la falta de armonía, de la falta de respeto y de la
falta de comunicación en el lugar de trabajo es la necesidad de lidiar con
personas que no se han formado plenamente en este nivel de evolución fun-
damental. No añadamos a la falta de comunicación y caos que hay en el
mundo el hecho de formar parte de una dinámica familiar que solo produce
individuos cerrados y egoístas que no son capaces de atenerse a ningún
sistema o conjunto de normas a no ser que vayan a conseguir lo que necesi-
tan en todo momento. En resumen, ayudemos a todos los miembros de
nuestra familia a ser capaces de funcionar en el siguiente nivel crucial de la
evolución: el orden.
185
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
Orden
«Quien planifica cada mañana las actividades del día y sigue ese
plan, lleva un hilo que lo guiará a través del laberinto de su atareada
vida. Pero donde no hay un plan, donde la disposición del tiempo se
deja únicamente al azar y a la casualidad, pronto reinará el caos».
Victor Hugo
186
¡actúa según tu edad!: el camino hacia la madurez
desarrollar sus propios talentos (sí mismo). Y para conseguirlo tienen un pro-
ceso educativo muy disciplinado y ordenado; la mayoría de ellos aprovechan
todas las oportunidades que tienen para mejorar, aprender y desarrollarse
(orden). La fuerza impulsora aquí es una necesidad de evolucionar más allá
de la supervivencia básica. Con frecuencia, tengo la respuesta contraria
cuando trabajo con jóvenes en el Reino Unido.
En el Reino Unido trabajo con niños de enseñanza secundaria que comen
decentemente tres veces al día (además de tomar algún tentempié) y tienen
una casa acogedora y cómoda, un televisor, una PlayStation, un ordenador,
etcétera. Suelen tener padres que los «aman» tanto que les dan todo lo que
quieren. Esto puede generar minutos, horas o posiblemente días en que hay
armonía entre padres e hijos. Esta gratificación a corto plazo para hijos y
padres únicamente alimenta una visión del mundo según la cual la felicidad
se produce desde fuera y se presenta en forma de «cosas» (para el niño) o
en la forma de un sentimiento de aprecio y reconocimiento de bajo nivel
(para el padre). Esto no es amor. Es un trueque emocional.
El niño de 3 años que consigue que sus padres le den lo que quiere gritando
y siendo «un pelmazo» puede haber aprendido que esta técnica seguirá fun-
cionando cuando tenga 15 años. Peor aún, el adolescente de 15 años que
consigue lo que quiere comportándose de este modo piensa que esto es lo
que deberá hacer él después con sus hijos, porque de lo contrario no será un
buen padre. Y así, el ciclo continúa.
«La civilización empieza con el orden, crece con la libertad y muere con
el caos».
Will Durant
187
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
ado
ganiz
Or
do
a niza e
g m
sor ar
De a nt ar a
v t
Le an s
1. Lev niño el
2. los cer no l
e
Ha yu r
3. desa coge no
r
Re yu ra s
4. desa cont ere
En eb
5. los d
188
¡actúa según tu edad!: el camino hacia la madurez
1. Levantarme
2. Levantar a los niños
3. Hacer el desayuno
4. Recoger el desayuno
5. Encontrar los deberes
6. Encontrar los zapatos
7. Responder a las peticiones del colegio
189
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
190
¡actúa según tu edad!: el camino hacia la madurez
Iniciativa
«El hombre es un animal que trata de alcanzar metas. Su vida solo
tiene sentido si se esfuerza por alcanzarlas».
Aristóteles
191
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
192
¡actúa según tu edad!: el camino hacia la madurez
193
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
«No puede haber dominio más pequeño, ni más grande, que el que se
tiene sobre uno mismo».
Leonardo da Vinci
194
¡actúa según tu edad!: el camino hacia la madurez
Etcétera, etcétera.
No propongas soluciones; más bien, pasa directamente al siguiente ejercicio.
195
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
Para desarrollar más este punto, puedes animarlos a hacer lo mismo y llevar
algún punto de su lista a la comida siguiente.
Aun cuando en un nivel neurológico este ejercicio es realmente adecuado
para los adolescentes y los jóvenes, porque proporciona a los participantes
la oportunidad de decir a los padres y hermanos lo que deben hacer con sus
vidas, puede ser fascinante ver cómo los niños que no han llegado aún a la
adolescencia afrontan situaciones que a los «adultos» les parecen proble-
mas enormes e insuperables, con una simplicidad y franqueza que son inspi-
radoras. Phoebe, mi hija de 6 años, tiene una visión perfectamente clara del
mundo y, con su sabiduría y sus intuiciones, me ha hecho volver a poner los
pies en el suelo más de una vez.
La innovación y el desafío que se encuentran en este nivel de iniciativa son tan
adictivos, que muchos de nosotros somos absorbidos de tal manera en él que
corremos el riesgo de volvernos «cerrados». Con esto quiero decir que uno
puede encontrarse buscando más desafío, beneficio y «cosas» para sí mismo.
Nos centramos tanto en nuestras necesidades, deseos y sueños, que pode-
mos correr el riesgo de no pasar nunca al siguiente nivel de evolución, el cual
requiere lo que hemos logrado en el nivel de la «iniciativa» para que podamos
ejercer influencia. Si podemos pasar de un «yo» cerrado a un «nosotros» más
abierto, tenemos la oportunidad de usar esta riqueza, tanto material como crea-
tiva e intelectual, que hemos reunido en el nivel de la iniciativa, y añadir valor a
la comunidad más amplia. De este modo podemos influir en –y apoyar a– per-
sonas que están más allá de nuestra familia, grupo social o cultura, y a las que
tal vez no conocemos, no comprendemos o ni siquiera nos gustan.
Comunidad
«En la tercera etapa de la edad adulta se ha de prestar atención con
inteligencia no solo al progreso personal, y al progreso de la familia y
de la sociedad, sino también al progreso de toda la gente. Esto es tam-
bién responsabilidad de los adultos, los cuales tienen que adquirir las
destrezas necesarias para ello. Deben tener visiones más amplias de
196
¡actúa según tu edad!: el camino hacia la madurez
197
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
198
¡actúa según tu edad!: el camino hacia la madurez
Recuerdo que hace algún tiempo, cuando Lily, mi hija mayor, tenía 8 años,
un buen día llegó a casa y nos habló con entusiasmo sobre una clase acer-
ca de los cinco pilares del islam que había recibido en la escuela anglicana.
Habían visto fotografías de mezquitas, y de personas y lugares exóticos.
Lily preguntó si podía ser musulmana, porque le gustaba cómo vestían. Yo
no puse ninguna objeción en principio, pero pensé que tal vez podría infor-
marse un poco más. Así, invité a un amigo y compañero de trabajo de Lon-
dres a que nos visitara en la zona rural de Northamptonshire. Tengo tres
hijas y Azam tiene dos hijas de edades similares a las de mis dos hijas
mayores.
Preparamos una comida deliciosa para Azam y su familia; y las niñas, que
estaban muy interesadas en conocer a musulmanes «de verdad», realizaron
un gran esfuerzo ayudando a preparar la comida.
Cuando llegaron hacia la una de la tarde, las niñas anunciaron con orgullo
que habían preparado comida para todos. Azam sonrió y, apartándome de
los demás, me preguntó si podíamos estar sin comer hasta la puesta del sol,
porque era el mes del Ramadán y ellos estaban ayunando.
199
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
200
¡actúa según tu edad!: el camino hacia la madurez
Complejidad/interconexión
«Abandona el impulso de simplificarlo todo, de buscar fórmulas y
respuestas fáciles, y empieza a pensar de manera multidimensional,
a gozar del misterio y las paradojas de la vida, a no sentirte conster-
nado por la multitud de causas y consecuencias que son inherentes
en cada experiencia, a valorar el hecho de que la vida es compleja».
M. Scott Peck
Así llegamos a esos años antes y después de cumplir los 20, cuando el cam-
bio lleva a la persona a retornar al sí mismo y a plantearse preguntas de más
alcance sobre la vida. Desde el punto de vista neurológico, el cerebro adulto
se desarrolla plenamente (pero no detiene su capacidad de cambiar) en tor-
no a los 25 años. Si bien la existencia centrada en la comunidad nos aporta
muchas cosas: pertenencia, seguridad, propósito, apoyo, etcétera, también
corre el riesgo, si nos cerramos, de que nuestro pensamiento pueda estan-
carse porque no queremos disgustar al grupo. Si confundimos «igualdad»
con «imparcialidad», podemos terminar no haciendo nada para no herir las
sensibilidades de los demás. A primera vista, un grupo centrado en la comu-
nidad está ahí para construir algo por un bien mayor. Toda su existencia gira
en torno al amor y la felicidad con el mundo. Pero ¿y si no tienen la imagen
completa? ¿Y si (¡Dios no lo quiera!) están equivocados? ¿Y si su sistema
de creencias y su impulso para la existencia de ese grupo es puesto en
cuestión? Pues bien, ellos tienen (nosotros tenemos) una elección: asumir el
nuevo aprendizaje y aplicarlo. Esto no significa rechazar el nivel (o niveles)
anteriores, sino más bien «abrazarlos y evolucionar».
201
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
202
¡actúa según tu edad!: el camino hacia la madurez
«No podemos esperar que todas las naciones se adhieran como siste-
mas, porque la conformidad es el carcelero de la libertad y el enemigo
del crecimiento».
John Fitzgerald Kennedy
203
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
Proponte un objetivo y toma cada día las medidas necesarias para alcanzar-
lo, sirviéndote de las conexiones que tienes a tu disposición, pero a las que
tal vez no has recurrido aún. Habla con otros padres después de acostar a
tus hijos. Usa internet para ver si hay en la zona donde vives algo que pueda
ayudarte. Te sorprenderá. Acabo de buscar en Google «Salsa Dancing in
Northampton» y han aparecido al instante 370.000 fuentes posibles. Internet
es un gran vehículo para encontrar contactos con nuestra comunidad, tanto
local como global. Pero eres tú quien debe tomar la iniciativa.
Si no has dado aún el primer paso ni has salido para encontrarte con tu
comunidad, entonces estás limitando las posibles conexiones de apoyo. La
interconexión en forma de redes de apoyo es solamente una de las formas
de poner de manifiesto la realidad de este nivel de la existencia. No estoy
seguro de cómo funciona, pero funciona. El punto de partida, como señala
Patanjali, es tener un sueño que te apasione.
204
¡actúa según tu edad!: el camino hacia la madurez
Pusimos a este ejercicio el nombre de «Juego de las diez sillas» para esta-
blecer metas y obtener éxito, pero ahora vamos a limitarnos a cinco sillas y a
centrarnos en objetivos a corto y medio plazo.
10
Pon cinco sillas en línea, una junto a otra, y haz que uno de los miembros de
la familia se siente en una de las sillas de los extremos. Esa silla representa
en qué lugar se encuentra en una línea del tiempo. Pídele que «viaje a tra-
vés del tiempo» y conecte con el futuro. Puede elegir cualquier momento del
futuro, pero, para el propósito de este ejercicio, conviene que fije una meta
para alcanzarla dentro de tres meses. Cuando esté sentado en la silla, tiene
que describir dónde se encuentra. Será un lugar donde ha conseguido o
alcanzado una meta que lo lleva a su objetivo mayor. Por ejemplo, si quiere
tener una buena nota en el examen de matemáticas que hará dentro de nue-
ve meses, ¿dónde se encuentra en este camino después de tres meses?
Tiene que hacerse la imagen más clara posible. Una buena técnica para ello
es completar una lista de los cinco sentidos. ¿Qué puede ver (un folio de
examen con un 10 escrito en él), oler (el aula donde le han dado ese folio),
gustar (el agua, pues bebió más para mejorar su concentración durante la
205
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
preparación del examen), tocar (la textura del papel) u oír (las felicitaciones
del profesor y de los amigos por haber logrado un progreso tan notable)? Y
también: ¿cómo se siente? ¿Entusiasmado? ¿Aliviado? ¿Orgulloso?
Cuando haya descrito el lugar positivo, llévalo a un lugar más próximo al
momento presente avanzando una silla en la línea del tiempo. Ese tiempo
podrían ser semanas o días; sé flexible. Centraos en objetivos clave. Por
ejemplo, si quiere tener una nota muy buena en matemáticas en la Semana
12 (Silla 5), entonces las otras sillas podrían tener este contenido:
Silla 4 – Semana 10 – Ha cumplido su horario de repaso, ha hecho un exa-
men simulado y le ha resultado fácil. Para ello tiene que establecer un hora-
rio de repaso.
Silla 3 – Semana 3 – Ahora tiene un programa claro de lo que va a repasar y
cuándo va a hacerlo, y se siente capaz de equilibrar el estudio con el resto
de su vida sin estresarse. Para ello pide ayuda.
Silla 2 – Mañana – Se sentará con un amigo, un profesor o un miembro de la
familia y establecerá un calendario. Pasa a la Silla 1.
Silla 1 – Aquí y ahora.
Si mañana no hace lo que tiene que hacer, entonces no es probable que
consiga sus metas de las tres, diez y doce semanas.
Esta es una herramienta muy útil para poner de relieve que si tenemos metas
claras y un plan de acción realista y centrado, llegaremos a nuestro destino.
Para ello hace falta planificar, centrarse en la solución del problema y tener
un poco de humildad para pedir ayuda cuando sea necesario. Si somos
capaces de emplear, de manera eficaz, las conexiones de los amigos y la
familia, y combinarlas con estructura, disciplina, imaginación y visión, enton-
ces alcanzaremos nuestras metas.
De hecho, si no hubiera sido por la ayuda de mi esposa Angie, que ha sido
una amiga maravillosa y un apoyo extraordinario mientras yo escribía este
capítulo, no habría podido hacerlo. Durante mis periodos de duda y frustra-
ción me ha proporcionado el ánimo y la claridad que yo necesitaba.
206
¡actúa según tu edad!: el camino hacia la madurez
Interdependencia
«La teoría general de sistemas… dice que cada variable en cualquier
sistema interactúa con las otras variables de una manera tan com-
pleta que causa y efecto no se pueden separar. Una simple variable
puede ser ambas cosas: causa y efecto. La realidad no permanece
inmóvil. ¡Y no se puede desmontar! No puedes entender una célula,
una rata, una estructura cerebral, una familia, una cultura, si la aíslas
de su contexto. La relación lo es todo».
Marilyn Ferguson, The Aquarian Conspiracy
Sería justo decir que este nivel de la existencia humana se alcanza nor-
malmente cuando la persona ha acumulado una experiencia rica y valiosa.
En algunas personas, este cambio puede producirse poco antes de cum-
207
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
plir los 30 años. En otras, en alguno de los años antes o después de cumplir
los 40. En otras muchas, tiene lugar mucho más tarde; en algunas se pro-
duce antes y en otras, nunca. Me gustaría señalar que, aun cuando ahora
comprendo este nivel desde el punto de vista de las cuatro habitaciones de
Rumer Godden (física, mental, emocional y espiritual), hasta hace poco
tiempo, mi comprensión de este nivel de la interdependencia estaba situa-
da sobre todo en la dimensión intelectual. Con ello quiero decir que mi
razonamiento lógico (basado en el proceso evolutivo secuencial y expo-
nencial en la teoría de Graves) dedujo que una existencia «interdepen-
diente» centrada en «nosotros» sería la etapa siguiente. Tendría que ser
también un nivel centrado en «nosotros» que estuviera más evolucionado
intelectual, práctica, emocional y espiritualmente que los niveles «noso-
tros» anteriores.
Para el propósito de este libro solo necesito mencionar de pasada este nivel,
pues conviene que, como padres, tratemos de centrar nuestros esfuerzos en
los niveles anteriores. Pero si nuestros hijos tienen más de 25 años, enton-
ces tal vez el estado de la interdependencia sea el lugar donde debamos
centrar nuestra relación. Esto implica asumir que padres e hijos han conse-
guido avanzar con éxito a través de los demás niveles.
¡Aquí conviene decir una palabra de advertencia! Puede suceder que algu-
nas personas aspiren con tanta fuerza a alcanzar este nivel de «ilumina-
208
¡actúa según tu edad!: el camino hacia la madurez
ción» que piensen que han estado allí sin haber recorrido por completo el
resto de la espiral. Tal vez hayan alcanzado un nivel más alto «intelectual»
o «espiritualmente» (sea cual sea el significado de estos términos), pero se
han distanciado «emocionalmente» del resto del mundo y de su familia, y
tienen una gran dificultad para manifestar este estado de iluminación de
una forma «práctica». Esto nos remite de nuevo a las cuatro habitaciones
de Godden.
Imagina esas cuatro inteligencias esenciales como ascensores que se mue-
ven entre los niveles de la existencia humana. Para estar verdaderamente
arraigados y seguros en cada nivel, deberíamos ser capaces de cambiar de
ascensor en cada nivel y, más aún, ser capaces de ir a cualquiera de las
plantas que necesitemos. Alguno de nosotros preferiremos uno o dos
ascensores. Es posible que nos sintamos atraídos por el ascensor intelec-
tual o el espiritual y que tengamos ciertas dudas sobre alguno de los otros.
Puede ser que sobresalgamos en la aplicación práctica de ideas, pero que
no nos sintamos cómodos con la apertura y la honradez emocional. Tal vez
tengamos que bajar algunas plantas para arreglar o reparar alguna de las
cuatro habitaciones. Cuanto mayores nos hacemos, tanto más difícil nos
resulta esto. Si hemos alcanzado una edad en la que no hemos desarrolla-
do una de las cuatro inteligencias esenciales, corremos el riesgo de creer
que así se define justamente «la persona que yo soy». Es posible que nos
quedemos anclados en una cosmovisión que no solo limita nuestro propio
éxito y felicidad, sino que también da a nuestros hijos la señal de que está
bien dejar de crecer. Si «dejamos de explorar», entonces estamos indican-
do a nuestros hijos que hay un punto finito, «adulto», donde también ellos
pueden detenerse.
La dura realidad es que la vida exige que nos adaptemos y evolucionemos.
No «terminamos de crecer». No llegamos nunca a un punto donde todo en el
jardín es de color rosa. Es posible que tengamos días e incluso semanas en
que todos los vientos soplan a nuestro favor y podemos disfrutar de los fru-
tos de nuestro trabajo, pero llegará inevitablemente un momento en que ten-
dremos que levantarnos y empezar a trabajar de nuevo. Así es la vida.
209
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
1. Posibilidades en el sistema.
2. Soluciones a problemas del nivel en cuestión.
3. Disonancia sobre el estado presente.
4. Percepción de alternativas.
5. Barreras identificadas y afrontadas.
6. Consolidación y apoyo en el nuevo estado.
210
¡actúa según tu edad!: el camino hacia la madurez
Albergo la esperanza de que, tras haber leído este libro, hayas adquirido
algunas herramientas prácticas para sostener el desarrollo de tus hijos y el
tuyo propio. Oliver Wendell Holmes dijo a propósito de las ideas nuevas:
«Una vez que una mente se ha ampliado por una idea nueva, ya no puede
volver a sus dimensiones originales».
Huelga decir que una mente solo puede ampliarse si está abierta. Si has leí-
do este libro tratando de confirmar tu visión del mundo, espero que en algún
momento la hayamos cuestionado. Si has descartado sin reflexión, cuestio-
namiento y aplicación, algo que te resultó incómodo, no cierres el libro aquí,
sino vuelve al principio y léelo de nuevo. Te garantizo que en una segunda
lectura se te revelarán aún más significados y mensajes.
Notas y bibliografía
1. Graves, Clare W. (2002), Levels of Human Existence. A Transcription,
editado por William R. Lee, Christopher Cowan y Natasha Todorovic,
California, ECLET Publishing.
2. En mi opinión, Chris y Natasha han escrito el libro definitivo sobre la teo-
ría de Graves, Clare W. Graves: The Never Ending Quest, que es una
compilación de sus manuscritos inacabados y otros escritos.
3. © 1999 Copyright NVC Consulting, usado con autorización. Véase www.
spiraldynamics.org. Para información sobre programas para el Reino
Unido en Spiral Dynamics, véase www.thebeyondpartnership.com.
211
Familias felices steve bowkett - tim harding - trisha lee - roy leighton
212
Índice analítico y de nombres
214
índice analítico y de nombres
Partnership for 21st Century Skills, Sí mismo, como una etapa del desarro-
164 llo personal, 181
Paternidad, 57-58 Supervivencia, como una etapa del
– regla de oro de, 113 desarrollo personal, 168
Pensamiento estratégico, 78
Percepciones, 72 Talento en la mesa del comedor, ejer-
Pound, Linda (pedagoga infantil), 49 cicio, 184
Progenitores, creencias comunes entre, Teatro-fórum, 24
21 Tiempo de contacto, 171
Toffler, Alvin (author de Future Shock), 164
Rutinas, 31, 145 Tribal, como una etapa del desarrollo
– importancia de, 174 personal, 176
Sagan, Carl (científico con visión de Visión del mundo, véase Cosmovisión
futuro), 73 Vygotsky, Lev (profesor y psicólogo
Sawyer, Ruth (narradora), 101 evolutivo), 63
215
Porque te quiero
Educar con amor
y mucho más
Pilar Guembe
Carlos Goñi
ISBN: 978-84-330-2456-5
Todos los padres quieren a sus hijos, pero no todos saben quererlos. Hay que saber
administrar el amor: amar con cabeza, que no significa quererlos menos, sino al
contrario, supone un plus afectivo por nuestra parte. En esta tarea no se puede
ir con tiento sino que hay que derrochar cariño por los cuatro costados, pero sin
malgastarlo, o lo que es lo mismo, sin gastarlo mal.
Malgastar el amor que damos a nuestros hijos significa no invertirlo adecuadamente,
canjearlo por un activo atractivo pero ineficaz. Quererlos es fácil, lo hacemos de
forma natural, pero lo que ellos necesitan es que se les quiera bien, que se invierta
ese capital inmenso en una cuenta a largo plazo que reporte los intereses no en los
padres sino en los hijos.
El libro de Pilar y Carlos da muchas pistas para afrontar los pequeños retos
cotidianos tan decisivos en la educación de los hijos. Estructurado en cuatro partes
(Porque quiero que seas independiente, Porque quiero que seas capaz, Porque quiero que
seas tú, Porque quiero que seas feliz), aporta ideas muy prácticas para que los padres
no caigamos en errores tan inconscientes como habituales.
Focusing con niños
El arte de comunicarse con
los niños y los adolescentes
en el colegio y en casa
Marta Stapert
Erik Verliefde
ISBN: 978-84-330-2472-5
Escuchar a los niños es una habilidad que los padres, profesores, cuidadores y
orientadores escolares necesitan aplicar todos los días. Desde el profundo respeto
a la actitud ya existente que puedan tener estos adultos, los autores ofrecen
introducir un nuevo elemento adicional al arte de comunicarse con los niños.
Este libro trata sobre escuchar, de muchas formas, a nuestro yo más profundo y a
los demás. Escuchar lo que los niños dicen, sienten y piensan, pero también aquello
que está a un nivel más profundo que los pensamientos y los sentimientos.
El cambio en la conducta surge cuando los niños aprenden a escuchar internamente,
percibiendo lo que su cuerpo siente. Este proceso de cambio, llamado “focusing”,
se explica con ayuda de muchos ejemplos extraídos de las experiencias personales
de los autores, de sus talleres de trabajo, seminarios de formación y sesiones de
psicoterapia infantil.
Los autores exponen un enfoque estructurado para su aplicación en colegios y
demás situaciones grupales, pero buena parte del programa puede ser también
aplicado en casa por los padres. Con ayuda de este libro podemos, de forma
totalmente independiente, acompañar de manera más consciente a los niños en
su proceso de desarrollo y, en virtud de ello, veremos crecer su confianza en sí
mismos.
AMAE
Directora: LORETTA CORNEJO PAROLINI
ISBN: 978-84-330-2485-5