Fundaciòn Del Liceo DR - Miguel Otero Silva
Fundaciòn Del Liceo DR - Miguel Otero Silva
Fundaciòn Del Liceo DR - Miguel Otero Silva
El mismo, tiene como finalidad recoger los acuerdos establecidos para alcanzar un
ambiente de tolerancia, respeto, aprecio por la vida y bienestar de las personas, propias y
ajenas a la institución, así como de sus instalaciones. Este propósito se logrará con el
ejercicio de la discusión y la concertación, de prácticas básicas de democracia.
RESEÑA HISTORICA
El Liceo Bolivariano “Dr. Miguel Otero Silva”, está ubicado en la Aldea Hacienda y
Vega, sector “El Mirador” del Municipio Santos Marquina en Tabay Estado Mérida, fue
fundado el 15 de Septiembre de 1974, y desde entonces se ha destacado por brindar una
formación integral a sus estudiantes.
En aquel momento no era sino el “Ciclo Básico, Creación Chama, Extensión Tabay”
ocupando un aula prestada de la para entonces, Escuela Nacional “Estado Apure” ubicada
entre la calle Colon y Piñango. En ese tiempo, la Licda. Aurora Mendoza Valera estaba a
cargo de la dirección, labor que ocupó simultáneamente con horas de docencia y que
compartió con otros siete (7) docentes, una secretaria y un bedel.
Allí funcionó, el primer año, secciones “C y D”, contando con tan solo ocho (8)
docentes que atendieron a 56 jóvenes de la población, situación que duró hasta 1976.
Las asignaturas que para entonces se impartían eran: Castellano y Literatura,
Matemática, Geografía Universal, Ciencias Bilógicas, Inglés Formación Social, Moral y
Cívica, Educación Artística, Educación Física y Trabajos Manuales se ofrecían: Hogar y
Dibujo
En el siguiente año escolar 1976/77, fue trasladado a la casa # 30 de la Calle
Bolívar de Tabay, en condición de alquiler -que era cancelado por la Gobernación del
Estado- la misma era propiedad de la Familia Monsalve Andrade, representada en el
nombre del Dr. Eliseo Moreno Monsalve (Padre Cheo), esta vez con la creación del 2do
año, allí permaneció por un periodo de siete (7) años en los cuales experimentó cambios.
En este momento comenzó a funcionar el 2do año, ofreciendo las asignaturas:
castellano y literatura, Matemática, Historia Universal, Ciencias Bilógicas, Inglés,
Formación, Social Moral y Cívica, Educación Artística y Educación Física
De hecho, en 1977/78 se le adjudicó la denominación de “Ciclo Básico Común,
Tabay” con la apertura del 3er año. Y en el año escolar 1979/80 y 1980/81 la institución
que recién se iniciaba, facilitó la Extensión a Mucurubá. Se apertura el 3er año con las
asignaturas: Castellano y literatura, matemáticas geografía e historia de Venezuela Ciencias
Biológicas química, física, ingles puericultura, educación física y A.E.O (Área de
Exploración y Orientación): Iniciación Comercial.
Desde su fundación ya se perfilaba la necesidad de buscar un espacio apropiado
pues la población estudiantil iba en aumento y con ella la urgencia de atender
debidamente a sus jóvenes, por consiguiente fue preciso incorporar más personal y crear
nuevas secciones, por lo que para el año escolar 1981/82 ya el liceo contaba con nueve (9)
secciones, 3 de primer año, tres de segundo, dos de tercero y una en la Extensión de
Mucurubá. Con una matrícula de trescientos (300) estudiantes, y un personal que
integrado por un director, un subdirector, un personal técnico administrativo, es decir: un
tiempo completo, un jefe de taller, dos secretarias, dos aseadores y 17 docentes. Durante
este año y con la creación del cuarto año el plantel, recibe la denominación de “Ciclo
Combinado Tabay”
De hecho, la institución había alcanzado grandes logros, no obstante, la
incomodidad del espacio físico seguía siendo una gran debilidad, es por ello que la
comunidad comienza a luchar por la construcción de una edificación más digna y acorde a
la realidad. Pronto y tras la buena diligencia de la comunidad y del personal de la
institución se recibió con gran entusiasmo el anuncio oficial de la ya obra en construcción
que cobijaría a todos los jóvenes de la localidad y sus alrededores.
Pero, una vez culminada la construcción no se dio diligentemente la entrega de la
misma, por lo que los moradores de Tabay se unieron en protesta hasta lograr la entrega
de las nuevas instalaciones ubicadas en el sector “El Mirador” de la Aldea Hacienda y
Vega de Tabay.
En tal sentido, la mudanza se dio en Enero de 1983 y fue asumida por la comunidad
en general, quienes interesados por la educación de sus jóvenes tomaron las instalaciones
y la dotaron con la misma mobiliaria que poseían en la vieja casa de Tabay.
Y es para este año escolar, 1982 -1983 que el plantel adopta junto con la
designación de “Ciclo Básico Común, Tabay”, la denominación de “Ciclo Diversificado”
dando lugar a la I Promoción de Bachilleres en Ciencias: “Dr. Eliseo Moreno Monsalve”
graduando a 38 jóvenes de ésta comunidad el día 28 de julio de 1983, cumpliendo con
orgullo otro anhelo de los habitantes de Tabay, y convirtiendo a estos jóvenes en los
pioneros que lucharon junto con sus representantes y profesores por una mejor educación
para su pueblo.
Desde aquel entonces, toma forma el sueño de los habitantes de Tabay, una
edificación digna, adecuada, que cumplía con las exigencias y postulados de la educación
para ese momento: comodidad, ambientación adecuada, buena iluminación, sanitarios,
cancha deportiva, aulas amplias, buenas pizarras, laboratorios de física, química, y biología
medianamente dotados, biblioteca, instrumentos deportivos y áreas verdes para el
esparcimiento.
Todo estaba dispuesto para que el plantel funcionara de forma más eficaz con un
personal más organizado, esta vez contaba con una directora, un subdirector, dos jefes de
seccional, un departamento de evaluación, un departamento de orientación, dos
secretarias, dos bedeles, un jefe de taller y una matrícula escolar de 364 estudiantes, de
los cuales 264 pertenecían al Ciclo Básico Común de 1ero a 3er año y 100 al 4º al 5º año
del Ciclo Diversificado .
El Pensum de estudio del Ciclo Básico Común comprendía las asignaturas de
Castellano y Literatura, Matemática, Ciencias Biológicas, Geografía de Venezuela,
Formación Social, Moral y Cívica, Inglés, Educación Artística, Química, Física, Puericultura,
Educación Física, Agricultura, Hogar y Comercio.
Y en el Ciclo Diversificado las asignaturas correspondientes a la mención de Ciencias
eran: Castellano y literatura, Matemática, Biología, Inglés, Física, Química, Ciencias de la
Tierra, Geografía Económica, Educación Física, Historia Contemporánea, Filosofía y Dibujo
Técnico.
Para el año de 1986/87, la designación que asumió el liceo fue la de “Unidad
Educativa Miguel Otero Silva”
Es importante destacar que el plantel hasta ese momento, solo egresaba bachilleres
en Ciencias, pero, hubo la petición por parte de algunos estudiantes para incluir la
mención de Humanidades, a lo que se dio una respuesta positiva y en julio de 1989 se dio
la I y única Promoción de Bachilleres en Humanidades, graduando a 13 orgullosos
estudiantes de esta comunidad.
En 1987/88 se implementó la Educación Básica en Venezuela y con ella, la “III
Etapa de Educación Básica” dejando de llamarse primero (1º), segundo (2º) y tercer año
(3º), para denominarse Séptimo (7º), Octavo (8º), y Noveno (9º) grado, cambiando
además el Pensum de Estudio que quedó estructurado de la siguiente manera: para 7º
grado era: Castellano y Literatura, Inglés, Matemática, Estudios de la Naturaleza,
Educación Familiar y Ciudadana, Geografía General, Educación Artística y Educación para
el Trabajo (Turismo y Agricultura)
Para 8º grado: Castellano y Literatura, Inglés, Matemática, Educación para la Salud,
Ciencias Biológicas, Historia de Venezuela, Historia Universal, Educación Artística,
Educación Física y Educación para el Trabajo (Turismo y Horticultura). Y para 9º grado:
Castellano y Literatura, Inglés, Matemática, Física, Química, Cátedra Bolivariana,
Geografía de Venezuela, Educación Física y Educación para el Trabajo (Turismo y
Fruticultura)
Mientras que 4º y 5º año mantienen su denominación de Media, Diversificada y
Profesional, impartiendo para 4º año: Castellano y Literatura, Matemática, Historia de
Venezuela, Inglés, Educación Física, Física, Química, Ciencias Biológicas, Dibujo Técnico,
Filosofía e Instrucción Pre-Militar. Mientras que para 5º año, se da Inglés, Educación
Física, Geografía de Venezuela, Castellano y Literatura, Matemática, Física, Química,
Ciencias Biológicas, Ciencias de la Tierra e Instrucción Pre-militar.
No obstante, ésta visión de la Educación Básica no daba respuesta a las necesidades
de los habitantes del Municipio Santos Marquina, pues era una educación
descontextualizada, conductista, limitadora y punitiva por lo que desde 1984 se
comenzaron a dar los primeros intentos para cambiar esa visión a través de la propuesta
del liceo técnico, y aunque esos intentos fueron fallidos, hubo más tarde la oportunidad
de alcanzar esas metas a través de la Educación Bolivariana (1999), para ello se dio la
constituyente educativa y otras acciones que generaron los cambios esperados.
Efectivamente, desde el año escolar 2003-2004, la institución asumió la Educación
Bolivariana como filosofía, centrada en el continuo humano con una visión holística del
ser, respondiendo así a los principios Bolivarianos y Robinsonianos expresos en el
preámbulo de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y dando
cumplimiento a lo establecido en Ley Orgánica de Educación, Reglamento de la Ley
Orgánica de Educación y Ley Orgánica del Niño, Niña y Adolescente, garantizando a su
vez las directrices emanadas por el Ministerio del Poder Popular para la Educación que
confirman una educación de calidad.
Con todo esto a favor, durante el periodo de transición de Educación Básica a Liceo
Bolivariano se dieron cambios en la forma más no de fondo sobre todo en la en
evaluación. En otras palabras, se asumió la filosofía, la estrategia de proyecto de
aprendizaje, el enfoque interdisciplinario, el trabajo colectivo, el acompañamiento a los y
las estudiante, la integración con y de la comunidad, el trabajo por áreas de aprendizaje,
la construcción curricular contextualizada y partiendo de la indagación de contexto, la
planificación colectiva, las asesorías, entre otros muchos logros, cambios que se han dado
de manera procesual pero con dificultad al romper paradigmas y sistemas tradicionales.
Pero que no han tenido su manifestación en la evaluación a nivel Ministerial, lo que
entorpece el cambio en sí.
De hecho, aún cuando se trabaja con las áreas de conocimiento: Lengua e Idiomas,
Ciencias Naturales y Matemáticas, Ciencias Sociales, Educación Física, Deporte y
Recreación y Educación en, para y por el Trabajo Liberador y Soberano y Desarrollo
Endógeno, con una evaluación cuali-cuantitativa, se impone como obstáculo la misma
estructura ministerial que orienta y exige el registro cuantitativo y parcelado por
asignaturas –las misma que en la Educación Básica-.
Pese a todas estas dificultades, la comunidad educativa en general se apropió de la
filosofía de Educación Bolivariana, aceptando los retos y desafíos que ésta le genere.
Actualmente el Liceo Bolivariano “Dr. Miguel Otero Silva” atiende a la población estudiantil
inserta dentro del Subsistema de Educación Secundaria Bolivariana, del cual salen
egresados, desde julio de 2010, bachilleres en Educación Media General. La institución
cuenta con (1) un Director, (2) dos Subdirectores, cinco (5) Coordinadores Pedagógicos, (1)
un Coordinador de Deporte, (1) una Coordinadora de Salud, (2) dos Coordinadores de
Rendimiento y actuación Estudiantil, un (1) Coordinador de PAEB, (75) Docentes, siete (7)
Secretarias, (10) personas de Mantenimiento, 668 Estudiantes distribuidos en 28 secciones
desde el primero (1º) hasta el quinto (5º) año.
Esta institución ha visto alcanzar su meta de graduación a 26 promociones, de las
cuales han regresado algunos de sus integrantes a formar parte de la familia del liceo
bolivariano “Dr. Miguel Otero Silva”, cumpliendo diferentes funciones en ella y
colaborando con su desarrollo, progreso y avance dejando así su aporte al plantel y
formando parte de la historia del Municipio Santos Marquina.
IDENTIDAD INSTITUCIONAL
Identificación: Liceo Bolivariano “Dr. Miguel Otero Silva”. Institución pública, dependiente
del Ejecutivo Nacional, bajo la modalidad de Liceo Bolivariano, comprometido en la
formación de los valores de respeto, solidaridad, equidad y justicia social. El Liceo
Bolivariano” Dr. Miguel Otero Silva” inscrito en el Ministerio del Poder Popular para la
Educación, bajo el código de Plantel Nº 12007918580, se rige conforme a las normas de la
Ley de Educación vigente y su Reglamento.
Ubicación: Aldea Hacienda y Vega, Municipio Santos Marquina, Vía Mucuy Alta, Tabay
Estado Mérida.
Misión Institucional: Orientar el quehacer pedagógico, hacia la formación del estudiante y
de la estudiante, mediante el proceso de participación de la Comunidad Educativa de la
institución, que permita el desarrollo de sus potencialidades para que sea competente en
los aspectos comunicativo, investigativo, crítico, creativo, tolerante, autónomo y
democrático, respondiendo así a los retos impuestos por la sociedad en el ámbito local,
regional y nacional.
Epónimo: “Dr. Miguel Otero Silva”
Nace en Barcelona (Edo. Anzoátegui) el 23 de octubre de 1908. Muere en Caracas el 28 de
agosto de 1985.
Miembro de la llamada "Generación del 28", Miguel Otero Silva tuvo una destacada labor
como escritor, humorista, periodista y desde luego como político. Fueron sus Padres
Enrique Otero Vizcarrondo y Mercedes Silva Pérez... En cuanto a su educación, tenemos
que cursó estudios de bachillerato en el Liceo “San José de Los Teques” y posteriormente,
en el Liceo Caracas, dirigido por Rómulo Gallegos; en este Instituto fue compañero de
jóvenes como Rafael Vegas, Isaac J. Pardo, Rómulo Betancourt, y Jóvito Villalba.
Luego de concluir la secundaria en 1924, comenzó estudios de ingeniería civil en la
Universidad Central de Venezuela, los cuales no culminó. En 1925, publica en la revista
Élite su primer poema titulado "Estampa", influenciado por los modernistas Rubén Darío y
Amado Nervo. Asimismo, durante este tiempo aflorará otra inquietud en él: el humorismo;
motivo por el cual comenzará con el seudónimo de Miotsi a escribir en el periódico
Fantoches y en la revista Caricaturas.
Durante los acontecimientos políticos de la Semana del Estudiante (febrero de 1928),
Miguel Otero Silva es vinculado a la conspiración militar del 7 de abril de 1928, por lo que
es acosado por la policía y debe huir al extranjero, donde prosigue su actividad política.
Una vez en el extranjero, forma parte del contingente de venezolanos que comandados
por Gustavo Machado y Rafael Urbina López, toma el fuerte Ámsterdam de Curazao y
prepara una invasión a Venezuela por las costas de Falcón (junio 1929). Cabe destacar, que
en este tiempo comenzó a escribir “Fiebre”; novela testimonial que publicará 10 años más
tarde.
En 1930, resuelve darle a sus actividades políticas una estructura ideológica, afiliándose al
Partido Comunista Internacional. Después de la muerte de Juan Vicente Gómez (17 de
diciembre de 1935), regresa a Venezuela. A partir de este momento, gracias a que Eleazar
López Contreras permitió cierta libertad de prensa, Miguel Otero Silva escribe en el diario
ahora versos humorísticos -con cierto contenido político- titulados "Sinfonías tontas", los
cuales firma con el seudónimo Mickey.
En marzo de 1937, es expulsado del país, bajo la acusación de "comunista"; viajando a
México, donde publica su primer poemario “Agua y Cauce”, y luego viaja a Estados Unidos,
Cuba y Colombia. De regreso a Venezuela, Otero Silva edita en 1940 su novela “Fiebre” y
en 1941 funda, junto a Francisco José "Kotepa" Delgado y el pintor y caricaturista Claudio
Cedeño, “El Morrocoy Azul”, semanario humorístico donde escriben Francisco Pimentel
(Job Pim), Andrés Blanco, Antonio Arráiz, Aquiles Nazoa, Isaac J. Pardo, Pedro Juliac, entre
otros; ese mismo año, crea también el semanario de izquierda: “Aquí Está”.
En 1943, en plena Guerra Mundial, su padre, Enrique Otero Vizcarrondo, quien había
viajado a Estados Unidos para adquirir una imprenta para el “Morrocoy Azul”, decide
aprovechar la oportunidad para fundar un diario; de allí surge “El Nacional”, cuyo primer
jefe de redacción fue el propio Miguel Otero Silva, y Director el poeta Antonio Arráiz.
En 1949, Otero Silva se gradúa de periodista en la Universidad Central de Venezuela y
preside la Asociación Venezolana de Periodistas. En 1951, se separa del Partido Comunista
de Venezuela, expresando que no estaba hecho para las disciplinas de partidos.
Una vez alejado de la práctica política, vive una época de creación literaria: marcha al
Guárico y, luego de investigar durante un año como floreció y cómo, debido a las fiebres
palúdicas, se derrumbó la población de Ortiz, escribe “Casas Muertas”, novela con la cual
gana el Premio Nacional de Literatura (1955-1956) y el Premio de Novela Arístides Rojas.
Apresado en los últimos días del gobierno de Marcos Pérez Jiménez, al ser derrocado éste
(23 de enero de 1958) es electo senador por el estado Aragua en diciembre de 1958, año
en que aparece su “Elegía Coral” a Andrés Eloy Blanco y en el que además obtiene, por
otro lado, el Premio Nacional de Periodismo.
Siendo Director del Diario “El Nacional”, recibió presiones por parte de gobierno de
Rómulo Betancourt, debido a sus posiciones políticas, motivo por el cual se separó de la
redacción del periódico, no volviendo a intervenir en la redacción del mismo, salvo en
contados casos (números especiales, entre otras).
Como senador, promueve la creación del Instituto Nacional de Cultura y Bellas Artes
(INCIBA, 1960). En 1961, de regreso a la narrativa, publica “Oficina Número 1”, novela que
relata el acontecer petrolero que se desarrolla en El Tigre, estado Anzoátegui. Si “Fiebre”
se inspiró en la lucha contra el régimen de Gómez, su novela “La muerte de Honorio”
(1963) respondió a la lucha que se hizo contra la dictadura de Marcos Pérez Jiménez y que
de alguna manera sirvió como denuncia de los presos y torturados por parte de la policía
política del régimen.
En 1965 vuelve una vez más a la poesía, al publicar un libro titulado “La Mar que es el
Morir”. Ese mismo año, publica “Las Celestiales”, texto humorístico firmado con el
seudónimo Iñaqui de Errandonea. En 1967 es elegido individuo de número de la Academia
Nacional de la Lengua, institución a la que se incorpora el 6 de marzo de 1972. En 1970
edita la novela “Cuando quiero llorar no lloro”, que representa según los críticos una
evolución dentro de su propia técnica, pues utiliza el lenguaje coloquial, trastocando leyes
gramaticales, así como los tiempos del relato. Un año después, deja de lado la escritura
testimonial que había practicado hasta entonces y ensaya el tema histórico en “Lope de
Aguirre, príncipe de la Libertad”. En 1975, reanuda su tendencia humorística al lanzar la
versión de “Romeo y Julieta de Shakespeare”.
En mayo de 1980, le es otorgado el Premio Lenin de la Unión Soviética y en 1984, aparece
su último libro, “La Piedra que era Cristo”. Días antes de morir, manifestó que pronto
iniciaría una investigación para escribir una novela, cuyo tema sería el espíritu aborigen de
América, caracterizado en esa ocasión, por el Pueblo Maya.
FILOSOFÍA DE LA INSTITUCIÓN
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, (art. 102) “… La educación es un
derecho humano… es un servicio público,… con la finalidad de desarrollar el potencial
creativo de cada ser humano y el pleno ejercicio de su personalidad en una sociedad
democrática basada en la valoración ética del trabajo y en la participación activa,
consciente y solidaria en los procesos de transformación social…” bajo (art. 103)“ una
educación integral, de calidad, permanente, en igualdad de condiciones y oportunidades,
sin más limitaciones que las derivadas de sus aptitudes, vocación y aspiraciones…” así
como de los derechos de los demás dentro de un proceso de formación integral, física,
mental, moral, social, afectiva y armónica de todos los miembros de la Comunidad
Educativa, desarrollando así una educación que responda al principio mismo de la
verdadera calidad de la educación acorde con su compromiso y responsabilidad.
La filosofía de la Institución está enmarcada dentro de los principios de democracia
participativa y protagónica, de responsabilidad social, de igualdad, pluricultural,
multiétnica, intercultural y plurilingüe, basada en los valores de libertad, independencia,
paz, solidaridad, bien común y la convivencia lo que permite la apertura hacia un proceso
de formación de un ser humano integral.
Por ello la formación de los nuevos ciudadanos y nuevas ciudadanas requiere afianzar en
ellos los aprendizajes básicos de la convivencia social que son los siguientes:
1. Aprender a comunicarse. La primera función de la comunicación es la búsqueda de
reconocimiento, por eso el rechazo a la comunicación del otro produce hostilidad y
afecta su autoestima. La mentira deteriora toda la comunicación. Al comunicarse
con los otros se conoce la forma de sentir y de pensar de los demás asímismo, se
puede saber conversar, deliberar y sentir.
2. Aprender a interactuar. Acercarse a los otros, esa es la importancia del saludo y la
cortesía ya que es una manera de aproximarse a los demás
3. Aprender a decidir en grupo. Concertando, decidiendo con respeto a las opiniones
de las minorias y consensuando con los demás se puede llegar a conocer el
bienestar común y a ejercer una democracia participativa acatando así la
constitución, que ha sido hecha con la participación del pueblo soberano,
conservación
4. Aprender a cuidarse a sí mismo. Significa crear condiciones de vida adecuadas para
todos, porque la conservación es una condición necesaria para la sana
convivencia.
5. Aprender a cuidar el entorno. Convivir socialmente es aprender a estar en el
mundo. La convivencia social es posible si aceptamos que somos parte de la
naturaleza, del universo y del todo, y que no es factible herir al planeta tierra sin
herirnos a nosotros mismos.
6. Aprender a valorar el saber social. El saber social es el conjunto de conocimientos
prácticos, destrezas, procedimientos, valores, símbolos, ritos y sentidos que una
sociedad necesita para perpetuarse y convivir. Es importante que el ámbito familiar
y local de los Estudiantes se conozca el significado, origen de las tradiciones y
costumbres de la comunidad. Y que esto lo vincule a su historia y a la vida
cotidiana. Es necesario trabajar para un sistema educativo productivo y de calidad
y que forme personas seguras de sí mismas y ubicadas psicológica y socialmente.
7. Aprender a convivir a través del respeto a la diferencia.