Resumen Pedagogia
Resumen Pedagogia
Resumen Pedagogia
Brailovsky: ¿Qué hace la Pedagogía y por qué es importante para los educadores?
• Hacer pedagogía es, ni más ni menos, recorrer una serie de reflexiones sobre la
educación, y especialmente sobre la educación que sucede dentro de las escuelas
• Tesis fundamental de la pedagogía crítica de las últimas décadas del siglo XX:
aunque no lo parezca, la escuela es esencialmente injusta y colabora a que los ricos
sigan siendo ricos y los pobres, pobres.
• orden fundante, crítica socio-histórica y crítica cultural-subjetiva
• Orden fundante: crear un sistema ordenado que sirva para entender la educación,
llevarla a cabo, predecirla
• El orden fundante, en su afán de “igualar”, homogeneiza. O sea: considera y fuerza
a ser iguales a todas las personas, aún cuando no lo sean tanto, ni en todos los
aspectos.
• La crítica cultural-subjetiva denuncia esta falta de consideración de lo singular, y
apunta a mostrar que, en general, la cultura a la que la educación escolar llama
“verdadera”, es la cultura del hombre blanco, occidental, inspirada en los valores
europeos y asociada a la estética y la cultura de la clase media urbana. Privilegia,
digamos, unos modos de vida por sobre otros, omitiendo la importancia de las
distintas identidades que conviven en la escuela.
• Pedagogía crítica y nueva sociología de la educación.: lo que la escuela hace es
reproducir las desigualdades de origen de los estudiantes. Esto significa que,
responsabilizando a los propios alumnos de su éxito o fracaso, se oculta el hecho de
que ya desde el comienzo algunos tenían mejores posibilidades que otros para ser
exitosos, pues la escuela está hecha “a la medida de los ricos”
• La pedagogía crítica analiza lo que pasa en la escuela más allá de la necesidad de
que el sistema de enseñanza sea eficaz
El sistema educativo se basó en tres niveles (primario, medio, universitario), y se expandió por todo
el mundo. A fines del siglo XIX el proceso de aprendizaje quedó conformado por el triángulo: alumno
(pasivo y vacío, se debe controlar su cuerpo y formar su mente) – docente (fundido con su método)
– saberes (científicos y nacionalizadores).
La validación académica y teórica de esto fue llevada a cabo en el siglo XX por Durkheim el cual
limita la educación a la esfera de lo social (“educación es la acción ejercida por las generaciones
adultas sobre las que no están maduras para la vida social”). También determina el lugar del
educador y del educando (adultos e infantes respectivamente), reforzando la dupla represión –
liberación mediante la inscripción social de la educación. De este modo naturaliza a la escuela
volviéndola heredera de la evolución pedagógica previa, negando su historia plagada de rupturas y
sobre todo poniéndola bajo el control estatal.
Para finalizar, la historia de la escuela triunfante del siglo XX seguiría con problemas cuando surge
el debate entre la escuela nueva y la escuela tradicional.
Alliaud:
b- El maestro disciplinador
Si se considera la terminología de la ciencia educativa, civilizar al pueblo significaba educación antes
de instrucción. Es así que el famoso lema combatir la ignorancia, tuvo más que ver con formar el
corazón de la niñez, sugerirle ideas nobles e inspirarles hábitos de orden y trabajo. El ideal del
maestro debe ser formar individuos buenos aunque no tan instruidos.
La modalidad propia del disciplinamiento Foucault lo caracteriza del siguiente modo: implica una
coerción ininterrumpida, constante, que vela sobre los procesos de la actividad más que sobre su
resultado y se ejerce según una codificación que retícula con la mayor 10 aproximación el tiempo,
el espacio y los movimientos.
En esta modalidad de disciplinamiento: vigilar pasa a ser, entonces, una función definida, pero que
debe formar parte integrante del tal proceso de producción, debe acompañarlo en toda su duración.
Aún con un marcado énfasis en la dimensión moral, la enseñanza escolar no incluía, o no estaba
disociada de, la transmisión de ciertos contenidos mínimos; nociones de cálculo, idioma nacional,
lectura, gramática, geografía, historia del país.
La educación moral en las escuelas implicaba enseñanza y dirección en un sentido disciplinador,
normalizador.
De este modo, la tarea de la escuela y de sus maestros de grado se identifica con enderezar
conductas, maneras, actitudes, hábitos y costumbres. Encauzar valores y principios de vida, a fin de
lograr sentimientos de amor y respeto por la patria y las instituciones establecidas.
La puesta en marcha de la maquinaria escolar apuntó a modelar ciudadanos. Hombres y mujeres
normales, homogéneas, útiles. Foucault define el disciplinamiento como métodos que permiten el
control minucioso de las operaciones del cuerpo, que garantizan la sujeción constante de sus fuerzas
y les imponen una relación de docilidad-utilidad.
Para lograr el orden interno en la escuela, el maestro utilizará técnicas de vigilancia, sanciones
correctivas y fundamentalmente su persona como ejemplo.
El castigo disciplinario tiene por función reducir las desviaciones. Debe, por lo tanto, se
esencialmente correctivo.
El ejercicio de la vigilancia y a la aplicación de sanciones correctivas supone un conocimiento
detallado y meticuloso de los sujetos a los que se quiere disciplinar. El maestro disciplinador debía
estar preparado para: estudiar los caracteres y las inclinaciones de los niños, para conocer los grados
de fuerza de sus cualidades morales incipientes, a fin de fortalecer la virtud indecisa, reprender la
duplicidad, la tergiversación y la falsedad, apelar afectuosa y prudentemente a la conciencia, excitar
la sensibilidad moral y despertar los afectos generosos.
La serie de testimonios expuestos permite reafirmar que el papel del maestro se define no tanto
por la transmisión de conocimientos, por instruir, sino más bien, y fundamentalmente, por
socializar, educar, moralizar, disciplinar. La enseñanza de contenidos pierde relevancia frente a la
educación moral.
c- Ser maestro: una misión para apóstoles, antes que una profesión
Laicos de una nueva doctrina que haría el milagro de conversión social, los maestros adquirían la
fisonomía del apóstol. Esta cualidad salvadora que asume el magisterio en sus orígenes, debe ser
considerada en un análisis abarcativo.
De esta peculiar consideración derivaron exigencias acordes: los deberes del maestro son
escasamente menos sagrados y delicados que los del sacerdote. Bajo varios importantes aspectos
se halla en una relación semejante con la sociedad: y sus motivos y emulaciones para obrar, deben
ser de la misma clase en una considerable extensión.
El carácter sacramental la doctrina cristiana que le dio origen. En este sentido Durkheim sostiene
que: las escuelas comenzaron siendo obra de la Iglesia; la Iglesia las trajo a la existencia, y así se
encontraron, desde su nacimiento, desde su concepción por así decirlo, marcadas por su carácter
eclesiástico del que tantas dificultades tuvieron para despojarse después.
La figura del maestro es una creación del cristianismo. Lerena sostiene que la sacralización y
exaltación del maestro no le viene dada a éste por ser docente, por enseñar en sentido estricto.
Maestro no es como fue el leccionista o son el instructor y el enseñante, quien instruye o quien
enseña, sino quien tiene la fuerza de imponerse como modelo ante otro. No es el ejercicio técnico
lo que se sacraliza, sino la relación de dominación.
El maestro moralizador debía ser en la escuela ejemplo de conducta, modelo a imitar.