Preparación Física I - J.c.anselmi
Preparación Física I - J.c.anselmi
Preparación Física I - J.c.anselmi
MATERIA:
PREPARACION FISICA Y ENTRENAMIENTO I
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Según Matveev (1967) la preparación física puede ser de dos formas: preparación
física general y específica. La primera está orientada al desarrollo de capacidades del
organismo humano en forma integral y con una dirección determinada (velocidad de
desplazamiento, fuerza en todo el organismo, etc.). La segunda desarrolla capacidades
específicas que propician la base del rendimiento deportivo (fuerza explosiva,
reacción, aceleración, etc.).
Las condicionales se basa en que las cualidades que determinan la condición física,
derivan sobre todo de los procesos energéticos. Las coordinativas derivan de procesos
de regulación y control que tienen su sede en el sistema nervioso central. Las
condicionales representan la base material para las coordinativas -Wieneck 1991-. En
la práctica deportiva, las características condicionales sólo aparecen en formas casi
puras, por ej. el levantador de peso -fuerza- o en el maratoniano -aeróbica-.
EL ENTRENAMIENTO FISICO-MOTOR
Tiempo atrás era muy común entender y encarar el entrenamiento del fútbol infantil a través de las
capacidades condicionales (resistencia, velocidad, fuerza) y los parámetros tácticos con juegos poco
específicos para los niños como lo era el excesivo uso del 11 contra 11 en campo profesional. En el
diagrama a continuación reflejamos esta idea del paradigma antiguo:
CapacidadesFísicas
Velocidad
Metodo Fútbol 11vs11
Repeticiones Fuerza
RESISTENCIA
Saltos
Carrera Continua
Circuitos
Mét. Intervalado
Fartlek
Una idea de proceso de entrenamiento integral más moderno. Contenidos tales como capacidades
sensoperceptivas, coordinativas, habilidades motoras de base y cualidades físicas deben conformar una
interrelación en una Programación Didáctica adecuada a cada edad en torno al desarrollo y
optimización de las habilidades técnicas.
A continuación el diagrama que representa lo que debería ser para nosotros el entrenamiento moderno
en Fútbol Infantil:
LAS HABILIDADES MOTORAS DE BASE
- Correr
- Saltar
- Lanzar
- Golpear
- Rodar
- Arrastrar
- Trepar
No podemos hablar de gesto técnico cuando el niño no tiene afianzado los esquemas motores de base,
es aquí donde los contenidos didácticos comienzan a relacionarse, el desarrollo de los esquemas
motores de base deberán consolidarse en forma de gestos técnicos fundamentales.
Por ejemplo, el caminar está estrechamente relacionado con el conducir un balón, el esquema motor de
saltar tiene directa conexión con el gesto técnico del cabezazo.
Analizador visual:
Si lo analizamos por orden de importancia debemos decir que este analizador es el primero que
interviene en el aprendizaje de un movimiento nuevo.
Este receptor resulta de fundamental importancia para el aprendizaje. El niño alcanza a través de este
analizador (oído) a observar modelos externos de referencia.
Entender y evaluar una situación simple o compleja, trayectoria de un balón, movimientos de uno o
más compañeros, rivales, etc. hacen está relacionado con este analizador esteroceptor.
El analizador óptico brinda al niño la posibilidad de evaluar el propio cuerpo en relación al espacio y a
los objetos que lo rodean y modifican.
Analizador acústico:
Este analizador permite al niño recibir información sonora y traducirla en proyectos motores. Con los
estímulos acústicos se desarrollan capacidades fundamentales para el deporte tales como el ritmo y la
reacción motora simple.
Los sonidos son captados a través del tímpano y transmitidos al oído interno el cual transforma los
impulsos mecánicos en impulsos eléctricos del sistema nervioso central.
Analizador táctil:
El analizador táctil permite percibir estímulos mecánicos mediante receptores que se encuentran en la
superficie. Por medio de estos analizadores el niño está en grado de reconocer la superficie de
diferentes objetos. Este tipo de contacto con objetos (balón) se produce tanto con la mano como con los
pies, la famosa sensibilidad al patear o controlar una pelota está relacionado con el analizador táctil.
Analizador cinestésico:
Este analizador propioceptivo recibe los estímulos de receptores situados en el interior de las fibras
musculares, en los tendones y en las articulaciones.
El analizador cinestésico tiene como objetivo señalar las diversas tensiones a nivel muscular, articular y
tendinoso a los centros superiores de control.
La capacidad de poder recibir información sobre las diversas tensiones de fuerza permite al niño
percibir diferentes dimensiones espacio temporales del movimiento.
Estos analizadores intervienen en todos los movimientos tanto segmentarios como del cuerpo entero
brindando información al sistema nervioso central. Esta información posibilita controlar la posición
exacta durante la ejecución de un movimiento (equilibrio funcional).
Analizador vestibular:
Los receptores vestibuares están situados en el interior del oído. Este analizador envía continuamente
información al sistema nervioso central sobre la posición de la cabeza en el espacio.
En sinergia con los analizadores visuales, cinestésico y táctiles el analizador vestibular resulta
fundamental para la capacidad de saber orientarse.
Este analizador influencia de manera determinante el equilibrio estático y dinámico (equilibrio
funcional).
Capacidad de orientación:
Capacidad que permite modificar la posición corporal y el movimiento del cuerpo en el espacio y en el
tiempo, con referencia a un espacio de acción definido y/o a un objeto en movimiento.
Podemos definir dos formas fundamentales:
Orientación del cuerpo en movimiento respecto a puntos de referencias fijos, inmóviles
En los deportes como el fútbol el niño deberá saber adaptarse a la constante variabilidad de los campos
de acción, modificación del ambiente externo, buscando de mantener una adecuada relación espacial y
temporal para la mejor resolución de las situaciones de juego.
Capacidad de transformación:
Capacidad de adaptar y transformar el programa de acción en base a los cambios de las situaciones
imprevistas.
Relación con el fútbol:
Esta capacidad la podemos encontrar en los constantes cambios de situación que somete el fútbol,
diferentes movimientos de los compañeros, rivales y el balón implican modificaciones constantes que el
niño debe decodificar y transformar de manera casi continua.
Capacidad de diferenciación:
Capacidad para lograr una coordinación muy fina de fases motoras y movimientos parciales
individuales, la cual se manifiesta en una gran exactitud y economía del movimiento total.
Por ello, esta capacidad permite controlar de forma fina y diferenciada los parámetros espaciales,
temporales y dinámicos del movimiento.
Relación con el fútbol:
Podemos encontrar esta capacidad en el fútbol en la habilidad de evaluar la fuerza de contracción en el
momento del impacto con la pelota. Aquí se evalúan y relacionan por ejemplo parámetros espacio-
temporales con la aplicación de diferentes tensiones musculares al momento de recibir el balón.
Capacidad de ritmo:
Capacidad de registrar y reproducir motrizmente un ritmo dado exteriormente y la capacidad de
realizar en un movimiento propio el ritmo “interiorizado”, el ritmo de un movimiento existente en la
propia imaginación.
Relación con el fútbol:
Se produce en una acción o ejercicio de entrenamiento de apoyos a uno y dos pies en un determinado
tiempo y espacio que el niño debe ajustar acorde a sus posibilidades.
Capacidad de equilibrio:
Capacidad que permite mantener y recuperar todo el cuerpo en estado de equilibrio.
Como ya hemos detallado en las capacidades sensoperceptivas, en esta capacidad juega un papel
fundamental el aparato vestibular, la información kinestésica y el nivel de fuerza muscular.
Relación con el fútbol:
El fútbol es un juego en constante “movimientos de desequilibrios”, acciones de trotar, correr,
friccionar con el elemento agregado de un balón hacen que sea necesaria el desarrolla y entrenamiento
de esta capacidad para lograr un equilibrio funcional durante el juego.
Capacidad de reacción:
Capacidad de inducir y ejecutar rápidamente acciones motoras breves, adecuadas en respuesta a una
señal, donde lo importante consiste en reaccionar en el momento oportuno y con la velocidad adecuada
de acuerdo a la tarea establecida.
Las señales se pueden transmitir por vías acústicas, ópticas, táctiles o kinestésicas.
Relación con el fútbol:
En los juegos de equipo como el fútbol las reacciones motoras se producen a través de señales
provenientes del adversario y del compañero las cuales son analizadas por los receptores visuales y
auditivos. Analizadas por los receptores visuales y auditivos.
Diferenciación x x x x x xx xx
Orientación x x x xx xx xx xx
Reacción x x x xx xx xx xx
Transformación x x x x x xx xx
Anticipación x x x x x xx xx
PRINCIPIOS DE ADAPTACION
Cuando el organismo humano está en reposo, los sistemas funcionales están en equilibrio.
Este estado del organismo es denominado homeostasis. Esta homeostasis se ve alterada por
estímulos que provocan las cargas de entrenamiento. Es por eso que a continuación vamos a
describir los principios del entrenamiento para comprender mejor los procesos de
adaptación:
Este principio nos indica que el estímulo debe superar un cierto umbral de
intensidad para poder iniciar una reacción de adaptación, es decir, para obtener
un efecto en el sentido del entrenamiento. El estímulo umbral es aquel momento
del entrenamiento en que se alcanza un nivel de esfuerzo tal que por debajo del
mismo no se producir ningún tipo de beneficio derivado del entrenamiento. El
umbral máximo, por el contrario, es el punto límite que al superarse estaría por
encima de las posibilidades de adaptación del organismo De acuerdo con ello,
los estímulos por debajo del umbral no tienen efecto, los débiles por encima del
umbral mantienen el nivel funcional, los fuertes inician cambios fisiológicos y
anatómicos y los demasiado fuertes producen daños funcionales. Esto equivale a
130 pulsaciones por minuto -FC/min.- para la intensidad de la carga.
Para alcanzar una adaptación óptima se debe repetir varias veces la carga, ya que
el organismo ha de pasar por una serie de modificaciones inminentes de sistemas
funcionales concretos antes de llegar a una adaptación estable.
6. Principio de la periodización:
Además de estos principios vinculados con la adaptación, hay otros que nos indican la manera
de llevar a cabo en forma sistemática y progresiva el entrenamiento deportivo en su
complejidad y diversidad. Estos principios han sido formulados por metodólogos de la ciencia
del entrenamiento como el Dr. Ozolin a fines de los años cuarenta y en el transcurso de estas
últimas décadas, Toni Nett, Harre, Matveev y Letzelzer, basados en el “arte de enseñar”.
Estos son:
1. Principio de la multilateralidad a la especialización
2. Principio de periodización
Cada ciclo inmediato tiene una repetición parcial del anterior, pero se diferencia por
el crecimiento de las sobrecargas de entrenamiento, porque no se puede mantener
por mucho tiempo la forma deportiva, ya que los cambios de medios y métodos de
entrenamiento son una condición necesaria para poder alcanzar un nuevo y superior
escalón o carga en el desarrollo deportivo, etc., pero toda esta organización depende
en gran medida de la eficiencia del deportista, pues el estancamiento en las cargas de
entrenamiento lleva indefectiblemente a una disminución de la reacción súper-
compensatoria que finalmente desaparece.
La forma deportiva está estrechamente relacionada con los períodos del
entrenamiento, ya que a través de estos tiene lugar su proceso de formación,
mediante la alteración sucesiva de sus tres fases:
El progreso no avanza en una suave curva ascendente, tiene efectos de meseta con una
serie de saltos repentinos y separados por períodos de estancamiento y de retroceso
aparente. El atleta tiene que trabajar en estos períodos de no aparente mejora,
aguardando y preparando el próximo salto.
El Dr. Ozolin dice que los métodos de trabajo deben desarrollarse tal que su forma, su
carácter, su densidad, su duración y desarrollo se adapten al sexo, a la edad, a la
aptitud física, a sus factores hereditarios y a sus características individuales.
Al implementar un programa de entrenamiento se deberá considerar que para
incrementar las aptitudes atléticas debemos respaldarnos en la continuidad del
entrenamiento, donde se exige la observación del progreso de carga y los intervalos de
recuperación.
Por lo tanto las adaptaciones dependen de las posibilidades de crecimiento deportivo
y valorización como son los goles, el desarrollo de las cualidades físicas, el
mejoramiento de la técnica individual, etc.
Si a lo largo de todas las edades evolutivas educamos y capacitamos las aptitudes
psicofísicas, podremos asegurar el fortalecimiento de la salud con un desarrollo
equilibrado y armónico en todas sus cualidades.
En el fútbol la duración de esta etapa de fortalecimiento deportivo puede durar de 8 a
14 años y a medida que va creciendo la evolución es más lenta hasta alcanzar un
período de disminución de rendimiento resultado.
5. Principio de progresión
Para explicar este principio, especificaremos los factores determinantes de las cargas:
También debemos tener en cuenta el desarrollo de las cargas, por lo cual para
modificar la dosificación de un ejercicio se deberá aumentar:
6. Principio de recuperación
El esfuerzo debe alternarse con la recuperación y el descanso, ya que la mejoría
funcional del organismo se alcanza mediante una relación óptima entre la carga y la
recuperación.
El momento de recuperación del organismo (pausa activa o pasiva), es precisamente
donde se constituye un nuevo y más elevado estadio de entrenamiento, para ello es
necesario planificar los volúmenes, las intensidades y pausas óptimas para el
desarrollo de cada cualidad física o técnica.
Carlisle sostiene: “los períodos de recuperación son esenciales dentro de cada sesión
de entrenamiento y durante todo el año”.
El descanso con la relajación física y mental deberá combinarse con el ejercicio,
estableciéndose un ciclo rítmico de ejercicio y recuperación, esta relación es llamada
densidad del ejercicio.
No se puede llegar a dosis que abrumen el sistema de adaptación causando lesiones
traumáticas o de sobreuso, enfermedades o problemas psicosomáticos por
sobreentrenamiento.
7. Principio de la concientización
8. Principio de la sistematización
- De lo poco a lo mucho: si hacemos una comparación entre aquel que tiene historia de
trabajo con aquel que no la tiene, podremos verificar una gran diferencia en las
repeticiones de cada ejercitación como en cantidad de sesiones. Teniendo en cuenta
este principio se podrá transitar de pocas (para no transitar la fatiga) a muchas
repeticiones (cuando se realicen con mayor facilidad). Tanto el esfuerzo mental
(principio de la concientización) como el de coordinación y equilibrio (poco
económico en los movimientos) influirá en la rápida aparición del cansancio (tanto
nervioso como muscular), por lo tanto las ejercitaciones no deben continuar.
9. Principio de la continuidad
Los seres humanos son semejantes en sus aspectos más generales y todos deberán
adaptarse a las mismas leyes biológicas fisiológicas universales, como es el
crecimiento de las sobrecargas, de sus posibilidades funcionales y su adaptación, sin
embargo en aspectos sutiles somos diferentes.
Los entrenamientos en sus aspectos generales se podrán masificar, luego deberán
respetar el concepto de la individualidad en todos sus aspectos, debiendo adaptarse
los objetivos, tareas y características individuales a la estructura orgánica de cada uno
de los deportistas.
Cada programa deberá ser individual y flexible teniendo que adecuarse a las
necesidades, aptitudes, metas particulares a fin de obtener máximos beneficios (es el
atleta el que esta haciendo el entrenamiento y no el entrenador).
Seguir las instrucciones de cualquier programa es una imprudencia, pues los
entrenamientos no estarán adaptados a la medida de cada jugador, por lo tanto no se
verán los mejores resultados.
Los principios pedagógicos específicos del entrenamiento sirven para respetar las
exigencias hacia el jugador y al equipo, teniendo en cuenta las diferencias individuales
como la edad, los grados de maduración, el tipo de actividad, la sistematización del
trabajo, etc. Nos detendremos ahora en el primer factor, ya que debemos conocer con
total precisión la edad madurativa de los atletas prepúber, púber y pospúber pues
entrenar un organismo inmaduro puede tener alternativas o consecuencias graves.
Características biológicas y psicomotrices del niño, de 2 a 6 años
Peso: el varón es generalmente más pesado que la mujer, lo cual condiciona en algunos
aspectos su motricidad. Alrededor de los 5 años ambos sexos se igualan en peso y
altura, lo cual permite observar gran homogeneidad en los grupos de esta edad.
Reproducimos un cuadro comparativo del peso en los distintos estadios:
- Sistema óseo
(El desarrollo motor según Gesell tomado de Gesell y Amatruda 1981 - Extracción de 1
a 5 años).
Estadío inicial: caracterizado por pasos rígidos al correr y con una base de
sustentación aumentada para conseguir más equilibrio. La pierna de recobro presenta
un escaso balanceo y una rotación exagerada hacia afuera durante el movimiento
hacia delante, alcanzando, de esta manera, la posición de apoyo. Los dedos del pie
giran hacia afuera al tocar en el suelo, apoyándose toda la planta del pie.
Estadío elemental: caracterizado por un aumento de la longitud de los pasos al correr,
siendo la carrera más veloz. El pie se apoya directamente en el suelo con una mayor
acción de los dedos. La pierna de apoyo se extiende de forma más completa al
impulsar. Los brazos se balancean desde los codos en oposición a las piernas.
Estadío maduro: en este estadio, la pierna de recobro se flexiona cada vez más y el pie
se aproxima más a las nalgas al comenzar el movimiento hacia delante. Disminuye el
tiempo de apoyo y se utiliza un mayor porcentaje de tiempo en impulsar (tomado de
McClenaghan y Gallahue, 1985, Pág.46-47).
Avanzando en el tiempo, nos encontramos con Jean Le Boulch, doctor en medicina y
profesor en EF., que ha dedicado su vida profesional al estudio de la motricidad
infantil y a su relación con otros ámbitos de la conducta, llegando al desarrollo de un
método pedagógico que tiene como base el movimiento humano, al cual denominó
Psicocinética -1972-. El Dr. Le Boulch en diversos escritos y textos -1978- ha
desarrollado una teoría sobre el movimiento humano y su evolución. Para éste, la
motricidad infantil evoluciona a través de una serie de estadios, de los cuales podemos
destacar dos:
Asimismo, para este autor, el desarrollo de la motricidad va parejo con el resto de los
componentes de la conducta. Su concepción de desarrollo motor le permite conciliar
en un aprendizaje basado en modelos, la disponibilidad del sujeto que aprende y que
controla sus movimientos. Y crítica el deporte como medio de especialización precoz
de las potencialidades psicomotrices infantiles, reforzando la necesidad de preservar a
los niños de todo estereotipo motor temprano, que pondrá en peligro el desarrollo y el
equilibrio emocional.
Otro investigador, que abordó el tema desde una aproximación psico-biológica fue Da
Fonseca -1979-quien reconoce las siguientes fases en el desarrollo infantil:
Llamamos fase a cada uno de los cambios de los aspectos sucesivos de un fenómeno
en evaluación; se denomina sensible a algo perceptible, manifiesto, carácter de una
cosa que recibe fácilmente las impresiones del exterior. En consecuencia, las fases
sensibles son períodos limitados, que por lo tanto terminan cuando el organismo no
reacciona más sensiblemente frente a determinados estímulos.
La Planificación Didáctica y La Planificación Práctica
La importancia de la Planificación
La etapa Infantil-Juvenil es un proceso que puede tener un recorrido de doce, trece o catorce
años desde que el niño arriba al club hasta que llega a la Primera División. Durante todos esos
años el niño/joven deberá transcurrir un mega-ciclo que debería estar organizado en cuanto a
las diferentes etapas madurativas que los futbolistas van transcurriendo así como los
contenidos de aprendizaje y entrenamiento que van experimentando en las diferentes fases.
Esta planificación plurianual, que puede ir sufriendo modificaciones a lo largo de los años,
debería ser un Plan Institucional de cada club, independientemente de los cambios que se
produzcan en las conducciones de las instituciones.
Proyecto, Programa, Planificación, son palabras que son utilizadas en todos los campos de
trabajo en el mundo actual y son sinónimo de seriedad, profesionalismo y capacidad de
gestión. Nada en efecto debería realizarse sin primero haberlo estudiado discutido y
elaborado en un equipo de trabajo.
Proyectar un aprendizaje o un proceso de entrenamiento significa coordinar todos los
factores internos y externos que conforman la formación del joven futbolista.
El deber de los profesionales que llevan adelante todo proyecto-proceso de un club de fútbol
aparte de contemplar la enseñanza de las habilidades técnico-tácticas y la mejora de las
capacidades físicas y coordinativas, deberá hacer hincapié en el desarrollo de la personalidad
del individuo
Cuando nos referimos a una programación de una tarea a largo plazo se debe tener presente
que las capacidades motoras se desarrollan en períodos de larga duración respetando etapas
cronológicas y biológicas que el niño y el joven deberán transcurrir de manera metódica.
El entrenador deberá conocer de manera precisa las características y problemáticas de cada
uno de los estadíos por los cuales pasa un futbolista en las fases infantiles y juveniles.
Distinguimos dos grandes Fases de la Planificación del proceso integral del Entrenamiento
Infantil y Juvenil.
Primero debemos abordar todo los contenidos referidos a la Programación del Plan Didáctico
(estudio de las características psíquicas y motrices del niño en sus diversas etapas evolutivas,
objetivos, medios didácticos y su distribución anual).
Para en una segunda etapa pasar a lo que conocemos como Programación Práctica que se
desprende de la primera, aquí desarrollamos la organización de actividades adecuadas a cada
etapa, microciclos, sesiones y test control. Ambas programaciones se entrelazan y están
relacionadas de manera directa.
FASE 1 de la Programación: Plan Didáctico
Dentro del presente capítulo expondremos nuestra idea sobre los aspectos que consideramos
fundamentales para el proceso de aprendizaje en el fútbol formativo, filosofía que tiene como
origen estudios realizados y experiencias prácticas en campo durante todos estos años de
trabajo, así como también citaremos autores importantes especializados en el tema que han
sido muy influyentes en nuestro pensamiento e ideología metodológica.
Todo este conjunto de estudios y experiencias prácticas conformarán la base de capítulos
próximos cuando hablemos de la programación didáctica y práctica del entrenamiento.
En la mayoría de los deportes existe el concepto de mini-deporte, esto implica saber adaptar
el deporte, en este caso el fútbol al niño y no al revés.
Por experiencias personales hemos visto en países como Italia, Holanda y Alemania como ya
desde pequeños 6-7 años son adecuadas las condiciones para que el niño pueda
desenvolverse con comodidad en la práctica del deporte y no que le parezca inalcanzable o se
le vuelva una carga.
Lamentablemente es muy común ver todavía en diferentes campeonatos infantiles oficiales y
no oficiales ver como niños de corren tras un balón número 5 imposible de ser conducido o
pateado, corriendo sin sentido en una cancha de 100 x 70 metros para lo cual el niño no está
lo suficientemente desarrollado.
Junto al Doctor Roberto Peidró desarrollamos diversos estudios con niños del Fútbol Infantil
del Club Atlético Independiente, con referencia a la dimensión y peso del balón utilizados en
competencias infantiles (foto debajo), tanto el peso como el tamaño resulta totalmente
incómodo para niños de hasta 12 años.
Hasta esa edad sería interesante que el niño juegue con balones n° 3 y 4 y con pelotas de
diferente material (goma, plástico, cuero, etc.).
Otro tema polémico es el de las dimensiones de los arcos profesionales donde los niños entrenan y
compiten. Resulta realmente negativo y frustrante para un niño de nueve, diez u once años de edad
desenvolverse en estas porterías para profesionales.
Observemos las fotos de niños de esas edades, lo desproporcionado que queda la dimensión de los
arcos para sus alturas.
En la foto debajo tomada en Kurtekkotten (Campo de entrenamiento del Bayer 04) observamos como la
Federación Alemana de Fútbol adapta el deporte al niño a través de campos de juego, balones y arcos
(foto) acordes a cada edad.
En este caso el arco usado por niños de doce años, pueden notar la diferencia con la portería
profesional donde atajan los arqueros de categorías juveniles mayores.
Una forma de adaptar el deporte al niño:
El ejemplo Alemán
Arco 2 x 5 metros
11 - 12 años
A continuación exponemos y fundamentamos algunas de las razones por las cuales consideramos
totalmente perjudicial este tipo de prácticas.
Desde lo fisiológico:
- El niño no está preparado para realizar esfuerzos físicos prolongados.
Desde lo físico-motor:
- No tiene niveles de fuerza elevados como por ejemplo para patear un córner.
Desde lo técnico:
- En una competencia (partido) de 50’ el niño toca el balón entre 20” a 50” aproximadamente.
Desde lo táctico:
- Participa de más acciones técnico-tácticas.
Desde lo madurativo:
- Futbolistas no desarrollados, etapa de crecimiento.
- Se divierte, juega.
- Por último: “Se imaginan un partido de fútbol de futbolistas profesionales con una cancha de
200 m. de largo x 150 de ancho con una “pelota n° 9” que pese el doble de la normal y con arcos
de 4 m. de alto x 15 m. de largo...así se siente un chico entre 8 y 12 años que participa en los
torneos infantiles actuales de la Argentina.”
En estas etapas de inicio los objetivos deben estar centrados en actividades lúdicas con gran contenido
de exploración, casi prescindiendo de ejercitaciones conducidas. Los niños deben ser expuestos a
situaciones de juego y ejercitaciones donde ellos mismos puedan ir descubriendo el juego del fútbol con
entusiasmo y sin presiones de reglas estrictas o resultados.
Cómo mencionábamos en los capítulos anteriores la realidad social de los niños hace que la mayoría no
cuente con experiencia motoras previas enriquecedoras, por eso al momento de planificar el profesor
deberá tener presente la importancia de adecuar un programa donde las habilidades motoras de base,
las capacidades sensoperceptivas y coordinativas deben conjugarse con las acciones técnicas.
Un aspecto importante a tener en cuenta es que los niños aprenden muchos movimientos y gestos a
través de la imitación y el ensayo y error propio. Por ejemplo, si programamos un ejercicio de situación
simple donde el aspecto técnico dominante sea la conducción del balón deberíamos dejar al niño que
experimente ese momento sin demasiadas correcciones específicas, en esta etapa es más productivo
que los niños realicen acciones exploratorias de ensayo y error conjugadas con la imitación tan común
en esta etapa, es allí donde se vuelve trascendente el ejemplo del formador.
Es importante distinguir una subdivisión entre el primer año (seis años) y la fase final de la etapa
cuando el niño se acerca a los ocho años.
La primera es una etapa netamente egocéntrica y con menos experiencias a nivel motricidad general y
específica. La maduración hace que el segundo año el niño comience a estar dispuesto a algunos juegos
y actividades de colaboración, esto último también se basa en las experiencias que el niño ha ido
transitando en el primer año de la fase 1 infantil.
Esta diferenciación dentro de la misma etapa deberá ser tenida en cuenta en el momento de la
programación didáctica
Por ejemplo en el último año (7-8 años) la construcción cognitiva que parte de su cuerpo comienza a
considerar otros puntos referencia en el espacio eso hace que las situaciones simples y juegos que
tienen un alto porcentaje dentro de esta fase contengan un nivel de complejidad más elevado que en la
fase inicial del período.
4.2- Perfil psico-motor para la utilización en el proceso de entrenamiento.
Como mencionamos en capítulos anteriores, es fundamental la comprensión de las realidades del niño
en todos los aspectos que conforman la maduración psíquica, física-motriz y cognitiva de cada período.
Hemos confeccionado una tabla de referencia sobre cuatro perfiles del niño (Psicológico, Físico-Motor,
Táctico-Juego y Técnico-Coordinativo) con las características en cada uno de ellos.
El estudio de cada perfil servirá como base para la programación de los medios didácticos y
actividades/ejercicios prácticos utilizados en la Programación de los dos años del período.
4.3- Objetivos de la Fase Infantil I
Una vez comprendida la realidad de los niños que nos toca entrenar es importante la formulación de los
objetivos que se desprenden de las características mencionadas. Los objetivos nos servirán como una
guía previa a la programación didáctica y práctica. A continuación detallamos una serie de metas
fundamentales para la programación de este estadio madurativo:
En el primer año de la Fase Infantil I tendrán predominancia actividades lúdicas con libre exploración.
Sesiones de entrenamiento donde las situaciones simple de baja complejidad y juegos dominen la
escena de entrenamiento. Juegos con poca colaboración producto de la fase egocéntrica que
transcurren los niños.
Cuando el niño ingresa en el segundo año de esta primera fase podremos incluir juegos y situaciones
simples con un nivel de complejidad mayor donde la colaboración entre los participantes de los juegos
comienza a tener algún tinte colectivo.
El aspecto técnico ideal para desarrollar en esta etapa es la conducción por la naturaleza egocéntrica
del período, sobre todo en el primer año.
Ya en el segundo año se pueden programar combinaciones funcionales entre los dos gestos de correr-
conducción-rematar.
En las actividades lúdico-técnicas será muy importante contar con balones de diferentes medidas y
materiales con pesos adecuados a la fuerza de los niños. Balones de goma, plástico y cuero liviano son
esenciales para que el niño se sienta cómodo con el elemento fundamental que es la pelota. Además
jugar con balones de diferente tamaño y peso optimiza los procesos cinestésico y propioceptivos del
niño.
Exigir respuestas motoras rápidas y sencillas a las señales visuales o acústicas, es una forma de juego
atrayente para los niños del período donde se incentiva la velocidad de reacción de manera efectiva.
Teniendo en cuenta que el uso de los pies en el juego del fútbol hace aún más compleja la comprensión
de la escena de juego, el uso de las manos fomenta un uso más adecuado y permite que el niño preste
mayor atención al medio ambiente o el entorno del juego.
En esta etapa tendrán preponderancia juegos 1 contra 1, 2 contra 2 y juegos similares de superioridad
numérica a favor de los atacantes (2 atacantes contra 1 defensor) para fomentar el juego asociado entre
dos participantes y el juego ofensivo que despierta atracción en los niños. Durante el primer año los
niños debería experimentar juegos que no pasen los seis participantes entre compañeros y adversarios,
es decir el juego 3 vs 3 en dimensiones pequeñas variables.
La inclusión de mayor cantidad de participantes deberá ser programada de manera gradual hasta llegar
al juego 5 vs. 5 en la segunda mitad del período.
A continuación exponemos una tabla de referencia sobre los medios didácticos adecuados para este
período:
Una vez distribuidos los porcentajes de los contenidos generales debemos elegir las actividades de
entrenamiento (juegos, ejercicios, circuitos) que se adecúen a cada uno de los aspectos.
A continuación una guía sobre las actividades más preponderantes para esta edad.
El grupo de edad de 8 a 10 años es conocida dentro del aprendizaje motriz del niño como una edad de
oro para el aprendizaje, un período fértil se caracteriza por un alto nivel de incorporar enseñanzas y
experiencias motrices e intelectuales.
Los niños de esta edad ya han superado la fase egocéntrica que ha caracterizado su comportamiento en
el período precedente. Comienzan a adquirir una predisposición a la cooperación y la descentralización
en el comportamiento de sus acciones motrices, esto conlleva a un gran avance en lo que respecta a la
idea de juego colectivo, de actividades grupales.,
Las enseñanzas de las diferentes técnicas del deporte no deberían ser mecanizadas sino que debe ser
funcional, en una dialéctica donde la calidad y la aplicabilidad del mismo gesto interactúan y se
complementan entre sí.
Las tareas situacionales con un grado mayor de complejidad se vuelven importantes en este período,
debemos lograr que el niño se vaya a adaptando a cambios cada vez más complejos dentro de una
programación progresiva de esa complejidad.
El aspecto táctico en estrecha relación con los aspectos técnicos, y no podía ser de otra manera dada la
naturaleza del juego, se mostrará más atento a construir conductas de colaboración, que es la posesión,
el juego de pases asociados que en la etapa anterior no era común observar como conducta hace que
esta fase sea propicia para la adquisición del gesto técnico del pase y el control del balón en todas sus
formas.
El aprendizaje y consolidación de ese gesto técnico tendrá relación directa con los conceptos tácticos
básicos tales el apoyo, la transición a la pared o el posicionamiento defensivo, la cobertura del espacio y
el movimiento hacia el oponente en posesión de la pelota.
Todos estos comportamientos deberán ser estimulados mediante la exploración continua a medida que
avanza por medio de diferentes formas de juego, donde la función del director técnico formador será la
de generar la curiosidad, la investigación, y el niño debe recibir una solución eficaz e independiente
instando a su “sistema” en el plano cognitivo continuamente a generar soluciones.
Los juegos tan ligados a los aprendizajes de los primeros conceptos tácticos deben conservar una
relación de armonía con las posibilidades de los niños. Tarea esencial del grupo técnico de cada fase de
edad (8-9 y 9-10 años) será la de saber interpretar que dimensiones de espacio de juego y número de
participantes sea la adecuada para que los entrenamientos sean productivos y atractivos y no se
conviertan en frustrantes.
En lo que refiere al entrenamiento físico-motor el foco estará puesto en los aspectos de velocidad y
coordinación, estas cualidades deben ser combinadas con acciones técnicas.
Los juegos de velocidad de reacción a estímulos acústicos y visuales y las acciones en régimen de
velocidad con frecuencias de movimiento altas también se adecúan al perfil psico-motor que
transcurren los niños de estas edades.
Los tiempos de recuperación deberán ser bien dosificados sin caer en largos tiempos de espera entre
acción y acción debido a que los niños necesitan estar en constante movimiento.
El entrenamiento de la Resistencia en esta etapa del Fútbol Infantil deberá ser realizado a través de
juegos y driles con el balón, el corazón del niño y las fibras musculares cardíacas muestran un
desarrollo armonioso en el crecimiento y en la formación. Durante el desarrollo del número de fibras
musculares cardiacas sigue siendo el mismo, perolas fibras individuales se alargan y se vuelven más
gruesas. Con el aumento de la longitud de las fibras, se reduce la frecuencia cardíaca. En respuesta a la
hipertrofia, causada por el desarrollo por el mismo entrenamiento, se dilata también el espacio interior
del corazón y aumenta el volumen de choque cardiaco. De esta manera el trabajo del corazón se vuelve
más eficiente y armonioso.
Como se ha demostrado por Bringmann, con un solo estimulo deentrenamiento semanal (incluyendo el
juego) es ya suficiente en los niños para aumentar la capacidad de resistencia y, en consecuencia, la
capacidad de rendimiento psicofísica.
Con referencia a la conducción de la actividad grupal los profesionales a cargo de estas categorías no
deben olvidar que están entrenando niños no adultos y por ende tienen que saber interpretar su
psicología. Las desaprobaciones o correcciones groseras no ayudan en nada el crecimiento de los niños
sino que por el contario lo inhiben, el entrenador debe ser parte fundamental en la formación de la
personalidad del pequeño deportista creando confianza en el niño.
5.2- Perfil psico-motor para la utilización en el proceso de entrenamiento
Presentamos una tabla de referencia sobre el perfil del niño de 8-10 años en los aspectos Psicológico,
Físico-Motor, Táctico-Juego y Técnico-Coordinativo, con las características más salientes de la etapa.
El estudio minucioso de este perfil debe ser tomado como base para la programación de los medios
didácticos y actividades/ejercicios prácticos utilizados en la Programación de los dos años del período
Infantil II.
5.3- Objetivos de la Fase Infantil II
A continuación detallamos una serie de objetivos principales para la programación de este estadio
madurativo:
Tomando en cuenta las características y el perfil psico-motor y objetivos del período 8-10 años
llegamos a una distribución de los contenidos para la programación de la Fase II donde los aspectos
Técnico Coordinativo y Técnico Situacional (65% de la planificación general total) siguen siendo
preponderantes en la etapa pero con un aumento del contenido Táctico producto del desarrollo
cognitivo de los niños y del contenido Físico-Motor debido a una mayor capacidad física integral.
Recordemos que esta distribución servirá como base orientativa para la sub-programaciones anual,
trimestral, mensual y semanal.
5.6- Actividades y ejercicios del proceso entrenamiento del período
A continuación una tabla de referencia con las actividades y ejercicios a utilizar en cada uno de los
aspectos del período.
FASE INFANTIL 2 - JUEGO SITUACION 2 VS. 2
La etapa que va de los 10 hasta los 13 años es el último tramo que los niños transitan en el fútbol
infantil, si bien las características de los niños de estas edades son similares deberíamos realizar una
subdivisión dentro de la misma etapa, sobre todo cuando abordemos la última parte de la fase donde
los niños comienzan a convertirse lentamente en adolescentes.
En la primera fase del período Infantil III los niños conservan un perfil similar al período anterior, pero
luego, a partir del primer semestre y dependiendo de la individualidad de cada uno empiezan a
manifestar mejoras notables en todos los aspectos que hacen al aprendizaje motor.
Un punto ineludible en esta etapa y que debemos tener muy presente como formadores es la
competencia que cada vez presenta mayores exigencias, por ejemplo en nuestro país a los 10 años es el
momento que los chicos comienzan con la competencia oficial de A.F.A., en los años anteriores (6 a 9
años) los torneos pertenecen a ligas paralelas que de todas maneras ofrecen exigencias importantes.
Los procesos mentales madurativos poseen un desarrollo mayor y esta realidad conjuntamente a la
escolaridad que ya lleva cuatro años en la vida de los niños hace que el pequeño futbolista esté
preparado para afrontar procesos mentales de anticipación + elaboración y programar situaciones
técnico-tácticas requeridas.
Comienzan a adquirir una cierta autonomía intelectual que se refleja en ser el protagonista de su
propio aprendizaje. La capacidad de formular hipótesis, a pensar de manera abstracta, de mantener en
mente los conceptos recibidos y traducirlos de forma operativa, orientar la dirección del modelo de
enseñanza hacia una “metodología de concepto”, que se traduce en la aplicación de patrones de
movimiento que definen el modelo de juego colectivo.
Una consideración fundamental que debe hacerse se refiere a la capacidad del preadolescente para
evaluar objetivamente los hechos, poniendo en una situación crítica tanto a sus propias acciones y las
de los demás.
Desde lo técnico los objetivos específicos de aprendizaje son fomentar el aprendizaje de las formas de
movimiento (técnicas básicas), que debe tender a la automatización, a la coordinación fina del gesto
La etapa final de la Fase Infantil III, nos referimos al grupo de 12-13 años, marca un quiebre en el
aspecto madurativo de los niños, ya que se encuentran en el período Pre y Post Puberal. Un período
muy delicado donde se producen numerosos cambios en los niños en su camino a la pubertad y donde
también coexisten diferencias notorias entre los integrantes de este grupo sectario.
Es aquí donde podemos encontrar las siguientes características:
Este crecimiento que no es homogéneo dentro de un mismo grupo o equipo de niños de 12 a 13 años y
esta heterogeneidad hace que muchas veces los entrenadores se inclinen por los chicos más maduros y
desarrollados relegando a aquellos que tienen una maduración tardía o más lenta.
Esta es una situación peligrosa desde varias aristas, por un lado estamos priorizando en la elección
cualidades físicas más desarrolladas que luego con el tiempo a los 14 o 15 años se regularizan con
respecto a los demás, y en esa decisión estamos postergando talentos que técnicamente son superiores
pero que no son “la solución del momento”.
Este aspecto debe ser tratado minuciosamente por todo el staff técnico (médicos, preparadores físicos y
técnicos) para saber la real dimensión en la que se encuentra cada niño desde el punto de vista
madurativo y no caer en errores.
Desde la planificación del proceso de entrenamiento también es muy importante tener presente todas
estas realidades para poder brindarles al niño y al preadolescente un programa de entrenamiento
dosificado a su maduración biológica.
Estos aspectos serán desarrollados de manera más extensa cuando abordemos el análisis del proceso
de evaluación del niño.
Para una planificación que se adapte a las posibilidades de los niños de esta fase presentamos una tabla
referencial sobre el perfil del niño de 10-13 años en los aspectos Psicológico, Físico-Motor, Táctico-
Juego y Técnico-Coordinativo
Si bien ya mencionamos, que conviven dentro de esta misma Fase III, dos etapas evolutivas bien
marcadas en el mismo período, esa diferencia debe marcarse al momento de la programación.
Más allá de esa diversidad detallamos los aspectos generales que describen cada perfil de las Fase
Infantil III.
6.3- Objetivos de la Fase Infantil III
A continuación detallamos los objetivos principales que debemos buscar en la programación de este
período madurativo:
El entrenamiento físico-motor de los niños de esta etapa abarca dos áreas bien distintas: por un lado el
desarrollo de los aspectos de resistencia y velocidad del niño a través de entrenamiento situacional
(situaciones de juego en espacios con diferentes dimensiones) donde el niño aparte de desarrollar las
capacidades aeróbicas y de velocidad también es estimulado desde lo técnico-coordinativo ya que el
futbolista experimenta acciones técnicas en un ámbito de juego. Este tipo de entrenamientos
situacionales comienzan a tener objetivos con un régimen físico orientado y programado además de los
objetivos técnico-tácticos.
Las valencias de fuerza se desarrollan a través de circuitos de saltos y coordinación nivel 1 y 2 y juegos
de tracción del tren superior combinado con la introducción a ejercicios de fuerza general.
Tomando en cuenta las características y el perfil psico-motor y objetivos del período 10-13 años
llegamos a una distribución de los contenidos para la programación de la Fase III donde los aspectos
Técnico Coordinativo y Técnico Situacional cubren el 55% de la planificación general total del período.
El aspecto físico-motor toma mayor trascendencia y sufre un nueve avance dentro de la programación
práctica anual. Los chicos experimentan un desarrollo en fuerza y resistencia sobre todo en los últimos
dos años de la etapa (12-13 años) fase crítica y delicada que desarrollaremos más en el capítulo de
evaluaciones.
El contenido Táctico producto del desarrollo de la capacidad de anticipación (D’Ottavio) más la
capacidad de elaboración convierte a esta etapa en un momento interesante para el comienzo de
actividades tácticas más complejas como por ejemplo la inserción a un sistema táctico integral como el
4-3-3-.Los ejercicios situacionales standard y funcionales abarcan un 50% del entrenamiento
situacional y también cuentan con alto contenido técnico-táctico.
Esta distribución servirá como base orientativa para la sub-programación práctica: anual, trimestral,
mensual y semanal.
6.6- Actividades y ejercicios del proceso entrenamiento del período
Ejercicio y/o driles con característica standard y funcional, además de ejercicios de competencia
forman parte fundamental de las actividades del período. Los circuitos de coordinación, frecuencia y
equilibrio funcional deben ser estimulados en dos sesiones semanales.
El aspecto táctico a través de juego de mayor complejidad deber ser entrenado. Entrenamientos
tácticos básicos divididos en movimientos de defensa, mediocampo y ataque bajo formas de juego
debería ser la base introductoria al sistema de juego 4-3-3.
Lo físico-motor se desarrollará a través de circuitos nivel de complejidad 1 y 2 a dos secuencias,
secuencia 1- acción de salto o frecuencia, secuencia 2: gesto técnico.
La resistencia se sigue estimulando por medio del juego y el entrenamiento situacional pero comienza
la iniciación a los métodos puros de esta cualidad en el último año de la etapa, es decir a los 12-13 años.
FASE INFANTIL 3 - ENTREN. TECNICO MIXTO: PASE ANALITICO + PASE EN JUEGO 3VS3
FASE JUVENIL 1 (13-14 AÑOS)
9.1- Características generales de los jóvenes de 13-14 años
Este período es una continuación de la fase infantil III. Todavía existen dentro de un mismo grupo de
edad cronológica muchas diferencias desde lo madurativo. El aumento en el peso corporal, el
alargamiento de las extremidades, la madurez sexual son manifestaciones relevantes de la complejidad
de los cambios orgánicos de los niños. Los adolescentes experimentan muchos cambios que influencian
el estado de ánimo y la ansiedad típica de los cambios morfológicos, mentales y físicos que acompañan
su camino hacia la madurez.
Para el futbolista joven, la pubertad y la adolescencia son la fase más delicada de su historia evolutiva.
Desde los aspectos motorices durante la etapa anterior de la infancia hubo un equilibrio marcado de
altura en relación al peso. Este equilibrio tiende a cambiar durante la pubertad. Entre los trece y catorce
años, el crecimiento marca el cambio más notorio del esquema corporal del joven. Esto se traduce en
falta de armonía y coordinación, la relación músculo-ósea no es la adecuada y afecta directamente a las
tareas técnico-coordinativas.
Es una etapa sensible en este punto ya que debemos realizar una evaluación constante del niño
contemplando las fases de crecimiento que está transcurriendo y brindándole siempre apoyo
emocional, haciéndole saber los cambios que el niño-joven está transitando y que se trata de procesos
naturales en una etapa pasajera de su crecimiento.
Es de fundamental importancia que se comience en esta etapa con desarrollo de diversas y variadas
metodologías de movimiento con el fin de desarrollar una mejor adaptación al posterior trabajo de
sobrecarga.
Para ello se realiza un examen biológico a cargo del médico pediatra o deportólogo con el objetivo de
realizar grupos de trabajo de acuerdo a su crecimiento y maduración sexual, de la misma manera que
realizamos con los niños del período infantil III, ya que como mencionamos en la última parte de la
etapa infantil las edades cronológicas generalmente no coinciden con la edad biológica, por lo tanto se
los agrupara de acuerdo a los distintos estadios TANNER encontrados.
Es sabido que hasta que los niños no ingresan a l estadio de TANNER 5, no se producen modificaciones
hormonales (incremento de testosterona) la cual es la que actúa como agente de metabolización
proteica y es la responsable del crecimiento muscular y de la recuperación plástica post-ejercicio.
Tanto el crecimiento muscular, como la respuesta hormonal son importantes para el desarrollo de la
fuerza, pero también es de suma importancia el sistema neural.
En niños con estadios de TANNER 2, 3 y 4 que serán los que predominen en estas etapas, como
respuesta al entrenamiento, las principales adaptaciones van a estar dadas por una adaptación más
neural que muscular.
De esta forma los niños mejoraran principalmente el reclutamiento de fibras y la frecuencia de disparo
de las motoneuronas (frecuencia de estímulo nervioso) incrementando así los niveles de fuerza.
Los objetivos generales de este período son:
Ejercitaciones en arenero.
Ejercicios de Coordinación
Ejercicios Propiocepción
Cambios de dirección
Sprints cortos
Tracciones
Gestos técnicos
El entrenamiento de la saltabilidad más conocido como Pliometría, en niños requiere de una
“Progresión Metodológica” (ver cuadro de entrenamiento de la fuerza por niveles de complejidad)).
Para esta etapa recomendamos utilizar los Niveles 1, 2 y 3, si bien esta programación depende del
momento madurativo de cada joven.
Los ejercicios de impactos repetitivos tales como los saltos tienen chances de producir lesiones si no
están dosificados y adecuados a las posibilidades biomecánicas y fisiológicas de los niños.
Es necesario realizar una adaptación progresiva a este tipo de entrenamiento para fortalecer grupos
musculares, tendones, ligamentos, masa ósea y mecanoreceptores. No olvidemos que los niños están en
plena fase de crecimiento y es muy común que experimenten dolores y molestias en las articulaciones
de la rodilla, muchos de estos síntomas responden al período de desarrollo que transcurren y no tanto a
lo que pueda producir los entrenamientos si éstos están correctamente programados y dosificados, de
todas formas hay que prestar mucha atención a estas sintomatologías y recomendamos tener muy
presente no entrenar en superficies duras (cemento) y un dato muy relevante, poseer un calzado que
pueda amortiguar esos impactos.
Periodización y Planificación:
la frecuencia del entrenamiento de fuerza debe ser de 2 sesiones x semana (1. campo:
saltos, cuestas, juegos, circuitos y 2. gimnasio)
en cada serie (3) el joven deberá poder soportar entre 6-15 repeticiones
Es importante recalcar que estos niños poseen una base de fuerza y técnica ya que provienen de un
proceso de entrenamiento anterior en el Fútbol Infantil.
Aquellos futbolistas que se incorporen al club en estas edades sin una base de fuerza, deberán realizar
un plan de entrenamiento orientado a una adaptación a este tipo de metodologías previo a la
incorporación al grupo.
Esta programación debe ser progresiva y en algunos casos puede durar hasta seis meses.
A partir de la mitad del segundo año comienzan a darse valores de Tanner más homogéneo y esto
incide en un aumento individual progresivo de carga.
Con referencia a la velocidad en esta etapa, debido a los cambios hormonales, tales como aumento de la
testosterona los jóvenes experimentan períodos de mejora significativa en esta cualidad física. Se trata
de un período ideal para estimular esta capacidad.
Cuando hablamos de estímulo, nos referimos a todas sus formas: velocidad de reacción, de
desplazamiento, aceleración, decisión, percepción.
Es importante utilizar una metodología de entrenamiento combinada entre ejercicios sin el balón a
través de circuitos y por otro lado la utilización driles y juegos con componentes de diferentes tipos de
velocidad.
Cualidades físico-motoras a
desarrollar en la etapa 13-14 años
Para estas etapas serán los juegos y las actividades situacionales mencionadas en nuestra metodología
las que se encarguen del desarrollo de la resistencia, pero incluyendo en un pequeño porcentaje del
entrenamiento metodologías puras tales como los métodos Continuos e Intermitentes.
9.3- Contenidos técnico-tácticos de la etapa 13-14 años.
En este primer período juvenil es fundamental consolidad todo el aprendizaje técnico general realizado
en la etapa infantil. Todavía no se ha producido una confirmación sobre el puesto en campo que
desempeñará el niño/joven en el futuro, es decir que debe desarrollar todo el bagaje de fundamentos
técnicos del fútbol sin caer en especificaciones que serán para una etapa posterior (la etapa de la
especialización táctica) en la cual podrá comenzar a entrenar aspectos técnicos específicos por puesto.
En este período utilizaremos la metodología de Entrenamiento Técnico Mixto recorriendo todas las
acciones técnicas entrenadas en la gran etapa infantil. Como aspecto más saliente marcamos que en
este período ya podemos desarrollar de manera más sistemática el gesto técnico del cabezazo que en la
etapa anterior se desarrollaba de manera más lúdica y sin tantas correcciones técnicas debido a una
falta de maduración en las capacidades de fuerza y coordinación general, ya en esta fase el golpe de
cabeza debe entrenarse con sus diferentes variantes de manera programada.
Con referencia a la acción del pase y control tanto las ejercitaciones sin oposición como aquellas
funcionales deben tener una participación importante dentro de la programación anual.
Entrenamiento situacional con zonas delimitadas para el aprendizaje de la defensa con cuatro
defensores, Futbol Juvenil Fase I (foto debajo)
Esta maduración biológica se ve acompañada de una conformación de esquema corporal que vuelve a
encontrar la coordinación perdida en la transición pre y post puberal, lo cual optimiza el desarrollo
técnico y economía de movimientos. Desde lo intelectual los jóvenes logran captar rápidamente los
conceptos técnicos y tácticos de aprendizaje.
La fuerza máxima y la potencia será desarrollada de manera controlada y acorde a las capacidades de
estos jóvenes que aún están en etapa de crecimiento, entendiendo que no es un tipo de fuerza que se
deba desarrollar con índices altos ya que el fútbol no requiere de altos valores fuerza máxima, los
ejercicios de fortalecimiento de la zona media serán vitales para formar una óptima base para tareas de
fuerza futuras. Otros tipos de fuerza como la explosiva, a través de ejercicios de saltos y circuitos de
niveles 1 a 5 (ver tabla de Niveles de Complejidad), son muy recomendables para este período de la
adolescencia.
La velocidad deberá ser estimulada por medio de circuitos y dentro de la metodología situacional a
través de situación standard y funcional (ver metodología situacional). Los tipos de velocidad a
desarrollar en esta etapa serán: velocidad de reacción, velocidad de desplazamiento con y sin balón,
aceleración, velocidad de decisión, velocidad de percepción, velocidad de anticipación.
Con respecto al entrenamiento de la resistencia los juegos y situaciones competencia predominan en el
desarrollo de esta cualidad y es una etapa en la cual elevamos, con respecto al Período Juvenil I, la
programación de los métodos continuos, intervalados, intermitentes (en un mayor porcentaje) para
también comenzar a entrenar con el método RSA con predominancia aeróbica, no siendo tan
aconsejables los esfuerzos RSA en régimen neuromuscular que pueden resultar muy exigentes para el
aparato articular y muscular de los jóvenes.
Cualidades físico-motoras a
desarrollar en la etapa 15-16 años
Resistencia
Intermitente + Velocidad Velocidad Especial
RSA Especial
15% 20% Fuerza Máxima + Core
Fuerza Máxima Training
Resistencia
+ Core Training
Juego Fza. Explosiva Fza. Explosiva Pliometría
15%
30% Pliometría Nivel Nivel 1-5
1-5 Resistencia Juego
20%
Resistencia Intermitente +
RSA
La fuerza máxima puede ser desarrollada de manera más elevada a la etapa anterior y en forma
controlada a través de evaluaciones de esta capacidad. Recordemos que la Fuerza Máxima no es
prioridad en el deporte fútbol pero sí necesitamos de valores de base que funcionarán como soporte de
otros tipos de fuerza. La consolidación de la zona media por medio de toda la batería de ejercicios de
Zona Core es fundamental en esta etapa ya tan elevada.
La fuerza-explosiva como base de la velocidad deberá ser estimulada con los circuitos de niveles 1
hasta 8 dependiendo del nivel de los futbolistas y período de la temporada deportiva.
La velocidad deberá ser estimulada por medio de circuitos y dentro de la metodología situacional por
medio de situación standard (ver metodología situacional). Los tipos de velocidad a desarrollar en esta
etapa serán: velocidad de reacción, velocidad de desplazamiento con y sin balón, velocidad de decisión,
velocidad de percepción, velocidad de anticipación, velocidad de percepción, velocidad de anticipación.
En el largo período de dos meses pre- campeonato es una etapa ideal para que los jóvenes desarrollen
la resistencia baja, media y alta realizando todos los tipos de resistencia mencionados en la
metodología. Durante esta etapa es interesante la programación de métodos Continuos, Intervalados,
Intermitentes, Carreras con Variación Velocidad y Método RSA con orientación aeróbica y
neuromuscular.
Con referencia al entrenamiento de la resistencia especial los juegos y Situaciones Competencia
predominan en el desarrollo de esta cualidad con altas intensidades y entrenamiento técnico de
altísima calidad en régimen de fatiga.
Cualidades físico-motoras a
desarrollar en la etapa 17-20 años
Resistencia
Glucolítica
Rápida Velocidad Velocidad Especial
(RSA-Juego) Especial
25% 25% Fuerza Máxima+Core
Fuerza Explosiva
Training
Pliometría
Nivel1-8 Fuerza Explosiva
30% Pliometría Nivel1-8
Resistencia Glucolítica
Fuerza Rápida (RSA-Juego)
Máxima+Core
Training
20%
*Fuente libros:
“PROCESO FORMATIVO DEL FUTBOLISTA INFANTIL Y JUVENIL HASTA EL FUTBOL
PROFRESIONAL” y “7 FASES MADURATIVAS DEL FUTBOLISTA” (Enrique Borrelli y
Juan Cruz Anselmi).