Tipos de Trabajadores Que Se Indican en La Ley Federal de Los Trabajadores Al Servicio Del Estado

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Tipos de trabajadores que se indican en la Ley Federal de los Trabajadores al

Servicio del Estado, conforme se estipula en el artículo 15 fracción III y que tiene
carácter de nombramiento:

Trabajador definitivo.

Trabajador interino.

Trabajador provisional.

Trabajador temporal.

Trabajador por tiempo fijo.

Trabajador para obra terminada.

Trabajadores menores de edad, mayores de dieciséis años. (LFTSE, 2014)

Objeto Jurídico: El objeto de la relación jurídica consiste en una determinada


conducta que debe cumplir el sujeto obligado por la norma jurídica (sujeto pasivo)
en favor del titular de un derecho, que tiene por ello el derecho de exigir esta
conducta (sujeto activo). A esa conducta se la llama prestación que puede ser de
dos clases. Activa, en que el individuo debe realizar una determinada acción que es
de dar o de hacer; y Pasiva, que consiste en que el individuo omita realizar
determinada conducta (“no hacer”). Se acostumbra a distinguir también acerca del
objeto de la prestación. Este objeto se traduce en la materia sobre la cual recaen
los derechos y obligaciones que surgen de la relación jurídica. (TD, s.f.)

La conducta que el trabajador del Estado debe cumplir es la que se establece en el


artículo 3 de la LFTSE, que a la letra dice:

Trabajador es toda persona que preste un servicio físico, intelectual o de ambos


géneros, en virtud de nombramiento expedido o por figurar en las listas de raya de
los trabajadores temporales.
Y lo que se establece también en el artículo 12 de la misma ley, que a la letra dice:

Los trabajadores prestarán sus servicios en virtud de nombramiento expedido por


el funcionario facultado para extenderlo o por estar incluidos en las listas de raya de
trabajadores temporales, para obra determinada o por tiempo fijo.

Con respecto a los trabajadores menores de edad, mayores de dieciséis años, la


ley es muy clara al establecer el objeto jurídico en la conducta del trabajador, y a la
letra dice:

Los menores de edad que tengan más de dieciséis años tendrán capacidad legal
para prestar servicios, percibir el sueldo correspondiente y ejercitar las acciones
derivadas de la presente ley.

Por consecuencia, los tipos de trabajadores arriba citados deben cumplir con los
siguientes requisitos como se menciona el artículo 15 de la LFTSE, que a la letra
dice:

Los nombramientos deberán contener:

I.- Nombre, nacionalidad, edad, sexo, estado civil y domicilio;

II.- Los servicios que deban prestarse, que se determinarán con la mayor precisión
posible;

III.- El carácter del nombramiento: definitivo, interino, provisional, por tiempo fijo o
por obra determinada;

IV.- La duración de la jornada de trabajo;

V.- El sueldo y demás prestaciones que habrá de percibir el trabajador, y

VI.- El lugar en que prestará sus servicios.

Vínculo jurídico: En las relaciones de trabajo, la autonomía de la voluntad encuentra


sus límites en el orden público. El vínculo jurídico-laboral crea una desigualdad al
someter o subordinar la voluntad del trabajador a la jerarquía creada de antemano,
por el contrato de trabajo. La clave de esta construcción jurídica es paradójica a la
autonomía de la voluntad, de los que, en forma libre, aceptan una relación de
sometimiento o subordinación que los coloca a disposición del empresario, que
ordena frente a quien adquiere la obligación de obedecer, durante la ejecución del
contrato. El objeto del acuerdo del trabajador asalariado consiste en renunciar a su
voluntad autónoma, para someterla al empleador. El poder patronal crece, en
cuanto más amplio sea el margen de indeterminación de las obligaciones del
trabajador. Por eso, en el contrato de trabajo la voluntad se somete, y en el contrato
civil se compromete. El compromiso manifiesta la libertad, la sumisión la niega. Esta
contradicción entre autonomía de la voluntad y la subordinación de la voluntad,
conduce a que el trabajador en la empresa sea visto como sujeto y objeto del
contrato. Es así como la fuerza obligatoria del contrato se difumina en beneficio del
empresario. Frente a estas realidades cabría preguntar: ¿es posible fundar en la
autonomía de la voluntad, la fuerza obligatoria de una relación jerárquica como el
vínculo de subordinación? La única libertad del trabajador, en tal estructura jurídica,
consiste en elegir al empresario a quien ha de someterse o subordinarse. (Lastra,
s.f.)

El vínculo jurídico, obliga al trabajador de Estado a cumplir con sus deberes,


conforme se establece en el artículo 18 de la LFTSE, que a la letra dice:

El nombramiento aceptado obliga a cumplir con los deberes inherentes al mismo y


a las consecuencias que sean conformes a la ley, al uso y a la buena fe.

Estas obligaciones se ratifican en el artículo 44 fracción I, que a la letra dice:

Son obligaciones de los trabajadores:

I.- Desempeñar sus labores con la intensidad, cuidado y esmero apropiados,


sujetándose a la dirección de sus jefes y a las leyes y reglamentos respectivos.

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