Tórax
Tórax
Tórax
El tórax es la parte del cuerpo humano que está entre la base del cuello y el
diafragma. Contiene a los pulmones, el corazón, voluminosos vasos sanguíneos,
linfáticos y nervios como la arteria aorta (ascendente, arco y descendente), la vena
cava inferior, la cadena ganglionar simpática de donde salen las ramas esplácnicas,
las venas ácigos (mayor y menor), el esófago y el conducto torácico. Su división
fundamentalmente consiste en el mediastino.
Tiene forma de cono truncado o pirámide y su pared está formada por los arcos
costales (costillas) y los músculos intercostales, que se unen anteriormente al hueso
esternón por medio de cartílagos y posteriormente a la columna vertebral.
La función de esta formación osteocartilaginosa, es la de proteger los órganos
internos de los traumatismos mecánicos, que de otra manera podrían lesionarlos.
La caja torácica tiene la particularidad de ser expansible, permitiendo la inspiración
(inhalación). Además, su último par de costillas son flotantes, ya que están unidas
sólo a las vértebras, en la parte posterior, lo que permite su ensanchamiento en el
embarazo.
Su función principal es la de proteger a todos los órganos que se integran en esta
parte del cuerpo, como son los pulmones, el corazón, el esófago, la tráquea, venas
y arterias. Está conformada por ciertas partes de la columna vertebral, entre ellas
por los cartílagos, por 12 pares de costillas, y por el esternón.
Neumotorax traumático
Se produce un neumotórax traumático cuando se acumula aire entre la pared
torácica y el pulmón debido a una lesión. Esto ocasiona que el pulmón se colapse
parcial o totalmente.
Las personas afectadas pueden tener dolor torácico y en ocasiones
sensación de falta de aire.
Habitualmente, se realiza una radiografía de tórax.
Por lo general, se introduce un tubo (tubo de toracostomía) en el tórax para
eliminar el aire y permitir que el pulmón se expanda.
Se puede producir un neumotórax cuando un traumatismo contuso (como en un
accidente de tráfico o tras una caída) o una lesión penetrante (como una herida por
arma blanca o una herida de bala) daña los pulmones y/o las vías respiratorias. La
lesión permite que el aire salga del pulmón y se acumule entre el pulmón y la pared
torácica.
El aire del neumotórax también puede filtrarse hacia la piel del tórax o del cuello. En
muchos pacientes también se acumula sangre en el espacio pleural
(hemoneumotórax).
Un neumotórax que afecta a ambos pulmones es muy peligroso. No obstante, en la
mayoría de los casos solo resulta afectado un pulmón. Un neumotórax que afecta a
un solo pulmón rara vez es peligroso a menos que el paciente tenga un trastorno
pulmonar crónico (como asma o enfermedad pulmonar obstructiva crónica) o a
menos que el neumotórax sea un neumotórax a tensión o un neumotórax abierto
(cuando conecta con una herida abierta en la pared torácica).