Antonio Estévez
Antonio Estévez
Antonio Estévez
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Antonio Estévez
Datos generales
Nacionalidad Venezolana
Información artística
Biografía[editar]
Inicios y Carrera[editar]
Inició sus estudios musicales en Caracas en 1923, pero los continúa en su ciudad natal
en 1925. En 1930 regresa a Caracas, donde prosiguió con sus estudios musicales generales
y clarinete en la Escuela de Música y Declamación de Caracas, también llamada Escuela de
Santa Capilla o Escuela José Ángel Lamas. Ingresó a la Banda Marcial de Caracas en 1932y
a la Orquesta Sinfónica Venezuela en 1934, tocando como segundo oboe. Trabajó y estudió
bajo la tutela de Pedro Elías Gutiérrez y Vicente Emilio Sojo, su maestro de composición. Se
gradúa como intérprete de oboe en 1942 y fundó el Orfeón Universitario de la Universidad
Central de Venezuelaen 1943. En 1944 se gradúa como compositor. En 1945 obtiene una
beca para continuar sus estudios en Estados Unidos y Europa.
Regresa a Caracas en 1948, donde desarrolla un estilo de música nacionalista junto a otros
compositores como Ángel Sauce, Evencio Castellanos, Inocente Carreño, y Gonzalo
Castellanos Yumar.
Viaja a Londres en 1961 y luego a París en 1963, donde frecuenta a Jesús Soto. Cambia su
estilo y experimenta con la música electrónica en los estudios de la Radiotelevisión Francesa
con Pierre Schaeffer. En 1971 regresó a Venezuela, donde funda y dirige hasta 1979 el
Instituto de Fonología Musical con el apoyo del Centro Simón Bolívar.
Composiciones[editar]
Su obra más conocida es la Cantata Criolla, estrenada el 25 de julio de 1954, ganando el
Premio Nacional de Música y es quizás la obra nacionalista venezolana más importante del
siglo XX.1 Otras obras conocidas son Mediodía en el
Llano, Cromovibrafonía y Cromovibrafonía múltiple que compuso para la exposición de obras
de Soto en Montreal y el Museo de Arte Moderno de Ciudad Bolívar.2
Mediodía en el Llano nace en el año 1942 cuando, siendo aun alumno del sexto año de
composición, Vicente Emilio Sojo le encarga al curso una suite orquestal. Estévez responde al
encargo con su Suite Llanera. Es precisamente con esta composición, que en el mismo año
Estévez se estrena como director de orquesta. Originalmente tenía tres
partes: Amanecer, Mediodía y Atardecer, ya que pretendía aprovechar la ocasión para tratar
de describir de manera impresionista esos tres acontecimientos llaneros.
Es también esta, una de las pocas veces que se interpreta completa la Suite Llanera, con
excepción de una transmisión radial en Estados Unidos. Estévez eliminará los movimientos
extremos, dejando solo la parte central, lo que hoy es el poema sinfónico Mediodía en el
Llano.
Homenajes[editar]
Estévez obtiene el Premio Anual Sinfónica en 1954 y el Premio Nacional de Música en los
años 1949 y 1987. En 1987 la Universidad de los Andes le confiere el doctorado honoris causa
en letras
Antonio Estévez
Nace en Calabozo (Edo. Guárico) el 3 de enero de 1916
Muere en Caracas el 26 de noviembre de 1988
Antonio Estévez
Ilustración realizada por Francisco Maduro.
Compositor musical y fundador del Orfeón de la Universidad
Central de Venezuela. Fueron sus padres Mariano Estévez y
Carmen Aponte. En 1923, inició sus estudios musicales en
Caracas y los continuó en Calabozo, al regresar a su ciudad
natal en 1925. En 1926 ingresó en la banda del pueblo como
ejecutante del saxhorn. En 1930, retorna a la capital de la
República, donde prosiguió con sus estudios musicales
generales y los de clarinete de la mano de Miguel Gallo en la
Escuela de Música y Declamación. En 1932, ingresó a la
Banda Marcial de Caracas dirigida en ese entonces por Pedro
Elías Gutiérrez. Desde 1934 Vicente Emilio Sojo fue su
profesor de composición en la Escuela de Música y
Declamación. También en 1934, ingresó a la Orquesta
Sinfónica de Venezuela como segundo oboe. En 1938
comenzó su obra para coro: Rocío, El Jazminero estrellado.
En 1942 contrajo nupcias con Flor Roffé y se graduó como
ejecutante de oboe.
En 1943, fundó el Orfeón Universitario de la Universidad
Central de Venezuela. Al año siguiente se graduó de
compositor en la Escuela de Música y Declamación. En
1945, obtuvo una beca del Ministerio de Educación para
continuar sus estudios de música en Europa y Estados
Unidos. Luego de finalizar los estudios musicales en el
extranjero, regresó a Venezuela donde comenzó a trabajar
sobre su Concierto para orquesta y en la Cantata criolla que
finalizó en 1954, año en que se le otorgó por esa obra
musical, el Premio Anual de Sinfónicas. En 1949 fue
galardonado con el Premio Nacional de Música. En 1961,
regresa a Europa esta vez a Inglaterra, con la finalidad de
actualizar su lenguaje musical, y posteriormente en 1963 a
París, donde frecuentó el Centro de Investigación de la
Radiodifusión Francesa, bajo la dirección de Pierre Shaeffer.
A partir de su amistad con Jesús Soto, se produjo un cambio
en la estética de su obra el cual quedó expresado en
Cromovibrafonía, que era una obra de ambientación sonora
para una exposición de Soto en Montreal en 1967. En 1971
regresa a Venezuela y con el apoyo del Centro Simón
Bolívar crea el Instituto de Fonología Musical que dirigió
hasta 1979. En 1972 junto a Jesús Soto produjo
Cromovibrafonía múltiple una obra de ambientación para el
Museo de Arte Moderno de Ciudad Bolívar. En 1987 recibió
el Premio Nacional de Música y el doctorado Honoris Causa
en letras que le confirió la Universidad de Los Andes.
Biografía de Antonio Estévez
Lo múltiple extenderá su cuerpo para convertirse en música: cada hallazgo
visual, cada sensación, amores y lecturas, el sueño, la comida, los viajes, sonido
tras sonido, todo será visto nuevamente en la abstracción, equidistante: en el
pensamiento musical. Así Antonio Estévez, este hombre que transita lo cotidiano
(lo múltiple), se reconoce en el otro que crece, siempre, desde él: en Antonio
Estévez el músico.
Al comienzo, él mismo no lo advierte: con naturalidad, el grito de un animal en
las madrugadas del llano viene a ser parte de la instrumentación que su oído
infantil imagina. Pero durante la madurez, en cambio, la Orquesta —
frente a él— sería otro animal mítico que abordará su vida por las noches. Entre
ambos momentos, una extraña fuerza (la personalidad, lo particular, la vida:
cualquier otro azar) debía nacer ciegamente: ella iba a ser sometida por las voces
del rigor, iba a desbordarse de nuevo, para devolver al cuerpo que la recibiera —
a Estévez— el secreto contenido en sí misma: la música.
Esa fuerza venía desde antes: podemos sentirla en Cristina Tirado, aquella india
—piel bruñida, metálica; cabellera que acude a la cabeza, espléndida, sin
arrancar desde ella; ojos de sitios distantes— que se detiene en los estrechísimos
caminos, cubiertos por hierba amarilla, y recoge una espiga, una hoja, bajo el
sol. El silencio esconde las escasas viviendas próximas. Cristina Tirado, con la
espiga en la boca, arde también en el crepúsculo. India sin edad: muchacha y
vieja a la vez; segura como luz, inmóvil en un momento cualquiera de la tarde,
mujer que escucha algo casi inaudible: el remoto canto de un hombre que se
aleja por el llano. Cristina Tirado: bisabuela materna de Antonio Estévez.
Repetida imagen, antigua ocultadora. ¹
Ángel Sauce, Evencio Castellanos y Antonio Estévez reciben el grado de maestros (02/08/1969).
Imagen cortesía de Últimas Noticias