RELATORIA

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RELATORIA “LA DESHUMANIZACION EN LA SALUD”

PRESENTADO POR
INCIARTE FONSECA AIDA ROSA

PRESENTADO A:
VENGOECHEA HECTOR

UNIVERSIDAD METROPOLITANA
CURSO DE HUMANIZACION EN SALUD
MEDICINA IV
BARRANQUILLA - ATLANTICO
2019
RELATORIA “LA DESHUMANIZACION EN LA SALUD”
En los primeros parágrafos de este escrito la autora da un concepto de la
deshumanización de la salud, en la cual sugiere un cambio en las actitudes de
quienes prestan el servicio; citando sus palabras: “la atención que se vuelve más
despersonalizada y centrada en ser eficiente pero no integral. Es el proceso
mediante el cual los individuos son despojados de las características humanas, de
su valoración ética.”. En este se recalca el vínculo que debe haber en la relación
médico-paciente, el cual a través de los años se ha reducido en gran parte gracias
al desarrollo tecnológico y que ha dejado de lado el valor de la comunicación, del
escuchar a la persona que se tiene en frente, ha hecho que los mismos pacientes
sientan menos confianza de su médico, y ha contribuido a deshumanizar la salud.
“La tecnificación de la medicina buscaba facilitar la búsqueda del diagnóstico, y
ciertamente ha ayudado, pero no podemos pedir que reemplace al ser humano.
Una máquina no puede ver el real impacto que una enfermedad tiene en una
persona, la podrá localizar, incluso tratarla; pero son solo los ojos del médico los
que pueden dar una cura integral y tranquilizar.” En este fragmento se muestra la
opinión de la autora, la cual en sus palabras busca concientizar sobre una realidad
palpable, pues los profesionales de la salud deben buscar trasmitir confianza,
calidez y una atención oportuna a los pacientes, en donde la información y el
apoyo acerca de la enfermedad que este presente sea primordial. La aparatología
debe estar al servicio del hombre y no al revés; por eso es sumamente importante
no perder de vista a la persona que requiere de asistencia instrumentalizada para
sostener su vida, cuidando todos los aspectos que la definen como tal: biológico,
psíquico, moral, social y espiritual. Son los trabajadores de la salud los
responsables de que estas proposiciones se cumplan; esto permitirá un vínculo
empático entre los profesionales y la persona asistida mediante una comunión
intelectual, afectiva y espiritual. Pero muchas veces se ve que la mal utilización de
la tecnología y se ha perdido la seguridad en las capacidades y conocimientos que
se tiene como médicos. Esto ha generado que se pidan excesivamente exámenes,
que el médico se concentre más en llenar un formulario en el computador que
observar al paciente, que se mire la hora para no retrasar la cantidad de pacientes
que se debe atender por día y que en fin se quiebre la relación médico-paciente.
En este este escrito también se relatan las sensaciones de los pacientes con
respecto a la atención en urgencias, donde dicen percibir un ambiente frio por
parte del personal sobre todo cuando son jornadas donde tienen que esperar
mucho tiempo por el servicio. Además, indican que la salud pública es de menor
calidad que el sistema de salud privado. Si comparamos con las respuestas de
quienes acuden al sistema privado, estos tienen expectativas más altas y
exigentes por la posibilidad de elegir al médico con el que se van a atender y
porque pagan por la atención. La falta de privacidad es otro elemento que perciben
en el servicio público como una falta de valorización de ellos como personas. Sin
embargo, muchos llegan a la resignación, ya que tienen la mentalidad de que
porque no pagan no merecen un servicio digno y no tienen el derecho de pedir
algo mejor.
Otro aspecto importante para mencionar es el enfoque que toma la autora en
como la cultura y el tiempo también han influido en la deshumanización de la salud
reconociendo que los tiempos cambian y que las relaciones son dinámicas, lo que
no se debería alterar es la dignidad intrínseca que existe en el ser humano, y
muchos gestos tan simples como un saludo, una sonrisa, una mirada del personal
que presta el servicio puede generar un cambio en la atención completamente
diferente y que deja al paciente con una mejor perspectiva sobre el servicio que
han recibido aunque solo hubiesen sido 15 minutos. Pero lastimosamente el tipo
de sociedad en el que vivimos es el principal culpable de la deshumanización de la
medicina. Se le ha dado importancia a adquirir solo habilidades intelectuales para
ser extremadamente competentes en un área de la medicina, pero han quedado
atrás las habilidades para saber tratar a quien atenderemos. Esto también se debe
a la formación que reciben la mayoría de los profesionales de la salud, que desde
su entrada a las aulas los joven estudiantes y futuros profesionales encuentran un
nivel de exigencia académica en los primeros semestres, por parte de la
universidad u otros centros de estudio académico, lo cual implica un profundo
cambio en sus patrones conductuales y en su estilo de vida, que se exacerba aún
más al empezar la práctica clínica, en la que debe cumplir compromisos
asistenciales y de estudio y profundización de los temas. Y aquí es donde se nota
la falta de aspectos tan básicos como los señalados anteriormente (desde solo
saludar a la persona que ingresa a la consulta o dar las horas en una sala de
espera) puede transformar la forma en que los pacientes comunican su malestar al
médico, incidiendo esto en la capacidad del médico para diagnosticar solo con la
historia que el paciente relata.
Este documento deja muchas cosas para analizar, sobre todo la forma en la que el
sistema de salud ve a los pacientes; este es un sistema basado en la eficacia y no
en la atención completa que una persona debería tener, por esta razón los
profesionales del área de la salud tienen una gran responsabilidad en cambiar
muchas de sus actitudes y deben centrarse más en los pacientes como lo que
son, personas iguales que ellos que sienten, sufren y padecen, además de que
deben tratar a estos como un conjunto, no deben centrarse solo en la enfermedad,
sino también en el humano que tienen enfrente que es su semejante.
Referencias
Bermejo, J. C. (s.f.). HUMANIZAR LA ASISTENCIA SANITARIA. Centro de
Humanizacion de la salud.
Zeppelin, M. (2016). La deshumanizacion de la salud. Instituto de Bioetica.

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