Formato para El Análisis de La Problemática Técnica de Los Seis Sombreros para Pensar

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FORMATO PARA EL ANÁLISIS DE LA PROBLEMÁTICA

TÉCNICA DE LOS SEIS SOMBREROS PARA PENSAR

Nombre del estudiante: Leidy Katherynne Reyes Diaz

Problemática objeto del análisis:

¿De qué manera participan los jóvenes en la vida política y qué factores influyen para ello?

Eimar Perez Bolaños Afirmó que, pese al concepto de participación política, se piensa que esta se
reduce únicamente al mero sufragio, además en la reproducción digital de informaciones, a través
de “tweet” u otras redes. Sin embargo, esta participación digital tiene de sí elementos en los que no
es evidente la praxis política en sentido estricto. El filósofo surcoreano Byung-Chul Han (2019)
afirma: “La comunicación digital es a menudo muy emocional. Twitter ha resultado ser un medio
emocional. Permite descargar inmediatamente las emociones. La política que se basa en él es una
política emocional, que ya no es política en sentido propio (…) la política es mediación y razón,
que requieren mucho tiempo”. Observamos que este tipo de participación, distorsiona y tergiversa
una práctica política real; aunque si es un medio que permea decisiones; no obstante, es impulsado
por informaciones que muchas veces no se someten a análisis crítico y reflexión con rigor. En
consecuencia, la participación digital, conlleva a la actitud acrítica frente a la realidad del país, más
bien convierte a este sector de jóvenes, como anotaba, en reproductores de opiniones, donde se
pierde el sentido epistémico de la política. Entonces, como resultado, se crea el imaginario que con
un “link” o compartir una imagen sin someterla el tribunal de la razón, se genera una contribución
a la dinámica política. De esta instancia se aprovechan los círculos del poder, mediante el
instrumento de Fake News (Falsas noticias) “crean verdades que no corresponden a los hechos,
pero terminan siendo válidas para la mayoría en función de su repetición incesante o de
mecanismos similares” (Chomsky, 2019). Dicha aceptación de opiniones falsas, convierte a los
jóvenes en sujetos apolíticos, es decir, se promueve el desinterés al no encontrarle una
fundamentación e importancia, sobre todo con el imaginario que la política es igual a corrupción,
robo y generadora de guerras, tal como a diario se evidencia en los medios globales y nacionales.

Se mencionan también algunos de los factores que influyen en la exigua participación política de
los jóvenes en Colombia. El primero estriba en escasos programas de formación de líderes y la
sensibilización frente al sentido e importancia que todos somos sujetos políticos por naturaleza
(Aristóteles). El segundo, es el temor por la inseguridad e irrespeto que se tiene frente a la vida; no
hay garantías por parte de la justicia y respeto por las diferencias, además de la estigmatización de
señalar de “terroristas” a quienes lideran procesos sociales. Menciono un tercero, no siendo el
último, que el sistema educativo colombiano estatal adolece de una formación en temas reales de
participación, aún se conserva el dogmatismo de patrones obsoletos. Por ejemplo, la satanización
de algunos conceptos, tales como: revolución como sinónimo de violencia; la crítica, como ataque
y desprestigio del otro.
SEIS SOMBREROS PARA PENSAR
(Eduard De Bono, 1985)

Antes de realizar el análisis de la problemática propuesta por su tutor(a), el estudiante debe


documentarse previamente de otras fuentes, con la finalidad de profundizar sobre el tema y conocer
aspectos como: origen del problema, a quienes afecta, cómo ha evolucionado el problema, cuáles
han sido sus consecuencias e impactos (ejemplo cifras, estadísticas), etc.

Se observa que la participación política en los jóvenes es una participación que


distorsiona una práctica política real por medio de las redes sociales y distintas
fuentes de información en el internet; no obstante, es impulsado por
informaciones que muchas veces no se someten a análisis crítico y reflexión con
rigor. En consecuencia, la participación digital, conlleva a la actitud acrítica
frente a la realidad del país, más bien convierte a este sector de jóvenes, como
anotaba, en reproductores de opiniones, donde se pierde el sentido epistémico de
la política. Entonces, como resultado, se crea el imaginario que con un “link” o
compartir una imagen sin someterla el tribunal de la razón, se genera una
contribución a la dinámica política. De esta instancia se aprovechan los círculos
del poder, mediante el instrumento de Fake News (Falsas noticias) “crean
verdades que no corresponden a los hechos, pero terminan siendo válidas para la
mayoría en función de su repetición incesante o de mecanismos similares”
(Chomsky, 2019). Dicha aceptación de opiniones falsas, convierte a los jóvenes
en sujetos apolíticos, es decir, se promueve el desinterés al no encontrarle una
fundamentación e importancia, sobre todo con el imaginario que la política es
igual a corrupción, robo y generadora de guerras, tal como a diario se evidencia
en los medios globales y nacionales

Cuando hablamos de control de la información, ponemos en debate la neutralidad


en la red, al menos desde el punto de vista de cómo viajan las noticias por Internet
y cómo se posicionan en las redes sociales. El control de lo que escuchamos y la
forma de contar las cosas, siempre han sido parte de las reglas del juego en el
mundo de los medios tradicionales (prensa, TV, radio, etc.). Ningún medio
esconde en su línea editorial, que busca un posicionamiento ideológico para
alcanzar una audiencia fiel. A la gente le gusta leer aquello que va con sus
principios, le gusta escuchar lo que quiere oír, todo lo demás tienden a rechazarlo
o ignorarlo. Simplemente no les interesa y por más que reciban un mensaje, esté
no calará en su consciente. Éste es un comportamiento social que nada tiene que
ver con la manipulación de la información, sino más bien con la conducta de las
personas a la hora de discriminar la información que recibimos y la forma de
procesarla.
Es humano relacionarnos con personas con pensamientos similares a nosotros y
tendemos a coger y contar sólo las cosas que nos encaja con nuestra forma de ver
la vida. En las redes sociales, este efecto es exponencial porque en muchos casos,
los mismos mensajes que compartimos con nuestra red nos vienen de vuelta, lo
que viene a reafirmarnos nuestras creencias y nuestra postura, sin tener en cuenta
otras opiniones con poco interés de involucrarse en áreas de contribución en los
temas sociales, políticos y económicos, que permitirán la construcción de una
sociedad democrática real, entendida ésta como escenario de discusión, análisis
crítico y argumentado desde puntos divergentes que incidan y garanticen
decisiones en pro del bienestar común

Considero que el fenómeno de estar compartiendo información sin consultar o


saber si realmente son ciertas de temas políticos y ciudadanos nos genera
verdades limitadoras que no nos dejan ver las cosas de una forma alternativa
hasta el punto que el resto de opiniones se vuelven invisibles por tanto el
desinterés político en algunos jóvenes de hoy en día.
Crean verdades que no corresponden a los hechos, pero terminan siendo válidas
para la mayoría en función de su repetición incesante o de mecanismos similares”

Aunque la participación y el compromiso de los jóvenes puede considerarse un


fin en sí mismo, también representa la vía para lograr otros objetivos y beneficios
para ellos mismo y para la sociedad en la que habitan. Su potencial para
contribuir en el desarrollo personal de los jóvenes, para mejorar su bienestar
y para abordar problemas como la injusticia en la sociedad también debería
suponer un impulso para los gobiernos locales y nacionales a la hora de promover
la participación entre la juventud de sus sociedades.
-Reforzar la comunicación interactiva: existe una necesidad de prestar más
atención a los asuntos que interesan a los jóvenes y priorizar sus preocupaciones;
comunicar interactivamente con ellos cara a cara, vía internet y a través de las
redes sociales y reengancharse al apoyo de los jóvenes para encontrar soluciones
a los problemas que les afectan.
-Empoderar a los jóvenes a través de sus redes: aprovechar el contacto entre
iguales para fomentar la participación política de los jóvenes.
-Mejorar la representación de los jóvenes y la política de la presencia.
-Educar en democracia. Debe asegurarse que una educación efectiva y
estandarizada en ciudadanía se incluye en todos los niveles educativos, de
primaria a secundaria. Está comprobado que un mayor conocimiento y práctica
de democracia en ambientes de apoyo puede fomentar la participación cívica y
política..
Crear Consejos de Participación como herramienta para promover la
ciudadanía activa entre los más jóvenes desde que son niños. A través de los
consejos, los niños aprenden a participar participando y desarrollan además toda
una serie de capacidades asociadas a la ciudadanía ética y democrática. Están
son, entre otras, la observación y la comprensión crítica de la realidad de su
entorno, la expresión de sus opiniones y propuestas a través de la palabra y la
escucha y respeto hacia las ideas de los demás a través del diálogo. “Los niños
implicados en el consejo son capaces de dirigir las propuestas y sus
reivindicaciones a los responsables de los problemas y pedir que los solucionen,
así como establecer complicidades con quienes también pueden contribuir a
remediarlos”, “Ser capaces de construir y expresar sus ideas de forma libre y
democrática genera el sentido y el valor de la ciudadanía.

Referencias Bibliográficas (Normas APA)

https://www.createch540.com/reflexiones/personas/neutralidad-de-la-informacion-en-internet/,

https://www.createch540.com/reflexiones/personas/neutralidad-de-la-informacion-en-internet/

https://ciudadesamigas.org/la-democracia-nutrirse-las-nuevas-formas-participacion-politica-
utilizadas-los-jovenes/

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