Talleres Innovadores para La Resolución de Conflictos, Por Edy Kaufman
Talleres Innovadores para La Resolución de Conflictos, Por Edy Kaufman
Talleres Innovadores para La Resolución de Conflictos, Por Edy Kaufman
© Edy Kaufman
ISSN: 1535-0231
Traducción original: Clara Klimovsky
Edición y diseño: Lucía Migliónico & Tanya Huntington
Teléfono: 301-405-6459
Fax: 301-405-3665
correo electrónico: [email protected]
página de Internet: http://www.inform.umd.edu/EdRes/Colleges/ARHU/Depts/LAS/
1
Diplomacia Ciudadana: Talleres Innovadores para la Resolución de Conflictos
Edward (Edy) Kaufman
ÍNDICE
3
Diplomacia Ciudadana: Talleres Innovadores para la Resolución de Conflictos
A: Introducción
El siguiente trabajo presenta una aplicación de las ideas desarrolladas para lidiar con conflictos
mundiales, sean étnicos, políticos, religiosos o de cualquier otra índole, a través de métodos cooperativos
para su resolución. La literatura teórica dedicada al tema de conflictos da cuenta de un importante debate
acerca de cuáles deben ser los objetivos de quienes abordan estos temas, en ocasiones tan difíciles de tratar.
Palabras tales como “resolución”, “reducción”, “manejo”, “regulación”, “transformación”, “disolución”,
“acuerdo” y “contención” se emplean para ilustrar la gama de resultados que de preferencia rendirán los
ejercicios para la resolución de conflictos. Se puede decir, a grandes rasgos, que hay dos tipos de método
para la resolución de conflictos1: métodos de resolución o transformación y métodos de acuerdo o
contención. Este trabajo se ocupa del primer tipo, poniendo especial énfasis en la cooperación de las partes
por medio de actividades tales como compartir información, construir vínculos y realizar análisis
conjuntos. Este manual quiere servir como una guía para quienes intentan abordar las raíces causales de los
conflictos. Pertenecemos a la escuela que busca resolver los conflictos porque sostenemos que si, en un
acuerdo, no se abordan las causas subyacentes, puede surgir un nuevo conflicto en el mismo lugar en el que
se acabó con el anterior.
Los procedimientos delineados en esta sección, “Socios en Conflicto”, se ofrecen como un modelo
para conducir Talleres Innovadores para la Resolución de Conflictos (TIRC). 2 Estos están diseñados para
facilitar la reconstrucción de un conflicto basándose en la transformación de las actitudes y percepciones de
las diversas partes involucradas en dicho conflicto. Por ello el método de resolución apunta no sólo a
abordar el conflicto actual identificando los elementos potenciales para un acuerdo, sino también
abordando las causas subyacentes reconstruyendo las relaciones entre las partes. 3 Además de la diplomacia
clásica, la diplomacia ciudadana o de segunda vía se considera un medio eficaz especialmente para abordar
conflictos prolongados entre comunidades, es decir, lugares en los cuales disputas prolongadas provocadas
por cuestiones de identidad han sido acompañadas por fluctuantes y, en ocasiones, altos niveles de
violencia. Es difícil expresar por escrito la riqueza y validez de este tipo de programa, y no tenemos datos
acerca de otro intento por presentarlos de modo tan detallado.4
Lo que nos lleva a compartir con otros algo de nuestras propias experiencias de aprendizaje es el
sentido de urgencia que trasciende nuestro propio involucramiento al utilizar esta aproximación. Surge del
deseo de quienes han participado en los talleres de poseer material escrito sobre el cual basarse para
promover en sus comunidades el proceso de resolución de conflictos. Luego de los entrenamientos
realizados por el Center for International Development and Conflict Management (CIDCM) hubo una
1 Están escasamente integrados y pueden ser vistos como mutuamente excluyentes (Bloomfield, 1995, p.154). Sin
embargo, se han intentado modelos integradores. Ver, por ejemplo, Fischer & Keashly, 1991.
2 Versiones más cortas de los TIRC están disponibles en español y en ruso. (Ver las referencias a los trabajos de E.
Kaufman en la bibliografía.)
4 Esta parte puede considerarse como un complemento de A Handbook on the Analytical Problem Solving
Approach (Michael Banks & Chris Mitchell, 1977), del Institute for Conflict Analysis and Resolution, que es útil
como una herramienta conceptual y educativa, si bien se concentra menos en aspectos concretos y experienciales.
El Embajador John W. McDonald también ha incluido la perspectiva general de este tipo de empresa en numerosas
publicaciones, incluyendo sus Guidelines for Newcomers to Track Two Diplomacy.
4
importante demanda de pautas más precisas acerca de cómo transmitir las experiencias; 5 en este momento
se planean talleres adicionales con y para “Socios en Conflicto” para las sociedades civiles de Medio
Oriente, Asia Central, el Cáucaso, y América Latina.
Estoy ansioso por dar a conocer nuestro modelo TIRC también por razones personales. Mis
propias experiencias de trabajo con colegas israelíes y palestinos durante los años 80, a través del Instituto
Truman para el Avance de la Paz, en la Universidad Hebrea de Jerusalén, me han demostrado cuan vital
podría haber sido esta información para maximizar nuestro trabajo. En ese momento, y durante la Intifada
(el levantamiento palestino), logramos mantener un diálogo sostenido entre las dos partes, sin ninguna
herramienta profesional más allá de nuestra sensibilidad, nuestro sentido de igualdad y respeto y nuestro
propio juicio político. Aun ahora, retrospectivamente, me doy cuenta de que perdimos algunas
oportunidades para actualizar nuestro trabajo y hacerlo más profesional.
Además de aprovechar mi trabajo para este conflicto, he tenido la suerte de incorporar mi
experiencia docente a la del nuevo papel de coordinador. En otras palabras, este capítulo incluye tanto una
transferencia de mis habilidades profesionales en el caso israelí-palestino (transferencia de experiencias a lo
largo de conflictos Sur-Sur), como los logrados en el CIDCM aprovechando la tradición de diplomacia
ciudadana desarrollada en los Estados Unidos.
El término “Socios en Conflicto” pretende subrayar lo que hay en común entre los participantes de
nuestros talleres, por ejemplo: ocupaciones o profesiones (profesores universitarios, periodistas), atributos
(género, religión), preocupaciones comunes (medio ambiente, desarrollo), o una región común (el Cáucaso,
el Medio Oriente, los países andinos, etc.). Estas identidades comunes deben basarse en dimensiones
diferentes de las que se utilizan para caracterizar el conflicto en sí (tales como la etnia, la religión, el
idioma y el territorio). En casos excepcionales, cuando ya se ha alcanzado un acuerdo de paz y los
participantes se reúnen para colaborar en su implementación y sostenimiento, nos hemos referido a ellos
como ASocios en la Paz@ (palestinos/israelíes, católicos y protestantes en Irlanda del Norte). El programa de
ejercicios para Socios en Conflicto6 (de aquí en adelante llamados Socios) tiene el propósito de construir
puentes a través de enormes divisiones, enfatizando lo que hay en común y desarrollando una comunidad
epistémica; es decir, un grupo de individuos que comparten colectivamente el modo de comprender sus
propios asuntos y problemas. La finalidad de enfatizar lo que hay en común, a la vez que se respetan las
diferencias básicas, es la de alentar, en un corto plazo, el establecimiento de un puente entre los dos grupos.
Reunir un grupo que tiene algunos rasgos en común ayuda a superar las dificultades para construir tal
puente.
En términos más simples, construir un equipo no es sólo el resultado de una contribución técnica,
es mucho más que eso; explora los modos para transformar las relaciones entre los Socios despertando
empatía y aprendiendo a cambiar actitudes adversas a actitudes de colaboración. No obstante, es necesario
destacar que no es nuestro deseo ni nuestro objetivo borrar las fronteras entre los grupos en conflicto, ya
que esto haría mucho más difícil alcanzar una resolución del conflicto, pues, como afirma Rouhana, “La
fortaleza de la nueva relación entre los dos grupos se basa en la sólida identidad y el compromiso de cada
uno de los grupos”.7
En las páginas siguientes subrayamos un ejemplo de curriculum básico día por día, dividido en
días y tópicos, que ha sido desarrollado a lo largo de una década de experimentación. Para cada tópico
explicamos la razón (base lógica) y la aplicación práctica de la perspectiva de los TIRC. A menudo, existe
un cierto escepticismo para probar métodos alternativos para la resolución de conflictos, ya sea por parte
5 Por ejemplo, una versión más corta fue publicada por el Centro de Estudios Latinoamericanos de la Universidad
de Maryland, College Park, en 1997.
6 Tomo el término de los trabajos acerca de las relaciones entre Estados Unidos y América Latina, de mi amigo
Abraham Lowenthal.
7 Rouhana, 1995, p.133. Ver también Kelman, 1993; Rouhana, 1995, .p328.
5
de los pragmáticos que vienen de la escuela de pensamiento de la realpolitik,8 o de participantes que
sospechan que el abordaje al problema se puede percibir como “terapia de grupo”, como producto de la
sociedad estadounidense. Para superar este escepticismo sugerimos compartir las bases lógicas del
programa que muestran su transparencia y así motivar a los participantes a contribuir al máximo en el
taller. En el índice de este Manual, se puede percibir el sentido general de cómo fluye el taller.
A grandes rasgos, el taller va desde el establecimiento de una relación efectiva de trabajo entre los
Socios al establecimiento de una “actitud cooperativa para la resolución del conflicto”, compartiendo las
técnicas para un proceso eficaz y creativo de razonamiento, para luego aplicarlas a asuntos concretos. 9 Las
transiciones de una etapa a otra no pueden ser rígidamente estructuradas ya que la velocidad del progreso
de los participantes será la que finalmente determine el ritmo del taller. Más aun, mientras este ambicioso
menú podría ser transitado en un período intensivo de dos semanas, estamos absolutamente conscientes de
las limitaciones económicas y temporales que a menudo restringen la realización del taller; por lo tanto, con
frecuencia, es necesario priorizar. A esta altura, consideramos más útil proveer un TIRC óptimo, dejándole
a la creatividad de los organizadores la tarea de adaptarlo al reino de lo posible. Además, el nivel de
precisión brindado en el modelo de taller rebasará, para algunos, lo esencial: nuevamente, los lectores
seleccionarán y adaptarán este material a sus necesidades y/o a su experiencia. Aquellos lectores ansiosos
por comenzar con la preparación real del taller, sin más introducción o comentarios acerca de cómo
hacerlo, pueden pasar directamente a la sección llamada Día 1 (p. 13).
B: Preparación
1. Lugar
El ambiente del TIRC precisa condiciones adecuadas durante las 24 horas de ser posible. El lugar
de reunión debe tener la reputación de ser un lugar donde se han elaborado acuerdos de paz; esto
contribuye a crear una atmósfera que estimulará a los Socios a realizar una contribución significativa en el
taller. Esto es preferible a cualquier hotel moderno que, a menudo, no refleja sino que disfraza al país en el
que uno se encuentra. El éxito del taller está directamente relacionado al estado de ánimo de los
participantes; por ello, un entorno apropiado no es trivial.
Cerca de Jerusalén, por ejemplo, el Instituto Ecuménico Tantur se ha convertido en un símbolo de
diálogo y tolerancia. Ubicado cerca de un puesto de control, una entrada mira hacia Jerusalén y la otra a
Belén en la franja occidental; es suficiente ver el paisaje desde la terraza del edificio para sentir una
sensación de urgencia para hallar soluciones a este triste panorama. Un marco residencial también puede
ser apropiado puesto que a menudo brinda una atmósfera intensa para un taller, lo cual no sucede en otros
ámbitos.10
Así como el sitio apropiado puede contribuir a crear una atmósfera conveniente, la ubicación
equivocada tiene el potencial de perjudicarla. El alojamiento conjunto para los Socios puede ser una fuente
para crear confianza, pero debe ser planeado con mucho cuidado. Sin la preparación adecuada, se
recomienda no alojar a los participantes de los dos grupos en conflicto en un espacio compartido. De ser
posible, se debe adelantar de manera explícita los criterios con los cuales se seleccionará quién compartirá
el espacio con quien; por ejemplo, género, profesión o incluso se puede llevar a cabo un sorteo. Recuerdo
9 Deutsch, 209.
6
un campamento de verano, realizado en Italia, para adolescentes israelíes y palestinos, y la agitación de un
jovencito de 14 años de Tel Aviv que fue alojado en la misma habitación con un niño palestino. “Estoy
seguro de que Shamir (en aquel momento Primer Ministro de Israel) nunca durmió en la misma habitación
con un palestino”, nos dijo.
El espacio principal para las reuniones normalmente debe ser de fácil acceso, las sillas deben
formar un círculo y debe ser factible cambiar la distribución de las mismas cada vez que sea necesario. Un
círculo sin cortes puede expandirse para incluir a todos. El coordinador deberá estar sentado en el círculo
con todos los demás. Un bloc de grandes hojas de papel borrador siempre debe estar disponible.
Las comidas y las fiestas también son oportunidades importantes para construir confianza ya que
brindan un escenario amigable y no estructurado para la conversación. Cada parte con sus integrantes
también deben disponer de áreas comunes para pasar su tiempo libre juntos.
El compromiso acerca de la confidencialidad de la reunión debe ser absoluto, y el sitio elegido para
el taller debe garantizar que este compromiso sea respetado. Realizar el taller en la ciudad de residencia de
alguno de los Socios puede ser un motivo de distracción; un lugar de retiro o incluso un campus
universitario alejado, lejos del área de conflicto y de los lugares habituales donde residen y trabajan las
partes es particularmente recomendable.
7
modos, la línea que divide los disturbios de Los Ángeles de los frecuentes incidentes de violencia que
ocurren en Jerusalén no separan los hechos sino que más bien los colocan en un mismo espectro de
posibilidades. Los métodos aquí descriptos son pertinentes para ambos tipos de confrontaciones.
El grado de madurez del conflicto determina en parte la selección de los ejercicios apropiados. Si
no ha habido un previo contacto directo entre los participantes de las partes contendientes, será necesario
invertir más trabajo en los momentos de “romper el hielo” y en los aspectos de construcción de confianza
de los estadios iniciales. Sin embargo, en palabras de Patrick Regan, “aunque las características de los
conflictos afectan la probabilidad del éxito, quienes buscan maximizar esta probabilidad deberán
concentrarse más en cómo intervenir más que en cuándo hacerlo”.13
3. Tipo de participantes
El entrenamiento de los TIRC se presta mejor para candidatos de sectores similares (intra o inter-
estatales) de los grupos contendientes. Su status puede variar y es posible que sean consejeros políticos
influyentes —formales o informales— y figuras públicas, grupos de profesionales (periodistas, educadores,
diplomáticos jóvenes) y/o activistas de base popular (representantes de organizaciones de derechos
humanos, sindicalistas, estudiantes). El participante ideal para la diplomacia de segunda vía es alguien que
está suficientemente cerca del centro de poder como para tener algún tipo de influencia sobre quienes toman
las decisiones, sobre la élite política y/o la opinión pública, pero que no está en la desventaja por ocupar un
puesto oficial en la estructura gubernamental.14
Esta metodología de colaboración para la resolución de conflictos no es una opción de peso para la
diplomacia clásica u oficial, porque quienes toman este tipo de decisiones están demasiado conscientes de
los ciudadanos a quienes representan como para arriesgar un proceso de cambio con final abierto, o incluso
para ponerse en el lugar de su adversario. Aunque hay casos excepcionales, en general la técnica aquí
presentada no le interesa a la burocracia oficial.15 En la era Post-Guerra Fría, tanto los militares como los
diplomáticos dedicados a operaciones de mantenimiento de la paz o en áreas fronterizas, donde hay grupos
guerrilleros o paramilitares armados, necesitan utilizar técnicas para la resolución de disputas que puedan
apaciguar las numerosas tensiones existentes en la población. En dicho campo, esta metodología de
colaboración mutua para la resolución de conflictos es altamente provechosa, incluso indispensable, para
suplementar los esfuerzos de mediación diplomática oficial.16
El programa es aplicable tanto a Socios en disputas internacionales o etnopolíticas, como para
disputas internas. Algunos ejemplos de nuestra experiencia incluyen el haber convocado a defensores y
opositores a la separación de las escuelas según las lenguas rusa o kazajo; el ambicioso plan de reforma
educativa del Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo para el sistema educativo de
Bolivia al cual se oponen fuertemente los sindicatos de maestros; a los militantes conductores de taxis y a
16 Según Kriesberg, la interacción de diferentes tipos y niveles de resolución de conflictos, tales como la oficial y
la ciudadana, puede tener efectos dinámicos positivos en los resultados de los esfuerzos realizados. En ciertos
casos, será constructivo acompañar, o mejor aún preceder, tales procesos con un esfuerzo de diplomacia ciudadana
que incluya miembros clave de las respectivas sociedades civiles. Claves entre esos casos son aquellos en los cuales
puede haber posiciones profundamente arraigadas que inevitablemente conducirán a obstáculos insuperables en
ciertos temas, por ejemplo, cuando los negociadores oficiales se reúnen durante varias rondas para discutir disputas
limítrofes. Kriesberg, 1996.
8
los grupos indígenas en huelga contra el aumento de la gasolina en Ecuador, así como también el debate
entre el gobierno y la iglesia de Perú acerca del uso de contraceptivos. Otros asuntos interestatales
apropiados para los talleres de diplomacia ciudadana incluyen disputas por recursos usados
mancomunadamente y asuntos de ecología, disputas acuíferas y sobre el control internacional de canales
navegables.17
También es posible utilizar estas técnicas con propósitos pedagógicos, atrayendo estudiantes
universitarios u otros grupos de interés a clases normales o talleres simulados. Esta es una perspectiva
excelente para adquirir nuevas habilidades a través de la simulación. Para generar soluciones serias y
realistas, es necesario un profundo conocimiento de la historia de ambas sociedades y de sus conflictos. 18
En este sentido, es probable que se requiera más preparación para comprometer efectivamente a los
participantes en algunos aspectos de la interpretación de diversos papeles, pero esto se puede lograr en una
clase regular. 19
La inclusión de algunos Socios “reales”, en calidad de tales, en los grupos de la institución
anfitriona también puede darle más valor a los participantes, quienes deben enriquecerse, recíprocamente,
de manera paralela pero por separado, con numerosos puntos de contacto. En la Universidad de Maryland
hemos tenido emocionantes experiencias que involucraron a nuestros estudiantes con sus pares de Israel y
Palestina, tanto en College Park como en Jerusalén. Es necesario destacar que en sociedades plurales, es
posible encontrar ciudadanos (en este caso judíos y árabes estadounidenses) que se identifican con los
actores de un conflicto lejano. Esto no solamente les acerca a la disputa dándole también un matiz de
realidad, sino que le presenta al coordinador/maestro el desafío de desarrollar entre los participantes la
empatía necesaria hacia los argumentos de la otra parte y facultarlos para tender un puente entre los Socios
emparentados.20
17 Por ejemplo, en la actualidad estamos experimentando con participantes ribereños del río Salween (de China,
Burma y Thailandia). Para mayores datos sobre una estrategia de investigación en disputas de aguas
translimítrofes, ver E. Kaufman, J. Oppenheimer, A. Wolf & A. Dinar, 1997, p. 37-48.
19 Durante los últimos años he tenido el placer de enseñar en equipo un curso llamado Conflict Resolution: The
Israeli/Palestinian Experiment con el profesor Manual Hassassian, de la Universidad de Belén. Este curso nos ha
permitido explorar el tema mediante juegos y también para motivar a los estudiantes para que superen actitudes
adversas con el fin de encontrar un terreno común.
20 Se puede ver un análisis de un proceso interactivo entre Socios y estudiantes de un tercer origen en An
Evaluation of the Israeli-Palestinian Building Bridges: A Christian, Jewish and Moslem Trialogue, de Leslie
Gottart. (CIDCM, Universidad de Maryland, 1995).
5. Número de participantes
El número ideal de participantes depende de muchos factores. De todos modos, en general,
intentamos reunir grupos de entre 10 y 20 miembros, normalmente incluyendo igual número de
participantes para cada una de las partes. Si hay tres o más partes, es importante un balance simbólico. Por
ejemplo, en una disputa internacional sobre canales navegables como la de la Cuenca del Nilo, donde hay
diez estados ribereños, se justifica un número mayor de participantes de las áreas clave. En otras palabras,
puede ser valioso asignar porcentajes basados en la importancia del recurso en cada país. De todas
6. Organizadores
Tradicionalmente la primera generación de facilitadores ha sido formada en los Estados Unidos y
en algunos otros países de Occidente. En este momento estamos en condiciones de entrenar facilitadores de
las áreas de conflicto, que estarán más familiarizados con las posibilidades de cada caso específico y con
las culturas particulares de las regiones.
Hay un criterio ideal para elegir a los facilitadores, de la misma manera que para los participantes.
Primero, deben tener habilidades personales derivadas de la experiencia práctica. Segundo, deben ser
considerados como confiables por las partes en conflicto.24 Tercero, es necesario tener en cuenta los rasgos
personales del coordinador, tales como la necesidad de control, la necesidad de estructura, la capacidad de
empatía, etc., ya que influirán probablemente en el manejo del Taller.25
Normalmente, elegimos facilitadores de una tercera parte (uno o más para asegurar una mezcla
adecuada de conocimientos y experiencias relevantes), pero si fuéramos a proponer a alguien de los países
involucrados en el conflicto, los requisitos y capacidades del “negociador honesto” exigirían la selección de
facilitadores de ambas partes. Podrían prestar un mejor servicio en roles formales e informales, trabajar
más atentamente con cada uno de los grupos de participantes, así como desempeñar distintos papeles a lo
largo del Taller. Los facilitadores también pueden beneficiarse brindando apoyo y constante feedback entre
ellos. Algunos pueden tomar nota de los procedimientos, y de este modo quitarán algo del peso de esta tarea
a los facilitadores principales. Un pequeño contingente de facilitadores puede proceder de acuerdo con la
estrategia de la división de roles según el proceso o el contenido (process-content-role division), estrategia
por la cual una persona se concentra en el contenido de la discusión y otra presta más atención a la
interacción y dinámica del grupo. También es posible que dos facilitadores adopten una perspectiva de tipo
activo-pasivo, según la cual uno actúa en el papel tradicional y el otro en uno más pasivo, principalmente
identificándose con los Socios y brindando así la reacción necesaria a los otros miembros del equipo.26
Una etapa de aproximación a los TIRC podría comenzar con los organizadores haciendo de
facilitadores y repartiendo responsabilidades entre los co-facilitadores, quienes luego serán elegidos entre
los participantes por ser los más apropiados e interesados. Puesto que a menudo persiste la sospecha de “la
terapia de grupo californiana”, será necesario que algunos consejeros locales participen en la preparación
del programa. He visto a algunos facilitadores pedirle a los participantes que se tomen de las manos, o que
respiren profundamente y se relajen; esto puede parecer lógico, pero a menos que estas experiencias formen
parte relevante de un contexto cultural específico, pueden ser rechazadas como superficiales y afectar
negativamente a todo el proyecto.
Por otro lado, es valioso utilizar las costumbres propias de cada cultura: trabajando con Socios del
Cáucaso nos familiarizamos con la institución de la tamada (se pronuncia “tajmada”). Consiste en tener
7. Duración
La duración óptima para los TIRC es de 15 días, pero algunas concesiones pueden ser necesarias.
Hemos podido realizar reuniones con Socios en conflicto en períodos de entre dos días a varios meses. El
Taller puede ser adaptado según sea necesario, y la pregunta es qué incluir del menú completo de opciones.
A menudo es posible planear dos o tres talleres consecutivos en el lapso de un año: uno en un país neutral
seguido por uno en cada uno de los países de los Socios, o en un área fronteriza, de igual duración en
ambos lados. En estos casos se nos permite utilizar el primer Taller para familiarizar a los participantes
con las ideas que sustentan los TIRC, y preparar una agenda específica para lidiar con el conflicto
específico en los siguientes Talleres.
E n este manual no se divide cada día en sesiones de mañana, mediodía y tarde puesto que el ritmo
exacto debe ser determinado según las circunstancias y el tipo de participantes, y en función del progreso
que se haya alcanzado. Puede ser necesario improvisar en tiempo real y reducir el plazo del proceso. La
secuencia de los pasos, tal como pasar del entrenamiento a la inmersión en el conflicto entre las partes, es
lo que realmente importa.
Es frecuente la tendencia de los participantes a presionar al coordinador para ir al grano y
enfrentar los temas conflictivos específicos por los cuales se han reunido. Por mucho que simpaticen con
esta urgencia, es necesario que los facilitadores estén seguros de que los participantes han obtenido la
información y las habilidades necesarias para bregar de manera efectiva con sus conflictos. En general, se
estima que el período general de entrenamiento debe cubrir un tercio del tiempo total asignado al taller
inicial. Idealmente, habrá 15 o 20 minutos al final de cada día para una breve evaluación e informe (ver
ejemplo 1). La “Evaluación de un minuto”, presentada más abajo, debe ser analizada por los organizadores
cada noche y los comentarios más interesantes deben ser revisados a la mañana siguiente.
Ejemplo 1:
Evaluación de un minuto
..........................................................................................................................
..........................................................................................................................
12
(De Cross & Angelo, Classroom Assessment Techniques, 1988, pp. 148-150)
También se debe destinar suficiente tiempo para que los Socios digieran las experiencias materiales
y sociales, y para que se sientan cómodos. Por ejemplo, muchos socios de distintos países suelen fumar;
por lo tanto, se debe prever un descanso cada hora, hora y media. Si los participantes están trabajando bajo
presión durante varias horas, se les debe pedir que no “rompan filas” y abandonen la sala individualmente,
ya que esto puede interrumpir la compenetración y la intensidad del trabajo.
Actividades
Los participantes deben recorrer las instalaciones y se les debe brindar cierta información básica.
Se deben realizar visitas en grupo a sitios de interés y, de ser posible, se les debe ofrecer una recepción en
algún lugar fuera de donde se realizará el Taller.
Presentarse a otras personas como grupo genera una dinámica interesante entre los Socios. En este
momento, los Socios son percibidos por los demás como integrantes de un equipo unificado de extranjeros,
a pesar de divisiones entre ellos. A menudo son identificados por la gente del lugar por sus atributos
comunes, por ejemplo: los de Medio-Oriente, los del Cáucaso, etc. Cuando el Presidente de nuestra
universidad estaba preparando un breve discurso para estudiantes israelíes y palestinos, me comentó que no
podía encontrar claras diferencias físicas entre ellos, y me preguntó si era apropiado señalar este hecho en
su alocución. Es claramente positivo para los Socios ser reconocidos por sus aspectos comunes. Otro
ejemplo interesante fue un taller realizado en la Universidad de Maryland, donde se pidió que estudiantes
judíos, árabes y afroamericanos trabajaran juntos para alentar el diálogo entre sus pares israelíes y
palestinos. Se convirtieron en la delegación de la Universidad de Maryland, y en Jerusalén se les dio la
bienvenida como “los americanos”, algo que ellos mismos destacaron en el transcurso del Taller.
Además de la presentación y el recorrido del lugar, es importante la familiarización con aspectos
técnicos. Se les debe brindar información acerca de las reglas de la casa, sobre las instalaciones, etc. Esto
será de gran ayuda en los días siguientes y facilitará que los participantes se concentren en el programa.
El resto del primer día debe quedar abierto para permitirles a los participantes adaptarse al nuevo
ambiente. Esto genera oportunidades para que grupos de orígenes diferentes se reunan informalmente,
compartan comidas, descansen del viaje, lean el material que se les ha dado, conversen con los
organizadores acerca del programa, etc. Esto es importante porque una vez que el Taller está en
funcionamiento, la atmósfera puede volverse más intensa conforme los detalles acerca de la resolución del
conflicto se vayan discutiendo, y ya no podrán disponer de momentos más relajados.
I. “Rompehielos”
330Como apunta Fisher, es importante que durante la sección de presentación, los participantes “articulen sus
valores básicos, dado que las diferencias culturales en los preceptos, esperanzas y preferencias abundan en el
dominio de la práctica de la resolución de conflictos”. (Fisher, 1994, p. 49)
30
14
romper el hielo de manera más efectiva, y para permitir que los Socios comiencen a ver algunos de los
aspectos que tienen en común. Dependiendo del tiempo disponible, de lo que sea culturalmente apropiado y
la dinámica del grupo, se pueden emplear varios de estos rompehielos.31 Algunos ejercicios son más
apropiados para escenarios informales como sería, por ejemplo, una cena; otros pueden ser realizados en
salones de clase. No siempre es bueno decirle a los participantes que se trata de una actividad para romper
el hielo, dado que la palabra misma puede ser un recordatorio de la frialdad de sus relaciones. Es mejor
anunciarlas como actividades de presentación personal.
Sin importar qué combinación de ejercicios se elija, es importante establecer desde el comienzo el
papel de los facilitadores como la herramienta que poseen los Socios para facilitar y moderar cualquier
problema de comunicación entre ellos.32 Debe quedar muy claro que los facilitadores no son los encargados
del programa, sino que los responsables son los Socios mismos para hacer el trabajo y alcanzar algún
resultado. La propia presentación de los facilitadores frente al grupo es crítica para establecer el clima del
Taller. Los facilitadores deben presentarse a sí mismos no sólo como “expertos” con experiencia relevante,
algo que puede legitimar su rol, sino también como “personas”, para establecer los cimientos de una
atmósfera igualitaria para el Taller. 33 Una manera creativa de distribuir a los participantes, que
normalmente en los pasos iniciales tienden a agruparse en sectores según el conflicto, es sugerirle a los
participantes que tomen lugar en el círculo de acuerdo a su fecha de nacimiento (preguntar primero, por
ejemplo, quién nació en el mes en el que se desarrolla el Taller y ayudarlos a que se acomoden según las
fechas, pidiéndole a continuación a los demás que encuentren sus lugares preguntándose entre ellos cuándo
nacieron).
Ejercicios
1. Entrevistas
Se puede comenzar el día pidiendo que cada una de las personas entreviste a otro participante a
quien no haya conocido previamente y que luego hagan la presentación de cada uno de ellos al grupo. (Esta
sugerencia propone un medio menos abrupto para familiarizar a los participantes que pedirle a los
individuos que presenten a un miembro del otro grupo). Para la entrevista se han propuesto las siguientes
preguntas: 1) ¿Quién es usted?, 2) ¿Dónde trabaja?, 3) ¿Podría señalar un rasgo de sí mismo? y 4) ¿Qué
destreza o habilidad aporta al Taller3134
331Existe un importante volumen de textos sobre los “rompehielos”. Un buen ejemplo es Icebreakers: A
Sourcebook of Games, Exercises and Simulations, de Ken Jones. (Jossey-Bass, 1991)
332El diálogo promueve una “confirmación mutua y por lo tanto satisface una necesidad fundamental de las partes
en conflicto, tal como la de ser reconocidos como individuos con valores e identidades únicas y valiosas”.
Montville, Ross y La Croix definen confianza como “la voluntad de una parte de arriesgarse incrementando su
vulnerabilidad frente a otros cuyo comportamiento está más allá de su control; por lo tanto, la parte confía en que
la otra no explotará la vulnerabilidad de la primera. Más aún, las pérdidas a corto plazo que puede sufrir esa parte
si viola la confianza de la otra, usualmente exceden los beneficios a corto plazo si se respeta la confianza”. (Ross &
LaCroix, 1996, p. 315)
33
Auvine et al., 1978, p. 17. .
31
334Federal Mediation and Conciliation Service, Interest-Based Bargaining Program (FILE IBOR, p. 5.,
Washington, D.C., 1997)
15
Una variante es “Presentar al vecino”: Los participantes deben ser numerados y luego, formando pares
entre quienes tienen el mismo número, se les pide que se presenten entre sí durante algunos
minutos y que preparen una presentación acerca del otro para el grupo. Los facilitadores
pueden suministrar algunas pautas a los Socios para la presentación de sus vecinos, incluyendo
características que sean relevantes para el Taller. Por ejemplo, qué elementos de su historia
personal lo han llevado a interesarse por la resolución de conflictos, el lugar o la posición que
ocupa en la organización gubernamental o no-gubernamental a la cual pertenece, qué
actividades son pertinentes en su país de origen, etc.
En tanto esta definición invita a los Socios a respetar sus diferencias, los facilitadores deben acentuar los
elementos unificadores, normalmente atribuyéndole importancia a más de una de estas identidades, tales
como el género en el caso de las mujeres, a pesar de las divisiones. Para los participantes, debe ser
perfectamente adecuado expresar una fuerte identidad unificadora (normalmente nacional o étnica). Al
mismo tiempo, también sería interesante explorar otras identidades comunes entre los socios que sirvan
para zanjar las diferencias.
En principio, es posible formular preguntas sobre cualquiera de las dimensiones primarias y
secundarias de la definición. Por supuesto, los facilitadores deben ser sensibles a las características de los
Socios; por ejemplo, en el caso de un tema como la orientación sexual, pedir que se pongan de pie los
homosexuales o los heterosexuales no resultaría apropiado en la mayoría de las culturas. Es recomendable
discutir el criterio explícito que sustenta al ejercicio para explicar por qué se utilizan ciertas cualidades o
características.36
4. Primer trabajo
Otro rompehielos sencillo pero amigable consiste en pedirle a los participantes que compartan con
el grupo cuál fue o cuáles fueron sus primeros empleos. Siguiendo el orden en el que están sentados en la
mesa y ofreciendo en primer lugar la experiencia de los facilitadores si es necesario, este ejercicio genera un
clima cálido y a menudo destaca similitudes, tales como orígenes modestos u ocupaciones creativas.
19
universales para tal función, pueden ayudar a despersonalizar su rol en el Taller. Vale la pena explicar el
aumento en los niveles de intervención de terceras partes, quienes proceden como facilitadores,
conciliadores, árbitros o mediadores. También es necesario explicar que se espera que los facilitadores del
Taller tengan un papel más activo que el de la función tradicional de un presidente o moderador. Cada
tanto, reciclo una historia mencionada por Bill Ury en el contexto del pensamiento creativo, adaptándola al
rol del coordinador:
Un anciano beduino a punto de partir de este mundo llama a sus tres hijos y les dice que es su
voluntad dejar la mitad de sus camellos al hijo mayor, un tercio al del medio y un noveno al menor. Los tres
prometen respetar su deseo, pero cuando el beduino muere se dan cuenta de que hay 17 camellos;
comienzan a pelear y no logran dividir el total del modo en el que prometieron. En ese momento, se acerca
un sabio camellero y pregunta acerca de la naturaleza de la disputa. Cuando se la cuentan, él les dice que
tomen su camello. Primero los hijos se sienten avergonzados por tomar el único camello del camellero, pero
él insiste y algo extraño sucede de inmediato. El mayor se lleva su mitad (9 camellos), el segundo su tercio
(6 camellos) y el menor su noveno (2 camellos). El experimentado “coordinador” parte con su camello y los
hijos se hermanan nuevamente.
Se debe alentar a los Socios a prestar atención a los métodos de facilitación. Cuando los Socios
regresen a sus países y quieran organizar Talleres similares, será preciso utilizar las artes de la facilitación,
de allí que será mejor si se atreven a probarlas cuanto antes de la forma más completa posible. Esta
participación incluye motivar la participación, proponer diferentes alternativas, aceptar puntos de vista
diferentes, mantener un principio de igualdad de tiempo para que hablen los participantes, sintetizar las
ideas, iniciar y terminar las reuniones en un nivel positivo, etc.
Es útil tener listo un folleto sobre facilitación para entregarlo a los interesados. Normalmente,
todos los participantes quieren asumir un rol que los proyecte como potenciales facilitadores.
Ocasionalmente, si el taller ha progresado bien, hemos alentado a los Socios a conducir una sesión y, de ser
posible, a co-facilitarla con otros. Esta experiencia contribuye a construir confianza entre los involucrados
y a consolidar las destrezas aprendidas.
El tipo de facilitación que estamos comentando aquí puede ser muy activa, y conviene ser muy
franco. Los facilitadores provenientes de otras áreas en conflicto en las cuales las negociaciones han tenido
éxito (tales como Africa del sur y, al menos por un tiempo, el conflicto palestino-israelí) pueden traer
consigo cierta legitimidad y usarla para jugar un papel más activo con el fin de hacer avanzar más
rápidamente a los Socios. A veces debo pedir disculpas por anticipado por lo que puede convertirse en una
conducta hiperactiva. Si nos ingeniamos para construir confianza, este tipo de excesos bien intencionados
pueden ser comprendidos y perdonados por los participantes.
El humor y el entretenimiento también pueden ser utilizados por los facilitadores y muy a menudo
brindan una gran variedad de beneficios. Este tipo de aproximación ayuda a relajar tensiones; los
rompehielos pueden ser utilizados para zanjar situaciones difíciles, y son maneras para reducir niveles de
amenaza. De todos modos, los facilitadores deben tener cuidado con el uso del humor. Es necesario
considerar el momento, factores étnicos, y el balance de poder, así como las propias limitaciones del
facilitador.37
Como último punto, una función primordial de los facilitadores es ayudar a simplificar el proceso
por el cual los Socios desarrollan sus nuevas percepciones en el curso del Taller, para luego llevarlas a su
comunidad. Con ese fin, los facilitadores deben dar explicaciones que sean lo más fácil posible de entender;
de este modo los Socios no tendrán problemas para recordarlas e implementarlas de manera adecuada.
Un modo de mejorar el método es dar trabajo a dos co-facilitadores, uno de cada una de las partes
del conflicto. El entrenamiento para la co-facilitación es un fenómeno relativamente nuevo y ha comenzado
a tener éxito entre algunos facilitadores árabes e israelíes que han decidido reunir sus experiencias
personales. La legitimidad para presionar y obtener resultados tangibles en el Taller es mucho más alta,
aunque puede llevar más tiempo establecer la propia reputación de negociador.
Una manera valiosa de terminar la jornada consiste en pedir que los participantes completen la
“Evaluación de un minuto” y preguntar si tienen dudas sobre lo realizado. El formulario para la evaluación
37
Wimmer, 1994.
20
puede repartirse al final de cada día. Una constante evaluación participativa del proceso es de suprema
importancia para el éxito del Taller (ver Ejemplo 1). En tanto las amistades, los cambios de actitud y las
nuevas percepciones que los Socios puedan desarrollar en esta experiencia son clave, tanto para ellos como
para la promoción de una perspectiva para la resolución de conflictos, los formularios de evaluación
contribuyen al éxito concreto del Taller en sí. Esto se logra informando al coordinador acerca de qué fue
efectivo y qué no, durante los días de ejercicio, sobre qué se debe agregar y qué se debe eliminar.
Aunque esta evaluación, y la consiguiente adaptación, no vuelvan a mencionarse al final de las
actividades de cada día, es necesario recordarlas como una parte integral de cada concepto.
Una vez que los Socios están totalmente inmersos en el espíritu del lugar, se han conocido entre sí y
comprenden las reglas de los TIRC, los facilitadores pueden proceder a una presentación sistemática del
método y a situarlo en el área general de la “Resolución Alternativa de Disputas” o RAD (Alternative
Dispute Resolution). En esta ocasión, como excepción a la norma empírica de nuestro trabajo, debemos
presentar de forma persuasiva tanto nuestro marco filosófico como el resultado concreto.
I. Conferencia introductoria
Razones lógicas y metodología
La “mezcla” de contenidos de esta presentación debe ser estructurada según la propia perspectiva
de los facilitadores. Como método práctico, se debe dedicar más tiempo a la prognosis (posibilidades de
resolución) que al diagnóstico (raíces históricas del conflicto). Una discusión acerca del primer punto puede
ser muy importante para comenzar el proceso de cicatrización, mientras que si se revisa prematuramente el
pasado por medio de una introspección de las causas de conflictos extenso32 se pueden desviar los esfuerzos
y forzar la discusión en una pelea hacia causas y efectos que no sólo no es constructiva, sino
contraproducente.38 No es necesario que la conferencia sea breve; por otra parte, se debe alentar a los
Socios a plantear preguntas y hacer comentarios. Se puede provocar la interacción preguntando
—“¿Cuántos de ustedes han oído que...?”— luego de hacer referencia a una afirmación controvertida a un
prejuicio.
Boceto de la Conferencia
Se puede tomar información acerca de la historia de la resolución de conflictos del primer capítulo
de Fisher; para la perspectiva integradora de la resolución de conflictos se debe consultar el capítulo de
Kelman. También se puede proponer una perspectiva general de ARIA, agregando una “A” de acción a las
siglas de Adversarial/Reflexivo/Interactivo, transformándole en una obra musical y utilizando como base el
capítulo de Rothman. Varios de los puntos que me parece importante tener en cuenta para la conferencia
introductoria son:
1) El conflicto puede ser visto como una fuerza constructiva o destructiv 33 (Deutch), en general
dependiendo de cómo sea manejado y cuáles puedan ser sus resultados. Se debe distinguir “transformación”
de términos tales como “resolución”, “manejo”, “reducción” y “terminación”. “Transformación” es más
apropiado para nuestro método dado que la expectativa es inducir un cambio de actitud y ofrecer las
herramientas necesarias para ambas partes con el fin de aliviar las tensiones y los problemas tal y como se
presentan a lo largo del camino hacia la reconciliación. Dentro del marco de este modelo, nos resulta
cómodo utilizar como equivalentes cualquiera de estos términos.
32
338Esto es, en casos como el de Irlanda del Norte donde las bases del conflicto fueron creadas por Enrique II, en
1171.
33 Deutsch, M. p. 199.
21
2) Para ayudar a los Socios a comprender cómo el conflicto puede ser visto de forma constructiva,
cuando es culturalmente apropiado, he utilizado la sexualidad como una analogía del conflicto. En casos
excepcionales, algunos individuos pueden sublimar su impulso sexual, o en realidad tratan de reprimirlo,
pero tanto la sexualidad como los conflictos son fenómenos naturales. En vez de reprimir la sexualidad o el
conflicto, se debe aspirar a hacer el mejor uso posible de ellos. Un resultado no violento es preferible y es
mejor cuando se trata de canalizarlo para motivar y esforzarse con el fin de obtener el mayor progreso para
satisfacer a las partes.
3) La asimetría en las relaciones de poder es un factor que hay que tener en cuenta, ya que en los
conflictos es muy poderosa la tentación de actuar unilateralmente. Una conducta parcial e independiente
puede arrojar saldos inestables: la parte más poderosa puede ganar una guerra pero tener dificultades para
alcanzar la paz. Del mismo modo que un león no puede cazar fácilmente una mosca, los débiles tienen sus
propias armas y pueden hacer insostenible la vida del opresor por medio del terror, las sublevaciones y el
obstruccionismo. También es necesario recordar que con el paso del tiempo, la frágil naturaleza de la
coalición entre estados y naciones induce a cambios en las configuraciones, y un solo país poderoso puede
ser obligado a confrontar a un grupo de actores individualmente más débiles pero colectivamente más
fuertes. Bill Ury ha citado muy a menudo a Gandhi diciendo que practicar la ley del “ojo por ojo nos dejará
ciegos a todos”.
4) Los facilitadores deben presentar su propia perspectiva sobre la resolución de conflictos. Aun
cuando abogo y defiendo la no violencia como objetivo prioritario, debo admitir que la guerra, a veces,
puede ser legítima (tal como en casos de autodefensa), pero debe emplearse sólo como último recurso,
cuando ya todos los intentos de negociar hayan fallado. En cuanto a los pleitos legales, levantar una
demanda contra la otra parte en una corte de justicia, aun si se respeta la decisión como justa —lo cual no
siempre ocurre ni a nivel subjetivo ni objetivo— la naturaleza del sistema dicta que o se gana o se pierde.
El fallo nos puede decir, “tienes razón”, pero para la otra parte significa, “no tienes razón”, luego no existe
la posibilidad de satisfacer las expectativas mínimas de ambas partes. Por lo tanto, hay que probar
alternativas a la política del poder y los pleitos legales. Ésto nos parece evidente cuando intentamos reducir
los niveles de conflicto en nuestro trabajo, nuestro barrio o nuestra familia. Si es nuestro destino vivir
juntos, sabemos que inflingir el dolor a través de imposiciones unilaterales no es una buena receta para una
amistad duradera.
Estoy consciente de que RAD no es una panacea, pero vale la pena intentarlo. Es necesario tener
en cuenta que a menudo lleva tiempo conseguir frutos.
5) ¿Es necesario que intervenga una tercera parte? Estamos de acuerdo con que la preferencia debe
ser que ambas partes en el conflicto encuentren maneras de superarlo SOLOS, educándose en métodos
tales como la “negociación bajo principios”. Sin embargo, no es fácil para aquellas partes que se
encuentran en medio de una disputa que se escala, o con frecuencia justo antes o después de una lucha,
tranquilizarse solos. En muchos casos, se necesita una tercera parte que puede intervenir y ayudar.
Dependiendo de la autoridad que se conceda a esta tercera parte, puede decidir por ambas partes
(arbitración), asisitir a las dos para que lleguen a un compromiso (mediación), o ofrecer bilateralmente las
herramientasy habilidades que los capacitarán para inventar nuevas opciones en conjunto para tratar al
problema específico y otros conforme aparecen en el futuro (facilitación). El primero es más apropriado
cuando se trata de disputas limitadas a un solo asunto y basadas en intereses, el segundo se recomienda
cuando se tratan de conflictos complejos impulsados por cuestiones de identidad. A menudo, los rasgos
tangibles y no tangibles son parte clave del conflicto y una solución formulista puede no tocar sobre las
necesidades más profundas.
6) Los facilitadores a menudo conciben su papel de forma diferente. Algunos han enfatizado la
vastedad del problema, sugiriendo maneras de aprender cómo “vivir con el conflicto”. Otros se han
limitado a generar “grupos de diálogo”, que con el tiempo continuarán reuniéndose con el objetivo de
reducir las malas percepciones que haya entre los socios y generar una confianza mutua. Nuestra
aproximación es tal vez más ambiciosa, dado que procede de tal etapa hacia un consenso para luego seguir
adelante con acciones concretas. Debemos discutir las ventajas relativas que se esperan con la
aproximación interactiva a la resolución de conflictos, la cual puede resumirse de la siguiente manera:
22
a) Muchos problemas no son necesariamente suma-cero, sino que pueden convertirse en
nuevas soluciones gana-gana.
b) A menudo, no alcanzamos el nivel de comprensión necesario para analizar cuáles son
las necesidades reales y profundas que se esconden detrás de algunas de las posiciones que
tomamos en público.
c) La buena voluntad, la sensibilidad, la intuición aprendida, son todos ingredientes
necesarios en la búsqueda de un terreno compartido. Además, la profesionalización y un
buen conocimiento de las técnicas disponibles pueden traducirse en los pasos adicionales
que se necesitan para poder marcar una diferencia.
d) A menudo, los métodos más formales de negociación no permiten una expresión plena
de la creatividad, explorando nuevas ideas conforme nos colocamos en el lugar del otro.
7) Se debe mencionar la importancia creciente que la Diplomacia ciudadana ha cobrado desde el
final de la guerra fría y el surgimiento de conflictos etnopolíticos de profundas raíces, requiriendo que se
atiendan las necesidades de reconocimiento, seguridad, dignidad y bienestar. Las hostilidades impulsadas
por conflictos de identidad a menudo son exacerbadas por líderes irresponsables que buscan su propia
legitimidad jugando con los temores de su propia gente, creando extremistas entre intelectuales, docentes,
universitarios y profesionales. Con frecuencia, los actos sangrientos perpetrados por fanáticos y
fundamentalistas paralizan el proceso diplomático; las profundas emociones llaman a lograr tanto la paz
entre los líderes como los amplios esfuerzos conjuntos de reconciliación34 La Diplomacia ciudadana
también es el resultado de la globalización que ha incrementado la normalización de interacciones
internacionales y trans-fronterizas, a la vez que ha fomentado los niveles de participación de los ciudadanos
en asuntos internacionales y la importancia que éstos han adquirido en sus vidas.
34 Se nos recordó que durante la Primera Guerra Mundial el número de victimas civiles fue de sólo el 5%, subió al
50% en la Segunda Guerra y en los conflictos modernos ha alcanzado el 90%, durante la década del 90. Las cifras
de civiles muertos en África han sido estimadas en un 95%. Más aún, aunque el concepto de estado-nación aún
perdura, un 80% tiene una población heterogénea y, en algunos países, éste lleva el nombre del grupo minoritario,
como en el caso de Kazajstán.
41
Moses, Rafael, “The perception of the Enemy: A Psychological View”, Mind and Human Interaction número 7,
volumen 1 (Febrero 1996), pp. 37-43.
23
El programa de libro, video y pautas para la discusió35 titulado “Las caras del enemigo” (Faces of
the Enemy)42, realizado por Sam Keen durante los últimos años de la guerra fría es una herramienta notable
para generar conciencia con respecto a la imagen del enemigo.43 Muestra cómo los Estados Unidos y la
Unión Soviética se cosificaron el uno al otro y se redujeron a estereotipos del mal. Cuando resulte posible,
la película puede ser utilizada para iniciar una discusión sobre la propaganda y la demonización.
Faces of the Enemy propone numerosas herramientas para una discusión estructurada acerca de la
imagen del “otro”. Los facilitadores tendrán que elegir del rico menú de puntos y cuestiones sugeridos y
planteados por Keen en una guía de estudio especial con pautas didácticas. Si no se dispone de mucho
tiempo, sugiero una discusión basada en dos de las siguientes preguntas: “¿Necesitamos a los enemigos? Si
no los tuviéramos, ¿tendríamos que inventarlos para tener a quién culpar por nuestros problemas?” y “¿Por
qué sospechamos automáticamente de las personas que son diferentes? ¿Lo desconocido es siempre
maligno, peligroso y digno de temer?”
Ejercicio de relajación
Un método probado para distender el desconsuelo inherente a este tipo de discusiones, continuando
a la vez con el tema de la agenda, lo brinda un bellísimo libro ilustrado del Dr. Seuss, The Butter Battle
Book. Esta historia para niños trata de dos amigables naciones vecinas cuyo desacuerdo acerca de qué lado
del pan debe ser enmantecado se intensifica hasta llegar a una potencial confrontación nuclear. Esta parodia
no proporciona ni un final feliz ni uno triste. Los mismos Socios pueden imaginar una última página
adicional para el libro.44
Es probable que la mañana y la tarde hayan sido intensas, y que los participantes requieran un
poco de tiempo para procesar toda la información. Si solicitan un poco de “aire fresco”, es un buen
momento para terminar la jornada.
35
442 La guía de estudio puede ser utilizada en conexión con Faces of the Enemy de Sam Keen. (San Francisco,
Harper & Row, 1986). El documental de PBS está disponible en Carricus Corporation, 2600 Tenth Street, Berkeley,
CA 94710, tel. (415) 548-0854.
443Sobre el tema de la imagen del enemigo, ver Jervis, 1976; Volkan, 1988; Spillman, 1991; y Moses, 1997.
444Una clase especial sobre el libro The Butter Battle Book del Dr. Seuss ha sido diseñada por Carrie Shaw para el
programa Partners in Conflict in the Transcaucasus, y está disponible en el CIDCM.
24
Ejercicio posible
Una recomendación recogida del campo de la terapia de pareja es que cada grupo ofrezca ramitos
de flores de diferente color. Por cada “buena obra” llevada a cabo por una de las partes a lo largo del taller,
la otra parte debe entregarle un ramito de flores. De este modo, puede que luego de una semana un grupo
haya obtenido una gran cantidad de flores del color del otro grupo y viceversa. Aunque este método sea
algo romántico para ciertas culturas muy politizadas, tomar medidas para construir la confianza mutua
durante el taller puede ayudar a los participantes a generar una empatía recíproca cuando deban realizar el
análisis reflexivo o la búsqueda de ideas en una etapa posterior.
En un sentido más profundo, comunicar intenciones conciliatorias aumenta la flexibilidad en el
proceso e incluye el reconocer el interés de la otra parte, la voluntad de correr el riesgo, de conducir
voluntariamente una actividad, etc.45
Ejercicio
Para comenzar la discusión, uno de los conferenciantes puede hablar sobre el conflicto o se puede
presentar un documental al respecto.46 La mayoría de los conflictos ha generado películas o documentales y
se puede pedir a los Socios que traigan videos producidos por sus propios gobiernos o grupos. Si bien esto
puede parecer injusto, se puede equilibrar mostrando videos de ambas partes. También se le puede pedir a
los Socios que presenten un panorama general de sus conflictos, pero en este caso el coordinador debe
seguir las advertencias enunciadas más adelante.
La conferencia o los videos deben desembocar en una discusión no estructurada, en la cual el
humor, el cansancio y la predisposición general de los participantes determinará cuando podrían comenzar
a discutir agresivamente acerca de sus problemas comunes. La discusión debe fluir libremente. A menudo
esto llevará a un intenso intercambio con tonos agresivos. Nuestra esperanza es que los participantes se den
cuenta de ello y tomen conciencia de cuán fútil puede ser este tipo de intercambio. Si se sabe que hay
algunos participantes con predisposición a actuar como pacificadores, se los puede alentar -formal o
informalmente- a llevar adelante un papel activo para aproximarse a los demás, sobre todo a los socios más
inflexibles.
45
Lewicki, p. 194, brinda una lista de signos conciliatorios.
46
Para el conflicto palestino-israelí hemos utilizado el documental en dos partes de PBS llamado Arab and Jew,
narrado por David Shipler, el renombrado autor del libro del mismo nombre. Si hubiera limitaciones temporales, es
suficiente una parte del video.
25
necesidad de reconocer las propias limitaciones de los Socios, para juzgar intenciones, motivos ulteriores e
ideas de la otra parte.
Ejercicio
Se les pide a los Socios que compartan algunas de sus historias sobre sus propias experiencias o la
de sus familiares y amigos, en las cuales hayan ocurrido episodios de discriminación, racismo, intolerancia,
prejuicio o de aplicación de estereotipos negativos. Este es el momento de compartir malas noticias, se
puede hablar tal vez de casos leves de discriminación racial o nacional; o, en casos de conflictos
prolongados entre comunidades, se discutirán las atrocidades, experiencias sobre la prisión, tortura y
muerte. Cuando la relación de poder entre las partes es asimétrica, esto se reflejará en la asimetría del
sufrimiento.
Si ambas partes tienen historias para compartir, el resto del día será más parejo, pero no se debe
crear un equilibrio artificial. En un taller denominado “Enfrentar el terror y la violencia: aprendiendo a
compartir el dolor del otro en el conflicto palestino-israelí”, que se llevó a cabo en Belén hace unos años,
escuchamos numerosas historias personales y familiares por parte de los participantes árabes e invitados
especiales que eran parientes de los “mártires”. Por fortuna (y uso este término con ironía), también hubo
algunas historias del lado judío. Por ejemplo, la historia de un rehén del avión del aeropuerto de Entebbe,
Uganda, cuya madre, que estaba hospitalizada, fue condenada a muerte por Idi Amin cuando se le avisó
que la operación de rescate del avión llevada a cabo por los israelíes había tenido éxito.
Además de describir los incidentes, se les debe preguntar a los participantes si después de los
hechos hubo algún intento de lidiar con lo ocurrido. Frecuentemente se dejan pasar estos eventos sin
prestarles la debida atención y las sensaciones amargas quedan latentes. Estas heridas son acumulativas y
aún en carne viva se agravan a través de comentarios acerca del pueblo de la víctima. En algunos casos
hemos tenido “mejores” historias de actos de violencia que terminaron en ofertas de ayuda y de reparación
parcial por parte de los victimizadores. Si los participantes parecen tener cierto temor a abrirse y contar sus
experiencias, los facilitadores u otros organizadores locales pueden prepararse para compartir sus propias
historias. Por ejemplo, tengo un cortometraje de un noticiero de la CNN sobre cómo mi propia familia se
dedicó a ayudar a la familia palestina de un antiguo empleado doméstico de la casa, padre de cuatro niños,
que fue asesinado por la policía fronteriza israelí mientras trabajaba su parcela de tierra en su población.
El coordinador puede utilizar esta oportunidad para generar una conversación acerca del
sufrimiento humano y analizar sus efectos en conflictos etnopolíticos: el ciclo de la violencia genera
sentimientos que fácilmente pueden volverse más fuertes que los engendrados por las causas originales del
conflicto. Este momento puede ser útil para establecer la necesidad de aceptar la responsabilidad por las
acciones de la propia comunidad, más que continuar negándolas y atribuyéndole características negativas a
la otra parte (ver el capítulo de Montville).
V. Comunicación Intercultural
Objetivos y razones lógicas
Es especialmente importante prestar atención a las dificultades originadas en la comunicación
intercultural cuando los Socios no comparten un mismo mundo.
Charla introductoria
En una breve introducción general, se deben examinar los dos paradigmas de negociación: uno
existente en sociedades individualistas, asociado con un estilo de comunicación verbal y explícito, o de bajo
contexto (como el de Estados Unidos e Israel); y otro relacionado con un estilo no verbal, implícito, de alto
contexto, predominante en sociedades interdependientes que exhiben un ethos colectivo (Cohen, 1997).
Además de los malentendidos producidos por diferencias culturales, es importante sacar el mejor provecho
de los elementos de un buen proceso de comunicación concentrándose en la claridad del mensaje del emisor,
la precisión de la recepción y el feedback grupal, para asegurar la calidad del diálogo. Necesitamos
educarnos para mejorar la conexión, aprendiendo métodos para hablar y escuchar mejor. 49 Basándose en un
profundo análisis de diferencias culturales, Cohen ofrece 10 recomendaciones, incluidas en el Apéndice 1,
que se deben compartir con los participantes.
Ejercicio 1
Los facilitadores pueden pedirle a los participantes que representen sus propias culturas o alguna
otra, y luego de haber identificado los valores clave o las normas de comportamiento para esa cultura,
preparar a un asistente para que represente una cultura ficticia altamente contrastante con la anterior pero
cuyos valores y normas de comportamiento sean positivas. Un asistente experimentado (de ser posible, con
alguna experiencia en actuación) puede dramatizar la mala comunicación y la confusión que surge de la
falta de conciencia de la no-universalidad de nuestros supuestos culturales. Se requiere sensibilidad para no
ofender a los participantes al utilizar la exageración o el ridículo.
Ejercicio 2
Una alternativa es utilizar un film de Edward Stewart, uno de los pioneros en esta área, en el cual
se muestra a un hombre de negocios estadounidense que llega a un país asiático, y comete numerosas
gaffes debido a su modo impaciente de relacionarse con sus socios locales. Identificar los errores y
malentendidos puede llegar a ser una actividad muy divertida.
Se puede continuar con una suerte de representación de “culturas en conflicto”, acerca de dos tipos
de cultura diferentes, utilizando tarjetas con información sobre estas culturas. La tarjetas deben incluir
rasgos de conducta con respecto a la personalidad, la privacidad, los temas de conversación, el modo de
acercamiento entre los sexos, las diferencias en el comportamiento en el hogar y fuera de él, el lenguaje
corporal, etc. También se puede usar un cuestionario (ver Apéndice 2) para analizar tanto el ejercicio como
las culturas de los Socios. Este se refiere a temas tales como manejo del tiempo, control personal sobre el
medio ambiente, la auto-ayuda, el cambio, la orientación futura, la privacidad, etc3650
449La primera se ilustra en el ejercicio en la sección de Comunicación no-violenta y la segunda como una técnica
del nivel reflexivo del A.R.I: “Para buscar un terreno común”. (Día 8. II)
36
50
Cohen, Raymond. Negotiating Across Cultures, (United States Institute of Peace, Washington, DC, edición
revisada, 1997).
28
Marshal Rosenberg (1983) ha desarrollado un modelo interactivo para aprender cómo expresarse y
cómo escuchar de manera efectiva, poniendo énfasis en las “evaluaciones que dan poder” (empowering
evaluations).51 Lo importante aquí es proporcionar un modo compasivo para que ambas partes puedan
comprenderse. Sus ejercicios invitan a concentrarse en cuatro áreas temáticas que son útiles para adaptar y
representar en una actuación.
Discusión
Las conclusiones de Rosenberg deben ser compartidas con los Socios antes de que intenten utilizar
sus percepciones en un ejercicio. En pocas palabras, son:
Lo que vemos: Cambiar expresiones que confunden observación y evaluación (“usted es muy
generoso”, por ejemplo) y que separen la observación de la evaluación (“cuando usted le da todo el
dinero que tiene para comprar su almuerzo a los demás, yo creo que usted es muy generoso”).
También es necesario cambiar expresiones generalizadoras sobre fracasos o defectos (“los negros
no cortan el césped o no reparan sus casas”) por instancias más específicas sobre personas y
lugares (“No he visto a la familia negra de la calle Ross 1679 ni cortar el césped ni arreglar las
tejas de su casa”). Otros ejemplos: “Los blancos no saben bailar” puede ser reemplazado por algo
así como “¿Recuerdas la pareja de blancos en el baile de anoche? Eran bailarines bastante torpes”.
En vez de afirmar que “Todos los hombres son unos cerdos”, se puede decir que “El hombre que
vive en la casa de al lado engaña a su mujer”.
Lo que sentimos: En vez de criticar el comportamiento de los demás o a los demás (“Ud. está
equivocado”), se deben utilizar frases tales como “me parece que” para concentrarse y compartir
una experiencia propia (“Me parece que tengo razón”). Antes que expresar sólo sentimientos
(“Siento que no te ocupas de mí”), es necesario agregar palabras que digan más acerca de por qué
uno siente lo que se dice que ocurre (“Cuando no me llamas durante semanas, me siento lastimado
porque interpreto ese silencio como que no te ocupas de mí”). Hay que expresar cómo cada uno
experimenta el impacto del comportamiento de los otros, en vez de criticar el comportamiento en
sí.
Lo que valoramos: Nuestros sentimientos son la resultante no sólo de lo que observamos, sino
también de cómo reaccionamos a lo que es importante para nuestros valores personales y
culturales. Gente diferente (y culturas diferentes) asocia distintos valores a las mismas expresiones
y a los mismos actos. Una manera de aclararlos es agregándole a nuestras observaciones una
explicación iniciada con un “porque”; esto transforma la oración “Cada vez que no estamos de
acuerdo, me gritas”, en “Me resulta difícil discutir contigo cuando gritas porque pienso que estás
enojado conmigo y que no quieres escuchar lo que tengo que decir”. Otra alternativa a una
afirmación como “¡Este país es tan desorganizado!” podría ser “Tengo cierta dificultad para
comprender como funcionan las cosas aquí porque vengo de un país donde la puntualidad y la
estructura son importantes”.
Lo que solicitamos: Este cuarto punto considera la manera de estructurar las oraciones con
respecto a lo que solicitamos al hablar y propone que es siempre mejor pedir algo en forma
positiva que lo contrario. Por ejemplo, expresiones tales como “Quiero que respete mis derechos”
o “Quiero que me comprenda”, funcionan mejor que las negativas (“Quiero que deje de
atacarme”), pero aún no son suficientes. Es más efectivo si uno es realmente específico en relación
a lo que quiere. Es una buena idea expresar sentimientos (“Quisiera que usted fuera honesto
conmigo”) si están acompañados por una especie de petición (“Me gustaría que me dijera qué es lo
que he estado haciendo que a usted no le gustó”.)
51
Para una descripción completa de estas técnicas ver, Marshal B. Rosenberg, A Model for Nonviolent
Communication (New Society Publishers, Mid-Atlantica MNS Network, 1983).
29
Ejercicio
Los participantes deben reunirse en cuatro grupos y durante 15 minutos cada grupo debe preparar
cuatro afirmaciones correctas y cuatro incorrectas —o más— acerca del conflicto desde su experiencia
personal. Cada grupo puede tomar una categoría, o trabajar con las cuatro a la vez, y luego compartirlas
con los otros equipos. Hay que insistir en que elijan afirmaciones que destaquen los diferentes parámetros
sugeridos por Rosenberg. Ésto debería proporcionar herramientas para hablar del conflicto sin exacerbar
las relaciones ni los malentendidos. Por supuesto, esta técnica no proporciona una solución para el
conflicto, y los participantes deben lidiar con ello. Al finalizar, es bueno reflexionar durante unos minutos
acerca de los eventos ocurridos, cuidando especialmente que se elimine toda tensión que pueda haber
quedado de los distintos ejercicios para evitar que se arrastren actitudes hostiles a las discusiones de la
jornada siguiente.
En esta fase, una opción es considerar distintas perspectivas acerca de la resolución de conflictos
en el marco de las RAD. En tanto que en la segunda parte se utilizarán técnicas instrumentadas por los
facilitadores, puede ser valioso ilustrar la riqueza de otros métodos comentándolos brevemente.
I. Mediación
Objetivo y razones lógicas
Se presenta el entrenamiento en mediación, y también en forma breve se estudia la teoría y luego se
intenta ponerla en práctica a través de algunas simulaciones tomadas del “Manual de entrenamiento para la
resolución de conflictos comunales”.52 Es mejor centrarse en una situación real para los participantes, que
puede referirse a dificultades basadas en la percepción de discriminación en lugares de trabajo. De ser
posible, un mediador profesional debería coordinar esta sección. En ocasiones, le hemos pedido a los
participantes que den ejemplos de sus propios conflictos personales para la mediación. Si nadie quiere
hacerlo, le he solicitado a algunos participantes que representen una situación que el coordinador ha
diseñado, dándoles amplio espacio para improvisar. Es importante mencionar en qué momento puede ser
más efectivo utilizar la mediación y en qué situación utilizar la resolución cooperativa de conflictos. Hay
algunas ventajas si se utilizan los dos métodos de modo paralelo cuando se está lidiando con problemas
específicos y, a menudo, cuantificables (disputas territoriales, distribución de aguas) en el contexto de un
conflicto comunal prolongado. Incluso en esos casos, el acuerdo sobre los datos o sobre su interpretación
plantea serios problemas. Pero se cree que la mediación efectiva entre un reducido número de protagonistas
(idealmente dos jefes de familia, de tribus o grupos) puede alcanzar resultados que serán aceptados por
ambas partes.
Normalmente, las disputas de distribución involucran a un número considerable de grupos que, a
su vez, representan un amplio número de depositarios sin mucha experiencia en métodos de negociación
frente a frente o en trabajar juntos. 53 Los TIRC pueden ser más útiles cuando el conflicto ha sido
prolongado y ha dado como resultado una gran cantidad de elementos en disputa, entre ellos enormes
conglomerados desunidos en cada lado que a menudo presentan grandes asimetrías en las relaciones de
poder. En tales casos, cuando el resultado ha sido serios niveles de violencia, se genera un importante
sentimiento de victimización en ambas partes. En otras palabras, es más útil cuando hay una red real de
asuntos interrelacionados con muchas trampas e iniciativas fallidas desde el comienzo.
Ejercicio
Una situación que se puede utilizar es la de un caso en el que un valiente policía que había sido
condecorado por actos espectaculares demanda a un periodista que ha cubierto la historia. Al recopilar la
52
Susskind & Cruikshank, op. cit., p. 93
53
Susskind & Cruikshank, op. cit. p. 93.
30
información, algunos amigos le dijeron al periodista que el policía es homosexual, lo cual le dio una
primicia a una historia de primera plana. La defensa del periodista se basó en que la información era
correcta y en que su propósito fue noble, es decir, demostrar a toda la ciudad que la comunidad homosexual
incluye policías heroicos y dedicados, con lo cual se propuso destruir estereotipos. Sin embargo, este juicio
arruinó la vida del querellante ya que sus colegas no quisieron trabajar con él y se burlaban de él;
finalmente tuvo que solicitar una licencia y posiblemente acabe renunciando a su cargo. Mientras el
mediador pasa por los distintos estadios de la resolución del conflict37,54 puede organizar una discusión con
los participantes alentándolos a formular preguntas a cada una de las partes o a hacerle sugerencias al
mediador.
Otros ejercicios
Si el tiempo lo permite, los facilitadores pueden enfocar el taller en el potencial del campo,
familiarizando a los participantes con los métodos utilizados, que van desde la interacción de élites a través
de la diplomacia oficial hasta juegos infantiles. Por ejemplo, pueden discutir la naturaleza de los esfuerzos
de mediación con los líderes croatas, bosnios y serbios y la dinámica de intervención de terceros en Dayton,
Ohio (¿hasta qué punto los límites temporales, incluso cuando son extensos, aumentan o reducen el deseo
de alcanzar un acuerdo en algún momento?). También puede ser útil discutir la experiencia de Jimmy
Carter con los representantes palestinos e israelíes en Camp David; o el “procedimiento de texto único”
(single-text procedure)55 o “diplomacia de computadora” (notebook diplomacy) utilizado recientemente en
Haití (un texto producido en laptop, que puede ser llevado de un lado a otro para ser pulido, puede ser una
manera eficiente para lograr un acuerdo). También pueden discutirse otros ejemplos de diplomacia en
situaciones de crisis.
Por otra parte, se puede presentar el concepto de “mediación de pares” con niños de escuelas
primarias y secundarias del lugar, entrenados para hacer la presentación, lo cual posee un extraordinario
poder inspirador. Si ellos pueden hacerlo, ¿cómo no podrán hacerlo los adultos? Una buena discusión
permite adaptar esta herramienta a los círculos profesionales de los Socios.
Alternativamente, se puede proponer a los participantes que indaguen sus propias culturas para
encontrar sus propios mecanismos de mediación. De las sociedades japonesas a las árabes, la familia, el
lugar de trabajo, y los ancianos han sido muy efectivos para regular los niveles de conflicto utilizando
costumbres milenarias.
Ejercicio
Construir una visión colectiva implica pedirle a los Socios que imaginen el futuro, dentro de 20 ó
30 años (dependiendo de la edad de los socios; los mayores pueden imaginar un período más largo) y
37
54
Los niveles son los siguientes: construir la confianza entre las partes del conflicto; re-enmarcar los temas;
establecer la agenda; hacer preguntas en profundidad; reunirse con las partes por separado y tratar sus opciones
para el acuerdo de modo confidencial; reunir a las dos partes para sugerir ideas razonables o para incluir algunas
propias; confirmar —en principio— el acuerdo, redactar un borrador del acuerdo.
55
Este método consiste en que se designa una persona para producir un borrador y hacerlo circular entre los
participantes y ayuda a mejorarlo utilizando el lenguaje apropiado y aceptable para todos, en vez de que cada parte
desarrolle borradores que compitan entre sí. (Susskind & Cruikshank, p. 124)
31
compartir con el Taller las mejores situaciones posibles —pero realistas— que puedan ocurrir en sus
regiones, países, naciones o grupos en conflicto. Se debe dedicar tiempo para alentar a los participantes a
que sean comunicativos y creativos, circulando alrededor de la mesa o por la sala de reuniones para obtener
respuestas de todos los participantes. La atmósfera tiende a ser más bien pacífica y constructiva. Es más
fácil encontrar denominadores comunes para dentro de dos décadas. 56 En muchos casos, los participantes
jóvenes se imaginan a sí mismos ocupando lugares profesionales importantes, mientras los mayores
normalmente pronostican el futuro que quieren para sus hijos. En un caso, un participante de uno de los
países más pobres del mundo se imaginó que las familias de los otros Socios poseerían un Mercedes-Benz y
el coordinador tuvo que señalar en forma realista que tal cosa no sería posible aún en los países más ricos.
Estos son momentos armoniosos que deben ser registrados en las notas y luego resumidos en folletos que
conservarán los facilitadores.
Luego sigue un momento de anticlímax, en el cual los facilitadores, disculpándose, les piden a los
participantes que consideren la peor de las situaciones posibles para dentro de veinte años o más.
Normalmente hay cierta oposición: algunos afirmarán que la situación no puede ser peor, pero otros no
estarán de acuerdo. Sin embargo, todos contribuyen a la conversación, y mientras la atmósfera se torna
más densa y deprimente, los socios recuerdan de donde vienen. Se habla de niveles mayores de conflicto, de
estancamiento económico, incremento en la dependencia de la ayuda humanitaria, guerra de guerrillas,
terror, pérdidas masivas de vida, hambrunas, caos, amenazas nucleares, emergencia de conflictos étnicos
latentes, guerras generalizadas que todo lo destruyen, así como otras escenas descorazonadoras. 57 Todo esto
debe ser anotado en la pizarra o en un rotafolio (flip chart), para luego resumirlo en un folleto. Se puede
discutir el propósito de este ejercicio. Una opción modesta es tratar de recapitular las situaciones positivas
provistas por los participantes (y explícita o implícitamente mantener aparte las negativas) en una suerte de
“informe” que mostrará la sabiduría y cordura colectiva del grupo. En vez de que los facilitadores hagan el
trabajo, debemos alentar a que los Socios, en equipo o individualmente, se encarguen de esta tarea por un
par de horas o por un día —mientras se realizan otras actividades de la agenda—. Durante el taller
realizado en el sudeste de Asia con los ribereños de un río, en una situación de conflicto latente, tres
personas se ofrecieron voluntariamente para hacer el trabajo por separado, y se les prometió un “premio”
por hacerlo. Luego de terminarlos durante la noche, los textos fueron integrados con la ayuda de uno de los
grupos. Las páginas de las visiones originales se repartieron por toda la habitación y se revisaron una a una
para asegurarse de incorporar todas las ideas al borrador. Obviamente, las consideraciones políticas y
diplomáticas tuvieron un papel importante, pero como se mencionó antes, es más fácil ponerse de acuerdo
sobre proyectos comunes para dentro de veinte años o más, que sobre ideas a ser implementadas en el
presente. Para opciones más exigentes se puede utilizar la técnica del “back casting”.
El “backcasting” —o “backtracking”— permite conjeturar la situación para dentro de diez años y
luego cinco, lo cual ayuda a preparar la agenda de discusión de los siguientes días, a través de un
acercamiento A.R.I. Es importante que los mismos participantes establezcan las prioridades a ser
discutidas durante el taller, para concentrarse en las agendas elaboradas en conjunto.
Se puede arribar a muchas conclusiones y se debe hacer que los participantes expresen sus propias
observaciones. Un comentario recurrente ha sido que es necesario comenzar a entender que la idea de
“mantener las cartas cerca del pecho” tiene muchas ventajas cuando se trata de una competencia del tipo
suma-cero (“zero-sum game”): “A” no le dará una buena carta a “B” sin que “B” le de a “A” una carta de
similar valor. De todos modos, en algunos casos puede suceder que ambos necesiten la misma carta para
completar sus “manos”. Por ello, en una visión compartida a largo plazo entran en juego otras dinámicas:
estamos hablando ahora de un “equipo” que quiere, conjuntamente, maximizar sus ganancias en el futuro
(visión positiva) actuando juntos contra circunstancias adversas (visión negativa). En el caso palestino-
israelí, si la visión compartida para resolver el conflicto es un “estado-doble” cooperativo (cooperative
56
“By thinking of the longer term, it is possible to exchange a small loss now for a large gain in the future”.
(Susskind & Cruikshank, p. 88)
557Este fue el peor de los escenarios posibles experimentados en un conflicto sobre medio ambiente por los
participantes del Cáucaso.
32
“two-state”), tiene más sentido señalarlo ahora, para permitirle a los palestinos percibir “la luz al final del
túnel” que han estado anhelando durante tantos años. Al mismo tiempo, la naturaleza pacífica y
desmilitarizada a través de la cual se visualiza el Estado, la legitimidad y la aceptación de Israel como
socio, le permite a las partes sentirse más relajada cuando se discuten los intrincados pasos a tomar para
conseguir el objetivo común.
Con esto hemos concluido la parte de entrenamiento y pre-negociación del TIRC, a la que le siguen
los ejercicios integradores principales en los cuales los Socios intentarán negociar creativamente y proveer,
junto con los facilitadores, soluciones para el conflicto inmediato. La próxima sección del taller comienza
con métodos alternativos para alcanzar consenso y luego da un relato detallado de la metodología preferida,
para, por último, referirse a la parte de la post-negociación que, normalmente, debe comenzar durante el
mismo taller.
En la Parte I nos hemos concentrado en preparar a los Socios en conflicto para trabajar con los
principios de la resolución alternativa de disputas y con métodos más específicos de resolución cooperativa
de conflictos. Recién en los últimos dos días comenzaron a concentrarse en su propio conflicto. En estos
días se ha construido una percepción de mayor confianza, por lo que estarán listos para buscar soluciones
innovadoras. Daremos el ejemplo de diversos ejercicios de consenso y nos concentraremos con mayor
profundidad en las técnicas desarrolladas en los ARIA de Rothman.
La Parte II del taller termina con la preparación para el regreso de los Socios a sus propias
comunidades, y describe algunos de los primeros pasos post-taller que deben cubrirse mientras los
participantes aún están reunidos. A esta altura, los Socios habrán acumulado suficiente experiencia y
habilidad personal para conducir un TIRC por si mismos, y para involucrarse en la resolución de conflictos
en general.
La resolución cooperativa de problemas se basa en la búsqueda del consenso como alternativa para
reforzar soluciones o compromisos débiles. La búsqueda del consenso involucra tomar decisiones que no
están fundadas en la autoridad de la mayoría, sino que se asegura que las preocupaciones de todos serán
oídas y tratadas antes de tomar decisiones. Esto implica que la opinión de todos los participantes debe tener
el mismo peso y merecer la misma consideración. Los siguientes ejercicios para la búsqueda de consenso
pueden ser utilizados para ilustrar este acercamiento.
33
Ejercicio 2: Llenar el vací3858
Utilizando el tema de la pena de muerte (u otro tema polémico), se le pide a los Socios que se
coloquen una etiqueta diferente según sus convicciones (por ejemplo: azul para quien está de acuerdo y
amarillo para quien no lo está), y que se dividan en dos grupos mixtos en la sala. Luego se les pide que,
durante diez minutos, estén muy cerca físicamente y que traten de persuadirse entre sí para cambiar de
opinión. Al final de la sesión, quienes hayan modificado su postura deben cambiar también su etiqueta.
Usualmente, en esta primera fase nadie lo hace.59
Luego se pide que lo vuelvan a intentar, buscando puntos de acuerdo y tratando de encontrar un
alternativa menos dañina. Hay que agregar una tercera división en la sala para quienes han sugerido una
nueva categoría tal como “no a la pena de muerte, pero sí a la prisión perpetua obligatoria, sin libertad
condicional”. Se les pide entonces a los participantes que se coloquen una etiqueta verde si es que han
encontrado una nueva posición y que se ubiquen entre las dos posturas extremas. Los otros pueden
permanecer donde estaban originalmente. Los “verdes” (mezcla de azul y amarillo), durante otros diez
minutos, deben tratar de persuadir a los demás para que se les unan proponiendo nuevas alternativas, tales
como “preferencia voluntaria del prisionero por la pena de muerte en lugar de prisión perpetua” o “pena de
muerte por el asesinato de otro prisionero o de un guardiacárcel”. Se puede hacer una tercera ronda,
tratando de no perder a quienes ya han aceptado un terreno común.
El punto es demostrar que cuando la gente se enfrenta a posiciones dicotómicas, tienden a
polarizarse mucho más que cuando se les pide que elaboren soluciones alternativas.
38
58
Una modalidad más sistemática ha sido experimentada en conflictos de medio ambiente a través de “negotiated
rulemaking”. Ver Pritzker & Dalton, Negotiated Rulemaking Sourcebook, p. 19.
59
Aprendí este ejercicio de un coordinador de UNICEF que estaba trabajando con el tema de la pena de muerte.
34
El “pensamiento lateral” nos llevó a investigar las características de los microestados
independientes existentes, por lo cual pudimos ofrecerle a los socios una síntesis de sus atributos. 60 Durante
los meses de preparación del taller sobre la región, que tuvo lugar en Aland, Finlandia —uno de los mejores
y más antiguos ejemplos de autonomía—, nuestros socios locales investigaron casos similares en otras
partes e identificaron una lista de opciones logradas de mutuo acuerdo utilizando el sistemático marco de
autonomías de Ruth Lapidoth3961
En un documento llamado “Difusión del poder: opciones para sociedades en transición”
informamos sobre los casos de las Islas Aland (una parte autónoma de Finlandia donde se habla sueco), de
la Generalitat de Catalunia (la región más descentralizada de España), y la Comunidad de Puerto Rico (con
status de Estado Asociado de los Estados Unidos). Desagregamos el paquete completo de acuerdos según
las diferentes funciones: culturales, políticas (ejecutivas, legislativas y judiciales), económicas, religiosas,
infraestructura, de lenguaje, etc. Más tarde, se le pidió a los Socios que se sentaran alrededor de la mesa e
individualmente escribieran las cinco cualidades preferidas y las cinco mejores soluciones posibles,
recordándoles nuevamente que debían tener en cuenta, en la medida de lo posible, las preferencias de las
otras partes involucradas en el conflicto.
La expectativa es que los grupos produzcan una declaración que incluya los atributos mencionados
en el área de acuerdo que podrían representar principios compartidos regionalmente; esto es mucho más
fácil que otener una declaración de posibilidades alternativas por parte de los Socios con respecto a cada
uno de los tres conflictos. Los puntos de acuerdo alcanzados por los Socios Caucásicos fueron más de los
anticipados, y las partes mayores (Azerbaijan y Georgia) hicieron más concesiones que las partes menores
(Abkazia, Osetia del Sur y Nagorno-Karabaj.) Los Socios se pusieron de acuerdo en lo que luego se llamó
“Primera Proclamación Regional de Principios para la resolución de conflictos en el Transcáucaso” (hoy
traducida a todas las lenguas regionales.) Actualmente este experimento está en proceso de evaluación.
60 Para mayores detalles sobre las opciones de auto-determinación y condición de estado, ver Duursma, Jori C.
Fragmentation and the International Relation of Micro-States.
39
61
Lapidoth, Ruth, Autonomy, 1997.
35
qué puntos les gustaría señalar en nombre de su nación o grupo. La segunda fase (Reflexiva), supone
presentar las necesidades subyacentes y los intereses de cada parte, e intenta responder por qué sostienen
sus posiciones y por qué se las ha presentado en la etapa anterior de un modo adversarial. 62 De esta
manera, se comparten las necesidades que motivan estas posturas. Una vez que se han comprendido las
razones que subyacen a las posturas formales, se vuelven evidentes los puntos de convergencia que proveen
la base para la tercera fase (Integradora). En este punto, ambas partes se concentran en buscar ideas de
consenso y en responder cómo resolver el conflicto40 Dependiendo de la naturaleza de los participantes, se
buscan diversos ejemplos sencillos que sean relevantes, para dejar en claro a ambas partes el mensaje de
que a diferentes aproximaciones corresponden distintos resultados.
Para presentar el A.R.I. a un grupo de personas, en su mayoría hidrólogos, de estados ribereños
con problemas por el control del río, utilicé el siguiente ejemplo: un huevo rodó cuesta abajo hacia la granja
vecina y quedó atrapado en la verja que divide las propiedades. En el nivel adversarial, una familia dijo que
tradicionalmente todos los huevos que rodaban hacia su propiedad eran suyos y que tenían documentos
para probarlo. La otra familia dijo que había puesto la verja porque el declive del terreno de su propiedad
les impedía quedarse con los huevos puestos por las gallinas que andaban por ahí, y que ningún vecino
había tomado posesión de sus huevos aún cuando, en principio, todas las familias tenían ese derecho. Los
argumentos eran inconducentes, y con el forcejeo de la verja, el frágil huevo se rompió. Si las familias
hubieran podido superar la discusión adversativa y reflexionar acerca de las razones por las cuales
necesitaban el huevo, hubiese sido claro que una familia necesitaba la yema para hacer mayonesa y la otra
la clara para hacer merengues. Esto hubiera permitido una discusión integradora acerca de cómo separar
las partes del huevo y, tal vez, los hubiera llevado a pensar en otras alternativas que los beneficiaran a
ambos, como, por ejemplo, en que ambas familias podrían procesar la cáscara, obtener el material nutritivo
especial para la alimentación y venderlo juntas.
El coordinador deberá ser cuidadoso y señalar que, por supuesto, en la vida real los problemas son
más complejos, pero que la lección es igualmente válida. Para lograr que la situación se asemeje más a la
enfrentada por los Socios, se pueden utilizar diferentes escenarios y situaciones que involucren el trabajo en
equipos o más aspectos en una discusión.
62
Si es necesario ilustrar cómo algunas normas competitivas provocan actitudes de confrontación, se puede citar el
experimento “Robert’s Cave”. Este tuvo como protagonistas a unos estudiantes de vacaciones que, luego de
acampar y divertirse por un fin de semana, se dividieron en dos grupos que competirían en una serie de juegos tales
como la búsqueda del tesoro, fútbol, etc. Los organizadores mantuvieron los puntajes próximos a propósito y
prometieron atractivos trofeos y premios para el equipo que alcanzara más puntaje. Los estudiantes pronto
asumieron actitudes cada vez más adversas devaluando al otro equipo y asumiendo que el objeto era ganar y
demostrar que los demás estaban equivocados. Esto puede compararse a un foro como el de Naciones Unidas,
donde las delegaciones con frecuencia hablan con propósitos cruzados (por ejemplo, los delegados cubanos y
estadounidenses), y donde el esfuerzo principal es “marcar puntos” para ganarle a los otros delegados en vez de
convencerlos. Extraído de Sharon Brehem & Saul Kassin, Social Psychology.
40
36
Nota a los facilitadores
Por lo general, no hay necesidad de dedicar mucho tiempo al entrenamiento de los participantes
dado que el discurso opositor ha sido la norma en muchas sociedades, particularmente en casos de
conflictos prolongados. Cabe recordar, sin embargo, que el discurso agresivo no es universal: a algunos
estudiantes japoneses y tailandeses con los que trabajamos les resultaba muy difícil expresar argumentos de
una manera adversa. En tales casos, resultará beneficioso un cierto entrenamiento de defensa culturalmente
apropiada.
El ejercicio adversarial
En primer lugar, los facilitadores determinarán el tema. Puede ser una situación simulada (por
ejemplo, un debate del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sobre cierta querella), o sobre los temas
específicos que dividen al grupo. En todo caso, el área de discusión debe quedar bien definida. Una vez que
los principios han sido comprendidos y los facilitadores han respondido a todas las preguntas, se le da 20
minutos a cada parte para que prepare una lista de argumentos y otra con un orden de presentadores,
incluyendo un coordinador y un co-piloto, quienes comenzarán la discusión y permanecerán en el área de
debate hasta que los otros miembros del equipo se sientan cómodos como para participar en el ejercicio.
Las partes deben estar sentadas una frente a la otra, cara a cara. En el centro se colocan dos sillas frente a
frente a corta distancia la una de la otra. Cada parte será representada por el coordinador y el co-piloto. El
debate comienza con las declaraciones de los facilitadores que durarán entre dos y cuatro minutos. Luego
de una breve ronda de discusión, el co-piloto se une al debate y en cualquier momento pueden comenzar a
participar los demás miembros de cada equipo. Cada vez que un Socio quiere agregar algo, deberá
aproximarse a cualquiera de los miembros de su propio equipo que están debatiendo y, tocándole el
hombro, indicarle que quiere participar. El coordinador o el co-piloto se levantarán y regresarán al grupo,
permitiendo que el reemplazante presente sus argumentos.
Este ejercicio dinámico puede durar unos 20 minutos, dependiendo del número de participantes en
cada equipo (se trata de que todos participen) como de la intensidad de la discusión. No hay necesidad de
interrumpirlo a menos que se torne en una sesión de gritos y se empiece a utilizar un lenguaje incriminador,
o que se hagan observaciones críticas sobre el otro. Si el debate llegara a este punto, el coordinador podrá
pedir a todos que se tranquilicen y que los Socios regresen a sus lugares para evaluar su desempeño. A final
del debate lo que se evalúa en primer lugar es el desempeño más que los argumentos. Luego, los
participantes se concentrarán en la calidad del contenido de las presentaciones y en la elaboración de los
argumentos.
Mientras se preparan para una segunda ronda pero con los roles invertidos, los equipos tendrán que
comentar los puntos que fueron dejados fuera de sus exposiciones. Se debe prestar atención a la naturaleza
de sus argumentos, particularmente dado que el otro lado tendrá que usarlos en la representación de roles
intercambiados. En esta discusión se puede sacar a relucir muchos puntos valiosos: argumentos históricos,
disputas sobre la cantidad de años de presencia en la tierra en disputa que a lo largo del tiempo puede
aclarar la tenencia original. También puede haber diferentes interpretaciones sobre quién comenzó el ciclo
de violencia, número de víctimas, tipo de atrocidades, o sobre la secuencia de causa-efecto, cuestiones de
derecho, ley y moral. Si hay observadores imparciales (por ejemplo, los anfitriones), se les puede pedir de
antemano que tomen apuntes y hagan comentarios adicionales durante el análisis. Se debe destacar que el
objetivo de esta parte del análisis es aclarar las posiciones y no determinar quién tiene razón.
Luego comienza la segunda ronda, organizada del mismo modo que la primera, pero en este caso
cada parte representa a la otra. A menudo hay una cierta resistencia a representar los puntos de vista de la
otra parte, pero dado que las reglas del juego han sido aclaradas de antemano, los Socios deberán superar
esta aversión natural y proceder a defender enérgicamente los argumentos del opositor. Frecuentemente, los
equipos presentan las posiciones más extremas de sus contrincantes, ya sea porque no pueden percibir las
posiciones más moderadas o porque, desde la perspectiva política, es más expeditivo retratar al otro de
extremista que se resiste al acuerdo. Los presentadores tienden a ser más efectivos, o al menos más
mordaces y críticos del otro. Esta sesión puede ser tensa, pero ocasionalmente, la habilidad de representar
las posturas extremas del lado opuesto puede provocar risa. Los facilitadores deberán mantener una
37
postura seria durante la simulación y, de ser necesario, detener el ejercicio y exigir un comportamiento
adecuado de las partes.
La evaluación del intercambio de roles también debe cubrir el desempeño, pero se debe pasar
rápidamente al análisis del alcance y las limitaciones del nivel adversarial. Una vez completado, se puede
comenzar el análisis del estilo verbal, en general agresivo, utilizado por los dos grupos. Se debe señalar el
lenguaje corporal: las caras que expresan enojo, aburrimiento o sospecha; el tono de voz y los gritos; las
posturas físicas y gestos tales como cruzar los brazos, el contacto visual. De igual manera, se debe
mencionar el uso de ciertas metáforas (las citas de textos sagrados o de frases famosas), de ciertas frases
hechas (“sangre en las manos”) y de expresiones tales como “Ustedes no entienden”, “No saben de lo que
hablan”, “Eso no es cierto”, “Están equivocados”; además de frases que implican total certeza como “por
supuesto”, “sin duda”. También es necesario señalar que puede surgir una tendencia a la repetición, al igual
como obra la publicidad, especialmente cuando los Socios se han quedado sin argumentos pero se rehúsan
a ceder la palabra. Del mismo modo, hay que hacer notar la tendencia a interrumpir cuando los demás
hablan y provocar que varias personas hablen a la vez, incluso miembros del mismo equipo; así como la
tendencia a dejar de escuchar y preparar la respuesta mientras habla otra persona. Ciertas suposiciones
serán definidas como verdad y otras como equivocadas o falsas y, por lo tanto, descartadas a priori,
demostrando la disposición a estar en lo cierto a expensas de que el otro esté equivocado. La defensa de
una posición hace que la discusión se restrinja a los puntos más fuertes, recurriendo a menudo a verdades a
medias (es rara la mentira, aunque en el escalamiento del debate, las partes pueden llegar a proveer cifras,
datos y hechos infundados, y la otra parte no siempre podrá responder con evidencia efectiva para
demostrar lo contrario). El uso de términos como “mío” y “ustedes”, categoriza a cada campo de modo
monolítico. El mismo concepto puede ser notado en las quejas presentadas por las partes contendientes al
Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, donde cada lado responsabiliza al otro de haber iniciado
unilateralmente las hostilidades.
Por una parte, esta fase es un diálogo de sordos y, como se deja de escuchar, se vuelve agresiva y
verborrágica. Cada quien escucha al contrario buscando sus puntos débiles para contrarrestar sus
argumentos. Este discurso sólo afirma los puntos de vista preconcebidos de los participantes y crea una
actitud mental prematuramente cerrada, enraizada en posiciones previas. Por otra parte, este estadio
cumple funciones importantes, tales como la habilidad de enmarcar posiciones oficiales de modo que los
adversarios comprendan que, después de todo, los otros también tienen algunos argumentos buenos. Ésto
permite, a su vez, que cada parte sienta que existe una plataforma desde la cual pueden lanzar lo que
normalmente no es demagogia, sino principios que han sido aceptados por cada lado como verdaderos y
justos. Más aún, hay una cierta catarsis en el proceso que le permite a los Socios exteriorizar los
sentimientos negativos. En otras palabras: no se puede entender completamente al otro sin antes haber sido
capaces de verbalizar las propias convicciones frente a él. Algunos de los agravios son genuinos y
profundos, y es necesario ventilarlos públicamente.
Sobre todo, esta andanada inicial es una declaración y pone sobre la mesa una larga lista de cargos
a partir de los cuales los Socios podrán avanzar en busca de una mejor comprensión del conflicto y de sus
posibles soluciones. Los participantes pueden explicar sus sentimientos y evaluar sus actitudes.
Obviamente, se está buscando un entendimiento común, aunque no se provean soluciones; esta fase es una
condición necesaria para pasar a las etapas que acercarán a los participantes. El cuestionamiento es
importante, y es necesario asegurarse de que los Socios no abandonen la sala alienados unos con otros. Se
espera que, habiendo representado el lugar del otro, los Socios se sientan más cerca por haber verbalizado
la verdad subjetiva del otro. Puede ocurrir que los participantes se vean forzados a renunciar al argumento
de quién tiene más derechos y acepten que simplemente ambos tiene derechos, como lo han mostrado las
emociones involucradas en este ejercicio y en el conflicto mismo, en el alto costo humano que demuestra la
determinación de todas las partes con respecto a su respectiva causa.
Antes de terminar el día, se debe encontrar un modo para explicar la naturaleza del nivel reflexivo,
puesto que puede resultar difícil para alguno de los Socios tener una buena noción sobre éste y sobre cómo
participar sin previa práctica o conciencia de sus poderosas cualidades. Cada tanto surgen situaciones
conflictivas o simplemente empeoran las ya existentes por falta de comunicación y por no tener un
38
conocimiento compartido. Hay que pedirle a los socios que hagan un esfuerzo adicional para el próximo
día, y que reflexionen sobre las propias motivaciones, valores y necesidades para expresar sentimientos y
para escuchar con atención a la otra parte.
41
63
Este documento se usó en un taller realizado en Baltimore, Maryland en 1998.
39
un alto nivel de preocupación por ambos, que motiva el esfuerzo conjunto para encontrar una solución
beneficiosa para todos. Este último espectro, que representa el mismo nivel de preocupación en ambas
partes, se sitúa entre los otros dos antes mencionados. En conflictos sobre asuntos (necesidades) de alta
preocupación, una colaboración total crea una solución estable; cualquiera de las otras opciones deja a una
o a ambas partes parcial o completamente insatisfechas, y representa un acuerdo inestable.
Obtener información
1. Utilizar “estímulos” tales como: “¿Puede decir algo más sobre esto?”, “¿En serio?”,
“¿Es cierto eso?”
2. Usar un tono de voz que exprese interés.
3. Hacer preguntas abiertas para obtener más información.
4. No abrumar a la persona que habla con demasiadas preguntas. Dar al que habla la
oportunidad de decir lo que necesita decir.
5. Evitar dar consejos o describir un momento en el que algo similar le ha ocurrido a usted.
Para practicar la escucha activa se pueden considerar tres modalidades diferentes. Se puede consultar con
los Socios cuál de los tres ejercicios prefieren utilizar. Si no hay suficiente tiempo para ilustrar y practicar
42
65
UNICEF, Education for Conflict Resolution: A Training for Trainers Manual (New York: Education for
Development, 1997), p. 41.
43
66
UNICEF, 1997, p. 59.
41
las tres modalidades en rondas consecutivas, se puede dividir a los Socios en pares o en grupos de tres y
que cada uno explore uno de los diferentes tipos de escucha activa y luego compartan la experiencia.
Ejercicio 1
Dividirse en grupos de tres personas. Cada persona hablará por turno siguiendo el orden del
círculo. Mientras la primera persona habla, la segunda escucha y luego repite lo que ha escuchado al que
habló, evitando hacer críticas o emitir juicios cambiando el uso de ciertos términos. El tercer miembro
actúa a manera de instructor —como una suerte de entrenador deportivo—, prestando mucha atención a las
señales verbales y no verbales, y de este modo ayuda al hablante y al oyente a escuchar activamente. Esto
puede repetirse tres veces,y así cada persona tiene la oportunidad de ejercitar los tres roles, y de sentir los
beneficios que puede ofrecer la escucha activa. Luego, todos los participantes se reúnen en un gran círculo
y un miembro de cada grupo informa sobre los hallazgos más importantes.
Ejercicio 2
Los equipos se sientan cerca el uno del otro, formando un semi-círculo en el que los participantes
queden enfrentados frente a frente. Los Socios de un equipo escuchan lo que los otros dicen acerca de sus
experiencias y motivaciones en el conflicto, luego quienes han escuchado sintetizan lo que ha sido
expresado utilizando menos palabras que los hablantes originales. Luego se invierten los roles. Parafrasear
el discurso del otro puede ayudar a organizar las ideas del presentador original y aclarar algunos conceptos
que puedan haber sido expresados pobremente. Durante esta fase la voz de los Socios tiende a ser baja,
puesto que el modo es más introspectivo. Dado que los participantes tienden a hablar suavemente acerca de
sus preocupaciones, el semi-círculo debe ser lo más cercano posible. Cada conversación debe durar sólo
cinco minutos. Algunos tópicos: un problema laboral que fue resuelto aunque no necesariamente de manera
exitosa, una experiencia personal pasada en relación al conflicto mismo, una ocasión en la cual el hablante
fue mediador en un conflicto, entre otros.67
Ejercicio 3
El objetivo es que los miembros del grupo practiquen destrezas de consejero y frases reflexivas
para incrementar la comprensión. El Socio es alentado a expresar sentimientos que dudaría declarar en voz
alta. Los participantes de un equipo hablan de sus experiencias y motivaciones en el conflicto presente,
mientras el otro grupo los alienta, utilizando frases tales como “dígame más”, “comprendo, pero ¿qué
quiere decir con ‘humillación’?”, “Todos tenemos temores, pero ¿qué caracteriza al suyo?”. De esta
manera, la parte que escucha actúa como terapeuta. Ha sido gratificante ver la cantidad de información que
han podido obtener los Socios cuando preguntan de una manera servicial e interesada.
67
Ibid, p. 46.
42
A este nivel debe quedar claro cómo las malas interpretaciones distorsionan el mensaje de las
partes e inclinan a cada lado a esperar los peores comportamientos y conspiraciones del otro. Ahora los
Socios deberían estar más conscientes de que cierto tipo de individuos y naciones tienden a expresar sus
necesidades sólo indirectamente, tienen necesidades reconocibles universalmente, y que algunas necesidades
diferentes serán más obvias en diferentes grupos. Por ejemplo, los israelíes están enormemente preocupados
por la seguridad, tanto a nivel personal como nacional; los palestinos, en cambio, sienten una fuerte
necesidad de ser los dueños de su destino y de no vivir controlados por otros. Tal vez ambas necesidades
pueden ser satisfechas, dado que ambos están buscando resultados diferentes pero en algún sentido
complementarios. Es este terreno común, basado en el desarrollo de la comprensión de las necesidades
compartidas o complementarias, lo que permite a las partes lidiar con la resolución de los problemas del
grupo más que con los problemas personales.
Ejercicio: Perspectivas
Una manera simple de ilustrar la importancia de la perspectiva es pedirle a los Socios que miren y
se concentren en una parte de la sala en particular, en la cual haya diferentes objetos, en una vista desde la
ventana o en un cuadro. Luego se le pide a los participantes que describan lo que ven/perciben/observan
desde su punto de vista. La idea es concluir mostrando que la apertura a múltiples puntos de vista brinda
una descripción más rica. Cualquiera sea el ejercicio que se utilice, debe llevar poco tiempo para mostrar
rápidamente una nueva manera de percibir el mismo cuadro. Esta etapa es interesante para que se den
cuenta cómo, en un grupo de dos o más, hay muchas maneras de comprender las mismas cosas. Estos
ejercicios ejemplifican el valor de ser creativo en la resolución de problemas.
43
de la resolución de problemas” de Osborne, y es un paso en el ciclo que incluye hallar hechos, problemas,
ideas y soluciones, así como aceptar esos hallazgos. Buscar ideas es parte de un proceso de pensamiento
que trata de unificar el pensamiento más lineal del hemisferio izquierdo del cerebro con el pensamiento más
holístico del hemisferio derecho. Hacerlo requiere el uso de técnicas lógicas y secuenciales, pero también
otras más aleatorias y libres.
Algunos de los métodos que han funcionado bien para Sanders y Kaufman son el pensamiento
lateral, el “backcasting”, escribir en diferentes colores, la escucha circular, el mapeo de la mente, y el
intercambio de listas. Es evidente que la cantidad de generadores de creatividad es tan amplia como la
capacidad de los facilitadores para inventarlos. Es una buena idea hablar acerca de estas maneras de
desarrollar nuevas ideas y sobre el pensamiento como un sistema de información auto-organizado. El
pensamiento lateral, por ejemplo, puede ser contrastado con el pensamiento jerárquico o lineal (lógico), que
puede llevar a perspectivas estrechas, a una “visión en túnel”, restringidas por preconceptos no examinados
acerca de lo que es posible o relevante.
El pensamiento lateral le permite a las personas buscar horizontalmente analogías entre situaciones
que parecen muy diferentes, pero que comparten algunas características con el conflicto que se discute en el
taller. Por ejemplo, en el caso de los socios caucasianos, cuando se negoció que Nagorno/Karabaj, Abkazia
y Osetia del Sur escaparan al control de Azerbaiyán y Georgia respectivamente, se pudieron explorar
lateralmente dos parámetros: la naturaleza e historia de los micro-estados, y los mejores ejemplos de
regiones que disfrutan los atributos de la autonomía4468
Otra opción es el backcasting , que los participantes pueden reconstruir a partir del ejercicio previo
de la “visión compartida”, revisando los resultados negativos y positivos del problema en períodos de 20
años, 10 años y luego el presente. Otra sugerencia incluye “agrandar la torta” antes de cortarla, o sea, que
se agregan incentivos para el acuerdo inyectando otros elementos a los que ya están en disputa. Un ejemplo
de este principio pueden ser los conflictos territoriales que resultan en una división injusta del terreno. En el
caso de Jerusalén, se puede concebir un área municipal mucho más amplia, “agrandando” los límites hasta
lo que en los tiempos del Imperio Otomano se llamaba sanjak o distrito de Jerusalén, y luego dividirlo en
un área palestina y otra israelí. Otros instrumentos de compensación no específica (es decir, que no se
pagará con la “misma moneda”) funcionan concentrándose en las transacciones y sugiriendo nuevas
alternativas. Estos métodos incluyen “convenios de ayuda mutua” (log-rolling), “reducción de costos”
(cost-cutting) y “construcción de puentes” (bridging).69 En el primer caso, cada parte concede en asuntos
que son de baja prioridad para sí mismos y de alta prioridad para el otro. En la “reducción de costos”, una
parte obtiene lo que quiere pero los costos del otro son reducidos o eliminados. En el último caso, ninguna
parte obtiene sus demandas mínimas, sino que se diseña una nueva opción para satisfacer los intereses más
importantes que subyacen a las demandas.
44
68
Una historia contada por Edward De Bono es un muy buen ejemplo. Había una villa en la que vivían un granjero
muy pobre y su hermosa hija. El granjero le debía dinero a un feo y resentido prestamista, quien llegó un día
exigiendo su dinero o la propiedad del granjero. El granjero no tenía dinero para pagar, y estaba preparado para
entregar su tierra, cuando el prestamista sugirió otra idea. “Tendrás la oportunidad de conservar tu propiedad y de
cancelar tu deuda si me permites que me case con tu hija”, dijo. “Más aún, dejaré que pruebes tu suerte. Tomaré
dos guijarros del camino, uno negro y otro blanco, y tu hija podrá adivinar en qué mano está la piedrecilla blanca.
Si adivina, es libre de hacer lo que quiera y la propiedad será tuya sin ninguna prenda”. El granjero se sintió mal,
pero su hija le dijo que ella estaba dispuesta a hacer su parte, dado que no tenían otra alternativa. Sin embargo,
para su consternación, ella se dio cuenta que el prestamista había elegido dos piedras negras y tenía una en cada
mano. Mirando a su alrededor, la hija del granjero estaba convencida de que su situación no tenía arreglo.
Mientras miraba, alternativamente, a su padre, las manos del prestamista y al sendero, comenzó su proceso de
pensamiento lateral. Una voz interna empezó a decirle: por una parte, no tienes opción; por otra... De repente,
golpeó fuerte en una de las manos del prestamista, y la piedra negra cayó al suelo. “Mil perdones, señor”, dijo ella.
“Pero ahora, elijo la otra mano y si la piedra que tiene en ella es negra, los dos somos libres”.
69
Rubin, J.Z., Pruitt, D.G. & Kim, S.H., pp. 174-179.
44
Ejercicio sobre Pensamiento creativo: Pensar fuera del marco
Los facilitadores deben usar el material del Apéndice 3 que son un instrumento muy efectivo para
mostrar que el pensamiento creativo puede resolver problemas que habitualmente se consideran insolubles.
Establecimiento de la agenda
La agenda para la sesión de búsqueda de ideas del día siguiente puede ser establecida de diferentes
modos. Una manera de aproximarse a la búsqueda de ideas sería a partir de la información que se haya
obtenido de las negociaciones realizadas con la diplomacia oficial, ya sea a partir de los impases que hayan
surgido o de los puntos en discordia que han sido evitados hasta ahora en las negociaciones, pero que es
necesario tratar antes del acuerdo. Otra forma es revisando las mejores y peores situaciones posibles
conversadas en la instancia de la “visión común” haciendo un backcasting desde el futuro al presente y
elegiendo los temas a ser discutidos. Por último, otra forma es simplemente pedirle a los participantes
mismos que sugieran los ítems más importantes y viables.
Es aconsejable designar entre los Socios un pequeño comité preparatorio que se reunirá con los
facilitadores uno o dos días antes de la sesión de búsqueda de ideas para discutir los posibles puntos a
considerar. Por ejemplo, en un caso en el que estábamos trabajando sobre el problema palestino-israelí,
buscábamos ideas para contrarrestar los efectos negativos de los actos terroristas y de violencia masiva por
ambas partes, considerando qué se podía hacer antes y después de estos trágicos eventos que podían afectar
tanto lo privado (la familia) como lo público. El tema en el nivel integrador debe ser presentado a todos los
Socios durante esta sección, para que puedan pensar sobre el mismo antes de que comenzar el nivel
integrador propiamente dicho.
45
coordinador tenga la destreza necesaria para mantener la línea de la actividad y que no permita ningún tipo
de comentarios y se abstenga él mismo de hacerlos. En todo caso, hay que asegurarle a los participantes
que luego habrá una oportunidad para hacerlo.
Si el coordinador tiene la sensación de que los Socios no tienen el estado de ánimo necesario para
la búsqueda de ideas, se les debe recordar que este ejercicio está diseñado para generar situaciones “win-
win”; de este modo ninguna de las dos partes sentirá que ha perdido algo frente a la otra. 70 También hay que
recordarle a los Socios que las ideas no convencionales pueden generar soluciones por medio del
intercambio de ideas.
70
Hay una fábula china que ilustra perfectamente las diferencias entre las situaciones de “suma-cero” y “gana-
gana”, y puede ser apropiado compartirla con los Socios. A un hombre de la China se le concedió el deseo de ver la
diferencia entre el cielo y el infierno antes de morir. Cuando visitó el infierno, vio mesas cubiertas de manjares de
todo tipo, pero toda la gente estaba hambrienta y enojada. Aunque había comida, estaban obligados a sentarse a un
metro de la mesa y a utilizar palitos de un metro de largo que hacían imposible la tarea de llevarse la comida a la
boca. Cuando el hombre fue la cielo, se sorprendió mucho porque la situación era la misma, salvo que la gente allí
era feliz. ¿Cuál es la diferencia? En el infierno la gente intentaba alimentar a sí misma y en el cielo se alimentaban
unos a otros.
71
Un colega peruano sugirió otro método para el caso de que una segunda sesión de búsqueda de ideas sea
necesaria. Este consiste en entregarle a cada participante cinco tarjetas y pedirle que escriba con letra grande (y con
marcadores de color) una idea en cada tarjeta. Después de unos diez minutos de creación de ideas por separado, los
participantes leen en voz alta una idea por vez y la colocan en la pared formando distintos grupos. No hay
necesidad, todavía, de ponerle nombre a los grupos. Sólo más tarde, cuando los participantes se reúnan en
pequeños grupos de trabajo, se dividirán estas listas según criterios claros. Este segundo método tiene la ventaja de
que permite armar mejor las ideas; el primero proporciona un estímulo más creativo a través del entusiasmo
colectivo de generar ideas juntos..
46
suma cero (Zero-sum) de los conflictos, cambia. Las partes conectarán diferentes valores a las ganancias (y
a las pérdidas) en cada una de las canastas, e incluso si hubiera una canasta que parece contener todas las
cuestiones más vitales en riesgo. El introducir muchos grupos (en ocasiones más de diez) advierte a ambos
grupos de las pérdidas y las ganancias potenciales con las que pueden estar dispuestos a ser flexibles, y no
las cuestiones históricamente más difíciles y más importantes de resolver. En otras palabras, puede ser
razonable dejar para el final el área de problemas más difíciles (por ejemplo, entre los palestinos y los
israelíes, la cuestión de Jerusalén, la ubicación de divisorias de agua entre los estados ribereños) para que
un grupo especial los discuta. Una vez acumuladas soluciones creativas y atractivas para las cuestiones
más pequeñas, aumenta la motivación para enfrentarse más eficazmente con los problemas centrales.
72
Evasión (cuando la relación y el logro de los objetivos no son más importantes que la confrontación);
Competitivo (cuando la relación no es importante, pero sí lo es alcanzar el objetivo); Concesivo (cuando tanto la
relación como los objetivos son moderadamente importantes); Adaptable (cuando la relación y el objetivo son
igualmente importantes). Se puede consultar un sistema de caracterizaciones que les permita a los participantes
clasificar sus personalidades en alguna de las categorías mencionadas, en Federal Mediation and Conciliation
Service. Skill Building Modules, Washington, DC), “How I Act in Conflicts?”, SB3C-H3, pp. 1-4.
47
Ejercicio de Consenso
Los pequeños grupos se reúnen en una plenaria, fijando sus cuadros en las paredes de la sala. Los
facilitadores deben presentar qué se debe hacer en la búsqueda del consenso. Después de la presentación de
cada pequeño grupo, se le debe preguntar a los Socios si hay consenso al respecto (no es una buena idea
preguntar si hay opositores). Si hubiera objeciones mayores, un relator, otros miembros del mismo grupo o
el grupo en su totalidad podrán aclarar el punto en cuestión. Siempre hay espacio para agregar, sacar o
cambiar la redacción original de una idea. Los disidentes sentirán cierta presión de sus pares para aprobar
una idea aún cuando no estén totalmente de acuerdo. Aunque no se debe obligar a nadie a seguir a la
mayoría —y las reglas del consenso le dan a cada Socio el poder del veto— no es contraproducente que un
Socio abandone su objeción en virtud de lo que los demás miembros del grupo consideren posible. En
algunos casos, un participante que está de acuerdo con abandonar sus objeciones se convierte en la reina o
el rey del día, y puede sentirse muy bien por haber cedido en vez de persistir en la intransigencia. Por otra
parte, si alguien persiste en sus objeciones y no es posible encontrar ningún arreglo, se debe abandonar la
idea y continuar con el proceso sin hacer que nadie se sienta excluido o aislado.73
Nota a los facilitadores
Me he encontrado con casos en los cuales se ha llegado al consenso pero unos días más tarde uno
de los Socios ha cambiado de opinión y no está de acuerdo con sus ideas anteriores. En estas
circunstancias, uno puede optar por hablar con esa persona y volver a redactar el preámbulo de la
declaración diciendo algo así como “todos los miembros del equipo ‘A’ y una enorme mayoría del equipo
‘B’”.
Una vez que la lista aprobada está completa, se debe pasar en limpio y distribuir entre las partes y,
si los Socios están de acuerdo, a otras partes interesadas. El ejercicio concluye con una breve evaluación
del Nivel Intergrador y del A.R.I. Los últimos días habrán sido muy intensos y productivos. Los
comentarios son muy importantes, para que los facilitadores y organizadores puedan aprender qué ha
funcionado, y para apreciar el valor de sus esfuerzos individuales y colectivos.
774Dadas las dificultades intrínsecas de las modalidades altamente estructuradas como los TIRC, ha habido cierta
polarización de actitudes en el campo del entrenamiento transcultural para la resolución de conflictos, entre las
modalidades “prescriptivas” y las “deductivas” (Lederach, 1991). Por una parte, la modalidad “deductiva”, de corte
más antropológico, considera que las respuestas reales al conflicto pueden encontrarse en las propias culturas y
tradiciones de los Socios, y que los facilitadores sólo necesitan ayudar a sacar a la luz técnicas que los Socios
pueden haber llevado consigo durante décadas o siglos, aunque —tal vez— sólo comprendidas implícitamente o
48
Discusión acerca de la transformación de la cultura y el conflicto
En una modalidad más productiva, el taller puede concentrarse en revisar los puntos fuertes y los
débiles de la resolución cooperativa de problemas a la luz de las tradiciones, los mecanismos y las prácticas
existentes para la resolución de conflictos en sus propios países y culturas. Los facilitadores conducirán la
discusión acerca de cómo aprovechar mejor lo que se ha aprendido para aplicarlo en las culturas de los
Socios. Este objetivo debe ser seguido de una manera sistemática, comenzando con conceptos básicos tales
como paz, conflicto, manejo y reconciliación. Es importante y valioso escuchar, comentar y así tratar de
producir nuevas ideas para adaptar el modelo y de este modo ayudar a los participantes a desarrollar una
perspectiva integradora que será efectiva en sus comunidades7545 Al desarrollar sus propios planes para
conducir un entrenamiento de resolución de conflictos, los participantes necesitarán adaptarlo para la
mentalidad y cultura de sus propias naciones, incorporando elementos autónomos de tradiciones locales
tanto en el nombre como en los contenidos de los ejercicios. El respeto al papel de los mayores en las
conversaciones de paz es un factor a tener en cuenta, la antigüedad no debe ser desafiada ni cuestionada
innecesariamente. Algunas redes sociales muy fuertes hacen difícil que la gente se separe del problema y
requieren modos alternativos para hacerlo.
Una de las dificultades que se ha observado es el “role-playing” del nivel adversarial del A.R.I. En
algunas culturas donde la tradición confuciana es fuerte, la idea de ser abierto al hablar y comportarse de
un modo agresivo es contraria a su tradición y, a menudo, los participantes no pueden o no están dispuestos
a seguir las reglas de este ejercicio. Al experimentar sobre la adaptación nos fue posible averiguar que
estudiantes secundarios japoneses que trabajaban con un conflicto específico no se sentían cómodos
hablando de ello en voz alta, pero no tenían inconveniente en escribir lo que sentían. Otra adaptación
incluyó no compartir declaraciones personales, sino pedirle a un miembro de cada grupo que actuara como
“informante” o como líder y explicara al plenario los comentarios expresados por los miembros del grupo,
que optaron por permanecer anónimos.76
subordinadas a prácticas menos apropiadas que fueron impuestas por dominación extranjera. Esta metodología
implica una estrategia de no intervención confinada al entrenamiento “como una oportunidad orientada
fundamentalmente al descubrimiento, la creación y solidificación de modelos que emergen de los recursos
presentes en un escenario particular, y que responden a las necesidades del contexto” (Lederach, 1995, p. 55).
Por otra parte, los métodos innovadores desarrollados fundamentalmente en Occidente por sicólogos
sociales, políticos y otros, pueden ser poderosas herramientas para el cambio en sociedades donde los conflictos
han sido brutales y prolongados. Dado que las autoridades pueden estar enviando mensajes encontrados, la
intervención de terceros puede ser necesaria para proporcionar un buen comienzo, como se ha ejemplificado en los
días previos de este taller. En el espectro que abarcan estas dos modalidades, tiendo a recomendar una modalidad
más práctica, de mayor intervención, como el modo más efectivo, legitimándome a mí mismo con mi propio
historial de quien viene de una región en conflicto. Pero, en realidad, necesitamos superar la dicotomía de los
modelos a favor de una modalidad que apunte pragmáticamente a incorporar “lo mejor de cada cultura”.
Precisamente, hemos integrado en los TIRC ideas generadas en culturas no occidentales e incorporado los
comentarios de muchos talleres proporcionados por Socios de todo el mundo, para convertirlo en una modalidad
más global. Sugerimos discutir abiertamente este tema con los participantes, recordándoles la futilidad del ejercicio
realizado en el nivel adversarial del taller, en el cual los estilos de negociación “caseros” llevaron a una resolución
de conflictos conductiva. Antes de recomendarles que prueben “el modo antiguo”, sugerimos ofrecerles “el modo
nuevo” y dejar que los Socios consideren las ventajas de cada uno de ellos.
75
Otro ejemplo de la necesidad de traducir conceptos básicos es el término “second track diplomacy”, que se refiere
a un poderoso instrumento que debe sumarse a la efectividad de la diplomacia oficial. Sin embargo, en el contexto
latinoamericano, hay una urgente necesidad de aclarar que esta perspectiva no tiene nada que ver con las
operaciones “Track Two”, conducidas en Chile por la CIA y la Casa Blanca del Presidente Nixon, cuando
intentaban derrocar al Presidente socialista Salvador Allende mediante el uso de “juegos sucios” y operaciones
encubiertas. Ni es la “Segunda Vía” que utilizó el Senador Torricelli para tratar de desestabilizar la Cuba de Fidel
Castro apoyando actividades anti-gubernamentales. En español, el término segundo carril se asocia más a
connotaciones negativas que segunda vía, y uno debe tener cuidado y aclarar desde el comienzo estas diferencias.
45
76
Estudio realizado para E. Kaufman y J. Davies (CIDCM), por Keiko Suzuno & Kana Fujii: The Buraku and
Korean-Japanese in Japan, Universidad de Maryland, 1999.
49
II. Introducir nuevas tecnologías
Motivación y razones lógicas
El rápido desarrollo de la tecnología informática y de los medios electrónicos exige que los TIRC
sean adaptados constantemente, aunque dentro de los límites establecidos por las restricciones técnicas y de
presupuesto de los países. Cuando se planifica cómo mantener la comunicación luego del taller y el diálogo
entre los Socios, hemos descubierto, paradójicamente, que en muchos países en vías de desarrollo los socios
tienen acceso a Internet, en tanto que algunos medios de comunicación más antiguos (teléfono, fax y
correo) no siempre están disponibles, al menos entre las comunidades en conflicto. Hemos podido
establecer un embrión de “comunidad virtual” de Socios que se esforzarán por utilizar todos los canales
disponibles por Internet: correo electrónico, páginas web, video-conferencias y grupos de chateo.
En ocasión de un taller en College Park, pudimos presentarle a los participantes los proyectos de
Comunicaciones Internacionales y Simulación de Negociaciones o CISNE (International Communications
and Negotiation Simulations), un programa de simulación mundial, multi-institucional, asistida por
computadoras para atender cuestiones de particular inquietud a nivel internacional, regional o local. Los
socios manifestaron su entusiasmo al experimentar los CISNE como un instrumento adicional a los
contactos personales, especialmente porque operaciones tan caras como los talleres pueden ocurrir sólo
esporádicamente. Mientras estuvieron en College Park, los socios realizaron simulaciones sobre temas
centrales, en grupos mixtos, representándose a sí mismos y a la otra parte, así como a actores extranjeros
(en su mayoría poderes regionales).77 Si los participantes del taller son académicos, puede interesarles
utilizar las redes de CISNE para entrenar a sus estudiantes. En todo caso, si se mantienen en contacto vía
Internet en las etapas de seguimiento, también pueden ser entrenados en el uso de tales sistemas de
simulación en línea y utilizarlos como vehículos de discusión entre ellos y con otros. Adaptar los CISNE
existentes a temas particulares puede ser muy caro, pero muy útil y valioso. Las video-conferencias
también son una buena opción para la etapa de seguimiento, siempre que el equipo esté disponible en la
región y las restricciones de presupuesto lo permitan. Tal vez los facilitadores o las organizaciones
anfitriones puedan proveerlo.
La mayor parte del décimo día consistirá en trabajar en pequeños grupos desarrollando ideas para
la implementación de los talleres. Los facilitadores deben proveer información extra, de apoyo, acerca de
oportunidades y procedimientos para solicitar fondos. Se puede invitar a representantes de fundaciones
para hablarle al grupo; una buena impresión del potencial del grupo puede sentar las bases para obtener
fondos más adelante (ver Día 14).
77
La investigación que actualmente realiza Kim Holley, en el Departamento de Política y Gobierno de la
Universidad de Maryland, explica el valor de los CISNE para la diplomacia ciudadana. El título provisorio de su
tesis de doctorado es Computer Mediated Conflict Resolution: A New Approach to Track Two Diplomacy.
78
La traducción es nuestra. Montville, 1990, p. 538.
50
idea similar.79
La responsabilidad, el arrepentimiento y el perdón son elementos poderosos e incluso necesarios
cuando se lidia con conflictos intensos. Tal vez no acarreen ningún costo directo y tangible, pero pueden ser
extremadamente difíciles de expresar 4680 Las investigaciones y exploraciones prácticas de cómo facilitar
mejor estos procesos están aún en su fase de desarrollo. Un tema clave es cómo hacer del sufrimiento de
los otros un instrumento para la reconciliación en vez de dejarlo como una herida que supura y como fuente
de nuevo odio y animosidad que alimenta nuevos actos de desposesión y violencia. Tales acciones, a
menudo perpetradas por pequeñas minorías extremistas, tienen un efecto paralizante, incluso entre Socios
que presentan muy buena voluntad para con el otro en circunstancias “normales”.
Descubrimos que debido a la sensibilidad y a la falta de un conocimiento profundo de las
tradiciones de duelo de la otra parte, la gente con buena voluntad ha sido incapaz, o no ha querido,
compartir sus propios sentimientos de pena y compasión con sus “enemigos”. Actos tales como ir al funeral
de una víctima asesinada por la propia gente no sólo requiere coraje, aunque en algunas situaciones puede
ser contraproducente o peligroso. Por lo tanto, es necesario entender las tradiciones y las expectativas de
las comunidades involucradas, así como prepararse cuidadosamente (conjuntamente, de ser posible) antes
de llevar adelante tales actos.
El problema de cicatrizar las heridas abiertas no sólo es relevante para lidiar con el pasado, sino
para el comportamiento durante los talleres. Ha habido ocasiones en las cuales han ocurrido actos de terror
o masacres en las comunidades de los Socios durante el taller. En tales casos, se requieren maneras
explícitas que ayuden a salir adelante y se debe emprender inmediatamente una discusión acerca de la
curación. Durante un taller con palestinos e israelíes, poco tiempo antes de que un judío masacrara a un
gran número de musulmanes mientras rezaban en Hebrón, hubo un informe en las noticias matutinas
comunicando que muchos judíos habían sido asesinados por la explosión de una bomba en una estación de
autobuses de Jerusalén. En casos como éste, cuando es probable que no todos hayan escuchado las noticias,
es necesario informar acerca de lo sucedido, con enorme sensibilidad, y trabajar con los Socios
preguntándoles qué piensan que es necesario decirse el uno al otro. También pueden discutir acerca de la
posibilidad de que suceda otro episodio similar, y sobre qué hacer en tal caso. En una oportunidad, un
grupo de mujeres estudiantes palestinas e israelíes discutieron la posibilidad de enviar cartas con un
pequeño presente a los niños de la otra comunidad que habían sido heridos en los actos de violencia con la
esperanza de que este acto abriera un canal de comunicación para que finalmente las estudiantes árabes e
israelíes pudieran visitar juntas a las víctimas de ambas partes en los hospitales. El poder sanador de este
tipo de actos humanitarios puede ser multiplicado si son anunciados por los medios de comunicación.
Este ejemplo trae a colación un tema muy importante: incluso cuando a la mayoría de dos naciones
en conflicto le gustaría avanzar y alcanzar pragmáticamente un acuerdo de compromiso, los extremistas de
ambas partes, que generan actos de violencia, pueden tener la carta ganadora que paralice el proceso de
paz. Un puñado de fanáticos puede ser una barrera formidable, a menos que los sectores esclarecidos de las
mayorías silenciosas se den cuenta de que también es necesario que ellos desempeñen un papel moderador
para revertir la situación, particularmente, pero no sólo, en los momentos más difíciles. Es posible poner a
los Socios a buscar ideas específicas o pensar en proyectos realizables para agregar a la lista de
compromisos personales en el re-encuentro.
Mientras se discuten los problemas y el potencial de lidiar con este tema, se debe enfatizar que el
reconocimiento y la cura pueden ser una parte muy efectiva en la reconciliación a corto plazo y, en
particular, a largo plazo. En conflictos comunales violentos y prolongados, la diferencia entre una fría paz
mantenida entre líderes y el desarrollo de una relación de “pueblo a pueblo” está directamente relacionada a
la habilidad para avanzar en el camino hacia el perdón; no hay atajos en esta ruta. En última instancia, es
79
“La mutua aceptación de la pérdida y el dolor es crucial para el proceso de cicatrización, que permite seguir
adelante con una relación”. Volkan, 1985.
4680Cohen, Raymond, Apologies and International Conflict (Dept. International Relations, ebrew University,
trabajo sin publicar, 1997).
8
51
necesario lidiar con las experiencias dolorosas del pasado. Muchas ilustraciones de este tipo de procesos de
“verdad y reconciliación” han sido emprendidas como una iniciativa gubernamental (Chile, Sudáfrica) o a
nivel de Organizaciones No Gubernamentales (Los informes “Nunca más” patrocinados por la iglesia en
Uruguay y Brasil). Los Socios pueden discutir acerca de la posibilidad de planificar o de cooperar con tales
procesos, particularmente si el taller tiene lugar en la etapa siguiente a las negociaciones, cuando, a
menudo, los acuerdos minimalistas de paz han sido firmados.
Presentar historias personales puede ser útil. Los facilitadores y los participantes pueden
preguntarse unos a otros si alguna vez se han sentido discriminados, oprimidos, o si han padecido la
pérdida de amigos o parientes a consecuencia del conflicto. Si un episodio real de esta naturaleza ha
ocurrido durante o poco antes del taller, es necesario lidiar con este evento. Si no ha habido ninguna
experiencia de este tipo que haya involucrado a los participantes, una simulación por medio del role-
playing también puede ser una alternativa útil.
Se ha sugerido que el reconocimiento de la responsabilidad y la búsqueda de la justicia para las
partes producirá efectos beneficiosos duraderos. Pero no es probable que este emprendimiento suceda
inmediatamente después de una crisis. La posibilidad de que esto suceda puede ser discutida durante el
taller y los Socios pueden internalizarlo para el futuro, pero no los presionaría para reconocer la
responsabilidad públicamente, ni recomiendo que esto ocurra de manera inmediata luego de un acto de
violencia. Con frecuencia se olvida que en un taller no es sólo cuestión de que los participantes muestren
empatía hacia la humanidad de sus respectivos pueblos como un todo, sino también hacia los otros
participantes en tanto individuos. Recibir faxes o llamadas telefónicas de Socios palestinos y amigos ha
sido una gran ayuda para lidiar con mi propio dolor, y en ocasiones en la cuales he comenzado tales
comunicaciones, he sentido la sensación de estar haciendo lo correcto; expresar mi preocupación me
permitió también expresar mi gratitud por la reciprocidad expresada por ellos. Esta área aún necesita ser
desarrollada: en un mundo ideal el proceso de entrenamiento debería preparar a los Socios para hacer de
esta área una parte integral de sus vidas como constructores de la paz.
Aunque estos gestos espontáneos pueden ser invalorables, en cualquier conflicto prolongado es
necesario generar una red de Socios para abordar de manera sistemática y sostenible el desafío de expresar
mutuamente la benevolencia. A partir de nuestra propia experiencia nos hemos dado cuenta cuán difícil es
compartir la victimización. Sufrimientos pasados y presentes son difíciles de comparar así como también
los son los brutales actos de terror infligidos por uno de los lados, y la sostenida y extensa penuria que
resulta en violencia estructural causada por las políticas de la otra parte. Reconocer que esta es una misión
difícil no implica que sea imposible. Esto requiere el entrenamiento de la sensibilidad y el desarrollo de
contactos con organizaciones de ambos lados que puedan facilitar tales expresiones poniendo a los
participantes en contacto con los familiares de víctimas, con los medios de comunicación, incluso con los
perpetradores de tales actos o con sus familias. Para dar un ejemplo, en 1997 un grupo de palestinos e
israelíes establecieron una red llamada HEAL (Healing Early Action Link) para abordar de una manera
recíproca y conjunta los actos de violencia cometidos por perpetradores oficiales y no oficiales de ambos
lados.81 Las actividades realizadas por este grupo incluyen visitas a las víctimas de violencia política,
escribir cartas a las víctimas y a sus familias, cursos de entrenamiento, preparar un manual de circulación
masiva, aparecer juntos en los medios de comunicación o redactar conjuntamente comunicados de prensa.
Asociarse con victimas del pasado también puede lograrse mediante llamados a erigir conjuntamente
monumentos en memoria de los víctimas.82
81
Para mayor información, contactar al autor en WIAM Palestinian Center for Conflict Resolution, en Belén; o en
el Harry S. Truman Institute for the Advancement of Peace, Hebrew University, Jerusalén.
82
“Los monumentos u objetos inanimados con importancia psicológica pueden propiciar un final para el duelo
vinculando eventos externos con procesos internos. Algunos rituales públicos compartidos pueden cumplir la
misma función. Lo crítico aquí es el mutuo reconocimiento de la pérdida y el dolor, que le permite a cada
comunidad completar el proceso del duelo y establecer una nueva relación.” Ross, 1995, p. 539.
52
Esta sesión también puede ser útil para discutir sobre la expectativa de “justicia” de ambas partes,
lo cual es particularmente relevante para quienes se perciben a sí mismos como oprimidos en una relación
asimétrica. Es útil hacer referencia a los principios de los derechos humanos y esto provee patrones
internacionales que han sido compartidos por la mayoría de las naciones y sus gobiernos. 83 He visto incluso
a estudiantes muy jóvenes conmovidos en este tipo de sesiones, particularmente si había ocurrido un
incidente en esos días, lo cual genera una urgente necesidad de realizar un proceso de cicatrización en
conjunto. La habilidad de los socios para asumir el compromiso de ser muy activos en el re-encuentro es
crucial en casos de violencia contínua o esporádica.
83
Ver el desarrollo del tema en Kaufman, Edy and Bisharat, Ibrahim, “Human Rights and Conflict Resolution:
Searching for Common Ground Between Justice and Peace in the Israeli/Palestinian Conflict”, NIDR Forum,
(National Institute for Dispute Resolution, Washington DC, December 1998, Number 36), pp. 16-23.
84
Lippert & Brendan, Re-entry, or, You CAN Go Home Again Appropriately.
85
Eshelman & Standish, Transitions: Returning Home. Crosslink Monographs, Baltimore, 1996.
53
del intrincado proceso de los TIRC. Si ellos pueden recordar cuán escépticos eran el primer día del taller,
tal vez comprenderán mejor la necesidad de esta demora.
Mantenerse en contacto con otros participantes dentro y fuera de su propia comunidad o país, es
extremadamente útil, para que nadie se siente solo en el proceso de mantener vivos los compromisos
asumidos consigo mismos y con los demás.
En la preparación para el re-encuentro, vale la pena hacer un role-play entre los Socios de la
interacción con un amigo o colega, en su propia comunidad, que sea escéptico acerca del proceso iniciado
por el TIRC. Uno de los Socios cuenta la historia mientras el amigo expresa sus críticas. Los otros
participantes pueden evaluar el desempeño y sugerir mejoras en la estrategia. Otro ejercicio es pedirle a los
participantes que tomen unos minutos para escribirse una carta a sí mismos, que será enviada por los
organizadores a dos semanas del regreso. En las cartas, los participantes deben expresar sus sentimientos
en ese momento y su deseo de emprender acciones y proyectos conjuntos en un futuro cercano. El CIDCM
tiene como prioridad conectar a los Socios entre sí y con la Universidad de Maryland a través del correo
electrónico.
También vale la pena que los Socios organicen una sesión informal en una universidad, ONG, o
incluso en la casa de un amigo o en sus propias casas, poniendo énfasis en el proceso y el contenido, y
evitando palabras y frases que fueron parte del lenguaje interno del taller. La experiencia debe ser
compartida con sus colegas, incluso si esto no es todo lo bien recibido como se pensó originalmente: el
estímulo para buscar esfuerzos creativos de resolución de conflictos se transmite a la comunidad más por
los hechos que por las palabras.
Sin importar cuánto haya progresado el taller, normalmente a esta altura es necesario brindar un
poco de privacidad, lejos de la intensa actividad del taller. El día puede incluir actividades a pedido de los
Socios, ya sea individuales o grupales, tales como visitas a museos, salidas de compras, o simplemente
momentos de quietud y reflexión. También se puede utilizar el tiempo para discusiones más detalladas
sobre el futuro de cooperación de los Socios u ofrecer la tarde para actividades culturales y salir a cenar.
54
Básicamente, este día es un momento para recoger opiniones y aliviar las tensiones que puedan
haber surgido durante el Taller, sobre todo durante los intensos niveles del A.R.I., de modo que todos estén
frescos para las discusiones de los proyectos conjuntos y para el difícil momento de decir adiós.
Los Socios se reúnen nuevamente para diseñar y desarrollar planes de acción para sus actividades
y programas futuros. Este es un buen momento para informar a los participantes acerca de las potenciales
fuentes de fondos, de recaudación de dinero, y de la posibilidad de que las instituciones huésped se
involucren en los planes futuros. Se puede invitar a los financiadores del proyecto a una conversación con
los Socios; junto con otros especialistas en desarrollo de proyectos.
El tipo de proyectos que pueden desarrollarse es prácticamente ilimitado, pero se debe tener en
cuenta las limitaciones impuestas por consideraciones presupuestarias. Es útil plantar las semillas para
desarrollar una institución o un mecanismo compartido para alguno de estos proyectos. Se puede encontrar
ayuda en una empresa conjunta transnacional o en una comunidad epistémica que trascienda la lealtad
original del grupo. Este tipo de instituciones pueden ganar vida propia y promover la resolución de
conflictos generando valores compartidos. Mi propio ejercicio de la docencia en equipo con un colega
palestino no sólo me ha provisto de una buena comprensión de sus argumentos (él también podría
reemplazarme en mis lecciones), sino que nuestros puntos de vista se han integrado y vuelto muy
semejantes. La práctica recurrente de actividades pedagógicas es lo que nos une, especialmente cuando nos
enfrentamos a un ambiente hostil en nuestras propias sociedades.
Cuando es posible involucrar a representantes de fundaciones en el diálogo con los Socios, estos
últimos, anticipándose a la posibilidad de conseguir fondos, tienden a trabajar más en la presentación de
una evaluación sumaria del taller y al presentar sus expectativas para el trabajo futuro que se construirá
sobre sus experiencias. Eso en sí mismo es un acelerador para la cooperación. Considerando la dedicación
exigida para trabajar de modo efectivo en las, a menudo destrozadas o empobrecidas, sociedades de las que
vienen los Socios, es importantísimo obtener ciertos fondos para que mantenga la relación de los Socios.
I. Evaluación
Se debe realizar una evaluación general del taller además de la “evaluación de un minuto” cuyos
86
Keyton, 1993.
87
Ibíd, p. 100.
55
formularios han proporcionado comentarios inmediatos acerca de las actividades diarias y sobre la
evaluación del A.R.I. Los comentarios deben girar en torno a hasta qué punto el taller ha satisfecho los
objetivos y las expectativas de los participantes. Esta información debe ser reunida por medio de
entrevistas personales y grupales. Las evaluaciones individuales son necesarias para disminuir la presión
del grupo. Pero, al mismo tiempo, como sostienen Rouhana y Korper, “una genuina evaluación crítica
acerca de la efectividad de la intervención para continuar con los objetivos del grupo requiere que los
comentarios de los participantes también sean expresados en grupo, y de este modo se incorporarán las
presiones grupales y los deseos sociales que son la realidad política en la cual los participantes realmente
lidiarán con el conflicto”.88
Los criterios para la evaluación son determinados de antemano, así el taller puede ser evaluado de
acuerdo con los objetivos a largo o mediano plazo previamente definidos, del mismo modo que se obtienen
comentarios inmediatos acerca de las actividades y resultados concretos, tales como declaraciones,
lecciones conjuntas en la comunidad, expresiones de confianza, y medidas para la construcción de la
confianza ofrecida durante el taller.
Kelman (1997) proporciona una larga lista de objetivos intermedios, que incluye desarrollar
cuadros con experiencia en negociar; comprometerse en la comunicación directa con la otra parte;
considerar posible la comunicación y la negociación, luchar por acuerdos mutuamente satisfactorios para el
final del conflicto; diferenciar la imagen del enemigo e identificar a la otra parte como Socios; desarrollar
un lenguaje justo; identificar acciones reconfortantes y gestos simbólicos; compartir visiones de un futuro
deseable; traer a los Socios a la mesa y sobreponerse a los obstáculos en el proceso de la negociación.89
Estas evaluaciones individuales y grupales pueden ser apoyadas por un conjunto de preguntas. No
es recomendable un cuestionario complejo. Más importante aún, los participantes deben ser alentados a
expresar en voz alta sus experiencias de aprendizaje, y hacer que se registren (si están de acuerdo), así
pueden contar con una salida para expresar sus emociones y su compromiso con los demás y para
continuar el proyecto. Cuando no haya un voluntario para comenzar la evaluación oral, se le puede pedir a
unos cuantos participantes que lean sus respuestas de los formularios escritos. Con frecuencia, estos
pueden sonar como una repetición de expresiones de agradecimiento a los organizadores y de auto-
felicitación, pero es una buena idea dejar que haya una primera ronda de expresiones de este tipo. De todos
modos, si es necesario, los facilitadores deben propiciar una segunda ronda en la cual se les recordará a los
participantes cuán importante es tener en cuenta lo que salió mal, qué cosas hay que mejorar, etc.
De más está decir que la “investigación-acción” se combina muy bien con la evaluación e
intervención simultánea a lo largo del taller y nos posibilita tanto corregir y aconsejar a los facilitadores
como compartir hallazgos con los participantes durante el proceso mismo.90
88
Rouhana & Korper.
89
Kelman, An Approach to Evaluation of NGO Contribution to the Resolution of Ethnonational Conflicts , síntesis
de un trabajo enviado a la Carnegie Corporation, 1997.
90
Bargal y Bar han utilizado sistemáticamente la “action-research” para analizar los encuentros entre jóvenes
israelíes judíos y palestinos en Newe Shalom.
56
II. Despedida
Se pueden incluir algunas actividades al aire libre para formar equipos, según la edad de los
miembros del grupo y la cultura. El sentimiento concreto de ser un grupo es una dimensión agregada y
duradera. Esta sensación de interdependencia y de cercanía física proporciona un estímulo para futuros
contactos. En el día de la partida en un taller en Sinaí, la mayoría de los Socios egipcios, jordanos,
palestinos e israelíes se fueron de excursión a un cañón. Uno de los participantes árabes era ciego e insistió
en caminar junto a todos los demás y sólo pidió que se le fuera contando cómo era el paisaje del lugar que
recorrían. Aunque al principio estuvimos preocupados pensando si podría completar la jornada, pronto nos
dimos cuenta que su fuerza de voluntad sobrepasaba las dificultades. Cuando nos encontrábamos en un
pasaje muy angosto o un área muy alta en la que él necesitaba asistencia activa, el voluntario principal
para ayudarlo fue un fuerte colono israelí. Una mujer de Jordania indicó que ella sufría de vértigo, y se
rehusó a bajar por el cañón. Fue alentada por los demás a no quedarse atrás, y finalmente se unió al grupo
que la apoyó periódicamente.
Es posible despedirse de muchas maneras diferentes: desde decir una palabras de despedida unidos
de la mano en círculo o simplemente leyendo un texto preparado especialmente a tal fin: abrazarse, darse
las manos, con besos, mostrando o no emociones. Estas son expresiones emotivas que deben respetarse
según el sistema de valores de la cultura de los participantes. Tomarse de las manos en un círculo y
permanecer en silencio por un momento para pensar parece funcionar bien en muchas culturas, pero es
difícil generalizar al respecto. Tal vez lo mejor sea pedirle a los participantes que ellos mismos organicen
una ceremonia de despedida, y que los organizadores y facilitadores sean los invitados. En el Cáucaso, la
tradición de brindar es un proceso casi interminable y los vasos de vodka tienden a ser acompañados por
profundas expresiones de respeto, amistad y amor. El proceso de separarse de los otros, en algunas
ocasiones puede significar un momento de privacidad, o una emotiva ceremonia con la comunidad
anfitriona y con amigos de los participantes.
El taller ya ha terminado, y todo lo que les queda por hacer a los participantes es regresar a casa y
a sus vidas. Es de esperar que las nuevas amistades iniciadas y las lecciones aprendidas durante el taller
permanezcan con los Socios, de modo que ellos fomenten una mayor comprensión de la naturaleza de sus
conflictos y, por consiguiente, soluciones potenciales que podrán terminar con el sufrimiento creado por
esos conflictos.
B: Conclusión
Si todo lo anterior le suena como sentido común, (estupendo! Esto significa que usted no sólo está
familiarizado con una amplia gama de técnicas utilizadas para estructurar el taller, sino que también
comparte los valores de la resolución cooperativa de problemas. Si bien se puede argumentar, con bastante
exactitud, que estas ideas están basadas fundamentalmente en el sentido común y en la experiencia, nuestra
experiencia nos dice que su fusión crea un poderoso proceso mucho más amplio que el generado por sus
componentes individuales. Las actividades aquí descriptas tienen el potencial de capacitar a los
participantes para tantear el camino hacia una intensa experiencia de apertura entre sí y hacia una
transformación personal que les permitirá comprometerse poderosamente para trabajar en la resolución de
los conflictos de sus comunidades. Ahora depende de ellos experimentar y adaptarlo a las condiciones de su
propia situación. Claramente es más una gestalt que una receta universal, y necesita ser adaptada a las
particularidades de diferentes culturas y a las circunstancias constantemente cambiantes, aprendiendo de
sus propias experiencias y de las de los demás. Por momentos algunos ejercicios pueden parecer infantiles
o ingenuos, pero me arriesgo a generalizar que algunos adultos respetables han sentido benevolencia y
emoción al hacerlos. La mayoría de los talleres son más breves que el sugerido aquí y los facilitadores
tendrán que tomar decisiones difíciles para elegir las actividades de mayor relevancia para los Socios.
Desde la perspectiva de un nuevo profesional que revisa el trabajo conducido durante el taller,
podemos completar esta sección señalando algunos puntos importantes:
1) Una preocupación permanente de los participantes de la parte más débil, y en gran parte de los
organizadores mismos, es como superar el desbalance de las relaciones de poder. ¿Qué incentivos reales
57
tiene la parte fuerte para entrar en un ejercicio igualitario de este tipo? He desarrollado algunas razones
para la participación de los más fuertes en la introducción, pero no se puede responder realmente a menos
que se tenga éxito en reunir a los dos Socios para el TIRC. Sin duda, podemos señalar que en la
diplomacia ciudadana no hay nada que perder, que las deliberaciones son confidenciales y que los
resultados son aceptados sólo por consenso de los participantes. Con frecuencia, la tentación de pasar un
“buen rato” en Washington D.C. o en otra parte interesante del mundo tiene su peso. En consecuencia, y
como hemos repetido constantemente, si logramos que las dos partes suban a bordo, el más fuerte también
será —como entre hermanos que se pelean— más sensible a las necesidades del “Otro” y se volverá más
conciente para tomarlo en cuenta para obtener soluciones permanentes y estables.
2) La expectativa de obtener resultados tangibles es natural, especialmente con los nuevos
experimentos. A veces sucede que una nueva idea surge del taller y que es implementada de manera
inmediata por los hacedores políticos. Podemos decir que TIRCs exitosos a lo largo del tiempo nos pueden
ayudar en la formación de comunidades epistémicas de expertos y profesionales de las partes contendientes
para desarrollar una comprensión compartida de sus realidades políticas, y así, finalmente, ayudarlos a
encontrar soluciones innovadoras para el conflicto. Si lo vemos como un proceso contínuo, no necesitamos
presionar para que se compartan ideas en una primera ronda, y mucho menos una declaración conjunta.
Cuidado con los cierres prematuros y con ejercer presión para alcanzar resultados inmediatos. La solución
tiene que nacer y madurar en la mente de los Socios, y nosotros sólo podemos proporcionar la habilidad
conceptual y práctica para que se abran los unos a los otros de maneras nuevas, y para generar el espíritu
de cuerpo que les permitirá trascender las divisiones de las líneas del conflicto.
3) Muchos graduados de los TIRC parecen hacerse dedicado privada o públicamente a promover
una cultura para la resolución de conflictos en países y regiones donde es de extrema necesario. También
establece lazos personales que pueden ser muy duraderos entre los Socios. Un ejemplo es el de un taller de
College Park donde se vinculó las expresiones de preocupación compartidas por la violencia suicida en el
conflicto palestino-israelí. Cuando un judío fanático ametralló un gran número de musulmanes que rezaban
en Hebrón, quizá era de esperar que un antiguo “pacifista” israelí le mandara sus condolencias a su amigo
reciente, un joven graduado que en ese momento era administrador de una universidad palestina
ardientemente nacionalista. El fax fue enviado sin poder imaginar que le sería leído por teléfono mientras
estaban en toque de queda ordenado por las autoridades israelíes en su propia ciudad y en pleno duelo por
un familiar asesinado en la masacre. Lo menos esperado aún fue que unas semanas más tarde, luego de que
una bomba explotara en Tel Aviv, el mismo amigo palestino que había sido detenido diez veces en tanto
miembro de un grupo radical, enviara un fax a varios de sus nuevos amigos israelíes, que contenía el
siguiente texto:
“Fue un momento verdaderamente difícil no sólo para el pueblo judío sino para todos los
constructores de la paz de todo el mundo. Realmente sé lo que sienten las familias y la gente normal. Me
siento avergonzado de lo que un estúpido asesino de la paz ha hecho, y cuánto dolor ha sembrado en los
corazones de las familias y en el pueblo de esta región. No puedo encontrar las palabras para expresar lo
que pienso sobre esta terrible acción perpetrada para matar las buenas cosas que hemos comenzado a hacer
juntos, y la mejor manera de combatirlos es seguir el proceso de paz. Esto es lo que realmente quieren, así
que sigamos adelante y roguemos que esta sea la última matanza que nos cueste sangre y sufrimiento en
este siglo. En mi propio nombre y en el de mi pueblo, quiero expresar mis profundas condolencias a las
familias de las víctimas, a vuestro pueblo y a uds. mismos, y espero que esto no detenga el proceso de paz,
pero ahora creo que debemos redoblar nuestros esfuerzos para construir la paz.”
El aprendizaje de las expresiones recíprocas y el reconocimiento del dolor de los otros tuvo
claramente su impacto. Ha habido muchos más actos de terror y violencia de ambas partes, y la
reconciliación sigue siendo un objetivo lejano, pero este tipo de impacto es el que podemos alcanzar en un
TIRC conducido adecuadamente. Da la casualidad que un día, mientras trabajaba en el borrador de este
manual, me desperté con la noticia de que en Jerusalén fueron asesinados 18 judíos y 50 resultaron heridos
en el mercado Makhaneh Yehuda en un ataque perpetrado por dos fundamentalistas musulmanes. Cuando
llamamos a casa, nos enteramos de que nuestro yerno había estado ayer en el mercado a esa misma hora y
que nuestros parientes políticos estaban saliendo para el mercado cuando escucharon las noticias. En esta
58
atmósfera, escribir sobre la resolución de conflictos exige recordar la cita de nuestro amigo árabe, y
recordarnos a nosotros mismos que todos los Socios están juntos en una empresa compartida para detener
los asesinatos y para avanzar hacia una paz duradera.
4) Es necesario enfatizar que concentrarse en el proceso mismo es una condición necesaria pero
insuficiente para aprender, y que los TIRC no son una panacea. El conocimiento histórico de la región, de
los problemas y de la cultura es un pre-requisito. El taller puede contribuir significativamente con nuevas
ideas para la resolución de conflictos, con tal de que los facilitadores tengan en cuenta un análisis socio-
político previo y la ayuda de especialistas en el área. Mejor aún es tener co-facilitadores de las partes
contendientes que estén familiarizados con el problema, y que hayan sido previamente entrenados para
conducir TIRC, pero se puede lograr un balance adecuado incluyendo en el equipo de facilitadores un
experto de cada una de las naciones de los Socios. En retrospectiva, confiamos en que un menú bien
seleccionado de ejercicios invariablemente ha abierto el apetito de participantes provenientes de distintas
partes del mundo. Hemos podido adaptarlos tanto para Socios tan jóvenes como los impresionables
estudiantes secundarios palestinos e israelíes, así como para altos funcionarios del gobierno peruano.
5) Hay muchas otras herramientas adicionales que hemos utilizado y no hemos mencionado aquí
(tales como el entrenamiento en inglés conversacional para participantes extranjeros a través de un
curriculum para la resolución de conflicto47,91 la introducción de un entrenamiento en meditación y
relajación, y el uso del psicodrama para la representación de eventos traumáticos del pasado.) No debemos
sobrecargar el taller con ejercicios a expensas del tiempo para discutir la esencia de los problemas. El
delicado balance exigido para que tenga éxito significa extraer selectivamente de una amplia gama de
técnicas para el TIRC y adaptarlas a la cultura y a la situación. El TIRC no se debe convertir en una
modalidad de terapia de grupo, descartando el espacio no estructurado para una discusión sustantiva. Los
TIRC son necesarios para mejorar la toma de decisión en una situación de conflicto, y el mejor resultado se
obtiene si se deja suficiente espacio para el intercambio político constructivo. Los anfitriones o los
facilitadores no deben confundir hospitalidad con hospitalización, sino dar tiempo para lo sustancial y para
momentos en los que la gente tenga tiempo para reflexionar y para explorar informalmente sus relaciones y
sus futuras actividades, ya sea con su propio equipo o con otros Socios.
6) Debemos darnos cuenta de que, a menudo, hay brechas entre los TIRC y su implementación
real. La perfección es enemiga de lo bueno y, desde nuestra perspectiva, los talleres sin duda han
promovido la curva de aprendizaje y la motivación hacia lo mejor. Cada vez que ha explotado una crisis se
han afectado fuertemente las relaciones entre los Socios o la de alguno de ellos —o ambos— con los
facilitadores. Podemos tratar de convertir los momentos débiles en fuentes de fuerza. Es más fácil decirlo
que hacerlo, pero es posible lograrlo. En ocasiones, los Socios se han dado cuenta de que las inversiones
iniciales de confianza, energía y recursos no pueden perderse y que el momentum debe continuar. Es muy
probable que una discusión franca con los participantes les dé fuerza para trabajar mano a mano hacia la
terminación exitosa del taller.
7) Algunas cuestiones de tiempo y de presupuesto establecen fuertes restricciones en la naturaleza
de la diplomacia ciudadana. Es importante planificar el TIRC no como un hecho aislado, sino como uno
que tendrá al menos otro TIRC o alguna otra actividad conjunta pensada para cuando los Socios se re-
encuentran con sus comunidades. Sugerimos planificar idealmente un programa de dos semanas, más dos
talleres breves. Como mínimo, un programa realista debe incluir un taller inicial de siete días, seguido de
dos sesiones de seguimiento de tres días cada una. Cualquier evento de menos de una semana para el
primer encuentro pierde fuerza, aunque incluso un TIRC de dos días puede llevarse adelante a modo de
demostración, estimulando el apetito para un uso más sistemático en el futuro. En tales casos, se debe ser
muy claro tanto con los participantes como con quienes financien la realización del taller acerca del
limitado alcance de tal presentación y entrenamiento.
47
91
Basado en un proyecto de investigación sobre el inglés como segundo idioma con un curriculum de resolución de
conflictos realizado por Carrie Shaw en el College of Education, de la Universidad de Maryland, College Park.
Luego se utilizó con el nombre de English for a Better Tomorrow, en curriculum de dos semanas desarrollado en el
CIDCM para el programa Partners in Conflict in the Transcaucasus.
59
8) Es importante tener al menos una actividad de seguimiento luego del re-encuentro, no se trata
simplemente de la dificultad de recuperar el momentum luego de haberlo perdido. Nos parece injusto
generar expectativas (más allá del enriquecimiento personal de los participantes durante el taller), y luego,
con los mejores propósitos e intenciones, abandonarlas. Hay un peligro inherente en esto, y es que el papel
de los facilitadores para iniciar las actividades de seguimiento debe ser secundario al de los Socios. Pero los
organizadores y los facilitadores deben asumir la responsabilidad de reforzar las posibilidades para confiar
en el proceso de la diplomacia ciudadana una vez que se ha comenzado, prometiendo continuar con el
proyecto en la medida de sus posibilidades. Esta es la misma responsabilidad que se exigió en el proceso de
selección y planeamiento del TIRC. Se debe incluir al menos una actividad más desde el comienzo y
también asegurarse de que los esfuerzos continúen por un largo tiempo. Cuando se acaben los fondos,
significará simplemente que hay que pensar en nuevas ideas para seguir adelante.
9) Parafraseando a Bernard Baroukh, sabemos que los TIRC funcionan en la práctica y, por lo
tanto, debemos confiar en que funcionan también en la teoría. Todavía es necesaria no sólo más
experimentación con los métodos presentados aquí, sino también más investigación con nuevos modelos. Es
necesario el desarrollo de modelos más sofisticados y fundamentados en la teoría que puedan ser seductores
y relevantes para promover la resolución de conflictos prolongados. Por ejemplo, elegir un problema
concluido entre dos o más partes como juego estratégico tiene el potencial de desarrollar una conducta más
cooperativa.92 Los juegos cooperativos basados en razonar imparcialmente tienden a incrementar el
consenso con respecto a formar redes de seguridad en las cuales se reconozcan las necesidades de todas las
partes involucradas en el conflicto.
10) La versión original de los TIRC exigía un absoluto respeto por las reglas del juego, pero con el
paso de los años hemos aprendido a utilizar lo mejor mezclando modelos. Por ello, algunas mejoras, como
hacer que los Socios, a la vez reales y locales, participen de simulaciones; juntar distintos tipos de Socios
como integrantes de ambos grupos; trabajar en una región pequeña con Socios de tres conflictos
comparables; e involucrar en las actividades de re-encuentro a funcionarios, etc., agregan nuevas
dimensiones a nuestros talleres. Una vez que los principios básicos han sido entendidos y experimentados,
no hay razón alguna para no explorar nuevas identidades compartidas.
11) Por último, apelando a mi mejor memoria, he agradecido a todos quienes nos inspiraron y
ayudaron durante los años de experimentación de los TIRC. Pero muchas ideas nos fueron transmitidas
anónimamente y no quiero terminar sin reconocer y pedir disculpas a aquellos cuyos nombres no figuran en
la bibliografía. No hemos intentado proporcionarle al lector una extensa lista de referencias. Como ya
mencioné, este trabajo es un manual interactivo, y confiamos en que ustedes compartirán con nosotros el
sentimiento de que el propósito principal de nuestro trabajo es alentar la multiplicación de estos procesos y
apoyar el desarrollo de una cultura para la resolución de conflictos entre las naciones que más lo necesiten.
Como ya expresé a lo largo del texto, el propósito de este trabajo es suministrar un instrumento
funcional, efectivo e iluminador para el proceso de transformación de conflictos. Puede que no siempre
funcione, pero se debe hacer el intento. Esperamos que los facilitadores y los Socios que participen de estos
ejercicios aprendan no sólo para su propio enriquecimiento personal, sino que también compartan con
nosotros cuáles métodos han funcionado mejor para ellos, y así se sumen al desarrollo, evolución y
expansión en curso del modelo general de TIRC.
También esperamos que a través del uso de estos procedimientos, la diplomacia de segunda vía
pueda convertirse en una ayuda más poderosa y más práctica para los esfuerzos de la diplomacia oficial,
así como también transformarse en una alternativa a los actos violentos que son el mayor obstáculo en
disputas etnopolíticas y de otros tipos.
92
Frohlich, Norman & Oppenheimer, Joe. A., 1996. Esta es una publicación entre las muchas relevantes en el
campo producida a lo largo de años por el mismo autor, con quien estoy trabajando actualmente.
60
61
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Wimmer, A. M. (1994). The jolly mediator: Some serious thoughts about humor. Negotiation Journal, 10 (3): 193-
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Zartman, W. I., & Touval, S. (1985). International Mediation in Theory and Practice. Boulder, CO: Westview
Press.
Zartman, W. L. (Ed.). (1995). Elusive Peace: Negotiating an End to Civil Wars. Washington, DC: The Brookings
Institution.
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APÉNDICE 1
Diez recomendaciones para el facilitador intercultural
1-Prepárese para dirigir una negociación estudiando no sólo el tema en juego, también estudie la cultura y
la historia de la otra parte. Lo mejor que podría hacer es aprender el idioma de su contrario. Profundice la
relación histórica entre ambas naciones en conflicto; esto puede aclarar mucho más de lo que piensa.
2-Intente establecer una relación cálida con sus interlocutores. Si fuera posible, trate de conocerlos antes de
que comiencen las negociaciones. Cultivar contactos es tiempo bien invertido.
3-No asuma que se entiende lo que quiere decir en sus mensajes (verbales o no), lo que importa es lo que
los otros entienden. Ellos lo interpretarán de acuerdo a sus antecedentes culturales y lingüísticos, no el
suyo. También tenga en cuenta que por lo mismo puede que ellos no se den cuenta que usted tiene una
perspectiva diferente.
4-Esté atento y capte gestos no verbales. En muchas de las sociedades tradicionales el lenguaje corporal es
significativo. Usted debe tratar de leer entre líneas lo que los demás quieren decir. No asuma que los otros
van a ser directos con usted. Sea sumamente cuidadoso con respecto a su lenguaje corporal y escoja sus
palabras, puede que los demás perciban más de lo que usted pretende comunicar. No critique en público,
tampoco pierda la calma. Todo lo que lo lleve a perder la cabeza sería contraproducente.
5-No sobrestime el poder de una buena defensa. Probablemente sus interlocutores no cambiarán de opinión
sólo por el hecho de que usted les presente buenos argumentos. Presionarlos puede traer resultados a corto
plazo, pero se arriesga a perjudicar la relación con ellos. Las circunstancias y los hechos son más
poderosos que las palabras y se puede obrar de acuerdo a ellos más fácilmente.
6-Adapte un tipo de estrategia de acuerdo a las necesidades culturales de sus oponentes. Cuando se trata de
principios inviolables trate de que el instinto de sus contrarios se acomode a su preferencia de progreso en
asuntos prácticos. Cuando sea preciso regatear, dése espacio para negociar y guárdese una carta en la
manga para el final.
7-La flexibilidad no es una virtud cuando se trata de contrarios intransigentes. Si sus oponentes están
constantemente preocupados por llegar a lo que usted piensa que es verdadero fondo del problema se
originarán repetidas concesiones que confundirán el tema en discusión. Tampoco se puede encontrar
méritos en innovar sin razón. Evite tentarse de comprometerse a sí mismo en nada.
8-Sea paciente, apresurarse casi siempre lleva a dar concesiones innecesarias. Resístase a trabajar bajo
límites de tiempo porque ésto puede convertirse en una desventaja. Permita que los oponentes se tomen el
tiempo necesario ya que sus requerimientos burocráticos pueden tomar más tiempo.
9- Esté al tanto del énfasis que sus oponentes pueden ponerle a cuestiones de estatus y actitud. Las
apariencias y lo externo pueden ser sumamente importantes. Para algunos negociadores concientes de ello,
el llegar a un arreglo debe poder presentarse como un resultado honorable. Por otro lado, algunas
ganancias simbólicas pueden compensar algunas pérdidas reales.
10- No se sorprenda si la negociación continúa luego de que se haya alcanzado a un aparente arreglo. La
puesta en práctica de lo discutido muy pocas veces es inmediato y a menudo requiere que se siga
discutiendo. Para lograr que se cumplan los arreglos usted puede construir un sistema de graduación en el
que crea incentivos basados en el desempeño de los participantes.
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APÉNDICE 2
Contraste de valores
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APÉNDICE 3
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APÉNDICE 3, cont.
3) No emitir juicios.
4) No hacer críticas.
5) Todo es confidencial.
11) No hacerse problemas si hay que cambiar el curso hacia una nueva línea de ideas.
14) Obtener y utilizar técnicas creativas (Pensamiento lateral, “backcasting”, “ampliar la torta”, etc.)
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APÉNDICE 3, cont.
Esta es una escala para alcanzar el consenso que puede ayudar a comprender a qué suena el consenso. Va
de las declaraciones más claras de consenso a la mayor preocupación por el proceso.
1) “Estoy totalmente de acuerdo con la decisión. Estoy satisfecho de que la decisión haya sido aceptada por
todo el grupo”.
5) “No estoy de acuerdo con la decisión y me gustaría impedir que fuera aprobada”.
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APÉNDICE 3, cont.
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APÉNDICE 3, cont.
Hay muchas razones para explicar porqué se interrumpe la comunicación: razones emocionales,
sicológicas, lingüísticas, de medio ambiente, concientes e inconscientes. Reconocer las barreras y saber
cómo evitarlas o cómo lidiar con ellas son recursos importantes para un coordinador. Una distracción
puede ser una barrera menor; una inclinación irracional acerca de algo o alguien puede ser un obstáculo en
la comunicación.
Diferencias en la percepción: nuestras experiencias previas determinan como reaccionamos a las diferentes
situaciones. Factores tales como género, edad, origen cultural o étnico, deben ser tenidos en cuenta. Si bien
puede ser útil interpretar las percepciones de los demás, no es necesario estar de acuerdo con ellas.
Apreciar y articular la diferencia abrirá líneas de comunicación y así se podrá tener un diálogo
significativo.
Falta de conocimientos fundamentales: es difícil conversar con alguien que carece de la información básica
sobre le tema. ¿Qué calidad de discusión se puede tener cuando no se sabe nada sobre él? Asumir que quien
escucha está informado puede ser un error. Averigüe primero cuanto sabe la persona sobre el tema y luego
zambúllase. Puede resultar difícil para el emisor admitir su falta de conocimiento.
Emociones del emisor y del receptor: Las emociones fuertes (amor, furia, miedo, alegría) pueden ser otra
barrera importante. En vez de información se expresa el sentimiento. Cálmese antes de emitir o recibir
ideas. El coordinador debe ser conciente del estado emocional de los miembros del grupo. La manera en la
que habla el coordinador puede liberar frustración emocional y reforzar los sentimientos positivos que han
sido establecidos por el grupo.
Falta de atención: la falta de atención es una de las barreras más serias. Diversas investigaciones han
demostrado que escuchamos sólo el 60% de las veces que alguien habla.
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APÉNDICE 3, cont.
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APÉNDICE 4
1-Entre más intensa haya sido la experiencia para usted, mayor ha sido su satisfacción y, por lo mismo,
también es mayor la posibilidad de frustración cuando al volver a casa se cuestione su nueva perspectiva .
Quizá necesite un tiempo adicional para reaclimatarse a su lugar de origen. Obviamente sus amigos
cercanos, ciertos problemas personales y la tensión del trabajo pueden influir a favor o en contra de este
proceso. Dése más tiempo del necesario antes de juzgar el éxito o fracaso del taller.
2-Debido a la cercanía que se ha establecido con los otros participantes en un corto período de tiempo,
puede que exista un cierto sentido de pérdida al volver a casa. También puede que sus amigos y familiares
cercanos sientan celos de estas nuevas relaciones en su vida. Sea lo más suave que posible con usted mismo
y con quienes lo rodean y no se cree expectativas que ni usted ni los demás puedan alcanzar. Trate de
mantener contacto con alguien de este nuevo grupo (seguramente estará pasando por lo mismo que usted).
3- Usted ha tenido tiempo de procesar la información que aprendió, pero quienes se quedaron no lo han
hecho. Recuerde su escepticismo cuando recién llegó. Permita ese mismo período de escepticismo a sus
colegas y amigos. Se trata de un clásico caso de tiempo de ajuste entre aprender algo de manera cognitiva y
experimentarlo como parte de la realidad.
4-Cuando describa lo que ha aprendido, tenga en cuenta que no debe simplificar las cosas porque las ha
vivido. Describir eventos pasados le traerán a la mente imágenes que son imposibles de imaginar a quienes
no han estado allí. Trate de incluir sólo las actividades de interés para los demás. Observe cómo la gente
recibe la información y modifique sus descripciones de acuerdo a las reacciones. Si desea incorporar
satisfactoriamente lo que ha aprendido, no aburra a la gente ni proponga expectativas demasiado altas sin
establecer cambios previos.
5-Las ideas que usted traiga serán, sin duda alguna, cuestionadas. Evite una posición de defensa, sobre
todo no se cierre y describa su experiencia como la manera correcta de vivir. A veces es bueno compartir
los aspectos negativos así como los positivos, pues de esta manera brindará una perspectiva realista que la
hará más aceptable.
6-Las reacciones inmediatas son muy valiosas. La gente se sentirá más cómoda si pueden decirle con
honestidad lo que piensan sobre las historias que usted les ha contado. Esto también brinda una excelente
oportunidad para modificar las ideas que no se hayan reflejado apropiadamente.
7-En muchas ocasiones el aprendizaje puede ocurrir con el paso del tiempo. Es bastante frecuente sentir
experiencias reveladoras en las que uno se da cuenta de que lo que ha aprendido ocurre en la vida real.
Cuando esto ocurre, usted sentirá que se le aclaran los conceptos que aprendió. Este tipo de experiencias
ocurre más a menudo luego de un proceso de aprendizaje experimental. Es reconfortante saber que lo que
uno ha aprendido tiene continuidad y puede ser útil en cualquier momento, aprécielo cuando ocurra.
8-Busque reunirse con colegas y amigos que compartan sus preocupaciones y sus valores morales. Con
esta gente usted encontrará el apoyo necesario para implementar cambios. Conseguir aliados tiene la
ventaja de que sus ideas llegarán más lejos más con mayor rapidez.
9-La cultura del aprendizaje experimental no es aceptada ni entendida globalmente. Usted debe estar
preparado para explicar los conceptos de manera concreta. Evite usar terminología compleja y recuerde que
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compartir las cosas más significativas de su experiencia pueden ser importantes para los demás. Respete el
proceso de aprendizaje de los otros al igual que los líderes de su grupo respetaron su placer y su frustración
durante su propio proceso de aprendizaje.
10-Nunca hay suficiente tiempo para practicar lo que ha aprendido. Si usted puede compartir lo aprendido
enseñando a los demás, hágalo. La práctica hace al maestro. Mientras practica cometerá errores al igual
que los líderes de su seminario; no debe preocuparse por ello.
11-Lo aprendido en un salón de clases o en un laboratorio es algo temporal y debe fomentarse y llevarse a
cabo antes de que se institucionalice o se convierta en algo permanente. Téngalo en mente y tenga cuidado
al fijar expectativas.
Estas sugerencias son sólo unas pocas y deben revisarse periódicamente. Sea sensible con usted mismo y
con los demás y verá cómo su regreso le ofrecerá muchas oportunidades para compartir su experiencia.
Referencias: Porter, Larry (1979). The Reading Book for Human Relations Theory. Alexandria, VA: NTL
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