De Prada. La Derecha Podrida. Donoso Cortés
De Prada. La Derecha Podrida. Donoso Cortés
De Prada. La Derecha Podrida. Donoso Cortés
Pero, ¿cómo se explica que los adeptos de esta derecha podrida no adviertan
que es imposible defender una auténtica vida comunitaria cuando se ha
renunciado a la defensa de las demás inclinaciones del ser humano? Hace
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falta, en verdad, estar muy obnubilado para no advertir una evidencia tan
gigantesca. Y esta obnubilación - nos enseña Donoso Cortés - la provoca la
escuela liberal, «cuyo oficio propio es falsear todos los principios,
combinándolos caprichosa y absurdamente con aquellos otros que los
contradicen». Pues, en efecto, pretender combatir el separatismo a la vez que
se aceptan y aplauden todas las calamidades que atentan contra las
inclinaciones elementales del ser humano, es tanto como -citamos de nuevo a
Donoso- «prescindir de la cuestión relativa al mal en sí, al mal por excelencia,
para ocuparse sólo de cierto género de males; como si fuera posible que el que
ignora qué cosa es el mal pueda saber qué cosa son los males particulares».
De ahí que esta derecha podrida, a la vez que agita el espantajo del
separatismo como banderín de enganche, se allane ante la visión del mundo
y del hombre que preconiza el progresismo, que así puede imponerse más
fácilmente. Pues, como también nos enseña Donoso, «las escuelas socialistas
sacan grandes ventajas a la escuela liberal, cabalmente porque se van
derechas a todas las grandes cuestiones y porque proponen siempre una
resolución perentoria y decisiva. El socialismo no es fuerte sino porque es una
teología satánica. Las escuelas socialistas, por lo que tienen de teológicas,
prevalecerán sobre la liberal por lo que ésta tiene de antiteológica y de
escéptica».
Esta derecha podrida sólo sirve, en fin, para llevar a sus adeptos hacia los
rediles que interesan al progresismo, mientras agita el espantajo de males
particulares.