Atributos Profesionales
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Atributos Profesionales
Se puede afirmar que, en síntesis, auditar consiste en desarrollar una actitud – una
disposición mental – para buscar de forma sistemática evidencias con las que valorar el
funcionamiento de un sistema, o emitir un juicio razonado sobre el mismo. Hemos visto
que el oficio del auditor requiere personas maduras, que sepan actuar con
profesionalidad, independencia y objetividad en las distintas situaciones que se ven a
plantear, no siempre cómodas. (Couto, 2011)
Para que la auditoría se desarrolle de forma eficaz y se alcancen los objetivos fijados por
el cliente el auditor ha de dirigir con mano firme todo el proceso; ha de gestionar de
forma activa cada una de las fases y tareas por las que discurre. (Couto, 2011)
En la Norma ISO 19011:2002 se incluyen entre los atributos personales que debe
atesorar un auditor los siguientes:
a) Ético: imparcial, sincero, honesto y discreto.
b) De mentalidad abierta: dispuesto a considerar ideas o puntos de vista
alternativos.
c) Diplomático: con tacto en las relaciones con las personas.
d) Observador: activamente consciente del entorno físico y las actividades.
e) Perceptivo: instintivamente consciente y capaz de entender las situaciones.
f) Versátil: se adapta fácilmente a diferentes situaciones.
g) Tenaz: persistente, orientado hacia el logro de objetivos.
h) Decidido: alcanza conclusiones oportunas basadas en el análisis y el
razonamiento lógico.
i) Seguro de sí mismo: actúa y funciona de forma independiente a la vez que se
relaciona eficazmente con otros. (Couto, 2011)
1.42.1 Independencia
NORMATIVA
Las cualidades que debe tener un auditor son:
Se imparcial, sincero y honesto
Ser discreto y comprender el concepto de confidencialidad
Mantener la mente abierta para considerar las ideas y los puntos de vista
alternativos
Ser diplomático y saber tratar con las personas
Ser firme. Es muy importante, ya que durante la auditoría no debe negociar con
el auditado sobre la inclusión o eliminación de una determinada no conformidad
en el informe final ya que, de esta forma, se desvirtúa la eficiencia que puede
tener la auditoría. Aunque se lleve a cabo de forma responsable y ética, algunas
decisiones pueden no ser admitidas por las personas de la organización. Todo
esto puede generar desacuerdos y confrontaciones que no deben llevar a la
negociación para la aceptación del informe.
Tener la alta capacidad de observación.
Tener el instinto de ser consciente y comprender todas las situaciones.
Es necesario que se adapte de forma fácil a todos los contextos.
Estar orientado a conseguir los objetivos.
Obtener conclusiones de razonamientos lógicos y analizar las distintas
evidencias.
Estar seguro de uno mismo.
No contar con prejuicios que eliminen su objetividad. (ISO 27001)
AUTOR VIRTUAL 1
La actitud mental que debe mantener el auditor durante toda la Auditoría para
garantizar que el trabajo realizado y la opinión que se emite en el informe, son el
resultado de un proceso de obtención y evaluación de la evidencia con el suficiente
espíritu crítico y escepticismo profesional, de forma que no estén afectados por
influencias o intereses diferentes de los de la realización de un trabajo útil para los
beneficiarios del mismo. Esta dimensión, por tanto, depende y deriva del propio auditor.
Por otro lado, para lograr el estado mental requerido, el auditor debería cuidar:
• Su conducta: “Ha de estar fuera de presiones que le permitan u obliguen a aceptar o
silenciar hechos que alteren el dictamen”.
• Su ecuanimidad: “Ha de mantener una actitud de imparcialidad de juicios en su
actuación frente a la empresa, accionistas o terceros”.
• Sus relaciones de parentesco o amistad: Ha de evaluar sus relaciones de parentesco o
amistad con el fin de asegurarse que no influyen en su posición de independencia frente
a todo lo relacionado con su encargo de Auditoría.
• Mantener su independencia económica: “Ha de carecer de vínculos de interés con la
empresa, accionistas o terceros”.
• Proteger su independencia en la programación: El auditor no debe tener restricciones
y tener libre acceso a las personas, documentos, registros, lugares y actividades que
estime necesarias para el adecuado desarrollo de su trabajo.
• Cuidar su independencia en la investigación: El auditor en su investigación y tener libre
a documentos, registros, lugares y actividades que adecuado desarrollo de su trabajo.
• Conservar su independencia en el informe: “Ha de tener libertad absoluta de redacción
y expresión de opinión”. (Alvarado Riquelme & Infante, 2005)
Los riesgos o amenazas sobre la objetividad. Éstos pueden originarse, o parecer que
nacen, debido a las expectativas y al entorno. Unos son de carácter general y otros
específicos y derivados de las circunstancias del trabajo, los siguientes parámetros como
indicativos de los más significativos que, de materializarse, pueden mermar la
independencia del auditor, al menos, en apariencia:
√ Propio interés: Este riesgo existirá cuando al auditor se le presenten conflictos de tipo
financiero, o de otro tipo, que puedan influir negativamente sobre su objetividad,
provocando una disminución en el rigor de su trabajo con la esperanza de mantener o
incrementar el favor de la entidad que audita. (Alvarado Riquelme & Infante, 2005)
AUTOR VIRTUAL 2
Por tanto, puede manifestarse a colación de hechos o situaciones como las siguientes:
Existencia de un interés financiero directo o indirecto en el cliente, al margen del
derivado de los honorarios de Auditoría.
Un deseo desproporcionado por aumentar la remuneración o por la obtención de
trabajo adicional del cliente.
El temor de pérdida del cliente, por una excesiva dependencia de sus honorarios.
Defensa. La objetividad del auditor podría verse afectada si actuara como defensor de
(o en contra de) la posición de su cliente en un proceso o situación antagónica.
Familiaridad o confianza. Existe el riesgo de que el auditor estatutario llegue a estar muy
influenciado por las cualidades y personalidad del cliente y, por tanto, demasiado de
acuerdo con los intereses de este último, depositando una confianza excesiva en sus
representaciones y, consecuentemente, reduciendo el alcance de los procedimientos
realizados por debajo de los límites requeridos por las Normas de Auditoría
Generalmente Aceptadas.
La amenaza o riesgo de intimidación. La objetividad del auditor podría verse afectada
ante intentos de intimidación provenientes de amenazas u otras presiones, reales o
aparentes, por parte del cliente o de un asociado al cliente o por algún otro tercero con
poder suficiente.
Las consecuencias de estos riesgos o amenazas sobre la independencia del auditor es
que puedan reducir la probabilidad de que el auditor quiera detectar los errores e
irregularidades existentes y la probabilidad de que comunique los detectados. (Alvarado
Riquelme & Infante, 2005)
CRITERIO PERSONAL