Bronquiectasias Resumen

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BRONQUIECTASIAS

NO ASOCIADAS A FIBROSIS QUÍSTICA

Martínez Chamorro MJ. Grupo de Patología Infecciosa de la Asociación Española de Pediatría de


atención primaria. Revisoras: María Teresa Callén Blecua, Isabel Úbeda Sansano, Grupo de
Vías Respiratorias de la Asociación Española de Pediatría de atención primaria. Diciembre 2016.
Bronquiectasias no asociadas a fibrosis quística. [Disponibe en:
https://aepap.org/grupos/grupo-depatologia-infecciosa/contenido/documentos-del-gpi ]

Todo lo expresado a continuación se refiere a pacientes con bronquiectasias (BQ) no


asociadas a fibrosis quística (FQ), a no ser que se especifique lo contrario.

¿QUÉ SON LAS BRONQUIECTASIAS?


La palabra “bronquiectasia” es un término anatomopatológico. Consiste en una
anomalía estructural de los bronquios caracterizada por dilatación, destrucción y
debilitamiento de las paredes con retención de moco, colonización bacteriana e
inflamación crónicos 1.
El diagnóstico de BQ es radiológico, mediante la tomografía computarizada de
alta resolución (TACAR). Tradicionalmente se definen las BQ como dilataciones
irreversibles de los bronquios periféricos. En la actualidad se ha comprobado en niños
que, en los estadios iniciales, las BQ se pueden prevenir o incluso pueden ser
reversibles tratando la causa subyacente de forma adecuada y precoz 2,3,4.

¿QUÉ INTERÉS TIENEN LAS BRONQUIECTASIAS PARA EL PEDIATRA DE


ATENCIÓN PRIMARIA?
Si bien las BQ no son una patología frecuente en los países desarrollados, en la
actualidad están cobrando interés creciente debido a varios motivos. Su incidencia y
prevalencia han aumentado, sobre todo en adultos de más edad, pero también en
niños1,3,5,6,7. La morbilidad asociada a las BQ es elevada, las exacerbaciones pueden ser
recurrentes, y la mortalidad en adultos también está aumentada. Cuando se asocian a
otras enfermedades de base, empeoran su pronóstico. Los pacientes con BQ presentan
un deterioro acelerado en la función pulmonar y una peor calidad de vida8. Por otro
lado, el diagnóstico precoz de las BQ, el tratamiento adecuado y precoz de las
exacerbaciones y el tratamiento de la causa subyacente siempre que sea posible
pueden hacer que algunas BQ sean reversibles y disminuir la evolución hacia el
deterioro de la función pulmonar 2,3,4,9.
Algunos autores consideran que están infradiagnosticadas y es frecuente el
retraso diagnóstico5 , debido fundamentalmente a la ausencia de sospecha5,10,11,12. Por
1
las razones expuestas, creen que las BQ deberían dejar de considerarse una
"enfermedad huérfana" y tener presente su posible existencia en todos los pacientes
con síntomas respiratorios crónicos, recidivantes o con mala evolución o ante la
presencia de enfermedades predisponentes8.
Las BQ son una patología compleja cuyo manejo en niños debe realizarse en
atención especializada10 y de forma multidisciplinar: neumólogo pediátrico,
inmunólogo, fisioterapeuta, nutricionista, etc. El diagnóstico de confirmación se realiza
mediante TACAR, por lo que también corresponde a atención especializada. Algunas
sociedades, como la la British Thoracic Society (BTS) recomiendan el desarrollo de una
aproximación terapéutica compartida entre atención primaria y especializada10. Al
pediatra de atención primaria le corresponde la tarea fundamental de la sospecha
diagnóstica y no es posible la sospecha sin una concienciación. También debe estar
familiarizado con el manejo de las BQ, en particular el tratamiento de las
exacerbaciones. Las exacerbaciones de las BQ requieren tratamiento antibiótico, de
forma "agresiva": precoz, a dosis con frecuencia altas y durante un tiempo prolongado.
Los pediatras de atención primaria deben conocer todas las patologías cuyo
tratamiento sean los antibióticos, entre ellas las BQ, para hacer un uso adecuado y
racional de los mismos. Este documento pretende familiarizar al pediatra de atención
primaria con las bronquiectasias para que la asistencia a estos pacientes sea óptima.

¿SON FRECUENTES LAS BRONQUIECTASIAS? ¿A QUÉ NIÑOS AFECTAN?


En los países desarrollados la FQ es la causa más frecuente de BQ. En estos
países, la prevalencia de las BQ en los años 40 y 50 era elevada. Su frecuencia
disminuyó gradualmente a lo largo de la segunda mitad del siglo XX debido a las
mejoras en la sanidad y en las condiciones de higiene, las vacunas contra algunas
enfermedades respiratorias, como la tosferina y el sarampión y al uso de antibióticos.
En países desarrollados como Reino Unido o Nueva Zelanda (Auckland)3,13 se ha
encontrado una prevalencia de alrededor de 1/6000. La incidencia de BQ en niños de 0
a 14 años va de 0,5/100 000 niños-año en Finlandia14 a 3,7/100.000 niños-año en
Nueva Zelanda15.
Sin embargo, y si bien la incidencia actual de BQ es baja en los países
desarrollados, se ha observado un aparente aumento en las 2 ó 3 últimas décadas,
sobre todo en adultos, pero también en niños3,7. Algunos autores2 señalan que este
aumento puede ser debido a varias posibilidades. Por un lado, al aumento de la
supervivencia de algunos pacientes con enfermedades crónicas a las que se asocian
como la FQ, el SIDA y los trasplantes11. Por otro lado, se ha ido extendiendo cada vez
más el uso de la TACAR para el diagnóstico en niños con síntomas respiratorios
crónicos5. Las BQ han podido ser infradiagnosticadas en los años previos, en los que se
ha producido una gran focalización en el asma2. Finalmente, en los últimos años se ha
producido una adecuada reducción de la prescripción de antibióticos para el
2
tratamiento de las infecciones respiratorias agudas. La reaparición de las BQ podría ser
en parte una consecuencia no intencionada de este hecho2, ya que en años previos el
uso extendido de los antibióticos orales para el tratamiento de las infecciones
respiratorias agudas en los niños pequeños pudo tener el efecto de tratar algunas
bronquitis bacterianas prolongadas y/o neumonías y evitar su progresión a BQ.
La prevalencia de las BQ sigue siendo elevada en países en desarrollo, sobre
todo en algunas poblaciones de indígenas de Australia (5/1000) y Nueva Zelanda
(1/3000), Alaska (5/1000) y Polinesia (1/625)15,16. Esta elevada incidencia se debe a
infecciones recurrentes durante la infancia, a alteraciones inmunitarias o del
aclaramiento del moco pulmonar.
Los niños se afectan tanto como las niñas5. Cuando se diagnostican en niños,
suele ser en la segunda mitad de la primera década de la vida, tanto en niños de
países en vías de desarrollo como desarrollados, aunque muchos niños han presentado
síntomas desde los primeros años. La media del inicio de los síntomas fue al año de
edad, y el diagnóstico a los 7 años en un estudio del Reino Unido3,13 y a los 4,8 en
indígenas de Australia17.

¿CÓMO SE DESARROLLAN LAS BRONQUIECTASIAS?


El evento fisiopatológico más importante para el desarrollo de BQ es el círculo
vicioso que se produce entre infección, inflamación y daño de la pared bronquial18,19,20.
Varias condiciones son necesarias para el desarrollo de BQ: retención de moco
(disminución del aclaramiento mucociliar), colonización bacteriana, infección recurrente
y una respuesta inflamatoria, mediada por células (infiltración de neutrófilos, linfocitos
T, células procesadoras de antígenos y macrófagos) y liberación de citoquinas y
mediadores proinflamatorios (factor alfa de necrosis tumoral, interleukinas 1B, 6 y 8)21.
El resultado final es la destrucción del tejido elástico y muscular de los bronquios,
reparación defectuosa, adelgazamiento del cartílago, broncomalacia y, finalmente,
daño morfológico bronquial1. El parénquima pulmonar también puede estar afectado,
con áreas de atelectasia, enfisema y fibrosis. De forma paralela, la inflamación crónica
da lugar a una proliferación anormal de arterias bronquiales y desarrollo de
comunicaciones arteriovenosas que pueden dar lugar a hemoptisis1.

3
Disminución del Obstrucción
aclaramiento bronquial
mucociliar
Retención
de moco

Disminución
Inflamación Colonización de las
bronquial / infección defensas del
bacteriana huésped
Daño
bronquial
progresivo
Desarrollo de bronquiectasias
Hipótesis del círculo vicioso

Figura 1. Hipótesis del círculo vicioso (a partir de referencia18).

¿QÚE TIPOS HAY DE BRONQUIECTIAS?


Las bronquiectasias se pueden clasificar según su apariencia radiológica en22:
 Cilíndricas y tubulares (las más frecuentes)
 Varicosas
 Saculares y quísticas.
No hay una correlación clara entre los patrones radiológicos, el estado clínico, la
etiología o la fisiopatología5,23.
Según su distribución, las bronquiectasias pueden ser:
 Focales, fundamentalmente asociadas a infecciones del tracto
respiratorio inferior y a obstrucción bronquial.
 Difusas, usualmente se deben a enfermedades subyacentes
La localización puede ocurrir en cualquier segmento o lóbulo pulmonar, aunque
los afectados con más frecuencia son los lóbulos inferiores11.
Según los antecedentes personales del niño, las BQ pueden ser11:
 Primarias: las que se presentan en niños sanos tras una infección
respiratoria que evoluciona a la cronicidad.
 Secundarias: las que aparecen en niños con otras patologías crónicas
previas, siendo las BQ una complicación de su enfermedad. Los
procesos que con mayor frecuencia se asocian a BQ secundarias son:
 Fibrosis quística
 Defectos inmunológicos
 Síndromes aspirativos
– Cuerpos extraños
4
– Contenido gástrico
 Déficit de alfa-1-antitripsina
 Displasia de los cartílagos bronquiales
 Alteraciones del aclaramiento mucociliar
– Discinesia ciliar
– Síndrome de Kartagener
 Aspergillosis broncopulmonar alérgica
 Asma

¿CÚALES SON LAS CAUSAS DE LAS BRONQUIECTASIAS?


Las bronquiectasias son el resultado final de una vía común que da lugar a la
destrucción bronquial y que puede ser originada por una gran variedad de procesos
patológicos. Se debe identificar la causa siempre que sea posible para realizar un
tratamiento dirigido. Sin embargo, en entre un 30 a 50 %11,13 de los casos pediátricos
no se identifica la causa tras una evaluación adecuada. En la actualidad, hay quien
sugiere que la bronquitis bacteriana prolongada (BBP) puede ser la responsable de
algunos de estos casos de BQ que previamente se habían considerado idiopáticas 24.
Los tipos de procesos que causan bronquiectasias varían según las poblaciones y los
grupos de edad. En adultos y en países en vías de desarrollo, sobre todo en algunas
poblaciones indígenas, predominan las causas adquiridas debidas a infecciones. En
países desarrollados y en niños son más frecuentes las debidas a trastornos
inmunitarios y a malformaciones congénitas de las vías respiratorias19,25.
En el grupo de etiología conocida, los factores extrínsecos son los más
frecuentes, específicamente las infecciones del tracto respiratorio inferior (ITRI):
adenovirus, BBP, B.pertussis, sarampión, tuberculosis13,26. Los factores intrínsecos, no
infecciosos, son los que predominan en países desarrollados debido a la disminución de
factores exógenos27. La frecuencia de cada uno de ellos es variable y depende de
factores étnicos, grupo etario y nivel de complejidad del centro sanitario para realizar
estudios específicos.
Las causas más frecuentes en estudios que incluyen niños son: las
inmunodeficiencias primarias (20-39%)3,28, sobre todo debidas a síndromes de
deficiencia de inmunoglobulinas (inmunodeficiencia variable común) 28, las ITRI (4-
70%)5,13,19,24,29, discinesia ciliar primaria (15-24%)5, síndrome aspirativo, aspiración de
cuerpo extraño, malformaciones congénitas de las vías aéreas, el asma bronquial, el
síndrome del lóbulo medio y la bronquiolitis obliterante.
Es frecuente que las inmunodeficiencias primarias (IDP) en las que se afecta
la producción o la función de los anticuerpos o con defectos en la producción de
anticuerpos contra antígenos como los polisacáridos capsulares bacterianos se asocien
a la enfermedad pulmonar supurativa crónica (EPSC) y BQ10. Se debe considerar la
posibilidad de IDP subyacente, especialmente defectos en la producción de
5
anticuerpos, en todos los niños y adultos con BQ. Inversamente, en pacientes con IDP,
sobre todo las que afecten a la producción de anticuerpos, se debería considerar la
posiblidad de BQ, síntomáticas o clínicamente silentes 10. Los signos de sospecha de
IDP son infecciones graves, persistentes o recurrentes, particularmente si afectan a
múltiples localizaciones o infecciones por gérmenes oportunistas10. (Para más
información sobre inmunodeficiencias consultar documento del GPI de AEPap El niño
con infecciones frecuentes).
Las infecciones recurrentes de vías respiratorias altas y bajas por Haemophilus
influenzae, Streptococcus pneumoniae, y Moraxella catarrhalis son típicas de las IDP
por déficit de anticuerpos tanto en niños como en adultos30,31 y éstos son también los
gérmenes más habitualmente hallados en la EPSC y las BQ. La presentación de la IDP
no siempre ocurre en la infancia, pudiendo aparecer en la edad adulta 32, habiéndose
descrito retraso diagnóstico e infradiagnóstico33. Por ello, es fundamental para el
tratamiento óptimo de los pacientes, la concienciación de la elevada asociación entre
IDP y BQ.
Los signos de sospecha de discinesia ciliar primaria10 son: tos persistente
(con frecuencia húmeda), sinusitis recurrente, otitis media crónica y/o recurrente,
supuración continua de los tubos de drenaje transtimpánicos, dextrocardia (la mitad de
los casos) o asma atípico que no responde a tratamiento.
En niños previamente sanos la causa más frecuente de BQ suele ser la
postinfecciosa. Para demostrar la etiología infecciosa, debe haber una relacion
temporal entre la infección y el posterior desarrollo de BQ. Debido a que el diagnóstico
se suele hacer tras varios años del comienzo de los síntomas, a veces es difícil
demostrar la relación causal entre infección previa y BQ5.
Los agentes infecciosos involucrados pueden ser de origen vírico, bacteriano,
bacterias atípicas o tuberculosas. Los más frecuentes son: adenovirus, B.pertussis,
tuberculosis y virus del sarampión, a los que se añaden en la actualidad la BBP y la
infección por VIH. Las BQ postinfecciosas, como se ha mencionado, han disminuído en
los países desarrollados como consecuencia de los programas de inmunización
(sarampión, tosferina), el uso de antibióticos y la mejoría de las condiciones
socioeconómicas1,13,25,26,29.
La BBP está siendo cada vez más reconocida como una causa de tos húmeda
crónica, especialmente en niños. La identificación y tratamiento de la BBP es
importante porque ésta puede ser la causa precedente de las bronquiectasias2,33 (más
información sobre BBP en el documento Bronquitis bacteriana prolongada del GPI). La
neumonía bacteriana, en especial si es recurrente o está asociada defectos anatómicos
o inmunitarios subyacentes, puede dar lugar a BQ.

6
El adenovirus (ADV) es un importante agente etiológico de ITRI en los niños. Las
infecciones pueden ser graves y los pacientes graves tienen un alto porcentaje de
secuelas pulmonares (25-30%)34. La infección por adenovirus, sobre todo el tipo 7, se
ha asociado a secuelas pulmonares graves como BQ34. En Sudamérica se ha
comunicado presencia de BQ en el 50% de niños que sufrieron ITRI grave por ADV26.
La tuberculosis sigue siendo una causa importante de BQ en niños de países
donde es endémica y en niños con VIH25. El complejo Mycobacterium avium
intracelular, infección oportunista habitualmente asociada a inmunodeficiencias como
el VIH, puede dar lugar a patología pulmonar como BQ, aunque en niños no es muy
fecuente35.
Las causas de las BQ también se pueden clasificar según la fisiopatología
subyacente. En la tabla 1 se recogen las causas de BQ según su fisiopatología y el
abordaje diagnóstico según la causa subyacente.

Tabla 1. Causas y evaluación diagnóstica de las bronquiectasias en niños19


Categorías Ejemplos Evaluación diagnóstica
Congénitas
Deficiencia del cartílago (s. Williams- Pruebas de imagen torácicas
Campbell)
Traqueobroncomegalia (s. Mounier-
Kühn)
Adquiridas
Estrechamiento bronquial/obstrucción
Malformaciones Traqueomalacia, broncomalacia, Pruebas de imagen torácicas (TAC
Congénitas estenosis traqueal o bronquial, quiste con angiograma): para evaluar:
broncogénico, bronquio traqueal secuestro, MAQC, anillos
(ectópico), anillo vascular, aneurisma vasculares o anomalías vasculares
arterial de las arterias pulmonares
Secuestro broncopulmonar (intralobar) Broncoscopia flexible: para
Malformación bronquial congénita evaluar: broncomalacia, bronquio
(malformación adenomatoidea quística ectópico, estenosis bronquial o
congénita (MAQC)) compresión vascular

Aspiración de cuerpo Frutos secos, caramelos, pequeños Historia clínica: episodio de


extraño objetos sofocación y/o neumonía
recurrente, exploración física,
Radiología de tórax, broncoscopia
rígida
Impactación de moco Tapón de moco (postoperatorio, asma, Radiología de tórax, serología
s. del lóbulo medio) Aspergillus, IgE, broncoscopia
Aspergillosis broncopulmonar alérgica flexible con LBA y biopsia en caso
Granulomatosis broncocéntrica (GB) de GB
Adenopatía hiliar Tuberculosis Radiología de tórax, broncoscopia
Histoplasmosis flexible, serología, cultivos y
Sarcoidosis biopsia si precisa
Tumores Adenoma de la vía aérea, teratoma Radiología de tórax, broncoscopia
endobronquial flexible
7
Inmunodeficiencias
Déficits de Agammaglobulinemia ligada a X Déficit Niveles y subclases de
inmunoglobulinas de subclases de IgG Inmunodeficiencia inmunoglobulinas, panel humoral
variable común con títulos específicos de
Déficit de IgA con ataxia-telangiectsia anticuerpos frente a vacunas
Déficit aislado de IgA (posible)
Disfunción leucocitaria Enfermedad granulomatosa crónica y Test de dihidrorodamina 123, test
otras disfunciones leucocitarias de nitroazul de tetrazolio, estudio
genético
Imnunodeficiencias Inmunodeficiencia combinada severa Radiología de tórax, niveles de
combinadas S. Di George inmunoglobulinas, títulos de
Déficits del complejo mayor de anticuerpos específicos,
histocompatibilidad (HLA) causantes evaluación de subclases de
del s. del linfocito desnudo linfocitos (T, B y NK) y evaluación
Otras inmunodeficiencias combinadas de la función de las células T
Déficits del Déficit de C3, déficit de ficolina-3 Ensayo de complemento (C3, C4 y
complemento complemento hemolítico total)
Inmunodeficiencias Infección VIH, inmunosupresión Historia, recuento sanguíneo,
adquiridas farmacológica, malnutrición, cuantificación de
neoplasias, etc inmunoglobulinas
Aclaramiento anormal del moco (e infección crónica secundaria)
Secreciones anormales Fibrosis quística Test del sudor, test genético
Disfunción ciliar Discinesia ciliar primaria (s. Kartagener Biopsia ciliar nasal o bronquial con
si hay situs inversus) estudios de motilidad, microscopía
electrónica, estudio genético
Situs inversus en el s. Kartagener
Otras causas Malformaciones del SNC, debilidad Historia y examen físico
muscular y tos débil (distrofias
musculares, parálisis cerebral y
patologías afines)
Infección
Bronquitis bacteriana H.influenzae, S.pneumoniae, S.aureus, Historia de tos húmeda crónica,
prolongada M.catarrhalis cultivo de esputo y/o LBA
(broncoscopia)
Neumonía bacteriana S.aureus, S.pneumoniae, Klebsiella, Historia y cultivos
Pseudomonas aeruginosa
Infecciones de la Tosferina Historia de infección
infancia Sarampión
Infecciones virales Adenovirus (tipos 7 y 21) Historia, estudio de virus
V. influenza (serología, PCR, cultivo)
V. herpes simple
Otras infecciones Hongos (histoplasmosis) Historia, serología, cultivos
M. tuberculosis, micobacterias atípicas
Posible Mycoplasma
Aspiración recurrente Trastornos neurólogicos Historia, estudios de imagen de
Parálisis de las cuerdas vocales tórax; estudios de deglución y
Trastornos de la deglución esofagograma de contraste;
Hendidura laríngea laringoscopia directa con
Fístula traqueoesofágica exploración para hendidura
Enfermedad por RGE laríngea
Otros trastornos
Bronquiolitis obliterante Postinfeciosa Historia, estudios de función
8
Post- transplante (de médula ósea, de pulmonar, TAC de tórax
pulmón) con rechazo crónico
Enfermedad pulmonar intersticial
Otras causas
Trastornos genéticos Síndrome de las uñas amarillas: uñas Exploración física, historia
amarillas, linfedema y enfermedad del familiar, posible estudio genético
tracto respiratorio con derrame pleural
Enfermedades Artritis reumatoide Historia, exploración física,
autoinmunes y del Esclerodermia estudio reumatológico
tejido conectivo Policondritis recidivante (PR) Biopsia de cartílago para PR
Amiloidosis traqueobronquial Biopsia para amiloidosis
Síndrome de Marfan
Inhalación de gases y Amoniaco Historia de exposición
polvo tóxico Dióxido de nitrógeno Radiología de tórax
Otros gases irritantes
Humo
Talco
Silicato
MAQC: malformación adenomatoidea quística congénita; GB: granulomatosis
broncocéntrica; TAC: tomografía computarizada; LBA: lavado broncoalveolar; SNC:
sistema nerviso central; RGE: reflujo gastroesofágico; PCR: reacción en cadena de
polimerasa.

¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS Y SIGNOS DE LAS BRONQUIECTASIAS?


Los síntomas clínicos de las BQ varían en un espectro de gravedad variable,
desde el niño prácticamente asintomático, o solo con tos, hasta el paciente
crónicamente enfermo. El inicio puede ser agudo después de una infección
respiratoria, o puede manifestarse como enfermedad pulmonar recurrente o crónica.
Los niños con BQ suelen tener una historia previa de infecciones pulmonares
recurrentes o tos crónica, por ello, los síntomas respiratorios crónicos en niños deben
conducir a un elevado índice de sospecha de BQ.
Los síntomas más frecuentes en situación basal (ausencia de exacerbación)
son 5,10,11,25,36
:
 Tos prolongada (> 4 semanas), "húmeda" o productiva. Es el síntoma más
frecuente. Se suele acompañar de producción de abundante esputo purulento,
sobre todo por la mañana mañana, como consecuencia de las secreciones
acumuladas durante la noche. En niños pequeños el esputo puede ser menos
perceptible por su incapacidad para expulsarlo (lo tragan), por eso algunos
autores prefieren llamar a la tos húmeda en lugar de productiva2,34.
 Hallazgos en la auscultación: si son persistentes deben alertar sobre la
posiblidad de existencia de BQ.
o Crepitantes (inspiratorios) y roncus (espiratorios), sobre el área de las BQ.
o Sibilancias: menos frecuentes (7- 11 % de niños con BQ).

9
 En niños no son frecuentes los síntomas de hipoxemia crónica como disnea o
signos como cianosis, dedos en palillo de tambor o pectus carinatum
(hiperinsuflción pulmonar). Pueden aparecer en casos de larga evolución y/o
graves.
 Hemoptisis, en cantidad variable, aunque es menos frecuente que en adultos.
 Suele haber anorexia y escasa ganancia póndero-estatural.
 Otros síntomas relacionados con la causa subyacente de las BQ (ej. otitis media
crónica y sinusitis de repetición en el caso de disfunción ciliar, anomalías
congénitas, etc).

Síntomas de las exacerbaciones


Se considera exacerbación o reagudización el empeoramiento de los síntomas
basales, mantenido a lo largo de varios días (72 horas)10,28: cambios en uno o más de
los síntomas habituales (aumento de la tos, aumento en el volumen o la purulencia del
esputo, empeoramiento de la disnea, aumento de la fatiga o el malestar o disminución
de la función pulmonar) o aparición de síntomas nuevos (fiebre, hemoptisis, dolor
pleural). En niños es frecuente que las exacerbaciones se acompañen de fiebre.
Las exacerbaciones son más frecuentes en pacientes con enfermedad grave o
EPSC/BQ no tratadas y su frecuencia se considera un marcador clínico de la severidad
y el control de la enfermedad. Las exacerbaciones recurrentes pueden conducir a un
deterioro progresivo de la función pulmonar y son uno de los mayores predictores de
mala calidad de vida en las BQ5.

¿QUÉ GÉRMENES HAY EN LAS BRONQUIECTASIAS?


Se deben recoger muestras de esputo en todos los pacientes con BQ siempre
que sea posible: en el diagnóstico inicial, en las exacerbaciones antes de iniciar el
tratamiento y periódicamente en situación basal 10. La bacteria predominante en niños
es H.influenzae (con frecuencia no tipable). Otras bacterias halladas son
S.pneumoniae, S.aureus y M.catarrhalis 3, 13,37. La P.aeruginosa es poco frecuente en
niños con BQ no-FQ de países desarrollados (<5%), a diferencia de las BQ asociadas a
FQ, en las que los gérmenes más habituales encontrados en esputo son H.influenzae,
S.aureus y P.aeruginosa 15,38. La presencia de P.aeruginosa en BQ no-FQ aparece en
estadíos avanzados y predice una morbilidad más elevada39. Otros gérmenes
implicados son las micobacterias no tuberculosas y el Aspergillus, aunque son menos
frecuentes en niños35.
Todas estas bacterias se pueden hallar en biofilms. La mayoría de las bacterias
halladas en las BQ se adaptan a las limitaciones de nutrientes y al estrés oxidativo en
el microambiente pulmonar mediante la formación de agregados en biofilms40. Los
biofilms tienen un rol importante en la supervivencia bacteriana al proteger a los

10
organismos encerrados en ellos de las respuestas inmunitarias del huésped y del efecto
de los antibióticos.
La recogida de muestras mediante lavado broncoalveolar (LBA), debido a que es
una técnica invasiva, su coste y disponibilidad, se reserva para para los casos de
diagnóstico inicial y ante la falta de respuesta al tratamiento e incapacidad de producir
esputo o cultivos de esputo negativos 28,35.

¿CUÁNDO SOSPECHAR BRONQUIECTASIAS? ¿CÓMO SE DIAGNOSTICAN?


APROXIMACIÓN DIAGNÓSTICA A LAS BQ Y DIAGNÓSTICO ETIOLÓGICO
Se debe investigar la presencia de BQ ante un niño que presente tos recidivante
o crónica (> 4 semanas), expectoración purulenta prolongada, crepitantes persistentes
o falta de resolución en la Rx de tórax después de infecciones respiratorias11.
Según la British Thoracic Society10 se debe investigar la presencia de BQ en niños
que presenten (figura 2, algoritmo diagnóstico de BQ):
 Tos crónica (> 4 semanas) húmeda/productiva, que persiste entre
infecciones respiratorias agudas virales o con cultivos bacterianos positivos.
 Asma que no responde al tratamiento.
 Hallazgo en cultivo de esputo de S.aureus, H.influenzae, P.aeruginosa,
micobacterias no tuberculososas o complejo de Burkholderia cepacia en el
contexto de síntomas respiratorio crónicos.
 Resolución incompleta de los síntomas, signos o cambios radiológicos
despues de una neumonía o infección respiratoria grave.
 Tos pertusoide que no se resuelve en 6 meses.
 Neumonía recurrente.
 Signos físicos persistentes e inexplicados o alteraciones en la Rx de tórax.
 Obstrucción bronquial localizada.
 Síntomas respiratorios en niños con alteraciones estructruales o funcionales
del esófago y del tracto respiratorio superior.
 Hemoptisis inexplicada.
 Síntomas respiratorios con alguna característica de FQ, DCP o IDP.
Las metas de la evaluación diagnóstica son la confirmación del diagnóstico de
bronquiectasias, la identificación de la etiología subyacente o cualquier causa
potencialmente tratable y la evalución de la severidad de la enfermedad pulmonar10.
No es raro el retraso en el diagnóstico, incluso en años, tanto en niños como en
adultos41. En un estudio se señala que el 60-80% de los adultos con BQ de nuevo
diagnóstico, tuvieron tos húmeda crónica desde la infancia42.
En la evaluación de las BQ se deberá realizar una historia clínica (tipo y
duración de la tos, infecciones previas respiratorias o en otras localizaciones,
tratamientos previos, vacunaciones, presencia de enfermedades predisponentes,
11
enfermedades familiares) y exploración física detalladas (ruidos en la auscultación,
pectus carinatum, retraso póndero-estatural, etc.) así como pruebas
complementarias de laboratorio y de imagen y de función pulmonar en niños
mayores dirigidas según los hallazgos43. En el algoritmo diagnóstico se reflejan los
aspectos a valorar de la historia clínica y las pruebas a realizar según la sospecha. En
la tabla 1 se indica la evaluación diagnóstica de las BQ según sus causas.

Técnicas de imagen
Radiografías de tórax. Se debe realizar una Rx de tórax basal AP y lateral inicial en
todos los pacientes. Puede ser normal en estadíos tempranos y no sirve para la
confirmación diagnóstica ya que no es muy sensible ni muy específica10,11,44. Los
hallazgos sugestivos de BQ son bronquios periféricos dilatados y engrosados (en vías
de tranvía o líneas paralelas en cortes longitudinales, o sombras en anillo en cortes
transversales), atelectasias lineales y opacidades irregulares periféricas (tapones de
moco purulento). En los casos avanzados se puede encontrar un patrón en “panal de
abeja”44. La distribución de las BQ puede dar pistas sobre la la enfermedad
subyacente. Una única área focal de bronquiectasias sugiere cuerpo extraño bronquial
o defecto pulmonar congénito.
Tomografía computarizada de alta resolución de tórax (TACAR). Es el método de
imagen más sensible para la detección de bronquiectasias y actualmente se considera
la técnica de elección para su diagnóstico. Se debería realizar tras la radiografía de
tórax en un paciente con sospecha clínica de bronquiectasias10,11,44. La sensibilidad de
la TACAR para la detección de bronquiectasia es del 82-97% comparada con el patrón
oro, la broncografía (actualmente en desuso)44. Los hallazgos en la TACAR no son
específicos de ninguna etiología y se deben correlacionar con los hallazgos clínicos y de
laboratorio.
Los signos directos de BQ son10,11,44:
 Dilatación bronquial: el bronquio es mayor que la arteria adyacente: índice
broncoarterial >1.
 Falta de afilamiento bronquial (ausencia de reducción del calibre bronquial
desde la división dicotómica)
 Anormalidades del contorno bronquial:
o Signo del anillo de sello o quistes arracimados en cortes verticales.
o Raíl de tranvía o ristra de perlas en cortes horizontales.
 Visualización de bronquios en la periferia del pulmón o en contacto con la
pleura mediastínica (habitualmente no suelen observarse a menos de 1-2 cm
de la pleura costal o del mediastino ya que sus paredes son demasiado
finas).
 Signos indirectos de las BQ son: pérdida de volumen, tapones de moco y
atrapamiento aéreo44. La TACAR también puede ser útil para la identificación
12
de la etiología de las bronquiectasias, como signos de FQ, cilio inmóvil,
micobacterias oportunistas, anomalías anatómicas congénitas
(traqueobroncomegalia) o compresión extraluminal por un ganglio linfático,
masa o vasos sanguíneos aberrantes.

El diagnóstico radiológico de BQ en niños presenta limitaciones 33 que pueden


infravalorar su existencia ya que:
o Algunos niños presentan el síndrome clínico de BQ, pero su TACAR torácica no
reúne los criterios para el diagnóstico de BQ radiológicas. Se desconoce en
qué estadío de la enfermedad aparecen los signos radiológicos de BQ. Los
falsos negativos son más probables cuando la enfermedad aún no es severa,
como ocurrre en algunos niños, o es localizada.
o Los criterios de BQ en la TACAR son derivados de datos de los adultos, y no son
necesariamente equivalentes a los hallazgos en niños, debido a que con la
edad ocurren cambios morfológicos en los bronquios. La ratio broncoarterial >
de 1 depende de la edad. Es probable que la ratio broncoarterial normal sea
menor en niños que adultos (0,4-0,5) y se requiera una ratio inferior para
definir BQ en niños.
o Para cumplir el criterio de dilataciones irreversibles se requieren al menos dos
TACAR. La realización de más de un TACAR en niños por razones meramente
diagnósticas es controvertida por el aumento en el riesgo de cáncer y por el
coste.
Con frecuencia se piensa en las bronquiectasias como algo irreversible. Sin
embargo, el TACAR ha demostrado la resolución de bronquiectasias cilíndricas en
algunos casos, en las cuales se puede identificar y tratar la causa subyacente,
fundamentalmente infección2,3,4.

Estudios de laboratorio.
Se deben realizar para identificar la causa de las bronquiectasias, dirigidas por la
historia, la exploración física y los estudios de imagen. En AP se pueden realizar
pruebas de primer nivel como: hemograma y bioquímica general, inmunoglobulinas,
alfa-1-antitripsina, cloro en sudor, Mantoux y cultivo de esputo. Se debería investigar
FQ en todos los niños con BQ 10 por ser la causa más frecuente de BQ. (Ver tabla 1 y
algoritmo diagnóstico. Para ver investigaciones a realizar en caso de sospecha de IDP
ver documento del GPI El niño con infecciones frecuentes).

Estudio de función pulmonar (espirometría)

13
En niños mayores (edad escolar). Útil para evaluar la severidad de la enfermedad
pulmonar y su progresión a largo plazo. En niños la función pulmonar suele ser normal,
al menos en estadíos iniciales. Su disminución indica severidad. Cuando está alterada
el hallazgo más frecuente es la obstrucción al flujo aéreo, con FEV1 disminuído. Si hay
fibrosis y cicatrices puede haber un componente restrictivo13,19.

Broncoscopia
En niños la broncoscopia no está indicada de rutina. Puede ser necesaria para
realizar el diagnóstico etiológico en algunos casos (ver tabla 1). Está indicada cuando
las BQ afectan a un solo lóbulo para descartar un cuerpo extraño y extraerlo. También
puede ser necesaria en algunos niños con enfermedad aguda grave que no responden
al tratamiento o si los cultivos de esputo son negativos para proporcionar muestras
para microbiología, citología o biopsia o si el TACAR sugiere infección por
micobacterias atípicas10,11.

Broncografía
Es una técnica en desuso ya que ha sido sustituida por la TACAR de tórax, que es
menos invasiva, tiene menos efectos secundarios y aporta más hallazgos diagnósticos.
La broncografía puede estar indicada previa al tratamiento quirúrgico para la
localización exacta de las BQ10,11.

¿CÓMO SE TRATAN LAS BRONQUIECTASIAS?


La finalidad del tratamiento es prevenir la progresión de la enfermedad,
mantener o mejorar la función pulmonar y mejorar la calidad de vida y en los niños,
conseguir un crecimiento y desarrollo normal10,11.

Tratamiento médico
Los tres pilares del tratamiento de las BQ son11,45:
 Tratar la causa cuando sea posible
 Facilitar el drenaje de las secreciones
 Tratar las exacerbaciones infecciosas

Otros aspectos del tratamiento son estimular el ejercicio físico, conseguir un


estado nutricional óptimo, evitar contaminantes ambientales como el humo del tabaco
y asegurar la administración de todas las vacunas recomendadas según el calendario
correspondiente45.

Los distintos aspectos del tratamiento se refieren a:


14
o Tratamiento antibiótico: en las exacerbaciones agudas
o Tratamiento crónico:
 Oral
 Inhalado
o Fisioterapia respiratoria
o Mucolíticos e hidratación de la vía aérea
o Broncodilatadores
o Antiinflamatorios
o Vacunas

Tratamiento antibiótico
Exacerbaciones respiratorias agudas:
El tratamiento precoz de las exacerbaciones infecciosas con antibioterapia se
considera una de las piedras angulares del tratamiento de las bronquiectasias10.
Reduce los síntomas, previene las recurrencias, preserva la función pulmonar, mejora
la calidad de vida relacionada con la salud y la superviviencia46. Es necesario el
tratamiento antibiótico para romper el "círculo vicioso" de inflamación-infección-
retención de moco.
Antes de iniciar el tratamiento antibiótico, se debe recoger el esputo siempre que
sea posible. En niños pequeños que no pueden producir esputo, los cultivos se pueden
obtener de frotis profundos de la faringe tras inducir la tos45. El hallazgo aislado de un
gérmen en un cultivo de esputo o la existencia de expectoración aislada no son
necesarimente indicación de tratamiento antibiótico10. Se considera exacerbación que
requiera tratamiento antibiótico el deterioro agudo y mantenido durante varios días (72
horas) con empeoramiento de los síntomas locales (aumento de tos, aumento en el
volumen o cambios en la viscosidad del esputo, aumento de la purulencia del esputo),
aumento de la disnea, las sibilancias, presencia de hemoptisis y/o afectación del estado
general (fatiga o fiebre)10.
Con respecto al cultivo de esputo, además de la detección el gérmen, se debe
solicitar el recuento de colonias, ya que la carga bacteriana se relaciona con el riesgo
de exacerbaciones y la severidad de los síntomas respiratorios 47. Monitorizar la
microbiología del esputo ayuda a guiar el tratamiento antimicrobiano en las
exacerbaciones41.
Hay pocos ensayos clínicos randomizados (ECR) que evalúen el efecto o la
duración necesaria del tratamiento antibiótico en las exacerbaciones de las BQ y casi
todas las recomendaciones actuales están extrapoladas del tratamiento de las BQ
asociadas a FQ10,41. Los antibióticos deben individualizarse según factores de los
propios antibióticos (seguridad, eficacia, facilidad de administración) y del paciente
(edad, comorbilidades, extensión de las BQ, severidad de la exacerbación) así como
según los perfiles locales de susceptibilidad, el uso reciente de antibióticos y los
resultados del cultivo de esputo si están disponibles48,49.
15
Por convención, la duración habitual del tratamiento son 14 días25,49, aunque 10
días pueden ser suficientes y algunos necesitan pautas más largas (4-8 semanas). El
tratamiento puede ser oral o intravenoso. Los antibióticos intravenosos pueden ser
necesarios para exacerbaciones graves o que no respondan al tratamiento oral. En
cualquier caso, el tratamiento será el indicado por la unidad especializada que controle
al paciente28,49. Está indicado el tratamiento hospitalario en niños si existe10: disnea con
taquicardia y aumento del trabajo respiratorio, fiebre >38ºC, incapacidad para tomar el
tratamiento oral, pacientes que no han respondido a tratamiento oral o si existe
cianosis, fallo respiratorio o circulatorio.
En ausencia de los resultados del cultivo, es razonable usar antibióticos que
cubran los gérmenes más habituales: H.influenzae, S.pneumoniae y
M.catarrhalis3,13,28,37 como amoxicillina-ácido clavulánico, a dosis altas en nuestro
medio, para exacerbaciones leves a moderadas (80 mg/kg/d) o una cefalosporina de
segunda o tercera generación i.v. en caso de exacerbaciones graves. No se debe
realizar tratamiento empírico para P.aeruginosa si no ha habido una colonización o
infección previa10.
Recientes evidencias50 sugieren que las infecciones virales probablemente
contribuyen a la patogénesis de las exacerbaciones, aunque el papel de las
interacciones vírico-bacterianas no está claro. Hasta que no se disponga de más
información, estos hallazgos no cambian las recomendaciones actuales del tratamiento
y la mayoría de los expertos recomiendan tratamiento antibiótico en todas las
exacerbaciones significativas, incluso aquéllas con un desencadenante viral 2.

Tratamiento antibiótico crónico:


ORAL:
La colonización bacteriana bronquial es frecuente en pacientes con BQ, pero no
está claro si la colonización de pacientes clínicamente estables debe tratarse11. El
tratamiento de la colonización con antibióticos sistémicos consigue un descenso en la
carga bacteriana, reduciendo el volumen y la purulencia del esputo, y secundariamente
disminuye la inflamación bronquial y el riesgo de exacerbaciones, aunque se asocia a
efectos secundarios y resistencias. Por ello, su uso no se recomienda de manera
general en el momento actual. La BTS10 recomienda que solo se debe realizar
descolonización en la BQ no-FQ en caso de exacerbaciones frecuentes o enfermedad
grave y para erradicar la colonización de P.aeruginosa cuando se aisla por primera vez
y en pacientes colonizados por S.aureus meticilinresistente (SAMR).
Apenas hay ensayos clínicos controlados sobre el uso de antibióticos a largo
plazo en niños con BQ. Hay evidencia del beneficio del uso a largo plazo de
azitromicina en pacientes con BQ-FQ, pero se desconoce si ocurrirá lo mismo en
pacientes con BQ no-FQ donde el perfil de gérmenes bronquiales es distinto10. Siempre

16
que sea posible, el régimen de antibiótico a largo plazo debería estar determinado por
la microbiología del esputo10.
Los antibióticos que más se han usado a largo plazo para el tratamiento de las
BQ son los macrólidos28. Los macrólidos son antibióticos con propiedades
antiinflamatorias e inmunomoduladoras además de antibacterianas. Se acumulan en el
interior de los leucocitos permitiendo que se concentren en el lugar de la infección. Son
bacteriostáticos para los estafilococos, estreptococos y Haemophilus spp, pero no son
bactericidas frente a P.aeruginosa. El mecanismo de acción antiinflamatorio no se
conoce bien. Pueden aumentar el aclaramiento del moco, reducen la inflamación
crónica, modifican la función de los macrófagos y neutrófilos y reducen la producción
de citoquinas proinflamatorias51. Otras actividades antimicrobianas son inhibición de la
adherencia bacteriana a las células epiteliales y disminución en la formación de
biofilms51.
La azitromicina es el macrólido más ampliamente estudiado. Se acumula más
efectivamente que otros macrólidos en los fagocitos, alcanzando niveles hasta 200
veces más elevados que en los fluidos extracelulares 52. También es mejor tolerado y
tiene menos interacciones que otros macrólidos y su prolongada vida media permite su
administración una o varias veces a la semana. Sin embargo, su vida media prolongada
y las concentraciones extracelulares subinhibitorias mantenidas también aumentan el
riesgo de aparición de resistencias bacterianas52,53.
Sólo hay 2 ensayos clínicos que evalúen en tratamiento a largo plazo con
macrólidos en niños con BQ no-FQ. El más reciente53, se realizó en 2013 en Australia y
Nueva Zelanda con niños indígenas a los que se les administró azitromicina (30
mg/kg/d [máx 600mg]) frente a placebo, una vez a la semana durante 1-2 años. Fue
bien tolerada, se redujeron las exacerbaciones y los portadores de H.influenzae y
M.catharralis, pero aumentaron las bacterias resistentes a macrólidos.
Dadas las preocupaciones por los potenciales efectos adversos del tratamiento
con macrólidos a largo plazo, la BTS10 recomienda un uso juicioso de los mismos, para
lo que es necesario identificar qué pacientes son los que más se beneficiarían de su
uso y cuál sería el antibiótico, la dosis y la duración óptimas. No se recomiendan dosis
elevadas para minimizar los efectos adversos10. Recomienda su uso solo en caso de
exacerbaciones frecuentes (>3 /año)10,41, durante no más de 12-24 meses y siempre
que no haya evidencia de infección por micobacterias atípicas. No se recomiendan en
pacientes con factores de riesgo de QTc largo 54 ni en pacientes con una audición
alterada para su edad55 (riesgo aumentado aunque bajo de aumento del QTc en el ECG
y de disminución de la audición asociados al tratamiento con azitromicina).
Aunque también se han usado tratamientos a largo plazo o de forma rotatoria
con otros antibióticos no macrólidos (cotrimoxazol, amoxicilinaclavulánico,
cefalosporinas), no se recomiendan de rutina dado que hay limitada evidencia de una
eficacia modesta. Las quinolonas no se deben usar a largo plazo10,28,56.

17
ANTIBIOTERAPIA INHALADA
En la actualidad no está claro el papel del tratamiento con antibióticos inhalados
a largo plazo en los pacientes con BQ. Han sido beneficiosos en pacientes con BQ-FQ.
En pacientes con BQ no-FQ, a pesar de que disminuyen la carga bacteriana en el
esputo, no se han repetido de forma consistente los beneficios y con frecuencia han
sido mal tolerados, por los que no se recomiendan de rutina en los pacientes con BQ
no-FQ28. Se puede considerar su uso, de forma individualizada, en caso de colonización
por P.aeruginosa, en caso de exacerbaciones frecuentes (>3 /año) y cuando los
macrólidos orales no hayan sido efectivos o estén contraindicados10,28,41.
Los antibióticos más usados son los aminoglucósidos. Los aminoglucósidos
inhalados presentan efectos adversos, como broncoespasmo, disnea o dolor torácico
que hacen que sean mal tolerados. Para disminuir estos efectos se utilizan agonistas
β2-adrenérgicos inhalados previos a la administración del antibiótico. Por ello, la
elección del antibiótico deberá tener en cuenta la tolerabilidad, las políticas locales de
prescripción de antibióticos y la disponibilidad.

Fisioterapia respiratoria
Se recomienda fisioterapia respiratoria rutinaria para mejorar el aclaramiento
mucociliar, aunque esta práctica se basa en escasa evidencia19. Las técnicas que se
usan son variadas: drenaje postural y percusión torácica, técnicas de respiración y
expectoración, aparatos de oscilación bronquial, flutter, chalecos de percusión externa,
etc. Basado en estudios de pacientes con FQ, ninguna de estas técnicas es superior a
las otras, aunque puede haber diferencias en la disponibilidad, coste y adherencia del
paciente45. El tratamiento se lleva a cabo en servicios especializados de rehabilitación-
fisioterapia, donde se enseñan las técnicas adecuadas, y en el domicilio, realizado por
el paciente o su familia. Se debe fomentar en los pacientes el autocuidado y la
autonomía con respecto a la técnica de aclaramiento bronquial elegida10.

Mucolíticos e hidratación bronquial


Los datos para el uso de mucolíticos en las bronchiectasis no-FQ es limitado. La
DNasa ha sido efectiva en las BQ-FQ reduciendo la viscosidad del esputo y mejorando
la función pulmonar, pero no ha sido tan efectiva en BQ no-FQ por lo que no se
recomienda de rutina10,45. Se pueden usar, previamente al aclaramiento bronquial la
nebulización de agua estéril o suero isotónico para reducir la viscosidad del esputo,
aumentar la cantidad y facilitar la expectoración. La hidratación bronquial con suero
salino hipertónico o manitol no se recomiendan de forma rutinaria45.

18
Broncodilatadores
Los broncodilatadores β-2 adrenérgicos pueden mejorar la obstrucción bronquial
y facilitar el aclaramiento del moco, pero se deben seleccionar los pacientes que se
beneficiarían de este tratamiento mediante la respuesta a una prueba de función
pulmonar. Las metilxantinas no están indicadas en las BQ10,45.

Antiinflamatorios
ORALES
El tratamiento crónico con ibuprofeno oral se ha usado algunos pacientes con
BQ-FQ, pero no hay suficiente información para apoyar su uso en pacientes sin FQ. El
papel del tratamiento con azitromicina a largo plazo se ha mencionado anteriormente.
TÓPICOS:
Hay escasa evidencia para la recomendación del uso crónico de corticoides
inhalados en pacientes con bronquiectasias, por lo que no se recomienda su uso de
forma rutinaria en niños con BQ no-FQ45. Sí están recomendados en el caso de BQ
asociadas a asma, y se deberían usar dependiendo de la severidad y control del asma.
No hay evidencias para el uso de leucotrienos en el tratamiento de las BQ por lo que
no se recomiendan10.

Inmunización
En los niños con BQ, las vacunas deben estar al día (especialmente sarampión,
tosferina) y se deben mantener con rigor con la periodicidad adecuada. Se
recomiendan las vacunas de la gripe anual y antineumocócica conjugada 13-
valente a cualquier edad. Tras la vacuna antineumocócica conjugada deben recibir la
vacuna antineumocócica polisacárida 23-valente45, a partir de los 24 meses de edad y
separadas ambas al menos por 2 meses. Las vacunas vivas virales pueden no ser
apropriadas para pacientes con algunos tipos de inmunodeficiencias.

Tratamiento de las complicaciones 10,45


Es importante prevenir la malnutrición en el manejo de las bronquiectasias, como
en niños con otras enfermedades crónicas. Las intervenciones para mejorar la nutrición
incluyen consejos para aumentar las calorías y la calidad nutricional y suplementos
nutricionales. Se debe tratar la hemoptisis de forma urgente con reposición de
volumen en caso de sangrado masivo, y pueden ser necesarias la embolización o
cirugía. Debe evaluarse la hipoxemia en niños con BQ extensas y aportar
oxígenoterapia en caso de necesidad.

19
¿CÚANDO ESTÁ INDICADA LA CIRUGÍA EN PACIENTES CON
BRONQUIECTASIAS?
En los países desarrollados, en los últimos años ha disminuído la necesidad de
cirugía para el tratamiento de las BQ. La cirugía puede estar está indicada en pacientes
con bronquiectasias localizadas que dan lugar a síntomas severos como fallo de medro,
infección recurrente o hemoptisis severa. De forma menos frecuente, también puede
estar indicada en pacientes con BQ generalizadas, pero con complicaciones localizadas
y resecables, como un foco de infección o fuente de hemorragia10,45. El último recurso
para los pacientes con BQ puede ser el trasplante de pulmón.

¿CUÁL ES EL PRONÓSTICO DE LAS BRONQUIECTASIAS?


La morbilidad es elevada en los niños con BQ debido a los problemas pulmonares
recurrentes y a la comorbilidad (enfermedad de base, retraso en el crecimiento,
osteopenia, etc). Son frecuentes las consultas médicas y a veces son necesarias las
hospitalizaciones, con las consiguientes ausencias escolares. Todo ello afecta la calidad
de vida33 de los pacientes. La mortalidad en la edad adulta también está aumentada.
Sin embargo, el pronóstico para pacientes con BQ ha mejorado
considerablemente en las últimas décadas debido al diagnóstico temprano, a la
prevención de las condiciones predisponentes, al uso de las vacunas (sarampión,
tosferina, neumococo, gripe), al diagnóstico mediante TACAR, al mejor tratamiento de
las infecciones bacterianas con antibióticos y a mejores resultados quirúrgicos45. Para
llegar a un diagnóstico que posibilite un tratamiento adecuado y precoz que evite la
progresión de la enfermedad es fundamental mantener un elevado índice de sospecha
ante síntomas respiratorios crónicos (fundamentalmente tos húmeda/productiva) o con
mala respuesta a los tratamientos habituales, así como reconocer los factores
predisponentes2.

¿CÓMO SE PUEDEN PREVENIR LAS BRONQUIECTASIAS?


Las siguientes medidas están encaminadas a prevenir o reducir la severidad de
las infecciones respiratorias y, por lo tanto, a reducir el riesgo de desarrollo de BQ45:
 Prevención de la exposición al tabaco.
 Asegurar el calendario vacunal completo, incluyendo sarampión, tosferina,
neumococo y antigripal.
 Tratamiento de las infecciones respiratorias (exacerbaciones), incluyendo las
BBP e identificación y tratamiento de otras causas subyacentes de las BQ2.
Evidencias crecientes sugieren que la progresión del daño bronquial se puede
limitar mediante el tratamiento intensivo, incluso en los pacientes predispuestos a
padecer BQ (por ej. inmunodeficiencias). El hecho de que la historia natural y la

20
mortalidad de las BQ haya mejorado con respecto a hace décadas debido a las mejoras
de la salud y ambientales, sugiere que con la implementación de factores preventivos,
se puede frenar la progresión de las BQ en muchos niños2.

CONCLUSIONES
o Las BQ son una una entidad patogénica que supone la vía final común de
diversos procesos en los que se produce un círculo vicioso de retención de moco-
infección-inflamación, con daño final morfológico irreversible en los bronquios
afectados.
o Aunque son poco frecuentes, su prevalencia está aumentando, sobre todo en
adultos de más edad, pero también en niños.
o Algunos autores las consideran infradiagnosticadas y son frecuentes los retrasos
diagnósticos. La causa fundamental del retraso en el diagnóstico es la ausencia
de sospecha.
o Se deben sospechar ante procesos respiratorios crónicos o recurrentes,
fundamentalmente tos productiva o húmeda prolongada (> 4 semanas).
o También se debe sospechar su existencia en los pacientes con síntomas
compatibles y enfermedades predisponentes (FQ, IDP, ID secundarias, DCP,
déficit de α1-AT, RGE, etc.)
o El pediatra de AP tiene un papel fundamental en la sospecha diagnóstica. El
diagnostico de confirmación corresponde a atención especializada y el manejo
posterior también, en equipos multidisciplinares, en el que se incluyen, además
del neumólogo pediátrico, el rehabilitador-fisoterapeuta, inmunólogo clínico,
infectólogo pediátrico, radiólogo, microbiólogo, etc. y en colaboración con el
pediatra de atención primaria.
o Clínicamente a veces no es posible distinguir la BBP de la EPSC o incluso las BQ,
ya que se consideran procesos de un espectro continuo y a veces se solapan.
o El diagnóstico de BQ mediante técnicas de imagen (TACAR) está extrapolado de
estudios de adultos y tiene limitaciones importantes en niños.
o Es fundamental el tratamiento antibiótico precoz de las exacerbaciones para
evitar la progresión de la enfermedad.
o El tratamiento debe cubrir los gérmenes hallados en el esputo y en su ausencia
los gérmenes más frecuentes: H.influenzae, S.pneumoniae y M.catharralis, en
nuestro medio, amoxicilina-clavulánico a 80 mg/kg/d.
o El tratamiento debe ser prolongado, unos 14 días, debido a la existencia de
biofilms que impiden la llegada con facilidad del antibiótico a las bacterias.
o En algunos casos puede ser necesario el tratamiento crónico con antibióticos
orales (macrólidos) o inhalados (aminoglucósidos).

21
Figura 2. Algoritmo diagnóstico-etiológico de las bronquiectasias en niños.
Modificado de 8
SOSPECHA CLÍNICO-RADIOLÓGICA
 Sospecha radiológica de BQ o enfermedades predisponentes
 Presencia de enfermedades predisponentes
 Tos crónica húmeda/productiva, persistente entre infecciones respiratorias agudas virales o con cultivos de esputo bacterianos positivos.
 Asma que no responde a tratamiento.
 Cultivo único de esputo de S. aureus, H. influenzae, P. aeruginosa, micobacterias no tuberculososas o B. cepaci asociados a síntomas respiratorios crónicos.
 Un episodio de neumonía grave, especialmente si hay una resolución incompleta de los síntomas, signos o cambios radiológicos.
 Tos pertusoide que no se resuelve en 6 meses.
 Neumonía recurrente.
 Signos físicos persistentes e inexplicados o alteraciones en la Rx de tórax.
 Obstrucción bronquial localizada.
 Síntomas respiratorios en niños con alteraciones estructruales o funcionales del esófago y del tracto respiratorio superior.
 Hemoptisis inexplicada.
 Síntomas respiratorios con alguna característica de fibrosis quística (FQ), discinesia ciliar primaria (DCP) o inmunodeficiencias.

 Rx de tórax (orientadora)
Malformaciones congénitas  Cultivo esputo (bacterias, micobacterias, hongos)
Traqueobroncomegalia  Mantoux
Situs inversus  Pruebas funcionales respiratorias
Obstrucción bronquial  Analítica
 TACAR de tórax (diagnóstico definitivo)

HISTORIA CLÍNICA ETIOLÓGICA SOSPECHA Pruebas


 Historia familiar: IDP, FQ, déficit α1-antitripsina ETIOLÓGICA complementarias
 Edad de aparición de los síntomas
 Antecedente de infección (sarampión, tosferina,
micobacterias, neumonía necrotizante...) con aparición de
Descartar:
clínica respiratoria posterior
 Fibrosis quística
 Susceptibilidad a infecciones: otitis, sinusitis, neumonías SIN
 Inmunodeficiencias humorales
 Enfermedades asociadas: intestinales, sistémicas, asma SOSPECHA
ETIOLÓGICA  Reflujo gastroesofágico 22
 Reflujo gastroesofágico
 Déficit de α1-antitripsina
 Inmunodeficiencias secundarias: VIH, quimioterapia,
 Discinesias ciliares
trasplante, neoplasia hematológica
 Aspergilosis broncopulmonar alérgica
 Clínica de hiperreactividad bronquial
 Infección por micobacterias
 Inhalación tóxicos
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