EPT Posracionalista y Sistémico

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Revista Argentina de Clínica Psicológica

48 2019, Vol. XXVIII, N°1, 48-55


DOI: 10.24205/03276716.2018.1054

ESTILO PERSONAL DEL TERAPEUTA: COMPARACIÓN


ENTRE TERAPEUTAS COGNITIVOS POST-RACIONALISTAS
Y SISTÉMICOS

P ERSONAL S TyLE OF T hE T hERAPIST : C OmPARISON B ETwEEN


P OST - R ATIONALIST C OGNITIVE AND S ySTEmIC T hERAPISTS
Álvaro Quiñones1, Carla Ugarte1, Francisco Ceric2,
Fernando Garcia3 y Patricia Santibañez4

Resumen
El Estilo Personal del Terapeuta (EPT) es un constructo multidimensional que está presente en
todo proceso terapéutico. El objetivo de la investigación consistió en estudiar la influencia de las
orientaciones psicoterapéuticas (Cognitiva Post-racionalista y Sistémica) en el EPT. Se administró
el cuestionario EPT-C a una muestra de 67 terapeutas chilenos con formación en ambas escuelas
terapéuticas. Se realizó un análisis de corte transversal, con el fin de comparar el EPT respecto a
las dos orientaciones. Para esto se utilizó la prueba t de Student para comparar a ambos grupos,
respecto a las cinco dimensiones del estilo personal del terapeuta. Posteriormente se realizó una
comparación de ítems con una prueba no paramétrica (U Mann-Whitney). Los resultados indicaron
diferencias significativas en las funciones operativa y atencional. También se encontraron diferen-
cias significativas en 5 ítems del cuestionario.
Palabras clave: Estilo personal del terapeuta, psicoterapia Cognitiva Post-racionalista, psico-
terapia Sistémica.

Abstract
The Personal Style of the Therapist (PST) is a multidimensional construct that is present in all
therapeutic processes. The aim of the research was to study the influence of psychotherapeutic ori-
entations (Post-rationalist and Systemic Cognitive) on the PST. The EPT-C questionnaire was ad-
ministered to a sample of 67 Chilean therapists trained in both therapeutic schools. A cross-sectional
analysis was conducted to compare the PST with respect to the two orientations. For this purpose,
the Student t-test was used to compare both groups, with respect to the five dimensions of the ther-
apist's personal style. A comparison of items was then made with a non-parametric (Mann-Whitney)
test. The results indicated significant differences in operational and attentional functions. Significant
differences were also found in 5 items of the questionnaire.
Key words: Personal style of the therapist, Cognitive Post-rationalist psychotherapy,  Systemic
psychotherapy.
Recibido: 17-04-17 | Aceptado: 01-03-18

INTRODUCCIÓN 2007; Orlinsky, Grawe y Parks, 1994; Orlinsky y ho-


ward, 1986; Quiñones, Ceric y Ugarte, 2015; Quiñones,
hoy contamos con hallazgos significativos sobre Ceric, Ugarte y Pascale, 2017; Quiñones, melipillán y
las variables que participan en el proceso y el resul- Ugarte, 2012). En dicho contexto pretendemos contri-
tado de la psicoterapia, a través de estudios centrados buir al quehacer del ejercicio de la psicoterapia estu-
en el paciente, en el terapeuta y la relación terapéutica diando a terapeutas, puesto que la investigación en
(Beutler, et al., 2004; García y Fernández-Alvarez, psicología debe ser realizada en nuestra disciplina y
no caer en la “trampa” de extrapolar de otras discipli-
1
Universidad San Sebastián, Santiago, Chile. 2 Universidad del De- nas argumentos “explicativos” que no tienen eviden-
sarrollo, Santiago, Chile. 3 Fundación Aigle, Buenos Aires, Ar-
gentina. 4 Universidad de La Frontera; Temuco, Chile. cia de ningún tipo (Pascale, Quiñones y Cimbolli,
E-Mail: [email protected] 2016). Las investigaciones que evalúan el estilo per-
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© 2019 Fundación AIGLÉ.
sonal del terapeuta por medio del cuestionario de eva-

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luación del Estilo Personal del Terapeuta (EPT-C) de 42,5, años (DE= 11,.04).
según orientaciones, muestran que: De los 67 terapeutas, el 53% es de orientación
a) Los terapeutas psicoanalistas presentan meno- cognitiva post-racionalista y 47% de orientación sis-
res puntuaciones en las dimensiones Atencio- témica. En cuanto al nivel de experiencia, la media
nal y Operativa (atención abierta y tratamientos fue 12,97 años de ejercicio profesional (DE= 7,75)
menos pautados) y puntuaciones bajas en la en el grupo de terapeutas post-racionalistas y de
dimensión expresiva (menos cercanos) (Fer- 11,03 años de ejercicio profesional (DE=7,97) en los
nández-Álvarez, García, Lo Bianco y Corbella, terapeutas sistémicos. Por otra parte, el porcentaje
2000) e involucramiento (Casari, Albanesi y ma- de terapeutas cognitivo post-racionalistas que cuen-
ristany, 2013; Castañeiras, Ledesma, García, y tan con Acreditación Clínica es de 25,7% y de un
Fernández-Álvarez, 2008; Fernández-Álvarez et 28,1% en los terapeutas sistémicos.
al., 2000). El grupo de terapeutas de orientación cognitiva
b) Los terapeutas sistémicos presentan mayores post-racionalista, ejerce mayormente, con un
puntuaciones en el estilo involucración y prefe- 65,7% de la muestra, en la consulta privada y el
rencia por tratamientos menos pautados (Vides- resto en el sector público. Para el grupo de tera-
Porras, Grazioso y García de la Cadena, 2012). peutas sistémicos se evidencia que el 50% lo hace
c) Los terapeutas cognitivos, serían más directivos en el sector privado.
en su estilo y más distantes emocionalmente Los participantes fueron seleccionados en base
(Vides-Porras et al., 2012). Según unamuestra a los siguientes criterios de inclusión: a) Psicólogos
de 101 terapeutas, en que un 13,9% se identi- que ejercen psicoterapia; b) que tengan formación
ficó como Cognitivo y un 7,9% se identificó y que se autodenominen perteneciendo a esas
como Cognitivo-humanista. No se incluyeron orientaciones en el enfoque Sistémico y Cognitivo
terapeutas de orientación post-racionalista. Post-racionalista.
d) En una muestra de 60 terapeutas de tres orien-
taciones: 20 psicoanalistas, 20 cognitivos y 20 Diseño
integrativos. No obstante, lo pequeño del ta- Para este estudio se realizó un análisis correla-
maño muestral de los grupos, reportaron un cional y de corte transversal, con el fin de estable-
perfil con diferencias significativas, y por tanto cer la posible relación entre la variable dependiente
característico, según los terapeutas sean cog- (EPT) y las variables independientes enfoque teó-
nitivos, integrativos o psicoanalíticos (Vázquez rico de los terapeutas: Sistémico y Cognitivo Post-
y Güitierrez de Vázquez, 2015). racionalista.
A partir de los antecedentes revisados en el pre-
sente trabajo, el objetivo de investigación fue deter- Instrumentos
minar si existen diferencias en el Estilo Personal de El constructo Estilo Personal del Terapeuta fue
Terapeuta (EPT) entre terapeutas Cognitivos Post-ra- evaluado con la versión del cuestionario de Evalua-
cionalistas y terapeutas Sistémicos. Por otra parte, y ción del Estilo Personal del Terapeuta -EPT-C- (Fer-
considerando la existencia de un gran número de es- nández-Álvarez y García, 1998) validado en Chile por
cuelas de terapia familiar sistémica, situación que no Quiñones, melipillán y Ramírez (2010), en una mues-
ocurre en psicoterapia cognitiva post-racionalista tra de 92 psicoterapeutas chilenos acreditados. Este
(Pascale, Quiñones y Cimbolli, 2016; Quiñones, Cim- instrumento autoadministrado consta de 36 ítems
bolli, y Pascale, 2014), en la presente investigación ha- presentados como aseveraciones a las que cada te-
remos referencia particularmente a las propuestas rapeuta debe responder según su grado de acuerdo
terapéuticas denominadas “postmodernas” en la tra- en una escala de tipo Likert, que va desde 1 (total-
dición familiar sistémica (Tarragona, 2006). mente en desacuerdo) a 7 (totalmente de acuerdo).
Finalmente, es de destacar, que la presente inves- Los 36 ítems se agrupan en las siguientes 5 funcio-
tigación, según lo revisado en distintas bases de datos nes: (1) Función Instruccional [flexibilidad-rigidez] (2)
(woS, ScieLo, PsicoInfo, EBSCO), es el primer estudio Función Expresiva [distancia-cercanía]; (3) Función
que compara a terapeutas de la escuela cognitivo Involucración [menor grado-mayor grado]; (4) Fun-
post-racionalista en el estilo personal del terapeuta ción Atencional [amplio-focalizado]; (5) Función Ope-
con terapeutas de cualquier otra orientación. rativo [espontáneo- pautado]. El cuestionario
presenta una adecuada confiabilidad (consistencia
interna alpha de Cronbach) y estabilidad temporal
MÉTODO (test–retest a 4 meses) para las 5 funciones. Tam-
bién se han realizado tres estudios de validez teórica
Participantes en muestras de Argentina y Chile que respaldan su
En el estudio participaron un total de 67 terapeu- consistencia como constructo multidimensional. El
tas, de los cuales un 65% (N= 43) eran mujeres y primer estudio fue un análisis factorial exploratorio
35% (N= 24) hombres, con un rango de edad de 27 que mostró una primera estructura factorial de cua-
a 73 años. Respecto a la edad, se aprecia una media tro factores, aunque con una alta correlación entre

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las dimensiones atencional y operativa (Fernández- recepcionadas automáticamente en una planilla


Álvarez, et al., 2003). El estudio de Quiñones et al. excel. Una vez recibidas las respuestas de los tera-
(2010) arrojó una estructura factorial de 4 factores, peutas, la planilla excel fue traspasada al software
en línea con lo reportado. Por último en el trabajo de estadístico SPSS v.21 para proceder a su depura-
Castañeiras et al. (2008) se hizo un análisis factorial ción y análisis estadístico.
confirmatorio, un modelo de ecuaciones estructura-
les y mostró una estructura factorial de 5 factores. Plan de análisis
Respecto a la consistencia interna de los 36 Tras el proceso de control de calidad y depuración
ítems, en el estudio de Quiñones et al. (2010) cada de datos, se utilizó el software estadístico SPSS v.21.
uno de los cuatro factores, arrojó los siguientes va- Posteriormente se realizó el análisis de estadísticas
lores de fiabilidad según Alfa de Cronbach: 0,78 para descriptivas y comparación de promedios, con análi-
el factor Expresión Emocional; 0,79 para el factor sis paramétrico o no paramétrico, considerando pa-
Operativo-Atencional; 0,75 para el factor Instruccio- trones de distribución normal y no normal. Para lo
nal; y 0,64 para el factor Involucración. descriptivo se calculó la frecuencia, medias y desvia-
Además, se hizo un cuestionario sociode- ción estándar de la muestra. Para comparar a ambos
mográfico y de formación profesional, que permitió grupos de terapeutas, respecto a las cinco funciones
indagar información respecto de las variables edad, del estilo personal del terapeuta, se utilizó la prueba
sexo, años de experiencia, grado académico y enfo- t de Student. Finalmente, para comparación por
que terapéutico, contexto de ejercicio profesional y ítems se realizó una prueba de mann-whitney.
acreditación como psicólogo clínico.
Resultados
Procedimiento Se realizó una prueba T de comparación de me-
En primer lugar se hizo una planilla con los nom- dias (bilateral) para determinar si existen diferencias
bres de los terapeutas conocidos por los investiga- significativas en las puntuaciones de ambos grupos
dores que tenían formación en los enfoques en las distintas funciones del EPT-C (ver Tabla 1 y
terapéuticos requeridos. En segundo lugar, se envió Gráfico 2). Este análisis mostró que los terapeutas
una invitación a través de correos electrónicos a los sistémicos y cognitivos post-racionalistas presentan
psicólogos profesionales conocidos que tenían for- diferencias estadísticamente significativas en dos
mación Sistémica y Cognitivo Post-racionalista. En funciones. Función atencional (t=-2,541; p< 0,05 y
dicho correo se les describió la investigación y se un tamaño del efecto r= 0,296) y función operativa
les facilitó el link que contenía el consentimiento in- (t=-2,253; p<0,05 y un tamaño del efecto r= 0,267).
formado, un cuestionario “sociodemográfico y de En ambos casos se evidencia un tamaño de efecto
formación profesional” y el cuestionario EPT-C vali- pequeño. En las demás funciones se observan dife-
dado en Chile (Quiñones, et al., 2010). Las respues- rencias leves en los puntajes que no alcanzan a ser
tas evacuadas en el formulario on-line son significativas (Véase Tabla 1).

Tabla 1. Prueba t de Student para la comparación de funciones del EPT-C,


según orientación de terapeutas

Sistémicos Cognitivo Post-racionalista

(n=32) (n=35)

media DE media DE t p

Atencional 2,33 0,7 2,89 1,07 -2,54* 0,013

Operativa 2,34 0,63 2,85 1,14 -2,25* 0,028

Involucración 3,8 0,92 3,49 1,07 1,3 0,198

Expresiva 4,52 0,75 4,1 1,02 1,9 0,062

Instruccional 3,43 0,7 3,69 1,01 -1,21 0,232

Posteriormente, se efectuó un análisis por ítem una prueba no paramétrica (U de mann-whitney)


y como no presentó distribución normal se aplicó (Véase Tabla 2 y Gráfico 1).

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Tabla 2. Diferencias de medias en los ítems del cuestionario EPT-C

Cognitivo Post-
Ítem Descripción Sistémico p Función
racionalista
Suelo mantener mi escucha mas bien abierta y receptiva
1 5,59 4,43 0,015 Atencional
mas que concentrada y focalizada
Los verdaderos cambios se producen en el curso de se-
15 3,81 4,71 0,022 Expresiva
siones con un clima emocional intenso
me resulta útil revelar algunos de mis aspectos persona-
17 4,59 3,74 0,042 Expresiva
les en las sesiones
Puedo planear un tratamiento en su totalidad desde que
25 2,00 3,29 0,005 Operativa
se inicia
La distancia emocional con los pacientes favorece los
26 1,59 2,29 0,01 Expresiva
procesos de cambio

Además, se realizó un análisis entre las medias servándose perfiles característicos para los terapeu-
de las diferentes funciones del estilo personal del te- tas cognitivos post-racionalistas y sistémicos en dos
rapeuta para cada una de las dos orientaciones, ob- funciones (Véase Gráfico 2)

El gráfico evidencia los diferentes perfiles carac- significativamente distintas (atencional y opera-
terísticos para los terapeutas cognitivos post-racio- tiva) y las tres restantes (involucración, expresiva
nalistas y sistémicos en dos funciones que son e instruccional), muestran diferencias no significa-

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tivas. Un aspecto relevante que también se muestra En otro orden de cosas, para el análisis de ítems,
en el gráfico 2, es que el grupo de terapeutas cog- se utilizó una prueba no paramétrica (U de mann-
nitivo post-racionalista muestra un perfil más ho- whitney), que arrojó diferencias significativas para
mogéneo en las 5 funciones evaluadas que los cinco ítems del cuestionario EPT-C (Véase Tabla 2),
terapeutas sistémicos. Ello se evidencia en que las de los cuales 1 ítem tributa a la función operativa,
medias obtenidas en las funciones atencional, ope- otro ítem a la función atencional, y 3 ítems a la fun-
rativa, involucración, expresiva e instruccional, son ción expresiva. Ahora bien, acerca de las diferencias
más cercanas. significativas observadas en los cinco ítems mencio-
nados, se pueden explicar desde una aproximación
teórica de ambas orientaciones, como sigue:
DISCUSIÓN
a) Ítem de la función “atencional” (ítem: 1):
El objetivo de la investigación consistió en estu- Ítem 1: “Suelo mantener mi escucha más bien
diar la influencia de las orientaciones psicoterapéu- abierta y receptiva más que concentrada y focali-
ticas Post-racionalista y Sistémica en el Estilo zada”. En el ítem en cuestión los terapeutas sistémi-
Personal del Terapeuta. Es de señalar, que la pre- cos muestran una media significativamente más alta
sente investigación es el primer estudio publicado y que los terapeutas cognitivos post-racionalistas.
conocido, en que se evalúa a terapeutas cognitivos Considerando planteamientos teóricos y episte-
post-racionalistas en comparación a otra escuela. mológicos del quehacer en psicoterapia, desde una
Dicho lo anterior, dejamos explicitado que no hemos perspectiva cognitivo post-racionalista, el rasgo
encontrado otro estudio en que se evalúe la escuela principal de la actitud del terapeuta es tener la aten-
post-racionalista en función de la variable depen- ción focalizada en ayudar al cliente en diferenciar la
diente (Estilo Personal del Terapeuta), con qué com- experiencia inmediata y su explicación para facilitar
parar por el momento según lo revisado en las bases el proceso de reconstruir la experiencia (Guidano,
de datos (woS, ScieLo, PsicoInfo, EBSCO). 2001, 2008). En palabras de Guidano: “Sin duda, no
Por otra parte, en está investigación se encontra- se trata de una actitud cómoda, pues nos obliga a
ron diferencias significativas entre los terapeutas enfrentarnos con el conocido problema de distinguir
cognitivos post-racionalistas y sistémicos (“postmo- los hechos de la teoría; éste es un problema meto-
dernos”), únicamente en dos funciones: operativa y dológico fundamental, que concierne al conoci-
atencional (véase Tabla 1). miento científico; aunque esencial, la cuestión sigue
En nuestra opinión, y asumiendo que la muestra siendo polémica” (Guidano,1991, p.138).
es pequeña (n=67) pero útil, según los estudios pu- En cambio, los terapeutas sistémicos postmoder-
blicados (Botella y maestra, 2016; Casari, Albanesi, nos, se acercan a los consultantes con curiosidad,
maristany e Ison, 2016; Estrada, 2014; Vázquez y dispuestos a ser informados por estos y evitando lle-
Güitiérrez de Vázquez, 2015), las diferencias signifi- gar a conclusiones demasiado rápido (Anderson,
cativas encontradas en las dos funciones, obedece- 2005), en el entendido que la terapia es vista como
ría desde un marco teórico, a que la Escuela un proceso conversacional, y se piensa que el diá-
Cognitiva Post-racionalista y Sistémica puntúan dis- logo y la conversación son generadores de significa-
tinto en la función operativa y la función atencional dos (Anderson, 2006; en Tarragona, 2006).
de manera consistente con su modelo teórico. Es de En síntesis, la manera de entender este ítem de
destacar que teóricamente la función operativa se la función atencional indica un “mapa conceptual“
refiere a las acciones vinculadas con las intervencio- distinto de los terapeutas sistémicos y cognitivos
nes terapéuticas específicas (espontaneidad-direc- post-racionalistas. Ello es coherente con el marco te-
tividad). Se expresa por una parte en el grado de órico y epistemológico que orienta lo que privilegian
influencia o directividad con que el terapeuta opera en su observación para co-construir la información
en su quehacer. Por otra parte, también se expresa relevante para comprender e intervenir: los sistémi-
por la preferencia que muestran los terapeutas para cos se focalizan en lo conversacional y los cognitivos
utilizar procedimientos pautados o espontáneos. post-racionalistas en la dinámica del self.
Como advierten los autores, no debe confundirse
con las técnicas, pero reconocen que sí está aso- b) ítem de la función “operativa” (ítem: 25):
ciada con ellas (Garcia, Castañeiras y Fernández Ál- Ítem 25: “Puedo planear un tratamiento en su to-
varez, 2008). Por su parte, la función atencional talidad desde que se inicia.”
puede ubicarse entre el polo de apertura (receptivi- En el ítem en cuestión los terapeutas sistémicos
dad), o en el polo de la focalización de la atención muestran una media significativamente más baja
(Casari, et al., 2013). En conclusión, y coherente con que los terapeutas cognitivos post-racionalistas.
lo anterior, se evidencia que los terapeutas Cogniti- Desde una perspectiva teórica, los terapeutas
vos Post-racionalistas a diferencia de los Sistémicos, cognitivos post-racionalistas, tienden a ser más es-
tienen un marco de observación guiado por la direc- tructurados en función de facilitar la autoobservación
tividad y focalización de la atención. en las distintas fases del proceso psicoterapéutico.

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Dichas fases principales son tres y tienen una se- cional, y Elkäim (1989) acuñando el concepto de re-
cuencia establecida: 1ª) reconstrucción del repertorio sonancia, han aportado a su revaloración.
presente; 2ª) reconstrucción del estilo afectivo; 3ª) ítem 15: “Los verdaderos cambios se producen
reconstrucción de la historia del desarrollo (Guidano, en el curso de sesiones con un clima intenso emo-
1994, 2001). En cambio, en la terapia sistémica pos- cional.”
tmoderna, el proceso terapéutico se entiende como En el ítem en cuestión los terapeutas sistémicos
una actividad en la que participan conjuntamente tiene una media significativamente más baja que los
consultantes y terapeutas; “no es algo que se le hace terapeutas cognitivos post-racionalistas.
a alguien, sino que se hace con alguien” (Tarragona, Desde una perspectiva teórica, los terapeutas
2006; p.516). cognitivos post-racionalistas, tienden a facilitar es-
En suma, la manera de entender este ítem de la tratégicamente la activación emocional en la temá-
dimensión operativa indica un “mapa conceptual“ tica acordada (reformulación del problema) a
diferente de los terapeutas sistémicos y cognitivos trabajar en el proceso terapéutico (objetivo terapéu-
post-racionalistas ya que tienen una mirada dife- tico), ya que sostienen que las emociones activadas
rente en la comprensión y co-construcción de la in- pueden ser de gran ayuda para el cambio emocional
tervención en el proceso terapéutico. y contribuir a la modificación del sentido de sí mismo
y emergencia de un nuevo significado personal. En
b) Ítems de la función expresiva (ítems: 15, 17 y 26): cambio, en la terapia familiar sistémica, el trabajo
Antes de analizar los ítems, es relevante explici- con las emociones ha tendido a quedar en un se-
tar una diferencia teórica de ambas escuelas en re- gundo plano; no por devaluar su relevancia sino
lación al procesamiento emocional. más bien porque han sido vistas como una "conse-
Un marco de referencia para entender la perspec- cuencia de" o una "reacción" a los patrones de
tiva cognitiva post-racionalista en relación al proce- interacción y de relación de los individuos dentro de
samiento emocional, su comunicación y expresión sus familias (Sexton y Schuster, 2008).
del paciente, es el sostenido por Vittorio Guidano en ítem 17 : “Me resulta útil revelar algunos de mis
general sobre la manera de entender el procesa- aspectos personales en las sesiones”. En el ítem en
miento emocional en el contexto de la psicoterapia cuestión los terapeutas sistémicos tiene una media
y la alianza terapéutica: significativamente más alta que los terapeutas cog-
El cambio emocional es diferente al cog- nitivo post-racionalistas.
nitivo porque las tonalidades emociona- Desde una perspectiva teórica, los terapeutas
les son mucho más prolongadas en el cognitivos post-racionalistas, pueden revelar aspec-
tiempo. Las emociones no siguen las tos personales en la medida que estratégicamente
leyes de combinación y recombinación de sea oportuno para facilitar la autoobservación (sus
la lógica formal, sino que siguen las leyes diferentes niveles en función de las fases de la psi-
de la diferenciación analógica. Las emo- coterapia) y un progresivo equilibrio que facilite la
ciones cambian mucho más lentamente emergencia de un nuevo significado. Por su parte,
que las cogniciones y lo hacen producto los terapeutas sistémicos postmodernos se conside-
de nuevas tonalidades emocionales, que ran como observadores no objetivos, por lo que,
inscribiéndose en el patrón de experien- como no les es posible no tener valores personales,
cia inmediata, cambian su configuración. opiniones o preferencias, es importante que el tera-
En otras palabras, diferentes tonalidades peuta sea abierto respecto a éstos, cuando ellos
de activación emocional producen un sean relevantes para el proceso terapéutico (Tarra-
cambio en la dinámica emocional del su- gona, 2006).
jeto. yo creo que el cambio cognitivo es ítem 26 : “La distancia emocional con los pacien-
diferente del emocional en los mecanis- tes favorece los procesos de cambio”.
mos que subyacen. hoy podríamos decir: En el ítem en cuestión los terapeutas sistémicos
el pensamiento cambia el pensamiento y tienen una media significativamente más baja que
las emociones cambian las emociones” los terapeutas cognitivo post-racionalistas.
(Guidano, 2001, pp. 114). Desde una perspectiva teórica, los terapeutas
Por su parte, cabe señalar que la tradición sisté- cognitivos post-racionalistas, se mantienen en una
mica no ha sido muy sensible a la importancia de las búsqueda de equilibrio en la relación “co-ayudar es-
emociones. En su mayoría, los terapeutas sistémicos tratégicamente orientado”, con el objetivo de posi-
posiblemente formados en modelos sistémicos cen- bilitar la emergencia de conocimiento relevante
trados en la comunicación, la estructura o la estra- para facilitar posibilidades de una nueva reorgani-
tegia, aún no han podido integrar la emoción en la zación más compleja del sí mismo. En cambio, los
práctica, ni tampoco aportar a su conceptualización terapeutas sistémicos suelen reconocerse en una
ni introducirla en la formación de los terapeutas posición activa y en constante resonancia con su
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Cancrini (1991), quien explicita la importancia emo- rapia sistémica, se plantea que el terapeuta podrá

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dar su mayor contribución abandonando el rol y REFERENCIAS


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y 60, respectivamente (Botella y maestra, 2016; Ca- foque teórico en el estilo personal del terapeuta. Psicogente,
sari, et al., 2016; Estrada, 2014; Vázquez y Güitiérrez 16(29), 132-142.
de Vázquez, 2015). En suma, una repercusión impor- Casari, L., Albanesi, S., maristany, m. e Ison, m. (2016). Estilo Per-
tante del tamaño de la muestra de nuestro estudio, sonal del Terapeuta en Psicoterapeutas de Adicciones. Re-
es que no pudimos realizar ciertas comparaciones vista Argentina de Clínica Psicológica, XXV(1), 17 – 26.
entre ambos grupos. En segundo lugar, y en cohe- Castañeiras, C., Ledesma, R, García, F., y Fernández-Álvarez, h.
rencia con lo que destacamos en la introducción, (2008). Evaluación del Estilo Personal del Terapeuta: presen-
tación de una versión abreviada del Cuestionario EPT-C. Te-
sobre la no existencia de investigaciones utilizando rapia Psicológica, 26(1), 5-13.
el constructo Estilo Personal del Terapeuta en psico-
terapeutas Cognitivo Post-racionalistas. No fue po- Elkäim, m. (1997). Si me amas, no me ames. Barcelona: Gedisa.
sible realizar comparaciones por el momento con Estrada, B. (2014). Correlaciones entre Estilo Personal del Tera-
otras muestras. peuta y Escalas Clínicas del mmPI-II. Revista Argentina de Clí-
nica Psicológica, XXIII(2), 153–162.
Por otra parte, como perspectiva de investigación
a futuro, sería de interés comparar terapeutas Cog- Fernández-Álvarez, h. y Garcia, F. (1998) El Estilo Personal del Te-
rapeuta: inventario para su evaluación. En S. Gril, A. Ibáñez,
nitivos Post-racionalistas de países diferentes para I. mosca y P. L. R. Sousa (Eds.) Investigación en Psicoterapia
poder delimitar si son factores culturales o de for- (pp.76-84). Pelotas, Brasil: Educat.
mación en Chile, los que podrían explicar las diferen-
Fernández-Álvarez, h., García, F., Lo Bianco, J., & Corbella, S.
cias observadas en el presente estudio. También, (2003). Assesment Questionnaire on The Personal Style of
comparar con terapeutas de orientación psicoanali- the Therapist PST-Q. Clinical Psychology and Psychotherapy,
tica parece adecuado (asociación libre versus re- 10, 116-125.
construcción de la experiencia, por ejemplo), ya que Fernández-Álvarez, h., García, F., Lo Bianco, J. y Corbella, S. (2000,
los estudios muestran que entre orientaciones tera- septiembre). Estilos personales en terapeutas psicoanalíti-
péuticas no suelen encontrarse diferencias significa- cos, cognitivos e integrativos. Trabajo presentado en el II
Congresso Latinoamericano de Pesquisa em Psicoanalise e
tivas a excepción de con la escuela psicoanalítica. Psicoterapia. Gramado, Brasil.
No obstante, es de subrayar que existe un estudio
Garcia, F., Castañeiras, C., y Fernández Álvarez, h. (2008). La in-
reciente con una muestra pequeña de Vázquez y Güi- vestigación en la clínica. En h. Fernández Álvarez (comp.), In-
tiérrez de Vázquez (2015) que señala perfiles signi- tegración y Salud mental (pp. 139-175). Bilbao: Desclée de
ficativamente distintos para terapeutas cognitivos, Brouwer.
integrativos y psicoanalíticos. García, F. y Fernández-Álvarez, h. (2007). Investigación empírica
En último lugar, y desde una perspectiva general, sobre el Estilo Personal del Terapeuta: Una actualización. Re-
el presente estudio muestra que investigar en psico- vista Argentina de Clínica Psicológica, 14 (2), 121-128.
terapia es de la mayor relevancia para adquirir una Guidano, V. F. (2008). La psicoterapia entre arte y ciencia. Revista
mayor teoría, pero “no cualquier teoría” sino una de psicoterapia, 94-96.
fundamentada en investigación. En nuestra opinión, Guidano, V. F. & Quiñones, A. T. (2001). El modelo cognitivo post-
ello permite sumar a la construcción de una psicote- racionalista. Hacia una reconceptualización teórica y clínica.
rapia con fundamento en la comprensión creciente (2ª Edición). Bilbao: Desclee de Brouwer.
a la luz de la dialéctica de teoría y hechos en un Guidano, V. F. (1994). The self in process. Toward a post-rationa-
marco de epistemología evolucionista. list cognitive therapy. New york: Guilford Press. (Trad. Cas-

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Vol. XXVIII 1 ENRO 2019 DE CLÍNICA PSICOLÓGICA
ESTILO PERSONAL DEL TERAPEUTA: COMPARACIÓN ENTRE TERAPEUTAS COGNITIVOS POST-RACIONALISTAS Y SISTÉMICOS 55

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