Introduccion A La Ingenieria Geotecnica Holtz Amp Kovacs PDF
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…………………………………………………………………………………………………………………………………………... 100
11.7 Coeficiente de presión de suelo estático para las arenas ……………………………………………. 114
11.8 Licuefacción y el comportamiento de movilidad cíclica de las arenas saturadas …………. 116
11.13 Trayectoria de tensiones durante cargas no drenadas – Arcillas pre consolidadas ……. 129
Capítulo 7 – Agua en suelos II: Permeabilidad, Infiltración, Tensiones Efectivas.
7.1 INTRODUCCIÓN
La importancia en la ingeniería civil de la presencia de agua en los suelos es mencionada al
comienzo del capítulo 6. La mayoría de los problemas de ingeniaría geotécnica tienen agua
asociada a ellos de alguna manera, ya sea por el agua fluyendo a través de los vacíos y
poros en la masa de suelo, o por las tensiones generadas por el agua presente en el mismo.
Algunos de estos efectos son descritos en este capítulo.
4
Por esto, de la Fig. 7.1, podemos escribir que v es proporcional a i, o
v = ki (7-2)
La ecuación 7-2 es una expresión para la Ley de Darcy, la cual es discutida más adelante en
este capítulo.
q = v1 A1 = v2 A2 = cte (7-3)
5
(7-4b)
La ecuación 7-4b establece que la pérdida total de carga en el sistema es la suma de la altura
de velocidad, la altura de presión y la altura geométrica. Sea el flujo en tuberías, canales
abiertos, o a través de un medio poroso, hay pérdidas de carga asociadas con el flujo.
Usualmente una pérdida de carga es añadida en la segunda parte de la ecuación 7-4b; de
manera que
(7-4c)
¿Por qué se le llama altura a cada término de la ecuación de Bernoulli? Porque cada
término tiene unidades de longitud. Para la mayoría de los problemas de flujo en suelos, la
altura de velocidad es despreciable debido a que es mucho más pequeña que los otros
términos de la ecuación.
(7-5)
6
donde q es la tasa total de flujo a través de la sección transversal de área A, y la constante
de proporcionalidad k es llamada coeficiente de permeabilidad de Darcy. Comúnmente, en
la ingeniería civil, es llamada simplemente coeficiente de permeabilidad o incluso,
permeabilidad. La permeabilidad es una propiedad del suelo, que describe como el agua
fluye a través del suelo. El conocimiento de la permeabilidad es necesario para el diseño de
trabajos de ingeniería en los que está involucrada la infiltración de agua. Cabe notar que la
permeabilidad tiene unidades de velocidad, ya que i es adimensional. Comúnmente se
utiliza m/s o cm/s para trabajo en laboratorio.
¿Por qué utilizamos el área de la sección transversal total en la ecuación 7-5? Obviamente
el agua no puede fluir a través de las partículas sólidas, sino que sólo por los vacíos o poros
entre las partículas. Entonces ¿por qué no utilizamos esa área y computamos la velocidad en
base al área de los vacíos? Podría ser relativamente fácil obtener el área de los vacíos a
partir del índice de vacíos (Ec. 2-1), a pesar de que el índice de vacíos es un índice
volumétrico. Para una sección de la Fig. 7.2, podemos escribir e=Vv/Vs=Av/As. Ahora, la
velocidad de entrada va y la velocidad de salida vd en la Fig. 7.2 son ambas iguales a
v=q/A, la descarga q dividida por el área de la sección transversal. Por esto v en esta
relación es en realidad una velocidad superficial, una velocidad ficticia pero
estadísticamente conveniente velocidad “ingenieril”. La velocidad real de infiltración, vs, la
verdadera velocidad fluyendo en los vacíos, es mayor que la velocidad superficial. Esto lo
podemos mostrar como
(7-6)
(7-7)
7
La granulometría efectiva (o mejor, el tamaño efectivo de las partículas) tiene una
influencia importante, tanto como influye en la altura del ascenso capilar (Sec. 6.2). La
forma de los vacíos y los caminos de flujo a través de los poros del suelo, llamado
tortuosidad también afecta la permeabilidad. Todo esto es sólo para suelos saturados, así
que el grado de saturación s debe influenciar la permeabilidad. Finalmente, las propiedades
del fluido también tienen algún efecto; la viscosidad, que depende de la temperatura, y la
densidad se vienen inmediatamente a la mente.
Dado que Darcy desarrolló su relación originalmente para arenas limpias, ¿qué tan válida es
esta ley para otros suelos? Experimentos han mostrado que la Ec. 7-5 es válida para un
amplio rango de tipos de suelos. En gravas muy limpias y rellenos de roca el flujo podría
ser turbulento y en esos casos la ley de Darcy sería inválida. Por otro lado, investigaciones
(Hansbo, 1960) encontraron que en arcillas con bajo gradiente hidráulico, la relación entre v
e i es no lineal (Fig. 7.4). Mediciones en terreno (Holtz y Broms, 1972) mostraron que el
exponente n tiene un valor promedio de 1,5 en arcillas suecas. Sin embargo, a pesar de todo
esto, en la mayoría de los casos podemos aplicar la ley de Darcy.
De la ecuación 7-5,
entonces
(7-8)
8
donde Q es la descarga total, en volumen/tiempo (m3/s) y A es el área de la sección
transversal.
obtenemos
(7-9a)
(7-9b)
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donde a es el área del tubo, A es el área de la sec. transversal de la muestra, L es el largo de
la muestra y delta t es el tiempo que demora la carga en decrecer de h1 a h2.
Muchos factores pueden influir en la confiabilidad de un test de permeabilidad de
laboratorio. Puede haber burbujas de aire atrapadas en la muestra. El grado de saturación
podría entonces ser menor a 100%, lo que afectaría significativamente los resultados del
ensayo. Variación de temperatura, especialmente en ensayos de alta duración, puede afectar
la medición, y si la temperatura del suelo en terreno es significativamente menor que la
temperatura en el laboratorio, se deberá hacer una corrección de viscosidad. A pesar de que
se asume que las pequeñas muestras usadas en laboratorio son representativas de las
condiciones en terreno, es complicado duplicar la estructura del suelo in situ, especialmente
de depósitos granulares y de materiales estratificados y otros no homogéneos.
El coeficiente de permeabilidad también puede ser obtenido realizando un ensayo de
laboratorio unidimensional (consolidación) o mediante un ensayo triaxial. El uso de estos
ensayos es discutido en los capítulos 8 y 10.
Además de la determinación directa de permeabilidad en el laboratorio, existen fórmulas
empíricas útiles y valores tabulados de k para varios tipos de suelo. Por ejemplo, la Fig. 7.6,
adaptada de Casagrande (1938), es útil. En esta figura, el coeficiente de permeabilidad es
graficado en escala logarítmica dado que el rango de valores de k es muy grande. Cabe
notar que ciertos valores de k, 1.0, 10^-4, y 10^-9cm/s son enfatizados. Estos son los puntos
de referencia de Casagrande, y son valores referenciales útiles para el comportamiento
ingenieril. Por ejemplo, 1.0cm/s es el límite aproximado entre flujo laminar y turbulento y
separa gravas limpias de arenas limpias y gravas arenosas. Un k de 10^-4cm/s es el límite
aproximado entre suelos permeables y suelos pobremente drenados bajo bajos gradientes.
Suelos alrededor de este valor son susceptibles a piping. El próximo límite, 10^-9cm/s, es
aproximadamente el límite más bajo de la permeabilidad de suelos y concreto, aunque
mediciones recientes han encontrado permeabilidades tan bajas como 10^-11 para arcillas
altamente plásticas en el límite de contracción. Para varios tipos de suelos, la Fig. 7.6 indica
sus propiedades de drenaje, aplicaciones en presas de tierra y diques, y las formas de
determinar directa o indirectamente el coeficiente de permeabilidad.
Una ecuación empírica que relaciona el coeficiente de permeabilidad con D10, el diámetro
efectivo, fue propuesta por Hazen (1911). Para arenas limpias (con menos de %5 que pasa
por el tamiz 200) con D10 entre 0.1 y 3.0 mm, el coeficiente de permeabilidad k es
(7-10)
donde las unidades de k están en cm/s y las del diámetro efectivo están en mm. La constante
C varía entre 0,4 y 1,2, con un valor promedio de 1, y es el facto que considera la
conversión de unidades. La ecuación es válida para k>10^-3cm/s. (Fig. 7.6). Para estimar k
a índices de vacío distintos del índice de vacío del ensayo, Taylor (1948) ofrece esta
relación
(7-11)
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donde los coeficientes C1 y C2, que dependen de la estructura del suelo, deben ser
determinados empíricamente. C1 ≈ C 2 muy aproximadamente para arenas. Otra relación
que puede ser útil para arenas es
(7-12)
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embargo, para limos compactados y arcillas limosas, García-Bengochea, et al. (1979)
encontró que la relación entre el índice de vacío e y el logaritmo de la permeabilidad k
está lejos de ser lineal (Fig. 7.7). Ellos mostraron que los parámetros de la distribución
granulométrica proporcionan una mejor relación con el índice de vacío para algunos suelos
compactados.
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7.5 TENSIÓN INTERGRANULAR O EFECTIVA
El concepto de tensión intergranular o tensión efectiva fue introducido en la secc. 6.2. Por
definición,
σ = σ '+u (7-13)
σ v = ρgh (7-14b)
u = ρ w gz w (7-15)
Es también llamado tensión neutral porque no tiene componente de corte. Cabe recordar de
la mecánica de fluidos, que por definición un líquido no tiene resistencia cortante. Sólo
tiene resistencia a esfuerzos normales que actúan de la misma manera en todas las
direcciones. Por otro lado, las tensiones totales y efectivas pueden tener ambas
componentes, normal y cortante. Por la Ec. 7-13, la tensión efectiva σ ' es simplemente la
diferencia entre la tensión total y la presión de poro.
¿Cuál es el significado físico de la tensión efectiva? Primero discutamos el concepto de
tensión. Quizás recuerdas de la mecánica básica que la tensión es en realidad una cantidad
ficticia. Es definida como un diferencial de fuerza dividido por un diferencial de área,
donde el área disminuye hasta que tiende a un punto en el límite. Este concepto es útil a
pesar de que en la realidad, a una micro escala, no tiene ningún significado físico. Por
ejemplo, ¿qué ocurriría en una arena o grava cuando un diferencial particular de área que
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uno elija termine en un vacío? Por supuesto la tensión tendría que ser cero. Aunque muy
cerca, donde dos partículas de grava puedan estar en contacto punto con punto, la tensión de
contacto podría ser extremadamente alta; incluso podría exceder la resistencia de los granos
minerales. Entonces la tensión se calcula para materiales continuos y, dependiendo de la
escala, los materiales reales no son realmente continuos. Los suelos, especialmente, no son
continuos, como vimos en el Capítulo 4. Incluso los suelos finos son colecciones de
partículas minerales discretas que se mantienen juntas por enlaces gravitacionales,
químicos, iónicos, van de Waals y otros. Aún así el concepto de tensión es útil en la
práctica, y por eso es utilizado.
Ahora entonces, ¿Qué significa físicamente la tensión efectiva? En materiales granulares
como arena o grava, es llamada a veces tensión intergranular. Sin embargo, no es realmente
lo mismo que la tensión de contacto entre granos, dado que el área de contacto entre
partículas puede ser muy pequeña. De hecho, en el caso de granos redondeados o esféricos
el área de contacto se puede aproximar a un punto. Es por esto que la tensión de contacto
puede ser muy grande. Más bien, la tensión intergranular es la suma de las fuerzas de
contacto divididas por el área total, como se muestra en la Fig. 7.8. Si observamos estas
fuerzas, la fuerza o carga vertical total P puede ser considerada como la suma de las
fuerzas intergranulares de contacto P ' más la fuerza hidrostática ( A − Ac )u en el agua de
los poros. Dado que la presión de poro puede actuar sólo sobre el área de poro o vacío, para
obtener fuerza, la presión de poro u debe ser multiplicada por el área de los vacíos
( A − Ac ) , o
P = P '+ ( A − Ac )u (7-16a)
donde a corresponde al área de contacto entre partículas por unidad de área real del suelo
(Skempton, 1960).
En materiales granulares, dado que las áreas de contacto se aproximan a puntos, a tiende a
cero. Por esto, Ec. 7-16d se reduce a la Ec. 7-13 o σ = σ '+u . Este ecuación, que define la
tensión efectiva, fue propuesta inicialmente en los 1920’s por Terzaghi, quien es
considerado el padre de la mecánica de suelos. La Ec. 7-13 es una ecuación
extremadamente útil e importante. Se cree que las tensiones efectivas en una masa de suelo
realmente controlan o gobiernan el comportamiento ingenieril de ésta. El principio de las
tensiones efectivas es, probablemente, el concepto más importante en la ingeniería
geotécnica.
Hemos discutido el concepto de tensiones efectivas para materiales con partículas
granulares. ¿Qué significa este concepto para suelos cohesivos de grano fino? De la
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discusión en el Capítulo 4, es dudoso que los cristales minerales están realmente en contacto
físico dado que están rodeados por una delgada capa de agua. En la escala micro, los
campos de fuerza entre partículas que contribuirían a las tensiones efectivas son
extremadamente difíciles de interpretar y filosóficamente imposibles de medir. Cualquier
inferencia sobre estos campos de fuerza proviene del estudio de la estructura del suelo.
Entonces, en vista de esta complejidad, ¿qué lugar tiene una ecuación tan simple como Ec.
7-13 en la práctica? Evidencias experimentales, como también análisis meticulosos de
Skempton (1960), muestran que, para arenas y arcillas saturadas, el principio de las
tensiones efectivas es una aproximación excelente a la realidad. Sin embargo no es tan
buena para suelos parcialmente saturados o rocas y concretos saturados. Sin importar lo que
es físicamente, la tensión efectiva es definida como la diferencia entre una tensión ingenieril
total y una presión de poro mensurable. El concepto de tensión efectiva es extremadamente
útil, como veremos en capítulos más adelante, para comprender el comportamiento del
suelo, interpretar resultados de ensayos en laboratorio y para hacer cálculos de diseño
ingenieril. El concepto funciona y es por eso que es utilizado.
Otra forma de calcular tensiones efectivas, cuando el suelo se encuentra sumergido, es
decir, bajo el nivel freático, es utilizando la densidad boyante o sumergida. Cabe notar que
σ ' = ( ρ sat gh + ρ w gz w ) − ρ w g ( z w + h)
σ ' = ( ρ sat − ρ w ) gh
σ ' = ρ ' gh (7-17)
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7.6 RELACIÓN ENTRE ESFUERZOS HORIZONTALES Y VERTICALES
Como puedes recordar de la hidrostática, la presión en un líquido es la misma en cualquier
dirección. Sin embargo esto no es verdad en suelos. Raramente las tensiones horizontales en
depósitos de suelo naturales son exactamente iguales a las tensiones verticales. En otras
palabras, las tensiones in situ no son necesariamente hidrostáticas. Podemos expresar la
razón entre las tensiones horizontales y verticales como
σ h= Kσ v (7-18)
donde K es un coeficiente de presión de la tierra. Dado que el nivel freático puede fluctuar
y las tensiones totales pueden variar, el coeficiente K no es realmente una constante para
un depósito de suelo en particular. Sin embargo, si expresamos esta razón en términos de
tensiones efectivas, consideramos el problema del nivel freático variable, o
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CAPÍTULO 8 - HOLTZ & KOVACS
8.1 INTRODUCCIÓN
Usted está indudablemente consciente que los materiales cuando están cargados se deforman.
Algunas veces, como los materiales elásticos la respuesta es instantánea. Otros materiales, como
algunos suelos, requieren de un largo tiempo para sufrir deformaciones. Esto especialmente
cierto, para suelos arcillosos. La mayor parte de este capítulo, está asociado a la compresibilidad
de los suelos arcillosos.
El tipo más simple de relación tensión-tiempo está asociado a los materiales elásticos (suelos
granulares) que ocurre simultáneamente. De hecho la relación en los materiales elásticos puede
ser lineal o no lineal. Materiales que tienen el tiempo como un factor de la respuesta de tensión
son llamados visco-elástico. Los suelos arcillosos, son viscos-elásticos, vistos desde su
comportamiento mecánico. El problema de analizar el comportamiento visco-elástico en la
actualidad es que la teoría solo se aplica a materiales lineales.
En otras palabras, la relación entre tensión y el tiempo de consolidación no es simple y no pueden
ser abordados de la teoría existente actualmente.
Los suelos tienen otra propiedad que complica aún más las cosas, ellos tienen “memoria”. Por
tanto, los materiales no son conservadores. Cuando los suelos están bajo presión ellos se
deforman, y aun cuando la presión es liberada, alguna parte de dicha deformación permanece en
el tiempo. La deformación en general puede ser: un cambio de forma (distorsión), o cambio de
volumen (compresión) o ambas.
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8.2 COMPONENTES DEL ASENTAMIENTO
El asentamiento por consolidación es un proceso dependiente del tiempo que ocurre en suelos
saturados de grano fino que tienen un bajo coeficiente de permeabilidad. El grado de
asentamiento depende de la porosidad del suelo.
La compresión secundaria, que es también dependiente del tiempo, ocurre dada una tensión
efectiva constante sin cambio en la porosidad del suelo (permeabilidad).
Los cálculos del asentamiento inmediato, son tratados en este capítulo. Y la consolidación
y la compresión secundaria serán vistas en el capítulo 9.
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8.3 COMPRESIBILIDAD DE LOS SUELOS
Por ahora, asumamos que la deformación de la compresión de nuestro suelo ocurrirá solo
en una dimensión (1D). Un ejemplo una compresión unidimensional será la deformación causada
por un relleno que cubre una gran extensión (carga casi infinita). Más adelante discutiremos que
ocurre cuando una estructura de tamaño infinito carga el suelo y produce deformación.
En las cargas típicas de ingeniería, el nivel de compresión de los granos minerales del suelo
es pequeño, y generalmente se puede despreciar. Generalmente, suelos comprensibles se
encuentran bajo la napa freática y pueden ser considerados saturados. Asumimos un 100% de
saturación para todos los problemas de asentamiento, por tanto la compresión de los fluidos
puede ser obviados. Por lo tanto, es el último ítem es el que contribuye más para el cambio de
volumen para los depósitos de carga en el suelo.
Cuando el exceso de agua es sacado fuera y los granos de suelo se reestructuran a sí mismos, hacia
una configuración más estable y densa, generando una disminución en el volumen y superficie del
asentamiento. Con qué rapidez ocurre este proceso en el suelo, depende de la permeabilidad del
suelo. Cuanto se reacomodarán las partículas dependerá de la rigidez del esqueleto mineral, que
es una función de la estructura del suelo. La estructura del suelo, como fue discutida en el capítulo
4, depende de la historia geológica e ingenieril del depósito.
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La deformación ocurre en un periodo muy corto de tiempo debido a la alta permeabilidad relativa
de los suelos granulares, es muy fácil para el agua (y para el aire) en los vacios, de ser expulsada.
Muchas veces, para propósitos prácticos, la compresión de las arenas ocurre dentro de la
construcción y como resultado, la mayoría de los asentamientos han ocurrido al mismo tiempo en
que la estructura va a ser construida. Sin embargo, dado que ocurren tan rápido, aun los pequeños
asentamientos granular puede afectar a ciertas estructuras que pueden ser sensibles a los
asentamientos. Los asentamientos de suelos granulares, son estimados usando la ecuación St =Si.
Cuando los suelos arcillosos son cargados, debido a su baja permeabilidad, su compresión es
controlada por la facilidad con que el agua es expulsada fuera sus poros, este proceso es llamado
consolidación; fenómeno que relaciona tensión y tiempo. La deformación puede continuar por
meses, años o décadas. Esa es la diferencia fundamental, y única, entre la compresión de
materiales granulados y la consolidación de suelos cohesivos. La compresión de las arenas ocurre
casi instantáneamente, mientas que la consolidación depende fuertemente del tiempo. La
diferencia en el grado de asentamiento, dependerá de la diferencia en las permeabilidades.
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Un medidor de presión es conectado al cilindro y muestra la presión hidrostática . Luego la capa
de suelo (pistón) es cargada, por un incremento de carga (figura 8.2.b). Al comienzo del
proceso de consolidación, asumimos que la válvula está cerrada.
Una vez que se aplica la carga, la presión es transferida directamente al agua que está dentro del
cilindro. Debido a que el agua es casi incompresible, y que la válvula está cerrada, de manera que
no hay agua que pueda salir, no hay deformación del pistón, y el medidor de presión lee la presión
de poros . Donde corresponde al exceso de presión de poros debido al incremento
de carga.
Para simular un suelo cohesivo de grano fino, con baja permeabilidad, podemos abrir la válvula y
permitir que el agua sea expulsada lentamente. Con el tiempo, y a medida que el agua es
expulsada, la presión de poros disminuye y gradualmente, la carga es transferida al resorte,
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que se comprime bajo el pistón. Finalmente, bajo equilibrio, no saldrá más agua cuando la presión
de poros vuelve a ser hidrostática, el resorte soporta la carga .
Aunque el modelo es bastante simple, el proceso es similar con lo que ocurre con los suelos
cohesivos cuando son cargados, tanto en terreno como en el laboratorio. Inicialmente, toda la
carga es transferida al agua y por tanto es evidenciada en un incremento en la presión de poros o
incremento de la presión hidrostática, por tanto en un inicio no hay un cambio en la presión
efectiva del esqueleto mineral. Gradualmente, y en la medida que el agua es expulsada, bajo un
gradiente de presión, el esqueleto mineral se comprime y soporta la carga, y por tanto la presión
efectiva aumenta. La compresibilidad del resorte es análoga a la compresibilidad del esqueleto
mineral del suelo. Eventualmente, el exceso de presión hidrostática llega a cero y la presión de la
poros es la misma a la presión hidrostática previo a ser cargado.
Cuando estratos de suelos que cubren una gran extensión de terreno son cargados verticalmente,
la compresión se puede entender como unidimensional. Para asegurar la compresión
unidimensional en el laboratorio, comprimimos la muestra en un artefacto especial llamado
edómetro o consolidómetro. Los principales componentes de dos tipos de edómetros se muestran
en la figura 8.3. Un suelo no alterado que representa un elemento de la capa de suelo compresible
bajo investigación es extraído y puesto dentro del aro de confinamiento. El aro es relativamente
rígido, de manera que no ocurra ninguna deformación lateral. En la parte alta y baja del ejemplo
hay piedras porosas que permiten drenaje durante el proceso de consolidación. Las piedras
porosas están hechas de XX o brassporos??
Generalmente, las piedras porosas de arriba tienen un diámetro aproximado de 0,5 mm más
chicas que el aro, de manera que no se arrastre por los lados del aro cuando la muestra se esté
cargando. Normalmente la altura de la muestra extraída es de 2,5-5cm y el diámetro depende del
tipo de suelo no alterado que se esté sometiendo a la prueba. Hay más alteración en el borde de la
muestra cuando hay especímenes más delgados, y en menor grado cuando menor es el diámetro.
Por otra parte, mientras más alto es el espécimen tiene mayor fricción lateral. La fricción lateral
puede ser reducida un cierto grado por el uso de cerámica o aros de teflón? o por la aplicación de
un lubricante tal como molibdeno disulfuroso.
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En la prueba del aro flotando (figura8.3.a) la compresión toma lugar por las dos caras del suelo,
puede ser visto (Lambe 1951) que la fricción del aro es en cierta manera menor en este test que
en el test del aro fijo (figura 8.3.b), donde el movimiento es relativamente hacia abajo del aro.
La principal ventaja del test de aro rígido es que el drenaje de la piedra porosa de la base puede
ser medido o controlado. En este ensayo por ejemplo, las pruebas de permeabilidad pueden ser
realizadas con el edómetro.
Para establecer la relación entre la deformación y carga en la prueba del laboratorio, durante la
prueba de consolidación la carga aplicada, así como la deformación en el ejemplo están
cuidadosamente medidas. La tensión es determinada por la carga aplicada por el área del
espécimen. Es práctica común, cargar el espécimen de forma incremental (de a poco) ya sea por
un sistema de brazo mecánico o por aire mediante el uso de un sistema de pistón. Cada
incremento de presión es aplicado y la muestra se consolida hasta llegar a un equilibrio con poco o
sin futura deformación, y con el exceso de presión de poros nula. De manera que al final de la
consolidación se transforma en un esfuerzo efectivo. La prueba se repite varias veces hasta tener
puntos suficientes para definir adecuadamente la curva de deformación-tensión. El objetivo de la
prueba de consolidación entonces, es simularla compresión del suelo bajo determinadas cargas
externas. De hecho, lo que estamos midiendo es el módulo de compresión de la tierra (confinada)
figura8.1.a. Evaluando las características de compresión de un ejemplo de representación no
alterada podemos predecir el asentamiento del estrato en terreno.
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Los ingenieros utilizan varios métodos para expresar los efectos de la deformación del suelo XXXX?
En la figura 8.4?
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8.5. PRESIÓN DE CONSOLIDACIÓN.
Los suelos tienen “una memoria” de la tensión y otros cambios que han sufrido en su historia,
dichos cambios son preservados en la estructura de suelo (Casagrande1932). Cuando el depósito
de suelo en terreno es cargado a un nivel de tensión mayor al que ha experimentado en el pasado,
la estructura de suelo ya no es capaz de sostener el incremento de carga y la estructura comienza
a resquebrajarse.
Dependiendo del tipo de suelo y su historia geológico, este quiebre puede resultar en una
diferencia bastante drástica en las pendientes de ambas curvas repetitivas de la consolidación. En
otras palabras, la región de transición puede ser pequeña, y a menudo estos suelos son muy
sensibles a cambios en la tensión aplicada. En otros suelos menos sensitivos, (suelos granulares?)
casi nunca realmente casi nunca hay un quiebre en la curva porque la estructura del suelo se
altera gradualmente a medida en que la tensión aplicada crece.
La porción inicial la curva de consolidación, que presenta un comportamiento menos sensitivo será
la curva de re compresión y la segunda porción será más sensitiva y se denominará rama virgen de
compresión. Como lo dice su nombre, para la segunda recta del comportamiento el suelo nunca
ha experimentado estas tensiones. Generalmente decimos que un suelo esta normalmente
consolidado cuando la presión efectiva vertical es mayor la presión de consolidación. Si tenemos
un suelo cuya presión de consolidación es mayor que la presión de sobrecarga existente, diremos
que el suelo es sobre consolidado (o pre consolidado). Podemos definir la razón de consolidación
como la división de la tensión vertical efectiva aplicada actualmente, dividida por la tensión de
consolidación (máx. experimentada anteriormente):
Los suelos normalmente consolidados tiene un OCR = 1. Suelos sobre consolidados, tienen un OCR
mayor a 1. También, es posible encontrar suelos con OCR menor que 1, en cuyos casos en que los
suelos sean sub consolidados, por ejemplo en suelos que hayan sido recientemente depositados.
Bajo estas condiciones las capas de suelo no han llegado a equilibrio bajo el peso de la sobrecarga
aplicada (relleno). Si la presión de poros fuera medida bajo condiciones de sub consolidación la
presión seria mayor a la presión hidrostática.
Hay muchas razones por las que un suelo puede estar sobre consolidado, puede deberse a un
cambio en el estrés total o a un cambio en la permeabilidad del suelo, ambos cambios modificarán
la tensión efectiva.
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¿Cómo se determina la tensión de pre consolidación?
Diversos métodos se han propuesto para determinar la tensión de pre consolidación. Uno de los
más conocidos es el de Casagrande 1936, que queda ilustrado en la figura 8.6 donde se presenta
típicamente la razón de vacios v/s la tensión efectiva aplicada en un suelo arcilloso.
El procedimiento de Casagrande:
1. Elija el punto de menor radio o de máxima curvatura (al ojo) en la curva de consolidación.
2. Dibuje una línea horizontal desde el punto A
3. Dibuje una línea tangente a la curva en el punto A
4. Bisecte el ángulo formado por el paso 2 y 3
5. Extienda la porción de línea recta de la curva de compresión virgen hasta donde se
encuentra con la línea de bisección obtenida en el paso 4
6. El punto de intersección de estas dos líneas es la tensión de pre consolidación
(punto B de la figura 8.6)
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Hay un método aun más simple para obtener la presión de pre consolidación que es usado por
algunos ingenieros: Las porciones de las dos líneas rectas de la curva de consolidación son
extendidas; su intersección define otra (muy probable) presión de pre consolidación (punto C de la
figura 8.6). Si usted analiza esto, la máxima presión de consolidación se encuentra el punto D, y el
mínimo será en el punto E. Y la intersección de la curva de compresión virgen con una línea
horizontal dibujada desde Ep.
¿Cómo es posible que estos procedimientos gráficos predigan la presión de pre consolidación?
Para comprender la razón sigamos la completa historia de tensión- presión del un suelo arcilloso
durante la deposición, carga y recarga para una prueba de laboratorio. Esta historia es mostrada
en la figura 8.7
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La línea OA representa la relación entre la razón de vacios y el log del la tensión efectiva de un
elemento particular del estrado de suelo en terreno, se depositará material sobre él. Esta muestra
deposita para dicha condición en el punto A.
Cuando la tensión de sobrecarga es eliminada, se produce un fenómeno denominado recarga.
Cuando la muestra es trasladada al artefacto para realizar el ensayo edométrico, sobre el punto C
la estructura del suelo comienza a quebrarse y si la carga continua la curva de compresión virgen
será obtenida. Si usted realiza la curva de Casagrande en la figura 8.7, usted encontrará que la
tensión de pre consolidación será muy cercana al punta A en la grafica que será muy cercana a la
carga máxima experimentada en el pasado.
Este análisis ayudo a Casagrande a determinar el procedimiento gráfico para encontrar la tensión
de pre consolidación. Si la comparación con el ejemplo fuera pobre y ocurriera una alteración
mecánica en el suelo, resultaría una curva diferente en al BCD al recargar la muestra en el
consolidómetro. Note que con la curva de la muestra alterada, la presión de consolidación a
prácticamente desaparecido con la tasa de comportamiento mecánico??
La curva de recarga se alejará del punto A en la dirección del arco. La presión de pre consolidación
es mucho más difícil de definir cuando ejemplos de alteración han ocurrido.
En el test de consolidación, luego de haber alcanzado el máximo de tensión el suelo llega a puntos
de tensión nula, puntos D a E de la figura 8.7. Este proceso, le permite a usted determinar la razón
de vacios final que usted necesita para proyectar la proyección de la curva de consolidación. A
veces, otro ciclo de recarga es aplicado como la curva EAF en la figura 8.7 tal como en la curva de
re consolidación inicial (BCD) esta curva de carga eventualmente se junta como la curva de
compresión virgen.
Curvas típicas de consolidación para una gran variedad de suelos son presentadas en las figuras
8.8.a hasta 8.8.j, usted llegará a estar familiarizado con las formas básicas de estas curvas,
especialmente en torno a la tensión de pre consolidación para los diferentes tipos de suelos.
También estudia la cantidad de compresión (cambio en la razón de vacios) como la pendiente de
diversas curvas. Los test resultantes en la figura 8.8.a son típicos de la parte baja de Misisipi,
Lousiana. Estos suelos principalmente arenosos están un poco sobre consolidados, dados los ciclos
de humedad y sequedad durante la deposición (Kaufman y sherman 1964)… bla bla de los lugares
de las otras figuras.
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34
8.7 CÁLCULO DE ASENTAMIENTOS
¿Cómo se calculan los asentamientos? La figura 8.9 muestra una capa de suelo de altura H que
está compuesta tanto por sólidos como por vacios como se presenta en la mitad de la figura. Por
las fases de relación descritas en el capítulo 2 podemos presumir que el volumen de sólidos es
igual a la unidad y por tanto el volumen de vacios es igual a eo (razón de vacios inicial).
Finalmente, luego de completar la consolidación la columna de suelos se verá como se ve en el
lado derecho de la figura 8.9. El volumen de sólidos permanece igual obviamente pero la razón de
vacios disminuirá el cambio en la razón de vacios.
Como usted sabe la presión lineal es definida como un cambio en la longitud, dividida por la
longitud original. Igualmente, podemos definir la presión vertical en una capa de suelo como la
razón de vacios como el cambio en la altura dividido la altura inicial del estrato de suelo. La
presión puede relacionarse con la razón de vacios usando la figura 8.9. o la ecuación…. Ver los
ejemplos!!
Brummun Jonas ilad (1973) discutieron factores que determinan la presión de consolidación en los
ensayos de laboratorio. Ya hemos mencionado una de ellas, el efecto de alteraciones en la
muestra en la forma de la curva de consolidación (figura 8.7). Mostramos como el cambio de
pendiente en la curva llega a ser menos agudo cuando crece la alteración, usted puede ver estos
efectos en la figura 8.12.a en arcillas sensibles a un cambio en la tensión (figura 8.8.d). El
crecimiento de la alteración en la muestra, disminuye el valor de la presión de consolidación. Al
mismo tiempo la razón de vacios baja (o la presión sube) para cualquier valor de presión de
consolidación. Como consecuencia la compresibilidad cuando la tensión es menor a la presión de
consolidación el modulo de compresión es menor (menos sensible); por el contrario, cuando la
tensión es mayor, el modulo de compresión es mayor (más sensible) lo que se evidencia en una
mayor pendiente.
35
en la presión o el incremento de la presión dividido la presión inicial antes de aplicar la carga. La
relación es como sigue:
36
Capítulo 9 - Tasa de Tiempo de Consolidación.
9.1 INTRODUCCIÓN
¿Por qué es importante conocer que tan rápido se asentará bajo la carga aplicada?
Por ejemplo, si el diseño considera 50 años de vida útil de una estructura, y se
estima que el asentamiento toma 500 años en ocurrir, entonces se pueden esperar
pequeños problemas debido al asentamiento durante la vida de la estructura. Por
otro lado, si se espera que el asentamiento tome el mismo tiempo que se demora
en construir la estructura, entonces la mayoría, o todo el asentamiento habrá
ocurrido al tiempo que la estructura esté construida. Si esta estructura es sensible
a asentamientos rápidos, podría ocurrir daño estructural. La mayoría de las
estructuras en fundaciones de arcilla experimentan asentamientos graduales, que
pueden o no afectar su comportamiento. Este capítulo presenta procedimientos
para estimar la tasa de asentamiento. El ingeniero entonces puede estimar el
efecto que tendrá el asentamiento.
37
Con el tiempo, el agua es expulsada a través de la válvula y el exceso de presiones de poro
disminuye. Por esto hay una transferencia gradual de carga desde la presión de poros al
esqueleto del suelo y por esto un aumento en las tensiones efectivas. La figura 9.1c
muestra la tensión efectiva inicial, el cambio (aumento) en tensiones efectivas y las
presiones de poro hasta que son disipadas en t = t1 . Las líneas cortadas verticales
( t1 , t 2 , etc ) representan el tiempo desde el comienzo de la aplicación de la carga. Estas
líneas son llamadas Isocronas ya que son líneas con tiempos iguales. Finalmente, en
t → ∞ todo el exceso en las presiones de poros ∆u es disipado y las tensiones efectivas
son iguales a las tensiones iniciales mas el incremento aplicado ( σ ' vo + ∆σ ). Durante este
tiempo el pistón se habrá asentado una cantidad que es directamente proporcional a la
cantidad de agua expulsada del cilindro.
38
Un estrato de suelo típico es mucho más complejo que el modelo simple mostrado
en las figuras 9.1a, b y c. Si se aumenta el número de pistones, resortes y válvulas,
como se muestra en la figura 9.1d. Como antes, se puede mostrar el esfuerzo
efectivo inicial σ ' vo y la presión de poros inducida correspondiente ∆u debido a la carga
externa sobre el pistón ∆σ , en la figura 9.1e. Se permite el drenaje a través de cada
pistón y válvula para permitir drenaje tanto interno como superior e inferior. Para que el
agua sea expulsada de los cilindros 2, 3 y 4, es necesario que algo de agua de los cilindros 1
y 5 escape primero. Asimismo, antes de que el agua pueda ser expulsada del cilindro 3, es
necesario que salga agua de los cilindros 2 y 4, etc. Dado que todas las válvulas están
abiertas, al aplicar la carga externa, el agua empezará a fluir inmediatamente de los
cilindros superior e inferior. Esto resultará en una reducción inmediata del exceso de las
presiones de poro y un incremento en las tensiones efectivas en los cilindros 1 y 5, etc.
Como se muestra en la figura 9.1f, con el tiempo las isócronas de las presiones de poro se
mueven hacia la derecha, y se trata de líneas discretas dado el número finito de pistones y
válvulas. Con un número infinito de pistones, las isocronas serían líneas continuas (suaves)
que representarían de forma precisa lo que ocurre físicamente con el tiempo en un
depósito de suelo. En el centro de un estrato doblemente drenado, como es representado
en las figuras 9.1d, e y f, se puede ver que el decremento en las presiones de poro
inducidas, por ejemplo en t1 , es pequeño en comparación con el cambio en los extremos
del estrato. Esto se debe a que la trayectoria del drenaje en el centro del estrato es mayor
que en los cilindros 1 y 5. Como resultado, toma más tiempo.
El flujo de agua hacia fuera de los cilindros está dado físicamente al gradiente i , el cual es
igual a h / l = ( ∆u / ρ w g ) / ∆z . La pendiente de las isocronas de la figura 9.1f es ∆u / ∆z .
En el centro del estrato de arcilla, el flujo es cero porque el gradiente ∆u / ∆z es cero. En
los extremos el gradiente tiende a infinito y por esto el flujo es máximo en las superficies
de drenaje.
39
El estrato de suelo compresible se asume homogéneo y completamente saturado,
y además el agua y los granos se consideran completamente incompresibles. El
egreso de agua de los poros del suelo es gobernado por la Ley de Darcy y
usualmente ambos, compresión y drenaje, son considerados unidimensionales.
Usualmente el drenaje se produce en ambos extremos del estrato, pero también
se puede asumir drenaje en uno de los dos extremos solamente. La teoría de
Terzaghi es una teoría de pequeñas deformaciones, en la que la carga aplicada
produce solo pequeñas deformaciones en el suelo; por esto el coeficiente de
compresibilidad a v y el coeficiente de permeabilidad k permanecen esencialmente
constantes durante el proceso de consolidación. Si a v es una constante sobre el
incremento de carga aplicado, entonces existe una única relación entre el cambio de
índices de vacío y el cambio en tensiones efectivas. Esto implica también, que no hay
consolidación secundaria y si ésta ocurriese, no sería única la relación, por definición.
Recordar que la consolidación secundaria es el cambio en el índice de vacíos a tensiones
efectivas constantes.
− k ∂ 2u
dzdt
ρ w g ∂z 2
− a v ∂u
dtdz
1 + e0 ∂t
40
Uniendo las dos partes, se obtiene
− k ∂ 2u − a v ∂u
2
dzdt = dtdz (9 − 1)
ρ w g ∂z 1 + e0 ∂t
Reordenando, se obtiene
∂u ∂u
cv = (9 − 2 )
∂t ∂t
donde
k 1 + e0
cv = (9 − 3)
ρ w g av
41
Cuando z = 0 y cuando z = 2 H , u = 0 .
Cuando t = 0 , ∆u = u i = ∆σ = (σ 2 '−σ 1 ' )
Terzaghi (1925) estaba familiarizado con los trabajos en transferencia de calor, y adaptó
aquellas soluciones al problema de consolidación.
∞
u = (σ 2 '−σ 1 ' )∑ f 1 ( Z ) f 2 (T ) (9 − 4 )
n =0
t
T = cv (9 − 5)
H dr2
k (1 + e0 ) t
T= (9 − 6 )
a v ρ w g H dr2
Es necesario notar que t tiene las mismas unidades que k . Esto es, si k está en
centímetros por segundo, entonces t deberá estar en segundos. La trayectoria de drenaje
para un estrato doblemente drenado, es igual a la mitad del espesor del estrato, o
2 H / 2 = H dr . Si se tiene un estrato simplemente drenado, la trayectoria de drenaje sigue
siendo H dr , pero ahora sería igual al espesor de la carga H .
e1 − e
U= (9 − 7 )
e1 − e2
42
correspondientes a AB y AC . En términos de tensiones y presiones de poro, la ecuación
9-7 es
∞
U z = 1 − ∑ f 1 ( Z ) f 2 (T ) (9 − 9 )
n=0
43
La solución a esta ecuación es mostrada gráficamente en la Figura 9.3 en términos de los
parámetros adimensionales ya mencionados. Gracias a esto, se evitan los cálculos tediosos
de la ecuación 9-9. De la Figura 9.3 es posible encontrar el grado de consolidación (por
ende u y σ ' ) para cualquier tiempo real luego del comienzo de la carga, en cualquier
punto del estrato. Todo lo que hay que saber es el cv para el depósito de suelo particular,
el espesor total del estrato y las condiciones de borde del drenaje. Con estos elementos, el
factor tiempo T puede ser calculado con la ecuación 9-5. Esto es aplicable a cualquier
carga unidimensional donde las propiedades del suelo se asumen iguales a través del
estrato.
44
Para obtener el grado de consolidación promedio sobre un estrato completo para un
factor tiempo determinado, se debe calcular el área bajo la curva T de la Figura 9.3 (de
hecho, se obtiene el área fuera de la curva T , como se muestra en la Figura 9.4). En el
apéndice B-2 se muestra como se realiza la integración matemáticamente.
La Tabla 9-1 muestra los resultados de la integración para el caso donde se asume una
distribución lineal del exceso de presiones de poro.
Los resultados en la Tabla 9-1 son mostrados gráficamente en la Figura 9.5. En la Figura
9.5a la relación es mostrada aritméticamente, mientras que en la figura 9.5b, la relación
entre U y T es mostrada semilogarítmicamente. Otra forma de relacionarlos se muestra
en la Figura 9.5c, donde U es graficado v/s T . Como es discutido en la próxima sección,
las Figuras 9.5b y c presenta algunas ventajas con respecto a la Figura 9.5a. Notar que, a
medida que T se hace muy grande, U se acerca al 100% asintóticamente. Esto significa
que, teóricamente, la consolidación nunca se detiene, sino que continúa infinitamente.
También es necesario mencionar que la solución de U v/s T es adimensional y aplica a
todo tipo de problemas donde ∆σ = ∆u varía linealmente con la profundidad. Soluciones
45
para casos donde la distribución de las presiones de poro iniciales es sinusoidal y otros
casos son presentados por Leonards (1962).
46
Para U < 60%
2
π π U%
T= U2 = (9 − 10 )
4 4 100
Para U > 60%
T = 1.781 − 0.933 log(100 − U %) (9 − 11)
s (t )
U avg = (9 − 12 )
sc
Las curvas de lecturas de deformación v/s tiempo real para un incremento de carga dado,
frecuentemente tienen formas similares a las curvas U − T mostradas en la Figura 9.5.
Tomaremos ventaja de esta observación para determinar el coeficiente de consolidación
47
con métodos llamados “curve-fitting” desarrollados por Casagrande y Taylor. Estos
procedimientos empíricos fueron desarrollados para ajustar aproximadamente los datos
observados en laboratorio a la teoría de consolidación de Terzaghi. Muchos factores como
perturbación de la muestra, razón de incremento de carga (LIR), duración, temperatura,
etc, afectan el valor de cv obtenido por estos procedimientos de ajuste. Pero
investigaciones hechas por Leonards y Girault (1961) han mostrado que la teoría de
Terzaghi es aplicable al laboratorio si se utilizan grandes incrementos de carga (Ecuación 8-
20)(usualmente cercanos a 1).
El ajuste de curvas mencionado en esta sección permite determinar valores del coeficiente
de consolidación cv a partir de datos obtenidos en laboratorio. Además, los
procedimientos permitirán separar la consolidación primaria de la secundaria).
48
49
ocurre, obviamente, en t = ∞ . Casagrande (1938) sugirió que R100 podría ser aproximado
arbitrariamente por la intersección de las dos tangentes correspondientes de la curva de
consolidación de laboratorio (Fig. 9.7). Investigaciones han mostrado que este
procedimiento es una buena aproximación de la lectura a la cual el exceso de presiones de
poro tiende a cero, especialmente cuando el LIR es grande y la tensión de
preconsolidación es excedida por el incremento de carga aplicado. Una vez que R100 es
definido, es fácil determinar R50 y t 50 , una vez que encontramos R0 , la lectura inicial.
R0 = R1 − ( R2 − R1 ) (9 − 13a )
50
Varios intentos son aconsejados usualmente, para obtener un buen R0 promedio, o
R 0 = R 2 − ( R3 − R 2 ) (9 − 13b )
R 0 = R3 − ( R4 − R3 ) (9 − 13c )
Una vez que han sido determinados los puntos inicial y final (100% de consolidación
primaria), se busca t 50 subdividiendo la distancia vertical entre R0 y R100 ó
1
R50 = 2 (R0 − R100 ) . Entonces t 50 es simplemente el tiempo correspondiente a la
lectura R50 . En la Figura 9. 7, t 50 = 13.6mm . Para evaluar cv , se utiliza la ecuación 9-5
con T50 = 0.197 (Tabla 9-1). Además se necesita la altura promedio de la muestra
durante el incremento de carga. Al comienzo de este incremento, H 0 era 21.87 mm . De
los datos de la Tabla 9-2,
51
Recordar que con el procedimiento de ajuste de Casagrande encontramos R50 y t 50
aproximando R100 . Este procedimiento no encontró t100 dado que el tiempo para
cualquier otro grado de consolidación debe ser obtenido desde la teoría clásica de la
consolidación en la que t100 = ∞ . Pero este procedimiento si define un t llamado t p (de
“primario”), que es un tiempo práctico requerido para obtener un buen valor de R100 .
Frecuentemente, en la práctica, t p es llamado t100 . La desviación de la curva experimental
a la teórica se muestra en la Figura 9.8. Diferencias en las curvas son resultado de
consolidación secundaria y otros efectos como la tasa de aumento de tensiones efectivas,
que no son considerados en la teoría de Terzaghi.
Se usarán los mismo datos de antes (Tabla 9-2) para ilustrar el método de ajuste de t .
Estos datos son graficados en la Figura 9.9. Usualmente se puede dibujar una línea recta a
través de los puntos en la parte inicial de la curva de compresión. La línea es proyectada
hacia atrás (hacia el tiempo cero) para definir R0 . El punto común en R0 puede ser
ligeramente menor que la lectura inicial (en tiempo cero) observada en el laboratorio,
debido a compresión inmediata de la muestra y el aparato. Se dibuja una segunda línea
desde R0 con todas las abscisas 1.15 veces más grandes como corresponda. La
intersección de esta segunda línea y la curva de laboratorio, define R90 y este es el punto
del 90% de consolidación. Su tiempo es, por supuesto, t 90 .
52
El coeficiente de consolidación es, como antes, determinado usando la ecuación 9-5. De la
Tabla 9-1, T90 = 0.848 . La altura promedio de la muestra también es utilizada. Entonces
0.848(2.06 / 2) 2 cm 2
cv =
52.6 min(60 s / min)
cv = 2.85 × 10 − 4 cm 2 / s
o
cv = 0.90m 2 / año
53
esperar obtener resultados idénticos. Frecuentemente, cv determinado por el método de
Taylor es ligeramente mayor que cv obtenido por el método de Casagrande.
Uno debe saber además, que cv no es una constante para un ensayo en un suelo dado,
sino que depende en su mayoría de la razón de incremento de la carga y si la presión de
preconsolidación ha sido excedida o no. Para incrementos de carga menores a la presión
de preconsolidación, la consolidación ocurre relativamente rápido y los valores de cv
pueden ser algo altos. Sin embargo, determinar t p para estos incrementos es difícil,
debido a que las curvas tiempo-asentamiento no tiene las formas “clásicas” de las Fig. 9.7
y 9.9. Para arcillas no perturbadas, cv es un mínimo para incrementos cercanos a la
presión de preconsolidación (Taylor, 1948). Para diseño, este valor mínimo, es
frecuentemente usado. Sin embargo, en algunas situaciones puede ser más apropiado
utilizar el cv para el incremento anticipado de carga en terreno.
Una gran ventaja del método de Taylor es que t 90 puede ser determinado sin ir más allá de
t p . Si las lecturas son graficadas a medida que avanza el ensayo, entonces es posible
agregar el próximo incremento de carga apenas se alcanza t 90 . No solo es reducido
significativamente el tiempo de ensayo, comparado con cuando se usa los incrementos
convecionales de 24h, sino que también se ve efectivamente minimizada la contribución
de la consolidación secundaria a la curva e v/s log σ ' .
En este punto, uno se debe haber dado cuenta que los datos no coinciden exactamente
con los puntos iniciales de las Fig. 9.7 y 9.9; esto es, R0 no es exactamente igual a la
lectura inicial de la Tabla 9-2. La razón para esta diferencia se debe a muchos factores.
Pueden ser:
cv ρ w ga v
k= (9 − 14 )
1 + e0
54
55
9.6 VALORES TÍPICOS DE cv
Valores típicos del coeficiente de consolidación cv para una variedad de suelos se pueden
ver en la Tabla 9-3. Correlaciones aproximadas de cv con el límite líquido son presentadas
en la Figura 9.10.
∆e
Cα = (9 − 15)
∆ log t
56
Esta definición es análoga, por supuesto, al índice de compresión primaria C c , definido
como ∆e / ∆ log σ ' (ecuación 8-7). Además, se define el índice de compresión secundaria
modificado Cαε , análogo a la ecuación 8-9, como
Cα
Cαε = (9 − 16 )
1+ ep
A veces Cαε es llamado tasa o razón de compresión secundaria. Como Ladd et al. (1977)
notó, Cαε = ∆ε / ∆ log t . El índice de compresión secundaria, Cα , y el índice de
compresión secundaria modificado, Cαε , pueden ser determinados con la pendiente de la
porción recta del gráfico de lecturas v/s logaritmo del tiempo, que ocurre después que la
consolidación primaria está completa. (Ver Fig. 9.7). Usualmente ∆R es determinado para
un ciclo de tiempo logarítmico. El cambio en índices de vacío correspondiente es calculado
con la ecuación de asentamiento (ecuación 8-3), dado que se sabe la altura de la muestra
para ese incremento y e0 .
Para proveer una hipótesis que funcione para estimar consolidación secundaria, se deben
hacer los siguientes supuestos acerca del comportamiento de suelos finos en compresión
secundaria. Estos supuestos, basados en el trabajo de Ladd (1971a) y otros, y sintetizado
por Raymond y Wahls (1976), son los siguientes:
Curvas de comportamiento de lecturas típicas v/s el logaritmo del tiempo ilustrando estos
supuestos para arcillas normalmente consolidadas son mostrados en la Figura 9.11. Se
puede ver que la tasa de consolidación secundaria expresada en términos de
asentamiento ( ∆R ) por ciclo logarítmico se asume independiente del espesor de la
muestra como también del incremento de carga. Sin embargo hay algún efecto de la
tensión de consolidación, y, como Mesri y Godlewski (1977) señalaron, Cα es muy
dependiente de la tensión efectiva final.
57
respuesta de la fundación del asentamiento a largo plazo ya que los supuestos son una
sobre simplificación del comportamiento real. Por ejemplo, las curvas de compresión
secundaria de la Figura 9.11 podrían no ser paralelas, incluso podrían no tener una
pendiente constante. Hay evidencias de que Cα podría cambiar con el tiempo, tanto en el
laboratorio como en terreno. Además, la duración y por ende la magnitud del
asentamiento secundario es función del tiempo requerido para completar la consolidación
primaria ( t p ), y por desarrollos anteriores dentro de este capítulo, se sabe que a medida
que es más grueso el estrato, más tiempo demora en la consolidación primaria. A pesar de
que la deformación al final de la consolidación primaria tanto para estratos gruesos como
delgados es casi la misma (como se ve en la Fig. 9.11a), hay evidencias (Aboshi, 1973) de
que las pendientes podrían no ser paralelas y que Cα podría decrecer a medida que el
grosor del estrato aumenta.
58
Si, por alguna razón, no se quiere o no se puede determinar Cα a partir de los datos de
laboratorio, se pueden utilizar los datos de Cα / C c de la Tabla 9-4 para suelos similares o
simplemente usar un promedio de Cα / C c =0.05, valor que es aceptable para cálculos
preliminares. Mesri (1973) entrega otro método para obtener el índice de consolidación
secundaria, de hecho el índice de consolidación secundaria modificado y este método es
mostrado en la Figura 9.12. Aquí Cαε es graficado v/s el contenido natural de agua del
suelo (humedad).
59
9.8 EJEMPLO EXPLICATIVO DE UNA TASA DE TIEMPO DE UN PROBLEMA DE ASENTAMIENTO
Ejemplo 9.12:
Datos:
60
Se pide:
Solución:
H0 σ ' + ∆σ v
sc = C c log vo (8 − 11)
1 + e0 σ 'v 0
61
Para la mitad de la profundidad del estrato, σ ' v 0 = 38.3kPa y
σ ' v 0 + ∆σ v = 136.4kPa .
Entonces,
15m 136.4
s c = 0.36 log = 1.42m
1 + 1 .1 38.3
62
Por ejemplo, la profundidad promedio del sexto estrato es -13.25m;
σ ' v 0 = 42.1kPa mientras que σ ' v 0 + ∆σ v = 104.2kPa . Estos valores
simplemente están fuera de escala de la Fig. Ex.9.12a. Insertando los
valores apropiados a la ecuación 8-11, obtiene
63
CAPITULO 10: Círculo de Möhr, Teorías de Falla y Trayectorias de Tensiones.
10.1 Introducción.
64
en ingeniería geotécnica son compresivas. Esta convención exige que los esfuerzos de
corte positivos se produzcan parejas de esfuerzos en nuestro elemento. De otra manera,
cortes positivos producen momentos a favor de las manecillas del reloj sobre un punto
solo fuera del elemento. Los ángulos en este sentido también son tomados positivos,
estas convenciones son opuestas a lo que generalmente estamos acostumbrados en la
mecánica estructural.
Para comenzar asumiremos una distancia AC a lo largo del plano inclinado, que
tiene unidades de longitud, y que la figura tiene una profundidad unitaria perpendicular al
plano. Así, el plano vertical BC tiene una dimensión de 1sen y la dimensión AB de
1cos. En equilibrio la suma de las fuerzas en cualquier dirección debe ser igual a cero,
luego sumando en la dirección horizontal y vertical tenemos.
Dividiendo las fuerzas por las áreas en las que estas actúan, obtenemos los
esfuerzos normal y de corte. (Denotaremos esfuerzo normal como x y el esfuerzo vertical
normal como y, los esfuerzos en el plano serán normales y de corte )
65
Los planos horizontales y verticales no tienen esfuerzos de corte actuando en ellos
y se llaman planos principales, luego x y y son esfuerzos principales y actúan donde no
hay esfuerzos de corte =0.El esfuerzo con mayor magnitud es llamado esfuerzo principal
mayor y el más pequeño esfuerzo principal menor y el esfuerzo en tercera dimensión es
el esfuerzo principal intermedio, este último es despreciado para una derivación en
condiciones bidimensionales. Sin embargo se podrían construir círculos de mohr para el
esfuerzo principal intermedio con el principal mayor y el principal menor para tener un
diagrama de mohr más completo.
66
Asumimos arbitraria mente que 1=x y 3=y. Y verificamos (,).
67
Notar que hasta ahora no hemos dicho nada sobre fallas o fluencia. Incluso la
fluencia de materiales linealmente elásticos si un esfuerzo suficiente es aplicada. En el
límite proporcional el material es llamado plástico o pasa a la fluencia plástica. El
comportamiento real de los materiales puede ser idealizado por varias relaciones plásticas
entre esfuerzo-deformación, como muestra la fig. c, d, y f.
Materiales perfectamente elásticos o rígidos plásticos pueden ser tratados
relativamente fáciles matemáticamente y ellos son popularmente ocupados para el
estudio de mecanismos. Una relación esf-def más realista es la elasto-plástica (el material
68
es linealmente elástico hasta la tensión de fluencia y de ahí en adelante se comporta
como un plástico perfecto). Notar que en ambos la deformación continúa incluso sin
adicionar mas esfuerzo. Para la mayoría de los metales es aplicable el modelo elasto-
plastico. Algunos materiales “frágiles” pueden presentar pequeñas deformaciones para un
incremento en el esfuerzo, entonces en un punto el material a menudo falla.
Mas relaciones complejas, pero también realistas de esfuerzo deformación, para
muchos materiales, son las mostradas en la fig. 10.4f. Materiales de “trabajo de
endurecimiento”, como el nombre lo indica, se vuelven más rígidos (alto modulo) si son
sometidos a esfuerzos. El pequeño salto en la curva e-d para el acero en la fig 10.4a es
un ejemplo del “trabajo de endurecimiento”, un ejemplo de estos materiales en suelos, son
las arcillas compactadas y arenas sueltas. Materiales de “trabajo de ablandamiento” (fig
10.4f muestra un decrecimiento en el esfuerzo y ellos son deformados más allá del
esfuerzo máximo; un ejemplo de estos suelos son los que tiene arcillas sensitivas y
densas arenas.
¿En qué punto de la curva e-d ocurre la falla? Ocurre la falla cuando llega al límite
de fluencia. En algunas situaciones si el material es esforzado hasta el punto de fluencia,
las deformaciones serán tan grandes que para efectos prácticos el material falla. Esto
significa que el material no puede satisfactoriamente continuar con la carga aplicada. El
esf. De falla es a menudo muy arbitrario, especialmente para materiales no lineales. Para
materiales del tipo frágiles, sin embargo, no es una pregunta cuando la falla ocurre, es
obvio. Incluso para materiales de trabajo de ablandamiento, el peak de deformación en el
máximo esfuerzo es definido como falla. De otra forma, algunos materiales plásticos esto
no puede ser obvio.
¿Dónde uno define la falla para materiales del tipo “trabajo de endurecimiento”?
Usualmente se define la falla como un porcentaje de esfuerzo (ejm. 15% o 20%) o de
deformación en que la función de la estructura pueda ser afectada.
Hemos escuchado hablar de Otto Mohr por su famoso círculo de mohr y a coulomb
por su fricción coulombiana, atracción y repulsión electroestática y algunas otras cosas.
Hacia finales de este siglo, Mohr propone una hipótesis sobre un criterio de falla para
materiales reales en el que el declaro que los materiales fallan cuando un esfuerzo de
corte en el plano de falla llega a una única función del esfuerzo normal en ese plano.
El primer subíndice f se refiere al plano donde actúa el esfuerzo (en este caso el
plano de falla) y la segunda f significa “en la falla”
69
Tff es llamado el esfuerzo de corte del material y la relación expresada en la eq.
10-7 es mostrada en la fig.10.5a. La fig. 10.5b muestra un elemento en la falla con los
esfuerzos principales que provocan la falla y los esfuerzos normal y de corte en el plano
de falla.
Para el presente, nosotros asumiremos que el plano de falla existe, que no es una
mala suposición para suelos, rocas y muchos otros materiales. También, no nos
preocuparemos de como el esfuerzo principal es aplicado al elemento (test a una muestra
o a una muestra representativa del terreno) y tampoco de cómo fue medido dicho
esfuerzo.
De cualquier manera, si nosotros conocemos el esfuerzo principal en la falla,
podemos construir un círculo de mohr que represente ese estado de esfuerzos para un
elemento en particular. Similarmente, podemos llevar a cabo varios test de medición de
esf. De falla en varios elementos en falla, y construir el circulo de mohr para cada
elemento o test de falla. Tales series son graficada en la fig. 10.6. Notar que solo la parte
superior de los círculos de mohr es dibujada, que es convencionalmente hecho en
mecánica de suelos solo por conveniencia. Dado que en los círculos están determinadas
las fallas, es posible la construcción de la envolvente de falla del esfuerzo de corte. Esta
envolvente llamada envolvente de falla de mohr expresa la relación funcional entre el
esfuerzo de corte Tff y el esfuerzo normal ff en la falla. (eq. 10.7)
70
Notar que el círculo que está bajo la envolvente de falla representa una condición
estable. La falla ocurre cuando la combinación de esfuerzos normales y de corte es tal
que el circulo de mohr es tangente a la envolvente de falla. Notar también que los círculos
de mohr dibujados sobre la envolvente de falla no pueden existir. El material debería fallar
antes de sobrepasar estos estados de esfuerzos. Si esta envolvente es única para un
material dado, entonces el punto de tangencia de la envolvente de falla entrega las
condiciones de esfuerzo en el plano de falla en la falla. Usando el método de los polos,
podemos determinar el Angulo del plano de falla para el punto de tangencia del círculo de
mohr y la envolvente de falla. La hipótesis, que el punto de tangencia define el ángulo del
plano de falla en el elemento o test de muestra, es la hipótesis de falla de Mohr.
Deberíamos distinguir esta hipótesis de la teoría de falla de Mohr. La hipótesis mohr es
ilustrada en la fig.10.7a para el elemento en la falla mostrado en al fig. 10.7b. dicho de
otro modo: la hipótesis de falla de mohr dijo que el punto de tangencia de la envolvente de
falla con el círculo de mohr en la falla determina la inclinación del plano de falla.
Otra cosa que debemos tener en cuenta en la fig. 10.7a es que a pesar de que en
la mecánica de suelos, comúnmente dibujamos solo la parte superior del circulo de mohr,
también existe una parte inferior para el circulo y para la envolvente de falla. Esto significa
que si la hipótesis de mohr es válida, entonces implica una misma probabilidad de falla
para el ángulo del otro plano de falla -f como se muestra en la fig. 10.7ª. De hecho si las
condiciones de esfuerzo no son uniformes al final del test de la muestra y las pequeñas
inhomogeneidades dentro de la misma muestra que consideramos causan un plano de
falla normal único que se formara a menudo en nuestra prueba. Incluso preguntarse ¿Por
qué se forma un cono en la falla en la parte superior e inferior de un cilindro de hormigón
cuando se falla en la compresión? Esfuerzos de corte entre la máquina de prueba y las
capas del espécimen causan esfuerzos no uniformes que se desarrollan dentro del
espécimen. Si todas las condiciones de esfuerzos aplicadas a la muestra son uniformes y
homogéneas entonces múltiples planos de falla formaran ángulos conjugados (+/- f)
como muestra la fi. 10.7c.
71
Ahora iremos a la envolvente de falla de coulomb, Coulomb se preocupó de la
defensa militar tal como muros de fortalezas (fuertes) y revestimientos de muros. En ese
tiempo esas construcciones eran construidas bajo la regla de oro y desafortunadamente
para la defensa militar francesa muchos de estos trabajos fallaban. Coulomb se mostró
interesado por el problema de las presiones laterales ejercidas contra muros de retención,
e ideo un sistema para el análisis de presión de tierras contra estructuras de retención
que aún son usadas hoy en día. Una de las cosas que necesito para el diseño fue: los
esfuerzos cortantes del suelo. Estando interesado también por la fricción característica de
diferentes materiales, creó un dispositivo para determinar la resistencia al corte de los
suelos. El observo que había una componente esfuerzo-dependiente en la resistencia al
72
corte y una componente dependiente. La esfuerzo-dependiente es similar a la fricción de
deslizamiento en los sólidos, entonces le llamo a esta componente ángulo de fricción
interna, denotándolo por el símbolo:. La otra componente observada está relacionada
con la cohesión intrínseca del material, denotada comúnmente como “c”. La ecuación de
Coulomb es entonces la (10-8),
Este criterio simple y fácil de usar, tiene muchas ventajas por sobre otros criterios
de falla. Este es el único criterio que predice el esfuerzo de falla en el plano de falla, y
desde las masas de suelo se ha observado que en superficies no muy distintas, es
posible estimar el estado de tensiones en superficies potencialmente de desplazamiento.
Entonces el criterio de mohr-coulomb es muy usado para el análisis en la estabilidad de
taludes y fundaciones.
73
Antes discutimos sobre la gran cantidad de test usados para determinar los
parámetros de resistencia de mohr-coulomb, debemos mirar un poco más
cuidadosamente algunos círculos de mohr, tanto antes como en la falla. Ellos tienen
características muy interesantes las cuales discutiremos más adelante.
Primero, si nosotros conocemos el ángulo de inclinación de la envolvente de falla o
lo tenemos determinado de una prueba de laboratorio, es posible escribir el ángulo de
falla en función de la pendiente la de la envolvente de falla (hipótesis de falla de mohr).
Así el ángulo de falla medido relativo al plano de mayor esfuerzo principal es:
Entonces ¿Por qué la falla no ocurre en los 45°? Bueno, no puede ser debido a
que la resistencia al corte disponible es más grande que el Tmax, entonces la falla no
ocurriría. Esta condición es representada por la distancia desde el máximo punto del
círculo de mohr (superior) hasta la envolvente de falla fig.10.9. que sería el esfuerzo de
corte disponible cuando el esfuerzo normal n en el plano de 45° sea de ((1f+3f)/2).
74
La única excepción sobre esta discusión seria cuando la resistencia al corte es
independiente del esfuerzo normal; esto es, cuando la envolvente de falla es horizontal
(=0). Esta situación es mostrada en la fig. 10.9c y es válida para condiciones especiales
que se revisaran en el capítulo 11. Algunos materiales son llamados puramente cohesivos
por razones obvias. Para el caso visto en la fig. 10.9c la falla teóricamente ocurre en el
plano de 45° (esto no ocurre realmente como se verá en el cap 11). El esfuerzo de
resistencia es Tf, y el esfuerzo normar en el plano de falla teórico es de ((1f+3f)/2). Otra
75
cosa útil que deberíamos hacer antes es escribir el criterio de falla de mohr coulomb en
términos de los esfuerzos principales en la falla, en lugar de como el eq.10-9, en términos
de Tff y ff. Mira la fig.10.10 y notamos que sin=R/D o:
76
y la fig. 10.10 muestran que las coordenadas en el punto de tangencia de la envolvente de
falla y el círculo de mohr (ff,ff), son los esfuerzos en el plano de máxima oblicuidad en el
elemento de suelo. En otras palabras, el radio tff/ff es un máximo en este plano. Como
hemos señalado antes, este no es el plano del máximo esfuerzo de corte. En este plano
(45°) la oblicuidad será menos que el máximo valor desde el radio de Tff hasta (1+3)/2
y menor que Tff/ff. Las relaciones de oblicuidad son muy útiles para los ensayos
triaxiales y en teorías de presión lateral de tierras.
El último factor que consideraremos es el efecto del esfuerzo principal intermedio
2 en condición de falla. Ya que por definición 2 se encuentra entre el esfuerzo mayor y
el menor principal, los círculos de mohr para los tres esfuerzos principales mostrados en
la fig 10.3c y nuevamente en la fig. 10.11. Es obvio que 2 puede no tener influencia en
las condiciones de falla en el criterio de falla de mohr, no importa la magnitud que tenga.
El esfuerzo intermedio tendrá influencia suelos reales, pero en la teoría de falla de mohr-
coulomb no será considerado.
Este ensayo probablemente sea el más viejo de los ensayos de resistencia, ya que
también fue usado por Coulomb un tipo de caja de corte hace más de 200 años para
determinar los parámetro necesarios para la ecuación de resistencia. El test en principio
es muy simple. Básicamente, es una muestra contenida en la caja de corte, que es
separada horizontalmente en mitades. Una mitad es fija y respecto a esta mitad
tensionada horizontalmente. Una carga normal es aplicada en la muestra de suelo en la
caja de corte a través de un tapón de carga rígida. La carga de corte, la deformación
horizontal y la deformación vertical son medidas durante este ensayo. Dividiendo la fuerza
de corte y la fuerza normal por el área nominal de la muestra, obtenemos el esfuerzo de
corte asi como esfuerzo normal en el plano de falla. Recordar que el plano de falla se ve
obligado a ser horizontal con este aparato.
77
Típicos resultados de deformación vertical para una arena densa, son mostrados
en una porción inferior de la fig.10.12b. Primero hay una leve reducción en la altura o
volumen de la muestra de suelo seguido de una dilatación o incremento de altura o
volumen. A medida que aumenta la tensión normal, más difícil es que el terreno se dilate
durante el corte, lo cual es razonable.
78
No obtenemos los esfuerzos principales directamente del ensayo de corte directo.
En lugar, si los necesitamos, estos pueden ser inferidos de la envolvente de falla de mohr-
coulomb que es conocida. Asi como se muestra en el ejm 10.6, el ángulo de rotación de
los esf, principales puede ser determinado. ¿Por qué hay rotación en los planos
verticales? Inicialmente, el plano horizontal (potencial plano de falla) es un plano principal
(no tiene esf de corte), pero después el esfuerzo de corte es aplicado y, en la falla, por
definición, no puede ser un plano principal. Entonces la rotación de los planos principales
puede ocurrir en el ensayo de corte directo. ¿Cuánto rotaran los planos? Esto depende de
la pendiente de la envolvente de falla de mohr-coulomb, pero esta es muy fácil de
determinar como se muestra en el ejm 10.6, si hacemos algunos supuestos.
Hay por supuesto varias ventajas y desventajas de este método. Primero es barato
rápido y muy simple especialmente para suelos granulares. Podemos observar los planos
de corte y la zona de falla en terreno, por lo que parece bien a la realidad una muestra de
corte de los suelos a lo largo de un plano para ver las tensiones que están en ese plano.
Las desventajas incluyen el problema del drenaje controlado, es imposible en suelos
finos, además el test no es bueno para condiciones completamente drenadas.
Cuando forzamos a que el plano de falla ocurra, ¿Cuan seguros estamos de que esa sea
la dirección del plano de falla en terreno? No lo sabemos. Otra falencia en el ensayo de
corte directo es que son bastante serios los problemas de concentración de tensiones en
los límites de la muestra, lo cual genera altas condiciones esfuerzos no uniformes dentro
de la misma muestra, y finalmente como muestra el ejm 10.6 una descontrolada rotación
de los plano sy esfuerzos principales ocurren entre el comienzo del ensayo y la falla. Para
modelar con precisión las condiciones de carga in situ, la cantidad de esta rotación debe
ser conocida y representativa, pero no lo es. Los círculos de mohr para el ensayo de corte
directo son ilustrados en el ejemplo 10-7.
Ensayo triaxial.
79
Básicamente, asumimos que los esfuerzos en los bordes de la muestra son
esfuerzos principales (fig 10.13b). Esto no es realmente cierto, ya que algunos pequeños
esfuerzos de corte actúan en el extremo de la muestra. También se mencionó
anteriormente, que el plano de falla no es forzado, la muestra es libre de fallar en
cualquier plano o como ocurre algunas veces una pequeña fisura.
80
especialmente para tipos de ensayo de trayectorias de tensiones. Trayectorias de
tensiones triaxiales son discutidas en la siguiente sección.
El ensayo triaxial es más complejo que el ensayo de corte directo; libros enteros
has sido escritos con los detalles e interpretaciones de los resultados de los ensayos. La
mayoría de los datos y resultados son descritos en el capítulo 11.
Condiciones de drenaje o caminos a seguir en el ensayo triaxial, son modelos de
diseño especifico de situaciones críticas requeridas para el análisis de estabilidad en la
ingeniería práctica. Estos son comúnmente denotados dos letras. La primera letra se
refiere a lo que ocurre antes del esf. de corte; esto es, si está consolidado. La segunda
letra se refiere se refiere a las condiciones durante el corte.
81
El ensayo más común utilizado tanto en EEUU y Escandinavia, para pruebas
dinámicas y estáticas es el ensayo de corte simple (DSS) (fig. 10.15b). En este ensayo,
apenas es aplicado un estado homogéneo de esfuerzo de corte, así evitando la
concentración de esfuerzos que existe en el aparato de corte directo.
82
Ensayos de terreno.
83
10.6 Trayectorias de tensiones.
84
Un caso simple para ilustrar la trayectoria de tensiones es el común ensayo triaxial
en el que 3 permanece fijo y 1 aumenta, algunos círculos de mohr para este ensayo
son mostrados en la fig. 10.17ª con sus respectivos puntos de tensiones. La
correspondiente trayectoria de tensiones mostrada en la fig.10.17b es una línea recta con
un ángulo de 45° con la horizontal ya que el punto de tensión representa un estado de
tensiones en el plano orientado a 45° de los planos principales (Notar que este es el plano
de máximo esfuerzo de corte.)
Algunos ejemplos de trayectorias de tensiones son mostrados en las fig.10.18 y
10.19, en la fig. 10.18 las condiciones iniciales son v=h (estados de tensiones
isotrópicas). Aquellos en la fig. 10.19, donde el esfuerzo inicial vertical no es el mismo que
el inicial horizontal, representa un estado de esfuerzos no isotrópico. Deberíamos verificar
que en cada trayectoria de tensiones en las figs. 10.18 y 10.19 tengan la dirección
indicada en la figura.
85
86
87
Es, a menudo, conveniente considerar relaciones de esfuerzos. En el cap. 7
definimos la relación de esfuerzo lateral K, que es la relación de esfuerzo horizontal con
vertical:
88
Notar que:
Y en términos de K:
89
Después de la consolidación, que la trayectoria de carga (o descarga) siga a la
falla, depende de las condiciones de carga en terreno que se desean modelar. Cuatro
condiciones comunes en las trayectorias de tensiones tanto en terreno como en
laboratorio que son modeladas son mostradas en la fig.10.22. Notar que esas trayectorias
de tensiones son para cargas drenadas (discutidas en el siguiente capítulo), en que no
hay exceso de presión de poros; sin embargo los esfuerzos totales son iguales a los
90
esfuerzos efectivos y la trayectoria total de tensiones (TSP) para una carga dada es
idéntica a la trayectoria de esfuerzos efectivos (ESP).
Como es sugerido por la ecuación 10-20, estamos a menudo interesados in las
condiciones en la falla, y es útil conocer las relaciones entre la línea K f y la envolvente de
falla de mohr-coulomb. Considerando los dos círculos de mohr mostrados en la fig. 10.23.
El círculo de la izquierda, dibujado solo para propósitos ilustrativos, representa la falla en
términos de el diagrama p-q. El círculo idéntico de la derecha, es el mismo círculo en la
falla en términos del diagrama - de Mohr. Para establecer las pendientes de las dos
líneas y sus intercepciones, se deben usar varios círculos de mohr y trayectorias de
tensiones, determinando todos sus rangos de esfuerzos. La ecuación de la línea K f es:
Otro aspecto útil de un diagrama p-q es que puede ser usado para mostrar tanto
trayectorias de esfuerzos totales como efectivos en el mismo diagrama. Dijimos antes,
que para cargas drenadas la trayectoria de esfuerzo total (TSP) y la trayectoria de
esfuerzos efectivos (ESP) eran idénticas. Esto es debido a que la presión de poros
inducida por la carga fue aproximadamente igual a cero todo el tiempo durante el corte sin
embargo, en general, durante la carga no drenada, la TSP no es igual a la ESP, debido a
91
que se desarrolla un exceso en la presión de poros. Para una carga axial de compresión
(AC) de una arcilla normalmente consolidada (Ko<1), se desarrolla un exceso de presión
de poros u. Sin embargo, la ESP se mueve a la izquierda de la TSP ya que ’=-u. En
cualquier punto durante la carga, la presión de poros u se puede escalar cualquier línea
horizontal entre la TSP y ESP, como se muestra en la fig. 10.24.
92
93
Holtz & Kovacs: Introducción a la Ingeniería Geotécnica
11.1 INTRODUCCIÓN
En el capítulo 10, definimos la resistencia al corte de un suelo como el último o máximo esfuerzo
de corte que el suelo puede resistir. Mencionamos que a veces que el valor del esfuerzo último de
corte se basa en una tensión de deformación máxima permisible. Muy a menudo, ésta
deformación permisible en realidad controla el diseño de una estructura, ya que con los altos
factores de seguridad que utilizamos, el verdadero esfuerzo de corte en el suelo producido por las
cargas aplicadas son mucho menores que los esfuerzos que causan el colapso o falla.
La resistencia al corte puede ser determinada de muchas maneras distintas; describimos algunas
de las pruebas más comunes en laboratorio y en terreno en la sección 10.5. Los métodos in situ
tales como la veleta de corte o penetrómetros evitan algunos de los problemas de alteración
asociados con la extracción de muestras de suelo del terreno. Sin embargo, estos métodos sólo
determinan la resistencia al corte indirectamente a través de correlaciones con resultados de
laboratorio o con el cálculo a partir de fallas reales. Ensayos de laboratorio, por otra parte,
determinan la resistencia al corte directamente. Además, información valiosa acerca del
comportamiento tensión-deformación y del desarrollo de las presiones de poro durante la
aplicación del esfuerzo puede ser a menudo obtenida. En este capítulo, ilustraremos lo
fundamental de la respuesta tensión-deformación y de la resistencia al corte de los suelos con los
ensayos de laboratorio para suelos típicos. De esta manera, esperamos que usted pueda logar algo
de comprensión de como se comportan realmente los suelos cuando son sometidos a esfuerzos de
corte.
Una palabra acerca del alcance de este capítulo. Es a propósito mantenerlo lo más simple posible.
Sólo se ilustran resultados de ensayos de un “buen comportamiento” típico de arenas y arcillas;
suelos especiales como arenas cementadas, arcillas rígidas fisuradas, arcillas altamente sensibles
(“rápidas”), y suelos orgánicos no están considerados en detalle en este documento. Temas
94
especiales tal como la resistencia anisotrópica, los parámetros de Hvorslev, sistemas complejos de
esfuerzos y la fluencia no están incluidos en este capítulo. El enfoque es ciertamente clásico y
esperamos no simplificarlo en demasía. El estudiante interesado probablemente desee consultar
libros de texto avanzados acerca del real comportamiento de arenas y arcillas.
En este capítulo nos basamos en gran medida en el trabajo de nuestros profesores y colegas.
Agradecemos las contribuciones importantes realizadas por A. Casagrande, R.C. Hirschfeld, C.C.
Ladd, K.L. Lee, G.A. Leonards, J.O. Osterberg, S.J. Poulos, and H.B. Seed. Nuestro análisis de la
resistencia al corte de los suelos comienza con las arenas y es seguido por las propiedades de la
resistencia de los suelos cohesivos.
95
11.2 ÁNGULO DE REPOSO DE LAS ARENAS
Si fuésemos a depositar un suelo granular vertiéndolo desde un solo punto sobre el terreno,
formaría una pila de forma cónica. Mientras más y más material granular se deposite en la pila,
por un corto periodo de tiempo el talud tendrá una forma más pronunciada, pero entonces las
partículas sólidas se resbalarían y deslizarían pendiente abajo con el ángulo de reposo. Éste ángulo
del talud con respecto a la horizontal permanecería constante a un valor mínimo. Consulte por un
momento la Fig. 6.7 de ejemplo del ángulo de reposo. A partir de este ángulo se tiene el talud
estable más pronunciado para arenas muy sueltas, el ángulo de reposo representa el ángulo de
fricción interna del material granular en su estado más suelto.
Dunas de arena son un ejemplo natural del ángulo de reposo. La Fig. 11.1 muestra como ambas,
una duna estacionaria (SD) como también una migratoria (MD) son formadas. En el lado del
96
sotavento (LS), la pendiente de la duna tendrá un ángulo (de reposo) que variará desde los 30° a
los 35°, dependiendo de factores que serán analizados más adelante en este capítulo. Si la
pendiente en el lado del sotavento se vuelve más pronunciada que 30° a 35°, entonces la
pendiente es inestable y granos de arena se deslizarán cuesta abajo hasta que se alcance el
ángulo de reposo. Una condición inestable se muestra en la pendiente más alejada a mano
derecha de la Fig. 11.1; eventualmente se formará una pendiente suave con el ángulo de reposo.
El ángulo de reposo depende de los tipos de material y otros factores, y representa el ángulo de
fricción interna de la resistencia al corte Ф en el estado más suelto. Recuerde que los términos
suelto o denso son sólo términos relativos (véase Sec. 4.9), especialmente con respecto a su
comportamiento en esfuerzos de corte. Como pronto veremos, la respuesta esfuerzo-deformación
y de cambio de volumen dependen de la presión de confinamiento así como también de la
densidad relativa.
97
cantidad de agua que entra o sale de la muestra y equiparar esto con el cambio de volumen y así
con el cambio de la relación de vacíos en la muestra. Agua saliendo de la muestra durante la
aplicación de esfuerzos de corte indica una disminución del volumen, y viceversa. En ambos
ensayos nuestros la presión de confinamiento, σC igual a σ3, se mantiene constante y la carga axial
es incrementada hasta que ocurre la falla. La falla puede ser definida como:
La mayoría del tiempo, definiremos falla como la diferencia máxima de tensiones principales, que
es lo mismo que la resistencia a la compresión de la muestra. Curvas típicas tensión-deformación
para arena suelta y densa se muestra en la Fig. 11.3a, mientras las curvas correspondientes de
carga versus relación de vacíos se presentan en la Fig. 11.3b.
98
99
Cuando la muestra densa es cargada, la diferencia de las tensiones principales alcanza un peak o
máximo, después del cual decrece a un valor muy cercano al (σ1 - σ3)ULT de la arena suelta. La curva
relación de vacíos-esfuerzo que la arena suelta disminuye en volumen ligeramente al comienzo,
luego se expande o dilata hasta eCd (eC – denso). Nótese que la relación de vacíos en la falla eCd es
muy cercano a eCl. Teóricamente, ambos debieran ser iguales a la relación de vacíos crítica eCRIT.
Similarmente, los valores de (σ1 - σ3)ULT para ambos ensayos debería ser el mismo. Las diferencias
son usualmente atribuidas a dificultades para medir de manera precisa los valores últimos (o
finales) de la relación de vacíos así como también distribuciones no uniformes de esfuerzos en la
muestra ensayada (Hirschfeld, 1963). Evidencia de este último fenómeno se ilustra por las
diferentes maneras en que las muestras suelen fallar. La muestra suelta se hincha, mientras que la
muestra densa usualmente falla a lo largo de un plano característico orientado aproximadamente
a 45°+ (Ф’/2) con respecto a la horizontal (Ф’ es, por supuesto, el ángulo efectivo de la resistencia
al corte de la arena densa). Note que es teóricamente posible al menos preparar una muestra con
una relación de vacíos inicial tal que el cambio de volumen en la falla sea nulo. Esta relación de
vacíos sería, por supuesto, la relación de vacíos crítica eCRIT.
Hasta ahora, al describir el comportamiento de los dos ensayos triaxiales drenados en arenas
sueltas y densas mostrados en la Fig. 11.3, hemos mencionado los siguientes magnitudes físicas
Hemos evitado a propósito definir los términos suelto y denso debido a que el comportamiento
del cambio de volumen durante la aplicación de la carga depende no sólo de la relación de vacíos
inicial y de la densidad relativa, sino también de la presión de confinamiento. En esta sección
consideraremos el efecto de la presión de confinamiento en las características de la tensión-
deformación y del cambio de volumen en arenas en corte drenado.
Podemos evaluar los efectos de σ3 (y, recuerde, en ensayos drenados σ3 = σ3’, el exceso de presión
de agua en los poros es siempre nula) mediante la preparación de varias muestras con la misma
relación de vacíos y ensayándolas a distintas presiones de confinamiento. Encontraremos que la
resistencia al corte aumenta con σ3. Una manera conveniente de representar la diferencia de
tensiones principales versus los datos de deformación es normalizarlo mediante la representación
la relación de las tensiones principales σ1/ σ3 versus la deformación. Para ensayos drenados, por
supuesto, σ1/ σ3 = σ1’/ σ3’. En la falla, la relación es (σ1’/ σ3’)MAX. De las Ecs. 10-14 y 10-16,
100
Donde Ф’ es el ángulo efectivo de fricción interna. La diferencia de tensiones principales está
relacionada con la relación de las tensiones principales mediante
En la falla, la relación es
Para comprender mejor lo que sucede en la Fig. 11.4a, vamos a calcular la diferencia de las
tensiones principales (σ1 - σ3) en una deformación del 5% para σ3C’= 3.9 MPa y σ3C’= 0.1 MPa. Las
relaciones de tensiones principales para estas condiciones son 2.0 y 3.5 respectivamente, como es
indicado mediante flechas en la Fig. 11.4a. Utilizando la Ec. 11-2, obtenemos los siguientes
resultados:
Es interesante observar las formas las curvas de deformación volumétrica versus deformación
axial en la Fig. 11.4b. Mientras la deformación aumenta, la deformación volumétrica disminuye
para la mayor parte. Esto es consistente con el comportamiento de una arena suelta, como se
muestra en la Fig. 11.3b. Sin embargo a presiones de confinamiento bajas (por ejemplo 0.1 y 0.2
MPa), la deformación volumétrica es positiva o un proceso de dilatación se está llevando a cabo!.
101
Así incluso una arena inicialmente suelta se comporta como una arena densa; eso es, se dilata si
σ3C’ es suficientemente bajo!
102
Ensayando muestras de una misma arena a una misma relación de vacíos o densidades, pero con
diferentes presiones de consolidación, podemos determinar la relación entre deformación
volumétrica en la falla y la relación de vacíos o densidad relativa. Podemos definir la falla, ya sea
como el máximo (σ1 - σ3) o como el máximo σ1’/ σ3’. Para ensayos drenados, la falla se produce en
la misma deformación de acuerdo con ambos criterios. Los puntos de falla se muestran como
pequeñas flechas en la Fig. 11.5. Las deformaciones volumétricas en falla versus la relación de
vacíos al final de la consolidación, a partir de los datos en las Figs. 11.4b y 11.5b para varias
presiones de confinamiento (otros datos han sido añadidos también), se muestran en la Fig. 11.6.
Por ejemplo, el punto 1 en la Fig. 11.5b es representado como punto 1 en la Fig. 11.6. Es posible
observar que para una presión de confinamiento dada la deformación volumétrica disminuye (se
vuelve más negativa) mientras la densidad disminuye (la relación de vacíos aumenta). Por
definición, la relación de vacíos crítica es la relación de vacíos en la falla cuando la deformación
volumétrica es nula. Así para muchos valores de σ3C’ en la Fig. 11.6, eCRIT es la relación de vacíos
cuando ΔV/Vo = 0. Por ejemplo, eCRIT para σ3C’= 2.0 MPa es 0.555.
103
Podemos observar como eCRIT varía con la presión de confinamiento tomando la relaciones de
vacíos críticas de la Fig. 11.6 y graficándolas versus σ3C’, como se hizo en la Fig. 11.7. Aquí hemos
llamado σ3C’ la presión de confinamiento crítica σ3’ por que esta es la presión de confinamiento
efectiva a la cual ocurre una deformación volumétrica nula en la falla para una relación de vacíos
dada.
104
105
Un segundo e igual de interesante enfoque es usar los datos mostrados en la Fig. 11.4b y 11.5b
(además de otros datos en una relación de vacíos intermedia) y representar la relación entre la
deformación volumétrica en la falla y presión de confinamiento para varios valores de relaciones
de vacío luego de la consolidación. Tal gráfico se muestra en la Fig. 11.8, aunque las relaciones de
vacíos indicadas son las iniciales y no las relaciones de vacíos luego de la consolidación. Note que
el valor de σ3C’ en ΔV/Vo = 0 es la presión de confinamiento crítica, σ3CRIT’. Dado que son ensayos
drenados, σ3C’= σ3f’. Esta relación también puede ser obtenida a partir de la Fig. 11.6 anotando los
valores de la deformación volumétrica a relaciones de vacíos constantes t graficando ΔV/V o = 0
versus σ3C’.
106
Podemos mostrar la relación entre las Fig. 11.6 y 11.8 en la Fig. 11.9 (idealizada). Dado que ambas
Figs. 11.6 y 11.8 tienen un eje común, es posible combinarlas en un solo gráfico tridimensional
conocido como el Diagrama de peacock (por William Hubert Peacock quien fue el primero que
construyó dicho diagrama en 1967) que se muestra en la Fig. 11.10
107
relación de vacíos luego de la consolidación varía de un lado a otro a lo largo del eje de la relación
de vacíos, σ3CRIT’ varía, y así también el cambio de volumen en la falla. Para una arena real, el
diagrama de peacock posee superficies curvas. Por ejemplo, la línea KP en la Fig. 11.10 debería
verse como una de las curvas en la Fig. 11.8. La línea PW en la Fig. 11.10 también es curva.
Observe la línea PW en la Fig. 11.7; aquí usted está observando a un plano en el diagrama de
peacock cuando ΔV/Vo = 0.
La principal diferencia entre un ensayo triaxial drenado y no drenado es, que en el ensayo no
drenado no se permite ningún cambio de volumen durante la aplicación de la carga axial. Sin
embargo, con la excepción que la presión de confinamiento justo resulte ser σ3CRIT’, el suelo
tenderá a cambiar su volumen durante la aplicación de la carga. Por ejemplo, refiriéndonos al
diagrama de peacock, Fig. 11.10, nuevamente, si el suelo con eC es ensayado de manera no
drenada con presión σ3’ del punto C, entonces la muestra de arena tendería a disminuir en
volumen, pero no puede. Como resultado, se induce una presión positiva de poros, que causa una
108
disminución en los esfuerzos efectivos. La limitante o presión mínima efectiva en la falla es σ3CRIT’
debido a que a esta presión ΔV/Vo es nula. Si no hay tendencia a que un cambio de volumen tome
lugar, entonces no se induce ninguna presión de poros. Así la presión de poros máxima en este
ejemplo es igual a σ3C’- σ3CRIT’, o la distancia BH en la Fig. 11.10. Los círculos de Mohr en falla para
este caso se muestran en la Fig. 11.11a. Los círculos E con líneas segmentadas, representan las
condiciones de esfuerzos efectivos, y el círculo continuo T se encuentra en términos de esfuerzos
totales. A partir de la Ec. 7-13 siempre se mantiene que, los dos círculos se encuentran separados
por el valor de Δu inducido en cualquier instante durante el ensayo. Dado que la tendencia del
cambio de volumen es a reducirse, se produce una variación positiva (aumento) de la presión de
poros, que a su vez resulta en una disminución de las tensiones efectivas. Así, por ejemplo, Δu = B
– H = σ3C’ - σ3F’ = σ3C’- σ3CRIT’. La diferencia (σ1 - σ3)F está dada por la Ec. 11-3 cuando la presión de
confinamiento en la falla es σ3CRIT’.
Así, si fuésemos a realizar un ensayo drenado con una presión de confinamiento igual a σ3C’ en el
punto C, la resistencia drenada sería mucho mayor que la resistencia no drenada dado que el
círculo de mohr debe ser tangente a la envolvente de falla efectiva. Tan solo observe los tamaños
relativos de los dos círculos de mohr efectivos en la Fig. 11.11a.
Una respuesta diferente ocurre cuando realizamos un ensayo a una presión de confinamiento
menor que σ3CRIT’ como en el punto A en la Fig. 11.10. A partir del diagrama de peacock,
esperaríamos que la muestra tienda a dilatarse (ordenada RD). Dado que la muestra se encuentra
efectivamente impedida de expandirse, se desarrolla una presión negativa de poros lo que
aumenta las tensiones efectivas desde D (A) hasta H (σ3CRIT’). De esta manera, como en el ejemplo
anterior, el limite de presiones efectivas es la presión de confinamiento crítica σ3CRIT’. (La situación
puede surgir cuando la presión de poros negativa se aproxima a – 100 kPa – 1 atmósfera, y ocurre
cavitación, sin embargo ignoraremos esta posibilidad en este capítulo). La idea central de este
ejercicio es que podamos predecir el comportamiento no drenado de las arenas a partir del
comportamiento drenado cuando conocemos las tendencias del cambio de volumen como se
idealiza en el diagrama de peacock.
109
La representación del círculo de mohr para el caso donde σ3C’< σ3CRIT’ se muestra en la Fig. 11.11b.
El ensayo no drenado comienza en σ3C’, en el punto A, y dado que la presión de agua en los poros
es negativa, la presión efectiva de confinamiento aumenta hasta que la muestra falla en el punto
H. Note que los círculos de mohr E, que muestran las tensiones efectivas, en la falla en las Figs.
110
11.11a y b son del mismo tamaño debido a que, para esta relación de vacíos eC, la tension efectiva
en falla es la misma, σ3CRIT’. Si los esfuerzos efectivos y la relación de vacío son los mismos,
entonces las muestras tendrán la misma resistencia a ala compresión σ1f’ - σ3f’; por esta razón los
círculos tiene el mismo diámetro. Note que el círculo de esfuerzos totales T, en falla, es también
del mismo tamaño que el círculo de esfuerzo efectivo debido a que (σ1 - σ3)f es el mismo para
ambos, T y E; además T se encuentra a la izquierda de E. Este caso es el opuesto al de la Fig.
11.11a. (La envolvente de mohr de falla para esfuerzos totales ha sido omitida de la figura por
simplificación). Note también que el círculo de mohr drenado para este segundo caso es
sustancialmente más pequeño que el círculo de esfuerzos efectivos para el caso no drenado.
Como antes, el círculo comienza en σ3C’, y debe ser tangente a la envolvente de mohr de falla
efectiva. Dado que la relación de vacíos luego de la consolidación eC es una constante para todos
los ensayos mostrados en la Fig. 11.11, todos los círculos de mohr efectivos deben ser tangentes a
la envolvente de falla efectiva.
Un resumen de los puntos principales recién discutidos y mostrados en la Fig. 11.11 son
presentados en la Tabla 11-1. Para abordar de manera más completa las características de la
resistencia no drenada de las arenas véase Seed and Lee (1967).
Existe una serie de ejemplos de aplicación conceptual y práctica desde la página 506 hasta
la 514 del libro (519 – 527 del pdf)
Dado que la arena es un material “friccional” esperaríamos que los factores que incrementan la
resistencia friccional de la arena impliquen un aumento del ángulo de fricción interna. Primero,
recordemos los factores que influyen en Ф.
111
2. Forma de las partículas
3. Distribución del tamaño de las partículas
4. Rugosidad de la superficie de las partículas
5. Agua
6. Tensión principal intermedia
7. Tamaño de las partículas
8. Sobre-consolidación o pre-carga
El índice de vacíos, relacionado con la densidad de la arena, es tal vez el parámetro más
importante que afecta la resistencia de las arenas. En términos generales, para ensayos drenados,
ya sea en el de corte directo o en el ensayo triaxial, mientras menor relación de vacíos (mayor
densidad o mayor densidad relativa), mayor será la resistencia al corte. Los círculos de mohr para
el ensayo triaxial presentados previamente se muestran en la Fig. 11.12 para varias presiones de
confinamiento y cuatro valores iniciales de índices de vacíos. Usted puede observar que a medida
que la relación de vacíos disminuye, o bien la densidad aumenta, en ángulo de fricción interna o
ángulo de resistencia al corte Ф aumenta.
Otra cosa que usted debería notar es que las envolventes de mohr de falla en la Fig. 11.12 son
curvas; esto es, Ф’ no es una constante si el rango de presiones de confinamiento es grande.
Usualmente hablamos de Ф’ como si fuese constante, pero entendemos que la envolvente de
mohr de falla es en verdad curva.
Los efectos de la densidad relativa o relación de vacíos, forma de las partículas, granulometría, y
tamaño de las partículas sobre Ф son resumidos por Casagrande en la Tabla 11-2. Los valores
fueron determinados por medio de ensayos triaxiales en muestras saturadas a presiones de
confinamiento moderadas. En términos generales, con todo lo demás constante, Ф aumenta con
partículas más angulosas (Fig. 2.5). Si dos arenas poseen la misma densidad relativa, el suelo que
sea mejor graduado (por ejemplo, un suelo SW en comparación con un SP) tiene un Ф mayor.
(Como recordatorio, dos arenas con la misma relación de vacíos no necesariamente tienen la
misma densidad relativa). El tamaño de las partículas, a un índice de vacíos constante, al parecer
no influye sobre Ф significativamente. De esta manera una arena fina y una arena gruesa a una
misma relación de vacíos probablemente tendrán un Ф similar.
112
Otro parámetro, no incluido en la Tabla 11-2, es la rugosidad de la superficie, la cual es bastante
difícil de medir. Ésta tendrá, sin embargo, un efecto sobre Ф. En términos generales, cuanto mayor
sea la rugosidad de la superficie, mayor será Ф. También ha sido encontrado que suelos húmedos
muestran de 1° a 2° menor Ф que si la arena estuviese seca.
Hasta ahora sólo hemos analizado resultados a partir de ensayos de corte directo o triaxiales en
los cuales σ2 = σ3 o σ1. Para investigar la influencia de la tensión principal intermedia, otros tipos de
ensayos como “deformación plana” (plane strain) o ensayos de “corte cúbico” (cuboidal shear
tests) deben ser realizados (Fig. 10.14). Resumiendo la investigación de Ladd, et al. (1977), indica
que Ф en el ensayo de deformación plana es mayor que la obtenida en el triaxial en alrededor de
4° a 9° en arenas densas y de 2° a 4° en arenas sueltas. Una estimación conservadora del ángulo de
fricción interna para la deformación plana Фps puede ser obtenido a partir de los resultados del
ensayo triaxial Фtx, utilizando las siguientes ecuaciones (luego de Lade and Lee, 1976):
Todos los factores mencionados anteriormente son resumidos en la Tabla 11-3. Algunas
correlaciones entre Ф’ y densidad seca, densidad relativa, y clasificación de suelo se muestran en
la Fig. 11.13. Esta figura y la Tabla 11-2 son muy útiles para estimar las características friccionales
de materiales granulares. Si usted tiene una visión completa de los materiales en su sitio, en
conjunto con alguna idea de la densidad relativa in situ, usted ya tiene una muy buena idea acerca
del comportamiento de la resistencia de corte de los suelos antes de un programa de ensayos de
laboratorio. Para proyectos pequeños, tal estimación puede ser todo lo que usted necesite para
diseñar.
113
CAPÍTULO 11 – HOLTZ & KOVACS
En la sección 7.6 definimos el coeficiente de presión de suelo estático Ko, como sigue:
La ecuación más conocida para estimar el coeficiente de presión de tierra Ko, se derivó por Jaky
(1944-1948) que es una relación teórica entre Ko y el ángulo de fricción interna:
Esta relación como muestra la figura 11.14, parece ser una herramienta adecuada para predecir el
Ko en arenas normalmente consolidadas. Dado que la mayoría de los puntos está entre 0.35 y 0.5
para este tipo de arenas, la presión de tierra de 0.4 a 0.45 sería un valor promedio razonable para
usarlo para propósitos de diseño preliminar. Si las arenas han sido pre consolidadas, el coeficiente
de presión será un poco mayor.
114
Smith (1956-1957) y Alpan (1967) sugirieron que el crecimiento del Ko podría estar relacionado a
la razón de sobreconsolidación (OCR):
Tendremos más que decir sobre este tema, cuando se discuta el Ko para las arcillas.
115
11.8 LICUEFACIÓN Y EL COMPORTAMIENTO DE MOVILIDAD CÍCLICA DE LAS ARENAS SATURADAS
(Idea general, no tratado en detalle)
Bancos de tierra en ríos uniformes de arena muy fina y suelta pueden licuar cuando están
sometidos a esfuerzos sostenidos en el tiempo, como pueden ocurrir en los bancos productos de
la erosión de suelos adyacentes. Debido a estos depósitos, aumenta la presión efectiva y con esto
la presión de poros, esto se presenta en la figura 11.15.
116
Inicialmente, un elemento de suelo en el punto A presenta un estado más seguro al nivel de
presión inicial, que elemento B. Cuando la erosión comienza en la base de la pendiente, la presión
en el suelo sube, con esto la presión de poros aumenta y una zona especifica tiende a licuificar.
Cuando este material fluye hacia al rio, una tensión adicional es aplicada a los suelos adyacentes,
aumentando en ellos la posibilidad de licuificar (figura 11.15.b).
A medida que la licuefacción aumenta hacia los suelos más estables (“tierra firme”) hasta que llega
a un punto de equilibrio, cuando la pendiente se hace más suave (figura 11.15.c)
117
Un tipo de licuefacción diferente a aquella que ocurre debido a la presión estática, es la movilidad
cíclica. En este tipo de licuefacción, la carga cíclica, como las producidas por un terremoto, va
produciendo una creciente presión de poros en arenas saturadas de densidad media y alta. Y en
suelos que exhiben una respuesta de dilatación bajo cargas estáticas. Este comportamiento es
opuesto, al comportamiento predictivo del diagrama de Peacok (figura 11.10). Por lo tanto, si el
esfuerzo cíclico afecta una gran extensión y por un largo tiempo (varios ciclos), pueden producir
densificación altas de arenas saturadas que licuificarán bajo condiciones adecuadas de presión de
confinamiento. Las arenas sueltas, obviamente, fallan con un menor número de ciclos.
Estudiemos algunos resultados de pruebas que muestran licuefacción bajo presión estática. Estas
pruebas de Castro presentadas en la figura 11.16, muestran los resultados de tres pruebas de
Consolidación no drenada (CU) y una Consolidación Drenada (CD); todas consolidadas
hidrostáticamente a 400 kPa.
118
11.9 CARACTERÍSTICAS DE LA TENSIÓN-DEFORMACIÓN Y DE LA RESISTENCIA
DE SUELOS COHESIVOS SATURADOS
¿Qué sucede cuando esfuerzos de corte son aplicados a suelos cohesivos saturados? La mayor
parte del resto de este capítulo tiene relación con esta pregunta. Pero primero, repasemos
brevemente que sucede cuando arenas saturadas son sometidas a esfuerzos de corte.
A partir de nuestros análisis previos, por ejemplo, usted ya sabe que un cambio de volumen puede
ocurrir en ensayos drenados, y que la dirección del cambio de volumen, ya sea dilatación o
compresión, depende de la densidad relativa como también de la presión de confinamiento. Si el
corte ocurre de manera no drenada, entonces las tendencias de cambio de volumen inducen
presiones de poro en la arena.
Básicamente, lo mismo sucede cuando suelos arcillosos son sometidos a esfuerzos de corte. En
corte drenado, si los cambios de volúmenes son dilatación o compresión depende no sólo de la
densidad y la presión de confinamiento, sino también del historial de tensiones del suelo.
Similarmente, en corte no drenado la presión de poros desarrollada depende en gran medida si el
suelo es normalmente consolidado o sobre-consolidado.
Típicamente, las cargas aplicadas en ingeniería son aplicadas mucho más rápido que lo que el agua
puede salir de los poros en un suelo arcilloso, y en consecuencia se producen excesos en las
presiones de poro. Si la carga es tal que no ocurre falla, entonces la presión de poros se disipa y el
volumen varía mediante el proceso que llamamos consolidación (Capítulos 8 y 9). La principal
diferencia en el comportamiento entre arenas y arcillas, como fue mencionado cuando analizamos
la compresibilidad de los suelos (Capítulo 8), es en el tiempo que tarda este cambio de volumen en
ocurrir. El factor tiempo depende estrictamente de, o es función de, la diferencia de la
permeabilidad entre arenas y arcillas. Dado que los suelos cohesivos poseen una permeabilidad
mucho menor que arenas y gravas, toma mucho más tiempo para el agua fluir hacia adentro o
fuera de una masa de suelo cohesivo.
Ahora, ¿qué ocurre cuando la carga aplicada es tal que una falla por corte es inminente? Dado que
(por definición) el agua en los poros no puede transmitir ningún esfuerzo de corte, todas las
tensiones de corte aplicadas deben ser resistidas por el esqueleto mineral. Dicho de otra manera,
la resistencia al corte del suelo depende exclusivamente de los esfuerzos efectivos y no de la
presión de agua en los poros. Esto no significa que las presiones de poros inducidas en el suelo no
sean importantes. Por el contrario, a medida que los esfuerzos totales varían debido a una carga
ingenieril, la presiones de poros también cambian, y hasta que el equilibrio de esfuerzos efectivos
ocurra inestabilidad es posible. Estas observaciones llevan a dos enfoques fundamentales distintos
para la solución de problemas de estabilidad en la ingeniería geotécnica: (1) el enfoque de los
esfuerzos totales y (2) el enfoque de los esfuerzos efectivos. En el enfoque de los esfuerzos
totales, no permitimos que ocurra drenaje durante el ensayo de corte, y hacemos el supuesto,
ciertamente uno grande, que la presión de agua en los poros y en consecuencia los esfuerzos
efectivos en la muestra ensayada son idénticos a los en terreno. El método de análisis de
119
estabilidad se denomina el análisis de esfuerzos totales, y utiliza el total o resistencia al corte no
drenado τf, del suelo. La resistencia no drenada puede ser determinada ya sea mediante ensayos
de laboratorio o terreno. Si ensayos en terreno como la veleta de corte, penetrómetro de cono
holandés, o ensayo de medidor de presiones – “pressuremeter” – son utilizados, entonces ellos
deben llevarse a cabo lo suficientemente rápido tal que condiciones no drenadas prevalezcan in
situ.
El segundo enfoque para calcular la estabilidad de fundaciones, terraplenes, taludes, etc., utiliza la
resistencia al corte en términos de esfuerzos efectivos. En este enfoque, tenemos que medir o
estimar el exceso de presión hidrostática, tanto en el laboratorio como en terreno. Entonces, si
sabemos o podemos estimar los esfuerzos totales iniciales y aplicados, podemos calcular los
esfuerzos efectivos actuando en el suelo. Dado que creemos que la resistencia al corte y el
comportamiento esfuerzo-deformación de los suelos está realmente controlado o determinado
por los esfuerzos efectivos, este segundo enfoque es conceptualmente más satisfactorio. Sin
embargo, tiene sus problemas prácticos. Por ejemplo, estimar o medir las presiones de poro,
especialmente en terreno, no es fácil de hacer. El método de análisis de estabilidad es llamado
análisis de esfuerzos efectivos, y utiliza la resistencia al corte drenado o la resistencia al corte en
término de esfuerzos efectivos. La resistencia al corte drenado es normalmente sólo se determina
mediante ensayos de laboratorio.
Usted probablemente recordará, cuando describimos ensayos triaxiales en la Sec. 10.5, que
existen condiciones que controlan el drenaje en el ensayo que modelan situaciones reales de
terreno. Mencionamos que usted podría tener condiciones consolidada-drenada (CD),
consolidada- no drenada (CU), o no consolidada-no drenada (UU). También es conveniente
describir el comportamiento de suelos cohesivos en estas condiciones que controlan el drenado.
No es difícil trasladar estas condiciones de ensayo a situaciones específicas en terreno con
condiciones similares de drenaje.
Mencionamos en la Sec. 10.5 que el ensayo no consolidado-drenado (UD) no es un ensayo
relevante. Primero, no modela ninguna situación real de la ingeniería. Segundo, el ensayo no
puede ser interpretado debido a que el drenaje ocurriría durante el corte, y usted no podría
separar los efectos de la presión de confinamiento y los esfuerzos de corte.
Como hicimos con arenas, discutiremos el comportamiento de corte de suelos cohesivos con
referencia a su comportamiento ensayos de carga triaxial. Usted puede imaginar la muestra en la
cámara triaxial como una representación típica de un elemento de suelo en terreno bajo
diferentes condiciones de drenado y sometido a diferentes trayectorias de tensiones. De esta
manera, esperamos que usted obtenga alguna intuición de como los suelos cohesivos se
comportan sometidos a corte, tanto en el laboratorio como en terreno. Tenga en cuenta que el
análisis siguiente está algo simplificado, y que el real comportamiento del suelo es mucho más
complejo. Hacia el final del capítulo indicaremos algunas de estas complejidades. Nuestras
primeras referencias son Leonards (1962), Hirschfeld (1963), y Ladd (1964 y 1971b), así como
también las lecturas del Profesor H. B. Seed y S. J. Poulos.
120
11.9.1 Comportamiento de ensayo consolidado-drenado (CD)
Ya hemos descrito este ensayo cuando analizamos la resistencia de arenas previamente en este
capítulo. Brevemente, el procedimiento es consolidar la muestra a ensayar bajo cierto estado
tensional apropiado para el terreno o cierta condición de diseño. Los esfuerzos de consolidación
pueden ser tanto hidrostáticos (iguales en todas direcciones, a veces llamado isotrópicos) o no-
hidrostáticos (distintos en diferentes direcciones, llamado a veces anisotrópicos). Otra manera de
analizar este segundo caso es que una diferencia de esfuerzos o (de los círculos de mohr) un
esfuerzo de corte es aplicado al suelo. Cuando la consolidación termina, la parte “C” del ensayo CD
está completa.
Durante la parte “D”, las válvulas de drenaje se mantienen abiertas y la diferencia de tensiones es
aplicada muy lentamente para que en principio no se desarrolle un exceso en las presiones de
poro durante el ensayo. El Profesor A. Casagrande denominó este ensayo como S-test (por ensayo
“slow” *lento+).
En la Fig. 11.23, se muestran las condiciones de esfuerzo total, neutral y efectivo en un ensayo de
compresión axial CD al final de la consolidación, durante la aplicación de la carga axial y en la falla.
Los subíndices v y h se refieren a vertical y horizontal, respectivamente; c significa consolidación.
Para ensayos convencionales de compresión axial, los esfuerzos iniciales de consolidación son
isotrópicos. Por lo tanto, σv = σh = σ3C’ serán las presiones de cámara, las cuales usualmente son
mantenidas constantes durante la aplicación de la carga axial Δσ. En el ensayo de compresión axial
Δσ = σ1 – σ3, y en la falla Δσf = (σ1 – σ3)f. La carga axial puede ser aplicada tanto aumentando la
carga sobre el pistón gradualmente (aplicación de tensión-controlada) o a través de un sistema
motor-jack que deforma la muestra a una tasa constante (llamado ensayo a tasa de deformación
constante).
Note que en todo momento durante el ensayo CD, la presión de agua en los poros es básicamente
nula. Esto significa que los esfuerzos totales en el ensayo drenado son siempre iguales a los
efectivos. Así σ3C = σ3C’ = σ3f = σ3f’, y σ1f = σ1f’ = σ3C’+ Δσf. Si se aplicaran esfuerzos de consolidación
anisotrópicos a la muestra, entonces σ1f = σ1f’ sería igual a σ1C’+ Δσf.
121
Típicas curvas tensión-deformación y cambio de volumen versus curvas de deformación para una
arcilla remoldeada o compacta se muestran en la Fig. 11.24. Incluso las dos muestras fuero
ensayadas a la misma presión de confinamiento, la muestra sobre-consolidada tiene una
resistencia mucho mayor que la arcilla normalmente consolidada. Note además que posee un
mayor módulo y que la falla [la máxima tensión Δσ, para la cual para el ensayo triaxial es igual a
(σ1–σ3)f] ocurre a una deformación mucho menor que en la muestra normalmente consolidada.
Note también la analogía con el comportamiento drenado de arenas. La arcilla sobre-consolidada
se expande durante la carga mientras que la arena normalmente consolidada se comprime o
consolida durante la aplicación del esfuerzo. Esto es análogo al comportamiento descrito
previamente para arenas: arcillas normalmente consolidadas se comportan similar a arenas
sueltas, mientras que arcillas sobre-consolidadas se comportan como arenas densas.
122
En el ensayo triaxial CD, las trayectorias de tensiones son líneas rectas debido a que usualmente
mantenemos uno de los esfuerzos constantes y simplemente varía el otro esfuerzo. Típicas
trayectorias de esfuerzos drenados se muestran en la Fig. 10.22 para cuatro situaciones comunes
de la ingeniería que pueden ser modeladas en el ensayo triaxial. La trayectoria de tensiones para
el ensayo de compresión axial ilustrada en la Fig. 11.23 es la línea recta AC.
Las envolventes mohr de falla para ensayos CD de típicos suelos arcillosos se muestran en la Fig.
11.25 y 11.26b. La envolvente para una arcilla remoldeada y así como también para una arcilla
normalmente consolidada no perturbada se muestra en la Fig. 11.25. Aunque un solo círculo de
mohr (representando los estados tensionales en falla en la Fig. 11.23) se muestre, normalmente se
requerirá el resultado de tres o más ensayos CD sobre muestras idénticas con distintas presiones
de consolidación para representar la envolvente de falla de mohr completa. Si el rango de
presiones de consolidación es grande o las muestras no tienen exactamente al inicio el mismo
contenido de agua, densidad, e historial de tensiones, entonces los tres círculos de falla no
describirán exactamente una línea recta, y se dibuja al ojo la línea aproximada que mejor se
ajuste. La pendiente de la línea determina el parámetro Mohr-Coulomb Ф’ de resistencia, por
supuesto, en término de esfuerzos efectivos. Cuando la envolvente de falla se extrapola al eje de
las tensiones, mostrará un punto de intersección con este sorprendentemente pequeño. Por esta
razón normalmente se asume que el parámetro c’ para arcillas normalmente consolidadas no-
cementadas es básicamente nulo para todo efecto práctico.
Para arcillas sobre-consolidadas el parámetro c’ es mayor que cero, como indica la Fig. 11.26b. La
parte sobre-consolidada
123
11.10 PARÁMETROS DE PRESIÓN DE POROS
Resultará obvio a estas alturas, que cuando suelos saturados son cargados se desarrollará un
presión de poros. En el caso de carga unidimensional (capitulo 8) la presión de poros inducida es
inicialmente igual a la magnitud de la tensión vertical aplicada. En cargas 3D, la presión del agua
son también inducidas pero la magnitud dependerá del tipo de suelo y de la historia de tensiones.
Obviamente, el nivel de carga como el tipo de suelo determinará si tenemos una carga drenada o
no drenada.
A menudo es necesario en la práctica de ingeniería ser capaces de estimar cuanta presión de agua
se desarrollará en el suelo con la aplicación de cargas no drenadas, producto de un determinado
cambio en la tensión. Note que el cambio de tensión estará dado en relación a tensiones totales,
pudiendo ser hidrostáticas (iguales en todo el suelo) o no hidrostáticas. Debido a que estamos
interesados en como la presión de poros responde a estos cambios en la tensión total, es
conveniente expresar estos cambios en la presión de poros a través de los coeficientes o
parámetros; incorporados por Skepton en 1954.
En general, visualizamos la masa de suelo como un esqueleto de suelo compresible con aire y agua
en sus vacios. Si nosotros aumentamos la tensión principal que actúa en un elemento de suelo,
como en los esfuerzos triaxiales por ejemplo, obtendremos una disminución en el volumen del
elemento y en un incremento de la presión de poros. Ver figura 11.38. que representa las
condiciones de tensión en la prueba UU. Considere lo que sucede cuando aplicamos una presión
de consolidación y anulamos el drenaje del suelo. Si el suelo está saturado la carga aplicada será
transmitida en su totalidad al suelo como presión de poros , numéricamente igual a la
variación de la tensión del suelo , figura 11.3. En otras palabras, la razón es
igual a 1. Si el suelos fuera menos de 100% de saturación, entonces la presión de poros inducido
uc debido al incremento en la presión de consolidación seria menor que 1.
Se puede ver (apéndice b3 para detalles), que la razón de vacios para la prueba triaxial común es:
124
Ahora apliquemos una presión hidrostática, para la prueba UU. En este caso un incremento en la
persion de poros es inducida debido a un incremento en la tensión a la que está sometido el suelo,
equivalente a .
Debido a que los suelos en general no son materiales elásticos, el coeficiente para la diferencia
principal de tensión no es 1/3. Skepton usó, en cambio, el símbolo A para este coeficiente. Ahora
podemos combinar la ecuación 11-11, 11-12 para considerar los dos componentes de la presión de
poros:
1. Aquella que tiene que ver con el cambio en el promedio, o tensión media estática.
2. Aquella producida por el cambio en la tensión hidrostática.
La ecuación 11.13, es lo que conocemos como Ecuación de Skepton para relacionar la presión de
poros inducida con los cambios en la tensión total en cargas no drenadas. Si B=1 y S=100%
entonces normalmente escribimos la ecuación 11-13 como:
Donde:
La ecuación 11-13 y 11-15 son mostradas en detalle en el apéndice B3. Allí se muestra su validez
tanto para compresión triaxial como para la extensión triaxial , aunque
el valor específico de A depende del cambio volumétrico que genera la variación de tensión.
Tanto el parámetro A como B de Skepton no son constantes, y deben ser determinados para cada
tipo de suelos y nivel de tensión. El parámetro A es muy dependiente de la presión de poros, de
, de la razón de sobre consolidación, anisotropía y para las arcillas naturales, de alteraciones
en laboratorios.
La tabla 11.9 muestra el tipo de arcilla para diferentes valores del parámetro A en falla, Af en
compresión triaxial. Obviamente A puede ser calculada para las condiciones de tensión, a
cualquier presión como en la falla.
125
Los coeficientes de presión de poros de Skepton son muy útiles en la práctica de ingeniería, debido
que nos permiten predecir la presión de poros inducida si es que sabemos o podemos estimar el
cambio en la tensión total. En la práctica, las ecuaciones de Skepton son usadas por ejemplo,
cuando queremos estimar la respuesta de presión de poros durante cargas no drenadas que
pueden ser aplicadas en rellenos de carreteras construidos sobre una arcilla muy suave.
Típicamente, un relleno o un terraplén es construido rápidamente, más rápido de lo que la presión
de poros demora en ser disipada, por lo tanto consideramos condiciones no drenadas en la
aplicación de carga.
Como es cierto para las arenas, el conocimiento del coeficiente depresión estática para las arcillas
es a menudo muy importante para el diseño de estructuras de retención de tierra, o de algunas
excavaciones. En la sección 11.7 indicamos algunos valores típicos del Ko de las arenas. Dijimos
que el Ko estaba empíricamente relacionado con el ángulo de fricción, y también mencionamos
que el coeficiente de sobre consolidación es mayor para arenas pre consolidadas que para arenas
normalmente consolidadas.
Correlaciones entre el coeficiente de presión y el ángulo de fricción han sido realizadas por
Brooker, Ireland y otros. Sus datos para arcillas normalmente consolidadas son mostrados en la
figura 11.68.
126
Ellos también encontraron una tendencia de crecimiento para el coeficiente de presión Ko para
arcillas normalmente consolidadas con el índice de plasticidad.
Cabe destacar que los resultados obtenidos para distintos índices de plasticidad en arcillas,
mostrados en la figura 11.69, presentan un comportamiento y tendencia, muy similares al
comportamiento de las arenas, visto en la figura 11.14.
Además, para suelos pre consolidados el coeficiente de presión Ko disminuirá mientras la razón de
pre consolidación decrece hasta llegar a estar igual al valor de consolidación normal, donde
OCR=1.
127
11.12 TRAYECTORIA DE TENSIONES DURANTE CARGAS NO DRENADAS – ARCILLAS NORMALMENTE
CONSOLIDADAS
Mostramos ejemplos para trayectorias de tensiones para arcillas normalmente consolidadas para
cargas no drenadas en las figuras 10.24, 10.26, 11.34a, 11.43.
La mayor parte del tiempo las tensiones iniciales de consolidación son hidrostáticas (Ko=1), debido
que los procedimientos de laboratorios son más simples; sin embargo, un mejor modelos para las
condiciones en terreno, sería una condición no hidrostática (Ko distinto de 1). Esto es que la
presión inicial sea diferente a la presión de confinamiento. Como mencionamos en la sección 10.6
hay trayectorias de tensión diferentes a la compresión axial, que modelan las condiciones reales
de situaciones ingenieriles. Algunas de ellas son mostradas en la figura 11.73. junto con su
modelos de laboratorio.
128
Ver ejemplos!! (varios)
Tanto las pruebas de compresión axial como compresión lateral tienen idénticas curvas de presión
v/s tensión y su fuerza compresiva son las mismas. Las curvas de tensión v/s deformación tienen
los mismos módulos de elasticidad E y los mismos ESP, sin embargo tienen una marcada diferencia
TSP y en su respuesta en la presión de poros, y por lo tanto Af es la misma para ambas pruebas.
Sabiendo como el exceso de presión de poros se desarrolla junto con la forma de la trayectoria de
las tensiones totales para los diversos tipos de test, usted está en condiciones de construir de ESPs
para arcillas pre consolidadas.
129