LBR 2002-12

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Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
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Experiencias
exportadoras
del Garibe
colombiano

Colección de Economía Regional


Banco de la República

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
~ ADOLFO MEISEL ROCA
(EDITOR)

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Colección de Economía Regional


Banco de la República

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Experiencias exportadoras del Caribe colom-
biano 1 editor Adolfo Meisel Roca . -
Cartagena : Banco de la República , 2002 .
290 p. : il., cuadrs .; (Colección de
economía regional Banco de la República)
Incluye bibliografía.
1. Exportaciones - Caribe (región) -
Colombia 2. Desarrollo regional - Colombia 3.
l. Meisel Roca, Adolfo , editor 11. Tit.
338 .986

CEP - Banco de la República - Biblioteca Luis


Angel Arango

Primera edición
Banco de la República
Diciembre de 2002
ISBN : 958-664-126-0

Diseño de portada
y páginas interiores
Camila Cesarino Costa

Ilustración de portada
Johanna Quintanilla

Derechos reservados
Banco de la República

Preprensa
Contextos Gráficos

Impresión
Panamericana S.A.
Bogotá, Colombia.

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CONTENIDO

9 Presentación
Adolfo Meisel Roca

12 Café Caribe: La economía cafetera


en la Sierra Nevada de Santa Marta
Joaquín Viloria de la Hoz

72 Las exportaciones colombianas


de banano, 1950-2000
Jaime Bonet Morón

102 Palma africana en la Costa Caribe:


Un semillero de empresas solidarias
María M. Aguilera Díaz

144 Las exportaciones de algodón


del Caribe colombiano
Jaime Bonet Morón

198 Los cultivos de camarón en


la Costa Caribe colombiana
María M. Aguilera Díaz

234 Economía del carbón


en el Caribe colombiano
Joaquín Viloria de la Hoz

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
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Presentación

NINGUNA REGIÓN DE COLOMBIA parece estar en mejores condiciones


geográficas que los siete departamentos del Caribe continental para que el
sector exportador sea el motor de su avance. Sin embargo, los historiadores
económicos se sorprenden al constatar que, a lo largo de toda su historia, la
Costa norte colombiana ha tenido un frágil sector externo. Prueba de ello es
que durante la colonia y primeras décadas del siglo XIX las exportaciones de
oro del interior de Colombia fueron abrumadoramente mayoritarias y que desde
fines del siglo XIX y hasta finales del siglo xx lo fueron las de café, también
del interior del país.
El objetivo de los distintos trabajos incluidos en esta recopilación es
precisamente el de profundizar en las distintas experiencias exportadoras que
ha tenido la Costa Caribe, algunas de las cuales han resultado de corta vida,
para entender mejor la naturaleza del sector exportador de la región.
Uno de los principales méritos de los seis trabajos aquí presentados es el de
examinar con rigor académico y sólida documentación lo sucedido con seis
productos del ector primario, cuya producción está orientada principalmente
al mercado externo (café, banano, carbón, camarón) o tiene una alta orientación
hacia esos mercados (algodón y palma africana).
Tres de los productos, café, algodón y banano, son de larga trayectOria en la
región, la cual en el caso de los dos primeros se remonta al periodo colonial.
De los tres, ninguno parece tener perspectivas promisorias para el futuro.
Aunque el banano y el algodón vivieron periodos de notable expansión en el
pasado, llegando a tener una participación importante en las exportaciones
totales costeñas y colombianas, las condiciones actuales no parecen favorables
para el crecimiento de estas cultivos. En el caso del café, su posición siempre
ha sido marginal dentro del panorama cafetero nacional con una producción
que ha fluctuado entre el I y el 3o/o del total colombiano.

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Hay que destacar que antes de la investigación de Joaquín Viloria era muy
poco lo que se conocía sobre la trayectoria de la Sierra Nevada como zona
cafetera. En su escrito se señala que, a diferencia de lo ocurrido en la región de
colonización antioqueña, en la Sierra Nevada han predominando las grandes
explotaciones. Resulta también de interés resaltar la presencia que tuvieron a
comienzos del siglo xx los extranjeros en el desarrollo de las explotaciones
cafeteras de esta zona. En haciendas como Cincinnati,Jirocasaca, Vista de Nieve
y Bolívar, cafeteros como Charles H. Bowden, G. Opden Bosch, Orlando Flye
y Melbourne A. Carriker aportaron su talento para el desarrollo del cultivo.
La U nited Fruit Company se retiró en la década de 1960 de la Zona Bananera
de Santa Marta, como resultado de la enfermedad de Panamá que afectó a los
cultivos y de los altos costos de producción en este lugar. Sin embargo, la
producción de banano no desapareció del todo en el área. El trabajo de Jaime
Bonet estudia la evolución de las exportaciones bananeras costeñas entre 1950
y el 2000, periodo que ha recibido mucho menos atención que el del auge que
se vivió con la entrada de la United Fruit Company entre 1900 y la década de
1930.
El algodón es otro producto de exportación de la Costa Caribe para el cual
los mejores años ya pasaron. En el trabajo de Jaime Bonet se documenta muy
bien que la causa principal de ese desarrollo fue la caída en términos reales del
precio internacional.
En los tres trabajos restantes se estudian tres productos de exportación del
secror primario cuyo desarrollo sólo data de la década de 1980: carbón, camarón
y palma africana. La producción de los tres es bastante competitiva en la
acrualidad y todo permite pensar que en los próximos años su participación en
las exportacione torales del país se ampliará. Habría que destacar en el caso de
los camarones y la palma africana que son producto para los que los suelos de
la Costa Caribe, caracterizados por una menor calidad promedio que los del
interior del país, resultan más adecuados. Claro que en el caso de los camarones
es más exactO hablar de las aguas. En el caso del carbón, la menor calidad
relativa de las tierras de la llanura costeña no juega ningún papel.
Así, los seis estudios presentados aquí enriquecerán el conocimiento sobre
lo que ha sido y puede llegar a ser la actividad exportadora del sector primario
del Caribe Colombiano.

ADOLFO MEI EL ROCA


Editor

10 1

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
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Café Caribe: La economía cafetera
en la Sierra Nevada de Santa Marta

JOAQUÍN VILORIA DE LA Hoz*

1 Introducción

LA HISTORIA ECONÓMICA DE COLOMBIA en el último siglo ha estado


asociada al cultivo del café en sus diferentes regiones. Se puede afirmar incluso
que: " ... Antes de la era del café, Colombia todavía no era una nación. La falta
de integración económica y las dificultades en comunicación se reflejaban en
un Estado débil. .. ". El café logró no sólo un crecimiento sostenido del pro-
1

ductO y de las exportaciones, estimulando la creación de un mercado interno a


través de la expansión de la demanda agregada, sino además permitió la inte-
gración económica y territOrial de gran parte del país. Pero la caficultura co-
mercial se extendió en Colombia apenas en la segunda mitad del siglo XIX,
siendo que en países como Brasil, Venezuela, Cuba, Jamaica y otras islas del
Caribe su cultivo para la exportación se venía practicando desde finales del
siglo XVIII y principios del XIX. Los costos de transporte determinaron en
gran medida la localización inicial de los cafetales en zonas próximas al Mar
Caribe, ante la facilidad de acceder al transporte marítimo. Este hecho explica
que a principios del siglo XIX se comenzara la exportación del café cosechado
en la Sierra Nevada de Santa Marra, mucho antes que los productores estable-
cidos cerca de Cúcuta y otras zonas de Santander.

• Economista del Centro de Estudios Económicos Regionales del Banco de la República ucur-
sal Cartagena. El amor agradece los comentarios de Adolfo Meisel Roca, Enrique Ospina,
Jaime Vallecilla,Jorge García Usta, y la colaboración de Roberto Vélez, Gerardo Montenegro,
Clifford Bonilla, Edgar Ramírez,Jairo Sánchez, Ramón Campo, Beatriz Flye, y ManuelJulián
Dávila.
' Miguel Urrutia, ''La creación de las condiciones iniciales para el desarrollo", Edgar
Reveiz (compilador), La mestión cafetera: su impacto económico, social y político. Colombia, Costa
Rica y Costa de Marfil, Universidad de los Andes, Bogotá, 1980, p . 46.

12

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1. Cultivo de café en la vertiente norte
de la Sierra Nevada de Santa Marta.

2. Casa Principal de la Hacienda


La Victoria, propiedad de la familia
alemana Weber, en la Sierra Nevada
de Santa Marta .

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Una vez se inicia la expansión cafetera en las regiones andinas de Colombia
durante la segunda mitad del siglo xrx , los cultivos en el departamento del
Magdalena no crecen a la misma velocidad, por lo que su participación en el
agregado nacional se torna decreciente. Durante más de un siglo el sector
cafetero se convierte en el dinamizador de la economía colombiana, llegando a
representar cerca del 70% de los ingresos provenientes de las exportaciones.
Así mismo, impulsa el sistema de transporte nacional (especialmente el de los
ferrocarriles), aporta innovación tecnológica, consolida una clase media cam-
pesina y amplía de forma considerable la élite: " ... Cuya existencia es un requi-
sito para que un país logre mantener altas tasas de crecimiento económico" .2
La importancia de este cultivo en la economía nacional llevó a los caficultores
a organizarse gremialmente, primero alrededor de la Sociedad de Agricultores
de Colombia (SAC) y luego en la Federación Nacional de Cafeteros, creada esta
última en 1927.
Estas agremiaciones y algunos centros académicos empezaron a impulsar
desde principios del presente siglo trabajos e investigaciones relacionados
con la industria del café en Colombia: así aparecieron los documentos o en-
sayos de jorge Ancízar (1924), Diego Monsalve (1927), Luis Ospina Vásquez,
Medardo Rivas, Luis Eduardo Nieto Artera, y más recientemente los de W.P.
McGrevey, Absalón Machado (1994), Marco Palacios (1983), Mariano Arango
(1982), José Antonio Ocampo (1987), Roberto Junguito (1978 y 1991),
Diego Pizano (1991), Miguel Urrutia (1972 y 1980) y Mauricio Cárdena
( r 997 ), para sólo citar algunos. Estas investigaciones, algunas históricas y
otras macroeconómicas, se caracterizan por el tratamiento riguroso de la in-
formación a nivel nacional y de las regiones cafeteras de mayor producción,
pero en cambio abordan de manera tangencial los problemas referidos a la
economía cafetera adelantada en lo departamentOs del Magdalena Grande.
Fue precisamente ese vacío en la literatura económica regional lo que nos motivó
para realizar este documento.
Las pesquisas iniciales encontradas en fuentes de información secundaria
(libros, revistas, periódicos, tesis), así como las entrevistas con los expertos en
los temas cafetero y de la Sierra Nevada de Santa Marta, fueron develando la
importancia de la economía cafetera en tres departamentOs del Caribe colom-
biano: Cesar, La Guajira y Magdalena.

l !bid., p. 65.

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Resulta de singular importancia encontrar en la región de Santa Marta,
vertiente norte de la Sierra Nevada, una de las primeras plantaciones cafeteras
de Colombia, conocida como Minca, que a principios del siglo XIX exportaba
un grano de excelente calidad. A mediados del siglo pasado la caficultura
parece consolidarse en los municipios de Villanueva y Valledupar, mientras al
final de la centuria hacen su aparición las grandes plantaciones cafeteras cerca
de Santa Marta, manejadas por familias o empresas extranjeras. Entre las déca-
das de 1950 y 1970 se termina de configurar el cinturón cafetero de la Sierra
Nevada de Santa Marta, extensivo a la "otra orilla del río Cesar" (Serranía de
Perijá). Durante esta época el macizo montañoso sirvió de refugio a los perse-
guidos políticos de los departamentos andinos. Luego se convirtió en zona
generadora de conflictos armados con la llegada de nuevos actores como los
cultivadores de marihuana y otros narcotraficantes, guerrilleros, paramilitares
y delincuencia común.
Pese a los problemas de inseguridad que vive en la actualidad la región, su
economía cafetera está en franca recuperación si se comparan los datos del
censo cafetero de 1980 con los de la Encuesta Nacional Cafetera de 1993/97.
Los tres departamentos en conjunto aumentaron en el período intercensal su
participación nacional en área sembrada, número de árboles, número de fincas
y producción de café. Los problemas fitosanitarios están controlados casi que
de forma natural en la región, lo que lleva a una baja o nula utilización de
fertilizantes químicos. Si a esto se le conjuga la tradición del café arábigo (el
7 3% de las hectáreas sembradas a nivel regional), se tiene un gran potencial a
ser explotado y exportado como café orgánico. En I 996 los exportadores orgá-
nicos tenían certificado 6.ooo sacos de café excelso (420 ronelada ), pero se
e pera que esta cifra llegue a r -400 toneladas a principios del iglo XXI. Así
mismo, la calidad y tamaño del grano producido en la Sierra Nevada hace que
ofrezca mejores rendimientos en trilla y consiga en Japón el mercado mayori-
tario para su producto.
En e te documento se presenta un análisis detallado de la economía cafete-
ra regional, entre las décadas de 191 o y 2000. Los ciclos de la caficultura
magdalenense son analizados a través de variables como producción, produc-
tividad, mano de obra, área cultivada y número de árboles sembrados. Los
comentarios finales del ensayo son una recapitulación sobre algunos aspectos a
tener en cuenta por la caficultura regional, para afrontar con menor incerti-
dumbre el mercado del siglo XXI.

14 1

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11 Breve descripción del macizo montañoso

El nudo orográfico de la Sierra Nevada de Santa Marta es un territorio


triangular y aislado de r 7 .ooo kilómetros cuadrados que se levanta al nordeste
de Colombia, entre el delta exterior del río Magdalena al occidente y la Serra-
nía de Perijá al oriente ; del río Magdalena la separa la Zona Bananera y la
Ciénaga Grande de Santa Marra, mientras del Perijá los valles formados por
los ríos Cesar y Ranchería. ' Su localización astronómica corresponde a los r 1°
de latitud norte, y en dirección Occidente-Oriente se extiende entre los 74°
20' de longitud oeste y los 7 3 ° 4 5' al este.
Este sistema montañoso en forma de pirámide se extiende entre los depar-
tamentos de Magdalena, Cesar y La Guajira: de sus tres vertientes, la Norte o
del Caribe cuenta con r 6o kilómetros de extensión en su base, la Occidental o
de la Ciénaga Grande de Santa Marta se aproxima a los r So kilómetros, al
igual que la Suroriental o del río Cesar. Del mar a su punto más elevado (5. 77 5
msnm) existe una distancia lineal de 42 kilómetros, por lo que se constituye
en la montaña más alta de todos los continentes, al pie de los océanos y mares.
De ahí que "La Sierra Nevada de Santa Marta, es por su nombre, uno de los
sistemas montañosos más conocidos en el mundo, aunque casi desconocido
por dentro, lo que es fácilmente explicable porque estas montañas son visibles
desde el mar afuera, lo que aprovechó Humboldt cuando navegaba cerca
de la costa, para determinar la altura de los picos nevados por el medio
trigonométrico, aunque tampoco Humboldt visitó la sierra ... ". 4
Por las mismas alturas que alcanza y la conformación de u relieve, hace
que la Sierra Nevada se convierta en una gran barrera orográfica en donde
aparecen rodos los climas (pi os térmicos) de las montaña tropicales. La con-
jugación de variables como su posición astronómica, quedar ubicada bajo la
Zona de Convergencia Intertropical (ZCIT), la influencia marina y de regiones
continentales que rodean el macizo, hace posible encontrar el gran macroclima
que se fragmenta al penetrar en la montaña, formando múltiples microclimas
y condiciones originales en cada sub-región, de acuerdo con las alturas sobre el
nivel del mar.

1
James Krogzemis, A Historical Geography of the Santa Marta Area, Colombia, University
ofCalifornia, Berkeley, USA, T967.
1
Ernesto Guhl, "La Sierra Nevada de Santa Marta", Revista de la academia rolombiana de
riencias exactas, físicas y naturales, Bogotá, 1950, p. I I I.

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La Sierra Nevada se erige como un gran sistema montañoso entre el mar y
la región del Caribe colombiano, contando con una inmensa reserva acuífera y
valiosos biomas neotropicales. El macizo está conformado por tres vertientes ,
35 cuencas y centenares de microcuencas que no sólo dan sustento a cerca de
r 8o.ooo serranos (3o.ooo indígenas y r 50.000 campesinos), sino que se cons-
tituye en la fuente de agua de por lo menos r. 500.000 personas asentadas en
los departamentos del Cesar, La Guajira y Magdalena. Su inmenso hontanar
produce entre ro.ooo y 12.000 millones de metros cúbicos de agua al año,
pero su aprovechamiento sigue siendo bajo. 5 Sus ríos más caudalosos son el
Don Diego, Tapias, Palomino, Ranchería, Guachaca (vertiente norte), Funda-
ción, Tucurinca, Aracataca (vertiente occidental), Cesar y Ariguaní (vertiente
suroriental).
A las partes más superficiales de este escudo montañoso, los geólogos están
de acuerdo en atribuirle una orogénesis más reciente, lo que permite calificar-
lo como perteneciente a una cordillera "joven e inmadura", a diferencia de
otras cordilleras ó sierras, como la de la Macarena, manifestación del escudo
guayanés, que domina gran parte de la geografía suramericana. Estas caracte-
rísticas pueden explicar la forma y los paisajes de la Sierra Nevada, con perfiles
escarpados que determinan escalonamientos rápidos y en cortos espacios, de
los climas, recursos y distintas formas de vida.
Así mismo, la Sierra Nevada es de formación rocosa y no volcánica, como sí
lo es gran paree de la Cordillera de los Andes. Ernesto Guhl dice: "Sobre la
geología de la Sierra Nevada estamos muy deficientemente informados, pero
parece que el núcleo está formado por rocas cristalinas, tales como el granito,
sienita, diorita y distintos pórfidos ... ". 6
De acuerdo con las capacidades agrológicas de los terrenos (a excepción de
áreas relativamente pequeñas), en la Sierra Nevada no pueden recomendarse ni
estimularse cultivos de los denominados limpios ó semilimpios, por la suscep-
tibilidad de los suelos a la erosión, dados los elevados grados de pendiente o
declives sobre los que están situados. Allí, sólo pueden permitirse plantacio-
nes tipo cafetales, cacaotales, árboles frutales en los que se efectúen las debidas
prácticas de manejo y conservación de suelos.

5 Joaquín Viloria, "Elementos para un ordenamiento territorial en la Sierra Nevada de

Santa Man:a", tesis de magiscer, CIDER-Universidad de los Andes, Santafé de Bogotá, 1994.
6
Ernesto Guhl, Op. Cit., p. rq.

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Desde el punto de vista paisajístico y de bellezas escénicas, la singularidad
de la Sierra Nevada ha permitido calificarla de "región espléndida" por parte
de famosos viajeros y científicos de disti ntas partes del mundo. Allí, en esos
17 .ooo kilómetros cuadrados de sistema orográfico se resume el país: sus pisos
térmicos, biomas , diversidad cultural, actividades económicas, conflictos de
poder, crisis ambiental y disfuncionalidad político-administrativa.

111 La economía cafetera en el Magdalena: 1910-1955

A. Aspectos generales

Si en 187 4 el departamento del Magdalena producía apenas 200 sacos de


café de 6o kilos (12 toneladas) y participaba con el 0.2% de la cosecha nacio-
nal, en 1913 aumenta su producción a 25.000 sacos de 6o kg. (1.500 tonela-
das), representando el 2 -4 % del agregado cafetero. 7 En 40 años la producción
dio un considerable salto cuantitativo, pasando de 12 a 1.500 toneladas de
café, tomándose como explicación válida la colonización cafetera de la vertien-
te norte de la Sierra Nevada de Santa Marta, iniciada a finales del siglo XIX
por empresarios extranjeros en su mayoría. En ese período se fundaron las más
renombradas haciendas cafeteras de la región, como Jirocasaca, La Victoria,
Cincinnati, Onaca, María Teresa y El Recuerdo, entre otras. Pero la participa-
ción de 2,4% en el producto no fue sostenido por los caficultores del Magda-
lena, cayendo en 1922 al 1,4%.

Cuadro 1. Departamento del Magdalena y Colombia:


Número de árboles y producción de café, 1922
Territorio N° de árboles Participación Producción en Producción en Participación
(%) kilogramos sacos (%)

Magdalena 2.875.000 1.40 1.380.000 23.000 1.37


Colombia 204 .827.000 100.00 100.452.720 1.674 .212 100.00

FUENTE: Jorge Ancízar, La industria del café en Colombia, 1924

De acuerdo con un estudio Ancízar, para 1 922 Colombia producía cerca de


1. 700.000 sacos de café de 6o kilos, y se tenían sembrados 205 .ooo.ooo de

7 Miguel Urruria y Mario Arrubla, Compendio de estadísticas históricas de Colombia, Univer-

sidad Nacional, Bogotá, 1970.

jn
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
árboles. 8 En cuanto a producción los departamentos de mayor participación
eran en ese momento Antioquia, Caldas, los Santanderes y Cundinamarca, y
en el otro extremo se encontraban Boyacá, Magdalena, Cauca, Nariño y Valle
del Cauca. El Magdalena tenía el 1,4% de los árboles sembrados y participaba
con el 1,37% de la producción nacional.
De acuerdo con las cifras de Ancízar, más del 90% de la producción y del
número de árboles se concentraba en los municipios de Santa Marta y Villanueva,
ubicado el primero en la vertiente norte de la Sierra N evada y el segundo en la
Sierra Negra o Serranía de Perijá. El trabajo de Ancízar fue seguido por el de
Diego Monsalve, mucho más detallado y preciso. 9
Según Monsalve, a mediados de la década del veinte en el departamento
del Magdalena (actuales departamentos de Cesar, La Guajira y Magdalena)
había 10 municipios productores de café, 410 plantaciones, más de 6,5 millo-
nes de cafetos sembrados, a í como 16 despulpadoras y 14 trilladoras (véase
anexo 1). Para el mismo año de estudio, en Colombia existían 361.378.715 de
matas de café, por lo que en el departamento del Magdalena se tenía sembrado
el 1 ,86% del total nacional, participación similar a la de 192 2.
De acuerdo con el cuadro 2 y anexo 1, Santa Marta tenía el mayor número
de cafetales sembrados en el Magdalena (47,4% del total departamental), con-
centrados en sólo 16 plantaciones, lo que daba un promedio de 194.000 cafe-
tos por unidad productiva. Haciendas como Cincinnati y Jirocasaca tenían
sembradas cada una soo.ooo plantas de café, Onaca 350.000, María Teresa, La
Victoria y Las ubes más de 200.000 y había otras 6 fincas con más de so.ooo
cafetos cada una. La hacienda Minca, una de las más antiguas plantaciones
cafeteras de América, que perteneció al próspero comerciante Joaquín de Mier
y Benícez, aparece ocupando el décimo lugar en Santa Marra con r oo .ooo
árboles de café sembrado.
En general, el departamento del Magdalena se ha caracterizado por una
alta concentración de la propiedad cafetera, pero en mayor medida se en-
cuentran los municipios de Santa Marta y Valledupar. La baja productividad
del suelo, la pronunciada inclinación del terreno, las dificultades de pene-
tración y/o la limitación en el transporte en gran parte del macizo montaño-
so, ha llevado a que empresarios cafeteros y campesinos ejerzan propiedad

8
Jorge Ancízar, "La industria del café en Colombia", Revista Nacional de Agricultura, o

239-240, Bogotá, 1924.


9 Diego Monsalve, Colombia cafetera, Barcelona, 1927.

18 1

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sobre extenso territorios, siendo mín imo a su interior las zonas aptas de
explotación agropecuaria.

Cuadro 2. Departamento del Magdalena


Número de árboles y producción de café por municipios, 1922
Municipio Número de árboles Participación Producción Participación
(%) (en sacos) (%)

Santa Marta 1.750.000 60.86 14.000 60.86


Villa nueva 875.000 30 44 7.000 30.44
Otros municipios 258.000 8.70 2.000 8.70
Total 2.875.000 100.00 23 000 100.00
----
FUENTE Jorge Ancízar, La industria del café en Colombia, 1924.

Mientras en Santa Marta la propiedad se encontraba altamente concentra-


da, la situación era muy diferente en Villanueva, el segundo municipio cafete-
ro del departamento, en donde lo cultivos se repartían en r 56 propiedades,
para un promedio de 5-700 matas de café por plantación. En esta región exis-
tía una sola finca (La Legua) con cerca de roo.ooo arbustos, que a principios
de los años 30 fue adquirida por el General Beltrán Dangond Celedón, nieto
del pionero de la caficultura regional Francois Dangond. En 1934 el General
Dangond, el célebre militar de la Guerra de los Mil Días que inmortalizó el
maestro Escalona en sus canciones vallenatas, terminó la in talación de la
des pul padora en "La Legua", la más grande plantación cafetera en toda la re-
gión de Valledupar y Villanueva. •e Además de "La Legua" había cinco unida-
des productivas cuyos cafetos oscilaban enrre 1 o .ooo y 1 6.ooo, mientras que
las 15 0 fincas restantes tenían cada una en promedio 5 .ooo arbustos.
Para los años 1925-1927 no aparecían como municipios cafeteros Ciénaga,
Aracataca (del cual se de agrega años más tarde Fundación), Ríohacha, Ba-
rrancas, Fonseca y an Juan del Cesar. Se debe recordar que en los dos primeros
la acti idad económica se concentraba en el cultivo de banano, y las plantacio-
nes comerciales del grano se inician sólo a mediados del presente iglo, pero en
cambio es bastante probable que la producción de los cuatro municipios res-
tantes haya sido subestimada en el estudio de Monsalve.

' Jorge Dangond Daza, De París a Villanueva, memorias de un vallenato, Plaza y Janés
Editores, Bogotá, T990.

1 19

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B. Mano de obra

Una característica particular de la caficultura en la Sierra Nevada de Santa


Marta durante la segunda década del presente siglo, la constituyó la escasez de
mano de obra. Esto obligó a los cafeteros a pagar jornales más elevados que en
el interior del país, convirtiéndose de hecho en un poderoso atractivo para
trabajadores provenientes de otras zonas: de acuerdo con el testimonio de un
campesino de la época, mientras en Santander el jornal era de cuarenta centa-
vos($ 0-40), en la Sierra Nevada ascendía a un pes0. 11 Monsalve confirma la
gran escasez de brazos para la recolección de café en la Sierra Nevada, ante la
competencia ejercida por los altos salarios en la vecina Zona Bananera de
Santa Marta. El autor indica que los trabajadores preferían la región bananera
ante la permanencia de la vinculación, lo que les permitía alcanzar remunera-
ciones más elevadas. En r 924 el Ministerio de Industria encontró que el
salario mínimo pagado en las fincas cafeteras de la Sierra Nevada era de r ,2 5
pesos, además de la habitación y otros servicios que corrían por cuenta del
hacendad0. 1 2 Para 1927 en la Sierra Nevada se pagaban jornales de r ,30
pesos para hombres y mujeres y de 0,75 pesos para los niños, mientras en
otros municipios cafeteros los jornales por recolección variaban entre 0,20 y
0,40 pesos para los hombres, de 0,20 a 0,30 pesos para las mujeres, y de o, ro
a o,2o pesos para los menores. 1 3
En términos de infraestructura, los grandes hacendados diseñaron, traza-
ron y construyeron carreteables en las zonas cafetera y ganadera de Minca, El
Campano, Bonda y Guachaca, colocaron puentes y compraron maquinaria pe-
sada para mantener los nuevos caminos. A nivel de tecnología cafetera se debe
destacar que en las grandes haciendas de la región se inventó un novedoso
sistema interno de pesaje y transporte de café denominado embudo. Estos
aparatos de gran tamaño permitían no sólo pesar el café recolectado, sino ade-
más transportar el grano por canales o tuberías de hasta 5 kilómetros de largo
entre el sitio de pesaje y el beneficiadero, en una combinación aproximada al
ro% de agua y 25% de café. Luego de beneficiado y trillado el café (en 1925

" Encrevista con el señor Jesús Balaguera, mayo 14 de 1997.


'
2
Ministerio de Industria, "Jirocasaca", Revista de Industrias, Vol. I, N° 7, Bogotá, 1924,
p. 230.
'3 Diego Monsalve, Op. Cit., p. 457·

20 1

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
había 14 trilladoras en el Mag dalena), se empacaba, pesaba y despachaba el
grano para ser exportado por el p uerro de Santa Marta.

C. Comercia lización

En cuanto a la comercialización del grano, M onsalve encontró que a p rin-


cipios del presente siglo varios de los cafeteros de la Sierra N evada de Santa
Marta habían constituido sus empresas exportadoras, actividad que adelanta-
ban directam ente por el puerro de Santa Marra (Cuadro 3).

Cuadro 3. Exportadores de café por la aduana de Santa Marta, 1925-1927

Exportador Cafetero Residencia Región cafetera Marcas

Sta. Mta Cotfee Co. Orlando L. Flye Santa Marta Sierra Nevada Sta Mta Coffee Co.
Andrés A. Yanet Charles H. Bowden Santa Marta Sierra Nevada La Victoria
Andrés A. Yanet Kunhardt & Co. Santa Marta Sierra Nevada Onaca
Pedro M. Dávila Pedro M. Dávila Santa Marta Sierra Nevada María Teresa
Hda. Jirocasaca Baldomero Gallegos Santa Marta Sierra Nevada Jirocasaca
J. l. Díaz Granados J.l. Díaz Granados Santa Marta Sierra Nevada Manzanares

FUENTE: Di ego Monsalve , Op. Cit., 1927 .

Los mismos cafeteros eran a la vez exportadores de su p roducto a Europa y


EEUU, corno el no rteamericano Orlando L. Flye a través de su empresa "Santa
Marta Coffee Cornpany ", la Hacienda Jirocasaca, propiedad del español
Baldornero Gallegos, los sarnarios Pedro Manuel Dávila y J osé Ignacio Díaz
Granados, así corno Andrés Yanet, el exportador oficial de los empresarios
europeos Bowden y Kunhardt. De acuerdo a los testimonios que brindaron
descendientes de estos precursores se conoce que el principal mercado del café
serrano (o café caracolí como lo llamaría Diego Monsalve) se localizaba en
Europa, especialmente en países como Alemania y Holanda.
La cosecha de Valledupar, la Provincia de Padi lla y sur del departamento se
consumía a nivel regional y: " .. .sólo se exporta el café de la Nevada, por el
puerro de Santa Marra" . 14 Si se acogen las cifras traídas por el ci tado autor, en
r 92 5 el Magdalena exportaba apenas 5 .ooo sacos de café mientras Colom bia
en su conjunto lo hada con r ·95o.ooo sacos, participando el Magdalena con el

4
' Gregario Castañeda Aragón , El Magdalena de hoy-monografía del departamento, Ciénaga,

1927, p. 53·

1 21

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
0.2 5% de las exportaciones.' 5 Es muy probable que las cifras de exportación
traídas por Castañeda estén subestimadas, al igual que el número de cafetos
sembrados: mientras Monsalve encontró 6. 548.198 árboles de café, Castañeda
Aragón sólo reporta 3·540.ooo cafetos en el departamento. En esta impreci-
sión superior a los 3 .ooo.ooo árboles se encuentra el origen del error cometido
por al autor del Magdalena al momento de calcular las exportaciones departa-
mentales de café.
Los datos de Castañeda Aragón respecto a los municipios exportadores tam-
poco coinciden con la información suministrada por Monsalve: para este últi-
mo autor, todos los municipios del Magdalena con producción cafetera
exportaban el grano por los puertos de Santa Marta, Ríohacha y Barranquilla.
Los únicos municipios cafeteros que no comercializaban con los mercados in-
ternacionales eran Espíritu Santo y Chiriguaná, quedándose también para el
consumo interno unas pequeñas cantidades producidas en Santa Marra,
Valledupar y Villanueva. ' 6 De acuerdo a los datos traídos por Monsalve se
puede estimar en un 8o% la producción cafetera del Magdalena destinada al
mercado externo, por lo que para 192 5 las exportaciones debieron estar alrede-
dor de los 15 .ooo sacos de café trillado, cerca del o.8% del total nacional.
En el pJano nacional, el negocio de la exportación lo comienza a asumir la
Federación de Cafeteros de Colombia, como una forma de hacerle contrapeso a
los grandes comerciantes y exportadores extranjeros. Su intervención en el
mercado se inicia en 1936 pero se fortalece en 1940, en desarrollo del Conve-
nio Interamericano de Cuotas. Todavía a mitad del presente siglo la familia
Flye continuaba exportando a Holanda su "Café Anita", marca registrada de la
"Santa Marta Coffee Company" 17 , y los Weber hacían lo propio a Alemania
con el "Café La Vicroria" .
A partir de 1940, la Federación de Cafeteros intensificó sus compras a tra-
vés del Fondo Nacional del Café: "Fedecafé pasó a controlar gran parte del
comercio externo del grano a partir de 1950. En e e año exportó el 3.2%, en
1955 el 13,8%, en 1960 el 31,8% y en 1970 el 43,8%".' 8 Para mediados la

~~En 1925 se exportó por la Aduana de Barranquilla el 49,8 ~, del café colombiano, por
Santa Marra el 0,29% y por Riohacha menos del o. ro%, Absalón Machado, El café, de la
aparcería al capitalismo, Sanrafé de Bogotá, 1994, p . 290.
16
Diego Monsalve, Op. Cit., p . 458.
17 Entrevista con Beatriz Flye, Sama Marra, 20 de abril de 1997.

18
Absalón Machado, Op. Cit., p. 285.

22 1

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
década de 1950 los cafeteros de la Sierra Nevada no aparecen como exportadores
directos de su productO , ya que tal actividad se concentra en manos de la
Federación Nacional de Cafeteros y otras grandes empresas exportadoras.

D. Producción

En lo relacionado con productividad y calidad del producto regional se


decía hace -¡o años: "En algunos cafetales de la Sierra Nevada la producción
por mata es de una libra, de un producto de excelente calidad, de grano redon-
do, pequeño y aromático o sea el llamado café Caracolí. En otras plantaciones
de dicha zona y en los demás municipios productores, la producción por mata
varía de media libra a tres cuartos de libra". 19 De acuerdo con Monsalve, para
r 92 5 el departamento del Magdalena producía alrededor de 20.000 sacos de
café de 6o kilogramos cada uno (r.2oo toneladas de café pergamino). Como
para ese mismo año el país produjo cerca de r .85o.ooo sacos de 6o kilos, la
participación del Magdalena estuvo alrededor del uno por ciento.
En lo referido a la siembra se encuentra que la distancia entre cafetos se ha
ido reduciendo con el tiempo: a mediados del siglo pasado el geógrafo francés
Eliséo Reclus reportó que en la Sierra Nevada y Serranía de Perijá las matas de
café e sembraban por lo regular a una distancia de tres metros. 2 0
Para r 92 5 Monsalve encuentra que la siembra de los cafetos varía en di s-
rancia entre r ,65 y 2,50 metros, dependiendo de la región: así las cosas en una
hectárea se podían embrar aproximadamente I . roo mata de café a mediados
del siglo pasado y r 900 arbu to en r 92 5, por lo que en el departamento para
esta última fecha el área cafetera debió e tar cercana a las 3 -400 hectáreas, si se
toma como base lo 6. 500.000 cafetos plantado en el Magdalen a. De la pro-
ducción aproximada a lo 1.200.000 kilogramos y las 3.400 hectáreas cultiva-
das, resulta para 192 5 una productividad departamental de 3 57 kilogramos
de café pergamino por hectárea.
Según A bsalón Machado, basado en los datos de Monsalve, cada mata pro-
ducía en promedio T 35 gramos de café pergamino, siendo por tan ro la produc-
ción departamental 9.664 sacos de 6o kilogramos (58o. ooo kilogramos), lo
que representaba sólo el 0, 52 % del total nacional. En el otro extremo se en-

'
9
Diego Monsalve, Op. it., p. 458.
~ Eliseo Reclus, Viaje a la ierra etlada de Santa Marta, antafé de Bogotá, r 992 .

1 23

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Cuadro 4. Producción de café - Magdalena y Colombia, 1925
Tres cálculos diferentes

Departamento Producción en No. cafetos de Producción en Porcentaje de la


y Total gramos por cafeto anterior producción sacos de producción nacional
60 kilogramos

Magdalena (ll 135 4.295.048 9.664 0,52


Magdalena !2l 279 4.295.048 20.000 1,08
Magdalena (3) 499 4.295.048 35 .720 1,93
Promedio Nacional 457 242.457.276 1.846.771 100,00

Pl Datos de A. Machado; 121 Cálculos de D. Monsalve; 131 Datos de Marco Palacios .


FUENTE: Cálculos del autor, basado en Diego Monsalve (1927); Marco Palacio (1983) y Absalón Machado (1994).

cuentran los estimativos de Marco Palacios, para quien la productividad en el


Magdalena era de 499 gramos por mata de café, lo que da como resultado una
producción de casi 36.ooo sacos (2.143.200 kilogramos), muy cercana al 2%
nacional. 21 Ahora, si el cálculo se adelanta por la vía de la productividad, en
tanto kilos de café por hectárea, se obtiene una producción cercana a las 2. 140
toneladas de café pergamino para 1925 y 1.195 toneladas en 1932.
La diferencia entre los daros de los censos y los calculados a partir de la infor-
mación presentada por Palacios, se encuentra para el año 192y el primero esti-
ma una participación del 1,o8% sobre el total nacional, mientras el segundo
arroja un resultado cercano al2 %. Esta disparidad próxima al roo%, referida
a la producción cafetera del Magdalena en 192 5, es una muestra de las dificul-
tades impuestas a la investigación por las limitaciones estadísticas que fueron
la constante en Colombia durante las primeras décadas del presente siglo.

E. la crisis de 1932

Si en 1925 la participación del Magdalena era de por sí mínima en térmi-


nos de producción cafetera, para 1932 ésta se reduce a casi la mitad: de acuer-
do a la información consignada en los cuadros anteriores, la participación del
Magdalena sobre la producción total cafetera se redujo entre 1925 y 1932 del
1 ,o8% al 0,59%, si se toma como base a Monsalve y el censo. Para este último

' Marco Palacio, El rajé en Colombia 1850-1970: una historia económica, social y política,
2

Bogotá, 1983. El cálcu lo sobre la productividad se adelantó de la siguiente forma: 998 .ooo
gramos/Ha., dividido entre 2.000 cafetos/Ha. = 499 gramos por mata de café.

24

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
año el departamento presentaba una productividad de 223 kilogramos por
hectárea, mientras el promedio nacional era de 5 76 kilogramos por hectárea.

Cuadro 5. Producción cafetera del Magdalena y


su participación en el agregado nacional, 1925 y 1932
(Dos estimaciones diferentes)

Año/Producción Toneladas de café Participación Toneladas de Participación


(Censos) regional (%) café-base Palacios regional (%)

1925 1.200 1,08 2.140 1,93


1932 1.230 0,59 1.195 0,58

FUENTE : O. Monsalve (1927) ; Censo cafetero de 1932; Marco Palacios (1983) .

Una explicación parcial de la drástica reducción en la producción depar-


tamental cafetera durante el año 1932, se debe buscar en los siguientes fenó-
menos:
1. Por información de prensa se sabe que las lluvias ocasionaron una pérdi-
da superior a los 26o.ooo kilogramos de café en el municipio de Santa Marta
durante la cosecha 1931-1932, esto es, cerca del 2 5% de su producción cafete-
ra. 22 En todo el departamento las pérdidas por lluvias pudieron estar cercanas
a 400.000 kg., explicando este fenómeno natural apenas un 19% del44% que
fue la caída de la producción en 1932.
2. El promedio de producción por árbol en el departamento para el año
1932, resultaba el más bajo del país, debido a la deficiente recolección y bene-
ficio del grano en la región de Valledupar: así, mientras en Caldas la producti-
vidad era de 7 34 gramos de café por árbol y el promedio nacional se ubicaba en
4 50 gramos, el departamento del Magdalena presentaba una productividad de
13 5 gramos por cafeto (el 30% de la media nacional).
3· De otra parte, el autor norteamericano G. Taylor encontró que ante los
bajos precios del grano en los mercados internacionales, algunos caficultores
empezaron a remplazar matas de café por árboles de naranja. 2 3
4· Por último, el Censo Cafetero de 1932 no cuantificó la producción de
cinco municipios, que en 1925 concentraban más del 20% de los cafetos sem-
brados en el departamento.

,- 22
2
Diario El Estado, Sama Marra, 25 de junio de 1932.
Griffith Taylor, "Settlement Zones of the Sierra Nevada de Santa Marta, Colombia",
'

Geographical Review, N° 21, New York, USA, 1931, p. ss6.

1 25

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
De los cuatro puntos arriba señalados, tal vez el que más debate ha suscita-
do es el referido a las características agrológicas del macizo montañoso, por lo
que se consideró conveniente tomar como base una polémica ocurrida en 1932.
Que se conozca, uno de los debates más serios planteados alrededor del tema
fue el promovido por el diario El Estado de Santa Marta, en el que intervinie-
ron periodistas, empresarios cafeteros, científicos y colaboradores varios . Entre
el8 de junio y el 12 de julio de 1932 salieron ro entregas, que tuvieron como
origen un editorial de Ef Estado titulado "Un Elefante Blanco". 24 Para los
editorialistas, no era conveniente emprender proyectos agropecuarios de gran
alcance en la Sierra Nevada, ante sus deficiencias agrológicas y dificultades
topográficas. Se quejaban porque hasta r 932 no se había adelantado: " ... Un
estudio verdaderamente serio de la Sierra Nevada, la cual, bien puede ser un
hermoso elefante blanco cuyo lomo finge perfiles fantásticos ... ". 25 Este edi-
torial llevó a la respuesta de los empresarios cafeteros Francisco Luis Olarte
(propietario de las haciendas "Las Nubes" y "Mendiguaca"), Orlando L. Flye
(haciendas "Cincinnati", "Vista de Nieve", "Los Caballos" y "Bolívar"), G.
Opden Bosch (hacienda "Jirocasaca"), así como de otros colaboradores del pe-
riódico como Manuel F. Robles y Alfonso Romero Manrique.
De este debate se obtuvieron datos valiosos sobre la producción cafetera en
la Sierra Nevada de Santa Marta: en 1932 había en el municipio 3·547.036
árboles de café en producción, obteniéndose una producción de r. 7 36.2 50
libras, esto es, una productividad de 0,49 libras por árbol. Para la misma épo-
ca, de acuerdo con los editorialistas, los cafetales del interior del país llegaban
en promedio a una productividad de dos libras por arbusto. 26
Por su parte G. Opden Bosch, ciudadano belga radicado en Santa Marta,
sostuvo que en diciembre de r 9 3 r los caficulrores de la Sierra evada tuvieron

'·1 De acuerdo con J. M. Goenaga (Coloni zación de la w·ra Nevada de anta Marta, ama
Marta, 1932, p. 2), el Presidente de la República Enrique Olaya Herrera, propuso retribuir
por lo menos una unidad del impuesto del banano recaudado a favor de la colonización de la
ierra Nevada. La propuesta presidencial fue asumida como proyecw por el Ministerio de
Industria y la Compañía Colonizadora de la Sierra Net1ada de Santa Marta, reviviéndose así idea
de poblar y explorar económicamente el macizo montañoso a gran escala. El fracaso del Pro-
yecw, producw de la improvisación y la crisis económica de los años treinta, se convirtió en
un revés para sus impulsores, y a la vez en detonante para que edicorialisras del diario El
Estado pusieran en duda las bondades productivas de la Sierra Nevada.
2
~ El Estado, Sama Marta, 8 de junio de 1932 .
16
El Estado, Sama Marra, 23 de junio de 1932 De acuerdo con el censo cafetero de 19 32 ,
la producción promedio de un cafeto en Colombia (excluyendo el departamento del Magda-
lena) era de una libra.

26

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
una pérdida que pasó de 2 30.000 kilogramos, como consecuencia de las fuer-
tes lluvias. Para Opden Bosch, en la cosecha 1930-1931 el promedio por árbol
llegó a más de 0,75 libras, cercana a la productividad promedio nacional. Re-
sulta de singular importancia el dato que suministra respecto a precios en el
mercado internacional: "En cuanto a la calidad del café de la Sierra Nevada de
Santa Marta, basta decir que la mayor parte de los hacendados obtienen gene-
ralmente un precio mayor del cotizado como el mejor café de Colombia, es
decir, el 'Medellín excelso', y a pesar de la baja actual del grano, varios de
nosotros hemos obtenido $0,120 y $0,125 la libra en New York cuando en el
mismo mercado y en la misma época de nuestras ventas se cotizaba el 'Medellín
excelso' a $o, 1 1 la libra". 27
Según el censo de 1932, el Magdalena consumía el 51% de su cosecha
cafetera (10.500 sacos) y exportaba apenas el 49% (1o.ooo sacos), mientras a
nivel nacional el consumo doméstico se acercaba al 11%, quedando un 89%
para las exportaciones (3.075.000 sacos). Para el año de 1932 los caficultores
del Magdalena lograron enviar al exterior sólo el 0.33% de las exportaciones
colombianas de café. En síntesis, el 2% de los cafetos y el 1.53% del área
cultivada producía el o. 59% del café colombiano, concentrado en el 0-46% de
fincas del total nacional.
Si bien en promedio el tamaño de finca era de 8 hectáreas para 1932, cada
municipio presenta un guarismo diferente: así, mientras en Santa Marta la
unidad productiva tenía 44,2 hectáreas en promedio, en Barrancas era de 3.85
y en Villanueva de 4,7 hectáreas. A nivel de hectáreas en Santa Marta se culti-
vaba cerca del 42% departamental y se tenía sembrado el 36% de los arbustos.
Con respecto a los municipios cafeteros establecidos por Diego Monsalve, el
censo de 1932 trae dos nuevos (Barrancas y Fonseca), pero deja por fuera los
del centro- ur como Aguachica, La Gloria, González, Río de Oro y Chiriguaná.
Estos cinco municipios tenían sembrado en 1925 cerca del 22% de cafetos de
todo el departamentO.

F. Período de recuperación

La crisis cafetera por la que atravesó el departamentO del Magdalena duran-


te la década de los años 30 se prolongó hasta 194 5. 28 A partir de ese año se

27
El Estado, Santa Marra, 25 de junio de 1932.
28
Mariano Arango, El café en Colombia 1930- 1958, Bogotá, 1982, p. 8r.

1 27

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
inició un período de recuperación que fue hasta 195 5, tal y como lo demuestra
un estudio elaborado por la CEPAL y la FAO. De acuerdo con esa investigación,
Colombia produjo en la cosecha 1955-56 algo más de 368.ooo toneladas de
café trillado en 234.674 fincas, las cuales tenían un área sembrada superior a
las 77 5 .ooo hectáreas entre plantaciones antiguas y nuevas. Al respecto, dice
el estudio de la CEPAL-FAO: "La producción se concentra sobre todo en las
zonas central y occidental del país. En años recientes los cinco principales de-
partamentos productores (por orden de importancia, Caldas, Antioquia, Tolima,
Valle y Cundinamarca) contribuyeron con más del 85 por ciento de la cosecha
total. La tercera parte de la producción nacional proviene ahora del departa-
mento de Caldas que, aunque pequeño, se encuentra muy desarrollado". Más
adelante se lee: " ... El mayor volumen e importancia de la producción - sobre
todo en Huila y Magdalena- se anularon en parte por la declinación registrada
en Santander Norte y en Santander Sur" .29
La participación del Magdalena en 195 5- 1956llega al 1,35% de la produc-
ción nacional, siendo superior a los datos de 1925 y 1932; en cuanto al núme-
ro de hectáreas cultivadas, esta se ubicó en el 2,2 3% del total, mientras el
número de fincas representó el 0,90% con respecto a todas las unidades cafete-
ras del país, frente al 0,46% de 1932.

Cuadro 6. Departamento del Magdalena y Colombia:


Producción, superficie cultivada y número de fincas cafeteras, 1955-1956
Producción Hectáreas cultivadas Número de fincas
Departamento Toneladas Participación De antigua De nueva Total Antiguas Nuevas Total
(%) producción producción hectáreas

Magdalena 4.963 1.35 13.386 3.970 17.356 1.783 305 2.088


Colombia 368.213 100.00 692.240 84.565 776.805 214.470 20.204 234 .674

FUENTE · CEPAL-FAO , 1958 .

En todo sentido la caficultura del Magdalena mejoró su comportamiento


para 1955, si se compara con las estadísticas de 1925 y 1932. A nivel de
rendimiento los resultados también fueron menos dramáticos: mientras el pro-
medio nacional durante 1955-1956 fue de 523 kilogramos de café trillado por
hectárea, entre los departamentos se encontraron grandes variaciones. Así, el
mayor rendimiento se encontró en el departamento de Caldas con 68o kg. por

29
CEPAL-FAO, El café en América Latina: Colombia y El Salvador, México, 1958, p. 26.

28 1

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
hectárea, en el extremo inferior Nariño con 191 kg. y el Magdalena presentó
360 kg./Ha. Mientras el rendimiento por arbus to se mantuvo para el Magda-
lena entre 1932 y 1955 (135 y 136 gramos respectivamente), el promedio
nacional cayó de 450 gramos en 1932 a 256 en 1955. 30
El cuadro 7 muestra para el Magdalena y el total nacional, el número de
fincas cafeteras, el tamaño promedio de los cafetales y el área sembrada en el
departamento.

Cuadro 7. Número de fincas cafeteras, tamaño promedio de los cafetales


y área cultivada, 1925 - 1955
ltem 1Año Magdalena Total Nacional

1.- Número de fincas: 1925 410 45.488


Número de fincas: 1932 682 149.348
Número de fincas: 1955 2.088 234.674
2. - Tamaño promedio de los cafetales (Has.) 1925 8.20 5.10
1932 8.10 2.41
1955 8.30 3.31
3.- Area cultivada (Has.) 1925 3.363 232.371
1932 5.510 359.529
1955 17.356 776.805

FUENTE· 01ego Monsalve, 1927; Censo cafetero 1932; CEPAL ·FAO, 1958.

Para los años 1925, 1932 y 1955 el Magdalena era el departamento con el
menor número de fincas a nivel nacional, participando apenas con el 0,90%,
0,46% y 0,89%, respectivamente, del total nacional. En cuantO al tamaño
promedio de los cafetales este se mantuvo alrededor de ocho hectáreas, siendo
para todos los períodos el más alto comparado con el resto de departamentos y
el promedio nacional. En 1932, los tamaños promedio más cercanos fueron los
de anrander con 6,12 hectáreas y Tolima con 4,70 hectáreas, mientras en
195 5 los promedios de Norte de Santander (4,7) y Tolima (4,30) se convirtie-
ron en los más próximos al Magdalena. En lo que respecta al área cultivada, en
192 5 el Magdalena representaba el r ,45 % del país, en I 932 esta fue del r ,53%
y para 195 5 su participación se elevó al 2,2 3% del total nacional.
En síntesis, 30 años de caficultura regional muestra una fuerte crisis en
producción y rendimiento para 1932, seguida de un período de recuperación
de las diferentes variables cafeteras, tal como se observa en el estudio elabora-

w /bid., p. 27.

1 29

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
do por CEPAL-FAO. Ese último año se convirtió en un hito de la economía
cafetera departamental, en tanto que se logró mejorar la participación en tér-
minos de producción, hectáreas sembradas y rendimientos. Como explicación
se puede argumentar que para mediados de la década de 1950 se empezaba a
consolidar el cinturón cafetero de la Sierra Nevada de Santa Marta y Serranía
de Perijá, en el que comenzaron a asentarse campesinos del interior del país,
desplazados por la violencia política que se vivía en departamentos como los
Santanderes, Tolima, Antioquia, Caldas y Cundinamarca. Este último fenó-
meno puede que explique parcialmente la caída de la rentabilidad cafetera a
nivel nacional, medida en kilogramos por hectárea y en gramos por árbol. Por
el otro lado, la colonización cafetera en la Sierra Nevada y Perijá supuso el
fortalecimiento o establecimiento de veredas como Minca, El Campano, La
Tagua, El Mico, San Pedro de la Sierra, Chimila, San Francisco, Pueblo Bello,
Villa Germanía y Manaure, entre otras.

IV La caficultura regional en los últimos 25 años: 1970-1995

A. Últimos años de la consolidación cafetera

Hasta finales de los años cincuenta, el departamento del Magdalena era un


inmenso territorio que se extendía al nororienre de Colombia, delimitado por
el Mar Caribe, los Santanderes, la Península de La Guajira, la frontera con
Venezuela y la margen derecha del río Magdalena. Para 1967 el "Magdalena
Grande" ya se había dividido en tres, formando los departamentos del Cesar,
La Guajira (resultó al unir la península guajira con la Provincia de Padilla) y
Magdalena. El Censo Cafetero de 1970 asumió la nueva realidad político-
administrativa, por lo que registró la información de agregada para cada uno
de los departamentos que conforman la región Sierra Nevada.
De acuerdo con el Censo Cafetero de 1970, en Colombia había más de
r.o7o.ooo hectáreas embradas en café, y su producción alcanzaba 570.000
toneladas de café pergamino. En el período intercensal (1955-1970) tanto el
área sembrada como la producción se increm.entaron en un 38 y 55% respecti-
vamente. En lo referente a los tres departamentos en su conjunto, los cafetales
cubrían un área superior a 41.000 hectáreas y su producción se acercaba a las
14.000 toneladas, lo que representaba el 2,45% del total nacional.
De los tres departamentos, el Magdalena era el de mayor producción
( r ,04% ), ubicándose de r 3 entre 20 departamentos cafeteros. La producción

30

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Gráfico 1. Departamentos del Magdalena Grande:
Participación en la producción de café pergamino, 1970

42%

Magdalena

• Cesar

D Guajira

del Cesar representaba el 0,9% del total nacional, y La Guajtra el 0,5%. A


nivel de área sembrada, el Cesar superaba al Magdalena en cerca de 1. 300
hectáreas, lo que determina un rendimiento mayor en este último departa-
mento.
En efecto, mientras para Colombia en su conjunro se producían en prome-
dio 541 kilogramos de café pergamino por hectárea, los cafetales de l Magdale-
na reportaron un rendimiento de 414,9 kg/ha, los del Cesar 331,5 kg/ha y lo
de La Guajira 2 54,7 kg/ha. A nivel municipal Santa Marra presentó un rendi-
miento de 464,7 kilogramos por hectárea. En este período (1955-1970) la
productividad del "Magdalena Grande" bajó de 360 kilogramos por hectárea
a 339, mientras la medía nacional pasó de 523 a 541 kilogramos por hectárea.
No obstante lo anterior, lo resultados en términos de producción, rendimien-
to por árbol y área sembrada fueron atisfactorios en cuanto a su incremento.

Cuadro 8. Departamento del Magdalena y Colombia:


Utilización de la tierra cafetera (en hectáreas), 1970
División Area total Cafetal Cafetal Pastos Montes Otros Otros
administrativa zona cafetera tradicional al sol y potreros y rastrojos cultivos usos

Magdalena Grande 194.027,8 39.784,8 1.313,2 63.344,9 82.384 ,8 6.901,8 298,3


Colombia 4.776.457 ,O 1.049.382,0 21.048,6 2.169.149,0 1.048.635,0 442.584,2 45.656,2

FUENTE: FEDERACAFE , Atlas Cafetero de Colombia, basado en el Censo cafetero de 1970.

1 31

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
De acuerdo con el cuadro 8 , en 1970 el 3% de los cafetales del "Magdalena
Grande" estaban tecnificados, mientras a nivel nacional esta cifra era del 2% .
El área sembrada en café (tradicional y al sol) representaba tanto a nivel nacio-
nal como regional entre el2 1 y 22,5% del área total de la zona cafetera. Situa-
ción muy diferente se presentaba en los terrenos dedicados a "gramas, potreros
y pastos de corre": si para Colombia en su conjunto representaba más del45 %
del área total, en el Magdalena ocupaba un 32,6 % . Las características
topográficas de la Sierra Nevada explican la menor presencia de potreros en
esta zona del país, dejándole mayores espacios a las reservas forestales: la zona
de "montes y rastrojos" a nivel nacional abarcaba el 22% y en los tres departa-
mentos costeños sobrepasaba el 42%.
A manera de resumen, se puede afirmar que la economía cafetera de los tres
departamentos costeños presentó un balance positivo, si se cotejan los datos de
1955 y 1970 : la producción pasó de representar el 1,35 % del total nacional al
2,45 % . Así mismo, el área sembrada que representaba el2,23 % se incrementó
al 3,84 % . De otro lado, la productividad por árbol en el "Magdalena Gran-
de" aumentó de 136 a 242 gramos por cafeto, mientras la media nacional
pasó de 256 a 293. Causa sorpresa que estos mejores resultados regionales se
obtuvieran cuando el tamaño promedio de los cafetales se incrementó de 8,3 a
11 hectáreas, mientras a nivel nacional la media se mantuvo cercana a 3,5
hectáreas.
La explicación de este buen desempeño puede encontrarse tanto en varia-
bles cualitativas como cuantitativas: con respecto a las primeras es preciso
decir que la caficultura de la Región Caribe empezó su tecnificación (cafetal al
sol) en magnitud similar a la adelantada en el interior del país, de acuerdo con
los datos de 1970 (véase cuadro 8). Con relación a lo egundo, la colonización
llegó a consolidarse en este período intercensal 1955-1970, ensanchándose
por las tres vertientes el cinturón cafetero de la Sierra Nevada de Santa Marta.

B. Los estragos de la marihuana sobre la economía cafetera

El buen momento cafetero regional se ve frenado en la década de 1970, con


la llegada de la marihuana a la Sierra Nevada como un cultivo comercial des-
tinado a la exportación. Este fenómeno se extendió por las tres vertientes del
Macizo montañoso, pero la mayor parte de los cultivos se localizaron por deba-
jo de los 1 .6oo metros sobre el nivel del mar (m.s.n-.m.), que servía también de
cota superior al cinturón cafetero. Los cultivos de marihuana trajeron consigo

32

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deforestación, desplazamiento de cultJvos comerciales 1 tradicionales, nuevas
corrientes migratorias y altos índices de descomposición socialY A finales de
la década del setenta se estimaba que la Sierra Nevada producía por lo menos
el 6o% de las 9· soo toneladas de la marihuana colombiana, a cuya actividad
estaban vinculados unas 30.000 personas en todo el país. 32
Las cifras de ANIF no coinciden con una investigación adelantada por dos
estudiantes de la Universidad del Magdalena. De acuerdo con este estudio,
para 1977 la cosecha de la Santa Marta Golden fue de 24.000 toneladas, el área
sembrada 6o.ooo hectáreas y unas 90.000 personas dedicadas a la atención de
los cultivos. Las mismas autoras encontraron que en sólo cinco años (entre
1973 y 1978) en los departamentos de La Guajira y Magdalena se habían
dictado resoluciones de titulación correspondiente a más de 15 3.000 hectá-
reas, la mayoría ubicadas en la Sierra Nevada. 33 Por su parte ANIF encontró
que de las 300.000 hectáreas de área potencial aptas para el establecimiento de
cultivos de marihuana, sólo 19.000 hectáreas estaban sembradas con la hierba.
La irrupción de la marihuana trajo consigo la conversión masiva de cultivos
tradicionales hacia los ilegales, generando en la zona escasez de alimentos.
Para finales de la década de 1970 el quintal de marihuana se llegó a pagar
hasta en $110.000, mientras uno de café se vendía en $47.000 y uno de fríjol
en $20.000. 34 Para 1980 la Sierra Ne ada estaba sembrada de marihuana por
todas sus vertientes: " ... Además de la eliminación de los cultivos alternativos,
también se dan conversiones de tierras con café. Cuando el proceso no era en el
sentido sustitutivo del café por marihuana, se daba un fenómeno de abandono
del cultivo cafetero, con gravísimas consecuencias futuras para su productivi-
dad. Este último es el fenómeno más generalizado, en vez de la sustitución
efectiva de un cultivo por otro". 35
Las estadísticas cafeteras para 1980 son reveladoras del cambio ocurrido a
nivel regional, teniendo como posible causa la bonanza marimbera que se vivió
en lo tres departamento durante la década de 1970 y principios de la si-

1
' Joaquín Viloria, "Elementos para un ordenamiento territorial en la Sierra Nevada de

anca Marra", Tesis de Magíster, ClDER-Universidad de los Andes, Sanrafé de Bogotá, I994·
~~ A IF, Legalizacrón de la marihuana, Fondo editorial A IF, Bogotá, 1980.
n Betty Solórzano y Frida de Dangond , '" Implicaciones socioeconómicas de la
cannabisculrura en los departamentos del Magdalena y de La Guajira", Tesis Universidad
Tecnológica del Magdalena, Santa Marra, 1978.
14 Guillermo Puyana, "El fundamento macerial del derecho ... ", Tesis Universidad de los

Andes, Bogotá, 1990, p . 96.


l~ !bid., p . roo.

1 33

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
guiente. Mientras los departamentos de Cesar y Magdalena mantuvieron casi
que inalterable su área cultivada en cafetales durante el período intercensal
(1970-1980), La Guajira la vio reducida en un 45%. La Región en su conjunto
pasó de 41.098 hectáreas en 1970 a 36.083 hectáreas diez años después.
Entre 1970 y 1980, la caficultura de La Guajira vio reducida u área culti-
vada de 1 1.249 hectáreas a 6.196 (una disminución del 4 5% ), y el número de
cafetos sembrados cayó en un ro%. Pero al interior del departamento los mu-
nicipios n1ás afectados por la sustitución o abandono de cafetales fueron Ba-
rrancas (presentó una caída del 76%), Riohacha (disminución del 56%),
Villanueva (42%) y Maicao (las 4 r hectáreas reportadas en el Censo de r 970,
desaparecen para 1980); por el otro lado, San Juan del Cesar y Fonseca aumen-
taron la superficie cultivada y por tanto su participación dentro de la caficultura
departamental. En cuanto al número de árboles el comportamiento fue simi-
lar: caídas dramáticas en Barrancas y Riohacha, presentándose en Villanueva
una reducción de menor magnitud.
A nivel del departamento del Magdalena no hubo variación significativa
en lo atinente a hectáreas sembradas, pero sí un incremento en el número de
árboles cercano al 38%. Con respecto a sus municipios, Santa Marra presentó
una disminución que sobrepasó las 900 hectáreas, mientras Fundación vio
incrementada su área sembrada en 665 hectáreas. Sin excepción, todos los
municipios del Magdalena aumentaron en cuanto al número de cafetos. Los
datos para el Cesar muestran un área cultivada similar a la de 1970 y un nú-
mero de árboles que se incrementó en casi r 5 .ooo.ooo, lo que representó un
aumento del 68%. Para el año 1980 sólo Codazzi aumentó el número de hec-
táreas en cafetales, y aparecieron como nuevos municipios cafeteros Becerril,
Chimichagua, El Copey, La Gloria y San Diego. Lo otros municipios reporta-
dos en el cen o cafetero de 1970 disminuyeron su área cafetera.
Con respecto a la participación en la producción nacional la caída fue del
18%, al pasar de 2,45% en 1970 a 2% en 1980. Cesar se convirtió en el
departamento de mayor producción regional con 10.370.625 kilogramos de
café pergamino, llegando a ocupar el puesto número r 5 dentro de los 20 de-
partamentos cafeteros del país. Magdalena bajó en diez años del pues ro 13 al
r 6, presentando una producción de 9.098. r 2 5 kilogramos de café pergamino.
Por último, está la producción de La Guajira, que para r 980 se estimó en
2.757.375 kilogramos de café pergamino.
En cuanro a la tecnificación del cultivo, los tres departamentos presentaban
un nivel del I 3% de su área en cafetales, mientras el promedio de "Colombia sin

34

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Cuadro 9. Departamentos del "Magdalena Grande":
Número de árboles, hectáreas y producción de café, 1980

Departamento Café Tecnificado Tecnificado Sub total Total


tradicional al sol a la sombra tecnificado

Cesar
N° cafetos 26.127.829 4.285.605 6.128.380 10.413.985 36.541 .814
Hectáreas 12.679,20 1.182,30 1.880,40 2.983 15.661,90
Arboles por Ha 2.061 3.625 3.404 3.491 2.333
Kg por Ha 478,75 1.633,75 1315.7 1.441,80 662,5
Prod. en kg 6.070.167 1.931 .583 2.368.875 4.300.458 10.370.625
------
La Gua·ira
No. cafetos 12.076.213 622.515 1.429.605 2.052.120 14.128.333
Hectáreas 5.598,80 169,8 427,5 597,3 6.196,10
Arboles por Ha 2.157 3.666 3.344 3.436 2.280
Kg por Ha 340 1.698,70 1322.4 1429.4 445
Prod. en kg 1.903.592 288.439 565.344 853.783 2.757.375

Magdalena
No. cafetos 23.058.059 1.401.550 3.129.528 4.537.078 27.595.137
Hectáreas 13.016,50 368 840,1 1.208,10 14.224,60
Arboles por Ha 1.771 3.825 3.725 3.756 1.940
Kg por Ha 552 ,5 1.782,50 1.488,60 1.578 639,6
Prod. en kg 7.191 .616 655.960 1.250.554 1.906.514 9.098.130

FUENTE FEDERACAFE, Censo Cafetero 1980/8 1

Gráfico 2. Departamentos del Magdalena Grande:


Participación en la producción de café pergamino, 1980

12%

47%

• Cesar
41%
• Magdalena

O Guajira

1 35

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la Costa" se ubicaba cercano al 3 5%. Al interior de la Región el departamento
que presentaba mayor área tecnificada era el Cesar con el 19%, seguido por la
Guajira con el 9,6% y por último Magdalena con sólo el 8,5%. El área
tecnificada en "Colombia sin la Costa" era 2,6 veces superior a la presentada en
los tres departamentos del Caribe colombiano.
Así mismo, en el período intercensal 1970-1980 se observa que en "Co-
lombia sin la Costa" el aumento de la tecnificación fue 3,25 veces superior
con respecto al "Magdalena Grande" . 36 Pese a la caída de la caficultura re-
gional en cuanto a participación en la producción y hectáreas sembradas, el
rendimiento por árbol en el período intercensal 1970-1980 pasó de 242
gramos a 284, mientras la productividad por hectárea aumentó de 339 kilo-
gramos por hectárea a 616. A nivel nacional el incremento fue más significa-
tivo: de 293 gramos por árbol se pasó a 419, y de 541 kilogramos por hectárea
se llegó a un rendimiento potencial de r. ro6. Este gran salto nacional en el
rendimiento por árbol y por hectárea encuentra su explicación en la introduc-
ción de la variedad caturra: "A finales de los 70 se presentó el principal cambio
tecnológico que se ha observado en la caficultura nacional: la introducción de
la variedad caturra. Debido a su alta productividad agronómica y al aumento
en el área sembrada, la producción (en Colombia) aumentó a niveles superiores
a los 12 millones de sacos" Y
Como síntesis, el censo cafetero de 1980 muestra cómo la Región Caribe se
empieza a rezagar con respecto al resto del país: la participación en número de
árboles baja de 2,96% en 1970 a 2,94% en 1980; el área sembrada desciende
del3,84% al3,57.la producción por su parte lo hace del2,45% hasta un 2%.
En lo correspondiente a la densidad de siembra por hectárea, esta a nivel regio-
nal era de 2.169 arbustos, mientras la media nacional estaba en 2.635. la
crisis cafetera regional afectó el área sembrada de lo municipios que más apor-
taban al producto de su departamento, como Santa Marra, Riohacha, Valledupar,
Barrancas, Villanueva y Robles, mientras aumentaron hectareaje otros de me-

36 El cálculo se hizo de la siguiente manera: al porcentaje de área tecnificada de "Colombia

sin la Costa" para 1980, se le restó la de 1970 (34,82- 2 = 32,82); la misma operación se hizo
para el "Magdalena Grande" (13,27 - 3,19 = 10,08); así, el incremento en el primero fue de
32,82 puntos en el período intercensal, mientras para el segundo fue sólo de ro,o8 puntos; al
dividir 32,82ho,o8 = 3,25.
n La República, ección o-Especiales: Federación Nacional de Cafeteros 70 años, Bogotá, 7 de
julio de 1997, p. ro-o.

36

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
diana significación como Fonseca, San Juan del Cesar y Fundación, siendo la
excepción Codazzi, el tercer municipio cafetero del Cesar para 1980.
En diez años, hubo un deterioro real de la economía cafetera regional, pro-
ducto quizás de la variable tecnológica y la irrupción de la marihuana como
cultivo comercial en la década de 1970. Como se sabe, la Sierra Nevada de
Santa Marta y su área de influencia se convirtieron en epicentro de su produc-
ción y comercialización, generando encarecimiento de la mano de obra y el
transporte, sustitución y sobretodo abandono de cafetales, así como altos índi-
ces de inseguridad en roda la región. La sobreproducción de marihuana y la
reducción de la demanda internacional derrumbó su precio en 1981, pasando
el quintal de $1oo.ooo a $5o.ooo. 38 Estos factores adversos de mercado, unido
a la agresiva política de represión al narcotráfico (básicamente fumigación con
gllfosato entre 1984 y 1988), aceleraron en la Sierra Nevada el proceso de
reconversión de cultivos, pero ahora haciendo tránsito desde la marihuana ha-
cia el café y otros cultivos tradicionales como maíz, yuca y fríjol.

C. El café después de la bonanza marimbera

El final del boom de la producción y exportación de marihuana (período cono-


cido popularmente en la región como bonanza marimbera) y la considerable re-
ducción de los cultivos de marihuana a mediados de los años ochenta, dieron
paso a la recuperación de la economía cafetera regional durante la última déca-
da del presente siglo. De acuerdo a los daros preliminares de la Encuesta Na-
cional Cafetera, los tres departamentos del Magdalena Grande incrementaron
el número de hectáreas sembradas en un 1 5% con respecto a 1980, mientras a
nivel de todo el país el área en cafetales se red u jo en cerca del r 3%. 39
De los tres departamentos cafeteros del Caribe colombiano, el Cesar au-
mentó su área sembrada en más de 6.500 hectáreas (42% respecto a 1980), el
Magdalena en cerca de r.8oo (12%), mientras La Guajira continuó su descen-
so, con una reducción de r .850 hectáreas (30%) si se roma como base el Censo
Cafetero de 1980, y cerca de 7 .ooo hectáreas menos con respecto al Censo de
1970 (6r% de disminución).
Con respecto a la tecnificación de los cafetales la situación se presenta dife-
rente, en tanto La Guajira presenta un área de 34% con variedades Caturra y

í w Federación Nacional de Cafeteros, Estadísticas cafeteras fases l-ll-lll-IV, Encuesta Nacio-


nal Cafetera, Samafé de Bogotá, 1997.

1 37

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Cuadro 10. Departamentos del "Magdalena Grande":
Hectáreas sembradas y número de fincas, 1995

Departamento Tradicional Tecnificado Total Número de


Municipio (Area en Has.) (Area en Has.) (Has.) Fincas

CESAR 15.530,9 5.695,0 21.225,9 5.037,0


Valledupar 6.361,5 1.751,3 8.112,8 1.854,0
Aguachica 710,9 251,5 962,4 329,0
Codazzi 3.715,1 1.352,2 5.067,3 801,0
Becerril 242,9 196,5 439,4 158,0
Chimichagua 132,3 128,3 260,6 83,0
Chiriguaná 307,5 46,8 354,3 112,0
Curumaní 247,5 78,0 325,5 133,0
El Copey 475,3 122,4 597,7 141,0
Gonzáles 58,4 103,2 161,6 137,0
La Gloria 89,8 43,0 132,8 70,0
La Jagua de lbirico 575,3 386,6 961,9 277,0
La Paz 1.078,9 1.715,7 2.794,6 478,0
Manaure 444,2 82,4 526,6 106,0
Pailitas 178,2 167,7 345,9 137,0
Pelaya 19,7 8,2 27,9 18,0
Río de Oro 66,9 49,8 116,7 151,0
San Alberto 6,1 5,2 11,3 22,0
San Martín 20,4 6,2 26,6 30,0

LA GUAJIRA 2.860,3 1.487,8 4.348,1 1.588,0


Riohacha 486,6 245,9 732,5 461,0
Barrancas 609,8 223,8 833,6 225,0
El Molino 126,2 25,1 151,3 45,0
Fonseca 66,8 185,3 252,1 145,0
San Juan del Cesar 244,6 163,9 408,5 253,0
Urumita 1.067,6 408,0 1.475,6 313.0
Villa nueva 258,7 235,8 494,5 146,0

MAGDALENA 11 .986,0 3.994,0 15.980,0 2.206,0


Santa Marta 3.353,6 1.044,2 4.397,8 332,0
Ara ca taca 361,2 147,3 508,5 151,0
Ciénaga 6.912,3 2.142,4 9.054,7 1.236,0
Fundación 1.358,9 660,1 2.019,0 487,0

MAGO. GRANDE 30.377,2 11.176,8 41.554,0 8.831,0

COLOMBIA 272.017,0 605.456,0 877.473,0 483.700,0

FUENTE : FEDERACAFE (1996), Encuesta Nacional Cafetera; Enrique Ospina (1997).


Área y Producción Cafetera : Cambios entre los 198s y los 1990s.

38 1

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Colombia, mientras en el Cesar es de 27% y en el Magdalena de 25%. A nivel
municipal cabe destacar el caso de Fonseca (Guajira), en donde el 74% de sus
2 52 hectáreas están sembradac; con cafetos tecnificados. En promedio, los tres
departamentos tienen el 27 % de sus cafetales tecnificados, frente al 69% que
hoy muestra Colombia en su conjunto (en otros términos, por cada 2. 55 hec-
táreas tecnificadas a nivel nacional existe una hectárea con variedades Caturra
y Colombia en la región del Magdalena Grande).
El I 3% del área cafetera de los departamentos del Magdalena Grande se
encuentra cultivada en café, mientras a nivel nacional corresponde al 24%. Esa
baja utilización de la tierra en cafetales y otros cultivos, le genera menores
ingresos al caficultor de estos departamentos en comparación con los del resto
de Colombia. En la región cerca del 50% de la zona cafetera entra en la catego-
ría de "Monte y Bosques", pero si se analiza a Colombia en su conjunto esta
cifra se reduce al 34%. U na explicación parcial a tal fenómeno se encuentra en
la abrupta geografía de la Sierra Nevada de Santa Marta, que impide empren-
der la agricultura en sus partes más escarpadas y dificulta la construcción y/o
mantenimiento de vías de penetración. Así mismo, el tamaño de la unidad
productiva por encima del pr01nedio nacional pude que incida en la reducida
utiJ ización del área cafetera.

Gráfico 3. Tamaño promedio de las fincas en hectáreas, 1925-1995

12

10

8
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(O
CIJ
·ro 6
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4

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1925 1932 1955 1970 1995

• Magdalena Grande • Colombia

En 1995 el número de fincas ascendió a 8.831, por lo que su tamaño pro-


medio a nivel regional fue de 4· 70 hectáreas, presentándose un significativo

39

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
descenso del 57% entre 1970 y 1996. Para Colombia en su conjunto, el área
media por finca bajó de 3.50 a 2.25 hectáreas. Desagregando al interior de la
región se encuentra que La Guajira presentó el tamaño promedio más bajo con
2.74 hectáreas por finca, seguido de Cesar con 4.21 y Magdalena con 7.24
hectáreas. Santa Marta continúa presentando una alta concentración de la pro-
piedad cafetera, toda vez que 332 fincas abarcan una extensión cercana a las
4-400 hectáreas (1 3 hectáreas tamaño promedio).
En 1995 la reducción del tamaño promedio de la finca en la región, estuvo
acompañado de un incremento considerable en el número de fincas y su parti-
cipación en el agregado nacional. Es posible que entre más densidad y
tecnificación del cultivo, menor sea el tamaño del cafetal. A partir del período
intercensal 1932-195 5 esta participación se ha hecho creciente.
De otra parte, el tamaño promedio de finca se mantuvo constante en el
período 1925-1955 (alrededor de 8 hectáreas), pero en cambio su relación con
la media nacional se presentó variable (así, en 192 5 el tamaño de la finca
regional fue r.6 veces superior. En 1932 se elevó a 3-4 veces y en 1955 cayó a
2.5 veces). En 1970 se incrementó de manera considerable (11 hectáreas), y
luego volvió a disminuir su tamaño promedio en 1995 (4,7 hectáreas), dos veces
mayor que el promedio nacional. Esta tendencia de la caficultura regional,
unido a su participación creciente en área sembrada, número de árboles y tecni-
ficación de cultivos, se convierte en pre-requisito para incrementar la produc-
ción cafetera de los tres departamentos con respecto al agregado nacional.
Para estimar la producción de café pergamino de los tres departamentos
costeños, una forma es la de ser tornar corno base los rendimientos reportados
por el censo cafetero de 1980. De acuerdo con esta metodología el estimativo
regional sería de 3 I. 500 toneladas, el 3 % de la cosecha cafetera correspon-
diente a 1993. Los diferentes cálculos adelantados en el presente estudio mues-
tran indicios fuertes para suponer que la participación de la producción cafetera
regional puede fluctuar entre r ,8% y 2,8 % del total nacional.
A partir de un análisis de las variables históricas corno área sembrada, pro-
ducción, número de árboles y nivel de tecnificación de los cultivos, para el
período comprendido entre 1922 y 1995, se estimó en cerca de 2,7 % la parti-
cipación de la caficultura regional en los primeros años de la década de 1990.
Para determinar la producción del Magdalena Grande de 1993, se hizo el
ejercicio de relacionar los porcentajes de área sembrada con producción depar-
tamental: si la relación es menor a la unidad (r), la productividad del Magda-
lena está por debajo de la media nacional ; si da igual a 1 es idéntica y si es

40

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Cuadro 11 . Departamento del Magdalena y Colombia:
Número de cafetos, hectáreas sembradas y producción de café, 1922-1993

Miles de árboles y porcentajes Producción (toneladas) Número de hectáreas/


y porcentajes porcentajes
-- r-
Año Magdalena Colombia Magdalena Magdalena Colo mbia Magdalena Magdalena Colombia Magdalena
(%) (%) (%)
- -1--
1922 2.875,00 20.4827,0 1.40 1.380 100.453 1.37 1.480 137.600 1.07
1925 6.548,19 35.1015,9 1.86 1.200 110.806 1.08 3.363 232.371 1.45
1932 10.633,95 529.429,2 2.00 1.230 207.204 0.59 5.510 359.529 1.53
1955 57 .326,00 1.937.622,0 2.96 4.963 368.213 1.35 17.356 776.805 2.23
1970 57.536,52 1.943.800,0 2.96 13.951 570.3 68 2.45 41.098 1.070.430 3.84
1980 78.265,28 2.660.779,3 2.94 22.226 1.116.327 2.00 36.083 1.009.579 3.57
1993 99.704,66 3.300.313,2 3.02 27.614 1.022.7 50 2.70 41 .554 900.000 4.62
NOTA: Para el período completo, 1922-1993, el Magdalena incluye los departamentos de Cesar, La Guajira y Magdalena .
FUENTE · Jorge Ancizar (1924) , Diego Monsalve (1927) Censos Cafeteros de 1932 1970. 1980 y Encuesta Nacional Cafetera 1993/
1996; CEPAL FAO , El café en América Latina 1. Colombia y El Sal vador {1958): Absalón Machado (1994) : Revista del Banco de la
República , Vol LXIX . # 828 , octubre de 1996 El numero de arboles y la producción del Magdalena y de Colombia para 1993 son cálculos
del autor. con base en la Encuesta Nacional cafetera de FEDERACAFt

Cuadro 12. Departamento del Magdalena:


Coeficiente de producción/hectáreas sembradas
(Porcentajes con respecto al total nacional)

Año Censo A : % producción B : % hectáreas C: AIB

1922 1.37 1.07 1.28


1925 1 08 1.45 0.74
1932 0.59 1.53 0.38
1955 1.35 2.25 0.60
1970 2.45 3.84 0.64
1980 2.00 3.57 0.56
1993 2.70 4.62 0.58
- - - ----
FUENTE Cálculos del autor, con base en información de FEDERACAFE.

mayor a r está por encima del promedio. Con excepción de 1922, en todos los
casos la relación es menor que r. Así mismo, para los Censos de 1970, 1980 y
1993, se mide la relación y la evolución del café tradicional/café tecnificado
para el Magdalena y para Colombia, para compararlo a su vez con la relación
área sembrada 1 p roducción.
El cuadro 13 muestra cómo el Magdalena G rande se rezagó con respec to al
país, en lo atinente a tecnificación de los cafetales . Mientras en 1970 la dife-
rencia era míni mamente favorable a este dep artam ento , para 1980 la
tec nificac ión en el "Resto del País" se elevó a casi el 35%, mientras en el

41

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Magdalena fue del 13%. De acuerdo a lo anterior, en el período intercensal
1970-80 se observa que el promedio nacional de café tecnificado era 3,25 ve-
ces superior con respecto al Magdalena, lo que representó una caída en los
porcentajes de producción y área cultivada, y por tanto , de su relación (A/B)
en ocho cen tésimas (de o.64 a 0 .56).

Cuadro 13. Evolución de la caficultura tecnificada (1970-1993)


(Porcentajes para el Magdalena y Colombia)

ltems 1 año 1970 (%) 1980(%) 1993 (%)


Magdalena Resto Col. Magdalena Resto Col. Magdalena Resto Col .
---
Café Tradicional 96.81 98.00 86.73 65.18 73.00 31 .00
Caté Tecnificado 3.19 2.00 13.27 34.82 27.00 69.00
- '--

FUENTE. FEOERACAFt. Censos cafeteros de 1970, 1980 y Encuesta Nacional cafetera 1993/96.

Con1o en el período r980-1993 la caficultura de todo el país se tecnificó


2,5 veces más que la magdalenense, eso lleva a que el coeficiente A/B para el
Censo 1993 aumente en dos centésimas con respecto al de 1980, resultando
una coeficiente producción/Ha. de 0,58 para 1993. Al multiplicarse el 0,58
por el porcentaje referido al hectareaje (4,62), se obtendría que los tres depar-
tamentOs participaron en la cosecha de 1993 con el 2,7% de la producción
nacional. 4 0 Al interior de la región, Cesar continuó aumentando su participa-
ción con 51 %, Magdalena bajó levemente a 38% y La Guajira cayó a r r%.

Cuadro 14. Colombia y departamentos del Magdalena Grande:


Valor agregado de la producción de café, 1994-1998
(Millones de pesos constantes de 1994)

Departamento 1 año 1994 1995 1996 1997 1998

Cesar 16.661 14.812 10.982 6.730 13 701


Magdalena 2.161 7.444 6.078 6.253 2.901
La Guajira 4.121 3.675 2.718 1.663 3.409
Total Co5ta Caribe 22.943 25.931 19.778 14.646 20.011
Total Colombia 1.360.399 1.461 .226 1.331 .219 1.302 605 1.396.489
Participación regional (%) 1,7 1,8 1,5 1'1 1,4

FUENTE. DAN!:. Cuentas nacionales y departamentales .

.¡e El coeficiente A/B para el censo 1993-1996 se obtuvo así: 3,25 - 2,50 = 0,75 x o,o8/

3,25 = o,o18 + 0, 56 = 0,58, es el coeficiente A/ B 1993-1996. Para constatar este cálculo se


hace la siguiente operación: 2,50 x o,o8/3,25 =o ,o6 . Al coeficiente A/B de r970 (0,64) se le
resta el anter ior resultado (o,o6), de lo que resulta 0,58.

42

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Gráfico 4. Departamentos del Magdalena Grande: participación en la producción
de café pergamino, 1993

11%

51%
38%
D Cesar

• Magdalena

O Guajira

En 1995 el valor de la producción cafetera nacional fue de I -461.226 mi-


llones de pesos constantes, y de ese monto los tres departamentOs costeños
aportaron cerca de 2 5.930 millones (1 ,8%). La producción cafetera representó
el r ,3 % del PIB del Cesar, o,6 % en el Magdalena y 0,5% en La Guajira. En su
conjuntO, en 1995 el café aportó el 2,8 % de la actividad "agropecuaria, silvi-
cultura, caza y pesca'' y el o,8 % del PIB de los tres departamentos. Un estudio
sobre la incidencia cafetera en el desarrollo departamental muestra cómo en
1985 el café representaba el r 5% del PIB en Caldas, el 6-4% en el Huila, el
3.8 % en Antioquia, el 2.6 % en Santander, el 2.7 % en el Valle del Cauca y el
1.9% en el CesarY
Entre 1970 y 1993 se observa un crecimiento sostenido de la caficultura
ce arense dentro de la participación regional, al pasar del 3 7 % al 5 I % en
términos de producción de café pergamino. Este incremento responde a la
intensificación y tecnificación de los cultivos en Valledupar así como en los
municipios que tienen jurisdicción sobre la Serranía de Perijá. Durante el mismo
período la participación del Magdalena cayó en cuatro puntos porcentuales,
mientras los cafeteros guajiros alcanzaron a perder ro puntos . La caída de la
caficultura en el departamento de La Guajira encuentra como causa principal

·P Mauricio Cárdenas y D . Yanovich, "Café y desarrollo económico: un análisis deparra-

menral" , Coyuntura social, N ° 16, Sanrafé de Bogotá, 1997, p. 140.

1 43

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Gráfico 5. Departamentos del Magdalena Grande:
Evolución de la participación departamental en la producción cafetera regional
-----
60
51
50

40
CJ.)
·ro- 30
e: CJ.)
~
a_
o 20

10

o
Cesar Magdalena Guajira

.1970 .1980 o 1993 o 2001

los cultivos de marihuana que se intensificaron en las décadas de r 97 0 y parte


de la siguiente. En el 200 r, Cesar se mantiene con una participación que bor-
dea el 50% de la producción nacional, Magdalena reporta un descenso signifi-
cativo, que entra a llenar La Guajira.
En síntesis, la evolución de la caficultura regional durante el siglo xx ha
sido de altibajos, pero siempre moviéndose alrededor de 2% de la producción
nacional. Como se puede visualizar en el cuadro y gráficos que siguen, la
participación del Magdalena Grande en producción, área cultivada, árboles

Gráfico 6. Evolución de la producción cafetera regional, 1913-2001

3
2.45
2.5

CJ.)
2
·ro-
-e CJ.) 1.5
u
o
a_

0.5

o
1913 1922 1925 1932 1955 1970 1980 1995 1998 2001

44 1

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
embrados y número de fincas sobre el total nacional, se expandió durante el
período de estudio.
El Gráfico 6 sugiere que la mayor expansión de la caficultura regional se
adelantó en los veinte años que van entre 1895 y 1915, período durante el cual
se establecieron y consolidaron las principales haciendas cafeteras de la Sierra
Nevada de Santa Marta. Eso explica que en 1913 el Magdalena participara con
el 2,4% de la producción nacional, pero luego en 1922 y 1925 se inicie una
fase de descenso en la participación, hasta llegar al o,6% en 1932. La caída en
la participación se prolongó hasta 194 5, iniciándose en ese año un período de
recuperación de la economía cafetera departamental, que se confirma con la
información de CEPAL-FAO para 1955. A principios de la década de 1970 la
caficultura regional se ve afectada por la irrupción de los cultivos de marihua-
na en la Sierra Nevada de San Marta y Serranía de Perijá, y sólo logra recuperar
sus niveles de décadas anteriores a finales de los años noventa.
Los porcentajes de superficie cultivada y árboles sembrados fueron siempre
crecientes, con la sola excepción presentada en 1980. Por su parte, los rendi-
mientos de kilogramos por hectárea y gramos por árbol no siempre marcharon
en la misma dirección: en el período intercensal 1925-1932 ambos cayeron,
pero entre 1932-1955 y 1955-1970 el comportamiento se puede definir como
bidireccional. Finalmente, en los períodos entre 1970- r 995 la tendencia en
los rendimientos fue creciente. Con respecto a la participación de la región en
el total de fincas cafeteras, se observa que en 1932 se presentó la cifra más baja
(0.5%), pero a partir de ese momento se empieza a incrementar a 0.9%, r.2%,
hasta llegar al 2.2% en 1995.
Así mismo, la den idad de siembra en el departamento del Magdalena fue
uperior gue la media nacional hasta 195 5: en r 92 5 en la región e sembraban
1.947 árboles por hectárea, frente a !.555· En 1932 había 1.930 árboles, mien-
tras a nivel nacional e sembraban en promedio 1.4 77. En 195 5 la relación era
3.303, frente a 2-494 árboles por hectárea. A partir de 1970 la densidad se
invierte, y el promedio nacional ( r.8 16 árboles por hectárea) comienza a ser
superior que el regional (I -400). En 1980 se tienen 2.636 árboles, frente a
2.169 en el "Magdalena Grande". Para 1995, el promedio nacional era de
3.667 árboles por hectárea, mientras los tres departamentos costeños llegaron
a tener 2-400. Este incremento de la densidad de siembra a nivel nacional
desde la década de 1970 encuentra su explicación en el cambio tecnológico
gue implicó la introducción de las variedades Caturra y Colombia, más acele-
radamente en el interior del país.

1 45

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Pero la evolución de la caficultura regional no sólo obedece a factores
endógenos como los hasta ahora planteados, sino también a variables exógenas
como los ciclos cafeteros, dependientes de los precios del mercado internacio-
nal. Se sabe que los precios externos del grano vivieron una fase descendente
entre 1929 y 1940, como consecuencia de la Gran Depresión de los años 30 y
el principio de la Segunda Guerra Mundial, período durante el cual Europa
desaparece del mercado cafetero. Por el lado de la producción regional se
tiene que en el período intercensal 192 5-1932 se presenta una drástica caída
sobre la participación nacional, del 1,1% al o,6%. A finales de 1940 se fir-
mó el Convenio Interamericano de Cuotas que buscaba un control de las
exportaciones a partir de la acumulación de existencias, dando origen ese
mismo año al Fondo Nacional del Café. Los anteriores instrumentos llevaron
a que entre 1941 y 1954 se diera la más espectacular alza de precios en el
mercado internacional del grano. A nivel regional el período 1932-1955 se
caracterizó por la recuperación porcentual de la producción, al pasar de o,6 a
1,3 %. Así mismo hubo incrementos en la participación respecto a hectáreas
cultivadas y árboles sembrados, acompañados de un auge en la colonización de
la Sierra Nevada.
Los precios externos marcaron una fase descendente entre 195 5 y 197 5,
fenómeno que no repercutió lo suficiente en la región, roda vez que en el
período 1955-1970 continuó el incrementO de la participación en cuanto a
productO, al pasar de 1,3% a 2,4%. Ya para esros años se encontraban en pro-
ducción los cafetales de los colonos llegados al macizo durante las décadas de
los años 50 y 6o. Luego sobrevino una fase ascendente de precios entre media-
dos de 197 5 y 1977, como consecuencia de las heladas del Brasil, pero esta
bonanza cafetera se chocó en la Sierra Nevada y Serranfa de Perijá con la bo-
nanza de la marihuana, que se extendería durante toda la década del 70 y
mediados de los años 8o.
De 1978 a 1992 se presenta en el mercado internacional una fase descen-
dente de precios del café, interrumpida por un repunte en 1986. Tanto este
fenómeno exógeno de los precios como los endógenos de la marihuana, lle-
varon a una caída de la participación regional del 2 A% al 2% de la produc-
ción nacional. El período 1993-1995 se presenta una recuperación de los
precios internacionales, pero luego entre r 997 y 200 r se da una caída de
precios, como consecuencia del fin del acuerdo internacional de cuotas que
impulsaba la Organización Internacional del café.

46 1

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
D. Población y empleo en la zona cafetera del Magdalena Grande

En los departamentos del Cesar, La Guajira y Magdalena existen más de


8.ooo productores de café, quienes concentran 8.83 r fincas. En el cinturón
cafetero de los tres deparramenros reside n cerca de 43.000 personas que con-
forman 8. 3 r 8 hogares, de los cuales 4 .8o8 son productores 1 propietarios y
3. 5 ro se catalogan como "otros hogares residentes". De otro lado, el 40% de
los caficultores regionales (3 .222 hogares) están clasificados como "producto-
res no residen tes", mientras a nivel nacional esta problemática se ubica alrede-
dor del 45%.
En el plano departamental, el Cesar concentra el 62% de la población y
hogares residentes en la zona cafetera y el 57 % de los cafetales ubicados en la
región. La población y hogares cafeteros magdalenenses representan el 27%,
mientras el número de fincas llega a ser el 2 5% del total regional ; el porcen-
taje restante corresponde al departamento de La Guajira.

Cuadro 15. Departamentos del Magdalena Grande:


Número de fincas, personas y hogares residentes en la zona cafetera, 1993

Departamento N° personas N° hogares Hogar productor Otros hogares N° fincas

Cesar ?6.548 5.050 3.015 2.035 5.037


La Guajira 4.787 994 625 369 1.588
Magdalena 11.494 2.274 1.168 1.106 2.206
Magdalena Grande 42.829 8.318 4.808 3.510 8.831
Colombia 1.612 755 345 367 220.835 124.532 483.719
-----
fUENl E FEDFRACAFf: (1997), Encuesta NacJOnal cafetera, Fases 1·11· 111 -IV

La generación de empleo y jornales en la actividad cafetera regional es una


variable dependiente de facrores como volumen de la cosecha, factores
climáticos, problemas de seguridad y precio del grano, entre otros. De todas
formas, pe e a Ja variabilidad, se adelantó un cálculo para la cosecha de 1993:
40o.ooo jornales en labores de limpia (plateos y desyerbas), 2 . 50o.ooo jorna-
les en recolección y 6oo .ooo jornales en otras actividades como fertilización y

4
z El cálcu lo fue el siguiente: a) Limpia: ro jornales/Ha. x 41.554 Has. = 4!5.540 jorna-

les; b) Reco le cc ión : 9-4 r 4.000 garrafones de café por 720 garrafón recogido =
$6.778.o8o.ooo/ 2.717 costo del jornal = 2-494.693 jornales; e) Otras labores : 20% de (a)+
(b) = 582.000 jornales = 3-492.233 jornales.

1 47

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
poscosecha, para un total de 3· soo.ooo jornales producidos en los cafetales. 4 2
Si esta cifra se multiplica por $2.717, que era en 1993 el salario mínimo legal
diario, se obtiene que el factor trabajo recibió la suma de $9.5 1o.ooo.ooo, un
44% del valor total de la cosecha. Otra forma de hacer el estimativo es a partir
de los jornales que produce una hectárea 1 año: mientras a nivel nacional el
cultivo del café genera en promedio 154 jornales por hectárea 1 año 4 3 , en la
Región Caribe oscila entre 90 y 110 jornales. De acuerdo a lo anterior, el
cálculo para los tres departamentos debe fluctuar entre 3 .6oo.ooo y 4 · soo.ooo
jornales 1 año.

E. Comercialización internacional del Café Caribe

En 1993 Colombia exportó cerca de 1 3.6oo.ooo sacos de café de 6o kilos,


produciéndole divisas por 1 .209.8oo.ooo dólares. 44 De esta gran torta cafetera
los departamentos costeños exportaron cerca de 23.000 toneladas y le genera-
ron ingresos por más de 36.ooo.ooo de dólares, esto es, cerca del 30% de las
exportaciones agropecuarias de los departamentos del Magdalena Grande. Al
año siguiente el precio del café en el mercado de Nueva York pasó de 0.75 a
1,57 dólares la libra, compensándose así la caída en términos de producción y
volumen exportado. Efectivamente, en 1994 el país vio reducida sus exporta-
ciones a 11.773.000 sacos de 6o kilos (706.380 toneladas), de los cuales 20.000
toneladas provenían del Magdalena Grande. Pero los buenos precios en el
mercado internacional llevaron a que los ingresos de las exportaciones cafete-
ras superaran los 2.100 millones de dólares, teniendo los tres departamentos
una participación de 6o.ooo.ooo de dólares, equivalente al 39% de las expor-
taciones originadas en el sector agropecuario. El anterior cálculo sólo es válido
bajo el supuesto de que las exportaciones regionales de café se contabilizaron
en gran medida al departamento del Magdalena.
De los 36.3oo.ooo dólares generados en el Caribe por la exportación de su
café durante 1993, 18.510.000 correspondieron al departamento del Cesar,
13.8oo.ooo al Magdalena y 4.ooo.ooo a La Guajira. Si se toman las exporta-

u Información suministrada por Jaime Vallecilla, Investigador del CR ECE-Manizales,


con base en la Encuesta Nacional cafetera, Manizales, octubre 14 de 1997. De acuerdo con
Roberto Junguiro (1980), en 1955 el requerimiento de mano de obra por hectárea a nivel
nacional variaba enrre 90 y r ro jornales/año.
44
Banco de la República, Revista del Banco de la República, N ° 819, Sanrafé de Bogorá,
1996, p. 250 .

48

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Cuadro 16. Departamentos del Magdalena Grande:
Exportaciones del Sector Agropecuario y totales, 1993
(en dólares)

Departamento Sector Agropecuario Totales %

Cesar 4.259.623 62.298.008 6,84


Guajira 4.812 469.885.879 0,01
Magdalena 122.648.976 127.752.600 96,01
Magdalena Grande 126.943.411 659.936.487 19,24

FUENTE: CORPES, Sistema de Información de Exportaciones, 1997.

ciones cafeteras de 1994, Cesar participó con 30.6oo.ooo dólares, Magdalena


con 22.8oo.ooo y La Guajira con 6.6oo.ooo. Contrario a los datos anteriores,
el CORPES y Econometría encontraron que para 1993 el Cesar sólo tuvo expor-
taciones agropecuarias por un monto cercano a los 4·300.ooo dólares y La
Guajira por 3 5 .ooo. De acuerdo al mismo estudio, para 1994 estos departa-
mentos exportaron productos agropecuarios por 416.ooo dólares y 7 .6oo res-
pectivamente.
Es posible que las exportaciones cafeteras de la Costa Caribe no se estén
contabilizando regionalmente, o se subestime la cuantía: para el CORPES C.A.,
durante el primer semestre de 1993 la región exportó "café sin tostar, sin
descafeinar" por la suma de 544.618 dólares, cifra significativamente baja si se
compara con los cálculos adelantados en el presente trabajo. 4 5

F. Café orgánico y mercado mundial

En la actualidad el principal destino del café de la Sierra Nevada de Santa


Marta es el mercado japonés: las tostadoras de este país adquieren por lo me-
nos el 8o% de la producción anual del grano, que tiene como característica ser
un producto bajo en acidez. El descubrimiento de este mercado por parte de
FEDERACAFE a principios de la década de 1990, aseguró la venta del café
serrano en uno de los países más consumidores de esta bebida: " ... durante
1990, el Japón se constituyó en el tercer mercado de café más grande del

,-
mundo ... siendo superado solamente por Estados Unidos y Alemania". 46
--- -
~~ CORPE C.A., Actualización del plan y del sistema de información de exportaciones de la Costa
AtLántica (Informe final), Santafé de Bogorá, 1994, p . 6o.
46
Federación Nacional de Cafeteros, "El mercado del café en Japón", Ensayos sobre economía
cafetera,~ 6, Bogorá, 1991, p . 48 .

1 49

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Su aroma, sabor, cuerpo y mínima acidez fueron las características que le
permitieron a este producto conquistar el exigente mercado nipón. Pero el
grano de la Sierra Nevada no sólo compite en el mercado de los cafés de oríge-
nes (provenientes de una zona geográfica específica), sino además en el de cafés
orgánicos: "La agricultura ecológica u orgánica es una forma de producción
intensiva y equilibrarla que trata de buscar una concordancia entre los siste-
mas tradicionales y las prácticas de manejo de la agricultura ecológica moder-
na. Esta agricultura se basa en el manejo sostenible de los recursos naturales,
asegurando una producción agrícola estable a largo plazo y el aumento de los
rendimientos" :n En este sistema de cultivo no se permite el uso de productos
químicos como fertilizantes, herbicidas, insecticidas, fungicidas o cualquier
otro producto sintético.
En el mercado mundial, los principales productore de café orgánico son
México, con 3. 0 00 toneladas, Filipinas 2.000, Nueva Guinea r.ooo, Nicara-
gua soo, Colombia 400, Perú 300 y Bolivia I so toneladas. Por el lado de la
demanda, los consumidores más grandes on Estados Unidos, Alemania, Ho-
landa, Dinamarca y Japón. En el mercado internacional los cafés orgánicos
tienen un sobreprecio, que en Estados U nidos oscila entre 5 y I o centavos de
dólar por libra, mientras que en los países europeos se debe pagar adicionalmente
entre 10 y 20 centavos de dólar por cada libra. Pero, de acuerdo con un estudio
publicado por la agencia alemana GTZ, para cubrir los altos costos de las ins-
pecciones y certificaciones de la caficultura orgánica, es necesario un sobrepre-
cio que no sea inferior a los ocho centavos de dólar por libra. 48
Las experiencias colombianas referidas a la exportación de café orgánico
son básicamente tres: la primera fue impulsada por los padres Jesuitas en el
Cauca a finales de la década de 1980 . En el mi mo departamenro la agencia
alemana GTZ viene adelantando desde finales de los años noventa un nu vo
programa. Pero el proyecto más exitoso se encuentra ubicado en la Sierra
Nevada de Santa Marra, en el cual se presenta una combinación de accione
entre exportadore privados y el gremio de los Cafeteros. Por lo anterior,
FEDERACAFE ha escogido al departamento del Magdalena para adelantar el
proyecto piloto, toda vez que cuenta con las ventajas de tener cultivos orgáni-
cos, y asesoría técnica del Comité Departamental de Cafeteros.

4 7 Federación Nacional de Cafeteros, Programa de cafés orgánicos, Mimeo, Sancafé de Bogo-

tá, s.f., s.n.


18
Robert Rosskamp, G11ía para la cafimltura ecológica, GTZ, t996, p. 129.

50 1

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
En Santa Marta la experiencia org ánica se remonta a 1989, año en que se
estructura la Empresa deshidraradora de frutas "La Samaria". 49 Pero es 1993 el
año en que se exporta el primer contenedor con café orgánico de la Sierra
Nevada, con una carga de 2 50 sacos de 70 kilos cada uno (17. 500 küos de café
verde). Para r 994 la exportación se incrementó a 70.000 kilos, en r 995 sobre-
pasó los roo.ooo, pero ya en 1996 la empresa Eco Bio Colombia S.A. comienza
a procesar el café y a exportarlo con valor agregado a los mercados internacio-
nales como Estados Unidos (75 %), Europa (rs%) y Japón (ro%), siendo este
último el mercado más promisorio a futuro. En ese año la empresa samaria
exportó ocho contenedores de café rosrado, equivalentes a 140.000 kilogra-
mos y cerca de 2 .ooo.ooo de dólares. En esta línea, la política debe ser expor-
tar el café tostado y no verde, como una forma no sólo de proteger el nicho de
mercado conquistado, sino además por el empleo y valor agregado que le ge-
nera a la economía regional y nacional.

Cuadro 17. La caficultura orgánica en el Magdalena Grande, 2001

Departamento N° productores N° de hectáreas Producción

Cesar-Guajira 1.091 3.746 963.107


Magdalena 60 492 297.450

FUENJ [ Com1tés de Cafeteros del Magdalena y del Cesar-GuaJira 2002 .

En 1996, la producción de las fincas certificadas no sobrepa a los 6.ooo


sacos de 70,6 kilogramos (423,6 roneladas de café trillado), p ro a mediano
plazo lo. exportadores bu can incrementar esta cifra a 700 toneladas, hasta
llegar en el largo plazo a r -400 tOneladas de café trillado, equivalente a un 6%
de la pro ucción r gi nal de los años noventa. El café orgánico or Jo general
e coriza entre un ro% y r 5 9é por encima del precio pagad por la Federación
de Cafeteros, lo que e e nvierre en un incentivo económico para el produ ror
de café arábigo que no fertiliza con químicos.
En el Magdalena, además de la iniciativa privada iniciada por la empresa
Eco Bio Colombia S.A., se vienen de arrollando otros proyectOs impulsados por
el Comité Departamental de Cafeteros, Fundación Pro--Sierra Nevada de anta Mar-
ta y algunas ON internacionales como la Fundación Canovas del Castifto, de

49 La información que sigue sobre café orgánico está basada en una entrevista con Manuel

Julián Dávila, Director de la empresa Eco Bio Colombia S.A., Santa Marta, ro de mayo de
1 997·

1 51

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España. Las fincas inscritas en el programa de café orgánico de la Red de
Productores Ecológicos de la Sierra Nevada de Santa Marta (Red Ecolsierra)
se encuentran ubicadas entre los 900 y r .900 msnm, temperatura promedio
de 2I°C, precipitación anual de 2.500 mm, humedad relativa de 75%, sue-
los franco arcillosos y franco arenosos y topografía con ondulaciones medias
(2 5-50% pendiente). La Red Ecolsierra la conforman cuatro grupos de cafe-
teros asentados en Palmor, San Pedro de la Sierra, Siberia y Minca, que en
conjunto suman 92 productores inscritos en el proyecto, entre certificados y
en trámite. 50
Por su parte, la Asociación de Productores Orgánicos "Tima", firmaron un
convenio de comercialización con la Federación Nacional de Cafeteros. Este
convenio permite pagar al productor de café orgánico certificado un sobrepre-
cio de 2 3% y los que se encuentran en transición un 7% del valor o precio de
sustentación. En los primeros años del siglo XXI, el Comité de Cafeteros espe-
ra que las fincas vinculadas al proyecto de café orgánico se aproxime a los 200
productores, y en el 2005 establecer 4 50 nuevas fincas, con el apoyo de la
Fundación Canovas del Castillo . En el caso del Cesar y La Guajira, el Comité
de Cafeteros viene impulsando diez proyectos de café orgánico y especial de
origen, los cuales cuentan con más de mil usuarios y abarcan un área sembrada
en café de 3.700 hectáreasY
En síntesis, la promoción de los cultivos orgánicos de café no sólo busca
mejorar el nivel de vida de los caficultores, sino además conservar esta "Reser-
va del Hombre y de la Biosfera", como ha sido declarada por la UN ESCO la
Sierra Nevada de Santa Marta.

V la caficultura regional: Comentarios finales

Luego de superado los estragos que dejó el cultivo intensivo y extensivo de


marihuana en la Sierra Nevada y en la Serranía de Peri já, se observa en la
caficultura regional una tendencia de reactivación medida en cuanto a su par-
ticipación en el producto nacional cafetero, área sembrada y número de árbo-
les, así como mejoras en rendimiento y tecnificación.

,-- ~ 0 Comité Departamental de Cafeteros del Magdalena, "Red de productores ecológicos de


la Sierra Nevada de Santa Marta- Ecolsierra", Mímeo, Santa Marta, 2001.
)' Comité Departamental de Cafeteros del Cesar y La Guajira, División técnica, "Resu-
men de proyectos de café especial y orgánico, cosecha 2000-2001", Mimeo, Valledupar, 2002 .

52

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No obstante lo anterior, el cultivo del café en esta región del país no debe-
ría continuar midiéndose y evaluánd ose exclusivamente a partir de los
indicadores tradicionales de producción y rendimiento, en tanto ese mecanis-
mo no va más allá de identificar lo que en los censos cafeteros se clasifica como
zona marginal (ver Matriz F.O.D.A. del Café Caribe, al final del capítulo). Como
un primer ejercicio más amplio se puede tomar el caso concreto de Santa Mar-
ta: esta ciudad no debe su importancia desde el punto de vista cafetero a su
volumen de producción, sino sobretodo a su condición de puerto seguro sobre
el Mar Caribe, y ubicación de diversas oficinas del gremio como la de Inspec-
ción Cafetera, el Comité Departamental de Cafeteros, Almacafé y otras dos
trilladoras, la Cooperativa de Caficultores y Bancafé, entre otros.
En ese mismo orden de ideas, a los suelos de la Sierra Nevada de Santa
Marta no se les debe poner a competir con sus similares del Eje Cafetero, Antioquia
o norte del Tolima, en donde la formación volcánica del suelo les permite mayor
productividad y las características topográficas una utilización de los terrenos
más intensiva. Los suelos en la Sierra Nevada son rocosos, en formación ("cordi-
llera joven e inmadura"), con una capa vegetal escasa en la mayor parte del ma-
cizo. De otro lado, son ricos en potasio lo que determina que su grano tenga un
bajo grado de acidez, colocándolo en la categoría de café especial con gran de-
manda en el mercado japonés. Pero la condición de café especial se relaciona
también con otras características como su aroma, sabor, cuerpo, tamaño del gra-
no y forma de cultivo. Es así como hoy día, el grano de la Sierra comienza a
posicionarse en el nicho de mercado de los cafés orgánicos, pero se debe propen-
der por una comercialización con valor agregado, de café tostado y molido, que
le genere a la economía regional mayor riqueza y fuentes de empleo.
En la ierra Nevada y partes de la erranía de Períjá, lo factores climático
sólo permiten una cosecha al año (entre octubre y diciembre), generando este
fenómeno las caras opuestas de la debilidad y la fortaleza: si bien en esta región
una co echa anual reporta menos producción y productividad que en otra don-
de se recogen dos co echas/año (suponiendo el mismo nivel tecnológico), tam-
bién se sabe que tal fenómeno rompe el ciclo natural de reproducción de la
roya y la broca. Las mayores exigencias del mercado internacional en términos
de productos verdes o ecológicos, hace atractivo los cultivos de aquellas regio-
nes que presentan un bajo índice de problemas fitosanitarios, en tanto requie-
ren menor utilización de fertilizantes químicos. En efecto, de acuerdo con la
Encuesta Nacional Cafetera, en 1996 el Magdalena era el departamento que
presentaba el área más extensa sin infestación de roya o broca del país (60,4%),

53

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seguido por Santander (5 0 ,9 % ), Antioquia (49,8 %), Quindío (4r ,8 % ), La
Guajira (39,3 %) y Cesar (38,2 %). En el otro extremo se encontraban Valle del
Cauca (r1,6 %), Cauca (17,2 %) y Boyacá (19,8 % ).
En realidad, el área infestada de los tres departamentos costeños hace refe-
rencia a la roya, ya que la presencia de la broca no se tiene en La Guajira, y e
insignificante hasta ahora en el Cesar y Magdalena.5 2 Esta es una fortaleza que
se debe aprovechar efectivamente, si se desea ampliar el actual mercado del
café producido en la Sierra Nevada y Serranía de Perijá.
Así mismo, estas ventajas deben orientar la política regional cafetera hacia
una tecnificación y mejoramiento de los cultivos, que permita incrementar la
producción y rendimiento en los tres departamentos. Se sabe que la tecnificación
al sol permite llegar a mayores niveles de productividad media en los cafetales
modernos, explicable por su densidad promedio de siembra, la mayor lumino-
sidad y fertilización. Pese a lo anterior, FEDERACAFE recomienda la caficultura
moderna a la sombra por tres razones fundamentales: mayor calidad del grano,
menores costos de fertilización y menor desgaste del cafetal, comparado con
los cultivos al sol. Pero la tecnificación de cafetales a Ja sombra no implica
abandonar la vocación por el café arábigo o remplazar este por el caturra, sino
aumentar la densidad de siembra, implementar mejoras tecnológicas en culti-
vos tradicionales, incrementar el uso de abono orgánico y aprovechar la zona
cafetera actualmente subutilizada: como se sabe, apenas el r 3% de la zona
cafetera regional se encuentra cultivada en cafetales, frenr.:e al 24% de la media
nacional (llegar al 20% del área potencial equivaldría a un aumento cercano de
3.000 hectáreas en los tres departamentos).
Así como una política debe ser tecnificar determinadas zonas cafeteras y
aumentar la especialización del cafetero con respecto a su cultivo , no se debe
descuidar la complementaria: diversificación productiva en áreas marginales
de la finca cafetalera (por debajo de los 65 0 metrOS y encima de lo I. 500) y
crear corredores de reserva forestal en las zonas cercanas a las cuencas y
microcuencas hidrográficas, áreas de fuerte pendiente así como las propen as a
la erosión.
En términos de costos, la relación también es más favorable a la caficultura
del Magdalena Grande: menor nivel de áreas infestadas y por tanto menos
utilización de productos sintéticos; la concentración de la cosecha en tres meses

52Federación Nacional de Cafeteros, Estadísticas cafeteras fases 1-Il -Il, Encuesta Nacional
Cafetera, Oficina de estudios y proyectos básicos cafeteros, Sanrafé de Bogotá, 1996.

54

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reduce costos en recolección y mantenJmiento, situación diferente a la presenta-
da en el interior del país; el café a la sombra demanda menos fertilización y
frecuencia de renovación que el expuesto al sol; de acuerdo con algunos testimo-
nios, el jornal ahora es más bajo en la región que en el resto del país. El cafetero
de la Sierra Nevada obtiene menos kilogramos de café por hectárea si se le com-
para con los del interior, pero así mismo su cultivo le demanda menores costos.
La productividad que no da el café a nivel de cultivo, la da en otras fases del
proceso: la calidad y tamaño del grano, las bajas pérdidas por broca y el mane-
jo eficiente del beneficio hacen que el rendimiento de trilla del café serrano sea
mayor que el de otros cafés colombianos. Así, para sacar un saco de 70 kilogra-
mos de café excelso tipo exportación (conocido técnicamente con1o u .G.Q.), a
nivel nacional e necesitan 92,4 kilogramos de café pergamino en promedio,
pero con café de la Sierra Nevada se requieren entre 86 y 88 kilogramos. 53 Si
en el primero la merma por tnlla es el 24% , en el segundo es de máximo el
20%. Este fenómeno llevó a que entre I 990 y I 997 en las ciudades de Santa
Marra y Valledupar se hayan relocalizado cuatro trilladoras (para completar un
total de seis), quienes ahora compiten entre sí para captar la mayor parte de la
cosecha anual. Las seis trilladoras de la región representan el 4% del total
nacional (r 5 r trilladoras en todo el país), y cuentan con una capacidad instala-
da de 3,7 % aproximadamente. 5 1
las ganancia por trilla del café serrano no son de pr ciables: si la Sierra
Nevada produce el 63 % del café de los tres departamentos, se tienen r8-400
toneladas de café pergamino y 14.700 toneladas de café trillado, esto e , 2 ro.ooo
sacos de 70 kilogramos de caft . . excelso para la exportación. i a cada saco se la
ganan 4 kilogramos en la trilla se obtienen 84o.ooo kilogramos adicionales,
lo que a precio de enero de 1997 arroja una obre-ganancia de 2.6oo.ooo.ooo
de pesos, que en parte recibe el cafetero que logra vender a mejor recio y un
porcentaje considerable queda en manos de las trilladora .55 Para el exportador,

~~ Información suministrada por Delfín Balaguera, anta Marta, r 5 de mayo de 1997.


H Las tres trilladoras de anca Marta (Almacafé, imón Bolívar y Moka) cuentan con una
capacidad instalada de 1.342 sacos de 6o kilos de café verde, duranre ocho horas diarias; las
trilladora de Valledupar (Indiana, Cacique Upar y Cooperativa de aficulrores) tienen una
capacidad instalada de unos 1. 300 sacos diarios . i a nivel nacional la capacidad instalada está
cercana a los 72 .000 acos d1anos, la Región Caribe participa con el 3,7%.
'~ El pre<.io por kilo gramo se obtuvo de la siguienre forma: 2 I I ,36 dólares por saco de 70
kilos FOB en enero de 1997, multiplicado por la tasa de cambio ($1.027) = 217.066170
kg. -= $3. lOO kg.

1 55

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la cercanía de la zona cafetera al puerto de embarque le implica menores costos
de transporte interno, convirtiéndose este hecho en un factor de competitividad
de la caficultura regional. Así mismo, el clima cálido y seco de Santa Marta se
convierte en garantía para una mejor conservación del grano a ser exportado.
Al lado de las bondades que ofrece la economía cafetera regional, conviven una
serie de dificultades que obstaculizan el normal desenvolvimiento de este cul-
tivo. Un problema crónico es el mal estado de las vías de penetración, que no
sólo encarece el costo de transporte sino además puede incidir negativamente
en la calidad de los productos.
Otro factor desestabilizador está referido a la generalizada inseguridad,
producto de la presencia en el macizo de fuerzas beligerantes como guerrilla,
paramilitarismo, narcotráfico y delincuencia común. Hoy en día, la Sierra
Nevada padece los flagelos de la violencia que no tuvo en las décadas de 1920,
1950 ni 1960, presentándose un fenómeno cruzado con los acontecimientos
del Eje cafetero en el interior del país. La violencia ha instituido en los cafeteros
la administración delegada (ausentismo) y contratación con amedieros, hecho
que lleva consigo la caída de la producción y el aumento del desempleo agríco-
la. Como alternativa eficiente a la administración ausentista y al contrato con
amedieros, el gremio cafetero viene estudiando la posibilidad de implementar
el modelo bananero para el cultivo del café, que consistiría en asesorar al pro-
ductor en términos de una mejor gestión y producción de la finca. El cafetero
debe contratar un administrador que ejecute las recomendaciones de los ex-
pertos, y el pago que exigiría el Comité de Cafeteros sería ólo el compromiso de
vender la co echa a la Cooperativa de Caficultores del Magdalena. 56
Adicional a lo anterior, en términos de área sembrada y de producción no se
deben ol idar do hechos de relativa im ortancia: primero, la salida de
caficultore tradicionales, quienes se han visto en la necesidad de vender sus
haciendas de gran producción a empresarios no familiarizados con la actividad
cafetera. Así mismo, en la década del noventa se le entregó a las comunidades
indígenas cerca de 300 hectáreas en cafetales, que vienen siendo explotadas
bajo la concepción de café especial (tanto orgánico como ocial), pero que a su
vez ha provocado una caída de las tres cuartas partes en la producción de tales
fincas. Para sub anar este último problema se debe emprender un programa de

1 56 Entrevista con Ramón Campo González, miembro del Comité Nacional de Cafeteros,
Santa Marra, I 2 de mayo de r 997 .

56

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capacitación con "indígenas cafeteros" (impulsado por los Comités de Cafete-
ros y la Oficina de Asuntos Indígenas), en el que se les presente de forma clara
y sencilla las actividades a realizar, en la búsqueda de una caficultura orgánica
y rentable.
La política cafetera en la Sierra Nevada no debe reducirse de manera exclu-
siva al cultivo de la rubiácea: como se ha venido argumentando hasta ahora,
implica diversificación, conservación y manejo de cuencas hidrográficas, vin-
culación de los indígenas a la economía cafetera y el impulso del ecoturismo o
turismo cafetero en este cinturón próximo al Mar Caribe. La ventaja del
ecoturismo es que además de respetar las riquezas naturales y arqueológicas de
la región, vincula a la población local en el desarrollo de sus programas. Con
un turismo ecológico bien promocionado y administrado, se podrían ofrecer
mayores ingresos a indígenas, colonos y cafeteros, sin necesidad de continuar
deteriorando la capa vegetal o la oferta hídrica. 57
Al turismo de montaña cerca al mar se le ofrece aquí múltiples atractivos:
la instalación de varios establecimientos cafeteros centenarios, así como la pre-
sencia de colegios, pequeños hoteles y fincas de recreo, demuestran que de
tiempo atrás se ha querido aprovechar las bondades climáticas de estas regio-
nes. No existen montañas más altas alrededor de toda la cuenca del Caribe, y
sólo allí, en pocos kilómetros, se presentan los climas calientes, templados,
fríos y paramunos, con todos sus matices. El clima ardiente del litoral y la
presencia de las altas montañas, invitan permanentemente a alternar la estadía
en la región, visitando lugares de uno y otro clima.
La organización de tours por carreteras vecinales pero en buen estado, lle-
gando a sitios como paradores, miradores de montaña y de distancias, podrían
complementarse con la visita a alguna de las famosas haciendas cafeteras como
"La Victoria", "Jirocasaca" o "El Recuerdo", para que eJ visitante pueda perca-
tarse del cultivo y todo el proceso de beneficio del principal producto colom-
biano. 58 Algunas de estas haciendas se podrían habilitar como fincas hoteles, o
incluso establecer un Parque del Café- Sierra Nevada de anta Marta, con el
apoyo del Comité de Cafeteros y las tradicionales familias cafeteras de la re-
gión, tal como funciona en el Quindío.

~--

H Joaguín Viloria, Op. Cit., l994 ·


58
Joaguín Viloria, "Proyecto para un mayor desarrollo turístico en la región de Santa
Marra (Colombia)", Tesis del Departamento de Economía, Universidad Externado de Colom-
bia, Bogotá, 1986.

1 57

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Experiencias de ecoturismo se vienen desarrollado con éxito en algunas
zonas del Eje Cafetero, con la orientación administrativa y promociona! de
CORDICAFÉ (Corporación para la Diversificación del Ingreso Cafetero, depen-
dencia adscrita a la Federación Nacional de Cafeteros) y la Asociación de Fincas
Hoteles del Suroeste Antioqueño. Los hoteles o "estancias del café" ya son una
realidad en las zonas cafeteras del Viejo Caldas, Antioquia, Santander y Valle
del Cauca, entre los que se pueden mencionar Casa Blanca I, La Paz Escobar,
El Diamante, La Cabaña, La Camelia, El Roble, Hosterías del Café y La
Gabriela. 59 Esta actividad ha surgido como una alternativa a la crisis cafetera
vivida por el sector desde principios de la década del noventa.
En síntesis, los cafetales de esta zona del país ofrecen un panorama alenta-
dor a las puertas del tercer milenio, si se les analiza desde la perspectiva del
mercado de los cafés especiales (orgánico y social), las exportaciones con valor
agregado, las mejoras tecnológicas en plantaciones a la sombra, el eficiente
control a las enfermedades y plagas, los menores costos de producción, el ren-
dimiento favorable en trilla y la diversificación en cultivos e ingresos, sobresa-
liendo aquí actividades como la fruticultura y el ecoturismo. De acuerdo a la
tendencia actual se puede suponer que en el mediano y largo plazo estas forta-
lezas de la caficultura regional serán valoradas en su real dimensión, en donde
las variables cualitativas entrarán a jugar un papel determinante en el mercado
cafetero, hasta hace muy poco tiempo sólo medido en términos cuantitativos.
En los próximos años ya no bastará con ser el mayor productor de café para
conquistar a los consumidores cada vez más exigentes: se requerirá en lo fun-
damental producción limpia, proceso de beneficio eficiente, grano de excelen-
te calidad y rodo esto hace parte de la impronta del café que se cosecha y
proce a en la Sierra Nevada de Santa Marta.

59 CORDICAFE, Estancias del café(fincas, casas y hoteles campestres), Bogotá y Armenia, s.f.

58 1

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Matriz de fortalezas , oportunidades, debilidades y amenazas
de la economía cafetera en la Región Caribe

Fortalezas Oportunidades

Calidad del café: aroma, sabor, cuerpo. Menores costos de mantenimiento: renovación
cafetales, mano de obra.
Variedad Típica: mayor calidad y tamaño del
grano; no se fertiliza = ventajas ambientales. Mejor redistribución del ingreso.

Rendimiento en trilla: grano más grande, Aumentar las exportaciones de café orgánico
reubicación de trilladoras, mejores precios al procesado (generación de divisas y empleo).
productor.
Indígenas cafeteros: café orgánico/social.
Café bajo en acidez: demanda en el mercado
japonés. Clima cálido y seco: mostrar a los exportadores
y consumidores las ventajas que eso implica.
Café orgánico, sin fertilizantes químicos; se
exporta tostado y molido (con valor agregado). Buena gestión en el Comité Departamental de
cafeteros .
Cercanía al puerto de embarque.
Presencia en el Comité Nacional de Cafeteros
Una cosecha al año (régimen de lluvias) : rompe (suplencia).
el forma natural el ciclo de la broca y de la roya.
Presencia permanente en el Comité Nacional
Clima cálido y seco: mejor conservación del de Cafeteros a partir de 1998, como suplente
grano. del departamento de Caldas.

Aumentar el cultivo del grano dentro del


cinturón cafetero (700/1500 msnm).

Debilidades Amenazas

Una cosecha al año (régimen de lluvias) : Si se incrementa la inseguridad, se desploma


esto implica menor producción y productividad . la producción y el empleo.

Suelos de formación rocosa y no de Resurgimiento de la bonanza marimbera:


cenizas volcánicas; capa vegetal escasa. competencia por mano de obra; abandono de
cultivos.
Mal estado de las v1as de comunicación.
El contrabando: la ubicación estratégica del
Problemas de inseguridad. maCIZo ayuda a que se de esta práctica.

Indígenas cafeteros : dejan caer la producción Los desperdicios del beneficio del café
promedio que lograban los colonos. contaminan las corrientes de agua, sino
se les da tratamiento.
Variedad Colombia: no echa raíces profundas,
una buena cosecha tumba el árbol. Expansión de la roya y la broca.

Salida de caficultores tradicionales : Salida de otros cafeteros tradicionales por


cae la producción y empleo. inseguridad, problemas económicos, etc.

Colonización espontánea: ¿Qué va a suceder con la Hacienda "La Victoria"


cota superior 1500 msnm. en un futuro post-weberiano, o con la Hacienda
"Jirocasaca" sin los Opdenbosch?

FUENTE : El autor.

1 59

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Anexo 1. Economía cafetera en el departamento del Magdalena, 1927

Municipios Plantaciones Cafetos antiguos Cafetos nuevos Total cafetos Despulpadoras Trilladoras

1 Santa Marta 16 2.707 .000 395.000 3.102.000 16 14


2 Villanueva 156 602.698 283 .000 885 .698
3 Valledupar 18 312.500 325.100 637.600
4 Espíritu Santo 35 209.650 300.000 509.650
5 Aguachica 50 147.200 307.950 455.150
6 La Gloria 24 140.000 306.500 446 .500
7 González 54 133.500 285.500 419.000
8 Río de Oro 21 23 .800 27.450 51 .250
9 Chiriguaná 34 18.500 22.450 40.950
1O San Zenón 2 200 200 400
TOTALES 410 4.295.048 2.253.150 6.548 .198 16 14

FUENTE: Monsalve, Op. Cit., 1927

60 1

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Anexo 2. Principales cafetales en el departamento del Magdalena:
Municipio, plantación (*) y número de cafetos, 1927

Municipio Plantación Propietario Cafetos antiguos


----
SANTA MARTA 1 Cincinnati Sta. Marta Coffee Co. 500.000
2 Jirocasaca Baldomero Gallego 500.000
3 Onaca Kunhard & Co. 350.000
4 María Teresa Pedro M. Dávila 250. 000
5 La Victoria Bowden & Co. 200.000
6 Las Nubes Francisco L. Olarte 200 .000
7 La Vega 150.000
8 Mendiguaca Olarte & Ca. 150.000
9 Manzanares José l. Díaz Granados 115.000
10 Minca José María Leyva 100.000
11 El Recuerdo Pablo García 70.000
12 Medellín Cia. Agrícola Sta. Mta. 60.000
13 Donama Pablo García 20.000
14 Las Mercedes J.M. Goenaga 15.000
15 San ls1dro Suc. De J. Travecedo 12.000
16 San José y otras Cesar Campo y otros 15.000

VILLANUEVA 17 La Legua Víctor Felizola 95.000


18 San Esteban Pedro Orcacita 15.800
19 Orofuz José Romero 15.800

VALLEDUPAR 20 La Carolina Francisco Villazón 85.000


21 La Sagrada Crispín Villazón 37 .000
22 La María Herederos V. Mestre 35.000
23 La Gruta Wenceslao Mestre 30.000
24 La Mama José J. Oñate 24 000
25 Santa Leonor José M. Ouirós 12.000

ESPIRITU SANTO 26 Manaure Varios colonos 120.000


27 La Hoyada Joaquín Cotes 10.500
+-- ----
AGUA CHICA 28 Los Llanos Celso Lemus 20.000
- o
r---
LA GLORIA 29 La V1ctoria Luis Arenas P 16.000
30 La Puerta del Sol Lorenzo Ramírez 12.000
-----
GONZALEZ 31 Mil Flores Román Jácome 12.000

(*) Sólo se incluyen las plantaciones con más de 10.500 matas de café
FUENTE: Monsalve, Op Cit., 1927.

1 61

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Anexo 3. Departamento del Magdalena y Colombia:
Censo cafetero de 1932
Depto. N° de Has. Cafetos en Cafetos sin Total Exporta- Consumo Produc. % de
fincas cultivadas producción producir cafetos ción (ton.) (kg) (kg) produc.

Magdalena 682 5.510 9.086.726 1.547.228 10.633.954 600 630 1.230 0.59
Colombia 149.348 359.529 461 .236.225 69.781.989 531.018.214 184.500 22.704 207.204 100
---
FUENTE Censo Cafetero de Colombia, 1932.

Anexo 4. Departamento del Magdalena:


Estadísticas cafeteras, 1932
Municipios Número fincas Hectáreas Cafetos en Cafetos sin Total cafetos
cultivadas producción producción

Barrancas 103 397 757 .850 225.500 983.350


Espíritu Santo 93 524 430.018 91 .618 521 .636
Fonseca 46 181 168.340 341 .340 509.680
Santa Marta 52 2.298 3.537.136 290.937 3.828 .073
Valledupar 146 963 2.529.151 181 .025 2.710.176
Villa nueva 242 1.147 1.664.231 416.808 2.081.039
TOTALES 682 5.510 9.086.726 1.547.228 10.633 .954

FUENTE : Censo cafetero de Colombia, 1932.

Anexo 5. Departamento del Magdalena y Colombia:


Rendimiento de café por árbol y por hectárea, 1925-1955

Depto./ Año Rendimiento gramos por árbol Rendimiento kilogramos por hectárea

1925 1932 1955 1925 1932 1955

Magdalena 279 135 136 357 223 360


Colombia l 457 450 256 477 576 523

FUENTE Diego Monsalve, 1927, Censo Cafetero de 1932 y CEPAL-FAO , 1958

62 1

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Anexo 6. Departamentos del Magdalena Grande: Superficies cubiertas con cafetales
y producción de café pergamino seco por municipio, 1970
Depto. Municipio W árboles Has. con Producción % producción
cafetales (kg) nal. para
los dptos.
---- ----
Cesar 21.802.060 15.572,8 5.162.821 0,905
Valledupar 9.848.440 7.034,5 2.364.123
Aguachica 1.830.500 1.307,5 488.469
Agustín Codazzi 2.536.800 1.812,0 626 .193
Curumaní 313.460 223,9 27.529
Chi riguaná 870.940 622,1 126.544
González 169.260 120,9 67.386
Pa1litas 1.197.140 855,1 273.106
Río de Oro 88.900 63,5 15.656
Robles 4.946 .620 3.533,3 1.173.815

La Guajira 15.748.740 11.249,1 2.864.813 0,502


Riohacha 4.080 .300 2.914,5 471.930
Barrancas 4.845.260 3.460,9 958.740
Fonseca 214.620 153,3 47.883
Maicao 56 .840 40,6 2.914
San Juan tlel Cesar 400 .820 286,3 40.935
Villanueva 6.150.900 4.393 ,5 1.342.411

Magdalena 19.986.540 14.276,1 5.923.576 1,039


Santa Marta 9.674.420 6.910,3 3.211 .390
Aracataca 486.920 347,8 93.886
Ciénaga 9.183.300 6.559,5 2.503 .667
Fundación 641 .900 458,5 114.633

Magdalena Grande 57.537.340 41 .098 13.951 .21 o 2,45


------ -----
FUENTE · FEDERACAFE Atlas Cafetero de Colombia, b3Sado en el Censo cafetero de 1970.

1 63

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Anexo 7. Departamentos y municipios del Magdalena Grande:
Areas cafeteras según sistema de cultivo y número de árboles, 1980
Depto. Area en hectáreas Número de árboles
Café Café Café Café
Municipios Tradicional Tecnificado Total Tradicional Tecnificado Total

Cesar 12.679,2 2.982,7 15.661 ,9 26.127.829 10.413.985 36.541 .814


Valledupar 4.972 ,5 1.347,8 6.320,3 9.981.209 4.685.411 14.666.620
Aguachica 557,7 41,3 599,0 1.075.200 132.428 1.207.628
Agustín Codazzi 2.877 ,0 477,3 3.354,3 5.801.313 1.638.266 7.439.579
Becerril 197,8 95,0 292,8 404.354 331 .784 736.138
Chimichagua 89,2 63,9 153,1 196.727 221 .452 418.179
Chiriguaná 489,0 75,6 564,6 1.045.503 249.859 1.295.362
Cu rumaní 18,3 5,8 24,1 36.047 19.845 55 .892
El Copey 427,5 45,5 473,1 816.992 145.286 962.278
González 0,9 -- 0,9 1.046 -- 1.046
La Gloria 69,4 8,8 78,2 112.641 26.076 138.717
Pailitas 166,1 108,5 274,6 408.403 372.948 781.351
Río de Oro 47,3 4,7 52,0 114.528 16.113 130.641
Robles 2.704 ,6 667,1 3.371 ,7 6.013.566 2.429.844 8.443.410
San Diego 61,9 41,3 103,2 120.300 144.673 264.973
La Guajira 5.598,8 597,3 6.196,1 12.076.213 2.052 .120 14.128.333
Ríohacha 1.184,1 86,4 1.270,5 2.583 .538 304.776 2.888.314
Barrancas 755,0 75,8 830,8 1.638.205 243.792 1.881 .997
Fonseca 475,6 205,6 681,2 1.015.559 734 .936 1.750.495
San Juan del Cesar 851,8 26,1 877,9 1.897.061 77.482 1.974.543
Villanueva 2.332,3 203,4 2.535,7 4.941.850 691 .134 5.632 .984
Magdalena 13.016,5 1.208,1 14.224,6 23.058.059 4.537 .078 27 .595.137
Santa Marta 5.777,1 197,8 5.974,9 10.303.094 737.403 11 .040.497
Aracataca 443,1 68,1 511,2 750.852 206.273 957.125
Ciénaga 5.905,2 708,6 6.613 ,8 10.397 .072 2.851.600 13.248.672
Fundación 891,1 233,6 1.124,7 1.607 .041 741.802 2.348.843
Magdalena Grande 31 .294,5 4 788 ,1 36.082 ,6 61 .262.101 17.003.183 78.265.284
COLOMBIA 665.849 ,0 343.730,2 1.009.579,2 120.450.226,2 145.627.705,4 266.077 .931 ,6

FUENTE: FEDERACAFE, Censo Cafetero 1980-1981.

64 1

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Anexo 8. Departamentos del Magdalena Grande y Colombia:
Producción de café pergamino, 1980

Depto. Producción (en ton) Producción (%)

Cesar 10.370 ,62 0,9


La Guajira 2.757 ,37 0,2
Magdalena 9.098,13 0,8
Magdalena Grande 22 .226,12 2,0
Colombia 1.116.327 ,12 100,0

FUENTE · FEDERACAFE, Censo cafetero 1980-1981

Anexo 9. Departamentos del Magdalena Grande y Colombia:


Distribución de áreas en hectáreas según usos de la tierra por departamentos, 1995
Depto. Café Pastos Monte y Otros cultivos Otros usos Total
bosques

Cesar 21.225,9 55.940,6 85.039,8 15.036,5 635,0 177.877,8


La Guajira 4.348,1 21 .201,7 26.639,2 2.581,7 364,8 55 .135,5
Magdalena 15.980,0 15.610,9 40.260,6 4.577,3 743,9 77.172,7
Mag .Grande 41.554,0 92.753,2 151 .939,6 22.195,5 1.743,7 310.186,0
Colombia 336.660,7 447 .076,8 484 .335,8 126.493,8 13.270,9 1.407.838,0

FUENTE: FEDERACAFE (1996), "Encuesta NaCIOnal cafetera 1993-1995 Fase 1y 11.

Anexo 1O. Magdalena Grande y Colombia:


Tamaño promedio de las fincas en hectáreas, 1925 - 1995

Depto./ año 1925 1932 1955 1970 1995

Magdalena Grande 8,20 8.10 8,30 11,00 4,70


Colombia 5,10 2,41 3,31 3,50 1,81

FUENTE. Diego Monsalve (1927) , FEDERACAFE, Censos Cafeteros de 1932, 1970 y Encuesta Nacional Cafetera 1993-1997 ,
CFPAL-FAO (1958)

Anexo 11. Magdalena Grande y Colombia:


Número de fincas cafeteras y participación porcentual, 1925-1995

Depto. 1925 % 1932 % 1955 % 1970 % 1995 %

Magdalena 410 0.90 682 0.46 2.088 0.90 3.726 1.23 8.831 1.81
Colombia 45 .488 100.00 149.206 100.00 234.674 100.00 302945 100.00 483.700 100.00

FUENTE: 01ego Monsalve (1927) , FEDERACAFE, Censos Cafeteros de 1932, 1970 y Encuesta Nacional Cafetera 1993-1997;
CEPAL ·FAO (1958) .

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Anexo 12. Departamentos del Magdalena Grande:
Producción (en kilogramos) Estimada de café pergamino, 1993
Depto. Has.típica Kg/ha Prod .tip-kg Has.tecn . Kg/ha Prod.tec- kg

Cesar 15.530,9 450 6.988.905 5.695 1.350 7.688.250


La Guajira 2.860,3 400 1.144.120 1.488 1.350 2.008.800
Magdalena 11.986,0 450 5.393.700 3.994 1.400 5.591.600
Magd.Grande 30.377,2 13.526.725 11.177 15.288.650

FUENTE: El autor, con base en datos del censo cafetero de 1980 y la Encuesta Nacional Cafetera 1993-1996.

Anexo 13. Participación del Magdalena Grande


en la producción cafetera nacional, 1913-1995
(En porcentaje)

ltem 1Año 1913 1922 1925 1932 1955 1970 1980 1995 2001

Participación 2.4 1.37 1.08 0.59 1.35 2.45 2.0 1.8 2.1

FUENTE : Urrutia y Arrubla (1970), para 1913; Ancfzar (1924), para 1922; Monsalve (1927), para 1925; FEDERACAFE (1932,
1970, 1980 y 1996); CEPAL-FAO (1958); DANE (1995) y Comités Departamentales de Magdalena y Cesar-Guajira (2001).

Anexo 14. Evolución de la economía cafetera


en el Magdalena Grande, 1925-1995
(Los porcentajes hacen referencia a la participación regional en el agregado nacional}

ltem 1 Año 1925 1932 1955 1970 1980 1995 Variación:


1925-1955
------
% Producción 1.08 0.59 1.35 2.45 2.0 2.8 1.72
%Hectáreas 1.45 1.53 2.23 3.84 3.57 4.62 3.17
%Árboles 1.86 2.0 2.96 2.96 2.94 3.02 1.1 6
%#fincas 0.90 0.46 0.90 1.23 2.20 1.30
Rendimiento kg/Ha 357 233 360 339 616 693 336
Rendimiento gm/árb 279 135 136 242 284 289 10
Tamaño finca (Has) 8.20 8.10 8.30 11 .0 4.70 (3.50)
Árboles/Ha 1.947 1.930 3.303 1.400 2.169 2.400 453

FUENTL Cálculos del autor.

66 1

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Anexo 15. Valor de la cosecha cafetera de Colombia y departamentos
del Magdalena Grande, 2001 (millones de pesos constantes de 1998)

Depto. Valor (millones de pesos) Participación {%)

Cesar 30.1 81 1,09


Magdalena 18.764 0,68
La Guajira 12.935 0,47
Sub-total regional 61 .879 2,23
Colombia 2.773.726 100,00

FUENTE: Cálculos del autor a partir de datos suministrados por los Comités Departamentales de Cafeteros de Cesar-Guajira y Magdalena,
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Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Las exportaciones colombianas de banano,
1950- 2000
JAIME BONET MORÓN*

1 Introducción

DURANTE LA SEGUNDA MITAD del siglo XX, el banano fue uno de los pro-
ductos agrícolas de exportación más importantes de Colombia, junto al café,
las flores y, en algunos años, el algodón. Con excepción del descenso registrado
en la década del setenta, el banano incrementó su participación dentro del
rotal de exportaciones del país durante el período mencionado. En efecto, mien-
tras en los años cincuenta el valor de las exportaciones de banano representó en
promedio el 2,9% del rotal del valor de las exportaciones colombianas, en los ·
sesenta y ochenta llegó a ser el 3,9%, y entre 1990 y 2000 fue el 4,8%. Para
los años noventa, las exportaciones de banano representaron, en promedio, el
4 5% de las exportaciones agrícolas no tradicionales del país.
En el ámbiro regional, el cultivo de banano se desarrolla en dos zonas del
país: U rabá y Santa Marta. En estas dos áreas, el cultivo de banano ha sido el
motor de la economía local. En los años noventa, el valor de la producción de
banano en la zona de Santa Marta, por ejemplo, representó aproximadamente
el 34% del valor total de la producción agrícola del departamento del Magda-
lena y alrededor del 8% del valor de la producción agrícola del Caribe Colom-
biano1. Adicionalmente, las exportaciones de banano desarrolladas desde la

• El autor agradece la colaboración del Departamentos de Estudios Económicos del Banco


de la República-Sucursal Medellfn, de la Asociación de Bananeros de Colombia - AUGURA-,
y de Claudia Argote de Agrobansa. Igualmente, agradece los comentarios a una versión pre-
liminar de este trabajo a Adolfo Meisel, María Aguilera, Joaquín Viloria y Luis Armando
Galvis.
'Jaime Bonet, "La agricultura del Caribe Colombiano, 1990-1998", Documentos de trabajo
sobre economía regional, N° 12, Banco de la República-Sucursal Cartagena, diciembre, 1999, p. 9·

72

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
1. Plantación de banano en
la zona de Santa Marta .

2. Embarque de banano por


el puerto de Santa Marta

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
zona bananera de Santa Marta son el principal producto agrícola de exporta-
ción de la región Caribe Colombiana. En efecto, en los años noventa el valor de
las exportaciones de banano representó el 43% del total de las exportaciones
agrícolas de esa región 2 •
En cuanto a la región de Urabá, el cultivo de banano es el principal re nglón
de su economía y la segunda actividad agrícola en el departamento de Antioquia.
El sector bananero contribuyó con el 24% del PIB agrícola antioqueño 3 . En los
noventa las exportaciones de banano realizadas desde U rabá fueron aproxima-
damente el r 6% de las exportaciones totales antioqueñas y representaron cer-
ca del 86% de las exportaciones agropecuarias no tradicionales.
F n materia de generación de empleo, cálculos de la Asociación de Bananeros
de Colombia -AUGURA-, indican que la actividad bananera genera alrededor
de ros .ooo empleos en las zonas de Urabá y Santa Marta, 30.000 empleos
directos y 7 5 .ooo empleos indirectos4 .
A través de un análisis de la evolución de las exportaciones colombianas de
banano y de las condiciones de su producción y su mercado mundial en la
segunda mitad del siglo xx, este documento realiza un análisis de los diferen-
tes factores que influyeron en el comportamiento de ellas. Se argumenta que
existieron unas condiciones firosanitarias (presencia de enfermedades), climáticas
(huracanes y vientos fuertes) y de orden público que condicionaron el desarrollo
del cultivo en las regiones de Urabá y Santa Marra. Asimismo, se plantea que
Colombia logró mantenerse en el mercado mundial debido al cambio tecnológi-
co introducido en la producción de la fruta, al comportamiento de la tasa de
cambio real y las características de cultivo de largo plazo del banano.

11 Evolución del sector bananero en Colombia

En 1950 el sector bananero colombiano se encontraba en una etapa de re-


cuperación, luego de la crisis de los años cuarenta. Durante la Segunda Guerra
Mundial, las exportaciones de banano cayeron bruscamente y prácticamente

1
/bid, p . I 3·
3 Planea- Plan estratégico de Anrioquia, Subregión de Urabá, Medellín, noviembre, 1999,
p. 6 3.
4
Augura, "La producción de banano en Colombia", (mimeo), octubre, 1998 .

1 73

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
desaparecieron. Antes de comenzar el conflicto bélico, las exportaciones de
banano colombianas oscilaban entre los siete y los ocho millones de racimos,
mientras que en 1943 apenas alcanzaron a 500 racimos en total. Una vez fina-
lizada la guerra se inició un proceso de recuperación y a partir de 1949 se
lograron nuevamente exportaciones superiores a los 6 millones de racimos 5 .
A comienzos de los cincuenta la producción bananera se originaba en la
zona de Santa Marta. Existieron algunas exportaciones menores de otros de-
partamentOs como Chocó y Nariño, las cuales en su año de mayor producción,
1952, apenas alcanzaron a representar el 4% del total de exportaciones. La
producción de banano con fines de exportación estaba concentrada en los cin-
co disrriros que integraban el área de Santa Marta: Córdoba, Río Frío, Orihueca,
Sevilla y Aracaraca. La recuperación de Santa Marta permitió superar en 1964
la superficie cultivada antes de la cris1s. Mientras en 1943 se hablaba de una
exploración de 28-467 hectáreas, en 1964la extensión cultivada alcanzaba las
29.740 hectáreas 6 .
En 1950 la United Fruit Co., principal productora en la zona de Santa
Marta, inició un proceso de venta de tierras. La intención de la compañía era
reducir su participación en la producción directa y orientar sus esfuerzos a la
comercialización. Marcelo Bucheli muestra cómo a partir de 1954, el costo
de compra de la fruta se convirtió en el rubro con mayor peso dentro de los
cosros totales de la United Fruit Co., superando las Inversiones que realizaba
en el mantenimiento de su fi ncas 7 •
Durante la década de 1950, la United Fruit Co. enfrentó acusacione por
haber transgredido la ley anri-monopolio por parte del gobierno de Estados
Unidos. Ante esta situación, la empresa se vio obligada a ceder a otras empre-
sas algunas de us planracione en América Latina8 .
En medio de la recuperación y cambios en la producción en anta Marta,
comenzó en los años sesenta a gestarse la nueva zona producrora de Urabá.
E ra área presentaba ventajas geográficas para el desarrollo del cul civo: no era

~---

'"La producción de banano", Economía colombiana, v. r r , no 35, marzo, 1957, pp. 611-623.
6
Luís Eduardo Sierra, El mltivo del banano: prod11cción y comercio, Medellín, r983, p. 1 3·
Marce lo Bucheli, "E mpresas mulünacionales y enclaves agrícolas: el caso de Uníted
Fruir en Magdalena y Urabá, Colombia (1948-1968)", Monografias, no 40, Universidad de los
Andes, septiembre, 1994, p . 29.
H Helena Duque, "El mercado bananero: un intercambio desigual ", Revista antioqueña de

economía, n° 2, segundo trimestre, r98r, p. 33·

74

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
zona de huracanes y no estaba infectada por enfermedades. Precisamente a
finales de los años cincuenta, los pafses productores centroamericanos se vie-
ron afectados por factores climáticos y por la propagación de enfermedades.
Adicionalmente, para esta época ya se había desarrollado la zona productora
del Ecuador, que a la postre se convertiría en la primera zona exportadora del
mundo 9 .
Las primeras siembras en Urabá se desarrollaron en 1963 bajo el impulso
de la Compañía Frutera de Sevilla, filial de la United Fruit Co. La Frutera de
Sevilla estableció un sistema de producción diferente en Urabá. No se convir-
tió en propietaria sino que otorgó financiamiento y ayuda técnica a los pro-
ductores para que ellos desarrollaran el cultivo con el compromiso de la venta
de la producción. En el momento en que comienza a fomentarse el cultivo en
Urabá, el costo de oportunidad de esas tierras era bajo si se compara con el de
las tierras de Santa Marta. Urabá era básicamente una zona habitada por colo-
nos sin una vinculación a la agricultura comercial, contrario a la tradición
existente en la zona de Santa Marta.
De acuerdo con diferentes autores, la fácil financiación de la producción fue
el factor clave en el proceso de desarrollo de la zona bananera de U rabá. La
Frutera de Sevilla otorgaba créditos por 690 dólares por hectárea a quienes
satisfacieran algunos requisitos. Sf> requería que la persona acreditara título de
propiedad de la tierra, la cual, lógicamente, debía estar ubicada en la zona
definida por la compañía. Además, las personas debían presentar planos
topográficos y hacer los drenajes y caminos según las indicaciones establecidas
por la Frutera de Sevilla. Las uperficies oscilaban entre 5 y 300 hectáreas' 0 •
En contraprestación al crédito, el productor adquiría algunas obligaciones
con la compañía que estaban orientadas a garantizar el buen manejo de la
finca, a otorgarle a su favor la garantía hipotecaria necesaria y a asegurar la
venta del producto a ésta.
En 1964 se exportaron las primeras 23.234 toneladas de banano desde Urabá.
Al año iguiente estas exportaciones alcanzaron a ser 94· 12 5 toneladas y en
1966 se uperaron las 200 .000 toneladas. Paralelo a este crecimiento de la
zona de Urabá se dio el deterioro de la zona bananera de Santa Marra.

,-- 9 Margarita Ramírez, "Consolidación de la actividad bananera de Urabá", Augura 20 años,

edición especial, 1983, pp. 78-79.


'° Fernando Botero, Urabá: colonización, violencia y crisis del estado, Medellín, octubre,
1990, p. 73·

1 75

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Lo anterior implicó que en 1964las exportaciones de Urabá fueran el 13,5 %
de las exportaciones totales nacionales y las de Santa Marta el 86,5 % . Ya en
1966 las exportaciones de Urabá representaron el 74,3 % y las de Santa Marta
el2s,7 % .

Gráfico 1. Volumen de las exportaciones de bananos colombianos por zonas, 1950 - 2000

1.400.000

1.200.000

1.000.000

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Años

- - - Urabá - - - Santa Marta

FUENTE Anuario de comercio exterior y Augura

A partir de 1970 , las exportaciones de Urabá comenzaron a representar


alrededor del9o% de las exportaciones colombianas de banano. Esta situación
se mantuvo hasta finales de los años ochenta, cuando la zona de Santa Marta
resurgió y alcanzó a representar aproximadamente el 30% de las exportaciones
totales de banano en los noventa (véase gráfico 1).
Diversos factores intervinieron en el desplazamientO de la zona bananera
de Santa Marta a mediados de los años sesenta. Se señalan entre otros los pro-

76

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
blemas fitosanitarios originados por la propagación del mal de Panamá dentro
de los cultivos de la zona.
El hecho de que en Santa Marta no se tomaran las medidas necesarias para
introducir nuevas variedades estaba asociado a los problemas de rentabilidad
que se comenzaban a observar en la zona, los cuales influyeron en el retiro
definitivo de la United Fruit Co. en 1965. De acuerdo con Bucheli, luego del
período de posguerra esta compañía obtuvo utilidades entre r 949 y r 95 3, año
en el cual comenzó a mostrar pérdidas por sus operaciones bananeras en Co-
lombia. Esas pérdidas estaban ligadas a los incrementos reales de los costos de
operación de la compañía, a pesar de existir una participación menos directa
de la empresa en la producción. Los mayores costas se presentaron, en parte,
como resultado de las nuevas políticas de bienestar de los trabajadores llevadas
a cabo por la compañía''.
A mediados de los años sesenta, no era muy rentable para los productores
de la zona de Santa Marta incurrir en las nuevas inversiones que implicaba el
cambio de variedad necesario para el control del mal de Panamá, que se había
propagado en la región. Lo anterior es especialmente válido si se considera que
Santa Marta estaba afectada por huracanes y comenzaba a surgir una nueva
zona, Urabá, que mostraba ventajas en este campo y en el firosanitario. En el
informe de Kamalaprija se señala que para esos años Santa Marta siempre su-
fría pérdidas del orden del 2 5% o más de la cosecha anual debido a huracanes
y fuertes vientos' 2 • Bajo estas condiciones es posible que para los productores
se dieran otro tipo de alternativas de inversión más rentables en el momentO.
Otros autores señalan que para la época se registró un agotamientO de los
suelos de la región de Santa Marta que influyó en los niveles de productividad.
Los costos de producción se incrementaron considerablemente como conse-
cuencia de la pérdida de fertilidad del suelo' 3 .
Paralelo a estos factores se dieron cambios en el mercado bananero que
definitivamente terminaron por deteriorar la rentabilidad en la zona, en la
medida en que implicaban nuevas inversiones para su manejo. En primer lu-
gar, en el ámbito internacional el cambio de variedad por los problemas
fitosanitarios implicó modificaciones en el procedimiento y normas de merca-

'' Marcelo Bucheli , Op. Cit., p . 50.


,, Kamalaprija V., "Es tudio descriptivo de la estructura del mercado del banano colom-
biano para la exportación", Bogotá, octubre, 1965, pp. 6r 1-623, p. viii.
1
'- Helena Duque, Op. Cit., p. 33·

In
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
deo de racimos a cajas, ya que la nueva variedad, Valery , aunque resistente al
mal de Panamá, era más frágil en su manejo. Como resultado de lo anterior, en
el mercado europeo se comenzó a exigir la entrega del producto en cajas. Lo
anterior es especialmente significativo al encontrar que en esos momentos
Europa era el principal mercado del banano de Santa Marta.
Finalmente, hay que destacar la caída en los precios internacionales del
banano en los años sesenta. En efecto, mientras que en los años cincuenta el
precio FOB real de la libra de banano en los puertos de Estados U nidos estuvo
alrededor de los 50 centavos de dólar de 1995, al finalizar los años sesenta ese
precio osciló en torno a los 30 centavos de dólar de r 995. Este comportamien-
to estuvo influenciado por la sobreproducción del Ecuador, quien en los años
sesenta se convirtió en el primer productor mundiaP 4 .
Como resultado de los hechos anteriores, las toneladas producidas en la
zona de Santa Marta mostraron un descenso significativo en los años sesenta.
La tasa de decrecimiento promedio anual fue de -7 ,4%, mientras que Urabá
entre 1964 y 1969 creció a una tasa promedio anual del22 % (véase gráfico r).
En los años setenta, la producción de Urabá, con una tasa de crecimiento
promedio anual del 4,3 % , se consolidó como la principal zona exportadora.
Mientras tanto, Santa Marta, a pesar de que tuvo una rasa de crecimiento
anual promedio alta, 6% , no logró recuperar los niveles de producción regis-
trados en los años cincuenta (véase cuadro r ).
Una situación diferente se presentó en los años ochenta. La producción de
Urabá sólo creció a un o,r % promedio anual, mientras que la de Santa Marta
lo hizo al 7,5 % . Lo anterior permitió que Santa Marta alcanzara a finales de los
ochenta los niveles de exportación de los años cincuenta y, de paso, recuperar

Cuadro 1. Tasas de crecimiento del volumen de exportaciones


de banano, 1950-2000
Periodo Tasa de crecimiento anual promedio (%)
--
Urabá Santa Marta
- -- - - ~-

50's 1.7
60 's 22.0 -7.4
70 's 4.3 6.0
80 's 0.1 7.5
90's 1.8 1.6
--- -
FUENTE. Estimaciones del autor

'4 /bid, p. 33·

78 1

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
participación dentro del total nacional de exportaciones, aunque sin desplazar
a U rabá como principal centro exportador del país. Posteriormente, en los
años noventa el volumen de las exportaciones de Santa Marra mantuvo una
tasa de crecimiento promedio anual superior a la de U rabá.
¿Por qué se presenta una recuperación de la zona productora de Santa Mar-
ta frente a la de Urabá? El elemento más importante en este cambio fue el
deterioro de las condiciones de orden público que llevaron a Jos productores a
trasladarse a zonas que le permitieran tener una oferta más confiable.
A finales de 1983 se vencieron un gran número de convenciones colectivas
de trabajo y se iniciaron negociaciones en medio de un gran conflicto obrero-
patronal, que llevó al desarrollo permanente de huelgas y operaciones tortugas
que redujeron la capacidad de producción de la región. La situación se fue
complicando a lo largo de los años ochenta y sólo a finales de 1990 las relacio-
nes entre las empresas y los sindicatos mejoraron ostensiblemente ' 5 •
El deterioro en el orden público de Urabá se refleja en el comportamiento
que registró el número de homicidios en los municipios del área. A lo largo
del período 1988 - 1995, se encuentra una significativa concentración de los
homicidios en los municipios que conforman el eje bananero (Aparradó, Carepa,
Chigorodó y Turbo). En estas cuatro poblaciones se concentró, en promedio, el
86% de los hon1icidios de la región de Urabá durante el período de análisis .
Así mismo , la tasa promedio de homicidios por cada cien mil habitantes en
el U rabá bananero es significativamente mayor que en el resto de Colombia.
Lata a promedio por año en los municipios bananeros de Urabá e de 307 por
cada cien mil habitan tes, que es cuatro veces la tasa registrada en el resto de
municipios de Urabá (73) y el promedio del país (76). Frente aJa tasa prome-
dio regí trada en el deparramenro del Magdalena (50), el eje bananero de Urabá
regi tró una tasa ei veces superior (véase gráfico 2).
Lo anterior e reflejó en lo niveles de crecimiento de la superficie cultivada
en la zona de U rabá. Mientras que en los primero cinco año de la década de
r 980, la superficie cultivada en esa región creció a una tasa anual promedio
del 1,4%, entre 1985 y 1990 sólo lo hizo al o,8%. Esta reducción en el nivel
de crecimiento de las superficies cultivadas de banano en Urabá contrasta con
el registrado en la región de Santa Marra, donde se presentó una tasa de creci-
miento promedio del 5,4 % en el período 1985- 1990.

·~ Luis Eduardo Sierra, Op. Cit., p. 19.

1 79

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Gráfico 2. Tasa de homicidio promedio para el período 1987-1995
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50

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Urabá Resto de Colombia Magdalena
bananero Urabá

FUENTE: Jesús A Bejarano, et. al Colombia: Inseguridad, violencia y desempeño

En síntesis, el deterioro del orden público en la zona productora de Urabá


durante la segunda mitad de los años ochenta, permitió el resurgir de la zona
de Santa Marta, ya que los productores necesitaban garantizar una oferta en un
mercado internacional cada vez más competitivo.

111 La producción mundial de banano

De acuerdo con las estadísticas de la FAO, en 1999 se produjeron alrededor


de 56 millones de toneladas de banano en el mundo. Esa producción convierte
al banano en uno de los más importantes producros en el mercado mundial de
frutas. Las roneladas producidas de banano correspondieron, aproximadamen-
te, al r 1% de la producción mundial de frutas. En 1998, el volumen de rone-
ladas transadas a escala mundial correspondió al 24% de la producción rotal.
Entre 1961 y 1999, la superficie mundial cultivada de banano creció a una
tasa promedio anual del 0,7 % , al pasar de 2 millones de hectáreas en 1961 a

80

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Gráfico 3. Distribución geográfica de la superficie cultivada de banano en el mundo, 1999

Indonesia Otros
5,7% 36,9%

Ecuador
4,7%

Colombia
1,5%

América
Central
Burundi 5,0%
7,7% Brasil
13,6%

FUENTE: FAO

Gráfico 4. Participación de la superficie cultivada de banano en Colombia


dentro del total mundial, 1961 -1999

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1961 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 1999

Año

FUENTE: FAO

1 81

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Gráfico 5. Distribución geográfica de la producción mundial de banano, 1999

Otros
30,1%

Colombia

América
Central
11,2% Indonesia
5,3%

Filipinas
6,3%

- -----
FUENTE FAO

3,8 millones en 1999. La superficie cultivada ha estado concentrada en las


mismas zonas geográficas a lo largo del período de análisis. La excepción es
China, quien surgió como una de las principales zonas cultivadoras de banano
a partir de la segunda mitad de la década de los ochenta. Las más importantes
zonas de cultivos se encuentran en Brasil, Burundi, Ecuador, Filipinas, India e
Indonesia (véase gráfico 3).
En los años sesenta la participación del área cultivada colombiana en el
total mundial se mantuvo alrededor de I ,2 % . Posteriormente, tuvo un ligero
descenso en los setenta y ochenta hasta llegar al 0,9 % . Finalmente, en los
noventa se registró un ascenso en la participación ha ta alcanzar el I ,5 % del
área coral mundial en 1999 (véa e gráfico 4).
La producción mundial de banano registró una rasa de crecimientO prome-
dio anual del r,r % entre 1961 y 1999, pasando de 21,5 mill ne de roneladas
en el primer año a 56,4 millones en el último. En 1999, el mayor productor
mundial de banano fue la India con el r8 % del total. Otros productores im-
portantes fueron Brasil ( r I %), los países cultivadores de América Central ( 1 1%),
Ecuador (8 % ), China (7 % ), Filipinas (6% ), Indonesia (5 % ) y Colombia (4 %)
(véase gráfico 5).
La producción colombiana de banano mantuvo una participación de alre-
dedor del 3% de la producción mundial hasta mediados de los años ochenta.
El crecimiento registrado a partir de ese momento le permitió incrementar su

82 1

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Gráfico 6. Participación de Colombia en la producción mundial de banano, 1961-1999

3,0

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1,0

1961 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 1999

Año

FUENTE FAO

participación en el mercado mundial de banano al 4%. En efecto, mientras


que la producción colombiana de bananos creció a una rasa promedio anual del
r ,9% en la década de los ochenta y del I ,5% en los noventa, la mundial lo hizo
al r, r % y 0,9%, respectivamente. En 1999 Colombia tuvo ólo el I% de la
superficie cultivada a nivel mundial y sin embargo alcanzó el 4 % de la pro-
ducción bananera del mundo (véa e gráfico 6).
El crecimientO de la producción mundial de banano a finales de los ochenta
y comienzos de los noventa estuvo asociado con las expectativas que se crearon
con las posibilidades de apertura del mercado mundial en esos momentos.
Esas expectativas se reflejaron especialmente en los países exportadores: Ecua-
dor, Filipinas, Costa Rica y Colombia 16 .
De acuerdo con las estadísticas de la FAO, la productividad promedio mun-
dial fue de 8oo cajas/hectárea/año durante los noventa. Se ubican por encima de

16
Adelien Van de Kasteele , "The Banana Chain: The Macro Economics of che Banana
Trade", Internacional Banana Conference, Brussels, 4-6 may, 1998, p. 2.

1 83

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
ese nivel algunos países centroamericanos y Colombia. Costa Rica con 2. 540,
Honduras con 2-490, Panamá con 2-435, Nicaragua 2.379 y Colombia con
2.1 76, son los que registraron un mayor nivel de productividad. Luego se
encuentran la India, Ecuador y Guatemala, cuya productividad oscila entre
1.200 y 1300 cajas 1 hectárea 1 año.
La productividad colombiana muestra un cambio significativo en los años
setenta. Antes de este período, osciló entre las 1 .ooo y las 1. 500 cajas 1 hectá-
rea 1año. A partir de 197 3 comenzó un crecimiento significativo en el nivel de
productividad, hasta alcanzar un punto máximo en 1982 con 2.913 cajas 1
hectárea 1 año (véase gráfico 7).
Los incrementos en productividad de la década de 1970 estuvieron asocia-
dos con el cambio de variedad que se dio en los cultivos colombianos. Los
cultivadores colombianos se vieron presionados al cambio de variedad de la
Gross Michel a la Cavendish, debido a la susceptibilidad de la primera a la enfer-
medad del mal de Panamá, que en ese entonces ya estaba en la zona de Urabá,

Gráfico 7. Evolución de la productividad del cultivo de banano en Colombia, 1961-1999

3.500

3.000

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Año

NOTA: La caja tiene un peso de 18,14 klgs


FUE.'IfTE: FAO y estimaciones del autor.

84

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Gráfico 8. Productividad del cultivo del banano en Colombia por zona, 1964 - 2000

2.000

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1964 1970 1980 1990 2000

Año

---c:r- Santa Marta Urabá

FUENI'E Anuario de Comercio Exterior y Augura. Estimaciones del autor

y por su altura más propen a a los vientos. En r 97 3 se encontraba el 7 5% del


área de Urabá sembrada con GroJs Michel, mientras que en 1975 cerca del9o%
estaba cultivado en la nueva variedad ' 7 . La productividad de la variedad
Cavendish e e tima en 3 5 toneladas por hectárea, frente a la del Gross Michel
que se calcula en I 5 tOneladas por hectárea' 8 .
El comportamientO de la productividad en el país es diferente en las dos
zonas productoras. Desde el surgimiento de la región productora de Urabá, se
inició un incrementO de productividad en esta zona que se mantuvo por enci-
ma de los niveles observados en Santa Marta. Si bien en los ochenta se notó una
recuperación en la productividad de Santa Marta, hasta alcanzar niveles simi-

" Luis Eduardo ierra, Op. Cit., p. 17.


8
' Magdalena Cruz ánchez, "Estudio de competitividad del banano", Informe final
de consultoría preparado para la Presidencia de la República , Sanrafé de Bogotá, junio,
1966, s.n.

1 85

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
lares a los de U rabá al final de esa década, en los noventa se han ampliado las
diferencias de productividad entre las dos zonas (véase gráfico 8).
Estas diferencias están relacionadas con los sistemas de producción vi -
gentes en las regiones productoras. En la zona de Santa Marta existen dos
tipos de producción: r. Se encuentran explotaciones con un tamaño de finca
entre tres y quince hectáreas, las cuales agrupan aproximadamente a unos
r -400 productores y representan el 27 % del área cultivada total, y 2. Exis-
ten fincas con áreas entre so y roo hectáreas ó más, que pertenecen a empre-
sas comercializadoras o grupos familiares de productores 19 .
Las diferencias de productores implican la existencia de distintos modelos de
administración y gestión en las fincas . Por un lado, en las explotaciones grandes
presentan un modelo de gestión empresarial y de gran escala, mientras que en
las pequeñas el modelo de gestión es familiar con bajos niveles de productivi-
dad, ya que no cuentan con la infraestructura requerida por falta de recursOS 20 •

IV El mercado mundial de banano

El volumen de las exportaciones mundiales de bananos creció a una tasa


promedio anual del 1,5 % entre 1961 y 1999, pasando de 3,9 a 14,6 millones
de toneladas. El primer exportador de bananos es Ecuador, quien en r 999 tuvo
una participación del 27% dentro del volumen total de las exportaciones.
Durante el período de análisis (r961-1999), Honduras, Guatemala y Panamá
cedieron terreno a favor de Costa Rica y Colombia, quienes en 1999 exporta-
ron el 17 % y el I 3% del total mundial, respectivamente. Lo anterior los ubica
como el segundo y tercer exportador de bananos (véase gráfico 9).
El volumen de las exportacione colombianas de banano aumentó u parti-
cipación en el mercado mundial a lo largo de la segunda mitad del siglo xx . El
salto en la participación de Colombia se dio en los años setenta, asociado a lo
aumentos en productividad que resultaron de los cambios en la variedad culti-
vada que se dieron en esa época.
El volumen de las exportaciones mundiales registró un significativo incre-
mento en los años noventa. En los años setenta las exportaciones estuvieron, en
promedio, alrededor de los 6 millones de tonelada y subieron a 7 millones en
la década siguiente . En los noventa las exportaciones promedio estuvieron al-

'9 !bid, s.n.


20
!bid, s.n.

86 1

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Gráfico 9. Distribución geográfica del volumen de las exportaciones mundiales de banano,
1999

Otros Colombia
25,4% 12,6%

Costa Rica
17,2%

Ecuador
27,0%

FUENTE FAQ

rededor de I 2 millones de toneladas. La tasa de crecimiento del volumen de


las exportaciones mundiales fue del 2,2% promedio anual en los noventa, la
más alta observada en el período de análisis (véase cuadro 2).
El crecimiento en el volumen de las exportaciones mundiales en los noven-
ta estuvo asociado con las expectativas de expansión del mercado a finales de los
ochenta y comienzo de los noventa. La apertura de Europa Oriental y el este de
Asia, las posibilidades de simplificación del mercado europeo y el progreso de
las conversaciones del GATT, contribuyeron en la formación de unas expectati-
vas de ampliación del mercado significativas. in embargo, las cosas no se dieron
de ese modo ya que los mercado de Europa Oriental no se desarrollaron como
las compañías e peraban y las re rricciones en la Comunidad Económica Euro-
pea se hicieron más e rri ras. Lo anterior e reflejó en una obreoferra en el mer-
cado mundial bananero y el deterioro en el precio durante los noventa.

Cuadro 2. Tasas de crecimiento de las exportaciones, 1961-1999


(Promedio anual en porcentaje)

Período Volumen Valor (dólares de 1995)


Total mundial Colombia Total mundial Colombia

1!361 -1998 1.5 2.5 1.2 2.2


60's 1.9 2.6 1.2 0.7
70's 0.9 4.2 1.3 4.1
80's 0.8 1.7 0.7 2.9
90's 2.2 2.6 1.5 1.6

FUENTE: FAO y estimaciones del autor.

1 87

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Gráfico 1O. Participación del volumen de las exportaciones colombianas en el total mundial,
1961 - 1999

12

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~~~~~--~----~-~-~-----~-~~~~-~~---~~--~

Año

FUENTE: FAO

Los dos mercados más importantes para las exportaciones colombianas de


banano, durante la segunda mitad del siglo xx, fueron Alemania y Estados
Unidos. El primero fue el principal mercado desde 1955 hasta mediados de
Jos setenta, compartjendo el lugar con los Países Bajos en los años sesenta.
Estados Unidos, por su parte, fue el principal mercado en los primeros años de
la década de los cincuenta, recuperando esa posición desde mediados de los
setenta. Al finalizar el siglo xx, Estados Unidos se mantuvo como el principal
mercado conjuntamente con Alemania, Bélgica e Italia (véase gráfico 1 1).
El comportamiento del precio real del banano durante la segunda mitad
del siglo xx no fue favorable. Mientras que en 1957 el precio real FOB de la
libra de banano en los puertos de Estados Unidos se encontraba en 54,6 centa-
vos de dólares, en 1999 ese precio fue de 17,7 centavos, lo que significó una
caída del -1,2% promedio anual entre esos años. Sin embargo, habría que
distinguir períodos con significativas caídas como las década de 1960 y 1990
con rasas de decrecimiento cercanas al -2,2%, y otro de relativa estabilidad

88

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Gráfico 11. Principales destinos de las exportaciones colombianas de banano, 2000

Yugoslavia
2,0% Otros
5,3%
China Estados Unidos
4,2% 37,8%

Italia
9,5%

Alemania
8,5%
Bélgica
28,4%

FUENTE: Augura

Gráfico 12. Precio FOB real del banano en puertos de Estados Unidos, 1957 - 1999

60

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Año

FUENTE· FMI y estimaciones del autor.

1 89

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Gráfico 13 Distribución geográfica del volumen de las importaciones mundiales de banano, 1999

Otros
Argentina 8,8% Unión Europea
y Chile (15)
3,2% 33,3%
China
3,1%

Japón
7,0%

Europa
Oriental
6,1%

FUENTE: FAO

como el período comprendido entre 1970 y 1989, donde se presentó una esta-
bilidad en el precio real con una caída menor de -o,2% promedio anual (véase
gráfico 12).
El volumen de las importaciones mundiales de banano pasó de 3,9 a 14
millones de toneladas entre 1961 y 1999, lo que significó una tasa de creci-
miento promedio anual del 1,4% . Los años se enta y setenta fueron los más
dinámicos de la segunda mitad del siglo xx, cuando el volumen de las impor-
taciones mundiales creció a una tasa promedio del 2,2 % y 1,5 % , respectiva-
mente.
Entre 1961 y 1999 los mayores imporradore mundiales de banano fueron
Estados U nidos y la Unión Europea. En el último año, el primero importó el
31 % d 1 banan comerciado a nivel mundial y el egundo importó el 33%
(véase gráfico 1 3).
En términos per cápita, los mayores importadores son Emiratos Arabes
Unidos, Nueva Zelandia, Malta y Uruguay. El primero de ellos con un nivel
muy superior: veinticinco kilogramos por habitante (véase gráfico 14).
Las proyecciones de la FAO para el 2005, establecen que las exportaciones e
importaciones netas mundiales de banano se equilibrarán en unos 13,7 millo-
nes de toneladas, incluyendo los volúmenes de pérdidas durante el transporte.
Se plantea que ese equilibrio se producirá a causa de la reducción en los precios
reales, como consecuencia de una importante reducción en las tasa de crecí-

90

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Gráfico 14 Países con mayores importaciones per cápita de banano (promedio 1988 - 1997)

30

25,4
25

Q)

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o
Uruguay Kuwait Emiratos Rep. Checa Malta Noruega Canadá N. Zelandia

Países

FUENTE: FAO

mienro de la demanda de importación y del retraso en los ajustes en la produc-


ción ante la disminución en precios 21 •

V Estructura institucional de la comercialización del banano

El mercado mundial de banano está dominado por tres compañías: Doie


Foods, Chiquita Brands y Fresh Dei Monte, las cuales han tenido una presencia
de más de cien años en las zonas productOras de América Central y Colombia.
Estas tres comercializadoras controlan aproximadamente el 65 % de las expor-
taciones mundiales de banano y son seguidas por la empresa ecuatOriana Noboa,
la cual controla alrededor del r o%, y la europea Fyffes, q ue controla entre un
6% y 7 %22 .

21 !bid, p. 4·
22
Adelien Van de Kasteele, Op. Cit., p . r.

1 91

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
La comercialización del banano mundial sufrió grandes cambios como con-
secuencia de la implantación del régimen común de la Unión Europea en 1993,
a donde se destinan cerca del 30% de las importaciones mundiales de la fruta.
Las nuevas condiciones en el mercado llevaron a que se produjeran cambios en
las estrategias de las compañías comercializadoras, resultando algunas afecta-
das y otras beneficiadas .
U na de las grandes perjudicadas fue la compañía Chiquita, quien cedió
participación en el mercado a favor de sus competidoras . Esta compañía desti-
nó sus esfuerzos a derrumbar, sin mucho éxito, el régimen bananero europeo.
Como resultado de lo anterior, Dote surgió como la compañía líder mundial en el
mercado bananero, relegando a un lugar secundario a la tradicional Chiquita.
Las estrategias adoptadas por las compañías en los noventa estuvieron orien-
tadas a diversificar la oferta de banano, ampliando su tradicional oferta lati-
noamericana a otras regiones del planeta, especialmente Filipinas e Indonesia,
que les permitieron atender el mercado asiático de una mejor manera. Las
compañías europeas se orientaron a mejorar la producción en los países pro-
ductores ACP 2 3 protegidos por el régimen. Asimismo, algunas compañías ame-
ricanas invirtieron en esos países, con el fin de garantizar un mejor acceso al
mercado europeo.
De igual forma, las compañías buscaron una integración vertical del pro-
ducto que les permitiera un manejo integral de la cadena de producción. Orien-
taron sus esfuerzos a la diversificación del mercado dado la aparente saturación
del mercado norteamericano y europeo, desarrollando otros mercados en el
Lejano y Cercano Oriente, los países del Cono Sur, Asia y Europa Oriental. Las
empresas comercializadoras también redujeron su dependencia del comercio
del banano, ampliando sus negocios a otras frutas frescas y eliminando los
negocios poco rentables. En este aspecto, las compañías han trabajado en in-
crementar los niveles de productividad en el sector bananero. Se han sacado de
producción aquellas superficies que no cumplen con un mínimo de produc-
ción por hectárea establecido y en otras se ha aumentado los niveles de pro-
ductividad tradicionalmente manejados.
Colombia, junto con Ecuador, es el país productor que ha desarrollado
empresas nacionales de comercialización. En Colombia actualmente operan
Unibán, Probán, Banacol, Banadex, Bagatela, Sunisa y Banamar. Uniban es la
más antigua de las compañías, fundada en 1966, y la que mayor participación

>J Los países ACP corresponden a las ex-colonias europeas en Asia, El Caribe y El Pácifico.

92 1

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
tiene de las exportaciones colombianas. En el primer semestre de 1999, Uniban
comerció el 3 r% de las exportaciones colombianas de banano. Le siguen en
importancia Proban (23,83 %), Banacol (rr,26%) y Banadex (15,76%). Estas
cuatro compañías concentraron aproximadamente el 82% de las exportaciones
totales de banano de Colombia.
Las compañías colombianas han perdido participación dentro del total de
exportaciones. Antes de 1966, las compañías extranjeras comerciaban el roo%
de las exportaciones de banano; sin embargo, desde los años setenta las compa-
ñías colombianas llegaron a exportar entre el 70% y 8o% del banano colom-
biano. Existen tres compañías con capital extranjero: Probán, comprada por
Do/e, Banadex de propiedad de Chiquita y Conserba de Del Monte. En 2000,
las compañías nacionales (Unibán, Banancol, Sunisa, Bagatela y Banamar)
comerciaron el 50% del banano colombiano exportado, mientras que las
compañías de capital extranjero negociaron el porcentaje restante (véase grá-
fico r 5).

Gráfico 15 Exportaciones colombianas de banano por comercializadora, 2000

Bagatela Conserba Banamar


3,3% 8,5% 0,5%
Otros
Sunisa 0,9%
2,5% Unibán
31 ,7%

Banadex
19,5%

Probán
20,9%
Banacol
12,2%

- ----------------
FUENTE Augura

Diferentes factores han influido en la caída de participación de las comer-


cializadoras nacionales en el volumen exportado. Las condiciones actuales del
mercado han extremado la competencia en torno a las marcas. En esta situa-
ción es claro que las compañías colombianas no han logrado un posiciona-

93

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
miento fuerte de sus marcas frente a las tradicionales marcas extranjeras: Chi-
quita, Do/e y Del Monte. Otro factor que ha afectado la rentabilidad de las
comercializadoras es la caída de los precios que ha reducido sus ingresos y en
algunos casos han tenido que asumir reducciones en precio para no rrasmitírselo
a los productores . En el mercado mundial se paga mejor el banano de las mar-
cas extranjeras, lo que ha llevado a que algunos productores nacionales comer-
cialicen directamente con las compañías extranjeras.

VI Determinantes de las exportaciones colombianas de banano

En el análisis de las exportaciones de colombianas de banano se plantea


que el determinante central es la rentabilidad, la cual está influenciada por
la combinación de tres elementos: el precio internacional del producto, la
tasa de cambio y la estructura de costo. Estos factores se reflejan en el indi-
cador de rentabilidad denominado precio externo del banano en pesos cons-
tantes - PEBR-, que se calcula de la siguiente forma:

(TCN) *(PE) (i)


PEBR = ICB

Multiplicando (i) por el índice de precio del exterior - !PE- en el denomi -


nador y numerador se obtiene:

(TCN) *(PE) (PE) (ii)


PEBR = ICB * !PE

Donde: TCN tasa de cambio nominal


!PE índice de precios externos
ICB índice de costos del banano
PE precio externo del banano

(TCN) *(PE)
tasa de cambio real
ICB
(PE)
precio real del banano en el exterior
IPE

Con el ICB se busca encontrar un indicador de costos que refleje el compor-


tamiento registrado en el cultivo del banano. El ICB se estimó a partir del
índice de precios al consumidor - IPC- e incorporando el efecto de la produc-

94

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
tividad del cultivo del banano; es decir, ICB = IPC/Productividad. La produc-
tividad se mide en número de cajas de r8,14 kilos por hectárea. Con esta
aproximación se involucra el efecto de los cambios técnicos en la reducción de
los costos unitarios del cultivo. La expansión de las exportaciones de banano
colombianas fue posible, en un escenario de precio mundial descendente en el
largo plazo, gracias al cambio tecnológico introducido que permitió la reduc-
ción de costos uni tarios 24 .
En una primera aproximación a la relación entre la productividad del cul-
tivo de banano y sus exportaciones, se encontró una alta correlación entre el
indicador de productividad -cajas/hectárea/año- y las exportaciones: o,65. Lo
anterior indica que el desempeño de la productividad del cultivo en el período

Gráfico 16. Evolución de las exportaciones y la productividad del banano, 1961 - 1999

r - - - - - - - - -- - - - - -- - - - - - - - - - - - - - , 2.500

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3.000
- --- - 2.000

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~~~~~~~~~~~~--------~~-----~----- ------

Año

- Productividad - - - Exportaciones

FUENTE · FAO

'
1
José Leibovich, "El sector bananero colo mbiano : diagnóstico, perspectivas y reco-
mendacio nes de po lítica", estudio preparado para el IICA , Samafé de Bogotá. octubre,
1 995>P· 5·

1 95

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
determinó el comportamiento de las exportaciones colombianas de banano
(véase g ráfico 1 6).
Se encontró, tal y como era esperado, una correlación positiva entre el esti-
mador de rentabilidad - PEBR- y el volumen de las exportaciones colombia-
nas de banano en el período 1961 - 1999. El coeficiente de correlación entre
estas dos variables fue de 0 ,4. Como se puede apreciar en el gráfico 17 , la
relación entre el PEBR y las exportaciones colombianas de banano presenta
dos períodos: el primero desde 1961 hasta 1989, en el cual se presenta una
tendencia creciente similar, y el segundo, en la década de 1990 , en donde el
PEBR cae y el volumen de las exportaciones mantiene su crecimiento.
No debe perderse de vista que la rentabilidad (PEBR) es el resultado de la
combinación de dos factores , tal y como se puede apreciar en la descomposi-
ción del mismo: la tasa de cambio real - TCR- y el precio real del banano en el
exterior. ¿Qué pasó con estos dos elementos durante el período de análisis ?

Gráfico 17. Evolución de las exportaciones de banano y el PEBR, 1961 - 1999

2000

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1500

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Año

- - - PEBR - - Exportaciones

FUENTE: FAO y estimación del autor.

96 1

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
El precio internacional del banano en términos reales mantuvo un conti-
nuo descenso durante el período. El resultado positivo encontrado en el indi-
cador d e rentabilidad - PEBR- hasta 1990 se presentó como resultado del
comportamiento positivo registrado en la TCR, que mostró un incremento
entre 1961 y 1991. La TCR registró un incremento significativo en los últi-
mos siete años de la década de 1980, mientras que entre 1991 y 1997 registró
una continua caída. Este último hecho y el descenso en el precio real del bana-
no en el exterior en la década de 1990 se reflejaron en la caída significativa que
registró el PEBR hasta 1997. En los dos últimos años de la década de 1990, el
indicador de rentabilidad registró una ligera recuperación, la cual estuvo aso-
ciada a la recuperación de la tasa de cambio real en estos dos años.
El incremento de las exportacio nes bananeras en los años noventa, a pesar
del descenso del indicador de rentabilidad PEBR , está relacionado con los
aumentos en la superficie cultivada que se dio a finales de los años ochenta
como respuesta al buen desempeño de la rentabilidad del cultivo observado y

Gráfico 18. Evolución de la TCR y el precio real externo del banano, 1961 - 1999

50

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Año

- - - Precio real externo TCR

FUENTE: FMI y estimaciones del autor

1 97

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
las expectativas de expansión de la demanda mundial que se produjeron como
resultado de la apertura de las economías del bloque oriental y el diseño de la
nueva reglamentación del mercado común europeo.
Aún cuando las exportaciones de banano son determinadas por la demanda
mundial, la producción responde a los aumentos en rentabilidad de manera
diferente a las reducciones en ella. Un alza en la rentabilidad durante un año
genera una serie de inversiones que conducen a aumentos en la producción en
el largo plazo, mientras que una caída no reduce la oferta en la misma medida.
En estas condiciones de mercado, se generan sobreofertas del producto en el
mediano plazo y el equilibrio del mercado se logra vía reducciones en precios.
En este punto, la rentabilidad del negocio no se logra a través de márgenes
altos sino por medio de mayores volúmenes de ventas.
De acuerdo con las estadísticas de la FAO, la superficie cultivada de banano
en Colombia se duplicó entre 1986 y 1994. Aunque hubo un descenso en
r 999, el área cultivada es el doble de la cosechada a comienzos de los años
ochenta (véase gráfico r 9).

Gráfico 19. Evolución de la superficie cultivada de banano en Colombia, 1961 -1999

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~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~r~

Año

FUENTE: FAO

98 1

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
En síntesis se estableció que las exportaciones colombianas de banano estu-
vieron asociadas con la rentabilidad del cultivo. Esta rentabilidad está
influenciada por la productividad ya que sus incrementos se reflejan en una
reducción de cosros y por ende, se mejora la rentabilidad. En el caso colombia-
no, la productividad estuvo determinada por el cambio técnico introducido en
el sistema de producción a través de nuevas variedades, nuevas técnicas de
cultivos (mejoras en técnicas de drenaje, riego, uso de cable para el transporte,
entre otras), y la integración vertical del sistema de producción que se dio en
el país que permitió mejorar la producción, empaque y comercialización.
El resultado positivo del indicador de rentabilidad -PEBR- hasta 1991 y
en 1998 y 1999, estuvo determinado por el buen desempeño de la tasa de
cambio real frente a una permanente caída del precio externo real del banano.
La rentabilidad registró un descenso significativo entre 1991 y 1997 como
consecuencia de la menor TCR y de los menores precios reales del banano a
escala internacional. En este escenario, el aumento en el volumen de las expor-
taciones registrado se presentó por las características de largo plazo del bana-
no: la producción bananera se aumenta ante incrementOs en la rentabilidad
pero ante deseen os en la misma no se generan caídas del mismo orden en la
producción. Colombia logró, a través de unos mayores volúmenes, mantener
el valor de las exportaciones de banano en los años noventa.

VIl Conclusiones

El cultivo de banano en Colombia mostró un crecimientO positivo en la


egunda mirad del iglo xx, en medio de períodos de cri i y auge en la do
regione bananeras del país. En las décadas de los sesenta y setenta se ob ervó
el estancamientO de la tradicional zona bananera de anta Marta y el surgi-
mientO de la que e convirtió en la primera zona productora: Urabá. Posterior-
mente, a mediados de los años ochenta, resurgió el cultivo en la zona de anta
Marra, aunque sin desplazar a U rabá como la región líder.
Diversos factores se combinaron en este resultado. Habría que mencionar
que los problemas fltosanitarios y climáticos de la región de Santa Marta redu-
jeron la rentabilidad del cultivo en la zona y fomentaron, de esta manera, el
desarrollo de U rabá, donde se registraban ventajas en esos aspectos. El poste-
rior deterioro del orden público en la región antioqueña fue el factor determi-
nante del resurgir samario, ya que los productores se vieron obligados a buscar

99

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
zonas alternas que les permitieran ofrecer una oferta segura de la fruta en el
mercado internacional.
El mercado mundial del banano muestra una clara división internacional
en la producción y comercialización. La producción de la fruta está concentra-
da en países tropicales de escaso desarrollo económico. Algunos orientan la
producción al consumo interno y sus procesos productivos son pocos tecnificados
y de bajo rendimiento. Por su parte, existen otros países que orientan su pro-
ducción al mercado externo, cuentan con una alta tecnología y alcanzan unas
elevadas productividades. La demanda de la fruta se concentra en países tem-
plados desarrollados. Entre éstos, algunos permiten un libre comercio de fru-
tas y otros establecen regímenes especiales que introducen trabas al comercio
mundial. La comercialización está dominada por compañías multinacionales
que fijan sus políticas de acuerdo a las condiciones del mercado.
Con miras a que Colombia mantenga una posición importante en el merca-
do internacional del banano, se debe fomentar el aumento de la productividad
en los cultivos nacionales. Al involucrar la innovación tecnológica en el cálcu-
lo de la rentabilidad de la fruta, se encontró que los incrementos en ésta fueron
posibles en la medida en que la mayor productividad redujo los costos unita-
rios de producción. En este aspecto, también juega un papel importante el
establecimiento de una política adecuada de manejo del tipo de cambio y un
permanente seguimiento del mercado mundial que permita mejorar la toma
de decisiones de producción y comercialización.

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1 101

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Palma africana en la Costa Caribe:
Un semillero de empresas solidarias
MARÍA M. AGUILERA DÍAZ *

1 Introducción

LA PALMA DE ACEITE AFRICANA es un cultivo tropical perenne que, al


darle valor agregado a su fruto, provee derivados de múltiples aplicaciones que
van desde la industria de alimentos hasta la oleoquímica. En Colombia se ha
convertido en una actividad agroindustrial muy dinámica, orientada al desa-
rrollo económico y social sostenible para las comunidades rurales, ya que im-
pulsa la creación de empresas, genera empleo permanente, provee divisas con
la producción que se exporta, es amigable al medio ambiente por la preserva-
ción de los ecosistemas y protección de los recursos hídricos, y rodas sus partes
se utilizan.
La producción de palma de aceite incrementó su importancia en la econo-
mía colombiana, pasando de participar en 1996 con el 5.6% del total los cul-
tivos permanentes al 7 .o% en el 2000. En este último año, aportó el 2.2 % de
la producción agropecuaria y el 3.6% de la agrícola. En la década de los
noventa comenzó a incursionar en el mercado externo exportando una porción
creciente, pasando del ro% en 1996 al 25% en el 2000 de la producción
agroindustrial del sector palmero.
Colombia, es uno de los países del mundo con más tierras aptas para la iem-
bra de palma, al contar con 3·5 millones de hectáreas sin ninguna restricción
para la plantación de este cultivo. De éstas, el 36% se encuentran en siete
departamentos de la Costa Caribe, donde además se cuenta con una infraes-

,-
tructura de puerros marítimos para el comercio exterior.

• Economista de Estudios Económicos del Banco de la República-Carragena. La aurora


agradece los comentarios de Adolfo Meisel Roca y Joaquín Viloria de la Hoz a una versión
preliminar de este documento, así como la colaboración de Jacinto Londoño Ortiz.

102

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1. Las palmas africanas en los tres primeros años son
improductivas. comienzan a dar frutos después de 30
meses de su plantación.
2. Las plantas crecen en promedio 30 a 60 cm por año. a
los 25 años su altura es de 13 metros o más y se dificulta
el corte de los frutos.
3

3. Los racimos de la palma pueden


alcanzar 60 centímetros de largo y
40 centímetros de ancho.
4. Frutos partidos. arriba del tipo
Tenera y abajo del tipo Dura.

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
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No obstante, la inseguridad y la violencia que presenta gran parte de las
zonas aptas para este cultivo, son factores negativos en la atracción de inver-
sión para el desarrollo de esta agroindustria. Sin embargo, Malasia e Indonesia,
países que han tenido los mismos problemas de guerrilla, inconformidad so-
cial y desempleo como Colombia, han transformado éstos problemas e impul-
sado su desarrollo a través de la palma africana. En el 2000, Malasia tenía
sembrado 2 ·9 millones de hectáreas con palma de aceite e Indonesia 2 millo-
nes, constituyéndose en los dos primeros productores a nivel mundial. Colom-
bia con r 57 mil hectáreas es el cuarto productor mundial y el primero en
Latinoamérica.
Este trabajo tiene como objetivo determinar la importancia del cultivo de
palma africana en la Costa Caribe, durante la década de los noventa, analizan-
do los principales indicadores económicos de este sector, como área sembrada,
producción y exportación. Así mismo, se identifica la conformación de estra-
tegias de alianzas productivas que han permitido que pequeños y medianos
productores participen de este negocio en la región. Además, dentro del desa-
rrollo de la investigación se describen los antecedentes del cultivo en Colom-
bia, aspectos generales del mismo, la ubicación geográfica y por último se
presentan las conclusiones del estudio.

11 Antecedentes

La palma de aceite africana (Elaeis gttineensis es originaria de las costas del


1
)

golfo de Guinea en África Occidental. Al continente americano se introdujo,


en el siglo XVI a través de los colonizadores y comerciantes de esclavos porru-
guese , que la usaban en Ja diera alimenticia de sus esclavos en el Brasil.
En 1932, las primeras palmas de aceite fueron traídas a Colombia por el
belga Florentino Claes 2 , para el Departamento de Agricultura del Ministerio
de Industrias, pero cuando llegaron el gobierno ya no estaba interesado en
impulsar siembras de palma. El belga sembró esas semillas en varios sitios del
1 aí , entre ellos en la finca cafetera Santa Bárbara en Sasaima (Cundinamarca),
regaló una lata a Monseñor Gaspar M. De Monconill, obispo de Caquetá, que

' Nombre dado con base en la palabra griega elaion que significa aceite y el de guineensis
por provenir de la región de Guinea de donde se considera originaria.
' Director del Museo y el Jardín Botánico de Bruselas, Bélgica, quien a lo largo de diez
años, desde r923, visitó al país para aprender sobre el yagé, el yoco y otras plantas amazónicas.

103

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
las envió a Florencia y Puerto Asis, y vendió otras a Gonzalo Córdoba quien
regaló una lata de semillas a la Estación Agrícola de Palmira, de la Secretaría
de Agricultura del Valle. Estas primeras plantaciones fueron sembradas con
fines ornamentales3.
En Colombia, el cultivo comercial de palma africana se inició en 194 5
cuando la United Fruit Companyt estableció una plantación en la hacienda Patuca,
en Sevilla (Magdalena) 5 , con plantas procedentes de su filial en Honduras.
Esta plantación se inició con 1 oo hectáreas que después se extendió a 17 2 con
plamas de aceite tipo Deli, seleccionada en Sumatra (Indonesia). Por interme-
dio de esta misma compañía, en 1945, se importaron 400 palmas Deli para la
Estación Agroforestal del Pacífico, creada en Calima (Valle), las cuales sirvie-
ron de árboles madres para comenzar la selección de semillas en Colombia6 .
En los años cincuenta y sesenta, el fomento de la palma africana fue una de
las medidas que emprendió el gobierno dentro de las políticas de sustitución
de importaciones, ante la creciente demanda de aceites vegetales y materias
grasas que registraba el mercado interno y el descenso de las reservas interna-
cionales. Dentro de ellas, el Ministerio de Agricultura gestionó ante la FAO
una asesoría, y ésta envió una misión dirigida por el experto francés Maurice de
Ferrand quien, entre 1958 y 1959, evaluó las posibilidades de las oleaginosas
en Colombia y elaboró un informe del cual se resumen las siguientes recomen-
daciones7:
• Desarrollar el cultivo en las zonas más aptas que cumplan los requisitos
climáticos y de suelos.
• Plantar semillas seleccionadas y con un año en el vivero.
• Importar semillas de las estaciones de selección extranjeras, durante los
dos primeros años.
• Recomendó al Instituto de Fomento Algodonero, IFA, encargado de de-
sarrollar el cultivo de oleaginosas en Colombia, hacer fecundaciones artificia-
les de los mejores ejemplares observados, para plantar campos geanealógicos

Marca Luz Ospina Bozzi y Doris OchoaJaramillo, La palma africana en Colombia. Apuntes
3

y rr.emot'ias , Vol.
I, Fedeplama, Bogorá, 2001, pp.29-3 0.
4
Multinacional norreamericana productora y comercializadora de banano.
5 Sevilla en esa época era un corregimiento de Ciénaga, acrualmente es la cabecera del

municipio Zona Bananera.


6
Maurice Ferrand, Informe sobre la misión en Colombia del 1 de julio de 1958 al 3 0 de junio de
r959, FAO, Colombia, 1959, pp.7-14.
7 Ibid., P·79·

104 1

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en granjas experimentales para el suministro de semillas. Así mismo, crear un
laboratorio de agronomía en la planta experimental de Nariño para realizar
estudios de suelos y diagnóstico foliares, y asesorar a los campesinos en el
establecimiento de este cultivo.
• Formar especialistas en genética aplicada a la selección de las plantas, en
fisiología de la nutrición de las plantas y en mantenimiento de la fertilidad de
los suelos de plantaciones perennes.
En 1958, el Instituto de Fomento Algodonero, IFA, importó 2 r.ooo semi-
llas provenientes de Costa de Marfil (África), elegidas por el lnstitut de Recherches
pour les Huiles et Oleagineux, IRHO, de París, y r .ooo semillas de las selecciones
de Pamal .Ltd., de Nigeria (África), a través de este mismo instituto, para for-
mar una base de semillas para el material de las plantaciones futuras de Co-
lombia. La hacienda Patuca se convirtió en una fuente de árboles madres del
tipo dura 8 para la producción de semillas, que el IFA seleccionó en su estación
experimental La Pepilla para realizar cruzamientos con plantas pisiferas 9 y
téneraS de Palmira y el Calima (Valle). Este cruce dio como resultado un
10

híbrido que se llama ténera, que es el que hoy tienen la mayoría de las planta-
ciones del país.
El informe de Ferrand creó las bases para las políticas de fomento de palma
de aceite en Colombia, incorporadas en el Plan de Desarrollo Económico y
Social, r 966- I 970, del gobierno de Carlos Lleras Res trepo, que escogió el
cultivo de palma de aceites entre las oleaginosas a estimular, por sus altos
rendimientos, amplia disponibilidad de tierras tropicales y el impulso que
este cultivo venía comando en la época.
En 1959, se establecieron estímulos financieros mediante la Ley 26 que
otorgó, a los cultivos de tardío rendimiento, créditos a diez años con cinco
años de gracia y a rasas preferenciales. A partir de r 963, el Fondo de Inver-
11

siones Privadas, FIP, concedió créditOs para proyectos agroindustriales, y la


Caja Agraria financiaba a los pequeños agricultOres.

8
Esta variedad tiene un fruto grande, racimos pesados y pulpa un tanto reducida, pues el
cuesco que separa la pulpa de la pepita es grueso, de dos a ocho milímetros de espesor.
9 Son plantas cuyos frutos prácticamente no tienen cuesco sino un cartílago blando, es

pura pulpa y almendra. Los árboles son de gran porte y frecuentemente son estériles en su
versión femenina por lo que no logran culminar la formación de frucos.
'
0
Este tipo de planta es un híbrido proveniente del cruzamiento de dura con pisífera. El
cuesco del fruto es delgado y el porcentaje de pulpa es mayor, por lo tanto el contenido de
aceite es más abundante.

1 105

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El Gobierno convocó a los agricultores a que emprendieran empresas pal-
meras y les garantizó las condiciones básicas en los primeros años, para esti-
mular la producción y el mercado del aceite de palma, mediante políticas
proteccionistas, y compartió el riesgo con los particulares, brindándoles la
opción de adquirir el negocio cuando empezara a ser rentable. Es así como a
través del IFA invitó a los agricultores a constituir, con su asocio, empresas de
responsabilidad limitada. En la Costa Caribe, las primeras sociedades consti-
tuidas por el IFA con particulares, para el cultivo de la palma africana y su
explotación industrial fueron: Palmas Oleaginosas Hipinto (1960), con Ga-
seosas Hipinto, Ramón Pinto, Bernabé Pineda y Ernesto Serrano, en San Al-
berto (Cesar); Palmas Oleaginosas de Ariguaní, Palmariguanf (1961), con la
familia Pumarejo Certafn, en Bosconia (Cesar); y Palmas oleaginosas de Casacará,
Palmacará (1963), con Dangond Hermanos, en Codazzi (Cesar). 12
En el Plan Cuatrienal de 1971-1974, el gobierno de Misael Pastrana, puso
énfasis en la ampliación y mejoramiento de las plantas extractoras de aceite de
palma y en la instalación de equipos para el beneficio de las almendras, para lo
cual se canalizaron recursos de empréstito externos, por conducto del Institu-
to de Fomento Industrial, IFI.
La Ley 4 de 1973, creó la renta presuntiva agrícola como estímulo fiscal a
la eficiente utilización de las tierras, y la Ley 5 de 1973 derogó la Ley 26 de
1959 y creó el Fondo Financiero Agropecuario, FFA, admini erado por el Ban-
co de la República. Este fondo financió hasta 1980 la siembras, sostenimien-
to de cultivos de tardío rendimiento y las diferentes labores relacionadas con el
cultivo de palma africana, como adecuación de tierras, adquisición de maqui-
naria y equipos, sistemas de riego y drenaje, siembra y mantenimiento en la
etapa improductiva, construcciones complementarias y recuperación de plan-
taciones con problemas fito anitario .
Las anteriores medida de fomento no lograron el objetivo propuesto de
incentivar la palmicultura en los años setenta, pues el crecimiento del ecror
fue moderado. En Colombia, el aumento promedio anual del área total sem-
brada entre 1967 y 1979 fue de 4.7 % (Anexo 2). Los recuro de créditos
fueron limitados para la necesidad de expansión, los costo de producción au-
mentaron, los beneficios tributarios y proteccionistas se eliminaron, y los pre-

1 -" La Ley 26 obligó a los bancos a destinar el 15 % de sus depósitOs a la visea y a término
para el fomenro agrícola, ganadero y pesquero.
,, Marta Luz Ospina Bozzi y Doris Ochoa Jaramillo . Op Cit., pp. 39-6 .

106 1

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cios internos del aceite de palma decrecieron por la liberación de las importa-
ciones de aceites y grasas. Todo esto llevó a mermar la rentabil idad de las
inversiones en palma de aceite.
A finales de 1980, el gobierno creó nuevas líneas de créditos para la
agroindustria, como los planes integrales, que incluía la compra de maquina-
ria, la preparación de tierras, la compra de semillas, obras de infraestructuras y
viviendas o campamentos. Estos créditos tenían un periodo de gracia y el pago
de intereses y amortizaciones se hacía cuando se llegara a la plena producción.
Por otra parte, se dieron mecanismos de protección a la producción nacional,
al someter a licencia previa las importaciones de aceites y grasas y se incrementó
del arancel de o a 40% .
Al comenzar la década de los noventa, Colombia inició el modelo de aper-
tura económica con el cual la cadena de oleaginosa pasó al régimen de libre
comercio; estas políticas aumentaron las importaciones de aceites y grasas,
que crecieron en la década al ro.6% promedio anual (Anexo 3), pero también
aceleraron el programa de exportaciones, obligando a una reestructuración
productiva y organizacional para ser más competitivos. Las organizaciones de
productores del sector palmero están dirigiendo sus esfuerzos hacia la estabili-
zación de precios al productor, e inversión en el mejoramiento de semillas,
cultivos y prácticas de cosecha.

111 Aspectos generales

A. Cultivo y cosecha

La palma de aceite es un cultivo permanente de tardío y largo rendimiento,


ya que la vida productiva puede durar más de 50 año , pero cuando se le
cultiva con fines comerciales u vida promedio es de 2 5 años. Despué de e a
edad la altura de los rallos ( I 3 metros o más) dificulta el coree de los frutos. Las
plantas crecen en promedio de 30 a 6o cm por año, dependiendo de las condi-
ciones del medio en que se desarrolle el cultivo y de las características genéticas
del material planrado 3. 1

Los factores más importantes que determinan el rendimiento de las planta-


ciones son la calidad del suelo, la disponibilidad de agua y el clima. Los mejo-
res suelos son los volcánicos y arcillas aluviales y marinas, de zonas bajas (por

1
'· Fernando Bernal Niño, El cultivo de la palma de aceite y su beneficio. Guía general para el (sigue)

107

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debajo de 500 metros sobre el nivel del mar), de buena permeabilidad y bien
drenados. Requieren de precipitaciones de 2.ooo mm o más, distribuidos a lo
largo del año, esro es, sin estaciones secas muy pronunciadas; clima cálido de
temperatura media máxima del orden de 29°C a 33°C y mínima de 22°C a
24°C; luz solar constante entre cinco y siete horas diarias durante todo el año 14 •
Este es un cultivo de largo plazo, de los cuales los tres primeros años de
edad las plantas son improductivas y requieren de un manejo agronómico y
control de las malezas. La palma de aceite comienza a dar fruto a los 30 meses
después de su plantación y alcanza su producción máxima entre el octavo y
décimo año de su vida. En estos años la asistencia técnica debe ser permanente,
oportuna y capaz de anticipar y prevenir cualquier problema fisiológico de las
palmas. A partir del décimo año y hasta el final de su etapa económicamente
productiva, los cuidados de las plantaciones serán los mismos, pero cambiarán
las periodicidades y los programas fitosanitarios por la ocurrencia de enferme-
dades propias de las palmas seniles.
La calidad de la semilla es un facror importante en el cultivo de la palma de
aceite, por ser una explotación perenne, por lo tanto, la semilla certificada es
una condición para garantizar óptimos rendimientos. Los palmiculrores co-
lombianos pueden comprar semillas tanto en el mercado externo como en el
nacional, dependiendo de sus preferencias. A nivel internacional, en Malasia,
Nueva Guinea, Costa de Marfil, Costa Rica, y otras regiones del África. En
Colombia producen semillas el InstitutO Colombiano Agropecuario, ICA, y la
Hacienda Las Flores en Codazzi (Cesar). 15
La recolección es el facror económico y cualitativo más importante en la
obtención de los racimos de frutos, pues influye tanto en la tasa de extracción
del aceite como en el nivel de ácido graso libre. Los racimos deben ser co echa-
dos tan pronto como maduren, es decir cuando haya caído al suelo un fruto por

r-;almicultor, Federación Nacional de Cultivadores de Palma de Aceite, Fedepalma, y Centro


de Investigación en Plama de Aceite, Cenipalma, Bogotá, o .c., agosto, 2001, pp. 20-2 r.
14
Geoffrey J. Q. Bastin, Aceites vegetales y semillas oleaginosas: Guía del comerciante, Cenero
de Comercio Inrernacional UNCTAD/GATT, Ginebra, Suiza, 1990, pp-4-6.
·~ Las semillas comerciales son:
• Papua: Producida en la estación Dami en Papua Nueva Guinea . Se adapta a regiones
con deficiencia de magnesio.
• ASO: Producida en Costa Rica. Es para suelos profundos, bien drenados y zonas con
déficit hídrico anual de roo mm.
• IRHO: Producida por el institutO francés (lnstitut de Recherches por Hui/es et Oleagineux)
encargado de la investigación de oleaginosas. El material proviene de Costa de Marfil,
sirve para zonas secas y tolera la pudrición vascular. (sigue)

108 1

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cada libra de racimo, y llevados a la planta de beneficio, preferiblemente, el
mismo día de su corte, para evitar que aumente el contenido de ácidos grasos
libres del aceite dentro de los frutos, ya que influye en la calidad del aceite que
se produce. Esro exige que en las plantaciones, o cerca de ellas haya plantas
extractaras de aceite e implica una organización de tipo agroindustrial.

B. Procesos agroindustriales

El procesamiento del fruto de la palma de aceite se realiza en la planta de


beneficio o planta extractora, en donde se extrae de la parte carnosa el aceite
crudo de palma y de la almendra el aceite de palmiste y la torta de palmiste
(Apéndice).
Los tres productos comerciales que se obtienen de la palma oleaginosa son
el aceite de palma, el aceite de palmiste y la torta de palmiste. Al fraccionar el
aceite de palma se obtienen dos productos: la oleína que es líquida y sirve para
mezclar con aceites de semillas oleaginosas, y la estearina que es más sólida y
sirve para producir margarinas y jabones.
El aceite de palma es el segundo aceite más consumido en el mundo y se
emplea como aceite de cocina, por su resistencia a altas temperatura y porque
no tiene olores desagradables. También se usa en la elaboración de productos
de panadería, pastelería, confitería, heladería, sopas instantáneas, salsas, diver-
sos platos congelados y deshidratados, cremas no lácteas para mezclar con el
café, y en los sustitutos de la grasa de la leche empleados para la producción de
leche condensada y leche en polvo.
El aceite de palmiste tiene aplicación en la industria alimenticia como aceite
láurico en particular para la preparación de productos de confitería y panade-
ría. La torta de palmiste sirve como alimentos concentrados de animales, por
su naturaleza granulosa y fibrosa con bajo nivel de lisina.
Los aceites de palma y de palmiste también tienen usos no comestibles. Se
utilizan en la fabricación de jabones, detergentes bio-degradables, velas, cos-
méticos, grasas para moldes y equipos de fabricación de pan, grasas para la
protección de tanques, tubería o similares que operan al descubierto, barro de

• Dami Las Flores DxP: Producidas por Murgas & Lowe. Es el mismo material de Dami
Papua pero con progenies desarrolladas en la Hacienda Las Flores, adaptadas a las
condiciones de la región .
• ICA: Producida en la estación del Mira en Tumaco. Produce material Ténera mejorado
y adaptado a las condiciones del país .

1 109

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perforación, aceite de palma epoxidado útil como plastificante y esterilizador
en la industria plástica en especial para PVC, jabones metálicos para la fabrica-
ción de grasas lubricantes, secadores metálicos destinados a la producción de
pintura, barnices y tintas, y ácidos para lubricar fibras en la industria textil,
entre otros.
A nivel mundial, las aplicaciones del aceite de palma son en un 83 % para
aceite de cocina, el 6 .7 % en la oleoquímica (ácidos, alcoholes grasos y gliceri-
na), el3.6% para jabón y polvo para lavar, el3.3 % margarina, el2.8 % para
jabón de tocador y el o.6 % grasas 16 .

IV Ubicación geográfica de las areas productoras

Colombia es uno de los países que posee gran potencial agroecológico para
el desarrollo de la palma africana, pues cuenta con regiones de clima tropical,
adecuada pluviosidad y luminosidad. El país tiene 3· 531.844 hectáreas sin
ningún tipo de restricción para la plantación de este cultivo, de las cuales el
36% se encuentran en la Costa Caribe; 6.133·381 hectáreas se consideran con
restricciones moderadas, de las cuales 2. I 39.927 hectáreas (3 5%) tienen como
restricción un déficit moderado de humedad, que puede ser solucionado con
sistemas de riego. Las tierras con serias restricciones ascienden a 23.032.885
hectáreas, de éstas el 4 5.2 % son por pendientes y suelos superficiales. Al su-
mar las áreas sin restricciones con las de restricciones moderadas, en Colombia
hay 9.665.22 5 hectáreas aptas para la siembra de palma africana, de las cuales
el 35.5 % se encuentran en la Costa Caribe (Cuadro I Mapas I, 2 y 3). 17
De las tierras sin restricciones la mayor parte de ellas están en el piedemonte
llanero del Meta, en el sector medio del valle del Magdalena, en la desemboca-
dura del río Paría, al sur del valle geográfico del río Cauca y en la parte media y
alta del valle del río Sinú. Las tierras con restricciones moderadas se encuentran
ubicadas en los valles de lo ríos Cauca, Cesar, Sinú, sur de la Guajira, y litoral
de los departamentos de Atlántico y Magdalena, donde conforman zonas apro-
piadas para cultivos empresariales de palma, por ejemplo los de la Zona
Bananera. Los sectores con severas restricciones están es colinas de los departa-
mentos de Córdoba, Sucre, Bolívar y Magdalena, y en menor proporción en los

6
' Cooking Oit (CIC 1998). Tomado de Portafo lio, "Los usos del aceite de palma", 27 de
junio de 2001, p.2.
' 7 Corpoica-Cenipalma. Evaluación edafodimática de las tierras del trópico bajo colombiano

para el cultivo de palma de aceite, Samafé de Bogotá, abril de r 999, pp. 14- r 6.

11 o

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Mapa 1 Tierras aptas para cultivo de palma de aceite en Colombia

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1 ~

eLA SE 1 Sin restricciones


• Trerras planas con pendrentes menores del 3% ,
precrp11ac10nes de 2 000 a 4 000 mm anuales,
bren drenadas, de profundrdad mayor de 75 cm
CLASE 2 Restrrcci ones moderadas
• Con défrcr en precrprtacrones de 1 000 a 2 000 mm anuales
• Con défrcrl de precrprtacrones de 1 000 a 2 000 mm anuales
y pendrentes de 7 12%
• Con exceso de precrprtacrones de 4 000 a 8 000 mm anuales
y pendrentes de 7- 12%
Con precrprtacrones de ? .000 a 4 000 mm . pendrentes de 7 12%
pr.dregosas y drena¡es imperfecto
Con exceso de precrprtacrones de 4 000 a 8 000 mm anuales
y suelos y drena¡es rmperfectos
CL ASE 3 Restricciones severas
Trerras de colrna con precrprtacrones de 1 000 a 4 000 mm anuales.
pendrentes de 12 21% y suelos superfrcrales de 25 cm de profundrdad
Trerras planas con precrprtacrones de 1 000 a 2 000 mm anuales.
y suelos entre 25 y 50 cm de profundrdad
Trerras planas, drferentes provrncras de humedad, drena¡e rmperfecto
y superficies entre 25 y 50 cm

FUENTE CorpoJca - Centpalma

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Tierras aptas para cultivo de palma de aceite

Mapa 2 Mapa 3
Córdoba, Sucre, Bolívar, Atlántico y Magdalena Valle del Magdalena Medio

FUENTE : Corpoica -Cenipalma .

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Cuadro 1. Tierras aptas para cultivo de palma de aceite en Colombia
f Total Colombia l Costa Caribe Participación
Costa Caribe 1
Caracterísiticas Total Colombia
1

Area en hectáreas %

Total 32,698,110 8,411,968 25.7

Sin restricciones 3,531 ,844 1,272,596 36.0


Tierras planas con pendientes menores del 3%, 3,531,844 1,272,596 36.0
precipitación de 2.000 a 4.000 mm anuales, bien
drenadas, de profundidad efectiva mayor de 75 cm.
Con restricciones moderadas 6,133,381 2,154,915 35.1
Tierras aluviales planas, bien drenadas, 2,139,927 1,338,285 62.5
moderasamente profundas con déficit en
precipitaciones de 1.000 a 2.000 mm anuales.
Tierras aluviales, bien drenadas, moderadamente 1,692,422 816,630 48.3
profundas a superficiales, con restricciones con
déficit en precipitación de 1.000 a 2.000 mm
anuales, y pendientes de 7 - 12%.
Tierras aluviales, bien drenadas, moderadamente 432,175 0.0
profundas a superficiales, con restricciones por
exceso de precipitación de 4.000 a 8.000 mm
anuales, y pendientes de 7 - 12%.
Tierras aluviales, ligeramentes onduladas a 987,991 0.0
onduladas, con precipitaciones de 2.000 a 4.000 mm
anuales, con restricciones de pendiente de 7 - 12%,
localmente pedregosas y drenaje natural imperfecto.
Tierras planas con restricciones por exceso de 880,866 0.0
precipitación de 4.000 a 8.000 mm anuales y suelos
y drenaje imperfecto.

Con restricciones severas 23,032,885 4,984,457 21 .6


Tierras de colina con prectpitación de 1 000 a 4.000 10,413,095 3,963,430 38.1
mm anuales, suelos bten drenados, con restricciones
topográficas (pendientes de 12 - 25%) y suelos
superficiales, menores de 25 cm de profundidad.
Tierras planas con precipitación de 1.000 a 2.000 3,097,555 600,632 19.4
mm anuales, bien drenadas, con restricción debido a
la superficialidad de los suelos entre 25 y 50 cm .

l
Tierras planas, en diferentes provincias de humedad, 9,522,235 420,395 4.4
pendientes menores del 7% y con restricciones por
suelos pobremente drenados o excesivos y
superficiales entre 25 x 50 cm .
- ------
FUENTE: Corpoica - Cenipalma.

1 111

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
departamentos de Santander, Norte Santander, y las altillanuras de Vichada,
Caquetá, Putumayo y Meta (Mapa r). 18
El sur del Cesar es una zona selvática de la cuenca del Magdalena Medio,
con buena productividad en el cultivo de la palma africana, gracias a su clima
y suelos regados por numerosos afluentes del río San Alberto y Lebrija. El
clima es caliente y sus precipitaciones anuales están entre los 3.000 y 4.000
milímetros con diez o doce meses de lluvia. En este sector se encuentra el
19.7% del total de las tierras más aptas para la siembra de palma de aceite de
Colombia y el 54.7% de las de la Costa Caribe. Los principales cultivos están
ubicados en los municipios de San Alberto, San Martín, Codazzi y El Copey
(Mapas 4, 5, 6 Y 7).
Los cultivos de palma en el sur del Cesar se iniciaron en tierras colonizadas,
donde el Estado no había hecho ninguna presencia. En esta zona no hubo
palma de aceite antes del plan de fomento iniciado en 195 7. A estas empresas
les tocó construir vías, llevar energía, hacer pozos para tener agua potable,
prestar servicios de salud, educación y construir viviendas. Las plantaciones
pioneras fueron: Palmas Oleaginosas Hipinto, Hipinlandia, en San Martín
(Cesar), e Industrial Agraria la Palma S.A., Indupalma, en San Alberto (Cesar).
Esta última fue una de las más grandes plantaciones de América, con 8.ooo
hectáreas en palmas. Sus desarrollos agronómicos, industriales y organizativos
fueron modelos para el resto de empresas palmeras y sus investigaciones apor-
taron al conocimiento sobre la adaptación y mejoramiento genético, plagas y
enfermedades de la palma africana en nuestro medio.
La otra empresa pionera del sur del Cesar es Palmas Oleaginosas Hipinto,
Hipinlandia, que está ubicada a treinta kilómetros al norte de San Alberto,
cerca de San Martín. Fue una plantación mediana, de 1.450 hectáreas, que
practicó el control biológico de plagas en reemplazo de las fumigaciones, pues
tuvo el soporte técnico de John Walter Lowe 9 . Esta empresa fue vendida en
1

r 985 a la Familia Osorno fundadores de Gravetal y pasó a llamarse Palmas del


Cesar.
Al noroeste de San Martín (Cesar), Cesar de Hart y su esposa Marta Pinto
iniciaron en 1982 una plantación llamada La Cacica con 330 hectáreas. A su

18
!bid., pp. r6-22.
19
Experto inglés que llegó a Colombia en marzo de r965 para prestar asesoría al rFA en
lo codo lo relacionado con la palma. Trabajó con diversas empresas palmeras de la cosca desde
los años sesenta.

112

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Principales municipios productores de palma africana en el Cesar

Mapa 4 Mapa 5
Municipio de San Alberto Municipio de San Martín

Mapa 6 Mapa 7
Municipio de Codazzi Municipio de Copey

000 m
Cultivo de palma de ace ite Plantas de Beneficio 300m
Om
Nivel del mar

FUENTE Corpoica-Cenipalma.

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Principales municipios productores de palma africana en el Magdalena

Mapa 8 Mapa 9
Municipio de Aracataca Municipio de Ciénaga

Mapa 10 Mapa 11
Municipio de El Retén Municipio de Fundación

000 m
Plantas de Beneficio 300m
• Cultivo de palma de aceite
Om
Nivel del mar

FUENTE : Corpoica-Cenipalma .

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
vez, promovieron varios cultivos pequeños, y montaron una planta extractora
con capacidad para atender la producción de esos cultivadores a quienes les
compraban el fruto. La ventaja de estas pequeñas empresas productoras son las
mínimas cargas administrativas, pero que en conjunto hacen una economía de
escala para la compra de fertilizantes, transporte y otros. Este núcleo palmero
llegó a r. 700 hectáreas formadas por Palmas Promisión, Carabelas, El Paraíso,
La Alondra y Buenos Aires, entre otras.
El desarrollo palmero del norte y centro del Cesar se produjo en las cuencas
de los ríos Ariguaní y Cesar. El del Magdalena se dio en la zona Bananera de
Santa Marta, en los valles del los ríos Sevilla, Tucurinca y Aratacata. Estas
tierras tienen muy buenos suelos y cantidad de día-luz pero les falta agua, por
lo tanto, las plantaciones se levantaron con riego dirigido mediante perfora-
ciones de pozos profundos. La plantación pionera fue la Hacienda La Patuca de
la Unit Fruit Company, cerca del caserío de Tucurinca en Sevilla (Magdalena),
primera plantación comercial iniciada en Colombia en r 94 5.
En los años sesenta, la crisis de la actividad bananera no solo cedió tierras al
cultivo de palma sino también mano de obra. Además, el trabajo del Instituto
Algodonero, IFA, para animar a propietarios de fincas a que se interesaran en
Ja actividad palmera, llamó la atención de algunos cultivadores con mentali-
dad empresarial y en este período se crearon las siguientes plantaciones: El
Labrador, entre Algarrobo (Magdalena) y el Copey (Cesar), Palmas Oleaginosas
de Ariguaní, Palmariguani, en Bosconia (Cesar), Palmas Oleaginosas del
Casacará, Palmacara, en Codazzi (Cesar), entre otras (Anexo r).
En 1959, la plantación de El Labrador la inició Alfonso Lozano Pinzón con
material dura de Patuca. Posteriormente, en r 965, entró como inversionista la
Corporación Financiera Colombiana que aporró capital para montar una plan-
ta extractora y adquirir la fábrica de grasas Aceite Supremo, en Cartagena. En
1968, se liquidó la sociedad y surgieron dos compañías, Grasas del Litoral y
Palmeras de la Costa. Esta última fue a finales de los setenta la segunda plan-
tación con mayor producción de aceite crudo del país después de Indupalma,
además invirtió recursos en la investigación y tuvo la asesoría del IRHO e im-
portó su tecnología. Sus experiencias fueron aporradas a la comunidad
palmicultora del país.
Palmariguaní fue un proyecto iniciado por la familia Pumarejo Certaín en
asocio con el IFA. El negocio se inició comprando el fruto de la palma, su
ubicación geográfica facilitó la llegada del producto desde cualquier lugar de
la Costa.

1 113

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
En 1963, Palmacará la iniciaron los hermanos Dangond en asocio con el
IFA. Sus primeras siembras fueron con semilla dura de Aracataca y en 1967
sembraron téneras producidas en la Pepilla. Esta familia fue benefactora del
pueblo de Casacará, pues lo dotó de puesto de salud, plaza, arregló la iglesia, y
fue gestora del festival de la palma africana que se celebra cada año en noviem-
bre, desde 1978.
Durante el gobierno de Carlos Lleras Restrepo (!966-1970), el Instituto
Colombiano de la Reforma Agraria, Incora, adquirió 6oo hectáreas de tierra a
la Compañía Frutera de Sevilla y las entregó a campesinos de la región para el
cultivo de palma africana. Así se originaron las pequeñas unidades palmeras
de Aracataca.
Posteriormente, en los años setenta y ochenta, la tecnificación de los culti-
vos, el empleo de semilla ténera mejorada por el ICA, el crecimiento de la
capacidad instalada y la crisis del algodón, llevaron a varios cultivadores de la
región hacia la actividad palmera. En esta época comenzaron las siguientes
plantaciones: La María de Jaime Serrano, en Aracataca, y Las Flores, en Codazzi,
de propiedad de Carlos Murgas. Esta última es una empresa con una gran
integración vertical, pues produce la semilJa, cultiva la palma, extrae el aceite
crudo y lo transforma en aceite comestible. Las Flores produce la semilla Demi
con polen que se importa de Papúa (Nueva Guinea), y el producto es conocido
como Murgas & Lowe. Con este material hay sembrada en Colombia más de
6o.ooo hectáreas, en Centro América 6o.ooo hectáreas y en Venezuela 2o.ooo
hectáreas.
Las Flores es una empresa que se ha caracterizado por promover el bienestar
y calidad de vida de sus trabajadores, con educación, salud y vivienda. Crearon
una escuela primaria, ubsidian la secundaria y en ocasiones la univer i raria.
La cooperativa de lo empleados recibe aporres de la empresa y maneja lo
ahorro , estudios, vivienda, comisariato y ca ino. on muchos los grupo fami-
liares que están vinculados a la empresa.

V Los cultivos de palma africana en la Costa Caribe

A. Características generales

La Costa Caribe tiene cerca de 380 unidades productoras de palma de acei-


te, de las cuales el 87. I% se encuentran en el departamento de Magdalena y el
12-4% en el Cesar. En 1999, el área bruta ocupada por la palma de aceite

114

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
sembrada, los canales de riego y las vías internas de las plantaciones, asciende
a 52. r 6 5 hectáreas, aprovechando solo el I. 5% de los suelos aptos para la
siembra de este cultivo en la Costa Caribe, y participando con el 34.7% del
total sembrado en el pafs (Anexo 5) .
El Cuadro 2 muestra el área sembrada en palma africana en la Costa Caribe
por municipios, en donde se observa que en el Cesar hay trece municipios con
siembras de palma africana, siendo San Alberto y El Copey los mayores pro-
ductores. Por su parte, el Magdalena tiene siete municipios, destacándose
Cienaga, Aracataca y El Retén con el mayor número de plantaciones.
En 1999, la palma africana en el Cesar aportó el 35.9% del valor total de la
producción agrícola y el 61.5% de los cultivos permanentes del departamen-
to. Por su parte, en el Magdalena contribuye con el 20.3% del valor de la
producción agrfcola y el 2 r .6% de los cultivos permanentes.
Con relación a la edad de los cultivos de palma africana en la Costa Caribe,
el 15.9% tiene menos de tres años, el32.7% entre tres y diez años, período en
el cual alcanza su máximo potencial, el33.3% entre IO y 20 años y el 17.8%
más de 20 años. Del total del área sembrada, el 89.0% es de la variedad ténera,
y el 8.7 % de dura (Anexo 4).
De acuerdo al tamaño del cultivo, el43.o% de las plantaciones de la Costa
Caribe son menores de 500 hectáreas, el 22.8 % tienen entre 500 y r.ooo
hectáreas y el 34.2% entre I.OOO y 8.ooo hectáreas. El tamaño promedio de
las unidades productiva de este último rango es de 2-43 5 hectáreas (Cuadro
3), se podía decir que estas plantaciones son pequeñas teniendo en cuenta que
en Malasia el promedio es de 20.000 hectáreas. El modelo de desarrollo de la
palmicultura en Colombia tiene previsto que las unidades económicas alcancen
un tamaño de cultivo de 5 .ooo hectáreas, en promedio, con una planta extractora
de 30 toneladas de racimo de fruto fresco, RFF por hora, para optimizar los
costo fijo y mejorar la competitividad. 20
En cuanto a las plantas de beneficio o extractoras de aceite, la Co ta Caribe
tiene r 7 plantas en operación, con una capacidad promedio de r 7.2 toneladas
eJe R FF por hora, superior a la del promedio del paf que es de r 5 toneladas de
RFF por hora, y una utilización del 45 %, inferior a la de Colombia (52 % ). La
capacidad de almacenamiento de aceite de pa lma en las plantas de beneficio de
la Costa Caribe es de 49 días, simi lar al promedio nacional (48 días).

'} Jens Mesa Dishington, "Un modelo para el desarrollo competitivo de la palma de aceite
2

en Colombia", en Palmas, volumen 19, Número Especial, 1998, p. 20-2r.

1 115

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Cuadro 2. Costa Caribe. Are a sembrada en palma africana por municipios, 1997-1998
Departamento Fincas Área Bruta 1 Área Neta 2 Unidades productivas,
UPA 3
Número Hectárea Part. % Hectárea Part.% Número Hectárea

Atlántico 1 281 0.2 279 0.2 1 0.0


Repelón 1 281 0.2 279 0.2 1 0.0

Cesar 55 25,031 16.9 22,869 16.5 47 2.3


Valledupar 8 1,332 0.9 1,401 1.0 7 0.3
Agustin Codazzi 4 2,140 1.4 1,938 1.4 4 0.2
Becerril 3 1,556 1.0 1,477 1.1 3 0.1
Bosconia 4 1,235 0.8 1,180 0.9 4 0.2
Chiriguaná 2 170 0.1 165 0.1 2 0.1
El Copey 15 6,189 4.2 5,805 4.2 11 0.5
La Paz 5 1,737 1.2 1,611 1.2 3 0.1
San Diego 1 90 0.1 90 0.1 1 0.0
Aguachica 1 442 0.3 408 0.3 1 0.0
Río de Oro 3 347 0.2 341 0.2 2 0.1
San Alberto 1 6,949 4.7 5,837 4.2 1 0.0
San Martin 6 2,799 1.9 2,573 1.9 6 0.3
Tamalameque 2 45 0.0 43 0.0 2 0.1

la Guajira 2 77 0.1 73 0.1 1 0.0


Dibulla 2 77 0.1 73 0.1 1 0.0
- -
Magdalena 434 24,450 16.5 23,099 16.7 330 16.1
Aracataca 113 4,778 3.2 4,529 3.3 77 3.7
Ariguaní 4 953 0.6 952 0.7 4 0.2
Ciénaga 84 8,612 5.8 8,021 5.8 54 2.6
El Retén 191 4,469 3.0 4,329 3.1 157 7.6
Fundación 9 1,268 0.9 1,220 0.9 8 0.4
Pivijay 23 977 0.7 908 0.7 22 1.1
Puebloviejo 10 3,393 2.3 3,140 2.3 8 0.4
-- --
Costa Caribe 492 49,839 33.6 46,320 33.5 379 18.5
-- -
Total Colombia 2,753 148,360 100.0 138,456 100.0 2,054 100.0
1
Espacio ocupado por la palma de aceite sembrada, los canales de riego y las vías internas de las plantaciones.
2 Espac1o ocupado por la palma de aceite sembrada, calculada con base en las densidades de siembra reportadas
por los productores.
3
Es una unidad económica para la producción agropecuaria o agroindustrial, bajo una sola gerencia.
FUENTE: Fedeplama, Censo Nacional de palma de aceite. Colombia 1997-1998, Bogotá, junio de 1999

Los anteriores indicadores son inferiores a los de Malasia e Indonesia, países


de mayor desarrollo en esta industria. En Malasia las plantas extractoras tienen
capacidad para 30 toneladas por hora y en Indonesia 40 tonelada por hora, y su
utilización es del 87% y 79% , respectivamente . Esto indica que el negocio

116

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
palmero de la Costa Caribe, y en Colombia, todavía es de pequeña escala y se
pueden reducir costos si se incrementan los cultivos y se le da mayor utiliza-
ción a la infraestructura instalada.
El Cuadro 4 muestra el empleo generado por la actividad palmera en el
país, encontrando que, en la Costa Caribe, la densidad es de un empleo directo
por cada 5. 5 hectáreas. Esto es muy cercano al promedio del país que es 5 ·9
hectáreas por empleados, pero es inferior a la de Malasias que es de I 2 hectá-
reas por trabajadores en las fincas mecanizadas.
Las cifras obtenidas del censo nacional de palma de aceite, realizado en
Colombia en junio de 1999, muestran que la Costa Caribe tenía 8-433 em-
pleados en las plantaciones, de los cuales el 78.o% trabajan en los cultivos, el
9.7% en las plantas de beneficio, el 8.1% empleos administrativos y el resto
en otras labores. La Costa Caribe aporta el 35.9% de los empleos de la activi-
dad palmera del país.
Las economías de escalas se deben aprovechar en las labores de siembras,
administración del cultivo, beneficio de la fruta o extracción del aceite y en la
comercialización. Pero esto no significa que el negocio sea sólo para grandes
empresarios, pues los pequeños o medianos productores pueden organizarse,
por ejemplo, en empresas asociativas que les permita hacer núcleos o unidades
económicas que alcancen economías de escala.

B. Evolución en los años noventa

1. Area sembrada

Entre 1995 y 1999, el área sembrada en palma de aceite en la Costa Caribe


creció a una tasa anual de 3.2 % , pa ando de 44·545 a 52.165 hectáreas. Lo
anterior indica un promedio de siembras anuales de 1.905 hectáreas, superior
a la de las demás zonas del país (Gráfico 1 Anexo 5).
En el Gráfico 1 (pág. 128) se observa que el año 1998 fue el de mayor cre-
cimientO (2. 346 hectáreas), debido a que se jníciaron cultivos de palma africa-
na en zonas donde no existía este cultivo, como en Bolívar las de San Pablo y
Simití en el sur del departamento, o en zonas abandonas o subutilizadas como
las de los distritos de riego de Maríalabaja (Bolívar) y Pivijay (Magdalena). En
1999, las nuevas siembras bajaron a r.187 hectáreas, año en que se dio una
caída en los precios internacionales del aceite de palma, por los altos niveles de
producción y una baja demanda creando un expectativa de sobreproducción lo
que frenó las siembras de nuevas áreas.

1 117

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Cuadro 3. Area sembrada en palma africana según tamaño, 1998
Rangos del tamaño Unidades Fincas Area en palma de aceite
Hectáreas productivas
Número Hectárea Part.%

Atlántico
200>500 281 100.0
Total 281 100.0

Cesar
Menos de 5 2 2 3 0.0
5> 20 1 1 10 0.0
20> 50 3 3 94 0.4
50>200 17 19 1,972 7.9
200>500 14 14 4,973 19.9
500>1 .000 6 10 4,470 17.9
1.000>2.000 2 4 3,394 13.6
Más de 2.000 2 3 10,115 40.4
Total 47 56 25,031 100.0
----
La Guajira
- 5-0_>_20_0_ ~-~~~-I------
1 ----~~---

1
2 77 100.0
Total 1 . 2 77 100.0
_ _ _ _ _ _ _ L_ _ _ _ _ _ _ _ _

Magdalena
--- ---
Menos de 5 108 113 227 0.9
5> 20 103 125 967 4.0
20> 50 37 49 1,219 5.0
50>200 46 69 4,639 19.0
200>500 23 40 6,976 28.5
500> 1.000 10 33 6,886 28.2
1.000>2.000 3 5 3,536 14.5
Más de 2.000 0.0
Total 330 434 24,450 100.0
-------- ·-'-

Costa Caribe
Menos de 5 11 o 115 230
---- 0.5
5> 20 104 126 977 2.0
20> 50 40 52 1,313 2.6
50>200 64 90 6,688 13.4
200>500 38 55 12,230 24.5
500>1.000 16 43 11,356 22.8
1.000>2.000 5 9 6,930 13.9
Mas de 2.000 2 3 10,115 20.3
Total 379 493 49,839 _.___ 100.0

118 1

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Cuadro 3. Area sembrada en palma africana según tamaño, 1998
Rangos del tamaño Unidades Fincas Area en palma de aceite
Hectáreas productivas

----1-
Número
--·--
Hectárea
I Part.%
Total Nacional
---¡-- -
Menos de 5 1,281 1,617 1 2,217 1.5
5> 20 360 544 3,284 2.2
20> 50 114 146 3,733 2.5
50>200 148 192 15,451 10.4
200>500 81 113 26,370 17.8
500>1.000 44 93 30,545 20.6
1.000>2.000 13 25 18,244 12.3
Más de 2.000 13 23 48,515 32.7
Total 2,054 2,753 148,360 100.0
1

F U~NTE: Fedeplama, Censo Nacional de palma de acel(e. Colombia 1997-1998, Bogotá, junio de 1999.

Cuadro 4. Densidad del empleo directo en las plantaciones de palma africana,


por departamentos y lugar de trabajo, 1998
1

Departamentos Total Cultivo Planta de Administración Otras Hectár.


empleos beneficio dependencias por
- -r- -
Número Número Part.% Número Part. % Número Part. % Número Part.% emplea.
-
Atlántico 30 30 0.2 o 0.0 o 0.0 o 0.0 9.3
Cesar 3,788 2,682 14.3 468 22.9 438 27.2 200 18.9 60
La Guajira 5 4 0.0 o 0.0 1 0.1 o 0.0 14.6
Magdalena 4,610 3,869 20.6 348 17.0 243 15.1 150 14.1 5.0
Costa Caribe 8,433 6,585 35.1 816 40.0 682 42.3 350 33~ 5.5

Norte Santader 62 39 0.2 1 15 0.7 6 0.4 2 0.2 42.7


1
Santander 2,580 1,939 10.3 292 14.3 253 15.7 96 9.0 7.9
Zona Centro 2,642 1,978 10.5 307 15.0 259 16.1 98 9.2 L~
Caquetá 50 38 0.2 5 0.2 3 0.2 4 0.4 8.7
Casanare 1,080 755 4.0 150 7.3 114 7.1 61 5.7 7.6
Cundinamarca 37 30 0.2 o 0.0 4 0.2 3 0.3 56.1
Meta 4,093 3,007 16.0 ' 477 23.4 305 18.9 304 28.7 9.8

¡
Zona Oriente 5,260 3,830 20.4 632 31.0 426 26.4 372 35.1 9.7

~ o
__L

Ca uca 0.0 1 o 0.0 1 o 0.0 0.0 0.0


Nanño
Valle del Cauca
7,1316,362
1 1
33 9
0.0
287
o
14.1
00
244
o
15.1
0.0
241
o
22.7 2.5
0.0 1132.0
Zona Occidente 7,135 6,363 33.91 287 14.1 244 15.1 241 22.7 2.6

Total Colombia ~23,470 18,756 100.0 2,042 100.0 1,611 100.0 1,061 100.0 1 5.9
FUEI'ffi Fedeplama, Censo Nac10nal de palma de acette Colombia 1997-1998, Bogotá, JUnio de 1999.

119

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Gráfico 1. Áreas nuevas sembradas en palma africana 1996-1999

2500

2000

en 1500
ro
<l)

-~
ü
<l)
:e 1000

500

o
1996 1997 1998 1999 Promedio
1996-1999
Costa Caribe • Centro O Oriente O Occidente

Gráfico 2. Distribución del área sembrada con palma de aceite en Colombia

1995 1999

Occidente Occidente

Costa Caribe
35%
35%

15% 16%

FUENTE Anexo 5

La Costa Caribe mantuvo igual porcentaje de participación dentro del total


del país, entre 1995 y 1999 (Gráfico 2), ubicándose junto a la zona oriental
como las de mayor área sembrada, representando en conjunto el 70% del total
del sembrado en palma de aceite en Colombia. Sin embargo, vale la pena des-
tacar que en los tres últimos años, en la Costa Caribe, de adicionaron nuevos
departamento productores como Bolívar y Córdoba que no habían tenido ex-
periencia en esta clase de cultivo.

120

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
2. Producción
El Gráfico 3 muestra el comportamiento de la producción de aceite de
palma crudo en las cuatro zonas productoras de Colombia, en el segundo quin-
quenio de la década de los noventa. La Costa Caribe pasó de producir 146.118
toneladas en 1995 a 188.934 toneladas en 1999, con una tasa de crecimiento
promedio anual de 5. 3% . Si bien más alta que la de la zona orientaJ (3. 5% ), la
segunda mayor productora del país, es la mitad de la que registró la zona
occidental (1 r.5%) (Gráfico 3).
En cuanto a la participación de la Costa Caribe dentro del total producido
en los cinco años, ésta fue de 38.7 % , el oriente de 36-4%, el centro 13.1% y el
occidente 12.2%, manteniéndose la Costa Caribe como la mayor productora.
Entre 1995 y 1999, el rendimiento promedio de aceite crudo fue de 3.88o
kilogramos por hectáreas para la región Caribe, más alto que el del total del
país (Gráfico 4). Esto obedece a las buenas condiciones agroclimáticas que
tienen los suelos donde están sembrados esos cultivos y a la tecnología aplica-
da por las empresas palmeras de esta región, que desde su iniciación se han
esmerado en importar técnicas de los institutos de más experiencia en el mun-
do, tales como: El lnstitute de Recherches de Hui/es et Oleogineux, IRHO, de Francia;
Palm oil Research lnstitute of Malasia, PORIM, de Malasia, ASD, de Costa Rica;

Gráfico 3. Producción de aceite de palma crudo por zonas 1995-1999

200
180
160
en 140
<O
"O
ctl
Q)
120
e
.8 100
Q)
"O
en 80
~
~ 60
40
20
o
1995 1996 1997 1998 1999

11 Costa Caribe • Oriente O Occidente O Centro

-------- -- - - - - - - - - - - - - - - - - - - --
FUENTE: Anexo 6

1 121

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Empresa U nilever, Harrison & Crossfield y otros que generan tecnología para
el cultivo. Estas tecnologías han sido transferidas a instituciones colombianas
como del IFA e ICA y, a partir de la década de los noventa, Corpoica y
Cenipalma. 21

3. Exportaciones
La década de los noventa fue para el sector palmicultor colombiano un
período de penetración en el mercado externo. Las exportaciones de aceite de
palma crudo y sus fracciones pasaron de 2. 64 7 toneladas en r 99 r a 90. ro 3
toneladas en el2oo r, logrando un crecimiento promedio anual de 33.6% . Por
no disponer de información por departamentos desde comienzo de la década
de los noventa, a continuación solo se analizan los últimos tres años.
Entre r 999 y 200 r , el total de las exportaciones de palma africana de la
Costa Caribe ascendió a US$ 59· 7 millones, aportando el 6o .7 % del total del
país que fue US$98. 3 millones . Los departamentos que mayor cantidad envia-
ron al mercado externo fueron: Atlántico (7 5 .267 toneladas) y Magdalena
(69.69 2 toneladas), que en conjunto exportaron el59 .3% del total de Colombia

Gráfico 4. Rendimiento de la producción de aceite por zonas promedio 1995-1999

4.000

3.900

3.800
C/)
ro
Q)
3.700
2(..)
3.600
Q)
..e
o
a. 3.500
C/)

.2
::.::: 3.400

3.300

3.200

3.100
Colombia Costa Caribe Centro Occidente Oriente

FUENTE Anexo 7

' Fedepalma , Vision y estratégias de la palmiadtNra colombiana:


1
2000-2020, Bogotá, di-
ciembre, 2000, p. I I9 .

122

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
(Anexo 8). En el Atlántico hay pocas plantaciones pero están ubicadas algunas
industrias que procesan el ace ite de palma, por consiguiente el registro de las
exportaciones que salen por el puerto marítimo son contabilizadas como de
ese departamento.
En los últimos tres años el valor disminuyó en 61 ·4% y la cantidad expor-
tada en 50 .5 % . Una de las causas del mayor descenso del valor fue los bajos
precios en el mercado externo: de 0 -44 dólares kilogramo en 1999 pasó a 0.29
dólares en 2001, lo que significa una caída de 33.9 % . El deterioro de los
precios internacionales obedece, entre otros factores, a los altos niveles de
inventarios por la mayor producción de Malasia, la fuerte devaluación de la
moneda de Indonesia que le permitió a este país aumentar su competitividad
en los mercados externos, y a la baja demanda en los mercados internacionales.
El destino de las exportaciones de aceite de palma crudo y sus fracciones,
producidas en la Costa Caribe, entre 1999 y 200 1, fue el siguiente: 51.2 % al
Reino Unido, 20 .7 % a Venezuela 1 r.2 % Holanda, 6.8 % México, 2-4% Bél-
gica y 6.1 % otros países. El Gráfico 5 muestra un crecimiento de las exporta-
ciones a los mercados de México y Venezuela. A este último por ser miembro
de la Comunidad Andina, C AN, la exportaciones colombianas entran con aran-
cel cero. Con México se han establecido acuerdos comerciale que han permi-
tido aprovechar más e te mercado.

Gráfico 5. Distribución de las exportaciones de la Costa Caribe por país de compra

1999 2001

Otros Otros
Bé lg1ca
2%
México Reino Umdo
7% 15% 31%

Holanda
20%

3% Reino Unido
61% 40%

FUENTE: DANE DIAN

1 123

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
El aceite de palma es un producto cuya demanda ha aumentado en el mer-
cado internacional. En 1999, el volumen de aceite transado fue de 14.1 millo-
nes de toneladas, aportando el 41% del comercio mundial de aceite y grasas.
Las exportaciones de Colombia aún son muy bajas (o.6%). La Costa Caribe
debe aprovechar su posición geográfica para surtir los mercados del Caribe y
Norte América, que son atendidos por Malasia, un país ubicado en el lejano
oriente. Además, la experiencia exportadora exitosa que las empresas de este
sector poseen y el surgimiento de empresas para la comercialización interna-
cional, tales como C.I. Acepalma S.A., son una fortaleza para incursionar en
nuevos mercados en el exterior. Pero hay que seguir aumentando la investiga-
ción para mejorar la productividad y afianzar una mayor competitividad, que
es la única garantía para la inserción en los mercados internacionales.

VI Alianzas productivas y sociales

El desarrollo rural se puede lograr involucrando a todos los actores del


campo con el Estado y el sector privado, a través de alianzas productivas y
sociales, para la búsqueda de una distribución más equitativa de los ingresos y
mejor calidad de vida para los habitantes. Para impulsar la conformación de
estas alianzas, el Estado aporta recursos mediante créditos asociativos, sub-
sidios como el Incentivo de Capitalización Rural, ICR 22 , presta asesorías y
apoyo a través del Fondo de Cofinanciación de Desarrollo Rural Integrado,
DRI, el Plan Nacional de Desarrollo Alternativo, PNDA, también conocido
como Plante, y respalda los créditos a través del Fondo Agropecuario de
Garantías, FAG 2 ' .

22
Se ocorga a productores que se hayan financiado con recursos de FINAGRO, por lo
menos el 40% de sus proyeccos. Su objetivo es promover la reconversión y modernización
rural y apoyar alianzas estratégicas entre productores. El reconocimiento del ICR será del
40% del cosco del proyecto adelantado por pequeños productores y hasta el 30% del cosco de
la inversión objeto de este incentivo, sin exceder de 500 salarios mínimos legales mensuales.
Para proyectos efectuados con asociaciones de pequeños productores (mínimo 20 asociados),
o alianzas estratégicas, será de 5 .ooo salarios mínimos mensuales.
' 3 Creado con la ley 2 r de 1985 con el objeco de respaldar a los pequeños usuarios , empre-

sas asociativas y comunitarias, que no puedan ofrecer las garantías exigidas ordinariamente
por los intermediarios financieros . A partir del año 2000 , la Ley 633 de Reforma Tributaria
reglamentó la cobertura del FAG para respaldar proyectos de medianos y grandes productores
y a alianzas entre pequeños y otros productores, cuando estén enmarcado en el programa
general de reconversión y modernización tecnológica definido por el Ministerio de Agricul-
tura y Desarrollo Rural.

124

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Los créditos asociativos permiten la producción mancomunada entre pe-
queños y medianos productores, organizados por un ente integrador de la ca-
dena productiva que pacta precios antes de la siembra y establece condiciones
de entrega, disminuyendo los riesgos de operación. Los agricultores que po-
sean al menos 1 o hectáreas y que estén dispuestos a sembrarlas con palma de
aceite, podrían incorporarse a un proyecto de esta naturaleza. La tierra es el
patrimonio que respalda el compromiso, y el ente integrador inscribe las uni-
dades de producción y distribuye los recursos cuando el crédito este aprobado
por Finagro.
También se requiere integrar a los generadores de tecnología, inversionistas
extranjeros y nacionales, comunidad rural, organizaciones civiles y el gobierno
a través de sus distintos niveles. Las actividades complementarias se apoyan en
capacitación del recurso humano, asesorías, rebaja tributarias, investigación y
otros estímulos a la inversión. Pero la inversión privada es el principal compo-
nente que impulsa esta estratégica.
En la Costa Caribe, se han llevado a cabo algunas alianzas productivas y
sociales dentro del cultivo de la palma africana, que integra toda una cadena
productiva: siembras, plantas extractoras y plantas refinadoras de aceites co-
mestibles. Veamos a continuación algunas de ellas.

A. lndupalma: Un modelo económico y social exitoso

Esta empresa dedicada al cultivo de palma africana, en cerca de 10.000


hectáreas y una planta extractora, está ubicada en la región de San Alberto, al
sur del departamento del Cesar. Durante sus primeros años de existencia asu-
mió el papel del Estado, brindando educación, salud, vivienda, seguridad so-
cial y obras de infraestructuras a la región.
Más del 8o% de sus ingresos se destinaban a pagar los costos laborares.
Además, las presiones de los grupos insurgentes y el cambio de las condiciones
del mercado a comienzos de los noventa, llevaron a la empresa a una crisis
económica, a tal extremo que se pensó en liquidarla. Finalmente, la crisis se
convirtió en una oportunidad, conduciéndola a un proceso de reconstrucción
con el apoyo integral de sus trabajadores y de la comunidad de su zona de
influencia.
En 1995, Indupalma inició un nuevo modelo económico y social solidario,
cuyo principal objetivo es desarrollar empresas en la comunidad de San Alber-
to. Es así como organizó cooperativas de trabajo asociado con los trabajadores,

125

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
que en una primera etapa prestaban servicios y mano de obra a la empresa en
las labores agrícolas de corte, recolección, transporte del fruto, establecimien-
to de viveros y de siembra. Los contratos entre Indupalma y esas empresas
cooperativas evolucionaron de $1.500 millones en el primer año a $3.500
millones el segundo año y $5.300 millones el tercer año.
En una segunda etapa, Indupalma vendió a las cooperativas maquinaria,
equipos y vehículos, que los trabajadores pagan con el producto de sus contra-
tos. El 20% se lo abonan a Indupalma, el I 5% lo deben guardar para repara-
ciones y mantenimiento, a su vez, la cooperativa y el fondo de empleados
disponen del resto de los recursos. Con este nuevo paso los contratOs pasaron
de $7-450 millones el cuarto año a $9.700 millones en el quinto año.
La etapa final es la expansión de la frontera palmera a través de la propiedad
de la tierra a los mismos campesinos agrupados en empresas cooperativas y a
los trabajadores de Indupalma organizados en una sociedad limitada. Para esto
se diseñó un proyectO viable y rentable, tanto para las entidades financieras
como para los nuevos propietarios de la tierra, cuyo valor es de$ I 2 .ooo millo-
nes, el cual es financiado por una institución financiera cooperativa (Megabanco)
quien vendió y financió 2.256 hectáreas por valor de $3.780 millones, y por
Finagro quien a su vez financió a Megabanco con $8.500 millones y dio incen-
tivos de capitalización rural por $3.232 millones.
Las tierras pertenecían a la hacienda El Palmar, ubicada en Sabana de To-
rres a 6o kilómetro de San Alberto, y fueron compradas por 170 campesinos
que han sembrado I -400 hectáreas en palma africana de las 3 .ooo hectáreas
proyectadas. Cada campesino será propietario de ro hectáreas que las pagará
en el término de unos 15 ó 20 años. Este proyecto beneficia a 300 familias con
1.500 personas. Indupalma opera el proyecto hasta que e pague y por 28 años
le comprará el frutO a las cooperativas y a la sociedad limitada dueños del El
Palmar.
Con esta alianza se está generando nueva riqueza y en ella se han integrado
todos los factores productivos: tierra, trabajo, capital, financiación y conoci-
mientO. Es un modelo de desarrollo social que ha tenido éxito, pues tanro la
comunidad como la empresa están ganando 24 .

, --14 Ruben Dario lizaralde, "Liderazgo y comunidad", en revista Liderazgo para el Cambio,

edición especial del Primer Congreso de Liderazgo Colombiano, Bogotá, febrero 27 de 2002,
p.p. 50-52.

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B. Maríalabaja: Reconversión de la producción

En 1962, el Instituto Nacional Colombiano para la Reforma Agraria, Incora,


en aplicación de la Ley 13 5 de 196 I, adecuó 1 1.87 3 hectáreas para el distrito
de riego de Marialabaja, de las cuales 9· 300 hectáreas fueron tituladas a fami-
lias campesinas de la región y 2. 500 hectáreas son obra de infraestructura
(represas y drenajes).
Inicialmente, éste distrito se planificó para la siembra de 2 .ooo hectáreas
de caña de azúcar y 6.ooo hectáreas de arroz con riego, ganadería y cultivo de
plátano. La caña era adquirida por el ingenio Santa Cruz, pero a finales de los
ochenta ésta empresa se liquidó y con ella el cultivo de caña. A principios de
los noventa se presenta la crisis del arroz, llevando a una disminución de las
áreas sembradas de arroz riego, de 8.ooo hectáreas en 1984 a 2.000 hectáreas
en 1992, con la consecuente subutilización y deterioro de la infraestructura de
riego y drenaje, regresando los agricultores a la explotación de cultivos de pan
coger y al arriendo de las tierras.
Como resultado de la crisis, en febrero de r 998, se creó la alianza estratégi-
ca productiva para la reconversión de la producción del distrito de riego de
Maríalabaja, con 5.000 hectáreas en cultivo de palma de aceite para la exporta-
ción. Los agricultores se organizaron tn la A ociaciones de Palmicultores del
Di trito de Riego de Marialabaja, Asopalma, con la asesoría de la consultora
en proyectos de desarrollo rural, Prodesarrollo Ltda, que desde agosto de 1998
ejerce la gerencia del proyecro.
Esta alianza ha sido liderada por la Gobernación de Bolívar, el Ministerio
de Agricultura, el Fondo DRI, la alcaldía de los municipios de Arjona,
Mari al abaja y Mahares, y la Promotora Hacienda Las Flore .A., grupo em-
presarial que aporta su experiencia en la agroindustria de la palma africana,
con tecnología de la producción, plantas de viveros y garantiza el mercado del
fruto por 20 años.
En 1998 st ini ió el proyecto con dos parcelas demostrativas de 5 hectáreas
cada una, que a los 27 meses de sembradas estaban comenzando su producción
con resultados alentadores. En 1999, se sembraron 570 hectáreas. En mayo del
2002 se habían alcanzado 1-400 hectáreas y se espera llegar a 2 .ooo hectáreas
en el corro plazo y montar una planta extracrora para la obtención del aceite. A
largo plazo se proyecta llegar a las yooo hectáreas.
El costo total del proyecto es de $14.000 millones, de los cuales, $700
millones son recursos no reembolsables del DRI, el 40% del costo de las obras

127

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recibirá el Incentivo de Capitalización Rural, ICR, y el resto es financiado por
FINAGRO a través de la corporación financiera Cofinorte.
Este es un proyecto concebido como modelo de desarrollo rural que integra
la economía campesina a un desarrollo agroindustrial que beneficia a 200 agri-
cultores organizados 2 5 •

C. San Pablo y Simití: Controlan los cultivos ilícitos y la deforestación

Los municipios de San Pablo y Simití están ubicados en el extremo sur del
departamento de Bolívar, margen izquierdo del río Magdalena, región del
Magdalena Medio. En las décadas de los años setenta y ochenta, en estos mu-
nicipios los pequeños y medianos productores desarrollaban actividades de
ganadería intensiva (un bovino por hectárea), siendo depositarios de los Fon-
dos Ganaderos de Antioquia, Bolívar, Caldas y Santander, como también del
departamento de ganadería de Ecopetrol. La crisis de los primeros, la desapa-
rición del segundo, la situación de orden público y la aparición de cultivos
ilícitos que aumentó los costos de la mano de obra en esta región, condujeron
al abandono del sector agropecuario por parte de los ganaderos y agricultores,
dejando el campo carente de explotación.
Las regiones del Magdalena Medio y el Sur de Bolívar, en donde se encuen-
tran San Pablo y Simití, fueron señaladas, por el Plante, Corpoica y Cenipalma 26 ,
por su gran potencial y ventajas comparativas para el desarrollo agroindustrial
del cultivo de palma de aceite, dadas las condiciones agroecológícas de los
suelos, el régimen pluviométrico, el área potencial de siembra (62.000 hectá-
reas), la propiedad de la tierra en manos de pequeños y medianos productores
agropecuarios, la cercanía a Puerro Wilches (Santander) donde existen cuatro
plantas extractoras de aceite con capacidad para absorber la producción inicial,
y la condición de puerto sobre el río Magdalena que facilitará las futuras ex-
portaciones de aceite crudo de palma a través de los puertos de Barranquilla,
Cartagena y Santa Marta.
En 1998, la Gobernación de Bolívar lideró un proyecto productivo para
sembrar 5 .ooo hectáreas de palma de aceite en la subregión de San Pablo y

25
Fondo de Cofinanciación de Desarrollo Rural Integrado, DRI, y Prodesarrollo Leda.,
Alianza productiva para la siembra y mantenimiento de 1. ooo hectáreas de palma de aceite en el
distrito de riego de Maria/abaja, departamento de Bolívar, Mimeo, Carcagena, 2000, pp. 1-6.
26
Corpoica-Cenipalma, Op. Cit.

128 1

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Simití, y con la asesoría de la Cooperativa de Palmicultores de Colombia,
Copalcol, organizaron a pequeños productores para poner en marcha una so-
ciedad de economía mixta por acciones denominada Palmas del Sur S.A. 77
Esta última es unidad integradora responsable de definir el área a sembrar, la
consecución de los recursos, el establecimiento de las plantaciones, la capaci-
tación, la asistencia técnica, la comercialización del fruto y el pago de los cré-
ditos. Copalcol presta la asistencia técnica en la primera etapa (vivero, siembras
y etapa improductiva) y la planta extractora Palmera de Puerto Wilches S.A.,
garantiza la comercialización del fruto. Este proyecto inició en 1998 con 500
hectáreas de palma de aceite y en el 2002 hay registradas r.2oo hectáreas.
El costo de las primeras r.ooo hectáreas ascendió a $4.000 millones, de los
cuales el Fondo de Inversiones para la Paz, FIP (Plan Colombia), aportó$ r ·97 3
millones para el establecimiento del cultivo y $92.6 millones para el acompa-
ñamiento socio empresarial, los productores aportaron $2.027 millones obte-
nidos con créditos.
Con este proyecto se beneficiará a soo familias de pequeños y medianos
productores mediante la siembra de ro hectáreas de palma de aceite cada una.
Se recuperaran 5 .ooo hectáreas, previniendo la siembra de cultivos ilícitos y
controlando la deforestación en la Serranía de San Lucas. Teniendo en cuenta
que este cultivo genera un empleo directo por cada cinco hectáreas instaladas,
y o. 5 empleos indirectos por hectáreas, se espera que el proyecto genere en los
próximos seis años I.ooo empleos directos y 2. 500 indirectos, que contribui-
rán a fortalecer el futuro de estos municipios y mejoraran el nivel de vida de
los habitantes de la región 2 R.

D. Bellaena: Reactivación con siembra ecológica

En Pivijay (Magdalena), el Gobierno lideró una alianza productiva para el


establecimiento de 500 hectáreas de palma africana orgánica, entre La Extractora
Tequendama del Grupo Daabon, como Jntegradora, y Ja Cooperativa
Agropecuaria Bellaena. Esta cooperativa agrupa a pequeños productores

27
Esta sociedad está integrada por: medianos prod uccores el 4 5%, pequeños productores
el 34.5%, sector público (departamento de Bolívar, Municipio de San Pablo y Simité) el
19.6%, y el sector privado (Copalcol Ltda) el o.86%.
28
Gobernación de Bolívar, Proyecto agroindustrial de palma de aceite en la subregión de San
Pablo y Simití, Bolívar, mimeo, Cartagena, 1999, pp. r-6.

1 129

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parcelarios del Incora poseedores de siete hectáreas en promedio, las cuales
habían dejado de cultivar o en algunos casos las tenían en arriendo.
La primera etapa del proyecto fue la capacitación de los campesinos en
aspectos socio-empresariales y tecnológicos para que iniciaran la siembra de
500 hectáreas de palma africana. La segunda etapa fue la consecución de un
crédito por el So% del valor del proyecto, cuyo costo total ascendía a$ r.6oo
millones. Este crédito fue avalado por el FAG, el DRI aportó $22 r millones
como recursos no reembolsables para la preparación de la tierra y $ r 20 millo-
nes para capacitación, y FINAGRO subsidió a través del ICR el 40 % del costo
del proyecto.
La Extractora Tequendama firmó como codeudor del préstamo y avaló el
proyecto, a través de un contrato de compra por anticipado y les garantizó la
compra de las cosechas por r 5 años. Además, les presta asesoría técnica en la
siembra, cosecha y control, aplicando una tecnología ecológica, en la cual no
utilizan químico sino abono orgánico. En esto el Grupo Daabon tiene una
amplia experiencia pues fueron los primeros en aplicar esta tecnología en Co-
lombia; desde 1993 exportan café orgánico de la Sierra Nevada a través de la
empresa Eco Bio Colombia S.A. 2 9
El integrador descuenta un porcentaje de la compra de la cosecha para pa-
gar el crédito a la entidad financiera. Además, hay un Comité de Administra-
ción, compuesto por miembros de la cooperativa y del Grupo Daabon, que es
el que maneja los ingresos a través de una fiduciaria y toman decisiones sobre
los desembolsos.
Con esta alianza se benefician tanto los campesinos, que pusieron a produ-
cir sus tierras, reciben ingresos por su producción y tienen servicios sociales,
como el Grupo Daabón que al comprar esas cosechas le dan mayor utilización
a su planta extractora que estaba subutilizada en 50% de su capacidad . 30

VIl Conclusiones

La Costa Caribe es una de las regiones del país con mayor desarrollo en el
cultivo de la palma africana. Las condiciones agroclimáticas y la tecnología
aplicada en la siembra y cosecha permiten que los rendimientos en la produc-

29
Joaquín Viloria de la Hoz, "Café Caribe: La economía cafetera en la Sierra Nevada de
Sanra Marra", Revista Banco de La RepúbLica, VOL. LXXI,~ 844, Bogotá, febrero, 1998, pp. 52-54.
~o Enrrev isra con Cesar Sane hez, Sanra Marra, 14 de j uní o de 2002 .

130 1

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ción sean los más alros del país. Pero aún es muy incipiente el área sembrada
de acuerdo al potencial de sus tierras aptas para este cultivo.
Las tierras sin ninguna restricción o con restricciones moderadas para la
siembra de este cultivo están utilizadas en un r.s%, lo que da la posibilidad
de una mayor explotación y uso de su actual capacidad instalada que solo se
utiliza en un 45%. Además, hay que aprovechar las economías de escala en las
siembras, extracción del aceite y comercialización del producto, con la cual se
bajarían costos y esto ayudaría a tener una mayor competitividad en el merca-
do internacional.
En 1999 habían sembradas 52.165 hectáreas en la Costa Caribe, que pro-
dujeron 205.181 toneladas de aceite de palma y de palmiste crudo, de las
cuales se exportó el 20.8%. Este es un producto con una diversidad de usos y
cuya demanda es creciente, por lo tanto, se puede aumentar la oferta para
incursionar en nuevos mercados externos. Pero hay que mejorar la productivi-
dad para alcanzar una mayor competitividad, única garantía para la inserción
en los mercados internacionales.
Las grandes empresas palmeras y el Estado han liderados nuevos enfoques
administrativos, como son el outsourcing, o sea la contratación con terceros, y
las empresas solidarias o cooperativas de pequeños o medianos productOres, en
su mayoría extrabajadores, que han sacado de la crisis económica a algunas de
ella , disminuyendo costos y riesgos de operación, y aumentado el uso de su
capacidad instalada. A u vez, los campesinos ahora son gerentes de sus pro-
pias cooperativas, han mejorado su productividad y se sienten orgullosos de
hacer parte de una atractiva experiencia empresarial y agrícola como lo es el
cultivo de la palma africana.
Lo anterior permite pensar que a través de este cultivo algunas zonas rura-
les de la Costa pueden impulsar el desarrollo económico y social que la región
Caribe requiere, y así disminuir la pobreza y el rezago con respectO de las otras
regiones del país.

1 131

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
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VILORIA DE LA HOZ, Joaquín, "Café Caribe: La economía cafetera en la Sierra Nevada de
Santa Marta", Revista Banco de la República, VOL. LXXI, N° 844, Bogotá, febrero, 1998.
ZULETA JARAMILLO, Luis Alberto, "Proyectos agroproductivos de impacto", Colecci6n
Documentos IJCA, Serie competitividad, N° ro, Ministerio de Agricultura y Desarrollo
Rural, y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura, IICA-ACT,

Colombia, Julio, r 998.

1 133

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Anexo 1. Costa Caribe. Primeras empresas palmeras

Nombre de la empresa Año de Socios Ubicación


o finca fundación fundadores de la finca Observaciones

Patuca 1945 United Fruit Company Ciénaga - - Vendida en 1967 a José


(Magdalena) Benito Vives de Andreis.

El Labrador S.A. 1959 Alfonso Lozano Pinzón El Copey Liquidada en 1968 y se


conformaron dos empresas:
(Cesar)
Palmeras de la Costa y
Grasas del Litoral.
Palmas Oleaginosas 1960 Gaseosas Hipinto, Ramón San Martin - - Inició como empresa de
Hipinto,Hipilandia Pinto, Bernabé Pineda y (Cesar) sociedad limitada asocidada
con eiiFA.
Ernesto Serrano

Industrial Agraria La Palrna, 1961 Grasco, (Moris Gutt-Carlos San Alberto - - Contó inicialmente con la
lndupalma, S.A. Haime), Bavaria, Seguros (Cesar) asesocía del lnstitute de
Recherches de Hui/es et
Bolívar, La Nacional de 01/eagineax, IRHO.
Seguros y IRHO.

Palmas Oleaginosas del 1961 Alberto Mario Pumarejo Bosconia Inició como empresa de
Ariguaní, Palmariguaní Familia Pumarejo Certein (Cesar) sociedad limitada asocidada
con eiiFA.
Palmas Oleaginosas de 1963 Dangond Hermanos Codazzi - - Inició como empresa de
Casacará, Palmacará Juan Manuel y Alberto (Cesar) sociedad limitada asocidada
con eiiFA.
Dangond Lacouture

Sierra Morena 1963 Nestor lnbarra Yañez El Retén (Magd.)

Palmares de Andalucía 1965 José Martinez Aracataca


(Magdalena)

Bella Vista 1965 Nestor !barra Yañez Tucurinca


(Magdalena)

La Canaña, Gloria y El Roble 1968 Alfredo y Hernando Tucurinca


Lacouture Dangond (Magdalena)

Palmera de la Costa 1971 Alfonso Lozano Pinzón El Copey En 1973 el grupo


Luis Antonio y (Cesar) Grancolombiano asumió el
control de esta empresa.
Alfonso Macías

La María 1973 Jaime Serrano Reyes Aracataca


(Magdalena)

Las Flores 1978 Carlos Murgas Guerrero Codazzi (Cesar)

Plameras de Alamosa 1981 Eduardo Mattos Liñan y Becerril


Luis Carlos Giovanetti (Cesar)

La Cacica 1982 César de Hart y San Martin - - Promotora de otras


Marta Pinto (Cesar) empresas pequeñas para
montar la planta de
Montecarlo 1985 Rafael Lacouture Sánchez Codazzi (Cesar) extractora.

FUENTE: Marta Luz Ospino Bow , La palma africana en Colombia. Apuntes y memorias, Vol. 2, Fedepalma , Bogotá, 2001 .

134 1

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Anexo 2. Colombia. Area cultivada en palma africana, 1967-2000
Año En producción En desarrollo Area total Var. Anual %
1----
Hectáreas

1967 8,200 10,855 19,055


1968 9,900 9,635 19,535 2.5
1969 11,900 7,947 19,847 1.6
1970 12,800 7,043 19,843 0.0
1971 13,900 5,564 19,464 -1.9
1972 15,000 5,500 20,500 5.3
1973 16,000 5,580 21,580 5.3
1974 18,000 5,189 23,189 7.5
1975 17,200 5,981 23,181 0.0
1976 17,645 8,520 26,165 12.9
1977 18,480 9,190 27,670 5.8
1978 20,900 12,400 33,300 20.3
1979 23,900 9,770 33,670 1.1
1980 25,371 11,299 36,670 8.9
1981 24,987 14,338 39,325 7.2
1982 28,203 18,964 47,167 19.9
1983 34,140 16,183 50,323 6.7
1984 37,877 19,245 57,122 13.5
1985 41,547 23,905 65,452 14.6
1986 53,818 23,236 77,054 17.7
1987 51,892 30,922 82,814 7.5
1988 58,275 37,022 95,297 15.1
1989 72,771 37 ,122 109,893 15.3
1990 88,600 25,961 114,561 4.2
1991 103,256 13,162 116,418 1.6
1992 109,893 7,735 117,628 1.0
1993 114,556 4,596 119,152 1.3
1994 117,698 3,098 120,796 1.4
1995 117,628 7,094 124,722 3.3
1
1 8.1
1996 117,853 16,919 134,772 r
1997 120,192 18,264 138,456 2.7
1998 123,130 21 ,897 145,027 1 4.7
1
1999 128,423 21 ,976 150,399 1
3.7
2000 134,772 22,555 157,327 4.6
1 1 -
-
FUENTE: Fedepalma Para los años 1967-1995. La palma africana en Colombia. Apuntes y memorias, Volúmen 1, Bogotá,
segunda edición JUlio de 2001, p. 216. Para los 1996-2000. Anuano Estadístico, 2001, p. 61

1 135

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Anexo 3. Colombia. Importación de aceites y grasas, 1960-2000, y producción de
aceite de palma, 1967-2000
Años lnportaciones Var.% anual Producción Var.% anual
(toneladas) (toneladas)

1960 41,647 nd
1961 18,454 -55.7 nd
1962 33,061 79.2 nd
1963 18,742 -43.3 nd
1964 35 ,800 91 .0 nd
1965 20,874 -41 .7 nd
1966 56,872 172.5 nd
1967 25,069 -55.9 11,066
1968 35,512 41.7 13,336 20.5
1969 41,043 15.6 17,736 33.0
1970 24,384 -40.6 26,995 52.2
1971 54,737 124.5 36,177 34 .0
1972 26,836 -51.0 41,400 14.4
1973 33,583 25.1 44,000 6.3
1974 54,522 62.3 50,800 15.5
1975 37,800 -30.7 51,000 0.4
1976 86,500 128.8 45,557 -10.7
1977 86,700 0.2 51 ,920 14.0
1978 104,800 20.9 66 ,700 28 .5
1979 159,800 52 .5 70,730 6.0
1980 123,000 -23.0 73,600 4.1
1981 177,600 44.4 80,300 9.1
1982 173,600 ·2.3 87,043 8.4
1983 147,700 ·14.9 102,023 17.2
1984 130,500 -11 .6 118,304 16.0
1985 117,900 -9.7 120,201 1.6
1986 99,500 ·15.6 140,986 17.3
1987 136,538 37 .2 148,336 5.2
1988 180,187 32.0 178,666 20.4
1989 95 ,900 -46.8 232,236 30 .0
1990 129,800 35.3 225,606 ·2.9
1991 136,324 5.0 253,814 12.5
1992 123,517 -9.4 285,517 12.5
1993 200,053 62.0 323,490 13.3
1994 187,469 -6.3 353,163 9.2
1995 207 ,545 10.7 2~7.646 9.8
1996 263,958 27.2 409,620 5.7
1997 233,858 -11.4 440,795 7.6
1998 287,505 22.9 424,198 -3.8
1999 307,294 6.9 500,51 o 18.0
2000 311 ,646 1.4 524 ,001 4.7

nd : No disponible .
FUENTE: Fedepalma . Para los años 1960-1995: La palma africana en Colombia. Apuntes y memorias, Volúmen 1, Bogotá ,
segunda edición julio de 2001 , p. 218. Para los 1996-2000: Anuario Estadístico, 2001, pp. 65, 91 .

136
1

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Anexo 4. Colombia y Costa Caribe. Area sembrada según variedad y
edad de los cultivos, 1998
Variedades Total Tenera Dura Otras No sabe
Rangos de Are a Part. % Are a Part.% Are a Part. % Are a Part. % Are a Part.%
edad en años hectárea hectárea hectárea hectárea hectárea

Atlántico

5>10 281 100.0 281 100.0


Total 281 100.0 281 100.0

Cesar

0>3 4,153 16.6 4,056 97.7 o 0.0 32 0.8 65 1.6


3>5 400 1.6 376 94.0 o 0.0 24 6.0 o 0.0
5>10 5,541 22.1 4,882 88.1 570 10.3 o 0.0 89 1.6
10>20 7,519 30.0 7,210 95.9 126 1.7 32 0.4 151 2.0
>20 7,418 29.6 6,416 86.5 830 11 .2 158 2.1 14 0.2
Total 25,031 100.0 22,940 91.6 1,526 6.1 246 1.0 319 1.3

La Guajira

10>20 77 100.0 64 83.1 13 16.9


Total 77 100.0 64 83.1 13 16.9 o 0.0 o 0.0

Magdalena

0>3 3,878 15.9 3,688 95.1 106 2.7 19 0.5 65 1.7


3>5 1,073 4.4 1,036 96.6 o 0.0 11 1.0 26 2.4
5>10 9,003 36.8 8,714 96.8 67 0.7 120 1.3 102 1.1
10>20 9,024 36.9 7,345 81.4 1,440 16.0 194 2.1 45 0.5
>20 1,473 6.0 293 19.9 1,168 79.3 12 0.8 o 0.0
Total 24,451 100.0 21,076 86.2 2,781 11.4 356 1.5 238 1.0
-
Costa Caribe

0>3
3>5
5>10
1,031 ,473
,825
16.1
3.0
29.7
7,744
1,412
13,877
96.4
95.9
93.6
106

637
o
1.3
0.0
4.3
51
35
0.6
2.4
130
26
191
1.6
1.8
1.3
120 0.8

a: :~~
10>20 33.3 14,619 88.0 1,579 9.5 226 1.4 196 1.2
>20 1
17.8 6,708 75.5 1,998 22.5 170 1.9 14 0.2
Total 49,839 100.0 44,360 89.0 4,320 8.7 602 1.2 557 1.1

Colombia

0>3
3>5
l 19,153 7,240
12.9 T 11.401
4.9 6,815
90.9
94.1
498
175
2.6
2.4
589
136
3.1
1.9
659
114
3.4
1.6
5>10 53,821 36.3 47,748 88.7 3,315 6.2 466 0.9 2,292 4.3
10>20 52,151 35.2 45,503 87.3 4,005 7.7 989 1.9 1,654 3.2
>20 15,995 10.8 9,529 59.6 4,666 29.2 1,510 9.4 290 1.8
Total 148,360 100.0 127,002 85.6 12,659 8.5 3,690 2.5 5,009 3.4

FUENTE. Fedeplama, Censo NaciOnal de palma de aceite. Colombia 1997- 1998, Bogotá, junio de 1999.

1 137

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:J
Anexo 5. Area sembrada en palma de aceite por zonas, 1995-1999
(Hectáreas)

1996 1997 1998 Tasa


1995 1 199] Promedio
siembras
anuales
crecimiento
promedio
1995-1999 anual%
-- --'---

Hectáreas
-¡-----,-- -,...---- -- ----
1
Costa Caribe
Sembrada 46 ,504 48,632 50,978 52,165 1,905 3.2
En producción 40 ,585 40 ,978 42,536 44,546 1,248 2. 4
En desarrollo 5 ,919 7,654 8,442 7,619 658 8. 8

Centro*
Sembrada 18,669 19 ,634 20,658 22,678 24,526 1,464 5. 6
En producción 16.443 16 ,883 17,485 17,564 18,669 557 2.6
En desarrollo 2,226 2,751 3,173 5,114 5,857 908 21. 3
---- -- -r--
Oriente
Sembrada 48 ,898 50 ,325 50,788 51,962 52,737 960
T 1.5
En producción 44,028 45 ,531 46 ,387 47,205 48,898 1,218 2.1
En desarrollo 4,870 4 ,794 4,401 4,757 3,839 -258 -4.6
- - -
Occidente ,938 131 1,028 1,562 391
Sembrada 16,311 18 ,249 18,380 19,408 20 ,970 1,165 5.2
En producción 13,340 14 ,794 15,343 15,825 16,31 o 743 4.
En desarrollo 2,971 3,455 3,037 3,583 4,660 422 9. 4
1

Total Colombia 1

Sembrada 128,423 134 ,712 138 458 145 026 150 398 5 494 3.2
Enproducc1ón 113,367 1 117,793 120,193 123,130 128,423 3,764 2.5
E_n_d_
es_ar_ro_llo_-+ 15,056~,919 18,265 21 , 89~1 , 97-=--L 1,730 7.9

35 l_ 3_5__.___ _35---'-- 35 ~'- 35


(') Sin incluir sur del Cesar el cual se adicionó a la Costa Caribe .

FUENTE : Fedepalma Anuarios Estadísticos, varios años y Geografía Palmera - Cult!vos

138 1

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Anexo 6. Producción de la agroindustria de la palma de aceite, 1995-1998
(Toneladas)

Productos/Zonas 1995 1996 1997 1998 1999 Acumulado Part. % Tasa de


1995-1999 crecimiento
promedio
anual%

Toneladas

Fruto palma aceite' 1,842,874 11,914,326 2,042,936 2,092,173 2,423,283 10,315,592 100.0 5.6
Costa Caribe 708,443 765,230 772,719 806,421 897,785 3,950,598 38.3 4.9
Centro 257,739 295,678 299,081 322,779 363,924 1,539,201 14.9 7.1
Oriente 695,963 639,080 725,853 713,743 842,363 3,617,002 35.1 3.9
Occidente 180,729 214 ,338 245,283 249,230 319,211 1,208,791 11 .7 12.0

Aceite palma crudo 2 387,646 409,620 440,796 424,199 500,510 2,162,771 100.0 5.2
Costa Caribe 146,118 161 ,968 167,233 163,127 188,934 827,380 38.3 5.3
Centro 50,156 57,893 56,706 56,179 62,813 283,747 13.1 4.6
Onente 152,003 142,697 160,969 150,386 180,771 786,826 36.4 3.5
Occidente 39,369 47,062 55,888 54,507 67,992 264,818 12.2 11.5

Almendra palmiste3 71,861 77,714 85,573 85,852 100,617 421,617 100.0 7.0
Costa Caribe 28,791 31,648 34,066 34,319 40,617 169,441 40.2 7.1
Centro 11 ,600 13,262 12,993 14,065 14,021 65,941 15.6 3.9
Oriente 24,897 24,786 28,731 27,673 33,600 139,687 33.1 6.2
Occidente 6,573 8,018 9,783 9,795 12,379 46,548 11 .0 13.5

Aceite palmiste crudo• 28,744 31 ,086 34,229 34,341 40,248 168,648 100.0 7.0
Costa Caribe 11 ,516 1 12,660 13,626 13,728 16,247 67,777 40.2 7.1
Centro 4,640 5,304 5,198 5,626 5,609 26,377 15.6 3.9
Oriente 9,959 9,915 11,492 11 ,069 13,440 55,875 33.1 6.2

l
Occidente 2,629 3,207 3,913 3,918 4,952 18,619 11 .0 13.5

Torta de palmiste 5 35,930 38,857 42,787 42,927 50,309 210,810 7.0


Costa Caribe 14,396 15,825 17,034 17,160 20,308 84 ,723 100.0
40 2 7.1
Centro 5,800 6,630 6,496 7,032 1 7,011 1 32,969 15.6 3.9
Oriente 12,448 12,393 14,365 13,837 16,800 69,843 1 33.1 6.2
Occidente 3286 4,009 l 4,892 4,8981 6,190 1 23,275 11 .0 13.5

' Los coef icientes de convers ión promedio nac1onal de fruto de aceite crudo son :
1995 = 21% ; 1996 y 1997 - 21 ,4% ; 1998 ~ 20,3% y 1999 = 20,6% .
2 rJ Información obtenida de las plantas de beneficio que operan en el país .
~
Los coeficientes de conversión promed1o nacional de almendra de acei te de palm1ste son : 1995-1999 = 40% .
~
Los coeficienes de conversión nacional de torta de palmiste son : 1995 -1999 = 50%

FUENTE Fedepalma . Anuarios Estadísticos , varios años y Geografla Palmera - Cultivos .

1 139

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Anexo 7. Rendimiento anual de la producción agroindustrial
de la palma de aceite, 1995-1999
Productos 1Zonas 1995 1996 1997 1998 1999 Promedio Tasa de
anual crecimiento
1995-1999 promedio
anual%

Kilogramos por hectárea

Fruto de palma aceite 1 16,256 16,252 16,997 16,992 18,870 17,073 3.0
Costa Caribe 17,910 18,855 18,857 18,959 20,154 18,947 2.4
Centro 15,675 17,513 17,105 18,377 19,493 17,633 4.5
Oriente 15,807 14,036 15,648 15,120 17,227 15,568 1.7
Occidente 13,548 14,488 15,987 15,749 19,571 15,869 7.6

Aceite de palma crudo 2 3,420 3,480 3,700 3,400 3,900 3,580 2.7
Costa Caribe 3,800 3,900 4,000 3.700 4,000 3,880 1.0
Centro 3,180 3,700 3,600 3,500 4,000 3,596 4.7
Oriente 3,450 3,100 3,500 3,200 3,700 3,390 1.4
Occidente 3,180 3,200 3,600 3,400 4,200 3,516 5.7

Almendra palma aceite 3 633.9 659.4 712.0 697.2 783.5 697 4.3
Costa Caribe 748.8 812.5 864.3 809.4 872.8 822 3.1
Centro 690.8 744.8 738.9 800.0 854.3 766 4.3
Oriente 565.5 544.4 619.4 586.2 687.1 601 4.0
Occidente 492.7 542.0 637.6 619.0 759.0 610 9.0

' Los coeficientes de conversión promedio nacional de fruto a aceite crudo son :
1995=21 %; 1996=21,4% ; 1997 =21 ,4% ; 1998=20 ,3% ; 1999 =20 ,6% .
2 3
Y Información obtenida de las plantas de beneficio que operan en el pafs .
FUENTE: Fedepalma . Anuarios Estadísticos , varios años y Geografla Palmera -Cultivos .

140 1

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Anexo 8. Exportaciones de aceite de palma crudo y sus fracciones 1999 - 2001

Departamentos 1999 2000 2001 Acumulado Part.%


1999-2001
--
Dólares

Atlántico 18,102,239 8,826,324 761,491 27,690,054 28.2


Bolívar 2,301 2,301 0.0
Cesar 130,614 1,049,292 1,179,906 1.2
Guajira 180,000 180,000 0.2
Magdalena 10,138,446 11,365,700 9,150,831 30,654,977 31.2

Costa Caribe 28,422,986 20,322,638 10,961,614 59,707,238 60.7


Resto país 11,202,653 12,131,263 15,266,758 38,600,674 39.3
Total Colombia 39,625,639 32,453,901 26,228,372 98,307,912 100.0

Kilogramos

Atlántico 42,695,151 30,308,400 2,263,490 75,267,041 27.2


Bolívar 2,980 2,980 0.0
Cesar 320,130 3,598,870 3,919,000 1.4
Guajira 400,000 400,000 0.1
Magdalena 21,754,934 21,641,186 26,255,731 69,651,851 25.2
o 0.0
Costa Caribe 64,853,065 52,269,716 32,118,091 149,240,872 53.9
Resto país 25,103,637 44,346,799 57,984,767 127,435,203 46.1
Total Colombia 89,956,702 96,616,515 90,102,858 276,676,075 100.0

Atlántico

Salivar
Cesar
Guajira
Magdalena
1 T 0.42
0.77

0.45
0.47
0.29

0.41

0.53
Dólares por kilo

0.34

0.29

0.35
--
0.37
0.77
0.30
0.45
0.44

Costa Caribe 0.44 o39 0.34 0.40


Resto país 0.45 0.27 0.26 0.30
Total Colombia 0.44 0.34 0.29 0.36

fUE NTE: DANE - DIAN . Base de datos Cálculos reali zdos por la autora .

1 141

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Apendice
Procesos agroindustriales

ESTOS SE REALIZAN MEDIANTE PROCESOS


MECÁNICOS Y TÉRMICOS Y SON LOS SIGUIENTES:

Esterilización
Los racimos se cocinan a presión con el vapor generado por una caldera.
Este proceso se hace con el fin de inactivar las enzimas e impedir el incremento
de la acidez. También permite el desprendimiento de los frutos de los racimos
y produce una deshidratación de las almendras contenidas dentro de las nueces
y facilita su recuperación posterior.

Defrutación
Es la separación de los frutos de los raquis . Los frutos pasan a la siguiente
etapa del proceso, extracción, mientras que los racimos vacíos o tusas, se reco-
lectan aparte para ser utilizados en el campo como abono orgánico.

Q.igestión
Este proceso desprende la pulpa de las nueces y se rompen las celdas para
liberar el aceite que ellas contienen.

Extracción
Este proceso aca el aceite al someter a presión la masa digerida y evacua la
masa desaceitada.

Clarificación
Es la purificación del aceite extraído de las prensas, que contiene impurezas
(agua, arena, pedazos de nuez, fibras, etc.) Este proceso se hace a través de
decantación natural. Después de estos procesos el aceite de palma se envía a las
refinerías donde lo hacen apto para el consumo humano.

Desfibración de la torta y
recuperación de las nueces
La masa desaceitada que expele la prensa se llama torta. Esta se seca y luego
se desfibra, separando las fibras de las nueces, éstas últimas se rompen para
recuperar la almendra o palmiste . La fibra se utiliza como combustible para las
calderas.

142

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Palmistería
La almendra se tritura y escama para extraer el aceite de palmiste y la torta
de palmiste.

1 143

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Las exportaciones de algodón
del Caribe colombiano

]AIME BoNET MoRóN*

Introducción

DURANTE LA PRIMERA MITAD del siglo XX, la producción nacional de


algodón no tuvo un gran desarrollo . La mayor parte del consumo nacional de
fibra era satisfecho a través de las importaciones de la misma. Sin embargo,
desde los primeros años de la década del 50 se inició un incrementO en el área
cultivada y en el volumen producido, hasta generarse excedentes exportables a
partir de 1 959·
El crecimiento inicial en las exportaciones en la década del 6o, se debió,
primordialmente, a los aumentOs registrados en el área cultivada en el interior
del país. Con los primeros excedentes exportables, se inició en la región Cari-
be un paulatino incrementO en los terrenos orientados al cultivo del algodón
hasta llegar a duplicar, a partir de 1964, las áreas destinadas a éste en el inte-
rior de la nación.
Paralelo a este proceso de incrementO en la producción algodonera re-
gional, se presentó un ascenso constante de las exportaciones de esta fibra
durante la década de los sesenta y hasta 1978, año a partir del cual comien-
zan a decaer los volúmenes exportados. De esta forma, las exportaciones de
algodón de la región que llegaron a ser de 71.949 toneladas en 197 5, en
1982 cayeron a 1.107 toneladas y en 1996 sólo alcanzaron a ser de 3·957
toneladas.
El objetivo de este estudio es determinar cuáles fueron las variables que
influyeron en el comportamiento registrado en las exportaciones algodone-
ras entre 1960 y 1996. En particular evaluar si la tendencia observada se
debió a factores internos -políticas nacionales, industria textil y precios in-
ternos- o a factores externos -demanda y oferta mundial y precios interna-
cionales-.

144

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1. Cultivo de algodón
en su periodo de cosecha .
2 y 3. Fruto del algodón .

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11. Análisis del comportamiento del cultivo del algodón

A. Antecedentes

Como ya se mencionó, durante la primera mitad del siglo xx la producción


de algodón en el país no fue significativa. Se registraron cultivos de algodón
perenne, especialmente en algunos departamentos de la Costa Caribe, como
Córdoba y Magdalena 1

Para apreciar la escasa importancia del cultivo en la primera mitad de si-


glo, basta señalar que la mayor producción de algodón alcanzada fue de 5. 7 36
toneladas al año en el quinquenio comprendido entre 1945 y 1949. Por su
parte, las importaciones registraron un significativo incremento ya que antes
de 1934 oscilaron alrededor de las 1 .ooo toneladas, mientras que en los años
siguientes se mantuvieron en niveles cercanos a las 10.000 toneladas por año.
En los primeros años del siglo xx, se consolidó en el país el sector textilero.
Sin embargo, al inicio ello no se reflejó en un desarrollo del cultivo de algodón
en Colombia.
Diferentes trabajos destacan los niveles de eficiencia alcanzados por la in-
dustria textil nacional en la primera mitad de este siglo. En efecto, La indus-
tria textil colombiana fue considerada en 1963, por el Informe Haour de la
CEPAL 2 , con altos niveles de productividad, calidad y competitividad respecto
a la muestra de diez países adoptada por ese estudio. De igual forma, el trabajo
adelantado por el profesor Lauchlin Currie en 1963 para Federalgodón 3 , des-
tacaba la relativamente alta y creciente eficiencia de la industria como resulta-
do de un uso intensivo del capital, mayor de lo que era usual en el resto de la
industria colombiana.
No obstante lo anterior, la investigación adelantada por Santiago Peláez4
indica que la industria textil, que se había consolidado antes de los años 30,
ofrecía precios bajos a los cultivadores de algodón, lo que no permitió el desa-

1 •BerrHelmsing, Eldesarrollodelaproduccióndealgodón, 1950-1978, Bogotá, 1984, p. 36.


2
CEPAL. La industria textil en América Latina Ill (Informe Haour), citado por Santiago
Peláez, "La crisis en el cultivo de algodón ¿problema de algodoneros o problema nacional? ",
Revista antioqueña de economía, N ° 7, III Trimestre, Medellfn, 1982, p. 6y
~ Lauchin Currie, El algodón en Colombia: problemas y oportunidades, Bogotá, 1963.
1 anriago Peláez, "La crisis en el cultivo de algodón ¿problema de algodoneros o proble-
ma nacional?", Revista antioqueña de economía, No. 7, III trimestre, Medellfn, 1982 ., p. 62.

145

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
rrollo del cultivo. Adicionalmente, Peláez señala que hasta ese momento las
politicas gubernamentales de fomento fueron escasas.
La industria textil comenzó a interesarse por la consolidación de una oferta
algodonera local debido a las dificultades de abastecimiento de insumas y bie-
nes de capital registrados durante la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo,
fue sólo en 194 7 que se creó el Instituto de Fomento Algodonero -IFA- por
iniciativa de las fábricas de textiles de Medellín 5 .
Al parecer los industriales del sector textil se le adelantaron al gobierno de
Mariano Os pina Pérez, quien desde el inicio de su mandato, 1946, se había
propuesto conseguir el apoyo de los industriales para el fomento del cultivo
del algodón. Sin embargo, como lo señala Peláez 6 , la política agrícola
algodonera sólo se gestó entre los años 1947 - 1949.
De esta manera, en 1948, con la llegada al Ministerio de Agricultura del
cultivador vallenato Pedro Castro Monsalvo, se introdujeron cambios a lapo-
lítica agropecuaria. Castro creó la ley de absorción obligatoria del productO
nacional donde se contemplaba, entre otros, el algodón 7 • Posteriormente, Castro
modificó eliFA y lo convirtió en una entidad pública con la participación de
textileros, cultivadores y el gobierno en su junta directiva.
El nuevo IFA se dedicó a la promoción del cultivo del algodón en todas sus
áreas: actividad investigativa, subsidio al cultivador, asesoría técnica y clasifi-
cación del producto. El IFA fue el espacio donde se inició la puja de poder entre
textileros y cultivadores que subsiste hasta el día de hoy bajo la mediación del
gobierno nacional.
En estos primeros años de producción algodonera, los precios eran fijados
por el gobierno nacional a través de un decreto que se elaboraba con informa-
ción uministrada por el IFA, que a su vez se apoyaba en los cosros de produc-
ción de cada cosecha. El instituto, además, vendía la semilla, desmotaba,
clasificaba el algodón e importaba los insecticidas, e decir, abarcaba rodo el
proceso prod ucti vo8 .
La política gubernamental de apoyo al sector algodonero fue re paldada
por diferentes estudios realizados en la época. En 1950 la Misión BIRF, dirigida

~ !bid. , p. 62
6
Santiago Peláez, Op. Cit., p. 62
7
Arturo Guerrero, "Algodón (I) la historia de un largo esfuerzo frustrado", Revista nueva
frontera N° 380, Bogotá, mayo r982, p. 9·
8
!bid.. , p. 9·

146 1

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
por el Profesor Lauchlin Currie, propuso multiplicar por seis la producción, lo
que implicaba producir 35.000 toneladas en 1955· En 1956 la Misión de la
CEPAL estimó que se podría triplicar las 67 .ooo hectáreas sembradas en 195 3,
dadas las calidades encontradas en las tierras de Magdalena, Tolima, Guajira,
Córdoba y Atlántico. Sin embargo, desde estas fechas, las misiones destacaron
la importancia de adelantar obras de adecuación de tierras y de reducir los
costas de producción del cultivo 9 .
El despegue de la producción de algodón se inició a partir de 1952 cuando
la producción superó la barrera de las 10.000 toneladas y las importaciones
comenzaron a descender. De esta forma, en el quinquenio 1955-1959, la pro-
ducción se situó en un promedio anual de 29.638 tOneladas y se exportaron en
1959 las primeras toneladas de algodón.

Cuadro 1. Producción, importaciones y exportaciones de algodón en Colombia, 1923-1959


(Promedio anual del período en toneladas)

Período Producción Importaciones Exportaciones


_. ---- --
1923-1924 2.200 234 o
1925-1929 2.678 740 o
1930-1934 2.763 1.440 o
1935- 1939 5.296 10.118 o
1940-1944 4.357 15.916 o
1945-1949 5.736 16.889 o
1950-1954 13.596 14.951 o
1955-1959 29.638 9 319 201
- ----- ---
FUENTE A. H Helmsing , Cambio economico y desarrollo regional, pp 299 -300 .

En la década del 50, se fue incrementando paulatinamente el área cultiva-


da y la producción de algodón en el paí . En efecto, mientras que en el período
comprendido entre 1950 y 1954 se sembraron, en promedio 54.649 hectá-
reas anuales y se produjeron 13.596 toneladas anuales de fibra de algodón,
entre 195 5 y 1959 se cultivaron 84.214 hectáreas anualmente en promedio y
se cosecharon 29.638 tOneladas anuales en promedio de fibra de algodón.
El rendimiento del cultivo registró un significativo incremento al pasar de
249 kilogramos de fibra por hectárea a 352 entre el período 1950-1954 y el
período 1955-1959.

~- 9 Santiago Peláez, Op. Cit., p. 62.

1 147

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Cuadro 2. Producción de fibra de algodón, área cultivada y rendimientos en Colombia,
1950-1996 (Promedio Anual)
Período Fibra de algodón Área cultivada Rendimiento por
(Toneladas) (Hectáreas) hectárea (kg/ha)

1950-1954 13.596 54.649 249


1955-1959 29.638 84.214 352
1960-1964 69.609 154.690 450
1965-1969 95.242 181 .684 524
1970-1974 130.681 255.754 511
1975-1979 129.771 293.787 442
1980-1984 88.209 153.306 575
1985-1989 118.343 201 .482 587
1990-1994 98.151 176.436 556
1995-1996 63.520 98.645 644

FUENTE: Conalgodón.

B. Expansión y consolidación
Una vez exportadas las primeras toneladas de fibra de algodón en 1959, se
inició una rápida expansión del cultivo. En 1968 las exportaciones -58.222
toneladas- superaron el consumo nacional aparente -54·75 1 toneladas-. A
partir de este último año y hasta 1977, se presentaron exportaciones significa-
tivas de fibra de algodón, convirtiéndose en uno de los primeros productos de
exportación del país dentro del rubro de las exportaciones no tradicionales.
En efecto, las exportaciones de algodón representaron en la década del 70 el
3,7% de las exportaciones totales y el 1o, 1% de las no tradicionales.
En la década del 6o se produjo un cambio en el origen de las exportaciones
nacionales de algodón. La región Caribe, que representó en el quinquenio 1960-
1964 el 25 % de las exportaciones rotales, pasó a participar con el 70% en el
quinquenio siguiente. Por su parte, las tierras del interior del país pasaron de
representar el 75 % de las exportaciones totales nacionales a participar con sólo
el 30% . Esta situación se mantuvo durante los años 70 . Sin embargo, durante
la década de los 8o las exportaciones del interior del país ganaron terreno en el
total nacional y, en el quinquenio 1990-1994, superaron las exportaciones
provenientes de la Costa Caribe o (Cuadro 3 y Gráfico r).

0
' Se ha romado como indicador de las exportaciones del Caribe las proveniemes de la
zona Costa-Meta dado que éstas, de acuerdo con la información suministrada por Conalgodón,
provienen de los departamentOs del Caribe mientras que la producción del Mera estaba desti-
nada al mercado local.

148

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Cuadro 3. Exportaciones e importaciones de algodón, 1960 - 1995
(Promedio anual en toneladas)

Período Exportaciones Importaciones


Costa Interior Total nacional Totales

1960-1964 4.771 14.485 19.256 1.277


1965-1969 25.021 10.854 35.874 3.556
1970-1974 37.790 13.71 o 51.500 2.146
1975-1979 41 .659 14.147 55.806 2.078
1980-1984 18.780 13.546 32.326 1.191
1985-1989 25.463 14.746 40.209 680
1990-1994 9.375 13.058 22.433 15.916
1995 3.100 2.175 5.275 31 .523

FUENTE: Conalgodón.

Gráfico 1. Evolución de las exportaciones de algodón según regiones por quinquenios 1960-1995

(/)
30,000
ro
"'
~
Cll
e
o
f-

20,000

o
v O'> V m v O'> v l.()
<O <O r--. r--. 00 00 O'> O'>
m m m m m m O'> Cl)

6<O J,
<O
6r--. J,
r--.
600 ..n
00
6m
O'> m m m m m m

• Costa o Interior

FUENTE. Anexo 5

1 149

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La consolidación de la producción algodonera se produjo en la década del
sesenta a partir de la expansión de las áreas de cultivo en la región Caribe, las
cuales eran señaladas por los estudios de suelo que elaboraba el IFA como las
más propicias para el cultivo del algodón.
Durante este período de consolidación se registró un crecimiento sostenido
del área cultivada hasta 1977, año en el que se cultivaron 377.246 hectáreas
en todo el país. A partir de este último año, se inició un descenso en el número
de hectáreas cultivadas. El mayor crecimiento se registró en el período com-
prendido entre 1970 y 1974, cuando el total nacional de hectáreas se incrementó
en un 36,8%, mientras que en la región Costa-Mera fue de un 45,1% y en el
interior de un 17,2% (Gráfico 2).

Gráfico 2. Evolución de la superficie cultivada en algodón en la Costa Caribe y Total nacional,


1962- 1996

400,000

300,000

200,000
(/)
ro
Q)

.ro
ü Q)
::r::

100,000

o
N co o (V) t.O N 1.!)
t.O t.O co co co m m
m m m m m m m

Año

Costa caribe - Total nacional

FUENTE: Anexos 2 y 8

150 1

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Cuadro 4. Superficie cultivada y número de agricultores, 1960-1995
(Promedio anual del período)

Año Superficie cultivada (has) Número de agricultores


--
Costa-Meta Interior Total Nal. Costa-Meta Interior Total Nal.
- ------
1960 -1964 73.355 81 .335 154.690 2.572 4.935 7.507
1965 - 1969 127.353 54.331 181 .684 3.389 4.007 7.397
1970 - 1974 184.798 63.688 248.486 3.581 4.074 7.655
1975 - 1979 231 .564 62.224 293.787 6.208 5.472 11 .680
1980 - 1984 103.850 49.456 153.306 2.394 4.850 7.245
1985 - 1989 139.156 62.326 201.482 4.290 6.443 10.733
1990 - 1994 123.927 52.509 176.436 5.407 6.503 11.911
1995 47.884 35.950 83.834 3.599 5.178 8.777

FUENTE Conalgodón

Al final del período de expansión y consolidación, la región Costa-Meta


representó alrededor del 78% del área cultivada y del volumen producido de
algodón.
Al analizar lo referente a la distribución del número de agricultores en tre
las dos zonas del país, se encuentra que la zona del Interior concentraba un
mayor número de agricultores que la de la zona Costa-Meta. Ello implica
que, como en el interior se registraba un menor número de hectáreas desti-
nadas a el cultivo, existía una mayor concentración de tierra por agricultor
en la zona Costa-Meta que en la del interior del país, como se puede observar
en el Cuadro 5.

Cuadro 5. Superficie cultivada por agricultor, 1960-1995


(Numero de hectáreas por agricultor)

Período Costa-Meta Interior Total Nacional

1960 - 1964 29 16 21
1965 - 1969 38 14 25
1970 - 1974 52 16 32
1975 - 1979 37 11 25
1980 - 1984 43 10 21
1985 - 1989 32 10 19
1990- 1994 23 8 15
1995 13 7 10

FUENTE· Conalgodón

1 151

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Las estadísticas de la Federación Nacional de Algodoneros -Federalgodón 1
r-

y de los informes económicos departamentales preparados por las dependen-


cias de Estudios Económicos de las sucursales del Banco de la República en las
capitales de la región Caribe, permiten tener una mejor aproximación a la
distribución regional del cultivo de algodón y, en particular, conocer la impor-
tancia del departamento de El Cesar en la expansión que registró el cultivo
entre 1960 y 1977.
El departamento de El Cesar mantuvo participación creciente en el número
de hectáreas destinadas al cultivo de algodón entre 1962 y 197 4, alcanzando
en el quinquenio comprendido entre 1970 y 1974 su más alta contribución-
43,5%- (Gráfico 3). En 1976 el 52% de las tierras agrícolas del departamento
se destinaban al cultivo del algodón 1 2 •
En materia de producción de algodón semilla, el departamento de El Cesar
presentó un comportamiento similar al registrado en el área cultivada. Man-
tuvo una participación creciente hasta el período comprendido entre 1970 y
1974- 44,1 %-, iniciando un descenso paulatino hasta 1995, cuando sólo
contribuyó con el 8,8% de la producción nacional.
De acuerdo con Guerrero 13 , inicialmente se dieron intentos para fomentar
el cultivo del algodón en el Sinú y Aracataca, hasta que se descubrió lo que él
llama la "mina de oro blanco" en la localidad de Codazzi en el departamentO
de El Cesar, sitio donde, según Guerrero, se produjo el verdadero despegue
histórico del cultivo, a comienzos de la década del 6o.

11
El éxito de Codazzi fue tal que en su territorio se montaron 7
desmotadoras de algodón y hacia allí se produjo un éxodo masivo de
los cultivadores tolimenses especialmente"·14

f -- - 11
Federalgodón publicó estadísticas de la producción algodonera nacional entre 1962 y
1981 . De acuerdo con información suministrada por el personal de Federalgodón en Bogotá,
con la crisis del cultivo se eliminó el departamento de estadísticas de la entidad . La serie se ha
completado con la información existente en los informes económicos deparcamencales prepa-
rados por las sucursales del Banco de la República en las capitales de la región Caribe.
11
Convenio Ministerio de Agricultura-Departamento del Cesar, Diagnóstico agropecuario
de El Cesar, Valledupar r983, cuadros No. 34 y 35·
13 Arturo Guerrero, Op. Cit., p . 9 ·
14
Arturo Guerrero, Op. Cit. , p . 9 ·

152 1

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Gráfico 3. Evolución de la superficie cultivada en algodón en el Cesar y Total nacional1962-1996

Año
Cesar - - Total nacional

FUENTE Anexos 2 y 8

Cuadro 6. Superficie cultivada en algodón en el Cesar y total nacional, 1962-1996


(Número de hectáreas promedio del período)

Período Cesar Nacional Participación (%)

1962-1964 47.965 156.320 30,7


1965-1969 61.372 181.684 33,8
1970-1974 108.119 248.486 43,5
1975-1979 106.903 293.787 36,4
1980-1984 56.653 153.306 37,0
1985-1989 51.733 201.482 25,7
1990-1994 39.445 176.436 22,4
1995-1996 10.346 98.645 10,5

FUENTE: 1. Superficie Cesar: 1962-1981 Federalgodón. 1982-1996 Banco República


2. Superficie Nacional: Conalgodón

1 153

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Cuadro 7. Producción de algodón semilla en el Cesar y total nacional, 1962-1995
(foneladas)

Período Cesar Nacional Participación (%)


- --
1962-1964 57 .309 190.349 30,1
1965-1969 93.848 265.317 35,4
1970-1974 163.595 371 .233 44,1
1975-1979 142.352 379.456 37,5
1980-1984 93.306 256.453 36,4
1985-1989 79.007 332.890 23,7
1990-1994 52.682 276.516 19,1
1995 14.015 159.051 8,8

FUENTE: 1. Producción Cesar: 1962-1981 , Federalgodón . 1982-1996, Banco República


2. Producción Nacional: Conalgodón

Durante la década del 6o se sembraron en promedio en la zona de Codazzi


25.832 hectáreas anuales. En 1962 el área cultivada en Codazzi- 32.616 hec-
táreas -representó el 18,4% del total nacional. En los años setenta, se cultiva-
ron en promedio en la zona de Codazzi 24.887 hectáreas anuales y en 1970 se
alcanzó un máximo de 37.204 hectáreas, lo que representó el 13,9% del total
nacional 15 .
La distribución espacial del cultivo en la Costa Caribe ratifica la gran in-
cidencia del depanamento de El Cesar en el proceso de expansión y consolida-
ción que se dio en la región Caribe. Ese departamento representó alrededor del

Cuadro 8. Superficie cultivada en algodón semilla departamentos de la Costa Caribe,


1962-1996 (Hectáreas promedio)
peno
. do 8o,.tvar eesar 1 e·ord oba 1 G .. 1 1 1
Atl'an ti co 1 uawa Magdale a Suere Total Costa
n

~
1
- - - - 1 1 1
1 1 -
1
1962-1964 611 1.562 47.965 14.725 3.877 9.607 n.d. 83 7
1965-1969 1.105 10.157 61 .372 17.970 10.926 18.285 n.d. 119.815
1970-1974 7 205 2.080 108.119 19.569 14.804 11 .931 13.160 176.869
19751979 8.105 12.983 106.903 24.558 12.321 16.099 27.631 208.601
1980-1984 1.541 4.553 56.653 8.844 1.149 3.834 5.792 82.366
1985-1989 1.798 7.604 31 .040 14.100 4.492 4.097 12.991 76.122
1990-1994 2.112 10.701 39.445 33.286 6.061 5.881 11 .192 108.679
1995-1996 o 2.584 7.526 34.074 2.739 15 1.672 48.609

FUENTE: 1962-1981, Federalgodón; 1982-1996, URPAS Departamentales y Banco de la República .

·~ Federalgodón, "Esradfsricas algodoneras de Colombia", (mimeo), Bogotá, 1982.

154 1

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
6o% de las tierras cultivadas y del algodón semilla producido en la región. En
este período tambi én se des tacaron la producción de los departamentos de
Córdoba y Sucre.
Existen diferentes hipótesis acerca de las variables que estimularon el cre-
cimiento del cultivo. Según Peláez 16 , este auge exportador no se puede enten-
der sino a la luz de la política de incentivos a las exportaciones, hecha posible
con el decreto 444 de r9 68 y, en especial , el establecimiento del Certificado de
Abono Tributario -cAT-.
El mismo autor considera que no debe olvidarse que, paralelo con el im-
pulso a la agricultura del algodón, se dio un decidido apoyo de tipo proteccio-
nista a la industria textil , representado en la prohibición para la importación
de telas en r952 y otras medidas similares.
Helmsing 17 arg umenta que la consolidación del cultivo del algodón fue
posible por la combinación de tres factores :el desarrollo de la industria textil
bajo las barreras proteccionistas, el rol del Estado en la provisión de infraes-
tructura económica y físi ca y como mediador entre los intereses industriales y
ag rícolas, y, finalm ente , el proceso de organización de los productores de algo-
dón a nivel nacional.

Cuadro 9. Distribución de la producción de algodón semilla en la Costa Caribe, 1962-1995


(foneladas promedios)

Período Atlántico Bolívar Cesar Córdoba Guajira Magdalena Su ere Total Costa
Caribe
--- ,-- 1 --
1
1962-1964 475 1.495 57.309 17.426 3.323 10.161 n.d. 90.190
1965-1969 1 465 11 .352 93.848 21.489 12.394 25.268 n.d. 165.816
1970-1974 7 064 2 264 163.595 1 23.589 17.655 18.855 18.038 251.061
1975-1979 7.709 14.718 142.352 28.617 12.663 21.455 27.584 255.099
1
1980-1984 5.812 14.277 93.306 30.280 3.562 16.184 21 716 185.138
1985-1989 4.221 13.994 79.007 41 .687 10.200 11 .039 26.344 186.492
1990-1994 2.460 14.780 52.682 63.139 7.473 8.697 13.658 162.888
1995-1996 o 6.400 14.015 56.013 2.384 60 2.665 1 81 .537
'--

FUENTE· 1962 - 1981 , Federalgodón. 1982 1996, URPAS Departamentales y Banco de la República .

6
' Santiago Peláez, Op. C1t., p . 63.
'7 A .H.J . Helmsing, "El algodón y los texti les: un es tudi o de caso sobre el cambio
rural y regional ", Cambio económico y desarrotlo regional , CE R EC- ID E R , Santafé de Bogotá,
1990 , p . 26 3.

1 155

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Existe coincidencia entre estos dos autores sobre el papel jugado por la
política del gobierno nacional. En particular, consideran los autores que la
política de sustitución de importaciones y de fomento a las exportaciones
coadyuvaron a la consolidación de la oferta de algodón. El gobierno nacional
pretendía, de esta forma, el ahorro de divisas y la diversificación de las expor-
taciones colombianas, altamente concentradas para ese entonces en el café.
Aunque Helmsing no lo menciona como factor determinante, se considera,
como lo plantea Peláez, que la tendencia al alza registrada en los precios inter-
nacionales del algodón tuvo una incidencia significativa en la consolidación
de la producción y los excedentes exportables de algodón en Colombia.
En efecto, si se revisan las estadísticas de precios a nivel internacional del
algodón de fibra corta, el tipo de algodón exportado por Colombia, se encuen-
tra que durante la década del sesenta se mantuvo bastante estable con un máximo
de 28,81 centavos de dólares por libra de algodón en 1961 y un mínimo de
2 5,50 centavos de dólares por libra de algodón en 1965. El precio promedio
de esta década fue de 26,95 centavos de dólares por libra.
Por el contrario, la década del setenta se inició con un precio de 32,64
centavos de dólares por libra de algodón de fibra corta, lo que representó, con
relación al precio de 1960, un incremento del 21 % . El precio de 1970 se
convirtió en el más bajo de la década de los setenta y, a partir de ese año, se
generaron incrementos significativos.
Los crecimientos más importantes fueron el de 1975 (73,58 centavos de dólar
por libra) y 1979 (84,87 centavos de dólar por libra), que implicaron un creci-
miento del 172% y 214% con relación al precio de 1960. El precio medio de esta
década fue 58,95 centavos de dólar por libra. Ello como resultado de la crisis del
petróleo que aumentó los costos de las fibras sintéticas -productOs sustitutOs de la
fibra de algodón- y ocasionó un aumento en la demanda por esta última.
El precio nacional, al igual que el precio internacional, se mantuvo relati-
vamente estable durante los años sesenta. Hasta 1966, el precio nacional se
mantuvo por encima del internacional, gracias a la política de fomento guber-
namental del cultivo. A partir de 1967, el precio internacional superó al pre-
cio nacional, ubicándose en la década del setenta en un nivel muy superior,
con excepción de 1977 .
Sin embargo, hay que destacar que en un año de crisis, 1979, se registró
uno de los precios más alto de algodón a nivel internacional. En la década del
8o, si bien el precio internacional registró bajas en relación con los precios
alcanzados en 1979 y 1980, se mantuvo por encima de los precios alcanzados

156

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Cuadro 1O. Precios nacional e internacional del algodón, 1960 - 1996
Período Precios internacionales Precio nacional
(Ctvs U$/Lb) ($/Ton.)***

Fibra Corta* Promedio FMI**

1960-1964 27,41 28,91 5.148


1965-1969 26,49 29,27 8.187
1970-1974 46,98 45,26 12.753
1975-1979 70,92 70,15 46.695
1980-1984 75,44 83,05 118.142
1985-1989 63,43 64,42 342.290
1990-1994 70 ,37 71 ,03 1.044.600
1995-1996 94,66 89,42 1.820.000

• FUENTE: Naciones Unidas - Boletín Mensual de Precios de Productos Básicos.


Precio Promedio del U.S. Orleans/Texas, MD1 ". C.I.F. North Europe.
•• FUENTE: FMI - Estadfsticas Financieras Internacionales, Precio Calidad Promedio de 1O Mercados en Estados Unidos.
••• FUENTE: 1960-1990 Tomado de A. Meisel, Economfa regional y pobreza. El caso del Caribe colombiano, 1950-1990.
CERES, 1992. 1990-1996, Conalgodón .

en los años 6o. En los años 8o el precio promedio fue de 69,29 centavos de
dólar por libra.

C. Crisis y estancamiento

A partir de 1977 se presentaron reducciones en el número de hectáreas


cultivadas, en las roneladas de algodón producidas y en las toneladas de fibra
de algodón exportadas. Desde ese año se frenó la tendencia al alza que traían
los indicadores de producción algodoneros. La primera caída en la superficie
cultivada se produjo en 1979, año en el cual se regresó a los niveles de los años
sesenta (Gráficos 4 y 5).
En la primera mitad de la década de los 8o, se dieron las caídas más significa-
tivas. El número de hectáreas cultivadas a nivel nacional disminuyó en un 47 ,8% .
Mientras que en la zona Costa-Meta el descenso fue de 55,2%, en el Interior fue
de 20,5%. En los cinco años siguientes, se observó una recuperación en la super-
ficie cultivada. A nivel nacional el incrementO fue del 3 I ,4%, sin embargo, fue
mayor en la zona Costa-Meta -34,0% -que en el Interior- 26,o% -.
En lo que va corrido de la década de los 90, se han presentado caídas en el
número de hectáreas cultivadas en todo el país, y se aproximan a las cosechadas
en los años 50. Sin embargo, se registran mejores rendimientos por hectáreas.
A nivel regional se produjo un cambio en la distribución espacial del algo-
dón entre El Cesar y Córdoba. Al inicio del período de análisis, El Cesar pro-

157

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Gráfico 4. Evolución de la superficie cultivada en algodón, 1960-1996

300,000

250,000

200,000

en
co
Cll
·ro
u 150,000
Cll
I

100,000

50,000

Año

Costa-Meta - Interior

FUf:NTE: Anexo 3

dujo el 63 % del algodón semilla regional y Córdoba el 19,3% , mientras que


al final del mismo El Ce ar cosechó el 17,2 % y Córdoba el68,7 % . in embar-
go, en el departamento de Córdoba no se alcanzaron los al tos niveles registra-
dos en el departamento de El Cesar en los años 70 (Cuadros 8 y 9).
La crisi del cultivo se refleja en los niveles de importaciones y exportacio-
nes que se dieron después de 1977. Las exportaciones, aunque con algunas
recuperaciones en 1985, 1988 y 1991, fueron cayendo para definitivamente
estancarse en los años noventa (Gráfico 6).
Las importaciones, por su parte, muestran un crecimiento significativo a
partir de 1992 con un bajón en 1996. Sin embargo, los niveles de importacio-
nes de los últimos cinco años han sido los más altos de la segunda mitad de
este siglo.

158

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Gráfico 5. Evolución de la producción de fibra de algodón, 1960-1996

140,000

120,000

100,000

80,000
en
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o 60,000
f-

40,000

20,000

o
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c.o c.c
en
~

Año

Costa-Meta - Interior

FUENTE. Anexo 3

El registro de las exportaciones por zonas del país indica que las originadas
en la región Caribe han disminuido su participación frente a las zonas del
interior. En los últimos años, las pocas toneladas que se exportan provienen de
las zonas del interior del país (Gráfico 7).
Los precios internacionales, si bien mantuvieron niveles altos durante la
década de los setenta, en r 976 y r 977, años previos a la crisis nacional, regis-
traron descensos. Posteriormente, se observaron significativos incrementos,
alcanzando en 1979 y 1980 uno de los niveles más altos de los últimos años.
Sin embargo, los precios internacionales han registrados fluctuaciones y en los
años ochenta se producen descensos, especialmente en 1982, 1986 y 1992. En
los últimos tres años los precios internacionales han registrado altos niveles.
Como se puede observar en la gráfica No. 8, los precios nacionales han
estado muy ligados al comportamiento registrado en los precios internaciona-

159

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Gráfico 6. Evolución de las exportaciones e importaciones de fibra de algodón 1960-1996

CJ)
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1--

o (V) c.o m N r- o c.o


co c.o c.o co r- eo m O'l
m m O'l m O') m m O'l

Año

- - Importaciones Exportaciones

FUENTE: Anexo 1

les. El coeficiente de correlación entre las dos variables es de o,82. Entre I 967
y I 977 el precio internaciOnal estuvo muy por encima del precio nacional,
posteriormente han tendido a igualarse.
Una vez conocida la evolución del sector algodonero, es importante entrar
a analizar las opiniones de diferentes autores sobre el por qué se produjo la
crisis en la producción nacional de algodón. De acuerdo con dichos estudios,
no existe una sola causa para la crisis.
Pelaez' 8 considera que uno de los factores fue el incremento en los coseos de
producción que resultaron como consecuencia de los al ros precios del petróleo,
ya que trajeron un alza substancial en los precios de los jnsumos de origen

8
' Santiago Peláez, Op. Cit., p. 70.

160 1

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Gráfico 7. Evolución de las exportaciones de algodón por regiones, 1960-1996

o
o C') {O en N L() ce v 1"- o C') co
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O'l
~

Año

- Costa --Interior

FUENTE: Anexo 5

petroquímico, que son de importancia dentro de la producción del cultivo del


algodón.
Se señala también como causa de la crisis, las medidas de control monetario
adoptadas por el gobierno nacional en 1974, dentro del marco de la emergen-
cia económica declarada para superar los problemas generados por la bonanza
cafetera. De acuerdo con Guerrero' 9 , la Federación Nacional de Algodoneros-
Federalgodón- en un documento de finales de 1981 indicaba que las medidas
contemplaron la disminución de r8o a 120 días en el plazo del reembolso de

~ Arturo Guerrero, "Algodón (II) Cinco años de agonía y de lamemos", Revista nmva
frontera No. 381, Bogorá, mayo 1982, p. 9·

1 161

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Gráfico 8. Evolución del precio nacional e internacional del algodón, 1960-1996

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Ol Ol Ol Ol Ol Ol Ol Ol Ol Ol Ol Ol

Año

Costa - - Interior

FUENTE. Anexo 7

divisas al exterior por importaciones, el incrementO de los depósitOs previos de


importación para las materias primas, el sistema de certificado de cambio con
descuentos del r 5% y maduración a r 8o días, y el freno de la devaluación a
4,7 % en 1978.
Guerrero indica otras medida adoptadas por el gobierno nacional como la
disminución del Certificado de Abono Tributario, CAT, del 12 % al r %, los
retrasos en la fijación de precios de los insumos que acarrearon demoras en la
importación de los mi mos, y la prohibición , debido a problemas ambientales,
del uso del Clordimeform por parte del Ministerio de Salud, que al parecer era
el único insecticida efectivo contra el hefiotis, principal plaga que afectó los
cultivos nacionales.
Sin embargo, la solución de los problemas de control de plagas, al parecer,
estaba más relacionado con el establecimientO de sistemas integrales de con-

162

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
rrol de plagas que con el uso de insecticidas. No obstante lo anterior, los cul-
tivadores insistieron en la necesidad de liberar el uso de insecticidas considera-
dos como pieza fundamental en el control de plagas.
De acuerdo con Soler y Prieto 20 , el gerente de Federalgodón, en su informe
al XVII Congreso en 1977, afirmaba que se había logrado la liberación del
Clordimeform, producto que los técnicos y cultivadores consideraban clave des-
de el punto de vista entomológico y que, a juicio del gerente, ayudaba a despe-
jar el panorama incierto de la industria.
El control adecuado de plagas continúa en I 997 siendo un problema den-
tro del sector algodonero. En un memorando dirigido al Ministro de Agricul-
tura y Desarrollo Rural en r 997, el presidente ejecutivo de Conalgodón,
Francisco Dávila, manifestó existencia de este tipo de problemas y señaló :

"La falta de adopción de tecnologías nuevas, la no utilización de va-


riedades productivas y mejor adaptadas a las condiciones propias de cada
región productiva del país, de prácticas culturales que minimicen los
daños del suelo y optimicen el aprovechamiento de los recursos hídricos
y de manejo de plagas, nos han llevado, entre otras causa , a ser uno de
los países menos eficientes en la producción de algodón, por los altos
costos unitarios, no por los rendimientos por unidad de superficie" 2 1

La dimensión de esta problemática es aún mayor al considerar que los


problemas de plagas llevaron a aumentos en las fumigaciones que se realiza-
ban de ocho, como se acostumbraba, a 24 22 , afectando de esta forma la estruc-
tura de COStOS.
En materia de costos, los investigadores han encontrado que existe una
combinación de factores que llevaron a reducir la rentabilidad del cultivo. No
sólo fueron los costos de los insumos, sjno que también existió un aumento en
los costos salariales como fruto de la alta demanda de mano de obra y la escasez
de la misma, y en los costos asociados con las rentas, arrendamientos y finan-

20
Yesid Soler y Fabio Priero, Bonanza y crisis del oro blanco 1960 - 1980, Sanrafé de Bogo-
tá, 1982, p. 125.
2 1
Conalgodón, "Memorando enviado al Ministro de Agricultura y Desarrollo Rural",
Bogotá, mayo r 4 de I 997, p. I 3.
22
Santiago Peláez, Op. Cit., p. 69.

1 163

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
oeros, por incremento en la demanda por tierra y aumento en las tasas de
interés como fruto de la morosidad.
Peláez 2 3 considera, por ejemplo, que la morosidad en el pago de las deudas
por parte de los algodoneros causó que las tasas de interés de fomento del
Fondo Financiero Agropecuario pasaran de r6,5 % a 36%.
Si bien los diferentes investigadores están de acuerdo en señalar el proble-
ma de costos, no existe coincidencia entre los autores acerca de cuál es el factor
que más peso tuvo en el incremento de estos costos. En el estudio de Peláez se
señala:

"En relación a los incrementos en los costos entre 1972 y 1980, es


del caso anotar que los costos de insumas en los cuales el precio del
petróleo tiene una influencia notable, no fueron los principales respon-
sables del alza en los costos, a diferencia de lo que afirman muchos
algodoneros. Con excepción de los años 75 y 79, los costos asociados al
precio del petróleo cedieron (Grupo I) en relación con los asociados al
salario (Grupo Il) y a los asociados con las rentas (arrendamientos y
financieros ; Grupo III), tanto para la zona interior como para la del
Litoral-Meta" 24 .

Por su parte, Yesid Soler y Fabio Prieto indican :

"Los costos reales presentaron un ascenso en razón al aumento en el


renglón de los insumas químicos . Los demás componentes (labores
manuales, mecánicas, arriendos, intereses) por el contrario, disminu-
1977'' ~ .
2
yeron tanto en términos absolutos como relativos desde

Otro factor que se debe analizar dentro de la crisis algodonera es el precio


del producto. Como ya se mencionó anteriormente, los precios internacionales
en la etapa inicial de la crisis registraron caídas que, de acuerdo con Guerrero
y Peláez, se produjeron por la liberación de existencias realizada por los Esta-
dos Unidos.

>3 Santiago Peláez, Op. Cit., p. 71.


24
Santiago Peláez, Op. Cit., p. 70.
25
Yesid Soler y Fabio Prieto, Op. Cit., p. r r8 .

164 1

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
El precio internacional no se ha caracterizado por su estabilidad sino que,
por el contrario, se ha caracterizado en las dos últimas décadas por presentar
vaivenes permanentes. Henry Samacá señala en su estudio que :

"En el conjunto de los bienes primarios, el algodón es un producto


cada vez más volátil. Su precio no sólo fluctúa, como es de esperar, al
ritmo de los cambios propios de los productos básicos, sino que en los
últimos años, su variación es superior al promedio de 30 productos
básicos analizados" 26

Adicionalmente, como ya se v10, el precio nacional está altamente


correlacionado con la tendencia mundial y, contrario a lo observado en los
primeros años de la década del sesenta, durante los años de la crisis de los 70 el
precio internacional estuvo, generalmente, por encima del nacional.
Los factores climáticos, por su parte, también contribuyeron a ahondar la
crisis algodonera. Se dieron unas sequías intensas en meses claves y por el
contrario, hubo intensas lluvias en períodos donde no eran necesarias. El estu-
dio realizado por Carlos Felipe Jaramillo y Roberto Junguito Bonet, "Crisis
agropecuaria y política macroeconómica", encontró que para el período com-
prendido entre r 960 y r 992, existió cierta correspondencia entre lo que ellos
llaman "años de clima adverso" -sequía o exceso de lluvias- con aquellos en
que el crecimiento de la producción agrícola estuvo deprimido 27
Frente a la crisis, los gobiernos nacionales tomaron medidas financieras de
apoyo al sector para mitigar las pérdidas de la cosecha 1977/78 avaluadas,
según Peláez 28 , en 5. 500 millones de pesos de la época. Existe un consenso
entre los investigadores en el sentido de que se dieron medidas de apoyo pero
no con la suficiente amplitud y oportunidad requerida por la situación.
Las medidas de apoyo fueron adoptadas por la Junta Monetaria y Proexpo.
La primera expidió, inicialmente, la resolución 8 de febrero ro de 1978, en la
cual se refinanciaban las deudas de los algodoneros que demostraran pérdidas
en la cosecha de r 977. Posteriormente, las resoluciones 14 de marzo 2 r y 2 r

26
Henry Samacá, " Tendencias de la economía algodonera mundial", Coyuntura
agropewaria, Vol. 10. No. I, Bogotá, 1993, p . I 13 .
27
Carlos F. Jaramillo y RobertO) unguite. "Crisis agropecuaria y política macroeconómica",
Debates de coyuntura ecor16mica No. 29, Bogotá, Octubre 1993, p. 5 r.
28
Santiago Peláez, Op. Cit., p. 73·

1 165

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
de mayo 10, ampliaron los montos a refinanciar hasta un 100% en todos los
préstamos hasta de medio millón de pesos y autorizó a los bancos para ampliar
por un año el plazo de los créditos.
PROEXPO, por su parte, mediante la resolución 4 de febrero 13 de 1978,
abrió una línea de crédito por 68o millones de pesos a favor de las organizacio-
nes gremiales y luego, a través de la resolución 34 de 1978, se comprometió a
recibir los certificados de cambio emitidos antes del 30 de agosto para cancelar
los créditos otorgados en la prefinanciación de las exporraciones 29 .
Adicionalmente, Peláez indica que las medidas destinadas a mejorar la
competitividad externa, como subsidios adicionales al CAT por más de 160
millones entre 1978 y 1980, así como el aumento del CAT del 5% al 9%, no
fueron suficientes para los algodoneros 30 .
A mediados de 1981, el asesor de la Junta Monetaria, Jorge García García,
preparó un estudio detallado de la situación del sector algodonero para la Jun-
ta, en el cual se plantea la tesis de que :

"Los movimientos coyunturales observados durante la década no se


salen de lo normal y que, por lo tanto, no hay crisis sino un proceso de
ajuste, razón por la cual no se considera adecuado ofrecer más planes de
refinanciación en los término solicitados por los algodoneros y mucho
menos subsidios, por cuanto éstos no harían más que mantener a los
productores ineficientes a costa del fisco, ni tampoco recomienda que
el gobierno fije un precio político al algodón "3l

En los últimos años, las políticas de apoyo del sector han estado encamina-
das al establecimiento de un fondo de estabilización que funcione como un
mecanismo de compensación y le permita a lo algodoneros contar con un
precio mínimo.

D. Mercado mundial

Mientras rodo lo anterior sucedía en Colombia, en el mercado mundial se


daban cambios importantes en materia de producción que explican, en gran

'9 Yesid Soler y Fabio Prieto, Op. Cit., p. 126 .

>o Santiago Peláez, Op. Cit ., p . 73 ·


1
' Santiago Peláez, Op. Cit., p . 73·

166 1

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
medida, el comportamiento registrado en los precios internacionales. Cuatro
fueron claves en este mercado en lo que va corrido de la segunda parte del siglo
xx: los aumentos en los precios del petróleo en los inicios de la década del
setenta, el cambio de política de manejo de inventarios en Estados Unidos en
la segunda mitad de los años setenta, el surgimiento de China como primer
productor en los ochentas y el desmoronamiento de la antigua URSS en los
años noventas.
El aumento en los precios del petróleo, como ya se mencionó, afectó el
cultivo de algodón por dos vías : 1) estimulando su producción vía incremen-
tos en precios inducidos por el mayor consumo de telas de algodón y 2) dete-
riorando su rentabilidad a través del ascenso de los costos de los insumos de
origen petroquímico.
En relación con lo ocurrido en el mercado algodonero de Estados U nidos,
el profesor Currie señalaba en 1963 la importancia de los avances tecnológicos
en el cultivo de algodón en ese país, que condujo a reducir los costos de pro-
ducción y que si se removían los precios de sustentación y los controles de
producción allí, los Estados Unidos podrían inundar el mercado mundial a
precio menores3 2

A finales de los 6o, los Estados Unidos inundó los mercados para liberarse
de los inventarios acumulados como fruto de su política de sustentación y
de control de la producción. Hoy en día el gobierno americano continúa
implementando programas para u rentar y aumentar los ingresos de los cul-
tivadores y estabilizar los precios. De acuerdo con la información del estudio
de Henry Samacá, el costo del programa algodonero en los Estados Unidos en
el año fiscal de 1994 estaba presupuestado en 2. 300 millones de dólaresB.
Por u parre, China pasó de producir el 9 % de la producción mundial en
r962, a producir el 15,5 % en 1972, el24,9 % en 1982 y el 26,3 % en 1992 -
ver cuadro No. 18 -. Lo anterior muestra eJ impacto tan fuerte que pueden
tener las políticas algodoneras que se adopten en China frente a la producción
mundial.
China, además de ser el primer productor de algodón, es el primer consu-
midor y el tercer importador. De acuerdo con la información proyectada para
1997 por el Comité Internacional Consultivo del Algodón, CICA, la República
China produciría 4 millones de toneladas de algodón, consumiría 4,5 millo-

11
Lauchlin Currie, Op. Cit., p . rs8 .
n Henry Samacá, Op. Cit, p . r 2 r.

1 167

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Cuadro 11. Producción mundial de algodón de todos los tipos
(Miles de Toneladas)

62-63 72-73 82-83 92-93

País/Región Toneladas % Toneladas % Toneladas % Toneladas %

China 936 9,0 2.125 15,5 3.598 24,9 5.000 26,3


Estados Unidos 3.248 31,1 2.984 21,8 2.605 18,0 3.530 18,6
Asia Central 1.517 14,5 2.433 17,8 2.270 15,7 2.008 10,6
Asia y Oceanía 1.988 19,0 2.948 21 ,5 3.351 23,2 5.784 30,5
Centro y Sur Améric 1.611 15,4 1.730 12,6 1.295 9,0 1.150 6,1
Africa 938 9,0 1.291 9,4 1.190 8,2 1.200 6,3
Europa 204 2,0 196 1,4 156 1,1 323 1,7

Total 10.442 100,0 13.707 100,0 14.465 100,0 18.995 100,0

FUENTE: Henry Samacá, "Tendencias de la economla algodonera mundial", Coyuntura agropecuaria, vol. 10, No. 1, p. 117.

nes de toneladas e importaría 0,4 5 millones de toneladas. El informe del CICA


señala:

"Los incrementos en las importaciones de China fueron responsa-


bles de más de la mitad de los incrementos en los precios mundiales
durante 1994/95 y ayudaron a mantener el índice Cotlook A en unos
niveles relativamente altos" 34 .

Finalmente, el cuarto factor mencionado, la disolución de la antigua URSS,


trajo cambios profundos en el mercado mundial del algodón. Muchos de estos
países, manejados a través de economías centralmente planificadas, salieron a
vender los inventarios existentes en el mercado mundial. Al respecto, Samacá
señala :

"La disolución de la UR en 15 países independientes aumentó la


cantidad de algodón comercializado en el mundo en más de I ,5 millo-
nes de toneladas, cantidad equivalente al comercio de la antigua URSS .

Debido a la disolución de la URS , U bekistan ha remplazado a la UR

como segundo exportador del mundo y Rusia se ha convertido ahora


en el mayor importador" 35 .

34 CICA, Cotton: review of the world situation., p. 3·


3~ Henry Samacá, Op. Cit., p. 123.

168 1

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Todos estos cambios ocurridos a nivel mundial han llevado a que la pro-
ducción algodonera de los países centro y suramericanos haya perdido partici-
pación en el mercado mundial al pasar de representar el r 5,4% de la producción
total en 1962/63, a 6,r% en 1992/93·

Gráfico 9. Producción mundial de algodón proyectada para 1998 (Toneladas)

China

Otros
27%

Turquía

Estados Unidos
20%
6%

9%

FUENTE. Anexo 13

111. Determinantes del mercado algodonero en el caribe colombiano

El objetO de esta sección es determinar las variables que inciden en el


comportamiento de las exportaciones y la producción de fibra de algodón de la
región Caribe colombiana, para cuantificar su comportamientO.
En este análisis se postula que el determinante central del comportamiento
del sector algodonero es la rentabilidad, la cual está influenciada por la combi-
nación de los siguientes factores: el precio internacional, la tasa de cambio y la
estructura de costos.
Adicionalmente, se considera que la producción algodonera y el ciclo textil
están correlacionados en Colombia y que el ciclo algodonero, en algunos mo-
mentOs, fue influenciado por las políticas adoptadas por el gobierno nacional y
por las condiciones climáticas.

1 169

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
De acuerdo con el análisis histórico efectuado en la sección anterior, el ciclo
alg donero se puede subdividir en tres grandes etapas durante el período de
análisis de este estudio. U na primera etapa de expansión y consolidación entre
J 9óo y 1969; una segunda etapa de bonanza entre 1970 y 1977 ; y una de
tst:mcamiento entre 1978 y 1995. Cada uno de estos ciclos estuvo asociado a
un comportamiento específico de la rentabilidad del sector.
Inicialmente se considera que la decisión de exportar está dada por la ren-
tabilidad que le ofrezca esta actividad al cultivador. En este estudio supone-
mos que la rentabilidad está estrechamente correlacionada con el precio
int~rnacional en pesos constantes -PIReal-, donde se involucran tres facto-
res: el precio internacional, la tasa de cambio y los cosros.

PIReal = (TCN) ~ (3.1)


e

Multiplicando (3. r) por el precio internacional en el denominador y nume-


racbr se obtiene :

PIReal = (TCN) (IPE) x PI


e IPE

Donde: TCN Tasa de cambio nominal


IPE Índice de precios externos
e Costo de producir algodón
PI Precio internacional del algodón
(TCN)(IPE)
Tasa de cambio real
e

PI
= Precio real del algodón en el exterior
IPE

El coeficiente de correlación entre el PIReal y las exportaciones de algodón


de a región Caribe es de 0,56, lo cual indica una relación importante entre
esns dos variables. Durante las tres etapas definidas para las exportaciones de

170 1

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
la región Caribe, se encuentra que en la primera, de consolidación, el PIRt·al
promedio fue de 378.183 por tonelada de algodón. Durante el período de
bonanza el PIReal mantuvo su promedio en 628.9 I 2 y en la etapa de estanca-
miento, el PIReal promedio fue de 445.246 (Gráfico 10 y Cuadro 12).

Gráfico 1O. Evolución del precio internacional del algodón en pesos constantes y de las
exportaciones de algodón de la Costa Caribe, 1960-1996

80.000 900.000

- 800.000 ca
-o
ca
60.000 (Ü
e
.S
--- 700.000 o
a.
a:>
en (j)
ro (j)
-o
ro
(Ü 40.000 600.000 Q)
e -o
o en
1- 2e
.$
en
500.000 e
o
u
20.000 en
o
en
Q)
0..

o 300.000
r--. o
co "<T
a:> a:> (j)
(V)
(j)

~ ~
(j) (j) (j)

Año

- Exportaciones Costa (Toneladas) PIReal (pesos de 1988 por tonelada)

FUENTE. Anexos 5 Y 14

Cuadro 12. Precio internacional por tonelada de algodón en pesos


constantes 1988 -PIReal-
Período PIReal Promedio

Consolidación 1960 - 1969 378 .1 83


Bonanza 1970 - 1977 628 .912
Estancamiento 1978 - 1995 445.246

FUENTE: Anexo 14

171

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Como puede desprenderse de los anteriores resultados, las exportaciones de
algodón regionales estuvieron ligadas a una alta rentabilidad durante el perío-
do de bonanza y una caída substancial de la misma en el período de estanca-
miento, en el cual el PIRreal promedio es cercano al observado en el período
de consolidación.
Si bien la bonanza exportadora es explicada en gran medida por el PIReal,
no se debe perder de vista que éste es el resultado de la combinación de dos
factores, tal y como se pudo explicar antes en la descomposición del mismo.
Por un lado, es influenciado por la tasa de cambio real y por otro, por el precio
internacional del algodón en el exterior en términos constantes. Qué pasó con
estos dos factores durante el período de análisis?
En primer lugar, como puede observarse en el Gráfico 1 1, en la primera
etapa el precio internacional se mantiene relativamente constante, mientras que
en la tasa de cambio real-TCR- se observan dos períodos : en el primero, entre
1960 y 1965, la TCR cae, mientras que en el segundo, entre 1965 y 1970, au-
menta significativamente. Este comportamiento se refleja en el primer despe-
gue que se presentó en materia exportadora a finales de la década del 6o.
La segunda etapa del ciclo exportador, en la cual se generan los grandes
excedentes exportables, presenta en los primeros años una combinación favo-
rable en las dos variables ; sin embargo, la TCR presenta una tendencia decre-
ciente luego, que es contrarrestada con una tendencia creciente en materia de
precios que alcanzó máximos históricos en esta etapa.
Finalmente, en la etapa de estancamiento de las exportaciones y en particu-
lar durante la etapa más crítica de la crisis, entre 1977 y 1982, se produjo un
descenso conjunto en el precio y en la TCR. En los años siguientes, a pesar que
se da el proceso devaluador de la administración Betancur que mejoró
substancialmente la TCR, se generó a una etapa de estancamiento del precio
internacional del algodón. El precio registró una recuperación después de 1990,
año en el cual se inició un proceso revaluador en Colombia.
En conclusión en los últimos 20 años no se han podido combinar los dos
factores que permitieron la generación de excedentes exportables de algodón
considerables : alros precios internacionales y devaluación del peso en térmi-
nos reales.
Si bien se postula que la rentabilidad es el factor determinante de las expor-
taciones de algodón, también es cierto que existieron medidas de apoyo gu-
bernamental que permitieron consolidar dichas exportaciones. En particular,
en el período de consolidación el gobierno nacional brindó un claro apoyo al

172

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Gráfico 11. Evolución de la tasa de cambio real y el precio internacional en dólares
constantes, 1960-1995

550 180

500 160
Q.)
450 140 e:
ro ~
e::
~ o(.)
o 400 120
:.0
E
ro
e::
C'O o
100 ·uC'O
(.)

-o
Q.) 350
E
C'O
(/) S
C'O .S::
t- 300 80 o
·u
~
Cl..
250 60

200 40
o lD o L!) o L!) o lD
c.o c.o r-- r-- c:o c:o m m
m m m m m m m m

Año

- Tasa de cambio real - Precio internacional en dolares constantes

FUENTE. Anexos 7 y 14

Nota: Para el precio internacional constante se deflactó el precio internacional por eiiPP de U.S.A. tomado de
las estadísticas del FMI. La tasa de cambio real se calculó multiplicando la tasa de cambio nominal por eiiPC de U.S.A.
tomado del FMI y dividiéndolo por eiiPC de Colombia producido por DANE.

sector algodonero en la provisión de la infraestructura económica y física re-


querida en los primeros años.
A través del Decrero-Ley 444 de marzo de r 967, el gobierno nacional creó
un instrumento de gran impacto para el fomento de las exportaciones: el Cer-
tificado de Abono Tributario -cAT-. Esta medida gubernamental coincidió
con la etapa de bonanza en la cual, como ya se mencionó, se dieron condiciones
favorables en materia de precios internacionales y rasa de cambio.
En los primeros años el CAT se estableció como un I 5% sobre el reintegro
del valor FOB de las 1nercancías exportadas diferentes de petróleo y sus deriva-
dos, cueros crudos de res y café' 6 .

1 36 Jorge Ospina Sardi y Mauricio Carrizosa Serrano, "Evolución y perspectivas del certifi-
cado de abono rribucario", Revista nacional de agricultura, No. 856, Bogotá, 1981, p. 62.

1 173

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Cuadro 13. Importancia relativa del subsidio del CAT, 1967-1980
Año Millones de pesos de subsidio Subsidio CAT como
porcentaje del reintegro por
exportaciones menores
Con exención Sin exención Con exención Sin exención
tributaria tributaria tributaria tributaria

1967 193,5 140,7 10,5 7,6


1968 408,5 266,7 14,1 9,2
1969 560,2 370,8 15,6 10,3
1970 656 ,5 439,9 15,5 10,1
1971 897,4 594,3 15,1 10,0
1972 1.486,5 984,9 16,9 11,2
1973 2.096,0 1370,1 19,2 12,5
1974 2.841 ,6 1806,1 17,1 10,9
1975 1.438 ,9 921 ,4 6,3 4,0
1976 1.182,3 744,7 4,9 3,1
1977 1.102,1 700,5 3,8 2,4
1978 1.799,6 1134,6 5,3 3,3
1979 3.260,9 1989,5 6,0 3,7
1980 3.647 ,2 2109,7 5,5 3,2

FUENTE Tomado de Jorge Ospma y Mauncio Carnzosa , "Evolución y perspectivas del certificado de abono tributario ",
ReVIsta nacional de agricultura N° 856 Cuadros NO 2 y 3.

Aunque este nivel se redujo posteriormente, el estudio adelantado por Jor-


ge Ospina Sardi y Mauricio Carrizosa 37 permite afirmar que durante el perio-
do de bonanza algodonera el subsidio AT alca nzó su mayor nivel de
participación dentro del reintegro de exportaciones menores -12,4 % en pro-
medio con exención tributaria y 8% promedio sin exención tributaria-.
De otra parte, exi te evidencia para pensar que el ciclo de producción de
algodón está muy ligado al de la producción textil, ya que en promedio, entre
1960 y 1996, el 68,9% de la producción nacional de algodón fue demandado
por la industria textil nacional. De esta forma, tanto la bonanza del sector
algodonero como u crisis están íntimamente ligadas a el comportamiento
positivo y negativo observado en la industria textil. Esta relación se puede obser-
var en el gráfico N°1 2. Adicionalmente, el coeficiente de correlación entre la
producción de fibra de algodón y la producción de textiles de algodón fue de
o,6o, entre 1960 y 1995.

H /bid., p. 64.

174 1

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Para tener otra aproximación a la incidencia del ciclo textil en el sector
algodonero, se destaca lo planteado en el estudio sobre la cadena productiva
textiles-confecciones realizado por el Departamento Nacional de Planeación,
en donde se señala que la industria textil colombiana se caracteriza por ser
intensiva en el uso del algodón ya que éste representa cerca del 6o% del con-
sumo total de fibras por parte de dicha industria 38 .
En 1963, Lauchlin Currie, en su estudio "El algodón en Colombia: pro-
blemas y oportunidades" preparado para la Federación Nacional de Algodone-
ros, comentaba sobre la creciente eficiencia de la industria textil, que disfrutó
de una alta tasa de crecimiento en la demanda por sus productos cercana a un
8% entre 1952 y 1960 39 , período de expansión de la producción algodonera.
Sin embargo, Currie señalaba cómo la reducción en costos que resultaron
de los aumentos de productividad, fruto del empleo de más y mejores maqui-
narias y mejor organización, no se reflejó en una disminución en los precios
sino que se tradujeron en mayores pagos al personal y accionistas, lo que luego
contribuyó a la crisis que se generó en el sector textil durante los ochentas:

"Esta tendencia ha debilitado la posición competitiva de las fibras


de algodón frente a la fibras artificiales, ha de alentado en los últimos
años el crecimiento en el consumo per cápita del algodón y ha perjudi-
cado la posibilidad de desarrollar exportaciones diferente de aquella
hechas con la ayuda de la importación de algodón a la tasa del certifica-
do y con el aprovechamiento de una exención de impuestos que le re-
sulta costo a al Gobierno Nacional" 4 o

A comienzo de lo ochentas, cuando se dieron algunos síntomas de recu-


peración en el sector algodonero, se presentó una de las más hondas crisis del
sector textilero colombiano.
La producción de textiles de algodón cayó durante cuatro años sucesiva-
mente, entre 1980 y 1983. Presentó una leve recuperación en los dos años
siguientes pero luego hubo una nueva caída en la producción. La recuperación

Í- 38 Luis B. Naranjo y Jesús A. ViUamil, "El secror rexril colombiano", Notas empresariales,
Documento 6, Bogotá 7 octubre, 1994, p. 10.
39 Lauchlin Currie, Op. Cit, Cap. X.
40
Lauchin Currie, Op. Cit, p. 15 7 .

1 175

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significativa se dio en r 990, pero en el resto de la década su comportamiento
ha sido poco satisfactorio.
El desarrollo alcanzado por la industria textil durante los años 50 y 6o y
la protección brindada a ese sector por el gobierno nacional en los años 70,
jugaron un papel determinante en los primeros años de auge del cultivo del
algodón. De igual manera, la crisis a la que ha estado sometida el sector
textilero en las dos últimas décadas se ha reflejado en la poca dinámica del
sector algodonero.

Gráfico 12. Evolución de los índices de producción de fibra de algodón y de textiles de algodón
1960-1995

250.0

200.0

~ 150.0
'5
.E

100.0

50.0

Año

- lndice de fibra de algodón lndice textiles de algodón

FUENTE· Anexos 3 y 13

176 1

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IV. Conclusiones

Partiendo de escasos niveles de producción en la primera mitad del siglo


xx, el cultivo de algodón se convirtió en uno de los más importantes en Co-
lombia entre 1950 y 1975, llegando sus exportaciones a ser las primeras den-
tro del rubro de las llamadas exportaciones menores en los años 70.
La Costa Caribe colombiana se convirtió en la zona geográfica que concen-
tró el mayor número de hectáreas sembradas y de algodón producido. En par-
ticular, se debe destacar la gran importancia que registraba el departamento
del Cesar en el panorama algodonero nacional, concentrando en los años 70
aproximadamente el4o% de las hectáreas cultivadas y de la fibra de algodón
producida. Al interior del departamento del Cesar, se destacó la producción de
la zona de Codazzi, llamado por muchos la "mina del oro blanco", donde en
1970 se cultivó alrededor del 14% del total de tierras destinadas al cultivo del
algodón en Colombia.
Esta tendencia creciente en los indicadores de producción y exportaciones
en el cultivo de algodón en la región se frenó en 1977. A pesar de algunas
recuperaciones momentáneas, no se han alcanzado los niveles registrados en
los años anteriores y, por el contrario, en los últimos cuatro años se han produ-
cido descensos dramáticos en dichos indicadores.
En el mercado mundial del algodón se han registrado cambios significati-
vos en la distribución geográfica de la producción. En los últimos veinte años
se destaca el ascenso de la República China, cuya producción pasó de ser en
1962 el 9 % de la producción mundial al 26,3 % en 1992. Además de ser el
primer productor mundial de algodón, China es el primer consumidor y el
tercer importador.
Así mismo, es importante destacar en este panorama mundial las conse-
cuencias que trajo la disolución de la antigua UR s, que aumentó la cantidad
de algodón comercializada en el mundo en más de 1,5 millones de toneladas.
Todo lo anterior ha traído como consecuencia que los países centroamericanos
y suramericanos perdieran una significativa participación en el mercado mun-
dial, al pasar de representar el 15 A % de la producción total en r 962, a repre-
sentar el 6,1 % en 1992.
El estudio señala, apoyado en la alta correlación existente entre las exporta-
ciones de algodón del Caribe colombiano y el precio internacional en pesos
constantes -PIReal- , que la rentabilidad es la variable más importante para
explicar el comportamiento del mercado algodonero regional. Esta rentabili-

177

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dad está dada por el precio internacional en pesos constantes -PIReal-, que
está a su vez determinado por dos componentes : la tasa de cambio real - TeR-
y el precio internacional en dólares constantes -PICte-.
Al analizar estas variables y los ciclos que registraron las exportaciones
regionales, se encontró que en la coyuntura de bonanza en los primeros años se
combinaron comportamientos favorables en TCR y en PICte. Posteriormente,
se presentó una revaluación significativa que se vio contrarrestada por la co-
yuntura de precios más alta de toda las últimas décadas. Es precisamente el
derrumbamiento de estos precios, unido al proceso revaluador, el que llevó a la
crisis registrada.
En el trabajo se indica también que en los últimos 20 años no se han com-
binado los dos factores que permitieron la generación de excedentes exporta-
bles de algodón en la década de 1970 : altos precios internacionales y
devaluación del peso en términos reales.
Adicionalmente, se debe señalar que existen otros factores que determinan
el ciclo exportador del algodón. En particular se destaca que los apoyos brin-
dados por el gobierno nacional, especialmente los otorgados entre 1950 y 1977,
permi rieron consolidar una oferta nacional de algodón.
Para terminar, se indica en el trabajo como factor adicional que explica el
comportamiento algodonero, la correlación que existe entre los ciclos algodo-
nero y textil. Entre 1950 y 1970, encontramos una industria textil considera-
da entre las más eficientes de América Latina que, dentro de las medidas de
protección que le brindó el gobierno nacional, también impulsó la consolida-
ción de una oferta nacional de algodón. La crisis y estancamiento del sector
algodonero han estado asociadas a una situación similar en la industria textil
nacional.

178 1

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
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Anexo 1. Producción, importaciones y exportaciones de algodón en Colombia, 1923 - 1996
(Toneladas)

Período Producción Importaciones Exportaciones

1923 2,137 62
1924 2,263 405
1925 2,976 628
1926 2,850 1,049
1927 2,790 1,551
1928 2,664 6
1929 2,108 468
1930 2,463 196
1931 2,700 934
1932 3,001 1,351
1933 2,510 2,225
1934 3,142 2,494
1935 2,862 33,666
1936 4,450 2,568
1937 5,841 3,368
1938 6,281 4,268
1939 7,047 6,721
1940 2,860 8,168
1941 3,850 17,575
1942 4,922 19,002
1943 4,420 17,093
1944 5,731 17,742
1945 4,738 14,977
1946 4,832 20,702
1947 6,392 15,634
1948 6,080 16,675
1949 6,637 16,457
1950 7,400. 21,845
1951 6,158 13,849
1952 10,179 18,235
1953 16,680 15,108
1954 27,561 5,719
1955 23,714 2,404
1956 21,767 12,407
1957 20,430 14,738
1958 25,873 10,864
1959 56,408 6,181 1,003
1960 68,821 717 29,113
1961 71,261 337 24,608
1962 79,994 564 26,010
1963 64,491 1,726 2,850

181
1

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Anexo 1. Producción, importaciones y exportaciones de algodón en Colombia,1923-1996
(Toneladas)

Período Producción Importaciones Exportaciones

1964 63,480 3,040 13,697


1965 58,408 8,914 10,462
1966 75,441 6,528 12,552
1967 96,623 530 35,782
1968 120,500 904 58,222
1969 125,237 902 62,353
1970 127,784 1,463 57,656
1971 112,328 904 42,095
1972 144,436 1,003 67,834
1973 114,847 6,551 37,692
1974 145,782 897 49,654
1975 138,910 786 80,015
1976 142,085 945 61,435
1977 160,287 693 74,527
1978 110,417 392 34,510
1979 97,155 7,526 28,543
1980 121,205 4,255 49,601
1981 124,084 638 63,041
1982 52,076 200 4,166
1983 51,830 700 16,326
1984 91,848 163 28,686
1985 118,201 434 56,825
1986 117,418 653 44,958
1987 117,073 149 31,991
1988 138,353 744 47,808
1989 100,669 1,418 22,279
1990 112,898 4,961 23,167
1991 148,842 302 50,988
1992 112,973 11,062 32,189
1993 67,436 28,392 4,015
1994 48,604 34,863 1,807
1995 57,175 31 ,523 5,275
1996 69,865 21,849 4,707

FUENTE. 1923 1981, Tomado de HELMSING A.H ., Cambio económico y desarrollo regional.1982 -1996, Conalgodón .

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Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Anexo 2. Producción de fibra de algodón , área cultivada y rendimientos,
total nacional, 1950 - 1996
Años Fibra de algodón Area cultivada Rendimiento
(toneladas) (hectáreas) por hectárea (kg/ha)

1950 7,400 36,825 201


1951 6,158 37,900 162
1952 10,179 53,083 192
1953 16,680 64.700 258
1954 27,561 80.737 341
1955 23.714 82,807 286
1956 21,767 67,608 322
1957 20,430 62,284 328
1958 25,873 77,000 336
1959 56,408 131,371 429
1960 68,821 152,150 452
1961 71,261 152,341 468
1962 79,994 176,905 452
1963 64,491 142,011 454
1964 63,480 150,044 423
1965 58,408 134,249 435
1966 75,441 164,876 458
1967 96,623 174,538 554
1968 120,500 198,699 606
1969 125,237 236,060 531
1970 127.784 266,665 479
1971 112,328 218,970 513
1972 144,436 242,268 596
1973 114,847 252,642 455
1974 145.782 261 ,887 557
1975 138,91 o 292,091 476
1976 142,085 283,358 501
1977 160,287 377,246 425
1978 110,417 327,842 337
1979 97,155 188,400 516
1980 121 ,205 220,629 549
1981 124,084 221,017 561
1982 52,076 98,080 531
1983 51 ,830 80,332 645
1984 91 ,848 146,470 627
1985 118,201 198,174 596
1986 117,418 193,858 606
1987 117,073 175,830 666
1988 138,353 248,449 557
1989 100,669 191,099 527
1990 112,898 199,804 565
1991 148,842 261,939 568
1992 112,973 211.710 534
1993 67,436 127,009 531
1994 48,604 81.717 595
1995 57,175 83,834 682
1996 69,865 113,455 616

FUENTE Conalgodón

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1

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Anexo 3. Producción de fibra de algodón, área cultivada y rendimientos
por regiones, 1951 - 1996
Costa-Meta Interior
Años Are a Fibra de Rendimiento Are a Fibra de Rendimiento
cultivada algodón por ha cultivada algodón por ha (kg)
(ha) (ton) (kg) (ha) (ton)
1951 26,500 3,693 139 11 ,400 2,465 216
1952 30,600 4,590 150 22,483 5,589 249
1953 35,500 5,352 151 29,200 11,328 388
1954 34,259 8,638 252 46,478 18,923 407
1955 38,226 6,554 171 44,581 17,160 385
1956 20,948 3,541 169 44,660 18,226 408
1957 19,370 5,649 292 42,914 14,781 344
1958 22,873 8,239 360 53,773 17,634 328
1959 41,066 14,886 362 90,305 41,522 460
1960 60,726 25,148 414 91,424 43,673 478
1961 57,732 23,056 399 94,609 48,205 510
1962 68,212 28,846 423 108,693 51,148 471
1963 79,148 32,041 405 62,863 32,450 516
1964 100,959 40,102 397 49,085 23,378 476
1965 100,219 42,469 424 34,030 15,939 468
1966 125,690 49,716 396 39,186 25,725 656
1967 127,371 62,064 487 47,167 34,559 733
1968 124,751 66,848 536 73,948 53,652 726
1969 158,735 85,361 538 77,325 39,876 516
1970 204,760 87,682 428 61,905 40,102 648
1971 163,671 77,124 471 55,299 35,204 637
1972 162,853 92,680 569 79,415 51,756 652
1973 198,459 84,303 425 54,183 30,544 564
1974 194,247 104,543 538 67,640 41,239 610
1975 261,124 119,386 457 30,967 19,524 630
1976 220,679 101,196 459 62,679 40,889 652
1977 262,242 107,629 410 115,004 52,658 458
1978 283,015 86,388 305 44,827 24,029 536
1979 130,759 56,754 434 57,641 40,401 701
1980 160,028 84,660 529 60,601 36,545 603
1981 150,101 78,150 521 70,916 45,934 648
1982 84,066 42,067 500 14,014 10,009 714
1983 41,936 22,791 543 38,396 29,039 756
1984 83,117 47,547 572 63,353 44 ,301 699
1985 149,284 80,865 542 48,890 37,336 764
1986 133,755 75,939 568 60,103 41,479 690
1987 108,786 65,121 599 67,044 51 ,952 775
1988 167,366 81,820 489 81 ,083 56,533 697
1989 136,590 64,088 469 54,509 36,581 671
1990 140,239 68,163 486 59,565 44,735 751
1991 163,151 83,463 512 98,788 65,379 662
1992 177,441 92,153 519 34,269 20,820 608
1993 90,435 42,740 473 36,574 24,696 675
1994 48,368 28,081 581 33,349 20,523 615
1995 47,884 29,928 625 35,950 27,247 758
1996 76,418 43,706 572 37,037 26,159 706
FUENTE: Conalgodón.

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Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Anexo 4. Producción de algodón en toneladas, 1960 - 1996
Año Algodón semilla Fibra de algodón
--
Costa Interior Total Nal. Costa Interior Total Nal.
-
1960 71,814 121,848 193,662 25,148 43,673 68,821
1961 66,260 130,388 196,648 23,056 48,205 71,261
1962 80,919 136,971 217,890 28,846 51,148 79,994
1963 89,494 87,771 177,265 32,041 32,450 64,491
1964 112,433 63,459 175,892 40,102 23,378 63,480
1965 118,769 42,964 161,733 42,469 15,939 58,408
1966 138,643 69,979 208,622 49,716 25,725 75,441
1967 171,312 94,018 265,330 62,064 34,559 96,623
1968 188,150 145,807 333,957 66,848 53,652 120,500
1969 247,044 109,900 356,944 85,361 39,876 125,237
1970 255,968 110,475 366,443 87,682 40,102 127,784
1971 227,174 95,348 322,522 77,124 35,204 112,328
1972 267,454 144,631 412,085 92,680 51,756 144,436
1973 248,647 86,168 334,815 84,303 30,544 11 4,847
1974 303,746 116,554 420,300 104,543 41,239 145,782
1975 345,985 55,444 401,429 119,386 19,524 138,910
1976 295,690 112,961 408,651 101 ,196 40,889 142,085
1977 323,090 152,835 475,925 107,629 52,658 160,287
1978 261,552 68,171 329,723 86,388 24,029 110,417
1979 165,399 116,155 281,554 56,754 40,401 97,155
1980 247,940 106,709 354,649 84,660 36,545 121,205
1981 233,395 132,867 366,262 78,150 45,934 124,084
1982 124,199 28,591 152,790 42,067 10,009 52,076
1983 64,207 82,916 147,123 22,791 29,039 51,830
1984 136,255 125,184 261,439 47,547 44,301 91,848
1985 227,374 104,441 331,815 80,865 37,336 118,201
1986 214,565 120,428 334,993 75,939 41,479 117,418
1987 176,616 146,799 323,415 65,121 51,952 117,073
1988 231,573 162,279 393,852 81,820 56,533 138,353
1989 177,530 102,847 280,377 64,088 36,581 100,669
1990 193,137 125,134 318,271 68,163 44,735 112,898
1991 235,211 185,818 421,029 83,463 65,379 148,842
1992 257,981 58,040 316,021 92,153 20,820 112,973
1993 121,710 68,429 190,139 42,740 24,696 67,436
1994 80,547 56,575 137,122 28,081 20,523 48,604
1995 84,033 75,018 159,051 29,928 27,247 57,175
1996 124,383 71 '121 195,504 43,706 26,159 69,865

FUENTE: Conalgodón.

1 185

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Anexo 5. Exportaciones de algodón en toneladas, 1960 - 1996
---- -- --
Año Costa Interior Total nacional

1960 6,585 22,528 29,113


1961 1,900 22,708 24,608
1962 3,235 22,775 26,010
1963 1,253 1,597 2,850
1964 10,880 2,817 13,697
1965 10,462 o 10,462
1966 3,498 9,054 12,552
1967 23,306 12,476 35,782
1968 34,096 24,126 58,222
1969 53,741 8,612 62,353
1970 45,544 9,668 55,212
1971 34,592 7,503 42,095
1972 51,375 16,459 67,834
1973 32,871 9,834 42,705
1974 24,568 25,086 49,654
1975 71,949 8,066 80,015
1976 45,305 16,130 61,435
1977 51,277 23,250 74,527
1978 26,490 8,020 34,510
1979 13,275 15,268 28,543
1980 31,524 18,077 49,601
1981 39,215 23,826 63,041
1982 1,107 3,059 4,166
1983 6,749 9,388 16,137
1984 15,305 13,381 28,686
1985 39,637 17,188 56,825
1986 33,237 10,957 44,194
1987 17,439 14,579 32,018
1988 25,576 20,234 45,810
1989 11,424 10,772 22,196
1990 4,827 18,338 23,165
1991 15,110 35,878 50,988
1992 26,254 5,935 32,189
1993 460 3,555 4,015
1994 224 1,583 1,807
1995 3,100 2,175 5,275
1996 3,957 750 4,707

FUENTE· Conalgodón.

186 1

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Anexo 6. Importaciones de algodón en toneladas, 1960 - 1996

Año Total nacional


~-------

1960 717
1961 33
1962 564
1963 1,726
1964 3,040
1965 8,914
1966 6,528
1967 530
1968 904
1969 902
1970 1,463
1971 904
1972 1,003
1973 6,551
1974 811
1975 785
1976 993
1977 693
1978 392
1979 7,526
1980 4,255
1981 638
1982 200
1983 700
1984 163
1985 434
1986 653
1987 149
1988 744
1989 1,418
1990 4,961
1991 302
1992 11,062
1993 28,392
1994 34,863
1995 31,523
1996 21,849

FUENTE Conalgodón.

1 187

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Anexo 7. Precios nacional e internacional del algodón
Año Precios Internacionales Precio Nacional
Centavos U$/Lb

Fibra Corta* Promedio FMI** Pesos por Ton•••

1960 27.06 28.18 4,417


1961 28.81 29.16 4,638
1962 27.37 28.45 4,638
1963 26.97 29.24 5,750
1964 26.83 29.50 6,298
1965 25.50 28.84 7,242
1966 25.79 28.24 8,163
1967 28.21 30.69 8,183
1968 25.53 30.76 8,674
1969 27.42 27.83 8,674
1970 32.64 28.93 8,674
1971 34.43 33.88 10,410
1972 56.39 36.26 11 ,315
1973 58.91 62.09 12,669
1974 52.51 65.13 20,695
1975 73.58 53.09 25,039
1976 65.33 77.24 39,453
1977 63.02 71 .33 57,434
1978 67.80 71 .95 46,548
1979 84.87 77.14 65,000
1980 84.87 93.73 84 ,973
1981 79.13 83.97 98,336
1982 65.96 72.51 108,400
1983 72.27 84.10 137,000
1984 74.97 80.94 162,000
1985 64.10 59.92 186,720
1986 49.50 47.94 243,752
1987 69.94 74.77 313,979
1988 61 .55 63.52 435,000
1989 72.06 75.95 532,000
1990 79.35 82.56 695,000
1991 75.38 76.91 1,000,000
1992 59.20 57 .94 917,000
1993 57.48 58.02 1,161 ,000
1994 80.42 79.72 1,450,000
1995 100.89 98.30 1,605,000
1996 88.43 80.54 2,035,000
-
• FUENTE: Naciones Unidas - Boletín Mensual de Precios de Productos Básicos,
Precio Promedio del U.S. Orleans/Texas, MOl ", C.I.F. North Europe.
•• RJENTE: FMI - Estadísticas Anancieras Internacionales, Precio Galidad Promedio de 1OMercados en Estados Unidos .
... RJENTE: 1960-1990 Tomado de A. Meisel Economía regional y pobreza. El caso del caribe colombiano,
1950-1990, CERES, 1992; 1990-1996 Conalgodón.

188 1

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Anexo 8. Superficie cultivada en algodón Costa Caribe
(Hectáreas)

Año Atlántico Bolívar Cesar Córdoba Guajira Magdalena Su ere Total Costa

1962 1,000 N.O. 42,202 14,793 3,197 5,620 N.O. 66,812


1963 395 N.O. 51,847 12,830 2,985 8,288 N.O. 76,344
1964 439 4,685 49,847 16,552 5,449 14,912 N.O. 91,884
1965 500 7,145 42,520 17,354 6,607 16,365 N.O. 90,491
1966 800 10,384 54,278 21,416 10,544 19,321 N.O. 116,743
1967 570 12,709 53,700 17,134 9,650 27,569 N.O. 121,332
1968 1,315 9,617 67,669 15,271 12,400 13,422 N.O. 119,694
1969 2,342 10,929 88,693 18,674 15,429 14,747 N.O. 150,814
1970 5,706 1,658 123,771 22,787 15,243 16,616 10,486 196,267
1971 6,158 1,287 99,132 16,868 12,087 11,922 11,000 158,454
1972 5,883 1,280 98,048 15,164 14,046 11,895 10,673 156,989
1973 9,883 1,369 115,740 21 ,032 15,757 8,987 17,223 189,991
1974 8,395 4,807 103,902 21 ,996 16,886 10,237 16,420 182,643
1975 11,165 11,333 126,737 25,871 21,012 15,519 27,704 239,341
1976 6,107 11,600 122,712 16,488 16,103 10,724 22,545 206,279
1977 9,464 12,938 111,271 33,431 15,786 16,512 33,656 233,058
1978 8,992 18,377 125,230 37,432 7,893 22,965 32,879 253,768
1979 4,797 10,669 48,567 9,567 813 14,775 21,371 110,559
1980 4,401 11,384 78,932 18,300 3,900 11 ,179 15,632 143,728
1981 3,305 11,380 78,497 25,920 1,843 7,992 13,329 142,266
1982 960 8,000 60,252 6,000 N.O. 7,300 6,000 88,512
1983 2,800 7,800 25,754 6,500 725 3,631 5,600 52,810
1984 3,900 8,612 39,830 14,000 8,729 9,508 7,000 91 ,579
1985 4,762 7,000 79,500 17,500 9,041 7,000 14,100 138,903
1986 2,468 9,041 70,952 13,000 4,666 5,123 14,000 119,250
1987 2,300 14,600 42,200 21,000 4,800 8,582 16,250 109,732
1988 3,990 13,118 58,000 30,000 9,062 5,706 27,505 147,381
1989 2,700 10,300 55,000 19,500 8,600 7,400 21,200 124,700
1990 4,000 10,200 51,200 24,500 7,100 9,900 20,100 127,000
1991 3,400 14,100 61,000 34,400 8,350 8,700 14,300 144,250
1992 2,650 19,780 58,760 49,500 8,600 1,680 13,300 154,270
1993 512 7,738 20,878 30,635 5,157 800 5,744 71,464
1994 o 1,689 5,388 27,395 1,100 30 2,515 38,117
1995 o 3,200 9,004 31,000 1,678 645 2,115 47,642
1996 o 1,968 6,047 37,148 3,799 398 1,228 50,588

FUENTE. 1962 - 1981 , Federalgodón, 1982 - 1996, URPAS Departamentales y Banco República, Sucursales Región Caribe en Informe
Económico Departamental.

1 189

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Anexo 9. Producción de algodón semilla Costa Caribe
(Toneladas)

Año Atlántico Bolívar Cesar Córdoba Guajira Magdalena Su ere Total Costa

1962 750 N.O. 51,692 17,315 3,096 7,297 N.O . 80,149


1963 145 N.O. 60,496 13,083 2,836 10,916 N.O. 87,477
1964 531 4,484 59,740 21,880 4,038 12,271 N.O. 102,944
1965 376 8,204 55,860 19,297 7,015 19,768 N.O. 110,520
1966 739 9,824 64,453 20,990 9,106 25,661 N.O. 130,773
1967 1,072 12,744 78,699 22,267 13,061 37,941 N.O. 165,784
1968 1,834 11,182 115,482 20,329 12,910 20,659 N.O. 182,397
1969 3,304 14,807 154,747 24,561 19,878 22,31 o N.O. 239,607
1970 5,991 1,475 167,161 23,621 17,467 19,523 12,952 248,190
1971 6,010 1,167 150,914 14,659 16,318 19,871 12,379 221,317
1972 7,871 1,412 170,611 19,816 21,119 21,307 17,889 260,024
1973 8,186 1,227 151,044 29,364 9,204 16,156 20,527 235,707
1974 7,263 6,039 178,247 30,487 24,166 17,419 26,446 290,066
1975 11,012 11,920 192,329 31,502 25,482 20,631 33,006 325,882
1976 5,993 12,781 176,702 23,895 22,633 16,370 23,032 281,406
1977 7,652 16,795 145,913 45,943 8,153 22,285 37,417 284,158
1978 8,723 17,681 124,726 31 ,368 6,396 27,637 22,013 238,544
1979 5,164 14,415 72,091 10,377 652 20,354 22,451 145,504
1980 6,249 17,112 130,565 28,331 5,239 18,381 25,674 231,552
1981 5,375 15,751 139,160 32,230 1,884 13,987 17,758 226,146
1982 1,552 9,600 51,489 9,000 N.O. 10,300 9,600 91,541
1983 4,060 11,700 37,500 9,800 1,400 5,083 8,400 77,943
1984 5,655 17,224 66,000 22,620 16,100 7,467 10,500 145,566
1985 8,472 8,400 143,000 26,250 14,000 10,500 21,150 231,772
1986 2,734 16,274 117,000 21,450 5,599 7,684 25,200 195,941
1987 3,680 20,440 67,520 43,050 6,720 13,731 24,375 179,516
1988 6,384 18,658 87,000 50,010 11,780 9,169 35,757 218,758
1989 2,600 6,200 82,500 32,000 12,100 12,600 18,900 166,900
1990 5,400 15,300 76,800 36,800 10,000 15,900 22,200 182,400
1991 3,830 22,140 89,330 59,580 13,360 11 ,300 17,730 217,270
1992 2,332 23,862 59,344 103,950 7,739 2,300 17,840 217,367
1993 737 9,353 28,326 49,016 5,164 1,200 6,858 100,654
1994 o 3,244 9,610 66,351 1,100 50 3,661 84,016
1995 o 6,400 14,015 56,013 2,384 1,575 2,665 83,052
-
FUENTE·1962 - 1981 , Federalgodón; 1982 - 1996, URPAS Departamentales y Banco República, Sucursales Reg1ón Garibe - Informe
Económico Departamental.

190 1

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Anexo 1O. Producción de fibra de algodón Costa Caribe y total nacional
(Toneladas)

Año Guajira Cesar Magdalena Córdoba Su ere Bolívar Atlántico Total Costa Total Nal.

1962 1,153 18,243 2,551 6,338 N.O. N.O. 267 28,552 80,050
1963 1,043 21,335 3,929 4,877 N.O. N.O. 145 31,328 64,507
1964 1,446 20,901 4,481 7,731 N.O. 1,605 193 36,358 63,480
1965 2,529 19,666 7,064 6,926 N.O. 2,971 140 39,296 58,409
1966 3,243 22,533 9,276 7,674 N.O . 3,720 282 46,728 75,442
1967 4,784 28,055 13,640 8,264 N.O. 4,773 408 59,924 96,623
1968 4,607 40,146 7,311 7,481 N.O. 4,072 686 64,302 120,173
1969 6,879 52,504 7,750 8,906 N.O. 5,358 1,203 82,600 125,265
1970 5,990 56,302 6,817 8,305 4,620 534 2,159 84,728 127,810
1971 5,646 50,365 6,585 5,278 4,500 410 2,095 74,878 112,351
1972 7,576 58,306 7,139 7,042 6,496 509 2,764 89,833 1144,436
1973 3,259 49,985 5,355 10,379 7,240 430 2,806 79,454 114,861
1974 8,529 59,608 5,981 10,994 9,611 2,180 2,467 99,371 145,798
1975 9,081 64,451 7,029 11 ,288 11,857 4,242 3,819 111,767 138,924
1976 7,727 59,164 5,538 8,678 8,296 4,537 2,092 96,032 142,089
1977 2,866 46,470 7,220 16,271 12,701 5,701 2,571 93,800 160,287
1978 2,147 39,512 9,040 11,079 7,361 5,910 2,928 77,977 110,417
1979 212 23,510 6,911 3,821 7,808 5,457 1,780 49,499 97,155
1980 1,765 43,112 6,211 10,126 9,107 6,066 2, 194 78,581 121,205
1981 631 45,170 4,634 11,453 6,312 5,435 1,885 75,519 N.O.
FUENTE: Federación Nacional de Algodoneros, Estadfst1cas Algodoneras de Colombia.

1 191

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Anexo 11. Producción de semilla de algodón Costa Caribe y total nacional
(Toneladas)

Año Guajira Cesar Magdalena Córdoba Sucre Bolívar Atlántico Total Costa Total Nal.

1962 1,887 32,382 4,643 10,721 N.O. N.O. 460 50,093 133,666
1963 1,746 37,721 6,761 8,099 N.O. N.O. 240 54,568 108,926
1964 2,507 37,169 7,594 13,756 N.O. 2,801 329 64,155 108,125
1965 4,307 34,651 12,126 12,035 N.O. 5,095 233 68,448 99,371
1966 5,559 38,764 15,109 12,700 N.O . 5,910 448 78,490 125,218
1967 7,669 46,704 22,308 13,429 N.O. 7,590 635 98,335 158,258
1968 7,764 69,337 12,398 12,404 N.O. 6,788 1,099 109,790 200,780
1969 11,964 92,063 13,024 15,077 N.O. 9,021 2,009 143,158 213,533
1970 9,997 95,814 11,093 14,323 7,531 854 3,506 143,117 213,624
1971 9,422 87,478 11,417 8,754 7,291 679 3,428 128,470 178,480
1972 12,656 102,602 12,494 11 ,991 10,683 845 4,576 155,846 246,042
1973 5,506 89,465 9,464 17,871 12,175 715 4,874 140,069 198,784
1974 14,422 105,948 10,144 18,248 15,420 3,497 4,060 171 ,740 249,31 2
1975 15,024 112,231 11,963 19,207 19,414 7,075 6,304 191 ,218 235,393
1976 12,580 99,955 9,129 14,330 13,246 7,264 3,291 159,795 234,960
1977 4,739 82,396 12,725 27,591 21,484 9,685 4,316 162,937 273,947
1978 3,610 69,605 15,390 18,207 11,783 9,952 4,856 133,403 186,294
1979 335 39,449 11 ,251 6,101 12,137 8,703 2,731 80,707 159,524
1980 2,907 71,922 10,205 16,718 14,249 9,519 3,383 128,904 200,028
1981 1,070 76,143 7,643 18,814 10,101 8,825 2,957 125,554 N.O.

FUENTE: Federación Nacional de Algodoneros, Estadísticas Algodoneras de Colombia.

192 1

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Anexo 12. Producción de tejido y manufacturas de algodón y sus mezclas
Año Producción en miles de pesos
constantes de 1990

1960 153,868,797
1961 160,222,228
1962 172,672,258
1963 174,915,319
1964 161 ,569,621
1965 165,742,637
1966 168,277,203
1967 167,615,865
1968 186,264,277
1969 202,364,781
1970 162,192,901
1971 168,626,01 o
1972 267,900,203
1973 320,191 '778
1974 336,709,269
1975 229,815,112
1976 273,020,787
1977 281,202,168
1978 311 ,772,037
1979 281 ,054,203
1980 239,259,145
1981 237,343,822
1982 189,083,289
1983 170,499,91 o
1984 214,626,303
1985 239,340,637
1986 209,250,367
1987 234,728,638
1988 224,797,750
1989 366,045,311
1990 364,648,057
1991 345,672,326
1992 242,057,656
1993 182,587,035
1994 176,472,344
1995 214,921,799

FU ~NTE DANE - Encuesta Anual Manufacturera 19 70-1995: Corresponde a cód1go CIIU 3216
1960-1969: Se aplicó la partic1pac1ón del CIIU 3216 en el total textil de 1970 para calcular la producción de estos
años porque no existe desagregación a 4 digitos .

1 193

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Anexo 13. Oferta y distribución mundial de algodón, 1994-1998
(a 12 de septiembre 1997)
El año comienza en agosto 1 (Millones toneladas métricas)

1994 1995 1996 1997 1998


Estimado Proyectado Proyectado
-
INVENTARIO INICIAL
TOTAL MUNDIAL 6.909 7.27 8.681 9.24 9.46
China 2.102 2.788 3.714 4.06 3.9
Estado Unidos 0.769 0.577 0.568 0.83 0.93
Exportadores Netos 3.194 2.898 3.397 3.74 4.15
Importadores Netos 11 3.716 4.372 5.284 5.5 5.3

PRODUCCIÓN
TOTAL MUNDIAL 18.702 20.248 19.481 19.65 19.8
China 4.342 4.767 4.203 3.8 4
Estados Unidos 4.281 3.897 4.124 4.01 3.97
India 2.355 2.754 2.975 2.8 2.71
Pakistan 1.479 1.886 1.615 1.9 1.86
Uzbekistan 1.248 1.254 1.062 1.18 1.2
Turquía 0.628 0.851 0.784 0.76 0.8
Otros 4.369 4.839 4.718 5.2 5.26

CONSUMO
TOTAL MUNDIAL 18.559 18.643 19.199 19.43 19.65
China 4.5 4.5 4.6 4.5 4.5
India 2.279 2.536 2.729 2.87 2.92
Estados Unidos 2.438 2.318 2.42 2.42 2.36
Asia del Este y Australia 2.189 2.217 2.17 2.06 2.04
Asia del Este y Australia 2.05 2.036 2.12 2.13 2.2
Pakistan 1.508 1.602 1.53 1.6 1.65
Europa del Este y Ant. URSS 0.956 0.75 0.764 0.83 0.83
Brasil 0.818 0.817 0.835 0.84 0.91
Otros 1.821 1.867 2 031 2.18 2.24

EXPORTACIONES
TOTAL MUNDIAL 6.305 6.005 5.911 5.9 6.2
Estados Unidos 2.047 1.671 1.513 1.5 1.55
Uzbequistan 1.25 0.94 1.042 1.05 1.04
Africa Francesa 0.614 0.618 0.721 0.82 0.82
Australia 0.293 0.308 0.515 0.54 0.53
Argentina 0.208 0.261 0.285 0.27 0.31
Grecia 0.265 0.325 0.192 0.18 0.24
China 0.04 0.005 0.002 0.01 0.02

(continúa)

194 1

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Anexo 13. Oferta y distribución mundial de algodón, 1994-1998
(a 12 de septiembre 1997)
El año comienza en agosto 1 (Millones toneladas métricas)

1994 1995 1996 1997 1998


Estimado Proyectado Proyectado
-- - - -
IMPORTACIONES
TOTAL MUNDIAL 6.536 5.883 6.109 5.9 6.2
Asia del Este y Australia 2.14 2.181 2.059 1.97 1.97
Asia del Este y Australia 1.25 1.14 1.242 1.24 1.33
China 0.884 0.663 0.748 0.55 0.45
Europa del Este y Ant. URSS 0.847 0.603 0.547 0.61 0.63
Sur América 0.477 0.512 0.622 0.61 0.66

BALANCE COMERCIAL21 0.231 -0.122 0.198 o o


AJUSTE DE INVENTARIOS31 -0.012 -0.073 0.077 -0.01 -0.01

INVENTARIO FINAL
TOTAL MUNDIAL 7.27 8.681 9.237 9.46 9.6
China 2.788 3.714 4.063 3.9 3.83
Estados Unidos 0.577 0.568 0.832 0.93 0.99
Exportadores Netos 2.898 3.397 3.737 4.15 4.37
Importadores Netos 4.372 5.284 5.5 5.3 5.23

INVENTARIO FINAL USADO 0.38 0.4 0.41 0.41 0.41


INDICE COTLOOK A 94.3 85.61 78.6 83 80

FUENTE: Comité Consultivo Internacional de Algodón, Cotton: Rev1ew ot the World Situation.
' Incluye Braz11, China, Colombia, México, Turquía e Importadores tradicionales excepto Grecia
? Incluye desperdicios cambios en peso durante el trans1to, diferencias en los periodos reportados y una
medida de errores por drterencias entre importaciones y exportaciones mundiales.
Diferencia entre inventano.

1 195

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Anexo 14. fndice del precio internacional del algodón en pesos Constantes (1988=100)

Año lndice del PIReal

1960 90
1961 90
1962 81
1963 86
1964 74
1965 80
1966 84
1967 92
1968 86
1969 91
1970 108
1971 110
1972 175
1973 165
1974 132
1975 180
1976 149
1977 116
1978 111
1979 122
1980 109
1981 93
1982 73
1983 82
1984 94
1985 92
1986 81
1987 117
1988 100
1989 119
1990 133
1991 122
1992 91
1993 75
1994 89
1995 103

FUENTE PIReal se calculó usando el precio del algodón fibra corta de! anexo N° 7, la tasa de cambio se tomó de la revista
de/Banco de la República y como deflactor se usó el fndice de precios al consumidor del nivel medio que calcula el OANE.

196 1

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Los cultivos de camarón en
la Costa Caribe colombiana
MARÍA M. AGUILERA DÍAZ *

Introducción

LA ACUICULTURA, CAMARONICULTURA O PRODUCCIÓN de camarones en


cautiverio, es una actividad de cultivo en medio acuático, con fines de produc-
ción y comercialización como meta final, industrializada por medio de la tec-
nología.
La camaricultura adquirió importancia a nivel mundial, llegando a nivelarse
con la producción de la pesca extractiva que se ha estancado por los altos costos
de las faenas de pesca. El consumo de camarón se ha expandido con la demanda
de los países indusrrializados, debido a su alta elasticidad ingreso. Esto ha
llevado al desarrollo del cultivo de camarón para facilitar su abastecimiento.
En r 982 el Gobierno Nacional y algunos empresarios señalaron al cultivo
de camarón como una actividad con gran potencial exportador, pues contri -
buía en la generación de empleo, ocupación de regiones abandonadas y para
incrementar el ingreso de divisas . Por lo tantO, fue incluido en el "Plan Nacio-
nal de Exportaciones, 1984-1990 ".
La inversión en el de arrollo de la acuicultura permitió la incorporación a la
economía nacional de suelos que por su baja permeabilidad y alto contenido
de sal, son pocos aptos para desarrollar la actividad agrícola. En la Costa Cari-
be el espacio utilizado por la acuicultura suele ser de zonas costeras margina-
les, con un mínimo costo de oportunidad.

• Economista de Estudios Económicos del Banco de la República-Sucursal Cartagena. La


autora agradece los comentarios a versiones iniciales de Adolfo Meisel Roca , Nicolás del
Castillo P., José Vicente Mogollón y Joaquín Vilora de la Hoz. Igualmente agradece el sumi -
nistro de información a las empresas Acuanal, Aquaculrivos del Caribe y Océanos.

198

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1. Camarón Penaeus
Vannamei de cultivo utilizado
como reproductor
2. Compuertas de la finca
Aquacultivos del Caribe

3. Canal reservorio de la
finca C.l. Océanos S.A.
4. Muro perimetral de la
finca C.l . Océanos S.A.

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5. Estación de bombeo de
la finca C.l. Océanos S.A.

6. Vista aérea de la finca


C.l. Océanos ubicada en
la isla del Cavado.

7. Vista aérea de la
finca Cartagenera de
Acuacultura ubicada en
Labarce , Sucre .

8. Vista aérea de la finca


Agrosoledad ubicada en
San Antera, Córdoba.

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Esta actividad ha presentado un desarrollo importante en los últimos año ,
a pesar de los problemas biológicos, tecnológicos, y económicos que han im-
pedido que alcance un mayor crecimiento.
El objetivo del presente estudio es evaluar la evolución del secror camaronero
de la Costa Caribe, su contribución al desarrollo de la economía de la región y
las perspectivas futuras.
Se inicia con los antecedentes del cultivo de camarón en Colombia y en par-
ticular de la Costa Caribe. Luego se describen los aspectos técnicos de la produc-
ción. También se estudian las características de la camaricultura en la región y se
analiza la evolución de la producción, las exportaciones, y los precios.
Para el análisis se utilizó información obtenida de la Asociación Nacional
de Acuicultores de Colombia, Acuanal, del Departamento Nacional de Im-
puestos y Aduana, Dian, del Instituto Nacional de Pesca y Acuicultura, Inpa,
de Proexport- Colombia, la Cámara de Comercio de Cartagena, y de las en-
cuestas, entrevistas y visitas que se hicieron a las empresas de la región.

1. Antecedentes

El cultivo de camarón en Colombia se inició en 1983, localizándose las


principales fincas en la Costa Caribe, con Cartagena como principal centro de
esta actividad 1 •
Las empresas pioneras fueron Acuipesca y Colombiana de Acualcultura en
el área de Cartagena, seguidas de Cartagenera de Acuacultura, ubicada en el
municipio de San Onofre, y Agrosoledad, localizada en el estuario de la bahía
de Cispata, San Antero, Córdoba2 •
Los empresarios que decidieron iniciar este secror en Colombia tenían dos
motivaciones: una era la experiencia exitosa del Ecuador y Panamá y la segun-
da el apoyo del Fondo de Promoción de Exportaciones de Colombia, Proexpo,
y otras entidade del Estado, que deseaban estimular a los sectores con mayo-
res posibilidades de convertirse en generadores de divisas 3 .

1 ' En 1974 se intentó iniciar la primera granja, llamada Camarones Guapi, que operó en
Guapi (Cauca). Esta empresa funcionó durante un período muy cono.
1
En el Anexo r se relacionan la fecha de iniciación, los socios fundadores, la ubicación y
el concepto de fundación de nueve empresas registradas en la Cámara de Comercio de Cartagena.
1 Rafael Vesga F., (1991). "Casos de éxito de desarrollo exponador en Colombia : Las

exponaciones de la camariculrura", Coyuntura Económica, Fedesarrollo, julio, p . roo.

1 199

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Es así como, se originó un programa sectorial para la camaricultura con
políticas de apoyo para asegurar la vinculación de capitales privados. Se crea-
ron los créditos de Proexpo más favorables de aquella época, y el más alto nivel
de Certificados de Reembolsos Tributarios, CERT 4 ; se destinaron recursos para
la promoción de las exportaciones; se legisló para que los terrenos salitrales y
bajos, de propiedad de la nación o de terceros, fueran explotados por los parti-
culares; y se establecieron estímulos para las empresas que invirtieran en nue-
vas actividades agropecuarias, con descuentos hasta del 3 5% del valor en sus
impuestos de renta, para que fueran invertidos en nuevos proyectos.
Los análisis efectuados por PROEXPO, INDERENA, la Presidencia de la Re-
pública y el sector privado, concluyeron que la camaricultura era una agroindustria
con rápido retorno de la inversión, una altísima rentabilidad y una fácil y total
transferencia de tecnología. Sin embargo, no se valoraron los riegos, ni se iden-
tificaron los componentes tecnológicos que previeran posibles enfermedades, ni
relacionaron la actividad con los fenómenos ambientales.
Las proyecciones fueron demasiado optimistas y se esperaban altos márge-
nes de utilidad en el corto plazo. Hubo una sobrestimación de los precios
proyectados y una subestimación de los costos. Los hechos fueron distintos:
una fuerte caída de los precios internacionales en la segunda mitad de los años
ochenta, debido principalmente al éxito de la acuacultura en el Ecuador y en
el Sureste de Asia, y unos costos unitarios mayores que lo esperado, lo cual
afectó la rentabilidad de las empresas, que solo a partir de 1989 comenzaron a
presentar utilidades.
El respaldo de algunos de los inversionistas de este sector, que se caracteri-
zan por su vinculación con grupos económicos importantes del país 5 , permi-
tió absorber los costos de aprendizaje y obtener créditos del sistema financiero
para operar, a pesar de los resultados financieros desfavorables que mostraron
en su primera etapa.
En 1993 , para garantizar un mayor desarrollo tecnológico y mejorar los
niveles de productividad, control de calidad y prevención de enfermedades de
las especies acuícolas, se constituyó con sede en Cartagena la Corporación Centro
de Investigación de la Acuicultura de Colombia, CENIACUA, entidad mixta,
con el apoyo y recursos del sector privado y del presupuesto nacional a través
del INPA y COLCIENCIAS. Su objetivo es desarrollar actividades de investiga-

4
Inicialmente del 25 % en 1984 y se modificó al 20 % en 1985.
~ Manuelira, Mineros de Anrioquia, Mayagüez, Pecroquímica, entre orcos.

200 1

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ción en favor del sector acuícola de Colombia, sobre bases fundamentadas en la
generación de conocimiento científico y tecnológico aplicado.
Los primeros programas de investigación se iniciaron en 1994 y contemplaron
los siguientes proyectos: a) Productividad de suelos y aguas de las piscinas de las
camaroneras, con el fin de incrementar la producción y productividad de estos
ecosistemas artificiales; b) Detección de poblaciones naturales de adultos del ca-
marón Penaeus vannamei, para surtir de semillas a los laboratorios de larvicultura; e)
Establecimientos de criterios de calidad de semillas de camarones y estado de sani-
dad de los camarones cultivados en Colombia. De estos proyectos salió la necesi-
dad de la preservación del medio ambiente e implementar tecnologías de
mejoramiento genético, para lo cual se identificó un programa estratégico sobre
producción en ciclo cerrado de la semilla de camarón cultivado en Colombia6.
En 1994, las empresas lograron las mejores producciones triplicando la
productividad del Ecuador, país líder a nivel mundial. Pero a finales de ese
mismo año llegó el virus de Brock conocido como el Síndrome de Taura, que
afectó la producción y elevó los costos. El acceso al crédito bancario normal se
hizo difícil, debido al alto riesgo de la inversión en este tipo de actividades,
que en la mayoría de los casos no se reciben las tierras cultivadas como garan-
tía de los créditos. Además, como es un sector netamente exportador, la
revaluación del peso mermó los flujos de ingresos.
En 1995, los productores de camarón en cautiverio acudieron al apoyo del
Gobierno Nacional y celebraron un Convenio de Competitividad, con los Mi-
nisterios de Agricultura y el de Comercio Exterior, el Departamento Nacional
de Planeación, DNP, Proexport y Colciencias, convirtiéndose en el primer sector
agropecuario en acogerse a esta política. El convenio, que se inició en 1996,
incluyó aportes de recursos bajo la modalidad de cofinanciación7 , para que a
través de Ceniacua y su laboratorio de reproducción de camarón en ciclo cerrado
se controle el virus de Taura, y se obtenga una semilla con mayor resistencia a las
enfermedades existentes. Con ello se busca mejorar la productividad de las fincas
y disminuir los riesgos logrando un desarrollo sostenible de esta industria .8

6
Jorge Arturo Suarez, "Antecedentes y perspectivas del programa de selección genética
camarón Penaeus vannamei Variedad Colombia", Corporación Cenero de Investigación de la
Acuicultura de Colombia, Ceniacua, Carragena, p. r.
7 Con una inversión de los empresarios del sector de $3.000 millones y de Proexport de

$2.2 ro millones.
8
Acuanal, "Discurso del presidente del Consejo Directivo durante el acro de inaugura-
ción del Centro de Investigaciones en Punta Canoa, Cartegena, 5 de septiembre, 1997.

1 201

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En 1997, el programa de reproducción de inicia a través de Ceniacua con la
asesoría de la firma Noruega AKVAFORSK, expertos en genética cuantitativa
aplicada a la acuicultura, en las instalaciones ubicadas en Punta Canoa,
Cartagena. El primer paso fue una selección masiva de reproductOres resisten-
tes al Taura, luego se conformaron diferentes familias con padrores provenien-
tes de varios orígenes, para seleccionar una población base identificadas por
generaciones o lotes (Fr, F2, F3 ... F"). Hasta el 2001 se habían logrado siete
lores representativos de un total de 430 cruces de familias, obteniendo signi-
ficativas mejoras en la sobrevivencia y crecimiento del camarón cultivado que
le dan mayor rentabilidad a la industria. 9

2. Aspectos técnicos

Los camarones son animales invertebrados pertenecientes al grupo de los


crustáceos, crecen por medio de mudas sucesivas a lo largo de su ciclo de vida,
y presentan metamorfosis durante su primera fase de vida llamada fase larval.

2.1 Características biológicas

El cultivo de camarón se realiza en dos grandes procesos: producción de


semilla y engorde. Al primero se le denomina hatchery y comprende el desarro- ·
llo de las diversas fase de larva y post-larvas. Ocurre en un laboratorio que
utiliza tanques de 8 a r 5 toneladas de capacidad, donde se siembran de 8o a
150 naupiios 10 por litro de agua de mar, con una sobrevivencia entre 50% y
70% .
El proceso de engorde comprende el crecimiento del camarón hasta llegar
al tamaño comercial que es de ro a 20 gramos, usualmente de 12 a 14 gramos.
Este tamaño es alcanzado en 95 a r 20 días a partir de la siembra ~ el ciclo
puede realizarse de una a tres veces por año, dependiendo de las condiciones
climáticas.
La fase larval tiene una duración de 20 a 22 días y se inicia después que los
huevos previamente fecundados y liberados por la hembra eclosionan y salen

1 9 Ceniacua, "Selective Breeding ofliropenaeus vannamei in Colombia", Revisra Panora-


ma Amícola, VOL7, o 2 Enero-febrero de 200 2, pp . 30- 3 1
ro Primer esrado de la larva del camarón, que poco tiempo después se conviene en posdarva
y se usa como semilla para sembrar en estanques.

202 1

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los nauplios. Este estadía tiene cinco subestadíos, dura aproximadamente dos
días, y se alimenta de las reservas que tenía en el huevo. Luego se transforma
en zoea que tiene tres subestadíos, que duran entre cuatro y cinco días, duran-
te los cuales el animal es exclusivamente fitófago, es decir, consume básica-
mente microalgas.
Posteriormente aparece la mysis que tiene tres subestadíos, dura aproxima-
damente cuatro días. Son herbívoros y carnívoros ya que se alimentan con
algas y con animales más pequeños que ellos, principalmente de anemia sali-
na. Finalmente, aparece la post-larva. A partir de esta forma el animal ya no se
transforma sino solamente crece.
Los naupfios, se pueden obtener de dos maneras :
r. En el medio natural capturando hembras grávidas en el mar para lograr
su desove en los tanques. Esto se realiza en instalaciones sencillas llamadas
desovad eros 1 1 •
2. Produciendo reproductores en cautiverio para lograr la reproducción y

desove en tanques. Esto se realiza en laboratorios de maduración donde se


mantienen los machos y hembras que pueden copular en forma natural o se
realizan inseminaciones artificiales.
Los reproductores se pueden obtener capturándolos en el mar, o a través de
la cría en piscinas o estanques. Están listos para reproducir cuando alcanzan un
tamaño de 40-50 gramos, lo cual ocurre entre los 8 y los r I meses, dependien-
do del sistema de cría (foto r). Se estima que para animales criados en cautive-
rio la edad mínima para que un reproductor sea útil es de r r meses.
En condiciones normales, diariamente deben desovar entre el 3% y 4% del
total de las hembras. Cada hembra produce entre r 50.000 y 300.000 huevos,
dependiendo de la especie y procedencia de los reproductores, de los cuales se
obtienen entre 70.000 y r 8o.ooo nauplios 12

Para conseguir que las hembras ovulen continuamente, sin cumplir los
ciclos de la naturaleza, se les ablaciona uno de los ojos ya que ahí guardan una
glándula asociada con el ciclo reproductivo. Cuando se le extirpa esta glándula
el animal comienza a producir con otros estímulos externos (por ejemplo, luz,

T r Como el Penaem Vamzamei y el Penaem Stylirostris, que son las especies que se cultivan
en la Cosca Caribe, son nativas de la Cosca Pacífica, esce método no se puede hacer en el
Caribe.
I 2 Vera Buirrago, Alex Rolando, "Bases para la propuesta de un laboratOrio camaronero
en el Caribe colombiano", Carcagena, marzo, I 995.

1 203

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Figura 1. Ciclo de vida de los camarones marinos en el medio natural
Ejemplo: zona del golfo de Morrosquillo, Sucre.

-'l. Magloo
l. Salamanqullla
~

FUENTE: lnpa (1995) . Fundamentos de Acuicultura marina, Editores Horacio Rodrlguez Gómez, Gustavo Polo, Orlando Mora
Lora, Santafé de Bogotá, p. 31 .

oscuridad) y se olvida de las señales de sus hormonas, acelera la reproducción,


y los desoves son más rápidos que en el medio natural. Pueden producir r so.ooo
huevos más o menos cada diez días, y tienen una vida útil de 3 a 4 meses. En
condiciones normales la misma cantidad de huevos la producen entre dos y
tres meses 13 •

2.2 Alimentación

La sobrevivencia y desarrollo de los camarones en cautiverio también de-


pende del tipo y cantidad de alimentas que se les suministre. El camarón es un
organismo omnívoro, es decir, ingiere alimentas de origen animal o vegetal,
variando su dieta desde el planctón hasta el alimento concentrado. Este último
es un balanceado que tiene proteínas, carbohidratas, fibra, calcio, fósforo, vita-
minas, y aminoácidos.

13 Ismael Enrique Medina F., "Camarones colombianos se sirven en el Japón", El Tiempo,


9 de noviembre, I997.

204

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Diariamente se alimentan y se toman los parámetros del agua, la tempera-
tura y el oxigeno, que permiten saber como van evolucionando los animales.
Después de 28 o 30 días de sembrados se inicia semanalmente un control del
crecimiento para hacer los ajustes periódicos de la alimentación. Además, el
alimento se regula para que no se dañe el nivel orgánico de las piscinas, y como
control de costos, ya que es el insumo de mayor preponderancia económica en
el cultivo. La conversión debe ser máximo r: r. 5 (un kilo de camarón por r. 5
kilos de alimento).

2.3 Condiciones ecológicas

El cultivo de camarón es altamente dependiente de un medio ambiente


prístino, ya que cualquier contaminante ciega la vida de este crustáceo. Tanto
la especie como el medio en que viven han de ser controlados para mantenerlos
en un oprimo estado, para asegurar la supervivencia, el buen crecimiento y
una rentable producción de los camarones sembrados.
El oxígeno se constituye en un factor importante para el desarrollo del
cultivo de camarón. Su control es indispensable si hay altas densidades de
siembra, cuando la renovación del agua de las piscinas es limitada, o cuando se
aplica alimento en forma intensiva. A las piscinas hay que cambiarle entre un
10% y un r 5% del agua diariamente, o suministrarles oxígeno con aireadores,
de allí que se requiera estaciones de bombeo superiores en volumen de agua a
las de los acueductos de ciudades de r.ooo.ooo a 2 .ooo.ooo de habitantes.
La temperatura del agua influye directamente en el metabolismo y creci-
miento del camarón, ya sea acelerándolo o retardándolo. La temperatura oprima
del agua para obtener un rápido crecimiento del camarón debe ser superior a
28°C.
La salinidad es un factOr que contribuye a la sobrevivencia, pues actúa como
bactericida o desinfectante. Si la salinidad es alta la sobreviviencia es buena.
El suelo juega un papel fundamental en la biología de los camarones. Por
ello es importante seleccionar suelos ricos en nutrientes, y lo suficientemente
compactos para construir los muros de contención. Deben tener fondos arci-
llosos o arenosos de relativa soltura que permitan a los camarones enterrarse
para obtener el alimento que encuentra en esta fuente nutritiva, además, es un
hábitat ideal para la muda y por ende su crecimiento. Son beneficiosas las
zonas salitrosas llamadas salitrales, que son áreas desprovistas de vegetación,
pero también los terrenos costaneros altos y planos de antiguas ganaderías.

1 205

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Los manglares constituyen una modalidad de ecosistema de la más alta
productividad biológica. Las camaroneras se han ubicado adyacentes a los
manglares, respetando las fronteras de los mismos, pero no se construyen so-
bre ellos por la acidez del suelo. Las empresas han tenido el cuidado de conser-
varlos, pues los nutrientes provenientes de sus hojas sirven como elementos
nutritivos en la primera etapa de la cría del camarón. El manglar se puede
utilizar como biofiltro ya que consume la materia orgánica del agua y la filtra.
Además, en sus raíces se establecen cantidades de bivalvos 14 que filtran el
agua que va a los desagües y regresa al mar' 5 .

Caso : Los manglares de la antigua Bahía de Cispata

La finca Agrosoledad está ubicada en la antigua Bahía de Cispata, que tenía


una profundidad de más de 40 pies, y fue sedimentada por un fenómeno de
erosión en el valle del río Sinú que generó r 5 .ooo hectáreas de un estuario de
manglares nuevos.
A finales del siglo XIX y principios del xx comenzó la colonización del
valle del río Sinú. La ganadería y la agricultura erosionaron los suelos y el río
transportó sus sedimentos y la Bahía de Cispata se volvió un delta' 6 que acabó
con la bahía. El río Sinú se abrió en cuatro distributarios : el propio río Sinú o
caño Grande, el río Remedia Pobres, el caño Garzal, y el caño Tijó. En todos
estos caños cultivaban arroz, pero en una noche del 17 de agosto de 1945, el
agua rompió por Tinajones y al día siguiente a lo largo de los distributarios el
agua estaba un metro por debajo: el río se había ido al mar por otro lado. El
cambio fue gradual, poco a poco el río Sinú fue encontrando su cauce por
Tinajones, el viejo cauce se fue sedimentando y lo que eran cultivos de arroz se
salinizó convirtiéndose en los manglares que hoy maravillan a rodo u VISI-
tantes. Hoy en día esos mangles generan un ambiente muy rico en el agua que
utiliza la finca Agrosoledad para sus cultivos de camarones. ' 7

1 • Moluscos que se alimentan de materias en suspensión, por ejemplo, las almejas,


1

mejillones y las ostras, entre otros.


·~ Angarita Zerda, Enrique, Guía genet·al para el mltivo de camarones marinos del género
Penaem en Colombia, Proexpo, impreso por Editorial Panamericana, Bogotá, pp. TT-q, T985.
16
Formación de islas y riberas, producidas por la acumulación de sedimentos que trans-
porta el río.
17
Entrevista con José Vicente Mogollón, Gerente de Agrosoledad S.A ., Cartagena, 8 de
octubre de 1997 .

206 1

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2.4 Sistemas de producción

Los criaderos se clasifican en extensivos, semi-intensivos, e intensivos, se-


gún la densidad de animales por hectáreas. Entre más alta sea la densidad
mayores son los costos de capital, puesto que requiere una tecnología más
sofisticada, y la producción por unidad de terreno aumenta.
Los criaderos extensivos usan poca tecnología y bajo nivel de insumos. La
producción oscila entre 500 y I. 500 kilos de camarón por hectáreas al año.
Los criaderos semi-intensivos emplean un nivel más elevado de insumos
como alimentos concentrados, fertilizantes, y energía para las bombas de agua.
Controlan la cantidad almacenada de insumos con el objeto de obtener mejo-
res condiciones de crecimiento del camarón, mayores rendimientos y una efi-
ciente utilización del espacio disponible. La producción varía entre r. 500 y
5 .ooo kilos de camarón por hectárea al año.
Los criaderos intensivos controlan todo el ciclo viral del camarón logrando
un rendimiento máximo por unidad de tierra. La producción fluctúa entre
yooo y ro.ooo kilos anuales por hectárea y generalmente utilizan aireación.
La producción es continua ya que poseen laboratorios para la producción de
post-larvas, que les permiten programar el manejo de las piscinas con una alta
eficiencia.

2.5 lnfraestructura 18

En el cultivo de camarón es indispensable la construcción de las siguientes


obra de infraestructura:
• Pi cinas de cría o criaderos donde se deposita agua esruarina o marina,
para adoptar un hábitat adecuado que perm 1ta al camarón un normal o acele-
raJo crecimientO. Su suelo debe ser arcaloso o areno o e impermeable y con un
desnivel que depende el tamaño de las piscina . En la Costa Caribe el tamaño
de las piscinas varía de r a r r hectáreas y la densidad en el sembrado varía
entre J 5 y 30 animales por metro cuadrado (en sistemas intensivos hasta roo
animales por metro cuadro). Deben tener un sistema de compuertas en concre-
to que atraviesa los muros de las piscinas para permitir el llenado y evacuación
del agua (foto 2).

8
' Enrique Angarira. Op. Cit. pp. I 5-22.

1 207

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• Canal reservorio para transportar el agua desde la estación de bombeo
hasta las piscinas de cría y/o preciaderos (foto 3). Este canal permite un flujo
permanente de agua a las piscinas, contribuye a la disminución de depredadores,
controla la sobrepoblación de camarones en las piscinas de cría.
• Canal de drenaje o desagüe para recoger las aguas provenientes del re-
cambio de las piscinas y de la cosecha. Este canal tiene una pendiente hacia la
desembocadura del estero 19 , que debe estar distante a la del sitio donde se
encuentra la toma del agua.
• Muro perimetal que forma parte del muro de las piscinas. Debe ser
carreteable, pues recorre la totalidad de la camaronera y facilita el transporte
de la cosecha, la medición de los parámetros de calidad de aguas y el transito
en general (foto 4).
• Estación de bombeo ubicada en un sirio donde se disponga de la mejor
calidad y cantidad de agua (foto 5). En la actualidad se utilizan bombas axial o
hidráulica, con tubos con un diámetro que varía entre 12 y 24 pulgadas. Lle-
van al canal reservorio el agua del mar con la que se llenan las piscinas.

2.6 Cosecha

Las fincas de la Costa Caribe cosechan en promedio entre los 98 y 120 días,
hasta cuando el camarón pese entre 12 y 17 gramos. El producto se lleva vivo
a la planta de preproceso o beneficiadero donde se separa de cualquier elemen-
to ajeno al camarón, y se carga inmediatamente a unas tinas con hielo, las
cuales son transportadas a las plantas de proceso donde es clasificado y selec-
cionado de acuerdo a su talla y calidad.
El camarón es empacado entero o sin cabeza, según las preferencias de sus
compradores. Los japoneses prefieren los camarones pelados, desvenados y
descabezados; los europeos importan los camarones enteros y sin pelar; los
estadounidenses piden camarones sin cabeza, con cáscara y congelado crudo.
La congelación se hace a 45°C bajo cero garantizándose una total frescura,
que pueden durar cerca de dos años. El camarón entero se congela en la moda-
lidad IQF (Individually Quick Frozen) o sea aquel que se ha congelado rápida-
mente y de manera individual, o semi-IQF (en bloque sin agua) . Se exporta a
granel o en las presentaciones solicitadas por los compradores. Las colas de

'9 Terreno bajo, pantanoso, por el cual se extiende las aguas de las mareas , rfo o lagunas.

208 1

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camarón se empacan en bloque IQF o semi-IQF. El producto congelado se
conserva a 1 8°C bajo cero, donde no existe acción bacteriana.
Cuando se va a recoger la producción de camarones se desocupa la piscina y
se seca completamente, dejándola descansar cerca de 20 días, hasta que la
tierra este cuarteada, ya que el mejor desinfectante es el sol. Antes de ser llena-
da nuevamente, el fondo se rastrilla para que la tierra se oxigene y se abona
incorporándole carbonato de sodio e hidróxido, para que actúen como desin-
fectantes y como fertilizantes.
Adicionalmente, cuando la piscina está llena de agua y sembrados los ca-
marones, se fertiliza con abonos inorgánicos, como la urea, nitrógeno, fósforo
y silicatos. Esto permite el florecimiento de algas y otros microrganismos que
son el alimento natural y primario de las larvas cuando se siembran.

3. Característica de la camaronicultura en la Costa Caribe

En Colombia el cultivo de camarón ha alcanzado un mayor desarrollo en la


Costa Caribe, que en la Pacífica, gracias a que posee una mejor infraestructura de
transporte terrestre, marítimo y fluvial para su aprovisionamiento, buenas plan-
tas de proceso y comercializadoras internacionales. También hay una mayor dis-
ponibilidad de tierras con las condiciones naturales requeridas y la temperatura
de las aguas son altas, lo cual beneficia el crecimiento del camarón. Además, la
posición geográfica facilita atender los mercados de Europa y Estados Unidos.
En el secror camaricultor se ha dado una especialización en cada una de las
etapas del cultivo. Es así como, hay empresas dedicadas a la cría de padrotes, a
la cría de larvas, al levante y engorde, a la producción de alimentos y al proce-
samienro y comercialización del productO final.
En la Costa Caribe se cultiva en un 95% la especie de camarón llamada
Penaeus Vannamei y en un 5% la Penaeus StyliroJtris , ambas especies nativas del
Océano Pacífico. Existe una especie llamada Penaeus Schmitt" que fue la prime-
ra que se cultivó porque era abundante en el medio natural, pero actualmente
es poco utilizada porque en términos de crecimiento y resistencia al manejo es
inferior a las dos primeras.
Las explotaciones de la Costa Caribe históricamente han tenido una pro-
ducción mayor que las de la Costa Pacífica. En el Cuadro 1 se observa que, en
el período 1992-2001, la Costa Caribe participó en promedio con el 66,8%
del área en producción, el8o,o% de la producción, y el 78,o% del valor expor-
tado por la industria camaronicultora colombiana.

1 209

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Cuadro 1. Costa Caribe. Evolución histórica de la industria camaronera

Año Hectáreas en Part.*% Producción Part.*% Exportaciones Part.*%


producción en toneladas en miles de
de US$
- - ---
1992 1,682 63.8 5,009 79.5 19,693 76.7
1993 1,598 55.7 4,778 72.1 19,678 64.5
1994 1,740 55.4 6,062 71.9 38,900 72.2
1995 1,937 60.8 5,096 63.7 21,328 63.7
1996 2,251 65.5 5,500 78.4 26,639 73.6
1997 1,837 68.3 5,854 86.3 38,532 83.9
1998 1,869 69.5 6,380 81.2 42,188 79.8
1999 2,112 73.5 7,608 82.5 46,338 86.8
2000 2,232 78.7 8,000 95.8 43,229 90.5
2001e 2,916 76.4 11,608 88.9 56,015 88.6

(") Participación porcentual con respecto al total nacional.


(e) Estimativos sobre avances en el control White Spot Syndrome Virus , WSSV
FUENTE: Asociación Nac1onal de Acuicultores de Colombia - Acuanal.

En la Cámara de Comercio de Cartagena se encuentran registradas nueve


empresas que pertenecen al sector camaronicultor. En 1996, sus activos
asciendían a $68.618 millones de pesos, presentando un crecimiento del 13,4%
respecto a los de 1995- El patrimonio llegó a $34-426 millones con aumento
de 13,1 % y las ventas alcanzaron $44.608 millones, con incremento del2o,o%
en igual período (Anexo 9). Sin embargo, las utilidades en 1996 descendieron
en un 9,9% 20 , como consecuencia de la enfermedad del Taura, que ocasionó
un sobrecosro y una menor producción de camarones.
C.I. Océanos S.A. es la compañía con mayor integración vertical dentro del
sector, pues realiza varias actividades relacionadas con la acuicultura. Fue fun-
dada el4 de julio de 1983 con un capital inicial de $125 millones. Es la finca
m á grande del país, pues tiene 66o hectáreas. En I 994 se fusionó con la finca
camaronera Colombiana de Acuacultura y el laboratorio de post-larvas De Mares
S.A. En 1995 compraron el 5 r % de la fábrica de hielo, Acuahielo, la más
grande del país, ubicada en Cartagena, para asegurar la confiabilidad en el
suministro de este insumo necesario en la conservación del camarón. En 1997,
tenían 280 empleados en cuatro fincas camaroneras ubicadas dos en la isla del
Covado (departamentos de Sucre y Bolívar), una en la isla de Barú (Bolívar) y

1 20
Sin incluir las pérdidas de la C.I. Camarones del Caribe S.A. empresa que cerro defini-
tivamente sus operaciones.

210 1

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la otra en San Antero (Córdoba). Además, en su planta de proceso emplea a
más de 260 mujeres, la mayoría de ellas cabeza de familia.
Las granjas camaroneras de esta región son del tipo de cultivo semi-inten-
sivo. En el2001 la productividad promedio fue de 3.981 kilos de camarón por
hectárea en producción al año, duplicando a la de la Costa Pacífica (r.61o
kilos por hectáreas en producción). La finca de mayor productividad es
Agrosoledad que registró en 1997 un rendimi ento de 5.780 kilos por hectárea
en producción al año (Cuadro 2).

Cuadro 2. Costa Caribe. Producción por fincas camaroneras, 1996-1997

Area en hectáreas Producción en kilos Rendimiento en kilos


por hectáreas

1996 1997 1996 1997p 1996 1997


-f-

Agroseledad 171 173 813,441 1,000,000 4,757 5,780


Agrotijo 83 83 190,000 170,000 2,289 2,048
Aquacultivos del Caribe 122 122 348,920 476,170 2,860 3,903
Cartagenera de Acuacultura 423 423 1,613,224 1,850,000 3,814 4,374
Camaores del Caribe* 275 o 579,879 o 2,109
Colombiana de Acuacultura* 352 627 944,883 1,885,414 2,684 3,007
Agromarina San Ana 71 71 148,887 170,000 2,097 2,394
Otros 754 420 861,041 665,626 1,142 1,585

Total 2,251 1,919 5,500,275 6,217,21 o 2,443 3,240

(p) Provis1onal.
(') Hacen parte de Cl Oceanos S.A. por fusión y arriendo.
FUENTE. Asociación Nacional de Acuicultores de Colombia - Acuanal

Lo laboratorios de maduración locales, en 1997, suplían en un 6o% la


demanda de nauplios, e importaban el 40% restante de otros países como Pa-
namá, Venezuela, El Salvador, Ecuador y Estados U nidos. En el 200 I, estos
laboratorios no solo abastecieron a toda la industria camaronicultora colom -
biana ino que exportaron semillas consideradas a nivel mundial como de alta
calidad , por las mejoras genéticas logradas en los reproductOres seleccionados
que están produciendo una semilla de gran resistencia y rápido crecimiento
del camarón .
El Caribe colombiano tiene doce fincas cultivadoras y quince laboratOrios
para producir la semilla de camarón, ubicados en Bolívar, Córdoba y Sucre (figu-
ra 2). El centro de sus operaciones es Cartagena donde hay cinco plantas
procesadoras y comercializadoras y dos fábricas para producir los concentrados.

211

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Cuadro 3. Costa Caribe. Principales características de las fincas camaroneras

Producción Promedio
• Sistemas de estanques Usan agua de mar
• Densidad de siembra Entre 15 y 30 camarones por m2 23 camarones por m2
• Ciclos de producción De 2 y 2.8 veces al año 2.5 veces al año
• Tamaño comercial del camarón producido Entre 12 y 17 gramos 13 gramos
• Días de proceso siembra y engorde Entre 98 y 120 días 107 días
• Porcentaje mortalidad Entre 45% y 60% 53%

Ventas
• En el mercado externo Entre el 80% y 100% 90%

Capital 100% nacional

FUENTE: Encuestas realizada a 8 empresas cultivadoras de la región en los meses de octubre y noviembre de 1997.
Procesada por: Banco de la República - Estudios Económicos - Cartagena.

Figura 2. Sitios donde están ubicadas las fincas camaroneras de la Costa caribe

alereumba (1)

~1(,
~
v~ ATLANTICO
~~~ CARTAGENA

BOLIVAR
(4)
Barú

(1) A quaculllvoe del del caribe


(2) Laboratorio da Cenlacua
(3) C. l. Oceénoe
Cam1ronu del Ctrlbe
Acuulpuca
Proaculcola
(4) Baru Shrlmp Comp1ny
C•m~rón de Btrú
(5) Agromar lna Santana
(6) Certaganer1 de Acu icultura
(7) Agroeoleded
Agrotljó

212 1

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4. La evolución de la acuicultura en la Costa Caribe

4. 1 Producción

La Costa Caribe en los últimos diez años aportó en promedio el 66.o% del
área dedicada al cultivo de camarón en Colombia, pasando de 1.631 hectáreas
en 1991 a 3.816 hectáreas en el 200 1, año en que presentó el mayor creci-
miento (Cuadro 4). La utilización de las tierras aún es muy baja, ya que la
región Caribe cuenta con unas 24 .000 hectáreas que reúnen las condiciones
naturales para el cultivo de camarón marin0. 21

Cuadro 4. Area de producción de la industria camaronicultora


(Hectáreas)

Años Colombia Costa Caribe Participación % Crecimiento anual %

1985 300 nd
1986 438 nd
1987 1,31 o nd
1988 1,714 nd
1989 2,022 nd
1990 2,535 nd
1991 2,778 1,631 58.7
1992 2,636 1,682 63.8 3.1
1993 2,868 1,598 55.7 -5.0
1994 3,140 1,740 55.4 8.9
1995 3,187 1.937 60.8 11 .3
1996 3,436 2,251 65.5 16.2
1997 2,690 1,837 68.3 -18 .4
1998 2,690 1,869 69.5 1.7
1999 2,875 2,112 73.5 13.0
2000 2,835 2,232 78.7 5.7
2001e 3,816 2,916 76.4 30.6

(nd) No dispomble
(e) Estimativos sobre avances en el control White Spot Syndrome Vtrus , WSSV
FUENTE Asociación Nacional de Acuicultores de Colombia - Acuanal.

, , Enrique Angarita (19 85) presenta alg unos datos sobre inventarios de tierras quepo-
drían ser aptas para la cría de camarones en la Costa Caribe, con una distribución aproximada
así: 9 .ooo hectáreas en el Golfo de U rabá; 6.ooo hectáreas en el delta del Sinú y norte del
Golfo de Morrosquillo; 5 .ooo hectáreas en la Bahía de Barbacoas, Barú, y Galerazamba; 2 .ooo
hectáreas en la Cienag a Grande; y 2 .ooo hec táreas en la Guajira.

1 213

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Al sector camaronicultor lo han afectado diversos problemas. En el período
I 99 I- I 994, se inició una escasez de semilla, las larvas presentaron enfermeda-
des sin diagnostico definido, el camarón creció poco y las tallas se redujeron.
Paralelamente, los precios internacionales disminuyeron. Por otra parte, se
dio un cambio en las políticas sectoriales, las tasas de interés subieron más de
20 puntos, se restringieron los créditos y bajó el CERT.
La respuesta del sector fue la de concentrar sus esfuerzos para consolidar la
tecnología y poder elevar la productividad y competitividad. La productivi-
dad la están buscando con mejoras en los parámetros biológicos y genéticos, a
través de la investigación científica aplicada. La competitividad incluye varios
factores vinculados con el conocimiento y las habilidades de todos los que
participan en la actividad productiva, la estabilidad de la economía, y la dota-
ción de infraestructura de comunicaciones y el transporte. Este último aspecto
se constituye en ventaja relativa de las fincas camaroneras de la Costa Caribe
sobre las del Pacífico.
Los avances en la productividad se aprecian en el Cuadro 5, al considerar el
número de kilos producidos por hectáreas, que aumentaron de 2.978 kilos en
1992 a 3.981 en el 2001, registrando la mejor productividad de América
Latina y cuatro veces la de Ecuador, que es el mayor productOr de la región
por sus I 6o mil hectáreas en producción pero su rendimiento es de 900 a
I .ooo kilos promedio por hectáreas en producción al año. A nivel mundial

Colombia ocupa el egundo puesto, después de Bélice que tiene un sistema


intensivo.

Cuadro 5. Rendimientos en kilos por hectáreas sembradas

Años Costa Caribe Costa Pacífica


~
---
1992 2,978 1,356
1993 2,990 1,459
1994 3,484 1,692
1995 2,631 2,323
1996 2,443 1,281
1997 3,187 1,950
1998 3,414 1,800
1999 3,602 2,122
2000 3,584 582
2001 3,981 1,61 o

Cálculos realizados por el autor con base en los cuadros 4 y 6 .

214 1

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
En el 200 1 esta ind ustria alcanzó el más alto volumen de producción lle-
gando a r 3 .o s 7 toneladas, de las cuales r r. 6o8 toneladas corresponden a la
Costa Caribe , evidenciando la ampliación de la capacidad instalada, las mejo-
ras genéticas logradas en la semilla producida en ciclo cerrado y la optimización
de los equipos que permitieron mejores controles en el proceso productivo,
incluidos lo cambios climáticos y sanitarios .
En 1995 y r996, la producción se afectó con la enfermedad denominada
Síndrome del Taura, que ocasionó altos porcentajes de mortalidad en la cría de
camarones, en promedio del 70% , llegando incluso a casos del 90% . Debido a
que la enfermedad del Taura ya existía en otros países, como Ecuador, los
camaronicultores nacionales pudieron prepararse y defenderse en alguna medi-
da, a través de la implantación de estrategias de manejo adecuado y preventivo,
intensificando las densidades de siembras y mejorando la calidad de las larvas.
Apenas se presentó la epidemia del Taura se seleccionaron los camarones
sobrevivientes y se comenzó una cría de padrotes o reproductOres . En el segun-
do semestre de 1997 se trabajó con los bisnietos, o sea con la segunda genera··

Cuadro 6. Producción de la industria camaronicultora


(Toneladas)

Años Colombia Costa Caribe Participación % Crecimiento anual %

1985 122 nd
1986 250 nd
1987 535 nd
1988 1,282 nd
1989 2,973 nd
1990 6,009 nd
1991 6,223 nd
1992 6,302 5,009 79.5
1993 6,631 4,778 72.1 -4 6
1994 8,431 6,062 71.9 26.9
1995 8,000 5,096 63.7 15.9
1996 7,018 5,500 78 .4 7.9
1997 7,518 5,854 77 .9 6.4
1998 7,858 6,380 81 .2 9.0
1999 9,227 7,608 82 .5 19.2
2000 8,351 8,000 95 .8 5.2
2001e 13,057 11,608 88.9 45.1

(nd) . No disponible
(e) Estimativos sobre avances en el control White Spot Syndrome Virus , WSSV.
FUENTE Asociación Nacional de Acuicultores de Colombia - Acuanal

1 215

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ción de sobrevivientes, para hacer inseminación natural o artificial obteniendo
larvas de alta sobrevivencia que superó el so% .
En el 200 r, el país contaba con la infraestructura de laboratOrios para abas-
tecer totalmente al sector de la semilla de camarón requerida, producida a
través de procesos de laboratorio de maduración en ciclo cerrado y con mejora-
mientOs genéticos pertenecientes a siete generaciones de familias (Fr , F2, F3, ...
F7) que han permitido un cultivo bioseguro, de óptimos rendimientos por su
alta sobrevivencia y crecimiento reconocido a nivel mundial, ya que se esta
exportando.
Los principales países cultivadores y exportadores del mundo son : Tailandia,
China, Vietnan, Ecuador, Indonesia, india, Bangladesh, Filipinas y México los
cuales en conjuntO participan con el 98.o % de la producción total cultivada,
Colombia solo aporta el 0 .7 % (Gráfica r).

Gráfico 1. Principales países productores de camarón cultivado en el mundo,


1995-1999

35.0

30.0

25.0

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en

1995 .1999

---
FUENTE: Anexo 5

216
1

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
4.2 Exportaciones

Las empresas camaronicultoras de la Costa Caribe fueron creadas para ser


exportadoras. Algunas venden roda su producción en el mercado externo, otras
el 8o% como mínimo. Los principales compradores del camarón cultivado
producido en la Costa Caribe son los países europeos liderados por España y
Francia, seguido de Estados U nidos. En la Zona Franca de Cartagena se proce-
sa camarón cuyo destino final es Europa (Gráfica 2 y Anexo 6). Pese a que el
mercado del Japón es muy exigente, pues requiere un producto de mayor valor
agregado, ya que debe ir pelado y desvenado, en la Costa Caribe hay empresas
que envían un pequeño porcentaje de su producción a ese mercado.
En el 2001, el valor de las exportaciones del sector camaronicultor de la
Costa Caribe representó el 94.7% del total de las exportaciones de camarón

Gráfico 2. Principales destinos del camarón cultivado en la Costa Caribe

50.0
44 .9
45.0

40.0

35.0
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.1991 o 1995 • 2001

FUENTE. Anexo 6

1 217

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
cultivado de Colombia y el 92.8% del volumen rotal de camarón exportado
por las empresas ubicadas en la Costa Caribe (Cuadros 7 y Anexos 7 y 8 ).
Como se puede apreciar en las Gráficas 3, 4, y 5, en los años 1992 y 1993 el
sector presentó estancamientO. El área cultivada descendió en 5 ,o%, la pro-
ducción en 4,6% y las exportaciones en 0,1%. El monro de lo exportado no
alcanzó los US$ 20 millones en cada año, debido al menor precio de venta
derivado de las menores tallas como consecuencia del virus del Taura. En 1994
se recuperan las exportaciones, alcanzando US$ 39 millones, gracias a una
buena cosecha y a los alros precios internacionales. Los buenos precios obede-
cieron a la reducción de la oferta mundial de camarón capturado, ya que los
países exportadores tradicionales, como China, Taiwan y Ecuador tuvieron
problemas técnicos, mientras que la demanda de los grandes compradores
mundial crecía por la recuperación de la economía mundial, especialmente la
norteamericana. (Grafico 6 y 7).
Los años 1995 y 1996 fueron críticos para la industria camoroniculrora
pues su producción se redujo por una alta mortandad, afectada por las enfer-

Cuadro 7. Exportaciones de la industria camaricultora


(Miles de dólares)

Años Colombia Costa Caribe Participación % Crecimiento anual %

1985 600 nd
1986 1,009 nd
1987 2,410 nd
1988 7,040 nd
1989 16,015 nd
1990 30,784 nd
1991 30,199 nd
1992 25,676 19,693 76 7
1993 30 ,520 19,678 64 .5 -0.1
1994 53,900 38 ,900 72 .2 97 .7
1995 33,482 21,328 63 .7 -45 .2
1996 36,207 26 ,639 73 .6 24 .9
1997 45,915 38,532 83 .9 44 .6
1998 52,833 42 ,188 79 .9 9.5
1999 53,397 46,338 86 .8 9.8
2000 47,762 43,229 90.5 -6.7
2001e 63,254 56 ,015 88 .6 29 .6

(nd) : No disponible
(e) Estimativos sobre avances en el control White Spot Syndrome Virus, WSSV.
FUENTE: Asociación Nacional de Acuicultores de Colombia-Acuanal.

218
1

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Cuadro 8. Empresas ubicadas en Cartagena que exportaron camarón cultivado, 1996

Razón Social Países de destino

Agroindustria de Santa Cruz Francia, Estados Unidos, España, El Salvador, Zona Franca Cartagena
C.l. Camarores del Caribe S.A. España
C.l. Coapesca Ltda. Estados Unidos, Bélgica-Luxewmburgo
Cartagena Shrimp Co. Ltda Francia, España, Estados Unidos, Portugal
Cartagenera de Acuacultura S.A. Zona Franca de Cartagena
Comercializadora Internacional Estados Unidos, Francia, España, Estados Unidos, Japón,
Bélgica-Luxemburgo, Canadá
Oceanos S.A. España, Japón, Estados Unidos, Francia
Sociedad Acuicola Pesquera Francia

FUENTE : Oian .

Gráfico 3. Área cultivada con camarón, 1985-2001

4.500
4.000
3.500
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3.000
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o
N
N

--+- Colombia --- Costa Caribe Costa Pacífica

FUl NTl Cuadro 4

medades virales, tales como el de Taura y la mancha blanca. Esto condujo a


desarrollar la reproducción de camarones sanos en ciclo cerrado, que ha traído
una notable mejoría en la productividad de las empresas camaronicultoras, lo
cual les permitió lograr mayores tallas. Además, que con la aplicación de ma-
yor tecnología lograron superar algunos fenómenos climáticos. Por otra parte,
se abrieron nuevos mercados como el europeo, que compra el camarón entero
y paga un valor adicional por enci ma del 30%.

1 219

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Gráfico 4. Producción de camarón cultivado, 1985-2001

14.000
12.000

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___._. Colombia -e- Costa Caribe * Costa Pacífica

FUENTE· Cuadro 6

Gráfico 5. Exportaciones de la industria camaronicultora 1985-2001

70.000
(/)
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~ 50.000
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N o
N

___._. Colombia Costa Caribe a- Costa Pacffica

FUENTE. Cuadro 7

El crecimiento de las fincas, la implementación de tecnología en equipos y


el mejoramiento genético logrado a través del cultivo de semillas producidas
en ciclo cerrado, han logrado posicionar a la industria camaronicultora de Co-
lombia como una de las de mayor producrividad en el mundo.
El año 2001 fue el de mayor crecimiento en el área sembrada (30.6%), en la
producción (45.1%) y en las exportaciones (29.6%). El crecimiento de estas
últimas fue menor por los bajos precios que se vieron afectados con la reduc-

220

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Gráfico 6. Tendencia de los precios del camarón en el mercado externo 1992-2001

7.00

6.00

5.00
ro
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- 51 -60 - 4 1 -50

Gráfico 7. Precio real promedio y cantidad exportada de camarón cultivado en la Costa Caribe

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9,000
5.0
8,000
7,000
en 4.0
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1.0
1,000
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1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001

--- Cantidad exportada --+-- Precio real promedio

1 221

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
ción de la demanda de Japón por su crisis económica. Afortunadamente, au-
mentó el consumo en los Estados Unidos.

5. Beneficio social

La generación de empleo es la principal contribución social de la


camaronicultura, valorada aún más por estar ubicada en tierras cuyas condi-
ciones naturales hacen difícil otra actividad productiva, o en antiguas ganade-
rías que en 200 hectáreas sólo ocupaban 2 empleados, mientras que ahora
generan más de 120 empleos direcros . En 1996las nueve empresas dedicadas
a la camaricultura, registradas en la Cámara de Comercio de Carragena, em-
plearon 896 personas, cifra superior en 25,7% a la anotada en I995·

Conclusiones

El desarrollo del sector camaronero ha sido beneficioso para la Costa Cari-


be, porque ha contribuido al desarrollo económico de zonas marginales. Como
sector exportador ha generado nuevas divisas, ubicándose entre los principales
renglones de exportación de la producción agropecuaria de la región y del
país.
El cultivo de camarón aún no ha llegado a rodas las zonas aptas para este fin
en la región, quedando un inmenso potencial por explotar. Los diversos y com-
plejos problemas que lo han afectado, tales como fenómenos climáticos, bioló-
gicos y financieros, frenaron el crecimientO del este secror.
Los resultados, aunque hasta ahora han sido parciales, han permitido una
sobreviviencia superior al 50% en los cultivos de camarón. Esro significa una
mejora en la producción y una disminución en los costo . Los actuales proyectos
en ejecución han permitido una autosuficiencia en la producción de semilla,
evitándose la importación de enfermedades de los grandes países productores,
como Ecuador y Panamá, y sus excedentes se están exportando.
En la parte financiera aún quedan algunas trabas por superar, asociadas con
las bajas producciones de 1995 y 1996, ocasionadas por la enfermedad de el
Taura, que llevó a la pérdida de credibilidad de las entidades financieras hacia
el sector camaronero, considerándolo como de alto riesgo.
Este es un secror netamente exportador que depende de los precios exter-
nos y de su producción. Todo lo que producen actualmente las empresas
camaroneras de la Costa Caribe tiene un mercado externo asegurado, ya que

222

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
los grandes productores mundiales no alcanzan a satisfacer la demanda mun-
dial de camarón, la cual va en crecimiento.
Las estrategias de comercialización de algunas de las empresas de la región
han sido agresivas logrando conquistar mercados exigentes como el europeo,
el estadounidense y el japonés. A este último, aunque aún es muy baja la
participación, se está llegando con un producto de mayor valor agregado como
lo es el camarón descabezado, pelado desvenado, es decir, sin el intestino que
lleva dorsalmente en el abdomen el animal.
La historia de este sector es reciente, pero se puede afirmar que es una
actividad con mucho futuro, pues cuenta con una demanda de alta elasticidad-
ingreso, la experiencia de los actuales inversionistas y los avances tecnológicos
en la cadena productiva, los cuales le auguran al sector grandes posibilidades
de convertirse en un importante renglón dentro de las exportaciones del país.

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224 1

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SOTO, Juan Manuel y CABAL, Miguel, "Los camarones colombianos no se adaptan al
comercio internacional", Estrategia Económica y Financiera, N°222, octubre 23 de 1995,
Bogotá, pp.26-29.
SUÁREZ, Jorge Arturo, Anteced-entes y perspectivas d.e selección genética camarón Penaeus vannamei
<~Variedad Colombia", Corporación Centro de Investigación de la Acuicultura de Co-
lombia, Ceniacua, www.cco.gov.co, Cartagena, 1999.
VESGA F. , Rafael, "Casos de éxiro de desarrollo exportador en Colombia: Las exportaciones
de la camaricultura", Coyuntura Económica, vol. 2 1 N°2, Fedesarrollo, Bogotá, Julio de
1991, pp. 91-112.

1 225

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Anexo 1. Empresas camaroneras registradas en la Cámara de Comercio de Cartagena
Nombre de las Fecha de Socios Ubicación Concepto de la
empresas fundación* fundadores de la finca fundación
C.l. Oceanos S.A. 6 de Agropecuaria Albornoz Cartagena, Explotación , cultivo ,
En 1994 se fusionó diciembre Universal Fisheries (UFI) Isla del Covado procesamiento ,
con la empresa de 1982 Jhon Jairo Pelaez y comercialización de
Colombiana de lvan Jaramillo Escobar mariscos, calamares y
Acuacultura S.A. Luis Fernando Escobar peces.
y De Mares S.A. Julian Echavarria

Cartagenera de 21 de José Vicente Mogollón Velez San Antonio de Cultivo en cautiverio de


Acuacultura S.A. junio de Carlos Haime Baruch Labarcé (Sucre) langostinos, y otras
1984 Salomen Finvarb Mishaan especies marinas y en
explotacióncomercial.

Agrosoledad S.A. 10 de José Vicente Mogollón Velez San Ante ro Acuacultura , ganadería,
octubre de Gabriel Jaime Moreno Bravo (Córdoba) agricultura.
1984 Pedro Luis Mogollón Velez corregimiento de
Ramón del Castillo Restrepo Nuevo Agrado
Horacio del Castillo Restrepo
José Henrique Rizo Pombo
Javier Martínez lbarra
Luis Carlos Moreno Bravo
Miguel de Germán de Ribón

Agromarina 1984 Jorge Vélez Cartagena, Explotación , cultivo, proce-


Santa Ana Ltda . Carlos Angel vía a Rocha samiento, comercialización
Federico Márquez Kilométro 7 y exportación de especies
acúaticas

Hidrocultivos 2 de Edgar Eduardo Arias Avila Cartagena, Explotación, cultivo, proce-


de la Costa Ltda. febrero de María Fernanda Virguez corregimiento samiento, comercialización
1987 Serrato Arroyo de y exportación de especies
Luis Fernando Vélez Restrepo Piedra, sector acúaticas, especialmente la
Francisco L. Toro Chimá. explotación, cultivo, proce -
samiento y comercialización
de larvas de camarón .
- -
Agrotijo S.A. 31 de Andrés Restrepo lsaza San Antero
marzo de Eustorgio Restrepo Sierra (Córdoba)
1987 Hernán Sierra Vereda Las
Carlos Echavarría Valles Nubes
--
Biomar Ltda
-
23 de Jorge Alberto Velez Velez
---
Cartagena, Canal Explotación y comercializa -
-
febrero de Jairo Fernando Llanos Barrios del Dique con ción de toda clase de cultivo
1989 Federico Marquez Acosta Caño Lequerica. de especies marinas y
terrestres.
-
Baru Shrimp 16 de Inversiones del Dique Ltda. Cartagena, Industria de la acuacultura ,
Company Ltda. abril de Luis Carlos Restrepo Restrepo Isla de Baru agropecuaria y demás
1991 Luis Fernando Velez Restrepo recursos renovables y no
renovables.
--
Camarón de Baru 5 de Juan Carlos Ospina de Armas Cartagena, Construcción de obras de
diciembre Claudia Mejia Quijano Isla de Baru ingeniería y adecuación de
de 1991 Inversiones Ospina Mejia e tierras, canales, reservorios,
hijos Sen C. S piscinas, laboratorio para
cultivo de semillas, larvas de (continúa)

• Corresponde a la fecha en que se matricularon a la Cámara de comercio.

226 1

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Anexo 1. Empresas camaroneras registradas en la Cámara de Comercio de Cartagena
Nombre de las Fecha de Socios Ubicación Concepto de la
empresas fundaci ón* fundadores de la finca fundación
--------~---- -- -- --r--------~-----------------
las especies crustáceas,
ventas de los mismo. Cultivo,
venta y comercialización de
especies de agua dulce y salada.
Compra y venta de insumas
para la industria acuicola.

Agromarina 18 de José Raúl Vasques Gonzalez San Antonio de Acuacultura, exportación,


Casamar Ltda. junio de Labarcé (Sucre) importación de recursos
1991 hidrobiológicos, procesamiento

--
Productores 24 de Cesar Augusto Rojas Cardeña Cartagena, Explotación, cultivo, procesa-
Acuicola Ltda. octubre de José Nicolás Mafioli Morales Isla del Cavado miento, comercialización,
(Proacuicolas) 1996 exportación e importación de
especies acuaticas y marinas,
especialmente la explotación
cultivo y comercialización
de larvas de camarón y
langostinos.

Instituto de 21 de José Viciente Mogollón Velez Investigación científica de las


Investigaciones y febrero de realizaciones de actividades
Ensayos 1997 técnicas, tecnológicas y
Acuicolas del Litotral científicas de la industria de
cultivos marinos.
- -----
Post Larvas 14 de Joaquín F. Berrocal Duran Explotación, cultivo,
Kalamary Ltda. enero de procesamiento y
1998 comercialización de especies
acuaticas y marinas,
especialmente la explotación
y comercialización .
---- -----
Instituto de 21 de enero José Viciente Mogollón Velez Investigación sobre cultivos
Investigaciones y de 1998 de especies marinas en el
Ensayos Acuicolas Utotal Atlántico, producción y
de las Playas comercialización de lavas de
del Calao Ltda especies marinas.
- - - __ , _ - - - -+-------- - - -- --
Agroindustrias de 15 de Rodngo V. Martinez Torres Acuicultura, Ganadería.
ACUicultura y Larvas septiembre
S.A., Adelarvas. de 2000
-- ------ - - -- -----+-
Acuacultura 13 de Gilbert Th1riez Filippini Siembra, cultivo. explotación,
El Guajaro S.A. julio de comercialización y venta.
2001 Procesamiento y explotación
de especies vivas, tales
como camarón y tilapia.
----- ---·-~--------~--
Acuabolívar S.A. 19 de julio Mario Nicolás Velazquez Urzola Explotación de las activida-
de 2001 des de acuacultura y cama-
ronícola. Desarrollo de
proyectos de acuicultura
y camaronicultura.

• Corresponde a la fecha en que se matncularon a la Cámara de comercio.

1 227

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Anexo 2. Principales firmas exportadoras de Estados Unidos,1996
Compradores Peso Valor
(En libras) (Miles de dólares Fob)

Eastern Fish Ca. 11,038,174 38,043


Empress lntl. Ud. 9,379,189 34,938
Maritime Food Prod. 5,843,652 23,088
The Former lnc. 6,147,373 20,581
Gulf Shrimp Corp. 3,651 ,698 14,400
Metco lnvestment 3,793,841 14,328
Madeira Trading 4,593,626 13,522
Kitchens of the Oceans 3,164,543 12,721
Trident Sales lnc. 3,096,391 12,697
United Sea Food Exchange 4,024,124 12,526
The Sea Food Exchange 3,709,110 11 ,934
Pacific Coral Shrimp Sea Food 3,653,410 10,533
Me Marine lnc. 3,887,598 10,126
Niamar lntl. Corp. 2,526,625 8,779
Central Overseas Sea Food 2,182,904 8,701
Pacific Shrimp Ud. 2,152,479 7,578
Marina lntl. Uda. 2,060,560 7,152
Mid Pacif Sea Food 2,179,498 6,312
The Mazzeta Ca. 1,529,342 5,143
Eagletrace Uda. 1,342,736 5,115
Otros 15,760,638 51,622

Totales 95,717,511 329,839


FUENTE: Acuanal.

228 1

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Anexo 3. Precios promedio de exportación del camarón rojo talla 41-50
(Dólares por libra)

Meses 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001

Enero 3.10 3.38 4.56 4.85 3.78 5.01 4.30 4.25 5.15 5.29
Febrero 3.20 3.44 4.76 4.85 3.86 4.99 4.23 4.16 5.81 4.60
Marzo 3.26 3.75 4.91 4.49 3.90 5.05 4.07 4.13 6.04 4.06
Abril 3.35 3.78 5.22 4.67 4.02 5.06 4.20 4.45 6.01 4.18
Mayo 3.23 3.84 5.13 4.42 4.64 4.85 4.30 4.88 5.70 3.94
Junio 3.31 3.96 5.13 4.38 4.76 4.98 4.16 4.50 5.96 3.59
Julio 3.42 4.01 5.03 4.28 4.30 4.86 4.01 4.50 6.16 3.58
Agosto 3.53 3.95 5.13 4.25 4.51 4.68 4.08 4.58 6.01 3.65
Septiembre 3.64 4.11 5.07 3.90 4.50 4.74 4.30 4.56 5.76 3.59
Octubre 3.57 4.53 4.99 3.93 4.38 4.84 4.29 4.79 5.53 3.39
Noviembre 3.41 4.50 4.94 3.75 4.62 4.53 4.29 4.86 5.46 3.30
Diciembre 3.30 4.41 4.84 3.58 4.79 4.40 4.30 4.87 5.36 3.54

Promedio 3.36 3.97 4.98 4.28 4.34 4.83 4.21 4.54 5.75 3.89

FUENTE: Lista Verde, Umer Barry's.

Anexo 4. Precios promedio de exportación del camarón rojo, talla 51 - 60


(Dólares por libra)

Meses 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001

Enero 2.68 2.82 3.88 4.36 3.26 4.29 3.98 3.85 4.94 4.62
Febrero 2.68 2.88 4.05 4.33 3.41 4.03 3.93 3.65 5.53 3.99
Marzo 2.68 3.14 4.21 4.20 3.60 4.14 3.83 3.50 5.83 3.86
Abril 2.74 3.19 4.62 4.20 3.81 4.15 3.93 3.70 5.80 4.11
Mayo 2.65 3.30 4.64 4.20 4.38 4.03 4.10 3.89 5.35 3.89
Junio 2.70 3.43 4.64 3.96 4.55 4.24 3.89 3.50 5.23 3.44
Julio 2.81 3.46 4.60 3.62 3.90 4.26 3.75 3.55 5.35 3.20
Agosto 3.01 3.44 4.65 3.60 4.08 4.18 3.79 3.60 5.04 3.26
Septiembre 3.19 3.57 4.56 3.32 4.01 4.20 3.85 3.70 4.76 3.30
Octubre 3.08 3.87 4.50 3.31 3.90 4.30 3.84 4.17 4.71 3.27
Noviembre 2.84 3.79 4.46 3.20 4.07 4.09 3.88 4.44 4.66 3.18
Diciembre 2.78 3.53 4.39 3.16 4.16 4.01 3.90 4.45 4.70 3.37

Promedio 2.82 3.37 4.43 3.79 3.93 4.16 3.89 3.83 5.16 3.62

FUENTE: Lista Verde, Umer Barry's.

1 229

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Anexo 5. Producción mundial de camarón en cautiverio
(Miles de toneladas)

1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1999

Asia

Tailandia 18 30 70 200 110 150 160 200 225 276 248.6


Indonesia 41 52 85 90 120 140 130 80 100 157 124.3
India 25 25 45 35 45 60 70 100 124.3
Vietnan 30 35 40 50 57 146.9
Bangladesh 14 25 20 25 25 25 30 35 38 90.4
Filipinas 30 35 45 15 30 30 25 25 30 36 33.9
China 83 153 199 185 150 145 140 50 35 85 180.8
Taiwan 70 90 45 20 30 30 30 25 25 25
Total Asia 242 374 494 555 510 585 590 510 570 774 949

América Latina

Ecuador 36 66 70 45 73 100 95 90 100 114 124


Otros 62 64 53 31 38 35 32 36 41 37 15
México 2 3 4 4 5 6 9 12 19 34
Colombia 9 8 9 8 8 8
Total Amér. Latina 99 132 126 80 115 149 141 144 161 178 181

Total General 341 506 620 635 625 734 731 654 731 952 1,1 30
FUENTE: Acuanal, con base en la información recoplida en lnfofish, Globetish, Umer Barry's Seafood Price Current y Shrimp Notes

230 1

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Anexo 6. Costa Caribe. Exportaciones de camarón cultivado por país de destino

País destino 2001

Valor FOB en dólares

Bélgica - Luxemburgo 1 2,871 ,143 4, 732,978 3,167,342 6,379,408 5,358,837 1,335,924 1,100,471 667,224 812,472 943,543 904,840
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.

España 3,430,668 9,480,767 12,598,257 19,354,290 18,335,873 7,248,460 5,902,824 13,027,574 18,735,873 23,016,036 21,028,213
Estados Unidos J 3,407,829 1 5,261 ,268 4,991,062 8,024,561 3,960,524 2,846,964 11,679,178 10,065,860 2,446,284 3,165,143 7,772,048
Fram;ia 327,392 90,591 1 1,170,813 5,365,348 4,235,688 3,083,536 7,319,658 9,800,471 5,273,943 5,874,576 3,646,281
Japón 188,471 O 28,012 203,849 532,332 831 ,935 668,352 902,535 1,933,137 2,464,412 1,111 ,033
1
Portugal 890,728 1,828,838 1,387,315 693,792 868,917 48,925
Zona Franca 4,679,615 7,492,199 6,455,747 11 ,522,919 9,163,533 9,528,698 10,742,831 9,527,000 11,997,965 11823186 11,669,564
Otros 1,498,499 120,953 86,760 1,329,032 1,671 ,210 142,807 352148 557,114 133,001 580754 705,591

Total 17,294,345 29,007594 . 29,885,308 l 52,873,199 44,126,914 25,067,249 37,765,462 44,547,778 41,332,675 47,867,650 46,837,570
1

Participación %

1991 1992 1993 1994 1995 1996

Bélgica - Luxemburgo 16.6 16.3 10.6 12.1 12.1 5.3 2.9 1.5 2.0 2.0 1.9
España 19.8 32.7 42.2 36.6 41 .6 28.9 15.6 29.2 45.3 48.1 44.9
Estados Unidos 19.7 18.1 1
16.7 15.2 9.0 11.4 30.9 22.6 5.9 6.6 16.6
Francia 1.9 03 3.9 10.1 9.6 12.3 19.4 22.0 12.8 12.3 7.8
Japón 1.1 0.0 0.1 0.4 1.2 3.3 1.8 2.0 4.7 5.1 2.4
Portugal 5.2 6.3 4.6 1.3 2.0 0.2 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0
Zona Franca 27.1 25.8 21 .6 21 .8 20.8 38.0 28.4 21.4 29.0 24.7 24.9
Otros 8.7 0.4 0.3 2.5 3.8 0.6 0.9 1.3 0.3 1.2 1.5

Total 1 100.0 1 100 o 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0
--------- ----------- 1
Cálculos: Estudios Económicos, Banco de la República, Cartagena. FUENTE· DIAN, base de datos.

N
~
Anexo 7. Exportaciones de camarón cultivado
1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001

Miles de dólares

Colombia 25,483 36,062 38,844 64,421 55,439 36,843 36,665 44,548 48,245 51 ,719 49,466
Costa Caribe 17,294 29,008 29,885 52,873 44,127 25,067 30,762 35,594 41 ,333 47,868 46,838
Costa Pacífica 8,189 7,054 8,959 11,548 11,312 11,776 5,903 8,954 6,912 3,851 2,628
Costa Caribe 67.9 80.4 76.9 82.1 79.6 68.0 83.9 79.9 85.7 92.6 94.7
participación %
Costa Caribe 67.7 3.0 76.9 -16.5 -43.2 22.7 15.7 16.1 15.8 -2.2
crecimi. anual (%)

Miles de kilos netos

Colombia 4,106 6,297 6,498 8,650 7,977 5,292 5,132 6,075 7,599 6,646 9,166
Costa Caribe 2,959 5,310 5,371 7,540 6,645 3,820 5,036 6,026 6,554 6,239 8,806
Costa Pacífica 1,147 987 1,127 1,110 1,332 1,472 96 49 1,045 407 360
Costa Caribe 72.1 84.3 82.7 87.2 83.3 72.2 98.1 99.2 86.3 93.9 96.1
participación %
Costa Caribe 79.5 1.1 40.4 -11 .9 -42.5 31.8 19.6 8.8 -4.8 41 .1
creci. anual (%)

Cálculos : De la Oficina de Estudios Económicos del Ministerio de Comercio Exterior, los del Total Colombia.
De Estudios Económicos, Banco de la República, Cartagena, los de la Costa Caribe.
FUENTE: DANE - DIAN, base de datos.

Anexo 8. Costa Caribe. Exportaciones de camarón


1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001

Valor Fob en dólares

Camarón cultivado 17,294 29,008 29,885 52,873 44,127 25,067 36,665 44,548 48,245 51 ,719 46,838
Camarón pesca 1,439 7,839 6,901 7,091 5,297 3,501 86,796 73,594 29,590 26,116 9,096

Total 18,733 36,847 36,786 59,964 49,424 28,568 123,461118,141 77,835 77 ,835 55,933

(Peso neto en kilogramos)

Camarón cultivado 2,959 5,310 5,371 7,540 6,645 3,820 5,132 6,075 7,599 6,646 8,806
Camarón pesca 162 859 719 631 438 291 9,077 2,604 2,290 2,742 681

Total 3,121 6,169 6,091 8,171 7,083 4,111 14,209 8,678 9,888 9,388 9,487

Participación porcentual sobre peso neto

Camarón cultivado 94.8 86.1 88.2 92.3 93.8 92.9 36.1 70.0 76.8 70.8 92.8
Camarón pesca 5.2 13.9 11.8 7.7 6.2 7.1 63.9 30.0 23.2 29.2 7.2

Total 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0

Cálculos: Estudios Económicos, Banco de la República, Gartagena.


FUENTE: DANE- DIAN, base de datos.

232

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Anexo 9. Precio real de las exportaciones de camarón
En dólares (P*RD) y en pesos (PRP)

Años P* IPM* P*RO TCN IPP PRP

1992 3.1 100.79 3.1 680.10 39.6 5,311 .14


1993 3.7 102.29 3.6 786.67 44.8 6,445.99
1994 4.7 103.59 4.5 826.56 54.1 7,191.32
1995 4.0 107.33 3.8 912.78 62.4 5,898.84
1996 4.1 109.77 3.8 1,036.55 71 .5 5,992.17
1997 4.5 109.76 4.1 1,141 .08 84.0 6,107.29
1998 4.0 101 .90 4.0 1,427.04 95.3 6,060.10
1999 4.2 106.30 3.9 1,758.58 107.5 6,854.37
2000 5.5 110.22 4.9 2,087.42 119.3 9,538.77
2001 3.8 111.46 3.4 2,299.77 127.6 6,774.10

P' = Precio promedio de la cotización externa en dólares.


IPM' = lndice de Precios al por Mayor de Estados Unidos, promedio anual. Base = 1994.
P'RD= Precio real en dólar, calculado así: P'IIPM'.
TCN = Tasa de cambio repesentativa del mercado, promedio aritmético del total de días hábiles del año
IPP = lndice de Precios del Productor, total nacional, promedio anual. Base junio de 1999 = 1OO.
PRP = Precio real en pesos de las exportaciones, se calcula con la siguiente formula: (TCN'P)/IPP.
FUENTE: Lista verde, Umer Barry's, para las cotizaciones de los precios del camarón.
Estadísticas del Fondo Monetario Internacional, para ellndice de Precios al por mayor de los Estados Unidos.
Banco de la República, para ellndice de Precios al Productor y Tasa de Representativa del mercado.

1 233

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Economía del carbón
en el Caribe colombiano
) OAQUÍN VILORIA DE LA Hoz*

l. Introducción

LA CRISIS ENERGÉTICA que se inició en 197 3, despertó en la economía mun-


dial el interés por energéticos sustitutos del petróleo. Colombia no fue la ex-
cepción y en la búsqueda de tales sustitutos se asoció en 1976 con una empresa
filial de la corporación norteamericana Exxon, para explorar, explotar y expor-
tar los carbones de El Cerrejón Zona Norte, ubicados en el departamento de La
Guajira.
En la década del ochenta la minería del carbón a cielo abierto era ya una
realidad en los departamentos de La Guajira, Cesar y Córdoba. La actividad
carbonífera ganó participación en el producto interno bruto (PIB) de esos de-
partamentos, siendo el más significativo el caso de La Guajira, donde el sector
de la minería llegó a representar más de 43% del PTB en 1998.
La participación creciente del carbón en variables tales como PIB departa-
mental, PIB per cápita, regalías, exportaciones, divisas y empleo, entre otras,
se constituyó en una primera justificación de la presente investigación. En este
documento se analizan los veinticinco años de actividad carbonífera en el Ca-
ribe colombiano (departamento de La Guajira, Cesar y Córdoba), a partir de
1976 hasta 2001.

! ·Economista del Centro de Estudios Económicos Regionales del Banco de la República


Sucursal Carragena. El autor agradece los comentarios de Adolfo Meisel, María Aguilera
y la colaboración de instituciones como Ecocarbón-Minercol (en especial a Otro
Vergara), Carbocol e Incercor.

234

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
1. Cargue de
carbón en Puerto
Bolívar, Bahía de
Porteta, (La
Guajira).

2. Los equipos
utilizados para la
remoción de suelos y la
minería del carbón,
están entre los de
mayor tamaño en el
mundo (Mina de
Cerrejón) .
3. Silos utilizados
en las instalaciones
de El Cerrejón para
el cargue del carbón
en los vagones del
ferrocarril.

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Para cumplir con el propósitO de la investigación, el documento se dividió
en tres partes: en la primera sección, se presenta un resumen histórico y un
conjuntO de estadísticas básicas de la actividad carbonífera en el Caribe colom-
biano. Esos departamentOs (La Guajira, Cesar y Córdoba) concentran cerca del
90% de las reservas medidas y de la producción, y más del 90% de las expor-
taciones de carbón colombiano durante la década de 1990. Entre 1980 y 1999
las exportaciones regionales de carbón generaron divisas por más de 6.ooo
millones de dólares. En 1998 las exportaciones de carbón representaron un
8,6% del rotal exportado a nivel nacional, superadas sólo por las de petróleo
(21,4%) y las de café (!7,4%).
En la segunda sección se observa que tanto el PIB departamental como el
per cápita dieron un salro significativo a partir de 1985, cuando ya se encon-
traban operando las explotaciones de El Cerrejón. Así mismo, se produjo una
disminución de la población con Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) en La
Guajira, entre 1987 y 1993. En cuanto a empleo, la minería del carbón llegó
a generar más de 9.000 puestos de trabajo durante 1988, pero esta cifra luego
se estabilizó alrededor de 6.ooo empleos durante la década de 1990.
La tercera sección presenta un análisis de la oferta y demanda internacional
de carbón térmico, así como la evolución y proyecciones de los precios del
mineral. En esta parte se muestra la alta correlación entre precios internacio-
nales del carbón y del petróleo, lo cual llevó en la década del setenta a la
decisión de impulsar el proyecto carbonífero de El Cerrejón.

11. La economía del carbón en el Caribe colombiano

A. Aspectos generales

El carbón es un mineral que ha demorado por lo menos cuarenta millones


de años para su formación, a partir de la descomposición de grandes masas
vegetales enterradas desde remotas eras geológicas. Entre más antiguos los
carbones mayor su poder calórico, permitiendo estas características clasificar
el mineral como turba, lignitO, hulla y antracita.
La turba es de formación reciente, por lo que tiene un poder energético
reducido. El lignito o carbón pardo, es de estructura compacta y discreto po-
der calórico. La hulla o carbón bituminoso, es el mas importante de rodos los
carbones, al presentar un poder energético superior al de la turba y los lignitos.
El carbón bituminoso es el combustible ideal para alros hornos, locomotOras,

235

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
producción de gas, coque y subproductos químicos. Por último, la antracita es
el carbón más puro y resistente, con un poder calórico superior a la hulla 1

La utilización del carbón en los procesos siderúrgicos y en las máquinas de


vapor lo convirtieron en un eslabón fundamental de la Revolución Industrial.
Este mineral se constituyó en la base energética de la industrialización tem-
prana, siendo Inglaterra el precursor moderno desde finales del siglo XVIII, y
luego otros países durante el siglo XIX y las primeras décadas del siglo xx.
Durante el siglo xx el petróleo se convirtió en el combustible de mayor con-
sumo internacional, y sólo a partir de la crisis energética iniciada en I 97 3 se
dio una reorientación del mercado, valorizando el significado estratégico del
carbón en la economía mundial.

B. Antecedentes históricos

El ingeniero norteamericano John May descubrió las minas de carbón de El


Cerrejón en el mes de mayo de 1864: "May descubrió los depósitos de carbón
que lo asombraron no sólo por su cantidad y calidad, sino también por el
hecho de encontrarse el carbón prácticamente en la superficie" 2 • May no sólo
propuso construir el ferrocarril y el muelle para iniciar la explotación y expor-
tación de los carbones de El Cerrejón, sino además el establecimiento de un
distrito manufacturero en esta zona del país3. El interés por el proyecto conti-
nuó hasta 1883 y sólo se revivió al estallar la Segunda Guerra Mundial, pero
de nuevo se abandonó, por falta de financiación, a principios de los años so 's.
Durante los decenios del 50 y del 6o no hubo grandes cambios en la activi-
dad carbonífera nacional, y sólo la crisis energética de I 97 3 originó una
reorientación del mercado nacional e internacional hacia el carbón. Para estos
años la producción del mineral se incrementó en las diferentes regiones carbo-
neras de Colombia, teniendo en el mercado doméstico su principal cliente.
En diciembre de 1976 se suscribió un contrato de asociación por 33 años
entre el Estado colombiano a través de la empresa Carbones de Colombia S.A.
(CARBOCOL) y la lnternationaf Colombia Resources Corporation (INTERCOR) para

' Enciclopedia Ilusrrada "Cumbre", Tomo 3c, México DF, 1973, p . r32.
, René De La Pedraja, "La Guajira en el siglo XIX: indígenas, contrabando y carbón ",
Desarrollo y sociedad, N° 6, Bogotá, 1981, P·353·
3 René De La Pedraja, Petróleo, electricidad, carbón y política en Colombia, El Áncora
Edirores, 1993, P·353·

236 1

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
explorar, explotar y luego exportar los carbones del Cerrejón-Zona Norte4 • Las
obras de infraestructura se iniciaron en 1982, la producción comenzó en 1984
y en 1985 las exportaciones superaron los dos millones de toneladas 5 . Las obras
definitivas se concluyeron a principios de 1986.
El inicio de la minería colombiana a gran escala hizo necesario la
estructuración de una base jurídica, en la que aparecen como antecedentes
significativos la Ley 61 de 1979 y el Decreto 2655 de 1988 o Código de
Minas. Este marco permitió el posterior desarrollo de la gran minería dedicada
a la producción y exportación de los carbones colombianos.

C. Reservas, producción, consumo y exportaciones de carbón

1. Reservas
Las reservas carboníferas en Colombia se han calculado en 6.748 millones
de toneladas medidas, de las cuales 1.831 millones se encuentran en la catego-
ría de reservas indicadas.
En el Caribe colombiano, las reservas se encuentran localizadas en los de-
partamentos de La Guajira, el Cesar y Córdoba. Las cuencas carboníferas de
mayor producción son las de El Cerrejón en la Guajira (Zonas Norte, Central
y Sur), la del Cesar (la Loma, la ]agua, el Boquerón y el Descanso) y la del San
Jorge 1 San Pedro en Córdoba.

Cuadro 1. Reservas de carbón en Colombia 2000


(IN SITU - millones de toneladas métricas)

Departamento lndícadas Medidas


Cesar 589 1 921
Córdoba 257 381
La Guajira N.O. 3.648
Costa Caribe 5.950
Total nacional 2.932 6.655

FUENTE Mmercoi -UPME, 2001

1 ~n r 998 Carbocol e Intercor acordaron ampliar el contrato de asociación por 2 5 años


más. En el nuevo acuerdo quedó establecido que terceras empresas pueden tener acceso a
la infraestructura férrea y portuaria de El Cerrejón Zona Norte (El Tiempo, 30 de mayo de
1998, p. 4-B, Sanrafé de Bogotá).
~ Ecocarbón, Ecocarb6n nacional, revista bimestral sobre el mercado nacional del car-
bón , no 1 I, enero de 1997, pp. r8-2 r.

1 237

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
De las reservas medidas en Colombia, 89,4% se ubican en tres departa-
mentos del Caribe colombiano, en donde sólo La Guajira representa el 55 % de
las mismas. En cuanto a la calidad de los carbones térmicos del Caribe, estos
muestran diferencias en boca de mina: el carbón de El Cerrejón Zona Norte
presenta un 11.9% de humedad, 7% de cenizas, 0.7% de azufre y un poder
calórico de 11.700 BTu/lb. 6 En ese mismo orden, el carbón de la ]agua de
Ibirico (Cesar) un 7.3% de humedad, 5.3% de cenizas, o.62% de azufre y
12.570 BTu/lb. Por su parte, los carbones del área del San Jorge (Córdoba)
presentan un 17% de humedad, 17% de cenizas, 1.5% de azufre y 8.180
BTu/lb. 7 La calidad de los carbones de La Guajira y el Cesar ha sido una de sus
principales ventajas competitivas para comercializar el producto en el merca-
do internacional.

2. Producción
La región Caribe aparece por primera vez como productor de carbón en
1980, con una participación del 0.05% del total nacional. En 1984 empezó la
explotación del Cerrejón a gran escala, por lo que la participación regional
llegó a 23% y en 1996 se elevó a 81%. El gran salro en términos de produc-
ción regional y participación porcentual se dio en el período 1984-1990 y un
segundo repunte entre 1994 y 1996, primero por la explotación de El Cerrejón
y luego por la comercialización de los carbones del Cesar. La Guajira llegó a
participar con más de 90% de la producción nacional de carbón durante la
década del ochenta y los primeros años de la siguiente, pero con la entrada en
operación de las minas del Cesar, la participación guajira descendió a 7 3% de
la producción regional en 1996 y a 65% en el 2000.

3. Consumo
Entre 1981 y 1995, el consumo de carbón en Colombia creció a una tasa de
2.1% promedio anual, para luego caer en los siguientes cuatro años el 42 %.
Este mineral se utiliza en diferentes actividades como plantas termoeléctricas,

j 6La unidad de energía se puede expresar en un millón de kilocalorías o, de manera


alternativa, en un millón de BTU-Unidades Térmicas Inglesas (Luis Carlos Galán, Los
carbones de El Cerrejón ... , Bogotá, 1982, p. 85).
7
Ecocarbón, Plan de desarrollo del subsector carbón 1997-200 5, Sanrafé de Bogotá, I 996,
p.I8.

238

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Gráfico 1. Participación de la Región Caribe en la producción nacional de carbón, 1980-1999

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fábricas de cementO, ladrillos y metalúrgica, entre otras. En el período 1994-


2000 el consumo nacional de carbón disminuyó 38 % , pese a que en el último

año (2ooo) la demanda nacional se recuperó levemente en 5% .


Durante el año 2000 , los departamentOs de Boyacá, Valle, Cauca, Antioquia
y Norte de Santander demandaron cerca del 84% del carbón consumido en
Colombia, mi entras en el otro extremo los departam entos de la Costa Caribe
consumieron 6% del citado producto.

Cuadro 2. Consumo nacional de carbón 1994 - 2000


Distribución por sectores (En miles de toneladas)

Sectores 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000

Eléctrico público 1.096 1.309 576 1.053 1.017 402 634


Eléctrico (auto y 836 724 661 534 525 o 200
cogeneración)
Cemento, cal , yeso 1.200 1.207 1.173 1.072 913 572 744
Metalúrgico 587 660 427 541 458 463 521
Alimentos y bebidas 211 190 285 254 245 302 81
Ladrillo y construcciones 600 600 496 449 423 633 393
Te xtiles 125 133 120 130 121 195 200
Papel 194 168 192 235 252 338 560
Otros sectores 417 362 322 255 255 220 14
Residencial 210 200 194 125 116 95 37
Total 5.476 5.553 4.446 4.648 4.325 3.220 3.384

FUENTE: Ecocarbón y Minercol.

239
1

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
4. Exportaciones
A principios de la década del 8o, apenas un 5% de la producción nacional
de carbón estaba dirigida al mercado externo, siendo la participación de la
Costa Caribe inferior al r %. Pero la histOria del carbón colombiano romó un
nuevo rumbo, con la entrada en operación del complejo carbonífero del Cerrejón
Zona Norte a mediados de los años ochenta.
De 4.2 millones de tOneladas producidas en 1980, se llegó a más de ro
millones de toneladas en 1986, de las cuales el so% se extrajo del departa-
mento de La Guajira. En ese último año, 5.8 millones de toneladas se destina-
ron a la exportación, aportando la región Caribe cerca del 88%. En 1990 la
producción sobrepasó las 2 r millones de tOneladas, de las cuales cerca de r 5
millones se destinaron al mercado internacional.
La barrera de las 30 millones de toneladas producidas se alcanzó en r 996,
con una participación del8 r% de la región Caribe en la producción y del96 %
en las exportaciones de carbón. La sola producción de El Cerrejón Zona Norte
llegó a representar en 1990 el 62% del volumen producido en el ámbiro na-
cional, y el 90.5% de las exportaciones en 1993.
Con respectO al departamento del Cesar, sus exportaciones pasaron de un
millón de toneladas en 1990 a 3·3 millones en 1995 y a r 1.9 millones en
2000. El Cesar seguirá aumentando su producción y participación en la econo-
mía carbonífera nacional, en la medida que entren en actividad los diferentes
yacimientOs del departamentO.

Gráfico 2. Colombia: exportaciones de carbón, 1982-2000

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35,000 ,000

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240 1

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Entre 1991 y 2000 los principales destinos de los carbones colombianos
fueron la Unión Europea y América del Norte; por países, los mayores com-
pradores fueron Estados U nidos, Alemania, Holanda, Gran Bretaña y Francia.
Al igual que el incremento del volumen exportado desde principios de la
década de 1980 , las divisas aportadas por el carbón a la balanza de pagos han
sido crecientes durante el período 1982-2000. En 1984 las exportaciones de
carbón colombiano ascendieron a 38 millones de dólares, y al año siguiente, al
consolidarse la producción de El Cerrejón Zona Norte, las exportaciones de
carbón colombiano ascendieron a r26 millones de dólares. En 1999las expor-
taciones del mineral ascendieron en Colombia a 8 36 millones de dólares , de
los cuales la Región Caribe participó con el 98 % de las divisas.

Cuadro 3. Valor de las exportaciones colombianas y comparación con las


exportaciones de carbón 1980-2000 (En miles de dólares)

Año ECRC ETCC PART1 TEC-FOB PART2

1980 22 10.000 0,22 4.296.000 0,23


1982 1.440 14.000 10,29 3.282.000 0,43
1983 1.000 17.000 5,88 3.147.000 0,54
1984 19.703,11 38.000 51 ,85 3.623 .000 1,05
1985 110.374,11 126.000 87,6 3.782.000 3,33
1986 178.916,83 201.000 89,01 5.331.000 3,77
1987 242.064 ,82 263.000 92 ,04 5.254.000 5,01
1988 285.397,12 304.000 93,88 5.343.000 5,69
1989 425.859,45 457 .000 93 ,19 6.032.000 7,58
1990 501 .185,81 545 .000 91,96 7.079.000 7,7
1991 577 .703,47 630.000 91,7 ?.507.000 8,39
1992 493 .541 ,29 555 300 88,88 7.263.000 7,65
1993 517.374 ,71 567.000 91 ,25 7.429.000 7,63
1994 502477 ,17 552 800 90 ,9 8.749 .000 6,32
1995 530.000 ,27 595 800 88 ,96 10.223 .000 5,83
1996 590.973 ,07 849.100 69 ,6 10.633 .000 7,99
1997 886.200 12.060.000 7,35
1998 935 .700 11.494 .000 8,14
1999 822.737.21 836 .315 98.4 12.046.000 6.94
2000 861 .200 13.121.100 6.56

FUI'NTF Listados del DANE, DIAN, Rev1stas del Banco de la República


NOTA. ECRC: Exportaciones de carbón de la Región Ca ribe
ETCC: Exportaciones totales del carbón colombiano
TEC-FOB: Total de las exportaciones colombianas , a precios FOB.
PART1 : Participación de las ECRC en las ETCC
PART2: Participación de las ETCC en el TEC-FOB

1 241

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Entre 1980 y 1999 los departamentOs carboneros de la Costa Caribe le
generaron al país mas de 6.ooo millones de dólares, mientras que el "RestO del
país" se acercó a los 8oo millones de dólares. Pese a que en 1991 la producción
de carbón disminuyó en Colombia y en la región Caribe con respectO al año
anterior, las estadísticas muestran para ese año un repunte en casi rodas las
variables: aumentO del volumen de exportación de carbón y de las divisas, así
como incrementO del valor FOB de las exportaciones colombianas.
En 1992 empieza el período de descenso: la participación del valor FOB de
las exportaciones de carbón en el agregado de las exportaciones colombianas
cayó de 8,4% en 1991 a 7,7% en 1992, y siguió descendiendo hasta 1995.
Otros indicadores como el volumen exportado y precios internacionales del
carbón, así como el valor FOB del total de exportaciones de Colombia, tuvieron
una disminución a partir de 1991. Los precios internacionales del carbón co-
lombiano se desplomaron en cinco años, al pasar de 40,67 dólares la tonelada
en 1990 a 29,65 en 1994. El repunte de precios durante 1995 y 1996, se ve
reflejado en las cifras de valor FOB referentes a exportaciones de carbón regio-
nal y nacional.
En síntesis, las exportaciones de carbón observaron un comportamientO
creciente hasta 1991, año en que se da un punto de inflexión, iniciándose un
período descendente en cuantO a volumen, divisas y participación. Durante
1996 la economía del carbón respondió a la mejoría en los niveles de precios
internacionales y el valor de sus exportaciones. Estas representaron en 1998 el

Gráfico 3. Exportaciones de carbón: participación del Caribe colombiano en el total nacional,


1980-1999

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242 1

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
8,6% del total de las exportaciones colombianas, sólo superadas por las expor-
taciones de petróleo (21-4%) y de café (17-4%).
En este capítulo se ha presentado la información básica sobre la economía
carbonífera del Caribe colombiano. En esta región se concentra el 85% de las
reservas exportables de carbón en Colombia y hasta 1996 se habían extraído
cerca del 8% de tales reservas . Por su parte, la producción regional de carbón
partió de un valor cercano a cero en 1980, a 23% en 1984 y 89,5% en 2000.
En cuanto a exportaciones, la situación no era muy diferente a principios de la
década de 1980, pero la historia cambia con la entrada en operación de El
Cerrejón Zona Norte: en 1986 la región Caribe aportó cerca del 88% de las
exportaciones de carbón, participación que sobrepasó el 98% en 1999. En
estos años, los principales mercados del carbón colombiano seguían siendo los
países de Europa Occidental (Holanda, Alemania, Gran Bretaña) y Estados
Unidos.

111. Carbón y desarrollo regional

A. Producto Interno Bruto (PIB}

En I 980 el PIB per-cápita de La Guajira representaba el 4 7,6% del nacio-


nal, pero cinco años después ya era 112,4% del que le correspondía a Colom-
bia en su conjunto. Las exploraciones carboníferas del Cerrejón Norte y Central,
iniciadas entre 1982 y 1984, impulsaron la economía de este departamento:
en el período 1980-1985 el PIB per-cápita de Colombia se mantuvo práctica-
mente constante, mientras el de La Guajira creció en 137%. En el período
completo, I980-1998, el PlB per-cápira guajiro tuvo una tasa de crecimiento
de 6,2 % promedio anual, frente a una tasa de 1,6% para Colombia.
Las tasas de crecimiento anual de la economía guajira entre 1980 y 1991,
fueron positivas (mayores que cero): por ejemplo, durante 1985, uno de los
años de mayor inversión en El Cerrejón y de lo primeros años de producción
de carbón, la tasa de crecimiento fue de 31, 1% anual. Entre 1992 y 1995 la
economía guajira creció a rasas negativas o muy bajas, mientras el PIB de Co-
lombia en su conjunto creció a tasas que fluctuaron entre 4 % y 5,8%. Desde
principios de la década del ochenta, el crecimiento del PIB de La Guajira ha
estado asociado en forma directa a su actividad minera, y en especial a la ex-
plotación de carbón, que aumentó su participación en el PIB departamental de
6,4 % en 1980, a 43 % en 1998.

1 243

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Gráfico 4. Evolución del PIB per-cápita de Colombia y La Guajira, 1980-1998

2,500,000

2,000,000
.q-
en
(j)
1,500,000
Q.>
"'O
(/)
oC/) 1,000,000
Q.>
0..

500,000

o
1980 1985 1991 1994 1997 1998

La Guajira • Colombia

B. Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI)

El crecimiento del PIB departamental y per cápita, la generación de em-


pleo, así como los ingresos por concepto de impuestos y regalías de carbón,
benefician en forma directa a la población del departamento de La Guajira. El
solo indicador de Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) muestra una evolu-
ción positiva en el departamento, aunque su disminución estuvo por debajo de
la media nacional. Así, entre 197 3 y 1993 La Guajira disminuyó en 29 puntos
su población con NBI, mientras en todo el país la variación fue cercana a los 35
puntos. Para el mismo período, los departamentos del Caribe colombiano pre-
sentaron una variación promedio de 25 puntos 8 .
Los indicadores de BI para el municipio de Barrancas (Guajira), donde
está ubicado el complejo carbonífero del Cerrejón, disminuyeron de manera
más amplia que en todo eJ departamento de La Guajira: de 90% en 1973 a
68% en 1985, y a 44% en 1993, presentando una variación de -22 puntos en
el período 1973-1985 y de -23.5 entre 1985-1993. Para el período completo
de los veinte años, en Barrancas el porcentaje de población con NBI disminu-
yó 45,6 punto . Una primera explicación a este fenómeno positivo puede en-
contrarse en el flujo de regalías de carbón que han recibido el departamento de
La Guajira y el municipio de Barrancas desde 1984.

8
DANE, Boletines de estadística, N°4I r y 439, Bogotá, 1987 y 1989; Censo de Pobla-
ción y Vivienda de 199 3.

244

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C. Empleo

Otro indicador relacionado con el desarrollo regional es el referido a la


generación de empleo en los departamentos del Caribe colombiano con pro-
ducción carbonífera. En 1983 la minería del carbón no alcanzaba a generar
200 empleos en la Región Caribe, mientras en todo el país el número de em-
pleos directos superaba los 16.ooo. Cinco años más tarde, los puestos de traba-
jo directo generados por la actividad carbonífera en La Guajira sobrepasaban
los 9 .200, esto es, el 42% del total nacional.
Luego de la construcción y primeros años de operación del Complejo
Carbonífero de El Cerrejón Zona Norte, la generación de empleo disminuyó.
Así, en 1995 La Guajira tenía 4. 254 personas trabajando directamente en la
minería del carbón, el 2 1% de todo el país. Para el mismo año, Cesar aparecía
con 95 1 empleos directos generados por las actividades carboníferas, y en 1996
el número aumentó a más de 1.ooo.

Cuadro 4. Indicadores de personas con NBI, según las características de sus


viviendas 1973-1993 (%)

Departamento 1973 1985 1993

Atlántico 59,8 40,3 31,5


Bolívar 80,8 62.4 54,2
Cesar 79 57,2 55,3
Córdoba 87,7 70,9 65,2
La Guajira 82,5 58,9 53,4
Magdalena 78,9 58,3 54,9
Sucre 88,3 69,6 64 ,5
San Andrés 36,3 33,3
Promedio 56,7 51,5
Colombia 70,5 43 ,2 35 ,8

FUENTE OANE , 1987, 1989, 1993.

Cuadro 5. Empleos directos del sector carbón 1983 - 1996


Departamento 1 Año 1983 1988 1995 1996
Guajira 199 9.266 4.254 4.623
Cesar o o 951 1.033
Total Nacional 16.294 22.004 20.111 20.562

FUENTE: Ecocarbón, Ecocarbón naciOnal, N" 15, 1997, p.14

1 245

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Entre r997 y 2000, el complejo carbonífero del Cerrejón Zona Norte ocu-
pó a más de 6.200 personas por año, distribuidas entre empleados directos y
subcontratistas. Desde mediados de la década de r 980 el Cerrejón Zona Norte
se convirtió en la fuente de empleo mas importante del departamento de La
Guajira, pues ya en el año 2000 este proyecto generaba el22% de la ocupación
de la población económicamente activa (PEA) del departamento9 .

D. Regalías

El Código de Minas o Decreto 2655 de r988 definió las regalías como el


"porcentaje sobre el producto bruto explotado que la nación exige como pro-
pietaria de los recursos naturales no renovables"' 0 • Por su parte, el Artículo
360 de la Constitución Política de r99r estableció que los departamentos y
municipios mineros, así como los puertos marítimos y fluviales por donde se
transportan los minerales, debían recibir regalías y compensaciones. Posterior
a la Carta Política, la Ley r4r de r994 creó el Fondo Nacional de Regalías
(FNR), encargado de administrar los recursos que no son asignados a departa-
mentos y municipios mineros, o a los municipios portuarios. Así mismo, de-
terminó los porcentajes para liquidar las regalías y su distribución entre las
entidades territoriales y las instituciones correspondientes.
Los porcentajes para liquidar las regalías de carbón corresponden a cuatro
modalidades'':
r. Cuando la producción es mayor a tres millones de toneladas/año, las
regalías se liquidan con base en el ro % de lo producido.
2. Cuando es menor a tres millones de toneladas/año, se liquida con base en
el5 % .
3· En cuanto a Intercor, se le liquidan regalías equivalentes al r 5% .
4· Carbocol paga el 5% del impuesto a la producción.
La distribución de las regalías es diferente, si la producción es mayor o
menor a tres millones de toneladas/año: en el primer ca o, el departamento
productor recibe el 42 % de las regalías generadas, el municipio productor el
32%, el municipio portuario el ro % y el Fondo Nacional de Regalías (FNR) el

9 Intercor-CZN S.A., "Balance social2ooo-El Cerrejón Zona N orce" , Barranquilla, 2oor,


p . 19.
0
' Decreto 2655 de 1988, Arrículo 332.
11
Ley 141 de I994·

246 1

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16% . En el segundo caso se incrementan los porcentajes de las entidades terri-
toriales productoras, y desaparece la participación del FNR.
En términos históricos, la evolución de las regalías recibidas por el sector
público en Colombia ha sido significativa: así, en 1985 los ingresos por este
concepto fueron de 10.621 millones de pesos corrientes, aportando la activi-
dad carbonífera el 2. 2%. En 1992 los ingresos por regalías se multiplicaron 23
veces , llegando a 246 .300 millones de pesos, de los cuales el 7-4 % los genera-
ba la producción de carbón 12 •
Entre 1994 y 1997, las regalías pagadas a nivel nacional por la explotación
del subsuelo fluctuaron entre 120.000 y 17 3.000 millones de pesos constantes
de 1990. Durante 1995, los departamentos de la región Caribe recibieron por
concepto de impuestos y regalías al carbón cerca de 22.000 millones de pesos,
equivalente al84 % de los ingresos que se generaron en el país por este concep-

Cuadro 6. Distribución porcentual de las regalías de carbón

Entidad beneficiaria A(%) 8 (%)

Departamentos productores 42 45
Municipios productores 32 45
Mu nicipios portuarios 10 10
FNR 16
Total 100 100

FUENTE · Ley 141 de 1994.


NOTA: A = Más de tres millones de toneladas al año; B = Menos de tres millones de toneladas al año.

Cuadro 7. Región Caribe: Distribución de impuestos y regalías al carbón 1995-1998


(En millones de pesos corrientes)

Departamento 1995 1996 1997 1998


----
Atlántico 67 33 70
Bolfvar 28 60 115
Cesar 5.917 7.116 5.313 6.848
Córdoba 37 13 28 27
Guajira 15.920 22.916 29.108 35.942
Magdalena 31 87 1.079 1.405
Región Caribe 21.905 30.227 35.621 44.407
Total Colombia 26.025 36.157 44.107 55.489
FUENTE: Ecocarbón, /bid.

2
' Concraloría General de la Nación, "Informe especial: el proyecto sobre el Fondo
Nacional de Regalías ", Informe financiero N° I2 , Sancafé de Bogocá, diciembre , 1993.

1 247

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
ro. En 1998 los ingresos nacionales sobrepasaron los 55 .ooo millones de pe-
sos, correspondiéndole a la Costa Caribe el 8o%.
En un estudio elaborado para la Asociación CARBOCOL-INTERCOR se afir-
ma sobre El Cerrejón Zona Norte: "El proyecto generó 6.010 millones de
dólares en valor agregado durante el período 1981-1995, cifra que comprende
tres grandes categorías: los salarios, que representan alrededor del 52 por cien-
to (3.178 millones) los impuestos y contribuciones (1.007 millones) y los ex-
cedentes de exploración, es decir, las utilidades de r.825 millones ... " 3. 1

Al desagregar las anteriores cifras, los efectos económicos del proyecto en


La Guajira son los. siguientes, medidos en dólares de 1995: cerca de 1.130
millones de dólares en salarios, 334 millones en impuestos y contribuciones y
148 millones del excedente bruto de la exploración carbonífera, para un toral
de r.612 millones de dólares de 1995 14 • Entre 1984 y 2000 el solo complejo
carbonífero de El Cerrejón Zona Norte generó por impuestos y regalías 83 5 .66o
millones de pesos constantes, de los cuales 78% correspondió a regalías (véase
cuadro 8).
Entre 1987 y 2000 los ingresos tributarios de La Guajira ascendieron a
1 17.7 55 millones de pesos constantes, lo que representa el 10,4% de los in-
gresos por transferencias. En otras palabras, por cada peso de ingreso tributa-
rio que generó La Guajira en el período, se le transfirieron 9,6 pesos (incluyendo
regalías). Se debe destacar que durante el período, tanto la rasa de crecimiento
de los ingresos tributarios como los de transferencias fue de 6,8%.
La participación de los ingresos tributarios dentro de los ingresos corrien-
tes del departamento presentó escasa variación entre 1987 y 1991 (12-14%).
Luego, a partir de 1992 comenzó un descenso en la participación, hasta caer a
4% en 1996. En los tres años siguientes se presentó una leve recuperación y ya
para el año 2000 se vuelve a la participación de 12%, que se había presentado
diez años atrás. La aparente pereza fiscal de La Guajira entre 1992 y 1999 se
diluye un poco con los resultados tributarios del año 2000.
En resumen, los ingresos por regalías aliviaron en parte las penurias finan-
cieras de departamentos y municipios como La Guajira, Cesar, Barrancas,
Haronuevo o LaJagua de Ibirico, notándose cierta mejoría en indicadores como

'3 Diario El Tiempo, "Cerrejón Norte perdería US$ 1.700 millones", Samafé de Bogo-
tá, lunes 26 de enero de 1998, p. I IB.

'4 Imercor, Efectos socioecon6micos de El Cerrej6n-Zona Norte, Econometría Consultores,


Samafé de Bogotá, 1998.

248

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Cuadro 8. Impuestos y regalías canceladas por El Cerrejón Zona Norte, 1984-2000
(En miles de pesos constantes de 2000)

Año Regalías Impuestos Total

1984 7.415.824 7.415.824


1985 9.641 .240 8.614.055 18.255.295
1986 26.394.776 8.036.466 34.431 .242
1987 25.770.188 9.380.663 35.150.850
1988 33.051 .172 8.918.434 41 .969.607
1989 51.383.126 17.760.306 69.143.432
1990 66.324.283 18.986.849 85.311 .131
1991 72.925.570 16.984.042 89.909.612
1992 65.152.326 16.855.015 82.007.341
1993 39.314.649 14.241 .511 53.556.160
1994 35.962.527 8.908.647 44.871 .174
1995 33.680.093 9.540.851 43.220.945
1996 36.086.720 10.982.209 47.068.929
1997 32.908.425 7.108.551 40.016.975
1998 35.762.592 6.705.486 42.468.078
1999 38.267.791 7.658.104 45.925.896
2000 46.116.000 8.817.000 54.933.000
Total 648.741.479 186.914.012 835.655.491

FUENTE: Carbocol, "Informes anuales" (1993-1999), lntercor-CZN S.A., "Balance social 2000. El Cerrejón Zona Norte•, Barranquilla, 2001 .

Gráfico 5. Composición de los ingresos corrientes del departamento de La Guajira, 1987-2000

100%

80%

60%

40%

20%

0%
1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000

O Ingresos por transferencia • Ingresos no tributados • Ingresos tributados

1 249

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
las NBI, así como las inversiones en salud y educación. Pero así mismo, ha
ganado terreno un estilo de gestión pública en donde la inversión depende
cada vez más de los ingresos por regalías, descuidándose la generación de re-
cursos propios o ingresos tributarios.

E. Infraestructura y nuevos proyectos carboníferos

En Colombia, la gran minería del carbón a cielo abierto se inició con el


complejo carbonífero de El Cerrejón Zona Norte. En las obras de montaje y
construcción de este proyecto se invirtieron 2.8 3 5 millones de dólares, que
asumieron por partes iguales los socios CARBOCOL e INTERCOR.
La obra básica, inaugurada en abril de 1986, tiene tres instalaciones: la
mina, el ferrocarril y el puerto. En la primera, se concentran las instalaciones
de yacimiento de carbón a cielo abierto más grande del mundo. El ferrocarril,
de 150 kilómetros de longitud, transporta el carbón entre la mina y Puerro
Bolívar. Este último consta de dos muelles: uno para atender barcos carbone-
ros de hasta 150 mil toneladas y otro de suministros, para recibir buques de
35 mil toneladas de capacidad. En el año 2000 el63 % de las exportaciones de
carbón colombiano salió por Puerro Bolívar, el 26 % por el puerro de la
Drummond en Ciénaga, el 4% por el puerro de Prodeco en Santa Marra y el
restante 7 % por otros seis terminales marítimos.
En 1999 INTERCOR y CARBOCOL ejecutaron obras de infraestructura para
ampliar la capacidad de transporte y embarque de carbón, de 17 millones a 22
millones de toneladas anuales. Un acuerdo flrmado en 1998 entre el gobierno
nacional y las firmas Carbones del Cerrejón, RTZ, Amcoal y Glencore, "permi-
tió a terceros productores acceder al uso de la infraestructura de transporte y
embarque del complejo Cerrejón"' 5 . De hecho, en 1999 se exportaron 8oo .ooo
toneladas de carbón de compañías diferentes a INTERCOR y CARBOCOL y en
2000 esta cifra se elevó a 2.9 millones de toneladas.
Además de la infraestructura minera de El Cerrejón Zona Norte, se en-
cuentran las instalaciones ubicadas en El Cerrejón Central, LaJagua de Ibirico,
La Loma, el muelle de Prodeco en Puerto Zúñiga (Santa Marta) y el puerro
carbonífero de la Drummond (Ciénaga), para sólo citar las más destacadas.

' ~ Gerente 500, Revista del Grupo Gerente, N°3, Edición 2 0 0 0 -2 oo r, Bogotá, 2 000 , p.

45·

250 1

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Así mismo, en I 997 se inauguró la vía férrea de 2I2 kilómetros entre La
Loma (Cesar) y Santa Marta, cuya inversión ascendió a I 50.000 millones de
pesos. Esta línea se utilizará para movilizar 30 millones de toneladas anuales
de productos como carbón, banano, palma africana y cítrico ' 6 . En septiembre
de 1999 se adjudicó la concesión férrea del Atlántico a la empresa colombo-
española Ferrocarriles del Norte de Colombia (FENOCO), para su rehabilita-
ción, mantenimiento y operación. La rehabilitación tendrá un costo total de
$400 millones de dólares, de los cuales el Gobierno Nacional se comprometió
a aportar $6o millones 17 •
La puesta en marcha del tramo La Loma-Santa Marta, parece inclinar la
balanza para que la construcción del próximo puerto carbonero se construya
en el litoral magdalenense. A este respecto el Presidente de la República seña-
ló en diciembre de I 997, que dentro del Plan de Expansión aprobado por el
Conpes, se autorizó la instalación de un nuevo puerto carbonífero en inmedia-
ciones de Ciénaga' 8 . Con respecto a la localización del "Puerto Integrado para
la exportación de los carbones del Cesar, Córdoba y el interior del país", el
estudio de factibilidad recomienda como la alternativa de localización más
conveniente la zona de Puerto Zúñiga, en los límites entre Santa Marta y Cié-
naga (departamentO del Magdalena), en donde ya han sido construidos los
puertos carboneros de Prodeco y Drummond 19 •
En 1997, el Gobierno Nacional adjudicó nuevas áreas de explotación, lo
que demuestra el interés de los inversionistas extranjeros en comercializar
internacionalmente el carbón colombiano. Las áreas de EJ De canso y Guaymaral
fueron adjudicadas a la firma norteamericana Drummond, y Oreganal (Cerrejón
Sur) al Consorcio conformado por Glencore ( uiza), RTZ (Gran Bretaña, luego
adquüida por Billiton) y Amcoal (Sudáfrica). Se debe destacar que la firma
suiza Glencore asumió los proyectos de Prodeco en los departamentos de

f -- '6 Tiempo Cartbe," uperpuerro carbonero se construirá en Ciénaga", Barranquilla, di -


ciembre 9, I 997, p.2 .
17 ociedad Portuaria de anta Marta, "Noticias del Puerro", VOL. s, N°3, diciembre,
1999, p. 4·
8
' /bid.
'9 Joaquín Viloria , "De Colpu~rcos a las sociedades porruarias: los puerros del Caribe
colombiano, 1 990-1999", Documentos de trabajo sobre economía regional, 0
! 6, Banco de la
República, Carcagena, 2000, p. SS.

1 251

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Cundinamarca, La Guajira, Cesar y Magdalena. Así mismo, la empresa chile-
na Chilegener se vinculó a uno de los proyectos de El Cerrejón 20 •
A finales de 2000 se formalizó la venta de la participación de Carbocol en
el complejo carbonífero de El Carrejón (5o%), al consorcio internacional inte-
grado por subsidiarias de las empresas Glencore, Anglo American y Billiton
Company, que conformaron la sociedad Cerrejón Zona Norte S.A. Luego, en
enero de 2002 las tres firmas compraron el restante 50% del Cerrejón Zona
Norte a la petrolera norteamericana Exxon Mobil, y así lograron obtener el
control completo de todas las minas del Cerrejón (Norte, Centro, Sur y Pati-
lla). "Con la compra de Intercor, el consorcio maneja ahora el 55% de las
exportaciones de carbón del país y adquiere el control total sobre la Zona
Norte, que guarda el 70% de las reservas del Cerrejón" 21 •
Una vez entren en operación algunos de estos proyectos a principios del
siglo XXI, Colombia llegaría a exportar 6o millones de toneladas anuales de
carbón térmico. Para el año 2002 este producto le generará al país r .8oo mi-
llones de dólares en divisas, convirtiéndose el carbón en el segundo renglón de
exportaciones. En efecto, datos del DANE confirman que en los dos primeros
meses de 2002 las exportaciones de carbón superaron a las de café (r6o,7 mi-
llones de dólares frente a r 24,6 millones), convirtiéndose en el segundo pro-
ducto colombiano de exportación, después del petróleo 22 •

IV. El mercado internacional del carbón térmico

En el mercado mundial se explotan y comercializan dos clases de carbones:


r. El térmico, que es utilizado por la industria para generar energía (calor y
vapor). En Colombia, estos yacimientos constituyen por lo menos el 94% de
las reservas de carbón, los cuales se encuentran ubicados en los departamentos
de La Guajira, Cesar, Córdoba, Antioquia, Valle del Cauca y Cauca. El carbón
térmico constituye el objeto del presente estudio.
2. El metalúrgico, del que se produce el coque, materia prima utilizada en las
siderúrgicas y en las fundiciones. En Colombia, el carbón metalúrgico se localiza

20
Ecocarbón, Ecocarbón nacional, N°I5, 1997; Portafolio-Diario de economía y nego-
cios, "Colombia duplicará sus ventas de carbón", Sancafé de Bogotá, viernes r 9 de diciem-
bre, 1997, p. ro.
21
"Los dueños del Cerrejón", Dinero, No. 150, Bogotá, Febrero 8 de 2002, p. 42.

u Portafolio, op. cit, Cambio, N°41 r, Bogotá, mayo de 2001, p. 40.

252 1

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
en los departamentos de Cundinamarca, Boyacá, Santander y Norte de Santander.
En estas entidades territoriales también se ubican yacimientos de carbones espe-
ciales, como semiantracitas y antracitas, para usos industriales 2 3.

A. Oferta y demanda internacional

Durante la década del noventa, el dinamismo de la demanda internacional


por carbón térmico se hace evidente: en 1990 los europeos eran los primeros
importadores de carbón, con una participación del 47.5%, seguido por los
países del Extremo Oriente con el 42.3% y Estados U nidos con el 7. 3%. Cin-
co años después, el primer lugar lo pasó a ocupar la región del Asia-Pacífico:
durante 1995 el mercado mundial de carbón térmico creció a una tasa del9%
con respecto al año anterior, equivalente a 20 millones de toneladas adiciona-
les. De los 2 30 millones de toneladas comercializadas en ese año, el mayor
volumen se dirigió a los países del Extremo Oriente y en segundo lugar a
Europa.
Por el lado de la oferta, en r 990 cuatro países producían el 8 r% del carbón
térmico mundial: Australia era el mayor productor, con una participación del
27-4%, seguido por Sudáfrica (24-4 %) y Estados Unidos (2 r.2%). Colombia
ocupaba el cuarto lugar a nivel mundial, con una oferta de 13.7 millones de
toneladas, equivalente al 7.6% de la producción internacional.
Las exportaciones de carbón en 1996 estuvieron alrededor de las 280 millo-
nes de toneladas métricas, siendo de nuevo Australia, Sudáfrica, los países del
Asia-Pacífico y Colombia, los que mayor participación tuvieron. Por el lado de
la demanda, los mas grandes importadores de carbón térmico fueron: Japón (6o
millones de toneladas, de las cuales 6o% fue importado de Australia), Corea del
Sur (29 millones), Taiwan (26 millones) y Holanda (r4 millones).
Durante r 997, el crecimiento de la demanda mundial de carbón fue bajo,
si se compara con el año anterior: el mayor crecimiento se registró en América
del Norte (EE. u u. y Canadá), pero en cambio el mercado asiático experimentó
una disminución en la demanda del mineral, ocasionada básicamente por la
recesión económica del Japón. En 1999la demanda mundial de carbón decre-
ció en 3,4%.
En el año 2000, la oferta mundial de carbón térmico fue superior a 300
millones de toneladas, en la que Australia seguía manteniendo la mayor partí-

¡ ,: Ecocarbón, Informe anual 1996, Sanrafé de Bogotá, 1997, p. 9·


1 253

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
cipación con 90 millones de toneladas, seguido por Sudáfrica (65 millones) ,
Estados U nidos (3 5 millones) y Colombia (3 1 millones). Se calcula que en
2001 este mercado internacional se incrementó a 332 millones de toneladas,
de las cuales 120 millones se demandaron en Europa.
De los países y regiones exportadoras, los europeos y EE. u u. verían dismi-
nuir sus volúmenes en el mercado mundial. Según los datos del cuadro 9, la
predicción de la demanda de carbón térmico hasta el año 2001 muestra que
los países europeos tienden reducir a o mantener constantes sus importacio-
nes, mientras los países de la Cuenca del Pacífico incrementarán su demanda.
Si resultan correctas las proyecciones de oferta y demanda de carbón, se
debe presentar un pequeño incremento de los precios internacionales. De acuer-
do con un estudio contratado por Ecocarbón con la firma inglesa Wefa Energy,
se espera que los precios del carbón térmico colombiano (1 1 .6oo BTU /lb) se
ubiquen alrededor de 38.6 dólares para el año 2005 y se estabilicen en un
24
precio cercano a los 40.8 dólares la tonelada en 2010 .

El crecimiento de la demanda por carbón térmico que se viene experimen-


tando en los países de la Cuenca del Pacífico, ha llevado a que los productores

Gráfico 6. Participación en la oferta mundial de carbón, 2000

3%

10%
30%
• Australia

• Sudáfrica

D Otros

EE.UU.
12~

• Colombia

Indonesia

22% D Venezuela
15%

14
!bid. p . r8.

254 1

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Cuadro 9. Países del sudeste asiático: Proyección de la demanda de
carbón térmico 1998 - 2001 (En miles de toneladas)

País 1998 1999 2000 2001

Japón 76.800 81.000 85.700 90.700


Corea del Sur 35.200 39.900 42.200 44.100
Taiwan 29.600 30.700 31 .200 33.200
Hong Kong 9.100 8.800 9.600 10.200
India 3.800 5.100 6.000 6.700
Otros 12.900 13.600 15.400 17.400
Total 167.400 179.100 190.100 202.300

FUENTE Hill & Assoc ., 1996, en: ECOCARBON , Ecocarbón internacional, N° 14, junio de 1996.

de esa región concentren ventas en sus mercados naturales. En este contexto,


"el factor de equilibrio lo constituye Suráfrica (sic), productor que gracias a su
ubicación geográfica está en posición de servir ambos mercados", es ro es, tanto
el asiático como el europeo 2 5.
En el Lejano Oriente los carbones sudafricanos se comercializan en casi
todos los países del área, mientras los colombianos sólo se venden en Japón y
Hong Kong.
Si los carboneros colombianos quisieran ampliar significativamente sus
exportaciones a Europa Occidental o al Sudeste Asiático, se encontrarían con
limitantes como los siguientes:
r. El mercado europeo se caracteriza por crecer a una modesta tasa anual.
En el futuro, en un escenario de restricción de consumo, la tasa de crecimiento
puede ser aun menor, si la Unión Europea establece un congelamiento de las
emisiones de gases de invernadero. De acuerdo con Ecocarbón, "Si la propues-
ta de control de gases de invernadero . .. obligara eventualmente no sólo a los
países de la OECD ino también a los países Asiáticos en desarrollo, se genera-
rían condiciones muy severas para el futuro del mercado de carbón térmico" 26
2. Este mercado cuenta con un abastecimiento diversificado de carbón, que
le permite disminuir la dependencia con respecro a sus proveedores.
3. A diferencia del mercado europeo, el asiático se ha caracterizado por
concentrar en gran medida su comercio de carbón con los países del Asia-
Pacífico: Australia, el mayor exportador mundial de carbón térmico, ha di-

~ Carbocol, Informe anual 1995, Sanrafé de Bogotá, 1996, p. 10.


6
l Ecocarbón, Ecocarb6n internacional, N°27, I 997, p. I.

1 255

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
rigido sus ventas a los países del Sudeste asiático, disminuyendo signifi-
cativamente sus exportaciones al mercado europeo.
Pese a lo anterior, no se debe olvidar que el mercado asiático experimentó
una disminución de las importaciones de carbón entre 1996 y 1998, ocasiona-
do básicamente por la recesión económica del Japón y otros países del área.
El aumento de las exportaciones colombianas de carbón térmico está en
función de factores tanto endógenos como exógenos: la productividad, la
competitividad, la calidad del producto y las políticas públicas que incentiven
la actividad exportadora, entran a jugar un papel preponderante junto con los
precios internacionales del carbón.

B. Precios internacionales del carbón

La reactivación del mercado mundial de carbón se encuentra ligada de


manera estrecha con la crisis energética que se inició en r 97 3 y el posterior
aumento de precios del petróleo crudo. La crisis del petróleo revalorizó en el
mercado internacional los precios de los energéticos sustitutos y el papel estra-
tégico del carbón térmico como recurso energético, siendo Colombia uno de
los países que se decidió por impulsar grandes inversiones en proyectos
carboníferos. Así, entre r 97 3 y r 97 6, el precio del barril de petróleo se
incrementó cerca del 2 ro% y el de la tonelada de carbón se elevó en el r8o % .
El coeficiente de correlación entre el precio del carbón y el precio del petró-
leo fue de 0.72, para el período 1973-1999· La tonelada de carbón térmico
pasó de r6,2 dólares en 1973 a 45,3 dólares en 1976. Fue precisamente en este
último año cuando el Estado colombiano suscribió un contrato de asociación
con la empresa Intercor (filial de la Exxon) para explotar los yacimientos
carboníferos de El Cerrejón Norte.
El ambiente de bonanza llevó a proyecciones de precios optimistas en de-
masía: "Las perspectivas energéticas del mundo a raíz del embargo de los paí-
ses árabes de la OPEP, en los años 70, crearon muchas expectativas en la
sustitución de energía como el crudo, y se pensó que el carbón tenía grandes
posibilidades como generador de electricidad y como eventual productor de la
carboquímica" 2 7 .

27
Revista Lámpara, VOL34, ifr 30, El Cerrejón zona norte: un balance positivo, 1996,
p.rs.

256

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Los elevados precios en los años ochenta "nos llevó a pensar en 170 dólares
la tonelada de carbón en los años 95 y 96 ... Las cosas cambiaron, los precios
cedieron y hoy estamos vendiendo carbón, después de muchos altibajos en el
mercado, entre 30 y 35 dólares la tonelada" 28 .
Si bien en términos nominales los precios internacionales de la tonelada de
carbón subieron a 56,7 dólares en 1982, su máximo precio en términos reales
se presentó en 1976 (véase gráfico 8). Se desprende de lo anterior, que el Esta-
do colombiano e Intercor tomaron la decisión de suscribir el Contrato de Aso-

Gráfico 7. Precios internacionales del carbón y del petróleo, 1973-1999

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Gráfico 8. Precio real del carbón, 1973-1999 (US$ffon)

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¡ - : ; !bid., p. 16.

1 257

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
ciación para explotar los yacimientos de El Cerrejón, cuando el precio real del
carbón estaba en su punto más alto y los precios nominales se presentaban
crecientes. Así mismo, el año en que los precios internacionales del carbón
alcanzaron su máxima cotización en términos nominales (1982), marcó el ini-
cio de la construcción de la infraestructura en el Complejo Carbonífero de El
Cerrejón Zona Norte.

C. Productividad y competitividad

Si se comparan los precios FOB del carbón térmico australiano y colombia-


no se puede observar que durante el período 1982-1996 el primero presentó
cotizaciones superiores al segundo, pero la tendencia fue similar para las dos
series a lo largo de los 14 años, observándose una alta correlación (0,74). Du-
rante r 993 "el desequilibrio determinado por el exceso de oferta exportable de
aproximadamente once millones de toneladas con relación a la demanda ... dio
lugar a una reducción de precios de los contratos a largo plazo del orden de los
cinco dólares por tonelada con respecto al año anterior" 29 .
Durante el período 1982-2ooo, los precios reales del carbón colombiano
en el mercado internacionales mostraron una tendencia a la baja, con excep-
ción de los años 1989-1990 y 1995-1996. El incremento de los precios del
carbón en estos dos últimos años se explica en parte por las siguientes razones:
• La disminución de la oferta polaca y de otros países euroasiáticos, inte-
grantes de la antigua Unión Soviética.
• La concentración de las exportaciones australianas en el mercado del Asia-
Pacífico, disminuyendo su oferta a los países europeos.
• La reducción de costos referentes a fletes marítimos, y
• Las limitaciones portuarias sudafricanas y el agotamiento de algunas minas
de bajo costo de producción 30 .
Aunque el despegue de la inversión en proyectos carboníferos estuvo aso-
ciado en principio a los elevados precios internacionales del mineral, lo cierto
fue que su consolidación exportadora no encontró estímulos en los precios
nominales y reales durante gran parte de los años 8o y 90. Según el Gráfico ro,
las exportaciones colombianas de carbón y el precio real del mismo para el
período 1982-2ooo, muestran una correlación negativa (-0,7 r).

29
Carbocol, Informe Anual 1993, p.8 .
30
Ecocarbón, Ecocarbón internacional, 0° 25, julio de I997, Sanrafé de Bogotá, p. 8.

258 1

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Gráfico 9. Tendencia de los precios del carbón térmico australiano y colombiano,
1982-1996 (US$!Ton)

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-+- Precio Australia -11- Precio Colombia

Gráfico 1o. Exportaciones de carbón de Colombia y precio internacional del carbón


en terminas reales, 1982-1996

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~ Precio real Toneladas exportadas (millones)

Esta correlación podría estar indicando que la capacidad instalada en las


exploraciones carboníferas primó sobre la variable precio. Un ejemplo sobre
este particular es el Complejo Carbonífero de El Cerrejón Zona Norte, en el
cual se invirtió inicialmente 2.8 35 millones de dólares, y su participación en

259

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
las exportaciones colombianas de carbón fluctuó entre 6o% y 94% durante el
período 1985-2000.
Al analizar el desempeño de las exportaciones carboníferas a través de la
tasa de cambio real (TCR), el resultado parece contradictorio a primera vista:
entre 1982 y 2000 las exportaciones de carbón fueron siempre crecientes, in-
dependiente del comportamiento de la TCR. En un primer período que va de
1982 a 1990, las exportaciones crecieron en medio de una devaluación real,
presentándose una correlación de 0,96 entre las dos variables. Por el contrario,
en el período 1991-1997 las exportaciones siguieron su ritmo de crecimiento
con una TCR revaluada, por lo que se presentó una correlación inversa de
-o,8r. Sobre la revaluación en Colombia dice Cárdenas: " ... desde diciembre
de 1991 la moneda colombiana se ha apreciado significativamente en térmi-
nos reales (24% hasta finales de 1996), con lo que la pérdida de competitividad
de la producción nacional ha sido significativa"31 •
Lo anterior permite argumentar que el auge exportador del carbón en Co-
lombia no obedeció a la evolución de la TCR, durante el período 1982-2000.
Para el caso específico de El Cerrejón Zona Norte, parece presentarse una rela-

Gráfico 11. Tasa de cambio real y exportaciones de carbón, 1982-2000

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TCR -+- Exportaciones

3' Mauricio Cárdenas, La rasa de cambio en Colombia, Cuadernos Fedesarrollo ~I, Sanrafé
de Bogorá, I 997, p. I.

260

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
ción directa entre rentabilidad y apreciación del peso: las pérdidas de la Aso-
ciación Carbocol-Intercor durante 1995 obedecieron básicamente "a la dife-
rencia en cambio presentada por la devaluación del peso frente al dólar (3.35%
en 1994 frente a 18.81 % en 1995). Este factor, combinado con una revaluación
de las otras divisas frente al dólar, significó mayores costos financieros" 32 . De
acuerdo con los mismos argumentos, la utilidad neta obtenida por el complejo
carbonífero de El Cerrejón en 1996 se debió, entre otras razones," . . . a factores
externos tales como la baja devaluación"33.
La apreciación del peso y la caída de los precios internacionales del carbón
se han visto compensados parcialmente con mejoras de eficiencia en la produc-
ción, si se tiene en cuenta que los costos por tonelada han disminuido entre
1986 y 1996: de 39 dólares se pasó a 20 dólares 34 . Lo anterior significa que en
una década, en el Cerrejón Norte los costos operativos de producción por tone-
lada disminuyeron cerca del so%, compensando así la caída de los precios del
carbón en el mercado internacional. De acuerdo con Carbocol, "Dadas sus eco-
nomías de escala, el Cerrejón Zona Norte se ubicó dentro de las cuatro minas
de exportación con los costos de producción y transporte interno más bajos a
nivel mundial"35.
La experiencia que han ganado los carboneros colombianos en el mercado
internacional durante los últimos veinte años, ha impulsado el desarrollo de
nuevas explotaciones en los departamento de La Guajira y Cesar. Con capita-
les provenientes de Colombia, Estados Unidos, Inglaterra, Suiza, Australia y
Sudáfrica, se espera que la producción en el año 2005 sea de 6o millones de
tOneladas de carbón, de acuerdo con las proyecciones oficiales.

V. Conclusiones

La economía del carbón comenzó en los años ochenta como una realidad en
los departamentos del Caribe colombiano: desde 1985 la Costa se convirtió en
la primera región producrora y exportadora de carbón en Colombia. U na vez

32 Carbocol, Informe anual 1995, Sanrafé de Bogotá, D.C., 1996, p. 12.

n Carbocol, Informe anual 1996, Sanrafé de Bogotá, D.C., 1997, p. 6.


H Banco de la República, "Apuntes sobre la economía del carbón", Revista del Banco de la
República, Separata revista N°743, Septiembre, 1989; Carbocol, Informes anuales.
3~ Carbocol, Informe anual r 99 5, Sanrafé de Bogotá, 1996, p. 1 r.

1 261

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
iniciadas las operaciones de El Cerrejón, tanto el PIB departamental como el
per cápita tuvieron un acelerado crecimiento en La Guajira. En cuanto a NBI,
su disminución porcentual entre 1973 y 1993 en el municipio de Barrancas
fue de 46 puntos, en La Guajira de 29, y en la región Caribe de 2 5. La reduc-
ción de este indicador en Barrancas puede estar asociado al flujo de regalías
que recibió el municipio desde 1984. El departamento de La Guajira, por el
contrario, no presenta diferencias sustanciales con el resto de departamentos
del Caribe colombiano, a pesar de recibir montos elevados por concepto de
regalías.
Las regalías han generado en La Guajira y otras entidades territoriales de
Colombia una fuerte dependencia financiera de las transferencias, desmejoran-
do la participación de los ingresos tributarios en los ingresos corrientes del
departamento, lo que puede originar el fenómeno perverso de la pereza fiscal.
En cuanto al mercado internacional de carbón térmico, los países europeos
y EE.UU. tienden a disminuir sus volúmenes de consumo, mientras los países
de la Cuenca del Pacífico están incrementando su demanda.
Si se hace el análisis a partir de los precios internacionales del carbón en
términos reales, se concluye que las empresas CARBOCOL e INTERCOR tomaron
la decisión de suscribir el Contrato de Asociación para explotar los yacimien-
tos de El Cerrejón, cuando el precio real estuvo en su punto más alto (año
1 976) y los precios nominales eran crecientes. Así mismo, el año en que los
precios internacionales del carbón alcanzaron su máxima cotización en térmi-
nos nominales ( 1982), marcó el inicio de la construcción de la infraestructura
en El Cerrejón Zona Norte. En cuanto a los precios reales y de las exportacio-
nes colombianas de carbón durante el período 1982-1990 e tos muestran una
correlación negativa (-0,7 1), lo que podría indicar que la capacidad instalada
en las explotaciones carboníferas primó sobre la variable precios.
De otra parte, si se analiza el desempeño de las exportaciones carboníferas y
su relación con la tasa de cambio real (TeR) se puede argumentar, que el auge
exportador del carbón en Colombia no ha obedecido a la TCR: las exportacio-
nes siempre han sido crecientes, independiente de la revaluación o devalua-
ción real de la moneda colombiana. En síntesis, los efectos que han tenido
sobre las empresas la apreciación del peso y la caída de los precios internacio-
nales del carbón (nominales y reales), se han visto compensados parcialmente
con mejoras de eficiencia en la explotación y transporte del carbón.
Con la experiencia ganada en el mercado internacional durante los últimos
veinticinco años, la minería del carbón en Colombia está preparada para con ti-

262

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
nuar creciendo dentro del mercado internacional, con las antiguas y nuevas
explotaciones ubicadas en los departamentos de La Guajira y Cesar. Con
inversionistas colombianos, estadounidenses, ingleses, suizos, australianos y
sudafricanos, la producción a principios del siglo XXI podrá llegar a 6o mi-
llones de toneladas de carbón, lo que convertiría a este producto en el segundo
generador de divisas en Colombia.

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Anexo 1. Producción nacional de carbón 1980 - 2000
(En miles de toneladas)

Región Caribe Resto País Participación TOTAL


R. Caribe (%)

1980 2 4.252 0,05 4.254


1981 1 4.373 0,02 4.374
1982 76 4.669 1,6 4.745
1983 336 4.833 6,5 5.169
1984 1.523 5.109 22 ,96 6.632
1985 3.560 5.300 40,18 8.860
1986 5.426 5.217 50 ,98 10.643
1987 8.260 5.199 61 ,37 13.459
1988 9.517 5.549 63,17 15.066
1989 12.571 5.761 68,57 18.332
1990 15.848 5.624 73,81 21.472
1991 14.344 5.648 71,75 19.992
1992 15.519 6.386 70 ,85 21 .905
1993 14.992 6.231 70,64 21.223
1994 16.605 6.060 73,26 22.665
1995 19.870 5.880 77,17 25.750
1996 24 .304 5.761 80,84 30.065
1997 28.125 4.617 85,90 32 .742
1998 29.246 4.505 86 ,65 33.751
1999 29.405 3.349 89 ,78 32.754
2000 34 .129 4.013 89,48 38.142

FUENTE: Minminas, Estadísticas del carbón 1980-1996; Estadísticas minero energéticas 7996-2001, Bogotá, 2001

266 1

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Anexo 2. Producción de carbón en la Región Caribe, 1982-1999
(En miles de toneladas)

Guajira Cesar Córdoba

1982 90 o o
1983 347 o o
1984 1.349 o 148
1985 3.307 293 o
1986 5.100 504 o
1987 7.633 453 220
1988 8.879 461 250
1989 11 .933 700 300
1990 13.070 800 400
1991 14.853 1.362 o
1992 14.259 1.309 o
1993 13.290 1.500 200
1994 14.230 1.870 90
1995 16.030 3.750 80
1996 17.704 6.485 120
1997 19.459 8.566 100
1998 19.849 9.297 100
1999 19.548 9.794 63
2000 22.100 12.029 o
FUENTE: Carbocol, Informes anuales, Dane , Ecocarbón, Minminas, Estadísticas minero energéticas 1996-2001, Bogotá, 2001 .

1 267

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Anexo 3. Colombia: Exportaciones de carbón, 1982-2000
(En toneladas)

Años Toneladas exportadas

1982 254.000
1983 501.000
1984 957.000
1985 3.536.000
1986 5.764.000
1987 9.587.000
1988 10.730.000
1989 13.300.000
1990 14.820.000
1991 16.300.000
1992 16.060.000
1993 15.270.000
1994 17.710.000
1995 19.700.000
1996 24.340.000
1997 27 .580.000
1g98 30.061 .000
1999 29.932.000
2000 35.614.000

FUENTE: Ecocarbón, Evaluación y seguimiento del plan de desarrollo del subsector carbón, Bogotá, 1997; Minminas,
Estadfsticas Minero energéticas 1996-2001 , Bogotá, 2001

268 1

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Anexo 4. PIB per cápita de Colombia y La Guajira 1980-1998
(A pesos de 1994)

1980 1985 1991 1994 1997 1998

La Guajira 667.666 1.585.326 2.225.698 1.776.655 2.024.395 1.973.721


Colombia 1.402.677 1.410.319 1.615.958 1.783.739 1.873.963 1.856.201

FUENTE: DANE, 2000.

Anexo 5. Región Caribe: empleo por tipo de minería 1996

Departamentompo Gran minería Med. Minería Peq. minería Total

Guajira 4.511 112 o 4.623


Cesar 273 760 o 1.023
Córdoba o 39 o 39
Subtotal Caribe 4.784 911 o 5.695
Total Nacional 4.784 3.578 12.200 20.562

FUENTE: Ecocarbón, Ecocarbón nacional, No. 15, 1997

Anexo 6. Colombia: Regalías históricas y proyectadas de carbón 1994 - 2000


(En millones de pesos corrientes)

ltem 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 Total

Carbón 17.236 21 .905 31.461 35.737 44.626 52.948 63.796 267.709

FUENTE: Ecocarbón, Informe anualt 996; Corredor, M., 1995.

1 269

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
....,
N
o
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.

Anexo 7. Departamento de La Guajira: Ingresos corrientes de la administración pública, 1987-2000


En millones de pesos de 2000)

Variables 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000
1
Ingresos corrientes 61 .817 61 .460 70 .214 72 .317 73 .615 100 .874 95 .513 90 .561 98 .848 117 .169 138 .613 104.263 168.065 142 .893
Ingresos tributarios 7.381 8.506 8.881 8.948 9.141 9 041 8.251 7.133 5.442 5.137 7.136 5.684 9.770 17.303
Ingresos no lribul. .[ 5.828 5.677 5.916 5.954 6.507 7.455 13.401 12 .315 9.736 13.389 24.652 19 .136 8.340 11.672
Ingresos por transf . 48 .536 47 .211 55 .194 57 .415 57.967 84.378 73 .861 71 .113 83 .670 98 .643 106.825 79 .443 149 .955 113.918

FUENTE· Banco de la República , Finanzas públicas regionales de Colombia 1980 - 1987; Indicadores del sector público no financiero 1987- 1995, Vol. 3, y base de datos del Banco de la
República . Bogotá y Medell ín, varios años
Anexo 8. Exportación de carbón por sociedades portuarias y terminales 1994-2000
(foneladas)

Sociedades y terminales Puerto 1994 1998 2000

Carbocol-lntercor Puerto Bolívar 11 .964.208 16.836.104 20.794.319


C.l. Prodeco Santa Marta 1.842.529 2.917.741 1.359.968
American Port Co. Ciénaga o 6.455.132 8.616.064
Carbomilpa Barranqui lla 3.374 o 6.471
Atlantic Coal Barranquilla 203.495 46.717 60.540
Colclinker Cartagena 594.756 933.391 921.339
S.P.R Santa Marta Santa Marta 485.476 1.088.980 974.926
Cementos del Caribe Barranq uilla o 374.776 131.703
Mamonal Cartagena o 426 o
Total Cartagena 15.093.838 28.653.267 32.865.330

FUENTE : Superintendencia General de Puertos, Anuario estadístico 1996 y 2000, Bogotá, 2001 .

Anexo 9. Oferta y demanda internacional de carbón térmico 1990


(En millones de toneladas)

Oferta (país) Mili/ton Demanda (región) Mili/ton

Australia 49.1 Europa 85.2


Sudáfrica 43.7 Mediterráneo 5.2
EE.UU . 38.0 Extremo Oriente 75.9
Colombia 13.7 América 13.1
Otros 34.9
Total 179.4 Total 179.4

FUENTE: Comisión Nacional de Energía (CNE), Estrategia de exportaciones del sector carbonffero colombiano para el período
1991 2000

1 271

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Anexo 1O. Precios internacionales del carbón y del petróleo, 1973-1999

Años Carbón US$/tonelada Petróleo US$/barril

1973 16,19 4,25


1974 24,06 12,93
1975 38,43 11,5
1976 45,33 13,14
1977 42,94 14,31
1978 45,37 14,26
1979 43,84 32,11
1980 45,31 37,89
1981 52,16 36,68
1982 56,69 33,42
1983 49,12 29,83
1984 45,19 28,8
1985 39 ,92 27 ,33
1986 39,27 14,5
1987 34,98 18,34
1988 36,29 14,97
1989 41,61 18,22
1990 42,72 23,99
1991 43,66 19,99
1992 41,42 19,34
1993 39,4 17,04
1994 37 ,35 15,82
1995 40,08 17,06
1996 43,13 20,65
1997 40,85 19,3
1998 34,79 13,11
1999 34,59 17,87

Nota: Precio del carbón australiano y del petróleo Bren/ (Reino Unido).
FUENTE : Fondo Monetario Internacional, lnternational Financia/ Stalistlcs, 1997-1999.

272 1

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Anexo 11. Precios internacionales del carbón, nominal y real, 1973-1999

Año Precio nominal IPP de EE.UU. Precio real


(Dólares/tonelada) (Dólares de 1990)

1973 16,19 0,38 42,61


1974 24,06 0,46 52,3
1975 38,43 0,5 76,86
1976 45,33 0,53 85,53
1977 42,94 0,56 76,68
1978 45,37 0,6 75,62
1979 43,84 0,68 64,47
1980 45,31 0,77 58,84
1981 52 ,16 0,84 62,1
1982 56,69 0,86 65,92
1983 49,12 0,87 56,46
1984 45,19 0,89 50,78
1985 39,92 0,89 44,85
1986 39 ,27 0,86 45,66
1987 34,98 0,88 39,75
1988 36,29 0,92 39,45
1989 41 ,61 0,97 42,9
1990 42 ,72 1 42,72
1991 43,66 1,002 43,57
1992 41,42 1,008 41,09
1993 39,4 1,023 38,51
1994 37,35 1,036 36,05
1995 40,08 1,073 37,35
1996 43,13 1,098 39,28
1997 40 ,85 1,098 37,20
1998 34,79 1,071 32,48
1999 34 ,59 1,079 32,06

FUENTE FMI , Op Clf.

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Anexo 12 Precio promedio del carbón térmico, Australia y Colombia 1982-1996
(Dólares por tonelada)

Años Precio Australia Precio Colombia

1982 56,69 39,00


1983 49,12 41,57
1984 45,19 39,33
1985 39,92 34,22
1986 39,27 36,07
1987 34,98 27,86
1988 36,29 27,57
1989 41,61 37,42
1990 42,72 40,67
1991 43,66 38,35
1992 41,42 37,74
1993 39,40 30 ,69
1994 37 ,35 29,65
1995 40,08 33,24
1996 43,13 34,45

FUENTE: FMI, Op. Cit.; CARBOCOL, 1997.

Anexo 13 Precio real y exportaciones colombianas de carbón 1982 - 2000

Año PR (US$) MTX

1982 45,35 0,254


1983 47,78 0,501
1984 44,19 0,957
1985 38,45 3,536
1986 41 ,94 5,764
1987 31 ,66 9,587
1988 29,97 10,739
1989 38,58 13,298
1990 40,67 14,82
1991 38,27 16,303
1992 37,44 16,062
1993 30,00 15,27
1994 28,62 17,71
1995 30,98 19,7
1996 31,38 24,34
2000 30.94 35,61

Nota: El precio real (PR) se obtuvo dividiendo el precio nominal entre el fndice de precios al productor en el exterior (como
año base se tomó 1990) y multiplicándolo por 1000.
MTX = millones de toneladas exportadas.
FUENTE: Cálculos del autor, con base en Ecocarbón, 1997, Carbocol, 1997 y Cambio, No. 411, Bogotá mayo 2001 , p. 41 .

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Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
N in auna regi6a de Colombia parece estar
en mejores condiciones ueouraficas que los
siete departamentos del Caribe continental
para que el sector exportador sea· el motor
de su avance. Sin embargo, los historiadores
económicos se sorprenden al constatar que,
a lo largo de toda su historia, la Costa norte
colombiana ha tenido un frágil sector externo.
Prueba de ello es que durante la colonia y
primeras décadas del siglo XIX las exporta-
ciones de oro del interior de Colombia fueron
abrumadoramente mayoritarias y que desde
fines del siglo XIX y hasta finales del
siglo XX lo fueron las de café, también
del interior del pafs.
El objetiv11 ~e los dtstintos trabajos incluidos
en esta recopilación es precisamente el de
profundizar en las dis jotas experiencias
exportadoras que ha tenido la Costa Caribe,
algunas de las cuales han resultado de corta
vida, para entender mejor la naturaleza del
sector exportador de la región.
Uno de los principales méritos de los seis
trabajos aquf presentados es el de examinar
con rigor académico y sólida documentación
lo sucedido con seis productos del sector
primario, cuya producción está orientada
principalmente al mercado externo (café,
banano, carbón, camarón) otiene una alta
orientación hacia esos mercados (algoddn
y palma africana).

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