De Mauro - Guía Del Uso de Las Palabras

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Guía del uso de las palabras

Tullio de Mauro
Roma, Ed. Riuniti, 2003
(traducción de D. Riestra)

Cap. 4. Qué es un signo y cómo se construye


Desde lejanas épocas geológicas, desde que en el fondo del mar aparecieron los
primeros seres vivos, los protozoos, la vida se desenvolvió a través de los signos.
Con los signos el ser viviente, desde los organismos de una sola célula como la
ameba, a los organismos complejos como los seres humanos, incluso los geniales
como Einstein, actuaron uno detrás del otro, se influenciaron unos a otros, como se
dice, interactuaron.
La variedad de los signos es muy grande, intentaremos ahora establecer qué es un
signo y cómo está hecho. Esto ayudará a clasificar mejor los tipos de signos y de
códigos semiológicos para volver a la comprensión con más confianza y, además, a
la práctica de la palabra.
Una parte del signo es el significante. Es la cara del signo hecha para ser producida
fácilmente por quien envía un signo, al que llamaremos emitente, y reconocida y
percibida fácilmente por quien debe recibir el signo, el destinatario, llamado aquí
recibiente (receptor).
El significante puede ser construido en materiales diversos, conservando la misma
función. Una cifra o palabra queda igual si el significante es dicho, escrito, sobre
piedra, papel, etc. Y, además, aunque el material sea del mismo tipo, en rigor, cada
vez que el significante se realiza, la materia de la que está hecho es, por algún
aspecto, diversa.
Cada vez que el significante perro es pronunciado por ciudadanos de distintas
regiones geográficas, las pronunciaciones son diferentes. Pero no sucede esto sólo
con la palabra.
Tomemos el caso del semáforo vial de tres luces. Hay dos tipos de funcionamiento:
luz amarilla intermitente de noche, aunque los signos que usamos tengan tres tipos
alternados de luces, el semáforo que comunica, emite signos. Es decir, los signos de
este primer tipo tienen un significante /luz amarilla intermitente/.
Con /luz amarilla intermitente/ el semáforo se limita a señalar su existencia y,
además, indirectamente, a señalar que allí hay un cruce de paso, un trecho de calle
en el que es necesario ordenar el tránsito.
Con los signos del segundo tipo, con tres colores, el semáforo comunica bastantes
cosas más, no sólo que existe, sino, con el significante /rojo/ comunica que no se
puede pasar, con /verde/ comunica que se puede, con /amarillo/ que se acaba el
momento de pasar.
No hay dos semáforos exactamente iguales en todo, si lo fuesen, no serían dos, sino
el mismo. Además el mismo semáforo no emite durante el día exactamente las
mismas luces: varían la tensión eléctrica y la luz atmosférica a lo largo de una
jornada. Por otra parte, la luz roja no es siempre igual, lo que cuenta es que no se
confunda con verde y amarillo.
Las concretas luces rojas, amarillas o verdes que vemos de tanto en tanto y que
pueden ser un poco diferentes cada vez, las llamamos expresiones del significante.
Cuando queremos decir alguna cosa de una expresión x, particular de un
significante, no un significante, escribiremos la x entre dos paréntesis [x].
Por lo tanto, decimos, por ejemplo que /caballo/ es el significante de una palabra que
se expresa como [cabayo] en una región geográfica del país o como [cabalio] en otra,
incluso también puede pronunciarse [cabaio] en alguna región del noroeste.
La expresión del significante puede ser parecida o no con otra expresión, pero el
significante permanece el mismo. El significante es una constante y las expresiones
son variables.
Variedades de expresiones
De cuantos modos podemos decir la frase: ¿el gato maúlla?
Fuerte, gritando, suave, susurrando. Podemos escribirla a máquina, esculpirla en
piedra, traducirla en alfabeto Braille, o en muchos otros modos. La parte externa del
signo, el significante puede viajar a través de materiales diversos: señales fónico-
acústicas, químico-visuales, táctiles, etc. Y siempre se trata de la misma frase, con el
mismo significado, perteneciente al mismo código semiológico, la lengua castellana o
español.
Dijimos que el significante es una cara del signo, hecha para ser fácilmente
producida por el emitente y reconocida más fácilmente por el recibiente. La otra cara
es el significado. Pero el significado es un conjunto: es el conjunto de lo que se
puede hacer y comunicar con el signo.
Volvamos al caso del semáforo. Al significante rojo corresponde un significado que
en palabras podemos traducir del modo más simple, así: no pasar. Cada vez que el
semáforo emite una [luz roja] los peatones y vehículos son diferentes, para cada uno
el significado general del signo se colorea de un modo particular, bastante diverso,
para quien va con prisa y para quien va tranquilamente, para quien tiene un
compromiso urgente y para quien tiene poca nafta, para el que tiene mucha, etc.
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______ Esquema del signo
/significante/ [expresión]

signo { }enunciado

“significado” “”sentido””
Cada significante del semáforo se realiza a través de expresiones que pueden ser un
poco diversas una de otra. Del mismo modo, además, el significado se realiza en
sentidos que pueden ser diversos entre sí.
Si queremos indicar que algo x es un significado, lo escribimos con comillas, si es un
sentido, lo escribimos con doble comillado.
Todos conocemos la palabra pan. Es claro para todos su significado, pero está dicho
con sentido muy diverso para quien hace la horneada cada día y lo vende y el que
gana, del mozo que transporta de aquí para allá el pan, del que lo come tranquilo, del
que no tiene ni para comprarlo, del diabético que querría comerlo y no puede.
En la realidad concreta no emitimos ni recibimos nunca significantes, sino siempre y
solamente, sentidos. En suma, no tropezamos jamás con el signo, sino en su
realización. La realización de un signo llega dicha en el “enunciado (del signo)”.
Como dijimos, hay una gran cantidad de códigos semiológicos diversos. Algunos son
bastante simples, como el código del semáforo vial con sus cuatro signos
individualizados en cuatro significantes /amarillo intermitente/, /rojo/, /verde/,
/amarillo-verde/.
Otros códigos son extraordinariamente complicados, hay innumerables signos que se
forman con reglas numerosas y complejas. En el caso del semáforo es bastante fácil
explicarse en palabras el significado de cada signo. En matemática al significante/∑/
corresponde a un significado que, aunque puede decirse en palabras, requiere de
una larga explicación. En ciertos casos, explicar el significado requiere más que una
larga explicación.
Bajo el significado de palabras como clase, sociedad, región, arte, ciencia, derecho,
hay libros escritos y bibliotecas completas. Pero por más diversos que sean los
códigos semiológicos y los tipos de signos, para todos vale el esquema que ilustra y
se describe más arriba. En todo código todos los posibles signos se realizan a través
de enunciados concretos. En todos, todos los signos hay dos caras o faces: el
significante y el significado. Y todo significante se realiza en el enunciado a través de
innumerables expresiones concretas, además diversas entre sí.
Cuando queremos comprender cómo está hecho un tipo de signo particular, ya
comenzamos a tener los medios para hacerlo. Debemos estar atentos a cómo el
signo se coloca en relación con las cuatro dimensiones:

1) la dimensión “semántica” (de un adjetivo griego semantikós que quiere decir


“indicativo”), que es la de la relación entre el significado del signo y los
posibles sentidos que puede asumir,
2) la dimensión “expresiva”, que es la de la relación entre el significante y las
diversas expresiones que pueden realizarlo;
3) la dimensión “sintáctica” (de un adjetivo del griego antiguo, syntaktikós que
quiere decir “relativo al orden, a la conexión”), que es la de la relación que hay
entre un signo y los otros del mismo código;
4) la dimensión “pragmática” (cuyo origen es un adjetivo griego antiguo que
puede traducirse como “práctico”, “operativo”), que es la del uso que de un
signo hacen los usuarios, es decir, emitentes y recibientes, para informarse,
amenazarse, cortejarse, interrogarse, etc.
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Dimensiones del signo

sentido otros signos

semántica sintáctica

Signo

pragmática expresiva
usos realizaciones

Signo, enunciado, significante, significado, expresión, sentido, dimensión


semántica, expresiva, sintáctica, pragmática: se deslizan, transcurren
apresuradamente en esta lista, llegamos a marearnos. Más aún cuando
pretendamos girar en redondo para hacer girar la aguja de la brújula,
seguramente nos mareamos. No obstante, la brújula sirve para no perder la
cabeza y orientarse.
Quien tenga la paciencia de usar los diez términos enumerados (y, que en primer
lugar, hemos explicado) tiene en sus manos una brújula para navegar sin
perderse en el vasto y variado universo del lenguaje.

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