Manual de La Ley Nacional de Ejecucion Penal PDF
Manual de La Ley Nacional de Ejecucion Penal PDF
Manual de La Ley Nacional de Ejecucion Penal PDF
GERARDO MANRIQUE
Defensor Público adscrito al Instituto Federal de
Defensoría Pública (Morelos)
Agosto 2017
2
Abreviaturas y nomenclatura
BENEFICIOS CONSTITUCIONALES Derechos establecidos a partir del artículo 21 constitucional
reformado, regulados en la LNEP.
BENEFICIOS LEGALES Medidas de reducción de la pena en términos de la legislación
local o federal previa a la reforma constitucional al artículo 21.
CENTRO DE ORIGEN Reclusorio o prisión en donde la persona estuvo inicialmente
privada de la libertad –o debiera haber estado para preservar
la identidad entre la competencia del juez de proceso y la del
juez de ejecución.
CENTRO RECEPTOR Aquél al que, de hecho o de derecho, la PPL ha sido
trasladada desde su centro de origen, o al que ha sido
destinada inicialmente sin haber estado en un centro de
origen.
CNPP Código Nacional de Procedimientos Penales.
CENTRO Reclusorio o prisión.
CONDICIONES DE INTERNAMIENTO Los servicios, suministros, plan de actividades y aspectos
vinculados con el régimen en los centros.
CPEUM Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
DEP Derecho de Ejecución Penal.
DOF Diario Oficial de la Federación.
DPS Derecho Penal Sustantivo.
DPP Derecho Procesal Penal.
ÉPOCA DE TRANSICIÓN Periodo entre la reforma constitucional de 2008 en materia de
justicia y seguridad y la entrada en vigor de la LNEP.
LNEP Ley Nacional de Ejecución Penal
LEY DE NORMAS MÍNIMAS Ley que establece las Normas Mínimas sobre Readaptación
Social de Sentenciados.
LLA Ley local aplicable (Ley penitenciaria local previa a la LNEP)
NSJP Nuevo Sistema de Justicia Penal
NSJEP Nuevo Sistema de Justicia de Ejecución Penal.
Manual El presente documento relativo a la Ley Nacional de
Ejecución Penal.
PPL Persona(s) privada(s) de la libertad, interno/a, preso/a.
MODIFICACIÓN DE LA SENTENCIA PENAL La adecuación o anulación de la pena inicialmente fijada en
sentencia en virtud de la aplicación retroactiva de la ley penal
más favorable (modificación o supresión del tipo penal), así
como de su revocación o modificación como resultado de un
medio de impugnación ordinaria o extraordinario o del perdón
del ofendido u otros casos previstos en el CNPP.
SANCIONES ADMINISTRATIVAS La privación de derechos impuesta por la autoridad
administrativa, como consecuencia de la infracción a las
normas disciplinarias.
SCJN La Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Todo artículo citado en este Manual sin referencia a otro ordenamiento corresponde a la LNEP
3
Índice
4
CAPÍTULO II. PANORAMA GENERAL SOBRE LA EVOLUCIÓN DEL DERECHO DE
EJECUCIÓN PENAL MEXICANO 110
3. Perspectivas 175
5
2.3 Consideraciones sobre las condiciones materiales y aspectos orgánicos, así como
sobre la gobernabilidad de los centros 201
2.4 Parámetros de exigibilidad, cualitativos y de no discriminación de los derechos
prestacionales en reclusión 219
6
2.2 Lógica de la individualización de la pena por la autoridad judicial de ejecución penal
244
7
CAPÍTULO VII. DERECHO DE LAS PERSONAS PRIVADAS DE LA LIBERTAD A SER
UBICADAS EN SU CENTRO NATURAL, Y DE LOS TRASLADOS (EN REVISIÓN) 245
ANEXOS 247
ADENDA DIGITAL
8
2. Elenco de resoluciones judiciales de ejecución penal. Comentarios
9
CAPÍTULO I. El NUEVO SISTEMA DE JUSTICIA DE
EJECUCIÓN PENAL EN MÉXICO
1
Una versión preliminar de este capítulo se desarrolló en: Miguel Sarre y Josselyne Béjar,
“Reflexiones sobre los ámbitos de validez de la jurisdicción de ejecución penal”, Revista Jurídica
Mexicana, núm.1, enero de 2015, pp. 31-52.
10
y de la prisión preventiva2, hizo que el DEP adquiriera identidad o fisionomía jurídica
propia. No obstante, al igual que el Derecho Procesal Penal (DPP), el DEP sirve a los
fines del Derecho Penal sustantivo (DPS).
Del carácter instrumental del DPP y del DEP respecto del DPS deriva otra
consecuencia: ambos coinciden plenamente con el sistema político que les da
origen; es decir, si se trata de un sistema político autoritario, el resultado será un
sistema penal inquisitivo que permea todo el Derecho penal, sin limitarse al modelo
procesal penal; en cambio, si estamos frente a un sistema político democrático, el
resultado serán leyes bien decantadas, aplicadas mediante sistemas de corte
adversarial tanto en el enjuiciamiento como en la ejecución penal.
2
En este Manual se continúa utilizando el concepto prisión preventiva por ser el empleado en
nuestra legislación, a fin de no generar confusión. Sin embargo, de acuerdo con Javier Carrasco, así
como con diversos especialistas del tema, se advierte que otras expresiones como prisión
provisional, prisión cautelar o prisión sin condena —disociadas de connotaciones de seguridad
pública— son más correctas, por lo que se incorporan indistintamente en el texto.
Véase: Javier Carrasco Solís, coordinador en: Gabriel Cavazos Villanueva (comp.), Retos de la
Reforma Penal: Equilibrando la presunción de Inocencia y la Seguridad Pública, Institución Renace
A. B.P., México, 2009, p. 16.
11
federal o locales; lo mismo respecto del ámbito militar: todos estos aspectos son de
la competencia federal o local, según sea el caso, y tienen un contenido distinto al
de la legislación nacional sobre la ejecución penal. Tampoco se comprende aquí el
estudio del sistema de ejecución penal para las personas adolescentes, regulado
por su propia legislación.
• DPS: artículo 14 constitucional en la parte que establece “En los juicios del
orden criminal queda prohibido imponer, por simple analogía, y aun por
mayoría de razón, pena alguna que no esté decretada por una ley
exactamente aplicable al delito de que se trata”. (Esto supone la
legitimidad del ius puniendi estatal).
12
causados por el delito se reparen”, así como los artículos 17, párrafos
primero, tercero, cuarto y sexto; 19 (con excepción del último párrafo); 21,
párrafos primero, segundo, tercero y sexto, así como 22 y 23.
Dentro de la esfera propia del DEP el debido proceso garantiza que la justicia
se separe de la venganza mediante la aplicación de principios y normas
sustantivas, procedimentales y procesales garantes del cumplimiento de lo decidido
por los jueces del proceso, como instancia declarativa, así como lo relativo a la
coercibilidad o ejecutabilidad (del inglés, enforcement) de las decisiones adoptadas
por los propios jueces de ejecución penal.
3
En el punto 3.3 de este capítulo se realiza un ejercicio de lege ferenda en este sentido.
4
Elizabeth, Salmón y Cristina Blanco, El derecho al debido proceso en la jurisprudencia de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos, Pontificia Universidad Católica del Perú, Lima, 2012, p. 24
13
En efecto, “las reglas del juego fundamentales”, como en lenguaje sencillo
identifica Luigi Ferrajoli al debido proceso,5 deben ser observadas en el momento
de tipificar los delitos y prever las penalidades; durante las etapas de la
investigación y conducción del proceso penal, así como en el cumplimiento de las
medidas cautelares y de las sanciones impuestas. En este último ámbito, el debido
proceso se impone como condición sine qua non para la protección de los derechos
humanos: desde el derecho a la integridad de las personas privadas de la libertad
(PPL), hasta el derecho a su propia imagen, e incluso de los derechos de otros
sujetos no privados de la libertad vinculados al sistema de ejecución penal.
5
Luigi Ferrajoli, Derecho y razón. Teoría del Garantismo Penal, Trotta, Madrid, 1995, p. 91.
TMX535.219.
14
Tradicionalmente el Derecho penitenciario consideraba que la ejecución
penal empezaba con el inicio del cumplimiento de la pena de prisión, sin embargo,
para el DEP la materialización de la prisión preventiva –en tanto que se trata de una
privación de la libertad por causa penal— forma parte de la ejecución, que inicia
desde el primer momento de internamiento, y de ahí que la LNEP regula su
ejecución. Esto nos lleva a asumir que el DEP rige al mismo tiempo que el DPP y, en
su caso, lo trasciende una vez que éste concluye su aplicación con el dictado de
una sentencia firme condenatoria.
El DEP regula por tanto los derechos propios de la ejecución desde el primer
momento de internamiento y no a partir de que se dicta sentencia.
15
estableciendo derechos sin garantías, se impone una carga innecesaria a las y los
juzgadores comprometidos con su protección.
6
La instancia declarativa se refiere al juez del proceso, quien en esencia declara la procedencia o
improcedencia de la medida restrictiva, pero materialmente no la ejecuta.
16
Consecuentemente, las competencias entre los jueces de procesos penales
y los jueces de ejecución penal en relación con las PPL quedan distribuidas de la
siguiente manera:
Prisión Cumplimiento
preventiva de la pena
De acuerdo con lo anterior, durante el plazo (de hasta seis meses) que
puede durar la etapa de investigación complementaria, de acuerdo con el Código
Nacional de Procedimientos Penales (CNPP), la persona sujeta a prisión preventiva
está legitimada para reclamar derechos propios de la ejecución penal, por ejemplo,
abrir un caso con motivo de la alimentación que recibe. La Ley Nacional de
Ejecución Penal (LNEP) no le exige a la PPL que espere a que se le condene para
acceder a la jurisdicción del Estado propia de la ejecución penal.7
7
Para una mejor exposición y comprensión del tema, el anexo 5 de este Manual contiene un cuadro
con el Sistema de audiencias en la ejecución penal en el que se sistematizan las distintas
controversias en el cumplimiento de la pena y la ejecución de la prisión sin condena.
17
1.2.1 La prisión preventiva o cautelar como pena equiparada dentro del DEP
La prisión preventiva puede asimilarse a las dos caras de una moneda, una de ellas
constituye una medida cautelar, decretada por los jueces de instancia de acuerdo
con los fines del proceso; la otra, es la prisión material, impuesta a cuenta de la
pena privativa de la libertad, instrumentada por la autoridad administrativa y sujeta a
la protección de la autoridad judicial de ejecución penal. La prisión previa y la
prisión posterior a la sentencia se imponen a partir de resoluciones judiciales que se
dictan en momentos distintos y obedecen a supuestos también distintos. No
obstante, ambas tienen la misma naturaleza fáctica en cuanto constituyen una
privación coactiva de la libertad. Así lo entendió el Pleno de la SCJN en una tesis
emitida poco después de la promulgación de la Constitución de 1917:
Prisión preventiva
Aun cuando técnicamente no es una pena corporal, está equiparada a ella y
produce su principal efecto, que es la privación de la libertad 8.
Así, la prisión preventiva constituye una medida cautelar y una pena equiparada:
Para los efectos del DEP: la prisión preventiva es prisión, por ello el tiempo
transcurrido durante su aplicación se abona al de la pena. En consecuencia,
8
México, Tesis aislada del Pleno de la SCJN, publicada en el Semanario Judicial de la Federación y
su Gaceta de 14 de agosto de 1918, bajo el rubro “Prisión preventiva”.
18
cuando se impone la prisión, sea cautelar o condenatoria, deben aplicarse también
todos los medios de protección, entre ellos la jurisdicción especializada en
cuestiones de reclusión, es decir, la de ejecución penal. De lo contrario, se caería
en un contrasentido: la situación de las PPL en espera de sentencia sería peor que
la de quienes ya vieron derrotada su presunción de inocencia, ya que durante este
tiempo no contarían con ningún medio para hacer valer sus derechos.
La tarea del DEP es partir de una situación jurídica o dato dado, para (al
menos) dotar de una protección equiparada a las personas en prisión preventiva y a
9
La Primera Sala de la SCJN ha dictado jurisprudencia por la que señala el carácter poliédrico del
derecho a la presunción de inocencia como regla de trato procesal, regla de prueba y estándar
probatorio. Véase: México, Jurisprudencias de la Primera Sala de la SCJN 1ª./J. 24,24,26/2014,
publicadas en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta de 5 de abril de 2014, bajo los
rubros “Presunción de inocencia como regla de trato procesal”, “Presunción de inocencia como regla
probatoria” y “Presunción de inocencia como estándar de prueba”. En este sentido, la prisión
preventiva impacta directamente la primera acepción de este derecho e indirectamente a las demás,
en tanto que, en el primer caso, la PPL recibe un trato opuesto al de una persona inocente, mientras
que, en el segundo, tendrá más dificultades para aportar medios de prueba; asimismo, en el tercero,
como consecuencia de las afectaciones previas, tendrá más dificultades para mantener la
presunción de inocencia ante el caudal probatorio que aporte la acusación.
10
La tesis de la Primera Sala “Presunción de inocencia como regla de tratamiento del imputado en
materia penal […]”, se refiere a los efectos de la presunción de inocencia distintos a la prisión
preventiva, lo que no excluye que, como lo sostenemos— durante la prisión provisional se afecte
inevitablemente la presunción de inocencia como regla de trato:
[…] En este caso, la finalidad de esta vertiente de la presunción de inocencia consiste en impedir que
fuera del proceso penal se aplique cualquier tipo de medida desfavorable asociada al simple hecho
de que una persona esté sujeta a proceso, evitando así que a través de esas medidas se haga una
equiparación entre imputado y culpable en ámbitos extraprocesales (énfasis agregado).
México, Tesis aislada de la Primera Sala de la SCJN 1ª. CCCLXXII/2014, publicada en el Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta el 11 de octubre de 2014, bajo el rubro: “Presunción de
inocencia como regla de tratamiento del imputado en materia penal. Este derecho fundamental
puede tener un efecto reflejo en otros procedimientos o ámbitos donde se establezcan
consecuencias desfavorables para una persona sujeta a proceso penal”.
19
quienes cumplen una pena de prisión; ambas se encuentran en situaciones
distintas por su causa y denominación, pero muy similares en cuanto a la aflicción y
la vulnerabilidad en que se coloca a toda persona encerrada. Negar la protección
de las leyes y de los tribunales a las PPL en prisión provisional alegando que deben
ser tratados como inocentes, constituye un falso garantismo.
11
Julián López Masle es Licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales de la Facultad de Derecho de
la Universidad de Chile (1992) y Master en Derecho de la Universidad de Harvard (1996). Es
especialista en las áreas de Derecho Procesal Civil y Penal.
12
María Inés Horvitz Lennon y Julián López Masle, Derecho procesal penal chileno, Editorial Jurídica
de Chile, Santiago de Chile, 2008, p. 390. TMX907.327
13
Véase: Carlos Ríos Espinosa, Pena sin Delito: Percepciones acerca de la finalidad de la prisión
preventiva en México, Ed. Fundación para el Debido Proceso e Instituto de Justicia Procesal Penal,
México, 2016, pp. 29-35.
Véase: Javier Carrasco Solís, supra, nota 2.
20
la ponderación entre distintos derechos humanos es la forma de resolver los
conflictos que surgen entre ellos, como sucede ante la frecuente tensión entre el
derecho a la libertad de expresión frente a la protección de la intimidad. Esta
ponderación es admisible y exigible mientras no se trate de un derecho absoluto
como lo es la prohibición de la tortura.
14
Ecuador, Código Orgánico Integral Penal, Registro Oficial de la Nación, 10 de febrero de 2014.
15
Bovino, Alberto, Control judicial de la privación de la libertad y derechos humanos, Buenos Aires,
1999, p. 14
21
Negar el carácter coactivo de la prisión preventiva debilita los derechos de
las PPL en vez de favorecerlos porque impide el acceso a las prestaciones propias
de la ejecución penal y a la justicia de ejecución, que es precisamente uno de los
derechos denominados derechos-llave. Se le asigna este término ya que constituye
un prerrequisito para ejercer otros derechos —en este caso, el derecho a
condiciones de vida digna y segura en reclusión, así como el derecho a la
protección judicial ordinaria. La simulación en el lenguaje contribuye a que, en
Argentina, por ejemplo, así como en muchos otros países latinoamericanos, sea
habitual que a las PPL bajo esté título de provisionalidad se les restrinja su el acceso
a servicios educativos y otros.16
16
Subcomité para la Prevención de la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o
Degradantes, Informe sobre la visita a Argentina, CAT/Op/Arg/1, 27 de noviembre de 2013.
17
Véase: Luigi Ferrajoli, op, cit., p. 223.
18
Figura vigente en Costa Rica, Colombia y Chile. En México, está presente en los Estados de
Guanajuato y de Zacatecas.
22
Durante la época de transición en México (periodo comprendido entre la
aprobación de la reforma constitucional en materia de ejecución penal en 2008 y la
entrada en vigor de la LNEP en junio de 2016), la mayor parte de las legislaciones
locales de ejecución penal mantuvo sin protección judicial a los presos sin condena,
refiriéndose de manera preponderante a las personas sentenciadas. Esta situación
se subsanó con la LNEP, que protege los derechos de las personas durante la
ejecución de la prisión preventiva.19
[…]
19
En el proceso legislativo de la LNEP hubo voces a favor de que ni la autoridad judicial de ejecución
ni los jueces de control debieran conocer sobre las condiciones de las PPL en prisión preventiva o
provisional, argumentando que éstas carecen de derechos propios respecto del DEP, ya que, al
margen de sus derechos en el proceso penal, únicamente gozan de los derechos humanos que tiene
toda persona, mismos que –a su parecer– encuentran suficiente protección mediante la jurisdicción
de amparo. Ello hubiera implicado desconocer su derecho a la justicia ordinaria de ejecución, lo que
se ve agravado considerando que su situación de PPL les hace más difícil acudir a la justicia de
amparo19.
23
• La determinación de las penalidades corresponde al DPS y la de las penas
específicas ocurre en el ámbito del DPP, mientras que su ejecución
(adelantada o post sentencia) pertenece al DEP. Ejecutar implica decidir
sobre la porción de la pena impuesta que se hará efectiva conforme a los
beneficios constitucionales y determinar cómo y en dónde tendrá lugar su
cumplimiento.20
• La normatividad del DEP (LNEP) no se confunde con la del DPS, permitiendo
desvincular las penalidades previstas para cada tipo penal de los criterios
propios de la ejecución, centrados en el comportamiento en reclusión y no en
la conducta ya juzgada. La gravedad de los delitos se refleja
proporcionalmente en las penalidades previstas y en las penas impuestas de
acuerdo con el grado de intervención y la culpabilidad de las personas, por lo
que dichos aspectos no trascienden a su ejecución (non bis in idem).
• Las entidades federativas mantienen su competencia normativa para aprobar
tipos penales y establecer sus sanciones; sin embargo, corresponde
exclusivamente al Congreso de la Unión legislar en materia de la ejecución
penal, independientemente la naturaleza sustantiva o procesal de las normas
en la materia.
• La aplicación del DEP a la prisión preventiva y no solamente al cumplimiento
de la sentencia condenatoria privativa de la libertad, como lo establecía el
ordenamiento procesal abrogado.
• La carpeta de ejecución es una sola y debe iniciarse con el dictado de la
sentencia (artículo 100) o, en su caso, de la prisión preventiva (artículo 103,
primer párrafo), por lo que no hay necesidad de abrir una carpeta para la
ejecución de esta medida cautelar y otra para la ejecución de la pena
(máxime que una persona puede tener un proceso abierto y otro concluido).
• La carpeta única sigue a la persona privada de la libertad desde el inicio de
la ejecución penal y en ella se registrará el nombramiento del defensor
20
El capítulo VII se dedica al tema de la ubicación natural de las PPL, considerándola como un
derecho equiparable al del juez natural, es decir, el juez ordinario preestablecido por la ley.
24
(artículo 103, cuarto párrafo), el plan de actividades (artículo 104), así como
los informes anuales y acumulados sobre el tiempo transcurrido en el centro
(artículo 118, fracciones I y II)21.
• El reconocimiento jurídico procesal de las controversias que surjan
durante la ejecución penal como cuestiones principales e
independientes de la situación jurídica de la persona. El uso del
lenguaje trasciende a lo sustantivo, por lo que el empleo de conceptos
como “incidente” o “cuadernillo”, denota un carácter de accesorio o
secundario, mientras que, en el artículo primero, fracción segunda, de
la propia LNEP se les reconoce como controversias autónomas.
Las normas constitucionales y legales del DEP imperan sobre todos los
sujetos intervinientes en la ejecución penal. Entre ellos se encuentran
principalmente las autoridades pertenecientes a los poderes ejecutivos,
responsables directos de la administración de los centros, así como las distintas
autoridades y organismos públicos con atribuciones en la materia, tanto en el
21
Es importante precisar la distinción entre: 1) la ejecución o gestión material —llevada a cabo por la
autoridad de cada centro y documentada en un expediente administrativo de control de ejecución—
y 2) la ejecución judicial, a cargo de las autoridades judiciales de ejecución —documentada en una
carpeta judicial. Por un lado, la gestión de la ejecución se rige por las normas orgánicas y
administrativas que regulan la actividad de las autoridades del ramo (al igual que la organización del
Ministerio Público se establece en las leyes orgánicas vigentes en cada momento), así como por las
normas procedimentales previstas en el CNPP; y por el otro, la ejecución judicial comprende aspectos
administrativos, procedimentales y procesales regidos por la LNEP.
25
ámbito de las entidades federativas, como en el federal. Las autoridades
municipales no tienen funciones propias en materia de Ejecución Penal.
Son las relativas a los derechos de las personas privadas de la libertad y la justicia
penitenciaria, cuya legislación, como hemos visto, compete al Congreso de la
Unión. La LNEP, al igual que el CNPP regula relaciones procesales entre distintos
actores.
26
2.1.2 Leyes orgánicas y administrativas locales y federales
22
La Conferencia Nacional del Sistema Penitenciario constituye un órgano colegiado de consulta y
está integrado por auxiliares de la justicia, que no puede restringir los derechos que la LNEP reconoce
a las personas intervinientes en ante los tribunales respectivos, de la misma manera en que la
Conferencia Nacional de Procuración de Justicia tampoco puede afectar los derechos establecidos a
las partes en los procesos penales, de acuerdo con el CNPP. Por otra parte, sería contrario al
régimen federal si se permitiese que la Conferencia citada en primer término, “legislase” para toda la
República, con lo que los gobiernos locales financiarían la operación de sus centros, pero quien
regularía los mismos sería esta Conferencia que, por razones principalmente presupuestarias, en los
hechos queda subordinada al Órgano ejecutor federal. Véase: apartado 3.1.1 de este capítulo.
27
Las y los juzgadores de ejecución penal son los garantes de la aplicación de
la LNEP en los centros bajo su jurisdicción. Esta potestad se vería invalidada si la
citada Conferencia per se – o por virtud de la adopción de sus protocolos por parte
de autoridades locales o federales– pudiese restringir los derechos de las personas
privadas de la libertad.
28
Un caso ejemplificativo de la subversión del orden legal, sería la emisión de
un protocolo “De solicitud de audiencias, presentación de quejas y formulación de
demandas” (artículo 33, fracción XXII), que restringiese el acceso a la justicia o el
debido proceso en la ejecución penal, desarticulando el andamiaje procesal
construido en la propia Ley para hacer valer los derechos de los distintos sujetos
legitimados.
29
ejecución de políticas, programas, y acciones necesarias para el cumplimiento de
sus funciones” (artículo 11 de la misma LGSNSP) .
Autoridades
Congreso de la Unión (como
Congreso de la Unión administrativas de los
legislador del orden federal) y
(como legislador del orden poderes ejecutivos y de los
congresos locales, en sus
nacional) consejos de la judicatura
respectivas competencias
(federales o locales)
2. Comparativo entre competencias legislativas y reglamentarias. Cuadro elaborado por los autores.
30
De lo expuesto en este punto se desprende que una interpretación literal del
artículo 33 referido, conduciría a cancelar el federalismo al impedir a los poderes
locales y al gobierno federal mismo promulgar los protocolos y reglamentos de los
centros bajo su administración. Estas entidades tendrían la carga de administrar
prisiones sin la facultad de proveer lo necesario para ello.
3. Funciones judiciales establecidas en el artículo 21 constitucional. Cuadro elaborado por los autores.
31
2.2.1 Autoridad judicial competente para resolver sobre las condiciones de las
personas en prisión preventiva
Entre las razones por las cuales las medidas cautelares distintas a la prisión
preventiva —como la separación del domicilio de la persona— quedan bajo la
esfera de la jueza o el juez de control mediante la figura de supervisión de otras
medidas cautelares, se encuentran que al no constituir privación de libertad23, no se
involucran los bienes jurídicos propios de la reclusión cuya tutela se encarga a los
jueces de ejecución. Es decir que la conducta intramuros de la persona sujeta a
reclusión provisional no modifica la necesidad de cautela24. En cambio, el
comportamiento de quien no está privado de la libertad sí puede motivar dicha
necesidad y de ahí el sentido de la intervención del juez de control.
23
En otros aspectos el DEP también regula aspectos exclusivos de reclusión; sin embargo, para el
caso de las medidas cautelares la privación de libertad constituye el elemento esencial para la
intervención del juez de ejecución penal.
24
La necesidad de cautela está determinada por el mayor o menor peligro de sustracción del
imputado, la obstaculización de desarrollo de la investigación o el riesgo para la víctima, testigos o
comunidad.
32
declaración de ilegalidad de la detención tiene lugar la reinserción social (art. 155
LNEP).
Del mismo modo, la autoridad judicial que dictó la sentencia tampoco puede
alterar la pena que impuso en atención al comportamiento en reclusión; es decir, no
está facultada para garantizar la adecuada gestión administrativa durante la
aplicación de las penas o de la prisión preventiva. El cumplimiento material pleno
de ambas resoluciones judiciales queda a cargo de las juezas y los jueces
especializadas en la ejecución penal.
25
El artículo 105 del CNPP establece que la autoridad de supervisión de medidas cautelares y de la
suspensión condicional del proceso, es uno de los sujetos del procedimiento penal, pero únicamente
le confiere el carácter de parte procesal al imputado y a su defensor, al Ministerio Público, a la
víctima u ofendido y a su asesor jurídico.
33
eficaces en su actuación; esto se traduce en el principio de economía procesal, que
obliga a formularse preguntas como:
¿Qué sentido tendría que una persona procesada reclamara ante una jueza
o un juez de control cuestiones sobre alimentación o salud, si cuando se dicte
sentencia en la causa penal correspondiente, estaría obligada(o) a declararse
incompetente para remitir el caso a la jueza o juez de ejecución? ¿Ante qué
autoridad judicial acudirán las PPL que reclamen el acceso a servicios básicos
cuando tengan el carácter de procesadas en una causa y sentenciadas en otra al
mismo tiempo? ¿Qué lógica haría que autoridades judiciales atendieran problemas
de hacinamiento en los centros preventivos, y no así por los mismos problemas
respecto de personas sentenciadas en una prisión contigua?
Bajo este esquema, las juezas y los jueces de control Las PPL y el centro quedan sujetos a la jurisdicción la
(o de procesos penales en el sistema tradicional) conocen autoridad judicial de ejecución. La competencia se
de las demandas sobre ejecución penal que formulen radica a partir del centro y no de la persona
las personas sujetas a prisión cautelar: procesada o sentenciada, de manera que:
• Se dificulta la especialización, puesto que la • Una sola jueza o un solo juez pueden ser
materia de ejecución penal es tangencial a la competentes sobre varios centros o, cuando el
penal, que constituye su responsabilidad número de PPL lo requiera, puede designarse a
principal. más de una o uno para cada centro.
• No se pueden acumular los casos por el tipo de • En un mismo caso, se acumulan en todas las
reclamación, porque cada autoridad judicial demandas que tengan el mismo objeto, con lo
lleva los casos de su juzgado. que se asegura mayor coherencia y efectividad
• Mientras mayor sea el número de juezas y del sistema.
jueces de control, existe el riesgo de • Las resoluciones se pueden hacer extensivas
incertidumbre ante determinaciones erga omnes a todo el centro, ya sea en forma
contradictorias o parámetros diferenciados para simultánea o progresiva, de acuerdo con las
distintos internos/as dentro de un mismo centro. dificultades para su instrumentación,
• Multiplicidad de resoluciones con contenidos redundando en economía procesal, menor
similares. Se incrementa el número de litigios. número de juezas y jueces, además de
• Se diluye el control judicial sobre las sentencias más trascendentes.
autoridades administrativas. • Se hace más efectivo el control judicial sobre
las autoridades administrativas.
4. Jurisdicción compartida vs jurisdicción especializada en el DEP. Cuadro elaborado por los autores.
34
En síntesis, no tenía sentido que el control de la gestión material de la prisión
preventiva quedase en manos de la autoridad judicial de conocimiento, quien nada
tiene que ver con los temas propios de la reclusión. Adicionalmente, y en
congruencia con la prohibición establecida en el artículo 20, fracción V
constitucional, se exige que el juicio sea celebrado ante una autoridad judicial que
no tenga conocimiento previo del caso, de manera tal que la jueza o el juez de
ejecución deberá ser distinto al que impuso la privación de la libertad.
26
Cámara de Diputados, Refroma Constitucional en materia de justicia penal y seguridad pública,
http://www.diputados.gob.mx/sedia/biblio/archivo/SAD-07-08.pdf , consultada el 8 de diciembre de
2016.
35
Una interpretación así rompería el sentido de la LNEP, en la cual si bien es
cierto que se faculta a los jueces de control para conocer de algunos asuntos en los
que estén involucradas personas procesadas, el sentido general de la Ley es dotar
de mayores facultades a la autoridad judicial de ejecución penal, por lo que la gran
mayoría de las disposiciones en las que se señala la competencia de las
autoridades judiciales va encaminada a que sea precisamente el juez de ejecución
el que deba conocer de todos los asuntos relacionados con la privación de la
libertad de las personas como parte del proceso de ejecución penal.
El artículo 3, que establece el Glosario de la Ley, define ambos tipos de juez 27:
27
México, Ley Nacional de Ejecución Penal, Diario Oficial de la Federación, 16 de junio de 2016.
36
Artículo 25 que, entre las competencias de los jueces de ejecución, señala
las siguientes que comprenden a las personas en prisión preventiva28:
IX. Imponer los medios de apremio que procedan para hacer cumplir sus
resoluciones.
28
Idem.
37
será dicho juez, y no el de control, a quien compete garantizar a las PPL su derecho
a la defensa a lo largo de todo el procedimiento de ejecución.
El cierto que, en párrafos posteriores de este precepto, así como en otras
disposiciones de la LNEP, así como en frecuentes tesis jurisprudenciales, se omita
referirse a las personas en prisión preventiva, refiriéndose exclusivamente a las
personas sentenciadas. Esta omisión no invalida el derecho de las personas en
prisión preventiva a una jurisdicción especializada para ventilar las cuestiones
propias de la ejecución penal.29
29
Estas imprecisiones en la Ley ocasionaron que en diversos Acuerdos del CJF se haga referencia
únicamente a las personas sentenciadas. Sin embargo, ello ha cambiado en el Acuerdo General
7/2017 del Consejo de la Judicatura Federal que dota a los jueces especializados en la materia de
competencia respecto de las personas privadas de la libertad y ya no se refiere únicamente a las
personas sentenciadas. Véase: Pleno del Consejo de la Judicatura Federal, Acuerdo General
7/2017, publicado en el Diario Oficial de la Federación el 20 de julio de 2017.
30
Poder Judicial de la Federación, Criterios de la Comisión de Creación de Nuevos Órganos del
Consejo de la Judicatura Federal,
http://www.cjf.gob.mx/secretarias/secjacno/Creacion%20Nuevos%20Organos/CirteriosEjec.html,
consultada el 8 de diciembre de 2016.
38
Distrito Federal, ahora Ciudad de México, señaló que, a partir del 19 de
diciembre de 2011 y de forma indefinida hasta que se contara con recursos
presupuestales para ampliar el número de órganos, los jueces de ejecución
seguirían conociendo únicamente de beneficios penitenciarios y los jueces de
causa, sobre las demás cuestiones.
39
2.2.1.1 Derecho comparado
31
Alemania, Ley de Ejecución Penal, Boletín Oficial Federal, 16 de marzo de 1976, Artículos 108,
109 y 110.
32
De acuerdo con el Informe sobre los derechos humanos de las personas privadas de la libertad en
las Américas, publicado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en 2011, en Chile,
“Entre el 2005 y el 2009 se registraron un total de 873 agresiones entre internos; 461 riñas; 94
incendios/amagos; 285 desórdenes; 236 agresiones de personal; y 29 agresiones sexuales a
internos. Además, en ese mismo periodo, murieron 203 internos en riñas/agresiones, y 5 en eventos
relacionados con fugas”. Véase: Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Informe sobre los
derechos humanos de las personas privadas de la libertad en las Américas, OEA/Ser.L/V/II, 31 de
dicimbre de 2011.
40
2.2.1.2 Especialización de las autoridades judiciales de ejecución penal
33
México, Jurisprudencia de la Primera Sala de la SCJN 1ª./J. 64/2015, publicada en el Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta en noviembre de 2015, bajo el rubro “Demanda de amparo
indirecto. El juez de distrito, al avocarse al conocimiento de una demanda intentada en la vía directa,
debe requerir a la parte quejosa para que manifieste bajo protesta de decir verdad los antecedentes
del acto reclamado, aun cuando puedan advertirse de las constancias remitidas por la responsable”.
41
complementaria a las funciones que ya desarrollan, debiendo especificar el
carácter de su actuación en las constancias respectivas”.34
34
Pleno del Consejo de la Judicatura Federal, Acuerdo 28/2015, publicada en el Diario Oficial de la
Federación el 17 de junio de 2015.
35
México, Ley Nacional de Ejecución Penal, op.cit., artículo 24.
36
Pleno del Consejo de la Judicatura Federal, Acuerdo 28/2015, op.cit.
37
Cfr. Valeria Hamel en las siguientes líneas:
[…] En el Acuerdo General 28/2015, se estableció que estos jueces tendrían “competencia para la
ejecución de las sanciones penales impuestas en los procedimientos penales que se tramiten y
resuelvan en el Centro de Justicia Penal Federal de su adscripción” Por lo tanto, a partir de este
momento, estos jueces de Distrito empezaron a tener competencia mixta, para fungir como jueces de
tres tipos: control, juicio y ejecución penal de sentencias. Sin embargo, no desde una visión amplia de la
ejecución penal, sino una restringida que deja desprotegidas a las personas en prisión preventiva, al
limitar la competencia a la ejecución de sanciones penales. No solo eso, este acuerdo restringió la
competencia de estos jueces, aun en función de juez de ejecución de sanciones, a conocer de aquellas
sentencias que versaran sobre procesos penales sustanciados en el Centro de Justicia Penal Federal de
su adscripción.
Valeria Hamel Sierra, Hacia un control judicial efectivo del sistema penitenciario: El juez de ejecución
penal in situ como garantía orgánico-institucional para proteger y garantizar el derecho de acceso y
eficacia de la justicia en reclusión, Tesis de licenciatura, ITAM, México, p. 106.
42
permite un seguimiento más adecuado de las carpetas de ejecución que se
abren con el ingreso de cada PPL, de acuerdo con el artículo 103 de la LNEP, sino
de los dossiers que también deben integrarse por cada centro bajo su
jurisdicción
43
Pública) se limita al caso particular, los tribunales de ejecución ejercen su
autoridad tanto sobre las partes procesales en el caso particular, como de
manera institucional sobre el centro penitenciario en tanto que éste (a diferencia
del MP) es un auxiliar del Poder Judicial. Debido a ello, las autoridades
administrativas quedan obligadas en lo sucesivo por virtud de los precedentes
judiciales respecto del mismo centro, en consonancia con el derecho
constitucional a la no repetición de los actos violatorios de derechos humanos.
Una especialización similar puede tener lugar por parte de la defensa pública
en materia de ejecución penal, que, en este caso puede ser por módulos o
dormitorios, de manera que se facilite el cumplimiento de su función.
44
2.3 Personas privadas de la libertad
Las PPL son, desde luego, las destinatarias naturales del DEP,
38
México, Ley Nacional de Ejecución Penal, op.cit., artículo 73.
45
En materia de ejecución penal —a diferencia de la materia penal
sustantiva— existe un mandato para promulgar una legislación única. Para
poderse promulgar una legislación de ejecución propia para el ámbito penal
militar, se requeriría un fundamento constitucional que facultase al Congreso de
la Unión de manera similar a como lo establece el artículo 13 constitucional al
referirse a una jurisdicción propia del Ejército 39 o, más explícitamente, a la
fracción XIII del artículo 123 constitucional, en materia laboral en la que se
dispone40:
XIII. Los militares, marinos, personal del servicio exterior, agentes del
Ministerio Público, peritos y los miembros de las instituciones policiales, se
regirán por sus propias leyes.
39
Si bien “legislación única” significa “que no hay otra”, en el caso de la materia procesal penal el
propio artículo 13 constitucional prevé la excepción, por lo que este precepto constituye el
fundamento para que además del CNPP exista ahora un Código Procesal de Justicia Militar. Sin
embargo, no hay un fundamento constitucional análogo para promulgar una legislación de ejecución
penal militar. El concepto de jurisdicción abarca tanto los tribunales militares, como a los
procedimientos penales instaurados por estos tribunales, pero no a los tribunales de ejecución penal,
cuya función no está dentro del alcance del artículo 13 constitucional, que tiene un propósito distinto.
Por otra parte, la sujeción de los militares a la legislación nacional sobre ejecución penal, no impide
el mantenimiento de sus propias reglas disciplinarias dentro de las prisiones militares.
40
México, Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, Diario Oficial de la Federación y
su Gaceta, 5 de febrero de 1917.
46
en el mismo) perdieron su vigencia al entrar en vigor la LNEP. Así lo corrobora el
artículo segundo transitorio de un paquete de reformas al código castrense41:
[…]
V. Las disposiciones relativas a la ejecución de sentencias [penal], quedarán
derogadas, una vez que entre en vigor la legislación en materia de Ejecución
de Sentencias [Ejecución Penal] que apruebe el Congreso de la Unión.
(Añadidos de los autores).
41
México, Ley Nacional de Ejecución Penal, op.cit., artículo 2 transitorio.
47
garantizar el juez de ejecución militar porque el director de la prisión militar está
bajo su jurisdicción.
42
Carlos Ríos Espinosa es Licenciado en Derecho por la Universidad Iberoamericana, Licenciado en
Filosofía por la Universidad La Salle y Maestro en Sistemas Penales Comparados por la Universidad
de Barcelona.
48
tener un contacto con sus progenitores. Si un visitante tiene una discapacidad
debería tener la posibilidad de exigir accesibilidad a las zonas de visita familiar e
íntima, de ser el caso. Por supuesto que los visitantes son portadores de
derechos y que para hacerlos efectivos se debe tener un recurso judicial
efectivo.43
43
Opinión formulada por Carlos Ríos Espinosa, entonces miembro del Comité de los Derechos de
las Personas con Discapacidad de la ONU en su primera integración, el 24 de febrero de 2014.
44
Dicha normatividad se examina en este Manual solo cuando se hace necesario.
49
Las materias jurídicas distintas a la penal, como la civil, la mercantil o la
familiar, no cuentan con un derecho de ejecución propio. Es decir, las reglas
relativas a la ejecución de las resoluciones judiciales dictadas en los
procedimientos respectivos —como sería el caso de un embargo en un juicio
ejecutivo mercantil— se consideran parte del proceso, y normalmente se
instrumentan por el propio personal dependiente de la autoridad judicial que las
ordena (actuarios o notificadores).
50
seguridad jurídica durante la compleja tarea de mantener a las personas
procesadas o sentenciadas privadas de la libertad, en lugares de detención a
cargo de autoridades auxiliares. El DEP es un instrumento para garantizar el
cumplimiento de los mandatos del sistema de justicia penal.
Aquí se aprecia la diferencia entre los distintos tipos de normas dentro del DEP:
51
jurisdicción especializada. Esto se debe a que su cumplimiento puede
controlarse por los mismos tribunales que las ordenan.
45
Estos derechos son expuestos en el capítulo IV de este Manual.
52
Proceso penal: Código Procesos en la ejecución penal:
Nacional de Ley Nacional de Ejecución Penal
Procedimientos Penales (LNEP) 46
(CNPP)
- Jueces de control y - Jueces y tribunales de ejecución
Estructura orgánica
tribunales de juicio oral en penal en sus dos instancias
judicial47
sus dos instancias
- Policiales 49 - De custodia
-Periciales (servicios médico- - Periciales
forenses y periciales) - Autoridades penitenciarias
- Servicios previos al juicio administrativas (Centros)
Órganos auxiliares 48
- Instituciones de justicia - Supervisores en libertad.
restaurativa en libertad - Policía procesal
- Instituciones de apoyo a
personas liberadas
Otros órganos - Ministerio público - Ministerio público especializado
intervinientes - Defensoría pública en ejecución
- Defensoría pública especializada
en ejecución
8. Comparativo del aspecto orgánico entre el sistema procesal y el de ejecución penal. Cuadro elaborado
por los autores.
46
México, Ley Nacional de Ejecución Penal, op.cit.
47
Regulada por la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación y sus equivalentes en las
entidades federativas, que establecen la creación de cada órgano, así como su administración,
vigilancia, disciplina y carrera judicial.
48
Regulados por las leyes orgánicas de la administración pública federal y de cada entidad
federativa, así como por otras normas administrativas legales o reglamentarias en el ámbito federal y
en cada entidad. En el ámbito federal, rige el Reglamento del Órgano Administrativo Desconcentrado
Prevención y Readaptación Social y el Reglamento de los Centros Federales de Readaptación,
mientras que en el Distrito Federal está la Ley de Centros de Reclusión del Distrito Federal.
49
Comprende tanto a la policía investigadora como a la policía comúnmente denominada preventiva,
que en el ámbito federal es la Policía Federal.
53
3.1 Normas sustantivas del DEP
54
Las normas procedimentales pueden enfocarse a la actividad interna de
las autoridades administrativas (por ejemplo, respecto de la apertura de un
administrativo de control de ejecución único a las PPL), o bien regular la
sustanciación de los recursos administrativos interpuestos en contra de sus
determinaciones y omisiones.
55
para integrar así una norma espejo que rija al DEP. Enseguida se realiza un
ejercicio de aproximación de lege ferenda50:
Artículo 20 bis. Los procesos de ejecución penal serán orales. Se regirán por los
principios de publicidad, contradicción, concentración, continuidad e
inmediación.
VI. Ningún juzgador podrá tratar asuntos que estén sujetos a proceso con
cualquiera de las partes sin que esté presente la otra, respetando en todo
momento el principio de contradicción.
50
Expresión latina que significa "para una futura reforma de la ley", o "con motivo de proponer una
ley"; es decir, una recomendación que se debe considerar en una próxima reforma legislativa.
Véase: Agustín W. Rodríguez, et al., Diccionario Latín Jurídico. Locuciones latinas de aplicación
jurídica actual, Editorial García Alonso, Buenos Aires, 2008, p. 70
56
VII. La autoridad judicial solo decretará afectación de derechos de la
persona privada de la libertad o sujeta a otras formas de ejecución penal
cuando exista convicción de su culpabilidad respecto de un hecho que
afecte derechos de terceras personas o la gobernabilidad de los centros.
V. A que le sean solicitados todos los datos que requiera para hacer valer
sus derechos y que obren en poder de la autoridad administrativa, con
todas las salvaguardas que establece en la fracción VI del artículo 20.
57
VI. A una defensa adecuada y especializada en ejecución penal desde el
momento de su detención para hacer valer los derechos propios de la
ejecución penal, en los mismos términos establecidos en la fracción VIII
del artículo 20. Las leyes orgánicas de la defensa pública establecerán
los mecanismos para garantizar su suficiencia, el adecuado
asesoramiento y la salvaguarda del derecho a la defensa técnica en la
materia propia de ejecución, con independencia de la defensa adecuada
respecto del proceso penal.
Los derechos previstos en este apartado también podrán ser hechos valer por
la asesora o el asesor jurídico de la víctima y por el Ministerio Público.
58
Esta distinción se hace patente en las partes intervinientes y en las litis,
como se ilustra en el cuadro siguiente:
9. Dos funciones diversas de la autoridad judicial. Cuadro elaborado por los autores.
59
El derecho-llave subyacente respecto de estas controversias es el
derecho al pleno cumplimiento de las resoluciones judiciales, establecido como
derecho humano en el artículo 17 constitucional, quinto párrafo. El carácter de
'pleno' implica que el cumplimiento de dichas resoluciones se realice “sin exceso
y sin defecto”, constituyendo al mismo tiempo tanto un límite como una
obligación para la autoridad jurisdiccional. Por esta razón, los abusos en las
prisiones constituyen una forma de modificar la naturaleza de la prisión
preventiva, o de la ya definida. De acuerdo con el artículo 21 constitucional, esto
compete a los jueces del proceso, en tanto que, como lo estableció nuestra
Carta Magna en 1917: “la imposición de las penas es propia y exclusiva de la
autoridad judicial”.
51
Olga Islas, Licenciada en derecho en la Facultad de Derecho de la UNAM (1962), Maestra en
Derecho por la UNAM (1970) y Doctora en Derecho por la misma institución.
52
Elpidio Ramírez Hernández, académico de la UAM e investigador en Derecho Penal.
60
mensaje político-constitucional por el que se quiso dejar sentado que
corresponde a la autoridad judicial ordinaria, garantizar en primera instancia que
no se modifique la naturaleza de la pena (y con mayor razón, de la prisión
preventiva), de manera que la medida ejecutada corresponda a la resolución
decretada, así como que la duración de la pena únicamente se pueda afectar
bajo control judicial. Por ello, la competencia de la autoridad judicial de ejecución
penal no se restringe al tema de los antiguos beneficios de ley o las actuales
figuras de la libertad condicionada y libertad anticipada.
53
México, Tesis aislada de la Primera Sala de la SCJN, publicada en el Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta Oficial de noviembre de 2011, bajo el rubro: Derecho penal del autor y
derecho penal del acto. Rasgos caracterizadores y diferencias”. TMX313.021.
61
Antes de la aprobación unánime de esta tesis por parte del Pleno de la
Suprema Corte, las controversias con las autoridades penitenciarias se podían
ventilar ante los tribunales de lo contencioso administrativo.54 Ahora no hay duda
que la competencia exclusiva para resolver “las diversas situaciones que puedan
producirse” corresponde a los tribunales especializados en la ejecución penal,
tales como la seguridad de los establecimientos y la dignidad en el trato hacia
las internas, internos y visitantes; las medidas que se reclamen como excesivas
y las que la autoridad estime necesarias; los servicios que las internas y los
internos reclamen como “de mala calidad”, frente a lo que la directora o director
de un centro califique como “adecuado”, y el alcance o negación de los
beneficios constitucionales, entre otras. Es innegable que tales situaciones, con
la excepción obvia de los beneficios citados, pueden surgir durante la imposición
de la prisión cautelar o de la sentencia de primera o segunda instancia.
El ámbito penal es distinto: dado que los tribunales que imponen la prisión
preventiva o definitiva no ejercen un control directo sobre las prisiones, y
resultaría inviable que los funcionarios judiciales dependientes de ellos
54
Véase: Rubén Minutti Zanatta, La reforma penitenciaria. Un eslabón clave de la reforma
constitucional en materia penal, SCJN y coeditores, México, 2012, pp. 91-132.
62
supervisasen presencialmente y en todo momento a las autoridades
penitenciarias, por lo que se vuelven imperativos los procedimientos judiciales
que garanticen el cumplimiento pleno de las resoluciones privativas de la libertad
por parte de los auxiliares de la justicia a lo largo de la imposición de la prisión
preventiva y de la pena –que suele sobrepasar el término de la vida del juez que
la impuso.55
55
En este mismo sentido, la inmediación de los jueces con los justiciables es fundamental para que
el NSJP cumpla su función. Las inconsistencias en las políticas públicas federales han sido objeto de
estudio de Valeria Hamel que muestra las consecuencias que ello ha traído para la impartición de la
justicia en reclusión y para la economía del país, como podría reflejarse en lo referente a la
inaccesibilidad e ineficacia de la justicia en reclusión:
Uno de los problemas fundamentales de la estrategia del Poder Judicial de la Federación, es que, en la
mayoría de las entidades, los Centro de Justicia Penal Federal, no colindan con los Centros
Penitenciarios. Esto implica que la justicia de ejecución se vuelve inaccesible y su eficacia se reduce,
no logrando garantizar y proteger a cabalidad el derecho de acceso y eficacia de la justicia en
reclusión. […]
El Estado debe asegurarse de que haya una igualdad jurídica para que toda persona pueda acceder a
la justicia, conforme a la universalidad de los derechos e igualdad de todas y todos ante la ley. Para
garantizar el derecho de acceso y eficacia de la justicia en reclusión, el Poder Judicial de la Federación
deberá desplegar una maquinaria institucional que se guíe por el elemento institucional de
accesibilidad física, adaptándola a las circunstancias particulares de las personas privadas de su
libertad, que tienen limitada su libertad ambulatoria.
Véase: Valeria Hamel Sierra, op. cit., pp. 118-119.
56
El tipo de controversias que pueden ser sustanciadas ante la autoridad judicial de ejecución penal
se desarrollan en el capítulo V este Manual y se ilustran gráficamente como parte del apéndice
incluido al final del mismo.
63
3.4 Coercibilidad o ejecutabilidad del DEP
57
México, Ley Nacional de Ejecución Penal, op.cit., artículo 25.
58
El tema del amparo se examina en el capítulo VI de este Manual
64
4. Centros de origen y centros receptores.
Competencia judicial sobre los mismos (ámbito
espacial) 59
59
Este tema se complementa en el apartado de traslados del Capítulo V, relativo a los aspectos
procesales, así como en el Capítulo VII.
65
4.1 ¿En dónde se debe imponer la prisión y quién lo decide?
En este apartado se hace un análisis preliminar respecto del lugar en el que
deba internarse la persona y de la autoridad judicial competente para decidirlo.60
• La legalidad de la detención
• La formulación de la imputación.
• La procedencia de las medidas cautelares.
• La vinculación a proceso, y
• El lugar donde se cumplirá la medida cautelar.
60
Véase: Derecho a la ubicación natural de las PPL en el Capítulo VII de este Manual y Cfr. Valeria
Hamel, op. cit., pp.18-19
Hay solo algunos Centros de Justicia Penal Federal que se ubican al lado de un Centro Penitenciario, como
Cintalapa, Chiapas, Puente Grande, Jalisco, los tres de la Ciudad de México (reclusorio, norte, sur y oriente) y el
Centro Integral de Islas Marías. Sin embargo, en muchos casos los Centros de Justicia se encuentran alejados de
los Centros Penitenciarios y, por lo tanto, los jueces de Distrito que hoy en día cumplen con las funciones de
ejecución penal, también.
La lejanía entre Centros de Justicia y centros penitenciarios implica que no se cumple con el elemento de
accesibilidad del derecho de acceso a la justicia en reclusión. Según fue extensamente analizado en el capítulo
primero, la persona privada de su libertad se encuentra en una situación de vulnerabilidad. Como estableció la
Corte Interamericana de Derechos Humanos 60, dada la situación particular de reclusión, hay una relación particular
de dependencia entre las personas privadas de su libertad y la autoridad penitenciaria, ya que dependen de ésta
para abastecer por cuenta propia sus necesidades más básicas 60. Esto implica, que, si un derecho está siendo
violado, la persona privada de su libertad tiene que poder acceder sin contratiempo ni obstáculo a un recurso legal;
en particular en situaciones de urgencia, frecuentes en reclusión.
66
En efecto, cuando en el curso de la audiencia inicial, el Ministerio Público
solicite el internamiento en un lugar distinto al aquél donde presumiblemente se
haya cometido el hecho objeto de investigación, deberá acreditarlo en los
términos del primer y tercer párrafo del artículo 22 del CNPP, para lo cual deberá
aportar los datos de prueba que justifiquen que en el caso particular son
procedentes los supuestos de excepción establecidos para que la prisión sea
impuesta en un lugar distinto por razones de seguridad. La autoridad judicial
podrá recibir los datos de prueba que por intermediación del Ministerio Público le
aporten las autoridades penitenciarias, respetando la igualdad procesal entre las
partes.
67
incluye los traslados (fracción III), sin que ello signifique que se establezca una
correlación entre:
68
[…] si el periodo de duración de la prisión preventiva se resta de la pena
impuesta en sentencia definitiva, entonces todo lo relacionado con las
condiciones en que se lleve a cabo la prisión preventiva, como el lugar en
donde estará preventivamente privado de su libertad, debe ser autorizado por
el juez del proceso o de la causa penal. De ahí que la orden de traslado
emitida por el director de un centro de reclusión, cuando el interno se
encuentre en prisión preventiva durante la etapa procesal del juicio, debe ser
autorizada por el juzgador que instruya el proceso. 61
61
México, Tesis aislada de la Primera Sala de la SCJN CLXVI/2014, publicada en el Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta en abril de 2014, bajo el rubro “Traslado de procesados. La
orden relativa, debe autorizarla el juez que instruya la causa penal”.
69
4.1.2 Pena de prisión
62
Las excepciones y los límites a las excepciones a este principio general se examinan en el
Capítulo VII de este Manual.
Véase: María Amparo Hernández Chong, “El derecho humano a cumplir las penas de prisión en un
lugar cercano al domicilio. Dimensionar la reciente jurisprudencia de la Suprema Corte”, Revista del
Instituto de la Judicatura Federal, México, núm. 33, 2012, pp. 103-129.
70
cumplimiento al mandato establecido por el artículo 18 constitucional, al
disponer: “El sistema penitenciario se organizará sobre la base del respeto a los
derechos humanos […]”. Lo que ocurre en las aduanas, como lo que suceda en
las celdas de castigo o en cualquier otra área de los centros, es parte de lo que
el legislador constitucional identifica como ámbito penitenciario.
63
Víctor Blanco Fornieles, Derecho y Justicia. Una mirada a la justicia y el Estado de Derecho y la
morfología de las reglas del Derecho, Porrúa, México, 2006. TMX906.319.
71
4.2 Competencia de las autoridades judiciales de ejecución penal
72
locales en los que se encuentran presos federales, quedan sujetos
exclusivamente a las autoridades judiciales de su fuero. Esta vinculación
obedece a la naturaleza de auxiliares de la justicia que tienen los directores de
los centros.
Ningún juez ordinario (no de amparo) puede tener autoridad directa sobre
los responsables de la administración de un centro de fuero distinto.
73
Son competentes para conocer del procedimiento de ejecución penal los
jueces [en] cuya circunscripción territorial se encuentre la persona privada de la
libertad […]64
EJEMPLO
64
México, Ley Nacional de Ejecución Penal, op.cit., artículo 24.
74
En un segundo supuesto: la PPL ha sido trasladada, pero se ubica en un
centro receptor que pertenece a la jurisdicción del mismo fuero en una entidad
federativa.
EJEMPLO
Caso de Emmanuel, un interno que fue trasladado del “Reclusorio Sur” (CDMX) a
la zona “El diamante” adyacente a la Penitenciaría en la CDMX, donde el juez de
ejecución perteneciente a la Unidad de Gestión Judicial del Tribunal Superior de
Justicia de la Ciudad de México, con jurisdicción sobre dicho centro, asume la
competencia en todos los aspectos.
EJEMPLO
María es una ciudadana procesada por un delito del fuero federal que es detenida
en Monterrey, N. L. e internada en el CEFERESO CPS 16, situado en Coatlán del
Río, Morelos. El juez de ejecución federal del centro receptor también asume la
competencia de ejecución en todos los aspectos señalados, puesto que se trata
de una interna del mismo fuero quien se rige por la misma ley. Este CEFERESO se
considera como centro receptor y no de origen en razón de que no se ha creado
un centro federal de Nuevo León, donde le correspondería ser internada de
acuerdo con el penúltimo párrafo del artículo 18 constitucional.
75
su caso, BENEFICIOS LEGALES, y MODIFICACIÓN DE LAS SENTENCIAS PENALES65.
65 Estos conceptos son utilizados con una denotación específica de acuerdo con el glosario de este
Manual. Su desarrollo se hace los capítulos siguientes: V. Impugnación de SANCIONES
ADMINISTRATIVAS; VII. CONDICIONES, BENEFICIOS CONSTITUCIONALES, BENEFICIOS LEGALES y
MODIFICACIÓN DE LAS SENTENCIAS PENALES.
66
La competencia para resolver sobre traslados se examina en el capítulo VII.
67
Este es el caso de todos los jueces de ejecución penal que conocen los casos de los internos en
un centro varonil y otro femenil, o en los centros de dos ciudades distintas.
68
México, Ley Nacional de Ejecución Penal, op.cit., artículo 24.
76
sentenciado por el fuero local de Nuevo León, que fue trasladado a una
prisión local de Coahuila.
77
INTERNOS EN CENTROS FEDERALES
Comunicaciones judiciales
Juez de distrito
de ejecución penal
Sujetos
procesales PPL procesadas PPL sentenciadas
Juez de ejecución de
cualquier entidad
Situación Fuero Fuero
Fuero federal Fuero común
jurídica federal común
Beneficios constitucionales
Beneficios legales
(LNEP)
establecidos en Leyes locales
previas a la LNEP
Beneficios legales, Ley
federal abrogada (LNM)
Notas:
• La “carga cero” implica que los jueces de ejecución penal deben aplicar la LNEP a todos
los procedimientos o controversias judiciales sobre custodia material y situación jurídica
que se promueva ante ellos independientemente de la fecha de inicio de la prisión
impuesta.
• Las distinciones respecto del sistema procesal (tradicional o nuevo), bajo el cual hayan
sido o sean juzgadas las PPL, no tiene sustento en la LNEP que es independiente del
proceso penal.
• Las leyes locales o, en su caso, LNM, sólo se aplican cuando concedan mayores
derechos que los establecidos en la LNEP. Sin embargo, el procedimiento para reconocer
los beneficios legales en ellas establecidos se regirá por la LNEP, a no ser que el
procedimiento específico ya se estuviese sustanciado en una ley distinta.
78
contradictorias —por ejemplo, sobre la potabilidad del agua o de los servicios
médicos o de la alimentación — aplicables a un mismo centro receptor.
EJEMPLO
Juan Pablo es sentenciado por un delito del fuero común en la CDMX, pero
cumple su pena en el centro federal CEFERESO NÚMERO UNO, en el Estado de
México, conocido como “Altiplano”. Juan Pablo requiere atención médica urgente
que le negó la dirección del CEFERESO indicado. Por tratarse de una litis sobre
CONDICIONES DE INTERNAMIENTO, la autoridad judicial de ejecución competente es
el juez federal de ejecución al que está adscrito dicho centro penitenciario. No es
relevante que los jueces locales de Toluca, Estado de México sean las
autoridades judiciales locales más cercanas a dicho CEFERESO NÚMERO UNO, y
que sean del fuero común puesto que el único juez competente para resolver
este tipo de cuestiones es el que tiene jurisdicción sobre el director del centro
donde se encuentra la PPL.
a fin de garantizar sus derechos y la gobernabilidad de los centros, requiere que las
autoridades judiciales con jurisdicción sobre el centro en el que se materializa la
privación de la libertad sean las competentes para conocer de las controversias que
ahí se susciten, ya que es a ellas a quienes les corresponde garantizar la legalidad
de las actuaciones que se lleven a cabo en el centro. Sería contrario a los principios
constitucionales de inmediatez (artículo 20) y al de eficiencia (artículo 109, fracción
79
III), que las controversias sobre sanciones administrativas ahí impuestas se
ventilasen ante una autoridad judicial distinta y en muchas ocasiones remota.
EJEMPLO
Rafael fue condenado por un delito del fuero común en Durango, Dgo., es
trasladado de su centro de origen en dicha Ciudad, al CEFERESO CPS NÚM. 13 en
Miahuatlán, Oax. donde cumple una condena de doce años. Debido a que el
sistema de BENEFICIOS CONSTITUCIONALES previsto en la LNEP le es más benéfico, y
que por ello, no se acoge a los BENEFICIOS LEGALES de Durango, el juez
competente para aprobar los cómputos anuales y el cómputo acumulado de la pena,
será el del centro receptor, sin importar que sea un juez federal, puesto que el
régimen de BENEFICIOS CONSTITUCIONALES es común para los internos de ambos
fueros, por lo que el juez de Distrito adscrito al Centro de Justicia Penal federal en
Oaxaca, será el competente. Lo anterior en virtud de que, por un lado, la PPL y la
autoridad del centro están sometidos a su autoridad y, por el otro, se aplicará la
misma Ley Nacional, por lo que no habría razón alguna para hacer intervenir a un
juez local de otro fuero.
80
correspondiente le notificó en su momento, así como de abonar el tiempo de la
reclusión preventiva al cumplimiento de la pena. Para ello, la carpeta judicial,
abierta desde el inicio de la prisión preventiva como lo establece el artículo 103,
párrafo primero (sin necesidad de esperar la sentencia), sigue a la PPL, sin perjuicio
de que en el centro de origen se conserve una carpeta de ejecución relacionada (lo
que no es necesario si el centro de origen y el centro de destino son federales).
Comunicaciones judiciales
Juez local de ejecución penal
Sujetos
procesales PPL procesadas PPL sentenciadas Juez de Juez de
ejecución ejecución de
Fuero de federal otra entidad
Situación Fuero Fuero Fuero común Fuero
federal común otras
jurídica propio federal
entidades
81
A) BENEFICIOS LEGALES (regulados en la normas locales o federales previas a
la LNEP)
69
Esta legislación, en el caso federal, comprende la Ley de Normas Mínimas, así como las
disposiciones relativas a la libertad preparatoria en el Código Penal Federal. Una situación similar
ocurre en las entidades federativas.
70
La libertad anticipada, prevista en el artículo 141 de la LNEP, no tiene señalado un plazo especial
para su entrada en vigor, por lo que es aplicable a partir del día siguiente de la publicación de la
misma el 16 de junio de 2016.
71
Si bien las legislaciones locales vigentes antes de la entrada en vigor de la LNEP no preveían
cómputos anuales, los mismos deben realizarse a partir de la entrada en vigor del artículo 118,
fracción I de la LNEP que los regula, cuyo carácter procesal hace que aplique con independencia de
las normas de carácter sustantivo sobre dichos beneficios.
72
Conviene apuntar que el juez de origen prorroga su jurisdicción para llevar el cómputo acumulado
de la pena y, eventualmente, declararla extinta, en los casos en que la persona sentenciada se
acoge a su legislación de origen, debido a que el juez receptor no tiene facultades para aplicar una
ley de otra jurisdicción.
82
la ubicación del interno, se realizarán por videoconferencia, lo que inevitablemente
disminuye los alcances del principio de inmediación en aras a favorecer la celeridad
procesal. Esta problemática se evitará en la medida en que se eviten (o se
reviertan) los traslados arbitrarios. La información que remita el juez de destino solo
podrá perjudicar al interno cuando haya sido objeto de contradicción en sede
judicial.
73
La justificación al respecto se desarrolla en el apartado 5.1.3 de este capítulo y en el capítulo VIII.
74
Dependerá del supuesto que haya dado lugar a la modificación de la sentencia para determinar la
competencia del juez del proceso o del juez de ejecución.
75
Con la excepción de los casos de conexidad previstos en el CFPP.
83
En efecto, las autoridades judiciales no pueden aplicar la legislación penal
sustantiva de un fuero distinto, por lo tanto, en el caso de la reducción o revocación
de una sentencia, se deberá dirigir exhorto al juez de ejecución con competencia
sobre el centro receptor para que éste, a su vez, ordene su cumplimiento al director
del mismo.
EJEMPLO
En el caso de la interna Juana Inés, quien se encuentra en el CEFERESO CPS 16, en
Morelos, cumpliendo una pena del orden federal, que es condenada por un delito del
fuero común cometido durante su reclusión en dicho centro. Juana Inés permanecerá
ahí durante el cumplimiento de su pena federal y el juez de ejecución federal
mantendría su jurisdicción respecto de CONDICIONES DE INTERNAMIENTO, SANCIONES
ADMINISTRATIVAS Y BENEFICIOS CONSTITUCIONALES, pero el juez de ejecución
competente del fuero común del Estado de Morelos retendrá su jurisdicción sobre lo
relativo a las MODIFICACIÓN DE SU SENTENCIA por lo que corresponde a ese nuevo
delito.
84
de ejecución local de esta entidad 76. Ello suscitó una controversia competencial
frente a la cual se sostienen las siguientes posturas:
76
Conflicto competencial 136/2017 reasumido por la Primera Sala de la SCJN.
85
tutele los derechos de una persona independientemente del momento de la
comisión del hecho delictivo, de la imposición de la prisión preventiva o de la
sentencia, del traslado, o del fuero de la autoridad que haya emitido la resolución
que se cumple, todo ello en función de que el derecho procesal, está diseñado para
proteger los derechos humanos, por lo que las normas sobre competencia no deben
erigirse en una barrera artificial para su protección.
Ahora bien, dado que se presentan situaciones en las que se puede aplicar
la ley vigente con anterioridad a la entrada en vigor de la LNEP (por serle más
favorable a la persona), en el anexo IV se diagrama la forma en que operaría dicha
bifurcación durante la época de transición. En síntesis:
86
o Que se vea afectado el derecho de acceso a la justicia de ejecución
de las personas procesadas o de las “foráneas”, respecto de sus
CONDICIONES DE INTERNAMIENTO.
77
Acuerdo General 7/2017 del Pleno del Consejo de la Judicatura Federal, que reforma y adiciona
disposiciones de diversos acuerdos generales para establecer la adscripción de los Jueces de
Distrito con competencia en ejecución, en los centros de Justicia Penal Federal, publicado en el DOF
el 20 de julio de 2017.
78
En algunos de ellos, como es el caso de Guanajuato, el Centro de Justicia Penal Federal no se
encuentra adyacente al Centro de reclusión federal.
87
a los órganos de la administración que cumplen una función auxiliar de la justicia de
conformidad con el artículo 89, fracción XII constitucional y sus equivalentes en las
constituciones locales.
88
sean competentes para conocer de controversias entabladas por ellos, pues ello
depende, como se ha visto de si la competencia es por centro o por persona, según
la materia.
89
Al ser la reparación del daño una consecuencia accesoria de una violación a
los derechos de las PPL indebidamente trasladadas, y de sus familiares y
defensores, es aplicable la misma facultatem eligendi que rige para el caso de los
traslados, como una manera de favorecer o, al menos no entorpecer más, el acceso
a la justicia.
90
Los conflictos competenciales se resolverán con apego a lo dispuesto en el
Capítulo II del Título III del CNPP, en tanto que es la norma supletoria aplicable en
materia de actos procesales, de conformidad con el artículo 155.
79
Entre estos derechos está la legitimación de las organizaciones de la sociedad civil para
interponer peticiones administrativas y, como consecuencia, demandas ante las autoridades
judiciales (artículos 108, fracción VII en relación con el 117 párrafo primero). Otros derechos que se
incluyen en este “paquete” no pueden ser postergados, como se examina líneas abajo.
80
Entre estos derechos está la emisión de diversos protocolos para regular materias tales como
protección civil, ingreso y egreso y uso de la fuerza (artículo 33), así como los efectos generales de
las sentencias (artículo 128). Igual que en el caso del primer párrafo de este artículo, aquí también
se incluyen otros derechos impostergables, como también se analiza en este apartado.
91
Quinto artículo transitorio: 180 días para adecuación del marco legal federal y de las
entidades federativas a las disposiciones de la LNEP.
Esta regla es aplicable tanto a los casos que no tengan prevista una vacatio
legis o que, aun estando previstas, su diferimiento implique una regresión por
tratarse de derechos ya reconocidos constitucional, convencional o legalmente,
como es el caso de algunos de los derechos enunciados en el primer párrafo del
artículo segundo transitorio, tales como “Contar con las instalaciones adecuadas y
los artículos necesarios para una estancia digna y segura […]” (Artículo 10, fracción
III al que remite el artículo transitorio referido).
92
Entre otros derechos que no pueden ser objeto de regresión, comprendidos
en el segundo párrafo del mismo artículo segundo transitorio, se encuentran los
servicios y suministros (artículo 32) y la disponibilidad permanente de
medicamentos (artículo 34) que son de aplicación inmediata en los términos
previstos en el artículo 18 constitucional sin importar las disposiciones en contrario.
93
5.1.3 Consideraciones sobre la entrada en vigor de normas de ejecución penal
de carácter sustantivo81
Cabe apuntar desde ahora, que tanto la aplicación retroactiva y ultra activa
de las normas de ejecución penal que establecen derechos sustantivos reciben el
mismo tratamiento que las normas penales que definen los tipos penales y sus
penalidades.
81
En el capítulo VI, se desarrollan las implicaciones de este tema en ralación con la aplicación de los
beneficios legales y constitucionales.
82
SCJN, Sesión del pleno realizada con motivo de la Acción de Inconstitucionalidad 61/2016
plantada por la CNDH en contra de diversos preceptos de la LNEP el martes 4 de abril de 2017,
https://www.scjn.gob.mx/pleno/secretaria-general-de-acuerdos, consultada: 6 de abril de 2017.
94
y ejecución de las sentencias en materia penal entra también en esta materia y, en
esa medida, creo que sería factible la aplicación retroactiva de esta invalidez en
materia penal.
[…]
Como bien se ha dicho aquí, en la Primera Sala hemos considerado siempre que lo
relativo a la ejecución de las sentencias y todo lo que es régimen penitenciario,
también es materia penal.
83
Por ejemplo, los artículos 84 a 87 del Código Penal Federal, que regulaban la libertad
preparatoria, o cualquier otra norma penal local que conceda mayores beneficios a las personas
sentenciadas.
95
5.1.4 Consideraciones sobre la aplicación de las normas procesales de la LNEP
84
Véase: cuadro “Sistema de audiencias en la ejecución penal – Controversias judiciales”, en el
Apéndice de este Manual.
85
Este tema se desarrolla en el Capítulo VIII.
86
México, LNEP, ibidem., artículo tercero transitorio.
87
Juan José Olvera es Licenciado en Derecho por la Universidad Autónoma de Querétaro, Maestro
en Derecho Procesal Constitucional en la Universidad Panamericana.
96
[…] del proceso legislativo se puede apreciar que la intención del Constituyente
Permanente para el inicio del nuevo sistema de justicia penal, en lo general, es
que empiece con un factor o ‘carga cero’, de manera que solo sea aplicable a los
procedimientos iniciados una vez que entró en vigor, por lo que tal intención
también rige para el procedimiento de ejecución.
[…] Por lo cual, en los casos en que la ejecución inicie antes de la entrada en vigor
de la reforma, lo que sucede es que el hecho que le da origen, que es la sentencia
penal, ocurre en un momento en que la norma vigente prevé un procedimiento de
ejecución a cargo de la autoridad administrativa y, por ende, debe concluirse de
esa manera, a diferencia de las ejecuciones que comienzan con la reforma ya
vigente, pues esta reforma no puede aplicarse retroactivamente a aquellos
procedimientos ya iniciados.
88
Juan José Olvera, “El juez de ejecución en materia penal”, Revista del Instituto Judicatura Federal,
México, núm. 31, 2011, pp. 231-235.
89
Art. 103 de la LNEP.
90
Véase: capítulos II y III de este Manual.
97
Lo anterior ha cambiado bajo el modelo de la reinserción social, en donde
durante la gestión de la prisión impuesta preventiva o definitivamente —conjunto de
hechos materiales y administrativos para dar cumplimiento a una resolución
judicial— se pueden ventilar distintas controversias jurídicas autónomas, no
incidentales, cuya configuración dependerá de la litis y las partes en conflicto 91 . El
siguiente esquema ilustra cuándo una de estas controversias o procedimientos se
debe considerar “en trámite” al momento de la entrada en vigor de la reforma al
marco normativo:
Prisión
Cumplimiento de la pena
preventiva
91
En el capítulo V se estudian estos procesos. La LNEP, en su artículo 103 se refiere al
procedimiento ordinario de ejecución; sin embargo, el calificativo de “ordinario” no hace falta puesto
que no hay algún otro tipo de procedimiento.
98
Siguiendo el ejemplo resaltado en el cuadro anterior, la persona que fue
sentenciada antes de la entrada en vigor de la LNEP, al momento en que entró en
vigor se estaba sustanciando su petición de una dieta terapéutica; la aplicación de
la legislación previa no se determinó por el momento en que inició el procedimiento
de ejecución, sino por el inicio de ese “procedimiento” específico “en trámite” mismo
que debió continuar hasta concluirse en la vía administrativa.
92
Cfr. Viridiana Acevedo Ceballos, “Aplicación de la Ley Nacional de Ejecución Penal. Interpretación
de los transitorios”, Órgano de Divulgación del Poder Judicial del Estado de Yucatán, año XI, núm.
49, octubre-diciembre 2016, p. 37.
93
El Consejo de la Judicatura Federal, prevé este caso al regular las funciones de los nuevos jueces
de ejecución penal:
Artículo 8. El Centro contará con una Oficialía de Partes Común, que dará servicio a los juzgadores
que lo integran, de conformidad con las disposiciones aplicables.
I. Los asuntos es que se reciban durante las guardias, cuya atención corresponderá al juez
de Distrito que deba cubrirla; y […]. Acuerdo General 7/2017 del Pleno del Consejo de la Judicatura
Federal, que reforma y adiciona disposiciones de diversos acuerdos generales para establecer la
adscripción de los Jueces de Distrito con competencia en ejecución, en los centros de Justicia
Penal Federal, publicado en el DOF el 20 de julio de 2017.
99
Así, las normas procesales aplicables son las vigentes en el momento en que
se presente la acción o controversia que deba ser conocida y resuelta con motivo
de la ejecución penal (tempus regit actum), respecto de toda controversia sobre
condiciones temporales, espaciales y materiales de la aplicación de sanciones y
medidas penales, con independencia de la fecha del delito imputado a la persona;
de la fecha del inicio de la ejecución de la prisión preventiva, o de la fecha de la
sentencia penal.
94
En este caso, si la norma sustantiva que establece un beneficio costitucional es favorable se
aplica retroactivamente, es decir, desde el momento en que la persona fue internada, por lo que el el
requisito de temporalidad exigido para otorgarle un beneficio constitucional computa a partir de ese
momento inicial. Véase: Capítulo VI.
95
Artículo 76. Los servicios médicos tendrán por objeto la atención médica de las personas privadas
de su libertad, desde su ingreso y durante su permanencia, de acuerdo a los términos establecidos
en las siguientes fracciones:
III. Prescribir las dietas nutricionales en los casos que sea necesario, a fin de que la
alimentación sea variada y equilibrada;
100
5. Tener legitimación procesal97
Artículo 76. Los servicios médicos tendrán por objeto la atención médica de las
personas privadas de su libertad, desde su ingreso y durante su permanencia, de
acuerdo a los términos establecidos en las siguientes fracciones:
[...]
III. Prescribir las dietas nutricionales en los casos que sea necesario, a fin de
que la alimentación sea variada y equilibrada;
[…]
96
Artículo 115. Casos urgentes
Cuando las peticiones recaigan sobre hechos, actos u omisiones respecto de las
condiciones de internamiento que, de no atenderse de inmediato, quedaría sin materia la
petición, constituyendo un caso urgente, la persona legitimada podrá acudir directamente
ante el Juez de Ejecución para plantear su petición.
97
Artículo 108. Legitimación
Se reconoce legitimidad para formular las peticiones ante las direcciones de los Centros a:
I. La persona privada de la libertad, a nombre propio o de manera colectiva […]
101
sentido estricto, como al que de dio lugar en el ejemplo. En el primer caso no existe
una litis o controversia, sino únicamente actos procedimentales, como la apertura
de una carpeta de ejecución, que no condicionan la aplicación de normas
procesales.98
98
Actos administrativos llevados a cabo por la autoridad judicial de ejecución para dar cumplimiento
a la resolución privativa de la libertad ordenada en la instancia de conocimiento.
99
Decreto por el que se reforman y adicionan diversas disposiciones de la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos. Publicado en DOF el 18 de junio de 2008
102
actos procesales posteriores forman parte de un mismo proceso y se seguirán bajo
el primer ordenamiento (siempre y cuando en el iter no haya operado la
prescripción).
Una vez que la ejecución penal ha dejado de ser parte del proceso penal y
que se ha constituido en una rama propia del DP, en la que intervienen nuevos
sujetos procesales, no es relevante el sistema procesal bajo el cual se haya dictado
la prisión preventiva o la sentencia condenatoria en ejecución, ya que las reglas del
sistema de justicia penal y del sistema de justicia de ejecución penal son distintas;
no se aplican por los mismos jueces y obedecen a propósitos igualmente
diferenciados. Así resolvió esta cuestión el Segundo Tribunal Colegiado del Primer
Circuito:
[…] la aplicabilidad de la Ley no está supeditada al sistema bajo el que los sujetos
fueron sentenciados, pues con independencia de la voluntad política y de la
posibilidad material de cada entidad para implementar el nuevo sistema de justicia,
103
la Ley Nacional busca homologar el marco normativo aplicable a las personas
privadas de la libertad y a la ejecución.100
100
México, Suprema Corte de Justicia, Amparo en Revisión 292/2016, 6 enero 2017, p. 11.
101
México, Amparo en Revisión 292/2016, op.cit., p. 12.
104
interpretación conforme a la Constitución de los preceptos que así lo
ordenaren102.
Entre los desafíos para el respeto y garantía de los derechos de las personas
privadas de libertad, se establece como primer lugar la necesidad de reestructurar
y replantear la forma en que el Estado se constituye en garante directo de sus
derechos. La tutela de estos derechos humanos requiere de una ley que integre un
verdadero “parámetro de protección” para las personas que se encuentran
privadas de su libertad en los centros de reclusión.
102
Véase: Principio pro persona en el Capítulo II de este Manual.
103
Dictamen del senado.
104
Véase: Agenda digital de este Manual, en donde se comentan resoluciones de tribunales
federales que han resuelto sobre el tema.
105
Amparo105 que restringe los medios probatorios admisibles, así como a la relatividad
de sus sentencias, de acuerdo con el artículo 107 fracción II de la CPEUM y 73 de la
Ley Reglamentaria en la materia.
105
Véase: México, Ley de Amparo, Diario Oficial de la Federación, 2 de abril de 2013.
106
Dado que el CNPP es supletorio de la LNEP, la exigencia de que los jueces de
ejecución sean especializados en el nsjep conlleva que también lo sean en el
sistema penal acusatorio, puesto, quienes impartan justicia de ejecución penal
necesitan tener las competencias necesarias en el manejo de los principios y reglas
propios del juicio oral regulado en el ordenamiento procesal.
1. Que las PPL “que no fueron juzgadas dentro del nuevo sistema de justicia”, se
vean obligadas a reclamar sus derechos de ejecución —lo que incluye
asuntos urgentes, como serían los de atención médica— ante jueces
dedicados a temas distintos a la ejecucción penal, queines tendrían que
apartarse de sus tareas para atender este tipo de reclamaciones, al tiempo
que los jueces especializados cocerían de cuestiones muy similares pero
106
Acuerdo General 7/2017 del Pleno del Consejo de la Judicatura Federal, que reforma y adiciona
disposiciones de diversos acuerdos generales para establecer la adscripción de los Jueces de Distrito con
competencia en ejecución, en los centros de Justicia Penal Federal, publicado en el DOF el 20 de julio de 2017.
107
solo respecto de quiene fueron juzgados con el nuevo sistema de justicia,
con lo que el infortunado interno peticionario además de no haber sido
juzgado por un sistema más garantista, tampoco tendrá acceso a una justicia
de ejecución penal especializada y, consiguientemente más rápida y eficaz.
2. Que no se le reconozca legitimación procesal a la PPL para acudir ante un
juez de ejecución especializado ni ante algún otro no especializado, con lo
que se le obligará a atender su urgencia médica por la vía del amparo
indirecto, lo que va en demérito del acceso a la justicia, a la progresividad de
los derehos humanos, al derecho a la no discriminación y al derecho
sustantivo a la salud, e incluso a la vida misma del interno, ello sin considerar
el perjuicio que se causa al Poder Judicial Federal en virtud del fenómeno del
sobrecalentamiento de la justicia de amparo al que se refiere el numeral
provio.
108
5.1.10 Caso especial del artículo noveno transitorio
Este precepto transitorio, prevé que las personas puedan ser ubicadas en
espacios especiales de reclusión dentro de los centros de acuerdo con el delito
cometido (delincuencia organizada y secuestro), o por requerir medidas especiales
de seguridad.
Esta norma entrará en vigor a partir del 18 de diciembre de 2016 (180 días
posteriores al día siguiente de publicación de la Ley), cuando se hayan destinado
“espacios especiales de reclusión [,] dentro de los establecimientos penitenciarios”.
Si se relaciona este precepto con los dos últimos párrafos del artículo 18
constitucional que prevén que “se destinarán centros especiales para este
propósito”, se entiende que dicho mandato (característico del derecho penal del
enemigo) se habrá cumplido mediante la creación de semejantes espacios en cada
centro, sin necesidad de contar con centros específicos exclusivos para dicho
propósito. 107
107
Las implicaciones sustantivas de la creación de semejantes espacios, en cuanto las limitaciones
al derecho a estar internado en el lugar más cercano al domicilio, se examinan en el capítulo IX de
este Manual.
109
Capítulo II. Panorama general sobre la evolución del
Derecho de Ejecución Penal mexicano
110
progresivo o evolutivo e individualizado, con lo que se estaría cambiando sin
cambiar.108
108
El cambio de lenguaje es insuficiente, pues con ello, no puede darse otra cosa más que un
pensamiento moral dualista, que se caracteriza por la oposición de dos bandos, los buenos y los
malos, en donde el papel del mal se personifica en la PPL. Cfr. Zamora Grant, J. La víctima en el
proceso penal acusatorio. UNAM-Instituto de Investigaciones Jurídicas, México, 2014. p. 19. En este
texto se describen las doctrinas que suponen una diferencia moral entre los seres humanos, donde
el malo queda reducido al acto que se le imputa; ya no es más una persona con nombre propio, sino
un criminal, un delincuente o un número. Véanse los últimos párrafos del apartado 2 del capítulo III
de este Manual.
109
De acuerdo con la Real Academia de la Lengua Española, el prefijo re en su acepción “2)
movimiento hacia atrás”; y el verbo adaptar en su significado número “4) Dicho de una persona:
acomodarse”. Es decir, avenirse a diversas circunstancias o condiciones lo que, literalmente, no se
distingue del vocablo reinserción.
110
Esta idea se complemeta con la desideologización de la pena, tema que se desarrolla en el
Capítulo III de este Manual.
111
1.1 Primera época, la regeneración moral
“Todo mal tratamiento que en la aprehensión o en las prisiones, toda molestia que
se infiera sin motivo legal; toda gabela o contribución, en las cárceles, son abusos
que serán corregidos por las leyes y reprimidos por las autoridades”.
111 Sergio García Ramírez, Derechos del pueblo mexicano. México a través de sus constituciones,
Cámara de Diputados, México, 2003, p. 735. El autor es Doctor en Derecho, investigador y profesor
universitario; tiene un prolija obra jurídica, incluyendo temas de Derecho Penal, Procesal Penal y
Penitenciario. Ha sido juez y presidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
112
En este punto pueden observarse los prejuicios clasistas de la época -- y que aún prevalecen en
determinados sectores sociales como parte de la opinión popular-- pues de dichas afirmaciones
podría inferirse que sólo los pobres y los carentes de educación sería aquellos capaces de cometer
crímenes.
112
Finalmente, el artículo 22 de nuestra Constitución, que permanece intocado,
establece que:
“Quedan prohibidas las penas de mutilación y de infamia, la marca, los azotes, los
palos, el tormento de cualquiera especie, la multa excesiva, la confiscación de
bienes, y cualesquiera otras penas inusitadas y trascendentales”.
113
México, Código Penal para el Distrito y Territorios Federales en materia del Fuero Común, y para
toda la República en materia de Fuero Federal, Diario Oficial de la Federación,14 de agosto de 1931.
TMX256.532.
114
Ibidem., Artículo 78. TMX256.532
113
Además, estableció un reductivo de la pena de prisión mediante la figura de
la libertad preparatoria y reguló los supuestos para su otorgamiento, entre ellos
“haber observado con regularidad los reglamentos carcelarios […] previos los
informes de los cuerpos consultivos que establece el Código de Procedimientos
Penales.”115
115
Ibidem., Artículo 84. TMX256.532
116
México, Código Federal de Procedimientos Penales, Diario Oficial de la Federación, 5 de marzo
de 2014, artículos 529 y 530.
117
Con la reforma publicada el viernes 8 de diciembre de 1978, este precepto utiliza un lenguaje más
refinado, pero encierra un contenido igualmente inquisitivo:
Artículo 541. Recibida la solicitud, se pedirán informes acerca de los requisitos a que se refieren las
fracciones I y II del artículo 84 del Código Penal, a la autoridad ejecutiva del reclusorio en el que el
sentenciado se encuentre compurgando la condena, la cual deberá acompañar además el dictamen
que en cada caso emita el Consejo Técnico Interdisciplinario.
[…]
En vista de estos informes y datos, se resolverá sobre la procedencia de la libertad solicitada y se
fijarán las condiciones a que su concesión deba sujetarse.
La fracción II del artículo 84 del Código Penal Federal, que continúa formalmente vigente mientras
no entre en vigor la Ley Nacional de Ejecución Penal, establece:
Artículo 84. Se concederá libertad preparatoria al condenado […] II.- Que del examen de su
personalidad se presuma que está socialmente readaptado y en condiciones de no volver a delinquir,
y […].
Esta norma ha sido desaplicada por ejecutoria dictada por el magistrado Nabor González Ruíz.
Primer Tribunal Unitario de Circuito. Centro Auxiliar de la Tercera Región, en expediente auxiliar
114
Es importante señalar que este concepto era acorde con el pensamiento de
la época. Precisamente, en 1934, se aprobaron en la Liga de las Naciones las
primeras Reglas Mínimas para el Tratamiento de Prisioneros. A guisa de ejemplo,
en uno de sus preceptos se establecía:
Practicar todas las diligencias conducentes a fin de que las sentencias sean
estrictamente cumplidas; y lo hará así, ya gestionando cerca de las autoridades
196/2013, al considerar que “sigue acorde con el paradigma del derecho penal de autor y no con el
derecho penal de acto el cual es el que la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
acoge actualmente”. Véase: resolución en http://bit.ly/1TnrY1R
118 Traducción libre. La versión íntegra del documento original puede consultarse en la liga:
http://bit.ly/1GprDp5
119
México, Código Penal Federal, Diario Oficial de la Federación, 23 diciembre 1985, artículo 88 y
89. TMX256.532.
México, Código Federal de Procedimientos Penales, op.cit., Artículos 549 a 552. TMX256.150.
115
administrativas lo que proceda, o ya exigiendo ante los tribunales la represión de
todos los abusos que aquéllas o sus subordinados cometan, cuando se aparten de
lo prevenido en las sentencias, en pro o en contra de los individuos que sean
objeto de ellas. 120
116
Sergio García Ramírez, en su Manual de Prisiones, explicó el cambio del
paradigma de la regeneración por el de la readaptación social en un apartado al
que intituló “La génesis del crimen”:121
En una prisión italiana, Cesar Lombroso —no abogado, sino médico, como
tampoco fueron juristas otros renovadores eminentes: Beccaria y Howard —
exploraba la génesis del crimen y culminaba en planteamientos que pondrían en
entredicho, de nueva cuenta, toda la teoría ética, la versión puramente moral,
sobre la delincuencia.
121
Sergio García Ramírez, Manual de prisiones, Porrúa, México, 1970, p. 249.
122 Angélica Cuéllar Vázquez, et. al., “Derechos humanos y ejecución penal en el nuevo sistema de
justicia de México” en Revista Acta Sociológica, núm. 72, enero-abril 2017, p. 220.
117
Así, en línea con dicha reforma constitucional y con la corriente positivista
apuntada se hicieron adecuaciones a los ordenamientos penales tanto sustantivos
como adjetivos y, en 1971, se reformó el CPF para establecer:
118
En la misma Ley, vigente hasta 2016, a los estudios de personalidad,
referidos como “otros datos”, se les dieron efectos jurídico-penales, como se
observa a continuación:
Artículo 16: Por cada dos días de trabajo se hará remisión de uno de prisión,
siempre que el recluso observe buena conducta, participe regularmente en las
actividades educativas que se organicen en el establecimiento y revele por otros
datos efectiva readaptación social. Esta última será, en todo caso, el factor
determinante para la concesión o negativa de la remisión parcial de la pena, que
no podrá fundarse exclusivamente en los días de trabajo, en la participación en
actividades educativas y en el buen comportamiento del sentenciado.
1) Libertad Preparatoria
125Sergio García Ramírez, Derecho penal, Universidad Nacional Autónoma de México, México,
1990, pp. 94-96 y 404-406. TMX905.825.
119
los responsables de delitos contra la salud previstos en el art. 197 del Código
Penal (Federal), a los delincuentes habituales y a quienes hubiesen incurrido en
segunda reincidencia. [...] (artículo 85).
3) Preliberación
120
especiales, métodos colectivos, concesión de mayor libertad dentro del
establecimiento, traslado a una institución abierta y permisos de salida (artículo 8).
[…] a ser recibidos en audiencia por los funcionarios del reclusorio, a transmitir
quejas y peticiones, pacíficas y respetuosas, a autoridades del exterior, y a
exponerlas personalmente a los funcionarios que lleven a cabo, en comisión
oficial, la visita de cárceles. 129
126 A más de cuatro décadas de la entrada en vigor de la Ley de Normas Mínimas, a punto de ser
abrogada, continuaban las diferencias de criterios sobre esta norma y las leyes que siguieron su
modelo, como lo fue la Ley de Ejecución Penal para el Distrito Federal. Véase: México,
Jurisprudencia de Pleno de la SCJN 1a./J. 66/2016, publicada en el Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta de 14 de agosto de 2015, bajo el rubro, “Libertad preparatoria y remisión
parcial de la pena. Aun cuando es factible analizar simultáneamente estos beneficios, con base en el
principio de independencia que los rige, no deben otorgarse de manera complementaria”.
TMX1.005.239.
127
México, Ley de Normas Mínimas, op.cit., artículo 10. TMX278.764.
128 México, Ley de Normas Mínimas, op.cit., artículo 19. TMX278.764.
129 Ibidem., párrafo tercero del Artículo 14. TMX278.764.
121
En efecto, en ninguno de los 18 artículos de esta Ley se hace referencia a
órganos o procedimientos para hacer valer los derechos de las PPL frente a la
Administración. Ellas seguían siendo consideradas objetos de tratamiento y no
sujetos de derechos y obligaciones dotados de recursos legales efectivos para
garantizar los primeros. El Poder Judicial las ponía a disposición de las autoridades
administrativas, por consiguiente, las relaciones PPL-autoridad se regían por el
Derecho Administrativo y no por el Derecho Penal. La clasificación criminológica
fincada en el estudio de personalidad y el tratamiento técnico, progresivo e
individualizado que recibían las PPL, las asemejaba a pacientes hospitalizados. En
este punto, es importante señalar que existen personas que enfrentan una
responsabilidad penal al mismo tiempo que son pacientes médicos y en este único
caso es en el cual se les puede tratar como enfermos.130
Se sobresee [la acción de inconstitucionalidad] respecto del artículo 82, fracción II,
de la Ley relativa del Distrito Federal, el cual señala los indicadores que tendrá el
progreso del tratamiento, al existir un empate a cinco votos.
130A diferencia del Centro Federal de Readaptación Psicosocial, ubicado en el Municipio de Ayala,
en el Estado de Morelos, en las diversas entidades federativas suele internarse a las personas
adultas consideradas como inimputables en los mismos centros penitenciarios que el resto de la
población.
122
Se reconoce la validez del artículo 85 de la Ley relativa del Distrito Federal, el cual
define las características del sistema de reinserción social. 131
I. Estudio y diagnóstico;
II. Ubicación;
III. Tratamiento, y
IV. Reincorporación Social.
123
En consecuencia, en esta segunda época tampoco se reconoció la existencia
de un DEP en el marco de un debido proceso: las autoridades administrativas
tomaban decisiones que modificaban sustancialmente la naturaleza y duración de la
pena sin un control judicial ordinario que garantizara un debido proceso, ni existían
procedimientos administrativos y judiciales ordinarios regulados para hacer valer los
derechos de las PPL en cuestiones relacionadas con las condiciones de vida digna y
segura en reclusión.
En el 2008 tuvo lugar una reforma constitucional que, sin duda, constituye el cambio
más profundo que haya registrado nuestro sistema de justicia en el siglo posterior a
la promulgación de la Carta original. Este cambio comprendió adiciones a los
artículos 18 y 21 constitucionales:
a) Artículo 18
133
México, CPEUM, op.cit., artículo 18.
124
afirmación que indebidamente sugiere que la persona sentenciada por un delito
abriga una tendencia a cometer nuevos delitos, con lo que se contradice, además,
el artículo constitucional referente a la no discriminación; el principio non bis in idem
y la prohibición de las marcas.134
El texto vigente desde 1917 establecía: “La imposición de las penas es propia y
exclusiva de la autoridad judicial”. Tras la reforma de 2008 se establece: “La
imposición de las penas, su modificación y duración son propias y exclusivas de la
autoridad judicial”.
134 Véase: iniciativa de Decreto por el que se reforman los artículos 18, 19 y 21 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, presentada por la senadora Angélica de la Peña para
modificar el artículo 18 constitucional, por la que se suprime la expresión “que no vuelva a delinquir”
para armonizar el texto constitucional en el sentido apuntado. Disponible en
http://www.senado.gob.mx/sgsp/gaceta/63/1/2015-10-27-
1/assets/documentos/Ini_PRD_arts_18_19_y_21_Const.pdf
125
deporte como medios para lograr la reinserción del sentenciado a la sociedad y
procurar que no vuelva a delinquir, observando los beneficios que para él prevé la
ley. (Énfasis añadido).
135 El principio de progresividad en materia de derechos humanos, de acuerdo con Luis Daniel
Vázquez y Sandra Serrano abarca dos esferas, la gradualidad y el progreso, esto es, que la
efectividad de los derechos humanos se logra mediante un proceso, así como que su disfrute debe
mejorar con el tiempo, respectivamente. Lo anterior no tiene relación con el régimen progresivo
propio de la readaptación social, en el que con el término progresividad se hacía alusión a una
mejora en el comportamiento de las personas privadas de la libertad. De esta forma, la progresividad
de los derechos humanos está enfocada en la efectividad y disfrute de los derechos, mientras que la
progresividad en el marco de la readaptación social busca intervenir en el comportamiento de las
personas.
126
que pudieron haber cometido un acto detestable, pero no como personas
detestables 136:
Derecho penal de acto. Razones por las cuales la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos se decanta por dicho paradigma (interpretación
sistemática de los artículos 1o., 14, tercer párrafo, 18, segundo párrafo, y 22,
primer párrafo)
A fin de determinar por qué el paradigma del derecho penal del acto encuentra
protección en nuestro orden jurídico, es necesario ubicar aquellos preceptos
constitucionales que protegen los valores de los que tal modelo se nutre. Para ello,
en primer lugar, es imprescindible referir al artículo 1o. constitucional, pues como ha
sostenido esta Suprema Corte de Justicia de la Nación, la dignidad humana por él
protegida es la condición y base de todos los derechos humanos. Además, al
proteger la autonomía de la persona, rechaza cualquier modelo de Estado
autoritario que permita proscribir ideologías o forzar modelos de excelencia humana
a través del uso del poder punitivo. Por ende, el derecho penal no puede sancionar
la ausencia de determinadas cualidades o la personalidad, porque está limitado a
juzgar actos. Afirmación que necesariamente debe ser enlazada con el principio de
legalidad, protegido por el artículo 14, tercer párrafo, de la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos, al establecer que en los juicios del orden criminal
queda prohibido imponer, por simple analogía, y aun por mayoría de razón, pena
alguna que no esté decretada por una ley exactamente aplicable al delito de que se
trata. Esta disposición es la que revela, del modo más claro y literal posible, que el
derecho penal únicamente puede prohibir la comisión de conductas específicas (no
la personalidad); es decir, sólo aquel acto prohibido por una norma penal, clara y
explícita, puede dar lugar a una sanción. Por otro lado, también debe considerarse
el actual contenido del segundo párrafo del artículo 18 constitucional. El abandono
del término "readaptación" y su sustitución por el de "reinserción", a partir de la
reforma constitucional de junio de 2008, prueba que la pena adquiere nuevas
connotaciones. El hecho de que la Constitución haya eliminado la posibilidad de que
el sistema penal opere bajo la premisa de que alguien es desadaptado, fundamenta
la convicción de que nuestro sistema se decanta por un derecho penal sancionador
de delitos, no de personalidades. Así, el abandono del término "delincuente"
también exhibe la intención del constituyente permanente de eliminar cualquier
vestigio de un "derecho penal de autor", permisivo de la estigmatización de quien ha
cometido un delito. Esta conclusión se enlaza con la prohibición de penas inusitadas
contenida en el primer párrafo del artículo 22 constitucional, la cual reafirma la
127
prohibición de que cualquier consideración vinculada con etiquetas a la
personalidad tenga incidencia en la punición.
137 México, Jurisprudencia de la Primera Sala bajo el rubro, “Derecho penal del autor y derecho
penal del acto. Rasgos caracterizadores y diferencias”, op.cit.
138 Una de las últimas expresiones del Derecho Penal de autor en la legislación sustantiva de la
128
E. Interpretación constitucional sobre la naturaleza jurídica de las controversias en
materia de ejecución penal
139 México, Tesis aislada de la Primera Sala de la SCJN 151/2011, publicada en el Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta de 12 de enero de 2012, bajo el rubro, “Modificación de las
penas. La determinación relativa al traslado de sentenciados de un centro penitenciario a otro está
reservada al poder judicial, conforme al artículo 21, párrafo tercero, de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos”.
129
1.4 Síntesis de la evolución de la ejecución penal en México: de la
regeneración a la reinserción social (1917-2016)
130
1.Evolución de la ejecución penal en México. Cuadro elaborado por los autores
131
A fines del siglo pasado, en otros países de la región, como se aprecia en la
siguiente crítica que hace Bovino a la definición de resocialización de Zambrano
Pasquel, el concepto ya había entrado en crisis; sin embargo, seguía
sosteniéndose140:
140
Alberto Bovino, op.cit., pp. 13-14.
132
Ante la disímbola incorporación de los derechos humanos en los sistemas
normativos de fuente interna e internacional, cobra especial relevancia la
identificación y selección de la norma más protectora a partir del principio pro
persona, o de mayor protección a los derechos humanos141. La SCJN ha interpretado
este principio en la siguiente jurisprudencia:
De conformidad con el texto vigente del artículo 1o. constitucional, modificado por el
decreto de reforma constitucional publicado en el Diario Oficial de la Federación el
10 de junio de 2011, en materia de derechos fundamentales, el ordenamiento
jurídico mexicano tiene dos fuentes primigenias: a) los derechos fundamentales
reconocidos en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; y, b)
todos aquellos derechos humanos establecidos en tratados internacionales de los
que el Estado mexicano sea parte. Consecuentemente, las normas provenientes de
ambas fuentes, son normas supremas del ordenamiento jurídico mexicano. Esto
implica que los valores, principios y derechos que ellas materializan deben permear
en todo el orden jurídico, obligando a todas las autoridades a su aplicación y, en
aquellos casos en que sea procedente, a su interpretación. Ahora bien, en el
supuesto de que un mismo derecho fundamental esté reconocido en las dos fuentes
supremas del ordenamiento jurídico, a saber, la Constitución y los tratados
internacionales, la elección de la norma que será aplicable -en materia de derechos
humanos-, atenderá a criterios que favorezcan al individuo o lo que se ha
denominado principio pro persona, de conformidad con lo dispuesto en el segundo
párrafo del artículo 1o. constitucional. Según dicho criterio interpretativo, en caso de
que exista una diferencia entre el alcance o la protección reconocida en las normas
de estas distintas fuentes, deberá prevalecer aquella que represente una mayor
protección para la persona o que implique una menor restricción. En esta lógica, el
catálogo de derechos fundamentales no se encuentra limitado a lo prescrito en el
texto constitucional, sino que también incluye a todos aquellos derechos que figuran
en los tratados internacionales ratificados por el Estado mexicano. 142
141 Véase: Alma Rosa Bahena Villalobos, “El principio pro persona en el estado constitucional y
democrático de derecho”, Ciencia Jurídica Universidad de Guanajuato División de Derecho, Política
y Gobierno Departamento de Derecho, México, núm. 7, p. 7.
142
México, Primera Sala de la SCJN 1a./J, 107/2012, publicada en el Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta en octubre de 2012, bajo el rubro “Principio pro persona. Criterio de
selección de la norma de derecho fundamental aplicable”.
133
evolución del derecho de ejecución interno no solo a la luz de las disposiciones
directamente dirigidas a regularlo, sino también respecto de la forma en que éste es
influenciado por las disposiciones generales relativas a los derechos
fundamentales. Por lo anterior, resulta indispensable recurrir al aparato
interpretativo desarrollado por la SCJN y los tribunales de amparo para alcanzar el
punto máximo de dicho desarrollo que conceda a la persona la protección más
amplia143.
143
Veáse: Alberto Bovino, op.cit., p.4. Respecto al principio pro homine:
En el caso específico de los derechos de las personas privadas de su libertad, el principio pro homine,
obliga a que, por ejemplo, una norma que enuncia estos derechos detalladamente, prevalezca sobre
una norma con disposiciones genéricas; que las normas consuetudinarias desarrolladas en
instrumentos no convencionales, en la medida en que su contenido enriquezca las disposiciones de un
tratado, deben tener cabida en el orden jurídico interno; en el mismo sentido, nada obsta a que si en el
ámbito interno determinado derecho está consagrado con un alcance mayor que el establecido por las
normas internacionales, también prevalezca.
134
individuo], sin que estén facultadas para declarar la invalidez de las normas o
para desaplicarlas en los casos concretos. 144
El siguiente esquema, que reproduce una parte del cuadro incluido en la propia
resolución de la SCJN, permite comprender la función de quienes imparten justicia
de ejecución penal para desaplicar las normas —cuando su interpretación sea
insuficiente— y crear normas individualizadas constitucionalmente armónicas.145
Tipo de
Órgano Fundamento judicial Posible resultado Forma
control
144 México, Sentencia Ejecutoria varios 912/2010 del Pleno de la SCJN, publicada en Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta de 4 de octubre de 2011, bajo el nombre “Caso Rosendo
Radilla Pacheco”.
145
Gabriela Rodríguez Huerta, et al., Interpretación conforme; metodología para la enseñanza de la
reforma constitucional en materia de derechos humanos, Coedición de la Suprema Corte de Justicia
de la Nación et. al., México, 2013, pp. 30-33.
135
Hoy día, de acuerdo con los parámetros de interpretación constitucional
recogidos en el esquema reproducido, todas las autoridades judiciales ordinarias de
la República pueden y deben ejercer el control difuso de la constitucionalidad
mediante la desaplicación para mantener la conformidad con la Constitución, sin
perjuicio de que los órganos competentes realicen la respectiva declaración de
inconstitucionalidad mediante el control concentrado en materia de amparo, así
como en las controversias y acciones de inconstitucionalidad.
146 México, Jurisprudencia del Pleno de la SCJN 20/2014, publicada en el Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta de 5 de abril de 2014, bajo el rubro, “Derechos Humanos contenidos en la
Constitución y en los tratados internacionales. Constituyen el parámetro de control de regularidad
constitucional, pero cuando en la constitución haya una restricción expresa al ejercicio de aquéllos,
se debe estar a lo que establece el texto constitucional”.
136
55. En el caso concreto de las prisiones, existen diversos factores culturales, como
la idea de que los presos están ‘fuera de la sociedad’ o de que son personas
‘peligrosas’, así como las reacciones de los medios de información ante la
inseguridad pública, que favorecen el abandono y la vulnerabilidad de las personas
condenadas o en prisión preventiva.
56. Desde una perspectiva jurídica, la insuficiencia de la protección que se da a los
reclusos queda reflejada en el hecho de que no estén claramente establecidos los
derechos sustantivos que, como norma general, los reclusos conservan incluso
mientras permanecen en prisión. Desde que se inicia la privación de libertad, debe
quedar claro que solo se suspenden o se restringen algunos de los derechos de
los reclusos. Además, es preciso definir y garantizar los derechos que las
autoridades penitenciarias deben respetar.
147
Organización de Naciones Unidas, Quinto Informe Anual del Subcomité para la Prevención de la
Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, Ginebra, 19 de marzo de 2012.
148 Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Principios y Buenas Prácticas sobre la
Protección de las Personas Privadas de Libertad en las Américas, Costa Rica, marzo 2008.
137
la Convención respecto del proceso penal, tales como el derecho a un defensor y a
los medios adecuados para la preparación de su defensa y a un traductor, entre
otros. En el principio VI del mismo documento, se aprecia otra confusión al prever la
intervención judicial a la manera de un mero “control periódico”. Esto ocasiona que
se diluya la función judicial, imitándola a un medio de inspección que es propio del
ombudsman, del Ministerio Público o de los jueces de vigilancia penitenciaria.
De acuerdo con el citado Principio VI, los jueces pueden intervenir motu
proprio para identificar problemas y dar solución a controversias entre las PPL u
otros actores procesales, por un lado, y las autoridades penitenciarias, por el otro.
Ello es contrario a la división de poderes en menoscabo de la independencia e
imparcialidad de los tribunales de ejecución.
149
Cfr. Elizabeth, Salmón y Cristina Blanco, El derecho al debido proceso en la jurisprudencia de la
Corte Interamericana de Derechos Humanos, Pontificia Universidad Católica del Perú, Perú, 2012, p.
99.
150 Idem.
138
La enorme disparidad entre el poder de la administración y el de las PPL, no
se elimina desnaturalizando la función del juez, sino favoreciendo la igualdad
procesal entre las partes, propia de un sistema adversarial, del que no debe
sustraerse a la justicia penitenciaria. En la medida en que el modelo acerque al juez
a una de las partes –así sea la débil– se distorsiona el triángulo procesal equilátero.
151CIDH, Informe sobre los Derechos Humanos de las Personas Privadas de la Libertad en las
Américas, op.cit., pp. 123-130.
139
espiritual y social y las basadas en la salud y el deporte. Todos esos programas,
actividades y servicios se ofrecerán en atención a las necesidades de tratamiento
individuales de los reclusos. 152 (Énfasis añadido).
[La convergencia de] las tres corrientes políticas y culturales que han contribuido a
la formación del texto constitucional [italiano] y a la subsiguiente reforma
penitenciaria: la católica, portadora de la concepción de la pena como enmienda
del reo; la liberal-conservadora, autora de la función terapéutica e integracionista
de la pena; la comunista, en sus vertientes leninistas y gramscianas, inspirada en
proyectos penales de tipo pedagógico y resocializante. 156
152 Regla 4.2. Obsérvese que si bien en la primera parte de esta sub regla el verbo ofrecer denota
que los servicios respectivos serían voluntarios, en la parte final se vinculan estos servicios con las
necesidades de tratamiento individual, lo que le menoscaba su carácter voluntario dado que la
autoridad se considera no solo legitimada, sino obligada a dar un tratamiento a las personas
privadas de la libertad sentenciadas.
153 Adoptada en 1969 y en vigor desde 1978.
154
Adoptado en 1966 y en vigor desde 1976.
155 CIDH, Informe sobre la situación de derechos humanos en México, op.cit., pp. 50-71.
156 Luigi Ferrajoli, Derecho y razón, op. cit., p. 720.
140
David Garland, por su parte, ofrece elementos para identificar algunas de las
causas que sostienen la permanencia de las posturas correccionalistas:
157 David Garland, Castigo y sociedad moderna. Un estudio de la teoría social, Siglo XXI Editores,
México, 2006.
158
Artículo 30: Nada en esta Declaración podrá interpretarse en el sentido de que confiere derecho
alguno al Estado, a un grupo o a una persona, para emprender y desarrollar actividades o realizar
141
progresividad inherente a los derechos humanos. En el siguiente ejemplo se
conjuga la aplicación de ambos principios:
142
Mandela reivindicó el valor de la autodeterminación de las personas presas, cuyo
despojo se acepta sin reservas en el mismo instrumento que utiliza su nombre.
159CIDH, Informe sobre la situación de los Derechos Humanos, op. cit., nota 6, párr. 608, página
229.
160 La idea de dotar de competencia a los jueces de ejecución a partir de la sentencia y no desde el
143
readaptación en sistemas penitenciarios” es imposible sin condiciones de vida digna
y gobernabilidad en los mismos. 162 Como se observa, en este punto, la CIDH no
representa el estándar más alto en tanto que no ha secularizado plenamente su
concepción del DEP, puesto que asume que con condiciones de vida digna y
gobernabilidad, sería legítimo rehabilitar o readaptar en vez de reinsertar en el
sentido meramente jurídico del concepto, es decir, restablecer plenamente al
individuo en el goce de sus derechos y libertades.
144
verse modificado en razón de la existencia en el almacén general, no puede
considerarse como un derecho adquirido […] 164
164
Juez Quinto de Distrito de Jalisco, Juicio de amparo indirecto 139/2017, Jalisco, 7 de marzo de
2017.
145
también están obligadas a instrumentar simultáneamente, para ese fin,
mecanismos de transferencias y adecuaciones de las partidas que lo integran. 165
B. Ámbito convencional
165
México, Jurisprudencia del Pleno de la SCJN 542/2008, 599/2009, 623/2009, 624/2009,
656/2009, publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta de 14 de marzo de
2011, bajo el rubro, “Sentencias de amparo cuyo cumplimiento implica un pago. Aun cuando las
autoridades puedan solicitar una ampliación del presupuesto para acatarlas también están obligadas
a instrumentar simultáneamente, para ese fin, mecanismos de transferencias y adecuaciones de las
partidas que lo integran”.
166 CorIDH, Vélez Loor vs. Panamá Sentencia de Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y
146
humano”169, lo que no puede justificarse por la escasez de recursos.
C. Derecho comparado
169 CorIDH, Raxcacó Reyes vs. Guatemala, San José de Costa Rica, 15 de septiembre de 2005,
párr. 96.
170 A partir de la aprobación del Código Procesal Penal de Chile en el 2000, se adoptó el sistema
147
determinado que, por tanto, pueda dar lugar a la adopción de medidas judiciales
concretas tendientes a superarlas.171 [así]
148
Capítulo III. Subordinación de la ejecución penal a los
fines del Derecho penal
Imprisonment is punishment
and is not for punishment.
Michael Reilly,
juez irlandés
Como se señala en el capítulo I, los fines del proceso penal y los de la ejecución
penal están ligados con los del DP. Este establece los alcances que tiene cada uno
de ellos, por lo que, así como el Derecho procesal no puede ir más allá de la
comprobación del delito, el DEP no puede asumir fines más allá del cumplimiento de
la sanción o medida impuesta; menos aún si éstos no son congruentes con los
principios del DP al que sirve.
El DEP tiene entonces como único fin cumplir plenamente con las
resoluciones emitidas por las autoridades judiciales en materia penal, por lo que se
ocupa de la regulación procesal y procedimental referida a las penas impuestas,
principalmente la prisión preventiva y la señalada en la sentencia, así como a las
controversias suscitadas con motivo de las condiciones de vida en internamiento.
149
para el efecto señala el DP. Por lo tanto, este capítulo tiene como objetivo identificar
los límites del DEP en función del DP.
150
legislativo y del poder judicial, para llevar a cabo sus atribuciones no le interesa el
tipo de delito ni el grado de responsabilidad de las PPL, debido a que su actividad
está ceñida a hacer cumplir plenamente la medida cautelar de prisión preventiva o
la sentencia emitida por la autoridad judicial, es decir, verificar que ambas se
cumplan sin excesos ni defectos.
¿Con qué penalidades ¿Qué elementos hay para ¿En qué medida es
conminar a la individualizar la pena? legítimo reducir la
población para que no pena?
Interrogantes incurra en ellas? ¿En qué medida se
conservan los derechos
de las PPL? ¿En qué
medida se pueden
restringir los derechos
de las PPL?
▪ Definición de los ▪ Determinar la ▪ Darle ▪ Auxiliar a la
tipos penales. responsabilidad penal cumplimiento a las autoridad judicial en
▪ Definición de las de una persona. resoluciones de la el cumplimiento de
penalidades ▪ Individualización de la autoridad judicial sus resoluciones
Facultades pena de proceso y de la
autoridad judicial
de control
Mira hacia el futuro. Mira hacia el pasado. Mira el presente. Retro Mira el presente. Control
Temporalidad de la
Irretroactividad de la Retroactividad de la ley en actividad o ultra judicial por ser auxiliar
actuación ley en perjuicio beneficio actividad en beneficio
Código Penal Federal, Determina la absolución o La Ley Nacional de La Ley Nacional de
Códigos Penales responsabilidad y, en su Ejecución Penal y Ejecución Penal y
Normatividad locales y demás caso, la pena a partir de la supletoriamente el supletoriamente el
aplicable normatividad legislación aplicable en Código Nacional de Código Nacional de
sustantiva y adjetiva en materia penal Procedimientos Penales Procedimientos Penales.
materia penal Reglamentos y protocolos
151
Felipe Villavicencio172 refiere que: “Cualquier rol que señale el Estado para
la pena, lo señala también para el Derecho penal”173, su aserción puede leerse
también de la siguiente manera: “Cualquier rol que el Estado determine para el
Derecho penal, lo señala también para la pena”, ya que la teoría de la pena
pertenece al ámbito del Derecho penal.
172
Felipe Villavicencio es Abogado por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y Doctor por la
Universidad de Buenos Aires (UBA).
173 Felipe Villavicencio, Derecho Penal. Parte General, Editorial Jurídica Grijley, Lima, 2009, p. 45.
TMX906.799.
174 Este postulado se desprende de lo establecido por el artículo 23 de la CPEUM:
Ningún juicio criminal deberá tener más de tres instancias. Nadie puede ser juzgado dos veces por el
mismo delito, ya sea que en el juicio se le absuelva o se le condene. Queda prohibida la práctica de
absolver de la instancia.
152
intervención de los operadores. La regla común es que en cada esclusa solo se
atiende a las condiciones que exige el barco en ese momento; no antes ni después.
En este sentido cobra relevancia lo antes apuntado: cada autoridad asume y agota
su ámbito de competencia en su tramo.
153
Determina la responsabilidad
de las personas.
Decreta la legislación Decide acerca de las
sustantiva, procesal y de medidas cautelares
ejecución.
1. Funciones de las autoridades en la ejecución penal. Cuadro elaborado por los autores.
175
Por ello es necesario excluir los test psicológicos y otras pruebas criminológicas (véase p. 149 de
este Manual) que incidan el proceso y la ejecución penal. En este sentido las observaciones de
Bovino, especialista en el tema, respecto a la humanización de la pena, son limitadas, pues todavía
se acepta su realización, como se expresa en los siguientes párrafos:
Esta nueva tendencia hacia la humanización de la pena privativa de libertad a través de su
indeterminación, sin embargo, presenta graves problemas. (…)
El problema principal, en este aspecto, que bien podría ser superado por vía jurisprudencial, es el de
desvincular el avance en el régimen progresivo de los informes técnicos de la administración
penitenciaria. Ello no significa que el juez no deba analizar el contenido de estos informes. Lo
que significa es que, en principio, tales informes no pueden vincular al juez. Ello pues los informes
154
• En los delitos culposos, especialmente los cometidos con motivo del
tránsito de vehículos: ¿cuál era el tratamiento para el chofer de autobús que
excedió su velocidad y causó alguna muerte?
• Durante la prisión cautelar, el tratamiento no podía iniciarse si la persona
no era jurídicamente responsable del delito, pues se consideraba que se
incurriría en una contradicción similar a la del paciente que recibe un
medicamento sin haberse confirmado el diagnóstico de la enfermedad que
aparentemente padece. Por esta razón, frecuentemente se negaba el acceso
a los servicios a las personas en prisión preventiva176.
• Cuando se concedía el amparo en contra de una sentencia parcialmente
cumplida, y ya se había iniciado un tratamiento individualizado ¿habría que
revertir el mismo?
• Tratándose de la aplicación de penas no privativas de la libertad, tales
técnicos sobre la conducta pasada y, mucho más, los pronósticos del comportamiento futuro de la
persona encarcelada presentan, en sí mismos, varios aspectos más que problemáticos. (Énfasis
Agregado)
En primer lugar, un sistema de penas tan indeterminado, en nuestro medio jurídico,
difícilmente pueda ser considerado compatible con el principio de legalidad. En segundo lugar, las
carencias en recursos materiales y humanos de las prisiones, aun con la mejor buena voluntad, no
permiten otorgar credibilidad alguna a tales informes, en general basados en aspectos de la
personalidad del detenido y no en hechos objetivos controlables judicialmente. Por otra parte, alterar el
contenido de la pena por hechos posteriores a la comisión del delito tampoco resulta compatible con el
principio de legalidad sustantivo.
Ahora bien, aun cuando tales pronósticos técnicos sobre la personalidad o el comportamiento
del penado se realizarán con todos los medios necesarios, tampoco podrían ser considerados
confiables. En primer lugar, pues tales evaluaciones no tienden a evaluar las posibilidades de
reinserción social sino, en la práctica, la adaptación del recluso al medio carcelario. El “buen preso” es
el preso sumiso, no así, por ejemplo, el que reclama permanentemente por sus derechos circunstancia
que, en todo caso, debería ser considerada mucho más como un indicador de reinserción social que la
mera sumisión a la disciplina carcelaria. En el medio libre, jamás se nos ocurriría considerar
inadaptado a quien legítimamente reclama por sus derechos fundamentales.
Por otra parte, desde las mismas disciplinas del comportamiento se cuestiona hoy la supuesta
fiabilidad de tales evaluaciones. En este sentido, es interesante señalar que se sostiene que los
parámetros de conducta observable que estas evaluaciones consideran son absurdos, no sólo pues no
tienen en cuenta que el interno tiende a simular comportamientos que se suponen adecuados para el
observador sino, además, porque en muchas ocasiones se toman en consideración parámetros
arbitrarios, que no existen como exigencias para el hombre libre v. gr., hacerse la cama, ir bien vestido,
lavarse los dientes.
Bovino, A. Op. cit. pp. 14-15
Aunque este análisis desestima la validez de las evaluaciones, no las considera un elemento
negativo. El nuevo marco constitucional al apartarse de la concepción moral y conductista, pasa del
nivel “no deben tomarse en cuenta” a “no deben realizarse”.
176
Es significativo el artículo 152 de la Ley 473 del Régimen Penitenciario y de Ejecución de la Pena
de Nicaragua, promulgada el 21 de noviembre de 2003: “Los internos en prisión preventiva gozarán
de todos los derechos establecidos en la Ley […] excepto los derivados de la aplicación del
tratamiento penitenciario en el sistema progresivo”. Véase en:
http://www.poderjudicial.gob.ni/pjupload/spenal/pdf/2003_ley01.pdf
155
como la multa o el trabajo a favor de la comunidad, la misma se podría
extinguir sin haber recibido tratamiento alguno, lo que dejaba sin respuesta a
la supuesta razón correctiva de la pena.
• En los casos en donde el tratamiento colisionaba con el derecho de la PPL a
guardar silencio (nemo tenetur se ipsum accusare)177, así como al derecho
del paciente al consentimiento informado y al interés superior del paciente.
Quien ejercía estos derechos era considerado “reacio al tratamiento”; con ello
se le descalificaba para la obtención de un beneficio de ley. Todavía hay
autoridades administrativas que consideran el ejercicio de derechos
constitucionales como un desafío de manera similar en que hace tiempo
algunos jueces lo percibían cuando la persona imputada se negaba a
declarar.
156
implican la desaparición del Estado; por otro lado, Estados omnipresentes en donde
el control social cotidiano es tan severo que ya no haría falta recurrir al Derecho
penal. Estas teorías, a pesar de que son impracticables, tienen el mérito de haber
trasladado la carga de la justificación de la pena a quienes la imponen, con lo cual
contribuyen al desarrollo de las ideas y de las instituciones penales.
178 Iñaki Rivera Beiras, Política criminal y Sistema Penal, Anthropos Editorial, Barcelona, 2011,
pp.51-52. “Sobre las teorías retribucionistas de Kant y Hegel se realiza la siguiente observación: […]
Ferrajoli, a propósito de analizar los trabajos de Kant y Hegel, indica que, pese a su autoridad,
ambas concepciones son insostenibles pues parten de la errónea creencia de la existencia de un
nexo necesario entre culpa y punición”.
179 Luigi Ferrajoli, Derecho y razón, op.cit., p.342. TMX535.219.
157
El Derecho Penal mínimo surge a partir de las diversas escuelas de
pensamiento de corte liberal democrático y se identifica con la clásica obra de
César Beccaría “De los delitos y de las penas” de la segunda mitad del siglo XVIII.
Este asume la existencia y legitimación del DP, al mismo tiempo que incluye la
prisión como su pena paradigmática, pero solo como la última ratio del Estado para
disminuir la violencia. Así, según el propio Ferrajoli, la pena minimiza la reacción
violenta frente al delito con garantías para el inculpado “frente a las arbitrariedades,
los excesos y los errores ligados a sistemas a-jurídicos de control social” 180. Esta
minimización excluye la pena capital. Sin embargo, el Derecho Penal mínimo no
tiene aceptación universal ni ha permeado en numerosos países con perfiles
democráticos, como Estados Unidos de América. Además, existen corrientes de
pensamiento contemporáneo detractoras de esta visión minimalista como: la
doctrina del derecho penal del enemigo. Ésta es descrita por Günter Jakobs, según
la cual el estatus de persona se puede perder al violar el contrato social y colocarse
como enemigo del sistema.181
180
Ibidem., p. 249. TMX535.219.
181 Günter Jakobs y Manuel Cansio Mélia, El derecho penal del enemigo, Editorial Hammurabi,
Buenos Aires, 2016.
158
fines del DP (y de la pena) suelen agruparse tradicionalmente bajo cuatro enfoques
preventivos que se ilustran en el cuadro siguiente y se describen con
posterioridad.182
Adhesión/Confianza en
Positiva Corrección
ordenamiento jurídico
Bajo este aspecto se considera los mensajes que el Derecho Penal dirige a la
sociedad en su conjunto.
[...] atribuyen a las penas funciones de integración social a través del general
reforzamiento de la fidelidad al Estado así como de la promoción del conformismo de
las conductas: desde las doctrinas que conciben genéricamente el derecho penal
como un instrumento insustituible de “orientación moral” y de “educación colectiva”,
hasta la reciente doctrina de Günter Jakobs que, inspirados en las ideas sistémicas
182
Véase: Luigi Ferrajoli, Derecho y Razón, op. cit., Capítulo 5.
159
de Niklas Luhmann, justifica la pena como factor de cohesión del sistema político-
social merced a su capacidad de restaurar la confianza colectiva [...] 183
183
Ibidem., p. 275.
184
Véase: Francisco Muñoz Conde y Mercedes García Arán, Derecho penal parte general, Tirant lo
Blanch, Valencia, 2010, pp. 49-51
160
En cualquiera de las dos vertientes apuntadas, las finalidades de prevención
general positiva perseguidas se definen y agotan en la promulgación de la norma
penal sustantiva. En efecto, si bien el legislador es libre de albergar este propósito
preventivo, mientras no vulnere los principios constitucionales que limitan su
actuación, los tribunales de procesos penales no pueden motivar la determinación
de la responsabilidad penal ni la individualización de la pena en consideraciones de
prevención general positiva, pues estarían violando los principios de legalidad y
proporcionalidad, establecidos respectivamente en los artículos 14, párrafo tercero,
y 22, párrafo primero, de nuestra Constitución.
También puede recurrirse a otros ámbitos del Derecho para ejemplificar que
las sanciones jurídicas, en tanto amenazas ante el incumplimiento de la norma, se
definen únicamente en el ámbito sustantivo. Tal como sucede en el Derecho
Procesal Mercantil cuando se llega al remate de los bienes embargados al deudor,
185
Cfr. Rodolfo Vázquez: “Los planes de vida y los ideales de excelencia humana que integran el
sistema moral que cada individuo profesa no deben ser impuestos por el Estado, sino que deben
quedar liberados a la elección personal y en todo caso convertirse en materia de discusión en el
contexto social”.
Rodolfo Vázquez, Derechos humanos. Una lectura liberal igualitaria, UNAM-IIJ-ITAM, México, 2015,
p. 3.
161
este acto solo tiene como finalidad cumplir con la sentencia. No haría falta elaborar
una teoría a partir de la cual se pudiese modificar el contenido y alcance de la
ejecución en aras de una “prevención especial positiva mercantil” tendiente, por
ejemplo, al “fomento de la cultura del cumplimiento de las obligaciones
comerciales”. En este mismo sentido, la ejecución de la pena de prisión no
responde a una teleología adicional a la que tiene la norma penal sustantiva.
Bajo este propósito, el Derecho penal asume que con las sanciones que
prevé se logrará intimidar, desincentivar, inhibir o disuadir la comisión de delitos. El
Derecho Penal, como lo sostiene la corriente del utilitarismo penal reformado de
Luigi Ferrajoli, tiene ciertamente una finalidad de prevenir delitos –y por ello, se
inscribe en las corrientes utilitaristas y no de mera retribución moral o jurídica. Sin
embargo, tiene un segundo objetivo, aún más importante: prevenir las penas
arbitrarias o desproporcionadas, independientemente de que sean impuestas por el
poder público (venganza pública) o por los particulares (venganza privada). Ante
Esto agrega: “[…] la tutela del inocente y la minimización de la reacción al delito,
sirve para distinguir el derecho penal de otros sistemas de control social […]”. 186
162
Si el legislador considera que una determinada conducta es más grave que
otras, debe tomarlo en cuenta en la penalidad misma –que deber ser proporcional
respecto de otras penalidades–, así como regular los supuestos para darle
cumplimiento a lo decidido en juicio. La penalidad obedece a la gravedad de la
conducta delictual; los beneficios constitucionales a la conducta en ejecución 187.
Desde la perspectiva asumida, el juez del proceso no tiene atribuciones para
determinar o individualizar la responsabilidad de la persona imputada con el
propósito de intimidar la comisión de nuevos delitos o la venganza privada en
general. De igual forma, los tribunales en la materia o las autoridades
administrativas auxiliares en la ejecución penal no tienen facultades para modificar
la naturaleza o duración de la pena obedeciendo a criterios de prevención general
negativa.
187
Véase lo relativo a las esclusas en el DEP en el Capítulo IV.
188
Hasta entrado el Siglo XXI, la legislación penal del estado de Puebla mantuvo la denominación
específica del Código de Defensa Social del Estado de Puebla.
163
[…] las doctrinas positivistas de la defensa social persiguen la prevención especial
de los delitos, asignando a las penas y a más específicas medidas de seguridad el
doble fin de curar al condenado en la presuposición de que es un individuo
enfermo y de segregarlo y neutralizarlo bajo la presuposición de que también es
peligroso.
[…] estas teorías son la versión penal y criminológica del determinismo positivista,
es decir, de una concepción opuesta pero igualmente metafísica del hombre,
considerado como entidad animal carente de libertad y completamente sujeta a las
leyes de la necesidad natural. Más precisamente, son el resultado de una
desafortunada mezcla de las ideas de Lombroso acerca del «delincuente nato» o
«natural» y la desigualdad natural de los hombres, y de las de Spencer acerca de
la sociedad como «organismo social» y las de Darwin sobre la selección y la lucha
por la existencia que, aplicadas a semejante «organismo», le legitimarían para
defenderse de las agresiones externas e internas mediante prácticas de
saneamiento y de profilaxis social. Y sobre esta base desarrollan el proyecto de
una sociedad orgánica e integrada, sometida más al control científico […] 189
189 Luigi Ferrajoli, Derecho y razón, op.cit., pp. 266 y 27. TMX535.219.
190 Véase: Angélica de la Peña, op.cit.
164
nuestro sistema de justicia penal a favor del derecho penal de acto, la dignidad de
la persona humana y su libertad de decisión, así como de los siguientes derechos y
libertades:
a) No autoincriminación
b) Non bis in idem
c) Inviolabilidad de la conciencia y autonomía de la persona
d) La prohibición de las marcas o estigmas sobre la persona
e) La proporcionalidad de las penas
f) La igualdad
g) La legalidad penal soportada en los principios de retribución, materialidad,
lesividad y culpabilidad
165
conductas en tipos penales, este proceso no es arbitrario. Esto se debe a que, en
los Estados constitucionales de Derecho, tiene que sujetarse a ciertos principios,
como el de lesividad, es decir, que la conducta cause algún daño a alguien. De la
misma manera, la determinación de la penalidad aplicable por la realización de las
conductas consideradas delictivas tampoco es del todo libre. En este caso, los
márgenes de actuación están acotados por el principio de proporcionalidad.
192
México, CPEUM, op.cit., artículo 20. TMX256.779.
193 Ibidem., Artículo 22. TMX256.779.
194 Ibidem., Artículo 20. parte A, fracción I. TMX256.779.
166
procurar que no vuelva a delinquir, observando los beneficios que para él prevé la
ley.195
167
mismo, de educación y cultura, así como la protección de salud física y mental, y el
acceso al deporte.
Readaptación Reinserción
Persona-objeto Persona-sujeto
199
Idem.
200
Angélica Cuéllar Vázquez, op.cit., p. 226.
168
Desde una perspectiva secular, incompatible con una de prevención
especial positiva, durante la ejecución de la prisión preventiva o de la pena, no
existen programas tendentes a lograr cambios en la persona, sino planes de
actividades que no deben distinguir entre personas procesadas y personas
sentenciadas. No es justificable que la oferta de servicios de los centros excluya a
las personas en prisión preventiva bajo el argumento de que no se puede aplicar un
tratamiento hasta que se dicte sentencia, ya que como se ha dicho con anterioridad,
se trata de derechos que constituyen la contrapartida de la reclusión, cualquiera
que sea su título.
169
se muestra en la siguiente perspectiva del DEP español, reseñada por Carmen
Juanatey Dorado201:
201Carmen Juanatey, Manual de Derecho Penitenciario, Ed. Iustel, Madrid, 2011, pp. 64-65.
TMX545.145.
170
cambio, responsabiliza al legislador de instrumentar una política que, en su sistema
constitucional, como en el mexicano, debe partir del respeto a la dignidad y de los
derechos de la persona y que se traduce en la oferta de servicios, mas no en la
aplicación coactiva de correctivos terapéuticos acompañados de afirmaciones
como: “[…] las penas privativas de la libertad tendrán como finalidad esencial la
reforma y reinserción social de los condenados”.
202
Véase: Alberto Bovino, op.cit., p.14.
203
Véase: el blog solitarywatch.com en el que se presenta información crítica de la práctica del
aislamiento solitario en los Estados Unidos de América.
204
Cabe aclarar que las personas no “salen” ni “regresan” a la sociedad, como lo afirma la quimera
de uso corriente, puesto que la prisión es parte de nuestra sociedad.
171
Al respecto, debe señalarse que el último párrafo del artículo 18
constitucional mexicano establece205:
205
México, CPEUM, op.cit., artículo 18.
172
De lo expuesto se infiere que la finalidad de la prevención especial negativa
corresponde a las normas penales sustantivas y a la política criminal que subyace
en ellas, mientras que, como se apunta al inicio de este Capítulo, al DEP y a los
operadores del sistema de ejecución penal (jueces y administradores), solo les
corresponde dar cumplimiento cabal a las resoluciones de los tribunales del
proceso. La importancia de su tarea estriba en ello y en conseguir que impere la ley
en los espacios que les son confiados, respecto de las personas bajo su
responsabilidad y del personal bajo sus órdenes.
173
Legislador (ejecución Autoridades
Legislador Tribunales del proceso Tribunales de ejecución
penal) administrativas
Prevención general Finalidad admisible, No puede considerar estos No le compete este fin No les corresponde No les compete considerar
positiva mientras su ejercicio se fines al decidir sobre la extra carcelario incorporar esta finalidad fines que vayan más allá
(Adhesión y confianza) sujete a las restricciones responsabilidad de las al resolver controversias de la plena ejecución de
constitucionales personas ni el grado de sobre condiciones de las resoluciones judiciales
reproche vida o reducción de las
penas
Admisible, pero queda No debe considerar estos No le compete considerar No les compete tomar en Solo les corresponde
Prevención general sujeta a las restricciones fines al decidir sobre el este fin ajeno al consideración la cumplir lo juzgado por los
negativa constitucionales caso concreto cumplimiento de una intención del legislador jueces de ejecución a
resolución judicial concreta penal sino únicamente lo partir de lo decidido por el
(Intimidación)
que el juzgador del juez del proceso
proceso decidió
Inadmisible por ser Incompatible definir su No le corresponde este fin No pueden incorporar No deben modificar la
incompatible con el respuesta penal en vistas al haberse abandonado la datos reales o supuestos naturaleza de la pena con
derecho penal de acto, la a modificar a la persona, finalidad readaptadora de de prevención especial regímenes más restrictivos
Prevención especial
libertad de conciencia y el como si se modificase la la pena. Son positiva para modificar la que pretendan cambiar a
positiva
libre desarrollo de la dosis de una medicina improcedentes los duración de la pena la persona, puesto que ello
(Corrección)
personalidad pronósticos del corresponde al depuesto
cumplimiento de la norma sistema de readaptación
por la persona sentenciada social
Admisible utilizar la política No están facultados para Puede legislar las Determina traslados y No tienen facultades para
criminal para inhibir los determinar la prevenciones otras medidas de modificar ni hacer más
delitos con penalidades responsabilidad penal a constitucionales en los seguridad de acuerdo onerosa la pena con la
Prevención especial racionales (sin caer en el partir de la necesidad de supuestos de delincuencia con el marco legal y finalidad de neutralizar al
negativa populismo penal y la incapacitar o neutralizar a organizada, secuestro y constitucional individuo más allá de lo
(Neutralización) venganza privada) la persona imputada. Al otros mientras no permita que la resolución judicial
individualizar la pena debe se agrave la pena ni se del juez del proceso o del
limitarse a considerar los afecten otros derechos tribunal de ejecución le
medios probatorios del constitucionales y ordene. Atiende
caso en concreto convencionales únicamente a criterios de
aportados en la audiencia seguridad. La única
de individualización medida de la intensidad de
respectiva la prisión es su duración
4. Actores del sistema penal y trascendencia de los fines del DP en la ejecución penal. Cuadro elaborado por
los autores.
174
Las críticas realizadas a las teorías prevencionistas tienen como elemento
común: la finalidad que se atribuyen de querer transformar al individuo
argumentando que no es posible renunciar a los fines resocializadores de la pena.
3. Perspectivas
El delincuente se distingue del infractor por el hecho de que es menos su acto que
su vida lo pertinente para caracterizarlo.
206 Michel Foucault, Vigilar y castigar, Siglo XXI, Editores. México, 1999. p. 255. TMX907.764
175
5. El peligrosímetro. Ilustración de Lorena Sarre
176
mexicanas, de cuenta propia u obedeciendo a inercias judiciales. No exento de
sarcasmo, Foucault, señaló que el objeto de estas prácticas pretendidamente
científicas es: “Mostrar cómo el individuo se parecía ya a su crimen antes de
haberlo cometido”208.
177
para salir de la falsa disyuntiva que prevaleció durante décadas entre un
abolicionismo inviable y un correccionalismo tan insostenible desde la teoría como
impresentable en la experiencia.
212
Si, como lo hizo notar Albert Camus en Reflexiones sobre la guillotina, la mayor parte de quienes
habrían de ser ejecutados no sabía que, cuando se rasuraban durante la mañana, ese mismo día
cometerían el crimen que les conduciría al cadalso, la prevención penal del delito es muy limitada.
213
De ser posible y legítima esta pretensión (a la manera de la película Naranja Mecánica), habría
que considerar que de 29.3 millones de delitos cometidos en 2015 (sin tomar en cuenta los que se
cometen al interior de las prisiones) se inició una investigación en el 6.3% de los casos, o sea
1,846,900. De ellos se puso a la persona imputada bajo la responsabilidad de un/a juez/a en
142,134,300 casos, que representan el 0.48% del total de delitos cometidos. INEGI, Encuesta
Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública, México, 2015.
214
Borja Mapelli, Las Consecuencias Jurídicas del Delito, Civitas, Madrid, 2011. TMX539.432.
178
España, Alberto Bovino215 en Argentina; Lisset Coba Mejía, Ramiro Ávila
Santamaría, María Fernanda Álvarez Alcívar y Jorge Vicente Paladines, en
Ecuador216; Maíra Rocha Machado217, en Brasil; Alfredo Chirino Sánchez, en Costa
Rica218, y en México, Patricia del Arenal219 y Catalina Pérez Correa220.
215
Alberto Bovino, Control judicial de la privación de libertad y derechos humanos, Buenos Aires,
1999.
216
María Fernanda Álvarez y Carolina Silva, Ejecución Penal y Derechos Humanos: una mirada
crítica a la privación de la libertad, Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, Ecuador, 2008.
217
Ricardo Dubé et. al., La rationalité pénale moderne: Réflexions théoriques et explorations
empiriques, University of Ottawa Press, Canadá, 2013.
218
Alfredo Chirino Sánchez, “Protección Constitucional de las Personas Privadas de la Libertad”,
1999.
219
Patricia Del Arenal, Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos Comentada, Tirant lo
Blanch, México, 2016.
220
Catalina Pérez Correa, De la Constitución a la prisión. Derechos fundamentales y sistema
penitenciario, Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, México.
221
El uso de categorías semejantes contraviene la presunción de inocencia, la prohibición de las
“marcas” y el principio non bis in idem.
222
Alberto Bovino, op. cit., p. 1.
179
La reinserción social admite así una interpretación conforme al entramado
constitucional que, como se establece en el artículo 4° de la LNEP, consiste en: “La
restitución del pleno ejercicio de las libertades tras el cumplimiento de una sanción
o medida ejecutada con respeto a los derechos humanos”. En este sentido jurídico,
la reinserción social abarca a la prisión preventiva y a las penas no privativas de la
libertad, en tanto que, terminada la primera o cumplidas las segundas, la persona
goza nuevamente de la libertad de la que fue privado o que le fue restringida.
Hablar de “reinserción social efectiva”, es admitir que se le puede calificar de buena
o mala, con lo que se vuelve a las nociones correccionalistas empleadas por la
abrogada LNM.
223 Ver al respecto la serie de Netflix: Orange is the new black, temporada 3, episodio 2, cuando uno
de los funcionarios de la prisión, al referirse a una PPL dice: “Es una mujer bajo la tutela del Estado”;
esa es la visión que debe subyacer en la situación jurídica entre los administradores de las prisiones
y las PPL. No así la teoría de la sujeción especial, porque las PPL no están a su disposición, sino
bajo la custodia del Estado. Véase: Teoría de la sujeción especial en el capítulo IV de este Manual.
180
ejecución en materia civil, pero enteramente aplicable a la ejecución penal tanto de
la sentencia como de la medida cautelar de prisión preventiva:
[…] El derecho a la ejecución impide que el órgano judicial se aparte, sin causa
justificada, de lo previsto en el fallo que ha de ejecutar, o que se abstenga de
adoptar las medidas necesarias para proveer a la ejecución de la misma cuando
ello sea legalmente exigible. Su contenido principal consiste en que esa prestación
jurisdiccional sea respetuosa con lo fallado y enérgica, si fuera preciso, frente a su
eventual contradicción por terceros […] La determinación del sentido del fallo y las
medidas a adoptar para su ejecución corresponden en exclusiva a los tribunales
ordinarios competentes para la ejecución. En efecto, no corresponde al órgano de
control constitucional, en vía de amparo, sustituir a la autoridad judicial en el
cometido de interpretar y fijar el alcance de sus propios pronunciamientos, ni en el
modo de llevarlos a su puro y debido efecto, correspondiéndole estrictamente,
velar para que tales decisiones se adopten en el seno del procedimiento de
ejecución […] Por ende, la postura del Juez de instancia para hacer realidad los
postulados del debido proceso debe ser: a) Flexible para privilegiar el acceso a la
justicia; b) Sensible para entender los derechos cuestionados; y, c) Estricta en la
ejecución de la cosa juzgada. […]
224
México, Tesis aislada de los Tribunales Colegiados del Circuito I.3o.C.71 K, publicada en el
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta en mayo de 2015, bajo el rubro “Derecho
fundamental de ejecución de sentencia previsto en el artículo 17 de la Constitución Federal.
Definición y alcance”.
181
Capítulo IV. Derechos sustantivos en la ejecución penal
182
que, a la par de los derechos de todas las personas privadas de la libertad, es poco
relevante su calidad de procesadas o sentenciadas.
225
Cfr. Juan Luis de Diego Arias, El derecho a la intimidad de las personas reclusas, Secretaría
General de Instituciones Penitenciarias, España, 2015, pp. 121-146
226
Véase: CorIDH, Caso Bulacio vs. Argentina, Costa Rica, 18 de septiembre de 2003.
CIDH, Informe sobre los derechos humanos, op.cit., p. 49.
183
En el mismo informe, la CorIDH se refiere a la sujeción especial de una manera
injustificadamente benévola que le presta legitimidad al concepto:
La postura expuesta por la CorIDH coloca a las PPL en una especie de capitis
diminutio 228. Se advierte la coincidencia entre el lenguaje de control total empleado
por la CorIDH, y la referencia del numeral 3 de las Reglas Nelson Mandela que
convalida –tangencialmente– el despojo del derecho a la autodeterminación de las
PPL 229 que, como se argumenta más adelante, bajo un sistema de derechos
humanos en la ejecución penal, dicho derecho únicamente se restringe.
227
Idem.
228
Véase: Fernando Reviriego Picón, “Relaciones de sujeción especial y derechos fundamentales.
Algunos apuntes sobre el derecho a la intimidad en los centros penitenciarios", Revista del Instituto
Bartolomé de las Casas, Madrid, año IX, núm. 13, ene-dic 2004, pp. 87-108.
229
“Regla 3: La prisión y demás medidas cuyo efecto es separar a una persona del mundo exterior
son aflictivas por el hecho mismo de que despojan a esa persona de su derecho a la
autodeterminación al privarla de su libertad […]”.
230
Alberto Bovino, op.cit.
184
conforme con aquella que puede ser, en algunos casos, voluntariamente asumida y
que, a su vez, puede venir acompañada del reconocimiento de algunos derechos
especiales en favor del ciudadano afectado por tal institución. Se ha señalado, por
su parte, que las instituciones jurídicas más afectadas por estas categorías son el
principio de legalidad, los derechos fundamentales y la protección judicial de los
mismos.
A partir de esta doctrina se definió a quien era abarcado por esta relación de
sujeción especial a la administración entre otras, las personas detenidas como
personas cuyo estatus jurídico quedaba reducido a una forma extremadamente
sencilla, en la cual todo eran obligaciones y apenas se reconocía derechos. La
evolución de esta doctrina en Alemania y en Italia, por lo demás, indicó el carácter
propio de un Estado absolutista en las relaciones Estado-súbdito que ella
establecía.
231
Carmen Juanatey Dorado es Licenciada en Derecho por la Universidad de Santiago de
Compostela y Doctora en Derecho por la Universidad de Valencia.
232
Véase: Carmen Juanatey, “La relación de sujeción especial”, Manual de derecho penitenciario,
Iustel, Madrid, 2011, p. 79. TMX545.145.
185
que aquéllas disposiciones que reconocen derechos tienen una aplicación
extensiva, mientras que las que imponen deberes y limitaciones se
interpretan restrictivamente.
2. El reconocimiento de ciertos derechos, como la libertad de conciencia
o el proyecto de vida, quedan fuera del control total del Estado.233
3. Las PPL y otras personas que ingresan a los centros de manera
temporal lejos de estar bajo un régimen de sujeción especial, quedan bajo
la protección total del Estado, que asume la calidad de garante respecto de
sus derechos en reclusión en una relación que —como lo ha reconocido la
Suprema Corte— se inscribe en el ámbito del Derecho penal (y no del
Administrativo en el que se originó la concepción del régimen citado).
233
Esta perspectiva parte de la concepción del Derecho penal de Luigi Ferrajoli, en función de la
protección del más débil. En reclusión, el más débil es la PPL y no la sociedad ni el Estado, aunque
antes, frente a la víctima del delito, esa misma PPL pudiese haber sido la parte fuerte.
234
En el artículo 25.2, la Constitución de España establece al respecto:
186
● Derechos que se conservan, porque no han sido expresamente limitados o
suspendidos por la resolución judicial impuesta y no es necesario o inevitable
afectarlos para cumplir con la misma.
El condenado a pena de prisión que estuviere cumpliendo la misma gozará de los derechos
fundamentales de este Capítulo, a excepción de los que se vean expresamente limitados por el
contenido del fallo condenatorio, el sentido de la pena y la ley penitenciaria.
En el mismo sentido, la Corte Europea de Derechos Humanos ha resuelto:
Las personas privadas de la libertad, en general conservan sus derechos convencionales [remite al
artículo 5 de la Convención que permite la privación de la libertad y enuncia una serie de derechos que
se conservan en reclusión]. Cualquier restricción sobre los mismos derechos debe ser justificada en
cada caso, considerando que dicha justificación puede sustentarse por razones de seguridad,
particularmente las orientadas a la prevención de delitos o de desórdenes, mientras sean
consecuencia inevitable de la reclusión.
Véase: Caso Hirst v. Reino Unido de la Gran Sala de la Corte Europea de Derechos Humanos,
publicada en HUDOC de 6 de octubre de 2005.
235 Zygmunt Bauman, Ética postmoderna, Siglo XXI, Buenos Aires, 2004, p. 171.
236 Véase: Zygmunt Bauman, Modernidad y holocausto, Sequitur, Barcelona, 1989, p. 43.
187
2. Clasificación de los derechos en reclusión 237
A fin de contar con una presentación sintética de la forma en que el régimen jurídico
general es trasladado a la vida en prisión, a continuación, se presenta —a la
manera de tríptico, que podría entregarse a toda persona que se le impone la
prisión— una clasificación no exhaustiva de derechos de las personas privadas de
la libertad, cuyo alcance, en última instancia, corresponderá a los tribunales
especializados en la materia y a la justicia constitucional.
237
Esta clasificación se generó con la participación de las y los defensores públicos federales en el
Curso-taller de Derecho de Ejecución Penal organizado por la SCJN en su sede alterna en la Ciudad
de México en agosto de 2013.
188
Derechos que admiten Derechos que se Derechos que se
limitaciones en su conservan intactos adquieren o fortalecen
ejercicio
Explícitamente Explícitamente
▪ Libertad ▪ Derecho a la vida e ▪ Derecho a la
ambulatoria integridad corporal protección de la
Implícitamente ▪ Derecho a la salud, incluyendo
▪ Libertad de libertad de la alimentación y
trabajo (Art. 5° conciencia los cuidados
constitucional) ▪ Derecho a la especiales para
▪ Libertad de autonomía de la cada género
tránsito, así como voluntad ▪ Derecho a
elegir y mudar el ▪ Derecho a la servicios
lugar de dignidad personal educativos
residencia ▪ Derecho a la ▪ Derecho al trabajo
▪ Derecho a la igualdad y no (Art. 18, en
privacidad en la discriminación relación con el
celda (expresión ▪ Derecho a no auto- 123 constitucional)
de la incriminarse ▪ Derecho a la
inviolabilidad del ▪ Prohibición de capacitación para
domicilio) marcas o estigmas el trabajo
▪ Libertad de ▪ Derecho a la ▪ Derecho de
expresión identidad, así como opciones para el
▪ Libertad de a usar su propio deporte.
prensa nombre
▪ Libertad de ▪ Derechos de familia Implícitamente
asociación y sucesorios ▪ Derecho al agua
▪ Libertad de culto ▪ Legalidad y potable para beber
▪ Derecho a la seguridad jurídica sin restricción
intimidad ▪ Derecho al honor ▪ Derecho a ser
▪ Derecho al libre ▪ Derecho a la alojados en
acceso a los libertad ideológica estancias dignas
medios de ▪ Derecho a
información y a condiciones
las tecnologías de adecuadas para
189
la información 238 recibir visita íntima
Libertad de elección en y familiar*
materia laboral y ▪ Derecho a los
educativa beneficios
▪ Derecho a su constitucionales
proyecto de vida respecto de la
▪ Derecho a la no duración de la
trascendencia de pena (en el caso
las penas de las personas
sentenciadas)
▪ Derecho a no ser ▪ Derecho de
sancionado acceso a la justicia
doblemente (Non y al debido
bis in idem).239 proceso
▪ Derecho a la
▪ Derecho a la defensa
inviolabilidad de ▪ Derecho a la
las ejecución plena de
comunicaciones las resoluciones
▪ Derecho al libre judiciales
desarrollo de la ▪ Derecho a la
personalidad seguridad
▪ Derecho a la personal y jurídica
autoimagen ▪ Derecho de
▪ Derecho de acceso
acceso a la (restringido) a los
información medios y
▪ Derecho a la tecnologías de la
libertad de culto información
▪ Derechos ▪ Derecho a la
políticos240 adecuada
▪ Derecho a ubicación
participar en las institucional*
238 No obstante que, en términos generales este derecho puede verse restringido en algunos
aspectos, también se ve ampliado en tanto componente del derecho a la educación y a la
información, así como en lo relativo a la exigencia de proveer los medios necesarios para que las
PPL puedan acceder al juicio de amparo por vía electrónica. Es por ello que el mismo derecho, con
matices restrictivos, se lista también entre los derechos que se fortalecen.
239
Véase: apartado 8.6 del capítulo VIII de este Manual.
240
En la Agenda digital se hace un análisis del derecho al voto activo de las PPL.
* Los derechos son propios de la vida en reclusión.
190
decisiones de su
colectividad (co-
gestión)
1.Cuadro Tríptico de los derechos en la ejecución penal. Elaborado por los autores
Así, por decir una manifestación, en el caso de los exámenes médicos, las
razones de seguridad no se pueden sobreponer a las médicas 243. La PPL tiene
241 Cada derecho consta de diferentes manifestaciones y se relaciona con otros, como se expresa
en la siguiente cita, referente al derecho a la intimidad:
Sin embargo, nuestra legislación se ocupa suficientemente de reconocer todos los derechos
fundamentales del individuo mencionados en los textos internacionales y descritos en el texto
comentado (tomo como referencia los diferentes marcos político, civil, social, económico y cultural) y
que se entiende como necesario desarrollo en el cumplimiento de las penas de prisión. Desde el
maltrecho derecho a la intimidad, plasmado en el art. 18.1 de la CE y que se proyecta, tanto como
marco de desarrollo de otros derechos (art. 4.b del RP), como un derecho más proyectado en una
diversidad de aspectos relacionados con la vida del sujeto en el interior de la prisión; desde el ingreso
en prisión (art. 15,6 del RP), el principio celular recogido en el art. 13 de la Ley que establece la
intimidad como límite al hacinamiento penitenciario, el derecho a las comunicaciones de los internos,
tanto como familiares, como con abogados defensores y otros profesionales (arts. 38 y 51 de la LOGP
y 41 y 45 del RP) o como el derecho a las visitas (art. 53 de la LOGP…). [Énfasis agregado]
Dirk Van Zyl Smit y Sonja Snacken, Principios de derecho y política penitenciaria europea, Tirant lo
Blanch, Valencia, 2013, pp. 201-202.
242
Véase: Juan Luis de Diego Arias, El derecho a la intimidad de las personas reclusas, (2015).
Juan Luis de Diego Arias, El Derecho a la intimidad de las personas privadas de libertad y el
principio celular a la luz de la jurisprudencia constitucional, 2011.
243
Cfr. Organización Mundial de la Salud, "HIV in Prisons: A reader with particular relevance to the
newly independent states", Health in Prisions Project, 2001, pp.9-18.
191
derecho a guardar silencio, respecto a la información que se le solicite, por ejemplo
de los tatuajes no visibles; éste no es un derecho que se vea disminuido en
reclusión, ya que no se puede invocar la protección de terceros, pues quien ingresa
a una prisión o un pabellón, está en una situación de mayor vulnerabilidad que los
que ya se encuentran ahí; de manera que aun cuando los tatuajes revelaren
información sobre la pertenencia a grupos de delincuencia organizada, la PPL no
está obligada a manifestarlo; es su derecho, no su obligación hacerlo.
De tal modo que la relevancia del derecho a la intimidad reside en ser un eje
de protección a la persona y del ejercicio democrático244, su limitación en cualquier
proceso debe estar claramente justificada y argumentada.
This leads directly to the question of medical confidentiality. In any doctor-patient relationship, the
concept of confidentiality is the keystone of medical care. Doctors working with prisoners have a special
duty to ensure that the doctor-patient relationship is preserved, and that doctors are not seen as merely
part of the prison administration. Doctors are responsible for ensuring the confidentiality of prisoners’
medical files, which may contain sensitive information. In systems where prison doctors are not
realistically in a position to ensure such privacy, they should take care not to write down anything that
might compromise their patients with the prison administration.
244
Así lo argumenta Alonso Gómez-Robledo:
Si la necesidad de la intimidad es inherente a la persona humana, si una vida privada al abrigo de
injerencias no deseables y de indiscreciones abusivas permite a la personalidad de cada uno de
explayarse libremente, la protección de la vida privada será entonces igualmente un criterio
determinante del carácter democrático de toda sociedad.
De esta suerte, la protección de la esfera de la vida privada del individuo será a la vez condición y
garantía de todo régimen democrático.
Alonso Gómez Robledo Verduzco, El derecho a la intimidad y el derecho a la libertad de expresión. Derechos
humanos fundamentales, http://www.corteidh.or.cr/tablas/a12015.pdf , 09 de agosto de 2017.
192
En efecto, las limitaciones a los derechos son siempre una cuestión de
grado, lo que se hace patente en el caso del derecho al libre desarrollo de la
personalidad, que se conserva en todo lo posible, mientras que su ejercicio se
restringe solo en lo necesario245. En todo caso, mientras que la restricción de
derecho no provenga del título de ejecución (sentencias o resolución que impone la
prisión preventiva, o de la normatividad aplicable), los principios de legalidad y
proporcionalidad246 exigen que la autoridad justifique la restricción o limitación que
hace de los derechos humanos de las PPL 247.
245
Cuando se enfrenta un caso ubicado en una zona de penumbra, se requerirá de un ejercicio de
ponderación constitucional, por ejemplo, el supuesto en el que un interno solicite recibir a su visita
familiar vestido con ropas ordinarias y no con el uniforme de la prisión (lo que no constituye un
derecho explícitamente reconocido).
246
Dirk Van Zyl Smit y Sonja Snacken, op.cit., p. 166.
247
Véase: nota al pie número 192
248
Rodrigo Gutiérrez Rivas, “La justiciabilidad de los Derechos Económicos, Sociales, Culturales y
Ambientales en el Marco de la reciente reforma constitucional en Materia de Derechos Humanos”,
¿Hay justicia para los Derechos Económicos, Sociales y Culturales? Debate abierto a propósito de la
193
a las personas en contra de su voluntad por razones penales— revierte e invalida
cualquier efecto progresivo de los derechos en reclusión aun cuando estos admitan
formas de gradualidad para la población en libertad. De esta forma, en reclusión
son inmediatamente exigibles tanto los derechos individuales, como los derechos
sociales.
194
Lejos de admitirse cualquier tipo de discriminación negativa en perjuicio de
las PPL, su calidad de grupo vulnerable no solo obliga a reconocer sus derechos
sustantivos y procesales de acuerdo con el sistema de derechos humanos en la
ejecución penal, sino a garantizar el acceso efectivo a la justicia de ejecución penal
y constitucional; así, en los artículos 108, fracción VII y 117 de la LNEP se legitima a
las organizaciones de la sociedad civil para hacerlos valer, mientras que en el
artículo 4º de la Ley de Amparo se establece la posibilidad de una vía prioritaria
cuando se justifica la urgencia en su resolución.
Al igual que en otras ramas del Derecho, como es el Derecho Civil, una
cosa es la exigibilidad de un derecho y otra cosa es su cumplimiento o pago.
Tratándose de resoluciones dictadas por los jueces de ejecución con efectos
generales, el artículo 128 de la LNEP establece la posibilidad de un calendario “para
la instrumentación progresiva de la resolución”. Esto obedece a la imposibilidad
material de dar cumplimiento inmediato a algunas resoluciones, sin que ello
signifique que exista gradualidad en el reconocimiento de los derechos respectivos.
Cuando sea inevitable postergar la satisfacción de un derecho será procedente la
reparación del daño causado por el tiempo que haya durado su insatisfacción.
Si bien los derechos humanos de las PPL pueden tener dimensiones distintas
respecto de quienes no están sujetos a medidas penales, comparten la misma
naturaleza, por lo que su aplicación remite al bagaje doctrinal y jurisprudencial de
los derechos humanos, tanto de origen nacional como internacional. Si bien, se
sostiene que en ambos hay resabios en el reconocimiento a los derechos humanos
de las PPL; se considera que estos se irán superando, a partir de la protección
judicial de la ejecución penal.
195
Los aspectos sustantivos que aquí se analizan implican la definición de los
límites y contenidos de cada derecho humano en tanto el mismo se conserve,
restrinja o amplíe, según el caso. Ello comprende que, en el marco jurídico de la
ejecución, se deben satisfacer los parámetros de proporcionalidad y de plenitud en
el cumplimiento de las resoluciones judiciales (sin exceso y sin defecto).
[…] Los conflictos entre principios (o entre derechos así concebidos) deben
resolverse aplicando un test de proporcionalidad, que viene a ser una especie de
meta-principio o, si se quiere, el principio último del ordenamiento jurídico. Ese
principio consta, a su vez, de tres sub-principios: el de idoneidad, el de necesidad
y el de proporcionalidad en sentido estricto o ponderación. Los dos primeros se
refieren a la optimización en relación con las posibilidades fácticas. Significa que
una medida, esto es, una ley o una sentencia, etcétera, que limita un derecho
o un bien constitucional de considerable importancia para satisfacer otro,
debe ser idónea para obtener esa finalidad y necesaria, o sea, no debe
ocurrir que la misma finalidad pudiera alcanzarse con un costo menor. El
tercer sub-principio, por el contrario, tiene que ver con la optimización en relación
con las posibilidades normativas. […]250
250
México, Tesis Aislada de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación 1a.
CCCIX/2014, publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta de 4 de junio de
2014, bajo el rubro “Proporcionalidad de las penas. Sus diferencias con el test de proporcionalidad
en derechos fundamentales”. TMX 404.822.
196
Corte Europea de Derechos Humanos Tribunal Constitucional de España
251
Corte Europea de Derechos Humanos, Caso Yankov v. Bulgaria, Francia, 11 de marzo de 2004.
252
Carmen Juanatey, op.cit.
197
consecuencias discriminatorias; aunado a que no producen efectos útiles y no
responden a una necesidad genuina de salud pública, su aplicación misma
constituye una forma de malos tratos. Además, esta práctica conduce a omitir
precauciones básicas, incluyendo la interacción sexual o el intercambio de agujas
entre pacientes que pueden estar en su periodo de ventana253.
253
Organización Mundial de la Salud, Evidence for Action Technical Papers. Effectiveness of
Interventions to Adress HIV in Prisons, Ginebra, OMS, 2007, p. 71
CIDH, op.cit., p. 21
198
administrativas, por añadidura, se violaría su derecho a la intimidad 254 y, en su
caso, a la inviolabilidad de las comunicaciones. De manera similar, toda restricción
de materiales de lectura ameritaría una justificación en función de las
consecuencias específicas que la misma pudiese representar para la
gobernabilidad del centro (como sería el caso de un manual sobre explosivos), pero
no podrán imponerse limitaciones al ingreso de publicaciones con contenidos
políticos, religiosos, legales, culturales o sexuales, cuyo acceso constituya una
manifestación del derecho al libre desarrollo de la personalidad.
254
Véase: España, Sentencia 127/1966 de la Sala Primera del Tribunal Constitucional de España,
publicada en Gacetas de Jurisprudencia Constitucional el 9 de julio de 1996.
255
México, CPEUM, Op. cit., párrafo artículo 21 TMX256.779.
199
entonces se hubiera planteado en términos similares a los siguientes: “La
imposición de las penas y la modificación de su duración […]”. Por modificación
debe entenderse toda alteración en la pena, preventiva o retributiva, lo que conduce
a que la pena, particularmente la de prisión, no pueda ser modificada por la
autoridad administrativa, responsable únicamente de la gestión administrativa
durante la ejecución penal.256
256
Ibidem., fracción XII del artículo 89. TMX256.779.
257
Casa de los Comunes, Registro de solicitudes de información, Requerimiento del parlamentario
Dominic Grieve,
http://www.publications.parliament.uk/pa/cm200809/cmhansrd/cm090618/text/90618w0019.htm,
consultada: 22 de marzo de 2015.
200
Tiempo promedio mensual en que la persona permanece encerrada en su celda (horas
por interno por día, considerando el mes de enero de cada año)
1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007
11.11 10.64 10.46 10.16 9.12 9.32 9.78 9.91 9.91 10.09 10.08
201
personal y la mayor vigencia de los valores democráticos”258. Estas condiciones
abarcan tanto los materiales como las de gobernabilidad.
Las PPL requieren de una serie de condiciones materiales que forman parte de los
derechos que se adquieren en reclusión. En este sentido es preciso evitar la
confusión generalizada en el sentido que el respeto de los derechos humanos de
las personas internas solo será posible si antes se elimina la sobrepoblación en las
prisiones, siendo que las condiciones dignas de alojamiento son un derecho y no
una condición para la vigencia de otros derechos.
258
CorIDH, La Colegiación Obligatoria de Periodistas (Art. 13 y 29 de la Convención Americana
Sobre Derechos Humanos), Costa Rica, 13 de noviembre de 1985, p. 21, párr. 66.
202
Estas condiciones materiales abarcan tres rubros diferenciables, a saber,
las instalaciones y su equipamiento; los servicios, y los suministros.
Artículo 10: [...]Contar con las instalaciones adecuadas y los artículos necesarios
para una estancia digna y segura, siendo prioritarios los artículos para satisfacer
las necesidades de higiene propias de su género;
203
XXV. Suministros: A todos aquellos bienes que deben ofrecer los Centros Penitenciarios,
gratuitamente, entre ellos, el agua corriente y potable, alimentos, medicinas,
anticonceptivos ordinarios y de emergencia; ropa, colchones y ropa de cama, artículos de
aseo personal y de limpieza, libros y útiles escolares, así como los instrumentos de trabajo
y artículos para el deporte y la recreación;
Instalaciones y
Servicios Suministros
equipamiento
204
internas a precios de instrumentos de trabajo,
mercado.260 sin dejar de lado artículos
deportivos y recreativos.
2.3.2 Gobernabilidad
260
Este sería el caso del atún enlatado, que algunas personas suelen consumir para mejorar su
ingesta de proteínas, asumiendo que la dieta del centro satisfaga los estándares recomendados por
el Sector Salud.
205
El incumplimiento parcial o total de estos deberes origina el surgimiento de
grupos de autogobierno, privilegios ilícitos e impunidad; elementos que constituyen
formas de extrajudicialidad en la ejecución penal que menoscaban el derecho a la
seguridad personal y a condiciones de legalidad en el centro, lo que da lugar a que
los espacios de la autoridad legítima sean usurpados por poderes salvajes261.
261
Luigi Ferrajoli, op.cit., pp. 120 y siguientes.
262
CIDH, op.cit., párr. 259.
206
La gobernabilidad, como lo ha sostenido la CIDH supone el derecho de las
PPL a participar en las decisiones colectivas que les afectan. James Cavallaro,
postula que, ante la crisis de violencia, hacinamiento, motines, incendios, fugas,
falta de servicios y otros problemas que aquejan a las prisiones latinoamericanas, la
respuesta no está en la privatización, ni en el control total que se busca con el
modelo de prisiones de alta seguridad, sino en replicar las experiencias exitosas
que se han presentado en Perú y en República Dominicana de prisiones con
gobiernos en corresponsabilidad concertada con las PPL 263. Este modelo es
incompatible con el control total al que aspira el régimen de sujeción especial y, en
cambio, corresponde a un sistema de derechos en la ejecución penal, en el cual se
enmarca la participación política dentro de la categoría de los “derechos que se
conservan” en reclusión, con una doble vertiente:
263
James Cavallaro, entonces Primer Vicepresidente y Relator para Personas Privadas de la
Libertad de la CIDH. Notas del autor, no revisadas por el expositor, de la Presentación auspiciada
por la Fundación Konrad Adenauer titulada: “Crisis en los sistemas penitenciarios de las Américas:
¿Cómo deberíamos entender las causas y las soluciones?”.
264
Este tema se desarrolla en la Agenda digital 2 de este Manual.
207
que en la tradición penitenciaria se denomina “régimen de ejecución”, que puede
estar contenido en reglamentos, protocolos, circulares y otras disposiciones de
carácter general.
Evaluación y
Contenido Finalidad
efectos
Tratamiento Intervención de Colocar a la Se califica como
individualizado: carácter clínico- persona “favorable” o “no
terapéutico sobre la sentenciada en favorable” para la
persona mejores condiciones vida en sociedad. El
sentenciada psico-sociales, grado de
(considerada como educativas y readaptación social,
desadaptada), de laborales para no se valora por un
acuerdo con el volver a delinquir “órgano técnico” y
crimino-diagnóstico (sistema determina la
obtenido a partir de progresivo). concesión o negación
la aplicación de de la libertad
208
estudios técnicos o anticipada.265
de personalidad.
Plan de Su contenido es Es un instrumento El desarrollo
actividades elaborado con la protegido individual de cada
participación de la judicialmente que PPL constituye una
PPL. En dicho organiza la responsabilidad
instrumento se prestación de los personal asumida
establece con servicios conforme como persona adulta.
precisión la al artículo 18 de la El cumplimiento del
calendarización y CPEUM, y favorecer plan de actividades
horario de las la gobernabilidad y favorece la
actividades de cada el bien común organización interna
una de las PPL de intramuros. del centro. Si el
acuerdo con las interno/a no se
disponibilidades presenta en los
particulares del espacios asignados a
centro, bajo cada actividad sin
parámetros de causa justificada, en
igualdad y no el horario en que
discriminación en el debiera estar ahí,
acceso a los puede incurrir en una
servicios. falta administrativa
4.Distinción entre tratamiento evolutivo individualizado y plan de actividades individualizado. Cuadro elaborado
por los autores.
265
Cfr., artículo 16, de la LNM: “[…] y revele por otros datos efectiva readaptación social […]”.
209
Dicha rutina puede incluir desde la preparación de su defensa jurídica, la
recepción de visitas o la realización de estas a otros centros o a áreas diversas del
mismo; actividades religiosas, recreativas o terapéuticas; actividades productivas
remuneradas realizadas a cuenta de terceros o del centro, así como formas de
autoempleo y tareas de limpieza de sus estancias, de preparación de los alimentos
generales o propios, etcétera.
210
reclusión), las calificaciones que obtienen las PPL en el ámbito educativo tienen el
único efecto de permitirles pasar al grado escolar subsecuente.
266 El ejemplo incluye a una interna en prisión preventiva para mostrar cómo las personas en esta
situación jurídica deben tener el mismo trato que las internas sentenciadas. Obviamente que, al
abonarse el tiempo de prisión preventiva a la pena, el derecho a obtener, en su momento, la libertad
condicionada o anticipada, se genera a partir del primer día de internamiento atendiendo a criterios
de comportamiento no lesivo en reclusión y no a los “puntos” que les reporte cada actividad. Para
estos efectos será irrelevante el avance en el idioma inglés por parte de la interna Isabel o si su
compañera Lourdes mejoró sus ásanas durante la práctica de yoga.
211
consulta jurídica asueto en áreas Centro escolar
(en la biblioteca) comunes (en
lista de espera
para clases de
computación)
Preparatoria
16:00-19:00 Biblioteca
abierta
Tareas de limpieza de su estancia (obligatorio) o
19:00-19:30
preparación de su cena (libre).
19:30-20:30 Cena (general)
Actividades libres en dormitorio: lectura, televisión, juegos
20:30-22:00
de mesa.
22:00-23:00 Actividades libres en celda
23:00-6:30 Reclusión en celda
212
El plan de actividades en el marco de la legislación mexicana se distingue
de un instrumento similar en Alemania, país que pese contar con un desarrollado
Estado de derecho, mantiene resabios de un derecho de ejecución penal de autor,
como se desprende del siguiente comentario a su legislación en la materia:
La ley Penitenciaria establece que la autoridad debe elaborar un plan para cada
interno, en el cual se definen las medidas de resocialización [así] previstas para el
sujeto (trabajo, formación profesional, trato, flexibilización, etc.). En este aspecto
¿Puede el interno exigir la ejecución del plan? Los tribunales han resuelto de
manera positiva, revalorizando, por lo tanto, el plan penitenciario como instrumento
central de la resocialización [así]. No obstante, subsiste la controversia en torno a
si el sujeto tiene el derecho a exigir una copia del plan y que no solo se le
comunique su contenido de manera oral 267.
Cabe agregar que toda resolución sobre la duración de la pena que valore
el contenido específico del plan sería violatoria del principio de no discriminación al
resolverse en distintos sentidos respecto a dos PPL que se encuentran en igualdad
respecto de la única condición relevante, a saber, el cumplimiento del plan de
actividades.
267
Ana María Morales, Estudio comparado sobre Tribunales de Ejecución de Penas, Fundación Paz
Ciudadana, http://www.pazciudadana.cl/wp-content/uploads/2015/04/estudio-comparado-sobre-
tribunales-ejecucion-de-penas.pdf, consultada: 30 enero de 2017.
Véase: nota 189 de este capítulo.
213
todo aquello que no es mal comportamiento (principio de taxatividad), y este último
solo se configura cuando la persona incurre en una falta y se hace acreedora de
sanciones legalmente previstas y debidamente impuestas. Las PPL son sujetos de
derechos y obligaciones, no objeto de tratamiento, corrección, rehabilitación,
resocialización o reeducación y, por ende, no están obligadas a cambiar o mejorar
(sistema evolutivo o progresivo).
214
dormitorio, comedor, biblioteca, gimnasio, zona de visitas y espacios comunes. El
plan de actividades regulará el desplazamiento y permanencia en estas áreas en
los horarios asignados a la manera de un reglamento individualizado que permite
aprovechar eficientemente los servicios, distribuir adecuadamente a la población y
tener información respecto de su ubicación. En la configuración del plan de
actividades, se podrán limitar las preferencias de los internos por razones de
disponibilidad de espacio.
Consecuencia administrativa: no se
le impone sanción o consecuencia
jurídica negativa alguna, ni directa
ni indirecta
Supuesto: PPL que no participa en
actividades educativas, laborales o
deportivas del centro. Su plan de
actividades "lo llena" con el tiempo
para el estudio de su proceso Consecuencia para la duración de
la pena: tiene derecho a los
beneficios constitucionales de
acceso a la libertad en igualdad de
condiciones respecto de otras PPL
que sí participaron en actividades
educativas
215
humanos al buscar encubrirlo en un discurso como el que se evidencia a
continuación:
268
Belén Gulli, “Discapacidad y tratamiento penitenciario. Un análisis de la jurisprudencia cordobesa
sobre las condiciones para el otorgamiento de la prisión domiciliaria (periodo 2010-2015)”, Revista
Académica Discapacidad y Derechos, Argentina, núm. 2, noviembre 2016.
216
Cuando el artículo 18 constitucional mexicano enfatiza el mandato de
respetar los derechos humanos, no comprende exclusivamente a los que tengan
que ver con la integridad de la persona o la satisfacción de sus necesidades
apremiantes, sino a todos aquellos derechos que constituyen una expresión propia
de la dignidad humana, como la autodeterminación de la voluntad, la elección del
proyecto de vida o la no discriminación.
Los derechos humanos dependen tanto del dominio de uno mismo como del
reconocimiento de que todos los demás son igualmente dueños de sí mismos. El
desarrollo incompleto de esto último es lo que da origen a todas las desigualdades
de derechos que nos han preocupado a lo largo de la historia.
269
Lynn Hunt es profesora de Historia Europea Moderna en la Universidad de California y es
especialista en la Revolución Francesa.
270
Véase: Lynn Huno, La invención de los derechos, Tusquets Editores, Nueva York, 2009.
217
estadounidense en décadas pasadas se demuestra que la educación en prisión es
un elemento ambivalente:
Por ello, en una lectura del texto constitucional desde los derechos
humanos, el sentido de la educación (como el del trabajo o la práctica del deporte),
es precisamente el de un derecho y no “un eje para la reinserción social” que deba
influir —para bien o para mal— al decidir sobre las condiciones de internamiento o
el otorgamiento de la libertad. Por las mismas razones, mientras la conducta de la
persona bajo libertad condicionada no afecte a la víctima del delito o a terceros,
tampoco debe considerarse al decidir sobre el otorgamiento de la libertad
anticipada.
271
Nadia Campaniello, et al., “Returns to Education and Experience in Criminal Organizations:
Evidence from the Italian-American Mafia”, University of Essex Department of Economics,
Mastrobouni, Italia, febrero 2015.
272
Ibidem., p. 21
218
2.4 Parámetros de exigibilidad, cualitativos y de no discriminación de los
derechos prestacionales en reclusión
273
Para un mayor análisis referente a la reparación del daño y del estatus de victima, consultese:
Sara María Hardy Pérez. El cumplimiento de las obligaciones de sancionar y reparar, como
herramienta para favorecer el Estado de derecho en las prisiones. Tesis de licenciatura, ITAM,
México, 2016.
219
Toda persona [privada de la libertad] tiene derecho a la alimentación nutritiva,
suficiente y de calidad. El Estado lo garantizará. 274
[…]
Toda persona [privada de la libertad] tiene derecho a la protección de la salud. 275
[…]
Toda persona (privada de la libertad) tiene derecho al acceso, disposición y
saneamiento de agua para consumo personal y doméstico en forma suficiente,
salubre, aceptable y asequible […] 276.
274
México, CPEUM, op. cit., párrafo tercero artículo 4º. TMX256.779.
275
Ibidem., párrafo cuarto artículo 4. TMX256.779.
276
Ibidem., párrafo sexto artículo 4. TMX256.779.
277
En este sentido, también es necesario considerar que Ley General de Víctimas, define
jurídicamente a las víctimas y establece la tipología de sus derechos sustantivos y procesales en los
siguientes términos:
Artículo 4. Se denominarán víctimas directas aquellas personas físicas que hayan sufrido algún daño o
menoscabo económico, físico, mental, emocional, o en general cualquiera puesta en peligro o lesión a
sus bienes jurídicos o derechos como consecuencia de la comisión de un delito o violaciones a sus
derechos humanos reconocidos en la Constitución y en los Tratados Internacionales de los que el
Estado Mexicano sea Parte.
Son víctimas indirectas los familiares o aquellas personas físicas a cargo de la víctima directa que
tengan una relación inmediata con ella.
[…]
Artículo 7. […]
Las víctimas tendrán, entre otros, los siguientes derechos:
VII. A la verdad, la justicia y a la reparación integral a través de recursos y procedimientos accesibles,
apropiados, suficientes, rápidos y eficaces; […]
Por tal motivo se apela a la promoción y a la justa reparación del daño, pues el hecho que una
persona sea privada de su libertad, no excluye de ser considerada víctima, si sus derechos fueron
violados.
278
Véase: capítulo VI de este Manual. Cfr., LNEP
220
interno en condiciones de igualdad, siempre y cuando, con ello no se haga ilusorio
el derecho.
● Disponible.
● Accesible.
● Adaptable.
● Adecuado o de calidad.
Por su particular condición jurídica, en tanto que las PPL no pueden atender
sus propias necesidades, estas características no solo son “aplicables” a los
derechos en reclusión, sino que los servicios deben prestarse de conformidad con
tales parámetros, para toda la población en prisión, desde su ingreso. Por la misma
razón, los servicios no pueden considerarse como un privilegio dosificable en la
medida en que las PPL avanzan bajo los parámetros del sistema progresivo propio
del modelo de la readaptación social, como se aprecia en la práctica de los países
que siguen el modelo del tratamiento progresivo.
279 Comité de Derechos Humanos. Por sus siglas en inglés, estas se conocen como “Las cuatro
letras A”: Available, Accesible, Adaptable y Adequate.
221
origen étnico o nacional, el género, la edad y “cualquier otra [consideración] que
atente contra la dignidad humana”.
222
contexto de la prisión, que es distinto a otras situaciones, lo que estimamos incluye
a los sujetos que:
281
Ibidem., artículo 17. TMX256.779
223
obligatorios para todos los poderes públicos (artículo 109, fracción III
constitucional)282.
282
Ibidem., fracción III artículo 109. TMX256.779
283
Ibidem., artículo 22. TMX256.779.
224
Cuando se afectan los derechos de los visitantes se puede, desde luego,
llegar a afectar también a la PPL; sin embargo, este análisis se hace desde la
perspectiva de los derechos propios de la persona visitante.
Las visitas a los centros pueden tener el carácter personal, familiar, íntimo,
cultural, educativo, deportivo, recreativo, religioso, humanitario u otros similares.
Los derechos de las y los visitantes pueden variar de acuerdo con el tipo de visita,
si bien se privilegian aquellas que salvaguardan valores, como la familia y la pareja,
además de los derechos de las niñas y los niños. En este sentido, la CIDH ha
resaltado que los familiares son titulares de derechos fundamentales284:
284
CIDH, op. cit., numerales 576 y 577.
225
3.1.1 Derecho a ingresar al centro; su periodicidad o carácter esporádico y su
duración
226
deben traducirse en sanciones agravadas para la propia PPL, con
mayor razón no pueden restringir los derechos de los visitantes.
285
Una frecuente violación a los derechos de las PPL tiene lugar cuando no se instruye a los
visitantes para que eviten preguntas impertinentes a internos o internas, por ejemplo: “Usted, ¿por
qué está aquí?” El protocolo de visitas debe servir para prevenir estas intrusiones indebidas, además
de que tanto el actuario del juzgado de ejecución correspondiente como la autoridad, ambas a cargo
del recorrido, deben dar instrucciones precisas a los visitantes antes de que se encuentren en el
centro.
227
3.1.2 Derechos durante el ingreso, egreso y estancia en el centro
De igual forma, los Estados deben garantizar que las visitas íntimas de pareja de los
reclusos y reclusas también se realicen dignamente en condiciones mínimas de
higiene, seguridad y respeto por parte de los funcionarios. Esto implica que deben
crearse locales destinados a este propósito y evitar la práctica de que los reclusos y
reclusas reciban a sus parejas en sus propias celdas. Además, los Estados deben
supervisar adecuadamente y ejercer un monitoreo estricto de la forma como se
llevan a cabo este tipo de visitas para prevenir cualquier tipo de irregularidad, tanto
en la concesión de los permisos de visitas conyugales, como en la práctica de las
mismas. La falta de controles en este ámbito, permite la comisión de irregularidades
que pueden ir desde el cobro de cuotas indebidas para acceder a este tipo de
visitas, hasta el ejercicio ilegal de la prostitución.
286
CIDH, op.cit., numerales 585 y 586.
228
Las personas visitantes deben ser tratadas con respeto y decoro en lo
relacionado con la revisión de sus personas y de sus pertenencias. Al respecto, la
Comisión Interamericana apunta:287
Es frecuente que durante las visitas a centros de reclusión los familiares de los
detenidos, que por lo general son mujeres, niños y personas de edad avanzada,
tengan que esperar turno durante varias horas, muchas veces a la intemperie y
cargando paquetes; someterse a inspecciones rigurosas, tanto corporales, como de
sus pertenencias, que en muchos casos tienen un carácter denigrante; y en
definitiva someterse a autoridades policiales o militares encargadas de la seguridad
externa de los centros penitenciarios, que por lo general no están debidamente
capacitadas para tratar a los visitantes; y que no actúan con sujeción a las
autoridades civiles, sino que responden únicamente a las cadenas de mando a las
que pertenecen, lo que en los hechos crea espacios para actuaciones arbitrarias y
carentes de supervisión y determinación de responsabilidades.
De acuerdo con los estándares fijados por la CIDH en los Principios y Buenas
Prácticas (Principio XXI), el empleo de registros corporales a las personas privadas
de libertad y a sus visitantes no deberán aplicarse de forma indiscriminada, sino que
debe responder a criterios de necesidad, razonabilidad y proporcionalidad. Además,
deben practicarse “en condiciones sanitarias adecuadas, por personal calificado del
mismo sexo, y deberán ser compatibles con la dignidad humana y con el respeto a
los derechos fundamentales. Para ello, los Estados Miembros utilizarán medios
alternativos que tomen en consideración procedimientos y equipo tecnológico u
otros métodos apropiados”. En cambio, los registros intrusivos vaginales y anales
serán prohibidos por la ley.
287
Ibidem., numerales 587, 588 y 590.
229
realizar su visita en los términos establecidos en el artículo 9 de la Convención
sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad.
Las PPL también tienen derecho a visitar a otras PPL puesto que el Estado está
obligado a proteger (activamente) las relaciones familiares de conformidad con lo
establecido en el artículo 4° de la CPEUM, por lo que deben garantizarse las visitas
intramuros o a un centro distinto entre PPL con vínculos familiares o similares.
3.1.4 Derechos de los visitantes relacionados con los traslados de las PPL
288 En los numerales 594 a 599, del informe citado, la CIDH documenta situaciones violatorias a los
derechos humanos de las visitas por la ubicación geográfica de los centros; por las dificultades de
acceso a niños y personas mayores; por imponer restricciones arbitrarias a las visitas familiares y
conyugales; por la dispersión de los presos políticos en detrimento de sus derechos familiares; por la
restricciones para proporcionar medicamentos a sus familiares presos; por impedir las visitas
después de que los familiares han recorrido grandes trayectos para realizarlas; por impedir un
contacto regular con la persona interna; por traslados frecuentes de los internos de una prisión a
otra; por la separación de los indígenas de sus comunidades.
230
En este apartado se examinan los derechos de las y los defensores en
relación con el sistema de ejecución penal, bajo la perspectiva del derecho al libre
ejercicio de una actividad profesional, en términos de lo dispuesto por el artículo 5º
constitucional y, en su caso, del desempeño de la función como defensor/a
público/a federal o local, según corresponda
Los siguientes derechos enumerados tienen como referente los Principios Básicos
sobre la Función de los Abogados289, que se complementan con las respectivas
disposiciones de la Convención Americana sobre Derechos Humanos.
289
Adoptada en el Octavo Congreso de las Naciones Unidas sobre Prevención del Delito y
tratamiento del Delincuente, La Habana, Cuba, siete de septiembre de mil novecientos noventa.
231
administrativas y del personal de seguridad penitenciaria o, incluso, de las propias
PPL.
290
México, Código Nacional de Procedimientos Penales, op.cit., fracción II artículo 104. TMX256.531
291
Ibidem., artículo 222. TMX 256.531
232
Independientemente de la transgresión a los derechos propios de la PPL,
estos hechos constituyen una violación al derecho constitucional del pleno ejercicio
de la profesión, igualmente tutelable por el juez de ejecución, puesto que tales
violaciones tienen lugar en un espacio bajo su control.
233
Ese derecho también se mantiene vigente en la etapa de investigación, del
proceso y de la ejecución penal. Así como a los médicos no se les identifica con la
enfermedad, recaída o muerte de sus pacientes, a los abogados no se les debe
identificar con los delitos, con las causas penales o con sus clientes, puesto que
solamente se trata de individuos que ejercen su actividad profesional.
292
OEA, Convención Americana sobre Derechos Humanos, Costa Rica, 22 de noviembre de 1969,
Artículo 8.2 inciso d. TMX324.832.
234
Este derecho incluye que se faciliten copias gratuitas de los archivos, carpetas,
expedientes o de cualquier registro relativo al caso. Una variante específica de la
ejecución penal es que, en los centros de reclusión, los abogados deben tener
espacio suficiente y se debe permitir el ingreso de los materiales del caso para
revisarlos junto con la PPL.
Las y los jueces de ejecución penal son la autoridad máxima ante cualquier
controversia entre las autoridades administrativas y todo interviniente en el sistema
de ejecución penal. Lo anterior es así porque el artículo 21 constitucional establece
las bases para el control judicial sobre la ejecución penal y el 89, en su fracción XII,
expresa el carácter auxiliar de la autoridad administrativa frente a la judicial.
293 Si una PPL no tiene familia en el lugar en que está recluida y el abogado interesado en llevar su
defensa encara dificultades para entrevistarla, al no haber sido designada en la carpeta de
ejecución, el tribunal de ejecución debe garantizar el derecho propio de los abogados a ejercer
plenamente su profesión, tanto como defensor del proceso como defensor en la ejecución penal, lo
que implica la garantía jurisdiccional idónea para su ejercicio, sin que pueda alegarse el silencio u
obscuridad de la ley.
235
En el supuesto de abuso del derecho de parte del litigante —como ocurriría
si, una vez apersonados el actuario y el abogado, la PPL manifestara al primero que
ya le ha hecho saber al abogado que no tiene interés en que asuma su defensa o
en entrevistarse con él con relación a algún otro proceso—, el tribunal podrá negar
la petición del litigante.
Regla 61
1. Se facilitarán a los reclusos oportunidades, tiempo e instalaciones adecuadas
para recibir visitas de un asesor jurídico o proveedor de asistencia jurídica de su
elección, entrevistarse con él y consultarle sobre cualquier asunto jurídico, sin
demora, interferencia ni censura y en forma plenamente confidencial, de
conformidad con la legislación nacional aplicable. El personal penitenciario podrá
vigilar visualmente las consultas, pero no podrá escuchar la conversación.
236
En efecto, el derecho de la PPL a contar con el tiempo, las instalaciones y la
información adecuada para preparar su defensa, implica como regla reflejo que los
abogados, en el legítimo ejercicio de su profesión, deben tener la oportunidad, el
tiempo y las instalaciones que les permitan estar con su cliente en reclusión para
preparar el caso.
294
Al cambiar lo que deba cambiarse.
237
para que los miembros de la sociedad que se encuentran en libertad se
enteren de los hechos que tienen lugar en el interior de la prisión.
Asimismo, la publicidad constituye una forma de transparentar el
cumplimiento de las resoluciones judiciales.
238
Los principales argumentos que suelen presentarse frente a la publicidad
tienen que ver con la seguridad de los establecimientos y de los propios visitantes,
por un lado; y con la protección a la intimidad de las PPL, por el otro.
239
artículo 18 constitucional de organizar este sistema “con respeto a los derechos
humanos”, lo que implica la publicidad. Omitir el cumplimiento de estas obligaciones
sería como si se construyesen salas de audiencias sin espacios ni sillería para el
público, o que, aun cuando existieran, no se permitiera el acceso al público sin
causa justificada.
295
Véase: Roger Matthews, “Una propuesta realista de reforma para las prisiones en Latinoamérica”,
Política criminal, Santiago, núm. 12, diciembre 2011, pp. 296-338.
296
Véase: Andrew Coyle, La administración penitenciaria en el contexto de los Derechos Humanos.
Manual para el personal penitenciario, Centro Internacional de Estudios Penitenciarios, Reino Unido,
2009.
240
Respecto al acceso a las prisiones por parte de organizaciones de la
sociedad civil (cuyo objeto comprenda el escrutinio o la supervisión de la actividad
de los agentes del estado en la ejecución penal y el funcionamiento de los centros)
debe tenerse en cuenta que si su objeto social así lo establece de acuerdo con el
artículo 108, fracción VII, la obstrucción de su labor constituye una violación al
derecho constitucional de ejercer una actividad lícita. En el caso de los periodistas,
impedir injustificadamente su acceso a los centros constituye además una
afectación a la libertad de expresión y una violación al derecho a la información.
En este sentido, los juzgadores podrán dar vista a la dirección del centro con
la petición o el recurso que le formule, por ejemplo, un grupo escolar para visitar un
centro y, una vez desahogada, disponer que la visita se realice en grupos de diez o
doce personas, con acceso a todas las áreas en compañía del actuario del juzgado
o personal judicial adscrito al mismo, con una duración determinada. Desde luego
que, si la autoridad administrativa accede a recibir las visitas directamente, éstas se
podrán llevar a cabo sin que medie autorización o control judicial.
241
Los observadores externos no deben verse como un lastre para las
autoridades del centro. Por el contrario, el escrutinio público puede exaltar el buen
cumplimiento de los funcionarios, así como las reglas y procedimientos exitosos que
puedan ser replicados en otros centros; además, uno de los mayores beneficios que
reciben es que, de la misma manera que se protegen los derechos de las PPL, las
autoridades también se encuentran protegidas de acusaciones infundadas297.
242
Capítulo V. Procedimientos administrativos y
jurisdiccionales (en edición)
1. Aspectos Generales
2. Actos administrativos
243
1.Origen y justificación del derecho a los beneficios
vinculados a la temporalidad de la pena
5. Libertad condicionada
244
7.1 Negativa de los beneficios constitucionales por mala conducta e
impunidad por beneficios ilegales en el centro
245
Capítulo VIII. Derechos de las víctimas del delito e
intervención del Ministerio Público en la ejecución Penal
(en edición)
246
Anexos
1. Declinación de la jurisdicción de la jueza de
ejecución penal local de Chiapas
247
2. Rechazo de la jurisdicción del juez de ejecución
penal del juez local de Guanajuato
248
3. Bifurcación de la competencia entre la jueza de
ejecución local del estado de Chiapas y el Juez
Federal de ejecución penal con jurisdicción sobre
el centro receptor
249
4. Variante de la bifurcación de la competencia de
ejecución penal durante la época de transición
250
5. Sistema de audiencias en la ejecución penal y
pauta básica para su celebración
procesadas o
251
sentenciadas (la ubicación PPL (y defensor) Centro
provisional, por razones (1)+R (2)+R (3)+R y (6)*
de seguridad, de las PPL *En las audiencias de En estas controversias:
procesadas la determina cómputo de la pena o que
el juez de control durante puedan dar lugar a a. Las autoridades
la audiencia inicial, art. 22 libertad, el MP, las víctimas corresponsables
CNPP) de delito y sus asesores enunciadas en el art. 3, II
(4) Acciones visitantes, intervienen como “parte de la LNEP no son parte
defensores y OSC por su tercera” (distinta al centro) procesal, pero pueden
propio derecho o a favor para salvaguarda ser citadas como testigos
de PPL. derechos de la víctima o
R Reparación del daño evitar la impunidad con b. El MP no puede
causado por el centro a motivo de la modificación representar a las
las PPL u a otros sujetos de las penas, por lo que en autoridades
afectados (en su caso, la misma audiencia se administrativa.
accesoria a las litis ventilan los asuntos (5) y
anteriores) (6). Centro
B. Controversias
posteriores a la Visitantes, defensores y
imposición de la pena, OSC
sobre (4)+R
(5) MP, víctimas de delito Centro, e interno(s)
(5) Derechos de las y su asesor jurídico codemandado(s) por
víctimas y de la sociedad privilegios o libertades
a evitar la impunidad en la irregulares
ejecución de las
sentencias en cómputos
anuales o por libertades
irregulares y privilegios a
internos en prisión
(6) Cómputo de la pena,
252
beneficios
constitucionales, y otras
cuestiones relacionadas
con el cumplimiento de las
sentencias
C. Controversias derivadas de la sentencia dictada del proceso penal, sobre
(7) Derechos de las víctimas del delito a la reparación del daño reconocidos en la
sentencia (en este supuesto, las partes continúan siendo las mismas que en el
proceso penal)
D. Otras controversias propias de la ejecución penal, sobre
(8) Aspectos procedimentales relacionados con el cumplimiento de las sentencias
penales y de ejecución penal: legitimación procesal, competencias, acumulación de
casos, acumulación de penas, sustitución de penas, prescripción de penas, régimen
transitorio y similares. (Intervienen partes diversas, según el caso).
Nota:
Pauta para la celebración de audiencia de ejecución penal
253
caso que así lo soliciten expresamente. La PPL contará con un lugar para sentarse
(a no ser que se trate de audiencias “en serie” de breve duración). En cualquier
momento podrá ser asesorada confidencialmente por su abogado/a.
Señor/a juez/a:
Toda vez que este órgano jurisdiccional tiene conocimiento de que previamente las
partes han proporcionados sus datos de identificación y notificación a la auxiliar de
sala, les pido que mencionen sus nombres y la calidad con la que comparecen. Las
personas privadas de la libertad que no deseen que sus datos sean públicos,
señálenlo al mencionar su nombre para que se realice el testado electrónico de sus
nombres. Igualmente se pide a las partes intervinientes que indiquen si desean
254
copia del audio y video de esta audiencia, así como si tuvieren motivos para pedir
que se testen sus datos personales en la misma.
De acuerdo con el artículo 126, fracción II, de la Ley Nacional de Ejecución Penal
se pregunta a las personas privadas de la libertad (y, en su caso a la víctima) si
conocen sus derechos constitucionales y legales.
Sí conocen sus derechos.
Tienen derecho a contar con una defensa adecuada; personas procesadas tiene
derecho a seguir siendo tratados como inocentes en cuanto se tienen que
demostrar los hechos que le perjudiquen (carga y estándar de la prueba); tienen
derecho a declarar o guardar silencio, en el entendido de que su silencio no puede
ser utilizado en su contra; tiene derecho a ser asistida por su defensor en cualquier
momento de la audiencia; cuenta con el derecho a tener acceso a los registros de la
carpeta de ejecución y a sus expedientes médicos y administrativos; tiene derecho
a que se le reciban los medios de prueba pertinentes que ofrezca y que se le
conceda el tiempo necesario para su preparación; tiene derecho a intervenir en la
audiencia pública de manera ordenada y respetuosa para con los demás
intervinientes; tiene derecho a ser asistido por interprete o traductor en caso de no
entender el idioma español; tiene derecho a no ser expuesto a los medios de
comunicación; tiene derecho a no ser presentado a la comunidad como culpable y
los demás que no hayan sido expresamente restringidos por la medida de
internamiento impuesta.
Respecto de la víctima:
Tienen derecho a que se les satisfaga la reparación del daño y, en su caso, a que la
prisión se imponga sin beneficios distintos a los que prevé la ley, que constituyan
255
situaciones de impunidad respecto del cumplimiento de la pena, o de privilegios
indebidos durante su aplicación298.
Una vez escuchados los planteamientos de las partes, se les pregunta a los
intervinientes si pueden llegar a algún acuerdo probatorio.
Sí; entonces se fijan los mismos.
En caso negativo; se continúa con la audiencia
Debate
298
Puede ser conveniente recordarle a la víctima y a su asesor que la víctima NO interviene en las
controversias que involucran únicamente al centro y a la persona privada de la libertad, como es el
caso del acceso a los servicios en reclusión o la definición o cumplimiento del plan de actividades.
256
Se concede la palabra a la contra parte para que exponga uno por uno sus medios
de prueba, para proceder a la discusión sobre su admisión o desechamiento.
Debate
Antes de iniciar con el desahogo se solicita al auxiliar de sala, que presente a los
testigos y peritos a la sala de audiencia para apercibiros e instruirlos a todos juntos.
Mientras ello sucede, en términos de lo dispuesto por el artículo 391 del Código
Nacional de Procedimientos Penales, de aplicación supletoria a la Ley Nacional de
Ejecución Penal, este órgano jurisdiccional procede a verificar la presencia de los
testigos, peritos o intérpretes que deban participar en el debate, así como la
existencia de las cosas que deban exhibirse en él.
257
Señores testigos, con fundamento en el artículo 371 del Código Nacional de
Procedimientos Penales (CNPP), de aplicación supletoria en este caso, se les
advierte que durante el desarrollo de la audiencia no podrán comunicarse entre sí,
ni ver, oír o ser informados de lo que ocurra en la audiencia, por lo que
permanecerán en una sala distinta a esta y serán llamados en su oportunidad para
rendir su declaración ¿han comprendido?
Una vez que estén siendo interrogados, dirijan su vista a este(a) juzgador(a), si no
entienden la pregunta háganmelo saber; y por último hagan una pausa antes de
responder para que las partes técnicas puedan presentar sus objeciones ¿han
entendido?
Se instruye al (la) auxiliar de la sala para que acompañe a los testigos al espacio
anexo donde permanecerán hasta ser llamados a rendir su declaración, así como
para que ponga en resguardo de este órgano jurisdiccional las cosas u objetos que
se exhibirán durante la audiencia.
258
Persona privada de la libertad (dirigiéndose a ella por su nombre). Se le preguntará
si desea agregar algo.
Resolución:
- No podrá omitirse la reparación del daño a la PPL cuando ella hubiere sido
parte de la litis.
- Deberán hacerse las consideraciones y adoptar las determinaciones
necesarias para darle efectos generales, cuando así proceda, de acuerdo
con el artículo 128 de la LNEP.
- Se explicará el contenido de la resolución.
Cierre
Se obvia la petición de audio y video según lo antes señalado.
Se procede a la siguiente audiencia del día con una litis similar que forme parte del
roster.
* En el caso de las audiencias en que se acrediten los requisitos establecidos para la libertad
condicionada o anticipada, en términos de los artículos 137 y 141, respectivamente, de la LNEP, la
parte material para el efecto de desvirtuar la buena conducta o el cumplimiento del plan de
actividades es exclusivamente el centro, por lo que el Ministerio Público o Fiscalía no intervendrá en
el desahogo de medios de prueba o en el debate al respecto.
259
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publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta en
noviembre de 2015, bajo el rubro “Demanda de amparo indirecto. El juez de
distrito, al avocarse al conocimiento de una demanda intentada en la vía
directa, debe requerir a la parte quejosa para que manifieste bajo protesta de
decir verdad los antecedentes del acto reclamado, aun cuando puedan
advertirse de las constancias remitidas por la responsable”.
• _____, Jurisprudencia de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de
la Nación 21/2014, publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta de 5 de marzo de 2014, bajo el rubro, “Derecho penal de acto.
Razones por las cuales la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos se decanta por dicho paradigma (interpretación sistemática de los
artículos 1o., 14, tercer párrafo, 18, segundo párrafo, y 22, primer párrafo)”.
• _____, Jurisprudencia de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de
la Nación 20/2014, publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta de 4 de marzo de 2014, bajo el rubro, “Individualización de la pena
tratándose de delito no culposo. El juzgador no debe tomar en consideración
los dictámenes periciales tendentes a conocer la personalidad del inculpado
264
(legislación del distrito federal) [interrupción de la jurisprudencia 1a./J.
175/2007]”.
• ______, Jurisprudencia de Pleno de la SCJN 1a./J. 66/2016, publicada en el
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta de 14 de agosto de 2015,
bajo el rubro, “Libertad preparatoria y remisión parcial de la pena. Aun
cuando es factible analizar simultáneamente estos beneficios, con base en el
principio de independencia que los rige, no deben otorgarse de manera
complementaria”.
• ______, Jurisprudencia del Pleno de la SCJN 20/2014, publicada en el
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta de 5 de abril de 2014, bajo
el rubro, “Derechos Humanos contenidos en la Constitución y en los tratados
internacionales. Constituyen el parámetro de control de regularidad
constitucional, pero cuando en la constitución haya una restricción expresa al
ejercicio de aquéllos, se debe estar a lo que establece el texto
constitucional”.
• ______, Jurisprudencia del Pleno de la SCJN 542/2008, 599/2009, 623/2009,
624/2009, 656/2009, publicada en el Semanario Judicial de la Federación y
su Gaceta de 14 de marzo de 2011, bajo el rubro, “Sentencias de amparo
cuyo cumplimiento implica un pago. Aun cuando las autoridades puedan
solicitar una ampliación del presupuesto para acatarlas también están
obligadas a instrumentar simultáneamente, para ese fin, mecanismos de
transferencias y adecuaciones de las partidas que lo integran”.
• ______, Jurisprudencias de la Primera Sala de la SCJN 1ª./J. 24,24,26/2014,
publicadas en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta de 5 de
abril de 2014, bajo los rubros “Presunción de inocencia como regla de trato
procesal”, “Presunción de inocencia como regla probatoria” y “Presunción de
inocencia como estándar de prueba”.
• ______, Ley de Normas Mínimas, Diario oficial de la Federación, 19 de mayo
de 1971.
• ______, Ley Nacional de Ejecución Penal, Diario Oficial de la Federación, 16
de junio de 2016.
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• ______, Primera Sala de la SCJN 1a./J, 107/2012, publicada en el
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta en octubre de 2012, bajo el
rubro “Principio pro persona. Criterio de selección de la norma de derecho
fundamental aplicable”
• ______, Sentencia Ejecutoria varios 912/2010 del Pleno de la SCJN,
publicada en Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta de 4 de
octubre de 2011, bajo el nombre “Caso Rosendo Radilla Pacheco”.
• ______, Suprema Corte de Justicia, Amparo en Revisión 292/2016, 6 enero
2017.
• ______, Tesis aislada de la Primera Sala de la SCJN 1ª. CCCLXXII/2014,
publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta el 11 de
octubre de 2014, bajo el rubro: “Presunción de inocencia como regla de
tratamiento del imputado en materia penal. Este derecho fundamental puede
tener un efecto reflejo en otros procedimientos o ámbitos donde se
establezcan consecuencias desfavorables para una persona sujeta a
proceso penal”.
• ______, Tesis aislada de la Primera Sala de la SCJN CLXVI/2014, publicada
en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta en abril de 2014, bajo
el rubro “Traslado de procesados. La orden relativa, debe autorizarla el juez
que instruya la causa penal”.
• ______, Tesis aislada de la Primera Sala de la SCJN, publicada en el
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Oficial de noviembre de
2011, bajo el rubro: Derecho penal del autor y derecho penal del acto.
Rasgos caracterizadores y diferencias”.
• ______, Tesis aislada de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de
la Nación 151/2011, publicada en el Semanario Judicial de la Federación y
su Gaceta de 12 de enero de 2012, bajo el rubro, “Modificación de las penas.
La determinación relativa al traslado de sentenciados de un centro
penitenciario a otro está reservada al poder judicial, conforme al artículo 21,
párrafo tercero, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos”.
266
• ______, Tesis Aislada de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de
la Nación 1a. CCCIX/2014, publicada en el Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta de 4 de junio de 2014, bajo el rubro
“Proporcionalidad de las penas. Sus diferencias con el test de
proporcionalidad en derechos fundamentales”.
• ______, Tesis aislada de los Tribunales Colegiados del Circuito I.3o.C.71 K,
publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta en mayo de
2015, bajo el rubro “Derecho fundamental de ejecución de sentencia previsto
en el artículo 17 de la Constitución Federal. Definición y alcance”.
• ______, Tesis Aislada del Cuarto Tribunal Colegiado en Materia
Administrativa del Primer Circuito I.4o. A.12K, publicada en el Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta de 31 de octubre de 2012, bajo el
rubro “Derecho al mínimo vital. Concepto, alcances e interpretación por el
Juzgador”.
• ______, Tesis aislada del Pleno de la SCJN, publicada en el Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta de 14 de agosto de 1918, bajo el rubro
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