Estudio Preliminar Del Área de Conservación Voluntaria de La UTFV
Estudio Preliminar Del Área de Conservación Voluntaria de La UTFV
Estudio Preliminar Del Área de Conservación Voluntaria de La UTFV
Voluntaria de la UTFV
Armando Ávila Dorador y José Trinidad Razo Paredes
*División Académica de Tecnología Ambiental y Nanotecnología. Universidad Tecnológica Fidel Velázquez (UTFV). Av. Emiliano Zapata s/n Col. El Tráfico. Ciudad Nicolás Romero, Estado de México. C.P. 54400. Tel 01 (55) 26493145 Edificio K Planta Baja
Presentación
Desde que en 1998 el Estado aprobó la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección
al Ambiente (LGEEPA) se inició una nueva etapa en la historia de la conservación en México.
Por primera vez, se incluyó una figura legal, denominada Área de Conservación Voluntaria
(AVC), que le permitía reconocer los esfuerzos de ciudadanos comprometidos a aportar un
grano de arena a la conservación de nuestro patrimonio natural. En este sentido, las AVC se
han consolidado desde entonces como un instrumento que permite involucrar directamente
a personas, familias, comunidades, organizaciones, instituciones, empresas y/o cualquier
entidad que sea titular de un derecho de propiedad, en la conservación de la diversidad
biológica.
Cumpliendo con las instrucciones del actual rector de la UTFV, el Mtro. Rodrigo Gudiño Díaz,
el equipo de trabajo de la División Académica de Tecnología Ambiental se ha dado a la tarea
de realizar la delimitación de la zona motivo de este proyecto, misma que finalmente ha
quedado establecida con una extensión de 13.1 hectáreas, las cuales son una muestra
representativa de la biodiversidad del Municipio de Nicolás Romero, y de la cual, este
1
documento incluye los resultados de los primeros estudios ecológicos para identificar su
biodiversidad y con base en ello, delinear su plan de manejo.
Introducción
México es un país que posee una superficie de 2 millones de kilómetros cuadrados y una
población de poco más de cien millones de habitantes (Azqueta, 2007). Aunque cuenta con
una gran riqueza de recursos naturales y diversidad biológica, que lo posiciona entre los
países con mayor biodiversidad y riqueza ecológica a nivel mundial, sufre de graves
problemas ambientales, tales como la sobreexplotación y contaminación de acuíferos,
contaminación y degradación de suelos, polución y, como el de mayor relevancia, la
extinción de especies y pérdida de biodiversidad, en particular, identificada por el fenómeno
de la deforestación.
Estos problemas aunque están ligados en gran parte al crecimiento poblacional, se deben
mayormente a la mala gestión de los recursos naturales, pues no obstante la importancia de
los recursos biológicos para la sociedad y la notable biodiversidad de México, las tasas
anuales de deforestación han avanzado notablemente en los últimos 50 años (López, 2012).
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la Organización de
la Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) consideran a México como el
país con la mayor tasa anual de deforestación de Latinoamérica (Pérez, 1990; Villa-Lobos,
1991), deforestación que es consecuencia de la explotación de madera o simplemente para
abrir terreno a la agricultura y la ganadería, o a la construcción de infraestructura urbana, y
que en su conjunto, se ha convertido en la principal causa de pérdida de hábitats y de
especies animales y vegetales en México (Toledo, 1988).
Los problemas anteriores son inherentes también al Estado de México, que hace apenas dos
décadas presentaba 53% de su territorio dedicado en proporciones similares a la agricultura
y a la ganadería, pero que en la actualidad se ha reducido a menos del 40% a consecuencia
del crecimiento desordenado de las ciudades (Pineda Jaimes, et al., 2008). Como efecto de
este fenómeno, en la zona metropolitana, aledaña a la Ciudad de México, se ha intensificado
la pérdida de bosques de encino y de pino-encino que se encontraban en buen estado de
conservación, particularmente los localizados en el oriente del Estado México, que por
presión urbana, ha sido la zona que más rápidamente ha perdido o modificados este tipo de
ecosistemas.
Una forma de detener este problema, ha sido mediante estrategias de conservación in situ1
de la biodiversidad, específicamente mediante el establecimiento de Áreas Naturales
Protegidas (ANP)2. Geográficamente definidas y legalmente designadas, en estas áreas se
1
De acuerdo con el Artículo 2º del Convenio de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica, por “conservación in situ”, se entiende
la conservación de los ecosistemas y los hábitats naturales y el mantenimiento y recuperación de poblaciones viables de especies en sus
entornos naturales y, en el caso de las especies domesticadas y cultivadas, en los entornos en que hayan desarrollado sus propiedades
específicas
2
Las ANP se definen como zonas del territorio nacional y aquellas sobre las que la nación ejerce su soberanía y jurisdicción en donde los
ambientes originales no han sido significativamente alterados por la actividad del ser humano o que requieren ser preservadas y
2
aplican diferentes grados de aislamiento a los ecosistemas y poblaciones que conservan
(Baena, Jaramillo y Montoya. 2003).
4 http://cepanaf.edomex.gob.mx/areas_naturales_protegidas
3
doméstico y materias primas para los insumos agrícolas y para la prestación de servicios de
los ecosistemas locales, como abastecimiento de agua potable y hábitat para los
polinizadores de sus cultivos (Scher, 2008).
En este contexto, además de las ANP, se reconocen a otros instrumentos de gestión y
regulación formal de la cobertura forestal y que se han constituido en herramientas
importantes para su conservación y protección, y que son las Unidades Extensivas de
Conservación para el Manejo de la Vida Silvestre (UMAS) 5, los Programas de Manejo Forestal
(PMF)6 y las Áreas Voluntarias de Conservación (AVC). Éstas últimas han crecido en número,
extensión e importancia como una de las acciones de conservación comunitaria, pues han
probado ser un mecanismo idóneo para la protección de los ecosistemas y su biodiversidad
(Anta et al., 2007). Este fenómeno ha despertado la atención de investigadores y del sector
gubernamental7.
Según Berkes (2009), las AVC pueden encontrarse tanto en ecosistemas marinos como
terrestres; sus extensiones varían en un rango de una a tres mil de hectáreas (este último
dato corresponde a casos de algunas AVC de territorios indígenas en Brasil). Sin embargo,
los beneficios que las mismas puedan aportar a la conservación de la biodiversidad o sus
implicancias políticas han sido muy poco documentadas o discutidas.
La conservación voluntaria de la naturaleza por la sociedad civil, es un campo que está
creciendo en México. Dicho auge se puede palpar fácilmente de diferentes maneras. El más
evidente es el hecho de que en la última década se ha visto un significativo incremento en la
cantidad de hectáreas de tierras privadas y comunitarias que están siendo conservadas
voluntariamente por sus dueños, los cuales inclusive han venido organizándose en redes de
propietarios privados. Además, es fácil observar la creciente cantidad de organizaciones no
gubernamentales que están desarrollando programas que promueven y apoyan la
conservación voluntaria de los recursos naturales.
En México, la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) inició un proceso
de certificación de AVC como una estrategia para incorporar nuevas áreas del territorio
nacional a esquemas de conservación que son regidos por los propietarios de los predios.
5
Las UMAS extensivas son una figura que se estableció en la legislación ambiental mexicana a partir de 1998 y que tienen como principal
objetivo la conservación y el aprovechamiento sustentable de especies de la vida silvestre. En la actualidad se tienen registradas 5,331
UMAS que abarcan una superficie de 24.9 millones de Ha. Las UMAs con superficie forestal extensiva, en México abarcan una superficie
de 23,8 millones de hectáreas con cobertura vegetal, lo que representa el 12.8% del territorio nacional y el 16.7% de la cobertura forestal
del país (Avila y Anta, 2007). Los principales ecosistemas que se conservan y protegen a través de esta figura son los matorrales xerófitos
y los bosques espinosos con 16.9 millones de Ha. Las UMAS extensivas han permitido proteger el hábitat de las especies que se manejan
y se han convertido en un instrumento relativamente sencillo de registrar, que han permitido la conservación de la cobertura forestal
entre otros logros importantes. Un estudio de Avila y Anta (2007) estima que se tiene una superficie de 1.9 millones de Ha de UMAS que
se encuentran en ANP, por lo que 22 millones de Ha correspondientes a UMAS que están fuera de las ANP.
6
los Programas de Manejo Forestal (PMF) que expide la SEMARNAT para aprovechar comercialmente productos maderables, se cuenta
también con un instrumento regulatorio que permite planear y programar intervenciones en las áreas forestales templadas y tropicales
húmedas del país. Debido a que solo se intervienen algunas áreas forestales cada año y que los métodos de extracción son
fundamentalmente selectivos, por ello las áreas bajo manejo forestal mantienen la mayor parte de la cobertura forestal registradas en los
PMF
7
Aunque la conservación de sitios o especies por parte de comunidades indígenas no es nueva, recién comenzó a tener mayor
promoción desde que en el Congreso Mundial de Áreas Naturales Protegidas realizado en Durban en 2003, y en la Séptima Conferencia
de las Partes (COP7) en Kuala Lumpur en 2004, se han reconocido los beneficios de las AVC manejadas por poblaciones indígenas o
propietarios privados, por el aporte en bienes y servicios ambientales para la sociedades local y mundial
4
Este proceso se hizo efectivo con la modificación de la LGEEPA, realizada en 2008, que
establece en el artículo 55 bis incorporar las áreas destinadas voluntariamente a la
conservación como una categoría más de ANP con el mismo grado de importancia, pero en
donde sus propietarios conservan el dominio, manejo y gobernanza del área (Diario Oficial
de la Federación, 16 de mayo de 2008).
A partir de este marco, durante la Vigésima Segunda Ordinaria del Consejo Consultivo de
Protección a la Biodiversidad y Desarrollo Sostenible del Estado de México, celebrada el
pasado jueves 25 de febrero de 2015, en la UTFV, se decidió hacer público el establecimiento
de una zona de conservación de flora y fauna inafectable, con un espacio total de 13.1
hectáreas del campus universitario, zona que por sí misma, representa uno de los últimos
ejemplos de vegetación natural de esta región del Estado de México, y que por ello, junto
con el legado histórico de la Ex Hacienda de la Encarnación, se convierte en la parte más
importante del patrimonio universitario de esta institución.
Justificación
De esta forma, bajo la pretensión de atender al menos en proporciones similares, la
dimensión de la superficie deforestada anualmente desde la creación de la UTFV, en aras de
conservar la superficie boscosa con que aún cuenta la UTFV como patrimonio para las
siguientes generaciones, se presenta el presente Plan de Manejo.
Por lo anterior, el principal motivo para realizar el presente trabajo fue la falta de estudios
científicos que justifiquen la incorporación del AVC de la UTFV al catálogo de la Comisión
Estatal de Parques Naturales y de la Fauna (CEPANAF). En la actualidad, la zona propuesta es
una zona verde semiconservada, que se encuentra inmersa en el campus de la UTFV, con
fuertes presiones socio-económicas tendientes a absorberla por completo. Los cambios
biológicos en el área han sido profundos, ocasionados por propio crecimiento de la
universidad, el fuego y la urbanización de las colonias vecinas.
Por tanto, es importante el conocimiento físico y biológico que permita indicar la pertinencia
de su protección, de lo contrario, probablemente en muy poco tiempo será englobada por
los procesos de urbanización y por la presión de construir más edificios que den cabida a la
enorme demanda de estudiantes que aspira a ser parte de esta institución dada su
estratégica ubicación metropolitana y al creciente prestigio de sus egresados, por lo que se
perdería toda oportunidad de conocer los recursos del suelo y florísticos, pero sobre todo, se
perdería lo que junto con el casco de la Ex Hacienda de la Encarnación, engloba la mayor
identidad y belleza de esta universidad.
Nicolás Romero
Nicolás Romero fue un guerrillero que participó en la llamada Guerra de Reforma al lado de
las fuerzas juaristas y que posteriormente enfrentó a los invasores franceses, quienes
finalmente terminaron fusilándolo el 18 de marzo de 1865 en la Plazuela de Mixcalco: lo
5
anterior ocurrió en el periodo histórico registrado como segundo imperio. En honor a su
memoria, el 7 de enero de 1868, por Decreto No. 3 de la Legislatura Local, el Coronel
Nicolás Romero, fue declarado "Benemérito del Estado de México" y el 18 de abril de 1898,
por Decreto No. 38 el pueblo de Monte Bajo, cabecera del municipio de San Pedro
Azcapotzaltongo (vocablo de origen náhuatl que se interpreta como “lugar de los pequeños
hormigueros”), fue elevado a la categoría de villa con el nombre de “Villa Nicolás Romero”, y
que desde el 11 de septiembre de 1998, por decreto No. 63 de la Legislatura Local, eleva su
cabecera municipal a la categoría de ciudad y actualmente se conoce como “Ciudad Nicolás
Romero”, uno de los 125 municipios que conforman el Estado de México. Según información
del INEGI, el municipio de Nicolás Romero tiene 233,51 km², que representan un 1.04% de la
superficie total del Estado de México. La localidad de Ciudad Nicolás Romero está situada en
el Municipio de del mismo nombre del Estado de México. Todo el Municipio tiene una
población residente cercana al medio millón de habitantes. La altitud media del es de 2370
msnm, encontrando su punto más alto a casi 3500 msnm. Colinda al norte con Villa del
Carbón y Tepotzotlán, al sur con Atizapán de Zaragoza e Isidro Fabela, al este con Cuautitlán
Izcalli y al oeste con Jiquipilco y Temoaya.
6
y es cabecera municipal del XLIV Distrito Electoral Local del Estado de México que incluye los
municipios de Isidro Fabela y Jilotzingo.
Junto con otros 18 municipios del Estado de México, Nicolás Romero se considera parte de
la Zona Metropolitana del Valle de México, y es junto a Huixquilucan, Isidro Fabela,
Jilotzingo, y Naucalpan de Juárez, cabeza de la Región VIII en que se divide el Estado, siendo
Nicolás Romero el de mayor extensión, geográfica, representando el 32.84% de la extensión
total de la región y la segunda en cuanto a población total, sólo por debajo de Naucalpan.
En la actualidad se estima un incremento de cerca del 20% de la población municipal que
había en 2010 debido principalmente a la construcción de miles de viviendas de interés
social en los fraccionamientos del municipio, así como a la gente que recientemente ha
llegado a radicar proveniente de otros estados de la República, en particular de Michoacán,
Oaxaca, Puebla y Veracruz.
Con una apariencia cada vez más urbana, pero con un crecimiento desordenado y casi sin
planificación, este municipio se encuentra en un periodo de franca decadencia de su calidad
de vida, y al mismo tiempo, de consolidación de su oferta educativa a nivel profesional,
donde cuenta con dos Universidades, la Tecnológica Fidel Velázquez, segunda con mayor
matrícula y la más grande en extensión de terreno de este subsistema a nivel nacional,
conocida por ello como “La Máxima Casa de Estudios de Nicolás Romero”, y una unidad
académica de la Universidad Autónoma del Estado de México, identificada como Campus
Valle de México, en los límites con Atizapán, pero con más del 80% de sus instalaciones
dentro del Municipio de Nicolás Romero.
La UTFV
A partir del casco de la Ex
hacienda de la
Encarnación, el campus
universitario de la UTFV ha
ido ampliando sus
instalaciones con la
construcción de edificios
para docencia,
laboratorios pesados,
oficinas e instalaciones
deportivas. Actualmente la
universidad cuenta con
una matrícula superior a
los cinco mil estudiantes agrupados en siete Divisiones Académicas, así como una serie de
servicios de extensión universitaria, que han hecho necesario ampliar sus áreas comunes.
Este crecimiento ha ocasionado una fuerte presión sobre la zona boscosa, misma que ha
7
pasado de casi 40 hectáreas en 1995, cuando la universidad inició actividades, a poco más
de 13 hectáreas que conforman su cubierta boscosa actual.
La AVC tiene una superficie de 130186.91 m 2, con una forma de trapezoide irregular. En su
interior corre un brazo del Río San Pedro, que forma parte del escurrimiento natural del
afluente del mismo nombre que proviene del Municipio de Villa del Carbón. Existe además
un terreno de 6 ha cercadas con la zona de pozos de agua potable que colinda además con
una parte del terreno que la UTFV cedió para la construcción de un Colegio de Estudios
Científicos y Tecnológicos del Estado de México (CECYTEM), Plantel Nicolás Romero II. El
área boscosa corresponde a una cañada por donde pasa un brazo del río San Pedro, que
8
corre a lo largo del campus universitario, y se extiende hasta sus límites con el
Fraccionamiento Ciudad Campestre y la zona conocida como Loma del Río, entre los
19°36'36".41290 de latitud Norte y los 99°20'37".58 de longitud oeste.
Localización
La UTFV se localiza en la vertiente NW de la cuenca del Valle de México, dentro del sistema
de cerros que forman parte del extremo inferior de la sierra de Monte Bajo; sierra que a su
vez es un brazo perpendicular de la sierra de Monte Alto, de la que se derivan varios cerros
como: El Escorpión, Tres Piedras, El Águila, El Negro, Río Frío, Peñas de San Isidro y Peña
Blanca, que son las principales formaciones. Este sistema orográfico, pertenece a la porción
central de la Provincia Fisiográfica Mexicana denominada Eje Neovolcánico Transversal. La
altitud media sobre el nivel del mar es de 2 370 metros.
Clima
El Estado de México, por su ubicación geográfica y las características fisiográficas, presenta
una gran variedad de climas, que van desde el frío permanente en las altas montañas de la
sierra Nevada hasta el cálido en la porción suroeste. Sin embargo, el clima que cubre la
mayor parte del norte del estado es el templado subhúmedo, con pequeños enclaves de tipo
seco o semiseco, correspondientes a las llanuras y planicies que se encuentran entre 2 000 y
2 700 m s.n.m. (Jáuregui y Vidal, 1981).
El clima en el área de estudio es templado subhúmedo con lluvias en verano (C w b x´),
según la clasificación climática de Köppen (Jáuregui y Vidal, 1981). Los vientos alisios
procedentes del Golfo de México, que acarrean aire húmedo necesario para tener intensas
precipitaciones en verano, particularmente entre los meses de julio y septiembre, y el efecto
de sombra orográfica que ejerce la sierra de Pachuca, elevando las masas de aire húmedo
que tienden a enfriarse a razón de 1° C por 100 m de altitud, son los factores determinantes
del clima en el área de estudio.
Por otra parte, las incursiones de aire frío procedentes del noreste del país son las principales
responsables de las temperaturas bajas y algunas lluvias en invierno en la zona montañosa
del valle de México (García, 1989; Rzedowski y Rzedowski, 2001). Se infiere que las
temperaturas por arriba de los 18°C, se alcanzan entre los meses de marzo a noviembre,
donde los meses más calientes son mayo y junio. El periodo frío se presenta entre los meses
de diciembre a febrero, con temperaturas por debajo de los 10°C, el mes más frío es enero
con 5.4°C en promedio y heladas frecuentes por la madrugada.
Durante la temporada de junio a septiembre se presentan las principales lluvias, donde la
precipitación máxima sucede en agosto con 170. 26 mm. La época seca se encuentra entre
los meses de octubre a mayo; en este periodo la precipitación no supera el 20 % del total
anual. Actualmente se realiza un análisis de los registros de temperatura y humedad,
9
realizados en el periodo 1998-2012, con el objeto de valorar el efecto de la urbanización
sobre el clima.
Vegetación
Pertenece a la provincia florística denominada Serranías Meridionales en la Región
Mesoamericana de Montaña; región donde converge la vegetación Holártica y Neotropical.
Por la posición altitudinal, el clima y suelo, la vegetación potencial dentro del AVC debería
estar constituida por bosque de encino con pinos en las laderas de los cerros y a lo largo de
cañadas y pequeñas hondonadas y de matorral xerófilo en la base sur de los cerros
constituidos por litosoles (Rzedowski y Rzedowski, 2001), sin embargo, la presión urbana y la
explotación de carbón y especies de valor comercial han favorecido la presencia de matorral
xerófilo secundario, jardines artificiales, áreas de césped, eucaliptos y cipreses. Se reconocen
los siguientes tipos de vegetación: bosque de encino, pastizal inducido, matorral xerófilo,
bosque abierto de encino y matorral xerófilo-pastizal con presencia ocasional de frutales y
eucaliptos. Esta distribución es la típica representativa de esta zona del Estado de México
caracterizada por el clima templado subhúmedo, con estacionalidad marcada y fuerte
presión urbana (Rzedowski, 1991; Rzedowski y Rzedowski, 2001). Estudios preliminares,
indican la presencia original de 78 familias, 226 géneros y 321 especies. Las familias mejor
representadas son: Compositae (70 especies, 22%), Gramineae (24 especies, 8%),
Leguminoseae (27 especies, 8%); éstas en conjunto representan el 38% de las especies
encontradas en la AVC. El orden en que se presentan estas tres familias es semejante al
normal mexicano de acuerdo con Rzedowski (1991).
Fauna
Si bien, al parecer no existen estudios específicos de las especies animales que en el pasado
abundaban en el área y zona de influencia, observaciones prospectivas realizadas entre
1995-1998, así como el testimonio de miembros de la comunidad universitaria, permiten
señalar la presencia de más de 60 especies de insectos, entre las que sobresale una especie
de luciérnaga y escarabajos peloteros. Destaca la presencia de varios reptiles ( Pituophis
deppei deppei, Crotalus sp. y Sceloporus grammicus) que se encuentran en la NOM-
059.ECOL-2001 como especies bajo protección especial, y varias especies de mamíferos,
como cacomixtles, ardillas, tejones, ratas y dos especies de murciélagos. Las aves es el grupo
de vertebrados con mayor presencia pues estudios realizados entre 1998 y 2001, reportan
67 especies, y de ellas, la familia Paseriforme representó el 75%. Además, por su condición
de residencia el 58 % fueron catalogadas como aves locales, 18 % como migratorias, y 49 %
como invernantes o 12 % transitorias. Por la importancia biológica se consideró que 17
especies fueron canoras y/o de ornato, dos de ellas están en veda permanente, ocho
especies son consideradas vulnerables, dos especies amenazadas, que incluyen halcones
10
(Buteo jamaicensis) y pájaros carpinteros (Melanerpes formicivorus), y cuatro son endémicas
de acuerdo a la NOM-059-ECOL-2001.
Geología
La sierra de Monte Alto, junto con la sierra de las Cruces, surgen a finales del Mioceno y
principios del Plioceno, dentro de lo que correspondería a la quinta de las siete fases
volcánicas formadoras de la cuenca del Valle de México, durante la cual se fijaron los límites
poniente y oriente (Mooser, 1975). Superficialmente, el área de Monte Bajo, pertenece a la
formación Tarango, la cual está constituida por abanicos volcánicos que contienen los
lahares, capas de pómez, cenizas y depósitos fluviales Pliocénicos. Los cerros que conforman
el parque “Atizapán -Valle Escondido” están conformados por rocas ígneas intrusivas de
andesita y dasitas (Mooser, 1975).
Edafología
A grades rasgos se pueden identificar dos tipos de suelo: en la base de la ladera sur existen
luvisoles crómicos combinados con feozem lúvico, mientras que las laderas norte y sur son
de tipo lítico o bien presenta una delgada capa de feozem háplico. En la vaguada del arroyo
se logran vislumbrar áreas de acumulación de arenas, formando pequeñas áreas de los tipos
regosoles o luvisoles. En general estos tipos de suelo son de índole ácido, pobres en
nutrientes y fácilmente erosionables tal como ya se puede notar en muchos sitios del campus
universitario. Por ello, es prioritario mantener buenos niveles de forestación en toda el área.
Hidrología
El municipio pertenece a la región hidrológica 26, cuenca D. El municipio forma parte de la
vertiente del Golfo de México de la cuenca del Río Moctezuma y se encuentra dividido en
tres subcuencas: Ríos El Salto, Cuautitlán y Tepotzotlán. El material geológico es de baja
capacidad acuífera y la dirección del flujo subterráneo va al noreste. Existen sólo dos
acuíferos; el primero perteneciente a la subcuenca del arroyo Tepotzotlán, en la parte oeste
del municipio y el segundo, formado por la subcuenca del río Cuautitlán en este se destaca
por su potencialidad una pequeña franja multiacuífera sobre el arroyo Grande. En relación a
los cuerpos de agua superficial el territorio municipal cuenta con dos presas y colinda
parcialmente con el Lago de Guadalupe, los arroyos tributarios al Lago son San Pedro,
Chiquito, Grande y Xinte. El arroyo San Pedro nace en la Sierra de Monte Alto, en Santa
María Cahuacán, con el nombre de arroyo Concepción, su dirección es de este a oeste y
cruza por el poblado de progreso industrial hasta llegar a la cabecera municipal, atravesando
en su camino toda el ACVC de la UTFV.
11
En cuanto a los cuerpos de agua subterránea existen dos principales acuíferos que
corresponden a la subcuenca de los ríos Cuautitlán y Tepotzotlán. Los cuales son explotados
por pozos profundos aledaños a la AVC con aforos de 585.47 L por segundo, siendo su
capacidad de recarga de 608.2 litros por segundo. La explotación de dichos pozos permite la
extracción de 585.47 L/s, mientras que la infiltración es de 608.2 L/s (19 millones de m³) por
lo que se está llegando al límite de recarga de los mantos acuíferos.
12
Conclusiones
Es evidente que la conservación ha dejado de ser un tema exclusivo de los ambientalistas en
la medida que forma parte de un cada vez mayor número de personas y familias que la
asumen como un estilo de vida. La conservación se ha convertido, entonces, en una
expresión de identidad cultural. La conservación voluntaria por parte de la comunidad
universitaria, con oportunidades de apoyos y estímulos gubernamentales en un esquema de
uso y aprovechamiento de manejo sustentable de los recursos naturales, es una magnífica
oportunidad para promover una política institucional más integral que incorpore los apoyos
a la conservación y al manejo sustentable.
Agradecimientos
A los estudiantes de la División Académica de Tecnología Ambiental de la UTFV, en especial
a Dana Jesús Arévalo Paniagua, Montserrat Yassy Díaz Pérez, Carlos Alberto Becerril Álvarez,
Gabriela Cerón Martínez, Francisco Alejandro Aldana Tamayo y Atzin Mahalat Reguera
García, por su invaluable contribución en los primeros trabajos de campo realizados en la
AVC de la UTFV.
A los miembros del Consejo Consultivo de Protección a la Biodiversidad y Desarrollo
Sostenible del Estado de México, en especial al Dr. Pedro Ávila Pérez y al Lic. Víctor Erik
González Lugo, por el apoyo para consolidar este proyecto.
Al personal de la carrera de Biología de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala de la
UNAM, en especial a la M. en C. Ma. Edith López Villafranco, por las facilidades otorgadas
para la determinación y comparación de los ejemplares en las instalaciones del Herbario
IZTA.
Al personal de la Comisión Estatal de Parques Naturales y de la Fauna (CEPANAF)
encabezados por la Lic. Anna Sofía Manzur García-Maass, por la asesoría técnica e invaluable
apoyo en la elaboración de este informe.
Al Arq. Pedro Valderrama, quien junto con su equipo de trabajo, realizó el levantamiento
topográfico y actualizó los mapas de la UTFV con la delimitación cartográfica del AVC.
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