Apuntes y Aportes ..... Margarita Poggi Proyectos Institucionales 1
Apuntes y Aportes ..... Margarita Poggi Proyectos Institucionales 1
Apuntes y Aportes ..... Margarita Poggi Proyectos Institucionales 1
De los diferentes capítulos se desprende claramente la importancia de que la gestión curricular atienda
de modo particular los proyectos institucionales. En particular Sara Melgar, como Patricia Sadovsky,
nosotros mismos en diferentes textos sostuvimos, y seguimos sosteniendo, que las diferentes propuestas
de los docentes respecto de lo que éstos se proponen enseñar en las aulas en una institución educativa
implica establecer algunos acuerdo-, básicos, de eso se traía un proyecto institucional, si lo entendemos
en su dinámica, en su inacabamiento. Esto no significa desatender la especificidad del contenido, las
modalidades particulares de enseñanza de cada docente, la diversidad de características de los alumnos que
asisten a una escuela, la multiplicidad de matices, de diferencias, de rasgos y de diversidades, o precisamente
por ello, porque U institución educativa es ese conjunto COQ identidad pero que emerge de lo diverso,
es que se hace necesario llegar a algunos acuerdos básicos en torno a qué proyecto educativo deseamos
sostener en una institución.
Una primera aclaración que se hace necesaria en el marco de la gestión curricular se relaciona con el
significado otorgado al término "proyecto"1. Etimológicamente, significa lanzar, dirigir hacia adelante, idear,
trazar, se relaciona, en consecuencia, con la idea de anticipar el desarrollo de acciones futuras.
Pero si bien no existen acuerdos generalizados en las ciencias sociales sobre una significación unívoca
otorgada a este término, lo que deseamos destacar aquí son dos ideas presentes en el concepto: por un
lado, supone la manifestación de una intención, que puede estar más o menos precisada; por el otro,
involucra la noción de previsión, vinculada a bosquejo, diseño, diagrama, etc. En relación con este punto es
importante señalar que un proyecto institucional:
- involucra a todos los actores de un establecimiento escolar, aunque a partir del reconocimiento de los
diferentes grados de implicación en el proyecto que los actores puedan tener,
- solicita una planificación de la participación de los actores.
- requiere de tiempos, a veces prolongados, para su formulación,
- exige la previsión de diferentes estrategias para atender las características propias de los establecimientos
que integran un nivel, una modalidad, etcétera.
Es necesario aclarar que un proyecto institucional no debe ser confundido con su formalización en un
documento escrito, aunque, como es obvio, no U excluye. Además, tampoco debe ser confundido con los
proyectos específicos que, a veces en numerosas ocasiones, son elaborados en las escuelas, por diferentes
actores, sobre temas o cuestiones puntuales, aunque esto no significa que estos proyectos no puedan, en
realidad deban, ser integrados en el proyecto institucional.
Al destacar esta cuestión, se trata de dar cuenta de los complejos procesos que requiere la elaboración de
un proyecto institucional desde la dinámica cíe funcionamiento de un establecimiento, así como de los
resultados seguramente diferenciados, atendiendo las características puntuales de las instituciones, sus rasgos
de identidad, su historia, la historia de los actores que la integran en la actualidad, el grado de pertenencia
de éstos, los valores que sostienen frente al rol de la escuela, la enseñanza y el aprendizaje, etcétera.
En este sentido, un proyecto didáctico, aun cuando resulte valioso para orientar la tarea de un docente (o
un grupo de ellos), debería poder ser integrado en un proyecto más amplio, y en este sencido institucional,
para que realmente no quede restringido al esfuerzo de un pequeño número de integrantes de un
establecimiento escolar.
A continuación, presentaremos un instrumento-guía, orientador para la elaboración de ¡os proyectos
institucionales, ya que a partir de éste se destacan algunas cuestiones que los actores institucionales
intervinientes deberán atender para su formulación, así como para su evaluación y seguimiento.
La elaboración y el diseño de un instrumento de evaluación de proyectos presentan simultáneamente
algunos obstáculos y desafíos.
En el primer caso -nos referimos a los obstáculos-, uno de los riesgos más habituales consiste en que el
1
Puede consultar a:, entre otras obras: M-H. Broch y F. Gros. Comment faire un projet d’etablissement, , Lyon. Cronique Sociale, . 1991-, y S. Froufe Quintas y M.
Sánchez Castaño, Planificación e intervención socioeducativa, Salamanca, Amarúa Ediciones, 1991
instrumento resultante sólo tome en consideración y ofrezca indicaciones para analizar la formulación de
proyectos. En este sentido, se centraría en estimar la calidad de la elaboración de los proyectos, muchas veces
sólo apreciada a partir de su presentación, y desestimaría la relación entre la presentación de un proyecto y
su concreción en la práctica.
Este aspecto señalado se constituye, a su vez, en uno de los desafíos por considerar cuando se trata de
diseñar un instrumento de evaluación. Esto implica poder dar cuenta tanto de la pertinencia de un
proyecto a partir de su presentación, como también del seguimiento que se requerirá para evaluarlo desde
perspectivas e indicadores que no se centren exclusivamente en la presentación de informes.
Por ello, cabe aclarar que aquí sería necesario prever un papel impórtame, en lo que respecta al
seguimiento, tanto de los equipos Técnicos como de los coordinadores de área, ya que es a partir de su
conocimiento de los establecimientos escolares y sus realidades particulares, que esta tarea podrá ser
complementada con el análisis de los proyectos y los informes.
Otro de los riesgos que es importante considerar, relacionado con el anterior, se refiere al hecho de que se
elabore un instrumento desde una perspectiva meramente prescriptiva, Esto implicaría focalizar más la
atención en el "qué se debe realizar" y desconocer la dinámica de las condiciones institucionales que
posibilitan, favorecen, obstaculizan u obstruyen la puesta en marcha de acciones concretas en el
funcionamiento cotidiano.
Por supuesto, es importante aclarar que es casi imposible soslayar ana perspectiva prescriptivo-
normativa. Por un lado, porque se integrarán necesariamente algunos lineamientos en un instrumento de
evaluación de proyectos. Por el otro, porque la selección de los ítems constituye, por sí sola, una orientación
sobre los aspectos que se priorizan y aquellos que se desestiman u ocupan un lugar de menor importancia.
Pero, en todo caso, cabe alertar sobre este riesgo para que aquellos- actores clave en la vinculación entre loa
organismos de conducción de un sistema y los establecimientos escolares (en este caso, los equipos
directivos y (os coordinadores de área o de ciclo) puedan buscar aquellos puntos de equilibrio entre una
perspectiva prescriptivo-normativa y [a consideración necesaria e imprescindible de (as realidades
institucionales.
A continuación, se presenta una guía para la elaboración, el seguimiento y la evaluación de proyectos
institucionales. Cabe aclarar que restaría, para su utilización, tomar decisiones sobre la ponderación
diferenciada de algunos de sus ítems, en función de los lineamientos, de la micropolítica educativa y de los
objetivos priorizados en una etapa determinada.
Esta guía se organiza en torno a dos ejes: el primero aborda los aspectos relativos a la formulación y la
presentación de proyectos, y el segundo, los aspectos relativos a la puesta en práctica y el seguimiento y la
evaluación del proyecto.
Además se presentan en cada uno de los ítems algunas preguntas orientadoras para la evaluación. No se
pretende con ello agotar todos los puntos posibles que deben ser tenidos en cuenta en este tipo de
instrumento; sólo pueden recortarse aquellos más importantes. También debe aclararse que no todos los
aspectos presentados en esta guía deben ser necesariamente contemplados al formular un proyecto-, ello
dependerá del carácter del proyecto y de la experiencia insolada en los establecimientos escolares en este
tipo de tareas, entre otras cuestiones.
INSTRUMENTO-GUÍA PARA LA ELABORACIÓN, EL SEGUIMIENTO Y 1A EVALUACIÓN DE PROYECTOS INSTITUCIONALES
- La problemática seleccionada.
¿Los problemas detectados son significativos y pertinentes? '
¿Se determinan en función de las prioridades establecidas por la política educativa?
¿Ésras han sido ex-plicitadas y son de conocimiento público?
¿Se determinan en función de las necesidades Institucionalesy, en este caso, quién o quiénes definen estas
necesidades?
¿Se determinan en función de los dos criterios mencionadosanteriormente?
¿Se han ponderado y priorizado los problemas detectados?
- La relación entre los objetivos, las problemáticas, las acciones, el cronograma y los actores involucrados.
¿El proyecto en su conjunto pone en evidencia la coherencia y la articulación entre los objetivos, las
problemáticas, las acciones, los recursos disponibles, el cronograma y los actores involucrados? '
¿El proyecto encuentra sustentación en sí m ismo?
¿Hay coherencia y articulación entre los objetivos, las accio nes y la evaluación previstos?
Es importante aclarar que un proyecto es un instrumento de acción que se dilucida en la práctica educativa
tanto como en su formulación. Por otra parte, cabe considerar que la puesta en práctica de un proyecto, su
seguimiento y evaluación pueden efectuarse a partir de la información que proveen los actores del
establecimiento escolar como de aquella que relevan otros actores externos al establecimiento, por ejemplo los
supervisores o-coordinadores de área, en esta jurisdicción en particular.- Estas vías pueden ser
complementarias, lo cual redundará en un acercamiento más preciso a la puesta en práctica de un proyecto. En
consecuencia presentamos a continuación algunos interrogantes para orientar este seguimiento y evaluación
de proyectos.
Considerar el conjunto de las cuestiones mencionadas implica adoptar políticas claras, tanto en lo que se
refiere a las macro como a LS micropolíticas, para permitir que se opere una transformación de modelos de
gestión provisionales (y no sólo estamos aludiendo con este término al tipo de cargo o lugar formal que
cada directivo puede tener en el sistema educativo) en modelos de gestión profesionales. A ello
apostamos desde nuestro recorrido sobre teorías y practicas en las instituciones educativas.
2
Este concepto es retomado Ju Bourdieu Otros autores hacen referencia a estas cuestiones al hablar de los esquemas prácticos de acción
(Gimeno Sacristán) o los saberes prácticos y los teóricos o abstractos (Carr y Kemmis)