Tarea Pileo 6 de Mayo
Tarea Pileo 6 de Mayo
Tarea Pileo 6 de Mayo
GRADO SÉPTIMO
El árbitro es arbitrario por definición. Es el abominable tirano que ejerce su dictadura sin oposición
posible y el ampuloso verdugo que ejecuta su poder absoluto con gestos de ópera. Silbato en boca, el
árbitro sopla los vientos de la fatalidad del destino y otorga o anula goles. Tarjeta en mano, alza los
colores de la condenación: el amarillo, que castiga al pecador y lo obliga al arrepentimiento; y el rojo,
que lo arroja al exilio.
Los jueces de línea ayudan, pero no mandan, miran de afuera. Solo el árbitro entra al campo de juego;
y con toda razón se persigna al entrar, ni bien se asoma ante la multitud que ruge. Su trabajo consiste
en hacerse odiar. Única unanimidad del fútbol: todos lo odian. Lo pifian siempre, jamás lo aplauden.
Corre y jadea sin descanso entre los veintidós jugadores; al final, la multitud lo recompensa exigiendo
su cabeza.
A veces, raras veces, alguna decisión del árbitro coincide con la voluntad del hincha, pero ni así
consigue probar su inocencia. Los derrotados pierden por él y los victoriosos ganan a pesar de él.
Coartada de todos los errores, explicación de todas las desgracias, los hinchas tendrían que inventarlo
si no existiera. Durante más de un siglo vistió de luto. ¿Por quién? Por él. Ahora disimula con colores.