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REVISIÓN

Aspectos socioculturales en la génesis


de los trastornos de la personalidad
PÉREZ URDÁNIZ, A.*; SANTOS GARCÍA, J. M.**; MOLINA RAMOS, R.*; RUBIO LARROSA, V.***; CARRASCO PERERA, J. L.****;
MOSQUEIRA TERRÓN, I.***** y ROMERO, E. F.******
* Hospital Universitario de Salamanca. ** Moorview and Radcliffe Hospitals. Oxford. Inglaterra. *** Hospital Provincial de Nuestra Señora de
Gracia. Zaragoza. **** Fundación Jiménez Díaz. Madrid. ***** Centro de Salud «Miguel Armijo». Salamanca. ****** Audie Murphy Veterans
Administration Hospital. San Antonio. Texas.

Sociocultural aspects of the genesis of personality disorders

Resumen Summary

Los trastornos de la personalidad parecen estar en The prevalence of personality disorders seems to be
aumento en las últimas décadas. Muchos sociólogos e increasing in the last decades. Many sociologists and
historiadores piensan que desde el final de la Segunda historians believe that since the end of World War II, we
Guerra Mundial ha habido grandes cambios culturales, have seen important changes, social, cultural and
sociales y económicos, que podrían indicar que se ha economic, which could indicate that we are entering a new
entrado en una nueva edad: la Edad Postmoderna tras 500 age. The Postmodern Age, after nearly 500 years of Modern
años de Edad Moderna. La postmodernidad se caracteriza Age. Postmodernits is characterized by an increase of the
por un aumento de la velocidad en todos los ámbitos de la speed in all realms of life, permanent changes, materialism,
vida, cambios continuos, materialismo, predominio del dominance of capitalism as economic model, changes of
modelo económico capitalista, cambios de roles, etc. Se roles, etc. We speculate about the posibility that the
especula sobre la posibilidad de que las características de la characteristics of postmodern society may be contributing
sociedad postmoderna pudiesen contribuir al aumento de to the increase of prevalence of personality disorders in
la prevalencia de los trastornos de la personalidad en general and some of them in particular.
general, y de algunos en particular.
Key words: Personality disorders. Sociocultural aspects.
Palabras clave: Trastornos de la personalidad. Aspectos Postmodern age.
socioculturales. Edad postmoderna.

omo dice Hirschfeld (1), los trastornos de la perso- ses psicológicas de la personalidad han sido bien estu-
C nalidad (TP) son «los hijastros de la Psiquiatría», y
como tales no gozan del completo reconocimiento ofi-
diadas por las diversas escuelas psicoanalíticas.
Las variables del temperamento antes mencionadas
cial que disfrutan el resto de las enfermedades psiquiátri- condicionan el desarrollo de TP y pueden ser modifica-
cas. Sin embargo, su importancia clínica y social, amén das a través de un abordaje farmacológico, ya que pudie-
de su elevada prevalencia entre la población adulta –alre- ran ser formas menores de la patología psiquiátrica. Es ya
dedor de un 15%– hacen que sean objeto creciente de es- clásica la tesis de Meninger (2), quien sostiene que toda
tudio. la psicopatología es un espectro en el cual las formas más
Hay actualmente un consenso sobre las raíces biopsi- graves son las psicosis y las más leves las neurosis. Como
cosociales de un hecho tan complejo como la personali- se está viendo hoy en día con los nuevos psicofármacos
dad. El componente biológico de la personalidad recibe de los que disponemos, el tratamiento farmacológico del
el nombre de temperamento. Éste es hereditario y re- temperamento permite realizar una labor psicoterapéuti-
presenta aproximadamente el 40% de la personalidad e ca con el carácter, que sin ellos sería mucho más difícil,
incluye variables estudiadas tales como introversión pa- cuando no imposible, de realizar.
tológica, extroversión patológica, labilidad afectiva pato- La relación entre temperamento y carácter es muy di-
lógica, impulsividad patológica y ansiedad patológica. námica, a la vez que compleja. El temperamento pone
El componente psicosocial recibe el nombre de ca- límites a la influencia del entorno y del aprendizaje, con-
rácter y representa un 60% de la personalidad. El carác- dicionando el tipo de experiencia que el individuo pue-
ter tiene bases psicológicas, sociales y culturales. Las ba- de asimilar. Así un introvertido nunca puede ser extro-

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vertido y viceversa, pero el grado de introversión o ex- oriental que asume moldes helénicos, y que al poco de
troversión sí que está abierto a la influencia ambiental, nacer se integra bien en ese recipiente del Imperio ro-
por lo que ya forma parte del carácter. mano y va dulcificando poco a poco las ásperas costum-
Probablemente la genética determina a qué TP es vul- bres del mundo pagano, mejorando las condiciones fa-
nerable cada individuo. Sobre este sustrato los factores miliares, lubricando las relaciones sociales y dando esta-
psicosociales determinan el umbral en el que aparece la bilidad al entramado previo.
psicopatología, ese dintel en el que los rasgos se con- Sobre este trípode (Grecia-Roma-Cristianismo) se va
vierten en trastornos. Por lo tanto los factores psicoso- desarrollando una sociedad de tipo tradicional, cuyas ca-
ciales jugarían un papel precipitante y no etiológico. racterísticas enumeramos más adelante. El dato crucial es
Tras los excesos antipsiquiátricos y psicoanalíticos que durante más de mil años hay un desarrollo orgánico,
del pasado, el estudio de los aspectos socioculturales de progresivo y lento en distintos aspectos de la vida huma-
la Psiquiatría en general y de los TP en particular han na. Se aspira a una armonía a pesar de ser sociedades ex-
quedado bastante abandonados, aunque es de sentido tremadamente orgánicas y poco homogéneas; armonía,
común que la dinámica cultural, social y económica ejer- por lo demás, que pivota sobre una fe y un ethos común.
ce un impacto sobre la personalidad. Catalá y Gualtero No hay grandes soluciones de continuidad en este senti-
(3) realizaron un estudio sobre 422 primeras consultas do, aunque la historia relata no pocas vicisitudes, pero el
de Psiquiatría en un CSM de Barcelona en 1998. Detecta- desarrollo de la personalidad está inserto en coordena-
ron que un 27% no presentaban ningún trastorno mental das más o menos fijas.
y solicitaban atención principalmente por problemas pa- Con el Renacimiento primero y la Reforma protestan-
ternofiliales, problemas de pareja y de trabajo. Los auto- te después, se empiezan a cuestionar estas coordenadas.
res concluyen que ello refleja la psiquiatrización de la Se acepta que la llamada Edad Moderna comienza a fina-
vida cotidiana, la intolerancia al malestar de la «sociedad les del XV o comienzos del XVI, con la caída de Constan-
de bienestar», la falta de responsabilidad individual, la tinopla y el Imperio bizantino en 1453 o con el descu-
exigencia de soluciones instantáneas, la asunción de la brimiento de América por España en 1492 o con el naci-
idea de no-vulnerabilidad por parte del individuo –basa- miento del protestantismo en Alemania en 1517. En este
da en los avances de ciencia y tecnología–, la aceleración último año, estalla la Revolución protestante en Alema-
del tempus psíquico sin dar tiempo a metabolizar los nia, la cual supone un duro golpe al modelo teocéntri-
problemas emocionales y la pérdida de vínculos familia- co/comunitario todavía imperante en Europa (4). En el
res y sociales, así como de ritos y tradiciones. plano social, según Hilaire Belloc (5), la Reforma protes-
Podemos así especular sobre si los dramáticos cam- tante provocó el nacimiento del capitalismo y del prole-
bios socioeconómicos que estamos viviendo en este si- tariado. Esta vinculación entre capitalismo y protestan-
glo XX que termina tienen relación con el aparente au- tismo, ya había sido analizada previamente por Max We-
mento de patología psiquiátrica o no, especialmente so- ber (6) desde una óptica más inserta en la sociología.
bre la leve, de menor carga genética, ya que el enfermar Como atestiguan incluso partidarios de la Reforma, ésta
psiquiátrico grave ha sido probablemente similar a lo lar- vino seguida de una pobreza generalizada entre los sec-
go de la historia. tores más desfavorecidos (7), iniciándose así una época
de grandes desigualdades. En un plano político puede
observarse el itinerario marcado por los hitos de obras
BOSQUEJO HISTÓRICO clave, tales como De Monarchia (Dante), El Príncipe (Ma-
quiavelo) o el Leviathan (Hobbes). A modo de inciso, me-
El origen cultural de Occidente se ubica en Grecia. El rece la pena señalar que en latín el término modernus se
mundo helénico desarrolló una potente cultura que do- usaba simplemente para diferenciar la era cristiana oficial
minó todo el Mediterráneo oriental, incluyendo el mar de la era pagana que la precedió. Tras la Ilustración el tér-
Negro, gracias al adelanto comercial, científico, militar, mino «moderno» y la modernidad fue adquiriendo un to-
político y filosófico de sus habitantes, quienes rechaza- que de distinción y superioridad para referirse a un perí-
ron las invasiones procedentes de Persia. Dos hechos se odo en que la humanidad estaba más avanzada que sus
desprenden del triunfo de Atenas: el principio de la ra- antepasados en temas de estética, razón, religión, etc. (8).
zón como rector de la actividad humana y el individuo La lógica consecuencia del protestantismo fue el ra-
como ser social frente a las civilizaciones-termita de la cionalismo del XVII. A su vez el racionalismo allana los
Antigüedad a las que Grecia derrotó. Grecia es incorpo- caminos hacia la Ilustración y el Despotismo Ilustrado
rada al Imperio Romano en el año 146 antes de Cristo. Lo del XVIII («todo para el pueblo, pero sin el pueblo») en el
mejor de la civilización griega es asimilado por Roma, cual los estados modernos, bastante liberados de las limi-
quien es conquistada culturalmente por el genio de Ate- taciones religiosas y dotados de mucho más poder que
nas. Roma proporciona el orden y el derecho. La mujer antaño, se sienten impulsados y justificados para gober-
va poco a poco elevando su status dentro de la familia en nar de un modo cada vez más absolutista. El Despotismo
el mundo antiguo. La ley se impone como un referente Ilustrado culmina en la Revolución Francesa, o revolu-
obligatorio para todos. Desde un punto de vista metapo- ción liberal, que consagra el protagonismo social del Es-
lítico, el Imperio romano fenece en el año 476 d. C., pero tado que monopoliza y administra la libertad, la igualdad
dentro de sus fronteras se asienta una religión medio- y la fraternidad preconizadas por los revolucionarios ilus-

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trados y la patente de corso del capitalismo como siste- COORDENADAS SOCIOCULTURALES DE


ma económico.
El tempus histórico se acelera, al igual que la vida ín-
LA POSTMODERNIDAD
tima, lo cual es mucho más patente desde la Revolución
electrónica. La Revolución industrial regimentaliza la Vamos a intentar señalar algunas de las características
vida humana en torno a la máquina y el poder vira de lo de estos tiempos postmodernos para plantear después,
agrario a lo industrial. Más adelante este capitalismo in- cómo podrían afectar a los rasgos de la personalidad. En
dustrial va dejando paso a un capitalismo financiero, per- lo que se refiere al análisis crítico de la situación socio-
mitido por la acumulación de capital que el nuevo ethos cultural moderna, partimos de diversas ideas explicativas
protestante trajo, y que es amplificado por la Revolución de lo que se ha dado en llamar pensamiento débil, quin-
Francesa. Ambas situaciones colocan al individuo en una ta esencia de la postmodernidad, tomadas de Fukuyama
posición más precaria e insegura, si bien depende menos (11), Weaver (12) y Ophuls (13).
de las fuerzas naturales. Hay un mayor énfasis en el as- Fukuyama habla de la ruptura social que se ha produ-
pecto económico de la vida frente al papel primordial ju- cido en tiempos recientes: una cita de este autor resume
gado anteriormente por las humanidades. No está de más muy bien el ángulo que desarrollamos posteriormente:
señalar que los romanos, por ejemplo, consideraban al «La Gran Ruptura se ha caracterizado por un aumento de
ocio (otium) como la auténtica y verdadera vida, en con- la delincuencia y la agitación social, el declive de la fami-
traposición al negocio (nec-otium). La familia extendida lia y el parentesco como elemento socialmente cohesivo,
se resiente por los virajes rural-urbano y autónomo-asala- y la pérdida de confianza. Estos cambios se iniciaron en
riado. La vida goza cada vez de mayores comodidades los años sesenta en una amplia gama de países desarro-
materiales pero hay menos tiempo para disfrutarlas. Hay llados y ocurrieron muy deprisa, en comparación con los
también, un desfonde ético de etiología múltiple, al que períodos anteriores de cambio de las normas. Hubo va-
no es ajeno el cambio del centro de gravedad de la co- rios modelos consistentes de conducta. Japón y Corea
munidad al individuo. Las vicisitudes soportadas por las mostraban un menor ritmo de aumento de la delincuen-
grandes comunidades humanas son cada vez mayores, cia y de la ruptura familiar a pesar de la desconfianza pre-
como demuestran las guerras de los siglos XIX y XX. sente; los países católicos latinos como España e Italia
Se da crédito a Arnold Toynbee por haber acuñado el presentaban una menor tasa de ruptura familiar, al tiem-
término postmoderno (9). Sostiene que el ímpetu de Co- po que caía la fecundidad. Aunque podríamos haber usa-
lón y de España llevó a una expansión europea sin pre- do otras medidas de disminución del capital social, las
cedentes que caracteriza la modernidad, la cual termina aquí reflejadas sugieren un sorprendente modelo de cre-
en 1914. Configúrase después la postmodernidad en el ciente desorden.
período entre las dos guerras mundiales, emergiendo Partiendo de los autores antes mencionados, hemos
plenamente tras 1945. Los parámetros psicoculturales entresacado aquellos vectores que pueden tener un ma-
de la era postmoderna son analizados posteriormente. yor impacto a la hora de analizar la génesis psicocultural
De este modo el ciclo histórico iniciado hace más de de los trastornos de la personalidad:
500 años ha tocado a su fin y estamos entrando en una – Aumento de la velocidad y movilidad en todos los
nueva era en la que cada vez hay más patología psiquiá- ámbitos, incluido el de las relaciones personales. Esto fa-
trica. vorece un modo de relación humano basado en el desa-
Dejamos que una cita de Alexis de Tocqueville rraigo y en la superficialidad del contacto con el otro.
(1805-1859), político francés conocido por sus obras Más aun, este fenómeno genera de suyo más desajustes y
La Democracia en América y El Antiguo Régimen y la una mayor carga de estrés, frente a lo cual conductas ex-
Revolución, resuma este apartado: «Veo ante mí [en un céntricas, evitativas u obsesivas pueden ser un medio de
futuro cercano] una multitud inmensa de hombres se- hacer frente a la mayor demanda psicológica. La dimen-
mejantes o iguales entre sí que se mueven sin reposo sión de ansiedad patológica encuentra un caldo de culti-
para procurarse los pequeños y vulgares placeres que vo adecuado bajo estas circunstancias. Además el tem-
llevan sus almas. Cada uno vive retirado en su mundo pus psíquico se halla desconectado de los ritmos natura-
abstracto al margen de las cosas, como extranjero al les y agrarios propios de las sociedades tradicionales y
destino de los demás. Vive con sus conciudadanos, está agrarias. Ha de señalarse a este respecto, que no necesa-
a su lado (en un mundo hacinado), pero no los ve, los riamente la inserción de estos ritmos naturales se produ-
toca y no los siente en su alma, no existe más que en sí ce en la actividad agraria en sí misma. En este sentido el
y para sí. Encima de ellos un poder inmenso y tutelar calendario litúrgico, por ejemplo, es una muestra de
vela por sus placeres con tal que los individuos no pien- adaptación de una conducta altamente ritualizada a los
sen más que en gozar. Cubre la sociedad con un tejido ritmos naturales. Esta desconexión con respecto a los rit-
de pequeñas normas complicadas, uniformes y minucio- mos naturales lleva a un desarraigo en la dimensión tem-
sas a través de las cuales las almas más vigorosas y origi- poral.
nales no podrán elevarse sobre el vulgo. No tiraniza pro- – El fenómeno inaudito del avance tecnológico ha lle-
piamente, encadena, oprime, enerva, reduce cada pue- gado a constituirse en un mito de progreso y ciencia.
blo a un rebaño de animales tímidos e industriosos cuyo Quizá el aspecto más interesante desde el punto de vista
pastor es el Estado...» (10). sociocultural sea la sensación de cambio permanente, so-

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bre lo que incidiremos después, y la creación de una «al- se introduce hasta en el seno mismo de las conciencias.
dea global», según frase de Marshall MacLuhan. Si avan- Es el Estado convertido en maestro y detentador de la
ces tecnológicos previos constituyeron una extensión de omnipotencia, en el lugar de Dios.» Bruckner (18) señala
facetas del ser humano (14) (por ejemplo, la casa es un que en la actualidad el ser humano se encuentra aqueja-
desarrollo del sistema termorregulador, la rueda del apa- do de «la enfermedad de la inocencia» que provoca pos-
rato locomotor o la imprenta de la vista), los medios de turas victimistas, de creerse con derecho a todo, sin te-
comunicación, en particular las posibilidades inmensas ner obligaciones a cambio.
de la informática y el Internet, son un desarrollo directo – Pérdida o desaparición de principios altruistas,
y rapidísimo del mismísimo SNC. Los rasgos ansiosos, es- trascendentes en pro de planteamientos inmanentes ci-
quizoides o anancásticos pueden manifestarse para tratar mentados sobre la reclamación de los propios derechos.
de adaptarse a las demandas de la sociedad o la mecani- Sobre este sustrato se va anclando una concepción mate-
zación creciente que nos es impuesta por la tecnología. rialista y hedonista del mundo que exhibe un más bajo
No es soslayable la sobrecarga psicológica producida por umbral de intolerancia a las frustraciones. Esto permite
los medios, fenómeno analizado por Gómez de Liaño una mayor expresión de los rasgos de labilidad patológi-
(15) y DeMarco (16) entre otros. No tenemos constancia ca. Este aspecto va ligado al comentado anteriormente y
de estudios que analicen esta variable en relación a los al señalado más adelante sobre la pérdida del centro de
trastornos de la personalidad, pero es innegable que gravedad comunitario y la aparición de un eje central
debe jugar un papel importante. más individualista.
– En una relación muy directa con el avance tecnoló- – Paralelamente a esta mayor intromisión del Estado
gico, está la situación de cambio permanente, la cual en la vida, incluso íntima, de los ciudadanos, se ha dado
afecta múltiples facetas de la vida personal. Esto, unido a una relajación no sólo de costumbres sino también de
la anomia de la vida moderna (17), difumina identidades leyes más permisivas que favorecen conductas antisocia-
y roles, lo que contribuye al desarrollo del trastorno lími- les antes severamente condenadas y penalizadas. Es un
te de la personalidad con pérdida de identidad, senti- hecho muy documentado el aumento de la delincuencia
mientos de vacío, subjetivismo... o a posturas ansiosas y en los países occidentales, lo que contrasta con las socie-
dependientes en gentes temerosas de la libertad propia o dades asiáticas. Quizá la pérdida de referencia (o peso es-
ajena. Por otro lado, y dejando de lado el exceso de fati- pecífico) de principios ético-morales pudiera contribuir
ga mental que esto produce, el rápido cambio de normas parcialmente a este hecho. En esto seguimos el docu-
sociales exige a cada generación aprenderlas de nuevo. mentado trabajo de Francis Fukuyama antes señalado.
– Libertad personal a ultranza, uno de cuyos efec- – Contradicción entre un mensaje y aspiración pro-
tos colaterales es la mayor promoción de la impulsividad funda de igualdad máxima y la contundente realidad de
(en este sentido, ha sido habitual por parte del público desigualdades de tipo práctico. Pulsiones humanas como
en general, citar a Sigmund Freud para justificar ciertos la envidia tienen su medio de cultivo idóneo en la igual-
excesos, obviándose que Freud afirmaba que «la repre- dad, pero también otras como la ira o la paranoia. Aun-
sión es la base de la civilización») y de conductas narci- que desde un abordaje filosófico no deja de tener pro-
sistas («mi libertad vale más que la de los demás») o de fal- fundas implicaciones psicológicas la sugestiva hipótesis
ta de respeto y minusvaloración de las libertades de los del pensador español Gonzalo Fernández de la Mora
demás, como acontece en el caso de los comportamien- (19), quien sostiene precisamente que es la envidia igua-
tos antisociales. Una cita no por partisana menos clarivi- litaria una pasión humana fundamental a la hora de en-
dente, es la de Pío X, quien señaló que «si la regla del tender la política. La injusticia social prevalente genera
bien común (suprema) desaparece en beneficio de la re- un medio con enorme fricción entre grupos sociales, lo
gla de la libertad, que se torna bien supremo [...] ya no que predispone a conductas antisociales. A este respec-
habrá derecho objetivo, y sólo existirán derechos subje- to, sin salir de nuestro país, baste citar la delicada situa-
tivos, lo que lleva a la incomunicabilidad de las personas ción de muchas capas de las clases populares, la pérdida
y es un efecto perverso de los ‘Derechos humanos’, tan- de status y poder adquisitivo de las clases medias, el sub-
tos derechos subjetivos provocan la demolición social al empleo generalizado y, simultáneamente, los pingües be-
intentar materializarse. Tenemos un Estado sin Sociedad neficios obtenidos por los más favorecidos. No sólo pa-
hoy en día, un Estado que no siendo ya guardián y garan- trones antisociales, sino también evitativos y/o de intro-
te de un bien común volatilizado, tiene por tarea procu- versión patológica tienen cabida en este marco.
rar a los individuos y a las coaliciones de individuos todos – Reducción de la vida humana a ejes economicistas
los bienes particulares que exijan, con una vehemencia (máximo beneficio en el mínimo tiempo posible) con el
crecida por la desaparición de los últimos frenos de la so- primado de la máxima eficiencia posible. Esto genera un
ciedad tradicional... El Estado tuvo en tiempos una fun- marco de muy alta competitividad (alto estrés) donde,
ción precisa que le limitaba: asegurar el bien común, la unido a lo anterior, afloran fácilmente sentimientos de
unión, la paz entre los ciudadanos. Pero hoy ya no hay victimismo y conductas dependientes o anancásticas
ciudadanos, no hay más que personas con reivindicacio- como estrategia de supervivencia. Adviértase otra nueva
nes infinitas... Siempre se quiere más, nadie dice nunca contradicción: la realidad de la competitividad desafora-
‘ya es bastante’. Para saciar los apetitos devoradores el da aquí descrita con el leit-motiv de solidaridad –herede-
Estado extiende desmedidamente su poder. En el límite ro de la fraternidad de la Revolución Francesa– que ha ca-

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lado hondo en la sociedad postmoderna (y cuya mejor atomización. Quizá esta transición del centro de grave-
prueba de ello es el auge y relevancia de las ONGs o el dad de la esfera comunitaria a la esfera individual esté en
destacado movimiento en pro del Tercer Mundo). Esta, el fondo del tono más narcisista e histriónico de la socie-
por el momento, insalvable dicotomía predispone a la an- dad postmoderna. La falta de transmisión intergeneracio-
siedad, la agresividad, las posturas esquizoides, antisocia- nal de valores tiene consecuencias que son comentadas
les e incluso paranoicas. El capitalismo, que nació con el al desglosar el posible fundamento psicocultural de cada
protestantismo, se ha convertido en el sistema económi- uno de los trastornos de la personalidad por separado.
co único a nivel mundial. Los datos son suficientemente – El peligro real de destrucción masiva que desde
elocuentes: el 80% (o más) de la masa laboral trabaja asa- 1945 ofrecen las armas atómicas puede provocar actitu-
lariada y por cuenta ajena, mientras que hace doscientos des hedonistas, nihilistas, paranoides, antisociales, ante
años, en los tiempos de la Revolución Francesa, el 80% la duda sobre las perspectivas de futuro que se plantean.
de la población trabajaba autónoma para sí misma. Como Este tipo de actitudes son respuesta a situaciones que, si
dice Belloc (20), el capitalismo ha sustituido el status por bien menos dantescas, tienen un gran impacto en la psi-
el contrato. El antiguo status –identidad laboral, familiar, que individual y colectiva, tales como la inestabilidad la-
etc.– se ha ido debilitando en beneficio del contrato pro- boral, la inestabilidad económica y, desde tiempos más
pio de una sociedad de mayoría asalariada. Y la relación recientes, la inestabilidad familiar. En todas ellas puede
de colaboración propia de gentes con status distintos y haber un germen de destrucción de la vida individual,
roles complementarios ha sido sustituida en el sistema no tanto como la desintegración de los medios militares
capitalista por una relación de competición permanente modernos como de destrucción individual de situacio-
entre empresas, países, bloques económicos, etc. La nes y relaciones (objetos psíquicos) plenos de significa-
competición es favorecida desde la escuela por el siste- do. Esto ha sido reflejado muy bien por la filosofía exis-
ma académico. La pérdida de status podría provocar pro- tencialista, por ejemplo Sartre y Camus. Se puede decir
blemas de identidad y la competitividad marginación de que ha sido incluso anticipado en la literatura, como en
los más débiles, incluso de los más normales, ya que Kafka. Y esto porque, como decía López Ibor (26) «... en
«sólo los fuertes sobreviven». Es de sobra sabido el papel otras formas de crisis, la amenaza no se siente tanto
que dicha pérdida de status juega en los sentimientos de como anulación existencial del yo, sino como una diso-
insuficiencia, fracaso, ansiedad, depresión, abuso de sus- lución o dislocación».
tancias y otras patologías psiquiátricas. – Incluso la relación inter-sexos ha experimentado
– Creciente peso de la imagen y apariencia, puede fuertes cambios que, en algunas ocasiones, han llegado a
que en detrimento de aspectos más íntimos, lo que favo- la competición abierta. En cualquier caso la sociedad
rece el desarrollo de conductas de extroversión patológi- postmoderna atraviesa un momento donde los roles de
ca. Un excelente análisis de cómo la cultura de la imagen ambos sexos se están redefiniendo, pues los roles pre-
ha permeado y vaciado de sentido muchos aspectos de la vios no son admitidos hoy día. Sobre el impacto de la ten-
vida moderna, a la vez que dictado normas irracionales sión entre ambos sexos y el divorcio, hay capítulos muy
de pensamiento, actuación y comportamiento, es el de interesantes en un documentado trabajo de alta divulga-
Stuart Ewen (21). Este autor señala el divorcio de la reali- ción del psicólogo británico Oliver James (27). La lec-
dad de nuestra cultura y la desinformación como resul- ción que se desprende es la necesidad de una menor hos-
tantes de dicha tendencia. Sobre el desplazamiento del tilidad y mayor cooperación como mecanismo para ha-
conocimiento racional por la imagen, el énfasis sobre el cer frente a esta era de cambios. Esta fisura en la familia
estar en detrimento del ser y el deterioro del discurso ba- tiene múltiples consecuencias en la amplificación de los
sado en la lógica puede leerse el trabajo de Neil Postman trastornos de la personalidad.
(22). Sartori (23) dice que la preponderancia de la televi-
sión ha convertido al «homo sapiens» en «homo videns»,
que conectado a la televisión se aisla de la familia y de la METODOLOGÍA EN INVESTIGACIÓN DE
gente que le rodea. LOS PARÁMETROS SOCIALES
– Paso de una era comunitaria y estratificada (de base
cristiana y paradigma teocéntrico) a una de corte más Joel Paris (28) dice que todo el mundo tiene rasgos
individualista y homogénea (de raíz postcristiana y an- patológicos de personalidad, pero que en épocas de es-
tropocéntrica). Hemos encontrado particularmente su- trés personal o social, los rasgos pasan a trastornos por
gestivo el libro de Norman Crowe (24), quien analiza la un mecanismo inespecífico. Por ejemplo, el introvertido
evolución arquitectónica en relación a la naturaleza con bajo el estrés crónico puede reaccionar haciendo lo que
una óptica antropológica y explica cómo hasta la ciudad sabe hacer: replegarse en sí mismo, y se puede convertir
moderna está construida de espaldas a la comunidad. en un trastorno esquizoide. El extrovertido bajo el estrés
Dawson (25) explica muy bien la vida y las instituciones crónico se vuelve más sociable, más superficial, más
básicas de la ciudad medieval, y es factible apreciar la emotivo, manipulador, y puede devenir en un TP histrió-
distancia que tenemos hoy día respecto a ellas. Conco- nico.
mitantemente puede hablarse del paso de una familia ex- La epidemiología de los TP puede variar de una so-
tendida a una familia nuclear y de la transición desde co- ciedad a otra, incluso en el mismo grupo humano puede
munidades cohesivas a individuos con un alto grado de cambiar a lo largo del tiempo. En el mundo occidental

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52 Pérez Urdániz, A., et al.—ASPECTOS SOCIOCULTURALES EN LA GÉNESIS DE LOS TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD

hay un aumento de patología psiquiátrica en general y de Las dimensiones básicas de la personalidad son uni-
TP en particular desde el final de la Segunda Guerra Mun- versales. Estudios internacionales con el modelo de los
dial, y especialmente desde los años sesenta. tres factores de Eysenck (38) y con el modelo de los cin-
Lerner (29) sostiene que las sociedades se pueden cla- co factores de Costa y Widiger (39) muestran que son vá-
sificar en dos tipos: tradicional y moderno. Hay, por su- lidos en todos los países del mundo. Eysenck dijo que las
puesto, diferencias entre distintas sociedades tradiciona- diferencias de personalidad entre individuos de una mis-
les, pero en general proporcionan estructuras sociales es- ma sociedad son mucho mayores que entre una sociedad
tables y expectativas predecibles. Históricamente las y otra. Sin embargo, hay algunas diferencias entre áreas
sociedades tradicionales se caracterizan por: geográficas que podrían responder a diferencias genéti-
a) Cambio social lento. cas o culturales. Iwanaki (40) investiga con el EPI a estu-
b) Familia extendida (necesaria por el tipo de eco- diantes japoneses e ingleses, los primeros tienen más
nomía). neuroticismo e introversión, rasgos que si se amplifican
c) Roles seguros y predecibles para cada individuo. pueden dar lugar a distintos tipos de trastornos de la per-
d) Continuidad intergeneracional. sonalidad, y según Kagan (41) los niños chinos son más
e) Sentido de comunidad. tranquilos que los caucásicos.
Las sociedades modernas se caracterizan por: Weisz et al (42) afirman haber encontrado diferencias
a) Cambio social rápido. entre niños criados en sociedades tradicionales y moder-
b) Ruptura de la familia extendida (por la atomiza- nas. En las sociedades tradicionales tienden a sufrir pro-
ción y la alta movilidad). blemas derivados de exceso de control y en las modernas
c) Dificultad en el desarrollo de redes sociales y fragi- de déficit de control. Esto es consistente con los hallaz-
lidad; problemas en la elección de ocupación y pa- gos de Eysenck (43), quien encontró mayores niveles de
reja. extroversión y menores niveles de neuroticismo en las
d) Discontinuidad intergeneracional. sociedades occidentales.
e) Carencia del sentido de comunidad. Las teorías freudianas, ampliamente conocidas, se
Paris (30) propone la hipótesis de que las estructuras han centrado en la importancia de la infancia y de la fa-
sociales estables amortiguan la mayor parte de formas de milia en la génesis de la personalidad más o menos acer-
TP, mientras que las sociedades modernas han producido tadamente, pero han descuidado la importancia de los
una ruptura, contribuyendo a una sociedad menos esta- factores culturales, que son tan importantes como los fa-
ble que favorece el desarrollo de TP y de psicopatología miliares.
en general. Ahora bien, personalidades muy indepen- Rutter y Rutter (44) dicen que el modelado, el refuer-
dientes pueden estar más reprimidas en sociedades tra- zo de las conductas y el aprendizaje social se hace a tra-
dicionales, mientras que en sociedades modernas pue- vés de:
den sentirse muy a gusto y disponer de un alto nivel de 1) Los grupos de individuos de la misma edad (in-
autonomía. fluencias generacionales).
Con objeto de sentar unas bases sólidas en la meto- 2) Figuras de autoridad (maestros, líderes sociales, re-
dología social del estudio de los TP habría que saber en ligiosos, políticos, económicos...).
primer lugar la prevalencia de los TP en distintas zonas 3) Contacto social y valores predominantes en la so-
geográficas y países, lo cual, dado el solapamiento de los ciedad.
TP con personalidad normal y con los trastornos del
eje I y la naturaleza de las pruebas para medir los TP, no
es fácil. INFLUENCIA DE LA ESTRUCTURA SOCIAL
Se ha documentado el aumento de algunas patologías SOBRE LOS RASGOS DE PERSONALIDAD
psiquiátricas en las últimas décadas. La depresión en
EE.UU. (31, 32) y en otros países (33) (Alemania, Italia, Paris (45) considera que la estructura social influye
Francia, Líbano, Puerto Rico, Taiwan y Nueva Zelanda). sobre los rasgos de la personalidad y su amplificación a
Según Sudack et al (34) la tasa de suicidios en jóvenes trastornos, siendo necesario valorar los tres mecanismos
norteamericanos se ha triplicado entre 1960 y 1980. Se siguientes:
ha constatado asimismo un aumento del alcoholismo • Interacción de sociedad y estructura familiar.
(35) y de anorexia nerviosa (36). Estos incrementos de • Nivel de integración social.
patología parecen indicar que los cambios sociales de las • Velocidad de cambio social.
últimas décadas están influyendo en el aumento de pato-
logía psiquiátrica. Desde la práctica clínica se advierte un
aumento de los TP como patología propia o, más fre- Interacción entre sociedad y familia
cuentemente, en comorbilidad con trastornos del Eje I,
que son los que llevan al paciente a consultas. Según Las familias no existen en el vacío, están inmersas en
Weissman (37) un 10-13% de la población presenta TP, un tejido social con el que hay una continua interacción.
pero no es fácil discriminar por categorías específicas. La Por supuesto que incluso en las sociedades más patológi-
epidemiología de los TP se encuentra todavía no obstan- cas pueden existir familias sanas y en las sociedades más
te en un estadio inicial. sanas pueden existir familias disfuncionales. Pero en ge-

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Pérez Urdániz, A., et al.—ASPECTOS SOCIOCULTURALES EN LA GÉNESIS DE LOS TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD 53

neral, un entorno social negativo influye negativamente una separación o divorcio. En España la tasa de divorcio
en la familia provocando que: es todavía baja, aunque va en aumento. Un fenómeno cu-
– Las disfunciones familiares sean más frecuentes. rioso registrado en España es la tasa de natalidad más baja
– Se amplifique la disfunción familiar ya existente (del en el mundo, un hijo por mujer. Esto refleja también el
mismo modo que un entorno social positivo amor- grado de sobrecarga de la familia española, que soporta a
tigua los efectos de las disfunciones familiares). unos jóvenes que son de los más tardíos de todo el mun-
Se considera que una familia fuerte, extendida, que do en incorporarse al mercado laboral y a unos ancianos
ofrezca oportunidades de empleo, sentido de pertenen- con una de las esperanzas de vida más altas del mundo;
cia a la comunidad y amplia disponibilidad de apoyo para ante ello la familia española no se rompe, pero agotada
las necesidades del ciclo vital protege de psicopatología. no puede mantener el relevo generacional.
Pero, como dice Lasch (46), la familia moderna es más Siguiendo a Riley (49) se observa que tras el divorcio
pequeña, menos estable, y tiene unas grandes sobrecar- disminuye el nivel económico del matrimonio, se produ-
gas que la han debilitado como: ce un desarraigo geográfico y en matrimonios posterio-
– La educación moderna, ya que aunque teóricamen- res la tasa de divorcio es todavía más elevada. Además, el
te esté bien tener un sistema escolar/académico avanza- estrés que supone el divorcio provoca, al menos tempo-
do como el occidental, en la práctica supone una pesada ralmente, un cierto descuido filial. Los efectos del divor-
carga para las familias, amén de los altos impuestos pre- cio a largo plazo son poco conocidos. Hace 20 años se
cisos para mantenerlo y la mala adaptación del sistema minimizaban los efectos negativos, partiendo de la asun-
académico a las demandas laborales de la sociedad. La ju- ción de que lo que es bueno para los padres puede ser
ventud pasa larguísimos años en el sistema académico, se bueno para los hijos. Pero revisiones posteriores sostie-
incorpora tarde al trabajo, se casa tarde y, por todo ello, nen que esto podría no ser cierto. Wallerstein (50) dice
debe ser mantenida por los padres hasta edades anor- que las secuelas más importantes del divorcio son a cor-
malmente elevadas. Según datos recientes, el 65% de los to plazo, pero que a largo plazo hay secuelas más sutiles
«jóvenes» españoles entre los 25 y 30 años, viven en casa como menor desarrollo sociocultural, relaciones más
con sus padres. problemáticas, menor capacidad de mantener relaciones
– El aumento de la esperanza de vida, que en un prin- de intimidad y otras. Los niños más resistentes aguanta-
cipio sería un éxito de la medicina, en la práctica supone rían bien las consecuencias del divorcio y serían capaces
que se vive unos años más, pero con alta prevalencia de de buscar apoyos sociales alternativos, pero en niños
enfermedades y sin trabajar, tanto para las familias que se predispuestos, el divorcio podría desencadenar a través
ven abocadas a tener que solucionar esta situación como de sus vulnerabilidades el padecimiento de trastornos de
para el conjunto de la ciudadanía que ha de mantener la personalidad.
con impuestos elevados la financiación de pensiones y
sanidad. La resultante final es que la pequeña familia ac-
tual tiene que mantener a unos ancianos y a unos jóvenes Nivel de integración social
sumamente gravosos.
– Aspectos laborales como el paro, la movilidad labo- Leighton et al (51) en su trabajo clásico sobre el «Stir-
ral, la incorporación masiva del hombre primero y, pos- ling County» compararon dos comunidades de Nueva Es-
teriormente de la mujer, al trabajo en condición de asala- cocia con diferentes niveles de integración social. Una
riados y contratados, frente a unidades económicas fami- era bastante sana y otra mostraba un grado considerable
liares fuertes de las sociedades tradicionales, en las que la de patología social. El nivel de integración fue medido
mayoría de la población trabajaba por cuenta propia y con un índice en el que se ponderaban varios factores
podía ofertar trabajo a su descendencia (la economía era como hogares rotos, falta de asociaciones sociales, mal li-
mayormente rústica y familiar). En este sentido no deja derazgo, pocas posibilidades de recreo, alta criminalidad,
de ser relevante la tesis de Hilaire Belloc (47), quien sos- pobreza, confusión cultural, secularización, migración,
tenía que los asalariados son una nueva forma de escla- cambios sociales, etc. La comunidad con mayor desinte-
vos. Esta hipótesis, lanzada en 1912, señalaba que las cla- gración social mostraba niveles más altos de patología
ses medias decrecerían en poder adquisitivo a medida psiquiátrica. Ya Durkheim (52) habló de anomia o falta
que el capitalismo evolucionase hacia su lógica conclu- de normas como causa de aumento de suicidio y de pa-
sión, que es el oligopolio. tología psiquiátrica.
– El cambio en el carácter del matrimonio, que ha pa- Si hay desintegración social, la sociedad no puede su-
sado de tener un carácter de status a tener un carácter de plir los déficits familiares con figuras alternativas de iden-
contrato tipo laboral, con derecho al despido, y con roles tificación, ni neutralizar los efectos de la patología inter-
sexuales y matrimoniales intercambiables, confusos y en familiar. Lineham (53) atribuye a la relativa ausencia de
ocasiones competitivos. vínculos seguros en nuestra sociedad la labilidad emo-
Según Kramer (48), la sobrecarga y ruptura familiar cional presente en el grupo B de trastornos de la perso-
producen patología psiquiátrica. La mencionada sobre- nalidad, especialmente los límites. Paris (54) atribuye el
carga familiar contribuye significativamente a la alta tasa aumento de impulsividad de la sociedad actual y el au-
de divorcios, tanto más alta cuanto más avanzado sea el mento del trastorno límite de la personalidad a la misma
país. En los países ricos hasta un 50% de los niños viven causa.

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54 Pérez Urdániz, A., et al.—ASPECTOS SOCIOCULTURALES EN LA GÉNESIS DE LOS TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD

Cambio social rápido picacia, envidia, grandiosidad del yo, excentricidad, etc.
en gente predispuesta a ello.
Sin idealizar a las sociedades tradicionales, que tam-
poco estaban exentas de su cuota de tensiones y proble-
mas, hay que tener en cuenta que la llamada sociedad tra- Grupo B
dicional ha sido la más frecuente en la historia y que en
el último siglo la sociedad occidental está sufriendo unos
rápidos cambios sociales, que modifican las normas a tal Trastorno antisocial de la personalidad
velocidad, que cada generación tiene que aprenderlas de
nuevo. Hay datos empíricos que apoyan las teorías de Es uno de los más estudiados desde el punto de vista
que cambios sociales estresantes provocan un aumento social. Los criterios diagnósticos actuales dependen de-
de suicidio (55, 56) y de abuso de sustancias (57). masiado de un «curricullum vitae» delictivo del código pe-
Lasch (58) dice que la sociedad actual es narcisista y nal, y pasan por alto conductas delictivas más sofisticadas.
que el individualismo exagerado lleva al narcisismo, a la En occidente, la tasa de prevalencia del trastorno an-
falta de sentido de la vida y de sensación de pertenencia tisocial de la personalidad está en torno al 3% de la po-
a la sociedad. blación, siendo principalmente del género masculino. En
países orientales como China, Taiwan y Japón se dan ci-
fras de prevalencia muy bajas, del 0,1%, pero en Corea
MECANISMO DE PRODUCCIÓN Y del Sur, donde el consumo de alcohol es alto, también es
alta la prevalencia del trastorno antisocial de la persona-
FACTORES SOCIALES EN LAS DIVERSAS lidad. En familias chinas y orientales, en general, se ha
CATEGORÍAS DE TRASTORNOS DE LA atribuido la baja prevalencia del TP antisocial a la exis-
PERSONALIDAD tencia de la figura del padre fuerte y autoritaria, altas ex-
pectativas sobre los hijos y un alto nivel de lealtad fami-
El solapamiento de los trastornos de la personalidad liar que se recompensa adecuadamente. Una dinámica si-
sugiere la existencia de un sustrato biológico común, por milar existe en las familias judías, que también tienen un
la continuidad entre rasgos y trastornos, y porque los bajo nivel de TP antisocial. Parece que el establecimiento
mismos agentes estresantes pueden provocar trastornos de normas firmes y limites claros disminuye la prevalen-
distintos en unos y otros individuos según su predisposi- cia de este trastorno.
ción genética. En Estados Unidos el trastorno antisocial se ha dupli-
Vamos a ver los factores de riesgo social, para los dis- cado en gente joven en los últimos 15 años, se calcula
tintos tipos de TP, aunque las evidencias no sean muy que en la actualidad hay dos millones de presos en las
convincentes. cárceles americanas, lo que no puede estar justificado
sólo por causas genéticas sino también por cambios so-
ciales. Contrariamente a la creencia popular, la pobreza
Grupo A no justifica la prevalencia del TP antisocial. Como dice
Rutter (63), el gran aumento en la prevalencia del TP an-
Los trastornos de la personalidad del grupo A: para- tisocial desde el final de la segunda guerra mundial surge
noide, esquizoide y esquizotípico, se caracterizan por dé- en medio de boom de prosperidad económica sin prece-
ficits en las relaciones interpersonales con pensamientos dentes, y es debido a los cambios sociales experimenta-
y conductas más o menos excéntricas. Ya Kraepelin (59) dos y a las disfunciones familiares (en familias sin límites
y Scheider (60) afirmaron que había formas leves de psi- ni consistencia de normas). Vaillant (64) realizó un estu-
cosis que afectaban únicamente a la personalidad, o se dio a largo plazo de zonas pobres de la ciudad, en el que
manifestaban en forma de patología de la personalidad, demuestra que la mayoría de gente pobre era trabajadora
dentro de un espectro psicótico en el que la patología de y no recurrían a la criminalidad, mientras que los jóvenes
la personalidad sería el extremo más leve del espectro. pandilleros provenían de familias disfuncionales, pero no
La investigación genética ha demostrado la validez del necesariamente pobres.
espectro de la esquizofrenia y la CIE-10 ubica al trastorno Por tanto, la impulsividad por sí sola no basta para
esquizotípico de la personalidad en la psicosis. producir TP antisocial cuando está contenida por estruc-
Pero el trastorno esquizoide de la personalidad, según turas sociales y familiares fuertes, pero si éstas se debili-
Falton, Winokur (61) y Widiger (62), no tiene parentesco tan o se hacen disfuncionales por un proceso de desinte-
genético con la esquizofrenia, y sería simplemente una gración familiar y social, entonces sí que la impulsividad
forma severa de introversión, que además presenta sola- se traduce en un aumento de conducta antisocial.
pamientos, todavía no bien estudiados con los trastornos
ansioso o evitativo de la personalidad.
La importancia de los factores sociales en los trastor- Trastorno límite de la personalidad
nos de la personalidad del grupo A, sería inespecífica, re-
mitiéndonos a los aspectos culturales de la postmoderni- El concepto de trastorno límite de la personalidad es
dad que podrían producir aislamiento, desconfianza, sus- de origen psicoanalítico. Gunderson y Singer (65) esta-

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Pérez Urdániz, A., et al.—ASPECTOS SOCIOCULTURALES EN LA GÉNESIS DE LOS TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD 55

blecieron los criterios diagnósticos operativos del TLP A pesar de que Loranger considera que el TLP se diag-
que desde entonces es objeto de numerosos estudios. En nostica en todo el mundo, Paris afirma que el trastorno
Europa ha existido un cierto escepticismo hacia el TLP es mucho más común en sociedades modernas que en
que se diagnostica menos que en América o quizás reci- las tradicionales. En España, sólo en los últimos años se
ba otros nombres como histérico, explosivo, inmadu- está dando cuenta el clínico de la magnitud del proble-
ro… pero el peso de este trastorno en la clínica psiquiá- ma, mientras que en Estados Unidos el TLP surgió con
trica diaria, hace que cada vez sea más y mejor diagnosti- fuerza en los años setenta y afecta ya a un 2% de la po-
cado en Europa. blación, aunque tampoco dicha cifra es muy fiable, y en
En el estudio internacional del IPDE que lleva a cabo todo caso la prevalencia parece que sigue aumentando.
Loranger (66) el TLP fue el trastorno de la personalidad Según Sudack, el aumento dramático de suicidio en po-
más diagnosticado. Moriya (67) e Ikuta (68) mostraron blación juvenil norteamericana refleja el aumento del
que los rasgos esenciales del TLP están presentes en los TLP, ya que al menos un tercio de los casos de suicidios
pacientes japoneses, pero que debido a la influencia de serían pacientes con TLP. Para Robins, los cambios de co-
su cultura, los pacientes límites japoneses eran más de- horte en la prevalencia del abuso de sustancias podrían
pendientes que los americanos. estar acompañados de cambios en la prevalencia del TLP.
La psicopatología de los límites es muy compleja, pro- En cierta manera, el aumento podría reflejar el paradig-
bablemente sea un síndrome en el que predominan de ma de la postmodernidad: afecta a gente joven, incluye
manera inespecífica síntomas de impulsividad, extrover- graves problemas de formación de la identidad, senti-
sión patológica, labilidad afectiva, hiperreactividad emo- mientos excesivos de vacío y soledad que ni la familia ni
cional, etc., pero el gran aumento que se está viendo de la sociedad consiguen contener.
pacientes con este trastorno, sugiere que sobre dichas Millon (70) ha elaborado un modelo global sobre el rol
vulnerabilidades actuarían los mencionados factores de los factores sociales en la psicopatología límite. Apli-
inespecíficos de cambios sociales y familiares de la post- cando la teoría del aprendizaje social, dice que la anomia
modernidad. que caracteriza la sociedad actual afecta de manera espe-
Se ha dado una gran importancia al abuso físico y se- cialmente negativa a los jóvenes. En su opinión, la ruptu-
xual en la etiología del TLP, pero Joel Paris (69) dice que ra de las normas sociales está creando un aumento de
hay que ser muy cauto con dichos factores, ya que tam- riesgo de la patología límite y el cambio social rápido in-
bién se dan en otras categorías de trastornos de la perso- terfiere en la transmisión intergeneracional de valores, re-
nalidad y en población normal que las ha superado sin duciendo la importancia de la familia y la comunidad.
desarrollar psicopatología. Añade que otros riesgos fre-
cuentemente mencionados como separación temprana o
pérdida de los padres, descuido parental, psicopatología Trastorno histriónico de la personalidad
parental y baja cohesión familiar son igualmente preva-
lentes en otras categorías de trastorno de la personali- Afecta aproximadamente a un 2% de la población y
dad, y también en población normal. Según algunos au- contrariamente a la creencia popular, parece ser tan fre-
tores en las familias de riesgo los hijos varones desarro- cuente en hombres como en mujeres, si bien se diagnos-
llarían trastorno antisocial de la personalidad, y las hijas tica más en las mujeres. Estos pacientes funcionan a un
trastorno limite de la personalidad. Además, podemos es- nivel mucho más elevado que los antisociales o los lími-
pecular que el abuso infantil es más bajo que en el pasa- tes. No hay estudios sociales sobre la relación entre este
do, ya que nunca se ha tratado mejor a los niños que en trastorno y los cambios de la sociedad postmoderna.
los últimas décadas. Aunque en este período ha habido
un gran aumento del número de divorcios, cuyo impac-
to, como decíamos antes, no es fácil de determinar, si Trastorno narcisista de la personalidad
bien sería inespecífico para todos los trastornos de la per-
sonalidad. Linehan señala que los niños que desarrollan Para Lasch, el narcisismo patológico es característico
TLP tienen una labilidad emocional genéticamente deter- de la era moderna. No se sabe bien las cifras de preva-
minada que se caracteriza por una mayor reacción ante lencia, que podrían estar en torno al 1%, aunque se diag-
estímulos negativos, por lo que necesitan mayor tiempo nostica más en hombres probablemente sea más preva-
de recuperación para volver a la línea basal afectiva. Esta lente en mujeres de lo que se cree. Aunque la grandiosi-
vulnerabilidad necesita por parte de los padres de esos dad abierta es lo más característico de este trastorno,
niños, una alta capacidad de amortiguación de las emo- también hay muchos narcisistas tímidos en los que la
ciones disfóricas, y si los padres carecen de dicha capa- grandiosidad está encubierta (71). Para Kohut (72), los
cidad es muy fácil que se desarrolle un TLP. Además, dice rasgos narcisistas son comunes en el mundo moderno
dicha autora que el mundo moderno, con sus demandas debido a cambios de la estructura familiar, porque «no se
de autonomía individual, permite menos dependencia o reprimen las emociones de los niños y se les hace creer
vinculación con los demás, lo que interfiere con las altas que tienen derecho a todo». En la misma línea, Millon
necesidades emocionales mencionadas en estos niños. Si considera que en los tiempos modernos, los padres tien-
falla la amortiguación familiar y/o social es más fácil que den a sobrevalorar a sus hijos, en vez de criticar sus con-
se desarrolle este trastorno. ductas.

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56 Pérez Urdániz, A., et al.—ASPECTOS SOCIOCULTURALES EN LA GÉNESIS DE LOS TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD

Grupo C 12. Weaver RM. The Southern tradition at bay: A history


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el más frecuente en el estudio internacional realizado 13. Ophuls W. Requiem for modern politics: the tragedy
por Loranger, presentando un elevado grado de solapa- of the Enlightenment and the challenge of the new
miento con el trastorno dependiente de la personalidad. millenium. Boulder: Westview; 1997.
El temperamento ansioso puede ser más adaptativo 14. Lapham LH. Introduction. En: MacLuhan M, ed. Un-
en unas sociedades que en otras. En las más tradicionales derstanding media: the extensions of man. Cambrid-
se refuerzan las vinculaciones fuertes, que fomentan los ge: MIT; 1994.
rasgos de dependencia y castigan el individualismo exce- 15. Gómez de Liaño I. La mentira social: imágenes, mitos
sivo, por lo que en dichas sociedades los dependientes y conducta. Madrid: Tecnos; 1989.
pueden ser considerados normales. Así, por ejemplo, los 16. DeMarco D. The anesthetic society. Front Royal, Vir-
japoneses son más introvertidos y neuróticos, presentan- ginia: Christendom College Press; 1982.
do más síntomas de ansiedad y fobias sociales (Iwawaki, 17. Rojas Marcos L. La ciudad y sus desafíos. Madrid: Es-
1977). En las sociedades escandinavas, según Kagan pasa Calpe; 1993.
(73), la respuesta evitativa puede considerarse normal. 18. Bruckner P. La tentación de la inocencia. Barcelona:
Se cree que familias sobreprotectoras, con pocas ma- Anagrama; 1996.
nifestaciones afectivas y un exceso de control, que supri- 19. Fernández de la Mora G. La envidia igualitaria. Barce-
men los conflictos y las emociones negativas, crearían lona: Planeta; 1975.
patrones de ansiedad y dependencias exageradas. 20. Belloc H. Op. cit.
Los rasgos obsesivo-compulsivos derivan de factores 21. Ewen S. All consuming images: the politics of style in
temperamentales distintos de los otros dos trastornos contemporary culture. Nueva York: Basic Books;
del grupo C. En los anancásticos, se produce una inte- 1988.
racción entre altos niveles de demandas sociales que el 22. Postman N. Amusing ourselves to death: public dis-
individuo intenta satisfacer, y bajos niveles de apoyo so- course in the age of show-business. Londres: Met-
cial, factores que se dan en la sociedad moderna que va- huen; 1987.
lora más los logros que la vinculación, por lo que fo- 23. Sartori G. Homo videns, la sociedad teledirigida. Bar-
menta este tipo de trastorno de personalidad, que tam- celona: Taurus; 1998.
bién va en aumento. 24. Crowe N. Nature and the idea of a man-made world:
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