BOLERO

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Animación Turística
Unidad de Estudio: Bailes Populares
Tema BOLERO

Historia del Bolero De fines del siglo XIX hasta 1940

El bolero es un género musical que tuvo sus orígenes en Cuba a fines del siglo XIX, después fue llevado
a Puerto Rico por trovadores cubanos y músicos puertorriqueños que visitaban Cuba a principios del
siglo XX y en esa época también es llevado a la península de Yucatán y de ahí se introduce a todo
México.

El bolero surgió luego de un largo proceso cultural, tanto en lo musical como en lo rítmico, lo literario y
lo interpretativo, a través de sucesivas generaciones de músicos de pueblo, en un proceso colectivo,
ancestral y tradicional. El género es identificable por algunos elementos rítmicos y nuevas formas de
composición que aparecieron en el quehacer musical en la isla de Cuba durante el siglo XIX, en donde
se desarrolla con una célula rítmica y melódica, en compás de 4/4.

Cuba, fue el territorio que acrisoló esas influencias, sintetizando ritmos y músicas con sabores
autóctonos, particularmente el danzón, la habanera, la contradanza, la danza criolla, también la guajira
y la clave, amén de la litúrgica afrocubana. Por su parte, Republica Dominicana aporta el cinquillo,
fundamental para el desarrollo del bolero. Maria del Carmen de la Peza, dice que “según los
historiadores el bolero, ritmo para bailar y canción lírica, es la resultante de la combinación de la
danza y la contradanza de origen europeo y de la música antillana caribeña proveniente de Cuba”.

El Primer Bolero La mayoría de los historiadores del bolero coinciden en señalar que fue 1883 el año en
que se dio inicio al género actual en todo el Caribe y Latinoamérica. Y dignamente fue un sastre, José
“Pepe” Sánchez, mulato de contextura espigada, quien fue el compositor y creador del primer bolero,
titulado “Tristezas”. Sin embargo, para ser fiel al sentido de la historia como acción de grupos y no
solo de individualidades, hay que señalar que Sánchez “pentagramó” el primer bolero, porque el
movimiento de la vieja trova tuvo anclajes en un conjunto de músicos autodidactas como Alberto
Villalón, Sindo Garay, Manuel Corona, Eulalio y Manuel Limonta, Nicolás Camacho, Rosendo Ruiz,
Emiliano Blez, Patricio Ballagas, Rafael Gómez, Vicente González Rubiera (Guyún),

Oscar Hernández y que con otros, fueron responsables del nacimiento del bolero, cantando su música
en serenatas, peñas trovadorescas, circos, coros y teatros. El Bolero y el movimiento Modernista El
bolero latinoamericano se empieza a construir.

Por medio del modernismo, lo simple se transforma en complejo y el bolero se eleva por sobre la
cotidianidad de la vida. En los primeros años del bolero, los compositores se auxiliaban de los poetas
modernistas como Rubén Darío, Pedro Mata, Andrés Eloy Blanco, Amado Nervo, Manuel Gutiérrez
Nájera, José Asunción Silva, José Martí, Ramón López Velarde, Baldomero Fernández Moreno, Carlos
Pezoa Véliz, Abraham Valdelomar. En el caso de las mujeres, servían de inspiración los poemas de la
argentina Alfonsina Storni, la chilena Gabriela Mistral, las uruguayas Delmira Agustini, Eugenia Vaz
Ferreira y Juana de Ibarbourou, la boliviana Adela Zamudio, la española Concha Méndez y la
portorriqueña Julieta de Burgos, entre otras. Consolidación del Bolero (1890 – 1920)
También es en estas décadas, aprovechará que desde el oriente de Cuba emerge la nueva cadencia del
son y que combinado con el bolero facilitará que durante la década del 20 se popularicen los Tríos,
como el famoso Trío Matamoros, reconocido por su bolero-son “Lágrimas Negras”. Hacia finales de la
década de 1920 ocurre un fenómeno importante: el piano, que hasta ese momento era de uso casi
exclusivo de las clases cultas y de las elites académicas, se integra con fuerza a la musicalidad
bolerística, dándole otros matices y sonoridades, y aumentando su popularidad. Vendrá luego el auge de
sextetos y septetos, recordemos a Benny Moré y su Banda Gigante y la impronta, a partir de 1927, de
la Sonora Matancera.

En definitiva, la combinación de son y bolero constituirá el paradigma musical de este periodo. Los
inicios del Bolero en México y la década de 1920 -1930 Entre los años 1908 y 1910 el bolero cubano
llega a México a través de la península de Yucatán. El primer bolero compuesto en estas tierras fue
“Madrigal” (1918) con música del trovador Enrique Galaz Chacón y con letra del periodista Carlos R.
Menéndez. Fue el gran compositor Guty Cárdenas, el que habría de dar presencia y brillantez al bolero
en México. Entre 1928 y 1931 compuso y grabó sus boleros “Para olvidarte”, “Quisiera”, “Fondo azul”,
“Aléjate”, “La lágrima”, “Pasión”, “No me pidas que vuelva”, “Si yo pudiera”, “A qué negar” y “Ausencia”,
los que se convirtieron en grandes éxitos en su voz y su guitarra.

Agustín Lara que en esos años trabajaba como pianista en burdeles y aún no gozaba del prestigio que le
acompañó posteriormente se vio seriamente impresionado con este ritmo tan magistralmente
interpretado por Guty y no tardó en emularlo, escribiendo canciones que llegarían a ser clásicos en el
Cancionero de México como “Rosa”, “Como dos puñales”, “Gota de amor”, “Sólo tú”, “Cabellera negra”, y
su más grande éxito: “Mujer”.

Los nuevos boleros compuestos por este autor tendrán una dureza que hasta ese momento no se
conocía, y se harán famosos boleros como “Pervertida”, “Mujercita”, “Cada noche un amor”,
“Aventurera”, “Escarcha”. Un hecho trascendente para la difusión del bolero se dio en 1926 cuando el
tenor italiano Tito Schipa, entonces en la cima de la fama, grabó una serie de temas latinoamericanos
en español, entre los cuales incluyó el bolero “Quiéreme mucho” compuesto en 1917 por Gonzalo Roig,
así como el bolero-danza del mexicano Alfonso Esparza Oteo, “Un viejo amor”. Lágrimas Negras

Expansión geográfica del Bolero La dinámica musical del bolero se expande geográficamente por todo
el territorio caribeño y como ya se mencionó se introduce a México, a través de la península de
Yucatán El bolero es llevado a Puerto Rico por trovadores cubanos y músicos puertorriqueños que
visitaban Cuba a comienzos del siglo XX. En el transcurso de las dos primeras décadas del siglo XX, el
bolero iniciará un etapa de masificación hacia otros países centroamericanos y del caribe como
Jamaica, Republica Dominicana, Nicaragua, Costa Rica y Panamá, llegando incluso hasta Venezuela,
Ecuador y Colombia.

El Bolero de 1930 a 1940 El periodo de 1930 a 1940 se caracteriza por la combinación de factores
positivos y negativos para el bolero, unos potenciando la difusión y crecimiento de esta música, otros
contribuyendo a la declinación de este género. Por una parte, en los años1930’s, en América Latina
habrá un potente desarrollo de la radio como sistema de comunicación y la aparición de grandes y
potentes cadenas de emisoras.
También será en los años 30’s y 40’s que surgirán con fuerza, desde México, un grupo de compositores
e intérpretes de primera línea que en muchos casos tenían formación académica, será el caso de Maria
Grever, Lorenzo Barcelata, Ignacio Fernández Esperón, Ricardo Palmerín, Pepe Domínguez, Ricardo
López Méndez, José Antonio Zorrilla Martínez, Alfonso Esparza Oteo, Gonzalo Curiel y Consuelo
Velázquez entre otros.

Inolvidable Luis Miguel Nosotros Eydie Gormé y Los Panchos La última noche José Feliciano Flores
Negras Fernando de la Mora Toda una vida Víctor Yturbe Lágrimas Negras Óscar Chávez Quiéreme
Mucho Helmut Lotti Aquellos ojos verdes Plácido Domingo Los Más Populares Boleros y Canciones
Cubanas

La Época de Oro del Bolero de 1940 a fines de los 60’s

En el transcurso de estas décadas, el bolero será la tarjeta de identidad de la música latina,


consolidándose desde Cuba y México hacia Republica Dominicana, Venezuela, Colombia, Ecuador,
Argentina, Chile, España y otros países de Latinoamérica. Desde Puerto Rico migrará con fuerza hacia
Estados Unidos y allí se conocerán figuras de la talla de Tito Rodríguez, Bobby Capó, Charlie Figueroa
y Daniel Santos. En épocas posteriores serán exitosos intérpretes como José Feliciano, Danny Rivera,
Willie Colón, Ismael Miranda, Gilberto Santa Rosa, Héctor Lavoe, El Gran Combo de Puerto Rico, la
Orquesta Zodiac y varios más. En estas décadas, el bolero se expande, trasmitiendo lo propio pero
también recibe influencias del jazz, de la música brasilera, del “Beguine”, de la música ranchera y del
movimiento del “Filin”( feeling). En estas tres décadas el bolero se transformará respecto a lo que
había sido en los inicios del 1900, mostrando más consistencia, profundidad, variación de repertorio,
mejores intérpretes y mejor calidad en las grabaciones.

En Argentina aparecerán Mario Clavel, Don Fabián, Américo Belloto y los hermanos Virgilio y Homero
Expósito. En Ecuador aparecerá Julio Jaramillo, Olimpo Cárdenas, Lucho Bowen, Vicente Rocafuerte,
Nicasio Safaddi, Placido Acevedo y el dúo Benítez y Valencia entre otros. En Colombia destacaran
Carlos Julio Ramírez, Alberto Osorio, Bob Toledo, Víctor Hugo Ayala, el matancero Nelson Pinedo, Tito
Cortes, Alci Acosta, Oscar Aguedelo y Juan Carlos Coronel. En Puerto Rico Daniel Santos, Tito
Rodríguez, Bobby Capó, Johnny Albino, Idilio González, Roberto Cole, José Feliciano, Cheo Feliciano,
Andy Montañéz, Danny Rivera y Gilberto Santa Rosa entre otros muchos. En Republica Dominicana se
escuchará la voz de Alberto Beltrán, Luis Alberti, Lope Balaguer, Elenita Santos, Teté Marcial, Nicolás
Casimiro, Luis Kalaff, Julito Deschamp, Cuto Estévez, Aníbal de Peña y Rafael Colón entre otros. En
Costa Rica será Ray Tico y el Rafa Pérez. Panamá aportará a Carlos Eleta Almarán y Avelino Muñoz. En
Venezuela, Estelita del Llano, Marco Julio Maristani, Rafa Galindo, Alfredo Sadel, Felipe Pirela, Mirtha
Pérez, Toña Granados, Oscar D León y La Rondalla Venezolana. Piensa en mi – Plácido Domingo

En el caso de Cuba, germinaron intérpretes como René Cabel, Fernando Albuerne, Bienvenido Granda,
Benny Moré, Vicentico y Miguelito Valdés, Celio González, Olga Guillot, Elena Burke, Celia Cruz, Omara
Portuondo, Orlando Contreras, Fernando Alvarez, Bertha Dupuy, Barbarito Diez y Antonio Machín.
Además, debe agregarse a cantantes no cubanos que fortalecieron la sonora Matancera y ocuparon un
lugar privilegiado en la historia del bolero, entre otros Leo Marini, Nelson Pinedo, Carlos Argentino y
Daniel Santos. También fue el tiempo de tríos famosos como, Johnny Albino y su trío San Juan y otros
muchos.

A partir de entonces, se difundió con fuerza la música de las Sonoras, Orquestas y tríos caribeños y
yucatecos, llegando incluso hasta Estados Unidos con ritmos y éxitos, entre otros las orquestas de
Tito Rodríguez, Tito Puente y Machito.

El Bolero Mexicano y sus Compositores En la primera década del siglo XX, el bolero cubano llega a
México a través de la península de Yucatán. Fue Guty Cárdenas el vehículo ideal que habría de dar
presencia y brillantez al bolero en México. Sus boleros “Para olvidarte”, “Quisiera”, “Yo pienso en ti”,
“Pasión”, “La Lágrima”, “Ausencia”, “Fondo azul”, se convierten en grandes éxitos en su voz y su
guitarra. A Guty Cárdenas, que falleció en 1932, le siguieron una pléyade de grandes compositores que
hicieron de México uno de los países con la más grande producción de boleros entre 1940 y 1960.
Entre los más famosos podemos mencionar a Agustín Lara, Alfonso Esparza Oteo, Lorenzo Barcelata,
María Grever, Luis Arcaraz, los Hermanos Domínguez, Gonzalo Curiel, Consuelo Velázquez, Manuel
esperón, Álvaro Carrillo, Wello Rivas, Gabriel Ruiz, Vicente Garrido, Emma Valdelamar, José Alfredo
Jiménez, Rubén Fuentes, Roberto Cantoral, Luis Demetrio, Güicho Cisneros y Armando Manzanero. En
el auge del bolero será importante la aparición del Trío Los Panchos, los que innovarán con armonías
diferentes en las voces e introducirán el requinto, dándole nuevos brillos a las interpretaciones;
indudablemente que los punteos otorgan fuerza al bolero.

También aparecen otros grandes tríos que consolidan el estilo y le dan gran popularidad al bolero, como
Los Tres Diamantes, Los Tres Ases, Los Dandys, Los Tres Caballeros, Este período coincide en gran
parte, con la época de oro del cine mexicano, se popularizan ídolos cinematográficos que son también
grandes cantantes, como Pedro Infante, Jorge Negrete, Antonio Aguilar y Miguel Aceves Mejía. La
popularidad del cine mexicano, ayudará a dar publicidad al bolero en otros países de Latinoamérica y en
España. Se consolidará el bolero ranchero, en base a una mezcla entre la vieja canción melódica con el
vigor instrumental del mariachi mexicano utilizando trompetas, violines y guitarrón, los máximos ídolos
de este bolero son José Alfredo Jiménez y Javier Solís. Dan gran popularidad al bolero romántico,
grandes cantantes mexicanos como Juan Arvizu, Nicolás Urcelay, Alfonso Ortiz Tirado, Néstor Mesta
Chayres, Genaro Salinas, Alejandro Algara, Pedro Vargas y Marco Antonio Muñiz.

El Bolero de 1960 hasta los inicios del siglo XXI

Durante las décadas entre finales del siglo XX e inicios del XXI, el bolero estuvo cruzado por dos
tendencias. La primera, entre los años 1960 y 1980 en que hubo un estancamiento del bolero que fue
reemplazado por el rock y la balada. Sin embargo a fines de los 80’s, apareció una segunda tendencia,
que revitalizó el bolero, la cual dura hasta el tiempo presente. Esta tendencia tiene algunos elementos
interesantes para destacar: Primero, el avance de la industria fonográfica permitirá re-editar con
nueva calidad, brillo y fidelidad viejos temas e intérpretes que aún conservaban el brillo de antaño y
vuelven a escucharse con majestuosidad los compactos con la voz de Benny Moré, Bobby Capó, María
Victoria, Los Montejo, Toña la negra, Los Dandys, la Orquesta Romeu, Los Hermanos Martínez Gil y el
Trío Matamoros, entre otros. Segundo, el bolero ingresará con potencia en los canales comerciales y
de distribución universal, en especial a través del CD, DVD, programas de cable y por el mundo del
cine. Por otra parte, en las comunidades rurales pequeñas, en los sitios urbanos alejados del centro, en
los centros laborales y en los sectores populares y pobres el formato de la radio continuara
difundiendo música popular, en especial boleros. Muñequita Linda – Ramón Varga.

Tercero, a partir de los años 90 aparecerán nuevos ídolos incorporando en sus repertorios boleros
adaptados a las nuevas exigencias y criterios musicales; se editarán verdaderas superproducciones,
con orquestas extraordinariamente equipadas, temas seleccionados con delicadeza, sonidos más
modernos, melodías remozadas y puestas en escena pensando en el mundo cultural juvenil. Es el caso de
figuras como Luis Miguel, Charly Zaa, Juan Carlos Coronel, Juan Gabriel, Gloria Estefan, José Luis
Rodríguez, Moncho, Diego El Cigala, María Dolores Pradera, Tania Libertad, Patricia González, Carmen
Prieto, José Feliciano, María Martha Serra Lima. Otros segmentos de la población escucharán boleros
con algo más de critica social en las voces de Rubén Blades, Héctor Lavoe, Willie Colon, Joaquín Sabina,
Ana Belén, Luz Casal, Pablo Milanés, Gianfranco Pagliaro, Chico Buarque, Chavela Vargas y Soledad
Bravo.

Habría que agregar a todos los soneros que interpretan boleros y allí la lista sería interminable.
Cuarto, el bolero en plena época de globalización se convertirá en un producto de gran mercadotecnia,
altamente publicitado, inundando un amplio nicho de mercado y convirtiéndose en una industria
altamente rentable, a modo de ejemplo, el caso de Luis Miguel, que con su disco “Romances” vendió
cerca de 9 millones de ejemplares, una cifra jamás alcanzada por intérprete alguno, ventas que se
repetirán con su producción “Romances Dos”.

Quinto, los integrantes del Movimiento Buena Vista Social Club siempre estuvieron en Cuba,
componiendo y cantando, y al parecer estaban esperando el momento justo para cerrar el bolero del
siglo XX e iniciar el del siglo XXI. Este movimiento se ha convertido en una clara señal de la
globalización de este género musical. A partir de los años 90 no sólo será el público del Caribe,
Latinoamérica y España el que aumentará su adicción al bolero, también ocurrirá algo similar con el
público de Asia, Europa y Estados Unidos. En este sentido, es interesante la visión de la Dra. Vanessa
Knights, de la Universidad de Cambridge en Inglaterra, señalando que “el actual auge del bolero tiene
que ver con una industria de la nostalgia que es respuesta frente a los cambios acelerados que marcan
esta época”. Podemos concluir que a pesar de que la historia del bolero está plagada de períodos de
estancamiento y resurgimiento, de altos y bajos, de saltos y rupturas, no cabe duda que el bolero es el
sobreviviente musical del romanticismo del siglo XIX. Es un caso único de permanencia a través del
tiempo, durante más de cien años ha logrado superar los embates del fox-trot, el charleston, el swing,
el blues, el jazz, el rock, la balada, el pop, la cumbia, la salsa y otros ritmos. Desde 1883, han pasado ya
130 años de la aparición del primer bolero, durante este tiempo, muchos sistemas políticos,
económicos, militares han pasado y desaparecido en el mundo, pero el bolero sigue vigente.

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